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    SOBRE LOS MÉTODOS
DE PRESERVARSE Y CURARSE  ✓<
   DE'LA ENFERMEDAD     Í
          LLAMADA           %
CHOLERA MORBUS  *
      EPIDÉMICA.
      SE PUBLICAN
    POR DISPOSICIÓN
 DEL SUPREMO GOBIERNO .
         DEL ESTADO.
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28*
srt><s
5fó2
PUEBLA: i833.
Imprrnln dpi Cobicrco, «lirigida por el C
Joié Alaruuo Grijaiva, calle del Hospicio.  £$"**
rv* 
 
I                  OFICIO
    del,Supremo  Gobierno  del  Estado,  en»
^  cargando  a  la  Dirección  de  sanidad  la
"           formación de estos  avisos.
     obierno del Estado libre y soberano de  Puebla.
 ^Habiendo recibido este Gobierno noticias de que en
 los Estados-Unidos del Norte ha hecho estragos la en»
fermedad  nombrada Cholera morbus ,• y deseando el
 Ecsmo. Sr. Gobernador que aquí no se experimenten,
 me manda decir  á la  Dirección de  sanidad, (como
 lo hago por conducto de V.) que a la mayor posible
 brevedad se  encargue de formar un  método curativo
y de precaución para evitar tan grave mal.
    Dios y libertad. Puebla, Noviembre  n3  de  i83ag
 •^Antonia Diaí^'= Sr. Presidente de la Dirección de
 sanidad.


 Oficio con  que se presentaron estos  avi-
 sos á  la  Dirección de sanidad por  el  pre-
 sidente  de ia   comisión  encomendada por
              ella  de formarlos*

    Sírvase V. presentar  a la  Dirección de sanidad
del Estado el  adjunto trabajo,  que  en forma de car»
tilla sobre  los métodos preservativo  y curativo de la
Cholera morbus me encargó  que formase. Estoy  lejos
de presumir que he  llenado la confianza con que me
honrq;  pero su penetración  vera las dificultades que
se presentan en una obra  de esta clase, á pesar de tu
                       i 
aparente facilidad. Una malertn  ya tratada por  ccxc*
lentes escritores,  de cuytts ideas y lenguage no  se pue-
de uno despojar para interpretarlas  al  común: el idio'
nía de  una cartilla dele  ser  el  común  y familiar  de
q-ii'e usa nn facultativo en el  seno de  las familias, y
hitbler  en  este  en publico,  no se  pueJe Imccr  sin-.el
Suirtficio  del amor propio cuando .-c revelan cosas que
entran  en la esfera de fo privado a cada  individuo;
Sin embargo la  idea  de poder ser  útil me ha sobre"
puesto  a  esta consideración.
    lie dividido la cartilla en dos grandes parles:  en
la primera  trato de  las causas predisponentes  y mé-
todo  preservativo, y en la segunda  de  ios  síntomas y
cuYaeion de la- Cholera morbus^  pites para preservarse
es preciso evitar las causas  que predisponen  á la en-
fermedad, y  para curar esta es  necesario marcar el
orden sucesivo de síntomas , y con el  mismo  hacer la
aplicación  de los remedios. Quizá en la primera parte
no se  encontrarán sino preceptos comunes de  Higiene:
c? verdad;  pero he tratado de lnicer cu lo posible  su
aplicación a  nuestras circunstancias  y al caso: i y cual
es el otro  medio  de  preservarse  de  una  enfermedad,
que  al parecer no es contagiosa,  sino  buscando en  los
preceptos  de  la  Higiene  los  medios  de disminuir  las
predisposiciones  a contraería ? He dado la  higiene de
la digestión,  pues  en su desarreglo  se  encuentran  las
causas  predisponentes  de esta enfermedad.  J\ro  puedo
sufrir  que  bajo  de una vaga  aplicación  de  los fenó-
menos  de galbanismo en la  digestión, injuriando á los
conocimientos  físicos del país, se haya  propuesto: y lo
que es mas adoptado  con  mucha generalidad i  como
medio preservativo, la aplicación  de piezas  de cobre al
epigastrio (*)} pues ademas  de ser  muy peligrosas las


     (*)   La  decisión  sobre  este punto  parece ersigir
detenidas meditaciones  y  multiplicadas observaciones,
a fin de  ;.\eriguar si  el  metal en cuestión obra de un
modo  fisico"<juimico, 6 si realmente es  un  amuleto/
                    Nota de  la Dirección de  sanidad. 
sales  y ocsido de e<c metal,  rnuy fácil su formación
y  su aplicación  a las vias digestivas, especialmente en
los niños que tienen  la costumbre de llevar  lodo  a la
boca, no creo que este  solo metal, sin encontrarse un
contacto con  otro de  naturaleza opuesta y en una  por-
ción de  circunstancias, presente fenómeno alguno  eléc-
trico. Por tanto, pido a la  Dirección que en una  nota
a  la  cartilla  dé su opinión  sobre este particular.
     En el  método curativo, además del juicio que  form
me cada uno según  sus opiniones sobre  las  causas de
las enfermedades,  aparecerá  acaso diminuto como la
pintura  de  sus  síntomas ; pero se satisfarán  cuando
adviertan, primero: que este  método, b uno  muy aná-
logo  á  él,  ha sido seguido  con  ventajas establecidas
por datos  fijos,  por tos  médicos mas célebres de la
Europa-, en segundo lugar, que faltándonos observa-
ciones personales de esta enfermedad, y solo  escribien.
do por  relaciones y  analogía, no encontramos en nues-
tra fantasía todas las impresiones que  tan  vivamente
produce  la  observación , y  que da tantas ventajas al
describir las enfermedades.
    Dios y libertad.  Puebla,  Enero  a5 de i833.=e
José  María Marín.«~ Al Secretario do  la  Junta da
Dirección,
• 
 
                             I


sobre  los  métodos  de preser-
varse  y curarse  de  la enfer~
medad llamada  Chilera  mor-
        bus epidémica.


Causas predisponentes y método
preservativo de la Cholera mor-
        bus  epidémica.

T
 J- ornadas todas las medidas de
salubridad  pública  que son del
resorte  de  las  autoridades ,  las
siguientes  solo comprenderán á
las familias é individuos particu-
lares.^ i? Se procurará la  mayor 
  2
 tranquilidad  de espíritu, no de-
 jándose  imponer por las relacio-
 nes  ccsageradas  de los  estragos
 de esta  epidemia,   de la  pron-
 titud con que  causa  Ja  muerte,
 y de otras circunstancias que hi-
 riendo  fuertemente  h  fantasía ,
 predisponen  de un  modo  nota-
 ble Jas constituciones á contraer
 la enfermedad:  por  eso se en-
 carga  á las  personas de respeto
 é  influencia   que eviten  cuanto
 esté  á su alcance que circulen
 estas funestas noticias.
     2".   Deberá elegirse la ha-
bitación con  Jas circunstancias si-
guientes,  if  Que sea  amplia y
bien ventilada.  2?  que no  esté
situada  cerca de hospitales, car- 
                             3
celes, cementerios ó iglesias que
hayan sustituido  á  estos:  á  las
personas de comodidades les será
sumamente útil habitar en el cam-
po. 3?  Debe  procurarse la lim-
pieza cuanto sea posible, usando
de muebles que sean susceptibles
de  lavarse,  y  regarse con vina-
gre y con la  agua preparada  de
que  hablaremos cuando tratemos
de  los  vestidos: se entiende que
no  se  debe  de  incurrir  en hu-
medecer demasiado  las piezas,
pues  una  de  las  circunstancias
que  las hace  mas  salubres es la
sequedad.
      3?  Los alimentos de que
se haga uso han de  ser de fácil
digestión, como son  los cocidos 
 4
de  carne de carnero  y ternera,
de  pan, huevos,  leches,  queso
fresco,  aves, domésticas, vegeta-
les harinosos, como el arroz, pa-
pas, las  tortillas y  demás pre-
paraciones del  mais, las legum-
bres,  ecepto los  alverjones, de
modo  que  lo  mas  conveniente
será reducir h  comida á Jo que
comunmente se  llama puchero:
se evitará el chile y otras espe-
cies :  en  las  clases  pobres  se
cuidará de  que no  tomen  por
alimentos sino   los de  conocida
digestión, como son los frijoles,
las  habas, evitando  que se Jes
venda   la carne de  res  vieja y
otros comistrajos de conocida in-
aslubridad,  como son  Jos chi- 
                             5
 charrones  de todas clases.  Las
 veces  de  tomar  alimento en el
 día  se reducirán á las  menos po-
 sibles; pues nada desarregla  tan-
 to la digestión como  las  comi-
 das  frecuentes. Advertimos  que
 Jas  carnes  saladas  y  endureci-
 das,  el  pescado,  los vegetales
 que  no sean harinosos, como la
 papa &c., los quesos viejos sa-
 lados,  y otras sustancias  que por
 lo común forman lo que  llama-
 mos comidas de  viernes, son de
 lo mas indigeribles,  y  en caso
 de  epidemia  sumamente peli-
 grosas, por lo que  aconsejamos
á  los  facultativos  y  confesores
que  tengan  presente  el  sumo
peligro que  se  corre  con ellos 
 6
cuando  se  trata de  dispensar de
precepto de  tales comidas. Las
frutas demasiadamente  húmedas
ó  muy  cargadas de azúcar, co-
mo  el  melón, chirimolla, ma-
mey  y otras de  tierra caliente,
deben proscribirse:   las que  se
tomen,  deberán  estar en un es-
tado  perfecto de madurez, ó se
les hará cocer antes.
      4?   Las personas que con-
serven  bastante  fuerza en  la di-
gestión, para hacerla sin el  aucsi-
lio del  pulque,  cerveza,  vino ó
aguardiente,  se espondrian muy
mucho  si  por  cualquiera  otro
motivo   hacen  uso  de estos  li-
cores, aunque  no  lleguen á  la
embriaguez,  por lo  que  el uso 
                              7
solo  de  la agua  les será venta-
joso: está debe procurarse lo mas
pura  posible,  y  en caso que no
se  pueda tener sino de jagüey ó
algibe, deberá hervirse y man-
tenerse con  carbón bofo en  el
fondo,  agitándola  después para
darle  él  sabor de agua de fuen-
te ó de lluvia: nunca  se  deberá
usar h agua demasiadamente fría,
y  por tanto  deben  proscribirse
especialmente los helados cuando
el  cuerpo está caloroso:  repe-
timos  que el  uso délos licores
fermentados es sumamente  peli-
groso, en  particular en  el acto
de  hacerse  la fermentación: asi
los pulques compuestos,  el  te-
pache, la  chicha y otras fermen- 
 8
taciones que se usan, deben pros-
hibirse  absolutamente por la po-
licía.  Los  purgantes   fuertes y
tratamientos  estimulantes de al-
gunas enfermedades,  siendo ha-
bituales, predisponen á la enfer-
medad  bajo  este nuevo aspecto:
los compurgantes  de   la  Roy
pueden  prepararnos grandes es-
tragos,
     5.    Se procurará la mayor
posible  limpieza de  la  piel, al
mismo  tiempo  que  su abrigo,
sin que para procurarse este se
usen vestidos pesados que  pro-
duzcan  acaloramiento y bochor-
no: los  baños tibios  ligeros to-
mados  de  cuando  en  cuando,
la renovación frecuente de ca- 
                              9
misa  y  otras piezas del vestido
interior,  las frotaciones á la piel
con  franela  ó  cepillo, llenarán
el primer objeto. Cuando se ten-
gan que  visitar  personas atacadas
de  esta  enfermedad, ó de otras
de  carácter pútrido, visitar hos-
pitales ,   ú  otros  lugares cuya
atmósfera sea impura, será con-
veniente lavarse las manos y ro-
ciarse  el vestido  con  la( agua
del número  i?  del  formulario.
Las  personas habituadas  á lle-
var calzado  compuesto de zapa-
tos  y medias,  deben  procurar
jamás esponerse á un enfriamien-
to de  los pies  andando  sin una
de  estas  piezas. La aplicación
del cobre  al   epigastrio  como 
  10
 preservativo  de  esta  epidemia,
 nos  parece   del  toda inútil, y
 bajo  ciertos  respectos  peligrosa
 (*),  pues los  fenómemos  eléc-
 tricos que  se cree producir en
 el  aparato digestivo  con  este
 metal, requieren otras  circunstan-
 cias no desconocidas . á los apli-
 cados á la  física, y  la facilidad
 con  que  se ocsida este metal en
 su  superficie  y se  forman sales
 en  ella, hace  sumamente  peli-
 grosa Ja portación de  este amu-
 leto  para Jos  niños  y  otras per-
sonas  poco cautas, que Jleván-
dolo 4 la boca les  produciría un
envenenamiento. Las  precaucio-

  (*) Véase la nota del prólogo. 
                            11
nes que  se  han dicho  sobre Jos
vestidos, deben  tomarse  igual-
mente sobre las camas; y las per-
sonas  acomodadas  pueden usar
colchones  hechos  de  clin con
preferencia  á los de lana, pues
esta  materia es  mas  capaz  de
ser el  vehículo  de la infección.
     6.°   Ecsisten  ciertas ocupa-
ciones  y ejercicios, que influ-
yendo de  un modo directo  en
Ja digestión, pueden predispo-
ner mas  á  la  Cholera morbus:
los  trabajos  mentales,  la falta
de ejercicio, la esposicion al Sol
fuerte  y  por largo tiempo,  los
viages largos, los desvelos y el
tarbajo  inmoderado, son  otras
tantas  causas que infaliblemente 
 12
desenvolverán esta enfermedad,
cuando  nos  encontremos  bajo la
influencia de  las  causas  desco-
nocidas   de  Ja  presente  epide-
mia. Por  tanto,  aconsejamos que
en  cuanto sea posible cada uno
por  sí y  en  las otras  personas
modere estas causas.

Síntomas y  método curativo de
       esta enfermedad.
     La Cholera morbus,  asi lla-
mada por las evacuaciones y vó-
mitos de  materias biliosas  que
vulgarmente llamamos miserere,
actualmente  epidémica  en nues-
tro continente, después de haber
recorrido  el antiguo con  el mis-
mo  carácter,  por  causas   hasta 
                             13
ahora desconocidas, ataca á una
porción  de personas que se   ha-
llan  mas ó menos bajo la influen-
cia de  las causas que hemos di-
cho en  la primera parte.  Su in-
vasión ó principio  se marca con
una sensación de languidez en los
miembros, dolores y flatos en el
vientre,  ansiedad, pérdida abso-
luta  de apetito, y algunas veces
con  una diarrea de algunos  días
antes,  nauseas, y no siempre do-
lor de cabeza:  estos síntomas son
de algunas horas, y después se es-
tablece  el vómito y  la  evacua-
ción, al principio, de lo  que con-
tiene  el  estómago  y vientre,  y
después de materias líquidas ama- 
ríllehtas, en que nadan filamentos
o hebriras'uelatinosas:  los  vórni-
tos son acompañados las mas  ve-
ces  de contracciones   dolorosas
ni  ■."■'    * -.■*                   e^:
del estómago, y las évecusciones
al principio con retortijones, aun-
que  después estas  se   nacen en
chorro sin  conocimiento del  en-
termo: a proporción que se  esta-
blecen  estos síntomas, se aumen-
ta la sed, se disminuyen las  fuer-
za y el enfermo  ja   no  puede
fstar  mas  que acostado: se respi-
ra con  fatiga, por  lo que el en-
fermo toma la posesión  suj fna
(boca arriba), y procura quitarse
de  ncim.í del jpecho  la ropa que
le cubre: sudores fríos" y abundan-
tes  cubren la piel, la que se en- 
fría y se hace  pegajosa  al  tacto:
las  facciones de  la cara se des-
componen,- presentando el aspec-
to de una  persona  enferma  de
mucho tiempo: la lengua  se pone
pálida y limpia:  el  rededor  da
los ojos se  hunde f  amorata:  Ja
nariz se afila y se hace  percep-
tible  en sus ventanas  la enífada
y salida del  aire:  el  pulso,:  al
principia frecuente  é  irregular,
se ha£e  pequeño, y al último casi
imperceptible: en las  estremida-
des siente ef enferma  calambres,
que  le hacen dar gritos;  y última-
mente la piel toma el frió  de la
nieve, pierde su  color natural,- y
tomando un tinte azul amoratado, 
 16
 anuncia ya \d cesación de la vida.
 Estos síntomas pueden sucederse
 desale el  espacio  de pocas horas
 hasta dos dias.
      Se advierte  que la cesación
 sola de las evacuaciones y vómi-
 tos, si no  va acompañada  de Ja
 de  los otros síntomas,  no es utia
 señal favorable.
      Antes  de tratar de los me-
dios curativos, será oportuno pre-
 venir: primero,   que á propor-
 ción de la anticipación  con que
se atacan los primeros  síntomas,
ceden los posteriores, de  modo
que  siempre  es  muy  difícil  la
curación cuando se ataca  el  mal
ya  en su fuerza.  Segundo: que
cualquiera método curativo  que 
se emprenda ,  es siempre  mas
ventajoso que  abandonar la  en-
enfermedad á solo las fuerzas de
Ja naturaleza, pues en este  caso
es infalible la muerte.;De la pre-
vención  primera resulta  que en
todas las casas, ya de comunidad,
ya de particulares, debe tenerse á
prevención un aparato de cama y
medicinas principales, que se ve-
rán en  el  formulario. De la se-
gunda prevención  también resul-
ta que no se  deben rechazar los
aucsilios racionales que se presten
al principio por cualquiera facul-
tativo, ú otra  persona  instruida.
      Luego  que cualquiera  per-
sona  se  sienta atacada de ios sín-
tomas precursores de la Cholera, 
  18
 deberá retirarse á  Ja cama á re*
 cibir los- aucsilios  propios,  que
 son los  siguientes. Si  Ja persona
 es  bastante robusta y  sanguínea,
 jqae se tema  una  congestión de
 esta cjase en el  cerebro ú otra vi-
 cera, se  practicará  muy al prin-
 cipio una  emisión de  sangre por
 sangrías p sanguijuelas.  La oportu-
 nidad y conveniencia de este me-
 dio, se debe dejar, á nuestro pare-
 ce?, al juicio de un fiábil prptesorj
 pues un error cometido  en estas
 circunstancias,  jtraeria jrremisjbler
 mente 1^ pérdida  del enfermo,.
 En Jos casos  comunes  se aplicar.!
 al  vjentre la fomentación en lien-
.zo, número a del formulario.  Si
 los dolores de  yientre fueren in- 
                            19
tensos, se aplicará al mismo sifío
la cauplasma  número 3 y 4. Á
las  estreínidades  de  los píes y
brazos se  dará con una  franela
cali  rite (procurando ha producir
frío  oí desabrigo  en  el enfermo)
1 > -friega  estimulante número  5.
1) sp-h-s  de  los  primeros vómi-
tos  tu indo el entermo comience
á sentir  la sed,  se  le  dará'co-
ci m ieuta de arroz endulzado con
jarabe de limón, ó el mismo co-
cimiento en  el  que se disuelva
 un  papelito de  polvos del nu-
 mero  6.  Si la sed y sequedad de
 fauces es  sumamente intensarse
 permitirá al  enfermo  tomaf rén
la  boca  trocitos  de nieve. Si loi
 dolores del  estómago y  vientre 
 20
son muy vehementes,  y se sien-
ten al mismo tiempo contraccio-
nes  del estómago é  intestinos,
se  darán  veinte  gotas  del nú-
mero  7 en el mismo cocimiento
de arroz, ó se endulzará este con
el jarabe del  número  8. Si sub-
sisten  los calambres  y  se aumen-
ta el enfriamiento de  las  estre-
ñí idades, se  frotarán estas con la
friega  número 9,  y se  aplicarán;
sinapismos del número 1 o, procu-
rando cubrirlas con lienzos calien-
tes¿ Prolongándose el enfriamien-
to y postrándose mas  y  mas las
fuerzas, se darán cada media hora
dos  cucharadas del número  11,
sustituyendo al cocimiento  de ar-
roz que se habia dado al principió, 
                             21
el de  flores  de manzanilla. Lue-
go que los  síntomas últimos de
la enfermedad  cedan, aun queda-
rá una postración de fuerzas conf
siderable,  la que  se corrije  en
parte  dando  al  enfermo  una
taza  de caldo  colada; pues nin-
gún  otro alimento se debe dar  an-
tes sino  es  atole aguado y frió,
como  se usa en el  miserere  co-
mún, cuya práctica  no  tenemos
fundamento  para reprobar.
     En  el  curso  de la enfer-
medad se quitarán  con  precau-
ción al  enfermo las sábanas mo-
jadas por  las  evacuaciones,  po-
niéndole  otras  calientes.  Las  be-
bidas  deben  dársele frías; y debe
obligársele á sufíir las* aplicacio- 
 29
nes" esferíore?, í pesar  de su in-
diferencia ó repugnancia  (común
en esta enfermedad)* En la con-
valencia se  ha de mantener  en
la cama algunos días,  y  usar de
alimentos ligeros hasta el resta-
blecimiento  completo de  las fuer-
zas digestivas,

¡-----;*gg.;i., •  -   ">.' r '" asas



          Número i.

       Agua clorurada.
      De  agua  común, tres cuar-
tillos.=;Dc cloruro dé.¿odio me- 
d\3 on^a, ( i }= Mézclese, guár-
dese  y  .embotéllese. *
   ..  4 .       Uso.   {¿u
     Para regar  las  habitaciones,
Rociar los muebles  y vestidos, y
lavarse las manos: se advierte ;quc
descolora Jos vestidos de color.

           Número  2.
      Fomentación anodina.
    , De cocimiento  de adormide-
ras  un cuartiilo.^De aguardiente
refino alcanforado  sejs  onzas.
    (1} También puede ufarse del clorq-
fo de  Calsio, disolviendo «na  dracroa ea
uuj botella de agua.
             l\via d* la Dírecewn. 
 n
   -  .' v:"    Uso.
    En  fomentaciones tibias con
lienzos  sobre, todo  el  vientre,
evitándose que  se  enfrien.
          Número 3.
     Cataplasma emoliente.
   De harinas emolientes, la can-
tidad bastante para qué  mezcla-
das con agua  caliente tomen  la
consistencia  de  cataplasmas.
             Uso.
    Para cubrir  el  vientre á un
calor regular al  principio  de  la
enfermedad.
          Número 4.
Cataplasma  emoliente  anodina.
    A una libra  de la anterior se
le. añadirán tres  onzas de aeuar- 
                             25
 diente alcanforado, y  dos  drac-
 mas de  tintura  aquosa de  opio.

           Número 5.
       Friega estimulante*
    De tintura a I cólica de tabaco^
 cuatro  onzas.^Idem  de mostaza,
 dos onzas.=Alcanfor,media drac-
 ma.^Mezclese todo.
              Uso-
    Se humedecen  la franela, tra-
 po de lana ó cepillo con  que se
 frotan las 'estremidades. A esta
 friega se puede sustituir  cualquie-
 ra otra espirituosa é irritante. ,h|a
           Número 6.
. v    Polvos ácido gomosos^
   De goma arábiga pulverizada^
 media onza.=De ojos da cangrejo 
u
(carbonato de cal), dos dracmafc
ríDd ácido tartárico, ó cítrico cris-,
talizadoy dos  escrupuíos.= Mez-
cfese  y  divídase  en  ochor  pa-
pelífos.
             Uso.

    Para disolver cada papeÜto
en tm cuartillo de cocimiento de
arroz, y darlo á discreción al  en-
fentfov
          Numero 7.

    Tinluraf aqá^sa de  opio,  dos
dracmas.
             Usw
    Para dar erf Cantidad de vein-
fe gotas en los  dolores fuertes de
estómago. 
                            87
          Número  8.
    Jarabe  de  acetato de  mor*
fina, tres  onzas.
             Uso.
    El  mismo  que  el de la me*
dicina  anterior, en  dosis de  una
cucharada  á  medio cuartillo de
cocimiento.        ,.¿k.

           Número 9-

    De las friegas del número 3,
dos oozas.^Aceite de manzanilla
alcanforado, media onza< De amo-
niaco liquidó, dos draCmás.r=Mez-
clese.
              Uso.
     Para  dar friegas cuando sea;
 el enfri. miento grande y  los ca-
 lambres fuertes. 
  28
        f   Número 10.
     Harina  común  ó  levadura-,
 una  libra.
     De  mostaza  molida, cuatro
 [onzas. (2).=De  vinagre, lo  sufi-
 ciente para darle la  consistencia
 de  cataplasma.=Esta medicina se
 puede guardar y  trasportar en
 forma de polvos,  y  solo  para
'usarla agregarle el  vinagre.

               Uso.
„*.   Aplícase estendida sobre  lien-
 zos á  las plantas de los pies, pan-
 torrillas  y muslos, lo mismo que

     (2).  La cantidad de  mostaza sera en
 parlé*  iguales de esta en polvo y de harina»
                 ¡Sola dé la Dirección» 
             ..■■.,     '.  :  29
á  los brazos, en las circunstan-
cias  que se usan las friegas ante-
riores.
          Número n.
 Cucharadas antiespasmódtcas.
    Agua  de azar seis  onzas =
Tintura antiespasmódica dos es-
crúpulos.
             Uso.
    De media en media hora dos
cucharadas, cuando el abatimien-
to y postración de las fuerzas sea
sumo.
    Las medicinas de  este formu-
lario, como otros  simples, se
pueden  tener  en  una  pequeña
caja,  numeradas y rotuladas para
su mas fácil aplicación. 
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