wc NA593 1833 ™-' ■-'" - '^ "' i* ' • ?-' *- MÉTODO. PRESERVATIVO I CURATIVO €)E LA COLERA fai^rs»./» ••¿•^■•■V' '<*' J. r,' MEf©©® PRESERVATIVO Y CURATIVO XLL ano pasado se publico por orden del gobierno un Método preservativo i curativo de la colera morbus ; desde aquel tiempo han llegado á esta Ciudad muchos métodos é instrucciones de la misma naturaleza, de los cuales algunos son verdaderamente disparatados i pe- ligrosos, por contener remedios difíciles de manejar coa prudencia, i dañosos en el mayor numero de enfer- mos ; otros al contrario están llenos de consejos saluda- bles i recetas verdaderamente útiles para la enfermedad de que se trata: tales son la Memoria de Bouillaud, la instrucción práctica de Cayol, i la instrucción po- pular de la junta de Sanidad de París. Con el fin de proporcionar al público las venta- jas que ofrecen estos métodos , i con el de impedir que adopten por falta de conocimientos médicos, recetas ó planes nocivos, se reimprime este método, am- pliandolo con las reflexiones, medios preservativos, i medicamentos mas oportunos, dictados por la experien- cia i por verdaderos principios de Medicina. Medios de preservar i curar la Colera. ■'. Esta enfermedad consiste en una fuerte inflama- ción del estomago i de las tripas. Los que beben a- guardiente? chicha, pulque, ú otra cualquiera clase de C»í ' licores fermentados, los que comen chile, pimienta, i cosas crudas ó indigestas, como frutas i ensaladas, son los mas expuestos á padecer la colera con violencia, i casi los únicos que corren peligro de morirse de ella. También perjudica mucho el terror i el miedo á la enfermedad, debilitando á los individuos, i mantenién- dolos en un estado continuo de ansiedad é inquietud; por lo que es de indispensable necesidad mantener el ánimo sereno i tranquilo, tanto mas cuanto que en el dia asi en Méjico como en Jas dernas partes de Amé- rica; i, Europa, donde aparece la colera, se conocen, ya perfectamente los métodos mas eficaces para curarla, i que solp mueren »'e ella los (pie viven entregados a una vida disoluta i viciosa, ó los que abandonándose en los primeros momentos del ataque, ni llaman mé- dico, ni ponen atención, á sus niales; pero de- los que viven con método, adqptan. precauciones, i se curan con tiempo, rarísimo es el que ha parecido. Para impedir pues que la enfermedad dicha haga ningún estrago, se deben adoptar las reglas siguientes* Precauciones.. Los mejores alimentos, i que pueden usarse sin re- celo, pero sin cargar demasiado el estomago, son los siguientes: papas, gúisquiles, ayotes, chícharos, ejotes, es- pinacas, chicoria,, arroz, fideos, yuca frijoles, maíz, garbanzos, lechuga, i harinas de trigo, maiz, cebada 6 yuquilla; pero advirtiendo que estos vegetales d yerbas deben comerse cocidus, i sin pimienta, chile* mostaza,. clavo ni canela. Son. saludables las carnes frescas de • res, carnero, gallina, pollo, pichón, codorniz,, agachadiza, i toda cla- se de pájaros pequeños. También es bueno el pescado fresco, especialmen- te las mojarras, tepemechines, i juilines; pero no las pepescas. ' Los alimentos dañosos son las frutas, las ensaladas crudas, la carne salada, el pescado salado, marrano^. chorizo, i los encurtidos con vinagre, como tambieru toda otra clase de comidas flatulentas 6 ventosas. Es muy perjudicial la chicha, el aguardiente, los licores compuestos, el pulque, la cerveza, la cidra i to- da bebida fermentada; i aunque algunos aconsejan el uso moderado del vino, debe tenerse presente que solo es útil para las personas acostumbradas á beberlo, i aun es- tas deben tomarlo en corta cantidad i á la hora de co- mer. Puede tomarse sin riesgo una -vez al dia té, café, ó chocolate; pero el té ha de ser ligero, el café poco cargado, i el chocolate sin canela ni súchiles. Solo deberán hacerse tres coñudas al dia, dejan- do pasar de 5 á 6 horas entre una i otra comida pa- ra que pueda dijerirse bien el alimento. Los huevos tibios son fáciles de digerir; pero hay estómagos endebles en los cuales nunca sientan bien i asi tanto en este punto, como en el de tomar leche cocida ó guisada, solo la usarán los que la han usa- do siempre sin -que les haga daño. El ejercicio es conveniente, pero sin ajitarse ni can- sarse, huyendo de toda tarea que requiera muy profun- da atención, como también de desvelarse. El sueño no debe pasar de 6 á 8 horas, durmien- do en camas o tápeseos con abrigo, i no en el suelo^o al aire, teniendo cuidado de cerrar las ventanas, i evi- tando en cuanto sea posible cojer relente ó aire hú- medo de la noche. m Es de absoluta necesidad el abrigo moderado del cuerpo, acostumbrándose á gastar ropa interior de lana. El aire de las habitaciones se debe renovar con frecuencia. Es muy malo conservar dentro de las casas carnes muertas, ni ninguna otra cosa, que despida malos o •. lores. Se debe encalar lo interior de las rasas- Es muy necesario el aseo en las ropas i personas, para lo que conviene bañarse cada dos ó tres días, pe- ro en agua tibia, donde no se sienta frío. Las caites i plazas de los pueblos se deben barren limpiar diariamente. En las cárceles, hospitales i cuarteles no iiande estar reunidas muchas personas, i los calabozos, cua- dras d salas han de conservarse ventilados i limpios. Es muy conveniente cortar i quemar á menudo las yerbas í matas de los solares, calles, i plazas de los pue- blos, como asi mismo dejar pocos arboles en las in- mediaciones. Para purificar el aire, á falta de otros medios, se pondrá un pedazo de manganeza negra del peso de me- dia o una libra á hervir en vinagre dentro de las ha- bitaciones; sino hubiese manganeza, se hará lo siguien- te. Una parte de sal de comer, i dos de caparrosa, 6 azufre, sino hay caparrosa, se mezclarán con la canti- dad de agua que cabe en un pozuelo, i se pondrán á hervir en las habitaciones hasta que se consuma la mez- cla; teniendo cuidado de no respirar los vapores que salen de ella. El cloruro es también un buen medio de purifi- car el aire: se hace echando una parte de cloruro en seis de agua, i poniendo la mezcla en medio de la habitación: también conviene echar todos los dias una poca de esta agua con cloruro en las letrinas, rociar con ella las salas de los hospitales, de las cárceles, d© los cuarteles, i de todo sitio que se quiera purificar». Síntomas que anteceden a la Cólera, i modo de remediarlos. Antes de declararse la colera en una Ciudad, se ha observado, que solían los habitantes padecer algunas li- geras alteraciones de estomago i vientre, que si se re- mediaban con tiempo, los individuos que las sentían quedaban enteramente sanos; pero que si se descuida- ban, producían después la cólera con mas ó menos fuer- za. Estas alteraciones suelen ser inapetencia, lengua su- cia amarga ó pegajosa, llenura del estómago durante la digestión ruido no acostumbrado en las tripas, cólicos debilidad, i pereza para el ejercicio d el trabajo, pesó en la cabeza, tristezas. Estas ligeras molestias, lejos de afligir el animo, suponiendo que va á invadir la cóle- ra, es mas bien un indicio saludable de que en corri- jiendo aquellas leves indisposiciones, el cuerpo recobra^ rá su vigor, i resistirá á la acción de la epidemia. Yi -asi si hubiere bascas, inapetencia, ó llenura, no por eso se precipitarán á tomar vomitorios, i solo los usarán en el caso de que conozcan que el alimento que aca- ban de tomar, les ha sentado mal; aun entonces pro- moverán el vomito suavemente por medio de algunos vasos de agua tibia, para que no se irrite el estómago después del vómito i mantenerse quieto en cama hasr ta el otro dia; al contrario si la basca viniere sin ha- ber comido eos:\ alguna, si repitiere diariamente, si le acompaña algún dolor de estonuigo, oq se deben pro- mover los vómitos; el mejor remedio en tales casos es la dieta, absteniéndose de carnes, i reduciéndose á ato- les ó sopas claras tres ó cuatro veces al día, i bebien- do alguna agua suave que vaya calmando poco á poco la irritación del estomago: á este régimen se puede aña- dir el uso del crémor, tomando por dos ó tres dias en ayunas una cucharada en un pozuelo de agua tibia. Si tuviesen evacuaciones sueltas i repetidas, ade- mas de ponerse á la dieta ya recomendada, beberán £ pasto agua de arroz con goma i unas gotas de láudano, hasta conseguir que él vientre vuelva á su régimen na- tural: en un pozuelo'de'agua de arroz se echará una cucháradita pequeña de goma arábiga i de diez a doce gotas de láudano, endulzándolo con azúcar esto se to- ma una ó dos veces al dia según la necesidad. Es ca- si ocioso advertir que en estos casos lo mas prudente es consultar al medico, sir se puede. Curación de la Cólera. Se conoce que un enfermo padece la colera por las señales que siguen. Vómitos con dolor de estomago, muchas evacuaciones blanquiscas ó blancas con fuertes retorcijones de tripas, calambres en diferentes partes del cuerpo, supresión de orina yelo de pies i manos, frial- dad de todo el cutis, sudor frío, postración i desmayo de todo el cuerpo, abatimiento de animo, hundimiento de los ojost color pálido, azulado, o amoratado del ros- tro, sed, Imposibilidad de hablar o' voz sumamente dé- bil, i pulso imperceptible en las muñecas. Algunas de estas señales pueden faltar, pero casi nunca faltan los vómitos, evacuaciones i calambres, pues son los que caracterizan la enfermedad. Pero pasado este período suelen suceder otros sín- tomas de no nsenos consecuencia que los ospuestos i son los siguientes. No existen las evacuaciones ni los vómitos ó son muy ligeros: pero Ja lengua se pone ro- ja i seca i con nna costra prieta mas ó menos gran- de; la cara i los ojos encendidos: el pulso se manifies- ta i vuelve la voz; pero el enfermo se mantiene ale- targado, responde con dificultad e lo que le pregun- tan, i parece estupido: tiene algún delirio, convulsiones, la cabeza encorvada hacia atrás, i las quijadas traba- das. Estas señales dan indicio de que la inflamación ha cesado en el vientre , i ocupa entonces la .cabeza. En el primer caso, esto es, cuando hay vómitos, evacuaciones i los otros síntomas que manifiestan la in- flamación del estómago i las tripas, se quitará al en- fermo todo alimento, por que entonces no puede dige- rir; i aunque sea atole lo que tome, le hará daño, i le irritará mas el estomago i las tripas. Se le pondrá un pedazo de pella de unto sin sal hervida en agua de mal- vas sobre todo el vientre; i si no hay pella , es lo mis- mo ponerle un lienzo cualquiera empapado en la mis- ma agua de malvas, cuidando siempre de que la pella o los lienzos se mantengan calientes. Beberá á pasto agua de linaza con goma, pero poca cantidad; basta con medio pozuelo cada dos horas. Se le echarán lavati- vas de agua de linaza, d malvas, d cabezuelas de ador- mideras con aceite de almendras dulces: media lavativa ó menos de hora en hora hasta aliviarse. ^ Se le darín friegas en las coyunturas i espinazo con aceite de comer i aguardiente mezclados i cabientes Guando haya calambres se echará dentro de estas frie. gas'un poco de láudano: las cantidades serán de iguales partes de aceite, aguardiente, i láudano. Cayol recomienda, caundo hay mucha frialdad en .el cutis, el uso de las friegas siguientes, que se deben ¿e- ner preparadas de antemanos. Friegas. Aguardiente un cuartillo. Vinagre fuerte medio cuartillo. Harina de mostaza media onza. Alcanfor dos d raí hienas ú ochavase Pimienta en polvo, la misma cantidad. Y algunos ajos, machacados; Todo esto se echa en infusión por tres días en uní frasco bien tapado, i se mantiene asi al sol ó en un si- tio caliente, A estas friegas debe acompañar el abrigo del en- fermo teuiendo el mayor cuidado de no aplicarle nada frío Si pasadas dos horas, i á pesar der los remedios propuestos, continúan los vómitos* evacuaciones i ca- lambres con muchos dolores, se podrán sobre el estó- mago unos lienzos mojados en una mezcla de partes iguales de láudano, i éter sulfúrico; donde no haya é- ter, se usará del aguardiente alcanforado,- que se hace disolviendo un pedazo* de alcanfor en un poco de aguar- diente. Ettonees se echarán 8 gotas de láudano en ca- da medio pozuelo de agua de linaza que beba el en- fermo, i otras & gotas del mismo láudano en cada lavativa. Estas medicinas se continuarán solamente has- ta que se logre el alivio de los vómitos i evacuaciones. Pero si estos i los calambres i los demás síntomas • estuvieren mny tenaces, se podrán dos cáusticos en las partes interiores de los muslos i otro en la boca del es- tomago; sino hubiere botica donde hacer estos- cáusti- cos, se harán con levadura, vinagre fuerte i bastante mostaza molida hasta que se inflame el pellejo, A fal- ta de todo recurso para hacer cáusticos se pone un lien- zo mojado en agua hirviendo para causar unas quema- duras en los muslos i boca del esto'mago, lo cual es tan útil como el cáustico. En el 2. ° caso, esto es, cuando sobreviene delirio, encendimiento del rostro, letargo, lengua roja denegra,. convulsiones cet, estas señales indican la inflamación in- <¿***^ tenor del cerebro: entonces, si el enfermo es robusto con-; viene ponerle de i5 á 20 sanguijuelas detras de las ore- jas o en la nuca; donde no hubiere sanguijuelas, se le sangrará del brazo, pero no sacándole de una vez mu- cha sangre, sino haciéndole una sangria corta de dos on- zas por la mañana i otra á la tarde, i repitiéndola al dia siguiente si continúan los síntomas referidos. Enton- ces no se le administrará láudano, en su lugar se le echará un poco de zumo de naranja dulce al agua de linaza que beba: ademas se le pondrán sinapismos en los brazos, x aun cáusticos, si la enfermedad siguiere con .violencia. Aliviado el enfermo de sus males, debe guardar una cuarentena rigorosa de cuarenta días en los que no tomará mas que atol por la mañana i á la noche i un poco de arroz ó sopa de pan i caldo al medio dia. En concluyendo esta cuarentena empezará á comer carne de pollo d gallina, i hasta dos meses depucs de estar bueno, no entrará en el régimen de vida i alimentos á que estaba acostumbrado, para evitar las recaídas que son peligrosísimas. Guatemala Imprenta de la Union. 1835. / jk % <*"*' ^4r^> V