INFORME SOBRE UNA COMISION CIENTÍFICA EN EUROPA PRESENTADO AL MINISTERIO DE GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES EL Dr EMILIO R. GONI Director de la Oficina de Estadística General y Delegado al Congreso Internacional de Higiene y Demografía de La Haya (Agosto de 1884) BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI, ESPECIAL PARA CURAS 60 CALLE ALSINA 60 188 4 INFORME SOBRE UNA COMISION CIENTÍFICA EN EUROPA PRESENTADO AL MINISTERIO DE GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES EL Dr EMILIO R. CONI Director de la Oficina de Estadística General y Delegado al Congreso Internacional de Higiene y Demografía de La Haya (Agosto de 1884) BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI, ESPECIAL PARA OBRAS 60 CALLE ALSINA 60 1884 Comisionado de la Provincia de Buenos Aires. La Plata, Noviembre de 1884. Al Señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Doctor Don Nicolás Achával. De acuerdo con lo dispuesto por el artículo tercero, del decreto de mi nombramiento, [echa 55 de Abril del corriente año, tengo el honor de presentar á V. S. el informe en que doy cuenta del desem- peño de la comisión científica en Europa, que el Exrno. Gobierno tuvo á bien confiarme. Si los resultados que se han alcanzado, logran llenar en parte los propósitos que se tuvieron en vista al decretar aquella, quedarán colmados mis deseos, pues habré contribuido en la humilde esfera de mi acción, d que sea conocida y apreciada en sus diversas fases la Provincia mas importante de la República. Aprovecho esta oportunidad para saludar d V. S. con mi distin- guida consideración. Emilio R. Coni. DECRETO DEL PODER EJECUTIVO Ministerio de Gobierno de la Provincia. La Plata, Abril 22 de 1884. Al Señor Director de la Oficina de Estadística General, Doctor Don Emi- lio R. Coni. Trascribo á Yd. para los fines consiguientes el decreto espedido por el Poder Ejecutivo en esta misma fecha: La Plata, Abril 22 de iBB4. Considerando que hay verdadera con- veniencia en hacer conocer la importancia de la provincia en Europa para fomentar así la inmigración á ella. El Poder Ejecutivo decreta: Art. Io Comisiónase al Director de la Oficina de Estadística General para que trasportándose á Europa, desempeñe las siguientes comi- siones : Ia Dar á luz publicaciones en pequeño formato en los idiomas fran- cés, aleman é italiano, que encierren conocimientos de utilidad sobre la provincia, destinados á hacerla conocer y á favorecer la importación de capitales y la corriente de inmigración ; 2a Presentar ála sección de Demografía del Quinto Congreso Inter- nacional de Higiene que ha de celebrarse en La Haya, el Censo Gene- ral de la provincia de 1881 y el Anuario Estadístico de 1882, como igualmente difundir estas y otras publicaciones de la Oficina de Esta- dística, haciéndolas llegar á sociedades científicas diversas, prensa, personas competentes, etc.; 3a Representar ála provincia de Buenos Aires en el referido Con- greso de Higiene y de Demografía, cuyas sesiones se celebrarán del 21 al 27 del corriente año ; 6 4a Estudiar todas las cuestiones de higiene y medicina pública que tengan aplicación inmediata en la nueva capital de la provincia ; 5a Visitar y estudiar los manicomios de los principales paises para apreciar los adelantos relativos á su construcción y organización á fin de tenerlos en vista para el que deberá construirse en la ciudad ba Plata; 6a Visitar las Oficinas de Estadística para conocer su organización y adelantos, y ensanchar en lo posible el cange que tienen establecido con la de la provincia, adquiriendo al mismo tiempo por vía de com- pra ó donación, todas aquellas, publicaciones de interés para el pro- greso de esta importante rama de la administración. Art. ü¿°. Las oficinas de noticias establecidas en Francia y Alema- nia prestarán al comisionado todo el concurso que les solicitare. Art. 30. —EI comisionado ásu regreso presentará un informe deta- llado dando cuenta del resultado de su comisión. Art. 4o.—Acuérdase para gastos de viaje la suma de mil pesos moneda nacional y para atender á las impresiones, su distribución y trasporte de libros mil doscientos pesos de la misma moneda. Art. 50. Mientras dure la ausencia del Doctor Coni quedará la Oficina de Estadística á cargo del Secretario de la misma, debiendo disponerse los trabajos de tal manera que queden terminados en el corriente año los Anuarios Estadísticos correspondientes á los años 1881 y 1883. Art. 60. Los gastos que origine este decreto se imputarán al in- ciso 40, item 3o del Presupuesto General. Art. 70. Dense las órdenes correspondientes, comuniqúese, publí- queseé insértese en el Registro Oficial. ROCHA Faustino Jorge. Saludo á Vd. atentamente Firmado: Faustino Jorge. ANTECEDENTES DE LA COMISION En el mes de Junio de 1881 mi distinguido amigo el Dr. Faus- tino Jorge, en representación del Dr. Rocha, entonces gobernador, solicitaba mi concurso para la ejecución del Censo General que debia levantarse en la Provincia de Buenos Aires, proponiéndome el puesto de Secretario en la Comisión Directiva que iba á nombrarse. Tratándose de una obra de tanta importancia, me hice un deber de aceptar el cargo con que se me quería honrar, prometiendo poner á su servicio todos mis esfuerzos. Próxima á terminarse la impresión del libro del Censo, el Dr. D. Diego G. de la Fuente, presidente de la Comisión Directiva, me espresó un dia que el Dr. Rocha tenia muchos deseos de que yo rea- lizase un viaje á Europa para dirijir convenientemente la distribu- ción de dicho libro, propendiendo al mismo tiempo á hacer conocer la Provincia de Buenos Aires por medio de publicaciones diversas. Las cosas en este estado, fui requerido en el mes de Mayo de 1883 para ocupar el puesto de director de la Oficina de Estadística, y habiéndome ofrecido el P. E. un concurso decidido para llevar á cabo las reformas que me permití indicar, á fin de organizar debidamente el servicio estadístico, acepté el nombramiento con que de nuevo se me honraba. En el mes de Diciembre del mismo año, es decir, seis meses des- pués de mi entrada á la Oficina, daba á luz un libro volumi- noso, nuevo en su género, con el título de Anuario Estadístico de 1882, teniendo dos ediciones, una en español y otra en francés. Esta última obra yel Censo General despertaron un vivo interés y 8 merecieron de la prensa y délas personas competentes una acogida honrosa y juicios muy favorables. En estas circunstancias, el Dr. Rocha se decidió á realizar las ideas patrióticas que abrigaba desde que había asumido el mando, dando á luz el decreto ya tras- crito, en que puede verse considerablemente ampliada la idea primitiva con la agregación de otras comisiones igualmente im- portantes y benéficas para el progreso de la Provincia de Buenos Aires. Al ejercer la comisión he tratado de corresponder á la dis- tinción y confianza depositadas en mi persona por el P. E. de la Provincia. Los frutos que se recojan pertenecerán en gran parte al Dr. Rocha, iniciador del pensamiento y á sus dos ministros los doctores Jorge y D’Amico que han cooperado eficazmente para el feliz éxito alcanzado. I «Io Dar á luz publicaciones en pequeño formato, en los idiomas francés, aleman é italiano, que encierren conocimientos de utilidad sobre la Provin- cia, destinados á hacerla conocer y á favorecer la importación de capitales y la corriente de inmigración.» (Inc. 10,Io, art. Io del decreto de 22 de Abril de 1884). En mis varias comunicaciones dirijidas desde Europa, las que figuran en el Apéndice que .acompaña áeste informe, hice conocer á Y. S. los resultados alcanzados con la distribución de pequeños opúsculos en francés, aleman é italiano, favorablemente acqjidos en todas partes. No necesito entrar en estensas consideraciones para demostrar á V. S. la gran utilidad de este género de publicaciones que hacen conocer nuestro país. La ignorancia que reina en las naciones euro- peas á este respecto sobrepasa por mucho lo que se cree en general. Los gobiernos, la prensa, las personas ilustradas aún, y sobre lodo los pueblos, tienen ideas incompletas, ó masa menudo erróneas, sobre la República Argentina. El Brasil es en Europa el país mas conocido de la América Meridional y esto esplica porque muchas veces la correspondencia dirij ida á Buenos Aires venga como en- viada al Brasil ó que se vea en artículos ó sueltos de la prensa colo- car nuestra capital dentro del imperio vecino. Para combatir estos errores, para difundir conocimientos geo- gráficos tan desconocidos en general, he hecho distribuir el Anuario Estadístico de 1882 y los folletos respectivos publicados en tres lenguas á los principales periódicos y diarios del continente euro- peo. Así quizá llegarán á saber que la República Argentina no está dentro del Brasil y que este imperio aunque con tres veces mas es- tensión y cuatro veces mas población, no alcanza ni siquiera al doble del valor en su importación y esportacion, comparadas ambas con las de la República. La aparición del Censo General de 1881, del Anuario Estadístico de 1882, de los mapas del Sr. Latzina, y de otras diversas publica- ciones oficiales y particulares que he difundido, han venido en no pocas partes ¿i arrancar un velo de ignorancia, y porque no decirlo, de desconfianza y prevención, que cubría los ojos de las poblacio- nes europeas. Entre muchas otras pruebas que podría aducir para confirmar mi aseveración, básteme mencionar solamente los con- ceptos llenos de admiración que encierran los artículos de la prensa en general sobre los libros que he citado mas arriba L El folleto publicado en francés, aleman é italiano no es mas que un lijero resúmen del Anuario Estadístico, complementado con dalos recientes. En efecto, era difícil obtener informaciones mas exactas y completas que las que aparecen en dicho libro. Todas las ediciones de este opúsculo han sido acompañadas de un pequeño plano coloreado representando los ferro-carriles y telégrafos de la provincia, en actividad, en construcción ó en pro- yecto. He juzgado que este mapa era el mas útil para llenar los propósitos que se tenían en vista y el mas adecuado para dar una idea rápida del progreso y riqueza de la provincia de Buenos Aires. La oficina de informes sobre esta última, establecida en París, las diversas legaciones argentinas y los consulados respectivos de Jas principales ciudades, me han prestado un concurso eficaz que me complazco en reconocer y agradecer aquí. Las numerosas rela- ciones que mantienen les ha permitido á los señores Ministros y Cónsules efectuar una distribución conveniente de las publicacio- nes que les he dirijido, que me habría sido muy difícil obtener de otra manera. De la edición italiana del folleto han sido distribuidos mil qui- nientos ejemplares á los principales expositores de la Exposición Genera] Italiana en Turin, por intermedio de su Comisión Direc- tiva. La edición en aleman ha sido repartida convenientemente en Alemania, Austria y sobre todo en los cantones alemanes de la Suiza, donde existen agencias de emigración autorizadas por el 1 Puede verse mas adelante una parte de dichos artículos, es decir, los mas im- portantes. gobierno federal que suministran á los interesados toda clase de informaciones y les prestan su protección. Estas oficinas tienen cada una bajo su dependencia de treinta hasta setenta sub-agencias esparcidas en todo el país. La oficina de informes sóbrela provincia de Buenos Aires estable- cida en París ha distribuido mil quinientos ejemplares de la edi- ción en francés, una parte de estos conjuntamente con el periódico que dá ó luz intitulado « La Piala». De esta misma edición han sido enviados cantidades variables á las legaciones y consulados de la República establecidos en Fran- cia, Bélgica, Inglaterra y Suiza. Es por medio de publicaciones análogas a las que nos ocupan, distribuidas en los países que mantienen relaciones comerciales con nosotros, que se logrará aumentar la corriente de inmigración. Debemos también oponerlas á esa prédica sorda que hace una partede Ja prensa europea para combatir la emigración hácia la América Meridional, precisamente porque no tiene la mayor parte de las veces conocimientos exactos sobre la situación, riqueza y condiciones especiales de los Estados que la constituyen. En el continente sud-americano ninguna nación está colocada en circunstancias tan favorables como la República Argentina para atraer á su seno una masa considerable de inmigración. Su situa- ción geográfica, su clima templado en una gran parte de su esten- sion, su riqueza y fertilidad, hacen de ella una comarca muy supe- rior á las demás de la América Meridional. Para demostrar que el Brasil, por sus condiciones especiales no podrá jamás luchar á este respecto con la República, séame permi- tido mencionar las opiniones de un médico brasilero ilustrado, el Doctor JoséPereira Regó Filho, emitidas en una conferencia pública dada en Rio de Janeiro á fines del año de 1883. He aquí algunos párrafos de dicha conferencia cuyo lema era «El Brasil y los Estados Unidos en la cuestión de la inmigración ». « Por consiguiente, hay un defecto radical que aleja de nosotros la inmigración europea, que no puede creerse sea la preocupación respecto de la supuesta insalubridad de algunos de nuestros puer- tos ó secciones territoriales, puestos que estos pueden ser evitados por los inmigrantes. La misma ciudad de Rio de Janeiro, capital del imperio no es el estadio obligado para la emigración europea. «¿Cuál es pues la verdadera causa de nuestros infructuosos es- fuerzos hechos hasta hoy en la cuestión de la inmigración ? « Sin duda la reglamentación, la tutela oficial, la imposición de una voluntad contraria á la del inmigrante. « Llega este y deportado para un islote ó internado en regiones desconocidas, no halla una sola oficina que le dé colocación, ni un solo pedazo de tierra accesible en que pueda trabajar! Y sin em- bargo, hay quienes piden se le decrete la gran naturalización, el casamiento civil, el registro de nacimientos y defunciones, la igual- dad de cultos y la secularización de los cementerios I « No es la esclavitud del Brasil que rechaza a los inmigrantes ; es el intento, la tentativa tantas veces realizada de hacerlos servir de complemento á la esclavitud, de despojarlos de la libertad y anular los proyectos del futuro, convirtiéndolos en verdaderos asalariados, sometidos á una preponderante legislación, constituidos en meros siervos y como antes de dejar la Europa, proletarios también, sin porvenir, sometidos al monopolio territorial y compelidos á obedecer al señor de la tierra. « ¿ Por qué ha de quererse forzosamente que el inmigrante sirva de apoyo obligado á la gran propiedad, cuando él puede fundar un establecimiento propio, trabajando libremente, lo que de dia en dia aumentará mas su patrimonio? pero es precisamente fuera de su trabajo, en virtud del acrecentamiento de la población en un país nuevo, que vé continuamente tomar mayor incremento al valor de su inmueble. « Señores, séanos lícitos decir, que desde largos años la falsa ideado constituirnos la servidumbre de hombres libres ha hecho imposible la inmigración europea para el Brasil. «Es este engaño alimentado de una manera tenaz por ilusorias preocupaciones, que tiene alejado y alejará siempre del Brasil la corriente emigratoria europea. « Borremos de nuestras leyes la palabra colonización ; será á este respecto el primer paso dado en la verdadera senda que debemos seguir y no perdamos un solo instante de vista que, los brazos li- bres nunca podrán servir de succédaneo al trabajo esclavo, como tan injusta y violentamente continuamos en pensar á manera de idea fija por medio de proyectadas leyes de locación de servicios. Donde quiera se halle el inmigrante, que sea libre de hecho y de de- recho ; que el Estado no proteja el abuso del fuerte contra el débil, la violación de la buena fé ó si se quiere, de la ignorancia del in- migrante recien llegado». A estas opiniones bien esplícitas del Dr. llego Filho puedo aún agregar las que registra el boletín de la Sociedad Central de In- migración de Rio de Janeiro en uno de sus últimos números : «La esclavitud y el monopolio territorial son los mayores obst¿\- culos al desenvolvimiento de los ferro-carriles. Tanto la esclavitud como el monopolio territorial rechazan al inmigrante y mantienen el desierto al costado de las vías férreas. «El esclavo no viaja, produce muy poco, una tercera ó una quinta parte del hombre libre y consume todavía menos por el ré- gimen de abstención forzada en que vive». Todo lo que acabo de trascribir demuestra hasta la evidencia las malas condiciones en que se halla el Brasil para atraer la inmigra- ción europea. La esclavitud, cuya abolición ha despertado una lu- cha que puede traerle funestos resultados, originando una confla- gración social, el monopolio territorial, el clima cálido y tropical de una gran parte de sus provincias, que no conviene en general al europeo é impide su fácil aclimatación, la falla de leyes sábias y protectoras para el inmigrante, y finalmente, la presencia de la fie- bre amarilla que reina endémicamente en algunos puntos de su territorio, sobre todo en su capital, son las causas que consti- tuyen y constituirán por mucho tiempo los grandes obsUiculos para atraer Ja inmigración. Si del Brasil pasamos á los demás estados sud-americanos pode- mos decir: que la República del Uruguay, país rico y sumamente fértil goza en Europa de una sensible reputación por los gobiernos arbitrarios que lo han gobernado en los últimos años, origen de sus continuas disensiones internas ; Chile teniendo un territorio relati- vamente pequeño, mas alejado que nosotros del continente europeo, por cuya razón su inmigración es menor que la de la República, tendrá que ser siempre un país esencialmente minero ; Bolivia, se- pultada en el seno del continente, sin puerto alguno para dar sa- lida á sus productos permanecerá quizá por mucho tiempo tributa- ria nuestra ; el Perú, en condiciones climatéricas mucho menos favorables que Chile, se halla hoy postrado por los fracasos de la última guerra, cuyos sensibles resultados se aumentan aún mas por las luchas internas que han estallado en su seno y que dificul- tan y retardan su reorganización. Respecto de los demas países, baste tan solo recordar que están situados en la zona tropical, para comprender que no podrán ja- más competir, bajo el punto de vista de la inmigración con la Re- pública Argentina. Las tres fuentes principales de nuestra inmigración son la Italia, la España y la Francia. La estadística oficial demuestra que las Repúblicas del Pialasen las que mas atraen la colonia italiana. He aquí un cuadro demos- trativo, sacado de la última publicación 1: Emigración Italiana 1879 1880 1881 1882 1883 Estados Unidos y Canadá.. 3208 5756 11868 18669 21337 Méjico, Colombia, Vene- zuela y otros países de la América Central 4990 4850 1779 3741 4178 Brasil 7999 6080 6766 9074 7590 Chile y Perú 270 188 285 531 317 República Argentina 13197 12003 15899 22997 24127 República del Uruguay... 439 879 721 804 1025 América, sin distinción de Estado 6442 2861 3226 3154 3891 El cuadro anterior hace ver que la República Argentina ocupa el primer rango con respecto á la emigración italiana. Esta dife- rencia es aún mas sensible si se comparan las cifras correspon- dientes de las estadísticas italiana y argentina. He aquí dicha com- paración : Estadística argentina Estadística italiana 1879 22774 13197 1880 18416 12003 1881 20500 15899 1882 25500 22997 1883 26718 24127 Las diferencias que se observan entre las cifras de las dos co- lumnas reconocen á mi juicio dos causas : la primera, está espli- cada por el hecho de que una parte de la emigración que llega con destino al Brasil no fija allí su residencia y se dirije mas larde á 1 Statistica della Emigrazione Italiana, Anno 1883. Roma, 1884. las Repúblicas del Pinta. Para corroborar esto, citaré el boletín de la Sociedad Central de Inmigración de Rio de Janeiro que en su número distribuido el 30 de Enero de 1884 decía : « Hay que observar que muchos millares de inmigrantes entra- dos al puerto de Rio de Janeiro fueron y van finalmente á estable- cerse en el Estado Platino, de manera que la suma total de la pri- mera columna debe ser disminuida en contra nuestra ». La segunda causa es que muchos emigrantes italianos al abando- nar su país no comunican á las autoridades el nombre de aquel á donde se dirijen, por razones que no necesitamos analizar aquí, y la prueba de ello es que la estadística italiana trae al final de sus cuadros cantidades indeterminadas bajo esta rúbrica ; América, sin distinción de Estado. Dada la importancia de las cantidades con que está representada la República Argentina, es lógico presumir que los 3226 emigrantes de 1879, 3134 de 1882 y 3891 de 1883 que apa- recen bajo la rúbrica indicada, han venido á establecerce en su mayor parte en nuestro país. Repitiendo lo dicho, creo pues que las diferencias de algunos miles que resultan haciendo un estudio comparativo de las estadís- ticas italiana y argentina, no pueden reconocer otras esplicaciones que las que acabo de señalar. En Italia, la prensa generalmente no se muestra muy hóstil á la emigración y por el contrario, algunos escritores distinguidos que se han preocupado de las cuestiones que con aquella se relacionan, estimulan ó aconsejan mas bien la emigración hacia las Repúblicas del Plata. Uno de estos el Sr. Giovanni Robustelli 1 en una impor- tante monografía espresa magnas esperanzas, como puede verse por las siguientes líneas: « ¿ Cómo hablan estas cifras desnudas, relativas á la emigración italiana al estuario de la República Argentina, en aquella zona que nos invita, que es casi nuestra, que puede serlo de un momento á otro ? » En otra página de su libro este mismo autor se espresa así: «... en los centenares de familias que parten mensualmente de Génova para el Plata, con viaje pagado por sus parientes ya esta- blecidos allá, y presumiblemente en buena situación, que parten espontánea y alegremente, es casi un motivo para creer que en las Américas nuestra emigración vá lomando proporciones vastas, rigo- 1 Giovanni Robustelli. Dalle statistiche dell’emigrazione Roma, 1883. rosas, fecundas. En estas propagandas de la Italia fuera de Eu- ropa, además de que es mas fácil reconocer la ventaja social de la impulsión dada en las clases trabajadoras, la de una emigración como fuerza moderatriz, como equilibrio en las condiciones econó- micas sociales, es casi un prelesto sino para olvidar, por lo menos para atenuar los colores de un cuadro vergonzoso : labradores ita- lianos que están inquietos y hambrientos en los alrededores de Nueva York, operarios italianos víctimas de grandes y falsas pro- mesas, que afrontan la fiebre amarilla endémica en Vera-Cruz, la competencia del trabajo servil en las provincias brasileras, estra- gos sin nombre en Texas, en Guatemala, en Venezuela. « Muchos emigrados harían mejor de correr los riesgos del cul- tivo en la península, mas bien que ir á perecer en las llanuras pa- lúdicas y tropicales del Brasil, mas bien que de mezclarse á aquellos audaces que trabajando en el canal de Panamá, son inmolados por la industria civilizadora sobre el altar de las futuras prosperidades comerciales, mas bien que de emprender seducidos por criminales ofertas, un viage que no tiene regreso ó que teniéndolo, no dá otro consuelo que el de derramar en el seno de la familia la amargura cruel del desengaño. Pero medítese que las distancias están hoy acortadas entre uno y otro continente, piénsese que aunque con dolorosos excepciones, la América ofrece al emigrante tierras inmen- sas, de una sorprendente feracidad, situadas en climas respirables y que se dejan cultivar inmediatamente». La emigración italiana está dividida en dos clases según la es- tadística oficial: la emigración temporaria ó periódica yla emigra- ción propia ó permanente. La primera se compone anualmente de 90 á 100,000 individuos que abandonan su país para ir á buscar trabajo en Francia, Suiza, etc., y regresar nuevamente al cabo de seis meses ó un año con el fruto de su labor y sus economías. El Sr. Robustelli, autor ya citado, al aceptar la emigración per- manente que se hace hácia las dos Américas combate la tempora- ria en estos términos: « Esta, por el hecho que se encuentra en cierto modo asociada á las condiciones de esta vieja Europa, saturada de obreros, traba- jada por grandes crisis morales, políticas y económicas, agitada por las doctrinas de un socialismo, que de los libros de la metafísica ha pasado á la conciencia de las muchedumbres, y de problemas y de leyes sociales que hacen resonar las bóvedas del Parlamento, esta emigración, apresurémonos á decirlo, no es la mas consola dora para nuestra Italia ». Si de la Italia pasamos á España vemos operarse una gran emi- gración espontánea hácia las Repúblicas del Plata, atraída por la igualdad de idioma, analogía de costumbres, comunidad de origen y otras condiciones que seria largo enumerar, que reunidas todas, colocan á los emigrantes españoles en situaciones mas ventajosas que á los demás del continente. La emigración española mas importante que se dirije á la Repú- blica Argentina, procedeprincipalmente de las provincias vasconga- das y de la Galicia. Si mis informes no son erróneos, á falta de datos estadísticos de origen oficial, solamente la isla de Cuba es superior á nosotros bajo el punto de vista de la emigración de la península. La colonia española, rica y floreciente que ha fijado su residencia en las orillas del Plata, es la mejor propaganda, el mas útil centro de atracción que puede imaginarse para favorecer esa inmigración. Con respecto á la España no necesitamos emprender ó continuar el mismo género de trabajos que son indispensables para atraernos los demás pueblos europeos. En el cuadro de la inmigración figura, como ya lo hemos dicho, en tercera línea la Francia, cuyas poblaciones del mediodía nos envían una gran cantidad de individuos fuertes y laboriosos, entre los cuales merecen citarse sobre todo, los vascos. En Europa, la Francia es reputada como uno de los países de menor emigración y es en este sentido muy inferior á Ja Inglaterra y la Alemania. Parece que la célebre frase « emigrar es despoblar » hubiese hallado en ella mucha aceptación. En 1852 apenas existían 20,000 franceses en las Repúblicas del Plata. A partir de dicho año comenzaron á afluir en gran número y desde entonces la Francia figura en primera línea en el comercio de importación de dichas Repúblicas. Es digno de mencionarse con este motivo que la República Argentina es el único país en que el comercio francés ha ido aumentando de dia en dia. El gobierno francés casi siempre ha sido hóstil á la emigración, no obstante haberse demostrado que esta constituye uno de los po- derosos auxiliares del comercio exterior. Para evidenciar mas esto basta representar las relaciones comerciales de la Francia con la Re- pública Argentina por dos cifras únicamente: las exportaciones é importaciones de 1852 alcanzaban á 45 millones y las de 1882 á 267 millones. Un hombre distinguido, que se ha preocupado casi la mayor parte de su vida de la emigración francesa al Rio de la Plata, Mr. John Le Long, hablando de la emigración y la colonización como fuente de acrecentamiento simultáneo en los pueblos, de su comercio exterior y de su población, dice lo siguiente: «Los mejores ejemplos que puedan citarse son los de la Ingla- terra, Alemania é Italia, en que uno y otro aumento marchan á la par con su numerosa emigración y en un sentido contrario, la de- clinación del comercio exterior de la Francia con el estado estacio- nario de su población y á despecho de sus débiles emigraciones anuales ». Así pues, la Francia en vez de contrariar la emigración debía favorecerla. La Alemania acuerda la excepción del servicio militar para la emigración en Australia y en Oriente, pagando los gastos de viaje; la Bélgica concede también la excepción del servicio mi- litar á todo alumno de la Escuela de Amberes que emigra fuera de Europa, con una pensión de 6000 francos durante cinco años para ciertas ciudades del Japón, de la Australia ó de la China y el pre- supuesto de la Inglaterra acuerda anualmente subsidios para favo- recer la emigración L Como la República disfruta ya de una importante inmigración 1 Un escritor de nota, el ilustrado director del Colegio de Francia, M. E. Laboulaye, decía; «En oposición á la Inglaterra y la Alemania, que tienen una población exhuberante, que la colonización no ha logrado agotar, vemos á la Francia con su población estaciona- ria. Nuestro país decae, mientras que nuestros vecinos se engrandecen. Se comprueba esto y uo se trata sin embargo de investigar las causas. «Aún hay gentes sensatas que se imaginan que desanimar la emigración, es favorecer el acrecentamiento de la población. Viviendo para sí, sin esperanzas de adelantar, sin honrada ambición que lo estimule, un pueblo pierde toda clase de resortes. « Demasiado feliz el país, en que aquellos que carecen de aire no exijen de las revolu- ciones un porvenir mejor! «Agregúese á esto que los emigrantes llevan consigo en todas partes el gusto y las cos- tumbres nacionales. Es así que en vez de empobrecer la madre patria, la colonización la enriquece, abriendo á lo lejos nuevos mercados. Lo que hace la fuerza de la Inglaterra son precisamente sus inmigrantes esparcidos sobre toda la tierra, que solicitan con pre- ferencia á los demás los productos ingleses. Ved sino la América del Norte y la Austra- lia. Tenemos cuarenta millones de franceses y la Inglaterra presenta mas de cien millones de ingleses esparcidos en el mundo entero. Es en esto, ha dicho J. Duval, que está el se- creto de su fuerza. He aquí lo que en menos de dos siglos, la ha convertido en la poten- cia formidable que domina los mares ». italiana, española y francesa, debemos esforzarnos en aumentar hoy el número de inmigrantes suizos y alemanes y nada mas ade- cuado á este objeto que difundir con prodigalidad en los dos países, pequeñas publicaciones conteniendo conocimientos indispensables é informaciones de todo género para el inmigrante y hacer aun mas protectoras y generosas nuestras leyes y disposiciones relati- vas á la inmigración, porque no debe olvidarse que los resultados excelentes alcanzados hasta hoy pueden atribuirse en gran parte á una legislación análoga á la de los Estados Unidos. Imitemos pues aun mas las prácticas de este gran pueblo respecto de la inmi- gración. Con este motivo, séame permitido fijar la atención de Y. S. sobre una cuestión capital, que puede en una época no lejana constituir como en el Brasil un obstáculo poderoso á la inmigración : me re- fiero al monopolio territorial. Los poderes públicos inspirándose en el bienestar y progreso futuro del país, deben adoptar algunas medidas para que ese mal no alcanzo á tomar proporciones tales, que convierta en inútiles los esfuerzos hechos en el sentido de atraer la inmigración. Acuérdesele al inmigrante tierra en condiciones fáciles y venta- josas, rodeésele de una protección sábia y prudente y así atrayendo como hacen los Estados Unidos una gran inmigración europea, lograremos poblar nuestros fértiles y estensos territorios. Con respecto á la provincia de Buenos Aires, que en lo sucesivo continuará dando á luz anualmente su Anuario Estadístico en dos lenguas, convendría que publicase lodos los años pequeñas mono- grafías en francés, aleman é italiano que distribuidas conveniente- mente en Europa diesen á conocer el aumento de su población, agricultura, ganadería, comercio, industria, vías de comunicación, etc. Este género de propaganda podría realizarlo relativamente con gastos reducidos, por intermedio de su Oficina de Estadística que les imprimiría así un carácter oficial. 20 DISTRIBUCION DEL FOLLETO SOBRE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES En francés Ejemplares Oficina de Noticias de la Provincia de Buenos Aires. Paris 1 500 Oficina de Colonización de la República Argentina. Paris 500 Consulado argentino. Paris 300 Consulados argentinos en Francia 500 Consulados argentinos en Suiza 200 Legación argentina en Berna i3O Legación argentina en Paris 50 Legación argentina en Bruselas 230 Legación argentina en Lóndres 130 Cámaras de comercio y cámaras sindicales 350 Varios destinos 110 Total 4000 En italiano Exposición Nacional Italiana. Tarín 1500 Consulado general de la República Argentina. Genova 1000 Consulado argentino. Roma 400 Consulado argentino. Nápoles 200 Consulado argentino. Turin 200 Legación argentina. Roma 200 Diarios, periódicos, sociedades y particulares .500 Total 4000 En aleman Diarios y periódicos suizos 342 Diarios y periódicos alemanes 435 Diarios y periódicos austríacos 38 Legación argentina en Berna 100 Legación argentina en Berlín 100 Legación argentina en Yiena 100 Consulados argentinos en Suiza 200 Consulados argentinos en Alemania 100 Agencias de emigración en Suiza 300 Diversos en Suiza, Alemania y Austria 265 Total 2000 II «2* Presentar á la sección de Demografía del quinto Congreso Interna- cional de Higiene, que ha de celebrarse en La Haya, el Censo General de la Provincia de 1881 y el Anuario Estadístico de 1882, como igualmente di- fundir estas y otras publicaciones de la Oficina de Estadística, haciéndolas llegar á sociedades científicas diversas, prensa, personas competentes, etc.; «3o Representar á la Provincia de Buenos Aires en el referido Congreso de Higiene y de Demografía, cuyas sesiones se celebrarán del 21 al 27 de Agosto del corriente año.» (Incisos del art. Io del decreto de 22 de Abril de 1884). En mi nota fechada en La Haya, el 29 de Agosto próximo pasado (véase el Apéndice), he dado á Y. S. cuenta detallada de mi desempeño como representante de la provincia de Buenos Aires en el Congreso Internacional de Higiene y de Demografía, á la vez que de la presentación hecha á esta asamblea de las publicaciones á que hace referencia el inciso 2o trascrito mas arriba. Mas adelante se encuentra la lista detallada de la distribución en las principales naciones de Europa, de 108 ejemplares del Censo General de 1881 y 523 de la edición francesa del Anuario Estadís- tico de 1882, como igualmente algunos artículos sobre este últi- mo libro que han visto la luz en periódicos ó diarios que gozan de reputación. El catálogo de publicaciones que he espuesto en nombre de la República Argentina en el salón de lectura del Congreso y, que fué distribuido en hoja impresa á cada uno de sus miembros (véase mas adelante), contiene la lista de mis publicaciones sobre me- dicina, higiene, demografía, etc. Como tuve ocasión de manifes- tar á Y. S. en la nota arriba mencionáda, al proceder así, tuve en vista aprovechar la oportunidad que se me presentaba de dar una idea de nuestro estado intelectual, por desgracia demasiado desconocido en Europa. Respecto de la comunicación leidá en la sección de Demografía, que me sea permitido en honor de mi país, trascribir aquí el juicio emitido en una correspondencia sobre el Congreso, publi- cada en un diario muy reputado de París, Le Temps: « El Dr. Coni se ha ocupado también de la climatologia médica y de los movimientos de población y nos ha presentado un Bulletin Mensuel de Démographie de la ciudad de Buenos Aires, que clasi- ficaremos como excelente. «Hay en Europa muy pocas ciudades de igual importancia que tengan uno tan bueno; aun mas, sobre todo en Francia, no tienen ninguno. Está comprobado que la estadística demográfica se halla hoy mucho mas adelantada en la República Argentina que en varios Estados de Europa, en donde sin embargo es mas fácil ha- cerla y en donde se dispone de un servicio organizado desde mu- cho tiempo ha. El presidente ha tenido razón en hacer resaltar estos hechos y de presentarlos como ejemplo á los Estados retar- datarios de la vieja Europa». El autor de las líneas anteriores, corresponsal de Le Temps en el Congreso de La Haya, es el Sr. Alglave, catedrático en la Fa- cultad de Derecho de Paris, persona ilustrada que ocupa un rango distinguido en la ciencia de su país. En la série de documentos que acompaño en seguida encontra- rá Y. S: Io Catálogo de las publicaciones de la República Argentina es- puestas en el Congreso Internacional de Higiene y de Demografía; 2o Comunicación hecha por el delegado de la Provincia de Buenos Aires en la sección de Demografía del mismo Congreso; 3o Resúmen de la distribución del Censo General de 1881 y del Anuario Estadístico de 1882 (edición en francés); 4o Principales artículos bibliográficos de la prensa europea so- bre el Anuario Estadístico de 1882. Publicaciones de la República Argentina (provincia de Bue- nos Aires) espuestas en el Congreso Internacional de Higiene y Demografía de la Haya. Delegado: Dr. Emilio R. Coni I. Estadística General. Censos Io Censo General de la provincia de Buenos Aires: Demográfico, Agrícola, Industrial, Comercial, etc., verificado el 19 de Octubre de 1881. Rueños Ayres, 1883. 2o Censo de la Plata ( Capi'al de la provincia de Buenos Aires): Po- blación, Comercio é Industria, levantado el 25 de Marzo de 1884. 3o Annuaire Statistique de la province de Büénos-Ayres, publié sous la direction du docteur Émile R. Coni, directeur du Bureau de Sta- tistique genérale. Deuxiémé année, 1882. Buénos-Ayres, 1883. 4o Resume de Statistique genérale de la ville de Buénos-Ayres, publié par le docteur Émile R. Coni. Premier semestre 1882. 5o La Province de Buénos-Ayres par le docteur Emile R. Coni.— Résumé de l’Annuaire statistique. Brochure publiée en trois langues: frangais, italien et allemand. París, Rome, Zuricb, 1884. 6o Informe presentado á la Oficina de Estadística de la provincia de Buenos Aires sobre la organización de las Oficinas de Esta- dística de Europa. Buenos Aires, 1880. 11, Publicaciones periódicas 7o Revista Médico-Quirúrgica. Publicación quincenal, órgano de los intereses médicos argentinos. Director y redactor en gefe: Doctor Emilio R. Coni. Años XX y XXL 1882 á 1884. Buenos Aires. 8o Bulletin mensuel de Demographie de la ville de Buénos-Ayres : I. Demographie; 11. Méteorologie; 111. Assistance publique. Publié par le docteur Émile R. Coni. IIe année, 1883. (lIP année, cinq numé- ros de 1884, janvier á mai). 9o Boletín mensual de Estadística Municipal, dirijido por el Dr. Emilio R< Coni. Año I, 1882. 111. Publicaciones de higiene y de medicina 10° Contribución al estudio de la lepra anestésica. Quigila (Brasil). Gafeira (Portugal). Por el doctor Emilio R. Coni. Buenos Aires, 1878. 1Io Contribución al estudio de la viruela en Buenos Aires. Causas de su propagación; excesiva mortalidad en la ciudad y campaña etc., por el Doctor Emilio R. Coni. Buenos-Aires, 1878. 12° Estadística mortuoria de las afecciones puerperales en la ciu- dad de Buenos Aires, por el Doctor Emilio R. Coni, 1878. 13° El servicio sanitario de la ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires, 1880. 14° La INSPECCION HIGIÉNICA Y MÉDICA EN LAS ESCUELAS. BuenOS Aires, 1881. 15° Higiene escolar. Primeros síntomas de las enfermedades conta- giosas que pueden atacar á los niños de las salas de asilo y escuelas primarias, por el Doctor Delpech. Traducido del francés por el Doctor Coni.—Buenos Aires, 1880. 16° Consideraciones sobre la estadística de la enagenacion mental en la provincia de Buenos Aires, por los Doctores Melendez y Coni. Memoria leída en el Congreso Internacional de Ciencias Médicas de Amslerdam en 1879 —Buenos Aires, 1880. 17° Informe sobre la organización de un instituto de sordo-mudos, presentado al Gobierno Nacional por una Comisión compuesta por los Doctores Rawson, Terry, Melendez, Gandolfo y Coni. 18° Código Médico Argentino. Recopilación y resúmen de la le- gislación y jurisprudencia sobre la profesión. Deberes y derechos de los médicos, farmacéuticos y parteras por el Doctor Emilio R. Coni. 2a edición, 1882. IV. Publicaciones demográficas 19° Apuntes sobre la estadística mortuoria de la ciudad de Buenos Aires desde el año 1869 hasta 1877 por el Doctor Emilio R. Coni. Buenos Aires, 1878. 20° Movimiento de la población de la ciudad de Buenos Aires desde su fundación hasta la fecha por el Doctor Emilio R. Coni. —Buenos Aires, 1879. 21,22, 23 y 24° Movimiento de la población de la ciudad de Buenos Aires. Años 1878, 79, 80 y 81. 25° La mortalidad infantil en la ciudad de Buenos Aires. Estudio comparativo con la de Rio Janeiro, Montevideo, Lima, Méjico y otras ciudades americanas Buenos Aires, 1879. V. Planos y Mapas 26° Plano de la República Argentina. 27° Plano de la ciudad de Buenos Aires (capital de la República Argentina). 28° Plano de la ciudad La Plata (capital de la provincia de Bue nos Aires). 29°, 30° y 31° Distribución topográfica délas defunciones de virue- la y fiebre tifoidea en la ciudad de Buenos Aires, durante los años 1880 y 1882. Comunicación hecha en la Sección de Demografía del Con- greso de Higiene de La Haya, por el Delegado déla Provin- cia de Buenos Aires, Dr. Emilio H. Coni. )TRADUCCION DEL FRANCAS). Señores; En nombre de la República Argentina, representada por su provincia de Buenos Aires, la mas poblada y la mas adelantada, tengo el honor de presentaros algunos trabajos estadísticos publicados recientemente en ese país lejano. En primera línea, debo hablaros del Censo Generalde iBBí, trabajo vasto en su plan, el primero en su género que se han llevado á cabo en la América del Sud, conteniendo veinte y siete mapas gráficos y planos coloreados, que representan á dicha provincia en todos sus aspectos de población, clima, comercio, industria, etc. Este libro fué elaborado bajo la dirección de una Comisión nombrada por el Gobierno, en la cual he tenido el honor de desempeñar las funciones de Secretario. Fácil será comprender las inmensas dificultades que ha sido necesario vencer para llevar á cabo ese Censo General, teniendo presente: Io La poca densidad de la población que está demostrada por las ci- fras siguientes: Superlicie total de la provincia: 310,307 kilómetros cuadrados y 526,581 habitantes, lo que dá 1.7 habitantes por kilóme- tro cuadrado, mientras que la cifra de la densidad media de la pobla- ción en Europa, es de 32 habitantes por kilómetro cuadrado. 2o El Censo de 1881 es el segundo que se ha levantado en la República después del de 1869, por consiguiente una gran parte de la población, sobre todo la de la campaña, no está acostumbrada á estas operaciones, que por el contrario se han repitido periódicamente en las naciones de Europa y en los Estados Unidos de Norte América. 3o Que en los paises nuevos, en via de organización, es fácil com- prender que la administración no puede disponer de ciertos elementos con que podrá contar mas tarde. El Censo de 1881 ha ocupado un personal de 2050 individuos, ha- biendo costado al tesoro público una suma aproximada de 350,000 fran- eos; fue terminado en veinte y dos meses, es decir, entregado al público en ese último término. El segundo libro que os presento es el Anuario Estadístico de 1882, hecho teniendo envista el plan adoptado en Francia, Italia, Bélgica,etc. Al aceptar la dirección de la Oficina de Estadística General habia in- dicado al Gobierno la necesidad de hacer estas publicaciones en dos ediciones: una en español, que es el idioma nacional, y la otra en francés para ser distribuida en toda la Europa. Tuve la satisfacción de ver aceptadas mis indicaciones, y así en ade- lante esas publicaciones se harán en la forma indicada. Están ya en prensa los tomos que corresponden á los años 1881 y 1883. Creo de mi deber llamar vuestra atención sobre dos capítulos de este Anuario: Clima y Salubridad pública, que ofrecen un interés ver- daderamente especial. El Director de nuestro Observatorio Astronómico Nacional, el sabio doctor Gould, ha preparado un plano de las líneas isotermas de toda la parte de la América Meridional colocada al Sud de los límites boreales de la República Argentina, y resulta de ese plano que una gran parte de la nación está situada dentro de los límites de la zona templada, cuyos climas son los mas favorables, como ustedes bien lo saben, al desen- volvimiento y bienestar de la raza humana. Durante mis dos viajes en Europa, después haber visitado varias na- ciones en estaciones diferentes, he podido convencerme, por estudios especiales, que en una grande parte de la República no tenemos los estreñios de temperatura que se hacen sentir en algunos paisesdel viejo continente, situados en la misma zona de los climas templados del he- misferio Norte. En cuanto á la salubridad pública, he reunido durante un período de ocho años, datos de estadística médica y observaciones meteoroló- gicas que me permiten aseguraros que la ciudad de Buenos Aires y la Provincia del mismo nombre, por su situación geográfica, rodeada por caudalosos ríos, por el Océano Atlántico y demás condiciones especiales que reúne, puede considerarse como una de las regiones mas sanas del globo, no sucediendo lo mismo con las regiones tropicales del mismo continente que sufren las iníluencias de enfermedades endémicas graves, como ser la fiebre amarilla, las fiebres palúdicas, perniciosas, etc. Llamo la atención de mis honorables colegas sobre los dos capítulos del Anuario que se refieren á estas importantes cuestiones. En este mismo libro encontrareis otro capítulo bastante completo sobre la población (censo y sus movimientos) así como también un estudio de climatología médica. Con este objeto he principiado, contando con la colaboración de colegas muy distinguidos de mi país, á reunir los elementos, aunque hoy incompletos, con la esperanza de que podrán servir mas tarde de base á los estudios sobre las enfermedades reinan- tes en la R pública Argentina. El tercer trabajo que os presento es el Boletín mensual de Demografía de la ciudad de Buenos Aires, que ha alcanzado su tercer año de existencia y que se publica en lengua francesa, como suplemento á la Revista Mé- dico-Quirúrgica de dicha ciudad. Este boletín desde su aparición ha sido remitido á todas las oficinas, sociedades y publicaciones de esta- dística de Europa. Tengo el honor de poner á la disposición de mis sábios cólegas algu- nos ejemplares de los tres libros de que acabo de ocuparme, así como igualmente de las demás publicaciones demográficas y de higiene que están anotadas en el catálogo de la República Argentina, que se ha dis- tribuido. Al pediros indulgencia en la apreciación de mis trabajos, quiero re- cordaros que he tratado estas materias como simple aficionado, y debo también declararlo, en las pocas horas que me han permitido disponer las rudas tareas de la profesión médica. Hé dicho. Resumen de la distribución del Censo general de 1881 y del Anuario Estadístico de 1882. Censo General Francia 22 Italia 12 Alemania 10 Bélgica../ 14 Holanda 40 España 10 Total 108 Anuario Estadístico Francia 166 Alemania 60 Inglaterra II Italia 72 Bélgica 40 Suiza 30 España 49 Holanda 90 Otros paises 5 Total 523 CENSO GENERAL DE 1881 FRANCIA Oficina de Noticias de la Provincia de Buenos Aires. Paris. Biblioteca Nacional. Paris. Oficina de Estadística Municipal. Paris. Oficina de Estadística y de Legislación comparada. Paris. Oficina de Estadística General de la Francia. Paris. Sociedad de Economía Política. Paris. Sociedad Francesa de Higiene. Paris. Doctor Julio Rochard, Ministerio de la Marina. Paris. Mr. Mauricio Block. Paris. Anuales de Démographie Internationale, Paris Doctor Jacques Bertillon. Paris. Doctor Prosper de Pietra Santa. Paris. Varios: ocho. Total de ejemplares distribuidos : 22. BÉLGICA S. M. Leopoldo 11, rey de Bélgica. Biblioteca Real. Bruselas. Biblioteca de la Universidad de Bruselas. Comisión Central de Estadística del reino. Bruselas. Oficina de Estadística General. Bruselas. Oficina de Higiene. Bruselas. Exámen y análisis de las publicaciones financieras y administrativas de la Bélgica y del estrangero, Ministerio de Hacienda. Bruselas. Consulado argentino en Verviers. Sociedad Inmobiliaria Argentina. Bruselas. Consulado general argentino. Amberes. Oficina de Emigración, José Greger. Amberes. Varios : tres. Total de ejemplares distribuidos 14. ALEMANIA Diez ejemplares remitidos para su distribución al Sr. D. Cárlos Calvo, Ministro Plenipotenciario de la República Argentina en Berlin. (Véase mas adelante la lista de distribución). ITALIA S. M. Umberto 10,Io, rey de Italia. Roma. S. S. León XIII, Sumo Pontífice. Roma. Sociedad Geográfica Italiana. Roma. Legación Argentina. Roma. Consulado Argentino. Roma. Consulado Argentino. Turin. Luciano Morpurgo, profesor de Economía Política. Roma. Doctor Angel Messadaglia, profesor de Estadística. Roma. Dirección General de la Estadística del reino de Italia. Roma. Varios : tres. Total de ejemplares distribuidos : 12. ESPAÑA Diez ejemplares remitidos al señor D. Martin García Mérou, Secretario de la Legación de la República Argentina en Madrid, para ser dis- tribuidos en la península. (El Sr. García Mérou me ha prometido enviar oportunamente la lista de distribución). HOLANDA Cuarenta ejemplares distribuidos á los principales miembros del Con- greso Internacional de Higiene y de Demografía de La Haya (Agosto 1884). ANUARIO ESTADISTICO DE 1882 FRANGIA Ministerio de Relaciones Exteriores. Ministerio de Agricultura. Ministerio de Comercio. Ministerio de Finanzas. Ministerio de Guerra. Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Ministerio del Interior y Cultos. Ministerio de Justicia. Ministerio de Marina y Colonias. Ministerio de Correos y Telégrafos. Ministerio de Trabajos Públicos. Diversas reparticiones Cámara de Diputados Senado. Biblioteca Nacional, Colegio de Francia. Prefectura del Sena. Prefectura de Policía. Academia de Medicina. Administración de la Asistencia Pública. Instituto de Francia. Escuela Nacional de Agricultura de Grignon. Sociedades varias Société d’encouragement pour l’industrie nationale Société Nationale d’Agriculture de France. Société de Géographie. Société d’Economie Politique. Société de Statistique Universelle. Sociedad Latino-Americana y Biblioteca Bolívar. Instituciones de crédito Banco de Francia. Paris. Comptoir d’Escompte. Paris. Cámara de Comercio. Paris. Hotel de las Cámaras Sindicales. Paris. Comité Central de las Cámaras Sindicales. Paris. Cámara de Comercio. Marsella. Cámara de Comercio. Burdeos. Cámara de Comercio. Lion. Cámara de Comercio. Havre. Periódicos de Paris La Plata. Les Affaires Espagnoles. Alíñales agronoraiques. Annales du commerce extérieur. Anuales d’hygiéne publique et de médécine légale. Annales des Sciences Naturelles. Le Brésil. Bulletin de la Société de Géographie Coinmerciale. Bulletin de Statistique et de législation comparée. Documents statistiques reunís sur l’administration des douanes. Europa y América. Journal mensuel des travaux de l’Académie nationale, agricole, ma nufacturiére et commerciale. Journal de la Société de Statistique. Revue d’hygiéne et pólice sanitaire. Révue-gazette maritime et commerciale. Révue sud-américaine. Diarios París Le Temps. Le Fígaro. La France. Le Gaulois. Le Gil Blas. Le Pays. La Patrie Le Siécle. La République Frangaise. Le Yol taire. Diversos Dr. Maurice Nielly, profesor de la Escuela de Medicina de Brest. Dr. Arthur Chervin, director de los « Annales de Démographie Interna Dr. E. Vallin, director de la « Révue d’Hygiéne et Pólice Sanitaire » París. tionale». París. Dr. J. Rochard, médico inspector del servicio sanitario en el Ministe rio de Marina. París. Dr. J. Bertillon, director de la Estadística Municipal, París. Dr. P. de Pietra Santa, director del «Journal d’Hygiéne ». París. Dr. L. Colín, profesor en la Escuela del Yal-de-Gráce. París. Mr. Courtois, secretario de la «Société d’Economie Politique». Dr. Pedro S. Lamas, director de la «Révue Sud-Américaine». Ministro Plenipotenciario del Brasil. Ministro Plenipotenciario de los Estados-Unidos. Ministro Plenipotenciario de Chile. Ministro Plenipotenciario del Perú. Ministro Plenipotenciario del Uruguay. Ministro Plenipotenciario de la República Argentina Varios : ochenta. Consulados Argentinos Paris. Havre Nantes. Burdeos. Marsella. Lion. Tolon. Cette. Bayona. Total de ejemplares distribuidos: 166 ITALIA Autoridades S, M. Umberto 10,Io, Rey de Italia. Roma. S. S. León XIII, Sumo Pontífice. Roma. Ministerio de Relaciones Exteriores. Ministerio del Interior. Ministerio de Justicia y Culto. Ministerio de Hacienda. Ministerio del Tesoro. Ministerio de la Guerra. Ministerio de Marina. Ministerio de Instrucción Pública, Ministerio de Trabajos Públicos. Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio. Ministro de la Real Casa. Diversos Cámara de Diputados, Roma, Senado. Roma. Biblioteca Alejandrina. Roma. Prefecto déla provincia de Roma. Real Academia de Medicina. Roma. Oficina Central de Meteorología. Roma. Real Universidad de Roma. Prefectura de Policía. Roma. Dirección General de Correos. Roma. Consejo Superior de Estadística. Roma. Oficina de Higiene y Asistencia Sanitaria. Roma. Sociedades varias Sociedad Geográfica Italiana. Roma. Comisión Directiva déla Exposición Nacional Italiana. Turin. Junta Provincial de Estadística. Milán. Instituciones de Crédito Banco Nacional. Roma. Banco Romano. Roma. Cámara de Comercio. Roma. Cámara de Comercio. Génova. Cámara de Comercio. Turin. Cámara de Comercio. Milán. Cámara de Comercio. Nápoles. Banco Nacional, Turin. Diarios Corriere di Roma. Roma. Gazzeta dTtalia. Roma. LTtalie. Roma. La Libertá. Roma. II Popolo Romano. Roma. La Lombardia. Milán. La Perseveranza. Milán. II Mattirio. Turin. Diversos Legación Argentina. Roma (tres ejemplares). Doctor E. Daneo, Secretario de la Exposición Nacional Italiana Doctor Luis Pagliani, profesor de Higiene en la Universidad de Turin Doctor B. Carenzi, director del Conservatorio de vacuna. Turin. Doctor Cárlos Saviotti, profesor de Estadística gráfica. Roma. Doctor S. Protonotari, profesor de Economía Política. Roma. Doctor Luciano Morpurgo, profesor de Economía Política y Estadís- Turin. tica. Roma. Don Julio Tarra, director del Instituto de sordo-mudos pobres Milán. Doctor C. Pini, director del Siíilocomio. Milán. Don J. Nicolussi, profesor del Real Instituto de sordo-mudos Milán. Varios: siete. Consulados Argentinos Consulado Argentino. Milán. Consulado Argentino. Roma. Consulado Argentino. Nápoles. Consulado Argentino. Turin. Consulado Argentino. Genova (tres ejemplares) Consulado Argentino. Venecia. Consulado Argentino. Boloña. Consulado Argentino. Florencia. Total de ejemplares distribuidos: 72. SUIZA M. Simón Kaiser, Presidente de la Confederación Suiza. Berna. M. Cárlos Scbenk, Ministro del Interior. Berna, M. Bernardo Harnmer, Ministro de Hacienda. Berna. M. Numa Droz, Ministro de Comercio y Agricultura. Comité Internacional de la Cruz Roja: Presidente Gustavo Moynier, Vice-Presidente Luis Micheli de la Rive ; Secretario Gustavo Ador ; Vocales : Dr. Luis Appia, Eduardo Odier, Camilo Favre, Dr. Adolfo D’Espine y Dr. Federico Ferriére (8 ejemplares). Universidad de Ginebra. Biblioteca Pública. Ginebra. Instituto Nacional Ginebrino. Agencia de colonización. Bale. Agencia de colonización. Lausanne. Agencia de colonización. Aarau. Dr. P. L. Dunant, profesor de Higiene en la Universidad de Ginebra. Legación Argentina. Berna. Legación Argentina. Berna (cinco ejemplares para distribuir á socie dades importantes). Diversos; cinco ejemplares. Total de ejemplares distribuidos: 30. 35 INGLATERRA Dr. Matías Roth. Londres. Legación Argentina. Londres. Legación Argentina. Lóndres (cinco ejemplares para distribuir á cor- poraciones científicas). Bolsa de Comercio. Lóndres (2 ejemplares). Sociedad Real de Geografía. Lóndres. Sociedad de Estadística. Lóndres, Sociedad Real de Agricultura. Lóndres. Total de ejemplares distribuidos; 11. BÉLGICA Autoridades S. M. Leopoldo 11, rey de los Belgas. Ministerio de Agricultura, Industria y Trabajos Públicos. Ministerio del Interior é Instrucción Pública. Ministerio de Guerra. Jlinisterio de Justicia. Ministerio de Ferro-carriles, Correos y Telégrafos. Ministerio de Relaciones Esteriores. Ministerio de Finanzas. Consulados Argentinos Lieja. Louvain. Gand. Amberes. Bruges. Yerviers. Diversas reparticiones Cámara de Representantes. Bruselas. Senado. Oficina de Estadística Comercial y Financiera. Bruselas. Oficina de Estadística General. Bruselas. Exámen y análisis de las publicaciones financieras y administrativas de la Bélgica y del estrangero. Ministerio de Hacienda, Bruselas. Dirección de Correos y Telégrafos. Bruselas. Biblioteca de la Universidad. Bruselas. Academia Real de Medicina. Bruselas. Oficina de Higiene. Bruselas. Academia de Ciencias, Letras y Bellas Artes. Bruselas. Biblioteca Real. Bruselas. Banco Nacional. Bruselas. Bolsa de Comercio. Bruselas. Sociedad General para favorecer la industria nacional. Bruselas Banco de Bélgica. Bruselas. Banco de Bruselas. Banco de Amberes. Comisión Central de Estadística. Amberes. Comisision Central de Estadística del ramo. Bruselas. Comisión Provincial de Estadística de Brabante. Bruselas. Oficina de Estadística Municipal. Bru;elas. Parque Vaccimfero Central. Bruselas. Periódicos L’lndependence Belge. Bruselas. L’Etoile Belge. Bruselas. Boletín de la Sociedad Real de Geografía. Bruselas. Oficina de Emigración, José Greger. Amberes. Total de ejemplares distribuidos : 40. Autoridades HOLANDA Ministerio de Relaciones Exteriores. Ministerio del Interior. Ministerio de Justicia. Ministerio de Finanzas. Ministerio de Guerra. Ministerio de Colonias. Ministerio de Marina. Ministerio de la Navegación, Comercio é Industria. Varios Ochenta y dos ejemplares han sido distribuidos entre los miembros del Congreso Internacional de Higiene y de Demografía de La Haya. (Agosto 1884). Total de ejemplares distribuidos : 90. ESPAÑA Cuarenta y nueve ejemplares han sido remitidos al Señor Don Martin García Mérou, Secretario de la Legación de la República Argentina en Madrid para ser distribuidos en toda la península. El Señor García Mérou me ha prometido enviar oportunamente la lista de distribución. ALEMANIA Legación de la República Argentina en Alemania. Berlín, Setiembre 8 de 1884. Señor Doctor Don Emilio R. Coni. Señor, Por encargo de S. E. el Señor Ministro, tengo la satisfacción de re- mitir á vd. la adjunta lista de las bibliotecas, sociedades científicas, redacciones de diarios, etc., etc., entre las cuales se han distribuido las importantes obras que con tal objeto remitió Vd. á esta Legación. Por la mencionada lista podrá Vd. imponerse de que la circulación de esos trabajos no se ha limitado á esta capital, sino que por el con- trario, seha hecho ostensiva á algunas ciudades importantes del im- perio, como Hamburgo y Leipzig, en la creencia de que procediendo de esta manera, se daba mas cumplida satisfacción á sus deseos. Con tal motivo, me es grato saludarle con toda consideración. Ernesto Bosch Secretario. NÓMINA DE LAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS, BIBLIOTECAS Y REDACCIONES DE DIA- RIOS ENTRE LAS CUALES SE HAN DISTRIBUIDO LAS OBRAS ENVIADAS POR EL DOCTOR CON!, Berlín. Biblioteca Real. Biblioteca de la Universidad Biblioteca de la Sociedad de Geografía. Biblioteca de la Sociedad de Instrucción Popular. Biblioteca de la Sociedad Central Científica. Biblioteca de la Sociedad de Colonización. Sociedad de Geografía Comercial. Sociedad de Profesores. Sociedad de Historia Nacional. Bibliotecas Populares (cuatro ejemplares). Sociedad Médica de Berlín. Sociedad de médicos de obreros. Sociedad Alemana para el cuidado de la salud pública Sociedad de Medicina interna. Oficina de Estadística. Instituto de Estadística. Ministerio de Relaciones Esteriores. Ministerio de Comercio. Diarios: Norddeutsche Allgemeine Zeitung. Kleines Journal. Berliner Tageblatt. Deutsches Tageblatt. Vossische Zeitung. Post. National Zeitung. Volks-Zeitung. Berliner Bórsen Zeitung. Berliner Fremden-Blatt. Berliner Correspondenz. Leipzig. Biblioteca de la Universidad. Oficina de Estadística. Academia Lesehalle. Sociedad de Geografía Comercial. Cámara de Comercio. Sociedad Científica de Leipzig. Redacción del Kónig Leipziger Zeitung. Redacción Leipziger Tageblatt. Redacción Weltpost. Ham burgo. Biblioteca de la ciudad de Hamburgo. Biblioteca de la Sociedad Comercial. Biblioteca del Ateneo. Biblioteca Popular. Redacción del Hamburger Nadirichten. Redacción Fremden-Blatt. Redacción Reform. Redacción Bórsenhalle. Redacción Altonaer Nachrichten. Redacción del Almanaque de Gotha. Está conforme: Ernesto Bosch Secretario de la Legación. Principales artículos bibliográficos de la prensa europea sobre el Anuario Estadístico de 1 882. Les livres nouveaux ; Annuaire Statistique de la province de Buénos-Áyres, publié sous la direction du docteur Émile fi. Coni, directeur du Burean de Statistique Générale. Cuando Juan de Garay arribó en 1580 para colonizar el suelo, que debía constituir mas tarde la provincia de Buenos Aires, era tan solo gefe de una compañía de cien hombres. Hoy el territorio de dicha provincia tiene quinientos veinte y seis mil quinientos ochen- ta y un habitantes. A consecuencia de los recientes acontecimien- tos que han dado una nueva capital á esta parte de la América del Sud, han surgido nuevas exigencias y necesidades de un desarrollo industrial y comercial. Como es natural, la estadística debía ocupar un rango importante en los trabajos de organización á los que el gobierno de la República Argentina, se aplica, fuerza es reconocerlo, á dar una activa, intelijente y ámplia estension. La obra publicada bajo la dirección del Dr. Coni es absolutamente oficial, puesto que ella es el resultado de investigaciones y de cál- culos administrativos hechos con la mayor prolijidad. Es evidente el interés que hay de revelar el estado político, social y aun mo- ral de un país, que parece llamado por sus esfuerzos á beneficiar ventajosamente de un régimen verdadero y sábiamente liberal. Asi como muy bien lo dice el Doctor Coni: «el hombre de estado como el hombre de ciencia, el comerciante como el industrial, encontra- rán en el Anuario Estadístico datos del mayor interés, cuyo conjunto permite apreciar la verdadera situación de la provincia de Buenos Aires en 1882». Esta situación efectivamente curiosa es de utilidad conocerla, pues prueba á qué felices y rápidos resultados arriban los gobiernos que prestan mas su atención á las cuestiones prácticas que á las de un orden esclusivamente político. La República Argentina ha alcanzado esa faz de reconstitución social en que se consolida, con sus buenas ó sus malas tendencias, el genio de un pueblo. Siendo así que el elemento estrangero se ha encontrado y se en- contrará siempre mezclado con el elemento indígena, se comprende de cuanta utilidad es para los Europeos el perfecto conocimiento de un centro que, por la salubridad de su clima, los recursos de su suelo, las promesas de aumento de su comercio y de su industria, ofrece un campo íácil y provechoso á la emigración y á esa inicia- tiva industrial que en nuestros dias, arrastra hácia la América á los espíritus atrevidos. Por lo general, los libros de estadística por mas interesantes que puedan serlo bajo el punto de vista técnico, son en su conjunto de una aridez tal, que solamente los especialistas tienen el valor de afrontarlos. El Doctor Coni ha salvado este escollo por la manera como ha dirijido el trabajo que se le ha confiado, y mezclando en cada página con los datos fundamentales, detalles históricos, rese- ñas sobre las costumbres, consideraciones científicas de gran alcan- ce, ha hecho la importante obra accesible al mismo tiempo que provechosa á todos. La traducción en francés, correcta y espresiva es debida á M. Champigneulle 4. El mismo Doctor Coni al señalar á la atención de su gobierno la excelencia del trabajo de M. Champigneulle, ha demostrado cuanto apreciaba el valor del concurso prestado por nuestro compatriota para la vulgarización de su obra en Francia. H. Fournié. (La Patrie, París, 19 de Abril de 1884). Annuaire Statistique de la province de Buénos-Ayres, par le Docteur Enfile R. Coni1. Hemos recibido la estadística del año pasado redactada por el Doctor Coni. Es una descripción tanto mas interesante para nos- otros, cuanto que se trata de un país situado allende los mares y del cual tenemos pocas noticias. Se comprende el concurso de fuerzas intelectuales que se necesita para dar á luz una obra semejante con tales detalles. Vemos con 1 Cumplo con un deber al rectificar este error involuntario cometido por el articu- lista. La traducción á que se refiere ha sido hecha por dos de sus compatriotas: M- Pierrepont, traductor de la Oficina de Estadística á mi cargo y por M. Champigneulle ya citado ( Nota del autor). 2 Este artículo ha visto la luz en una revista húngara. satisfacción que hoy se sabe mas respecto de la Patagonia que de muchos Estados europeos. (El autor del artículo trascribe diversas partes del Anuario y ter- mina diciendo): Por los detalles que se acaban de mencionar, se vé que el clima de Buenos Aires es tan excelente como el de muchos países de Europa. Secretario del Consejo Superior de Higiene Dr. Csatáry Lajos. Hungría. Budapest. Annuaire Statistique de la province de Buénos-Ayres, pour 1882. In 49; Imprímeme de «La República», 1883. El gobierno de Buenos Aires, ha publicado un Anuario Estadístico que merece toda clase de elogios. Es sabido que el Dr. Emilio R. Coni, director de la Estadística General, se ha hecho conocer ya de los estadistas por trabajos muy interesantes. Ha tenido la idea feliz de hacer una traducción francesa del Anuario Estadístico que apare- cía solamente en español. El plan de este importante libro es el mismo que ha sido adoptado para todos los anuarios de estadística y en efecto, nada de esencial hay que deba modificarse. Podríamos trascribir muchas cifras tomadas de los numerosos cua- dros que ofrece esta obra, pero nos contentaremos con elejir algunos, esto es, aquellas que por su naturaleza tengan mayor interés para nuestros lectores franceses. En primer lugar, para la población que ha sido censada en 1869 y en 1881 se puede comprobar un aumen- to rápido tal, que no hay igual en ninguna parte de Europa. En doce años la provincia de Buenos Aires ha aumentado su población de 66 por 100. Los números son los siguientes: (aquí el articulista trascribe un cuadro). En las ciudades, como por otra parte se observa en todas partes del mundo, el aumento ha sido mayor que en las campañas. En ciertas ciudades el aumento ha sido de 278 por 100. El aumento total en estas ha sido de 88 en vez de 66 por 100 (ciudades y campañas). Los estran- geros representan una parte importante en este aumento. En 1869 exis- tían en la provincia 73,000 estrangeros y en 1881, 133,000. He aquí lo que el Anuario Estadístico ofrece respecto de la naciona- lidad de dichos estrangeros. (Aquí un cuadro). Se vé pues, á qué punto la inmigración délos pueblos latinos,que los periodistas de ultra-Mancha y de ultra-Rin consideran como impoten- tes para colonizar, es preponderante en la República Argentina. Bajo el punto de vista de los matrimonios se observa para las muje- res una precocidad algo mayor que en nuestros países. Sobre 3130 ma- trimonios ha habido 140 de mujeres que tenian menos de quince años. En cuanto á la unión entre cónyuges de diversas nacionalidades, por lo que se refiere á nuestros compatriotas, es muy notable que sean fre- cuentes las celebradas entre franceses y españolas. Igualmente los primeros se casan á menudo con argentinas y espa- ñolas. Esta afinidad entre españoles y franceses se esplica perfectamente por el hecho que unos y otros son sobre todo vascos ; el país vasco es- pañol y el país vasco francés constituyen casi una sola é idéntica nacio- nalidad. En cuanto á la mortalidad, cuya estadística es tan difícil de hacer bajo el punto de vista médico, es la tisis pulmonar la que causa mayor nú- mero de defunciones (966 sobre 3200). Vienen en seguida el tétano infantil (723), la neumonía (678), la debilidad congénita (363), la viruela (334), la fiebre tifoidea (322). Bajo el punto de vista agrícola, está demostrada la prosperidad de la República por la enorme cantidad de ganados que existen en ella! Se encuentran en el Anuario otras cifras muy interesantes también sobre el comercio, navegación, administración judicial, instrucción pública, impuestos, etc. Estos documentos de la mayor importancia, son necesarios á todos aquellos que se interesan en la estadística. (Revue Scienlifique, París, 10 de Mayo de 1884. Anxmaire Statistique de la province de Buénos-Ayres. Deuxiéme année, 1882. Buénos-Ayres, 1883 b La provincia de Buenos Aires, por su población y riqueza la mas importante de la República Argentina, en la América del Sud, merced á su comercio y á la circunstancia de ser de algunos años á esta parte el punto objetivo de una fuerte corriente emigratoria, mantiene relacio- nes tan variadas con Europa, que hemos leído con sumo interés una exposición oficial y auténtica sobre aquel país, dada á luz en la forma de una crónica estadística para el año de 1882 (año segundo). Esta obra publicada en idioma francés bajo la dirección del Dr. Emilio R. Coni, Director de la Oficina Estadística General de Buenos Aires, nos Un estenso análisis bibliográfico ha aparecido como editorial en el Humburger Nachrichten. Su autor, el Doctor Hartraeyer, director de esa publicación, ha extractado todas las partes mas importantes del Anuario Estadístico. ha sido suministrada por intermedio de la representación consular de la República Argentina en esta ciudad. El estudio de esta obra que ha sido confeccionada con la mayor ga- lanura, es facilitado materialmente por su claridad en la compilación de los diferentes capítulos, y así mismo por el texto instructivo que se acompaña á cada cuadro y á cada demostración estadística. Compó- nesela crónica de las 19 secciones siguientes : Ia Territorio ;2a Clima ;3a Población ; 4a Administración; 5a Instruc- ción Pública: 6a Justicia, cárceles, policía; 7a Culto ; 8a Beneficencia y salud pública; 9a Agricultura y cria de ganados; 10a Comercio y Na- vegación; 1Ia Industria; 12a Salarios; 13a Vías de comunicación; 14a Correos y Telégrafos; 15a Impuestos; 16a Comunicaciones fluviales y marítimas ; 17a Servicio militar; 18a Tierras y edificios ; 19a Apéndice. Por importantes que sean para los que mantengan relaciones con aquella provincia y la República, las minuciosas exposiciones de cada sección de esta obra compilada con el mayor esmero pericial, debemos empero, concretarnos á poner de relieve en este artículo tan solo los puntos de interés general, mayormente en atención á que éste libro es accesible á toda persona que quiera dedicarse al estudio especial de aquellas regiones del continente Sud-Americano. La crónica estadística que nos ocupa, tiene indudablemente el mé- rito de ofrecer un cuadro completo de las condiciones de una provin- cia vigorosa en la América del Sud, que ha alcanzado, por lo que hace á su comercio, un desarrollo importante, cuyo cuadro ofrecerá interés en particular á nuestros lectores del comercio. La valeur de la terre dans la provinee de Buenos-Ayres. La estadística oficial está hoy constituida sériamente en Buenos Aires y encontramos la prueba de ésto en los dos volúmenes publica- dos hace algunos meses por el Doctor Emilio R. Coni, Director de la Oficina de Estadística General de la República Argentina: el uno es el Censo General yel otro el Annuaire Statistique de la Provincia de Bue- nos Aires, publicado al mismo tiempo en español y en francés l. Esta publicación servirá á la Europa para darse cuenta bastante exacta 1 Cumplimos con un deber al rectificar los dos errores que se han deslizado aquí. El articulista ha debido poner director de la Oficina de Estadística General de la Provincia de Buenos Aires en vez de República Argentina, y respecto del Censo debo declarar que he tomado parte en su elaboración simplemente como Secretario de la Comisión Direc- tiva encargada de llevarlo á cabo. de los recursos de una de las pocas comarcas en el hemisferio austral que ofrece un clima análogo al de nuestros países (véase el mapa cli- matológico que figura al principio del Censo General). Entre los numerosos cuadros y representaciones gráficas que figuran en estos trabajos, no dejan de ser las ménos interesantes los destinados ála propiedad inmueble. La Oficina de Tierras públicas dependiente del Ministerio de Hacien- da, ha vendido en 1882 por valor de 44,715,234 pesos moneda corriere1 de tierras. El gefe de esta repartición, espresa el sentimiento de que el Gobierno no esté autorizado á arrendarlas como á venderlas. ( En seguida se transcriben diversas cifras sobre el valor de la tierra, tomadas del Anuario Estadístico. fßullelin de Statistique et de Législaíion Comparée, París, Junio de 1884). L’Annuaire Statistique de la province de Buénos-Ayres. Situada en la parte media y oriental de la República Argentina, entre los paralelos 38° 8' y 41" de latitud Sud, la provincia de Buenos Aires posee una situación geográfica incomparable ; es ella lamas importante de la república por su población, su riqueza y por la facilidad de los me- dios de trasporte terrestres, fluviales y marítimos. Los rios déla Plata, Paraná y el océano Atlántico la rodean hasta los dos tercios de su osten- sión, y la red de ferro-carriles que se estiende cada dia, ejerce sobre el bienestar de sus habitantes y el desarrollo de sus industrias, una acción progresiva, que tiende á trasíbrmar de una manera complétala fisonomía de esta región. Hace algún tiempo que el país no era mas que una inmensa estension de tierra de pastoreo, pero hoy se hace cada vez mas agrícola y no tardará en hacerse manufacturero. El océano y las grandes vías fluviales le dan magníficos puertos y la horizontalidad del suelo le permite, construir carreteras y ferro-carri- les con mas facilidades y menor costo que en ningún país. La provincia de Buenos Aires es una de esas comarcas privilegiadas que merecen ser conocidas, y el Anuario Estar!ístico que acaba de publicar el Doctor Emilio R. Coni, director de la Oficina de Estadística General, demuestra esta verdad bajo todos los puntos de vista. Agradecemos al Doctor Coni el envío de un ejemplar de esta obra que, á mas de su mérito especial, constituye para nosotros una fuente oficial en la cual podemos sacar informaciones dignas de fé sobre la provincia de Buenos Aires. (Le Brésil, París, 20 de Junio de 1884). (x) El peso nacional plata vale cinco francos, pero el peso papel vale 25 veces menos. 45 Noticias de Buenos Aires. El cultivo del lino toma proporciones considerables. Un distinguido estadígrafo, el Doctor Emilio R. Coni, director de la Estadística Ge- neral de la provincia de Buenos Aires, acaba de publicar por orden del Gobierno de dicha provincia, una edición en francés del notable Anuario Estadístico de 1882. Es este un trabajo escesivamente intere- sante, redáctalo muy concienzudamente y lleno de datos desconocidos en Europa. Forma un hermoso volumen de cerca de 500 páginas, que encierra detalles preciosos relativos á la geografía, topografía, orografía, hidrografía, geología, fauna, flora, climatología, meteorolo- gía, población, administración, instrucción pública, justicia, cárceles, policía, cultos, beneficencia, salubridad pública, agricultura, ganadería, comercio, navegación, industria, salarios, carreteras, ferro-carriles, correos, telégrafos, finanzas, drenage, servicio militar y construcciones. (Les Áffaircs Expugnóles, París, sde Julio de 1884). El folleto sobre la provínola de Buenos Aires Como he dicho ú Y. S. en otro lugar, la oficina de noticias de la provincia de Buenos Aires establecida en Paris. ha distribuido mil quinientos ejemplares de la edición francesa del opúsculo. Tras- cribo en seguida los dos pequeños artículos que al respecto han aparecido en el periódico La Plata, órgano de dicha oficina. A los Inmigrantes para La Plata. El gobierno de la provincia de Buenos Aires acaba de enviarnos una monografía descriptiva de dicha provincia bajo el punto de vista de su territorio, clima, instrucción, agricultura y ganadería, comercio, industria, precio de los principales artículos de consumo y de los pasages de los diferentes puertos de Europa á La Plata. Este folleto oficial ha sido redactado por el Doctor Emilio R. Coni, director de la Oficina de Estadística General de Buenos Aires. Nuestros suscritores recibirán este opúsculo como suplemento á La Plata y todo comprador por número podrá solicitarlo gratuitamente dirigiéndose á las oficinas del periódico. Recordamos á los inmigrantes que la Oficina de Informes sobre la provincia de Buenos Aires, está situada en Paris, 91, rué de Monceaux. (La Plata, Paris, 1* de Julio de 1884). A los Inmigrantes para La Plata. El pequeño opúsculo oficial que trata sobre la provincia de Buenos Aires, redactado por el Doctor Emilio R. Coni, director de la oficina de Estadística General, que hemos enviado á nuestros abonados, lia alcanzado un éxito tal, que informamos á nuestros lectores que queda aun cierto número de ejemplares y que pueden procurárselo gratis en la administración del periódico, como igualmente un mapa geográfico de la República Argentina. Recordamos á los inmigrantes que la Oficina de Informes sobre la provincia de Buenos Aires, en Paris, está situada calle de Monceaux, número 91. (La Plata, Io de Agosto de 1884). 111 «4o Estudiar todas las cuestiones de higiene y medicina pública que tengan aplicación inmediata en la nueva capital de la provincia ». (Inciso 4o del decreto de 22 de Abril de 1884). Como Y. S. puede ver, este inciso del decreto no determina con precisión las cuestiones de higiene y medicina pública que debía estudiar. En vista de esta libertad de acción, he podido ocuparme de las que teniendo aplicación inmediata en la nueva capital, pueden por su imporlancia, interesar también á toda la provincia y á la República entera. Los progresos realizados en los últimos años por la provincia de Buenos Aires, exigen como complemento indispensable, que los poderes públicos se preocupen á la brevedad posible de estudiar y organizar un servicio general de higiene pública, que respon- diendo á un plan regular, venga á llenar necesidades desde largo tiempo sentidas. En este capítulo encontrará Y. S.: Io un proyecto de organiza- ción sanitaria, que á mi juicio conviene adoptar, á fin de resguardar la salud y la vida de los habitantes de la provincia de Buenos Aires; 2o la vacunación y las relaciones establecidas entre los institutos de vacuna animal y el Conservatorio establecido en la Escuela de Santa Catalina; 3o el uso del agua de pozo y la fiebre tifoidea en la provincia ; y 4o la enseñanza de los sordo-mudos y las diligen- cias practicadas á fin de encontrar profesores para el instituto y escuela normal anexa que se propone establecer en la capital de la República, el Poder Ejecutivo Nacional. 48 Proyecto de organización sanitaria para la provincia Buenos Aires Las disposiciones adoptadas hasta hoy por las respectivas mu- nicipalidades, sea para mejorar las condiciones higiénicas de los distritos, sea para oponerse ó combatir el desarrollo de una en- fermedad epidémica ó contagiosa, han tenido en vista llenar ne- cesidades puramente locales. Pero es un deber ineludible del Estado uniformaren el interés general, la observación de las prác- ticas aconsejadas por la ciencia. El gobierno, aun respetando la independencia de los munici- pios, puede adoptar medidas sanitarias en lo posible uniformes, que entren hasta cierto punto dentro de un programa obligatorio. A este respecto, la Inglaterra, país en que la opinión pública ejerce un rol soberano, nos ofrece un ejemplo digno de ser imi- tado *. Para la administración sanitaria de la provincia convendrá divi- dirla en tantos distritos como partidos cuenta. El servicio relativo á aquella quedaría confiado áun poder central: el Consejo de Higie- ne Pública existente en La Plata y á comisiones locales ó de distrito, todo bajo la inmediata superintendencia del Ministerio de Go- bierno. 1 Para demostrar de una manera evidente los resultados que ha obtenido, la Gran Bretaña con su admirable organización de la medicina pública bastará citar las cifras siguientes: Mortalidad por 1000 habitantes 1841-50 1851-60 1861-70 1871-80 1881 Causas diversas 22.4 °/0 22.2 22.5 21.5 18.9 Enfermedades zirnóticas... 4.11 4.14 3.36 2.24 Fiebres 0.91 0.88 0.49 0.27 El estudio comparativo de la mortalidad arroja el siguiente resultado: En Gran Bretaña una defunción sobre 500 habitantes. En Francia una defunción sobre 450 habitantes. En Alemania una defunción sobre 400 habitantes. En Italia una defunción sobre 340 habitantes. En Austria-Hungria una defunción sobre 310 habitantes. M. Chadwich, uno de los higienistas ingleses mas distinguidos, ha dicho lo siguien- te: «En diez años, mediante las medidas adoptadas para el saneamiento yla salud pú- blica que han reducido considerablemente las enfermedades, se han salvado en Inglaterra y el país de Gales, próximamente 250,000 vidas y seguramente mas de tres millones de casos de enfermedades; el dinero economizado por este número de sepulturas y estos casos de enfermedades puede estimarse en 100,000,000 de francos.» Las comisiones locales podrán constituirse con el Juez de Paz y presidente de la Municipalidad, el comandante militar, el médico de policía ó municipal l, el cura párroco, y cinco vecinos caracte- rizados, entre los cuales deberán figurar un médico residente y un maestro de escuela pública, elejidos directamente por los habitantes, en la misma forma prescrita por la ley para las elecciones munici- pales 2. El Juez de Paz será presidente nato del Consejo, el que en su primera reunión nombrará un Vice-Presidente y un Secretario. El médico de policía ó municipal podrá desempeñar el cargo de rnédico-sanitario, bajo la dependencia de la comisión, teniendo bajo sus órdenes inmediatas un inspector de higiene, empleado remunerado y elegido por el Consejo fuera de sus miembros. Como el médico municipal ó de policía ejercerá nuevas funciones, tendrá que acordársele una retribución mayor, proporcional al tra- bajo que se le confiera. Las funciones del médico-sanitario serán mas ó menos las si- guientes: Estar al corriente de todas las causas que puedan afectar ó comprometerla salud pública del distrito é ilustrar á la autoridad sanitaria sobre las cuestiones que le interesen. En el caso de seña- larse la existencia de una enfermedad contagiosa, procederá á una investigación prolija de las circunstancias que han acompañado á su aparición y dando cuenta del hecho á la Comisión, espondrá las precauciones á adoptarse para evitar la propagación del mal. En las sesiones del Consejo, el médico-sanitario propondrá todas las medidas que juzgue necesarias para asegurar ó mejorar las condiciones higiénicas del distrito. Tendrá la obligación de presentar al principio de cada año un informe, cuya copia será remitida al Consejo Central. Este docu- mento deberá contener: Io una esposicion del estado sanitario del distrito hasta el 31 de Diciembre; 2o las medidas generales adopta- das durante el año para mejorar la salubridad y combatir el con- tagio de ciertas enfermedades; 3o un resúmen de las investigaciones hechas sobre las causas capaces de afectar la salud pública, los 1 En el caso de existir los dos cargos en un mismo partido, tendrán ambos médicos el derecho de formar parte del Consejo de Higiene. * Si un ingeniero ó arquitecto tuviese su residencia en la localidad, debería ser ele- jido preferentemente entre los vecinos, por sus conocimientos especiales que pueden ser de mucha utilidad en las resoluciones de la comisión. métodos aplicados para combatir aquellas ó disminuirlas en sus efectos ; y4o un cuadro de las enferraedadesy mortalidad del partido. Este médico-sanitario será pues un agente superior colocado á la cabeza del servicio de sanidad del distrito. No puede dudarse que dados sus conocimientos especiales, será el principal elemento, cuyos propósitos deberán ser secundados por los miembros del Consejo. La comisión de higiene podría reunirse una ó dos veces por semana en el salón municipal, ó con mas frecuencia si así lo resol- viese la mayoría. En casos especiales el médico-sanitario ponién- dose de acuerdo con el presidente, po Irá pedir Ja reunión de la comisión, es decir, cuando hubiese que tratar asuntos de carácter urgente. Las resoluciones adoptadas por la mayoría, formada por la mitad mas uno de los presentes, tendrá en esos casos un carác- ter válido para su ejecución. Las decisiones de la comisión local en materias de higiene pú- blica, no podrán ser apeladas sino ante el Consejo Central estable- cido en la Capital, el que en determinados casos podrá someterlas después de dictar su opinión, al Ministerio de Gobierno. El inspector de higiene será elegido y nombrado por la mayoría de la comisión, pudiendo asistir á las sesiones en los casos en que fuese requerido, aunque sin tener voto en sus deliberaciones. Dependerá directamente del médico-sanitario, quien le impartirá las órdenes para el cumplimiento de sus deberes. Tendrá la obliga- ción de poner en conocimiento de la comisión toda infracción á las disposiciones sanitarias; ejercerá su vigilancia sobre la venta de las sustancias alimenticias, que deberá recoger de acuerdo con ins- trucciones especiales dadas por la comisión, y estas llenados ciertos requisitos, serán sometidas al análisis de un químico. Como no es posible que cada comisión de higiene de distrito cuente con un químico á quien pueda encargar el análisis de las sustancias alimenticias, podrá dividirse la provincia en varias secciones, que teniendo cada una una persona competente para llenar ese cometido, podrá atender á la vez á las necesidades de varios partidos. La comisión podrá en algunos distritos importantes contratar con un químico los análisis que tenga que hacer de las sustancias alimenticias. La comisión de higiene deberá llevar los siguientes libros: Io el del médico-sanitario, en el que se inscribirán los trabajos que este realize en beneficio de la salud pública; 2o un registro para recibir las quejas de los vecinos; 3o otro para señalar las casas en que se hayan declarado enfermedades contagiosas; y4o el re- gistro del inspector de salubridad donde se anotará el resultado de las visitas domiciliarias. Me permito esperar que, si el Consejo de Higiene Pública encuen- tra aceptable el bosquejo de organización sanitaria que acabo de trazar, se ha de apresurar á presentar á Y. S. un proyecto en forma, que pueda ser sometido á la consideración de las Honorables Cá- maras en el próximo período legislativo. Vacunación La estadística nos demuestra que la viruela es una de las enfer- medades contagiosas que mas víctimas lia producido en la provin- cia de Buenos Aires h En efecto, raro es el año en que la terrible afección no se haya desarrollado con carácter epidémico en uno ó mas distritos. Si se lleva á cabo un estudio retrospectivo, se puede observar que la viruela no dispone hoy de un campo tan favorable para ope- rar sus estragos, como lo hacia en épocas anteriores. Todos los dis- tritos tienen ahora á su servicio facultativos competentes y la ma- yor parte de los médicos municipales ó de policía, se han propuesto difundir la vacuna con un ardor digno de ser encomiado. Por su parte también, el Gobierno en ciertas ocasiones ha venido en au- xilio de algunos partidos, enviándoles médicos que, á la vez que prestaban asistencia á los variolosos, practicaban vacunaciones y revacunaciones. He tenido ocasión de insistir desde hace varios años en la Re- vista Médico-Quirúrgica sobre la necesidad de una ley que de- clare obligatoria la vacunación en la capital de la República. No he creído hasta hoy que ella fuera aplicable á la provincia de Bue- nos Aires, teniendo en vista la raridad de la población y las gran- des dificultades para establecer de una manera regular un sistema devacunaciones y revacunaciones, en individuos diseminados á dis- tancias á menudo considerables de los centros urbanos. He abri- 1 Resulta que en catorce años (1869 á 1882) han fallecido de viruela en la provincia de Buenos Aires 11732 individuos, lo que dá una media anual de 838. gado igualmente temores de que la sanción de una ley semejante, hubiera quizá originado sérios inconvenientes y hasta verdaderos conflictos, pues antes de decretar obligatoria la vacunación, habría sido necesario é indispensable crear un centro de producción de vi- rus vaccínico, que estuviese organizado de fal suerte, para poder proveer en abundancia el proíiláctico á los ochenta partidos que constituyen la Provincia. Este obstáculo ha tenido tanto peso en mi espíritu, que he pen- sado siempre que la ley sancionada, habría á no dudarlo fracasado en el terreno de la práctica. Por otra parte, conviene recordar que la falta de una provisión abundante de vacuna, ha sido precisa- mente uno de los argumentos mas poderosos opuestos por los ad- versarios de la vacunación obligatoria. Este inconveniente ha desaparecido con la creación de un Conser- vatorio de vacuna animal anexo á la Escuela Agronómica y Veteri- naria de Santa Catalina. Esta institución, contando como cuenta con la protección decidida del Estado, llegará á ponerse en condiciones tales, que sin dificultad podrá proveer de todo el virus vaccínico que se necesite en la pro- vincia de Buenos Aires. Alcanzado este resultado, habrá llegado el momento de organizaría vacunación obligatoria, estableciendo al efecto centros especiales en los pueblos cabezas de partido y aun mas, subvencionando las respectivas Municipalidades á los médicos que practiquen vacunaciones en la campaña. Penetrado de que el Conservatorio de Santa Catalina está desti- nado á producir excelentes resultados, no he trepidado en acceder á la solicitud de su distinguido director, el Dr. Diaz, quien en carta particular me pedia lo pusiese en relación con las principales insti- tuciones de igual género, que le enviase virus vaccínico, los regla- mentos, los detalles del mecanismo interno, los procedimientos de inoculación y estraccion del cow-pox, como igualmente los métodos de su conservación empleados en los establecimientos europeos. En Italia goza de bastante consideración el «Comité Milanés de vacunación animal», que ha sido autorizado desde el año 1869 por el Ministerio del Interior. Esta comisión formada de médicos dis- tinguidos, tiene bajo su dirección un conservatorio de propiedad particular, al quejhan sido confiadas las revacunaciones de los re- clutas militares y las vacunaciones y revacunaciones públicas en el municipio de Milán. Este Comité, á mi pedido, ha remitido con fecha 15 de Julio del corriente año al Conservatorio de Buenos Aires una caja conteniendo virus vaccínico y conjuntamente las instrucciones impresas para su empleo y conservación. En Turin, el Dr. Carenzi, director del Conservatorio de vacuna humana, puso con toda deferencia á mi disposición dos probetas con virus vaccínico: una fué enviada al señor Presidente del Con- sejo de Higiéne Pública de la provincia de Buenos Aires y otra al Dr. Meza, administrador de vacuna en la capital de la Repú- blica. En Bruselas he tenido la satisfacción de visitar el Office Vaccino- géne Central de VEtat, de reciente creación, que funciona en el mismo local de la Escuela Veterinaria bajo la dirección de uno de los profesores de esta. Esta institución tiene por objeto proporcio- nar en todo tiempo y en cantidad ilimitada vacuna animal á todas las administraciones públicas, á los médicos del país y aun á los particulares que la solicitan. Oportunamente trasmití al Dr. Diaz los detalles relativos á este Conservatorio, como igualmente envié su reglamento. El Dr. Jans- sens, director de la Oficina de Higiene de Bruselas y á la vez miem- bro de la comisión de vigilancia del centro mencionado, tuvo la galantería de enviarme á París una cajita conteniendo virus, que me apresuré á remitir al Conservatorio de Santa Catalina. Igual resolución adopté con la vacuna procedente del Parque de vacuna animal deba Haya, donada por mi distinguido amigo el Dr. B. Carsten, quien se ba mostrado bien dispuesto á suministrar el virus que por mi intermedio se le solicite. Comisionado de Ja Provincia de Buenos Aires Turin, Agosto 2 de 1884. Al Señor Presidente del Consejo de Higiene Pública de la Provincia de Buenos Aires. La Plata. Tengo la satisfacción de poner en su conocimiento, que mi hermano Don Fernando A. Coni, residente en la capital de la República, entre- gará á vd. una probeta con tubos conteniendo vacuna, que he obtenido del Doctor Carenzi, director del Conservatorio de vacuna humana de las provincias del Piamonte y la Lombardía, reputado como uno de los primeros de esta península. El Doctor Carenzi, con una generosidad que mucho le honra y que me he apresurado á agradecer en nombre del Exmo Gobierno y de ese honorable Consejo, se muestra dispuesto á enviar inmediatamente el virus que se le solicite, acondicionándolo de tal manera, que no pierda sus propiedades profilácticas con el largo viaje que tiene que sufrir. Aprovecho esta oportunidad para saludar á vd. con mi mayor consi- deración. Emilio R, Coni. Comisionado de la Provincia de Buenos Aires Turin, Agosto 2 de 1884. Al Señor Administrador de Vacuna de la Capital de la República, Doctor Don Justo Meza. Buenos Aires. Tengo la satisfacción de poner en su conocimiento que mi hermano Don Fernando A. Coni, residente en esa, entregará á vd. una probeta con tubos conteniendo vacuna que he obtenido del Doctor Carenzi, director del Conservatorio de vacuna humana de las provincias del Piamonte y la Lombardía, reputado como uno de los primeros de esta península. El Doctor Carenzi con una generosidad que mucho le honra y que me he apresurado á agradecer en nombre de vd., se muestra dispuesto á remitirle inmediatamente el virus que le solicite, acondicionándolo de tal manera, que no pierda sus propiedades profilácticas con el largo viaje que tiene que sufrir. Me ha obsequiado igualmente con seis cápsulas de vidrio 1 que tendré el placer de entregar á vd. á mi regreso, para el servicio de la Administración á su cargo, en donde recuerdo han sido de bastante utilidad las que le entregué á la vuelta de mi anterior viaje á Europa. Saluda á vd. con toda consideración. Emilio R. Coni. 1 Durante mi viaje en Europa en 1879 el mismo Doctor Carenzi tuvo la deferencia de entregarme algunas cápsulas de vidrio que emplea en su administración de la manera siguiente: abierta la pústula vaccínica, la cubre con una cápsula de vidrio que reúne la ventaja de concentrar el calor alrededor de aquella y favorecer la salida de la linfa. El Doctor Meza las ha empleado con excelente resultado desde el año 1880 y no habiéndole sido posible obtener iguales en Buenos Aires me encargó la adquisición de algunas de dichas cápsulas (Nota del autor). Escuela Agronómico-Veterinaria de la Provincia de Buenos Aires. Santa Catalina, Noviembre 15 de 1881. Señor Dr. Don Emilio R. Coni. Estimado amigo y compañero : Recibí oportunamente las publicaciones que Vd. tuvo á bien en- viarme, relativas á los Conservatorios de Vacuna Animal de Bruselas y La Haya. Como Director del Conservatorio de la provincia de Buenos Aires, debo agradecerle del modo mas especial, el concurso impor- tante que ha prestado Vd. de esa manera, como también con la remi- sión de vacuna animal de dichos Conservatorios y del de Milán, y sobre todo por las relaciones científicas, que mediante su eficaz coo- peración se han establecido entre aquellos y el que tengo el honor de dirijir, permitiéndole estar al corriente de todos los adelantos que se comprueben en esta benéfica institución, hoy de importancia tal entre nosotros, que no seria aventurado afirmar que está resuelta en la República la cuestión de la vacunación y revacunación, cuyo ini- ciativa corresponde á la provincia de Buenos Aires. No debo ocultar como gefe de este instituto, su generosa conducta al no haber querido aceptar el reembolso de los gastos que le ha oca- sionado la adquisición y remisión de folletos, libros, etc., y me apre- suraré á poner este hecho en conocimiento de la Comisión Directiva de la Escuela de Santa Catalina. Aprovechóla oportunidad para repetirme de Vd. S. S. y amigo Juan J. Díaz. El uso del agua de pozo y la fiebre tifoidea en la provincia de Buenos Aires. Para confeccionar el capítulo relativo á la Climatología Médica del Anuario Estadístico de 1882, tuve que solicitar de mis colegas establecidos en los diversos partidos de la provincia de Buenos Aires, informaciones respecto déla situación, condiciones higiéni- cas y enfermedades reinantes en cada uno de ellos. Los datos obtenidos de mas de treinta distritos, demuestran que en la mayor parte ha reinado la fiebre tifoidea bajo forma epidé- mica durante los últimos tiempos y que en otros se sostiene con carácter endémico. Los prácticos que han tenido la deferencia de comunicarme el resultado de sus observaciones, están de acuerdo en reconocer que, la fiebre tifoidea tiende cada dia á desarrollarse mas y mas, y que la mortalidad correspondiente ha aumentado igualmente. Séame permitido trascribir aquí lo que escribía en la introduc- ción del Anuario citado con motivo de la etiología de la fiebre tifoi- dea en la provincia : «Según dichos informes, las malas condiciones higiénicas de los pue- blos consisten principalmente en que no teniendo las calles los desagües necesarios, las aguas pluviales se estancan, dando origen mas tarde á desprendimentos de miasmas producidos por la descomposición de ma- terias orgánicas. «Como se comprende esta causa de insalubridad es fácil de remediar por parte de las autoridades locales y en algunos casos por el Poder Ejecutivo, que podida ordenar al Departamento de Ingenieros la nive- lación de los pueblos que requieran obras especiales para el desagüe de sus calles. «Realizados estos trabajos indispensables para mejorar las condicio- nes higiénicas de algunos distritos, no puede dudarse de que las en- fermedades de carácter infeccioso como la fiebre tifoidea, la difteria, etc., desaparezcan ó por lo menos disminuyan en sus efectos. «Independientemente de esta causa que acabamos de mencionar hay otra que debe tenerse presente en la etiología de la fiebre tifoidea. La mayor parte de los habitantes de la provincia hacen uso en su ali- mentación de las aguas de pozo y á menudo sucede que las letrinas están situadas á muy corta distancia de aquellos de tal manera que las infiltraciones subterráneas en algunos casos contaminan el agua y le dan propiedades nocivas á la salud. Los últimos estudios hechos en Eu- ropa, muy especialmente en Inglaterra, han demostrado de una ma- nera evidente que esta causa es productora de la fiebre tifoidea.» Los numerosos ríos y arroyos que surcan el territorio de la pro- vincia, no permiten á los respectivos distritos considerarlos como fuente de provisión de agua para la alimentación, por muchísimas razones que seria largo enumerar y que por cierto no escapan á la penetración é inteligencia de Y. S. Los partidos situados sóbrela costa de los rios de la Plata y Para- ná podrán tener siempre una provisión de agua fluvial en buenas condiciones, pero todos los demás tendrán que arbitrar otros recur- sos para obtenerla. Felizmente en la región norte de la provincia se encuentran dos napas subterráneas de agua ; la mas profunda de estas permíteos- tablecer los pozos semi-snrgentes inagotables, capaces de suminis- trar el agua que necesitan nuestros actuales centros urbanos. Apoyándome en lo que dejo espuesto, me permito llamar la atención de Y. S. y del Consejo de Higiene Pública á fin de que se adopte cuanto antes una reglamentación especial para la construc- ción de letrinas, especialmente en las agrupaciones que forman las cabezas de partido, donde deberán ser prohibidas rigorosamente las letrinas llamadas hasta el agua, pues que constituyendo hoy una causa de enfermedades, podrá dificultar en una época quizá no muy lejana, la provisión en esas localidades de un elemento tan ne- cesario á la salud v á la vida. Enseñanza de los sordo-mudos La nota que trascribo en seguida, dirijida al señor iMinistro de Instrucción Pública de la Nación, informará á V. S. de los propó- sitos que he tenido en cuenta al visitar algunos institutos de sor- do-mudos en Italia. Aún cuando la provincia de Buenos Aires no ofrece en sus esta- dísticas gran número de esos desgraciados, como sucede en las demás de la República, quizá no esté lejano el dia en que el go- bierno de que Y. S. forma parteó el Consejo General de Educación, tengan que preocuparse del establecimiento de una institución especial para instruir á los 606 sordo-mudos que resultan según el Censo General de \ 881. Buenos Aires, Noviembre 10 de 1884. Al Señor Ministro de Instrucción Pública, Doctor don Eduardo Wilde. Cuando V. E. tuvo á bien honrarme el año pasado con el nombra- miento de miembro de la Comisión examinadora del Instituto de Sordo- mudos de la capital, encomendando mas tarde á la misma comisión el estudio de la creación y organización de una institución modelo para aquellos, que respondiese á las necesidades del país, creí deber aceptar el cargo, confiando mas en mis buenos deseos que en mi com- petencia. Desde entonces la clase desgraciada de los sordo-mudos se ha atraido todas mis simpatías y merecerá en adelante mis esfuerzos. Llamado á desempeñar la mas noble de las profesiones, el médico encuentra no pocas veces en esos infelices un motivo de desconsuelo: la ciencia que ejerce se muestra impotente para hacerles recuperar el oido y ese don precioso que se llama la palabra. Obligado por la fuerza de las circunstancias á abandonar el campo, el práctico viene á ser reemplazado por el modesto institutor, quien con una enseñanza tan paciente como admirable por sus resultados, devuelve á la sociedad ciudadanos útiles que estaban destinados á vivir en el mas completo aislamiento. Interesado vivamente en la suerte de los sordo-mudos de mi país, pues Y. E. no ignora las cifras desconsoladoras que nos ofrece la esta- dística, me propuse durante mi permanencia en Italia, visitarlos prin- cipales institutos á fin de conocer su organización, régimen, etc, en una palabra, los pormenores de su funcionamiento. Como Y. E. debe recordar, la Comisión de que he tenido el honor de formar parte, aconsejaba en su informe se contratasen en Italia uno ó mas profesores competentes y esperimentados para confiarles la ense- ñanza de los sordo-mudos y de la Escuela Normal anexa al proyectado Instituto. Con el propósito de recoger informaciones completas y exac- tas á este respecto, be consultado primeramente la opinión de diversos directores de establecimientos y mas tarde la de los profesores al ser- vicio de estos. En su mayoría, los primeros me han manifestado que creían muy di- fícil conseguir un maestro en condiciones deseables que pudiese acep- tar la dirección de un instituto en Buenos Aires, y por el contrario aconsejaban como mejor temperamento á adoptar que el Gobierno Argentino enviase á Italia uno, dos, ó mas jóvenes institutores que permaneciendo dos años en una escuela de sordo-mudos, podrían adquirir al cabo de dicho tiempo los conocimientos, sino completos por lo menos indispensables, para comenzar la instrucción necesaria. Todos los directores se han espresado de una manera unánime en el sentido de que los poderes públicos de la península no tratan de es- timular bastante este profesorado especial, puesto que los que se de- dican á él reciben retribuciones mínimas, con relación á los conoci- mientos, paciencia y contracción que requiere la instrucción de los sordo-mudos. De varias conferencias tenidas con los referidos directores, be creído deducir, si no me equivoco, ciertos temores que abrigan respecto de que proposiciones ventajosas hechas por gobiernos extrangeros, pue- den privarles de maestros competentes que tienen gran interés en conservar. En efecto, conversando con varios maestros á quienes comunicaba las opiniones de la Comisión, compartidas igualmente por el Gobierno Argentino, de contratar en Italia uno ó dos institutores para utilizarlos en la Escuela Modelo de Sordo-Mudos que se trata de crear, se han mostrado bien dispuestos á aceptar las proposiciones que se les dirija, toda vez que antes obtengan el asentimiento del Gobierno Italiano, pues ninguno, con sobrada razón, quiere perder los derechos que puede haber adquirido por la práctica mas ó menos larga en los Institutos del Estado. Así, pues, la cuestión se reduciría sencillamente á lo siguiente; Que el Exmo. Gobierno de que V. E, forma parte, se dirija al Go- bierno italiano por intermedio del ministro respectivo en Roma, ha- ciéndole presente los deseos y propósitos que abriga de fundar en Buenos Aires un Instituto modelo de sordo-mudos y de aprovechar en la enseñanza de estos, uno ó mas profesores italianos que se hayan acreditado por su capacidad y larga esperiencia. Me permito esperar desde ahora, que el gobierno italiano se ha de apresurar á acceder á este pedido, aprovechando la oportunidad para estrechar una vez mas sus relaciones amistosas con una nación á la cual está ligada por tantos vínculos. He tratado de demostrar á los directores y maestros con quienes me he puesto en relación, las indiscutibles ventajas que se presentan á aquel que desee aceptar las proposiciones del Gobierno Argentino y entre otras muchas, hacia mención de las siguientes : me- orar su posición social y pecuniaria y alcanzar la gloria de difundir Jen un país nuevo una enseñanza de tanta utilidad. Les he esplicado igualmente que la cuestión de la lengua no puede jamás constituir un inconveniente serio : en primer lugar, he citado el hecho de que los italianos que llegan á la República Argentina apren- den el idioma nacional en muy corto tiempo, y he recordado también que la instrucción de los sordo-mudos en los dos primeros años se limita á cursos preparatorios (ejercicios respiratorios, enseñanza del alfabeto y formación de las sílabas) y por consiguiente, en rigor el conocimiento déla lengua española no es entonces indispensable al maestro. Quedaré satisfecho si las informaciones que me he permitido recojer á fin de trasmitirlas á Y. E., pueden contribuir á facilitar las resolucio- nes que adopte ese Ministerio, en un asunto que afecta tanto el porvenir de los desgraciados sordo-mudos. Aprovecho esta oportunidad para saludar á Y. E. con mi mas distin guida consideración. Emilio R. Coni. En una correspondencia dirijida de Roma á la Revista Médico- Quirúrgica de Buenos Aires, he trasmitido mis impresiones y el re- sultado de mis visitas á los institutos de sordo-mudos de Milán, reputados como los principales de la península. Para que Y. S. pueda apreciar algunos pormenores de interés, me permito tros- cribir la parte de dicha correspondencia que se refiere á los esta- blecimientos mencionados. Real Instituto de Sordo-mudos.— Este establecimiento está dirijido por un sacerdote anciano, casi del todo ciego, el Sr. Elíseo Ghislandi, quien me acogió con bastante afabilidad. Comenzó por manifestarle el deseo de visitar el instituto para conocer su organización y su método de enseñanza; que habia formado parte en Buenos Aires de la comi- sión encargada de proponer al gobierno la creación de un instituto mo- delo para sordo-mudos y como por otra parte, dicha comisión habia indicado la conveniencia de contratar en Italia, uno ó mas profesores competentes para dirijir la enseñanza, deseaba, aprovechando mi per- manencia en el país, conocer la posibilidad de realizar la medida pro- puesta y por consiguiente su opinión al respecto. El Sr. Ghislandi rae respondió entonces : que el instituto no funcio- naba en ese momento porque era la época de las vacaciones; que me daria el reglamento vigente, algunos dibujos hechos por sordo-mu- dos 1 y el libro que contenia las sesiones del Congreso Internacional reunido en Milán en 1880. Respecto de los profesores, creía imposible encontrar uno porque los buenos eran escasos y que, á su juicio, el mejor temperamento á adoptar era enviar un maestro y una maestra de la República Argentina para que permaneciendo un año en el Instituto, pudiesen alcanzar los conocimientos prácticos necesarios para la en- señanza. A mi vez, le agradecí debidamente sus informaciones y le espresé el deseo de obtener los libros de texto del Instituto. No puedo dárselos, me dijo, porque las ediciones están agotadas; han sido hechos por el profesor de este instituto, el Sr. Nicolussi y el gobierno no se muestra generoso, pues no solo los maestros gozan de sueldos mezquinos, que están muy lejos de guardar relación con el trabajo que pesa sobre ellos, sinó que también tienen que hacer imprimir los textos á sus es- pensas. No obstante esto, lo haré acompañar hasta el domicilio del se- ñor Nicolussi con un empleado, y entonces podrá Vd. manifestarle sus deseos. Me despedí del Sr. Ghislandi agradeciéndole sus deferencias. En casa del Sr. Nicolussi le espuse á este el motivo de mi presen- tación, le manifesté que deseaba saber si era posible conseguir un pro- fesor esperimentado y competente para confiarle la dirección de un instituto de sordo-mudos en la Capital de la República Argentina, que el gobierno podría contratarlo por dos, tres ó mas años, que gozaría de un emolumento equitativo y que muy probablemente se le paga- rían los gastos de viaje. En estas condiciones, proseguí, el maestro que se dirija á Buenos Aires tendrá el honor de crear un instituto 1 Retratos del rey y de la reina de Italia. modelo, de llevar á un país lejano en estrechas relaciones con la Ita- lia, los últimos adelantos de la enseñanza de los sordo-mudos y á la vez de obtener condiciones ventajosas bajo el punto de vista econó- mico, reflejará sobre sí una gloria muy digna de ambicionar. El Sr. Nicolussi, persona inlelijente y agradable me respondió : los profesores de sordo-mudos en Italia estamos colocados por la exigüi- dad de nuestras remuneraciones en situaciones algo difíciles; esta enseñanza especial requiere una grande abnegación y una larga espe- riencia. Creo que será muy posible conseguir un maestro en las condi- ciones exigidas, con tal que el gobierno italiano le acuerde una licen- cia por un número determinado de años. Yo mismo, que tengo diez y ocho años de práctica en el profesorado, aceptaría las proposiciones que se me hicieran con tal de llenar la formalidad indicada. En efec- to, no creo que los maestros de los institutos reales se decidan á per- der los derechos que han adquirido por su permanencia y ejercicio en los respectivos establecimientos. Al siguiente dia de esta entrevista, el Sr. Nicolussi fué á visitarme y me presentó sus libros de texto y un manual que ha escrito para el uso de los institutores. Después de agradecerle su atención, le espresé que próximo á partir para Roma, quería obtener últimas y precisas in- formaciones que me baria un deber de trasmitir oficiosamente al Mi- nisterio de Instrucción Pública de mi país, y á los miembros de la co- misión de que había formado parte. Después de un cambio de ideas, arribamos á estas conclusiones, que á mi juicio, pueden servir como punto de partida de los trabajos que se hagan para realizar la medida de que mas arriba be hablado: Io Que el Gobierno Argentino se dirija por intermedio de su ministro en Roma al Gobierno Italiano solicitando un maestro competente y esperimen- tado para confiarle la dirección del instituto de sordo-mudos que se vá á crear; 2o Que se le autorize al Ministro á firmar un contrato por lo menos de dos á tres años, al cabo de los cuales, previa conformidad de las partes, pueda ser renovado; 3o Pago de gastos de viaje 1; 4o Goze de una retribución mensual de 600 á 700 liras; y finalmente 5o Que el director del Instituto dependa inmediatamente de la comisión directi- va, á cuya aprobación someterá todas las reformas que á su modo de ver, deban introducirse en la organización, enseñanza, régimen, etc. Por mi parte añadí, que creía que el gobierno italiano accedería al pedido no solo por tratarse de una obra altamente humanitaria, sinó también porque la República Argentina, según las mismas estadísticas oficiales, era el país á donde afluía en mayor proporción la inmigra- ción italiana. 1 Esta condición es indispensable, pues como he dicho ya, los maestros de sordo- mudos son sumamente pobres. Institutos para sordo-mudos pobres de la campaña. —En Milán existen, además del instituto real de que acabo de hablar, otros dos para sordo- mudos pobres de la campaña : uno para varones y otro para mujeres. Ambos institutos están colocados bajo la dirección del sacerdote D. Julio Tarra, reputado en toda la Italia como uno de los primeros educacionistas de sordo-mudos y al cual cupo el honor de presidir el Congreso Internacional de Milán de 1880. El Sr. Tarra me acogió con una amabilidad esquisita. Es una per- sona de 45 años próximamente, de fisonomía risueña, de carácter franco y jovial, de modales distinguidos y que despierta viva simpatía desde el primer momento en que se entabla conversación con él. Hablamos un largo rato sobre la República Argentina y demostró un vivo interés por ella en las diversas preguntas que me dirijió. Solicité idénticas informaciones á las que habia pedido álos Señores Gbislandi y Nicolussi y respecto del maestro, se expresó en el mismo sentido que el primero, esto es, que la resolución mas adecuada era mandar de Buenos Aires una ó dos personas, que él las acogerla con sumo placer en el instituto, donde en un año adquirirían los conocimientos sufi- cientes para la enseñanza de los sordo-mudos. En seguida, pasó á esplicarme minuciosamente su método de en- señanza, ¡que es el fruto de veinte y cinco años de esperiencia, tiempo que le ha permitido comparar las ventajas y reconocer las cualidades y defectos de los diversos métodos. Después me acompañó en la visita de los diferentes cursos, comen- zando por los dos primeros de preparatorios, en los cuales ordenó á los respectivos maestros hiciesen ejercitar á los niños. En el refectorio pude ver los ocho cursos reunidos, cerca de 60 alumnos. El sub-di- rector del instituto que ejercía vigilancia sobre ellos, les ordenó diver- sos ejercicios, tomándolos por cursos separados primeramente y des- pués todos en conjunto. Me invitó á que les dirijiera la palabra á los de los 7o y 8o año, que siendo los mas adelantados, iban estos últimos, á dejar el instituto para regresar al seno de sus familias, llevando con- sigo una instrucción suficiente que les permita llenar sus deberes y ejercitar sus derechos en la sociedad. Accediendo á la galante invitación del sub-director les dirijí varias preguntas relativas al nombre, edad, lugar del nacimiento, etc. que me fueron contestadas de una manera satisfactoria. Los desgraciados sordo-mudos demostraban en sus fisonomías cierta alegría, originada sin duda por la visita de un estrangero, que el sub-director les habia presentado diciéndoles, que se proponía conocer el instituto para favorecer á los sordo-mudos de la República Argentina. Me retiré de este establecimiento sintiendo en el alma una profunda emoción por todo lo que habia presenciado y por las atenciones con que me habla colmado todo su personal. Eu efecto, el señor Tarra después de obsequiarme con el libro que contiene su método de ins- trucción, me estrechó con efusión la mano suplicándome concurriese al otro instituto destinado á las mujeres, é igualmente condado á su di- rección. Fui puntual ála cita. En una gran sala se hallaban reunidas quince niñas de doce á diez y ocho años de edad, todas sordo-mudas perte- necientes á los cursos mas avanzados de 7o y8o años. El señor Tarra me invitó á que me sentase á su lado, teniendo del otro á un jóven profesor de sordo-mudos de Méjico, el señor Márquez, enviado por el gobierno de su país para visitar en Italia los institutos de sordo-mudos. Por mas de una hora el señor Tarra sostuvo conversación con las quince alumnas, á cada una de las cuales dirijia alternativamente di- versas preguntas sobre tópicos variados. Invitado galantemente á que les preguntase algo, me complazco en manifestarlo aquí, que á pesar de hablar con incorrección el italiano, las dos sordo-mudas á quienes interrogué me contestaron perfectamente. Los temas de conversación elejidos por el señor Tarra tenían en vista principalmente determinar el mayor trabajo intelectual. No olvidaré el discurso de una sordo-muda que me conmovió vivamente. Era esta una bella jóven, de 17 años, perteneciente al 8o curso y á quien el señor Tarra con suma bondad le preguntó que cuando saldría del instituto y llegada al seno de su familia de qué se ocuparla. La sordo-muda des- pués de reflexionar un momento, se espresó con una claridad perfecta y una sencillez verdaderamente infantil, de la manera siguiente : « De- jaré el Instituto en el mes de Octubre y regresaré al lado de mis padres, que habitan la campaña. Por la mañana, me levantaré temprano ylo primero que haré será rogar á Dios, agradeciéndole los grandes bene- ficios que he recibido, y le pediré al mismo tiempo les conserve la salud ámi maestro y á mis maestras. Recordaré siempre con placer los momentos agradables que he pasado en esta casa y sobre todo á mis queridas compañeras de estudio. Durante el dia ayudaré ámi madre en los quehaceres de la casa y al acostarme por la noche volveré á re- zarle á Dios.» Al abandonar la sala el señor Tarra les dirigió á las sordo-mudas estas textuales palabras que revelan claramente la nobleza de sus sen- timientos y los sanos propósitos que lo guian en el desempeño de su misión humanitaria: « Los señores, que son americanos (refiriéndose al jóven mejicano y á mí) han venido de lejanas tierras para visitar los institutos de sordo-mudos de la Italia y conocer la enseñanza que en ellos se dá; hagan votos pues por la salud y felicidad de estos hom- bres nobles y generosos, á fin de que lleven la palabra á vuestras com- pañeras de la América que aún permanecen en las tinieblas y el aísla- 64 miento. » Todas en coro respondieron palabras que no pude compren- der, haciendo al mismo tiempo un reverente saludo. Me despedí déla directora y maestras del instituto y salí á la calle acompañado por los señores Tarra y Márquez. El primero al despe- dirse de nosotros nos abrazó diciéndonos, que los hombres que se preo- cupaban de la suerte de los sordo-mudos debían amarse entre sí. Me congratulo de haber visitado varios institutos de sordo-mudos y de haber tenido entrevistas con sus directores y maestros, pues indepen- dientemente de los conocimientos que he adquirido, puedo presentar una conclusión práctica de interés para nuestro país. Creo muy posible se consiga un maestro esperimentado á quien pueda confiársele la dirección del instituto que se vá á crear en Buenos Aires y me per- mito juzgar que las opiniones concordantes de los señores Tarra y Ghislandi tienen su .fundamento en el temor de que, proposiciones ven- tajosas hechas por el gobierno de la República Argentina, prive á sus respectivos institutos de maestros que tienen interés en conservar y que por lo mismo que gozan de retribuciones mínimas están en estado de aceptar propuestas que mejoren su situación. Para los institutos de- pendientes del Gobierno este inconveniente podrá subsanarse, adop- tando el temperamento que dejo indicado, es decir, la concesión de una licencia al maestro ; para los institutos comunales, como son por ejemplo, los dos que están bajo la dirección del señor Tarra, este re- quisito no será indispensable pues no habría mas que hacer el arreglo directo con uno de los maestros. Por otra parte, seria un gran honor y una íntima satisfacción para cualquier director de instituto, al ver que uno de sus maestros ó discípulos, fundase en Buenos Aires un instituto modelo, propendiendo así á la difusión de su método de en señanza y contribuyendo á implantar una obra tan humanitaria. ÍY «Visitar y estudiar los manicomios de los principales paises para apreciar los adelantos relativos á su construcción y organización, á fin de tenerlos en vista para el que deberá construirse en la ciudad La Plata. » (Inciso del decreto de 22 de Abril de 1884). La visita hecha á los principales manicomios de Europa, me ha permitido estudiar y apreciar los progresos realizados en los últi- mos años en la construcción y organización de dichos establecí- cimientos. Cumpliendo con esta parte de mi comisión, he proyectado, como Y. S. podrá verlo en seguida, un manicomio mixto para la capital de la Provincia, que á la vez de satisfacer sus necesidades actuales y futuras, reúna las condiciones exijidas por la ciencia sanitaria. Me permito también fijarla atención de Y. S. sobre la urgente ne- cesidad de dictar una ley especial para los alienados, que á la vez de protejerlos en sus personas é intereses, haga desaparecer numerosos abusos que se han venido cometiendo hasta hoy. Proyecto de manicomio mixto para L,a Plata Situación y superficie. El manicomio que se proyecta en segui- da se situará en un terreno de chacra, debiendo elejirse aquel que ofrezca mayores ventajas por su altura, vecindad, condiciones del suelo, etc., como por su conveniente proximidad á la ciudad. El área del terreno será próximamente de quince á veinte man- zanas, superficie que permitirá construir un manicomio mixto con capacidad para trescientos alienados de ambos sexos, para los respectivos anexos y para afectar el campo necesario á los trabajos agrícolas, de tanta utilidad en instituciones de este género. Para la elección del terreno se tendrán en vista las condiciones re- queridas para los establecimientos hospitalarios en general. Orientación. —La orientación que convendrá darle al edificio 66 será la que mas se aproxime á la dirección norte á sud, porque así se conseguirá ponerlo al abrigo de ciertos vientos y el sol podrá bañar convenientemente las paredes del asilo. Dimensiones. —EI manicomio podrá alojar, como queda dicho, trescientos alienados de ambos sexos. Esta población no solo satis- face las necesidades de la provincia, sinó que consulta también las indicaciones aceptadas por la mayoría de los alienistas modernos. Disposiciones generales. (Véase el plano I).—El sistema adop- tado es el de pabellones aislados, reconocido hoy como el mas aceptable para los hospitales y hospicios. Para la ciudad La Plata ofrece también una ventaja que debe tenerse en cuenta y es que puede comenzarse la construcción de algunos pabellones solamente para atender el servicio actual, y á medida que las necesidades lo requieran ó los recursos lo permitan, levantarse los demás. En otros términos, gastando boyuna suma relativamente pequeña, se podrá dejar para mas adelante la termi- nación del plan general adoptado. En el proyecto que tengo el honor de presentar á Y. S. se obser- va una disposición simétrica de los departamentos de hombres y mujeres, aún cuando pueda esta sufrir algunas modificaciones en el momento en que se resuelva ponerlo en práctica. Los diversos pabellones y demás dependencias del manicomio están separados entre sí por jardines y se comunican por medio de galerías ó corredores cubiertos que facilitan el servicio en general. El cuerpo de todo el edificio está rodeado por vastos jardines. En la parte correspondiente al frente se encuentran pilares de ma- terial con reja de fierro y un gran porten que dá acceso al asilo, después de atravesar el respectivojardin. La parte central del frente del edificio está destinada á la admi- nistración. En la planta baja se hallan las piezas destinadas al portero, sala de recibo, sala de admisión, secretaría, biblioteca para el personal científico, médico-interno, practicantes, sala y gabinete del médico-director, ecónomo, dos locutorios (hombresy mujeres) y demás anexos de la administración. Además las pie- zas necesarias al servicio de la farmacia. La parte alta de este edificio se destina para alojamiento del médico-director, médico interno y sus respectivas familias. Detrás de la administración y á una distancia conveniente se halla un pequeño departamento llamado de observación que cuenta con algunas habitaciones, sala de baño, comedor, etc. En este PROYECTO DE MANICOMIO MIXTO PARA LA CAPITAL LA PLATA. J. Leyenda L ¿f'urtaó'OÓ P Xh dvó ¿orapLa- M eép erró ay Q CcrpxLLcu N Goccna R 3l’( wá e Oj. 4uU)pó ictój éter y. O J2av culero 3 ffalercaó Ley e n d a A ¿ldrtrvníó trua orí' F d'pit ('f)l i COd B LO m J tiró G tydraiilico:) C O Ir.) erv aaorr óeculo.S D ¡JranufuxLoó l ePemt a gdacloo E Conv aLaciervtró J , Íc/iia do S 67 local, como en todos los demás del manicomio, las mujeres están completamente separadas de los hombres. Siguiendo en la dirección del eje central del establecimiento, se encuentra primeramente la despensa y en seguida la cocina. Mas adelante y en edificios completamente separados unos de otros, el lavadero, el departamento hidroterápico y la capilla. La simple vista del plano, permite comprender que todas las dependencias que acabo de señalar, están dispuestas de tal modo que sirven á los departamentos de hombres y mujeres. Todas las construcciones situadas en la parte media del manico- mio comunican con los pabellones por medio de corredores cubier- tos, en cuyo centro circulan sobre rieles, pequeños wagones desti- nados á conducir los alimentos y que pueden utilizarse para los demás servicios del asilo. En un pequeño departamento aislado se halla el depósito de muertos, lasóla de autopsias, el museo craneológico, el gabinete y laboratorio de psiquiatría, el taller de fotografía, etc., etc. Examinando el plano puede apreciarse la relación que conservan entre sí los pabellones destinados á los pensionistas, tranquilos, convalecientes, epilépticos, paralíticos, semi-agitados, agitados, criminales y furiosos. Me parece conveniente dar á conocer algunos detalles de im- portancia relativos á los pabellones. Estos tienen patios centrales rodeados por galerías cubiertas que ofrecen un abrigo, á la vez que un lugar de paseo álos asilados. Cada pabellón cuenta con dormitorios, sala de recreo, baños de limpieza, refectorios, letrinas, etc., y algunos con talleres, que procurando traba jo á cierta categoría de alienados, constituyen un elemento poderoso de curación. La construcción puede hacerse de tal manera que mas tarde, cuando la población del manicomio exija obras de ensanche, sea posible construir altos y en este caso estos servirán para dormito- rios y la planta baja para talleres, salas de día, refectorios, etc. Los dormitorios generales no tendrán mas de veinte camas y sus dimensiones serán las siguientes : largo 30 metros, ancho 9 me- tros y alto 5 metros, lo que dá un total de 1350 metros, ó sea, á razón de 67 metros cúbicos de aire por individuo. Además, los dormitorios serán construidos sobre zótanos de una profundidad conveniente ; las paredes estucadas hasta cierta altura yel piso de madera dura. Las ventanas en oposición las de un costado de la sala con el otro, se harán á un metro del nivel del piso y tendrán la mayor altura posible; se dispondrán de tal . manera que pueda abrirse independientemente una de otra la parte supe- rior y la parte inferior, á fin de ventilar la sala sin esponer á los asilados á las corrientes directas de aire. Para completar la ven- tilación se practicarán aberturas en la parte superior de los muros y á la altura del piso. Las galerías que pondrán en comunicación los pabellones entre sí y estos con las dependencias del manicomio serán completamen- te-abiertas, con techo de pizarra ó teja, sostenidas por pilares de hierro y con un ancho de dos ó tres metros. Lo que queda espuesto permite á Y. S. formar una idea general del manicomio, cuyo plano tengo el honor de acompañar á este informe. Podría hacer una descripción mas completa, pero el estu- dio de los detalles daría á este trabajo demasiada estension. No obstante, antes de terminar, quiero ocuparme de una cuestión importante que se refiere al elemento principal del mobiliario. Camas. Las camas que sirven en los manicomios deben ser construidas de una manera distinta de las que sirven en' los hos- pitales y asilos en general. Durante mi visita á los manicomios europeos he dedicado una atención preferente á las camas de los alienados. El estudio com- parativo que he llevado á cabo, me induce á recomendar por sus ventajas y resultados prácticos las camas ideadas por el doctor Perotti, en uso en el Manicomio de Turin. 1 En el plano (II) que acompaño, puede verse la disposición de los lechos para epilépticos, agitados, desaseados y uno que sirve parala limpieza y medicación de cierta categoría de alienados. Espero que estas camas serán adoptadas dentro de breve tiem- po en el Hospicio de las Mercedes. Al efecto, mi distinguido amigo el doctor Melendez, director de dicho establecimiento, se ha puesto ya de acuerdo con el doctor Ramos Mejía, director de la Asistencia Pública, para disponer la construcción como ensayo, de los lechos Perotti, de acuerdo con los modelos é instrucciones que he suministrado. 1 Aprovecho esta ocasión para manifestar aquí mi profundo agradecimiento al ilus- trado colega y amigo, el doctor Perotti, quien con la mayor deferencia se dignó acompa- ñarme durante la visita de este manicomio suministrándome todas las esplicaciones rela- tivas á las camas de su invención, como igualmente todas las que solicité respecto del régimen y de la administración del establecimiento. Camas Perotti EPILÉPTICOS DESASEADOS PARA ALIENADOS 11. AGITADOS LIMPIEZA Y MEDICACION ±3an3iLUi6. V « G" Visitar las Oficinas de Estadística para conocer su organización y ade- lantos y ensanchar en lo posible el cange que tienen establecido con la de la Provincia, adquiriendo al mismo tiempo por vía de compra ó donación todas aquellas publicaciones de interés para el progreso de esta importante rama de la administración». (Inciso del decreto de 22 de Abril de 1884). Durante mi anterior viaje á Europa, en 1879, tuve oportuni- dad deponer en relaciones de cange á nuestra Oficina de Estadís- tica con todas las reparticiones de igual género del viejo conti- nente l. A mi regreso á Buenos Aires redacté un informe sobre la organi- zación estadística de la Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Suiza, etc, que envié al gefe de la oficina respectiva, mi distinguido 1 La nota siguiente instruye á este respecto : Oficina de Estadística de la Provincia de Buenos Aires. Buenos Aíres, Mano 20 de 1880. Señor Doctor Don Emilio R. Coni. He tenido el honor de recibir el informe que Vd. se ha dignado pasar á esta Oficina, detallando los trabajos que durante su permanencia en Europa ha realizado en favor de la misma. Las relaciones de cange que Vd. avisa dejar establecidas con las Oficinas análogas, y los detalles que me trasmite respecto de la organización de aquellas, demuestran con cuan celoso empeño ha querido Vd. ser útil á esta repartición. Ya antes de su informe habia recibido cuatro cajones conteniendo 225 volúmenes, 35 folletos y 3 atlas de obras de estadística que Vd. remitió, ofreciendo con tan valiosa remesa, la mejor demostración del resultado obtenido con las relaciones de cange; relaciones que he de tratar de conservar y fomentar en cuanto dependa de esta Oficina 70 amigo el Dr. Jorge, acompañándolo con la remesa de varios ca- jones de libros que había obtenido como donación. Dicho informe mereció los honores de la publicación en forma de folleto. Desdeesa época el cange de la Oficina de Estadística se ha sos- tenido y aumentado dia á dia, pudiendo decirse que hoy son muy pocos los Estados que no estén en relaciones continuas con ella. En Mayo de 1883, requerido para asumir la dirección de la Ofi- cina, tuve ocasión de esponer al Dr. Rocha, entonces gobernador, el plan de reformas indispensables para hacer adelantar tan im- portante rama administrativa. La publicación del Anuario Estadístico de 1882 (en francés y en español), señala en este sentido una nueva era de progreso y un timbre de honor para los gobernantes, que acordando una protec- ción decidida á la repartición estadística, le ha permitido á esta dará luz una obra, cuyos favorables conceptos de la prensa euro- pea han sido ya trascritos en otra parle de este informe. Los resultados alhagüeños obtenidos deben servir de estímulo á los poderes públicos para que prosigan en el camino de las reformas iniciadas. La esperiencia me ha demostrado que es imposible ejecutar tra- bajos estadísticos completos, haciéndolos aparecer con la debida oportunidad, si no se dispone en la provincia de un personal es- pecial, ó sean verdaderos agentes de estadística en cada uno de los distritos, y en relaciones, por así decir, diarias con la Oficina Central. Habiendo en este sentido llamado la atención del Poder Ejecu- y esté dentro de sus atribuciones. Pienso que hay en ello ventaja, no solo para la cien- cia estadística, sino también para la provincia de Buenos Aires, que por este medio po- drá hacerse conocer en el viejo mundo, en donde hasta ahora puede decirse, que es poco ménos que desconocida. Vd. ha prestado á la provincia un servicio de valor inapreciable organizando los datos relativos al movimiento de población y la climatología de la ciudad de Buenos Ai- res, para ser publicados en la obra intitulada «Statistique Internationale des grandes villes» que está encargado de publicar el Señor Kórosi de Budapest. En mi carácter de gefe de esta repartición, le manifiesto los mas vivos agradecimien- tos por los desinteresados servicios que Vd. ha prestado contribuyendo á que sus trabajos sean conocidos en el mundo, y facilitándole los medios de obtener los modelos mas adelantados de estadística, para poder imitarlos en los trabajos subsiguientes. Por lo que rae es personal, ya le he manifestado en cuanto estimo las deferentes aten- ciones de que he sido objeto y aprovecho esta oportunidad para reiterarle las segurida- des de mi mayor consideración y aprecio. Faustino Jorge. tiro por medio de una nota, dirijida poco tiempo después de to- mar á mi cargo la repartición, logré hacer incluir en el presu- puesto respectivo una partida anual de 300,000 pesos moneda corriente, para atender á las retribuciones de los agentes de esta- dística. Absorbida entónces la atención del gobierno por los trabajos de traslación á la nueva capital de la provincia, se hizo imposible la organización y nombramiento de los referidos agentes. Como el inconveniente mencionado ya no existe, me permito presentar á Y. S. un proyecto para la creación de los agentes de estadística, sus funciones, sus deberes con relación á la Oficina de Estadística, etc., etc., á fin, de que en el año venidero esta re- partición pueda [contar con elementos tan indispensables para su buena marcha y adelanto. En estas condiciones, se podrá mejorar y completar el Anuario Estadístico, será entonces posible la publicación de boletines men- suales que den á conocer el movimiento de población, el aumento de la riqueza, la marcha administrativa bajo todas sus faces, etc. Con este motivo, debo mencionar aquí las dos razones que me indujeron á suprimir el boletín trimestral que daba á luz la Ofi- cina de Estadística. La primera, las grandes dificultades para reunirlos datos de dicho boletín, lo que originaba retardos consi- derables en su aparición, y la segunda, que salía incompleto por la negligencia ó mala voluntad de algunas autoridades. Asi, pues, creando agentes de estadística en cada partido, elejidos entre los avaluadores, secretarios de Juzgados de paz, maestros de escuela, etc. se podrá hacer aparecer publicaciones diversas que en las condiciones actuales es imposible realizar. Estos agentes serán remunerados según la importancia de las localidades y por consiguiente de acuerdo con el trabajo que les corresponda. En algunos partidos se podrían dotar á dichos agentes de los instrumentos necesarios para levantar observaciones meteorológi- cas. Seria de alta conveniencia la creación en la provincia, de ocho ó diez estaciones meteorológicas, á las que se les impondría la obli- gación de enviar puntualmente á la Oficina de Estadística el re- sultado de sus trabajos l. Estas estaciones estarían bajo la depen- 1 Estas estaciones podrían establecerse en las siguientes localidades; San Nicolás Chivilcoy, Zárate, Chascomús, Tandil, Ajó, Pueyrredon, Babia Blanca, Bolívar y Pata- gones. ciencia del Observatorio de la Plata, á fin de uniformar el sistema de observaciones, haciéndolas mas provechosas á la ciencia. He aquí el proyecto á que hago referencia mas arriba : PROYECYO DE DECRETO RELATIVO Á LA CREACION DE AGENTES DE ESTADÍSTICA Art. 10.Io. Nómbranse agentes de la Oficina de Estadística General en cada uno de los partidos de la provincia, á los avaluadores actualmente en ejercicio. Art. 20. Para el desempeño de las nuevas funciones que se les con- fiere, los avaluadores se entenderán directamente con el gefe de la Ofi- cina de Estadística, quien les distribuirá en pliego impreso las corres- pondientes obligaciones. Art. 3o.— Los agentes se dividirán en tres categorías según la impor- tancia de los partidos respectivos. Art. 40. Los agentes de la primera categoría tendrán una remunera- ción anual de 250 $ m/n ; los de la segunda 200 $ y los de la ter- cera 150 $ m/n. Art. 50. Estos pagos se efectuarán semestralmente por intermedio de la Oficina de Estadística. Art. 60. Los avaluadores como agentes de la Oficina de Estadística estarán obligados á remitir en las épocas que se les señale, los si- guientes datos; Io Las planillas de bautismos, matrimonios y mortalidad, que les se- rán entregadas por los Sres. Curas-párrocos, que hasta hoy las han enviado directamente ó por intermedio de los Jueces de Paz ; 2o Mensualmente todos los datos relativos al Juzgado y Municipali- dad del distrito ; movimiento de causas judiciales ; estraccion de ha- ciendas y frutos; datos sobre hospitales, escuelas, mercados, ferro- carriles, tramways, mensagerias, etc., etc. Al efecto, la Oficina de Estadística les distribuirá los cuestionarios respectivos que contendrán los datos que se soliciten y la manera de recojerlos. Art. 70. Las autoridades de distrito quedan obligadas á facilitar to- dos estos datos á los agentes, permitiéndoles los Juzgados de Paz el uso del sello para la correspondencia respectiva. Art. 80. Entran también en las obligaciones de los agentes el con- trolar todos los datos que remitan, asegurarse de su exactitud y contes- tar las preguntas que á este respecto les diríjala Oficina de Estadística. Art. 90. —EI director de la Estadística General queda facultado para retener los sueldos de aquellos agentes que no cumplan con su deber, dando cuenta oportunamente al Ministerio de Gobierno. Art. 10. Cuando un avaluador no tenga las aptitudes necesarias para el desempeño de las funciones que se le confiere como agente, ó se haga notar por la falta de cumplimiento de sus deberes, deberá ser separado del cargo á pedido del director de la Oficina de Esta- dística, quien propondrá la persona que á su juicio, crea mas ade- cuada para reemplazarlo. Art. 11. Comuniqúese, etc. Publicaciones para la Biblioteca de la Oficina de Estadística DONACIONES En francés Recensement général (31 décembre 1881) publié parle Ministre de l’lntérieur. Bruxelles. Population de la Belgique. Resume du recensement général de 1880. —Bruxelles. Statistique du mouvernent de l’état civil et de la population du royanme pendant l’année 1883. Bruxelles, 1884. Annuaire Statistique de la ville de París. Années 1880 et 81. (Dos tomos). Congrés International de médecins des colonies, reuní á Amsterdam en Septembre 1883. Compte-rendus. Amsterdam, 1884, Bulletin de la Société pourla propagation de la crémation, fondée en 1880. París. (Dos fascículos). Résumé Statistique pour le royanme des Pays-Bas, 1850-1883. (Pu- blicaron de la Société de Statistique) numéro 2. La Haye, 1884. Question de l’alcoolisme. Exposé comparatif des lois et des expé- riences de quelques états étrangers. Par le Burean Fédéral de Statis- tique. Berne, 1884. Des divers modes d’alimentation des classes ouvriéres en Suisse et de leur influence sur le développement de l’alcoolisme.—Berne, 1884. Message du Conseil Fédéral á l’assemblée fédérale sur la question de Falcoolisme (du 18 Juin 1884). Berne. Des accidents traumatiques causés par les machines agricoles.— Limoges, 1884. Chambre de Commerce de París. Avis exprimés sur les principales questions soumises á son examen pendant l’année 1883. Plusieurs représentations graphiques de la statistique suisse. Compte-rendus des travaux de la Chambre de Commerce de Lyon.— Année 1882. En italiano Camera di Comercio ed Arti di Genova. Rendiconto commerciale e industríale per l’anno 1883. Genova, 1884. Statistica della emigrazione italiana. Anno 1883. Roma, 1884. En holandés Statistiek van den loop der bevolking van Nederland over 1882. (Estadística del movimiento de población de la Holanda durante el año 1882).—La Haya, 1884. Jaarcijfers over 1883 en vorige jaren omtrent Bevolking, Landbouw, Handel, Belastingen, Onderwijs enz. (Anuario Estadístico de 1883 que contiene los datos sobre la población, agricultura, comercio, finanzas, instrucción, etc.). La Haya, 1884. Sterfte in Zuidholland in 1883. (Mortalidad en la provincia de la Holanda Meridional en 1883). COMPRAS En francés Quatriéme Congrés International d’Hygiéne et de Demographie á Genéve (1882). 1883. (Dos tomos). Dictionnaire du Budget. Exercices 1881, 1882, 1883, 1884, par Félix Germain. Paris, 1884. Dix jours dans la Haute Italie par León Say. Paris, 1884. Administration de la Yille de Paris et du département de la Seine. Ouvrage publié sous la direction de M. Maurice Block par Henri de Pontich. Paris, 1884. Avenir des grandes exploitations agricoles établis sur les cótes du Venezuela par J. A. Barral.—Paris, 1881. Monnaies, poids et mesures de divers pays du monde. Paris, 1884. En italiano Annuario di Statistica. —Anno primo. Storia de la guerra d’America ira il Chile, il Perú e la Bolivia dell avocato Tommaso Caivano. Torino, 1882. VI «Art. ñ*.— Mientras dure la ausencia del doctor Coni quedará la Oficina de Estadística á cargo del Secretario de la misma, dependo disponerse los trabajos de tal manera que queden terminados en el corriente año los Anua- rios Estadísticos correspondientes á los años 1881 y 1883. » (Decreto de 22 de Abril de 1881.) En cumplimiento de la anterior disposición, debo comunicar á Y. S. que el Anuario Estadístico de 1881 saldrá á luz á mediados del próximo Diciembre, é inmediatamente se dará principio á la impresión del de 1883, cuyos materiales están ya preparados. La distribución de este último libro podrá hacerse, según creo, á prin- cipios de Marzo de 1883. DOCUMENTOS IVotas dirigidas al Señor Ministro de Gobierno. Comisionado de la Provincia de Buenos Aires. (N* 1) París, Junio 18 de 1884, Al Señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Don Nicolás Achaval. La Plata. Tengo el honor de comunicar á Y. S. el resultado de los trabajos realizados en esta capital, en el desempeño de la comisión que me ha sido confiada por el Exmo. Gobierno por decreto de fecha 22 de Abril del corriente año. Instalado aquí el 26 del pasado, procedí inmediatamente á confec- cionar un opúsculo en francés sobre la provincia de Buenos Aires, conteniendo los datos de mayor importancia sobre su territorio, clima, población, comercio, industria, etc,, á la vez un plano litográfico de sus ferro-carriles y telégrafos. Este folleto impreso en número de 4000 ejemplares ha sido distri- buido en la forma siguiente : Oficina General de Colonización, Legacio- nes argentinas de Francia, Inglaterra, Suiza y Bélgica, Cónsules argen- tinos en Francia, Cámaras de Comercio de todas las principales ciudades, y en una palabra, se ha hecho llegar á todas las sociedades, corpora- ciones y personas para las cuales puedan tener utilidad los conocimien- tos relativos á la provincia. Para que Y. S. pueda apreciar en su valor dicho folleto, me permito enviar por el correo un paquete conteniendo seis ejemplares. Mas adelante procederé á dar á luz publicaciones análogas en italiano y aleman, que serán distribuidas en los países donde se ha- blan dichas lenguas. Hasta el dia de la fecha he hecho distribuir en toda la Francia 150 78 ejemplares del Anuario Estadístico de 1882 (edición en francés) y 20 ejemplares del Censo General de 1881. Con la mayor satisfacción debo comunicar á Y. S. que ambos trabajos han sido honrosamente acojidos por las sociedades científicas, la prensa y las personas que por su sa- ber ocupan un alto rango en las ciencias. Me bastará mencionar sola- mente que el Journal des Economistes, la Révue Scientifique, la Patrie y otros periódicos han tenido á bien ocuparse del Anuario y emitir sobre él juicios muy favorables. En el informe detallado, que según el de- creto de mi comisión, debo elevar al Exmo. Gobierno, acompañaré los diversos análisis y artículos bibliográficos que se hayan producido res- pecto de los libros. He visitado la Oficina de Estadística General de Francia, dependencia del Ministerio de Comercio y su director el Sr. Loua, ha tenido la ga- lantería de suministrarme todas las informaciones respecto de la orga- nización del servicio y de los adelantos introducidos en los últimos años. He presentado igualmente el Censo y el Anuario á las demás oficinas de estadística anexa á los ministerios de Hacienda, Trabajos Públicos y Agricultura, cuyos directores han aceptado un cange de publicaciones con la de la provincia. La oficina de Estadística Municipal que está bajo Ja dirección del Dr. J. Bertillon, me ha entregado para la,biblioteca de la nueslia, sus últimos trabajos. Me ocupo actualmente de estudiar con detención los asilos de aliena- dos, y los establecimientos de la asistencia pública en general, para hacer en seguida lo mismo con los conservatorios de vacuna humana y animal, á fin de poder enviar un informe sobre la organización y ade- lantos de todas estas instituciones, que tanta importancia tienen para nuestro país. Habiendo enviado mi adhesión al secretario del Congreso Interna- cional de Higiene y de Demografía de La Haya, he recibido la tarjeta de inscripción que me acredita representante de la Provincia de Bue- nos Aires en dicho congreso. En la sección destinada á Exposición me propongo presentar á la vez que el Censo de 1881 y el Anuario Estadís- tico de 1882, mis publicaciones sobre demografía, estadística médica, higiene y demás trabajos sobre medicina pública. Creo de mi deber, antes de terminar esta nota, manifestar á Y. S. que pongo en el cumplimiento de la comisión todos mis esfuerzos y buena voluntad para corresponder dignamente á la confianza acordada por el Superior Gobierno. Aprovecho esta ocasión para saludar á Y. S. con mi mas distinguida consideración. Emilio R. Coni. Comisionado de la Provincia de Buenos Aires. (N® 2) Turin, Agosto 2 de 1884. Al Señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Don Nicolás Achaval. La Plata. Cumplo con el deber de poner en conocimiento de Y. S. los diversos trabajos que he llevado á cabo en Suiza é Italia, para desempeñar la comisión que me ha sido confiada por el Exrno. Gobierno con fecha 22 de Abril del corriente año. Durante mi permanencia en Roma, lie dado á luz una edición de cua- tro mil ejemplares de una monografía en italiano sobre la provincia de Buenos Aires, traducida de la análoga en francés, que tuve la satisfac- ción de acompañar á mi nota anterior de fecha 18 de Junio. Proce- diendo de igual modo, adjunto á V. S. seis ejemplares de la referida publicación. Dicho opúsculo ha sido convenientemente difundido en las principa- les ciudades de la península y mil quinientos ejemplares han sido dis- tribuidos entre los principales expositores de las secciones industriales y manufactureras de la Exposición General que actualmente se celebra en esta ciudad. La legación de la República Argentina en Roma y todos los consula- dos que de ella dependen, han recibido cantidades variables del opús- culo, según sus respectivas necesidades. Cumplo con un deber al agra- decer en esta nota á los Sres. Cónsules D. Eduardo Calvari de Genova, D. Alejandro Testore de Turin y D. Pablo Benucci de Roma, el auxi- lio eficaz que cada uno de ellos me ha prestado, siendo digno de men- cionarse la buena voluntad y patriotismo que han demostrado al propa gar la publicación oficial de la provincia de Buenos Aires, por cuya razón, se han hecho, á mi juicio, acreedores á la consideración del Exmo. Gobierno Nacional. Se han repartido igualmente setenta y dos ejemplares de la edición en francés del Anuario Estadístico de 1882, y doce del Censo General de 1881. Ambas publicaciones han sido enviadas al Rey, Sumo Pontí- fice, Ministerios, principales administraciones, Legación Argentina, Con- sulado Argentino, prensa, sociedades científicas, bibliotecas, institucio- nes de crédito y finalmente todas aquellas personas que, ocupando un rango distinguido en la ciencia, es de conveniencia conozcan nuestras publicaciones mas importantes. Estos libros han sido acogidos de una manera honrosa para la pro- vincia y merecido conceptos favorables en la prensa, que igualmente me lian sido trasmitidos por medio de notas emanadas de las diversas corporaciones y personas que los han recibido. Para utilizar mi permanencia en las principales ciudades, he visitado y recogido informaciones de interés en los hospitales, manicomios, institutos de sordo-mudos, conservatorios de vacuna humana y animal, y en general, todas aquellas instituciones de la asistencia pública que tienen importancia inmediata en nuestro país. He establecido relaciones entre el Conservatorio de vacuna animal de Milán, reputado como uno de los primeros de Italia, con el análogo, fundado en la Escuela Agronómica y Veterinaria de Santa Catalina. Al efecto, he hecho remitir hace quince dias á su director, el Dr. Juan J. Diaz una caja conteniendo el virus y las instrucciones necesarias para su empleo. Lo mismo puedo comunicar á Y. S. respecto del Conservatorio de va- cuna humana que funciona en esta ciudad para proveer del profdáctico á las provincias del Piamonte y la Lombardía. He obtenido de su inte- lijente director, mi amigo el Dr. Carenzi, dos probetas conteniendo una provisión de virus ; una para el Consejo de Higiene Pública de la pro- vincia y otra para el Dr. Meza, administrador de vacuna humana en la capital de la República. En la fecha me dirijo al señor presidente del referido Consejo de Hi- giene poniendo en su conocimiento el envío de la probeta con vacuna y participándole al mismo tiempo que el Dr. Carenzi está dispuesto, con una generosidad que me he apresurado á agradecer en nombre de ese Exmo. Gobierno, á remitir inmediatamente el virus que se le soli- cite. Igual ofrecimiento rae ha hecho con respecto al Dr. Meza. Los principales establecimientos de la asistencia pública que he visi- tado en la península, me han servido de tema para algunas corres- pondencias dirijidas ála redacción de la Revista Médico-Quirúrgica, de Buenos Aires. En el informe especial que á mi regreso debo presen- tar á Y. S. podrán apreciarse con mayores detalles é informaciones los estudios que sobre dichos establecimientos he llevado á cabo. Los institutos de sordo-mudos han merecido por mí parte una espe- cial atención. Habiendo sido miembro de la comisión nombrada por el Exmo. Gobierno Nacional para proyectar la organización de un ins- tituto modelo para sordo-mudos, é indicádose en el informe respec- tivo la conveniencia de contratar en Italia maestros competentes y esperimentados, he querido apreciar por mi mismo la posibilidad de poder llevar á la práctica la medida propuesta por la comisión. Por otra parte, al presenciar y admirar en Milán y Turin los progresos al- canzados con el método de la palabra pura, se ha despertado en mí un vivo interés de conocerlo en sus detalles y de estudiar la organiza- ción de los institutos, recordando también que la República Argentina, como lo demuestran sus estadísticas, es uno de los países del mundo que tiene mayor número de sordo-mudos. Cuando se tiene en vista este hecho, se vécuan imperiosa es la necesidad de crear institutos que arranquen del aislamiento y de la ignorancia á ese gran número de desgraciados, que en nuestro país esperan ansiosos los auxilios de la ciencia, para convertirse en ciudadanos útiles y laboriosos. Durante mi estadía en Berna y Boma he visitado las oficinas de esta- dística general de la Suiza y de la Italia. Sus respectivos directores los señores Kummer y Bodio me han suministrado las informaciones relativas á las reformas introducidas en la organización de sus depen- dencias. En Zurich he contratado con la casa editora Orell, Füssli y Ca, la edición en aleman del opúsculo que en estos momentos se comienza á distribuir en la forma señalada ya para los de igual género en francés é italiano, en los cantones alemanes de la Suiza, en el Imperio Germánico y en el Austria. He impartido las órdenes correspondientes para que las legaciones argentinas de Berlín y Yiena y la oficina de informes sobre la provincia de Buenos Aires establecida en Hamburgo, reciban un cierto número de ejemplares de esta edición. Oportunamente en- viaré algunos á V. S. dando cuenta al mismo tiempo de los resultados de la distribución que ha tomado á su cargo la casa editora. En la sección « Asistencia pública » de la Exposición General Italiana que se celebra en esta ciudad, he podido apreciar algunos adelantos importantes relativos á la higiene pública y asistencia hospitalaria, de los cuales me ocuparé en el informe general. Con la esperanza de haber dado á V. S. una ligera idea de los traba- jos que he realizado hasta hoy, me es grato saludarle con mi mas dis- tinguida consideración. Emilio R. Coni. Comisionado de la provincia de Buenos Aires , (N° 3) Bruselas, Agosto 19 de 1884. Al Señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Doctor D. Nicolás Achával. La Plata Tengo el honor de comunicar á Y. S. que han sido distribuidos en todo este reino cuarenta ejemplares del Anuario Estadístico de 1882 ( edición en francés ) y catorce del Censo General de 1881. Dichas publicaciones han sido enviadas al rey, ministros de estado, reparticiones públicas mas importantes, oficinas y comisiones de esta- dística, bibliotecas y sociedades principales, etc., etc. Los consulados argentinos de Bruselas, Amberes, Lieja, Gaud, Lou- vain, Bruges y Yerviers han recibido igualmente un ejemplar del Anua- rio. A pedido del cónsul de esta última ciudad he remitido una docena del mismo libro con destino á la sociedad anónima «Inmobiliére Ar- gentino» sociedad de capitalistas belgas cuya última asamblea general ha tenido lugar en Bruselas el 8 de Julio próximo pasado. Visitando la Oficina de Estadística General he podido apreciar la importancia de las reformas introducidas últimamente en su organi- zación y conseguido al mismo tiempo algunas publicaciones para la biblioteca de nuestra oficina. He juzgado conveniente enviar al Dr. Juan J. Diaz, director del Conservatorio de vacuna animal de Santa Catalina una monografía que contiene todos los detalles sobre la creación y funcionamiento del «Office Vaccinogéne Central de l’Etat» institución reciente que ofrece algunas analogías con el Conservatorio de la provincia de Buenos Aires, pues está como éste anexo á una escuela de Veterinaria y sumi- nistra gratuitamente á todo el reino el virus por cuenta del Estado. Este conservatorio, cuyos procedimientos de vacunación he presen- ciado, está dispuesto á suministrar al de Buenos Aires el virus que se le solicite, pues uno de los miembros de la comisión de vigilancia de dicha institución, el Dr. Janssens, director de la Oficina de Higiene, así me lo ha espresado. Aprovecho esta oportunidad para saludar á V. S. con mi mas distin- guida consideración. Emilio R. Coni. Comisionado de la Provincia de Buenos Aires (N° 4) La Haya, Agosto 29 de 1884. Al Señor Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Doctor D. Nicolás Achával. La Plata. Cumplo con el grato deber de informar á V. S. de los resultados del Congreso Internacional de Higiene y de Demografía reunido en esta ciudad, cuyas sesiones han terminado en el dia de anteayer. Como V. S. no lo ignora, la República Argentina debía ser represen- tada por el Dr. Guillermo Rawson, pero razones poderosas de las que he tenido conocimiento por intermedio de la prensa de Buenos Aires impidieron al distinguido higienista su viage á Europa. Ami llegada á esta, creí conveniente esplicar al Secretario general del Congreso, el Dr. Van Oberveek, las causas dolorosas que motivaron la ausencia del Dr. Rawson. En la página segunda del documento número 1 que adjunto, figura mi inscripción como delegado de la provincia de Buenos Aires. La sesión inaugural del Congreso tuvo lugar el 21 del corriente á las tres de la tarde en la sala llamada «Diligentia». Las listas daban como resultado de la inscripción 350 miembros, de los cuales próxima- mente 200 se bailaban presentes. El presidente del comité de organización Doctor Beaufort, comenzó su discurso saludando y dando la bienvenida en nombre de la Holan- da á todos los presentes. Deploró que la muerte de M, Klerk, antiguo ministro de los Países Bajos, acaecida el 18 de Enero próximo pasado, le hubiese procurado el honor de abrir las sesiones del quinto Con- greso Internacional de Higiene y de Demografía. El Doctor Beaufort en una brillante alocución hizo resaltar de una manera especial las relaciones de la higiene con la política y sobre todo con el problema de la libertad individual. ¿Cuáles son las cosas que el Estado tiene el derecho de imponerá todos por la fuerza? Una sola, decía Bastiat, la justicia. Pero admitiendo la fórmula, se puede decir que todo el mundo no entiende aquella del mismo modo y si Bastiat resucitase entre nosotros, reconocería sin duda la legitimidad de ciertas medidas higiénicas que quizá con dificultad podría hacer entrar dentro de los términos de su proposición. A la verdad que las ideas sobre esta materia se van modificando profundamente entre todas las naciones modernas aúnenlas mas hostiles á la estension del rol del Estado, como la Inglaterra y la Holanda. La ciencia moderna ha inspirado á los pueblos ideas de resistencia contra las enfermedades epidémicas y contagiosas y como era forzoso "que sucediese, el Estado ha sido encargado de organizar aquella. Será, un nuevo problema político el de conciliar con la libertad individual las exigencias sin cesar crecientes y por otra parte muy legítimas de la higiene pública. Este siglo, continuó diciendo el Doctor Beaufort ha sido llamado de decadencia: por el contrario, es un siglo'de abnegación. ¿Novemos acaso diariamente al médico esponerse voluntariamente á la muerte permaneciendo á la cabecera de los enfermos contagiosos para prodi- garles consuelos, que algunas veces, bien lo saben ellos, tienen poca ó ninguna eficacia? La invasión del cólera ha venido á sembrar la alarma en toda la Europa, lo que no ha impedido á que algunos vale- rosos higienistas se dirigiesen á las localidades contaminadas para estudiar sobre el terreno á la vez que la enfermedad los medios á oponer á la propagación del ílajelo. Después de estos actos diarios de abnegación han querido reunirse para estudiar las medidas á adoptar, y el Congreso de hoy no es otra cosa que el estado mayor general de un ejército que preparará el plan de campaña que ha de seguirse con- tra el enemigo común, el cólera. En seguida, el Doctor Beaufort eligió como presidentes honorarios del Congreso á los delegados de las diferentes naciones y rae cupo esta distinción por ser el único representante de la República Argentina y diré también de la América Meridional, pues el delegado del Brasil no concurrió á las sesiones. Mas tarde el secretario general Doctor Van Oberveek de Meijer, dió lectura de los principales documentos relativos al Congreso, espre- sando el sentimiento de que la muerte por desgracia había elegido víc- timas entre los que se ocupaban activamente de organizar la reunión y que también el Congreso médico de Copenhague y la invasión del cólera habían impedido á varios colegas eminentes de venir á La Haya. Aceptando la proposición hecha por el Doctor Rochard, la asamblea determinó por aclamación que el comité provisorio que había organi- zado el Congreso fuese declarado definitivo. Me permito llamar la atención de V. S. sobre el documento número 2 que encierra el catálogo de las publicaciones cspuestas de la Re- pública Argentina y en el que figuran en primera línea las de la pro- vincia de Buenos Aires. Creo de mi deber esplicar aquí las razones que rae indujeron á presentar á la vez que el Censo General de 1881 y el Anuario Estadístico de 1882 según lo dispone el inciso 20, articulo Io del decreto de mi nombramiento, otras publicaciones varias sobre medicina, higiene y estadística argentinas. Los miembros del Congreso al recibir el catálogo ya indicado, han podido consultar las publicaciones en él señaladas en la sala de lectura contigua al salón de las sesiones generales. Procediendo de esta ma- nera, he tenido en vista aprovechar la oportunidad que se me presen- taba de dar á médicos, higienistas y demógrafos llegados de todos los países una idea de nuestro estado intelectual, por desgracia demasiado ignorado en el viejo continente, así como igualmente los progresos realizados entre nosotros por las ciencias médicas y la estadística. Terminado el congreso he obsequiado con la colección espuesta, á la biblioteca real de esta ciudad, á fin de demostrar en cierto modo mi gratitud por la acogida simpática y distinciones de todo género que he recibido de sus varias autoridades y de los miembros del comité de organización en mi carácter de delegado de la provincia de Buenos Aires. He distribuido entre los miembros del Congreso y de su comité di- rectivo : ochenta y dos ejemplares del Anuario Estadístico de 1882 (edición en francés), cuarenta del Censo General de 1881, setenta del Censo de la Plata y plano respectivo y trescientos ejemplares de las diversas monografías apuntadas en el catálogo. He remitido también un ejemplar del Anuario á cada uno de los ocho ministros de estado de los Países Bajos, los que se apresuraron á manifestarme sus agradecimientos en atentas notas. El documento número 3 contiene el programa de los trabajos del Congreso y las conclusiones de algunas comunicaciones presentadas. Con esta misma fecha dirijo á la redacción de la Revista Médico- Quirúrgica de Buenos Aires una correspondencia detallada acom- pañando los principales trabajos, las cuestiones interesantes que han sido debatidas y las resoluciones adoptadas por las diversas secciones del Congreso. El documento número 4 encierra la comunicación que he presentado á la sección 5a (Demografía), que trata sobre: «La Estadística en la República Argentina». Terminada su lectura, el Doctor Kummer, di- rector de la Estadística Federal Suiza, que presidia la sesión en ese dia, se espresó en términos honrosos respecto de dicha comunicación y felicitó en nombre de la sección los progresos satisfactorios que ha- bía realizado la estadística en la República Argentina; dijo, que tratán- dose de un país nuevo y en vía de organización, los trabajos espuestos demostraban una protección decidida por parte del Gobierno y una laboriosidad recomendable en las personas que los habían llevado á cabo, lo que debía servir de ejemplo á algunas naciones de Europa. Como V. S. podrá apreciarlo por la lectura de la comunicación, he tratado de llamar sobre todo la atención de la sección sobre las con- diciones climatéricas tan favorables que ofrece una gran parte de la República Argentina y muy especialmente la provincia de Buenos Ai- res. Tengo en mi poder cierto número de libros, monografías, diversos planos y representaciones gráficas que me han sido donados y que á mi regreso depositaré en la biblioteca de la repartición ámi cargo. En la secion de Demografía he formado parte de la comisión especial nombrada con el objeto de confeccionar una lista de las enfermedades que, constituyendo principales causas de mortalidad en la mayor parte de los países, deben figurar siempre en los boletines demográficos y sanitarios para obtener cierta uniformidad que permita una compara- ción provechosa que hasta hoy se ha hecho de una manera muy im- completa. El documento número 5 encierra las órdenes del dia propuestas por el comité de organización, las fiestas y recepciones ofrecidas á los miembros del Congreso, etc. La última sesión general tuvo lugar el dia 27 á las 3 de la tarde. En ella se dió cuenta de un telégrama del burgomaestre de Viena, ofre- ciendo dicha ciudad para la reunión del próximo Congreso de Higiene y de Demografía" de 1886. La asamblea aceptó este ofrecimiento por aclamación. Antes de terminar este informe me permito poner en conocimiento de Y. S. que el director del «Parque de vacuna animal» de esta ciu- dad, el Doctor B. Carsten, á mi solicitud, me ha prometido enviar den- tro de breves dias una cantidad de virus vaccínicus con las instruccio- nes respectivas al Doctor Juan J. Diaz, director del Conservatorio de vacuna animal de Santa Catalina. Aprovecho esta oportunidad para saludar á Y. S. con mi mas dis tinguida consideración. Emilio R. Coni. Comisionado de la Provincia de Buenos Aires. (N° 5). París, Setiembre 8 de 1884. Al Señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Doctor D. Nicolás Achával La Plata. Tengo el honor de comunicar á Y. S. que cumpliendo con lo indi- cado en mi nota de Turin del 2 de Agosto próximo pasado, remito á ese Ministerio tres ejemplares del folleto que he publicado en aleman sobre la provincia de Buenos Aires, análogo á los que han salido á luz en francés y en italiano y que en oportunidad enviaré á V. S. Este opúsculo editado por la renombrada casa editora Orell, Füssli y Ca, de Zurich, según puede verse en el adjunto resúmen de la lista de distribución ha sido difundido convenientemente en Suiza, Alemania y Austria. En los cantones franceses del primero de estos países, se ha repar- tido cierto número de ejemplares del folleto en francés y treinta del Anuario Estadístico de 1882. Saludo á V. S. con mi mas distinguida consideración. Emilio R. Coni. RESUMEN DE LA LISTA DE DISTRIBUCION DEL FOLLETO EN ALEMAN Diarios y periódicos suizos 342 Diarios y periódicos alemanes 455 Diarios y periódicos austríacos 38 Legación déla República Argentina en Berna 100 Legación déla República Argentina en Berlín 100 Legación de la República Argentina en Yiena 100 Consulados argentinos en Suiza 200 Consulados argentinos en Alemania 100 Agencias de emigración en Suiza 300 Diversos en Suiza, Alemania y Austria 215 Reservados para el archivo de la biblioteca de la Oficina de Estadística de Buenos Aires 50 Total 2000 Comisionado de la provincia de Buenos Aires (N°. 6) París, Setiembre 8 de 1884. Al señor Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Doctor D. Nicolás Achával. La Plata. Al aceptar la múltiple comisión que el Exmo. Gobierno tuvo á bien confiarme por decreto de fecha 22 de Abril del corriente año, no des- conocí por un solo instante la inmensa tarea que aceptaba, ni tampoco la responsabilidad que por este hecho asumia ante los poderes públi- cos y la opinión. que el Exmo. Gobierno tuvo á bien Teniendo fé, mas que en mis aptitudes en mi firme voluntad y bue- nos deseos, he tratado de poner al servicio de la comisión todos mis es- fuerzos, á fin de satisfacer en lo posible los propósitos que se tuvieron en vista al decretarla. En notas sucesivas he tenido oportunidad de dar cuenta á Y. S. de los diferentes trabajos realizados en varios paises de este continente, reservándome el suministrar mas ámplios detalles en mi informe gene- ral que debo presentar á mi regreso. Supongo que estará ya en manos de V. S. la copia de mi comunica- ción leida en la sección Demografía del Congreso de La Haya y que adjuntaba á la nota de 29 de Agosto próximo pasado. El resúmen de dicho informe ha visto la luz en el diario « Le Temps » reputado como uno de los mejores y mas sensatos de la prensa pari- siense. Me tomo la libertad de enviar á V. S. un número de dicha hoja, permitiéndome llamar la atención sobre los juicios favorables que emite el autor de las correspondencias del Congreso de La Haya sobre nuestras publicaciones estadísticas. Bajo las iniciales E. A. se oculta una de los hombres de ciencia mas distinguidos de la Francia, el señor Alglave, profesor en la Universidad de París. Pero si según la opinión del articulista, el servicio estadístico argen- tino ha alcanzado un estado de progreso satisfactorio, puedo asegurar por mí parte que está en la mano del gobierno el dar mayores impulsos á la rama indicada, porque para nosotros tiene una doble ventajarla primera, de contribuir de una manera eficaz á la organización adminis- trativa y la segunda, que sirviendo para hacernos conocer en el este- rior, será siempre la palanca mas poderosa de la inmigración. Penetrado de estas ideas y anhelando vivamente la realización de esos deseos, es que me permitiré analizar en mi informe general los medios conducentes á hacer adelantar el servicio estadístico, muy especialmente, el que depende de la repartición á mi cargo. Antes de terminar, debo pedir á V. S. disimule las consideraciones en que he entrado, teniendo presente que he sido llevado á hacerlas al ver estimulados los esfuerzos de mi país en el ramo estadístico por un hombre de la competencia del señor Alglave y en un órgano reputado como «Le Temps». Aprovecho esta oportunidad para saludar á V. S. con mi mas distin- guida consideración. Emilio R. Com. APÉNDICE La Cruz Roja. TERCERA CONFERENCIA INTERNACIONAL REUNIDA EN GINEBRA, DEL i * AL 6 DE SETIEMBRE DE 1884. El documento que se trascribe en seguida, instruirá á V. S. de la delegación confiada por la Sociedad Argentina de la Cruz Roja, para que la representase en la Tercera Conferencia reunida en Ginebra del Io al 6 de Setiembre de 1884. Tratándose de una obra humanitaria y patriótica, creí de mi deber aceptar la distinción con que se me honraba y en vista de esto procedí á llenar del mejor modo posible mi cometido. París, Setiembre 7 de 1881. Al Señor Presidente de la Sociedad Argentina de la Cruz Roja, Dr. D. Bar- tolomé Navarro. Buenos Aires. De regreso de La Haya, el 29 del mes próximo pasado, tuve cono- cimiento, por intermedio de varios periódicos de Buenos Aires, que el Ministerio de Relaciones Exteriores acababa de comunicar al del Inte- rior que la Cruz Roja argentina me había designado para que, como delegado, la representase en la Tercera Conferencia internacional que debía reunirse en Ginebra del Io al 6de Setiembre. No obstante no haber recibido comunicación alguna, ni del Ministe- rio ni tampoco de esa honorable asociación, resolví dirigirme á Ginebra para desempeñar la comisión que se me confiaba, teniendo en vista que las notas respectivas no tardarían en llegar á mis manos. El Io de Setiembre por la mañana me presenté en la Secretaria de la Conferencia, donde tuve oportunidad de ponerme en relación con el Vice-Presidente y Secretario, á quienes comuniqué mi carácter de enviado, depositando en poder del primero el número del diario La Nación que hacia referencia á mi nombramiento. La inscripción, como el señor Presidente podrá verlo en el documento número \ que adjunto, se hizo como delegado del Gobierno argentino y del Comité central de la Cruz Roja respectiva. El Sr. Tomás Armstrong figuraba ya en la lista de miembros, como inspector general de la sociedad argentina, y como formando parte del Consejo superior de esta. Efectuada mi inscripción, me apresuré á ponerme al corriente de las cuestiones sobre las cuales se iba á deliberar y á adquirir para la biblioteca de esa sociedad todas las publicaciones depositadas en la secretaria de la Conferencia, á la disposición de los señores miembros. Habiéndose resuelto en la primera asamblea de delegados que los representantes de cada país debían presentar una noticia histórica sobre la fundación y progresos de sus respectivas asociaciones, redacté el documento cuya copia adjunto bajo el n° 2, que se insertará en el libro de actas de la Conferencia. Me hallaré satisfecho, si dicha noticia histórica llega á merecer la aprobación de esa benemérita sociedad. Los documentos 3, 4 y 5 contienen: el primero, las convocaciones é invitaciones; el segundo, el reglamento, y el tercero, el programa de las deliberaciones de la Conferencia. La sesión de apertura tuvo lugar el dia Io de Setiembre, en el salón llamado Aula de la Universidad, bajo la presidencia de M. Gustavo Moynier, del Comité internacional de la Cruz Roja. El Presidente comenzó su discurso, dando la bienvenida á los dele- gados de los gobiernos y de los Comités centrales. Manifestó su agra- decimiento á los miembros de la Conferencia por su presencia en esos momentos en Ginebra, la ciudad natal de las sociedades de la Cruz Roja, hoy ya tan numerosas. Ginebra, dijo, hace las veces de un cemento que une entre sí esos centros humanitarios, que trabajan incesantemente persiguiendo los mas nobles propósitos. M. Moynier, después de trazar brevemente la historia de la Cruz Roja, terminó su alocución diciendo : que si todas las sociedades ha- bían logrado ocupar en el mundo un puesto honroso, les quedaba aun mucho que realizar para completar la obra, y que confiaba en la pro- tección de Dios para alcanzar los progresos que todos anhelaban. En la primera reunión de delegados fueron nombrados : Presidentes honorarios de la Conferencia, M. B. de Langenbeck, profesor en Berlín; el profesor Longmore, representante del Gobierno británico, y el conde Sérurier, delegado del Gobierno francés; Presidente de la Conferencia, M. Gustavo Moynier, que lo es al mismo tiempo del Comité interna- cional. Fueron elegidos igualmente Yice-Presidentes honorarios, los siguientes delegados: Holleben (Alemania), Tosí (Italia), Yernes d’Ar- landes (Francia), y Schleisinger (Austria-Hungria). La asamblea con- firmó por aclamación todos estos nombramientos. En seguida el Presidente dio lectura de varias notas, en las cuales algunos soberanos de Europa demostraban sus profundas simpatías por la Conferencia. La Emperatriz Augusta, de Alemania, envió un telégrama felicitando á los representantes de la Cruz Roja por su noble misión y po- niendo á disposición de la Conferencia 5000 francos para fomentar el desarrollo de la institución i. La asamblea resolvió agradecer por medio de un telégrama la gene- rosa donación de la soberana, que se ha mostrado siempre una deci- dida protectora de la Cruz Roja. Me permito llamar la atención del señor Presidente sobre los resú- menes de las sesiones de la Conferencia, publicados en varios números que adjunto del Journal de Génévey que han sido extraídos de las actas oficiales. Teniendo esto en cuenta, creo innecesario presentar aquí un análisis completo de las cuestiones que se han debatido, porque mi tra- bajo no alcanzaría jamás la exactitud del que acompaño, en vista de la fuente en que han sido tomadas sus informaciones. Solo me permitiré tratar algunas que tienen á mi juicio una impor- tancia indiscutible, pudiendo ser consideradas por los resultados prácticos que están llamadas á producir, como las mas interesantes de la Conferencia. La primera es la que se refiere á la luz elétrica aplicada á la cirugía militar en tiempo de guerra. El barón Mundy, de Yiena, uno de los mas ardientes sostenedores de la Cruz Roja, pensando que la luz eléctrica podría ser utilizada ven- tajosamente para recoger y auxiliar á los heridos en la noche que sigue á una batalla, hizo en Yiena, en 1883, varios experimentos con este fin y en 1884, en Aldershott ( Inglaterra), que le dieron excelentes resultados. El barón Mundy, aprovechando la reunión de la tercera Conferencia, se propuso repetir nuevamente en Ginebra las experiencias practicadas 1 La Conferencia ha resuelto que los 3000 francos y la medalla de oro ofrecida poste- riormente por S. M. la emperatriz de Alemania se otorguen como premios en un concurso cuyo objeto será la construcción de un modelo-tipo para las barracas de ambulancias mo- vibles. Se ha facultado igualmente al Comité Internacional para nombrar una comisión espe- cial, que preparará el programa del concurso y constituirá mas tarde el juri. El programa debe ser publicado antes del Io de Diciembre de 1884. en Viena y Aldershott, á fin de que los miembros pudiesen emitir una opinión al respecto. Los documentos n° 6 y 7 contienen, el primero, las medidas adop- tadas para llevar á cabo los ensayos, y el segundo, una descripción de la máquina eléctrica empleada. El dia 2 de Setiembre, á las nueve déla noche, se efectuaron en una vasta plaza de Ginebra, la «Plaine de Plainpalais» los ensayos de alum- brado eléctrico para el trasporte y curación de los heridos y el entierro de los muertos durante la noche, sobre el campo de batalla. En todos los alrededores de la plaza se agolpaba un numeroso público ávido de presenciar el nuevo espectáculo. En el recinto interior tenian acceso solamente los miembros de la Conferencia, los invitados espe- ciales y todo el personal de gimnastas, bomberos, etc., que debían tomar parte en los ensayos. En un lado de la plaza se había instalado una gran carpa, que hacia las veces de ambulancia-hospital. En el opuesto estaba colocada la máquina eléctrica, fabricada por la casa Sautter, Lemonnier y Ca, de París. Los alumnos de la escuela de gimnástica, en número de cincuenta, se tendieron en diferentes puntos de la plaza, simulando heridos y muertos en variadas actitudes. El cuerpo de bomberos, conveniente- mente instruido, hacia las veces de camilleros (brancardiers) y de Un- terneros (lanterniers). A la hora fijada ambos cuerpos, acompañados de cirujanos y ayudan- tes, á fin de demostrar la insuficiencia de este sistema de alumbrado, recorrieron el campo para recoger los heridos que, ó bien eran coloca- dos en coches ambulancias del ejército suizo, ó bien eran llevados directamente por los camilleros á la ambulancia-hospital. Terminado esto, se volvió á comenzar el ensayo, haciendo funcionar la máquina eléctrica que bañó la plaza con su intensa luz. El efecto era del todo sorprendente, distinguiéndose muy bien los heridos y muertos, y el personal sanitario que se dirigía en todas direcciones para desempeñar su misión. He tenido la satisfacción de formar parte de las comitivas de médi- cos y cirujanos que han presenciado de cerca estos experimentos, y si me es permitido expresar una opinión personal, diré que, la luz eléctri- ca, aplicada por la noche sobre un campo de batalla, permitirá no solo recoger los heridos, sino también practicar las primeras y mas urgentes curaciones. La historia délas últimas guerras (franco-prusiana y turco- rusa ), como muy bien lo ha dicho el barón Mundy, está llena de hechos en que los heridos han permanecido abandonados hasta ocho dias sobre el campo de batalla, tal era su enorme número, y por consiguien- te, la absoluta imposibilidad de evacuarlos con la rapidez deseada. 93 La proposición siguiente, presentada por el barón Mundy, fué acep- tada por una inmensa mayoría de la Conferencia, « Los experimentos hechos en Octubrede 1883 enViena, en Julio de 1884 en Aldershott y el 2¡ de Setiembre en Ginebra con un aparato eléc- trico (wagón-móvil), han demostrado la posibilidad de evacuar un campo de batalla durante la noche después de un gran combate y de poder enterrar á los muertos verificando su identidad. Siendo incontes- table la utilidad de un aparato semejante, la Tercera Conferencia inter- nacional de Ginebra, emite el voto de que en las guerras futuras, la luz eléctrica sea empleada en todos los casos en que las autoridades militares lo permitan ». El dia 2, á las tres de la tarde, el Dr. Lacointa, profesor de derecho en la Universidad católica de París, dió lectura de una disertación ma- gistral sobre la Convención de Ginebra, trabajo lleno de erudición, en el que su autor ha trazado la historia de aquella, estudiándola en sus principios y siguiéndola á través del tiempo en su marcha moraliza- dora. Después pasó á ocuparse del Comité internacional y de las socie- dades de la Cruz Roja en los diversos países. Con este motivo, me es grato comunicar al señor Presidente que el referido Dr. Lacointa me ha prometido insertar en su trabajo, ántes de darlo á la prensa, los principales datos relativos á la Cruz Roja Argen- tina sacados de la noticia histórica de que ya he hablado y cuya copia tuve la satisfacción de entregarle. El dia 3, el Dr. Port, de Munich, dió una conferencia interesante sobre la improvisación de los medios de auxilio para los heridos, va- liéndose de demostraciones prácticas. El salón en que este cirujano militar leyó su disertación estaba ocu- pado por una exposición, conteniendo multitud de aparatos y útiles destinados á socorrer y atender á los heridos, fabricados con troncos y ramas de árboles, paja, latas provenientes de cajas de conserva, cuerdas trenzadas hechas con vendas, carpas, aparatos de calefacción y venti- lación de una simplicidad admirable, especies de trineos para trans- portar los heridos, etc. El Dr. Port ha llamado la atención de la Conferencia sobre los pro- gresos realizados en los últimos años en esta importante rama del ser- vicio sanitario militar, y ha demostrado á la vez la grande importancia que tiene la creación de los medios de auxilio susceptibles de ser im- provisados. No creo necesario hacer una enumeración completa de los objetos presentados por el Dr. Port, ni el carácter de esta comunicación tampoco lo permite, pero me limitaré solamente en esta materia á llamar la atención de nuestros cirujanos militares que, léjos muchas veces de centros de población, en medio del desierto ó de las monta- ñas, encontrarían verdadera utilidad en saber que tienen siempre y en todas partes á su alcance, recursos para improvisar los auxilios ne- cesarios á los heridos. El trabajo del Dr. Fort, según se me ha comunicado, será impreso en breve en libro separado. Puede ser considerada como un complemento de la disertación de que acabo de hablar, la exposición hecha por el Dr. Niesse, sobre los medios improvisados para el transporte inmediato de los heridos sobre el campo de batalla, haciendo uso de objetos que siempre se tienen á mano; el médico citado ha hecho sus demostraciones, valiéndose de modelos reducidos. En la quinta asamblea general, la Conferencia se ocupó de la pro- posición presentada por los Sres. Langenbeck, Longmore, barón Mun- dy y Sozin, que consiste en introducir como regla en los ejércitos el tratamiento antiséptico. Después de una discusión acalorada en la que tomaron parte principalmente varios cirujanos militares, la asamblea, por una gran mayoría, sancionó el siguiente voto : « Que las curaciones antisépticas sean introducidas como regla en el servicio de todos los ejércitos de campaña, así como también en el de todas las sociedades de la Cruz Roja. Es de desearse que el personal de enfermeros sea ins- truido en este tratamiento durante la paz ». Por mi parte, he apoyado con mi humilde voto esta decison, y juzgo que la minoría al declararse en contra, ha creído, según lo manifestó uno de sus miembros, que la resolución implicaba una especie de re- glamentación en la curación antiséptica, lo que á mi ver no existe, puesto que se deja entera libertad á cada nación, para que elija entre los medios antisépticos los que considere de mayor eficacia y utilidad. En la misma asamblea se debatió una proposición muy interesante, esto es, la intervención de las sociedades de la Cruz Roja en las gran- des calamidades públicas independientes de la guerra. Después de una larga discusión, la Conferencia aceptó la resolución siguiente: « Las sociedades de la Cruz Roja, podrán en tanto que les sea posible en tiempo de paz, asociarse á las obras de humanidad que cor- respondan á sus deberes durante la guerra, al cuidado de los enfermos y á la asistencia en las calamidades públicas, que exigen como la guerra, un auxilio pronto y organizado. » Esta determinación de la Conferencia debe ser considerada como de suma importancia. En efecto, las sociedades de la Cruz Roja en algunos países, en el nuestro por ejemplo, necesitan tener motivos para poner en ejercicio su actividad, de una manera permanente por así decir, so pena de ver decaer el espíritu de asociación, y de que llegado el mo- mento de una guerra, sus recursos sean insuficientes, su personal no esté preparado para desempeñar las respectivas funciones y, en una pa- labra, no se llenen los propósitos de la institución. Apoyándome en esto, rae tomo la libertad de proponer al Consejo Supremo de esa socie dad, el estudio en primera línea de la resolución de la Conferencia in- ternacional, porque tengo la íntima persuacion de que este asunto entraña la vida ó la muerte de esa asociación. Merece también especial mención la conferencia sobre las Escuelas de Samaritanos, del profesor Esmarch, de Kiel, quien no pudiendo por causas poderosas concurrir á la Conferencia, hizo leer su trabajo por el Dr. Appia, miembro del Comité Internacional. Las escuelas de Samaritanos constituyen una institución que tiene por objeto popularizar el conocimiento de los primeros socorros que deben suministrarse en los casos de accidentes. El profesor Esmarch ha sido llevado á crear en Alemania las escuelas de Samaritanos, después de haber visitado la sociedad de San Juan, en Londres, que tiene idénticos propósitos. Creo que las escuelas de Samaritanos, fáci- les de instalar, poco onerosas en su funcionamiento, deben estable- cerse en nuestro país, donde prestarían servicios de la mas alta impor- tancia. La sociedad de la Cruz Roja Argentina adquiriría un nuevo timbre de honor, si tomase la iniciativa en este asunto, estableciendo en su local una escuela de samaritanos, para lo que me permito ofre- cer desde ya mi humilde concurso. En la última reunión, la-asamblea resolvió que la próxima Conferen- cia internacional tendría lugar en Carlsruhe en el año 1886, y aprobó la idea de la construcción de un monumento conmemorativo, que de- berá erigirse en Ginebra, emitiendo también el voto de que los Comités centrales de todas las nacionalidades, contribuyan con recursos á la ejecución de dicho monumento, que se construirá según los planos de M. Hissburg, miembro de la Conferencia. Este magnífico monumento, cuyo modelo en miniatura he tenido oportunidad de ver, consiste en un gran pedestal en cuya parte superior se halla caído un soldado herido, á su lado una mujer que le venda el brazo derecho, y en un plano posterior la Cruz Roja representada por una mujer que lleva sobre su pecho el emblema de la sociedad y ex- tiende sus brazos, en señal de protección, sobre el grupo que se halla á sus piés. Al declarar terminada la Conferencia, el Presidente, M. Moynier, agradeció á los delegados y demás miembros, su asistencia y valioso concurso, haciendo votos por el feliz regreso de aquellos al seno de la patria y manifestó también la gratitud de Ginebra y de sus conciuda- danos por el honor que les habían acordado al decretar la erección del monumento en dicha ciudad. Aprovecho esta oportunidad para saludar al Señor Presidente con mi mas distinguida consideración. Emilio R. Coni. En la correspondencia siguiente publicada en La Nación, se verán desarrolladas algunas cuestiones que he mencionado en el informe anterior y algunas que omití para no darle demasiado estension. LA LUZ ELÉCTRICA SOBRE EL CAMPO DE BATALLA.—CAJAS METÁLICAS CON CALENTADOR. —LA IMPROVISACION EN CAMPAÑA DE LOS MEDIOS DE AUXILIO PARA LOS HERIDOS. LAS ESCUELAS DE SAMARITANOS. ACCION DE LA CRUZ ROJA EN TIEMPO DE PAZ. París, Setiembre 10 de 1884. Hace algunos dias que lie dirigido al señor Presidente de la Sociedad Argentina de la Cruz Roja una extensa comunicación, dándole cuenta de mi desempeño como delegado de dicha Sociedad en la tercera Conferencia internacional reunida en Ginebra del Io al 6 del corriente y tratando al mismo tiempo, someramente, las principales cuestiones que se han debatido. Deseo volver sobre algunas de estas para arribar á los verdaderos resultados prácticos que puedan tener en nuestro país. Comenzaré por ocuparme de la luz elétriea aplicada sobre el campo de batalla para auxiliar á los heridos y enterrar á los muertos. He descrito en la comunicación á que mas arriba me refiero, los ensayos practicados en Ginebra en la noche del 2 de Setiembre, y después de presenciarlos, he formado la opinión de que la luz eléctrica puede, ser- vir con ventajas en la nueva y humanitaria aplicación. Conviene recordar que en las guerras modernas se ha decidido em- plear la luz eléctrica para conocer los movimientos de tropas, la situa- ción del enemigo, etc. La Francia, por ejemplo, tiene ya como treinta aparatos locomóviles análogos al que ha funcionado en los ensayos de Ginebra, fabricado por la casa Sautter, Lemonnier y Ca de París. Este aparato consiste en un carro de cuatro ruedas que lleva todo el material necesario para la exploración del campo de batalla, á saber: una caldera Field, una máquina dinamo-eléctrica del sistema de Grána- me, pudiendo dar una luz de 600 picos careéis. La máquina dinámica funciona directamente por un motor Brotherhood de tres cilindros, que gira con igual rapidez que ella, y, con una velocidad de 900 vuel- tas por minuto. Un taquímetro indica á cada instante al foguista la velocidad de la máquina. Además, el aparato tiene un reflector formado por una linterna de fundición y acero, en cuyo fondo se halla un espejo aplanético del coronel Mangin, oficial francés. Este espejo, hecho en crown-glass de 40 centímetros de diámetro, goza de propiedades ópticas muy notables, pues merced á sus dobles corvaduras esféricas convenientemente cal- culadas está anulada la aberración de esfericidad y dá un haz luminoso casi sin dispersión, muy concentrado, en el cual to la la luz emitida por el foco es proyectada sin pérdida alguna en la misma dirección. La linterna reflectora es movible al rede lor de dos ejes en ángulo recto, de suerte que el operador puede dirigir el haz en una dirección cualquiera del espacio. En el foco óptico del reflector se encuentra Ja lámpara eléctrica que produce el arco voltáico entre dos carbones y que se gradúa con la mano, es decir, que el acercamiento de aquellos se hace á medida que se gastan, por el mismo individuo que dirige el reflector. Finalmente, en la parte anterior del carro se encuentra envuelto un cable con doble conductor, que pue le ser estendi jo sobre el suelo pa- ra establecer la comunicación entre la máquina eléctrica y el reflector colocado á una cierta distancia, el que descansa sobre un soporte especial. Para concluir con esta breve descripción, diré que el aparato com- pleto pesa 2000 kilos, cuesta 12000 francos y puede ser arrastrado por dos caballos. Pasemos ahora á su aplicación. El barón Mundyha hecho observar, con razón, que la historiado las guerras modernas demuestra que después de las grandes batallas los heridos han quedado abandonados en el campo hasta ocho dias después de la acción, á causa de que no era posible retirarlos sino en las horas del dia. Ahora bien, si en adelante la luz eléctrica permite hacer la misma operación durante la noche, se logrará salvar numerosas vidas y socorrer con prontitud á los desgraciados heridos, caídos en defensa de la patria. Es indudable que en pocos y determinados casos la luz eléctrica no llenará completamente estos fines; así por ejemplo, si el terreno en que ha tenido lugar la acción es muy accidentado, si está cubierto de árboles, si presenta valles estrechos y profundos, es evidente que la poderosa luz no podrá atravesar ni las colinas, ni las montañas, ni tampoco penetrar en la espesura de los bosques. Pero esta objeción no tiene mayor importancia; porque generalmente los grandes comba- tes tienen lugar en las llanuras ó planicies, y, admitiendo la existencia délos obstáculos expuestos, resultaría siempre que la luz eléctrica ser- viría para levantar, sino todos, por lómenos un número mayor ó me- nor de los heridos. Se ha objetado también que la aplicación de la luz eléctrica durante la noche tendrá el inconveniente de descubrir los movimientos estraté- gicos del enemigo. En los casos en que esto suceda, es fuera de duda que las autoridades militares tendrían el derecho de decidir sobre la oportunidad de su aplicación. La Conferencia, comprendiéndolo así, ha resuelto al emitir su voto « que en las guerras futuras la luz elétrica sea empleada en todos los casos en que las autoridades militares lo per- mitan ». El aparato ya descrito tiene pues, como lo habrán comprendido, una doble aplicación y por cierto muy distinta una de otra ; la primera, descubrir las posiciones y movimientos del enemigo para obtener sobre él todas las ventajas posibles ; y la segunda, socorrer y sacar á los he- ridos y enterrar á los muertos. ¡ Extraño contraste! la misma máqui- na que ha contribuido quizá á sembrar la muerte y la desolación, vá á funcionar poco tiempo después para extender un manto de protección á los que ha hecho caer bajo la metralla y para alumbrar con luz fu- neraria la modesta tumba de los veteranos que han sucumbido en la lucha! De un lado, la benemérita Cruz Roja trabajando incesantemente en su noble misión de protejer y socorrer á los heridos, por el otro, el arte de la guerra ensañándose en descubrir cada dia medios mas terribles de destrucción, que el fusil moderno, la ametralladora, el torpedo yla dinamita! En resúmen, puede decirse que la luz eléctrica alumbrando un campo de batalla permitirá retirar los heridos yen muchos casos tam- bién practicar las primeras curaciones. No obstante, como ha dicho el profesor Langenbeck, de Berlín, las linternas empleadas hasta hoy continuarán teniendo su utilidad, pues las dos luces serán, por así decir, el complemento la una de la otra. La sanción de la tercera Conferencia sobre esta cuestión ha sido la siguiente: «Los experimentos practicados en Octubre de 1883 en Viena, en Julio de 1884 en Aldershot, y el 2 de Setiembre de 1884 en Ginebra, con un aparato eléctrico (wagón-móvil) han demostrado la posibilidad de evacuar un campo de batalla durante la noche, después de un gran com- bate y de poder enterrar á los muertos, verificando préviamente su identidad. « Siendo incontestable la utilidad de un empleo semejante, la terce- ra Conferencia de la Cruz Roja reunida en Ginebra, emite el voto de que en las guerras futuras la luz eléctrica sea empleada en todos los casos en que las autoridades militares lo permitan.» En la noche de 10-s ensayos de que acabo de ocuparme, he visto fun- cionar unas cajas metálicas con calentador, destinadas á las tropas en campaña y ambulancias. Estas cajas, que contienen alimentos diversos, ofrecen en su parte inferior un pequeño recipiente lleno de alcohol, dispuesto de tal manera que forma parte integrante de la caja y que se enciende en el momento deseado. Con este sistema se puede en plena campaña y en pocos minutos preparar caldos, tisanas, ó alimentos de cualquier especie en los casos urgentes en que los heridos ó enfermos lo requieran. Me permito recomendar al señor Ministro de la Guerra estas cajas alimenticias fabricadas por la casa Prevet y O de Paris. Me parece que los hospitales establecidos en nuestros campamentos, en ciertos casos, obtendrían grandes ventajas con el empleo de este medio fácil y económico. Paso en seguida á ocuparme de la improvisación en campaña de los medios de auxilio para los heridos. El Dr. Fort, de Munich, leyó una disertación muy interesante sobre este tema, acompañándola de demostraciones prácticas por medio de una exposición preparada al efecto. El conferenciante ha comenzado por demostrar la utilidad que tie- nen páralos cirujanos militares y el servicio sanitario de los ejércitos en general, la improvisación de ambulancias de verano é invierno, apa- ratos diversos,camas, medios de trasporte, etc., destinados á socorrerá los heridos. Los materiales empleados en la construcción son : troncos y ramas de árbol, pajas, cuerdas trenzadas hechas convelidas, aparatos fabrica- dos con las latas provenientes de cajas de conserva, con botellas, etc., etc. Hay algunos de estos instrumentos y útiles muy ingeniosos que convendría fuesen conocidos de todos los cuerpos sanitarios de los ejércitos, porque les permitirían en casos de necesidad arbitrar con po- cos elementos medios eficaces de auxilio á los heridos. El Doctor Port hizo funcionar delante de su auditorio un vehículo especial sin ruedas, que consiste en dos troncos de árboles sobre los cuales se halla dispuesta una cama cubierta por un toldo y que sirve para trasportar dos heridos. Esta especie de tronco rústico, cuya parte posterior se desliza sobre el suelo, es arrastrado por un caballo, exacta- mente como si se tratase de un vehículo común. El ensayo ha dado excelentes resultados. El mismo cirujano ha demostrado como se puede en campaña fabricar con las cajas metálicas vacías, aparatos de cocina y de calefacción. Tengo entendido que el trabajo del Doctor Port vá á ser dado ála prensa y desde ahora me permito recomendarlo á nuestros cirujanos militares. El Doctor Niesse, de Altona, ha complementado, por así decir, la ex- posición presentada por el Doctor Port haciendo conocer los medios im- provisados para el trasporte inmediato de los heridos sobre el campo de batalla, por medio de objetos que se tienen siempre álamano y con demostraciones hechas en modelos de pequeñas dimensiones. El profesor Esmarch, de Riel, tan reputado por sus importantes trabajos sobre cirujía de guerra, debía hacer una disertación sobre las escuelas de Samaritanos, que ha fundado en Alemania. Hallándose imposibilitado de concurrir ála Conferencia, su comunicación fué leída por el Doctor Appia, del Comité internacional. Las escuelas de Samaritanos, que derivan su nombre de la célebre parábola de Cristo, tienen por objeto popularizar el conocimiento de los primeros auxilios que deben prodigarse en los casos de accidentes imprevistos. En Inglaterra existe una sociedad de San Juan que desdehace mu- chos años ha establecido la enseñanza mencionada. Habiendo el Doctor Esmarcb asistido áun ejercicio práctico de dicha asociación, tuvo la idea de fundar en Alemania, con el mismo propósito, las escuelas de Samaritanos. La enseñanza comprende cinco lecciones dadas por la noche. En la primera se hace una exposición sumaria de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, tratando de evitar en lo posible los términos técnicos, parala mayor comprensión de los asistentes, que pertenecen átodas las clases sociales. En la segunda se explican los cuidados que requieren las heridas, hemorragias, picaduras ponzoñosas, mordeduras de anima- les, etc. En la tercera se exponen las entorsis, luxaciones y fracturas. En la cuarta, la congelación y asfixia por sumersión ó sofocación. Fi- nalmente, la última lección se refiere al trasporte de los heridos y cui- dados que ellos requieren. Todas las explicaciones son ilustradas con demostraciones en modelos y cuadros murales, seguidas por ejercicios prácticos sóbrelos diversos puntos tratados en la lección. Para hacer á esta aun mas provechosa se enseña á los concurrentes á emplear la mano, el pañuelo, el bastón, el paragua, etc., y los diver- sos objetos generalmente á mano, á fin de auxiliar á los heridos hasta la llegada del médico. La experiencia ha demostrado por desgracia, que á menudo los he- ridos mal atendidos desde el primer momento á causa de la ignorancia délas personas que los rodean, pierden la vida ó sufren mas tarde las consecuencias de la falta de cuidados convenientes y bien dirigidos. Las escuelas de Samaritanos tienen precisamente en vista remediar este mal, suministrando al mayor número de individuos, los conocimientos indispensables para poder socorrer á sus semejantes en los casos de accidentes imprevistos. Al principio, estas escuelas despertaron en Alemania algunas resis- tencias en el cuerpo médico, pero estas han ido desapareciendo gra- dualmente y si aun existen, dice el Doctor Esmarch, permanecen en estado latente, pues hoy un gran número de ciudades, tienen escuelas de Samaritanos que han sido establecidas en las sociedades de gimnás- tica, en los cuerpos de bomberos, en las empresas de ferro-carriles, en los arsenales marítimos de las costas del Báltico y del mar del Nor- te y han logrado cimentarse por los importantes servicios prestados. Terminada la lectura del trabajo del Doctor Esmarch tomóla palabra Mr. Furley, de Lóndres, uno de los fundadores de la Sociedad de San Juan, que ha dado origen á las escuelas de Sarnaritanos. El orador dijo que dicha institución contaba en Lóndres solamente con 80000 miembros de todas las condiciones sociales, desde la familia real hasta el mas humilde jornalero : que en Inglaterra el cuerpo mé- dico no habia ofrecido jamás oposición y que por el contrario habia contribuido poderosamente á la existencia de la Sociedad ; que en muchas ciudades manufactureras se habían podido apreciar los benéficos frutos de la enseñanza difundida por la Sociedad de San Juan. En la nota que dirijo al señor Presidente de la Cruz Roja de Buenos Aires, me he permitido aconsejar que dicha sociedad trate de estable- cer en su local una escuela de Sarnaritanos, que siendo poco onerosa en su funcionamiento ha de dar excelentes resultados en la práctica. Al efecto y para facilitar la realización de esta idea he ofrecido, en este sentido, mi concurso á la benemérita asociación. Fundada la escuela de Sarnaritanos déla Cruz Roja, no dudo de que ha de servir de estímulo para que se establezcan otras de igual natura- leza, como por ejemplo, una en el Hospital Militar para la enseñanza del ejército, una en la Escuela Naval para la Armada, una en el Depar- tamento de Policía para todo el personal bajo su dependencia, una en todas las grandes empresas industriales, tales como ferro-carriles, etc., etc. Abrigo la esperanza de que la sociedad de la Cruz Roja Argentina no dejará en olvido mi indicación y realizando el pensamiento, perpetuará su existencia por una obra que, sosteniendo su vida durante la paz, le hará cosechar nuevos lauros durante la guerra. La Conferencia ha sancionado la siguiente resolución : « Las sociedades de la Cruz Roja podrán en tanto que les sea posible, en tiempos de paz, asociarse á las obras de humanidad correspondien- do á sus deberes durante la guerra, á saber, al cuidado de los enfermos y á la asistencia en las calamidades públicas que requieren como la guerra, un auxilio rápido y organizado. » La Sociedad argentina de la Cruz Roja, que tuvo su origen en la guerra civil del año 1880, prestó entónces, como es sabido, importantes servicios. Terminada la contienda cayó en un estado tal de postración, que su muerte se hizo inminente, á causa de que la inmensa mayoría de sus asociados, creían de buena fé que terminada la guerra habia que entregarse á la inacción. Felizmente los esfuerzos bien dirigidos de su Comisión Directiva lograron mantener su existencia, haciéndola reconocer mas tarde por el Comité Internacional de Ginebra, el cual en una circular especiel recomendaba á la Sociedad de Buenos Aires á la consideración y simpaba de los Comités centrales de la Cruz Roja esta- blecidos en los diversos paises. Antes de terminar, séame permitido expresar estos votos. La Cruz Roja Argentina, teniendo á su disposición un local que le ha sido ga- lantemente cedido por el Superior Gobierno, debiera solicitar de éste su cooperación y concurso pecuniario para establecer una escuela de Samaritanos, un pequeño museo que encierre los últimos modelos de ambulancias, aparatos, etc., para la asistencia de los heridos y, final- mente, un depósito que sirva para conservar á la vez que el material sanitario que poco á poco vaya adquiriendo, las donaciones hechas por sus miembros ó por los particulares, en una palabra, que demostrando una provechosa actividad, señal evidente de su vida, y preparando sus armas durante la paz, se encuentre en condiciones de entrar en cam- paña el dia de la lucha, á la sombra de su noble bandera, respetada en todos los confines de la tierra y que cuenta con las simpatías de los corazones generosos. NOTICIA SOBRE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE LA CRUZ ROJA Redactada por el delegado del Comité Central de la República Argentina en la Tercera Conferencia Internacional de Ginebra, Dr. Emilio R. Coni. (Traducción del francés!) El Gobierno de la República Argentina se ha adherido á la Conven- ción de Ginebra el 25 de Noviembre de 1879, Poco tiempo después, en 1880, estalló la guerra civil que hizo surgiría Sociedad Argentina déla Cruz Roja. El reglamento general de esta, aprobado el 13 de Junio del mismo año, dá á conocer en su primer artículo, el propósito de la asociación. « La Sociedad Argentina de la Cruz Roja, estraña á toda tendencia política, tiene por único y esclusivo fin, contribuir por todos los medios posibles al alivio de los heridos y enfermos del campo de batalla, de las ambulancias, hospitales y pontones, poniéndose al efecto de acuerdo con las autoridades militares y conformándose, sea con las decisiones adoptadas en la Conferencia Internacional reunida en Gine- bra en Octubre de 1863, sea con los principios del derecho interna- cional consagrados por la Convención de Ginebra del 22 de Agosto de 1864, convención á que se ha adherido el Gobierno Argentino con fecha 25 de Noviembre de 1879. «En consecuencia la Sociedad Argentina reconoce el Comité de Ginebra, con el que se pondrá en relaciones, á fin de comunicarle todas las informaciones que deban ser conocidas de los demás paises y obtener á la vez la cooperación recíproca de otras sociedades, en la práctica de la caridad en tiempo de guerra. » Los servicios importantes prestados por la Cruz Roja Argentina durante la guerra civil de 1880, le atrajeron el concurso decidido del pueblo, que dio á menudo testimonio en las columnas de la prensa, de su profundo reconocimiento y de su viva simpatía por la noble y reciente institución. Terminada la lucha, el Comité Central tuvo que trabajar con la mayor actividad para dar una base sólida á la existencia de la So- ciedad, pues por desgracia un gran número de asociados abrigaban la errónea creencia, de que la Cruz Roja no tenia razón de existir sinó en tiempo de guerra. El Gobierno por su parte reconociendo los beneficios realizados por la Sociedad le acordó gratuitamente un local en un edificio del Estado, resolución tanto mas oportuna é importante, que era necesario en esos momentos introducir sérias economías en el presupuesto del Comité Central. Asegurada la vida de la Sociedad, reconocida en su verdadero carácter por los gobiernos de la nación y de la provincia de Buenos Aires, le faltaba aun ponerse en relación con el Comité Internacio- nal de Ginebra. Con este propósito el presidente de la Sociedad Argentina envió á aquel los estatutos vigentes que fueron publicados mas tarde en el núm, 49 del « Bulletin International», una vez que el Comité de Buenos Aires, creyó conveniente aceptar las lijeras mo- dificaciones propuestas por el Comité Internacional. Este último, con fecha 13 de Enero de 1882, dirijia á todos los Comité Centrales de la Cruz Roja de los diferentes paises, una circular en la que anunciaba la creación de la Sociedad Argentina, pidiendo al mismo tiempo tuviesen á bien establecer con ella relaciones confra- ternales. La Sociedad Argentina de la Cruz Roja ha garantido su existencia por sus nobles esfuerzos ; es dado esperar que sobreviniendo la des- gracia, podrá clavar su estandarte é instalar sus ambulancias, no solamente en el suelo argentino, sinó también sobre el de todo el continente Sud-americano. En este caso, ha de contar seguramente con el concurso poderoso de sus hermanas de Chile, Perú y de Bolivia. La Sociedad Argentina está dirijida por un consejo supremo formado de todos los miembros honorarios y protectores, de veinte y cinco 104 miembros efectivos y de los presidentes de los consejos de provincia ó de parroquia. Este consejo superior debe reunirse por lo menos una vez al mes. Una parte de sus miembros forman un consejo ejecutivo, que tiene á su cargo la dirección y representación de la sociedad, compuesto de dos presidentes honorarios, un presidente, dos vice-presidentes, un tesorero, un director de almacenes, un inspector general, un secretario- contador y tres secretarios. La Sociedad cuenta además con el auxilio de los asistentes hospita- larios, que no tienen los derechos acordados á los miembros efectivos y que después de ejercicios doctrinales hechos bajo la dirección de personas competentes, deben prestar sus servicios en las ambulancias. Las señoras pueden ingresar á la sociedad, con tal que se distingan por obras importantes en favor de la institución, siendo en este caso consideradas como socias de mérito. Para atraer el apoyo del mayor número, la Sociedad ha nombrado como miembros protectores á todas las autoridades superiores civiles, militares ó eclesiásticas de la república y de las provincias, á los ministros plenipotenciarios de las potencias estrangeras enviadas cerca del Gobierno Nacional y los presidentes de las diferentes sociedades de beneficencia establecidas en la capital. Además de todos estos, los directores y redactores de los diarios mas importantes. De acuerdo con los estatutos pueden ser miembros de la Sociedad todos los habitantes de la Nación sin distinción de sexo, naciona- lidad, clase social, etc. con tal que sean presentados al Consejo Supremo por dos de sus miembros, que informen respecto de la honorabilidad y sentimientos caritativos de los solicitantes.