ESPECIFICO NUEVAMENTE DESCUBIERTO EN EL REYNO DE GUATEMALA, PARA LA CURACIÓN RADICAL DEL HORRIBLE MAL DE CANCRO, Y OTROS MAS FRECUENTES. (Experimentado ya favorablemente er esta Capital de México.) su AUTOR EL Dr. DON\ JOSÉ FLORES del Gremio, y Claustro de la RealUniver~ sidad de dicha Goatemala, su Patria. DASE AL PUBLICO A EXPENSAS DE UN ESPÍRITU PATRIÓTICO. REIMPRESO CON LAS LICENCIAS NECESARIAS • • ■ '» '| ■»'" » . Ti ' | )" • ~~~~" J " I CüSh.....i n mrkTrr=r-w-r—---- ' S^J EN MÉXICO, en la Imprenta de D. Felipe de Zúñigay Ontiveros, calle del Espíritu Santo, año de 1782. NOTA * 4 TT^LP. Predicador Fr. Ignacio Anelo, del y^j Convento de San Diego en esta Capi- tal, de edad de sesenta y un años, tenia una úlcera eancrosa en medio de la lengua; y ha- viendo tornado succesivamente hasta quince Lagartijas, ha experimentado visible alivio. JLo mismo se cuenta de una India, que tenía la cara llena de costras del mal de San Láza- ro, con solo tres. Otros iguales sucesos han llegado á mis oídos; y aun uno se refiere del Pueblo de Xalapa. En la Hacienda de* San .Bartolomé, quatro leguas distante de la Ciu- dad de Valladolid, se roe asegura por Carta, que hay Lagartijas idénticas hasta, en el ta- maño á las de San Cristoval Amatitan. AJ- AMADO PUBLICO. ^iLjOS rápidos.y felices progresos* que se van experimentando con el uso de las Lagartijas de estos contornos de México, (y lo mismo se dice tam- bién de las de otras partes) me im- pelen con particular satisfacción á reimprimir este Quadernito, para que no haya Persona alguna, que carezca de tan importante noticia* Igualmente te se repartirá de valde* en la Librería de D. Antonio Espi- nosa, á quien he hecho este encargo. Anclo mucho cumplir por mi parte aquella primera Ley de nuestra Na- turaleza, que dice: Salus publica, su« prema Lex esto. No quiero defraudarte, por si té con- conviniere, del Prálogo de la prime- ra'edición,'que decíaasí: : *:$: „ El deseo de tu proprio bien, „ que es el de todos, me impele gustó- os amenté á costear la impresión de ,, este Quademito,que no te ha de eos- „ tar dinero. Su Autor es un célebre „ Médico de la nueva Goatemala. Lo „ útil del prodigioso Medicamento, ,,que nos refiere, debe estimarse mas „ que elOro,pue$ bien sabes, quepa- „ ra curar el Cancro, de que adolecen „ bastantes individuos tuyos de am- „bos sexos, no se havia descubferto ,, hasta ahora el Especifico. Basta „ de Prólogo, no acaso digas, que la „ Portada es mayor que la Casa. *Vale.„ i- '?;'V- - Va t -. • ;C • 'a '■•■•.* a 'a. ; BRE- Pag. i. BREVE NOTICIA De las Lagartijas del Pueblo de San Cristoval Amatitan del Reyno de Goatemala, con las que se cura radi- cálmente el Cancro, y otras en- fermedades. N los fecundos Países de esta América, no solo encuentran los Indios su alimento, vesti- do, muebles, y quanto nece- sitan para conservar la robusta salud, que gozan^ sino que entre las produccio- nes naturales, hallan remedios tan sim- ples, como eficaces, para curar enfer- medades, que hasta aqui se havian bur- 2 lado < lado del Arte, y sus mas sabios Profe- sores. Desuerte que si no nos desdeñá- ramos de aprender de estas gentes sen- cillas, y procuráramos tratarlos con inti- midad, descubriríamos Específicos mas importantes, que las Disertaciones mas elocuentes, y que los descubrimientos mas curiosos de la Anatomía (*). Tal es el que voy á referir. D. José Ferrer, Catalán de nación, y vecino de esta Ciudad de Goatemala, havia mas de un año, que padecía una llaga cancrosa, en el labio superior del lado derecho: Haviendole comido ya la mitad del carrillo, y pasando al labio in- ferior del mismo lado, llegaba la llaga á la mandíbula, de la que le havia derri- bado quatro muelas, y de alli bajaba hasta (*) L' invención cT un specifique est d'un plus grand fruit á la Societé que touts les rai sonements sur- les causes cachees des maladies; & que les decouver- tes les plus curieuses de 1' anatomie. Traite de V Opin. Tora. 6. fol. 97. 3- hasta la garganta. Desuerte que el Ciru- jano que le asistía, viendo que la caro- tida estaba próxima á ser corrompida, temía por instantes una hemorragia mor- tal. El hedor, los bordes, y los progre- sos de la llaga manifestaban que esta enfermedad estaba en sus últimos perio- dos. Aunque en todo este tiempo se ha- vian aplicado todos los auxilios del Arte, ño se havia sacado otro fruto, que des- engañar al paciente de aquellas espe- ranzas, que hasta alli le havian hecho llevar con menos disgusto los diarios martirios de la curación. Conociendo pues que su fin se acercaba, determino disponerse para morir, y se retiró á la Iglesia de la Candelaria, á consultar con el P. D. José de Eloso, su Párroco, el ne- gocio de su salvación. ¿Quien havia de imaginar que en este buen Sacerdote te- nia la Providencia depositada la Medicina oportuna para el Cancro de Ferrer? Con- 4> Conversaban cierta vez los dos, y entre varías especies refirióle el Gura la si- guiente notabilísima. Díxole, que siendo Cura de S. Juan Amatitan (*) fue á confesar á un enfei> moa San Cristoval, Pueblo de su Juris- dicción. Con esta ocasión se le quejaron los Alcaldes del Lugar, que una India Joven andaba de puerta en puerta por el Pueblo pidiendo limosna, teniendo vi- vo su Esposo. El Párroco hizo que se la presentasen, junto con su Marido. Pre- guntóle á este la causa de haver aban- donado á su Muger? á que satisfizo pron- tamente, que por estar llena de Bubas, ;__.__l_j____;______!_ (*) San Juan Amatitan Pueblo de la Jurisdicción de la Alcaldia mayor de Sacatepeques, cinco leguas al Sur de ja nueva Goatemala. Está situado á la orilla de un LajjjkEs cabeza de Curato, y son de su Visita San CristovS|(^i«es leguas al Sur de San Juan, y San Pe- dro Mártir, cinco al mismo rumbo. Estos dos pequeños Pueblos están á la orilla de un Rio, que corre en la Ca- ñada que forman los dos famosos Volcanes: el de Paca- ya al Oriente, y el llamado de Agua de Goatemala al Poniente. y de llagas. Efe&ivamente la Indizuela estaba ulcerada de pies á cabeza. Com- padecido el Cura, determinaba embiarla á Goatemala para que se curase; mas los Alcaldes se opusieron, diciendo que no era precisa esta diligencia, porque en el Pueblo tenian remedio para curar aque- lla enfermedad. El Cura instaba que hi- ciesen lo que mandaba; pero viendo á los Indios tan satisfechos de la seguridad de su remedio, y que se remitían á la prueba, quiso aguardar las resultas. Fue- ron estas tan prontas y favorables, que dentro de pocos dias le volvieron á pre- sentar la Indizuela enteramente sana* Admirado el Cura, preguntó á los In- dios le revelasen aquel remedio, tan efi- caz y oportuno? á que francamente le satisfacieron, que comiendo crudas cier- tas Lagartijas, que se criaban en el Pue- blo, sanaban de las llagas, y de las bu- bas: que ese era el remedio que havian apli- 6. G* aplicado á la India, y el que ellos siem- pre ha vían usado para sanar de aquella enfermedad. -}b ib Concluida esta conversación, inten- tó el Cura persuadir á Ferrer comiese h.s Lagartijas de S. Cristoval en el mis- ino método de los Indios: añadiendo, que nada a/enturaba en experimentar si la virtud de estos Anímalejos se estendia á sanar las llagas cancrosas. No es menes- ter mucha eficacia para persuadir á un desauciado á prafticar diligencias, que contempla favorables. La tentativa era fácil, nada peligrosa, y que podia con- tribuir mucho para su alivio. Se trajeron de San Cristoval Amatitan las Lagarti- jas, comió tres según el uso de los In- dios, y á los cinco dias sintió calor en todo el cuerpo con sudor copioso. A poco comenzó á arrojar una baba espe- sa, abundante, y de color amarillo, y porque ya comenzaba á desaparecer el „ v hedor, hedor, siguió comiendo otras cinco. Den- tro de breves dias paró el babeo, y con- secutivamente fueron viniendo las car- nes buenas, quedando la llaga tan en- carnada, que apenas se conocía alguna imperfección en la cara. D. Nicolás Ver- dugo Profesor dé Cirujia, que le havia asistido, y quantos vieron corrompida no pequeña parte del rostro de Ferrer, no cesaban dé admirar la pronta restitu- ción á su natural figura. Este suceso no podia menos que ar- rebatar la atención de todos, y con es- pecialidad la de los Facultativos: He •procurado averiguar quanto hay acerca de el uso de este Específico entre los Indios, y del método con que se manejan para tomarlo,y he sátado'de resulta las noticias siguientes::: . x..., .. .-.Oí. - ■ ■b,..;Ubb'T • . p'bP; i •• ¡; : '-*-b r:'M'b..:b TX-- ''' l l ■\ t . I ,,-*, ■ ■. P, a , ' ' ■ ..- _ a ai, ■ ■ < J... ■ ' i>J ■ '' • l -a-irj ME- 8. MÉTODO■■-■ >Con que los Indios de San Cristoval Amatitan toman las Lagartijas par a curarse las Llagas, y las Bubas. ^jOS Indios no saben gastar melin- dres. Toman una Lagartija, y-.-con dies- tra ligereza la cortan la cabeza, y co- la. Inmediatamente les extraen los intes- tinos, y de un tirón les arrancan la pie- lpzilla. En este estado, cruda, la carne aun caliente, y en toda la vitalidad po- sible, la mascan, y tragan con gran se*- renidad. De este modo se tragan una La- gartija cada dia. Dicen que suele bastar una,, y sí nó, toman hasta tres: asegu- rando que por este medio han sanado siempre de las llagas, y las bubas, en- fermedad eqdémica de. aquel Pueblo. Pa- ra hacer menos desagradable el reme- dio, é imitar el método de los Indios, in- 7 me- 9- mediatamente que se" ha arrancado la piel á la Lagartija, ccn la misma.cuchis Ha .se pica la. carne, y los huesos, que. son muy tiernos: se hacen pildoras, se embuelven en oblea, y se administran al enfermo. Una Lagartija dá carne para dos pildoras, poco menores cada una que una bala de fusil. Todo se ha dé hacer con la brevedad posible, para to- mar la carne lo mas viva que se pueda, según el método de los Amatitanecos. Estos Indios poseían de mucha anti- güedad este remedio, aplicándolo á sus llagas, y bubas, sin misterio, y sin re- serva, pero siempre con efe&os favora- bles. Examinados, los mas dicen, que quando nacieron, hallaron establecida es- ta costumbre en su Pueblo: y solo he podido averiguar, que un vecino del'. Pueblo del Ysalco (*} fue.el primero ___________________3__________ que ; (*) Ysalco Pueblo considerable de la Alcaldía ma- yor de Sonsonate. que introdujo en Amatitan este remedio, y de quien ellos lo aprendieron. No se- ñalan el tiempo de esta invención, ni las singulares circunstancias, que dieron luz para este estupendo hallazgo. Es de no- tar, que solo los Indios de San Cristo- val hacen uso de este Simple, conforme al referido método, y no ha llegado á mi noticia que en otro algún Pueblo lo praftiquen. Aun los Indios de San Juan, y San Pedro Mártir, vecinos, y bajo la dirección deí mismo Cura de San Cris- toval, quando tienen necesidad tíe tomar las Lagartijas, ocurren á comerlas i este último Pueblo, sin embargo de tenerías P v ¿?V \V o VV2L. a 7 ¿ / 7^ S"íy. ■\-''V