y / Elementos DE FARMACIA APLICADA A LA MEDICINA. OBRA APROBADA I ADOPTADA PARA LA ENSEÑANZA POR LA UNIVERSIDAD DE CHILE. f, COMPUESTA POR J. VICENTE BUSTILLOS. PROFESOR ACTUAL DE QUÍMICA ORGÁNICA I FARMACIA EN EL INS- TITUTO NACIONAL , EX-PROFESOR DE QUÍMICA INORGÁNICA I BOTÁNICA DEL MISMO ESTABLECIMIENTO , I MIEMBRO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS FISICO-MATEMÁTICAS DE LA DICHA UNIVERSIDAD. Siendo las ciencias mas útiles para el individuo como para la sociedad, aquellas que por su medio se puede poner en ejercicio, no por cierto la soñada filantropía filosófica i fraternidad socialista, sino la caridad evanjélica, la Farmacia es una de este jénero. 4^ G SANTIAGO. IMPRENTA DEL FERROCARRIL, Calle de la Moneda, núm. 25. 1856. V. pv l Aunque sumamente necesaria por su objeto, i aun- que tan útil a la juventud por ofrecerla una carrera honrosa, la Farmacia, como tantos otros ramos del saber, decirse puede ha sido ig*norada entre nosotros, por no poder en realidad considerarse como tal, lo que con un nombre usurpado se conoció i denominó asi hasta 1833. De consiguiente, en el estado de átrazo o mas bien de nulidad en que se hallaba entonces, ni po- día esperarse suministrase los recursos en las necesi- dades urjentes,cuyo socorro le es peculiar, ni debia du- darse que el mal debia prolongarse hasta quién sabe qué tiempo, a no haber habido, como aconteció, una admi- nistración empeñosa en llenar sus deberes. En aque- lla época comprendiendo su importancia i la necesi- dad que de ella habia por una parte, i por otra despreciando las preocupaciones contrarias hasta el buen sentido que se unian entonces a su profesión, como a la de la medicina, el señor don Joaquin To- cornal, entonces ministro, ordenó i planteó la ense- ñanza de ambas ; siendo por cierto uno de los nume- rosos servicios que este ilustre ciudadano ha prestado IV al pais. Sin embargo de tan útil disposición, pero que exijia una atención particular, para darla el en- sanche posible i perfeccionarla en sus resultados j apesar decimos de su necesidad, que se hacia sentir en la falta de profesores aptos que debia producir, i que demandaban con urjencia los hospitales, el ejército, la marina i casi todas las provincias, si no se puede decir que pasado un tiempo se la abandonó del todo, al menos no se siguió prestándole la protec- ción que reclamaba para su desarrollo; i a este res- pecto se obró, como con la planta que después de su jerminacion, se la deja privada de la luz. Por consi- guiente, su organización como la de esta, debia ser, como en realidad ha sido, débil) su existencia asté- nica i por una consecuencia natural los frutos ni abundantes, ni tan perfectamente sazonados. Si por ser sensible el que los resultados no hayan correspondido a las esperanzas, se procurase investi- gar las causas que han podido contrariarlas, en nues- tra opinión no asignaríamos otra,que la que el propor- cionar al pais asi estos bienes como todos los de este j enero, parece estaba reservado a la actual adminis- tración, que tanto la ha distinguido el conato i empe- ño en propagar la educación, como en mejorarla en todos sus ramos. Atendida pues la utilidad del que se hace mérito, era de esperarse participara de la influencia de su anhelo que tanto le honra, i en efec- to, en 1853 decretó el arreglo i organización de su enseñanza en la Universidad, i para ello tuve el ho- nor de ser nombrado, exonerándome de la de la Bo- tánica, que habia enseñado desde que se ordenó su estudio. Comprometido en este nuevo empeño, encontré V luego un obstáculo para poder corresponder a su confianza, i ha sido la carencia, de un texto adecuado, asi para su enseñanza, como proporcionado a la du- ración del curso, que en mi concepto lo creo mui cor- to ; pero deseoso de coadyuvar a sus miras, me de- terminé el componer estos elementos, impeliéndome también a traspasar quizás la baila de mis pocas fa- cultades, el deseo de ser útil al público i a la juven- tud. No obstante ,a fin de que ofreciesen algunas garantías para su composición, he consultado las autoridades mas competentes, i teniendo presente que la Farmacia es también cursada por los jóvenes que se dedican a la medicina, he creido conveniente acompañar la aplicación de los medicamentos, pro- porcionándoles en ello una base para el estudio de la materia médica. A mas de esto, a su conclusión la obra ha sido presentada a la Universidad, exami- nada por una comisión de su seno, aprobada i admiti- da por su consejo i mandada imprimir por el Supre- mo Gobierno. Ahora, si en todo esto se percibe algún mérito en ella para ser ofrecida, la dedica g*ustoso a la juventud deseando tener por recompensa de su trabajo el que contribuya a su aprovechamiento i le sirva de medio para ser útil a sus semejantes. José Vicente Bustillos. ADVERTENCIA. Esta obra a mas de la introducción i prólego menos, debia de constar de cinco partes; por ha- ber ordenado el Consejo de la Universidad se agregase un pequeño tratado de toxicolojía; pero no habiéndose podido efectuar este último a causa del estado de la salud de su autor, han quedado reducidas a solo cuatro. A este respecto se advier- te, que por un equívoco en la imprenta, se descui- dó el marcarlas en sus lugares respectivos; por cuya razón en la pajina 149, antes de FARMA- CIA QUÍMICA u OPERATORIA, debe leer- se primera parte. En la 198 en lugar de segun- da parte, debe leerse segunda clase; en la pajina 232, antes de MEDICAMENTOS DE ORIJEN ORGÁNICO, debe leerse segunda parte, i su- primirse primera sección, en la 296 en lugar de cuarta parte debe leerse tercera parte i agre- gar primera sección. VIII FE DE ERRATAS. Pajina. linea. dice. léase. 19 38 17 1 prima cloruro de cal prisma cloruro de calcio 7-2 25 3Í so 77 14 sin crema con crema 89 3 6o C 60C. 96 25 reuueva renueva 108 4 es el 122 5 pararian pasarían 122 13 bailón balón 127 27 con como 128 28 nitrado nitrato 137 6 otro principio este principio 139 38 una suma 155 14 SO3 S305 15o 15 S403 se les denomina físicos; en oposición a los que se efectúan cuando se altera del todo la naturaleza de los cuerpos i que se llaman químicos; tal es por ejemplo, lo que se verifica cuando se somete a la acción del fuego una mezcla de hierro i azufre, en cuyo caso resulta una sustancia absolutamente diferente de las que han concurrido a producirla: en esta circunstancia se dice que se han combinado. De aquí se deduce que la química , o la ciencia a cuyo dominio pertenece este jénero , es aque- lla parte de las ciencias naturales , que trata de los fenóme- nos que se producen en el contacto de los cuerpos , siempre que estos ocasionen un cambio completo en la constitución de los mismos cuerpos. De esta difinicion naturalmente nace el dividirse los cuer- pos en dos clases atendida su composición , a saber en sim- ples! compuestos; siendo estos últimos afelios de quie- nes pueden estraerse varias sustancias diferentes entre sí por sus propiedades i también de la sustancia primitiva; tal es lo que se verifica en la combustión de la madera , de la que se obtiene cenizas, varios gases i la materia que se pega a las paredes de las chimeneas, i aun de esta i de las otras se pueden obtener distintas sustancias. Por el contrario, cuerpos simples son aquellos que sometidos a las diversas reacciones posibles , hasta el dia no ha podi- do resolvérseles en otras sustancias, tales son el oro , la plata, el azufre, etc. A estos se les denomina tam- bién elementos, así por lo espuesto, como por ser ellos los que concurren a la formación de los compuestos. Sin em- bargo , no se puede afirmar que son realmente simples, porque por los progresos de la ciencia puede llegarse a demostrar su composición i por consiguiente disminuirse el número de los que son tenidos como tales hasta ahora i también descubrirse otros nuevos. Los reputados como sim- ples o elementales actualmente son los siguieftéesf "** - á - 1 Oxijeno. 21 Calcio. 43 Coó're. 2 Hidrojeno. 22 Magnesio. 44 Plomo, 3 Ázoe. 23 Glucinio. 45 Bismuto.(?) 4 Azufre. 24 Aluminio. 46 Mercurio. 5 Setenio. 25 Zirconio. 47 Estario. 6 Telurio. 26 Tono. 48 Títa/io. 7 Cloro. 27 I7rio. 49 Tántalo o Co- 8 Bromo. 28 Cirio. lombio. 9 7oJo. 29 Lantano. 50 Niobio. 10 .F/íw. 30 Bidimo. 51 Ilmenio (?). 11 Fosforo. 31 £Voio. 52 Pelopio (?). 12 Arsénico. 32 TVSio. 53 Antimonio. 13 Carbono. 33 Manganeso. 54 Urano. 14 J5oro. 34 Cromo. 55 Pfata. J5 Silicio. 35 Tungsteno. 56 t>ro. 36 Molibde.no. 57 Platino. 37 Vanadio. 58 Paladio, 16 Potasio. 38 Hierro. 59 Rodio. 17 Sodio. 39 Cobalto. 60 Iridio. 18 Litio. 40 Níquel. 61 Rutenio. 19 Bario. 41 Z¿nc. 62 Osmio. 20 Estroncio. 42 Cadmio. Por varias demostraciones emanadas de los progresos de la ciencia , como por lo imposible que es llegar a creer que la divisibidad de la materia sea indefinida cuando el todo es limitado , es un punto convenido el que los cuerpos debe considerárseles como formados en último análisis de partes homojéneas excesivamente tenues, e indivisiblespor medios mecánicos. A estas partículas se les ha dado el nombre de moléculas , o átomos integrantes; de manera que estns son necesariamente simples en los cuerpos simples i compuestos en los compuestos : advirtiendo , que las de naturaleza he- terogénea que concurren a constituir las de estos, se les lla- ma constituyentes; de donde se sigue , que en las moléculas integrantes de los compuestos se contienen también dos o mas constituyentes según el número de los elementos. En estas moléculas tan diminutas como invisibles, son , — 4 — sin quedar duda alguna , entre las que se efectúa la combi- nación i las que, unidas ya entre sí i después de combinadas , forman i constituyen todos los cuerpos. Para concebir la causa de estos fenómenos , esto es , para poder dar razón del como obran las unas sobre las otras; de que manera permanecen ligadas; en fin para comprender como los cuerpos mantienen su estabilidad i 'conservan su forma, es necesario admitir la existencia de una fuerza que aunque del todo incógnita , se le ha dado el nombre de atracción. Esta fuerza misteriosa a la que Newton ha ligado el siste- ma del mundo , ejerce su acción sobre la materia, desde los átomos en punto de contacto hasta las masas enormes i a distancias inmensas. En el primer caso si une molé- culas integrantes u homojéneas , se la denomina fuerza de agregación o cohesión, i si constituyentes o eteroj éneas , se la llama, fuerza de afinidad química; pero en el se- gundo, que obra sobre las masas en una razón directa e in- versa del cuadrado de sus distancias , se la dá el nombre de atracción jeneral i también planetaria. Biferentes estados de los cuerpos.—Siendo la cohesión la fuerza que une las moléculas integrantes , es evidente que si obrara sola, todos los cuerpos serian durísimos ; pero como se observa, por una parte, que estos presentan diver- sas consistencias i pudiéndose por otra medir aquella por el esfuerzo mas o menos grande que se emplea para desunir sus partes, o mas bien , por las diferentes resistencias que oponen al dividírselas , se sigue necesariamente que es mo- dificada en su acción. Para poder indicar la causa de este fenómeno , es menester buscarla en alguna otra fuerza an- tagonista , que ejerciendo también una acción sobre las mo- léculas , procure obrar en sentido opuesto i esta en reali- dad se encuentra en el calor que tiende constantemente a separarlas. De la serie innumerable de proporciones posi- bles entre la cohesión, cuya tendencia es producir por la aproximación la estrema dureza i la del calor que es la de la separación indefinida para dar la forma invisible o aeri- forme, es pues de donde resultan las distintas formas que los cuerpos ofrecen. Sin embargo, como con e«tas fuerzas —. 5 — se obtendrían en jeneral solo cuerpos mas o menos duros i mas o menos aeriformes, para las otras formas es necesa- rio la concurrencia de otra fuerza intermedia , i esta es la presión de la atmósfera. En las relaciones posibles entre estas tres fuerzas, a las que se debe agregar la pesantez , tienen su oríjen las incalculables modificaciones de los es- tados de sólidos , líquidos , i gaseosos o aeriformes , bajos los cuales se presentan todos los cuerpos de la naturaleza. Unos pocos ejemplos bastarán a demostrar lo que venimos de esponer. Los metales , esceptuando el mercurio , son só- lidos a la temperatura ordinaria ; no obstante todos pueden hacerse líquidos mediante el calor i por su aumento , algu- nos hacerse gaseosos ; tal es el zinc que por medio del fuego se puede aun destilar como el alcool, i por medio de la pila gasificar el oro , la plata , el cobre, etc. El agua a una temperatura bajo de 0o, se hace sólida por la disminución del calor; a aquel grado ᣠpone líquida i pasados 100° C a los cuales bulle sometida a la presión de 76, se transforma en gas; pero si se aumenta esta como en la marmita de Pa- piu , llega hasta adquirir 140° C, sin bullir ni gasificarse. Por el contrario , colocada en el vacio de la máquina pneu- mática i a la temperatura ordinaria, por solo suprimirla presión, se vuelve gaseosa; i aun una parte se solidifica , por el calor que le sustraen i emplean las otras para evapo- rarse , ocasionando una disminución en la temperatura. De aquí nace la necesidad de colocar en vasos bien tapados ciertos líquidos volátiles i aun sólidos , como el alcanfor , si se quiere conservárselos ; de aquí la causa de la formación de la nieve, granizo, etc. ; i como se sabe que la altura de la atmósfera es de 20 leguas jeográficas i su peso de 2,216 § li- bras sobre cada pié cuadrado de la superficie de la tierra, de aquí en fin porque bulle el agua a diversos grados de calor i a distintas alturas. Respecto de los gases, siendo unos cuerpos dilatados por contener el calor entre sus moléculas como el agua se contiene en una esponja , a ellos se puede aplicar todo lo que se ha dicho de los demás. Así es, que si se esceptua el oxíjeno , ázoe i el hidrojeno , todos los demás se han po- — tí — dido liquidar, sujetándolos simultáneamente a una baja temperatura i a una fueite presión ; i aun suprimiendo des- pués esta sucesivamente , se ha logrado hacerlos a casi todos bólidos por el enfriamiento causado en este caso, a manera del que .se produce en el agua colocada en el vacio. De modo que no puede ya admitirse la división' de gases per- manentes \ no permanentes que se había adoptado; porque aun cuando no se tayan podido liquidar los tres indicados, es de esperar se obtengan en esta forma, empleando una compresión mas enérjica i un enfriamiento mas consi- derable. Según lo demostrado, podría establecerse por principio el que todos los cuerpos tomarían las tres formas si se les sometiese a circunstancias para ello favorables; pero como en todo caso , gracias a la Providencia , fiempre es modifi- cado el inmenso poder del hombre, por consiguiente lo es también en este por diversas causa?. Be la afinidad química.—La modificación de la atracción por la cual se unen las moléculas eterojéneas o constitu- yentes para formar los compuestos, se ha dicho que tal es como se difine lo que se llama afinidad; palabra que aun- que aceptada, está en oposición con el sentido en que se toma , pues los cuerpos no se combinan cuando son análo- gos i al contrario, se observa que la tendencia a unirse en- tre sí es tanto mas grande, cuanto mas disemejantes son sus propiedades. A mas de esto es necesario que se toquen i se multipliquen los puntos de contacto , poique sin este requisito o estando a unas distancias apreciables , no se combinan. De aquí la razón ¡jorque en los sólidos la com- binación no se efectúa; en los gases mui pocos veces i sí éntrelos líquidos , o en muchos casos entre un líquido i un gas o un sólido ; este hecho es tan evidente , que los antio-uos químicos lo erijieron en principio en su aforismo de , corpora non agunt nisi soluta. Como de todo lo espuesto respecto a la cohesión i afinidad se deduce que hai realmente a mas délas indicadas , varias camas que modifican o favorecen la combinación, las espondremos con brevedad i son las si- guientes : 1.° La afinidad en tanto se ejerce entre los cuerpos, en cuanto predomina a la cohesión; luego toda fuerza que proteja esta superioridad favorecerá la combinación. 2.° Como el calor separando las moléculas disminuye la cohesión i aumenta los puntos de contacto , de consiguiente favorece la afinidad ; mas al contrario si por una demasiada espansioir las aleja hasta hacer que no se toquen. 3.° La luz puede decirse que obra del mismo modo que el calor. 4. El estado eléctrico de las moléculas influye pode- rosamente en las combinaciones como lo diremos después. 5.° Cuando dos cuerpos son suceptibles de combirnarse , la reacción , en jeneral, se efectúa mas fácilmente si están libres , que si uno de ellos se halla combinado con otro ; ejemplo el oro i el mercurio , que aunque se unen pronto estando en contacto , dejan de verificarlo cuando el último está combinado con el cloro. Sin embargo , hai cuerpos que no se combinan , sino cuando uno de ellos por lo menos se desprende bajo la influencia de otro , como sucede con el hidrójeno i el arsénico, con el oro i el cloro, etc. : en este caso se dice que se combinan en estado'naciente. 6.° Aunque la afinidad, de diverso modo que la atrac- ción , se verifica entre las moléculas, hai algunos casos en que la cantidad délos cuerpos influye también en las com- binaciones : por ejemplo, si se hace pasar vapor acuoso por un tubo de porcelana que contenga limaduras de hierro en cantidad i calentado hasta el rojo , aquel se descompone ce- diendo su oxíjeno al hierro que se oxida i si después se hace pasar también en cantidad hidrójeno solo, le sustrae al oxido el oxíjeno i el hierro vuelve al estado metálico : esto se designa con el nombre de influencia de las masas. 7. Cuando un cuerpo es capaz de combinarse con varias proporciones de otro, el resultado és producirse cuerpos distintos que por consiguiente gozan de propiedades dife- rentes. 8.o Hai cuerpos que se combinan en cantidades relativas iguales i qiae no obstante dan lugar a compuestos que poseen propiedades diferentes. A esta clase se les da el nombre de — 8 — cuerpos isómeros, de una palabra griega que significa com- puesto de partes iguales: los ejemplos siguientes aclaran mas la proposición. La esencia de terementina i la de limón , ambos son representados por la fórmula C10H16 ( Liebig) i nadie tomará el uno por el otro ; el almidón i la dextrina lo son por la de C12H20O10 i son distintos ; el ácido hipo- sulforoso S202 i el hiposulfúrico trisulfurado S505 repre- sentan una misma composición i no obstante difieren en sus propiedades: la causa de este fenómeno la indicaremos después. Atendiendo a que aunque el diamante i el grafito son am- bos el carbono; que el platino que se obtiene de la calcina- ción de la sal ammoniacal de platino es el mismo metal i que apesar de esto, todos tienen propiedades di*tintas , algunos químicos piensan que la isomería se estiende hasta los cuerpos elementales, i Berzelius ha propuesto denomi- narla en este caso alotropía, de la palabra griega que está en un estado diferente. 9. ° Existe aun una fuerza particular que ejerce una po- derosa influencia en la disposición de las moléculas i por lo mismo en las combinaciones i es la fuerza de disolución que poseen ciertos líquidos. Es mui distinta de la afinidad ; porque a mas de ocasionar en los cuerpos una división al último término sin causar en ellos alteración alguna , se efectúa entre aquellos cuya composición es semejante : a esto e3 debido que el alcool disuelva las resinas i las esen- cias , que estas i los aceites disuelvan a aquellas i mutua- mente, etc.; la razón es porque todos son hidrojenados mien- tras que en el agua o cualquiera otro líquido oxijenado son insolubles. A mas de esto , no deja de contribuir también a los resultados la naturaleza i el grado de concentración de los líquidos, i lo comprueba el ácido clorohidrico , que des- compone la creta disuelto en agua i de ningún modo en el alcool, o el ácido nítrico que disuelto en agua disuelve casi a todos los metales i descompone a los carbonatos mientras que mui concentrado no obra sobre algunos, ni sobre al- gunos carbonatos. Fuerza catalítica.—En conclusión diremos que indepen- — 9 — dientemente de las combinaciones i descomposiciones pro- ducidas por las afinidades , hai Un gran número operadas por cié'tos cuerpos , que sin alterarse ni contribuir con parte alguna, concurren a efectuarlas con solo ponerse en contac- to , tales son el platino en esponja , la piedra pómez, el carbón , el ácido sulfúrico , etc. A la fuerza por la que se producen estos fenómenos , se le ha dado el nombre de ca- talítica ; i es tanto mas admirable cuanto a las temperaturas a que obra sus curiosos efectos. A frió causa la descompo- sición del agua oxijenada con el peróxido de manganeso i con el platino en esponja la oxidación del alcool para ace- tificarlo; a una temperatura elevada i con el mismo platino produce la combinación del oxíjeno e hidrópno ; en fin la descomposición del nitrato de ammoniaco que se ejecuta a 23üó, con el carbón se Verifica a solo 170° con esplosion i ruptura del tubo de la esperiencia. Leyes de las proporciones múltiplas.—La esperiencia ha de- mostrado que cuando dos cuerpos simples se comb nan , lo verifican en un pequeño número de proporciones i en una relación mui simple. Estas combinaciones que se las llama definidas, por atenderse que las mas veces llegan a tres, rara vez a cuatro i mas raro a cinco o seis, están sujetas a ciertas leyes que por saberse el modo como determinan 1as relaciones, se les ha dado el nombre de leyes de proporciones múltiplas. La primera de ellas es , que cuando dos cuerpos simples se combinan , una molécula del uno se combinará con 1,2, 3, 4 moléculas del otro. De este modo el ázoe que es capaz de combinarse con el oxíjeno en varias proporciones, forma cinco compuestos de la manera siguiente : 175 de ázoe i 100 deoxij. dan el protoxido de ázoe 175.........200.............. bióxido de ázoe 175.......■.. 300.............. ácido nitroso 175.. *..... • 400.............. ácido hiponitroso 175... .*... * 500..............ácido nítrico. La secunda es, que en ciertas circunstancias dos molé- culas de A se combinarán con 1,2,3,4,5,7 molécu- las d • 13 ; o tres de A con 1 , 2 , 3 , 4 , 5 , 7 de B ; i esto 3 _ 10 — está tan demostrado , que M. Gay-Lussac lo ha comproba- do mas con haber manifestado, que los gases se combinan en las mismas proporciones en volumen, así : 100 vol. ázoe i 50 de oxij.= protoxido de ázoe jqq.........100.........bióxido de ázoe 100.........150........ácido niiroio Leí de los equivalentes.—^ la lei de las proporciones múl- tiplas se aplica solo a los compuestos de dos elementos o de dos cuerpos compuestos, que aunque en diferentes proporciones son siempre los mismos, no sucede así con la lei de los equivalentes, que tiene por objeto todo lo que concierne a la combinación de los simples i compuestos de diferente naturaleza. Para comprender esto mas fácil- mente , debe tenerse presente que aunque los compuestos son tan diferentes entre sí, no obstante se puede establecer una clasificación bien natural , por la que se vé , que hai grupos entre ellos que pertenecen a un mismo orden ; así, de este modo , el protoxido , protosulfuro i p*rotocloruro de cobre son compuestos de un mismo orden ; como lo son también el bióxido , bisulfuro i bicloruro de cobre, i los sulfatos de protoxido de hierro , de sodio , de potasio , de zinc, etc. Ahora esto supuesto, por equivalente se designa la cantidad en peso de una sustancia que se necesita em- plear para descomponer un compuesto de un cierto orden ; de tal manera que el nuevo compuesto que resulte sea del mismo orden que el del descompuesto. Por ejemplo, así como se ha demostrado por la esperiencia que 295,6 partes de cobre necesitan 100 de oxijeno para formar el bióxido bru- no de cobre , así también para separar las 100 partes de oxijeno de esta combinación , son necesarias exactamente 200 de azufre i formar el bisulfuro de cobre; en este caso se dice que las 200 partes de azufre equivalen a 100 de oxi- jeno. Lo que sucede en el caso indicado , lo ofrecen todos los compuestos cuya naturaleza es*? bien definida, así : — 11 — 1350 de plata i 100 de oxíj. = protoxido de plata. 858 de bario i 100 .......... protoxido de bario. 250 de calcio i 100 .......... protoxido de calcio. 395,6 de cobre i 100 .......... bióxido de cobre 490 de potasio i 100 .......... protoxido de potasio. 1350 de plata i 200 de azuf. = protosulfuro de plata. e58 de bario i 200 .......... protosulfuro de bario. 250 de calcio i 200 .......... protosulfuro de calcio. 395,6 de cobre i 200 .......... bisulfuro de cobre. 490 de potasio i 200 .......... protosulfuro de potasio. En todos los casos propuestos se ve, que se necesitan de 200 partes de azufre para transformar en súlfuros del mismo orden que los óxidos, cantidades de metales que 100 partes de oxijeno habían transformado en óxidos ; i como se ne- cesitarían de estas mismas 100 partes de oxijeno si se tra- tase de sustraer de los súlfuros las 200 partes de azufre, claro está que por esta razón son equivalentes; como deben serlo también los metales en las cantidades predichas, pues se pueden reemplazar en ellas para combinarse con 100 par- tes de oxijeno i con 200 de azufre. La lei de los equivalentes no solo se aplica a los compues- tos formados por cuerpos simples , sino también a los pro- ducidos por compuestos ; de este modo el sulfato de pro- toxido de hierro contiene un equivalente de oxido de hierro , espresado por 350 de hierro i 100 de oxijeno i un equiva- lente de ácido sulfúrico, formado de un equivalente de azu- fre =200 i de 100 de oxijeno x 3=300. Si se descompone esta sal por el protoxido de sodio compuesto de 287,2 de sodio i 100 de oxijeno, se obtiene un sulfato de protoxido de sodio constituido según las mismas leyes ; pues el oxido de hierro contiene 11 misma cantidad de oxijeno que el oxi- do de sodio i pueden reemplazarse para combinarse con el oxijeno , aunque sus cantidades sean diferentes : luego son equivalentes. Si.se quiere aun mas esclarecimiento, un simil puede suministrar mayor luz sobre lo que se viene de esponer i serviiá , así para comprender lo que S3 ha dicho acerca de 3. — 12 — las cantidades múltiplas , como para la lei de los equivalente*. Supóngase que se trate de llenar sucesivamente una medi- da de una pulgada cúbica con varios líquidos i que estos representen los diferentes cuerpos, co.no la medida el oxi- jeno • claro está que para que esto se verifique , se necesitan que los volúmenes de los diferentes líqu dos sean precisa- mente iguales ; de aquí lo que acontece respecto de la com- binación de los cuerpos simples , comprobado con la de los gases. A mas de esfc. si se quiere llenar la medida con 1 , 2 3 4 tantos a la vez de un mismo líquido , las cantida- des deben necesariamente ser múltiplas, no habiéndose variado la capacidad. Por otra parte si se compara el peso de los líquidos , son ente: amenté diferentes , como por ejem- plo el mercurio , el agua, etc., i no obstmte pueden reem- plazarse para llenar a su vez la medida ; de aquí la lei de los equivalentes De donde se infiere, que en las diversas combinaciones de dos cuerpos simples la lei de las canti- dades múltiplas i la de los equivalentes se puede decir que es una misma. Una corta reflexión pone de manifiesto las ventajas de las leyes indicadas, siendo una de las mas grandes el poder calcular la composición de un cuerpo binario , sin que para ello se necesite del análisis; porque si según se ha dicho , v. or. que 395,6 de cobre se combinan con 100 de oxijeno para formar el bióxido , no es necesario analizar el bisulfuro para conocer la cantidad del azufre , pues deben ser necesariamente 200. De este modo se procede las nías veces para determinar las proporciones de un compuesto que no ha sido posible analizar. En todos lo-* ejemplos se ha tomado por término de com- paración al oxijeno , porque como era necesatio el que hu- biera un equivalente a que relacionar el de t>>dos los demás cuerpos , se ha convenido el elejir el del este , cuyo peso se ha fijado arbitrariamente en 100. No obstante debe adver- tirse , que aunque este término es el de mas uso , hai quí- micos (pie toman el del hidrójeno el cual se espresa 12.50; i la razón que han tenido es , que están persuadidos que los progresos ulteriores de la ciencia demostrarán, que este — 13 — equivalente es mas espedito , a causa de que relacionados a él los* cuerpos simples , se espresarán por números en- teros , siendo al mismo tiempo múltiplos del de el hidró- jeno : tal es lo que acontece actualmente con muchos cuerpos. Arreglados al primer término , véase aquí el cuadro de los tenidos por ahora como himples , con sus respectivos equivalentes i a mas las letras iniciales de cada uno ; signos con que se han convenido representarlos para poder espre- sar con facilidad sus equivalentes i las fórmulas de sus com- binaciones de que proceden los compuestos. Metaloides. Oxíjeno......O_______ 100 Hidrójeno.... H........ 12,50 Ázoe........AoN(l).. 175 Azufre......S (2)....... 200 Seleaio.......Se........491 Telurio.......Te......... 80G, 5 Cloro........Cl......... 443, 2 Bromo......Br......... 978, 3 Iodo.........lo........1578, 2 Fluor.......Fl........239, 8 Fósforo......Ph (3).... 400 Arsénico .... As •........ 937, o Carbono.....C......... 7o Boro.........Bo......... 136,15 Silicio.......Si---.... 266, 7 Metales. Potasio......K(4),..... 490 Sodio........Na (5).... 287, 2 Litio.........Li........ 80,37 Bario........Ba......... 858 Estroncio.....Sr (6)..... 548 (1) De Nitrojeno. (2) De la palabra latina Sulphur. )g\ id. Phosphorus. (4) id. Kalium. (5) id. Natrium. (8\ id, Strontium Calcio.......Ca......... 250 Magnesio.....Mg........ 151, 3 Glucinio___Gl......... 87, fl Aluminio.....Al........ 170,98 Ziiconio»___Zr........ 420 Torio........To......... 744,90 Ytrro........Yt(7)...... 402,57 Cerio........Ce......... 574,72 Luntano».... La......... Didhno...... Di......... Erbio.......Er......... Terbio......Tr......... Manganeso. .Mn....... 344, 7 Cromo......Ci\........ 328 Tungsteno.. .Tg o W (8)1188, 4 Molibdeno...Mo.......598, 5 Vanadio.....Vd........ 855, 8 Hierro......Fe (9)...... 350 Cobalto......Co......... 369, 0 Níquel......Ni......... 369, 7 Zinc........Zn......... 406, 9 Cadmio......Cd......... 696, 8 Cobre.......Cu (10).... 395, 6 Plomo......Pb (11)... 1294, 5 Bismuto.....Bi........1330 («?) De la palabra latina Ytrium. (8) De la palabra alemana Ji'ol- fiam. (!)XPe la palabra latina Ferrum. (10) id. Cuprum. (l\) id. rimnbum. — 14 — Mercurio___Hg (12).... 1250 Urano......U........ ?¿0 Estaño.......Sn(13)..... 735, 3 Plata......Ag (15)....1350 Titano......Ti........314, 7 Oro.........Au (16)... . 1227, 8 Tántalo o Co- Platino......Pt......... 1232 lombio.....Ta.........1153,72 Paladio......Pd......... 665 Niobio......Nb........ Rodio.......Rb........ 652, 1 Ilmenio?.....II.......... Iridio.......Id........1233, 2 Pelopio?.....Pp........ Rutenio.....Rn........ 64G Antimonio... Sb (14)..... 806, 5 Osmio......Os........1244, 2 Para determinar los equivalentes de los cuerpos compues- tos, solo se necesita adicionar los de los simples que los constituyen; asi el equivalente del agua es de 112,50, pues esta cantidad es igual a la suma de 100 equivalentes del oxi- geno, mas 12,50, del hidrógeno en cuyas proporciones concurren para formar el agua. Los diferentes caracteres de los cuerpos.— Las diversas propiedades o cualidades que los cuerpos presentan, ya sean particulares a ciertas especies, o ya jenerales, aunque no se manifiestan en el mismo giado ni de la misma manera, son unas señales distintivas, o signos que pueden ayudar a cono* cerlos, o mas bien son unos caracteres que nos ofrecen me* dios de distinguirlos i especificarlos. Estos caracteres pueden dividirse en dos clases, perteneciendo ala primera los órn- eos, que son aquellos cuyo conocimiento puede adquirirse directamente por nuestros sentidos, o empleando cierto» ajentes o instrumentos que no alteran en nada la naturaleza de los cuerpos ; i a la segunda los químicos, que se manifies- tan por medio del análisis. Entre los físicos se encuentran por consiguiente los organolépticos, o sean las impresiones que causan los cuerpos sóbrelos órganos del gusto , olfato i tacto ; su brillo , su fractura , su lustre , sus propiedades óp- ticas, magnéticas , eléctricas , etc., etc.; pero entre todos es- tos caracteres hai unos de gran valoren la clasificación de los cuerpos. Tales son su peso especifico , las temperaturas a que cambian de estado i la determinación de sus formas : de estas nos ocuparemos por ahora brevemente. (12) De la palabra latina Hydrar- (15) De la palabra latina Argen- gyrum. tum. (13) id. Siannum. (16) irj. Aurum. (li) id. Stibium. — 15 — Be las formas cristalinas.—Los cuerpos brutos i aun al- gunas sustancias orgánicas , no tienen en jeneral forma pro- pia i constante como los cuerpos orgánicos ; por consiguien- te en su forma i estructura pueden influir muchas circuns- tancias estrañas. No obstante, cuando ninguna causa impide que del estado liquido pasen al sólido, pueden en este caso cristalizarse, esto es, tomar unas estructuras i formas regu- lares jeo métricas, que se denominan cristales. La operación por cuyo medio se verifica el fenómeno se llama cristaliza- ción i de ella hablaremos al tratar de las operaciones. En toda especie-de cristal se distinguen las caras, las aris- tas , los ejes i los ángulos solidos. Las caras son planos que se reúnen formando cierto* ángulo* ya entre sí o con los ejes. Cuando estos plano* pertenecen a las formas sencillas , se les dá> el nombre de caras; mas cuando tienen pequeñas dimensiones i pertenecen a las formas derivadas , se les lla- ma facetas. Se da especialmente el nombre dé aristas a los bordes o lineas salientes que resultan de la reunión de dos planos so- lamente ; i se distinguen en aristas agudas i obtusas , según que las caras que las determinan forman entre sí un ángulo agudo u obtuso. Los a'igulos solidos propiamente dichos , están formados por la intersección de tres planos- por lo menos i se clasifi- can según el numero de sus caras ; asi f-e dice : ángulo de.- Fig. l. Fig. 2. tres, cuatro , seis caras, etc. (fig 1, 2, 3.) Cuando se trata de Fig. 3. — IG- la medida de un ángulo, se habla siempre de un ángulo diedro, o arista, i se le mide por medio de instrumentos que se llaman goniómetros. L«>s ejes son unas lineas idea- les que juntando las estremi- dades opuestas de un cristal, terminan o en los ángulos, o en el centro de las caras , o en las alistas, según sea la for- ma del cristal; i como pueden haber a la vez varios ejes, en todo caso se coi tan mutuamente en el centro del cristal. Formas simples i compuestas.—Aunque no siempre acon- tece que los cristales están terminados por caras semejantes entre sí,cuando esto concurre, las formas se las \)&ina for- mas simples : mas si tienen caras de especies diferentes ,se las dá el nombre deformas compuestas. Formas dominantes i secundarias.—Constituido un cristal por una de las formas simples , aunque sea modificada por otras , jeneralmente se la vé mas desarrollada que las otras i conserva su aspecto jeneral al cristal. Esta forma toma el nombre deforma dominante, mientras que las otras que en- tran en la combinación se las llama formas secundarias i a sus caras caras modificantes. Fig. 4. Truncaduras.—Cuando una arista de las formas simples es reemplazada por una cara para- lela a la misma arista, se dice que está truncada , la cara mo- dificante se llama cara o faceta de truncadura de la arista ( fig. 4) ; si en la forma dominante en lugar de ser la ari>ta reempla- zada por una cara, lo es por dos paralelas a estas aristas, e igualmente inclinadas sobre las ca- — 17 — ras contiguas, entonces se dice que está reemplazada por un bisel como en la (fig. 5). Del dimorfismo e isomorfismo. —A mas de las tan diversas for- mas que distinguen a los seres orgánicos de los brutos , se ob- serva en estos últimos un hecho mui notable i es, que la for- Fig. 5. ma cristalina que ellos toman no es constante en cada especie, sino que es smeptible de mu- chas modificaciones. Por ejemplo : la sal común disuelta en agua cristaliza en cubos i> en octaedros regulares en la orina; el alumbre que cristaliza en octaedros, por la adición de una pequeña cantidad de alumina, produce cubos; en fin de la cal carbonatada se cono- cen como 1,400 formas cristalinas ( Bouchardat). A este hecho, que disminuye mucho la importancia del fe- nómeno para la clasificación , se unen otros dos que son: el dimorfismo , e isomorfismo. El primero es la facultad que po- seen las sustancias idénticas por su naturaleza, de cristalizar bajo formas que derivan de tipos diferentes, como acontece en la cal; i el segundo consiste en que cuerpos diferentes por na- turaleza afectan al contrario la misma forma: tales son v. gr. la sal común i el ioduro de potasio, que cristalizan en cubos. Reducion de las formas cristalinas a seis tipos.—Según lo espuesto , se podría creer ser imposible el sacarse ventajas de estas formas como caracteres para conocer las especies , o por lo menos se podría pensar desesperante su estudio ; pero por mui multiplicadas i embarazosas que parezcan , se pueden reducir a solo seis tipos o sistemas. Para concebir esto con facilidad , basta saber que la observación i la espe- riencia han demostrado , que las formas secundarias se deri- van de la modificación de las aristas i ángulos solidos de las formas dominantes; de modo, que por un procedimiento mui fácil se pueden transformar unas en otras; pues basta recordar cualquiera forma deun sistema, para encontrar al ins- tante las otras que no son mas que derivadas, o lijeras modifi- 4 — 18 — caeione*. Heaqui el método establecido por Brochant i G. Rose i jeneralmente seguido, aunque fundándose el primero en la disposición de las caras i el segundo en la de los ejes. Primer tipo.—Sistema cubi- co.—Como lo indica el epígrafe la forma fundamental de este sistema es el cubo (1), (fig. 6) i como es suceptible de modifi- carse de varios modos, asi por sus ángulos solidos i por sus aristas , como sus deriva- dos , se obtienen muchas for- mas secundarias. Entre ellas se cuenta el octaedro regular» es decir: el solido de ocho ca- ras triangulares^ formadas por las truncaduras , o caras que reemplazan a los ocho ángu- los solidos del cubo (fig. 7>. El dodecaedro de caras romboi- dales producido por trunca- miento de las doce aristas del cubo i reemplazadas por doce facetas que se prolongan hasta Fig. 7. . & interceptarse mutuamente (fii». 8). En fin, entre otras muchas el tetraedo regular (fig. 9), Fig. 8. Fig. 9. (1) Cubo es un solido terminado por seis earas cuadradas e iguales : es la forma del iludo. — 19 — solido de cuatro caras triangulares e iguales entre sí; forma que aunque parece estraña al sistema del cubo, se ha rela- cionado a él por muchos mineralogistas, a causa de una propiedad jeometrica que permite mirarlo como una modi- ficación de aquel. I en efecto , parece no ser otra cosa que una forma cubica reducida a la mitad de sus caras , por un acrecentamiento tal de esta , que hace que la otra aborte. Asi, el tetraedro regular es en este sentido una foima kemie- drica, o mitad del octaedro regular. Segundo tipo.—Sistema del prisma recto de base cuadrada. —La forma fundamental es el poliedro terminado superior e inferiormente por dos superficies cuadradas, iguales i para- lelas presentando en sus lados cuatro paralelogramos (fig. 10). Este prisma modificándose en cada uno de sus ángulos solidos, o en las aristas de su base por una faceta, pasa al octaedro de base cuadrada (fig. 7); i si en las de sus lados , a un prima de ocho lados simétricos. *Fig. 7. Tercer tipo. — Sistema del prisma recto de base tectan- gular.—La forma fundamental solo se diferencia de la ante- rior, en que aunque sus ángulos como los de aquel son iguales entre sí, dos de sus Jados son desiguales (fig. 11). Por consi- guiente puede esperimentar las mismas modificaciones i pro- Fig. 11. — 20 — ducir las mismas formas secundarias; con la diferencia que las bases de aquel son cuadradas i las de éste rectangulares i romboidales ; por ejemplo sus octaedros. Cuarto tipo.—Sistema romboédrico.—La forma del siste- ma es el romboedro, solido de seis caras romboidales iguales entre si i dispuestas simétricamente al rededor de un eje que pasa por dos ángulos solidos opuestos e iguales (fig. 12). Las formas secundarias de est3 sistema son \ el mismo rom- boedro que puede producirse de mucho modos ; el prisma hexaedro regular, los dodecaedros de triángulos escalenos, o isoceles, etc. El prisma hexaedro es un solido terminado en los estremos por bases hexagonas i paralelas i en sus lados por otros tantos paralelogramos (fig. 13). Proviene de la Fig. 12. Fig. 13. truncadura de las dos aristas culminantes del romboedro i reemplazada cada una por una cara. El dodecaedro es el so- lido que puede considerarse formado de dos pirámides opuestas i unidas por sus ba- ses ; i puede resultar de mu- chas modificaciones, entre o- tras, por el reemplazo de las aristas laterales, por dos face- tas que se inclinan sobre el eje, la una en un sentido i otra en el opuesto (fig. 14). Fig. 14. — 21 — Quinto tipo. — Sistema del prisma oblicuo de base rectan- gular{\). — La forma funda- mental es la del prisma cuyas aristas no son perpendiculares a la base de los planos (fig. 15). Este sistema se compone como el anterior de prismas i de oc- taedros de base rectangular o romboidal; pero la base es constantemente oblicua, en vez de ser perpendicular a las aristas lonjitudinales de los pris- mas , o a los ejes de los octaedros (fig. 16 i 17). Fig. 16. Fig. 17. Sesto tipo.— Sistema del prisma oblicuo de base paralelo- gramo oblicuángulo.—Siendo el tipo del sistema el parale- lipipedo irregular, se compone esencialmente de prismas i de octaedros oblicuos de base paralelogramo ; de modo que para formar la idea de las formas, basta el considerar las bases i compararlas con las del anterior, teniendo presente que como en aquel no son rectángulos o rombos, sino para- lelogramos oblicuángulos de lados desiguales : ejemplo el sulfato de cobre. Los caracteres que se han tomado por fundamento de los (1) Se dice que un prisma es oblicuo, cuando sus aristas longitudinales no son perpendiculares ala base; por el contrario se le llama recto cuan- do estas lo son. — 22 — dos sistemas que se han indicado , tienen entre si una rela- ción tan intima , que no puede hablarse de uno sin incluir tácitamente los del otro ; de modo que se pudiera decir qoe ambos constituyen un solo sistema : por ejemplo si se toman solo las faces o caras para hablar del cubo, del tetraedro o del octaedro regular, cristalizaciones que pertenecen al primer sistema , no se puede dejar de comprender en él el numero i calidad de los ejes , punto de partida del otro que tiene es- tos caracteres por base. A esto se agrega, que a mas de es- tas relaciones que los une entre si, hai otro principio admi- tido por ambos que los liga mas , respecto a la refracción de los cristales ; i es que todos los cuerpos que tienen la refrac- ción simple, o no tienen cristalización , o si se cristalizan lo efectúan en el sistema cubico ; mientras que los que tienen doble refracción se cristalizan i pertenecen a uno de los otros sistemas. K>te carácter es tan importante , que por su me- dio se puede determinar hasta cierto punto el sistema de cristalización i algunas veces,la naturdeza especifica de gian numero de sustancias ; aun cuando estén privadas de las formas naturales por las que podrían reconocérselas r como por ejemp'o cuando están en fragmentos, o se les ha tallado artificialmente. Estas consideraciones nos obligan a dar brevemente una pequeña reseña del sistema en cuestión , cuyos caracteres son los siguientes : El primer sistema, o cubico, es caracterizado por tener sus formas tres ejes perpendiculares e iguales entre si , pudién- dose transformar fácilmente las unas en las otras. Los prin- cipales cristales que pertenecen a este grupo son: el cubo r el octaedro regular , el tetraedro i el dodecaedro romboidal. Entre las varias sustancias medicinales que se cristalizan según este sistema se hallan : El fosforo. El bromuro de potasio. El cloruro de sodio. El ioduro de potasio. El hidroclorato de ammoniaco. El alumbre, etc. El segundo sistema es el del prisma recto de base cuadrada cuya fuma se toma por tipo. Como el cúbico, tiene tres ejes — 23 — rectangulares; pero se distingue de aquel en que solo dos son iguales i el otro que es vertical, es mas o menos pequeño según sea la altura del prisma. Las formas principales derivadas son entre otras: el prisma de base cuadrada formada por la truncadura limite de las aristas verticales del prisma principal, cuyas faces son paralelas a los planos diagonales de aquel; prismas de ocho , doce o dieziseis faces ; octraedros de base cuadrada obtusos o agudos, proviniendo de la truncadura de las a>is- tas o ángulos de las dos bases del prh-ma cuadrado; pris- mas cuadrados terminados por pitamules de cuatro faces descansando sobre las faces, o sobre las aristas, etc. El calomel, el bicyanuro de mercurio i el ferrocyanuro de potasa son entre las sustancias medicinales las que cristali- zan en este sistema. El sistema del prisma recto de base rectangular cuya forma toman muchos mineíalojistas por el tipo i que diremos que es el tercero, participa con el cubo i el piisma recto de base cuadrada la propiedad de tener tres ejes perpendiculares entre si; pero los de este son todos desiguales en lonjitud. Asi por la modificación de sus ángulos , como por la de sus aristas puede producir muchas formas ; las que pueden ser : prismas rectangulares terminados en bisel por la truncadu- ra de dos de las aristas de la base ; prismas rectangulares piramidados , proveniendo de la truncadura de las cuatro aristas de la base; octaedros rectangulares resultantes de la misma truncadura llevada a su limite; prismas i octae- dros romboidales, etc. Entre las muchas sustancias medicinales que cristalizan en este sistema indicaremos solo unas pocas : El azufre nativo. El cloruro de mercurio. El carbonato de amoniaco. El sulfato de potasa. El id. de magnesia. El id. de zinc. El bisulfato de potasa. El nitrato de plata. El id. de potasa. El bitartrato de potasa. El tartrato de potasa i soda, El tártaro emético. El acido cítrico. La morfina. — 24 — El cuarto sistema e« el romboédrico , el cual tiene cua- tro ejes ; tres de ellos iguales entre sí i colocados en un plano se cruzan en ángulos de 60°, i el cuarto diferente de los otros en lonjitud i colocado perpendicularmeute a ellos. El romboedro queeslafoima tipo de este si>temn , puede dar gran numero de modificaciones, entre las que hs mas principales son : cri-tales romboédricos, prismas hexae- dros i dodecaedros de triángulos rscalenos, l'amados crista- les metastat icos , i dodecaedros de ti ¡ángulos ¡sóceles. Entre las sustancias medicinales que se crista izan en este sistema : se enumeran El cinabrio. La magnesia carbonatada. El clonuo de calcio. El nitrato de soda. La cal carbonatada. El carbonato de zinc. El carbonato de hietro. El hidrato de magnesia. El quinto sistema que es el del prisma oblicuo de base rectangular que es su tipo , es caracterizado por tener tres eje8», dos de los cuales se cortan entre sí oblicuamente i son perpendiculares» al tercero. Las formas mas principales deri- vadas son : el octaedro oblicuo con base romboidal, el obli- cuo con base rectangular i el prisma oblicuo romboidal; en cuyo sistema ciistalizan : entre otros : El azufre por enfriamiento. El bórax» El carbonato de soda. El acetato de soda. El sesquicarbonato de soda. El id. de cobre. El bicarbonato de potasa. El id. de zinc. El su.futo de soda. El id. de plomo. El id. de hierro. El biacetnto de cobre. El clorato de potasa. El acido tul rico. El fosfato de so la. El azúcar, etc. — 25 — El sesto i ultimo sistema, que tiene por tipo el prisma oblicuo de base paralelogramo oblicuoangulo i del que to- ma su denominación , tiene tres ejes i todos desiguales i oblicuos entre sí; i aunque se podria creer que era sucepti- ble de dar lugar a muchas formas derivadas, sucede al contra- rio porque cada modificación solo obra sobie dos elemen- tos i no dan lugar mas que a truncaduras poco estensas : una de ellas es el octaedro oblicuo. Entre las pocas sustancias que se cristalizan en este sis- tema se enumeran : El acido bórico. El sulfato de cinchonina. El nitrato de bismuto. El acido gálico. El sulfato de cobre. II. NOMENCLATURA QUÍMICA. Siendo tan considerable el número de cuerpos que presen- ta la naturaleza; i a mas casi indefinido el de los que se pueden obtener artificialmente, era indispensable se esta- bleciesen reglas para una nomenclatura sistemada que, derivada de sus propiedades i combinaciones , suministrase medios de clasificarlos i denominarlos. En efecto , aunque esto no ha sido posible hasta ahora respecto de las sustan- cias orgánicas, se adoptó una para los cuerpos brutos por la academia de ciencias de Paris en 1787 ; nomenclatura que a pesar que adolece ya de defectos a causa de los pro- gresos de la ciencia, aun no se la ha reformado del todo ; por lo que debemos esponerla tal como se sigue actual- mente. Los cuerpos se les divide en simples i compuestos, i de los primeros ya se ha indicado el número de los que se mi- ran como tales , los signos para representarlos en sus com- binaciones , como también sus nombres. Respecto a estos , 5 advertiremos que se les procuró dar unos , compuestos del griego, que estuviesen en relación con algunas de sus pro- piedades, que se creyó les pertenecían esclusivamente ; así por ejemplo al oxijeno se le designó este nombre de la pala- bra griega que enjendra los acides, creyendo que solo este cuerpo tenia esta facultad , cuando hai otros que la poseen, v. gr. el hidrogeno. A otro de los gases se le dio el de ázoe de la palabra que priva de la vida , cuando se conocen mu- chos que pueden dar la muerte , etc.: no obstante esta im- perfección , se les conserva sus denominaciones. A los simples se les ha clasificado también en cuerpos metaloides o no metálicos i en metales: de esta clasificación se hablará al tratar de ellos en particular. En los cuerpos compuestos se distinguen los ácidos, las bases i las sales. Se dá el nombre de acido a la sustancia que debilitada en el agua tiene un sabor acrio i acre cuando concentrada, a mas enrojece los colores azules vejetales i se combina con las bases para formar sales ; esta ultima es la propiedad esencialmente earacterisca , porque las otras, muchos o no la poseen , o si la tienen es en un débil grado. Cuando son formados por el oxijeno , se les denomina oxa- cidos i cuando por el hidrogeno hidracidos. A mas de esto, si están privados del agua se les dice ácidos anhidros ; cuan- do se hallan en combinación con ella, se les llama hidrata- dos, i ácidos debilitados cuando están simplemente mescla- dos con este liquido. Como el oxijeno combinándose con los cuerpos simples en diferentes proporciones, pued« dar lugar a varios ácidos, sus nombres se forman del modo siguiente : sí constituye un solo acido , se le denomina con el nombre español o latino de la sustancia combinada terminado en ico: v. gr. el pro- ducido por el carbono acido carbónico; si forma dos, al primero i menos oxijenado se le termina en oso : v. g. los del arsénico, acido arsenioso, acido arsénico ; mas cuando son en mas numero, en cuyo caso estos vienen a ser interme- dios , para distinguirlos se usa de la palabra hipo (debajo) i para los masoxijenados hiper o per (sobre): v, gr.; el oxijeno en combinación con el cloro forma cinco ácidos i colocados en el orden de las proporcionas decientes, ;^c denominan como sigue : acido hipocloroso acido cloroso acido hipoclorico acido clorico acido per o hiperclorico. * A mas de los ácidos, el oxijeno con los simples forma otros cuerpos que se les dá el nombre de óxidos i también el de bases, por tener muchos de ellos una fuerte tendencia á combinarse con los ácidos i formar sales. Son insípidos , o si tienen un sabor, no es agrio ; no enrojecen los colores azules vejetales , pero los solubles en el agua les vuelven el azul a los que han sido enrojecidos por los ácidos; a mas enverdecen el jarabe de violeta i enrojecen el color amarillo de la cúrcuma. A les que no ejercen ninguna acción sobre los reactivos coloreados, se les llama óxidos indiferentes; de- nominación nacida de que unos no se combinan ni como ácidos ni como bases i otros hacen el papel de unos i otros. Como las proporciones en que concurre el oxijeno en los diferentes óxidos, está demostrado que se hallan entre si en relaciones simples, de \, l, 1 §, 2, 3, 4, esto ha proporciona- do un modo para denominarlos. Asi, el oxido en que la proporción es 1, se le dá el nombre de protoxido ; la combi- nación que contiene 1 \ toma el de sesquioxido i se denomi- na deutoxido o bióxido la que encierra 2 ; enfin llevan los de tritoxido i cuadrioxido las combinaciones en que entran 3, o 4. Los óxidos con menos oxijeno que el protoxido se les llama suboxidos o oxídalos i a los mas oxijenados muchas veces peróxidos , por ejemplo : el oxijeno con el plomo forma tres óxidos 2PbO , PbO , PbO2; el primero menos oxijena- do es el suboxido u oxidulo de plomo i los otros son el pro- toxido i bióxido , o deutoxido o peróxido. Con el manganeso da lugar también a tres óxidos en las proporciones de 1, 1¿, 2 • el primero es el protoxido , el segundo el sesquioxido i el otro el bióxido , deutoxido o peróxido de manganeso. Berzelius propuso el d«r a los óxidos las mismas denomina- ciones que los ácidos , sostituyendo solo la palabra oxido a la de acido , v. gr.: oxido manganoso, acido manganico, i también la de sub para los oxidulos iper para los mas oxije- nados , por ejemplo : suboxido plombico , peróxido mangani- co; pero aunque esta nomenclatura es usada por muchos químicos, no ha sido admitida jeneralmente. La regla que se observa en la nomenclatura de las sales , que se ha dicho son compuestos producidos por la com- binación de los ácidos con las bases, es mui sencilla. Sus nombres se construyen combinando el del acido i de la base de tal manera que el del primero determine el jenero i el del segundo la especie de la sal , de este modo : cuando el acido acaba en ico, el de la sal termina en ato i si en oso la terminación es en ito , por ejemplo: los ácidos sulfuroso , hiposulfuroso i sulfúrico forman sulfitos, hiposulfitos i sul- fatos; los fosforoso i fosfórico, fosfitos i fosfatos, etc. Por lo que hace el nombre de la especie o de la base , siempre se pospone al jenerico del acido : asi se dice sulfato de protoxi- do de manganeso, sulfato de sesquioxido de manganeso, o sul- fato de oxido de manganeso, sulfato de oxido manganico ; o simplemente sulfato manganoso , sulfato manganico, del mis- mo modo se dice sulfilo de protoxido de manganeso , o sul- fato manganoso. Los ácidos i las bases suelen combinarse en muchas pro- porciones; asi el protoxido de potasio forma con el acido sulfúrico dos combinaciones, dos sulfatos. El primero que es neutro a los reactivos coloreados , lleva el nombre de sul- fato neutro de potasa; el segundo que ejerce una reacción mui acida sobre estos reactivos , contiene para la misma cantidad de potasa doble cantidad de acido sulfúrico , i re- cibe el nombre de sulfato acido de potasa , o mejor de bisul- fato de potasa. Alguna veces en dos combinaciones en lugar de la base entra el acido en las proporciones que son entre sí como 2:3, como acontece con el acido carbónico i la soda ; en este caso la primera combinación toma el nombre de carbo' — 29 — nato neutro de soda , o simplemente carbonato de soda i el otro el de sesquicarbonata de soda. Existen también por el contrario sales en que la cantidad de acido es menor que la contenida en la sal neutra i se las llama subsales. Asi el protoxido i sesquioxido de hierro forman con el acido sulfúrico sulfatos neutros i sulfates bá- sicos , o subsales, que se llaman subsulfato de protoxido o de sesquioxido de hierro. En fin hai casos en que dos sales se combinan entre sí for- mando cuerpos mas complejos, que se designan con el nom- bre de sales dobles. El sulfato de alumina i el de potasa for- man un sulfato doble que se llama sulfato doble de alumina i potasa. El agua es un compuesto que hace el papel de acido con las bases fuertes i el de base con los ácidos enerjicosjen ambos casos forma verdaderas sales, i el nombre jenérico de las primeras es el de hidratos, como v. gr. el hidrato de pota- sa , hidrato de protoxido de hierro , o hidrato ferroso. El de las segundas debería ser en ato , según las reglas estableci- das ; pero en este caso se las quebranta i en lugar de decir por ejemplo sulfato de agua, fosfato de agua, etc. a esta* combinaciones , se ha convenido el llamarlas acido sulfúrico hidratado, acido fosfórico hidratado, etc. El agua suele combinarse como las verdaderas bases en proporciones sen- cillas con una cantidad de acido ; por ejemplo el acido sulfú- rico que se combina con este liquido en cantidades que son entre si como 1,2, 3, estas combinaciones llevan los nom- bres de acido sulfúrico proto o monohidratado , bihidratado i trihidratado. Las combinaciones de los metales entre sí llevan el nom- bre de aliaciones ; mas cuando entra en ellas el mercurio , se les llama amalgamas. De este modo se dice aliacion de plata i cobre , de oro i plata ; amalgama de plata , amalga- ma de oro, de oro i plata, etc. Las combinaciones de los cuerpos metaloides entre sí, exeptuando el oxijeno , o de los metaloides i metales, se las designa con la terminación en uro del cuerpo electronega- tivo por ejemplo sulfuro de carbono , cloruro de plata. — 30 — Cuando los mismos elementos dan lugar a diferentes com- binaciones, está comprobado que se verifican en las mismas relaciones que en los óxidos. De consiguiente la nomencla- tura de estos compuestos se forma exactamente según la regla que se adopta para aquellos; de este modo se dice protocloruro i deutocloruro de mercurio ; protosulfuro i ses- quisulfuro de hierro, etc. Entre las combinaciones del hidrójeno con algunos me- taloides , exceptuando el oxijeno, hai unes que son ver- daderos ácidos a los cuales se les ha denominado hidraci- dos i para sus nombres se ha adoptado una nomenclatura particular. Así en lugar de decir cloruro de hidrójeno , sul- furo de hidrójeno, etc., se dice ácido hidroclorico, ácido hi- drosulfurico, etc. ; pero menos defectuoso es el llamarlos ácido clorohidrico, sulfohidrico, etc., como también se les de- nomina. A mas de estos compuestos, el hidrójeno forma con los metaloides unos que son gaseosos i sus reacciones sobre los reactivos coloreados o es nula, o poco marcada. La nomen- clatura de estas combinaciones también es excepcional, pues se las termina en ado. Asi las combinaciones gaseosas del carbono con el hidrójeno, del fósforo con el hidrójeno, etc., en lugar de llamarlas carburo de hidrójeno, fosfuro de hi- drójeno, etc., llevan los nombres de hidrójeno carbonado, hi- drójeno fosforado, etc. Finalmente, ciertas combinaciones del azufre con los sim- ples, exceptuando el oxíjeno, presentan una exacta anaíojia coa las correspondientes del oxíjeno, pues se conocen súl- furos ácidos, que se ha convenido en llamar sulfácidos i súlfuros básicos a los cuales se les ha denominado sulfobases. Aquellos se combinan con estos i forman verdaderas sales i llevan el nombre de sulfosales. El azufre i carbono ñor ejemplo forman una combinación , el sulfuro de carbono que corresponde por sus propiedades al ácido carbónico , recibe por esta causa el nombiv de ácido sulfo-carbónico. Asi como el ácido carbónico se comoina con los óxidos para formar carbonatos, del mismo modo el ácido sulfo- carbónico se combina con ciertos suUjwqs básicos o sulfo- bases para formar sales, que se llaman sulfocaí bonatos. El acido sulfocarbónico se combina, por ejemplo , con el mono- sulfuro de potasio i forma un sulfocarbonato de monosul- furo de potasio , que se designa, aunque imperfectamente, con el nombie de sulfocarbonato de potasa. Algunas combinaciones del cloro con los metaloides pue- den, según parece, hacer también las veces de ácidos con relación a ciertos cloruros. Se dá el nombre de clorácidos a estos cloruros , i el de clorobases a los cloruros metálicos. Por fin llámanse olorósales las combinaciones que los cloro- ácidos forman con las clorobases. Denominaciones de las sustancias orgánicas. Los principios inmediatos de los cuerpos orgánicos es- tan casi todos formados de oxíjeno , hidrójeno i carbono i algunas veces de ázoe. Las leyes que rijen sus combinacio- nes son tan misteriosas i ocultas, que aun no se han podido descubrir; de consiguiente no siendo las electroquímicas que producen las de los cuerpos brutos, tampoco se ha po- dido aplicárseles la nomenclatura de estas, de modo que para denominarlas, aun no se ha conseguido establecer un medio sistemado , i lo mas que se ha hecho es el deducir sus nombres de algunas de sus propiedades, siendo los mas jeneralmente arbitrarios. No obstante, lo que se ha adoptado a este respecto es lo siguiente. Para espresar las sustancias que son acidas, se usa de la terminación en ico i para sus sales la de en ato; por ejem- plo : ácido cítrico , ácido málico a los ácidos del limón i de manzanas, i citrato i malato de cal a sus combinaciones con esta base: no hai terminadas en ito, porque tampoco se conocen ácidos terminados en oso. El sustantivo en uro se aplica del mismo modo que en las sales en jeneral. La terminación en ol se dá a las sustancias oxijenadas i volátiles obtenidas por la acción de un reactivo sobre los aceites esenciales i la de en eno a los compuestos de carbono — 32 — e hidrójeno , o hidrocarburados obtenidos del mismo modo , por ejemplo el carvacrol i terebeno formados por el aceite de alcaravea i de trementina ; el uno con el cloruro de potasa i el otro con el ácido sulfúrico. La desinencia de los alcaloides es en ina ; pero se li ido haciendo tan estensiva , que se la dá también a muchas sus- tancias neutras, como a la salicina , lactina, etc.; i aun hasta a compuestos salinos como la oleina , estearina, etc. Se ha convenido mi la palabra amide, para denominar a los cuerpos neutros o ácidos producidos por el amoniaco 6obre materias orgánicas, a consecuencia de eliminar los elementos del agua , los que son capaces de rejenerar esta sustancia por la misma fijación de los elementos sustraídos. Las especies reciben el nombre de la sustancia que contri- buye a producirlas, por ejemplo: oxámide , succinámide , etc., a las formadas por la concurrencia del ácido oxálico , succínico, etc. Para mayor claridad, se dá el nombre de amidos a las combinaciones neutras o acidas formadas por el radical hipotético del amoniaco, amido, cuya fórmula es N*H4, con otras varias sustancias de las que reciben la denominación específica como en los ejemplos indicados. De las notaciones i fórmulas quimicas. Para obviar los inconvenientes q íe se ofrecía a para re- presentar de t;n modo fácil las combinaciones de los cuer- pos compuestos, se han adoptado unas especies de fórmu- las a las que se ha dado el nombre de fórmulas químicas, que en realidad son mui útiles para manifestar las reaccio- nes en un pequeño cuadro. Las fórmulas químicas de las combinaciones binarias se forman, colocando a continuación uno de otro, los signos de cada uno de los simples que entran en el compuesto, agregando un esponente para espresar el número de veces que se repite el equivalente , colocando siempre primero el signo del elemento electro-positivo. Asi, para espresar el agua , se dice HO i no OH porque el hidrójeno es el elec- tro-positivo de este líquido. Por MnO se significa el proto^ — 33 — xido de manganeso i por MnO2 el bióxido ; SO representa el ácido hiposulfuroso, SO2 el sulfuroso i SO3 el sulfúrico , es decir : que un equivalente de este ácido está compuesto de un equivalente de azufre i tres de oxíjeno. Para desig- nar un cierto número de equivalentes de un compuesto , se coloca la cifra que representa este número como coeficiente delante de la fórmula del compuesto , por ejemplo : el equi- valente del sulfato de potasa neutro se escribe KO,S03, el del sulfato ácido de la misma base en el que entran dos equi- valentes de ácido es formulado KO,2S03,HO ; se agrega HO porque esta sal contiene un equivalente de agua. El ses- quicarbonato de soda se le representa por 3NaO, 3C02,4HO, porque esta sal contiene en realidad dos equivalentes de pro- toxido de sodio , tres de ácido carbónico i cuatro de agua. III. SUSTANCIAS SIMPLES IMPONDERABLES. A mas de los cuerpos simples que se han enumerado existen otras sustancias , que por carecer de muchas de las calidades de los otros cuerpos, se ha puesto tan en duda su materialidad , que se las ha considerado por algunos co- mo simples cualidades de los cuerpos en que se mani- fiestan. Loque constituye la principal diferencia entre estas i los demás cuerpos, es el que caneen de pesantez por lo que se les llama imponderables i a mas no ocupan por sí mismos un espacio apreciable. Las sustancias que pertenecen a esta categoría son el calórico, la luz , la electricidad i el magnetis- mo ; pero se observa en ellas particularidades que les son co- munes tan de tal modo, que han conducido a creer que todos son una misma sustancia aunque modificada , o que resul- tan de sustancias ¿imples que sirven de bases para todos , pero que nos son enteramente desconocidas. Sin detenernos en mas pormenores hablaremos de ellas haciendo una rápi- da reseña. — 34 — Del calórico. El calórico se ha creido por algunos ser solo una vibra- ción entre las moléculas de los cuerpos i por otros una sus- tancia particular. Esta última opinión es la mas jeneralmen- te adoptada i se la difine : un fluido estrenuamente subtil, invisible, elástico, imponderable, que se mueve en línea recta a manera de la luz cuando esta libre i que hace parte constituyente de todos los cuerpos, en los que tiene una gran tendencia a ponerse en equilibiio. Según el grado de acumulación en ellos , los penetra con mas o mé-ios facili- dad, los descompone o dilata , haciéndolos pasar del estado sólido al líquido i de este al estado gaseoso ; en fin produ- ce por su aumento sobre nuestros órganos la sensación co- nocida con el nombre de calor i por su disminución la deno- minada frió. Debiéndose considerar como el oríjen o fuentes de esta sustancia todas las causas que pueden concurrir a hacerla sensible , entr*1 las que se miran como tales son : el sol, la combustión , la electricidad, el principio vital de los seres orgánicos, la combinación de los cuerpos i aun también su contacto; en fin ciertas acciones mecánicas como el choque, la compresión , el rozamiento, etc. Entre los varios fenómenos que presenta el calórico uno de ellos es, el que cuando se acumula en los cuerpos , es tramitido por las partes mas inmediatas al foco a las mas próximas i de estas a las otras i asi de seguida. A esta propiedad que poseen los cuerpos de transmitir el calórico en toda su masa i también entre sí, se la llama conducti- bilidad para el calórico ; pero se observa que la temperatura decrece en razón de la distancia al foco i que no todos los cuerpos lo transmiten igualmente. De aquí nácela denomi- nación de buenos conductores del calórico a los que poseen esta facultad en alto grado i la de malos conductores a los que son poco susceptibles do. conducirlo : tal es por ejemplo una barra de hierro enrojecida por un estremo que no se puede impunemente cojérsela poi el otro i mui al contrario un trozo de madera. A la primera categoría pertenecen to- — 35 — dos los metales i a la segunda el aire , el agua, los pelo» , la madera, la lana, etc. por cuyo motivo se la elije paia el abrigo. Por otra parte , todo cuerpo lanza calórico radiante en el espacio i sobre los objetos que lo rodean; absorve i refleja el que estos a su vez le emiten i de este modo tiende este ájente a ponerse en equilibrio. Estas propiedades de los cuerpos para el calórico i que conocidas con los nombres de poder emisivo , absorvente i reflejante , son modificadas por varias causas, como por la temperatura , la calidad de las superficies, el color de los cuerpos , etc. todas como tam- bién el moverse el calor en línea recta , pueden demostrarse de un modo satisfactorio por el aparato denominado de Pictet (1). En primer lugar a nadie es desconocido el fenó- meno que mientras mas caliente está un cuerpo , mayor es su poder emisivo ; pero este poder que puede ser sensible hasta cierto grado,se manifiesta aun mas allá por la demos- tración siguiente. Si se coloca un cuerpo en ignición delante de uno de los espejos i un termómetro en el foco del otro, aunque colocado abastante distancia, el calórico emitido por el cuerpo i reflejado por el espejo, se reúne en forma de un cono en el otro en virtud déla reflexión que esperimenta, i se patentiza por el ascenso de la columna termométrica i aun encenderá un cuerpo combustible. A mas de esto , si en lugar del cuerpo indicado se coloca un cubo de hoja de lata lleno de agua caliente , se verifica el mismo fenómeno, pre- sentando al espejo cualquiera de las caras. Pero si una de ellas se deja en el estado natural , otra se la raya en dife- rentes direcciones , otra se la pinta de negro , la otra de blanco i sucesivamente se las va presentando al espejo, to- das indicarán diferentes cantidades de calórico emitido en este orden :1a superficie que mas emite es la negra, después es la rayada, en seguida la blanca i últimamente la pulida. Si en este orden se halla el poder emisivo , en el mismo está m Dicho ¡iparato se compone de dos láminas circulares de metal J.V, fme una de su superficie es concava i mui pulida, i ademas están "paradas i colocadas en un pedestal para poderlas colocar una enfrente de la otra. — 36 — el absorvente, pero no el reflejante que está en el inverso. De modo que un cuerpo mientras mas pulida es su superfi- cie, mas calor reflejará, tardará mas en calentarse, como tar- dará mas en enfriarse; i asi de todos los demás. Si estos fenó- menos se verifican a la distancia, con mucha mas razón se deben efectuar en punto de contacto , pues la temperatura se aumenta en razón inversa de la distancia al foco. En efecto, tal es lo que acontece cuando los cuerpos se tocan, porque el calórico se trasmite con rapidez de los mas calien- tes a los mas fríos , por la tendencia que por su naturaleza tiene a equilibrarse : i no por otra razón sentimos frió en un ambiente de mas baja temperatura que la nuestra i calor en una mas elevada. El calórico que produce estos efectos ha recibido el nom- bre de calórico libre , sensible , o radiante , para distinguirlo del que se llama latente u oculto, que es aquel que no se hace perceptible al termómetro en algunas circunstancias, por ejemplo en la fusión de los cuerpos i en su transición del estado líquido al gaseoso. En estos casos varias cosas hai de notarse i una de ellas es, que estas transiciones se verifi- can en todos ellos a diferentes temperaturas i de diversos modos. Asi es que el agua se funde a 0o ; el plomo a 263°, el zinc a 270°, etc. A mas de estos , los que son buenos con- ductores del calórico , se funden casi al mismo tiempo en el centro que en la superficie como la plata, el plomo, etc.; por el contrario, los malos conductores varían en esto ablandándose algunos primeramente antes, para fundirse en seguida de Ja superficie al centro como en las mantecas , la cera , etc. , etc.; pero el fenómeno mas importante es el del calórico latente , como se va a demostrar. Cuando los sóli- dos están a cierta temperatura , que es diversa para cada uno i se les somete a combinarse con una mayor cantidad de calórico, muchos por ella se descomponen ; mas otros sin hacerla sensible a nuestros sentidos ni al termómetro la emplean solo en desagregar sus partículas, aumentar de volumen i cambiar de estado (1). Por ejemplo si se pone una (1) Aunque la mayor parte de los cuerpos al fundirse aumentan de — 37 — libra de nieve en un vaso que esté a 0o i se le une otra de agua a +75°, se obtendrán dos libras de agua a 0o. En es- te caso la nieve al liquidarse ha hecho latente una cantidad de calórico capaz de elevar un peso igual al suyo desde 0o a 75° , el cual lo ha sustraído al agua caliente con que se la ha puesto en contacto. Lo mismo sucede en todos los lí- quidos al transformarse en gases; pues cuando se trata de elevar su temperatura, van sucesivamente adquiriendo ma- yor cantidad hasta llegar a cierto grado que es diferente pa- ra cada uno. Este v. g. para el éter es +36°, para el alcool + 78°, para el agua 100°; mas tocando a estos puntos comienzan a convertirse en gases, presentando el fenómeno de la ebullición; fenómeno que no es otra cosa que un movimiento en la masa del líquido, ocasionado por las bur- jas de gas que la atraviesan desde el fondo para vertirse en la atmósfera i por el descenso de otras moléculas líquidas que ocupan el vacío que ellas dejan, para transformarse a su vez en vapor. Para comprobar que en estas metamorfosis hai calor latente, la misma agua puede servir de demostra- ción; pues si se introducen dos libras de vapor acuoso a 100° en doce libras de agua a 0o , resultarán 14 libras a 100°, con tal que no haya habido pérdidas de vapor. Según lo que se acaba de esponer , mui fácil es de conce- birse , que en la transición de los sólidos en líquidos i de estos en gases , por la sustracción de calor de los cuerpos inmediatos o en punto de contacto, como por la disminu- ción de su tempeíatura, están fundados muchos fenómenos naturales como la formación i derretimiento de las nieves, la de la escarcha , el granizo, etc. i también otros procedi- mientos, como la formación délos helados, las de las mezclas frigoríficas , etc., para producir frió artificial. Aten- diendo a esta teoría, claro está que en estas operaciones deben elejirse las sustancias, que tengan mas tendencia a estas transformaciones ; asi es que en ellas se enumeran las sales deliquescentes i las bastante solubles : tal es la razón, volumen , hai algunos en que este se disminuye i entre estos se cuenta particularmente el hielo. — 38 — porque con e! cloruro de cal i nieve puede producirse un frió tal , que por su medio se conjela el mercurio. De lo que se acaba de decir, no debe inferirse que la disminu- ción de temperatura al liquidarse está solo limitada a los cuerpos salinos, pues sise mezclan amalgamas sólidas de plomo i bismuto , se vuelven líquidas i el termómetro baja durante la acción. Como este fenómeno es de grande importancia, asi en farmacia como en medicina, pondremos algunos ejemplos de estas mezclas, tomadas de las tablas de Mr. Walker(l). MEZCLAS FRIGORÍFICAS SIN NIEVE. MEZCLASi GRADOS DE FRIÓ producidos. partes Hidroclorato de amo- Desde +50° a + 10° Nitrato de potasa.... 5 40° Nitrato de amoniaco.. 1 Carbonato de soda.... 1 de+ 50° a—7° 57 Acido nítrico diluido.. 2 de+50 a—30° 80 Nitrato de amoniaco.. 5 Acido nítrico diluido.. 4 de +50° a—14° 64 Acido nítrico diluido.. 4 de +50° a—12° 62 Nitrato de amoniaco. . 6 Acido nítrico diluido.. 4 de +50°a--21o 71 Acido sulfúrico diluido de +50° a—3o 53 (1) Los grados están indicados por el termómetro de Farenheit, — 3ü — MEZCLAS FRIGORÍFICAS CON NIEVE. MEZCLAS. GRADOS DE FRIÓ producidos. partes Nieve.............. 2 —5 Hidroclorato de amo- —12 Nitrato de potasa.... 5 Hidroclorato de amo-niaco, ........... 5 —18 Nitrato de amoniaco.. 5 —25 Nieve.............. 3 de +32° a—23° Acido sulfúrico diluido 2 55 Nieve.............. 8 de +32° a—27° Acido clorohidrico.... 5 59 Nieve.............. 7 de +32° a—30° , Acido nítrico diluido. . 4 62 de +32° a—40° 72 Cloruro de cale, crist.. 3 de +32° a—50° 82 Nieve.............. 3 de +32° a—51° 83 Antes de dejar de hablar del calórico, deben tomarse en consideración algunos otros fenómenos que les son propios i no dejan de ser de importancia. Se ha dicho que los cuerpos a mayor temperatura que la suya propia, se dilatan hasta llegar al grado de fusión i que esta dilatación era tanto mas grande cuanto más elevada es la temperatu- — 40 — ra a que se les somete. En efecto , si se hace abstracción de unas pocas excepciones , como por ejemplo el agua que ocupa a 4o menos volumen que a 3o, a 2o menos que a Io, a Io menos que a 0o líquido i a 0o líquido menos que a 0o sólido, todos los cuerpos están sujetos a esta lei ; pero de- be saberse que a un número igual de grados, los só'idos se dilatan menos que los líquidos i estos menos que los gases , lo que se cree está en razón de su cohesión. La dilatación de estos últimos es uniforme e igual a 2¿T de su volumen a cero en cada grado del termómetro centí- grado i bajo la presión de la atmósfera. La de los sólidos, que son mui poco dilatables , es desigual para todos i ni tampoco es uniforme encada uno de ellos; pues no es proporcional al grado de calor al que se les espone , sino que crece con la temperatura ; de modo que se dilatan mas v. gr. pasando de 200° a 300°, que de 100° a 200°. Res- pecto a la de los líquidos con corta diferencia es la misma que la de los sólidos, si bien hai algunas excepciones como la del mercurio en el termómetro entre los grados—36° i 100°, que es igual para cada grado por compensarse con la espansion del vidrio. En esta particularidad está fundada h. construcción de los termómetros con este metal i la de los con alcool para ciertos grados. Por otra parte, si con el aumento de la temperatura se verifican todos los fenómenos que se acaban de esponer, por su disminución se producen en jeneral las diametral- mente diferentes; — i se dice en jeneral porque en reali- dad se observan casos en que los efectos son diversos , v. gr. los cuerpos con el aumento de calor aumentan de vo- lumen i disminuyen por el enfriamiento; no obstante en esto se ofrecen excepciones en cuya categoria se hallan to- das las disoluciones salinas susceptibles de cristalizar, al- gunos otros cuerpos i como ya se dijo, el agua ; los cuales aumentan de volumen por el enfriamiento i adquieren con esto , en especial la última , una fuerza espansiva tal, que destroza los árboles, rompe las piedras al conjelarse en sus cavidades i hasta las bombas de cañón, como lo verificó el mayor Mr. Willam de Quebec , llenándolas primeramente — 41 — ne agua antes de esponerlas a un frió conveniente para so- lidificarla. Si se exceptúan los casos indicados ¡ a mas ciertos cuer- pos como las arcillas, que por el contrario se contraen por el calor i en cuya propiedad está fundada la construcción de Ice termómetros sólidos llamados piróme tros , todos los demás cuerpos pierden mucho calor, disminuyen de vo- lumen por el enfriamiento i la fuerza de contracción que adquieren en este caso es tal, que atravesando murallas divididas con barras de hierro incandescentes , se ha lo- grado unirlas, al contraerse aquellas luego que se han en- friado. Finalmente otro de los fenómenos bastante interesante i propio del calórico es : las cantidades tan diferentes de este con las que se efectúan los efectos indicados i otros mas, aunque los cuerpos en que se patentizan marquen una igual temperatura. Esta desigual cantidad de calórico para elevar los cuerpos a un igual grado termométrico, se la llama calor propio o específico i la relación entre el de unos i otros capacidad para el calórico;—propiedad de los cuerpos que no tiene conexión con su densidad , pues acontece muchas veces, que uno menos denso, posee mas calor específico, que otro de mayor densidad i viceversa: lo dicho lo com- prueban los experimentos siguientes : Si se mezclan partes iguales de hielo i de agua hirviendo a 100°, la mezcla adquiere una temperatura de +50°, por- que el agua fría i la caliente ambas tienen la misma capa- cidad para el calórico. Si al contraiio , se mezcla hielo con la misma cantidad en peso de mercuiio a +100°, la tem- peratura de la mezcla es de +3°. Por consiguiente, el mer- cutio no necesita para calentarse hasta +97° de mas calor que el que le es necesario al agua para elevarse a +3°. Si se mezclan partes iguales en peso de agua a 100° i mercu- rio a0° , la mezcla por la misma razón indicará una tem- peratura de + 97°, porque el agua solo tiene que abando- nar tres grados para calentar el mercurio hasta +97°. Lue- go el agua a una temperatura igual tiene cerca de 33 veces mas calórico que el mercurio. Cuando se trata de comparar 7 — 42 — el calor específico de los sólidos i líquidos , como cuando se trata del peso , se toma ordinariamente por punto de par- tida el agua cuyo calor específico se valúa = 1000 ; da lo que resulta, que el calor del mercurio es de 0,033. En cuanto al de los gases , se determina según el calor específico del aire estimado = 1,000. Hai varios métodos para determinar el calor específico de los cuerpos ; pero el mas jeneralmente empleado, es por un instrumento denominado calorímetro , en el cual se reduce la operación, a observar las cantidades de hielo que los cuer- pos liquidan poniéndolos en contacto con él. Sobre la tem- peratura se hablará cuando se trate del termómetro. Del frió. Algunos han querido atribuir la sensación de frío que es- perimentamos en nuestros óiganos , como también todos los efectos que se producen contrarios a los ocasionados por el católico, a un fluido particular que lo han denominado frigorífico. Pero amas de no haberse podido demostrar de un modo satisfactorio su existencia , no hai una necesidad de admitirla para poder esplicar todos aquellos fenómenos, que como se ha visto, está demostrado por la esperiencia , que no pueden asignárseles otra causa , que las diversas mo- dificaciones a que está sujeto el calórico , en la disminución por la radiación en el espacio, por la sustracción i comuni- cación entre los cuerpos, por la tendencia al equilibrio i en fin por la propiedad de estos de hacerlo latente en sus mu- taciones en líquidos i en gases. Para comprobar aun mas esie hecho,a las diversas pruebas de enfriamiento produci- da por la licuación de los sólidos , debe agregarse la ocasio- nada por la vaporación de los líquidos;—fenómeno en que la disminución déla temperatura que se produce está en razón del espacio, de la disminución de ta presión, de la naturaleza del líquido i de la prontitud con que se evapora. En verdad está demostrado, que los líquidos a una tem- peratura inferior a la de su ebullición , tienden a transfor- marse en vapor, lo que ejecutan en gran parte a espensas del calor sustraído a lo restante déla masa. De consiguien- — 43 — te en este caso hai disminución de temperatura; i no es otro el motivo del uso que se hace de las alcarrazas para obtener agua fresca. Aquí por los poros de dichos vasos se infiltra el agua , se evapora en la superficie a espensas de\ calor del líquido interior i por la frecuente sustracción i evaporación el agua disminuye en temperatura. Por la mis- ma razón sentimos frío penetrante, cuando mojamos nuestros miembros en éter, que tanta tendencia tiene a evaporarse i por la que si se cubre con algodón la bola de un termóme- tro , se le sumerje varias veces en este liquido i se le ajita en el aire , el mercurio desciende aun en el verano a muchos grados bajo de cero. Pero si en lugar de esponer los líqui- dos al ai:e , el que retárdala vaporación, se les coloca en el vacío de la máquina pneumética , el fenómeno se ejecuta con prontitud i el frió es mas intenso. De este modo se consigue en pocos minutos conjelar el mercurio, si se coloca bajo de la campana un termómetro cuya cubeta se envuelva en algodón i se moje con carburo de azufre , líquido en es- tremo volátil; i también el ugua colocándosela en el mismo aparato i sobre una capsula que contenga ácido sulfúrico , el que absorviendo los vapores acuosos mantiene el vacío. En fin la fácil evaporación en esta se manifiesta también mui fácilmente mediante el instrumento llamado pulsimetro. De la luz. Si hasta ahora el calórico ha ofrecido una absoluta im- posibilidad para determinar algo acerca de su naturaleza , no es menor la que presenta la luz , que por la analojia que se observa entre sus efectos i los de aquel , se la ha que- rido considerar la misma sustancia aunque modificada de algún modo. Como nadie lo ignora , ella es la que siendo invisible hace visibles los objetos i es constituida por un fluido subtilisimo, elá«tico, que se propaga en todas direccio- nes en línea recta i se mueve con una volocidad tal, que es 400,000 mil veces mayor que la de una bala de canon. A este respecto, por las repetidas esperíencias que se han he- cho , se sabe con exactitud que corre 70,000 leguas por se- gundo i que por consiguiente emplea 8' 13" en llegar del sol _ 44 —■ hasta nosotros. La intensidad déla solares 17,000 veces superior a la llama de una bujia ; p¡ ro en jeneral en su pro- pagación disminuye su densidad en razón directa del cua- drado de las distancias ; de modo que si la tierra estuviera a una distancia doble al sol , serian necesario cuatro soles para esclarecerla , asi como de siete si la distancia fuera tri- p'e, etc. La luz se la supone ser compuesta, p>r la facilidad con la que por medio do un prisma triangular de vidrio se la descompone. En este caso se forma a cierta distancia una superficie elíptica coloreada a la manera del iris, que se denomina espectro solar, en el que los colorís están coloca- dos como en aquel en el orden siguiente : uno de los focos lo ocupa el rojo , después de este se sigue el anaranjado , en seguida el amarillo , contiguo a él el verde , después el azul i en el foco opuesto se halla el violado. A esto se agrega que cada rayo tiene propiedades diversas ; pues ni tienen una misma temperatura , ni una igual acción química sobre los cuerpos, como lo comprueban los hechos siguientes. Si se coloca un termómetro en cada uno de ellos , al partir del rojo que es la mas elevada , las alturas van decreciendo hacia el violado que es la menor; por el contrario si en este se coloca cloruro de plata por ejemplo , se ennegrece ; acción química que en esta sustancia eoiro sobre otras , es del todo nula en el rojo. A mas de esto , fuera del espectro , hacia ¡os focos , hai aun otros rayos oscuros de mas acción que el rojo i el violado; lo que ha conducido a algunos fínicos a opinar, que la luz se componia de rayos caloríficos os- curos i luminosos ; opinión que es tanto mas vero-ímil , que a mas de otros casos , !a luz de la luna está tan despojada de calórico , que no se ha logrado el que obre de un modo sensible al termómetro , aun reuniénd, hecha con hojas de cerezo o de tilo , la cual en veinte minutos pierde su color esponiéndola al sol, mientras lo conserva largo tiempo sin alteración manten:énd< la en la oscuridad. En estos casos el efecto es producido por descomponer- se el cuerpo que esperimenta la acción de la luz, unas ve- ces combinándose en otro orden sus principios constitutivos resultando cuerpos nuevos , i otras volatilizándose alguno de aquellos, o combinándose con alguno de los del aire i — i como estos resultados son los mismos sustituyendo a la luz un calor mas o menos considerable, que a reces ps el rojo, se sigue que la luz obra como el calor a este grado. Fenómeno es este que es mui necesario tenerlo presente en farmacia, porque sin ello puede cometerse faltas graves, esponiendo a la acción de la luz sustancias medicinales, que se descomponen por su influencia; tales son por ejemplo los aceites volátiles , las flores i hojas de las plan- tas, algunas tinturas hechas con ellas, el ácido prúsico, al- gunas sales como los calomelanos , etc., en cuyo caso se al- teran sus virtudes. Por otra parte, a la influencia de la luz debe la naturaleza orgánica el principio vivificante , en cuyo hecho esta cun- teste la ciencia con la verdad de lo* libros sontos , que nos enseñan que el Señor la crió tan luego como determinó en su bondad dar ser a los cuerpos que debian tener vida. Asi es, que de su presencia i en especial de la de los rayos solares, de- pende el vigor de la vejetacion , en la que mientras el calor da fluidez i movimiento a los jugos , la luz con sus rayos i en particular los violados , como se comprueba por la es- — 49 — periencia , produce igualmente efectos químicos , en los que se ampara del oxíjeno i forma compuestos inflamables u otros de diferente naturaleza. Por este motivo los países situados en el ecuador le son deudores de los multiplicados objetos comerciales i de tan variadas aplicaciones que po- seen. Allí, en la zona tónida, por ser la luz mas activa en razón de su densidad i de la perpendicularidad de sus ra- yos, es en donde se desarrollan los vejetales con un vigor tal, que llegan a hacerse arborescentes los que solo son her- báceos en otros climas, como acontece a los heléchos. A ella deben los variados i brillantes colores de sus flores ele- gante5» ; como los animales los con los que están matizadas las pieles de los cuadrúpedos i plumas de los pájaros, sin ex- ceptuar los élitro-! i demás atabiosde los insectos, crustáceos, etc. En fin, por su influencia elaboran aquellos los ricos aromas, resinas, especias i otras sustancias que ofrecen a la medicina i al comercio, como los últimos varios productos que les son propios. ¡Cuan diferentes son los efectos pro- ducidos en la ausencia de la luz, excepto el desarrollo de losjérmenes! La mayor parte de las plantas que vejetan en la oscuridad, o que se ven privadas de la luz suficiente, si bien abundan algunas en partes sacaliñas, jeneralmente son débiles, descolorida*, sus jugos son acuosos, desabridos sus frutos i en una palabra poco o nada enérjicos sus principios. Este es otro de los hechos que debe recordar el farmacéu- tico al tiempo de la recolección que haga, o de todas ellas o de algunos de sus órganos que deben servir para medica- mentos ; sin olvidar en varios casos, que le puede ser ne- cesario, que la influencia química déla luz le es tan esen- cial al hombre, que sin ella no puede vivir, sin que se re- sienta en su organización i salud, como se ve en los deteni- dos largo tiempo en las cárceles i en lugares oscuros. En conclusión diremos, que siendo la luz un ájente tan sumamente importante en la naturaleza, debia de llamar con especialidad la atención de los físicos i despestar en ellos un vivo interés en adquirir nociones sobre su natura- leza. En realidad esto so ha verificado i los trabajos que se han hecho a este respecto, han sido ejecutados por hombres 8 — 50 — eminentes; pero a pesar de su laboriosidad i de las multi- plicadas observaciones que han verificado i se ejecutan constantemente, aun no se sabe propiamente hablando, que cosa es la luz. No obstante Newton ha querido esplicar de una manera sencilla sus fenómenos, admitiendo que la luz era una sustancia de una tenuidad inconcebible, que se movia con velocidad estrema, siendo emitida constantemente de los cuerpos luminosos. Pero esta opinión que se la llama sistema de emisión, a mas de no poder sostener el argumen- to de la disminución sensible que el sol debia de sufrir i que no se ha notado, tiene en su contra el no poder esplicar por su medio una giao parte de fenómenos interesantes i a mas el sistema de ondulaciones de Euler por el que se espli- can todos. Este está fundado, según su autor, en que el universo está lleno de una materia infinitamente sutil, que llama éter, que lo penetra todo i que nuestros sentidos no pueden percibir ínterin está en reposo, pero que se hace perceptible tan lueso como un cuerpo luminoso le imprime un movimiento de ondulación semejante al que recibe el aire cuando produce el sonido. Aunque por este sistema no se pueda dar una esplicacion satisfactoria del modo como se produce la sombra, tiene en su apoyo el sufrajio de mu- chos físicos, entre ellos a los sabios Huygens, Plavfo'r, Young, Arago, i otro*, quienes h m declarado no poderse es- plicar bien la refracción i otros fenómenos, sino por el sis- tema de ondulaciones;—opinión que es tanto mas plausible cuanto que está en harmonía con la narración jcnesiaca ; sin que por esto se crea sea nuestro ánimo el asentar, que haya sido ella necesaria para llegarse a creer, que el sol fué creado cuatro días después que la luz, como en aquella se nos enseña ; no, sino que solo lo indicamos para hacer no- tar, que a pesar de que los sistemas no son masque opinio- nes i de que las ciencias todas nunca pasarán de una mera descripción de los fenómenos, sin jamas poderlos esplicar; sin embargo siempre i cuando hayan estado i estén ordena- das, no pueden llegar a ser antagonistas de la verdad; como procuran lo sean, los que a fuer de desnaturalizarlas, se em- peñan en hacer de ellas un medio bastardo, para con feu — 51 — auxilio no ver ni conocer nada, por querer ver i conocerlo» todo en la materia, despreciando el telescopio de la fé por el que se vé i conoce hasta el principio de la causalidad, a Dios. De la electricidad. Si por solo frotar cierta clase de cuerpos, adquieren Id propiedad de atraer i después repeler cuerpos lijeros como pedacitos de papel o barbas de pluma, etc., por aumentar la dimensión del cuerpo frotado i la del frotante, adquieren en proporción aun otras, entre las que so observan las de arrojar chispas i producir esplosiones por la aproximación de otro cuerpo, ocasionar conmociones en nuestra organización i ni la de los animales, presentar puntos luminosos ,etc. A estos fenómenos obtenidos por la frotación de las superficies vi- treas, resinosas i metálicas,como otros que se producen diaria- mente en la naturaleza i a nuestra voluntad por la evapora- ción de temperatura, enfriamiento, vaporación, contacto mu- tuo, descomposiciones i combinaciones de los cuerpos, se les ha asignado por causa una hasta ahora abolutamente descono- cida que se la llama electricidad. Su denominación se deriva del nombre griego electrón que se le daba al succino, en el que por la primera vez se observo el fenómeno eléctrico quizas el mas pequeño, de atraer i repeler cuerpos lijeros a cuyo opuesto estremo se halla el rayo. Para poder de algún modo dar razón de los efectos pol- los que es caracterizada, se ha convenido en considerársela constituida por un fluido subtiüsimo e invisible, esparcido en la naturaleza haciendo parte constitutiva de todos los cuer- pos i de tal velocidad en su'propagacion, que se habia creido incalculable, hasta el uso de los telégrafos,eléctricos por los que se ha venido a resolver que era apreciable. Las dificultades que opone para adquirir alguna idea a- cerca de su naturaleza, parecen hasta ahora insuperables; pero el diverso modo que tienen los cuerpos para electrizar- se o cargarse de este fluido, los efectos diferentes que des- pués de electrizados ellos ofrecen i otias consideraciones de esta especie, han obligado a creérsela compuesta de dos flui- dos distintos, que la hacen sensible a nuestros sentidos, solo — 52 — en cl caso de separarse o unirse, a lo que tienen una gran tendencia para hacerla latente. Se habia creído que cierta clase de cuerpos eran solo los que podían electrizarse, o presentar los fenómenos de la elec- tricidad, mas se ha demostrado que aunque en mas o menos grado, todos pueden cargarse de este fluido ; notándose solo, que si los unos lo adquieren por el frotamiento, los otros ne- cesitan que se les comunique por alguno que lo posea en su estado de libertad. Estas propiedades de los cuerpos pa- ra la electricidad, ha hecho que se les divida en dos clases, en las que se comprenden los electrizados por si mismos o idioelectrieos, i los por comunicación o aneléctricos. En la pri- me; a categoría se hallan el azufre, el ámbar amarillo, el vidrio, las resinas, la seda i lana, como también sus tejidos i otras muchas sustancias ; en la segunda, los seres vivos, los metales, el carbón de madera, el grafito i varios otros. La transmisión de la electricidad de unos cuerpos a otros se veiifica por una cierta disposición de parte de ellos, mui análoga a la que tienen para trasmitir el calórico i con la que está en relación, por medio de la cual no poniendo ob- táculo al fluido para propagarse en su superficie, pueden con facilidad comunicarlo a otros. Esto ha dado lugar a clasificar- los también a este respecto, en buenos conductores de la electricidad; aplicándose este epíteto a los que se dejan fácil- mente penetrar de ella, como son los que se denominan aneléctricos; en semiconductores que son los que la dejan pa- sar con mas dificultad i lentitud como el agua, el aire seco, las piedras en jeneral, etc. i en no conductores que son los idioelec- tricos, o los electrizados por frotamiento. Se ha dicho que el fluido se propaga en la superficie, porqué en realidad tiende a acumularse hacia esta parte i no en la masa; de modo que cuando no encuentra una proporcionada para contenerlo, al verse por esta causa obligado a penetrar en aquella, lo hace causando daños i estragos; i no es otra la razón por que en este caso, por ejemplo el rr.yo, efecto eléctrico de in- mensa escala, funde los metales sin exceptuar el platino, ocasiona incendios, zanja los terrenos, mata a los hombres . animales, etc. i ' — 53 — Depsto se infiere cuanto debe ser la i .fluencia que puede tener la electricidad en la organización en jeneral. En la de las plantas por ejemplo en donde se la ha observado con mayor dedicación en el intces de la agricultura, es un hecho d; ma- siado averiguado, que contribuye de un modo eficaz al de- sarrollo de los vejetales, ya obrando sobre ellos de una ma- nera directa la que se halla en la atmofera, ya de una indirec- ta produciendo las lluvias para su riego i aun las lluvias tempestuosas, que se ha notado que son las mas eficaces, según las observaciones de una gran parte de agricultores. El sabio Duhamel (1) a-egura, que los tiempos bórraseos son en los que la vejetacion es mas activa i los años en que las cosechas son mas ricas; hecho afirmado por muchos, entre ellos Berthollon (2), quien ha observado que los árboles mutilados por los rayos o el granizo, brotan un poco des- pués con un vigor singular. El mismo refiere que en 1780 faltó el hoblon en Inglaterra por que hubo mui pocos true- nos i al contrario, fué mui abundante en el año siguiente en que tronó mucho. En fin a mas de otros hechos, Huber (3) afirma que la secreción del néctar es mas abundante en los t empos bórraseos, en donde la atmosfera está mui cargada de electricidad. Volviendo a la naturaleza de este ájente tan admirable en sus efectos, Franklin, tratando el primero de establecer una teoría a cerca de ella, creyó que la diferencia de los dos flu dos que se pensaba la componen, consistía en las cantidades rela- tivas en que existia en los cuerpos; por lo que denominó electricidad positiva a la una (+ E) i electricidad negativa a la segunda (—E). De aqui se derivó la denominación dada a los cuerpos de electro positivos i electro negativos, según sea la naturaleza de la que puedan cargarse; denominación que corresponde alas de aneléctricos i buenos conductores i de idioléctricos i malos conductores. No siendo este modo de considerar la electricidad sino una mera teoría, por la que no se puede satisfacer a todas las cuestiones que se ofrecen a (1) Vhysique des arbres. (2) Electlicité des arbres. (3) Mcmoire sur les abeillet. — 54 — cerca de su natura'eza, p1 creerla compuesta de bs dos flui- dos parece que es el sistema que se presta mas a esclare- cerla. Sin embargo, si se admite que los cuerpos poseen una especie de electricidad i otros otra, no puede resolverse la duda, como pueden hacerse positivos i negativos cuando se relaciona las electricidades entre sí: no obstante la esperien- cia viene en algún tanto en su apovo. Si se electriza un botón metálico colocado sobre un vi- drio azogado, o una torta de resina i se quita después con unas barras de lacre para no tocarlo con las manos, se for- ma una figura redonda, estrellada con la electricidad posi- tiva i con ramificaciones dendriticas con la negativa, si se espolvorea en el lugar electrizado polvos de resina o flor de azufre lavadas i secas. A mas de esto, una punta que emita electricidad positiva, imprimeen la lengua un sabor acido i la negativa uno ardiente i casi alcalino ; i si a la primera se le presenta papel de girasol humedecido, el color azul se ¿orna rojo , mientras con la segunda tan lejos de producirse este cambio, aun se asegura que este desaparece (Berzelius). La luz de la electricidad positiva emitida por una punta un po- co roma,su forma es en manojos largos luminosos, a veces de algunas pulgadas i de un azul rojizo, en lugar que con la otia se percibe un punto luminoso. Finalmente los cuerpos, como se ha dicho, ofrecen diferencias en conducir la electricidad, a lo que se agrega, que los electrizados de un mismo modo se repelen i se unen i combinan solo en el caso contrario. Las electricidades de que se ha hablado i que reunidas constituyen la materia eléctrica que existe latente en los cuerpos, puede reconocerse su presencia i aun clasificarse, cuando son mui poco intensas, por medio de un instrumen- to sencillo llamado electrómetro o electróscopo. También cuando se hallan combinadas constituyendo la materia eléc- trica hecha con esto inapreciable, pueden separárselas me- diante aparatos denominados máquinas eléctricas, por las cuales se logra exitareste fluido por el rozamiento i acumu- larlo en conductores aislados (1). (\) Estos son por lo regular cilindros de metal, huecos, redondos en (••us estremos i colocados sobre pedestales de vidrio. — 65 — Hasta 1791 se había creído ser este la única manera de obtenerlo; pero Gdvani que publicó entonce1? sus esperien- cias sobre la electricidad animal, que observó v\ primero en una rana, i Volta que en 1800 descubrió el precioso instru- mento de su pila, demostraron que habían otros medios. A la obtenida por este aparato se la denomina con el nombie de galvanismo i a la por las máquinas, electricidad; consti- tuyendo solo la diferencia el modo de obtenerlas, que como se ha dicho, la última es por frotación i a mas es intermiten- te, i el galvanismo por las combinaciones i descomposiciones de los cuerpos, i que al contrario es continua. No debiendo estendernos mas sobre una materia por sí estensa, remitimos a las obras de fídca a los que quieran adquirir mayores datos i concluiremos con indicar los fenó- meno*, que se producen por el galvanismo por cuadrar a nuestro objeto. Todo* los eu-rpos binarios sometidos a la acción de la pi- la, se descomponen dirijíendose uno al polo positivo i el otro al negativo. Quando el cuerpo binario qpntiene un metal, esta es el que se dirije al polo negativo. Quando es una sal la que se somete a la acción déla pila, el ácido se dirije al polo po-itivo i el oxido al negativo. Si el compuesto es formado porcuprpos metaloides se cli- rijen según el orden de sus electricidades, esto es, el positivo al polo negativo i el negativo al positivo. Los cuerpos no se pueden combinar si no poseen electrici- dades distintas : en lo que están fundados los fenómenos que acábanos de indicar. En orden a colocar los cuerpos respecto a sus electricida- des hai varios método*, pero en el que los ha presentado el sabio Berzelius es como sigue : Los metaloides todos son electronegativos respecto a los metálicos, i entre si, de un modo jeneral, cada uno de ellos será electronegativo con relación a los que le preceden i electropositivo comparado a los que le siguen, en esta forma, que será la misma para todos los que se van a ins- cribir. — 56 — Metaloides. Oxigeno Azufre Bromo Caibo. o Hidrójeno Fósforo Iodo Boio Ázoe Cloro Fluor S.licio. De modo que ti entre estos el oxijeno es el mas electio- negativo, lo es por consiguiente con mayor razón respecto de los demás ; como lo deben sera su vez cada uno de los inetaloid' s respecto de los metálicos. Metales electro-negutivos. Selenio Vanadio Titano Arsénico Tungsteno Tanta!c> Cromo Antimonio Molibdeno Telurio Estos metales que respecto de los otros son electro-nega* tivos, tienen la propiedad deformar ácidos. ' Metales electro-positivos. Oro Estaño Glucinio Platino Plomo Aluminio Iridio Cadmio Magnesio Osmio Zinc Calcio Paladio Níquel Estroncio Rodio Cobalto Bario Plata Fierro Litio Mei curio Manganeso Sodio Cobre Cerio Potasio, Urano Zirconio Bismuto Ytiio. — 57 — Del Magnetismo. Mui pocos había que no conozcan, o al menos que no ten- gan idea de la existencia de un mineral de hierro llamado imán (1), cuya propiedad de atraer al mismo hierro con mas órnenos fuerza es tal, que aunque se interponga un cuerpo entre uno i otro, lo atrae con tal que su volumen no sea ma- yor que la distancia a que se estiende el poder del imán. La causa de este fenómeno, que es tan incógnita como las de los otros cuerpos imponderables, se la ha denominado fluido magnético o magnetismo, i sus efectos que se creye- ron se circunscribían solo al hierro , se ha demostrado que se estienden hasta ej níquel, el cobalto, manganeso i cromo, con la excepción que dejan estos de ser atraídos por aliarse con el arsénico. La fuerza magnética no tiene la misma intensidad en to- dos los puntos del imán, pues si se rodea a uno cualquiera de limadura de hierro , se ve que tan lejos de formar sobre él una capa uniforme , no se halla ninguna limadura hacia el medio ; notándose por el contrario filamentos cada vez mas largos i numerosos a medida que se aproximan mas a las estremidades ; fenómeno que se hace mas sensible cuando los imanes tienen la forma cilindrica o prismática. Como cuando se suspende un imán por un hilo, o se le pone en el agua colocándolo sobre un corcho u otro cuer- po que flote en la superficie de este liquido, o de cualquiera otro modo que le permita moverse libremente; como en es- te caso decimos siempre uno de sus puntos atrayentes se dirije al polo boreal i el otro al austral, de aqui nace que se haya convenido el denominárselos con los mismos nom- bres ; i uno de los hechos curiosos que ofrece a este respecto es, el que si se presentan los polos iguales de dos imanes, se repelen i los diferentes se atraen. A mas de esto, se nota en todo imán una línea entre I03 dos polos, en que la fuer- za magnética parece nula i de donde parten aumentándose (1) 3u formula es FeO Fe'O*. 9 — 58 — hacia los polos los magnetismos positivo i negativo, coniu también se les llama, en lo que se asemejan a Jas electricida- des de la pila. Esta línea que se denomina punto de culmina- ción o ecuador magnético, parece denotar mui bien el punto de unión de los dos fluidos distintos, que parecen constituyen el magnetismo, sin que por esto se sepa nada sobre su na- turaleza. Entre las propiedades del imán se enumeran las de per- der su virtud cuando se oxida, o se le espone al calor rojo, i la de comunicarla al hierro, que para que sea en él permanen- te, es necesario que esté en estado de acero. En esto está fundada la construcción de los imanes artificiales, entre Jos que se coloca la aguja imantada o brújula. Para esto solo es necesario tomar una barra de acero, i desde el medio Jiasta la punta frotarla suavemente, siempre en la misma di- rección de un imán i por algunas veces con uno de los po^ los , haciendo después lo mismo con la otra mitad i con el otro polo. Por este medio queda magnetizada positivamente la mitad de la barra, que se lia frotado con el polo austral o sur, i al contrarío negativamente la otra mitad frotada con el polo boreal o norte. Si equilibrada bien por su medio una barra imantada de modo que quede bien horizontal, i se la coloca sobre un alambre de cobre que termine en punta, evitando con esto todo rozamiento a fin de que se mueva con toda liber- tad al rededor de su centro en un plano horizontal, no solo se la vé dirijir su polo al norte, sino que a mas pre- senta otros fenómenos. Luego que se la deja en la dispo- sición indicada , permanece mas o menos tiempo oscilando hasta que queda en reposo, i en este caso el plano que pa- sa por el centro del globo ¡ su dirección, constituye lo que se" llama el meridiano magnético. Esta dirección de la brújula que se creería seria permanente, no coincide siem- pre con la meridiana , sino que se observa se desvia de esta línea hacia el este u oeste a diferentes épocas, como también a distintas horas del dia i en un mismo luo-ar i no del mis- mo modo ni con h misma intensidad en los distintos puntos de la tierra. Este desvio que se Jlama declinación, está de- — 59 — masiado comprobada por las observaciones, i por ellas se sabe por ejemplo que en Suecia desde 1580 hasta 1666 verificó una declinación oriental de muchos grados, i desde esta época fué ejecutando la occidental hasta agosto de 1819, en que comenzó a dirijirse hacia el oriente hasta ahora ; mientras que en París es occidental. No es menos admirable el fenó- meno que presenta con los polos déla tierra. En proporción que se acerca al del norte, su estremo que corresponde a este punto, se vá inclinando cada vez mas, como si se hiciese mas pesado, i si después se la aleja, su inclinación se dis- minuye poco a poco hasta llegar a un punto, que es el ecua- dor magnético, en que queda perfectamente horizontal. Desde este punto dirijiéndose al polo sur, comienza a inclinarse por el estremo opuesto de la misma manera que el otro, has- ta que si ss pudiera llegar a colocarla en los mismos polos se cree que quedaría perpendicular, así en uno como en el otro. Este movimiento de la brújula, que se llama inclina- ción , está sujeta a variaciones con el tiempo, como la decli- nación en un mismo paraje; i el modo de apreciarlas es por medio de una brújula, que por esto se la llama de inclina- ción , atravesada en su centro de gravedad por un eje ho- rizontal i libre, para moverse en el plano vertical perpen- dicular a este eje. Se había creído que los planos i puntos descritos por el magnetismo se correspondían con exactitud con los geo- gráficos , pero está ya comprobado , que ni los polos , ni el meriadiano, como ni tampoco el ecuador que es sumamen- te anguloso e irregular , cuadran con los déla tierra. Del mineral que es capaz de producir los fenómenos tan misteriosos que hemos indicado , el farmacéutico saca ven- tajas para separar el hierro en limaduras, que emplea en muchas preparaciones , de otros metales con que suele estar mezclado, en e?pecial con el cobre. A mas de los fenómenos eléctricos i magnéticos de que se ha hablado, hai otros producidos por la acción de los imanes sobre las corrientes eléctricas i la de estas sobre aquéllas, que constituyen lo que se llama el electro-mag- netismo. Aunque se pudiera creer que eran ocasionados por — 60 — un ájente particular , está comprobado, que no son otra cosa que las diversas manifestaciones de una misma fuerza,. por cuyo motivo con la electricidad se consigue hacer ima- nes artificiales de tanto poder como las que se pueden formar con un imán. Sobre esto no nos estenderemos .-fias. TV. DE LOS INSTRUMENTOS. Antes de proseguir adelante i después de lo que se ha di- cho, el buen método exije que nos detengamos un tanto, pa- ra hablar sobre los instrumentos necesarios en las opera- ciones. Siendo la oficina del farmacéutico el lugar en que se elaboran i preparan tantas sustancias como son las que sir- ven como medicamentos, en proporción son los aparatos empleados en las manipulaciones ; i aunque de muchos debe ¿saberse adquirido conocimiento de sus formas i usos en las clises que ya deben haberse cursado, creemos necesario el indicar algunos de los que son peculiares i hacer sobre ellos i otros algunas observaciones que deben tenerse mui pre- sentes. Instrumentos de uso peculiar en farmacia. A mas de los de uso jeneral como los rodetes, que son tro- ?.o-, de madera ahuecados, o aros hechos de manojos de ca- 100 paja torcidos i también de hierro forrados de tela, i que sirven para sostener las vasijas que no tienen pie, o para l ; k ■ ¡arlas en el baño de maria; a mas de estos, decimos, i de ce s de cobre, estañados i sin estañar, de calderas de cobre, ph -iio i hierro, de cazuelas de los mismos metales i de barro vidriado i sin vidriar, de lebrillos, jarros, etc., son mui nece- sarias las espátulas, que todos conocen por su forma de cu- as planas ; útiles para cojer diferentes cuerpos i que r.-iue las hai de diferentes formas, las debe haber de vi* — 61 — cirio, de plata, de hierro, de marfil, de madera i aun de pla- tino, a causa de la acción que pueden tener sobre ellas las diferentes sustancias, como por ejemplo el ungüento citrino, con la espátula de hierro o plata. Los rodillos o alisadores de madera compacta, que sirven para estender cuerpos blandos, como las pastas i los emplas- tos i son de dos clases; los unos de forma cilindricaadelga- sadosenlos estreñios i otros planos con dos asideros de la misma madera por encima, para poder cilindrar i pulir cier- tos medicamentos como las candelillas. Los ajitadores que como destinados a revolver materias de consistencias i naturalezas diversas, deben haberlos de for- mas i sustancias diferentes, por la misma razón que las espá- tulas. Elpildorero, instrumento ya bastante conocido i de suma necesidad para poder dividir las masas en porciones iguales , i darles después la forma esférica que tienen las pildoras. Por la misma razón son también de necesidad los sacabo- cados, instrumentos en forma de conos truncados i huecos, cuyas truncaduras son cortantes, para con ellas poder divi- dir partes orbiculares e iguales, en una masa estendida en igual grosor en una tabla. El esparatrapero, que sirve para cubrir de materias glu- tinosas o emplásticas, a las superficies de tiras de lienzo, tafetán, etc.; i consiste en una cuchilla de hierro apoyada en dos montantes fijos en una tabla, por medio de roscas i con su corte hacia abajo. Colocadas las tiras entre el filo de la cuchilla i la tabla, i teniéndolas tirantes entre dos hombres,. se vierte emplasto liquidado en uno de los lados, i mien- tras uno camina de delante hacía tras dando cierta incli- nación a la tira, el otro sigue puntualmente sus movimien- tos : el emplasto que se derrama se va recibiendo en una caja de hoja de lata. La rielera, molde de hierro, i mejor de cristal, formado de la reunión de cavidades cilindricas, en las cuales se vier- ten ciertos cuerpos en estado de fusión. La mejor es la construida de dos piezas unidas en charnela, i prolongadas cada una con mango de madera. En cada pieza corresponde — 62 — la mitad delascavidadescilindricas, de modo queapretando los dos mangos, las cavidades semicilindiicas se reúnen en cilindros enteros, que comunican entre si mediante una cavi- dad triangular formada por los bordes superiores de la riele- ra cortados en bisel hacia dentro : este molde sirve para po- ner en forma de varillas varias sustancias, entre ellas la pie- dra infernal. Finalmente los tamices, construidos para separar délos cuerpos solidos las particulas sutiles délas gruesas. Una tela de seda o de crin tendida en un aro de madera, constituye el tamiz; pero para recojer el producto de la tamización, se añade otra pieza que se llama fondo del tamiz, formada de un pergamino tirante en otro aro de madera ; i para evitar la perdida del polvo que se levanta por la ajitacion, se cubre superiormente con otra pieza semejante, pero de menos ele- vación, llamada tapadera. Un tamiz construido así, se dice tamiz de tambor. Hai otros a los que se les dá los nombres de cedazos i cribras i se diferencian solo en que sus mallas son mas o menos abiertas. Instrumentos pirotécnicos. Los que pertenecen a este jenero son los hornillos, las lamparas, los sopletes i las estufas. Como en el estudio de la química se adquieren los conocimientos i usos de los tres primeros, solo hablaremos de las galeras i estufas. Los galeras son hornillos en los que se pueden calentar a la vez varias vasijas, como retortas, matraces, etc. Su cons- trucción la forman dos muros paralelos de ladrillos i distan- te?, si se quiere, lo necesario para que quepan dos hileras de vasijas. La lonjitud de los muros es proporcionada al núme- ro de estas, i su elevación la suficiente para el hogar. En uno de sus estremos se deja la puerta de este i que hacia abajo debe prolongarse con el cenicero, i en el opuesto la chimenea con su válvula correspondiente. Cuando las galeras han de contener mas de seis vasijas por lado, es difícil que se ca- lienten todas a una temperatura igual, por cuya razón i mu- cho mas si es mayor su número, seria indispensable modifi- — 63 — car su construcción. Nosotros recomendamos el que se les dé la forma circular, ocupando el estremo del diámetro el hogariel otro la chimenea, o que se coloque una de estas en cada estremo i el hogar en la mitad de su lonjitud. Esta dis- posición ofrece la ventaja de proporcionar mas calor para calentar a muchas vasijas i a mas usar de ellas en propor- ción del número de estas, tapando con una puerta cor- rediza de hierro uno de los lados, en caso de que las vasijas sean en corto numero, i abriéndola en el caso contrario. Los techos de las galeras se les modifican según las circunstancias, pues unas veces no tienen abertura al- guna, como cuando se usa de ellas para baños de arena, en cuyo caso están cubiertos con una plancha de hierro con unos rebordes para contener la arena necesaria; i otras ve- ces tiene agujeros, ya para dar paso a los cuellos de los va- sos, o para sentarlos en ellos. Cuando las vasijas se han de esponer a la acción directa del fuego, se las coloca de este modo; i si se necesita tenerlas dentro de la hornilla, se ponen travesanos de hierro, que las tengan elevadas del suelo, o bien se las coloca en un pie de barro o ladrillo. Las estufas portátiles de un uso frecuente en farmacia, son unos aparatos destinados a acelerar la desecación de las sustancias, i respecto a su construcción recomendamos la siguiente : Una caja prismática hecha con laminas de hierro'uhoja de lata si se quiere, se coloca dentro de otra de madera de la mis- ma forma i de tal modo que dejen entre sí un espacio. Una i otra han de tener por uno de sus lados una puerta cua- drada, para que por ella se puedan introducir unas rejillas de alambre metálico, que deben colocarse en lo interior de la de metal sobre unos bordes laterales, de distancia en dis- tancia, para en estas poner estendidas sobre papel, por ejemplo, varias porciones a la vez de una misma sustancia o de diversas que se quieran desecar. En la parte superior de ambas cajas se ponen unas puertecitas movibles, las que sir- ven en la una para graduar el calor i en la otra para dar sa- lida a los vapores, como también para renovar el aire. Este debe de introducirse por un tubo colocado en la parte inferior, — 64 — siendo de un tamaño suficiente para unir las dos cajas, i tapado con un corcho, que se quita a voluntad para la reno- vación del aire de cuando en cuando. En el mismo fondo hacia el centro, se abre un agujero en la caja de madera i por dentro se hace que cuadre sobre él,ala distancia de dos pulgadas, un sombrerillo de hierro batido sostenido por dos o tres pies afianzados en el fondo de la madera, con el fin de quitar la acumulación de calórico en esta parte. Dispuesto todo de este modo, colocadas las sustancias i cerradas bien las puertas laterales, se pone por debajo una lámpara de quinqué, cuyo tubo entra como una pulgada por el agujero, graduando la temperatura con subir o bajar la torcida de dicha lámpara. Haciendo este aparato mas o menos grande según se quiera, pero de modo que se pueda colgar en la pared o colocarse sobre pies para tenerlo suspendido, el manejo para su uso se deja bien comprender. En lugar de lámpara, puede sostituirse un tubo de metal doblado en án- gulo recto i terminado poruña cúpula, debajo déla cual se pone un hornillo proporcionado i con fuego. Para el mismo efecto puede servir en muchos casos el baño de maria de un alambique u otra cosa semejante, po- niendo las sustancias sobre rejillas con pies i cubriendo el baño con una tapadera, que impida pasar el vapor caliente i no se ponga en contacto con ellas. Cuando esta operación se aplicaa sustancias en cantidad, como para desecar los vejetales en tiempo de su colección, se hace en una pieza que se destina al objeto, elijiéndola si se puede en altos i aplicando en lo que es posible lo que se ha dicho para las estufas. Muchas son las indicaciones que se han hecho acerca del modo de proceder; pero en cual- quiera de los casos lo esencial es, el que haya renovación de aire i se conduzca bien el calor adecuado alas circuns- tancias, introduciendo dentro de la pieza uno o mas brase- ros con carbones encendidos, o por otros medios. A mas de esto, la desecación de los vejetales debe hacerse tendiendo estos sobre zarzos o de mimbre o de cañas suspendidas por cuerdas que cuelguen del techo, o de otro modo que los ten- ga suspendidos; procurando si, que al colocarlos unos sobre otros, guardan distancias correspondientes, para que el va- por que se desprenda de uno no penetre el otro. Vasos operatorios. Las especies de este jenero no dejan de ser numerosas, asi como son de varias sus' formas i las materias de que se les construye. Para formar una idea a este respecto, basta so- lo recordar que los que pertenecen a esta sección, son los crisoles, copelas, alambiques, retortas, balones, alargaderas, recipientes, matraces, frascos de Woulf, refrigerantes o con- densadores, campanas i probetas, embudos, tubos, etc. De todos ellos no hablaremos sino de algunos, i de otros haremos algunas observaciones útiles. Crisoles.—Estos que, como se sabe, son unos vasos por lo regular de forma cónica, destinados a esponer en ellos varias sustancias a un fuerte calor, se les hace de porcelana, de arcilla refractaría, plombagina, plata i también de platino. De los construidos con la primera, solo se usan los peque- ños i delgados, por que respecto de los grandes es difícil tomar todas las precauciones necesarias, para impedir su ruptura al esponerlos al fuego, como sucede cuando se en- frian con irregularidad. Los de poco volumen sirven para operar en pequeño i aun en ciertos casos, como cuando se calientan hasta el rojo los óxidos metálicos, que se reducen con facilidad en contacto del platino; cuando se funden óxidos metálicos con sulfobases, etc. Los crisoles de arcilla refractaria, como son atacados por muchos ajentes, no son aptos para muchas operaciones; no obstante son mui útiles en todas aquellas en que es de poca transcendencia la acción de la materia sobre el barro. A mas de su utilidad en muchos casos, tienen la de poderse operar en ellos con cantidades de alguna consideración. A mas de esto, resisten temperaturas mui elevadas i solo se hienden si son mal cocidos o se dejan enfriar mui bruscamente; de- fecto que lo tienen sobre todo los grandes. Los crisoles de plombajina hechos con tres o cuatro par- tes de o-rafito i una de buena arcilla, son de buena calidad 10 — 66 — en razón que se hienden difícilmente i son durables; pero de ellos no se puede servir para la fusión de sustancias salinas» por las que luego son penetrados. Por haber servido algunas veces, se ponen rojizos en razón de haberse quemado la plombajína; mas esto es superficial, pues en lo interior la conservan. Los crisoles de hierro son de poco uso, si bien que puli- dos, pueden servir para fundir materias alcalinas; no obs- tante son preferidos los de plata para fundir i preparar la potasa i barita causticas, la piedra infernal, etc. Los crisoles de platino son de grande utilidad atendidas sus propiedades. Pero apesar que este metal es difícilmente atacado por muchas sustancias, deben observarse algunas precauciones con los crisoles hechos con él; así por evitar que se inutilizen, como por ser de costo. Deben ser de metal puro, delgados i tener una tapa de lo mismo. Por la via seca no pueden fundirse en ellos sin deteriorarse, según Berze- lius : 1.° los álcalis cáusticos o los nitratos con base de potasa, soda, litina, cal, barita, i estronciana; porque la afinidad del álcali para el óxido de platino, determina una oxidación considerable en la superficie del metal, que fuertemente ata- cado ider-pues de sacada la masa, aparece cubierto de oji- tos; 2,° tampoco súlfuros o sulfatos mezclados con carbón; por que los súlfuros alcalinos atacan mas fuertemente al pla- tino que los álcalis cáusticos; 3.° los metales en estado de regulo a la temperatura en que entran en fusión, por que el platino se alearia con ellos; 4.° fósforo o ácido fosfórico mes- ciado con sustancias combustibles, por que forman fosfuro de platino i el crisol se hiende o agujerea; 5.° los óxidos de ciertos metales no deben calentarse al rojo blanco en va- sos de este metal, por que acontece que a esta temperatura pierden su oxijeno i se alean con él : los óxidos de plomo, de bismuto, de cobre i de níquel son los que tienen esta ten- dencia mas enerjica; 6.° en fin, como el platino se combina fácilmente asi con el silicio como con el carbono, debe cui- tarse lo posible el ponerlo en contacto con carbón de made- ra a temperaturas mui elevadas i con aquella sustancia. Por la via húmeda es necesario evitar el contacto del — 67 — agua rejia, aun lamas debilitada, como también disolver en estos crisoles sustancias manganesíferas con ácido cloro- hidrico; finalmente no pueden hacerse hervir ni evaporar los quidos que contengan cloro i bromo libre?, o que de ellos se desarrollen. Alambiques.— De estos aparatos que están destinados a la destilación de muchas sustancias, los hai de cobre, vidrio i aun de platino para destilar el ácido sulfúrico. Los prime- ros son los de mas u¿os: sirviendo solo los seoundos en las operaciones, en que se producen sustancias que pueden ata- car los de cobre. De estos que son de varias formas, no di- remos nada; pues son bastante conocidos, pudiéndose asi reducirá las retortas; a este respecto solo añadiremos, que como en esta manipulación es de grande importancia el re- frijerante, recomendamos el de M. Liebigcomo el mejor, cu- ya construcción es la siguiente. A un tubo de latón se le atraviesa en lo interior por otro de menor diámetro, el cual se fija a los estremos con unos cor- chos, en los cuales se adapta también en un estremo un tu- bo encorvado en ángulo recto, i en el otro uno en forma de —j un embudo como se V ve en la (fig. 18). El estremo del tubo interior, que debe \drT~^^---~~~~~ ^^^^^^^^^^11 prolongarse , i que cuadra del lado del tubo encorvado en ángulo, se adapta a Fig. 18. ° ' . ' la retorta i el otro al recipiente. Dispuesto esto así, durante la destilación, mientras que por el embudo se vierte agua que refn- jera constantemente el tubo interior, por el otro se re- cibe. Retortas.—Estos vasos destilatorio?, a mas de los que se hacen de vidrio, los hai también de las mismas materias de que se hacen los cri joles. Por consiguiente ofrecen las mis- mas ventajas i están sujetos a los mismos inconvenientes; de modo que con ellos se deben tener las mismas precau- — 68 — . eiones. Las de vidrio son las de un uso mas jeneral; pero para esponerlas a un calor elevado, es menester enlodarlas con materias a proposito, a fin de que aunque lleguen a fun- dirse, el Iodo represente la retorta bañada interiormente de un barniz vidrioso. Las retortas de barro sostienen temperaturas mas fuertes* pero están espuestas también a romperse si se Jas calienta o enfria bruscamente; por esta razón se las debe enlodar como a las de vidrio, en cuyo caso resisteu las mas altas tem- peraturas. Estas retortas cuando son porosas, dejan pasar gran parte de gases i vapores, i este defecto se remedia mu- cho, si antes de enlodarlas se las dá una mano con una mezcla de partes iguales de vidrio molido, borato de soda i un poco de agua. Aparatos circulatorios o de dijestion.—Como cuando se ponen en dijestion varias sustancias con líquidos volátiles, se perderían estos por la evaporación, a mas que se tendría el trabajo de estar renovando las cantidades, se han inventa- do varios aparatos que llevan el nombre de circulato- ^ rios o de dijestion, con el fin de obviar es- tos inconvenientes. De todos los que has- ta ahora se han puesto en uso, el siguiente que es el de Mohr, es el mas sencillo i adecuado. Se compone de un cilindro de hoja de la- ta A (fig. 19), el cual tiene una tubuladura en su parte inferior. Este cilindro es atrave- sado en su lonjitud por un tubo de vidrio tt, que entra ajustado en el tapón de la tubu- ladura i con el que cierra el matras'M. Por este tubo que esta terminado en bisel, atra- viesan los vapores i en su marcha son con- densados por el agua fría de que está lleno el tubo de metal; la cual se renueva por el tubo de hoja de lata T, que la conduce al fondo, mientras que la caliente sale por el pequeño tubo lateral situado en la parte su- Fig. io. perior n. — 69 — Embudos.—No nos detendremos en describir ni indicar el uso de estos vasos, pues sonde todos conocidos; solo advertiremos que los mas a proposito son los construidos en porcelana o vidrio, por ser menos atacables. A mas de los comunes, hai otros mui útiles para separar líquidos \\ /^P*^\ sd^s~-^ queson volátiles, representados en la figura adjunta ( fig. 20.) Si se vierten en ellos mez- clas de líquidos de pesos e>pecíficos diferentes , claro está que por sumedio pue- den separarse, después que por el reposo se hayan divi- Fig. 20. dido. Znstrumentors mecánicos. Entre estosen que se cuentan los almireses, que los hai de diferentes sustancias, la prensa i otros, se necesita tener lo que se llama pórfido que sirve para reducir cuer- pos duros a partículas mui sutiles. Se compone de una pie- dra plana i fina de porfiro, granito u otra piedra siliciosa bastante dura i una pieza movible de la misma piedra lla- mada moleta. 7.a primera de esta puede ser sostituída por un cristal grueso embutido i asegurado en una mesa de madera. Sobre los instrumentos de estática, constituyendo este je- nero en farmacia las balanzas, está demás el decir que las que debe poseer el farmacéutico deben ser mui exactas. Instrumentos bidrostáticos. Los que se comprenden en esta sección son los diversos areómetros; instrumentos destinados para reconocer la dife- rencia de densidad de diversos líquidos, según se hundan mas o menos en ellos, i también la balanza de Nicholson. Esta ultima es de poco uso, sirviendo solo para determinar el peso específico de los sólidos ; los otros son de mas utilidad; pero — 70 — solo hablaremos de aquellos que son de mas aplicaciones. Areómetro de Farenheit.—Este instrumento es- ta formado por un tubo hueco de vidrio del diá- metro de una pulgada i adelgazado hacia las es- tremidades en Ja forma que lepresenta la (fig. 21). La parte superior está terminada por un pla- tillo destinado a sostener los pesos, i la inferior por una esfera que contiene mercurio para lastrar el instrumento cuando se le sumerja en los liquidos. El peso total del areómetro debe ser igual al que le coiresponde, para sumerjirse en éter rectificado hasta el punto A en la mitad de la prolongación de la espiga. En el platillo se halla notado el pe- so del instrumento entero al aire libre, para eco- nomizar el trabajo de repetir una operación, que indispensablemente debe preceder a las demás, cuando se procede a determinar la densidad de Fig. 21. los liquidos. En las operaciones se comienza por sumerjir el instru- mento en agua pura, añadiendo pesas en el platillo hasta que la señal A llegue a flor del líquido. La suma de las pesas añadidas, mas lo que pesa el instrumento, dá exacta- mente el peso de un volumen de agua medido con el mismo instrumento hasta A. Una operación semejante se repite con el líquido cuya densidad se busca, i se tiene por resultado lo que pesa el volumen de este líquido desalojado por el ins- trumento sumerjido hasta A. Como los volúmenes son iguales , deben estar en relación sus densidades . Supongamos por ejemplo, que el instru- mento pesa 300 granos i que para hundirse en el agua hasta A , se ha añadido 40; se tendrá la suma de 340 granos , que es lo que pesa el volumen de agua desalojada por el ins- trumento sumerjido hasta A . Supóngase ahora, que una igual operación se hace con un líquido cuya densidad es mayor que la del agua , i que para hundir el instrumento hasta A se necesite peso mayor que en la operación ante- rior, por ejemplo G0 granos; tendremos que el volumen del líquido últimamente medido hasta la señal A del' mismo C u 5 10: lo" — 71 — instrumento , es 360 granos, i de aquí 340 : 360 : : 1 :x= li 2=1,03882. Supongamos por el contrario que el líquido que se mide es menos denso que el agua; en este caso el peso añadido-será menor para hundirse hasta A ; por ejem- plo que sean 20 granos , de consiguiente 320 granos repre- sentan el peso del volumen del líquido mas lijero que el agua, i tendremos 340 : 320 : : 1 : ^=4fg=0,94117, can- tidad que indica la densidad del líquido examinado . Sabida la densidad de un líquido , por ejemplo un alcool, fácil es saber la relación que guarda con los grados de otros areó- metros , consultando las tablas , i también su peso específico. Areómetro de Baumé , halometro, o pesa ácidos.—Este insr- truniento está construido como todos los del jénero en el principio de física, que un cuerpo sólido sumer- jido en un líquida, desaloja un volumen cuyo peso es igual al suyo;—de modp que aplicando este principio al areómetro, deberá sumerjirse este mas en los líquidos lijeros i por el contra- rio tanto menos a proporción que sean mas densos. Del que hablamos está destinado a ser- vir para determinar la densidad de los líquidos mas pesados que el agua; i consiste, como se vé en la (fig. 22) en un tubo de vidrio lo mas igual posible, de línea i media o dos de diáme- tro i terminado en la parte inferior por una es- fera hueca i mas abajo por otra mas pequeña, que contenga mercurio o plomo para lastrar el instrumento i mantenerlo vertical cuando se le sumerje en los líquidos. Para formar la escala se sumerje el tubo en agua pura a la tempera- tura de 0o, haciéndolo descender hasta el fondo por medio del lastre, i cuando cese de sumerjir- se se marca el punto a flor del agua, punto que es el 0o del instrumento. En seguida en un matras bien tapado, se disuelven quince on- zas de sal marina pura i seca en ochenta i cin- co onzas de agua pura, bien pesadas, sin per- der nada de una ni de otra. En esta disolución 35 i 40 50 55 os: j ro? ^ — 72 — enfriada, se sumerje después el instrumento i se marca el punto en que cese de sumerjirse suponiéndose que sea B. El intervalo de estos dos términos, del agua pura i del agua salada, se divide en quince grados, con lo que se tiene el tipo parala graduación descendente i formar la escala hasta el grado que se quiera. TABLA DE CORRESPONDENCIA entre los grados del areómetro de Baumé i la densidad para los líquidos mas pesados que el agua. m o 73 a u O 73 a ."2 a a O CE O 73 a 1h O 73 S a o 73 C3 U O 13 tí. 73 C « O 73 a O ■o a 73 '£ a « 73 3 a e o 73 3¡ U Ü 73 C 73 a o 0 1000 13 1100 26 1221 39 1372 52 1566 65 1823 1 1007 14 1108 27 1231 40 1384 53 1584 66 1847 2 1014 15 1116 28 1242 41 1398 54 1601 67 1872 3 1022 16 1125 29 1252 42 1412 55 1618 68 1897 4 1029 17 1134 30 1261 43 1426 56 1637 69 1921 5 1036 18 1143 31 1275 44 1440 57 1656 70 1946 6 1044 19 1152 32 1286 45 1454 58 1676 71 1974 7 1052 20 1161 33 1298 46 1470 59 1693 72 2000 8 1060 21 1171 34 1309 47 1485 60 1715 73 2031 9 1067 22 1180 35 1321 48 1501 61 1736 74 2059 10 1075 23 1190 36 1334 49 1516 62 1758 75 2087 11 1083 24 1199 37 1346 50 1532 63 1779 76 2116 12 1091 25 1210 38 1359 51 1549 64 1801 El hidrómetro (1) del mismo autor para apreciar la den- sidud de los líquidos menos pesados que el agua, está cons- truido del mismo modo que el que se acaba de describir, con solo la diferencia de la escala que es ascendente. Para formarla, se toma un tubo igual en su construcción , pero menos lastrado i se comienza por sumerjirlo en una solución de diez partes de sal marina pura i bien seca i noventa par- tes de agua destilada , a la temperatura de 0o, guardando las mismas precauciones que en la anterior. Se marca el punto a flor del agua en el que cese de sumerjirse el tubo, que (1) El nombre le viene del griego agua i medida, porque los areómetros ?os atooTesTetc?9,Snan ™ l° ™ Cantidades d* «8¡» contenida! en — 73 — debe ser abajo , cerca de la esfera grande i este es el 0o del instrumento o de la escala . En seguida lavado bien el tubo se le sumerje en agua destilada a la temperatura de 10° de Reaumur (12£ °C) i marcando el punto en que?e detenga el tubo, el intervalo de los dos puntos marcados se le divide en diez partes iguales , o lo que es lo mismo en 10° . De aquí se toma el tipo para formar lo restante de la esca'a ascen- dente de 10 en 10 grados hasta 40° o 60° ; términos sufi- cientes para valuarlos grados de rectificación delosalcoo- les , éteres, etc. De este modo se procede para hacer un areómetro pa- trón ; pero para el objeto a que se aplica , los 10° primeros grados , que corresponden al décimo del agua , son inútiles , tratándose de examinar líquidos que cspecificamente son menos pesados que ella . Por esta razón los areómetros por lo jeneral comienzan por el grado décimo , que es el punto hasta donde se sumerjen en agua destilada i para fijarlo se les compara al construirlos con el patrón . El areómetro de Cartier, que es otro de los que se usa con jeneraüdad, no es uno diferente del de Baumé, sino solo una alteración de este. Así es que el grado décimo por don- de comienza, e-? el mismo que el de aquel i la diferencia consiste solamente en que a la temperatura que se le fija, es a 15° C; de modo que el grado 30° corresponde al 32 de Baumé, resultando que son entre sí como yj. Mr. Gay-Lussac, modificando el areómetro de Cartier, lo ha sostituido por uno de su invención que se llama alcoolo- metro centesimal, que está construido a la temperatura de 15°C(12°R, o 29 F). Su escala está dividida en 100 partes o grados , de Ioj que cada uno representa un centesimo de alcool: el 0° corresponde al agua pura i el grado 100° al al- cool absoluto. 11 Grade 0(DOOvtGüoUOSK>'-OtCa)V|C5Ü<*.&5N3>-'C ccntecimales W CO (O IO (O IO IO ."to">-íXce be "os"*». co"r-¿ cobo os 4> to e Zn C üo^Mic>- Grados centesiroaes ^«I_ú_p— i— NHf" i—« r— i—' >~ >—' r- f< h— h-* H* *-* *""» CS OS OS OS O* C C< C' d J- 4^ 4^- *. ^J> Ji- p pppp o aIo c bo b"*>"io c c Vi üiJ^^h "ce oo"os o» te CS CO fO fO CO CO CO J~ -O ^~ tO vi i; c iC Vi u M io a Grados de Cartier. CS t)i o> C Ci O O» C* Ci O" Ü< 4^ ^ ^ *> c r5 x v( c: c> j- c: iv. — ■_ ce oo- m es J^i. i fv ) r* tp (i^n Ot 4i- CO tO — centesimales fO 'O co >o *»■ vj M^l vJO) oo es to ac jo ^í oc| OC I Crudos de Cartier. m v, vi vj v} vi vi vi v} M v) c OJ O O; C CD OO vi C5 Ci 4>> MIC " O CC QO v) CO os os os os os Ox 4± co to — Grados centesimales CO CO Mi tO fO (O tO CO ÍO ÍO (O (O tO ÍO tO ÍO ÍO ÍO ÍO ÍO o o ce co oc oc v)^i MC.QütO'O' *- jt^p copjc "vj "Vo bo co "oo "tt. "co "ui "*— Ci lo oo "41. "o Ci "fO "co o>~—' 9£ Ci cr i—' x. x o: a J- i-' x e O' en o vi co M) en octo Grados de CaTtier. ocecococococococccooocoooooo OCOOCOCÜt^W ÍO —' o co oo ^ 1 C5 oo oo oo oo a Oí *». to «.'-. — Grados centerimalcs J^AAi^a-WUMtOClMWCOCOCOüilMWWCC 31 C0 fO — O CCQOXj-ip C5p< p'j^JJOJJOJO J-OJ-í^H—* 1_i "Í-h 0 "co "tea. "Vi "co "to bn "be 7o oí 0 "4^ "00 "to "00 to~<»To cpcpüiQOc£>OUi*-ÜtCP4i.tOMCOOOCOOOOQQ Grados de Cartier. w o 3 O ÍArpom.; oc v, es o« x. t: to-cc Areom. C0Ji.4i.Ci Os vi vi oc co 0 Cart.er. KS O vi o> 'v-, O vi C" to ~ cocececocococococco A ^ C' O) Cl v| oc oc ce c — M4-COSUCCCOC Densi- dad. IO (C tO (C tO to 10 10 — eco "en es Vi be br- "co 0"*—"—-"(O vi C IS C vi O' W O -'1 O' Atoiii. C.itiér. p p p p p p p p p p "ce "oc "00 "ce "co "ce "ce "ce co "co OC 00 CO C C-----' (O to to coce4^esest—'vicocec» Densi-dad. totocotocotocototo Of v) Oí Üi Ji co 0 ^— O Areoiu. HanmO. ce co o O vi c —' tO tO 't0 4S. ?o C vi Ci (O Arcom. Cartier. + O» 5 O "N o» oc 00 oc co rf>»tí. "MOvl o p p p p be 00 "00 00 ^GC Ci o-i es es vi fO vi (O vi co Densi- dad. 4^. 4^ vi os 4v. ii tr> Js». 4^ 4^ CC tQ 4> 4s» CO — o ce Areom Ka uní ó Densi- dad. => c^0 ■4 H ?-s. í=d i c¿ W ' § o • S w -■O ¡a. n» ? vT — 75 — REDUCCIÓN de los grados de Cartier a grados centesimales a la temperatura -f 15° C (1). a \ ¿ 1 i • ■ m 2 .s O c Qt u. 0) ü H " 1 " 1 % -■tí t. i 1 l .2 13 '- « 1 O 5 •a ►. 0 « 5 .1 ** o 2 1 h o £ '« U ^ *" § ■: ü "- 2 2 ü 3 to ü o 2 CJ5 o 2 3 ü 1 a O 2 C5 5 | ■c t3 0J -tí O) ■s O •C "To ~0\2 17 41,5 24 64,2 ~37 80,5 ~38 92,7 i 1,1 1 42,5 1 64,9 1 81, 1 93, 2 2,4 2 43,5 2 65,5 2 81,5 2 93,4 3 3,7 3 44,5 3 66,2 3 82, 3 83,7 11 5,1 18 45,5 25 66,9 32 82,5 39 94,1 1 6,5 1 46,4 1 67,5 1 82,9 1 94,4 2 8,1 2 47,3 2 68,1 2 83,4 2 94,7 3 9,6 3 48,2 3 68,8 3 83,9 3 95,1 12 11,2 19 49,1 26 69,4 33 84,4 40 95,4 1 12,8 1 50, 1 70, 1 84,8 1 95,7 2 14,5 2 50,9 2 70,6 2 85,3 2 96, 3 16,3 3 51,7 3 71,2 3 85,8 3 96,3 13 18,2 20 52,5 27 71,8 34 86,2 41 96,6 1 20,0 1 53,3 1 72,3 1 86,7 1 96,9 2 21,8 2 54,1 2 72,9 2 87,1 2 97,2 3 23,5 3 54,9 3 73,5 3 85,5 3 97,5 14 25,2 21 55,6 28 74,0 35 88, 42 97,7 1 26,9 1 56,4 1 74,6 1 88,4 1 98, 9 28,5 2 57,2 2 75,2 2 88,8 2 98,3 •5 30,1 3 58, 3 75,7 3 89,2 3 98,5 15 31,6 22 58,7 29 76,3 36 89,6 43 98,8 1 33, 1 59,4 1 76,8 1 90, 1 99,1 2 34,4 o 60,1 2 77,3 2 90,4 2 99,4 3 35,6 3 60,8 3 77,9 3 90,8 3 99,6 16 36,9 23 61,5 30 78,4 37 91,2 44 99,8 1 38,1 1 62,2 1 78,9 1 91,5 1 2 39,3 2 62,9 2 79,4 2 91,9 3 40,4 3 63,6 3 80,0 3 92,3 (í) Los números 1,23, colocados entre cicla grado, indican \,'\, !} de anido de Cartier. 11. r~\ ( — 76 — Los otros areómetros en uso son : el pesa-sales i pe&a* jarabes, cjue son, se puede decir, el mismo de Baumé que los sostituye mui bien; pues la escala del primero se prolonga de arriba abajo desde 0o hasta los 40° de a- quel, i el segundo desde 20° hasta 36° i son construidos del mismo modo. Siendo de mucha utilidad en los hospitales i otros esta- blecimientos en donde se compra en cantidades la leche, el saber si esta está mezclada con agua, o í-i se le sustrae la crema , como se hace fiecuentemente , hablaremos de un instrumento de la invención de M. Quevenne, especie de areómetro, aun mui poco conocido i el mas exacto que se puede desear para el objeto. El nombre de dicho instrumento tiene por base densímetro , es decir : q íe dá en realidad en la balanza el peso de un litro de leche, o lo que es lo mismo la densidad o peso específico. Por esta razón se le ha denominado lacto-densímetro, esto es me- dida de la densidad de la leche , i su figura i construcción en vidrio es como la que representa la (fig. 23). De él solo haremos una pequeña reseña, remitiendo a los que quieran imponerse de mayores detalles, al impreso que se acompaña al comprarse el instrumento. Como para indicar aquel peso real en gramos, el hvgo del instrumento habría to- mado mucha lonjitud, en él se ha marcado la demasía de 1,000 gramos : un ejem- plo hará comprenderlo mejor. Si de una leche que en el lacto-densímetro mar- que 30, se toma un litro mui exactamente medido i se le pesa con suma exactitud en la balanza , se encuentra que su peso es de 1,030 gramos. Lo mismo sucede para con todos los grados del instrumento ; agreoando diez a la izquierda de la cifra marcada, se tiene { ib i9 30 31 32 33 34 35 |_ 36 37 38 3!) — 77 — siempre el peso de un litro de líquido pesado. Así el grado 28 encontrado en el examen de una leche, quiere dedi- que un litro de esta leche , pesa 1,028 gramos ; 35 que un litro pesa 1,035, etc. Ahora , como un litro de agua pesa exactamente J,000 gramos , es decir un kilogramo, se vé en el instrumento que un litro de leche pura puede variar de 1,029 a 1,033 gramos (1). En cada lado de la escala en que están marcados los gra- dos , se encuentran abrasaderas , de las que unas están des- tinadas, como se lee en el brazo del instrumento , para pesar la leche con crema i las otras la sin elh. En cada serie de las abrasadera: 16 17 i U ¡13. ó ¡14. 5 ,5.5 16. 5 17.5 18.5 19.4 20.4 21.4 22. 4 23.4 24.3 25.3 26.3 27.2 28 2 29.2 30.2 31.2 32.2 33.1 34 12 13.6 14.6 15.G IG.G 13 13.7 14 7 15.7 16.7 17.7 18.7 19.6 20. G 21.6 22. 6 23.6 24.fi 25. 6 14 13.8 14. 8 15.8 16.8 17.8 18.8 19.8 20.8 21.8 15 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 16 14. 1 15.1 16. 1 17.1 18.1 19.1 20. 1 21.2 22. 2 23. 2 24.2 25.2 17 142 ¡5.2 16.3 17.3 18.3 19.3 20.3 21.4 22.4 23.4 24.4 25.4 20 4 27.4 28.4 2.'). 4 30.4 31.4 32.4 33.4 34.4 35.4 18 14.4 15.4 16.5 17.5 18.5 19.5 20.5 19 14. G 15. C 1G.7 17.7 18.7 19.7 20.7 21.8 22.8 23.8 24.8 25 8 26.9 27.9 28.9 29.9 30.9 32 33 34 35 36 20 14.8 15.8 16.9 17.9 18.9 19.9 20.9 22 23 24 | . l 18 S I ™ 1 1 20 £ 1 21 i 1_______ 1 1 22 - 23 4) I a ( 24 s 25 « 1 26 17.6 18.6 19.5 20.5 21.5 22.5 23.5 24.5 25.5 26.5 27.4 28.4 29.4 30.4 31.4 32.4 33.3 21.6 22.6 23. G 24. 6 25. 0 26.6 27. G 28.6 29.6 30. C 31.7 32.7 33.7 34.7 35.7 22.8 23.8 24.8 25 26 27. 1 28- 2 29.2 30.2 31.2 32.3 33.3 25.8 2G. 8 27.8 28.8 29.8 26.2 o ■8 W 0 ■0 eá h 0 27 28 29 30 26.6 27. G 28.6 29.0 £0.6 27.2 28.2 29.2 30.2 31.2 32.2 33.2 34.2 35 2 b-i 33 34 30.8 ! 31.6 32.6 33.5 31.8 32-8 33.8 34.3 35.3 36.3 li 1 35 34.2 34.4 34.7 — 82 — TABLA De correcciones para la leche con crema, 13 — N.» 2. TABLA De correcciones para la leche sin crema. 1 1 Temperatura de la leche i 1 ° 1 1 2 3 4 5 6 1 7 1 8 9 10 i 18 | 17.2 17.2 17.2 17.2 17.2 17.3 17.3 17.3 17.3 17.4 17.51 ~Í9~| 18.2 18.2 18.2 18.2 18.2 18.3 18.3 18.3 18.3 18.4 18.5 | 20 j 19.2 19.2 19.2 19.2 19.2 19.3 19.3 19.3 19.3 19.4 19.5 1 21 20.2 20-2 20.2 20.2 20.2 20.3 20.3 20.3 20.3 20.4 20. 5 i 22 21.1 21. 1 21.1 21.1 21.2 21.3 21.3 21.3 21.3 21.4 21. 51 ó u 23 22 22 22 23 22.1 22.2 22.3 22.3 22. 3 22. 4 22.5 s 24 22.9 22.9 22.9 22.9 23 23.1 23.2 23.2 23.2 23.3 23. 4 a 25 23.8 23. 8 23.8 23.8 23.9 24 24.1 24 1 24.1 24.2 24.3 •a o 26 24.8 24.8 24.8 24.8 24.9 25 25.1 25. 1 25.1 25.2 25.3! 27 25.8 25.8 25.8 25.8 25.9 2G 26.1 26.1 26.1 26.2 26.3 o 28 26.8 26.8 26.8 26.8 26.9 27 27.1 27.1 27. 1 27.2 27.3 \ 29 27.8 27.8 27.8 27.8 27.9 28 28.1 28.1 28.1 28.2 28. 3 1 tí o 30 31 28.7 29.7 28.7 29.7 28.7 29.7 28.7 29.7 28.8 29.8 28.9 29.9 29 30 29 30 29.1 30.1 29.2 30.2 29.3 30.3 32 30.7 30.7 30.7 30.7 30.8 30.9 31 31 31.1 31.2 31.3 «i o •a 33 31 7 31.7 31.7 31.7 31.8 31.9 32 32 32.1 32.2 32.3 ti ! o 34 32.6 32.6 32. G 32.7 32.8 32.9 32.9 33 33.1 33.2 33.3 35 33.5 33.5 33.5 33.6 33.7 33.8 33.8 33.9 34 34.1 34.2 36 i 37 \ 38 34.4 35.3 36.2 34.4 35.4 36.3 34.5 35.5 36.4 34.6 35.6 36.5 34.7 35.7 -y--- 36.6 34.8 35.8 36.7 34.8 35.8 36.8 34.9 35.9 36.9 35 36 37 35.1 36.1 37.1 35.2 36.2 37.2 39 40 37.1 37.2 38.1 37.3 38.2 37.4 38.2 37.5 38.4 37.6 38.5 37.7 38.6 37.8 |38.7 37.9 38.9 38 38.9 38.2 39.1 38. «""ragEagBjmAUaBM 05 00 Grados de la lecl e en el to 1 IO lacto-c lensimetro. to 1 10 1 JO Oí 1 *. «5 to ° ¿ 1 co 1 ° 05 05 1 ° 05 0, 1 05 1 *" 05 CO 0= to 00 05 ° to to o to tol 1—1 co 00 to 05 Sí 05 05 05 05 03 05 10 r 4^- co o to 4* to ce 4- s to Cl 4- to Ci to I to-*» 1 co" *- 1 Cn & £ §1 £ 1 £ p 05 00 § k c! 4» 05 05 0. c, 05 § * to I IO p I X Ci 1 Ci í2 c. 10 Ci to Ci to Ci to i to 05 1 tO al ^ ¡2 §1 ^1 5 £ ^ to JO C5 05 05 05 o 05 o 1 o Sf os1 05 to 05 05 O O to co o to oo Ci £S to o to Ci Cl to i to 1 to ^ 1 05 1 tO Cl 1 -o 1 oo Í2 §1 5 ce £ 5 ¿o co í 05 05 00 00 00 05 00 05 00 05 Oí 00 05 4-00 05 05 05 t^ 05 00 05 O 00 to co 00 *¿ ¡S to Cl 00 to Ci 00 to i to i to 4- 1 05 1 tO 00 1 CO 1 CO co §1 5 00 £ *. 05 CO 05 oo os «4 8 co 03 05 0= 05 .0 05 co 1 to o, co to to «4 to a> to 1 to 1 to Oí ^ 1 u to ,o to to o 5 5 " 4-to 05 P to 05 00 io p to 8 "to 03 4- 00 os to to to ¡Í ? 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Instrumentos aerométricos. Aestejénero corresponden los teimómetros , los baró- metros , la máquina preumática, etc. Hablaremos Ibera- mente de los primeros por ser los que pueden usarse mas en la farmacia. Estos son los inst:umentos que sirven paia medir los grados de calor, i están fundados en las leyes de dilatación de los cuerpo?, la cual guarda correspondencia con la can- tidad de calórico que se acumula en ellos. En su construc- ción se emplea la arcilla, el platino, el mercurio, el alcool hidratado i el aire. Los construidos con las dos primeras sus- tancias i que sirven para apreciar temperaturas mui eleva- das, se les llama pirometros, i a estos pertenece el de Wed"-- * — 87 — wood en que entra la arcilla, el de Daniell en que entra el platino , i otros siendo casi de ningún uso en farmacia. La descripción i u<;o de ellos puede verse en las obras de física ; del mismo modo que lo que respecta a los termómetros de a'cool i el diferencial de Lesli, que sirven para las temperatu- ras mui bajas. Contrayéndonos so'o a los de mercur'o, que son los mas necesarios, advertiremos sin detenernos en describirlos ni en su construcción , que los mas en u?o son tre*, el de Reaumur i el centígrado o el de Celsius en Franc a , i el de Fahrenheit en Inglaterra i Alemania. Todos ■ellos están construidos de un mismo modo i solo se diferen- cian en la escala. El de Reaumur marca 0o en la nieve i 80° en el agua hir- viendo. El centígrado marca 0o en la nieve i 100° en el agua hir- viendo. El de Fahrenheit marca 32° en la nieve i 212° en el agua hirviendo. El cero de este irtimo está fijado con una mezcla de nie- ve i s¡;l mirina , i la correspondencia entre sus grados es como sigue: Un grado delcentígrado=i de Reaumur= l£ Fahrenheit. Un grado Reaumu!=14 centígrado=24 Fahrenheit. Un grado Fahrenheit=$ centígrado=^ Reaumur. Para transformar los grados de un termómetro en los de otro , se procede del modo siguiente: Para reducir los grados centígrados a los de Reaumur, se multiplica por 4 i se divide por 5, v. gr.: 40 C. x 4-7-5=32° R. Para los d#> Reaumur en centígrados, se multiplica por 5 i se divide p<>r 4 , v. gr.: 32 R. x 5-=-4=40° C. Para reducir loa de Fulnenheit a grados centígrados se sustraen 32, se multiplica el resto por 5 i se divide por 9 , v. gr.: 104 F— 32 x 5-7-9=40° C. Para transformar al contrario los centí- grados en los de Fahrenheit, se multiplica por 9, se divide por 5 i se agregan 32, v. gr.: 40° C. x 9 -r-5 + 32= 104. Para re- ducir los grados de Fahr. a los de Reaumur, se sustraen 32, se multiplica por 4 i se divide por 9, v. gr.: 104 F—32x 4-j-9=32 R.: i viceversa para los de Reaumur en los di Fahrenheit. — Hfi — De las cubiertas, cimentos i lutenes. En muchas de las operaciones químicas, por el grado de calor a que se esponen; los instrumentos con que se ejecutan, se necesita pr<«tejerlos con algunas cubiertas para que no se deterioren; i en aquellas en que los productos son volátiles, es de mucha importancia que la unión de las partes de los aparatos estén bien ajustados : de a-jui nace la necesidad de las cubiertas i de los lutenes: los cimentos son útilísimos para las fracturas i hendidura?. Las cubiertas se aplican en lo interior de los hornos, a^i para evitar que el calor se disipe, como para protejer el hierro i materiales deque están construidos, de la acción del fuego, El mejor de estos es una mezcla de polvos groseros de ties- tos de barro, con una papilla de greda i agua en suficientes cantidades para hacerse una pasta plástica. Para darle maa tenacidad, se le añade jeneralmente mateiias fibrosas, como paja menuda, cáñamo cortado, etc., procurando hacer una pasta homqjenea: la proporción recomendada por Baumé es una onza a cinco de la mezcla. Esta especie de cubierta pue- de aplicarse también a los vasos de vidrio, que se es ponen al fuego, en los cuales para aplicarla de un modo uniforme, se pone, por ejemplo una retorta en la mezcla un poco clara i después do la seca esponiéndola a un suave calor; enseguida pe la vuelve a poner en la mezcla i se la vuelve a secar i asi de seguida, hasta darle el grueso de \ o \ pulgada de grueso, teniendo cuidado de no darle mucho grosor, de temor que por el fuego i el peso se desprenda. Los cimentos i lutenes son jeneralmente compuestos de ÉU-t°.ncias untuosas, o resinosas, inucilajinosas o jelatinosas; i también de arcilla u de otras materias capaces de resistir un grado elevado de calor. Lutenes untuosos i resinosos.—Pueden ser viscosos plás- ticos o compactos, i poseen la calidad de resistir a los vapo- res acres. Los siguientes son los mejores de esta clase. Ocho onzas de ceia i una de trementina, mézclense a un fuego moderado i según la consistencia que se necesite, agregúesele cantidadfs proporcionadas de resina. Este luten — 89 — adhiere mui bien al vidrio, i a mas de no ser penetrado fácil- mente por los vapores acres,es mui manejable, pero no puede esponérsele a 6° C. Derrítase esperma, i cuando ya derretida i caliente, añá- dasele cauchuc en pedazitos pequeños. Es un excelente luten, pero no puede esponérsele a un calor mui elevado. Con arcilla pura subtilmente pulverizada i mezclándole mui poco a poco en un mortero aceite secante de lino o bar- niz de succino i aceite de lino, removiendo la masa por algún tiempo, se obtiene un luten capaz de resistir un grado con- siderable de calor, es impenetrable a los ácidos i licores es- pirituosos, i ademas adhiere fuertemente a los vasos de metal i de vidrio cuando esté perfectamente seco: para contenerlo en las junturas a que se aplica, se le forra con unas tiras de vejia. A este luten puede sostituirle bien el formado con cal i aceite secante de lino. Seis partes de arcilla, una de limaduras de hierro i la sufi- ciente cantidad de aceite secante de lino, formando una pasta, constituyen un buen cimento para tapar las rajadu- ras de los tiestos de hierro, con tal que estén mui calientes. Cinco o seis pedacitos de resina del tamaño de una alberja, se disuelven en la cantidad mas pequeña posible de alcool, i esta solución se mezcla con 60 gramos de una fuerte solu- ción de colapis, hecha hasta la saturación con alcool o ron hirviendo; solución en la que precisamente se incorporan dos o tres pedacitos de galbauo o goma de ammoniaco. Se con- serva en un frasco bien tapado i se calienta lijeramente para hacer uso de él, cuando se necesita fijar vidrio sobre vidrio, o acero sobre vidrio. Otro luten que conviene sobre todos en la destilación de los ácidos, que tapa herméticamente sin endurecerse, que se le puede quitari vorverlo aponer,etc, se le prepara con acei- te de lino, en el cual se disuelve a favor de la ebullición caut- chuc fundido; a esto se agrega tierra de pipa, u otra sustan- cia análoga i se mezcla todo bien para hacer una pasta ho- mojenea i fácil de amasarse entre los dedos sin que se pegue a ellos. Este luten no se endurece cuando tiene bastante 13 — 90 — cautchuc fundido; pero cuando llegue a endurecerse, se le ablanda de nuevo majándolo en un mortero i agregándole un poco de aceite de trementina. Derritiendo cuatro partes de resina i una de cera i mezclándolas con una parte de polvos de ladrillo obtenidos por Ievigacion se obtiene un buen luten para fijar vidrio sobre latón. Lutenes mucilajinosos ijelatinosos.—Estos son aptos so- lamente en las operaciones en las que no se necesita de al- tas temperaturas, i en las que no se exhalan vapores mui acres. Son de fácil aplicación, son suficientemente adhesivos iscles puede remover fácilmente, humedeciéndolos con agua. En esta clase se colocan los siguientes : La vejía en laminas, i para hacerla mas adhesiva, se la moja en agua tibia hasta que se sienta viscosa al tacto; La harina de linaza o pasta de almendra en polvo mez- cladas con una cantidad suficiente de agua; Un engrudo de harina estendido sobre tiras de papel; El yeso calcinado i clara de huevo, leche, engrudo de almidón, mucilago, etc.; La cal i colcotar en partes iguales i clara de huevo. Lutenes terrosos.—Se usa de ellos en las operaciones en que se necesita de altas temperaturas i los siguientes son los mas propios: El yeso calcinado i agua hasta formar una papilla para aplicarla prontamente, forma un hiten mui firme, pero que está espuesto a quebrarse a un lijero golpe. Una onza de borrax disuelta en media pinta de agua hir- viendo, agregándole cal apagada en polvo i en cantidad sufi- ciente para formar una pasta lijera, forma un excelente luten. Se estiende con una brocha sobre la pansa de las retortas o se las introduce en ella, i cuando estén secas, se las cubre con otra capa de cal diluida en aceite de lino, batiendo la mezcla hasta que se haga plástica. Las retortas asi prepara- das pueden emplearse sin temor muchas veces renovando solo cada vez la capa de cal i aceite. Mezclando una parte de borrax fundido i pulverizado, cinco de polvos de ladrillo i cinco de arcilla en polvo i mezclado todo con un poco de agua, se forman flujos que son muchas — 91 — veces útiles para barnizar la superficie de los vasos, a fin de tapar los poros. Ochenta partes de limaduras finas de hierro, una de azu- fre, dos de sal amoniaco i la cantidad suficiente de ao-ua para formar una pasta, es un cimento excelente en las frac- turas de las piezas de hierro, aplicándolo inmediatamente a las rajaduras i dejándolas secar en seguida. Finalmente la arcilla pura en polvo mezclada con agua, es un excelente luten; pero se contrae mucho al fuego i para evitarlo se le une un poco de arena, de modo que no pierda su plasticidad i tenacidad. Esto lo hace mas fusible i que no sirva sino cuando mas ha«ta el rojo brillante; pero mas ade- lante se hiende. Para remediarlo, en lugar de arena se agre- ga polvo de crisoles de Hesse o de plombajína. V. DE LAS OPERACIONES FARMACÉUTICAS. Después de haber hablado de algunos instrumentos, el buen método exije se trate de las operaciones farmacéuticas que con ellos i otros se ejecutan. Por estas se estienden, to- das las manipulaciones empleadas para disponer del modo propio las sustancias que sirven para medicamentos, i en todas ellas debe presidir como preparación preliminar la mon- dacion. De esta el objeto es, despojar a los cuerpos de aque- llas partes que por razón de ser inertes, insanas o dañosas, son inútiles, o se oponen a su conservación, a sus virtudes, o causan su impureza. Por este motivo se monda de su ganga i de otras impuridades a los minerales; como a los súlfuros de antimonio, peróxido de manganeso, etc., a las raices de la tie- rra por medio de un cepillo, o del agua si las cubre algún hu- mor mucoso, i algunas veces de su epidermis como a las del malvavisco por dar un color i gusto desagradables a los coci- mientos, infusos, polvos, etc.; a los bulbos se les sustrae las raicillas i las cubiertas esteriores; a las hojas se las monda — 92 — de sus tallos, de sus peciolos i se separan las que están alte- radas; a las flores, algunas veces se las separa de sus pe- dúnculos, de sus cálices i aun hasta de sus uñas; a las semi- llas de sus cubiertas, otras de su pericarpio, como al trigo, cebada, etc., i asi de los demás, elijiendo las partes mas propias. Todas las operaciones farmacéuticas empleadas en el ob- jeto de la ciencia, pueden reducirse a cuatro clases, a saber» 1.° operaciones pur::mente mecánicas; 2.° operaciones en las que se producen cambios en los cuerpos, separando sus constituyentes sin una descomposición manifiesta; 3.° opera- ciones en que se producen cambios en los cuerpos con des- composición por la acción química de unos sobro otros; i 4.° operaciones en que se efectúan alteraciones en los cuer- pos por medio del calor. De entre todas ellas indicaremos aquellas mas principales i de mas uso. Operaciones mecánicas. Á esta clase pertenece la pulverización, que es el procedi- miento por el que los sólidos son reducidos a polvos. Los me- dios mas comunes de ejecutarla son, por medio del pórfido , como ya se ha dicho al hablar deeste instrumento, i por me- dio de almireces. En uno i otro caso es necesario tener pre- sente la naturaleza del cuerpo que se quiere pulverizar; por- que si es acido, no puede hacérsela pulverización ni en pór- fido ni almirez de mármol, porque serian atacados, i ni tam- poco en almirez de hierro si la sustancia estuviere húmeda i contiene alguna materia astrinjente. Tampoco pueden pulverizarse los cuerpos mui duros en morteros de vidrio, por el riesgo de que se quiebren; en fin deben elejir.se los morte- ros adecuados a la sustancias, en razón de su mas o menos resistencia i a las acciones químicas que puedan ejercer. Otra de la circunstancia que debe tenerse presente, es el evitar asi la perdida del polvo que se levanta , como también el daño que puede ocasionar al operador, como debe esperarse que acontezca pulverizando cantáridas, hipecacuana, etc. Para evitar estos males se han recomendado varios medios, entre — 93 — ellos el cubrir la boca del mortero con cubiertas de cuero, o de madera, dejando en medio un agujero o lo que es mejor, en lugar de estas,poner una bolsa cónica hecha de piel, la que se ata al rededor del mortero i la cúspide o punta en el maja- dero. Por lo demás, las sustancias que se sujetan a esta ope- ración deben estar secas, aunque hai algunas excepciones como el alcanfor, que para pulverizarlo se necesita humede- cerlo con alcool para desgregarlo; otras debe preparárselas con operaciones preliminares, como el cuarzo que se ha de poner al fuego i sumerjirlo después en el agua, a fin de re- ducirlo a pequeños pedazos ; para la goma resina es conve- niente untar superficialmente lo interior del mortero i estre- mo del majadero con aceite. Otro medio de pulverizar, que no deja de ofrecer ventajas, se ejecuta con molinos iguales a los de café, pero de mayor escala; a mas estos todos conocen la utilidad de los horizon- tales para moler semillas secas i harinosas, como el trigo i maiz, etc., i los de rueda vertical, para las sustancias leñosas, aceitosas i otras. Todos estos se prefieren a veces a los mor- teros; como también porser mui útiles los cilindros, ya sean de hierro o de madera. Para ciertas sustancias como el albayalde, el carbonato de magnesia, etc. que no necesitan sino de un pequeño es- fuerzo para dividirse , se emplean las cribas, i de estas se prefieren las de tejido de alambre a las de clin, colocándolas sobre un papel i frotando suavemente sobre ellas la sustan- cia, se consigue el efecto mejor que por cualquier otro medio. Por intermedio del agua, es un modo utii de pulverizar los cuerpos que son deleznables, pues por ella pueden separar- se las partes mas lijeras de las graves. La operación se redu- ce a contundir el cuerpo en un mortero, mezclarlo en seguida con el agua abandonándolo al reposo por un poco de tiempo para que se precipiten las partes gruesas, i decantar el li- quido. Dejándolo tranquilo se reúnen en el fondo las partes sutiles que estaban en suspensión, se decanta el liquido cla- ro i finalmente se seca el precipitado. Los toneles es otro medio ventajoso para reducirá polvos - 94 - los cuerpos resistentes, como la corteza de quina, el leño de safras, etc. El aparato consiste en un barril aplanado cons- truido con una madera fuerte, teniendo tres o cuatro pies de diámetro i ocho pulgadas de distancia de un fondo al otro. Lo interior de la maderi que une estos dos fondos, está cubierta con una plancha de hierro batido i formando ángulos salientes a manera de dientes, de ocho pulgadas de distancia poco mas o menos. En cada fondo hai una puerte- cita colocada una frente de la otra i bien ajustadas que sir- ven para limpiar el aparato. En la circunferencia hai otra puertecita para por ella echar las sustancias, i en ella también se coloca un marco con un enrejado de alambre i que ajuste bien, para cuando concluida la operación se quiera sacar el producto. Por el centro del tonel en la dirección de los fon- dos, se coloca un eje de hierro que puesto sobre dos mon- tantes, pueda moverse por medio de una cigüeña. Para ser- virse de este aparato, se introducen dentro las sustancias i con ellas algunas balas de hierro de cuatro a ocho onzas de peso, las cuales cerradas bien las puertas i dando movimiento, rebotan contra las desigualdades de los ángulos i sustancias sometidas a la operación i las reducen a polvos. Después de esto, colocando la puerta déla circunferencia hacia abajo i puesto el enrejado, se saca por ella el producto, que coloca- do en un tamiz por su medio se separan las partes mas finas de las mas gruesas, que se vuelven a poner dentro del tonel. Por lo último se vé que la tamización, la cual se ejecuta por el instrumento que ya se ha descrito, acompaña ala pulverización de los cuerpos , cuando a estos se les quiere reducir a polvos mas o menos finos, i también algunas ve- ces a la trituración, por cuyo medio se dividen los cuer- pos mediante movimientos circulares hechos con la mano del almirez; operación que casi se confundiría con la pulve- rización , si no tuviese también por objeto la división de ciertas sustancias poco coherentes i la délos grumos exis- tentes en algunos líquidos, como también la del mercurio para interponerlo con la manteca , etc. Otras operaciones análogas a las descritas i que como estas tienen por objeto la división mecánica de los cuerpos , son: — 95 — la concuasacion, que es el procedimiento por el cual se redu- cen a pedazos los cuerpos duros i frajiles por medio de un martillo u otro instrumento semejante: cuando esta opera- ción se aplica a sustancias fibrosas i que en este caso se eje- cuta en un mortero dando recios golpes con cl majadero diiijidos en sentido vertical, se la llama contusión. A mas de estas, hai la sección o incisión, que es la operación por la que se reducen ciertos cuerpos a partes pequeñas por medio de algún instrumento cortante como cuchillo?, tijeras, etc.; la razion, operación por la que se reducen los cuerpos a partí- culas mas o monos gruesas mediante la rayadera o escofina: el primero de estos instrumentos se emplea en los cuerpos blandos, por ejemplo, en los frutos o raices parenquimitosas, i la escofina para las sustancias orgánicas duras, como los leños, raices, etc. Cuando' estos procedimientos se ejecutan en los metales por medio de la lima, i en las maderas i raices duras, etc. mediante la sierra, las operaciones se llaman lima- ción i serracion. Hai algunos metales que oponen dificultad a dividirse por medio de la lima, cuando por otra parte se necesita el reducirlos a pequeñas partes para disponerlos a que sean atacados por los ácidos, o para otras aplicaciones. En este caso se ocurre a la granulación, que no es otra cosa que divi- dirlos reduciéndolos a pequeños granitos o pedacitos mas o menos finos llamados granalla. Esta operación se hace de varios modos. Si por ejemplo se pone plomo derretido en una vasija de metal agujereada a manera de criba, el metal se escurre por los agujeros en forma de hilitos, que haciéndolos caer en una vasija honda llena de agua, se reducen a granos llamados perdigones. Pero si en este caso se vierte cl me- tal fundido, en chorro delgado desde una altura como de cuatro pies, i se le recibe sobre una escoba que se coloca en un tiesto con agua i se la va volviendo con presteza, a pro- porción que va sobre ella cayendo el metal; de este modo decimos se consigue una granalla en granos mui finos. Tam- bién fundiendo el zinc i el estaño i vertiéndolos en un mortero que esté caliente, i triturándolos con presteza con la mano del mortero hasta que se enfrie, se consigue reducirlos a mui — 96 — pequeñas partes. Otro de los medios de conseguir el objeto, es el pasar los metales en la hilera o adelgazarlos en el la- minador i cortarlos después en pedacitos ; pero se les puede también obtener laminados con este fin, por un medio senci- llo i es , cojiendo con una cuchara de hierro metal derreti- do i arrojándolo con presteza en la superficie interior de li- na caldera espaciosa de cobre lisa i bien limpia. En la clase de operaciones que vamos describiendo se cuenta la loción o ablución, cuyo objeto es separar de los cuerpos las paites estrañas, mediante un liquido capaz de arrastrarlas o disorverlas. De aqui nace,"que la loción unas veces es puramente mecánica i otras mecánico-química. La primera se emplea para separar mediante el agua unos cuer- pos de otros, aprovechándose, después de pulverizados, de la diferencia de sus pesos específicos por ejemplo; el oro de la ganga i de los otros minerales con que esté mezclado, pulverizando el mineral i lavando con agua; el albayalde de la cal o yeso con que suelen mezclarlo, etc. Por la loción quimica se separan las partes estrañas de los cuerpos, valiéndose de un liquido que tenga una acción di- solvente, pero que no altere la naturaleza de las sustancias. Cuando esta especie de loción se hace en grande, se abrevia muchoempleandograndes cantidades de liquido a la vez. La materia se revuelve con el liquido, se deja precipitar por el reposo, se decanta, se reuueva el líquido, i estas manipula- ciones se lepiten ba*ía que los liquidos decantados no con- tengan sustancias disueltas. De modo que no puede darse por bien lavado un precipitado, hasta que desleído en un po- co de liquido i filtrado, este no dé indicio de cuerpos en di- solución por medio de los reactivos. Concluida la loción, se pone el precipitado sobre un lienzo mojado o en un filtro de papel para que escuna el liquido que contenga. Este último aunque mui útil, no puede usarse de él en todos los casos, paes en muchos de ellos i principalmente cuando el precipitado es cuantioso, las partículas pulverulentas se reú- nen abriendo grietas i falsas vias, por donde se escurre el li- quido. Asi es que por esta razón, la loción sobre filtros solo se aplica para lavar precipitados en corta cantidad, como por — 97 — ejemplo los obienidos en los ensayes o análisis. En estos ca- sos con el objeto de lavar bien asi los precipitados como también el filtro, se usa de la botella de loción de Berzelius, que es un frasco ordinario cuya tapa de corcho es atraveza- dapor un tubo capilar. Se sopla con fuerza por el tubo de modo que se introduzca aire en la botella, i el agua con- tenida en ella sale con fuerza por la estie- midad del tubo por la influencia de la pre- sión interior. El chorro rápido que de esto resulta, es mui útil para despiender las ma- terias que se hayan unido a las paredes del filtro, i llevarlas al fondo al m'smo tiempo que se lava el filtro. Igual efecto se obtie- ne por el aparato que manifiesta la (fig. 25). Como se ve, es un frasco que contiene agua Fig. 25. u otro liquido propio para la loción , pues como se ha dicho puede ser alcool, éter, etc. La tapa tiene dos agujeros, de los que uno es atravezado por un tubo recto i de punta estrecha, i el otro por un tubo encorbadoen ángulo que se prolonga bastante dentro del frasco. Cuando este se inclina, el agua sale en chorrito por la estremidad del tubo recto, obligada del aiie que entra por el tubo encorbado. Cuando los precipitados son abundante?, la loción se hace por decantación, que tiene por objeto el separar un liquido sobrepuesto a otra sustancia ya liquida, ya solida, que forman capas distintas. Para ejecutar esta operación, se dejan pri- meramente precipitar por el reposo, todos los cuerpos que están en suspensión en el liquido si son sólidos, i si liquidos que se coloquen encapas según sus pesos especificos i queden de estemodo separados. Cuando llegue estecaso, se puede ha- cerla decantación inclinando la vasija suavemente i dejando escurrir el liquido por el pico, apoyando en él una varita de vidrio o de madera para poder conducir el chorro. Si se opera enmasas considerables, el mejor modo de decantar es servirse de vasijas que tengan varios agujeros en su lonjitud, pero hasta solo una altura del fondo que no llegue hasta el depó- sito. En ellos se ponen espitas o cañitas con tapa, i a propor- ción que llega a ellos la materia clarificada, se les abre i se — 98 — va dando salida al liquido. Aunque este procedimiento es aplicable aun a masas poco considerables, se prefiere no ob- tante en este caso el ejecutar con el sifón. El mas simple es un tubo encorbado de modo, que tenga poco mas o menos la forma de una V in- versa (fig. 26), teniendo una de sus ramas un poco mas larga. Sumetjiendo la rama corta en el liquido i aspirando por la otra, el liquido se eleva en el sifón, lo llena i quitando la boca, comienza a correr i continua hasta que su nivel se baje a la estremidad inferior de la rama Fig. 26. corta. Para cuando los liquidos son de tal naturaleza que pue- dan causar daño llegando a la boca al aspirar para hacer el vacio en el sifón, se usa de uno déla construcción que rep¡e- senta la (fig. 27). En este caso es necesario tapar con el dedo la esiremidad inferior del sifón, en el momento que se aspira por la cur- ba, i luego que el liquido haya llegado a esta estremidad, se quita para darle pasaje. Cuando los liquidos exhalan vapores da- ñosos a la respiración, es conveniente modifi- car el procedimiento operatorio. Se sirve del sifón simple, pero antes de sumerjirlo en el Fig. 27. liquido, se jo llena del mismo liquido o de otro que pueda sin inconveniente mezclarse al producto; se /^ V V& Fig. 28. tapan con los dedos ambas estremidades del si- fon , se sumerje la estremidad mas corta en el liquido i se quita el dedo de la estremidad de la rama mas larga: al momento se establece la sa- lida continua. En el mismo caso puede emplearse el sifón de Hempel, que es un tubo encorbado a la ma- nera de la (fig. 28). La rama mas corta se la sumerje en el liquido, i en ella se adapta un em- budo, cuyo cuello es mas. largo que la altura del sifón. Se vierte un poco del liquido qus se vá a decantar en el embudo i en seguida se qui- Fig. 29. — 99 — ta este para'que se establezca la corriente, que luego se efec- túa por la rama larga. Cuando los liquidos estíin contenidos en vasos de aberturas estrechas, se sirve con ventaja del sifón de Bunten (fig. 29), que es un sifón ordinario teniendo una bola hacia lo alto de la rama larga. Esta , inclusa la bola, se llenan de liqui- do i se sumerje la rama corta, i tan luego como se destapa la estremidad de aque- lla, se establece la corriente. Si la operación tiene por objeto sus- traer pequeñas cantidades de liquido, se verifica por medio de jeringas o de pipetas (figs. 30 i 31). Para servirse de ellas, se sumer- je la estremidad estrecha en el liquido, i se aspira con la boca por la otra pa- ra hacer subir el liquido i llenar en gran parte la pi- peta. Tapando en seguida la abertura superior con el dedo, se conduce el liquido sin derramarse hasta el vaso en que quiera recibir- le, el que fluye tan pronto como se quite el dedo. Un medio injenioso, pero para aplicarlo a pequeñas can- tidades de liquido, es valerse de una torcida de algodón, de papel sin cola o ele otra co.a semejante, la cual mojada se coloca de tal modo, que un estremo mas corto sumerja en el liquido, mientras que el otro mas largo penda hacia fuera o esté colocado dentro de otro vaso. El liquido se escurre aun filtrado a lo largo de este sifón, i deja casi en seco el preci- pitado.Por este medio se puede separar a voluntad cualquier aceite de dos que mezclados se han separado por el repeso. — 100 — Para esto solo es necesario mojar la torcida con el que se quiere separar. Para este fin se pueden usar también de los embudos que ya hemos descito e indicado el uso. Ai hablarse de la loción o lavado, se ha hecho mención de los filtros, por cuyo medio, como se ha visto, se ejecuta en algunos casos aquella operación, pero mas propiamente la llamada filtración. Su objeto es separar los liquidos de los solidos que tengan en suspensión, haciéndolos atravezar por porosidades que permitan el transito por ellos a solo los líquidos, i el aparato adoptido al efecto se llama filtro. Las materias que para esío se emplean mas jeneralmente son: el papel, los tejidos de lana, de hilo i de algodón velloso, el algodón cardado, la estopa, las esponjas, la arena lavada, e' vidrio molido, el carbón, las piedras i vasijas porosas, etc.; debiendo, al hacer la elecion, arreglarse a la naturaleza de' filtro i a la de los liquidos que deben atravesarlo. Los filtros de papel son los mas comunmente usados, prin- cipalmente cuando las cantidades no son en mui grande es- cala; pero es necesario.tener presente, que los papeles de que se hacen, muchas veces contienen materias solubles, que di- solviéndose en los liquidos que por ellos se filtran, les co- munican un olor i gusto desagradables. Este inconveniente es de necesidad evitarlo, i mas particularmente cuando se trata de líquidos que son casi insípidos, o de aquellos que son de un sabor esquisito, en los cuales se hacen aquellos mas perceptibles; lo que para conseguirlo basta elejir los papeles menos coloreados, lavarlos bien en agua hirviendo i secarlos antes de emplearlos. Según sea el fin que se propone en el uso de esta especie de filtros, asi debe ser la forma que debe dárseles. Si el ob- jeto es el lavar un precipitado, se usa del filtro que se llama unido, el cual se forma con un papel cuadrado doblándolo dos veces, de modo que las cuatro esquinas cuadren las unas sóbrelas otras. Separando unas de estas de las otras tres, se tiene una cavidad en forma de un cono irregular; pero si antes de separarla se cortan las cuatro puntas en linea circular sirviendo de centro el otro estremo, separando aquella, se obtiene un cono perfecto. Al poner estos filtros en — 101 — los embudos en que es necesario colocarlos, es conveniente aplicar sus hojas contra las paredes de estos, de modo que se impida todo lo posible el que se escurra el liquido en- tre el papel i el vidrio, i foizailo a que salga por la punta del filtro después de haber lavado el precipitado. Para esta dis- posiciones necesario hacer el pliegue interior de manera, que determínela adherencia: a fin de despegar el precipitado unido a las paredes i reunirlo en el fondo del filtro, se usa de la botella de lavar. Cuando el objeto es aclarar un liquido separando las ma- terias insolubles que mantenidas en suspensión lo enturbian, se necesita al contrario separar las paredes del filtro de las del embudo, i esto se consigue usando de los filtros plega- dos , por cuyo medio se abrevia la filtración. Su construc- ción es mui sencilla, pues es el filtro unido doblado muchas veces sobrev sí mismo , haciéndole pliegues triangulares a guisa de abanico, procurando formar un cono en zigzac , que se adapte a la cavidad del embudo como, lo represen- ta la (fig. 32). Para obtener mejor re- sultado, los Alemanes construyen em- budos estriados, pero no son tan bue- nos como colocar a lo largo i alrededor contra las paredes del embudo, tubos de vidrio, trozos de cañas de trigo, de Fig. 32. maderas, de ramas delgadas, etc. sobre las cuales se pone el filtro. Al colocarlo es necesario no hun- dirlo mucho en el embudo de temor de obstruir el pasaje del liquido, ni dejarlo de hundir un poco, porque sin esto el fon- do del filtro se redondearía i no siendo sostenido por las pa- redes del embudo, cedería a la presión de aquel iserompe- ria. Para evitar esto mismo, es necesario impedir también que el chorro d,4 liquido no caiga en el fondo sino sobre las paredes, i para conducirlo se usa de un tubo de vidrio o de un palito colocándolos de modo que toquen el borde del vaso, los cuales si están mojados de antemano, conducen mejor el liquido desde el principio. Otra observación impor- tante en orden a los filtros, es el no darles mayor dimensión — 102 — que la del embudo i de mojarlos antes con agua, a fin de que absorvan lo menos posible del liquido que se va a filtrar. No siendo los vehículos volátiles, por que habría perdida, i cuando la materia que se tiene que filtrar es en cantidad, se suprime esta forma de filtros, i en su lugar se estiende simplemente el papel sobre un tejido bien raso, colocado en una crucera i sostenido por las puntas de los clavos de sus ángulos. Estos fi'tros aunque de grande capacidad son al- gunas veces tardidos, i para ganar tiempo en este caso,es mas conveniente multiplicar los filtros de papel en los embudos. Por otra parte, si el liquido que se quiere depurar contiene un depósito pulverulento abundante, es inútil emplear el intermedio del pape!, porque basta una simple tela colocada en una crucera. Las primeras porciones de liquido que la atraviesan son turbias, i se vuelven a echar en el filtro; pe- ro luego que el diámetro de los poros de este se disminuyen por interposición de las molecula.s del precipitado, el liquido se aclara. La necesidad de estar frecuentemente poniendo liquido en el filtro en proporción que el que se ha puesto lo vaya trans- pasando, i hasta que el precipitado quede bien lavado, o se acabe de filtrar la cantidad de liquido que se trate de depu- rar, hace de la loción i filtración unas operaciones incomo- das , mayormente cuando la cantidad de este es grande, no tanto por su morosidad como por la atención que ellos exijen, que a veces puede llegar a hacerse esclusiva por no poder ocuparse de otras. En este caso el medio de obviar la perdida de tiempo i hacer la manipulación mas cómoda es el uso del injenioso aparato inventado por M. Haüy, adrirtiendo solo: que cuando se aplica a la filtración, debe ser en circunstancias de que los liquidos que se trate de de- purar, no contengan sustancias que se depositen en eses o precipitados, por que en este caso obstruirían el tubo del apa- rato i el resultado quedaría sin efecto. La botella de lavar filtros, este es su nombre, es un frasco o botella a cuya boca se adapta una buena tapa de corcho atravesada por un tubo abierto en las dos estremida- des, de 0™10 a 05n12 poco mas o menos de largo i de 0m — 103 — 006 de diámetro interior por lo menos, por que siendo maa pequeño impediría que el aparato funcionase. La estremi- dad que se introduce en el corcho, se la debe colocar en él de tal modo, que penetre solo su espesor, de manera que quede igual con su superficie, i cerca de la otra se practican dos agujeritos uno en frente del otro, de 0m 004 de diámetro poco mas o menos, los cuales se abren o con la lima o el en borde de un molejón. Erando todo asi preparado, se pone liquido en la botella ajustando bien a su boca la tapa, i se la invierte en el filtro que contenga ya liquido, teniendo cuida- do de sumerjir la estremidad del tubo de tal manera, que se sumerja solamente hasta las aberturas. En e^e caso el nivel del liquido del filtro se abaja, las aberturas se descubren poco a poco, i cuando lo están del todo, el aire esterior pene- tra por ellos en burbujas en la botella, i como al mismo tiem- po vierte agua en el filtro, esta cubre de nuevo las aberturas i la efusión cesa, para continuar tan luego como aquellas estén descubiertas por el descen- so ckl liquido en el filtro. Para mayor comodidad, antes de po- nerse la botella llena de agua so- bre el filtro, puede adaptarse un taponcito de corcho al tubo in- yectador i quitarse con cuidado por medio de una pinzas después que esté colocado. La (fig. 33) in- dica la disposición del aparato : la botella , del modo que se vé, está sostenida por un aro de metal so- bre el filtro que deja caer el li- quido filtrado en el vaso o reci- piente. Acontece algunas veces que la botella de lavar filtros se ceba difícilmente al principio, sobre todo si el tubo está un poco grasoso; pero bastará sacudirla lijeramente para hacer- la funcionar. En este aparato el agua cayendo vertical, levanta el pre- cipitado lijeramente; mas si no se cree conveniente esta ají- -K: — 104 — tacion, se remedia con facilidad tapando la extremidad del tubo va con el soplete o con un taponcito de colcho i a su abertura se sostituyen cuatro agujeritos circulares, sobre los que cuadran otros cuatro quedando uno sobre otro. Por la misma razón que en el interior, cuando los agujeritos supe- riores quedan descubierto?, el agua se introduce por ellos en la botella i por los inferiores, el agua se vierte en el filtro en una dirección horizontal. A este tubo se puede sustituir otro aun mas sencillo, en el cual los agujeros son reempla- zados ventajosamente por dos biseles opuestos. Si se esceptuan los liquidos cargados de soda o potasa, por- que destruyen mui luego los filtros de lana, los cocimientos, liquidos siruposos i otros semejantes, se filtran o cuelan al través de estameñas, botellas i también de tela vellosa de algodón, que para hacerlas mejores deben tener la forma de una manga cónica, apoyada su boca en una crucera. Para colar por dicha manga,se vierte el liquido en el filtro doblado i con el vértice que se saca por el centro hacia arriba, el cual suspendido de un hilo, se va bajando a proporción que el li- quido resiste pasar, en razón que se van obstruyendo las ma- yas; de esta manera se renuevan superficies al liqu'do, por las cuales puede pasar libremente, al paso que las impurida- des se reparten mejor. Los filtros de lienzo i algunas veces con preferencia los tejidos vellosos de a'godon, por que el vello aumenta la es- trechez de los poros, son útiles para filtrar liquidos mucila- jinosos i aquellos que conviene separar de grandes cantida- des de algún precipitado. Para disponerlos de un modo pro- pio, basta solo mojarlo-i en el agua, i después de estrujados con las manos, colocarlos en las cruceras. Cuando se emplea esta clase de filtros, siempre queda sobre ellos una cantidad no despreciable de liquido mezclado a los residuos, pero será una mala práctica, si por tratar de aprovecharlo se em- please la espresion, a menos que después se filtre el produc- to; porque violentándose el tejido del colador, pasan las par- tículas mas finas i el liquidóse enturbia. En este caso vale mas para desalojarlo, el rociar de cuando en cuando el resi- duo con el vehículo correspondiente, en una palabra usar de la loción. — 105 — Los filtros de algodón se reservan por lo regular para loa líquidos que son valiosos, como por ejemplo los aceites esenciales, o para aquellos que se obtienen en cortas can- tidades. Se introduce en el cuello de un embudo un poco de algodón escarmenado, comprimiéndolo un poco i sobre el se vierte el líquido. Al algodón se puede sostituir un pe- dacito de esponja bien lavada, en los casos de filtrar ciertos líquidos acuosos alcoolicos que solo tienen un lijero entur- biamento, en cuyo caso se deja caer el líquido en chorro mui delgado. Los ácidos concentrados se filtran al través de vidrio moli- do. En el cuello de! embudo se coloca primeramente vidrio en pedazos gruesos, en seguida mas pequeños i últimamente molido, sobre el cual se vierte el ácido, el que atravesándo- lo, deja en su superficie las materias que turbaban su trans- parencia. Es necesaiio tener la precaución de mojar el vi- di io que debe servir de filtro en ácido muriatico concentrado que disuelve las partes terrosas adheridas i en seguida lavar- lo repetidas veces con agua, a fin de quitar todo ácido exce- dente. El filtro de que se acaba de hablar puede ser sostituido por uno formado con pedazos de cuarzo i arena bien lavada el cual sirve también para filtrar aguas turbias. El carbón es una sustancia mui recomendable para filtrar las aguas i en especial las que están corrompidas; por que a mas de separarles las materias que las enturbian, por la propiedad que tiene de absorver los gases, les quita su mal olor i a mas se combina químicamente con ciertas materias colorantes i les da su transparencia natural. Mr. Bussy ha demostrado que esta propiedad es modificada por el estado físico i químico del carbón. Cuando esta sustancia contiene hidrójeno como el que procede de los vejetales, descolora con menos eficacia, que el carbón azoado que resulta da la carbonización de las materias animales. El estado de di- visión del carbón también influye poderosamente sobre su facultad descolorante i desinfectante; asi es, que si se calcina una materia vejetal o animal mezclada con alguna sustancia terrosa, las partículas de carbón aisladas unas de 15 — 106 — trtraa, descoloran mucho mejor. Por esta razón se observa tpie el carbón que procede de las materias animales, que na- turalmente contienen interpuestas sustancias minerales, des- colora mucho mas que el carbón animal puro, i aun mejor que las mas íntimas mezclas hechas artificialmente. De aquí la justa preferencia que se dá al carbón de huesos sobre lo? demás. Nada mas fácil que el construir el aparato para por medio del carbón filtrar las aguas i aun otros líquidos. En el fondo de una cuba o tone! se adapta una espita por la que se recojerá el agua filtrada. Dentro de la cuba se pone prime- ramente algunos pedazos de cuarzo o guijarros ; sobre estos una capa de arena gruesa, luego otra de carbón grosera- mente molido i pasado por una criba para separar el polvo sutil, i finalmente una de arena. Empleando el carbón con el doble objeto de descolorar i filtrar, es mui útil la perma- nencia del líquido en su contacto) para despojarlo de la ma- teria colorante, i si el carbón puede obrar en caliente, es mas seguro el éxito que en frió : durante este tiempo debe tenerse cerrada la espita, por donde debe escurrirse el líqui- do tan luego como se le dé pasaje. Aunque bajo de muchos respectos los fileros sean mui útiles en la preparación del agua para bebida, ofrecen el in- conveniente, que la que los atraviesa es menos aireada que la que se aclara por el reposo ; por cuya razón esta última debe ser preferida a aquella, si no es aireada después de su filtración. Las vasijas de piedra i de barro porosas sirven también pa- ra purificar aguas limosas, i estas últimas para preparar aun* agua fresca, a causa de la evaporación que se establece en su superficie a espensas déla sustracion de calor, asi del vaso corno del agua interior, bajando de este modo la temperatu- ra. A este respecto bastante conocido es el uso délas botellas llamadas alcarrazas, que aun se pnedenhacer de mezclasarti- ficiales de ciertos barros comunes con sal común. Construi- dos los vasos i llenos de agua, la sal se disuelve al cabo de al- gún tiempo, i deja cn su lugar un crecido número de poros,, por donde sale el líquido que baña la superficie esterior. Como la filtración de los líquidos que deben sustraerse — 107 — del contacto del aire, como los álcalis cáusticos por absorver el ácido carbónico de la atmósfera i por su volatilidad los al- cooles, éteres, etc., no puede ejecutarse sino en aparatos ade- cuados; entre los que con este objeto están en uso, recomendamos el llamado de reemplazo, por ser el que a mas de reunir las condiciones precisas, es también el mas sencillo en su cons- trucción. Este está reducido a una alargadera (fig. 34) tapada en la parte superior con una tapa amolada i ajustada al frasco, cuyas dos piezas son comunicadas por un tubo. Cuando se trata de filtrar líquidos etéreos , alcoolicos, álcalis cáusticos, etc., se pone un poco de algo- don escarmenado en el cuello de su alargadera i al rededor del tubo; después de vertir el líqui- do se pone la tapa i se le ajusta al frasco luego que el líquido pase claro : en caso de que sean Fig. 34. ácidos, al algodón se sostituye al vidrio, como se ha dicho. Si por los medios que algunas veces se emplean en la de- fecación o depuración de los zumos vejetales,"como también en la clarificación de ellos i otros líquidos, se puede decir que pertenecen a otra clase de operaciones ; atendiéndose también a que no son otra cosa que unas decantaciones o filtraciones especiales, se pueden colocar en el mismo jénero que estas, si no se las quiere mirar como unas misma?. Por defecación o depuración se entiende el procedimiento por el que se depuran los zumos vejetales, en lo que se deben guar- dar ciertas reglas según sea su naturaleza. Los zumos de frutos ácidos se defecan por el reposo, o como también se dice por subsidencia, en cuyo período se excita una lijera fermentación mediante la cual se separan las eses. Después de asi defecados se les separan por decan- tación, se cuelan por una estameña i en seguida se filtran por un papel. Los zumos mucilajinosos, como los de las borrajíneas i aun los de las plantas no aromáticas en jeneral, se defecan calentándolas hasta la ebullición, filtrándolos después o co- lándolos por una estameña. En este caso la albúmina vejeta — 108 — por la propiedad que tiene de coagularse a esta temperatura, arrastra consigo, asi la clorofila como las partes fibro- sas que pasan con los zumos al estraerlos; pero es mas recomendado es depurarlos mediante la subsidencia i filtra- ción ; en verdad los zumos asi preparados son poco altera- dos i hasta conservan su albúmina, como por ejemplo los de fumaiia, achicorias, etc. Los de las plantas aromáticas cuyo aroma no es fugaz, como los de las labiadas por ejemplo, se depuran esponién- dolos al calor del baño de maria hasta la ebullición del agua. El zumo se le coloca en un matras, i luego que el coa- gulo se forme, se le deja enfriar fuera del baño para después proceder a la filtración. Por el contrario, los zumos délos vejetales que contienen un principio aromático fugaz, como el picante de las cruci- feras, debe defecárseles en fiio i con la brevedad posible, si se quiere conservar de ellos aquel principio al cual deben sus virtudes. Uno de los medios para obtener un buen resulta- tado, es añadirle una cierta cantidad de algún zumo ácido como el de limón, naranja, etc., los que coagulando la albú- mina vejetal, se precipitan con ella todas las demás impuri- dades, i por la filtración se obtiene un líquido transpaiente de color de vino. Este procedimiento es mui recomendable, porque a mas de ser el zumo ácido en corta cantidad, lejos de disminuir la virtud escorbútica que les es propia, mas bien la favorece. No asi el alcool, que aunque como aquel'os coagula tam- bién la albúmina vejetal de los zumos, su mezcla puede con- trariar sus virtudes. Cuando es conveniente usar descoloreados los zumos de los vejetales, es necesario filtrarlos por algunas veces al tra- vés del carbón; a escepcion de los aromáticos que perderian talvez muchas de hus virtudes, por la tendencia de esta sus- tancia para absorver los principios volátiles. Clarificación es sinónimo de depuración, pues tiene el mis- mo objeto i se ejecuta por los mismos medios que aquella. No obstante se llama clarificación mas propiamente hablan- do, cuando este procedimiento de separar de los líquidos las impuridades, se hace mezclándoles unas sustancias que coa- — 109 — guien en medio de ellos, i en su conífacion arrastren consigo todas las partes estrañas. Asi es que el vino i el vinagre, que se depuran i descoloran pasándolos varias veces al través del carbón, se clarifican también, en especial el segundo, agre- gándole una corta cantidad de leche hirviendo, la que al coa- gularse se apodera Áe la materia colorante i de las demás que lo enturbian. Las sustancias que se emplean en esta manipulación son la jelatina, los ácidos, ciertos vejetales astrinjentes, el alcool, la sangre, la albúmina del huevo, etc. De estas dos últimas se usan especialmente para clarificar los líquidos sacarinos, como el de las uvas i los jarabes. Para el efecto se deslié la albúmina bien en el agua, i agregada una parte al líquido que se quiera clarificar, se la deja hervir en él hasta que se forme en la superficie una espuma, en cuyo caso se separa del fuego para quitarla después de un rato de reposo. Después de sustraerla, lo que se llama depumacion, se vuelve a poner la vasija al fuego i al levantarse el hervor, se agrega albú- mina en forma de chorro alto i se repite la misma opera- ción que la primera vez, i asi de seguida hasta que se crea bien clarificado el líquido, lo que concluido se filtra o cuela según la naturaleza del producto. Los vinos se clarifican con la jelatina i la albúmina, a causa de que se coagulan combinándose con la materia co- lorante astrinjente, i a mas esta última con el alcool i los ácidos libres que ellos contienen i que producen el mismo resultado. Esta operación debe hacerse en frió i después de haber hecho algunos ensayos en pequeños, a fin de ave- riguar las cantidades que son necesarias para la clarifica- ción del todo, La sangre de buei, aunque obra como la albúmina, solo se la emplea para operar en grande, ya sola, o con carbón animal para descolorear los líquidos ; de modo que por esta razón se usa de ambas para clarificar los vinos tintos i de la jelatina para los blancos. La sustancias astrinjentes, los ácidos vejetales en jeneral i el alcool, se emplean para coagular la leche en la prepara- ción del suero ; a mas de estos se usa de la presoia contení- — 110 — da en uno de los estómagos del becerro i de la flor del cy- nara cardunculus con el mismo objeto. Finalmente entre las operaciones de la clase de que nos hemos ocupado, se encuentran naturalmente la espresion i trociscacion. El objeto de la primera es el separar los liqui- dos de las materias sólidas interpuestas, i se ejecuta, como se sabe, por varios medios, desde valerse de las manos hasta usar de las prensas. El de la segunda es el reducir a ciertos cuerpos hechos una masa blanda,a pequeñas partes llamadas trociscos, a fin de facilitar su desecación. La masa se hace mediante el poifi o con el intermedio de un lqíuido conve- niente, que puede ser el agua, el alcool, etc., i esta operación se llama levigacion. En seguida se la pone en un embudo, que teniéndolo en una mano, con la otra introduciendo en el cuello una varilla o tubo pleno, se la hace caer sobre un papel en pequeñas masas que luego toman la figura de un cono. A fin de abreviar, se usa de un mango de madera ter- minado por un aro i teniendo a mas cerca de este una pro- longación perpendicular. Colocada la masa en el embudo i este en el aro, se toma por el mango i golpeando con el pie o prolongación sobre el papel cae fácilmente la cantidad suficiente para formar un trocisco. Se las operaciones por las que se producen mutacio- nes en los cuerpos, separando sus constituyentes sin una manifiesta descomposición. Los cambios que se verifican en esta clase de manipula- ciones, se efectúan mediante el calor, por medio del agua i otros fluidos i también por ajentes químicos, como es la coagulación. Los que se obtienen por el primero son : Íj:\ fusión, que es el procedimiento con el cual se hacen pasar los sólidos al estado líquido medíante la acción de es- te ájente i se la divide en dos especies. La qne esperimentan los cuerpos a espensas del agua de cristalización, tal como la del alumbre para hacer en farmacia lo que se llama alu- men ustum , se la llama fusión aquosa ; la otra es la ígnea — 111 — i es aquella por la que los sólidos se liquidan mediante el calor sin la intervención de aquel líquido: tal es la que presen- tan los metales. No obstante debe advertirse, que hai sustan- cias suceptibles de ambas fusiones: en tal caso se mantienen líquidas hasta que evaporiza idose el agua se solidifican* para volver u liquidarse si se aumeriti la temperatura. Los sólidos fusibles espu-stos a la acción del calor, no pasan por estados intermedios de blandura para 11 gar a tomar la forma líquida, propiedad que como ya se ha dicho, está en razón déla conductibilidad para el calórico, sino que la adsumen inmediatamente, tan luego como adquieren un cierto grado de calor. Este que se llama punto de fusión, es mui diverso en los diferentes sólidos, pero a este respecto se puede decir en jeneral; que las sustancias simples son n>éno3 fusibles que las compuestas, aunque hai en unas i otras al- gunas como ciertas tierras por ejemplo i el platino, que no se funden si no se promueve su fusión por la adición de otros cuerpos que se denominan flujos. Liquefacción es una modificación de la fusión ; pero se diferencia de aquella, en que el cambio que esperimentan -ciertos sólidos en líquidos esponiéndolos a un moderado calor, lo efectúan pasando por varios estado* intermedios de blandura. El sebo, la grasa, la cera, la resina i otros muchos cuerpos semejantes que son malos conductores del calor, espeiimentan la fusión ; operación que se emplea en farmacia para facilitar la combinación de estos cuerpos en la formación de los ungüentos. Evaporación es la operación empleada en farmacia, con -el objeto de separar una sustancia fija disuelta en el agua, *i otro líquido suceptible de transformarse en vapor. En la práctica se diferencia esencialmente, de la vaporación, en que en esta se considera el vapor i sus efectos i en la eva- poración el residuo. Asi se vapora para hacer ciertas fu- migaciones, i se evapora para concentrar o reducir a un mas pequeño volumen los jugos, las solucione?, etc. La evaporación está fundada en la propiedad que tienen ciertos líquidos para combinarse con el calórico, i disi- parse en la forma de un fluido aeriforme. Estos cuer- — 112 — pos forman en toda circunstancia, una cierta cantidad de vapores, que es proporcional al espacio i ala temperatura. Dicha cantidad es constantemente la misma en un espa- cio dado, que esté vacío o lleno de aire; varía con la tem- peratura i es tanto mas grande cuanto esta es mas elevada. Se observa que la evaporación se hace mas pronto en el va- cío que en el aire, a causa del impedimento mecánico que encuentran las partículas del vapor para colocarse entre las del gas; pero al fin con el tiempo la proporción de vapor formado en un igual espacio, vacío o lleno de aire, es absolutamente la misma. Aplicando estos principios a la evaporación, se tiene : 1.° Que la evaporación de un líquido cesa en una atmós- fera, tan luego como esta esté saturada de un vapor. 2.° Que en un espacio limitado que no esté saturado de vapores, la evaporación se efectúa hasta que el espacio esté saturado. 3.° Que la atmósfera en que por su movimiento se re- nueva el aire sin cesar en la superficie del líquido , la eva- poración no tiene otro límite que la cantidad de este , a menos que el aire se haya saturado de sus vapores , como acontece algunas veces por el agua, después de muchos dias de lluvia. Por el contrario , que la evapoiacion se hace mas rápida a medida que el aire está lejano del estado de saturación. 4.° Que la evaporación es mas pronta, a medida que la temperatura es mas elevada; i que a mas es proporcional a la fuerza elástica del vapor que se forma , según Dalton. 5. En fin , que aumentando el movimiento del aire , la evaporación es mas pronta. . Según sea el método que se emplea en evaporar los líqui- dos, se distingue : 1.° la evaporación en el vacío ; 2.° la eva- poración espontánea; 3.° la evaporación por el calor. La primera, aunque mas acelerada que la espontánea, en razón de que la presión es casi nula , i que de ella se hace un uso frecuente en los laboratorios para concentrar líquidos mui alterables por el calor i el aire , es mui pocas veces em- pleada en la preparación de los medicamentos por la dificul- — 113 — tad que ofrece su aplicación en grande escaía. De las leyes en que está fundada i de los medios paia promoverla hemos hablado anteriormente. No obstante el inconveniente indi- cado, recomendamos un aparato que a la par de sencillo, lo remueve de algún modo, aplicándolo con buen éxito en cier- tos casos. Sobre una lámina de mármol o de otra sustan- cia bien pulida, se pone una cápsula con ácido sulfúrico con- centrado ; i encima, pero mui próxima , se coloca otra de menos diámetro, que contenga el líquido que se quiera eva- porar. Ambas cápsulas asi dispuestas, se las cubre con una campana de vidrio o de loza , que no sea alta , i se la ajusta a la lámina, enlodando bien sus junturas con sebo u otra al- garaasa aparente , con el fin de impedir el contacto del aire esterior. En este caso se ejecutan los mismos fenómenos que en el vacío de la máquina pneumática , a escepcion de estraer el aire, pero que no impide como lo hemos dicho, para obtener el mismo resultado. Sin embargo, como este procedimiento no satisface, por no prestarse aun a las opera- ciones en grande , para esto hai el medio de hacer el vacío por el vapor mediante el aparato de Berry; aparato injenio- so que sirve para evaporar jugos i otros líquidos al abrigo del aire i a una baja temperatura. Este se compone de una caldera metálica hemiesférica, i a ella se adapta una tapadera plana que la cierra herméti- camente. Del centro de esta tapadera sube un tubo encor- vado que comunica con una esfera también metálica , tres o cuatro veces mas grande que la caldera. En este tubo hai una llave para interceptar o establecer la comunicación en- tre la caldera i la esfera; i de esta parte un tubo corto con llave para unirlo a otro que procede de un caldero en que se produce vapor. Dispuesto de este modo, para operar se pone el líquido que se hade evaporar en la caldera, se cierra herméticamente i se la coloca en un baño de agua fria, teniendo cerrada la llave de comunicación con la esfe- ra. Se deja entrar el vapor en esta hasta que se haya espe- lido todo el aire que contiene, lo que se verifica al cabo de algunos minutos, i se conoce por el vapor del agua que sale ya sin condensarse, por una llave que tiene la esfera. En este 16 — 114 — caso se debe cerrar la dicha llave i la de comunicación con la caldera de vapor. Luego se hace caer un chorlito de agua fria sobre la esfera a fin de enfriarla, i la condensación del vapor produce el vacio. En seguida se establece la comuni- cación con la caldera, i el aire que ella encierra se distribuye con uniformidad en todo el aparato; mas como la capacidad de la esfera es cuatro veces mayor que la de la caldera , solo contiene § del aire que antes encerraba : esta misma mani- pulación repelida por cinco oséis veces, basta para obtener cl vacio que se necesita. Después de todo esto, se calienta ■el baño de maria en que se halla la caldera, hasta que el líquido hierva , loque se puede examinar al través de un vidrio que se debe acomodar en la tapadera, al mismo tiem- po que se ha de enfriar sin cesar la esfera. De este modo se continúa hasta que el líquido se ha enfriado lo bastante según se necesita , habiéndose hecho la evaporación a una baja temperatura i a una presión diez i seis veces menor que la de la atmósfera. La evaporación espontánea, de la cual se usa para concen- trar líquidos que la acción del calor puede alterar i también para obtener cristalizaciones perfectas , es la que se hace ai aire libre i cubriendo ios vasos con un cono de papel abierto en la cúspide, a fin de evitar la caida de cuerpos estraños. La temperatura del aire, su estado higrométrico , su mas o menos movimiento i todo lo que se ha dicho a este respecto, influyen en los fenómenos de la evaporación espontánea, i a mas la forma de los vasos que deben ser bien estensos, a fin de aumentar con esto la superficie i favorecer el resultado. La evaporación por medio del calor debe hacerse a dife- rentes temperaturas según sea la naturaleza de los cuerpos, esto es: ya calentando los líquidos hasta la ebullición , en caso que no haya inconvenientes; ya al baño de agua de rio, o conteniendo en solución algunas sales ; o ya a la tempera- tura déla estufa, si se teme que una mas elevada determine un cambio en la naturaleza de las materias disueltas. Tam- bién se ejecuta al aire libre en vasijas evaporaton'as bien estensas , i en vasos cerrados como en retortas o alambiques, cuando se quiere evitar el contacto del aire, o aprovechar el — 115 — líquido que se evapora: otro de los objetos de la evapora- ción en la estufa, es precaver los cuerpos del contacto de la luz. Fácilmente se concibe, que la evaporación por medio del calórico, es mas acelerada que la espontánea, i que cuando se hace en vasos abiertos, hai dos causas que la favorecen; una depende de la facultad que tienen los líquidos de eva- porarse a todas temperaturas (evaporación espontánea) i Ii otra del aumento de tensión en ellos causada por el calor añadido. Así es, que a medida que los líquidos se calientan, crece la evaporación por la tensión, adquiriendo la facultad de producir a la vez una mayor cantidad de vapores, quecon- trabalanzean de mas a mas la resistencia del aire, que llega a hacerse igual ala fuerza del vapor que se escapa. En je- neral los medios de acelerarla evaporación por el calor es: facilitar corrientes de aire, i si se puede en un mismo sentido, i promover la ajitacion de los líquido?. La desecación es una variedad de evaporación, aplicada a sustraer la humedad de los cuerpos que no están mui dis- tantes de la solidez, pues que solo retienen cierta cantidad de líquido interpuesta. Por consiguiente los fenómenos que en ella acontecen, son los mismos que los de la evaporación i la diferencia en los medios de ejecutarla solo está en razón de la naturaleza de los cuerpos que se someten a ella. Por lo demás se emplean los mismos ajentes i deben observarse las reglas que se han dado para aquella operación. La desecación de los gases se hace haciéndolos pasar por tubos, que contengan sustancias ávidas de humedad, como la cal i el cloruro, la potasa, etc., examinando primero si puede verificarse entre sí alguna acción. Uno de los medios fáciles i por el que se obtienen resultados exactos es, hacer- los atravesar por un tubo en forma de V, que contenga un poco de ácido sulfúrico concentrado en cantidad suficiente para interceptar la comunicación de las dos ramas. En este caso como en todo los tiernas, fácilmente se concibe lo que acontece, por ejemplo con el aire, haciéndolo atravesar por la cal caustica, que a mas de privársele de su humedad se le sustrae el ácido carbónico. — 116 — En la desecación délas sustancias al aire ubre, como ya se ha dicho, es mui conveniente el facilitar su contacto al mis- mo tiempo que su renovación; de consiguiente las materias salinas i otras que se hayan de secar pronto por este medio» se las debe esponer a una corriente de aire el mas seco que se pueda. Para el caso en que los cristales de una sal no sean en mucha cantidad, puede ser mui útil para secarlos el siguiente aparato. Colocados en un embudo, de manera que dejen intersticios, se adapta este por medio de un cor- cho a la tubuladura de un irasco bitubulado i en la otra el tubo de un fuelle doble. Dispuesto esto asi i moviendo el fuelle, se establece una corriente de aire forzada, que deseca con prontitud la su&tancia, a consecuencia de los principios ya establecidos. Los cuerpos que son alterables por la luz, se deben dese- car en la oscuridad i dentro de las estufas, si necesitan de calor; del mismo modo que los cristales deliquescentes cuan- do no se les deseca en el vacio, colocándolos inmediatamen- te después de secos en vasos que no contengan humedad i sean bien esmerilados. Los precipitados que se obtienen de los filtros de papel o sobre telas, se desecan de varios modos; o ya por la presión envueltos en los mismos filtros reforzados de otra cubierta si conviene, hasta que no exsuden humedad, i completándose la desecación en la estufa; o ya colocándolos sobre papel de estraza i mudándolos de vez en cuando hasta que absorvida la humedad exce- dente, pueda concluirse la desecación por el medio espuesto. Aunque en todos estos casos se obtie- nen buenos resultados, no podernos dejar de recomendar un aparato que a la par de sencillo, no los ofrece menos satisfac- torios en las mismas operaciones i qui- zas en menos tiempo. Este esiá reducido a un simple tubo de hoja de lata, zinc, fierro i hasta de cartón (fig. 35), al cual se le hacen unos recortes en uno de sus Fig. 35. — 117 — estreñios i se coloca con este hacia abajo en una lámpara. En la parte superior se pone una reja de alambre i sobre ella el filtro reforzado de otro papel, i a proporción que se vaya se- cando se va desarrollando i estendiendo el filtro con cuidado, del mismo modo que la materia en él contenida. Aqui se vé que el aire esterior, introduciéndose por las aberturas inferio- res, se calienta al contacto de la lámpara, i como se eleva ha- cia el filtro, lo deseca suavemente! se renueva en cada ins- tante. Para conocer si la desecación está terminada, se coloca una pequeña parte de la sustancia en un crisólito de ensayo, i en él se la espone a un grado de calor lo mas elevado que se pueda sin ocasionar su descomposición. Si en este caso se le tapa con un vidrio bien seco i frió, la desecación ha- brá llegado a su termino, si no es empeñado por una lijera capa de humedad que se deposita en su superficie. Si las sustancias inorgánicas son poco suceptibles de alte- rarse cuando se las deseca, no así las orgánica*, de las que no se puede afirmar que dejen de experimentar alguna alte- ración cuando se las somete a esta operación. Aun en aque- llas que se cree que están sujetas a menos cambios, por f ejemplo en las plantas, se supone que la parte gomosa dis- minuye, que una parte de la albúmina se coagula, i lo que no se puede poner en duda, que las materias volátiles se di- sipan en pa te en algunas i enteramente en muchas, como el piincipio fugaz de las renonculaceas , el de las cruciferas, aros, etc. Esto conduce al principio mui natural, el que es preferible procurarse las plantas frescas i en un estado con- veniente de desarrollo; pero en jeneral esto es absolutamente imposible, aun en los mismos paises en donde vejetan las plantas medicinales, i para persuadirse de ello, basta tener presente el que una parte del año la vejetacion es inactiva, que aun en la estación calida solo un determinado tiempo está el vejetal en un estado conveniente para el uso medico, i en fin que la mayor parte son exóticas. De aqui pues, a pesar de los inconvenientes que ofrecen, la necesidad de de- secarlas sustancias orgánicas para hacer posible su admi- nistración i poderlas usar en todas las rej iones. — 118 — Ya pues que la desecación de las plantas solo consiste en privárselas de su agua de vejetacion, para verificarlo debe practicarse todo lo que se ha dicho respeto de la operación en jeneral, pues militan los mismos principios para obte- nerse los resultados. Los jugos saviales i propios contenidos en los tejidos vejetales, se componen de materias mui diver- sas disueltas o divididas en el agua, la que disipada, quedan reducidas a ün estado de sequedad que permite que se las conserve. La desecación pues de las plantas debe ser pron- ta, a fin de evitar las alteraciones que pueden esperimentar susjugos; si la evaporación del aguade vejetacion se hace con lentitud, deben multiplicarse las superficies, renovarse las corrientes de aiie i en fin proporcionar la temperatura con- veniente. No obstante de lo ya repetido a este respecto, in- dicaremos algunas reglas que pueden servir para mas ins- trucción. La desecación de las plantas o de sus órganos, se ejecu- ta al aire libre, o mas ordinariamente en un local dispuesto con este objeto, llamado granero i también por medio del calor de la estufa; medio que se hace casi indispensable en tiempo lluvioso, o cuando el aire está saturado de humedad, i cuando se opera con partes suculentas de tejido compac- to, que dejan escaparse difícilmente su agua de vejetacion. La descripción de ambos aparatos, aunque ya hemos dado una lijera ¡dea de ellos, puede verse con mayor estension en M. Soubeiran i otros. Para desecar las plantas, se las puede colocarsuspendidas en hacecillos, pero que no deben ser mui gruesos, ni estar apretados, a fin de dejar intersticios por donde el aire pueda infiltrarse, i secarlos fácilmente hasta en el centro. Las que son medianamente aquosas, como las labiadas, la fumaria i otras semejante?, pueden desecarse al aire libre; pero los vejetales que contienen aceites aromáticos fugaces, deben ser desecados con preferencia en el granero, i aunque no se consigue evitar el que pierdan algún tanto de su olor, puede hacerse que no sea en exceso, operando a una baja temperatura, pues la volatilidad está en razón de la eleva- ción de esta. Sin embargo, es necesario cuidar que no sea — 119 — tampoco tan baja que por esto deje de efectuarse la evapo- ración aquosa,i para conseguir este término,es mui útil espo- ner los vejetales a la sombra i en un lugar aireado, con un ambiente bien &eco. Las raices delgadas i las que no son mui gruesas si no son mui suculentas, se las desecan poniéndolas en hacecillos al aire o la estufa, después de haberlas cortado en tiozos; pero las carnosas se las corta en secciones delgadas, se las dispone en forma de rosario en un hilo, i se las cuelga en el granero o la estufa. Las opiniones de los prácticos están divididas sobre el modo de preparar las raices para desecarlas, siendo la de unos el que no deben lavárselas, i Ja de otros por el contrario. La de los primeros solo puede aplicarse a las raices consis- tentes o a las cortadas en pedazos, las que puestas después de secas en un saco, por la frotación puede separárse'as de la tierra reducida a polvo; pero nosotros estamos por la de los segundos, pues ademas de que por el agua se "las sustrae el lodo, se les quita a algunas cierta materia mucosa que es mui útil separar. Los tubérculos de los orchis no solo deben lavárselos, sino que se han de suinerjir por algunos instantes en el agua hirviendo a fin de ablandar con esto su epidermis, para después sustraerla; en seguida se dividen i se disponen en for- ma de rosaiios colocándolos al aire, al so! oa la estufa. Los hulhos de la sella se desecan mejor a la estufa que al aire; quedando de este modo las escamas blancas i el polvo de estas sin color; pero antes de secarlas, debe perforárselas con algunas incisiones. Cortando el nudo vital para evitar la vejetacion i mante- niéndolas cubiertas con arena bien seca, es un medio mui útil de conseivar frescas ciertas raices, que pierden sus pro- piedades desecándolas o adquieren de este modo otras nue- vas, tales son por ejemplo el rábano rustico, el iris, va- rios orchis, etc. Los tallos i cortezas son los órganos que se desecan mas fácilmente; pues basta esponerlos a la acción del aire. Las flores, en razón de la delicadeza de sus tejidos i de la — 120 — facilidad con que se alteran, deben secárselas pronto, arre- glándose a los medios jenerales de desecación, debiéndola acelerar tanto mas, cuanto mas aquoso i alterable sea su teji- do. A mas de esto, se han de garantirá algunas de la acción de la luz ya con cubiertas de papel o de otro modo; como tam- bién separarles a otras las uñas, como a los petalos de la rosa, del cáliz a las de la violeta, i si ha de servir para usos químicos, ante de secarla es necesario lavarla con agua ca- liente, para separarle una materia verde, etc. Los frutos poco carnosos se desecan colocándolos estendi- dos sobre sarsos en un granero o al sol; pero aquellos que contienen principios volátiles, conviene el ponerlos a la som- bra: tales son las polakenas de las umbelíferas. Finalmente los frutos carnosos como los higos,ciruelas,etc, no deben desecarse hasta el punto que se hagan quebradi- zos. Se les pone alternativamente al calor conveniente de un horno i del sol, hasta que hayan adquirido el grado de se- quedad propia. El objeto de obrar del modo indicado es, el de facilitar la desecación elevando la temperatura, i de deter- minar con igualdad la evaporación. Como el calor del hor- no obra siempre sobre la superficie, a medida que la hume- dad se escapa, el tejido vejetal se contrae de tal modo, que forma obstáculo a la evaporación interior; mientras que sus- traídos del horno, el equilibrio se establece poco a poco en toda la sustancia, porque las partes desecadas se ablandan de nuevo a espensas de los jugos del interior. Asi es pues que repitiendo varias veces e^tas manipulaciones, se consi- gue gradualmente el efecto deseado; advirtiendo que la tem- peratura debe ser conducida de tal manera, que no llegue a cocer los frutos. La desecación de las materias anímales debe hacerse con el mismo cuidado que la de los vejetales, variando solo los procedimientos según la naturaleza de cada una de ellas. La concentración einspisacion, son unas modificaciones de las dos operaciones de que se acaba de hablar. La primera tiene por objeto el disminuir el liquido de una disolución cualquiera en cantidad indefinida, i la segunda el aumentar la consistencia hasta la inspisitud. Para una i otra se han de - i2l — poner en práctica lo que se ha establecido para la evapora- ción i desecación. La destilación solo se diferencia de la evaporación, en que este procedimiento se ejecuta en vasos cenados, con el fin de recojer los vapores, volverlos luego a condensar i ob- tener de este modo en el estado liquido las sustancias que son el objeto principal de la operación. Antiguamente se la distinguía en tres especie*, según la dirección que toman los { vapores, esto es: en evaporación per ascensum, per deseen- sum i per latus, pero no estando ya en usólos instrumentos que daban a esto orijen, no nos detendremos en hablar de otra, que de la que se practica actualmente por medio de los alambiques i retortas, o si se quiere de la evaporación per latus. Los primeros, siendo de todos conocidos, no nos ocupa- remos de sü descripción i solo diremos: que los liquidos que se ponen en la cucúrbita, adquieren una temperatura mayor que la del agua hi viendo, en especial en el fondo, en razón de la presión del mismo liquido i de la que ocasionan los mismos vapores; que esta temperatura aumenta a propor-, cion que avanza la destilación, por motivo de que el liquido "* déla cucúrbita aumenta de densidad, pues en un volumen menor, hai miyor cantidad de materia disuelta. Todo esto conduce a demostrar la necesidad de proporcionar medios, que basten a condensar los vapores que suministran los apa- ratos, teniendo presente, que el vapor tiene cinco veces i media mas calórico latente, que el liquido que lo produce i aun es suceptible de adquirir mas en razón de la presión co- mo ya se ha dicho. Aunque el alambique se compone de la cucúrbita, o calde- ra del capitel i de el serpentín o refrijerante, cuando se des- Ulan líquidos mui volátiles, se pone una caldera dentro de la otra; de modo que en ella se contenga la sustancia que se debe destilar, con el fin de esponerla a 100 grados de tempe^ ratura que le suministra el agua hirviendo de que debe lle- narse la cucúrbita esterior, i renovándola en proporción qu¿ esta se evapora. Con respecto a la temperatura, debe ser de tal modo conducida i proporcionada a la naturaleza de la 17 — 122 — sustancia que se somete a la operación, que no se dé lugar a descomposiciones que alteren los productos, ni que se re- tarde ni se interrumpa la ebullición; teniéndose también mui presente, el no llenar mucho el alambique, porque si esto sucede, los líquidos al hervir pararían al'serpentín. La destilación por medio de retortas no se diferencia de la que se ejecuta en alambiques, pues estas no son otra co- sa que una especie mas simple de estos aparatos, siendo construidas de vidrio, de barro, de porcelana i de metal, i teniendo una figura mas o menos oval. En ellas se distin- gue la pansa, la bóveda i el cuello; i para disponerlas a la destilación de los líquidos, se les une a la estremidad una alargadera por medio de un corcho, i esta a un bailón tubu- lado que es el recipiente, en cuya tubuladura se adapta un tubo de seguridad para dar lugar a la salida de los gases. A mas de esto, la misma retorta debe ser tubulada para co- modidad de poner los líquidos; en lo cual debe cuidarse de que no caigan en el cuello, porque serian conducidos al re- cipiente i para evitarlo debe usarse de un embudo de tubo largo. En defecto de este, puede servir un embudo común i un tubo; pero en uno i otro caso, el líquido se pone en la retorta, después de haber montado i dispuesto el aparato. Ahora, respecto a los modos como deben calentarse las re- tortas, que puede ser a luego desnudo, en baño de arena o de maria; i por otra parte, como cada uno de estos tiene sus inconvenientes i sus ventajas, la elección no es indiferen- te, i debe elejirse el mas apropiado ala naturaleza de las sustancias que se someten a la destilación. En fin, sobre las reglas que se han de observar a este respecto, no haremos mas que reproducir las que dá M. Soubeiran, por creerlas exactas. Si las retortas se calientan a fuego desnudo, deben ponérselas en triángulos de hierro, que se colocan sobre el horno i en este caso recomendamos que sean enlodadas. Mas una condicicn importante es: que el líquido sea bastante abundante para que las paredes del vaso que reciben direc- tamente la acción del fuego, sean mojadas constantemente por él; de otro modo acontece, que el vidrio adquiere sobre estos puntos una ternpeí atura mucho mas elevada que la — 123 — del líquido, i cuando por el movimiento de ía ebullición este toca al vidrio, la diferencia brusca de temperatura determina la ruptura de la retorta. Los accidentes se manifiestan, sobre todo hacia el fin de la operación, cuando se ha evaporado la mayor parte del líquido; i se les evita conduciendo el calor de manera, que la retorta se caliente solo un poco mas que el líquido que contiene. Sin embargo, en este caso la desti- lación retarda, a causa de que la bóveda de la retorta que se enfria constantemente por la corriente de aire a que está espuesta, condensa una parte de los vapores, que caen al líquido i se necesita destilarlos de nuevo. Para evitar el enfriamiento de la retorta, se la rodea con el laboratorio i domo de un horno de reverbero; pero en este caso sobrj todo, es menester conducir el fuego con gran cuidado para evitar las rupturas: la temperatura interior del horno solo debe ser un poco superior a laque se necesita para la ebullición del líquido. En la destilación a fuego libre la ebullición del líquido es mas rápida, pero desigual, porque es imposible que el fuego tenga constantemente el mismo grado de actividad. Se necesita calentar gradualmente hasta poner el líquido en ebullición, i cuando esta se manifieste, retirar un poco de fuego para que no se haga tumultuosa. Durante el tiempo que dure la operación, solo debe ponerse carbones candentes en el horno para mantener un calor constante, i sobre todo porque carbones nuevos, a mas de bajar la temperatura, su- ministran vapor de agua que puede condensarse i quebrar la retorta tocando puntos mui calientes. La destilación en baño de arena se ejecuta enterrando la retorta en una capa mas o menos gruesa de arena, colocada en un caldero de hierro. Esta disposición tiene la ventaja de mantener el aparato en una temperatura mas uniforme, por- que las variaciones bruscas que se manifiestan precisamente en la actividad del fuego, no llegan a la retorta sino por el intermedio de una capa de arena caliente, que las trasmite con bastante lentitud para que se hagan insensibles. En baño de arena se destila con retortas de vidrio. La are- na debe ser fina, sobre todo si la retorta es grande i está — 124 — cargada, porque por su peso se quebraría gravitando sobre fragmentos groseros. Se pone en el fondo de la caldera una capa de arena de algunos céntimos o algo mas, para que el calor se trasmita prontamente, i se tiene cuidado de no en- terrar de la retorta sino la paite que contiene el líquido. Es- to se hace con el fin, que el que proyectado por la ebullición no toque las partes demasiado calientes; lo que obliga que a medida que avance la destilación, se quite arena para descubrir constantemente las partes que no sean mojadas por el líquido. En la destilación en baño de arena se cubre la retorta con una cubierta de lana o plancha de hierro, paia evitar el en- friamiento i hacer la destilación mas rápida; cuando las ma- terias que se destilan no son alterables por el calor, aun se puede cubiir enteramente la retorta con arena, para impedir la condensación en la bóveda de alguna porción de va- pore?. Se destilan en retorta i en baño de maria las materias muí volátiles, que seria mui difícil de preservarlas de una ebulli- ción tumultuosa, por la aplicación directa del fuego, por ejemplo los líquidos alcoolicos o etéreos. La retorta apoya- da sobre un círculo de cáñamo o una otra materia, se la rija bien en las asas de la caldera, a fin que no flote en el ¡:gua, ni que pueda trastornarse por la ebullición del baño- En este caso la temperatura a la que el líquido está espues- to es constante, a causa de que el foco que calienta la re- torta, tiene una temperatura de 100° i es el calor a que el agua bulle. Sin embargo, se puede emplear otros líquidos para obtener una temperatura constante, o aprovechándose también de la propiedad de las sales de retardar el punto de ebullición del ugua. Asi es, que saturándola con una de las que se van a espresar, se obtienen temperatuias dife- rentes. Sulfato de soda................ 107°, 7 Acetato de plomo................. 102° Clorato de potasa................ 104°, 2 Cloruro de bario................ 104°, 4 Carbonato de soda............... 104°, 6 — 125 — Cloruro de potasio............... 108°, 3 Id.de sodio.................... 108°, 4 Hidroclorato de ammoniaco.......•. 114ü, 2 Tartrato neutro de potasa........ 114°,67 Nitrato de potasa...............- - 115°, 9 - Cloruro de estroncio............... 117°, 9 Nitrato de soda................. 121° Carbonato de potasa.............. 135° Nitrato de cal.................... 151° Cloruro de calcio................ 179°, 5 Nitrato de ammoniaco............ 180° El mercurio puede servir de baño hasta una temperatura de 150° i el ácido sulfúrico hasta 300°, i aunque estos lí- quidos entran en ebullición a una temperatura,mas elevada, no se les puede emplear hasta la indicada, poique an- tes de llegar a hervir, esparcen ya en el laborato io vapores deletéreos. El baño de aceite puede calentarse hasta 3001 i con el baño metálico puede llegarse hasta el rojo(l). Las veces que.se sirve de un líquido como los precedentes, se ne- cesita usar de un termómetro que sirva de guia para con- ducir el fuego. Cuando se quiere destilar a uní temperatura mas bija que 100°, se sirve de un baño de agua, que se cubre con una capa de aceite pata impedir la evaporación, en la cual se sumerje un termómetro para que indique la temperatura que sirve de guia. Destilando en retorta, la condensación de los vapores co- mienza en el cuello, continúa en la alargadera i concluye en el recipiente. Por esta razón se ha de regar a este cons- tantemente mediante un chorrito de agua fria, o usando del refíijerante de Liebig que ya hemos descrito. Tamb'en se puede poner el recipiente en una cuba fijándolo a ella con unas cuerdas, llenándola de agua fria i renovando esta con- tinuamente mediante un chorrito que llegue al fondo; en es- te caso las porciones del líquido caliente se escurren por la ( 1 ) Es la aliacion de D'Arcet, compuesta de 8 partes de bismuto, 'í de plomo i 3 de estaño, la funde a 110 3 C. — 126 — parte superior. Según se vé, es el modo de enfriamiento or- dinario por el serpentín, i por esto cuando los vapores no son de una naturaleza que ataquen al estaño, se puede unir- lo al aparato destilatorio de la retorta. Para algunos líquidos mui volátiles ee rodea el recipiente con una mezcla de nieve i sal marina o de nieve sola. Cuando se destila ácidos q¡ue corroen los tapones, no se pone ningún luten en las junturas, pero en lugar de estos se deben escojer vasos bien esmerilados, que se ajusten bien los unos en los otros. Si se quisiere algunas vece3 hacer destilaciones sucesivas sin desmontar el aparato, se puede conseguir fácilmente si el residuo de la destilación es líquido; porque basta sus- traerlo por un sifón, asi como también el liquido que se ha condensado en el recipiente; pero como acontece muchas veces, que estos líquidos podrían ser dañosos si llegaran a la boca, en este caso se sirve del sifón de Bunten, o mas sim- plemente del modo que sigue. Estando bien cerradas las juntura?, de manera que no den pasaje al aire, se destapa la tubuladura de la retorta i en ella se adapta un corcho atra- vesado por el sifón, cuya rama corta debe penetrar hasta el fondo de la retorta. Estando esto bien dispuesto, se sopla con fuerza por la tubuladura del recipiente para hacer la presión interior predominante respecto a la esterior, i enton- ces el líquido se eleva en el sifón i la retorta se vacia. Del mismo modo se consigue vaciar el recipiente, si se sumerje el sifón por la tubuladura i se sopla por la de la retorta. Por lo que respecta a la capacidad de las retortas, esta de- be ser proporcionada a la cantidad i naturaleza de las sus- tancias; pues se ha de tener mui presente, que por la ebu- llición rápida, por la espansion que suelen tomar, o por so- bresaltos que se verifican en líquidos de gran densidad co- mo en el ácido sulfúrico, o que contienen materias pulveru- lentas que se depositan en el fondo, pasan al cuello i de alli al recipiente sin destilarse. De aqui la necesidad de lle- nar solo en parte las retortas i sin embargo de esto, hai ca- sos en que acontecen sobresaltos, con lo que el líquido sal- ta con violencia; i a mas de poder pa8ar por el cuello hai el — 127 — riesgo de que se rompa la retorta; siendo la causa una gran cantidad de calor acumulado en el líquido i a mas lo que acabamos de decir. Para obviar este inconveniente, se usa poner dentro pedazos de vidrio, calcedonia en láminas del- gadas, i también alambres en forma de espiral dé metales que no tenga acción la sustancia sobre ellos. Pero si deben ponerse estos últimos, debe cuidarse de no hacerlo estando bullendo el líquido, ni mui caliente, como tampoco introdu- cirlo del todo, sino poco a poco; porque de otro modo se corre cl riesgo, de que en el momento de la inmersión puede producirse una cantidad grande de vapor, que puede dar lu- gar a accidentes graves. Rectificación es la destilación reiterada de un producto que se ha obtenido por destilación, cuando se le quiere mas puro. Cuando esta operación se hace reiterando las destilaciones de un liquido sobre el mismo residuo, o sobre nuevas sus- tancias, se la llama coovacion. El objeto en ella es el cargar el producto cada vez mas de los principios que arrastra en la destilación, como sucede con el agua i los aceites volátiles, o con las plantas que las contienen. Beflegmacion es el procedimiento por el que se despoja a ciertos liquidos de la flegma o agua que contienen. Esta operación se hace unas v.eces mediante la destilación i otras por la evaporación. La primera se emplea en la deflegmacion del etér, el alcool, etc. para lo cual se agrega un cuerpo bi- grométrico que amparándose del agua, despoje de ella a los liquidos espirituosos, tales con el cloruro de calcio, el de zinc, el carbonato de potasa, etc. La segunda se la emplea en los casos semejantes a la concentración del ácido sul- fúrico. Sublimación es una especie de destilacion,i solo se diferen- cia en que el producto de la volatilización se condensa en una forma solida, en que la condensación se efectúa a una temperatura mayor que la del vapor aquoso, i que para eje- cutarla se necesita de aparatos mucho mas sencillos. Así es que para verificarla, solo se necesita algunas veces de un crisol o caldera de hierro, con un cono de papel, o de un crisol cubierto con otro crisol invertido en los cuales se con- — 128 — densa el producto, el que como en este caso es lijero i es- ponjoso, se le dio antiguamente el nombre de flores. Para otras materias que son menos volátiles, se emplea una cu- jjgh, curbitacon capitel, un fiasco o redoma que Jfl se entierran hasta sus dos tercios en un ba- jF \ ño de arena. Sin embargo, el aparato mas 1L J jeneralmente usado en esta operación, es el ^|pjr llamado aludel en el que se pueden auinen- J}A tar los vasos como se vé en la (fig. 36) : el éf \ producto se llama sublimado 1L J Cristalización es la operación en la cual ^f¡¡^ los cuerpos por la sustracción del calor o de Jfl un liquido que los tenia en difo'ucion, vuel- f >^ ven a tomar la forma sólida, colocando sus II J moléculas de tal manei a, que presentan unas ^^^^ formas poliédricas regulares que se llaman Fig. 36. cristales: de estos i de las leyes a que están sujetos hemos hablado en la (páj. 15). De aqui se infiere fácilmente que dicha operación es el resultado de la sublimación, de la fusión, del infriamiento de soluciones en caliente i de las diversas evaporaciones. Es una de las opera- ciones importantes, por que no tan solo por ella se logra obtener caracteres en los cuerpos, por los que se puede re- conocerlos i distinguirlos, sino que por su medio también se obtienen en estado de pureza. Por esta razón los ácidos nítrico i muriático se les obtiene puros, si las syles de las que se Jes estrae se hallan bien cristalizadas; el carbonato, acetato i nitrado de soda si están en este estado , su- ministran puro el álcali de su base; el bicarbonato, nitrato i bitartrato de potasa se pueden obtener exentos de otros álcalis o ácidos con que pueden estar mezclados, etc. Para la ciistaüzacion de los cuerpos, es necesaiio que estén en el estado aeriforme o en estado liquido, mediante la acción del calórico, la del agua u la de otro vehículo. Por esta razón cuando el enfriamiento de un cuerpo que se espone a la sublimación como el alcanfor, iodo, arsénico, ácido beinzoico, etc. se hace de uw modo conveniente, a mas de purificarse, que es el objeto principal de la operación — 129 — del estado de vapor pasan a condensarse en la parte supe- rior del vaso sublimatorio i toman una forma cristalina re- gular. Para cristalizar los cuerpos por la fusión, se necesita dejarlos enfriar lentamente i en reposo, i a mas operar en alguna cantidad, para no d tr lugar a que el enfriamiento penetre mui pronto en lo interior de la masa. En este caso se forma una capa solida, que en su inteior es cristalina, la cual cuando se la cree avanzada, se taladra la capa, e incli- nando el vaso se sustrae la parte liquida i deja descubiertos los cristales: de este modo se cristaliza el azufre, el bismuto, la plata,etc. Cuando la cristalización se ejecuta mediante un liquido, por ejemplo el agua, los cuerpos deben disolverse en ella a la temperatura de la ebullición, procurando saturarla con aquellos todo lo posible, i por el enfriamiento lento se obtie- ne cantidad de cristales de una parte del cuerpo que estaba en disolución debido a la fuerza disolvente del agua aumen- tada por el calor. Por el contrario si se emplean disoluciones que no son saturadas, debe evaporárselas hasta que el liqui- do éste suficientemente concentrado; estado que se conoce, cuando principia a formarse una telicula en la superficie del liquido, o bien cuando echada una gota sobre un vidrio, se observa que se forman cristales. En las di-oluciones de los cuerpos deliquescentes, se reconoce su estado de satura- ción, cuando dicha trilla se deja percibii soplando en la su- perficie. En todo caso las disoluciones deben filtrárselas, si contie- nen cuerpos estraños en suspensión i a mas dejárselas en reposo i que se enfrien mui lentamente, si se quiere tener cristales regulares; por que cuanto mas lento es el enfria- miento los cristales son ma? voluminosos. A esto contribuye mucho el dejar el vaso sobre una hor- nilla recien se le haya quitado el fuego u en otro lugar se- mejante, i cubierto con un cono de cartón u otra cubierta que sea mal conductor del calórico; pues con esto a mas de favorecer la lentitud del enfriamiento, se impide que se for- men cristales en la superficie que alteran la regulaiidad de 18 — 130 — ios demás. Otro medio de obtener cristales voluminosos, ea introduciendo en las disoluciones otros bien formados, o bien otros cuerpos que no ejercen ninguna acción, como pedazos de tubos, de quarzo, etc. Para cristalizar los cuerpos delicuescente?, se los ha de concentrar hasta una consistencia siruposa, i después poner- los en vasos cerrados en los que por el enfriamiento se cris- talizan; i si algunas veces, como suele acontecer, no se obtu- viese el resultado, se le puede producir imprimiendo un 1-ijero movimiento en la superficie del liquido. Algunas veces los cuerpos rehusan cristalizarse aun estan- do las disoluciones concentradas, i esto es debido a sustan- cias estrañas que interpuestas impiden la superposición de las moléculas. Para obviar este inconveniente, se necesita re- currir alas repetidas filtraciones a fin de separarlas, i aun en ciertos casos a evaporar hasta la sequedad i el residuo tratar- lo con pequeñas porciones devehiculo, i filtrándolas después» a fin de que si esinsoluble quede por este medio aislado. Cuando el objeto de la cristalización solo es el separar los solidos del liquido en que están disueltos,.puede llevarse la evaporación un poco mas de lo regular i concentrar mas las disoluciones. En este caso se obtienen los cuerpos cris- talizado?, pero en formas no bien determinadas. Repitiendo las evaporaciones i cristalizaciones, llega al fin el caso, en que las últimas porciones de liquido aunque con- teniendo cuerpos disueltos, rehusan el producir cristales: a estas se las denomina aguas madres, i agua de cristalización a la cantidad de este liquido que retienen siempie en sus moléculas los cristales que se forman por su medio. La evaporación espontanea pe emplea para cristalizar los cuerpos aun en grande escala como por ejemplo en las sali- nas; pero de ella se usa con mas frecuencia para cristalizar los que son solubles en liquidos espirituosos como el alcool, éter, etc. Para ejecutar esta operación, por la que no solo se producen cristales, sino que es un medio para obtenerlos voluminosos i de formasbiendeterminadas,es menester hacer las disoluciones en frió i abandonarlas a una evaporación es- pontanea, o promoverla, cuando la atmósfera no sea favora- ble, por el calor lento de una estufa. — 13.1 — De las operaciones en que se producen cambios en los cuerpos por la acción del agua i otros fluidos. Muchos solidos hai que cuando se les pono dentro de los líquidos, desaparecen en ellos sin alterar su transpa- rencia i este procedimiento se llama disolución. Por consi- guiente, disolución es la operación por la que la agregación de un sólido es destruida por un líquido, i el compuesto que resulta es transparente i perfectamente homojeneo. El lí- quido que jeneraímente se supone ser la sustancia que ejer- ce un poder activo, se llama solvente o menstruo, i el só- lido del que separa las moléculas i las mantiene suspendidas en virtud de la combinación a que dan lugar sus atraccio- nes recíprocas, se llama solveúdo. La polución de cada sóli- do en un líquido se efectúa en cantidades limitadas, i cuan- do es llevada al último punto se dice que el líquido está saturado. Sin embargo, el poder solvente no siempre es li- mitado en todos los sólidos, porque en verdad hai muchos que se disuelven en varias proporciones en un líquido, tal es por ejemplo la goma i el azúcar cn el agua. A estas solucio- nes se las denomina indefinidas, en oposición a las otras que se les dá el nombre de definidas, en las cuales se ofiece un fenómeno bastante singular i es: el que un liquido aunque saturado por un sólido, no obstante puede disolver una por- ción de otro cuerpo i otra de un tercero cuando esté, satura- da del segundo i asi de seguida, hasta llegar a contener cuatro o cinco a la vez en solución. Aunque para disolver los cuerpos en jeneral es convenien- te que estén pulverizado?, aun esto es hasta necesario cuan- do se trata de ejecutar las soluciones en frío, con el objeto de que multiplicando las superficies, se aumente el poder del solvente. Por la misma razón debe agregarse el líquido por pequeñas porciones i por la trituración ir favoreciendo los puntos de contacto, hasta que quede perfectamente disuelto o saturado; en cuyo caso es menester emplearlo en exceso, i la cantidad excedente separarla después del reposo por la decantación o filtración. Si puestos los sol vendos ya sea so- — 132 — bre un diafragma, o ya atados en un lienzo no mui tupido» se. les coloca de tal modo suspendido- en los vasos, que contengan los solventes, que solo los lleguen a cubrir, es un medio recomendable para efectuar soluciones bien hechas^ hasta saturar perfectamente los líquidos. La razón es clara, i solo basta reflexionar que constantemente se renuevan las superficies, pues tan pronto como la-í partículas del líquido que rodea al solvendo se cargan del sólido, se hacen mas pesadas, se precipitan al fondo del vaso i dan lugar a nuevos puntos de contacto entre las moléculas líquidas que las reem- plazan en el vacio que ellas dejan, i las nuevas superficies que el sólido presenta. Si se esceptua la cal, la magnesia, el cloruro de sodio i algunos otros sólidos, que se disuelven en mayor cantidad en el agua fria que en la caliente, la lei de que los solven- tes aumentan su acción con ayuda del calor es jeneral, como se ha dicho al hablar de este ájente. De aqui la ventaja de las disoluciones en caliente sobre las hechas a frío, para en menos tiempo obtener los cuerpos asi disueltos como tam- bién saturados. Bilucion se puede decir que es sinónimo de disolución, con la diferencia que comprende a todos los cuerpos pulve- vulento*, que se trate de unirlos con algún líquido con objeto de disolverlos o mezclarlos.La manipulación debe eje- cutarse triturando la sustancia pulverizada en un mortero, i agregarle mui poco a poco el líquido, a fin de que como en la disolución, se aumenten los puntos de contacto, se es- pela el aire de entre las partículas i no se formen grumos que flotando en el líquido, es difícil después destruirlos. Lejivacion es el nombre con que desde tiempos mui atrás se denominó el procedimiento de disolución, empleado para separar las sales solubles de las insolubles contenidas en las cenizas. A dicho procedimiento, de suma importancia en farmacia, se ha conservado la misma denominación; pero su aplicación no solo se circunscribe al caso indicado, o para separar sales solubles de insolubles en jeneral, sino que su aplicación es de gran ventaja para despojar a las sustancias orgánicas reducidas a polvo, de todas las partes solubles, — 133 — cuando son atravesadas lentamente por un líquido apro- piado i a una temperatura conveniente. Para poder apreciar los útilísimos resultados de esta operación, basta el compa- rarlos por derivarse de la misma teoría, con los de los sol- vendos suspendidos en los líquidos, de los que hemos habla- do poco ha. Al lejivar los cuerpos, es de suma importancia el tener presente, que aun los que son suceptibles de lejivacion, de- jan de serlo si no son debidamente preparados; porque si están subtümente pulverizados, la masa se aglomera, «¡e ha- ce compacta e impenetrable i se opone al pasaje del líquido, i mucho mas cuando seles comprime mas de lo regular, o son mwcilajinosos; i por el contrario si se les pone en un estado grosero, dejan pasar con piecipitacion la mayor parte del líquido sin haber obrado sobre ellos; por consiguiente, debe elejirse el estado mas adecuado a la naturaleza de la sustan- cia i del menstruo, mucho mas si es el agua o algún aceite, porque para el alcool i el éter, deben estar reducidos a pol- vos finos. Varios han sido los aparatos propuestos por los prácticos para hacer la lejivacion; pero todos tienen mas o menos re- lación con el de reemplazo, que recomendamos con especia- lidad a cualquiera de ellos. El único inconveniente que pue- de ofrecer e?, el que no se puede operar en grande en el que hemos descrito; pero este inconveniente puede salvarse, construyendo de lata o de otra materia, uno análogo de ma- yor capacidad, poniéndose dentro un diafragma agujerea- do, que sostenga una capa.de algodón i sobre este la sus- tancia que vaya a lejivarse. Respecto a la temperatura de los líquidos que se empleen para ello, si es el agua i los cuerpos son leñosos, o fibroso* i no aromáticos, es de mucha utilidad usarla a la temperatura de la ebullición. Sin em- bargo este precepto v.o es tan absoluto, que no pueda ser modificado en muchos casos, en que debe preferirse el agua fria a la caliente. Tal es por ejemplo en la lejivacion de las cenizas, con el objeto de obtener el caibonato de potasa, que usando del agua fria, se logra el separarlo del sulfato i otras sales que son mas solubles en la caliente. — 134 — Maceracion es la operación por la que se obtienen en di- solución las partes solubles de las sustancias, principalmen- te de las vejetales, teniéndolas en contacto por mas o me- nos tiempo con el agua, o líquidos espirituosos a la tempe- ratura ordinaria. Los cuerpos han de estar divididos i ajitar- se la mezcla con precaución a fin de renovar los puntos de contacto. Los productos de esta operación se llaman mace- ratos. Bijestion es lo mismo que maceracion, con solo la escep- cion que,se hade ejecutar a una temperatura mas elevada que la ordinaria, pero que no llegue ala ebullición. Si en este procedimiento se emplea el agua, es mas ventajoso el susti- tuir la lejivacion con el agua hirviendo. Pero cuando se emplean líquidos espirituosos, a fin de no perderlos en la evaporación, se usa de los aparatos que para esfe efecto hemos ya descrito i entonces el procedimiento se la llama circulación: los productos de es- ta operación tienen la denominación de di/estos. Lnfusion es lo mismo que maceracion, con la diferencia que el líquido se emplea hirviendo, dejando el todo tapado hasta el enfriamiento: los productos se llaman infusos. Becoccion es lo mismo que la dijestion i tiene el mismo objeto; pero se distingue en que el mas o menos tiempo que se someten los cuerpos a estar en contacto con los líquidos, ha de ser constantemente a la temperatura de la ebullición: los productos se llaman decoctos. Estraccion es el procedimiento de evaporar los líquidos obtenidos en la decocción, infusión, etc., con el objeto de obtener un producto inspisado que se llama estrado. De las operaciones en que se producen cambios por la acción química de los cuerpos entre si. Una de esta especie es la descomposición; procedimiento por el que se separan las paites componentes de los cuerpos por la acción de alguno de ellos. Este resultado también es producido en muchos casos por el fuego, por la concurren- cia del calor en cantidades suficientes para que coadyuven a — 135 — las combinaciones de algunas sustancias,! también por la elec- tricidad i el galvanismo; pero las mas veces es el resultado de la superior afinidad de un cuerpo sobre los componentes de otro, que los separa, para formar con ellos nuevos compues- tos. Como es una cosa que puede acontecer frecuentemente en las operaciones farmacéuticas, es de mucha importancia tener presente las circunstancia?, que pueden causarla en las prescripciones es temporáneas. Se da mas propiamente hablando el nombre de disolución, a la solución que es acompañada de descomposición o de alguna alteración en la naturaleza del cuerpo disuelto, v. g. la de la plata en el ácido nítrico. Precipitación es el acto de depositarse en el fondo del va- so una sustancia insoluble. que se halla suspendida en un líquido, o que se forma por descomposición o por otro mo- tivo; tal es el carbonato de cal por ejemplo, que disuelto en el agua mediante la concurrencia del ácido carbónico, se precipita cuando este se sustrae por una elevación de tem- peratura, i la precipitación de ta quinina en la descomposi- ción del sulfato por el carbonato de soda: en este caso la sustancia que ocasiona la precipitación se llama precipitante i la separada por su acción precipitado. En esta operación se ha de cuidar muchas veces de no agregar el precipitante en exceso, pues hai precipitados que en este caso se vuelven a disolver por él. Los precipitantes mas comunes de las sustancias oficinales son los siguientes: Álcalis. Precipitantes. polasa...... ácido tártrico, perclorico, cloruro de platino soda........ 0. ammoniaco... vapor de ácido clorohidrico i nítrico. Sales de óxidos -n ■ ., . ,,-,. Precipitantes. metálicos. , r barita....... ácido sulfúrico, carbónico, sulfatos i carbo- natos. cal........... ácido oxálico, oxalatos. magnesia .... álcalis puros, carbonatos, fosfato de soda. — 136 — Saks de óxidos Precipitantes. metálicos. alumina........ ammoniaco, potasa, carbonatos alcalino*, hidrosulfuro de potasa. plata........ c'oruros, cyanuros, hidiosulfuros. mercurio..... cloruros, caibonatos, acetato-. cohre......... hierro, ammoniaco, hidrosulfuros. fierro....... succinato i benzoato de soda, álcalis, hidro" su'furos. plomo........ sulfatos alcalinos, hidrosulfuros. zinc........ caí bonatos alcalinos. bismuto...... agua, ammoniaco. antimonio .... agua, hidrosulfuro de potasa. arsénico...... nitrato de plomo, hidrosulfuro?. Ácidos. Precipitantes. sulfúrico...... cloruro de barita. carbónico. . . . cloruros de tierras alcalina Si bórico.....• • ácido sulfúrico. nítrico...... 0. acético .. . v.. 0. benzoico..... ácido clorohiurico. succinico..... sulfato de hierro. oxálico ....... cloruro de cal» tártrico...... potasa cítrico....... acetato de cal. Aunque se ha dicho que un líquido está saturado, cuando llega a disolver la cantidad de un sólido de que es capaz, nú obstante bajo el nombre de saturación se comprende tam- bién la corhbinacion de una base con un ácido, o vice-versa» la que se considera completa cuando ni la base admite mas ácido ni este mas base. Fermentación es la descomposición espontánea, que se ob- serva verificarse en todo cuerpo orgánico,cuando al cesar de estar bajo la influencia de la vida, está espuesto, condiciones necesarias, a la acción del agua o humedad, a la del aire i a una temperatura que no baje poco mas o menos de 10° — 137 — ni esceda de 30°. A estas debe agregarse aun otra no me- nos indispensable i es, la presencia de un cuerpo azoado. De aquí la mayor prontitud de las materias animales para entrar en fermentación, respecto de las vejetales que no contienen ázoe, en las que para producir el fenómeno, es menester la concurrencia de un cuerpo que tenga otro principio i por lo regular se elije el gluten, la albúmina vejetal, las sustancias que se designan con el nombre de fermentos i aun las mate- rias animales en putrefacción. Asi como hasta ahora no se ha podido esplicar satisfac- toriamente la fermentación, tampoco se ha dado la razón por que el fermento pierde la virtud de excitarla, cuando se le ha desecado completamente, ni porque disminuyen sus propiedades por la ebullición, i tanto mas cuanto es mas prolongada; como tampoco porque las pierde por la acción del alcool, del ácido sulfúrico i acético concentrado; i en fin por los álcalis i sales, en especial por las que abandonan fá- cilmente su oxíjeno. A mas de esto, muchos cuerpos hai que aunque agregados en pequeña cantidad, impiden la fermen- tación, i de este jénero son: el ácido sulfuroso i los sulfitos, la mostaza en polvo, sobre todo su aceite volátil, i en jene- ral todos los aceites que contienen azufre, como también los vejetales en que se halla dicha sustancia. Véase aquí la razón del uso del alcool paia evitar la fermentación de los jarabes i otras sustancias, el del azufre par.* la de los vinos, etc. Como los productos de la fermentación varían según la composición de las sustancia*, en esta variedad se ha basa- do la clasificación de las especies que se conocen de este fe- nómeno. Asi es que según esta regla, se le dá el nombre de fermentación vinosa o alcoolica, a la de los cuerpos azucara- dos, los cuales suministran ácido carbónico i alcool; el de acida a la de las sustancias que habiendo esperimentado es- ta primera, producen después ácido acét'co, i el de pútrida a la de aquellos, cuyos productos son mui numerosos i mas o menos fétidos, principalmente cuando contienen ázoe, fósforo i azufre. De las investigaciones hechas en las forma- ciones que se verifican actualmente, como también en las mas o menos antiguas se deduce, que los de esta especúj 19 — 138 — pueden ser modificados por varias causas, i mui principal- mente por el medio en que se hallan colocadas las sustan- cias. Cuando la descomposición la esperimentan sobre la tierra, se transforman al fin en humus; i si sumerjidos en el agua, los vejetales, i especialmente los herbáceos, se meta- morfosean en turbas, i los animales^se convierten en diapocir (grasa de cadáveres) mas pronto i en menos tiempo si es en el verano, que dentro de la tierra. Según ha sido la lenti- tud i profundidad a que be ha verificado, ha dado lugar a los fósiles animales, a los antrácitos, ullas, betunes, etc. En firP si se consideran todas las transformaciones de que son su- ceptibles las sustancias orgánicas, se debe admitir un gran número de fermentaciones particulares; tales son por ejem- plo la transformación del almidón en azúcar por la influen- cia del gluten en la jerminacion; la de esta misma sustancia por la de la diástasis, la fermentación láctea del azúcar por las membranas, etc. De las operaciones en que se efectúan alteraciones en los cuerpos por medio del calor. Entre las de este jénero se enumera la oxidación u oxije- nacion; procedimiento por,el que se fija en los cuerpos el oxijeno, poniéndolos en contacto con él, estando puro, o con la atmósfera. Aunque para esta operación en muchos casos solo se necesita el concurso del calor, en varias otras se efectúa por la descomposición del agua, de la de ciertos óxidos, de la de algunos ácidos i de algunas de sus combi- naciones. Besoxidacion es lo contrario a la anterior, porque es la operación en la que por medio del calor los cuerpos pierden en todo o en parte el oxíjeno que contienen; se dice en par- te porque la desoxidación de algunos cuerpos es hasta cier- tos límites, como la de los peróxidos de manganeso i plomo, i la de otros es completa como la de los óxidos de mercurio, plata, etc. No obstante, en muchos casos, no puede verifi- carse la desoxidación, sin la concurrencia de un cuerpo que por su acción química para el oxijeno, lo separa de un me- — 139 — tal. A mas de esto, la desoxidación se verifica también algu- nas veces por otros medios análogos a los que se emplean en la oxidación. Carbonización, como lo indica la palabra, es la operación por la que se reducen las materias orgánicas a la sustancia de todos conocida, a carbón, cuando se las somete a la ac- ción del calor sin'el contacto del aire. Los diversos métodos practicados en los bosques para obtener carbón mas o rae' nos voluminoso, o mas o menos compacto i pesado, pueden verse en la obras de química aplicada; respecto al que se emplea en farmacia para carbonizar la esponja, algunos le- ños, etc., está reducido a poner las sustancias debidamente preparadas en un crisol, o marmita de hierro o barro hermé- ticamente tapada, a la acción del fuego, dejando solo un pe- queño agujero para dar salida a las materias que se volati- lizan. Cuando cesen estas de presentarse, aquel se tapa, se sustrae la marmita del fuego i después de fria se saca el pro- ducto, el que se debe colocar en vasos cerrados para evitar la absorción de gases. Incineración es una operación análoga a la anterior, pero de un objeto contrario, pues el fin en ella es destruir del todo » el carbón contenido en las sustancias i reducirlas a cenizas, esponiéndolas a la acción del fuego con el contacto del aire. La calcinación tiene una analojía con la incineración, pero se diferencia mui esencialmente, en que en aquella hai com- bustión de sustancias orgánicas, mientras que en ésta el ob- jeto es volatilizar algunas sustancias contenidas en algunos minerales. Finalmente, torrefacción es el procedimiento por el que se dá a las sustancias orgánicas un principio de carbonización, por la que adquieren propiedades^ particulares; tal es por ejemplo la preparación que se dá al café, a la fécula para darle un carácter análogo a la goma arábiga, etc. De los pesos i medidas medicinales. Es de tanta importancia en farmacia el determinar con una exaptitud las cantidades de los cuerpo?, que no solo obli- -- 140 — ga a ello las leyes de sus equivalentes en sus combinaciones, sino que se necesita en sus simples mezclas para poder apli- carlos en las dosis convenientes. De aquí pues la necesidad no solo de las balanzas, sino también de los pesos i medidas que están con este objeto en uso. A este respecto es desearse, que cuanto antes se convinieran las naciones en adoptar el sistema métrico o decimal; sistema por el"que no solo se fa- cilitaiian los cálculos i cambios en las transacciones, sino que amas se evitarian los grandes perjuicios que deben a cada paso orijinarse, por la variedad de pesos i medidas a que están arrpgladas las diversas farmacopeas. En nuestra repú- blica como en las demás hispano-americanas, es en donde Be hace sentir mas esta necesidad; por que a mas de que en ninguna de ellas hai una nacional, ni se ha adoptado espe- cialmente ninguna délas otras, los facultativos estranjeros arreglan sus prescripciones a sus usos particulares,i estas son confeccionadas según el que haya adoptado el farmacéutico. Así por esta causa como por la necesidad que hai de cono- cer las relaciones de los diversos pesos i medidas de las di- ferentes farmacopeas, i arreglados a sus formulas preparar los medicamentos, esponemos, mientras se adopte el sistema métrico, todo lo relativo a un objeto tan importante, arre- glándonos alo que es mas común entre nosotros. Medidas lineales de España. La toesa......i..................vale 7 pies. Vara castellana..................... 3 pies. Pie............................... 12 pulgada». Pulgada........................... 12 líneas. Línea.............................. 12 puntos. Medidas de capacidad de la farmacopea española. El azumbre................vale 8 libras. Cuartillo...................... 1 libra 4 onzas. Libra........................ 12 onzas. Onza...........,............. 8 dracmas. — 141 — Dracma...».................. 3 escrúpulos. Escrúpulo .................... 24 gotas. A mas de estas hai : La sesquilibra............... vale 1¿ libra. Sesquionza................... 1 £ onza. Sesquidracma................. 1 \ dracma. Pesos. La libra..............consta de 12 onzas. Onza..........'............... 8 dracmas. Dracma.........,............ 3 escrúpulos. Escrúpulo.................... 24 granos. Óbolo........................ 12 granos.. Silicua........................ 4 granos. El grano se le hace corresponder al peso de un grano de cebada regular i es 4,991570 centigramos. Hai también otras medidas para las cantidades poco pre- cisas, de sustancias poco activas o de propiedades medicas inocentes, como algunas hojas, flores, etc.; tales son: El número, que aunque no indica por si solo cantidad, pero acompañado de guarismos, o cifras romanas, significa numéricamente individuos o partes de una cosa, como san- guijuelas, pildoras, etc. El puñado, que es la cantidad de un cuerpo que se puede cojer con las yemas de los dedos. El manojo, la cantidad que se puede cojer tendiendo la mano encima del cuerpo i plegándola después. El hacecillo lo componen doce manojos. Lx cucharada que equivale a media onza, i la cucharadita que se mide con una cuchara de las del uso del té i equivale a un poco mas de una dracma. Los signos i significativos latinos de los dichos pesos i medidas son: Libra, (libra). Onza, (uncía) irj l — 142 — Dracma, (drachma).--..................... 3 Escrúpulo, (scrupulum).................... 3 Óbolo, (obolus)......................... ob. Siliqua, (siliqua).......................... siliq. Gota, (gutta)............................ gutt. Grano, (granum)........................o. gr. Cucharada, (cochlearea).................... cochl. Azumbre, (congius)....................... cong. i asi en los demás, incluso el signo (ss) que indica semis, la mitad de una cosa. Por lo que hace a determinar las pro- porciones de cada peso o medida, se hace uso de los guaris- mo», pero mas jeneralmente de las cifras romanas v. g. Ib 1 3" n, 3 iv, etc. Medidas ij)esos medicinales ingleses. En las composiciones de los medicamentos como en las prescripciones, está ordenado por los colejios de la Gran Bretaña se use del peso troy;peso que está dividido hasta la dracma como el español i las divisiones se las significa con los mismos signos : el escrúpulo solo se compone de veinte granos. Este mismo peso ha sido adoptado para los liquidos por el colejiode Edimburgo,pero los de Londres i Dublin han or- denado que estos se midan, i para el objeto las medidas em- pleadas se derivan del galón de vino,que con corta diferencia son las mismas que las comunes españolas. Un galón, (congius)........ = 8 pintas 0 viii. Una pinta, (octarius).o........... 16 onzas 3 xvi. Una onza fluida, (fluid. unc).S .... 8 dracmflu. 5 viii. Una dracma.(fluid, drac)........60 mínimas. lx. Una minima, ni................. Las proporciones del galón son: Galón. Pintas. Onzas fluidas. dracmas. mínimas. 1 = 8 = 128 = 1024 = 61440 1 = 16 = 128 = 7680 1 = 8 = 480 1 = 60 — 143 — Pesos i medidas francesas. Todos los pesos i medidas adoptadas en Francia, tienen por base la unidad de mensura de lonjitud, que se llama metrox corresponde a la diezmillonesima parte del cuarto del meridiano terrestre, i su divisor es 10. De aquí el nombre que lleva de sistema decimal. El metro, dividido en 10 partes iguales, produce unas frac- ciones que se llaman decímetros. Cada decímetro dividido del mismo modo, produce centímetros i el centímetro mi- límetros. Los múltiplos del metro se forman del modo si- guiente: Diez metros..............constituyen un decámetro Cien metros........................un hectómetro. Mil metros.........................un kilómetro. Diez mil metros.....................un miriámetro. Las medidas de capacidad tienen por unidad la décima parte del metro cúbico, a la que se la ha dado el nombre de litro, cuya divisiones son como sigue: jo de litro..............se llama decilitro. ¿co .......................... centilitro. Twb .......................... mililitro Los múltiplos del litro son: 10 litros..........forman un decalitro. 100 ...................... hectolitro. 1000 ..................."... kilólitro 10000 ...................... miriálitro. La unidad fundamental de los pesos tiene por base un centímetro cubico de agua destilada i a la temperatura 0o pesado en el vacio. Se le denomina gramo, que corresponde a 20,030 granos, siendo su división la siguiente : j¿- de gramo.............. se llama decígra rao. 1000 centigramo. miligramo. — 144 — Los múltiplos del gramo son: 10 gramos......furman un decágramo. 100 .................. hectógramo. 1000 .................. kilogramo. 10000 .................. miriágramo. TABLA de la correspondencia entre las medidas lineales métricas i españolas. « ej •a -O o b C3 s 3 a u es O tu *3 c F=3 > 1 Ph 0 Ph 7 0,8 6 > 7 0 Ph 6 ►J 1 4,8 2 2 1 2 1,6 7 8 1 1 5,6 3 3 1 9 2,4 8 9 1 8 6,4 4 4 2 4 3,2 9 10 2 3 7,2 5 1 5 2 11 4,0 l 10 11 2 k 10 8,0 TABLA de la relación entre las medidas lineales españolas i las métricas. cu * »- .'-c- - o | y | c £ o u s s i s s 5 s 6 es 13 s c á s 1 0 8 J- 6 1 0 2 7 9 1 0 O 3 1 0 2 2 1 6 / 2 2 0 5 5 7 2 0 4 6 2 0 4 3 2 5 (¡ *N 3 0 8 3 6 3 0 7 0 3 0 6 4 y 3 4 4 4 1 1 1 4 4 0 9 3 4 0 8 5 4 1 7 9 5 1 3 9 3 5 1 1 6 5 1 0 6 5 (t i 5 6 1 6 7 2 6 1 3 9 6 1 2 7 5 8 6 1 7 1 9 5 0 7 1 6 3 7 1 4 8 6 6 8 7 8 2 o 2 9 8 ] 8 6 8 1 5 9 7 5 2 3 9 o 0 0 8 9 1 2 0 9 9 1 7 10 8 3 5 9 10 2 7 8 7 10 11 2 1 2 3 5 2 5 10 11 1 2 9 1 — 145 — Respecto a los diversos vaso? graduados i de diferentes tamaños, que se hace uso en farmacia para medir los líqui- dos, deben ser jeneralmente de vidrio por ser la materia mas propia. Relación de los pesos métricos i los medicinales españoles. Pesos métricos. libras. onzas. dracmas. grane Kilogramo. = 2 10 5 56 Hectógramo = 0 3 3 56 Decagrámo = 0 0 2 56 Gramo = 0 0 0 20 Decigramo = 0 0 0 2 Centigramo = 0 0 0 i z Miligramo = 0 0 0 I Relación de los pesos medicinales españoles i los métricos. Pesos españoles. Gramos. Decímetros. Centigramo!. Libra 345 6 0 Onza 28 ? 0 Dracma 3 6 0 Escrúpulo 1 2 0 Óbolo 0 6 0 Silicua 0 2 0 Grano 0 0 5 Be los pesos específicos. En muchos procedimientos farmacéuticos se necesita del conocimiento de la gravedad especifica de los cuerpos para llegar al resultado, i esta espresion designa el peso de un cuerpo tomado en un volumen determinado, con relación al peso de otro cuerpo del mismo volumen tomado por unidad, o termino de comparación. Por muchas razones que militan en favor del agua natural o artificialmente destilada i a una temperatura determinada, se ha convenido en elejirla por unidad de comparación para los sólidos i liquidos, como el aire para los gases. La operación de investigar la pesantez de los sólidos por el medio indicado, está fundada en el principio de hidrosta- 20 — 146 — tica, que un sólido sumerjido en un liquido, pierde, de su peso total, una cantidad igual al peso del volumen de liquido que desaloja.Para ejecutarla se necesita de una balanza bien exacta, i de ella se sustrae uno de los platillos i se le sostituye un alambre grueso, o una barilla de vidrio encorvada i de un peso igual al platillo para hacer equilibrio. Por otra parte, como el cuerpo que se pesa debe colgar también de la balan- za, para esto se adapta un crin bien delgado o un hilo de plata o platino con los cuales se le ata. Dispuesto de este mo- do el aparato, se pesa el cuerpo en el aire i se anota el peso. En seguida se pone debajo un vaso lleno de agua de lluvia o destilada, i en ella se sumerje la sustancia de modo, que se halle circundada de media pulgada de liquido en su alrede- dor; i si es de menos densidad que el agua, se la lastra a fin de sumerjirla, i facilitar por este medio su inmersión. Por lo demás el peso especifico de un solido queda cono- cido, dividiendo lo que pesa el cuerpo en el aire, por la dife- rencia cuando se ha pesado en el agua, por ejemplo: un pe- dazo de mármol pesa en el aire 1169 granos i sumerjido en el agua 738; la diferencia 431, es lo que pesa el volumen de agua desalojada por el mármol. Luego se tendrá 1169 : 431 :; 1 : x, que se encuentra tanto mas fácilmente, cuanto que el producto de un número por la unidad siendo el mismo número, basta en el caso actual dividir 1169 por 431, cuyo cociente será 2,712,que espresa el peso especifico del pedazo de mármol. Para el caso en que sea necesario el lastrar el cuerpo para sumerjido en el agua, es indispensable saber antes lo que pesa específicamente el cuerpo que sirve de lastre, paia poder sustraerlo en el cálculo v. gr.: supóngase que este pe- se en el aire 100 granos i que en el agua disminuye 80. Es claro que se hallará, con el agua en razón :: 100 : 80. Por otra parte, supongamos que el cuerpo cuyo peso se quiere determinar pesa en el aire 60 granos, i que pesa dos sumerji- do en el agua unido al lastre; en el aire pesaban 160 granos, han disminuido 150 : tendremos que el agua desalojada por los dos tiene un volumen cuyo peso es de 150 granos.Ahora, como el lastre se sabe que ha desalojado 80 de agua, los 70 — 147 — restantes es evidente que corresponden a los que ha desalo- jado el cuerpo cuyo peso se busca; luego este volumen de agua es de 70 granos, i por consiguiente se tendrá 60 : 70:: 1 : x =45=0,8571. Los cuerpos porosos o pulverulentos presentan algunas dificultades para ser pesados dentro de los liquidos; para este caso es mui útil servirse del aparato ideado por M. Say, aparato por el que no solo se obtiene rigurosamente e! peso especifico de los sólidos, sino también el de los cuerpos solubles en el agua, pero que no despidan vapores o gases. Por no ser mui estensos, remitimos para su descripción i uso a las obras de física i de química, en donde viene detallada. Para los sólidos que son solubles en el agua, se necesita sostituir este liquido por otro que no tenga acción sobre ellos. En este caso se determina primeramente el peso de es- te vehículo con respecto al del agua i en seguida el peso del cuerpo con relación al de este; después se multiplican estos dos pesos uno por otro i el producto es el peso específico que se busca; por ejemplo sea la densidad del liquido 0,886 i el peso del cuerpo sumerjido en él 2,24; multiplicando estas dos cantidades se tendrá 2,87064 , peso específico del cuerpo. El peso especifico de los líquidos se dete¡ mina mui bien por medio del areómetro de Fahrenheit; pero puede también verificarse por medio de un vaso del cual se sabe con exacti- tud la capacidad para el agua destilada, i en seguida se llena del liquido cuya densidad se desea saber; por ejemplo, se observa que el vaso lleno de agua contiene 27,150 i lleno de ácido sulfúrico 50,226. Conocidos estos dos términos, solo tiene que hacer.se una proporción : 27,150 : 50,226:: 1 : x, cuyo resultado es #=1,85, peso específico del ácido sul- fúrico. En la investigación de la densidad de los gases i vapores se sigue un procedimiento análogo, con la diferencia, que el termino de comparación es el peso del aire, que con respec- to al del agua es 0,00129, i que las vasijas deben ser balones de 4 o 5 litros poco mas o menos de capacidad. FARMACIA QUÍMICA U OPERATORIA. Aunque hemos dicho que esta parte de la farmacia e? aque- lla que tiene por objeto preparar los medicamentos, procurar su conservación, disponerlos al uso médico i conocer la can- tidad i el modo como deben ser administrados ; sin embargo no debe esperarse que al tratar de ella seamos tan estensos, que el resultado llegue a ser un dispensatorio o farmacopea, en que se comprenderían todos o los mas de ellos, no ; por- que para esto era necesario haber procedido de otra manera, o contrariar el objeto que nos hemos propuesto. Por consi- guiente, debiendo circunscribirnos a los límites que permiten unos simples elementos, trataremos de solo aquellos medi- camentos, que por varios capítulos exijen un conocimiento i atención especiales; i a fin de proseguir arreglados al plan químico que hemos adoptado al principio, trataremos las materias en el orden que en él se exijen, según sus electri- cidades. MEDICAMENTOS SACADOS DEL REIXOIXORGANICO. PRIMERA CLASE. Sustancias metaloides o no metálicas. Como la esperiencia ha manifestado que las propiedades en que se fundó al principio la denominación de estos cuer- pos, no les son tan esclasivas i características que a ellos Bolos pertenezcan; pues muchas de ellas pertenecen también a los que se denominan metálicos i algunas de las de estos — 150 — a aquellos, esta demostración ha hecho ya, que dichas pro- piedades o caracteres se consideren como vagos e inciertos. Sin embargo esta división se la ha seguido admitiendo, yn por estar establecida i admitida por los químicos, como por la comodidad qne ofrece para el estudio. En esta virtud, considerando como tales metaloides a los quince primeros de la enumeración que se ha hecho de los cuerpos simples, tra- taremos de algunos de ellos, que hagan mas a nuestro pro- pósito, comenzando por el Osig*eno. O. equivalente.=100. Este cuerpo, descubierto simultáneamente en 1774 por Priestley, Scheele i Lavoisier, de quienes recibió los nom- bres de aire deflogisticado, aire empíreo, oxíjeno (del griego yo enjendro ácidos) i finalmente de Condorcet el de aire vital, es un gas simple i permanente (1), incoloro, inodoro, insí- pido, incombustible; pero poderoso sostenedor de la com- bustión; el mas electro-negativo de todos los cuerpos i de un peso específico=l,1026 (Berzelius i Dulong.) Sus caracteres distintivos se manifiestan por que sumerji- da en un frasco que lo contenga, una mecha o bujía, pero que presente un punto en ignición, se enciende i arde con una llama mas brillante que en el aire, i si a esta se sostituye el hierro, carbón, o fósforo, arden con rapidez i emiten una luz de las mas vivas; por que no tiene acción en los colores azules vejetales, ni sobre el agua de cal; que es poco soluble en el agua i una mezcla de dos volúmenes de hidrójeno i una de oxíjeno, con la acción de una chispa eléctrica, o la llama de un cuerpo, hai una fuerte detonación i produce solo agua; en fin que colora en amarillo anaranjado el bióxido de ázoe, transformándolo en ácido hipo-nítrico o azotico. Los tres úl- (1) El descubrimiento del nuevo cuerpo, el ozono, verificado por Schcenbein de Bal i considerado por M. Berzelius como una modifica- ción del oxíjeno, ha excitado ya algunas sospechas que este cuerpo dejará quizas de ser un cuerpo simple. Según el descubridor, es de sentir, que a dicho cuerpo se le deberían atribuir ciertas epidemias de gripa, de toses catarrales i de influenza. La presencia del ozono se reconoce en la atfos- mera por la acción que ejerce sobre el papel del ioduro de potasio al que le dá un color moreno. — 151 — timos caracteres lo distinguen del gas protoxido de ázoe, con el único con que puede confundírsele. Es uno de los ajentes tan necesario para la vida de los cuerpos orgánicos, que sin él no podrían existir i es tan abundante en la naturaleza, que ya en combinación o en el estado libre, constituye por lo menos las tres cuartas partes del globo, si nos apoyamos en las observaciones hechas has- ta ahora. Por ellas se sabe que la atmóstfera contiene el veinte i nno por ciento de oxíjeno en volumen, o el veinte i tres en peso, agregando los ocho novenos por peso, conteni- do en el vapor aquoso atmosférico. Por otra parte, el agua que cubre los tres cuartos de la superficie de la tierra, con- tiene los ocho novenos de su peso de oxíjeno; i Mr. de la Be- che calcula que la sílice por sisóla constituye el cuarenta i cinco por ciento de la capa mineral de nuestro globo. Ahora, como la silíce, el carbonato de cal i la alumina, que son los tres constituyentes mas abundantes de los estratos, tienen poco mas o menos la mitad de su peso dé oxíjeno, se cree mui probable que la capa conocida de nuestro globo contie- ne la cantidad indicada de este principio. Preparación.—Se le puede preparar por vaiios modos, en- tre ellos calentando 124 partes de clorato de potasa.en una retorta de vidrio, en cuyo caso se obtienen 48 de oxíjeno puro, que se recojen en la cuba pneumática, i 76 de cloruro de potasio. Por una igual operación se le prepara también con el protoxido de mercurio; pero el medio mas barato es por el peróxido de manganeso. Para ello se pone este en polvo en una retorta o frasco de hierro, que se coloca a fue- go desnudo i por medio de un tubo se receje el gas en el aparato para los gases; mas como puede estar mezclado con ácido carbónico, provenido del carbonato de hierre con que suele estar unido, se lava antes el gas haciéndolo pasar por agua de cal o solución de potasa caustica : de 88 partes de peróxido puro, se obtienen 8 de oxíjeno i 80 de sesquioxido de manganeso. l/sos.—No obstante lo necesario que es para la vida de -los seres orgánicos, la esperiencia manifiesta, que los efectos de la concurrencia de él solo, les son dañosos; siendo él que — 152 — produce en los animales una inflamación en la membrana mucosa de los pulmones inspirándolo puro : de aquí nace la supresión de su uso en la ptisís, para lo que se le habia recomendado. Sin embargo se le ha prescrito i con mui bue- nos resultados en las enfermedades ocasionadas por deficien- cia de este principio, por ejemplo en el escorbuto; como tam- bién en el atsma, debilidad, gangrena, tumores blancos i eln- 'fermedades escrofulosas de los huesos. La mejor aplicación de esta sustancia es en solución aquo- sa, constituyendo lo que se llama agua de oxíjeno i agua oxigenada, que es necesario no confundirla con el peróxido de hidrójeno. De este modo se transforma en un suave exci- tante, que aumenta el apetito, promueve las secreciones i es útil en el espasmo del estómago, amenorrea, histeria, hidro- pesía atónica, etc. El modo de prepararla es por la presión en un aparato adecuado, por cuyo medio el agua se puede cargar de una mayor cantidad que la que puede contener bajo la presión i temperatura de la atmósfera; que según Dalton i Henry es de 3,7 volúmenes en 100 de agua i según Saussure de 6,5. Azufre. S. equivalente=200. El azufre, que es conocido desde la mas remota antigüe- dad, pues de él se hace mención en Moisés, Homero, i otros escritores antiguos, es un cuerpo sólido, quebradizo, de un color amarillo verdoso, inodoro, [insípido i de una densidad de 2,087. Es mal conductor de la electricidad, pero por la frotación se hace eléctrico. También es mal conductor del calórico, i basta tener por algunos instantes una barrita en la mano caliente, para que se oiga crujir; fenómeno que es debido a la desigual dilatación que esperimentan sus partes, que algunas veces llega a quebrarse. Es fusible , volátil i combustible; exhala en la atmósfera, cuando se quema, una cantidad de un tumo, (ácido sulfuroso) de un olor sofocante i peculiar, ardiendo con una llama débil-azul. Es susceptible de cristalizar según los medios empleados en cristalizarlo, en dos formas distintas incompatibles, que son el octaedro — 153 — con base romboidal i el prisma obliquo de base romboidal. Finalmente, si se le somete poco a poco a diferentes tempe- raturas, el azufre se funde a 110° C., i a este grado es mui fluido i conserva un color amarillo hasta 140° C.; pero ele- vado a 160° comienza a*espesarse,se pone rojizo, i si se ca- lienta entre 220° i 260°, se pone moreno i adquiere una con- sistencia tal, que aunque se trastorne el vaso que lo contiene la masa no cambia de lugar. Si se continúa calentándolo, adquiere alguna fluidez i si Jiasta 460°, entra en ebullición i se volatiliza. Los caracteres distintivos del azufre, son sus mismas pro- piedades que lo distinguen de todos los demás cuerpos. El azufre se halla en abundancia en la naturaleza; pues se encuentra en masas entre las rocas (azufre nativo) i también en polvo producido por sublimación (azufre volcánico). En la primera forma i aun en la segunda es mui abundante en las provincias de San Fernando, Santiago, Atacama i otras de nuestra república, i de Ñapóles se estraen considerables cantidades para el uso del comercio europeo. A esto debe agregarse el que está en estado de ácido sulfúrico, así libre como combinado con las bases, formando esta8 enormes can- tidades de sulfatos tan comunes, como el de cal, magnesia, soda i otras, i finalmente el que en unión con los metales cons- tituye los multiplicados i abundantísimos súlfuros, como las piritas de hierro, i de cobre, etc., súlfuros de mercurio, anti- monio, etc. Tampoco el azufre deja de ser común en el reino orgánico; s¡^e encuentra en las liliáceas, cruciferas, umbelíferas, po- ligoneas, como en el ajo, mostaza, asafetida, rumex i varias otras plantas de diferentes familias. Los sulfatos alcalinos i ferreos se les halla con mucha frecuencia en los vejetales; es también constituyente en algunas sustancias animales, co- mo los huevos, orina, etc. i los sulfatos se le3 encuentra en esta secreción. Preparación.—No describiremos esta operación porque en la farmacia no se tiene necesidad de preparar el azufre, por lo fácil que es de procurárselo en el comercio, el que lo ofrece preparado por la purificación del azufre nativo, o por 21 — 154 — la descomposición de los súlfuros naturales, bajo la forma de polvos, conocido con el nombre de azufre sublimado \ flores de azufre. Pero se debe tener presente, que jeneralmente está mezclado con cantidades variables de sustancias estra- ñas, siendo por lo regular la sílice, carbonato de cal, carbón bituminoso, alumina i magnesia. Mas lo que interesa saber sobre todo es, el que algunas veces se le halla mezclado con el arsénico en estado de sesquisulfuro (oro-pimente) cuando se le estrae de las piritas i aun en el natural; por lo que conviene mucho el cerciorarse de la pureza de los especíme- nes, ya disolviendo una cantidad en aceite de trementina» que solo disuelve el azufre; ya quemándolo para volatilizar- lo i juzgar por el residuo; o por el aparato de Marsch. No deja de ser bastante jeneral el estar unido a el ácido sulfúri- co o sulfurado; pero con solo mezclarlo con agua, el papel de reactivo lo manifiesta. Véase aquí la necesidad de lavar- lo repetidas veces con agua caliente para purificarlo, i prepa- rar lo que en medicina se llama sulphur lotum, secándolo en la estufa. En farmacia se hace directamente con él algunos medi- camentos de que daremos cuenta en su lugar. Usos.—En medicina se prescribe el azufre interiormente en muchos casos; por ejemplo, en las afecciones del recto como un suave i recomendable purgante, tales como en la estrechez, hemorroides i prolapso, en las que se le emplea como un sustituto del aceite ricino; i para promover su ac- ción purgante, conviene algunas veces unirlo a la magnesia o al bitártrato de potasa. En afecciones pulmonales como catarros crónicos i atsma, en las de gota i reumatismo, prin- cipalmente después de un ataque agudo de este último, cuando las articulaciones quedan hinchadas i doloridas, en qne el azufre produce felice* resultados, etc. Esteiiormente se usa en varias enfermedades de la piel en especial en la scabies. La dosis como purgante e9 de una o dos hasta tres drac- mas, dado en leche o jarabe, i como un alterante i sudorífico hasta media dracma. — 155 — Ácidos formados por el azufre i el oxijeno. El azufre es suceptible de combinarse con el oxijeno i formar siete ácidos, que se pueden dividir en dos series; una en la que el equivalente de azufre es el mismo i el del oxijeno aumenta; i la otra en que, por el contrario, el del oxijeno es igual, mientras el del azufre aumenta como los números 3,4,5. Los déla primera son: El ácido hiposulfuroso=SO o SOe02 El ácido sulfuroso.......=SO- El ácido sulfúrico......= S03 La segunda serie que la llaman tionica (de la palabra griego azufre), la constituyen los.ácidos. Ditiónico S203 (ácido hiposulfurico de Gay-Lussac i Welter.) Tritionico S303 (ácido sulfohiposulfuríco de Lan- glois.) Tetrationico S'O* (ácido hiposulfurico bisulfurado de Fordos i Gelis.) Pentatióníco S503 (ácido descubierto por MM. For- dos i Gelis.) De todos estos ácidos el que se prescribe mas jenerahnen- te en medicina es el tercero de la primera serie, i de ese solo nos ocuparemos. Acido sulfúrico. SO3 equivalente =5,00. Este ácido que, según parece, fué descubierto por Geber en el siglo séptimo, es el que se vende en el comercio con el nombre de aceite vitriolo, i es el monohidratado. Es un liquido de una consistencia oleajinosa, incoloro transparente, inodoro, de un gusto fuertemente acre i caus- tico, que ennegrece i desorganiza la mayor parte de las sus- — 156 — 'tancias orgánicas i de un peso específico=l,842 a -f 15.d marcando 66.° en el areómetro de Baumé. Su afinidad pa- ra el agua es tanta, que absorve los vapores aquosos de la atmosfera i mezclado con este liquido, hai un grande des- prendimiento de calórico. En fin si se calienta en una retorta, bulle a 310° i puede destilarse; pero calentado en unión con varias sustancias, lo descomponen sustraiéndole oxijeno i emitiendo ácido sulfuroso: tales son el carbón, las sustancias orgánicas, el fósforo, azufre i algunos metales como el cobre* estaño, i mercurio: está formado de 40,06 de azufre i 59,94 de oxijeno. Los caracteres distintivos de este ácido son sus propie- dades físicas i su acción sobre el carbón, el agua de cal i * la solución de barita. Con esta base forma un sulfato inso- luble en los ácidos i álcalis, que calentado con carbón, se transforma en sulfuro de bario, que con el ácido clorohi- drico, exhala ácido sulfuhidrico, fácil de reconocerlo por el olor. Respecto al modo como se encuentra en la naturaleza, ya se ha dicho hablando del azufre, a saber: en estado libre en el rio vinagre en Popayan; en el de combinación con la cal, alumina, hierro, etc.; con la cal, la potasa i la soda en muchas plantas i con las dos ultimas en la orina del hombre. (Berz.) Preparación.—Dos modos hai de preparar el ácido sul- fúrico. El primero es destilando en retortas de greda el sul- fato de protoxido de hierro seco; medio empleado en Nord- hausen en donde por preparársele en grande, se le denomina con el nombre de este pueblo, i íes el anhidro; i el otro ha- ciendo concurrir simultáneamente por medio de tubos en cámaras de plomo, ácido sulfuioso, ácido hiponítrico i va- por de agua: por este procedimiento se obtiene el que he- mos descrito i es el que se vende en el comercio. Como no se tiene necesidad de preparársele en farmacia, no descri- biremos ni el aparato ni la operación; pero si debemos advertir que el destinado para el uso médico ha de ser puro, i el del comercio contiene muchas veces sustancias que es ne- cesario eliminar. En el ácido sulfúrico se hallan mezcladas sustancias or- — 157 — gánicas i esto es fácil de conocerse por el color bruno o negro que le comunican. También contiene frecuentemente sulfato de plomo, i su presencia se manifiesta mezclándolo con el agua, con lo que se produce un precipitado blanco; o añadiendo ácido sulfohidrico a la solución, en cuyo caso, por mui poco que contenga, se observa una variación de color, debida a la formación de un sulfuro de plomo. A mas de estos, comunmente se eneuentan unidos con el ácido sul- fúrico el bióxido de ázoe i el ácido nitroso, i el perrnangana- to de potasa es un excelente reativo para descubrirlos, pues se descolora si se pone en una solución de ácido sulfúrico, que contenga estas sustancias i cinco partes de agua. Final- mente, i esto es mas importante, con motivo de ser elaborado el ácido sulfúrico con el azufre obtenido de las piritas i aun con el natural, suele hallarse en él ácido arsenioso (1), i esto se manifiesta por el ácido sulfohidrico, o el aparato de Marsch. De lo que se acaba de esponer se infiere la necesidad de purificar el ácido para medicamento i esto se consigue del modo siguiente. Para desembarazarlo de los compuestos azoados, se calienta el ácido con 2 a 4 gramos de azufre por kilogramo, hasta que cese de descolorar el permanganato de potasa, o colorearse por el sulfato de hierro (2). Después se deja precipitar, se decanta i se agrega una pequeña can- tidad de una débil solución de clorr», con el objeto de des- truir el ácido sulfuroso que se haya formado. Como en esta reacción se forma al mismo tiempo que el ácido sulfúrico, ácido clorohydrico, este se sustrae fácilmente por la ebu- llición. Para separarle el sulfato del plomo, es necesario destilarlo; operación que no es mui fácil, a causa que la ebullición del ácido es acompañada de sobresaltos, por lo que se quiebran las retortas, como porque muchas veces los (1) La mas pequeña cantidad de este ácido que en el sulfúrico ha en- contrado Mr. Watson ha sido de 35£ granos en veinte onzas fluidas. (2) El sulfato de protoxido de hierro es también un reactivo bastante sensible para manifestar estas sustancias. Se toman 50 gramos de ácido i se pone en la superficie 35 céntimos de agua destilada; se deja enfriarse i después se agregan unas pocas gotas de una solución del sulfato i se mez- cla el todo con lentitud. Si hai bióxido de ázoe, aparece un color rosa o purpura, si es el ácido hiponitrico, él color es azul, violado o violeta. — 158 — vapores que se condensan son tan calientes, que rompen los recipientes en que se le recibe. Para evitar eátos accidentes,se ha recomendado poner con el ácido en la retorta, alambre de platino en forma de espi- ral, i también vidiio en pedazos groseros; mas la esperiencia comprueba que esto no basta, si en lugar de estos no se po- nen escamas de piedra de fusil mui delgadas i de poco mas o menos de un centímetro de largo i de ancho. Aunque con valerse de este medio se obtiene buen resultado, no obs- tante, como los sobresaltos son ocasionados ya por la den- sidad i consistencia del liquido, ya por lo elevado de la tem- peratura a que entra en ebullición i también por que es mal conductor del calórico, el método mejor es el indicado por Berzelius, que consiste en calentar el ácido por solo la parte superior; en este caso como no se forman vapores en el fondo de la retorta, no pueden producirse sobresaltos. El aparato para este procedimiento consiste en un cono truncado construido con lamina de hierro, en cuya sección se adapta con exactitud la retorta, introduciéndola hasta un tercio. Al rededor del borde esterior del cono se pone arena a fin de impedir una corriente de aire de abajo arriba. El cono se rodea de ladrillos, i a 3 o 4 centímetros por encima déla retorta, se sostiene otro cono del mismo material, que sirve para mantener caliente la bóveda de la retorta. Esto asi preparado, se llena la retorta hasta los dos tercios con áci- do sulfúrico, se la adapta un tubo de vidrio de un metro de largo, i este se une a un frasco o recipiente, que debe tener otro tubo para dar salida a los gases que puedan formarse. Finalmente se ponen carbones encendidos al rededor de la retorta en la capacidad formada por los ladrillos, i como el ácido entra en ebullición en la mitad superior, la operación se hace sin sacudimientos i la condensación se comienza en el cuello déla retorta. Para el ácido que contiene arsénico, se le agrega una pe- queña cantidad de sulfuro de bario hydratado, i al fin de algunos dia^ se obtendrá un precipitado de sulfuro de arsé- nico i de sulfato de barita. Después se decanta, se filtra i se procede a la destilación. — 159 — Usos.—Convenientemente diluido, el ácido sulfúrico es de muchas aplicaciones en medicina. Se le prescribe en las en- fermedades febriles como un refíijerante, i es excelente en el último estado déla fiebre, en especial en la llamada tifus en combinación con la cinchona u otro amargo. Promueve el apetito i ayuda la dijestion en los convalecientes de fie- bre. Es el mejor remedio para los sudores cualiquativos, en la tisis i otras afecciones. Se le administra como un astrin- jente en varios casos, como tónico en la dispepsia, etc-> etc. Esteriormente se aplica como caustico, irritante, etc. Como medicamento interno solo se le prescribe diluido en agua o unido a otras sustancias: en el primer caso la do- sis es de 10, 30 i 40 gotas en un vehículo conveniente. Ázoe. Az. equiv=175. i compuestos con oxijeno i hidrójeno, El ázoe que fue descubierto en 1772 por Rutherford lo denominó aire mefítico; pero Priestley lo llamó después aire flojisticado, Lavoisier ázoe (del griego privador de la vida) i Cavendish nitrojeno por ser uno de los constituyentes del ácido nítrico, tomándolo del griego yo enjendro elnitro. Es un gas incoloro, inodoro, insipido i ni combustible ni sostenedor de la combustión. No tiene acción sobre el papel de reactivo ni emblanquece el agua de cal, i su densi- dad es de 0,9713. Los caracteres distintivos son sus propiedades negativas descritas, a las que puede agregarse el que adquiere un sa- bor ácido combinándose con el oxijeno, formando el ácido nítrico. Esto se puede verificar por dos medios : o electri- zando una mezcla de ázoe i oxijeno, o quemando una corrien- te de hidrójeno en una mezcla de ambos gases. En el reino orgánico es un constituyente de casi todas sustancias animales, i en los vejetales se le encuentra en muchas plantas, entrando en la composición de un gran nú- mero de sus principios i en la de todas las semillas; donde se le halla en mas abundanci i, es en la familia de las cruci- feras i de los hong- s. Por otra parte, se le halla en la at- — 160 — feras i de los hongos. Por otra parte, se le halla en la at- mósfera constituyendo los 4 quintos i se desprende en abun- dancia en las aguas termales de Apoquindo hacia el oriente de la capital. (Domeyko.) Preparación.—El modo de obtenerlo es quemando fósforo en una cantidad determinada de aire; para lo cual se le coloca en la plancha de la cuba sobre un sustentáculo o ladrillo de greda, de modo que quede supe- rior al agua del aparato i cubriéndole después con una gran campana llena de aire atmosférico, en el cual arde combi- nándose con el oxíjeno i dejando el ázoe por residuo. For- ma varios ácidos i solo hablaremos del nítrico, quees el que mas uso tiene en medicina. Usos.—No tiene mayormente uso en medicina, aunque se lo ha recomendado en varios casos en solución aquosa, porH. Davy como diurético, en el atsma, torpor délos espíritus, etc. Acido nítrico. Az.O5 equiv.=675. Este ácido fue descubierto en el siglo séptimo por Geber quien le dio el nombre de agua solutiva. La naturaleza de sus constituyentes la demostró Cavendish en 1785 i sus proporciones fueron determinadas por Davy, Gay-Lussac i Thompson: también se le ha dado los nombres de espíritu de nitro i agua fuerte. Cuando concentrado es un líquido incoloro, de un olor fuerte particular, de un sabor estremamento caustico i que forma sobre la piel una mancha amarilla, que no desaparece sino con la caida déla epidermis. Es un veneno caustico mui enerjico. Es volátil, esparce en la atmósfera, cuando sedes- tapa el frasco que lo contiene, un humo blanquisco forma- do por la unión con el vapor aquoso de la atmósfera, i con el del ammoniaco uno blanco de nitrato de esta base. Su densidad, cuando solo contiene un equivalente de agua, es de 1,512 a 1,521 a +15°; pero esta densidad varia en ra- zón de las diversas cantidades de agua con que siempre está mezclado, que según Thenard la de los ácidos comunes son como sigue : — 161 — Grados. Densidad. Acido real por 100, 39 1,376 52 42 1,422 62 44 1,435 63 46 1,478 73 48 1,498 84 Bulle a 86°; pero si sigue hirviendo se descompone exha- lando vapores rojos de ácido hipónitrico i oxijeno; i a me- dida que esperimenta esta descomposición se hace mas aquoso i va necesitando de mayor calor para hervir; siendo necesarios+123° cuando llega a tener cuatro equivalentes de agua, que entonces forma el hidrato mas estable. Un ácido mas aquoso hierve a 125° o 128, pero no tarda el agua en volatilizarse i el ácido se concentra. La luz, i en especial la solar, descompone el ácido concentrado, en oxijeno i ácido hipónitrico; pero no sucede asi con el que está de- bilitado. El ácido nítrico no se le encuentra libre en la naturaleza, sino es en pequeña cantidad en las aguas de las lluvias tem- pestuosas. En el reino orgánico se le halla combinado con la cal en el borrago officinalis, urtica dioica, helianthus annuus i en varias otras plantas; i con la potasa en las raices del geum urbanum , apium graveolens , en las flores del verbascum, en el rizoma del zingiber, en los tubérculos del cyperus esculentus, etc. En el reino inorgánico se le encuen- tra en varias partes de la superficie dé la tierra, i en pocas aguas minerales en combinación con la potasa, la soda, la cal i la magnesia: unido con la primer base se le halla en Rungue en nuestra República, situado acia el noroeste del valle de Colina. Los caracteres distintivos del ácido nítrico son: sus pro- piedades físicas; el que con limaduras de cobre produce una viva efervescencia, desprendiéndose bióxido de ázoe, que combinado con el oxijeno de la atmósfera, forma ácido hi- pónitrico en forma de vapores rojos; fenómeno que se pro- duce igualmente con el carbón, calentándolo un poco; el 22 — 162 — que descolora el sulfato de índigo; que con ta morfina, bru- cina i estrichnina produce un color rojo, que se realza sobre- saturando el líquido con el ammoniaco; finalmente el que mezclado con el ácido clorohydrico disuelve el oro i unido a la potasa forma un nitrato por el que es mui fácil de reco- nocérsele. Preparación.—El ácido nítrico se le obtiene descompo- niendo el nitrato de potasa o de soda por el ácido sulfúrico, pudiéndose producir ácidos de diferentes densidades, se- gún sean las cantidades que se empleen de estas sustancias. Cuando se le quiere preparar monohidratado, se ponen en una retorta de vidrio enlodada cien partes de nitrato en polvo de potasa puro i noventa i siete de ácido sulfúrico del comercio, por medio de un embudo si la retorta es tubulada, i si no tubulada se le introduce por el cuello por medio de un tubo que llegue a la pansa. A la retorta se la adapta una alargadera, i a esta un balón con tubuladura para colo- car en ella un tubo i dar salida a los gases. Puesta la retor- ta sobre un triangulo de hierro en un horno de reverbero, unidas bien todas las junturas con un luten apropiado, i a mas reforzadas estas con vandas de trapos cubiertas de una mezcla de cal i clara de huevos, se ponen debajo unos car- bones encendidos i se va aumentando poco a poco la tem- peratura; debiéndosela conducir de tal modo, que el ácido destile gota a gota en el recipiente, que debe enfriarse con agua fria durante el tiempo de la operación, la cual será ter- minada, cuando estando la retorta mui caliente, no pase na- da en la destilación. En el curso de este procedimiento, por la acción del ácido sulfúrico sobre el nitrato, este se descompone i se despren- den vapores blancos de ácido nítrico i agua, que se condensan en el recipiente. Mui poco después los vapores son rutilan- tes de ácido hipónitrico, debidos al ácido sulfúrico que ha- llándose en exceso respecto al nítrico, lo descompone en oxijeno i aquel ácido. Pasado un poco tiempo, estos vapores cesan i son reemplazados por los de ácido nitrico, hasta que al fin de la operación vuelven a presentarse; obteniéndose por productos en el recipiente, ácido nitrico mezclado con — 163 — un poco de hipoazotico que lo colora en amarillo , i en la retorta bisulfato de potasa. Como el ácido nitrico se le obtiene fácilmente en el co- mercio i a precios cómodos, no hai casi necesidad en farma- cia de prepararlo; pero si de purificar a este que jeneíalmente contiene un poco de clco, ácido hipónitrico i ácido sulfúri- co; sustancias con las que se mezcla en la operación como lo acabamos de decir, i el cloro provenido de alguna sal marina mezclada al nitrato. Para manifestar la presencia de estos cuerpos, basta solo los medios comunes, a saber: la del cloro por la solución de nitrato de plata, la del ácido hipónitrico por el calor, i la del sulfúrico por la barita. Para eliminar este último, se destila de nuevo el ácido nitrico en una retor- ta, añadiendo 60 gramos por kilogramo de nitrato de potasa puro o nitrato de plomo. Los otros se pueden separar, desti- lando en parte el ácido a un suave calor, por el cual se vola- tizan, i también para sustraer el cloro añadir solución de nitrato de plata o de plomo, hasta que no haya precipitado, i dejándolo en reposo en un lugar oscuro hasta que se pre- cipite el cloruro, para después estraerlo por medio de un sifón; pero lo mejor es la destilación llevándola hasta la se- quedad. Si se quiere obtener el ácido nitrico enteramente privado de ácido hipónitrico, se le destila con '/oo de su peso de cromato de potasa, i pira saber si está puro, se le reconoce por no precipitar el azufre del ácido sulfehydrico líquido, cuando se le pone con él en contacto debilitado con dos partes de agna. Usos.—El ácido nitrico en medicina se le prescribe en unión a los infusos amargos como un tónico, i diluido con- venientemente, como un refrijerante en afecciones febriles, en la litiasis acompañada de depósitos fosfaticos en la ori- na, en las afecciones obstinadas de la piel, etc. Concentrado se usa de él esteriormente como un poderoso cáustico para destruir las verrugas, para aplicarlo a la mordedura de ani- males rabiosos o serpientes venenosas, en las ulceras faja- dinicas, etc. Su dosis es de cinco hasta diez gotas. En farmacia se prepara directamente con este ácido, el — 164 — ácido nitrico diluido i ungüento de ácido nítrico o pomada oxijenada, de que hablaremos en su lugar. Ammoniaco. H3Az. equiv.=212,50. El ázoe, uniéndose al hidrójeno, forma varias combina- ciones cuya teoría, como también la de las que provienen de estas han ofrecido hasta ahora tantas dificultades que los químicos aun no están conformes. No obstante, las mas je- nerales admitidas por algunos son cuatro, cuyas fórmulas son las siguientes : H2 Az. el radical amidojeno (yo enjendro los amides). H3 Az. el metal ammonio. H3 Az O. el oxido de ammonio. H4 Az O. el ammoniaco que entra en la composición de las sales formadas por un oxacido. Esta última que, aunque rara vez empleada en medicina es la base de varios medicamentos, es un gas incoloro, de un olor mui característico, fuerte i penetrante; de un sabor acre i caustico, mas lijero que el aire, de un peso específico. =0,597, pudiéndose condensar en un liquido incoloro por una presión de seis i media atmósferas a -f- 10°, o por solo el enfriamiento de 40°—0o. Enrójese el amarillo de li cúr- cuma, enverdese el color déla violeta i restablece el enrojecido por un ácido, volviendo este al color primitivo mediante un suave calor o por la esposicion al aire. Apaga los cuerpos en combustión, pero es altamente combustible en la atmósfe- ra, por lo cual mezclado con aire u oxijeno, forma una mez- cla esplosiva incendiada con una bujia, o con una chispa eléc- trica. En este caso, descomponiéndose el gas ammoniacal, el oxijeno se ampara de su hidrójeno, formando agua i con una pequeña parte de ázoe produce ácido nitrico, dejando libre lo restante del ázoe. Últimamente, es tan soluble en el agua, que a la temperatura i presión ordinarias, puede disol- ver 670 veies su volumen de este gas, o lo que es lo mismo, el tercio de su peso. Los caracteres distintivos del ammoniaco son : sus propie- — 165 — dades descritas, i a mas el que disuelto en agua, comunica un color azul oscuro a las sales de cobre, da un precipitado amarillo con el cloruro de platino, uno blanco con el cloruro de mercurio i esparce un humo blanco cuando se le aproxi- ma un tubo mojado con ácido clorohidrico o nitrico. El ammoniaco se encuentra en la naturaleza en estado de hidroclorato i sulfato en las eercanias de los volcanes; en* varias partes formando el alumbre; Marcet lo ha encontra- do en las aguas del mar en estado de hidroclorato, como se halla también en algunas aguas minerales. Existe unido con muchos óxidos nativos de hierro, i en forma de carbo- nato en las aguas de lluvia. En el reino orgánico solo se le encuentra en pequeña cantidad en los vejetales. Libre, parece existir en muchas plantas como en el chenepodium vulvaria, en el jugo i hojas del isatis tinctoria, en el fucus vesiculosus, etc. combinado con el ácido carbónico se le encuentra en la justicia purpurea; con el nitrico en el estracto de hyoscyamo, agua de lechu- gas, etc; con diferentes sustancias en la raíz del helleborus niger i de nymphaa; en las hojas del aconitum napellus; en la corteza del cusparía febrífuga, etc. A mas de esto, constituye una de las bases que unida al ácido fosfórico, clorohidrico i úrico se halla en la orina del hombre; con el último en los escrementos del boa constric- tor i de algunos pájaros; finalmente es uno délos pro- ductoa de la putrefacción de las materias animales i de muchas de las vejetales,. Preparación.—Como mui rara vez se prescribe en medi- cina en el estado de gas, solo se prepara en solución aquosa, formando el ammoniaco liquido, llamado vulgarmente álca- li volátil, álcali flúor, i espíritu de sai ammoniaco, el cual exceptuando la liquidez, tiene todos los caracteres del gas. La operación se hace en el aparato de Woulf empleando una retorta tubulada si se opera en pequeñas cantidades i una caldera de hierro si es en grande escala. Dicha caldera ha de tener en la parte superior una abertura ancha, que debe cerrarse con una tapa de hierro ajustada con luten adecuado, i lateralmente una tubuladura a la que se ajusta — 166 — un tubo que conduce el gas a los frascos. El primero de es- tos de tamaño regular i que contiene solo un poco de agua, es destinado a contener las porciones de sal ammoniacal o calcárea que puede ser allí conducida, i no debe enfriarse en el curso de la operación. Los dos siguientes contienen de agua un peso igual al hidroclorato empleado, i solo deben estar llenos hasta la mitad, porque su volumen aumenta mu- cho con la unión del gas; i como en la combinación hai des- prendimiento de calor i el gas ammoniacal es tanto mas so- luble cuanto la temperatura es menos elevada, es necesario enfriarlos colocándolos en nieve o por una corriente de agua fria durante toda la operación : el aparato se le termina por un cuarto frasco para recojer el gas, que pueda escaparse de los primeros. Dispuesto el aparato de este modo, se hace una mezcla de partes iguales de hidrato de cal e hidroclorato de ammoniaco i un poco de agua, i pronto se introduce en el caldero que se tapa como ya se ha dicho. Se comienza por ca- lentar el caldero con un suave calor i se vá elevando poco a poco hasta que cese de desprenderse gas. En la descomposi- ción que principia aun a la temperatura ordinaria, la cal obra sobre el ácido clorohidrico del ammoniaco i cediendo su oxijeno al hidrójeno del ácido, hai formación de agua i el cloro se une al calcio. De consiguiente hai desprendimiento de gas ammoniacal, i en la caldera se obtiene cloruro de calcio. Al hidroclorato de ammoniaco puede sostituirse el sulfato; en este caso la proporción de la mezcla es de una parte de sulfato, tres de hidrato, i la sal que se produce es le sulfato de cal. El álcali obtenido por estos procedimientos, marca 22° del areómetro de Baumé i contiene cinco por ciento de su peso de álcali real. Usos.—En medicina se prescribe mui pocas veces inte- riormente, siendo una de ellas para quitar la embriaguez; en algunos casos como estimulante i sudorífico, en ciertas afec- ciones del sistema nervioso, etc. Su aplicación mas jeneral es externa en varias enfermedades, como un rube faciente o irritante, i algunas veces como vesicante i caustico. — 167 — En farmacia sirve de vehículo para varias preparaciones mui útiles asi internas como externas. Sesquicarbonato de ammoniaco. 2H3 Az,HO, 3CO* . El ammoniaco, como una de las bases enerjicas que se coloca entre los álcalis, es suceptible de combinarse con los ácidos, pero de tal modo con el carbónico, que forma mu- chos carbonatos. De estos los usados en medicina son el sesqui i el bicarbonato, de los que solo nos ocuparemos del primero, por ser el mas que se prescribe i el que se conoce con los nombres del álcali volátil concreto, subcar- bonato de ammoniaco i sal volátil de Inglaterra. Es sólido, su forma es en pequeños cristales que reunién- dose se asemejan a las hojas de heléchos o barbas de plu-« mas; pero en el comercio se ofrece en pequeñas masas translúcidas hasta de dos pulgadas de largo. Tiene un sabor caustico, picante,i urinoso; su olores ammoniacal, enverdece el jarabe de violeta, es volátil i venenoso. Espuesto al aire, exhala carbonato de ammoniaco i se convierte en bicar- bonato. Sus caracteres distintivos son los mismos que los del am- moniaco líquido, a mas el dar un precipitado blanco con el agua de cal. En la naturaleza solo se le encuentra en ciertas materias animales en putrefacción, i algunas veces se desarrolla en la orina aun bajo la influencia de la vida en ciertas enfer- medades. Preparación.—El sesquicarbonato de ammoniaco se le obtiene en las'manufacturas por sublimación, con una mez- cla de dos partes de hidroclorato de ammoniaco, o lo que es mas económico, de sulfato i una de carbonato de cal, en re- tortas de greda o hierro que comunican con recipientes de plomo. De aquí la causa porque el que se vende en el co- mercio contiene algo de este metal i la necesidad de exami- narlo con los reactivos que se usan en este caso, antes de aplicarlo a las preparaciones internas. Usos.—Kn medicina es indicado en los mismos casos que — 168 — el álcali, i a mas algunas veces en el diabetes, escrófulas i en los casos de fiebre, con el objeto de promover la eircula- cion i exhalación cutáneas : para'esto se le prescribe en una bebida efervescente en las formas siguientes : f Seis fluidos dracmas de jugo nn j ^ i. ) de limón, o 20 gr. de sesquicarbonato < 0/l „„ • v •■• ». „• „• f . b n ?. 24 gr. de acido cítrico cnst, o \J251¡ gr. » tártrico. Cloro. Cl. equiv.=443,2. Esta sustancia fué descubierta por Scheele en 1774 i la denominó ácido muriatico deflogisticado; Berthollet en 1785 le dio el nombre de ácido muriatico oxijenado, i H. Davy el de cloro, del griego verde, a causa de su color. El cloro, a la temperatura i presión ordinarias, es un gas de un color amarillo verdoso, de un sabor desagradable e as- trinjente i de un olor de tal modo sofocante, que aunque mez- clado con el aire, no puede respirársele sin gran peligro. Su pe- so específico es de 2,44, i lejos de enrojecer el tornasol, lo pone amarillo. Aunque no combustible, es sostenedor de la com- bustión: por esta causa el fósforo, el arsénico i el anti- monio en polvo, arden espontáneamente en él, i una bujía encendida que aunque se apaga, es después de haber ardido con una llama pálida i al fin roja. Cuando concurre el agua, destruye los colores vejetales, los olores orgánicos i de las materias infectas. El cloro puede liquidarse por una simple disminución de temperatura en un líquido amarillento. Los caracteres distintivos son sus propiedades, i el que precipita la plata de su nitrato en un precipitado blanco, que ennegre- ce por la esposicion a la luz i se disuelve en el ammoniaco. En la naturaleza se le encuentra principalmente combina- do con el sodio, ya disuelto en el agua del mar o formando depósitos de sal gemma. También existe en combinación con el magnesio, calcio, plomo, plata, etc. i en estado de áci- do clorohidrico se le halla vecino a los volcanes, el que pro- bablemente es producido por la descomposición de algún cloruro. En el reino orgánico se le encuentra en combinación en — 169 — los animales i vejetales ; i Sprengel afirma que las plantas marinas lo exhalan principalmente de noche. En estado de ácido clorohidrico i libre, existe según Proutt en el estóma- go de los animales durante la dijestion. Preparación.—Para los usos que del cloro se hace en medicina, se le prepara en un matras en cuya tapa se pone un tubo de Welter, i otro curvo que comunique si se quiera con un frasco bitubulado que contenga un poco de agua pa- ra lavar el gas, o con uno inverso lleno de agua saturada del sal común colocado en la cuba pneumática en la que se reco- je el cloro. En el matrás se pone peróxido de manganeso, i se agrega por el tubo de seguridad, por pequeñas porcio- nes, una cantidad igual a su peso de ácido clorohidrico, al que se le agrega un poco de agua ; o también sustituyendo al peróxido el hipoclorito de cal; o valiéndose de una mez- cla de 1 de peróxido de manganeso, 1| de sal común, 2 de ácido sulfúrico i 2 de agua. En todos estos casos i con la ayuda de un suave calor, por las diversas reacciones que se efectúan en dichas operaciones i que es fácil conocer, hai desprendimiento de cloro libre, formación de agua i cloruro de manganeso en el primer caso; en el segundo cloruro de sodio, i en el último sulfatos de manganeso i de soda. La otra forma en que se le prescribe en medicina es en solución, llamada por esto solución i agua de cloro, agua oximuriatica, licor de cloro, acido oximuriatico líquido. Es- ta preparación es un veneno corrosivo, caustica, irritante, en fin tiene los mismos caracteres que el cloro si se esceptua el estado líquido. El modo de obtenerla, es por los medios indicados para el gas, valiéndose si del aparato de Woulf. Debe tenérsela en frascos bien tapados i privada de la luz; porque por la esposicion a ella, el agua se descompone, hai emisión de oxijeno i formación de ácido clorohidrico. Usos.—En estado gaseoso, el cloro se usa en fumigacio- nes como un poderoso desinfectante i antiséptico, como antidoto en los envenamientos del ácido cianohidrico, sul- fohidrico i sulfuro de ammoniaco. Empleado en las enferme- dades crónicas del pulmón, es un remedio usado, i sus efectos 23 — 170 — son mui útiles en la tisis i bronquitis crónica. También mezclado con aire o vapor aquoso en forma de baño, en las enfermedades del hígado, con tal que no haya inflama- ción activa. En solución concentrada, es aplicado como caustico en las heridas causadas por animales rabiosos, i diluido, en las en- fermedades de la piel, como en la sarna i pórrigo ; en gár- garas, en la afección pútrida de la garganta; c<~mo un baño local, en las enfermeda 'es del hígado ; aplicándolo al cáncer i ulceras fétidas, etc. Interiormente se le administra en las enfermedades lla- madas pútridas, como en ciertos tifus, e°carlatina, afección maligna de la garganta, i también en las enfermedades sifilí- ticas i afecciones del hígado. La dosis varia según el grado de concentración ; pero puede ser de una hasta dos dracmas del diluido convenien- temente. Bel ácido clorohidrico. HC1 equiv.=455,70. El cloro es susceptible de formar muchos ácidos combi- nado con el oxijeno, su número se eleva a siete i son : El ácido hipocloroso........... Cl O El ácido cloroso............... Cl O3 El ácido hipoclorico............ Cl O1 El ácido clorico............... Cl O5 El ácido perclbrico............ Cl O7 El ácido cloroclorico........... 2CI O5 Cl O3 El ácido cloroperclorico......... 2 Cl O7 Cl O3 De estos no se hace uso en medicina, pero si de! que forma en combinación con el hidrójeno; ácido que según parece, fué conocido por el químico árabe Geber en el siglo octavo, i después por Glauber, Sebéele i H. Davy. A la presión i temperatura ordinaria es gaseoso, incoloro, transparente, elástico, de un olor sofocante i de un sabor acre caustico. Enrojece fuertemente el tornasol i apaga los — 171 — cuerpos en combustión, tomando la parte superior de la llama antas de estinguirse un color verdoso : su peso espe- cífico es de 1,2474, i se puede liquidar por la presión de 40 atmósferas en un líquido incoloro a la temperatu- ra de+10°. Espuesto al aire húmedo, se combina con el agua de la atmósfera, de la cual es mui ávido, i forma vapores blancos bastante densos i dotados de un olor picante : cuando se combina con una base como por ejemplo los óxidos, el re- sultado es formación de agua i de cloruros. Los caracteres distintivos son sus propiedades, i que for- ma vapores blancos con el del ammoniaco ; el que en una solución de nitrato de plata produce un precipitado blanco, que ennegrece espuesto a la luz i es soluble en el ammoniaco, i que con el ácido nítrico forma el agua rejia que disuel- ve el oro. En la naturaleza es uno de los productos gaseosos délos volcanes; existe en muchas aguas minerales i principal- mente termales en América, i combinado con el ammoniaco en las «ejiones volcánicas. En el reino orgánico se afirma que libre, es uno de los constituyentes del jugo gástrico en el hombre i que combi- nado con el ammoniaco se halla en la orina (Berzelius). Chevreul lo ha encontrado libre en el jugo del isatis tinctoria. Sus caracteres distintivos son sus propiedades, esceptuan- do la liquidez. Preparación.—En el estado gaseoso solo se le emplea como desinfectante, i paralas demás aplicaciones medicinales, se le prepara liquido, valiéndose del mismo aparato que para el agua de cloro, a escepcion, que la mezcla que se pone - en la retorta o caldero,es de cloruro de sodioi ácido sulfúrico. Por este medio se obtiene el que se vende en el comercio bajo el nombre de ácido muriatico, el que por lo regular es de un color amarillo, a causa de que no es puro; i en verdad el ácido muriatico puede contener muchas sustancias, i son : las sales que pueden contenerse en el agua que se emplea en la operación; ácido sulfúrico, que puede ser arrastrado hacia los recipientes; ácido sulfuroso, ocasionado por la des- — 172 — composición del ácido sulfúrico sobre materias orgánicas que se contienen en la sal; fierro, sustraído del aparato; iodo i bromo, suministrado por los cloruros i bromuros contenidos también en la sal; en fin por otras sustancias; pero lo qué mas importa saber es, que se encuentra igualmente el ácido arsenioso o arsénico, provenido del ácido sulfúrico cuando este los contiene. De consiguiente debe ensayarse antes, para eliminar estas sustancias fijándolas, i después destilar el ácido. Del arsénico se le separa agregándole un poco de agua, atravesándolo poruña corriente de gas sulfohidrico, filtrándolo para separar el sulfuro de arsénico formado, { destilando últimamente el ácido. Para cerciorarse de las sustancias que se han indicado, se procede con los reactivos de uso: como con el nitrato o cloruro de bario para el ácido sulfúrico i el sulfohidrico i el aparato de Marsh para el arsé- nico, etc. Usos.—En medicina se le prescribe poco mas o menos en los mismos casos que el agua de cloro. La dosis convenientemente disuelta, es de cinco, quince o veinte gotas. Del Iodo. I. equivalente=1578,20. Este cuerpo descubierto por M. Courtois en 1811, fue descrito por Clement en 1813, pero estudiado por H. Davy i M. Gay-Lussac i denominado iodo, de la palabra griega violado, a causa del color que presenta cuando se volatiliza por el fuego. A la temperatura ordinaria el iodo es solido, su forma es en pequeñas laminas de un gris azulejo, de resplandor me- tálico, de una débil tenacidad i de un aspecto de la plomba- gina. Su sabor es acre, su olor es análogo al del cloro i su peso específico=4,948 a-f-16°C. i el de su vapor=8,716 (Dumas). Su forma cristalina parece ser el octaedro alargado con base romboidal ; destruye los colores vejetales i co- lora la piel i el papel en amarillo, pero que luego desapare- ce. A la acción del calórico funde a 107°, se volatiza entre 175° i 180° i esparce vapores de un bello color violeta, los — 173 — cuales sérperciben fácilmente tan luego que se arroje iodo sobre un carbón encendido: es poco soluble en el agua pura, mucho en el alcool i en el éter. Sus caracteres distintivos son, a mas de los descritos, el comunicar un bello color azul a una solución de almidón en el agua. En la naturaleza se halla en las aguas del mar, probable- mente en el estado de ioduro de sodio i de magnesio; en la de muchas salinas, aguas sulfurosas i otras minerales; en la uíla se le encuentra abundantemente i en el nitrato de soda natural; en los minerales, unido al zinc, plomo i otros mine- rales, en especial con la plata en las minas del norte de nues- tra República. En el reino orgánico se le encuentra con frecuencia en un número considerable de vejetales, principalmente en las algas i ulvas. M. Chatin ha descubierto que todas las plan- tas que crecen en el agua dulce lo contienen; como igual- mente existe en la esponja, en el higado del bacalao i otros animales; hasta en un insecto julus fcetidissimus i últimamen- te se le ha descubierto en las alcyonelas. Preparación.—Se le estrae de las aguas madres produci- * das de la lejivacion de las cenizas de ciertas algas, cuya operación i aparatos no tenemos necesidad de describirlos; pues en farmacia no se: tiene necesidad de preparar el iodo, por obtenerlo fácilmente en el comercio. Solo si debe tener- se presente, que este se vende algunas veces adulterado, mezclando a él agua, hasta en la cantidad de dracma i me- dia por onza, carbón de piedra, plombagina, peróxido de manganeso, arena, etc. El primer fraúdese manifiesta com- primiendo iodo entre dobleces de papel secante i las otras disolviéndolo en el alcool o éter, en los cuales es soluble mientras las otras sustancias no lo son. Usos.—El iodo tiene tantas aplicaciones, que no nos seria fácil el compendiarlas;sin embargo diremos, que por una par- ticular propiedad que tiene de obrar sobre el sistema glandu- lar, se le prescribe,en las escrófulas, broncocela, paperas, etc.; en los tumores; mamarios, del ovario, etc.; en la gonorrea, — 174 — en enfermedades crónicas del sistema nervioso, como emanagogo, etc. Por ser propenso a producir irritación gástrica, ¿10 se le prescribe en sustancia sino unido a otras sustancias ami- láceas o a la fécula; su dosis cuando mas es de medio grano. Lo mas común es usar de algunas de sus preparaciones, i en- tre ellas se cuenta el ácido que forma con el hidrójeno (ácido iodohidrico), el que en farmacia se prepara del modo si- guiente. Se disuelven 330 granos de ioduro de potasio en onza i media de agua destilada, i esta solución se mezcla a otra de 264 granos de ácido tártrico i onza i media de agua destilada.Cuandoelbitartrato depotasa que se forma se haya precipitado, se filtra i al líquido filtrado se agrega agua hasta obtener la cantidad dé seis onzas dos dracmas. De esta preparación se ha llegado a dar hasta una onza tres veces al dia, o dos dracmas de iodo al dia, sin lesión al- guna; no obstante se mira como dosis ordinaria media onza, pero lo mas cuerdo es darlo en mas pequeñas dosis. En farmacia se prepara con el iodo la tintura, el ioduro de almidón, etc. Fósforo. Ph. equiv.=400. Esta sustancia fué descubierta en 1669 por Brandt, al- quimista hamburgués, i se le dio el nombre que lleva por lo luminoso que es en la oscuridad, del nombre griego yo llevo luz. A la temperatura ordinaria es sólido, semitransparente, de un aspecto córneo, incoloro o de un color amarillo pálido, flexible, bastante blando para cortarse con el cuchillo i ra- yarlo con la uña; tiene un olor sensible a ajo, es insípido, altamente combustible i de una densidad=l,840. Colocado en la atmósfera exhala vapores que son luminosos en la os- curidad, en consecuencia de la combustión que esperimen- ta en ella con el oxíjeno. Puesto en un frasco con agua a 44°26, entra en fusión i toma el aspecto de un aceite blanco transparente; si se le enfria lentamente conserva su transpa- — 175 — rencia, mas cuando se hace bruscamente, es susceptible de adquirir otros colores; fenómeno que se ejecuta también con la luz solar que le da el color rojo, aun cuando el agua en que se halle esté privada de oxíjeno. Es insoluble en el agua, pero es soluble en el espíritu de vino, éter, aceites grasos i esenciales. Sus caracteres distintivos son las propiedades descritas, i que en el oxíjeno o en la atmósfera arde con una luz mui viva, esparciendo vapores blancos de ácido fosfórico. Aunque no en abundancia, se le encuentra en la naturale- za en estado de fosfato unido al plomo, hierro, cobre, man- ganeso, urano, itria, i a la cal; siendo solo este último el que se encuentra en abundancia en Estremadura (España); i a mas de esto el fosfato de cal, que se encuentra entre las rocas fosilíferas provenidas de despojos animales. En el reino orgánico en estado, de ácido fosfórico ya li- bre o combinado con la cal, potasa i el hierro, se encuentra el fósforo en varios vejetales, i en los animales entra en la composición de la materia cerebral i de los nervios, i unido al oxíjeno i a la cal, constituye la base de la parte dura del esqueleto de todas las partes osificadas. Preparación.—Se obtiene el fósforo del fosfato de cal que constituye los huesos de los animales; pero no daremos el de- talle de la operación por no ser necesario preparárselo en farmacia, por obtenérselo fácilmente en el comercio. Adver- tiremos solo, que para conservarlo se necesita tenerlo en un frasco de agua hervida, para por este medio privarla del oxí- jeno que se combinaría con el fósforo. Usos.—El fósforo se prescribe rara vez en sustancia co- mo medicamento, a causa de su combustibilidad i su acción tóxica; sin embargo, se le recomienda altamente en aquellos casos en que se presente gran postración del poder vital, como en el último estado de la fiebre, tisis, hidropesía, etc.? en algunas enfermedades crónicas del sistema nervioso co- mo epilepsia, parálisis, melancolía, manía, amaurosis, etc.; acontecidas en personas debilitadas. En algunos exantemas como en el sarampión, con el objeto de promover la erup- ción; también en la impotencia virilis, etc. — 176 — Él mejor modo de administrar el fósforo, es disuelto en el éter i aun mejoren aceite; pero su aplicación i prescrip- ción deben ser dirijidas por personas mui competentes, por el peligro que él ofrece. En farmacia se prepara con él la tintura etérea con fósforo i el aceite. fosforado de que hablaremos en su lugar. Acido fosfórico. Ph. O5 equiv.=900. El fósforo combinado con el oxíjeno forma un óxido i cuatro ácidos i se representan por las fórmulas siguientes: . El óxido amarillo de fósforo =Ph20 El ácido hipo fosforoso ... =Ph 0 El ácido fosforoso........=Ph O3 El ácido hipo fosfórico____=Ph3013=Ph03,2 Ph05 El ácido fosfórico........=Ph O5 Este último hidrotado por combinarse con diferentes canti- dades determinadas de agua, constituye otros ácidos dife- rentes; asi, combinado con tres equivalentes de este líquido, forma el ácido fosfórico—Ph053RO; con dos equivalentes produce el ácido pirofosfórico^=YhQ5'2H.O i cuando solo con un equivalente, el ácido se designa con el nombre de metafosfórico—Vl\5'£{Q. De todos estos, solo del ácido fosfórico se hace uso en medicina i en estado diluido, el que asi preparado es un lí- quido incoloro, e inodoro i que posee las propiedades de los ácidos; su peso específico ordinario es=l,45 marcando en el areómetro de Beaumé45°, i espuesto a diferentes tempe- raturas, se transforma en los ácidos ya dichos. Del modo como se le encuentra en Ja naturaleza se ha indicado al hablar del fósforo. Sus caracteres distiutivos son: el descomponerse con el carbón, cuando concentrado, dando fósforo; combinado con la soda o potasa forma un fosfato, en el que las sales solu- bles de plomo, cal i barita dan precipitados blancos (fosfa- tos) solubles en el ácido nítrico; con el nitrato de plata un — 177 — precipitado amanillo (fosfato de plata) soluble en el ácido nítrico i ammoniaco; pero si el ácido es recientemente calci- nado el precipitado es blanco. Preparación.—El modo de obtener el ácido fosfórico lí- quido o diluido, es por medio de una retorta tubulada, a la cual se adapta una alargadera i a esta un balón de dos tu- buladuras, en las que en una con un luten adecuado se ajus- ta la alargadera i en la otra se pone un corcho con un tubo largo para dar salida a los gases. Puesta la retorta en un baño de arena, por su tubuladura se introduce una mezcla de cuatro partes de ácido nítrico fumante i diez de agua; en seguida una de fósforo en varios pedazos. Para favorecer la reacción del ácido sobre el fósforo, se comienza por elevar moderadamente la temperatura, i con esto se desprenden va- pores rojos, que como deben condensarse en la mayor parte en el recipiente, debe enfilársele durante toda la operación. De este modo se prosigue hasta que destilen ocho partes de líquido, que deben ponerse en la retorta, i continuar la desti- lación hasta volver a obtener otras ocho partes de líquido, i ponerla? otra vez en la retorta, a fin de favorecer la disolu- ción del fósforo, i recojer una parte de ácido fosfórico que pasa al recipiente. Hecho esto, se procede a la reconcentra- ción en la misma retorta hasta, que el ácido fosfórico no tenga olor de ácido nítrico, en cuyo caso se saca de la retor- ta i se le agrega agua hasta que marque 45° del areómetro. Las reacciones que en este procedimiento se verifican, son fáciles de comprenderse, pues el fósforo se acidifica a espen- sas de una parte del ácido nítrico, el que por esta causa queda reducido a ácido hipónitrico. En la operación que se acaba de describir acontece, que al fin de la concentración se desprenden de repente vapo- res nitrosos abundantes, que en este caso si la ebullición es viva i la masa con que se opera es considerable, produce una detonación con fractura de los vasos, que pueden herir al operador; para evitar estos accidentes es menester con- ducir suavemente el fuego cuando se llegue a este momen- to de la operación. El ácido fosfórico líquido que se vende en el comercio, 24 —- 178 — algunas veces es sofisticado con ácido sulfúrico, clorohidri- co, nítrico, i aun con el fosforoso a consecuencia de la misma operación. Los do3 primeros se les manifiesta con el cloruro de bario i nitrato de plata, el tercero con el cobre i la plata que en parte son disueltos, i el último por medio del ácido sulfuroso que precipita azufre calentándole un poco. Usos.—El ácido fosfórico se emplea en medicina, en los mismos casos i bajo el mismo orden que el ácido sulfúrico, i los otros ácidos minerales; sin embargo, goza de la particu- laridad de podérpele usar por un largo tiempo, sin perturbar las funciones dijestivas como lo hacen los ajentes de esta clase. Por el poder que tiene de disolver el fosfoto de cal, se le emplea en aquellas litiasis acompañadas de depósito calcá- reo en la orina, en la osificación de las arterías i válvulas cardiacas, en los exosto^is i otros tumores huesosos. Como ájente local, lo ha usado Lentin en las caries obstinadas, por creerse que esta enfermedad proviene de la deficiencia de ácido fosfórico en la parte afectada; Woulf lo ha aplicado para promoverla formación de los huesos. A mas de estas,, se le administra en otras enfermedades, como en la blenno- rrajia i leucorrea cuando el fluido secretado es acre; para disminuir las abundantes supuraciones i mejorar la calidad de la materia; en las afecciones histéricas de las personas jóvenes irritables, etc., en la impotencia viril, en la diabetes, icteria, etc. La dosis del ácido fosfórico es de diez gotas, basta una dracma, en un vehículo conveniente, i mezclado con ocho o diez tantos de agua, se emplea esteriormente como lavatorio en las caries. Arsénico. As. e produce una viva efervescencia, debida al desprendimiento del gas, que sirve de guia para reglar la adición del ácido. En esta operación se descompone una parte del agua ce- diendo su oxijeno al zinc, el cual oxida i con este se combi- na el ácido sulfúrico mientras que el hidrójeno se desprende. De consiguiente, por resultados se obtienen este gas, i sul- fato de zinc disuelto en el agua restante. El hidrójeno se debe conservar en frascos oien tapados con corcho i con sus cuellos hacia abajo sumerjidos en un tuesto con agua. Usos.—En la consunción pulmonal el Dr. Bedoes ha reco- mendado la inhalación de una mezcla de aire atmosférico e hi- drójeno, fundándose que en esta enfermedad el sistema esta- ba hiperoxijenado: la inhalación se continuaba durante quin- ce minutos i se repetia varias veces al dia. Ingenhousz creió tener efectos lisonjeros aplicándolo a las heridas i ulceras. En el reumatismo i parálisis, ha sido usado por Reuss co- mo un resolvente, i su solución aquosa (agua de hidrójeno), preparada por una presión artificial, se ha empleado en el diabetes. 183 — del agua. HO. equivalente=112,5. Este liquido que está compuesto de dos partes de hidró- jeno i uno de oxijeno en volumen, i según Dumas, de 8 de oxijeno i una de hidrójeno en peso, es una sustancia de tal modo conocida, que no hai necesidad de detenerse en su descripción, ni indicar sus propiedades; sin embargo, como se la divide en varias especies en razón de la diversas sus- tancias que contiene en solución, según los lugares en que se la obtiene, es necesario tener un conocimiento de todas ellas en jeneral, i poder evitar las reacciones que pueden ocasionar en el uso que de ellas se hagan. Agua destilada.—Se la prepara destilando el agua común mediante un alambique o retorta. La primera porción que pase al recipiente, equivaliendo poco mas o menos a la vijé- sima parte, debe botarse, a causa que en ella se encuentra el ácido carbónico i otras impuridades volátiles; como por la misma razón no deben destilarse las ultimas porciones, por la empireuma que producen las sustancias fijas i que se descomponen por la disminución del líquido i el aumento de temperatura. De modo, que solo deben destilarse las porcio- nes intermedias, a fin de tener una agua pura, que para que lo sea, no ha de presentar cambio alguno por los reactivos siguientes: soluciones de álcalis cáusticos, de cal, de ácido oxálico, de sales de barita, acetato de plomo, nitrato de plata i jabón. El nitrato de plata es el mas sensible de los reactivos para manifestar la presencia de materias orgánicas. La solución de esta sal, agregada a una agua destilada que se trata de ensayar i puesta en un frasco bien tapado, no cambia de color esponiendola a la luz si es pura;pero si con- tiene alguna materia orgánica, el metal en parte es reducido i el liquido adquiere un color oscuro o rojizo. Usos.—El agua pura en farmacia no solo es necesaria para preparar la soluciones de los reactivos, sino también para algunos medicamentos, como por ejemplo la misma solu- ción de plata. — 184 — Agua de lluvia. Es la mas pura de todas las aguas naturales; no obs- tante, su composición varia, según las diferentes sustancias que flotan en el aire i las diferentes situaciones. De aqui nace que la que se coje con el objeto de alguna aplicación, debe tomársela no al principio de la lluvia, sino después de algún tiempo, para dar lugar a que se lave la atmósfera; i sin embargo de esto, en su composición contiene ácido carbónico, sales, entre las que según Liebig se encuentra el carbonato de ammoniaco; materia orgánica a la que llama Zimmerman pyrrhina, i rastros de ácido nitrico, que se pre- sume ser formado por la combinación del oxijeno i ázoe, mediante la acción de la electricidad; véase aqui la razón por que se encuentra con mayor certeza en las lluvias tem- pestuosas. Agua de fuente. Es la misma que la de lluvia, que infiltrándose en la tierra, aparece después en la superficie cargada de las ma- terias solubles que encuentra en su trayecto; materias que son mui diferentes, pues están en razón de la naturaleza del terreno. Sus constituyentes son poco mas o menos que el agua de pozo. Agua de rio. Esta especie es una mezcla del agua de lluvia i de fuente i aunque algunas son turbias por las densas sustancias que tienen en suspensión, por la filtración o decantación se po- nen jeneralmente claras. Sin embargo, siempre contienen varias sales en solución, que son variadas según sean los te- rrenos; como por ejemplo, las materias que forman los cons- tituyentes del agua del Mapocho i del Maipo que son las siguientes: — 185 — Aguajlel Mapocho (1). Ajua del Maipc (a cinco le- guas de la cipital (2). gTamos. gramos. Cloruro de sodio.......0,058 ........ 0,170 Sulfato de cal (yeso)____0,139 ........0,623 Carbonato de cal....... 0,090 ........0,054 Id. de magnesia. . 0,029 ........ 0,060 Hierro con un poco de alumina............ 0,052 ........0,014 Sílice................ 0,013........0,118 S 0,381 1,039 g Materias que enturbiaban w el agua............. 0,508 ........ 1,545 Agua de pozo. Esta agua, como todos saben, eslaque se obtiene hacien- do escavaciones en los terrenos en cuyo fondo se la reúne, para estraerla por medio de bombas o de valdes. Sus cons- tituyentes son los mismos poco mas o menos que los del agua de río; con la diferencia que en la de pozo, se encuen- tran jeneralmente con abundancia las sales terreas, especial- mente el sulfato de cal. Esta sustancia descompone el ja- bón que se disuelve en ella, i las aguas que tienen esta pro- piedad, se las llama aguas crudas o duras, para distinguir- las de las otras, que por no tenerla se las denomina aguas blandas. La dureza proviene de las sales terreas i principal- mente del sulfato de cal, el cual se descompone uniendo el ácido sulfúiico a la base del jabón, i la cal a los ácidjs gra- sos, formando un compuesto o jabón insoluble. A mas de esto, las aguas duras son unos imperfectos solventes de las materias orgánicas; de aqui nace que cuecen mal las legum- bres, i que para las infusiones, decocciones i otro.•> usos do- (1) Domeyko, Memoria sobre las aguas de Santiago. (2) En esto debe advertirse que hai una pequeña diferencia de pesos, a causa de la imperfección de la medida que se notó después. 25 — 186 — méstícos, son inferiores a las blandas; como también im- propias para bebería los enfermos de afecciones dispépticas, i aun hasta perjudiciales para los que padecen de depósitos urinarios. Agua de lago. Es la que se forma por la agua de lluvia, de fuente i de rio, reunidas en alguna depresión de terreno. Por consi- guiente contiene los constituyentes de las tres, i a mas está contaminada de materias orgánicas en putrefacción. Agua de laguna. Es la análoga a la de lago, con escepcion que es del todo estagnante i que está mas impregnada de materias en pu- trefacción. Los reactivos empleados jeneralmente para manifestar las sustancias mas comunes contenidas en las aguas, son los siguientes: Ebullición.—Hirviendo el agua, el ácido carbónico se desprende i el carbonato de cal que esté disuelto mediante su presencia, se precipita en forma de polvo blanco: esto es lo que forma las capas que se adhieren a las paredes de las teteras i marmitas. En caso de no tener cal, hirviendo-el agua en un frasco, ajustando a su boca un tubo curvo que sumerja el otro estremo en agua de cal, se manifiesta por el precipitado que produce, que hace efervescencia con los ácidos. Protosuljato de hierro.—Si se introduce en un frasco que contenga el agua que se va a examinar, un cristal de esta sal i se le tapa perfectamente, en pocos dias se tendrá un precipitado bruno amarillento de sesquioxido de hierro, en caso de que el agua contenga oxíjeno. Tornasol.—La tintura de tornasol i el jarabe de violeta son enrojecidas por el agua que contenga un ácido libre. Agua de cal.—Es otro reactivo para el ácido carbónico que da un precipitado blanco, (carbonato de cal) que hace efervescencia con los ácidos, — 187 — Cloruro de bario.—Un precipitado blanco ocasionado con esta sal en el agua e insoluble en el ácido nítrico, manifies- ta la presencia del ácido sulfúrico, el que forma un sulfato de barita. Oxalato de ammoniaco.—Si esta sal da un precipitado blanco, indica la presencia de la cal (carbonato i sulfato). Nitrato de plata.—Un precipitado insoluble en el ácido nitrico, causado por esta sal, demuestra la existencia del cloro. Fosfato de soda.—Si sustraida la cal contenida en una agua mediante la ebullición i el ácido oxálico, i después de filtrada i transparente se le agrega ammoniaco i fosfato de soda, en pocas horas se obtiene un precipitado blanco de fosfato de magnesia ammoniacal, en caso que exista aque- lla base. Tintura de agallas.—Se usa de ella como reactivo del hierro, en cuyas soluciones forma un líquido semejante a la tinta. Sí el reactivo produce este efecto antes de hervir el agua i no después, el hierro se halla en estado de carbonato; pero si el fenómeno se presenta antes i después, el hierro está en estado de sulfato. El ferro-cianuro de potasio pue- de sostituirse a la nuez de agalla*, como un reactivo del hierro en las soluciones sesquisales, con las que da un preci- pitado azul, i en las de protosales uno blanco que espuesto al aire se pone también a/ul. Acido sulfohidrico.—Da un precipitado oscuro (bruno o negro) de un sulfuro metálico, si el agua contiene hierro o plomo en solución. Evaporación e ignición.—Si evaporada el agua hasta la sequedad, i el producto colocado en un tubo se le espone al calor hasta la ignición, se patentizan las materias orgáni- cas por el olor que exhalan. Otro modo de descubrirlas es, añadiendo al agua nitrato de plomo i colectando el precipi- tado para quemarlo después en un tubo. Si se obtiene gló- bulos de plomo metálico, la existencia de materias orgáni- cas es infalible; del mismo modo se puede conocer por el olor ocasionado por la putrefacción dé dichas materias i por el nitrato de plata, como ya se ha indicado. — 188 — Agua marina. Bajo este título se comprenden las aguas del océano i las de los lagos denominados mares interiores, pues todos tie- nen una composición semejante. Algunos escepcionan de es- tas aguas las del mar Mirerto, que según su opinión debe colocárselas entre las minerales, por la diferencia que ofre- cen respecto de las de aquel jénero; pero no hai razón para ello, porque se asegura que aun son las mas saladas, pues se contienan 267 kilóg. de cloruro de sodio i de magnesia en cada 1000 kilóg. de agua de este mar. Por otra parte, aunque las aguas de los diferentes mares, se dice que todas tienen una composición semejante, no obstante no dejan de ofrecer una diferente, respecto a las cantidades de sal que ellas contienen. Por las observaciones que últimamente se han hecho, con el objeto de arreglar a su densidad el cargamen- to de la gran cantidad de buques que los trafican con moti- vo de la guerra actual, se asegura que el Mediterráneo es dos veces mas salado que el Océano, una vez mas que el Adriá- tico, cinco veces mas que el Calpio i diez i ocho veces mas que el Mar Negro. Las sales que jeneralmente se encuentran en las aguas de que se hablan son: el cloruro de sodio, de potasio, de magne- sio, bromuro de magnesio, sulfato de magnesia i de cal i el carbonato de cal. Ademas se encuentra íliodo, i últimamen- te, según dicen, se ha demostrado la existencia de la plata en pequeña cantidad. Aguas minerales. Las aguas que llevan este epíteto son las de las fuentes naturales, a que una elevada temperatura o la proporción i naturaliza délas materias disueltas dan caracteres particu- lares, que las hacen muchas veces impropias para los usos ordinarios de la vida, pero que les comunican propiedades es- peciales de que la medicina sada partido para la curación de las enfermedades. — 189 — Las aguas minerales se las ha clasificado, atendida su temperatura, enfrias, i calientes o termales; también según su composición o sus propiedades medicinales; pero la clasifi- cación mas conveniente es la que e?tá fundada en su com- posición química, por lo que se las divide en cuatro clases. Clase 1.a—Aguas calibeadas o ferrujinosas. Las que pertenecen a esta clase son aquellas en lasque el hierro predomina como principio activo. Muchas aguas con- tienen este metal, pero el nombre de calibeadas se aplica so- lo a aquellas en que la cantidad de hierro es mas considera- ble respecto a los otros constituyentes. Estas aguas tienen un gusto de tinta o estiptico i toman un color purpurino ne- gro por la adición del ácido tannico i gálico, o con la infusión de sustancias como la nuez de agalla, té, u otras que conten- gan aquellos ácidos. Las aguas que contienen protosales de hierro, dan con el ferro-cianuro de potasio, un precipi- tado blanco, que se vuelve azul por la esposiciou al aire; i las que contienen sesquisales dan un precipitado azul con el mismo reactivo i se ponen rojas con el sulfocianuro de potasio. A esta clase pertenece una agua que se encuentra en las cordilleras de la hacienda de Cauquenes, en una quebrada que la llaman de los cipreses, laque por las muchas curacio- nes que se han obtenido por su uso, la jente la ha denomina- do agua de la vida.To.rx luego como reunamos todos los datos necesarios, espondremos por una memoria todo lo concer- niente a dicha agua. Las aguas calibeadas ¿on de dos jéneros: carbonatadas i sulfatadas. Orden 1. °—Las que contienen el caibonato de proto- óxido de hierro, por hervirlas o esponerlas al aire, absorven el oxíjeno, emiten ácido carbónico i depositan todo el hierro en forma de sesquioxido. Cuando el carbonato de hierro está asociado con una gran cantidad de ácido carbónico, que las hace claras i acídulas, i se las denomina aguas acídulo-ferrujiuesas. — 190 — Orden 2. °—Las aguas de este orden son las que con- tienen sulfato de hierro, las cuales ni espuestas al aire ni hirviéndolas, depositan el hierro del todo, i bajo este res- pecto, las calibeadas sulfatadas se distinguen de las car- bonatadas. Algunas de estas contienen sulfato de alumina i se las denomina calibeadas sulfatadas aluminosas: las que no la tienen, se les da el nombre simplemente de calibeadas sulfatadas. Usos.—Estas aguas obran del mismo modo que los otros compuestos ferrujinosos. Son estimulantes, tónicas i astrin- jentes. Las calibeadas carbonatadas acídulas sientan mas al estómago que otros ajentes ferrujinosos, en consecuen- cia del exceso de ácido carbónico que contienen. Las calibea- das aluminosas son mui aptas para producir cardialjia, especialmente si se las toma en un estado un poco concen- trado. En fin han gozado de mucha celebridad aplicándolas en varias enfermedades, no obstante son contraindicadas en las condiciones pletóricas, inflamatoria i febril dtl sistema. Clase 2.a—Aguas sulforosas o hepáticas. Estas son las que impregnadas de ácido sulfohidrico, tie- nen un olor de huevos podridos i producen precipitados ne- gros (súlfuros metálicos) con las soluciones de sales de plo- mo, plata, cobre, bismuto, etc.; las que después de hervirlas retienen aun esta propiedad, contienen un hidrosulfato en solución, que jeneralmente es el de calcio o el de sodio. Ta- les son las que se hallan a 140 leguas de la capital en las cordilleras de Chillan que se conocen con el epíteto de baños de este nombre. Entre los diferentes manantiales que se observan en aquel lugar, hai tres principales que son los que se elijen para be- bida i baños de los numerosos enfermos que los frecuentan en la estación del estio. Estos manantiales, a mas de exhalar constantemente el olor del gas que constituye sus aguas,mar- can 48° a 50° i la mas caliente 60° del centígrado. A mas de esto, precipitan en negro abundante la solución de acetato de plomo o cobre; hervidas desarrollan gas hidrójeno sulfura- do, ázoe, gas ácido carbónico, se forma un hiposulfito i se — 191 — precipita el azufre con una lijera película de carbonato de cal, que se halla disuelto en estas agua al estado de bi- carbonato. De los análisis que de ellas ha hecho el profesor Do- meyko, (1) ha resultado contenerse en un litro o mil gramos en peso. Sulfato de soda.......«.............. 0,090 gr. Sulfuro de sodio.........,............ 0,050 Cloruro dé sodio...................... 0,013 Carbonato de soda.................... 0,044 Id. decaí..................... 0,250 Sulfato de magnesia.................. 0,006 Hierro i alu mina............• • • »..... 0,024 Sílice............................... Acido carbónico libre i ázoe (cantidad in- determinada) ...................... Materia orgánica..................... 0,495 El resultado del de una botella tomada de otro manantial i conservada bien tapada por seis meses, fué el que conser- vó su claridad i olor sulforoso i dio por residuo de la evapo- ración un compuesto de: Sulfato de soda...................... 0,0614 Sulfuro de sodio..................... 0,0134 Cloruro de sodio.................... 0,0024 Carbonato de soda.................. 0,0410 Id. decaí.................... 0,1780 Sulfato de magnesia.................. 0,0026 Hierro i alumina.................... 0,0120 Sílice.............................. 0,0440 Materia orgánica, ácido carbónico, etc.. 0,3548 A mas de estos hai otro manantial cuya temperatura es mas elevada, pues marca 64° en el termómetro i desarro- lla con abundancia una mezcla de gas ázoe, ácido carbónico e hidrójeno sulfurado que se halla disuelto en el agua, i sa (1) Anales de la Universidad de junio, julio i setiembre de 1849. — 192 — exhala después de un rato cuando empieza a formarse un lijero precipitado de azufre. Usos.—Las aguas de esta especie son estimulantes, i son adecuadas en las enfermedades crónicas. Se cree que poseen un poder específico sobre los sistemas cutáneo i uterino. Se las emplea como ajentes estemos i inter- nos en las enfermedades crónicas de la piel, (como en la lepra psoriasis, scabies ptiriasis, herpes, etc); en los desarreglos de las funciones del útero, amenorrea, clo- rosis; en casos sifilíticos inveterados, en el reumatismo cró- nico, gota i otras enfermedades en que el azufre o sus com- puestos son eficaces. Por sus efectos estimulantes son contraindicadas en las condiciones pletóricas e inflamatorias del sistema, en las cuales se necesita una grande precaución, principalmente-en las constituciones débiles e irritables. Clase 3a.—Aguas acidulas o carbonatadas. Las de esta clase deben sus propiedades notables al ácido carbónico, el que les dá un gusto acidulo, la facultad de en- rojecer el papel de tornasol i de precipitarlas soluciones de cal i de. barita. Estas propiedades no son permanentes, pues espuestas las aguas por corto tiempo al aire o al calor, el gas se escapa i pierden sus cualidades características. Muchas aguas, asi minerales como comunes, contienen mas o menos una cantidad de ácido carbónico. Ordinaria- mente las aguas de fuente i de pozo, comunmente no con- tienen mas que tres o cuatro pulgadas cúbicas de gaz ácido carbónico en 100 pulgadas cúbicas de agua, se- gún los esperimentos del Dr. llenry; pero las llamadas acidulas o carbonatadas, contienen una mayor cintidad. Muchas aguas de esta clase contienen carbonato o bicar- bonato de soda, i otras el carbonato de protoxido de hierro. Las primeras se denominan acidulo-alcalinas, i las segundas calibeadas carbonatadas acídulas. Usos.—Estas aguas deben sus propiedades medicinales principalmente al ácido carbónico que contienen, i obran en especial sobre los sistemas renal, dijestivoi nervioso; pero sus efectos son pasajeros. Son frias, refrescantes, causan alegría i — 193 — frecuentemente quitan la ñausa. Aumentan i alteran la secre- ción renal,i algunas veces ocasionan una sensación de plenitud en la cabeza, o producen unalijera i momentánea intoxicación. Se las prescribe en algunos desórdenes de los órganos dijes- tivos, especialmente cuando están acompañados de desarre- glo hepático; en las hidropecias, en las afecciones uterinas i en otn s varios casos; pero son contraindicadas a cansa de sus efectos estimulantes, en los estados febriles inflama- torios i pletoricos. Clase 4."—Aguas salinas. Estas aguas deben su acción medicinal alas sales que contienen; porque aunque comunmente se encuentra en ellas el ácido carbónico i algunas veces el oxido de hierro i el ácido sulfohidrico, son en tan pequeñas cantidades que contribuyen en mui poco a sus propiedades terapéuticas. Las aguas minerales salinas se pueden fácilmente dividir en seis ordenes, según sea la naturaleza de las sales que en ellas predominen. Orden 1.° Aguas salinas purgantes.—La principal sus- tancia a quien deben su actividad las aguas de este orden, es el sulfato de soda, o de magnesia; pero los cloruros de cal- cio i de magnesio con los que frecuentemente se hallan uni- dos, contribuyen a su eficacia medicinal. Aquellas en que predomina el sulfato de magnesia , se las denomina amargas. En esta categoría debe colocarse el agua que se acumula temporalmente cuando las lluvias son mui abundantes, en una depresión del terreno en la parte que denominan el Manzano, en el valle de Colina, hacia en la base i a la paite del poniente del portezuelo de aquel nombre. Estas aguas que son estngnantes i que por equivoco debe habérseles da- do en un impreso el nombre de lago, entre las sales notables que contienen en su composición son: los sulfatos de soda, de magnesia, de cal? i el cloruro de sodio. De esta sal no se puede indicar su análisis cuantitativo por lo frecuente de su evaporación; de modo que lo mas que se puede decir a este respecto es, que las sales que mas abundan en ella, son: en primer lugar la primera, i en segundo el último. — 194 — Usos.—En grandes dosis estas aguas obran como un sua- ve catártico i en pequeñas i repetidas como refrijerantes i alterantes. Se las prescriben en enfermedades del higado, hidropesías, costipacion habitual, hemorroides, determina- ción de la sangre a la cabeza,etc. Orden 2.° Aguas saladas.—-La sustancia caracteiistica de estas aguas es el cloruro de sodio. El iodo, o bromo i tam- bién ambos a la vez se les han encontrado en algunas de ellas, i sin duda alguna que en algún tanto contribuyen a sus efectos medicinales. En algunas se encuentra en abun- dancia el cloruro de calcio. Usos.—Tomadas en grande cantidad, son eméticas i pur- gantes, i en pequeñas pero repetidas dosis se cree que esti- mulan el sistema absorvente; pero para lo que son principal- mente celebradas, es en el aumento glandular, en especial en aquellos que son de naturaleza escrofulosos. Orden 3. ° —Aguas calcáreas. Las aguas en que el cons- tituyente predominante es el sulfato o carbonato de cal, se las denomina calcáreas. Usos.—Tomadas interiormente, sus efectos comunes son: estimulante (asi de la circulación, como de las secreciones cutáneas i urinales), alterante i constipante, cuyos efectos se refieren en parte a la temperatura del agua i en parte a los constituyentes salinos. Empleadas en baños, no son superiores al agua común a una temperatura apropiada; pero son celebradas en la curación del reumatismo, enfer- medades crónicas de la piel, etc. En bañoa se las emplea jeneralmente; mas como tal i como medicina interna se las prescriben cuando se requiere el uso de un suave pero con- tinuado estímulo; como en la clorosis, afecciones hepáticas, gota, reumatismo, lepra, etc. En este orden creemos debe también colocarse el agua que vierte al pie de las montañas al oriente de la capital en la hacienda de Apoquindo, i la de Cauquenes en la misma corrida de montañas para el sud; aguas particulares asi por lo raro de su composición, como por su eficacia para la cu- ración de varias enfermedades, en especial las cutáneas, apli- cadas en forma de baños. La temperatura de la primera, — 195 — según el sabio Domeyko (1), es 18° 5 R. i contiene 17 a 18 centímetros cúbicos de gas ázoe por litro, mezclado con una pequeña cantidad de gas carbónico. La temperatura de la de Cauquenes es mucho mas elevada i la de algunas pozas es casi insoportable. La composición de ambas en mil partes en peso, según el mismo sabio, es la siguiente : Apoquindo. Cauquenes. Cloruro de calcio...... 2,165 1,929 id. sodio......... 1,177 0,821 id. magnesio..... 0,034 indicio Sulfato de cal......... 0,052 0,041 Hierro i alumina....... 0,020 0,006 Sílice................ 0,035 0,020 Materia orgánica....... indicio 3,483 2,820 Orden 4. ° Aguas alcalinas.—Las aguas minerales asi denominadas, son las que contienen carbonato o bicarbona- to de soda como constituyente carasteristico. A ellas se suelen agregar otras sustancias, que constituyen especies de las que ya se ha hablado; tal es cuando concurre un ex- ceso de ácido carbónico que forma las que se dicen acidulo alcalinas, o cuando el carbonato de soda está asociado al proto-carbonato de hierro i a un exceso de ácido carbónico, que se las denomina carbonatadas acidulas calibeadas. Usos.—Aplicadas esteriormente son mui útiles a causa de su cualidad deterjente, i tomadas interiormente obran sobre los órganos urinarios; por lo cual se las prescribe en las en- fermedades calculosas acompañadas de ácido úrico, i tam- bién en la gota, dispepsia, etc. Orden 5. ° Aguas siliciosas.—Las mas de las aguas mi- nerales contienen indicios de sílice; pero algunas la contie- nen en tanta cantidad que por esto se las denomina siliciosas. En ellas dicha sustancia se halla asociada ala soda (silicato de (1) Anales de la Universidad, noviembre de 1848. — 196 — soda,) sulfato de soda i cloruro de sodio, i su acción medici- nal, aunque no es bien conocida, es probable que sea seme- jante a la de las aguas alcalinas. Orden 6. ° Aguas simplemente minerales.—En este or- den colocamos aquellas aguas, que por las cantidades poco diferentes entre sí con que concurren las diversas sustancias aguas de los baños de Colina, al pie de las montañas esterto- res de los Andes acia el norte de la capital, i las termales de Mondaca que brotan en las cordilleras de Talca, a 1300 va- ras de altura sobre el nivel del mar i cerca del nacimiento del rio Lontué. La temperatura de la mas caliente de las pozas de las primeras, según Domeyko (1), es de 25° 5 R. i las sustancias que tiene en solución son las siguientes : Cloruro de sodio............... 0,1469 Id. de magnesio.............. 0,0092 Sulfato de soda................. 0,0780 Id. de cal................... 0,0196 Carbonato de cal................ 0,0670 Hierro e indicio de alumina....... 0,0070 Sílice.......................... 0,0160 0,3437 Las aguas de Mondaca (2) son bien termales; pues su temperatura se e'eva a 44° C. i en un litro a 15° por ciento contienen en solución. Cloruro de sodio................. 0,496 Id. de potasio................ 0,013 Id. de magnesio.............. 0,009 Sulfato de soda.................. 0,220 Carbonato de soda................. 0,032 (1) Anales de la Universidad, noviembre 184S. (2) Anales de la Universidad, junio, julio i setiembre 1849. — 197 — id. de cal.................... 0,207 Sílice.......................... 0,079 Oxido de hierro i alumina.......... 0,023 1,079 Usos.—Bien conocidos son jeneralmente los buenos efec- tos de estas aguas en las enfermedades cutáneas, reumatis- mo, gota, clorosis i otras afecciones, aplicándolas en forma de baños i de bebida. Aguas minerales artificiales. De la evidencia que a las ventajas incontestables que se obtienen por las aguas minerales en la curación de muclus dolencias, está unida la imposibilidad de podérselas propor- cionaren todas parte?, por ser productos de causas jeoióji- cas propias de las localidades en que se las halla; i por otra parte, espeiimentando muchas de ellas alteraciones en sus constituyentes, que las hacen cambiar de propiedades, pasa- do poco tiempo o tan luego que se las saca délas fuentes; estas consideraciones, decimos, unidas al caro precio de las trasportables a las diferentes partes, desde el lugar en que se las encuentra, han inspirado el proyecto de imitarlas artificialmente i obviar todos estos inconvenientes; i esto de tal manera se ha llegado a ser un ramo de especulación, que en varios paises i en especial en Alemania, se hallan es- tablecidas fábricas casi esclusivas a este objeto. Como para tratar de los procedimientos empleados en elaborarlas seria necesario un largo capítulo, que no podría colocarse en los estrechos limites de estos Elementos, no referimos a este res- pecto al Tratado de farmacia de M. Soubeiran, donde esta materia se halla espuesta estensamente. — 198 — MEDICAMENTOS SACADOS DEL REINO INORGiXICO. SEGUNDA PARTE, Sustancias metálicas. Compuestos de antimonio. Protosulfuro de antimonio. Sb2S3. Este sulfuro que es negro, fué conocido en tiempos anti- guos i usado por las mujeres asiáticas i griegas para teñirse las cejas . Fué denominado antiguamente con los nombres griegos stimmi-stibium, platyophthalmon o larbason; última- mente, el en el estado nativo, antimonio mineral, i cuando separado de su ganga por la fusión, antimonio crudo i sulfu- ro de antimonio. Este último que es el que se usa en medicina i que en el comercio se vende en masas redondeadas, es^de un color ne- gro azulejo i en su fractura presenta un aspecto de estrías cristalinas de color de acero oscuro, o plomo gris i de un bri- llo metálico. Es opaco, insípido, inodoro, quebradizo, fá- cil de pulverizarse i de un peso específico de 4,6. Su polvo es negro, pero cuando es bien puro, es de un negro rojizo. Es un poco menos fusible que el antimonio metálico, i calenta- do en vasos cerrados, pronto se funde; después bulle, se vo- latiliza i se destila sin descomponerse; pero con el contacto del aire o del oxíjeno, se transforma en ácido sulfuroso i en protoxido de antimonio sulfurado fusible. Este producto, fundido en cierto tiempo en un crisol de arcilla, constituye lo que se llama crocus metallorum, i asafran de antimonio, el cual es color castaño oscuro. Sus caracteres distintivos son: el que al soplete exhala áci- do sulfuroso i se forman vapores blancos. Con el ácido clo- rohidrico hai desprendimiento de ácido sulfohidrico (1) i se produce un sesquicloruro que queda en solución, al que (l) Cuando no es del todo soluble, es señal que tiene arsénico. — 199 — agregándole agua forma un precipitado blanco de oxicloru- ro de antimonio (polvos de Algaroth), i uno rojo anaranjado con el ácido sulfohidrico. Caliente i atravesado por el hidró- jeno, se produce antimonio metálico i desprendimiento de ácido sulfohidrico; en fin el ácido nítrico ocasiona un preci- pitado blanco soluble en el agua réjia. El protosulfato de antimonio se encuentra nativo en va- rios puntos del globo sin escepcionar nuestra república. Mui lejos de hallársele pino, está siempre mezclado con los súl- furos de hierro, cobre i arsénico, como también con azufre. De aquí la necesidad de examinar los especímenes destina- dos a servir de medicamento, pues el que se vende en el comercio por lo regular no es bien puro. Preparación.—El procedimiento tiene por objeto el se- parar el sulfuro de la sílice i de las demás sustancias estra- ñas, i en especial el sulfuro de arsénico, con las que siempre está mezclado. Para esto se aconseja el reducirlo en polvo mui fino i ponerlo en maceracion por algunos dias en el ammoniaco, que disuelve el sulfuro de arsénico; pero el método mas seguro de prepararlo es: fundiendo en un crisol u olla de barro con un agujero en el fondo i colocada den- tro de otra, dos i media partes de sulfuro i una de azufre. Cuando la mat?ria está en fusión, se dá un golpe de fuego mas vivo para sustraer el exceso de azufre; de modo que hallándose líquido i separado de las escorias, se vierte en la olla estertor, donde se le recibe. Usos.—El protosulfuro de antimonio es un ájente prescri- to como diaforético i alterante en algunas enfermedades de la piel, en especial en la lepra, escabies, en las escrófulas i afecciones glandulares, como también en el reumatismo i gota. La dosis en uso interno es de diez a treinta granos. Oxisúlfuro de antimonio hidratado. " Sb2S3, Sb203 HO. Glauber en 1658 i Lemery en 1707 fueron los descubri- dores de esta sustancia, que ha sido denominada kermes mi- neral i que no es otra cosa que una mezcla de protosulfuro \ — 200 — de antimonio, protoxido i agua, como lo ha demostrado Ro- ze con la simple aplicación del microscopio (¿). El kermes es sóido, de un color rojo oscuro aterciope- lado i tanto mas, cuanto mas ha sido preservado de la luz i del aire, que lo descomponen. Es lijero i formado de pe- queños cristaU-s; de un gusto metálico teniéndolo largo tiempo en la boca, insoluble en el agua fria i lijeramente so- luble en el ammoniaco. Con el ácido clorohidrico e hir- viendo, forma una solución de cloruro i el azufre se presen- ta aislado. Calentado i con el contacto del aire, se descom- pone, exhala ácido sulfuroso i da un residuo verdoso: lo que poco mas o menos acontece en vasos cerrados. Está com- puesto de 63 partes de protosulfuro, 27 de protoxido i 10 de agua. Sus caracteres distintivos son: el que calentado con áci- do clorohidrico concentrado, emite ácido sulfohidrico que manifiesta un sulfuro, i en la disolución se descubre el an- timonio por los reactivos adecuados: de los otros súlfuros antimoniales se distingue por su color. Hirviéndolo en una solución de crémor, produce el tártaro emético. Aunque se le considera jeneralmente como una prepara- ción artificial, en Sajonia i otros lugares se le ha encontrado nativo, i se le ha denominado por los mineralojistas antimo- nio rojo o kermes nativo. Preparación.—Entre los varios procedimientos que se han propuesto para preparar el kermes, tres son los que es- tán mas en uso i son el de Cluzel, Fiderit i Berzelius. El del primero es el que da el kermes mas elegante; en los de los otros se recomienda por el uno la potasa cáustica líqui- da, i por el otro el carbonato de potasa. Por consiguiente pa- ra prepararlo describiremos aquel como el mejor i es el si- guiente: Se toma una parte del sulfuro de antimonio bien pulve- lizado, 22,5 de carbonato de soda cristalizado i 250 de agua de rio. Se pone esta última a hervir en un matias de vidrio, (2) Por la dificultad que ha ofrecido para fijar sus componentes, se le ha dado también los nombres sulibhidrato, hidrosulfato, i subhidro- sulfato de antimonio. — 201 — o en un caldero de hierro, con el objeto de sustraerle el oxí- jeno ; se agrega después el carbonato i en seguida el sulfuro. Después de dejar hervir la mezcla durante dos horas poco mas o menos, ue retira el fuego, se deja aclarar, en seguida se es- trae por decantación o por medio de un sifón todo el líqui- do claro posible, i lo restante se vierte sobre filtros colocados sobre embudos dobles, u otros tiestos análogos, con el objeto de poner en la cavidad que dejan entre ellos, agua caliente a fin que el enfriamiento se haga con bastante lentitud. Con este fin, deben estar calientes los vasos en que se recibe el líquido, el que concluido de filtrar se le pone en una vasija de porce- lana, que se la cubre, se le deja enfriar, i al otro dia se encuen- tra el kermes precipitado en el fondo, i se separa por la filtración. Se le lava repetidas veces con agua fria no airea- da, después se le emprime i se le seca a la estufa a un fuego mui moderado. El líquido del que se ha separado el kermes i las materias que no se hayan disuelto, se las pone en el caldero, se las hace hervir i procediendo del modo dicho, se obtiene otra cantidad de kermes, i aun otra mas si se pro- cede una tercera vez; pero en este caso es necesario añadir una parte de álcali i otra de sulfuro para que el producto salga con los caracteres ya indicados. El sabio Liebig propone otro método, que aunque debe considerarse lo mismo que el de Cluzel, es un tanto mo- dificado i no deja de ser ventajoso, pues a mas de tenerse un kermes mui elegante, se le produce en mayor cantidad que por aquel. Consiste en fundir a un calor rojo 5 partes de sulfuro de antimonio pulverizado, con tres de carbonato de soda anhidro. La masa fundida se la vierte sobre un ladri- llo ; cuando esté fria se la reduce a polvos; se hierve duran- te una hora una parte de este polvo fino con dos de carbo- nato de soda cristalizado i diez i seis de agua, i en lo demás se procede como queda dicho. En todos los casos se reco- mienda no lavar el kermes con agua caliente, a causa que lo descompone en ácido sulfohidrico i en óxido de antimo- nio que queda en solución. En estos procedimientos, una parte de sulfuro de antimo- nio es descompuesto por los álcalis, (potasa o soda); con el 27 — 202 — oxíjeno de estos se produce el protoxido de antimonio; con •el azufre el potasio i sodio se forman polisulfuros, que a la temperatura del agua hirviendo disuelven una parte del sul- furo de antimonio, con la que se forma sulfoantimoniato de sulfuro alcalino KS o NS, Sb2S3, i también una porción de protoxido de antimonio combinado con una parte de po- tasa o soda. A mas de esto, una porción del compuesto de protoxido i de potasa o soda queda en estado insoluble so- bre el filtro, con el sulfuro de antimonio no atacado i con otro cuerpo insoluble denominado crocus (protoxido i sulfu- ro de antimonio.) Por el enf. ¡amiento del líquido filtrado, se deposita un compuesto de mucho sulfuro de antimonio, de protoxido, agua, i de una cantidad de sulfuro de potasio o de «odio. Este compuesto, es el kermes el que lavado con agua fia se le priva en cada lavado del sulfuro alcalino, pero nun- ca enteramente, sino es por un procedimiento indicado por M. Derouen. Por lo demás el kermes, secado a un suave calor, debe guardarse privándolo del contacto del aire i de la luz. Si después de obtenerse el kermes, se vierte en las aguas madres o en el líquido decantado algunas gotas de ácido sulfúrico o clorohidrico, se obtiene un precipitado amarillo anaranjado, que calcinado con carbón, da un botón de antimo- nio metálico. Esta sustancia es la que se denomina azufre dorado de antimonio, que no e* mas que una mezcla cuya fórmula es SbcS3, SbS5, Sb203 esto es, el kermes mezcla- do con otro sulfuro mas sulfuiado. El kermes se le adultera con el sesquioxido de hierro, i para descubrir el fraude, se le trata por el ácido clorohidrico puro i concentrado. Si tiene sesquioxido, se desprende áci- do sulfohidrico i se deposita mucho azuf e i la disolución de un amarillo mas o menos oscuro contendrá hierio, si la presencia la determina el cianuro de potasio i hierro, des- pués de haberlo debilitado con 4o 5 veces su volumen de agua; sin embargo, como también contiene cloruro de anti- monio i se precipitaría en blanco por el agua, antes de agre- garla será conveniente verter cn el líquido un poco de solu- ción concentrada de ácido tártrico, que se opone a la preci- pitación del oxicloruro de antimonij — 203 — Usos.—El kermes se le emplea como un alterante en en- fermedades crónicas, en especial en las afecciones cutáneas, abultamiento glandular, sífilis secundaria, reumatismo i en- fermedades del hígado. También se usa de él como un an- tiflojístico en afecciones inflamatorias délos órganos de la respiración, i algunas veces como un emético. Como alterante, la dosis es de un grano hasta tres o cua- tro, i como emético de cinco granos a un escrúpulo. Compuestos de mercurio. Bel mercurio. Hg. equiv.= 12.50. Este metal, conocido desde una remota antigüedad, i del que les son a todos tan familiares sus propiedades, nos creemos eximidos el describirlo. A este respecto solo dire- mos, que el mercurio se encuentra en la naturaleza ya puro (mercurio nativo), ya en forma de glóbulos en las cavida- des délos minerales del mismo metal, o combinado con la plata, en especial en Arqueros en la provincia de Coquimbo, por lo que dicho mineral lleva el nombre de arquirita. En el estado de bisulfuro (cinabrio nativo) que es el mas abun- dante, se encuentra también en Punitaque en la misma pro- vincial otras partes de la república; en fin constituyendo otras clases de minerales. Pero donde se halia dicho sulfuro en mucha abundancia i de donde se estrae el mercurio que se vende en el comercio, es en las minas de Idria en Carniola, en las de Almadén en España i últimamente en las de Ca- lifornia. El subcloruro de mercurio es también otro de los minerales de este metal. Las soluciones de las protosales de mercurio dan con la potasa cáustica o la soda, un precipitado gris o negro (oxí- dulo de mercurio) i con el ioduro de potasio, uno verdoso o amarillo (ioduro de mercurio). Los compuestos mercuri Jes a la acción del calor ¡ con la potasa o la soda, o sus carbonatos, dan glóbulos de mer- curio metálico, fácil de reconocerse, i las soluciones de la misma especie colocadas por algún tiempo sobre una iámina — 204 — de cobre pulida i brillante i frotada después con papel blan- co, presentan una mancha plateada, que desaparece calen- tando la lámina. Los compuestos insolubles en el agua se disuelven en el ácido nítrico i se descubre en ellos el mercu- rio por el mismo reactivo. De este modo se le patentiza en los calomelanos, vermellon, sulfato e ioduro; a mas que el hidrójeno sulfurado produce en las soluciones mercuriales un precipitado negro (sulfuro de mercurio). El mercurio que se vende en el comercio no es jeneral- mente puro, pues muchas veces contiene plomo, estaño, bis- muto o zinc. Para sustraerle estas impuridades, es necesario recurrir a la destilación; i aun por esta no se consigue puri- ficarlo bien, cuando se halla mezclado con alguno de los úl- timos metales, que por una elevación de temperatura pasan también al recipiente. El mercurio es una de las sustancias interesantes en far- macia, por cuanto constituye la base de muchas prepara- ciones útilísimas en la terapéutica, i de estas nos ocupare- mos de solo aquellas que exijen mas cuidado en su elabo- ración. Bel oxídulo de mercurio. II" O. Esta sustancia que por primera vez la preparó Moscat en 1797, se la ha dado los nombres de protoxido, suboxido i óxido gris o negro de mercurio. Es pulverulento, de un color gris o negro, inodoro, insípi- do, insoluble en el agua i en los álcalis, pero soluble en los ácidos nítrico i acético. Es un producto del arte i solo existe en las sales de mercurio ad mínimum. Se puede decir que no se le puede aislar, porque el que se obtiene de aque- llas por los álcalis, que es el que describimos, según Gui- bourt es una mezcla de oxídulo i mercurio metálico mui di- vidido, pues por la acción de la luz solar, o por el calor de 100° C. se descompone en óxido de mercurio rojo i en ad0- bulos de mercurio; a mas de que por medio del microscopio se observa esto mismo. Sus caracteres distintivos son sus propiedades físicas, i a — 205 — mas el que, calentado en un tubo, emite oxíjeno i presenta glóbulos de mercurio. Preparación.—Jeneralmente se recomienda para obtener el óxido negro de mercurio, el descomponer los calomelanos por el agua decaí, o la solución de potasa cáustica, ya usan- do de los líquidos calientes o ya hirviendo la mezcla, i des- pués, de formado el óxido filtrarlo, lavarlo repetidas veces con agua fria i últimamente secarlo a un mui suave calor i privado de la luz. Nosotros recomendamos el sostituir a los álcalis indicados el ammoniaco líquido o frió, seguros que se obtiene un mejor resultado. Usos.—Esa sustancia no tiene uso, sino en la agua ne- gra o solución que resulta de los calomelanos i el agua de cal; pero en farmacia con él, según nuestra opinión, es el me- jor medio de preparar el ungüento de mercurio, como lo in- dicaremos en su lugar, i también otras preparaciones. Bel protoxido de mercurio. HgO. A este óxido entre otros nombres se le ha dado el de pre- cipitado per se, precipitado rubio, el que conserva en el pue- blo, a mas del de polvos Juanes con que también lo llaman. Cuando se le prepara por la precipitación o via húmeda, es amarillo, i cuando por la calcinación del nitrato de mer- curio es de un color rojo. Es inodoro, de un gusto acre me- tálico, mui poco soluble en el agua, a la que le da la propie- dad de enverdecer el jarabe de violeta, pero es soluble en los ácidos nítrico i clorohidrico; en fin se descompone por la luz solar i por el calor, pero también por la luz difusa con el tiempo. Sus caracteres distintivos son sus propiedades físicas i el que calentado al fuego en un tubo, se descompone en oxíjeno i en mercurio metálico; que es soluble en el áci- do clorohidrico i da por producto un cloruro de mercurio fá- cil de reconocerlo. Preparación.—Varios modos se han empleado para prepa- rar este óxido. Uno de ídlos ha sido el calentar el mercurio casi a la temperatura de la ebullición por doce o quince dias — 206 — con el contacto del aire, i al obtenido por este medio que es de un rojo subido, se le daba el nombre de precipitado per se. Otro de los procedimientos es, el descomponer el sublimado corrosivo u otra sal con base de óxido de mercurio en solución, por un exceso de potasa, soda o cal, lavando el precipitado i secándolo a un suave calor. Este es amorfo, hidratado i de un color amarillo. Finalmente, del que mas uso se hace en la práctica, es calcinando el nitrato de mercurio. Para esto se toma una parte del metal i otra de ácido nítrico a 35° i se les pone en un matras de fondo plano colocado en un ba- ño de arena, primero el mercurio i en seguida el ácido. Se les deja obrar a la temperatura ordinaria i cuando haya ce- sado la acción, se calienta suavemente la disolución hasta la sequedad, laque después se continúa calentando,, con el fin de descomponer el nitrato i de este modo obtener el oxi- do. El buen éxito depende de la manera de conducir el fue- go, mayormente cuando se quiere preparar en cantidad, para lo cual se ponen varios matraces a la vez en un baño de are- na espacioso, a los que se debe distribuir con igualdad la temperatura. El fuego se continúa hasta que cesen de exha- larse vapores nitrosos; pero como al fin de la operación esto se hace difícil el percibirse, se remedia este inconveniente con introducir de cuando en cuando en los matraces una varilla de vidrio, con el objeto de esplorar la materia. Mien- tras que esta se sienta resistente, i que no penetre en ella la varilla en todos los puntos, es prueba que el nitrato aun no se ha descompuesto; pero al contrario, cuando se siente que la materia cede en todos los puntos a la varilla i estase saca cubierta de pequeñas escamas rojas, entonces debe darse por terminada la operación: por este medio se obtie- ne en esta forma que es mas elegante. No obstante, aten- diendo a la naturaleza de la sustancia, se ve que no deja de ofrecer dificultad dicho procedimiento para conseguir el resultado, pues una baja temperatura dejaría nitrato sin descomponerse i el óxido seria cáustico, i un calor elevado reduciría a este; sin embargo, para la calidad del producto es menos de temerse cl último inconveniente. En esta operación es tan fácil de concebirse !o que acón- — 207 — tece, que no es necesario indicarlo. Algunas veces se la adultera con el óxido rojo de plomo i otras sustancias, pero es mui fácil descubrir el fraude, atendido sus caracteres. Usos.—Como es una sustancia mui venenosa, no se usa interiormente en medicina sin temor de algún accidente; pe- ro e-tei tormente se aplica con buen éxito, en polvo o en for- ma de un ungüento como un escarótico. Bel subcloruro de mercurio. Hg2Cl. El subcloruro de mercurio que Beguin en 1608 i Oswald Eroll en 1609 fueron los primeros europeos que hicieron mención de él, es una de las sustancias que ha tenido una larga sinonimia. Con el nombre de calomel (calomelos) to denomino sir Teodoro Turquet de Mayena; después se le ha llamado drago mitigatus, aquila alba, panacea mer- curial, manna metallorum, i panchymagogum minerale; i en los tiempos modernos, mercurius dulcís, hydrargirium muria- ticum mile, submuriato de mercurio, subcloruro i protocloruro de mercurio. La forma del que se vende jeneralmente en el comercio es pulverulenta; por lo demás es blanco, insípido, inodoro, in- soluble en el agua i en el alcool. A la acción del calor se fun- de i se sublima, aunque con menos facilidad que el cloruro, i cristaliza en prismas cuadrangulares. Por la acción prolon- gada de la luz, se pone amarillento i concluye por ennegre- cerse, resultando cloruro i mercurio metálico. Según Do- novan i otros, por la ebullición esperimenta la misma des- composición; pero si a este líquido se le sostituye el ácido' sulfúrico, hai desarrollo de ácido sulfuroso i producción de persulfato i cloruro de mercurio: los cloruros alcalinos lo transforman también en cloruro en parte. Los caracteres distintivos son las prop-edades descri- tas, i las reacciones que presenta con los reactivos indica- dos para las sales de mercurio; a esto debe agregarse, que con el cloruro de estaño se obtiene bicloruro de estaño i mercurio metálico en glóbulos. Aunque para el uso se le prepara artificialmente, no ob- — 208 — atante se le encuentra eji estado natural en pequeñas canti- dades en España, Carniola i otras partes, bajo la forma de crustas i cristalizado en prismas de 4 lados terminados por pirámides, al cual se le ha dado el nombre de calomel nativo i también el de mercurio córneo. Preparación.—Varios son los procedimientos empleados para obtener este importante medicamento. Uno de ellos se practica descomponiendo una solución de nitrato de protoxi- do de mercurio con otra de cloruro de sodio, i lavando con agua muchas veces el precipitado, que se ha llamado preci- pitado blanco, i el cual retiene siempre un poco de cloruro de sodio, que lo hace lijeramente soluble i mas activo. El otro medio es triturando 17 partes de sublimado corrosivo lijeramente humedecido, i 13 de mercurio metálico, cuya mezcla se pone a sublimar en un matras de fondo plano. El tercer procedimiento i el mas empleado es, poner a su- blimar en el mismo aparato una mezcla de sal común i sulfato de protoxido de mercurio, lavando después el calo- mel producido, mui repetidas veces con agua, a fin de de- sembarazarlo del sublimado coirosivo que contiene cas1 siempre. Siendo difícil obtener el sulfato exento del sul- fato de bióxido, para obviar esta dificultad, se toman 16 on- zas de mercurio metálico, de las cuales ocho se transfor- man en sulfato de bióxido, que se mezcla íntimamente en un mortero con las otras ocho restantes i hasta que desapa- rezcan los glóbulos, i agregándole después tres partes de cloruro de sodio, con las cuales se le mezcla bien i se pone a sublimar. M. Henry ha sido el primero que ha recomendado un aparato en el que haciendo intervenir el vapor, se obtiene la sustancia de que hablamos en un estado de una estrema tenuidad, i se le ha denominado calomel al vapor; pero M. Soubeiran en 1-842 lo hi modificado de tal modo, que haciendo el procedimiento de mucho mas fácil ejecución, se obtiene por este el misino resultado. En dicho aparato el objeto es introducir simplemente el calomel en estado de vapor, en una vasija espaciosa de greda, en la que interpo- niéndose mecánicamente el aire entre las partículas del va- — 209 — por mineral, opone un obstáculo mecánico a la reunión de estas partículas en el acto de la solidificación; i el polvo del calomel cediendo a un propia peso, se deposita lentamente en un estado de división estrema i de grande elegancia. Los vasos en que se pone el calomel es un tubo de greda cerrado en una desús estretnidades, de 10 centímetros de diámetro, 50 a 60 ceutimetros de largo, i enlodado con una capa de arcilla. Dicho tubo se co'oca en un horno adecua- do de tal modo, que salgan de él cuatro centímetros, para podérsele introducir a flor de la pared de un recipiente. Este es una va*ija de greda atravesada a dos tercios de su altura con un agujero redondo, en el que se ajusta la estremidad del tubo. Se enlodan las junturas, se cubre con su tápala vasija, la que se ajusta con tiras de papel enlodado i se tapa simplemente con una lamina de vidrio un agujero que debe tener en la parte superior para dar salida libre al aire. El recipiente debe estar todo lo posible próximo al horno, a fin de evitar que el calomel se condense en la estremidad del tubo; por cuyo motivo este debe estar a flor de la parte del recipiente i no introducirse en lo interior. Por otra parte el recipiente debe sustraérsele al calor que recibirla directa- mente del horno, i al efecto la abertura de este por donde sale el tubo, se le tapa con tierra, i a mas se ponen dos dia- fracmas metálicos, que abrasen el tubo por fuera del horno l se interpongan entie él i el recipiente, que lo ponen al abrigo déla radiación. De este modo se reúnen dos condiciones esen- ciales; se calienta el tubo cerca del estremo que penetra en el recipiente para evitar que el calomel asi se condense, i se impide que el recipiente se caliente; por que si se eleva la temperatura demasiado, el calomel en lugar de en polvo, se aglomeraría en formas cristalinas. Se calienta al rojo oscuro el tubo en la parte mas vecina al recipiente, se establece poco a poco esta temperatura en toda su estension, i con esto i una i media o dos horas de tiempo, bastan para vola- tilizar 4 a 5 kilogramos de mercurio dulce. En todos los casos debe lavarse bien el producto, hasta que en las aguas no presenten acción los reactivos, a fin de despojarlo del su- blimado que siempre contiene. 28 — 210 — Por los métodos que se acaban de esponer, i la acción que se ha dicho ejerce la luz sobre el calomel, se vé cuanto es de temerse que se halle frecuentemente mezclado con subli- mado corrosivo, i también con otras sustancias. De aquí la necesidad de ensayarlo ante de usarlo en medicina, para ase- gurarse de un hecho que tendría fatales consecuencias. Al efecto basta el esponerlo al fuego, por cuya acción si está puro se volatiliza sin dejar residuo. Para averiguar la pre- sencia del sublimado, se dijere en el alcool o en el agua, i después de filtrar el líquido, se vierte en esta solución de potasa caustica, agua de cal, ácido sulfohidrico, etc., como ya se ha dicho, i estos reactivos manifestarán la presencia de aquel por los precipitados en caso que exista. Usos.—En medicina pocos medicamentos hii de tantas aplicaciones como el mercurio dulce. Frecuentemente se usa de él como un alterante en las afecciones glandulares, en- fermedades crónicas de la piel i estado desordenado de los órganos dijestivos, en particular en los casos de estar acom- pañados de desarreglo hepático. Se le emplea como purgan- te en muchos casos; para promover la diuresis i diaforesis i para muchas otras afecciones. La dosis varía según su aplicación. Como alterante es de medio hasta un grano, fiecuentemente combinado con oxi- sulfuro de antimonio; como purgante, de dos a cinco granos solo o con otras sustancias; como sialologo, de uno a tres o cuatro granos, jeneralmente combinado con el opio; como sedativo, de un escrúpulo hasta media dracma o mas. Bel cloruro de mercurio. = Hg. Cl. Este cloruro que no ha dejado de ser conocido desde tiempos atrás, ha recibido como el anterior varias denomina- ciones; pues se le ha llamado cloruro, hidroclorato, muriato u oxímuriato de mercurio i también sublimado corrosivo i muriato de mercurio corrosivo. Es esclusivamente un producto del arte, i el que se vende en el comercio es en masas semitrasparentes o blancas cristalinas hacia los bordes en las cua'es se encuentran algu — 211 — nos cristales perfectos; los que también se puedt n obtener, disolviendo la sal i evaporando la solución, en formas de cu- bos o de prismas o agujas en ases cuadrangulares. El gusto de esta sal es en estremo acre, caustico i persistente. A la acción del calor se funde, bulle i se volatiliza mas fácil- mente que el calomel, esparciendo humos blancos de un olor picante, susceptible de empañar una lamina de cobre pulida, que estregada adquiere un co'or blanco arjentino brillante : su peso especifico es de 6,5. Respecto a la acción del agua, se disuelve en tres tantos de su peso de eo, inodoro, insípido, pulveru- lento; pero visto por el microscopio, se ve que está cristali- zado en pequeños cristalitos sedosos aciculares. Espuesto a la luz, se pone verdoso cuando no es puro, i es insoluble cn el ogua, pero soluble en el ácido nítrico. — 216 — Por caracteres distintivos, a mas de las propiedades indi- cadas, tiene el dar precipitado negro con el ácido sulfohi- drico i los hidrosu'futos (sú'furo de bi-muto.) Con el carbón i a la acción del fuego, da ácido nítrico i oxido amarillo, 1 elevando mas la temperatura se reduce. En este estado se le distingue del plomo por un brillo, i del antimonio por su solubilidad en el ácido nítrico. Preparación.—El modo de obtener esta sustancia es bas- tante fácil, pues está reducido a tomar una parte de bismu- to purificado i reducido a pequeñas partes, i tres de ácido ní- trico a 35°. Este se pone en un matrás i se agrega poco a poco el bismuto, porque la acción es mui violenta i se desa- rrollan abundantes vapores de ácido hípoazótico. Conclui- do de añadir el metal, se acaba de hacer la disolución en un baño de arena a un suave calor, i estando terminada, se deja reposar el líquido i se le decanta. Se evapora hasta §, se vierte el líquido en 40 veces su peso de agua i se le agrega poco a peco i revolviéndolo continuamente, ammoniaco mui debilitado, hasta que los líquidos enrojezcan débilmente el tornasol. Se lava el precipitado repetidas veces, se le recoje sobre un filtro o una tela, se le comprime a fin de sustiaer- le agua i al fin se le seca, sin el contacto dé la luz. En esta operación el bismuto se transforma en nitrato B¡203, 3Az05, 3HO, i por la adición del agua se descom- pone en nitrato básico que se precipita, i en nitrato ácido que queda disuelto en el líquido. Por el ammoniaco este se descompone, i da lugar a una nueva producción de nitrato básico, mas no se debe agregar en exceso, porque se decom- pone también el subnitrato, razón porque queda siempre una parte del nitrato ácido sin descomponerse, i se le sustrae por las aguas del lavado. Agregando a estas soluciones carbonato de soda, se obtiene óxido de bismuto insoluble, que sirve después de lavado i seco para otra nueva ope- ración. El subnitrato suélese mezclársele con un carbonato, i aun con el de plomo, mas este fraude se descubre por su solubili- dad en el ácido nítrico sin efervescencia, i no dar precipita- do por el ácido sulfúrico, como acontece si contiene plomo. - 217 --_ Usos.—Se emplea en medicina, principalmente en aque- llas afecciones crónicas del estomago, que están acompaña- das con alguna enfermedad crónica, o condición desorde- nada de los nervios de' esta vicera. Se le usa i recomienda particularmente para curar la gastrodinia i calambres del estómago, hacer cesar los vómitos i como un remedio para el hidrotorax, astma espasmódico, etc. Esteriormente se usa en forma de ungüento. La dosis es de cinco granos hasta un escrúpulo i aun mas. E>e los compuestos de hierro. Bel hierro. Fe. equiv.= 350. El hierro, denominado por los alquimistas Marte i cono- cido desde la mas remota antigüedad, puro es un metal del un gris azulejo (el del comercio tiene siempre carbón, silicio i aun fósforo); de una textura granular i un poco laminal, maleable, mui dúctil i de una estrema tenacidad. Es bas- tante duro, brillante cuando pulido, de un gusto peculiar i es- típtico, i esparce un olor sensible cuando se le frota. Posee a un alto grado la propiedad magnética, propiedad que participa con el níquel i cobalto, que la poseen débilmente; pero la retiene por poco tiempo cuando está puro : solo algu- nos de sus compuestos tienen esta virtud permanente, como el acero. Para fundirlo se necesita una temperatura intensa, i no se volatiliza a ninguna temperatura conocida; al blanco i con el contacto del aire arde vivamente lanzando chispas en todas direcciones, i el óxido formado, con la humedad pasa al estado de sesquioxido. Su peso específico es de 7,7 i varía a 7,9 si está amartillado, i su forma cuando cristaliza, es el cubo i el octaedro. Sus caracteres distintivos son: el que en el ácido sulfúrico diluido produce gaz hidrójeno i en la disolución protosulfa- to; el que con la adición de potasa cáustica o soda, se efec- túa un precipitado blanco verdoso (protoxido hidratado) que con el contacto del oxijeno o del aire, se transforma en óxido rojo o sesquioxido, i con las protosales el auro cloruro 27 — 218 -- de sodio ocasiona un precipitado blanco. Hirviendo una so- lución del protosulfato con un poquito de ácido nítrico, se obtiene persulfato, que se reconoce; por el ferrocianuro de potasio, se produce un precipitado azul, por el ácido sulfoeiá- nico o el mecónico, uno de color rojo, por el ácido tánico o la infusión de agalla uno negro azulejo i el succinato o ben- zoato de ammoniaco uno amarillo. No hai ningún metal que se encuentre mas esparcido ni mas abundantemente en la naturaleza que el hierro. Se le encuentra en estado nativo solo en las piedras meteóricas; pero en el estado de ¿combinación se le halla unido al oxí- jeno en los minerales hematita, hierro micáceo i hierro mag- nético (1); con el azufre en las piritas i piritas magnéticas; con el cloro en la pirosmalita, i con el oxíjeno i un ácido en estado de carbonato, fosfato, sulfato, arseniato, tungstato, tantalato, titanato, cromato, oxalato i silicato. En el reino orgánico es uno de los constituyentes de la sangre i de muchas otras partes de los animales, i se le halla en las cenizas de la mayor cantidad de plantas. Usos.—En medicina se puede prescribir en todos los ca- sos en que son indicados los calibeados; pero se prefieren sus preparaciones, asi por su mayor solubilidad, como porque no producen desarrollo de gases en el estómago, como acon- tece con el hierro metálico. En farmacia se preparan con él muchos medicamentos. Be los óxidos de hierro. El hierro en combinación con el oxíjeno forma tres óxi- dos, i si se admite la opinión de M. Marchand, constituye a mas un suboxido cuya fórmula debia ser Fe4O. El pro- toxido FeO, que es negro, ha recibido el nombre de etiope marcial, i aunque no es magnético, eomo constituye en unión con el sesquioxido los imanes naturales, por esto se le ha da- do también el nombre de óxido magnético. El sesquioxido (I) Los imines naturales están formados de un equivalente de pro- toxido i uno de eesquioxido Fe30* o FeQ,Fe203. — 219 — Fe:03, que es rojo o rojo vio'ado, se le ha denominado asafran de Marte astrinjente, colcoiar i rojo de Inglaterra; mas cuando se le obtiene por precipitación del sulfato, me- diante el carbonato de potasa o soda, se le ha llamado asa- fran de Marte aperitivo i suhcarbonato, cuando por estar en contacto con la atmósfera húmeda, absorve un poco de áci- do carbónico. El otro óxido FeO3 es ácido, por lo que se denomina ácido férrico i solo se le conoce hasta ahora en estado deferrato. De todos estos solo hablaremos del ses- quioxido» en combinación con el agua, por ser el de mas interés. Bel sesquioxido de hierro hidratado. Fe203,3HO; En estado de azafrán de Marte astrinjente, se le halla abundantemente en la naturaleza en varias formas. Es de un color rojo o rojo oscuro o violado, insípido, inodoro i sin acción sobre el imán. Calentado hasta el blanco, se descom- pone i por resultado se obtiene oxíjeno i óxido magnético FeO, Fe203. Siendo un excelente antídoto para el ácido arsenioso, se le prepara con este fin; para lo cual se le debe obtener en esta- do» de magmajelatinosa, siendo de advertir, que el mas re- cientemente preparado es mas eficaz que el que tenga algún tiempo, i que debe guardársele en frascos bien tapados. Por su acción con el ácido arsenioso, se combina con él i forma un subarsenito de sesquioxido de hierro, del todo insoluble i no venenoso. Preparación.—Para obtenerse esta sustancia en farmacia para el objeto indicado, se le precipita de las disoluciones debilitadas de percloruro i sulfato de hierro, por otras de carbonato de potasa o soda; pero se debe preferir el proce- dimiento siguiente, que es el de la farmacopea de Edim- burgo: Cuatro onzas de sulfato de hierro se disuelven en dos pin- tas de agua, i la solución se pone a hervir después de agre- garle tres i media dracmas de ácido sulfúrico. Al líquido hirviendo se le añade por pequeñas porciones i por interva- — 220 — los cortos, nueve dracmas de ácido nítrico, o la cantidad su- ficiente hasta que las últimas porciones no produzcan vapo- res rutilantes. Llegado este caso, se retira el matrás o cap- sula del fuego, se filtra el líquido i después de frió, se le agre- ga poco a poco i ajitando la mezcla, tres i media onzas de ammoniaco líquido. Se recoje sobre un lienzo el precipitado, se le lava repetidas veces con agua pura i fria, i se le guarda en forma de papilla en frascos bien tapados. Se ha dicho que debe preferirse este método, porque ve- rificándolo por la potasa o la soda, se observa que apesar de lavado, siempre retiene el precipitado una cierta cantidad de estas bases i convelías i el ácido arsenioso se formarían arse- nitos soluble?, i por consiguiente venenosos. En esta preparación, fácil es de concebirse las reacciones que se verifican; pero lo que se debe tener presente es, que el sulfato de hierro no contenga ni cobre ni arsénico, como frecuentemente acontece en el que se vende en el comercio. En caso de contenerlo se le sustrae haciendo pasar en la solución una corriente de gaz sulfohidrico hasta precipitar todo el arsénico en estado de sulfuro. Usos.—Se ha dicho que se emplea como un antídoto en los envenenamientos por el arsénico, i su dosis es una cu- charada cada cinco o diez minutos, o como el paciente pue- da tomarlo. Bel protosulfuro de hierro. FeS. El hierro en combinación con el azufre forma varios súl- furos. Del que vamos a hablar es del protosulfuro o mas bien de la mezcla de éste i del sesquisúlfnro Fe2S3, porque por el método que se va a indicar para obtenerlo, no se le puede preparar puro. Es de un color negro, pesado, i por la esposicion simultá- nea al aire i la humedad, se transforma en protosulfato de hierro. Por lo regular no tiene uso en medicina, i solo tratamos de él por ser una sustancia de mucha utilidad, para procu- rarse por su medio el ácido sulfohidrico. — 221 — Preparación.—El procedimiento es mui fácil, pues se re- duce a hacer una mezcla de cuatro partes de limaduras de hierro, dos de azufre, i en una capsula de fondo plano redu- cirla con un poco de agua a una masa lijera. Esto asi dis- puesto se calienta lijeramente al fuego, i se remueve frecuen- temente hasta que se forme el sulfuro, que será cuando la materia esté del todo negra i no presente ni apariencia dé granos de azufre. Llegado este caso, se retira la capsula del fuego, se enfria, i el producto se guarda en frascos bien ta- pados. Bel sulfato de protoxido de hierro. FeO, SO3, 7HO. El ácido sulfúrico en combinación con los óxidos de hie- rro, es susceptible de formar varios sulfatos. Uno de ellos es el del piotoxido cuya fórmula indicamos; los otros tienen por base el sesquioxido i son los siguientes: el sulfato neu- tro Fe203, 3S03, 9HO, que se obtiene suroxidando el sul- fato de protoxido por el ácido nítrico; el sulfato ácido, que se prepara tratando cuatro partes del precedente por una de ácido sulfúrico, i el sulfato de hierro azul, que se forma mez- clando una solución del protoxido con otra del precedente, i agregándole poco a poco ácido sulfúrico concentrado: esta sal es poco estable. A mas de estos hai otros sulfatos que son básicos i resul- tan: 1. ° de la acción del sulfato neutro sobre un exceso de hidrato de sesquioxido de hierro Fe203, 2S03; 2. ° por la acción del aire sobre el sulfato de protoxido 2Fe O3, SO3; 3. ° de laebullicion del sulfato neutro de sesquioxido 3Fe203, SO3; 4. ° en fin por la ebullición de una solución del sub- sulfato de potasa i hierro. De todos estos sulfatos solo de dos se usa en medicina i mas principalmente de uno, que es el primero. Esta sal, conocida en tiempo de Plinio, quien la denomi- na chalcanthum, ha recibido después varios nombres, entre otros el de alcaparrosa verde, vitriolo verde, vitriolo de Marte, sal de Marte i vitriolo de hierro. Cuando se le obtiene artificialmente, cristaliza en forma — 222 — de prismas romboidales oblicuos, transparentes, de un ver- de azulejo i de un gusto ácido estíptico semejante al de la tinta. Enrojece el papel de tornasol i se esflorece al aire, cubriéndose su superficie de manchas amarillas ocrosas i opacas, cuyo fenómeno es debido a que absorviendo el oxí- feno, se transforman las partículas estertores en subsulfato de sesquioxido amarillo. Cuando se prepara con cuidado i se le cristaliza en agua que contenga un poco de alcool, o que se precipita por este ájente, absorve con mas dificultad el oxíjeno i se le conserva puro por mas tiempo. De consi- guiente es insoluble en el alcool, soluble en el agua, siendo el solutum de color verde i transparente, pero que al con- tacto del aire no tarda en descomponerse por absorver el oxíjeno i pasar al estado de sulfato de sesquioxido amarillo insoluble, i de supersulfato de sesquioxido rojo, que queda disuelto. Puede absorver una gran cantidad de bióxido de ázoe que se combina con el protoxido de hierro en presen- cia del ácido sulfúrico, por lo que parece hacer el rol de una base; en este caso el sulfato toma un color bruno negro, que se vuelve azul violado, si se le agrega ácido sulfúrico en ex- ceso; fenómeno que ha sido indicado como reactivo de los compuestos oxijenado i del ázoe (Peligot). Calentado a 100° en un crisol, el sulfato de protoxido de hierro experimenta la fusión aquosa, se hincha, pierde sus equivalentes d; agua i da una masa blanca opaca. A una tem- peratura mas elevada, pierde su último equivalente de agua i al rojo oscuro se descompone: por productos da ácido sulfuroso, vapores blancos densos i sofocantes de ácido sulfúrico anhidro, i en el residuo sesquioxido de .hierro (colcotar). Sus caracteres distintivos son: a mas d? carbonato de potasa del comercio. 15 £ r> sesquicarbonato de ammoniaco hidratado. 38 \ n carbonato de soda cristalizado. 22 » sesquicarbonato de soda del comercio. Sobre este ácido tenemos que advertir, que muchas veces se le adultera mezclándolo con ácido oxálico por ser mas barato, lo que lo puede hacer venenoso; el modo de descu- brir el fraude es por la precipitación de la cal de algunas de sus sales o bien del cloruro. El mismo fraude se comete con el ácido cítrico, i con ma- yor razón por ser aun mas caro que el tártrico. De los tartratos. De estas sales solo hablaremos del de hierro i potasa, i del de antimonio i potasa: respecto de los otros que se usan en medicina, nada hai que advertir por ser su elaboración bastante sencilla. Tartrato de potasa i peróxido de hierro, T KO, F203. Esta sal es de un color moreno amarillento tirando al verde olivo, Evaporada su solución al calor de una estufa, se la obtiene bajo la forma de escamas brillantes, de un color casi negro i que parecen de un rojo rubí, interponiéndolas entre el ojo i la luz. Su sabor es un poco dulce, ferrujinoso, lijeramente astrinjente. Su reacción es alcalina; esdeliques- cente al aire, se disuelve en cuatro partes de agua, produ- ciendo un liquido moreno oscuro i es poco soluble en el alcool. Los ácidos precipitan de él, tai trato básico de per- Si — 250 — oxido de hierro, pero no producen tartrato ácido de potasa, escepto el ácido tártrico; poniéndolos en exceso, disuelven el precipitado i la solución ofrece entonces un sabor estre- mamente astrinjente. A la temperatura de 130° se descompone, se desprende ácido carbónico i agua, mientras el óxido de hierro se redu- ce, el cual se obtiene bajo la forma de un polvo negro; aten- diendo a esto, es necesario conducir con precaución el fuego cuando se evaporé la solución de esta sal. Preparación.—Se la prepara por varias formulas, ya va- liéndose del crémor i limaduras de hierro, ya del carbonato; pero recomendamos se elabore con el peróxido de hierro hi- dratado. Para esto se torna una parte de crémor i seis de agua, i en una capsula de porcelana o vidrio, se pone a la tempera- tura de 50 o 60°. Se le agrega peróxido de hierro hidratado hasta que no disuelva mas;entonces se futía, se evapora a un suave calor i cuando ¡a disolución esté concentrada, se la divide en varias capsulas, i se acaba la desecación a la estufa. Concluida la evaporación, se guarda el producto bien tapado a causa de su delicuescencia. Usos.—Este tartrato posee las mismas virtudes medici- nales que las otras preparaciones de hieno, i ademas es la mas adecuada para los niños, i en los casos en que las otras combinaciones de este metal excitan vómitos, o no son bien recibidas por el estómago. Es adoptado en todos los casos en que se recomiendan los calibeados, i como un buen re- medio en la hidropesía, en que se cree ejerce un poder tóni- co i diurético. Su dosis es de diez granos hasta media dracma en forma de solución o bolo, acompañado de un aromático. Tartrato básico de potasa i oxido de antimonio, T, SB2,03,KO + 110. Este tartrato, denominado también tártaro estibiado, eme- tico i tártaro emético, se presenta en cristales blancos cuan- do está puro, cuyo carácter jeneral es el octaedro con faces — 251 — romboidales, semitrasparentes, que se esflorecen al aire sin perder su forma. Su sabor es particular, lijeramente azuca- rado, estíptico, metálico i nauseabundo. Espuesto a la acción del calor decrepita un poco, se en- negrece, se descompone esparciendo el olor característico de los tartratos i el residuo es carbón, suhcarbonato de po- tasa i antimonio metálico. Si el calor es bastante fuerte, se tiene una aliacton de potasio i antimonio metálicos, de re- sultas de la influencia del carbono i antimonio sobre el oxi- do de potasio, el cual se inflama al aire i en el agua. El emético se disuelve en 14 a 15 partes de agua fria i en dos de agua caliente; i en esta solubilidad en caliente i en frió se funda su purificación i cristalización: a mas de esto tiene la propiedad de enrojecer el papel de jirasol. Los ácidos sulfúrico, nitrico i clorohydrico, producen en su solución precipitados blancos de sub-sulfato, protoxido i oxicloruro de antimonio. A mas de estos, muchas sustan- cias vejetales tienen la propiedad de descomponerlo, sobre todos los que son amargos astrinjentes i que contienen ácido tánnico; tales son los cocimientos de cortezas de quina, de encina, la infusión de nuez de agallas, etc.; en cuyos casos se forma un compuesto insoluble de ácido i protoxido de anti- monio. Esta es la razón porque dichas sustancias,suministran un buen medio, para neutralizar los efectos del emético, en los casos de envenenamiento por esta sal: una onza de infu- sión de quina amari la es suficiente para descomponer un escrúpulo de tártaro emético. Sin embargo de lo dicho, un fenómeno estraño presentan la ratania i el tanino de Pelouze i es, el que su efecto sobre el emético es nulo, i por consiguien- te no impiden los efectos del vomito. Preparación.—Aunque se han propuesto varios métodos para preparar esta sal, recomendamos con preferencia el de M. Soubeiran que es el siguiente: Se prepara primeramente el oxido de antimonio, descom- poniendo en caliente el cloruro de antimonio por el bicar- bonato de soda. Se lava el óxido i se hace secar una parte para saber el peso de toda la masa, la que se trata por el cré- mor en la siguiente proporción: — 252 — Oxido de antimonio.......... ÍO Crémor de tártaro pulverizado. 12 Agua.............,......... 100 Con las dos sustancias i una cantidad de agua hirviendo, se hace una masa liquida que se deja por 24 horas, se agrega después lo restante del agua i se hace hervir por una hora en un tiesto aparente. Se filtra, se concentra hasta 25° i se pone a cristalizar. De las aguas madres se obtienen nuevos cristales; pero no asi haciendo el emético con el oxicloruro, porque aquellas son de un tratamiento difícil. Las reacciones que se verifican en el curso de la operación, son fáciles de comprenderse. Usos.—Seria largo indicar los usos del tártaro emético. El es emético, diaforético, espectorante, rubefaciente i tam- bién caustico. Se le presa ibe al principio de las fiebres, en el reumatismo,inflamación de los pulmones i pleura, en el hi- drocefalo, etc. Aplicado este tormente en solución o en forma de ungüento, produce una erupción postular, obrando como un contrairrítante. La dosis como diaforético i espectorante es de i* a rs de grano; como nausante de \ a |, como caustico de I a 2 granos i como antiflojistico desde \ a 3 o 4 granos, ya en sustancia o mejor en solución. En farmacia se prepara con esta sal el vino emético í ungüento de tártaro emético. Mps para formar estas prepa- raciones, como para dar con exactitud las dosis q»e prescri- ben los facultativos, es necesario tenerlo bien tapado a causa de su esfforescencía, que hará dar mayores dosis. Del ácido ciaixohidrico. Ci2H2=C2N2II¿. Este ácido, descubierto por Scheele quien le dio el nom- bre con que aun se le llama de ácido prúsico, por haberlo ob- tenido del azul de Prusia, cuando está puro i a la temperatu- ra ordinaria, es un líquido transparente, incoloro, cuya den- sidad a 18° es de 0,6967 i que se tiene en form.i fibrosa sólida a —15°. ■ — 253 — Es mui volátil, bulle a 26°, se mezcla en todas proporcio- nas con el agua, alcool i el éter, i es formado por el cianójeno unido al hidrójeno. Enrojece débilmente el jirasol, se inflama fácilmente ar- diendo con una llama mui viva, i mezclado su vapor con el oxíjeno, forma una mezcla esplosiva. Tiene un olor sofocante particular mui penetrante, análogo al de las almendras amargas, su vapor provoca las lágrimas, i su sabor es mui amargo i ardiente. El ácido cianohidrico es uno de'los venenos mas violen- tos, i aun su vapor mata inmediatamente cuando se le respi- ra; siendo el mejor antídoto en caso de envenamiento, el ammoniaco i cloro dados en solución e inhalados: también es recomendada la afusión de agua fria. Cuando está puro se descompone fácilmente, sobre todo por la acción de la luz; según Liebig, se puede evitar esta descomposición con la adición de una mui pequeña canti- dad de un ácido. Unido al agua, los ácidos inorgánicos con- centrados lo descomponen rápidamente en ammoniaco i ácido fórmico. Las sales de hierro i bióxido de cobre, en un líquido que contenga ácido prúsico, agregando antes algunas gotas de solución de potasa o ammoniaco, producen las primeras un precipitado verdoso, que se hace azul oscuro hermoso por la adición del ácido clorohidrico, i las segundas un azul dé- bil que se hace lechoso con algunas gotas del mismo ácido. Según esto son los mejores reactivos para manifestar la presencia del ácido cianohidrico, pues se puede por su medio indicar T*D¡3 por las sales de hierro, i un ^¡¡¡j por las de cobre (Lasaigne). Estado natural.—Esta sustancia se contiene en las hojas, flores i cortezas de muchas plantas, como también en las al- mendras de varios frutos, de los que se le puede estraer por la destilación con el agua. También se forma por la via seca, de muchas sustancias azoadas, como el formiato de ammo- niaco, por la acción de los ácidos sobre los cianuros, i de otros muchos cuerpos. Preparación.—El ácido de que se hace uso en medicina — 254 — es el hidratado i diluido, i entre los varios métodos que hai para obtenerlo, el recomendado por Geiger, que es el si- guiente, es bastante fácil. Una mezcla de cuatro partes de ferrocianuro de potasa, diez i ocho de agua i dos de ácido sulfúrico, se ponen a des- tilar en una retorta, i el producto se recoje en un recipiente que contenga veinte partes de agua. La destilación no deja de proseguirse, sino hasta que el líquido del recipiente se halla aumentado a 18 partes mas; de modo que debe ser cuando aquel contenga 38. Para saber cuando llega este caso, se marca el recipiente antes de la operación. En todos los métodos que se practican para obtener este ácido, nunca se obtiene un producto de igual fuerza. Para determinar su lei, el mejor modo es valerse del nitrato de plata, partiendo del principio, que 100 gramos de ácido que contenga tres por ciento precipitan 15 de cianuro de plata. El ácido cianohidrico, ya sea debilitado o anhidro, no puede conservarse mientras no tenga una cantidad mui pe- queña de un ácido inorgánico; asi es que cuando enrojezca débilmente el jirasol, de modo que el color no desaparezca, esto no es una razón para creerlo impuro. Por lo demás de- be ser transparente i sin color, a mas no debe dejar por la evaporación un residuo sólido, del mismo modo que el hi- drójeno sulfurado no debe producir un precipitado negro, lo que indicaria una sal de plomo o de mercurio. Usos.—Aunque el ácido prúsico es un poderoso i violento veneno, que destruye completamente la irritabilidad i estin- gue con ella la vida, en la práctica se le ha adoptado como un calminativo, anodino, i antiespasmódico; por esta razón se le administra con suceso para combatir las toses nerviosas i convulsivas, los accesos de atsma, coqueluche i varias ne- vralgias; en la dispepsia acompañada de irritabilidad mór- bida del estómago i para contener los vómitos; en la tisis pulmonar, histérica, dolorosa i dificultosa menstruación; en la palpitación del corazón, en la aneurisma de la orta, etc. Aplicado esteriormente, está demostrado por la esperiencia ser de mucha utilidad como un tópico, en las enfermedades — 255 — crónicas de la piel, dolorosas o acompañadas de comezón; para calmar los dolores del cáncer i de otras ulceraciones, etc. La dosis del diluido es de dos u ocho gotas; del no di- luido de un i a cinco en un vehículo conveniente. En farmacia debe conservarse en pequeños frascos i priva- vado de la acción de la luz. MEDICAMENTOS DE ORÍJEN ORGÁNICO. SEGUNDA SECCIÓN. J)e las sustancias básicas formadas por el oxíjeno, hidrójeno i carbono. Del alcool. C4Hi(>0 +HO. El alcool, que en otro tiempo se llamó también aqua vita^ es una sustancia formada por el óxido de etilo (C4 H10O), sustancia básica unida al agua. Es un líquido transparente, incoloro, mui movible, formando por la ajitacion infinitos glóbulos que desaparecen prontamente. Tiene un olor fuer- te, bastante agradable i embriagante, i un sabor ardiente, penetrante i aun cáustico. Hasta ahora no ha podido ser con- solidado por ningún frío artificial, i tiene un poder refrin- jente bastante considerable, a mas de no ser buen conductor de la electricidad. Es mui volátil i mui inflamable ; arde con una llama páli- da débil, i con una cantidad conveniente de oxíjeno, da por producto ácido carbónico i agua, depositando también car- bono cuando 11 cantidad de oxíjeno no es suficiente. Después del agua, el alcool es el disolvente mas jeneral que se conoce, asi es, que a mas de disolver las resinas, los aceites volátiles, el alcanfor, etc., disuelve también muchos gases en mas cantidad que el agua, tales son el oxíjeno, el protoxido de ázoe, el ácido carbónico, etc. Los álcalis veje- tales, las sales delicuescentes inorgánicas, escepto el carbo- nato de potasa, el iodo, en fin muchas otras sales i cuerpos, son solubles en este líquido; i como muchas de estas sustan- — 256 — cia3 salinas comunican al alcool la propiedad de arder con una llama coloreada de diverso modo, según la naturaleza especial de estos, se obtienen buenos caracteres para distin- guir ciertos compuestos minerales: tal es la estronciana i sus sales que da una llama púrpura magnífica, el ácido bóri- co i las sales de cobre una verde, el cloruro de cobalto una azul, etc. Con la nieve, el alcool produce un gran frió, con el agua desarrolla calor i se mezcla en todas proporciones, siendo el volumen de la mezcla menor que la suma de la de los do3 lí- quidos. De aquí nacen las diferentes densidades que presen- tan los diversos alcooles que se venden en el comercio, deno- minados comunmente aguardientes cuando son debilitados, i espíritus cuando son mas fuertes en razón de contener me- nos agua. La densidal del alcool absoluto es de 0.794 a 15° C, que corresponde a 44° del areómetro de Cartier i a 100 del al- coolómetro de M. Gay-Lussac. Bulle a 78°, pero mezclado con el agua se eleva el punto de su ebullición con la canti- dad de esta hasta cierto punto. Para reconocer la pureza i fuerza del alcool, se recurre en el comercio a varios medios aunque erróneos, entre los que se cuenta la prueba de pólvora; pero el mas exacto es por su peso específico. Para esto, la operación mas espedi- ta es el uso del pesalicor o areómetro de M. Caitier, i sobre todo el alcoolómetro de M. Gay-Lussac, construidos para este objeto i cuya descripción hemos dado al principio. Los grados que se manifiestan haciendo uso del pesalicor de Cartier en los diversos alcooles del comercio, son como sigue. Aguardiente débil... 16° Id......... 17° Id......... 18° Aguardiente ordinariol9° Id........ 20° Aguardiente fuerte.. 21° Id......... 22° Espíritu........... 29°,5 Id............ 33° Id............ 35° Espíritu rectificado.. 36° Id........37° Alcool de 40°......40° Id. absoluto.....44°, 19. — 257 — Los grados i densidad que correspondan al alcoolómetro son como vamos a indicar. Mas como todos ellos están arre- glados a la temperatura de 15° C, que es a la que está Construido el instrumento, acompañamos una tabla de cor- rreccion paralas otras temperaturas desde 0° hasta 30°, cu- yo uso es igual al de la tabla p'tagórica. Finalmente los álcalis cáusticos atacan el alcool coloreán- dolo; los ácidos lo de-componen; losoxacidos combinándose directamente con el éter u oxido de et'lo, los hidracidos descomponiendo este oxido; i las combinaciones que resul- tan de la acción de los primeros son sales, i las de los se- gundos combinaciones haloides de etilo con los radicales de los hidracidos. Preparación.—Como en farmacia no se tiene necesidad de estraerlo de los líquidos que lo producen, solo diremos, que para obtener los alcooles del comercio de mayor densi- did, hacerlos mas fuertes o elevarlos al grado de espíritu, i por consiguiente aumentar su valor, es menester someterlos a la rectificación o a nuevas destilaciones, ejecutando la operación a temperatura mas baja, en proporción de la fuer- za que se les quiera dar. Hasta ahora no ha sido muí fácil conseguir el alcool al estado abso'uto; pero para obtenerlo, es necesario destilarlo con sustancias que sean mui ávidas del agua, i por otra parte que no alteren sus propiedades. De todas ellas la mas a propósito es el carbonato de potasa bien seco, que lo eleva a 39° Cartier; mas para llevarlo a 44°, 19, se necesita uno de los dos métodos siguientes: 1.° Elevar el alcool a 97° destilándolo con 100 gramos por litro de cloruro de calcio fundido, o dejándolo dijerir sobre 150 gramos de cal viva en polvo por litro, i destilarlo con lentitud con 250 gramos de cal viva pulverizada por litro de alcool, después que se haya tenido en contacto por dos o tres dias en un lugar cálido. 2.° Agregar al alcool de 94° 500 gramos por litro de cal viva pulverizada; dejándolo en contacto por dos o tres dias a la estufa i destilarlo después lentamente. Se ensaya, i si no está del todo privado del agua, se repite la destilación; i si 32 — 258 — aun no ba»tn, se agrega un poco de p itisa cáustica fundida i se vuelve a destilar inmediatamente. Para la preparación en farmacia de los medicamentos en que entra el alcool, no debe hacerse uso de los alcooles que se obtienen de las cereales, de las patatas, orujo de, uvas, etc, porque son desagradables i contienen una cantidad de un aceite particular, que les dá un olor empireumatico desagra- dable i un gusto fuerte i acre. De consiguiente, dichos al- cooles pueden alterar la virtud medicinal de las sustancias, como también el aceite de anis o de enebro que se les agrega para ocultar sus malas calidades. Estos últimos se pueden manifestar por el agua, que los pone lechosos, i la presencia del otro, por el ácido sulfúrico, que los colora en rojo i de un modo mas sensible con la solución de plata, que los enro- jece a la luz solar. Usos.—En medicina solo se usa del alcool al estado débil, porque de otro modo es venenoso, i aun en aquel estado es mui perjudicial si se frecuenta su uso como bebida, por producir fatales consecuencias. No obstante, como medicamento es un poderoso estimulante difusivo. Aplicado esteriormente, es re- comendado en las quemaduras i para contener la sangre en las hemorrajias pasivas; en forma de fricción o fomento, para quitar los dolores musculares, i muj diluido forma un buen colirio en el último estado de la oftalmía. Se cree mui útil bañando con él la rejion hipogastrica en los casos de reten- ción de orina, con manifestación de parálisis en la vejía; en fin es útil en otras afecciones i su dosis es mui variable. En farmacia se preparan con el alcool muchos medica- mentos de que hablaremos posteriormente. — 259 — GRADOS del alcoolómetro i densidad del alcool a la temperatura de+ 15°C. H C -O _. 6 15 ^ ■3 ■tí ~ -. 0 -- O - i-, ■tí _; _ o 3 § -tí tí _; "S 1 " 2 !S § 11 ?1 si O ."2 § » a ? c 1 * "2 ~ es 0 s 8 fl « 3 1 x¡ 0 c a Oí P. 5^ O) Q 'J -3 p 5 ¿ a « 1 O ioo 0,795 79 0,808 59 0,918 39 0^954 19 0,977 99 0,800 78 0,871 58 0,920 38 0,956 18 0,978 98 0,805 77 0,874 57 0,922 37 0,957 17 0,979- 97 0,810 76 0,876 56 0,924 36 0,959 16 0,980 96 0,814 75 0,879 55 0,926 35 0,960 15 0,981 95 0,818 74 0,881 54 0,958 34 0,962 14 0,982 94 0,822 73 0,884 53 0,930 33 0,963 13 0,983 93 0,826 72 0,886 52 0,932 32 0,964 12 0,984 92 0,829 71 0,888 51 0,934 31 0,965 11 0,986 91 0,832 70 0,891 50 0,936 30 0,966 10 0,987 90 0,835 69 0,893 49 0,938 29 0,967 9 0,988 89 0,838 68 0,896 48 0,940 28 0,968 8 0,989 88 0,842 67 0,899 47 0,941 27 0,969 7 0,990 87 0,845 66 0,902 46 0,943 26 0,970 6 0,992 86 0,848 65 0,904 45 0,945 25 0,971 5 0,993 85 0,851 64 0,906 44 0,946 24 0,972 4 0,994 84 0,854 63 0,909 43 0,948 23 0,973 3 0,996 83 0,857 62 0,911 42 0,949 22 0,974 2 0,997 82 0,860 61 0,913 41 0,951 21 0,975 1 0,999 81 0,863 60 0,915 40 0.953 20 0,976 0 1,000 80 0,865 1 — 260 — TABLA de la riqueza en alcool de los liquidos espirituosos, representando los grados o el número de litros de alcool i la temperatura de + 15° C que contienen 100 litros de un espíritu por cada in- dicación del alcoolómetro a diversas temperaturas 0o a 30°. i el termómetro cení igrado marca en los liquidos espirituosos: O O 05 !~f o. — * o o o 0 2 4 6 8 10 12 i 13 14 a 1G 17 i 18 20 22 24 26 28 30 •O h "O Ce* los grados reales o céntimos de alcool a la temperatura de ■♦■ 15° son 25 31 32 30 31 32 33 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 45 46 47 , 48 49 50 51 29 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 1 28 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 26 29 30 31 32 33 34 35 £6 37 38 39 40 41 42 43 44 45 40 47 48 49 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 ■■ 48 2ü 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 25 26 27 28 •29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 22 23 24 25 ■26 27 38 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 4 i 42 43 22 23 21 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 21 22 23 24 25 26 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 20 21 22 23 24 25 26 27 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 39 40 41 20 26 21 27 33 34 36 37 38 39 40 • 41 21 28 22 29 23 30 24 31 25 32 26 33 27 34 28 35 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 29 36 30 37 31 38 32 39 33 40 34 41 35 42 36 43 37 44 38 45 39 46 40 ■ íí « 0 ¡a K -W o 5 Ss w w ¡8 53 U e «j y »,»< a, a 3 w <- fr- ■** •-. s w en a. ? - J? a. 53 "e o. 05 O í>< -^ o "ts "« s ^"-2 2 s U %j %) 3¡ 5U W 2; a 53 S ^ s SS S % .2 . 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Sí» O 01 12 14 17 o c; fl 0 2 4 6 8 10 i a i 20 22 24 26 28 30 •5 3 r 16 18 ■tí f-"3 fl O S" g S 60 ü los grados reales o céntimos de alcool a la temperatura de -<• 15° son: 69 75 74 73 72 72 71 70 69 68 67 66 1 65 65 6t 63 70 76 75 74 73 73 72 71 70 69 68 67 66 66 65 64 71 77 76 75 74 74 73 72 71 70 69 68 67 67 66 65 72 78 77 76 75 75 74 73 72 71 70 69 6S 68 67 66 73 79 78 77 76 76 75 74 73 72 71 70 70 69 68 67 ■ 74 80 79 78 77 77 7 ti 75 74 73 72 71 71 70 69 68 75 81 82 83 80 81 82 79 80 81 78 79 80 78 79 80 77 78 79 76 77 78 75 76 77 74 75 76 73 74 75 72 73 74 72 73 74 71 72 73 70 71 72 69 76 70 - 77 71 . 78 84 83 82 81 81 80 79 78 77 70 75 75 74 73 72 79 84 85 84 85 83 84 82 83 82 83 81 82 80 81 79 80 78 79 77 78 76 77 76 77 75 76 74 75 73 80 74 81 86 86 85 84 84 83 82 81 80 79 78 78 77 76 75 82 87 87 86 85 85 84 83 82 81 80 79 79 78 77 76 83 88 89 88 89 87 88 88 87 86 86 85 86 84 85 83 84 82 83 81 82 80 81 80 81 79 80 78 79 77 84 78 85 90 90 89 88 87 87 86 85 84 83 82 82 81 89 179 . 86 91 90 90 89 88 88 87 86 85 84 83 83 82 81 80 . 87 92 91 91 90 89 89 88 87 86 85 84 84 83 82 81 ---- -- -- -- -- __ __ __ . 88 93 92 92 91 90 90 89 88 87 86 85 85 84 83 83 80 94 93 93 92 91 91 91 89 88 87 86 86 85 84 84 90 95 94 94 93 92 92 92 90 89 88 88 87 86 85 i 5 — 263 — De los éteres. Aunque basta ahora no se ha podido dar una razón satís- tisfactoria de la formación de estos compuestos, se ha conve- nido llamar éteres a lo* productos obtenidos por la acción délos ácidos i otras sales sobre el alcool; muchos de los primeros combinándose con el oxido de etilo, i las segundas i algunos ácidos sustrayéndole el agua. De estos nos ocu- paremos de algunos mas usados en medicina. Bel éter u oxido de etilo.=C* H10O=AeO. El éter es un oxido básico quc> se supone estar compuesto de un radical hipotético, el etilo C4 II10, i se le denomina éter sulfúrico por ser el ácido que al principio i después jene- ralmente se ha empleado para obtenerlo. Es. un líquido incoloro, mui claro i por consiguiente mui transparente i de una grande movilidad. Su olor es agrada- ble i su gusto punjente i ardiente. Es uno de los líquidos mas volátiles ; produce un gran frió al evaporarse, entra en ebullición a 37°C i se conjela entre 31° i 34°.— El éter es mui combustible i una mezcla de sus vapores con aire u oxijeno, es esplosiva a un alto grado. Se disuelve en 10 partes de agua, i 36 de éter disuelven solo una parte de este líquido; se mezcla en todas proporciones con el alcool, siendo un disolvente de los aceites grasos i esenciales. La presencia del oxijeno o del aire en los frascos en que se con- serva el éter, lo transforman en parte en agua i ácido acéti- co, que se combina con el éter no descompuesto, o queda libre. En este caso tiene una reacción acida, pero las mas ve- ces es producida por el ácido sulfuroso, que pasa poco a poco al estado de ácido sulfúrico, ocatdonado por la descompo- sición de una sustancia aceitosa, que muchas veces se forma i acompaña al éter, que denominan aceite pesado de vino; i como el agua separa de esta sustancia otra hidrocaibonada, a esta le dan el nombre dé aceite lijera de vino. Disuelve mui poco azufre i fósforo, pero si al bromo e iodo — 264 — en cantidad, formando con ellos ácido bromohidrico, iodohi* drieo i otros productos aun no examinados. A mas disuelve un gran número de cloruros, como también muchas sustan- cias que son solubles en el a'cool, en especial muchos ácidos orgánicos, la cera, Us resinas, etc. ; sin embargo son insolu- bles en él, muchas sustancias que lo son en el alcool, como también algunas bases vejetales, por ejemplo la narcotina i otras. Finalmente, el éter se combina con los ácidos i_con saled neutras; entre las primer.is combinaciones unas son sales acidas llamadas ácidos etéreos i también vínicos, por ejemplo el ácido eterosulfúrico o sulfovínico ; otros son éteres com- puestos. Preparación.—Se han propuesto varios aparatos para la elaboración del éter; pero ti mas sencillo es el siguiente. A una retorta tubulada se la une una alargadera, i a e*ta se la adapta un recipiente que nunca debe estar herméticamente cerrado, pero si rodeado de nieve o de agua fria : la alarga- dera se puede también unir a una serpentina i esta unirla a un recipiente. Dispuesto asi el aparato, se pone la retorta en un baño de arena, que esté ya caliente, sin enterrarla mucho i agregando a su alrededor mui poco a poco la arena, para que caliente gradualmente. Al mismo tiempo en un tiesto de plomo o cobre estañado, se hace una mezcla de siete par- tes de alcool a 33° i diez de ácido sulfúrico a 66°, echando el ácido poco a poco sobre el alcool, i no esté sobre aquel porque lo rarbonizaria en parte. Concluida de hacer la mez- cla asi caliente, porque se desarrolla mucho calor, se intro- duce por su tubuladera en la retorta, que solo debe estar llena hasta la mitad i dispuesto todo, se hace llegar lo mas pronto posible el líquido a la ebullición. En este caso se des- prenden vapores de éter i con ellos también agua i alcool, que se condensan en el recipiente. A proporción que el nivel de la mezcla baja en la retorta, se va agregando alcool de la misma fuerza por medio de un tubo colocado en la tubula- dura de la retorta, i que penetre una pulgada poco mas o menos en la mezcla ; de este modo se prosigue la operación hasta haber introducido 100 partes de alcool. — 265 — Én la preparación del éter en grande cantidad, puede también emplearse un alambique ordinarioj guarnecido su interior de plomo o estaño; pero en este caso no debe llegar el líquido hasta las junturas. Concluida la destilación, el éter aun no está puro, a causa del agua i del alcool con que está mezclado, i también con el ácido de que se ha hablado. Para purificarlo se le mezcla con una solución concentrada de soda o potasa caustica, ajilán- dolo de tiempo en tiempo durante 24 o 43 horas, i se separa el líquido etéreo de la solución por una nueva destilación, en un alambique o retorta al baño de maria : a la soda i pota- sa puede sustituirse la cal hidratada seca. Pudiendo estar muchas veces impuro, para manifestar la presencia de las sustancias que puede contener, los reacti- vos siguientes son los mas adecuados. La solución de barita demuestra la presencia del ácido sulfúrico; cuando está mezclado con el alcool, el fósforo forma una solución lecho- sa, que no se verifica cuando está puro; a esto puede unirse su peso específico para conocer el agua : su densidad es 0,725 a 20° C. Usos.—El éter es estimulante, narcótico i antiespasmo- dico. En gran dosis obra como el alcool; pero es mas difusible i sus efectos son menos permanentes. Se le emplea en medi- cina con mui buen resultado como un cordial en el tifus i otras fiebres; particularmente cuando se observa nausea, subsultus tendinus i otros sintonías espasmodicos. Como un antispasmodico quita el paroxismo i atsma es- pasmodico; se le emplea con mucha ventaja en el histérico, tétanos, calambres del estómago, hipo, i para contener el vomito i disminuir los efectos del mareo. Aspirado, obra de de un modo análogo al cloroformo, pero es preferible este. Como un remedio esterno obra como un estimulante re- frijerante, ya para quitar los dolores de cabeza i de los mus- culos, o ya en las quemaduras i para la reducción de la her- nia estrangulada. Su dosis es entre un escrúpulo i una drac- ma en algún vehículo. En farmacia sirve de menstruo para alguas tinturas, i para preparar el licor anodino de Hoffman i otros medicamentos.- 33 266í — Bel nitrito de óxido de etilo o éter nitroso1. NO3 + C4H,0O=NO3,AeO. Éste éter en estado puro es un líquido de un color ama- rillento pálido, de un olor agradable i de un gusto fuerte, ardiente i peculiar. Es mui volátil, produce un gran frió a consecuencia de su evaporación; bulle a 21°C, es mui infla- mable, dando una llama blanca, i su densidad es de 0,947 a 15°C. Se disuelve en 48 partes de agua i se mezcla en todas proporciones con el alcool i el éter. Tiene la propiedad de acidificarse al aire, conteniendo entonces ácido nitrico, cuya alteración es tanto mas lenta, cuanto menos agua contenga. Preparación.—Muchos son los métodos que se han pro- puesto para la elaboración de este éter. El mas sencillo de todos es el indicado por Orfila, que consiste simplemente en mezclar con precaución en un frasco, una parte en volumen de alcool a 0,85 i una de ácido nítrico de 4 equivalentes de agua: el frasco no cífebe taparse herméticamente a fin de dar pasaje a los gases. Después de dos o tres dias de espo- sicion en un lugar frió, se decanta la capa superior que con- tiene mucho éter nitroso, se le ajita con una solución débil de potasa caustica, se le decanta de nuevo i se le deja por algún tiempo con cloruro de calcio,i al fin se le decanta otra vez paia obtener el éter. Otro método que recomendamos por ser también senci- llo i obtenerse por su medio un producto excelente, es el prescrito por el colejio de Edimburgo, i es el siguiente. Se toman para la dicha operación dos pintas i seis onzas de alcool rectificado, i siete onzas de ácido nitrico puro de 1,5. Se ponen quince del espíritu, i un poquito de arena lavada, en un matrás de dos pintas de capacidad, tapado con un corcho atravesado por un tubo de seguridad, que sumerja una pulgada en el espíritu, i por otro que lo una con un recipiente refíijerauo con una mezcla de nieve i sal. Dis- pue?to asi el aparato, se añade por el tubo de seguridad i gradualmente, tres onzas i media del ácido, i cuando la ebu- llición que se produce haya cesado, se añade media on?.a — 267 — mas del ácido; i asi de seguida teniendo cuidado de refrijerar el recipiente, que no debe estar herméticamente tapado. El producto obtenido, se le ajila primeramente con un poco de leche de cal, hasta que cese de enrojecer el papel de torna- sol, i después con una solución concentrada de cloruro de cal. Últimamente se le decanta, i el éter nitrico puro que se obtiene i que posee una densidad de 0,899, se une con lo res- tante del espíritu. En este caso como en los otros, se efec- túan muchas reacciones i por consiguiente varios productos cuya teoria no es fácil de esplicar. El alcool nitrico llamado espíritu de nitro dulce, cuyas propiedades son análogas a las del éter nitroso, se le obtie- ne mezclando una parte de éter nitroso con ocho de alcool anhidro, o bien destilando una parte de ácido debilitado, tres de alcool rectificado i recojiendo cinco del producto. Se debe conservar en un lugar fresco i en frascos bien ta- pados, porque se acidifica mui pronto al aire. M. Millón ha descubierto un éter nítrico, el que se le ela- bora destilando a un suave calor en una retorta, 75° gramos de ácido nitrico puro, otro tanto de alcool de 35 i 1 o 2 gra- mos de nitrato de urea. Primero pasa al recipiente refrije- rado, solo alcool debilitado, i en seguida el éter, que después de concluir la operación con solo agregar agua, el éter se precipita. La destilación debe detenerse cuando queda la octava parte en la retorta, i con esto el nitrato de urea puede servir hasta para cuatro operaciones. El éter nitroso puede estar adulterado, o por defecto de la elaboración o por fiaude. Puede hallarse mezclado con el áci- do nitroso, i se manifiesta por una efervescencia sensible con el carbonato de soda o bicarbonato do potasa. La mezcla con agua i alcool se descubre ajitándolo con cloruro de calcio. Usos.—El éter nitroso i espíritu de nitro son refrijerantes, diuréticos i antiespasmódicos. Se usan para apagar la sed en las enfermedades febriles; pero en gran dosis obran como unos poderosos estimulantes del estómago, hasta hacerse venenosos. Quitan la nausea i el flato, i estimulando los rí- ñones aumentan la secreción de la orina; por cuyo motivo — 268 — se les precribe como unos auxiliares con otros diuréticos, en las afecciones hidrópicas i otras. Su dosis es de media hasta dos dracmas en algún ve- hículo. En farmacia debe conservárseles en frascos pequeños, a fin de que no se introduzca mucho aire i los descomponga. Bel acetato de oxido de etilo, o éter acético. C4Hc03-4-C4H100=ÁAeO. Este éter es un líquido incoloro, mas lijero que el agua, de un olor etéreo refrescante i agradable. Bulle a 74°, su densidad es de 0,89 a 15°, i no tiene acción sobre los colores azules. Cuando está puro se conserva sin alteración, el agua o el alcool lo acidifican poco a poco; es soluble en siete par- tes del primero i en todas proporciones en el éter i el alcooh Ajitándolo con cloruro de calcio, disuelve una cierta canti- dad, transformándose en una masa blanda i cristalina, que abandona de nuevo el éter cuando se la disuelve en el agua. Los álcalis lo descomponen con mucha facilidad. El ácido sulfúrico concentrado lo descompone también al calor, en éter i ácido acético; el clorohidrico lo convierte en éter clo- rohidrico, i el nitroso en éter nitroso: en uno i otro caso el ácido acético queda en libertad. El éter acético disuelve los aceites esenciales, muchas resinas i en jeneral todas las sus- tancias solubles en el éter ordinario: el denominado espíritu acético etéreo, es una mezcla de una parte de éter i tres de alcool. Preparación.—Para elaborar el éter acético, se destilan 10 partes de acetato de plomo anhidro, 4 h de alcool i 6 de ácido sulfúrico concentrado; o bien 10 partes de acetato de soda, 15 de ácido sulfúrico i 6 de alcool de 80 a 85. Se mezcla primeramente el ácido con el alcool i se vier- te la mezcla sobre la sal bien seca i pulverizada. El ca- lor debe ser moderado al principio, pero al fin de la operación mas fuerte. De este modo se obtiene una cantidad de éter igual al alcool empleado. El producto se purifica poniéndolo — 269 — en dijestion con cloruro de calcio i sometiéndolo después a la rectificación: en lugar del cloruro, puede usarse de la cal apagada. En esta operación se hace primero ácido sulfovinico, que se descompone después en ácido sulfúrico hidratado i en acetato de óxido de etilo o éter, que pasa al recipiente mez- clado con un poco de alcool i agua. Usos.—En medicina se usa en los mismos casos que los otros éteres i aun es mas suave, agradable i mas diaforético. Se le prescribe en las fiebres nerviosas, i pútridas, cardial- jia, vómitos espasmódicos i en las afecciones asténicas del estómago i canal alimenticio : su dosis es de media bastados dracmas. En farmacia se le debe tener bien puro i en frascos pe- queños. 32>el cloroformo. Cl<>C2H2=Cl6Fo. Aunque esta sustancia no es una especie de éter, no obs- tante, se le ha dado impropiamente el nombre de éter dóri- co: por ésto i por analojía lo colocamos en este lugar. El cloroformo, denominado así porque tratándolo por una solución alcoólica de potasa, da cloruro i formiato de po- tasa, fué descubierto casi al mismo tiempo por Soubeiran i Liebig, i Dumas determinó su composición i muchas de sus propiedades. Es un líquido incoloro, mui volátil, un poco oleajinoso, de un olor etéreo i agradable, de un sabor azucarado, de una densidad igual a 1,480 a 18° i que bulle a 60°,8. Es soluble en el alcool i el éter, pero mui poco soluble en el agua; di- suelve el alcanfor, la cera, los aceites volátiles i las resinas i aun el cautchuc; no es inflamable, i una mecha impregnada de él arde con una llama verde : se compone de cloro i formeno. La solución alcoólica de potasa, lo convierte en lo que se ha dicho, mas no sufre alteración sensible destilándolo con ácido sulfúrico i con otras sustancias. Espuesto con cloro a los rayos directos del sol, se descompone en ácido clorohi- — 270 — drico i en cloruro de carbono; i si se le hace atravesar en va- por por un tubo incandescente, se transforma en carbono, ácido clorohidrico i un cuerpo cristalizado en agujas largas blancas. Preparación.—De todos los métodos indicados hasta aho- ra para preparar el cloroformo, el siguiente, por MM. La- rocque etTheraut, nos parece preferible. Se ponen en un alambique i al baño de maria 35 a 40 li- tros de agua, i se les calienta hasta 40° poco Tmas o menos* Se deslié primeramente en este líquido 5 kilógr. de cal viva disleida i 10 kilógr. de cloruro de cal del comercio. Se vierte en seguida un litro i medio de alcool de 0,85 i. se hace que entre pronto el líquido en ebullición. Al fin de al- gunos minutos, el capitel se calienta, i cuando el calor llegue a la estremidad del cuello, se disminuye el fuego, i la destila- ción marcha rápidamente i se continúa por sí misma hasta el fin. En el recipiente que se debe refrijerar, se condensa un líquido aquoso i en su fondo un líquido mas pesado, que es el cloroformo. Se le separa i purifica por medio de lava- dos con pequeñas cantidades de agua, i se le destila al baño de maria, después de haberlo ajilado varias veces con clo- ruro de calcio fundido. Si en lugar de arrojar los líquidos que sobrenadan en el recipiente, se les emplea para una operación subsiguiente que se haga inmediatamente, se obtiene una mayor canti- dad de cloroformo. De este modo, se introduce nuevamen- te en el alambique sin sustraer nada, 10 litros de agua, i cuando la temperatura del liquido descienda a 40° poco mas o menos, sé agrega 5 kilógr. de cal i 10 de cloruro, i mezclán- lo todo con cuidado, se vierte el líquido, del que se ha se- parado el cloruro, con adición de un litro solo de alcool; se vuelve a mezclar el todo i la operación se hace i termina co- mo se ha dicho. Con un alambique de una suficiente capa- cidad, se pueden repetir hasta cuatro operaciones, en las que con 4 litros i medio de alcool de 85°, se obtienen En la 1.a destilación. 550 gram\ de cloroformo. En la 2.* ..........640 id. de id. — 271 — En la 3.» ..........700 gram. de cloroformo* En la 4.a ..........730 id. de id. Otro de los medios es poniendo en el mismo aparato 5 kilogramos de cloruro de cai desleído en 15 de agua, i agre- gando después un kilogramo de alcool a 30°. Se procede del modo indicado, deteniendo la destilación cuando el pro- ducto tenga un olor débil. Las reacciones que en dichas operaciones se verifican no se pueden esplicar de un modo satisfatorio. Usos.—El cloroformo en dosis elevadas es un veneno nar- cótico, i en medicina es un estimulante, sedativo, antisépti- co, anodino i aun anestético. Por su aplicación se han ob- servado violentos espasmos titánicos, delirium tremens, aji- tacion histérica, contorsiones i otros efectos, de esta clase; aunque algunos lo han atribuido a la impureza del clorofor- mo i por otros se han considerado mas bien, que dependen de particularidades de las constituciones; razón por que su aplicación debe ser diiijida por personas mui intelijentes. Aspirado en cantidad de una dracma o mas, el efecto mas frecuente es el producir con rapidez una completa re- lajación de los músculos, frecuentes suspiros estortorosos con movimiento o fijación de los ojos de los pacientes, que de ordinario sufren mucho, pero que al fin caen en una to- tal insensibilidad; razón por la cual se usa en las operacio- nes cirúrjicas aplicado en algodón a las narices. Dado interiormente en dosis medicinales, el cloroformo obra como un carminativo i antiespasmódico. El doctor Formby recomienda sus propiedades en el histérico, M. Guillot lo usa como antiespasmódico en el atsma; en fin, se ha creído mui útil para quitar los vómitos crónicos por cau- sas nerviosas, como aquellos que ocurren en la preñez i para otros casos. La dosis es de cinco gotas hasta diez en un poco de agua acompañada de algunas gotas de espíritu. Con lo que se adultera el cloroformo es con el alcool, pero este fraude se descubre fácilmente, o por su densidad, o echando unas gotas en el agua que se ponen opalinas al caer — 272 — en este líquido; también suele contener ácido sulfúrico, i se descubre por el papel de reactivo o por las soluciones de barita. En farmacia, para evitar su evaporación, es conveniente te- nerlo en frascos pequeños i con una capa de agua, la cual como de menos peso específico ocupa siempre la superficie del cloroformo. Como el cloroformo esperimenta una alteración acida con el contacto de la luz i el aire, debe detenérsele privado de su contacto. MEDICAMENTOS DE ORNEN ORGÁNICO. TERCERA SECCIÓN. Sustancias' naturales complejas compuestas i/e hi- drojeno, oxijeno i carbono. Como todas las sustancias medicinales que pertenecen a esta sección, se las obtiene del todo formadas en los veje- tales de que son productos, nos abstenemos de hablar aquí de ellas con especialidad, reservando esto para cuan- do tratemos de aquellos en la materia farmacéutica. Con esto, hemos creido que no solo se adquiriría una idea mas exacta de dichas sustancias, conociendo las- plantas de su orijen, sino que también de estas, en orden a las que sumi- nistran sustancias análogas, al mismo tiempo que de sus virtudes, asi propias como relativas. Por esta misma razón no hemos tratado de otros cuer- pos igualmente medicinales, que pertenecen a otras seccio- nes, como el almidón, el azúcar, etc.; lo mismo que hacemos respecto a los productos animales, pues hablaremos de ellas, en el capítulo que a cada una coresponda. Por ahora solo describiremos, por creerlo necesario, las propiedades jer.era- les, modo de prepararlos, etc., que ya hemos descrito en otro lugar (1), délos aceites grasos'i volátiles, resinas, gomore- (1) Elementos Je Química orgánica, p. 141. — 273 — sinas, etc., que son las sustancias que pertenecen a esta sec- ción; reservando las particularidades en orden a uno i otro caso, que sean especiales a algunos de dichos cuerpos, que indicaremos al hablar de ellos. De los aceites grasos. Entre estos cuerpos no solo se colocan las sustancias ve- jetales, sino también las animales que se denominan con aquel epíteto; por lo cual bajo el nombre de cuerpos grasos, se comprende en jeneral una cierta clase de productos natu- rales, que contienen un ácido orgánico en combinación con el óxido de glicerilo C6H1405; óxido que unido al agua, constituye lo que se denomina glicerina. De modo que se puede definir a dichos cuerpos: combinaciones salinas de óxido de glicerilo con los ácidos margarico, esteárico i oleico, que son los con que jeneralmente se le encuentra unido. Algu- nos contienen ácidos particulares; pero los caracteres i pro- piedades de todos aun comprendiendo los de orijen ani- mal, son los siguientes. Los aceites fijos son liquidos a la temperatura ordinaria, escepto los de algunas palmas, el del cacao, etc. en los veje- tales i el sebo, grasa, etc. en los animales i aun estos se po- nen líquidos a un suave calor. Su consistencia es dental modo viscosa, que los hace un- tuosos al tacto, i se adhieren con fuerza a las paredes de los vasos que los contienen. No son perfectamente transparen- tes, ni del todo desprovistos de color; porque por lo regular son amarillos o verdes. Recien estraidos no tienen sabor, pe- ro después adquieren uno dulce o desagradable; todos ellos son insolubles en el agua i sensiblemente solubles en el al- cool i en el éter, i entran en ebullición poco mas o menos a 216° C. A una alta temperatura se descomponen, i dan por pro- ductos : abundancia de gas hidrójeno percarbonado (gas oleífico), una cierta cantidad de ácido carbónico, otra de un cuerpo volátil que irrita vivamente los ojos i los órganos de la respiración, denominado por Berzelius acroleina; i ade- 34 — 274 — mas por residuo un depósito poco considerable de carbón. Los tres primeros cuerpos se producen con solo mantener- los en ebullición, i en la abundancia de gases inflamables que de ellos se obtienen, esta fundado el uso que de ellos se hace para los alumbrados con gas; productos que también se obtienen por destilación de la hulla. Los aceites i sustancias grasas colocadas en vasos cerra- dos, se conservan largo tiempo sin espeiimentar mutación; pero al contacto del aire, absorven las mas veces poco a po- co su volumen de oxijeno; propiedad que se aumenta con la temperatura, i se alteran.Ciertos aceites se espesan, i conclu- yen por transformarse en una sustancia transparente, ama- rillenta, flexible, insoluble en el agua, en el alcool i en el éter, i forma una capa sobre la superficie, que impide la ac- ción del aire sobre lo restante del aceite. Los que poseen esta propiedad i que sqIo pertenecen a la clase de los vejetales, han recibido el nombre de secantes, por cuya razón sirven para la preparación de los barnices, i de los colores con aceite. Otros no se secan sino que se espe- san, se hacen menos combustibles, i adquieren un olor desa- gradable; en este estado se dice que se han puesto rancios; obran como los ácidos i causan una sensación desagradable en la garganta cuando se les toma. Esta propiedad dimana de que mui rara vez están puros, i ordinariamente contienen albúmina vejetal o mucilago. La presencia de estas mate- rias estrañas, hace que estos cuerpos esperimenten al con- tacto del aire una descomposición particular, por la cual se forma entre otros productos, un cuerpo volátil de un sabor repugnante i dotado de propiedades acidas. A esta descom- posición se la llama enrrandamiento; fenómeno que se efec- túa por una acción que ejercen las materias estrañas sobre los aceites, análoga ala del fermento en los liquidos azuca- rados, i cuyos pioductos son formados a espensas de los ele- mentos del óxido de glicerilo i de las materias estrañas, que al principio alteran el oxijeno de la atmósfera. Para sustraer délos aceites la ranciedad en su mayor parte, se les hace hervir con agua, ose les trata a frió con un poco de lejía al- calina, o agregando al agua un poco de hidrato de magne- — 275 — sia, o hirviéndolos hasta que hayan perdido la acción de enrojecer el papel dejirasol. La propiedad que acabamos de indicar, que tienen los aceites respecto del oxijeno es tan manifiesta, que a ella se debe atribuir la elevación de tempe- ratura, que se produce cuando la lana engrasada con aceite de olivo o de nabo permanece amontada; circunstancia por la que la lana se ha inflamado mas de una vez, i ha causado la ruina de muchas manufacturas de paño. Los aceites se combinan con muchos de los cuerpos sim- ples por medio de la acción del calor. Al grado de la ebu- llición disuelven el azufre, cuya disolución con el aceite de olivo o de lino, forma lo que se llama oleum sulphuratum, o balsamum sulphuris simplex. El fósforo es también disuelto por el aceite, i su solución que se llama oleum phosphoratum, tiene la propiedad de alumbrar en la oscuridad i exhalar un olor de fósforo. El cloro, bromo i iodo se disuelven i se trans- forman a espensas de los aceites en ácidos clorohidrico, bromohidrico i iodohidrico, i producen combinaciones clo- radas, bromadas, etc. que no están examinadas. Por la acción del ácido nitrico o protonitrato de mercu- rio, se solidifican tomando la consistencia de la cera; i el pro- ducto de esta reacción es un cuerpo cristalizado, la ela'idina, que se considera como una combinación de un ácido parti- cular, el ácido eldidico, con el óxido de glicerilo. Las transformaciones particulares que los álcalis i los óxidos de plomo hacen esperimentar a los aceites, son cono- cidas desde largo tiempo. Las ocasionadas por los álcalis se llaman jabones, i se dicen duros cuando son formados por la soda i blandos cuando lo son por la potasa, i los que re- sultan del óxido de plomo se las denomina emplastos. Los dos primeros son solubles en el agua i el último insoluble; como lo son las otras combinaciones que pueden formar con los otros óxidos. La teoría está fundada en que las ba- ses se combinan con los ácidos orgánicos i constituyen de este modo estereatos, oleatos, etc., aislando la glicerina u óxido de glicerilo. 'Estado natural—Las sustancias grasas vejetales son ju- gos naturales, que se encuentran principalmente en las semi- — 276 — Has i son contenidas en los cotiledones: las aceitunas lo con- tienen en el pericarpio, parte carnosa que envuelve el nú- cleo. Las producidas por los animales están contenidas en varios órganos. De todas las familias vejetales la de las cruciferas es la mas abundante en sustancias aceitosas; las semillas de las gramíneas i leguminosas, solo dan algunos indicios, esceptuando las del arachis hypogea, que pertenece a la úl- tima, que suministra cerca de un 40 por ciento: de una sola raíz se extrae aceite graso, que es de la del cyperus esculen- tus (cutufa); pero se encuentran aceites análogos a la cera en muchas otras partes de los vejetales; como por ejemplo en el polen, en los jugos, donde constituyen con la albúmina vejetal, la fécula verde: algunas veces forma una cubierta delgada sobre las hojas i los frutos. Preparación.—El mejor modo de obtener los aceites ve- jetales, es por la presión i sin la ayuda de! calor; pero por este modo no se obtienen las cantidades que pueden produ- cir las semillas de donde se les estrae. Por esta causa es ventajoso esponer los frutos machacados al calor del agua hirviendo ; por cuya acción el aceite contenido en ellos, se hace mas líquido, fluye con mas facilidad i en mayor abun- dancia. El otro modo de estraerlos, es el hervir con el agua las semillas machacadas, i en esta operación el aceite nada so- bre el líquido. Las sustancias animales de esta especie, se las obtiene por métodos análogos, i por lo regular esponiendo a un ca- lor moderado los órganos que las contienen, para que de- rritiéndose queden separadas de los tejidos. Todas las sustancias grasas vejetales pertenecen a tres clases ; en la 1.a se comprenden los aceites secantes; en la 2.a los no secantes i en la 3.a los solidos : los anima- les solo corresponden a las dos últimas. Por lo que hace a lo que debe observarse en farmacia res- pecto de las sustancias grasas, por lo que se ha espuesto i todos saben, deben guardárselas en lugares frescos i priva- dos del contacto del aire. — 277 — Be los aceites volátiles o esenciales. Estas sustancias que los antiguos químicos denominaban esencias o aceites esenciales, porque los miraban como que constituían la existencia o esencia de las plantas, son unos jugos naturales, que aunque se asemejan en mucho a los aceites fijos, hasta en los elementos que entran en su compo- sición, no obstante en muchos es diferente, i por un conjun- to de caracteres especiales, se distinguen perfectamente de aquellos. La mayor parte son ordinariamente líquidos a la tempe- ratura ordinaria, otros son sólidos o en parte cristalizados. Ninguno tiene el tacto untuoso o grasoso de los aceites fijos, ni esta apariencia que se considera ordinariamente como aceitosa, i aunque como los grasos producen en el papel una marcha transparente, esta desaparece a un suave calor. To- dos son odoríferos i participan jeneíalmente del olor déla planta u órgano de que proviene; pero jamas es suave. Su sabor ei acre, irritante i aun caustico, i obran como ve- nenos violentos sobre la economía animal. Su color varia tanto como su olor. Los hai amaiillos co- mo el del limón, azambó, yerba buena, etc.; sin color como el de trementina ; rojos como los de canela, sasafras, clavo, etc ; verdes como los de ajenjo i cajeput, azules como el de manzanilla ; pero estos colores son debidos a cuerpos que evidentemente no son indispensables a su composición, pues se les puede sustraer por medio del carbón, o por la simple destilación. Son inflamables, ardiendo con una llama clara fulijinosa i su peso específico varia, no solamente en las di- versas especies, sino también respecto del mismo aceite en diversas circunstancias. Jeneralmente son mas lijeros que el agua; no obstante hai algunos que son mas pesados, i a este respecto se puede dividir a estos cuerpos en dos clases : su densidad está comprendida en los límites de 0,835 i 1,173. Se disuelven en todas proporciones en el alcool, i tanto me- jor cuanto sea mas rectificado i aquellos mas oxidados. Por el contrario son mui poco solubles en el agua, a la cual — 278 — le comunican su color i olor, cuando se ajita este líquido con alguna esencia. Los aceites volátiles, aunque tienen este nombre, son me- nos volátiles que el agua; pero durante la ebullición con este líquido, se volatilizan con el vapor del agua, i cuando el producto se condensa en un recipiente, el aceite se separa del agua i se reúne en la superficie o en el fondo del vaso. Algunos aceites se destilan mas difícilmente, i para conse- guirlo se agrega entonces un poco de sal marina al agua, cu- ya solución concentrada bulle a 197°, i según esto la destila- ción se hace mas fácil. Si el agua se destila con aceites esenciales o con plantas que los contengan, se forma una solución saturada de estos en aquella, i así las que se preparan de este modo para el uso médico, como para el doméstico, se denominan aguas aro- máticas. Atendido el procedimiento de prepararlas, fácil es conocer que contienen, ademas del aceite, olías sustancias volátiles que se hallan en las planías,o se forman en la mis- ma operación; de aquí proviene que después de la destila- ción, tienen estas aguas un sabor i un olor estraños ; los que pierden cuando se las conserva en un lugar fresco i en vasos opacos i destapados, i aun teniendo el cuidado de trasvasar- los; pero al contrario estando herméticamente cerrados, es- tas sustancias estrañas las hacen entrar en putrefacción i las ponen fétidas. Las aguas obtenidas por la ajitacion con los aceites no presentan este inconveniente, i se las puede guar- dar largo tiempo en vasos cerrados. Trituradas las esencias con azúcar, se disuelven mejor en el agua, cuyas mezclas sellaman en farmacia oleosacaros : por lo demás, disuelven los aceites grasos, las resinas, las gra- sas animales i se combinan con muchos ácidos vejetales co- mo el acético, etc.; pero no con las bases. Se ha reconocido por esperiencias concluyentes, que loa aceites volátiles o muchos de ellos, están formados de dos principios inmediatos distintos, el uno solido i cristalino ala temperatura ordinaria, i el otro constantemente líquido aun a bajas temperaturas; circunstancia que les hace tener una cierta analojía con los aceites fijos, i como estos tienen di- — 279 — versas consistencias. Estos dos cuerpos se puede fácilmente separarlos, comprimiendo el aceite enfriado i solidificado, en- tre dos hojas dobles de papel de estiasa no engomado; el principio solido queda entre el papel, mientras que impreg- nado del líquido, se le despoja de él destilándolo con agua. El nombre de cstearoptena, sustantivo formado dedos pa- labras griegas de stear, sebo, i pteon, volátil, se ha dado a la parte solida de los aceites ; la de eleoptcna, de stear sebo i elaion aceite, a la parte líquida; i hai algunos que contienen de tal modo a la primera, que están constantemente sólidos a la temperatura de 10° a 12°.; tales son los aceites de rosa, de anis, de hinojo, etc. Al contrario hai otros que solo depositan su estearoptena a la temperatura de 20° a 22° : por ejemplo las esencias de menta, de azambó, de alucema, etc. A mas de los dos principios inmediatos, los aceites esen- ciales contienen cuerpos colorantes, i aun hai algunos que en su composición incluyen combinaciones azoadas, espe- cialmente el ácido prúsico i ammoniaco. El contacto del aire los altera poco a' poco ; en este caso su color se obscurece, pierden su olor, se espesan i conclu- yen por transformarse en una materia sólida, que tiene las propiedades de las resinas. Estas mutaciones son debidas a una absorción de oxijeno, i de esta propiedad se saca partido en las artes, para la pintura sobre el vidrio i la porcelana. Muchos de ellos se acidifican también al aire ; pero hasta ahora solo se han examinado el ácido benzoico, el cinnamico i el cuminico, producidos por los aceites de las almendras amargas, el de canela i el de cominos. En el caso dicho, a mas de los cuerpos indicados se produce ácido carbónico, i en ciertas circunstancias dan ácido acético. Como la luz activa la acción del aire, de aquí se sigue que en farmacia de- ben conservarse en frascos pequeños siempre llenos, bien ta- pados i colocados en la obscuiidad. Respecto a la acción que ejercen los álcalis, es mui distinta de la que obran sobre los aceites fijos ; pues con los volátiles no forman jabones. El ácido nítrico transforma las esencias en productos re- sinoso?, que han sido poco examinados. Muchos de ellos se — 280 — inflaman cuando se les pone en contacto con esle ácido fu* mante, o con una mezcla de este ácido i el sulfúrico ; pero cuando el ácido nítrico está debilitado, produce ácidos partid culares ; así es, que la esencia de anis se convierte en ácido anísico, la de trementina en ácido terebico i algunas como la de clavo en ácido oxálico. Cuando se calienta aceite de trementina, de romero, de lavandula, etc., con el oxido de cobre o peróxido de plomo, se produce una acción mui viva, acompañada de desprendi- miento de agua, i estos óxidos se reducen en parte al estado metálico. Los cloruros superiores, por ejemplo el sublimado corrosivo, el percloruro de estaño i el de antimonio, pasan igualmente, obrando sobre las esencias, a un estado de clo- ruracion inferior i muchas veces se reducen al estado metálico. El percloruro de oro se reduce también por todas las esen- cias exentas de oxíjeno, i se mezcla al contrario con lasoxi- jenadas sin ser alterado. Las esencias disuelven al fósforo i al azufre, se mezclan con el sulfuro de carbono i el ácido acético cristalizable. Del mismo modo pueden absorver grandes cantidades de áci- do prúsico de tal manera, que el ácido que tienen en so- lución, no puede ser separado por el bióxido de mercurio, i aun los álcalis mismos se amparan de él difícilmente. En fin, puestos en contacto con el iodo, producen una especie de esplosion cediéndole el hidrójeno, al mismo tiempo que una cierta cantidad de iodo toma el lugar del hidrójeno asi eliminado. El producto, bien que mui hidrojenado aun, no es descompuesto por una nueva cantidad de iodo. Por una mui grande analojía con los aceites esenciales, deben colocarse entre ellos ciertas combinaciones, que se producen por la destilación seca de las materias animales i vejetales, ya solas o mezclad-as con la cal u otras bases enér- jitas; estas sustancias son las que se denominan aceites pi- rojenados o empireumáticos; entre los cuales se cuenta la creosota. Respecto de la composición elemental, se pueden dividir las esencias en tres clases: 1. ° aceites compuestos única- — 281 — mente de carbono e hidrójeno o exentos de oxíjeno : estas esencias tienen la singular propiedad de tener la misma fórmula representada por C10H16, i no obstante se diferen- cian mucho en sus propiedades; tales son por ejemplo, la esencia de trementina, de limón, de sabina, de naranjo, de rosa, etc.; 2. ° aceites oxijenados: a esta clase pertenecen la mayor parte ; 3. ° aceites azoados i sulfurados ; tales son los de mostaza negra, de cebolla, de rábano picante, de ajos, etc. Estado natural.—Si los aceites fijos solo se encuentran en las semillas con raras escepciones, por el contrario, los volátiles se hallan en todos los órgano?, a escepcion de los semillas; i si algunas veces están contenidas en ellas, solo es en la cubierta mas esterior. Su modo mas jeneral de estar, e3 en pequeñas glándulas o utrículos diseminados en el tejido celular de los vejetales, i están en ellos de tal modo aprisio- nados, que la desecación no los disipa; pero en la mayor par- te de las flores se forman en la superficie de los pétalos, i se volatilizan después de su formación. Ciertas plantas contienen un solo aceite volátil en todos sus órganos, a escepcion de la semilla, por ejemplo el rome- ro; pero hai algunas que contienen diferentes, tales son por ejemplo el naranjo, que suministra tres clases a saber: uno en las hojas, otro en las flores i otro en la cortecita amarilla del fruto. Uno de los hechos mas curiosos sin contradicción que la ciencia moderna nos ha revelado respecto de los aceites volá- tiles, es la formación de muchos, cuando se destilan con agua i otros cuerpos ciertos órganos de plantas que estaban des- provistos de ellos: de esta clase son las esencias de almen- dras amargas, la de mostaza negra i todas las materias odo- ríferas producidas por la fermentación o putrefacción de las sustancias orgánicas. A esta clase pertenece la centaura menor (centaurium mi- nor), que no teniendo olor, da por la destilación, después de haber fermentado en el agua, aceites volátiles de un olor mui fuerte; también la esencia de la reina de los prados (spi- rasa ulmaria), que se puede producir con la salicina de un 35 — 282' — modo artificial i con todos sus caracteres, por el efecto de una acción oxijenante. Entre estas esencias deben colocar- se los líquidos, que se obtienen de la destilación de lajfecula o serrín de madera, con una mezcla de ácido sulfúrico i pe- róxido de manganeso (Liebig). Preparación.—El procedimiento para estraer los aceites esenciales de las plantas u órganos de estas que los contie- nen, está fundado en la propiedad que tienen de volatilizar- se. Para esto se introduce en un alambique de cobre la raiz o la corteza, las flores u hojas de las que se quiere sacar la esencia; se agrega bastante agua para que la materia esté bien cubierta con este líquido, i después de algunas horas de maceracion, se procede a la destilación. El vapor aquoso cargado del aceite esencial i condensarlo en el serpentín, se transforma en un líquido lechoso, que se recoje en un reci- piente de vidrio. Por el reposo el aceite se reúne en la su- perficie o se acumula en el fondo, pudiendo separarlo fácil- mente por medio de un embudo. Para mayor comodidad i perfección, se usa de un recipiente de vidrio en forma de una botella, la cual tiene un apéndice tubuloso en figura de una S, pero que su altura solo se eleva hasta el nacimiento del cuello. Por esta construcción el aceite, ordinariamente mas lijero que el agua, se reúne en el cuello i el agua sale por la estremidad del apéndice, a me- dida que se ejecuta la destilación^ a este recipiente se le llama recipiente florentino (fig. 37), del nombre de la ciudad en que fué inventado. Algunas veces se recurre a la presión para obtener ciertas esen- cias, i son las que están conteni- das en abundancia en la eubierta esterior i carnosa de los frutos; en este caso se comprenden lo» FlS- 37- limones, las azamboos, las naran- jas i todos los frutos análogos que contienen esencias en la corleza superficial. Para esto se les raspa la corteza, i ponién- — 283 — dola en un saco de crin, se las comprime por medio de la prensa. Estos aceites asi obtenidos, son mucho mas suaves que los estraidos por destilación; pero son también mas suscep- tibles de alterarse, son menos puros, manchan la seda i se disuelven imperfectamente en el alcool. Para obtener el aceite fugaz del jazmín, de la violeta, etc., los cuales no se pueden conseguir por la destilación, se interponen capas de flores entre paños de lana blanca im- pregnados de aceite de oliva, renovando las flores cada 24 horas hasta que el aceite fijo esté bien cargado de olor; des- pués de lo cual se hacen dijerir los paños en el alcool, i se destila al baño de maria. Este vehículo quita el aroma de las flores al aceite i se vo- latiliza; producto a que se le da el nombre de esencia de jas- min, de violeta, etc. Un hábil perfumista de Paris, M.Treis- sier Prevost, sostituye el paño por un tejido de algodón es- carmenado i suave, i el aceite por un mucilago siruposo de goma arábiga; este medio está puesto en uso por ser aun menos caro i obtenerse el producto como se desea. En conclusión, los aceites volátiles, en razón de ser mui caros en el comercio, los falsifican muchas veces con aceites grasos, resinas i bálsamo de copaiva. Este fraude se puede descubrir, poniendo unas gotas del aceite sobre un papel i esponicndolo a un suave calor; en este caso el aceite volátil puro se volatiliza sin dejar residuo, mientras que el mezcla- do con aquellas sustancias, deja sobre el papel una mancha transparente. Cuando está falsificado con aceite graso, este queda sin disolverse, cuando se le ajita con tres veces su vo- lumen de espíritu de vino: el bálsamo de copaiva puede des- cubrirse del mismo modo que las resinas, por las destilacio- nes del aceite con el agua. También pueden ser falsificados los aceites con el espíri- tu devino i para reconocerlos, se les ajita con agua en un vaso graduado; el líquido se pone lechoso, i el aceite cuan- do se ha separado, ocupa un volumen menor i el agua uno mayor que antes: el potasio, según Berard, puede emplear- se con el mismo objeto. — 284 — Mezclados entre sí, se conoce la falsificación mediante el a°ua por sus pesos específicos; en este caso el mas lijero se coloca en la supeificie, mientras que el mas pesado se va al fondo. Be las resinas. Las resinas son unos jugos vejetales contenidos en los troncos i rizomas délas plantas, las mas veces en vasos pro- pios que se hallan en las cortezas, de donde por incisioneshe- chas ex-profeso en ellas, o por extravasación de estos vasos ya pequeños para contenerlos, fluyen naturalmente i pues- tos en contacto con el aire, concluyen por hacerse sólidos i quebradizos. En este jénero de sustancias deben colocarse igualmente las resinas, que se encuentran en el reino mine- ral (resinas fósiles) i que es probable que deben su oríjen a vejetales antidiluvianos. Se las encuentra siempre en estado de mezcla con aceites esenciales, a los cuales las que son blandas les deben su consistencia; asi es que la trementina despojada de su aceite, suministra la resina sólida conocida con el nombre de colofo- nia o pez; i aun las duras, destiladas cota agua, dan aceites volátiles. De modo que a todas ellas se las puede mirar co- mo productos inmediatos, en los que se encuentran por lo menos cuatro partes distintas, a saber: un aceite volátil, uno o muchos principios resinosos, un ácido i materias sa- linas. A estos jugos resinosos, que se consideran por algunos co- mo aceites volátiles oxijenados, se les puede dar por propie- dades las siguientes : por lo regular son duros, quebradizos, un poco tiansparentes o diáfanos; de fractura vitrea, que no conducen la electricidad, pero por el flotamiento se hacen electronegativos i se hacen líquidos a una cierta temperatura. La forma de las resinas es en masas amorfas, en lágrimas o granos separados; muchas son blancas o poco coloreadas; otras son morenas, rojizas o diferentemente coloreadas. Su sabor es casi siempre fuerte, acre o amargo, cálido i ardiente. Su olor es casi siempre desarrollado; en algunas es suave i — 285 — agradable, como en la trementina i bálsamo de copaiva, etc. Las resinas siendo como los aceites volátiles mui ricos en hidrójeno i carbono, por esto son mui combustibles; se in- flaman por la aproximación de un bujia, arden con una llama mui fulijinosa, i por la destilación seca dan líquidos volátiles i gases inflamables, dejando por residuo un carbón poroso. El ácido níti ico las transforma en ácido oxálico i otras sustancias que no han sido examinadas; entre las que se en- cuentra una que se llama tanino artificial, por la'analojía con este cuerpo; producto que se obtiene también con el ácido sulfúiico. El modo con que las resinas obran respecto de los álcalis, permite establecer entre ellas una cierta distinción; asi es, que hai unas cuya solución alcoólica enrojece los colores azu- les; i en efecto son ácidos mas o menos enérjicos, capaces de neutralizar las bases; otras no tienen acción sobre estos co- lores, i no se combinan con los óxidos metálicos : la resina de elemi está en este caso. Las que poseen los caracteres ácidos, descomponen a la ebullición los carbonatos alcalinos i se disuelven fácilmente en sus lejias. Su solución alcoólica no es precipitada por el ammoniaco, i el precipitado que ocasiona el agua, es ente- ramente soluble en este álcali; la de las resinas no acidas o indiferentes, son precipitadas por el ammoniaco en forma de una masa blanca. Las combinaciones de las resinas con los álcalis, se deno- minan resinatos i también jabones de resinas, a causa de te- ner las propiedades análogas de e^tos compuestos, en espe- cial los de potasa i de soda. Asi es que los resinatos de estas bases se disuelven en el agua, hacen espuma i pueden ser empleados como los jabones ordinarios. Esta propiedad es la que ha hecho en América, Inglaterra i Francia se intro- duzca en la composición de los jabones una cierta cantidad de resina, a fin de que los productos sean menos caros. Una propiedad que distingüelos resinatos de los jabones forma- dos por los aceites grasos, es de que la sal marina no los separa de su solución aquosa. Las resinas unas son solubles en el eíer, otras no, i otras lo — 286 — son en parte; lo mismo sucede con el alcool i con los de- mas disolventes incluso el agua ; esto ha obligado a conside- rar a estos cuerpos como mezclas de muchas resinas. De este modo variando los vehículos, se ha conseguido sacar muchas resinas de diferente naturaleza, i M. Berzelius ha establecido para designarlas,las letras del alfabeto griego; por esta razón llama con el nombre de alpha, beta, gamma, delta, etc., las resinas que se obtienen de la copal, laca, etc. Estas sustancias han sido clasificadas en tres clases, según sus propiedades, a saber : En resinas, cuyo nombre se ha aplicado a estos jugos, que siendo insolubles en el agua, son solubles en el alcool i en los otros vehículos. En bálsamos, que son los que a mas de poseer las propie- dades precedentes, tienen la de dejar sublimar por el calor, un ácido odorífero i cristalizable en agujas (ácido benzoico). En fin en gomo-resinas, que son las que formadas de una mezcla de resina i de materia gomosa, son imperfectamente solubles en el agua, a la que comunican un aspecto lechoso i opaco i ademas son poco solubles en el alcool fuerte; pero, si completamente en el debilitado e hirviendo. Esta división, aunque algunas veces se usa de ella, ha sido desechada últimamente, i Berzelius ha propuesto dividirlas en resinas blandas i duras ; clasificación que admitimos, pe- ro sin dejar también de admitir las de gomo-resinas. MEDICAMENTOS DE OIUJEN ORGÁNICO. SEGUNDA SECCIÓN. Álcalis vejetales o alcaloides. Bajo de estos nombres o de bases orgánicas se compren- de, en el sentido estricto de la palabra, una clase de com- puestos azoados, que se combinan como las bases metálicas con los ácidos i forman sales. Aunque como productos natur rales podíamos haber tratado de ellos, al hablar de las sus- tancias que las producen, el que para obtenérselos se nece- — 287 — sitan de manipulaciones químicas, nos ha obligado a colo- carlos en un capítulo especial, diciendo de ellos lo que poco mas o menos se ha dicho en los Elementos de Química Or- gánica (1). Estos compuestos se distinguen de las bases no azoadas como la etila, en que los ácidos ya sean oxacidos o hidra- cidos contenidos en sus combinaciones salinas, pueden ser separados por dobles descomposiciones, o el alcaloide por otio alcaloide. Bajo este respecto, las sales de los álcalis orgánicos se asemejan a las sales ammoniacales. Se dicen semejantes al ammoniaco, por cuanto como este cuerpo se combinan con los oxacidos, sin eliminar el agua de su hidratacion, porque en este caso sus sales se descom- ponen. Por otra parte, los alcaloides se unen directamente a los hidracidos, sin perder nada de sus elementos, i sus hidro- cloratos se combinan también como el ammoniaco, con los bicloruros de platino i de mercurio para formar sales dobles; no obstante, estos hidrocloratos retienen algunas veces agua de cristalización, lo que no se presenta en el ammoniaco. Los nombres de los alcaloides, se derivan como los de los ácidos orgánicos, de las sustancias en que se les encuentra o se emplean para obtenerlos ; i son ordinariamente sólidos, inalterables al aire i cristalizables. Algunos son aceitosos i volátiles, como la anilina, quinoleina (2), canina i nicotina, i a esta propiedad unen la de no contener oxíjeno : los dos últimos son solubles en el agua i se les puede destilar. Todos son inodoros, de un sabor amargo i acre, el que comunican a sus sales. En solución aquosa u alcoólica, vuel- ven al azul el jirasol enrojecido por los ácidos, i enverdecen el jarabe de violeta; hai no obstante unos que su acción es tan débil, que no ejercen acción alguna sobre los colores azules. Algunos son solubles en el agua ; el alcool los disuelve mui fácilmente en caliente i por el enfriamiento depositan (1) Cap. v, páj. 205. (2) Alcaloides obtenidos por la descomposición con la potasa caustica, del añil i de la quinina i cinchoniu»; i también del alquitrán i de la hulla, per Runge, denominándolos kianol i leukol. — 288 — una parte en forma de cristales mas o menos determinado?. Esceptuando los ya indicados, los demás alcaloides están compuestos de carbono, oxijeno, hidrójeno i ázoe, i aun hai algunos que contienen azufre. La mayor parte son precipita- dos de sus soluciones por la infusión de nuez de agalla ; i como muchos de ellos obran sobre la economía animal de un modo mui enerjico, i aun en pequeñas dosis como venenos, de aquí es que aquella sustancia, el tanino i todas las materias que lo contienen, son un antidoto en casos de envenenamiento por ellos. En la clase de las bases orgánicas, se encuentran Jos venenos vejetales mas activos, i desde su descubrimiento, se ha podido dar razón de la prodijiosa actividad de estos jugos con que los indios emponzoñan sus flechas. En las Indias orientales, en Java, Macasar i Borneo ; en América en las riveras del Orinoco, del Casiquiare i del Rio Negro, los salvajes preparan misteriosamente con el jugo espesado o el estracto de ciertos vejetales, venenos mui célebres que llaman upas-antiar, upas tieuté i curaré. La cantidad de ve- neno puesta en cada flecha es mui pequeña, i no obstante los animales heridos con ellas, esperimentan violentas con- vulsiones, dolorosos vómitos i mueren al fin de algunos mi- nutos. En estos venenos se encuentra la estricnina, una ba- se desconocida i otro álcali particular denominado curanina. Dos de estos alcaloides, son producidos por una planta de la familia del&nuez vómica i por el upas-aníiar grar.de ár- bol de la familia de las ortigas. Estado natural.—La mayor parte de los alcaloides se en- cuentran del todo formados eu los vejetales, en combinación por lo regalar con un ácido particular : solo la urea se ela- bora en la economía animal. Últimamente se ha conseguido producir artificialmente, a mas de la urea, otros nuevos ál- calis i esto conduce a esperar, que quizás dentro de poco la quinina, la narcolina i morfina, no se estraerán ya de las quinas i del opio, sino que se elaborarán con sustancias mas comunes. Las reacciones que esperimentan en contacto con otros cuerpos, se indicaián al describirlos. El signo como ya lo hemos dicho en otro lugar, común- — 289 — mente mas usado pava representarlos, son las dos letras pri- meras de su nombre, o sola la inicial acompañadas de una ■+• -t- cruz encima, por ejemplo : morfina Mo; quinina Qu. Preparación.—Los procedimientos para la estraccion de los álcalis vejetales, dependen en jeneral así del estado que toman después de aislados, como de sus caracteres químicos. Los que son solubles en el agua, se obtienen despojando de ellos por un ácido diluido, las partes vejetales que los con- tienen, para formar por su medio una sal soluble. En las preparaciones en pequeño, se hace hervir muchas veces las partes vejetales con agua que contenga acido cloro- hidrico o sulfúrico, hasta que no se descubra mas álcali en las decocciones. Cuando se opera en grande, ordinariamente se hace uso del método de reemplazo; que consiste en colocar las partes vejetales reducidas a polvo grosero, en el aparato ya descrito, lejívándolos al principio con ácidos minerales di- luidos, i últimamente con agua, hasta que desaparezca toda reacción acida: los últimos líquidos se emplean para la estrac- cion de nueva materia, de suerte que se hacen cada vez mas concentrados. Después de esta operación, se reúnen los estrados i se les satura lijeramente por un álcali soluble, sea por el ammoniaco, el hidrato de cal o por el carbonato de soda. El álcali vejetal se presenta entonces ordinariamente coloreado e impuro, i se le purifica por cristalizaciones en el alcool; o bien combinándolo de nuevo con un ácido, que for- me con él una sal soluble, i haciéndola cristalizar en el agua, después de haberla tratado con carbón animal exento decaí; en fin precipitando de nuevo por un álcali mineral la sal así purificada. ©e la morfina. C35H40O6N2=Mo. Descubierta en 1817 por Seituerner: su nombre se le deri- vó de Morfeo. La morfina en estado de pureza/cristaliza en agujas peque. ñas, blancas, prismáticas i mui lijeras; no tiene olor i su sabor es amargo. A la acción del fuego se funde, i adquiere al enfriar- se una forma cristalina radiada; a una temperatura mas al- — 290 — ta, se descompone ardiendo al aire con una llama roja sin dejar residuo. Es mui poco soluble en el agua, necesitándose 500 partes de este líquido hirviendo para disolver una de moifina, la que por el enfriamiento se precipita en pequeños cristales, reteniendo solo del agua isro. El alcool frío disuelve poca morfina, i del hirviendo se necesitan 24 partes. Las so- luciones de este álcali son mui amargas, alcalinas i mui ve- nenosas. El éter la disuelve apenas, sirviendo esto para separarla de la narcotina; los álcalis i aun el agua de cal la disuelven fácilmente, lo que sirve para separarla de la nar- cotina. El ácido nítrico colora a la morfina en rojo; el ácido iodi- co aquoso, así como los iodatos alcalinos uniendo a ellos áci- do sulfúrico, la coloran en moreno rojo, desprendiendo va- pores de iodo. El percloruro de hierro hace tomar a las soluciones de morfina un color azul puro, que no es persistente. También la solución de oro les da este mismo color; la de plata poco a poco un gris negrusco, i la de manganato de potasa las comunica un tinte un tanto verde. La solución en el alcool, en especial en caliente, obscure- ce el papel del ruibarbo con mas intensidad que el de cúr- cuma i restablece el color azul del tornasol enrojecido por un ácido, lo que no efectúa la narcotina. La morfina se combina directamente con los ácidos debi- litados i forma sales, que son la mayor parte cristalizabas, mui solubles en el agua i en el alcool, e insolubles en el éter: por lo demás presentan con los reactivos los mismos fenó- menos que la moifina, siendo uno de ellos el precipitarse por el tanino, i por las sustancias que lo contengan. Estado natural.—Se la encuentra en cl opio con otras bases unidas a un ácido denominado mecónico, i es peculiar a las papaveráceas. Preparación.—Esta base se estrae del opio i también de las capsulas del papaver somniferum por diversos procedi- mientos. El mas simple, prescrito por i\I. Merck, consiste en despojar el opio por medio del agua fria de todas las partes solubles; evaporar el liquido hasta la consistencia dejara- — 291 — be, i estando aun caliente, se le agrega carbonato de soda en exceso hasta que se desprenda ammoniaco. Al fin de 24 ho- ras se recoje el precipitado, se lava con agua fria i cuando ya no esté coloreado, se le trat > a frío con el alcool de 0,85; se le seca de nuevo, i se combina a frió toda la morfina con ácido acético mui debilitado. Es menester en esta operación no emplear nunca mucho ácido a la vez,i esperar siempre que las porciones empleadas sean neutralizadas. Después se le filtra i se precipita por el ammoniaco, teniendo cuidado el no ponerlo en exceso; en seguida se disuelve el precipitado en el alcool hirviendo, después de haberlo lavado mui bien; en este caso la morfina cristaliza por el enfriamiento, ob- teniéndose nuevas porciones por la cristalización de las aguas madres. Cuando se 1a obtiene coloreada, se la disuel- ve en el alcool i se la hierve, con carbón animal. Usos.—En razón de su poca solubilidad, la morfina es poco usada en medicina; no asi sus sales, que aunque mui venenosas, se las administra interiormente para obtener los efectos sedativo, soporífero i antiespasmódico; sin embargo, es preferido el opio como estimulante i sudorífico, i para su- primir el flujo mucoso. En farmacia la morfina sirve para preparar las sales de morfina, que jeneralmente son el acetato, sulfato e hidroclo- rato. Dichas preparaciones no ofrecen dificultad, pues solo basta hacer obrar directamente los ácidos sobre la morfina. No obstante debe advertirse, que el ácido hidroclorico con- centrado no ataca mucho a la morfina a frió, i cuando se agrega agua, se produce un coagulo espeso, que desaparece en mucha agua. Respecto del acetato, si se evapora el liqui- do, se colora i la sal adquiere un color gris; i esto se hace tanto mas notable, cuanto la morfina retiene materia colo- rante. Para obviar esta dificultad, se procede del modo si- guiente. Se toma de morfina cristalizada 2 partes i de ácido acético destilado a 8o una. Se reduce la morfina a polvo, i se la tritura con el ácido. El todo se obtiene en una masa, que se la deja asi por 24 horas. Después se la reduce a polvo, i se — 292 — la conserva en un frasco después de bebería secado al aire libre. Las dosis de las sales de morfina es desde | de grano hasta un grano. +■ E»ela^uii2ina. C2oH2rN2 02=Qu. Esta base descubierta en 1820 por Pelletier i Caventou, ordinariamente no'es cri-talizable, i se presenta bajo la for- ma de una masa porosa de un blanco moreno; sin embargo, se la puede obtener en agujas sedosas, algunas veces agru- padas en forma de hojas, que por enfriamiento se obtienen en una masa resinoide. Calentándola con precaución, se pue- de volatilizar en parte, i a una temperatura elevada con el contacto del aire, arde con una llama clara. Es poco soluble en el agua fina i mas en la hirviendo; el alcool i el etér la disuel- ven mui bien, i sus soluciones tienen una reacción alcalina. Los ácidos disuelven la quinina fácilmente, i producen sa- les en gran parte cristalizabas, fusibles i bastante amargas, que producen las mismas reacciones que la base, entre las cuales se enumeran las siguientes. La tintura de iodo la co- lora en moreno, el deutonitrato de mercurio i el nitrato de plata la precipitan en blanco; la solución de oro eii blanco amarillento, la de platino en uno amarillo i la nuez de agalla ocasiona un abundante precipitado. Estado natural.—Se la encuentra unida a un ácido (qui- nico) en todo el jénero de las verdaderas quinas, acompaña- da con otras bases propias a este jénero; pero en especial en la cinchona o quina rejia. Preparación.—La quinina se la estrae por el procedi- miento jeneral que ya hemos indicado, i directamente por la descomposición de sus sales por los álcalis minerales; pero como en este estado no se usa de ella en medicina, hablare- mos de la preparación mas usada. Sulfato de quinina.—El ácido sulfúrico se combina con la quinina en dos proporciones, de modo que forma dos sul- fatos. El mas común es el neutro, cuya fórmula es 2 Qu, — 293 — SOs +8 HO, i tiene la forma de pequeños cristales fibrosos, inodoros, mui amargos, de un color perlado, tan lijeros co- mo la magnesia i de una flexibilidad semejante al amianto. Al calor se funde fácilmente i emite una luz fosforescente cuando se frota en la obscuridad. Se esflorece al aire, i es soluble en el agua i en el alcool, pero poco en el éter. La propiedad notable de esta sal, es el dar al agua un tin- te azulejo, i el cloro gaseoso o líquido, añadiendo ammonia- co, produce un color verde esmeralda. Preparación.—Reducidas a polvos groseros las cortezas de quinas, en especial la de quina rejia o calisaya, se las macera con agua que contenga 60 gramos de ácido clorohi- drico para un kilogramo de quina. Al otro dia se le hierve por dos horas i se la cuela. Se hace otra segunda decocción agregando solo 30 gramos de ácido, i otra tercera agregan- do la misma cantidad de ácido, i finalmente otra cuarta que eolo sirve para alguna preparación posterior. Reunidos los líquidos que contienen la quinina i cinchonina en combina- ción con el ácido, se les satura con cal; el precipitado obte- nido se seca ; pero antes de decantar el líquido, es necesario cerciorarse si hai quinina en el líquido, por medio del ammo- niaco que no debe formar precipitado. Secado el precipita- do, se le trata al baño de maria hasta la completa estraccion con e! alcool de 0,86. Se reúnen los líquidos alcoólícos, se les mezcla con un poco de agua, i se destila para recojer el alcool: lo que queda es una masa morena, viscosa, que se trata con agua acidulada con ácido sulfúrico; se la emblan- quece haciéndola hervir con carbón animal, se filtran los lí- quidos aun calientes, i por el enfriamiento se deposita el sul- fato de quinina. L^s últimas cristalizaciones de este sulfato, contienen sulfato de cinchonina, que es mas soluble que la sal de quinina: las aguas madres cristalizabas contienen qui- noidina. El sulfato de quinina por su esflorencia debe ser guarda- do en vasos bien cerrados. En el comercio se le adultera con magnesia; pero la falsificación es fácil de descubrir por el ao-ua o el alcool, que disuelve el sulfato i no la magnesia. Usos.—Esta sal es un poderoso i permanente tónico, po- — 294 — seyendo también la propiedad de ser antiséptico; i es la sus- tancia que la continua esperiencia ha probado ser el espe- cífico contra las fiebres intermitentes. A mas de esto, seria largo enumerar los casos a que puede ser aplicado, i se pue- de reasumir diciendo: que posee las propiedades de la corteza i por consiguiente que puede tener poco mas o me- nos las mismas aplicaciones. La dosis es desde uno hasta cinco granos. Be la estricnina. C*-iH-*6N408=^St. Este alcaloide descubierto en 1818 por Peletier i Caven- tou, por la evaporación espontánea de su solución en el alcool aquoso, ciistaliza en prismas cuadriláteros terminados por pirámides de cuatro faces. Es inalterable al aire, sin olor, de un gusto mui amargo i de un dejo desagradable un tanto metálico. Es estremamente venenoso, aun en pequeñas dosis; no es fusible ni volátil, i se descompone fácilmente por el calor. El éter ni los álcalis cáusticos lo disuelven; apenas es atacado portel alcool absoluto, i para disolverse en agua fria, se necesitan 7000 partes, e hirviendo 2500; siendo su me- jor disolvente el alcool hidratado : sus soluciones, de una amargura estrema, tienen una reacción alcalina. Cuando pura la estricnina, el ácido nítrico la disuelve dándola un color amarillo, o amarillo verdoso, que no es alterable por la solución de estaño; propiedad que sirve pa- ra distinguirla de la brucina, a la que este reactivo da en este caso un color violeta, a mas que cuando contiene bru- cina, la disolución en aquel ácido es de un bello color rojo amaranto, carácter de esta base : a un 1 ijero calor, con el mismo ácido concentrado, da vapores nitrosos. El ácido sulfúrico la colora al principio en bajo moreno i después en bajo violeta; pero se hace mas intenso, añadien- do una pequeña cantidad de óxido pulga de plomo, hacién- dose primero azul, después violeta, rojo i amarillo, i se obtiene un tinte violeta mas intenso, si al óxido se sostituye el bi- cromato de potasa. Láscales de plata bajo la influencia del — 295 — s"o1, ía coloran en bajo moreno; el percloruro de oro en azul claro, i la solución violeta de ácido manganico, la comunica un tinte verde i la infusión de nuez de agalla la enturbia en blanco. Estado natural.—-Se la encuentra con otra base (la bruci- na) unidas a un ácido (igasúrico o estrícnicoj, en el haba de San-Ignacio (strycnos Ignalia o amara); en la nuez vómi- ca (S. nux vómica) i jenera'mente en todos los strycnos, de cuyo jénero es propia. Preparación.—El medio mejor de ebtener la estricnina, recomendado por Merck, consiste en hacer hervir varias ve- ces en ligua acidulada con ácido sulfúrico la nuez vómica machacada, colando después el cocimiento i esprimiendo fuertemente el residuo. Se evaporan hasta que hayan toma- do una consistencia semisituposa los líquidos que provie- nen de esta operación, i se añade poco a poco hidrato de cal, hasta que haya un exceso de él. Se recoje el precipitado i lavándolo primeramente con agua i después con alcool de 22°, se le hace hervir en el alcool de 36°, mezclan- do carbón animal para descolorarlo. La solución alcoólica se la destila hasta ¡a cuarta parte para recojer el alcool, i fil- trada aun en caliente, suministra la estricnina por el enfria- miento. Las aguas madres dan mas cuando se las evapora; uniendo también en ellas el ácido acético, se la precipita por el ammoniaco cáustico después de haberla descoloreado con el carbón animal. 'En este caso está mezclada con brucina, la que se separa, o bien por el alcool o por el agua hirviendo, obteniéndose brucina por la evaporación. La estricnina se la falsifica en el comercio con brucina, con fosfato de cal i también con la magnesia, pero es fácil descubrirlo por el ácido nítrico i por la calcinación. Usos.—Lo estricnina, por lo estremadamente venenosa, es solo rara vez usada en medicina como un remedio interno, debiendo por esta razón preferirse el administrar el estracto de nuez vómica, o el mismo fruto reducido a polvo, que pro- duce los mismos efectos que aquella, pero de un modo mas suave, i tiene las mismas aplicaciones que son por lo regular las siguientes: — 296 — En la parálisis, mas no cuando la afección provenga de los nervios centrales ; asi es que se recomienda en la paráli- sis de los nervios motores, en la amaurosis i otras afecciones del sistema nervioso; también en las afecciones del canal alimenticio; en la dispepsia, en especial cuando depende de una condición atónica de la parte muscular del estómago; en la impotencia de ambos sexos i otras afecciones : pero en todos los casos se necesita precaución al prescribir dichas sustancias, que a la estricnina deben su virtud. Por lo regu- lar se prescribe el alcaloide en solución alcoólica para uso esterno, i a veces en sustancia usándolo por el método ender- mático. También se prescriben sus sales, en especial el nitra- to; pero en este casóse aumenta su acción venenosa, se hace peligrosa i por consiguiente menos prescribible por las razo- nes espuestas. La dosis interior es de T*y hasta un grano, gradualmente aumentada; laesterior, de uno hasta cuatro granos; la del es- tracto de nuez vómica de \ hatta 3, i la del polvo del fruto desde 2 o 3, aumentándose gradualmente. CUARTA PARTE. DE LA MATERIA FARMACÉUTICA. Siendo el objeto de esta parte de la farmacia la adqui- sición de los conocimientos de las sustancias medicinales en el estado natural, tales como se obtienen de las vejetales i animales, trataremos de ellas siguiendo el mismo método, que hemos observado al tratar de los medicamentos minera- les o inorgánicos, esto es : tomaremos en consideración solo aquellos que son de mas interés en orden, ya a la acción enerjica que tienen sóbrela organización animal, ya sobre el modo de prepararlos o conservarlos, etc.; como asimismo las sustancias inmediatas que 'aquellas pueden suministrar. Pa- ra esto comenzaremos por los vejetales; i como hemos creído 03 .2 a .1 o eo cu to \¡3 to "S tn a ~ ctí es (3 tO -> o es cj a-s cS "*■ ¡- «. es ca . cj CO ■*■> o .a a w CLASIFICACIÓN DE LOS VEJETALES SEGÚN EL SISTEMA DE DE CANDOLLE. Celulares o acotiledóneos. Vasculares 0 < cotiledóneos..' Endojenos o monocotiledoneos. Exojcnos o dicotiledóneos.. Privados de espansiones fo- liáceas...................Celulares afilas .1. Provistos de espansiones fo- liáceas................ • • • Celulares foliaceos.il. Sin sesos distintos..........Monocotiledoneos criptogamos .«a>IIi. I Con flores i sexos distintos.Monocotiledoneos I fanerógamos. •■ .IV. Perígono fliinple, ( sin corola o soldada con , T. el 04j¡z...........................................Monoclamiaeos... \ Pétales soldados en una co rola hipojina, esto es , in- jertada sobre el receptá- culo i conteniendo los es- tandres..................Coroüflores.......M Porigone doble , o cá- liz i corla distinta.. / Petalos libres o mas o me- v nos soldados, pero siempre perijinos, o injeridos so- bre el cáliz...............Caliciflores.......MI. Muchos petalos distintos, in- jeridos sobre el receptácu- lo , con los estambres i la corola....................Talamijiores,.... .VII! — 2&8 — PRIMERA DIVISIÓN. Vejetales celulares o acotiledóneos* CLASE 1.a—Acotiledóneas áfilos, o anfigenos. Algas, liqúenes, hong-os. Orden de las algas (alga). Estas son vejetales que se nutren por toda su supeificie^ tomando su alimento del medio en que vejetan, que para unas es el agua salada, para otras el agua dulce i para al- gunas el aire húmedo; i son tan simples en su composición, que ciertos jéneros (elprotococcus) se componen de vesícu- las aisladas que cada una forma un individuo. En algunas los utrículos están reunidos en forma de rosario, i enreda- dos en una membrana jelatiniforme (nostochs). Muchas veces son filamentos simples o ramosos, continuos o articulados, tiritas o espansiones de forma i consistencia variada. Unas flotan en el agua sin estar unidas al suelo; pero otras se fijan a las rocas por medio de un pie o asidero, que se ase- meja a una raiz; pero que está desprovista de todo poder de absorción. Los órganos de la reproducción son mui varia- dos, pues se reproducen por zoosporos, esporos coloreados o tetrasporos. Ninguna planta de este orden se conoce venenosa. Algu- nas son nutritivas, emolientes i demulcentes; i sus propieda- des las deben a la presencia de un mucilago (carrageenina), almidón, azúcar (mannito) i una pequeña cantidad de al- bumen que ellas contienen. Su mucilago se diferencia de la goma, en que por el ácido nitrico dá ácido oxálico, pero no mucico ni sacarico. A mas de los principios inmediatos indicados, se encuen- tran en muchas de dichas plantas diversas sustancias inor- gánicas; i a ellas se atribuyen los buenos efectos que se ob- tienen, en la aplicación que de ellas se hace en las afeccio- — 299 — nes escrofulosas, aumento glandular, etc., i son el iodo, bro- mo, fosfatos, sustancias alcalinas i otras. Bel carrageen o musgo perlado. Esta alga denominada también musgo de Irlanda, es elfucus crispus de Lineo, i el chondrus polymorphus de Lamouroux. Es perenne, crece en abundancia sobre las ro- cas en las costas de los mares del Norte e Irlanda, i según Ormancey cree ser un zoófito que propone llamarlo antipa- thes polymorphus. Está formado de un pediculo plano, que' se desenvuelve en una fronda plana, dicotoma en segmentos lineares cuneiformes; sobre los cuales se observan algunas ve- ces capsulas hemiesfericas, sésiles i concavas por debajo. Su largo es de dos o tres pulgadas i varía mucho en su forma, que ya es plana o crespa, ensanchada o filiforme, obtusa o punteaguda. El que se encuentra en el comercio, es crespo, de un blanco amarillento, de un olor débil i de un sabor mucilajinoso no desagra- dable. Las mas veces se le vende mezclado con el chondrus mamillosus (fig. 38); pero este fraude no es perjudicial, pues son i- guales en propiedades i aun lo son tanto en su forma, que el mejor me- Fig- 38. dio de distinguirlos es por su fructificación. Guando se le sumerje en el agua, se abulta considerablemente i pionto se pone blando, jelatinoso i aun parece disolverse en parte. AI calor de la ebullición, se di- suelve casi completamente i forma 5 o 6 veces su peso de u- na jelatina mui consistente e insípida. Usos.—Es una sustancia nutritiva i se ha propuesto como un alimento medicinal análogo al salep, i al arrow-root; en cuya propiedad no le aventaja ningún otro fucus por su blancura, la ausencia completa del iodo i del aceite fétido que hace desagradables otras^ especies. Se recomienda su- — 300 — cocimiento o jelatina, en las enfermedades pulmonares, en especial en aquellas de nn carácter tísico, en la diarrea i disenteria crónicas, escrófula , raquitis, initacion de la bejia i ríñones etc. Bel cochayuyo. Al hablar de esta alga que ha sido clasificada con el nombre de durvill&a utilis, nos creemos dispensados de dar su descripción científica, por podérsela ver en la obra de M. Gay (1), i a mas por ser de todos tan conocida. Vejeta asida a los peñascos de nuestras costas i crece en tanta abundan- cia, que no solo se la encuentra, como dice aquel sabio, des- desde las islas Maluinas del otro lado del cabo hasta Valpa- raíso, sino hasta mas al norte del Papudo cerca de Coquinbo. Hasta ahora no se ha sacado de esta planta mas ventaja, que hacer uso da ella como comestible, en lo que se consume grandes cantidades; siendo de mas aprecio los renuevos que salen del disco,i aun la parte de este siendo tierna, a los cua- les vulgarmente se les denomina con el nombre de huiltes, i con ellos se hacen guisos esquisitos. Como medicamento se suele aplicar en baños jelatinosos, i en algunas hinchazones en cataplasmas; pero nunca como un remedio interno. Nosotros al tomar en consideración este vejetal que lo creemos mui importante, ha sido con el fin de recomendarlo a los hombres del arte con este objeto. Estamos persuadido, que a mas de los buenos resultados que se obtienen en los casos indicados, i que no son descono- cidos, con el uso inteiior de su cocimiento o jelatina, los ob- tendrán mejores en muchos de los casos en que se ha reco- mendado el anterior; como son en las afecciones escrofulo- sas, en las pulmonares, en especial aquellas de un carác- ter tísico i otras enfermedades. Para convencerse de esto basta tener presente; que a mas de que como aquel contiene Ios-principios que les son comunes, hemos encontra- do en él iodo, i que a este metaloide que se encuentra en el I.H Tomo xxiii, p. 241. , — 301 — aceite de bacalao, se atribuye la virtud de dicha sustancia en la aplicación que de ella se hace en aquellas afecciones. Orden de los hongos (fungí.) Los hongos cuya vejetacion es terrestre, son unos vejeta- les de forma i consistencia mui variadas, que nacen en los lugares» húmedos i sombríos, i se desarrollan sobre cuerpos orgánicos muertos i en estado de descomposición.No obstan- te, hai algunos que crecen en la tierra, como por ejemplo el agaricus comestibilis, i otros sobre vejetales vivos; tales son por ejemplo el polyporus ignarius, el officinalis, vulgarmente denominado oreja de palo; i este individuo que creemos el jigante del reino criptogamico, que vejeta sobre los troncos elevados de varias especies defagus en las provincias de Cau- quenes i Nuble, i lo clasificamos dedicándolo a nuestro ami- go el sabio Domeyko, por creerlo aun no descrito (1). Los hongos se componen jeneralmente de dos partes; la una vejetativa llamada mycelium, que parece ser el estado primitivo de todo hongo, i está formada de filamentos del- gados, simples o ramificados, libres o contenidos en la (1) Polyporus Domeykoii.—Este soberbio criptogamo se desarrolla, como decimos, en lo elevado de los troncos de los vejetales que indica- mos, en especial en el fagus Dombcy; i si nos limitamos a decir que se encuentra solo en las dos provincias, es por que ignoramos si se estiende mas al sud; inclinándonos mas por la negativa, por que M. Gay no lo ha descrito. La forma de saperidium aunque no mui regular, principalmente en sus bordes que eslobuloso, es discoide, estando asido al tronco por una pequeña parte de su lado posterior, que es un tanto mas consistente; en donde se conoce que su micelium se desarrolla en la parte posterior de la corteza. Su acrecentamiento es tan sorprendente, que se encuentran indi- viduos de cuatro pies de diámetro i uno de espesor; de modo que para dar una idea mas exacta de su forma, se puede decir que presenta el aspecto de la pansa de un pequeño animal. Aunque indicamos estas dimensiones, no por esto queremos circunscribir estrictamente a ellas su tamaño, pues este solo es detenido, cuando llega a desprenderse del árbol a causa de supeso. En toda su masa es de una consis- tencia suberosa mui comprimible, muiblancai sola su superficie la cubre una cubierta lisa, delgada i de un color un poco amarillento, con especiali- dad en la parte anteriorjno distinguiéndose en ella signo que marque las ve- jetaciones anuales. Es mui poco suculento,de modo que se seca mui pronto, i su peso es mui liviano. Todas estas cualidades hacen a este polyporus recomendable para usarlo como yesca; i cn efecto, la jente del campo que lo denominan coibo, del nombre con que llaman al árbol, sin mas prepara- ción que poner un pedaso en el yesquero i quemarlo en la superficie, se sirven de él con excelente resultado. — 302 — misma sustancia del cuerpo sobre el que vive parásito eí hongo, i la otra que nace de la primera i se compone de poroa algunas veces descubiertos; pero las mas veces contenidos en un receptáculo de forma i consistancia variadas, deno- minado peridium en los hongos de forma redonda; parte que se mira como el hongo propiamente dicho. Las propiedades características de estos vejetales son mui variables; pues varios son comestibles, otros son medicinales, i esceptuando estos pocos, todos los demás se puede decir que son venenosos. Contienen por lo regular bastante agua i son mui ricos en ázoe i fosfatos. Entre sus principios inmediatos, se en- cuentran varios que son alimenticios i son entre otros el albumen, el azúcar, elmanuito, el mucilago i una sustancia llamada funjina; pero también se hallan otros que son vene- nosos i son la ergotina, tremelina i amanitina. Entre los vejetales los hongos son unos de los que menos recursos ofrecen a la medicina i al tomarlos en considera* cion, solo ha sido para decir : que en los casos de envenena- miento que ellos pueden ocasionar, se recomienda el éter para calmar los efectos ya declarados, i el emético para eva- cuar el resto de veneno que quede en el canal alimenticio : también se recomienda el ajo, las hojas del perejil i el aguar- diente. Entre los pocos que se conocen como medicina- les, se encuentra uno de suma importancia, del que vamos a ocuparnos. Bel sécale, o cornezuelo de centeno. Esta sustancia que es producida por una alteración singu- lar, que esperimentan eu sus granos por influencias at- mosféricas ciertas gramíneas, en especial el centeno, ha sido hasta ahora objeto de controversia entre los sabios, i aun no se ha llegado a determinarla bien. Por algún tiempo se le ha considerado como el grano alterado por causas pato- lógicas, i desarrollado de una manera anormal, i se le denomi- nó sécale cornutum. M. De Candolle, que lo ha considerado después como un hongo que implantándose sobre el ovario, — 303 — lo hace abortar i se desarrolla en su lugar, lo llamó sclerotium clavus. M. Fries ha hecho de él un jénero con el nombre de spermcedia. Léveille lo constituyó en un jénero de otro orden i le dio el nombre de sphacelia segetum; en fin, Que- kett i otros lo miran como una enfermedad del grano, cau- sada por un hongo, i el primero lo ha clasificado con el nombre de ergotatid abortifaciens. Nosotros seguimos la opinión de que es realmente un hongo bien distinto, tenien- do presente para ello, no solo las razones en que se han apoyado los sabios que la han emitido, sino también otras que las creemos de gran peso. Primeramente M. Lemaout dice (1): aLa mayor parte de los botánicos habían mirado u hasta aqui el cornezuelo como un hongo de peridium co- cí riaceo, que se desarrollaba en la flor del centeno i vejetaba u en su lugar; ahora está bien reconocido que el cornezuelo u es el grano mismo, desnaturalizado por una enfermedad te debida a la presencia de un hongo, el sphacelia segetum, u que vejeta entre el ovario i el óvulo de la gramínea, i cubre a u este último con una especie de opérculo. Elóvulo monstruo- u so que se desarrolla bajo la influencia del hongo parásito, u no posee ninguna propiedad venenosa, i solo la sphacelia u es la causa de los accidentes; i lo que lo prueba es, que si u se aecha con cuidado los cornezuelos del centeno, de ma- u ñera que se desprenda el hongo que cubre su estremidad, u estos tomados interiormente son absolutamente inofensi- u vos.?? A esto que se puede considerar como una demostra- ción, agregamos procediendo por inducción, lo que está probado por la esperiencia; que los vejetales de un mismo jénero i aun de algunas familias, poseen las mismas virtu- des medicinales, a causa de contenerse en ellas un princi- pio inmediato que aun las caracteriza. Esto supuesto, se sabe que en algunas de las licoperdaceas se encuentra un principio hemostático; i esto es tan evidente, que en los alre- dedores de Santiago se encuentra una de estas plantas, tan eficaz por este principio, que las jentes del campo la usan con mui buen éxito para contener las hemorrajias uterinas, (l) Lcgons élémcntaircs de Boianiquc, t. I, p 6¿8. — 304 — tomando interiormente su capillitium o esporos(l). Si se pre- cede pues arreglándose a lo que está admitido como una ver- dad, i teniendo presente que en el cornezuelo se encuentra la sustancia hemostática, la ergotina, ¿no puede esto conducir a creer con mucha razón, que el sécale es un hongo del jénero que se ha indicado, u otro análogo? Por nuestra parte no encontramos razón en contrario, i por lo mismo dificultad al- guna para admitirlo como verdadero hongo. Volviendo a su descripción, desarrollándose en las espigas del centeno en determinado nú- mero de granos, es un cuerpo que presenta la figura de un es- polón de gallo (fig. 39), un poco curvo i adelgadazado en sus dos estremidades. Su color es violado oscuro, teniendo el largo de 1 a 3 centímetros i aun mas, i un Fig, 39. espesor de 2 a 3 milímetros, rara vez 4. Su forma es irregularmente cuadrada o triangular, frecuentemente marcado de hendiduras lonjitudinales i al- gunas veces transversales. Presenta en su estremidad su- perior una pequeña cantidad de materia blanquisca, blanda (1) Este criptogamo que se presenta en los meses de febrero i marzo, se desarrolla en el terreno de las majadas de vacas en el valle de Colina, San Francisco del Monte i asi en los alrededores de la capital. Crece en el suelo i es lijeramente pedicelado. bu peridium que e3 en forma globosa, algunas veces es un poco aplanado por la cima, en cuyo caso toma una forma regular, semidiscoide i jeneralmente esto acontece cuando llega a tener cuatro o tres pulgadas de diámetro. Dicho peridium, que es simple, está lleno de una sustancia carnosa, homojenea i blanca como él, con el cual hace un cuerpo; pero en el estado de madurez, lo esterior delperidiura adquiere una consistenciasemisuberosa, i hasta semileñosa i gruesa; toma un color bruno amarillento, i su interior se transforma en un abundante capillitium, adherido a sus paredes i como mas particularmente en el fondo, en donde se halla una protuberancia, o elevación ocasionada por la inser- ción del pedicelo. Es indehiscente i se abre por rajaduras en la parte Buperior, por donde se escapan los esporos, los que después de estraidos, como todo el capillitium, dejan el peridium hueco, presentando el aspecto de un calabasito; por cuyos motivos lajente del campo llama a este hongo, cajas de polvillo del diabloj nombre que dan a muchas especies de licoper- don. Lo hemos creído una bovista, i la denominamos bovista hemostática por la calidad que se ha indicado i de que sacan ventajas los campesinos, que también lo usan para curar las heridas del lomo de los caballos. — 305 — i celebriforme, que corre en parte a lo larga del cornezuelo; cuya sustancia disminuye mucho por la desecación, i por lo regular no se observa en el del comercio, por sustraérsela por el choque i frotamiento. El que se vende es resistente, sóli- do, i cuando se le quiebra, su fractura es igual, compacta , homojénea, blanca en el centro i coloreada de un tinte vinoso cerca de la superficie; de un sabor al principio poco percepti- ble, i seguido de una astricción en la garganta. Su olor en pequeño no es incómodo; pero en cantidad es peculiar i nau- seabundo. Espuesto a la humedad, se altera hasta esperimen- tar aun una alteración pútrida, con lo que exhala un olor a pescado podrido, i se hace presa de un pequeño acarus S3- mejante al del queso; razón por que en farmacia debe con- servársele seco en frascos bien tapados. Por el análisis hecho mas recientemente por M. Wigger consta de : Aceite graso saponificable..... 35 Materia grasa cristalizable..... 1,05 Cerina,.................... 0,76 Ergotina................... 1,25 Osmazoma.................. 7,76 Azúcar cristalizable.......... 1,55 Goma i principio colorante rojo. 2,33 Albúmina vejetal............ 1,43 Funjina.................... 46,19 Fosfato ácido de potasa...... 4,42 id. id. decaí......... 0,29 Sílice...................... 0,14 102,20 Si nos hemos detenido al hablar de esta sustancia, ea por ser una de las mas importantes de la medicina; i porque sus efectos si faltan muchas veces, debe atribuirse a la mala calidad del sécale, que aunque bien guardado en pequeños frascos i bien seco como lo aconseja M. Wislin, se calcula no conservar su virtud mas de dos años. Por consiguiente, es necesario renovarlo, i a mas solo pulverizarlo cuando lo 38 — 306 — prescriba el facultativo, porque de otro modo se desvirtúa. MM. Wigger i Bonjean han preparado la ergotina, sus- tancia que constituye sus virtudes; pero a mas de haber ha- blado de ella en los Elementos de Química orgánica, es de poco uso por lo peligroso de su aplicación; a mas de que no es aplicable en todos los casos que el sécale, sino como un hemostático. Usos.—El sécale en medicina se considera como un re- medio de los mas importantes, i se le prescribe en los partos difíciles, para la espulsion de la placenta, para contener las hemorrajias uterinas i jenerales ; en fin, a mas de otras enfer- medades, según la opinión de sabios respetables del arte, no se puede poner en duda su eficacia en la leucorrea i go- norrea. Aunque hai varios modos de prescribirlo, el mejor es en polvo i su dosis es según los casos: en los partos laboriosos es de veinte granos en cada media hora, por tres veces si es necesario; en la leucorrea, hemorrajias, etc., desde cinco has- ta quince granos, tres veces al dia; pero su uso no se puede continuar largo tiempo, porque es peligroso. ORDEN DE LOS LIQÚENES (Uchenes). Los liqúenes son pequeños vejetales, que como los demás de su clase solo se desarrollan en los lugares húmedo»; de modo que faltándoles la humedad, mueren o se desecan sola- mente para volver a crecer tan luego como logren obtenerla. Vejetan sobre los muros, en la tierra, en las cortezas de los árboles i sobre la madera en descomposición. Están forma * dos de una espansion celular, mui variable en forma i consis- tencia llamada thallus, i de órganos reproductores dispersos en el thallus o colocados en sus estremidades. Estos órga- nos consisten en concentaculos o apothecios, ya abiertos, ya cerrados, que contienen núcleos o urnillas (teca) en cuyo in- terior están contenidos los esporos. Las propiedades que caracterizan a los liqúenes son : el que su tejido lo constituye la celulosa, i que muchos de ellos contienen materias amiláceas (Hquenina e inulina)', i — 307 — también sus conjeneros goma i azúcar; lo que los hace ser nutritivos, emolientes i demulcentes. En algunos se encuen- tran sustancias amargas (cetrarina, picroliquenina,) las que les confieren los principios tónicos. También en muchos se hallan materias colorantes (ácido chrysophánico, etc.) i principios coloríficos (ácidos orcellico, erythrico, lecanórico i otros), los que con el ammoniaco i el oxíjeno, forman materias colorantes como la orseina, el tornasol, etc. En fin, a mas de los principios indicados, se encuentra en ellos otros ácidos orgánicos: tales son el tártrico, oxálico, tánnico i liquesteári- co i otras sales. Por lo demás no se conoce entre ellos nin- guno venenoso, i el de mas uso en medicina es el que se va a describir. Bel liquen islándico. Este liquen, que se encuentra en ambos continentes, pero i^i¿&.$ffi$ #*» mas jeneralmente en el norte de ^|^4 Ia Europa, con especialidad en ^Of"t^ní¿ Islanda donde es un objeto de 1 ■"^a" comercio, es el cetraria islándica de Achar (fig. 40), el physcia is- lándica de De Candolle i el li- chen islándicus de Lineo. Su thallus es erecto, blanco gris, la- ciniado o dentato-ciliado en sus bordes, presentando en una de Fig. 40. sus faces manchas blancas en forma de órganos fructíferos ; pero que son debidas a in- terrupciones de la membrana interior del thallus, que es de naturaleza amilácea , siempre mas o menos coloreada i que deja ver la parte interna, formada principalmente de sa- les calcáreas de un blanco de creta. La fructificación consiste en concentaculos orbiculares, planos, oblicuamente fijos en la márjen del thallus, pero que son raros en el liquen que se vende en el comercio. Este se- co, es coriáceo, de un color moreno o blanco gris, inodoro i de un sabor amargo, debido a dos sustancia?, al ácido cetra- — 308 — rico C34H16015 (cetrarina) i al liquesteárico C2ÓH2o06 (li- questearina). Sumerjido en el agua fria, se esponja, le cede un poco de mucilago i parte de su principio amargo. Agregan- do disolución de iodo, toda la membrana esterna del thallus se colora en azul negrusco, i la parte central calcárea apare- ce entonces en las partes interrrumpidas, con todo su color blanco. Sometido a la ebullición en el agua, se disuelve en gran parte i se obtiene en jelatina por el enfriamiento. Por el análisis hecho por M. Berzelius se sabe, que se com- pone de: Azúcar cristalizable.................... Principio amargo...................... Cera i clorofila... (.................... Goma................................ Materia estractiva coloreada (apotecma).... Fécula............................... Esqueleto feculáceo.................... Bitartrato de potasa..................7 Tartrato i fosfato de cal...............$ 102,0 Como en medicina se usa el liquen islándico, ya como me- dicamento o ya como sustancia meramente alimenticia, en este segundo caso se le debe sustraer su principio amargo, por medio de la ebullición en el agua. Para estose pone en dijestion el liquen en una solución alcalina, compuesta de 300 partes de agua i una de carbonato de potasa, i des- pués se le lava con agua fria. Pero como por los lavados subsecuentes no se podrá estraer toda la sal alcalina, en lu- gar del álcali puede usarse agua destilada, para sustraer el principio amargo. Preparado asi el liquen, se cuece con agua o leche, i cuando la decocción esté suficientemente concentrada, se cuela i sejelatiniza por el enfriamiento; pu- diéndosele agregar azúcar, vino, corteza de limón u otros aromáticos. Usos.—El liquen en medicina, a mas de suministrarlo como sustancia alimenticia, se recomienda en cocimiento, 3,6 3 1,6 3,7 7 44,6 36,6 1,9 — 309 — como un suave tónico, en las afecciones crónicas del pul- món i órganos dijestivos, en particular en la tisis, catarro crónico, dispepsia, diarrea crónica i disentería. No ofreciendo mayores ventajas a la medicina i por consi- guiente a la farmacia los musgos, los heléchos, licopodeaceaa i equisetáceas, que pertececen a la segunda clase de la pri- mera di/ision; ni las bulanoforeas, raflesiaceas i citineas, que corresponden a la segunda i a la tercera clase, las pa- saremos en silencio, i nos contraeremos a otros vejetales de organización mas desarrollada i de mas importancia. SEGUNDA DIVISIÓN. Vejetales endógenos o monocotiledóneos. CLASE 4.a—Monocotiledoneos fanerógamos. Familia de las gramíneas (gramínea). Si seesceptúan el ballico (lolium temulentum), cuyos granos ocasionan vómitos, embriaguez i vértigos; la mélica azul de Europa (molinia ccerulea), que es dañosa para las bestias cuando está florida; la festuca cuadridentata, frecuente en Quito, que es mui venenosa; el rizoma del bromuspurgans que crece en la América Septentrional, i el bromus cathárti- cus, propio de nuestra república, conocido con el nombre de g'úilno, que son mui purgantes; i finalmente, muchas espe- cies de andropogon que son aromáticos i ricos en un acei- te volátil, las planta3 que componen la familia de las gra- mineas, la mas natural, numerosa i esparcida del reino veje- tal, se puede decir que en su jeneralidad son eminentemen- te nutritivas i saludables; propiedades que las deben a los principios inmediatos que les son comunes, i son en je- neral, el almidón, la albúmina, el gluten, el azúcar, etc., que &e encuentran en especial en sus semillas. — 310 — Las gramineas, respecto a los constituyentes minerales que contienen, son mui notables por el poco cloro que en ellas se encuentra, por la gran porción de sílice que se halla en su tallo i hojas, i la de ácido fosfórico en sus frutos. Según los análisis hechos en las de mas común uso, como el trigo, la cebada, avena, arroz, etc. esceptuando el maiz, dichas sus- tancias son: La potasa. El óxido de hierro. El cloro. La soda. El ácido fosfórico. La sílice. La cal. El id. sulfúrico. La alumina. La magnesia. En el trigo se encuentra también el cobre. Siendo tan análogas en sus virtudes medicinales, que son emolientes i demulcentes, como los son poco mas o menos en sus propiedades nutritivas, nos creemoá exone- rados de hacer la descripción de cada una de las que se usan, cuando son de todos conocidas. Solo haremos una adver- tencia i es: que cuando se prescríbanlos cocimientos de cebada o avena, si no se usa para ello de los granos mon- dados de su pericarpio, es necesario hervirlas primero con poca agua i por un corto tiempo, arrojar este decocto i ha- cer el que se prescriba con nueva agua; porque sin esta pre- caución por lo regular ocasionan retortijones. Familia de las melantaceas (melanthacea). A mas de los caracteres botánicos que le son propios, la familia de la melantaceas es caracterizada por los alcaloides venenosos i enérjicos que son peculiares a sus especies, i son: lajervina C60H45N2N5 (1), Izveratrina C24H26N06 ?, lasa- badillina C20H13NO5 (2) i la colchicina, de la que aun no se ha hecho el análisis. Estas bases, que existen en com- binación con ácidos orgánicos, constituyen los principios ac- tivos de esta familia, i hacen que las melantaceas sean unos (1) Se encuentra en el reratum álbum. Cl) Según VI. Simón, la sabadillina es un rcsinato doble de soda í veratrina. — 311 — eméticos, purgantes, diuréticos i errinos acres, i algunos se- dativos: cuando obran como veneno su acción es narcóti- ca-ácre. Las plantas que esta familia suministra a la medicina son: el colchium autumnale, el hermodactylus verus, el veratrum álbum i v. sabadilla. De todos estos vejetales el de mas uso es el colchico por su bulbo i sus semillas,i de él solónos ocuparemos. Colchium autumnale.—El colchico (fig. 41), que es común — 312 — soldados, superados de tres estilos mui largos, terminados por estigmas en forma de clava. El fruto es una cápsula de tres celdillas, que se abre por el lado interno, i contiene un gran número de semillas globulosas, de un bruno negruzco, semejantes a las déla mostaza ; pero mas anchas,rugosas en su superficie, inodoras i de un sabor amargo i acre. Sus ho- jas son erectas, anchas, lanceoladas; i finalmente el tubércu- lo, que impropiamente se llama raiz, está envuelto con una membrana libre de un color moreno; es del tamaño de una castaña, convexo de un lado i del otro ahuecado lonjitudi* nalmente por una ci- catriz m honda, produ- cida por el pequeño tallo i hojas, que nacen en la parte inferior, las cuales desaparecen luego que las flores se Fig. 42. desarrollan (fig. 42). Asi las semillas como el tubérculo, que son los órganos que se usan en medicina, deben sus virtudes al alcaloide colchicina, que aunque se ha creído por alguno ser la misma veratrina, es mui diferente (1). Ademas el tubérculo contiene una materia grasa compuesta de elai'na, estearina i un ácido particular volátil; nna materia colorante, almidón, goma, inulina en abundancia i leñoso. El tubérculo que se vende en el comercio, es el mismo que hemos descrito ; pero desprovisto de la membrana ; i marcado con arrugas lorrjitudinales en su superficie, oca- sionadas por la desecación ; blanco farináceo en lo interior, inodoro i de un sabor acre i mordiente. Esta última calidad es mui interesante que la tenga, porque de lo contrario ma- nifiesta que no ha sido cojido en tiempo. El colchico es bie- nal, i su actividad es tan diferente en las varias estaciones del año, que en ciertas épocas en algunos paises lo comen (1) La colchicina es amarga, pero no acre ni errina; es cristalizable, soluble en el agua i precipita el cloruro de platino; neutraliza bien los ácidos i forma sales cristalizabas, i es de un sabor amargo; el ácido sulfúrico concentrado la colora en bruno amarillento, i el nítrico en azul índigo : la veratrina no tiene estas propiedades. — 313 — en ensalada. El mejor colchico es el que tiene un año de edad, i que es tomado cuando las flores se marchitan, i bro- ta con vigor. La calidad de que acabamos de hablar siendo tan importante, i por otra parte como es de sospecharse que el que se vende en el comercio no tenga sus virtudes, por no ser ni reciente ni colectado en tiempo oportuno, los farmacéuticos deben procurar cultivarlo para obtener- lo con sus propiedades medicinales, asi por las razones di- chas, como porque si se atiende a la opinión de varios mé- dicos que aconsejan el uso del colchico, recomiendan el que sea reciente. En farmacia se preparan con él varios medicamentos, 1 entre ellos su polvo; en este último caso es necesario pre- caución, por ser venenoso i poderse tomar algo del polvo que puede esparcirse. Usos.—En medicina el colchico es mui recomendado en la gota i reumatismo; en las enfermedades inflamatorias je- nerales, i varias otras afecciones como el atsma humoral, i otras afecciones bronquiales crónicas, etc. Las dosis de las diverjas preparaciones del colchico son: del polvo, desde uno hasta cinco granos; del estracto, desde medio hasta dos; del vinagre, desde media dracma hasta dos; de la tintura de las semillas, desde diez gotas hasta una dracma; del vino, desde diez gotas hasta una drac- ma, etc. Familia de las liliáceas (liliácea;). Las propiedades de esta familia no son uniformes. Entre sus especies se encuentran unas conteniendo principios que son aromáticos suave«, pero que son dañosos al aspirarlos cuando son concentrados en un lugar cerrado; hai otras que los que poseen son amargos, purgantes, eméticos, especto- rantes, etc. Las sustancias a las que deben sus cualidades medicinales son; el mucilago, materias resinosas, aceites volátiles i sustancias estractivas acres; sin embargo, las pro- porciones relativas son mui considerables en las diferentes especies i órganos. — 314 — Los bulbos, que son carnosos, son comunmente mas órne- nos acres, i los del jénero allium deben su acritud a un acei- te volátil (sulfuro de allylo) cuya fórmula es C6H5S; i el conjunto de cristales aciculares o rájidos que se encuentran en las células de algunos de estos bulbos, i que se tenían je- neralmente como fosfato de cal, Schleiden ha comprobado ser el oxalato, i compone según Quekett cerca del 19 por ciento en la scila. De las plantas que las liliáceas o- frecen a la medici- na, son principal mente el aloes i la scila, i de estos des- cribiremos la últi- ma. Scila marítima (fig.43).—Este vo- jetalqueen español se conoce con el nombre de cebolla albarrana, crece en todas las costas are- nosas del Océano i Mediterráneo,sien- do la mas celebrada la que se produce en las islas de este últi- mo i la de Navari- no i España, que es la especie roja. Sus caracteres son: Car. jen.—Perígono coloreado, de seis divisiones, cam- panulado, rotáceo i abierto; seis estambres injeiidos en la base délas divisiones,filamentos iguales, punteagudos; ovario trilocular, estilo recto i filiforme; estigma obtuso. Cápsula semitrigona de ti es valvas loculicidas. Semillas poco numerosas, horizontales i scmi-globulosas, de testura — 315 — crustácea engrosada hacia el rafe, negruzca o de un bruno pálido. Car. esp. Un astil mui largo, guarnecido en sus dos tercios superiores de flores blancas, que forman un lindo ra- mo tirando a una espiga. Las flores son bracteadas i refle- jas, i las hojas que aparecen después de las flores, son todas radicales, lanceoladas, mni grandes, carnosas, lampiñas i de un color verde oscuro. El bulbo, que es mui voluminoso, es rojo o blanco según la especie, i se compone de túnicas numerosas i mui juntas. Las primeras de estas en el rojo son rojas, secas, delgadas, transparentes, casi desprovistas del amargo i acre de la sci- la, i por cuya razón se las separa; las del centro son blancas, mui mucilajinosas i son poco apreciadas; por consiguiente, de las que se hace uso son las intermedias, anchas, gruesas, cubiertas de un epidermis de un blanco rosado, i ademas lle- nas de un jugo viscoso, inodoro, pero mui amargo, acre i aun corrosivo. Estas últimas propiedades desaparecen en la desecación i predomina entonces el amargo. Para desecarlo se cortan las túnicas en lonjas, i se procede como se ha dicho al hablar de esta operación. Preparada la scila de este modo, es como se vende en el comercio, la que cuando proviene de la especie blanca, como es la que regularmente viene de Londres, las lonjas secas tienen un color blanco, o blanco amarillento; son lijeramente diáfanas, quebradizas cuando están secas, i flexibles cuan- do están húmedas; circunstancia que se debe tener presente en farmacia, porque esta sustancia es mui hidrométrica ehi- droscópica; motivo por el que se la debe guardar en frascos mui bien tapados para privarla de toda humedad ; i a mas, para reducirla a polvo, debe sacársela a un calor mui mode- rado i tener cuidado de no tragar polvo, por ser venenoso. Según el análisis de M. Vogel, el bulbo de la scila se compone de; Scillitina con alguna azúcar, Tanino.................. Goma................... 36 24 6 — 316 — Fibra leñosa, citrato i aun tartrato de cal........ 30 Materia acre volátil.......................... Perdida..................................... 5 Sin embargo este análisis no se cree satisfactorio. Usos.—Los principales usos déla scila en medicina son como emético, catártico i diurético. Por esta razón se la prescribe en los casos de hidropesía, en que se requiere el uso de los diuréticos o estimulantes acres, menos en los ca- sos inflamatorios que es impropia; como un espectorante en las afecciones pulmonares crónicas, que admiten el uso de una sustancia estimulante de los vasos capilares, i déla membrana bronquial, como en el catarro crónico, atsma hú- medo, etc. En fin, como un emético se usa en las afecciones de los órganos de la respiración, en que se requiere el uso de los vomitivos. En farmacia se hacen varias preparaciones; scilíticas i de ellas la dosis son: del polvo como un emético, desde cin- co hasta diez i seis granos, i como espectoiante i diurético, desde uno hasta que produzca una suave nausea. De la tin- tura, de diez gotas hasta media dracma, en las afecciones crónicas bronquiales. Dsl vinagre, usado en las afecciones pulmonares crónicas e hidropesía, desde media dracma hasta dracma i media. Del oximel, como espectorante, en los catarros crónicos i atsma desde una hasta dos dracmas. TERCERA DIVISIÓN. Vejetales endógenos o dicotiledóneos. CLASE 5.a—Dicotiledóneos monoclamideos. Familia de las coniferas (conifera). A este grupo pertenecen estos vejetales relíjiosos, que a mas de que por sus formas elegantes sirven de plan- tas de adorno, por su aspecto melancólico representan tan — 317 — bien la soledad, inspiran pensamientos graves i parecen brindarse a. las almas sensibles i agradecidas, a participar de sus sentimientos, i encargarse de llorar al rededor del sepulcro a los que les fueron caros en la vida, por haber en- jugado sus lágrimas, socorrido su miseria i dádoles buenos ejemplos con sus virtudes. Hablamos de las taxineas, cu- presineas i arietineas, tribus que componen dicha familia i por muchos títulos interesante. Ella con sus fósiles ha coo- perado a dictar el himno que entona el geólogo ilustrado en Honor del Génesis, i con él ha impuesto silencio a la incredu- lidad, que unida naturalmente con la ignorancia, insultaban a la eterna verdad. Ella contribuye al desarrollo del comer- cio, proporcionando las maderas i otros productos para la construcción de las naves;.esto mismo se lo ofrece a la me- cánica i a la industria, i en fin le elabora sustancias impor- tantes a la farmacia i medicina. Bajo de este respecto las propiedades características de las especies de esta familia, son: el ser excitantes i diuréticas, i las deben a un jugo oleo- resinoso, que fluye ya espontáneamente o ya por incisiones hechas ex-profeso en sus troncos, el que por la destilación se resuelve en un aceite volátil iresina. Los vejetales de los que se obtiene dicha sustancia, son jeneralmente del pinus silves- tris, p.palustris, p. tceda,p. laricio, p. marítima i otros mu- chos, que por su número evitamos el hacer su descripción, contrayéndonos sola a la de sus productos mas importantes. Trementina.—Se denomina con este nombre el jugo oleo- resinoso mas o menos espeso que fluye délos troncos de las coniferas, i se puede decir que son tantas las especies que se conocen en el comercio, cuantas las especies de veje- tales que las producen. Todas, aunque mui análogas, se di- ferencian por algún carácter particular; asi es, que hai unas transparentes, otras opacas; unas mui fluidas, otras mui es- pesas; unas de olor grato, otras desagradables; unas son solubles en el alcool, otras lo son poco; en fin unas se solidifican en una masa pilular con la magnesia, otras se re- sisten a ello. De modo que, porlo que se acaba de esponer, se vé la imposibilidad de una difinicion exacta que comprenda a todas. Sin embargo, lo que se puede decir hablando en jene- — 318 — ral, es: que son mas o menos fluida?, que tienen mas o me- nos transparencia, un color blanquizco o amarillento, un olor mas o menos agradable i un gusto un poco penetrante, amargo, punzante i ardiente. Todas se disuelven mas o me- nos en el alcool, pero mui bien en los aceites fijos, i al agua le comunican su sabor, aunque no son sensiblemente solu- bles en ella. A la acción de un calor moderado, se descom- ponen en aceite esencial i en resina, i con el intermedio del agua, se forma lo que se llama trementina coda. En fin son mui inflamables, i arden con una llama blanca i mucho humo. Aunque poseen poco mas o menos las mismas propiedades, no obstante en farmacia deben preferirse la llamada de Strasburgo i de Venecia, producida por el pinus larix; la del p. picea, elaborada cerca de los Alpes, la delabies balsámica del Canadá i algunas otras, por ser las mas análogas i ser fluidas, de un color un poco amarillento, transparentes, de un sabor amargo i punzante i un olor agradable; la de Burdeos, del pinus marítima i otras, son turbias, de olor desagrada- ble i de un gusto amargo, acre i nauseabundo. Como en medicina se prescribe disuelta o en pildoras, lo primero se consigue valiéndose de un intermedio, que el mejor es la yema de huevo i lo segundo solidificándola con la magnesia. Usos.—A mas de los varios ungüentos i otras prepara- ciones de uso estenio que con la trementina se preparan en farmacia, en medicina se la prescribe interiormente en va- rios casos, siendo los principales los siguientes. En ¡as per- didas mucosas por los órganos urinojenitales, como gonor- rea, leucorreai cisterreacronicas. En el catarro crónico, tanto mucoso como pituitoso, en las personas de un fibra laxa i temperamento linfático. En la diarrea mucosa crónica, es- pecialmente cuando está acompañada con ulceración de los folículos mucosos. En el cólico i en otros casos de constipa- ción obstinada, Cullen afirma que la trementina, en emul- sión i usada en forma de lavativa, es el laxativo mas eficaz. En el reumatismo crónico, especialmente en la sciatica i lumbago. Finalmente como un deterjente i dijestivo, algu- — 319 — ñas veces es aplicada esteriormente a las ulceras indolentes i de mala condición. La dosis es desde un escrúpulo hasta una dracma en for- ma de emulsión o en pildoras. Esencia de trementina.—Destilando una mezcla de tre- mentina i agua en un alambique de cobre, se obtiene el aceite volátil en cuestión, el cual es representado por la for- mula C10H1S, por ser de los de la clase que no tienen oxi- jeno. Estando puro es un líquido incoloro, mui inflamable, de un color balsámico fuerte i de un sabor acre i ardiente. El que se encuentra algunas veces en el comercio, amarillo i que enrojece el jirasol, es debido a que absorve el oxijeno del aire, se resinifica i forma ácidos particulares, el ácido pi- nico C20HI5O2 iel silvico,isómero con este, C40H30O4; de los cuales se le puede separar lavando la esencia con el alcool hidratado i rectificándolo con el intermedio del agua. Su densidad es de 0,86 a 0,87; bulle a 156°'i espuesto a la acción de un gran frío, se separa un hidrato que contiene dos átomos de agua. Se disuelve mui poco en el alcool hidratado; pero mui bien en el alcool absoluto i en el éter, i aunque insoluble en el agua le comunica su olor. El cloro obra sobre la esencia de trementina produciendo calor, i si se introduce un poco de aceite en un frasco lleno de cloro, la mezcla se incendia. El bromo i iodo se combinan igualmente con esta esen- cia, i en caliente disuelve la mitad de su peso de azufre i de fósforo. El ácido clorohidrico forma con esta esencia dos com- puestos, uno líquido i otro sólido cristalizado. Este último se conoce con el nombre de alcanfor artificial, i el modo de ob- tenerlo es, haciendo pasar gas clorohidrico en la esencia de trementina colocada sobre la nieve, en cuyo caso una parte de esencia se concreta al fin de algún tiempo, mientras que la otra permanece líquida (clorohidrato líquido). Una de las propiedades particulares que ofrece este acei- te, es que aunque tan insoluble en el agua, se le conocen cuatro hidratos, los cuales se forman cuando se le pone a un — 320 — frió intenso; el uno es monohidratado C10fít6HO, es líquido í se le llama terpinol; los otros son el bihidratado C10H162HO, cuadrihidratado C10H164HO, i el sexhidratado C10H166HO que son sólidos i cristalizados. Cuando se ha dicho que en farmacia no es tan indiferen- te usar de cualquiera trementina, esto se debe aplicar tam- bién a la esencia que es uno de sus productos; en efecto, la de Burdeos da una esencia que no es tan agradable, lo mis- mo que la ofrecen las que le son análogas; por consiguiente debe preferirse la que es estraida de las trementinas que hemos recomendado; siendo por este motivo preferible el aceite ingles, que lo estraen de la trementina americana que tiene un olor mas suave. La esencia de trementina, cuando por el tiempo se pone amarilla, debe rectificársela con agua pura i sustraerle el ácido i resina que contiene, porque este no es indiferente. En este caso posee algunas otras propiedades, entre otras la de disolver imperfectamente el cautchuc. La rectifica- ción debe por lo menos hacerse, con aquella destinada al uso interno i conservarla en frascos bien tapados. Usos.—Entre los muchos casos para los que en medicina se prescribe la esencia de trementina, indicaremos unos po- cos. Como un antielmintíco se recomienda en especial para la tenia. En algunos casos de blenorrea, leucorrea, cistirre^ catarrhus vesicae. En exhalaciones sanguinolentas, o hemo- rrajias de las superficies mucosas, en muchos casos es eficaz, En la fiebre puerperal se la usa como un especifico, dada en cantidad de una o dos cucharadas en agua fria i endulzada, cada tres o cuatro horas iaplicadaal abdomenen flanelamo- jada en el aceite; i aunque hai opiniones en contrario, en or- den al uso interno en ciertas circunstancias en dicha enfer- medad, todos están acordes en los buenos resultados de la aplicación al abdomen i en lavativas para combatir la con- dicionjtimpaniticadelosintestinos.Tambien es recomendada, en el reumatismo, en la sciatica i dolores neuraljicos, supre- sión de la orina, enfermedades espásmodicas, etc. Como re- medio esterno se prescribe también en mucho de los casos indicados. — 321 — Las dosis son diversas según los casos. Como un diurético i afectar los vasos capilares i secretorios (en las afecciones catarrales délas membranas mucosas, hidropesía, supresión de la 01 ¡na, hemorrajia, etc.), la dosis es desde seis u ocho gotas hasta una dracma; como un estimulante jeneral (en el reumatismo crónico, cor.ja, etc.; o para producir un cimbio en la condición de las paredes de los intestinos en la diar- rea crónica, desde una hasta dos dracmas ; como un antiel- mintico (en la tenia) o como revulsivo (en la aplopejia, en la epilepsia previo un paroxismo próximo, etc.), desde media hasta dos onzas. El modo de administrarlo es en emulsión, mucilago, agua aromática, o en miel o jarabe. Resina común, pez, colofonia.—Sustraído el aceite de las trementinas por destilación mediante el agua, queda en el alambique por residuo la resina, que por el enfriamiento se pone sólida. Según sea la acción que el fuego haya ejercido sobre ella, es blanca, o negra, mas o menos transparente, etc. Es un compuesto de ácido pinico, C20H15O2, silvico C40H3üO4 i una resina indiferente, soluble en el alcool frió i en los aceites i que con la magnesia forma un compuesto soluble en el agua. Solo se usa en los ungüentos i en algu- nos casos esteriormente. Pix burgundica.—Oro producto de la trementina es la pez de borgoña, que no es otra cosa que la última trementi- na que fluye de las últimas incisiones cuando ya la tempe- ratura no es mui elevada. En este caso fluye con lentitud i dá lugar a que el aceite se volatilize en mucha parte, i por esto adquiere una consistencia mas espesa i se la separa de la demás: en francés se la llama galipot. Esta trementina filtrada por tejidos de pajas, para separarle los cuerpos estra- ños con que se halla mezclada, comojhojas, parte de corteza, etc., o después de haberla hervido con agua, es lo que consti- tuye la sustancia indicada; que como por esta operación se la priva de un tanto de aceite, queda transparente, de un amarillo dorado, frájil, quedando no obstante un tanto blan- do, pues se corre con el tiempo. Pix líquida.—El alquitrán, sustancia que se obtiene en la carbonización de la madera de los pinos, se ha tenido como 40 — 322 — idéntico al que se produce en la destilación de las hullas; pero s-i esto no trae inconveniente en la aplicación que de ellos se hace en la marina, no sucede así para la que se ha- ce en medicina; pues a mas de ser diferentes aun en sus pro- piedades físicas, lo son también en las medicinales, por serlo en las sustancias que contienen. Basta decir, que el al- quitrán que es producido por la descomposición délos prin- cipios resinosos de los coniferos, contiene ácido acético, espí- ritu de madera (éter piroxílico, éter metílico C2H6 O + HO) creosota, picamara, eupiona i otros, i el de la hulla no; que le comunica a el agua un olor fétido i permanece neutro al papel de jirasol. Es pues mui importante tener esto presente en farmacia i saberlos distinguir. El verdadero alquitrán es de un rojo moreno en lámina delgada i tiene un olor que bien que fuer- temente empireumático, no está despojado de olor aromá- tico vejetal. Ademas el olor del alquitrán es manifiestamente ácido, i hervido por algunos instantes en el agua, le comu- nica una acidez mui manifiesta al papel de jirasol. El de la hulla tiene un color negro verdoso, visto en lámina delgada i hervido con el agua, no le dá acidez o es apenas sensible al papel de reactivo. Usos.—En medicina el alquitrán es usado algunas veces en las afecciones crónicas bronquiales, i en 'enfermedades obstinadas déla piel : en el primer caso inhalado su vapor en agua caliente i en el segundo esteriormente. Pix nigra.—Otro producto de alquitrán es la pez negra ; i es el producto que queda en el alambique después de des- tilarlo : solo se usa en ungüento. Familia de las cannabinaceas. (Cannabinacea;.) Dos son los jéneros que constituyen este grupo, i sus ti- pos son el cannabis (cáñamo) i humulus (hoblon); plantas que la medicina saca ventajas de la calidad tóxico-narcótica de la primera, i de un principio amargo i un aceite aromáti- co cuyo vapor es soporífico de la segunda. Cannabis saliva.—Siendo el cáñamo un vejetal tan cono- — 323 — cido, pues se cultiva aunque no en la proporción que que se pudiera en toda la república, nos escusamos de hacer su des- cripción. Lo interesante de esta planta para el uso medico, es un jugo resinoso concreto que por exsudacion dan las ho- jas, los tallos delgados i las flores, la cual se le dá el nombre de churras o cherris. Se le colecta en la India central, en Persia i en Arabia, *m cuyos lugares se le emplea en los mis- mos casos que el opio, i aun la misma planta seca bajo los nombres de gunjah, gauja i bang. A mas, en la Arabia i países sometidos a la dominación árabe, es mui usada desde tiempo inmemorial, una preparación grasa de hojas de cá- ñamo que tiene el nombre de hashish o hachich. La manera en que se vende dicha resina, es en masa de forma i tamaño de un huevo de gallina o de un limón peque- ño, formado Ae piezas largas i sobrepuestas. Es de un color bruno verdoso obscuro i no de mucho olor, i consta de ma- terias resinosas i otras varias, como fragmentos de flores, hojas, semillas, etc. Para obtener esta resina emplean un procedimiento singu- lar, que tiene analojía con el que usan en las islas griegas para colectar el labdanum; i consiste en que hombres vestidos de cuero atraviesen en diferentes direcciones por los sem- brados de cáñamo, procurando frotarse todo lo que puedan con las plantas. En este caso la resina blanda que las cubre se pega al cuero i del se la separa para ponerla en la forma indicada. La dificultad de adquirirse dicha sustancia, i ademas en un estado jenuino, ha hecho el sostítuirla con el estracto que tiene las mismas propiedades, i el método del Dr. O'Shaugh- nessy es el siguiente. Se elijen los cogollos secos de cáña- mo, que sean mas ricos en sustancia adhesiva, i se les so- mete a la acción del alcool fuerte por el tiempo que sea necesario para despojarlos de la resina. La tintura así obte- nida, se somete a la destilación al calor del agua hirvien- do, para recojer parte del alcool i se sigue evaporándola hasta la sequedad en vasijas planas. Mr. Robertson de Calcuta lo prepara por una especie de percolación, valién- — 324 — dose del alcool en vapor, que hace obrar sobre la yeiba seca, como se ha dicho. Usos.—Se le prescribe en medicina por sus propiedades hipnótica, anodina i antiespasmódica; i aunque es inferior al opio, en muchos casos tiene sus vent-ijas, como en aquellos en que aquel causa dolor de cabeza o en otros en que es contraindicado. Como un antiespasmódico se le ha empleado en el tétano, hidrofobia, cólera maligna i convulsión infan- til. La dosis de la resina es desde dos tercios de grano hasta dos, i la del estracto desde uno hasta cinco granos. Humulus lupulus.—El oblon o lúpulo (fig. 44)crece en mu- Fig. 44. chai partes de Europa i también entre nosotros en donde — 325 — ya se le ha comenzado a cultivar con mui buen éxito. Es una planta de tallos anuales, herbáceos, sarmentosos; de cinco a seis metros, trepadores por envolverse al rededor de los ár- bo'es o de los cuerpos a que pueden asirse, i de raiz fibrosa, leñosa i vivaz. Las hojas son opuestas, pecioladadas, acora- zonadas en la base i de tres o cinco lóbulos dentados. Las flores de color herbáceo se hallan colocadas en individuos distintos. Las masculinas están en pequeños racimos pani- culados en la cima de las ramas, i las femeninas nacen en las axilas de las hojas superiores. Estas están dispuestas en conos formados de escamas membranosas, a cuya base se encuentra un ovario superado de dos estilos puntiagudos, separados i de estigmas agudos. El fruto producido por ca- da flor femenina, es pequeñito, redondo, rojizo, envuelto por la escama calicinal persistente. Todas las partes de la planta contienen un principio amar- go; pero en medicina se elijen los conos, que cuando son de buena calidad, contienen a mas un polvo resinoso ama- rillo i odorífero, al que se atribuye principalmente las propiedades medicinales del lúpulo. Esta sustancia, que se había considerado como principio inmediato i por Raspad como una materia organizada, i se la ha dado el nombre de lupulina, se ha reconocido corno compuesta de otros princi- pios inmediatos i particularmente por resina, aceite volátil i materia amarga. Délo espuesto i debiéndose tener presente que el lúpulo no conserva sus virtudes por mas de dos o tres años estando bien preparado i bien seco, se sigue que en farmacia debe renovársele con frecuencia, tenerlo en lugares secos i procu- rar se conserve con su polvo; sin lo cual no se podrán obte- ner los buenos resultados que ofrece a la medicina. Usos.—El lúpulo es un suave i agradable tónico i ade- mas la lupulina es aromática. También es sedativo, soporí- fico i anodino, aunque estas propiedades se las niegan algu- nos; no obstante las exhalaciones del aceite volátil son narcóticas. Es empleado, i principalmente la lupulina, con- tra el insomnio causado por estenuacion i fatiga, i para producir el sueño en la vijilia de la inania i otras enferme- — 326 — dades en que el uso del opio se considera perjudicial. Para calmar la irritación nerviosa, aliviar el dolor en la gota, en el reumatismo artrítico i él después de los partos; como un tónico se aplica en la dispepsia, condiciones caquécticas del sistema, o de otras enfermedades caracterizadas por debili- dad. Esteriormente se usa en cataplasmas como un resol- vente, discuciente, en tumores dolorosos, etc. Entre las preparaciones del lúpulo la primera es la lupu- lina, en seguida la infusión i tintura, i la menos apreciable el estracto. La dosis de la infusión es de una a dos onzas; de la tintura desde media hasta dos dracmas, i de la de lupulina desde seis hasta doce granos. Familia de los Euforbiáceas (Euphorbeacea:.) Entre todas las familias vejetales mui pocas hai que co- mo esta tengan tantas i tan variadas propiedades; ni que estas se hallen distribuidas en tantos órganos. Jeneralmente son acres, obrando tóxicamente como venenos acres, narcótico- acres, o aero-narcóticos; i medicinalmente como rubefacien- tes supurativos, eméticos, diuréticos i catárticos. Su princi- pio, o principios venenosos seleseneuentraenlas raices, en los tallos, hojas i semillas, i son los constituyentes del jugo lecho- so que tienen muchas especies. Unas veces el principio acre se encuentra en el embrión i no en el albumen de las semillas, como en la omphalla diandra; cuyas almendras son comes- tibles privándoselas del embrión, i catárticas si no se le sus- trae; en otros casos el albumen está impregnado del mis- mo principio, como en las semillas del crotón tíglium i del ricinus communis. Algunas de estas plantas carecen de acritud o la tienen en mui pequeña cantidad ; otras son aro- máticas, resiníferas, tónicas i tónico-aromáticas, como la corteza del crotón elcutheria; en otras, sus raices son ino- centes i nutritivas; en fin hai algunas que estos órganos abundan en fécula nutritiva, como en las del jatropha ma- nihot, la cual se halla mezclada con un jugo venenoso del que se la separa por medio del agua. De todos los vejeta- — 327 — les que ofrece esta familia, describiremos las mas inte- resantes. Crotón tíglium.—El crotón es un arbusto que crece en el continente de la India, islas del Archipiélago i en Ceylan. Car. jen. Flores monoicas o mui rara vez dioicas. Las flo- res masculinas con c;diz de cinco divisiones valvarias, i una corola de cinco petalos que alternan con cinco glándulas; 10, 20 o mas estambres injeridos sobre el receptáculo; filamen- tos libres, erectos, excertos con anteras introrsas i adnadas en la cima. Flores femeninas formadas de un cáliz persistente, sin corola i provistas de cinco glándulas que acompañan al ovario. Ovario sésil de tres casillas monospermas, tres esti- los bifidos o multidivisos con divisiones interiormente glan- dulosas. Car. esp. Hojas ovato-oblongas, acuminadas de 3-5 ner- vuras cerradas i lisas; 15 estambres distintos i cada celdilla del resto ocupada por la semilla. El fruto es una capsula tricocca, del tamaño de una avella- na, lampiña, amarillenta i formada por tres conchas del- gadas de las que cada una encierra una semilla. Esta es oval u oval-oblongo i redondeada o imperfectamente cua- drangular en su estremidad; de un color amarillento a causa de una epidermis de este color que la cubre, o ya negrus- ca i unida por la superposición de esta epidermis. En todos casos la semilla presenta ombliguillo en la cima, muchas nervuras salientes cuyas dos laterales son mas marcadas, i forman dos pequeñas convexidades antes de reunirse en la parte inferior del grano; carácter que la distingue de la semi- lla del curcaspurgans, que le es análoga. Algunas veces la capsula solo presenta dos semillas por aborto de la otra, i en este caso, por estar unidas las dos por su superficie inter- na, toman la forma de dos granos de café, i presentan la misma zanjilla lonjitudinul ocasionada por la impresión del eje central del fruto. Por lo que hace al tamaño, las semillas tienen de 11 a 14 milímetros de largo, 7 a 9 de ancho de una nervura lateral a la otra, i 6 a 8 de espesor. Todas sus par- — 328 — tes están dotadas de una propiedad acre i corrosiva, que ha- ce su uso interior mui peligroso. De estas simientes se estrae el aceite, que pertenece a la clase de los secantes i que lleva su nombre en medicina. El que se obtiene en Europade las semillas importadas de la In- dia i que es el mas apreciable, es de un color obscuro, espeso, de un olor análogo al de ,1a resina de jalapa i que deposita después de algunos meses una sustancia análoga a la mar- garina: es de una grande causticidad i un purgante a la dosis de 1 o 2 gotas. Es totalmente soluble en éter; pero si se mezcla en volúmenes iguales con el alcool a la temperatura ordinaria, forman una mezcla uniforme i transparente i nó se separan en muchas semanas, a no ser que dicha mezcla se esponga a una baja temperatura. En este caso, al separarse en dos estratas, el aceite aumenta un poquito de volumen i el alcool disminuye en proporción. Otro aceite de crotón viene de la India por la via de In- glaterra, i es líquido, amarillento o de color pálido de ámbar, transparente i comparativamente poco activó. Mezclado en volúmenes iguales con alcool, se produce una mezcla lechosa opaca, que al calor de una lámpara se pone transparente i uniforme; pero a las 24 horas se separa en dos estratas, una de aceite con una pequeña cantidad de alcool, i la otra de alcool que ha disminuido un poco de su volumen, Estas propiedades no solo deben servir en farmacia para distinguirla mejor calidad, sino también para saber descu- brir el fraude que se hace mezclándolos con aceite de ricino, el cual es mui soluble en el alcool. Hasta ahora no se ha podido descubrir, en que consiste la diferencia que hai entre el aceite estraido de semillas re- cientes como el de la India, i de el de semillas viejas como el que se elabora en Europa. Unos atribuyen a que las semillas, por ser espuestas largo tiempo al contacto del aire, absorven el oxíjeno i con él aumentan la cantidad de un áci- do volátil de que se compone el aceite, llamado crotonina o ácido crotúnico, i otros a que el elaborado en la India lo mez- — 329 — clan con el del curcas purgans, (Adans) Jatropha curcas, (Lineo) que es un tanto análogo. Por lo que hace a su composición, aun no es bien conocida; pero se cree ser una combinación del ácido indicado i otros con la glicerina. Usos.—De este aceite, que como se ha dicho es veneno- so i violento purgante, aunque no se puede hacer uso de él en medicina cuando hai señales de irritación en el estómago, se prefiere después de haberse suministrado sin efecto los purgantes ordinarios, en las apoplejias, hidropesías i sobre todo cuando es necesario que el efecto sea rápido. Esterior- mente obra como un contra-irritante, produciendo sobre la piel, rubicundez eiitematica, ardor intenso i una erupción de pequeñas ampollas. En esta propiedad está fundada la prác- tica actual de aplicarlo como un contra-irritante esterno, i si como purgante, en fricciones sobre el epigastro. Su dosis es de una a cuatro gotas. Ricinus communis.—Crece naturalmente en la India, Áfri- ca, aun en América i se cultiva en Europa, i omitimos hacer la descripción por ser una planta bastante conocida. Se cultiva en los jardines i le es tan adecuado el clima, en especial desde Santiago al norte, que lejos de ser anual como en Francia, Inglaterra i otros lugares, es perenne, ar- borescente, i sin poder asignar el motivo de su propagación, se le encuentra silvestre i en abundancia en la costa desde Valparaíso hasta Coquimbo, aunque no mui desarrollado. Sin embargo, hasta ahora no se ha sacado de él ninguna ven- taja, apesar de las grandes cantidades de su aceite, que se im- portan del estranjero, del que nos vamos a ocupar. Aceite ricino.—El método que se empleó al principio para estraer este aceite de semillas del ricino, fue por medio de cocimiento en el agua, después de haberlas majado; pero observándose que el producto era mas o menos coloreado, siempre mui acre i de uso desagradable, fue abandonado, i se sostittiyó la simple presión a frió con la ayuda de un débil calor. Por este procedimiento se obtiene el que se debe em- plear en medicina; i debe ser incoloro o un tanto amarillento, transparente, vi:coso, de un gusto apenas sensible i de olor un 41 — 330 — poquito nauseabundo. Es mui soluble en el alcool, i este es un medio excelente para conocer el fraude cuando lo mez- clan con otros aceites. Su virtud purgativa, según parece, la debe a parte de una sustancia de la semilla que disuelve, pues el marco des- pojado del aceite, es un purgante mucho mas activo que el mismo aceite. De otros aceites inclusos los secantes entre quienes se le coloca, se distingue en que mientras aquellos por la saponificación se convierten en glicerinaien ácidos margarico i oleico, él suministia el ácido margarico C35H3,06 i el éla'idico; i tratado por el nitrato de mercurio o el ácido hipoazotico, al fin de alguh tiempo se transforma en una masa ceriforme, que lavada con agua i tratada por el alcool dá un cuerpo graso llamado palmina, que saponifi- cada por los álcalis, dá el ácido palmico. Siendo el aceite de ricino mui fácil de enrranciarse i ad- quirir por esto propiedades aun venenosas, en farmacia debe cuidarse de preservarlo del contacto del aire; i aun limpiar bien las bocas de los frascos destinados al despacho, para evi- tar que la parte que en ellas quedan espuestas al aire, ai enranciarse no comuniquen su rancidez a toda la masa. Usos.—En medicina son mui conocidos los usos a que es aplicable, para que nos detengamos a enumerarlas. La dosis para los niños es de una a dos cucharaditas, i para los adultos de una dos o tres cucharadas. 6.a CLASE.-Dicotiledóneos eoroliflores. Familia de las escrofulariaceas (scrophulariacea.) El verbascum tapsus, la escrophularia nodosa, la gratiola officinalis, la digitalispurpurea i otras plantas de poco inte- rés, son las que hasta ahora solo ha ofrecido esta familia a la medicina; siendo mui de desear se hiciesen algunas observaciones sobre los diversos mimulus, i en especial con las numerosas calceolareas que crecen en la República, i de las que sacan ventajas nuestros campesinos aplicándolas a va^ rías enfermedades, especialmente usándolas como diuréticos* — 331 — Si se puede decir que los vejetales indicados no son de mucha importancia como medicamentos, no asi de la diji- lalo dedalera, que ocupa un lugar importantísimo en la ma- teria medica, por lo cual de ella solo nos ocuparemos. Res- pecto a las propiedades de este grupo, son frecuentemente amargas, astrinjentes, narcóticas i diuréticas. Bijitalis purpurea.—La dijital que crece en varias par- tes de Europa i prospera maravillosamente aquí en la capi- tal i en otras partes, tiene por caracteres los siguientes: Car. jen. Calix persistente de cinco divisiones desiguales; corola pendiente, de tubo venti icoso, un poco curvo, de lim- bo corto, oblicuo, de cuatro divisiones obtusas, de las cua- les la superior muchas veces es escotada; cuatro estambres didínamos e inclusos; anteras aproximadas en pares; estilo cortamente bilobado en la cima con lóbulos glandulosos del lado interno. Capsula oval, bivalva i cuyas valvas hacia dentro se separan en la mitad de la ventalla placéntifera; semillas numerosas, pequeñas, oblongas sub-angulosas. Car. esp. Tallo simple, anguloso , pubescente , algu- nas veces rojizo; de la altura de un metro poco mas o me- nos, con hojas alternas, oblongo-lanceoladas, escotadas, ru- gosas, decurrentes a lo largo del peciolo, grandes hacia la raíz i disminuyendo de magnitud a medida que se aproxi- man a las flores, que forman un largo racimo simple a la es- tremidad del tallo. Estas flores son purpurinas, marcadas en en lo interior con manchas blancas en forma de ojos, nume- rosas i pendientes hacia un mismo lado; su corola tiene en su conjuntóla forma de un dedo de guante, de donde le viene el nombre de dedalera. Hasta ahora se conviene que las virtudes de la dijital con- sisten en una sustancia llamada díjitalina; pero a pesar que se han hecho muchos análisis con el objeto de determinar to- dos sus principios, hasta ahora no se ha tenido uno satis- factorio. Uno de ellos, hecho en febrero de 1850 por MM. Quevenne i Homolle, ha dado el resultado de estar compues- ta de cuatro sustancias neutras, a saber: díjitalina, la dijitalo- sa, el dijitalino i la dijitalida; del ácido dijitalico, dijitaleico, antirrinico i tánico; de almidón, azúcar, pectina, una mate- — 332 — ría azoada albuminoide, otra colorante rojo-anaranjada ín- cristalizable, clorofila i un aceite volátil. Como la dijital es bisanual, deben 'colectarse sus hojas, que son los órganos medicinales, en el segundo año i cuan- do comienzen a desarrollarse las flores; guardando para ello las reglas que se han dado para la desecación. Deben guar- darse en un lugar seco, privadas de la luz i renovárselas fre- cuentemente, porque no conservan por mucho tiempo ^su virtud. Para las preparaciones en farmacia debe ademas mondárselas de sus peciolos, porque en el limbo existe la par- te activa; por cuya razón al reducírselas a polvo, solo deben aprovecharse las tres cuartas partes i deápreciar la otra co- mo leñosa e inerte; guardando el producto en frascos priva- dos de la luz por alguna cubierta. Usos.—La dijital aunque venenosa, es mui recomendada en medicina para muchas enfermedades: 1.° para disminuir la frecuencia i fuerza de la acción del corazón; 2.° para pro- mover la acción délos absorventes; 3.° como diurético; 4.° se cree tener una influencia especifica sobre el sistema cele- bro-espinal. Por esta razón se prescribe algunas veces en las fiebres para reducir la frecuencia del pulso, i disminuir la excitación del sistema vascular. Por el mismo motivo se la ordena en la inflamación, en las hemorrajias, en las enfermedades del corazón i vasos grades i en el aneurisma de ¡aorta: también en la hidropesía, tisis i otras enfermedades. La dosis de su polvo es desde medio grano, hasta uno i medio cada seis horas; lude la infusión desde media onza hasta onza i media; la de la tintura desde diez gotas hasta cuarenta, i la del estracto desde un grano aumentándolo con cautela. Familia de las solanáceas (solanaeece). Familia es esta que, aunque en jeneral venenosa i son po- cas las especies que le ofrece a la medicina, son unos medica- mentos enérjicos por los alcaloides propios que contienen. Las propiedades características son diferentes; pues unas — 333 — plantas son narcóticas como el hyosyamus, belladona, stra- monium, i el nicotiana es un nauseante cardiaco-vascular se- dativo; las cualidades del capsium de todos son conocidas; algunas especies tienen propiedades tónicas, como los sola- num pseudoquina i crispum; las cualidades nutritivas abun- dan en el s. tuberosum, etc. El número de todos estos veje- tales debería ser aumentado por otros indijenas, que en nues- tro concepto son dignos de ocupar ya un lugar en la mate- ria medica, por los resultados felices aplicados como medi- camentos i que no sabemos por qué motivo no han llamado la atención de los hombres del arte; tales son el solanum ni- grum (yerba mora)de una 'aplicación frecuente en el pueblo para curar las aftas déla boca; el vestía lycioides (Güevil); el Wiltheringia pinnata (yerba del chavalongo) i el W. crispa (natri), que se les considera por nuestros campesinos como unos específicos contra las fiebres tifoideas, aplicadas en la- vativas i aun en bebida; en fin el cestrum parqui, que todos conocen por su uso como sudorífico. De todas las plantas me- dicinales de esta familia solo hablaremos del estramonio, por tener quehacer algunasadvertencias respecto de los órganos que de él se emplean en farmacia para algunas prepa- raciones. Batura stramonium.—Es una planta anual que crece en Europa i también entre nosotros. Car. jen. Calix tubular, frecuentemente angular i de cinco dientes; corola hipojina, infudibuliforme, de tubo mui largo, de limbo estenso, abierta,plegada i de 5 a 10 dientes; cinco estambres injeridos en el tubo de la corola, inclusos o al- gunas veces excertos; ovario superado de un estilo simple mas largo que los estambres, de estigma simple bilaminado; capsula oval o subglobosa, espinosa o con aguijones; rara vez lisa, de dos celdillas divididas en dos partes por un tro- fosperma mui desarrollado, soldado interiormente con el pe- ricarpo, pero libre en la parte superior i no llegando a la al- tura de la vent día. Semillas numerosa*, reniformes i re- ticuladas. Car. esp. Tallo bastante grueso, verde, hueco, ramoso, de uu metro o mas de alto; hojas pecioladas, anchas, — 334 — angulosas i sinuosas en sus bordes i agudo-dentadas; son verdes por ambas faces i esparcen un olor nauseoso i viroso. La corola es blanca, mui larga, infudibuliforme i de cinco pliegues; el cáliz es caduco, a escepcion de una pequeña gar- gantilla rebajada que sostiene el fruto. Este tiene la forma de una capsula erizada de púas, verde, carnoso, ovado, de 4 ángulos redondeados i de cuatros valvas. Solo tiene dos ca- sillas, aunque presenta 4 en la parte inferior, a causa de la placenta mui desarrollada que llena cada casilla i la divide imperfectamente en dos partes. Las placentas están entera- mente cubiertas de semillas que son bastante grandes, i ne- gras en su madurez. Se cree frecuentemente, que para las preparaciones farma- céuticas es indiferente hacer uso de las hojas, o de la semi- lla; pero este es un error del que puede orijinarse per- juicios graves. No obstante que en ambos órganos se en- cuentra el principio de su virtud narcótica, que es el alca- loide llamado daturina, en las semillas existe en mayor abundancia; de aqui nace que ellas sean mas enerjicas, i por lo mismo deben ser preferidas para la tintura i estracto que se prepara en farmacia. Como se usan también las hojas, deben conservar sus ca- racteres i ser renovadas. Usos.—Aunque el estramonio es fuertemente narcótico i venenoso, cautelosamente aplicado se obtienen grandes venta- jas en la terapéutica; asi es que se le emplea con gran suce- so en la neuraljía, tic-doloroso, sciatica, etc., en forma de estracto i también aplicado esteriormente; en el reumatismo prueba frecuentemente bien por sus cualidades anodinas; en la enterodinia el Dr. Elliot asegura ser Jo mejor. En el atsma espasmodico aguisa de cigarro; en la mania, epilepsia i otras afecciones. La dosis en polvo es de un grano i del estracto de la se- milla de medio, cuyas dosis pueden ser gradualmente a,u- menfadas. — 335 — Familia de las convolvuláceas (convolvulácea;). Si se esceptua el convolvulus scoparium, del que se estrae el aceite de rodio, tan análogo al de rosas; el convol- vulus edulis o c. batatas, cuya raíz es comestible; nues- tro fabiana imbricata, que nuestros campecinos aplican en algunas enfermades, según creemos como tónico sien- do en nuestro concepto inocente; i algunas otras plan- tas de este grupo, en jeneral se puede decir que las propiedades medicinales de las especies de esta familia son el ser purgantes drásticos. Las virtudesde algunas están contenidas en las semillas, como en las del pharbitis ccerulea, o en un jugo gomo-resino mui abundante que se contiene en las raices, como en las del turbit Ipomea turpethum, en las de la jalapa, escamonea, etc. De todas ellas nos ocupa- remos de las dos últimas. Exogonium purga.—Después de haber sido la jalapa por algún tiempo objeto de controversia por varios inconvenien- tes que ha ofrecido su cla- sificación, al fin se ha con- venido en denominarla con el nombre indicado. Cre- ce en Méjico de donde se esporta para Europa por Vera Cruz. Car. jen. Cinco sépalos; corola tubular, estambres exsertos, un estilo, estig- ma bilobado, ovario bilo- cular i las celdidas conte- niendo dos semillas. Car. esp. Tallos herbá- ceos (fig. 45), redondos, de un moreno brillante, volubles i como toda la planta perfectamente li- Fig. 45. sos. Hojas ovales, puntea- — 336 — gudasi cordadas en la base, enteras i lisas. Los pedúnculos tienen una flor i rara vez dos o tres. La corola hipocraterifor- me, de un lijero color rosa, contiene los estambres que como el pistilo son mas largos'que la corola: las semillas son lisas. La raiz de la jalapa es mas o menos oval i adelgazada hacia las estremidades. Ordinariamente un tallo, un solo tu- bérculo i algunas raicillas en la parte inferior parece que componen toda la planta; pero algunas veces se encuentran muchos tubérculos contiguos, i otras las raicillas son reem- plazadas por tuverculos que nacen de la parte inferior del principal, i se encorvan en forma de cuerno por la estremi- dad para buscar la superficie del suelo. La que se vende en el comercio es muchas veces entera, i su peso es de menos de media libra i rara vez llega a una; aunque en muchosca^osse presenta de varios tamaños, hasta de una nuez. Siempre está marcada de profundas incisiones practicadas para facilitarla desecación; otras vecese^táentera- mente cortada en cuartas partes oenla mitad. Tiene una super- ficie rugosa, de un giis venado de negro; su interior es de un pardo oscuro; su fractura es compacta, ondulada i con pun- tos brillantes; es en jeneral pesada, tiene un olor nauseabun- do i un sabor acre i estrangulante. Lo que se debe tener presente en farmacia es: que la jala- pa está sujeta a ser carcomida por insectos, que atacan la parte amilácea i dejan la resina. La que está en este estado, no debe emplearse paralas preparaciones farmacéuticas, sino solo para la estraccion de la resina, que se llama también estracto de jalapa. La razón es: que residiendo la virtud purgante en la resina, sehariademasiado activa i dañosa, por ser mui drastivo. Por los análisis hechos hasta ahora resulta, que su composición es mui compleja. Usos.—Está comprobado lo eficaz de la jalapa como un purgante activo en varias enfermedades, asi de los niños como de los adultos; asi es que se la prescribe en la costi- pacion, en las afecciones celébrales; i como vermífugo en la hidropesía, en la retención catamenica o del flujo hemor- roidal, etc. — 337 — La dosis para un adulto es de dies hasta treinta granos' para un niño de i.ueve meses de dos hasta cinco granos. Convolulus scammonia (Lineo).—La escamonea que crece en varias partes del Levante es como sigue: Car. jen. Yerbas o arbustos de tallo las mas veces volu- ble, de hojas alternas, cordiformes, enteras o palmi-lobadas i privadas de estipulas. Corola campanulada, de cinco sépa- los, un e-tilo cilindrico-lineal; ovario bilocu'ar con cuati o lóbulos, capsu'a bilocular. Car. esp. Raiz carnosa perenne de 3 a 4 pies de largo, conteniendo un jugo acre lechoso, gomo-resinoso de varios tallos lisos, herbáceos i volubles; hojas triangulares, lisas i alabardadas en la base, pedúnculo solitario; bracteas en forma de alesna; sépalos ovovados truncados; corola ama- rillenta con estrías purpuras; estambres mas cortos que la co- rola; anteras erectas i sajitadas; estilo tan largo como los es- tambres i estigmas blancas. Descubriendo la raiz de la tierra i haciendo incisiones en ella, fluye el jugo de que hemos hablado, i condensado cons- tituye la gomo-resina de escamonea, que se usa en medicina. Algunas veces se la prepara del jugo esprimido de la raíz i también de las hojas, i estas circunstancias unidas a vanas falsificaciones que se hacen, ya mezclándola con cal, almi- dón i otras sustancias, o ya vendiendo por ella el jugo del cinanchum monspeiiacum mezclado con resinas i sustancias purgantes, o ya en fin uniendo otras inorgánicas, da lugar a que se conozcan varias especies en el comercio, que se de- nominan de Antioquia, de Esmirna, de Montpellier, de Tre- bizonda, etc.; pero las que se deben elejir para el uso, son las de Alepo, en cuyas montañas i en las de Latachea crece la planta en abundancia. Los caracteres de estas son dedos especies, como sigue: Escamonea de Alepo negrusca, superior.—Su forma es en fragmentos poco voluminosos, mui irregulares, cubiertos con un polvo blanquizco; se quiebra fácilmente con el es- fuerzo de los dedos i su fractura es negra i brillante. Em- blanquece con brevedad al contacto del agua o de la saliva; es fácil de reducirse a polvo el que es blanco gris; de un olor 42 — 338 — análogo al del queso i de un sabor al principio debií i des- pués nauseabundo, amargo i acre. A la llama de una bujia arde con llama, se hincha; pero se apaga luego que se retira. Escamonea de Alepo negra i compacta.—Su forma es en panes orbiculares, compacta, pesada i sin cavidades en su interior. Su fractura es vitrea i negra, transparente en lami- nas delgadas a manera de una resina, bastante franjible en- tre los dedos, de un olor semejante a la anterior aunque mas débil; se funde a la llama de una bugia, se inflama i continúan ardiendo aunque se la separe. Porlo que hace a su composición es bastante compleja; las principales sustan- cias son la resina, i según Marquart un principio que lo cree un alcaloide (la convolvulina), i que probablemente también existe en la jalapa. En farmacia debeelejirse la que con el ácido clorohidrico no haga efervescencia, porque esto indica que está mezcla- da con la cal, i aquella cuya decocción filtrada no se ponga azul con la tintura de iodo, por que manifiesta está adultera- da con almidón: por la incineración se descubren las sus- tancias inorgánicas, que por lo regular es el yeso o arena. Usos.—Aunque la escamonea es contra-indicada en cir- cunstancias inflamatorias del canal alimenticio, a causa de su cualidad irritante; sin embargo es recomendada en los casos en que se requiere un catártico de su naturaleza. Su dosis es de diez a quince granos. 7.a CLASE.—Dicotilodoneos caliciflores. Familia de las sinantereas o compuestas (compositce.) Otro de los grupos que entre los vejetales tienen propie- dades mui variadas son las compuestas. En la mayor parte de las especies, prevalece un principio amargo que les comu- nica propiedades tónicas; algunas poseen las calidades an- tielminticas i laxativas que dependen del mismo principio; frecuentemente se encuentra en ellas aceite volátil, el que les comunica propiedades aromáticas, carminativas, diaforé- — 339 — ticas i en algunos casos acres. La sustancia amarga i el acei- te volátil, se hallan asociados muchas veces en algunas plan- tas, la resina acie en otras i mui pocas son narcóticas. Al indicar esta familia, no ha sido con el animo de hacer descripción de algunas de las muchas especies que ofrece a la medicina, pues no presentan particulares observaciones que hacer sobre ellas sino es el árnica montana. De esta planta se usan en medicina las hojas i las flores, i como al- gunas veces produce los efectos de emético, hasta ahora no se está acorde sobre la verdadera causa de dicho efecto. Unos lo atribuyen a una sustancia emética propia de la planta; otros a larvas que se encuentran en las flores, iotros a las prolongaciones filamentosas que componen sus vila- nos, que pegados a la garganta, producen vomito de un mo- do mecánico. En medio de esta duda i uniéndose una pro- babilidad ala última opinión, en farmacia cuando se pres- criben las infusiones con las flores, se recomienda el que se filtren a fin de quitar dicha causa. Pero el principal ob- jeto de indicar este grupo es, el recomendar el uso del euxenia mitiqui (mitriu) del que con mui buen éxito usan la infusión en el campo en las gonorreas; como también en baños, la centaurea chilensis (escabiosa, yerba del mi- nero) i el proustia pungens (hüañil) para los dolores de la gota i reumatismo; de cuyos buenos resultados hemos sido testigos en varios casos. Familia de las rubiáceas (rubiacece). Muchas especies de varios jeneros pertenecientes a esta familia, proporcionan en sus raices materias colorantes a la industria, como algunas de los jéneros rubia,gardenia, as- perula,galiurn, etc.; entre lasque se cuenta el galium chilen- sis (relbun): otras i no en poco número, ofrecen a la medicina en los mismos órganos principios eméticos, como muchas de los jeneros de cephaélis, psychotria, richardso- nia, etc. Muchas en sus cortesas contienen un principio que al mismo tiempo que es amargo i astrinjente, es un tanto aromático, i las hace distinguirse por sus cualidades tónica, — 340 — antitcbrifuga i antiperiodica; como en las de los jeneros cin- ckona, erostema, cosmibuena, etc.; en fin a nadie le son des- conocidos los usos del café,que pertenece también a dicha familia. De modo que juzgando por sus productos, es una mui interesante; p< ro aun cuando no se enumeraran en ella otras plantas que la hipecacuana, la quina i la última que hemos indicado, seria s ¡firie te motivo para considerarla como una de las mas interesantes. Cepha'élis ipecacuana.—De este jénero hai muchas varie- dades, a las que debe unirse la psysothria emética, que tiene iguales virtudes,^ viola ipecacuana, etc. Por e-^ta razón seria largo el describirlas, i nos circunscribimos a hacer respecto de ellas una advertencia i es: que cuando en farmacia se pulverizen sus raices, que es lo que se emplea, es necesario aprovechar solólas tres cuartas partes; cantidad que se consi- dera ser el producto de la corteza de la raiz, en que reside su virtud que es emética. La otra que la constituye la parte leñosa, se la cree sino inerte, al menos mui poco activa; por lo que será mejor el separarla para con ella preparar la emetina. Usos.— Las numerosas aplicaciones de este útilísimo me- dicamento, son mui conocidos en medicina para que nos detengamos en enumerarlas; basta decir que es uno de los principales recursos en la terapéutica. La dosis es varia según los casos. Como emético es des- de 15 granos, i aun en menos cantidad repetida; como nau- seante de uno a tres granos; como espectorante i sudorífico es de un grano; en caso de envenenamiento, dos dracmas en infusión de seis onzas de agua, dándola de una a dos onzas, etc. Chichona, vulgarmente quina, cascarilla(l).—Son tantas (1) Al hablar de la quina, de este precioso medicamento que cura la fiebre i que tantos beneficios ha hecho i hace a la humanidad doliente, no podemos eximirnos de hacer un recuerdo de gratitud i respeto hacia los descubridores i propagadores de su uso, como a la ilustre corporación a que ellos pertenecieron;'corporación a quien le son deudoras las cien- cias de los innumerables conocimientos con que en todos los ramos las h\ esclarecido; como toda clase de personas, desde el salvaje hasta sus pro- pios enemigos, de los inmensos beneficios que su carilad les ha prestado. — 341 — las especies de cortezas que se encuentian de esta droga en el comercio, que para hablar de ellas seria necesario un lar- go tratado, incompatible con el objeto que nos hemos pro- puesto. Ellas se derivan de otras tantas especies de plantas, cuyo número se eleva a setenta i cinco, al que deben agre- garse las variedades producidas por los mismos vejetales, en razón de las diferencias de latitud o elevación, de tem- peratura, de edad, i de la naturaleza del terreno en que ellos crecen; causas que influyen de tal modo, que ocasionan en las cortezas, propiedades físicas i aun químicas i medicinales mui notables. Sin embargo, se las ha ordenado en cinco clases a saber: enquiñas grises, amarillas, rojas, b'ancas i en falsas quinas i de todas ellas se consideran como las mas El descubrimiento de la quina, aunque envuelto en tradiciones tan diversas que algunas llegan a tener un carácter fabuloso, no obs- tante la mas cierta, es la indicada por el presbítero don Juan de Ve- lasco i Mr. de Humboldt; quienes afirman ser debido a los Jesuitas, di- ciendo a mas el último que la aplicaron en infusión para curar la ter- ciana. Mas si no se quisiese prestar adquiescencia a esta narración, lo que no se puede poner en duda, es el que ellos fueron los que en 1643 la llevaron a Roma, propagaron su uso en el tratamiento de las fiebres i con ella curaron al cardenal de Lugo. De aqui los nombres de corteza de los Jesuitas, de polvo de los padres i polvo jesuítico, cuando estaba pulverizada, que le dieron entonces i conservó por mucho tiempo. Este hecho i otros muchos de la misma especie que consignados se hallan en los importantes anales de la Compañía de Jesús, al lado de los innumerables de todo jénero con los que ha colmado i no cesa de colmar al mundo entero, en el siglo diez i nueve ¡cosa increíble! cuando por el carácter que se le atribuye debia esperarse fuesen recompensados con la gratitud debida, asi la institución como sus miembros autores de tantos beneficios, la ignorancia los odia i calumnia por moda, i la im- piedad estimulada por el espiritu satánico que le legaron los Pombales, Arandas i Choi¿eules, los persigue, los condena al ostracismo ú aun les niega el asilo i defensa que le concede a los mayores criminales! Pero ya que es necesario que se ejecute tan tamaño escándalo causando in- mensos males, nosotros a nuestra vez cumpliendo con un acto de grati- tud i justicia, los felicitamos con el evanjelio por sus padecimientos (1); al mismo tiempo que les ayudamos a compadecer a sus enemigos (2). (1) Seréis pues bien aventurados cuando los hombres os aborrezcan i cuando o» separen, os injurien i desechen vuestro nombre como indigno, a causa del Hijo del hombre. ( Nótese que este se llamó Jesús. J—S. Lucas, c. vi, 22. (2) Es necesario que haya escándalos; mas ¡desgraciado del hombre por quien viene el escándalo!—S. Mateo cap. xvín, 7. — 342 — oficinales entre otras muchas, la cinchona calisaya que se es- porta deBolivia, la c.macrocalix, la condaminea(denominada de Loja), la lancifolia,lanceolata,nítida, officinalis, rejia, etc., las cuales son esportadas del Perú, Ecuador i Nueva Gra- nada. En la dificultad que ofrecen para poder juzgar bien de su bondad, en farmacia no se presenta otro medio mejor que someterlas a un examen químico, i deducirla de la can- tidad de alcoloides que ellas produzcan. A esto se agrega, que aun las de mejor calidad pueden ser un tanto despoja- das de la quinina, sujetándolas a un cocimiento por corto tiempo por algunos que fabriquen el sulfato de quinina, o que tengan el negocio de vender su estracto para este fin; todo esto puede suceder en un tiempo de progreso como el nuestro, i en el que reina en tantas cosas la buena fé, espe- cialmente en el comercio. Entre tantas especies i variedades de quinas, era de es- perarse que hubiera diferencias bien notables en su compo- sición; i en efecto esto está comprobado por los repetidos análisis que de ellas se han hecho; i aunque en algunas re- sulta aun haber alcaloides propios a determinadas especies, no obstante las sustancias que en jeneral las caracteriza: son la quinina, cinchonina, el ácido quinico i el tánico; siendo en este último tan particulares, que son el antidoto contra el emético, aun superiores a la nuez de agalla i al mismo áci- do tánico. Usos.—Las aplicaciones asi interiores como esteriores son tan conocidas que son de uso popular. Es un excelente tónico; i un especifico en las fiebres periódicas o intermiten- tes. La dosis en polvo, aunque se usa pocas veces, es desde un escrúpulo hasta una dracma o mas; siendo el mejor método de administrarla en infusión, o en el sulfato de qui- nina del que ya se ha hablado. Familia de las ombelíferas (umbelíferas). Las ombelíferas, una de las familias del reino vejetal mas numerosa i bien caracterizada, es también una de las que suministra abundantes especies de medicamentos ala tera- — 343 — peutica. Sus virtudes que jeneralmente las constituyen acei- tes volátiles, son mui variadas i por lo mismo no de muí fácil clasificación; no obstante, Mr. Pereira ordena asi los órganos como las sustancias de Jas especies de mis uso» como sigue: J.il Frutos carminativos de ombeliferas usados en medicina. Alcarvea. Anjelica. Zanahoria. Anis. Eneldo. Cilantro. Hinojo. Comino Fenugreco. 2.a Raices de ombeliferas usadas en medicina. Angélica. Zanahoria. 3.a Gomo-resinas fetid s de ombeliferas. Asafetida. Galbano. Opoponaco. Sagapeno. Ammoniaco. 4.a Narcótico de ombelifera. Cicuta. Sobre todas ellas no hai observaciones particulares que hacer, sino es respecto de la última. Conium maculatum.—Siendo tan conocida de todos la cicuta i tan abundante que ha invadido los campos de las provincias centrales de la República, inútil es que nos de- tengamos en hacer su descripción. Solo sí diremos que aun- que venenosa, en muchos casos saca de ella importantes ventajas la terapéutica. Sus virtudes consisten en un aceite que caracteriza su olor i en un alcaloide principio que se denomina cicutina C16H16N; líquido que carece de oxijeno i que se encuentra combinado en el vejetal con un ácido particular, el cónico según Peschies. Por otra parte, asi este aceite como la conina, son volátiles; pero mas el primero, necesitando la segunda para ha- cerla pasar al recipiente al destilar con agua las hojas o las semillas, de agregar potasa para desembarazarla del ácido. — 344 — No obstante, se volatiliza también con el tiempo, por lo que se la halla mas abundante en las hojas frescas que en las se- cas, i mas que en aquellas en las semillas; óiganos que la contienen en mas cantidad i la conservan por mas tiempo; siendo de admirar por otra parte, el que siendo esto demos- trado, en las preparaciones farmacéuticas no se prescriben estasen lugar de aquellas. Según lo espuesto, en dichas preparaciones debe elaborar- se asi el estracto como la tintura, con las hoja? frescas i mon- dadas de sus peciolos, i para guardar e-.tas secas i preparar el polvo, debe secárselas a un suave calor i en menos tiem- po posible, a fin de que con-erven el olor i el color verde. Por las mismas razones debe ademas renovárselas con frecuencia; advii tiendo que para conocer si las hojas o el polvo están despojados de sus virtudes, no se ha de tomar como prueba de ello el que carezcan de olor, sino el que ú humedeciéndolas i poniéndolas en contacto con la potasa, observar si se desarrolla prontamente el olor a la conina, que es muí análogo al de la planta, si existe aun en ellas. A mas de esto, al guardarlas debe ser en tiestos bien tapados i privados de la luz. Usos.—Aunque la cicuta se la prescribe en muchas en- fermedades i con mui buen éxito; sin embargo se necesi- ta mucha cautela, porque son varias las circunstancias en que es contraindicada. La dosis del polvo es de tres o cuatro granos gradual- mente aumentados, si no produce nausea, sequedad en la garganta, dolor de cabeza i desorden en la división. Familia de las cucurbitáceas (cucurbitáceas). Esta familia, aunque no deja de ser numerosa, no suminis- tra muchas especies a la medicina. Sus propiedades caracte- rísticas son variables i sospechosas, porque las raices i frutos de algunos son catárticos, drásticos, i de otras los frutos son comestibles. En farmacia lo mas interesante en orden a las plantas que a dicha fiínilia pertenecen,- son el cucumis coló- — 345 — cynthis, i el ecbalium agreste o momordica elaterium, que solo describiremos. Mormordica elaterium. —Los caracteres del co- hombrillo amargo ( fig. 46), o también elaterio son: Car. jen. : Zarzillos laterales; estambres mo- nadelfos; anteras unidas por su base; cáliz de los machos campanulado; fruto indéhiscente i que espele con elasticidad las semillas'. Car. esp.: Raiz grue- sa de 5 a 8 cent, i de 30 o mas de largo, blan- quizca i vivaz; tallos postrados, de 100 a 130 <;ent. de largo i cubier- tos, como toda la plan- ta, de pelos mui ásperos. Las hojas son pecioladas, cordifor- mes, festonadas, algunas veces un poco lobuladas. Las flores son axilares, monoicas, las masculinas dispuestas en raci- mos, i las femeninas solitarias. El cáliz es cortamente cam- panulado , de cinco divisiones agudas; la corola está inje- rida sobre el cáliz, de cinco lóbulos, campanulada i de un amarillo pálido con venas verdosas; I09 estambres son tria- delfos, de anteras uniloculares, lineales i fijas a la marjen sigmoidea del conectivo. Las flores femeninas están despro- vistas de todo órgano macho ; el ovario es trilocular, supe- rado de un estilo trífido. El fruto es una pequeña peponide, elíptica, pedunculada, verdosa al principio, i amarilla cuan- do madura i cubierta de púas blandas. Se abre por la sepa- ración del pedúnculo i lanza hacia afuera, haciendo una es- pecie de esplosion, sus semillas acompañadas de un jugo mucilajinoso. Las semillas son ovales, un poco comprimidas 43 — 34G — i lisas. Dicha planta crece en Europa i ya también en la Re- pública. De toda ella la parte interesante en farmacia es su fruto, con el que se prepara el estracto que se llama elaterio, mui drástico, venenoso, i cuya principal virtud la constituye una sustancia propia llamada elaterina, C20H14O5 . En el co- mercio se venden varias especies de esta preparación, mui di- ferentes en sus caracteres físicos i propiedades medicinales, ocasionadas de los diversos métodos para elaborarla. El que se debeelejir es el que se prepara en Inglaterra, por cu- ya razón se le dá el nombre de elaterio anglicano, el cual está en pequeños pedazos delgados, de un color blanco amarillen- to, de un gusto acre i amargoso, i de un olor que se asemeja un poco al sen o té. Se le obtiene esprimiendo el jugo del fruto maduro, pasándolo por un tamis fino i dejándolo en reposo por algunas horas para que se deposite lo espeso. Después de separar el líquido que sobrenada, se le pone a secar a un fuego moderado i en una vasija bien estendida. Según Hennell está compuesto de : Elaterina.............. 44 Resina verde........... 17 Almidón.............. 06 Leñoso............... 27 Materias salinas........ 07 Las otras especies son poco mas o menos negras i de in- ciertos efectos. Usos.—El elaterio, aunque tan venenoso, es mui útil en medicina como un purgante mui drástico para excitar eva- cuaciones aquosas en la hidropesía, en los casos de afeccio- nes celébrales, en las constipaciones obstinadas, cuando la retención de los escrementos no es ocasionada por un impe- dimento mecánico, como hernia, intus-suscepcion, etc : tam- bién se puede prescribir en otros casos. La dosis es de medio grano hasta uno. — 347 — Familia de las leguminosas {leguminosa). Siendo las leguminosas una de las familias mas numero- sas del reino vejetal, i la mas importante quizás por el nú- mero de sustancias que suministra, asi a la materia médica como a la economia doméstica i a las artes, imposible seria sin salir de los límites que nos hemos trazado, el tratar no solo de todas, pero ni aun de aquellas mas interesantes, tal es su número. Mas para dar una idea de este aserto, espo- nemos una corta lista de las especies mas importantes, es- pecificando así los órganos como los productos naturales i artificiales que de ellas se obtienen, i son de mas interés en farmacia. PAPILIONACEAS. Ébano de I03 Alpes. Cytisus scoparius........ los cogollos, semillas. Culen............. P sor alea glandulosa...... hojas, semillas. Regaliza, Orosus... Glycyrrhiza glabra .... raiz, estracto. Astragalus gummifer.....j Astragalos......... Id. crcticus......\ gomas. Id. verus.........\ Pica-pica......... JMucuna pruriens........ fruto pubescente. ÍPterocarpus santalinus... leño. Id. draco...... estracto (goma). Ptemcarpui marsupium.. estracto (goma kino). Geofrea........... Geoffrea inermis......... corteza. Bálsamo del Perú... Myrospermumperuiferum. resina líquida. Id. deTolu.... Id. toluiferum...... resina líquida. CESALPINEAS O CASIEAS. Campeche......... Hamatoxylon campechianum leño, estracto. Tamarindo........ Tamarindus indica...... fruto. Cañafistola........ Cassia fistula........... fruto. Sen déla Palta..... Id. acutifolia.. ... Id. de Trípoli... • Id. athiopica...... Id. déla India.. í ,-. 7„„„„ 7 t„ Id. de Moka.....\ M- lanceolata......* \hojas. Id. de Alepo... } Jd obovata. Id. de Senegal... $ Id de Maryland. Id. marylandica Copaiva. Copahifera officinalis.......resina líquida. MIMOSAS. Catechu......... Acacia catechu......... estracto. Id. senegalensis. Id. vera.......... Acacias.........\ Id. arábica......... >gomas. ¿ Id. gummifera Por lo que se espone, se vé cuan difícil es de establecer una clasificación metódica de sus propiedades características; i en efecto, solo se puede decir en jeneral, que entre las Iegu- — 348 — miñosas se encuentran plantas medicinales, comestibles, i también venenosas. Aunque todas lasque se han indicado son mas o menos interesantes por sus productos, la que merece una especial atención es el sen ; así por ser de un uso tan común, como por lo que espondremos en seguida. Senna.—Las hojas de este vejetal se las obtiene de mu- chas especies de cassias; de lo que resultan las varias espe- cies que de ellas se conocen en el comercio, su mas o menos estimación, i el que nos eximamos de dar una descripción de todas ella?, porque seria demasiado estenso; de modo que a este respecto solo advertiremos que las mas comunes son las siguientes: El sen de la Palta, nombre que le viene del de un impues- to denominado así a que está sujeta su estraccion, la cual se hace del E- jipto, Nubia, Abisinia i otros lugares; proviene de la cassia acutifolia ( fig. 47) i de la cassia athiopica, que por serían pequeña la diferencia, se pue- de decir que son ambas la misma es- pecie. El sen de la India (fig. 48) cuyo comercio es hecho por los ingleses, el que por su gran semejanza con el denominado Fig. 49. Fig. 48. sen de Moka (fig. 49) que se estrae de la Arabia, se creen ser — 349 — la misma especie i ambos son producidos por la cassia lan- ceolata. El sen de Syria o de Alepo, i sen del Senegal; nombres que reciben de los lugares de donde se les estrae i en donde vejeta la cassia obovata, de que son productos : lo mismo acontece con el llamado de Trípoli de África, que es produ- cido por la cassia osthiopica. A mas de estos se conocen otras especies, que son ameri- canas, con las que se reemplaza el uso de las anteriores i son : las hojas de la cassia cathartica que crece en el Brasil; las de la cassia ligustrina que vejeta en Cayena i en la Vir- jinia ; las de la cassia occidentalis, cassia obtusifolia i emar- ginata, naturales de la Jamaica, i finalmente las de la cassia marilándica de los Estados-Unidos. Pero de todas estas especies, las que se recomiendan mas, son aquellas de las que hemos indicado su forma; i el re- sultado del análisis del de la Palta hecho recientemente por MM. Lassaigne i Feneulle, a mas de otro anterior por Bouillon-Lagrange, resulta estar compuesto : de clorofila, aceite graso, un aceite volátil en poca cantidad, albúmina, una sustancia estractiva que consideran como el principio activo del sen i que llaman cathartina; un principio colo- rante amarillo, mucus, mulato i tartrato de cal, acetato de po- tasa i sales minerales. Hemos dicho que entre las sustancias suministradas co- mo medicamentos por las leguminosas, el sen era una que merecia una especial atención; en efecto, esta droga de un uso tan común, suele venir, en especial el de la Palta, mezclada con hojas de una planta que crece en el Ejipto que la lla- man argel (cynanchum argel; Delile) (solenostemma arghel; Hayn) familia de las asclepiadeas, i en el continente la adulteran con las del redoul (corlaría myrtifolia), arbusto que crece en Provenza i el Languedoc; plantas son ambas mui venenosas que causan fatales efectos i aun la muerte a los hombres i animales, i que ya han causado accidentes graves. Por esta razón en farmacia debe tenerse un gran cui- dado en examinar los senes que se ofrecen en el comercio, a fin de evitar las desgracias que pueden causarse. Fig. 50. — 350 — Unos de los medios para saberlos distinguir es la figura i los caracteres de sus hojas. Las del primero, esto eslas del ar- gel, son de forma variable ; pero las mas veces lanceoladas i de diversa magnitud como se vé en la (fig. 50); son mas gruesas que las del sen, poco o nada marcadas de nervuras tiansversales i de un verde blanquizco; tienen un sabor mucho mas amargo que el sen, con resabio azucarado; poseen un olor nauseoso mui fuerte, i tienen una propiedad purgante, pero mui irri- tante. Sus frutos que se encuentran al- gunas veces, son verdaderos folículos, ovales, terminados por una punta alarga- da, cónicos, blanquizcos, un poco gruesos i que contie- nen un gran número de semillas avilanadas. Las del redoul (fig. 51) son ovales, lanceoladas , lampiñas, mui enteras, de 7 a 27 milim. de ancho i de 20 a 50 de largo; a mas del nervio medio, presentan otras dos nervuras mui salientes que parten como la del medio, del peciolo, se separan i se cur- ban hacia el borde de la hoja prolongándose hasta la punta. Ademas son mas gruesas que las del sen, dotadas de un sabor astrinjente no mucilajinoso i de Fl»- ol» un olor bastante marcado i un poco nauseoso. A mas de estas indicaciones, Mr. Guibourt, a fin de ase- gurar mar el resultado, ha sometido sus infusiones a varias observaciones cuyos resultados son los siguientes : Al infundir el sen en el agua hirviendo, el líquido pronto ha tomado un tinte un tanto moreno, i filtrado se puso mas obscuro i de un sabor poco marcado : el residuo era mui poco mucilajinoso. — 351 — Las hojas del redoul han tomado un color verde gay; el líquido se coloreó poco i adquirió un sabor astrinjente : el residuo era seco no mucilajinoso i de un verde gay. Las hojas del argel tomaron un color verde; el líquido se puso verdoso, casi jelatinoso, de un sabor amargo i pasó por el filtro con gran dificultad. m Los tres líquidos examinados con los reactivos, han pre- sentado los resultados siguientes : REACTIVOS. Nuez de agallas. Jelatina. Sulfato de hierro. Emético. Oxalato de am- moniaco. Cloruró de bario. Bicloruro de mer- curio Cloruro de oro. Nitrato de plata. Potasa caustica. Sen. Ambiguo. Color verdoso. Precipitado [mui abundante. Nada de pronto. Nada ; después turbio moreno. Precipitado ama- rillento mui abundante. Nada, olor a lejía.- Redoul. Precipitado blan- co mui abun- dante. Precipitado azul mui abundante. Precipitado blan- co mui abun- dante. Precipitado mui abundante. Mui turbio. Precipitado blan' co. Reducción ins- tantánea ; pre - ci pitado purpu- ra negrusco. Precipitado ama- rillento pasando al negro. Precip. jelatinoso mui abundante, enrrojeciendoal aire; olor a cen- taura menor. Argel. Color verde i precipitado je- latinoso mui abundante. Turbio. Reducción lenta; precipi- tado amarillo metálico. precipitado je- latinoso trans- parente. — 352 — Usos.—Sus aplicaciones son demasiado conocidas i su áó» sis en polvo es desde media hasta dos dracmas. 8.a GLASÉ.—Dicotiledóneos talamiflores. Familia de las rutaceas (rutacece). Aunque este grupo suministre pocas especies como medi- camentos, todas ellas se puede decir que son de importancia, siendo las de mas uso las siguientes : La ruda, ruta graveolens, i el buchu, barosma o diosma ere- nata, del que se usan las hojas; la cusparía, galipea cus- paria y la símarruba, de las que se emplean las cortezas , la quasia, quassia amara, picrana excelsa i el quajacum offici- nale, de los que se usa del primero el leño, i del segundo la resina i leño. Las propiedades características de esta familia las cons- tituyen un aceite volátil i materia amarga, que les confieren virtudes estimulantes, tónicas i en algunos narcóticas. Acer- ca de las sustancias que se han indicado, solo hai que hacer observaciones respecto a la resina de quayaco i la corteza de cusparía. Resina quajaci.—En el comercio se presentan varias es- pecies, según el modo con que se las obtiene. En farmacia se la puede preparar haciendo obrar el alcool sobre el leño en rasuras i evaporando el líquido después de haberlo despoja- do de la resina. Hai otra especie en lágrimas redondas u ova- les, la cual fluye espontáneamente o por incisiones hechas en el tronco; es un poco transparente i de un color verde en su superficie ; pero esta no es mui abundante. La mas común en el comercio, es la obtenida esponiendo al fuego trozos de la madera por uno de sus estremos, mientras que por el otro se recoje en calabasas la resina que fluye. Su forma es en peda- zos grandes de un moreno verdoso, fáciles de desmenuzarse i de fractura brillante. Sus láminas delgadas son casi transpa- rentes i de un verde amarillento. En frascos de vidrio ad- quiere un color verde en las superficies que toca la luz. Fre- cuentemente contiene pedazos de corteza i otros restos de vejetal; se ablanda entre los dientes, tiene un sabor al prin- — 353 — cipio poco sensible; pero en seguida acre i ardiente, cuya acción se hace sentir en la garganta ; tiene un olor de benjuí que se hace mui sensible por la pulverización o por el fuego : su polvo excita fuertemente la tos. La resina de quayaco disuelta en el alcool, produce un lí- quido moreno obscuro que se vuelve blanco jjor el agua. El ácido clorohidrico forma un precipitado gris ceniciento, el sulfúrico un verde pálido, i el cloro un azul pálido. El ácido nítrico al principio no produce cambio, mas al fin de algunas horas el líquido se pone verde, después azul, al fin moreno i forma un precipitado moreno : deteniendo a tiempo la ac- ción del ácido por el agua, se obtiene un precipitado verde o azul. La acción del ácido nítrico lijeramente rutilante, so- bre la tintura de quayaco, suministra un carácter distintivo de esta resina. Si se espone un papel mojado en la tintura, en la boca de un frasco que contenga un poco de ácido ní- trico amarillento, el vapor basta para colorear el papel en azul. Respecto a su composición está formada por dos sustan- cias resinosas, de las que una es un ácido denomidado ácido quayacico. Lo que debe tenerse presente en farmacia respecto a esta resina es : que siendo fácil de alterarse con el contacto de la luz, no se la debe tener espuesta a este ájente; i que ademas no esté mezclada con trementina con cuya resina la adulte- ran. Para conocer este fraude basta solo la acción del fuego, el que desarrolla el olor que le es peculiar. Usos.—El leño de quayaco tiene las mismas virtudes que la resina i se les prescribe en diferentes formas , esceptuan- do a los individuos pletóricos i en casos de susceptibilidad a irritación; en el reumatismo crónico, en la gota, en enferme- dades crónicas de la piel, en la menstruación obstruida i do- lorosa, en las enfermedades venéreas, en las escrófulas i en el catarro crónico pulmonal. La dosis de la resina es desde diez granos hasta media dracma. Angustura o cusparía cortex.—hsla corteza es produci- da por un árbol que crece en abundancia a las márjenes del 44 — 354 — Orinoco, el que ha recibido el nombre do cusparía febrífuga por Humboldt i Bompland, el de bomplandia trifoliata por Willedenow i el de galipea cusparía por De Candolle. Di- cha corteza, aunque de una grande eficacia en muchas en- fermedades, entre las que se cuentan las fiebres intermiten- tes, que en muchos casos se ha observado ser superior a la misma quina, se ha llegado a prohibir espresamente su uso en Europa, a causa de los graves accidentes de envenena- mientos, que se notaron producirse hacia el año de 1807 o 1808, en las aplicaciones que de ella se hacia como medica- mento. Investigando la causa, se halló ser ocasionada por otra corteza con la que se la comenzó a mezclar, a la que die- ron el nombre de espuria o falsa angustura i que mas tarde se reconoció ser la del strychnos nux vómica. En esta virtud es mui importante en farmacia tener presente este hecho, i ademas saber distinguir la verdadera de la falsa. Los caracteres de la corteza de la angustura jenuina o verdadera, son variables, i de ella se encuentran tres varieda- des en el comercio. 1.a Hai una cuyos pedazos son cortos, estendidos, del- gados, mas o menos anchos, cubiertos de una epidermis gris amarillenta i poco rugosa ; su fractura es de un moreno amarillento, lisa, compacta i resinosa; su superficie interna es morena o manchada de amarillo, algunas veces rosada, pu- diéndola separar en laminillas : su olor i sabor son un poco menos fuertes que los de las variedades siguientes. 2.° Otra corteza hai en pedazos de 16 a 40 cent, largo, de un olor fuerte animalizado mui desagradable, arrollados i cu- biertos de una epidermis gruesa, fungosa i blanca. Bajo esta epidermis está la corteza propiamente dicha que es morena, dura, compacta i que su fractura es lisa. Esta corteza tiene un sabor amargo sobre el que predomina el principio odorífero i nauseoso; sabor que después que pasa, deja en la estremidad de la lengua una impresión picante que excítala salivación. 3.a La tercera es en pedazos que son mas largos, menos planos i mas gruesos que los otros ; que su cubierta esterior es gris, poco gruesa i poco fungosa i de un sabor i olor igual — 355 — ala última. Todas estas cortezas pueden provenir del mis- árbol creciendo en diferentes esposiciones. La cubierta de la falsa angustura es compacta, pesada i co- mo arrugada por la desecación. Su sustancia interior es gris i su epidermis varia; porque ya es poco gruesa, no fungosa i de un gris amarillento, marcada con puntas prominentes, i ya es fungosa i de un color de moho. Por lo demás es inodora i su sabor, que es mucho mas amargo que el de la verdadeía angustura, persiste lar&>o tiempo en el paladar, sin dejar la impresión de aquella en la estremidad de la lengua. Su pol- vo es de un color blanco lijeramente amaril ento, mui dife- rente del de la verdadera angustura, que es semejante al del ruibarbo; su infusión aquosa mui coloreada, amarga, odoii- fera i nauseosa. Para saber distinguir mejorías dos cortezas, M. Guibourt ha sometido ambas a la acción de los reactivos i los resulta- dos son los siguientes : Ha hecho macerar por 18 horas 4 gramos de polvo de una i otra en 90 gramos de agua, i después de filtrar, el residuo de la verdadera angustura tenia aun olor, i un sabor amargo ; el otro era siempre mui amargo ; los otros términos de com- paración son : 356 REACTIVOS. VERDADERA ANGUSTURA. FALSA ANGUSTURA. Sabor. Olor. Color. Tintura de tor- nasol. Nitrato de ba- rita. Oxal^to de am- moniaco. Nitrato de plata Emético. Bicloruro de mercurio. Sulfato de hie- rro. Cianuro ferroso potásico. Nuez de agalla. Potasa caustica Agua de cal. Acido nítrico. Acido sulfúrico El de la corteza....... El de la corteza....... Anaranjado........... Color destruido....... Nada................ Mui turbio............ Precipitado abundante que no disuelve el áci- do nitrico en exceso. Precipitado mui abun- dante blanco amari- llento. Precipitado mui abun- dante. Precipitado gris blan- quizco mui abundante Nada; el ácido clorohi- drico forma en segui- da un precipitado amarillo mui abun- dante. Precipitado amarillo mui abundante. En pequeña o grande cantidad se pone ana- ranjado con un tinte verdoso í precipita; el ácido nítrico res- tablece el color pri- mitivo. En pequeña cantidad o en grande , color mas subido, lijeramente verdoso i gran turba- ción; el ácido nítrico restablece el color primitivo. Una pequeña cantidad enturbia mucho el lí- quido; color debilita do; en gran cantidad líquido rojo transpar. En pequeña cantidad mui turbio ; un exce- so vuelve a disolver el precipitado sin en- rojecer el líquido. El de la corteza. Nulo. Anaranjado, pero menos su- bido. Parece débilmente enrojecido Nada. Mui turbio. Se pone turbio i el ácido nítri- co en exceso no lo aclara. Precipitado blanco. Turbio, Color verde botella; lijeramen te turbio. Turbación lijera que no au- menta con el ácido clorohi- drico; el líquido toma un as pecto verdoso- Precipitado blanco en estremo abundante. En pequeña cantidad un 'color verde botella; en grande un color anaranjado subido con un tinte verdoso ; el líquido queda transparente. El áci dr- nítrico agregado poco a poco, restablece el color ver- de botella, después el de la infusión. En pequeña cantidad , color verde botella transparente ; en mas grande, color amari- llo lijeramente verdoso i li- jeramente turbio. El ácido nítrico restablece al princi- pio el color verde botella i después el color de la infu sion, pero debilitado. En pequeña cantidad color debilitado, líquido transpa- rente ; en gran cantidad lí quido rojo transparente. Nada. — 357 — Respecto a los principios que componen la verdadera an- guatura, los principales son una sustancia odorifera, otra amarga no alcalina denominada cusparina i una resinosa. Usos.—La angustura o cusparía es un poderoso aromático i estimulante tónico. Se la emp'ea en las intermitentes i re- mitentes, i en algunos casos con mejor éxito que la quina En la fiebre adinámica continua, en especial cuando hai gran desorden en los órganos di festivos, (manifestados por vómi- tos o evacuaciones); en la jeneral relajación, i debilidad mus- cular i condición atónica del estómago i tubo intestinal; para quitar las pérdidas mucosas como en la disenteria i dia- rrea ; i para todos'los casos en que se necesita de tónicos. La dosis del polvo es desde 10 granos hasta media drac- ma; pero la infusión i tintura son las mejores preparaciones. Familia de las cruciferas (crucifera). Al juzgar por las propiedades características de las cruci- feras, una de las mas numerosas i naturales del reino vejetal, se podría decir que hai mui pocas de sus plantas que no sean medicinales. Casi todas contienen un principio acre estimulante que las hace antiescorbúticas, i que consiste en • un aceite volátil, compuesto de carbono, ázoe, hidrójeno, azu- fre i oxíjeno, el que separado por la decocción las hace ser comestibles. A mas de esto, ninguna es venenosa, i muchas de ellas suministran en sus semillas un aceite fijo, útil para el alumbrado i otros usos, por cuyo motivo se las cultiva. No obstante lo dicho, la jeneralidad de encontrarse en ellas en mas o menos cantidad el principio indicado, hace que sea mui corto el número de sus especies que se usan en me- dicina; pues está reducido al mastuerzo (cardaminepratensis), al rábano rustico (cochleari.a armoracia); a la coclearia (c. officinalis), a la mostaza blanca (sinapis alba) i a la negra (s. nigra), la cual es de mas importancia en farmacia. Sinapis nigra.—De esta planta nos creemos exonerados hacer su descripción, pues su semilla que es la parte que se emplea, es de un uso mui común, i también la planta misma es demasiado conocida, pues frecuentemente invade los — 358 — campos de las provincias centrales de la República, que lle- ga hacerse mui perjudicial para la agricultura. La semilla de mostaza negra suministra una sustancia tan acre i rubefaciente, que llega a ser vesicante; por cuyo moti- vo se la emplea en la aplicación frecuente de los sinapismos. Mas esta sustancia, que es un aceite volátil sulfurado, no se halla formada en ella, pues al ser estoasí, debería pasar al recipiente en la destilación con el alcool, lo que no sucede. Esto comprueba que su formación es debida a la concur- rencia de algunos cuerpos, que por reacciones particulares llegan a producirlo , cuyo fenómeno comprueba la espe- riencia. Si se trata la mostaza blanca por el agua fria, se evapora el líquido filtrado hasta la consistencia de jarabe a una temperatura que no pase de 40°, i después se trata por el alcool, por este medio se obtiene un precipitado, que disuel- to en el agua se le evapora hasta la sequedad, para asi pre- parar la sustancia que Bussy ha denominado mirosina; sus- tancia que se encuentra también en la mostaza negra. Esta simiente a mas de este principio inmediato contiene otro (el ácido mirónico) que se halla unido a la potasa en estado de mironato de esta ba?e, el que en presencia del agua se des- dobla en un principio albuminoide, la mirosina i el aceite en cuestión representado por la formula C8H10N2S2. La ra- zón de porque la mostaza blanca no dá esta esencia, es que en ella no se contiene este mironato; como el no darlo la mostaza negra bajo la influencia del agua hirviendo o del alcool, es por que en ambas circunstancias se coagula. Establecidos estos principios, en farmacia deben tenerse presente al preparar sinapismos o pediluvios con la simiente de mostaza; pues no debe hacerse uso, como frecuentemente sucede, del agua hirviendo, por los motivos indicados, ni del vinagre, aunque esto está en problema. En la primera de es- tas preparaciones, debe emplearse el agua fria, i en la segunda del mismo modo antes de agregar los polvos al agua caliente' A mas de'esto no debe tenerse por mucho tiempo la mostaza en polvo, a no ser que sea conservada en tiestos mui bien ta- pados, a causa de que por el aceite fijo que contiene, es mui — 359 — fácil de enranciarse pronto con el contacto del aire, i con es- to sufre alteración en sus propiedades. Usos.—A mas del uso que todos saben se hace de la mos- taza en la comida; en medicina, a mas de aplicarse como un rubefaciente, se la prescribe como un estimulante de los ór- ganos dijestivos, en circunstancias de atonía o torpor de es- tas partes, como en la dispepsia, falta de apetito i torpor hepático ; como un diurético en la hidropesía, en cuyo caso la mejor preparación es el serum lactis sinapinum ; en fin como un febrifugo en las intermitentes, ya sola o en com- binación con la quina. Familia de las papaveráceas (papaveráceas). Por lobien conocidas que son lassustancias que seencuen- tran en el jénero papaver que es narcótico, i en la sanguina- ria canadensis i chelidonium majus, que ambos son acronar- cóticos, se habian mirado hasta ahora estos principios co- mo los que constituían las propiedades características délas papaveráceas; pero ahora que agregamos una planta nueva para la materia médica, con propiedades diferentes, se debe agregar, que dicha familia posee también plantas que son catárticas, como es la que vamos a indicar; propiedad bas- tante particular i hasta ahora desconocida. Las especies que suministran las papaveráceas a la medi- cina, están reducidas a unas pocas del jénero papaver, al chelidonium majus, a la sanguinaria canadensis i al argemo- ne mexicana, que ahora agregamos; pero aun cuando no ofreciese mas que el papaver somniferum o álbum, seria su- ficiente para considerarla como una de las familias mas im- portantes del reino vejetal, por el opio que en ella se elabora. Por esta razón hablaremos de esta sustancia i de las capsulas de esta planta que es lo interesante en farmacia. Papaveris capsula.—Las capsulas de la amapola blanca (papaver álbum) que se venden en el comercio, sonde dos es- pecies por su forma, i unas que son depremidas i mas anchas que largas provienen de una variedad denominada papaver álbum depressum : en lo demás son iguales. Las de — 360 — la otra son ovoides, blanquizcas i mui livianas. Están sepa- radas por un corto hastil, de un barrilillo formado por elto- rus que lleva los estambre?, i son coronadas por un disco sésil bastante estrecho, dispuesto en forma de rayos. La» di- mensiones de estas capsulas son variables; las comunes tienen ocho cent, de largo i cinco de diámetro, teniendo otras siete i once. En lo interior son esponjosas, i presentan trofospermas parietales en forma de láminas lonjitudinales, regularmente separadas, delgadas, amarillentas, i cada una corresponde a uno de los estigmas lineales del disco radiado. Estos trofospermas llevan un número mui considerable de semillas muí pequeña*, de un blanco amarillento i trasluci- das. Estas semillas no son narcóticas, i por contener un aceite fijo que aun puede sostituir al de oliva, i ademas por ser mucilajinosas, son demulcentes. Lo que debe tenerse presente en farmacia es, que las cap- sulas siendo mas activas tomadas antes de la madurez, que cuando están maduras, no se pueden usar en cantidades iguales, pues esto causaría accidentes, en virtud del mas o menos opio que pueden contener. Para dirijirse en orden a esto, es necesario observar si las semillas están maduras ; lo que es fácil conocer, i si aun la cápsula está un poco arru- gada en la superficie. Usos.—A mas de que las cápsulas se aplican en forma de decocción como tópico i fomentos anodinos, con ellas se pre- paran en farmacia el estracto i jarabe. Opium.-—El opio, una de las sustancias mas importantes en medicina, es un jugo lechoso que después se concreta, obtenido por incisiones orizontales que se hacen en las cap- sulas del papaver somniferum i se le prepara en Esmirna, Constantinopla, Ejipto, Trebisonda, Bengala, Malta, Ale- mania, Francia, Inglaterra, etc. De aquí las diferentes es- pecies que se conocen en el comercio; a mas de las que se producen en los mismos países en razón del cultivo, la esposicion, del suelo, etc. Aunque todas poseen las propieda- des narcóticas, todas las tienen en diferentes grados, en ra- zón de las diversas cantidades de los principios en quienes residen, i de que ellas están compuestas. Esto es mui nece- — 361 — sario tener presente en farmacia, en las diversas prepara- ciones que se hacen con el opio, que si se las elabora indis- tintamente con las diferentes especies de opio, no tendrán la misma enerjía ni operarán los mismos efectos. De todas las clases de opio los preferibles son el de Es- mirna i el turco. Ambos se venden en masas que no exceden de dos libras, de forma redonda, cuya superficie está cubier- ta de semillas de una especie de rumex para impedir que se unan las unas con las otras; a mas de esto se las envuelve en hojas de la misma planta, i aun en el interior se encuen- tra muchas veces gran cantidad de dicha semilla, que se in- troduce por fraude. Cuando recien importado, las masas son blandas i tiene un eolor rojizo; pero con el tiempo se pone duro i se ennegrece; su olor es fuerte i desagradable i su gusto amargo, acre, nauseabundo i persistente. Sumerjido en el agua se ablanda en toda su masa, i se le puede reducir en un líquido espeso : el alcool hidratado lo disuelve mejor, i mas completamente que el agua i el alcool absoluto. La composición del opio es mui compleja, i sus principios inmediatos, resultado de muchos análisis, pueden reducirse a los siguientes : morfina, narcotina, codeina, narceina, meco- nina, tebaina, paramorfina, pseudomorfina, ácido mecónico, una materia morena acida, ácido sulfúrico, un aceite fétido, materia gomosa, cautchuc, albúmina, un principio odorífero (aceite volátiP.) i leñoso. Como las virtudes del opio residen especialmente en la morfina, en farmacia debe analizarse el que se hace uso en las prepaiaciones, para poder determinar las cantidades que deben entrar en ellas, i arreglarlas a la dosis que de ellas se prescriban. Para esto se han propuesto varios métodos pero el mejor es el siguiente : Se macera una cantidad de opio, por ejemplo cinco gra- mos en tres onzas de agua por 24 horas, cuyo tiempo pasa- do se cuela el líquido, se lava el residuo con un poco de ao-ua, se reúnen los líquidos, se les hierve acompañándoles cal, lacualdísuelve la morfina i en seguida se filtra. Se satura 45 — 362 — el líquido filtrado con ácido acético i se precipita la morfina por medio del ammoniaco. Usos.—Siendo mui pocas las enfermedades en las que no se prescribe el opio, seria mui largo indicar en las que se le usa. Las preparaciones farmacéuticas que con él se elaboran son también mui numerosas, i su dosis en sustancia es desde uno hasta tres granos, usándolo con cautela por ser tan venenoso. Argemone mexicana.—Car. gen.: Plantas anuales de tallo que contienen un jugo amarillento; de hojas glaucas, lam- piñas, regularmente matizadas de blanco, sinuosas, dentadas o pennatifidas; la3 inferiores recojidas en peciolo i las supe- riores sésiles, subamplexicaules. Pedúnculos axilares que sustentan una flor amarillenta o blanquizca, con cáliz de tres sépalos cóncavos, casi siempre guarnecidos de espinas i terminado hacia la cima por un cornezuelo; con petalos en número de cuatro o seis i una multitud de estambres dispuestos en varias filas. El ovario es aovado, teniendo en su cima un estilo corto, persistente, con un estigma divi- dido en cuatro o seis lóbulos ondeados i afelpados. La cáp- sula está guarnecida interiormente de varias placentas linea- les, siendo compuesta de tres valvas soldadas por fibras resistentes, en cuyo punto de intersección está unido el es- tigma, el cual persiste aun después de la dehiscencia de la cápsula que se verifica en la cima; en cuyo caso quedan las fibras formando unas curvas en forma de cuartos de circuios. Las semillas son esféricas i escrobiculadas. Car. esp.: Planta de tres pies i mas de alto, guarnecida en jeneral de espinitas en todas sus partes i que contiene un zumo amarillento i acre. Las hojas son penninervias, lam- piñas, de un verde mas o menos glauco i matizadas de blan- co por lo regular en la dirección de las nervuras; son sinuo- sas, pinnatifidas, con los lóbulos o dientes terminados en una espinita; las inferiores están recojidas en peciolo, las supe- riores enteramente sésiles i aun subamplexicaules. Las flo- res que son blancas o amarillentas, varían en su diámetro que llega a ser de dos a cuatro pulgadas; i se componen de un — 363 — cáliz de tres sépalos caducos, cuculiformes i terminados por un cornezuelo lineal, mas o menos ancho. Los petalos son seis, apenas unguiculados, ensanchados hacia arriba i dis- puestos en dos órdenes, siendo los de la esterior un poco mas grandes. Esta planta que, conocida con el nombre de cardo blanco, crece en los lugares arenosos i cajas de los ríos, es por va- rios respectos interesante a la medicina, por cuyo motivo la recomendamos a las jentes del arte. En primer lugar, por que por contener el principio narcótico característico de la fa- milia,proporcionaen sus flores un recurso en muchos casos útil; i este efecto observado por la jente del campo, hace que apliquen su infusión para curar las toses i catarros. Sus semillas que son poco mas o menos del tamaño de las del rábano, tienen una testa mui dura, escrobiculada, de color negro ; su forma es la del cono un poco recojido en la dirección del rafe. La particularidad que ellas ofrecen es, que el aceite que contienen en abundancia (pues de quin- ce libras de semillas se han obtenido cerca de seis de aquel líquido) lejo«, decimos, de participar del principio narcótico o ser ignocente como el de la amapola, es purgante como el del ricino; propiedad de la que sacan ventaja nuestros cam- pesinos i con mui buen éxito en muchos casos, dando la se- milla en la dosis poco mas o menos do media dracma. El aceite de que hacemos referencia, sacado por espresion, es de un color amarillo, insipido, aunque después deja una sensación desagradable en la garganta; no tiene olor, i su consistencia es poco mas o menos igual al de almendras. El alcool de 33° le sustrae el color coloreándose con él, i si se les ajita en un frasco, permanecen un largo rato mezcla- dos ; pero después se separan i el aceite en este caso es blan- co. El alcool mas fuerte como de 40° lo disuelve, i por sus propiedades debe colocársele entre los secantes. Es mui combustible i arde con una llama blanca mui hermosa i no exhala carbón; de modo que para los alumbrados con acei- tes debe ser uno de los mas recomendados: sometido a la acción frigórifica de la nieve i sal, comienza a dar indicios de conjelacion. — 364 — Respecto a su acción purgante, hemos hecho varias ob- servaciones i siempre con buen éxito, aun en casos de disen- teria uniéndolo al aceite de almendras como lubrificante; i decimos que con buen éxito, por que aunque en alguna que otra persona ha causado vomito, esto mas bien debe atri- buirse a una idiosincrasia i no a una acción que le sea pro- pia; pues en los mas, no se ha producido tal efecto. De mo- do que esta propiedad lo hace recomendable en muchos casos, i entre ellos el ser el mas apto para las personas de estomago delicado, i cuando no sea mas, para ahorrar el sa- crificio a los enfermos de tomar el del ricino. Su dosis es desde diez gotas para los adultos en un vehí- culo conveniente. 365 MATERIA FARMACÉUTICA. SEGUNDA SECCIÓN. MEDICAMENTOS OBTENIDOS DE LOS ANÍMALES. Aunque reducido el número de las sustancias, suminis- tradas a la medicina por las especies pertenecientes a esta parte del reino orgánico, por completar el cuadro, hablare- mos de las que entre ellas sean respectivamente de mas in- terés, u ofrezcan hacer algunas observaciones, que en reali- dad son mui pocas. Para proceder a este respecto, guarda- remos el mismo método anterior, i a cuyo fin colocamos el cuadro, cuyo orden está admitido en la clasificación de los animales» Clasificación Koolojica. Divisiones. /1. Vertebrados. 2. Articulados 3. Moluscos. 4. Radiados o Zoófitos.. Clases. Í Mamíferos......................... 1 Aves.........................• • • ■ ¿ Reptiles......................... 5 Peces............................ 4 Insectos.......................... 5 Miriapodos....................... 6 Aracnides.............,.......... 7 Crustáceos........................ 8 Cirripedos......................... 9 Annelides........................ 10 Rodadores........................ 11 Entozoarios o helmintos............ 12 Cefalópodos......................13 Gasteropos....................... 14 Pteropodos....................... 15 Acéfalos......................... 16 Braquiopodos..................... 17 Tunicarios........................ 18 Briozoarios....................... 10 Equinodermos.................... 20 Acátelos......................... 21 Pólipos.......................... 22 infusorios........................ 23 Espongiarios................. .. >. 24 — 366 — Vertebrados mamíferos (mammalia). Los mamíferos son los animales cuya organización es la mas completa i los que gozan de facultades mas multipli- cadas, de movimientos mas variados i de facultades mas de- licadas. Están dispuestos para andar sobre la tierra; pero hai algunos que pueden elevarse en el aire por medio de mem- branas prolongadas, i otros que por ser sus miembros mui cortos, solo se pueden mover fácilmente en el agua: mas no por esto pierden los caracteres jenerales de la clase. Todos tienen la mandíbula superior fija al cráneo, i la in- ferior compuesta solamente de dos piezas, articuladas por un cóndilo saliente a un temporal fijo. A escepcion de una sola especie que en su cuello se cuentan nueve vertebras, el de los demás se compone de siete. Sus costillas anteriores están unidas hacia delante, por partes cartilajinosas, a un esternón formado de cierto número de piezas en hilera. La estremidad anterior principia por un omóplato no articulado, sino suspendido únicamente en las carnes, que se apoya con frecuencia en el esternón por un hueso intermedio, lla- mado clavicula. Esta estremidad se continua por un brazo, un antebrazo i una mano; formada de dos hileras de huese- citos, llamadas muñeca o carpo; de una hilera de huesos lla- mada metacarpo i de dedos, compuestos cada uno de dos o tres huesos llamados^/a/yes. Escepto los cetáceos, todos tienen la primera parte de la estremidad posterior fija al espinazo, formando una cintura o pelvis que, en la juventud, se divide en tres pares de huesos: el ileon que está unido al espinazo, elpubis que forma la parte anterior i el isquion la posterior. En el punto de reu- nión de estos tres huesos, está la fosa en donde se'articula el muslo, que lleva la pierna, formada de dos huesos que son la tibia i el peroné: esta estremidad termina en el pie, que se compone de partes análogas a las de las manos, a saber el tarso, metatarso i dedos. La cabeza de los mamíferos se articula siempre por dos cóndilos en su atlas o primera vertebra, i su celebro se com- — 367 — pone de dos hemisferios reunidos poruña hoja medular, que se llama cuerpo calloso. El ojo está alojado en su órbita i pre- servado por los parpados. El oido está compuesto de la caja del tímpano, de cuatro huesecitos llamados martillo, yun- que, lenticular o estribo, i en fin del caracol. El cráneo se subdivide como en tres circuitos formados: el anterior por los dos huesos frontales i el etmoide, el inter- mediario por los parietales i el esfenoide, i elposterior por el occipital. Entre este último i los otros anteriores, están in- tercalados los temporales, de los que una parte pertenece a la cara. Esta está esencialmente formada por los huesos maxilares, entre los que pasa el canal de las narices. Su lengua es siempre carnosa i atada a un hueso llamado hioides, compuesto de muchas piezas i suspendido al cráneo por ligamentos. El corazón presenta cuatro cavidades de las que dos se llaman ventrículos i las otras aurículas; de consiguiente tie- tienen circulación completa. Los mamífero!:, a escepcion de los cetáceos, puede decirse que tienen la piel guarnecida de pelos. En casi la totalidad la jeneracion es esencialmente vivípara, i los chicuelos se mantienen durante algún tiempo, de un líquido particular llamado leche producido por las mamilas, de donde les vie- ne el nombre de mamíferos. La división de estos animales en órdenes, la establecen los diversos caracteres que ofrecen : entre ellos los órganos del tacto i los de la manducación : el cuadro de ella es el si- guiente. CLASIFICACIÓN DE LOS VERTEBRAüOS MAMÍFEROS. Que tienen uñas o ' son unguiculados. OC Que tienen dos par< s de miembros i la piel .cubierta de pelos............. Qne no tienen uñas, o son ongulados.. • Que tienen manos i un sistema dentn- De manos en los miembros torácicos so- lamente ; posición vertical.............. Verdaderamente vi-1 viparos; los liijoisl nacen con órganos , ya formados i no se asen a la teta de la madre...... rio completo. Que no tienen ma- nos , ni el pulgar es opuesto a los o- tios dedos........ De manos en los miembros torácicos i ab- dominales.............................. Sistema dentario completo o tres clases de dientes................................. Sistema dentario in- completo......... Sin caninos . Sin incisivos i ol«u- nns veces sin otros dientes........... .Imperfectamente vivíparos; los hijos nacen en un estado de ..grande imperfección, desarrollándose en jeneral en una bolsa .. .esterior. donde se mantienen asidos a la teta de la madre ... Dijestion directa: los alimentos llegados el estómago que es sim- ple, no vuelven a la boca para esperimentar segunda mas- ticación ...................................................... Dijestion complicada: los alimentos llegados a un primer estó- mago, vuelven a la boca para ser rumiados i descienden des- pués a otras oavidades estomacales........................... \Que tienen los miembros del todo obliterados; aleta horizontal a la estremidad de la cola; piel desnuda. Iiim(tn0<¡. Quadrumanos. (Jarnitvros, Roedores. Etl tufada. Marsupiales. Paquidermo!!. Rumiantes. Cetáceos. — 369 — Orden de los roedores (rodentia). Los característicos de este grupo son: dos largos incisivos r j completa. Mandibula superior movible. Branquias en forma de peine....... Rayos huesosos en Ja nadadera dorsal anterior; algunos rayos huesosos en la nadadera anal i ordinariamente uno en cada nadadera ventral..............................................Acantopterijios. [Todos los r¡ivos son blandos, excepto algunas veces el primero de las na- daderas dorsales o pectorales ( Mala- cituadas atrás del ) Malacopterijios ab- bdomen.........$ domínales. De nadaderas ven- " trales............\ Suspendidas por e] \ aparato de la es- I Malacopterijios sub~ palda............i branquianos. • • l Sin nadaderas ventrales.................j Malacopterijios ápo. Branquias dispuestas en hopos redondos................................................Lqfobranquios. Mandibula superior encajada en el cráneo....................................................................Plectognatos. SEGUNDA SERIE. Peces eartilcrjinosos o condropterijios. Branquias adheridas por sus bordes; mu- Branquias libres por su borde esterno; un solo orificio para cada operculo Esqueleto cartilajincso. Huesos de la man dibula superior remplazados por pala tinos.................................. chas aberturas branquiales (Condrop- terijios de branquias fijas.)............. Condropterijios de branquias libres c Esturionianos. Mandibula inferior movible................Sclacianos. Mandíbulas soldadas en un circulo inmo- vible .....................................("tclostomos — 384 — Las dos sustancias que se ha dicho suministraban los pe- ces a la medicina, la una es la cola de pez, ichthgocolla, i la la otra es el aceite de bacalao. La primera la constituye la parte interior de la vejía nadatoria de varias especies de pe- ces del orden de los esturionianos i en especial la del aci- penser sturío (fig. 55) i huso; la segunda se estrae del hígado Fig. 55. del morrhuavulgaris, (Cloc); gadus morrhua (Lin.) i otras especies del orden de los malacopterigios subbranquianos: Ichthyocolla.—La cola de pez, que está formada de gelati- na pura, se le prescribe en medicina por sus propiedades dietética, emoliente i demulcente; i en farmacia se prepara con ella ya la gelatina, ya las capsulas i otras preparaciones. En el comercio se ofrecen muchas especies i en diversas formas, asi es que las hai de Rusia, del Brasil, de Nueva York, de la bahía de Hudson, de Manila, etc. etc., i las unas tienen forma de lira, de corazón, o en hojas a manera de libro -i como la primera, en tiritas filiformes i es la inglesa, etc. En todo caso debe elejirse la blanca, semi transparente, sin olor, que se disuelva en el agua sin dejar residuo i que ad- quiera por el enfriamiento una consistencia mui jelatinosa. Oleum jecoris aselli.-^-El aceite de bacalao, de una aplica- ción tan jeneral i de un consumo tan grande en la actuali- dad, aun no se puede describir con exactitud, por las diver- sas opiniones que hai respecto de él, por las diversas especies que se ofreceu en el comercio i en fin por la ignorancia en que se está acerca de cual de sus principios constitutivos es en el que reside su virtud medicinal; i aunque algunos la atribu- yen al iodo que contiene, i se ha querido sostiluirlo por el aceite de almendra iodurado, ¡a esperiencia está en contra de esta opinión, sin dejar de conceder que contribuye en parte. Lo mas jeneral es el que todos los principios inme- — 385 — diatos i que son bien numerosos, a la vez constituyen sus propiedades terapéuticas. En medio de tantas dudas, lo que se puede decir sobre esta sustancia, que se la mira como de mucha importancia es; que hai cuatro especies de aceites que se venden en el co- mercio. El primero es el que es vendido por M. Jongh como el verdadero aceite de bacalao preparado en las islas Lofo- des en Noruega; i es transparente, de color de vino de Má- laga, de consistencia untuosa, de un olor mui fuerte a aceite de pescado, de un gusto soportable i privado de ranciedad. La segunda especie, vendida bajo el nombre de aceite de bacalao moreno, es de color semejante al primero; pero mas 'fluido, de un olor menos fuerte i de un gusto menos desa- gradable : es el mas usado. La tercera es el llamado amari- llo, es del color del vino de Madera ; pero mas claro, de un olor aun mas débil que el precedente, i se le emplea al prin- cipio para acostumbrar a los enfermos a su gusto. Respecto al cuarto que se le vende bajo el nombre de aceite blanco de bacalao i que viene de Inglaterra, es casi incoloro, de un gus- to mui débil i debe ser descoloreado quizás por el carbón : se le cree mui poco activo. La composición del aceite de bacalao es mui compleja, i de todas las observaciones que se han hecho con los reacti- vos, a fin de adquirir nociones sobre su lejítimidad, resulta que el ácido sulfúrico lo colora en violeta ; de modo que si se considera esta reacción como un caiácter distintivo, se debe colocar en primera línea el aceite moreno, en la segun- da el vendido por M. Jongh i en la tercera el amarillo. El blanco se le considera de mala calidad i quizás se cree no ser de bacalao. Para mayores detalles véase a Guibourt, His- toire naturelle des drogues simples, t. IV, páj. 167. Respecto al pez de cuyo hígado se estrae el dicho aceite, es uno de la familia de los gadoídes, que habita todas las partes del Océano septentrional comprendidas éntrelos 40° i 70°, de latitud i se junta todos los años por el mes de marzo, en numero incalculable en una montaña submarina llamada el gran banco de Terra Nova, el cual ocupa delante de la isla del mismo nombre un espacio de 150 leguas. Este pez 48 — 386 — cuando ha llegado a todo su desarrollo, tiene de 100 a 130 cent, de largo, 30 Metamorfosis in- / so................. Dermaptcros. completa.........\ Alas del segundo par \ 1 plegadas lonjitudi- Ln boca armada ] J I nalmente en abani- ca de mandíbulas a- I I I co, i no a lo ancho, prensiles; i......( I durante el reposo.. Ortópteros. J 1 l.as alas del primer par .membranosas i ,etk-ulad»s como las Que esperimentan 5 j » del secundo par............................................. Nevropteros. metamorfosis i tie- I 1 í Cuatro alas bien desarolladas, membranosas, transparentes i nen casi siempre I ,\1'7'J1in!,S,.K1,>7,!ra ' J dhididas en (¡raudos células. Boca a propósito para la suc- ajlis............./ ' 1"'lsl11"1010"......i cion; mendibulas dentiformes................................ Himeiioptcros " \ ' I Vías anteriores rudimentales i elitroídes; las posteriores mem- 1 » ' branusas i plegadas en abanico ; mandíbulas estiliformes..... Ripipteros. I / Alas membranosas i cubiertas de escamas simulando un polvo I Boca desprovista ( i coloreado. Boca guarnecida de una trompa en espiral....... Lepidópteros. I do mandibul¡:s a-' Cuatro ala8...i.....' Alas anteriores de ordinario en forma de semi-elitros i siempre prensiles i ndap- i desnudas como también las posteriores. Boca armada de un \ tada para la suc- i ' pico cónico recto o encorvado............................... Hemipteros. \ cion..............' I'os alas Solamente; boca en forma de trompa o chupador........................... Dípteros. Sin alas.............................................................................. Afaniptrrot. ( Abdomen desprovisto de apéndices........................... Anoplitros. Que no cspeririiehtan metamorfosis i no tienen nunca alas.....< Abdomen ¡••uainecido de falsas patas o apéndices propios para ( el salto...................................................... Tisanuros. — 3£0 — Orden de los coleópteros (coleóptera). Los coleópteros son los insectos que se puede aseguiar son los mas abundantes, pues se conocen mas de cincuenta mil especies i aun faltan otros muchos, de modo que se puede decir que son innumerables. Sin embargo hasta ahora ía me- dicina no saca provecho mas que de solo la cantárida. Se les divide en cuatro sub-ordenes, del modo que sigue: Cinco articulaciones en todos los tarsos......................... Pentamcros. Cinco articulaciones en los tarsos de las cuEtro patas anteriores i cuatro solamente en la9 patas de atrás . • Heteromeros. Cuatro articulaciones en los tarsos de todas las patas............... Tetrámeros. Tres articulaciones o menos en los tarsos......................... Trímeros. Cantharis vesicatoria.—Aunque este sea el nombre adop- tado para denominar la cantárida, el cual le ha sido dado por Geoffroy; ?in embargo se la han dado otros que también se emplean algunas veces: tales son el de meloe vesicatorius (Lineo), lytta vesicatoria, (Fab). Car. jen. La cantárida es un insecto co- leóptero (fig. 57), heteromero, de la fami- lia de las traquelides, o de otro modo: insecto de cuatro alas de las cuales las dos superiores, Humadas élitros, son en for- ma de estuches; de cinco artículos en los cuatro primeros tarsos i solo cuatro en los dos últimos; de cabeza en forma de cora- zón, separada del coiselete por un estre- chamiento brusco en forma de cuello. Cada uno de los dos ganchitos délos tarsos, es profundamente dividido o doble; las antenas son filiformes i del largo por lo menos de la mitad del cuerpo; iestán compuestas de once artículos, de los cuales el primero es ovoide i abultado, el segundo anu- lar i mui pequeño i los otros alargados; los élitros son lar- gos i flexibles. Car. esp. Aunque todas las especies son vesicantes?, pero la mas usada es la de color verde dorado, menos los nueve Coleópteros , que tienen.. — 391 — últimos artículos de las antenas i los tarsos, que son de un violado negrusco. Tiene 14 a 15 milímetros de largo i 5 a 7 de ancho; su olor es fuerte, viroso i muí desagradable. En la República se encuentran varias especies de estos insectos; pero el que mas abunda de todos es el épicauta fe- muralis; especie que se halla en Santiago, Valdivia i en otras partes; prro con especialidad en Concepción, en don- de se le conoce con el nombre de pilmes i hace un daño grande en las sementeras de papas. Esta es negra, con el fémur de un color amarillo rojo; como la mitad menos grande que la litta i de un olor aná'ogo. Por lo que hace a esta última, se agrada posar en los ála- mos, en los roseros, i con preferencia en los fresnos de los que devora las hojas. La colecta se hace por la mañana antes de salir el sol, cuando están entorpecidas por la frescura o la humedad de la noche. En esle caso una persona enmascarada i cubierta de guantes para evitar su acción,sacude los árbores bajo de los cuales se estienden lienzos, en donde caen las cantáridas; las cuales puestas en bolsas de lienzo o en un tamis, se las hace morir por el vapor del vinagre; después de lo cual se las seca a la estufa. Estas operaciones deben aconsejarse que se hagan con las que se colectan en las pro- vincias indicadas, en donde las ahogan en el agua, por cuyo medio las desviituan en gran paite i tienen por lo regular humedad, lo cual hace que se deterioren mas. Lo que se debe tener presente en faimacia es; que con el tiempo las cantal idas se hacen la presa de varios insectos, que destiuyen las partes mas activas, por cuyo motivo es necesario evitarlo, para conservarlas en buen estado. El pri- mer medio es el elejir las que no estén ya picadas, como sucede por lo regular con muchas de las que se encuentran en el comercio; en segundo lugar secaí las bien i conservarlas en frascos mui bien tapados. A mas de esto, aconsejamos se pongan dentro algunos pedazos de alcanfor, o se las cubra la superficie con algunas hojas o cortezas que contengan áci- do prúsico. Para evitar los mulos efectos que se observan en la apli- cación de los cáusticos preparados con cantáridas europeas, — 392 — recomendamos mucho el que los farmacéuticos se procu- ren de los pilmes del sud, haciendo que sean bien prepara- do , porque sin disputa son mucho mas enérjicos. Los principios inmediatos encontrados en las cantáridas no dejan de ser numerosos; pero en el que reside su virtud, es en uno denominado cantaridina; cuerpo que no es azoa- do ique tiene por formula C10H°O4. Su forma es en láminas micáceas, incoloras, inodoras i fusibles a 210°. Es insoluble en el agua, soluble en el alcool hirviendo, en los aceites de trementina, almendras dulces i olivo, hirviendo. Los ácidos nitrico i clorohidrico la disuelven con ayuda del calor sin al- terar su color; pero el sulfúrico caliente, se colora disolvién- dola; también la potasa i soda causticas líquidas i poco con- centradas la disuelven: es mui vesicante. Preparación.—El modo de obtenerla es mui fácil, pues la operación está reducida a despojar las cantáridas de este principio en el aparato de reemplazo por el alcool, i concen- trar el líquido, hasta que por el enfriamiento se obtiene cris- talizada. Para purificarla se trata de nuevo por el alcool hir- viendo, se la pasa por carbón animal i de este modo se la ob- tiene blanca. Las cantáridas como se sabe, son eminentemente acres, corrosivas i venenosas, no solo tomadas interiormente, sino usándolas en lo esterior, pues frecuentemente obran con enerjia sobre las vias urinaria?; por lo eual es necesario- mucha precaución i en especial cuando se las pulveiiza. Usos.— Las cantáridas son en varias preparaciones usa» das en medicina como ajentes tópicos; unas veces como es- timulantes, otras como rubefacientes i otras como vesican- tes. También se las prescribe interiormente, pero para esto se necesita mucha precaución. La dosis en polvo es uno o dos granos en pildoras, pero- la mejor preparación es la tintura. Invertebrados.—Annelides (Annelida). Los annelides, llamados también gusanos de sangre roja, son unos animales de una circulación que se ejecuta en un — 393 — sistema doble i cerrado, de arterias i venas. Respiran por órganos que se desarrollan hacia afuera, o quedan en la piel, c en el interior. Su cuerpo mas o menos largo, está siempre dividido en anillos numerosos, de los que el primero, que se llama cabeza, es apenas diferente de los otros, sino es por que en el se encuentra la boca i los principales órganos de los sentidos. Estos animales nunca tienen pies articulados; pero el mayor número tiene en lugar de ellos unas cerdíllas, o haces de cerdíllas ásperas i movibles; son jeneralmente hermafroditas i algunos tienen necesidad de una copula re- ciproca. Los órganos de la boca presentan, o dos mandíbu- las mas o menos fuertes, oun simple tubo; los de los sen- tidos estemos consisten en tentáculos carnosos, i en algunos puntos negruscos, que se consideran como los ojos, pero que no existen en todas las especies. Se les ha dividido en tres órdenes, según la diferencia de sus órganos respiratorios. ' Los de la primera tienen branquias en forma de penachos, o arbúsculos, atados a la cabeza o en la parte interior del cuerpo, cuya parte posterior está encerrada en un tubo só- lido, que les sirve de habitación; por lo que se les dá el nom- bre tubicolas. Este tubo en unos, como en las serpulas, es calcáreo i homojeneo, resultado probablemente de su trasu^ dación; pero, que no están adheridos a él por músculos; en otros, como en las terebelas, dicho tubo es construido por aglutinación de granos de arena, fragmentos de conchas \ partes de arcilla; otros en fin tienen el tubo membranoso o corneo. Los annelides del segundo orden, sobre la parte media del cuerpo a lo largo de sus lados, tienen branquias en for- ma de arbolillos, de hopos, de láminas o tubérculos i se les ha dado el nombre de dorsibranquios. Los del tercer orden no tienen branquias aparentes i res- piran, o por la superficie de la piel, o por cavidades interio- res; a estos se les llama abranquios i a ellos pertenecen las sanguijuelas. 49-50 — 394 — 'Orden de los abranquioa. fannelides hirudineemas.) Los hirudineanoe tienen el cuerpo desnudo, rara vez ape- dinculado, contráctil, compuesto de un gran número de ani- llos, i terminado en ambas estremidades por una ventosa di- latable i aprensil. Dicha ventosa está estrechamente unida con el cuerpo, o separada por una estrangulación. La boca situada en la ventosa anterior, con mandibula o sin ella, está algunas veces adornada de una pequeña trompa cilindrica i estensible. Las mandíbulas son tres, rara vez dos, denti- culadas o no denticuladas, i en la parte superior de la vento- sa bucal están colocados de dos a diez puntos oculares; la ventosa anal es simple, desnuda, rara vez armada de pe- queños ganchitos i ya es obliqua, o exactamente terminal: las branquias son nulas. M. Moquin-Tandon, autor de una excelente monografía i de los hirudineanos, los ha dividido en cuatro clases: 1.a Cuerpo djg. anillos bien marcados, opaco, de sangre ro- ja; rentosa bucal \iTxxl&b\a.d&(albiomanosJ. 2.* Cuerpo de anillos bien marcados, opaco i de sangre ro- ja; ventosa bucal bilabiada (bdeliános). 3.* Cuerpo de anillos poco marcados, transparente i de sangre incolora (sifoniános). 4.* Cuerpo sin anillos marcados, transparente i de sangre incolora {planerianosj. Hirudo.—Este jénero comprende muchas especies: varias de ellas pueden suplir mui bien la falta del hirudo medicinalis (fig. 58) que es la mejor, i que se va haciendo cada vez mas escasa por muchas causas; a las que se agrega la imposibili- dad hasta ahora de hacerlas propagarse. Para instruir sobre un objeto de tanta importancia como lo es la sanguijuela, incluyendo por consiguiente la descripción de sus órganos i las de las especies, seria un artículo demasiado largo para unos elementos; por lo cual nos abstenemos de ello, invitan- doen su lugar a que se lea el que con tanta minuciosidad co- loca M. Guibourt en su Hístoire naturelle des drogues simples, t. IV. Aqui solo nos circunscribimos a indicar algunos me- — 395 — dios para su conservación en las boticas, en donde jeneral- mente no se tienen grandes cantidades. El que detallamos es el usa- do en Francia por los farma- céuticos en los hospitales, etc. En primer lugar no deben tenerse muchas aglomeradas, i cuando mas 200 en un tiesto de vidrio,o greda, cubierto con una tela lijera i que contenga 5 a 6 litros de agua. Dicho vaso debe colocarse en un lugar fresco al abrigo del hielo, de los rayos del sol i de los olores o emana- ciones fuertes, i cambiarles el a- gua todos los dias en estio,i ca- da dos en el invierno, tomando las precauciones siguientes: 1.° El agua debe ser de fuen- te, de rio o de lluvia i no de pozos o cisternas, la cual es en gran parte privada del aire ne- cesario para la respiración de las sanguijuelas. 2.° El agua debe estar a la misma temperatura en que se encuentran las sanguijuelas; i aun puede ser un poco mas elevada, cuando la temperatura es baja; pero no debe ser mas fria. 3.° Se vacia completamente el vaso con sanguijuelas, so- bre un tamis de crin, o una coladera de agujeros no mui grandes a fin que no puedan introducirse en ellos. Se lava, perfectamente el vaso en lo interior, asi como la tela que lo cubre. 4.° Se separan con cuidado las sanguijuelas que están muertas, al mismo tiempo que las que estén enfermas, lo que se conoce en la inchazon i en el cambio de color de las estre- mídades, o en nudosidades separadas por estrangulaciones. — 396 — 5.° Lleno el vaso de nueva agua, se colocan en él con ia mano las sanguijuelas sanas; esto es mejor que no ponerlas primero i sobre ellas verter el agua; por que con el choque se enferman o mueren muchas, tanto mai» si el agua está mas baja que el aire ambiente. Para evitar este inconveniente i remediar la mortalidad por muchas cansas, en especial en el estio, se recomienda un aparatito usado en los hospitales de Paris con mui buen éxito, por el cual se renueva fre- cuentemente el agua. Este con- siste en un tiesto (fig. 59.) de greda, espacioso, cubierto con una tela i teniendo dos abertu- ras ; la una al nivel de su fon- do i la otra a la mitad de su al- tura. En la primera se adapta por la parte esterior un tubo terminado en el estremo supe- rior en embudo, i en el inferior FiS- 59- tapado con una lámina cubierta de agujeritos. Por este tubo se introduce el agua en chorri- to, mientras sale por la otra abertura, que debe estar cerra- da con otro tubo también cribrado de agujeritos. De estos aparatos se fabrican de loza i mui cómodos. En este caso es mui conveniente poner en el fondo una capa de arena de rio bien delgada. Cuando la localidad exije proveerse de sanguijuelas para algún tiempo, es mui acertado ponerlas en un pequeño barre- ño, que contenga en el fondo arcilla i carbón lavado, o una mezcla de turba i carbón, i que el agua se renueve poco a po- co. En fin, en la estación del invierno se ponen las sanguijue- las en una arcilla fina i lavada, formando una pasta de la con- sistencia de la manteca. En ellas se introducen i permanecen hasta la primavera; pero poniéndolas al abrigo del hielo. Otra cosa no menos interesante es, el estraer de las san- guijuelas usadas, la sangre de que estén llenas para poder volverlas aplicar. Sobre esto se han aconsejado muchos. medios,pero el mejor es el siguiente. — 397 — En el mismo dia qne se han usado las sanguijuelas, se las vá poniendo por pequeñas porciones en agua salada, com- puesta de diez i seis partes de sal i cien de agua calentada a 40° o 45°. En seguida se las vá comprimiendo lijeramente entre los dedos i de este modo sin esfuerzo arrojan la sangre que han tomado. A proporción que se vá haciendo esto, se ponen las sanguijuelas en agua fresca, que se renueva todos los dias. Por este medio so consigue ponerlas aptas al fin de ocho o diez dias. PARTE ULTIMA. DE US MATERIAS FARMACÉUTICAS PROPIAMENTE DICHAS. Al principio de nuestro trabajo hemos dividido la farma- cia en cuatro series, a saber : en farmacia operatoria, en ma- teria farmacéutica, la otra que comprende las combinaciones cuya naturaleza química es bien conocida, como las suminis- tradas por la química orgánica, los principios inmediatos es- traidos de las pluntas, los de los animales i algunas desús com- binaciones; i finalmente en farmacia galénica. Después de haber hablado de las tres primeras, nos resta que tratar de esta última, o de las operaciones farmacéuticas propiamente dichas; las cuales abrazan no solo los medicamentos que son simples fmezclas, sino también todas las operaciones en las que de tal manera se complican las reacciones, que no es fácil apreciarlas, ya por el número de ajentes que concurren, o por la ignorancia en que aun estamos respecto de su na- turaleza i propiedades. Sin embargo, hai algunos medica- mentos que son verdaderamente composiciones químicas, pero que por cierta analojía se les coloca en esta clase. En primer lugar, al hablar de medicamentos, que son tan* — 398 — multiplicados i de diversas naturalezas, se concibe al mo- mento la necesidad de una nomenclatura i de un lenguaje para denominarlos ; i en realidad la farmacia lo ha poseído, i aun ha recibido mejoras en la parte química, en proporción de los adelantos de esta ciencia ; pero en el estado de inquie- tud o de vértigo en que se ha constituido la jeneralidad del mundo, estimulada por el espíritu de progreso ideal de que está poseído, era imposible esperar que la farmacia, tan liga- da al bien déla sociedad, dejase de participar en algo del cambio i trastorno que se ha inferido i se infiere a todo, desde las cosas hasta los principios, como medio de conse- guir el objeto. En efecto esto se ha verificado, porque la farmacia que hasta poco há poseia una clasificación, que por su sencillez i claridad era tan conocida i familiar a los pueblos, que se encontraba en todos los diccionarios la co- rrespondencia de las palabras de su lenguaje; esta clasifica- ción, decimos, por el espíritu de que hacemos mérito i para el que no hai cosa estable, pues no permite se envejezca lo nuevo por la aversión que tiene a lo antiguo inclusa la ver- dad, ha creido mui conveniente reformarla i sustituirla otras, porque ya no es una sola, i arreglar así la ciencia a laTnarcha de este nuestro siglo, Qui sans arrét dans sa course insensée, Voltige incessamment de pensée en pensée. Boileau. En dichas clasificaciones se ha llegado a dividir los medi- camentos en series, en clases, en fin en jeneros i especies. Dis- gustados'ya con el nombre de polvos con el que hasta aquí ha llamado todo el mundo a las sustancias reducidas a esta forma, se las coloca ahora en una nueva que se llama clase pulverolicos, o pulverolados ; para los ungüentos se ha esta- establecido la clase liparolicos i los jeneros liparolados i li- parolaturos; los medicamentos que todos conocian con el nombre de aceites de tal o cual sustancia, ya estos pertene- cen a la clase de los eleolicos i a los jeneros eleolados i eUolaturos; en fin con esas reticencias i otras en itos i en ados, etc., se ha formado un lenguaje, que aunque — 399 — se erea que con él se ha contribuido a la mejora de- la ciencia, en nuestro concepto lo consideramos a la par que embrollado, rimbombastico i pedantesco; Nosotros nos atendremos a lo anterior a todas estas reformas; así por lo que hemos dicho, como porque creemos mas racional,. preferirlas voces que para nombrar las cosas ofrece el pro- pio idioma, que tomar las de otro estraño, con lo que se hacen inintelijibles. Sin embargo, como debemos hablar de la nomenclatura, ros creemos en la obligación de esponer algunas de las propuestas, a fin]de darlas a conocer; poniendo en la primera línea la antigua, que es la que preferimos. EA orden en que se han colocado los medicamentos en su clasificación, el mismo nos guiará para tratar de ellos ; aña- ñíendo si, algunos que en ella no se hallan comprendidos, i reuniendo a la vez los que son de igual naturaleza. NOMBRES MODERNOS. NOMBRES ANTIGUOS. HEN11Y I GUIBOURT. BIRAL. CHEREAU. Oleolatos. —medicinales.. Elaeolados- —esenciales me- Medicamentos e- Aguas destiladas. Hidrolatos...r.. Hidrolatos. Hidroólitos. Azucarados (me- Sacarolados. dicamentos)... Cataplasmas.... Cataplasmas .... Cataplasmas.... Cervezas medici- Brutolados. Hidrolativos .... Electuarios...... Sacarolados blan-dos. — — Hidrolados. Emplastos o un- Estearolados só- güentos sólidos lidos. Apostolados. Especiolados. Hidrolativoa .... Amidolados. Hidrolados. q nidos. — blandos. — 400 — NOMBRES NOJV HENRY I GUIBOURT. [BRES MODERNOS. ANTIGUOS. BERAL. CHEREAU. Opolados oficina-les. Opolitos majistra-les. Hidrolados. Sacaroladoslíqui-dos. Mucolitos. Oleosacarolados. Sacarolados dúc-tiles. — sólidos. — sólidos. Pulverolados. Pulverolados. Eterolados, etc.. Melitos......... Hidrolativos .... Alcoholaturos etc Hidromelados ... Acetomelados.... Sacaruros(1).... Pildoras i bolos.. Pildoras i bolos.. Pildoras i bolos.. Polvos compues- Polvos compues- Polvos compues- Liparolados (2).. Estearolados. Pulpolitos. Hidrolados. Saluciones aquo- Estearatados.... Hidrolados (3;.. Hidrolaturos.... Tabletas, trocís- Eterolaturos .... dos. Alcoholados. Tinturas alcohó- Eterolados. Hidrolados. Oleocerolados re-sinosos. Estearatados. OZnolados. — verdaderos.. Vinos medicina- Estearatados.. .. A.cetolaturos .... Vinagres medici- Acetolados, (1) Mezcla de azúcar i una tintura alcohólica disecada a la estufa. (2) Liparolados, pomadas con excipiente simple; liparoides con excipiente com- puesto. r (3) M. Beral emplea la terminación en ado para las soluciones que no dan estrac- tos por la evaporación i la de en uro para las que lae dá«. La misma regla se aplica a las soluciones por el agua, alcohol, éter, etc. — 401 — Aceites. (Olealados.) De estos hemos espuesto ya lo concerniente en el artícu- lo especial que se les ha dedicado. Ahora solo resta el ad- vertir, que como sustancias insolubles en el agua, en cuyo vehículo i otros aquosos se les prescribe en varias clases de medicamentos, es necesario saber unirlos a dichos escipien- te*. Para conseguir dicho objeto, se recomienda la goma arábiga, la de tragacanto i la yema de huevo. Con las dos primeras, o se mezclan estando en polvo con el aceite, tritu- rando el todo por un largo rato en un mortero i agregando después mui poco a poco el escipiente, o se hace primero un mucilago mui espeso, al que se agrega poco a poco después el aceite, i en seguida el escipiente : respecto a la yema de huevo se procede de un modo análogo o igual, agregando últimamente el jarabe, u otros líquidos que con ellos se prescriban. A estos medicamentos se les dá, a mas del nombre de emulsiones por asemejarse a los que se obtienen con las se- millas oleosas i el agua, como la de almendras, se le9 dá a mas, decimos, los nombres de loochs, pociones emulsivas i también pociones i misturas ; denominaciones que se apli- can también a otros medicamentos, que se administran por cucharadas. El mismo procedimiento indicado se emplea en los ca- sos en que se trate de mezclar a escipientes aquosos, grasas concretas como manteca de puerco, sebo, esperma, cera, etc.; i también resinas líquidas, como trementina, bálsa- mo de copaiva, del Perú, etc.; advirtiendo que las primeras deben liquidarse precisamente a un fuego lento ; que el es- cipiente esté caliente i también el mortero, procurando que sea de metal para conseguir el objeto, introduciéndolo en agua caliente. Por lo demás se procede como con los an- teriores i del mismo modo con las resinas. La cera solo es necesario liquidarla añadiéndole un poco de aceite para qua el calor no sea tan grande, que coagule la yema si de ella se hace uso : para mayor claridad pondremos algunos ejemplos. 51-52 — 402 — Poción, mistura o emulsión purgante de aceite ricino.^-Se poue una yema de huevo en un mortero i se tritura añadién- dole un poquito de agua; en seguida se vá agregando por pequeñas porciones una onza de aceite de ricino, una onza de agua de menta piperita, dos onzas de agua o emulsión de almendras, i últimamente una onza de jarabe de cortezas de naranja, mezclándose bien el todo. Puede tomarse en una dosis; pero si en lugar de tres on- zas de vehículo i una de aceite, se ponen cinco i una media, i¡ se toman tres cucharadas cada dos horas hasta conseguir el efecto, se tiene una mistura aperitiva : en todo caso, en lugar de la yema se puede también emplear las gomas. Looch pectoral de esprma.— Dos dracmas de esperma, dos de manteca de cacao i media onza de aceite de almen- dras, se ponen a un fuego muí lento para que se liquiden, i después se vierten mui poco a poco en un mortero caliente, que contenga o un mucilago espeso de goma, hecho con cuatro dracmas i seis de azúcar, o mejor dos yemas de hue- vo con un poquito de agua. Se incorporan bien con la tritu- ración, i se van añadiendo poco a poco cinco onzas de infu- sión caliente de gnaphalium vira-vira (vira-vira), i después de frió, una onza de jarabe de tolu i en ciertos casos de hi- pecacuana. Es un cscelente pectoral en especial para los ni- ños, dándoseles una cucharada cada dos o tres horas», según la urjencia de la toz : los adultos pueden tomar dos o tres cucharadas. Aceites volátiles. (Oleolatos.) A lo que se ha dicho de estas sustancias en el artículo consagrado a ellos, solo hai que añadir : que para mezclar- los a los escipientes aquosos, se puede usar de los mismos intermedios que para los aceites fijos ; pero cuando el me- dicamento es para uso interno, si bien se puede emplear el medio indicado, mas conveniente es usar el azúcar. Para esto basta triturárselos bien en un mortero con dicha sus- tancia, i agregar poco a poco el escipiente. Para unirlos a el — 403 — agua i producir los líquidos llamados aguas destiladas, aro- máticas o no aromáticas, según ellas sean, bien se puede conseguir ajitandolos mezclados en un frasco; i también por medio de la magnesia, como se hace con el agua aro- mática de canela; pero el medio mas usado es mediante la destilación. Sí se emplean simplemente los aceites i agua destilándolos en un alambique, no hai nada que sea necesa- rio advertir ; mas si se usan de las plantas u órganos que los contengan, se necesita tener presente las observaciones que se van a esponer. Aguas destiladas. (Hidrolatos.) Las aguas destiladas son unos medicamentos líquidos constituidos por el agua, conteniendo en solución las sustan- cias volátiles, que con ella pasan en la destilación al reci- piente. Si son aromáticas, las dichas sustancias son los aceites volátiles contenidos en los cuerpos, que se ponen en el alambique; que aunque mui poco solubles, por la división que esperimentan al volatilizarse, facilitan un medio para poder mezclar mas o menos cantidad de ellos en el agua. Para prepararlas convenientemente, es menester que el farmacéutico elija el estado conveniente en que deben es- tar las plantas, que se someten a la operación ; porque al- gunas hai que son mas aromáticas, cuando están fres- cas que cuando secas; i otras por el contrario, como por ejemplo, la valeriana, orégano, etc. Las sustancias secas deben previamente dividírselas i po- nerlas en maceracion por 24 horas, si no son de tejidos re- sistentes ; pero si son leñosas, a mas de disponerlas en rasu- ras, o serrín, debe prolongarse su maceracion por 4 o 5 dias; menos las semillas aromáticas como las de las ombeliferas, porque tienen su aroma en el pericarpio. Esceptuando las flores, las hojas i sumidades, los vejetales tiernos deben dividírseles, cortándolos en proporción de su grueso, dureza i testura particular i macerarlos antes, duran- te 10 o 12 horas. Las sustancias carnosas, como ciertas raices, las cortezas — 404 — de la cidra, limón etc., se las ha de someter a la rayudera. Respecto del aparato que debe elejirse para la destilación, hai algunas opiniones, sobre si es mejor la retorta o alam- bique, por lo que hace al menos a ciertas sustancias ; pero en jeneral debe ser preferido este último. También no dejan de haber sus diverjencias sobre el ájente que se hade hacer obrar sobre las sustancias, esto es si ha de ser el vapor o el agua. A este respecto aconsejamos que las sustancias que contengan esencias mui fugaces, sean colocadas en el alambique sobre un diafragma, de modo que obre sobre ellas el vapor, i para las otras, que estén sumerjidas en el agua ; pero colocadas también sobre un diafragma, para evitar no loquen el fondo, en donde por estar tan próximas del fuego, puede en ellas acumularse mucho calor i descomponerlas ; siendo esta ia causa que se producen empireumas que dan mal olor a los productos. Esta misma razón nos conduce a no aconsejar la coovacion, esto es, el destilar varias veces el agua ya destilada sobre nuevas flores, hojas, etc., si no es en el caso que la operación se haga con el objeto de estraer los aceites esenciales. En este, caso, impregnada el agua de todo el aceite que puede disolver, el restante sobrenada en la superficie, el que se separa como ya hemos dicho. Las aguas destiladas que son productos de sustancias que no son aromáticas, i que ademas son suculentas como la lechuga, se preparan destilando el zumo, por ejemplo el de es- ta, hasta obtener la mitad ; pero también puede hacerse con una parte de la planta próxima a la inflorescencia, i un peso de agua igual al suyo para obtener una parte. Agua de canela.—Se la prepara de varios modos. El pri- mero es tomando 18 onzas de canela machacada o dos dracmas de aceite de esta corteza; de alcool siete on- zas o tres si es el aceite, i dos galones de agua. Se macera por 24 horas i se destila recojiendo la mitad del líquido. También se prepara con una onza de aceite i medio galón de agua, ajitándolo bien en un frasco i filtrando el líquido por un papel. Según otra formula se toma un dracma de aceite de cane- la i se tritura bien en un mortero con una dracma de carbo- — 405 — nato de magnesia ; se agrega poco a poco cuatro pintas de agua destilada i se filtra. Aceites medicinales. (Elceolados.) Estos medicamentos no son otra cosa que aceite de oliva, que es el que jeneralmente se usa, u otro aceite, contenien- do en solución todas las sustancias solubles en ellos, sustraí- das de las sustancias que se espongan a su acción. De consi- guiente, como estas sustancias son las materias resinosas, las grasas, otros principios activos, la clorofila, los aceites vo-- látiles, etc., se les puede preparar por simple solución, por maceracion, por dijestion i por cocción. De esto se sigue que al prepararlas, es menester atender a la naturaleza de las sustancias; porquesi el objeto es impregnar a los aceites de los principios volátiles de estas, mal se haría en esponerlos al fuego, por que dichos principios se volatilizarían. Por otra parte, las sustancias cuya aroma es mui fugaz, son las solas que se deben emplear frescas, prefiriendo las que sean se- cas, cuando estas a pesar de la desecación conservan sus principios. La razón de esto es .clara, porque la humedad que le comunican al aceite, siempre contribuye a enranciar- lo, i si se la quiere sustraer por medio del fuego, el aroma se volatiliza. Empleando las primeras, esto es las sustancias frescas, solo bastaponerlas o macerar con los aceites, revolviéndolas de cuando en cuandoicolandoel producto; pero otro método me- jor es : poner unos paños embebidos de aceite de oliva alter- nados con capas o estratas de las sustancias, esto es, un paño abajo, una capa de flores por ejemplo, otro paño, otra de flores i así de seguida. Las capas de las sustancias deben re- novarse cada 24 horas ; i cuando se vé que los paños están bien impregnados de aroma, se leí comprime por medio de una prensa i se guarda el aceite en tiestos apropiados. De este modo se pueden preparar muchos aceites aromáticos, como deja»min, violeta, etc. Para el aceite de rosas (o rosado como se se dice vulgar- mente), el de azahar i otros semejantes, se procede del modo — 4,06 — siguiente. Se contunde en un mortero una parte de petalos frescos i mondados, i se les pone a macerar en cuatro partes de aceite de oliva, esponiendo el todo en un tiesto adecua- do, por tres dias al sol o a un calor análogo, i removiéndo- los de vez en cuando. Al fin de este tiempo, se esprime fuertemente el líquido, al que se añade otra igual cantidad de petalos ; se procede como la primera vez i se repite -otra tercera, al fin de la que después de esprimir el aceite, se le cuela i se le guarda como ya se ha dicho. Los aceites hechos con sustancias secas, bien pueden pre- parárselos por el mismo método; pero también se puede es- ponerlos al baño de maria. Sin embargo délo que se acaba de decir, se debe preferir la percolación para preparar los aceites medicinales ; porque por su medio se quitan todos los inconvenientes que ofre- cen los otros métodos, los aceites se hacen menos alte- rables, se abrevia el tiempo i en fin se obtienen pro- ductos mas perfectos. Para esto solo basta el valerse de un aparato que se denomina percolador (fig. 60), análogo al que se emplea para preparar el café; con solo la diferencia, que termina en la parte inferior a manera de embudo, para por allí dar salida al a- ceite. En el interior se pone un diafrag- ma agujereado i sobre él se colocan las sustancias, i una tela antes, si están en polvo o mui divididas. Sobre las sus- tancias se pone otro diafragma agujerea- do, con mango en el centro, i después de estar todo así preparado, se vieiten 18 partes de aceite de oliva para obtener 16 Fig. 60. de producto. Las otras dos partes que quedan embebidas en las sustancias, se las estrae al fin de la operación, que es cuando ya no filtre aceite, echando agua caliente con la cual sale mezclado aquel i se le separa por decantación. Resta que advertir, que cuando la sustan- cia es seca i pulverulenta, se la debe primero mezclar bien con alcool, en proporción de un tercio de su peso i dejarla — 407 — =»s3 por espacio de dos o tres horas, antes de sujetarla a ía percolación. La decocción para preparar los aceites medicinales, solo se la emplea cuando el objeto es estraer de las plantas, sus- tancias que no deben sus propiedades a principios volátiles. En este caso se emplean aquellas frescas, se las contunde en un mortero, i se las hierve con el doble de su peso de aceite, hasta que 6e consuma la humedad. Esto se conoce en que las yerbas pierden su flexibilidad, i en que el aceite echado sobre carbones encendidos, se inflama sin chispo- rrotear. Hasta este punto no corre riesgo de quemarse el aceite, porque el agua lo impide ; sin embargo, cuando se vá aproximando este caso, es necesario disminuir el fuego, i dijerirlo durante algunas horas a un calor lento. El aceite no disuelve los principios en él solubles, sino cuando ya no son defendidos de su acción por el agua que lo» acompaña. Concluida la operación, se cuela con espresion, se deja aclararse, se le decanta i se guarda como se ha indicado. Aceites esenciales medicinales. (Miniados.) Estos medicamentos son mezclas de sustancias solubles en dichos aceites, o mas bien que tienen a esitos por esci- piente; pero son en tan corto número i de tan poco uso, que no merece que nos detengamos en ellos. Apócema i tisana. (Hidrolados, hidrofitos.) Ambas son medicamentos de igual naturaleza, pues no son otra cosa que cocimientos impregnados de varios prin- cipios estraidos, mediante la cocción con el agua, de las sus- tancias orgánicas medicinales que se prescriben. La diferen- rencia consiste, en que el apócema es un cocimiento mas cargado de dichos principios, o que contiene algunos tan enérjicos, que solo se les suministra por porciones i en tiem- pos u horas determinadas, i la tisana como mas simple se la prescribe por bebida a pasto. No obstante, no han dejado — 408 — ya de adulterarse estas voces, pues se les dá el nombre de tisana a algunos apócemas i también a simples soluciones de sustancias en el agua, como el agua de goma, las limo- nadas, etc. Azucarados (medicamentos). (Sacarolados.) Bajo de esta denominación se comprenden, como lo indi- ca la palabra, todos los medicamentos, que tienen por ca- rácter común el contener una grande cantidad de azúcar con sustancias medicinales. Los hai sólidos, blandos i líquidos; i aunque muchos son de igual naturaleza entre sí, se les de- nomina con diferentes nombres ; tales son por ejemplo en- tre otros : los polvos azucarados, de los que la especie la de- termina la sustancia, como los polvos azucarados de cubebas; los confites o granos dulces, que solo se diferencian de las pildoras en que aquellos tienen el azúcar por escipiente; las tabletas, diferentes de las pastillas en solo la forma que por lo regular es cuadrada, mientras las de estas es circular; en fin las pastas, en las que aunque suelen entrar otras sustan- cias, son esencialmente compuestas de azúcar i de goma," dándoles una consistencia entre blanda i sólida, flexible i elástica, pero que no se adhiera a los dedos. Aunque prepa- raciones son todas estas, que mas bien son de agrado, i de consiguiente poco importantes en medicina, no obstante la terapéutica saca algunas veces ventajas de ellas, para admi- nistrar sustancias medicinales a personas de gusto delicado, en especial para los niños. Todas ellas se hacen poco mas o menos mezclando a la azúcar polvos, o haciendo con esta i goma una masa con coci- mientos, infusiones, aguas aromáticas, espíritus, o añadiendo esencias etc.; la cual después de dividírsela en porciones que se las dá la forma conveniente, se las pone a secar; o si bien se quiere, se la reduce a polvo. A las mezclas de aceites volátiles con el azúcar, se las dá el nombre de oleosacaros. Ejemplos : Oleosacaro de cidra i de otras sustancias.—Se toma una cantidad determinada de azúcar blanca, se la pulveriza en — 409 — el mortero i se la agrega según la prescripción una, dos o' tres gotas de aceite de cidra, de menta, canela, u otro por cada dracma; se trituran, se mezclan, se les pasa por un ta- miz fino i se guardan en frascos seeos i bien tapados. Cuan- do no hai prescripción que determine la cantidad de aceite, siempre se pone una gota para cada dracma. Azúcar vermífuga.—Para preparar este medicamento se prescribe el triturar en un mortero una determinada canti- dad de azúcar i otra de mercurio hasta la desaparición de es- te; operación molesta i que demanda mucho tiempo. Noso- tros recomendamos la prescripción siguiente: Tómese de calomelanos una cantidad i de agua de cal la necesaria para descomponerlo en oxidulo. Lávese este bien con agua clara, fíltrese i póngase a secar aun mui suave calor. De este oxídulo seco tómese cuatro onzas i siete de azúcar en polvo, tritúrense i hágase bien la mezcla de esta azúcar, que se emplea como vermífugo para los niños: la do- sis es hasta dos escrúpulos. Azúcar con ipecacuana.—Azúcar blanca 16 onzas, tintu- ra alcoólica de ipecacuana seis dracmas. Se trituran bien en un mortero, i se seca la masa en una estufa; después se la pulveriza, se la pasa por tamiz fino i se guarda en frascos secos. De este modo o empleando las tinturas etéreas, se pue- den hacer todos los azúcares de las otras sustancias, con solo la diferencia de la cantidad de las tinturas, que deben arreglarse a fórmulas. De igual manera se procede empleando,- en lugar de las tinturas, los cocimientos, infusiones^ etc ; advirtiendo que en este caso es necesario usar del baño de maria para se- car la masa, en lugar de estufa la que se emplea para a- quellas. Si en lugar de reducirlas a polvos se las pone en masa i se las dá las formas que se ha dicho, de este modo se obtienen los otros medicamentos azucarados que se han indicado. Ejemplos: Tabletas o pastillas.Se toma azúcar bien blanca i mui- pulverízada, i se la mezcla en un mortero con otras sustan- — 410 — cías igualmente en polvo. Se hace por separado un mucila- go con goma de tragacanto a frió, i con él i una parte de la mezcla se hace una masa blanda, a la cual puesta sobre un mármol, se lava agregando lo restante de los polvos, i mala- xándola con las manos hasta darla la debida consistencia. Dispuesta de este modo, se espolvorea sobre un mármol, por medio de un tamiz, polvos de almidón con azúcar i so- bre ellos se coloca un marco de madera o metal de una pro- fundidad igual al grueso que se quiera dar a las tabletas o pastillas. Dentro de este marco se estiende bien la masa i se la aplana bien con el rodillo en todas direcciones, a fin que quede igual asi en la superficie como en su profundi- dad. Después de esto, se espolvorea por encima polvos de almidón i azúcar, i se la corta en porciones cuadradas, pero iguales, o en circulares por medio de un sacabocado. Hechas ya las tabletas, se las dispone sobre papel colocándolas, si es posible, sobre un zarzo; se las deja asi por 12 o 14 horas al aire libre, pero que no esté húmedo; las que pasado este tiempo, se las acaba desecar, pero a un calormui moderado, en una estufa para que las tabletas queden blancas al mis- mo tiempo que sonoras i frajiles, que son los caracteres que manifiestan estar bien preparadas. Al fin, así secas se las pone en una criba o cosa análoga, se las ajita por un rato a fin de separarles el polvo que tengan asido i darles un cierto pulido, para después guardarlas en tiestos bien secos i mui tapados. A estas preparaciones se las denomina también trociscos. Para cuando se aromatizan las tablascon alguna sustancia como canela, rosa, cidra, etc., se hace el mucilago con a^uas destiladas o aromáticas de estas; i también en todo caso se le añade un poco de clara de huevo para que salgan mas blan- cas; bien que si se quiere colorearlas, se puede hacer con sus- tancias inocentes, como con la cochinilla, el azafrán, etc. Confites o anises purgantes.—Se toman cinco dracmas de jalapa, otras tantas de escamonea, ambas mui bien pulveri- zadas, i de la misma manera media onza de crémor. A mas de esto, cuatro onzas de anis en semilla mui limpia i diez i seis de azúcar. Las tres primeras sustancias se mezclan bien ♦riturándolas en un mortero i con el azúcar se hace una al- — 411 — mivar bien concentrada. Se coloca colgado con dos cuerdas un tiesto espacioso como por ejemplo una paila, i debajo de ella se mantiene un poco de fuego. En ella se pone una por- ción de los polvos i el anís, i después de mezclarlos bien con la manóse agrega un poco de almivar no mui concentrada i re- moviendo el todo con la mano se hace una masa blanda, que se tribuye entre los granos de anís a fin que en ella se incrusten, i procurando queden separados entre sí. Esto se hace al mismo tiempo que se le dá un movimiento al tiesto, con el objeto que no se concentre mucho calor en la masa i por el contra- rio sea solo el necesario para que se seque; al mismo tiempo se consigue que con dicho movimiento se redondeen los gra- nos. Luego que se haya secado esta primera capa, se agrega otra pequeña porción de polvos i de almivar i se procede co- mo la primera vez, i asi de seguida hasta emplear toda la cantidad. Al fin se guardan en tiestos bien secos. Esta preparación es un suave purgante, del que se puede usar desde media dracma hasta media onza o mas según la edad. La otra clase de medicamentos azucarados son los blan- dos i en ellos se comprenden las conservas i jelatinas. Las primeras son unas simples mezclas de azúcar con al- gunas partes de los vejetales frescos i reducidas a pulpa*. Aunque de todas las partes tiernas de los vejetales se pueden hacer conservas, no obstante solo se emplean aquellas que son fáciles de alterarse, con el objeto de conservarlas me- diante la propiedad que para ello tiene el azúcar. Sin em- bargo, dichas preparaciones son de poco uso en medicina a causa de su poca duración; aunque algunas preparadas con cuidado pueden conservarse largo tiempo. Esto lo he- mos conseguido con la de rosas, siguiendo la formula de Edimburgo. Ejemplo. Conserva de rosas.—Se toman tres onzas de petalos de rosa gallica frescos i reducidos a pulpa en un mortero; se les aorega poco a poco ocho onzas de azúcar refinada i en polvo; se les tritura bien hasta que se haga una masa bien homojé- nea, i se guarda en frascos bien tapados i en un lugar freso. En jeneral para que las conservas sean mejor preparada?, — 412 — -después de reducir las sustancias en pulpa en un mortero, se ^ías debe pasar por un tamiz;en seguida, calentarlas en un ba- ño de maria i agregarles el azúcar refinado en polvo. Des- opiles de bien mezcladas i frias, se les guarda en frascos bien tapados i en un lugar fresco, cubriendo la superficie délas conservas con azúcar en polvo. Las conservas de sustancias de principios fugaces, se las debe prepararen frió. Se pueden también confeccionar dichos medicamentos con vejetales se- cos, pero son con aquellos que conservan sus virtudes apesar de !a desecación. En este caso debe ablandárseles con la ac- ción sola del vapor. En este último jénero de preparaciones deben colocarse las que se denominan electuarios, confecciones u opiatas, i aunque este último nombre se dio al principio a solo aque- llas en que entraba el opio; pero después se ha estendido a las que no lo tienen. Estas son unos medicamentos com- puestos de diferentes sustancias mui bien pulverizadas, mez- cladas entre si i unidas a un líquido azucarado. Como son tan de diversas naturalezas las sustancias que -pueden entrar en dichas composiciones, i por otra parte debe procurarse que sean bien homojéneas, para conseguirlo es necesario tener presente ciertas reglas que conducen a ello. En primer lugar, las sustancias se han de pulverizar al grado de sutileza posible, i para poderlo conseguir con aque- llas que son blandas, como las semillas aceitosas, se las debe moler junto con aquellas que son bien secas. Los estractos se han de disolver previamente en ao-ua ealiente, i solo empleando la cantidad suficiente para disol- ver a estos hasta una consistencia de miel, i para las sales que sean bien solubles, la que solo sea necesaria para su so- lubilidad. Las gomo-resinas i resinas blandas, o se disuelven en al- gún líquido apropiado que ¿ntre en la composición del elec- tuario, o en otro si no hai inconveniente, o se las va tritu- rando agregándoles poco a poco polvos; i si son de tal na- turaleza que calentándolas al baño de maria, como por ejemplo la trementina, se liquiden, se las somete a él i se les *vk agregando polvo? poco a poco. — 413 — En fin los líquidos o jarabes que se empleen, han de tener una consistencia mayor que la común. Para proceder a la mezcla, se comienza por unir los pol- vos reuniéndolos, triturándolos i tamizándolos; en seguida se mezclan las soluciones, si las hai, con el jarabe un poco caliente, \ a este se van agregando poco a poco los polvos bien divididos; i si es posible haciéndolos caer de un tamiz,- mientras se ajita el líquido con el fin de incorporarlos con él, haciendo una pasta homojénea. Si se prescriben esencias, se, tas pone de las últimas. Aunque en las fórmulas para la confecciones, electuarios, etc., se determine la cantidad de jarabe,, es mui común en las prescripciones de los facultativos que formulan elec- tuarios, decir que se emplee el jarabe conveniente. En este caso, el farmacéutico debe tener presente, que como se em- plean sustancias secas, todas deben absorver parte del líqui- do, pero no todas en igual cantidad ni en igual tiempo, en razón de las diversas consistencias de las sustancias emplea- das que pueden ser leños, hojas, etc. De consiguiente, debe calcular sobre estos datos para emplear la cantidad de lí- quido necesaria, i dar a la mezcla una consistencia mas es- pesa que la miel i hacer que la conserve. Para esto debe de- jar al principio un poco clara la mezcla, debiendo estar se- guro que tan luego como las sustancias hayan absorvido la cantidad de que son capaces, quedará el electuario en su debida consistencia. Por lo demás como son medicamentos espuestos a descomponerse i de poca duración, son pocos los oficinales. Ejemplos: Confección o electuario aromático del Dispens. de Edim. —Se toman de polvos de canela i de nuez moscada de cada cosa dos onzas, de clavos de especia una onza, de simientes de cardamomo media onza; de azafrán dos dracmas, de cre- ta preparada diez i seÍ3 onzas i de azúcar blanca veinte i cuatro onzas. Reducido todo a polvos finos i mezclado bien, se une a cada parte de polvos dos partes de jarabe de corteza de naranja. Es antiácida, estimulante i carminativa, siendo su dosis- dediez.granos hasta una dracma. — 414 — Confección o electuario de opio.—Este medicamento que también se le ha denominado philonium romanum,se com- pone según el dispensatorio de Edimburgo del modo si- guiente. De los polvos anteriores (polvos aromáticos) seis onzas; de polígala senega en polvo fino tres onzas; de opio disuel- to en un poquito de vino de jerez media onza , i de jarabe dejenjibre doce onzas. Se mezcla todo bien i se hace el electuario. Es aromático i narcótico. Se le prescribe en la diarrea i en el cólico flatulento, i como un coadjuvante en la mistura de cal. Sn dosis es de diez granos hasta una dracma, i en ca- da 40 granos contiene uno de opio. Electuario desasafras compuesto.—De polvo de quina me- ,dia onza; de sasafras dos dracmas i de jarabe de cortezas de cidra dos onzas i media. Según se ha dicho hágase electuario* Es una excelente prescripción en los casos de escorbuto i debilidad del sistema. La dosis es una cucharadita tres ve- ces al dia, en un poco de agua. Jaleas o gelatinas.—Son otros medicamentos azucarados de una consistencia blanda, trémulos i formados de sustan- cias viscosas, animales, o vejetales a las que se une el azú- car para hacerlas gratas. De consiguiente las hai de dos es- pecies, animales, i vejetales. Las primeras las constituye la jelatina, mientras 'que las segundas son producidas, unas por sustancias mucilajinosas como las de fécula i de liquen islándico; otras deben su consistencia a la pectina o al ácido pectico, como son las jaleas de frutas; otras en fin, a la mez- cla de estos principios. Las vejetales son de mas fácil con- servación i el método de prepararlas mas variado. Las del jénero de las animales que se usan en medicina, se puede decir está compuesto esclusivamente de la de cuer- no de ciervo, la de cola de pez i de la de greatina. La primera, aunque hai otro método de prepararla, el me- jor es el siguiente. Se toman rasuras de cuerno de ciervo i se las pone durante diez minutos en el doble de su peso de agua acidulada coa ácido clorohidrico, removiéndolas i es- — 415 — fregándolas dentro de ella. Pasado este tiempo, se las lava' mui bien con agua clara i se las hace hervir con agua du- rante media hora; se cuela el líquido, se clarifica con clara de huevo i se le dá la debida consistencia. La preparada con cola de pez aun es mas fácil; pues bas- ta tomar de dicha sustancia de la mejor especie (la inglesa),. i dejarla por un poco de tiempo en el agua en la cual se la lava ; se la pone al fuego en una cantidad de nueva agua, pero haciéndole esperimentar solo algunos hervores, porque una ebullición prolongada la daria un gusto desagradable.Se cuela el líquido, se le agrega un poquito de ácido cítrico o de limón i azúcar, i después se cuela en tiestos particulares si se le quiere dar alguna forma. La proporción en que debe estar la cola respecto del agua para que tenga una buena consistencia la jelatina, es de 20 granos para onza. La fór- mula que se recomienda es la siguiente. Jalea o jelatina de cola de pez.—Cola de pez seis drac- mas; agua clara veinte i dos onzas; azúcar blanco doce on- zas; ácido cítrico media dracma i alcool de cidra o naranja u otro, según se quiera, tres dracmas. Se disuelve en el agua la cola, el azúcar i ácido, se añade una clara de huevo batida en un poco de agua, se hace hervir, se espuma, en seguida se cuela por una tela vellosa, i últimamente se agrega el alcool. En lugar de la cola, puede reemplazarla i quizás con ventaja la greatina. Paralas jelatinas vejetales, se ha dicho que los proce- dimientos eran mas variados, i esto debe ser así, atendi- do a la diferencia de su naturaleza. Véase aquí algunos ejemplos. Jelatina de liquen.—De liquen privado de su amargo (si se prescribe), sesenta i cuatro partes i de azúcar ciento veinte i cinco. Se hace hervir el liquen en una cantidad de agua suficiente durante media hora. Se cuela con espresion el líquido; se le agrega el azúcar i después de ponerlo otra vez al fuego, se ajita hasta que comienze a hervir. Llegado este caso, se cesa el movimiento, se retira fuego, dejando solo el necesarío^para mantenerlo a una ebullición moderada, i se le mantiene así hasta que tome la debida consistencia por el • — 415 — enfriamiento. Entonces se quita la película que se haya for- mado en la superficie, i se le cuela en los moldes si se quiere, poniendo primero en su fondo algunas gotas de tintura aro- mática, si se quiere darle olor. Algunas fórmulas prescriben el agregar a esta jelatina cuatro escrúpulos de cola de pez; esto, a mas de no dañar en nada, le dá una consistencia mas firme. Del mismo modo se prepara la jalea decarrageen. Las jaleas de frutas, que por lo regular deben su consis- tencia a la pectina o al ácido pectico, se preparan con sus jugos esprimidos en frío o en caliente, por cocimientos de dichos frutos; cociendo después aquellos con una cantidad de azúcar hasta que por el enfriamiento adquieran la con- sistencia que las caracteriza. Para lasque se hacen con cier- tos frutos carnosos, como por ejemplo el membrillo, man- zanas, etc., se los machaca, se les quita la epidermis, se les corta en trozos, quitándoles al mismo tiempo las semillas i partes cartilajinosas, i asi dispuestos se les hace hervir en agua, la que cuando esté bien impregnada de sus principios, se cuela, se la agrega cierta cantidad de azúcar, secuela el líquido i se evapora hasta la debida consistencia. Para evitar que no pierdan la propiedad de formar masas trémulas, debe cuidarse que las jaleas de frutas estén lo me- nos posible en el fuego. Sin embargo se puede prolongar la evaporación a un calor suave; por cuyo medio se las dá una consistencia bastante sólida i se las llama entonces mel- meladas. Por lo demás, las jaleas vejetales se las puede conservar en tiestos aparentes, bien tapados, habiendo cu- bierto antes su superficie con polvos de azúcar. Para mayor claridad de lo que se ha dicho, pondremos algunos ejemplos. Jalea de fragaria chilensis (frutilla).—Después de haber esprimido el jugo, se cuela a fin de separar las semillas; se mezcla con un peso igual de azúcar, se cuece rápidamente cuidando de separar la espuma que se vaya produciendo, i se le deja hasta que haya tomado la debida consistencia. Jalea de membrillos.—Se toman membrillos próximos a madurar i se les quita la borra o vello estregándolos con un paño; se les corta en trozos con una lámina de plata o de marfil i se les separa la piel i todo lo interior con las semi- — 417 — Has. De estos trozos asi preparados se toman sus partes i se les hierve en diez partes de agua hasta que estén bien coci- dos. Después de esto se cuela el líquido, se le agrega cuatro partesdeazúcar, se leclarifica con clara de huevo i se le eva- pora hasta que tome su consistencia por el enfriamiento. También se la puede preparar con el jugo, pero como este tiene poco ácido pectico, lo m^jor es cocer el fruto. De este modo se prepara la jalea de manzanas, peras, etc. Finalmente en esta clase de preparaciones, se colocan también las que se denominan pulpas. Estas no son mas que las partes parenquimitosas de los frutos, raice*, yerbas, etc., separadas de las partes fibrosas por medio de un tamiz. Para esto se las machaca bien en un mortero de piedra i se las hace pasar por entre las mallas. En esta operación es necesario, para saberla dirijir, arreglarla ala naturaleza de las sustancias; porque si hai unas que solo se necesita con- tundirlas, como por ejemplo los frutos carnosos, hai otras que deben previamente cocerse para ablandarlas:en este caso se recomienda que sea al vapor i si se hace con el agua, que sea en la mas pequeña cantidad posible, a fin de no estraerles muchos de sus piincipios. También se usa cocer- las agregándoles azúcar, i en este caso se las llama melmela- das, conservas, etc. Con lo que se ha dicho respecto de las composiciones que se han espuesto, fácil es de comprender lo que se puede decir de los jarabes, que es la última clase de medicamentos azucarados de que vamos a ocuparnos. Estos son unas con- servas medicinales líquidas, que por medio del azúcar ad- quieren una consistencia viscosa i un gusto agradable. Los vehículos con los cuales se les prepara, ¡ que son los que contienen las sustancias medicinales, son de naturalezas mui diversas, pues aunque pueden ser simples soluciones en el agua, son por lo regular cocimientos, infusiones, jugos, vi- nos medicinales, vinagres, etc. La ventaja que ofrecen los ja- rabes no deja de ser importante, pues por su medio se ha- cen las sustancias;medicinales agradables o menos desagra- dables; se preservan hs virtudes de muchas de ellas, que no pueden contenerlas por sí solas mucho tiempo, como por 54 — 418 — ejemplos los jugo3, i se le suministra al médico prontas solu- ciones i en un estado de concentración constante. Por esta razón se emplean los jarabes para hacer pociones i tisanas. La condición esencial de los vehículos que se emplean es, que puedan disolver el azúcar; de aqui se sigue que los líquidos etéreos o aceitosos no pueden servir para el caso. Las tinturas alcoolicas hechas con un alcool débil, si bien pueden en algún tanto servir, no disuelven bastante azúcar i constituyen mas bien lo que se llama ratafia El carácter de un jarabe bien preparado, con algunas es- cepciones, es el que sea claro i que no tenga en suspensión ninguna sustancii estrañu, i para conocer mejor esta calidad se le disuelve en el agua, en la que si está preparado como se debe, dá una solución clara, salvo en algunos casos como en el de almendras i otros. Los procedimientos en la preparación de los jarabes son diversos; pero recomendamos que siempre que se puedan hacer por soluciones, se preparen de este modo. Por este medióse hacen menos fermentecibles, se administran dosis mas exactas i se preparan con mas prontitud,v. g: si se quie- re preparar el jarabe de opio, disolviendo la cantidad nece- saria en el agua, agregándole el jarabe correspondiente, poniéndolo un poco al fuego e incorporándolo bien, se tiene un jarabe que no seria mejor el preparado por cocimiento, infusión de cabezas de amapola, etc.Si en lugar de un estrac- to es un ácido, como el cítrico, o un alcool como la tintura de tolú, se hace un jarabe excelente i si el alcool no es con- veniente, fácil es separárselo por medio del fuego. Aunque a este respecto algo se ha dicho ya hablando de las operaciones i algunos aparatos, nos resta que agregar algunas observaciones para la preparación del jarabe que se llama simple, i se debe mirar como la base de los demás. Jarabe simple.—En esta preparación el azúcar debe ser blanca, refinada, i aunque la cantidad de agua debe ser arreglada a los diferentes casos, sin embargo no debe aore- garse mas que la cantidad suficiente, por que si esto sucede i se quiere después estraerla por la evaporación, por hervirla largo tiempo, el azúcar se colora, se altera i se cambia en — 419 — azúcar incristalreable. En caso que no se obtenga azúcar blanca, se la descolora, mediante el carbón animal en polvo fino i lavado con ácido clorohidrico primero i después con agua. Para separar las impuridades que el azúcar puede tener, se le clarifica con clara de huevo. Para esto el mejor modo es, batir la clara con un poco de agua fría, o del vehículo; se agrega así a todo el líquido, el que después de removérselo i añadirle el azúcar, se pone a un fuego moderado, para que el líquido llegue lentamente a la ebullición, i la clarificac'on sea mas perfecta. Cuando aquella se establezca i se forme la espuma en la superficie, se espera un poco, para que tome cierta consistencia, se moriera la ebullición por medio de agua fr¡a echada en chorro de alguna altura, o lo que es mejor, agua albuminosa, i de este modo se facilita la separa- ción de la espuma. Esta no debe dejarse largo tiempo, por- que por la ebullición se divide, se mezcla en la masa i se hace difícil separarla. Debe pues quitársela a tiempo, i a cada vez agregar primero agua albuminosa i concluir e>ta opera- ción como se ha dicho. Las diversas consistencias que toma el azúcar por la coc- ción, han recibido varias denominaciones, tomadas ya de las propiedades que ella adquiere, o ya de los fenómenos que presenta. Entre las varias son la de hebra o bañado, que se dice del jarabe, que puesta una pequeña cantidad en- tre los dos dedos i separándolos después, forma un hilo de dos o tres líneas, que al romperse forma sobre el dedo una gota casi imperceptible. Se le llama jarabe a Ir película, cuando puesto en una cuchara i soplando sobre ella, o so- bre la masa del líquido, forma una telilla que desapare- ce tan luego como se deja de soplar : a la nata, cuando moviendo el jarabe que se toma en la espumadera, e incli- nándola después, cae en forma de nata : a la perla, cuando haciendo la misma operación, al dejarlo caer las últimas go- tas forman un hilo, en cuyo estremo se ve una gota en forma de perla. Para todo esto se necesita un cierto grado de ha- bitud; pero para conocer el grado de concentración de los jarabes, lo mejor es el valerse del areómetro, a cuyos gra- — 420 — dos se dan también otras denominaciones. Dé este modó^ se dice : Grande hebra o gran bañado al que corresponde a 36° Soplado, pequeña pluma o pequeño bolado al de... 37° Gran soplado o gran pluma al de.............. 38° Bolado el que echado en el agua forma una masa blan- da; i si de consistencia del azúcar, gran bolado. Quebrado cuando echado en el agua forma una masa quebradiza, que no adhiere a los dientes. En fin caramelo se llama al azúcar que por calentarla mas que la anterior, se colora i adquiere un sabor mas o menos empireumático. Por lo demás todos los jarabes poco mas o menos se preparan como se ha dicho, i se les debe guardar en tiestos bien tapados i en lugar fresco. De ellos pondremos algunos ejemplos, que por lo que hace a los que se denominan meli- tos u oximieles, no son otra cosa que jarabes, en los que a la azúcar se sostituye la miel. Jarabe de violeta.—Se toman de flores de violeta fresca una parte i se las pone en seis partes de agua a 40°, en la cual se las ajita por uno o dos minutos, i después se las cuela poruu zarzo o amero para que se escurra el agua. Se pesan las flores i sobre el aumento de peso que tengan por el agua, se completa el doble de su peso de agua hirviendo. Después de 24 horas de infusión, se cuela el líquido con presión, i se le deja en reposo. Se le decanta para separarle un depósito verde, i en la infusión se pone azúcar blanca en cantidad de 19 de azúcar para 100 de infusión. La solución del azúcar debe hacerse a una temperatura moderada, porque de otro modo, adquiere el jarabe un color a la flor descolorida. Por otra parte, debe hacerse en tiesto de estaño, por que sin po- derse dar razón del fenómeno, de este modo el color es mas vivo. Este metal tiene de tal modo esta influencia, que a fal- ta de tiosto, puede ponerse algunos pedazos; i aun para con- servar el color después de embotellado, será mui conveniente poner dentro de las botellas algunos pedacitos. Obra como espectorante i laxativo en los niños, en la do- sis de una o dos cucharadas. — 421 — Jarabe balsámico o de tola. Jarabe simple un poco caliente, dos libras. Tintura de tolú, una onza. Se ajita i se mezclan bien. Es un agradable coadyuvante en las misturas pectorales: su dosis es de una dracma hasta cuatro. Jarabe de granada.—Diez partes de granos de granada recien estraidos i once de azúcar blanco groseramente divi- dido, se mezclan ambos i se les deja en este estado por 24 horas. Se les pone después al fuego, se les dá un hervor, i en seguida se cuela el jarabe. Es temperante i astrinjente. Jarabe de jugo de naranja.—En diez i seis partes de ju- go de naranjas dulces defecado, se disuelven al calor del ba- ñode maria 23 de azúcar refinada i se cuela. Se puede aro- matizar con alcool de naranja. Es temperante. Jarabe de jugo de limón.—Se hace lo mismo que el an- terior. Jarabe de almendra u orchata.—El mejor método de pre- preparar este jarabe i evitar en lo posible que se divida en dos capas, que es uno de los inconvenientes que ofrece, es el siguiente, que es el de Boudet. Se toman 16 onzas de almendras dulces, cinco de amar- gas, 8 libras de azúcar blanca, 4 libras 4 onzas de agua clara i 8 onzas de agua de azahar. Se mondan las almendras de su película mediante un poco de agua que no esté mu¡ caliente i se las reduce a una pasta fina en un mortero, o en una piedra de chocolatero, añadiéndoles desde el principio 4 onzas de a«-ua i 16 de azúcar. Se deslíe esta pasta perfec- tamente en el resto del agua; se cuela esprimiéndola fuerte- mente i en la emulsión que resulta, se disuelve el resto del azúcar a un calor suave en el baño de maria. Se cuela el ja- rabe con espresion, pasándolo por un lienzo tupido; se de- ja enfriar en una vasija tapada para impedir se forme una telilla cristalina en la superficie i se echa en botellas bien secas, que se tapan exactamente i se las coloca boca abajo. Para'hacer orchata, se pone una onza en un vaso común de agua. __ 422 __ Jarabe de ipecacuana.—Aunque esta preparación es uno de los buenos medicamentos, para obtenerlo es de indis- pensable necesidad el prepararlo mui bien, i pura ello es ne- cesario no valerse de infusiones ni cocimientos aquosos, por- que a mas de estraer de la raiz una gran cantidad de fécula, con ella se pone turbio el jarabe, i a mas las cantidades del principio activo que contiene nunca son exactos, i por con- siguiente no puede ser la dosis que puede prescribirse. Para obviar todos estos inconvenientes recomendamos la siguien- te fórmula: De estracto alcoolico de ipecacuana, media onza. De jarabe simple, tres pintas. Disuélvase primero el estracto en la cantidad de agua su- ficiente agregándole un poco de alcool, i añádase la solución al jarabe un poco caliente; mézclese bien i guárdese para el uso. Cada onza representa diez i seis granos de la raiz i cuatro del estracto. Es espectorante i emético i principalmente es mui útil para los niños. Como lo primero la dosis es de una cucharadita para los niños i una onza hasta onza i media para los adultos; i como espectorante desde una dracma hasta dos. Cataplasmas. Estas son unos medicamentos blandos destinados para ¡uso esterno. Se componen de pulpas, de polvos, de harinas i de diferentes líquidos, a las que se agregan sales, aceites, ungüentos, etc. Se les suele dar diferentes nombres en razón del lujara o que se aplican, como epicarpo a la que se aplica a la muñeca; subpedaneo la tque ala planta de los pies; epítema la que al dorso, en fin sinapismo a la que se hace con harina de mostaza. Según sean las sustancias, se preparan las cataplasmas con ellas, ya crudas, ya frias como la de mostaza, ya con plantas frescas o secas, cocidas o reducidas simplemente a pulpas sin cocerlas; i otras se las prepara con polvos mez- — 423 — ■ciados con harina, que la mejor es la de alpiste porque con- serva mas la humedad. En esto solo hai que observar, que cuando es necesario cocer las sustancias, casi en todo caso es mejor aplicar el vapor para ablandarlas i poderlas reducir a pulpa; otras si se las cuece en agua, es conveniente hacer- lo en poca cantidad i que el mismo líquido sirva para hacer la cataplasma. En fin todo lo que se ha dicho sobre las pul- pas es aplicablea las cataplasmas, sin dejar de tener presen- te el grado de calor que se debe aplicar en los casos en que las sustancias sean aromáticas. Ejemplo: Cataplasma madurativa.—Miga de pan bien dividida 4 onzas, i de leche la cantidad suficiente para que cocida en ella, forme un masa bastante espesa. Después de fria se agre- ga dos yemas de huevo mezcladas a dos onzas de aceite i se hace la cataplasma. Aplicándola con renovación fre- cuente a los tnmores e hinchazones, es un excelente madu- rativo i algunas veces obra como resolutivo. Cataplasma resolutiva.—Cuésanse raices de zanahoria en un poco en agua; redúzcanse a pulpa en un mortero, méz- clese a ella un tercio de harina de linaza i con el agua del cocimiento hágase la cataplasma. Es excelente resolutivo en •en las hinchazones. Cervezas medicinales. (Bmtolados.) Estas preparaciones las constituye como lo indica su nom- bre, la cerveza cargada de principios medicinales, sustraídos alas sustancias que se someten a su acción. Obra sobre ellas así por el agua como por el alcool que ella contiene; pero como de por sí es alterable, forma medicamentos que se deterioran mui pronto: esta es la razón por que en medicina se prescriben mui poco. Ceratos. (Liparóides ) Estos medicamentos son estemos; i aunque se componen de aceite cera i algunas veces de esperma de ballena, en los que son mas compuestos, se agregan líquidos, estractos, — 424 — sales, polvos,etc. También seles dá a otros medicamentos el mismo nombre, porque tienen la consistencia de la cera, i aun aquellos se les denomina pomadas. Para obtener dichas preparaciones bien preparadas i blan- cas, se deben observar las reglas siguientes: Las vasijas que se empleen deben estar mui limpias. La cera i aceite para su confección han de ser reciente?, i con preferencia deben elejirse los aceites de almendras i de oliva. Las sustancias se han de licuar al calor del baño de ma- ria; porque una temperatura un poco elevada, alterarla las grasas i disminuiría su blancura. A fin de que los principios grasos no estén mucho tiempo expuestos al calor, los que son sólidos se les ha de dividir en pequeños trozos; i cuando ya estén líquidos i mezclados, se les vierte en un mortero i se ajita el cerato hasta que esté per- fectamente frió; teniendo el cuidado de incorporar en la masa las partes que se adhieran a las paredes del mortero por medio de una espátula. Sin esto, tomarán una consistencia mayor que la masa misma i formarán grumos que seria difícil después el deshacerlos. Cuando se opera en grande, es mui necesario hacerlo en un mortero o vasija de metal, que se debe calentar previamente con aguacaliente; a fin de que el enfria- miento se haga lentamente, que las porciones que se adhieran a las paredes no se solidifiquen tan pronto, puedan introdu- cirse en la masa i adquiera el todo una igual consistencia. Para cuando en lugar de proceder del modo dicho, se deja enfriar la masa tranquilamente, se la saca de la vasija i se la raspa superficialmente con una espátula, sacando capas mui delgadas, lasque se van triturando en un mortero, pro- curando no queden grumos. Si se debe agregar a los ceratos materias salinas, polvos, estractos, etc. ha de ser cuando aquellos estén perfectamente unidos. Los polvos han de ser mui finos, las sales bien divididas i los estractos disueltos en una pequeña cantidad de líquido. Para incorporar las aguas destiladas a los ceratos, se las ha de mezclar a ellos cuando estén líquidos, ajitarlos vivamente, dejarlos enfriar tranquilamente i proceder como se ha dicho. De este — 425 — modo se obtiene 'un excelente cerato; por ejemplo con el agua de azahar, para hacer el de~ este nombre. Con esto se consigue que el aceite volátil del agua, se una a las mate- rias grasas, el agua se deposite en el fundo por su peso es- pecífico i el cerato se separe. Ejemplo de ceratos : Pomada o cerato para los labios i escoriaciones. Cera blanca, media onza. Manteca de cacao, seis dracmas, Aceite de almendras, tres onzas. Se liquidan a un suave calor, i como se ha dicho se hace el cerato. Ungüentos. (Betinolados.) Esta denominación se aplica jeneralmente a los me- dicamentos estemos, compuestos de un cuerpo graso i un cuerpo resinoso; a los que se agrega también varias otras sus- tancias que constituyen las especies. Pero esto no es tan estricto que no se aplique muchas veces a las pomadas, que se dicen tiene solo la manteca por escipiente, i a los ceratos, el aceite i la cera. Las reglas que deben observarse en su preparación, son poco mas o menos las mismas que para las anteriores, lo que manifiesta mus su analojia. Ejemplos de ungüentos: Ungüento resinoso, basilicon amarillo. Resina cinco onzas. Manteca ocho onzas. Cera amarilla dos onzas. Se dividen en trozos la resina i la cera, se las mezcla a la manteca, i aun suave calor seliquan i se hace el ungüento. Ungüento de cantáridas. Cantáridas reducidas a polvo fino seis onzas. Cera amarilla, resina i manteca, de cada cosa cuatro onzas. Se linuan i mezclan las tres últimas a un suave calor ; se 55 — 426 — las separa de fuego i se las agrega las cantáridas, divién-* dolas i mezclándolas al todo para hacer un ungüento bien homojeneo : como se sabe es vesicatorio. Ungüento de sabina. De hojas frescas de sabina separadas de las tallos i ma- chacadas en un mortero, doce onzas. Cera blanca, seis onzas. Manteca veinte i cuatro onzas. Se liquan estas últimas a un suave calor; se agrégala sabi- na, se mantieneporun rato en dijestion,i después secuela con espresion i se hace el ungüento. El color ha de ser verde. Se usa para mantener la supuración de la superficie i es preferible al de cantáridas, que suele causar estrangurria. Ungüento de mercurio. Para la preparación de este ungüento demasiado morosa, se han recomendado varios modos, entre ellos el de triturar el mercurio con manteca rancia, o con ungüento rancio de mercurio. Esto, a mas de no ser mui ventajoso en razón del tiempo, tiene el inconveniente de hacerlo de un olor des- agradable i aun rubefaciente, que muchas veces será con- traindicado. Recomendamos el método siguiente. De calomelanos una cantidad, i de agua de cal la suficien- te para descomponerlo en oxídulo. Fíltrese, lávese bien con agua clara i póngase a secar a un calor mui suave. De este oxídulo ya seco, tómense veinte i cuatro onzas; de manteca veinte i tres i de sebo una. Únanse por la liquacion a un sua- ve calor el sebo i la manteca, i después de frió, tritúrese el ungüento bien en un mortero i agregúese poco a poco el oxí- dulo i mézclese el todo mui bien. Sus aplicaciones son para casos mui varios. Si a una libra de este ungüento así preparado, se le agregan dos libras mas de manteca, se tiene el que se llama ungüento de mercurio simple. — 427 — ¡Linimentos. (Alcolados, alcolaturos.) Otros medicamentos análogos a los anteriores son los li- nimentos, que solo se diferencian de aquellos, en el esci- piente que es un aceite. No obstante, esta denominación se dá a otros medicamentos estemos, que tienen por escipiente el alcool, como el de jabón. Se les prepara arreglándose a las materias que entran en la composición; porque, según sean ellas, puede preparárseles por simple solución, como el de alcanfor, que como soluble en aquel vehículo, solo basta el triturarlo en un mortero i agregando el aceite de oliva u otro. Las resinas se les une con ayuda de una temperatura moderada, etc. Algunas veces se les llama también bálsamos, como el que resulta de disolver azufre en el aceite de oliva por medio del baño de arena. Ejemplos de linimentos i Linimento volátil, untura blanca. Aceite de almendras una onza. Álcali volátil, una dracma. Ambos se mezclan. Cuando se agrega media dracma o mas de alcanfor, se le llama alcanforado, i cuando opio opiado. Se le prescribe para los dolores nerviosos i reu- máticos. Linimento de cal. Aceite de lino i agua de cal, partes iguales. Mézclense. Es bueno para las quemaduras. Linimento de trementina. Ungüento resinoso, cuatro onzas. Esencia de trementina cinco, i de alcanfor media. En un mortero se mezclan bien. Es excelente para las quemaduras en el primer periodo i para la tina. Se baña primero la parte quemada con esen- cia de trementina caliente, alcool, o alcool alcanforado, i después se la cubre con un lienzo en que se halla estendído el linimento. — 428 — "Ungüentos sólidos. (Retinolados.) Si en lugar de hacer servir como escipiente la manteca, el aceite o esperma, se les sostituye la resina o cera, se obtienen unos medicamentos estemos, que se diferencian muchas veces en solo la consistencia de los otros anteriores. A estos se les dá el nombre de ungüentos sólidos i sirven como de transición a los emplastos propiamente dichos, con los cuales se les confunde o son una misma cosa : por esta ra- zón aun se les dá también aquella denominación. Tal es la analojia que tienen con los ungüentos, que en su e'aboracion no se diferencia en nada de la que se emplea en aquellos ; asi es que muchas veces para confeccionarlos, se liquidan juntas todas las materias, observando las reglas que se han dado. Si entra la trementina u otra resina líqui- da, se deben agregar las últimas, i cuando los ungüentos no estén mui calientes, a fin de evitar que con el calor, se disipe el aceite volátil que ellas contienen. Si después de liquidar las sustancias grasas i resinosas, se les agrega otras, estas deben estar mui bien dispuestas para mezclarlas. Por esta razón los polvos se han de reducir a polvos mui finos, los es- tractos serán disueltos en vehículos apropiados, en consis- tencia de miel; el mercurio bien estinguido, el alcanfor dilui- do en un poco de aceite, i así de lo demás. Estas sustancias se deben mezclar poco a poco, i las pulverizadas se las dejará caer sobre la masa al través de un tamiz para dividirlas; mientras tanto se estará ajitando la masa, evitando al mis- mo tiempo que se formen grumos que son mui difíciles de deshacerlos. Por lo demás, la cantidad délos polvos no se puede determinar, sino que debe ser arreglada a las fórmu- las ; pero jeneralmente no debe exceder de la octava parte de la masa, porque de otro modo, se hace perder a los em- plastos su viscosidad i se hacen difíciles para malaxarlos. Para unir las gomo-resinas a los emplastos, se las puede agregar en polvo; pero de este modo casi se les dá un aspecto no elegante, ni una superficie lisa, en la que forman puntos coloreados. A fin de evitar este inconveniente, se ha propues- — 429 — to disolverlas previamente en el vinagre; mas "por sus propiedades se hace indecuado; asi que el mejor medio es* disolverlas en el alcool de 22° al calor del baño de maria, colarlas con espresion por una tela i después evaporar la solución hasta la consistencia de un estracto blanco, en cuyo estado están aptas para unirlas ala masa. Al alcool pue- de sustituírsele el agua, procediendo del mismo que con aquel, i el resultado es el mismo. Cuando se ha concluido la operación i el emplasto esté frió, se le amasa con las manos mojadas en agua fria, i sobre una mesa también mojada, se le dispone en cilindros igua- les que se les llaman macdaleones. Debe si tenerse presente, que para aquellos en que entren materias solubles en el agua, al amasarlos debe usarse la menos cantidad posible de este liquido, a fin de evitar que se disuelvan. Para guardarlos se envuelven los macdaleones en papel; pero será siempre mas útil que sea en una lámina de plomo u de estaño, para evitar de este modo la acción del aire sobre ellos; i también el que se exhalen las sustancias aromáticas. Sin embargo se puede suplir la falta de estos, frotando su superficie con aceite de lino, el que desecándose forma un barniz que los preserva mui bien. Ejemplos : Emplasto de ammoniaco mercurial. De gomo-resina de ammoniaco, doce onzas. De mercurio, tres onzas. De aceite, un dracma. De azufre, ocho granos. Se disuelve el azufre en el aceite caliente moviéndolo con una espátula; con él se tritura el mercurio hasta su desaparición, i últimamente se agrega poco a poco la gomo- resina preparada como se ha dicho, i se hace el emplasto. Se aplica como resolvente en los bubones, tumores indo- lentes, etc. Emplasto aromático. De incienso puro, tres onzas. Cera amarilla, media onza. Polvos de canela, seis dracmas. — 430 — Esencia de pimienta i de limón, de cada cosa dos dracmas. Liquídense a un suave calor las dos primeras. Mézclese la canela con los aceites, i cuando se haya enfriado un poco únasela con ella i fórmese el emplasto. Este emplasto es un elegante estimulante aplicado a la re- jion del estómago, en la dipepsia, para aliviar el dolor i el vómito i para espeler el flato ; pero es necesario renovarlo con frecuencia. Emplastos propiamente dichos. (Retinolados.) Con esta denominación se clasifican ciertos medicamentos estemos, queson sólidos, tenaces, i se adhieren al cuerpo hu- mano mediante su calor ordinario. Esta definición es mui aplicable a los anteriores que se ha dicho tambiense les da; pero la diferencia la constituye el escipiente, que en estos es el jabón de plomo o emplasto simple. De aquí se deduce, que teniendo un conocimiento del modo que se elabora este i aplicando las reglas que se han dado para los ungüentos só- lidos, se poseen todas las que se deben observar en la pre- paración de los emplastos que tengan por escipiente aquella sustancia. Emplasto simple.—El jabón o emplasto de plomo, es una combinación del oxido con los ácidos esteárico, margarico i oleico separados de la glicerina, con la que se les encuentra naturalmente unidos, constituyendo las sustancias grasas. De consiguiente todas estas, en contacto con dicho óxido i por los procedimientos que se van a indicar, son suscepti- bles de formar el emplasto; pero no todas son igualmente aparente0. Los aceites mucilajinosos naturales o hechos así artificialmente, dan emplastos poco consistentes ; el de ri- cino produce uno que aunque sólido no es mui blanco, i así de otros; resultando de las observaciones hechas hasta aquí, que el preferible es el aceite de oliva i de almendras, i en se- guida la grasa de puerco. Del mismo modo que los aceites, la naturaleza del óxido influye poderosamente en la preparación del em- — 431 — plasto simple. Aunque el masicot i el minium dan buenos resultados, exijen mas tiempo en la operación : lo que no sucede con el litarjirio, cuyo motivo lo hace ser pre- ferible ; pero no todos los litarjarios del comercio son indis- tintamente adecuados. El litarjirio inglés dá un emplasto de una blancura, consistencia i adherencia que debe tener; el de Hambuigo dá un emplasto granuloso, coloreado i de una consistencia i adherencia diferente de aquel. La diferencia de resultados nace, que el primero contiene mui pequeñas cantidades de óxido de^cobre i de hierro, mientras el segun- do es por el contrario, i ambos óxidos se combinan mal i quedan interpuestos entre la masa. El litarjirio para la preparación de los emplastos debe previamente ensayarse, i el procedimiento mas simple es, el preparar con él una pequeña cantidad de emplasto. La cerusa, asi como el litarjirio, saponifica mui bien las sustancias grasas, perdiendo en el curso de la operación su ácido carbónico ; pero para conseguir este resultado, se ne- cesita que no esté mezclado, como sucede con el del co- mercio, con sulfato de barita, de plomo o de carbonato de cal. Para descubrir el fraude se le disuelve en ácido nítrico mui debilitado, el que no disuelve ni el sulfato de barita, ni el de plomo ; i si la disolución se la debilita con agua i se la atraviesa con una corriente de gas sulfohidrico, este preci- pitará todo el plomo, i si hai creta, precipitará abundante- mente por el carbonato de potasa u oxalato de ammoniaco» Elejidos que sean los cuerpos grasos i el óxido, se liqui- dan los primeros si son sólidos, i se les mezcla el óxido i un poco de agua caliente. Se pone al fuego i se los calienta de modo que la mezcla se mantenga hirviendo ; mientras tanto se la está constantemente ajitando, hasta que ad- quiera la consistencia conveniente. Esto se conoce cuando maxalando un poco de emplasto, que se haya puesto en agua, no se adhiere a los dedos; i se percibe que está próximo este momento, cuando se vé que el emplasto ha cambiado de color i en que se desprende de la masa, por la ajitacion, burbujas lijeras de aire contenidas en globos formados con el mismo emplasto, que son arrastradas por el aire caliente. — 432 — Durante el tiempo de la operación, debe agregarse de tiempo en tiempo agua caliente; así para reemplazar la que se evapore; como para que sirva de baño, que la tem- peratura no se eleve a mas de 100° i que el emplasto no se queme. Si habiéndose evaporado el agua, se le quisiere aña- dir, se debe previamente enfriar el emplasto, porque estan- do superior a 100°, tan luego estuviese el agua en contacto,, se transformaría instantáneamente en vapor, i desprendién- dose con violencia, arrastraría consigo parte de la masa i la arrojaría fuera, no sin detrimento del operador. Para poderse dar razón de los fenómenos que se ejecutan en la operación, basta tener presente lo que se ha dicho en. la química orgánica i ahora se ha reproducido, hablando de composición de las sustancias grasas. En primer lugar la mezcla que al principio es rojiza, cambia sucesivamente de color hasta hacerse blanca después de la cocción. Por la acción del fuego, al principio se manifiesta una efervescen-> cia,que abulta considerablemente la masa, que aunque se dis- minuye después, no por eso deja de tener el emplasto un vor lumen bastante grande en todo el curso de la operación,. ocasionado por el vapor aquoso que se desprende. Esta circunstancia obliga a que se emplee una vasija, cuya capa- cidad sea mucho mayor que la que parece exijir el volumen primitivo de los principios.de la mezcla. Luego que se calientan el aceite i el óxido, se establece una reacción cuyo primer efecto es un desprendimiento de ácido carbónico contenido en el litarjirio; la oleína, margarina i estearina de los cuerpos grasos obran entre sí, i se trans- forman en ácidos oleico, margarico, esteárico i en glicerina; dichos ácidos se combinan con el óxido de plomo, i la glice- rina queda disuelta en el agua. En la serie de reacciones que se efectúan en esta operación, una parte del agua o de sus elementos entran en las nuevas combinaciones, i lo que lo demuestra es, que el peso de las materias saponificadas unido al de glicerina o principio dulce, es mayor que la su- ma del de las sustancias empleadas. Otro medio de preparar el emplasto de plomo que se ha recomendado es, efectuar la saponificación por dobles des- — 433 — composiciones, por ejemplo : disolviendo en caliente el ja- bón i descomponerlo agregando una solución de acetato de plomo cristalizado. Este método, aunque no deja de produ- cir buenos resultados, pero es preferible el primero, por ser el emplasto obtenido por él, mas fácil de malaxarlo. Volviendo a la operación, luego que se ha hecho bien la combinación, se deja consumir el agua, lo que se conoce cuando poniendo un poco del emplasto sobre carbones en- cendidos^deja de chisporrotear. En este caso se deja enfriar» se malaxa con las manos mojadas en el agua, i sobre una mesa mojada también con este líquido, se dispone en mac- daleones, los que después de bien fríos se le envuelve en papel, como ya se ha dicho. En farmacia se emplea como base de otros emplastos. Ejemplos : Emplasto de mercurio. De mercurio, tres onzas. De emplasto de plomo, doce onzas. De aceite de oliva, una dracma. De azufre, ocho granos. Mediante la ayuda del fuego se disuelve el azufre en el aceite revolviendo con una espátula; se le une el mercurio en un mortero, en que se les tritura hasta que este desapa- rezca; últimamente se agrega el emplasto liquidado i se ha- ce el emplasto a una mui suave temperatura. Es usado como discuciente en el abultamiento de las glándulas i otras hin- chazones. Emplasto gomoso, emplasto de galbano. De emplasto simple, cuatro onzas. Gomo-resina de ammoniaco, de galbano i cera, de cada cosa media onza. Se disuelven las gomo-resinas i se cuelan, i por separado. se liqua el emplasto i la cera : todo así preparado se hace la mezcla i se forma el emplasto. Se le aplica a los tumores con el fin de promover la supu- ración ; obra según parece como un estimulante i se le pres- cribe también para aplicarlo al pecho en las complexiones pulmonares crónicas. 56 — 434 — Emplasto de higuera. De emplasto simple, dos libras. De emplasto roborante, una libra. De resina, dos onzas. Se liquan a un calor moderado, i se agrega diluido con- venientemente dos onzas de estracto de higuera hecho con las hojas, i se hace el emplasto. Es excelente aplicado a la rejion del sacro para las hemo- rrajias uterinas. Emplasto roborante. Emplasto de plomo, dos libras. Incienso en polvo, media libra. Oxido rojo de hierro, tres onzas. Se liqua el emplasto, se agrega el incienso i últimamente el óxido, i se hace el emplasto. Se le prescribe en la relajación muscular, lumbago, debi- lidad de las articulaciones, etc. Emplasto de carbonato de plomo, de cerusa. De litarjirio, una libra. Aceite de oliva, cuatro libras i media. Se hace con ellos el empleo simple i después de hecho, se agregan siete libras de cerusa mui pura (carbonato de plomo). Se prosigue la operación como se ha dicho, hasta formar el emplasto que ha de ser blanco, tenaz i que no se perciba en el parte de la cerusa. Es desecante i para deshacer hinchazones. Emplasto adhesivo-—Emplasto simple doce partes ; de polvos de resina amarilla dos partes. Se liquan i mezclan a un calor moderado. Se le emplea para hacer esparadrapos o telas emplásticas, para unir los bordes de las heridas. Estractos. (Apostolados.) Los estractos han sido siempre en farmacia unas de las preparaciones que han llamado mas la atención por su im- portancia bajo de muchos respectos. Ellos son unos medi- camentos blandos i algunas veces sólidos, que se obtienen — 435 — de la evaporación de un líquido, que obrando sobre mate- rias orgánicas, las ha despojado de todas aquella? sustan- cias susceptibles de ser disueltas por él. El objeto de su ela- boración, es obtener en un pequeño volumen los principios medicinales de las plantas i de los animales, sin que espe- rimenten ninguna alteración. A esto se agrega, que por su medio se pueden conservar por largo tiempo, sustancias que en su estado natural se deterioran fácilmente. Su composición es mui comph ja, i los líquidos empleados en su preparación mui variados; pues estos pueden ser el agua, el alcool, el éter, el vino, el vinagre, etc. De aquí la razón de haberlos dividido según la naturaleza de los vehí- culos, en estractos aquosos, alcoolicos, etéreos, vinosos, etc., debiendo agregar a estos los denominados arropes, que son los producidos por la evaporación de los jugos de los frutos. Atendida la variedad de las sustancias que pueden em- plearse en la elaboracien de los estractos, una consecuencia natural es, el que ellos sean de una composición mui com- plicada ; asi es que pueden ser compuestos de los principios "solubles en los jugos de las plantas i líquidos animales; a estos se agregan ciertas materias formadas en el curso de la operación, por la reacción de aquellas entre sí mediante la temperatura i la acción del aire; i otras sustancias que aun- que insolubles, son sostenidas en los líquidos por aquellas, i las hacen entrar como partes constituyentes de los estractos. Una prueba irrefragable de esta verdad, es la existencia de un principio insolubleque dejan siempre los estractos, des- pués que se les disuelve i que M. Berzelius ha llamado apo- tema. Entre varias sustancias que se encuentran en los estrac- tos, las principales son los alcaloides, i unos principios inme- diatos cuyas propiedades se conocen de un modo jeneral, mas no se han estudiado bajo el respecto de sus reacciones químicas; i son los que se denominan principios estractivos i también amargos, cuando tienen amargura. Muchos de ellos aun no han sido examinados ; otros se les conoce en el estado de pureza; pero aun no se les puede clasificar según sus propiedades por ser mui diversas ; pudiéndose cuando mas — 436 — decir, que no contienen ázoe, que ni son básicos ni ácidos ; que en ellos se hallan las virtudes de las plantas i que cada una puede asegurarse tiene el suyo ; estendiéndose por lo jeneral esta propiedad, a contenerse uno mismo en todas las de un jénero i algunas veces en la de una familia; propie- dad que se-estiende hasta a los alcaloides : Respecto a las sustancias de que pueden formarse los estractos en razón de los escipientes empleados, a mas de los principios inmediatos que se ha dicho se encuentran en los estractos aquosos, son la goma, mucilago, muchas veces el azúcar, varias sales, etc. asi como el azúcar, materias gra- sas, resinosas, etc. se hallan en los alcoolicos, i »si de los demás. En virtud pues de los vehículos, se puede reducir los estractos a las series siguientes. 1.a' Estractos preparados con jugos de frutas. 2.a Id. con jugos de las plantas. 3.a: Id. cuyo vehículo deestraccion es el. agua. 4.» Id. preparados con vino. 5.a Id. con vinagre. 6.a Id. con alcool. 7.a Id. con éter. 8.» Id. con materias animales. En la elaboración de los estractos dos son las operaciones que se emplean : una de ellas es hacer una solución que> contenga todos los principios solubles de las sustancias ele- jidas, i la otra es la evaporación o la sustracción del líquido. La primera se hace, atendiendo a la consistencia, a los prin- cipios volátiles, o a la naturaleza de las sustancias, por me- dio del agua,, alcool, etc. i en frió; o por la decocción, infu- sión, maceracion, etc., observando al prepararlas las reglas que se han indicado al hablar de estas operaciones. Para que un estracto esté bien preparado, aunque debe tener un color mas o menos obscuro, no ha de ser negro, de modo que manifieste indicios de carbonización, ni que la indique su gusto. Por consiguiente, este ha de ser el mismo que el de las sustancias empleadas; i el conseguirlo depende delmodo como se verifique la evaporación. Esta debe hacerse. — 437 — de tal modo, que se lia "de evitar lo que sea posible, el que las sustancias estractivas estén mucho tiempo a la acción del calor, i que éste cuando mas llegue a 100°. A mas de esto, como las materias estractivas en la operación tienden a descomponerse absolviendo el oxijeno, por regla jeneral se ha de procurar evitar lo posible su contacto, obtener los estractos bien concentrados i evaporarlos a una baja tem- peratura; circunstancia que no evita muchas veces el que se desprendan sustancias volátiles enque residen lasvirtudes medicinales; por lo que muchas sustancias no son aptas para hacer de ellas estractos. A fin de evitar el contacto del aire, muchos han sido hasta ahora los medios i aparatos que se han recomendado. Uno de ellos es el hacer la evaporación en el vacio; pero este pro- cedimiento, aunque mui bueno, no puede aplicarse a grandes Cantidades. No obstante debe usarse en cuanto sea posible, en especial en los casos en que se opere con sustancias cuyas propiedades medicinales las constituyen principios mui fá- ciles de volatilizarse. Para proceder en grande escala a este respecto, uno de los aparatos mas adecuado, es el de la invención df M. Berry, de que ya hemos hablado al tratar de la evaporación. A este aparato puede sustituirse el alambique, como lo recomienda M. Berzelius i evaporar a la temperatura de la ebullición. En este caso la materia se halla a cubierto del contacto del aire, por el vapor que llena constarTtemente el vacio del apa- rato; i aunque se ha creído tener el inconveniente de que una parte del estracto puede alterarse adhiriéndose a las pare* des que están espuestas a rmyor temperatura, esto puede evitarse con tener bien sumerjida en el agua la caldera del alambique. En fin, los otros aparatos que se han propuesto para el efecto, pueden verse en la obra de M. Soubeiran; pero cuan- do se ejecute la operación al contacto del aire, que es el sis- tema por lo regular mas empleado, recomendamos se tengan mui presentes las reglas que hemos dado hablando de la evaporación. Por lo demás la opinión mas común es, que al elaborar los estractos, se les procure preparar con losjugos — 438 — de las plantas, salvo ciertas escepcion es, i que se les guarde en tiestos bien tapados para evitar el contacto de la hume- dad que los altera. Esto es mui fácil de concebirse recordan- do la propiedad higrometrica que se ha dicho tienen las sustancias orgánicas, i mucho mas algunos estractos que con- tienen sales delicuescentes; como también porque sin esta precaución se crian en ellos ciertos animalillos que los dete- rioran. Ejemplos de estractos: Estracto de acónito.—Tómese de hojas frescas de acóni- to : redúzcanse a pulpa en un mortero, estraígase eljugo por la presión, i cuélese el líquido. El residuo sométasele a la percolación con alcool rectificado, hasta que este cese de pasar coloreado, i el producto únase al jugo. Destílese el líquido para estraer el alcool i el estracto redúzcasele a una consistencia pilular. Sus virtudes las debe a la aconitina, i como remedio tópi- co es recomendado para quitar los dolores reumáticos i neu- ráljicos; e interiormente se le emplea como un narcótico anodino, sudorífico, resolvente i diurético: por el Dr. Lom- bard ha sido recomendado en la hipertrofia del corazón. La dosis es de un grano al principio, aumentándose gra- dualmente hasta que no produzca ciertos accidentes. Estracto acético de colchico. Tómese de bulbos frescos de colchico una libra; i en un mortero redúzcanse a una pulpa, añadiendo tres onzas de ácido acético destilado. Estráigase eljugo con la presión i después de colado el líquido, póngase a evaporar hasta la debida consistencia. Este estracto contiene el acetato de colchicina, i es un remedio favorito en el tratamiento de la gota i reumatismo. Según el Dr. París, es mui propio para promover en alto grado demisiones de bilis. La dosis es de uno hasta tres granos dos o tres veces al dia. Estracto de jalapa. Polvos de raiz de jalapa, dos libras. Alcool rectificado, un galón i medio. Macérese por cuatro dias i, fíltrese por el aparato de — 439 — reemplazo. El residuo hiérvasele con dos galones de agua hasta que quede un galón i cuélese bien. Destílese el primer producto para separar el alcool i póngase a evaporar el se- gundo, i últimamente mézclense ambos i evapóreseles hasta una consistencia pilular. En algunas fórmulas se suprime el agua por noestraer ésta sino unasustancia gomosa, que no es purgante pero si diurética; mas el estracto hecho con solo el alcool, que se llama también resina de jalapa, es demasiado activo i causas grande retortijones. Es un purgante drástico i su dosis es, si es alcoolico, de tres hasta seis granos; la del otro desde diez hasta veinte. Estracto de opio. De opio groseramente dividido, una libra. De agua, una libra. Macérese por 24 horas i cuélese. El residuo se le vuelve a macerar con otra libra de agua por el mismo tiempo i tam- bién se cuela; esta operación se repite por cinco veces i al fin se reúnen los líquidos, se les filtra i se evapora a la con- sistencia pilular. Los usos del estracto de opio, que es demasiado com- plejo en su composición, seria mui largo el enumerarlos. Su dosis es desde un cuarto de grano hasta tres o cuatro granos. Arrope de saúco.—Se estrae el jugo de las bayas del saúco, se le cuela i se le evapora hasta la consistencia de miel es- pesa. Para mejor conservarlo creemos ser mui útil la fórmu- la de Edimburgo, que prescribe para cinco partes de jugo aña- dir una de azúcar i evaporarlo hasta consistencia que se ha dicho; pero en este caso ya no pertenecería a la clase de los estractos. Se le emplea como sudorífico. Especies. (Especiolados.) Con este epíteto se denomina en farmacia una mezcla de muchas plantas o órganos de estas; i al prepararlas, debe tenerse cuidado de no mezclar materias de una testura mui diversa, como por ejemplo raíces, flores, hojas, etc., sino aquellas que con la misma facilidad cedan sus principios me- dicinales a los líquidos a que se las someta. — 440 — Todas las especies oficinales deben prepararse con partes guales; las raices se las ha de dividir en pequeños trozos; ías cortezas, machacarlas groseramente; las hojas cortar- lias, etc. Jugos. (Opolados.) Aunque hablando de los vejetales bien pudieran compren- derse bajo esta denominación todos los líquidos que con* tienen en sus tejidos, i pueden estraerseles pdr medios en je- neral mecánicos; sin embargo nos ocuparemos de solo aque^ líos que mas jeneralmente se les denominan tales; i son los que tienen el agua por escipiente, o mas bien, los que son aquosos. Estos como lo indica el nombre, son caracterizados por la naturaleza del vehículo i la ausencia, al menos como principio esencial, de toda parte resinosa. Seles divide en tres series, fundadas en la naturaleza de ellos, i son: en jugos estractivos, azucarados i acides. Los primeros son suministrados en la mayor parte por las hojas i tallos herbáceos de las plantas, i están compues- tos jeneralmente de albúmina vejetal, de materias estractivas i de clorofila. Los jugos azucarados se las estrae principalmente de las raices de las plantas i del tallo de las gramíneas; i los ca- racteriza la presencia del azúcar cristalizable i el no con- tener ácido, o si lo contienen, es en pequeña cantidad, o una sal acida. Estos en su composición son mui análogo?, i en ella se encuentra ordinariamente: Azúcar cristalizable. Albúmina vejetal. Acido málico i malato ácido de cal. Materia estractíva. Materia colorante. Acido pectico o pectina. Sales diversas. Losjugos ácidos los caracteriza la presencia de in ácido en el estado libre ; ademas contienen también glucosa -- 441 ..... o azúcar de uva-, i una materia que, aunque diferente por sus propiedades, es mui análoga a la albúmina; materia que con el ayuda del aire ocasiona la fermentación de los jugos, transformando su azúcar en alcool i ácido carbónico. Pol- lo jeneral los ácidos contenidos en los jugos son: el cítrico, malico, i alguaus veces el tártrico; pero a mas de estos, en los jugos se encuentran proporciones variables de materias colorantes i odoríferas, i en casi todos la pectina. En la preparación de los jugos vejetales, se deben poner en ejercicio todas las reglas dadas hablando de la elección i preparación. Por consiguiente las plantas han de tomarse en las épocas que se han indicado; separar las partes que son adecuadas; pistárselas en morteros de piedra con mano de madera; agregarse un poco de agua a las que no son mui suculentas i a las que son viscosas; reducírselas a pulpas i al fin someterlas a la presión. Los líquidos obtenidos, no sien- do claros, deben espeiimentar la defecación i clarificación, i a este objeto hemos indicado ya los métodos que deben em- plearse. En la pistacion de las plantas o frutos ácidos, se ha de tener presente el no usar morteros de mármol; i en fin, que cuando se mezclen jugos diversos, no sean aque- llos que puedan reaccionar entre sí por las sales que pueden contener, como por ejemplo íos que contengan ma¡ato decaí, con los que tengan oxalato de potasa. Ejem- plos de jugos. Si se quiere estraer el jugo azucarado de una raiz, des- pués de bien limpia, se la somete a la rayadera i la pulpa a la presión. Se puede clarificar eljugo por el reposo i fil- tración; pero el mejor procedimiento es por medio del ac- ción del calórico, por el cual se coagula la albúmina, i des- pués se le filtra. En la estraccion de los jugos ácidos, debe atenderse a ciertas particularidades propias de los frutos. Por ejemplo: si son los limones, han de estas maduros; se les ha de des» pojar de su corteza asi amarilla como de la parte parenqui- mitosa- cortarlos en secciones, quitarles las semillas i some- terlos a la prensa colocados en un saco. Para depurar el ju- go se usa del reposo por algunos dias, en cuyo tiempo la — 442 — parte'azucarada fermenta, i el alcool resultante precipita la parte mucilajinosa i con ella las demás impuridades. Para estraer el jugo de los frutos carnosos, como el del membrillo, manzanas,etc., deben tomárselos poco antes de su perfecta madurez; se les quita la borra o vello, se les i aya a escepcion de la parte cartilajinosa que contiene las semillas, i en seguida se esprime la pulpa. Para clarificar estos jugos, se les deja fermentar por tres o cuatro dias, i enseguida se les filtra. Sí es para hacer jaleas, se han de emplear antes de fermentar, porque del otro modo se precipita el ácido pectico, que es el que entra en la formación de estas pre- paraciones. Otros jugos, como el de agraz, fresas, frambuesas, etc., se preparan separando los frutos de sus pedúnculos, estruján- dolos con las manos sobre un tamiz de clin, i esponiendo los jugos a fermentar por cierto tiempo; pasado el cual toman un olor vinoso. Para calcularlo es necesario observar cuando el jugo pierde su viscosidad, en cuyo caso se aclara i se pre- cipitan la eses en abundancia. Para la conservación de los jugos vejetales el mejor mé- todo entre los que se han recomendado, es de M. Appert; advirtiendo que entre los jugos, aquellos que son fermenta- dos, son los de mas fácil conservación. Al verificarlo se to- man los jugos ya clarificados, i se les embotella tapándolos con corchos finos para que no ofrezcan pasaje alguno al aire. En seguida se colocan las botellas en una vasija espaciosa, es- tivándolas con paja i cuidando el separarlas para que no se choquen. Se llena la vasija de agua, se la pone al fuego i se la deja hervir por uno o dos cuartos de hora; después se la retira del fuego i se la deja enfriar; se sacan las botellas, se las lacra i se guardan en un lugar fresco. Otro método para conservar los jugos azucarados, es em- pleando el ácido sulfuroso quemando azufre dentro de las vasijas, i para impedir la acetificación de los vinosos, intro- ducir en las botellas algunos granps del sulfito de cal. Pildoras. Las pildoras son unos medicamentos dispuestos en peque- — 443 — ñas porciones i de figura esférica, compuestos de una pasta mas órnenos compleja i de consistencia tal, que no adhiera a los dedos cuando se la amase entre ellos. Su objeto es el suministrar por su medio sustancias desagradables, sin que se perciba su gusto, o introducir algunas en el estómago sin que puedan obrar en la boca por convenir así. Aunque las pil- doias parezcan a primera vista como preparaciones de fácil ejecución, no obstante se necesita tener presente varias re- glas, sin las cuales no se puede confeccionárselas de un mo- do conveniente, i por lo mismo aun pueden muchas veces producir malos resultados. Las pildoras se componen a veces de una sola sustancia; pero jeneralmente en su composición entran sustancias de diversa naturaleza i consistencia; porque pueden ser sales polvos, resinas, estractos, etc. por consiguiente pueden ser sólidas, líquidas i blandas. Cuando las pildoras las han de formar sustancias que tengan una consistencia propia, sin que haya necesidad de agregar ningún escipiente, como por ejemplo algunos estrac- tos, solo basta el dividir la masa en parte del tamaño que se prescribe i darles la forma esférica. Otras veces solo se ne- cesita ablandar las sustancias por el calor, en cuyo caso es- tán las materias resinosas, i algunas estractivas, las que se solidifican después por el enfriamiento; pero en estas no de- ben comprenderse las que son activas, como la resina de jalapa, escamonea iturbit,cuyos polvos se hande amasar con un escipiente mucilajinoso oazucarado.Sin este requisito,por per poco solubles en los liquidos del estómago, bien pueden adherirse en un punto de la mucosa i causar accidentes, lo que se evita interponiendo un escipiente soluble, que al disolverse en el estómago, ha de dividir también la parte re- sinosa i diseminarla en aquel órgano. Cuando en lugar de las sustancias indicadas, entran líqui- dos a constituir las pildoras, se han de ngiegar escipientes sólidos, i si son sólidas agregar líquidos; pero en uno i otro caso se lr-in de elejir los escipientes que no puedan alterar en nada la preparación, ni que por sus propiedades sean contraindic.ídoí", i sa.lo con el objeto de dar a la masa la _ 444 — consistencia debida; por ejemplo: como escipientes sólidos se recomienda el azúcar, el almidón, licopodio, polvos de malvavisco, etc.; para dar consistencia a la trementina i otras resinas blandas, los polvos de colofonia, pero mejoría mag- nesia calcinada, si las pildoras se han de usar desde luego; también uniendo un poco de mucilago i añadir después al- gún polvo inerte; en fin los jarabes, la miel, el agua, el al- cool, las esencias, los aceites fijos, los mucilagos, etc., loses- tractos, electuario?, miga de pan, etc., pueden servir como de escipientes para dar consistencia según sea la naturaleza de las sustancias que entrañen la preparación, i atendiendo siempre a las reacciones i consecuencias que pueden oca- cionarse. Decimos esto porque, por ejemplo, mal podría em- plearse la miga de pan para hacer pildoras con el nitrato de plata, con solo recordar que la miga contiene sal común, ni tampoco usar del almidón si se tratase de alguna prepa- ración de iodo; si se emplease un jarabe ácido en circuns- tancias que en la composición entrase un carbonato, habría una reacción, i si un mucilago para hacer pildoras oficina- les, estas se endurecerían con el tiempo, se harían imlíjestas, correrían las vias dijestivas sin producir ningún efecto, o pueden adherirse en algún punto de los intestinos i causar accidentes. Para formar la masa pilular, se han de mezclar por orden en un mortero las sustancias prescritas. Si entran estractos, se ha de comenzar por ablandados con un poco de agua caliente si están secos, i disponer las sustancias sólidas en polvos bien finos; si son resinas, bien se las puede pulve- rizar; pero si son de tal naturaleza como el alcanfor, se ne- cesita usar del alcool. Para hacer la mezcla antes de la masa, se ha de comenzar por unir primero las materias cuyas can- tidades sean mas pequeñas, e ir después agregando las otras por pequeña:? porciones; en fin bien mezcladas, se vanunien- do poco a poco a las líquidas si las hai, o de no a las pulve- rizadas; mezclandolosescipientes adecuados, hasta dar tam- bién la debida consistencia, i poder dividir la masa por me- dio del pildorero. A fin de evitar el mal gusto de las pildoras, se ordena algunas veces el dorarlas o platearlas; pero reprobamos este — 445 _ uso, aunque a ¡a. preparación le dé mas elegancia. En pri- mer lugar, por que en muchos casos es contraindicado, co- mo por ejemplo en los casos en que las pildoras contengan preparaciones mercuriales o sulfurosas, algunos ácidos, etc.; como también porque no tenemos un pleno conocimiento de la composición de las sustancias i por consiguiente de las reacciones que pueden ocasionar. El mejor modo de obtener el objeto, es cubrirlas con un barniz de jelatina. Para esto se hace una de consistencia adecuada, i en ella se sumerjen las pildoras clavadas en alfileres, las que se dejan secar para volverlas a sumerjir en caso que convenga, i después guar- darlas en una vasija seca i bien tapada. Con el objeto de suministrar líquidos desagradables evi- tando percibir su sabor, se ha inventado no ha mucho tiem- po el uso de las capsulas, i por cierto que es un descubri- miento que no deja de ser de importancia. Para construirías se emplea una solución hecha, en baño de maria, con seis partes de jelatina de la mejor calidad, una de azúcar i doce de agua ; pero sin ajitar el líquido, para evitar se interponga aire i altere la transpa- rencia de las capsulas o salgan sembradas de ampollitas. Dispuesta la jelatina de este modo, se intioducen dentro de ella unos moldes de ma- dera o metal de la figura adjunta (fig. 61), cu- biertas lijeramente sus superficies con aceite has- ta el punto a, hasta donde se deben sumerjir. Sustraídos del líquido, se les da un movimiento conveniente a fin que durante se enfríe la jelati- na, se distribuya con igualdad en toda la capsu- la. Se las deja enfriar clavando los moldes por el estremo agudo en alguna sustancia blanda, i cuando las capsulas estén frías, se cortan al rededor en el punto a, e introduciéndolas después por algu- nos ilutantes, a fin de que adquieran eslaticidad, en el al- cool de 36°, se sacan fácilmente las capsulas. Para llenarlas, por ejemplo de balsamo copaiva, se las coloca en hileras en los agujeros que se hacen en una tabla, i con una pipeta que termine en una punta capilar i que con- Fig. — 446 — tenga el balsamo, se le va introduciendo; evitando si que es- te no unte los bordes, por que después es imposible el ta- párselas. Concluido de llenarlas, con un pincel mui delgado se toma jelatina i se va poniendo un poquito en las bocas, la que después de seca, cierra herméticamente las cap- gulas. En esta categoría de medicamentos se colocan los que se llaman bolos; pero acerca de esto nada tenemos que esponer, por que no son otra cosa que pildoras de mayor volumen. Ejemplo de pildoras. Pildoras de cicuta compuestas. De estracto de cicuta cinco partes. De ipecacuana pulverizada una parte. Mézclense bien en un moiteroi con la suficiente cantidad de mucilago de goma arábiga, hágase la masa.Son antie-pas- módicas, lijeramente narcóticas i espectorantes i se recomien- dan en el catarro espasmódico i bronquitis, i en el estado incipiente de la tisis. Su dosis es desde cinco hasta diez gra- nos, i arreglado a estas se han de hacer las pildoras. Pildoras ante cibum. De polvo de ruibarbo, aloes i de almaciga de cada cosa media dracma. Mézclense bien en el mortero i con jarabe hágase la masa, laque se divide en veinte pildoras. De ellas se toman dos al tiempo de la comida en los casos de estitiques habitual. Pildoras de hierro i aloes. De sulfato de hierro tres partes. De polvos de aloes dos partes. De polvos aromáticos seis partes. De conserva de rosas ocho partes. Pulverícese el sulfato,mézclese bien con el aloes i añádan- se poco a poco a la conserva con la que se les tritura i se hace la masa, que se divide en pildoras de cinco granos. Es un excelente emenagogo en la amenorrea atónica i clorosis. La dosis es de una hasta tres pildoras. — 447 — Pildoras de hierro compuestas^ De mirra pulverizada dos partes. De carbonato de soda, sulfato de hierro i de azúcar prieta, de cada cosa una parte. Pulverizado todo bien i mezclado en un mortero caliente, hágase la masa, que se divide en pildoras de cinco granos. No debe hacerse uso de ningún escipiente aquoso, para evi- tar una descomposición. Se recomiendan en los casos en que son indicados los ferrujinosos i principalmente en casos de anemia, clorosis, amenorrea crónica, afecciones histéricas, i con mui buen re- sultado en la fiebre hética de la tisis i catarros mucosos. Son contraindicadas en las condiciones inflamatorias de la mambrana gastro-intestinal. La dosis es desde cinco granos hasta veinte. Pildoras de mercurio. De mercurio puro, dos partes. De conserva de rosas tres partes. Tritúrense bien en un mortero de mármol hasta la de- saparición del mercurio, agregando un poco de agua cuan- do se seque la masa, i al fin añádase dos partes de arosuz, pulverizado. Mézclese todo bien, i hágase la masa, que debe guardarse en vasijas bien tapadas, a fin de evitar que se se- que. En esta preparación recomendamos el método que he- mos indicado para la preparación del ungüento. No indicamoss los usos por que se prescriben en muchos casos; la dosis es desde cinco granos i mas, arreglado a las circunstancias. Pociones. Pociones son unos medicamentos líquidos para ser toma- dos por cucharadas i compuestos de tal modo, que pueden contener sustancias mui diversas. Algo se ha dicho ya de esta clase de preparaciones pero se las denomina con tan variados nombres, que debemos tratar en especial de ellas, — 448 — para darlas a conocer i saber distinguir las diferencias en que están fundadas. En jeneral se distinguen tres jeneros de pociones, a saber! losjulepes, los looches, i las pociones propiamente dichas, si bien se pueden agregar las misturas, denominación que se dá muchas veces indistintamente a todas. Los primeros son unas pociones ordinariamente compuestas de jai abe i aguas destiladas; algunas veces entran también mucilaíros i ácidos; pero nunca polvos ni sustancias aceitosas que puedan entur- biar su transparencia. Los looches son pociones cuya consistencia es mas espesa que los jarabes; su base casi siempre es un mucilago, i mu- chas veces se les agrega aceites o medicamentos mas ac- tivos. Se designan con el nombre especial de pociones, las que no son ni julepes ni looches; de modo que todas se las pue- de clasificar en dos series, a saber: en pociones claras o trans- parentes, i en pociones en cuya composición entran sustan- cias insolubles que permanecen en suspen>ion; entie las cuales bien se pueden colocar las emulsiones, de las que se ha tratado hablando de los aceites. Respecto al modo como deben preparárselas, nada pare- ce tener que añadirse a lo que se ha dicho en aquel capítulo; pues no siendo mas las primeras que unas meras soluciones de diversas sustancias, basta solo ti disolvérselas en el agua;i respecto a las segundas, en que pueden contener resinas, go- mo-resinas, aceites fijos, esenciales, etc., ya se han dado las reglas que se han de observar con el fin de unirlas a los es- cipientes aquosos. Al tratar de estos medicamentos, debemos hacer una ad- vertencia de suma importancia, para evitar un mal que con frecuencia se vé repetirse por desgracia i es: el que las mis- turas o pociones son hechas muchas veces con infusiones, i en ellas se prescriben también sustancias mui volátiles como éteres, ácido prúsico ¡cloroformo. En este caso debe agregár- selas las últimas, i después deestar el líquido bien frió; adver- tencia que parece frivola, pero que comunmente se vé llegar aun calientes estas preparaciones a la casa de los enfermos; — 449 — pudiéndose asegurar que vienen desvirtuadas, por haberse exhalado pquellos líquidos en quienes reside quizas en estos casos la virtud del medicamento. A este mal pueden con- tribuir la ignorancia o falta de atención de parte del farma- céutico o del médico, i en uno i otro caso es necesario corre- jirlas por los m< dios que dicta la razón i la conciencia; en especial el segundo, que a veces es la causa esclusiva por las razones siguientes. Muchas veces llega un facultativo a la casa de un enfermo en ciicunstancias tan urjentes, que se necesita suministai le un medicamento lo mas pronto posible. El facultativo, instruido del caso, hace su prescrip- ción sia atender mas que a buscar p na formularla, aquellas sustancias que cree mas apa*entes, i entre ellas prescribe una infusión i éter sulfurico, sinoesque rec< ta infusión de prunus virjiniana, que se debe hacer en agua fria i por 12 horas ¿qué hacer en e-te caso? Se nece-ita ir i volver a traer el medi- camento, quié.i sabe a que distancia; la infusión se demora para ser hecha lo menos tres cuartos de hora i en el verano mas; de la casa del enfermo urjen con tepetidas instancias por el remedio, el farmacéutico no pu^de abreviarlo, id no es colando la infusión en caliente, agregándole después asi el éter, i esto es lo que'muehas veces sucede. Para evitar estos inconvenientes,debeel facultaúvoponer-e en relación conto- do lo que está anejo al medicamento i en estos casos, echar mano de los esti actos, jarabes, conservas esencias,etc.; pre- paraciones que por simples soluciones, ademas que propor- cionan la* virtudes de las sustancias, abievian considera- blemente el tiempo i mucho mas en el caso propuesto. Ejem- plos de pociones: Poción anticólica. De creta preparada, dos dracmas. De jarabe de amapola, una onza. De agua de canela, onza i media. De auna, seib onzas. De tintura de .•;-.io, veinte i cuatro gotas. Tnúiese bien la creta en el mortero, agregúese el jarabe, la tintura el agua de canela i finalmente poco a poco el 58 — 450 — agua. Es un excelente medicamento en los casos que se lla- ma vulgarmente lipidia. La dosis es de dos cucharadas cada hora i media, dos, tres, según los casos. Mistura de valeriana compuesta. De infusión de valeriana, ocho onzas. De infusión de colombo, cuatro. De oceite volátil de alcaravea, veinte gotas. Tritúrese el aceite en un mortero con un poco de azúcar, añádase tres dracmas de tintura de lavandula compuesta i en seguida poco a poco las infusiones. Póngase el todo en una botella i agregúese tre- dracmas de licor anodino i tápa- se con corcho bueno. Es una excelente prescripción en las afecciones histéricas, i se toman dos o tres cucharadas tres veces al dia. Julepe estomático de la F. E.—En cuatro onzas de agua destilada de cortezas de cidra, 4 de la de ajenjos, 4 de la «le yerba buena i tres de la de canela, se disuelven cuatro es- crúpulos de carbonato de potasa, i se le añaden do» dracmas de tintura de leño de aloes i una onza de jarabe de corte- zas de cidra. Se usa a cucharadas contra la debilidad i ace- días del estómago. Mistura de hierro compuesta. De mirra en polvo, dos dracmas. De carbonato de potasa, una dracma. De agua de rosas, 18 onzas. De sulfato de hierro, dos i medio escrúpulo*. De espíritu de nuez moscada, una i media dracma. De azúcar, dos diacmas. Se trituran bien en el mortero la mirra i el carbonato, i se añade el espíritu i en seguida el agua de rosas disuelto en ella el azúcar. Se pone el todo en una botella, se agrega el sulfato pulverizado, i se tapa inmediatamente con un buen corcho. En e*ta preparación que es la celebrada mistura antieti- ca o tónica del Dr. Griffith, hai una doble descomposición. Por la mutua acción del carbonato i sulfato se produce — 451 — sulfato de potasa que queda disuelta en el líquido i carbo- nato de hierro que se precipita. Mas como hai un exceso de ca bonato de potasa, é»te forma una especie de jabón con la mirra que mantiene en suspensión el carbonato de hierro. El motivo de tener bien tapada la botella e- con el objeto de impedir el contacto del aire i qu^ se forme un sesquioxi- do de hierro, en cuyo caso hai desprendimiento de ácido carbónico. Esta mistura es mui recomendada en los mismos' casos que las pildoras de hierro compuestas que son una imita- ción. Su dosis es de una a dos onzas, tres o cuatro veces al dia. Mistura de gomo-resina de ammoniaco. De esta gomo-resina, dos dracmas. De agua, ocho onza*. Se tritura bien la primera hasta reducirla a polvo i se aña- de poco a poco ei agua hasta que s? disuelva bien; después se cuela el líquido por un tejido fino. Para mantener mejor en suspensión la gomo-resina, se recomienda algunas vecesaña- úir una yema de huevo. Obra como un estimulante sobre la membrana bronquial, i se usa como espectorante en las toses cróidcas, atsma humoral, etc., siendo un vehículo mui usual i conveniente para la scila e ipecacuana. La dosis es de media onza a una onza. Polvos. (Pulverolados.) Aunque sob:e estas preparaciones tan conocidas de todos, easi no tenemos nada que añadir alo que se ha espuesto a este respecto hablando de la pulverización, sin embargo no dejaremos de insistir en recordar ciertas reglas, nacidas de la naturaleza mi*ma de las sustancias i de la influencia de algunos ájente*. Una de ellas es, el que como las sustancias orgánicas son higrometrías, siempre atraen una cierta can- tead de humedad,i como higroscópicas la retienen; propie- dad que se e-tiende hasta algunas sale-, i que se opone a que las sustancias puedan reducírselas a polvos. La otra es, — 452 — el que no siempre las sustancias deian de ofrecer algunas partes que sustraérseles como la tierra a las plantadla se- paración de algunos de sus órganos, como la epidermis ala raiz de altea, los pistilos i estambres a l^s rosa*, etc. En fin no todas ofrecen iguales consistencias, por cuyo motivo no todas están igualmente aptas para pulverizárselas. De todo esto se deduce que1, en primer lugar deben estar secas; que se la* ha de remover sobre una criba a fin de separarles los cuerpos estiaños, al mismo tiempo que se las ha de mondar con el mismo objeto. Por otra parte, se las hade dividir en fragmentos, i tanto mas cuanto ma* con*istencia tengan; co- mo los leños, las raices etc.; i últimamente no reducírselas todas a polvos, pues contienen partes fibrosa*, que son las que al fin resisten mas pulverizarse i por lo regular son iner- tes. Para obviar el inconveniente de la humedad, deben después de dividírselas, ponérselas a secar a una temperatu- ra de 35° a 36°, i después de e>tar reducidas a polvos, se de- ben guardar en frascos bien tapados i privados de la luz, cuyo ájente siempre tiene mas o menos acción sobre todas ellas. Ejemplos de polvos: Polvo de ipecacuana.—Se elije la raiz de esta planta que no esté privada de su corteza; se la pulveriza en un almirez de hierro cubierto, mediante una moderada pe¡cusi >n i se la tamiza por una tela fina, hasta que de 16 partes se hayan obtenido 12: el residuo, aunque no prívado de la emetina, la contiene en poca cantidad; por lo que se destina para sacar la emetina a fin de no perdería. Poívo de ruibarbo.—Se elije la raiz no cariada; se la sus- trae las partes negruzcas i pedacitos de hilos que suele te- ner el ruibarbo. Se le divide en tiozo* por la contusión; se pone a secara un calor de 35°.i después se procede a pul- verizarlo i tamizarlo. Polco de escita.—Esta raiz como mui higrometrica se la hade secar ¡ejecutar pronto su pulverización, i una vez hecha, guardarla en fiascos mui bien tapado-, porque de otro mo- do se aglomera atraiendo la humedad i s? hace masa. La pulverización debe hacerse no en almirez de hierro, poique colora el polvo. — 453 — Polvo de cantáridas.—IcAepdzs las cantáridas, se las po- ne sobre un cedazo cubierto i de mallas anchas, a fin de se- parailes el polvo i algunos .insectos que puedan contener; se las seca a una temperatura moderada i se las reduce a polvos en un almirez bien cubierto. Polvo de ácido tártrico.—Para prepararlos no debe ha- cerse uso de almirez de mármol. Para la preparación de los polvos compuestos, o poliá- micos, los simples o monoi'amicos de que deben componerse, se han de reducir a polvos finos separadamente; cuando en- tran sustancias blandas, se las ha de triturar con las secas; se ha de evitar que no entren materias que atraigan la humedad; i si es ulgunas veces necesario, hacerlos solo ma- jistralmente. Para mezclarlas, después de hacerlo en un al- mirez, se las pasa por tamiz, a fin de bien incorporarlas, i fi- nalmente cuando ha pasado alean tiempo, es necesario re- mover los polvos; por que de cierto modo obran como los líquidos que se van poniendo en razón de sus pesos específi- cos. Ejemplos de polvos compuestos: Polvos de jalapa compuestos. De polvos de jalapa, tres onzas. De bitartrato de potasa, seis onzas. De polvos de jenjibre, tres dracmas. Se mezclan bien en un mortero i se hacen los polvos. Es un purgante común en la costipacion habitual; su dosis es de uno a dos escrupulos para los adultos. Polvos de ipecacuana compuestos. De polvo de ipecacuana i de opio, de cada cosa una parte. De sulfato de potasa, ocho partes. Se mezclan bien en un mortero para hacer los polvos: el sulfato solo es para que contribuya a la división del opio í de la ipecacuana. Es un excelente sudóriflco, íes prescrito también e:i varios casos. Ladósis es de cinco granos a un es- crúpulo. Polvos dé'Wendt. De subnitrato de bismuto, doce granos. — 454 — De estracto de lechuga, 24 granos. De id. de ipecacuana 3. De eleosacaro de menta piperita, 60. Se tritura el estracto con parte del eleosacaro, se añade el subnitrato mezclado a la ipecacuana i últimamente lo restante del eleosacaio. Se mezcla todo bien i se divide en seis dosis: sirve en los calambres del estómago. Soluciones aquosas. (Hidrolados.) En esta categoría de medicamentos que tienen por esci- piente el agua, pareceqnesolo deberían componerla todas las soluciones salinas incluyendo aun las aguas minerales; pero atendiendo a la natural za d 1 vehículo, se colocan también los cocimientos, infusiones, maceraciones, etc. De los prime- ros que se les denomina con 1<ion. Hai sustancias que, según sean las operaciones a que se las somete, dan diferentes resultados por ejemplo : el sen, que si se le hierve, se hace irritante i causa retortijones; otras de- — 455 — be hervírselas, porque sin esto no se obtendría lo que de ellas se quiere, como la raiz del orosuz, de salsaparrilla etc., pe- ro primero se las debe machacar. Otras en fin es necesario someterlas a la acción del agua fiia, por ejemplo la raiz de colombo, cuando solo fe quiere esliaer de-ella el principio amargo i no la fécula; lo mismo acontece con la ipecacua- na i otras. Todo e-to demuestra la necesidad de los cono- cimientos, que dijimos al principio eran necesarios al far- macéutico, sin los cuales no podrá jamas satisfacer a su con- ciencia. Por lo que hace a los cocimientos compuestos, se deben observar las mismas reglas, estoes: se ha de comenzar por someter ala decocción aquellas sustancias que por su con- sistencia deben hervir mas tiempo, agregando las otras en razón del tiempo que deben esperímentar de ebullición, i concluii por aquellas que solo necesitan de la infusión o ma- ceracion. De estas preparaciones pondremos algunos ejem- plos. Infusión de árnica. De flores de árnica, media onza. De agua hirviendo, una libra. Se pone en una vasija adecuada, se revuelve i se tapa. Después de bien fria se cuela por una tela bien tupida, i mejor se la filtra, a fin de evitar que pasen rudimento* de los vila- nos que pueden ciusar vómitos pegándose a la garganta. E* recomendada como un estimulante para el sistema en jeneral en varias circunstancias de debilidad, i en las fiebres tifoideas; en 11 deficiencia de sensibilidad del sistema ner- vioso, como en la amaurosis, paraliais, etc. La dosis es de una hasta dos onzas. Infusión de buchú. De hojsis de buchú (diosma crenata), una onza. De agua hirviendo, 16 onzas. Macérece en una vasija tapada por dos horas, i después cuélese. Es tónica, sudorífica i diurética, i la dosis es de una hasta dos onzas. — 4óu" — Infusión dejenciana compuesta. De raiz dejenciana machacada, una dracma. De cortezas de naranja agria, seca i machacada , una dracma. De semilla de cilantro machacado, una dracma. De alcool di-tilado, cuatro onzas. Ténganse los sólidos dentro del alcool durante tres horas, i al fin de este tiempo agregúense diez i seis onzas de agua fria; remuévase bien i pasadas doce hora* cuélese. E* estomática i tónica. Su dóiis es de media onza has- ta una. Infusión de catecu compuesta. De polvos de catecu, seis dr¡;cmas. De canela machacada, una dracma. De agua hirviendo, diez i siete onzas. Macérence por dos horas; cuélese el líquido i agregúense tres onza* de jarabe. Es un excelente astrinjente i se le prescribe en la diarrea: frecuentemente se adjunta el opio o sus preparaciones. Su dosis es de una hasta dos onzas. Infusión de rosa compuesta. De petalos secos de rosa, tres dracmas. De agua hirviendo, diez i seis onzas. Agregúele dracma i media de ácido sulfúrico diluido, i macéiece en una vasija de loza tapada por, una hora. Cué- lese i disuélvanse seis dracmas de azúcar banca. Es un agradable astrinjente i refrijetante, i se le pres- cribe en las hemorrajia*, diarrea i sudores coalicuaticos. Ademas es un excelente vehículo para otras medicinas, en especial para el sulfato de magnesia, al que le quita el mal gusto, al snlfato de quinina que lo hace ma* soluble etc. La dosis es de una hasia dos onza*. Cocimiento de dulcamara. De tallos de dulcamara machacados, una onza. — 457 — De agua, veinte i cuatro. Cuésase hasta que quede en diez i seis onzas i cuélese. Es muí útil en los catarros crónicos pulmonales, en la gota i reumatismo, en enfermadades crónicas de la piel i en varias condiciones caquécticas: unida a la zarzaparril'a es mas eti- ca. Su dosis es de media auna onza. Cocimiento de-zarzaparrilla. De raiz de zarza cortada en trozos, seis onzas. De agua, ocho libras. Se dijere por dos horas a una temperatura de 60°, i al fin de este tiempo se saca la raiz, se la machaca i se la vuelve al líquido en el que se la hierve a un calor moderado, hasta que quede en cuatro libras, i después se cuela con es- presion. Se considera mui útil durante la exhibición del mercurio, en la disuria e incontinencia de la orina. Cocimiento de zarza compuesto.—Se :;¡mi:¡i Juatro pintas del anterior, se hierve i se le agrega de sasafrtis en rasuras o serrín, de guayaco del mismo modo, de rañ. dc¡ ovosui; ma- chacado, de cada cosa diez dracmas, i de cortezas de meze- reon tres dracmas. Se les hierve durante un cuarto de hora i se cuela con espresion. Obra como diaforético i alterante; es mui útil en el tra- tamiento de la sífilis secundaria, reumatismo crónico, lepra i otras afecciones cutáneas. Su dosis es de cuatro o seis onzas, tres o cuatro veces al dia. Cocimiento de olmo. De corteza fresca de olmo machacada, des onzas i media. De agua dos pintas. Hiérvase hasta quedaren una pinta i cuélese. Se recomienda en las enfermedades de la piel i se le em- plea como un subcedaneo déla zarzaparrilla. La dosis es de cuatro hasta seis onzas, tres o cuatro veces al dia. Cocimiento de aloes compuesto. De polvos de aloes, dracma i media. 59 — 458 — De mirra en polvo i de azafrán cortado finamente, de cada cosa una dracma. De carbonato de potasa puro, dos escrúpulos. De estracto de orosuz en polvo, media onza. . Trintúrense el aloes la mirra i el carbonato en un morte- ro; agregúese el estracto i el asafran, i puesto en una vasija adecuada añádanse catorce onzas de agua; hágase hervir, tapando la vasija, durante diez minutos i cuélese por una flanela. Se prescribe con ventaja en la costipacion habitual, dispepsia, hipocondría, ictericia i clorosis, en la dosis de me- dia onza hasta dos onzas por la mañana. Tinturas alcoolicas. (Alcolados.) Bajo de este nombre se designan los medicamentos que tienen por escipiente el alcool, conteniendo una o mas sus- tancias por disolvérselas en él directamente, o por sustraer- las a materia*, que se someten a su acción. Este jénero de preparaciones son tanto mas importantes, cuanto que en ellas obra el alcool como un solvente conservador, no alte- rando en nada los productos, al mismo tiempo que por su medióse ofrecen soluciones concentradas, tan pronto como se necesiten i en dosis determinadas. Las sustancias que con ellas se las prepara, deben estar secas i divididas; así para multiplicar los puntos de acción, como por no debilitar el alcool con el agua que contienen las vejetales frescos; prolongando el contacto en razón de la dificultad que ofrecen los cuerpos para ceder sus prin- cipios. Siendo tan variada la acción del alcool sobre las diversas sustancias, no se le puede reputar como solvente constante, i sus propiedades a este respecto varían en razón del grado de concentración; asi es, que si se trata de materias inso- lubles en el agua, se necesita emplear un alcool mas con- centrado, que si se tratase de sustancias que fuesen igual- mente solubles en ambos líquido.Para aquellas que son poco solubles en el alcool, se necesita que este sea mas debilitado; — 459 — i asi de este modo según sea la naturaleza de los cuerpos. Atendiendo a esto, se ha adoptado tres alcooles para los tin- turas medicinales, i son: eljde 21° de Cartier, 22° de Baumé o 56° cent.; el de 31° de Cartier, 33° Baumé o 80° cent., i el de 34° Cartier 36° Baumé 38° cent. El de 56° se le reserva para las materias,que son mas bien estractivas; el de 80° para las sustancias mas ricas en principios resinosos i aceites volátiles, ijde 83°, para las resinas puras i sustancias cargadas de materias grasas poco solubles. Respecto a las proporciones de sustancias i alcool que de- ben emplearse, aunque hai algunas escepciones, por término se admite jeneralmente la de una a cuatro. Por lo que hace al modo de preparar las tinturas, según sea la naturaleza de los cuerpos se emplea la infusión, maceracion, dijestion, etc., i para esto se han dado las reglas que se han de observar; advirtiendo solo de paso, que cuando se hacen a frío, solo basta cerrar exactamente la vasija; pero cuando se hacen en ciertos casos en caliente, debe taparse la boca de aquella con un peí gamino con agujeros pequeños i por otra parte preferir hacerlas, por lo regular, por medio de la percolación. Para este procedimiento se reduce la sustancia, mode- radamente pulverizada, a una consistencia de pulpa con par- te suficiente de alcool, i se la mantiene así por doc3 horas, removiéndola de vez en cuando; pasado este tiempo se pro- cede a la percolación. Como en esta no se obtiene toda la cantidad de líquido empleado, el modo de recuperar la per- dida es, ir agregando al residuo pequeñas cantidades de al- cool, hasta que se obtenga la que se ha empleado. Las tinturas medicinales se las divide en simples i com- puestas, en razón de las sustancias que entran a componer- las, i al preparar estas últimas, se las debe someter a la ac- ción del alcool según el grado de su menor solubilidad, por la razón que es mui fácil concebirse. Finalmente, aunque se ha dicbo que las tinturas debian hacerse con las sustancias s -cas, hai algunas que deben prepararse con plañía* frescas o -os jugos, i en este caso se ha de emplear el alc-ol fuerte, para compensar la pérdida de fortaleza por el agua de las planta*. — 460 — Por lo que respecta a sus denominaciones, se las dá va- rias, porque a mas de tinturas, hai algunas que se las deno- mina espíritus, aunque se aplica mas bien a aquellas cuyos productos son destilados; tambienjse las llama alcooles, elixe- res, en fin ratafias cuando son preparaciones de agrado, que contienen también azúcar. Ejemplos de tinturas. Tintura de alcanfor compuesta, de. opio alcanforada, elixir paregorico. De alcanfor, dos i medio escrúpulo?. De opio en polvo, cuatro escrúpulos. De acido benzoico, cuatro escrúpulos. De esencia de anis, una dracma. De alcool destilado, dos pintas. Macérese por quince dias i fíltrese. Es una excelente preparación, siendo su principal uso ali- viar la tozfatigosa acompañada de síntomas activos e in- flamatorios; disminuir la sensibilidad de la membrana*bron- quial por la influencia del aire frió, aliviar la tos espasmo- dica, etc. La dosis es de una hasta tres dracmas. Tintura de estramonio. De semillas de estramonio machacadas, cuatro onzas. De alcool 34° dos pintas. Macérese por quince dias, esprímase i fíltrese. Por ser mui venenosa no es mui aplicable interiormente; pero para uso esterno, es mui excelente para quitar los do- lores neuraljicos. Tintura de cicuta. De hojas de cicuta fresca, doce onzas. Pístense bien en un mortero i sustráigase el jugo con es- presion. Pístese de nuevo el residuo, póngase en el perco- lador, viértase sobre él ocho onzas de tintura de cardamo- mo i después, veinte i cuatro onzas de alcool rectificado, Únanselos líquidos e*pirituosos con el jugo esprimido; póngase en el percolador un poco de agua para sustraer el alcool que queda en el residuo, i el líquido obtenido únase a — 461 — los ©tros ; mézclense bien i fíltrese. Aunque se ha indicado la tintura de cardamomo, mas conveniente essuprimirla isos- tituir a ella otra igual cantidad de alcool. Se administra como un anodino i antiespasmódico en al- gunos casos, i en otros como un alterante i discuciente ; pero siendo la cicuta venenosa i por otra parte contraindicada en muchas circunstancias, se necesita suma precaución en su uso. Su dosis es de 20 gotas hasta 30 o un poco mas. Tintura de sen compuesta. De hojas de sen, cuatro onzas. De semillas de alcaravea i cardamomo machacadas, de cada cosa media onza. De alcool 34°, dos pintas. Macérese por catorce dias, cuélese con espresion i fíltre- se : mas espedito es por la percolación. Esta tintura es carminativa i cordial, estomática i pur- gante : en este último caso se la prescribe en la dosis de media hasta una onza, i es mui usual en las costipaciones acompañadas de flatulencia. Tintura de guayaco compuesta. De guayaco moderadamente pulverizado, siete onzas. De espíritu de ammoniaco, dos pinta». Dijerase por siete dias i después fíltrese. Es un poderoso sudorífico, estimulante i emanagogo. Su dosis es de media hasta dos dracmas. Tintura de lavandula compuesta. De espíritu de lavandula, dos pintas. De espíritu de romero, doce onzas. De canela, una onza, De nuez moscada, media onza. De sándalo rubio lijeramente pulverizado, tres dracmas. Macérese por siete dias i fíltrese. Es estimulante, cordial i estomática. Quita la incomodi- dad gástrica, flatulencia, abatimiento vital, languidez, etc., i es un remedio favorito para las personas histéricas e hi- pocondriacas. Su dosis es de media hasta dos dracmas. — 462 — Elixir de garus. De aloes, dos dracmas. De mina, cuatro id. De azafrán, dos id. De canela, clavos i nuez moscada, un escrúpulo. De alcool a 22°, dos libras. Macérese por siete dias, fíltrese, endúlcese con partes iguales de jarabe i aromatícese con agua de flores de na- ranjo. Si se prefiere hacer por destilación, después de la maceracion, poniendo dos onzas de aloes en lugar de dos dracmas, se destila al baño de maria i el producto se mez- cla con un peso igual de jarabe, i se aromatiza con agua de flor de naranjo. Poniendo este elixir por seis horas a la acción de la nieve, se le quita todo olor empireumático i se le hace aora- dable. Es un excelente estomático, cordial útil en los cólicos e indijestiones, i sirve como licor de mesa como ratafia. Se toma por pequeñas copas. Tinturas etéreas. (Etereolados.) Estas preparaciones son exactamente iguales a las tintu- ras alcoolicas, con sola la diferencia del vehículo ; de consi- guiente, son unos medicamentos que tienen por escipiente el éter, conteniendo una o mas sustancias disueltas en él direc- tamente, o sustraidas a las materias que se someten a su ac- ción. Por lo demás ofrecen las mismas ventajas que aque- llas, i se las prepara disolviendo sustancias que sean solubles en el éter, o por lejivacion mediante el aparato de reemplazo atendiendo a su volatilidad. Para sustraer la can- tidad que en este caso queda retenida en el residuo, se echa sobre él un poco de agua, i se recoje el producto hasta que sea igual en cantidad al que se haya empleado. Ejemplos de tinturas etéreas : Tintura etérea de lobelia. De lobelia seca medianamente pulverizada, cinco onzas. — 463 — De espíritu de éter sulfúrico, dos pintas. Dijérase i fíltrese por percolación en el aparato de reem- plazo. Se la prescribe en el atsma espasmodico i otras afecciones de los órganos de la respiración, como en el croup, tos con- vulsiva, etc. Como un emético i antiespasmódico, la dosis es de una hasta dos dracmas, repetidas cada dos o tres horas hasta obtener el vómito; como expectorante es desde 10 gotas hasta una dracma. Tintura etérea de digital. De hojas secas de digital medianamente pulverizadas, una cantidad. De éter, cuatro partes para cada una de las hojas. Dijérase i hágase la percolación en el aparato de reem- plazo. Del mismo modo se preparan las de belladona, de bele- ño, valeriana, etc. Vinos medicinales o tinturas vinosas, (CEnolados.) Teniéndose presente todo lo que se ha dicho respecto de las tinturas alcoolicas i aplicándose a las de que se trata, se tienen las tinturas vinosas, pues son unos medicamentos iguales a aquellos con la diferencia del escipiente que es el vino. Solo haremos una advertencia i es, que al prepararlas es mui útil tener mojadas las sustancias por algunos dias con un poco de alcool, i después proceder a la maceracion con el vino o la percolación. De este modo se preparan mejor para la operación i se conservan mejor. Ejemplos de vinos medicinales : Vino de colchico.—Si el vino se prepara con semillas se toma : de semillas de colchico dos onzas i de vino de Jerez una pinta. Se macera por ocho o diez dias, ajitando de cuando en cuando i después se filtra. La dosis es de media hasta una dracma. Si se prepara con el bulbo, se toma de este seco i grosera- — 461 — mente pulverizado ocho onzas i de vino Jerez dos pintas. Se macera por ocho dia*, removiendo de vez en cuando ; se cuela con espresion i se filtra. Su dosis es la misma. Ambas son recomendadas en to- dos los casos que el colchico mismo. Vino de ipecacuana. De raiz de ipecacuana lijeramente pulverizada, dos on- zas i media. De vino Jerez, dos pintas. Macérese por siete dias i fíltrese. Es diaforético, espectorante i emético. Para el primero i segundo uso la dosis es de 10 hasta 50 gotas o segnn la edad; pata emético de dos hasta cuatro dracmas. Vino de opio, láudano líquido de Sydenham, tintura tebaica. De polvos de opio, tres onzas. De canela i clavos de cada cosa dos dracmas i media. De vino Jerez, dos pintas. Macérese por siete dias removiéndolo, i después fíltrese. Sus efectos son los mismos que lo del opio; pero es mui eficaz ademas esteriormente, en algún vehículo, como un coli- rio en la ofialmia, escozor en los ojos, lacrimacion e intole- rancia de la luz. Su dosis interiormente es de 10 gotas hasta una dracma. Tintura vinosa de ruibarbo Ph. Bor. De raiz de ruibarbo lijeramente pulverizada, dos onzas. De cortezas de naranjas bien divididas, media onza. De semillas de cardamomo machacadas, dos dracmas. De vino de Málaga, dos libras. Dijérase por siete dias removiéndola, cuélese con espresion i mézclese a1 líquido dos onzas de azúcar blanca en polvo. Déjese en reposo i decántese. Es un excelente estomático i purgante. La dosis es de dos dracmas hasta una onza. — 465 — Vinagres medicinales. (Acetolados.) Con lo que se ha dicho de las tinturas alcoolicns i vinosas, nada tenemos que añadir al hablar délos vinagres medicí- neles, pues son lo mismo que aquel'os; con solo la diferen- cia de tener p >r escipiente el vinagre. Ejemplos de vinagres. Vinagre aromático. De hojalde romero i orégano secas, de cadacosa una onza. De flores de espliego, media onza. De clavos de especia machacados, media dracma. De acido acético concentrado, pinta i media. Macérese por siete dias removiéndolo, cuélese con espre- sion i fíltrese el líquido. Solo se usa esteriormente, debiendo tener el vinagre en un frasquito para oler su vapor, i producir una impresión excitante, en caso de languidez, dolor de cabeza, debilidad nerviosa, etc. Vinagre de scila. De escila seca i lijeramente pulverizada, quince onzas. De vinagre destilado, seis pinta*. Macérese a un calor mui moderado por siete dias, cuéle- se con espresion, decánie-e, i ai líquido claro añádase de al- cool i edificado media pinta, i mézclese. Es espectorante i diurético i se prescribe en las afeccio- nes crónicas del pulmón, e hidropesías. Su dórís es de me- dia hasta una i media dracma. Nos resta ano que hablar de cierto* medicamentos que aunque comprendidos en la clasificación que se ha espuesto, seles llama con ci^ta* denominaciones particulares que es necesario conocer. Trataremos también de otros que por su naturaleza no se hallan comprendidos en ella i concluire- mos finalmente con dar la nomenclatura de los medicamen- 60 — 466 — tos, fundada en el modo como obran sobre la organización. Para seguir algún método respecto de los dos primeros, adoptaremos el orden alfabético. Almohadillas.—Son unos saquitos de hierro o de algún tejido, llenos de sustancias medicínale* con el objeto de apli- carlas a diferentes partes del cuerpo. Estos medicamentos obran unas veces por solo el calor que contienen, cuando las sustancias introducidas son secas, o por el vapor que de ellas se desprende cuando son húmedos o exhalan algún gas. En el primer caso se han de calentar antes de colocarlas en el saco, como esto se hace con el salvado cuando de él se usa, i en algunas circunstancias también las segundas, en caso que se empleen ciertos líquidos. Ejemplo : Polvos ammoniacales de Belanqer para almohadillas.—- Diez dracmas de creta, cuatro de lirio de Florencia, una de sal ammoniaco i otra de hidrato de cal. Se mezcla pronto todo, se llena el saquito i pe hace la al- mohadilla, la que se aplica como un excitante i disolvente por el gas ammoniacal que exhala. Baños.—Son líquidos con los que se moja mas o menos tiempo una parte o todo el cuerpo: también se usa de la mis- ma denominación por cierta analojía, cuando se aplica la electicidad aislando el cuerpo: se dicen baños eléctricos. Los baños son de naturaleza mui variada, pues se emplea en ellos el agua, soluciones salinas, acidas, sulfúreas, jelatinosas, aguas minerales, cocimientos, etc. Recomendados mucho los de cocimiento de proustia pungens (guañil) en los dolores de gota i reumatismo. Bordones.—Se llaman así unos pedazos de cuerda hecha de las tripas de animales, de diferentes grosores i con el ob- jeto de introducirlos en la uretra, lagrimal, etc. a fin de en- sanchar los conductos por medio del aumento de volumen que adquieran dichas cuerdas con la humedad. La prueba de estar bien preparados es, el que han de ser bien lisos, er- guidos a la vez que flexibles, i de punta roma i delgada. E| modo de prepararlos es sencillo; pues se reduce a poner ti- rante una cuerda i humedecerla en seguida con una esponja. Pespues se la pasa con lijereza, primero una piedra pómez — 467 — en toda su lonjitud, i en seguida cera; i últimamente un papel de estrasa i estregándola con el fin de quitarle la cera, de- jándole una cantidad tal que solo le dé lustre. En este estado la cuerda se la barniza por medio de una brochita, la que después de seca la hace lustrosa i apta para el objeto. Des- pués de cortada en pedazos de 10, 11 i 8 pulgada, se aliza uno de sus estremos con piedra pómez, cera i jelatina, como lo demás, se pone en el otro un poco de lacre i se guardan en cajas cilindricas i bien garantidos de la humedad. Candelillas.—Son medicamentos que se asemejan a las candelillas ordinarias de cera, i sirven para introducirlas en el conducto de la uretra. Aunque de varios gruesos, no deben exceder el de una pluma, i siendo por un estremo mas del- gadas que por el otro, su lonjitud ha ser de 10 a 11 pulga- das para hombres i de 8 para mujeres. Deben ser flexibles i fabricárselas con materiales qnenosean capaces de rom- perse, para evitar los accidentes que esto ocasionaría; por cuya razón se ha de preferir hacerlas con hilos de seda, lino, o cáñamo. A mas, han de ser mui iguales, pulidas i con pun- ta roma, i las hai emplásticas i de goma elástica. Para fab icarias se toma el número de hilos proporciona- dos a la grosura que se quiere darles; unidos se sumerjen en el emplasto liquado;se dejan enfriar; se quita el emplasto ex- cédantele pulen las candelillas sobre una tabla lisa o mármol, ¡últimamente se las pasa un alisador: en la estremidad mas gruesa se las pone un poco de lacre. Respecto del emplasto de uso, debe ser según el objeto con que se las aplique. Colirios.—Estos son preparaciones cuyo objeto es de aplicarlas a los ojo*, i pueden ser secos, blandos,líquidos o al estado de vapor. Para los primeros deben reducirse las sustancias a polvos impalpables, i su aplicación se hace in- troduciéndolos en un cañón de pluma con un pequeño agu- jero en su estremidad, i soplando por el otro: dichos colirios los constituyen a veces el azúcar, el sulfato de zinc, el alum- bre, etc. Los colirios blandos son por lo regular ungüentos para ser aplicados a los parpados; los líquidos son cocimientos, in- fusiones, soluciones, etc; los de en estado de vapor son los — 468 — gases o vapores, a cuya acción se espone los ojos; por ejem- plo uno de ellos se hace empleando el ammoniaco líquido; para esto se pone un poco en la palma de la mano, se estre- ga con la otra i con ambas se cubren los ojos sin tocarlos. Duchas.—Con este nombre se llaman a los líquidos des- tinados a hacerlos caer por mas o menos tiempo, ya reunidos en forma de lluvia, sobre una parte del cuerpo o sobre todo él. Se les dice duchas descendentes a las que caen de una al- tura mas o menos grande, i por el contrario ascendentes las que se elevan de abajo para arriba: los líquidos que sirven al objeto pueden ser de mui variada naturaleza. Escaróticos.—Se llaman escaróticos, i si su acción es mas débil cateríticos, a los medicamentos que aplicados ala piel, la destruyen i corroen también las carnes fungosas forman- do una escara. De consiguiente todas las sustancias que tie- nen esta propiedad, puedan servir para ser escaróticos, i pue- den ser líquidos, sólidos, o blandos, como el cloruro de an- timonio, ácido nitrico, sulfúrico, potasa i soda causticas, cloruro de zinc, los trociscos hechos con sublimado corrosivo, almidón i goma, el nitrato de plata, etc. Para aplicarlos se ha de procurar limitar su acción a la parte afectada, i para esto no es necesario indicar los medios. Espadrapos.—Se dá este nombre auna tira de lienzo, al- godón, seda i aun de papel, cubiertas por uno de sus lados i a veces por ambos, de alguna sustancia medicinal que sea gloutinosa o emplástica i adherente. Los caracteres que de- ben distinguir un buen espadrapo, son el que sea bien liso en su superficie, el que esté esparcida con igualdad la mate- ria en toda su estension, i que sea de tal consistencia, que se le pueda doblar, sin pegarse, quebrarse, ni que se desprenda del tejido. Sobre el modo de prepararlos, ya lo hemos indica- do al hablar de los aparatos; alíoiw solo indicaremos algunas fórmulas paralas materias que se emplean jeneralmente. Espadrapo simple. De emplasto simple 12 onzas. De aceite de oliva, una onza. Trementina dos onzas i de cera blanca una onza, — 469 — Se liquan a un calor moderado. M. Seven indica otra formula también mui buena i es lo que sigue: de resina elemi cuatro partes, cuatro de trementi- na, una de cera blanca, otra de amarilla i cinco de err.plasto simple. Papel para fonticulos.—Hai varias prescripciones; entre ellas una que se compone: de 10 onzas de cera blanca, cin- co onzas de esperma, cinco de resina elemi i sei* de tremen- tina, i a un calor moderada se liquan. Para preparar con esta mezcla los espadrapos, se hace del mismo modo que los ante- riores, con solo la diferencia que lo que se emplea es el papel, el que debe elejirse que sea fuerte i que al ejecutar la opera- racion se haga con una prolijidad especial. Tafetán de Inglaterra, tela glutinante jelatinosa.—Se to- man 2 onzas de cola de pe*, 16 de agua i otras tantas de alcool 21°. Cortada la cola en pequeños pedazos, se la deja en contacto con el agua para que se penetre bien de ella; entonces se agrega el alcool; i puesto en un frasco se la di- suelve al calor del baño de maria i en seguida se cuela el lí- quido. Esto asi preparado, se pone tirante en un bastidor únatela de seda bien delgada i con un pincel se pasa el lí- quido aun caliente por toda la superficie, dejándola secar después al aire libre. Seca esta capa se la dá otra, i asi de seguida, hasta que la tela tocada con los dedos se adhiera a ellos. Llegado este caso, se dá una mano con solución alcoólica i concentrada de bálsamo de tolú, i últimamente otra de jelatina. Fomentos, lociones.— Como todos saben, estos son medi- camentos líquidos con los que se fomentan, humedecen o la- van las partes esteriores del cuerpo,cuando ellas están afecta- das. Su naturaleza es mui diversa; pues pueden constituirlos, cocimientos, infusiones, soluciones, etc., ya frías o calientes, aplicado* por medios de flanela, lienzo, algodón, etc., moja- dos en ello*. En esta clase deben también colocarse la* pre- paraciones llam idas embrocaciones, que no se diferencian de aquellas, sino en que porlo regularse las aplica a manera deuntur as, a las que no se asemejan por solo ser líquidas — 470 — i constituirlas líquidos alcoolicos. Recomendamoslas iguiente como mui eficaz para los dolores neuráljicos. De alcanfor una dracma, de espíritu de romero una onza, de tintura de semilla de estramonio media onz?, tintura de opio una dracma i de éter acético dos dracmas. Mézclese i manténgase bien tapada. Fumigaciones.—Con este nombre se denominan las espan- siones de gaces hechas con el objeto de destruir los miasmas de un aire viciado, de ocultar algún mal olor, o con el fin de producir efectos medicinales, aplicándolas a todo el cuerpo o algunas partes afectadas. Las fumigaciones medicinales son de diversa naturaleza. Unas se hacen por medio de gases como el cloro, ácido sul- furoso i ammoniaco; otras son seca*, alcoolicas o etéreas, Éntrelas primeras del segundo jénero, se colocan la* que resultan de la descomposición por el fuego de las resinas i otras sustancias, como también la producida por el cinabrio colocado sobre una plancha de hierro caliente i al contacto del aire. Paralas fumigaciones constituidas por vapores aquosos, se emplea el agua, ya sola a una temperatura maso menos elevada, o ya conteniendo materias volátiles; tales son las < obtenidas con plantas aromáticas. Del mismo modo que el agua puede emplearse el alcool, i las de éter son poco usadas. Respecto al modo de aplicarlas, si es a todo el cuerpo, basta colocar al enfermo en un cuarto al que se conduce el vapor; salvo si estos son dañosos a la respiración; en cuyo caso debe colocársele en un aparato, de modo que quede la cabeza fuera. Para las fumigaciones parciales, basta el colo- car la parte enferma encima déla vasija de donde se produ- cen los vapores. En las fumigaciones que se aplican a los pulmones i que son de importancia en medicina, siempre la base es el agua; pero a ella pueden agregarse otras sustancias suceptibles de volatilizarse, i en proporciones mas o menos grandes; tales son las tinturas alcoolicas o etéreas, el cloro, infusiones ve- — 471 — jétales, etc. El aparato para este objeto es mui sencillo; pues se reduce a un fiasco con dos tubos, uno para aspirar por él los vapores i el otro para dar acceso al aire. Gárgaras.—Como no se ignora son medicamentos líqui- dos teniendo jeneralmente el agua por escipiente, empleados para aplicarlos a la garganta sin tragarlos: cuando son de una consistencia de miel con el objeto de aplicarlos por me- dio de un pincel, o esponja a fin de combatir alguna afección, ya en la garganta, en las encias o en la boca, se llaman co- lutorios. Inyecciones.—Son unas lociones internas para ser intro- ducidas por medio de jeringas en diversas cavidades natura- les, u ocasionadas por algunas enfermedades en el cuerpo. Por lo regular siempre tienen por base un vehiculo aquoso; pero las aplicadas por el ano se les dá particularmente los nombres de lavativas, enemas i clisteres.—Ejemplo de e- nema : Enema de trementina.—Dos yemas de huevo se ponen en un mortero i se trituran con un poquito de agua. Se agrega media onza de trementina poco a poco, i después de bien triturada*, se añade del mismo modo diez onzas de agua a 40° i se mezcla bien el todo. Es un excelente antielmintico en la ascárides, uno de los mejores antiespasmódicos i purgantes en los casos de có- lico, costipacion obstinada i timpanitis, i según el Dr. Montgumery, dice que es la lavativa de que debe hacerse uso en los casos de inflamación peritonial. Moxas.—Son medicamentos hechos con materias com- bustibles, con el objeto que puestas sobre 1» piel se la que- me, i por este medio produzcan unas quemaduras mas o me- nos profundas. De consiguiente toda sustancia combustible puede servir para hacer moxas; pero jeneralmente se las pre- para con algodón cardado, el que mojado en una solución de nitro i después seco, se le dispone en forma de cilindro o cono, mediante una tela que se cose a manera de bolsa, en la que se envuelve i comprime. En este estado se pone sobre la parte, se le aplica fuego i se la deja arder por si sola lentamente. — 472 — Parches o escudos.—Son medicamentos estemos que siendo una especie de espadrapos, se le* prepara como ellos siguiendo las mismas reglas a veces, entendiendo emplastos, unguentos,estract.os, electuarios, etc., sobre telas, tafetán, ba- danas, etc.; i otras dándoles las formas convenientes. Al pre- parárselos se debe, sí las materias son emplásticas, malaxar- las entre los dedos para ablandarlas; i si son mui resistentes, acercándolas al fuego. Se ocuire algunas veces a liquarlas por medio del calor; pero esto solo puede hacerse con alguna determinada i no indistintamente, por que en este caso unas perderían las principios aromáticos', otras precipitarían las sustancias pulverulentas, en las que tienen mercurio se vo- latilizaría, etc. Otras veces para ablandárselas se emplea el agua caliente, mas solo se ha de usar de este medio con aquellas que no tienen sustancias solubles en este líquido; en fin para estenderlas se hace con el pulpejo del dedo pul- gar, o las materias blandas por medio ríe una espátula, te- niendo cuidado de dejar un marjen. Para hpcer esto fácil- mente, .se recomienda el pimer un mu co de hoja Je lata o cartón, llenar solo el interior, pasarle e;¡ seguida el rodillo para alisar la superficie i estendeilo con igualdad i después quitar aquel. Otro medio de obtener el objeto, es valerse de una pequeña plancha de hierro pulido i con un mango de madera. Esta se calienta, sobre tila se pone el emplasto: i en proporción que se va liquando, se le va distribuyendo en toda la superficie trazada en la tela, i con la misma plancha después se le une i alisa. Pesarlos.— Son unos medicamentos sólidos cuya aplica- ción es para introducirlos en la vajína, ya para ensancharla, ya para oponerse a la caida del útero, etc. Son por consi- guiente de muchas formas i construidos de muchas materias; pero algunas veces los puede sostituir un corcho agujereado para dar salida a lo* líquidos; los hai de goma elástica, de madera, etc. como los hai cónicos, cilindrico*, elípticos, etc. Sondas.—Son unos instrumentos construidos con el ob- jeto de aplicarlos a la u retía i estraer de la vejia los orines detenidos. Como las candelillas, son de diferentes diámetros pero huecos, i lo.sque deben preferirse son los fabricados con — 473 — goma elástica, observando al construirlas, el mismo método poco mas o menos que en las candelillas. Supositorios o calas.—Son unas preparaciones hechas con el objeto de introducirlas en el recto a fin de excitar las evacuaciones del vientre. Se las hace con varias sustancias i se les da la lonjitud i formas adecuadas. cx.AsincA.cxow fxsxox«ojica DE LA MATERIA MEDICA , POR M. DUNCAN. I. Nutriendo el cuerpo, son........Alimentos. (a) Por la bebida............Pttus Cuando obran medicinalmente..................Diluentes. (b) Por la comida..........:. Cibi Cuando obran medicinalmente..................Demulcentes. II. Por evacuación................Evacuantes, (a) Insensiblemente por la cutis...................Diaforéticos. Sensiblemente.................................Sudoríficos. (b) Por la membrana muscosa. De las narices.................................Esrrinos. De los pulmones...............................Espectorantes. Del estómago.................................Eméticos. De los intestinos...............................Catárticos. Del útero.....................................Emcnágogos. (c) Por la secreción glandular. De los ríñones.................................Diuréticos. De las glándulas salivares......................Sialógogos. III. Excitando el poder vital.......Estimulantes. (a) Principalmente de la parte a que son aplicados............Tópicos. Aplicados estericrmeute Causando rubefacción...........................Rubefacientes. ---- secreción serosa......................Vesicantes. ---- secreción purulenta...................Supurantes. Administrados interiormente Cuando alimentariamente......Condimentos. Cuando medicinalmente........................Carminativos. (b) Excitando el sistema en jene- ral.........................Jenerales. (a) Confusamente, pero mas dura- ble.........................Permanentes. Produciendo no un efecto obvio inmediato..................................Tánicos. (c) Constriñiendo las fibras i coa- gulando los fluidos...........................Astrinjentes. De un modo mas evidente pero poco durable................Transitorios. Obrando sobre las funciones or- gánicas ....................................Calefacientes. Obrando sobre las funciones men- tales .......•...............«................ Embriagantes. 61 — 474 — IV. Deprimiendo los poderes vitales Deprimentes Obrando sobre las funciones or- gánicas ....................................Refrijerantes. Obrando sobre las función es men- tales........................................Narcótico». V. Por influencia química sobre los liquidos.....................Químicos. Acidificando.............;.....................Ácidos. Alcalizando......,........................... .Álcali*. FIN. ÍNDICE »£ LAS MATERIAS. Abranquios.................. 394 Aceitede bacalao............ 384 Aceite de crotón..............328 Aceite de ricino.............. 329 Aceites...................... 401 Aceites grasos................ 273 Aceites medicinales........... 405 Aceites medicinales esenciales... 407 —volátiles................... 402 Acetato de amoniaco.......... 244 —de plomo.................. 245 —de potasa.................. 247 Acetatos..................... 244 Acido acético................ 234 —acético glacial.............. 244 —nítrico.................... 160 —cianohidrico................. 252 —clorohídr¡co............... l'O —ditionico.................... 155 —fosfórico................... 176 —muriáticoldefloj isticado..... 168 —pentatiónico................ 155 —pirolignico.....-...........239 —prúsico..................... 252 —sulfúrico................... 155 •—tártrico....................247 —tetratiónico................. 155 —titriónico.................. 155 Acipenser sturio.............. 384 Afinidad química............. 6 Agua........................ !°3 —de canela................... 404 Agua de cloro................ 169 —de cristalización............ 1*>0 Aguas acidulas.............• • **|~ —destiladas.................. 4°3 —ferrujinosas................ ^°y Aguafuerte.................. J™ -madres..................... \f —minerales................... '£° —minerales artificiales.-.......1»? —salinas..................... J¿¡ —sulfurosas.................. ld^ Ajitadores................... Jjl Alambiques.................. °7 Pij. Álcali volátil................. 165 Alcaloides................... 286 Alcool...................... 255 Alcoolometro centesimal...... 73 Algas........................ 298 Almizcle.....................879 Aludel...................... 126 Almohadillas................ 464 Amapolas capsulas»..........359 Amoniaco.................... 164 Angustura................... 353 Anises purgantes.............. 410 Annelides................... 392 Antimouio crudo.............. 198 —mineral....................198 —rojo....................... 200 Aparato de Berry............ I13 Aparatos circulares o de dijest. 68 Apócema.................... 407 Areómetro de Baumé......... 71 —de Cartier.................. 73 —de Fahrenheit.............. 70 Argel.....,..................349 Argemone aceite.............. 363 —mexicana....,..............352 Arrope de sau-:. u.............. 439 Arsénico.................... I78 Atracción.................... 4 Azafrán de antimonio......... Igs Ázoe.................... ... 159 Azúcar con ipecacuana.......409 —de plomo.................. 245 —vermífuga.................. 409 Azufre...................... 152 A zufre sublimado............. 154 Balanza de Nicholson......... 69 Bismuto..................... 214 Bordones.................... 466 Botella de lavar filtros........ 102 Botella de loción............. 97 Bovista hemostática.......... 304 Brújula....................... §8 Calcinación.................. 139 Calor específico.............. 41 Calórico..................... 34 — 476 — Páj. Calórico latente.............. 36 —libre, sensible o radiante..... 36 Calorímetro.................• 42 Candelillas................... 467 Cannabinaceas............... 322 Cannabis sativa.............. 322 Cantaridina................... 392 Cantharis vesicatoria.......... 390 Cáñamo..................... 322 Capacidad para el calórico..... 41 Cápsulas.....................44o Carbonizasion................ 139 Carrageen................... 29:¡ Castóreo..................... 360 Cataplasma madurativa......423 —resolutiva.................. 423 Cataplasmas..................422 Cedazos o cribas.............. 62 Cephaelis ipecacuana......... 840 Ceratos....................... 423 Cervezas medicinales.......... 423 Churrus..................... 323 Cicuta....................... 343 Cimentos.................... Circulación.................. 134 Clarificación................. 108 Clasificación de los mamíferos.. Í3G3 Clasificación de los vejetales... 297 Clasificación entomológica..... 389 Clasificación farmacéutica..... 399 Clasificación fisiolójica........ 473 Clasificación ictiolójica........ 383 Clasificación zoolójica........ 365 Cloramide de mercurio........ 213 Cloro........................ 168 Cloruro de mercurio........... 210 Cloroformo................... 269 Cochayuyo.................. 3C0 Cocimiento de aloes comp...... 4ó7 —de dulcamiara............... 45(1 —de olmo.......•............4ó7 —de zarza...................457 — , de id. compuesto........ 4-.') 7 Colade pes..................• 384 Colchico.................... 311 Coleópteros...............'.'.'.. 390 Colirios...................... 41 ¡7 Compuestas.................. 338 Compuestos de antimonio...... 198 Concentración................ 120 Coneua?acion................ 95 Confección aromática......... 413 —de opio.................... 414 Confecciones.................. 4'2 Confites purgantes............. 410 Conium maculatum........... 343 Conserva de rosas............ 411 Conservas.................... 411 Contusión.................... 95 Convolvulácea?...............335 Páj. Coovolvulus scamon..........337 Coovacion................... 127 Cornezuelo del centeno........ 302 Cremómetro.................. 78 Crisoles...................... 65 Cristalización................ 128 Cristalografía................ 15 Crocus metallorum............ 198 Crotón tiglium................ 327 Cruciferas.................... 357 Cubiertas..................... 88 Cucurbitáceas................344 Cuerpos imponderables........ 33 Cuerpos simples i compuestos... 2 —sus diferentes caracteres..... 14 —sus diferentes estados....... 4 Datura stramonium...........333 Decantación.................. 97 Decoceion................... 134 Defecación.................. ] 07 Deflegmacion...............,. 127 Depumacion.................109 Depuración..................107 Descomposición............... 134 Desecación.................. 115 Desoxijenacion............... 138 Destilación.................. 121 Dijestion.................... 134 Dijitalis purp................. 331 Dilución..................... 132 Dimorfismo.................. 17 Disolución.................. ]35 Duchas..................... 468 Ebullición................... 32 Ecuador magnético........... 58 Elaterio..................... 246 Electricidad.................. 51 —animal......................•.. 55 Electro-magnetisuo........... 59 Electrómetro o telesróscopo.... 54 Electuario de sasafras........414 Electuarios...................412 Elixir de Garus...............462 Embrocación antineuralg......470 Embrocaciones................469 Emplasto adhesivo............ 434 Emplasto arora............... 429 —amoniaco.................. 429 —de cerusa..................484 —de mercurio................433 —de higuera................ 434 —gomoso.................... 433 —roborante...................434 Emplastos................... 430 Emplasto simple.............. 430 Enema de trementina......... 471 Escamonea de Alepo.......... 837 Escaróticos.................. 468 Escila....................... 314 Escrolúlaceas................ 330 477 — Páj. Esencia de trementina.........319 Espadrapero......,........... 61 Espadrapo de Seven.......... 469 Espadrapos...................468 —simple.....................468 —terebentinado.............. 471 Espátulas.................... 60 Especies..................... 439 Espectro solar............... 44 Espíritu de minderero........244 —de nitro.................... 267 Espresion....................110 Estraccion................... 134 Estracto acético de colchico... 438 —de acónito................... 438 —de cáñamo.................323 —de jalapa..-................438 —de opio..................... 439 Estractos....................4S4 Estricnina................... 294 Estufas...................... 63 Éter acético.................. 268 —nítrico.................... 266 —sulfúrico................... 263 Éteres....................... 263 Euforbiáceas................. 326 Evaporación................. 111 —en el vacio................. 112 —espontánea................. 114 —por medio del calor........ 114 Exogonium purga............335 Farmacia químicau operatoria. 149 Fermentación................ 136 —acida...................... 137 —pútrida.................... 137 —vinosa..................... 137 Filtración.................... 100 Filtro....................... 100 —unido..................... 100 Filtros de manga............. 104 —plegados................... 101 Fluido frigorífico............• 43 Fomentos..................• • 469 Fórmulas tquímicas........... 32 Fósforo...................... 174 Frió......................... 42 Fuerza catalítica............. 8 Fumigaciones................ 470 Fusión....................~ 110 —acuosa.................... 110 —ignea.....................110 Galeras...................... 62 Galvanismo.................. 55 Gárgaras....................471 Grados del alcoolometro: ta- bla........................ 259 Gramíneas................... 309 Granero..................... 118 Granulación................. 95 Guayaco (resina)............. 352 Páj. Halometro................... 71 Hierro...................... 217 Hidrójeno................... 180 Hidrómetro................... 72 Hirudo......................394 Hoblon...................... 3?4 Hongos..................•.. 301 Hunñil...................... 339 Humulus lupulus............. 324 Hidrato de potasa............ 226 todo........................172 Ioduro de potasio............. 230 Incineración................. 139 Incisión..................... 95 Infusión..................... 134 —de árnica.................. 455 —de buchú.................. 455 —de catecu comp,............ 456 —dejenciana comp........... 456 —de rosa comp............... 456 Insectos..................... 386 Inspisacion.................. 120 Instrumentos................ 60 —aerométricos............... 86 —de uso peculiar en farmacia.. 60 — hidrostáticos............... 63 —mecánicos.................. 69 —pirotécnicos............... 62 Introducción................. 1 Inyecciones.................. 471 Ipecacuana..............--.. 340 Isomorfismo................. 17 Jalapa....................... 335 Jalea de frutilla.............. 416 —membrillo?.................416 Jaleas....................... 414 Jarabe balsámico.............421 —de almendra................ 421 —de granada................. 421 —de ipecacuana.............. 422 —de limón..................• 421 —de naranja.................421 —de violeta.................420 —simple..................... 419 Jarabes......................417 Jelatina de cola de pez.........415 —de liquen..................415 Jelatinas.................... 414 Jugos.......................440 Julepe estomatic.............. 450 Kermes mineral.............. 199 Kermes nativo................ 200 Lacto-densímetro............. 76 Leche....................... 374 Leguminosas................. 347 Lei de los equivalentes........ 10 Lejivacion................... 132 Levigacion................... 110 Leyes de las proporciones múl- tiplas. . • e.................. 9 — 478 — p*j Liliáceas..................... 313 Limación..................... 95 Linimento de cal.............427 —de trementina..............427 Linimentos.................. 427 Linimento volátil.............427 Liquefacción................. 111 Liqúenes....................306 Liquen islándico.............. 307 Líquido de Donovan.......... 179 Loción...................... 96 Lociones.....................469 Looch pectoral de esperma.... 402 Lupulina.................... 325 Lutenes...................... 88 —mucilajinososi jelatinos...... 90 —terrosos.................... 90 —untuosos i resinosos........ 88 Luz........................ 43 Maceracion.................. 134 Magnetismo................ 57 Mamíferos...................366 Manteca.....................371 Medicamentos............... 3 —azucarados................. 408 —sacadas del reino inorgánico. 149 Melantaceas.................310 Mercurio.................... 203 Meridiano magnético......... 58 Metaloides.................. 13 Mezclas frigoríficas........... 38 Mistura de amoniaco...........451 — de hierro comp.............450 —de valeriana................450 Mitriu....................... 339 Moléculas.................... 3 Momordica elaterium......... 345 Morfina...................... 289 Moschus moschíferus......... 378 Mostaza..................... 357 Moxas.......................471 Nomenclatura química........ 25 Oleosacaro de cidra........... 408 Ombeliferas.................. 842 Operaciones farmacéuticas.... 91 —mecánicas.................. 92 Opiatas......................412 Opio....................... 360 Oxidación.................... 138 Óxidos de hierro.............. 218 Oxidulo de mercurio.......... 204 Oxijeno...................... 150 Oxisulfuro de antimonio hidra- tado.......................199 Ozono.......................150 Papaveráceas................ 359 Papel para fontículos.......... 469 Paquidermos................. 370 Parches...................... 472 Pastillas..................... 409 Páj. Peces....................... 381 Pesa-acidos.................. 71 —jarabes.................... 76 Pesarios...................... 472 Pesa-sales................... 76 Pesos i medidas medicinales... 139 Pesos específicos............. 145 Pildoras.....................442 —ante-cibum................ 446 —de hierro i aloes............446 —de cicuta.................. 446 —de hierro comp............. 447 —de mercurio................447 Pildorero.................... 61 Pipetas...................... 99 Pirómetros................... 86 Pix burgundica............... 321 —líquida.................... 321 Poción anticolica............. 449 Pociones.................... 447 Poción de aceite ricino........ 402 Polisulfuro de potasio.........229 Polyporus Domeykoii.......... 301 Polvos....................... 451 Polvos de Algaroth........... 199 —amoniacales de Belanger---468 —de cantáridas...............453 —de escila................... 452 —de ipecacuana.............. 452 —de ruibarbo................452 Pomada para los labios........ 425 Pórfido................... ... 69 Precipitación.................135 Precipitado rubio............ 205 Protosulfuro de antimonio___ 198 Protosulfuro de hierro........220 Protoxido de mercurio........204 Pulpas......................417 Pulsímetro................... 43 Pulverización................ 92 Química (su definición)....... 2 Quina....................... 340 Razion...................... 95 Rectificación................ 127 Redoul......................849 Reducción de los gr. de Car. a gr- C...................... 75 —de los gr. C. a los de Car___ 74 Resina común................321 —de cáñamo................. 323 Resinas......................284 Retortas..................... 67 Ricinus communis............ 329 Rielera...................... 61 Riqueza alcoólica (tablas de)... 260 Roedores............ ........ 369 Rodillos..................... 61 Rubiáceas.................... 339 Rumiantes...................372 Rutaceas........,.........,. 352 — 479 — Páj. Sacabocados................. 61 Sanguijuelas.................394 Saturación................... 136 Sécale......................* 302 Sección..................... 96 Sen de Alepo................. 349 —de la India................. 348 —de Moka.................. 348 —de la Palta.................348 —de Senegal................ 349 —deTrípoli..................349 Seiracion.................... 95 Sesquicarb. de ammoniaco..... 167 Sifón........................ 98 Sifón de Hempel............. 98 —de Bunten................. 99 Sinapis nigra................ 357 Solanáceas..................332 Soluciones acuosas...........454 Sondas...................... 472 Sublimación................. 127 Sublimado................... 128 Subnitrato de bismuto........215 Sulfato de hierro............. 221 Sulfato de quinina............ 292 Sulfohidrato de antimonio.....200 Supositorios................. 73 Sustancias acidas orgánicas— 232 —o cuerpos impond.......... 33 i—metálicas.................. 198 —metaloides'................. 149 Systelloderes.................379 Tablas de correcciones para la leche...................... 80 Tablas de correspondencia en- tre los grados de areómetro de Baumé................. 72 Tablas de las cantidades de cre- ma........................ 86 Tabletas.....................409 Tafetán de Inglaterra.........469 Tamices..................... 62 Paj. Tamización.................. 94 Tártaro emético.............. 250 —estibiado..................250 Tartrato de potasa i ant.......250 —de potasa i hierro...........249 Termómetros................. 87 Tintura de cicuta............. 460 —de estramonio.............. 460 —de guayaco comp........... 461 de lavand. comp............461 —de opio alcanforado.........460 —de sen comp............... 461 Tinturas alcohólicas.......... 458 Tinturas etéreas..............462 —de digital.................. 436 de lobelia..................462 Tintura vinosa de ruibarbo.... 404 Tisana....................... 407 Torrefacción................. 139 Trementina..................317 Trituración................... 94 Trociscacion................. 110 Ungüento de cantáridas......425 —de mercurio................426 —de sabina..................426 —resinoso................... 425 Ungüentos...................425 —sólidos.................... 428 Vaporación.................. 111 Vasos operatorios............. 65 Vinagre.....................236 Vinagre aromático............465 Vinagre de escila............. 465 Vinagres destilados...........242 —medicinales................465 Vinagre radical..............240 Vino de colchicho.............463 —de ipecacuana..............464 —de opio.................... 464 Vinos medicinales............ 463 Zinc........................225 FIN DEL ÍNDICE. ELEMENTOS DE FARMACIA APLICADA A LA MEDICINA. OBRA APROBADA I ADOPTADA PARA LA ENSEÑANZA POR LA UNIVERSIDAD DE CHILE. COMPUESTA POR J. VICENTE JUSTILLOS. PROFESOR ACTUAL DE QUÍMICA ORGÁNICA I FARMACIA EN EL INS- TITUTO NACIONAL , EX-PROFESOR DE QUÍMICA INORGÁNICA I BOTÁNICA DEL MISMO ESTABLECIMIENTO , I MIEMBRO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS FTSICO-MATEMÁTICAS DE LA DICHA UNIVERSIDAD. SANTIAGO. IMPRENTA DEL FERROCARRIL, Calle de la Moneda, núm. 25. 1856. NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE NLfl D5S3MMHT 5 ^!$fi?ie»&« NLM025344495