V/BG iG84$m 1897 > *i* v^-MJi//-, xV.V ^fe*. MASAGE PRÁCTli / v •Vi' ^«~ S V» V y* CON LOS EJERCICIOS ACTIVOS COMPLEMENTARIOS 1P i* Y UN ATLAS DE ANATOMÍA DESCRIPTIVA Y TOPOGRÁFICA PARA ENFERMERAS Y MASAGISTAS POR LA Doctora CECILIA GRIERSON PRIMERA MÉDICA ARGENTINA DIRECTORA DE LA ESCUELA DE ENFERMEROS Y ENFERMERAS, PRIMEROS AUXILIOS, MASAGISTAS. ETC. DE BUENOS AIRES —o<§>o— BUENOS AIRES 74003 — Imprenta, Litografía y Encuadernacion de Jacobo Peuser Calle San Martín esquina Cangallo 1897 # &s NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE NLM DD1D13M1 b ARMY MEDICAL LIBRARY j WASHINGTON O *^/ Founded 1836 ANNEX Section Number ¿ha 1 i oro 3—10543 Fobm 113c, W. D., S. G. O. (Revised June 13, 1936) NLM001013496 « * MASAGE PRÁCTICO CON LOS EJERCICIOS ACTIVOS COMPLEMENTARIOS Y UN ATLAS DE ANATOMÍA DESCRIPTIVA Y TOPOGRÁFICA PARA ENFERMERAS Y MASAGISTAS POR LA Doctora CECILIA GR1ERS0N PRIMERA MÉDICA ARGENTINA DIRECTORA DE LA ESCUELA DE ENFERMEROS Y ENFERMERAS, PRIMEROS AUXILIOS, MASAGISTAS, ETC. DE BUENOS AIRES -- BUENOS AIRES 74003-IMPRENTA, LITOG. Y ENCUADERNACION DE J. I^EUSER CALLE SAN MARTIN ESQUINA CANGALLO 1897 9 =3 -*j W3Q i. »- <-. t INTRODUCCIÓN El 7tiasage para conservar la salud y producir la belleza, así como medio terapéutico para curar las enfermedades, dolencias y molestias, va adqui- riendo mayor prestigio cada día, á la par que va haciéndose más científico. Últimamente ha tomado gran impulso por la variedad de sus aplicaciones y por los resultados sorprendentes en el tratamiento de innumerables enfermedades, especialmente en aquellas que parecían incurables por la alteración profunda de la nutrición. Este medio sencillo, sin medicamento, ni mo- lestias, ni peligros cuando es aplicado con arte, coopera á que se efectúe nor7nahne7ite la circu- lación^ la respiraciÓ7i y la digestión con sus funciones secundarias, modificando así, en un sentido eficaz y benéfico la nutriciÓ7i local ó general que se encuentren alteradas. En los países más adelantados forma el 7nasage una rama importante de la 7nedicÍ7ia, estudiándose teórico y prácticamente por los médicos. Los que ponen en práctica este tratamiento á indicación — 4 - de los médicos ó sea masagisias profesionales, hacen estudios especiales y un largo aprendizaje para adquirir este arte, que debe aplicarse con ciencia y habilidad. El público, que se apercibe de los enormes. beneficios de este tratamiento, se apresura á adoptarlo en sus diversas aplicaciones, instruyén- dose para controlar su aplicación y para coadyuvar el resultado sorprendente de este tratamiento. Esta obrita ayudará á muchos, explicándoles los efectos é indicaciones del 7nasage, como también los ejercicios activos complementarios del tnasage que pueden hacer para conservar la salud ó ayudar á que la mejoría sea más rápida. He publicado este libro, por no existir uno solo práctico en el idioma español que trate de esta especialidad y aunque los hay excelentes en francés, inglés, alemán, sueco, etc.; pero que no pueden utilizarlos los masagistas de nuestro país, por no poseer otro idioma que el español. Hoy día se hace indispensable este texto por haber estable- cido un curso superior de masage en la escuela de enfermeros y enfermeras de Buenos Aires, cuyos alumnos en sus mayor parte no entienden sino el castellano, y por lo tanto no tienen un manual de consulta, que he tratado de hacer lo más completo posible. Las personas que creen que — 3 siguiendo un texto cualquiera, como éste, pueden llegar á ser masagistas profesionales: se equivocan completamente y nunca pasan de ser unos y unas charlatanes, ó como hay muchos en esta ciudad, especialmente extranjeros, que ejercen el masage sin guía ni control, llamándose pomposamente "profesores de masage' y pretenden, no sola- mente ejercer el arte del masage, sino engañar á los incautos haciéndoles creer que pueden enseñar el arte ó que poseen los secretos de un arte oculto, que pueden comunicarles mediante tanto ó cuanto, ofreciéndose como profesores del ramo. El masage es hoy día un arle fundado sobre una base científica, y por lo tanto quien se dedique á enseñar este ramo, debe ser médico anatomista, ó estudiante de medicina de los úl- timos años ó haber pasado por el aprendizaje de la e7ifermei'a científica, dando pruebas de una fi7ta educación y de una 7noralidad á toda prueba, y poseer conocimientos á lo menos de prÍ7neros auxilios, arte de la e?ifermera, higiene, anato7nía ge7ieral, t:^og7^afía y patología, á más de fisio- logía, sin lo cual nunca podrá darse cuenta de la razón de cada una de las aplicaciones que hace. A más, la masagista p7'ofesio7ial debe poseer condiciones especiales de habilidad y 7na7io suave, debe ser enseñada directamente por un 7nédico — 6 — \ 7nasagista ó persona que conoce perfectamente la anatomía y se ha ejercitado en escuelas espe- ciales que dan un verdadero título de ido7ieidad, para luego trabajar bajo la dirección y respo7i- sabilidad de un médico práctico y no por su propia indicación. Algunos masages son tan delicados (uterinos, pierna flegmásica, varices, etc.), que sólo una persona verdaderamente científica debe hacer. Los doctores Mezger y Von Moselgen son también los masagistas de sus clientes, como lo soy yo misma en todos los casos delicados. Es perjudicial y completamente ridículo que algunas personas crean y los médicos toleren que, porque ciertas personas han visto aplicar el masage ó les han hecho hacer el tratamiento dos ó tres meses sin dirección, están en condiciones de llamarse masagistas, sin ningún otro requisito. Muchas toman el masage como un medio fácil de ganarse la vida, no sabiendo que para aplicar el masage, hay que trabajar tanto con el cerebro, como con las manos, y que una profesión es tanto más elevada, cuanto más esfuerzo y tiempo re- quiere para adquirirla, á más de poseer ya dotes naturales y especiales para el éxito. La escuela de enfermeros y enfermeras ha establecido ei curso superior de masage, después que las alum- nas han dado pruebas de t7iteligencia, actividad, moralidad y aseo, como enfermeros ó enfermeras, preparándolas gradualmente para comprender sus deberes y saber algo de los ramos fundamentales; como también, estar prácticas en el método asép- tico y antiséptico, tan necesarios para la aplicación del masage. Muchas personas habituadas á ver masagistas improvisados que se ganan la vida á expensas de la ignorancia y credulidad del público, creen que nuestras exigencias son demasiadas y pre- fieren adquirir un permiso, que no debía otor- garse, para ir á un hospital á aplicar el masage, á ciegas, á diestra y siniestra y hasta enseñar á otras, sin preparación ni dirección; llegando á veces en estos tanteos á mejorar alguno de los enfermos que sólo necesitaban de friccio7ies, y sobre estos éxitos fortuitos fundan todas sus pretensiones y supuestos triunfos. Si los médicos estuvieran mejor preparados en este ramo é hicieran indicaciones precisas, no haría carrera esta gente ignorante y pretensiosa, viéndose pronto obligados á seguir un curso regular preparatorio y luego el curso superior de 7nasage y obtener un diplo7na de idoneidad ó revalidar los que lo tuvieran verdaderamente auténtico, y no serían válidos los tantos certifi- cados que se extienden por complacencia, tanto — 8 - por los médicos, como por el público que se cree en condiciones de juzgar las aptitudes de los que se titulan, por sí, "profesores de masage". Me he hecho aplicar masage con algunas de esas tituladas "profesoras de masage" y me he convencido que no son, sino unas " fregonas" que no tienen la menor noción de los órganos y tejidos que se encuentran debajo de la piel; ni se dan cuenta de la acción fisiológica que se busca. Unas se atribuyen un poder magnético especial que trasmiten á sus clientes; otras hacen creer que la maravilla consiste en algún polvo ó pomada, cuyo secreto poseen exclusivamente. Como la mayor parte de las masagistas, sólo estrujan al paciente, el público se ha habituado á considerar mejor masagista aquel que más les estruja y les hace doler; así he oído ponderar la fuerza y energía de muchas friccionadoras de las casas de baños y creen que la mayor habi- lidad está en cuanto más hacen sufrir al paciente. Algunos que han recibido estas friegas, se creen á su vez con habilidad para aplicarlas á los enfermos de su casa. Muchos creen que es un agente que cura todo, una verdadera panacea universal, mientras que este mismo error hace que algunos, especialmente los médicos, la excluyan completamente de los — 9 — métodos de tratamiento, por los abusos que se ha hecho de este excelente método terapéutico que ha hecho que caiga en descrédito. Otras veces, la culpa de la falta de éxito de- pende del 7nédico, que teniendo una masagista competente, no le Í7idica las ma7iipulaciones y efectos que desea obtener y en otros casos no previniéndole los accidentes que pueden sobre- venir ú obstáculos que pueden encontrar al aplicar el masage y que sólo el médico puede preveer ó reconocer. Así he visto masagistas afanarse por mover una rodilla en que se había hecho una resección y esto á causa de no indicarles que estaba inmovilizada y lo que se deseaba era activar la 7iutrición de los músculos y articu- laciones adyacentes; como se comprende, la ma- sagista no puede distinguir qué operación se ha hecho y con qué fin; el deber del médico es indicárselos, así como se formula cualquiera otra in- dicación terapéutica. Con una preparación especial de parte de los estudiantes de medicina y una instrucción popular sobre este asunto, borrará muchas ideas erróneas y hará que este medio terapéutico dé buenos resultados, distinguiendo fácilmente quiénes lo aplican con verdadero arte. Así esos pseudo-masagistas tendrán que apren- der su profesión ó dejar ejercer su arte á otras — 10 — personas que tengan dotes naturales y un verda- dero título de idoneidad reconocida. Las ya diplo- madas también se convencerán que esta materia^ como los demás ramos de la medicina, tiene que se- guirse estudiando continuamente para seguir los progresos de la ciencia, sino se volverán anti- cuadas y rutinarias; porque este tratamiento como los demás de la medicina varía en su modo de aplicación en cada época. Las autoridades cien- tíficas, también podrían apresurar esta reforma en el gremio, no permitiendo ejercer la profesión de masagista, sino después de someterse á una prueba oficial las que tuvieran diploma, y las otras después de obtener un título de idoneidad. Así, este arte científico recuperará su verdadero puesto en la terapéutica general y se levantará el gremio, siendo respetadas las personas que la ejercen y no ser consideradas, como hoy día, entre las curanderas y adivinas. Deseo ver en mi país realizarse cuanto antes la mejora de este gremio, bajo una base científica. En cuanto á este libro, sé que es todo menos el ser perfecto; pues no trata de todos los puntos y procesos ya estudiados sobre el tratamiento manual, ni contiene todas las láminas é ilustra- ciones de cada caso; pero tiene mayor número que muchos de los textos que he consultado, y - II - para ayudar más aun, he agregado un atlas de anatomía topográfica. Si reuniera todo lo estudiado en la materia, sería una obra demasiado vasta para el objeto á que está destinada: el de ayudar á las y los masagistas en el desempeño de su profesión y ser un libro de consulta para todas las per- sonas que tienen que hacerse aplicar este trata- miento manual para conservar la salud ó airarse una e7ifennedad. También podrá ser útil á los estudiantes de medicina y médicos para hacer más precisas las indicaciones del masage. El lenguaje empleado es por demás sencillo y fácil aun para los legos en medicina ó en el arte del lrala7nie?ito ma7iual, y si muchos encuentran útil este librito en sus aplicaciones para conservar y mejorar la vida, se habrán colmado las aspiraciones de la que ha implantado, entre nosotros, la enseñanza científica del masage y se ha empeñado en di- fundir estos conocimientos. Buenos Aires, Julio 9 de 1897. Cecilia Grierson. Historia de la calistenia, gimnasia y tratamiento manual El traianiie7ito 7nanual, la calistenia y la gimnasia, tanto para conservar la salud (higiénica), como para curar las enfermedades (terapéutica), han sido usadas desde la más remota antigüedad. Las conocían más bajo el punto de vista higiénico; sin embargo, tenían nocio- nes sobre su empleo terapéutico. Los chinos tenían un sistema completo de gimnasia 3000 años antes de la Era Cristiana; según ellos, evitaba el estancamiento de líquidos en el organismo, y así hacían que se efectuasen los movimientos y posiciones de una manera regular y armónica, con el fin de conser- var la salud y curar las enfermedades. El más notable de los sistemas chinos es el de Cong-Fou, que instituyó una serie de actitudes y posiciones, cuya descripción y láminas han llegado hasta nosotros. No solamente sabían el uso de la gimnasia higiénica, sino que tenían un profundo conocimiento de sus efec- tos terapéuticos. De cada una de las posiciones natura- les del cuerpo (parado, sentado, acostado), derivaban otras posiciones, colocando el cuerpo de diferentes maneras, que modificaban la corriente de los líquidos, y por cierto, importante en el tratamiento de diversas — 14 — enfermedades, y sabían la influencia que tiene la grave- dad sobre la dirección y estancamiento de los líquidos en el cuerpo. Los hindtis (de la India) tenían algunas nociones sobre los efectos terapéuticos de la gimnasia; pero los pases y movimientos eran ejecutados por los sacerdo- tes, acompañados de palabras mágicas y encantación (sugestión), haciendo creer al pueblo que tenían su don de los dioses. Los sacerdotes del Egipto antiguo, usaban algunas manipulaciones (amasar y fricciones) en los casos de dolores reumáticos, neuralgias é hinchazones. Los persas también usaban algunos movimientos para ciertas afecciones. Los árabes lo empleaban como medio higiénico para agasajar los huéspedes que llegaban cansados. Los griegos fueron los primeros en reconocer la gimnasia ó calistenia como una verdadera institución de gran importancia en un país progresista, pues ayu- daba al desarrollo de la gente, tanto en el orden físico, como en el orden social. Había gimnastas políticos, pedagógicos, estéticos y terapéuticos; los filósofos y médicos reco7nendaban el tratamiento 7nanual Platón, el filósofo, dividió los movimientos en activos y pasivos, recomendando especialmente estos últimos. Algunos médicos de la época aplicaban ellos mismos los movi- mientos necesarios á sus clientes; pero pronto se formó un gremio llamado los Pddotribes, algunos de los cuales alcanzaron gran habilidad en las manipulacio- nes del cuerpo humano. Así, los ate7¡ienses trataban de — 15 — desarrollar la belleza del cuerpo humano, como nos lo prueban sus bellas estatuas que hoy no pueden imitarse por falta de modelos perfectos; los espartanos trata- ban de hacer fuertes ciudadanos y buenos soldados (Lámina 140). Aunque los romanos imitaban á los griegos, preferían la calestenia (ejercicios libres que desarrollan la belleza y la fuerza), más tarde, en tiempo de los emperadores, el masage adquirió un grado que no ha sido superado por otra nación. Así que en la antigüedad, los ejercicios más comunes eran las manipulaciones pasivas; durante la Edad Media, perdiéronse por completo estas costumbres, como otras muchas útiles. En los siglos xv y xvi, los médicos renombrados aconsejaban la gimnasia, y vemos que Tissot y Fuller deseaban combinar la aplicación de los movimientos al estudio cíe la medicina. Los suecos, desde tiempo inmemorable, aplican masage en los casos de calambres, dispepsia, hinchazones, etc. El sueco P. H. Ling (1776 á 1859), estableció el masage sobre una base científica y lo hizo entrar como tratamiento del cual debía ocuparse todo médico ilus- trado. Fundó el Instituto Real Central de Gimnasia de Estokolmo. En nuestros tiempos, el Dr. Mezger (antes de Ams- terdam y ahora de Wiesbaden), fué el primero en dar á conocer las bases sobre las cuales se funda el verdadero tratamiento por el masage moderno, dando á conocer las cuatro manipulaciones fundamentales del — 16 — masage: eXroce, fricciones, amasijo y percusión. Tam- bién ha estudiado el efecto de ciertos movimientos pasi- vos y los ha arreglado sistemáticamente para que puedan servir de guía para los médicos masagistas. El hizo sus estudios en Estokolmo, donde ahora se exige, aun á los médicos, tres años para obtener el diploma exigido por los profesores Torngren y Hartelius. Este último es quien ha escrito sobre el sistema de Ling; pero, dando mayor importancia á los movimientos pasivos que el mismo Ling. Thure-Brandt de Estokolmo, puso en práctica en sí mismo y luego en otros, una serie de movimientos pasivos combinados con el masage que estudió, é hizo un método especial que da excelentes resultados en las enfermedades de los intestinos, vejiga, útero y anexos\ Luego diversos autores han escrito y han introducido ó perfeccionado diversos movimientos locales, combi- nando el masage con los movimientos pasivos, haciendo que esta especialidad sea día á día más científica y sus aplicaciones aumenten diariamente, y sus efectos se estudien mejor. Daily ha dado las reglas fijas para la gimnasta abdo- minal ■ como ser la extensión y flexión del tronco, ejer- cicios limitados contra un muro, elevación de los brazos en esta postura, etc. También aconseja la gimnasia res- piratoria,* que consiste en ciertos movimientos de los brazos, el canto, los movimientos prolongados de inspi- ración, etc. Gert de Wurzburg ha dado reglas para el 7nasage de la cabeza y cuello. Norstrom de París, reglas para el tra- — 17 — tamiento del útero y sus anexos y las articulaciones en las rigideces articulares; en la cefalalgia y la jaque- ca, etc.; Reibmayer en las sinoviiis, etc.; Berne de París, reglas especiales para tratar la constipación y las fracturas, artritis y periartritis, las hidrartrosis, las amiótrofias, las 7ieuritis y especialmente la sciática, por un procedimiento de estiramiento nuevo, llamado de la u rodilla". A más, ha hecho estudios sobre la acciÓ7i fisiológica del masage, aplicado á personas sanas; su influencia sobre la nutrición y la calorificación. Estu- dios científicos que también han hecho Godfradze, Zabludowski y von Mosengeil y Stabrowski (de San Petersburgo), que presentó su tesis sobre u efectos del masage en la eliminación pulmonar y de la piel" habiendo hecho una serie de experiencias en la clínica del profesor Massassein. Otros, como Kellgren, han agregado al primitivo sis- tema de masage, movimientos nuevos ; tales son las sacudidas y las vibraciones y las diversas aplicaciones de éstas en las congestiones, las infla7naciones agudas, las fracturas recientes, etc. Las vibraciones aplicadas á los nervios y á los órganos de los sentidos (vista, oído, garganta) y su aplicación en las diversas enfer- medades de estos órganos. Garnault y Braun han he- cho estudios especiales sobre el efecto de las vibracio- nes en las enfermedades de la nariz, garganta y oídos, cuyas manipulaciones hechas con hisopos especiales, son efectuadas por los especialistas del ramo. Charles Krafft ha escrito sobre el 7nétodo y efecto del masage en las contusiones y entorsis recientes. No debemos - 18 - olvidar las obras escritas por Jentzer, Zabludowski, Fraenkel, Murrel, Lee, Douglas, Graham, Ostrom, Vretlind, Hartelius, etc. Definición y divisiones de la calistenia, gimnasia y masage La calistenia ó gimnasia es la ciencia razonada y arte de hacer los movimientos que tienen por objeto fa- vorecer el desarrollo proporcionado del cuerpo y el crecÍ7nienlo ar7itónico; hacer más flexibles las articula- ciones (coyunturas), equilibrar todas las fuerzas del organismo, dar un agradable y gracioso aspecto áefir- 7-neza, seguridad al cuerpo y dest7reza en las diversas posiciones y en el uso de los miembros y por lo tanto, asegurar la belleza física, la fuerza muscular y la sa- lud. La calistenia y los juegos al aire libre son los más á propósito para la juventud. La gii7inasia común se divide: Io Gimnasia sin aparatos: calistenia propiamente dicha; gimnasia de salón, de flexibilidad y gracia; mé- todos de Laisné, Sehreiber, Watson, etc. Estos movimientos activos incluyen la marcha, los saltos, posiciones de equilibrio, actitudes prolongadas, movimientos determinados de los brazos, de las piernas y sus combinaciones con los movimie7itos del tronco y cabeza (ejercicios activos). El director ó profesor necesita saber y calcular los ejercicios, tiempo y resis- tencia del alumno. Cualquiera persona puede hacerlos con suavidad, lentitud y moderación, sirviendo estos para conservar la salud, — 19 — 2° Gii7i7iasia, propiamente dicha, co7i aparatos y comprende los diversos ejercicios hechos con útiles é instrumentos; tales como los aparatos y aparejos. Los aparatos 77iovibles comprenden: las varas, las palanquetas, las mazas indias (largas y cortas), las ar- gollas manuales, etc. También hay varios otros sistemas, el de Pickney, que se hacen con cuerdas elásticas; otros hay titulados gimnasia del hogar, etc. Aun las personas sanas deben hacerlas muy gradualmente, sin fatigarse; más cuidado aun deben tomar las personas de edad ó enfermas para no causarse daño, excediendo sus fuerzas. Los aparejos están fijados en un sitio como ser: las argollas suspendidas, el trapecio, las escalas de cuerda, las barras paralelas (tanto horizontales como verticales), las escaleras de madera (simples y dobles), las barras de voltear, las tablas para brincar, el caballo de ma- dera, la pértiga de saltar, etc. Sirven para co7iservar la salud, desarrollar la agili- dad y la fuerza; pero, son peligrosas para los adultos 710 acostU77ibrados y para los viejos y no sirven para restituir la salud. 3o Gimnasia mecánica: efectuada por aparatos que están en instalaciones especiales y que son en su mayo- ría movidos á vapor para efectuar los 7noviintentos pa- sivos al paciente ú opo7ierle una resistencia deter7nÍ7iada al efectuar los movÍ7nientos activos; método de Zander de Estokolmo (en Buenos Aires una de esas institu- ciones está anexa á la casa de baños del Dr. Lacroze). Estos diferentes ejercicios sirven tanto para conservar la — 20 salud, como para curar las enfermedades y algunos los consideran los movimientos más precisos, suaves y sin peligro en cualquier edad que con los demás métodos, pues el movimiento está graduado según la fuerza de cada uno. Su inconveniente consiste en lo costoso de su instalación y el tener que trasladarse al local para efectuarlos. 4° Kinesiterapia, trata de la gimnasia aplicada á curar las enfermedades y dolencias: puede ser mecánica ó manual. La gÍ7U7iasia 77iédica sueca, 7neca7to-terapia, trata- 7niento 7na7iual ó 7nétodo de Ling, masoterapia, a7nasa- mie7ito, masage; consiste en movÍ7nie7itos y 77ianipula- ciones aplicadas siste7nática7nente al paciente por medio de la 7nano del 7nasagisla con el objeto de fortalecer y restaurar diversas partes del cuerpo huma7io que han perdido su funcionamiento normal ó estÓ7i enfer- mas. Se aplica locahnente con un objeto dado, aunque su acción lejana, es general. Este sistema necesita de un operador ó uiasagista iiistruído y práctico y un paciente que sea dócil al tratamiento. El operador efectúa 7novimientos pasivos que regu- lariza la circulaciÓ7i y respiraciÓ7i provoca contraccio- nes reflejos de ciertos músculos y otras veces volunta- ria de resistencia que hay que enseñar al paciente á hacerlos con método; otras veces es el operador que opone la resistencia, mientras el paciente efectúa los 7novÍ7nientos activos. Tanto para co7iservar la salud, como para curar ¿as enfer77tedades el método sueco es el que reúne mayores ventajas que los demás métodos 21 de ejercicio, calistenia y gimnasia, porque puede apli- carse á la persona más débil, como á la más fuerte; no necesita gran espacio para realizarse, ni instalaciones costosas; basta una mesa ó una cama en que efectuar el tratamiento; ni siquiera requiere la voluntad ni ener- gía del paciente, pudiéndose siempre medirse y gra- duarse el efecto. Mientras para cualquier otro ejercicio se necesita espacio al caminar, correr, saltar; como también lo necesita los diversos movimientos de calis- tenia y gimnasia que no pueden ser efectuados por todos, debido á causas diversas, tales como la imposibi- lidad física, parálisis, reumatismo y debilidad. Otras veces por falta de energía y de voluntad, tiempo ó es- pacio y no saber medir el ejercicio según la edad, fuerza ó resistencia personal. En el siste7na sueco es el mejor ejercicio para tratar á los enfermos y sólo se necesita una persona bien instruida y práctica en su profesión para el éxito del tratamiento, cuyas aplicaciones y prácticas progresan día á día. Fisiología del movimiento y ejercicio La actividad es condición indispensable para la vida y para el desarrollo y conservación del hombre; para acercarse á la perfección es necesario cultivar y activar las facultades físicas y mentales armónicamente, y para esto efectúa una serie de ejercicios y movimientos. Ya desde la más remota antigüedad se veía esta necesidad de conservar " me7is sana iu corpore sa7io" (la mente sana, en un cuerpo sano) que será una verdad siempre. ?? __ Sin un cuerpo sano y fuerte que sirva de base, nunca se llega á realizar la tarea que nos está asignada en la vida; ni se goza de ella, ni se realizan buenas y grandes obras. El hombre primitivo y el salvaje no tenían tiempo, sino para llenar sus necesidades materiales, no pudiendo elevarse mucho sobre los animales racionales por falta de tiempo para cultivar sus facultades intelec- tuales y morales. Con la civilización se ha hecho una repartición del trabajo, haciendo cada uno una especialidad, según sus aptitudes ; así se tiene todo más perfecto y alcanza el tiempo para poder cultivar todas las facultades. Pero, esta repartición del trabajo no es perfecta. Unas veces por necesidad, otras por ignorancia, desi- dia, etc., unos hacen trabajar más el cuerpo ó una parte de él, que la mente; otras veces trabaja ésta sin desarro- llar y conservar el cuerpo. Y á veces en tal grado que destruyen la armonía de su organización, estableciéndose un marcado desequilibrio en sus órganos y funciones, debido á que la mente ó algún órgano se ha enfermado atrofiado ó desequilibrado. En cambio, los otros dedi- cados á trabajos mentales prolongados, tampoco tienen tiempo para regular las funcio7ies del citerpo, que se enferma ó debilita, no pudiendo continuar los trabajos emprendidos por estar descompuesta la máquina pro- ductora. Esto pasa desgraciadamente en los centros más civilizados, donde la repartición de las profesiones ó la molicie hacen que se olviden de las reglas de la naturaleza, no haciendo ejercicio ó trabajando solo partes del cuerpo ó ciertas facultades mentales en de - — 23 — masía, que produce el desequilibrio del sistema. Así, el cigarrero, la cosiitrera, el escribiente, el dibuja7ite, etc., no ejercitan, sino un grupo limitado de sus músculos y olvidan los demás órganos y funciones ejerciendo sólo un grupo limitado de músculos y eso durante muchas horas diarias y prolongado durante meses y años, sin dedicar el tiempo suficiente para conservar los demás músculos y órganos del cuerpo que á su vez abastecen de fuerza á las partes del cuerpo que trabajan. Por eso es 7iecesario á toda persona cierta cantidad de ejercicio físico general para la conservaciÓ7i de la salud y más aun para el desarrollo del niño. Por eso vemos en los tiempos modernos, consignado en todo plan de educa- ción un puesto culminante á la parte de ejercicio ó educaciÓ7i física. Esta principia desde el nacimiento, de- biendo tener al recie7i 7iacido con trajes holgados, para que pueda efectuar libremente sus movimientos, como también debe permitírseles á los niños usar de su acti- vidad 7iatural aprovechándola para conseguir el des- arrollo de sus cualidades morales é intelectuales, siendo una verdadera necesidad entremezclar los movimientos y ejercicios con sus tareas escolares. Estos ejercicios pueden ser de diversas clases de 77iovÍ77iientos; tales como juegos al aire libre, sport, trabajos manuales, gimnasia, juegos gimnásticos, escalas del hogar, etc. El pueblo cobra y conserva afición por tales ejercicios, á punto que en Inglaterra, la carrera, el salto, equita- ción, el remo, etc., son diversiones favoritas; en otros países se forman clubs de gÍ7miasia y se perfeccio?ian en diversos ejercicios que les da una superioridad y - 24 — predo7ninio sobre sus semejantes que no se ejercitan, hace que se sobrepongan á naciones más débiles que en nada se preocupan de desarrollar su físico; como pasa ahora en la India, China, África, etc., donde son do- minados por razas más fuertes, física, moral y mental- mente. Para todo hombre es descanso el dejar reposar los órganos y facultades que han tenido en actividad y ejercitar otros que no han trabajado recientemente. Por eso todo hombre necesita diariamente una cierta canti- dad de movimientos para equilibrar los desgastes he- chos por el trabajo habitual, y éstos deben ser ejerci- cios, con método, hechos gradual y lento. A veces, es bastante difícil saber la cantidad de ejercicio que requiere cada uno, porque caminando, leyendo y aun en algunas ocupaciones usuales de la vida, el individuo toma siempre cierta cantidad de ejer- cicio; pero, estos movimientos carecen de método; porque aunque es fácil determinar la cantidad de ejer- cicio que debe hacerse y el tiempo que éste ha de durar, será siempre muy difícil apreciar la cantidad de fuerza vital necesaria para ejecutar estos ejercicios. Por ejemplo: ca7ninando, la fuerza e7npleada en el movimiento, no sólo depende del tie7npo y la celeridad empleada, sino también del peso del cuerpo sostenido por los miembros inferiores, como se ve claramente en la mayor parte de los ejercicios calisténicos y por eso hay que 7nedir ó graduar con inteligencia estos ejerci- cios según la edad, fuerza, ejercicios anteriores, etc. Cuando una persona hace ejercicios calisté7iicos, la — 25 — energía del ejercicio depende de la constitución, del peso y de la actividad 7iatural del cuerpo, cuyas cuali- dades no están necesariamente en proporción con la fuerza individual ó con su fuerza de vohtnlad. Por ejemplo: saltando un individuo de un peso de sesenta kilos, el ejercicio será liviano y agradable, mientras que para otro que pesa ochenta kilos, el peso del cuerpo no guarda proporción con la fuerza muscu- lar, y el mismo ejercicio le podría ser perjudicial, por- que no puede apreciarse la fuerza vital, empleada en los ejercicios usuales practicados, bajo la dirección de los calisténicos ó en los diferentes sports ó juegos, sólo sirven para conservar la salud y no para curar las enfermedades, Por eso, la gimnasia médica ó curativa (kinesitera- pia) debe considerarse como un estudio aparte; porque en los enfermos es necesario poder apreciar la cantidad de fuerza empleada en cada 77iovimiento, y emplearla de acuerdo con la fuerza de cada individuo en un mo- mento dado. La diferencia entre el trata7Jiie7ito manual y el ejer- cicio usual ó común, no consiste solamente en el cálculo cuantitativo de los movimientos; sino en el 77iodo de efectuarlo y el objeto que se busca. En el recreativo ejercicio de cabalgar, el 7novÍ7niento es general, obrando sobre todo el cuerpo, sin exceptuar parte alguna. Por otro lado, ca7ninando ó baila7ido, los músculos de las piernas se emplean casi exclusiva7ne7ite y los múscu" los de los brazos no entran en acción. El maestro de 26 — baile tiene bien desarrollados los músculos de las piernas, mientras que si no recurre á un ejercicio especial para los brazos, éstos no guardarán proporción en muscula- tura con las piernas. Personas de hábitos sedentarios : tenderos, modistas, escribientes, etc., que hacen poco ejercicio, tienen nece- sariamente un sistema muscular mal desarrollado, y á menos que estas personas hagan un ejercicio metódico diario se verían expuestas á molestias y aun á graves males. Inversamente, los individuos que tratan de sobre- salir en cualquier clase de ejercicios atléticosy especial - mente sin haberse ejercitado gradualmente, corren el riesgo de excederse en sus fuerzas y causarse daño. En estos ejercicios vemos la imposibilidad de apre- ciar los beneficios de la calistenia, pudiendo apreciarse fácilmente los movimientos en los ejercicios suecos. Finalmente, en el trata7nientopor el 7novÍ7niento metó- dico, todo ejercicio está arreglado de tal manera que sea agradable y pueda adaptarse á todos los casos y en cualquier parte del cuerpo. Está basado sobre la anato- 7nía y fisiología de las diferentes partes y en sus justos lÍ7nites fisiológicos; así, este tratamiento es superior y más agradable que cualquier otro. Todas las articulacioíies tienen un movimiento dentro de un límite fijo, y cuando estas articulaciones se ejer- citan suavemente, se experimenta una agradable sensa- ción; pero, si el ejercicio es violento, y la flexión, extensión ó rotación se hace con exceso, sobrevienen, como resultado, dolores aun en los sanos; porque los — 27 - cartílagos se lesionan, la sinovia se agota, los ligamentos se estiran y se relajan, como también las cápsulas for- madas por estos últimos. Lo mismo pasa con el siste7na muscular, teniendo cada músculo una distinta y deter- 77¿Í7iada función que dese7npeiia7i, estando unidos á los huesos por determinados tendones, y recubiertos por sus vainas, cuyas prolongaciones ( aponeurosis ) sepa- ran los músculos en grupos. El ejercicio de estos 77iüsculos y tendones, producido en límites fisiológicos, será fortificante y agradable al paciente; porque ayuda la circulación y nutrición, y se consigue esto por medio del tratamiento manual. El masagista al efectuar los 7novÍ7nientos suecos, pone especial atención en la direcciÓ7i y función 7iatu- ral de las articulaciones y 771ÚSetilos, por la sensación y conocimiento con que se efectúa ; lo cual no sucedería con otra clase de ejercicios, en que el valor de los movi- mientos libres no se aprecia, y no puede producir por lo tanto, el mismo efecto benéfico. La masagista debe saber la dirección exacta de los vasos arteriales venosos y linfáticos; saber el trayecto y el pU7ito de e77ierge7icia superficial de los ner- vios, etc. Cuando es necesario hacer ejercicio con partes del cuerpo que están doloridas, el e7tfer7no debe ser juez para indicar la ca7itidad y extensión del movimiento que puede soportar. El ir atamiento por los ejercicios suecos puede adap- tarse mejor que otro irata7iiiento cualquiera á todas las circunstancias, porque es efectuada por una persona - 28 - instruida ( masagista ), sobre otra, el pacie7ite, que la recibe, ayuda ó li77iita la exte7isiÓ7¡. Finalmente, el objeto de los ejercicios suecos es resta- blecer la salud quebrantada por medio de manipula- ciones (movimiento con la mano) suaves, ejercidas sobre músculos, articulaciones, vasos, nervios y órganos especiales. La fuerza de tales manipulaciones puede ser 7nedida, y la ditración de cada sesión, fijada. Debiendo tenerse un conocimiento exacto de los órga- nos de cada región del cuerpo, y el efecto que produce cada 7nanipulación ó ejercicio, según el tie7npo ocupado y la fuerza e77ipleada. El trata7niento por movimiento no está envuelto en misterio, y ni es necesario el conocimiento tan profundo de la anatomía y fisiología, para comprender su natu- raleza y sus procedimientos; pero sí, siempre será 7nejor cuanto 7uás científico sea, aunque su fisiología se resuelve en comprender que siempre debe tratarse de seguir las leyes de la 7iaturateza en todo. El 7novÍ7Jtie7ito y la actividad son las principales características del hombre y los animales, y todas las partes del cuerpo están hechas de tal manera, que cada uno cumpla su función propia, para la armonía y per- feccionamiento de las demás partes del cuerpo. Por la ley de metamorfosis de la nutrición, cada partícitla después de permanecer un cierto tiempo en el cuerpo, es expelida para ser ree7nplazada por un ele77iento nuevo\ y este cambio se lleva á cabo de una manera lenta y casi imperceptible, pero sin interrupción. La función de la nutrición se compone de cuatro actos - 29 - sucesivos: absorción, asimilación, desasimilación y eli- minación. Todos saben que es imposible abstenerse de alimento, sin perder en peso y volumen, y esta pérdida indica que el cuerpo se consume, por un proceso quí- mico Hamado co7nbuslión, por el cual el calor se produce y el ácido carbónico, agua, etc., es expelido y excretado por los pulmones, la piel, los ríñones é intes- tinos, etc. Este proceso de nutrición, cuyo último tér- mino, asÍ77tilación y desasÍ7iiilación, está preparado por varias funciones secundarias, como ser la digestión, respiración, circulación, etc., que se componen de una serie de actos especiales, desempeñado por órganos propios. El procedimiento de la nutrición puede ser demasiado rápido ó de77iasiado le7ito. El primero tiene lugar en las enfer7nedades agudas: las fiebres infeccio- sas ; en otras enfermedades de alta temperatura y traen el enflaquecimiento. El segundo proceso tiene lugar en muchas enfer7nedades crónicas en que hay siempre baja temperatura y depresión vital. El 7nasage 7nodifica profu7idame7ite la nutrición; acelerando á veces la absorción, asimilación, la desasimilación ó la elimi- nación. Los órganos que están en un estado de actividad per7nanente, son los que están más expuestos á sufrir por exceso de trabajo; pero hay que temer el extremo opuesto de inactividad; por ejemplo: en el sistema muscular cuya acción depende, casi por completo del Í7npulso de la voluntad. El gran siste7na muscular, es quizá el tejido más im- portante del cuerpo, pues con los nervios y los vasos — 30 — que lo alimenta y activa y con las articulaciones que gobierna, comprende los 7iueve décimos del volit7Jic7i total del orga7iiS7no y desgraciadamente la acción de los 77iúsculos voluntarios es reducido á su 7nínÍ77iU77t. ¿Cuánto del gran sistema muscular pone en acción el escribiente? Casi nada; sólo los músculos del brazo trabajan tanto que puede producirse una irritaciÓ7i de los nervios que dirigen esta parte del cuerpo y el re- sultado es un desorden nervioso llamado cala77ibre de los escribientes. También es limitado el número de músculos que pone en acción el violinista, la bailarina, el grabador, la costurera, etc. Fuera del ejercicio que le permite su ocupación, cuyo trabajo es siempre efectuado más ó menos defectuosa- mente, la 7nayoi'ía de las personas no hacen otro ejercicio que la caminata diaria á sus ocupaciones, la cual raras veces excede de una hora por día. Mientras tanto, este ejercicio es mejor que ninguno; pero sus be- neficios son demasiado apreciados por el bien que hace. Cuando se camina, sólo son ocupados activamente ciertos músculos y aun éstos trabajan muy imperfecta- mente. Así, los músculos de la pierna que se adelanta para tomar el paso y los músculos de la espalda para tener el cuerpo derecho, son los únicos^ empleados en la marcha; pero este ejercicio con su uniformidad es de menos valor que cualquier otro ejercicio que pusiera enjuego mayor número de músculos. Es 7iecesario dar alternativa7nente á los 77iúsculos trabajo y descaTiso. Caminando, los 7núsculos de la espalda se mantienen en un estado permanente de tensiÓ7i, de modo que no tienen - 31 - tiempo suficiente para contraerse y aflojarse; lo cual es esencial para un ejercicio benéfico. Aunque bajo el punto de vista puramente higié7iico, el caminar en el aire puro es de gran provecho, pues ayuda la respira- ción; pero la caminata diaria á un punto fijóse con- vierte en mecánico y automático, ninguna atención presta la voluntad á los movimientos, ni se distrae la persona. Continuamente y más activo aún con los movimientos del cuerpo ó de los 7niembros, un cambio orgánico se está realizando en todos los tejidos por medio del pro- ceso llamado combustión ó nutrición. Esta actividad pro- duce calor, cuya intensidad puede ser estimada por el termómetro; pero no su cantidad en todo el organismo; aunque la normal sea de 36, 5° á 37, 5o; es decir, tér- mino medio de 37° C. Luego una cierta cantidad de material gastado es arrojado de los tejidos y absorbido por los vasos lin- fáticos y venas para ser excretado ó eliminado en un momento dado por órganos especiales. La producción del calor que puede en pocos minutos alcanzar varios grados y otras veces se hace aparente por una trans- piración copiosa. El ca7nbio quÍ7nico de los tejidos produce susta7icias tóxicas como el ácido carbónico y otras sustancias, como ser: úrea, ácido úrico, láctico, etc.; los cuales en los tejidos ocasionan una sensación de languidez y ésta sensación de fatiga y malestar persiste hasta que losproductos del cambio orgánico (tóxicos) son arras- trados por los vasos sanguíneos y los linfáticos y puri- — 32 — ficados ó eliminados. Con este proceso que es constante en los 7núsculos y más en los que trabajan continua- mente, sucediendo á veces que algunas partes del tejido mismo, se consume y cuya pérdida es compensada y reemplazada por el alimento que recibe continuamente (absorción) de la sangre que debe ser pura y purificada para ser eficaz su efecto. Este proceso de asimilación y eliminación necesita una gran cantidad de sangre pura, cuya cantidad (alimentación), ni calidad puede ser disminuida sin detrimento de la salud (nutrición). Para reemplazar la sangre consumida, los linfáticos (vasos quilíferos ), llevan el alimento digerido (quilo) del estómago é intestinos á los vasos circulatorios y constituye el acto de la absorción. Pero antes de que esté la sangre en condiciones de alimentar el cuerpo (nutrir) debe ser llevado (circulación) al corazón y de allí á los gra7ides vasos de los pulmones, donde la sangre es puesta en contacto con el oxígeno del aire (respiración) que la purifica, tomando el ácido carbónico del suero é impregnando los glóbulos san- guíneos de oxígeno; luego vuelve al corazón por la vena pulmonar íjue trae la sangre á la aurícula iz- quierda y pasa por sobre la válvula fnitral al ven- trículo izquierdo, de donde sale por la arteria de aorta que se subdivide y lleva la sangre á todas partes del cuerpo, terminando por los capilares que es en donde se efectúa la nutrición por medio de la asimilación, ce- diendo la sangre sus elementos, principalmente el oxí- geno y recogiendo los productos de la desasimilación, como ser el ácido carbónico, por medio de los capila- — 33 — res venosos y linfáticos que luego se reúnen para formar venas. Estas desembocan en la aurícula derecha del corazón y la sangre pasa al ventrículo derecho por sobre la válvula tricúspide que separa estas dos cavi- dades. De aquí la sangre es llevada á los pulmones por la arteria pulmonar, y donde se purifica para volver al corazón. Debe saberse bien la anatomía del corazón para conocer sus cuatro cavidades y el trayecto de las arterias que llevan sangre del corazón y de las ve- nas que la traen. (Véase la anatomía). Por un ejercicio apropiado, los 7novÍ7nie7itos respira- torios se hacen, más prolongados y profundos y la capacidad de los pul77iones es amnentada y produce al mismo tiempo un efecto estimulante sobre el siste7na circulatorio; porque una gran cantidad de sangre es enviada á las diferentes partes del cuerpo, necesitando una circulación más libre y amplia y así, se regulariza los movimientos del corazón. De esta manera, el ejercicio aplicado sistemáticamente produce una acción directa y positiva sobre los siste- mas de la circulación, digestión y respiración. Desde que sabemos que el gas ácido carbónico es arrojado por los pulmones, el agua al través de los ríñones y de la piel, fácilmente podemos comprender que el ejercicio ayudará eficaz y materialmente á acti- var la eliminación de estos productos originados por el desgaste ó desasimilación. Naturalmente en el proceso de la combustión ó sea la nutrición produce necesariamente calor y si el exceso de éste no es elÍ7ninado, puede sobrevenir serios des- 3 - 34 - órdenes. En buen estado de salud, la naturaleza ha pro- visto de facilidades propias para quitar el exceso de calor, producido sobre la cantidad normal, eliminán- dolo por la evaporación y secreción de la piel y los pulmones. El tratamiento manual produce estos mis- mos efectos en una persona en que no se efectúa normalmente; así su gran efecto curativo es modifi- cando favorablemente la nutrición. El operador regulariza la duración de los ejercicios, la intensidad, dirección y limitación de los movimientos; pudiendo aplicarse en cualquier local limitado y ser útil, tan bien á los sanos, como á los enfermos; ya sea como ejercicio general ó local y en cualquier estado en que estuvieran. Los efectos del masage han sido estudiados científica- mente en estos últimos años, y daremos á conocer sus efectos locales: Acción sobre la piel. — Mecánicamente el masage libra la piel, como un buen lavado con jabón y cepillo, del barniz que se forma continuamente por los restos del epitelio que se desprende de la epidermis, mezcla- dos con las grasas que segregan las glándulas sebáceas y sudoríferas; facilitando por lo tanto la secreción del sudor que arrastra, tanto detritus nocivos al organismo que deben ser eliminados en seguida, ayudando á la purificación de la sangre y para esto, se coopera con abluciones diarias ó baños. Así, continuamente vemos que los trastornos é irre- igularidades de las funciones internas se manifiestan por la piel, bajo la forma de erupciones, etc. por la elÍ7nina- - 35 - ción de toxinas que se forman en el canal alÍ7nenticio. También la absorciÓ7i es doblemente más rápida cuando se aplica un 7nasage, como puede verse cuando se hace una inyección hipodérmica y esta propiedad se utiliza para hacer absorber los derra7nes en ó debajo de la piel, como, en las co7ttusiones, ede7tias, etc., y se consigue adelgazar y ablandar la piel. De ahí, se explica que tenga tan gran éxito el tratamiento manual para hacer recuperar ó adquirir la belleza por el régimen á que se someten las personas. Ciertos institutos obligan á los enfermos á tomar baños, hacer ejercicio, alimentarse con moderación con alimentos sanos, cuidar de la excre- ción diaria y luego masage especial para borrar las arru- gas, etc. Además, la piel es el punto donde se efectúan fenómenos reflejos muy importantes, y que son tanto más normales, cuanto mejor funciona la piel. Así hace- mos notar la importancia de estos reflejos cutÓ7ieos sobre los fenómenos automáticos de la respiración pulmonar y por lo tanto la purificación de la sangre. Circulación. — El masage tiene dos efectos sobre la circulación: uno mecánicamente, directo y otro indi- recto por medio del sistema nervioso vaso-motor. Las presiones diversas ejercidas sobre las venas y vasos linfáticos que se dirige7i al corazón, hace apresurar su vaciamiento ; así, se consigue siempre dis7iii7iuir las congestiones ve7iosas ó pasivas de los capilares, dismi- nuyendo la tensión sanguínea en las venas: de esta ma- nera la circulación arterial y capilar es 7¡iás libre, la absorción es más rápida; los exudados y los tejidos grasosos disminuyen, se transforman y desaparecen — 36 - favorecidos por la nueva formación de capilares que hace que haya mayores puntos de absorción. Los tejidos se presentan más coloreados, por la 7nayor acti- vidad circulatoria, que no solamente se limita al sitio amasado, sino, que se generaliza á todo el aparato circulatorio, y el pulso se hace 77tás regular, amplio y enérgico. El masage, por lo tanto, provoca un aumento en la energía de la absorción de los tejidos (asimilación y desasimilación), especialmente por medio de los lin- fáticos y capilares, aumentando la actividad de las fun- ciones normales; llevando los residuos de la nutrición y reabsorbiendo las infiltraciones y exudados patoló- gicos que hubiera en cualquier órgano ó tejido. Respiración. — Esta se efectúa por los pulmones; la sangre sin purificar viene del corazón por las venas pul- monares á los pulmones y allí en contacto del aire que entra en cada inspiración ó aspiración se produce un cambio (purificación) en la sangre, y luego sale car- gada en cada espiración. El aire, que es una mezcla compuesta de ázoe ó nitrógeno, oxígeno y ácido carbó- nico, recibe de la sangre impura un exceso de ácido carbónico que viene disuelto en el suero desde todos los puntos en que se ha efectuado la nutrición, y en cambio los glóbulos de la sangre se cargan de oxígeno quedando, así, aquélla purificada. Por consiguiente, el masage, activando la respiración, la circulación y la eliminación, etc., hace que más san- gre se ponga en contacto con el aire puro. Haciendo que el paciente ejecute movimientos que den más am- plitud á la caja torácica y hagan trabajar los pulmones, — 37 - hará que éstos purifiquen más sangre en un cierto tiempo dado. Estos efectos llegan á su máximo al cabo de 5 á 10 minutos en todo masage local; pero pierde poco á poco su efecto, si se prolonga demasiado. Sistema muscular.— Hay también un proceso 77iecÓ7iico que tiene lugar en toda clase de trabajo 7nuscular; por- que cuando el 7núsculo se contrae en masa (tejido) se condensa acercándose sus extremos hacia el medio y las partes blandas próximas al músculo son comprimi- das por esta presión. Porque todo músculo se compone de una serie de fibras musculares que se reúnen en haces que se atan á huesos más ó menos adyacentes por medio de tendones. Esta contracción tiene una acción importante sobre las venas y los linfáticos y sobre el fluido que estos vasos llevan al corazón. Así, con el masage y los 7novimientos pasivos se puede hacer con- traer los músculos sin intervención del sistema nervioso. Mientras el corazón domina la acción de los vasos, la presión temporaria de los músculos contraídos ayuda enormemente, y de esta manera vemos que el ejercicio, estimula y vigoriza la circulaciÓ7i venosa y linfática, cuya sangre arrastran los residuos de la nutrición que producirían un verdadero envenenamiento (cansancio, fatiga), si no se eliminan. También se ha probado, que un músculo en la inac- ción acumula grasa y azúcar en vez de las materias azoadas que forma su tejido normal, sin lo cual no tiene elasticidad. Estos no son los únicos resultados que se producen por el ejercicio apropiado, pues en la acción — 38 — i7iuscular voluntaria, por regla general, una ó dos arti- culaciones se ponen en movimiento. Estas articulacio- nes son protegidas por cartílagos y sinovia para evitar que sus superficies huesosas se pongan en contacto la una con la otra; así, el movimiento produce un frote suave, y el ejercicio bien hecho está exento de todo peligro; más aun, la articulación está verdaderamente beneficiada por la acción muscular, y la nutrición de las partes está muy aumentada. Generalmente, en el punto donde el músculo está ad- herido al hueso por medio de los te7idones, hay eleva- ciones (apófisis, espinas, etc.) y cuanto más grandes son los músculos, mayores son estas prominencias. Esto indica una nutrición aumentada, no solamente en el hueso, sino también un aumento de fuerza en todo el siste7na óseo. El efecto del ejercicio no es sólo quÍ77iico y 7necónico, sino que también fsiológico. Sistema nervioso. — Los 77iovÍ7nientos voluntarios propios de los animales, constituyen la diferencia entre éstos y las plantas. Cuanto más nos elevamos en la escala animal, más perfecto es el mecanismo de cada uno para ejecutar los diversos movimientos necesarios para su existencia, y encontramos un dese7tvolvimiento 77tuscular más per- fecto en relación con un sistema nervioso 7nás perfecia- 77ie7ite desarrollado. El hombre tiene un cerebro ( centro de voluntad y movimiento), la médula espinal (centro intermediario) y luego los nervios; unos para el movi- miento, otros de sensibilidad y otros de nutrición. Los — 39 — movimientos involuntarios son dirigidos por el sistema del gran simpático, que es más ó menos independiente del sistema central y tiene centros especiales llamados ganglios; mientras que los 77tovimientos voluntarios son controladas y regulados por el siste7na nervioso-cérebro- espinal. Ese poder que llamamos voluntad, comunica en cier- tos momentos un impulso á la actividad 77iuscular y en otro los retiene ó impide; y cualquiera que sea la tenden- cia de la voluntad, sabemos que un impulso que se genera en el cerebro, es llevado á los nervios que salen de la médula espinal y de ellos álos nervios peri- féricos (motores), comunicándolo á los músculos, pro- duciendo entonces lo que llamamos contracción del músculo. De este modo vemos, que el ejercicio no es una cosa tan simple ó tan sencilla como comunmente se supone; pero, que al contrario, es un proceso co7nplejo envol- viendo al cerebro, 7nédula espinal, los nervios y los músculos. Como la actividad de un 7Jiúsculo produce un cambio constante en la circulaciÓ7i, esta misma acción tendrá gran influencia en la sustancia 77iis7na del nervio. Esta modifica no sólo á los nervios 77iotores, y á los nervios sensitivos que comunican al cerebro las impre- siones diversas, sino que ese ejercicio tiene un efecto indirecto sobre el siste7na nervioso central. El 77iasage produce una acción sedante] es decir, una especie de anestesia de los filetes nerviosos periféricos, cuando el operador puede obrar directaTnente sobre sus - 40 — ramificaciones', de ahí que tenga una influencia tan benéfica en las neuralgias, neuritis periféricas, cefalal- gias, etc. A más, produce una excitación de las extremidades de los nervios ganglionares, ó sea sistema del gran simpático que preside las funciones de nutrición, circu- lación, digestiÓ7i y respiración, y de ahí, la mayor acti- vidad de las funciones dirigidas por estos nervios. Esta exitación en algunas personas, se traduce al principio en un dolor, pero, continuando el masage, se adormece é insensibiliza los nervios. A veces los médicos emplean ciertos remedios llama- dos derivativos, cuyo objeto es aliviar ciertos órganos ó partes de ciertos estados especiales, obrando sobre otras partes del cuerpo. Por ejemplo: usar purgantes para aliviar la congestión de la vena porta, ó para remover una circulación venosa perezosa en el cerebro (congestión) atrayendo la sangre hacia el recto. En algunos desórdenes mentales, como en melancolía é histeria, la misma teoría indica que la i7ienie del enfermo debe estar constantemente empleada, de modo que el paciente no tenga tiempo de pensar en sí mismo. Otras veces, cuando hay desorden en el estado normal de los nervios 7notores, como en los espas7nos, calambres, convulsiones, etc., puede ser aliviado por una fuerte y decisiva impresión sobre las extre77iidades nerviosas por una revulsión, fricciones, etc. Cuando hay cualquier desarreglo en el siste77ia ner- vioso central, podemos á menudo remover sus causas, empleando agentes para obrar sobre los nervios. Las — 41 — personas que sufren de irritación del sistema nervioso central, son generalmente aquellas que usan poco de sus nervios motores y los masagistas experimentados ven siempre á estos enfermos mejorar rápidamente, y curarse finalmente, por movimientos pasivos determi- nados y luego activos y pasivos con resistencia. De esto se deduce que los movimientos tienen un efecto benéfico sobre el^sislema nervioso: directamente sobre los nervios 7notores y del gra7i simpático é Í7idi- rectamente sobre el sistema central y nervios sensitivos. Lo que acabamos de decir sobre los efectos del 7novi- miento, ha sido tratado de un modo general; pero, es necesario también comprender los efectos locales sobre los diferentes órganos del cuerpo. Cuando se trata de una afección local, los movimien- tos ó manipulaciones deben ser aplicados de tal modo, que la parte afectada saque los mayores beneficios. Por ejemplo, cuando la circulación es defectuosa en ciertas partes (cabeza, intestinos, brazo, etc.), los músculos vecinos deben ser activados de modo que la sangre circule con más energía en la parte enferma. El 7nasage ge7ieral ayuda á la eliminación, disminuye el peso del cuerpo, facilitando la desasimilación de la grasa, especialmente la subcutánea; aumenta la fuerza 7nuscular; llevando el tejido inútil (residuos) y trayendo elementos nuevos fortificantes. Las secreciones son 77iás activas, y los elementos que ya han servido, elimi- nados. Esta actividad vital produce un bienestar y cegilidad que se siente por mucho tiempo después de efectuado — 42 — el masage, siempre que éste no haya sido demasiado prolongado ó demasiado fuerte. El apetito aumenta; las deposiciones se regularizan; el sueño se hace más prolongado y tranquilo. La te7nperatura local y general au7nenta 7ior7nal7nente, debiendo ap'rovechar esta acción para conseguir la pro- ducción de la calorificación en las personas que tienen enfermedades que traen consigo un descenso de tempe- ratura y de actividad vital. MASAGE El 7nasage es un tratamiento que consiste e7i una serie 7netódica de manipulaciones y 7novÍ7nientos que se efectúan por un masagista sobre una persona, con el objeto de conservar la salud y restaurar las partes enfer7nas que no fu7iciona7i normalmente. Estas manipulaciones y movimientos se dividen en: í Manipulaciones. Pasivos { Movimientos pasivos generales. ( Movimientos pasivos con resistencia. . . [ Movimientos activos con resistencia. Activos ' \ Movimientos activos generales. Las 7na7iipulacio7ies las efectúa siempre la masagista exclusivante7ite; así son movimientos pasivos. Los movimientos pasivos so7i hechos por el masagista sin esfuerzo alguno departe del paciente, como sucede en las ma7iipulacio7ies y movimie7itospasivos generales. Otras veces, el paciente pone resiste7icia en la forma que le indica el operador: pasivos co7i resistencia. — 43 — Requiere voluntad y un poco de energía de parte del paciente. Los movimientos activos S071 hechos por el paciente, solo ó con ayuda ó resistencia de la masagista. Re- quiere de parte del paciente voluntad y fuerza. Los activos con resistencia son ejecutados por el paciente, bajo la direcciÓ7i y con resiste7icia del operador. Los activos generales son ejecutados exclusiva7nente por elpacie7tte, pero deben ser ordenados por el masa- gista, como complemento de los movimientos pasivos. Manipulaciones del masage Para poder aplicar el tratamie7ito del 7nasage debe aprenderse las manipulaciones y movimientos que se usan; es decir, saber efectuar una serie de 7nanipula- clones y movimie7itos 7netódicos sobre las diversas partes del cuerpo. Aunque fué Ling, el fundador del 77iétodo 7nanual cm'ativo, recién progresó cuando el Dr. Mezger y sus discípulos Berghman y Helleday (ambos médicos sue- cos) aplicaron el masage como un tratamiento científico. El Dr. Mezger divide el trata77iiento del masage en cuatro 77ianipulaciones principales: roce, fricciones, a7nasijo y percusión. El Dr. Hartelius ha vuelto á describir el método de Ling, dando mayor Í7nportancia á los movÍ7nie7itos pasivos ge7ierales que debemos in- cluir necesariamente en el tratamiento manual. Otros médicos notables han aplicado y estudiado varios mo- vimientos distintos: tales como las presiones, sacudidas, — 44 — vibraciones, etc., (véase historia del masage). Así debe combinarse racionalmente las manipulaciones con los movimientos en todos los casos. Roce (rozar, effleurage, strokes) Consiste esta manipulación, en pases centrípetas hacia el corazón, que se ejecutan teniendo la mano extendida, haciendo un movimiento rápido de va y viene, con las presiones hacia el corazón. Esta manipulación puede ser suave, llamándose entonces roza7niento, y cuando se hace más fuerte y profu7ida se llama unción. El roce se hace con la cara palmar de la 7na7io, pudiéndose hacer co7t la pahíia Lámina I. — Roce con la palma de la mano. e7ltera (Láminas I V ^\ cuando se aplica sobre superficies anchas, como ser, (Lámina 2) espalda, cabeza, muslos, pecho, abdomen. / Lámina 2. — Roce con la palma de la mano sobre la espalda. También, puede practicarse esta manipulación con el borde cubital ó radial de la mano. (Lámina 3) y se aplica - 45 - á las partes del cuerpo que tienen forma de cilindro ó cono, como ser el antebrazo, pierna, etc.; también se hace este movimiento con los músculos de la e7ninencia Lámina 3. — Roce con el borde radial de la mano sobre la pierna. te7iar é hipotenar; es decir, con el talón de la mano (Lámina 4), en los casos en que se desea ejercer una fuerte presión sobre un pun- to dado, como sobre el abdomen, espalda, muslo, glútea, etc. (Lámina 5). Otro modo de efectuar el roce consiste en apoyar el pulpejo de los dedos (Lá- mina 6 y 7), teniendo cui- dado de no hacerlo con las puntas de los dedos, porque las uñas causarían dolor ó podrían lastimar al paciente. Se aplica sobre superficies pequeñas y deli- cadas (cabeza, cara, corazón), ó cuando se desea separar 'H> Lámina 4. — Roce con el talón de la mano. - 46 - Lámina 5. — Roce con el talón de la mano sobre el abdomen. bien las partes anatómicas, como los músculos del antebrazo y pierna. En estos mismos casos se aplica el roce con el pulgar, teniendo cuidado como en el caso anterior de no apoyar las uñas sobre la piel al efectuar el trabajo. Lámina 6. — Roce con las yemas de los dedos sobre el antebrazo. Un roce aconsejado por los alemanes, se hace con la mano cerrada (Lámina 9); se efectúa apoyando la par- - 47 — te dorsal de las falanginas y la articulación de éstas con las falanges, haciendo un movimiento suave como para peinar: kamgrijf. Se usa especialmente cuando se aplica el masage á los órganos profun- dos situados en el abdomen. Recientemente Kellgren ha in- troducido un mo- vimiento de roce que consiste en hacer con la pun- ta de un dedo de una de las manos ( principalmente con los índices ), un movimiento ¿¿¿>-sT- Lámina 7. — Roce con el pulpejo de los dedos sobre el abdomen. como para zan- jar ó cavar (fou- lage) e7itre dos art ic u la c i o 7ies (Lámina 10). Se aplica en los casos de inflamaciones, especialmente crónicas de las articulaciones. En todos estos movimientos debe evitarse erosionar la piel ó estirarla en demasía. Estos movimientos se aplican generalmente con una sola mano á la vez; pero si se necesita mucha fuerza, se emplearán ambas manos simultáneamente ó una sobre la otra. — 48 — En todo roce, según la extensión ó parte del cuerpo, se usará la mano entera ó los dedos; en otros, simplemente el pulgar. Su aplicación puede ser sobre órganos ó tejidos superficiales ó profundos, requeriendo Lámina 8. — Roce con el pulgar sobre el antebrazo. habilidad para alcanzar los situados muy profundamente. El objeto del roce varía según sea suave (roza- miento) ó fuerte (unción). En el primer caso, es decir, el rozamiento, cahna los nervios, quita el dolo7', pro- duce un bienestar general por acción refleja y permite aplicar masages más fuertes. Se aplica en casos de irritabilidad, histérica, in- somnio y localmente, como principio de todo masage Lámina 9. — Roce con la mano , cerrada (kamgríff) o del tratamiento mismo. Cuando se aplica el roce fuerte (unción), su objeto principal es facilitar la circulación de la sangre, espe- cialmente de los vasos venosos y linfáticos déla pielry 49 — tejidos subcutáneos; rozando mecánicamente sobre los vasos sanguíneos, lleva la sangre en dirección hacia el corazón y ayuda su vuelta, moviendo los tejidos, múscu- los, aponeurosis, vainas, etc., que influyen en la marcha de la sangre por las presiones en diverso sentido. De ahí los enor- mes beneficios de este movimiento para regula- rizar la circulación en los casos de corazón débil ó enfermo, (miocarditis, etc,); enfermedades in- fecciosas y todos los ca- sos de estancamiento de Lámina 10. - Roce con los índices entre la Sangre ( Congestiones las articulaciones (fouiage). pasivas ) en cualquier ór- gano. Lo mismo sucede con las congestiones ó inflama- ciones locales: contusiones, entorsis, fracturas, endure- ciones, etc., de donde la sangre y productos deben ser arrastrados hacia la corriente circulatoria. Fricciones Son manipulacio7ies que se hacen describiendo círcu- los ó elipsis, acompañados de presiones y roces centrí- petos hacia el corazón. Estas fricciones pueden ser suaves ó fuertes (Láminas II, 12,13, 14, 15 y 16); pero generalmente el efecto depende de esta última condi- MEDICAl 2^ .. / ?*/ »GTo¡ — 50 — ción, y se consigue ambos resultados, al describir los círculos y elipsis, porque la mano al hacer el mo- vimiento de ascensión no ejerce tanta presión, como al bajar. Lámina II. — Fricciones con la palma de la mano sobre el abdomen. Lámina 12.- Fricciones con el pulpejo de los dedos sobre el antebrazo. — 51 — •^SgSfrfVRJT^ Lámina 13.—Fricciones con el pulpejo de los dedos sobre el abdomen. Lámina 14. — Fricciones con ambos pulgares sobre el muslo. Puede ejecutarse esta manipulación con la pahna de la mano entera (Lámina II), ó con el pulpejo de los dedos (Láminas 12 y 13) ó con los pulgares juntos (Lámina 14), ó bien con tino solo (Láminas 15 y 16). La elección de manera para ejecutar estas manipula- Lámina 15. — Fricciones con el pulgar sobre el antebrazo. ciones, depende de la extensión y fuerza que se desea emplear en cada caso. El objeto de esta 7nanipulación es excitar la circula- ciÓ7i periférica, atrayendo la sangre arterial y capilar hacia la piel y tejidos subcutÓ7ieos para facilitar á los linfáticos la absorción de los residuos de la nutrición y de las partes alteradas pato lo gica7ne7tte, especialmente los productos de las inflamaciones, para lo cual hay que comprimir fuertemente los tejidos. Así, empléase en los casos que se desea que el pacie7iie reaccione y se establezca la circulación: desmayos; en los baños fríos ó después de ellos, etc., y localmente cuando se desea producir calor local; como ser sobre pies ó manos frías; ó siempre que han quedado residuos que 53 — deben llevarse á la sangre; como ser, los tejidos endu- rados que deben absorberse. Nunca deben ser estas manipulaciones tan fuertes que erosionen ó las- timen la piel que debe quedar in- tacta. Esta es la Ú7ti- ca 7nanipulación que la mayoría de los titulados masagistas y el público sabe ha- cer y es la única que generalmen- te se aplica en las Lámina 16. — Fricciones con el pulgar sobre el abdomen. Casas de bañoS. Amasar, amasijo (petrisage, kneading) Es una manipulación que imita los diversos modos de hacer pan, como su nombre lo dice; se ejercen presiones con la cara pa¿7nardeldi 7nano, trabajando sobre las par- tes blandas, especialmente los músculos; también puede hacerse tomando alternativamente los tejidos entre los dedos colocando uno de cada lado del músculo, si- guiendo la fibra muscular en dirección centrípeta, ó sea hacia el corazón. Puede hacerse con toda la 77iano, ó usando ambas á un mismo tie7npo (Láminas 17 y — 54 — 19) sobre el mismo grupo de 7nú$culos, imitando el mo- vimiento del amasijo verdadero, y se aplica cuando se trata de músculos grandes; por ejemplo, dorso, abdo- men, brazos, muslos, etc. (Lámina 17). , Lámina 17. — Amasar con ambas manos conjuntamente. Este movimiento puede hacerse con ambas manos, que comprimen los tejidos sobre puntos simétricos del cuerpo (Lámina 18), como ser sobre los músculos lumbares. Se llama 7nalaxar á una 7nanipulación fuerte que consiste en prin- cipiar por las ma- nipulaciones más ¡H suaves para llegar á las más fuertes. El movimiento con ambas manos puede imitar el mo- vimiento de arro- llar; rodando las manos alternativa- Lámina 18. — Amasar con toda la mano sobre los lumbares. — 55 - mente (Lámina 19) sobre un mismo grupo de múscu- los, sirve para desprender las vainas, aponeurosis, músculos, etc., de los tejidos adyacentes; por ejemplo, en el brazo. Esta manipulación puede hacerse también, tomando los tejidos con el pulpejo del pulgar y el pulpejo de los demás dedos ó entre el pulgar é índice. (Lámina 20 Lámina 19. — Amasar con toda la mano arrollando los tejidos. y 21). Se usa cuando se trata de sitios limitados ó músculos pequeños, ó cuando hay varios músculos que se desea separar unos de otros. Al hacer estos diversos movimientos, debe saberse cómo evitar el pinchar la piel al tomar entre los dedos los tejidos que se amasan, cuyo sitio ó colocación deben saberse, como si la piel fuese transparente. Así, para amasar los músculos de las mejillas, se introduce el dedo índice en la boca y el otro, pulgar, fuera. ( Lámina 22 ). — 56 — Esta es la manipulación que requiere más co7iocimien- tos de anaio7nía, puesto que hay que trabajar 7núsculo por músculo, siguiendo la dirección de sus fibras, y en cambio evitando hacer este movimiento en las regiones provistas de nervios, arterias, venas y ganglios linfá- ticos volu77iinosos (triángulo de Scarpa, hueco axilar, etc.), donde podrían lesionarse los tejidos y coagular la sangre, produciendo embolias ó si nó, producir dolor en el trayecto de un nervio ó inflamar un ganglio, etc. Lámina 20. — Amasar con el pulgar y los demás dedos. También debe evitarse de hacer esta manipulación sobre los bordes de los huesos por ser enteramente inútil amasar sobre esos tejidos que no se modifican, sino indirectamente por los músculos. Cada masagista debe conocer bien la anatomía topo- gráfica de todo el cuerpo, sin la cual, sólo estruja á su paciente, sin llegar á ningún beneficio. Cuanto más^r¿?- fu7ido está situado un músculo, tejido ú órgano que se desea a7nasar, tanto más difícil es realizarlo; debiendo tener habilidad para separar bien los tejidos para llegar á los que se desea aplicar este movimiento; porque es — 57 — muy diferente amasar un músculo de las capas superfi- ciales que uno profundo que hay que tomar y seguir sus fibras entre los dedos ó ir á buscar un órgano pro - fundamente colocado, lo cual requiere 7nuchos conoci- mientos, trabajo y fatiga. Es en cambio, la manipulación que produce mayores beneficios al siste77ia 77¿uscular; atrae la sangre arterial Lámina 21.— Amasar con el pulgar y los demás dedos de ambas manos sobre los interóseos. hacia él, haciendo que la circulación sea más lenta y fuerte en las arterias y capilares, regularizando el mo- vimiento del corazÓ7i, normalizando la nutrición, lle- vando los residuos producidos por la fatiga ó las sustancias depositadas por la inacción de los músculos (azúcar), recibiendo en cambio elementos plásticos que les da tonicidad y volumen. Estos efectos que son locales en los primeros momentos, se manifies- tan más tarde por un mejoramiento general de la nutrición. — 58 — Esta 77ianipulación es el escollo de los ignorantes y haraganes, puesto que por falta de conocimientos ó de práctica, producen magullones, contusiones, etc. que Lámina 22. — Amasar con el índice dentro la boca y el pulgar sobre la mejilla. pueden llegar á inflamarlos tejidos; también por no saber trabajar ó por tener miedo, no hacen la manipu- lación con la firmeza debida y no producen la reacción buscada en las atrofias musculares, etc. Percutir, golpear (tapotement, etc.) Es una manipulación que se efectúa con la muñeca 77iovida rápida7nente, sirviendo la Tnano ó los dedos de percutidor, como si fuera un instrumento elástico de cauchuc con que se golpetea los tejidos y especial- mente á través de las fibras 7nusculares. Muchos — 59 — masagistas se valen de instrumentos elásticos para efectuar este movimiento, pero, ninguno iguala á la mano, cuando ésta es bien manejada. Para conseguir esto, debe dejarse los dedos y la 7nano bla7ida, flexi- ble y sin rigidez de las articulaciones, dejándolas do- blarse naturalmente; así, queda como un colchón de aire entre los dedos ó entre éstos y la mano. Lámina 23. — Percutir con el dorso de la mano. Estos movimientos deben ser suaves por lo general, pero; pueden hacerse fuertes y aun muy fuertes, si- guiendo siempre en dirección general hacia el corazón. Puede esta manipulación ejecutarse de diversas ma- neras: con el dorso de la 77ia7io estando esta ahuecada, haciendo un 7novÍ7nie7ito rápido y suave. (Lámina 23). Se usa generalmente sobre superficies firmes y anchas, como, sobre del antebrazo y pierna, para cahnar los 7iervios y estimular \di circulación en la. piel y míisculos. También, se ejecuta po7iiendo los dedos en aba7iico, y — 60 — percutiendo con el borde cubital del auricular, viniendo los otros dedos á ponerse sucesivamente en contacto con la región que se percute, como lo haría un instru- mento pasivo. Cuando se hace con la pahna de la 7na7io, (Lámina 24), se llamapahnotear, debiendo tener un poco ahuecada la mano y no percutir con todo el plano, haciéndose á veces, sólo con la palma de los cuatro dedos largos. Tiene, como la manipulación ante- Lámina 24.—Percutir con ambas manos extendidas (palmotear). rior, un efecto seda7ite; pues su objeto es alcanzar los nervios superficiales. Generalmente se hace esta mani- pulación con ambas manos, simultáneamente ó alterna- tivamente cuando se trata de superficies anchas: dorso, muslo. Cuando se desea que la manipulación sea muy suave ó se hace sobre regiones muy limitadas, se efectúa con la pu7ita de los dedos (Lámina 24) ó más bien dicho, con el borde cubital del pulpejo de los dedos, que toca su- — 61 — cesivamente, casi simultáneamente, la piel. También puede usarse dos ó 77iás dedos, ó el índice y medio, ó estos con el a7iular y meñique, porque el pulgar nunca toca la parte que se percute; este movimiento hecho así, se llama puntuaciÓ7i. Sirven los dedos, como tantas varillas elásticas para puntuar como puede verse (Lá- minas 26 y 27) en que se efec- túan presiones y movimientos on- dulantes. Al co- menzar el movi- miento (Lámina 26) los dedos es- tán separados unos de los otros, mientras que al caer sobre la su- perficie que se Lámina 25.— Percutir con el extremo de los dedos presenta, Se acer- (puntuar). . can completa- mente (Lámina 27), habiendo tocado la superficie, suce- sivamente los dedos más alejados del pulgar y esto se hace tan rápidamente que parece que tocaran la piel simultáneamente. Puede hacerse esta manipulación con la yema de 71710 ó 77iás dedos y tiene como los anterio- res, su principal aplicación sobre la cabeza, cara y corazón. La percusión puede hacerse con el borde cubital de la 77ia7io exte7idida (Lámina 28) y llámase hachar por- — 62 — que imita este movimiento, pero por más fuerte que sea, debe siempre producir una sensación de elasticidad y para esto se imita el movimiento de puntuar (Lámi- nas 26 y 27), separando y acercando los dedos al levan- tar y caer la mano. Se usa principalmente sobre las grandes masas musculares: dorso, glúteos, muslo en los /'* v/ Lámina 26. — Percutir colocando los dedos al principiar la puntuación y hachar. casos de paresia, atrofia, etc.; también á través del tra- yecto del nervio sciático, humeral, etc., y sobre los di- versos centros de la médula para estÍ7nular su fun- cionamiento. También puede hacerse la percusión con la ma7to ce- rrada, con el borde cubital, teniendo los dedos dobla- dos formando un cilindro (Lámina 29) con que se percute suave y otras veces fuerte sobre una región — 63 — dada: es una manera de golpear, cuya manipulación consiste en medio cerrar el puño y percutir fuerte- mente (Lámina 30), aunque siempre con elasticidad para ejercitar y hacer contraer los músculos: se aplica en casos de atrofia muscular y sobre nervios do- loridos ó inflamados, como en los casos de sciática en Lámina 27. — Percutir colocando los dedos al terminar la puntuación con todos los dedos. que se trata de agotar el dolor ó estimular la vitalidad nutritiva de esos tejidos. Se requiere fuerza y energía para efectuar este movimiento. Las diversas manipulaciones de la percusión, son las que quizá más habilidad requieren, mientras que el amasar necesita los mayores conocimientos científicos; pero, en ambas manipulaciones, es donde se distingue una verdadera masagista, por su ciencia, habilidad y — 64 — resiste7icia para efectuarlas bien, á más de saber, el efecto fisiológico que produce. La percusión suave produce un efecto cahnanie sobre los 7iervios y las extre7nidades nerviosas, al mismo tiempo es un estÍ7nulo á los 7núsculos, haciendo que la nutrición se active y que la reabsorciÓ7¿ de los pro- ductos patológicos, exudados, induraciones, etc., se haga más rápido y es por lo tanto de valor inapreciable en los casos de inflamacio- nes articulares, miositis, atro- fias musculares, etc. La percusión fuerte ex- cita la e7iergía ó tonus mus- cular, haciendo que entren los músculos en actividad pronto, á pesar de la inac- Lámina 28.—Percutir: modo de colocar C¡ón en que haya estado \ las manos para hachar. *■ J también Berne usa la per- cusión muy fuerte para romper y hacer reabsorber las bolsas serosas anormales sobre articulaciones y también en hidrartosis, etc.; pero hay que ser muy cauto al aplicar este medio, por el miedo de las inflamaciones consecutivas. Fuera de estas cuatro manipulaciones principales y los movimientos que describiremos más adelante, cada autor ha agregado y explicado una serie de otras, que en realidad son las mismas manipulaciones y movimien- tos, con sus subdivisiones. Para dar una idea, trascribiré una clasificación de Berne: - 65 — I. Roce. í rozamiento. 2. Presiones. unción. suaves. I rectilíneas. elípticas. esferoideas. 3. Amasijo. I r [ fricciones. fuertes. \ y zanjar ó cavar. í malaxación. 4. Percusión. { pellizcamiento. á plano, calmante, hipostenante. suaves. á puño cerrado. fuertes, (romper y hacer reabsorber). 5. Masages vibratorios (Braun-Garnault). 6. Movimientos pasivos. Sólo describiremos de éstas las más importantes manipulaciones, y luego describiremos los movimientos pasivos. Kellgren preconiza las sacudidas, que se efectúan apli- cando una presión con los extremos de los dedos ó de uno solo, á la parte del cuerpo que se desea sacudir, luego imprimiendo unos movimientos deflexión y exten- sión suave, que parte del codo y se propaga y se hace más extensa en la muñeca, imprime un movimiento rápido á la parte que está en contacto con los dedos. Estos movimientos provocan y activan la absorción, estÍ7nula y fortifica los tejidos, disminuye el dolor, aume7ita la secreción de las glándulas y disminuye las congestio7ies é inflamaciones;^ se aplica sacudidas 5 — 66 — á la faringe, laringe, tráquea, parte superior del tórax, estómago, hígado, vejiga, abdomen en general. Las vibraciones son nada más que sacudidas suaves; se hace con toda la mano aplicada sobre la piel del paciente ó con los dedos solamente (Braun) ó con un hisopo, cuando es directamente sobre las mucosas de la Lamina 29. — Percutir con la mano formando cilindro. nariz y garganta (Garnault). Se ejecuta también por medio de flexiones y extensiones del codo, pero 7nás suavemente, acompañado de movimientos de abducción y adducción de la muñeca, estando la mano inmóvil, pero sin rigidez, para efectuar una especie de movi- miento de temblor. Para darse cuenta como se ejecuta, coloqúese un vaso de agua sobre una mesa, y ejecú- tese las vibraciones sobre la mesa al lado del vaso y — 67 - si están bien hechas, sólo se notará un temblor en el centro de la superficie del agua. El efecto principal de las vibraciones, es calmar el dolor y la irritación, usándose generalmente en las infla- maciones agudas de los ojos, garganta, laringe, corazón, abdomen, tumores y úlceras, etc. (Garnault, Berne, etc). Lámina 30. — Percutir á mano cerrada (golpear). Su gran efecto es sobre el trayecto de los 7iervios, sobre los cuales se pasa haciendo las vibraciones, como si fueran cuerdas de arpa (Kellgren). Estas ma7iipula- cio7ies aplicadas en los puntos en que salen siiperficial- 77iente los 7iervios traen una benéfica acción sobre los vasos y órganos bajo la dependencia del nervio que se ha sometido á las vibraciones. Así, se aplica sobre el nervio gran occipital, pequeño occipital, gran nervio auricular, el subra-orbitario, sub-orbitario y nasal, nervio maxilar — 68 — superior y mentoniano, facial, lingual, laríngeo supe- rior, nervio vago, cervicales, nervios intercostales, sensi- tivos, dorsales; en el miembro inferior, al gran nervio sciático, crural, cutáneo externo, obturador, sensitivos del pie y en los miembros superiores, el circunflejo, el mediano, radial, cubital, etc. Berne da gran importancia á las presiones, especial- mente el za7tjar las articulaciones, y las usa en todos los casos de artritis, sinovitis, etc. Movimientos del masage Un masage para ser completo necesita ser terminado por los movimientos pasivos hechos á continuación de las manipulaciones: éstas obran más sobre los músculos y anexos y aquéllos sobre articulaciones adyace7ites. Los movimientos del masage se dividen en pasivos, pasivos con resistencia y activos con resistencia del ope- rador. Los primeros son los que mayor aplicación tienen debiendo sólo aplicar los otros, cuando las fuerzas y energía del paciente lo permite; debiendo recordar que los niños y ancianos no resisten la mitad de lo que resisten los adultos, y aun en estos no debe llegar al cansancio, pues el efecto sería contraproducente. Los movimientos pasivos son ejecutados sobre el paciente por el masagista exclusivamente, mientras que los otros requieren la resistencia y fuerza del paciente ó la voluntad y energía para ejecutarlos con oposición del masagista, debiendo éste enseñar al pa- ciente, cómo se efectúa la resistencia ó el movimiento - 69 — con suavidad, regularidad, sin desplegar grandes fuer- zas, ni hacer esfuerzo, ni efectuar los movimientos brus- camente, ni con sacudidas, ni saltos. Los 77iovimientos de las articulacio7ies soji varios; debiendo todos efectuarse gradual y lentamente y en los límites del movimiento normal. Cada autor agrega uno ó más movimientos nuevos y dá más ó menos importancia de estos sobre las manipulaciones ya des- critas, pero; todos están contestes en que deben em- plearse conjuntamente las manipulaciones con los mo- vimientos. Los principales movimientos son: rotación, flexión y extensión, abducción y adducción, enderezar ó levantar, tracción, torsión ó circundación, y elevación, depresión, inclinación, sacudidas y presiones. Cada 7novÍ7niento pasivo tiene varias maneras de ejecutarse que debe aprender toda masagista y aplicar con el mismo arte y rigor con que aplica las manipula- ciones, y también saber el efecto de cada movimiento para efectuarlo en oportunidad. Sólo describiremos algunos de los modos de ejecutarse los movimientos pasivos. Varios de los movÍ7nientos activos que llevan los mismos nombres que los pasivos pueden ser ejecu- tados por el enfermo en ausencia de la masagista en los intervalos entre cada masage, y por eso hacemos referencias á las láminas de los iíiovÍ77iie7itos activos. Pero, estos movimientos activos, sólo pueden orde- narse, cuando el enfermo está mejor «ó casi sano y entonces hacerlo con mucho tino para no fatigar al enfermo ó agotar sus fuerzas. — 70 — Nunca puede el paciente mismo aplicarse los movi- mientos pasivos, puesto que perderían su efecto local que influye sobre todo el sistema; sólo tratándose de la mano ó del vientre, accesible al paciente, es que puede aconsejárseles coadyuvar al tratamiento en au- sencia de la masagista y sólo una persona sana puede determinarse á recetarse los ejercicios activos. Describiremos en seguida alguna de las maneras de ejecutar los 7novÍ77iie7iios pasivos. Rotación La rotaciÓ7i es U7i 7novÍ7nienio giratorio por el cual las diferentes articulaciofies entran en 7novÍ77iie7ito dentro de su lÍ77iite 7iatural. Lámina 31. — Rotación de los dedos del pie. ticulaCÍÓn interfa- - 71 - langio).—Puede ejecutarse estando el enfermo sentado ó en una postura semi-acostado. En la primer posición, el operador se sienta frente al enfermo y tomando los pies en la falda, t07na los dedos del pie y 7nueve los pies hacia afuera y luego hacia adentro, des- cribiendo un círculo. En la segunda posi- ción, el enfermo está me- Lámina 32. — Rotación de todo el pie. i« i dio acostado, sus pies descansan sobre una silla ó en la cama y el operador apoya la mano sobre los dedos y procede á hacer el Lámina 33. — Rotación forzada del muslo hacia adentro. mismo movimienlo anterior (Lámina 31). Relájese los 77iúsculos, si es necesario, sacudiendo los dedos y ha- ciéndolos rotar apoyando la palma de la mano sobre la punta de los dedos (Lámina 31). - 72 — La rotación de los pies se hace con el objeto de pro- mover la circulación de las extremidades inferiores y se emplea á menudo para atraer la sangre de otras partes, como ser de la cabeza, hígado, etc.; el movi- miento se hace de 15 á 20 veces. La fuerza del mo- vimiento depende de la ex- tensión del círculo descrito por los dedos y articula- ciones del pie (Lámina 31): siempre son movimientos pasivos. Rotación de todo el pie (articulación tibio-tarsiano). —El operador sentado fren- te al enfermo, toma el talón en la ma7io izquierda y to- mando los dedos con l&dere- cha, ejecuta nu movimiento rotatorio desde el tobillo (Lámina 32), haciendo pre- sión sobre el pie hacia ade- lante, en cada serie 10 ó 15 veces: otras veces fija el pie tomándolo á la altura de la garganta del pie y agarrando con la otra mano. Se emplea principalmente para deformidades y afecciones de los pies: son siempre movimientos pasivos. Rotación de la pierna (articulación coxo-femoral).— El enfermo está en una postura semi-acostado; el ope- rador coloca una mano en la planta del pie, cerca el talón, la otra debajo de la rodilla con el pulgar hacia Lámina 34. — Rotación del hombro zangando la articulación. - 7 3 — ade7itro, levantando la pierna y ejecuta un movimiento circular en la articulación de la cadera, haciendo pre- sión hacia arriba, hacia adentro y afuera (Lámina 33). Se ejecuta 12 ó 15 veces en cada pierna. Puede ser una rotación forzada, entonces la pierna dobla sobre el muslo; cuando se pone en addución, el pie es llevado hacia atrás y arriba; cuando es en ab- ducción, es llevado hacia adelante y el pie se de- tiene ala altura de la otra rodilla (Lámina 33). Se emplea para regularizar la circulación de los ór- Lámina 35. — Rotación de la mano. gaUOS del abdÓmeny para evitar rigidez en las a¡rticulaciones de las caderas: son movimientos pasivos y á veces activos generales. Rotación de los brazos. — El enfermo sentado, y el operador parado detrás, agarra el brazo extendido debajo del codo y le hace girar en círculo hacia arriba y abajo (circundación). El enfermo puede también estar en postura de pie, en cuyo caso el operador debe sostenerlo con su hombro. Se e7nplea principal- mente para ayudarla respiración y circttlacio7i: pue- den ser movimientos pasivos ó activos. Rotación del hombro. — El enfermo sentado ó pa- rado y el operador poniendo U7ia ma7io sobre la arti- culación del ho7nbro y la otra debajo del codo, gira hacia arriba y hacia afuera (circundación) de 15 á 20 veces. También puede hacerse aplicando el dedo índice - 74 — entre la línea articular y hacer una presión como para cavar (foulage ), mientras se hace la rotación con la otra mano (Lámina 34). El movimiento se emplea para rigidez en la articulaciÓ7i y para la infla77iación de ciertos músculos: los mo- vimientos pueden ser pasi- vos y raras veces activos. Rotación de la mano.— El operador to7na la 7nano del e7ifer7no, y agarrando el puño con la mano libre, gira de lado á lado, ó tam- bién puede hacerse toman- do \-&palma con una ma7to y el dorso con ¿a otra (Lá- mina 35), girando 10 á 18 veces. Cuando al paciente le queda la palma de la 7nano mirando hacia aba- jo, con el pulgar hacia el cuerpo, está en pronación, y cuando mira hacia adelante y hacia arriba, está en supinación. Se em- plea para rigidez en la 77tu7\eca después de una frac- tura del brazo, también para au7nentar la circulación: estos son movimientos pasivos. También puede apli- carse á cada articulación de la mano y de los dedos, fijando con la otra mano del operador la articulación adyacente. Rotación de la cabeza. — El enfermo sentado con la espalda sostenida, y el operador coloca una mano Lámina 36. -- Rotación del tronco. - 75 - en la frente y la otra sobre la nuca, gira Ie7ita7ne7ite de lado á lado, 8 á 10 veces. Se emplea en la a7iemia cerebral y rigidez del cuello, etc.: son movimientos pasivos. Rotación del tronco.—El enfermo sentado con las manos sobre las caderas y el operador parado detrás, co- loca la mano derecha sobre el omóplato derecho, y la izquierda frente á la otra sobre el pecho y ejecuta el mo- vimiento de tal manera, como para hacer presión sobre el enfermo y empujarlo hacia atrás con la mano izquierda y luego llevarlo hacia adelante con la otra, teniendo siempre cuidado de describir un círculo. También puede hacerse agarrando con una mano el cuello (nuca) y afirmando la mano cercana del operador sobre las cade- ras del enfermo y hacerlo rotar ( Lámina 36). Se em- plea principalmente para las afecciones del abdÓ7nen\ para asegurar una fuerte acción de los movimientos, el enfermo debe girar un poco el cuerpo, al hacer el movi- miento de rotación: es un movimiento pasivo. Rotación de la pelvis. — El enfermo descansando con el cuerpo sobre un canapé ó cama, agarrándose para tenerse inmóvil, y las extremidades inferiores ex- tendidas. El operador agarra los pies y procede á hacer la rotación de la pelvis con las piernas juntas, tratando de producir un círculo bastante grande para poner la pelvis en acción; hágase 10 veces á cada lado si las fuerzas del enfermo lo permiten: es un movimiento pa- sivo. - 76 - Flexión y extensión Los movimientos deflexión y extensión consisten en doblar ó plegar las articulaciones dentro de sus límites naturales y volver á extenderlas nuevamente; son em- pleados principalmente para regularizar la circulación de determinadas partes y para disipar las congestiones locales. Aunque son movimientos pasivos, sin embargo, Lámina 37. — Flexión y extensión del pie. son los primeros movimientos en que se hace aplicar al paciente la resistencia ó el hacerlos por sí solo con resistencia del operador. Flexión y extensión del pie.—El enfermo acostado ó sentado y el operador agawando el tobillo con una mano y los dedos del pie co7i la otra, mueve el pie hacia arriba y hacia abajo en un límite tan extenso, como las articulaciones se lo permiten (Lámina 37 ), unas 10 á 18 veces. La extensión forzada puede hacerse — 77 — haciendo tracción sobre el tendón de Aquilesy para esto se to7na con una mano la garganta del pie ó dorso y con la otra el talÓ7i que se tira con fuerza (Lámina 51). Se e7nplea en defor7naciones y principalmente para rigidez en el tendón de Aquiles: son mo- vimientos pasivos y activos con resis- tencia. Flexión y exten- sión de la pierna. — El enfermo en posición sentado ó acostado, el opera- dor pone una Tnano Lámina 38. — Flexión y extensión de la rodilla. debajo de Implanta del pie y la otra mano más arriba de la rodilla, los pulgares hacia adentro. El masagista mueve la pierna arriba y abajo (Lámina 38), unas 5 á 10 veces. Este movimiento puede hacerse más tarde muy forzado, tomando la rodilla y doblándola fuertemente (Lá- mina 39). Flexión y extensión del muslo.—El enfermo acostado, el operador parado al lado, toma con una mano la pier7ia á la altura del tobillo y la otra Tnano apoya sobre la rodilla y dobla más ó menos fuertemente la rodilla sobre el vientre; así, se mueve la cadera ó sea articulación coxo-femoral (Lámina 40). Estos movi- mientos pueden ser pasivos, sin ó con resistencia y activos con resistencia (Láminas 42 y 43) y son movi- - 78 - mientos muy importantes del método de Thure-Brandt y cuyo modo de emplearse está indicado en ( Láminas Lámina 39. — Flexión forzada de la rodilla. 42 y 43). Se emplea para la rigidez de la rodilla y de la articulación de la cadera y para conseguir la con- tracción de cier- tos músculos cuando están relajados, como ser, los del mus- lo, periné y pel- vis, en los casos de prolapsus y atonía del rec- to, vejiga, úte- Lámina 40. — Flexión y extensión del muslo. ro, etc. Flexión y extensión de los brazos.—El enfermo sen- tado y el operador parado detrás, agarra los puños del Lámina 41.— Flexión de la pierna con resistencia. Lámina 42. — Extensión de la pierna con resistencia. — 80 - enfermo diciendole que mantenga los codos próximos al cuerpo y que mueva los brazos hacia arriba y hacia abajo. El operador hace una resistencia conveniente 10 veces: es un movi- miento pasivo y activo con resistencia. También se puede colocar, al pa- ciente tomándose la nuca con ambas manos y le- vantando sus codos en alto; luego el operador apoya la rodilla en la es- palda y toma con ambas manos los brazos arriba de los codos y se empieza el movimiento hacia arri- ba y abajo. Flexión y extensión del brazo ( hombro ).—El enfer- mo sentado y el operador parado al frente, agarra el puño con una mano y alrededor del músculo tríceps con la otra, el enfermo mueve el brazo hacia arri- ba y hacia abajo (Lámina 44) y el operador ha- ciendo una resistencia conveniente de 10 á 15 veces. El movimiento puede ser también pura- mente pasivo ó pasivo con resistencia, pudiendo tomar al paciente por las muñecas con las dos manos. También Lámina 43, — Flexión y extensión del hombro. Lámina 44.— Flexión y extensión del brazo (codo). — 81 — Lámina 45. — Flexión y extensión del brazo con resistencia. se hace limitando más el movimiento, zanjando y ca- vando entre la articulación del hombro (Lámina 34). Flexión y extensión del brazo (codo).—El enfer- mo sentado y el operador sentado ó parado al lado, toma el brazo y antebrazo arriba y debajo del codo y dobla sucesivamente 10 ó 15 veces (Lámina 44). Este movimiento puede ser con resistencia (Lámina 45) y entonces el operador toma con ambas manos la muñeca del paciente y dobla el codo 10 á 15 ve- ces. Se emplea para obrar sobre la articulaciÓTi in- dicada en las afec- ciones locales, como ser: rigi- dez, inflamacio- nes crónicas, atrofias muscula- res, etc. Flexión y ex- tensión de la mano. —El enfer- mo sentado y el operador en fren- te, toma loS dedoS Lámina 47. — Flexión y extensión de los dedos. 6 Lámina 46.— Flexión y extensión de la mano. — 82 — con firmeza en una Tnano y la otra agarra el puño y dobla hacia arriba y abajo como 10 veces (Lámina 46); también puede ha- cerse lateralmente. Otras veces puede hacerse entre las ar- ticulación del escar- Lámina 48. - Flexión y extensión de las P°> metacarpo, ar- falanges de cada dedo. .. i • ' j i 6 ticulacion de los dedos con la mano (Lámina 47) y luego cada falan- ge con su falangina y éstos con los falangetes (Lámina 48). Se emplea en todos los casos de rigidez del puño ó de la mano y también en el calambre de los escritores. Estos movimientos pueden ser pasivos y pasivos con resistencia. Abducción y adducción Es un movimiento que consiste en separar ó alejar (abducción) las extremidades, uno del otro y luego acercar ó aproximar (adducción) otra vez, una á la otra. Se emplea para desarrollar y dar energía á los músculos; ensanchar y dar fuerza á los órganos de las cavidades próximas. Abducción y adducción de los brazos estirados. — El enfermo sentado con los brazos extendidos, y el ope- rador parado adelante, toma la muñeca del enfermo y los mueve hacia adelante hasta que se encuentran y luego hacia afuera. Se emplea para ensanchar el pecho y desarrollar los músculos de la espalda, el pecho y los brazos. — 83 — Abducción y adducción de las piernas estiradas. —El enfermo sentado ó semi-acostado, el operador agarra por debajo al tobillo y el enfermo separa y acerca sus piernas con la resistencia del operador que puede nece- sitar un ayudante: son movimientos pasivos y activos Lámina 49. — Abducción de las piernas Lámina 50. — Adducción de las piernas con resistencia, con resistencia. con resistencia. Este movimiento obra sobre diferentes órga7ios abdo7ninales y los de la pelvis especialmente. Abducción y adducción de las rodillas. — El enfermo en una postura semi-acostado, con las rodillas en flexión y el operador parado á su lado, coloca una TnaTio sobre 3772 — 84 — cada rodilla, hace el movimiento de alejar y acercar las piernas unas 5 á 15 veces. Estos movimientos pueden ser hechos con resistencia del enfermo ó puede éste hacerlos activamente ha- ciendo la resistencia del operador. (Láminas 49 y 50). En el método de Thurre-Brandt para tratar los pro- lapsus y aio7iía de los órga7ios de la pelvis, recto, útero, vagina, vejiga, á mas de la resistencia de opo- sición que hace el enfermo, tiene que hacer mayores esfuerzos para mantener las asentaderas en el aire: véase la abducción (Lámina 49), como también en la adducción (Lámina 50). Estos movimientos se prefie- ren siempre con resistencia y se usan siempre al final de los ejercicios abdominales en caso de atonía de las paredes ó de los intestinos, cuya consecuencia es: la constipación, las hemorroides, congestión al hígado, etc. Enderezar ó levantar Levantar la pierna. —El enfermo acostado de es- palda y el operador agarra el talón por abajo y levanta la pierna; también puede poner una mano soportando la rodilla por debajo y levantando la pierna extendida hacia arriba: 10 veces. La elevación forzada para es- tirar el nervio sciático, se hace apoyando el operador su rodilla en la escotadura sciática, estando hincado sobre la cama y estira bien la pierna y muslo. Los primeros movimientos pueden también ser activos, y se emplean principalmente para la sciática y las rupturas 7nztsculares y puede hacerse estando el enfermo de eos- - 85 - tado, así, es una especie de adducción y abducción de la pierna estirada. Enderezar el cuerpo (sentado).—El enfermo sentado en un banco ó una silla dada vuelta. El operador coloca su mano de plano sobre los omóplatos. El enfermo, si tiene suficiente fuerza, agarra sus manos por detrás de la cabeza y se dobla hacia adelante, conservando la ca- beza hacia arriba y entonces eleva su cuerpo con una fuerte resistencia del operador. Se usa en defor7naciones de la espalda: pueden ser movimientos pasivos ó activos con resistencia. Enderezar el cuerpo (acostado).—El enfermo acos- tado con las manos agarradas en la parte posterior de la cabeza. El operador coloca sus manos alrededor de los tobillos con los pulgares invertidos y los sostiene con firmeza. El enfermo se levanta hasta tomar la pos- tura sentada. No hay movimiento mejor para co7npritnir el conte7iido de los intestinos. El movimiento puede también ser, activo general y se empleapri7icipaúnente para la co7islipación; también puede hacerse en el de- cúbito ventral y así, se estira la columna vertebral y los músculos abdominales. Levantar el pecho.—El enfermo sentado y el ope- rador parado detrás coloca sus manos alrededor del hueco que forma la articulación del hombro (axila), levanta el cuerpo del enfermo lentamente hacia ade- lante, hacia arriba y hacia atrás, describiendo un círculo. El movimiento es siempre pasivo y se emplea para ayudar la circulación y ensanchar el pecho. - 86 - Tracción ó estiramiento Estiramiento de la pierna.—El enfermo parado sobre una silla con las manos contra la pared para sostenerse. El operador agarrando el pie por el empeine, lleva la pierna hacia atrás 8 ó 15 veces. Este movimiento es abductor, porque produce te7isiÓ7i sobre la parte a7ite- rior del abdomen y es siem- pre un movimiento pasivo. Estiramiento del cuerpo (hacia atrás). — El enfermo arrodillado sobre un sofá con las rodillas separadas; las manos sobre las caderas. El operador se para detrás y con una rodilla sostiene la región lumbar, las manos agárralas axilas (sobacos) por atrás y lleva al enfermo lentamente hacia atrás, mientras el enfermo hace un leve movimiento de resistencia, de 6 á 12 veces, en armonía con sus fuerzas: movimiento pasivo y activo con resis- tencia. El movimiento tiene un gran efecto sobre los músculos del abdÓ7ne7i y de la pelvis y se emplea prin- cipalmente para casos de dis77ienorrea. Lámina 51. — Tracción del pie. Torsión ó circundación Torsión del pie.—El enfermo sentado ó acostado y el operador pone una mano por atrás sobre el tobillo — 87 — y con la otra agarra los dedos y punta del pie, y vuelve el pie de lado á lado. El movimiento es siempre pa- sivo y se emplea con efecto en entorsis (torcedu- ras) y luxaciones (recalcaduras) y deformaciones (Lámina 31). Torsión de la pierna (estirada).—El enfermo acos- tado y el operador coloca una mano en la planta del pie y la otra comprimiendo la rodilla para mantener la pierna extendida, los pulgares hacia adentro y mueve la pierna lentamente hacia adentro y hacia afuera. El movimiento se emplea en rigidez de las articulaciones de las caderas y para la contracción de ciertos músculos de la pelvis, del muslo y de la pierna: son movimientos pasivos. Torsión del cuerpo.— El enfermo parado ó sentado con las manos sobre las caderas ó tomadas sobre la parte posterior de la cabeza. El operador parado detrás, coloca su mano derecha sobre el hombro y la izquierda delante del otro, y mueve al enfermo á un lado y lo vuelve otra vez, cambiando la posición de las manos antes de volverlo al otro lado. El movimiento es también activo y se emplea para descongestionar los órganos abdomina- les y para obrar sobre el gran siste7na venoso de la porta (Lámina 36). Torsión del brazo (estirado).—El enfermo sentado ó parado y el operador sosteniendo el codo con una mano y agarrando la mano con la otra, mueve el antebrazo de lado á lado; unas veces hacia abajo con el pulgar adentro \ pronación ú otras con la mano mirando arriba y pulgar afuera: supinación. Cuando todo el brazo ha de - 88 - ser movido, el operador debe agarrar el codo para te- nerlo extendido. El movimiento es pasivo y se emplea principalmente para rigidez en las articulaciones del hombro, codo y Tnuñeca y para dar soltura y flexibi- lidad á los tendones y 7núsculos después de alguna operación en el hombro, del brazo ó del antebrazo. Torsión de la cabeza.—El enfermo sentado, el ope- rador colocando una mano sobre la frente del enfermo y la otra sobre la nuca, le mueve la cabeza lentamente de lado á lado unas 10 veces: son movimientos pasivos y activos. Elevación y depresión Elevación y depre- sión DE LOS BRAZOS.— El enfermo sentado ó acostado, levanta los brazos; el operador agarra el codo desde atrás y comprime los brazos hacia abajo y el enfermo hace resis- tencia (Lámina 52). El enfermo levanta los brazos, mientras el ope- rador hace resistencia 10 á 12 veces: son mo- vimientos pasivos ó activos con resistencia. Lam¡na 5, _ Klevaci,n y depresi¿n dd brazo — 89 — Elevación y depresión del muslo y pierna. — El enfermo se acuesta de plano sobre la espalda, agarrando la cama ó sofá donde esté para mantenerse inmóvil. El operador toma la planta del pie con los pulgares hacia adentro y ejecuta un movimiento hacia arriba y hacia abajo con las rodillas dirigidas hacia afuera; el enfermo resistiendo en la elevación, y el operador al bajar (Lámina 40). El movimiento es muy eficaz en las rigideces de las articulaciones y en las afecciones de la pelvis y debe ejecutarse con gran cuidado 6 ó 10 veces: son movimientos pasivos y activos con resistencia. Inclinación Inclinación de la cabeza. — El enfermo sentado ó suspendido, dobla la cabeza hacia atrás y hacia ade- lante de 8 á 10 veces; también puede hacerse pasiva, apoyando el operador la mano sobre la frente y otra sobre la nuca y como en la rotación, la inclinación puede ser lateral, apoyando ambas manos sobre las orejas, se inclina á derecha é izquierda; se usa para atraer la sangre á la cabeza en la ane7nia cerebral y otras afec- ciones debilitantes, como ser neurastenia, debilidad general, etc.; y para estirar los 7núsculos del cuello y de la espalda en la curvatura lateral de la espina dor- sal ( scoliosis ). También puede hacerse estando el en- fermo parado contra un muro y el operador le oprime á la altura de la cintura y con la otra mano agarra la cabeza y la inclina hacia abajo. - 90 — Inclinación del cuerpo lateralmente.—Supóngase en caso de curvatura lateral de la espina dorsal (scolio- sis). Si el lado derecho está afectado, el enfermo se para con el brazo izquierdo extendido hacia arriba, próximo á la cabeza. El operador, parado detrás, coloca una mano en el lado derecho, en la parte más alta de la curvatura, la otra en la cadera opuesta; el enfermo se dobla lenta- mente hacia el lado izquierdo, obrando de esta manera sobre el músculo afectado. Es un movimiento pasivo y activo con resistencia. Inclinación del cuerpo hacia adelante y atrás.— El enfermo parado con las manos sobre la parte poste- rior de la cabeza ó sobre las caderas; el operador parado á un lado del paciente, coloca una mano sobre el pecho y la otra sobre la espalda y mueve al enfermo hacia adelante y hacia atrás, sosteniendo sus pies por atrás si es necesario: es un movimiento activo con resistencia. También puede hacerse el mismo procedimiento, como para la inclinación de la cabeza, en la postura parada para conseguir extensión de la columna vertebral. Inclinación de la rodilla.—El enfermo está en posi- ción parada con las manos en las caderas; el operador á su lado, coloca una mano sobre el pecho del enfermo y la otra sobre la espalda ó también puede tomársele del brazo y la nuca. Al enfermo se le dice con la voz (I) se pare sobre la punta délos pies, (2) flexiona la rodilla tanto cuanto sea posible y llega casi á sentarse, (3) se levanta sobre la punta de los dedos; y (4) vuelve á la postura inicial. Pueden ser movimientos activos gene- rales (véase las láminas del final de la obra). — 91 — Sacudidas y presiones Estos movimientos se aplican mayormente á las extremidades y son generalmente combinados. En la acción de apretar, estrujar ó comprimir (presión), se emplea la yema de los dedos en movimiento vertical sobre los principales nervios y en las articulaciones puede hacerse como vibraciones que constituye en rea- lidad una de las manipulaciones. Sacudir el brazo. — El operador agarra la mano y el hombro, manteniendo el brazo en postura extendida y sacude tan rápidamente, como sea posible. Sacudir la pierna. — Toma el pie con una mano y el muslo con la otra, tan arriba como se pueda y se sa- cude rápidamente. Las vibracio7tes se hacen generalmente apoyando la yema del pulgar sobre la falangita del índice ó con las yemas de los primeros dedos; otras veces se eje- cutan vibraciones, como si los nervios fueran cuerdas de arpa. Estos movimientos son siempre pasivos y se emplean principalmente en afecciones nerviosas. Observaciones respecto de los movimientos No es posible describir los múltiples movimientos, ni sus diversos modos de ejecutarse, pero hemos descrito los fundamentales que servían para la ma- yoría de los casos, viéndose por estos últimos mo- vimientos, cómo se intermezclan éstos con las mani- pulaciones. - 92 - Las descripciones se refieren en general á los movi- mientos pasivos; pero se indica los que pueden más tarde hacerse pasivos con resistencia ó activos con re- sistencia ó aun activos y el criterio de la masagista decidirá cuáles y cuántos deben hacerse. Las láminas é indicaciones de los movimientos acti- vos complementarios se encuentran al último de la obra para que sirva de guía á los legos en el arte del masage, para ejercitar sus fuerzas y conservar la salud ó poner en práctica lo indicado por el masagista. MASAGE GENERAL Preparatorio y completo El 7nasage ge7ieral preparatorio, (que con tanto re- sultado es aplicado por los médicos más notables de Norte América é Inglaterra) consiste en el roce combi- nado á veces con el amasijo de los músculos, siguiendo desde la extremidad de los pies hacia arriba, hacia el corazón, y luego las extremidades superiores, desde la mano hacia el corazón, y después roce de la cabeza y cuello en dirección á ese mismo órgano, haciendo en se- guida á las articulaciones algunos movimientos pasivos. Se emplea en ciertos estados de debilidad gene7'al y estados nerviosos; histeria, neur'astenia, hipocon- dría y melancolía, insoTnnio, etc. El roce fuerte y las fricciones se aplican de esa misma manera después de ciertos baños (turco-romanos) y tienen un efecto estimulante, especialmente sobre la piel. - 93 - Una e7ifer7nera idÓ7tea debe saber aplicar á sus en- fermos este 7nasage general preparatorio, porque hoy día se considera necesario en el tratamiento de cas todas las enferTnedades agudas y más las infecciosas que predispone7i tanto á las alteracio7ies de la circula- ciÓ7i, debilitamiento del corazón y por lo tanto estan- camiento de la sangre atraído por la gravedad que produce congestiones de los tejidos y órganos; ero- siona la piel que esté apoyada sobre la cama: espe- cialmente la del dorso y asentaderas que se lastiman fácilmente. También toda enfermera debe saber apli- car el "método del descanso" ó sea de Weir Mitchell, como tratamiento de las personas debilitadas, histéricas, ueurastéTiicas, nerviosas, etc. Consiste en aislar al en- fermo de sus ocupaciones ó distracciones habituales, como también de las personas de su relación y familia. Se da gradualmente una sobrealimentación, alejadas de tres en tres horas; las comidas deben ser de fácil diges- tión ; se le tiene en cama ó recostado siempre, sin ninguna tarea, pero en un sitio alegre y agradable, debiendo tener arte la enfermera de entretener sin fatigar su en- ferma y luego saber aplicarle dos ó tres veces el Tnasage general durante 15 ó 20 minutos para reeTnpla- zar el ejercicio habitual y favorecer la nutrición gene- ral, que es la que más ha sufrido en esas afecciones. Muchas veces hay que continuar este ejercicio durante semanas y meses. En el tratamiento de otras enfermedades ó estados patológicos generales, como ser la obesidad, l*plétora, reuTnatismo, sería este masage únicamente prepara- - 94 - torio general, porque aunque haya que hacer en todo el cuerpo, hay que proceder después parte por parte, ha- ciendo masages locales. Para efectuar estos masages debe tratarse por separado las cuatro extremidades, principiaTido por las inferiores (piernas), luego brazos, pecho, espalda, abdóme7i, cabeza y cuello; así, cada parte del cuerpo recibe un masage general coTnpleto que requiere á lo menos una hora á hora y media para efectuarse. Este masage geTteral co77ipleto no lo puede aplicar con éxito, sino una 7nasagista profesio7ial; pues pueden tener lugar accidentes, á veces graves, como ser con- gestión cerebral, síncope, embolias, etc., que hay que saber evitar y que pueden depender de errores en el modo de tratar al enfermo. MASAGE LOCAL Preparatorio y completo El masage preparatorio local, consiste en principiar á aplicar el roce alrededor de la parte afectada y aun sobre la lesión misma, hasta que haya disminuido la sensibilidad y á. veces la hinchazón; por ejemplo: en los edemas, congestiones, etc., ó en un caso particular de afección de la articulación de la rodilla; el Tnasage preparatorio debía aplicarse sobre la parte inferior del muslo y un poco debajo de la rodilla. Aplicaciones del 7nasage local preparatorio es muy útil en los casos donde es imposible que el operador - 95 - pueda aplicar directamente el tratamiento del 7nasage local á la parte enferma, á causa del dolor, la inflama- ción, hinchazón, etc. Es conveniente hacer este masage preparatorio antes de principiar cada masage local y al terTninarlo. Así, se termina cada masage local efectuando algunos mo- vimientos pasivos sobre las articulaciones y roce final, para luego cubrir la parte en que se ha efectuado el masage para mantener el calor producido. MASAGES LOCALES Completos Es indispensable saber un poco de anatomía general y perfectamente la anatomía topográfica para poder distinguir los diversos tejidos que se manipulan y los diversos órganos que se tocan ó los músculos deter- minados que están enfermos, etc., se debe estudiar, tam- bién un poco la anatomía patológica para darse cuenta de las alteraciones que produce la enfermedad en cada región ú órgano para poder curar la afección y evitar los accidentes al hacer el masage. Debe estudiarse \2l fisiología para darse cuenta de la acción local y general que produce cada movimiento ó manipulación, debiendo siempre ayudar á la circula- cíóti, llevando siempre los líquidos por los movimientos hacia el corazón; pues el gran efecto del masage es mo- dificar la nutrición, ayudando á las funciones de la cir- culación, respiración y digestión. — 96 — Habiendo ya descrito las manipulaciones y los movi- mientos pasivos que deben aplicarse según el criterio de la masagista, sólo indicaremos el orden en que deben efectuarse, siguiendo las reglas generales que más tarde indicaremos; debiendo tener presente que sólo se describe el masage de las grandes regiones que á su vez pueden subdividirse en las indicadas en la anatomía topográfica, y aun más, hay que tener presente que el masage puede ser superficial ó pro- fuTido, según los tejidos ú órganos sobre qué se desea ejercer una influencia directa. Al hacer el masage de la pierna, puede tratarse en particular del pie, pierna y muslo, y de éstas partes, ser á veces sólo necesario, el masage de una de las regiones y ser éste superficial ó profundo, ó aplicarse á un músculo, nervio, vaso, articulación, ligamento en particular, según el sitio de la lesión, debiendo aplicar la manipulación y movimiento que conviene á cada caso en particular. Siempre deben hacérselas 77ianipulacionesen el orden siguiente: roce, fricciones, a7nasijo, percusión, movi- 7nientos pasivos sin ó con resistencia y roce suave final, dando más ó menos importancia á una ú otra manipulación, según el caso y el efecto que se busca. Los movimientos pasivos deben hacerse en el orden siguiente: rotación, flexión y extensión, abducción y adducción, endereza7niento ó levantar, tracción ó esti- ramiento, torsión ó circundación, elevación y depre- sión, inclinación, sacudidas y presiones. - 97 — No pudiendo, ni debiendo cada articulación ó región realizar todos los movimientos á la vez, debiendo te- nerse siempre presente el efecto fisiológico de cada movimiento para aplicarlo según el caso. Masage del pie, pierna y muslo. — Empieza por un roce desde el pie hasta la cadera (Láminas 53 y 3), te- niendo cuidado de evitar los huesos. Después se aplican fricción es empezando por los mús- culos interóseos del pie (Lámina 53), siguiendo suave- Lámina 53. — Roce del pie. Lámina 54. — Amasijo de la rodilla. mente de abajo hacia arriba (Lámina 14). Luego ama- sar los músculos, teniendo cuidado especial de separar y levantarlos diversos tejidos (Lámina 54, rodilla) y siempre principiando desde el pie hacia arriba. En se- guida, debe percutirse los músculos (Láminas 24 y 30, muslos), debiendo llegar estas regiones al último. Para terminar, harán movimientos pasivos ó con resis- tencia según la lesión, principiando por los del pie y los dedos, en el orden ya indicado: rotación (Láminas 31, 32 y 33), flexión y extensión (Láminas 37, 38, 39, 40, 41 y 42); abducción y adducción (Láminas 49 y 50); tracción, (Lámina 51); torsión, elevación, depresión y 7 — 98 — sacudidas; todos éstos, estando el enfermo sentado ó acostado. Luego se termina el masage con un roce suave. Cuando se trata de lesiones del pie ó dedos, basta efectuar las manipulaciones hasta encima de las rodillas; en cambio, cuando se trata del muslo, puede hacerse las manipulaciones y movimientos del pie y los dedos muy rápidamente para dedicarse más al punto lesionado. A veces, hay que preocuparse más de la articulación del pie, otras veces de la rodilla, y otras del muslo ó de los músculos de alguna región déla pierna. * Luego se indicará, según el caso, la fuerza ó mejoría del enfermo, los ejercicios activos que se crea conve- niente al fin que se propone. Masage del brazo. — En esto está comprendido el masage de los dedos de la mano, la Tnano misma el an- tebrazo, brazo, y hombro, debiendo tratarse siempre las articulaciones y músculos de las regiones adyacentes á la parte lesionada para conseguir la mejoría. De nada serviría hacer un masage de la mano, si no se trata al mismo tiempo el antebrazo, donde la parte carnosa de muchos de los músculos de la mano se inser- tan, teniendo sólo la mano los largos tendones de éstos y los músculos pequeños, propios de la mano. Otro tanto sucede con el brazo, cuyas relaciones nos da á conocer la anatomía topográfica, cuyo estudio es indis- pensable para aplicar el masage. Sucesivamente se hace el roce (Láminas 6 y 8), fric- ciones (Láminas 12 y 15), amasijo (Láminas 21, 20, 19 y 17), percusión (Lámina 55) y luego los movimientos — 99 — de rotación (Láminas 35 y 34), flexión y extensión (Lá- minas 48, 47, 46, 45, 44 y 43 ) torsión, supinación y pro- nación de la mano y antebrazo y circundación del hombro; luego elevación del hombro (Lámina 52). Unas veces hay que poner atención especial en las articulaciones de la muñeca y en otras á la del hombro Lámina 55.—Percusión del brazo con el dorso de la mano. (Láminas 10, 34, 35, 43 44, 45, 46, 47 y 48). El brazo debe estar siempre en una postura semiflexionada y cómoda, pudiendo el paciente estar sentado, parado ó acostado. El criterio de la masagista debe decidir si debe hacer ejercicios activos y cuándo y cuáles son los más con- veniente por su semejanza con los pasivos. Masage del pecho (tórax).—Se empieza con un movi- miento de roce (Lámina 56), poniendo las manos planas á cada lado del esternón y con un movimiento circula7r hacia arriba y hacia afuera. Se continúa con la puntua- ción con la yema de los dedos haciendo círculos al rededor del corazón. A veces, se emplea el masage — 100 — Lámina 56. — Roce suave del pecho. hachando y palmoieando según el caso, teniendo cui- dado siempre de no emplear demasiada fuerza á causa de la vecindad del corazón y los de pulmones. Bien hecho el masage, influye enormemente en regularizar el corazón. Los ejercicios activos consecutivos de- ben tratar de ampliar el tórax y favorecer la res- piración. Masage de la espalda (dorso). — Estando el en- fermo acostado sobre el vientre, se empieza con un movimiento de roce desde la base del cráneo (Lá- minas 61-II) y región supra-escapular hacia abajo (Lámina 2) lie- Lámint5V1I^ocefuertedelas partes íate- J v / rales del dorso con ambas manos. - 101 - vando una mano á cada lado de la columna vertebral (Láminas 61—13 y 13) en la región intra-escapular y con firmeza se lleva el roce fuerte hacia el sacro, luego á cada lado, debajo de los omóplatos en la región dorsal (Láminas 61—14), debiendo llevar el movimiento hacia las axilas (Lámina 57) y debajo de la cintura hacia las caderas (Lámina 61 —15 y 16). Apliqúese friccioTies con las yemas de los dedos á cada lado de la columna vertebral, operando sobre los músculos dorsales y de la región lumbar (Lámina 61 — 15 y 16). Extiéndase las manos sobre la espalda y con el pul- gar amásese entre las vértebras (Lámina 58), luego partiendo de la cintura debe amasar con toda la mano los músculos de la región dorsal hacia la axila (Lá- - 102 — mina 57), luego de la cintura ó sea región lumbar (Lá- mina 18) hacia el pliegue de la ingle. La percusión puede hacerse con la mano en cilindro (Lámina 59) para que sea suave sobre los pulmones, y luego hachando hacia arriba y hacia abajo á cada lado de la espina dorsal en la región lumbar (Láminas 60, 26, 27 y 29), si es necesario se aplica el roce y palmo- teo á los lados, especial- mente del derecho por el hígado. Para el luTTibago (dolor muscular sobre los ríño- nes), se emplea los si- guientes movimientos: el masagista extiende las manos sobre el hueco de la cintura (caderas), eje- cuta roces (Láminas 2 y 18) y luego fricciones circulares con los pulga- res alternativamente y después región por re- gión las demás manipu- laciones y movimientos (Lámina 61—15 y 16). Masage del abdomen.— Se hace superficial cuando se trata de modificar las paredes del vientre: el enfermo se acuesta de espalda, levanta un poco las rodillas para aflojar los músculos abdo7ninales, el operador se pone Lámina 61.— Regiones del dorso : I, I, r. supra-escapular ó supra espinazo—12,12,r. escapular ó sub-espinazo—13, 13, r. intra- escapular (derecha é izquierda) —14, 14 r. infra-e-ícapular —15, 15, r. dorsal inferior I derecha é izquierda) 16, 16, r. lumbar. - 103 - Lámina 62.—Roce á mano cerrada { kamgriff). del lado derecho. Se principia por un roce suave, luego fuerte (Láminas 5 y 7 ) de abajo á arriba ó alrededor del anillo umbilical, haciendo espirales hacia los costa- dos. Después sigúese con fricciones (Láminas 11,13 y 16) que se hacen princi- piando por el lado de- recho, subiendo hasta las costillas y luego se cruza al lado izquierdo. Luego se amasa fuertemente las pare- des siguiendo las fibras de los músculos recto, oblicuos, etc., acabando por hacer movimientos pa- sivos del tronco y de las piernas (Láminas 67 y 139)- Generalmente es necesario tratar el colon ascendente, trasverso y descendente en los casos de obesidad, edema, atrofia muscu- lar, constipación, etc. que acompañan los vientres flácidos y sin músculos bien desarro- llados. El maSage del abdÓ- Lámina 63. — Roce con la palma de la mano sobre el estómago. men puede hacerse profundo en seguida del superficial, si se tratara de constipación, bolo fecal, etc., ó lesiones en el trayecto del intestino grueso. Se sigue el trayecto del colon, haciendo un roce con ambas manos como si se estu- viera peinando (Lámina 62) ó con ambas manos, exten- - 104 - didas con las puntas hacia el pecho (Lámina 63), ó me- jor aún con el dorso de la mano (Lámina 5) en la fosa ilíaca izquierda (Láminas 65 y 139). Se sigue con fricciones profundas sobre el mismo trayecto á la derecha hacia arriba (Láminas 64 y 139). Luego a7nasar en esa misma dirección, parte por parte del colon, principiando por el ciego que está si- Lámina 64. — Fricciones sobre el abdomen. tuado en la fosa ilíaca izquierda, (Láminas 67—6 y 5) y donde generalmente se depositan las materias é inflaman el apéndice vermiforme. Para este masage se coloca las manos una sobre la otra y con la extremidad palmar de los cuatro últimos dedos sobre el colon (Lámina 65) para separar y ama- sar bien el ciego, luego se continúa subiendo así, si- guiendo el coIoti ascendente (Láminas 67 — 6, 5 y 4) comprimiendo su contenido (Lámina 66) hacia el C0I071 trasverso (Láminas 67—4, I y 7) y haciendo ligeras pre- siones sobre el fondo de la vesícula biliar (Láminas 67 —4) para volver á hacer el masage con la mano puesta en kamgriff para el roce, ó con la yema de los pulgares - 105 - sobre el estómago. Luego se sigue el colon descendente (Láminas 67 — 7 y 8) y el colon ilíaco ó sea la S ilíaca hasta donde se alcanza. Debe detenerse naturalmente en los puntos donde hu- biera acumulación de materias fecales ó un bolo fecal. Se debe terminar general- mente por hachar sobre el sacro, de arriba á abajo ó circularmente para estimular los nervios dorsales y pro- ducir la corítracción de los intestinos. Por unos movi- mientos pasivos ó activos de enderezar el cuerpo y los de abducción y adducción de las piernas, especialmente si hay prolapsus del recto ó hemo- rroides ú otras complicacio- nes, se coopera al resultado benéfico. El 7nasage del estómago es muy importante en los casos de dilatación del estomago, (que puede llegar á ocupar la región umbilical), también en los casos de dispepsia, etc. se usa mucho. El enfermo debe estar acostado de espalda, los múscu- los del abdomen relajados; el operador del lado dere- cho del enfermo, procede á hacer el masage de las paredes del abdomen y luego limitar el masage á la región epigástrica (Láminas 67 y 139). Hace el roce Lámina 65. — Amasar el ciego con ambas manos. — 106 — con la mano cerrada (kamgriff) suave, lenta y profun- damente siguiendo las fibras musculares del estómago de abajo hacia arriba y de izquierda á derecha, hacia el hipocondrio derecho (Lámina 67 y 139) para favorecer el^pasaje de las materias ali- menticias por el piloro hacia hacia el duodeno. También puede hacerse roce y fricciones con la cara palmar de los dedos dirigi- dos hacia el diafragma, tra- bajando bien debajo del dia- fragma; generalmente hay que hacer al mismo tiempo el masage del colon; luego se amasa con la punta de los ¿¿^Mi<Í^WBí^P^¿:É^ dedos y palma de la mano suave, lenta y profunda- 7nentede abajo á la derecha, hacia arriba á la izquierda (Lámina 67 — I). Gene- ralmente no se hace la percusión que se reemplaza por sacudidas. Masage del hígado.— Sigue al del colon y estómago, debiendo hacerse un roce sobre el costado derecho, en el hipocondrio (Lámina 67 — 4) y luego amasar la vesícula biliar para favorecer el curso de la bilis, intro- duciendo debajo del hígado la cara palmar de la mano y seguir el masage sobre la espalda en la región lumbar y dorsal (Lámina 61 —15 y 16). Luego debe hacerse unas percusiones suaves y vibraciones para desconges- Lámina 66. — Amasar el colón ascendente. - 107 — tionar este órgano, tomándolo por debajo de las cos- tillas y llevando los movimientos hacia las venas he- páticas (Lámina 67—4). Puede hacerse masage de cada órgano, contenido en el abdomen, sabiendo su posición anatómica y la di- rección que llevan sus venas y linfáticos. El baso está en el hipocondrio izquierdo, (Lámina 67—7); el páncreas está situado profundamente en la línea que separa el hi- pocondrio izquierdo (Lámina 67—7) y epi- gastro (Lámina 67— I), de flanco izquierdo (Lámina 67—8) y um- bilical (Lámina 67— 2 ); los ríñones en am- bos flancos por delante muy profundamente contra la columna ver- tebral (Lámina 61 — 16 y 16) ó sea región lumbar, (Lámina 67 — 8 y 5) por detrás. La vejiga en el hipogastrio (Lámi- nas 67—3), como también, el útero más profundamente, encontrándose que hay que ir á buscar los anexos del útero: trompa y ovarios, penetrando por las fosas ilíacas (Láminas 67—6 y 9). Masage de la cabeza (roce).—Estando el operador delante el enfermo, debe empezar por el pescuezo. Man- tiene con firmeza la mano izquierda sobre la frente y Lámina 67.— Regiones del abdomen: I, r. epigastrio — 2, r. umbilical—3, r. hi- pogastrio 4, r. hipocondrio derecho — 5, r. flanco derecho—6, r. fosa ilíaca dere- cha—7. r. hipocondrio izquierdo—8, r. flan- co izquierdo—9, r. fosa ilíaca izquierda. — 108 — con la derecha en forma de V se roza suavemente desde el vértice del cráneo hasta el pescuezo siguiendo hacia abajo y luego con la mano izquierda hace lo mismo; luego pasa en seguida la mano detrás y hace alternati- vamente lo mismo. En seguida hace una puntuación en espiral, principiando por el vértice para lle- gar sucesivamente á la frente, cuello y nuca, Para el roce de la frente se colocan los pulgares entre las cejas y se roza con firmeza sobre las sienes hacia las orejas; ambos pul- gares trabajan á la vez, de modo que operen Lámina 68. — Roce sobre la frente Sobre el nervio SUpra- con los pulgares. orbital (Lámina 68); cuando se desea rozar el frontal, es mejor colocarse la masagista detrás y pasar las manos sobre la cabeza. Se emplea libremente fricciones con la palma de una mano y las yemas de los dedos sosteniendo la cabeza en posi- ción con la otra mano. Se usa para el inso7nnio, haciendo á más el masage sobre la parte posterior de la cabeza; para esto la masa- gista se coloca al frente del paciente y pasa las manos sobre la cabeza. Estos roces producen rápidamente el sueño y la tranquilidad. Al percutir se emplea la pun- tuación con ambas manos (Lámina 25), haciendo círcu- — 109 — los sobre la cabeza, empezando en la parte superior con un movimiento hacia atrás; luego hacia abajo y ade- lante hacia el punto de partida formando una espiral cada vez más grande; finalmente, tómese la frente con ambas manos apretadas y sacúdase la cabeza con suavidad. Masage de la cara (mejilla).—Primero roce suave y luego fricci07ies y por fin a7násese colocando el índice en la boca, y con los pulgares trabájese los músculos de la región maxilar superior é inferior ó sea mejilla (Lámina 22); también se emplea el pulgar é índice, apo- yados en los músculos y trabajando sobre ellos con pe- queños movimientos de rotación. Este movimiento se emplea con resultado en la parálisis facial. Hoy día está muy en boga el masage de la cara para embellecer el rostro, quitando las arrugas y disminu- yendo la grasa que se hubiera acumulado. Se hace el roce siguiendo la dirección de las arrugas, luego fric- ciones, puntuación, etc., siguiendo los músculos de la cara. A más debe someterse á un régimen de vida, sano y metódico; alimentos sencillos, regularidad de las fun- ciones, baños, ejercicio, etc., como se hace en ciertos institutos fundados con este objeto. Masage de los ojos.—El enfermo se sienta con la cabeza inclinada hacia atrás y la masagista se para á su lado ó detrás. El dedo índice se coloca sobre la ceja, el dedo del medio apretando el párpado que se com- prime con un movimiento radial ó circular contra el ojo, haciendo un roce suave. Puede hacerse vibracio- nes aplicando los dedos, medio y anular desde atrás — 110 — sobre el globo del ojo; también puede hacerse desde adelante con el índice y medio, teniendo la mano exten- dida ó con el índice solo, apoyando el pulgar sobre la frente. Téngase mucho cuidado de no emplear mucha fuerza y ejecutar los movimientos tan suave como sea posible. Lámina 69. — Amasar los músculos del cuello con los pulgares. Masage de la garganta. — Rócese teniendo dos dedos de un lado y el pulgar en el otro lado de la trá- quea ó con ambas manos, poniendo los pulgares á cada lado amasa los músculos de la laringe (Lámina 69^ter- mínase haciendo un fricción, combinada con un roce suave, que pueden combinarse con suaves sacudidas. También puede hacerse apoyando el índice, medio y anular sobre un lado de la tráquea y sosteniendo la ca- beza con la otra mano. — III — Cuando se desea obrar sobre la base de la lengua ó de la faringe, se toma la garganta entre el pulgar y los demás dedos puestos á cada lado de la faringe y se sacude con las puntas de los cuatro dedos aplicados detrás de la rama ascendente de la mandíbula. Las vi- braciones internas (Garnault) por medio de hisopos puestos en varillas (tapones), con los cuales se toca y vibra la parte posterior y lateral de la faringe. Tanto las vibraciones internas como las externas deben hacerse sobre los puntos de emergencia de los ner- vios. Masage del cuello. — El enfermo parado ó sentado frente al masagista, con la cabeza hacia atrás, con el objeto de ex- tender las partes superficiales. El masagista coloca la mano detrás de los lóbulos de las orejas y con los pulgares hacia adelante ejecuta un roce hacia abajo en direc- ción al hombro (Lámina 70); re- pitiendo varias veces (método Gert), debiendo aconse- jar al enfermo que respire con facilidad y libertad. Otras veces hay que hacer el masage completo de una región del cuello, anterior, lateral ó posterior ó ir á Lámina 70. — Roce sobre el cuello ( método Gert). — 112 — buscar profundamente los músculos enfermos ó los tejidos alterados. Masage del útero. —El método externo es simple- mente una modificación del masage del abdomen. La enferma debe estar en una posición medio acostada con las rodillas en flexión á objeto de relajar los múscu- culos del abdomen (Láminas 67 y 139). Principíese con manipulaciones circulares de derecha á izquierda, segui- da de fricciones (Lámina 64) sobre la parte inferior del abdomen. Se emplea generalmente por atonía del úte^o y de los órganos anexos y siempre debe ser seguido por percusión; golpeando ó hachando la parte inferior del dorso (Lámina 61) ó sacro (Láminas 26, 27 y 29). Los movimientos pasivos de las piernas son un auxiliar de valor, controla la circulación del abdomen y las ex- tremidades inferiores, pues el masage aumenta las corrientes circulatorias en las venas y en los linfáticos; la reabsorción se restablece y los órganos musculares en la pequeña pelvis se fortalecen. Manipulaciones es- peciales del abdomen produce movimientos de los intestinos, lo cual en casos de afecciones uterinas, es de una gran importancia. Un segundo método (interno-externo); es algo difícil de ejecutar, porque uno ó dos dedos deben ser introdu- cidos en la vagina ó el recto y sobre los cuales se tra- baja desde afuera, sobre el abdomen hasta encontrarse Sólo debe ejecutarse esto por una persona que tiene un conocimiento de anatomía perfecto de las partes y sabe tomar rigurosas medidas de asepsia en el canal va- ginal; debiendo el médico haber establecido previamente — 113 — un perfecto diagnóstico y seguir siempre los progresos del tratamiento. El doctor Norstrom en París, recomienda en el masage del útero el siguiente procedimiento: la masa- gista sentada al lado derecho de la cama en que está acostada la enferma á quien hace doblar las piernas, introduce el índice ó índice y medio á la vagina y con la mano izquierda exteriormente gradúase la presión sobre el cuerpo uterino, después que se ha tomado entre los dedos. Con objeto de tomarlo bien, se empuja desde la pared abdominal hacia abajo durante las espiracio- nes y manténgase la distancia ganada durante la inspira- ción y procédase de la misma manera después de la siguiente espiración. Téngase cuidado de no aumentar, por cualquier movimiento repentino, la dolorosa impre- sión experimentada por el enfermo cuando se toma el útero la primera vez, espérese un momento antes de empezar la presión. La presión algunas veces produce dolores reflejos en varias partes del cuerpo. Dediqúese toda atención en sostener el útero en la posición tomada por medio de los dedos internos. Esto es fácil cuando es grande y blando; muy difícil cuando pequeño y duro entonces se mueve con gran facilidad de un lado ú otro. Es preferible que este masage sea hecho por una médica, pues es muy delicado y debe tenerse un conoci- miento profundo de los órganos contenidos en la pelvis. 8 — 114 — POSICIONES Los movimientos y manipulaciones pueden ejecutarse en cinco posiciones diferentes: parado, sentado, acos- tado, hincado ó suspendido. El mantenerse por algunos minutos en cualquiera de estas posiciones, modifica la circulación de la sangre de tal ó cual parte del cuerpo. Estas posiciones, llamadas posiciones fundamentales, tienen numerosas subdivisiones; los chinos tienen desde 2.500 años antes de Ja era cristiana, el sistema de Cong- Fóu que daba gran importancia á las posiciones en que se efectúan los movimientos; los suecos tienen de la pos- tura parada solamente: cuarenta y siete derivados ; por esta razón y porque los movimientos son aplicables casi á cualquier posición, los 77iovii7iie7itos suecos S07i supe- riores á cualquier otro sistema. Estas subdivisiones, á pesar de ser buenas en muchos casos, han dado origen á un número ridículo de movimientos; más ó menos ocho- cientos. Cada movimiento tiene un nombre compuesto; una parte indicando la posición del enfermo y una parte el movimiento á ejecutarse; por ejemplo, rotación de los brazos sentado, puede así expresarse palabra sentada con la letra S; acostada A, parada P, hincada H. Observaciones sobre los movimientos Los movimientos pasivos necesitan práctica por parte del masagista y los movimientos activos nece- sitan un alto grado de habilidad para ordenarlos y diri- — 115 girlos. El operador debe saber el grado de resistencia que cada grupo de músculos es capaz de soportar y debe tener mucho cuidado de no imponer demasiado esfuerzo al enfermo, el cual á menudo, se encuentra ten- tado de ejercitar sus músculos más allá del límite de sus fuerzas naturales. LTn masagista cuidadoso debe prepararse para cada caso, estudiando cada vez la región sobre la cual va á operar; cerciorándose bien del médico, el diagnóstico y la clase de masage ó movimiento que desea se le apli- que y hacer que el médico visite continuamente al en- fermo para ver el progreso del tratamiento. Luego observar y preguntar continuamente al mismo enfermo para valorar las fuerzas del paciente y regularizar los movimientos de acuerdo .con la resistencia. Los masagistas preparados y diplomados pronto se cercioran á este respecto y adoptarán las manipulacio- nes y los movimientos á las condiciones especiales de cada individuo y á las indicaciones repetidas del médico; así, se obtiene buen resultado siempre y no procediendo al azar por su propia cuenta. Los 77iovÍ77iie7itos activos pueden ser practicados para co7iservar la salud, siguiendo los consejos de hacerlos con inoderaciÓ7i y Ie7ita77ie7ite, debiendo los enfennos sólo hacerlos bajo la dirección inmediata del 7nasagista, que debe enseñar cómo debe hacerlo las primeras ve- ces para que el cliente los repita en su presencia, para recién ordenar que los ejecute en los intervalos entre cada masage; así son coadyuvantes del tratamiento sueco. - II.) — La masagista al ordenar estos ejercicios debe tener presente el estado actual del enfermo, por eso las indi- caciones son á veces limitadas, puesto que no puede ordenarse á personas muy débiles, ni á aquellos que uno temería sobrepasaran sus fuerzas en el ejercicio, ha- ciéndolos demasiado repetidos ó violentos, causándose mal y perdiendo el efecto benéfico de los movimientos pasivos. La masagista debe saber las indicaciones no solamente de los ejercicios á hacerse y el modo de efectuarlos, sino también, el número de veces que hará cada ejerci- cio, á que hora y cuantas veces al día y el tiempo que debe emplearse etc. Todo esto dado por escrito como en una receta ó indicándolos en el texto que para facilitar su ejecución, hemos agregado las figuras de los principales ejercicios activos que se hacen sin instrumentos ó aparejos, para que la masagista y su cliente tengan una guía segura para todos los casos. REGLAS GENERALES PARA APLICAR EL MASAGE I. — El 7nasage hoy día es un arte cie7itífico que en general, no puede ser aprendido por sí solo, ni enseña- do por otra persona sino un médico ó anatomista con- sumado que ha practicado largo tiempo en su especia- lidad y aprendido en una escuela teórico-práctica con autoridad para extender títulos de idoneidad; porque los certificados individuales no siempre son una garantía de n; — competencia, especialmente cuando son de particulares. Debe la alumna tener una buena preparación previa para comenzar sus estudios de masage y darse cuenta que sólo es ejecutor de las indicaciones dadas por un médico, para lo cual requiere largos estudios y práctica de muchos años para ser competente. II.—La masagista ó el 77/asagis/a profesio7ial debe ser una perso7ia con dotes especiales para ejercer la profesión; tener desarrollada la eminencia tenar é hipo- tenar de a77¡bas 77¿a7ios que deben ser suaves, elásticas, blandas, frescas y livianas; los dedos ágiles y vigorosos, pues, son los que tienen el mayor trabajo. Necesita ser la masagista de cotisHIucíóti robusta, gozar de buena salud y tener fuerza muscular vigo- rosa, sin lo cual no podrá ejercer su profesión. No tener ninguna enfermedad contagiosa, ni defecto físico desa- gradable ó repulsivo. Tener hábitos de aseo perso7ial rigorosos y pro- lijidad extremada; dedicando cuidado especial á sus manos que debe conservar bien limpias y suaves, no haciendo sino los trabajos de su profesión. Necesita ser de una moralidad síti tacha; sino sería peligroso dejarlas ejercer su profesión. Debe ser de ca- rácter suave, amable, bondadoso y hasta alegre, sin ser charlatana, ni imprudente. Siendo en todo una persona respetable y educada, de modales refinados y de trato social elevado. III.—La masagista debe ser una persona de carácter firme y resuelto para cumplir est7'icta7nente lo ordenado por el médico. El masage con objeto de conservar la — 118 salud ó curar la enfermedad se resume en 7nodificar fa- vorablemente la nutrición que parece tan sencillo y sin embargo es un proceso muy complicado tratándose de enfer7nos, y nunca deben los masagistas ejercer su arte sin dirección 7nédica\ porque, por más instruidos que sean, nunca pueden saber la causa de las enfermedades ni las alteraciones producidas, ni el efecto que hay que conseguir y por lo tanto, ni las indicaciones, ni contra indicaciones de cada caso. Si lo hicieran sin control, se convertirían en curande- ros y charlatanes, haciéndose despreciables y tomando sobre sí una enorme responsabilidad que sólo los igno- rantes no saben valorar y temer. Deben siempre trabajar bajo la responsabilidad v di- rección médica, yendo á recibir indicaciones y exigiendo el diagnóstico y consultando continuamente los efectos fisiológicos que desea el médico se produzca ó enviando al enfermo para que el médico observe la marcha del tratamiento. A veces el masagista coopera al estable- cimiento del diagnóstico, disminuyendo las hinchazones en los casos de fracturas, luxaciones, etc. La masagista necesita ser una persona de resp07isa- bilidad que no degrade la carrera haciéndose curan- dera ó variando á capricho del enfermo el tratamiento, ordenado, ú obrando por su propia cuenta al querer ordenar y dirigir por sí un tratamiento, cuyas indica- ciones no puede comprender. Una articulación hinchada puede depender de muchas causas y si fuera por tuber- culosis ú otra infección supurativa, podrá arrastrar la in- fección á la sangre y generalizar la enfermedad; otras — IV) veces sería un coágulo de sangre que formaría una em- bolia en lejanos órganos, etc. IV.—Necesita el masagista ser una persona moral é instruida en su profesión, y para cerciorarse de esto, antes de ser admitido como masagista, debe haber hecho un aprendizaje anterior como enfermero, etc., ha- biendo rendido pruebas de su capacidad é instrucción. Los conocimientos indispensables son: Io El saber prestar prÍ7neros auxilios e7i casos de accidentes: 2o Poseer los conocimientos y tener la práctica en el arie dele7ifer7nero 77ioder7to ; 3o Saber bien a7iato7nía ge7ie- ral y topográfica', 4o Nociones de fisiología; 5o Nocio- nes de a7iato77iíapatológica y de patología ge7ieral. Para poseer estos conocimientos necesita el apren- dizaje de uno ó dos años para principiar el estudio del masage, que á su vez requiere un par de años para poseerlo bien y adquirir la práctica. La a7iato77tía es ese7icial, pues debe saberse tejido por tejido, órgano por órgano y capa por capa todo lo que constituye el cuerpo humano. Hay que saber de cada hueso: forma, colocación, di- visión, etc.; articulaciones que forman y los diversos anexos de éstos; ligamentos, bolsas serosas, sinovia, etcétera. Luego cada músculo: su situación, dirección, relaciones y anexos; tendones, vainas, aponeurosis, etc. Los vasos y nervios en su distribución, ramificaciones, propiedades y divisiones, etc.; puntos de emergencia de los nervios y sus terminaciones, etc. Después cada órgano en particular y su relación con los demás órganos para poder aplicar con éxito el ma- -- 120 — sage. Debe saberse cada parte del cuerpo, como si fuera transparente la piel. Luego hay que saber, aun que sea un poco, sobre las alteraciones que producen las enfermedades en diversas partes del cuerpo (ana- tomía patológica ), como también unas nociones de los síntomas principales de las enfermedades más co- munes (patología) y las prácticas más modernas usa- das en cirugía (asepsia y antisepsia), de las precau- ciones para conservar la salud (higiene). Sin estos conocimientos, ¿cómo sabrían las precau- ciones que deben tomarse para desinfectar la piel ó las mucosas para aplicar el masage, ó cómo seguir la fibra de un determinado músculo enfermo al hacer el amasijo ó á través de ello al hacer la percusión? ¿Cómo sabrían donde siguen los vasos de tal ó cual parte del cuerpo, ó donde emerge superficialmente un nervio que hay que tratar y calmar? ¿Cómo tratar tal ó cual órgano, como ser el estómago, hígado intestinos, etc., si no saben su constitución y fun- ciones? Es necesario que todo masagista continúe estudian- do, repasando los detalles de cada región antes de aplicar cada 77tasage; apuntando y observando cada caso desde el prÍ7ner día. Por eso la enseñanza prác- tica no debe principiar hasta no poseer esos conoci- mientos preparatorios para que aprendan verdadera- mente el masage científico. También debe estudiar los nuevos progresos del tratamiento y las modificaciones que se introducen en la manera de aplicar este tratamiento; desde veinte — 121 — años á esta parte, se han suavizado mucho los proce- dimientos y así continuarán modificándose. V.— Al presentarse la masagista, debe ir provista de su balija de trabajo, que debe contener un dela7ital grande y cofia ; jabón, cepillos, tohallas y un irrigador de cauchuc y robinete para lavar y desinfectar los enfermos antes de hacer los masages locales y exigir á estos que se den diariamente abluciones generales ó bajíos. Las masagistas deben tener tener una caja de talco de Venecia que suaviza el cutis y una cijita 7né- trica para saber la altura y volumen de la persona cuando se busca con el masage un efecto general ó medir una parte limitada cuando la lesión es local; por ejemplo, una rodilla, un tumor, etc. Las jjiedidas generales que deben tomarse al prin- cipiar el tratamiento general y luego cada quincena, deben ser: altura; alrededor de la cintura, del pecho, de las caderas, del brazo á la mitad del húmero, del muslo á la mitad del fémur. Deben ser muy exactas estas medidas, porque un medio ó un cuarto de centímetro es un cambio notable. Sobre el pecho debe hacerse la medida en la espiración y luego en la inspiración, para comparar la capacidad real del tórax. También debe pesarse el enfermo al principiar del tratamiento y luego de quince en quince días. El masagista estará provisto de libreta y lápiz para diariamente consignar el masage hecho y las observa- ciones del caso para hacer una estadística mensual. VI.—El masagista antes de principiar cada sesión de masage, debe lavarse y desinfectarse bien las manos; _ 122 — ponerse un uniforme de algodón, cómodo, holgado y de un aseo riguroso. Arremangarse hasta el codo, como cuando se ayuda á operar; así, se puede trabajar y res- pirar con toda libertad, debiendo tomar una posición cómoda al lado del enfermo, situándose generalmente á la derecha; otras veces es delante, detrás ó al otro lado, se7itada ó parada. No debe colocarse, ni muy cerca, ni tampoco tan lejos como para hacer difíciles los movimientos ó manipulaciones. VIL - Nunca debe hacerse el masage con las puntas de los dedos y uñas, sino con la yema de los dedos ó palma de la mano; así no se estira ni se lastima la piel; las fricciones nunca deben producir escoriaciones ni las- timaduras de la piel. No debe apoyarse la mano desocu- pada sobre ninguna región del cuerpo para descansar, evitar especialmente el pecho y abdomen donde podrían lastimar ó causar desagrado. Únicamente se apoya la mano para fijar ó sostener una articulación, miembro ú órgano, mientras la otra mano aplica el masage. Las manos de la masagista deben estar perfecta- mente limpias y lavadas al hacer cualquier masage, especialmente cuando este es sobre las mucosas, de- biendo los instrumentos, substancias medicamentosas. útiles, etc., que se emplean, haber sido tratados por una rigurosa asepsia ó antisepsia. El masage debe hacerse sin aplicar nada sobre la piel: 77iasage seco; pero, si la persona es muy sensible o tiene la piel seca ó irritable, no hay inconveniente en hacerlo con polvos finos de talco de Venecia que han estado en el horno, ó con glicerina antiséptica que es — 123 — muy suave y más aseado que vaselina, aceite ó jabón, que también se usa. Para evitar irritaciones, se acon- seja, antes de hacer el masage en una parte del cuerpo cubierta de pelo ó vello, el afeitar esos sitios y luego lavarlos y desinfectarlo con todas las precaztciojies que se toma e7i cirugía. Las manipulaciones y movimientos deben hacerse en el orden ya indicado; siempre teniendo presente el efecto buscado para elegir cuáles conviene al caso á tratarse. Ninguna masagista puede hacer al día más de cÍ7ico ó seis jjiasages ge7ierales co7npletos y diez ó doce locales; es lo más que puede hacer diariamente una masagista de conciencia que sabe hacer y hace con toda perfección su trabajo. Cada instituto ú hospital debería tener una ó más masagistas en proporción á los enfermos á quienes hay que dar masage. VIIL—El masage debe ser hecho directa7ne7ite sobre la piel desnuda y desinfectada prolijamente por el método aséptico ó antiséptico, exigiendo al enfermo que tome un baño diario ó abluciones de cada parte del cuerpo y especialmente á la parte á que se aplicará el ma- sage; á veces, puede permitirse un tejido de punto sobre ciertas regiones, por delicadeza personal. El masagista que trabaja sobre la ropa, hace su tarea á oscuras y sus dedos pierden el principal rasgo distintivo para la aplicación del masage científico; es decir, el tacto que es extremadamente necesario á un masagista empe- ñoso para guiarse en su tarea. Algunos autores sos- tienen que operando sobre la ropa, se proteje la piel - 124 - pero, nada hay más agradable que una mano blanda y suave que todo masagista debe conservar y cuidar, cortando á menudo las uñas, raspándolas y cepillándo- las. Los movimientos activos y pasivos pueden ha- cerse sobre la ropa, con tal que no esté ajustada al cuerpo. Debe colocarse al e7ifer7no en una posición cÓ7noda y poner en relajación los músculos de la región que se aplica el masage. IX.—Las personas, aun las más débiles, pueden ser tratadas por el masage ó método manual; es un tra- tamiento de fácil adaptación á las diversas circunstan- cias, desde que puede y debe ser perfectameTtte calcu- lado y 77tedido en conformidad con las fuerzas del pa- ciente. Mucho cuidado al prÍ7icipio, siempre hacerlo sua- ve77ie7ite, nunca hacer moretones ( contusiones y su- gilaciones), como hacen los novicios y masagistas ignorantes; nunca causar grandes dolores con las mani- pulaciones, ni hacerlas violentas ni bruscas ; nunca tra- tar de estirar fuertemente un miembro encogido, pues podría romperse venas, arterias, músculos, etc., y más cuidado aún, si han estado inflamados. Tanto mayor cuidado y suavidad cuanto más delicado sea el órgaTio ( hígado, útero, oído, ojos ). Pero, no por eso deben ser exagerados los cuidados, y so pretexto de ser suaves, perder lastimosamente el tiempo. Amasen profundamente los músculos del ab- domen, estiren gradualmente los nervios en las flexio- nes forzadas, etc., según lo requiere el caso. La firmeza - 125 - y energía de la manipulación es condición escencial del tratamiento por el masage. Las 77iasagistas que han aprendido sin dirección "fregonas ", á menudo, lastiman al enfermo sin necesidad ó pellizcan porque no saben su oficio. Como regla general se debe empezar con una presión moderada, averiguándole al paciente la impre- sión que le hace el movimiento ó manipulación para ir gradualmente aumentando la presiÓ7i que debe ser pro- finida y sostenida. X.—El masage puede aplicarse igualmente á cual- quiera de los sexos, siendo preferible que el operador sea del mismo sexo que el paciente; siendo esto indis- pensable en ciertos casos. Los ejercicios activos deben graduarse muy especial- mente en la mujer, los ejercicios de las piernas y en el hombre, los del abdomen. Puede aplicarse el masage, excepto en las personas nerviosas y excitables, durante la época menstrual, con tal que no sea fuerte sobre el abdomen, caderas y muslos. XI.—Excepto después de las primeras sesiones de ma- sage, el enfermo no debe sentir ni dolor, ni fatiga des- agradable,^ agotamiento (surmenage). Si esto sucediera alguna vez, debe suspenderse el tratamiento por algunos días y cuando se principia nuevamente, hay que tener cuidado en regular las manipulaciones y el tiempo em- pleado. Debe consultarse al médico siempre que se observen fenómenos que no son habituales, como ser la congestión de la cara, etc., que podía á veces traer serias complicaciones y generalmente son producidos —■ 126 por movimientos ó manipulaciones que no son los indi- cados para el caso ó han sido mal hechos. XII. —El enfermo está generalmente sometido á un ré- gimen alÍ7nenticio indicado por el médico á quien debe consultarse á menudo sobre la marcha del tratamiento. Debiendo el enfermo en todos los casos, ser aconse- jado, no comer ni beber con exceso en cada comida, aunque esté sometido á una sobre-alimentación, como sucede en el tratamiento por el descanso en que deben tomar una alimentación sana y digerible de tres en tres horas; en otros casos una alimentación especial para reumáticos, albuminúricos, diabéticos, etc. Nunca debe aplicarse el masage hasta, á lo menos, dos horas después de la comida; así, las horas de la mañana y la tarde son las más á propósito para la aplicación del tratamiento. XIII.—La teTnperaiura de la pieza en que se efectúa el masage, debe ser de 30 á 32 centígrados, para poder desnudar al enfermo sin que sienta frío. Apenas se ha concluido de hacer el masage á una parte del cuerpo, debe limpiarse con un paño aséptico y cubrirse la región para que mantenga el calor, evi- tando tener al paciente entre corrientes de aire. Des- pués de concluida cada sesión de masage general, es conveniente que el enfermo descanse media hora en una posiciÓ7t cómoda. XIV.—Es difícil fijar exactameTtte el tie7npo que debe durar cada sesiÓ7i de masage; pues varía según se trata de una afección aguda ó C7'ónica, según sea un masage local ó general y si esta es preparatoria ó completa - 127 - Para las afecciones crónicas basta generalmente U7ia sesiÓ7i diaria; pero las agudas (entorsis y fracturas re- cientes) necesitan la aplicación de masage dos ó tres veces al día, en sesiones cortas de cinco á diez minutos, en el local afectado. Las eró Jileas locales deben princi- piarse por sesiones cortas de diez jjiinutos, para paula- tinamente llegar á aplicar niedia hora ó más, que basta para una región ú órgano especial. Un jjiasage preparatorio ge7ieral (histeria, insomnio, anemia, etc.), basta veÍ7ite mijiutos ó 77iedia hora por sesión; mientras un masage general compteto requiere de niedia hora á hora y niedia^ porque después del pre- paratorio general, hay que dar masage á los miembros inferiores, luego á los superiores, parte anterior del tronco y luego la parte posterior, terminado por la cabeza. El beneficio del masage no está en el tiempo que se emplea, sino en los cotíocimientos y habilidad de la masagista; por eso una masagista, por más experimen- tada que sea, debe estudiar cada vez la ajiatomía de la regiÓJi ú órgano á que va aplicar el masage; así se irá haciendo cada vez más científica y perfecta. El doctor Metzger sólo aplica 5 á 15 minutos de masage, pero por sus conocimientos en fisiología y anatomía hace más en ese tiempo que otros en media hora, pues nada de su trabajo es inútil. Debe tenerse cuidado de dividir razonablemente el tiempo entre las diversas 77ianipulaciones, según el ob- jeto propuesto recordando el efecto fisiológico de cada manipulación. — 128 — Supongamos que con fines higiénicos vamos á ha- cer un 7nasage general completo y estamos efectuando el de una de las piernas, á la cual destinamos doce minutos; así, sólo tendríamos dos minutos para las principales manipulaciones y movimientos roce, friccio- nes, amasijo, percusión, 7novÍ7nienios pasivos y final- mente roce otra vez; este orden de manipulaciones y orden en que sucesivamente debe hacerse el masage en cada una délas siete divisiones que hemos hecho del cuerpo humano en: dos miembros inferiores y dos supe- riores; abdomen, dorso y cabeza; requiere casi hora y media para efectuar el masage completo (12 X 7 = 84 minutos), sin contar el roce preparatorio. Ahora, si se trata de calmar los nervios, ó apresurar la absorción circulatoria (venosa y linfática), se dará preferencia en el primer caso al roce suave por doble tiempo y en el segundo caso al roce profundo; si fuera para estimular la piel, ponerla roja y congestionarla: á las fricciones; si fueran los músculos que se deseara estimular: es al amasijo y percusión que se da la pre- ferencia, si fueran las articulaciones: á los movimien- tos pasivos. Según el caso, á uno ó más de estos movimientos hay que darla preferencia, pues no hay dos personas que puedan tratarse exactamente igual, ni dos lesiones loca- les que puedan tratarse de la misma manera. A un brazo atrofiado (músculos) se dedicará media hora ( 30 mi- nutos); así, tendríamos 2\ minutos para roce, 5 minutos para fricciones, 10 para amasijo, 5 para percusión, 5 para movimientos pasivos y 2 y, para el roce final. — 129 — Así, debe tenerse mucho criterio al dividir el tiempo para que el masage sea de todo provecho. Aplicación del masage en determinadas afecciones y enfermedades Para facilitar la tarea de la masagista, daremos indicaciones especiales para tratar las afecciones y en- fermedades más comunes; así evitará que sobrevengan complicaciones por la mala elección de las manipula- ciones ó de los movimientos; por eso van acompaña- dos de la explicación de los efectos de cada manipula- ción y movimiento; así, pueden ser aplicados á casos en que se buscan efectos semejantes. Trataremos en primer término las afecciones que necesitan una reacción general, para luego tratar las lesiones locales, y funciones determinadas. Todas estas lesiones pueden tratarse de otras mane- ras, pero aquí simplemente consignaremos lo recomen- dado por médicos masagistas notables. Usaremos para abreviar, las siguientes letras: S = sentado; A = acos- tado; M A = medio acostado; S D= sentado derecho; P = parado ; H= hincado. Debilidad general Apliqúese masage general sobre los miembros y el tronco. Sígase con las flexiones pasivas y extensioTies de las extremidades. Finalmente, apliqúese percusión 9 130 - (hachando ), sobre el dorso, si las fuerzas del enfermo lo permiten. La primera sesión debe durar de 30 á 40 minutos, aumentando gradualmente hasta llegar á una hora. Anemia En esta afección, algunos autores recomiendan ma- sage general preparatorio de todo el cuerpo, y otros recomiendan una serie completa de movimientos. Una serie de Tnovij7iientos elegidos, quizá sea un agente más eficaz para renovar la sangre. Este tratamiento debe consistir en 7novimientos pasivos que ayuden la diges- Uóji, circulacióji y respiración. La siguiente serie, recomendada por el Profesor Har- telius, ha sido empleada con resultado : Elevación del pecho estando S.—Rotación de los pies, M A.—Masage del abdomen.—Rotación de los brazos, S. — Rotación del cuerpo, S D.—Flexión y extensión de las piernas, M A.—Masage del abdomen —Hachar de la espalda, P. El primer movimiento es para respiración, ensan- chando el pecho. El aire se inspira con más frecuencia y una gran cantidad de oxígeno es puesto en contacto con la sangre: estos movimientos se efectúan de 8 á 12 veces. El segundo lleva la sangre á los pies, los cua- les están generalmente fríos; el tercero ayuda la di- gestión y aumentad apetito; el cuarto, igual al primero; el quinto obra sobre el gran sistema venoso (porta); el sexto aumenta la circulación en las extremidades in- feriores; el séptimo es acompañado de un movimiento - 131 — de abducción de las piernas, y el octavo tiene una acción estimulante sobre todo el cuerpo. Los movimientos son arreglados científicamente para alejar las sensaciones de cansancio, la falta de apetito, la frialdad de las manos y pies; el dolor de espaldas y caderas y todos los síntomas que encontramos en los enfermos de anemia. Es necesario en todos los casos, notar cómo el enfermo soporta cada movimiento. Si alguno es demasiado fuerte, deben ser omitidos en la sesión siguiente. Si hay afecciones abdo77iinales, un cuidado especial debe tomarse en la elección de los movimientos del abdomen. Estos mismos ejercicios pueden aplicarse para todos los estados caquécticos producidos por el paludismo, sífilis, escorbuto, saturnis7no, alcoholismo, 77iorfÍ7iismo ó cualquiera otra intoxicación ó debilitamiento. Histeria, neurastenia Para la histeria se emplean manipulaciones que obren sobre el sistema nervioso periférico. El 7nas a ge general, seguido de algunos 7novi7nie7itos rotatorios de las extre- 77iidades, puede recomendarse. Cuando se trata de Jierviosas que están muy consu- midas (neurasténicas) se someten al tratamiento de Weir Mitchel, que consiste reposo en cama, aislamiento, ma- sage general durante 10 ó 15 minutos dos veces al día y tratamiento local para la digestión, electricidad farádica y sobre-alimentación (algún alimento digerible cada dos ó tres horas). — 132 — COREA Si la enfermedad está tan avanzada que el niño no tiene poder alguno sobre las extremidades (movimien- tos desordenados ó parálisis), colóquesele sobre un sofá ó cama; un operador parado á la cabecera, sosteniendo los brazos, otro parado á los pies agarrando las extre- midades inferiores. Empiécese por el rozamiento suave con la palma de la mano, sobre las extremidades y el pecho, gra- dualmente aumentando la fuerza, entonces dése vuelta al enfermo, boca abajo y continúese el roce sobre la es- palda y pescuezo. El tratamiento completo debía durar inia hora y debía repetirse diariamente por cuatro ó cinco días. Tan pronto como la mejoría se pronuncie, empiécese con ciertos movimie7ilos pasivos, tales como fiexio7ies y extensiones de las extremidades; separando (abduc- ción) y acercando (adducción) las rodillas; flexión de la cabeza: elevación y depresión de los brazos. El enfermo pronto estará en condiciones de hacer movimientos pasivos ó activos con resistencia y es fi- nalmente ejercitado en movimientos activos generales ó calisténicos, y el operador contando hace guardar el tiempo exacto en cada uno de los movimientos. El desorden no puede ser vencido en menos de cuatro á ocho se77iajias, siendo los movimientos aplicados dia- riamente. A menudo hay una recaída en la segunda se_ mana; pero, con un tratamiento continuado, dedicando atención especial á los movimientos activos con resis- — 133 — tencia, dará buenos resultados en la mayoría de los casos. De igual manera se procede en casos de parálisis, tendencias á enfermedades del cerebro; las atrofias nticsculares que sobrevienen por afecciones agudas é infecciosas, parálisis infantiles, ataxia loco7notriz, contracción y espas7nos progresivos ó profesio7iales ; la polÍ7ieuritis ó neuritis múltiples ó periféricas, atrofias musculares por inacción ó de origen histérico, reuma- tismo, etc. En todos los casos, aunque no se recupera los movimientos, á lo menos se 7nodifica favorable- nic7ite la 7iutriciÓ7i. Insomnia Hay ciertos movimientos que afectan el sistema cen- tral ó el sistema del nervio gran simpático y estos mo- vimientos son llamados por algunos autores "Movimien- tos del sueño". Como regla general para esta enfermedad, los movi- mientos activos generales son suficientes. El tratamiento debe ser siempre aplicado á la hora de dormir, á pesar de que los resultados no serán notables hasta la cuarta ó quinta sesión. Las siguientes manipulaciones y movi- mientos han probado ser benéficos. Masage general. — Elevación y depresión de los bra- zos S. — Flexión y extensión de las piernas M A. — Rotación del cuerpo S.—Abducción (separando) y adducción (acercando) de los brazos. — Enderezar el cuerpo A. — Flexión de las rodillas S. — Masage de la cabeza. - 134 - Congestión cerebral ó plétora « Las personas que tengan tendencias á tener conges- tiones ó hemorragias cerebrales deben cuidarse mucho. En esta afección se emplean movimientos que atrai- gan la sangre de la cabeza y produzcan en cambio actividad muscular. Levantar el pecho estando S. — Rotación de las pier- nas estando M A. — Rotación del tronco estando S. — Rotación de los pies estando M A. — Rotación de la cabeza estando P.— Movimiento de torsión del tronco estando H. — Golpear el sacro. — Rotación de los brazos estando S.—Percusión de la cabeza estando S.— Sacudidas y roce final. Hemiplejía, parálisis por hemorragia cerebral, apoplegía La experiencia nos muestra que en los casos de pará- lisis de muchos años, se obtiene mejoría y aun se curan completamente los enfermos por la masoterapia. Las ventajas del masage consiste en obrar sobre todo el sistema nervioso, tan pronto como la menor actividad se manifieste en el lado paralizado. El masage se emplea al principio para excitar los nervios y au7nentar la nutrición. Será siempre de algún beneficio, si el organismo puede reaccionar. Cuando el nervio no reacciona, ni trasmite la impre- sión, los músculos sólo se estimulan cuando se hace sobre ellos directamente el masage. — 135 — Si hay alguna actividad en el lado afectado, se emplea en combinación con el masage general, los siguientes movimientos ( para el lado derecho ó al revés, si es el lado izquierdo). Elevación del pecho S. — Rotación de las piernas M A. — Rotación del hombro derecho S. — Flexión y extensión de la pierna derecha. —Depresión y elevación del brazo derecho.—Presión y sacudidas de la pierna derecha.—Presión y sacudidas del brazo derecho.— Per- cusión de la espalda y sacro P. La parálisis causada por accidente, gota ó reu- 77iatis7no, á menudo se trata por el masage y los re- sultados dependen de las condiciones de los 7iervios afectados. Cuando es causado por algún veneno, se recomienda principalmente el masage, como remedio estimulante cuando el enfermo está ya convaleciente. Afecciones de la médula (tabes, esclerosis) Apliqúese masage á la espina dorsal y luego masage del abdomen con presión sobre la vejiga ; presión y sacudidas de las extremidades. Algunos autores recomiendan la extensión de las piernas, traccionando las piernas y golpeando el sacro. Los movimientos deben ser estimulantes y vigoriza7ites, debiendo tomarse mucho cuidado en no abusar del ejer- cicio, fatigando al enfermo. Con el masage á lo menos se consigue mejorar la nutrición. En el tratamiento de las afecciones nerviosas (cerebrales, medulares y peri- — 136 — féricas), el masage hecho por mis discípulas está dando resultados notables en nuestros hospitales. A veces estos ejercicios son acompañados con la suspensión del enfermo en el aparato de Sayre, cuyo manejo debe aprender todo masagista. Se usa el ma- sage principalmente en la ataxia locomotriz progresiva y otras enferTnedades del siste7na 7iervioso ; también en las desviaciones de la columna vertebral (scoliosis). Neuralgias En las enfermedades de los Tiervios periféricos, se consigue mejor resultado por el masage que en las enfermedades que provienen de los centros nerviosos (cerebro y médula). La mayor parte de las neuralgias ceden pronto al tratamiento por el masage que en los casos de sciática ha sido empleado con excelentes resultados. Para la sciática se emplea, (si es la pierna derecha la afectada), los siguientes movimientos: Roce de la pierna derecha (por la parte poste- rior).—Percusión y vibración sobre el nervio sciático.— Flexión y extensión forzada de la pierna derecha.— Elevación (levantando) la pierna hasta llegar á ser forzada.—Golpear (hachar) el sacro y pierna derecha. Berne aconseja en la sciática: Elevación de la pierna y muslo á diversas alturas, S.—Elevación activa y pa- siva para poner en movimiento el triceps.—Rotación de la cadera activa y pasiva, S.—Estiramiento del ner- vio por el "procedimiento de la rodilla", A.—Amasar — 137 músculos glúteos y los del muslo, A. —Abducción y adducción pasiva ó activa con resistencia, A.—Entrecru- zamiento pasivo hacia delante délas piernas, una sobre la la rodilla de la otra, S. — Llevar para atrás la pierna, haciendo que el muslo esté en abducción y adducción forzada, S. — Hachar sacro y glúteos, A. — Intentar ca- minar. — Circundación activa y pasiva de miembros inferiores.— A caballo sobre un banco. — Movimiento activo de cruzar piernas. — Ponerse en "cuclillas" acer- cando los talones y separando las rodillas.— Ejerci- cios calisténicos hasta que desaparezca el dolor. Algunas de las manipulaciones deben ser repetidas dos ó tres veces en series. Levantando la pierna, se coloca, si es necesario, cerca del hombro y doblando hacia arriba y hacia abajo, se extiende el nervio sciá- tico, tanto cuanto sea posible con estos movimientos forzados. Las 7ieuralgias reuTnáticas ó de otro orige7i en otros nervios, como en el trigÓ7nino (de la cara) que á menudo tienen las mujeres anémicas, se alivia pronto por el masage, es decir, en pocas semanas. Hay que estudiar bien la distribución de las diversas ra7nas del nervio y sus pantos sensibles Empléese mucho la puntuación sobre los nervios superficiales ; amasar y rozar firmemente con los pul- gares. Si el nervio es muy sensible, se empieza por un roce suave con los pulgares. En algunos casos se aconseja emplear masage de la cabeza en la forma ya descrita para el masage local de la cabeza. — 138 Kellgren recomienda muy especialmente las vibracio- nes para toda clase de neuralgia, pues cuando son bien hechas, producen: energía nerviosa, disminución del dolor, contracción de los capilares, estimula la contrac- tibilidad muscular, aumento de la secreción en las glán- dulas, disminución de la traspiración, disminución de la fiebre. Hay que estudiar bien el trayecto stLperficial de los nervios y sxxpmito de salida y la aplicación de las vibra- ciones combinada con otros movimientos, debe apli- carse á todas las enfermedades nerviosas que van acom- pañadas de dolor ó falta de energía muscular. La cefalalgia (dolor de cabeza), cuyas causas pue- den ser múltiples, se alivia en general con el masage de la cabeza y cuello acompañado de movimientos pa- sivos, con ó sin resistencia de los miembros inferiores. La jaqueca (migraine, hemi-cránea), es una forma espe- cial de dolor de cabeza que ataca generalmente un lado y es acompañado de trastornos varios, ya sea de la digestión y los sentidos, etc. Se aconseja proce- der, así: Inclinación pasiva de la cabeza con resistencia apo- yando la mano sobre el sitio dolorido, S.— Roce con los dedos sobre las órbitas, luego hacia la región tem- poral, sobre y detrás de las orejas. —Cuando siente una sensación de fresco se procede á la presión y vi- bración sobre la sien dolorida. — Fricciones con los dedos de adelante hacia atrás (siguiendo la dirección de los senos longitudinales y transversales de la dura madre). —Roce longitudinales con las extremidades di- - 139 — gitales sobre las venas yugulares de arriba abajo.—Per- cusión (puntuación y palmoteo) circular alrededor del vértice de la cabeza y roce con toda la mano. — Vibra- ción concéntrica de toda la cabeza tomándola entre las dos manos, una apoyada en la frente y otra en la nuca. — Terminar por el masage del cuello por el mé- todo Gert. Atrofia muscular Empléase el masage en las proximidades de los músculos afectados, sobre ellos con los movimientos apropiados para aumentar la circulación al través de las partes afectadas; así mejora la nutrición, aunque no se recupere los movimientos. Debe admitirse que poco puede hacerse sin la ayuda de la electricidad en esta afección. Obesidad Esta afección tan general en las señoras de nuestro país, á causa de su inactividad 7nuscular, que trae tras- tornos en las funciones de la digestión, circulación y respiración, produciendo acumulación de tejidos inútiles « y aún degenerando los músculos, etc. Así, el debilita- miento y el trastorno sucesivo de todas las funciones es la consecuencia de esta afección que debe combatirse por un régi7nen apropiado y el masage. Al principio solo manipulaciones y movimientos pa- sivos, porque son enfermos que hay que tratar como si tuvieran debilidad general y á veces aTiemia. — 140 — Más tarde hay que estimular los músculos con el amasijo y percusión; luego con movimientos pasivos con resistencia. Mucha cautela al ordenar los ejercicios activos y solo cuando ya han perdido mucho volumen. Necesita 60 ó 100 sesiones para mejorar. Diabetis Algunos autores citan casos de diabetis, que han sido tratados con buen resultado por el masage. Schreiber, dice: los mejores efectos se obtendrán cuando el mayor número de músculos son puestos en juego. Es necesa- rio elegir los movimientos para que pongan en acción los grupos musculares. En las ciudades, donde la diabetis es general, se le aconseja un fuerte ejercicio corporal. La cantidad de azúcar segregado, indica una oxigenación incompleta de los materiales producidos por el hígado. Los ejer- cicios corporales fuertes aumentan la oxigenación en todos los tejidos del cuerpo y eliminan los depósitos anormales de azúcar. El ejercicio apropiado para esta afección, no está aún bien determinado. Cuando el enfermo tiene una consti- tución bastante fuerte para soportar el tratamiento, empléese los siguientes movimientos: Percusión de la espalda, P.—Rotación de los pies, A. —Abducción y adducción de los brazos.—Inclinar el cuerpo hacia atrás, S. — Flexión y extensión de las piernas.—Enderezar el tronco—Flexión y extensión de — 141 — los brazos.— Abducción y adducción de las rodillas.— Percusión de la espalda, P. Gota En el intervalo entre los ataques, se prescribe á me- nudo el masage que es el tratamiento para la activi- dad general de los mitsculos. Empléese los siguientes ejercicios: Flexionar las ro- dillas, P.— Inclinación hacia atrás con la espalda so'ste- nida, P. -— Flexión y extensión de las piernas, A. — Torsión del cuerpo, S.—Rotación de los brazos, S.— Flexión y rotación de los pies.—Elevación del cuerpo, S.—Golpear el sacro.—Masage del estómago.—Per- cusión de la espalda, P. El masage general es siempre benéfico, y fricciones fuertes sobre la planta del pie, es de gran efecto en casos de podagra. Reumatismo El masage es el gran re77iedio para esta tenaz afección tan común en nuestro país; mis discípulas consiguen sorprendentes resultados entre mis clientes, el público y los hospitales. El movimiento activo, lo mismo que hachando y gol- peando sobre las partes afectadas son de gran efecto en los casos de reiwiatismo. En los ataques fuertes debe aplicarse dos veces por día, masages locales com- pletos, teniendo especial empeño en distinguir los — 142 — músculos ó articulaciones más atacadas. A veces hay que principiar por roce suave y luego el fuerte á causa del dolor. El enfermo debe ejercitar sus piernas con libertad en vez de mantenerlas inactivas. Generalmente 10 á 30 sesiones de masage son suficientes para efectuar una cura. Empiécese con masage general sobre y alrededor de la parte afectada, continúese con 77iasage local sobre los 7núsculos enfermos ó articulacioTies, y termínese el tra- tamiento con algunos movimientos que tengan su efecto sobre la circulación y respiración. Lumbago Empléese masage sobre el dorso; como ha sido ya descrito con especialidad. Apliqúese el tratamiento dos ó tres veces por día hasta sentirse mejor. Algunos casos han sido curados con sólo una aplica- ción; pero generalmente, se necesitan de dos á cuatro días para una curación completa. Debe verse cual es el músculo más afectado para aplicar con preferencia el amasijo. Tortícolis Esta enfermedad es algo semejante al lumbago y ha sido tratada con un resultado semejante. Se comienza con masage del músculo afectado que es generalmente el externo cleido-mastoideo; pero, otras veces es algún - 143 — músculo profundo que hay que ir á buscar y tratar espe- cialmente por presiones y sacudidas. Al principio se comienza por movimientos pasivos y luego con movimientos activos para terminar el trata- miento. A pesar de que al principio el masage es dolo- roso, el enfermo encontrará alivio en pocos días. Escoliosis (Curvatura latí-ral de la columna vertebral) Los movimientos para esta afección son numerosos y basados sobre diferentes principios. Si la curvatura es sólo de naturaleza 77iuscular y los músculos del lado convexo están débiles ó patológicamente alterados, es natural que el objeto principal del tratamiento sea me- jorar el músculo afectado. El operador debe emplear los movimientos activos que fortalezcan los músculos de la espalda. Las manipulaciones pasivas no son de gran utilidad, si no son con resistencia, á pesar de que algunas veces se recomiendan solas. Para la curvatura siuiple, antes de que exista defor- mación en la columna vertebral, empléese los siguien- tes movimientos: Liclinacióji lateral del tro7ico, P.— El enfermo se para con las manos tomadas por detrás de la cabeza. El operador coloca una mano en la parte más alta de la curvatura y la otra en la cadera opuesta, el enfermo se inclina suavemente unas diez veces. FlexiÓ7i del tro jico del lado, A. — El enfermo acos- tado con las piernas en un diván ó mesa, en postura de 144 lado con el lado convexo hacia arriba. El movimiento debe ser ejecutado despacio y si el enfermo es bastante fuerte debe mantener las manos tomadas detrás de la cabeza. Elevación de los brazos, P.— El enfermo está pa- rado con las caderas sostenidas, el enfermo levanta los brazos mientras el operador resiste, agarrándole por las manos. Si un omóplato está más bajo que el otro, haga trabajar con el hombro correspondiente. Estos tres movimientos son de la mayor importancia, y deben ser repetidos por lo menos tres veces e7i cada sesión. Por posiciones derivativas especiales podemos evitar la deformación del omóplato y del hombro. Los resulta- dos más asombrosos han sido obtenidos en curvaturas leves por estos movimientos solos. Cuando la curvatura es doble, debemos hacer movi- mientos para extender la espalda entera, y entonces se emplea: Suspensión é inclinación del cuello. — Se suspende el enfermo á unas pocas pulgadas del suelo y el masa- gista parado á su lado, coloca una mano sobre la frente y la otra por la parte posterior de la cabeza. El enfermo mueve la cabeza hacia adelante y hacia atrás 8 ó 12 veces, el operador resistiendo de acuerdo con las fuer- zas del enfermo. Estos movimientos realizan un movi- miento pasivo y producen extensión activa de la es- palda. Enderezar la espalda; abducciÓTi y adducción de las pier7ias, estando el enfermo suspendido, S. — Lueo-o, si — 145 - - el enfermo está débil, téngase cuidado de tener alguna persona al principio para sostener sus lados. Levantar el cuerpo, P. — El enfermo parado con los músculos de las caderas sostenidas y las manos agarra- das por detrás de la cabeza, se inclina hacia adelante tanto cuánto sea posible. El operador, parado por de- trás sostiene los pies, colocando una mano á cada lado de la espina dorsal para tenerlo firme y el enfermo le- vanta su cuerpo mientras el operador resiste. Este movimiento es muy importante, porque como en una doble curvatura, no es sólo la curva lateral, sino también una torcedura de las vértebras. Por la fuerte extensión de la curvatura, la vértebra torcida reasume una posición más normal. Todos estos movimientos de- ben ser repetidos varias veces en cada serie, y deben ser precedidos de movimiento de elevación de los brazos. El enfermo necesita de un descanso acostado entre cada movimiento. Los movimientos activos son preferibles á los mecáni- cos ó sea por medio de maquinarias, siendo fácilmente instruido el enfermo en la manera de practicarlos, ayu- dado por alguno de su hogar. Afecciones de las articulaciones Las inflamaciones agudas de las articulaciones pue- den ser acompañadas de debilidad general, hinchazón, dureza local, etc. Aún partes próximas á ellas pueden hallarse afec- tadas por la misma causa y ser difícil establecer el 10 — 146 — diag7ióstico, y entonces debe procederse á hacer un masage local para disminuir la hinchazón y averiguar que lesión tiene el enfermo. Luego se ha probado que C07i el 7nasage, cualquiera afecciÓ7i aguda, dura mucho 7ne7ios tie7npo. Entorsis y luxaciones En las e7itorsis y las luxacio7ies recientes es nece- sario empezar con un masage suave preparatorio, en la forma de roce suave para calmar el dolor agudo. La intensidad de la manipulación no debe ser aumen- tada hasta que la hinchazón haya casi desaparecido, debiendo el operador tener cuidado de trabajar sobre todas las partes próximas á la articulación; aplicándose generalmente al principio, el roce. Después se empieza por amasar los músculos y tendones, terminando siem- pre con el roce. El tratamiento es apresurado por la aplicación de fomentos de agua, empleándose para esto una venda de algodón ó hilo empapada en agua caliente y un im- permeable encima. En el acortamiento del tendón de Aquiles, la rotación del pie, girándolo de un lado al otro y la flexión y ex- tensión, deben emplearse recién, después de la quinta sesión de masage. La debilidad de las articulaciones después de una entorsis ó luxación se alivia por el masage, teniendo cui- dado el operador de aplicar bien una venda de franela después de cada sesión para sostener la articulación. — 147 — SlNOVITIS El masage se prescribe en los casos de sinovitis, sie77ipre que 710 haya inflamación purulenta, infecciosa ó tuberculosa. El 7nasage preparatorio en la forma de roce centrí- peto debe emplearse con gran cuidado y cuando el do- lor haya disminuido, pueden ser aplicados algunos mo- vimientos; como ser la flexión y extensión; pero, si la articulación está muy dolorida, como lo es en general, sólo trabájese á sus alrededores amasando y rozando los tejidos. En infla7naciones crÓ7iicas de las articulaciones es necesario poner atenciÓ7i especial á la atrofia muscular sobre y abajo de la articulación y cuando hay tendencia á haber anquilosis, apliqúese siempre fomentos de agua caliente durante algunas horas, antes de cada sesión. El enfermo no debe guardar ca7na, sino que debe usar con libertad de sus 77iie7ubros. El masage no sólo alivia la rigidez de la articula- ciÓ7i, sino que evita una anquilosis total y para conse- guir ésto el tratamiento debe continuar no sólo por semanas, sino á veces por meses. En los casos en que hay anquilosis efectivas provo- cadas, como sucede cuando se resecan los huesos, sólo se busca mejorar la nutrición de los músculos adya- centes y de las otras articulaciones que deben tratar de reemplazar la anquilosada. — 148 — Fractura reciente Hoy día se trata inmediatamente la fractura para bajar la hinchazón y apresurar la cojisolidación de la fractura, habiéndose probado que la formación del callo se efectúa en la mitad del tiempo, si el caso es tratado por el masage. Así, puesto en una gotera ó entablillada provisoria- mente, se tiene cuidado de no mover ó separar los extremos fracturados, y se procede á hacer dos ó tres veces al día un roce suave, seguido de uno más fuerte, durante 5, 10 ó 15 minutos. A veces, puede hacerse suaves fricciones para luego terminar por otro roce. Debe cuidarse de no mover el miembro fracturado de su sitio. Fractura consolidada Cuando las tablillas y vendajes se cambian de una parte fracturada, generalmente quedan algo rígidas las articulaciones que no han entrado en ejercicio. Apliqúese un masage preparatorio los dos ó tres primeros días; luego amásese toda la extremidad, teniendo cuidado de no ejercer demasiada presión sobre la rotura. Después de algunas sesiones, hágase los movimientos pasivos: de rotación, flexión y exten- sión, que son los primeros que deben emplearse. Algunas veces, basta para el éxito trabajar sobre un punto especial ó un músculo dado; por ejemplo, el recto femoral, el cual está generalmente contraído en la — 149 — fractura de la rótula. Los movimientos activos son á veces indicados después de los pasivos. Deformación de los pies En casos de pies torcidos; empléase masage del pie, y sigue por el lado externo de la pierna hasta la rodi- lla; luego, flexiones y extensiones del pie y pierna. En los casos dedos encorvados, se emplea un tratamiento semejante al de los pies torcidos. En los casos de pies chatos, á veces no se consigue éxito por el masage, á causa de la afección que es muy profunda, está en los huesos que hay que operar. En otras deformaciones de los pies, el objeto del tratamiento es trabajar la parte afectada para que vuelva á su lugar los tejidos dislocados por medio de tracciones, rotación, flexión y extensión, etc. El masage local se emplea también para vigorizar los 7núsculos y aflojar los te7ido7ies contraídos. Afecciones de los órganos digestivos Aplicando el masage para estas afecciones debemos hacer notar el hecho, que la mayor parte de ellas na- cen de desórdenes circularios y de atonía de los múscu- los estando los vasos alterados. Existen diferentes maneras para aplicar el masage del estÓ7nago ; uno ha sido ya descrito. Otra manera es: colocar los dedos como á dos pul- gadas debajo de las costillas y co7nprimiendo mover — 150 — la mano hacia arriba, haciendo sacudidas. En postura semi-acostado, con las rodillas en flexión con objeto de aflojar los músculos del abdomen, es fácil alcanzar el estómago para aplicar presiones, sacudidas y ama- sijo dirigidos de abajo arriba y de izquierda á derecha, en dirección del cardias al piloro. El masage del estómago se indica para todas las afecciones causado por desórdenes circulatorios, ó en atonía de las diferentes partes del organismo. Dispepsia Masage del estómago (15 minutos).— Percusión de la espalda. — Tirando las piernas, S.—Inclinar y girar el tronco, S.— Flexión y extensión de las piernas.— Rotación de los brazos, S.—Los movimientos se repiten si es necesario. Constipación El masage y los movimientos activos se emplean para la constipación. El tratamiento debe ser siempre local al principio y después general. Masage local (10 á 20 minutos) del abdomen y colon. — Flexión de las rodillas estando las manos sobre las caderas y P. — Levantar el cuerpo, A. — Rotación y torsión del cuerpo, S.— Golpear el sacro, P.—Repítase el ejercicio primero—Repítase el ejercicio cuarto—Fle- xión y extensión de las piernas.—Repítase el ejercicio tercero—Percusión de la espalda, P. — 151 — Schreiber dice: u La constipación crónica da un resul- tado favorable con el tratamiento manual, porque es posible hacer una presión directa sobre el ciego y la flexura del colon y excitar los movimientos y reflejos peristálticos; á más, los nervios vaso - motores y las fibras de los músculos de los intestinos son directa- mente estimulados por las compresiones del masage profundo del abdomen. El tratamiento es de efecto directo y no es raro que una evacuación de los intestinos se produzca inmediata- mente después de estas manipulaciones. Los bolos fecales que se forman en las diversas flexuras, pueden ser curados por masages y enemas en dos ó tres semanas; pues, á más de obrar por acción refleja, deshace las materias fecales acumuladas y facilita su expulsión. He conseguido en varios clientes un resultado sorprendente en dos ó tres semanas con masages hechos por mis discípulos. Hemorroides Intimamente relacionado con la enfermedad anterior es la dilatacióji de las venas con estancamiento de la sangre en el abdomen, principalmente alrededor del ano y en el intestino recto; se llama vulgarmente al- morranas ó sea he77iorroides. Por medio de manipulaciones sobre el abdomen ayu- damos el intestino en su acción; por la rotación y ele- vación del cuerpo, se controla la circulación del gran sistema venoso y golpeando sobre la región sacra aumentamos la circulación activa del recto. — 152 — Los siguientes movimientos han sido empleados con resultado: Masage del abdomen (10 minutos). — Flexiones de las rodillas, P.—Abducción y adducción de las rodi- llas,—Levantar el tronco, A. — Rotación de las pier- nas.— Golpear el sacro.—Rotación é inclinación del tronco. A pesar de que recomendamos especialmente las ma- nipulaciones y los movimientos pasivos, sin y con resis- tencia para esta afección, debemos reconocer que una sola sesión diaria no es suficiente, debiendo el enfermo ser instruido en ciertos ejercicios calisté7iicos que pro- ducen un efecto indirecto sobre el siste7na ve7ioso general. Congestión del hígado Se emplean manipulaciones y movimientos apropia- dos para aumentar la circulación al través del gran sistema venoso. Rotación de los brazos, S. — Rotación de los pies, A. — Elevación del cuerpo, S.—Rotación de las piernas, A. — Rotación del cuerpo, S, — Elevación y extensión de los pies, P. — Masage del hígado por medio del pal- moteo.— Abducción y adducción de las rodillas—Re- pítase: Elevación del cuerpo, S. — Percusión de la espalda, P. Los movimientos deben hacerse dos veces por día y el enfermo debe ser instruido en ciertos movimientos calisténicos, — 153 — Afecciones de los órganos respiratorios La respiración es completamente mecánica, y depende su capacidad de la constitución de los músculos del pecho; de la amplitud de éste y de la cantidad del aire inspirado. Si la capacidad de los pulmones es aumentada, toda las dificultades al respirar, toser, etc., causada por una respiración imperfecta, desaparecen pronto. En los casos que la respiración es defectuosa á causa de la debilidad de los músculos respiratorios ó de de- formación del pecho, se ha probado que los movimien- tos son el mejor medio para aumentar la capacidad de los órganos respiratorios. Los efectos inmediatos de la gimnasia, es hacer nece- sario frecuentes y profundas inspiraciones y de esta manera aumentar la capacidad de los pulmones, exci- tando la circulación pulmonar y por lo tanto causando una oxigenación completa de la sangre impura. Las siguientes enfermedades de los órganos respira- torios han sido tratadas con feliz resultado por el masage y los movimientos. Enfisema Al aplicar los movimientos para esta afección, lo principal es obrar sobre los órganos digestivos, si están tan alterados como para dificultar la respiración normal; segundo: sobre los órganos de la circulacióji tratando de regularizar el movimiento al través de los vasos pul- — 154 — monares; tercero: aplicando movimientos directamente sobre el pecho para fortalecer los 7núsculos Í7itercos- tales. Se recomienda los siguientes movimientos: Roce y fricciones del pecho. — Elevación del pecho, S. — Rota- ción de los pies, M A. —Elevación del pecho con sacu- didas, S. — Girar de un lado para otro el cuerpo, S. — Masage del abdomen.—Repítase: Elevación del pecho con sacudidas, S. — Repítase: Girar de un lado para otro el abdomen, S. — Palmoteo del pecho con los brazos levantados, P. — Percusión del dorso, P. Catarro de los pulmones Ciertas manipulaciones, como ser: hachando, palmo- teando y sacudiendo el pecho han sido empleadas para producir la espectoracion. Los movimientos deben ser apropiados para producir la actividad muscular y au- mentar la secreción de la piel. La acción sobre los órganos digestivos puede produ- cir un efecto reflejo sobre los pulmones. Bronquitis crónica Algunos moviTnienios respiratorios se emplean para poner al enfermo más cómodo, aumentando la inspira- ción y ayudando al corazón en su acción. Masage de las extre7nidades superiores se emplea algunas veces para disminuir la congestión y aumentar la circulación. Bronquitis, as7na nerviosa, etc., son á menudo tra- tadas por el masage, generalmente por medio de fric- — 155 — ciones sobre el pecho, haciendo al enfermo inspirar profundamente al mismo tiempo. La sesión no debe exceder 20 minutos. Laringitis y faringitis Como el masage del cuello favorece la circulación en los vasos sanguíneos, se ha empleado con resul- tado en los catarros agudos de la faringe, lari7ige y 7iariz. Por medio de un examen prolijo de las membranas mucosas inflamadas, antes y después de la aplicación del masage, podremos darnos cuenta directamente del resultado. No sólo los síntomas locales, sino el dolor de cabeza, el dolor de la frente, vahídos, etc., resultado del estancamiento de la sangre, desaparecen después de varias sesiones. Por medio del masage también se obra sobre las a7nígdalas y otras glándulas, ayudando así: la saliva- ción, la excreción del mucus y la espectoracion. El crup puede algunas veces ser rápidamente ali- viado. Se ha observado casos de crup en los cuales una sola aplicación de masage bastó para salvar al enfermo de un peligro inminente. Enfermedades del corazón El masage y los movimientos están indicados en las afecciones del corazÓ7i, causadas por debilidad ner- viosa, anemia, afecciones del estómago, etc. — 156 Los movimientos más usados son: Elevación del pecho S, con sacudidas, (para producir una fuerte res- piración). Rotación de las extremidades (para ayudar al cora- zón en su acción). Rotación y torsión del cuerpo (para producir efecto sobre el gran sistema venoso). Roce fuerte centrípeto, para remover los derrames subcu- táneos ó edemas que se producen en todas las enfer- medades que debilitan el corazón: fiebres infecciosas, obesidad, etc. En afecciones 07'gá7iicas del corazÓ7i, algunos de los más eminentes médicos, recomiendan movimientos que se aplican para ayudar al corazón en su acción; em- pleando las manipulaciones que aumenta la circula- ción en las partes alejadas del tronco, y especialmente los músculos de las extremidades superiores. Vn tratamiento directo sobre la región del corazón se emplea, usando de un palmoteo suave y la puntua- ción, teniendo cuidado de no hacer movimientos ó ma- nipulaciones demasiado fuertes. Debiendo el masagista elegir las manipulaciones y los movimientos para cada una de las afecciones del corazón. Hipertrofia del corazón Todos los que han empleado manipulaciones y mo- vimientos para el tratamiento de la hipetrofia han ob- tenido resultados benéficos. Se recomienda: Elevación del pecho, S.—Rotación de los pies, M A. —Rotación de los brazos, S.—Extensión de las piernas, — 157 — A.—Puntuación sobre el corazón.—Abducción y adduc- ción de las rodillas, M A.—Rotación del tronco, S.— Palmotear el pecho, P. Afecciones de los ojos El masage se emplea para las infla7nacio7ies crÓ7iicas del ojo. Por el masage local se aumenta la circulación alrededor del ojo y obra directamente sobre la córnea. Cuando se desea ver más claramente, se friega los ojos y el instinto mismo nos indica que hay que remover de la córnea las partículas que se hayan depositado allí. Algunas hinchazo7ies en los párpados han sido tratadas con grandes resultados por el masage. Los casos de granulaciones sobre la córnea han sido tratados con buen éxito. En algunos casos es prudente emplear el masage sobre toda la parte anterior de la cara del lado afectado y lo mismo este lado del cuello. El masage general se emplea frecuentemente para fortalecer el sistema nervioso y producir efecto sobre el nervio óptico. Afecciones de los oídos Algunos autores como Politzer yEitelberg, recomien- dan el masage para ciertas afecciones del oído y han podido aliviar dolores agudos, en varios casos de otitis, con sólo aplicar bien el masage, bajo la forma de roce ce7itrípeto sobre la apófisis mastoidea y el lado corres- pondiente del cuello, como lo recomienda Gert. — 158 — El masage local ha sido aplicado al oído con buen resultado por Meyer, Garnault y Braun y se hace sobre la membrana del tímpano por medio de hisopos con los cuales se hacen vibraciones. Afecciones de la nariz Puede aplicarse el masage externo, como se hace para la cara; pero más eficaz es directamente sobre la mucosa por medio de hisopos de algodón desinfectado con que se hace vibraciones. Así, se llega á curar ozenas fétidas que han sido rebeldes á todo otro tratamiento. Afecciones uterinas El masage es aplicado directamente para obligar al útero á contraerse, se usa mucho en el arte de los partos. Las manipulaciones y los movimientos para regulari- zar la circulación al través del abdomen en casos de atonía y dislocación del órgano, así como en los desór- denes relativos á la menstruación dan siempre excelen- tes resultados. Amenorrea Elevación del pecho, S. — Rotación de los pies. — Inclinación del cuerpo durante inspiración, S.—Rotación del tronco, S. — Golpear el sacro. — Repítase: Incli- nación del cuerpo durante inspiración, S. — Rotación de los brazos.— Percusión de la espalda, P. — 159 - Algunas de las manipulaciones deben ser repetidas varias veces en la serie, y cuando el tratamiento se aplica á mujeres en extremo anÓTnicas, gran cuidado debe te- nerse en no hacer demasiados movimientos. DlSMENORREA Torsión y rotación del cuerpo.—Rotación de los pies. — Golpear el sacro — Levantar el cuerpo, S.— Tracción de las piernas. — Abducción y adducción de las rodillas. — Golpear el sacro. — Percusión de la espalda, P. Esta serie de movimientos aliviará el dolor intenso que algunas mujeres sufren durante los períodos mens- truales. Reglas para ejecutar los ejercicios activos complementarios Io Conviene á todos para consei'var la salud y espe- cialmente á los que tienen una vida sedentaria. Pueden ser hechos por la mayoría de los e7ifer7nos, siempre que los hagan suavemente (exceptúanse los obesos). Es más difícil graduarlos y determinarlos que los ejer- cicios pasivos. 2o Principiados los ejercicios, debe indicárseles á los enfermos, cierto tiempo fijo del día para efectuarlos y aconsejarles continuar los ejercicios hasta largo tiempo después de estar completamente sanos. 3o La hora elegida para los ejercicios, debe ser antes de las coniidas ordinarias, cuando el estómago y aun — 160 - los intestinos están vacíos y dejar luego un cuarto de hora después del ejercicio, para descansar antes de comer, ó sino debe hacerse tres ó cuatro horas después de comer para dar tiempo á que se haya efectuado la digestión. 4o Los vestidos deben estar flojos, y especialmente no deben ajustar el cuello, pecho y abdomen durante los ejercicios y si la respiración ó los latidos del cora- zón se aceleran, debe esperarse que vuelvan á su estado normal para poder continuar los ejercicios. 5o Si hay tendencia ó predisposición á las congestio- nes de algunos órganos, ó á tener hemorragias, ó afec- ciones orgánicas, ó hernias, etc., debe hacerse los ejercicios bajo la dirección y responsabilidad de un médico ó masagista. Los que tuvieran hernias deben llevar un vendaje á propósito para poder hacer los ejercicios. 6o Los movimientos deben ser hechos lentamente, sin precipitación, ni violencia, evitando hacer movi- mientos bruscos, angulares é inútiles; al contrario deben ser limpios, continuos y no ejecutados en varios tiempos. Condiciones que sólo se adquieren con la práctica. El buen resultado de los movimientos depende del Tnétodo con que se hacen y no del tiempo empleado ni de la violencia de los ejercicios. La duración, energía y demás condiciones de los mo- vimientos varía en cada uno; los niños y ancianos deben hacer como regla general -los ejercicios, la mitad de las veces y deben ser cortos al principio y gradualmente — 161 - ir prolongándose; lo mismo ir aumentando poco á poco la energía. Servirá de guía el saber: Io Que la fatiga que se siente en el momento de los ejercicios debe desaparecer con el reposo. 2o Que nunca deben sufrir fuertes dolores musculares una vez concluido el ejercicio. Deben sus- pender y moderar los movimientos si notaran estos fenómenos. Si se desea au77ie7ilar la actividad muscular, debe gradualmente ir desplegando toda la fuerza muscular y aun probarla usando pesas, etc., al hacer los ejercicios. — Pero, si se violenta de golpe la fibra muscular, en vez de despertar su elasticidad, sucede que se endurece (esclerosa) y pierde su actividad y se hace incapaz de desempeñar sus funciones. 8o El local en que se hacen los ejercicios debe ser bien ventilado, pero no entre corrientes de aire; el ali- mento sencillo y moderado; las funciones regulares; el aseo riguroso para conseguir todo el resultado benéfico de los ejercicios activos. Los ejercicios deben ser elegidos para cada persona y ejecutados con perfección diariamente auna hora dada; serán así, un coadyuvante del tratamiento por los movi- mientos pasivos. Cada ejercicio está determinado en este libro por un número romano y tiene marcado tres números; el primero indica las veces que debe repetirse el ejercicio al princi- pio del tratamiento; el segundo después de dos seTnanas, y el tercero á los dos 77ieses de práctica. Esto es para un hombre adulto y de una fuerza muscular normal; tra- n — 162 tándose de viejos (60 años arriba ), mujeres y niños, cada ejercicio debe hacerse la mitad del número de veces. Todo esto, naturalmente, varía según las circuns- tancias, etc. Movimientos activos Describiremos los principales movimientos activos generales, é indicaremos cómo se efectúan y cuántas veces pueden realizarse. Siempre debe pasarse dé.un ejercicio de.los miembros inferiores, á el de los superio- res, y de éstos al tronco y la cabeza para, volver á repetir los movimientos; así no se cansan ó conges- tionan. Generalmente se hacen estos movimientos estando parado inmóvil, en posición, gimnástica, es decir, los talones juntos y puntas de los pies hacia afuera. Cuando hay vértigos á causa de la clase especial del ejercicio, puede el enfermo, hacerlos estando sentado ó acostado lo cual se indicará con la letra correspondiente. I.—Potación de la cabeza ( Lámina 71 ):— 10, 20, 30 veces. Rotación sobre la columna vertebral como eje, girando un cuarto de círculo hasta que la barba se pone al nivel del hombro. II.—CircujidaciÓ7i de la cabeza (Lámina 72): — 6,8, 10 veces. Se describe un cono con la cabeza, girándola de izquierda á derecha y vice-versa. III.—J7iclÍ7iaciÓ7t de adelante hacia atrás (Lámina 73): — 6,8,10 veces. Se hace doblando hacia adelante, hasta que la barba toca el pecho y suavemente se lleva hacia atrás hasta que la nuca se encuentra con la espalda. — 163 — IV.—l7iclÍ7iaciÓ7i de derecha a izquierda (Lámina 74): — 10, 20. 30 veces. Doblando suavemente la cabeza hasta que la oreja, casi toca el hombro. V.—I7icli7iación de la cabeza de adelaTile á la de- recha, hacia atrás ala izquierda (Lámina 75). Lámira 71. — Rotación Lámina 72.— Circunda- Lám. 73.—Inclinación de de la cabeza. ción de la cabeza. adelante hacia atrás. VI.—De adelante á la izquierda hacia atrás á la de- recha (Lámina 75): — 6, 8, 10 veces. Suavemente sqin- clina la cabeza lo más oblicuamente posible. Son todos útiles para rigidez de los músculos ó articulaciones del cuello; reumatismo, parálisis, etc VII.—Elevación de los hojnbros ( Lámina 76 ): — 30, 40, 50 veces. Simultáneamente con rapidez y energía se levantan, para luego bajarlos suavemente, para poner en 1986 — 164 — juego los músculos elevadores del hombro y espalda en todos los casos de parálisis, reumatismo, etc. Sirve para ensanchar el pecho y precaverse de la tu- berculosis pulmonar, pues ensancha el pecho. Cuando hay parálisis (hemiplegia) ó lesión de un sólo lado ó cuando hay curvatura del espinazo ( escoliosis ) debe trabajarse doble ese lado, ó á veces solo del lado más deprimido que es el enfermo. VIII.—Circundación de los brazos (Lámina 77): — 8, 12, 20 veces. Los brazos extendidos á lo largo del cuerpo son llevados de adelante hacia atrás y de atrás hacia adelante, pasando lo más cerca posible de la cabeza. — 165 - Pone en acción los músculos del pecho y espalda faci- litando la amplia respiración; así es conveniente en los casos de asma, enfisema, tuberculosis pulmonar etc.; como también para poner en juego la articulación del hombro y los músculos de esta región. ( '": Lámina 77. — Circundación de los Lámina 7$. — Elevación lateral brazos. de los brazos. IX.—Elevación lateral de los brazos (Lámina 78): — 10, 20, 30 veces. Elévase lateralmente los brazos, sin doblar los codos hasta que el ante brazo toca la cabeza y luego se vuelven á bajar. Trabajan los músculos elevadores de los brazos y todos los del cuello y hay alargamiento de las paredes del pecho y de los músculos intercostales. Es útil en las — 166 afecciones respiratorias: asma, tuberculosis, adherencias pleuríticas, consecuencia de enfermedades antiguas; como también en las parálisis de los músculos de esta región. X. -Codos hacia atrás (Lámina 79): — 8,12,16 veces. Las manos apoyadas fijamente sobre las caderas, te- Lámina 79.— Codos Lámina 80.—Manos cerradas Lámina 81. — Respiracio- hacia atrás. sobre el dorso. nes fuertes alternas. niendo los pulgares hacia atrás, se lleva suavemente los codos hacia atrás, tratando que poco á poco lleguen á tocarse. Se hace el movimiento durante la inspiraciÓ7i. Hace trabajar los músculos del pecho (pectorales, etc.) y ensancha el tórax y facilita la respiración. XI.—Manos cerradas sobre el dorso (Lámina 80): — 8, 12, 16 veces. Las manos juntas á la altura déla cin- - If>7 - tura, se bajan enérgicamente lo más posible, debiendo efectuar este movimiento durante la espiraciÓ7u Efectos parecidos al movimiento anterior y ambos deben ser hechos, á más, en los casos de desigualdad délos hombros, en los casos de debilidad (paresia ) ó parálisis de los músculos posteriores del hombro. Lámina S2. — Extensión de los brazos hacia delante. Lámina 83. — Extensión de los brazo: hacia arriba. XII.—Respiracio7ies fuertes alternas ( Lámina 81):-— 6, 8, 12 veces, pero repitiéndose el ejercicio 4 ó 5 veces en el día. Se aplica una mano sobre el lado sano, tan arriba como sea posible y se lleva la otra hacia arriba de la cabeza, donde termina con una inspiración profunda, 168 lenta y regular, como si fuese un bostezo, mientras el otro lado sano es comprimido por la otra mano. Puede hacerse alternativamente á cada lado para dar mayor amplitud á la respiración. Conviene en los casos de paresia ó parálisis de algunos de los músculos del ■&:::::. Lámina 84 — Extensión de los brazos hacia afuera. Lámina 85. — Ex- tensión de los brazos hacia abajo. pecho y en los casos de enfermedades del pulmón ó pleura (inflamaciones crónicas, adherencias, etc. ) XIII. — Extensión del brazo hacia adelante:proyec- ción ( Lámina 82 ): —10, 20 á 30 veces. XIV. — Exte7tsión del brazo hacia arriba (Lámina 83): — 5, 10, 15 veces (Lámina 87 e). XV. — ExtensiÓ7i del brazo hacia afuera: proyec- ción (Lámina 84):—10, 20 á 30 veces ( Lámina 87 c). — 169 — X\ I.— Extensión del brazo hacia abajo (Lámina 85):— 10, 20, 30 veces (Lámina 87 a). XVII. — Extensión del brazo hacia atrás (Lámina 86 ): — 5, 10 á 15 veces. XVIII. — Movimientos de extensión en cinco direc- ciones diferentes, abajo (a), abajo y afuera (bj, afuera (c), arriba y afuera (d), arriba (ej. ( Lámina 87 ). Lámina 86. — Extensión de los brazos hacia atrás. ' \ y t ¡ ■ S / ! 0 \ ■::n¿> c Lámina 87.— Extensión en cinco direcciones. Son movimientos de flexión y extensión del ante- brazo y sobre el brazo, moviendo la articulación del codo. Se hace con los puños cerrados principiando por la flexión, acercando los puños á la articulación del hombro para luego hacer la extensión en cualquiera de 170 — v* Lámina S8.— Abduci Sn y adducion de los brazos horizontales. las cinco direccio- nes mencionadas. Sirve para dar sol- tura á la articula- ción del codo y poner en juego los grandes músculos del brazo y ante- brazo (biceps, trí- ceps, etc.) en caso de parálisis, reuma- tismo, etc. También influye sobre la res- piración. XIX.—Adducción y abducciÓ7i de los brazos extendi- dos horizontal77ie7íte (Lámina 88):—8, 12, 16 veces. Los brazos se tocan en extensión hacia delante, luego se llevan lo más atrás posible, pero no es tan fácil que lleguen á tocarse sobre la espalda. Pone enjuego al- ternativamente los músculos de la es- palda y del pecho, facilita la respira- Lám.89.—Proyección lateral de los brazos paralelos. C¡On y por lo tantO 171 - tiene su indicación en los casos de asma, en- fisema, tisis pulmonar, adherencias pleuréti- cas, etc. XX. — Proyección lateral de los brazos, paralelos adelante y de derecha á izquierda (Lámina 89): —8, 12, 16 veces. Pone en juego los músculos fle- xores y extensores del antebrazo, la articula- ción del hombro y codo, como también los músculos del pecho (pectoral, serrato, etc.). Lámina 90. — Torsión del brazo extendido sobre su eje. Lámina 91. — Pronacicn y supinación de los brazos. Lámina 92. — Pronación y supinación de un brazo doblado. — 172 — XXI.— TorsiÓ7i del brazo sobre su eje (Lámina 90): — 30, 40, 50 veces. El brazo tendido gira sobre la arti- culación del hombro, como si quisiera barrenar fuertemente una pared. Excelente para qui- tar rigidez de la articulación del hombro y del codo. XXII.— Pronación y supi- 7iación de ¿os brazos extendidos ( Lámina 91 ): — 10, 20, 30 ve- ces. Los brazos extendidos y los puños cerrados, se hace un Lámina 93.— Pronación y supi- . , 111 nación de la mano. movimiento llevando el pulgar hacia adentro y el puño mirando hacia abajo (prona- ción a) luego gira has- ta que mire arriba y afuera (supinación b). XXIII. —Pronación y supinación del brazo doblado ( Láminas 92 y 93): —30,40, 50 veces. Movimiento igual á la anterior, pero menos fatigoso. Pronación (Lámina 93 a) con pul- gar hacia abajo. Supi- nación (Lámina 93 b) Lámina 94. — Movimiento de la mano con pulgar hacia arriba. en 8 dr-cifr*- XXIV. — MovÍ7nie7ito de la 77iano e7ifor77ia de c? (Lá- minas 94 y 95 ): —20, 30, 40 veces. Se hace formando — 173 — un 8 horizontalmente con la muñeca; trabajan los músculos del antebrazo y mano. Da flexibilidad á las articulaciones del carpo y es útil en caso de rigidez articular ó contractura muscular causada por cualquiera enfermedad (gota, reumatismo, etc.). XXV.—Frotar las manos (Lámina 96) : — 40, 60, 80 veces ; repitiéndola dos ó tres veces al día. Movimiento Lámina 95. — 8 de cifra. Lámina 96. — Frotar las manos. de vaivén que pone en movimiento los músculos flexo- res del brazo, del antebrazo y los del pecho. A más del efecto local, es un buen derivativo del cerebro. XXVI. FlexiÓTi y extensio7i de la Tnano ( Lámina 97 y 98):—10, 20, 30 veces. Hecha una vez con el brazo en pronación y otra vez puesto en supinación. Mueve fuertemente la articulación del carpo y ejerce tracciones 174 sobre los músculos del ante- brazo y mano. Útil en casos de parálisis de estas regiones. XXV11. Adducción (acer- car) y abducción (separar) de la 77ia7io (Lámina 99): — 10, 20, 30 veces. Estando fijo el antebrazo se hace el mo- vimiento lateral de la muñeca, sin separar los dedos. Apli- cación en la rigidez de la muñeca. r , . n , , XXVIII. Circimdación de la Lamina 97. —: Flexión y extensión de las manos. T7ta7io á la derecha y á la iz- quierda (Lámina 100): — 10, 20, 40 veces. Aplicación como en el caso anterior. XXIX. Flexión y extensiÓ7i de los dedos (Láminas 101 y 102): —10, 20, 30 veces. Hay que repetirlas tres Lámina 93. —Flexión y extensión de la muñeca. — 175 — ó cuatro veces al día. Doblar los dedos hasta tener cerrado los puños y luego extenderlos con energía. Pone en juego todos los músculos déla mano (carpo, metacarpo y dedos). Este y el anterior ejercicio .■■•""> tienen las mismas aplicacio- i j nes y son útiles á más, como \ j derivativos en los casos de / enfermedades nerviosas, congestiones, neuralgias, etc. de la cabeza y del pecho. ... ,, ., Directamente influye sobre Lamina "a — Abducción y adducción J de la mano/ los músculos, de los enfer- mos atacados del calambre de los escribientes, de los cigarrero^, de las costureras, como de varias otras con- tracturas profesionales. .. Movimiento de flexiÓTt y extensiÓTi de las \ \, Lámina 100. — Circundación de la mano á la derecha y á la izquierda y vice-versa. i — 176 — falanges con el pulgar co7nprÍ7nido (Lámina 103): —10, 20, 30 veces, ó con el pulgar libre. (Lámina 104): — 10, Lámina 101. — Flexión de los dedos. Lámina 102. — Extensión de los dedos. Lámina 103. — Flexión de los dedos sobre la mano con el pulgar comprimido. 20, 30 veces. Así trabajan los distintos músculos del an- tebrazo, mano y dedos. XXXI. FlexiÓ7i de la tercera (falangetas) y segunda (falangina) sobre la primera falange (Lámina 104): — 20, 30, 40 veces. Lámina 104. — Flexión y extensión de la 3a y 2a fa- langes sobre la Ia. Lámina 105. — Flexión del índice. Lámina 106 —Flexión de la 2« falange del pulgar. — 177 — XXXII. Flexión del ÍTidice ( Lámina 105):—5, 10, 20 veces. XXXIII. FlexiÓTi de la segunda falange del pulgar sobre la primera (Lámina 106):—5, 10, 15 veces. XXXIV. FlexiÓTi de cada dedo sobre el pulgar en abducción (Lámina 107):— 10, 20, 40, 60 veces. XXXV. AbducciÓ7i (separar) y adducción (aproxi- mar ) los dedos (Lámina 108):—5, 10, 20 veces. Lámina 107. — Flexión de cada dedo sobre el pulgar en abducción. XXXVI. Circundación (rotación) del pulgar (Lá- mina 109): —10, 20, 30 veces. XXXVII. Acercar flexionado pulgar y 77ieiiique á la palma de tamaño (Lámina IíO): — 10, 15, 20 veces. XXXVIII. Adducción del pulgar y Tneiiique exten- dido hacia la palma de la mano :— 10, 20, 30 veces. XXXIX. Adducción de la piuitas de los dedos exten- didos :— 5, 10, 15 veces. 12 Lámina 108. — Abducción y adducción de los dedos. 178 \ ■ i / / Lámina 109. — Circundación del pulgar. Lamina 110. — Adducción del pulgar y meñique á la palma de la mano. XL. Adducción de los dedos de dos e7i dos (Lá- mina III ): — 5, 10, 15 veces. XLI. Extensión de los dedos fijando uno ó más (Lámina 112): — 5, 10, 15 veces. Lámina III.— Abducción de los dedos de dos en dos. Lámina 112. — Extensión de los dedos fijando uno ó más. Todos estos movimientos son necesarios en casos de atrofias ó paresia ó parálisis musculares del antebrazo — 179 — y mano, en las contracturas profesionales, rigidez de las articulaciones de los dedos, calambres, etc. XLII. Elevación lateral de la pierna (Lámina 113): — 5, 10, 15 veces. El cuerpo derecho, se levanta suave- mente la pierna hacia un lado, hasta llegar á la mayor altura; luego se baja para alternar con la otra. Efecto di- recto sobre la articulación de la cadera (inflamaciones Lámina 113. — Elevación lateral Lámina 114. — Circundación de la pierna. de la pierna. antiguas, reumáticas, etc.) y derivativo sobre el hígado y bazo, descongestionándolos; también, es muy útil en las paresias de los músculos de la pierna. XLIII. Circundación de la pierna (Lámina 114): — 6, 8 veces. Se hace como la anterior, pero describiendo círculos; la mitad de las veces de adelante atrás y de atrás adelante. Ejercita no solamente los músculos del — 180 — muslo y de la pierna, sino los de la parte lateral y pos- terior del tronco y los de la pelvis. Así, es muy útil en la parálisis de los músculos de estas regiones; un tratamiento enérgico en la rigidez de la articulación de la cadera y un derivativo para la do- lencia del hígado y del bazo. XLIV.—FlexiÓTi y extensión de la pierna sobre el muslo ó sea doblar la rodilla hacia adelante ( Lá- mina 115): — 6, 8, 10 veces, cada pierna. Se eleva el muslo lentamente y se dobla fuertemente la rodilla; luego, se estira la pierna hasta que quede formada una línea con el muslo, luego se baja para alternar con la otra pierna. Pone en juego la rodilla y los músculos extensores y flexores de la pierna, los de las nalgas (glúteos), de las caderas y pelvis, en los casos de rigideces articulares ó dolorosas de la rodilla y cadera, en la parálisis de los músculos; como derivativo, facilita la circulación de los órganos contenidos en el abdomen. XL V.—Flexión y extensióji de la rodilla atrás ( Lá- mina 116):— 10, 12, 15 veces para cada pierna. Se do- bla hacia atrás la pierna sobre el muslo y luego se estira. Nunca puede llegar á la altura que se lleva hacia adelante estando el cuerpo derecho. Pone en juego los flexores y extensores de la pierna opuestos á los del anterior ejercicio y como el ejercicio anterior es muy útil en la paresia de los músculos de la pantorrilla, pierna y pie; directamente en las neural- gias de la pierna (sciática) y como derivativo en las producidas por causas lejanas. — 181 — XLVI.—RotaciÓ7i de la pierna ; de afuera adentro, y vice-versa (Lámina 117): — 20, 30, 40 veces. La pierna bien estirada, efectúa un movimiento de manera que la punta del pie describe un círculo pequeño, unas veces de izquierda á derecha y otra de derecha á izquierda y pone en juego los músculos extensores y los rotatorios internos y externos. Lámina 115. — Flexión Lámina 116.— Flexión T , . tt7_ y extensión de la pierna hacia y extensión de la pierna "a , , 0jqU„./ j x. • é. ' clon del pi adelante. hacia atrás. ^ XLVII.—Abducción (acercar) y adducción (separar) de las piernas (aproximación) simultáneamente ( Lámi- na 118): — 4, 6, 8 veces. Se separan suavemente las piernas parándose en las puntas de los pies que están dirigidas hacia afuera y luego sin levantar los pies del suelo se acercan resbalándose sobre el piso. Hace trabajar los músculos de la parte interna del muslo y de la pierna; es útil en las paresias de los pies — 182 - y siempre que haya dificultad para caminar; como tam- bién para provocar una congestión uterina en los casos de amenorrea, dismenorrea, etc. También es un deriva- tivo para evitar las congestiones cerebrales. XLVIII.—Flexión forzada del muslo ó elevación de la rodilla hacia adelante (Lámina 119): — 4, 8, 12 veces, cada pierna. Se dobla fuertemente la rodilla Lámina 118. — Abducción y adduc- Lám. 119. — Flexión Lámina 120. — Flexión y ción de las piernas. forzada del muslo. extensión del pie. llevándola lo más arriba al pecho (que puede llegar á tocar sin doblar el cuerpo), luego se baja, para alternar con el otro lado. Obra como derivativo sobre todos los órganos del abdomen; facilítala menstruación; corrige la constipa- ción, cólicos, etc., y por lo tanto tiene su benéfica influencia en las enfermedades nerviosas (histeria, hipo- condría, etc.). Pero, los que tuvieren hernias, ó fueran — 183 — obesas ó expuestas á hemorragias ó palpitaciones no deben hacer este ejercicio que es violento. XLIX.—Flexión y exteTisión del pie (Lámina 120):— 20, 30,40 veces cada uno. El pie se extiende hacia ade- lante y dobla alternativamente, moviendo solamente la articulación del pie. Lámina 121. — Rotación Lámina 122. - Elevación Lámina 123. — Paso del pie de adentro hacia sobre la punta de gimnástico. afuera y viceversa. los pies. Trabajan todos los músculos de la parte interna y externa del pie. Útil para facilitar los movimientos de las articulaciones del pie en los casos de parálisis y contracturas, las deformaciones, etc.; también, como derivativo de las congestiones de otros órganos su- periores y debe alternar con el siguiente ejercicio. L.—Rotación del pie de adentro afuera y de afuera adentro (Lámina 121). — 184 — Ul—Elevación sobre las pimías de ¿os pies (Lámi- na 122):—10, 15, 20 veces. L1I.—Paso gimnástico, sÍ7i move7'se del sitio (Lámina 123):—100, 200, 300 veces. Es el mismo movimiento del trote, pero sin avanzar; debe apoyarse con las puntas de los pies y dejar soltura á las articulaciones de la rodilla y cadera para que el cuerpo pueda inclinarse hacia adelante al hacer el ejercicio. Estimula la circulación en general y más aun localmente (se calientan los pies): y por este motivo obra, como derivativo en muchas afecciones que tienen asiento lejano (cabeza, pecho, abdomen). Atrae la sangre hacia los pies y la pelvis. Lili. —Rotación forzada del muslo, hacia fuera en posiciÓTi sentada (Lá- mina 124 ):—6, 8, 10 veces. Se levanta el pie y descansa sobre la rodilla; Lámina 124. - Rotación luego con la mano apoyada sobre el forzada del muslo. . 1 tobillo (tarso) que lleva la pierna lo más cerca posible del muslo ; en seguida se baja al suelo para hacer el mismo ejercicio con la otra pierna. Tra- bajan los músculos internos y externos, principalmante flexores de la pierna y muslo, como también los que están en el interior de la pelvis. LIV. —Proyección lateral de la pierna (Lámina 125): —10, 15, 25 veces por cada pierna. La punta del pie siempre hacia delante y hacia abajo, se efectúa un mo- vimiento de balanceo de la derecha hacia la izquierda - 185 — y vice-versa, manteniendo el equilibrio sobre la otra pierna. Este ejercicio pone en movimiento los músculos, no sólo del pie que hace el ejercicio, sino del otro pie y de los músculos de la espalda, cuello, cadera y pel- Láinina 125 — Proyección lateral Lámina I2(>. — Proyección de la pierna de la pierna. adelante. vis. Aplicables en las afecciones crónicas de la articu- lación del muslo y en todos los casos que es necesario ejercitar los músculos de esta región. LV.—Proyección de la pier7ia hacia adela7ite y atrás ( Lámina 126 ) : — 10, 15, 20 veces. El pie (como en el ejercicio anterior) balanceando el cuerpo al mismo tiempo. Es más violento que el anterior, y por lo tanto un derivativo más fuerte. - 186 - LVI.— Sentarse en citclillas, agacharse ó sea flexión del Tnuslo y rodilla (Lámina 127): — 5, 10, 20, veces. Se levanta sobre la punta de los pies y manteniendo derecho el cuerpo y las rodillas unidas, se sienta suave- mente, sin nunca apoyar la planta del pie en el suelo; luego se levantan suavemente. Lámina 127. — Sentarse y levantarse en cuclillas. Lámina 128. — Proyección de los bra- zos y cuerpo hacia adelante. LVII. — Flexión forzada de las rodillas al sentarse. Se separan las rodillas lo más posible, como también las puntas de los pies, manteniendo los talones juntos, sobre los cuales se sienta para levantarse en seguida. LVIII.—Proyección de los brazos y cuerpo adelante y atrás (Lámina 128): — 30,60, 100 veces en cada direc- ción; repetidas varias veces al día. Los puños cerrados, se extraen los brazos hacia adelante, echando el cuerpo — 187 hacia atrás, para luego llevarlos hacia atrás, é inclinando el cuerpo bastante hacia delante. Útil para el desarrollo y funcionamiento normal de los músculos de la espalda, hombros y abdomen, como también para los órganos contenidos en esta cavidad en los casos de constipación, parálisis de los músculos de estas regiones, etc. Lámina 129. — Movimiento de aserrar. Lámina 130. — Movimiento de segar. LIX. — MovÍ7nientos de sierra ( Lámina 129 ): — 10, 20, 30 veces con cada brazo. Inclinando fuertemente hacia adelante la parte superior del cuerpo, se extiende hacia abajo uno de los brazos, se dobla el otro, diri- giéndole hacia arriba y atrás á la altura del costado; haciendo como si quisiera separar con la fuerza un objeto que estuviera estirado con la otra mano (tire- afloje), luego se alternan. Pone en juego los grandes - 188 — músculos de los brazos, pecho y abdomen, regulari- zando la circulación de estas partes. LX.—MovÍ7niento de segar (Lámina 130): — 10, 15, 25 veces. El cuerpo derecho, se describe un arco con los brazos llevándolos horizontalmente de izquierda á derecha y de derecha á izquierda. Produce, no solamente un efecto benéfico en el funcionamiento de los brazos, sino que para mantener el equilibrio, reanima todas las fun- ciones del sistema mus- cular; así tiene su apli- cación en la atonía de los músculos, las pare- sias, afecciones medu- lares en su principio (ataxia, parálisis, etc.) LXI. — MovÍ7niento de hachar (Lámina 131): — 10, 15, 20 veces. Se separan un poco las piernas y se levanta los brazos paralelamente sobre la cabeza, luego con energía y rapidez se bajan unién- dolos, como para partir un trozo de leña que estuviere entre los pies. Es un ejercicio fuerte, que pone en movi- miento todos los músculos del dorso y de la parte anterior del tronco, como también de los brazos y aun de las piernas. Lámina 131. — Movimiento de hachar. — 189 — Regulariza los movimientos intestinales, estira la mé- dula, siendo benéfica para algunos casos en el principio de una parálisis;pero deben evitarlo aquellas que tuvie- ran hernias, estuvieran embarazadas ó sufran de hemo- rragia de los órganos de la pelvis ó estuvieran expuestas á congestiones cerebrales. LXII.—FlexiÓ7i del tronco \ \*~x hacia dela7ite y hacia atrás • - . (Lámina 132): —5, 10,15 veces. ¡ ; Suavemente se inclina hacia adelante hasta que el dorso quede horizontal y luego sua- vemente se vuelve á enderezar y llevarse un poco hacia atrás. Entran en juego todos los músculos del tronco, tanto su- perficiales y profundos, como los contenidos en las cavidades (tórax, abdomen). Reanima la Lámina 132. — Flexión del tronco de adelante hacia atrás. energía muscular, estira la mé- dula facilitando la circulación de este delicado órgano, como también regulariza las funciones de los órganos abdominales (hígado, estómago, intestino, ríñones), y por lo tanto, tiene su aplicación en las congestiones ó atonía de estos órganos; en la constipación, etc. LXIII.—FlexiÓ7i lateral del tronco (Lámina 133): — 10, 15, 20 veces. Suavemente se lleva de un lado al otro. A más de poner en juego los órganos antes men- cionados, trabajan principalmente los músculos de los lados del tronco. Así, es muy útil cuando hay — 190 — asimetría lateral en la forma del cuerpo, (scoliosis, re- tracción de las costillas en pleuresías antiguas) ó en parálisis, etc. LXIV.—Circundación del tronco á la derecha y á la izquierda (Lámina 134):—15, 30 veces. Suavemente se ejecuta el movimiento volviendo al punto de partida. Lámina 133. — Flexión lateral del tronco. Ejercita fuertemente los músculos abdominales y pel- vianos. Aplicaciones, como en las anteriores y especial- mente en los trastornos de la digestión. LXV. — Semi-rotación del tronco sobre la pelvis. 10, 20, 30 veces. Fijo los pies y la pelvis, se efectúa un movimiento de torsión del tronco sobre las cade- ras de derecha á izquierda y de izquierda á derecha. Pone en juego los músculos del abdomen y de la pelvis y comprimiendo los órganos contenidos en ella y ¡ífi^-^é Lámina 13 1. — Circundación del tronco. - 191 - facilitando la circulación útil en los casos de atonía de estos órganos («amenorrea, dismenorrea, esterilidad). Estos, como los anteriores del tronco, no deben hacerse \\v -i fe 1 U F»r íf r^t 1 í [■ M j Lámina 135. — Knderezar el cuerpo estando acostado. durante^la época menstrual ó las que tuvieran he- morragias. LXVI. — Enderezar ó levantar el cuerpo acostado (Lámina 135): — 5, 10, 15 veces. Estando la persona /'"' / ............*-C¿^ l-<-.o*7' Lámina 136. — Rodar sobre el dorso. acostada, con las manos apoyadas á cada lado del pe- cho y las piernas estiradas, se levanta de un sólo golpe hasta sentarse. Es un ejercicio poderoso de todos los — 192 — músculos abdominales y de los órganos contenidos en esa cavidad. LXVII—Rodar ó girar sobre el dorso (Lámina 136): — 30, 40, 50 veces de los dos lados. Acostado de es- palda, los brazos cruzados y las rodillas flexionadas, se revuelca de un lado al otro; no sólo ejercita los músculos Lámina 137. — Flexión forzada de la pierna estando acostado. superficiales,sino que regulariza la circulación y función de los diversos órganos por efecto de la gravedad, así muchas veces dolores de vientre, ventosidades, tenes- mos, etc. son aliviados por este ejercicio. LXVIII. — Flexión forzada de la pierna estando acostado (Lámina 137): — 10, 15, 20 veces por cada pierna. Ejercita los músculos del abdomen y pierna; hay estiramiento del nervio sciático y compresión mecá- nica de los intestinos, facilitando su evacuación. - Ic)3 - Aplicación de los movimientos activos Indicaremos á continuación los ejercicios que pueden hacerse en diversos casos, indicando con mineros ro- maTios los ejercicios que deben hacerse, teniendo pre- sente que no debe hacerse uno tras otro, los de una misma parte del cuerpo, sino variando en el orden indi- cado. La letra R indicará que debe respirar al tiempo de hacer el ejercicio. Debemos recordar que los niños y ancianos, sólo deben hacer la mitad del número de veces de cada ejer- cicio y no hacer muchos ejercicios de una parte del cuer- po (cabeza, tronco miembros) seguido, sino alternando de una parte á otra para no cansarse tanto. Ejercicios diarios para los Tiiños—Facilita el des- arrollo y evita que sufran deformaciones por utilizar de- masiado algún lado del cuerpo en el trabajo ó en la escuela. Debe el maestro, madre ú otra persona hacer los ejercicios delante el niño y reducir el número de veces, á la mitad, pasando de unos ejercicios de la cabeza, á otros de los brazos, de estos á las piernas y de estas á los del tronco; para volver á hacer un ejercicio de la cabeza. Ejercicios activos para niños que gozan de buena salud: —I—II—VIII—IX—X—XI —XIII—XV—XIV XVI —XVII —XLIII—XLII —XIX —LXI1—XXI — XXIX — XLVI — XLVII — LX1V -■ XL V — XLVIII — LX VI — LX — LXI—Ll—XVIII—XII. 13 — 194 Ejercicios para los que tienen una vida sedeTitaria ó tienen atonía Tnuscular ó nerviosa (neurastenia) ó sufren de un estado constiiucioTial debilitante como ser: anemia, linfatismo, etc. Para hombres adultos: —I —XIII—XV —XIII,R — LXIV—XXV -LXVI,R— XLVII — XLIX — LIX- XLVII^R—LXIII—LI—XX,R—LXI—LXII—LX LV—LIV. Para mujeres adultas: —VIII —IX—XI—LXII—XIII XV — LXIII --LVIII — XLIV—XLV— LXV — LIX — XLVII — XX—LIX — LX —LI. Para adultos de ambos sexos que pasan de 6o años:—\\\\—XLI 11—XIX — IX, R — LXÜ — XXV — XLIII —XV—XVI —XVII —LI—LVIII —LXIII,R — LIX — XX — LX I — LXII. Ejercicios activos para facilitar y mejorar la respi- ración; dar amplitud al tórax; corregir deformacioTies, teniendo su aplicación en todas las efecciones pulmo- nares, asma, bronquitis crónica, tisis, etc: — VI — VIII — IX,R-X —XI,R —XV—XIV, R — LXIII — XIX, R— LXIV—XII. En los casos de enfise77ta ( dilatación y obstrucción de las células pulmonares ), se recomienda hacer mayor esfuerzo en la espiración para que salga el aire y en todos los casos debe favorecerse las funciones respira- torias; cantando, declamando, hablando en alta voz, riéndose, etc, — 195 — Ejercicios activos para combatir le ato7iía de los ttiúscuIosy órga7ios contenidos en el abdomen, favorecer sus funciones y evitar sus desarreglos. Tales como; la constipación, digestiones difíciles, congestiones del hígado ó del bazo, hemorroides, etc., y las consecuen- cias reflejas de estas: dolores de cabeza, histeria, hipo- condría, 77ielancolía, etc. Estos ejercicios deben ser precedidos por un masage del abdomen: — LXII — LXIII—XI — XIV — XVII,R— LXIV—XLVIII—LXIII—XLIV—LXV—LIX - LXVI — LXVII —XLII— LXI —LVIII -- XLVIII— XX — LXVIII—LI—LII. Ejercicios activos para facilitar las deposiciones yco77t- batir la constipación ó la formación de un bolo fecal; debe ser acompañado del masage del abdomen:—LVIII — XX, R- LXVI — LXVII — LIX—LXIV—LXV— LXI—XLVIII—LVIII -IX—XIX—LII - LXII—LXIII —LXIV—LXV. Cuando la constipación es muy tenaz ó hay un bolo fecal, debe ayudarse diariamente con uno ó dos enemas de agua tibia abundante de l/2 á I litro puesto en un irrigador de 30 á 40 centímetros de altura, introducido por un tubo de cauchuc blando, haciendo penetrar unos 25 á 30 centímetros para hacer una e7tteroctisis. El paciente debe estar acostado sobre el lado izquierdo con las caderas un poco elevadas y la pierna derecha recogida sobre la izquierda estirada. Puede agregarse glicerina, aceite, etc., para facilitar el efecto. — 196 — Ejercicios activos usados como derivativos en los casos de tendencias á congestiones del cerebro, del pecho, hígado^ etc., ó neuralgias por estas causasen diversas re- giones y para atraer la sangre hacia las extreTnidades inferiores:—XXI—XXIV y XXIII- XXVI, R—XXIX — XLIII—XL1I — XLVI — XXV—XLVII, R— XLIV —XLV—XLIX—LVI—LV-LIV—LI—LII—L. Ejercicios activos para combatir la supresión ó esca- sez de la menstruación:amenorrea, dismenorrea, etc.; — LX — LVIII — XVI — LII, R— LIX-XLVIII—XX— LXIII—LIV—LV—Lili —XLVII—XLIV—LXV—LI —LII—LVI. ____ Ejercicios activos para combatir la atonía muscular, la paresia, principio de parálisis, contracturas, y todas las afecciones que se localizan en el tejido 7nuscular. Estas afecciones tienen diversos grados de gravedad y están localizados en diversos grupos de músculos que son más ó menos atacados. > Así, tenemos hemiplegia, paraplegia, atrofias Tnus- cular es de la cara, del brazo, etc.; reumatismo muscu- lar y articular; debiendo ser todos tratados por el masage; pero los movimientos cooperan al resultado general, haciéndolos suavemente para no excitar ó cansar los músculos, dos ó tres veces al día, mientras el enfermo tenga la energía y fuerza para realizarlos, recon- centrando el ejercicio en el grupo de músculos atacados. Siempre el ejercicio y más aún el masage, es benéfico en estos casos, pues aunque no recupere los movimien- - 197 — tos por estar atacados los nervios ó los centros nervio- sos, siempre mejora la Tiutricion, trayendo un bienestar y regularizando todas las funciones. Ejercicios activos en los casos de estar atacados los 77iiembros inferiores, pudiendo hacerse la mayor parte sentados: —XLIII —XLII — L—XLVII—XLIV—XLV —XLVIII— XLIX — LVI — LXVI -LI — LII—LX — LV—LIV. Ejercicios activos cuando están atacados los miem- bros superiores: —VII— VIII—IX, R—X—XI—LIX- XIII—XV—XIV—XVI — XVIII — XXIII — XXIV— —XXI-XXVI—XXVII—XXVIII—XXIX—XXV. Ejercicios activos cuando la Tnano está atacada: XVIII — XXI — XXII — XXV — XXVI —XXIII— XXVII — XXVIII — XX1X-XXX -XXI—XXXII— XXXIII — XXXIV — XXXV—XXXVI-XXXVII— XXXVIII—XXXIX—XL—XLI. Ejercicios activos para personas que no pueden moverse ó están paralizados, que no pueden ejecutarlos sino sentados = S, ó acostados = A : I, S —II, S—III, S—IV, S-V S. y VI—VII, S— VIII, S-IX, S —X, S—XII, S —XIII, S y A—XV, S y A — XIV, S — XIX, S y A — XXI, S y A— XXIV, S y A — XXVI, S y A — XXIX, S y A— -- 198 — XXV, S y A—LXII, S.—LXIII, S—LXIV S y A— LXVI, A — LXVII, A — L, S y A — Lili, S y A XLVII, S y A—XLIV, S y A —XLIX S y A— XLIV, S y A—LXVIII, A—XXII, S y A—XXIV, S y A—LIX, A—LX, A—LIV, A—LXV, A. Deben hacerse estos ejercicios, fijándose en las lámi- nas para hacerlos con perfección. Faructa/ dcrccJu '/c/aporcU derecho' -^ PórrtuJxL... /¡revio. ¿cu> J casULlaófiU ^\.ú)ron(tl o' fron/af. sates o propios de Lañante $_.jt/7tasvd¿/>td¿z superior .vttaruü'Aula.. inf'''"" .p&tcóras cej°vic¿i¿cs £¿a¿>¿c¿c¿& JZs¿errwrL Zas /2cai¿¿¿/¿:¿ .Carti¿cup) Á'ifo tetes ffumMro 7hrs<2 /I te talarse Pcd-osi. *%&>* Lámina I3S. — Esqueleto humano Frontal:.:....... *» TemporaL.... Orvitaria/.....- ■ ^Auricular ^.ftasloidexx ParoiLdéJts-......... Supra - CüzvCcuIclt. fn/rarCtcus¿cuZar?-. /Ts^errutL........_ ]\ . Jfa nutt'ict--........ • Jr¿l¿Lr Jiraxju¿XL¿* Otecran i a fVít o codo Parietal .-Sitpcrcóiicu: tyPtesUorv o barba* ..YugutcLr Fercmiux.- 7b 011/& <> <. 1 La/solv mí Yt A; '/i/j'.na-n-a tn¿¿ -¿fra¿ju¿a¿ Car/iuuia-. Porso de, la, mano. lleta -Car/vLan¿is'' V / Ferrurrat. /\%ed¿a- F¿eau¿ras o sangrú > del- óm/xn Hordas ra, dio/. Patina, de ......fíorde^ arter/fs> rfe¿ pi&, ^^JJorso de/, pif Lámina 139. —Regiones superficiales del cuerpo: K r. epigastrio - # B r umbilical C r. hipogástrico - D, r. pubiana - a. a. hipocondrios - b' b, flancos o r. lumbar • ' c, c, fosas ilíacas — d, d r. inguinal, Lámina 140. —Vista general de los músculos superficiales perfectos y en acción ( Estatua del Gladiador de Agasias ). ÍNDICE Pági.ia Introducción........................... . .„.............. 3 Historia de la calistenia, gimnasia y tratamiento manual,...... 13 Definición y divisiones de la calistenia, gimnasia y masage..... 18 Fisiología del movimiento y ejercicio....................... 21 Acción sobre la piel.................................. 34 Circulación......................................... 35 Respiración............................... ......... 36 Sistema muscular................................... 37 Sistema nervioso...................,...............,. . 38 Masage........t ..................................... 42 Manipulaciones del masage.............................. 43 Roce (effleurage, strokes).............................. 44 Fricciones............................................ 49 Amasar, amasijo (petrisage, kneading).................... 53 Percutir, golpear (tapotement, etc.)....................... 58 Movimientos del masage................................ 68 Rotación............................................. 70 Rotación de los dedos del pie......................... 70 Rotación de todo el pie............................... 72 Rotación de la pierna (articulación coxo-femoral)........ 72 Rotación de los brazos............................... 73 Rotación del hombro................................. 73 Rotación de la mano................................ 74 Rotación de la cabeza................................ 74 Rotación del tronco.....,............................ 75 Rotación de la pelvis....................... ........ 75 Flexión y extensión.................................... 76 Flexión y extensión del pie........................... 76 Flexión y extensión de la pierna....................... 77 Flexión y extensión del muslo........................ 77 Flexión y extensión de los brazos...................... 78 Flexión y extensión del brazo (hombro)................. 80 Flexión y extensión del brazo (codo)................... 81 Flexión y extensión de la mano........................ 81 Abducción y adducción............................... 82 Abducción y adducción de los brazos estirados........... 82 - 204 - Página Abducción y adducción de las piernas estiradas.......... 83 Abducción y adducción de las rodillas.................. 83 Enderezar ó levantar................................... 84 Levantar la pierna................................... 84 Enderezar el cuerpo (sentado)......................... 85 Enderezar el cuerpo (acostado)........................ 85 Levantar el pecho................................. . 85 1 racción ó estiramiento................................. 86 Estiramiento de la pierna............................. 86 Estiramiento del cuerpo ( hacia atrás ).................. 86 Torción ó circundación................................. 86 Torsión del pie....................................... 86 Torsión de la pierna ( estirada )........................ 87 Torsión del cuerpo.. ,............ .................. 87 Torsión del brazo ( estirado ).......................... 87 Torsión de la cabeza................................. 88 Elevación y depresión.................................. 88 Elevación y depresión de los brazos.. ................. 88 Elevación y depresión del muslo y pierna................ 89 Inclinación.......................................... 89 Inclinación de la cabeza..................... ....... 89 Inclinación del cuerpo lateralmente..................... 90 Inclinación del cuerpo hacia adelante y atrás............. 90 Inclinación de la rodilla.............................. 90 Sacudidas y presiones................................. 91 Sacudir el brazo................................... 91 Sacudir la pierna.................................... 91 Observaciones respecto de los movimientos................ 91 Masage general preparatorio y completo.................... 92 Masage local preparatorio y completo...................... 94 Masages locales completos................................ 95 Masage del pie, pierna y muslo....... ............... 97 Masage del brazo.................................... 98 Masage del pecho (tórax).......................... 99 Masage de la espalda (dorso).......................... 100 Masage del abdomen.......,....................... 102 Masage del hígado................................... 106 Masage de la cabeza ............................... 107 Masage de la cara.................................. 109 Masage de los ojos................................... 109 Masage de la garganta............................... 110 Masage del cuello.................................. III Masage del útero. .................................. 112 Posiciones.............................................. 114 Observaciones sobre los movimientos..................... 114 Reglas generales para aplicar el masage.................... 116 — 205 — Página Aplicación del masage en determinadas afecciones y enferme- dades ............................................ 129 Debilidad general................................... 129 Anemia......................................... 130 Histeria, neurastenia............. .................. 131 Corea.............................................. 132 Insomnia........................................... 133 Congestión cerebral ó plétora................. ...... 134 Hemiplejía, parálisis por hemorragia cerebral, apoplegía.. 134 Afecciones de la médula ( tabes, esclerosis )............. 135 Neuralgias.......................,................. 136 Atrofia muscular.......................v............. 139 Obesidad........................................... 139 Diabetis............................................ 140 Gota.............................................. 141 Reumatismo....................................... 141 Lumbago........................................... 142 Tortícolis........................................... 142 Escoliosis ( curvatura lateral de la columna vertebral ). . . . 143 Afecciones de las articulaciones........................ 145 Entorsis y luxaciones................................ 146 Sinovitis........................................... 147 Fractura reciente.................................... 148 Fractura consolidada ............................... 148 Deformación de los pies.............................. 149 Afecciones de los órganos digestivos................... 149 Dispepsia........................................... 150 Constipación....................................... 150 Hemorroides..................................... 151 Congestón del hígado............................ . 152 Afecciones de los órganos respiratorios................. 153 Enfisema......................................... 153 Catarro de los pulmones............................ 154 Bronquitis crónica.................................. 154 Laringitis y faringitis................................ 155 Enfermedades de corazón............................. ^55 Hipertrofia del corazón.............................. 156 Afecciones de los ojos................................ 157 Afecciones de los oídos............................... 157 Afecciones de la nariz................................ 158 Afecciones uterinas.................................. 158 Amenorrea......................................... 158 Dismenorrea....................................... 159 Reglas para ejecutar los ejercicios activos complementarios.. 159 Movimientos activos................................. 162 Descripción de los movimientos de la cabeza........... 162 — 206 — Página Descripción de los movimientos de los brazos.......... 164 Descripción de los movimientos de las manos.......... 172 Descripción de los movimentos de las piernas.......... 179 Descripción de los movimientos del tronco............. 189 Descripción de los movimientos combinados........... 191 Aplicación de los movimientos activos.................... 193 Ejercicios diarios para los niños....................... 193 Ejercicios activos para los niños....................... 193 Ejercicio para los que tienen una vida sedentaria....... 194 Para hombres adultos.............................. 194 Para mujeres adultas............................. 194 Para adultos que pasan de 60 años............. , . . . 194 Ejercicios activos parSl facilitar y mejorar la respiración.. . 194 Ejercicios activos para combatir la atonía de los músculos y órganos del abdomen..............,............ 195 Ejercicios activos para facilitar las deposiciones y combatir la constipación.................................... 195 Ejercicios activos para combatir tendencia á congestión ce- rebral............................................ 196 Ejercicios activos para combatir la supresión ó escasez de. la menstruación.................................. 196 Ejercicios activos para combatir la parálisis............. 196 Ejercicios activos en los casos de estar atacados los miem- bros inferiores.................................... 197 Ejercicios activos cuando están atacados los miembros su- periores .......................................... 197 Ejercicios activos cuando la mano está atacada.......... 197 Ejercicios activos para personas que no pueden ejecutarlos sino sentados ó acostados........................... 197 ÍNDICE DE LÁMINAS Lámina Página I. Roce con la palma de la mano....................... 44 2. Roce con la palma de la mano sobre la espalda........ 44 3. Roce con el borde radial de la mano sobre la pierna. ... 45 4. Roce con el talón de la mano........................ 45 5. Roce con e! talón de la mano sobre el abdomen........ 46 6. Roce con las yemas de los dedos sobre una pierna...... 46 7. Roce con el pulpejo de los dedos sobre el abdomen..... 47 8. Roce con el pulgar sobre el antebrazo......... ...... 48 9. Roce con la mano cerrada (kamgriíf).... ............ 48 10. Roce con los índices entre las articulaciones (foulage).. 49 II. Fricciones con la palma de la mano sobre el abdomen.. . 50 12. Fricciones con el pulpejo de los dedos sobre el antebrazo 50 13. Fricciones con el pulpejo de los dedos sobre el abdomen 51 14. Fricciones con ambos pulgares sobre el muslo.......... 51 15. Fricciones con el pulgar sobre el antebrazo............ 52 16. Fricciones con el pulgar sobre el abdomen............. 53 17. Amasar con ambas manos conjuntamente.............. 54 18. Amasar con toda la mano sobre los lumbares).......... 54 19. Amasar con toda la mano arrollando los tejidos........ 55 20. Amasar con el pulgar y los demás dedos............... 56 21. Amasar con el pulgar y los demás dedos de ambas manos sobre los interóseos.............................. 57 22. Amasar con el índice dentro la boca y el pulgar sobre la mejilla......................................... 58 23. Percutir con el dorso de la mano..................... 59 24. Percutir con ambas manos extendidas ( palmotear) ..... 60 25. Percutir con el extremo de los dedos ( puntuar )........ 61 26. Percutir colocando los dedos al principiar la puntuación y hachar......................................... 62 27. Percutir colocando los dedos al terminar la puntuación con todos los dedos.............................. 63 28. Percutir : modo de colocar las manos para hachar...... 64 29. Percutir con la mano formando cilindro.............. 66 30. Percutir á mano cerrada ( golpear )................... 67 31, Rotación de los dedos del pie........................ 70 32. Rotación de todo el pie............................. 71 — 208 - Lámina Página 33. Rotación forzada del muslo hacia adentro............. 71 34. Rotación del hombro zangando la articulación......... 72 35. Rotación de la mano.............................. 73 36. Rotación del tronco................................ 74 37. Flexión y extensión del pie,......................... 76 38. Flexión y extensión de la rodilla........ ............ 77 39. Flexión forzada de la rodilla......................... 78 40. Flexión y extensión del muslo...................... 78 41. Flexión de la pierna con resistencia................... 79 42. Extensión de la pierna con resistencia................. 79 43. Flexión y extensión del hombro...................... 80 44. Flexión y extensión del brazo ( codo )................. 80 45 Flexión y extensión del brazo con resistencia........... 81 46. Flexión y extensión de la mano...................... 81 47. Flexión y extensión de los dedos.................... 81 48. Flexión y extensión de las falanges de cada dedo....... 82 49. Abducción de las piernas con resistencia............... 83 50. Adducción de las piernas con resistencia............... 83 51. Tracción del pie................................... 86 52. Elevación y depresión del brazo...................... 88 53. Roce del pie...................................... 97 54. Amasijo de la rodilla................................ 97 55. Percusión del brazo con el dorso de la mano........... 99 56. Roce suave del pecho............................... 100 57. Roce fuerte de las partes laterales del dorso con ambas manos......................................... 100 58. Amasar los músculos de la columna vertebral.......... 101 59. Percusión del dorso con arabas manos en cilindro...... 101 60. Percusión ( hachando el dorso con ambas manos )....... 101 61. Regiones del dorso.................................. 102 62. Roce á mano cerrada (kamgriff)...................... 103 63. Roce con la palma de la mano sobre el estómago....... 103 64. Fricciones sobre el abdomen......................... 104 65. Amasar el ciego con ambas manos.................... 105 66. Amasar el colon ascendente....................... . . 106 67. Regiones del abdomen............................ 107 68. Roce sobre la frente con los pulgares........-........ 108 69. Amasar los músculos del cuello con los pulgares....... 110 70. Roce sobre el cuello (método Gert)............. ..... III 7L Rotación de la cabeza.............................. 163 72. Circundación de la cabeza........................... 163 73. Inclinación de la cabeza de adelante hacia atrás....... 163 74. Inclinación de la cabeza de derecha á izquierda......... 164 75. Inclinación de la cabeza de delante á la derecha hacia atrás á la izquierda y ia inversa........................ 164 76. Elevación de los hombros........................... 164 — 209 — Lámina Página 77. Circundación de los brazos......................... 165 78. Elevación lateral de los brazos....................... 165 79. Codos hacia atrás.................................. 166 80. Manos cerradas sobre el dorso....................... 166 81. Respiraciones fuertes alternas........................ 166 82. Extensión de los brazos hacia delante................. 167 83. Extensión de los brazos hacia arriba.................. 167 84. Extensión de los brazos hacia afuera.................. 168 85. Extensión de los brazos hacia abajo................... 168 86 Extensión de los brazos hacia atrás................... 169 87. Extensión de los brazos hacia cinco direcciones......... 169 88. Abducción y adducción de los brazos horizontales..... 170 89. Proyección lateral de los brazos paralelos............. 170 90. Torción del brazo extendido sobre su eje.............. 171 91. Pronación y supinación de los brazos................. 171 92. Pronación y supinación de un brazo doblado. .......... 171 93. Pronación y supinación de la mano................... 172 94. Movimiento en 8 de cifra........................... 172 95. Movimiento en 8 de cifra (manos solas)................ 173 96. Frotar las manos.................................. 173 97. Flexión y extensión de la mano...................... 174 98. Flexión y extensión de la muñeca.................... 174 99. Abducción y adducción de la mano................... 175 100. Circundación de la mano............................ 175 101. Flexión de los dedos con el pulgar libre.............. 176 102. Extensión de los dedos......... ............... .... 176 103. Flexión de los dedos sobre la mano tomando el pulgar. . 176 104. Flexión de la 2a y 3a falange sobre la la............... 176 105. Flexión del índice................................ 176 106. Flexión de la 2a falange del pulgar sobre la I».......... 176 107. Flexión de cada dedo sobre el pulgar en abducción..... 177 108. Abducción de los dedos............................. 177 109. Circundación del pulgar............................. 178 110. Adducción del pulgar y meñique flexionado hacia la palma de la mano........ ...................... 178 III. Adducción de los dedos de dos en dos................. 178 112. Extensión de los dedos, fijando uno o más............. 178 113. Elevación lateral de la pierna........................ 179 114. Circundación de la pierna........................... 179 115. Flexión y extensión de la pierna hacia adelante......... 181 116 Flexión y extensión de la pierna hacia atrás............ 181 117. Rotación del pie................................... 181 118. Abducción y adducción de las piernas................ 182 119. Flexión forzada del muslo........................... 182 120. Flexión y extensión del pie........................... 182 121. Rotación del pie de fuera adentro y viceversa........... 183 Masage 14 - 210 - Lámina Página 122. Elevación sobre las puntas de los pies................. 183 123. Paso gimnástico ó de trote.......................... 183 124. Rotación forzada del muslo (sentado)................. 184 125. Proyección lateral de la pierna..................... 185 126. Proyección de la pierna adelante....................'. 185 127. Sentarse en cuclillas................................ I86 128. Proyección de los brazos y cuerpo hacía adelante..... 186 129. Movimiento de aserrar.........................• • ■ *87 130. Movimiento de seerar................................ 187 131. Movimiento de hachar..... ............. ...... ... 188 132. Flexión del tronco de adelante hacia atrás............. 189 133. Flexión lateral del tronco.......................... I90 134. Circundación del tronco............................• 190 135. Enderezar ó levantar el cuerpo estando acostado....... 191 136. Rodar sobre el dorso............................... 191 137. Flexión forzada de la pierna estando acostado.......... 191 138. Esqueleto humano................................. 299 139. Regiones superficiales del cuerpo.................... 200 140. Músculos perfectos (estatua del "Gladiador" por Agasias) 201 I ATLAS DE ANATOMÍA DESCRIPTIVA Y TOPOGRÁFICA # I ATLAS DE ANATOMÍA DESCRIPTIVA Y TOPOGRÁFICA Hemos agregado ciento diez láminas de anatomía general y topográfica con los nombres principales en español para facilitar á la masagista en su tarea, teniendo á la vista las partes del cuerpo que han estudiado pro- fundamente en todos sus detalles. A más deben leer y estudiar en libros de historia natural, física, química, fisiología, patología é higiene; sin lo cual nunca serán buenas masagistas. Al publicar este atlas debemos recordar que para el estudio se considera el cuerpo humano dividido en re- giones, por líneas y planos. En cada una de estas regio- nes se estudian los tejidos y órganos por capas; siendo la más cerca la piel, las superficiales, luego media y la más cerca del esqueleto son las capas profundas. El cuerpo entero se considera dividido en dos extre- midades inferiores ó piernas; dos superiores ó brazos; tronco y cabeza; luego se considera la parte anterior, posterior y lateral de cada una de estas seis partes. Luego se considera el cuerpo como dividido por un plano ántero - posterior que divide el cuerpo en ínitad derecha y mitad izquierda; llamándose parte interna 4 — las regiones que más se acercan ó están más adentro hacia el plano medio y parte externa la más afuera ó más alejados del plano medio; así el dedo gordo del pie es más interno que el pequeño y el brazo se coloca con el pulgar hacia afuera y la palma de la mano mirando hacia adelante; así el dedo pequeño de la mano es in- terno. Luego en cada región se consideran los bordes ó planos que separarán una región de otra; tomando di- versos nombres anterior, posterior, interno, externo, inferior, superior, etc. NOTA — Recomendamos en español los siguientes textos que deben formar la biblioteca de la masagista: Historia Natural por Carlos Berg; por Bialet Massé; por Milne Eduards; por Langlebert; por Delafosse; por Nata Gayoso; Anatomía descriptiva de Fort ; Anatomía de regiones por Paulet ; por Tillaud; Higiene por Andouard, etc. — o Lámina 2. Cicatrización de los huesos. Lámina I. — Esqueleto humano. Lámina 3.— Sistema arterial. — a, arteria aorta — b, b\ carótides. — a. subclavia derecha — c\ a. subclavia izquierda— d, a. humeral — e, e\ a. femoral—fy a. ra- dial —/', a. cubital—g, a. peroné —g\ a. tibial — //, a. aorta abdominal — h\ a. dorsal del pie. Lámina 4. — Sistema linfático. —T, canal torácico — R, C, receptáculo quilífero L A C, linfáticos, quilíferos. - 8 Lámina 5.— Circulación de la sangre (figura esquemática). — I, corazón derecho é izquierdo — 2, pequeña circulación pulmonar — 3, gran circulación — 4. ca- pilares del hígado — 5 y 6, linfáticos de los intestinos— 7. capilares de cada parte del cuerpo. — 9 — Lámina 6. — Corazón y grandes vasos del mediastino. — I. ventrículo derecho — 2, arteria pulmonar — 3, ventrículo izquierdo — 4, cayado de la aorta — 5, tronco arterial braquiocefalico que se divide en: carótida primitiva y subcla- via derecha — 6, carótida primitiva izquierda — 7, subclavia izquierda — 8, aurícula izquierda — 9, aurícula derecha — 10, vena cava superior — II, 12, troncos venosos braquiocefálicos derecho é izquierdo formados por la reunión de la yugular interna y de la subclavia — 13, tráquea arteria — 14, aorta descendente — 15, vena cava inferior y venas suprahepáticas. - 10 - Lámina 7. -— Aparato respiratorio. — Laringe del hombre, tráquea, bronquios y pulmones, con 1* ramificación de los bronquios y la división de los pul- mones en lóbulos. — II — Lámina 8. — Visceras. — Órganos conte- nidos en el abdomen y tórax. — I, tráquea — 2, 2, pulmones — 3, cora- zón— 4, diafragma- 5, hígado — 6, estómago — 7, intestinos delgados — 8, intestinos gruesos — 9, vejiga. Lámina 9. — Canal digestivo. — ce, esó- fago — es, cardias del estómago —s/>, bazo — s, estómago—/>, páncreas — d, duodeno —Py, piloro — /, hígado — g b, vesícula biliar — va, apéndice vermiforme — c, ciego — ac, colon ascendente — te, colon transverso — d c, colon descendente — i c, colon ilíaco ó S ilíaco — *', intestinos del- gados (ilium) — r, recto — a, ano. 12 - Lámina 10. — Fibras musculares (oblicuas) del estómago. — I, fibras circulares del exófago — 2, 3, fibras circulares del estómago — 5, corbata suiza. Lámina II. — Sección del intestino al nivel del íleon y el ciego; también se ve el apéndice vermicular. - 13 -- Lámina 12. — Relaciones del duodeno con el páncreas. — I, páncreas—2, con- ducto pancreático — 3, desembocadura de este conducto en el duodeno — 4. duodeno — 5, conducto colédoco — 6, vena porta — 7, vena cava inferior — 8, aorta — 9, arteria esplénica — 10, bazo — II, arteria mesentérica—12. tronco celíaco. - 14 — Lámina 13. — Aorta abdominal y sus ramas y sus conexiones con los anexos. I, arterias frénicas (diafragmiáticas) — 2, coeliac axis — 3, arteria gástrica — 4, a. hepática — 5, a. esplénica — 6, a supra-renal — 7, a. renal derecha — 8, a. lumbar - 9, a. mesentérica superior — 10, arterias e<;permáticas — II, a. mesen- térica inferior — 12, a. sacra media — 13, a. ilíaca media.— 14, a. ilíaca interna derecha — 15, a. ilíaca externa derecha — 16, a. epigástrica — 17, a. circun- flexa ilíaca — 18, a femoral. Epgtwp Col.tr Lámina 14.— Corte ántero-posterior del peritoneo. — vess., vejiga —«A, útero — red., recto— tnt. gr., intestino delgado — ¿0/. tr., colón transverso — gr. ¿p., gran epiplón — est, estómago — to., hígado — ep. g. hep., epiplón gastro- hepatico — arr.cav., cavidad posterior de los epiplones. Lámina 15. — Corte ántero-posterior de la pelvis. — I, pubis — 27 sacro — 3, vejiga — 4 uréter — 5, vagina — 6, útero — 7, ovario — 8, trompa de Falopio — 9, recto — 10, fondo de saco peritoneal recto vaginal — II, monte de Venus — 12, grandes labios — 13, parte superior de la ninfa izquierda y clítoris. Masage 15 — 16 — £2s Lámina 16. — Órganos genitales internos de la mujer —a, fondo del útero — b, cavidad del cuerpo del útero — c, cavidad del cuello y árbol de la vida — d, d, trompas de Falopio de las cuales una está cortada á lo largo — £, e, pabellón de la trompa — f, f, ovario — g, g, ligamento del ovario — ¿, h, ligamento del pabellón de la trompa adherente al ovario — i, i, ligamento redondo — k, ñ, ligamentos anchos — l, vagina. — 17 — Lámi Lámina 18. —Corte transversal de la mama. —Se ven los lobulillos de la glándula, los conductos galactóforos y los senos ó dilataciones que presentan en su trayecto. - 18 — Lámina 19. — Corte de piel. — a, a, capa superficial de la epidermis — c, capa media — d, capa de Malpighi — e, papila — f, dermis — h, tejido adiposo — it glándulas sudoríparas (glomérulos) con sus conductos excretores contor- neados en espiral. Lámina 20. — Corte del cuero cabelludo, — a, epidermis — b, tallo de un pelo — c,fr g, glándula sudorípara — e, d, glándula sebácea y conducto excretor '— h, i, tejido adiposo,—/, bulbo del pelo. 15 ��47�3647�43171697 - 19 - Lámina 21. —• Sistema nervioso. — I, cerebro — 2, cerebelo — 3, médula espinal nervios y lóbulos del cerebro y nervios craneanos—plexo braquial y dorsal. — 20 — Lámina 22. — Arterias del globo del ojo. — I, carótida interna — 2, arteria oftál- mica— 3, a. lagrimal — 4, a. ciliares cortas posteriores — 5, a. supra-orbitaria — 6, a. etmoidal posterior — 7, a. interior — 8, a. nasal — 9, a. frontal — 10 glóbulo ocular. Lámina 23. — Corte ántero-posterior del globo ocular. — I, córnea — 2, cámara anterior — 3, iris — 4, cristalino — 5, cámara posterior — 6, conducto de Petit, limitado en su parte anterior por la zona de Zinn — 7, plexo venoso situado en el espesor de la esclerótica, llamado conducto de Schlemm — 8, proceso ciliar —9, cuerpo vitreo — 10, nervio óptico — II, esclerótica — 12, coroides — 13, retina— 14, membrana hialoidea. — 21 - Lámina 24. — Conjunto del aparato auditivo del hombre (esquema).. — a, a, pabe- llón de la oreja — b, conducto auditivo externo—*:, cadena de hueso en e oído medio — d, vestíbulo del oído interno — e, conductos semicirculares del oído interno — f, caracol — ^, trompa de Eustaquio que conduce a la faringe — h, cara externa de la membrana del tímpano. Lamino 25. - Órgano del oído.- a, a, pabellón - b, conducto auditivo externo - cr cadena de huesos - d, vestíbulo - e, músculo externo del martillo — g conduc- tos semicirculares-¿, músculo anterior ó interno del martillo — m, ligamento — 11, nervio auditivo — s, caracol — /, trompa de Eustaquio. — 22 — Lámina 26. — Cartílago del pabellón de la oreja (la parte correspondiente á la en- trada del conducto auditivo externo está tirada hacia abajo).— I, meato del conducto auditivo externo - 2, tubérculo de la apófisis sigomático—3, apó- fisis mastoidea — 4, hélice — 5, su origen — 6, apófisis del hélice — /* rama inferior del ante-hélice — 8, su rama superior — 9, fosa navicular — 10, rama del hélice — II, concha — 12, cola del hélice y ante-hélice — 13, trago tirado hacia abajo—14, antetrago—15, 15, incisiones en el fibro cartílago de la oreja. — 23 - Lámina 27, — Laringe; cara lateral izquierda. — a, epíglotis — b, car- tílago tiroides — d, pequeñas astas del tiroides — f, grandes astas — g, músculo crico-aritenoide poste- rior—h y k, músculo crico-tiroides — /, ligamento de la articulación crico-tiroideo. Lámina 28. — Laringe á la cual se ha cortado la mitad derecha del car- tílago tiroides — a, epíglotis — b, cartílago tiroides — c, cartílago cricoides — /, h, diversas haces del músculo tiro-aritenoideo — k, l, r, fibras musculares en los re- pliegues ariteno-epiglóticos—g, m, músculo crico-aritenoideo lateral — s, músculo crico-aritenoideo posterior — p, ligamento de la articulación crico-aritenoideo pos- terior. Lámina 29. - Músculos y aponeurosis de la cabeza, cara y cuello.— I, m. fronta 1 2 m occipital - 3, a. aponeurosis del m. occipo-frontal - 4 fascia de m frontal-4, m. temporal — 5, m. auricular posterior-6, m. orbicular del párpado - 7, in. elevador de ala de la nariz y del labio superior - 8, m ele- vador de la nariz ántero-posterior - 9, m. compresor de la nariz — 9¿>, m. piramidal de la nariz - 10, m. zigomático menor-II, mzigomatico mayor - 12 m. maseter —13, m. canino - 14, m. elevador del labio superior —15, m. orbicular de los labios - 16, m. bucinador - 16 b, m. depresor de ángulo de la boca-17, m. cuadrado de la barba —18, sinfixis de la barba-19, mex- terno-cleido-mastoideo-20, m. trapecio - 21, m. digástrico y estilo-hiodeo - 22, parte anterior del músculo digástrico - 24, m. omo-hioideo — ¿5 m. externo-hioideo —26, m. tiro-hioideo —27, m. milo-hioideo — 28, 29, 3U, m. esplenio. — 25 — Lámina 30. — Arterias, nervios, etc., de la cabeza. — a, m. frontal — b, m. occipital — c, aponeurosis epicraneana — d, aponeurosis temporal — e, m. orbicular de los párpados —f, m. temporal — g, m. maseter — h, m. zigomático menor — t\ m. zigomático mayor —k. glándula parótida — n, a. temporal superficial y n. aurículo temporal — o, a., temporal profunda anterior — p, a. temporal profunda posterior — q, a. facial — r, v. yugular externa — s, v. facial — /, nervio frontal externo — u, nervio facial — v, rama auricular del plexo cervical — x. rama mastoidea del plexo cervical — y, n. sub-occipital. Lámina*3I. — Región anterior y lateral del cuello. — a. a. occipital — b, k, n. pneu- mo-gástrico — c, v. yugular externa — d,\. yugular interna — e, v. maxilar interna—f, cuerpo del hueso maxilar inferior—g, a. tiroidea superior — h, a. carótide primitiva — i, m. omo-hioideo — i, m. externo-hioideo — /, v. yu- gular anterior. Lámina 32. — Región subclavia y axilar. — a, m. trapecio— b, plexo braquial — c, m. escaleno anterior — d, m. omo-hioideo — e, inserción external del m. externo - cleido -mastoideo — f, inserción clavicular del externo - cleido- mastoideo — g, a. subclavia — h, v. subclavia — i, m. pectoral mayor — /, m. pectoral menor. - 27 — Lámina 33. — Músculos profundos de la parte posterior del cuello ( nombres en latín ). - 28 — — 29 — Lámina 35. — Boca, faringe y laringe. — k,h, abertura bucal — /, lengua — d, ma- xilar inferior con inserción del genio glosso — e, hueso hioides — y, epíglotis —f, cavidad de la laringe — c, velo del paladar — u, pilar anterior del velo — v, pilar posterior — t, amígdala — s, porción estrecha de la faringe, continuándose con el exófago — z, apertura de la trompa de Eustaquio en la parte superior de la faringe. ¡o Lamina 36. - Región faríngea. — a, m. peri-estafi- lino externo — b, m. peri-estafilino interno — c, m. bucinador — d, m. estilo-gloso — e, m estilo-faríngeo —f, m. constrictor superior de la faringe - g, m. constrictor medio - h, m constrictor inferior — i, m. hiogloso — j, hueso hioides — k, cartílago tiroide. Lamina 37/— Región estafilo tonsilar. — A, abertura posterior de las fosas nasales - b, gancho del ala interno de la apófisis terigoideo — c, úvula ó campanilla —D, epiglotis — E, base de la lengua- F, pared posterior de la fannge (doblada hacia afuera) - H. m. peri-estafilino externo — I m. peri-estafilino interno —Km pa- lato-estafilino - L, m. gloso-estafilino — AI, inserciones faríngeas del m fa- nngo-estafilino — O, m. estilos — P esófago. ' Lámina 38. - Músculos de la pared anterior del tronco. — 1,2, 3, m. gran pectoral — 4, 4, m. oblicuo externo del abdomen — 5, 5, m. serrato mayor — 6, 6, borde anterior del m. gran dorsal — 7,8, porción inferior del esternón—9, aponeu- rosis de m. oblicuo externo — 10, línea blanca — II, anillo umbilical — 12, 12, 12, inserciones tendinosas del recto del abdomen — 13, 13, anillo inguinal — 14, piramidal del abdomen — 15, borde externo del m. recto del abdo- men — 16, m. externo-hioides — 17, m. omo-hioides — 18, m. externo-cleido- mastoideo—19, m. trapecio — 20, m. deltoide — 21, m. biceps-braquial — 22, m. pectíneo — 23. m. sartorio — 24. m. recto femoral — 25, m. tensor de la fascia lata — 26. m. adductores. Masage 16 — %o — Lámina 39. — Músculo diafragma (para el tórax del abdomen) mirado desde abajo I, pilar derecho — 2. p. izquierdo — 3, entrecruzamiento de la porción carnosa de los pilares — 4 arco fibroso interno — 5, arco fibroso externo — 6, folíolo derecho del centro frénico — 7, foliólo anterior — 8, foliólo izquierdo — 9, orificio aórtico 10, orifixio exofágico — II, orificio de la vena cava inferior - 12. músculo psoas - 13, m. cuadrado de los lomos — 24. aponeurosis del trasverso del abdomen. — 33 — Lámina 40. — Músculos de la cara anterior del tórax. — I, gran pectoral — 2. su haz clavicular — 3, haz externo-costal — 4, 5, 6, sus inserciones en la aponeu- rosis del abdomen — 7, su parte externa, formada por la superposición de los haces precedentes — 9, sus haces profundos viniendo de los cartílagos de las costillas — 10, m. pequeño pectoral — II, m. subclavio — 12, m. deltoi- des — 14, digitaciones del gran dentellado — 15, digitaciones del gran oblicuo del abdomen — 16, borde anterior del gran dorsal — 17, tendón del mismo — 18, m. gran redondo — 19, m. subscapular — 20, larga porción del tríceps braquial — 21, extremidad humeral del deltoides — 22, 22, externo mastoideos — 23, externo hioideos — 24, m. trapecio. 4 Lámina 41. — Músculos del tórax y de la región cervical profunda. — I, m. gran dentellado — 2, m. escaleno anterior — 3, m. escaleno posterior - 4, insercio- nes costales del gran oblicuo del abdomen — 5, inserciones costales del gran dorsal — 6. pequeño pectoral — 7, m. intercostal interno — 8, m. intercostal externo. ínser- Lámina 42. — Músculos profundos del tórax. — I, músculo pequeño pectoral ( .. ción coracoidea) — 2. m. subclavio — 3, m. intercostal externo — 4, corta porción del biceps. — 36 — Lámina 43. — Músculos del abdomen. — I, gran oblicuo — 2, 2, gran serrato — 3, 3, aponeurosis del gran oblicuo — 4, ombligo — 5, 6, línea blanca — 7, arco crural — 8, anillo inguinal —9, gran pectoral — 10, gran dorsal — II, 12, gran recto anterior del abdomen — 13, lámina anterior de su vaina—14, m. pira- midal— 15, 15, m. pequeño oblicuo del abdomen —16, parte inferior de la aponeurosis del gran oblicuo — 18, parte superior del muslo cubierto de su aponeurosis de envoltura — I(), corte del gran oblicuo del abdomen. Lámina 44.— Músculos superficiales de la pared lateral del tronco y de la espalda. I, gran dorsal — 2, aponeurosis lumbo-sacral — 3, 4, 4, inserciones ilíacas y costales del gran dorsal — 5, 6, 7, parte superior del gran dorsal — 8, gran redondo —9, 10, II, trapecio — 12, infra-espinoso — 13, pequeño redondo — 14, 15, 16, gran oblicuo del abdomen - 17. 18, borde anterior é inferior del mismo músculo — 19, su ángulo inferior interno redondeado — 20, 20, gran serrato — 21, gran pectoral — 22, gran glúteo— 23, tensor del fascia lata — 24 deltoide — 25, cutáneo del cuello — 26, externo-cleido-mastoideo. — 38 21. Lamina 43. - Músculos superficiales del dorso. — I, aponeurosis lumbo-sacro -2, m. gran dorsal — 3, sus fascículas ilíacas — 4, espacio que lo separa del gran oblicuo del abdomen — 5, parte superior del gran dorsal — 6, m. re- dondo mayor - 7, parte inferior del m. trapecio, con su aponeurosis — Ü in- serta en la espina del omóplato - 9, parte central del m. trapecio con su aponeurosis- 10, II, 12, 13. parte superior del m. trapecio - 15, m. occipital — 16, externo-cleido-mastoideo — 17, m. esplenio —18, m, deltoide -19, m. infra sub-espinoso - 20, m. redondo menor — 21, 21, m. vasto interno tríceps braquial (inserción interna) — 22, 22, inserción externa - 23, m. graso oblicuo del abdomen ( parte posterior ) - 24, 24, gran glúteo. — 39 — Lámina 46. — Músculos profundos del dorso (nombres en latín) — 40 — Lámina 47. - Región perineal de la mujer - ( planos profundos ). — a, m. gran glúteo — b, m. recto interno — c, m. gran abductor — d. m. semi-tendinoso — e, m. esfínter externo del ano—/; extremo anterior del músculo constrictor de la vulva - g, m. transverso — //, m. isquio-clitorídeo - z, m. elevador del ano—/, aponeurosis perineal media — k, bulbo de la vagina — /, glándula vulvo-vaginal — 7/z, vasos y nervios pudendas internas — n, arteria del bulbo. 303752 — 41 — Lámina 48. —Región perineal de la mujer ( planos superficiales ). — a, aponeurosis del muslo — b, aponeurosis del m. gran glúteo — c, m. gran glúteo—d, m. recto interno — e, m. gran adductor —f, m. semi-tendinoso —g, m. tejido adiposo del hueco isquio-rectal — h, aponeurosis perineal superficial — i, saco dar- toico —j, esfínter externo del ano — k, m. elevador del ano — /, m. cons- trictor de la vulva — m, m. isquio-clitorídeo — n, m. transverso — o, vasos y nervios pudendas—p,p, nervio perineal superficial—q, q, rama perineal de pequeño nervio ciático — r, rama glúteo-cutáneos del pequeño nervio ciático. — 42 — Lámina 49. — Vasos y músculos ilíacos. — I, arteria aorta abdominal - 2, vena cava inferior — 3, arteria ilíaca primitiva — 4, vena iliaca primitiva — 5, vasao ilíacos internos y externos — 6,6, m. psoas — 7. 7, m ilíaco — 8, 8, m. obtu- rador externo — l\ arteria v vena sacra media. — 43 — Lámina 50. — Músculos de la cavidad abdo- minal I, m. psoas — 2. m. ilíaco. Lámina 51. — Músculos de la re- gión anterior del muslo. — I, m. ilíaco — 2, m. psoas — 3, m. tensor del fascia lata — 4, su tendón — 5. sartorio — 6, recto anterior — 7, vasto ex- terno — 8, vasto interno — 9, recto interno — 10, primer ad- ductor — II. pectíneo. — 44 Lámina 52. — Músculos de la región anterior del muslo (nombres en latín ). Lámina 53. — Músculos de la región posterior del muslo ( nombres en latín ). — 45 — For ischiad. \ mcj Lámina 54. — Músculos profundos de la región posterior del muslo y caderas ( nombres en latín ). — 46 — Lamina 55. — Músculos profundos de la región posterior del muslo y caderas I, m. gran glúteo — 2, su inserción femoral — 3, m. glúteo medio — 4 su' inserción en el gran trocánter — 5, pequeño glúteo - 6, su inserción femoral — /, m. piramidal— 8, su tendón femoral 9, m. gemino superior — 10 m ge- mino inferior - II, porción extra pelviana del obturador interno — 12,'m cua- drado crural - 13 tendón del biceps - 14, tendón del semi-membranoso — 15, haz superior del gran adductor - 16, tendón del recto anterior. 47 Lámina 56. —Corte transversal de la articulación coxo- ~¡ femoral.— I, zona del ligamento semi-anular—2, ro-¿b déte cotiloídeo—3, tendón reflejo del recto anterior — 4, grasa del fondo de la cavidad cotiloidea — 5, ligamento redondo — 6, ligamento transverso - de la gran escotadura — 7, membrana obturatriz. % fe llf \\WMm Lámina57.—Músculos profundos déla re- gión posterior del muslo. —I, m bíceps — 2. m. semi-tendinoso — 3, m. semi- membranoso — 4, m. gran adductor. Masage 17 — 48 — «fe ;.. -m'-p. LX-í-.fe'f'i:.Ll!!'li.'£ ■■■,..,-^ ■¿tt Lámina 58. Músculo profundo de muslo: - I. i'ara postenor del músculo gran adductor, formando gotera. imiim - -vfe ay//'V/-'/.'r'ii| I >v Lámina 59. - Músculos profundos de la región interna del muslo. __L m. segundo adductor— 2. m. gran adductor— 3, m.obtu- rador externo — 4, sección del cuello del fémur para hacer ver la inserción femoral del obtura- dor externo. 54 49 — ü !v!i;»:j ¡¡ iite ;, \ &.« ■:-m¿?:.4it"K;Wi Lámina 60. — Músculos de la región anterior del muslo. — I, m. tríceps — 2. m. sartorio — 3, m. recto in- terno — 4, m. obturador externo. Lámina 61. — Rodilla vista de frente sin la rótula y con liga- mentos. Lámina 62.—Rodilla corte ántero- posterior — mostrando rótula, ligamentos y vainas sinoviales. Lámina 63. — Músculos de la región interna de la pierna. — I, m. tibial anterior— 2 y 3, su tendón — 4, tendón del m. exterior propio del dedo grueso — 5 y 6, m. gemelo interno —7. m. soleo — 8, tendón de Aquiles — 9, su inserción en el calcáneo — 10. ten- dón del músculo plantar delgado —II y 12, tendón del tibial posterior— 13 y 14, ten- dón del largo flexor común de los dedos -- 15, tendón del m. largo flexor propio del dedo gordo —16, 16, m. abductor del dedo grande — 17, m. vasto interno del muslo—18, 19, 20, m. sartorio —21, 22, m. recto interno — 23, m. semi-membra- noso — 24, m. semi-tendinoso. Lámina 64. — Músculos superficiales de la re- gión externa de la pierna.— I, I, m. tibial anterior — 2, 2, tendón del m. extensor del dedo gordo— 3, 3, m. extensor largo de los dedos, con sus tendones 4, 5 y 6 — 7, m. peroné — largo y su tendón 8, — 9, m. peroné corto y su tendón 8 — 9, m. pe- roné corto y su tendón 10 — II, porción externa del m. gemelo — 12, 12, m. soleo — 13, tendón de Aquiles — 14, m. exten- sor corto de los dedos — 15. m. abductor pequeño de los dedos. - 16, m. recto fe- moral — 17, 18, m. recto externo — 19, ten- dón del muslo biceps — 20, ligamento lateral externo de la rodilla. 51 Lámina"65. — Músculos de la región anterior de la pierna. — I, tendón del recto femoral — 2, hueso ti- bial — 3, m. tibial anterior — 4, m. extensor común de los de- dos — 5, m. extensor propio del dedo gordo — 6, m. peroné largo — 7, 8, m. peroné largo y corto — 9, inserción extern a del m. ge- melo — 10, inserción interna del m. gemelo — II, m. externo corto de los dedos — 12, ligamento su- perior anular del dorso del pie. 11 Lámina 71. — Músculos del plano pro- fundo de la región posterior de la pierna. — I, músculo plantar del- gado — 2, tendón de Aquiles. Lámina 72. — Músculos del plano pro- fundo de la región posterior de la pierna.— I, músculo poplíteo — 2, m. largo flexor común de los dedos — 3, m. flexor propio del dedo gordo — 4, inserción tibial del músculo soleo. — 55 — Lámina 73. — Parte posterior de la articulación tibio-tarsiana. — I, maléolo externo — 2, maléolo interno y canal que da paso á los tendones del tibial posterior y del flexor común de los dedos — 3, ligamento posterior de la articulación tibio-peronea inferior — 4, hueso astragalino — 5, hueso calcáneo-astragalino — 7, articulación posterior calcáneo astragalina — 8, manojo profundo del ligamento later al interno — 9, manojo superficial del mismo ligamento — 10, manojo medio ó peroneo calcáneo del ligamento lateral externo — II, ma- nojo posterior ó peroneo astragalino posterior — 12, algunas fibras de este ligamento que se dirigen á la tibia, hacia arriba y adentro. Lámina 74. — Corte de las articulaciones del pie. — I, hueso calcáneo — 2, hueso astrágalo — 3, hueso escafoide — 4, corte del primer hueso cuneiforme — 5 corte del primer hueso metatarsiano — 6, hueso sesamoideo del dedo gordo — 7, 8, tendones, flexor y extensor — 9, tibia — 10, tendón de Aquiles. Lámina 75. — Región dorsal del pie. — I, tendón del tibial anterior— 2, tendón del extensor pro- pio del dedo gordo — 3, tendones del extensor común de los dedos — 3\ tendón externo del mismo ó peroneo anterior — 4, m. pedio — 5, 5', tendones del pedio confundiéndose con los tendones de los extensores —6, nervio músculo- cutáneo — 7, n. tibial anterior — 8, arteria pedia — 9, arteria dorsal del tarso — 10, arte- ria dorsal del metatarso. Lámina 76. — Músculos profundos del pie; región dorsal. — I, m. pedio — 2. su extremo interno — 3. tendón del extensor propio del dedo gordo — 4. tendón del extensor común de los dedos. Lámina 77. —Región plantar profunda; arterias y nervios plantares. — I, m. flexor corto plantar — 2, m. abductor del dedo pequeño — 3, m. abductor del dedo gordo — 4, m. flexor propio del dedo gordo — 6, m. abductor oblicuo del dedo gordo —- 6, tendón del flexor común de los dedos, cor- tado para descubrir las partes profundas — 7, ac- cesorios del m. flexor largo común — 8, tendón del peroneo lateral largo, situado profundamente en su vaina — 9, arteria plantar externa — 10, arte- ria plantar interna —II, arco plantar — 12, arterias interóseas plantares 13, nervio plantar externo — 14, nervio plantar interno — 15, rama super- ficial externa del nervio plantar interno — 16, rama superficial interna del mismo nervio— 17, el nervio plantar externo — 18, vaina de los tendones de los flexores. Lámina 78. — Región plantar profunda del pie. — I, m. cuadrado — 2, tendón del flexor común de los dedos — 3, tendón del largo flexor propio del dedo gordo — 4, lámina que une este tendón al cuadrado plantar — 5, músculos lumbricoides. — 58 — Lámina 79. — Músculos del hombro (nombres en latín l. 59 — Lámina 80. — Articulación escápulo-humeral. — I, cabeza del húmero — 2, cavidad glenoidea— 3, tendón de la larga porción del biceps — 4, ligamento cora- coides — 5, fragmento del ligamento acromio-coracoides — 6, sección del tendón del músculo subscapular — 7, larga porción del tríceps. áí.$t Lámina 81. — Región axilar. — a, m. biceps — b, n mediano — c, a. humeral. — 60 Lámina 82. — Región subclavia y axilar. — I, arteria axilar — 2, a. humeral acom- pañada del nervio mediano — 3, a. acronio-torácica — 4, a. torácica inferior — 5, a. escapular inferior — 6, arteria circunfleja posterior— 7, a. circunfleja anterior. — 61 — Lámina 83. — Región braquial anterior. — I, clavícula - 2, m. biceps cortado — 3, m. deltoides levantado — 4, tendón del pectoral mayor —5, m. braquial anterior — o,parte inferior del biceps — 7, m. vasto interno del bíceps —8, parte inferior del córaco - braquial, atravesad») por el nervio músculo-cutáneo — lK arteria axilar — 9', arteria humeral - 10, nervio mediano — II, nervio cubital — 12, m. braquial cutáneo interno — 13, nervio accesorio del braquial-cutáneo interno — 14, nervio músculo-cutáneo — 15, ramo del nervio músculo - cutáneo destinado al biceps. — 16, ramo del nervio braquial anterior — 17, anastomosis entre el nervio mediano y el nervio músculo - cutáneo — 18, nervio radial — 19, ramos deltoideos del nervio circunflejo. - 6, Lámina 84. — Región posterior profunda del hombro y brazo ; nervio circunflejo y nervio radial. — I, Erina levantando el borde posterior del deltoide — 2, m. vasto externo del tríceps — 3, erina separando la porción larga del tríceps — 4, m. infra-espinoso y m. redondo menor — 5, m. redondo mayor — 6, nervio radial — 7, ramo del radial destinado á la porción larga del m. tríceps — 8, ramo destinado al m. vasto interno y al m. vasto externo — 9, nervio circunflejo — 10, ramo cutáneo del nervio circunflejo — II, ramos deltoideos del m. circunflejo. 63 — m iL'iu'ii'ii,"///'' w Lámina 85, — Músculos de la espalda y del brazo, vistos del lado externo. — 1, m. triceps bra- quial — 2, su porción larga — 3, su vasto ex- terno ---1, su inserción en el lécrano — 5, m. gran redondo — 5', pequeño redondo — 6, m. infra-espinoso —7, 8, 9, 10, m. deltoideo — II, m. supra-espinoso — 12, m. biceps braquial — 13, m. braquial anterior — 14, m. largo supinador — 15, m. primer radial externo. Lámina 86. — Región profunda del hom- bro y cuello. — I, músculo angular del omoplato. Masage 18 — 64 — amina 87. — Región profunda del hombro y espalda. — I, músculo supra-espinoso — 2, m infra-espinoso — 3, m. pequeño redondo — 4, m. gran redondo — 5, larga porción del tríceps — 6, inserción escapular del m. angular del omoplato — 7, inserción escapular del m. romboideo. amina 88. - Región profunda del hombro y brazo. - I, músculo subscapular 2, m. gran redondo — 3, inserción humeral del gran dorsal — 4 inserción del gran pectoral - 5, porción corta del biceps y m. coraco-braquial — 6 cion coracoidea del m. pequeño pectoral - 7, inserción escapular del m hioideo — 8, porción larga del m. biceps. inser- ir!, orno- - 65 — Lámina 89. — Músculos y arterias de la región interna del brazo. — I, ar- teria humeral — 2, colateral ex- terna — 3, del braquial anterior — 4. a. colateral interna. Lámina 90. — Región anterior profunda del brazo. — I, músculo biceps — 2, porción infra-articular de su porción larga — 3, m. coraco-braquial — 4, m. braquial anterior — 5, inserción esca- pular del gran dentellado — 6, inserción del omo-hioideo. — 66 — Lámina 91. — Región posterior del brazo. — I, porción larga del m. trí- ceps — 3, su porción externa. Lámina 92. — Región poste- rior profunda del brazo. — I, porción interna del tríceps — 2, línea de inserción de su porción externa. — 67 — Lámina 93. — Región superficial del pliegue del codo mostrando venas y nervios, a, a, venas radiales — b, b, venas cubitales — c, vena me- diana común — d, vena comunicante — e, vena mediana cefálica — f, vena mediana basílica — g, vena cefálica — h, vena basílica—/, rama del nervio radial -/nervio músculo- cutáneo - k, k, ramas del nervio braquial cutáneo interno. Lámina 94. — Región profunda del pliegue del codo. — a, m. biceps braquial — b, expansión aponeuró- tica del biceps — c, m. braquial an- terior — d, d, m. largo supinador — e, primer radial externo—_/, masa muscular epitrocleano —g, m. pro- nador redondo — h, m. palmar mayor — i, m. palmar menor —/, cubital anterior — k, m. flexor pro- fundo de los dedos — /, arteria humeral — m, a. radial — n, a. cu- bital — o, o, nervio mediano —p, nervio radial — q, nervio cubital. Lámina l>5. — Cara ante- rior de la articulación del codo derecho ( es- quema ). — I, parte in- ferior del cuerpo del húmero — 2, cubito — 3, radio — 4, epicóndilo — 5, epitróclea — 6, cóndilo — 7 y 8, tróclea — 9, cavidad coronoi- dea — 10, apófisis coro- noideo — II, cabeza del radio. Lámina 96. — Corte án- tero-posterior de la ar- ticulación del codo.—I, húmero — 2, cubito — 3, cavidad coronoidea — 4, cavidad olecra- neana — 5, olécrano — 6, apófisis coronoideo — 7, corte de la tró- clea humeral. — 68 — Lámina 97. — Región anti-braquial anterior superficial. — I, m. biceps — 2, expan- sión aponeurótico del biceps — 3. tendón del biceps — 4, m. braquial ante rior — 5, inserción interna del triceps braquial — 6, m. pronador redondo — 7, m. flexor sublime- 8,9, m. palmar mayor — 10, m. cubital anterior — II, inserción en el hueso pisiforme — 12. 13, m. supinador largo — 14, 15, m. radial largo y corto — 16, m. abductor largo del pulgar — 17, tendón del abductor largo — 19, 20. 21, m. y t. de los flexores superficiales de los dedos — 22, tendones de los m. flexores profundos — 23, 23, m. lumbricoideo — 24, m. abductor corto del pulgar — 26, flexor largo del pulgar. — 69 - Lámina 98. — Región anterior del antebrazo y mano. - a, m. bíceps braquial - h. expansión aponeurótica del bíceps - c, m. largo supinador - d m pronador redondo-*, e,m, palmar mayor-/;/, m. palmar menor-^, m. cubital anterior - h tendones del flexor sublime - /, m. flexores profundos de los dedos —/, m flexor largo del pulgar - k, ligamento anular anterior del carpo - /, m. ab- ductor corto del pulgar - ;//, m. abductor del dedo pequeño - n, m flexor corto del dedo pequeño - o, o, vainas de los tendones de los flexores de los dedos -P, arteria humenal - q, a. radial - r, a. radio palmar - s, a. cubital - /, ar- cada palmar — u, u, n. mediano — v, n. cubital. -- 70 — Lámina 99. — Región posterior superficial del antebrazo y mano. — I, tendón del m. tríceps braquial — 2, m. supinador largo — 3, 4, m. extensor largo del radio — 5, 6, extensor del m. corto radial— 7,8, abductor largo y extensor corto del pulgar — 9,9, m. extensor largo del pulgar — 10, 10, ligamento del carpo — II, 12, m. y t. del extensor común de los dedos — 13, tendón del m. extensor del índice — 14, tendón del extensor corto de los dedos— T5, lo, m. extensor del dedo pequeño — 17, m. ancóneo — 18, m. flexor del dedo pequeño — 19, borde posterior del cubito — 20, apófisis olécranon — 21, cóndilo interno. 71 i» te*? Lámina 100. — Región dorsal profunda del ante-brazo. — I, m. largo supinador — 2. m. primer radial externo — 3, m. segundo radial externo — 4, m. extensor común de los dedos — 5, inserción de este músculo en la 2a falange — 6, inserción del mismo en la 3:l falange — 7, m. extensor propio del dedo chico — 8, m. cubital posterior — 9, m. ancóneo. ¡W /*%' ^ es* :i ) ^ \J a Lámina 101. — Región dorsal profunda del ante-brazo. — I, m. corto supinador — 2, m. largo abductor del pulgar — 3, m. corto extensor del pulgar — 4. m. largo extensor del pulgar — 5, m. ex- tensor propio del índice — 6, tendones de los dos radiales externos. — 72 — Lámina 102. — Región anterior, profunda del ante-brazo, I, m. flexor profundo de los dedos — 2, su inserción inferior en la ter- cera falange —3, m. largo flexor propio del pulgar — 4, m. pronador cuadrado — 5, in- serción profunda del m. flexor común super- ficial de los dedos - 6, inserción cubital del m. pronador redondo — 7, inserción cubital del m. braquial anterior. Lámina 103. — Región anterior profunda' del ante-brazo — I, m. redondo pronador — 2, m. gran palmar — 3, m. palmar delgado — 4, m. flexor común superficial de los dedos — 5, inserción inferior de este músculo en la segunda falange — 6, m. cubital anterior. — 73 — Lámina 104. — Articulaciones radio-cúbito-carpiana y carpo metacarpianas, (cara posterior ). — I. apófisis estiloides del radio — 2, apófisis estiloides del cubito — 3, carita articular del cubito con la cavidad glenoidea del radio —4, 5, su- perficie articular superior ó cóndilo de la articulación radio-carpiana — 4, hueso piramidal— 5, h. exafoides - 6, ligamento lateral externo de la articu- lación radio-carpiana —7, h. semilunar —8, h. trapecio — 9, h. trapezoideo — 10, hueso grande — II, h, ganchoso — 12, ligamento que va del trapecio al primer metacarpiano — 13, ligamento que une el hueso grande al ganchoso — 14, ligamento que va del trapecio al trapezoides - 15, ligamento de unión del trapezoides y hueso grande — 16, ligamento entre el primer y el segundo metacarpiano. — 74 — 75 — Lámina 107. — Arterias y músculos de la región palmar. - I, m. cubital antenor — 2 m palmar mayor — 3, rama palmar del nervio cubital — 4, arteria radial — 5 arteria cubital formando el arco palmar superficial y anastomosándose con'la radio-palmar- 6, 7, tendón del m. palmar menor y aponeurosis palmar-8, arteria interósea palmar superficial-9, 9, anastomosis de las interóseas palmares superficiales con las interóseas palmares profundas — 1U, 10, arterias colaterales de los dedos - II, bifurcación de la primera arteria interna dorsal procedente del tronco de la radial. 76 Lámina 108. — Músculos profundos de la nal™, a i tordel pulgar - 2, m. oponente ielPpXar * man°- ~ ,'„'n' corto abduc- - -I. su inserción en la base del „Fg - 3' m- corto ne![or del pulgar transverso - 6, m. adductor deFifíXomet7aCarpÍan°«- S- m- adductor nente - 9, sección del m. palmar cutáneo ~ '' ""■ COrto flexor ~ 8> ». opo- KW Lámina 109. - Músculos de los dedos. -I, m. interóseo dorsal «terno de medio - 2, haz tendinoso posterior que se une al umbrical 3 y acendón de extensor común de los dedos 4 - 5, haz posterior-6, m. interóseo dorsal interno - 7, su tendón - 8, tendón del extensor común - 9, bandeleta fibrosa transversal. 78 — ÍS) ^rsal externo LÁMINAS DEL ATLAS Láminas Páginas I. Esqueleto humano............................... 5 2. Cicatrización de las fracturas....................... 5 3. Sistema arterial.................................... 6 4. Sistema linfático.................................. 7 5 . Circulación de la sangre........................... 8 6. Corazón y grandes vasos.......................... 9 7. Aparato respiratorio.............................. 10 8. Visceras ú órganos contenidos en el abdomen y tórax.. II 9. Canal digestivo.. ............................... II 10. Fibras musculares del estómago.................... 12 11. Corte del ileon y ciego............................ 12 12. Relaciones del duodeno con el páncreas.............. 13 13. Aorta abdominal y sus ramas....................... 14 14. Corte ántero-posterior del peritoneo................ 15 15 . Corte ántero-posterior de la pelvis.................. 15 16. Órganos genitales internos de la mujer............... 16 17. Ovario y trompa del lado izquierdo.................. 17 18. Corte transversal de la mama...................... 17 19. Corte de la piel................................... 18 20. Corte del cuero cabelludo......................... 18 21. Sistema nervioso.................................. 19 22. Arterias del globo del ojo.......................... 20 23. Corte ántero-posterior del globo ocular.............. 20 24. Conjunto del aparato auditivo del hombre............ 21 25. Órgano del oído.................................. 21 26. Cartílago de la oreja.............................. 22 27. Laringe, cara lateral superficial..................... 23 28. Laringe, cara lateral profundo...................... 23 29. Músculos y aponeurosis de la cabeza, cara y cuello. ... 24 30. Arterias y nervios de la cabeza, cara y cuello......... 25 31. Región anterior y lateral del cuello................ 26 32. Región subclavia................................. 26 33. Músculos profundos de la reg-ión posterior del cuello.. 27 34. Músculos, arterias y nervios del cuello............... 28 35. Boca, faringe y laringe (corte ántero-posterior)....... 29 36. Región faríngea................................ 30 37. Región estofilo-tonselar (faringe)................... 30 38. Músculos de la pared anterior del tronco ............ 31 39. Diafragma........................... .......... 32 — 80 Página^ Láminas ____--- Músculos de la cara anterior del tórax........ • • •--- ¡* Músculos del tórax y de la región cervical profunda.. . ¿ + Músculos profundos del tórax...................... * Músculos del abdomen...........................r Músculos superficiales de la pared lateral del tronco. . . ó/ Músculos superficiales del dorso.................. 3% Músculos profundos del dorso...................... Región perineal en la mujer (plano profundo)......... 40 RegftSn perineal en la mujer (plano superficial)........ 4T Vasos y músculos ilíacos........................... 42 Músculos de la cavidad abdominal.................. 43 Músculos de la región anterior del muslo............. 43 Músculos profundos de la región anterior del muslo.. .. 44 Músculos de la región posterior del muslo............ 44 Músculos profundos de la región posterior del muslo y de las caderas.......,............................ 45 Músculos profundos de la región posterior del muslo y de las caderas.................................... 46 Corte transversal de la articulación coxo-femoral. . . .^ . 47 Músculos profundos de la región posterior del muslo. . 47 Músculo profundo del muslo/. ... ................. 48 Músculos profundos de la región interior del muslo. ... 48 Músculos de la región anterior del muslo...... ...... 49 Rodilla, vista de frente, sin rótula................... 49 Corte ántero-posterior de la rodilla................. 49 Músculos de la región anterior de la pierna........... 50 Músculos superficiales de la región externa de la pierna 50 Músculos superficiales de la región anterior de la pierna 51 Músculos profundos de la región externa de la pierna. . 51 Músculo extensor propio del dedo gordo............. 52 Región posterior superficial de la región poplítea..... 52 Músculos superficiales de la región poplítea.......... 53 Reglón posterior de la pierna (plano profundo)....... 53 Músculos del plano profundo de la región posterior de la pierna.................................... 54 Músculos del plano profundo da la región posterior de la pierna....................................... 54 Parte posterior de la articulación tibio-tarsiano......v. 55 Corte de las articulaciones del pie.................. 55 Región dorsal del pie.......................... 55 Músculos profundos de la región dorsal del pie....... 56 Región plantar profunda........................... 57 Región plantar profunda...................... 57 Músculos de la región del hombro............... 5$ Articulación escápulo-humeral................. 59 Región subclavia y axilar..................... 59 Región axilar........................... ^q — 81 — Láminas Páginas 83. Región braquial anterior......................... 61 84. Músculos de la espalda y brazo, vistos del lado externo 62 85 . Región posterior profunda del hombro y brazo........ 63 86. Región posterior profunda dei hombro y cuello....... 63 87. Región posterior profunda del hombro y espalda...... 64 88. Región posterior profunda de omoplato y brazo...... 64 89. Músculos y arterias de la región interna del brazo..... 65 90. Región anterior profunda del brazo.................. 65 91. Región posterior del brazo......................... 66 92. Región posterior profundo del brazo................ 66 93. Región superficial del pliegue del codo.............. 67 94. Región profunda del pliegue del codo............... 67 95. Cara anterior de la articulación de' codo............. 67 96. Corte ántero-posterior de la articulación del codo..... 67 97. Región ante-braquial anterior superficial............. 68 98. Región ante-braquial anterior profundo.............. 69 99. Región ante-braquial posterior superficial........• • • • 70 100. Región dorsal profundo del antebrazo............. 71 101. Región dorsal profundo del antebrazo............... 71 102. Región anterior profundo del antebrazo.............. 72 103. Región anterior profundo del antebrazo.............. 72 104. Articulación del carpo............................. 73 105. Sinoviales del carpo.............................. 74 106. Arterias del dorso de la mano...................... 74 107. Arterias y músculos de la región palmar............. 75 108. Músculos profundos de la palma de la mano.......... 76 109. Músculos de los dedos de la mano. ... ............. 110. Músculos de los dedos de la mano................... 77 s t >n NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE NLI1 DQ1G13MT b * ^ >» NLM001013496