WZ 70 DM4 L5a 1886 !;i;i-«¡ ::-;:;::;í:£$ •i ■•:::J:5:í:t:j:.:*;;í-:;?i •&;£;& WZ 70 DM4 L5a 1886 55020310R NLfl D52TG75b fl NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE SURGEON GENERAL'S OFFICE LIBRARA. Sectíon No. 113, W.D.S.G.O. No. 2ZSosi 3—513 NLM052907568 y ;** V* o' J ' ^ /.' ^gJÍF*Á/.f#. APUNTES 5-^ PARA LA HISTORIA DE LA ME DICINA EN MICHOACAN POR El Dr. Nicolás León, DIRECTOR DEL MUSEO MICHOACANO. 3aacE>aacB sbn^ia Imprenta del Gobierno en la Escuela de Artes. 1886. 54 bfA¿r A LA SOCIEDAD CIENTÍFICA sir socio, <® l (©Uot. *- Jm^M. j PRIMERA PARTE. DE. LOS TIEMPOS PRE-COLOMBIANOS Á LA INDEPENDENCIA. I. La Medicina entre los tarascos no er«> exclusiva á la clase sacerdotal como en la mayor parte de los pueblos antiguos, sino por el contrario, la profesaba y prac- ticaba todo aquel que poseía, ó la apti- tud suficiente para engañar á sus com- patriotas, ó regular acopio de nociones y conocimientos en los simples vegetales, minerales y animales, con la atingencia feliz de encontrar sus aplicaciones. Como en todo lo referente á Michoa- —6— can, carecemos aun de los más insignifi- cantes datos para juzgar y dar á cono- cer el ejercicio y conocimientos que en el arte de curar poseían los tarascos. Ayudados de la tradición, y comen- tando oscuras citas, hemos venido á sa- ber que entre los micliuacanos había dos clases de médicos: unos que decían curar practicando solamente actos superticio- sos, y otros, que sin abandonar tal cos- tumbre, aplicaban yerbas, minerales y sustancias animales. Llamaban á los primeros, en idioma. del país, SIQTJAME, palabra que Fr. loan Bautista (1) traduce así: "Hechi- zero, i, El que echa Suertes y haze Su- persticiones en el agua" (2). A los se- (1) Arte y Dictionario con otras obras en lengua de Michuacán, por Fr. loan Baptista de Lagunas. Mé- xico, 1,574.2a Parte del Arte Pág. 83. (2) A este modo de adivinar llamaban los anti- guos, Hydromancia ó Hydroscopia; Collin de Plancy la describe así: "art de predire 1'avenir par le moyen "de l'eauj on en attribue l'inveation aux Perses. Les —7— gímelos !cs decían Xurhime 6 más co- munmente Xurhica, lo cual nos dice el mismo P. Lagunas significa: "El Mé- dico. Por qto. antiguamente curauan, "doctos en distinguen plusieres espéces: Io Lorsqu'a la "suite des invocations et autres ceremonies magiques, "on voyait écrits sur l'eau les nomes des persones ou "des-dioses qu'on désirait connaitre: et ees noms se "trouvaient écrits á rebus; 2? on se se servait d7un va- 'se plenne d'eau et d'un anneau suspendu á un fl], "avee lequel on frappait un certain nombre de fois les "cotes du vase; 3? on jetait suceessivemente, et á de "courts iutervalles, trois petites piérres dans une eau ' 'tranquille et dormant, et, des cercles qu'en formait la "surface, ansi que de leur intersection, on tirait des "presages: 4? on examinait attentivemente les diverse* "niouvements et l'agitation des flots de la mer. Les "Sicilienes et les Eubóenes etaint fort adonnes á cette "superstition; 5o on tirait del presages de la couler de "l'eau et desfigures qu'on croyait y voir. C'est ansi, sc- "lon Varron, qu'on apprit á Rome quelle serait l'issue "de la guerre eontre Mithridate. Certaines riviéres ou "fontaines passaient ehez les aneiens pour étre plus "propes que d'autres á oes operationes; 6? c'etait en "core par une espéee d'hydramanci que nos peres les 'Gaulois eclaireissaint leurs soupcons ser la fidelité 'desfemmes: ils jetaient dans le Ehin, sur un bouclier, •'les enfants dont elles venaient d'accoucher; s'ils sur- —8— 6 por mejor dezir engañaban mirand< en el agua" (1). Los Siquames eran temidos mas bien "nageaient, ils les tenaint pour legitimes, et pour ba- "tards s'ils allaient au fond; 7o on remplissait d'eau "une coupe ou une tasse, et, ápres avoir prononoó des- "suscertainep parales, on examinait sá Feau bouiííonait "et se repandait par dessus les bprds; 8o on mettait de "l'eau dans une hassin de yerre au de cristal; puis on "y jetait une gputte d'huile, et l'on s/imaginait voir "dans cette eau, comme dans un miroir, ce dout ou se "serait ó drétre instruí t; 9? les ferames des Germains "practiquaient une neuvime sort d'hydromancie, en "examinant pour y diviner l'avenir, lestours et detours "et le. bruit que faissaient les euax de fleuves dans los "gomTres ou turbillons qu'ils formaient; 10° enfin ou "peut raporter á l'hydromanciQ une superstition qui á "longtemps eté en usage en Italie. Lorsqu'on soupcon- "uait des personnes d'un vol, on escrivait leurs ñoras "sur autant de petits e'ailIo.u?L qu'on jetait dans l'eau. "Le nom du voleur ne s'effacait pas " Págs. 349 y 350. Dictionaire Infernal. Repertoire Universel des etres, des personnages. dos livres, des faites et des choses qui tiennet aux esprits, aux demons, aux sorciers, au coinmerce de l'enfer, aux divinations, aux malefices, á la cabale et aux autres sciences occul- tes, &c. &c. Par 4. Collin de Plancy. 6a Editipn. Pa- rís. 1863. 1 vol. (1). Opera et loco citato. —9— que solicitados para curar las dolencias físicas, y hasta hoy los indígenas de al- gunos pueblos creen que éstos les hacen mal de ojo, los henechizan &. <&., pues ni ha dejado de haberlos entre ellos, ni ha concluido su maligno poder. De los Xurhica y sus -prácticas algo nos ha conservado la "Relación de 3fi~ chuacan" fuente preciosa y única de la verdadera historia antigua de los taras- cos. Sabemos por ella que no tan solo en las enfermedades, sino hasta en una de las más trascendentales instituciones de la sociedad, cual es arreglo de los dis- turbios matrimoniales, llevaban su in- fluencia. "Si uno tenía dos mujeres/ dice la citada UtelacioH^iháL la una mu- jer á los médicos llamados aurimecha, y ellos con sus hechizos," le apartaban de la una, y decían que la juntaban con la otra desta manera; toman dos maíces y una xical de agua y si aquellos maíces se juntaban en el suelo de la xical y se sumían juntos, era señal que habían —10— destar ansí juntos aquellos casados; si se apartaba uno de aquellos maíces, decían que apartaban aquella muger de aquel marido y le juntaban con la otra" (1) Más nos dice la citada obra indicándonos su influencia en aquella sociedad; toleraban, atendían y oían á los primitivos PP. Franciscanos pues creían que eran Xurhica fundán- dose en que cuando consagraban, adivi- naban mirando el líquido contenido en el cáliz. "Y fueron á oir misa los espa- cióles, dice á la letra, y estaba allí Don "Pedro, y como vio al sacerdote con el "cáliz y que decía las palabras, decía en- de sí: esta gente todos deben ser médi- "cos como nuestros médicos que miran "en el agua lo que ha de ser, y allí saben ■ — * (1) Relación de las ceremonias y ritos, población y gobierno de los indios de la Provincia de Mechuacán, hecha al Illmo. Sr. D. Antonio de Mendoza &c, toma- da de un Ms. de la Biblioteca del Escorial. Un volu- men. Corresponde al tomo Lili de la "Colección de Documentos para la Historia de España," Madrid, sin fecha. —11— "que les queremos dar guerra; y empezó "á temer." (1) El modo con que el pueblo y nobleza trataba á los Siquames, diferenciaba mu- cho de aquel con que atendía á los Xu- rhica; á estos ya hemos dicho que á la vez que se les temía se les estimaba; á aquellos los aborrecían pues dice la Re- lación que "al hechicero rompíanle la boca con navajas y arrastraban aívo, y cubrían de piedras y ansí le mata- ban." (2) Entre las pinturas geroglíficas de los tarascos que nos ha trasmitido el cro- nista Beaumont, figuran en el Mapa 6? varios castigos y allí vemos á los /Siqua- mes sufriendo una pena distinta á la que menciona la "Belación." (1) Op. cit. Págs. 109 y 110 y Pág. 90. (2) Id. id. id. 39. —12— La figura siguiente demuestra lo dicho: Tenía él Rey de Michuacán varios médicos que estaban bajo la. dirección de uno de ellos mismos, quizá el mas viejo y sabio, particularidad que la tan citada Relación nos expresa así: "Ha- bía otro diputado sobre los médicos del cazonci," (1) y Torqnemada singulariza la especie de "que eran en número muv crecido." (2) (1) Op. Cit. Pág. 18. (2) Monarehia Indiana por Fr. loan da Torquema- da. 3 vols. folio Madrid 1723. T° 2" Lib. Í3. Caí). XLVI. ■•.,>■! —13— La Relación de MecJiuácán, Torqne- mada. La Rea y Beaumont nos refieren que cuando el rey enfermaba "se junta- ban todos sus médicos" (1) que eran "empíricos erbolarios" á consultar el buen acierto para la salud del monarca; (2) y si por cualesquiera circunstancia sus prescripciones no daban resultado y el real enfermo se agravaba, "embiaban por otros muchos más á todas las * par- tes del reyno," que "sabían haverlos de Nombre y Eama" (3) Asociados todos reunían sus esfuerzos, no tanto por interés hacia el enfermo cuanto por temor del triste fin que su (1) Torquemada y Beaumont "Crónica de la Pro- vincia de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo de Michoacán de la Regular Observancia deX. S. P. S. Francisco. Por Frai Pablo de la Purísima Concepción Beaumont 5 vols. México. 1,874. T° 3? Pág. 106. (2) Crónica de la Orden de N. Seráfico P. S. Fran- cisco, Provincia de San Pedro y San Pablo de Mechoa- eán en la Nueva España. Compuesto por el P. Lector de Teología Fr. Alonso de la Rea. lleimpresi ón. 1 vol México 1882. Pág. 48. (3) Torquem%4fti9ft>á>Alf)p^tj«iíP:!Uu»i|ni..r (L¡ —14— suerte ó impericia les tenia deparados. Oonstumbre era si el Rey moría que un regular número de entre ellos (1) le había de acompañar al otro mundo pa- ra que alli continuaran prestándole sus servicios, ó como graciosamente escribe Torquemada, para enmendar la cura que en esta "vida habían errado." (2) Muerto que era el Rey daban fin á su triste misión de este modo: en punto de media noche salía el cortejo fúnebre de palacio, é iban por delante del cadáver, en unión de los demás servidores que debían también ser sacrificados, llevan- do como ellos, guirnaldas de trébol en la cabeza y pintado el rostro y cuerpo con el jugo amarillo del tiripu. Colocados que eran los depojos mortales sobre la pira, y encendida la leña, los mataban con porras y macanas, lo mismo que á los demás domésticos, para cuyo fin ya con (1) Beaumont. Op. cit. Pág. 108. T° 3? (2) Torquemada Op. et Loco citato. —15— anticipación los habían embriagado "pa- ra quitarles el temor, que es tan natu- ral de morir", como dice un cronista (1). Después de muertos los enterraban "de- trás del qú de Curicaberi, á las espaldas, con todas aquellas joyas que llevaban, de tres en tres y de cuatro" (2). ¡¡Tal era el triste fin de los reales médicos tarascos!! Examinaremos adelante los conoci- mientos médicos que poseían. III. Son tan escasas las noticias auténticas que poseemos de las autiguallas de los tarascos, que no sabemos si tenían esta- blecimientos para la enseñanza y apren- dizaje de la medicina. Suponemos que sí en vista de lo que la soberbia obra del Dr. Francisco Hernández nos ha trasmi- tido. Más de trescientas plantas con nombre tarasco, y que vegetan en Mi- (1) Beaumont. Op. cit. T° 3o Pág. 110. (2) Relaciónde Mechuacan. Pág. 58. —16— choacán, dotadas de particulares pro- piedades medicinales, vemos en la "His- toria de las plantas de la Nueva Espa- ña''. (1) En la sexta parte del Viaje de (1) Poseemos dos ediciones de la obra de Hernán- dez; la primera, que es una preciosidad, tiene esta ca- rátula: "Rerum Medicarum||Novae Hispani;e||Thesav- rus||Seu||Plantarum Animalivm||Mineralivm Mexicano- rum|| Historian Ex Francisci Hernández IJNoui Orbis Me- did Primarij relationibus||in ipsa Mexicana Vrbe cons- criptis||A Nardo Antonio íReccho|| Monté Coruináte Cath. Maiest. Medico||Et Neap. Regni Archiatro Ge- nerali||Iussu Philippi II.Hisp. Ind. etc. Regis|| Colecta ac in ordinem digesta||A Ioanne TerentioLynceo||Con- flautiense Germ? Pho ac Medico||Notis Illustrata||Nunc primu in naturaliu rer Studiofor gratia||lucubrationibus Lynceoru publicii iuris facta. || Quibus Jam excussis ac- cessere demum aliaflquor omnium SynOpsís sequenti página ponituryOpus duobus voluminibus diuisumll Philippo IIII Regi Catholico Magno||Hispaniar vtriusq, Siciliaeet Indiar. etc. Monarchse||dicatum!lCum Pri- uilegijs. Romae Superior permissu. Ex Typographeio Vitalis Mascardi. M.DC.XXXXVIIII. Un grueso volu- men in folio. La otra edición en 3 vols. tiene esta portada: Fran- cisci Hernandi.||Medici Atque HistoriciH Philippi II. Hisp. et Indiar. Regis,flet Totius Novi Orbis Arciha- —17— Humboldt y Bonpland (1) se relatan mu- chas plantas medicinales de Michua- cán, y cuyo conocimiento, lo mismo que las de que habla Hernández, fué debido á los mismos indios. Que los conquista-1 dores aprovecharon desde luego en sus. dolencias los^conocimientos médicos de los tarascos, lo demuestra el hecho de que los frailes mandaban á la madre España y al Viejo Mundo en general, por el año de 1540, la famosísima Raíz de Mechoacán. Cuándo, cómo y de qué manera pasó esto, nos lo refiere el Dr. Monardes en su curiosa cuanto muy rara obra titula- da "Historia Medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven en Medicina.'''' Siendo muy tri,||Opera,||Cuín edita, tum inédita,||Ad Autographi Fidem et Integritatem expressa||Impensa et Jussu Re- gio||Matriti||Ex Typographia Ibarrae Heredum.||Anno M.DCC.LXXXX. (1) Nova General) Et||Species Plantarum &c. óce. Amat Bonpland et Alex. de Humboldt||Edición Kunth, (Lutetioe Parisiorum 1,815 ) (9 volúmenes in folio ma- y»r.) 2 —18— curioso, y por demás interesante, lo que acerca "del Meehoacán" escribió este au- tor, lo copiamos todo completo y á la le- tra, á continuación. "DEL MECHOACÁN" (1) El Mechoacán es una raíz que habrá treinta años que se descubrió en la pro- vincia de Kueva España, en las Indias del Mar Océano. Traese de una región que es adelante de México más de cua- renta leguas que se llama Mechoacán, la cual conquistó D. Hernando Cortes, año de 1524. Es tierra de mucha ri- (1) Primera1|y||Ség0uda||yi1Tercera Partes||de la Historia Medicinal: délas cosas quellse traen de nues- tras Indias Occidentales, Hqtie sírueñ en Medicina.||Tra- tado de la Piedra Bezaar, y de la yerua||Escuercone- ral|1íDialogo de las grandezas del Hierro, y de sus vir- tudesHMediciháles||—9 Tratado de la Nieue, y del beuer Frió $—U—§ Hechos por el Doctor Monardes, Medico de Sevilla.—§H Van en esta impression||La Tercera par- to, y él Dialogo del Hierro, nue-ljuamente hecho»: que no han «ido impressos hastaj|agorai|Do ay cosas gran- des y dignas deflsáhef »H íCou Licencia y Preuilegio de su Magestad.flÉn &eüiIla.||Éh ca*a dé Fernando Díaz-.j| 1,580.1 vol. en 4? Pág. 22 frente y las subsecuentes. —19— queza de oro, y mayormente de Plata, porque en esto es la más rica tierra que hay en todas aquellas partes, y se tiene entendido que toda aquella tierra es pla- ta por más de doscientas leguas. Aquí están aquellas minas tan celebradas y de tantas riquezas, que llaman las Oacate- cas, y cada dia se van descubriendo en la tierra muy ricas minas de plata, y algu- nas de oro. Es tierra de muy buenos y sanos aires, que produce yerbas salutífe- ras para sanar de muchas enfermedades. Tanto que en tiempo de los Indios los comarcanos venían á ella para sanar de sus males y enfermedades, por las cau- sas dichas. Es tierra muy fértil y muy abundosa de pan y de caza y frutas: tie ■ ne fuentes muchas y algunas de aguas dulces, que tienen mucha abundancia de pescados. Son los indios de aquella tierra más bien dispuestos y de mejores rostros que l^s comarcanos, y aun mfo sano». El principal lugar de aqu^st^ pro- —20— víncia llaman los indios en su lengua Chincicila, y los españoles lo llaman co- mo á todo el reino Mechoacán, y es un lugar muy grande de indios, situado ca- be una laguna, la cual es de agua dulce, y de muy mucho pescado. Es como una herradura, y en la tierra de en medio está asentado el lugar, el cual el dia de hoy tiene gran trato y co- mercio por las minas grandes de plata que hay en toda la tierra. Luego que aquella provincia se ganó de indios fueron allí ciertos frailes fran- ciscos y fundaron un monasterio de su orden, y como en tierra nueva y tan dis- tante de su naturaleza enfermaron algu- nos, entre los cuales enfermó el guar- dián con quien tenia muy estrecha amis- tad Oazoncín, cacique y señor de toda aquella tiena. El P. Guardian tuvo muy larga enfermedad que le puso en mucho estrecho. El cacique, como vie- se que su mal iba delante, díjole un día —21— que él le traería un indio suyo que era médico con quien él se curaba, que po- dría ser que le daría remedio á su mal. Lo cuál oido por el Padre Guardian, y visto el poco aparejo que de médico y beneficios allí tenía, agradecióselo y dí- jole que se lo trajese, el cual venido y vista su enfermedad, dijo al Cacique, que si él tomaba unos polvos que él le daría de una raíz, que él le sanaría. Lo cual sabido por el padre, con el deseo que tenia de salud, vino á ello y tomó los polvos que otro dia le dio el indio médico en un poco de vino, con los cua- les purgó tanto y tan sin pasión, que se alivió pilucho aquel dia, y mucho más de ahí adelante, de modo que sanó de su enfermedad. Los demás padres que estaban enfermos, y algunos españoles que asimismo lo estaban, siguieron al P. Guardian y tomaron de aquellos pol- vos misinos, una y dos veces, y cuantas fueron menester para sanar, del uso de —22— los cuales les fné tan bien, que todos sa- naron. Los padres enviaron relación de esto al P. Provincial á México don- de estaba, el cual lo Comunicó con los de la tierra, dándoles la raíz y animan- dolos á que la tomasen, por la buena re- lación que tenía de los de Mechoacán. La cual usada por muchos, y visto las obras maravillosas que hacía, se fué ex- tendiendo su fama, que en breve tiempo toda la tierra se hinchió de sus loores y buenos efectos, desterrando el uso del Ruibarbo de Berbería, y tomándole su nombre llamándole Ruibarbo de las In- dias, que así lo llaman todos comun- mente. Asimismo le llaman Mechoacán, porque se trae y coge en la provincia lla- mada de Mechoacán. Y no solo en Mé- xico y en toda su tierra se purgan con ello como purga excelentísima, dejadas todas las otras, pero en el Perú y en to- das las partes de las Indias no usan otra cosa ni se purgan con otra purga, con —23— tanta coulianza y facilidad, que, cuando lo toman piensan tener cierta la salud, y ansí lo llevan de Nueva España como mercadería muy preciada. Habrá treinta y cuatro años que yo la vi aquí la primera vez. Que como un Pascual Oataño, ginovés, viniese de- Xueva España, cayó en viniendo enfer- mo, y como le curase, al tiempo que le quise purgar, me dijo que él traía un ruibarbo de Xueva España que era me- dicina excelentísima, con la cual se pur- gaban todos en México, que llamaban ruibarbo de Mechoacán, y que él se ha- bia purgado muy muchas veces con ello, y le había sucedido muy bien; que si al- guna purga habia de tomar, que tomaría aquella, de que tenia crédito y experien- cia. Yo le abominé el uso de semejan- tes medicinas nuevas, de que no tenía- mos cosa alguna escripto ni sabido, y persuadile se purgase con las medicinas que acá teníamos, de que tanta ex pe- —21— riencia y conocimiento habia, y estaba escripto della por sabios varones, El concedió á mis palabras, y purgóse con una purga que yo le di, como le conve- nía á su enfermedad, con la cual, aun- que se le siguió notable alivio y prove- cho, no quedó libre de la enfermedad, de modo que fué necesario purgarse otra vez, y cuando venimos á la segunda purga, no quiso tomar otra sino su rui- barbo de Mechoacán, con el cual purgó tan bien que quedó sano y sin ninguna enfermedad. Aunque me paresció bien el efecto, no quedé satisfecho hasta que otros muchos que vinieron en aquella sazón y enfermaron, se purgaron con el mismo Mechoacán y les fué muy bien con él, porque eran acostumbrados pur- garse con ello en Xueva España. Vis- tas sus buenas obras en tantos, comen- cé de usarlo y purgar á muchos con ello, dando crédito á sus buenos efectos. Y así con lo que yo experimenté acá, como con la relación y grande crédito de —25— los que venían de Nueva España, en tan- to grado se ha extendido el uso de él, que es yá común en todo el mundo, y se purgan con él no solo en Nueva España y provincias del Perú, pero en nuestra España y toda Italia, Alemania y Elan- des. Yo he enviado grandes relaciones urga de la raíz de —42— Mechoacán, pues con tomar unos tragos de caldo, ó con comer cualquiera cosa haciendo su obra, la deja de hacer total- mente. Y así no puede exceder, ni se puede desenfrenar. Cierto es de tener en mucho que se haya hallado género de purga que con tanta seguridad tan poderosamente ha- ga su obra, y que esté en voluntad del que la toma desque ha hecho lo que le parece que basta, que con unos tragos de caldo no obre ni purgue más. Desque el médico ó el enfermo vie- ren que ha acabado de evacuar, y ha purgado lo que le conviene, danle han de comer, tomando al principio de la comida una escudilla de caldo, y desde á un rato coma de una ave, y en lo de- más gobiérnese como purgado, así en el beber como en el comer, como en la guarda que ha de tener de su persona por aquel día que lo tomare. Guárdese de dormir entre día ni beber hasta la —43— cena, la cual será liviana y de cosa de buen mantenimiento. Otro día tomará una mediana lavati- va y alguna conserva, y de ahí adelante tendrá buena orden y buen regimiento en todo lo que le convenga. Y si con tomar una vez estos polvos el enfermo no sanare, ó no evacuare lo que es menester para sanar, puédense tornar á tomar tantas veces como viere el Médico que conviene. El cual ten- drá cuidado, después de purgado el en- fermo, confortar y alterar los miembros principales. Y en esto yo no puedo dar parecer preciso porque son diversas y varias las enfermedades, y son menester para esto varios y diversos remedios, y mi inten- to no es más que escribir el uso de la raiz de Mechoacán, como de cosa de tanta importancia, y como de purga y remedio tan excelentísimo como natura- leza nos ha dado. Que si el tiempo nos ha quitado la —44— verdadera mirra y el verdadero bálsa- mo, y otras medicinas que los antiguos tuvieron que en nuestros tiempos no hay memoria dellas, las cuales con el tiempo se han perdido. El mismo en lugar dellas nos ha des- cubierto y dado tantas y tan varias co- sas, como habernos dicho que nuestras Indias Occidentales nos envían, en es- pecial el Mechoacán, purga tan excelen- tísima y tan benigna, que hace sú obra con tanta seguridad, blanca en el color, graciosa en el olor, fácil de tomar, sin pesadumbre en el obrar, y sin aquella horribilidad que tienen las purgas, y sin aquellos accidentes y congojas que vienen al tiempo de tomarlas, y sin aquel trabajo con que hacen su obra. Tiene esta raiz, aliende de lo susodi- cho, propiedades y obras ocultas que no alcanzamos, que con el tiempo y uso de- 11a se sabrán y descubrirán cada día. El dosis ó cantidad que se dá de los —45— polvos hechos con la raiz de Mechoacán es conforme á la obediencia del vientre del que los hubiera de tomar. Unos purgan con corta cantidad: que yo co- nozco un señor destos reinos que con peso de medio real purga muy bien, y otros que han menester peso de dos rea- les, y otros peso de tres, y en esto debe cada uno variar la cantidad, como tu- viere obediente el vientre, más ó menos. Ansimesmo se varía la cantidad confor- me á la edad, porque el niño ha menes- ter poco, y el mozo más, y el varón ya robusto mucho más, y menos el flaco y más el fuerte. Y por esta causa variará el médico la cantidad como le pareciere que conviene. Porque al niño le dará peso de medio real, y al mozo peso de un real, y al hombre peso de dos reales, que es lo que comunmente se toma. En las mujeres no conviene dar menos que peso de dos reales, y en esto se puede tener una consideración, y es que pues está en manos del Médico quitarles su —46— obra cuando viere que exceden, vale más dar un poco más, pues con tomar unos tragos de caldo, si excediere, se puede remediar el exceso. Esto es en suma lo que tengo hasta agora entendido de la raiz que traen de la provincia de Mechoacán: lo que más supiere dclla escribiré como el tiempo y uso de ella lo demostraren." Hasta aquí Monardes. El Sr. del Paso y Troncoso en sus magníficos "Estudios sobre la Historia de la Medicina en México'''' (1) dice lo que sigue: "Solo he hablado hasta aho- ra de los jardines que habían fundado los nahuas, porque los pueblos de esta raza tuvieron más elementos que sus ve- cinos para hacer progresar el estudio de la Botánica, por haber explorado, en sus empresas guerreras, una grande ex- tensión del país; pero otros pueblos, cu- (1) Anales del Museo Nacional de México. Tora. 3? Páge. 160 y 161. México 1885. —47— ya civilización se encontraba á la mis- ma ó á mayor altura que la de los me- xicanos, como los MAYAS, ZAPOTE- CAS, TARASCOS, MATLATZ1NCAS y TOTOXACAS, ni han de haber sido extraños á la observación de la natura- leza, ni es aventurado conjeturar que, con el mismo objeto que los nahuas, hu- bieran establecido también sus Jardines Botánicos.—Persona verídica que ha re- sidido algún tiempo en el Estado de Michoacán, me ha referido que allí se conserva, por tradición, el recuerdo de un plantel semejante que habían funda- do los monarcas de Tzintzuntzan en las faldas de uno de los cerros que están si- tuados en la región que confina con la laguna de Pátzcuaro. La tradición agrega que allí estaban reunidas todas las plantas medicinales que conocían los ' Tarascos, y cuyas virtudes tenían bien ' experimentadas: aun hoy, según el.di- cho de la persona que me ha comunica- do estos informes, se dan naturalmente —48— en la falda de ese cerro muchos de los vegetales que en la antigüedad se obte- nías por cultivo, y la Medicina domés- tica toma de aquel lugar más de una de sus drogas usuales. Xo pierdo la espe- ranza de que se me proporcionen nue- vos datos sobre este asunto para la épo- ca en que este trabajó sea presentado al público bajo una forma menos imper- fecta, y mientras tanto, no despreciaré el débil enlace que con la tradición mencionada puede tener la siguiente no- ticia que el Dr. D. José Guadalupe Ho- mero ha apuntado en su Estadística del Antiguo Obispado de Michoacán (pág. 82).—El cerro de TZIRATE (dice allí) notable por su elevación y por las mu- chas plantas medicinales que se dan en sus laderas, se encuentra al ¡N*. de Cocu- pao." El Sr. Homero expresa también que COCUPAO es un pueblo situado en los términos de la laguna de Pátz- cuaro, y que antes de ser curato por sí había sido vicaría del de TZLNTZUX- —49— TZAX, de cuya ciudad dista dos leguas y media. Me ocurre que por aquellos sitios pudo haber estado el Jardín Bo- tánico establecido por los Reyes TA- RASCOS, y cuyo recuerdo ha sido per- petuado por la tradición. Por las historias sabemos que en la corte del rey de Michoacán había un cuerpo organizado de médicos simplicis- tas, bajo la dependencia de un Jefe, también médico probablemente, y otro cuerpo de floristas, organizado á las ór- denes de un florista principal; aquellos curaban al monarca con los simples cu- yas propiedades conocían; estos les pre- paraban guirnaldas y ramilletes; las mismas exigencias que en la corte de los aztecas determinaron la fundación de los Jardines Botánicos, pudiera dar margen á que en Michoacán se estable- cieran también." Con el anterior escritor creemos en la existencia de los Jardines Botánicos en- 4 —50— tre los Tarascos, por más que hasta no- sotros no haya llegado la tradición á que él se refiere y acerca de la cual he- mos investigado mucho y sin resultado. Por lo que mira á la ubicación de di- cho Jardín, de ninguna manera estamos conformes, pues siendo nosotros origi- narios del pueblo de Cocupao (hoy Ti- lla de Quiroga) y conociendo al palmo todo el Tzirate, jamás hemos encontra- do indicio alguno de que allí haya exis- tido un plantel tan interesante: agre- gúese á esto que el tal cerro carece de agua por completo, y no existe indicio alguno de que se haya hecho en algún tiempo depósitos ó pozos, ya para reco- ger la agua pluvial, ya para aprovechar algún pequeño manantial. Otra cosa nos llama la atención y es que en un so- ló lugar, estuvieran reunidas todas las plantas medicinales que conocían y usa- ban los tarascos, siendo imposible esto por las insuperables dificultades de acli- matación de las de los países muy cali- —Si- dos, puesto que los alderredores de Tzin- tzuntzan, y en especialidad el Tzirate son muy frios. Singular noticia de algún médico in- dio, anterior á la Conquista, no la he- mos visto en ningún escritor. Apenas la tradición nos ha conservado la de uno llamado el Doctor Lndio que vivió á fi- nes de la dominación española. Único dato de esa época para estos Apuntes, lo consignaremos teniendo pre- sente las noticias escritas, tradicionales, y nuestras investigaciones personales. ■IV. Aunque Michoacán fué muy. afortu- nado con la elección para su Obispo en la persona del Illmo. Sr. D. Vasco de Quiroga, que fundó el Colegio de {San Nicolás Obispo, en Pátzcuaro, el año 1540, no continuó siéndolo en la conser- vación y auge de tan interesante plan- tel. Sostenido flojamente por sus pa- tronos, apenas se enseñaba en él Latini- —52— dad, Artes y Teología, en la Jurispru- dencia y Medicina ni se pensó. Esta era ejercida por médicos españoles, por empíricos y por los Religiosos de San Juan de Dios, más tarde. Fuera de los pequeños hospitales que fundaron Fr. Juan de San Miguel, el Illmo. Sr. Quiroga y algunos otros los Frailes Agustinos, no vino á inaugurarse en Michoacán un verdadero estableci- miento de éstos, sino hasta el año 1700. No había, en consecuencia, ni educación médica, ni estímulo para el ejercicio de la medicina; razón porque los charlata- nes y empíricos adquirían nombre y quizá medraban mucho. Entre estos últimos debe numerarse al antes mencionado Doctor Indio. De él nos habla Bustamante en estos términos: (1)......"y aun todavía se .(1) Historia de las cosas de la Nueva España por Fr. Bernardino de Sahngán. Publicada por Carlos M* B deustamante. T? 3? Nota de la Pág. 282: —53— "conserva la memoria de un célebre ''llamado el Doctor Indio de Valladolid "de Michoacán, que confundió y humi- "Uó el orgullo de Protomedicato de Mé- "xico, cuando lo examinó para castigar- lo como un empírico charlatán y cu- randero. El suplicó á sus sinodales "que oliesen una yerba, la cual les pro- "dujo una fuerte emorragia, entonce* "les dijo que se la contuvieran, pero no "pudiendo hacerlo en lo pronto, les mi- "nistró polvos de otra yerba con los que "al punto restañó la sangre......He "aquí (les dijo,) cuales son mis conoei- "intentos en la medicina, y el modo con "que curo las dolencias de los que me lla- "man.. .." Otros muchos casos, casi maravillo- sos, refiere el vulgo de este sujeto, todos ellos eminentemente apócrifos, parto de imaginaciones dadas á la creencia de lo excepcional. Platicando una vez de este Doctor In- dio, un amigo nuestro indígena de Na- —54— huatzen (1) y en sus circunstancias y clase algo instruido, nos dijo que su abuelo á quien él trató y alcanzó, refe- ría que había conocido al Doctor Indio nacido en el pueblo de Capacuaro, aña- diendo que residió curando algún tiem- po en Pátzcuaro; que era cierto poseía preciosos conocimientos de las propie- dades de muchas plantas con las que practicaba notables curaciones; que ya viejo había cegado y que con trabajo, guiándose solamente por el aroma, pudo encontrar una cierta planta, para él muy conocida, la cual se aplicó á los ojos lo- grando recobrar la vista. A poco tiem- po recayó en la ceguera y yá no volvió (\ ver, ni haciendo uso de su hierba, pero ni de otras. Se dice generalmente que este Doctor Indio escribió é imprimió un libro don- de estaban consignadas las virtudes de los vegetales que usaba y sus recetas, te- (1) Dn. Luís G. Homero, avecindado én Quiroga. —55— niendo aquellos sus nombres en tarasco. Ha habido persona que nos asegure ha- ber leido tal obra y aun nos ha ofrecido conseguirla en venta; hemos aceptado y hasta convenido en precio ofreciendo además una gratificación, empero, tal compromiso no se ha cumplido y esto nos hace juzgar aquello era mentira. Deseando cerciorarnos más, pregunta-l/ mos acerca de la existencia de tal im- preso al distinguido bibliófilo mexicano - y buen amigo nuestro, al Sr. D. Joaquín - García Icazbalceta, y él en su contesta-- ción nos dice, no había oído mencionar - tal libro, menos aun, visto ó leido. Ahora yá con toda seguridad pode- mos afirmar su no existencia, pues nues- tro amigo Romero dice que su abuelo contaba que el Doctor Indio no sabía leer, menos escribir. En una curiosa y hoy muy rara obra escrita é impresa en Madrid á fines del pasado siglo, por el celebérrimo D. Fran- —50— cisco X. Balmis leemos que á la conclli- ción del Siglo XVIII vivía en Pátzcua- ro un D. Nicolás Viana, conocido por el Beato él que poseía un remedio ma- ravilloso, compuesto únicamente de ve- getales, para la curación del Gálico; fór- mula secreta que se conservaba desde tiempo inmemorial entre sus ascendien- tes, indios puros, originarios de "Aca- puacaro," (hoy Capacuaro) (1). Estos datos coincidiendo con la relación ver- bal antes consignada nos hizo sospechar que tal vez el famoso Doctor Indio y 1). Nicolás Viana (a) el Beato, son una mis- ma persona. Nos afirmamos más en es- ta presunción por lo que investigamos (1) Demostración||De las eficaces virtudes||nueva- meute descubiertas||En las Raices de dos plautasUDe Nueva-Espaüa¡| Especies de Agave y de Begonie|| Pa- ra la curación||Del Vicio Venéreo y Escrofuloso,||Y de otras graves enfermedades quej-esisten||al uso del Mer- curio, y demás remedios||conocidos.||Por el Licenciado- Don Francisco Xavier Bálmis.||¿ce. ¿ce. Madrid M.DC|| CXCIV.||En la Imprenta de la viuda de Dn. Joaquín Ibarra.liCon superior permiso. 1 vol. 4? Págs. 1 á 4. el en pueblo de Oapacuaro y ciudad de Uruapan, en el mes de Noviembre de 1885. En el primero se acuerdan aun del Doctor Indio y dicen haber residido, alternativamente, allí y en Pátzcuaro, dando también noticia de su ida á Mé- xico al examen de que habla Bustaman- te ó más bien, como dice Balmis, á ofre- cer su específico "al Real Tribunal del Protomedieato." En el dicho Capacua- ro usan los indios todavía el purgarse con el tubérculo de la Jieyonia Balmi-^ simia, sustancia que figuraba entre los' componentes del famoso «nti-sifilítico de Viana, el lícato, y llaman á este pur- gante; "purga del Dotar Indio.'1' Los indios de Uruapan igualmente la acoiis- tunibran y le denominan "purga Capa- vnareña del Dolor Indio." Tara completaren lo posible estos ex- casos datos tocantes á la Historia de la Medicina en Michoacán bajo el Gobier- no Colonial, agregaremos, que los mé- —58— dicos rara vez eran llamados á opinar en asuntos que por su naturaleza de- bían ser requeridos, y si esto acontecía, era de un modo muy secundario, como consta de los procesos ó informaciones trabajadas con motivo de las exhuma- ciones de las extrañas del Tilmo. Sr. Es- calona y Oalatayud y del cadáver del P. Mtro. Er. Diego Basalenque. Cons- ta en el primero que con motivo del ha- llazgo de las entrañas incorruptas (sic) del citado obispo se nombró ana junta de eclesiásticos para que dictaminara si aquello era natural ó milagroso. Allí consta también que en 1741 época de este suceso, había en Valladolid (More- lia) dos Médicos Bachilleres y un Ciru- jano, en Pátzcuaro un Br. Médico y aun el cura de Turicato, que había cur- sado en México cátedras de Medicina, fué llamado en unión de los demás, pa- ra ayudar á los eclesiásticos en su dicta- —59— men. (1) Eué este que aquella conser- vación era milagro y se apoyaban para llegar á esta conclusión en textos de el Martirologio, de los Comentadores Bí- blicos y en casos aislados de naturalis-' tas como Plinio el Anciano ó en ejem- plos del Elos Sanctorum; los médicos pues, estaban allí de sobra. Al examen de la causa de la momifi- cación del cadáver del P. Basalenque se llamaron igualmente eclesiásticos y frai- les y solamente á un Bachiller Médico que de nada sirvió pues, "por haberse "notado, (en el examen que se hizo del "cuerpo del P.) que el cutis de las pier- "nas se hallaba con alguna flexibilidad "al parecer como que tenía carne, para "indagar la verdad se tomó la providen- cia, que dicho R. P. Prior Fr. Diego (1) Voces de Tritón Sonoro que dá desde la Santa Iglesia de Valladolid la incorrupta y viva sangre del Illmo. Sr. Dr. Dn. Juan Joseph de Escalona y Calata- yud ¿ce. ¿ce. &c. Por el R. P. Fr. Mathias de Escobar. ] vol. México 1,746. —60— •kCardoso con una cuchilla pequeña le "abriera una cesura corta en la panto- brilla, como en efecto lo ejecutó/' &. - giuida &u discurso refutando la llamada Medicina Doméstica, enboaiqes, muyen voga en Moflía, debido esto, sin duda á la falta ,cas¿ completa de profesoras médicos. v. . \ La noticia del estableciíj^teivfco d.e es- ta Escu^a.llegó áo\dos;|del sapientísi- mo ¡Dr. D. Pedro Escobedo, el que, amante de su ciencia profesional y de 1# juventud esjjydiqsa, felicitó al Sr. Gon- zález y Je man49.de obsequio para el naciente, plantel un pequeño arsenal de instrumentos quirúrgicos y de disec- ción, para el estudio de la Anatomía y Medicina Operatoria. Como queda dicho, el local donde se daban las lecciones era el Hospital de San Juan de Dios; más {arde se expli- caban éstas, en particular la de. Anato- mía, y la de Cirugía, establecido por ley de 25 de Mayo de 1$33, (1) en el en- (l) Voáse en el Apéndice,elnj«aer.O;|>, —*8— tonoes llamado Coliseo, hoy Teatro Ocampo. En los primeros años de la Escnela no se practicaban disecciones anatómicas, y se suplían con las expli- caciones que el Dr. Ramiros daba en un Atlas de Anatomía. Pocos médicos, y nada inteligentes en su profesión, había en Morelia; así es que ni la ciencia aventajaba, ni había de quien echar mano para las cátedras, razón por la que el Sr. González auxiliado por el Sr. Ramírez, fué el to- do de ese establecimiento en su primera época. Poco á poco aquella diminuta Escue- la empezó á aumentar; fundáronse nue- vas cátedras y se creció el número de maestros con los discípulos de ella mis- ma. Los Gobernantes y Congresos le impartieron protección, yá expidiendo leyes en su favor, que le aseguraban re- cursos pecuniarios, yá reglamentándo- la según sus necesidades. —69— La ley de mayor importancia fué sin duda, la que estableció la Facultad Me- dica Michuacana. Los discípiüos más aventajados de esa primera época de la Escuela Médica Michuacana, fueron los Doctores Juan íí. navarro, Miguel Silva Macías, Joaquín Díaz, Joaquín Mota, José María Sáujano y profesor de Farmacia, José María Cervantes. Educado el Sr. González Urueña en la escuela dichotómica de Brown, pron- to la abandonó deslumhrado por el irre- sistible Broussais: bajo las inspiraciones de esta doctrina, atenuada por la expe- rimentación clínica, escribió para sus discípulos pequeños tratados de Patolo- gía General, Anatomía General y Far- macia, é imprimid estudios especiales sofero Hydrotherapia, Diabetis, Casos Médicos Legales, Hidrología Médica, y Tisis Pulmonar. (1) (l) Obras del Sr. González Ufu^üín «Memoria so- bre Diabetis en general, y especialmente cl&ue se c&no- ^70— Por ley do 9 dé Diciembre de 1847, previo d'ifctütnetol de la Junta Directora de Estudios, no habiertdo nosotros po- dido averiguar la causa, el Estableci- miento Médico Quirúrgico, como so le llamaba entonces, fué refundido en el Colegio dé San Kicolás. Tanto afañ f empeño para la funda- ción de la Escuela Médica Michuacána, vino á ser nulificado por el Congreso del Estado, el qué, á moción de uno de sus niiembros, médico^ la suprimió- por Decreto de 21 de Agosto de JL850. (1) ce con este hombre en Michoacán." Méxied' 1822 || Cmñpcíia'lfr -Eletinental ffé Anat&mía General:1 More- lia: ISMjllElementos de. Farmacia, ^orella. .1834.fl Elementos Me Patología General* Mordía. 1844.|| liLa HÚroptttia ó níaé bien la MdrotMr'apio/ desde su &rijm hasta nosotras!1 Mé^wo. Í843W'Jfétoty vulgar y, fácil para la curación, ty las, viruetas:*,u Morelia. 1830.\\3Ietodo preservativo,y 'curativo del 'Cólera. Mor- buá. Moreíiá IZ&Z.WEstudto sobre las aguas de Cnin- cho, Caso Médico Legal y Discurso, en bl Periódico Al Michoacano Libre." Mss. Medicina Legal y TFaTOiJo sobre la Tisis Pulmonar. (•' (1) Veáse en él Apéndice %\ húmero ftfc —71— (Dow grandes trabajó»yr bajo la¡ dhrtttv ci<ów de maestros particulares Gompieta- ron sits estudios todos los» jónrcno» que et» ese tiempo iban" ya á concluirlos, y; para la recepción de los cuales «#pidi& el Congreso varias leyes., Los que en- tonces comenzaban á estudiar medicina, sp vieron obligados* ó á desistir de esa carrera, ó &.ir á México á concluirla, : .En esa época se ojercia el, ramo. im- portantísimo de J»a übstotriqia , por mu- jeres vulgares é ignorantes; y en aten- ción á los males que esto causaba, el Congreso del Estado decretó lo condu- cente para su enseñanza, por la ley de 2 de MarKO, r de 18£2, reglamentándola más tarde. (1) n¡ r /* , m rf ■ \i- . • • ■ . -«Entro los ^5oJ^resTquef$Aiciaron sus ostudiod on la Edeuola Médica Michua- caiía, y los¡ confuyeron ei| México ob- teniendpfallí el título .^e Doctor, se con- (1): Todsé eü élApóíwllce'élnútoero 1& —72— tañan dos jóvenes hermanos de carácter entusiasta^ de aventajados conocimiea- tos y de grande amor á la juventud; lla- mábanse D. JoaqvÁn Mota y D. Antonio Primitivo Mota. Apesarados por' la extinción del plan- tel que tantos afane» costara á su ilus- tre fundador y maestro, Dr. González Uruéña, adunaron sus esfuerzos y mo- vieron poderosas influencias para lograr del Gobierno del ÍMado la reapertura de tan néscesario* establecimiento. Era entonces el tiempo en que la san- ta causa de la libertad y del pueblo aca- baba de alcanzar sobre el despotismo y la tiranía utt triunfo" Completo: lá devo- lución de Ayutla había triunfado:u Una era nueva de bienandanza se prometían los buenos ¡ fcájGá de México. ÍLosíGo- bernantes ^eriái» I /accesible^ á toda clase de:la soelfcdadj y 4as idoaggrandio$a3 r. iS!1 Antonio P. Mota hicieron montará la respetable sumado ochocientos mil ó un millón, despeaos. (1) Veíleo en el Apéndice el número 17. —74— De esta segiíi&cfa época de la Escuela data la verdadera y completa enseñanza de fci Medicina en Mietotiacátt, pues se establecieron las cátedras indispensables para la teoría y se fundó la clínica obli- gatoria e*el Hofcpital Oivii.v' ' . i *J Así como' ért su primera époéft la Es- cuela tuvo írproveíóbados discípulos, no han faltado también eti esíá, descollan- v do entre aquellos y estos, una* verdade- ra notabilidad, nuestro malogrado y bfen querido maestro Dr. losé JSoÓórro Arr- íbalo. ¡Cuan cierto es que sin las propi- cias circunstancias y sin teatro apropia- do el mérito se ofusca! Esto pasó con nuestro mencionado maestro que, á ha- ber residido en México, habría sido> por sus desarrolladas facultades é infctrua- ción, un Yertiz ó un Jiménez, y en Eu- ropa, un Kelaton ó un?r Oris-oll, pues era tan sabio médico, cuanto Iw^ii cirujano» Cotí porvenir sonriente, jpoderosa y llena de vida inarebaha, viento en popa, —75— la Escuela Médica Michiíacüna, cuando la malhadada Intervención Erancesa vino á traer la guerra y la desolación á nuestra hermosa1 patria. A consecuen- cia de esto el Gobierno del Espado emi- gró, y so clausuraron todos los estable- cimientos do instrucción. (1) Dnrauto el llamado Imperio nada se hizo en pro de la Escuela Médica y so- lamente se estableció, por especulación, un colegio que llamaron sus empresa- rios, Colegio de San Rafael... Triunfante la República á principios del año 1867, ol Gobierno'liberal volvió á Morclia, y entre las cosas que desdo luego rehizo á su antiguo ser, fué ol Co- legio de San Nicolás; y como á éste es- taba anexa la Escuela de Medicina, también quedó restablecida. Vna importante mejora "jSará los estu- dios médicos fué la extinción de la Ha- (1) Saltó' el Gobierne Republicano de la Capital del Estado, én Noviembre de 18G3, —76— mada Facultad Médica y la creación de una Junta de Salubridad, por ©1 decreto de 15 de Diciembre de 1868. (1) Ya en la Memoria del Regente del Colegio de San Nicolás, perteneciente al año 1870, vemos figurar las eátedras de Química, Botánica y Farmacia, por lo que creemos, que si no se establecie- ron desde 1867 todos los estudios médi- cos, sí, al menos, los preparatorios de Medicina y completos, los de Farmacia-. Consultando otra Memoria del Re- gente del mismo Colegio, del año 1871, vemos yá, casi completos, todos los cur- sos de estudios médicos;, y se nota una importante mejora, cual es el estudio de la Zooloyiai que-, so adoptó por las gestiones de nuestro muy estima^ maestro, el Sr.Dr. Luis Itjurbj$e,Gómez, quien, al menos por ese año, la: enseñó gratis?. (2) La ley que estableció dicfya (1) Veáse en el Apéndice el número 19. (2) Solemne distribución de premios del Primitiva —77— cátedra tiene fecha de Febrero 19 de 1874 (1) Para completar los estudio médicos el Congreso del Estado expidió el decre- to de 12 de Agosto de 1874 establecien- do la cátedra de Medicina Legal. (2) ¿Cual ba sido el movimiento médico- literario en Michuacán, desde la funda- ción de la Escuela hasta el año 1875? En presencia de los datos que poseemos, nos atrevemos á asegurar que ha sido insignificante, por no decir nulo; pues esceptuando las obritas del Sr. González Urueña, una Cartilla para instrucción de las Parteras por Mota, unas muy origi- nales y útiles Tablas de Análisis Quími- co del Profesor Cirilo González, y un y Nacional Colegio de San Nieoláfl de Hidalgo, veri- ficada en el Teatro do Ocampo la noche del 31 de Oc- tubre del presente año. Memoria del estado que guar- da la Instrucción Secundaria en el Primitivo y Nacio- nal Colegio de San Nicolás de Hidalgo, Formada por su Regente C. Lie. Pascual Ortiz. Morelia, 1874. Pag. 29. (1) Veáse en el Apéndice el número 20. (2) Veáse en el Apéndice el número 21. -7$— estudio sobre el Mal del Pinto, formad^ por nuestro maestro Dr. Francisco Irur- bi-jle, lo poco uy Iron^ríiiea mención. (X): los segundos Dn. Luis Iturbíde. Éíuojosa publicó un remitido en un suplemento al tí0 'Offdeí "Tmparcíaf* ú favor del método de Nogueras, y á su vez en el n? 101 del mismo uImparcial" lo impugnó Iturbide; en el di- cho periódico coutestó Hinojosa quedando terminada la cuestión, mas bien que módica^ personal. Enl,8G9 volvemos á encontrar una cuestión muy semejante á la anterior á causa do un llamado Conde Ulises de Seguicr que curaba todas las enfermedades palpando á los dolientes y por lo cual se le denomina- ba ''el tentón" Este sujeto tuvo lo mismo que Nogueras, sus adeptos y contrarios entre los módicos, figurando en estos últimos los Sres. Doctores Mateo González Pimen- tel y José M\. Cortózde Mafra. Los-divessoaeseritos-que mutuamente se lanzaron, y en cuya, polémica terció la esposa de Seguiei> puede verlos el curioso lector en loa números 239, 2AQ, 242, 217 y 35. Q del periódico El Corntitucionalista" de los meses de Noviembre y Di- ciembre del año 1869. El mismo earáeter y término que la potómwa con el P. Nogueras, asumió egta> (1), Veáse eii.elApéudice.el n? ;?#.. —80— Según informes, allá por los años de 1809 á 70 se fundó en Morelia una "Academia de Medicina," en la que al- gunos socios presentaron, al decir del informante (1) trabajos originales y úti- les que no se publicaron; pero la incons- tancia de unos de sus miembros, poruña parte, y por otra el carácter díscolo de otros, mató la asociación. TUS DE LA SEGUIDA PARTE. (*) (1) El Sr. Dr. Dn. Faustino Cervantes Silva. (*) Aunque tenemos todos los documentos para es- cribir la 3? parte y cooclncidn de estos Apuntes, razo- nes especiales nos lo impiden: por esta causa, al menos por mueho tiempo, quedará incompleta esta obrita. Pronto quedarán listos para imprimirse los "Apuntes para ta Histeria de la Cirugía y Obstetricia en Michoa- cán desde los tiempos preeolomhianoe hasta ét año 1875. APÉNDICE. ADVERTENCIA. La parte más laboriosa de este trabajo ba sido la formación del Apéndice, que no obstante nuestros es- fuerzos, queda incompleto. Faltan en él las siguien- tes leyes: las do 14 de Octubre de 1828,—de 9 de No- viembre de 1829,—de 21 de Noviembre de 1829,—de 18 de Agosto de 1843,—de 30 de Enero de 1847,—de 20 de Setiembre de 1847,-de 24 de Noviembre de 1863, y la Acta de la Sesión del Congreso del Estado que dio por resultado la Ley de 21 de Agosto de 1850. NÚMERO 1. Segundo Congreso Constitucional. No pagarán derecho de media-anata los que se exa- minaren en medicina, cirugía y farmacia. Art. (1) 1. Los individuos que se examinaren en el Estado en las facultades de medicina, cirugía y farma- cia no pagarán derecho alguno, por razón de media- anata que se haya antes establecido. Art. 2. Sustituios ó despachos, se extenderán en pliego del sello primero á costa del interesado. Art. 3. Los examinadores y sinodales, por hacer el examen, recibirán una gratificación de ocho pesos, en medicina y cirugía, y cuatro en farmacia, que satisfa- rán á cada uno los examinandos al presentarse á exa- men, sea cual fuere el resultado. (L) Veáse la ley de 14 de Octubre de 1828, por le que se deroga este en parte. (Tomada del "Extracto de la Legislación de MichoacáH," Morelia, Arango. 1S52.) —4— Art. 4. Al escribano que autorizo y dé fé del examen, se satisfará por los examinandos; á más do los costos del papel, dos pesos. El Gobernador, etc. Valladolid, Agosto 25 de 1827. NÚMERO 2. Erección del protomedicato. (1) Art. 1. Se erige en la capital del Estado una junta de salud pública con nombre de protomedicato, com- puesta do tres individuos y un secretario escribano. Art. 2. De estos, dos serán profesores de medicina y uno de cirugía, aprobados y con título correspondien- te. . Art. 3. Serán nombrados por el Gobierno. Art. 4. La junta formará los estatutos que deben re- girla, y los presentará al H. Congreso para su aproba- ción. Art. 5. ínterin se establece, los que pretendieren examinarse en las facultades de medicina, cirugía, far- macia, y flebotomía, lo serán conforme al acuerdo de 30 de Enero de 1826, y decreto de 18 de Agostos de 1827. Acuerdo que se cita en el anterior decreto. Exmo. Sr.—El H. Congreso, tomada en considera- ción la solicitud del C. Luis Porfirio Cervantes, acor- dó, que se críe por ahora, una junta médico-quirúrgi- (1) Veáse el Reglamento de este establecimiento, que es el número 37 de 21 de Noviembre de 1829, y veáse también el decreto número 11 de 25 de Marzo de 1833, en que se refundieron estas disposiciones. (Del Extracto, etc. etc.) —5— ca, compuesta de dos médicos, un cirujano y un far- macéutico; para que con arreglo á los estatutos que ri- gen hoy al protomedicato de México, califiquen si fal- ta otro requisito para entrar al examen; y no faltándo- le, se examine por ellos el pretendiente: que dichos vo- cales los nombre V. E., y que examinado el solicitante á satisfacción, le mande expedir el correspondiente tí- tulo de farmacéutico, haciendo además que satisfaga los derechos nacionales que se hallen establecidos, los que deberán ingresar en el tesoro público. Morelia, Octubre 14 de 1828. NÚMERO 3. Decreto de 9 de Noviembre de 1829. (1) Núm. 27.—Art. Io Se establecerá en esta capital, á la mayor posible brevedad, una cátedra de medicina, dotada, por ahora, con quinientos pesos anuales. 2o Al catedrático so lo abonarán cada año doscien- tos cincuenta pesos para instrumentos, utensilios y demás gastos del establecimiento. 3o El nombramiento del catedrático será del Go- bierno, eligiendo entre los pretendientes al más apto, cuya calificación hará oyendo al protomedicato, y pre- ferirá, en igualdad de conocimientos, á los ciudadanos del Estado. 4" El Gobierno proporcionará local cómodo para este establecimiento, pagando su renta, si fuere nece- sario, de la hacienda del Estado. (1) Veáse decreto número 14 de 24 de Marzo de J 847, en su artículo 25. —6— 5? El protomedicato formará el reglamento inte- rior que ha de regir en esta cátedra, y lo pasará al Congreso por conducto del Gobierno para su aproba- ción. (1) NÚMERO 4. Decreto de 21 de Noviembre de 1S29. (2) Número 37. • Se aprueba provisionalmente el regla- mento que ha presentado el protomedicato para la cá- tedra de medicina, bajo los artículos siguicutes: CAPITULO I. De la Cátedra en general. (3) Art. 1? La Cátedra de medicina estará bajo la pro- tección inmediata del Gobierno del Estado. 2? La Cátedra comprenderá en su estudio, el de Anatomía descriptiva: la Fisiología: Patología general é Higiene pública y privada. 3o Los cursos, que serán tres, comenzarán el día 15 de Enero, y terminarán el último de Noviembre. (1) Veáse decr-etp n¡úmeío 37 de 21 del mismo mes, y el número 16 de 21 de Agosto de 1850. (2) Veáse el decreto número 11 de 25 de Mayo de 1833 en qué se refundió la mayor parte de este regla mentó, y la ley que erigió el protomedicato, dándole otro nombre, y, forma. (3) El pjan; de.esfcudios; del Copgreso. general de-18 de Agosto de 1843, que a. — El catedrático de Anatomía y operaciones, dirigirá las dos salas de muge res. El gefe de trabajos anatómicos de quien habla el ar- tículo 11, será uno de los practicantes del Hospital. Art. 14? En el orden establecido en el art. 19 del plan de estudios citado en el art. 9? de esta ley, so ha- rán en los dos primeros años do los cursos las modifi- caciones siguientes: En el primero se estudiará: Anatomía, Farmacia, Fisiología é Higiene; y en el segundo se estudiarán en el orden establecido por dicho plan, las otras materias, menos la Farmacia. Art. 15? Las lecciones prácticas de Anatomía, Medi- cina operatoria y ambas clínicas, se darán en el Hos- pital civil en donde se proporcionará todo lo necesario. Tan luego como se establezcan, las lecciones prácticas de Farmacia se darán en su laboratorio particular. Art. 16? Las lecciones de Anatomía, Medicina Ope- ratoria, Farmacia y materia médica, serán dadas sola- mente tres veces en la semana, alternándose según los años en que se cursen; y las demás diariamente. SECCIÓN TERCERA. Del nombramiento de los empleados. Art. 17? El nombramiento de los catedráticos do la escuela médica y profesores del Hospital civil, se hará con total arreglo á lo dispuesto por el reglamento inte- rior del colegio de San Nicolás, al cual quedarán su- jetos, como catedráticos, para el cumplimiento de sus obligaciones. —37— Art. 18° Desde luege se nombrarán los catedráticos ile Anatomía y Medicina operatoria, y el de Fisiología, Higiene. Farmacia y materia médica, para dar princi- pio al primor año escolar: y á fines del primero y se- gundo año se nombrarán los restantes, según las mate- rias correspondientes en el orden de los cursos. Art. 19" El Supremo Gobierno á propuesta del ca- tedrático de Anatomía y operaciones, nombrará al ge- fe de trabajos anatómicos. El mismo Supremo Go- bierno nombrará los otros dos practicantes á propues- ta del director del Hospital. SECCIÓN CUARTA. De los fu/idns del Hospital, su recaudación y dls- trib-ucióii. Art. 21? Son fondos del Hospital civil: etc:........ Y. Las matrículas anuales de los cursantes de Me- du-ina y Cirugía. DISPOSICIONES GENERALES. Art. 29. Todos los cursantes de ciencias médicas, ti- enen obligación de matricularse cada año, pagando por derecho do matrícula la cantidad de seis pesos, dismi- nu.iblcs ajuicio del Iiegonto del colegio de San Nico- lás, según la proporción de los alumnos. Sin la boleta de matrícula., nadie será admitido en las cátedras co- rrespondientes Art. 31° El catedrático de Fisiología de la escuela médica, desempeñará las funciones de médico de car- —38— cel y las demás que exija la administración de Justicia, con un sobre-sueldo de 120 pesos anuales. ARTÍCULOS TRANSITORIOS. 2o El nombramiento de profesores lo hará por albo- ra directamente el Gobierno, entre tanto se expiden las convocatorias para proover las cátedras por oposi- ción. V para que lo dispuesto llegue á noticia de todos, mandóse imprima, publique, circule y se le dé exacto cumplimiento. Palacio del Gobierno de Michoacán, en Morelia, á 24 de Noviembre de 1858. Epitacio Huerta.—Juan Aldayturreaga, secretario. Los decretos de 2 de Agosto do 1859 y de 13 de Octu- bre del mismo 1859 se refieren á reunir fondos para el sostenimiento del Hospital civil y señalan las fincas que reportan capitales señalados para este objeto. Re- glamentan el modo, la cantidad y la época de tener ta- les capitales, la cantidad que se ha de pagar, y el plazo para la redención de ellos. Firman estos decre- tos el General Epitacio Huerta, encargado del Gobier- no de Michoacán y Juan Aldayturreaga su secretario. NÚMERO 18. F.l Gobernador Constitucional del Estado de Michoa- cáu de Ocampo, á todos sus habitantes, sabed que: "El Congreso de Michoacán de Ocampo decreta: Número 40.—Artículo único. La Facultad Módica del Estado, no dará pase á los títulos de Módicos y —39— Farmacéuticos, sino con total arreglo á la ley número 28 de 13 de Noviembre último. (*) El Ejecutivo del Estado dispondrá se publique, cir- cule y observe —Jesús Maciel, Diputado Presidente- Rafael Verduzco, Diputado Secretario.—Manuel Cár- denas, Diputado Secretario." Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento. Palacio del Gobierno de Michoacán de Ocampo. Morelia, Febrero 11 de 1862 —Epitacio Huerta.—Francisco Figueroa. Secre- tario. NÚMERO 19. El C. Justo Meudoza, Gobernador constitucional. &. &. "El Congreso de Michoacán de Ocampo decreta: Número 28.—Art. Io Cesa la Facultad Médica del Estado, en el ejercicio de sus funciones, y en su lugar se establece una Junta de Salubridad que se compon- drá de cinco vocales propietarios y de tres suplentes, Los miembros de la Junta serán médicos-cirujanos con escepcióo de uno de los propietarios que deberá ser farmacéutico. (*) Las condiciones de la citada Ley son las si- guientes: 1? Haberse sujetado en cuanto á sus estudios alas leyes vigentes en el lugar en que hicieron su carrera. 2? No hallarse suspensos en el ejercicio de su profe- sión: y 3? Sor de buena conducta. (Nota del autor.) —¿o— Art. 2? Este encargo es honorífico, y solo podrá re- nunciarse por causa suficiente, ajuicio del Gobierno. Art. 3? La Junta dependerá esclusivameuto del Ejecutivo; á quien corresponde el nombramiento de s/'s niiembros; y se renovará cada año por totalidad. Art. 4° Las faltas accidentales do los propietarios se cubrirán por los suplentes, siempre que no pasen do seis meses; escedieado de este término ol Gobierno ha- rá nueva elección. Art. 5o La Junta nombrará de sa seno un Presiden- te que se renovará cada tres meses. Art. 6? Para el despacho de los negocios que ocu- rran, la Junta tendrá un Secretario nombrado por el Gobierno, debiendo preferir en igualdad de circuns- tancias para desempeñar este empleo, un médico ciru- jano ó un practicante de medicina. Se señala al Se- cretario por gratificación y para gastos do escritorio i:> cantidad de trescientos pesos anuales, que se paga- la (te los fondos de beneficencia pública. Art. 7o Son atribuciones de la Junta: I. Formar anualmente una colección do las leyes de policía médica y sanitaria. II. Resolver las cuestiones de medicina legal, que le propongan los Tribunales del Estado, j las consul- t■""'•. que se le hagan por el Gobierno y demás autorida- des sobre higiene pública y leyes relativas al ejercicio de la medicina y ramos .accesorios. III. Estudiar por sí ó por comisiones que nombre, las sustancias mediciuales que le remita el Gobierno. IV. Admitir á examen en medicina y cirugía ó en —41— alguno de los ramos anecsos, á los individuos que lo soliciten, conforme á las leyes vigentes; dando cuenta con el resultado al Gobierno, á fin de que reciba la pro- testa de estilo al postulante y le espida el título res- pectivo. V. Señalar la Farmacopea que debe regir en el Es- tado, y proponer anualmente las reformas que en su concepto sea necesario hacerle. VI. Consultar al Gobierno todas las medidas de hi- giene pública que juzgue convenientes, con especiali- dad cuando el Estado se halle amenazado por alguna epidemia. VII. Presentar al Gobierno á fin de año una me- moria acerca de los puntos siguientes: Io sobre la mor- talidad estadística y patológica, con espresión de sus causas: 2.' sobre el estado sanitario, enfermedades en- démicas y epidémicas y epizootias que hubieren apa- recido; y 3" sobre el estado que guarde la higiene pú- blica, y reformas que deban adoptarse. VIII. Vigilar sobro que el ejercicio de la medicina y cirugía se haga en el Estado con arreglo á las leyes vigentes. IX. Cuidar de que solo en las oficinas de farmacia se despachen los medicamentos compuesto que los pro- fesores de medicina y cirugía ordenen mediante fórmu- las eientiiicas por escrito; y prohibir por causa de con- veniencia pública, la venta libre y por menor de sus- tancias venenosas que no tengan aplicación á las ar- tes. , .. —42— X. Visitar por sí ó por medio de comisiones al efec- to, las boticas, almacenes ó tiendas donde se espendan medicinas, dando cuenta con el resultado al Gobierno para su conocimiento y publicación en el periódico ofi- cial. Dichas visitas se harán anualmente ó cuando la Junta lo crea necesario, y tendrán por objeto exami- nar si las boticas se hallan bien servidas, y si en los almacenes ó tiendas se abusa espendiendo sustancisa medicinales adulteradas ó cuya venta este reservada á las oficinas de farmacia. XI. Visitar igualmente el hospital civil de esta ciu- dad y demás establecimientos de beneficencia espensa- dos por el Estado, siempre que el Ejecutivo ó la Ins- pección del ramo lo creyeren conveniente. Cuando al puno de los individuos que componen la junta, estu- viere empleado en los establecimientos de beneficencia de cuya visita se trate, la hará en su lugar el suplente respectivo. XII. Cuidar de la conservación y propagación de la vacuna en el Estado, y hacer que se lleve una esta- dística de los niños que se vacunen con buen éxito. XIII. Proponer al Gobierno los reglamemtos de higiene á que deban sujetarse los hospitales, hospicios, casas de matanza, panteones, curtidurías y en general cualquier establecimiento que sea indispensable vigi- lar para evitar las causas de insalubridad pública. XIV. Cuidar de la buena clase de las sanguijuelas, é indicar los medios de conservarlas. XV. Estudiar las causas de las enfermedades en- démicas, y los medios de extirparlas. —43— XVI. Escitar á los Profesores de medicina, residen- tes en el Estado, para que formen la estadística médi- ca de las poblaciones de su domicilio, proponiendo los medios de mejorar su condición higiénica. XVII. Ilustrar á los Ayuntamientos sobre las me- dirlas que se deban dictar para procurar la buena ca- lidad de los víveres, frutas, carnes, y aguas potables. Art. 8? Siempre que en el desempeño de sus fun- ciones la Junta tuviere que hacer algún gasto estraor- dinario, ocurrirá al Gobierno, quien queda facultado para ministrarle lo necesario, con cargo á los fondos comunes del Estado. El Ejecutivo del Estado dispondrá se publique, cir- cule y observe.-^-Manuel Alvirez Gonzáles, Diputado Presideute.—Luis Iturbide, Diputado Secretario.— Pascual Ortiz, Diputado Secretario." Por tanto, maudo se imprima, publique, circule y es le dé el debido cumplimiento. Palacio del Gobierno del Estado. Morelia, Diciem- bre 15 de 1868.—Justo Mendoza —Francisco W. Gon- zález, secretario. NÚMERO 20. Rafael Carrillo Gobernador Constitucional etc. etc. "El Congreso de Michoacán de Ocampo decreta: Número 24.—Art. Io Queda abierta desde el presen- te año escolar la clase de Zoología en el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo. Art 2? Los alumnos que se dediquen á las carreras de Farmacia y Mediciua harán el estudio en el mismo —44— año que el de Botánica, sin cuyo requisito no podrán ser admitidos á los estudios profesionales. El Ejecutivo del Estado dispondrá se publique, cir- cule y observe.—Macedonio Gómez, diputado presi- dente.—Víctor Luviano, diputado secretario.—Fran- cisco P. /avala, diputado pro secretario." Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento. Palacio del Gobierno del Estado. Morelia, Febrero 19 de IK74. —llaf¡i<>l Ca- rrillo.—Aristeo Mercado, secretario. NÚMERO 21. El C. Rafael Carrillo, Gobernador Constitucional etc. etc. "El Congreso de Michoacán de Ocampo decreta: Número 92.—Art. 1? Se establece en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo una cátedra de .Medicina legal. Art. 2" Mientras se reforma-el plan de estudios del Estado, el Ejecutivo designará en que año deben ha- cer los cursantes de derecho y de ciencias médicas el aprendizaje del ramo que expresa el artículo anterior. El Ejecutivo del Estado dispondrá se publique, cir- cule y observe Luis González Gutiérrez, diputado presidente.—Mar-e Ionio Gómez, diputado secretario.— Juan B. Rubio,, diputado secretario." Y pava que el anterior decreto tenga su debido cum- plimiento, el Ejecutivo lo reglamenta de la manera si- guiente: El curso á que se refiere la ley anterior, se hará por los estudiantes de medicina en el quinto año, y por los de derecho en el primero de práctica. —45— Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento. Palacio dei Gobierno del Estado. Morelia, Agosto 12 de 1S7Ó.—Rafael Ca- rrillo.—Aristeo Mercado, secretario. NÚMERO 22. Michoacán de Ocampo.—Inspección general de Ins- trucción pública.—Número 82.—El Supremo Gobierno del Estado, en oficio número 358 fecha 21 del actual, dice al Ciudadano Inspector lo que sigue: "Los ciudadanos diputados secretarios de la Legis- latura dcd Estado, en oficio número 27 de fecha 2o del •pie corre, dicen al C Gobernador lo que copio: En sesión de hoy esta Legislatura ha tenido á bien aprobar las siguientes proposiciones: Primera. La tesorería de los fondos de instrucción secundaria entregará al C. Cirilo González, la cantidad de doscientos pesos, como una gratificación-por su tra bajo en la formación do las tablas analíticas de quími- ca que se estudian en la clase respectiva del colegio do San Nicolás de Hidalgo. Segunda. En la próxima distribución de premios, el regente de aquel establecimiento, hará mención de este acuerdo; y dará además al C. Cirilo González un voto de gracias á nombre del Estado por su laboriosi- dad y por el servicio que ha prestado al mismo plantel, á cuyo efecto se comunicarán al Gobierno estas pro- posiciones." V lo trascribo á vd. para su inteligencia y cumpli- miento, por orden del C. Gobernador. —46— r por acuerdo del C. Inspector lo trascribo á vd. pa- ra su cumplieuto. Independencia y Libertad. Morelia, Octubre 30 de 1869.—Manuel Páramo.—C. Regente del Colegio do San Nicolás.—Presente. NÚMERO 23. Al márgen=P* que einbie la Rayz De mechoacán verde. = EL REY Don martin enrriquez nro Vissorrey y gouor., y capan genal de la nueua spaña, y presidente de la au- diencia Real que en ella reside, saued que nos ymbia- mos amandar al marques de falces nro Vissorrey que asido de esa tierra que nos imbiasse a estos Reyuos de la Rayz de mechuacan Verde para que se pudiese Plan- taraca, el qual nos escriuio que lo auia dexado de ym- biar en la flota que bino Por genal Joan de Velasco de barrio por dos cosas La Vna Por que el Verano la se- caría á Tan Largo Viaje, y la otra por que estebien a Raigada en los mismos nauios que sea de ymbiar no podia llegar con la perfection que fuese menester, y que asi la ymbiaria con el primer nauio que ouiese aproposito Procurando que Venga de manera que lle- gue Verde y con La fuerza que para prender enesta tierra es menester y por que nos desseamos que esto se cumpla Vos mando que llegado que seays a aquella Tierra os informéis y sepays si el dicho marqs. de fal- ces nos aymbiado La dicha Rayz de mechoacán Verde, y si no lo ouiera hecho nos La ymbieis Vos Por laro- — 17— don que escriue que tenia acordado de La ymbiar.— fecha en madrid adicz ynucve de Junio, de mil y qui- nics. y sesenta y ocho aso.— Yo cllloj.—Por mand-° de su magd. Franco de Frasso. Folio 66 frente y vuelta: "Recopilación do Todas las cédulas, rrouiffiones "cynstru||ciones dadas por su Magd., y otros despa- chos, y Recaudos de¡|su Real hazienda, enestanueua, "spa, a los offs, ministros, eotras||personas a cuyo car- "go asido enella, por su magd. desde el anño, de||M. "d. xxij. que fue el principio de la población, conquis- ta y des||cubrimto. desta Tierra, en adelante según "parece por los libros au||tiguos, y modernos de la "Real contaduría, de donde se saca y||Recopila, por su "borden y Tiempos, pormdo del muy exte. señoril Don "Martin eurriqz. Vissorrey guor, y Cappau general "por||Su Magd enesta dha. nucua spa en la manera si- guiente." Un volumen folio, ms. en nuestro poder, comprende de 1322a 157-4. FIN. *-'"' if s" <•*'''■ *A *u£&.'*-ii H 7V 12? ^ ZJ v* .«, 5* ,-r -.,.. * É'í •• *% •* ■* t W -. >A; • • WZ 70 DM4 L5a 1886 55020310R NLfl G5ETG75b fl NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE !«• i tí *"«"** llflülíÜ NLM052907568