\ COMPENDIA DE I A MEDICINA: c ~'J 6 MEDICINA PRACTICA, En que se declara lacónicamente lo mas urjl de ella, qué el Autor tiene observado en estas Regiones de Nueva España, para casi todas las Enfermedades que acometen al cuerpo humano: DISPUESTO EN FORMA ALFABÉTICA POTf EL Br. Don JUAN*Ml*^UEL FENEGAS, PROFESOR DE MEDICINA. Longarum observationum prasidio instructa mens sa* gax, potissimam curandorum hominum rationem assequitur. Bagliv. Prax. Medie. CON LAS LICENCIAS NECESARIAS.'16 .****•<***•—i<^—**—*> «*——» ^———*****mmm*áanmm MÉXICO: ü Por D. Felipe de Zúñiga y Ontiveros. M. DCC. lxxxviii. r** i r ^ \ > /■ -> ,7Ii¿\t .% '.'-. >-íi ;v C- AL GRAN MODELO DE PREL££)OS, Y PASTORES eclesiásticos: AL DOCTOR DE LOS DOCTORES: AL "PATRIARCA J,EÍis*LADOR DE LOS MISMOS PATRIARCAS: A LA MAS INCONTRASTABLE COLUNA DE LA IGLESIA, Y APOYO DE LA FEE SANTA: ÁL SAPIENTÍSIMO MEDICO*. AL VARÓN GRANDE D#LANTE DE DIOS, Y BENEMÉRITO ENTRE LOS HOMBRES, SAN AGUSTÍN, OBISPO DE H1PONA. tjIENE la Sabiduría, Santísimo Padre, no menos que la Virtud, cierto derecho incontestablé^obre los corazones de los hombres. Quatido yo no supiera que vos habéis sido el Modelo de los que desean abrazarla verdadera Religión, la Norma de los Pre- lados, el Apoyo de la Iglesia, el Defensor de la Fé, el mas ilustre de los Patriarcas, y Legisladores San- tos, cuyo ardentísimo zelo de ía salvación de las almas fué el fontal origen de aquella Sagrada Fami- lia tan celebrada en la Iglesia de Díó&áftcomo que ha sido fecunda Madre de tantos Varones eminen- tes que veneramos sobre las aras, que acn. después de tantos siglos no cesa de dar a luz esclarecidos Héroes en Santidad, y Doélrina, y que ha sido como el plan sobre que se han establecido tantas y tan no- bles Religiosas Compañías, que como tropas auxi^ liares liares ilustran y defienden en todos tiempos la igle- sia de Jer¿ohristo. Quando todo esto no supiera yo, corno lo saben todos, el expl Miliar ibid. *. .-.* Pestilencial 13$. Petequial 132. Porcelana "ibid. Purpurada ibid. Semiterciana, Mira bemi tritéa, ";; Sincopal 122. Sinocal 131. Fístula lacrimalis 268. Fístulas 366. Flatos 143. Flemón 349. Fluidos aumentados 245. Inflamados ibid. Fluxiones de locara 116. Fluxo blanco de las mugeres 144. Fluxo de sangre 162. ,,- De las mugeres 237. Délas paridas 291. Fomentos contra la gota 34. En los'dolores artríticos de los lomos 228. Para las contusiones 77' FontatiCia L/iauuct. iviua moue- ra caida. Fractura 233. Frasca* sudoríferos 226. Frerup 304. ** Fri^dades de las llagas 368. Frío en las fiebres 123. Frío excesivo 256. Frios. Mira fiebre intermiten- te. Fuego de la boca 28. Fungos 348. G Gálico 222. Gana de comer mala 20. a anglios 347. Gangrena 146. Gargarismo en las durezas del gaznate 158. En las Hagas del gaznate ibid. En los azogados 46. Para la sequedad de la bo- ca 282. Gargarismos en el fuego de la boca 29. Garrotillo 20. Gigote 42. Glaucóma 269. Golpe 76. Gomas '312. Gonorrea 150. Gota 31. Gota coral 112. Gota rosada 117. Gota serena 269* Gotas antihidropicas 181. Anti- Antihistericas en las pre- ñadas 156. Carminantes, y anodinas 144. Contra las procidencia^ y he- morragias uterii||¡is 240. ^X En las.opilacionesdeloa- zo 220. Estomacales 21. Nervinas, y narcóticas en la toz 356. Gratido 268.. Granos en los infantes 202. Grietas de la lengua 279. De los pechos 233. H Hartazgo 1 r. Hambre canina $t. Hedor de la boca 278. Hemiplexía 285. Hemcdia 89. Hemorragia 162. Heridas 374. Hernia 170. Herpes 195. De la cara 121. Hervorde la sangre 303 y 330, Hidatides 176 y 347. Hidrocefalo 165. Hidrocele 177. Hidropesía 173. Hígado enfermo 167, Hipercatarsis 98. Hipersarcorsis 348. Hipo 339. Hipocaustos. Mira temascales Hipochyma 269. Hipocondría 185; Hipopion 169. ^ Histérico 187. Horchata calmante, y aperiti- va 73. Diluente, y calmante 166. Fresca en la gonorrea TS3- Restringenteen la gorrea ibid. * Hordeolum. Mira perrilla de los ojos, jj . Hormiguillo 42. Hueso quebrado 233. 1 I cor 350. Iliaca passio. Mira miserere legitimo. Indigestión del estomago 20 y 48. Infante muerto en el vientre - Infantes enfermos 202. Sufocados 258. Infecundidad de las mugeres 340. inflamación 206. De ejjestomago 207. De la matriz 22 x y 291. De las encías 149. De las narices 259. De los ojos 270. Inmobilidad, y insensibilidad de íos cuerpos 244.- inoculación 360. laqujetudesén las fiebres 123, lnsul- Insulto. Mir» Apoplexía. IflytccioneTabstersivas 314. Detersivas ibid. Secantes ibid. Vulnerarias ibid. Ira 292. Irritación 348. Ischías 32. Labatíva abstergente 344. A ntias marica 39. Contrra el fluxo blanco de las mugeres 146. Contra los flatos 143. Fresca y anticonvulsiva 7. En la cólica tenaz 74. En la leche agria de los niños 204. En los fríos de los niños 143, Purgante 322. Purgante antihisterica 191. Labati vas antidisentéricas 103. Antifebriles 127. Antiphogísticas 169. Calmantes 344. Emolientes 11. En los afectos soporosos 27. Purgantes 12. Purgantes, y frescas 209. Labatorios para las ulceras de la boca, y labios. Mira Colutorios* Ladillas 309. Lflgothalmia 268. Lamedor en la angina linfáti- ca 18 y 158. Pectoral íncrasante 161. Lamedores atenuantes §01. demulcentes 299. • Demulcentes en la toz ^ 356- Frescos algo restrintes 324- Mudlaginosos ibid. Lamparones 337. Landre. Mira carbunco. Latido de las mugeres. Mira histérico. Leche 217. Abundante en los pechos 233- Acre y delgada 234. Agria en el estomago de los niños 202. Cuajada en los pechos 233- Gatuna ibid. Escasa en los pechos ibid. Leipotbimia 86. Lengua enferma 279. Lenitivos en lasquemaduras75. Lepra arahum 196. Graecorum ibid. Letargo 217..; Leucoma 169. Leucopblegmatia 175. Leucorrhoea 144. Lichen. Mira empeyne. Lienteria97. - Linimento arkiartritico 34. En la piedra de Ja orina .56. Dm- Diurético 183. Par-a la .-lengua áspera y seca 281. Para, la lengua en la afo- nía 279 Para las cootracc%)es, y dolores en los 228 Mal cocimiento aei estomago 20 y 48. *» M.il de corazón, mira epimp- sia. Mal de loanda. Mira escorbu- to. ¡eos Mal de madre. Mira histérico. Mal de S. Antón. Mira lepra. Para las grietas de la Jen-¡Mal de San Lázaro ibid. gua 281. Para las ulceras de las en- cías 150. Para las ulceras de los la- bios 282. Para los miembros reben- tados de frió 252. Para resolver las secas ibid. Linimentos antihistericos 192. Contra los edemas 185. Para las partes paraliticas 286. Lipomia. Mira lobanillo. Lippitudo. Mira opthalmia. Llagas. Mira ulceras. Lobanillo 348. Locura 209. En las fiebres. Mira fre- nesí. Lombrices 228. De los infantes 202. Lomos enfermos 228. Loquios. Mira purgaciones de las paridas. Lupias 348. M Madre desparramada 237. Mal parto. Mira aborto. Mal venéreo. Mira gálico. Malvasia de la América 248» Mamas enfermas 233. Manchas. Mira petequias. Manchas heredadas 118. Manteca mercurial 227. Mantequilla para las ulceras de las narices 261 Para consumir tumores, y carnes superfluas 353- Marasmus. Mira consunción Matlózagualt £36. Matriz enferma 374. Meconio de los niños 202. Medicamentos. Mira remedios Medios para volver á sus sen- tidos á Jos que son te- nidos por muertos 274. Melancolía 211. Mezquinos 195. Miedo 292. En las que paren 290. Miel optalmica rodeóte 274. Miembro torcido 233. Migas batidas 42.. De Jesús Maria 41. Mingarrote 248. Mino- Minorativa en el dolor de e$-\Necrosis. Mira estiomeno. Nervorum resolutio 284 tornar^) 60. —*Para las preñadas g. Minorativas frescas 8. Miocephalon 269. Miopía ibid. Miserere común 6g. Legitimo 78. Mixtura anodina, aperitiva, y carminante 13. En la sordera 44. En las sufocaciones as- máticas 37. En los delirios habituales [Odontalgia 88. 213. Oidos enfermos 43. En los sustos de las pre^Ojos enfermos 268. Nevos maternos. Mira man- chas heredadas. NiffialoAia 269. Niguaf363. N i ñÉp enfermos 202. Sufocados 258, Nocturna stra.noulath pesadillas, O Mira Obstrucciones 265. nadas 5. Para la toz convulsiva de los niños 205. Para las obstrucciones del vientre 246. Para mover el menstruo á las cloroticas 69. Para romper los aposte- mas del pecho 299. Mixturas en las excoriaciones venéreas 199. Mojas 155. Mollera caída 202. Morphoea. Mira sisiotes^ Movimientos involuntarios de los miembros 79. Muerte aparente 255. Muñeco antihisterico 191. N' Narices enfermas 258. Nata. Mira lobanillo* Olfato perdido 259. Opilaciones. Mira Obstruc- ciones. Opistotonos 80. Opthalmia 270. Orina 373. Abundante, ó precipitada 92. Ardiente 105. Detenida 214. Oscheocele 171. P Palpitación del corazón 83. Panarizos. Mira uñero. Panatela 41. Paño de la cara 117. Paño de los ojos 268. Parálisis. Mira perlesía. Particular 284. Paraphimosis 312. Parapbrenitis 304, Para- Paraplexia 284. Paresis. Mira Celotirbe. Parias detenidas 291. Paridas enfe mas C90. Sus ¡pu* gaciories^>2i. Parcr.ichia. Mira ufíérX. Parótidas 287. v\ Paroxismos 122. Parto 288. Párulis. Mira inflamación de encías. Pasiones de la alma 291. Pasmo del pecho 355. De las mugeres 241* De los ojos 270. Pastillas iucrasantes 161. Pecas 117. Pechos de las mugeres enfer- mos 2 3 3. Pedlen. Mira cmpeyn'e. Pediluvios. Mira cruriluvios. Pelos 309. Pelotillas. Mira calas. Perlesía 284. Perniones. Mira zabañones. Perrilla de los ojos 268. Pesadillas 20r. Peste. Mira fiebre pestilencial. Su Duende exterminador 136. Petequias 133. Phimosis 312. Pbliciénce 268. Phlyckntf Mira mezquinos. Picrocolos364. Piedra Divina 274. * En la orina 53. Pildoras antiepilepticas pur- gantes, 115. Amihistewcas 190. Antiicteric^ 195. «■» Ant¡paraliticas 286. Atenuantes 181. ?! * Calrrantesen la toz 355?. Centra el fluxo uterino de sangre 238. Céntrala gonorrea 151. De quina contra los frios 142. Emenagogas243. Febrífugas antipioticas3. Mercuriales purgantes as- para hacer sudar á los azogados 46. Para la cólica ventosa 74. Parala toz de pasmo 355- Purgantes capitales 67. Purgantes en la caquexia 53- Que destruyen los aposte- mas impropiosdel vien- tre 3. Piojo. Mira carbunco. Piojos 309. Pantillas. Mira Sinapismos. Plétora 329. Podagra 32. * Polvos absorventes-9y 129. Antacidos, digestivos, y evacuantes 10. Contra los vapores T91. Deobstruentes del bazo. •220. De Sandoval 25. Diges- Digestivos en los frios (Pólipos de las narices 259 Diluentes 305. .Diuréticos 251. Emenagogos \Sg. En el estertor de los ni- ños 206. En la disenteria acrimo- niosa 102. En las erupcionesdificul tosas 135.' En los agrios, y relaxa- ciones del estomago - 373 Pomada vegeto mineral 209. Pórrigo. Mira caspa. Potro. Mira encordeo. Poziroafintiepileptica, y cal- Jpmante 1 f <;. /aperitiva p-j para bazo peí 220. Contra los ardores de la orina 153. Diluente, y aperitiva en la toz 3<*;6. Preñez enferma 153. Presbiopía 270. En los vómitos verdes ha-' Priapismo 80 y 312. bituales ibid. Estomacales antivenereos en las acrimonias aci- das 198. Fundentes mercuriales ibid. Mercuriales que hacen prorrumpir la baba 224. Para las narices de los insultados 25. Que descargan la cabeza,!Puntura 303 y ojos 276. Que hacen estornudar 25 y 263,. Que mantienen en su si- tio á la matriz 240. Que rebientan los apos- temasdelaangina 246. Secantes en las ulceras venéreas 262. Sudoríferos en los dolores graves reumáticos 328. Procidencia de el ütero 239. De las pudendas 316. De la uvea 269. Pronósticos en las fiebres 123. Prüritus. Mira comezón. Pucheros para enfermos 41. Pudendas enfermas 312. Puerperio 290. Pujos 329. Pulmonía 294. PUIS0316. Purgación de garavatillo. Mi- las paridas ra gonorrea. Purgaciones de 221* De los oidos 43. Purga contra las lombrices 231. Purgante anti ictérico 194. En la melancolía 213V Fresco 162. Purgas 320» Acti- Activas 27. Comunes para los adul tos 322. Fuertes 184. Mercuriales 199. «. Para los antiguos gálicos, y dolores de cabe\^ 321. Para los húmedos, y secos 322. Suaves'en el escorbuto al calescente33$. Suaves, ó antiph!ogisti-! cas 322. Pus 343. Pústulas de la cara 121. Q Quebradura. Mira bernia. Quemadura 74. R Rakitis 349. Ránula 278. Ranúnculos 351. Rayos 256. Rechinido de los dientes 89. Régimen. Mira dieta. De las preñadas 156. Reglas de las mugeres abun- dantes 237. Detenidas 240. Remedio en el ahoguío 255. En el escorbuto 337. En os dolores de cabeza de las histéricas 192. Madurativo en los tumo- resde losparpados 27$. Para los estreñíaos ictci i- eos 13. *^ , Para los temb'-ores, y^Ul- damientosde los miem- bros 250. Que docilita el régimen los. males habituales ■255/." Remedios anodinos pectorales 161. Antelmínticos 230. Amiepilepticos roboran- tes 114. Antiepikpticos simples ibid. A nt i histéricos 190. Antisépticos para las na- rices 263. Aperitivos 183. Astringentes en la diar- rea 99. Atenuantes en la hidro- pesía 181. Contra el hedor de las narices 263. Contra la acrimonia mu- riatica 9. Contra la cascadura 62. Contra la gota 34.. Con ira las lombrices 230. Contra varios efectos del escorbuto 336. Detersivos en las llagas 368. Diaforéticos eri la.hidro- pesía 183. Digestivos, aperitivos y deobstruentes 22» Diges- lyjgcauvy-s en ía xnurope- sia r&i. *m Diges^os en las llagas 368. Digestivos en las obstruc- ciones 267. Diuréticos fuertes 183. Mediocres ibid. Suaves ibid. Ecoproticos 167. Emenagogos 189 y 243. En la hernodia, y estri- dor de los dientes 92. En el cirro de la angina 19. En el dolor de los dientes 91. En el prolapso uterino 239. En la caída, y evulsion de los dientes 90. En la floxedad de los dientes ibid. En la lengua seca de los calenturientos 19. En la negregura y hemor- ragia de los dientes 92. En las anginas de los in- fantes 18. En las anginas inflama- torias 17. En las debilidades de las histéricas 192. En las purgaciones, y lla- gas de los oídos 44. Estípticos externos 164. Internos 163. Frescos anodinos en la aisentena 104. Frescos que contienen el miserere 70. Incrasantes ni. Impelentes de la orina #216. Áí ¡jLaxántes antidisentéricos 103. Madurativos en los po- tros 51. Madqgrativospara las par- tes glandulosas 235. Opiadosen la diarrea 100. Optalmicos astringentes, y suavemente rodentes 274. Atenuantes cefálicos 277. Desinflamantes metáli- cos 273. Emolientes 275. Nervinos antisépticos, y restringentes 273. Que ablandan, y des- hace 275. Que aguzan la vista 277. Que desinflaman y sua- visan losdolores27£. Que despasmas los o^s 277- Que limpian y secan *"' "v Que limpian la vista 276. Resiringentes 273. Para el catarro sufocaíi- vo 38. Para Para emblanquecer los dientes 92. Para hacer salir los cuer- pos extraños de dentro de las orejas 45¿ Para hacer venir á las mugeres" 336^ Para las grietas 232. Para las encías en el es corbuto 33^ Para las quebraduras de los ojos 75. Para las ulceras inflama- das de las pudendas 3*5. Para secar la leche 235. Que añxan los dientes 90. Que confortan la cabeza 67. Que consumen la gonor- rea 151. Que deshacen los potros 50. ' Que expelen la piedra de la orina 55. Que facilitan el régimen 167. Que docilitan los mens- truos. 189. En la hemoptisis 161. En las alrof^raíias ^y-, Sudoríferos narcóticos en la disenteria 1*04.-, Supurantes fuertes 351. Suaves 350. Reumatismo r>2<. Rigidez de los cuerpos 244. Risa sardónica 80. Ronquera 323. S Salida de los huesos 23r. Sangre 328. Sagre salada. Mira acrimonias. Sangría 302. Sanguasa 350. Sarampio» 133. Sarcocele 348. Sarcomas ibid. Sarna 195. Satiriasis. Mira priapismus*. Saturninos para las narices 261. Secante para las ulceras délas narices, boca, y oídos 262. Serpigo. Mira empeynes. Secundinas. Mira parias. del rostro 119. Que rebientan el aposte- ma de la angina 19. Restrictivos roborantes en la diarrea 100. Restringentes antidisen- téricos 104. Eo el abortó 4. Que quitan las manchas Sideratio. Mira estiomen>u$. Sinapismos 128,y 251. Sincope 86. Sisiotes 1*95. ■Soletas antidisentéricas 105. Contra el fluxo de sangre uterino 238. Solución de las partes 244. Sorbetorio humectante 261. ■ Sor- Sordera 44. * Sru.:mus. í'W'ra convulsión. Cinicus. Mira boca türci- drt. Sphacelus. Mira estiomenus. Stapbilóma 269. Struma?. Mira lamparones. Sudor abundante 342. En las fiebres 122. Suero de alumbre 249. De mostaza ibid. Suflusio. Mira, catar ata. Sufocación 25 S* Sugilatio 268. Supositorios. Mita calas. Supuración 350. De los ojos 269. Suspensión 62,, Susto 293. Suturas 376. Tabardillo 133. Tabes. Mira consunción. Tartamudeo 278. Taxis 173. Temazcales 31. Temblares del cuerpo 79. Tepachi 249. Tétanos 80, Tiesura de las partes 79. Timpanitis 13, y 348- Tinito de los oidos. Mira zum t.,, . bido. Tintura antiparalitica 286. Purgante en el escorbuto frió 335. Tipa *.95t jpico. Tiricia 192. 0 Tisana fresca, y aperitiva 7. Tisanas antiphiogisticas 207. Tisicadel pulmón 306. Topicaal estomago en el hi- po 340. sinflamante, y secante -260. o s Despasmante en las lla- gas ibid. Enla^popl^xia 26. En los huesos dislocados 233- ■. . Para las espinas, y hasti- liss clavadas 354. Tópicos á La cabeza de los Jo- cos 212. Al estomago en las diar- reas de calor 98. Al estomago para suspen- der los vómitos 371. Alexipharmacps^ estimu- lantes 128. u; Al pecho contra la, ron- quera de pasmo 324. Atenuantes 301. Atenuantes en los bocios 3.5.1.. Calmantes en los pujos 3-H- Carminantes 144. Contra los edemas i-8r. Desinfiam mtes 166 y 208. En el reumatismo. 327. Én la angina 18. En las almorranas 166. En las comezones graves 199. En En las erisipelas 116. En las erupciones acri moniosas 198. En las excoriaciones céreas 199. En las fluxiones de ra 118. En las inflamaciones ve- ca- det vientre 16 emle En los caloreWel hígado 170. En los cancros 58. En los embaramientos por frialdades 12. Frescos á la cabeza 66.y Lenientes andes pasmo- dicos 82. Madurativos para laspar- - tes glandulosas 235. Metálicos secantes en las llagas 369. Para destruir las carnes fungosas 352. Para el bazo' 219. Para el reumatismo con fluxión artrítica 327. Para la lengua inflamada 28r. Parala vista empañada Para las ponzoñas 363. Par las ulceras erisipela- tosas malignas 3Ó9. Para los varros de la cara 121. Para los uñeros 284. Resolventes en la ránula 280. Resolvente*?^ los tumo- res capsulares 352. Restrictivos en los gan- glios 351. Tortilla ¿le huevos para el do- lor de costado 311. I Toz 354. Trachomates 268. Tristeza 292. Tubérculos del pulmón 345. Tumores 346. V Vapores 187. Varros 117. Venas retorcidas 13. Vértigo 86. Verrugas déla cara 118. Vexigatorios 26 y 365. Vigilias en las fiebres 123 Vino de tunas. Mira Malvasia de la América. Mezcal. Mira mingarroUm Para purgar á los locos) 214. Viruelas 356. Viscos 80. Viscura ibid. y 269. Vista turbada 269. Vitiji 277- Vitiligines. Mira sisiotis. Ulceras 365. De la boca 28. De las narices 259. De las orejas 44. De las pudendas 315. Délos pechos 235. ; Ungüento antiherpetico 198. Anti- #»?r-Antih*;Topico 182» ' .C'frororjro 254Í ■•'*_ C'KiXX'aformicam 253, De dolores compuesto 327- ' De dolores simple 209* De las llagas 254. Depilatorio 310. De rábanos 254. Detergente en las bubas Diurético 25 T« En los abcesos malignos 136. Para las ulceras de los pechos 235. Santa 273. Supurante en el estíome- no 148* Ungüentos que desinflaman, y secan las llagas 199. Uña de los ojos 268. Uñero 282. Untura anticolica en los niños 204. Antihisterica i9r. Contra el aborto 4. Contra las lombrices.230. Contra Jos frios 142. Para el dolor nefrítico. Antihecticas ^9. * Ántipleuriticas 300." Desinflamantes 209, ^nenagogas 190. *a las inflamaciones de la vulva, y almorranas de las preñadas 15^7, En las obstrucciones Nervmas8i. Para el dolor de costada Para las telas, y espinas de los ojos 272* Suaves pectorales 300* Vomito 369. Desangre 37$. Prieto ibid.. Vomitorio en las indigestiones del estomago 49. Vomitorios fuertes 27 y 184* Para los adultos 372. Suaves ibid* Urzuela 309. X Xarabe de flores de duraznos 247. En los afectos asmáticos, y viscosidades del es- tomago 247. P;i'■* ennegrecer los pelos Xeringatorios en la disuria 105. 3-9. Para la tina 200. Para los hervores de la sangre 330. Unturas anticoíicas anodinas 73- Zabañones 149. Zaratán 57. Zumbido de oídos 43. INDICEDE LOSNUMÉROS. Numero primero Págii^i 2. Segundo 4. X Tercero 7. Quarto 8. Quinto 9. Sexto 9. £ Séptimo 9. Octavo 10. Noveno 11. Diez 12. Onze 11. Doce 13. Trece 14. Catorce 17. Quince 19. Diez y seis 19, Diez y siete 19. Diez y ocho 20. Diez y nueve 20, Veinte 21. Veinte y uno 22. Veinte y dos 23. Veinte y tres 25. Veinte y quatro 25. Veinte y cinco 28. Winte y seis 33. Veinte y siete 36. Veinte y ocho 40. Veinte y nueve 41. Treinta 43. Treinta y uno 44. Treinta y dos 45. Treinta y tres 46. Treinta y quatro 49. Treinta y cinco 50* Treinta y seis 52. Treinta y siete 54. Treinta y ocho 57. Treinta y nueve $8. Quarenta 59. Quarenta y uno 60. Quarenta y dos 62. Quarenta y tres 63. Quarenta y quatro 64* Quarenta y cinco 66. Quarenta y seis 69. Quarenta y siete 70. Quarenta y ocho 72» Quarenta y nueve 75. Cincuenta 77. Cincuenta y uno 79. Cincuenta y dos 8r. Cincuenta y tres 84. Cincuenta y quatro 87. Cincuenta y cinco 89. Cincuenta y seis 93. Cincuenta y siete 97. Cincuenta y ocho 102, Cincuenta y nueve ros» Sesenta 105. Sesenta y uno no. Sesenta y dos 113. Sesenta y tres 116. Sesenta y quatro 118. Sesenta y cinco 126. Sesenta y seis 131. Sesenta y siete 134. Sesenta y ocho 136. Sesenta y nueve 138, Setenta 141. fiesta y-iffo r43> Setenta y dos 145. Setenta y tres 148. Setenta y quatro 149. Setenta y cinco 151. Setenta y seis 156. Setenta y siete 158. Setenta y ocho 160. Setenta y nueve 163. Ochenta 165. Ochenta y uno r68. Ochenta y dos 172. Ochenta y tres 178. Ochenta y quatro 186. Ochenta y cinco 188. Ochenta y seis 194. Ochenta y siete 197. Ochenta y ocho 20 r. Ochenta y nueve 203. Noventa 207. Noventa y uno 211. Noventa y dos 215. Noventa y tres 218. Noventa y quatro 219. Noventa y cinco 222. Noventa y seis 223. Noventa y siete 229. Noventa y ocho 234. Noventa y nueve 237. Ciento 24K Ciento y uno 260. Ciento y dos 264. Ciento y tres 266. [Ciento y quatro 270* Ciento y cinco 279» Ciento y seis 283.. Cient»■ . js ri-.^ j***; as».-.. js::s"t>te£*s"v .m. gfl. Pildoras que destruyen los Apostemas impropios del 'vientre. TOMA de extracto de xalapa quince granos, de diagri- dio cinco, de trociscos de alhandal quatro: con xarabe de fumaria háganse pildoras pequeñas, y doradas se tomarán con atole denoche ó en ayunas vacio el estomago. En los intervalos se usará en ayunas una onza de oji- miel cilítica, tomando encima una taza de infusión de flores de saúco. Pasado este tiempo han de ministrarse en quatro dias succesivos las siguientes Pildoras febrífugas antipíoticas. TOMA de polvos sutiles de la corteza del Perú seis drag- mas,de sal armoniaco dos dragmas: con xarabe de cinco raices fórmense pildoras, divididas en ocho partes iguales, á tomar una en ayunas, y otra á el caer el Sol. Finalmente, usará el enfermo, durante algún tiempo, por bebida ordinaria el cocimiento de la pulpa dei Guauteco- mate, y simiente de Acocote. ABORTUS, ABORSUS. El mal parto es la salida del feto sin tiempo, no estando en su legítima sazón. Las causas son, primeras: movimientos graves del cuerpo, contusiones ó compresiones fuertes del vientre. Segundas: pasiones violen- tas, antojos, y pesadumbres. Terceras: fiebres, puxos,diarreas, fluxos de de sangre, y copia de humores. Los verdaderos dolores del parto comienzan en los lomos, no son continuos, y por tiempo se aumentan; en lu- gar, que los del mal parto empiezan en todo el vientre, y se ✓extienden á el empeyne y rabadilla. Los signos que anteceden á el aborto son los siguientes: Los'dolores dichos, acompaña- dos de algún frió, ú horripilación; repentino fluxo de sangre, ó de agua, precedido de alguna sangre; caimiento ó debilidad de todo el cuerpo; extenuación de las mamas; dolor de peso en la matriz; y decidencia del preñado á el empeyne. Pronostican la muerte en el aborto las molas car- nosas que en la preñez se hubieren arrojado, el color del ros- tro á^-"*'%'--- ABORTÜS. tro roxo, mudado repentinamente en aplomado, la inflama- ción de las partes naturales, y convulsión, que sobrevienen ,1 el excito; y las enfermedades agudasque son causas del mal parto, y traen alguna erupción de sarTgre, como la disente- ria, pulmonía, dolor de costado, &c. La epilepsia que suele resultar á el aborto, indica haberse este procurado con reme- dios. Los mal partos aprovechan á las cloróticas, y á Jas que padecen supresión de meses. Comunmente se esterilizan sin tiempojas que paren con freqtiencia. Las constituciones aus- trales del ayre, en ocasión qué deben tener fresco los lugares, causan muchos abortos, ó partos dificultosos. NUMERO SEGUNDO. Curación del Aborto. SE pondrá en mucho abrigo y quietud á la enferma, se cu- rarán las causas por sus propias indicaciones, y se prac- ticarán los siguientes. Re'strin'gentes qué contienen el Aborto. TOMA de trociscos de tierra sellada tres dragmas, de láu- dano cinabirino cinco granes, de xarabe de corales me- dia onza, de aguí de lantén cinco onzas, mézclalo. Tomará ía enferma una cucharada de tiempo en tiempo. ítem: Los auxilios del numero 57,0 los diluentes res- triñientes del número 78. En el caldo se echarán unas gotas de la tintura de grana. Por agua del tiempo podrá usarse el cocimiento de lantén ó el de llave de venado quemada. Se fro- tará el vientre baxo, caderas, y empeyne con ía siguiente Untura que detiene el mal parto. TOMA de ungüento de la condesa dos onzas, de azeyte ro- sado onfaucino una onza, de láudano líquido un escrú- pulo, mézclalo. La abundancia de sangre se remedia con hacer cortas . evaquaciones de este líquido mediante las sanguisuelas, ó san- grías dadas en los brazos, desde concluido el tercero mes de la preñez, hasta el se primé. Que en habiendo necísidadue purgar á la enferma, se usará la siguiente Minorativa para 'las preñadas. TOMA de ruibarbo gruesamente quebrantado dos drag- mas, de agua quatro orizas. Hágase tintura, y endúlcese con miel rosada. Bebida contra el Vluxo de sangre uterino. TOMA las cortezas de quatro naranjas, entre verdes y maduras. Háganse menudos pedazos, y pónganse á co- cer con quince tazas calderas de agua, á que consuman las dos partes: cuélese, y tómese luego una taza. Que durando, ó repi- tiendo el fluxo, se tomará otra, y asi de las demás. En los sustos han de ministrarse las bebidas cordiales antiepilepticas, con los calmantes. Mixtura en los sustos3 y miedos de las Preñadas. TOMA de polvos de guteta, y bolo arménico de cada cosa un escrúpulo; de ambir fino una dragrna, de agua de peo- nía compuesta, y canela hordeada, de cada cosa,quatro onzas; de láudano líquido un escrúpulo, mézclalo, y endúlzalo con xarabe de rosa seca. Tomará la enferma de tiempo en tiempo una cucharada. ACIDA. Los Agrios. Los excrementos variegados, ó de distintos coíoies arguyen muchos agrios en el vientre. El agrio es enemigo de la sangre, detiene ¡a operación del vomi- to si no se corrige con los absorvenres atenuantes, y no cede á los purgantes si primero no se doma con testáceos. No de- f be tomar vino el que eruta agrio. Los agrios tomados con inmoderación adelgazan los vasos déla digestión, ésta se perturba, producen cnagukiciones, causan obstrucciones, y mantienen las fiebres intermitentes. Los estómagos débiles y los cuerpos perezosos están sujetos á padecer agrios de esto- mago, principalmente si usan de alimentos vegetales. Mira el título siguiente. ÁCillMONIAE. Las Acrimonias son irritaciones sa- linas Jjpij - ^ ACRIMONIA™ ¡inas de la sangre. Quando esta se halla carga-da de muchos materiales acres, manifestándolos las comezones, y granos que brotan por el cuerpo, le da el vulgp el nombre de sangre salada. Dividense las acrimonias en alcalinas ó sulfúreas, y acidas. Las primeras nacen de comidas abundantes, grazosas, y aromáticas, como el mucho chile y exceso en el chocolate, tomar con freqüencia tabaco, y bebidas acres y espirituosas, retenciones de excrementos, exerciciosmuy trabajosos, desve- los, pasiones violentas &c. Estas acrimonias alcalinas tienen quatro grados. En el primero se llama la acrimonia oleosa; en el segundo eynpy reumática; pútrida en el tercero; y en elqua.r- to muriática. Los efectos del primer grado son desgano de comer, sed, estreñimiento, calor acre, fiebre, daño por el excesivo calor, enflaquecimiento del cuerpo, comezones, ronchas, he- morragias, diarreas, disenterias, callos ó clavos, irritaciones en la orina, en el pecho ó en la piel &c. Si á mas de esto hu- biere extraordinario calor en el estomago, y la cutis se pusie- re seca, negra y quemada, se llama la acrimonia.empyreumá- tica. Mas s¿ con los antecedentes síntomas vinieren erutos de hedor de huevos empollados, amargor y suciedad en la len- gua, vómitos biliosos, dolores cólicos, diarreas muy fétidas, pútridas ó malignas, con erupciones pustulosas, entonces se nombra esta acrimonia pútrida. Que si el gusto de la boca es muy salado, hay sed, mucha comezón en la cutis, y ésta se mira sembrada de manchas rojas, estando bien espesa la ori- na, ya és la acrimonia muriática. Las acrimonias acidas son contrarias á las anteceden- tes, porque sus principios son empachos, crudezas, debilidad del estomago, y aparatos cachedicos. Los efectos que produ- <¡ cen son: dolor de estomago, particularmente á las madruga- «* das, eruto* agrios, pulso débil y tardo, color amarillo del cuer- po, sarna, empeynes, elevaciones del vientre, diarreas cru- das, &c. NU- "RIMONIAE. NUMERO TERCERO. Curación de las acrimonias alcalinas. POR principio de la curación han de evitarse las causas. Que en habiendo alguna destemplanza, suele no escusar~ se el hacer una ó dos sangrías. Después se pasará al uso de las Bebidas diluentes. QUando no hay calentura, y el estomago está fuerte son buenos diluentes la agua nevada, y la fria usada en ayu- nas por algunos dias. Por lo demás, se elegirán de las siguientes, las que fueren mas á propósito. Los sueros de lech quatro onzas: fundase en un crisol, y apartado de la lumbre mézclesele otra tanta cantidad de azogue. En estando frió el mixto se vaciará sobre un metate, y molerá muchas veces con agua y sal, hasta que salga el agua 8 / ACRIMONI ¡^?A cra-i'a.'Se recogerá la masa en una pella para cocer la agua usual. Se purgará después el enfermo con alguna de las siguientes Minorativas frescas. TOMA de maná dos onzas y media, de. suero una libra, mézclalo. ítem: De sal policresta media onza, de suero una libra: mézclese, y endúlcese con azucar. ítem: De xarabe de flores de durasnos dos onzas. Úse- se en ayunas, bebiendo encima un vaso grande de cocimien- to frió de cebada con tamarindos. ítem: De hojas de sen dos dragmas, de sal prunela una dragma: hágase infusión con quatro onzas de agua, y cuélese. ítem:'De pulpa de tamarindos dos onzas, de leche de tierra dos dragmas, de agua de chicoria quatro onz. mézclalo. ítem: El caldo para los resecos biliosos, que pondre- mos en el título Purgantia. Después se pasará á el uso de los caldos de ranas, tor- tugas, pollos, carne magra y fresca de bacas, ó de carneros tiernos, hecfios del modo común, agregándoles por vituallas, lechugas, borrajas, pinpinela, y cebada mondada. Han de to- marse por bebida ordinaria. Últimamente se establecerá el uso de los baños, y leche de burras. NUMERO QUARTO. Bebidas contra la acrimonia empyreumatica. TOMA de vinagre cocido en basija de barro vidriado, hasta que quede como miel espesa, dos cucharadas, de miel virgen quatro cucharadas, de agua destilada de tian^ . guispepetla media libra, mézclalo: Tómense dos cucharadas á mañana y tarde. ítem: La pulpa de tamarindos, la limonada, y los su- mos agrios temados en cortas cantidades. ítem: Las bebidas diluentes, agriadas con los espíri- tus de vitriolo, sal, azufre, ó nitro. NU- ^CRIMONIAE* V *p NUMERO QÜIN TO. -%^»^ Curación de las .acrimonias pútridas} é cmáezas nidorosas. SE sujeta rá el enfei-rro por algunos diasi una abstinencia casi total de alimentos, sosteniéndose con migas ée pan tostado, sopas simples de carnero ó de aves tiernas, atole, poleadas de harina de trigo tostada,<&c, desterrando el cho- colate, particularmente sobretarde: se le ministrará nn vo- mitorio: usará, con moderación, .de las bebidas del ¿atañer*® quarto: y hará exereicio á;pie ó á caballo. NUMERO SEXTO, Remedios contra la acrimonia muriática. SE evitarán las carnes saladas duras y grazosas; y se t®** marán las suaves y de noble digestión., los vegetales tiar? nos, y las frutas agrias; teniendo un régimen severo en «I uso de las cosas no naturales.. Los medicamentos son los pohas absorventes. TOMA de polvos de madre de perlas,, cristal montanp, f ojos de cangrejos, un escrúpulo de cada cosa, mézclen- se, y háganse tres partes iguales, alomarlas tres veces en el dia en una poquita de agua tibia. Continúense por algunos días. ítem; Las bebidas del número quarto., NUMERO SÉPTIMO, Curación de las acrimonias acidas, ó de los agrios del estomago, L enfermo abandonará toda suerte de frutas, y lacticí- • nios, y hará una sola comida parca en las veinte y qua- tro-horas del dia, manteniéndose lo restante del tiempo con algunas ligeras sorbicioues, quales son los caldos de carnero ú aves de la tierra bien condimentados, el chocolate, cha, café, &c. Generalmente los alimentos han eje ser escasos, no- bles, y especiTer os;, y los remedios, d festivos, car minantes, y evacuantes. B Poi- 'E 10 . ALVUS ADSTR Polvos antactdosy digestivosyy evacuantes. OMA de polvos de ojos de cangrejos, ruibarbo, y sal de ajenjos, .dos escrúpulos de cada cosa. Háganse seis por- ciones iguales, á tomarlas en tres dias, á mañana y tarde, con alguna infusión estomacal. ítem: De leéhe de tierra seis dragmas. Háganse seis partes, á tomarlas de la misma suerte. Los vomitorios,.y las labativas comunmente no se ex- cusan. Los agrios simples del estomagóse curan tomando ojos de cangrejos, ó frecuentando una cucharadita de la agua de cal asentada. "ALVOS ADSTRICTA. El Estreñimiento se origina: FHmeró, délas durezas tónicas del vientre: Segundo, de las "complexiones resecas y adustas: Tercero, de hartazgos: Quar- to, de flemas pegajosas: Quinto, de copia de fiatos por frialda- des: Sexto,* de escasez de humor bilioso en los intestinos, lo qual sucede á los ibéricos, en quienes este fluido se desparra- ma por la pieh Séptimo, de purgas fuertes recien tomadas, vómitos freqüentes, sudores copiosos, y orina abundante: Oc- tavo, por falta de comida, ó de bebida: Noveno, de ingestos estraños, estringentes, ó venéficos: Décimo, por embarazos, f upciones, ó apretamientos de las entrañas del vientre. La constipación del vientre es dañosa en las fiebres, - en los males de cabeza y de hipocondrios, y en las hernias, llenuras, y estancamientos; y causa embaramientos, endure- crmientos, congestiones, irritaciones, y corrupciones. NUMERO OCTAVO. Curación del estreñimiento nacido de durezas tónicas del vientre., ó por constituciones resecas de los cuerpos. SE harán los remedios diluentes, calmantes, y laxantes que fueren mas á propósito de los números tres, quarenta y ocho, cincuenta y uno, ú ochenta: se dzrán baños generales de ag\ia tibia, ó medios baños con cocimientos de hierbas -* ADSTRICTA. \ II ,scl emo'ientes; y'se chinaneará al enfermo. Las 5^ unas eboluciones, que practican comunmente las: Viejas, in- troduciendo el dedo índice en el intestino recto, volteándolo muchas veces, y aplicando después una cala, con cuya ope- ración se confiere una especie de revulsión al movimiento arh tiperistaltico de las entrañas del vientre, calmándose con esto la convulsión de los intestinos, y facilitándose la expul- sión de los excrementos. Sin embargo de esto, en las tiezuras del vientre no se excusa muchas veces el hacer una sangría. Labativas emolientes. MA de sal de agenjos un escrúpulo, de agua de manza- nilla compuesta dos onzas, de xarabe de cortezas de naranjas una onza, mézclalos. Ítem: De aguardiente y miel rosada una onza de cada cosa, mézclense. í^m A'ivEÚRfSM'AfA.- ~*%*mLl\ ítem: La infusión de orégano con Sal de «i'genjos: un pozillo de cha, ó; café: el chocóle batido en cocimiento de poleo: siete granos de pimienta tragados1 como pildoras eri ayunas: media cucharada de ia tintura, ó balsamo que llaman, de Guatemala: el vino mezcal tibio, el coionchi,el íep.'ohi, el vino de tunas; ó unas gotas de los espíritus carminativos en caldo dé gallina ó de carnero. Ítem: Los cocimientos de las raices de cónt'rayerba, genciana, axeoxibre, Paraguay ó hierba del Indio; cortezas de chichicaguel, cidras, ó naranjas, hierbas del Ángel, es- tanate, poleo, salvia, ó manzanilla: semillas de anis, hinojo, eneldo, acocote, pimienta,cübebas, carda momo &c. Mixtura anodinay aperitiva^ y carminante. TOMA medio quartillo de espíritus de Vino, cinco gotas de esencia dé cortezas de naranjas, quince de láudano liquido, y una onza de xarabe de cinco raices. Bátase muy bien todo, á' tomar una cucharada de tiempo en tiempo. Supositorio Carminante. TOMA de polvos sutiles de salvia, romero, rosa, cominos, y acíbar medio escrúpulo dé cada cosa, de melcocha quanto baste. Fórmese una Cala: En la Timpanites, ó tumor ventoso del vientre, han de mezclarse los remedios carminantes con las bebidas di- luentes, ó frescas antifebriles, menudeando los medicamentos suaves aperitivos, y los laxantes. Las demás causas del estre- ñimiento tienen manifiesta su cura. f NUMERO DUODÉCIMO. Remedio para los estreñidos Ictéricos. TÓrnense dos rábanos con sus cortezas, bien nutridos, re- bánense, coloqúense sobre una cama de palitos en un plato, y pónganse al sereno toda la noche, á que despida el caldo en el fondo del plato; y tómese en ayunas, continuan- do su uso por algunos dias. ANEURISMATA, ET VARICES. Aneurismas.y Ve. ñas retorcidas. Por aneurismas se entiende un tumor duro del color ANEURISMATA. piel, que con la presión (en no siendo extremada- mente grande) se desvanece, indolente, y que pulsa, aunque si es antiguo comunmente no se percibe la pulsación, á cau- sa de la resistencia que hacen las concreciones sanguíneas y poliposas que se forman. Divídese el Aneurisma en verda- dero,y falso; interno,y externo. El primero es un saco que se forma de la rupcion de unas túnicas de arteria, y de la dila- ceracion de otras, derramándose la sangre por todas estas partes. Las causas son: golpes grandes, violentos esfuerzos, movimientos desordenados, abcesos vecinos á una artería, ( cuyo pus corroe sus túnicas) punturas, y acrimonias mú- riaticas. El Aneurisma/a/jo es aquel, en el qual no precedien- do las causas sobredichas, se sienten repentinas pulsaciones en una artería, las que acostumbran ser muy fuertes. Origi- nase de un material acre y flatuoso, que irrita é intercepta el circulo, particularmente en las inflexiones, ó tortuosidades que forman las arterías. El Aneurisma externo es el que está patente á la vis- ta. El interno se conoce por los perpetuos hormigueamíentos del cuerpo, latidos, torpeza é impotencia al movimiento,, pal- pitaciones del corazón, freqüentes desmayos, sufocaciones, &c. El que padece este aneurisma muere las mas veces dere- pente, y escupiendo sangre. Las Varices tienen el mismo génesis en las venas, que en las arterías los aneurismas. Son unos sacos comunmente amofetados, que se forman en dichas partes. Lo dormido y embarazado de las ruanos indica haberlos en el pecho. Las causas comunes son tumores, y compresiones interiores. NUMERO DECIMOTERCIO. Remedios en los Aneurismas. LA cura de los Aneurismas verderos, ó es radical, ó pa- liativa. La primera, que solo puede hacerse en los ex- ternos, es obra de un diestro Cirujano. La segunda se consi- gue- arreglando al enfermo auna vida quieta y sobria,curan- do las causas, haciendo con freqüencia sangrías revulsivas, y aplicando al saco algunos tópicos restrictivos y nada infla- man- ANGINA* \^ I § mantés, quales son: el extracto vegeto en compresas^S^^* peí de estraza mazcado; la goma ocuxe, amasada con babaza de linazas, en parche &c, sostenido todo por un vendage mas ó menos compresivo, según lo pidiere la calidad, y si- tuación del aneurisma. Las Varices, removido el impedimento que las ori- gina, en siendo grandes las venas que descargan en ellas, y amenazando rupcion, deben comprimirse. Para curar el falso aneurisma es necesario atender á el acre dominante, y apli- car con prudencia los resolutivos que fueren apropiados, echando mano algunas veces de los narcóticos, temiendo no enfucer la sangre irritada. ANGINA. La Esquilencia ó Esquinancia es aquella enfermedad, en que se embarazan la degluticion y respira- ción,, y se ponen dolorosas. Quatro son sus comunes diferen- cias: inflamatoria simple, convulsiva, inflamatoria linfática, y edematosa. La supuración, cirro, y gangrena son resultas de la inflamación. La angina inflamatoria trae su origen de una dispo- sición laxa de las fauces, accediendo las causas generales de la inflamación. Las señales que la demuestran son: pulso fe- bril, duro, y lleno; saliva espesa, cara abultada, y dolorida; .ojos encendidos, ansias; rubor, ardor, pulsación, y tumorosi- • dad ó hinchazón por dentro ó fuera de las fauces; degluticion mas ó menos dañada, según es la parte afecta, porque estan- do inflamada la laringe, 6 cabeza del canal de la respiración, la degluticion es solamente dolorosa; pero la voz es aguda, y la respiración se dificulta. Mas si la pharinge, ó cabeza del tragadero, es la in- ,^ñamada, la degluticion se dificulta tanto, que aun los alirrien- pM tos líquidos que intenta pasar el enfermo resaltan por las na- rices. Si el velo del paladar, la campanilla, y las agallas se hallan inflamadas, la hinchazón es bien visible, en .abriendo la boca, el dolor se extiende hasta los oídos, y los alimentos se arrojan por las narices. La angina convulsiva es aquella, en que siendo imper- ceptible la hinchazón, se miran los enfermos sufocarse, y arrojar espumaspor la boca: la sed es ardentísima, la* sati-za .gíu- I O J ANGINA, #ii .A «.fia voz .con silvidos, y ,„ ,.„v¡iaciM„ estertorosa acompañando á estos síntomas las señalesde las fiebres Ar- diente, Malignad PetecbiaL La causa inmediata es la .con- vulsión de los ligamentos, ó cuerdas vocales de la glotis. Las antecedentes son: la sangre desparramada por entre las túni- cas, membranas, y músculos de la laringe, pharinge, lengua, campanilla, y hueso hioides;el diámetro estrecho de e^tas partes,; y los continuos batimientos del aire, tomado y expeli- do con afán. Las procatarticas son las que causan las fiebres ardiente, maligna, d petecbial, aconteciendo la floxedad de Jas fauces. Las anginas inflamatorias linfáticas invaden princi- palmente en tiempo que corren aires húmedos y frios, y se presentan con estos efectos: pulso pequeño y convulsivo, orina cruda,escalofríos, toz, ronquera, apretura, dolor, y hinchazón no solo en la garganta, sino en las mexillas, y tras de las orejas; rubor, y manchas blancas en lo interior de las fauces; dolor gravativo de cabeza, ansias, dificultad en la de- gluticion, y respiración, baljento, y esputo fétido; destilacio- nes acres de narices, comezones y erupciones en todo el cuer- po pustulares, petechiales, erisipelatosas &c.La causa de esta angina es la abundancia, espesura, y orgasmo de ia linfa, en tiempo,comunmente endémico, ó epidémico. La esquilencia edematosa es aquella, en que siendo la tumefacción, asi interna.como externa, bien considerable, no hay fiebre, y es menor el impedimento de la respiración y deglinicion La eausa inmediata es la colección de linfa, y parte vSueros*¿ de la sangre en las fauces, ó por todo el texido celular de Ja garganta. Las antecedentes son: el dicho texido bien húmedo, y laxo; y disposiciones del cuerpo cachtcticas. Las procaf árticas son todas las de la hidropesía. S La Angina inflama/ori[a es mal grave y executivo. Los íumcres.que duranre la calentura se desparecen, anun- cian la muerte. Si acabada la fiebre permanece el tumor, amenaza cirro. Comunmunxe se resuelve esja angir-a é el quinto 4 sexto dia por salivación jcopio,sa, sangre de nari- ces ó menstrual, r upe ion de un apostema formado en las fau- ces;.ó por sangrías, ú otra evacuación. La esquilencia convul- siva * ANGINA, V^i rf^ siva es de sumo riesgo. La linfática trae también peligro, y ordinariamente termina por esputo, ó por sudor. La edema- tosa no es de cuidado. NUMERO DÉCIMO QUARTO. Curación de la Angina inflamatoria. EN esta enfermedad es muy importante sangrar sin dilación al enfermo, de suerte que siendo el mal execu- tivo, en un mismo dia deben hacerse dos, ó tres sangrías, co- menzando por el pie del lado enfermo; que quando no puedan hacerse, ó continuarse, se sajarán ventosas en las espaldillas, al rededor del cuello, y tras de las orejas. A mas de las sangrías son útilísimos los baños de agua tibia en las piernas. Fuera de esto, inspirará el enfermo lo mas adentro que pudiere, los vapores de infusión de flores de saúco y rosa, hecha en agua común, agregándole un poquito de vinagre; y se practicarán en gárgaras, colusiones, inyec- ciones, succiones, ó insuflaciones lps siguientes Remedios para las fauces en las Anginas itifi amatorias. TOMA de estracto vegeto media onza, de agua rosada media libra. Endúlcese con xarabe violado. ítem: De sal prunela media dragma, de xarabe de granadas agrias, onza y media, de las aguas de lantén y alfi- lerilio media libra de cada una: mézclense. ^ ítem: De miel rosada una onza, de cocimiento de ce- bada ocho onzas, de vinagre de saturno una cucharada. Mézclalos. ítem: De Pulque y cocimiento de cebada partes igua- les. Endúlcense con xarabe de limones. ítem: Se chuparán unos gajos de limón rebolcados en sal molida. ítem: Se soplaran á las fauces por un canon de papel %)s polvos sutiles de hojas de lantén, ó de pata de león. C Tq- 1 8 / ANGINA, opicos", ó Remedios a lo exterior de ha Garganta. L A miga de pan en leche amasada con polvos de Vivora. ítem*. La hierba llamada coronilla, ó la siempreviva, molidas, y amasadas con unto de puerco. ítem: Los polvos de albogreco en aceyte de hiemas de huevos. ítem: La xabonadura con polvos sutiles de tequesqui- te, y aceyte violado. ítem: Los cataplasmas de hierbas emolientes con pol- vos sutiles de nido de golondrinas, esperma de ballena, y aceyte de almendras dulces^ ítem: Toma una onza de Ungüento populeon,dos drag- mas de extracto vegeto, una dragma de espíritus de cuerno de ciervo, y hágase nutrido. Todos los remedios que se tomaren ó aplicaren, han de usarse tibios. Si ía inflamación no fuere violenta, pueden emitirse las sangrías; pero entonces han de menudearse los baños de piernas, y los demás remedios apuntados. En las anginas inflamatorias linfáticas se hará la cu- ra de las fiebres eruptivas, no excusándose las mas veces el hacer una sangría, procurando el esputo, mediante el si- guiente» Lamedor en la Angina linfática. » TOMA de oximiel cilítica dos onzas, de espíritus de cuer- no de .ciervo una-, dragma. Chúpese con un palito de orozus. ' Igualmentese promoverá el sudor, frequentando la^„ bebidas alexipharmacas diluentes. Que si el mal fuere reveH de, se aplicará un caustico á la nuca. • Remedios en las Anginas inflamatorias de los infantes. SE aplicarán sanguisuelas tras de las orejas, y á las espal- ^ dulas: se les untará la garganta á menudo con mante- qui-* / \ ANGINA. \ *_ ^T quilla, y aceyte de hiemas de huevos: y se les hará chupar un lamedor compuesto de miel prieta, y polvos dealbogreco. NUMERO DECIMOQUINTO. Remedios para ¿a lengua y fauces resecas de los Calenturientos. ESTE síntoma es una especie de angina inflamatoria; y asi, á mas de los auxilios generales, se harán gargaris- mos con sumo de hierba mora, y igual cantidad"de leche; ó se hará chupar ai pariente un lamedor compuesto de Jas baba- zas de goma de alquitira, ó de semilla de lino, con polvos su- tiles de azúcar candi. NUMERO DECIMOSEXTO. Medicamentos que maduran, y hacen rebehtarel Apostema de la Angina* SI después de hechos los remedios apuntados, calmada la execucion, se sintiere un tumor blando en las fauces, se practicarán ios gargarismos de leche cocida con mal- vas, y endulzada con miel prieta: se lamerá con freqüeecia la pulpa de caña-fistola, ó la miel virgen con polvos de le- chusas, ó de golondrinas tostadas: se aplicarán á los lados del cuello dos sapos frescos, abiertos por el medio, ó los tes- tículos de un cachorrillo. Finalmente, no rebentando espon- táneamente el tumor, se abrirá con un bisturí, usando des- pués los remedios abstergentes. NUMERO DECIMOSÉPTIMO. Remedios en el cirto,6 durezas délas fauces que resultan de la Angina. P Asados catorce dias de haber comenzado la esquilencia, no habiendo ya fiebre, y sintiéndose durezas en las fauces, debe creerse que ha degenerado en cirro. En este caso se aplicará á toda la garganta un cataplasma compuesto de higos pasados, raiz de caiabáziila del cerro, semilla de al- holbas, y hojas de malvas, cocido todo junto en agua, hasta i» 20 / ANOREXI \ffl0!Slm!ncm espesa. Y se harán freqüentes gargarismos con el cocimiento de la hierba del Pastor, que vulgarmente lla- man del cáncer, y raices de malvabisco. NUMERO DECIMOOCTAVO. Curación de la Angina convulsiva. ESTA angina convulsiva es la que vulgarmente llaman Garrottllo: siendo tan precipite, y peligrosa, se harán sin pérdida de tiempo, los remedios oportunos. Quando resulta de una inflamación ardentísima, se sangrará repetidas veces al en- fermo, primero del pescuezo, después de los brazos, y luego de los pies: se sajarán ventosas trss de las orejas en la nuca, y al rededor de el cuello: y se harán inyecciones alas fauces, me- diante una xeringuilla, con losgargarisrnosüel numero catorce. Que si esta angina fuere maligna, ó efiimatica, se ins- tituirá la cura del numero sesenta y siete* NUMERO DECIMONONO. Curación de la Angina edematosa. E aplicará al cuello la miga de pan en aguardiente, con _, polvos de flores de saneo; ó se untará con manteca de azahar, con flores de manzanilla: se harán gárgaras freqüen- tes con el cocimiento fuerte de pelitre y malvas;, ó con aguar- diente aguado, y sal: y se ministrarán purgantes activos. ANOREXI A r el fastidio á los alimentos D1S0RE- XIA. La poca gana de comer. Estos males comunmente na- cen de las siguientes causas: indigestión, ó mal cocimiento del estomago-, enfermedades graves, ó agudas; flatos histéricos, 6 hipocondríacos: pasiones grandes del animo; y relax alione s^ aparatos indigestos, y debilidades del estomago. Dé la indi- gestión escribimos separa da mun te. Mira el título Bradipep- sia. Las otras causas son bien conocidas. Las relaxaciones del estomago se originan de los ex- cesos en el agua, 6 de que ésta se use tibia por costumbre; de andar las gentes desfajadas, y expuestas al frío, particular- mente las que están hechas á el abrigo; y de evacuaciones, .in- moderadas, como diarreas, perdidas gpandes de sangre, ex- s ce- ArvOREXIA. V?^ ¿J cesos en la venus &c. Conocense las relaxaciones, poreRá-' ño que infieren las cosas húmedas, por la frialdad externa del estomago, y por el consuelo que recibe este en apretán- dolo. Los aparatos indigestos del estomago vienen ordina- riamente por obstrucciones de esta entraña, calor estraño, coleras, flemas,y empachos, ha obstrucción se barrunta, en siendo antiguo el desgano, y atareándose, y vomitando el en- fermo, por poco que se exceda en los alimentos; como si se enfíaqueze, padece calenturas lentas, dolores vagos en el cuerpo, diarrea habitual, caquexia, hidropesía &c. El calor estraño del estomago se manifiesta por la sed, calentura, sequedad de la lengua y fauces, estreñimiento &c. Las Coleras traen sed, dolor de estomago, amargor en la len- gua, y vómitos amargos. Las flemas, nauseas, ahilamientos, vómitos, y llenu- rasde estomago. Y el Empacho emb irazo, desconsuelo, y do- lor de esta entraña; sequedad de la boca, horror á las carnes, y estreñimiento, ó diarrea. La debilidad del estomago nace de inedia, evacuacio- nes copiosas, y males habituales. La gana de comer repentinamente perdida *£n los cuerpos sanos anuncia la diarrea. Si acabándose la fiebre du- ra el desgano, amenaza recaída, ú otra enfermedad. Todo accidente en que la gan3 de comer no se quita, trae buenas esperanzas. NUMERO VIGÉSIMO. Curación de la Anorcxia y Disoreaia. i TQ^^ *a descripción de las causas se vendrá en conocimien- JL to de las medicinas distintas que exigen estos males. Ge- neralmente, curadas las causas, se establecerá el uso de las siguientes Gotas estomacales. TOMA media libra de agua de agenjos compuesta, y méz- clesele poco á poco onza y media de aceyte de vitriolo. Ba- 2 2 j AN0KE7*£ ^9SH!^unto?; y dexese asentar el mixto, para colarlo por un lienzo tupido. Se tomarán por algún tiempo, veintegotasdeeste li- cor á las diez del dia, y otras tantas á la oración de la noche, en caldo común, vino blanco, miel rosada, ó xarabede cidra! En \a^ relaxaciones del estomago se pondrá el enfer- mo al régimen de alimentos secos, como son carne asada, pan tostado, y especies en las comidas,, aunque siempre de- be comerse poco; en la agua tendía la mayor abstinencia, y la.que tomare será de pozo, o cocida; y se le aplicará al es- tomago el siguiente Emplastro para los estómagos débiles y relaxados. TÓrnese una planchuela de algodón escarmenado; mójese en claras de huevos, y aguardiente;estiendase sobre un lienzo doblado; polvoréese de pez, incienso,y'almacÍ3ga, he- cho todo polvos sutiles; y apliqúese al estomago, renovando- la cada dos ó tres días. También se usarán las bebidas digestivas del numero nueve. En los aparatos indif estos del estomago, los primeros remedios que han de procurarse son los vomitorios. Mira el título Bradipepsia, Después, en la obstrucción, y flemas de esta entraña se establecerá el uso de los siguientes. NUMERO VIGÉSIMO PRIMERO. Remedios digestivos> aperitivos, y deobstrtientes. TOMA de polvos sutiles de genciana, y enula campana dragma y media de cada cosa, de tártaro soluble una dragma; Mézclalo todo, á tomar el peso de un escrúpulo, en , agua tibia, tres veces al dia. ítem: De azafrán de marte aperitivo, y sal de axen- jos dos escrúpulos de cada cosa; de aceyte esencial de cane- la nueve gotas. Mézclese todo muy bien, y háganse dos par- tes iguales, á tomarlas en ayunas, y al caer el Sol, repitien- do la toma por algunos dias. ítem: Tenemos un medicamento que hace á un mis- mo APOPLEXIA. \ 23 mo tiempo los efectos de digestivo, atenuante, \.^flaB¿dr zante, suave vomitivo, y ligero purgante. Este es el chileplquin ó chlltipiquin, que es un chile pequeño que seda en las Montañas. Se toman estos chüitos mezclándolos con pan, y una poquita de sal. NUMERO VIGÉSIMO SEGUNDO. Curación del empacho. Endrá e! enfermo la mas posible abstinencia en comidas y bebidas, principalmente en la carne, yaguafria: se le sobará el estomago por espacio-de media hora con ungüento de agripa,y aceyte rosado,creciendo por grados el esfuerzo, hasta que no se sienta dolor, ni embarazo en dicha entraña: se leñará una labativa purgante: y se le aplicará al estoma- go un huevo estrellado eo orina de personas* sanas, polvo- reado de cenizas del rescoldo; Muchas veces no se excusa ministrar un-vomitorio. Pero en no pudiendo usarlo, tomará el paciente, eh ayunas, y al meterse el Sol, alguno de los si- guientes Remedios para el Empacho. OMA del cocimiento fuerte de la raiz de costomate, ó de las hojas del árbol del iztamazucbil, ó de la almen- dra^ e una pepita de chirhnolla, una taza. ítem: El peso de un real de polvos sutiles de cuajo de vacas, ó de los de albogreco tostado, en agua tibia* ítem: Una taza de lexia, ó cocimiento fuerte de sal de agenjos, sal común, tequesquite, y caiviva. 4 ítem: Tomará el enfermo, una sola vez, á qualquiera hora del dia, media onza de azogue. En las Coleras,y calor estreno del estomago, después de los vomitorios suaves, si se Hallaren convenientes, se .mi- nistrarán las bebidas del numero quarto. APOPLEXÍA, MORBUS ATÓNITOS. El insulto, ó Apoplexia es la repentina privación de sentidos, y movimien- tos voluntarios, sin calentura, concusiones del cuerpo, espu- mas por la boca, ni señales de sincope."Es de dos maneras: " 'San** *S J4 / APOPLEXIA* ^¡jm¡¡¡#»'t Serosa. En la primera ,* cara se pone roxa v TnucTTaaa; el pulso grande, ú oprimido, fuerte, y duro; las ve- nas llenas, y tendidas; y todo el cuerpo caliente. En la apo- ptexia serosa, el rostro se buelve pálido.; los extremos comun- mente se enfrian; el pulso está lento y débil; y elcuerpo no se advierte caliente. Muchas veces acomete mixta esta en- fermedad, teniendo á un propio tiempo de sanguínea y sero- sa; y entonces participa de losefetfos de ambas. La causa inmediata de la apoplexía es la glutinosi- dad de la sangre abundante, ó de la copiade linfa en los va- sos del celebro, impidiéndose con esto el libre influxo del fluido nérveo á las partes. Las causas antecedentes son: los aparatos de sangre, ó de otros humores; los males graves de cabeza; y la mucha gordura, repleción, ú entonamiento de los cuerpos. Las procatarticas son: comidas explendidas; abundantes bebidas; ayres muy frios; vida ociosa, y regalada: sueño mucho, después de largas comidas; evacuaciones acos- tumbradas suprimidas; bebidas acres, y espirituosas; venenos narcóticos; iras violentas; exercicios penosos corporales, ó mentales, especialmente después de haber comido; heridas, y hidropesías de cabeza; y males convulsivos. Las señales que amenazan el insulto son los obscure- cimientos de la vista, bamboleos de cabeza, zumbido de oí- dos, propensión continua al sueño; y los adormecimientos de los brazos, cara, y lengua. La apoplexia tanto es mas peligrosa, quanto la respi» ración se hace mas dificultosa. El estertor siempre es malo, y siendo fuerte, mortal. El peor insulto es aquel que nace de traslaciones de humores al celebro. La respiración forza- da con el pulso débil, y vacilante; el sudor, y extremos frios; la inflación del vientre; y los movimientos epilépticos son nuncios de la muerte. El que recae de una fuerte apople- xia no se lebanta. Los que lloran por qualquiera causa leve, ó se les vá la cabeza, están en peligro de recaer. Si á la apo- plexia sobreviniere calentura lenta, morirá el enfermo; como también si resultare ceguera. Al engarrotamiento siguiéndo- se mucha flexibilidad, es cierta la muerte. Raro apople&ico no queda lisiado. NU- .^JTLEXIA*. NUMERO VIGÉSIMO TERCERO, Curación de la Apoplexia Sanguínea. Luego que se presentare un apoplectico, sea por la causa «que fuere, por poca llenura que se advierta en el pulso (salvo que las fuerzas estén muy débiles) se Je hará una san- gria del brazo; mas en.siendo la apoplexía puramente san- guínea (descubierta la cabeza, situándola en alto, y desem- barazados el cuello, y pecho) se le harán ligaduras á Jas piernas, y se le pondrán unos sinapismos á las plantas dé los pies, y inmediatamente se hará una larga, y ancha sangría, repitiéndola las veces que fuere necesaria. También se menu- dearán las labativas emolientes, y las minorativas frescas. La bebida será abundante,"de agua común agriada con vi- nagre, limones, timbirichos, zoconozcles&c. El alimento de- £>$ ser tenuísimo. Y se excusarán las friegas, concusiones, y remedios calientes, volátiles, y estimulantes^ NUMERO VIGÉSIMO QUARTO. Curación de ¡a Apoplexia Serosa. HEcha una sola sangría, si se hallare ser oportuna, se ape- lará 4 los siguientes remedios estimulantes, y eva- cuantes. • Polvos que han de insuflarse a las narices. TOMA de polvos sutiles de heleboro blanco un escrúpulo, de los de euforbio medio escrúpulo, mézclalos. ítem: De polvos sutiles deceboUeja, y de salvia par- jftes iguales, mézclalos. * ítem: Los polvos sutiles de la hierba que llaman Chu- pús en la Huasteca, y es la Ptarmica mayor, ó los de cebadi- lla, rosilla, agengibre, tabaco, contrayerba &c. ítem: Los Polvos de Zandobal. TOMA de polvos sutiles de cebolla albarrana, y de rosa partes iguales, mézclalos. D Aguas 20_ __J APOPLEXIA Aguas espirituosas para la frente, sienes, nuca, nari- ces, y coyunturas de los insultados. TOMA de agua cefálica dos onzas, de espíritus de cuerno de ciervo succinado dos dragmas, mézclalos. ítem: Desátese media onza de triaca magna en dos onzas de agua de la Reyna de Ungria. ítem: De espíritus de vino triacal dos onzas, de espí- ritus de sal armoniaeo urinososdos dragmas, mézclalos. Bebidas para usar en cucharadas. TOMA de ambir fino una dragma, de agua espirituosa de canela dos onzas, mézclalos. t ítem: De polvos sutiles de comejé una onza, de vino blanco una libra, mézclense. El comejé es un panal de piedra, á manera de tezontle, que labran jos Mozquitos para su habi- tación, en los campos de la Huasteca. ítem: Las aguas de peonía, ó de brionra compuestas, la del Carmen, la engolondrinas con castor &c. Tópico eficaz. TOMA de cera de Campeche dos onzas, de aceyte de ru- dauna onza. Mézclense á lajumbre, y con dos huevos batidos, y un puño de hojas de salvia, fórmese una tortilla, que se dividirá en tres partes, para aplicar á la nuca, y á am- bas quixadas, polvoreándolas de castor. Vejigatorios* TOMA de levadura agria dos onzas, de cantáridas grue^ sámente molidas dragma y media, de polvos de euforbia|L media dragma. Amásese todo junto con un poquito de vina- gre, y fórmense dos parches, untados por encima de aceyte de abeto, y extiendase.en badanas, para aplicarlos á las pier- nas, brazos, ó espaldillas, manteniéndolos pegados ocho ho- ras, ó hasta que lebanten competentes ampollas, procurando conservarlas llagas por algunos dias, mediante los ungüentos digestivos. Laba- APOPLEXIA. \ 2^ Labativas para los afectos soporosos^ TOMA media onza de levadura fuerte, y cuezase con un quartillo de orina común, hasta que consuma la tercera parte. Cuélese, y mézclesele una dragma de sal de Colima. ítem: De chichicamole media onza, de ruda un puña- do, de malvas dos puñados. Hágase cocimiento con la sufi- ciente cantidad de agua, á que queden ocho onzas; y colado, mézclensele dos onzas de manteca de puerco. ítem: De miei prieta, y agua miel de Magueyes qua- tro onzas de cada una. Cuezanse, y mézclensele dos onzas de aceyte de ruda, y una tomada de polvos de hojitas de San Pedro, ó de tabaco. Vomitorios fuertes. J_ OM A de tártaro emético seis granos. ítem: De hígado de antimonio seis granos. ítem: De vidrio de antirñonio quatro granos. Qualquiera droga de estas se hará polvos sutiles, y se batirá con una taza caldera de agua tibia, para ministrar al enfermo las cucharadas que fueren menester, hasta que se le provoque competentemente el vomito, ayudándolo después con vasos de infusión de salvia.^ Purgas activas. TOMA quince granos de polvos sutiles de trociscos de alhandal, y bébanse en vino blanco. ítem: De resina de xalapa quince granos. Muélanse 'con una poquita de hie'má de huevo, una almendra despelle- jada, y tres cucharadas de agua, para una toma. ítem: De raices de xalapa quebrantadas, y hojasen dos onzas de cada una, de estáñate dos puñados, y tres tomadas de anis. Pónganse en infusión con tres quartillos de aguardien- te; cuélese, y hágase tomar al enfermo una cucharada cada media hora, hasta que se consiga competente efecto. Quando el insulto trae su origen de evacuaciones su- primí- ^Q_ ^ , APTIIJE.. ^iirff,T^Tde humores transportados al celebro, ha de. pro- curarse la derivación á las partes correspondientes, mediante los auxilios indicados;;se aplicarán sinapismos á las plantas de los pies, y vexigatorios á los musios; y se tendrá libre el vientre. La apoplexia que resulta de otros males se cura co- mo la convulsión. Finalmente, la que nace del uso,ó irrup- ción de cosas narcóticas, pide prontamente vomitorios. APTHzE. Lqs Ulceras, ó et Fuego dé taboca es una aglomeración de llaguitas, que brotan por dentro ó fuera de la boca,, las quales algunas veces se extienden al tragadero,. estómago, y intestinos. La causa inmediata es un deposito de materiales acres,y inflamados en el estomago, y glándulas de, estas partes. Las antecedentes son la copia de linfa, y de humo- res crudos en el cuerpo. Las procatartieas son todas las de las acrimonias pútridas, y alcalinas; las causas dé la inflama- ción; y los movimientoscríticos, con que la naturaleza se de- sembaraza dé estos materiales.. Si las aptas renacen después de una grave enferme- dad, como diarrea, disenteria &c. son muy malas; como tam- bién si sobreviniere hipo. Las costras negras^, gruesas, ó du- ras, amenazan gangrena. En sintiéndose ardores, y dolores en el pecho^ estomago, ó intestinos, ha dé creerse que las ap- tas se han extendido á dichas partes. NUMERÓ VIGÉSIMO QUTNTO: Ea Cura de las Aftas. EN*este mal es preciso establecer el método curativo que propusimos en los números tres, y cinco, procurando que lasbebidasdiluenteS'Sean un tanto sudoríferas. Para est*hiemas de huevos, ó de mirra por deliquio. Pero en las ulce- ^ ras gálicas, á mas de los remedios internos, se aplicarán los ungüentos antiherpetico, de cinabrio, ó defecatorio;- ó se la- barán con el cócíhiiento de calancapatle, polvoreando/ por encima la misma hierba. AQUa\, La'Agua en las fiebres ardientes se tomará re- petidas veces, en poca cantidad, y como chupándola: en las • que nacen por crudezas de estomago, ha de escasearse quanto se _3Q-U^ AQVA. ~ pudiere. Los cuerpos jugosos no deben usarla sobre las co- midas. En siendo puras ¡as aguas, aquellas serán dañosas, que no estuvieren en costumbre tomarse. La agua fría en dosis moderada, rara vez daña á ios que se han habituado á tomar- ía; pero la muy fria, ó nevada, tomadas en cantidad, ó con continuación, comunmente obstruyen las primeras vias, im- piden la distribución de los alimentos, y originan las opila- ciones. La agua tibia abate las fuerzas, relaxa los estómagos, y los vuelve delicados; aunque en estando estos demasiada- mente húmedos y relaxados, tocia agua les es dañosa. Los Baños son naturales ó artificiales. Los primeros son frios, ó calientes-. Los segundos son simples, tibios, ó de cocimientos. Unos y otros también son vaporosos. Los baños frios son, ó de la agua de mar, ó de la común. Los de la agua del mar son útiles para curar las erupciones de la piel, como' caspas, empeynes, tinas, sarnas, ulceras, granos, comezones antiguas &c. Los comunes, que solamente han de practicarse eñ los que se han acostumbrado á ellos, y en los cuerpos ro- bustos, sirven para moderar el excesivo ardor de ía sangre, y el desenfrenado movimiento de los espíritus en los cuerpos adustos, furiosos, maniacos, ó hipocondriacos, y en las his- téricas. Los baños naturales calientes se llaman Termas. Los mas comunes son los ferruginosos,azufrosos,calcíferos,nitro- sos, y acídulos ó aluminosoi. De todos tenemos abundancia en estas dilatadas Regiones, produciendo cada especie distin- tos efectos. Porque lo* Ferruginosos aprovechan á los obstruidos, • hipocondriacos, y histéricas. Tales son en esta Capital la Fuente que llaman de Santa Cecilia, los de Cuincho en lasy, cercanías de Vallado lid, y los de Valparaíso hacia Durango q &c. Los baños de Azufre son buenos en la gota, lúe venérea, contracciones de miembros, ulceras de linfaabundantey cor- rosiva, y en las resultas de heridas, y luxaciones. Estos son los de S. Bartolomé y Cbichimequillas en las inmediaciones de Querétaro;San Miguelito en Zelaya; Hacienda de San Juan en Salvatierra; los de Ararony Cuiséo de la Laguna en las vertientes de Valladolid; los de el Señor Palafox y los --.--*-- *va« ARTHRITIS* 31 vaporosos de la Derrumbada hacia la puebla de iosvíVI^iesr &íc. los Calcíferos son útiles para fecundar á las mugeres, y promoverles sus meses, y para consumir humores linfáticos. De esta naturaleza son los de el Peñol, Aiotonilco el Grande, Ac ámbar o, Istapan ósc. Finalmente, los baños aluminosos, y nitrosos son propios en los encendimientos de la sangre, ardo- res, diarreas biliosas, y semejantes enfermedades, como son los de el Pueblo de Zinapequaro, los de el ojo de aguaen Sal- vatierra, los de Atotonilcoen San Miguel el Grande &c. Los-baños de agua común tibia convienen en los fla- tos calientes, acrimonias alcalinas, en los que toman el mer- curio, y en los males de la piel (quando hay mucha tensión, y ardores.) Los de cocimientos de tripas, y hierbas emolien- tes, ó frescas son utile*en las durezas, y tensiones por irri- tación, en las inflamaciones, y en las complexiones resecas. Los de hierbas calientes y olorosas aprovechan en las hidro- pesías que nacen de debilidad, en las parauses, y para ani- mar las fuerzas, principalmente de los infantes. Los medios baños hasta el estomago, nombrados Se** micupios, son saludables en las cólicas, dolores nefríticos, retenciones déla orina, en.las almorranas, cirros de el útero, y inflamaciones, y contracciones de las entrañas del vientre. Los Crúriluvios ó Pediluvios, baños de las rodillas abaxo, son muy oportunos en los- dolores y accidentes de cabeza, fluxiones de la cara y ojos, fiebres sintomáticas, pulmonías, dolores de costado, almorranas, menstruos detenidos. &c. Los Hipocaustos,qüe vulgarmente llaman Temascales, aprove- chan á las mugeres pasmadas; frías, y estériles: á aquellas, que tienen los menstruos mucho tiempo ha suprimidos- y en „, jlas fiebres intermitentes, parauses, y frialdades de los cuer- ¿é pos. Dañan generalmente los baños á los cacochimicos, ó en- crudecidos, á los que son demasiadamente gruesos, á los que padecen sangre del pecho, y á las que están en diasde parir. ARTHRITIS. La Gota es un dolor accesional, vago, ó fixo, por las coyunturas del cuerpo, que por grados crece, y en el ambiente frió y húmedo se aumenta, sin fiebre, ó si la hay alguna vez, es de pura irritación. Según la parte que • ocupa adquiere distintos nombres. Porque ía artritis que aco- mete ARTRHRITIS* s las-coyunturas, retiene el nombre de Gota- h de las manos se llama Cbiragra;\a>áe los pies Podagra; y la de los huesos de la cintura Iscbias 6 Ciática. Comunmente confunde el Pueblo este mal con el Reu- matismo, y aun con el Gálico; peroes visible la diferencia, porque el reumatismo viene siempre confie.bre, y muchas veces, violentísima; y los dolores venéreos regularmente se acompañan con una lenta calentura, la qual se aumenta sobre tarde, manifestándose siempre.esta enfermedad por las pu- dendas, pecho,ó boca. . La causa esencial de la artritis es la viscosidad, ó es- pesura de el humor del sudor. Las antecedentes son las com- plexiones sanguíneas y biliosas desregladas,, y los climas Septentrionales. Las procatarticas son: la vida sedentaria, el exercicio sobre las comidas, las evacuaciones acostumbra- das suprimidas, las digestiones pervertidas; excesos, y desor- denes en las comidas, en el vino, y en la venus; y ayres frios y húmedos, particularmente en las estaciones del Verano, ó del Otoño. . Esta enfermedad en haciendosehabitúal comunmente no se cura, y produce muchos males: turrioresen las coyuntu- ras, distorciones, debilidad,consunción, asma, cólica, hidro- pesía, apoplexia &c. Algunas veces sana la accesión con una copiosa afluencia de orina, ó con diarrea espontanea. La podagra es mas común en los viejos, aunque sue- le acometer á los jóvenes glotones, y desreglados. En pasan- do de los pies á los brazos, ha desospecharse algún error en la cura. El dolor ischiadicp acomete muchas veces á los que es- tando abochornados, reciben por ios lomos mucho frió. En toda artritis es muy necesario el buen régimen: en^ la fixa, luego en el principio alivian, y muchas veces sanan ^ en los mozos, los purgantes; mas si fuere el mal antiguo, lo agravan, igualmente que las repetidas labativas, y los reme- dios acres que mueven la orina. Los apositos frescos, y narco- ticos, siempre dañan en la gota. Quando todo auxilio se hace inuti1, aprovechan las fuentes. 3 -L ^ mete a toda NU- ARTBRITIS. \_J23 NUMERO VIGÉSIMO SEXTO. Curación de la Gota. PARA curar esta enfermedad es preciso reducirse á un re- gimen frugal de alimentos de noble digestión, á hacer exercicio, abrigar el estomago, y cuidar la transpiración. Se comenzará la cura por un vomitorio. Después tomará el en- fermo en quatro dias seguidos este cocimiento, guardándose del ambiente. Bebida antiartrítica. TOMA de guayacan, sarzaparrilla, polipodio, y hermo- datiles de cada cosa cinco onzas, de raiz de bardana ó lampazo dos onzas. Quebrántese todo, y cuezase con veinte libras de agua á que queden doce. Cuélese, y úsese tibio. Se pasará luego á el uso de la siguiente Bebida atenuante en la Gota. TOMA de cocolmecalt dos onzas, de canchilagua un pu- ñado. Quebrántense, y con quatro libras de 3gua hága- se cocimiento, según arte. Cuélese, y dividase en tres partes, á tomar tres veces en el dia, procurando la transporacion. Continúese por treinta dias. Concluidas estas medicinas, y durando el mal, se con- ducirá al enfermo á los bordes de los veneros de los termas azufrosos, ó á los suaves temazcales, acomodándose con abri- go á recibir los vapores que concilian el sudor, repitiéndolos algunas veces. Mas en no pudiendo practicarse, se usarán los siguientes 4á Baños vaporosos. DEsnudo el enfermo, y cubierto con una sabana, se me- terá en una vasija, que haya tenido licores espirituo- sos, como barril, tina, ó pipa de aguardiente; y sentándose * sobre un asiento alto, se vertirá al rededor un cocimiento, ó infusión de flores de saúco y de manzanilla, en donde succe- * sivamente se irán apagando unas brasas ó carbones encendi- E dos, T 3j¡^^ ARTHRITIS. dosl^parTque la abundancia de el vapor haga sudar á el en- fermo. Luego se le hará pasar un vaso de infusión de flores de saúco con quatro ó cinco gotas de láudano, y se envol- verá dentro de unas sabanas bien calientes. Después se po- drán usar los siguientes Remedios externos para la Gota. OMAde los acey tes de.cachorros, y fétidos de guaya- can y lombrices de cada uno una onza, de sal volátil de vívoras una dragma; mézclense, y úntense con plumas. Bálsamos de Zuñiga. TOMA de unto de León, y balsamo magistral de la phar- macopea Bateana (sin albayalde, ni sangre de drago) de cada cosa partes iguales, mézclalos, para usarlos de la misma suerte. Fomentos contra la Gota. TOMA de nexayote, que es la agua de nistamal, la can- tidad que quisieres. Caliéntese, y foméntense las partes con redaños, ó lienzos delgados doblados, hasta que vapori- zen. Balsamo de infantes. TOMA de cebo de infantes recien nacidos una onza; der- rítase á la lumbre con una libra de aceyte de vivoras por infusión; apártese, y en estando casi frió, se le mezclarán de aguardiente refino tres onzas, de flores de beojuy dos dragV* mas, de aceyte de aluzema dragma y medía. Úntense las par-^ tes. Unimento antiartritico. TOMA de polvos sutiles de la hierba de el zopilote \o que gustares, de aguardiente lo que basta para hacer una mixtura, con la que sefrotarán las coyunturas de el cuerpo, esperando el sudor. Em ASTHMA. Emplastro contra la Gota. TOMA de emplastro antipodagrico de Taquemo dos on- zas. -Derrítase suavemente, y en estando medio frió, amásese con media onza de aceyte esencial de romero. Apli- qúese extendido en una badana. ítem: De aceyte real de euforbio y de manzanilla una onza de cada uno, de tintura balsámica dos dragmas. Méz- clense, y úntense tibios. ítem: Se fomentarán las partes con el cocimiento fuerte de la hierba de Sosa. ítem: La cebolla cruda, y menudamente picada, se frotará al dolor con esfuerzo. Pero si la gota hubiere hecho retroceso á alguna en- traña, es preciso aplicar los cáusticos, y sinapismos, y minis- trar los cordiales sudoríferos. En la podagra se tendrá mu- cho cuidado de no repercutir los edemas. Emplastro para la Ciática. TOMA seis onzas de tecomahaca, de goma de euforbio, y simiente de mostaza de cada cosa dos dragmas, de aceyte de guayacán una onza. Hágase emplastro. En la ciática de las mugeres, que llaman dolor de bi- jada: se frotará la manteca de azahar con el azeyte de comi- nos, ó de aluzema; ó se harán los remedios externos de arri- ba. Muchas veces es convulsivo este dolor, y entonces se practicarán las unturas anticolicas anodinasen redaños de puerco. Otras veces es nuncio de sus reglas, y entonces se hará una sangría en el tobillo, y se les ministrarán las bebi- das suaves aperitivas, que sean un tanto calmantes, procu- • randoles el mayor abrigo. ASTHMA. El Ahoguío es una difícil y anhelosa res- piración, por lo regular sin calentura, que acomete, ó se au- menta por periodos. Comunmente se divide en seco,' y hú- medo. El seco es aquella sufocación que viene en los males * convulsivos, sin esputo, ni aparato de flemas en el pecho. El # asma húmedo trae copia de flemas, y se acompaña las mas veces con siividos, y estertor. Las Ój^^k* ASTHMA. Las causas del asma se?o son todas las de los movi- mientos convulsivos. La causa inmediata del húmedo es la abundante secreción, y espesura del humor bronchial. La an- tecedente es el texido floxo de los vasos de el pulmón. Las procatarticas unas originan la abundante secreción, y otras producen la espesura, ó tenacidad de las flemas. La secreción abundante nace de los infartos, ó llenu- ras del pecho, lo qual resulta de las pulmonías, fluxiones, apostemas, engrazamientos, humo de tabaco, transpiraciones que refluyen sobre los pulmones, aparatos de vientre, cache- xias, hidropesías &c. El origen de la espesura es el ayre frió respirado, estando caliente el cuerpo; el decubito de humo- res ardientes al pecho, que consumiendo lo mas delgado, re- secan los pulmones* y la glutinosidad delchilo por los vicios de la digestión. Si precediendo las causas mencionadas, no correspon- diere la excreción á la secreción, ó los esputos estuvieren ca- si enteramente suprimidos, resulta el Catarro sufocasivo, que es quando Ja dificultad de respirar ha llegado á tal extremo, que se ven por paroxismos repetidos sufocarse los enfermos, con un grande hervidero de flemas en el pecho. Esto viene de la suma tenacid*ad de las materias, que venciendo la fuer- za expulsiva de los pulmones, se emplastran, ó adhieren por toda su substancia. El asma es accidente peligroso; pero este grado últi- mo es de mucho riesgo, y comunmente incurable, particu- larmente si se sangran los enfermos á menudo. NUMERO VIGÉSIMO SÉPTIMO. Curación del Asma. **f EL asma seco se cura de la misma suerte que las convul- ^ siones. La curación de el húmedo se hace en dos tiem- pos: en la accesión, ó mayor sufocación; y fuera de ella. En # el primer caso, quando las congestiones, ó concusiones as- máticas hubieren originado algún principio inflamatorio en la sangre, no se excusa el hacer una sangría; la qual se omi- tirá, en faltando esta circunstancia. Luego se practicarán los • remedios siguientes, con el orden que ios prescribimos. Se ASTHMA. \^ff Se caldearán los costados y el pecho con una pella de unto de puerco, metiéndola primero en un cocimiento de manzanilla, malvas, rosa, y simientes de alholbas y linazas, y untándola, después de enjugada, coi los aceytes de linazas y almendras dulces, fritos con unas cochinillas: se meterán los pies en agua tibia: se hará una labativa emoliente: y se chu- pará un lamedor demulcente, ó se tomará en repetidas sor- biciones el cocimiento mucilaginoso de la goma del nopal, ó de linazas; ó el siguiente xarabe en medias cucharadas. Mixtura en las sufocaciones asmáticas. TOMA de xarabe violado media libra, de espíritus de azu- fre una onza, mézclalos. En todo este tiempo el régimen de alimentos ha de ser tenue, usando por bebida la infusión de flores de saúco, violetas, y amapolas. Quando el enfermo estuviere fuera de la accesión, co- menzará la cura por un vomitorio, ausj ite toda inflamación del pecho. Después se ministrará por tres dias alguna de las siguientes Bebidas aperitivas,y estomacales. TOMA de las raices de helenio, apio, y lampazo una on- za de cada una. Quebrántense, y cuezanse con dos quar- tillos de agua, á que consuma la tercera parte. Cuélese, y há- ganse tres partes iguales, para tomar una cada dia, vacio el estomago. ítem: De agua de cardo santo media libra, de elixir de propiedad una dragma, de esencia de canela quatro go- 0 tas. Mézclalo bien todo, á tomar como la antecedente. A el mismo tiempo ha de procurarse la expectoración, usando por algunos dias, antes de lebantarse, y á el acostar- se, media cucharadita del siguiente Electuario que hace arrojar flemas del pecho. TOMA de flores de azufre media onza, de polvos sutiles de cebolla aibarrana una dragma, de goma amoniaco dos escrúpulos, con xarabe de orozus hágase conservilla. He- 3^-m» ASTHMA. Hecho esto, se concillará el sudor por quatro ó cinco días, con el cocimiento fuerte de guavacan, tomando al mismo tiempo un grano de kermes mineral, á mañana y noche, en un poquito de atole. En todo el tiempo de la curación es muy útil echar en el puchero un pedazo de carne de Gato prie- to, mezclándole á el caldo unas cochinillas molidas. En el catarro sufocativo se practicarán los siguientes Remedios para el Catarro sufocativo. TOMA de polvos de ingo una dragma, de tártaro eméti- co tres granos, de oximiel cilítica una onza, de agua destilada de poleo media libra, de la espirituosa de canela media onza. Mézclalo todo muy bien, para tomar freqüentes cucharadas. ítem: De la goma de Archipin ó de la de armoniaco una onza, de agua común una libra. Hágase cocimiento me- neándolo continuamente hasta la disolución, y endúlcese con oximiel cilítica para ministrarlo en cucharadas. ítem: De extracto de orozus una onza, de masa de pildoras balsámicas media, de polvos de cochinillas y de ce- bolla albarrana de cada cosa dos dragmas, de kermes mine- ral seis granos. Con balsamo de azufre anisado fórmese una conservita espesa, de la que se chupará una dragma, en las execuciones. ítem: De polvos sutiles de valeriana silvestre una onza, de alcanfor dos dragmas, de castor una dragma, de sal volátil de cuerno de ciervo media dragma, de almizcle un es- crúpulo. Háganse bolitos, amasando todos estos ingredientes con la cantidad precisa de xarabe baJsamico, para chupar-*"" los de tiempo en tiempo, bebiendo encima una simple solu- ^y cion de polvos de ingo en agua de hisopo. ítem: De masa de pildoras antiasmaticas quanto gus- tes. Haz pildoras con xarabe de altea, para tomar un escrú- pulo á mañana y noche. En todo el tiempo de la accesión se mezclará á la be- bida ordinaria una dragma de vino emético. j4-t*n— ATROPHIA. 30 Aposito á la Garganta en el Ahoguío. E aplicará un lienzo ancho á toda la garganta, untado de la siguiente conservita: de ambir, ó de triaca dos onzas, de polvos de ingo media, de sal volátil de cuerno de ciervo dos dragmas. Mézclese todo. También es útil la siguiente Labativa antiasmatica. TOMA de cocimiento de poleo y mjei de magueyes dé cada cosa quatro onzas, de polvos sutiles de ingo me- dia: mézclense. Los cáusticos son extremamente perniciosos en el asma. ATROPHIA, TABES, MARASMUS. La Consunción de todo el Cuerpo. AR1DUR A. El enflaquecimiento de un so- lo miembro, minorándosele el movimiento. La causa inmedia- ta de estos males es el defecto del humor nutriente. Las an- tecedentes son. primera: sequedad en las fibras ó en los cola- torios de la nutrición, segunda: apretamiento, ú obstrucción de los nervios, y vasos de la Sangre, tercera: falta de líqui- dos, quarta: carácter acrimonioso en los humores. Las causas procatarticas son. primeras: exercicios continuos y penibies, desvelos freqüentes, uso inmoderado de licores espirituosos, calores graves, cuidados, y pasiones de animo intensas, segundas: los accidentes que espesan los lí- quidos, y impiden el transito del chiio, volviéndolo glutinoso, ■•como son los empachos, indigestiones, cachexias, fiebres in- termitentes, cirros, obstrucciones, aparatos mesentericos grandes, tumores, luxaciones, compresiones, fracturas liga- duras, terceras: inedias, evacuaciones, y dispendios de hu- mores, asi alimenticios, como excreticos. quartas: tísica, fie- bre hectica, lombrices, ó ulceras, chlorosis, escorbuto, lúe venérea, ictericia, apostemas internas,tóenlos suprimidos, y todo lo que viciando los humores, los hace incapaces de nu- NU- 40 ATROPHIA* NUMERO VIGÉSIMO OCTAVO. Método curativo de la Atrofia. T^NTRE los' innumerables errores que hay establecidos en S2j el vulgo para curar los enfermos, uno es la repetición de alimentos, con que se piensa de un golpe repararles las fuerzas, y en muy poco tiempo renutrirlos; pero lexos de conseguirlo, se ponen en peor estado, sufocándose la disges- tion del estomago, que apenas puede hacerse en los cuerpos débiles, cuyos resortes se hallan prosternados. El principal cuidado que ha de ponerse en los enfermos extenuados es des- truir las causas que impiden el acceso del jugo nutricio á las partes, para ministrarles con fruto los alimentos, los quales deben ser de fácil digestión, nobles, y en cantidad moderada. Por lo qual, en las primeras causas se hará toda la cu* ración que propusimos en el numero tres, y las de los titulos Ebrietas, ó Passiones animi, procurando á el mismo tiempo, la quietud y el sueño. Las demás causas deben curarse por sus propias indicaciones. Los cuerpos secos han de humedecerse con baños de agua tibia; usar délas legumbres y bebidas diluentes, como leche de burras, caldos frescos de pollo, &c y excusar las purgas. La Tabes que nace de una habitual gonorrea, y lla- man dorsal, se cura con dieta láctea, con hacer exercicio á caballo, y con los remedios restrictivos, evitando los purgan- tes. La tabes nerviosa es aquella que trae mucha flaqueza de nervios, fastidio á los alimentos, y aparatos mesentericos. Re- medíase con el buen régimen; uso constante de los marciales, aperitivos, y gotas estomacales, del titulo Anorexia, despuesV' de los vomitorios, si fueren oportunos; y con el exercicio \ar*» N go á caballo en ayres libres. La que se origina de hemorra- gias pide baños de agua fria, privación de purgas, uso de la quina; y remedios restringeutesjncrasantes, y opiados. Los cuerpos consumidos por apostemas necesitan de medicamentos balsámicos, y antigalicos. La atrofia venérea, después de los antigalicos ha de combatirse con los caldos de vivoras leche de burras, xaiea de cuerno de ciervo, y abrien- do ATROPHIA. W4r do dos fuentes anchas baxo de la nuca. En el marasmo de los mtftikctchos son útiles los baños de hierbas nervinas, el ré- gimen, el abrigo, !;¡s bebidas digestivas y aperitivas; y en las diarreas el ruibarbo tostado, y el uso del diascordio. La tísi- ca y beciica tienen sus títulos separados. Los alimentos propios para los cuerpos débiles y en- fermos son las leches, principalmente la humana, los caldos de aves, y carnero, las poleadas de maiz con canela; las de arroz, pan, ó harina tostada de trigo, &c. y los siguientes NUMERO VIGÉSIMO NONO. Pucheros de fácil y noble digestión, que pueden variar los enfermos. PANATELA. REmojese por un rato el migajon de un quarteron de pan frió, deshágase perfectamente en la agua necesaria, á que quede una horchata espesa, y incorpórensele dos hie- mas de huevos, las que se agitarán muy bien, hasta extraerle todas las hebritas. Póngase á hervir' á fuego lento con un pe- dazo de canela martajada, y la azúcar necesaria, meneándola continuamente, hasta que quede de mediana consistencia. Almendrada de Pechuga. SE molerán en un metate limpio media pechuga de gallina asada, un puño de niztamal, doce almendras despelleja- das, una tomada de culantro seco, y el peso de un real de canela; se deshará todo en agua, á que quede un cuerpo ralo. Cuélese por una servilleta, y con la azúcar necesaria pónga- se á la lumbre, cebándolo algunas veces con agua, para que quede bien cocido, y dexese en mediocre consistencia. Migas de Jesús Maria. HAN de hervirse tres tazas calderas de agua con un ra- mito de hierbabuena, un cascaron de cebolla, y un de- • do de manteca. Después de algunos hervores se sacarán la F ce- 42. ATROPHIA. ceboflPjfhierbabucp.a, echando la azúcar necesaria, y unos granitos-de sal. Apártese el mixto déla lumbre, y pasados algunos instantes, batiendo con un molinillo, se le mezcla- rán poco á poco dos bizcochos duros martajados, quiltro ó seis almendras gruesamente molidas, nn puñito de ajonjolí en- tero, y otro tanto de canela hecha polvos. Vuélvase á la lum- bre, hasta que tome mediano cuerpo (antes ralo, que espe- so,) habiéndole echado antes una poquita de agua de azah ir y de azafrán. Separadas las migas de la lumbre, se echarán en tazas, hermoseándolas por encima con unos .trozitos de azitron, pastillas de azúcar, ajonjolí, y polvos de canela. Migas batidas. SE pone á hervir agua con azúcar y unos granitos de sal: luego se le desmorona el migajon de pan necesario, ba- tiendo con un molinillo, á que se forme una poleada delgada: después se le mezcla media cucharadita de manteca, en que se hayan frito dos dientes de ajos. Hervirá hasta que espese, y quede como atole; y echándolo en platos, se polvoreará de canela. Hormiguillo. CUezase una taza de agua con dos terrones de azúcar, unos granos de sal, y un dedo de manteca: incorpórese- le, poco á poco, biscocho duro, gruesamente molido, de ma- nera, que quede el mixto aguadito, para que tenga lugar de cocerse. Apartado de la lumbre, se le mezclarán unas al- mendras martajadas; y vertido en la taza, se polvoreará de ajonjolí, y canela. K y Gigote. IJIquese menudamente una pechuga de gallina asada, y póngase á cocer con dos ó tres tazas de caldo simple de carnero ú ave, seis tomates, y tres dientes de ajos, fritos en manteca, bien picados, un clavo de especia, y una tomada de canela en polvos. Hervirá hasta que quede en mediana con- sistencia, antes espeso que aguado, para que apartado de la Jum- lumbre, se le mezclen un poco de vino blanco, y unas'gotas de vinagre. AURIUM MORBI. Las enfermedades de los oídos reas comunes son las siguientes. El dolor. El zumbido. Las pur- gaciones. Y la introducción de cuerpos extraños. El dolor de los oídos se origina las mas veces de una tenacidad emplás- trica que adquiere el humor de la cerilla, por causas internas, ó externas; de principios convulsivos, ó inflamatorios en la membrana del tímpano, ó en el conducto del oído; ó de la in- troducción de cuerpos extraños en esta cavidad. NUMERO TRIGÉSIMO. Curación de los males de los oídos. EN la primera causa aprovechan las instilaciones del acey- te de almendras, frito en un cascaron de cebolla, de la tintura de ingo, ó de la de castor; ó del aceyte de almendras de albaricoques, sacado por expresión: los vapores tomados por el oido del cocimiento de manzanilla: y el ungüento de zacarias con espíritus de cuerno de ciervo, frotado por enci- ma, y tras de las orejas. En las segundas causas las sangrías, y ventosas sajadas suelen ser útiles; y aprovechan las instila- ciones de leche de pechos, aceyte de hiemas de huevos, es- píritus de azufre por campana, orina de muchachos ¿kc; ó los fomentos bien tibios á la oreja de la infusión de flores de saú- co, veleño, y amapolas, con un poquito de vinagre rosado. A mas de esto, se freqüentarán las labativas, y bebidas di- luentes y laxantes. Si á pesar de estos remedios, subsistiere el dolor, se instituirán los baños de agua tibia, cuya dura- ción será de tres á quatro horas. En las terceras causas han de practicarse los remedios que proponemos abaxo. .. El tinito, ó zumbido comunmente resulta de otros accidentes. En los males agudos es muy peligrosa esta en- fermedad: si en los viejos nace de afección histérica, ó hipo- condriaca, es difícil de curarse. En los cuerpos resecos y acá- ' moniosos se instilarán los espíritus de azufre, ó los de tre- l mentina con aceyte de chía; y se darán muchos baños, y be- bidas diluentes. En el antiguo zumbido son miles los sumos de 44_ a aurium more:. de betónica ó ruda, cocidos en una corteza de granada; ó el aceyte de olivos con polvos de euforbio, heleboro blanco, ruda, castor, y almendras amargas. La sordera en siendo antigua no se cura: la que re- sulta en las fiebres, después del séptimo dia, regularmente es buena; pero en viniendo antes, por lo común es mortal: la he- morragia de narices suele curarla: en la antigua se traerán los oídos cubiertos; se practicarán los remedios fundentes, y mercuriales; y se instilarán á las orejas unas gotas de la leche que brotan los higos verdes, la sal volátil de succino, el licor de los huevos de las hormigas bravas, ó la siguiente Mixtura para la sordera. TOMA de xabon de Venecia raspado dos onzas, de raspa- duras de alcanfor dos dragmas, de aceyte esencial de romero media dragma. Hágase digestión á fuego manso, agi- tando la mixtura. Apártese, y guárdese bien tapada. También aprovecha muchas veces instilar á las ore- jas el aceyte que naturalmente destila el mirto, poniendo unas ramas frescas dentro de una redoma, desuerte, que no toquen el fondo. Mas si la sordera nace de materiales bilio- sos trasportados á la cabeza, las labativas continuadas, las bebidas diluentes, y los caldos purgantes para las comple- xiones biliosas y resecas, que ponemos en el titulo Purgantiay son remedios oportunos. NUMERO TRIGÉSIMO PRIMERO. Remedios para las purgaciones, y ulceras de los oídos. Quando se arroja sangre por las orejas, se llenarán por Hn rato de sumo de ortigas ó de lantén, de agua alu- minosa, ó del cocimiento fuerte de agárico. Si las pur- gaciones fueren puras humedades, se instilarán unas gotas de aceyte de escoria de fierro. Las ulceras antes de curarse se han de labar con orina de muchachos, ó con el cocimiento de cebada, mediante unhisopillo ó xeringuilla, para introducir después unas mechitas mojadas en hiél de toro, con unas go- AZOGAMIENTO. V"45 tas de balsamo católico, ó en la de puerco con miel rosada. En siendo la llaga antigua, conviene mojar las mechas en un- güento egipciaco. Para desinflamar, y secar, se gastará el aceyte de escoria de fierro. NUMERO TRIGÉSIMO SEGUNDO. Remedios para hacer salir los cuerpos extraños de dentro de los oidos. LOS Gusanos salen con el cocimientode cebadilla, ruda, y malvas. Las Garrapatas se executan, llenando las ore- jas de aceyte de olivos, ó de manteca de puerco derretida, poniéndose el paciente á que le bañe el Sol por dentro del oí- do, hasta que se vea nadar el insecto. Las sanguisuelas se des- prenden con las inyecciones repetidas de agua salada. Si algunas gotas de agua hubieren penetrado el oido, se harán freqüentes succiones con un cañonsillo, estregando al mismo tiempo las orejas. Los cuerpos duros, en no pudien- do extraerse con el limpia orejas, ú otros instrumentos, se les procurará la salida haciendo estornudar al enfermo con los polvos esternutatorios del numero veinte y quatro, inclinando el esfuerzo de!estornudo háciael oido enfermo ( habiendo hu- medecido antes todo el canal del oido con aceyte de almen- dras dulces) y tapándose las narices. Finalmente, si habien- do precedido abundantes purgaciones, se sintieren los oidos demasiadamente embarazados, se reblandecerán con el coci- miento fuerte de cebadilla. AZOGAMIENTO, es aquella enfermedad, en que la fe>oca por dentro* se excoria, las encías y fauces se hinchan, abunda la saliva, la respiración se dificuiti, se debilita el es- tomago, hay dolores vagos en el viente, bascas, y algunas veces vómitos, pujos, y diarrea; tiemblan los miembros, y se 1 buelven paralíticos; ios cuerpos se consu nen, &c Las causas son las congestiones de partículas mere «ríales, combinadas • con otras mas ó menos vitriolicas, en las entrañas del cuerpo, y mezcladas con la sangre, dimanadas del manejo continuo de azogues, y metales corrosivos, y de las exhalaciones que se 4^> k AZOGAMIENTO. se reciben, quando estos metales llegan á fundirse. Siendo el azogue una especie de menstruo, que mez- clado con los cuerpos salinos, se hace mas eficaz para disol- verlos, los que trabajan continuamente en el beneficio de los Montones, batiendolos,y incorporándoles la sal, el magistral, y el azogue; los que hacen freqüentes Tentaduras; los que laban dichos Montones; y los que de qualquiera otra mane- ra contrectan con freqüencia el azogue, el bermellón, el so- liman, la agua fuerte, y toda composición en que entra el azogue; ó finalmente, los que reciben las evaporaciones de dicho metal incurren comunmente en esta enfermedad, la qual es muy rebelde para su perfecta curación, quedando la- crados los enfermos, si llegan á curarse. NUMERO TRIGÉSIMO TERCERO. Curación de los Azogados. QUando el azogue introducido en el cuerpo, se manifies- ta por bascas continuas y dolores fuertes de estomago, se comenzará la cura, haciendo tomar al paciente mu- chos vasos de agua tibia, para procurarle el vomito. Después se freqüentarán la horchata calmante, y los tópicos anodinos, que pondremos en el titulo Cólica. En los dolores del vientre, en los pujos, y en la diarrea han de menudearse las labati- vas calmantes, y los tópicos del titulo Tenesmus. En las en- cías hinchadas, y dolores de la boca, es muy util el siguiente Gargarismo para los Azogados. TOMA de leche, y cocimiento de cebada de cada cosa una libra. Cuezanse con una onza de oro, hasta que quedefl tres partes de la agua y leche. Endúlcese con miel rosada. A mas de estas atenciones, ha de procurarse el sudor. El especifico en estos casos es el oro fulminante. Puede to- marse en la forma siguiente. Pildoras para hacer sudar a los Azogados. TOMA de oro fulminante un escrúpulo. Háganse veinte y . quatro pildoras con xarabe de fumaria, á tomarlas en ^ auatro BILIS. V47 quatro dias succesivos, metido el enfermo en la cama, a saber, tres á la madrugada, y otras tres al empezar la noche, be- biendo encima un vaso del cocimiento fuerte de guayacán. Después se le ministrará una purga. Finalmente, se pondrá al régimen de media leche con infusión de cha; y se excusa- rá quanto pudiere, de las humedades, y de los malos ali- mentos. BÚAS.-La Colera es un humor caliente, amargo, y amarillo-verdioso, que se deposita en el hígado, y vexigá de la hiél. Quando abunda, se desparrama por el estomago, y hipocondrios, causando desgano de comer, erutos rancios, bascas, ardores, y dolores de estomago, misereres, disente- rias, cólicas, &c; ó se extiende por el cuerpo, siendo enton- ces el origen común de las tiricias, erisipelas, y calores acres. Los continuos escalofríos indican la suma acrimonia de este humor. La cura en lo general se hace con los vomitivos sua- ves, remedios laxantes, bebidas aperitivas y diluentes un tan- to agrias, y con las unturas anodinas, accediendo un régimen de alimentos nobles, frescos, y nada irritantes. Las sangrías comunmente son perniciosas, igualmente que los fuertes eva- cuantes, principalmente en habiendo alguna destemplanza. De distintos colores suele vestirse la colera, Quando está encrudecida, se hace pálida, y pone pagizos á los cuer- pos, como sucede en la cblorosis: en abundando, y atenuándo- se mucho, resulta la bilis flava: mas habiendo muchos agrios en las primeras vias, nacen las coleras vitelina, eruginosa, y porracea. Esto es amarilla, de color de cobre, ó verdiosa. Si este ultimo color fuere constante en las evacuaciones de los adultos, poseídos de algún accidente crónico, éste ó no se cura, ó es mortal. Finalmente, en llegando á corromperse, y espesarse la colera, se pone negra, y entonces se llama atra- bilis, como sucede en la hipocondría, y iüericia negra. Pero la bilis irritada de la irascible origina desga- no de comer, sequedad de la lengua, nauseas, amargores de • la boca, ansias, vómitos, dolores de estomago y vientre, tem- m blores, delirios, dv lo es de cabeza, sed, fiebre, desvelos, ckc. Para curar este accidente, se harán luego pasar al enfer- 48 bradtpepsia. ; enféfííW unos tragos de agua fria: se le desahogará el pecho: se le aplacará el animo con blandas palabras; y si el vomito instare, se le ministrará mucha agua tibia para conseguirlo. Después toda la curación e.-*triva en freqüentar los remedios suavemente laxantes, y las bebidas agrias templadas Si la gar- ganta y pecho se cerraren, se tomará por algunos dias la agua de limas con sal. Quedando indispuesto el estomago, es util usar por bebida el cocimiento de tamarindos, cortezas de cidra, toronjil, y acederas. BRADYPEPSIA. La Indigestión, ó el mal coci- miento del estomago. Son casi innumerables las causas de esta enfermedad. Nosotros las reduciremos á tres clases, á saber: vicio en los ingestos, en el estomago, y en el agrio digesti- vo. Los ingestos pecan por abundancia, calidad, y modo de tomarlos: esto es, si se toma la cantidad que no puede dige- rir el estomago, ó la que le es extraña, de mala calidad, ó de difícil digestión: si las comidas no tienen el debido sazón, ni condimento, se toman sin mascarse, sin orden, con freqüen- cía, fuera de hora, bebiendo mucha agua encima, ó hacien- do después de ellas mucho exercicio corporal, ó mental. El estomago peca en la digestión por estar relaxado, débil, obstruido, ú ocupado, como sucede en los resfriados, húmedos, flemáticos, hipocondriacos, venéreos, borrachos^ glotones, bebedores, en los consumidos de largas enfermeda- des, en los que hacen vida sedentaria, y en los que padecen inflamaciones, apostemas, ó cirros en el estomago, ú otra entraña vecina. El agrio digestivo se vicia porque se consume, como acontece en los grandes calores, en las fiebres, diarreas, y otras evacuaciones; ó porque se deprava, lo qual sucede en, las irritaciones de colera, en la pica, y malacia, &c. Esta enfermedad en durando mucho, es la fuente mas común de las cachexías, hidropesías, obstrucciones, menstruos detenidos &c. NU- SUBO* \ 49 NUMERO TRIGÉSIMO QUARTO. Curación de la Bradipepsia. I O primero que suele presentarse en esta enfermedad son _j las crudezas yá acidas, yá nidorosas, cuya curación te- nemos asentada en los números cinco y siete. Pero como es- tas vienen por lo común, con aparatos de humores corrom- pidos en el estomago, se ministrará ante todas cosas el si- guiente Vomitorio en las indigestiones del estomago. TOMA de oximiel cilítica dos onzas,de polvos sutiles de hipecacuanha un escrúpulo, de sal deaxenjos medio es- ciupulo: mézclense, y bébase este xarabe con una poquita de agua de manzanilla, esperando el vomito. Hecho el primero, piovoquense los demás, tomando muchos jarros de agua ti- bia. Después se harán los remedios oportunos, y se pondrá el enfermo al régimen de las gotas estomacales que prescribi- mos en el titulo Anorexia. BUBO El Encordio, ó Potro es un flemón, ó tumor duro, inflamatorio, que brota en los emuntorios del cuerpo, principalmente en las ingles, y en las arcas. Conviene no equivocar el bubón con la hernia llamada enterocele, que sa- le también en la ingle, porque este tumor es redondo, cede á la compresión, aunque prontamente se lebanta, contiene mu- cho ayre, y causa vómitos, estreñimiento, y cólicos; mas el bubón comunmente es ovalado y duro, y acompañado de do- lor, rubor, ardor, pulsación, y algunas veces calentura. Los encordios son de tres maneras, á saber: simple- mente inflamatorios, venéreos, y pestilenciales. Las causas son las generales de la inflamación, las del gálico, y las de la fiebre pestilencial. Los efectos que ios hacen distinguir unos de otros, se deducen de las mismas causas. En la peste el bubón es de menos riesgo que el car- * bunco, y éste, que las petechias. Los potros pestilenciales, m que salen el dia onzeno de la fiebre, son buenos. Mas peligro- so*! son los que brotan en el cuello, arcas, y tías de las orejas, G que 5Q BUBO.a que efrtafingles. E*i montándoles un carbunco, son morta- les, como también si les rodeare un circulo amoretado. Los que embarazan la degluticion, brevemente quitan la vida. Los que nacen tras de las orejas, y los de las fauces, en cre- ciendo mucho, y poniéndose blandos, son mortales; lo cue no sucede en siendo duros, largos, y abultándose poco á poco. Si son muchos los encordios en la peste, es buena seña!, á la con- tra los carbuncos. NUMERO TRIGÉSIMO QUINTO. Curación de los Encordios. TRES tiempos han de distinguirse para la curación de los potros. El primero, en que son recientes, y aun no se ponen ruborosos: el segundo, en el que crecen las pulsacio- nes ó latidos, y el tumor se mira muy encendido. Y el terce- ro, enel qual, mitigándose las punzadas, el bubón se pone blan- co, ó disipado el dolor, se endurece enteramente; ó hacién- dose muy doloroso, se vuelve amoretado, y varicoso. En el primer caso de este ultimo tiempo se descubre el apostema, en el segundo el cirro, y el cáncer en el tercero. Los encordios simplemente inflamatorios, como tam- bién los venéreos, estando en el principio, deben resolverse mediante las sangrías, bebidas diluentes, y remedios laxantes, aplicando al tumor los Medicamentos que deshacen los Potros. TOMA de ungüento de azogue una onza, de polvos de raiz de lirio una dragma, mézclalos. ítem: El ungüento de zacarias, ó los de agripa, y cua- jo de cabrito con injundiade gallina, y aceyte de manzanilla. También es util caldear el tumor con las pencas del nopal de tuna tapona, suasadas, y abiertas por el medio; ó se pegará un parche del emplastro mercurial irino, ranas, < gaicano, ó diachilon gomado, polvoreándoles los polvos su- tiles de mercurio dulce. En el segundo estado de los bubones, quando estos están muy ruborosos, 9 encendidos, han de sajarse profunda- ' men- BULIMIA* V 5 I mente, hasta deprimirlos; que si no se hubieren competen- temente elevado, se les aplicará antes una ventosa, curándo- los después con los remedios desinflamantes, asi internos, co- mo externos. Mas si el potro inclinare á supurarse, ya es ne- cesario el uso de ¡os Madurativos para los Encordios. TOMA de hojas de malvas dos puñados de flores de man- zanil la m-dio p; fiado. Cuezanse en leche, hasta la con- sistencia de cataplasma: apartadoel mixto de la lumbre, se le mezclarán dos hiemas de huevos, el peso de dos reales de polvos sutiles de tequesquite, y un poco de aceyte rosado. ítem: Mezcla de levadura, y unto de puerco, dos on- zas de cada cosa, dos hiemas de huevos, y el peso de dos reales de polvos sutiles de chichicamole. | Ítem: Los colorines, ó frutos del patol, Hechos polvos, y amasados con unto de puerco; el ungüento de altea con raspaduras de xabon: el de cuajo de cabrito: el de diachilon gomado: el excremento humano, &c. Estos remedios se han de aplicar calientes á mañana y noche, hasta que madure perfectamente el tumor para echar mano de los supurantes. Que si el tumor degenera en cirro, ó cáncer, se hará la cura que propondremos en sus tí- tulos. Los encordios pestilenciales deben curarse desde el principio por la via supurativa, mezclando triaca á todos los remedios. BULIMIA. La Hambre canina es un constante apeti- to á los alimentos, aun estando lleno el estomago. Esta enfer- medad, y la inclinación á comer cosas estrañas vienen de un agrio corrompido en el estomago, que resulta en los males habituales, en que se vician el agrio digestivo, la saliva, la bi- lis, y el jugo del páncreas; lo qual sucede muchas veces en la cacochilia, hipocondría, chlorosis, menstruos detenidos, lom- brices del estomago, y en las preñadas. Comunmente no en- gordan los famélicos por la acrimonia que contraen sus hu- 0 mores. Curase la bulimia á fuerza de vomitorios, y remedios absorventes, atendiendo siempre á la acrimonia dominante. Para lo qual mira el titulo Acrimonia?. CA- 52 Í CACHE XI A. CACHEXIA, CACOCH1LIA, CAC0CH1MIA. Es aquel mal, en que los cuerpos se ponen descoloridos, debuts, de carnes blandas,comunmente entripados,y medio hinchados, que se ahogan a el andar, de mal cocimiento en el estomago, y a veces con una lenta calentura. Siendo la sangre una masa compuesta de panes rubia, fibrosa, y suerosa* cuyo enlace es preciso que sea exacto para las funciones del cuerpo, su- cede muchas veces, que perdida esta estrecha unión, resulta la sangre cruda, ó como cortada, causa inmediata de esta en- fermedad. Porque el suero inundando el texido celular, origina palidezes en la piel, blandura de carnes, hinchazones ede- matosas &c. La parte fibrosa atolondrada en los vasos, pro- duce obstrucciones, concreciones, pólipos, ahogamientos &c. Y la parte rubia enferma, y mal acondicionada, es el manan- tial de las acrimonias ya acidas, ya alcalinas, que acompa- ñan á esta enfermedad. Las causas antecedentes de la cachexia son la quilifi- cacion, y sanguificacion dañadas. Las procatarticas son los vicios de la digestión; las excreciones naturales sanguíneas suprimidas; la circulación lenta; y la debilidad de los pulmo- nes, y vasos déla sangre. Este accidente en sus principios es remediable; pero si se omite el impedirle los progresos, de- genera en una grave hidropesía* NUMERO TRIGÉSIMO SEXTO. Curación de la Cachexia. ES absolutamente necesario para curar la cachexia arre- glar el régimen del enfermo ante todas cosas, dester- rando los ingestos que encrudecen, principalmente los lacti- cinios, hierbas, frutas, excesos en el agua, bebidas frescas, caldos freqüentes &c. Fuera de esto, se hará mucho exerci- cio, principalmente á caballo, y en ayres puros: se excusa- rán del todo las evacuaciones de sangre; y se establecerá por algunos dias el uso de los remedios digestivos de el numero veinte y uno. La cena será una ligera y noble refacción, ex-» cusando las carnes, Por agua común se usará la siguiente CALCVLUS URINAS. -;{ 53 Agua Marcial. TOMA quatro quartillos de agua limpia de pozo, ó la misma cantidad de la de rio, fuente,ó llovediza,cocidas; y mezcla á qualquiera de ehas una dragma de la tintura elás- tica, para tomar por agua del tiempo. Las Clorotícas, ó Personas que tienen alguna evacuación de sangre natural, ó puesta en costumbre suprimida, podrán usar las bebidas diu- réticas, y aperitivas del numero ochenta y tres; y frotarse al vientre el ungüento clorotico. Pasado algún tiempo del uso de los remedios digesti- vos, se purgará el enfermo con las siguientes Pildoras purgantes en la Cachexia. TOMA una dragma de la masa de pildoras de ruibarbo de la Pharmacopéa de IVIadrid, y fórmense pildoras do- radas, á tomarlas á las once de lá noche en atole. Después se pasará al uso de las pildoras atenuantes aperitivas, y de las gotas'antihidropicas del numero ochenta y tres. En esta curación hade insistirse, recomenzando los remedios, hasta la perfecta curación de \aCacbexia. Que si el pecho estuviere enfermo, ó los pulmones débiles; si la com- plexión fuere ardiente, ó hubiere alguna calentura, se ex- cusarán los remedios marciales, y calientes; y se usará á todo pasto el caldo de pollo aperitivo, ó lá agua común cocida con el amalgama de Solano. CALCULUS URIN^, IITHIASIS. El mal de pie- dra en la orina. De las arterias emulgentes. primeros ramos deja aorta, (que es la primera ürieria del corazón) luego que parten del pericardio, se cuela la orina en los riñones. Estos son unas sustancias glandulosas por fuera, y por den- tro tubulosas, que transfieren este liquido excrementicio, por medio de otros mas anchos tubos, llamados cuerpos papila- res, á la pelvis, deposito común de dicho humor, para que por los uréteres se descargue á la vexiga. La proximidad 1e esta oficina al corazón, que es la fuente de !a sangre; las excreciones cruentas de-la orina, que se observan frequentemjute en la litiasis; las deyecciones de humo- 54 i • CALCULUS URIb.E. humores muy calientes, que preceden comunmente á esta enfermedad; y sus causas antecedentes, y procatarticas, que son: complexiones sanguíneas, vida sedentaria, uso continuo de las aguas relaxantes, acotaciones violentas de los cuerpos, &c; junto, con observarse que los cálculos de la orina, por muchas capas de distintos colores que tengan, siempre en el fondo son rubios, me hacen creer, que el origen de la piedra en los ríñones es la parte rubia de la sangre, detenida en estas partes, y i.utrida por la aposición continua de los sábulos de la orina. Los signos que demuestran estar la piedra en los rí- ñones son: dolor fixo, continuo, obtuso, y gravativo en los lo- mos, vómitos muy freqüentes, mixíon de sangre después de algún movimiento violento del cuerpo, y expulsión de pie- dresillas, puses, ó hilachas por la orina. Hallándose el calculo en los uréteres, el dolor es mas intenso, el cuerpo está incapaz de doblarse, hay continuo ar- dor en los lomos, se adormecen las piernas, se retraen los tes- tículos, y la orina unas veces es sanguinolenta, y otras muy clara y escasa. Pero estando el mal en la vexiga se manifiesta por es- tos efectos: orina blanca, con mucho asiento espeso, y gra- veolente; dolor intenso, antes y después de orinar; comezón, y pujo en el extremo de las pudendas, y en el ano; y dificul- tad para andar, pudiéndose solamente hacer con las piernas abiertas. La litiasis generalmente es de muy difícil curación; los que la padecen comunmente mueren disvariando, conve- lidos, y ulcerados. Las mugeres están menos expuestas á esta enfermedad, asi por la amplitud de sus vasos, como por la fa- cilidad que tienen en arrojar sangre. NUMERO TRIGÉSIMO SÉPTIMO. Curación del mal de piedra en la orina. LA cura de esta enfermedad se hace en dos tiempos, á saber, en el mayor vigor de los dolores, y quando estos s se hallan moderados. En el primer caso se harán los reme- dios callulUS URINJE. f 55 dios del numero octavo; las labativas de caldo de tripas de carneros con aceyte de almendras dulces; ó de leche, miel, y aceyte; las inyecciones por la uretra de aceyte de coco, ama- polas, linazas, ó de almendras dulces; y los redaños al vien- tre, en cocimiento de leche, y veleño, con los aceytes calas-' ticos. Si la piedra se hubiere atravesado en el cuello de la vexiga, se repelerá con la tienta. Bebidas para suavisar los dolores fuertes del mal de piedra. TOMA de xarabe de cinco raices unaonza,deaguade cer- rajas quatro onzas,de láudano cinabarino dos granos, de espiritus de nitro dulce un escrúpulo: mézclese todo, y tóme- se en repetidas cucharadas. ítem: De infusión mucilagincsa de linazas un vaso, de xarabe de mucilagos una onza, de láudano liquido oché go- tas: úsese de la misma suerte. Minorada la fuerza del eretismo, toma de cocimien- to de las cortezas de cañafistola, interior y exteriormente raspada, media libra, de xarabe de cinco raices dos cucha- radas, de espiritus dulces de vitriolo una dragma: mézclalo todo, y bébase una vez. Remedios litontripíicos, ó que expelen la piedra de la orina. P Asada la accesión hará el enfermo algún moderado exer- cicio á pie, ó á caballo, y usará alguna de las siguien- tes medicinas: el cuerpo de un grillo, sin pies, alas, ni cabeza, se cocerá con una taza de agua, hasta que quede en media; colada, se tomará en ayunas por quince ó veinte dias. ítem: De cebolla y paritaria de cada una media li- bra, de pulque ocho quartillos. Destílense tres libras, que se tomarán en seis mañanas. ítem: De cocimíentoxle linazas media libra, de xara- be de cinco raices una onza, de lexia de xabon dos dragmas: bátase muy bien todo, y tómese de esta agua dos ó tres cu- charadas en el dia. ítem: 5 6 \ « CALLI. ítem: De los aceyr.es de palo, enebro, y linazas de ca- da uno partes iguales: mézclense, y desátese un escrúpulo á mañana, tarde, y noche en agua de grama. ítem: De poUos sutiies ce mirra una dragma, de los de cochinillas media, de esperma de ballena dos escrúpulos: mézclese todo, y háganse seis papeles, á tomar uno en ayu- nas, y otro al caer t¡ So!. ítem: Los polvos de hollín de chimenea, temados en vino blanco. Por agua común se usará el cocimiento de la corteza de cañafistoia, ó de las raíces de lá hierba de la golondrina. Cataplasma al empeyne, y perineo en la litiasis. TOMA de cebolla cruda menudamente picada media li- bra, de veleño fresco dos puñados: muélanse juntos en un metate, y amásense con aceyte de escorpiones, y de al- mendras dulces. Linimento para lo mismo. TOMA de aceyte fétido de lombrices una onza, de el de succino media, de espiritus de sal armoniaco alcanfo- rado, de los de hollín, y de láudano liquido de cada uno drag- ma y media: mézclalo todo. Los últimos recursos son la dilatación de la uretra, la puntura, v la litotomia. CALLÍ, ET CLAVI. Los Callos,y los Clavos son unos tumores nerviosos que nacen en qualquiera parte del cuerpo, principalmente en los pies, y manos, originados del continuo exercicio, ó de acrimonias alcalinas. Tres aspectos tienen, á saber, de inflamación, de cirro, ó de cáncer. El pri- mer estado lo manifiestan el dolor constante, calor, rubor, y comezón. El segundo se conoce por la mucha dureza, y in- dolencia, mientras no se tocan con algún esfuerzo. El terce- ro lo demuestran las señales del cáncer. ¿W- CÁNCER» > $7 NUMERO TRIGÉSIMO OCTAVO. Curación de los Callos y Clavos. EN estas enfermedades han de menudearse los baños, los auxilios del numero tercero, y los tópicos que pondre- mos en el titulo infiammatio. Mas si fueren muy antiguos, se frotarán con el cebo de las candelas bien caliente, ó con las pencas de zabila asadas, y untadas de aceyte rosado. Si di- chos tumores estuvieren en los pies, se les dará respiración á los calzados, haciendo una incisión en cruz por la parte cor- respondiente. Habiéndose endurecido demasiado, se procurará re- blandecerlos, aplicando un parche del emplastro de meliloto, del de mucilagos, ó de cera de Campeche; que en sintiéndose ya blandos, se cortarán en capas delgadas, sin llegar al cen- tro, volviendo á aplicar los emplastros, hasta que las raices se disipen. En el grado carcinomatoso se practicará la cura del titulo siguiente. X CÁNCER, CARCINOMA. El Cancro, ó Zaratán es un sarcoma, 6 cirro inflamado, ó ulcerado. Si á algún tumor • carnoso, ó cirrosoacontecieren causas inflamantes, como son contusiones, exercicios violentos, sangre detenida, medica- mentos repercusivos, bebidas espirituosas, &c. resulta que dichos tumores se ponen tiesos, dolorosos, varicosos, amo- retados, y con mucha comezón. En este estado se llaman can- cros ocultos. Mas en llegando á rebentar, se origina una ul- cera horrorosa, cuyos bordes, volviéndose lo de dentro á fue- ra, sedexan ver negros, y duros, rodeados de venas gruesas, que destilan un licor delgado, negro, pútrido, y graveolente, causando siimos ardores. Estos tumores ulcerados se llaman cancros abiertos; pero los que se andan, ó se escapan.de en- tre los dedos, se dicen cancros movibles; que manteniéndose en un lugar fixo, les nombran adherentes. El cáncer interno se conoce por ios signos de una in- flamación gravísima en enfermedades principalmente habi- tuales, como hidropesías, escorbutos, obstrucciones, dolores fixos antiguos, cirros &c. H El 5 o I CÁNCER. El cáncer es una enfermedad sujeta muy pocas veces á una cura radical, pues solo el movible, en siendo superfi- cial, y circunscripto, logra esta felicidad,, mediante la ampu- tación. El adherente, asi oculto, como ulcerado, no tien.n otra cura comunmente que la paliativa. El interno freqüente- mente es mortal. NUMERO' TRIGÉSIMO NONO. Curación de los Cancros. LUego que se declarare el cancro-, si fuere movible, se le procurará la extirpación; mas en siendo adherente, se harán algunas cortas sangrías, repitiéndolas de tiemro en tiempo, se ministrarán los remedios del numero tercero, y se aplicarán los Tópicos que calman los dolores, y ardores de los Cañeras. LAS carnes recien kiuertas de vaca, ternera, cachorros, pichones, pollos, tortugas &cv y las cocidas y hechas pasta, de ranas ó ajolotes. Ítem: Las lombrices molidas en almirez de plomo; la sangre de tortugas; la penca del nopal cimarrón &c. ítem: El nutrido de sumo de hierba mora,; aceyte de hiemas de huevos, y azúcar de saturno; las compresas moja- das en agua de veleño con trociscos blancos de Rhásis; y los tópicos del titulo inflammatio. En el cancro ulcerado si la putrefacción se aumenta- re, es preciso usar con prudencia de los detergentes balsámi- cos, como son las tinturas de mirra, ó de azibar, ó losfomentos contra la erisipela del numero sesenta y tres, polvoreando des- pués él azarcón, albayalde, greta, ó plomo quemado./La hierba del cáncer, ó del pastor, primero en lociones, y lúe- • go polvoreada en la ulcera, es utilisjma. Pero es inexcusable procurar la mayor limpieza á Ja llaga. En el cáncer interno < han de alternarse los remedios diluentes, con los fundentes, interrumpiendo el uso de estos últimos, luego que la fiebre %i*\\ creciere. CAR- carbunculus. 5.9 CARBÚNCULOS, CARBO, ÁNTRAX. El carbun- co, Landre, ó Piojo es un -tumorsíilo mas ó rnen^s grande, maligno, doloroso, ardoros -», entre roxo y aplomado, elevado en punta, (en donde brota una escara, ó costra negra, rodea- da de muchas vexiguilias)y circundado por la cutis que*le■'ci- ñe, dé un rubor inflamatorio. La causa de este' maligno tu- bérculo es una despumación, ó cri-sís de humores virulentos, acompañada de tan violenta inflamación, que parece tira á gangrenar ias partes. Los Carbuncos son simplemente malignos, ó pestilen- ciales. Estos últimos si salen en los ojos, manos, estomago, ó vexigadela orina, ó se andan despareciendo, anuncian la muerte. El mal en lo general es peligroso. NUMERO CUADRAGÉSIMO* Curación de los Carbuncos. LA cura de esta enfermedad es interna, y externa. La in- terna se hace con los remedios del numero sesenta y sie- te. La curación externa pide la extirpación, ó la supuración, que es la mas corriente, y segura. Para conseguirla es preciso reblandecer antes la escara con el eocimienüo de malvas en le- che, ó con una solución de almendras en agua tibia, sin insis- tir mucho tiempo en ello, para echar quanto antes, mano de los supurantes. Cataplasma supurante en los Carbuncos. TOMA de levadura una onza, de sal de axenjos, triaca, y ungüento de isis,.quanto baste á que torne consistencia. Apliqúese por algún tiempo. Y concluyase la cura con el un- güento de isis mezclándole un poquito de aceyte de palo; .(¡JAR DI ALGIA. El Dolor de estomago se origina, 4 primero: de iras violentas, ingestos dañosos por su cantidad, ó cajidad, crudezas, lombrices, ó materiales acres y pegajo- , sos. Segundo: de acrimonias alcalinas. Tercero: de inflama- ción, apostema, o cirro en el estomago. Quarto: de flatos hi- f poconc^riacos, o histéricos. Quinto: de durezas tónicas del , ; vientre. Sexto: de traspiración detenida, frialdades recibidas ." por 6o •* CARDIALGÍA. por fuera/ del estomago, ó en los pies; y materiales catarro- sos, venéreos, escorbúticos, artríticos, de viruelas, saram- pión &c. Séptimo, de debilidad. El dolor de estomago que acomete con desmayos es peligroso. El antiguo termina en supuración. En el tenaz, y habitual, las vexiguillas, ó tubérculos que aparecen en las piernas anuncian la muerte. NUMERO QJJADR AGESIMO PRIMERO. Curación de' la Cardialgía. LA cura de esta enfermedad se consigue combatiendo las causas» En las primeras es importantísimo usar de los vomitorios suaves, ó fuertes, según estuvieren indicados; y después los remedios calmantes, interpolando los digestivos, y atenuantes, quando fueren oportunos. Para las lombrices se gastará el mercurio dulce con xarabe de flores de duraznos, ó los remedios antelminticos. En las acrimonias alcalinas se tomará mucha agua fría, ó limonada nevada; se ministrarán los polvos absorven- tes del nnmero sexto; y se frequentarán Jos baños, y bebidas diluentes, aperitivas, y laxantes. Las terceras causas se curan como las inflamaciones y cirros inflamados, no faltando Ios- calmantes; ó con los atenuantes y evaquantes en siendo por abcesos. En los flatos hipocondriacos, y histéricos, se fre- qúentará la siguiente Minorativa contra el dolor de estomago por causa vaporosa. TOMA de hojas de sen ( bien limpias de sus vaynas) tres dragmas, de pulpa de tamarindos media onza, de agua común quatro onzas. Póngase todo junto al fuego, á que dé un hervor; y apartado de la lumbre, dexeseen infusión toda lá noche, para que á la mañana se le deshagan dos onzas de ' maná. Colada la infusión, se le echarán tres gotas de esencia de anís, para usarla tibia. Las bebidas diluentes, y calmantes, que sean un tanto quanto carminativas, alternadas con los re- \ medios laxantes, y tal vez con los suaves vomitivos, curan es, ! tas causas» &*$ CASCADURA. 01 Las tiesuras, ó. durezas tónicas del vientre han de cu- rarse como las cólicas convulsivas, insistiendo en los medios-? baños con hierbas emolientes. En las sextas causas son muy útiles los termas azu-. frosos, y los remedios diaforéticos, y roborantes, no dexando los calmantes. Un emplastro de triaca fina, ó de ambir con un poco de láudano liquido, y aguardiente, satisface esta indi- cación que en no bastando estos remedios, se abrirán unas . * fuentes en los muslos. En las viruelas,y sarampión se echa- rá mano de los sudoríferos, anodinos, y estomacales. Ulti- v mámente, en la debilidad del estomago se aplicará á esta en- traña una gallina abierta por el espinazo, menudeándolos re- medios roborantes. Generalmente es Util en la cardialgía pe- gar una ventosa con mucha llama á la boca del estomago. CASCADURA, ENGRASAMIENTO, es una inci- . píente, ó declarada tísica, acompañada de inapetencia, mal ...; cocimiento del estomago, y dureza, elevación, embalamien- to, sufocación, y constipación del vientre, no habiendo las mas veces calentura. Originase del acumulámieuto de mate- rias corrosivas, y terreas en el pecho y vientre, lo qual pro- viene de las continuas inspiraciones de metales vaporosos. Las gentes que trabajan en las minas, ó en las ofici- nas en que se funden y manejan los metales, á mas de que respiran forzosamente un ayre cargado de partículas terreas, y vitriólicas, se ven usar con exceso délos licores que em- briagan y llenan de.flemas el estomago, creyendo por este medio consolar dicha entraña, avivar el apetito, y sostenerse en el trabajo; otros por eLcontrario, en sintiéndose abochor- "' nados, se tiran sin precaución á la agua fría. De estos princi- pios resultan las indigestiones, cachexias, y infartos, ó llenu- ras de materias pegajosas y acres^ que constituyen la casca** dura. . Esta enfermedad puede en sus principios curarse, no siendo las personas que la padecen muy abanzadas de edad; pero se dificulta, 4 se hace totalmente imposible eltemediar- la, quando el enfermo no dexa prontamente el exercicio, mu- ^ dando de clima, ó es desreglado, viejo, y el mal es antiguo. N(/t 02 \ CATALEPSIS. * NUMERÓ QÜADRAGESIMO SEGUNDO. Curación de tos Eng rasados. PARA carar esta enfermedad han de combinarse los re- medios digestivos, roborantes^ atenuantes, y evacuan- tes, con los diluentes, calmantes, balsamíeo-detergentes, y obtundentes. Si el desgano dé comer fuere grande, ios cona- tos á vomitar freqüentes, el' vientre se pusiere duro y abul- tado, y la phtisis no estuviere muy abanzada, se darán uno, dos, 6 mas vomitorios con la oximiel cilítica, y se hará la cura de la hidropesía?continuando en toda ella la untura an- tihidropica, y los remedios del numero veinte y siete. « Mas estando ya declarada la tisica- se practicará lo queasentarémosen su titulo, sin dexar de atender al estomago y vientre, con los digestivos, atenuantes, y suaves evaquan- tes.' El* régimen de alimentos ha de ser noble, excusan- do los vegetales harinosos, agrios, frutas, lacticinios, y la mucha agua. Remedios específicos contra la Cascadura. SE hará tomar al enfermo por tres mañanas en ayunas, una cucharada dé inxundia de lagarto: ó en su lugar se usará el aguardiente refino, con igual cantidad de aceyte co- mún. ítem: Se, comerán freqüentemente los cjiiítipiqui- lies, mascados con pan, y sal. ítem:Se establecerá el uso del xarabe para los afectos asmáticos, que prescribimos en el titulo Morbi; ó las-pildo- ras aperitivas y atenuantes del numero ochenta y tres. CATALEPSIS, CATOCHUS. La suspensión, el arro- bamiento es un mal repentino que dexa al enfermo inmoble, y sin sentidos, en la postura en que estaba sano, con la respira- ción, y pulso casi naturales. Las causas son aquellas que po- niendo tiesos los vasos, y telas del celebro, detienen la san- gre, y la vuelven pegajosa. Estas* son: los cuidados graves, sustos repentinos, humor melancólico, intensas meditado- v nes, y vicio particular en los fluidos. CATARRHUS. -y 6$/ Esta enfermedad es executiva, y en las fiebres con- tinuas 'peligrosísima, aunque no tanto en las accesionales; mas en ño acabándose prontamente, degenera en epilepsia, ó apoplexia. Algunas veces espontáneamente se quita,-pero dexa al paciente muy debilitado, y no pocas con demencia* NUMERO QUADRAGESIMO TERCERO. Curación de los Catalepticos. SE hará primero una sangría en los pies; después sé .echa- rá una labativá de las del numero veinte y quatro;* lue- go se sangrará el otro pie; se ministrará un vomitorio; y se practicarán las medicinas mas oportunas del mismo nume- ro veinte 'y quatro. Para mover las narices se insuflarán los polvos de vitriolo blanco. Pero si este mal aconteciere, á al- guna fiebre, se excusarán los medicamentos calientes, y se menudearán las sangrías de' los tobillos, y las1 bebidas anti- pútridas. ,_ _; , CATARRHUS. El[Catarro es aquel quebrantamien- to del cuerpo que viene con freqüentes estornudos, dolor de cabeza, dolores vagos del cuerpo, y destilación ó sequedad de las narices, y algunas veces calentura. " ,- ■■ La catisa inmediata es la linfa abundante encrudeci- da, y á ocasiones inflamada. Las antecedentes son los tem- peramentos flemáticos, caquécticos, húmedos, y enfermizos. Las procatarticas son: comidas abundantes, y de-mal jugo; bebidas copiosas, y frias; demasiado exercicio en ay- res libres, camas, casas, ó vestidos húmedos; entradas del ve- rano, otoño, ó invierno, y mucha quietud, abrigo, ó sueño, aconteciendo estas causas en ocasión de un ayre ventoso, hú- medo, y frió. El catarro es simplemente fluente, constipado, ó infla- mado. El primero es aquel, en el qual, sin lá mayor alteración del cuerpo, fluye de las narices, y á veces de las fauces una lin- fa; delgada, copiosa, y encrudecida. Nace de la transporacion • impedida. Llamase constipado el catarro, que no teniendo corriente por la boca, Ó narices, se acompaña con fiebre, do- r lores de cabeza*, cerramiento de poros, aspereza y sequedad de O4 V CATARRHL .... de las fauces &c, originase del retroceso de la traspiración. Mas si el catarro, tapando, ó resecando las narices, causare ardores, escozores, perdida del olfato, destilación de serosi- dadesrriuy acres, dolores de cabeza, tozgrave, ronquera, an- gina, fiebre, &c. ya es el catarro inflamado,, cuy as causas son todas las de la inflamación, accediendo las generales del catarro. El catarro simplemente fluente, comunmente esprove- choso: el que viene á los escorbúticos, sospechoso: el epidé- mico, peligroso: y el que ocurre á los pulmones de los viejos, malicioso. NUMERO QUADR AGES IMO JQUARTO. Curación, del Catarro. EN el catarro generalmente hade evitarse el viento frió y húmedo, procurando con abrigo, hacer moderado exer- cicio; la bebida será tibia, y en muy corta cantidad; y se ex- cusarán losalimentos ventosos y abundantes. A mas de esto, en el simplemente fluente, abundando las flemas, se hará vomi- tar al enfermo con freqüencia, ó se le ministrará un purganr te. Para el romadizo se usarán los sahumerios de café ó de suc- cino, y los suaves estornutatorios, evitando los fuertes. En la toz, y cerramiento del pecho se chupará el xarabe de jojovas. Por bebida en este catarro es util el cocimiento de sasafrás. Mas estando constipado el catarro, se hará sudar al enfermo, haciéndole una friega por el cuerpos con cenizas calientes, ó con aceyte de laureles, y dándole á tomar una taza de infusión de flores de saúco, ú amapolas, ó de atole bien caliente. En este romadizo se inspirarán por las narices, los polvos sutiles de flores de saúco. La agua usual será la de cortezas de limones. En siendo inflamatorio el catarro, es preciso el ha- cer una sargria, y temar algunos vasos de limonada tibia, . En el romadizo se untarán por dentro las narices con acey- te de almendra's dulces. Para suavisar la toz se chuparán li- , mas, ó soconozcíes asados, polvoreados de educar candi, ó los alfeñiques. Que si la toz fuere convulsiva, se ministrará v^ medio váüSJE MORBORUM. , V$ medio escrúpulo de pildoras de cinogloso, freqüentaudolas en las execuciones, ó una horchata de las simientes de ^dor- mideras blancas, melones, y almendras, con quati > ó cinco gotas de láudano. Finalmente, en la ronquera se us-irá la si- guiente bebida en cucharadas: Toma de agua de lantén qua- tro onzas, de espiritus de vitriolo media dra *na: mézclense. Por agua del tiempo se usará la infusión de amapolas rubias. CAUS/E MORBORUM. Las causas de las enferme- dades. La Medicina se hace mas impenetrable por la doctrina común y confusa de las causas. Todas las causas de las enfer- medades pueden reducirse á tres, á saber: inmediatas, an- tecedentes,y procatárticas. Las causas inmediatas, ó esen- ciales, son las que dan el ser á todos los males: las anteceden- tes, previas, ó disponentes, son aquellas disposiciones que tienen los cuerpos para producirlas; y las procatarticas, efi- cientes, ú ocasionales, los vicios, ó errores en el uso de las seis cosas no naturales, ú otras enfermedades que pueden en- gendrarlas. Quando las causas antecedentes, ó procatarticas se ocultan, han de rastrearse por la complexión, sexo, ó edad del enfermo; por el exercicio, ó modo de vida en que se ha ocupado; por el uso que hace, ó ha hecho de las cosas no na- turales; por la región, y lugar en que habita; por las pasiones que le dominan; por las constituciones de sus Padres; por la estación atfual del año; por los males á que está sujeto; por las cosas que le alivian, ó le agravan; por las mutaciones que hace la enfermedad; por los signos que le anteceden, ó acom- pañan; y por la parte que padece. CEPH A LALGl A. El Dolor de cabeza. La causa esen- cial de esta enfermedad es la extensión, ó tiesura dé los va- sos del celebro. La antecedente es la delicadeza de nervios, de que resulta la mas ó menos fácil congestión de sangre, y vibratilidad de las fibras de las telas del celebro. Las proca- tarticas son, primeras: detensiones de sangre periódica, fie- bres, insolaciones, desvelos &c. Segundas: hartazgos, ebrie- dades, ó indigestiones del estomago. Terceras: humores tras- portados á la cabeza. Quartas: encarbonamiento, ú exhalacio- nes muy fuertes. Quintas: frialdad, humedad, ó viento recibi- I dos, 66 \ CEPH AL ALGIA. dos, estando caliente el cuerpo. Sextas: debilidades de la ca- beza, ó del estomago. Quando esta enfermedad se estiende por toda la cabe- za, retiene el nombre de cephalaigia: si ocupa solamente las sie- nes, habiendo nausea, y indisposición de estomago, le llaman xaqueca: si medio lado, hemicrania: y si es antigua, cefalea. Los dolores graves de cabeza con fiebre son muy pe- ligrosos, y si vienen con modorra, amenazan convulsión, y parótidas; que si resultare diarrea de un humor de color de ladrillos, son mortales. Los que se acompañan con fiebre agu- da, y orina cruda, traen delirio, convulsión, y la muerte. El dolor fuerte que de repente se quita, sin haber precedido una grande evacuación por qualquiera parte del cuerpo, es mortal. NUMERO CUADRAGÉSIMO QUINTO. Curaciofi de los dolores de cabeza. EN las primeras causas se procurarán las evacuaciones de sangre por sangrías en los pies, brazos, pescuezo, fren- te, ó sienes, según la urgencia del mal; sanguisuelas aplica- das al ano, nuca, pescuezo, ó tras de las orejas; y ventosas sajadas en las espaldillas; se harán baños tibios en las pier- nas; se tendrá el vientre libre con las labativas del numero octavo, ó las de agua fria, se ministrarán las bebidas frescas y diluentes; y se aplicarán á la cabeza los Tópicos frescos en los dolores de cabeza. LOS bofes de carnero menudamente picados, cocidos en leche, con flores de cantueso, y aplicados á toda la ca- beza. ítem: El aceyte de siete flores: Los ungüentos de po- puleón, y alabastro: el rosado con polvos de almidón: La flor que llaman floripundio, rebolcada en unto de puerco: Las ho- jis de la vellosilla, que llaman tepozán; las de zumpantle ó las de el tabaco cimarrón: Las laminas de cuerno de ciervo, quemadas entre pajas ad nigredinem (que nombran piedras ^ de ponzoña): Las rebanadas de ule:El vinagre rosado: La le- che ■Z^PH AL ALGIA. 6? che de mugeres con agua ro-adi &c.-La embriaguez se cura como diremos en su titulo ebrietas. En las segundas causas convienen los vomitorio-; sna- ves, las purgas, y los remedios roborantes y estomacales. Para curar las terceras causas se abrirán fuentes en los bra- zos, ó se aplicará un caustico á toda la cabeza, dexandola purgar por algunos dias; se instituirán freqüentemente baños de las rodillas abaxo con el cocimiento de hierbas nervinas, como laurel, rosa, hojas de naranjos &c; en las histéricas se menudearán los baños generales de agua tibia, y se usarán los remedios confortantes cefálicos, asociados de el láudano. Finalmente, en las enfermedades agudas los sinapismos, y en las crónicas los frascos sudoríferos, y las purgas hacen muy buenos efectos. Pildoras purgantes capitales. TOMA de masa de pildoras católicas, y succinadas, y de trociscos de alhandal, de cada cosa quince granos. Há- ganse pildoras con xarabe de cantueso. Que si el dolor no cediere, se aplicarán con alguna freqüencia sanguisuelas á el ano, ventosas á las sienes, cue- llo, hombros, y tras de las orejas. En las quartas causas se expondrá el enfermo á un ayre libre, puro, y fresco; se le echarán algunas labativas de agua fria; se le hará beber mu- cha limonada; y se procurará que haga sorbetorios con vina- gre rosado. En las quintas causas se aplicarán lienzos doblados mojados en aguardiente alcanforado, ó en agua cefálica, ó de la Reyna de Ungria; ó un papel en cebo bien caliente, y pol- voreado de azufre; ó si fuere tenaz el dolor, se traerán pega- dos unos parches de cera católica, simbron, ó tecomahaca. En las debilidades se pondrán al estomago los socorros del titulo Deliquium, y se harán los siguientes Remedios que confortan la cabeza. TOrna de las aguas de peonía compuesta, y rosada de cada una dos onzas, de la apoplectica media onza, de espi- 68 v CHLOROSIS. espíritus de cuerno de ciervo succinado veinte gotas: méz- clalo, y hágase tomar en dos, ó tres veces. ítem: De polvos de raíz de valeriana silvestre veinte granos, de los de guteta medio escrúpulo, de ver mellón nue- ve granos, de láudano opiado un grano, de agua rosada qua- tro onzas, de xarabe de peonía media onza: mézclese todo, y bébase en una vez. ítem: Se tomarán en el caldo diariamente quince ó veinte gotas de los espiritus de cuerno de ciervo succinado. ítem: De aceyte de bervena una onza, de espiritus de sal armoniaco una dragma: mézclense, y frótese la cabe- za con este linimento. ítem: Quatro camuesas frescas cuezanse en vino, y extráigase la pulpa para aplicarla á las sienes, y á la nuca. ítem: La piel de una vivora, ceñida á la cabeza. ítem: Las hojas de mastuerzo, ó unas obleas mojadas en el licor de cuerno de ciervo succinado, puestas á las sie- nes; ó unos parches de tecomahaca con polvos de ingo, ó el emplastro confortativo de vigo. ítem: Un cataplasma hecho de miga de pan, aguar- diente, y vinagre rosado, aplicado tibio á toda la cabeza. ítem: El de clara de huevo con polvos de cominos y sal común. x__ CHLOROSIS. El color pálido verdioso de las muge- res. Es una enfermedad particular á este sexo, que acomete en lósanos de sus menstruos, si debiendo estos venir han fal- tado, ó escaseadose. Las causas comunes son las de la cache- xia, de lo qual resultan los vicios de la quilificacion, y san- guificacion, que tenemos apuntados: el estomago se daña, la gana de comer se pierde, el apetito se deprava; los pies, ca- ra, y parpados de los ojos se hinchan, y ponen de color ama- rillo-ved ioso; el cuerpo se siente pesado, la respiración se dificulta, hay continuas modorras, y muchas veces una lenta calentura. Este mal raras veces por sí solo se quita si no se ayuda á la naturaleza, principalmente en durando el desor- den en los ingestos» Ntf- CHOLERA MORBUS* 6<) NUMERO CUADRAGÉSIMO SEXTO. Curación de la Chlorosis. QE ha de comenzar la cura por un régimen de vida muy £3 arreglado. Los medicamentos son los mismos que tene- mos prescritos en el numero treinta y seis. Al fin se usará la siguiente Mixtura aperitiva y deobstruente, que hace venir el menstruo a las Cloróticas. TOMA de agua de poleo, y de cardo santo media libra de cada una, de elixir de propiedad sin agrio una onza, de azúcar de marte dos dragmas: mézclese todo, y tómense dos cucharadas diariamente dos horas antes del desayuno, ha- ciendo algún exercicio á pie, ó á caballo. El vientre se untará todos los dias con el ungüento clorotico. CHOLERA MORBUS. El Miserere común es una enfermedad en que de golpe, y á un mismo tiempo se sienten dolores en los intestinos y estomago, erutos agrios ó rancios, ansias, bascas, vómitos corrompidos con materias biliosas de todos colores, diarreas violentas fétidas amargas suerosas &c, el rostro se pone pálido, los extremos se enfrian, las fuerzas se abaten, el pulso se retrae, y vienen convulsiones, y calambres. La Causa inmediata es una violenta irritación del es- tomago é intestinos. Las antecedentes son los liquides acri- moniosos en dichas entrañas. Las procatarticas son ingestos extraños, abundantes crudos, opuestos entre sí, fermenteci- bles, ó corrompidos; causas de las indigestiones, aparatos de humores biliosos, histéricos, ó hipocondriacos, debilidad del estomago, y algunas crises. El mal es executivo, y debe re- } mediarse prontamente. NU- ^0 V CHOLERA M0R2ÜZ. NUMERO QUADR.AGESIMO SÉPTIMO. La curación del común Miserere. OMitido, ó procurado el vomito en esta enfermedad, si el mal naciere de indigestión, se nunistrará la sal de axenjos en agua de orégano, el aguardiente refino con miel rosada, la triaca en cocimiento de estafiate, la tintura de Guatemala, ó alguna de las siguientes Bebidas que dan cocimiento al estomago, y suspenden los vómitos, y diarrea. TOma de infusión de flores del zempazuchil, que es la ca- léndula, dos onzas, de sal de Colima una cragma: méz- clalos. ítem: De infusión de rosa una taza, de polvos sutiles de tequesquite y de lana quemada, de cada cosa media drag- ma: mézclalo todo. ítem: De agua espirituosa de axenjos, y rosada una onza de cada una, de láudano liquido cinco gotas, de xarabe de cortezas de cidras media onza: mézclese todo. Si la causa fuere algún veneno, se curará como dire- mos en su titulo. En los vómitos, y diarreas espontaneas que nacen sin causas manifiestas debe condescenderse á la salida de los hu- mores, calmando después las irritaciones con alguno de los Remedios frescos que contienen el Miserere. UNA clara de huevo batida en una taza de infusión de rosa. ítem: Un vaso de limonada nevada. ítem: Un vaso de agua serenada, habiéndole antes desleído un pedazo de adobe, ó de almagre. ítem: De sal de axenjos una dragma, de sumo de li- • mones onza y media, menéese, y en comenzando á hervir tó- mese. Bebi** CÓLICA. *J I Bebida que calma el Miserere en las Histéricas. TOMA de agua rosada dos onzas, de la carmelitana una, de láudano liquido quinze gotas. Minístrese en cucha- radas. A los hipocandriacos aprovecha usar en tomas cortas el cocimiento de raices de hepasote, y cortezas de cidras, con " unas gotas de láudano. En las debilidades, se aplicará al es- tomago una gallina recien muerta, abierta por el espinazo. Quando los vómitos son amargos, acres, y fétidos, los conatos para vomitar horrendos, el pulso está lleno ó convul- sivo, el vientre tieso, y hay mucrns bochornos, y dolores tensivos, se debe hacer sin dilación una sangría, y curar el mal como el legitimo miserere. Mira el titulo convolvulus. En los misereres críticos solóse ha de cuidar del estomago con los roborantes. CÓLICA. El dolor cólico es un dolor fuerte en los in- testinos, principalmente en el colon, de donde toma el nom- bre, acompañado de estreñimiento, y muchas veces con vó- mitos. El intestino colon rolea todo el vientre, comenzando desde el riñon derecho, y subiendo p *ir el mismo lado, pasa por debaxo del hígado, estomago, y vaso, de donde desciende al íleon, y tormando á subir á lo alto del hueso sacro en for- ma de i*,termina en el recto: Está lleno por dentro de muchas rugosidades, y celdillas, para que detenidas las heces por todo este largo giro, se acabe de apurar la sustancia quilosa que tuvieren. Si por quaiquiera causa que ocurriere, cuya virtud sea irritar, y suspender el curso de ios humores en los intestinos, particularmente en los piragesque ocupa el colon, se detie- nen con violencia los fluidos que deben atravesar estas partes resulta el dolor cólico. Y asi la causa esencial de esta enfer- medad es la contracción convulsiva de los intestin-r?. Las efi- cientes mas comunes son las inflamaciones de los intestinos- las acrimonias biliosas; las glutinosidades muy tenaces en las túnicas del estomago, y en los pliegues y celdillas del colon; las indigestiones; el frió, ó ayre recibidos, estando caliente el cuerpo; las lombrices, abcesos internos, &c. Los J 2 \ CÓLICA. Los signos qre demuestran haber inflamación en las tripas son: dolor fixo, ardor, calor y durezas tónicas del vien- tre; escalofríos, ansias, puiso duro y febril, orina entendida, y si el dolor está cerca del estomago hay vómitos freqüen- tes. Las acrimonias biliosas se conocen por los dolores vagos accesionales y violentos del vientre, amargores de la boca, y vómitos amargos, estreñimiento, ó deyecciones amarillas, verdes &c. Las glutinosidades muy tenaces ó emplástricas se ma- nifiestan por un sentimiento de peso en el estomago, dolor acerbo tenaz y fixo en qualquiera parte del vientre, blandura, y hundimiento de este hacia el espinazo, nauseas,heces forza- das, delirios, acometimientos epilépticos, convulsiones, para- uses de los brazos, y piernas falta de fiebre, y pulso casi na- tural. A esta cólica llaman Cclica Píffonum. Las demás cau- sas son bastantemente conocidas. Casi todos los dolores cólicos se exacerban después de las comidas. Son mortales los que pasan á convólvulos, en que se arrojan los excrementos por la boca; los que ponen los extremos frios, y el pulso freqüente y débil; los que degene- ran en abcesos; y los muy crueles, quando se ausentan de re- pente. Son graves, y de sumo riesgo los que acometen á en- fermos quebrantados de otros males, viejos, preñadas, y pa- ridas, y aquellos en que los vómitos no paran, y las fuerzas es- tan postradas. NUMERO CUADRAGÉSIMO OCTAVO. La cura del dolor Cólico. EN este dolor por qualquiera causa que viniere, si se han hecho antes algunos remedios para facilitar el vientre, ó este se ha entiesado, es muy conveniente el hacer una san- gría; después se dará un medio baño con cocimiento de hier- bas emolientes, y se ministrará la siguiente Bebida anticolica. UN pollo mediano reducido, á cortas raciones, se cocerá . con tres tazas calderas de agua, hasta que quede en una, la qual (habiéndole echado un poco antes de apartar- \ CÓLICA. 73 la de la lumbre, una tomada de orégano) después de colada, se mezclará con dos onzas de maná. Al mismo tiempo pue- den practicarse las chinanas. En la cólica inflamatoria se sangrará muchas veces al enfermo, hasta que minore la execucion y peligro de apos- tema; se le harán semicupios repetidos con cocimientos de yerbas emolientes; se le aplicarán á todo el vientre los reda- ños de puerco, mojados primero en leche cocida con malvas, linazas, y manzanilla, y untados después con las unturas an- ticolicas anodinas; se le echarán labativas de aceyte miel y leche; y se le harán tomar las Bebidas. demulcentes. TOMA de xarabe violado dos onzas, de aceyte de almen- dras sin fuego una onza; mézclalos. Iteni: Una mantequilla derretida; una taza de caldo de carnero, ó vaca, con media onza de esperma de ballena; ó una de manteca de puerco liquada. ítem: La siguiente Horchata calmante, y aperitiva. TOMA de emulsión de las simientes de melones, chicosza- potes, y adormideras blancas, echa en agua de culan- trillo ocho,onzas, de láudano liquido cinco gotas. Endúlcese con xarabe de cinco raices, y bébase tibia. \ Tinturas anticolicas anodinas. TOMA de ungüento de dolores simple una onza, de acey- te de adormideras blancas por expresión media onza: * mézclalos. ítem: de manteca de coco una onza, de aceyte rosa- do media onza, de esperma de ballena una dragma, de tintu- ra anodina dos dragmas* mézclalos. ítem: Toma de los aceytes de coco, de yemas de hue- vos, y de siete flores de cada uno una onza, de láudano li- ' quido veinte gotas:¡mezcllalo todo. / Esta.misma; curación ha de practicarse en las cólicas K bilio- 74 * coiibustij. biliosa, y piclonum, excepto que las sangrías no hnn de con- tinuarse, menudeando en su lugar las labativas, y bebidas la- xantes, y aun los vomitorios en estando sucias las primeras vias. Labativa en la cólica tenaz. TOMA un puño de trigo bien limpio, y media libra de ca- bezas de cebolla, cortadas en pedazos grandes: cuezanse con un3 libra de orina sana, hasta que merme la tercera par^ te de la orina: cuélese, y deshágansele quatro cucharadas medianas de la miel de magueyes. Si el dolor cólico tuviere su origen de repleción, ó de indigestiones, se promoverán las evacuaciones del vientre con vomitorios, y labativas purgantes, interpolando los reme», dios Calmantes. En la cólica ventosa se harán los remedios carminantes, y anodinos; se tomará por bebida ordinaria *4l cocimiento de yerba buena; y diariamente en dos veces las siguientes X Pildoras parala cólica ventosa. TOMA de polvos sutiles de ruda, azibar, y flores de man- zanilla de cada cosa un escrúpulo, de svl. armoniago quince granos: mézclese todo con el mucilago de la goma del*nopal, ó de alquitira, y háganse pildoras. La cólica verminosa, ó la que nace de lombrices se cura con vomitorios antimoniales; con usar en ayunus el xa- rabedeflores deduraznos, con unos granos de mercurio dulce; con aplicar ffeqüentemente al dolor una tostada de pan, mo- jada en aguardiente, y polvoreada de mirra, acíbar, cebadi- lla, y flores de manzanilla; y con tomar por bebida ordinaria la cocida con azogue, y raices de grama. COMBUSTIO. La Quemadura es una violentísima in- flamación que tira á destruir, y consumir los iiquidos, y solí- dos del cuerpo. Las causas son la aplicación de las partes al fuego, á las cosas encendidas, ó muy calientes, ó á las mate- rias que tienen virtud escarótica, ó Caustica. El fuego del me- tal encendido es el mas penetrante de todos; de las cosas fer- vientes, las resinas, y las grasas;-y de los cáusticos, la pol-\ Vorax con mustio. 75 vora. Esta enfermedad es mas ó menos grave, según el agen- te que la produce, la corrupción gangrenosa que resulta, ó las partes que se dañan. NUMERO CUADRAGÉSIMO NONO, Curación de las quemaduras. • ,■ TRES estados deben distinguirse en las quemaduras para el acierto de su curación, esto es: invasión, elevación de vexiguillas, y exulceracion. En la invasión, ó en el instan- te que se verifica la quemadura se practicarán los siguientes. Lenitivos en las quemaduras' TOMA partes iguales de los aceytes de chía y yemas de huevos, y úntense con plumas suaves las partes. ítem: De aceyte de linazas dos partes, de agua asen* tada de cal una: bátanse hasta que levante espuma. ítem: De aceyte de hiemas de huevos dos onzas, de extracto vegeto-mineral media: bagase nutrido* ítem: La manteca de cacao liquada. * ítem: Se aplicará la flor que llaman flor i pun dio, abier-, ía por el medio, y mojada en manteca de puerco fria. j ítem: Hágase un cataplasma de las yerbas de veleño y malvas, cocidas en leche, mezclándole después harina de, linazas, y un poquito de vino alcanforado, y apliqúese tibiow ítem: La miga de pan en leche* Remedios en las quemaduras de ios ojos. TOMA partes iguales de agua rosada y leche de mugeres*, para hacer fomentaciones sin intermisión. ítem: Apliqúese el cataplasma de las harinas de ceba- da y linazas cocidas en leche. ítem: La pulpa de manzanas asadas, polvoreada dé atutía, y unos granos de aleanfor. Como esta enfermedad es inflamatoria, en siendo gra- ve no se excusan las sangrías, y bebidas diluentes. Es nece- f sario igualmente el régimen en los alimentos, asi para la cu- > ■"'• ración 7 6 K CONTUSSIC. ración pronta, como para preservar de la gangrena, y esfa- celo, tránsitos comunes de la combustión. Quando ya se han levantado vexiguillas, que es el se- gundo grado de la quemadura, se rebentarán con el bisturí, ó con la punta de una abuxa, caldeando después la parte con la grasa del xamon rancio, o con el ungüento bianco, batido con yemas de huevos. En el tercero grado de ustión, habiéndose yá forma- ndo la ulcera, después de extraídos los cuerpos extraños, co- mo pedazos de metales, astillas, balas, tacos, pólvora &c. se instituirá la curación de las ulceras pútridas. En las quema- duras con pólvora se aplicarán los cataplasmas de aceytunas podridas cocidas en leche. Finalmente si se descubriere la gangrena, se hará la cura que propondremos en su titulo. CONTUSSIO. El Golpe es una estrecha unión, ó vio- lenta apretura, rotura, y dilaceracion de algunos solidos del cuerpo, con inflamación de las partes, y derramamiento de líquidos, provenido de palos, azotes, caídas, irrupción de cuerpos obtusos,encuentros violentos ikv.Echimosis. El Car- denal es aquella contusión en que por la sangre derramada entre la piel, y membrana celulosa, resulta un color rojo, aplomado, vermejo, ó amoretado en la cutis, con alguna ele- vación de la parte golpeada. Las contusiones grandes de las entrañas principales son causa de gravísimas enfermedades: las de los huesos son bien peligrosas, y peores las del cráneo; en éstas la optalmia grave es correo seguro de la muerte: los golpes de las partes glandulosas originan muchas veces cirros, y cancros; los de los nervios mayores, dolores muy grandes, atrofias, y para- uses: los ^de los músculos, apostemas, gangrenas, durezas, y contracciones; y los de los ramos grandes de las arterias y venas, aneurismas, y varices. En las costillas si resultare em* physema, ó tumor tímpanitico, ó como ventos» es la contusión mortal. En los golpes de la cabeza, los signos que denotan roturas interiores, ó apostemas, son los vómitos, las eva-^ cuaciones de sangre por boca y narices, desmayos* delirios, convulsiones &c* 2VT/- CONTUSSIO. I 77 NUMERO CINCUENTA. Curación de las contusiones. PARA curar las grandes contusiones es preciso impedir con la mayor brevedad la coagulación de los líquidos y la tiesura, encorbamiento, y inmobilidad de los solidos. Para5 todo esto, no contando con los aceytes, ungüentos, emplas- tros, ni bebidas espirituosas; se abrigará al enfermo, y se fo'*** mentará sin intermisión la parte contusa, con los siguientes Fomentos para las contusiones graves. TOMA de caido simple de carnero, ó de tripas de anima- les una libra, de aluzema y manzanilla un puñado dé" cada una: cuezase todo junto, y cuélese. ítem: De infusión de flores de saúco una libra, dé ex- tracto vegeto-mineral dos onzas, de aguardiente medio vaso: mézclense. En los azotes, golpes, caídas, aporreos grandes &c, habiendo aturdimiento, quebrárítamiento grave del cuerpo* opresión del pecho &c,'se hará una larga sangría, y se pro- curará' que pase el enfermo la siguiente Bebida eóntra caida. <,, : TOMA de flores de saúco una onza, de agua hirviendo una libra, de vinagre dos onzas. Pónganse juntos en una olla de barro, teniéndola tapada, hasta que se enfrie la infusión: cuélese, y hágase beber tibia en dos ó tres tomas. Se mantendrá el doliente en la cama con quietud, y abrigo; se alimentará con líquidos; y se le ministrarán algunas minorativas del numero tres, tratando el mal en todo como un afecto inflamatorio. En las contusiones leves, después de abrigado el enfermo, se fomentará con vinagre tibio salado, aguardiente aguado, ó vino mezcal alcanforado. Mas en no habiendo señales de inflamación, ó si es- tas se hubieren retirado, quedando las del magullamiento, se ministrarán por algunos dias los cocimientos de guayacán con 7,-8 ■' CONVOLVVLtTS. con raices de lampazo y cocolmecalt. Los echimoses se cu- ran, aplicando unas compresas mojadas en cocimiento de brionia, con sal armoniaco, y vino alcanforado; ó con un ca- taplasma de hojas de rábano molidas, y amasadas con la agua vegeto-mineral. Si hubiere dislocación, ó fracción, se ocurrirá á la operación, sin faltará las medicinas que tenemos prescri- tas. No siendo asequible la resolución,, se promoverá sin dila- ción la supuración. Que en estando muy adormecida la parte,, desuerte que amenace elesfacelo, se harán profundas incisio- nes como en la gangrena, aplicando después madurativos fuertes. it . Aquí advertiremos de paso eí gravísimo error que co- meten los que sajan sin distinción á los que hansidoazotados, porque es regla asentada que los echimoses que con fierro se abren, aunque no estén gangrenados, acarrean indubitable- mente la gangrena. Mas, como queda dicho, si el- miembro estuviere de tal manera insensible, ó hecho pedazos, que no haya ya esperanza de conservarlo, es preciso el proscribirlo. CONVOLVULUS,CHORDAPSON, ÍLEOS, ILIA- CA PASSIO. El Miserere legitimo' es un dolor agudísimo que ciñe el vientre por debaxodel estomago, con vómitos de^ excrementos, y mucho'estreñimiento. Originase inmediata- mente de la convulsión de los intestinos, la que in ver tiendo el movimiento natural de estas partes, causa los. estragos; mencionados. Las causas procatarticas son las inflamaciones de los mismos intestinos, principalmente del íleon* Esta es una enfermedad extremadamente exeeutivar de la que pocos escapan: la calentura fuerte con diarrea es- pontanea, es mortal: los remedios calientes, las labativas fuertes, y las purgas son ministros de la muerte: el tumor que en el vientre repentinamente apareciere, el hipo, los mu- chos flatos,, y el dolor sin causa retirado,, anuncian el próxi- mo fallecimiento» ¿vXT- cmvuhsio. yy NUMERO CINCUENTA TUNO. Curación de los que arrojan el excremen* .t ' ; ., toporla boca. AL punjo ,que, sucediere este mal es preciso el hacer una sangría del.tobillo, permitiéndolo las fuerzas del enfer- mp^y, después dar le un medio baño, que cubra el estomago, de cocimiento de tripas ó yerbas emolientes; siendo el baño el primer remedio, quapdo las pocas fuerzas impidieren la sangría. v Después se aplicarán sin intermisión al vientre los re daños de puerco, mojados en jas unturas anticolicas anodi- nas; se echarán las labativas de aceyte, miel, y leche; se practicarán Jas chinanas^ y se harán los remedios de la coli- .'- CONVULSO, SPA^ML/S, CONTRACTIO. ^ con- vulsión, el baldamiento, A la tiesura de las partes. MOTUS CONVULSIVI, SP^SMODICI.Los temblores del cuerpo, á los* movimientos involuntarios d,e los miembros. La causa esen* cial de la convulsión es el fluxo impetuoso del fluido nérveo á las partes; la de los movimientos convulsivos es el fluxo, y refluxo de dicho liquido. La causa previa, ó antecedente es la facilidad de estancarse la sangre en el principio de la me- dula oblongada, ó en las partes musculosas. Las causas eficientes son las inflamaciones, accesio-? nes febriles, irritaciones de coleras, ó dé acrimonias alcali- nas, esquirlas.'eje los huesos, heridas en partes nerviosas, lom- brices, viscosidades,y crudezas en las primeras vias, flatos histéricos ó hipocondriacos, eméticos fuertes, frios excesivos ó repentinos, perdidas grandes de sangre, debilidades de ner- vios; y todo lo que oprime, tapa, irrita, ó pone en inacción al celebro, vasos sanguíneos, entrañas, nervios, glándulas, mem- branas, ó músculos del cuerpo. Las diferencias de la convulsion.se toman de las par- tes poseídas de esta enfermedad. Porque si todos los múscu- los llegan á contraerse de manera que pongan al cuerpo rígi- do °P CWVULSIO, do é inflexible, se llama Tétanos; si solo los músculos ante- riores se enruesau, quedando el cuerpo y la cabeza inclinados por delante, se dice Eniprost otoños; mas si, los posteriores resultan rígidos, encorbat o ei cuerpo por detrás, se nombra Opistotonos. Que si la ce¡avulsión estuviere en los músculos de la mexilja inferior, d* suerte que ésta no pueda abrirse, se llama TrismoS: sí en los de un solo' lado- deía' boéd, id dicen Spasmus cynícus, 6 Foca torcida; pero' estando contraidos- los músculos de ambos lados, de manera que parezca estarse riendo el enfermo, es la Risasarde nica.' Quando los ojos es- tán de un lado torcidos, nombran á la'-cóftvitislon-éstrabisnlo, y á los pacientes viscos. El Priapismo, ó Satiriasis es la rigi-' déz del pene; Apbonia la perdida déla habla; Calambre el adormecimiento con dolor de un miembro. Quando él vientre se pone dtiro, embia muchos bor- boritas á la boca, hay contorsiones én los intestinos, dolores fuertes en los lomos,y las fauces se comprimen, se tendrá por Cierto que hay convulsionen Wéntrañasí del vientre.' Si re- sultaren vómitos de la inflamación dé algunas partes distanc- ies, ó de las heridas de la cabeza, se Creerá^que están dichos miembros convelidos. Asi se barruntári las convulsiones inte- riores de los impulsos délos solidos en partes remotas, y de los estragos violentos que originan. ' *, - Los movimientos colvülsivos son pasageros, ó cróni- cos. Los primeros resultan en las fiebres, accidentes histéri- cos y epikpt eos, iras violentas, grandes sustos, &c. Los cró- nicos duran mucho tiempo, quales son los de los vinosos, ve- néreos, viejos &ic. ''' *:*:*:/: En las fiebre?, si el enfermo siente la cabeza muy pe- sada, aprieta los dientes y los rechina, casa en vano moscas, y la orina sale claray del color de la ágiía", cerca esta la con- vulsión: quando estando al parecer tos cuerpos! sanos, impro- visamente, pierden la memoria, les zumban los oidd§, se les desvanece la cabeza, y no pueden distinguirloVcblores, ame-* naza este accidente. "'■ La convulsión es enfermedad grave; pero los movi- mientos convulsivos, en siendo agudos, son mas executiyos, y piden pronb socorro: el peligro mayor, ó menor de está * CONVULSIÚ* 81 enfermedad se descubre asi por la causa, Cómo porta vio- lencia de los síntomas, edad, s?xó, y estado del enfermo. Casi no hay accidente, principalmente inflamatorio, en que no pueda seguirse convulsión. NUMERO CINCUENTA T DOS. Curación de las Convulsiones. LOS evacuantes, y antiespasmodicos, no perdiendo de vis- ta las causas, hacen la cura de estos males. Los eva- cuantes propios son las sangrías, vomitorios, laxantes, y sudo- ríferos: los antiespasmodicos son los anodinos, atrahentes, diluentes, y antiepilepticos. Los cáusticos son dañosos estan- do declarada la convulsión. Si las causas de esta enfermedad no fueren sustos, resfríos, debilidades de nervios, ó perdidas grandes de san- gre, en el momento que se anunciare, ó declarare la convul- sión, sindexar de atender al origen del mal, se hará una san- gría en los pies; se ministrará un vomitorio, ó se echarán algunas labativas; se practicarán los remedios atrahentes, quales son las ventosas corridas, y los sinapismos á las plan- tas délos pies; y sedarán las bebidas antiepilepticas marida- das con el láudano. Bebida contra las Convulsiones. TOma de agua rosada y torongil del carmen dos onzas de cada una, de licor de cuerno de ciervo succinado una dragma,de tintura de castor media dragma,de láudano liqui- do un escrúpulo: mézclense; y minístrese en cucharadas. Al mismo tiempo se frotarán las partes convelidas con las Unturas nervinas. TOMA de ungüento de dolores compuesto dos onzas, de aceyte esencial de alucema dos dragmas: mézclalos. tj ítem: de aceyte real de euforbio, y inxundia de pato, de cada cosa una onza; de las tinturas de castor, y de succi- ' nodos dragmas de cada una; de sal volátil de cuerno de cier- vo un escrúpulo: mézclalo todo. L Si 82 CONVULSIÓN t Sita causa fuere inflamatoria, alcana, ó vaporosa se menudearán las sangrías, los remedios diluentes, y los Tópicos lententes antiespasmodicos. SE fomentarán las coyunturas del cuerpo con lienzos mo- jado» en agua friá, ó vinagre tfhio: se aplicarán al vien- tre redaños de,carneros, hervidos en cocimientos emolientes, y moxados en las unturas anticolicas anodinas: se harán baños generales de caldos de tripas de animales: y en no habiendo jfiebre, de agua fria: se meterá á los enfermos en panzas de animales recien muertos. Este ultimo remedio aprovecha 'tambiénen los baldamientos, y antiguos temblores de los ado* lescentes. A los viejos suele ser muy util el introducirlos en es<- tiercol fresco de caballos. A. mas de esto, en las convulsiones del vientre se apli- carán sangaisuelasal ano; se harán los semicupios, y labati- vas de miel, aceyte, y leche; y se ministrará el siguiente Electuariopara las convulsiones del vientre. TOMA de polvos sutiles de ingo, castor, y alcanfor, de cada cosa ocho granos: con xarabe de peonía hágase conservit.i para seis tomas, bebiendo encima una cucharada de la bebida contra las convulsiones. En las contracciones generales de los miembros se aplicarán á todo el cuerpo ladrillos calientes, rociados de , orina humana. En los espasmos habituales se alternarán los vo- mitorios; purgantes, sudores antivenereos, termas azufrosos, unturas nervinas, y la siguiente Conservilla en las habituales contracciones^ y temblo- res de los miembros. TOMA de triaca antigua, ó de ambir, y conserva de ruda, de cada cosa dos dragmas; de aceyte esencial de rome- ro medio escrúpulo: mézclese, y tómese en la cama, la mi- tad en ayunas, y la otra parte de noche al acostarse, en un?** cucharada de U agua apoplectica. Los ¿alambres se curan comprimiendo, y frotando lasN par* JCORDIS'PÁLPÍTATIO. 8j partes con pañoSahut#ados de alucema ó succino, ó con las unturas nervinas. En las lombrices, y demás causas han de combinarse los antiepilepticos, y calmantes con los remedios que piden las enfermedades. ■'■'■ Los infantes que sorprehendidos de la convulsión, con él titulo de Alferecía, se ven en tropas perecer, deben cu- rarse con el método prescrito, supliendo las sangrías que no pudieren hacerse con sanguisuelas ó ventosas sajadas: se les procurará el vomito con seis ú ocho granos de hipecacuan- ha en oximiel cilitica: se purgarán, desatando dos ó tres gra- nos de extracto de xalapa en leche de almendras, ó con al- gunas porciones de leche de tierra en miel rosada, ó con fre>- qüentes labativas: se les harán pasar repetidas veces unas go- tas de espíritus de cuerno.de ciervo succinado, ó los polvos sutiles de raíz de valeriana silvestre en caldo, ó leche de sus amas; ó la híel de un gatillo lactante en agua triacal, ó el xarabe de peonía con tintura de castor: se les frotarán las coyunturas del cuerpo con el ungüento de dolores compues- to: y se les aplicarán con freqüencia á la nuca, plantas de los pies, y palmas de las manos, los tamalitos, bien calientes, de las hojas de higuerilla. CORDÍS PALPITATIO. La Palpitación de corazón es un movimiento convulsivo de este músculo, ó su pulsación. natural irritada. La causa inmediata es la detensión, ó ei es- tancamiento de sangre en sus ventrículos, ó en el principio de la aorta. Las procatarticas son: iras violentas, sustos, va- pores hipocondriacos ó histéricos, acrimonias, aneurismas, íombrices, flatos, tumores &c. Si las accesiones por qualquiera leve motivo sé exci- taren, si tiemblan las mexillas, y los ojos se obscurecen, la causa es algún vapor: si el pulso estuviere vario, ha de sos- pecharse algún tumor: si la palpitación se minora con comer, y se sienten piquetes y temblores, las lombrices la originan. Raras veces llegan á edad abanzada los que padecen con fré- ^ quencia esta enfermedad. Ku- ©4 CRI£Zá. ^ NUMERO CINCUEJSlfA TTRES. Curación de la Palpitación del corazón. LOS medicamentos que hacen sudar, y que promueven la orina aumentan la palpitación, en estando gruesos los humores; pero aprovechan quando hay abundancia de sueros en la sangre. En ningún caso son útiles el ruibarbo, y la caña- fistola. Luego que se aparezca esta enfermedad, por qual- quiera causa que viniere, es preciso sangrar al enfermo, y si la sangre abundare, se abrirán á un tiempo los dos brazos, aplicando antes unas ventosas en los hipocondrios: ni estan- do el paciente desmayado ha de omitirse este socorro. Des- pués se curarán las demás causas. Si la palpitación naciere de flatos, ó frialdades, se apli- carán ventosas en la parte correspondiente de las espaldas, y se atenderá al estomago con los carminantes, y roborantes; pero jamas se pondrán al corazón remedios calientes: el tópi- co general para esta entraña muy propio es un saquillo con torongil y flores de borrajas, mojado en vinagre rosado: los sumos de borrajas, grama, y lengua de vaca son igualmente útiles. Cataplasma en las palpitaciones del corazón de los caquécticos. TOMA de flor de harina de trigo una libra, de ungüento rosado sandalino quatro onzas, de polvos de quina me- dia libra, de vinagre rosado lo que fuere menester para hacer un cataplasma, que se aplicará tibio al corazón. Muchas palpitaciones se curan con vomitorios anti- moniales, principalmente quando nacen de lombrices, y apa- ratos de humores en el vientre. CRISÉS. Las Crises son aquellas repentinas, y espon- taneas terminaciones, con que se acaban las enfermedades. * *♦ Muchos Autores merecen el nombre de criticos mas bien por est3r imbuidos en la común y antigua doctrina de las crises, que porque sean de valor sus discursos para hacerse útiles á la Jt CRISES. 85 la humanidad: gritando Treqüentemente que la naturaleza es la que cura las enfermedades, se esfuerzan á hacer odiosos los mas eficaces auxilios de la Medicina, queriendo persuadirnos á una total inacción, tanto mas dañosa, quanto las enferme- dades son mas executivas, y que piden un pronto socorro. Verdad es, que por el contrario hay algunos Médicos que ti- ran á destruir, antes que esperar los debidos cocimientos. Y asi hemos de creer, que el entusiasmo de los primeros es mas capricho perjudicial que doctrina fundada; asi como el arro- jo de los segundos tiene mas de temerario que de prove- choso. Las terminaciones de las enfermedades, á quienes los Antiguos llamaron Crises, son un negocio puramente mecá- nico, con que los solidos irritados por el volumen de los lí- quidos (que siendo extraños, se arrojan á los emuntorios del cuerpo, por las continuas oscilaciones de los vasos, y natura- les movimientos de los fluidos) los expelen por evacuación, si el humor es fluitable, ó por pura depuración (que se lla- ma metástasis) en siendo espesas las materias que deben ar- rojarse. Para este efecto son necesarios los brazos de la me- dicina, que dispongan los caminos, remuevan los embarazos, contengan los desordenados movimientos, aviven los coci- mientos, reanimen los agentes, y adapten la materia á los mas oportunos emuntorios. Véase el titulo Febris. Las crises evacuativas son hemorragias, sudores, vó- mitos, diarreas, orinas, salivación, y expectoración: las que se hacen por metastases, ó depósitos en varios parajes de la piel son innumerables: parótidas, bubones, flemones, carbun- cos, viruelas, sarampión, empeynes, erisipelas, fiebres escar- latinas petechiales purpuradas &c. De todo hacemos men- ción en sus lugares correspondientes. Lo que resta saber es ¿corno se distinguen las crises de los sintomas,.porque éstos han de curarse, y aquellas no deben contenerse ? La regla general que debe llevarse es, , que las crises corespondan á las evacuaciones. Vg.en una in- flamación interna se excitan vómitos. En este caso, siendo, como es, la indicación el sangrar, y diluir, creeremos que los vómitos son sintom iticos, y por eso deben suspenderse; al contrario, en.sol r.nH üse hemorragia, hemos de suponer 86 DELIQbium. , que es critica, y asi la dexarémos correr, ^aun siendo escasa la supliremos con sangrías. Últimamente se ha de advertir, que si las crises pro- cedieren bien, no hande ni levemente executarse, suspen- diendo todos los medicamentos que embarazan, ó estimulan la salida del humor, porque entonces se arriesga evidente- mente la vida del enfermo. DELIQUIUM. El Desmayo es el desfallecimiento del cuerpo, con mayor, ó menor privación de sentidos y movi- mientos. Sus diferencias son cinco: primera: quando el en- fermo no puede hablar, ó algún tiempo pieide el sentido y movimiento, aunque por cortos ratos, no obstante que perci- ba las especies, llamase Leipothímia. Segunda: quando caen las fuerzas, y sentidos repentinamente, cubriéndose el enfer- mo de un sudor frió, y se nombra Sincope. Tercera: quando se obscurece el mundo, y es la Escotomia. Quarta: quando se sienten moverse en giro los objetos, que es el Vértigo. Quinta: quando estando el cuerpo frió, la respiración y pulr so apenas se perciben, y se nombra Asphigia. La causa inmediata del desmayo es una ligera suspen- sión del movimiento de la sangre en los vasos de la cabeza, ó del jugo nérveo en su origen; ó también, la escasez de al- guno de estos dos agentes, que es lo que se llama propiamen- te debilidad. Las causas procatarticas son: inedias, evacua- ciones inmoderadas, exercicios violentos, cansancios, preñe*- zes, partos, abundancia de sangre, ó de otros humores, exce- sos en las comidas ó bebidas que calientan ó enfrian dema- siado, insolaciones, pasiones, opresiones, repleciones, humo- res histéricos hipocondriacos ó malignos, lombrices, afectos soporosos, &c. Los desmayos freqüentes originan en la sangre con- creciones^ en las entrañas obstrucciones. En el principio de Jas fiebres malignas son de mal anuncio, porque indican mu- cha malignidad. ■Ntr- DELIQUWM. * O'f 17 NUMERO CINCUENTA TCUATRO. Curación del desmayo. IUego que insultare el desmayo, en siendo por debili- j dad, se abrigará al enfermo, se le apretará el estomago, le harán oler cosas fuertes y espirituosas, como el aguardien- te, ó los espíritus de sal armoniaco, cuerno de ciervo &c; se le ministrará algún vino generoso en cucharadas, ó caldo de sustancia; y se aplicarán i las plantas de los pies ladrillos ca- lientes mojados en aguardiente, y al estomago gallinas re- cien muertas, y abiertas por el espinazo, ó pulpas de carne- ro sancochadas en vino, y polvoreadas de canela, culantro, y rosa. A las preñadas se les llenará la boca de sai, y á las pa- ridas las narices de tabaco. Mas si este accidente se originare de abundancia de sangre, ó porque son carnosos y sanguíneos los cuerpos, ó por haber precedido excesos en comidas y bebidas que ca- lientan, mucho exercicio, insolaciones, pasiones de ánimo furiosas, &c. se harán pasar al enfermo unos tragos de agua fria, y se le procurará que huela una cebolla mojada en vi- nagre, frotándole el espinazo con vinagre tibio, y haciéndole unas ligaduras en los brazos y en las piernas: que si no obs- tante, durare el desmayo, se le tapará la boca, dexandole la respiración por las narices, se le hará una sangría, dándole á beber un vaso de agua fría después, y se le echará una laba- tiva. En el Sincope han de ventilarse los ayres frescos al enfermo, apretársele el estomago, y rociársele la cara con agua fria. A los cansados, y exercitados.se les procurará la quietud, y el abrigo. Si la causa fuere infarto de las pri- meras vias, se executará el vomito, se echarán algunas ia~ bativas, y se ocurrirá al estomago por dentro y fuera con los remedios .digestivos. En los berrín-bes, 6 coleras desorde- nadas, se hará tomara! pciente mucha limonada, ó se le mi- S nistrará un vomitorio suave. A los hipocondriacos, y~é. las his- téricas se ocurrirá con aspersiones y labativas de agua fria, apresamientos de estomago, y bebidas antiepilepticas. En las o O l DENTIUM STÜREI. las fiebres malignas es muy conducente lavagna triacal de Salas, y la cordial temperada. Que si este mal viniere por re- tardar el alimento á los cuerpos bien nutridos, se creerá que nace por lombrices, en cuyo casóse hará comer con breve- dad al enfermo, y se practicarán los remedios que propon- dremos en su título. En los antiguos desmayos es muy util traer pegada á la boca del estomago una rebanada de ule, bien asada. DENTIUM MOR B\. Los males de los dientes son: excavación, ó corrupción; movilidad; evulsion, y deidencia; odontalgia, ó dolar; hemodia, ó adormecimiento; estridor, 6 re- chinido; suciedad;y hemorragia. La causa inmediata de la corrupción de los dientes es un material acre, depositado en los agujerillos por donde entran los nervios, y vasos sanguí- neos. Las eficientes son: el escorbuto; humor venéreo; gusa- nos (que se engendran de los huevesillos que ponen las mos- cas en los alimentos, y se fecundan con la saliva encrudeci- da) azogue comunicado por unturas, tomas, fumigeracio- nes, ó contrectaciones; fluxiones repetidas; y uso freqüente de las malas sales, dulces, agrios, y comidas frias. Los que tienen podridos los dientes incurren en muchos catarros. La movilidad nace de la relaxacion de los ligamen- tos, con que los dientes están presos fuertemente en las qui- xadas; de tomar mucho dulce, y las cosas muy calientes; de la saliva acre, pútrida, escorbútica, artrítica, reumática, ó venérea; de azogue, ó cosas mercuriales, vapores venenosos, violentas concusiones, y narcóticos, largo tiempo detenidos en la boca. La decidencia se origina de la corrupción de los liga- mentos dentales, procedida de las causas de la movilidad; de las contusiones que rompen dichos ligamentos; y de la edad pueril, en que estando los solidos y líquidos mas rebustos que los de la infancia, arrempujan los dientes débiles para formar otros mas firmes. Las causas de la odontalgia, 6 de el dolor de los dien- tes son: primera: ayre frió, agua muy fria, agrios, dulces, . &c en dichas partes, estando agujeradas. Segunda: gusanos anidados. Tercerarfluxíones. Quarta: excesos en comidas, y bebidas. Quinta: el morder con esfuerzo cosas muy duras. Sex- UEtiTIUM MORBI. 8 <) Sexta: debilidad de los cuerpos. Los gusanos seíconocen por * un dolor perpetuo, y como de alesnas, ó barrenas penetran- tes, aumentado en el incremento del calor. Las demás causas son manifiestas. La hemodia comunmente se origina de las contusio- nes, ó del uso de las cosas muy agrias, ó acerbas. El estri- dor nace de la convulsión de los músculos de la cara, y bo- ca; y de las causas de la hemodia. Hipócrates pronostica la muerte en las fiebres agudas, quando se junta dolor al estridor. La suciedad y negregura de los dientes traen su ori- gen deja incuria en limpiarlos después de las comidas; del uso del mercurio, y cosas austeras, agrias, ó muy calientes; crápulas, hálitos de crudezas, y humores del vientre ó del pecho corrompidos; y de cuidados, pasiones violentas, estu- dios intensos, &c. Los que tienen los dientes blancos y lim- pios, denotan la pureza, y buena calidad de sus humores. Lo negro en las fiebres indica la gravedad de estas. 0 F i n a 1 men te, la hemorragia, ó excreción de sangre por. los dientes nace de contusiones, ó heridas hechas en la ca- beza, ó quixadas; del volumen de la sangre, que en la pléto- ra, y fluxiones inflamatorias carga sobre estos delicados va- sos, los quales no teniendo fuerzas suficientes para contener- la, se abren, ó rebientan; ó finalmente se, produce de un ma- terial acrimonioso, el qual pegado á las encías, corroe sus vasos, como sucede en el escorbuto, lúe venérea,en las ulce- ras, y en el uso del mercurio. NUMERO CINCUENTA T CINCO. Curación de los males de los dientes.. LOS dientes podridos están dispuestos á suscitar catarros, y odontalgias; por lo qual, ó se han de extraer, ó im- pedirles los progresos de la corrupción. Lo primero debe ha- cerse, ausente toda fluxión. Lo segundo se consigue, cauteri- zando repetidas veces el parage dañado con la cabeza de un fistol, hecha asqua; desterrando las causas de la corrupción; limpiando los dientes en acabando de comer, y acostumbrán- dose á labarlos, y estregarlos con agua fria, ó con la orina propia en ayunas. M En 9° DENTIUM MÜRBl* En la flojedad de los dientes, LOS dientes floxos tienen dos estados; uno de movimien- to flexivo, y el otro de perpendicular. En el primer es- tado, quando llegan los dientes notablemente á inclinarse de un lado, son inútiles los remedios para poder conseguir el afirmarlos, y asi deben eximirse» Pero quando el movimien- to es perpendicular, puede conseguirse el apretarlos; porque si el mal nace por copia de humedades, á mas de los reme- dios hidragogos, se mascará con freqüencia tabaco, salvia, pelitre, ó semejantes apoflegmatizantes. Los azogados se pur- garán repetidas veces; y se curarán como diximos en su títu- lo. A las demás causas se atenderá según sus indicaciones, para poder con utilidad usar de los siguientes Medicamentos que afixan los dientes. \_iiA tintura dé laca, hecha en vino tinto, ó carlon. Itemv Los cocimientos dé las cortezas del encino co- lorado, capitaneja, ó hueso quemado de aguacate; ó el de sal-^ via, rosa seca, y cascaras de granadas. ítem: Los polvos de las cortezas del palo de timbe, ó del de campeche, bolo armenico, sangre de drago, alumbre quemado, &c. deshechos1 en una poquita de agua fria. De alguno de estos remedios se tomarán buches re- petidos en la boca, ó se tendrán pegadas á las encias unas planchuelas de las bellotas lanuginosas de los encinos. En la calda y evulsion de los dientes. P Asada la adolescencia si los dientes se cayeren no ha de esperarse el que renazcan otros; pero pueden suplirse con otros de marfil, lo qual se executará antes que los agujeri- Uos en que estaban metidos se llenen de carne; pero los dien- tes supuestos no son aptos para la masticación. Después de la extracción comunmente resulta fluxo ^ de sangre, y dolor de las encias. A uno y otro se ocurre to- mando buches de aguardiente, ó usando los remedios que afi- xan DENTIUM MÓRBÍ. $ I xan los dientes, para sacar los dientes no han de estar infla- madas las encias. En la Odontalgia. EN las primeras causas han de evitarse el viento frió, los dulces, y agrios, y la habla, en quanto se pueda; apli- cando á la raiz del diente, un lienzo, ú algodón, mojados en alguno de los siguientes Remedios para los dolores de, los dientes. TOMA de los aceytes de clavos y alcalfor de cada uno medio escrúpulo, de láudano liquido nueve gotas: méz- clalo todo. ítem: El aceyte de guayacán con unas gotas del de salvia. ítem: De aceyte de trementina y espiritus de sal ar- moniaco de cada cosa partes iguales: mézclalos. ítem: Se hará una masita para introducirla en el dtzix* te agujerado, de polvos de alcanfor ingo y pelitre, amasa- dos con láudano liquido. ítem: Se meterá en el diente excavado un pedazito de la goma del árbol del Perú. ítem: Un buche de aguardiente refinado, mantenién- dolo largo tiempo en la boca, y teniendo la ea;-;s abrigada. En la causa segunda se practicará el cauterio de que hablamos arriba, tratando de los dientes paridos; ó se aco- modará al agujerillo una pelota compuesta de cebolla cruda molida, y amasada con polvos de cebadilla; ó finalmente se harán vapores al diente (introduciéndolos por un embudo) del cocimiento de la simiente de veleño. , Las terceras causas se curarán según apuntamos en el titulo Factei morbi. En las quartas, se executarán los reme- dios del numero nueve: En ía quinta, son convenientes los ^narcóticos. En la sexta, los roborantes. Mas si los medica- mentos dichos no aliviaren el dolor, se extraerá quanto antes En E 9* DIABETES. En la hemodia, y estridor. QUando los dientes se adormecen es util enjuagarse con orina humana caliente, ó frotarlos con pan recien sali- ^ do del horno, ó con sal molida. Lo mismo se hará en el rechinido, originado de tomar las cosas muy agrias, ó austé-" ras. Mas en ios accidentes agudos el estridor debe curarse como la convulsión. En la negregura, y hemorragia. N la suciedad dé los dientes es preciso desterrar prime- ro las causas; y después se practicarán los Remedios para la blancura de los dientes. TOMA de polvos de Xalapa un escrúpulo, de crémor de tártaro doce granos: mézclalos. Ítem: De poivos de hueso de xíbia, chichique, coral blanco, cuerno de ciervo, palo dé lentisco, y raiz de calaba- cilla del cerro, partes iguales: mézclalos. ítem: De polvos dentrificos de Palacios media onza, de vino blanco quatro onzas: mézclense. ítem: Mézclense partes iguales de polvos de piedra pómez, y de pan quemados. ítem: Be mié) rosada una onza, de espiritus de vitrio- lo acido una dragma: mézclense. Con qualquiera remedio de estos, se estregarán los dientes á menudo, y con esfuerzo, enjaguándose después con agua fria. La hemorragia se cura con la aplicación del agárico en planchuelas, ó con los polvos de caparrosa franca, san- gre de drago, y semejantes restringentes. Mira eí titulo he- morragia. DIABETES, VRINM PROFLUVIUM. La soltura de la orina es aquella enfermedad, en que involuntariamen- te, y sin dolor se orina mucho. Tres diferencias se observan.^ La primera, llamada dipsacos, tiene por causa inmediata una* resolución grande de los líquidos. Las antecedentes son: ca- lores DIABETES. 93 lores extraordinarios del hígado, y irritaciones de la sangre., Las procatarticas: venenos dentro del cuerpo, de la natura-- leza que es la serpiente dipsas;iras violentas, vigilias conti- nuadas, uso inmoderado de licores espirituosos, &c, acce- diendo falta de exercicio, y supresión de otras evacuaciones. Las señales que demuestran esta diabetes son: sed excesiva, orina copiosa (y muchas veces dulce), y consunción de todo el cuerpo. La segunda especie de este mal es aquel fluxo de ori- na que nace de la relaxacion de el esphinter de la vegiga. Las causas son las comunes de la cachexia, debilidades de los vasos, ulceras de el esphinter, excesos en la venus, y en el uso de licores aquosos diuréticos fuertes &c. Conócese, así,porque han precedido estas causas, como porque ía sed y extenuación del cuerpo no son extremadas. La tercera diabetes es la que resulta de la translación de otros materiales morbosos á los vasos de la orina, lo qual sucede en algunos movimientos críticos, purgaciones blancas de las. mugeres, resfrios, &c. La que viene por el fluxo bta'ta- 14 code las mugeres detenido, trae comunmente mucho frió en los lomos. La diabetes es de difícil curacion^y en los viejos es desesperada, y mas si se les hinchan los pies: la que nace después del coito, y de las fiebres que ya terminaron, es mor- tal; como también en lasapoplexias, y en las heridas de ca- beza. NUMERO CINCUENTA TSEIS. Curación de la Diabetes. EL que padece esta enfermedad debe abstenerse de las iras violentas, exercicios muy penibles, bebidas abun- dantes, y muy trias; de las cosas grasosas, del dulce, del vi- no, del queso y de las mugeres: debe levantarse tarde, y hacer algún exercicio. En la disolución se instituirá una sangría de la salva- .■■ tela; se hará tomar en cucharadas repetidas la tintura de ro- sas vitriolada, con unas gotas de láudano, después de algunas purgas suaves con ruibarbo; se aplicarán ai hígado poleadas de 94 di&ta. de harinas de trigo, cebada, y habas, hechas con vinagre ro- sado; se pondrán á los rilíones repetidas compresas, moja- das en agua rosada, con vinagre de íitargirio; y se tomarán por alimentos las carnes frescas, como de vacas, pollos, ranas, tortugas, ajolotes, manitas de carneros &c; y por bebida se usará la media leche con. la agua tercera de cal, ó la agua común cocida con lantén. En casos desesperados son útiles los baños de agua fria. En la relaxacion de los vasos urinarios, curadas las causas, se ministrará por mucho tiempo, en ayunas, y de no- che, la leche de cabras ó de ovejas, con polvos de corales: se usarán los restrictivos roborantes, y se tomarán en el caldo común las carnes tostadas y hechas polvos de priapo de ver- raco, vulva de puerca, pescuezo de gallo, ó carne de ratones; ó finalmente, una cucharada, á mañana y tarte, en agua de lantén, del siguiente Electuario en la incontinencia de la orina. TOMA de polvos sutiles de quina una onza, de alumbre quemado dos dragmas. Con xarabe de limones, hágase electuario. Si la diabetes por metástasis fuere critica, no debe suspenderse; mas en naciendo del retroceso de otros humo- res,, se inclinarán estos per sus propios emuntorios, usando al mismo tiempo de lo? astringentes. DI/ETA. La Dieta, ó el buen régimen. Baxo de este nombre dieta no Solo se comprehende el arreglo en las comi- das y bebidas, sino también el buen uso del ayre, sueño, vi- gilia, movimiento, quietud, excretos, reteñios, y pasiones del ánimo. La abstinencia completa de toda comida es temera- ria, y peligrosa: mas vale comer poco, y con freqüencia, que no rara vez: generalmente un simple puchero de carnes blan- cas bien cocidas, ó asadas, tomadas siempre á unas mismas horas, una ó dos veces en el dia, se asemeja á el porte de los antediluvianos, con que lograron una vida sana, y s dilatada: en el uso de los alimento se hade tener indulgen- cia con la edad, naturaleza, y costumbre: la cena siempre ha de DI JETA. 95 de ser frugal: la hambre, y la sed no deben enteramente sa- ciarse. El vino en ayunases dañoso: el exceso en los licores espirituosos, ó su uso diario, aunque sea moderado, mientras no se hiciere mucho exercicio, abrevian la vida: las aguas ti- bias, .ó serenadas, en tomándose por costumbre, siempre da- ñan la salud. En las diarreas el largo uso de alimentos tenues, y sorbidos es perjudicial: el alimento en las enfermedades agu- das ha de ser tanto mas ligero, quanto el mal fuere mas exe- cutivo: el mal régimen en los alimentos es causa de que se hagan rebeldes muchos accidentes: en las accesiones debe privarse el enfermo de todo alimento, excepto los muy débi- les, biliosos, hipocondriacos, histéricas, buenos comedores* y Jos que padecen lombrices con desmayos: quando se ignora la causa de la enfermedad, prescríbase una dieta tenue: el uso demasiado de caldos es dañoso á los que erutan freqüente- mente, ó se avientan: la inedia en los cuerpos húmedos es provechosa. El mejor ayre, asi para los sanos como para los en- fermos, Es el que tiene sobrada ventilación, carece de comu- nicación con las carnicerías, curtidurías, hospitales, parajes húmedos, enlagunados, muchedumbre de gentes,incendios, y exhalaciones metálicas y graveolentes, y es moderadamen- te caliente y seco: en todas las enfermedades han de obser- varse las distintas constituciones del ayre: en las fiebres se procurará que el enfermo respire un ayre fresco, excusando el que lo reciba el cuerpo en otra parte: la mudanza de ayres es provechosa en los males habituales. El sueño, y la vigilia en los sanos han de ser modera- dos, el sueño se procurará en parage obscuro, espacioso, y seco; que esté libre de malas impresiones, y no calentado con braseros; manteniéndose el cuerpo desnudo, sin que le oprima cosa alguna; la postura será de lado, con la cabeza levanta- da. Las vigilias irritan mucho la sangre. El exercicio es indispensable á ¡os sanos, y enfermos r habituales; para que sea saludable ha de hacerse en ayunas, al tiempo de la distribución de los alimentos, y en ayres puros: la vida sedentaria y ociosa está expuesta á cachexías, hi- 90 # DIARRHJEA. hidropesías, hipocondrías, gota, enfermedades glandulosas, y. males del estomago. Las evacuaciones naturales deben con- servarse, ó con otras suplirse. Las vehementes pasiones de ánimo destruyen la salud, principalmente la ira, y sustos re- pentinos. DíARRHaEA, FLUXUS VENTRIS. Los Cursos, Cámaras, ó Evacuaciones del Vientre es aquella enfermedad enqueinmoderadamente se excreta por el ano,aunque sin tor- zones crueles, arrojándose los excrementos de uno, ó distin- tos colores. Lascausas son: Primeras: indigestiones,y apara- tos del estomago. Segundas: translaciones, ó retrocesos de hu- mores estraños á los intestinos. Terceras: obstrucciones de las entrañas del vientre, y de las glándulas intestinales. Quartas: irritaciones de la sangre encendida, ó del humor bilioso, ó convulsivas. Quintas: espcntaneas despumaciones de los flui- dos. Sextas: coliquaciones, ó fusiones de los líquidos y solidos del cuerpo. Séptimas: relaxaciones del piloro, ó boca infe- rior del estomago, y de los intestinos; sustos, y debilidades. Las primeras causas se han demostrado en los títulos anorexia, y bradipepsia. Las segundas se verifican en las purgaciones suprimidas de las mugeres por falta de abrigo, ó de dieta; en la gota curada con remedios repercusivos; en las fístulas, y heridas que no han purgado lo preciso; en el sarampión, viruelas, erupciones cutáneas, y demás enferme- dades, en que necesitándose la transpiración, ha habido ex- ceso en la bebida, ó en el régimen fresco, ó se han transferi- do los humores de sus propios emuntorios á los intestinos. Las causas terceras se conocen por el daño que se observa en alguna entraña del vientre, ó porque los excre- mentos salen blancos, lo qual constituye la celiaca. Las quartas se demuestran, porque la orina, y excrementos salen encendidos, el pulso se halla acelerado, la sed es grande, y. se sienten ardores, pústulas, y comezones en la piel; ó por exceso, ó violencia de algún purgante; ó porque el tempera- mento es bilioso, estando el higado irritado, y habiendo amargores de boca, mucha sed, y excrementos encendidos, muy amarillos, verdes, ó de distintos colores; ó finalmente^ ' porque la diarrea nace de algún principio inflamatorio, ó convulsivo. Las DIAR.RHmA. * 97 Las quintas cansas acontecen al fin de lasenfermeda-,¡ des y en muchos cuerpos sanos sin causas conocidas. En las > sextas, las evacuaciones salen mantecosas, hay fiebre hectica", < y el cuerpo se consume. En las séptimas, los alimentos seder ponen casi como se han tomado, con poca ó ninguna mutación, y es la lienteria; ó el pulso está prosternado, el mal es anti- guo, la complexión débil, y el humor sale encrudecido. Son mortales las diarreas siguientes: lasque se ori- ginan de purgas fuertes, dadas á los tísicos; las que son pura-» mente coiíquativas; las que sobrevienen á las fiebres malig- nas; fas qué iesultanvtl -fin de las pulmonías, y pleuresías le- gitimas, despues'oue el enfermo haya sido sangrado mucho;! y las negras como de sangre, principalmente después de las fiebres agudas. Son peligrosas las antiguas, principalmente en los viejos desreglados; las periódicas; las que nacen de mie- do, y enfermedades de. pulmones; las verdes constantes en los adultos; y las que mudan continuamente de colores. Pero son saludables las espontaneas, ó aquellas que vienen repen- tinamente á los cuerpos sanos; las criticas; las que resultan en los accidentes de cabeza, cara, ojos, oidos, y garganta; las del ultimo'mes en las preñadas; y las de los infantes en el tiempo de la dentición. NUMERO CINCUENTA T SIETE. Curación de la Diarrea. POR la descripción de las causas se vendrá en conoci- miento de la cura de esta enfermedad. La diarrea que nace de las primeras causas rara vez puede suspenderse sin el uso de los vomitorios y purgas de ruibarbo; que si venci- das estas causas, no se contuviere, se apelará á los restricti- vos roborantes. En las segundas causas han de preceder los evacuantes indicados, á los restrictivos roborantes, y estoma- cales. ,. .. , r En las terceras convienen los fundentes, y aperitivos, interpolando los opiados. La diarrea ictérica debe curarse con vomitorios, aperitivos suaves, y uso moderado, de vinos restringentes, En la celiaca casi siempre los eméticos deben N hacer 9 O • D1ARRH hacer el preámbulo de la curación: como esta diarrea trae su origen de la obstrucción de los vasos mesentericos y glán- dulas intestinales, ó de un quilo grueso y mal trabajado: ha- bía una grande abstinencia en los alimentos; se ministrarán los remedios digestivos, y aperitivos; después los vomito- rios» y purgantes; y luego los atenuantes, acompañados con los restrictivos roborantes, como el azafrán de marte aperiti- vo, y todos los marciales, tomados en vino Carlon, ó en qualquiera otro roborante compingente. Últimamente, se pondrá el enfermo al régimen del pulque. En las quartas causas primeras se harán sangrías en los brazos;se tomará mucha limonada nevada; y se atenderá al estomago con alguno de los siguientes Tópicos para aplicar al estomago en las diarreas de mucho calor. UNA yema de huevo cocida en vinagre, y amasada con aceyte rosado: un pedazo ancho de ule asado: una lana sucia, mojada eu aceyte onfancino, ó de membrillos*, una re- banada de carne de vaca sancochada en vino tinto, y polvo- reada de rosa y sándalo rubio: una tostada de pan, metida en sumo de agras. En la hiper catar sis, ó traspurgacion, quando el exce- so en las evacuaciones fuere extraordinario, se ocurrirá primero á la limonada nevada ú agua fria, y después á los opiados; mas en naciendo por purgas resinosas, ó inmode- rada dosis del medicamento, se hará pasar al enfermo una poquita de triaca en aguardiente, ó unas cucharadas de al- guna bebida antihisterica roborante. Eu la diarrea biliosa no se excusa las mas veces comenzar la cura por un suave vomi- torio, parausar después regiminalmente la limonada nevada, ó la tintura de rosas vitriolada, y aplicar al hígado las polea- das de las harinas de cebada, trigo, y habas, con polvos de sándalo rubio, hechas en vinagre rosado; y al estomago los tópicos de arriba. Las diarreas que nacen de las quintas causas no deben ■ impedirse, procurando solamente cuidar del estomago, y fuerzas del enfermo. La diarrea coliquativa ha de tratarse con D1ARRHJEA. 99 con lacticinios, inocentes, y remedios refrigerantes un tanto restringentes, absorventes, y incrasantes. En la lienteria se harán primero los remedios que apuntamos en el titulo bra- : dipepsia; y después se apelará á los roborantes restrictivos. En los sustos convienen las bebidas antiepilepticas con el láudano. La diarrea de debilidad se cura desterrando los li- quido.-; abrigando, y poniendo en quietud al enfermo^ y ha- ciéndole los remedios restrictivos roborantes. En las diarreas, en que el bazo se conociere dañado, se aplicará á esta entraña un redaño cocido con alguna yer- ba carminante, y aperitiva, y mojado después en aceyte de yerba buena. Eu las diarreas periódicas, cumplidas las indi—: caciones generales, se ministrará la corteza peruana, unida á los remedios digestivos, y astringentes. ' Remedios astringentes. TOMA de conserva de rosas una onza, de polvos de bolo armenico y azafrán astringente de fierro de cada uno una dragma, de los de almaciga y coral rubio dos escrúpu- los de cada uno, y de los tres sándalos quatro escrúpulos. Con xarabe de rosa seca hágase conserva espesa, á tomar tres veces al dia lo que abanza el cabo de una cuchara. Ítem: De polvos restrictivos de Fragoso la cantidad que se quisiere. Fórmense pildoras con cera blanca, para to- mar dos veces en el dia, el peso de medio real. Ítem: La tintura de rosas vitriolada, freqüentada eri cucharadas. ítem: De cocimiento de rosa, hecho en agua de cal asentada, una taza, de trementina media onza, y una yema de huevo. Dispóngase una labativa. ítem: Un membrillo asado, ó una cucharada dé su ar- rope, sin dulce, usados*éntre las comidas. ítem: Un cataplasma ai estomago, compuesto de te- larañas, polvos de almidón tostado, y aceyte onfancino. ítem: Un emplastro á todo el vientre, de levadura, ja- món rancio, yemas de huevos, y polvos aromáticos rosados. ítem: los remedios restringentes del numero dos. Be- 100 DIARRHMA. Bebida diluente, y astringente. TÓrnese un pollo detruncado, y limpio de plumas, y entra- ñas; rellénese de arros tostado, y hojas de lantén; y con la agua necesaria hágase un caldo ligero, que se colará por una servilleta, mojada, á que quede claro, para usarlo por be- bida ordinaria. Remedios opiados. TOMA de infusión de canela, yerbabuena, y rosa quatro onzas, de láudano liquido un escrúpulo: mézclense. Úse- se enrcucharadas. ..*..-■■ ítem: Una pildora de láudano cjnabarino, ó de triaca celeste, en xarabe de cortezas de cidras, repitiéndola en las execuciones. ítem: La untura restríngeme del numero dos. • -. ■ • ■. • «j... , ,\.. ., Restrictivos roborantes. EL canto de una cuchara de triaca, ó de diascordio, desa- tados en vino Carlon. ítem: Un alfajor, hecho de media dragma de ruibarbo tostado, un escrúpulo de bolo, y xarabe espirituoso de cidra, ítem: El vinoGarlon, ó la agua de canela cidoniada. ítem: Un redaño á todo el vientre, cocido en vino Carlon, y mojado en la untura del numero dos. Ítem: Se pondrá al enfermo al régimen del pulque, absteniéndose, durante su uso, de qualquiera otro licor. Las hora< regulares de tomarlo son las diez de la mañana, el me- dio dia, y seis de la tarde, sobre los aumentos- propios, que son chile seco, carne asada, y pan (de maíz ó de trigo) tos- tado. Si el pulque estuviere insípido, austero, agrio, agua- noso, dulce, ó mal fermentado,;qua¡ es el Tlachique, ó el que se saca de los magueyes silvestres, y#l(que está recien, mez- clado-con agua miel, se cocerá con'una rajita de canela, de- jándolo de un dia para otro: asentar; y se mezclará á cada toma, un papelito de estos polvos: toma de polvos de coral rubio, cal, y antimonio diaforético usual una dragma de ca- da cosa. Háganse nueve partes iguales; que si el pulque qui- siere DTSENTERIA. 101 siere hacerse mas roborante, ó astringente, se le mezclará una parte de vino Carlon. DYSENTERIA. La Disenteriaes aquella diarrea que viene con fuertes dolores en los intestinos, cuyas deyeccio- nes unas veces son sanguinolentas, y otras incruentas. La causa inmediata es la irritación convulsiva de los intestinos. Las antecedentes son, la espesura inflamatoria, ú acrimonio- sa del humor que los lubrifica, ó un acre maligno, anidado en sus glándulas, ó pliegues. Las eficientes son: primeras: errores constantes en la dieta, de que se engendra la celiaca, y de ai la disen- teria. Segundas: acrimonias alcalinas. Terceras: sangre de- tenida, accediendo causas inflamantes. Quartas: corrupción de linfa en los intestinos. Quinta: humores acres deteni- dos mucho tiempo en el hígado, bazo, ó mesenterio. Sextas: metastases, ó translaciones de otras materias á los intestinos. Séptimas: ayres pestilenciales, ó contagiosos. Las primeras, y segundas causas son bien conocidas. La tercera se percibe por la plenitud de los vasos de la san- gre, ó porque están las reglas ó almorranas detenidas, ha- biendo calentura. La quarta sucede en los muy flemáticos, caquécticos, hidrópicos, y en los que tienen impedida la transpiración, por el desabrigo, ó mucho frió. Las quintas, acontecen á los melancólicos, y á los enfermos habituales del bazo, hígado, ó mesenterio, siendo las materias que se deponen comunmente negras, y resplandecientes. Las sextas, nacen en las ulceras, herid as, salivación, sudor, ó purgaciones suprimidas; en las cefalalgias, anginas, pleuresías, y males agudos; en la gota, reumatismo, luevenerea, escorbuto, &c. Las séptimas se aparecen en tiempos pestilenciales. Son mortales por lo común las disenterias que resul- tan en las viruelas, sarampión, y fiebres malignas: las que se acompañan con hipo, vómitos bilio-^os, dolores inflamatorios del higado,,sed intensa, vigilias inmoderadas, evacuaciones sanguíneas, copiosas, periódicas, sinceras, negras, ó aploma- das; y las que vienen á los infantes con vómitos, y fiebre agu- da. Son criticas, y por consiguiente saludables, las que naced en la gota yaga, enfermedades del bazo, y males agudos de la cabeza. - ¿V7/- 102 DTSENTERIA. NUMERO CINCUENTA T OCHO. Curación de la Disenteria. EN esta enfermedad es preciso que los alimentos sean te- nues, nobles, y frescos, como los caldos de gallina, car- nero, ó ternera; el arroz, camuesas, poleadas de flor de hari- na tostada, manjar blanco, ó sopa en leche; huevos sorvidos, almendradas &c, excusando las carnes, chocolate, y comidas de abstinencia. Por bebida ordinaria puede usarse la agua acerada, el cocimiento de cebada, ó el suero clarificado. Las primeras causas, estando fixas en el estomago, se curan con vomitorios; mas habiendo descendido al vientre, necesitan de los remedios laxantes antidisentéricos, interpo- lando los opiados en la fuerza, y al fin de la operación de di- chos evacuantes. Lo mismo se hará en las causas segundas, alternando en éstas los remedios frescos anodinos, y en aque- llas los digestivos estomacales; que si el mal durare se pon- drá al enfermo á el régimen del pulque, ó se usarán los si- guientes Polvos contra la Disenteria acrimoniosa. TOMA de polvos de cristal del monte, coral rubio, y cuerno de ciervo quemado dos dragmas de cada cosa: mézclense, y háganse diez y ocho partes iguales, á tomar dos cada dia en alguna infusión restringente. En la causa tercera se sangrarán los brazos, se usarán las labativas ó laxantes antidisentéricos, se frequentarán los frescos anodinos; y á lo ultimo se pasará á los restriñientes antidisentéricos. En la quarta causa, habiendo abundancia de flemas, convienen los digestivos, atenuantes, eméticos, y purgantes del numero ochenta y tres^ moderando las irrita- ciones con los restrictivos roborantes; en la copia de linfas sé procurará la derivación por sudor con los sudoríferos narco- ticos, y se ministrarán las bebidas antipútridas del numero sesenta y cinco. Si la causa fuere el mucho frió, se abrigará y sahumará el quarto del enfermo; se le frotará la triaca ó el diasqordio á todo el vientre, aplicando encima un redaño co- cido' DTSENTEVLIA. ' IO3 cido en aguardiente, y mojado en aceyte de yerbabuena; y se frequentarán los sudoríferos narcóticos. Las quintas causas se corrigen con los laxantes anti- disentéricos, alternando los frescos anodinos. En las sextas es presiso conducir los humores á sus propios lugares, com- binando los remedios indicados con los opiados. En las sépti- mas causas se comenzará la cura con los frescos anodinos, y labativas antidisentéricas, para ministrar después los sudorí- feros narcóticos. Remedios laxantes antidisentéricos. TOMA de polvos sutiles de ruibarbo media dragma. Bé- banse en agua tibia, tomando encima un jarro de agua de tamarindos. Ítem: De pulpa de tamarindos media onza, de crémor de tártaro dos dragmas. Desatente en agua tibia. ítem: De sal policresta media onza, de suero media libra: mézclense. ítem: De ruibarbo gruesamente molido y crémor de tártaro una dragma de cada uno, de maná una onza. Hágase infusión con quatro onzas de agua de cebada, y cuélese. Labativas antidisentéricas. OMA de leche, suero, y aceyte violado dos onzas de ca- da cosa, de miel virgen una onza: mézclalo. ítem: De cocimiento de rosa en la agua segunda de cal media libra, de trementina media onza, de miel rosada dos onzas, y una yema de huevo: mézclese muy bien todo. ítem: De leche de vacas acerada seis onzas, de acey- te rosado dos ouzas, de triaca media onza, y una yema de huevo: deshágase todo, y cuélese. ítem: De cocimiento de capitaneja seis onzas, de azú- car dos onzas, y dos yemas de huevos. ítem: De caldo de carnero una taza, de goma de no- pal una onza. Cuezanse, y en la coladura mézclese medía dragma de láudano liquido. Re- T 104 DISENTERÍA.' Remedios frescos anodinos. TOMA de suero, ó cocimiento de tianguispepetla, ó del de mirto cimarrón y xocoyoli una libra, de láudano li- quido cinco gotas: mézclense para una toma. ítem: La horchata de las simientes de melones y adormideras, hecha en infusión de lechugas, lantén, flores de violetas, y borrajas, endulzada con xarabe de amapolas. ítem: La leche usada á todo pasto. ítem: Tómese de.aceyte rosado y del de siete flores de cada uno una onza, de láudano liquido medio escrúpulo. Frótese todo el vientre. O se usarán las unturas anticolicas anodinas del numero quarenta y ocho. Sudoríferos narcóticos. TOMA de diascordio una dragma, de antimonio diafore- tico un escrúpulo, de láudano liquido quatro gotas, de infusión de flores de amapolas ocho onzas: mézclensele para una dosis. ítem: De agua de yerbabuena quatro onzas, de sal vo- látil oleosa quince gotas, de láudano liquido seis gotas, de xa- rabe de adormideras media onza: mézclense para dos tomas. ítem: De agua triaca! de salas dos onzas: mézclen- sele tres, ó quatro gotas de láudano, y bébase. ítem: Quatro onzas de infusión de rosa y flores de saúco, con quatro gotas de láudano liquido. ítem: De polvos de piedra bezar un escrúpulo, de láu- dano cinabarino un grano: mézclense, y tómense en atole. Restringentes antidisentéricos. TOMA de diascordio y conserva de rosas de cada cosa media onza, de polvos sutiles de capitaneja dos drag- mas: mézclalos,.á tomar cada hora el canto de una cuchara. ítem: De agua rosada quatro onzas, de la de canela membrillada una onza, de polvos sutiles de la goma de So- nora una dragma, de coral rubio un escrúpulo, de láudano liquido veinte gotas, de xarabe de mangle una onza: mezj- clese todo muy bien, para tomar de tiempo en tiempo una cucharada. ítem: DTSURIA* 105 ítem: se establecerá el régimen del pulque. En las disenterias rebeldes se tomará todos los dias una de las siguientes Soletas antidisentéricas. TÓMESE la pasta común de soletas, y háganse las que fueren necesarias, polvoreando á cada una, antes de' entrar al horno, dos granos de polvos sutiles de hipecacuan- ha. DYSURÍA. El Ardor de orina es aquella enfermedad en que este liquido se arroja con dificultad, dolor, y mucho ardor. La causa inmediata es la falta, del moco natural que lubrifica la uretra. Las eficientes son: primeras: acrimonias. alcalinas, ó acidas. Segundas: inflamaciones de los vasos de la orina. Terceras: ulceras de estas partes. Quartas: carnosida- des de la uretra. Quintas: gonorreas suprimidas, mal de pie- dra en la orina, accidentes convulsivos, y metastases á estas partes de humores venéreos, artríticos, catarrales &c. Sex- ta: el uso de las cantáridas. A las primeras causas anteceden, y acompañan las causas, y signos dé la acrimonia alcalina, con la orina en- cendida; ó de la acida, con abundancia de flatos, y orina cruda. Los signos que denotan la inflamación de los caños de la orina son los sumos ardores, y durezas ruborosas en las obscenas, y empeyne. Las ulceras se conocen porque habíen- doprecedido la inflamación, la orina sale muy fétida, espesa, y purulenta. Las carnosidades se manifiestan por los signos que apuntamos en el titulo iscburia. Las demás causas tienen sus signos conocidos. La disuria que nace de ulceras, y carnosidades es la mas difícil de curarse: comunmente es critica la que aconte- ce en los accidentes del pecho: pero es muy mala la que re- sulta en la timpanitis, convólvulo, y dolores de cabeza. NUMERO CINCUENTA T NUEVE. Curación de la Disuria. EN las acrimonias alcalinas se practicarán los vomitorios, bebidas laxantes, dieta fresca, diluentes, y uso constan- O te IOÓ DTSURIA. te de la leche de burras con tintura de rosas, de la media le- che de vacas con el cocimiento de la yerba del pollo, ó de el xocoqui. Las acrimonias acidas piden los remedios digestivos, vomitivos, carminantes, purgas de azibar, y leche de burras. En las inflamaciones están indicadas las sangrías, sanguisue- las al ano, diluentes, baños, media leche ó leche de burras, y unturas antibecticas á las espaldas, lomos, hipogastrio, em- peyne, y perineo. En las ulceras se ministrarán por largo tiempo el sue- ro de la leche de cabras con polvos de acíbar, labada muchas veces en agua rosada, y endulzado con xarabe de mucila- gos; ó un escrúpulo por dosis de trociscos de alquequenjos, en cocimiento de capitaneja; ó la leche de burras, con la terce- ra parte de agua segunda de cal; usando al mismo tiempo los xeringatorios que traemos abaxo. Para deterger son pro- pias las inyecciones del cocimiento de capitaneja con miel rosada; más siendo la intención cicatrizar, se mezclará á cada dos onzas de dicho cocimiento una dragma de polvos del amalgama de Luque. En las carnosidades del caño de la orina convienen Jas bebidas diluentes aperitivas deloumero ochenta y uno, y los remedios que prescribimos en el numero noventa y dos, irMíra el titulo iscburia. Para curar la gota, y lúe venérea han de practicarse ,los remedios que apuntamos en sus títulos. Si la disuria na- ciere de piedra encajada en la uretra, se volverá á introducir con la tienta, y $e harán los primeros remedios del numero treinta y siete, mezclando á las bebidas unas gotas de los es- píritus agrios de vitriolo: en las fluxiones artríticas es preci- so abrir fuentes en los brazos, y muslos: en la metástasis ó translación de materias catarrales convienen los remedios diaforéticos; y en los males convulsivos los antiepilepticos, con el láudano de cinabrio; á los viejos aprovechan las hor- chatas hechas con las pepitas de los duraznos. Quando la disuria proviene del uso, ó aplicación de las cantáridas, ú otras cosas acres y causticas, desterradas dichas causas, se tomará mucha leche, se ministrarán las be- bidas demulcentes, y diluentes, y se darán baños repetidos de DOLOR. 107 de agua tibia. Generalmente dañan en la disuria todos los in- gestos acres y espirituosos: en la habitual aprovechan los termas de alumbre: comunmente son útiles la leche de bur- ras; la agua rosada, tomada con unas claras de huevos: el cocimiento del amalgama de Solano de Luque; la infusión de cortezas de cañafistola, y simiente de lino, endulzada con xarabe de mucílagos; las horchatas frescas y musilaginosas; y los siguientes Xeringatorios en la Disuria. TOMA del mucilago hecho de las simientes de lino, vele- ño, lechugas, y adormideras blancas en agua rosada, ó de lantén quatro onzas, de trociscos blancos de Rasis una dragma: mézclalos. ítem: Los sumos de yerba mora, y siempreviva, ba- tidos en vasija de plomo. ítem: La leche de burras, mezclada con claras de huevos. DOLOR. El dolor generalmente nace del embaraza- do influxo del jugo nérveo, por qualquiera causa que com- prima, inflame, rompa, ó irrite las partes. Los dolores con calentura en desapareciéndose de repente, son mortales: los de los hipocondrios con fiebre y diarrea, son maliciosos: son mortales los que acometen quando una ulcera repentina- mente se desparece. De los dolores en particular hablamos en el discurso de esta obra. NUMERO SESENTA. Curación de algunos dolores. EN los dolores fixos'eon hinchazón* habiendo escalofrió, y calentura, son necesarias las sangrías. Los que acometen á horas determinadas, se curan con la corteza del Perú, ministrando primero antes de la acce- sión, una purga. En los dolores tónicos del vientre, ó que se acompa- ñan con tiezura, estreñimiento, ansias, escalofríos, y pulso acelerado, se harán sangrías en los pies, se darán medios ba- ños 108 DOLOR. ños de agua tibia, se echarán labativas de miel aceyte y le- che, y se aplicarán en redaños las unturas anticolicas ano- dinas. Los dolores tenaces sin calentura, siendo inútiles los remedios indicados, se alivian aplicando un caustico á la parte. Los dolores antiguos del vientre con exacerbaciones, y sin fiebre, se remedian con medicamentos aperitivos, y ano-. dinos, y con purgas fuertes tomadas cada dos ó tres dias. Un dolor fixo,y sin fiebre en los lomos, se quita apli- cando las cebollas de las azuzenas fritas en unto de puerco. Los entuertos, ó dolores que sobrevienen al parto se remedian tomando doce ó quince granos de sal volátil de suc- cino, en agua de poleo, frotando el vientre baxo con aceyte de succino, y aplicando al dolor una cabeza de cebolla asa- da, y polvoreada de cominos. Los dolores constantes de los hombros se curan con las unturas nervinas espirituosas, A los dolores por humedades, ó vientos repentinos se harán fomentos con la agua de la Reyna de Ungria; ó los sahumerios de succino, salvia, romero, alucema &c, ó se un- tará el ungüento nervino con aguardiente alcanforado. En los dolores por frialdades se procurará el sudor á las partes, rociando ladrillos calientes con aguardiente de in- fusión de salvia, y recibiendo los vapores. En los dolores, y contracciones de miembros por hu- mor gálico, toma de ungüento marciaton y de el de mercurio compuesto partes iguales, y mézclales un poquito de aceyte de guayacán, y de ladrillos, para frotar las partes. Los dolores graves de estomago con vómitos en las naturalezas biliosas, y cuerpos resecos y ardientes, se alivian tomando mucha limonada nevada, dándose repetidos baños, y aplicando al estomago tostadas de pao, mojadas en sumo de agrás, ó en vinagre rosado. En los dolores convulsivos del vientre toma de polvos de carne de loba, ó de castor quince granos, de láudano cina- barino un grano. Dense á beber en agua rosada. En qualquiera dolor es bueno por lo pronto untar la parte EBPJETAS. IO9 parte con ungüento de altea, y polvos sutiles de simiente de acocote. Los delores en los costados de humor bilioso se cor- rigen con vomitorios suaves, y bebidas laxantes; pero las purgas fuertes los aumentan. Los dolores de pasmo, ó de antiguas frialdades en el vientre se curan con los baños del temazcal, aplicando repe- tidas veces las pencas de zabila asadas, ó untando el ungüento de así con polvos de mariola. Un dolor ciático, sin fiebre, en las que menstrúan se socorre aplicando un tamal de hojas de higuerilla, mojado en manteca de azahar. EBK1ETAS. La embriaguez, ó borrachera es una es- pecie de frenesí, en que los bebedores se encienden, deliran, rien, gritan, se enfurecen, tiemblan, se hacen petulantes, tienen muchas ansias, vómitos violentos, fluxos de sangre, palpitaciones del corazón, modorras, y otros muchos males, según el exceso, ó calidad de los licores que han tomado, y la complexión de sus cuerpos. Los infelices que se abandonan á este vicio jamas pueden ocultarlo, aun en los tiempos libres de la borrachera, porque quedan mas ó menos insensatos, padecen comunmen- te del estomago, se vuelven temblorosos, son pesados para andar con ayre,les brotan gomas, granos, ó rubores en lajea- ra, se hinchan poco á poco, y tienen una vida corta y enfer- miza. Tomados los licores espirituosos acres, ó abundantes, se suscita un movimiento impetuoso en la sangre, elevándose ésta en mas copia á la cabeza, y una desordenada alteración en ios nervios, que provocan abundantemente la saliva, de cuyas causas nacen la sed implacable, calores, comezones, enronchcamientos, furores, ansias, erupciones sanguinolentas, procacidades, pergrecaciones, balbuciencias, vómitos, tem- blores, ojos centellantes, escotomias, desmayos, letargos, apoplexias, &c. El impulso violento, y desordenado de la sangre, desu- ne sus partes rubia, fibresa, y suerosa, de que se originan las palpitaciones, rubores, gomas, granos inflamatorios, hincha- zones edematosas, &c. El 110 EMPTEM/í. El continuo embate, y estimulo de los solidos es cau- sa de que estos se afioxen, resultando entonces la insensatez y torpeza de sentidos: minorándose la oscilación faltan los cocimientos, causas comunes de la pesadez de los cuerpos, acumulamientos linfáticos, cachexías, y hidiopesias, ayudan- do á producir estos'efectos el abuso de la agua que se hace en esta enfermedad: de la circulación lenta de esta sangre cortada,acre, y inflamada, nace la viscidez espontanea de es- te liquido, fuente de la gangrena, estiomeno, parálisis, y ma- rasmo. NUMERO SESENTA T UNO. Curación de la embriaguez. PARA curar esta enfermedad han de distinguirse dos tiem- pos, á saber, el de la embriaguez, y el de la apirexía. En el primer tiempo, en que la bebida está exercitando su furia, se mojarán con freqüencia los extremos del cuerpo, y las pudendas con agua fria: se procurarán el vomito, y la evacuación del vientre: se excusará todo alimento; y se con- cillará el sueño, con cuyas diligencias termina ordinariamen- te esta locura. Después, si la sed, bochornos, y ansias execu- taren, hubiere alguna destemplanza, y el pulso estuviere vi- goroso, se sangrará al enfermo, y se le ministrarán muchas bebidas diluentes. Pasado el tiempo de la embriaguez, si los pacientes fueren todavía candidatos de esta indigna, y pesada compla- cencia, deben absolutamente abandonarla, reduciéndose á un régimen fresco, y frugal. Mas en siendo habitual la borra- chera, se establecerá el método curativo siguiente: habrá la mayor abstinencia en las frutas, yerbas, agua, y comidas indigestas; se comerá una sola vez én las veinte y quatro horas del dia, sosteniéndose con caldos de sustancia, ó cho- colate; se ministrarán algunos vomitorios; se usarán los re- medios roborantes, y aperitivos; y se hará todos Jos dias mu- cho exercicio á pie, ó á caballo. En los resecos se estable- cerá el uso freqüente de los baños. EMPYEMA. El Apostema de dentro del pecho es Un EMPTEMA. III un amontonamiento de puses en ¡o interior de esta cavidad. Quando el dolor de costado, pulmonía, esquilencia, ú otro accidente inflamatorio en estas partes, no terminan con per- fectas crises, ó no habiendo sangrado suficientemente al en- fermo, se experimenta que ha quedado con tina lenta calentu- ra, la qual se aumenta de noche, con escalofríos, ansias, y di- ficultad de respirar, debe creerse que está formado el empye- ma. Mas, si pasado algún tiempo acometiere nuevo dolor, mayor dificultad en la respiración, toz.seca y continua, y se sintiere peso hacia abaxo, ruidoenel pecho,fiebre hectica,de- cubito de un lado solo tolerable; la cara se pusiere hipocra- tica y pustulosa, y los pies se hincharen, es señal de haberse ya desparramado el apostema. Esta enfermedad es mortal, en no procurando con brevedad darles salida á las puses. La diarrea saniosa con su- dores nocturnos es precursora de la muerte. Luego que se verifique este mal se pondrán en uso los remediosatenuantes,yincindentes de el numero ciento y diez; que si el esputo estuviere muy delgado, se echará mano de Iqs Remedios incrasantes. LA infusión de amapolas: el xarabe de diacodion: las pil- doras de cinoglosa: los mucilagos de las gomas de sono- ra, mangle, y nopal: las poleadas de almidón, ó arroz: las al- mendradas, &c. Mas en no consiguiéndose la cura por este medio, se hará, sin perdida de tiempo, la operación de la parasentésis, debiendo concluirse el éxito de las puses dentro de quince ó veinte dias, tomando en todo este tiempo el enfermo, á todo pasto, las aguas de cebada ó de la yerba del pollo, con miel virgen, ó ei cocimiento del quiutecomate ó cirial. Pero si el empyemafuere antiguo, hubiere diarrea co- liquativa, y las fuerzas estuvieren muy postradas, la para- • sentésis acelerará la muerte. Si en dicha operación las puses se echaren todas de una vez, ó salieren nigricautes, icoro- sas, ó como amasadas con hebritas, hay mucho peligro de aue muera el enfermo, ó quede tísico. ' ° Las 112 EPILEPSIA. Las purgas fuertes son perniciosas en el empyema. Quando hubiere necesidad de evacuar el vientre, se usarán las labativas emolientes, ó se n; ilustrarán las minorativas frescas, el cocimiento fuerte de pasas deshuesadas, la mante- quilla con xarabe violado, ó una onza de maná en caldo. Son útiles en esta enfermedad los remedios diuréticos suaves, co- mo los polvos de ojos de cangrejos, ó de pepitas de texoco- tes, los cocimientos de raices aperitivas &c. EPILEPSIA,MORBUS CADUCUS, MORBUS HER- eULEUS^ORBUSCOMlTIALIS.ZaEp/Vt^j/úf^o^^rflf/, d Mal de corazón es una repentina y accesional privación de movimientos y sentidos, acompañada de convulsiones, ó mo- vimientos convulsivos. La causa inmediata es la presión, ó irritación de los nervios y vasos sanguíneos del celebro. Las procatarticas ó eficientes son, primeras: heren- cia de los Padres, mala configuración de la cabeza, y tumo- res duros en el celebro. Segundas: apostemas, y humores acres, ó extraños entre la pia y dura madre. Terceras: apara- tos de flemas en ias primeras vias, obstrucciones graves del bazo en la adolecencia, y lombrices. Quartas: incendios de la sangre, por excesos en los licores que embriagan; y abundan- cia, ó supresión de las evacuaciones acostumbradas de este liquido. Quintas: transpiraciones detenidas, erupciones re- trocedidas, y ulceras, loquios, y otros humores suprimidos. Sextas: pasiones de animo intensas, estudios -profundos, eva- cuaciones copiosas, dolores graves, y vapores histéricos. Séptimas: meconio detenido, leche enferma de ias nutrices, dentición, lombrices, y agrios en el estomago de los infan- tes. En una palabra esta enfermedad proviene de todo aquello que espesando, ó moviendo impetuosamente los lí- quidos, y irritando, comprimiendo, ó tapando los vasos, y nervios, hace ir deteniendo la sangre succesivamente en el celebro, de que nacen: Primero zumbido de oidos, bamboleo de cabeza, he~ betud de la memoria, torpeza en los sentidos, balbuciencia, tristeza, y adormecimiento de todo el cuerpo. Segundo: caida del cuerpo, gritos esforzados, deyecciones de espumas por la boca EPILEPSIA. I I 3 boca, mormollos, apretamiento de los dientes,•".contorsiones, &c, lo qual todo dura comunmente, una hora ó algo mas; pero pasando de dicho tiempo, (aunque suele repetir con fre- qüencia el insulto) se vuelve apoplectico el enfermo,y muere irremisiblemente; ó quedando por tres ó quatro horas aturdi- do, resulta, ciego, estulto, ó baldado. Concluida la accesión, jamas se acuerda el enfermo de lo que le ha sucedido. La epilepsia heredada no se cura, como tampoco la muy antigua: la de los niños á el comenzar los diez y seis años de su edad, y la de los adolescentes á los veinte y cinco suele acabarse: la que nace de hipocondría, degenera en lor cura: la que acomete al caer el sol tiene su nido en las prime- ras vias, ó en el útero. Quanto mas repetidos y prolongados fueren los insultos, tanto mas peligran los enfermos. Los ni- ños, cuyas cabezas se cubren de unas costras duras, difícil- mente incurren en este mal. NUMERO SESENTATDOS. Curación de la Epilepsia. I A epilepsia se cura en dos tiempos, á saber, en la acce- _/ sion, y quando el enfermo está libre del mal. En el pri- mer tiempo, para volver á el paciente á sus sentidos, se prac- ticarán los remedios del numero cincuenta y dos; se le llena- rá la boca de sal; y si la causa fuere vaporosa, ó furiosa*la accesión, se le fomentará el cuerpo con lienzos doblados, mo- jados en agua fria. Mas la cura principal se hace fuera de las accesiones. Es preciso conocer la causa de la epilepsia para sa- ber gobernar la cura. Las primeras causas no la admiten. Las segundas se auxilian con purgas, fuentes, sedales, vexigato- rios, y remedios errinos, ó que purgan por las narices. Las terceras se curan con vomitorios, digestivos, estomacales,re- gimen de alimentos, exercicio, y baños de agua tibia; ó con los antelminticos, ó medicamentos que matan las lombrices. . Las quartas piden vomitorios, labativas, sangrías revulsivas, y muchos baños.En las quintas están indicados los cordiales, diaforéticos, los diuréticos, atrahentes, vexigatorios, y supu- 114 EPILEPSIA. rantes. Las sextas, quitadas las causas que irritan, se reme- dian con los antiepilepticos, asociados con el láudano cinaba- rino, y con los roborantes, y los baños. Las séptimas causas se curan como diremos en el úuúoinfantium morbi. En to- dos los remedios deben mezclarse los antiepilepticos. Remedios antiepilepticos. HAganse partes iguales de polvos de peonía y de castor, y tómese un escrúpulo, dos, ó tres veces en el dia, en infusión de salvia. De la misma suerte se usarán los polvos de guteta, raiz de valeriana silvestre, ó del Marqués. ítem: Toma un escrúpulo de láudano cinabarino, y otro de asa fétida, y con xarabe de peonía forma veinte y quatro pildoras, que tomará el enfermo en doce dias, á saber, una en ayunas, y otra al acostarse. Ítem: Toma de polvos sutiles de hojas de naranjo dos onzas, de los de raizes de valeriana silvestre una onza, de ci- nabrio de antimonio media onza, de xarabe de peonía lo que basta para hacer, una conservita espesa, á tomar todos los dias en ayunas media cucharada, bebiendo encima unos tra- gos de la infusión de poleo. ítem: Se traerá aplicado del estomago al ombligo el amuleto del numero ochenta y cinco. ítem: Se usará en el puchero la carne de loba, ó en su defecto la del macho. Antiepilepticos roborantes. TOma de espiritus de romero, y cuerno de ciervo succi- nado, y de tintura de castor media onza de cada cosa, de sal volátil oleosa dos dragmas: mézclense. Se tomarán quince gotas en caldo tres veces al dia. ítem: La bebida contra las convulsiones del numero cincuenta y dos. ítem: De ambir una dragma. Desátese en agua de peonía compuesta, ó cefálica, para dos tomas, mezclando una poquita de agua rosada. ítem: La tintura de Guatemala en medias cucharadas. - . . - 2RTSIPELAS. 115 Pozima antiepileptima calmante. TOma de corteza Peruana onza y media, de n*iz de vale- riana silvestre media onza. Quebrántense y cuezanse con un quartillo de agua, á que consuma cerca de la mitad. Cué- lese, y mézclesele dos onzas de xarabe de adormideras. Há- ganse tres cantidades iguales, á tomarlas antes de la acce- sión. A los niños después de los evacuantes indicados es provechoso hacerles tomar el sumo de peregil,endulzado con azúcar candi. Mira el número cincuenta y dos. Pildoras antiepilepticas purgantes. TOma de masa de pildoras succinadas,diagridío, trociscos de alhandal, sal volátil de cuerno de ciervo, y polvos de lombrices medio escrúpulo de cada cosa. Con xarabe de ajenxos fórmense pildoras menudas, á tomarlas á media no- che, en atole. ERYSIPELAS, IGNIS SACER. La Erisipela es un tumor roxo, amarillo, incircunscripto, ó extendido, acompa- ñado de dolor, y calor, y algunas veces de unas pústulas que degeneran en vexiguillas. La causa inmediata es el derrame de la parte roxa de la sangre, mezclada con la gordura fun- dida de las partes. La antecedente *és una acrimonia biliosa que predomina en la sangre. Las procatarticas son: primera: inflamación de la membrana adiposa. Segunda: corrupción de las linfas en este integumento, provenida de humores ca- quécticos, escorbúticos, venéreos, artríticos, escrufulosos, &c. Tercera: el libre curso de los líquidos transpirables, icoro- sos, ó purulentos, impedido. Si la inflamación fuere grande, y la apoyare un tu- mor renitente, y circunscripto, se nombra la erisipela phleg- monosa; mas amontonándose la linfa, y gordura en un tumor blanco, y blando, sirviendo de pedestal á ;la erisipela, se dice edematosa. Las erisipelas vagantes, ó que mudan distintos *■- lugares; las que se acompañan con fiebre muy aguda, ó con diarrea; las que sobrevienen á las heridas, ulceras, y fractu- ras; y las muy dolorosas, sonde mucho peligro: las que se desparecen traen riesgo sobrado; y son mortales en resultan- do delirio, ó invadiendo los pulmones. NU- lid FACIEI MG NUMERO SESENTA T TRES. Curación de la Erisipela. EN esta enfermedad han de excusarse los alimentos pican- tes y grasosos, las bebidas espirituosas, las coleras vio- lentas, el ambiente libre, y los remedios actualmente frios; han de freqüentarse los remedios laxantes, y bebidas diiuen-. tes un tanto sudoríferas, sin faltar los auxilios indicados por las causas. Las sangrías, aunque con moderación, comunmen- te no se excusan. Si hubiere aparato en las primeras vias, son indispensables los suaves vomitorios. Tópicos en las Erisipelas. EN el principio se aplicarán las compresas en infusión de flores de saúco, ó de manzanilla, ó en vino aguado, bien calientes, mudándolas con freqüencia. En el progreso se aña- dirá á estos defensivos una parte de aguardiente alcanforado. A los niños, y á las personas débiles se les aplicarán lienzos delgados, mojados en vino alcanforado. En las erisi- pelas dolorosas, se mezclarán á los tópicos los trociscos blan- cos de Rhásis; en las inflamatorias, la agua vegeto mineral;'y en las edematosas, la de cal, con sal armoniaco. En las erisipelas cirrosas han de aplicarse las com- presas, mojadas en cocimiento de raices de altea, flores de manzanilla, y simientes de alholbas , y linazas ; y en las es- corbúticas, los sumos délas plantas antiescorbúticas con la agua vegeto-mineral. Si las erisipelas se desaparecieren, se echará mano de las bebidas cordiales que hacen sudar, ven- tosas arrastradas, sinapismos, y vexigatoriosi En las erisipe- las de la cara, á mas de las purgas, si fueren antiguas, ó estu- vieren pasmadas, conviene frotarlas con el sebo de las can- delas bien caliente, ó con orina de personas sanas. FACIEI MORB1. Las enfermedades de la cara mas familiares á estas partes son: fluxiones, color estraño, epbe- lis, paño, pecas, gota rosada, varros, verrugas, y manchas he- redadas. Las fluxiones son: primero: Inflamatorias, que vie- nen FsiCIEI MORBI. 117 nen con punzadas, hinchazón, calor, rubor, y calentura. Pue- den hacerse erisipelatosas, cirrosas, ó cancrosas. Segundo: edematosas", las quales traen grande hinchazón, poco dolor, y ninguna fiebre. Tercero: mixtas de inflamación, y edema, y acometen con mucho dolor , tumefacción, (aunque poco ruborosa ) salivación, y fuego en la boca. Quarto: de acrimo- nias alcalinas, y nacen en cuerpos resecos, con muy poca in- tumescencia, y graves dolores. Quinto: de constipación, y se verifican quando la fluxión ha durado muchos días, y no está demasiadamente abultada, ni ruborosa la cara: los dolores son fuertes, no hay calentura, y se siente mucho daño con el frió, viento, y remedios untuosos. Las cansas de las quatro primeras se deducen por sus titules. Las constipadas se originan de una inflamación len- ta, provenida del cerramiento de los poros de la piel, por al- guna intensa frialdad, ó viento recibido-s. El color del rostro amarillo, y subtumido, demuestra la cachexia. La cara bien encendida es muy sospechosa en las fiebres; y si estando abultada la frente se arrugara, amenaza el frenesí. La Ephelis es una mancha negra, que comprehende toda la cara en algunas preñadas, y aun en las doncellas, cuyos menstruos se hallan suprimidos, ó escasos. El Paño son las manchas vermejas, ó fuscas, mas ó menos grandes, que se extienden por algunas partes de la cara. Las Pecas son pringará manera de lentejas, vermejas, ó negras, despar- ramadas en la cara, y en muchas otras partes del cuerpo. La causa inmediata de estos males es una despumación de la sangre viciada. La antecedente es el mal cocimiento de este liquido, ó una innata ó heredada disposición. Las procatarti- cas son el mal cocimiento del estomago, y las 'destemplan- zas del bazo, por desreglos en la dieta, abusos y excesos en • el agua, frutas, y agrios; tristezas, y climas muy frios, hú- medos, ¿ce. La Gota rosada es una eflorecencia rubia, subtumidn, ^y muchas veces pustulosa, que tiene el génesis, y las termi- naciones de la erisipela, en la qual comunmente se halla la sangre infecta de un virus gálico. Los varros son unos tubér- culos pequeños, duros, roxos, y comunmente inmaduros, los qua-. 1 I O FACIEI MORDÍ. quales nacen por congestiones de la sangre venosa. Las ver- rugas, siendo extendidas se llaman JMyrmecias, y si penden Acrochordones. Son de la prosapia de los callos. Las manchas heredadas, ó nevos maternos son lunares que sacan los infantes del vientre de sus madres. Lo que hay que saber de ellos es la admirable correspondencia que de- muestran tener las partes. Porque al lunar de la frente corres- ponde otro en el pecho, ó en las espaldas: los que están jun- to á las sienes señalan otros en los ombros: los de las nari- ces manifiestan haber ios en ti pene, ó en la vulva: el lunar que está entre las narices, y los ojos tiene su compañero en el escroto, ó en el miembro viril: el del parpado superior del ojo trae su socio en el escroto; y el del parpado inferior, por debaxo de él: el de las mexillas tiene su sodal en las piernas: el que está baxo de los ojos se acompaña con otro en las ar- cas: al que está en la oreja, ó un poco mas abajo corresponde otro en el brazo; pero distando tres dedos de ella, ocupa su correspondiente los lados de las nalgas: el lunar que está so- bre el labio superior, junto á las narizes, indica haber otro en el perineo, ó entre las dos vias: el que ocupa el fin de la bar- ba designa á su compañero en el empeyne. NUMERO SESENTA T CUATRO. Curación de los mates de la cara. LAS fluxiones inflamatorias se curan con sangrías, mas ó menos repetidas^segun la urgencia del mal; labativas frescas, bebidas diluentes, baños de agua tibia á las piernas, y con los Tópicos para las fluxiones inflamatorias. LOS ungüentos de dolores simple,altéa,zacarias, y resun- tivo, con losaceytes de almendras dulces, linazas, ye- mas de huevos, ó violado, y con la esperma de ballena. ítem: El unto de puerco, frito con flores de manzani- Ha, unas gotas de inxundia de gallina, y un poquito de vino , blanco. ítem: Los tópicos que pondremos en el titulo inftam- matio. N v En FACIEI MORBI. I I 9 En las fluxiones edematosas. SE harán baños en las piernas con los cocimientos de lau- rel, hojas de naranjos, manzanilla, afrecho, y semejan- tes; y se frotará la hinchazón con manteca de azar, agregán- dole alguna agua espirituosa, como la de la Reyna de Un- gria, apoplética, cefálica, espiritus de vino alcanforado, aguardiente refino, &c. En las mixtas. SE harán los baños referidos: se procurará la salivación, mascando pelitre, ó tabaco, ó usando otros apoflegma- tizantes: y se untará la cara con pomada de Valencia mez- clada con espiritus de sal armoniaco, y aceyte de yemas de huevos; con el ungüento compuesto de dolores; ó aplicando un papel de estraza, mojado en sebo, con aceyte rosado, y polvos sutiles de azúcar. Las sangrías suelen no excusarse. En las de acrimonia alcalina. SE harán muchos baños generales de agua tibia, y se fro- tará lá fluxión con el ungüento simple de dolores; ó se aplicará una flor de floripundio asada, y mojada en manteca de puerco. También se harán los remedios del numero tres. En las constipadas. SE frequentarán los baños de piernas con los cocimientos de las drogas calientes que hemos dicho en las fluxiones edematosas: se recibirán vapores de orines en la cara; y se aplicarán pencas de zabila asadas, enjugadas, y rociadas de aceyte rosado, lo mas caliente que puedan aguantarse. Los sudores antigalicos son específicos en estas fluxiones. El Paño, la Ephelis, y las Pecas, después de curadas las causas, se auxilian con los siguientes r Remedios cosméticos, ó que quitan las manchas del rostro. EL fruto del árbol del Perú. La pulpa de chiles anchos. La 120 FACIEI r.lORBl'. La agua asentada de levadura bien agria. La hiél de vacas con polvos sutiles de vidrio. El aceyte de mirra por deliquio. La horchata espesa de almendras amargas en agua de hojas de calabaza. El vinagre cilitico. ítem: Toma de pomada de jazmines media onza,de alumbre quemado dos dragmas, de mercurio precipitado blanco una dragma: mézclalo. ítem: De almidón tres dragmas, de azogue media on- za. Muélanse juntos en un almirez, hasta que se deshaga per- fectamente el azogue, mezclando después seis dragmas de pepitas de melón descortezadas. Este mixto se amasará con saliva tomada en ayunas, á que quede una pasta de mediana consistencia. Con qualquiera remedio de los dichos se frotará de noche la cara, y á la mañana se labará con las aguas destila- das de flores de habas y de saúco, ó con la agua vegeto mi- neral alcanforada. Cosméticos para las asperezas de la cara. TOMA de aceyte de almendras dulces sin fuego dos on- zas, de cera blanca cinco dragmas, de esperma de ba- llena dos dragmas. Hágase ungüento, y labese tres ó quatro veces con agua de lechugas: mézclensele después dos drag- mas de talco de Venecia, de at¡ncar, y perlas preparadas una dragma de cada cosa, de azúcar candi dragma y me- dia. Agítese todo ad alledinem. ítem: El aceyte de mina por deliquio, ó la saliva to- mada en ayunas. ítem: Báñese la cara con orina recien salida del caño. ítem: Hágase una mezcla de claras de huevos con polvos de alumbre quemado, unos granos de alcanfor, y dé sublimado corrosivo. En los botones de la cara se ministrarán interiormén- ■■*■» te los remedios fundentes, aplicando por de fuera el mucila- % go de simiente de membrillos, hecho tn vinagre, y amasado con flores de azufre, ó el emplastro de diachilon mercuriado. En FEBRIS. 12 1 En las pústulas rebeldes toma tres onzas de espíritus de vino alcanforado, una de vinagre de saturno, y media de aceyte de tártaro: mézclese todo muy bien, y úntese de no- che la cara, lavándola por la mañana con la agua de mirra. En los herpes, y pústulas de la frente toma de cera quatro onzas, de esperma de ballena una, de alcanfor un es- crúpulo, de mercurio dulce dos dragmas, de atincar, y alum- bre quemado media dragma de cada uno: mézclese todo, y hágase un cerato para aplicarlo. En la gota rosada es necesario el uso de las sangrías, diluentes, y fundentes, para aplicar con utilidad el ungüento rosado con azúcar de saturno, ó los fomentos de agua rosada, ó el cocimiento de salvado en vinagre. A los varros, á mas de las sangrías, diluentes, fun- dentes, y dieta fresca, se harán los siguientes Tópicos para los varros. SE estregarán todos los dias con limas asadas, ó con los granos de la yerba mora. O se untarán con el aceyte de tártaro, ó con ungüen- to rosado, con flores de azufre, y sal de saturno; ó con el citri- no alcanforado. Las verrugas pensiles se curan ligándolas, y apre- tándolas de dia en dia mas, hasta sufocarlas. Lasmanchas ma- ternas no admiten cura; sin embargo, algunas veces se de- primen, y otras enteramente se disipan por la edad, muta- ción de climas, y arreglo en la dieta. FEBRIS. La Fiebre, ó Calentura es un freqüente, cons- tante, y preternatural movimiento de la sangre. La causa inmediata es la fuerza constrictiva del corazón aumentada. P^Las procatarticas son todas aquellas que imprimiendo con- tinuamente, ó por intervalos, un extraño movimiento en ia saui^e, ocasionan al corazón freqüentes contracciones, de m ^onde resulta la mas general división de las fiebres, que es , en continuas, y accesionales. Las fiebres continuas son aque- llas que sin cesar un instante trabajan al enfermo en toda su duración. Las accesionales son las que por tiempos se aumen- ta tan, 122 FEBRIS. tan, ó acometen, dexando al paciente con poca, ó ninguna calentura. Los Autores din nombres particulares á algunas fie- bres, respecto á los síntomas conque se acompañan, como Elodes por lo mucho que sudan los enfermos: Asodes por las ansias, y bascas que tienen: Epiala por el mucho calor inter- no, y frialdad externa que perciben: Lipiria en habiendo calor intenso en el cuerpo, y frialdad en los extremos: Fri- codes por las repetidas horripilaciones, y sentimientos de frío: Hemitritéa 6 Seniitrecianasiendo en la fiebre continua -las exacerbaciones diarias. Últimamente llaman Sincópales á aquellas fiebres que acometen con desmayos. El síntoma esen- cial que acompaña á todas las fiebres es la freqüencia cons- tante del pulso. Los mas comunes síntomas febriles son el sudor co- pioso que nace dé la vehemencia, del circulo, ó de la debili- dad, y caimiento délos vasos:las ansias resultan del atrope- llado movimiento de la sangre, por el qual deteniéndose en los vasos pulmonales, sufocan, ú oprimen la respiración; ó de la tensión del vientre, que igualmente dilata los vasos del mesenterio y del pulmón: El calor sumo por dentro, quedán- dose fria la piel se origina de aquella inflamación de las en- trañas, que crispando fuertemente el sistema vasculoso, hace que la sangre aglomerada en los vasos mayores, desampare los últimos, y menores. í Los freqüentes escalofríos tienen su génesis en un ma- terial tan extraño á la sangre, que insinuado en ella repeti- das veces, la executa á moverse con tal furia, que irrita al mismo tiempo los nervios, estrechando estos los vasos capi- lares, lo qual sucede comunmente en el principio délas fie- bres malignas, accesionales, constipatorias, süpuratorias. histéricas, mesentericas, y catarrales. Los paroxismos, ó accesiones tienen su nacimiento en una determinada cantidad de levaduras febriles, ,0.1^ de otras partes, én especial de las primeras vias, ocurren áS: sangre: Los desmayos se originan de una circulación lenta en los vasos del celebro, ó de la debilidad aparente, ó positiva de los nervios, y acontecen muchas veces en las fiebres ma- FEBRIS. 123 lignas, aparatos de humores, y imbecilidades. Las inquietudes conocen por causa una erupción que amenaza, ó materiales acres en el estomago: El dolor de ca- beza tiene por principios generales el encuentro déla san- gre impetuosa en los vasos de la dura madre, por su abun- dancia, por las freqüentes contracciones del corazón, ó por los embios, ú opresiones que causan las crudezas, é infartos de las primeras vias: Las vigilias vienen por falta de repo- so en el jugo nérveo: El delirio lo ocasionan las vibraciones continuas ele la dura, y pia madre, presentando á la idea, con estos irregulares movimientos, especies estrañas y confusas. El frío nace de la inmobilidad de la sangre en los ra- mos capilar es, por la coagulación de este liquido, ó constipa- ción de sus vasos: El calor uno es acrimonioso, y otro inflama- torio. El primero nace de un movimiento intestino en los fluidos, que tira á resolverlos, y se produce de las sales esti- mulantes de que abundan; acompaña á este calor un pulso pequeño, freqüente, y muchas veces convulsivo. El calor in- flamatorio resulta de un movimiento rápido, y de proyec- ción, provenido de ia pegajosidad de la sangre, y trae co- munmente un pulso duro fuerte Heno y febril. La sed provie- ne de la espesura, ó consunción de los líquidos; de la seque- dad de los vasos; ó de acrimonias, partilarmente en las pri- meras vias. En el principio de las fiebres son de mal anuncio la palpitación del corazón, el pulso semejante al de los sanos, la debilidad del cuerpo, modorras, y desmayos. Las convul- siones son muy malas en naciendo después de grandes eva- 0 cuaciones, ó acompañándose con un continuo disvario. La pesadez del cuerpo es ominosa, igualmente que los cardena- les, y los dolores en los lomos. Empezando el escalofrío por ^^los lomos es señal de algún oculto apostema; mas si comen- zare en la cabeza es signo de muerte. Los freqüentes escalo- frjQsindican suciedad, ó aparato de humores en el estoma- ^^go, y vientre. Quanto mas sanas, y suaves estuvieren las pri- # meras vias, tanto menos peligran los enfermos. Mientras mas se suda, mas delgada y sin sedimento sale la orina; y quanto mas encendida se arrojare ésta desde el principio, tanto mas breve terminará la fiebre. La 124 FEBRIS. La gana de comer perdida, y de repente excitada, amenaza pronta muerte. El hipo, y la tiricia en las fiebres malignas son funestos. Lo negro de los dientes, y el ros- tro abultado señalan la gravedad de las fiebres. El ruido de las orejases pésimo, asi como los dolores, y inflamaciones de estas partes. La sordera con orina cruda indican un grande disvario. Los dolores continuos y fuertes de cabeza son muy sospechosos; en pasando del dia vigésimo anuncian aposte- ma, ó sangre dé narices: los que comienzan después del ter- cero, ó quarto dia pronostican la hemorragia de narices: son muy malos los que empezando con la fiebre crecen cada dia: los que traen modorra amenazan convulsión, y paróti- das: los que se acompañan con diarrea sanguinolenta son mortales. Las señales del disvario futuro son: orinas blancas y delgadas, ojos turbados, y lengua balbuciente. En estando el pulso fuerte y regular, aunque amenazen convulsiones y dis- varios, no hay mucho peligro; á la contra sucede si estuvie- re el pulso débil, vacilante, y muy presuroso. Mira los pro- nósticos del pulso en su titulo. Los ojos iracundos y fixos en un objeto indican el pró- ximo delirio: si involuntariamente lloran, y huyen de la luz, es malo: si solo lo blanco de ellos apareciere, es señal mortal; como también obscureciéndose la vista en las enfermedades del pecho. La lengua fria es signo de muerte: como ésta se hallare está el estomago, y la sangre. La falta de voz siem- pre es funesta en las enfermedades del pecho si resultaren tumores inflamatorios. En los muslos, es buena señal; asi co- mo tras de las orejas en el empierna. La respiración parva y freqüente demuestra inflamación en las entrañas: la grande y rara es indicio de convulsión, y delirio: y la rara y corta es signo mortal. La toz impide curar perfectamente la fie- bre. El esputo constante siempre quita el peligro en las fie- Si. teniendo fuentes el enfermo, luego en el princTfSy.■. se secaren, anuncíale la muerte. El sudor que causa sueño en lo rigoroso del mal, es muy proficuo. La postura supina, ó boca arriba, del enfermo, por lo común es fatal. Las bemor- ra- FEBRIS. I2g ragias que no curan las fiebres, las mas veces son mortales. Las crises de las fiebres se hacen mejor en el verano, estío, y ayres puros: las de poco humor son de mal agüero: quando ellas empiezan deben cesar los remedios. Los dias llamados críticos, intercalares, y índices (esto es, los septenos de las fiebres, los que inmediatamente les preceden, y los quartos anteriores inclusivajiiC-ijie á las crises) son preocupaciones de los viejos, en cuyos tiempos, por un engaño manifiesto, esperaban los anuncios, y decisio- nes del sangriento choque emprendido entre la naturaleza, y enfermedad. Lo que mas asombra es la inacción con que se mantenían, mirando en dichos dias morir sin remedio los en- fermos, dexandolos antes perecer que quebrantar las reglas de éste su proclamado sistema. Veían las indicaciones, y se suspendían, esperando que la Diosa incógnita (esto es, la Naturaleza) en un septeno les diese sin trabajo la victoria. Observaban, por exemplo, en una fiebre mesenteri- ca, presión, gravamen, ruido en los intestinos, elevación del abdomen, y reyecciones de flatos por el vientre, indicios de una futura diarrea. Entonces se imponía una quietud severa á los enfermos, y asistentes; se evitaba con cuidado hasta el mas ligero ruido; cesaban todos los remedios, aun las mas suaves labativas; y se sentaban á esperar el dia septeno in- mediato, en cuyo tiempo, y no otro, á esfuerzos únicamente de la naturaleza, debían prorrumpir las evacuaciones. Experimentaban también que las fiebres se estendian á muchos dias ( sin embargo de haber curado al enfermo,) y que si en adelante se insistía en ello con empeño, se preci- 0 pitaba á los enfermos las mas veces á una ruina inevitable. Por otra parte veían á otros escapar sin el auxilio de ios re- medios; de donde inferían que la naturaleza sola curaba las ^^enfermedades. Pero es imponderable lo que hizo errar en los pasados siglos la Autoridad succesiva ciegamente sostenida de los ^^ro inores para hacerse creer de los demás, con cuya manera ■■^^cle apoyar sus discursos, no atendían á los mas solidos prin- cipios para investigar la verdad. Y siendo la doctrina de las criseiel fundamento de la Medicina Antigua, se propagó \ desde I 20 FEBRI*. desde los primeros Maestros, como Dogmas incontrastables, por una numerosa serie de Varones ilustres, á cuyos textos no podía negárseles el asenso. Todo el mundo sabe el proceder lento de las cosas naturales, que para haber de llegar al colmo han de sufrir .muehas trituraciones, fermentaciones, y otras mutaciones, con que la materia se pone en aptitud de recibir otra forma; como también la necesidad de que los Agentes estén bien acondicionados, ó no se hallen oprimidos, enfurecidos, de- bilitados, ó enervados. Siendo esto así ¿quien dudará, que ha- biéndose mezclado intimamente con la sangre algún mate- rial extraño, no sean necesarios muchos embates, y revolu- ciones, para que tomando la forma ordinaria de los humores, se haga adaptable á los comunes emuntorios, siendo inexcu- sables muchas veces para conseguirlo, los auxilios de la Me- dicina, que contengan los precipitados movimientos, ó los esr timulen en estando sufocados, postrados, ó impedidos ? Véa- se lo que dexamos dicho en el titulo Crises. Todas las fiebres reduciremos á cinco títulos. En el primero pondremos las agudas simples; en el segundo las agudas graves; en el tercero las pestilenciales; las lentas en él quarto; y en el quinto las intermitentes. Los nombres de fiebre pútrida, y maligna se han hecho equívocos en la Me- dicina. ' NUMERO SESENTA T CINCO. Curación general de las Fiebres. LO primero que debe hacerse en las fiebres es remover el fomes, ó destruir Jas causas procatarticas. Segundo: expurgar, y tener limpias las primeras vias. Tercero: cum- plir las indicaciones particulares. Quarto: conservar en un*' justo equilibrio el movimiento de la sangre, deprimiéndolo si inmoderadamente se exaltare, y exeemandolo si estuviere remiso. "^Si La primera indicación se satisface con vomitorios, la- xantes, labativas, sudores, sangrías &c. La segunda con laba- tivas, y alimentos tenues y nada irritantes, ni pesados, quales son FEBRIS. 127 son los caldos de carnero vaca ó pollas, el atole, y las al- mendradas. La tercera se cumple con los remedios indicados én lo particular por cada fiebre. Y la quarta, habiendo irrita- ciones de vasos, y hervores en la sangre, con sangrías, cru- rilubios, sinapismos, y remedios frescos antifebriles; mas en estando remisos los movimientos, y espesos ios humores, con los vejigatorios, y remedios alexipharmacos descoagulantes. Bebidas frescas antifebriles. OMA un puñado de pimpinela-fresca, ó de mirto cimar- rón; y con un vaso de agua muélase una ú otra yerba erTun metate. Cuélese la agua, y endúlcese con azúcar. ítem: Los sueros de las leches de cabras, ó de vacas, con espiritus de nitro dulce. Ítem: El cocimiento de el palo mulato,endulzado con xarabe de manzanas. * ítem: Las aguas de borrajas, cerrajas, endivias,^ to<- mates, manzanas, lechugas, tianguispepetia, malvas, espino- silla, cebada, yerba del oso, cortezas de cañafistola, tama- rindos, timbirichos, &c. Pero todas estas bebidas frescas deben ministrarse tibias. Labativas antifebriles. N vaso del cocimiento de mirto cimarrón, ó dé malvas, cañafistola, palo mulato, tianguispepetia, yerba del oso &c. con dos onzas de miel de azúcar, y un pedazo de man- tequilla. Bebidas antipútridas frescas. TOMA ios gajos de quatro limones-, limpios de sos pelle- jitos, y cuécelos con quatro quartilios dé agua, hasta que ésta se ponga agria: cuélese, y tómese á pasto. pem: Desháganse unos tomates crudos en eícocirñien- fp de tianguispepetia, á que quede agrio; y colado, úsese por bebida. ítem: El suero dé leche de vacas cortado con vina- gre, ó con los sumos de limones, ó naranjas.- ítem: I 20 FEBRIs. ítem: Las aguas de tamarindos, soconozcles, coyo- nozcles, timbirichos, manzanas agrias &c. ítem: Toma quatro libras de cocimiento de cebada, y mézclale dos dragmas de los espíritus agrios de vitriolo, nitro, ó azufre; y úsese por agua del tiempo. Mas si el pe- cho estuviere enfermo se excusarán los espiritus agrios. Sinapismos. TOxMA de lebadura bien agria dos onzas, de mostaza gruesamente molida dos dragmas, de hojas de ruda dos tomadas: mézclese todo con un poquito de vinagre, y extién- dase en dos plantillas, para aplicarlas á las plantas de los pies. Cordial antiséptico. TOMA una onza de la corteza del Perú gruesamente mo- lida y cuécela en libra y media de agua á que quede una libra. Colada, endúlcese con xarabe de limones, á tomarla en medios pozuelos, mas ó menos freqüentados, según la urgen- cia del mal. Tópicos alexipharmacos descoagulantes, y estimulantes. EL aceyte de Mateólo, untado al corazón, á la nuca, á las r arcas, y á las ingles. Las gallinas recien muertas, y abiertas por elespinazo; ó las cecinas de vacas sancochadas, y untadas de aceyte rosado, aplicadas á todo el vientre. Los pichones á las plantas de los pies. Y los vexigatorios del nu- mero veinte y quatro. Bebidas alexipharmacas descoagulantes. LAS aguas de contrayerba, viperina, escorzoneras, chica- lote ó cardo santo, lengua de vaca &c. hechas sanaría con vino blanco y sumo de naranjas, y endulzadas con^azu-.. car. ítem: De cocimiento fuerte de xocoyoli quatro libras, de xarabe de manzanas agrias quatro onzas. Tómese en vasos repe- FEBRIS. I 29 repetidos, mezclando á cada toma unas gotas de espiritus de cuerno de ciervo alcanforados. ítem: De horchata de pepiras de melones cocidas, hecha en agua de tomates, una libra, de polvos de alcanfor una dragma. Endulzese con azúcar, para usarla en freqüentes cu- charadas. Agua mineral dpasto en las fiebres agudas graves. TOMA de antimonio diaforético usual, crémor de tárta- ro, y polvos de cuerno de ciervo dos dragmas de cada cosa. Cuezanse con seis quartillos de agua, y alborótese para tomarla. Los síntomas febriles tienen sus particulares reme- dios. En el sudor copioso, en no siendo critico, se cubrirá el cuerpo del paciente con la simiente de lino, y tomará dos ó tres veces al dia media dragma de los Polvos absorvenies en las acrimonias febriles. TOMA de polvos de cristal montano, (que es el chichique blanco de las minas ) y de salitre puro partes iguales: mézclalos. ítem: Se usarán fas bebidas antipútridas frescas. En las ansias están indicadas las sangrías, vomito- rios, ó laxantes, según la causa que las produxere. En el calor excesivo de las entrañas, y frió exterior del cuerpo se harán cortas, y repetidas sangrías; se darán suaves* vomitorios; se aplicarán sinapismos á las plantas de los pies; y se ministra- rán las bebidas antipútridas frescas. En los freqüentes esca- lofríos se atenderá á las causas para hacer los remedios con- venientes. Por lo común son útiles las labativas, y aun los 1 suaves vomitorios, menos en algunos casos de supuración ini- ciativa. Las accesiones, y exacerbaciones se curan limpiando ^ST^uffieras vias; excusando todo alimento; y apelando des- pués al uso de la quina. A los desmayos se ocurrirá con los remedios adequados del numero cincuenta y qi-atro. Las in- quietudes si traxeren por principio una próxima erupción, véase lo que decimos de las fiebres eruptivas; pero si nacen R de 130 FEBRIS ACUTA SIMPLEX. de acrimonias pútridas, se curarán con los remedios del nu- mero cinco, y treinta y quatro. En los dolores de cabeza, y en los disvarios mira los títulos Cephalalgia, y Insania. Los desvelos se curan con los remedios frescos de el numero quarenta y cinco; con las camuezas cocidas en leche de mugeres, y puestas á las sienes; con el frontal anodino de la Pharmacopea Matritense; con los fomentos á la cabeza de el cocimiento de las semillas de veleño ó amapolas; ó con aplicarle las hojas de álamo blanco, -zumpantle, ó tabaco ci- marrón. El frió se combate con las bebidas alexipharmacas descoagulantes, y frotando el cuerpo con paños, ó cenizas ca- lientes, ó con las unturas nervinas. El calor inflamatorio pide sangrías, diluentes, crurilubios, y bebidas laxantes; pero el acrimonioso se cura con suaves vomitivos, labativas, bebidas antipútridas, y remedios absorventes. A la sed se le han de acomodar los remedios oportunos; porque la pegajosidad de los humores pide los digestivos, y estimulantes; la sequedad, los diluentes; y las acrimonias los remedios indicados en sus títulos. En las fiebres coliquativas, y biliosas, los agrios son los verdaderos antidotos:en las ardientes, y inflamatorias, las sangrías, y bebidas frescas antifebriles: en las de acrimonia pútrida, los digestivos, vomitorios, y purgantes, interpolan- do ¡os frescos antifebriles: en las de acrimonia acida, la mo- deración en la agua, y los evacuantes del vientre, con los di- gestivos: en las de resfrio, los sudoríferos: en las catarrales, el cocimiento de sasafrás, y las infusiones de flores de amapo- las y cortezas de limones: en las que nacen por pasiones de animo impetuosas, los opiados: en las malignas, los vomito- rios, bebidas antipútridas frescas, y remedios alexipharma- cos descoagulantes: en la lipiria vertiginosa, y en la aso- " des con cardialgía, los eméticos: y en las sintomáticas, los auxilios que indican las enfermedades que las nr\a\ns»*2n._ - FEBRIS ACUTA SIMPLEX. La Fiebre aguda sim^-: pie es aquella calentura que sin intervalo alguno se extiende hasta su fin, por algunos dias, es sintomática 6 esencial. La 'primera es Ja que procede de los accidentes inflamotorios. La FEBRIS ACUTA GRAV1J. I 3 I La esencial es la que no nace de otra enfermedad; y se I!a- ma efémera en durando solamente un dia ó dos; que si 1 e°*a á prolongarse por seis, ocho, ó diez dias, es ¡a sinocal; y conti* nua simple extendiéndose hasta el quinceno ó vigésimo dia. Lascausas procatarticas son: primeras: ingestos acres, crudezas, empachos, ó vicios en las primeras vias. Segundas: excretos retenidos, en especial la transpiración. Terceras: cau- sas inflamantes, y irritar¡tes. Las señales que manifiestan esta fiebre son escalofríos, pulso acelerado duro y lleno, calor y sequedad grande de la piel, inapetencia, sed, inquietudes, y dolores de cabeza; y en las primeras causas los signos tíe crudezas, acrimonias pútridas, ó empachos. En el principio comunmente se amodorran los enfermos; pero en el incre- mento son tenaces las vigilias. Estas fiebres, tratándolas bien, comunmente no son peligrosas. NUMERO SESENTA TSEIS. Curación de las Fiebres agudas simples. EVN las primeras causas se ministrará un vomitorio, algunas j veces un purgante suave, y los remedios ás la acrimonia acida, empacho, &c, interpolando los diluentes. En las segun- das se promoverán las evacuaciones detenidas; y si la fiebre fuere de constipación, se harán los medicamentos que apun- tamos en el numero quarenta y quatro. En las terceras son necesarias las sangrías mas ó menos repetidas, y las bebidas, y labativas frescas antifebriles. Por lo demás se curará la fie- bre con el método común que tenemos prescrito. p FEBRIS ACUTA GRAV1S, La Fiebre aguda grave es aquella calentura, que á mas de correr por algunos dias t ^ hasta el fin sin intervalo ó periodo, tiene efectos graves que W^ la distinguen de las simples. Divídese en tres especies, á sa- ber, Ardiente, Maligna, y Ettimatica, ^iM*--*^La fiebre ardiente, llamada también Causón es aque- gg^írlla que acomete con un calor ardentísimo, continuas exacer- baciones, sed implacable, mucha sequedad en la piel, y len- gua seca y negra. La causa antecedente es una inflamación violenta en toda la masa de la sangre. Las procatarticas son las 13 2 FEBRIS ACUTA'GR/iris. Jas inflamantes, accediendo acrimonias alcalinas que fomen- tan las primeras vias. Esta fiebre es muy peligrosa, y raras veces pasa de el séptimo dia. principalmente si se declara la Epiala, ó la Lipiria', termina comunmente por sangre de narices: si el es- puto, y la orina se arrojaren sanguinolentos, y ésta fuere es- casa, obscura,y delgada, las mas veces es mortal: son señales perniciosas la inflamación de las fauces, los grandes disva- rios, el sudor y rubor de la cara, y la diarrea que no alivia. La fiebre simplemente maligna es aquella, en que re- pentinamente se abaten las fuerzas, el calor externo es poco, el pulso se halla oprimido, la lengua negra, y las evacuacio- nes todas casi se detienen; la orina ordinariamente sale en- cendida, hay muchas ansias, inquietudes, temblores, modor- ras, y otros graves síntomas que denotan la causa que ia pro- duce, que es un veneno narcótico, engendrado en la sangre, ó trasferido de otras partes. Se engendra, en la sangre por aparato de humores corrompidos, retenidos, mal fermenta- dos, y de ruines principios; ó por falta de muchas bebidas frescas en las fiebres ardientes: viene de otras partes por los vapores que se reciben en los lugares poco ventilados, en- charcados, húmedos, sucios, ó de mal olor; por alimentos ex- traños, y de mala digestión, ó ingestos venéficos. Esta fiebre es de sumo riesgo. La diarrea que no ali- via, el dolor fixo en qualquiera parte del vientre, la sangre á gotas escasas por las narices, y la sordera en el principio del mal, ordinariamente son mortales; asi como el pulso tré- mulo, y la mudanza extraña de los ojos. La fiebre e&imatica es aquella en que se aparecen * erupciones por la superficie del cuerpo, las quales son de tres maneras, eflorecentes, exantemáticas, y pustulares. Las erup- ciones eflorecentes son las manchas que nacen después de co-*~>^ menzada la fiebre, lo qual acontece en la Purpurada, Pete- quial, Miliar, Porcelana, Escarlatina, y Sarampión. Los exantemas, son unas pequeñas elevaciones que se des parra ■•-.;.. - man en varias partes del cuerpo, como sucede en las Virue- ías. Las erupciones pustulares son los tumores grandes in- FELRIS ACUTA GRAVIS. I 33 inflamatorios, que durante la fiebre se aparecen, como Paró- tidas, Apostemas, Bubones, Carbuncos, &c. La fiebre purpurada es la calentura, que acompañada de escalofríos, y exacerbaciones, arroja algunas rosetas, ó pringas encarnadas en varias partes del cuerpo. Nace de hu- mores corrompidos en las primeras vias. Ordinariamente no es peligrosa esta fiebre. La petequial, llamada vulgarmente Tabardillo es aquella grave calentura, en que se aparecen muchas pequeñas manchas, como piquetes de pulgas, que llaman Petequias, y se originan de el desprendimiento de la parte roxa de la sangre: las señales que demuestrarfsu futura erupción son las ansias, y opresiones del pecho, poco después de haber comenzado la fiebre. Deben salir al quarto dia, po- nerse rosadas, después poco á poco hacerse pálidas, y desva- necerse. Mas en saliendo mas tarde, ó poniéndose acardenala- das, ó negras, ó despareciéndose repentinamente, anuncian la muerte. La fiebre miliar se caracteriza por una erupción de granitos blancos, á manera de mijo, que destilan una materia amarilla y corrosiva , son síntomas ordinariamente de una fiebre maligna, los quales no admiten la supuración. La por- celana trae sobre el pellejo varias vetas largas, que comun- mente son criticas. El sarampión es una fiebre que acomete el primer dia con repetidos escalofríos; en el segundo crece por mo- mentos la calentura, con toz molesta, estornudos, modorras, dolores de cabeza, hinchazón de garganta, y destilación de ojos y narices; en el tercero dia comienzan á brotar unas , manchas rojas, como piquetes de pulgas juntas en racimos, primero en la cara, de ai en el pecho, vientre, piernas, y de- mas partes del cuerpo. Dura la salida dia y medio quando [■^nas; y se disipan, ó convierten dichas eflorecencias en pe- queñas y delgadas escamas, al cabo de dos, ó mas dias. Po- casveces peligran los enfermos de esta enfermedad, sino nao se junta la fiebre maligna. La fiebre escarlatina es aquella en cuyo fin, y algu- nas veces en el principio, se descubren sobre el pellejo mu- chas manchas rojas, que tienen el génesis de la erisipela. NU- 134 FEBRIS ACUTA GR^íI^IS. NUMERO SESENTA T SIETE. Curación de las Fiebres agudas graves. f}S importantísimo poner el mayor cuidado en descubrir, y j distinguir estas fiebres para acertar á curarlas. Todo lo que iuícrrurnpe la transpiración, como son los ayres frios y "húmedos, la agua fria intempestivamente tomada, y la vida poltrona y sedentaria, en ¡os cuerpos bien nutridos, junto con "lo que agita demasiadamente la sangre, vuelven al suero de ecv-* humor glutinoso, y ponen los vasos en un grande eretis- mo, de lo qual nace que las excreciones se minoran, la par- te sutil de los ¡luidos se disipa, la sangre se hace corriosa, y resulta la fiebre ardiente. La falta de alimentos, la mala nutrición, el uso de co- midas y bebidas acres, y volátiles, y los ayres estivos poco ventilados, ó acrimoniosos, vuelven las sales de nuestros humores alcalicas, y corrosivas, capaces de separar los gló- bulos roxos de la sangre, que son las causas de las eflorecen- cias. El origen de las fiebres simplemente malignas hemos yá explicado.' De todo lo qual se deduce la diversidad de mé- todos curativos, con que deben tratarse estas fiebres. Y asi en las calenturas ardientes se menudearán las ■sangrías,bebidas antipútridas frescas, y las Labativas antife- briles respirara el enfermo un ayre puro y fresco, y se le ali- gerará de ropa. En las simplemente malignas la primera aten- ción ha de ser el tener limpias las primeras vias con vomito- rios, y labativas laxantes, descargando el cuerpo de los ma- los humores que dominan.'Que si la ma'ignidad traxere su • origen de el defecto, ó escasez de bebida en las fiebres ar- dientes, se usarán en abundancia las aguas triacal de Salas, ó- * cordial templada, acompañadas de las frescas antifebriles7>i Después, todo el cuidado se ha de poner en animar los líqui- dos espesos, con los remedios alexipharmacos de,^j^pyn]an- tes, y sinapismos, excusando quanto sea posible los caustiCM^y En las fiebres eitimaticas ó eruptivas se desahoga-, rán en el principio las primeras vias, con vomitorios, y laba- tivas emolientes, y si el movimiento de la sangre estuviere muy FEBRIS PESTILENTIALIS. I 35 muy impetuoso, se harán en el principio una ó dos sangrías. Por lo demás, se corregirá la aicalecencia de los humores con las bebidas antipútridas frescas, y cordial antiséptico, menudeando éste en ias petechias. Verificada la erupción, ha de irse con gran tiento en las labativas, ó generalmente pueden omitirse por temor del retroceso, en cuyo caso se echará mano de los alexipharmacos descoagulantes, y de los siguientes Polvos en las erupciones dificultosas. TOMA de antimonio diaforética usual, de sal de cardo santo, y polvos de raspaduras de cuerno de ciervo, par- tes iguales de cada cosa: mézclense y tómense dos escrúpulos en agua de flores de saúco, las veces que se hubiere menester. En la fiebre purpurada la indicación es cuidar del estomago, y J^ner limpias las primeras vias. El sarampión ha de tratarse como las viruelas benignas. La escarlatina tiene la mis(na cura que la erisipela. FEB&IS PESTILENTIALIS, PESTIS, EPIDEMIA, La Peste, ókpiaemia es una calentur, i ifestisima á la huma- nidad, que inunda todas las Regiones, por tiempos indefini- dos. Nace de Irr veneno invisible, que comenzando en el ay- re particularmente austral, se propaga comunmente hasta encontrar con el bóreas, que enteramente, lo deprime y sufo- ca, en cuyo medio, insinuado en los cuerpos por la inspira- ción, ingestión, ó contrectacion, destruye los. espíritus, y cor- rompe ios humores, causando desmayos, modorras, convul- siones, eflorecencias, exantemas, tumores malignos, tiricias, hemorragias, y otros infinitos males. ^ Esta constitución del ayre las mas veces se origina fle las exhalaciones corrompidas, escasez de las lluvias, va- pores por largo tiempo encerrados, frutos podridos, uso de aJitíaBfiaa#xtranos en el Pueblo, humedades estancadas, lu- Ijflrres venenosos, suciedadas detenidas, y egestiones de cuer- *pos mal nutridos. MI- I 3 6 FEBRIS PEST1LENTI ALIS. NUMERO SESENTA TOCHO. Curación de la Peste. I A Epidemia, ó fiebre pestilencial que caracteriza el'Pue- _«f blo con los nombres de Matlazagualt,Cocolistli, Alfom- brilla, Tabardillo, y semejantes, según los síntomas que pre- valecen en ella, generalmente ha de curarse con el siguiente método. Luego que acometiere el mal se ministrará un vomi- torio, y si la calentura fuere ardiente, se harán una ó dos san- grías, usando á conseqüencia un sudorífero; mas en siendo maligna la fiebre, despues%del vomitorio (omitidas del todo las sangrías) se darán las bebidas alexipharmacas descoagu- lantes. El uso constante de estas bebidas, de los sinapismos, y de los tópicos alexipharmacos del numero sesenta y cinco, hacen en el progreso la curación de estas fiebres. Las labati- vas (excepto en el principio, ó en tal qual caso muy urgente) aun estando estreñido y duro el vientre del enfermo, comun- mente son dañosas. Generalmente debe creerse que la con- tinuación de las ayudas en las fiebres manchadas es el Duen- de exterminador de la humanidad en las epidemias; sin em- bargo de ser muy favorable su freqüencia en otras calen- turas. En los retrocesos de las erupciones, grandes coagu- laciones, postración de fuerzas, y afectos soporosos, se aplicarán cáusticos á las piernas, brazos, nuca, ó espaldillas; se ministrará el cordial antiséptico, y se hará que huela el enfermo con freqüencia vinagre alcanforado. Para supurar los grandes tumores se aplicará la miga de parí en leche, con flores de manzanilla, cebolla cruda menudamente picada, y manteca de puerco. Abiertos los tumores se curarán con t**^^ siguiente ^^ Ungüento detersivo en los abcesos malfg'WDT. \^~ TOMA dos onzas de ungüento de isis, dos dragmas de, í triaca, y media onza de balsamo de azufre trementina- 1 do: mézclalo todo. ' La 'FEBRIS LENTA. 137 La cura preservativa de la peste estriva principal- mente en huir de los Lugares infestados. Mas el método de curar los Pueblos yá apestados es: limpiar las calles, plazas, albañales, carnicerías, establos, y semejantes sucios parajes, arrojando lexos las inmundicias; impedir la entrada, y comu- nicación de los enfermos con los sanos: enterrar los muertos en el campo; y quemar mucha leña gruesa en todas las casas y edificios: las casas, se regarán con vinagre, y se poblarán de sauces y rosas. Y las gentes se fomentarán á menudo sie- , nes, frente, boca, v narices con vinagre. FEBRIS LENTA. La Calentura lenta es una fiebre suave, continua, y crónica, á veces con edemas en el cuerpo, y disposiciones caquécticas; otras con sequedad en la piel, y un ayre de consunción. La causa inmediata es el hervor del jugo de los nervios. Las antecedentes son: debilidad de los nervios; sangre sucia, ó mal complexionada; y crudeza, ó es- pesura de la linfa. Las procatarticas son: primeras: acrimo- nias acidas nacidas en los vasos de la digestión, y después mezcladas con la sangre. Segundas: acrimonias alcalinas en las primeras vias. Terceras: abcesos, ó ulceras, principalmen- te en el pulmón. Quartas: excreciones detenidas; y humores venéreos, escorbúticos, escrofulosos, ó semejantes. Los signes de la primera procatarsis son: mal coci- miento del estomado (sin embargo de la mucha hambre que suele excitarse, efecto de las lombricesqueávecescausanestas acrimonias) pulso freqüente, disposiciones caquécticas, lien- teria, ó celiaca, 6ic. Las segundas causas se conocen por el pulso febril, calor acre, tensión y sequedad de la piel, vicio en la digestión, exacerbaciones después de haber comido, ansias, toz seca, y consunción de las carnes. Las terceras se descubren por las señales que apuntainos en sus títulos. Y las quartas por la intempestiva supresión de los menstruos, su- dores, diarreas, loquios, gálico, ú otros humores detenidos, q.v-^p-v; -:^nian la sangre. Ei pronostico se saca de las causas, y del grado en "que se halla la enfermedad. Si la causa fuere antigua, ó algu- na ptisis declarada, habiendo supuraciones, ó depósitos gran- des en las entrañas, el mal es irremediable. Los sudores noc- S tur- I 3 O FEBRIS LENTA. turnos constantes, la diarrea co'iquativa, los ojos hundidos, las uñas encorbadas, y la atrofia, son signos mortales; * NUMERO SESENTA T NUEVE. Curación de las Fiebres lentas. ARA curar estas fiebres es preciso combinar varias indi- caciones, porque la fiebre por sí exige los remedio* fres- cos antifebriles, y las causas se curan muchas veces de dis- tinta manera. Y asi en las acrimonias acidas se instituirá un régimen de alimentos nada indigestos, ni irritantes, como so- pas de carnes tiernas y blancas, cremas de arroz, po- leadas, 6¿c: se ministrarán uno ó mas vomitorios con la oxi- miel compuesta, ó la simple con polvos de contrayerba: se tomarán las veces que fueren menester, las minorativas del numero tres: se entablará el uso del suero de mostaza, ó solo, ó con triaca y polvos de contrayerba, y por bebida común los caldos de pollo aperitivos: se hará exercicio á caballo; y si el mal fuere rebelde se aplicarán cáusticos á las pantorri- 1 las, brazos, ó espaldillas, dexandolos purgar por mucho tiem- po. En las acrimonias alcalinas se ministrarán repetidas veces las minorativas frescas, y se instituirá la cura de la fie- bre hebtica que vamos á proponer. Esta calentura se caracte- riza por una extenuación febril habitual, sudor pegajoso, ó suma sequedad, y calor que abrasa. Tiene dos grados: el pri- mero es en el que simplemente acometen los síntomas refe- ridos; y el segundo, quando habiendo estos llegado á lo su- mo, resultan la diarrea, y los sudores coliquativos. En el primer grado se establecerá un régimen tenue y fresco; se combatirán las causas, no perdiendo de vista¿ fiebre; se harán una ó dos sangrías; se ministrarán algunas suaves minorativas; se tomará por largo tiempo la leche de burras, ó la de vacas mediada con el cocimiento ¿i'i'iLp^iu- ras de cuerno de ciervo, ó los caldos de pollo, y las bebían antipútridas frescas; se darán baños de leche, de agua fria, con los cocimientos de yerbas frescas; ó si el enfermo estu viere muy obstruido, con orina de muchachos; y se frotarán á las espaldas las Un- FEBRIS INTERMITENS. I 39 Unturas antihecticas. TOMA iguales partes del sumo ó babaza de las pencas del nopal cimarrón, ó de tuna tapona, de leche de vacas, y de unto de puerco. Cuezase todo junto, hasta que se con- suma la humedad, y mézclese después un poco de aceyte de almendras. ítem: De tutanos de ternera, bien limpios de sus pe- llegitos, y ¡abados en agua rosada, dos libras; de aceyte vio- lado, leche, y agua rosada, media libra de cada cosa, de pol- vos de diatragacanto frío, dos dragmas: mézclese bien todo. Ítem: De aceyte de almendras sin fuego dos onzas, de sumo de limones media onza: mézclalos. ítem: El ungüento de maravillas blancas; ó los gito- mates, ó tomates reventados. ítem: La sangre de tortugas recien muertas, al espi- nazo y arcas. ítem: Se hará un cocimiento de rosa y ninfas, que son los tostonsitos de las acequias, y se le echará una pella de un- to, dexandola á que se acitrone. Sacada, y enjugada se re- volcará en los aceytes rosado y violado, con la qual se cal- deará al enfermo desde la nuca á los talones. Que si el mal fuere rebelde se instituirán los baños de tierra, poniendo á los enfermos enteramente desnudos diaria- mente dentro de hoyos nuevos, en tierra virgen seca y som- bría, y cubriéndolos por una hora hasta el pezcuezo; sujetán- dose el paciente al régimen de vegetales tiernos, media leche, y carnes de ajolotes. En el grado segundo de la hectica, y en las ulceras in- ternas, fuera de lo dicho, chupará el enfermo en freqüentes ^-••charadas el mucilago de la goma mangle, usando al mis- mo tiempo la media leche con el cocimiento de calaguala, y los restringentes frescos roborantes. Mira el titulo phtisis. _**'&* %XJ^ quartas causas de las calenturas lentasse curan se- ^un sus indicaciones, con el exercicio á caballo, y con el re- 'gimen fresco. FEBRIS INTERMITENS. Los Frios es aquella ca- lentura que repite por periodos. Divídese esta fiebre en erra- tica; I'4-O FEBRIS INTERMITENS. tica; y constante. La primera es la que no guarda orden al- guno en las accesiones; y la segunda, la que las tiene tegula- das. Llamase diaria la fiebre, en que todos los dias repiten los paroxismos; terciana, quando al tercero; y quartana, quando al quarto, &c. Estas mismas pueden ser dobles, en do- blándose los accesos (como si en la diaria repiten dos ó tres veces en el dia; y en la terciana, correspondiendo el primero al tercero, el segundo al quarto &c.) Finalmente llamase su- bintrante aquella fiebre intermitente, cuyos paroxismos se alcanzan, esto es, si apenas concluido el primero invade in- mediatamente el segundo. La causa inmediata de la fiebre intermitente es la afluencia de acrimonias tenaces alcalinas, ó acidas, en una sangre inficionada de semejantes materiales. Las anteceden- tes sen las transpiraciones detenidas, y las sangres pegajosas. Las procatarticas son, primeras: abusos en los alimentos, be- bidas, y frutas indigestas. Segundas: humores biliosos, y es- pesos, emanados del hígado, y primeras vias. Terceras: hume • dades recibidas, 6 vientos frios, y húmedos. Invade ordinariamente el insulto de la fiebre intermi- tente con bostezos, quebrantamiento del cuerpo, amarillez, y frialdad de los extremos, escalofríos, temblores, ansias, ori- na cruda, y pulso freqüente y concentrado; entran después los efectos de. una fiebre ardiente, sed excesiva, sequedad de la lengua, mucho calor, pulso lleno, orina encendida &c. Terminase la accesio/) con un sudor copioso. Fuera de estos tiempos la orina sale de el color de los ladrillos. De lo dicho se infiere, primero: el vicio previo de la sangre para suscitar los paroxismos. Segundo: que estos no se ^ verifican, mientras no se acumula toda la cantidad.necesa- ria. Tercero: que dichos materiales son pegajosos, y entran de golpe en la sangre, pues interceptan el circulo, cau^l sando los efectos del frió. Quarto: se deduce, que en el her- vor de la fiebre se funden las materias, hasta —rüftir^ ¿•n sudores copiosos, y orinas latericias. Ninguno peligra de e!Ív accidente sino en el tiempo del frío. Durando mucho los frios, resultan tiricia, hidropesía, y otros males graves. NU-* FEBKiS INTERMITENS. I4I NUMERO SETENTA. Curación de las Fiebres intermitentes. EN estas calenturas siempre ha de atenderse al estomago: • las purgas hacen mas fuertes, y dobles los frios-. pasa- da la accesión ha de hacerse mucho exercicio por tierras se- cas y calientes. El fresco exterior en las tercianas es dañoso: en los cuerpos secos y calidos, son necesarios los remedios diluentes y humectantes: en la terciana exquisita, pasada la segunda accesión, comunmente aprovecha una sangría: la terciana doble pide los remedios suaves aperitivos: durante el paroxismo debe excusarse el alimento, y tomarse mucho suero cortado con agrio de naranjas. Los frios generalmente se curan de la manera siguien- te: se pondrá el enfermo al régimen de alimentos nobles, y de fácil digestión, evitando siempre el exceso en la bebida, y procurando que esta sea una infusión de yerbas estomaca- les y aperitivas; se le ministrará el siguiente vomitorio: toma una taza caldera de sumo de naranjas, y mezcla'o con dos cucharadas de sal común. Bébase, y instando el vemito, se ayudará con seis ó siete jarros de agua tibia. Después tema- rá el enfermo tres veces en el dia, fuera de la accesión, un es- crúpulo de los siguientes Polvos digestivos y aperitivos. TOMA de polvos sutiles de flores de manzanilla ura onza, de sal de axenjos media onza, de antimonio diaforético dragma y media: mézclese todo muy bien. En el intermedio de tiempo que se usaren estos pol- vos, se dará otro vomitorio, compuesto de un escrúpulo de hipecacuanha, y diez granos de sal de agenjos, ayudando al vomito con el siguiente &r Cocimiento contra los frios. TOMA seis naranjas con sus cortezas, que estén medias verdes; hazlas menudos pedazos, y cuécelas con veinte libras de agua, á que queden trece. Si 142 FEBRÍS INTERMITENS. Si el mal durare, en amenazando el frió se frotará el espinazo con la siguiente Untura contra los frios. TOMA de aceyte de olivas, y vino blanco una libra de ca- da uno; de hojas tiernas de ruda y estafiate, de flores de romero y rosa un puñado de cada cosa: cuezanse á fuego len- to, hasta la consunción de la humedad: colado el aceyte se le derretirá un pedazo de cera blanca para formarlo un- güento. Comenzando el frío se tomará media dragma de sal febrífuga, desatada en agua tibia; ó un cocimiento fuerte de contrayerba con seis pinacates vivos. En los frios diarios se tomará tres veces al dia un va- so de media leche de mugeres con agua de cebada; y luego que empieze el frío se aplicarán sin intermisión á todas las coyunturas del cuerpo las flores del floripundio. Si á pesar de estos auxilios se mantuvieren los fríos podrá ministrarse el gran remedio de la quina. El modo de usarla, previas las diligencias referidas, es el siguiente. Pildoras de quina contra los frios. TOMA seis dragmas de polvos sutiles de quina, y media de flores de sal armoniaco. Con la babaza de la goma de alquitira, ó del nopal fórmense pildoras doradas, para to- marlas en tres veces distintas, antes que acometan los frios 6 se tomará la siguiente Conservilla para lo mismo. TOMA de polvos sutiles de quina una onza, de sumo de ^^ naranjas y miel rosada lo que bastare á formar un elec- tuario, para usarlo en tres tomas. Los que fueren de complexión calida y reseca^PtuJÜLlü^v tomar la quina en suero, ascendiendo ( en distintas veces) su cantidad á seis dragmas. En el tiempo de la quina, y aun al- gunos dias después, se beberá mucha limoda nevada. A los niños se les hará, y repetirá la siguiente FLATUS. 143 Labativa en los frios de los Tufantes. TOMA de polvos sutiles de la corteza una dragma, de agua fria tres onzas: mézclalos. Finalmente muchas tercianas se curan sin mas medi- camentos que mudar de climas, usar el tepachi por bebida ordinaria, y abstenerse de el agua, y de las frutas. FLATUS. Los Flatos son unos vientos que se engen- dran en lo interior, ó en el habito del cuerpo, produciendo erutos, dolores repentinos, embaramientos, tensiones timpa- niticas, frialdades, movimientos convulsivos, &c. La causa inmediata es un ayre encerrado en materia espesa y fermen- tada. Las antecedentes son debilidades, ó embarazos de las entrañas del vientre. Las procatarticas, crudezas acidas; ca- chexías; acrimonias alcalinas; obstrucciones, y convulsiones del vientre; humores histéricos, ó hipocondriacos; y vientos, ó frialdades recibidas, estando caliente el cuerpo. Esta enfermedad aunque no es mortal por sí sola, pe- ro muchas veces se hace muy proterva, dificultándose su cu- ración completa, particularmente en los viejos, en los hipo- condriacos, y en las histéricas. NUMERO SETENTA TUNO. La curación de los Flatos. PARA curar los flatos es preciso atender á la procatarsís, ó á la causa eficiente que los origina. Y asi en las crude- zas acidas se hará lo que propusimos en los números siete, y once; sedará un vomitorio, sise hallare conveniente; y se echará la siguiente Labativa carminante, ó contra los flatos. TOMA una taza de caldo común de enfermos, cocido con • ;.2s tomadas de flores de manzanilla, y una de semilla Wfr^de eneldo: cuélese, y mézclensele quatro cucharadas de miel * prieta. En las cachexías se establecerá la cura del numero treinta y seis, y el uso de las siguientes Go- 144 FLUOR MULIExtus. Gotas carminantes, y anodinas. TOMA de elixir de propiedad, y de espiritus carminati- vos una dragma de cada cosa, de espiritus de cuerno de ciervo succinado media dragma, de láudano liquido un es- crúpulo: mézclese todo muy bien, á tomarse diariamente quince ó veinte gotas en caldo, ó en alguna infusión esto- macal. Las acrimonias alcalinas se curan como diximos en el numero tercero. Lo mismo ha de practicarse con las demás causas que producen los flatos. Mira sus títulos correspon- dientes. En los dolores sin fiebre repentinamente suscitados, ayres violentos, ó frialdades recibidas, se abrigará al enferr mo; se le hará pasar una taza de la infusión bien caliente de flores de saúco ó manzanilla, ó de la simiente de anis; fro- tándole las partes enfermas con las unturas nervinas, ó los siguientes Tópicos carminantes. EL ungüento de altea, con el aceyte carminativo, aguar- diente alcanforado, y polvos de semilla de acocote. ítem: Las pencas de zabila asadas, y abiertas por el medio. ítem: Los redaños de carneros, revolcados en los acey- tes carminativos, con agua de la Reyna de Ungria, ó aguar- diente. ítem: Balletas mojadas en cocimiento de orines con manzanilla. ítem: Paños calientes sahumados con romero, salvia, ó aluzema. i ítem: Saquillos llenos de salvado, sal, y flores de man- zanilla, bien calientes. Que si el flato venciere la fuerza de los carrffpn*nt^u se aplicarán ventosas con mucho fuego. ^ FLUOR MULIEBRIS, LEUCORRHCEA. El Fluxo blanco de las mugeres es una evacuación por ra boca de la madre, mas ó menos crasa, abundante,, y lactiginosa, ó ama- FLUOR MULIEBRIS. 145 amarilla. Las causas son: primeras: acrimonias acidas, y dis- posiciones caquécticas. Segundas: acrimonias alcalinas. Ter- ceras: aglomeración, ó peso de la sangre en los vasos uteri- nos. Quarcas: dilaceracion, lastimadura, relaxacion, ó irrita- ción de los vasos linfáticos, que se desparraman en el centro del útero, y cuerpo de la vagina. Las señales que demuestran las primeras causas son: color amarillo del cuerpo, carnes blandas y algo hinchadas, debilidad, caimiento, malas digestiones, y menstruos descolo- ridos. Las segundas se caracterizan por sus signos generales; por el ardor,calor, y comezón que se sienten en las partes na- turales; y por lo recocido, amarillo, y acre del humor. El pro- fluvio que nace de las terceras causas se conoce porque los cuerpos están carnosos, pletoricos, ú obesos; la sangre mens- trual es escasa; y el fluxo copioso, glutinoso, y nada graveo- lente. Las quartas causas se barruntan por la excreción muy delgada, y por los dolores de caderas, habiendo precedido golpes, luxaciones, congresos impioporcionados, abortos fre- qüentes, partos difíciles &c. El fluxo blanco se distingue de la gonorrea, en que ésta no se para durante el curso de los menstruos, lo qual no sucede en el fluxo blanco; á mas de la inflamación, ardor de orina, y purulencias, que acompañan comunmente á la gonor- rea. Las purgaciones originadas de ulceras en nada se equivo- can con el fluxo blanco, porque salen siempre saniosas, pu- rulentas, y fétidas, acompañadas de grandes dolores, ardores, y fiebre lenta. El fluxo blanco es accidente que prolongándose mu- r cho, se hace difícil de curar, vuelve estériles á las mugeres, y causa prolapsos, debilidades, enflaquecimientos, y caque- xias graves. Si se detiene sin tiempo produce hidropesías, rr ^íluxos copiosos de orina, convulsiones &c. NUMERO SETENTA T DOS. ^0i~* Curación del fluxo blanco de las Mugeres. . TJARA curar esta enfermedad es necesario abstenerse de 1 la venus, del demasiado exercicio, y de las cosas acres y flatuientas, juuto con moderarse en el uso de los baños, y T reme- I46 GANGR&I^a. remedios purgartes y diuréticos. La curación debe rodar so- bre los quatro ordenes de causas, que hemos apuntado. En las primeras se instituirá la cura de la chlcrosis, y se practi- carán les remedios aperitivos, junto con el diario uso de la siguiente Lab al iva contra el fluxo blanco de las Mugeres. HPOMA media libra de miel de azúcar, hecha en cocimien- JL to de manzanilla, betónica, y toiongil, y dos dragmas de polvos de agárico: mézclalos. Pasados algunos dias se darán uno ó dos temazcales, y se harán friegas ásperas por todo el cuerpo, con cenizas comunes, ó con paños calientes, tomando por bebida ordina- ria la agua'de cal destilada, ó la termal calcífera. En las segundas causas se establecerá la dieta fresca necesaria en las acrimonias alcalinas, y se harán algún is san- grías y baños; procurando que los diluentes sean un taro res- tringentes, como'a capitaneja, rosa, xocoyoli, &c. y toman- do á todo pasto las aguas termales de alumbre. Las terceras causas piden mucha moderación en Jas comidas y bebidas, sangrías, purgas, y el uso constante de los marciales. Las quartas se curan con medicamentos vulne- rarios, y restíingentes roborantes, como son las yerbas de ortiguilla, y capitaneja; la leche de ovejas; el magisterio de corales, ó los polvos de la goma de sonora en agua espirituo- sa de canela y claras de huevos; &c: y los emplastros con- fortativos y restringentes á las caderas. Sin embargo de lo dicho ha de advertirse, que el flu- xo ordinariamente no cesa, mientras no se suspenden los re- < medios. No quiero decir que estos son inútiles, sino que pasa- do algún tiempo de su uso se haga un largo paréntesis en U curación, para que aquietados los fluidos, puedan ocuparse eriN sus destinos; y sosegadas las vibraciones de los vasos, se pro- porcionen estos á fungir sus resortes naturales. L¿&mugeres que adolecen fácilmente de esta enfermedad, deben sug^u« tarse á los alimentos secos, abandonando las frutas, y cosas s aguanosas. GANGR/ENA. La Gangrena es aquella enfermedad en GANGRENA. I ty en que las partes se ponen mas ó menos insensibles, amore- tadas, y negras, con hedor de cuerpos muertos. SPHACE- LUS, ESTÍOMENUS, SIDERATIO, NECROSIS es la total mortificación, ó inanimación de alguna parte. La causa inme- diata de estos males es la iniciativa, ó entera destrucción de los texidos naturales. Las antecedentes son: carnes blandas, y humores mal nutridos y espesos; ó carnes secas, y com- plexiones biliosas, ó adustas. Las eficientes son: primeras: remedios repercusivos, venenos narcóticos, estancamien- tos de humores, y fiebres malignas. Segundas: inflama- ciones, contusiones, ó compresiones graves, asi internas co- mo externas; erisipelas, quemaduras, ccusticos; venenos di- solventes, y corrosivos; y fiebres ardientes. Terceras: frios intensos. La gangrena es interna ¿externa. La primera se co- noce porque precediendo las causas mencionadas, sin señales de supuración, ni resolución, se abaten las fuerzas, entran desmayos, el pulso se pone intermitente, resultan petequias amoietadas ó negras, estertores, convulsiones, dolores gra- ves, ó vómitos pertinaces negros, verdes &c. La gangrena externa se manifiesta, porque con las causas dichas se levantan algunas vexíguillas, cuyo cimiento comunmente es negro; ó las partes hinchadas se ablandan demasiado, y es )a gangrena Jiumeda; ó se resecan, y hacen pegajosas, lo que constituye la gangrena seca; y en las causas terceras se ponen ruborosas, y con mucha comezón. Que si después de estos síntomas llegan del todo á morirse las partes, destilando algunas veces un icor amarillo, y fétido, yá es el estiomeno. La gangrena es enfermedad peligrosa, y pide pronto socorro: en los hidrópicos, y tísicos es mortal: las evacuacio- *1 nes negras la anuncian en los males habituales: lo morado, negro, y seco, ó lodoso de las ulceras la indican. El circulo rojo que rodea la parte gangteriada significa que lo malo está ^ffeparado de lo sano. El esfdcelo no tiene cura, y solo con la amputación hay esperanza de escapar la vida: el de los extremos del cuerpo en los viejos pronostican la próxima muerte. ÑU- 14" GANGRMNA. NUMERO SETENTA T TRES. Curación de la Gan^ rena. LUEGO que la gangrena externa se manifestare ( no ha- biéndose originado por haberse elado los miembros) se harán sajas en toda la parte dañada, eximiendo todo lo pros- crito, lo qual de nuevo debe hacerse, siempre que la curación se repita. Después si la causa fuere cuagulatoria ó maligna, se aplicarán repetidas veces, fomentos á la parte del coci- miento de la corteza peruana, mezclándole unas gotas de es- píritus de vitriolo, nitro, ó sal dulce; ó con los cocimiet tos de yerbas amargas, salados: también se ministrará cada quatro horas una dragma de quina en alguna bebida alexipharmaca. Mas en siendo la inflamación ardiente, se curará cerno !a eri- sipela, tomando la corteza en bebidas antipútridas frescas, y fomentando la parte con el cocimiento de la yerva d:\ pastor ( llamada con otro nombre de el cáncer ) con extrac- to de saturno. Si el esfacélo se temiere, se enjugarán las sa- jas con la agua triacal y sal armoniaeo: en aparecie¡ d >se al- guna manena negra, se aplicarán compresas mojadas en la tintura de mirra, sola, ó con la agua fagedenica; ó un lienzo con balsamo de copaiva. Dichos medicamentos deben con- tinuarse, hasta que comiencen las purgaciones. Los dolores que originan son bien útiles para reanimar, y supurar las partes. Sí no obstante esto, la enfermedad no cediere, se ha- rán mas profundas las sajas, aplicando después unas plan- chuelas con el siguiente Ungüento supuratorio en el estiomeno. TOMA dos onzas de ungüento egipciaco, de los aceyte^ de palo, y de trementina media onza de cada uno, de la agua fagedenica tres dragmas: mézclese todo. Conservándose aun rebelde el mal, se curará com¿a manteca de antimonio; que en no valiendo, se apelará al cau^ terio. Luego que en los bordes de la escara apunte la supura- ción, se menudearán las sajas, y la ulcera se curará con los diges- —ww.i^ *RUM MOKBI. i ¿fy digestivos animados y balsámicos, concluyendo con el un- güento isis mezclado con balsamo de copaiva. La amputa- ción es dañosa, mientras no se declarare el esfacéio.^ Y en lle- gando este caso, ha de hacerse la incisión hasta lo vivo, esta- bleciendo la cura que hemos propuesto, menudeando el cor- dial antiséptico del numero sesenta y cinco. Los Pendones ó Zabañones son aquella gangrena de pies y manos, que nace del mucho frió. Curase comunmente con el cataplasma de navos cocidos. Mas si fuere grave, se aplicarán lienzos mojados en la agua vegeto-mineral, aña- diéndole poco á poco aguardiente alcanforado, hasta que ven- ga este á quedar solo, con lo que se perfecciona la cura, no faltando interiormente los cordiales. La gangrena interna se cura como las fiebres pestilenciales, ó tabardillos. G1NGIVARUM MORBI. Las enfermedades de las encias. Como estas partes son glandulosas,] y consiguiente- mente muy húmedas, se ha de excusar en lo posible la supu- ración, porque ésta muchas veces pasa á cancro, gangrena, ó ulceras pertinaces. Por la misma razón prueban bien los re- medios que son algo secantes y restringentes. NUMERO SETENTA T CUATRO. Curación de los males de las encias. E^N la párulis, ó inflamación de estas partes se instituirá j la cura del numero noventa; se aumentará el enfermo con leche, y lacticinios: y tomará freqüentes buches de agua rosada, ó de leche cocida con rosa; se aplicarán á las encias lienzos delgados, mojados en una conservita, compuesta.de babazas de semilla de membrillos, azúcar candi, y polvos sutiles de flores de malvas ó de violetas; ó se frotarán con '* gitomates, ó tomates rebentados. Estos remedios convienen igualmente en las excoriaciones. Mas si estas nacieren de acrimonias empireumaticas, se tomarán buches de vinagre, ^¿ifgua rosada, y polvos de alumbre. En lo fofo, ó esponjado de las encias se harán los remedios que afixan los dientes del numero cincuenta y cinco, ó se untarán con miel rcsada, amasada con polvos sutiles de capitaneja, de encino colora- do, 150 GONORRHQC. do, ó de salvia con alumbre quemado. El tabaco mazcado preserva de putrefacción las encias. Linimento para las ulceras^ y disposiciones cancrosas de las encias. TOMA partes iguales de polvos sutiles de las gomas de magueyes, mesquites, y nopales, cendrada pura, capi- taneja, caparrosa, y alumbre quemados. Amásalo todo con sumo de raices de lirios, y dexalo secar al Sol para hacerlo polvos. Toma una dragma de estos polvos, y mézclalos con una onza de miel rosada, para untar á menudo las encias. La capitaneja sola en cocimiento, ó hecha polvos es también util para estos males. ítem: El ungüento egipciaco compuesto &c. En el mal de loanda, y en el gálico se harán los reme- dios que prescribimos en sus títulos. GONORRHGEA. La Gonorrea,d Purgaciones una ex- crecion por el caño de la orina, de un humor blanco, y algu- nas veces verde, espeso, ó delgado, masó menos abundante. Las causas que anteceden son las inflamaciones, irritaciones, ó debilidades de las próstatas, ó glándulas que están situadas en el cuello de la vexiga de la orina. Las procatarticas son: primeras: humor venéreo, por el congreso impuro en tiempo de los menstruos, ó con persona infecta. Segundas: bebidas, comidas, ó ingestos aicalecentes. Terceras: acrimonias aci- das, disposiciones caquécticas, ó reiaxaciones de las prósta- tas. La gonorrea que nace de la primera cansa, llamada ^ vulgarmente de garapatillo, se conoce porque hay sumo ar- dor en la orina, la glande se inflama, la purgación de blanca^ i pasa á ser verde, y el pene se erige y encorba, con mucbo^ dolor y priapismo. En las segundas causas los efectos dichos son moderados. En las terceras el fluxo es aquoso blauco^y habitual, sin dolor, ardor, ni inflamación; el estomago esnta«| .débil, y hay señales de crudezas y cachexías. La gonorrea v que sin tiempo se detiene acarrea muchos daños. NU- GONORRHCeA*. I 5 I NUMEF.0 SETENTA T CINCO. Curación de la Gonorrea. EN las primerasyyvsegundas causas, si el mal fuere muy i violento, se harán una ó dos sangrías, mas ó menos co- piosas, según lo executivo del mal, labativas, y minorativas frescas; inmersiones, y fomentos anodinos á las pudendas, como del cocimiento de leche ccn adormideras, ó de linazas con raices de malbavisco &c; unciones á las ingles, empey*- ne, hígado, y ríñones con el ungüento diurético, ó el de no- pal del numero sesenta y nueve; y se ministrará con freqüen- cia la horchata fresca, ó la posima para suavisar los ardores de la orina, que ponemos abaxo. El alimento será tenue y na- da irritante, como leche, atole, y almendradas. Que si el mal siguiere, se tomarán uno ó dos purgantes mercuriales; y se concluirá la cura, con baños de agua tibia, y la emulsión restringente de abaxo. Mas en no siendo muy executiva la enfermedad, des- pués del uso de los diluentes y frescos, se tomarán los Remedios que consumen la Gonorrea. EL cocimiento de ía raiz de pegapega, que también lla- man jazmín cimarrón, tomado en ayunas, y al caer del Sol. ítem: La agua miel de magueyes, cocida con raices de peregil y malvas, usada del mismo modo. ítem: El cocimiento de la yerba del sapo, endulzado con xarabe de raices de malvabisco. O las Pildoras que quitan la Purgación. TOMA de aceyte de palo (esto es, de balsamo de copai- ba ) cocido ha ta que se espese, una onza; de polvos Mutiles de sangre de drago, una dragma. Fórmense pildoras, á tomar en ayunas una dragma todos los dias. Por agua común se usará el cocimiento de las corte- zas de cañafistola. En el uso de estos remedios se insistirá por 152 GONORRHOBa* por algunos dias, absteniéndose de todo ingesto acre y vento- so, del vino, y de las mugeres. Mas si resultaren bubas, ulceras en la boca, phimosis, paraphimosis, ronquera, dolores en las coyunturas&c, se ha- rá la cura de la lúe venérea. j^ En suprimiéndose la gonorrea rmlchas veces se hin- chan los testículos; entonces se usarán los remedios antive- néreos, aplicando repetidas veces, compresas mojadas en co- cimiento de raices de malvabisco y simiente de linazas; ó se pondrá un cataplasma de cebollas de azuzenas blancas, y hojas de veleño y malvas, cocidas hasta la espesura,añadién- dole harina de linazas y aceyte de lombrices, ó el siguiente Cataplasma resolutivo en los tumores del escroto por Gonorrea suprimida. TOMA de las harinas de alholbas, cebada, y lupinos, dos onzas de cada una; de polvos sutiles de cominos media onza. Cuezanse en agua, á que quede espeso el mixto. Apar- tado de la lumbre se le mezclará un poco de aceyte hedion- do de lombrices. Acontece muchas veces que los* epididimos, llamados vulgarmente binzas, después de esta enfermedad, quedan endurecidos. En este caso se aplicarán los emplastros de dia- botano, mercurial irino, ó diaquilon gomado. Mas si el tu- mor inclinare á supurarse, se repetirán las sangrías,y se usa- rán los madurativos; que en no rebentando por sí solo, se sa- jará profandamente, y se curará con los digestivos. En las ter- ^ ceras causas se arreglará el enfermo á tomar por veinte ó treinta dia* el siguiente Electuario para la Gonorrea caquéctica. TOMA de triaca y azafrán de marte aperitivo iguales partes; mézclense. Desátese una dragma en agua tibi^^| á tomar en ayunas, y la misma cantidad á el caer de la tar- de, haciendo mu-ho exercicio. Por io demás se tratará esta enfermedad como la cachexia. Si GRAVIDITAS. 153 Si destruidas las causas todavía subsistiere la gonor- rea, se apelará á los remedios restringentes, y restrictivos roborantes del numero cincuenta y siete, ó se usará la leche d*Q\ de ovejas, ó la siguiente rhc/¡dSn Emulsioiátestringente en la Gonorrea. Oy^e* rur7¿¿¿ TOMA un puñado de capitaneja' fresca: muélase en un ^rxA'n, metate con una libra de agua. Cuélese, y endúlcese con ^^^ xarabe de corales, añidiéndole siete granos de azúcar de sa- ✓ turno. ¿T*". O se usará el electuario restringente del numero cin- cu>¿f¿¿ cuenta y seis. nJotrt**- Los termas de alumbre igualmente son útiles en estos ¿tÁctJp casos; como también las inyecciones de agua de lantén con p¿/eb¿ la piedra medicamentosa. Kno/i*- £ Horchata fresca en la Gonorrea. TOMA de las simientes de melones, calabazas, y adormí- W ' /% deras una onza de cada una, de agua de pimpinela, ó de ^°7 lechugas una libra. Hágase horchata, que se endulzará con ^^¡f^ xarabe de mucilagos, echándole veinte gotas de espíritus de *¿pc J*3 nitro dulce. tilio H Pozima anodina que su avisa los ardores de la orina, ^ffyt TOMA de cocimiento de raiz de malvabisco, cortezas de clu£'1r%, cañafistola, y simiente de linazas una libra: endúlcese fúH-cüt con el xarabe de adormideras. c*¿A¿* t El xocoqui aguado refresca los caños de la orina. f^ Pildoras mercuriales purgantes. *c hiw* OMA de masa de pildoras católicas, y mercurio dulce tLvju*-.* un escrúpulo de cada uno. Háganse pildoras con xara- CuCru^r be de culantrillo, para una toma. ¿c CUUv GRAVIDITAS. La Preñez es la fecundación de uno, ¿rj^ <_. »-b'mas huevesillos maternos en el fondo déla matriz, ere- ~^/¿xv ciendo comunmente por espacio de doscientos y ochenta dias, r(I/ín^k hasta formarse un perfecto y maduro infante. La causa '\x\-ay^ mediata, es la penetración de la aura seminal por los fila- -f^f t\ V men^. ¿+lcx* T r54 GRAVIDITAS. mentos ó estambres de dichos huevesillos. La antecedente es la buena disposición de la genítura, pene, y útero. La proca- teTtica es la proyección del semen viril al fondo del útero, mediante no solo el concurso similitudinario, sino también la eyaculacion simultanea, ó el derrame gambos sexos á un mismo tiempo. Verificadas las causas antecedentes y la pro- cata rtica, el espíritu masculino llega á los ovarios diestro, 6 siniestro: uno, dos, ó mas huevesillos se hinchan, según la vir- tud, y disposición de Jos agentes: las tubas Falopianas secón- traen, sus bocas se ensanchan, reciben los huevecillos, estos entran en el útero, se pegan ásus paredes: el cuerpo se hor- ripila, la matriz se contrae, el menstruo se detiene, la sangre gruesa regurgita á las partes superiores, la delgada se expri- me é insinúa en el huevesillo, este se desenvuelve ( delineado ., en él primordialmente el feto) y se manifiesta cubierto con dos membranas. La túnica que inmediatamente cubre al feto es la mas delgada, llamase amnion. La otra es la mas gruesa, y le nom- branchorion, tócala concabidaddel útero. Está pendiente el feto de las parias, las quales son un cuerpo redondo, y es- ponjoso, unido al útero por ia parte convexa, interviniendo los vasos uterinos, y por la concaba al ombligo del mismo fe- to, mediante el funículo llamado por eso umbilical, que es un cordón compuesto de una vena ancha, y dos arterias de doble amplitud menor. Establécese el circulo mediante la sangre mas delga- da que las arterias uterinas depositan en las parias, las quales por U vena umbilical la infunden en el feto, volviendo por las arterias del cordón otra vez á ¡a placenta, y de ai á las ve- i ñas del útero, continuándose este movimiento circular entre la madre, y el feto: éste vá succesivamente creciendo hasta su perfecta madurez, que es quando tiene ya necesidad de *S respirar, lo qual sucede ordinariamente á los nueve meses. Los signos que demuestran la preñez son los siguien- ■ tes: falta de menstruos sin otra causa conocida; horror, disV_ plicencia, y pesantez del cuerpo, en especial de la cabeza; ojeras, ó hundimiento de los ojos; nauseas, vómitos, desgano * de comer, impaciencias continuas, y apetito á tomar cosas extra- GRAVIDITAS* 155 extrañas; orina citrina, clara, estrellada, nubeculosa, y con descenso y ascenso de corpúsculos como los átomos del ayre, particularmente en los primeros meses; elevación redonda del abdomen, tíe dia en dia mas aumentada; movimiento co- mo adherente en medio del vientre, desde pasado el tercero mes; y como cerramiento de la vagina á la contréctacion de la comadre. Los Antiguos creían que el feto masculo se criaba en el lado derecho, y el femenino en el izquierdo; lo contrario suele observarse, aunque en esto no hay regla fixa. Las señales que hacen sospechar el haberse concebí- do varón son las siguientes: color del rostro manchado, y apagado; movimiento del feto, quando mas tarde, pasados los tres meses primeros; sumo aborrecimiento al congreso; y calor grande que suele sentirse en el lado del bazo. Presú- mese el estar en cinta de muger por la suavidad de los efec- tos del preñado, por las pocas manchas de la cara, y porque los meteorismos del Vientre no cesan hasta los quatro meses. Indican haberse muerto la criatura en el vientre, la expulsión de aguas por muchos dias, sin verificarse el parto;. si dichas aguas salen de mal olor; inmovilidad del feto;con- versionde éste al lado que se vuelve la madre; y en ésta des- mayos, escalofríos, pujos, aliento fétido, peso y frialdad del empeyne, &c. Los signos que pronostican la muerte de la preñada en el parto son el color del -rostro rojo repentina- mente mudado en aplomado, hacia los últimos meses, y las molas carnosas, que en la misma preñez se hubieren arrojado. Las molas, á las que vulgarmente llaman congelos, son un concepto mal formado. Las viejas,las que celebran el con- cubito instando ya los meses, ó con el actual fluxo de ellos, y las que padecen frialdades y humedades en la matriz, están expuestas á esta enfermedad. Las señales que la distinguen de la preñez verdadera son la falta de movimiento propio en la mola, siendo común cjue el feto á los tres ó quatro meses ^conaienze espontáneamente á moverse; la dureza que siente . la preñada, y pesantez por el lado que se inclina;, y el antiguo embarazo del vientre, siendo regular que el preñado legitimo no pase de nueve meses. í ¡6 GRAVIDITAS. Las molas ventosas, que tanto equivoca el Pueblo con la preñez verdadera, tienen su génesis en un semen impuro amurcoso y tartáreo; se conocen por el perpetuo me- teorismo de la matriz, y dolores terebrantes; por la exterior frialdad del vientre; y por la orina que se arroja, como se- minal y estrigmentosa. NUMERO SETENTA T SEIS. Régimen de las Preñadas, y curación de sus mas co** muñes enfermedades. LAS que están en cinta deben bañarse con alguna freqüen- cia, no desreglarse en la dieta, y abstenerse del vino. Según el sentir de Hypocrates, las preñadas pueden sangrar- se, y purgarse desde el quarto hasta el séptimo mes; pero las sangrías han de hacerse solamente en los brazos, ó partes superiores, habiendo mucha necesidad, ó abundancia de san- gre; instando ya el parto son dañosas comunmente. Al tercero ó quarto mes suelen prorrumpir en san- gre las preñadas, lo que dá sospechas de haber congelos; mas por qualquiera causa que esto venga, en no siendo excesiva, ó acompañada de graves síntomas, no debe suspenderse, con- tentándose la enferma con estar fajada, en quietud, y con re- gimen. Los antojos en las preñadas han de cumplirse, en siendo racionales y asequibles, que no siéndolo, se les engaña- rá la idea con los succedaneos. En los últimos meses harán mucho y constante exercicio á pie, excusando elbacerlo á ca- ballo; estando cercanas al parto, si hubiere aparato de hu- mores en el vientre, ó mucho estreñimiento, y flatos, se les harán algunas labativas emolientes. Gotas en las accesiones histéricas de las Preñadas. TOMA de las tinturas de castor y de laca, de cada u^na dos dragmas, de sal volátil oleosa dos dragmas y me-4! día, de láudano liquido media dragma: mézclense, y tómense » doce gotas, de tiempo en en tiempo, en caldo, ó infusión de torongil. Un- GUTTUR1S M0RBI. 15/ Untura para las inflamaciones de la Vulva, y Almorranas. TOMA de los ungüentos populeón, rosado, y manteca de saturno, de cada cosa partes iguales: mézclense. La diarrea ha de remediarse quanto antes con los anodinos, y Testringentes roborantes. Los vómitos mas se ir- ritan con los astringentes, y asi han de tratarse con los robo- rantes estomacales, y alguna vez con los anodinos: el café, o cha, la saldeagenjosen sumo de limones, la agua deyerbabue-. na compuesta, el xarabe espirituoso de cortezas de cidra, o la agua de canela bordeada con unas gotas de láudano, satis- facen esta indicación. Si la criatura se hubiere muerto en el vientre, se ha- rán algunas labativas; se aplicarán al vientre gallinas abier- tas por el espinazo, y un sudadero de bestias á las caderas, cocido antes en orines; se hará pasar á la enferma la infusión de esparto, de ojas de sen, el estiércol de caballo deshecho en vino, la agua de embrión, ó la bebida para facilitar el par- to que pondremos en su titulo: los fuertes esternutatorios, vomitorios, semicupios, y la operación manual han de ser los últimos recursos. En las molas convienen las bebidas, unturas, y laba- tivas aperientes; los termas calcíferos, remedios diuréticos y emenagogos, bebidas laxantes, vomitorios, esternutatorios, sangrías en los tobillos, vapores de ingo, y pesuñas de asno, recibidos por la vulva, y los pesos compuestos de cera, ama- sada con polvos de asa fétida, castor, y trociscos dealhandal, La operación debe hacerse solamente en estando la mola in- vocada en la vagina. GUTTUR1S MORBI. Los males de las fauces. Los vocalisimos, esto es, los que tienen sonora y muy alta la voz padecen de la garganta por tener las fauces relaxadas. Las ,p asperezas de estas partes nacen comunmente del mucho chu- par tabaco, ó por el tiempo frió. Las anginas del invierno regularmente se agravan con sangrías, y gargarismos; curan- se comunmente con los remedios pectorales, y que promue- ven 158 GUTTURIS MORBU ven la saliva. En todas las enfermedades del gaznate dañan por lo común los aceytes, y ungüentos, usados por dentro. En las ulceras venéreas es gran remedio e) babeo; en las demás prefieren los abstergentes restringentes. NUMERO SETENTA T SIETE. Auxilios para los accidentes de las fauces. Lamedor en las anginas linfáticas. TOMA de miel rosada quatro onzas, de aceyte de palo media onza, de extracto de orozus dos dragmas, de pol- vos de alcanfor un escrúpulo: mézclalo todo, y chúpese con una cuchara. También es util mazcar las raizes de pelitre, ó el ta- baco. Habiendo muchas humedades, se harán gárgaras con orina de personas sanas. En los Catarros se chuparán, los al- feñiques, ó se inspirará por un embudo el humo de salvia. En la ronquera de esta causa aprovecha chupar la azúcar que- mada en aguardiente. Para las inflamaciones, excoriaciones, ronquera, y ulceras de la campanilla es util el gargarismo de agua de lantén con miel rosada y unas gotas de espiritus áci- dos de vitriolo. Gargarismos para las ulceras del gaznate. TOMA de capitaneja, rosa seca, cortezas de granadas,cua- chalalate, y calancapatle, de cada cosa partes iguales: cuezase todo según regla, y endúlcese con miel rosada. Ítem: De cocimiento fuerte de capitaneja una libra, de aceyte de escoria de fierro onza y media: mézclalo. En el prolapso, 6 caída de la campanilla se insuflarán los polvos de nueces de ciprés, capitaneja, lantén, pata de león, alumbre quemado, ó cascaras de granadas; se instilarán unas gotas de* 4 aguardiente en los oidos, tapándolos después con algodones; se harán gargarismos con vinagre; y se elevarán los cuerpos, tirando con esfuerzo de los cabellos de la coronilla. Gar- H1EM0PTHYSIS, HMMOPTOE. I 5£ Gargarismo en las durezas del gaznate. TOMA de raizes de apio yvde malvabisco una dragma de cada una, de guinari (que es el pan y quesillo, ó la bursa pastoris) un puñado, de pasas deshuesadas dos onzas. Cueza- se todo en agua de cebada, á que quede una libra; colado el cocimiento se endulzará con xarabe de cinco raices. En el cancro se harán gárgaras con los sumos de. lantén, siempre- viva, y yerba mora; ó con el cocimiento de la yerba del pas- tor, y leche de burras. Quando un cuerpo extraño llegare á detenerse en el gaznate, han de paréticarse las siguientes di- ligencias: se procurará primero extraerlo con los dedos, pin- zas, ganchos, ó tenazas; en no pudiéndose, se irritarán las fauces con unas plumas, lubrificándolas antes con el aceyte de almendras dulces, ó tomando este mismo azeyte en por- ciones repetidas: no siendo asequible la expulsión, se impe- lerá al estomago el cuerpo atorado, mediante una buxia de cera muy delgada, se darán puñados á las espaldas, 6 se ha- rán pasar al enfermo licores grasosos. Mientras estos auxilios se executan, se atenderá á pre- caver la inflamación que acontece muchas veces, dando al- gunas sangrías, y haciendo que trague el enfermo mucha le- che, ú otros demulcentes. La broncoxomia, siendo operación muy temerosa, suele llegar yá tarde. En dando alguna cosa en el galillo, esto es, si se atra- vesare un cuerpo extraño en la laringe, ó cabeza dei canal de la respiración, se darán muchos puñados al pecho, y á las es- paldas; se tomarán unos tragos de agua fria; ó se procurará el vomito. H^MOPTHYSIS, H^MOPTOE. El Esputo de san- gre es la excreción de sangre por la boca, venida de los pul- mones, ó de la áspera arteria. La causa inmediata es la aper- cion, rupcion, erosión, ó corrupción de dichas partes. Las an- tecedentes son: textura floxa y delicada de los pulmones; abundancia, turgescencia, ó raridad de la sangre; estrechura ,> natural ó accidental de sus vasos; y acrimonias del humor . bronquial. Las procatarticas son: primeras: llenuras, presiones del pulmón, hemorragias espontaneas ó naturales suprimi- das, i 6q HMMOPTHTSIS hjemoptoe. das, sangrías omitidas, fiebres, y convulsiones. Segundas: he- ridas, contusiones, pthysis, toz, tubérculos del pulmón, pul- monía, y dolores de costado. Terceras: inspiraciones acres ó metálicas, vociferaciones altas, exercicios praves, grandes es- tuerzos, suspensiones de la respiración, y proyecciones vio- lentas del ayre en la espiración. Quartas: pasiones impetuo- sas, desvelos continuos, vomitorios ó purgantes fuertes, uso demasiado del vino, cosas acres, y causas de las acrimonias alcalinas. Los signos de la sangre hemoptoica son: toz, expec- toración de sangre espumosa, y dificultad de la respiración. Quando la sangre se arroja como gargajeando, es señal que sale de las fauces; si solo escupiendo, es del paladar; si con vomito, del estomago: pero la que viene con toz es del pul- món. Siendo la sangre abundante, es indicio de que las arte- rias grandes del pulmón se han abierto ó rompido; que si fue- re poca, y con toz profunda, el daño está en las celdillas ul- timas de dicha entraña. Las mas peligrosas hem optises son aquellas que no naciendo de una causa violenta, como pulmonía, golpes, san- gre detenida &c, se acompañan con dolores en el pecho, di- ficultad en la respiración, esputo de sangre continuo con toz molesta por algunas semanas, accediendo la textura seca, y macilenta de los cuerpos, porque indubitablemente degene- ran en phtisis.' NUMERO SETENTAT OCHO. Curación de la Hemoptisis. LOS remedios generales para el esputo, y fluxo de san- gre por la boca son: sangrías, ligaduras en brazos y piernas, bebidas diluentes, y remedios incrasantes anodinos, y á lo último restringentes; inmersiones, ó fomentos de agua elada en las pudendas, mucha quietud, y alimentos frescos, nobles, y ligeros. Si la causa fuere sangre de almorranas, ó menstruos detenidos, se harán las sangrías en los pies; mas si fueren otras, han de hacerse en los brazos. Generalmente en un flu. xo violento hemoptoico, el primer remedio debe ser una san- gría copiosa en el brazo. La- HMMÓPTHrSIS, HJEM0PT0E. l6l Lamedor pectoral incrasante. TOMA del mucilago de la goma mangle quatro onzas, de láudano liquido un escrúpulo: mézclense; y chúpese en medias cucharadas de tiempo en tiempo. Pastillas incrasantes. TOMA del mucilago dicho dos cucharadas, de polvos su- tiles de simiente de veleño dos dragmas, de azúcar quan- to baste. Háganse pastillas para traerlas en la boca chupan- do. Anodinos pectorales. TOMA de las conservas de rosas y amapolas de cada una una onza, de diascordio media onza. Tómese el can- to de una cuchara, tres ó quatro veces al dia. ítem: De polvos sutiles de goma de Sonora dos es- crúpulos, de masa de pildoras de cinoglosa un escrúpulo, de xarabe de diacodion quanto baste. Fórmense pildoras de á grano para usarlas de tres en tres, en almendrada. ítem: Del mucilago de la goma de tragacanto y lina- 0 zas dos onzas, de xarabe balsámico una onza, de láudano li- quido medio escrúpulo. Chúpese como lamedor. ítem: Del mucilago de la goma del nopal media onza, de agua de amapolas una libra, de xarabe de diacodion una onza: mézclense; y tómese tibia esta bebida en tres veces distintas. Remedios restringentes en la hemoptisis. TOMA de quina media onza, de raíz de tormentila una onza, de hojas de lantén tres puñados. Hágase coci- miento con quanto baste de agua, á que queden tres libras, para hacer horchata común, á tomar en medios pozuelos re- petidos. ítem: Las soluciones de las yervas frescas de capita- neja, ó del pollo, en agua común fria. ítem Los cocimientos fuertes de la raiz de nopalillo, suelda con suelda, ó agárico. X ítem: 16 2 AEMORRHAGIA. ítem: La tintura de rosas vitriolada. El suero de alum- bre con polvos de goma de Sonora. Los sumos de ortiga ó de lantén &c. En cucharadas freqüentes. Debe advertirse que los remedios narcóticos, y as- tringentes usados coa continuación son perjudícales, porque cuagulan la sangre en los pulmones, y obstiuyen esta entra- ña, origen de ios tubérculos, asma, tisis.y otros males graves; y asi corregida la execucion del fluxo, se establecerá el uso de los remedios balsámicos pectorales, como son las mulsas, y cocimientos pectorales; la leche de burras,- y la goma man- gle en lamedores, ó trayendola chupando en la boca. Los alimentos propios en la Hemoptisis son: las le- ches de cabras ó de vacas; los caldos comunes de car- nero y vaca, con arroz; panatela; atole blanco de maiz; po- leadas de ajonjolí, arroz, ó almidón; almendradas con semi- lla de adormideras, y semejantes. También es preciso que el enfermo se mantenga en silencio y con quietud, y se absten- ga de las cosas acres y del vino. Finalmente, si en la hemop- tisis se advirtiere el hígado irritado,se aplicarán á esta en» traña unas compresas mojadas en vinagre rosado freqüentan- do el siguiente Purgante fresco. TOMA de hojas de sen, muy limpias, tres dragmas. Cue- zanse de dos herbores con una taza de agua; y á la uña ó dos horas de infusión se colará, mezclándole después una onza de pulpa de cañafistola, y otra de tamarindos. AEMORRHAGIA. El fluxo de sangre es la salida co- piosa de este liquido por alguna parte del cuerpo. Divídese en artificial, natural, espontanea,y preternatural. La hemor- ragia artificial es la de las sangrías, mutilaciones, heridas, incisiones, y semejantes operaciones. La espontanea es aquel fluxo critico, con que la naturaleza se desembaraza de la san- gre superflua. Tal es la sangre de almorranas, y la de las narices. Hemorragia natural es la evacuación de sangre que por tiempos viene en los cuerpos sanos, como es el menstruo de AEMORRHAGIA. 163 de las mugeres. Finalmente, preter natural so llama la hemor- ragia que naciendo de las cosas generales de la hemoptisis, es inmoderado, é incongruente su fluxo. La hemorragia que no alivia la fiebre, las mas veces es mortal. Para que sea critica deben preceden escalofríos; mas en succediendo estos al fluxo, son de mal anuncio. Si la habitual se suprime, resulta epilepsia. Las hemorragias copio- sas debilitan los cocimientos, y originan cachexías, hincha- zones, hidropesías, y otros males graves. NUMERO SETENTA T NUEVE. Curación de las Hemorragias. LAS hemorragias espontaneas y criticas deben dexarse al arbitrio de la naturaleza, suspendiendo los remedios que puedan detenerlas, ó executarlas; que si no corrieren bien, se suplirán con sangrias. En la rotura de una arteria se hará lo que diremos en el numero ciento y once. En los fluxos de sangre preter naturales se instituirán las sangrias revulsorias, practicando al mismo tiempo, según la calidad, estado, ó condición de la hemorragia, los reme- dios diluentes, incrasantes, anodinos, y restringentes del nu- mero setenta y ocho; los del cincuenta y siete; ó los estípti- cos internos y externos. Estípticos internos. TOMA de agua rosada quatro onzas, de espíritus de vi- triolo agrios un escrúpulo: mézclalos. Tómese en una vez. ítem: De raíz de torméntala do$ onzas, de ojas de lan- tén diez onzas, de agua quatro libras/ Hágase cocimiento se- gún arte, para ministrarlo en medios pozillos. ítem: De polvos de coral rubio y goma de Sonora medio escrúpulo de cada cosa, de xarabe de rosa seca media onza, de agua rosada quatro onzas, de láudano liquido seis gotas: mézclense; y bébase en una toma. Es- I 64 HMMORRHOIDES. Estípticos externos. EL vinagre de saturno; los polvos de alumbre, ó del no- r palillo con clara de huevo; la caparrosa en agua rosa- da. ítem: Toma de polvos de escoria de fierro dos onzas, de aceyte de vitriolo quatro onzas: mézclense, hasta que ce- sen de hervir, y con veinte onzas de agua póngase en diges- tión por veinte y quatro horas: cuélese, y añádasele media on- za de polvos de alumbre. Estos licores han de aplicarse con lienzos, ó algodones. ítem: El agárico machucado, y hecho planchuela, sosteniéndolo en la parte con una venda. Para que mas fácilmente se contengan las hemorra- gias, no han de removerse los grumos que se formaren en el canal del fluxo. En los vómitos de sangre mira el numero ciento y treinta y quatro. HiEMORRHOIDES. Las Almorranas son quatro venas situadas en la extremidad del intestino recto, una inter- na, y tres externas, que por el parage,y postura perpendicu- lar en que se hallan colocadas, están sujetas á padecer prolapso, inflamación, fluxo de sangre, y otros muchos ma- les. El prolapso, ó salida de las almorranas nace: prime- ro: de las causas de las hernias, especialmente por los esfuer- zos violentos, y grandes conatos que se hacen en la expul- sión de los excrementos, y del feto. Segundo: por los impulsos de la sangre abundante ó espesa en dichas venas, nacidos de las causas de la hipocondría. Tercero: por las causas irritan- tes, como son, comidas, y bebidas abundantes, calientes, pi- cantes, aromáticas, y espirituosas; purgas violentas, humo- res acres, pujos, y excretos retenidos. Conócese el prolapso por los tumores varicosos, é indolentes que se perciben por dentro, ó fuera del ano. Si precediendo causas inflamantes se sintieren en la extremidad del recto tumor, ardor, rubor, y punzadas, es se- ñal de que están las almorranas inflamadas. Mas si el volu- men, ó presión de la sangre venciere la resistencia de los va- sos, HJEM0RRH01DES. I 65 sos, abriéndose estos, resultan las almorranas fluentes, /as quales, en todos tiempos, ó por periodos mas ó menos dila- tados, muchas veces arrojan este liquido en abundancia: ori- ginase este mal de las causas de! prolapso, ó de las de la hi- pocondría, de movimientos criticps, ó por menstruos suprimi- dos. Esta evacuación de segundas causas regularmente es sa- ludable, en especial al principio y fin de las fiebres, y en los hipocondriacos; pero generalmente en durando mucho, de- bilita, ó vicia la digestión, causando otros muchos males. El fluxo puesto ya en costumbre, si llega á suprimirse, causa do- lores en las piernas, brazos y vientre; embarazo en los hipo- condrios, ansias, delirio cachexia, obstrucciones de higa- do, &c. NUMERO OCHENTA. Curación de las Almorranas. EN las primeras causas del prolapso se hará la reducción como en las hernias, procurando la quietud; y se prac- ticarán los remedios restringentes de abaxo. En ias segundas se frequentarán las minorativas frescas, diluentes aperitivos, y baños de agua tibia. En las terceras aprovechan el purgan- te fresco del numero setenta y ocho; el uso de la leche, y re- medios frescos restringentes; y la horchata diluente y ano- dina. En las almorranas inflamadas se tendrá libre el vientre; se darán sangrias en los brazos; se pegarán sanguisuelas al ano; se harán los remedios de el numero noventa; se tomará la horchata diluente y anodina; y se aplicarán los tópicos desinflamantes. En las fluentes se tendrá libre el vientre; que siendo excesiva la sangre, se apelará á los remedios del pro- lapso. Para restablecer el fluxo, excusando las sangrias, se menudearán los medios baños con agua bien caliente; tomará el enfermo diariamente al entrarse en la cama una dragma de acíbar en pildoras, y se le frotarán las almorranas con ho- jas de morales, ó de higueras. Remedios restringentes en las Almorranas. LOS polvos sutiles de arrayan, del pedernal, del no palillo ó de bejIotas lanuginosas de los encinos, amasados con claras de huevos al orificio. ítem: 166 HmMORRHOIDES. ítem: Toma, de polvos sutilísimos de alumbre una on- za. Derritanseenun plato de plata; mezclando en la fusión dos dragmas de polvos sutiles de sangrede drago. Fórmense pildo- ras, recalentando la masa en endureciéndose. La docis es una dragma, usando esta cantidad una vez al dia en el prolapso; y en la execración de una hemorragia cada quatro horas. Horchata diluente y anodina. TOMA de las simientes de adormideras y melones de ca- da cosa media onza, de cocimiento de gordolobo una li- bra. Hágase emulsión, según arte, y endúlcese con azúcar, mezclándole seis gotas de láudano liquido. Tópicos desinflamantes anodinos. TOma de aceyte de yemas de huevos quanto baste, báta- se en un bote de plomo, hasta que adquiera el color de este metal. ítem: De manteca de jamón rancio dos orizas, de cera blanca un pedazo: mézclalos en la lumbre, á que se haga un- güento. ítem: De sumo de siempreviva, y vinagre de greta una onza de cada uno, de manteca de puerco dos onzas: méz- clalos. Ítem: De mantequilla lavada en muchas aguas sumo de tomates, y aceyte rosado partes iguales: mézclalos. ítem: De ungüento simple de dolores una onza, de láudano liquido un escrúpulo: mézclalos. Siendo la inflamación antigua, toma de ungüento de populeón dos onzas, de aceyte de yemas de huevos una onza, de balsamo negro, aceyte de succino, y láudano liquido un escrúpulo de cada cosa: mézclalos. Tópicos en las inflamaciones pasmadas. TOMA de ungüento de populeón dos onzas, de aceyte de succino dos dragmas, de balsamo católico un escrúpu- lo: mézclalos. ítem: El unto de puerco, en que se halla dexado em- beber la trementina que destila una raja de ocote encendido. Ítem: HEPAR MORBOSUM. 1 67 ítem: La mantequilla frita con pazcle. Ítem: Las pavesas de candelas de sebo, amasadas en- tre los dedos. ítem: Las pencas de zabila asadas, y untadas de acey- te rosado. ítem: Las compresas mojadas en agua decaí,, ó en aguardiente refino. Quando las. almorranas interiormente se sientan in- flamadas, se les aplicarán los remedios, mediante una buxia delgada, ó derretidos los linimentos, se harán inyecciones por medio de una geringuilla, ó se introducirán algunos su- positorios frescos, como de unto de puerco, manteca de ca- cao, y semejantes. El estreñimiento que comunmente acom- paña á la inflamación, se vence tomando con freqüencia los Ecoproticos, ó remedios que facilitan el régimen del vie?itre. LA mantequilla fresca con miel virgen, ó melado: la en- salada de lechugas Cocidas, ó de espinacas: el cocimien- to espeso de tamarindos: una onza de electuario lenitivo en agua tibia: una onza de maná disuelto en caldo: el suero co- cido con cañafistola: dos dragmas de crémor de tártaro en agua tibia, ó una de leche de tierra, ó de leche de Mechcacan: ó la leche de burras tomada tres ó quatro veces en el dia., Confúndese muchas veces el depósito de humores corrosivos que suele hacerse en las cavernas del intes- tino recto con las almorranas; pero se distingue, porque en habiendo dicho mal,no se sienten varicosidades en el orificio, y destilan de éste unos icores acrimoniosos, con ardor, y co- mezón; en cuyo caso conviene aplicar los ungüentos frescos metálicos, quales son el antiherpetico, el de almártaga, el blanco, ó los fomentos con la agua vegeto mineral. HEPAR MORBOSUM. El hígado enfermo. Esta en- traña, asi por su texido floxo, como porque es receptáculo de la bilis, está sujeta á padecer muchos males. Quando se . sienten bochornos, ansias, destemplanza febril, nauseas, vó- mitos, embarazo, y elevación del hipocondrio, ó lado dere- cho del estomago, y dolor tensivo en él, que se agrava al to- car- I 68 HEPAR MORBOSUM. carse, es señal de haber resultado la hepatitis, 6 inflama- ción del higado, cuya causa inmediata es la congestión de sangre en los remates de las arterias hepática, mesenterica superior, y diafragmaticas, y en los de los ramos de la vena porta, que se desparraman por el higado. Las antecedentes son las complexiones hipocondriacas, histéricas, resecas, ó biliosas; calores inmoderados, y abundancia de sangre. Las causas procatarticas son las generales de la inflamación, par- j ticularmente los apretamientos grandes, aplicación de ven-r tosas, y aproximación del higado á los braseros, y lugares de mucho fuego; falta de bebida en los incendios de la sangre; purgas, y vomitorios violentos; cirros, u obstrucciones del hí- gado; supresión de sangre de almorranas, ó menstrual &c. Si la inflamación no se resuelve, resulta la tiricia, obs- trucción, y apostema, enfermedades ordinarias de esta entra ña. También suelen engendrarse cálculos en la vegiga de la hiel,efectode Iaespesura de este liquido:conocense por las an- sias continuas, y dolores graves de estomago? en los cuerpos resecos y ictéricos, despidiéndolos continuamente por la ori- na. NUMERO OCHENTA T UNO. Curación de las enfermedades del higado. LAS inflamaciones del higado, asi como las del estomago, diafragma, intestinos, y demás entrañas del abdomen causan comunmente nauseas, vómitos, y aparatos de humo- res en las primeras vias, lo que engaña á muchos Médicos para ministrar vomitorios, y purgantes, los quales ocasionan indubitablemente la muerte á los enfermos. El método de tratar estas inflamaciones es el siguien- te: se harán sangrias en los brazos, mas ó menos repetidas, según la violencia del mal, se aplicarán incesantemente al hí- gado, estomago, y vientre los tópicos de abajo: se menudea- rán las labativas antiflogísticas; se ministrarán las bebidas diluentes aperitivas, ó la leche de burras; y se instituirán los baños de agua tibia. Topi. HEPAR MORBOSUM. I 69 Tópicos en las infamaciones del vie?itre. TOM\de un Miento de altea simple un? onza, de man- teca de coco dos onzas, de esperma de ballena media onza, de láudano liquido un escrúpulo: mézclalos. *•'"" ítem: De ungüento populeón, y aceyte violado una onza de cada uno, del mucilago de las simientes de lino, y membrillos media onza, de balsamo anodino una dragma: mézclalos. ítem: Los redaños de puercos,cocidos en leche, y un- tados con las unturas anticolicas anodinas. ítem: De ungüento simple de dolores dos onzas, de los bálsamos de González una onza: mézclalos. ítem: De ungüento compuesto de dolores dos onzas, de aceyte de yemas de huevos una onza: mézclalos. Labativas antiflogísticas. TOMA "de media leche con agua de malvas ocho onzas, de crémor de tártaro dos dragmas, de aceyte violado dos onzas: mézclalos. Ítem: De sumo de siempre viva, y miet rosada quatro onzas de cada cosa: mézclalos. ítem: De manteca de coco, y de cocimiento de palo mulato quatro onzas de cada cosa: mézclalos. Bebidas diluentes aperitivas. TOMA una libra de sugfo destilado con la yerba de len- gua de ciervo, y endúlzalo con xulepe rosado. ítem: De xarabe violado una onza, de espiritus de nitro dulce un escrúpulo, de agua de borrajas una libra: méz- clalos. ítem: De agua destilada de la yerba del pollo una li- bra, de miel rosada una onza: mézclalos. ítem: La infusión de las cortezas de cañafistola, y la leche de burras. ítem: El xocoqui ralo, y aguado, usado á todo pasto. Si no obstante el uso de estos remedios, los síntomas crecen, el higado se eleva, (sintiéndose mayor tensión, y peso Y en 170 HERNIA. en él) la tiricia se declara, y hay dolores graves en las pier- nas, señales del futuro abceso, aun se ha de insistir en ellos; que en no pudiendo esta fatal resulta evitarse, se aplicará á to- do el hilado la miga de pan en leche, con los acey tes de man- zanilla y violado, ministrando cada hora tres cucharadas del cocimiento de pasas y raices de altea, ó de malvas y li- nazas, endulzados con el xarabe de cinco raices, continuan- do estos remedios hasta haberse formado, y madurado per- fectamente el apostema, para extirparlo después con las pur- gas, las quales no han de ser demasiado irritantes, ministran- do en los intervalos la media leche con la infusión de flo- res de saúco. Mira el titulo Abcessus intemi. En las dure- zas del higado, y en la tiricia mira los títulos obstmetió, y icteritia. Tópicos en los calores, y irritaciones simples del higado. LAS compresas mojadas en vinagre rosado, ú orina de mu- chachos, ó en los sumos del lantén, chicorias, siempre- viva, lechugas &c. Los ungüentos, rosado, de calabaza &c. Bebida que destruye las piedras del higado. TOMA de sumo de grama media libra, de xarabe de cin- co raices una onza, de espiritus de nitro dulce un es- crúpulo: mézclense; v úsese por muchos dias. HERNIA, CELE,RAMEX,CREPATURA. La Her- nia ó Quebradura es un tumor preternatural en qualquiera parte del abdomen, (inferior, anterior, ó lateral) nacido de la relaxacion del peritoneo, admitiendo éste en los sacos que forma, al redaño, ó á los intestinos. Las causas antecedentes son las constituciones demasiadamente húmedas, y las carnes blandas. Las procatarticas son: primeras: el uso continuo de legumbres, y comidas grasosas. Segundas: saltos, y movi- mientos desiguales, estando el vientre holgado por alguna parte. Terceras: hidropesías, indigestiones del estomago, golpes en el vientre, caídas de lo alto, tozes, y estornudos fue-tes, vómitos, gritos, peso y protuberancia del abdomen, pujas, conatos fuertes para deponer las heces, y todo aquello que comprimiendo el vientre, hace que las entrañas ocupen HERNIA. I 7 I los lugares en que hallan menos resistencia.- Las diferencias son las siguientes: hernia ingvhc.l. Nace de la re laxación de los anillos que tiene el abdomen eu una y otra ingle, para dar salida en los hombres á los vasos espermaticos que van á ¡os testes, y en las mugeres á los li- gamentos redondos que bajan á los muslos, los quales son conducidos mediante las prolongaciones que forma el peri- toneo. Si en estos parages, por las causas referidas, se embo- care algún intestino, á saber, el ciegoen el lado derecho, y en el izquierdo el íleon (por ser estos intestinos los mas capaces de deslizarse) resulta la hernia llamada enterocele, la qual será incompleta, manteniéndose solamente en los anillos; pe- ' ro descendiendoal escroto, ó vulva, ya es completa la hernia. Si el redaño fuere el salido, no solo en las ingles, si- no en qualquiera otra parte del abdomen, se nombra la her- nia epiplocele. La quebradura en el ombligo, y linea aiba, se llama exomphalos. La de los iados del vientre, ventral. La del escroto, oscheocele 6¿c. La hernia inguinal tiene también el nombre de bubonocele, por parecerse al bubón, véase el titulo ¿«¿o, en que se ponen los signos que distinguen estas dos enfermedades. Las señales que demuestran el prolapso de las tripas son la decidencia del tumor, resupínado el cuerpo, acosta- do, ó puesto en quietud, y el ruido que en el retroceso se per- cibe; pero en la salida del redaño el tumor es permanente, sin crecer ni decrecer, desigual, ó áspero, lúbrico, y blando, y el incremento es muy tenue, aun en los mayores impulsos del diaphragma, y músculos intercostales. La dificultad que encuentran los fluidos en los vasos floxos, toi tuosos, ó comprimidos; la inversión, irritación, ó diminución del movimiento peristáltico de los intestinos; los flatos, y inflamaciones; y la falta de abrigo, y compresión en las hernias, producen en éstas la detención de excrementos, las convulsiones, frialdades, durezas, dolores tensivos y ven- tosos, rubores-, gangrenas, y otros muchos males. Las hernias en los muchachos, y personas tiernas, son mas fáciles de curarse, que en los grandes, y robus- tos. La enterocele es mas peligrosa que la epiprocele. La anti- I 7 2 HERNIA. antigua, y aquella á la que jamas se le ha procurado la reduc- ción, ordinariamente es incurable. La que se ha tenido siem- pre su'eta, en volviendo á salirse, casi nunca, ó con gran tra- bajo se reduce. La enterocele completa es mas fácil de redu- cirse que la incompleta. La hernia gangienada comunmen- te es mortal, auuque se le haga la operación. NUMERO OCHENTA T DOS. Curación de las Hernias. LUEGO que se verifique la quebradura es preciso procu- rarle la reducción; para lo qual, si el paciente fuere adulto, se le harán una, dos, ó mas sangrias de los brazos, según la plenitud de sangre, y fuerzas del enfermo; se le echarán algunas labativas laxantes; y se aplicará incesante- mente al tumor el Cataplasma desafamante en las Hernias. TOMA de hojas de malvas dos puñados, de flores de manzanilla un puñado: cuezanse en leche, hasta que se ablanden: muélase el mixto en metate, para conseguir una masa, que se ha de mezclar con igual cantidad de ungüento de dolores. Los alimentos han de ser ligeros, excusando los ven- tosos, y irritantes El enfermo se mantendrá de espaldas con las piernas levantadas. Que si hechas estas diligencias, no se verificare la reducción, (resupinado siempre el paciente, y elevados los muslos) se le meterá por debaxo una almoha- da, y entonces él mismo, 11 orra persona puede hacerla sua- vemente, poco á poco, y con tezon constante. Esta opera- ción se llama taxis. En los niños freqüentemente es excusa- da, porque en durmiéndose se les desaparece comunmente el tumorsillo. Reducido el intestino, se aplicará al anillo ó lugar de la relaxacion unemplastrorestridivo, como el contrarotura, el ú!e, la goma de ocuje, el balsamo de Maria, &c, y apo- yando'e un botón, se afianzará todo con un braguero, ó ven- da retentiva. Si la reducción no pudiere hacerse de una vez, se HIDROPS. 173 se procurará en varias, menudeando las sangrías, labativas, y cataplasmas emolientes. Subsistiendo en su mayor fuerza la inflamación, y el dolor, es perniciosa la taxis, y lejos de conseguirse, crece el tumor, y se dispone la gangrena. En la epiplocele incompleta muchas veces no es necesaria la operación, siendo suficientes para deprimirla, (después de corregida la inflamación) el botón, y el vendage. Las hernias antiguas, y las que han adquirido algunas adherencias, no pueden reducirse; sin embargo, deben suje- tarse siempre con bragueros. Por falta de esta precaución padecen mucho, y aun peligran, los enfermos, porque se in- troduce mucha frialdad, y ayre, ó se extienden las hernias á un grande volumen, causas freqüentes de las sumas dure- zas, resistencias al ingreso, dolores muy vivos, é irremedia- bles gangrenas. En estos casos, se aplicarán sin cesar paños calientes, sahumándolos con aluzema, cominos,salvia, rome- ro, succino, y semejantes; mas siendo aguda la inflamación, se excusarán los remedios irritantes, y se pondrán los reda- ños de puercos, mojados en las unturas desinflamantes. Final- mente, dificultándose por todos medíosla reducción, y te- miéndose la gangrena, se hará la operación de la bubonocele. HIDROPS, AQUA INTERCUS La Hidropesía es una hinchazón del mismo color de la piel, blanda, blanca., y indolente, que ocupa todo el cuerpo, ó alguna parte de él. La causa inmediata es la colección de flemas, ó parte linfática de la sangre eu el texido celular, ó en alguna cabidad parti- cular. Las antecedentes s'mi las complexiones húmedas y flemáticas, disposiciones caquécticas, carnes blandas, debili- dad, y poco resorte de los vasos, y contusiones, compresio- nes, excrcicios violentos, ó males sumamente acrimoniosos, capaces de romper los vasos delicados de la linfa. Las causas procatarticas son- primera:, copia de fle- mas, y mal cocimiento d; i estomago. Segundas: obstruccio- nes, cinos, preñez, y causas que impiden el libre curso de la • linfa. Terceras: debilidades, males habituales, y todo aque- llo que minorando las oscilaciones de los vasos, hace que los líquidos se concreten y espesen. Quartas: estreñimiento, ó es- 1 74 HlDROVx. escasez, y supresión de la orina, v del sudor. Quintas: inges- tiones inmoderadas de agua, frutas, y cosas humectantes. Sextas: excreciones copiosas, y aquellas causas, que debili- tando los nervios, ó consumiendo los espiritus vitales y ani- males, originan el estancamiento de los fluidos. Los-signos generales de Ja hidropesía son: la mucha sed, la escasez de U orina, y del sudor, y las hinchazones del cuerpo, que fácilmente ceden á la compresión. La hidro- pesía es enfermedad que necesita desde luego el impedirle los progresos: la recaída es mal desesperado: en la diuturni- dad de este accidente, sobreviniendo dolor repentino á algu- na entraña, con.destemplanza febril, cerca está la muerte. Las mas comunes hidropesías son las siguientes: ede- mas, leucoflemacia, anasarca, hidrocefalo, hidropesía del pe- cho, la del útero, la ascites, la de los testes, y la embolsada, que llaman comunmente enizistada. Los Edemas son unos tumores en los pies, piernas, ca- ra, ó parpados de los ojos, blandos, transparentes, é indolen- tes, que en la parte que se impelen con el dedo: se deprimen, y dexan por algún rato sus señales. La causa inmediata es la colección de serosidados en el texido celular; comunmente son resultas de cachexías, ú otros accidentes, que dexan al cuerpo débil, y lleno de humedades. Los edemas recientes, , y que no nacen de enfermedades habituales, ó que se origi- nan de tener los pies colgados, ó áei continuo exercicio, no son de cuidado; pero son malos si provienen de diarreas, ú otras excreciones crónicas, particularmente en los viejos. La Anasarca es aquella hinchazón que ocupa ordina- riamente las piernas, muslos, y vientre, ( aunque otras veces se extiende á todo el cuerpo) algo mas dura que el edema, y comunmente dolorosa. La causa inmediata es la acumula- ción de las partes suerosa y fibrosa de la sangre. La antece- dente es la abundancia de sangre en personas desregladas. Las procatarticas son: primeras: ingestos glutinosos, y abun- dantes. Segundas: sangre menstrual, de almorranas, de nari- ces, del pecho, ó qualquiera otra evaquacion sanguínea intem- pestivamente suprimida. Los signos de esta hidropesía son: el color del rostro en- HIDROPS. 1^5 encendido, pústulas rubias en la cara, comezones, sed ardien- te, ansias, tozes convulsivas, embaramientos, inquietudes, ahoguíos, edemas renitentes, pulso oprimido &c. Comunmen- te no-se cura la anasarca, aunque en tratándose bien, se con- servan mucho tiempo los enfermos: las inundaciones del pe- cho, y la gangrena son síntomas fatales. La Leucoflegmacia es un edema universal, que exten- dido por la cara, brazos, pecho, abdomen, lomos, y espaldas causa los efectos siguientes: color pálido, difícil respiración por qualquiera leve exercicio, accesiones asmáticas, destem- planza febril, estreñimiento, ó diarrea linterica ó celiaca, ori- na cruda, sed implacable, y elevación del abdomen, lomos, y espaldas. La causa inmediata es la colección de aguas en toda latelaceiulosa. Las antecedentes son indigestiones,obs- trucciones, debilidades, y relaxamientos de los vasos. Las procatarticas son los excesos en las frutas, y bebidas frías. En esta enfermad los cirros, la hidropesía del pecho, la ascites, los cardenales en las piernas, y la diarrea coliqua- tiva indican que el mal es mortal: la gangrena es precursora de la muerte: Si la cara, y manos se pusieren demasiadamen- te blandas, sobreviniendo comezón, cerca está la muerte: la diarrea que no consume las fuerzas, y la orina abundante cu- ran esta hidropesía. El Hidrocefalo es aquella hinchazón hidrópica de la cabeza, que está entré Jos integumentos y el cráneo; ó entre éste, el celebro, y sus meninges. Las causas son: primeras, las comunes. Segundas: golpes de cabeza, vómitos continuos por ingurgitaciones, particularmente de agua, y contusiones in- ternas y externas. Los signos del hidrocefalo externo son los generales del edema, á distinción de que el tumor no cede fá- cilmente á la impresión de la mano, por la poca gordura que tiene en esta parte 'a membrana celulosa. El interno tiene sus señales particulares, porque en la unión de las suturas coronal y sagital se siente tal trans- poracion aquosa, que parece estar abiertos los huesos: la cabeza se pone muy abultada, y quadrada: los enfermos son pesados, y estupidos: y los ojos, y parpados se hinchan, la vista se minora, el pecho se fatiga, hay ansias, y dificultad eu I 7 O HIDROPS. en la respiración. Los infantes, asi dentro del útero, como fuera de él, son los mas propensos á incurrir en esta hidrope-. sil, ya por la blandura de sus huesos, ó ya por las humeda- des de que abundan. El hidrocefalo externo es curable; pero el interno, habiendo derrame á los ojos y al pecho,es mortal. La Hidropesía del pecho es una agregación de aguas en toda esta cavidad, ó en alguna parte de ella, conviene á saber, entre la pleura, y los pulmones. Las causas son: pri- meras, las generales. Segundas: tubérculos, durezas, ó emba- razos de los canales del pulmón, que comprimiendo la san- gre, le hacen esprimir sus sueros. Las señales son: dificultad de respirar, principalmente queriendo el enfermo reclinarse; llenura, y peso entre el estomago, y pulmones; decúbito so- lo tolerable por el lado mas cargado; toz seca; edemas en los pies, manos y cara; y ansias, que en estando cerradas las puertas, oprime i á los enfermos. Esta hidropesía jamás pue- de curarse con perfección. La Hidropesía del útero es un amontonamiento de aguas dentro de la matriz, en los ovarios, ó en el ámbito ex- terior de dicha entraña, formándose las hidatides, que son unas vexiguillas producidas de la extensión y llenura de la túnica chalosa, y vasos linfáticos que la cubren. Las causas son: primera*'*", las comunes. Segundas: los loquios y menstruos detenidos, y l,- s congresos venéreos freqüentes, sin resultas de gravidacion. Los signos son: elevación del útero, abulta- miento de la vulva, obstrucciones, dispnéas, cachexías, ede- mas en las piernas &c. Es mal pernicioso, y con el tiempo pasa á una peligrosa ascites. La Ascites es aquella hidropesía que ocupa toda la cavidad del abdomen. Nace de las obstrucciones del vien- tre, que deteniendo, y forzando la sangre, la hacen despojar de su serosidad, la qual se vá insensiblemente acumulando, y extravasando en las duplicaturas del peritoneo, y en todo el cavo abdominal. La sangre reseca se vuelve acrimoniosa, de lo que resultan el calor, la fiebre lenta, la sed, y el enfla- quecimiento de las restantes partes del cuerpo; ó se aglome- ra en algunos vasos, de donde se origina la llenura extraordi- naiia de otros miembros. La dispnéa nace del impedido mo- ví- ^IDROPS. I77 virulento dé los pulmones y músculos, pectorales y abdoínina- les por la elevación del diafragma. La salida del.ombligo,' que es común en esta hidropesía, es efecto del volumen, y copia de los líquidos. Mas la fluétuucion del vientre es un signo muy pro- pio de esta enfermedad. Percíbese tocando con una mano un lado del abdomen, después da haber impelido el otro con la otra mano. Esta hidropesía mientras mas antigua es mas pe- ligrosa, porque se corrompen las entrañas en que están las aguas encerradas. La ascites que nace repentinamente por haberse tomado mucha agua, y escaseadose la orina, es la mas curable. La consunción del cuerpo, la calentura, y las durezas cirrosas del vientre, avisan ser incurable la hidxo** pesia. La Hidropesía de los testículos, es de tres maneras, á saber hidrocele,escrotal, y vaginal. La primera es aquel tumor de figura farciminal, ó de salchichón largo, que en una ingente ascites por las ingles al escroto se deriva, mino- rándose muchas veces, con solo la presión, quietud, ó resu- pinacion, y extendiéndose otras á un grande volumen. Tiene su origen en la relaxacion de los anillos abdominales, siendo los principios que la componen, una hernia verdadera, junto con las aguas contenidas en el peritoneo. La Hidropesía escrotal es aquella tumorosidad trans- parente de la bolsa, en la qual, impelida ésta con los dedos, quedan, como en los edemas, impresas las señales. La causa inmediata es la abundancia de serosidades en la membrana adiposa. Las procatarticas son: primeras: hidropesías gene- rales. Segundas: humedades externas, que embebidas en el escroto, hinchan las celdillas de dicha membrana adiposa, lo qual sucede freqüentemente en los infantes. La Hidropesía vaginal es aquel utrículo, ó bolsa, que forma el escroto (las mas veces de una magnitud enorme) fluc- tuante, duro, y que no cede al tacto. La causa inmediata es el derrrame de aguas en las túnicas vaginal, y albugínea. Las procatarticas son: primeras: las comunes. Segundas: contusio- nes, y esfuerzos violentos. La Hidropesía enkistada,ó capsular es aquella en que Z las I ¡7 8 HIDROPS. las aguas están como en un saco, ó bolsa encerradas. Esto su- cede de dos maneras, ó amontonándose en las celdillas del omento, por las obstrucciones de sus vasos excretorios, ó en las duplícaturas del peritoneo, por los cirros que en él se for- man; ó coacervándose por la glutinosidad de la linfa en los vasos linfáticos, desparramados por toda la superficie de los intestinos, y entrañas del abdomen, los quales, dilatándose con el peso de las aguas, forman las bidatiaes. Las seriales que demuestran esta hidropesía son las siguientes: eleva- ción mayor en una parte del vientre, dureza mas renitente que en la ascites, falta de fluctuación, las mas veces; eleva- ción insensible del abdomen, y poca alteración en las fun- ciones naturales. Esta hidropesía es menos susceptible de cu- ración que la ascites, principalmente si se ha dexado au- mentar demasiado. NUMERO OCHENTA T TRES. Curación de la Hidropesía. GEneralmente en las primeras causas convienen los reme- dios del numero veinte y uno. Las segundas tienen sus indicaciones particulares.Las preñadas comunmente sananen pariendo. En las terceras se establecerá el uso de los diges- tivos y atenuantes, alternando los evaquantes. Las quartas se curan con purgantes, diuréticos, y diaforéticos. Las quintas necesitan los auxilios del numero veinte, y los remedios diu- réticos y diaforéticos. Las sextas se vencen con los ro- borantes restringentes. Los auxilios oportunos, y generales en la hidropesía son:el exercicio constante á caballo, ó á pie, en ayres libres; la abstinencia en la agua; la comida de fácil y noble digestión, y parcisima; y los remedios atenuantes, evacuantes, y aperitivos. En las hidropesías con diarrea, se tomarán por quince ó mas dias, á mañana y tarde, los polvos de ruibarbo en cantidad de un escrúpulo. En la sed, y toz im- portunas se usarán los espiritus de azufre, nitro, vitriolo, ó sal dulce en ias bebidas suaves diuréticas. En ios edemas se practicarán los remedios digestivos y diuréticos, y en siendo generales, los diaforéticos; los tópi- cos, HIDROPS. IJ9 eos, contra los edemas; la dieta seca; la escasez de bebida, fruta, y cosas jugosas; y la quietud, abrigo, y posición de los pies en lugares altos, apoyando los tumores con fajas com- presivas. En la leucoflegmatia se alternarán los eméticos, atenuantes, purgantes, aperitivos, d-ge^tivos, y diurético*-, procurando mucha sobriedad, paiticularmente en el agua, y en las comidas indigestas y ventosas, y haciendo mucho exercicio. Que si las hinchazones hubieren llegado á lo sumo, poniéndose el cuerpo vidrioso, se harán, unas sajas, repi- tiéndolas cada tercero, ó quarto dia, (que no pasen de los primeros integumentos, cutícula, y cutis) en el escroto, baxo de los mus'os, y á los lados de las choquezuelas, á fin de conseguir una evacuación lenta, y sin peligro de gan- grena. La anasarca si se acompañare con alguna destem- planza febril, no podrá curarse, si primero ésta no se corri- giere; para lo qual se instituirá una dieta tenue, y se ministra- rán los diluentes, suaves diuréticos, y blandos diaforéticos, evitando los sudoríferos, y aperitivos fuertes. Desterrada la fiebre, se reducirá el enfermo á un régimen de alimentos de noble digestión; evitando las comidas glutinosas, y grasosas; la bebida hade ser escasa; hará mucho exercicio; se le fro- tará diariamente el vientre por media hora con aceyte de olivas bien caliente, freqüentando cada semana (permitién- dolo las fuerzas) un vomitorio, y purgante; y se usarán en los intervalos los remedios atenuantes, diuréticos, y aperitivos.. El hidrocefalo interno no tiene cura; por ¿o qual se le impedirán los progresos con los aperitivos, atenuantes, vexi- gatorios ala nuca,errinos,y purgantes. En el externo se prac- ticarán los comunes remedios, fomentes discucientes, y con- fortantes, emplastros atenuante?, y termas calcíferos. En la hidropesía del pecho se excusarán todos los irritantes, ó á lo menos se asociarán á los diluemes; se fre- quentarán las minoiativas frescas, aperitvi s, y suaves diuréti- cos; pasando á los atenuantes lui-goque la toz se haya mino- rado, menudeando en este tiempo las bebidas diluentes. La pa- I 80 HIDROPS. paracentesis comunmente llega tarde en esta hidropesía. La hidropesía del útero, siendo externa se cura con los atenuantes, purgantes, eméticos, diuréticos, y aperitivos; haciendo mucho exercicio, y usando de la dieta seca. En la interna, á mas de esto, se darán semicupios; se harán inyec- ciones con los cocimientos de las yerbas emolientes, y eme- nagogas; y se introducirá por la vulva una cala larga de lana, en que se hayan envuelto los polvos-sutiles de heleboro blan- co, en cantidad deuna dragma. Últimamente, se hará recurso á la sonda corba. En la ascites reciente, que invade á los jóvenes, ó consistentes, cuyas fuerzas están constantes las entrañas sin corrupción, y el vientre tenso y bien abultado, no habiendo otra enfermedad que lo embaraze, debe hacerse quanto antes la paracentesis. Pero faltando dichas condicio- nes, comunmente no aprovecha esta operación. La cura pharmaceutica ha de procurarse con los aperitivos, y pur- gantes,excusando las muchas bebidas, caldos, y alimentos ju- gosos. Las.friegas al vientre de una hora por la mañana, y otra á la tarde, con aceyte de olivas bien caliente, son muy útiles. La hidrocele como sea una hernia provenida de la ascites, á mas de los remedios indicados, necesita de los sus- pensorios. La hidropesía escrotal,q\ie nace de las primeras causas, fuera de los auxilios generales, requiere las incisio- nes que dexamos dicho en la leucoflegmacia. En las segun- das causas convienen los fomentos de agua de cal con aguar- diente. En la hidropesía vaginal ha de instituirse la paracen- tesis. La hidropesía enkistada rara vez se cura con los re- medios fundentes, ni menos con la paracentesis, yá porque el liquido encerrado se halla fuera de las vias comunes, yá por estar el humor muy glutinoso, y apoyado comunmente sobre un cirro, ó yá porque frequentemente son varios los kistes, ó bolsas, que componen esta hidropesía. Y asi es fuer- za hacer en ella una profunda y ancha incisión, mediante la qual no s- lo e vacia el kiste, sino que se consigue que ten- ga corriente la herida por aigun tiempo, aplicando los supu- rantes, mientras interiormente se combate el cirro. HIDROPS. I 8 I En la hidropesía generalmente no aprovechan las la- bativas; y dañan los remedios impetuosos en habiendo mu- cha sequedad, toz, y fiebre. REMEDIOS PARA LA HIDROPESÍA. Digestivos. | jQS remedios del nunnero veinte y uno. ítem: La orina de persanas sanas tomada en ayunas. Atenuantes. UN escrúpulo por dosis de las cenizas de sapos, tomadas dos veces al dia: quince granos de azafrán de fierro azucarado, ó de flores marciales de sal armoniaco, ó de tár- taro vitriolado: ó un grano de turpeto mineral, mezclado con azúcar. ítem: Tres, ó quatro cucharadas de miel de magueyes, tomada diariamente en ayunas, con una poquita de agua de manzanilla. ítem: Las Gotas ant (hidrópicas. LLéñese una botella de vino blanco, y mézclesele una ori- za de polvos sutiles de vidrio de antimonio. Póngase al sol por quince dias; y después cuélese el vino por un lienzo tupido, sin alborotar los asientos, y guárdese, bien tapado. Tomará el enfermo veinte ó treinta gotas, dos, ó tres veces en el dia, en caldo, ú otra bebida apropiada. Pil ¡oras atenuantes, y aperitivas. TOMA iguales partes de polvos sutiles de goma amonia- co, cebolla albarraua, y xabon de castilla; y con el mu- cilago de la goma arábiga, y un poquito de xarabe de cincp raices háganse pili ras doradas, á tomar el peso de medio. escrupalo en ayunas, y sobretarde, por algunos dias. < ítem: El Un- 1 8 2 HIDROPS. Ungüento antihidropico. TOMA uní libra de raices de calabazillas del cerro, he- chis pedazos pequeños, y otra de rábanos machucados con,sus cortezas y hojas, media libra de polvos de tcquesqui- te, y seis libras de oí iría de personas sanas. Pónganse en ma- ceracion por ocho dias; después hervirá todo por un rato, y colada la infusión se volverá á la lumbre, echándole una libra de cera de campeche, hasta que ésta se derrita. Apar- tese de la loiTibre, y en comenzando á qUajarse, se le incor- porará lo siguiente, batiendo bien el mixto con una espátu- la: de los ungüentos deobstruente de sumos, artanita, marcia- ton, y cuajo de cabritos media libra de cadacosa; de los acey- tes de azafrán, y almendras amargas quatro onzas de cada uno, y otras quatro cnzas de polvos sutiles de acíbar. Enfríe- se,'y guárdese el ungüento para frotar el vientre todos los dias, por espacio de media hora. Diuréticos suaves. LQS cocimientos, ó infusiones de las raices de an:o, pere- gil, carrisos, corazones de zanahorias, chia, esparrago, grama, y malvas; de las yerbas del poyo, cabezora, lengua de ciervo, parietaria, doradilla, y culantrillo; bagazos de cañas de azúcar, cortezas de cañafistola &c. ítem: Los poivos de huesos de texocotes, cenizas de cascarones de huevos, ojos de cangrejos &c. ítem: La horchata de pepitas de chicos zapotes. ítem: El atole endulzado con miel virgen. ítem: Los rábanos molidos con sus cortezas, polvo- reados dé azúcar, serenados, y tomados en ayunas. Ítem: El xocoqui ó la cuaxada. Diuréticos mediocres. LOS cocimientos de las raices de butua, y cocolmecalt; de las cortezas del fresno, taray, y cacalosuchil;de las yer- bas del sapo, y canchilagua; de la semilla de cardo santo &c. ítem. La agua miel de magueyes, cocida con cochi- nillas. Ítem: HIDROPS. *%3 ítem: El tepachi de pina, el colonchi, y la chicha. Diuréticos fuertes. EL cocimiento de raices del árbol del texocote, y del cua- xilote morado: la agua común cocida con un sapo seco: media libra por dosis de la agua destilada de raices de saú- co: un escrúpulo de la tintura de cochinillas: cinco granos de polvos sutiles de cebolla aibarrana; ó una dragmade espíri- tus de nitro dulce, en un vaso del cocimiento de la yerba del pollo. ítem: Las gotas antihidropicas. Linimento diurético. TOMA de ungüento diurético, y aceyte de alacranes, una onza de cada uno, de balsamo de copayva dos drag- mas: mézclese bien todo, para untar el empeyne, los lomos,y las ingles. Cataplasma diurético. TOMA de cebolla asada, y machucada dos onzas, de ras- paduras de xabon una onza, de cochinillas molidas dos dragmas, de sal de succino un escrúpulo: amásese todo con aceyte de alacranes, y apliqúese al empeyne. Aperitivos suaves. LOS diuréticos suaves, y mediocres: los cocimientos del palo mulato, chicoria amarga, &c. Aperitivos fuertes. LOS remedios atenuantes: los diuréticos fuertes: los mar- ciales: las aguas termales ferruginosas: el suero de mos- taza, &c. Diaforéticos. EN los infantes prueban bien fas unciones generales con manteca de azar frita con polvos de vivora. Para los adultos son los siguientes: Los cocimientos de sastras, zar- 5.-*" 184 HIDROPS. zaparrilia, y guayacán: las poleadas de zarzaparrilla: dos, ó tres granos de kermes mineral en atole; ó sus de oro fulmi- nante; ó un escrúpulo de antimonio diaforético marcial. ítem: Se meterá al enfermo en una cama de salvado grueso, habiéndolo antes calentado., cubriéndole todo el cuerpo. Vomitorios fuertes. MEdia dragma de polvos sutiles de hipecacuanha, en oxi- miel cilítica: quatro onzas de vino emético: los vomi- torios del numero veinte y quatro. Purgantes activos. LAS pildoras purgantes del numero primero: las purgas del numero veinte y quatro: una dragma de polvos cor- naquinos. Ítem: Tómese mascada la almendra de una haba de Guatemala. Ítem: De masa de pildoras católicas un escrúpulo, de extracto de Xalapa medio escrúpulo. Fórmense pildoras pe- / quenas con xarabe de axenjos. ítem: De extracto de Xalapa veinte granos. Bátanse con la pasta de una soleta, y cuezase en el horno después del pan. ítem: De polvos de diagridio, y de trociscos de alhan- dal diez granos de cada cosa. Bátanse muy bien con media cucharada de aguardiente, y una de miel rosada. Estas purgas fuertes han de tomarse en ayunas, y el enfermo debe mantenerse en la cama. La siguiente es mas violenta. Purga que obra fuertemente por ambas vias. TOMA una taza caldera del sumo de las raices de la cala- bazilla del cerro, y hágase beber al enfermo. Que sien temperación se viere como sufocarse, se le harán tomar mu- chos vasos de agua de chia. Como es muy violento este eva- . cuante, rara vez debe usarse. Topi- HIPOCHONDRIACUS MORBUS. I 8 5 Tópicos contra los edemas. QUando las hinchazones de las piernas, testículos, &c, es- tuvieren erisipelatosas, ó muy calientes, se apagarán unos carbones encendidos en. vinagre, y se procurará el vapor á las partes. Los edemas frios se estregarán con sal- vado, sal tostada, y flores de manzanilla, calentado todo an- tes en un comal, ú olla: se frotarán reciamente con la yerba de sosa, gruesamente molida: se fomentarán con orina coci- da con un trozo de azufre; con la agua de cal, con la tercera parte de aguardiente refino, armoniacado, ó alcanforado; con el vino mezcal; ó con el pulque cocido con las hojas del ár- bol del Perú: ó se untarán con los Linimentos contra los edemas. TOMA de agua de la Reyna de Ungria, y balsamo de saú- co (que se hace con iguales partes de aceyte de cerner, y sumo de saúco, cocidos hasta la consistencia de balsamo) quatro onzas de cada cosa, de polvos sutiles de orégano una onza, de los de sal de colima media: mézclese todo. ítem: el sebo de venado cocido, con la yerba llama- da gobernadora. ítem: La manteca de azar con aguardiente &c. ítem: El Cataplasma resolutivo en los edemas. TOMA de raices de chichicamole, y simiente de alholbas, hechas polvos media libra de cada cosa, de flores de saúco quatro onzas, de orina, 6 pulque quanto baste. Cuezase todo junto á que quede en consistencia de cataplasma. Bebidas diluentes en la anasarca. EL cocimiento de las yerbas del cáncer, y mirto cimar- rón. ítem: El de el palo mulato. ítem: El de la sanguinaria con tamarindos &c. HIPOCHONDRIACUS MORBUS. La Hipocondría es aquel mal, en que se quexan los enfermos de dolores en va- Aa rias I 86 HIPOCHONDRIACUS MORBUS. rías partes del cuerpo ( principalmente en el vientre) de fla- tos, estreñimiento, esputos, y orinas abundantes; y asorada continuamente su imaginación, se entristecen, lloran, ponde- ran inconsolablemente sus achaques, no osan salir á fuera, y á todo le conciben mucho horror. La causa inmediata es la congestión en el higado de la bilis viscida, tartárea, y amurcos.), asi cistica, como he- pática. Las antecedentes son sequedades del temperamento melancólico, obstrucciones del higado y mesenterio, y estre- ñimiento, ó retención de los excrementos. Las procatarticas son: primeras: cuidados graves, atenciones profundas de la mente,estudios continuados, y vida sedentaria. Segundas: in- digestiones, y uso de las cosas acres, agrias, austeras, gluti- nosas, duras, ó saladas. Siendo antigua esta enfermedad, y en sugetos de edad abanzada, solo admiten una curación palia- tiva: tomando incremento, degenera en melancolía: en las mugeres se combina con el mal histérico. Las crises comunes de la hipocondría son: fluxo de sangre de almorranas: preci- picio de humores por ambas vias: (amarillos, verdes, ne- gros &c.) .sarna universal; y varices, repentinamente apare- cidas, en qua¡quiera parte del cuerpo. NUMERO OCHENTA TCUATRO. Curación de la Hipocondría. EN esta enfermedad se ha de excusar el mucho chocola- te, los lacticinios, la repetición de alimentos, la inedia, la repleción, la venus, la quietud, la tristeza, el sueno sobre las comidas, el uso de los agrios, acres, salados, austeros, in- digestos, y bebidas espirituosas; las comidas h*n de ser hú- medas, y nada fermentecibles: ios vomitorios, y purgas fuer- tes, y los sudoríferos son dañosos: las labativas suaves son provechosas: los remedios calientes exacerban el mal. íre abstendrá, pues, el enfermo de todo lo indigesto, sujetándose á tomar con moderación el chocolate quemado, la sopa de caído simpé, el puchero de vaca, ternera, carne- ro -un grasa, ó aves de la tierra; y por cena unas lechugas cocidas: la agua común se maceraricoa unas hojas de borra- IfTSTERlCA PASSIO. I 8/ ja$'~ y usará el suero.de leche, destilado con esta yerba. Ha- rá-ir-ucho exercicio, aunque sin fatigarse: y se le suscitarán, inconsulto', negocios graves de honor. Se purgará á menudo con alguna minorativa, fresca, y establecerá el uso de los baños, y remedies aperitivos sua- ves, prefiriendo los líquidos. La borraja es especifica en qual- quiera forma que se tome. Si durante la cura, el flato ex* cu- tare, se ministrará un simple cocimiento de ani.% ú otro sua- ve carminante, y se harán algunas labativas. Las sangrias en lo general son dañosas, salvo en caso de detención de mens- truos, que se harán en los tobillos; ó de sangre de almorranas, que se aplicarán sanguisuelas ai ano. Finalmente se entablará la cura de las obstrucciones insensibles, y renitentes. Mira el titulo obstrutlío. En las naturalezas vibrátiles y resecas se usará por bebida común la agua de pozo, macerando en ella unas hojas de borrajas. HYSTERICA PASSIO;UTERI SUFF0CAT10. Los Vapores, el Histérico, Latido, Mal de madre Se. es aquel accidente en las mugeres, y algunas veces en los hombres, acompañado de erutos, ideas tristes, enagenamientos, proca- cidades, contracciones de miembros, abundancia de orina clara del color de la agua, sudor frió, esputos copiosos, sen- timiento de una bola subsultante en el vientre, punzadas de cabeza, cólicas ventosas, convólvulos, palpitaciones de co- razón, apretamientos de la glotis, sufocaciones, vapores ca- lientes, rubores de la cara, desmayos &c. La causa inmediata es la convulsión de los intestinos, volviéndose el movimiento de estos semi-antiperistaltico, me- diante el qual, impelidas por todas partes las materias cor- rompidas, forman una masa, que late, de cuyo origen nacen los síntomas mencionados. Las causas antecedentes son de- bilidades, ó delicadezas de las complexiones. Las procatar- ticas son: primeras: Ímpetus de la sangre menstrual que está para establecerse, ó que se halla detenida. Segundas: pulula- ciones de las materias seminales, abundantes, ó corrompi- das. Terceras: causas de la hipocondría. Quartas: indigestio- nes del estomago. Quintas: obstrucciones, inflamaciones, apostemas, ó cirros del vientre. Sextas: vida ociosa, delicio- "* sa, 1 88 HTSTERICA PASSIO. sa, y sedentaria. Séptimas: sustos, y pasiones violentas. Oc- tavas: debilidades del estomago. El histérico asusta mas que trae peligro, sin embar- go que en las personas de edad abanzada no se cura. NUMERO OCHENTA TCINCO. Curación del mal Histérico. PARA curar esta enfermedad se han de llevar dos miras: á saber: destruir la causa procatartica, y combatir los síntomas que le acompañan. En la primera procatarsis con- vienen el régimen en las comidas, las sangrías de los pies, y los remedios emenagogos: en la segunda son provechosas las nupcias, y dañan los medicamentos calientes: en la tercera se instituirá la cura de la hipocondría: en la quarta habrá una exáfta dieta en los alimentos, y se ministrarán los remedios digestivos, y aun los vomitorios: las quintas causas se han de curar por sus títulos: en ias sextas es necesario hacer mucho exercicio, principalmente á caballo, y en el campo, instituir una vida laboriosa, y tomar los medicamentos marciales. Para las séptimas mira el titulo pathemata animi. En las oc- tavas se harán los remedios roborantes antihistericos. La segunda atención que ha de tenerse en la cura del histérico es corregir los rintomas que le acompañaren, para lo qual se eoír-blnarán los remedios indicados con los anti- histericos. Convienen generalmente en todos los males histé- ricos, la sobriedad y el arreglo en las comidas; el exercicio (especialmente á caballo por las mañanas, y en ayres libes): los aperitivos marciales: los antiepilepticos roborantes, y me- nos irritantes, maridados con los opiados: los baños continua- dos, las nupcias, la alegría moderada, y el trabajo; y dañan comunmente los olores, y en las preñadas los hedores. El método con que se atenderá al insulto, ó privación de sentidos en las histéricas, es el siguiente: se introducirá un supositorio, ó cala purgante, con polvos de ingo; se apre- tará el estomago, baxando con ambas manos el latido, dr-s- de los hipocondrios, ó vacíos para el estomago, sacudiendo el cuerpo de rato en rato; se aplicará tina ventosa, ú olla me- HYSTERICA VASSIO* 1 89 dianita baxo del ombligo, con mucho fuego; á el estomago se pondrá media naranja entre verde y madura, ó una tortilla de huevos, polvoreadas de polvos de castor y de rosa; se ha- rán pasará la enferma, de tiempo en tiempo, unas cuchara- das de la bebida roborante antihisterica; se procurará que huela pajuelas de azufre encendidas, ó las hojas del ár- bol del Perú, estregadas entre las manos: se le llenará la bo- ca de sal; se le harán ligaduras en las piernas, le untarán el linimento antihisterico á ia cabeza, y coyunturas; y á los pies se le harán cosquillas, ó se le aplicarán pichones abiertos por el medio, ó ladrillos calientes, rociados con aguardiente. Habiendo inflamación, ó erisipela en el útero, lo qual denotan la complexión cauda y macilenta de la enferma, bo- chornos, destemplanzas febriles, y violentos síntomas, se ocurrirá á las sangrias, labativas frescas, baños, diluentes, re- medios contra los vapores, y dieta láctea; los antihistericos serán suaves y nada irritantes. Emenagogos ó remedios que hacen fluir la sangre de los meses. Bebidas. TOMA de elixir proprietaris, y balsamo católico diez go- tas de cada uno, de agua de poleo, altamisa, ó betóni- ca quatro onzas: mezco lo todo, y endúlzalo con xarabe de peonía. La agua común se macerará con la piedra quadrada. Para las calidas y secas toma nueve pellejos de almendras, y cuécelos con una taza de agua. Bébase, y itpitase las veces que fuere menester. En las frias y húmedas toma de coci- miento de cortezas de taray, raices de pertgil, y corazones de zanahorias una libra. Háganse despartes, á tomarlas alas horas acostumbr atas. ítem: El vino mezcal tibio, el tepachi de pina, el co- lonchi&c. Polvos. TOM \ de azafrán de marte azucarado cinco dragmas. Divídase eu veiute y quatro papelítos, para tomar uno en I()Q HYSTERICA PASSIO. en ayunas, y otro á las cinco ce la tarde, en cocimiento de chicalote, haciendo exercicio. Epítima. DE cocimiento de peguame, mariola, altamisa, mejora- na, ruda, poleo, tomillo, y hojas de sabino oumto bas- te. Foméntese todo el vientre y las caderas con paños de al- godón. Unturas. J_¿L ungüento anrihidropico. ítem: El cloroticocon aceyte de azafrán. Úntense á menudo desde el ombligo hasta las ingles. Medicamentos antihistericos. Bebida roborante, y calmante. TOMA de las aguas compuestas de torongil, peonia, y brionia una onza de cada una, de la rosada dos onzas, de tintura de castor dos dragmas, de espiritus de cuerno de ciervo succinado una dragma, de láudano liquido media drag- ma, de xarabe de canela, media onza: mézclense. Se tomará de tiempo en tiempo ifha cucharada. Toma suave. DE agua de canela hordeada dos cucharadas, de la de la vida de las mugeres media cucharada, de tintura de castor media dragma, de láudano liquido siete gotas: méz- clese todo, y endúlcese con xarabe de peonia. Para una vez. Pildoras. DE láudano cinabarino dos granos, de polvos de ingo, y de castor quatro granos de cada cosa: con xarabe de peonia háganse pildoras, y tómense al entrarse en ia cama. Bolo. HTSTERICA PASSIO. I 9 I Bolo. E conserva espesa de flores de borrajas una dragma, de polvos de castor diez granos, de láudano opiado un grano. Uñase todo, y envuélvase en oblea, á tomarlo en ato- le. > Polvos contra los vapores. TOMA de sal de estaño dos escrúpulos. Háganse doce par- tes iguales, á tomar en seis dias, una por la mañana, y otra sobre tarde. Untura para lo mismo. npOM A dos onzas de aceyte de coco, media de el de suc*- J[ ciño, y un escrúpulo de láudano liquido: mézclalo todo, y frótese el latido. Muñeco para el ombligo, y estomago. TOMA un puñado grande de las ramas tiernas del ár- bol del Perú, y envuélvelas en un lienzo ralo: apliqúense de el estomago al ombligo en forma de muñeco compre- sivo. Amuleto. JE azogue dos onzas, de polvos gruesos de ingo, po- ponaco, y mirra media onza de cada cosa, de al-r cantor una dragma. Métase todo en una bolsita, aue suspen- dida al cuello por un cordón, rematará en el ombligo, eíi donde se afianzará con una faja. Labativa purgante antihisterica. kE chichicamole, y tac, patle una onza de cada uno, de malvas, ruda, manzanilla, poleo, y hojas de aifiol del Ptrá, un puño de cada cosa. Cuez se todo con una libra de agua, hasta que quede uaa taza. Cuélese, y mézclesele me- dia taza de miel. 7,¿. 192 ICTERITIA. Linimento para las coyunturas. DE los aceytes de castor, y lombrices una onza de cada una, del de succino'dos dragmas, de espiritus de cuer- no de ciervo una dragma: mézclalos. Linimento en los dolores vagos. DE aceyte de almendras dulces dos onzas, de láudano li- quido quince gotas: mézclense. Remedio para los dolores graves de cabeza. J^E menudearán los baños tibios por muchas horas. Remedios en las debilidades del estomago. SE usará en ayunas el julepe de canela; se aplicará al es- tomago una posta de carnero, sancochada en vino, y pol- voreada de castor, canela, culantro, y rosa; ó una rebanada ancha de ule asado; y se freqíientará la bebida roborante, y calmante. Finalmente, si el histérico se combinare con el humor venéreo, se ministrará regiminalmente el cocimiento de gua- yacán. Remedios generales antihistericos. LA carne de Loba ó Lobo usada diariamente en el puche- ro, ó los polvos del corazón de este animal tomados en caldo: el sahumerio de asa fétida recibido por la vulva; las ramas del árbol del Perú aplicadas, y afianzadas al ombligo, y estomago: los baños tibios de dos ó tres horas: el exercicio á caballo; y los remedios roborantes, y antiepileptico-cal- mantes. ICTERITIA, ICTERUS, MORBUS REGIUS. La Ti- ricia es aquella enfermedad en que la piel y los ojos se ponen , amarillos, tiñendose del mismo color los lienzos que se mo- ian en la orina de estos enfermos. La causa inmediata es el J der- ICTERITIA. 193 derrame del humor bilioso por todo el texido celular. Las antecedentes son abundancia de materiales sulfúreos atenua- dos en la sangre ó espesura de la bilis en ios poros biliarios, vexiga de la hiél, y conductos que llevan este humor á los intestinos. Las procatarticas son: primeras: fiebres ardientes, malignas, ó pestilenciales; inflamaciones, cirros, apostemas, ó cálculos del higado, y afectos convulsivos. Segundas: vene- nos temados, mordeduras de fieras, y algunas crises. Terce- ras: excesos en el vino, y en las coleras; frios; y causas de la hidropesía. Los síntomas comunes de la tiricia son: color amari- llo del cuerpo; comezón, especialmente en las espaldas; ori- na crasa y azafranada, y algunas veces blanca; ansias, torpe- za de miembros, opresiones de pecho, dolores de cabeza, sueños turbados, nausea, inapetencia á los alimentos, heces blancas y escasas &c. Tres son las diferencias de este mal, i saber: tiricia delgada, espesa, y mixta. La primera se caracteriza por los síntomas comunes, agregándose la fiebre; la segunda, por la ausencia de ella; y la tercera, que comunmente resulta á los toxicados, se constituye por la sed, cardialgía, ardores de es- tomago y cuerpo, vista turbada, amargores de boca, vómi- tos, y pulso concentrado. La diutumidad de la ictericia hace que se espese la bilis, de que resulta el color fusco de la piel, á que los anti- guos llamaron i&ericia negra. La tiricia que sobreviene á las fiebres ya juzgadas, comunmente trae su origen del vicio de las primeras vias: en las fiebres ardientes, acompañándose con hipo desde el principio, es mortal: los que recaen de esta enfermedad ordinariamente no se curan, y tienen piedra en la vegiga de la hiél: la tiricia en los vinosos degenera en hi- dropesía: la antigua termina en timpanitis: la que antecede, ó succede á la hidropesía, y la que se acompaña con cirro en el higado ó bazo son incurables. Los ictéricos muchas veces mueren de repente: los sudores que tiñen la ropa son buenos; el color amarillo repentinamente mudado en blanco, indica cirro en los hipocondrios. Bb NU- 194 ICTERITIA. NUMERO OCHENTA T SEIS. ' Curación de la Tiricia. EN esta enfermedad generalmente son dañosas las san- r rr-ia-;. La cura debe comenzar par vomito; y asi, en la iéL ocia delgnda se ministrará la oximiel, ó el xarabe de rá- bvn.*>s:.en la espesa, el turbith minera', ó el tártaro emético, uno y otro en carril iad de tras, ó qaatro granos: mezclados con un poquito de cremar de tártaro, en la mixta, si su ori- gen fuere algas veneno disolvente, ó corrosivo, convienen los vomitorios de aceyte y leche; pero en qualquiera otra causa se preferirá ia hipecacuanha. Después de los vomitorios, se instituirá un largo uso de diuréticos, y aperitivos suaves en forma liquida, pira pasar después á los purgantes. En ía ictericia delgada se menudearán las minorati- vas del numero tre?,* y en la espeja, las purgas del numero ochenta y tres; ó torna: de polvos sutiles de xalapa, y ruibar- bo media drag-n.j de cada cosa: mézclalos; y tome* e encima mucha agua i'ña. Mientras mas espesa fuere la tiricia, mas adtivos deben ser ios purgantes; pero han de interpolarse los aperitivos suaves, y los diluentes. En la antigua se menudea- rá el siguiente Purgante ani iicterico. TOMA de crémor de tártaro dos dragmas, de agua ter- mal azufrosa mudia libra. Cuezanse, hasta que se con- suma la mitad de la agua, y endúlcese con dos onzis de xara- be de flores de duraznos. Después se beberá de la misma agua termal fria, quanta se pudiere. Se pasará al uso de los bañas con el cocimiento de malvas, raices de grama, y flores de saúco, procurando el sudor, para lo qual se tomarán al mismo tiempo los polvos de vivora. FiurJmente, en esta enfermedad han de combinarse lo4? remedios iüdi-ados por las causas con los específicos pro- \ pios, cuyo uso se establecerá por algún tiempo. * Re- IMPETIGO. 195 Remedios antlíctcrieos. En substancia. 10 blanco de los excrementos de las gallinas, palomas,- __j pájaros guajolotes, hecho polvos, y tomados en las be- bidas: nueve piojos ministrados diariamente en agua de chia, ó en huevos tibios, inconsulto el enfermo: los polvos de vi- voras, lombrices, azafrán, cenizas de retama, antimonio dia- forético marcial, y los aperitivos del numero ochenta y tres- En los infantes prueba bien el bezoardico mineral. • Pildoras. TOMA de jabón de Venecia rallado, y polvos de goma ar- moniaco de cada cosa media onza. Háganse pildoras con xarabe de cinco raices, de á dos granos cada una, á to- mar seis en ayunas, y otras seis á el caer de la tarde, por mu- chos dias. ítem: De polvos sutiles de acíbar, ruibarbo, y xabon de castilla partes iguales. Háganse pildoras con una poquita de miel virgen, y dórense. Se tomará todos los dias el peso de medio escrúpulo en atole. Bebidas. LA orina humana: la agua rosada con claras de huevos: el cocimiento de raices de grama, peregil,'culantrillo, y cuerno de ciervo; el de hojas de rábanos, endulzado con xa- rabe de culantrillo; ó la agua de borrajas con el xarabe de rá- banos: el arrope de saúco, ó el sumo de marrubio, con ¡as be- bidas aperitivas: las aguas termales: los espiritus agrios de sal armoniaco &e. En las tiricias criticas se menudearán los remedios laxantes. IMPETIGO, PECTÉN, LICHSN. El Empeyne. Ví- TILIGINES, MORPHOEA. Los Sisiotes. POKRlGO. la Caspa.T\NE:\.LaTina.$CAE\E$rP¿üRÁ.LaSarna.PHLY- CIENiE. Los Mezquinos. SERP1GO. El Empeyne que cunde, ó brincad otras partes. Hr.RPES El Herpes..PRURiTUS PERTINAX. La Comezón rebelde, ELEFANTIASIS, LE- PRA- I 9<5 IMPETIGO. PR A ARABUM. El Mal de San Lázaro. LEPRA GR/ECO- RUM. El Mal de San Antón* Todas estas enfermedades comprehendemosen este titulo por originarse de unos mis- mos principios, variando solamente en las circunstancias, y en la mayor, ó menor intensidad de las cansas. Porque la causa inmediata de los empeynes, sisiotes, ca*pa,tiña,, sarna,y mezquinos, es un humor acrimonioso, mas ó menos corrosivo, que escupe la sangre en varias par- tes del cuerpo; ó por mejor decir, es una despumación criti- ca de este liquido. El mismo material, si sin embargo de ha- ber hecho algún deposito en la piel, prevaleciendo en la sangre, hace sus batimientos y impulsos en las mismas par- tes, intentando traspirarse, produce el serpigo, herpes, y las comezones graves. Mas si dicho humor subiere al mas alto grado de acrimonia, y ios liquidos, y solidos llegaren á cor- romperse, poniéndose la piel insensible, áspera, dura, ru- gosa, escamosa, y excoriada, cayéndose el pelo de la ca- beza, barba,y cejas, resulta é\mal de San Lázaro, ó Lepra de los Árabes: que si aconteciere perderse la configuración de las partesvó el cuerpo se pusiere deforme, gafo, ¿¿anaciendo en varias partes, priacipálmente en las narices, ulceras de- pascentes y carcinomatosas, con sumos ardores interiores ó exteriores,., ya esel mal de San. Anton^ ó la lepra de los Grie- gos.. Las causas procatarticas de todas estas enfermedades son errores graves en la dieta; humedades corrompidas; su- ciedades, y comercios impuros, de donde nace, que estas acri- monias siempre están animadas de un humor venéreo. Sin embargo, todos estos males también pueden contraerse por el contagio, sin preceder las causas mencionadas. La tina tiene su etimología de tinca; que significa po- lilla, por parecerse á este animaiiilo en los efedos- que causa, sembrando la cabeza de pequeños agujeros. Empieza por unas costras b'ancas y secas, que cubren la cabeza, y en su mayor grado se manifiestan muchas ulceras sórdidas, que des- piden sanguazas, estoes, materiales saniosos. Esta enferme- dad es propia de la infancia y puerieiarenlos niñus de pecho €omunmente es de mucho peligro sifc extirpación.. General- men- IMPETIGO. I97. mente en todas edades causan graves daños las erupciones que se insuelven,ó que prontamentemen se disipan. El herpes es de dos maneras, miliar,y corrosivo. El primero es una aglomeración depustulas, ó granitos muy me- nú los, vivos, dolorosos, é inflamados, con comezón, y mu- chos ardores. El segundo, que llaman también excedente es aquel gradode inflamación, en que las pustulillas llegan á exulcerarse, y á destilar un humor acre y delgado. Todos los accidentes eruptivos si de repente se desaparecen son mor- tales. La lepra es mal incurable, sin embargo de que sue- len impedirse los, progresos, y aun casi del todo remediarse, estando la enfermedad bien á los principios. NUMERO OCHENTA T SIETE. Curación de los Empernes,. Sisiotes, Sama, Mezqui- nos ¿ Caspa,, Tifia, Herpes, Comezones fuertes, y ambas Lepras. EL régimen de alimentos nobles, y de fácil digestión; el abandono de las cosas acres, saladas, glutinosas, fer- menteeibles, y licores espirituosos; y la limpieza en los cuer- pos, y vestidos, deben hacer el preámbulo á la curación de es- tos males. Para la cura pharmaceutica es preciso indagar si la acrimonia dominante es acida, ó alcalina. Por falta de esta precaución, siendo como es tan esencia), se cometen mil yer- ros en la practica. Mira el titulo acrimonia. Fuera de esto, como dichas enfermedades se tinturan con el virus gálico, es necesario combinar los remedios. Pondremos un catalogo de ellos para usarlos según ias indicaciones- Bebida antigalica en las acrimonias alcalinas. TOMA de cocimiento de leños antivenereos quatro libras. Tómese en quatro días, á mañana y tarde,, mezclado con otra tanta cantidad- de leche- Rol- 198 IMPETIGO. Polvos funde ni íS mercuriales. TOMA de polvos sutiles de antimonio crudo dos drag-^ mas, de calomelanos dos escrúpulos. Háganse diez y* seis partes iguales, mezclando á cada una un grano de pol- vos de alcanfor. Tómese un papel en ayunas, y otro al acos- tarse, dos horas después de haber cenado, bebiendo encima un vaso de cocimiento de guayacán en siendo las acrimonias acidas; mas si fueren alcalinas, se tomará la misma cantidad de media leche con agua de cebada, ó del caldo de polio ape- ritivo. Electuario atenuante en las acrimonias acidas. TOMA de antimonio diaforético marcial, y de flores de azufre una onza de cada cosa. Con xarabe de cardo santo, hágase conservilla espesa, á tomar una dragma á ma- ñana, y noche. Polvos estomacales antivenereos en las acrimo- nias acidas. TOMA de oleo-sacaro de cidra media onza, de antimonio diaforético marcial, y sal de ajenjos dos dragmas de ca- da cosa, de mercurio dulce una dragma: mézclalos, para ha- cer diez y ocho papelitos, que se tomarán en nueve dias, á mañana y tarde. Tópicos en las erupciones acrimoniosas. LOS-ungüentos de Alderete, defecatorio,ad acoras, contra scabiem, de mercurio, contra formicam. O toma de un- güento blanco alcanforado una onza, de flores de azufre dos dragmas, de sai de tártaro una dragma: mézclalos. Ungüento antiherpetico. TOMA de ungüento blanco simple una onza, de mercurio precipitado blanco dragma y media: mézclalos. Un- IMPETIGO. 1 99 Ungüentos que L'sinf i mi, y secan los granos. TOMA de pomada vegeto-mineral,y ungüento contra sea- bl:m partes i piales: muélalos. ítem: El uar.o da puerca rebalcaio ea cenizi fria. ítem: Di extraía vegeto mineral media onza, de aceyte rosado una onza: batíase, á que se esp-vse el mixto. Ítem: Las untaras pira lo» granos de los niños de el numero ochenta y nueve. Ea lo? antigaos, y palmado? sa:i útiles los fomentos con el cocimiento fuerte de calancapatíe, ó con agua primera de cal; y las frotaciones con limones asa- dos, polvoreados de carmín, y pólvora. Mixturas en las excoriaciones venéreas. OMA de polvos de albayalde media onza, de mercurio precipitado blanco dos dragmas, de agua rosada media libra: mézclalos. Ítem: De agua de cal, y aceyte de chin dos onzas de cada cosa, de polvos de precipitado blanco una dragma: ba- tane todo junto. Tópicos para las comezones graves. LAS mixturas dichas: los fomentos con el cocimiento de ca- lancapatíe, ó de cebadilla, el ungüento antiherperico &c. , Pureas mercuriales. TOMA de polvos cornaquinos una dragma, de mercurio dulce veinte granos: mézclalos. Ítem: De misa de pildoras católicas media dragma, de calomelanos veíate granos, de resina de xalapa siete gra- nos: con xarabe de fumaria fórmense pildoras, á tomarlas en atole, dos horas después de una cena ligera. La sarna por contagiocomunmente se cura con el unto de puerco, amasado con flores de azufre; asi corno los mezaui- tws. Los sisiotes,coa el unguentoantiherpetico.EnlardJp^de acrimonia alcalina, se iaburá la cabeza con el cocimiento del güinari, y cebadilla; ó de rosa, y calancapatíe: y en la de acri- monia T 200 IMPETIGO. monia acida, con la orina rancia, ó con el cocimiento de ca- lancaputíe solo; frotando después, en ambas acrimonias, el ungüento antiherpetico. Latina se tratará con el común mé- todo, ose harán freqüentes, y fuertes lociones con el coci- miento dechichicamoíe, celidonia, estafiate, y malvas. Des- pués se untará la cabeza con ia siguiente Untura para la tina. TOMA de trementina, aceyte común, polvos sutiles de cebadilla, y sal de hollín partes iguales de cada uno: mézclalos. Que haciéndose tenaz, se practicará el siguiente re- medio: Dispóngase un engrudo, ó poleada espesa con el sumo de hepasote, polvos, de cebadilla, y harina de-trigo; y se ama- sará con otro tanto de pez derretida: en estando este mixto medio frió, se estenderá en un lienzo grueso, para cubrir la cabeza, después de haberla rapado á nabaja, y se dexará pe- gado dos dias. Luego se arrancará con violencia, fomentan- do el paraje ron una legia hecha de cenizas y tequesquite. Generalmente en todos los males mencionados, cumplidas las indicaciones, se establecerá el uso constante de los termas, ó baños azufrosos. Mas si los remedios referidos no curaren estos acci- dentes, se instituirá la cura de la luevenerea, que pondre- mos en su titulo. Que si no obstante, las enfermedades no se corrigieren, resulta la lepra. Esta, como hemos visto, es de dos maneras: lepra Arabum,6 la enfermedad de los Lazari- nos; y lepra Grcecorum, ó el mal de San Antón. A cada paso vemos confundir estas dos lepras; pero es esencialisimo sa- berlas distinguir, porque muchas veces se pueden curar, ó á lo menos impedirles los progresos. El mal de San Lázaro como tenga su origen en la es- pesura linfática, pegajosidad inflamatoria envejecida, y cua- gulacion venérea de los liquides, á mas de los efectos que he- .mos referido, enerva las fuerzas, oprime el pulso, retira el calor de las partes, la lengua se pone seca, las excreciones se minoran, y hay ansias, tristezas &c. Los medicamentos pro- pios son: los caldos, sal volátil, y polvos de vivoras; el cho- cóla- INCUBUS* 201 colate antivenereo, del numero noventa y seis; los polvos fundentes mercuriales, el electuario atenuante, los frascos su- doríferos, los termas sulfúreos, y los remedios atenuantes del numero ochenta y tres. El mal de San Antón por el contrario, enrareciendo Ja sangre, produce mucho calor, ardor, destemplanzas febri- les, sequedad en la piel, sed clamorosa, salivacimes col:"qua- tivas, &c. Los auxilios adequados son los remedios diluentes del numero ochenta y tres; los laxantes; los bañes tibios; y el uso constante tíe la media leche, ó leche de bui ras. - En las lepras han de evitarse los frios externos, y las sangrias continuadas. Los empeynes de la cara indican los medicamentos aperitivos, y las purgas. Finalmente, quando en estas enfermedades, los solidos llegasen notablemente á corromperse, se abandonarán los pacientes, como deplora- dos. INCUBUS, EPHl ALTES, NOCTURNA STRANGÜ- LATIO. Las Pesadillas. Esta enfermedad es aquella inter- cepción de la respiración, y movimientos, en que ios que duermen sienten sufocarse, representándoseles que tienen un peso insuperable sobre el pecho. La causa inmediata es el transito impedido de los espiritus animales por el principio de la medula oblongada. Las antecedentes son vapores cra- sos frios viscidos y narcóticos, detenidos en el celebro, y di- manados de las primeras vias. Las procatarticas som crude- zas, crápulas, y supinas recubaciones. Esta enfermedad si no se remedia con tiempo, pasa á epilepsia. • NUMERO OCHENTA T OCHO. uración de las Pesadillas. EN la actual accesión se dispertará al enfermo, apretándo- le el estomago, y llenándole la boca de sal; se le harán pasar unos tragos de agua fria; le darán friegas por todo el cuerpo con paños ásperos; y lo acostarán de lado, con la ca- beza alta, y las manos retiradas de\ pecho» Fuera de la in- •> vasion, se sujetará el enfermo al régimen de vida,cenará fru- Cc gal- 202 INFANTUM MORBI. gal mente, respirará iun ayre pyroi, y se le hará la cura que prescribimos de la epilepsia. 1N-FANTUM MORBI. Las enfermedades de los Niños. Las causas ordinarias de sus padeceres son el meconio, 6 ex- cremento retenido, que yauacidos deben expeler; los agrios del estomago; los. torsones^ ó cólicas; la fontanela demasiado blanda; el chinquali; la quebradura; la salida de los dientes; los empachos; la hediica; y las lombrices. De todo lo qual les resultan fiebres, alferecías, granos, erupciones pustulosas, diarreas, vómitos, embaramientos, llantos continuos, &c. Los granos si se procuran destruir con empeño, ori- ginan muchos dañóos. Los aceytes, y licores espirituosos, mi- nistrados por dehtrO; y las unturas, y fomentos, aplicados con repetición al higado, son perniciosos. Quando la leche llega á agriarse en el estomago tier- no de los infantes, íes nacen vómitos, cólicas, durezas de vientre, diarreas, alferecías, y la muerte. Esto viene comun- mente por culpa de las nutrices, sorprehendidas de cuidados, sustos., enojos, pesadumbres &c; ó porque se exceden en los agrios, y son desregladas en las cocidas; que si tuvieren fre- qüentes comercios con el otro sexo, estuvieren infectas del mal venéreo, ó resultaren grávidas, comunican por la leche á los parv ulos muchísimos nules. Las cólicas se conocen asi por lo duro de su vientre- sito, como por las contorsiones, é interminables llantos que les .ocasionan. La fontanela si llegare á pulsarles demasiado, es señal de que está muy abierta: las mugeres dlaman á esto la mollea caída; en cuyo caso, penetrandoles el frió, se les originan calenturas, diarreas, vómitos, y algunas veces alfe- recías. Pasado el séptimo mes de nacidos los infantes, si la baba no les abundare, ó los dientes no empezaren á manifes- tarse, se han de esperar muchos males. Habiendo diarrea en el tiempo dé la erupción, menos peligro corren de padecer al- ferecía: En el otoño brotan con mas facilidad: la toz hace di- fícil la salida: la sequedad de la boca en el tiempo de la erup- ción es muy funesta. ' Las lombrices se dan á conocer por estos signos: des* gano INF ANTUM NORBI. 203 gano de comer, ó suma apetencia-á los alimentos; erutos agrios, bascas, vómitos, coiicas, diarreas crudas, fiebres re- mitentes, comezón, y sangre de narices; livores en los ojos, rechinido de dientes, palpitaciones de corazón, sustos,desma- yos, ckc. En la extremidad del recto suele brotar á los niños una especie de empeyne, que caracterizan las mugeres con el nombre de chinquali, el qual los hace estar demasiado in- quietos. NUMERO OCHENTA T NUEVE. Curación de las enfermedades de los Niños. LUego que nacen las criaturas es común el excu sarles el pecho en las primeras veinte y quatro horas, hacién- doles chupar en ese tiempo mielvirgen,ó rosadacon yema de huevo, esto se hace con el fin dgdocilitarles ia salida del me- ccnio; pero los calostros, en pudiendo ministrárseles, son el mas natural purgante. Que si no obstante, la evacuación se retardare, se les frotará el vientre con el ungüento antihidro- pico, ó se les inducirá un supositorio de melcocha, ó de ras- paduras de jabón, amasadas con un poquito de sebo. Los pol- vos sutiles de la leche de Mechoacan, en cantidad de un es- crúpulo, por la suavidad con que operan, y su gusto grato, mezclados con una poquita de almendrada, ó leche de sus nutrices, son muy útiles para purgar á los infantes. Pero quando la leche llega á agriarse en el estomago, produciendo los efectos que arriba explicamos, se purgará el enfermo con los dichos polvos; ó con uno, ó dos granos de resina de xalapa en leche de almendras; con el peso de medio de leche de tierra en miel de azúcar; ó con una onza de xa- rabe de ruibarbo: se le hará vomitar con cinco, ó seis granos de hipecacuanha, deshecha en miel rosada: se le untará el víentresito con esperma de ballena en ungüento de cuajo de cabrito: se le hará p3sar de tiempo en tiempo, el cocimiento de yerbabuena: se procurará que tome unos bolitos de madre de perlas en agua de canela, ú de cortezas de cidra: se minis- trarán diariamente una, ó dos cucharadas de miel rosada,con cinco 204 INFANTUM MORBI. cinco gotas del vino atenuante del numero ochenta y tres: ose le echará la siguiente Labativa en la leche agria de los infantes. TOMA de miel rosada media onza, de hiél de toro onza y media, de agua destilada de yerba buena dos onzas: mézclalos. Esta misma cura podrá hacerse en los embai- mientos, empachos, y aparatos del estomago, y vientresito. En las fiebres aprovechan los remedios absorventes, y laxan- tes. En los dolores cólicos se les frotará el vientre con aguar- diente tibio, ó con la siguiente Untura anticolica en los infantes. TOMA de ungüento de altea una onza, de polvos sutiles de simiente de acocote, ó de flores de manzanilla media dragma, de tintura de castor un escrúpulo, de láudano liqui- do seis gotas: mézclalos. En la mollera caída se aplicará una hoja de lantén mojada en clara de huevo, y polvoreada de los polvos de suelda con suelda, arrayan, ó del nopalíilo y peonia;ó el em- plastro del numero veinte. Para ayudar la salida de los dientes se ministrarán unas cucharadas de cocimiento de peonia, ó torougil, con unas gotas de espiritus de cuerno de ciervo succinado: se tendía el vientre libre: se untarán las quixadas, sienes, y parte pos- terior de la cabeza, con el ungüento de dolores; ó se aplicarán tras de las orejas unas sanguisuelas: se frotarán las encías con miel virgen, aceyte de almendras sin fuego, unto sin sal, ungüento de dolores, sesos de liebre, ó semejantes emolientes; ó en estando muy dificultosa la erupción, con el lamedor del numero setenta y 'siete; y se ofrecerá freqüentemente ú la mano una cabeza de cebolla, mamaderita de cristal, cabo de yela, ó pedazo de cecina de vaca. Finalmente el abrigo no se excusa. En el cbincualí se practicarán primero los remedios de ios i raaos; que haciéndose rebelde, se calillará á los en- ferma con un alcartaz de papel mojado en sumo de limones, con hollín de chimenea; ó se les harán los remedios del nu* mero INFANTUM MORBI. 205 mero ochenta y siete. La curación de las lombrices pondre- mos en su propio titulo. Mucho cuidado debe tenerse en que no retrocedan los granos y pústulas que suelen brotar á los infantes, causa de muchas alferecías, y de muertes arrebatadas. Si .los granos fueren simples y recientes, se harán pasar á los niños algunos bolitos de madre de perlas, ó de ojos de cangrejos, desleídos en leche de pechos: se bañarán con freqüencia: y se les untará la mantequilla fabada con agua rosada, y amasada con pol- vos de.albayalde ó de litargirio, y unas gotas de limón; ó el ungüento blanco, el de almártaga, la manteca de saturno, ó el unto de puerco rebolcado en ceniza fria. Mas estando pasmados los granos, se curarán, apli- cando unas compresas, mojadas en agua de cal. Que siendo antiguos y rebeldes, se procurará la mayor dicta á los pacien- tes, se purgarán coa freqüencia; se les ministrará diariamen- te te tres granos de mercurio duloe con azúcar: y se hará la cu- ración que prescribimos en el numero ochenta y siete. En casos graves se pondrá un caustico á la nuca, ó espaldillas, manteniendo por algún tiempo la supuración. En el catarro sufocativo, se les harán baños tibios á las piernas: se les aplicarán sanguisuelas á los tobillos: se les echará varias veces la labativa aotiasmatica del numero veinte y siete: y se les freqüentará la toma de mercurio dulce en cantidad de tres graoos, haciéndoles chupar encima al- gún xarabe purgante. En las fiebres por empachos, se unirán á los remedios del numero veinte y dos, las bebidas frescas antifebriles. Las diarreas antiguas se curan con los astrin- gentes, absorventes, y estomacales; el vino carlon tomado diariamente en cortas porciones es muy util. En la alferecía mira los números cincuenta y dos, y sesenta y dos. Mixtura para la toz convulsiva de los niños. TOMA de polvos sutiles de cochinillas, flores de azufre, y antimonio diaforético un escrúpulo de cada cosa, de sal de ajenjos medio escrúpulo, de agua triacal de Salas ocho onzas, de xarabe de mangle una onza: mézclese todo, para ministrar una cycharadita, de tiempo en tiempo. Bol- 200 INFLAMMATIO. Polvos para el estertor febril en los infantes. TOMA de polvos de madre de perlas media dragma, de piedra bezar occidental diez y seis granos, de kermes mineral dos granos: mézclalo todo. Háganle cinco partes iguales, á tomar una todos los diasen almendrada. En la hidrocele se aplicarán lienzos mojados en tres partes de agua de cal, y una de aguardiente. En el exompha- los,ó hernia del ombligo, después de la reducción (que ordi- nariamente se consigue en durmiéndose los niños) se polvo- rearán los polvos de suelda con suelda, aplicando encima el emplastro contra rotura, de goma de ocuxe, ó de balsamo de María. INFLAMMATIO. La Inflamación es un dolortensivo, ó con punzadas, en qualquiera parte del cuerpo, interna ó ex- terna, acompañado de calor, rubor, hinchazón, fiebre, ó des- templanza febri;. La C3usa inmediata es la mayor, ó menor congestión de sangre en los remates de las arterias. Las an- tecedentes son, sequedades de los vasos, copia de sangre, y humores calientes. Las procatarticas son: primeras: las cosas que com- primen fuertemente, como los apretamientos, pesos, opresio- nes, ligaduras, y golpes. Segundas: las causas de ias vibracio- nes de los fines, ó remates de las arterias. Tales son los cuer- pos extraños que se mezclan con la sangre: los depósitos acri- moniosos de este liquido en varias partes del cuerpo, por sus continuos batimientos: las ulceras, asi internas como exter- nas, heridas, punciones, luxaciones, picaduras, fracturas, que- maduras, y cosas acres aplicadas; ó lo que interiormente to- mado, corrompe los fluidos, y irrita los solidos, como son ios venenos, licores espirituosos, y ingestos acres. Terceras: to- do lo que consumiendo la parte suerosa de la sangre, median- te los incendios excitados en los líquidos, ó por lo que abun- da la parte fibrosa, la inclinan á condensarse, tales son: las in- solaciones, iras, desvelos, exercicios violentos, calores dema- siados, ó los ingestos glutinosos, y mal trabajados en el esto- mago. No hay parte en el cuerpo que no esté sujeta á pade- cer INFLAMMATIO. 20^ cer este accidente, el qual vistiéndose de aquellos síntomas que nacen de las acciones que se dañan, toma el nombre con- forme á la parte inflamada. La inflamación del estomago se acompaña con ansias gravísimas, calentura, dolor fixo, y vó- mitos, principalmente en tomando alimento.Que silos vómi- tos por qualquiera ieve ingesto se exacerban, las ansias y do- lores se hacen insufribles, y hay hipo, dispnéa, estertor &C, es señal de que han nacido el cirro, y la gangrena, (resulta , las mas veces de los vomitorios, y purgantes, que acostum- bran á dar los incautos, engañados de los conatos freqüentes al vomito, conque miran á los enfermos sorprehenderse). Las inflamaciones terminan por resolución, supura- ción, cirro, gangrena, ó esfacelo. De estas ultimas enferme- dades hablamos separadamente en otros lugares. Aqui trata- remos solamente de la resolución, que es su legitima curación. NUMERO NOVENTA., Curación de las Inflamaciones. EN esta enfermedad el régimen ha de ser fresco, y nada irritante; el ayre templado; el abrigo, y la quietud mo- derados; las evacuaciones libres; y las pasiones suaves. Se sangrará el enfermo mas órnenos veces, según la violencia del mal: tomará con freqüencia las bebidas antiflogísticas, ó que resuelven los humores inflamados: se aplicarán calientes los tópicos desinflamantes: y se menudearán las labativas antiflogísticas del numero ochenta y uno, ó las labativas, y minorativas frescas, y purgantes. Bebidas antiflogísticas. Tisanas* TOMA de cebada de un hervor cocida tres onzas, de agua tres libras: cuezanse, v al fin mézclense de polvos^de cristal montano;, dos dragmas, de miel virgen dos onzas; des- pálmese el cocimiento, y en habiendo reventado la cebada, apártese, y cuélese- ■ - % ■■ Ítem; 208 IIJFLAMMATIO. ítem: De escorzoneras media libra, de agua seis li- bras: hágase cociraiento,,á que consuman dos libras de agua, y antes de apartarse de la lumbre, infundansele dos puñados de flores de borrajas: tápese la infusión hasta que se enfrie, y cuélese. Bebidas. TOaMA de polvos de nitro puro un escrúpulo, de xarabe violado una onza, de agua de chicorias, y cardo san- to medía libra de cada una: mézclense. ítem: De xarabe de borrajas una onza, de agua de borrajas, y de endivias media libra de cada una: mézclense. Ítem: El suero endulzado con xarabe de amapolas: la horchata de semillas fri^s, hecha en agua de flores de saúco: las bebidas frescas antifebriles, &c. Tópicos desinflamantes. Cataplasmas. TOMA de migajon de pan blanco media libra, de leche la que baste. Hágase polcada espesa, y apartada de la lumbre, mézclensele de flores de manzanilla dos tomadas, de babaza de linazas dos cucharadas. ítem: De pulpa de guautecomate, 6 cirial quanto bas- te: cuezase en leche, y apliqúese tibio el emplastro. ítem: De hojas tiernas de malvas quatro puñados: cuezanse con bastante agua, hasta que se forme una pasta blanda, que apartada de la lumbre, se le revolverá de harina de alholbas, y de linazas una onza de cada una, de aceyte de siete flores onza y media. Agua vegeto-mineral. TOMA de vinagre de greta media onza, de aguardiente alcanforado seis dragmas, de agua una libra: mézcle- se todo, agitándolo, hasta que se ppnga blanca la agua. Se aplicará mojando lienzos repetidos. r Un* INSANIA. 209 i. tinturas.- Poma da vegeto-ínineral. npOMA de agua vegeto-mineral cinco quartillos, de ex- X traélo vegeto-mineral dos onza?, de jabón raspado li- bfa y media. Bátase rodo junto, hasta la disolución, y méz- asele después una onza de alcanfor desatado en aguardiente. Ungüento de dolores simple. rpOMA de la babaza de raizes de altea, y semillas de lino JL y alholvas, (hecha en leche, cocida con flores de man- zanilla) y de unto de puerco derrerído partes iguales. Cue- zanse, hasta que se consuma la humedad: cuélese el mixto, y incorpórese á la lumbre con un pedazo de cera blanca. ítem: ios ungüentos de Zacarías, altea, resuntivo, &c. con esperma de baílena, y con los aceyt-es de siete flores, violado, linazas, almendras, de ranas, yemas de huevos, &c. Labativas purgantes, y frescas. TOMA de tamarindos una onza,de cebada,y hojasen lim- pios media onza de cada uno, de agua ocho onzas. Há- gase cocimiento, cuélese, y desátesele una onza de diacato- licon. ítem: De suero, ó de cocimiento de cebada media li- bra, de leche de Mechoacán media onza, de miel blanca una onza: mézclalos. INSANIA, DECIPIENTIA, DEMENTIA, DELI- RIUM. La Locura, ó el Disvario es aquel mal, en que los en- fermos trabucando las especies, piensan, maquinan, hablan, ó hacen despropósitos, que no concuerdan con su raciocinio. La causa inmediata es la presión, ó la sequedad de los vasos del lugar del común sensorio. Las anteced*ates son la espesura de los líquidos del celebro, ó la mala conformación de estas par- tes. Las procatarticas son: primeras: disposiciones heredadas, contusiones, heridas, y cuerpos extraños dentro del celebro. Dd Se-/ > 1 \ 210 INSANIA. Segundas: irritaciones, ó vibraciones fuertes de las meninges, ó telas del celebro, por fiebres, ó afectos inflamatorios.Terce- ras: dolores graves, y accidentes convulsivos, y histéricos. Quartas: Irrupcionesvenenosasenel cuerpo por tóxicos, cV boca- dos, y mordeduras de animales ponzoñosos, ó-rabiosos. Quin- tas, tristezas,cuidados, sustos, soberbia, avaricia, luKiiria, ira; y excesos de la hipocondria, que explicamos abaxo, tí otras pasiones, maquinando eficazmente los pacientes sobre un objeto. Sextas: traslaciones á la cabeza de humores acres, ó icorosos. Séptimas: debilidades graves de los cuerpos» Las primeras causas fácilmente se perciben. Las se- gundas se anuncian en los accidentes febriles por la vista turbada, habla balbuciente,continuos desvelos, orina cruda,, y delgada &c. Las terceras, quartas,. y quintas se conocen por Sus causas. Las sextas se barruntan por los dolares gra.- ves, y pesadez de la cabeza, con algunos incendios febriles, desvelos, sueños turbados, intercepción del oido, ó de la vista, estupor, insensatez &e. Las séptimas se siguen á las fiebres, extenuaciones, convalecencias-, fluxos de sangre in- moderados, y enfermedades que han consumido los cuerpos. Pero quando con esta enfermedad adquieren los en- fermos una-inmensa y extraña robustez, por repetidos ó lar- gos periodos, haciendo cosas asombrosas en las fuerzas, y manteniéndose sin dormir, y aun sin comer muchos dias, ya es la Manía, cuya cansa inmediata es la irritación de las membranas del celebro; por el afluxo violento,.ó abundancia de materiales acres, ó icorosos; En las fiebres la sangre espontanea dé narices cura el delirio; pero es seña! funesta, quando se quexan los enfer- mos de dolores en la nuca. La insania heredada no tiene cu- ra, y la antigua rara vez la admite. Laapetencia enteramen- te perdida en los Locos habituales-, y las ulceras en la cara, y pies anuncian su próxima muerte. Siá los maniacos sobre- vinieren disenteria, hidropesía, hemorragia, ó- fiebre inter- mitente, es señal de que se les acaba la furia- NI INSANIA* 21 I NUMERO NOVENTA T UNO. Curación de la Locura. EN esta enfermedad, por qualquiera cansa que viniere, ha de procurarse el abrigo, evitando ¡os ayres libres; y se ha de tener el vientre en corriente. Los alimentos serán lige- ros., y nada irritantes, prefiriendo los vegetales. En las pri- meras causas, fuera de los remedios * particularmente indi- cados, son útiles 1as sangrias, y las purgas. En las segundas se practicarán los auxilios siguientes: se cortará el pelo de la cabeza; se harán baños, ó fomentos freqüentesá esta parte con la leche de mugeres, ó con-la de burras y agua rosada; se aplicarán sinapismos á las plantas de los pies; se sangrarán los tobillos, ó brazos, las veces que fuere menester; y se me- nudearán las labativas, y bebidas antiflogísticas. En las terce- ras, se combinarán los remedios anodinos con los antiepilepti- cos, ó antihistericos; y se practicarán los baños tibios, las la-* bativas de agua fria, las bebidas diluentes, y á la cabeza las lociones de agua tibia, y los tópicos frescos confortantes, y anodinos. Los cáusticos son dañosos. Las quartas causas se curarán como diremos en el titulo venenum. En las quintas, inconsulto el enfermo, se sumergirá, y engolfará en lo mas caudaloso, y profundo de las aguas, repitiendo esta operación con.freqüencia; se le mudarán, y removerán á cada paso los objetos, particularmente aquellos que lo tienen pervertido; se persuadirá, ó disuadirá con" pru- dencia; y se le minístarrán los cordiales frescos, ó calientes, según la acrimonia dominante, En las sextas causas convie- nen los vomitorios, labativas suaves, laxantes repetidos, ve- xigatorios á las espaldillas, sedales, faentes en el espinazo, ó baxo de la nuca; y remedios derivantes, y roborantes cefá- licos. En las séptimas causas convienen los alimentos bue- nos, la libertad del vientre, la quietud, y los remedios robo- rantes, estomacales, y un tanto anodinos. Si el origen de este mal fuere hipocondrio, se carac- teriza con el nombre de Melancolía. Sus principios son may tena- \ 212 INSANIA. teriales hipocondriacos, calientes, ó crudos, que del higado pasan á la sangre, y -á los intestinos, de que resaltan' erutos comunmente rancios, ñitos, corrupción de alimentos, peso en el estomago, ansias, estreñimiento, salida de almorranas, tiricia, tristeza, timpanitis, temores continuos, amor á ia so- ledad, delirios constantes &c. Luego que se declarare esta enfermedad, estando los humores calientes, se aplicarán sanguisuelas al ano; ó si el en- fermo fuere mozo, sanguíneo, y robusto, se le hará una san- gría: se le ministrarán las bebidas diluentes, cordiales, y aperivas que son propias, quales son las aguas de escorzo- nera, torongil, fumaria, borrajas, lencua de vaca, palo mula- to, y semejantes; se le frequentarán las minorativas frescas, y suaves vomitorios; y se establecerá el uso de los baños repen- tinos de agua fria. Que si los líquidos estuvieren gruesos, frios, y flemáticos, se moverán, y evacuarán con los remedios del numero ochenta y tres, no faltando los marciales, procu- rando al mismo tiempo, que el enfermo haga mucho exer- cicio. Tópicos frescos, confortantes, y anodinos para' la cabeza. IOS baños con el cocimiento de malvas, culantro, veleño, jt rosa, y vioietís, aplicando después el bagazo de estas yervas, mojado eo leche de mugeres, en forma de cataplas- ma. Ítem: De agua rosada, y aceyte rosado quatro onzas de cada cosa, de vinagre rosado una onza: mézclalos, para fo- mentar toda la cabeza. ítem: De cabezas dé amapola blanca con semilla, y de rosa una onza de cada cosa: contúndanse muy bien, y con agua rosada fórmese cataplasma.. Epítima gara fomentar la cabeza á los furiosos. TjMAde agua de ninfas una libra, de salitre puro una onza, de alcanfor media dragma. Disuélvase todo. / Epi- INSANIA. 213 Epítima roborante caliente. TOMA la infusión de aluzema, romero, Lorongil, salvia, ruda, y flores de rosa y de cantueso; y apliqúense panos mojados en ella, á todata cabeza, teniendo cuidado de repe- tirlos antes que se enfrien. Electuario roborante callente. TOMA de triaca magna, y de ambir media onza de cada una, de xarabe de peonia una onza: de los aceytesesen cíales de romero, cidra, y nuez moscada medio escrúpulo de cada uno: mézclese todo, para tomar el canto de una cucha- ra, dos ó tres veces en el dia. ■Conserva fresca cefálica. OMA de polvos de guteta media onza, de xarabe viola- do una onza: mézclalos. Úsese como el antecedente. Bebida diluente en la melancolía. >OMA una onza de tamarindos, media de palo mulato, y un puño de simiente de adormideras blancas. Cuécelo todo con libra y media de agua, á que quede una: colado el cocimiento se le deshará dragma y media de tártaro vitrio- Jado, y se endulzará con xarabe de cinco raices, para usarlo en continuas cucharadas. Purgante en la Melancolía. TOM^ de hojas de sen una dragma, de epítimo, torongil, y flores cordiales un puñado de caja cosa. Hágase in- fusión con quatro onzas de agua: cuélese, y mézclesele de julepe rosado media onza, de polvos sutiles de hdeboro ne- gro uo escrúpulo. Tómese en ayunas. Mixtura anodina en los delirios habituales. TOMA de leche de Mechoacán dos dragmas, de sal vo- látil oleosa una dragma, de láudano liquido media drag- ma, de xarabe de diacodion media onza, de agua de rudame- dia^libra; mézclense: y minístrese de tiempo en tiempo una , cucharada. *7¡» ' \w 2 14 ISC HURÍ a. Vino destilado para purgar a los Locos. TOMA de raiz de heleboro negro una libra, de las semi- llas de anís y de hinojo una tomada de cada una. Que- brántese todo, y infunda'se por dos dias en quatro quartillos de vino blanco. Destílese quartillo y medio por el baño. La dosis son dos cucharadas. Finalmente, manteniéndose la insania, se establecerá el uso constante de los baños de agua fria, los quales mien^ tras mas descuidados cogieren á los pacientes, y su frialdad fuere mas intensa, son más útiles, particularmente en la ma- nía. ISCHURf A, URINaE SUPPRESIO. La Detención de la orina es la falta de excreción de este humor por sus vías na- turales. La causa inmediata es la escasez, ó defecto de orina, ó la oclusión del esfínter de la vexiga. Las antecedentes son la orina mezclada con la sangre, ó lo que inhabilita á los vasos para la expulsión. Las procatarticas, son: primeras: ac- cesiones febriles, ó fiebres muy agudas, las quales espesando la sangre, impiden la secreción. Segundas: dolores graves, pasiones histéricas, y accidentes convulsivos, que aprietan, ó estrechan los vasos. Terceras: sudor, diarrea, ú otra evacua- ción abundante, debilidad, y poco resorte de los vasos de la orina. Quartas: aparatos de humores, flatos, eachexías, hi- dropesías, humores que engruesan la orina, ó retenciones voluntarias para expelerla, Quintas: inflamaciones, cirros^ cálculos, ulceras, carnosidades, y tumores en los meatos, ó conductos urinarios. Los signos se deducen de sus causas. La inflamación se percibe por los dolores agudos y tensivos, fiebre, tumor, y demás efectos inflamatorios. En las ulceras la orina se ar- roja fétida y glutinosa, con pujo, y ardores gravísimos. Las carnosidades se conocen porque sale la orina por un lado de la uretra, ó en forma de horquilla, con excesivo ardor y pujo, precediendo algunas gotas de pus delgado; por haberse pa- decido, ó mal curado la gonorrea virulenta; ó porque con la sonda se encuentran obstáculos invencibles, originando ésta, al mas íeye tacto, destemplanza, pujo, y alguna efusión de \ san- ISCHURIA. 2 15 sangre. La indolencia del hipogastrio, y de los canales de la orina indican el caimiento, ó floxedad de estas partes. La supresión de la orina es de mas ó menos riesgo según su origen, duración, y medios de curarla: en la antigua cachexia, y en la edad decrepita, las mas veces es nuncio de la muerte: la que nace de ulceras, carnosidades, y perfora- ciones de la uretra, jamas se cura perfectamente. NUMERO NOVENTA T DOS. Curación' de la Iscuria. GEneralmente los diuréticos fuertes agravan esta enfer- medad. El mas pronto remedio que en toda supresión de orina debe tentarse es la sond-a; pero en los casos de infla- mación, no ha de practicarse este auxilio sin que precedan los medicamentos que prescribimos para esta enfermedad* los anodinos, y los remedios del numero treinta y siete. En Jas primeras causas se sangrará con brevedad al enfermo y copiosamente: se le harán ai perineo, lomos,empeyne, y pu- dendas, fomentos repetidos coa los cocimientos emolientes, ó caldos de tripas de an'maies; ó* se aplicarán á estas partes vexigas dé puerco mediadas de leche caliente, ó los cataplas- mas y unturas del numero noventa: se harán semicupios de agua tibia: se menudearán las labativas frescas con cañafis- tola: se ministrarán las minorativas del numero tres: se darán con repetición, y en cortas cantidades, los diuréticos suaves- del numero ochenta y tres. Lis segundas causas piden los auxilios del numero cincuenta y dos. En las terceras es necesario que las eva- cuaciones se minoren, y se gasten buenos alimentos, y reme- dios confortantes,.nervinos, y acido austeros. Las quartas se curan con los atenuantes,aperitivos, evacuantes, y demás so- corros prescrit-s en el numero ochenta y tres, accediendo las lab «tivas, y no faltando el uso de la sonda. En las quintas causas.deben practicarse los auxilios indicados. Que si apun- tare la supuración, se aplicará á el empeyne y perineo $1 si- guiente Cata* 21 6 ISC HURÍ A. C'ü"?>lisma emoliente, y madurativo. TO?vTA la pulpa de un cirial, de malvas dos puñados, de cebollas de azuzenas enza y media- Quebrántense, y cuesanse en leche, hasta que el mixto quede espeso. Aparta- do de la lumbre, se le mezclarán dos yemas de huevos, y dos onzas de aceyte rosado. Estiendase el mixto en un lienzo. En los cirros se usarán los remedios que prescribimos en el nu- mero treiora y nueve. En los cálculos los del numero treinta y siete. En las. «leerás los del numero cincuenta y nueve. En las carnosidades convienen los remedios mercuriales, sua- ves, asociados con les diluentes, y el uso de las candelillas, en cuya composición no debe entrar irritante alguno. Las mas seguras son las siguientes Candelillas que dilatan el caño de la orina. TOMA decerato vegeto-mineral, y babazas delinazas una onza de cada cosa,de esperma de bal lena onza y media, de aceyte de almendras sin fuego lo que bastare. Derrítanse, y mójense unas primas de violin, ó lienzos, para hacer cande- lillas según arte. Impelentes de la orina. TOMA de los sumos de cebollas, y limones una cuchara- da de cada uno. De polvos sutiles de lombrices medio escrúpulo, de tintura de cochinillas nueve gotas: mézclalos para una toma. ítem: De polvos sutiles de la raiz de pegapega una onza. Háganse ocho partes iguales, á tomar una todos los dias, vacio el estomago. ítem: Toma una cabeza de cebolla, picada menuda- mente, y amásala con media onza de cochinillas quebranta- das, y una onza de injundia de pato. Apliqúese al empeyne. Ítem: Frótese la región del empeyne y perineo con la manteca de coco frita con cochinillas, ó con el ungüento diurético. Ítem: Los remedios atenuantes, diuréticos, y aperiti- vos LACé 217 vos de\ numero ochenta y tres; ó las bebidas aperitivas del numero ochenta y uno. LAC La Leche si se hallare convenir á los enfermos,, aunque al principio cause algún daño, no ha de abandonar- se: al pecho le es familiar: es dañosa en los males de los ner- vios, dolores de cabeza, vértigos, fiebres agudas y intermi- tentes, en las enfermedades del bazo, en los que abundan de agrios en las primeras vias, y en los que padecen diarrea ori- ginada de crudezas de estomago; si tomándola se agriare, se suspenderá su uso por dos dias, en los quales se tendrán con- tinuamente en la boca chupando unos boütos de cal, ó de ojos de cangrejos; después se seguirá tomando, mezclada con un poquito de los polvos de dichas drogas: la yerbabuena im- pide el que se corte en el estomago: mientras se tomare leche han de evitarse las cosas agrias, y vinosas: el propio tiempo de usarla es el verano, ú otoño. Toda leche es leniente y ano- dina, y cada una tiene su eficacia particular. De las usuales las mas humectantes son la humana, y la de burras, las quales también son laxantes: la de cabras es secante, y la de borre- gas incrasante: la leche humana es alimento seguro para los niños, viejos, débiles, y enfermos; y medicamento para las inflamaciones, particularmente de los ojos: ia de burras apro- vecha á los resecos, hipocondriacos, tísicos, y hecticos, y ert los grandes incendios de la sangre: la de vacas conviene en la disenteria, en los desvelos, y fluxiones acres de las entrañas, en las inflamaciones asi internas como externas, y á los que han tomado venenos, y remedios corrosivos, y irritantes: la de cabras es util en los extenuados de diarreas: y la de ove- • jas, en las destilaciones acres, y en los fluxos blancos de las mugeres. LETHARGUS. El Letargo es una modorra, ó conti- nua propensión al sueño, en que los enfermos se olvidan de todo, febricitan ligeramente, y las acciones se entorpecen. La causa inmediata es la espesura de las partes fibrosa, y sueros** de la sangre, derramada mucha porción de esta ul- tima, por toda la substancia medular del celebro. Las ante • cedentes son: temperamentos demasiado flemáticos, disposi- ciones cachecticas, falta de exercicio, edad abanzada, y ay- / Ee re ' 2 I 8 LETHARGUS. res muy espesos. Las procatarticas son: primeras: fiebres ma- lignas, evacuaciones suerosas, ó icorosas suprimidas; y algu- nas pasiones de animo, como tristezas, zelos, cuidados &e. Segundas: uso excesivo del opio, y de los remedios ó vene- nos narcóticos. Esta enfermedad es muy peligrosa, principalmente en pasando del dia séptimo, ú octavo, ó sobreviniendo fiebre: á los que escapan suelen resultarles abcesos en el pecho: la phrenitis es favorable: si el pulso de reconcentrado se dilata- re, es señal mortal; como si las fuerzas por momentos-¡se aba- tieren, y sobreviniere sudor frió á la cabeza. Dan esperanzas de vida las parótidas, y las purgaciones de oidos, y narices. NUMERO NOVENTA TTRES. Curación del Letargo. EN las primeras causas, si el pulso estuviere lleno, y las fuerzas constantes, se hará una sangria de los tobillos, la qual se omitirá en faltando estas circunstancias, ose subs- tituirán lasyentosas sajadas á los lados del cuello y tras de las orejas. Después se echarán las labativas del numero vein- te y cinco: luego se ministraran los vomitorios, y purgantes de dicho numero, ó los del numero ochenta y tres, mezclan- do en los intervalos los diuréticos y aperitivos suaves, con al- gunos granos de polvos de castor. En estos remedios ha de insistirse; que no surtiendo efecto, se pegará un caustico gran- de á las espaldillas, ó á toda la cabeza, aplicando al mismo tiempo, sinapismos á las plantas de los pies. No se omitirán las aguas espirituosas á las narices; los espiritus de sal armo- n'iaco urínosos son apropiados. El letargo, y daños causados por el opio, y remedios narcóticos, se curan de la manera siguiente: tomará el enfer- mo cada media hora" una cucharada de sumo de apio con seis ú ocho gotas de espiritus de cuerno de ciervo succinado, ó el cocimiento fuerte de contrayerba con tintura de castor: se aplica án vexigatorios á los brazos, y muslos: se pondrá á la cabeza un cataplasma de yerbas nervinas, cocidas en vi- \ flagre y vino; se frotarán al espinazo las unturas nervinas: la len- LIENIS MORBI. 21 9 lengua se humedecerá freqüentemente con agua tibia; se ha- rán friegas suaves en todo el cuerpo con paños ásperos, y de quando en quando se procurará que pase el enfermo algunas cortas porciones de vinagre. En los venenos narcóticos mira el titulo Venenum. LIENIS MORRI. Las enfermedades del Bazo. Como el bazo es una entraña fria, fofa, y llena de celdillas, está dispuesto á retener, y á aglomerar muchos materiales aquo- sos y acrimoniosos, de donde resultan destemplanzas doloro- sas, fluxiones acres, obstrucciones, y durezas cirtosas. Tam- bién suele inflamarse. Los dolores comunes del bazo son constantes, y enfrian demasiado el siniestro hipocondrio. Las fluxiones acres se acompañan con dolores vivísimos, aunque accesionales, y sin calentura. Las obstrucciones se conocen porque se siente ruido de fluctuación en el bazo, y el dolor es obtuso y gra- vativo. Las durezas cirrosas al ta&o se perciben. La infla- mación origina dolor tensivo, ardor, hipchazon, y alguna fiebre. NUMERO NOVENTA T QUATRO. Curación de las enfermedades del Bazo. PARA curar el bazo es necesario ante todas cosas abando- nar los agrios, frutas, lacticinios, la mucha bebida, y las comidas de viernes; y excusar las frialdades, y humeda- des por los pies. Tópicos en los dolores, y frialdades del bazo. TOMA de manteca de azar media onza, de aceyte de al- mendras amargas una onza, de polvos sutiles de taco- patle una dragma: mézclalos. ítem: Los ungüentos de rábanos, clorotico, antihidro- pico, marciaton, de Agripa, de Osorio, desopilativo &c, con flores de azufre, ó cenizas de taray. ítem: La flor de la caléndula, que es el sempazuchil, frita en sebo. / ítem: ' 2 2Q LIENIS MORBI. ítem: Un encerado, mojado en aceyte de abeto, y co- pal, derretidos. ítem: Un redaño de carnero, rebolcado en aceyte de yerbabuena. ítem: Los emplastros de azufre, diaforético, carmi- nativo, tecomahaca &c. ítem: Tómese marrubio fresco; muélase en un meta- te, y háganse bolas, á manera de tamales, que se cozerán en agua, y después de exprimidas, se aplicarán bien calientes al bazo. Polvos deobstruentes del bazo. TOMA de sal policresta, y de oleo-sacro de cidra media onza de cada cosa: mézclalos. Háganse quince papeles, á tomarlos tres veces al dia en alguna infusión estomacal. Gotas en las opilaciones del bazo. TOMA de el vino anti hidrópico del numero ochenta y tres, y de el elixir proprietatis partes iguales; méz- clense, y tómense veinte gotas tres veces al dia. Las fluxiones acres necesitan de vomitorios antimo- niales,, de labativas carminantes, y de remedios aperitivos. vPozima aperiente del bazo. TOMA de las raices de esparrago, apio, borrajas, y dora- dilla una onza de cada una, de cortezas de taray dos onzas, de hojas de chicoria silvestre, (que es la cerraja) y de fumaria dos puñados de cada una, de epítimo, y hojasen limpio media onza de cada cosa, de sal de tártaro seis drag- mas. Hágase cocimiento según arte, con la agua necesaria, á que queden quatro libras, para tomar todos los dias medio quartillo por la mañana, y otra tanta cantidad á la tarde, haciendo exercicio. En las durezas cirrosas, el cocimiento de cocolme- calt, y paio mulato.es muy util para bebida ordinaria. Mira * los títulos, obstruSlio,y scirrhus. En las inflamaciones se ins- v titui- LOCHIA. 2 2 1 tituirá la cura del numero noventa. Pero los remedios con vi- nagre comunmente son dañosos al bazo. La sangría nr*s con- veniente es la de la vena cubital izquierda, la mas interna del brazo. LOCHIA. Las purgaciones de las Paridas. Después del fluxo de sangre que ocasionaron en los primeros dias el par- to, ó el mal parto, los vasos uterinos reducidos á su primer estado, despiden por algunos dias aquellos recrementos que sobran de su nueva nutrición, ó consolidación, los quales to- man el nombre de lochios, ó purgaciones. Estas comunmente no pasan de quarenta dias, y algunas veces duran muy poco tiempo,de donde nace, que muchas mugeres engañadas por la escasez de esta evacuación, hacen creer á algunos Médi- cos incautos, que la tienen suprimida, siendo por este hecho, ocasión de verse reducidas al peligro de contraer nuevos ac- cidentes, con los remedios impetuosos que les prescriben. Las señales de haberse detenido los lochios son: dolo- res terebrantes en el hipogastrio, que vulgarmente se llaman entuertos, ansias, opresión del pecho, diarrea, dolores de ca- beza &c Las causas son: primeras: inflamaciones del vientre, ó de la matriz. Segundas: grumos de sangre detenidos, ó frió repentinamente recibido. Terceras: debilidad de las paridas, ú omisión en comprimirles suavemente el abdomen. Quartas: pasiones de animo, ó accidentes histéricos. Quintas: desreglo en Jos alimentos, diarrea, uso de astringentes, ó defecto de bebidas suaves diuréticas. Las inflamaciones de la matriz traen su origen comun- mente de poner á parir sin tiempo á las mugeres, haciendo- las pujar demasiado; de los apretones, ó magullamientos, con que las parteras las maltratan; de ias causas del parto dificul- toso; y de la detension larga de las parias; ó de alguna par- te de ellas. Conócese que hay inflamación, porque el vientre se pone duro, tieso, y muy caliente; y por la-fiebre aguda, do- lor de cabeza, desvelos, mucha sed, loquios fétidos y icoro- sos, ardor de orina, pujos, &c. El riesgo dé las purgaciones suprimidas se ha de me- dir por las causas, y síntomas que le acompañan. La inflama- ción, la fiebre aguda, los letargos, las convulsiones, y los do- lores * 2 22 LÚES VENÉREA. lores graves de cabeza indican el sumo peligro en que se ha- llaa las paridas. NUMERO NOVENTA T CINCO. Curación de los Loquios suprimidos. EN los primeros dias del Parto y del mal parto es nece- sario el régimen, abrigo, y uso de Tas bebidas suaves aperitivas. Habiendo inflamación en la matriz, ó en las pu- dendas, han de menudearse las labativas emolientes del nu- mero ocho, y las bebidas y tópicos del numero noventa. En las segundas causas convienen los fomentos emolientes y car- minantes, y las bebidas roborantes y aperitivas, como el te- pachi de pina, el colonchi, el vino mezcal, el pulque cocido con raices diuréticas, &c, y el remedio que pusimos en el nu- mero sesenta. Las terceras se curan con gallinas abiertas por el espinazo, y aplicadas al vientre; con fajar bien á las pari- das; con procurarles el silencio; y ministrarles algunas cu- charadas de vino generoso. En las quartas causas se echa- rá mano de las bebidas antiepilepticas, acompañándolas siem- pre con el láudano. En las quintas son necesarios los reme- dios digestivos, y aperitivos. La diarrea se cura *con el abri- go, y con lasbebidas roborantes aperitivas y diuréticas; ó con un caustico en las caderas. En la antigua supresión dañan los fuertes diuréticos, mientras no precedan los digestivos, y purgantes. LÚES VENÉREA. El mal Venéreo, ó el Gálico es aquella enfermedad que se presenta con algunos, ó los mas dé los síntomas siguientes: gonorrea chordata (llamada vulgar- mente purgación de garabatillo), phimosis, paraphimosis, ul- ceras fungosas, excrecencias, verrugas, y carnosidades en las ohcénas, nombradas sindíquas, ó bubas; heridas que se enco- nan fácilmente, encordios en las ingles, llagas en la boca, ronquera, ulceras rebeldes y redondas, azules en el fondo; y fiebre lenta con dolores accesionales en qualquiera parte del Cuerpo, exacerbados particularmente de noche. En una pa- labra, todas las enfermedades que se resisten á Ioí remedios v con LÚES VENÉREA. 2 23 con el debido método administrados, se ha de sospechar que estén implicadas con el Gálico. La causa inmediata es un veneno particular acre, pe- gajoso, y corrosivo, depositado en el humor linfático, me- diante el qual es conducido á todo el cuerpo. Si alguna parte llegare á penetrar en la sangre, esta se enardece, y pone de un color amarillo, causando en las partes calor urente, y do- lores sumamente inflamatorios. La causa antecedente es la sangre nutrida de alimentos acres y extraños, de licores espi- rituosos, y en climas húmedos y calientes. Las procatarticas son: congresos impuros, ó en tiempo de los menstruos; con- tactos de las personas infectas, ó de sus utensilios; y propa- gación del dicho veneno, mediante la geueracion, ó lacta- ción. El virus venéreo se suele conservar mucho tiempo oculto; pero si oportunamente no se cura, corrompe los soli- dos, y causa la lepra. NUMERO NOVENTA T SEIS. Curación del mal Venéreo. MUchos Autores graves, en especial el erudito, y claro Astruch, nos dan una idea extensa de esta enferme?- dad, y de su curación, mediante las unciones mercuriales, las quales siempre han tenido mucho séquito en estas Regiones. Pero habiéndome propuesto dar al Publico las observaciones que tengo hechas en el discurso de veinte y siete años que he exercitado la Medicina en varias partes de este vasto Con- tinente, no se extrañará, que me desvie no pocas veces en es-?- ta obra del parecer de muchos Literatos. El mercurio indubitablemente es el mayor arcano que se ha descubierto para curar el mal venéreo; mas el mo- do de ministrarlo siempre ha sido vario. Los cadáveres de los uncionados, cuyos huesos friables, y llenos de azogue, manifiestan la indisolubilidad de este metal en los ungüentos, lo que en las preparaciones químicas no se ha averiguado; las convulsiones y los graves síntomas que al romper la baba se experimentan con las unturas; la indeterminable cantidad ce 2 24 Lt/ES VENERE A. de azogue que se consume en estas para conseguir el tialis- mo; las reincidencias, y anomalías, que se observan en los que han sido untados; la prolijidad en el abrigo, que para se- mejante curación se necesita; el freqüente transito que hacen los uncionados del mal venéreo á la lepra; y lo que es mas, el feliz, pronto, perfecto, y seguro efecto, que siempre se ex- perimenta con el mercurio tomado por la boca, mediante el método que voy á proponer, me hace preferir esta curación á ía de ias unciones. Como sea constante, que el humor venéreo inflama las partes, y suscita muchas a Iteraciones en los fluidos, al mis- mo tieaapo que el mercurio los enrarece y agita, es necesario antes de tomar este medicamento docilitar, humedecer, y refrescar el cuerpo; para lo qual se harán una, ó dos sangrías Cn los brazos; se darán muchas bebidas diluentes; se ministra- rá un purgante; y á lo ultimo se instituirán baños libios de yerbas emolientes, mas ó menos repetidos, según la sequedad, y fuerzas del enfermo. Concluido todo esto, se pondrá al enfermo en la ca- ma, en un quarto bien seco, y abrigado. Entonces se le dará cada seis horas una toma de los siguientes polvos en una cu- charadita de almendrada, teniendo cuidado de que no se asienten por su pesó en el fondo de la cuchara, y se meterá todos los dias en un baño de agua tibia, hasta que suelte bien la baba, durando una hora en él. Polvos mercuriales que hacen prorrumpir la baba. TOMA de polvos sutiles de calomelanos una dragma. Háganse doce partes iguales, mezclando á cada una un grano de turbit mineral, y medio grano de polvos de alcanfor. Si durante el uso de estos polvos, se soltare en cur- sos el enfermo, se suspenderán las tomas, y se le ministrarán las bebidas diluentes, maridadas con el láudano. Contenida la diarrea, se volverá al uso del mercurio. Los vómitos, las hinchazoaes de la garganta y cara, el adormecimiento y tu- morosidad de la lengua y de los labios, y lo escocido de la boca, anuncian el próximo tialismo. 1 Mas si el ocurso de la baba fuere mucho, y la hincha- , zon LÚES VENÉREA. 22$ zon de la boca grande; el impedimento para tragar bien considerable; si escupiere sangre el enfermo; le sobreviniere fiebre aguda, ó le acometiere convulsión, se interrumpirán las tomas, se sangrará, se le ministrarán muchas bebidas di- luentes, y se le continuarán los baños de agua tibia. La baba no ha de baxar de tres á quatro libras en las veinte y quatro horas del dia, debiendo durar su corriente mas de diez y ocho dias, y menos de treinta y cinco. Desde que comience el enfermo á prepararse para to- mar el mercurio ha detener régimen en los alimentos, evi- tando las cosas acres, espirituosas, y fermentescibles. En sol- tándose la baba, se mantendrá con ligeras sorbiciones de ali- mentos nobles y seguros, como son los caldos simples de car- nero, gallina, polla, ó ternera; las poleadas de maíz, arroz, ó pan; las almendradas, el hormiguillo, los huevos tibios, el su- mo de uvas, y semejantes. La bebida ordinaria, será una hor- chata ligera en cocimiento de cebada, el suero, la agua de chia, ü otro diluente: que siendo la complexión reseca, podrá usarse la media leche con agua de cebada. 5i la baba estuviere forzada, y los dolores de la boca fueren bien considerables, se apagarán unos carbones encen- didos, en orina de muchachos, y se tomará con freqüencia el vapor, mediante un embudo. Finalmente, se tendrá cuida- de labar á menudo la boca con los remedios abstergentes, ó con los auxilios del numero setenta y siete. Concluido el tialismo, se purgará el enfermo preservándose algún tiempo de llegar á las mugeres, de la humedad, del sereno, de las malas comidas, y de los licores que encienden. Muchas veces no es necesario en esta enfermedad apelar al rigor del babeo; porque si las bubas fueren recien- tes y superficiales, ó no hubieren penetrado á lo interior del cuerpo, se instituí-á el buen régimen de vida; se sangrará, y purgará elenfermo dos, ó tres veces, con las purgas del nu- mero ochenta y siete, ó con los polvos del numero ciento y diez y seis; se le ministrarán muchas bebidas diluentes; y se labarán las ulceras dos veces en el dia con los cocimientos de calaocapatle, yerba del manso, ó cortezas del cuachalalate, teniendo cuidado siempre que se repitiere la cura, de remo- 2 26 LÚES VENÉREA. ver las escaras' y suciedades, y de polvorear las ulceras con los polvos sutiles de dichas drogas, ó de piedra lipis quema- da, alumbre, cardenillo, ó mercurio precipitado roxo, que llaman polvos de Juanes. Que si el virus se hubiere estendido por ha piel, arro- jando en ella muchos granos, ó empeynes, y produciendo ul- ceras, dolores articulares &c, es muy proficua la cura por sudores; para lo qual, después de purgado el enfermo le se ministrarán los siguientes Frascos sudoríferos. TOMA de zarza parrilla quebrantada una libra, de gua- yacán escofinado media libra. Macérense en una arro- ba de agua, por espacio de veinte y quatro horas. Después se hará cocimiento, hasta la consunción de la mitad de la agua: entonces se le echarán dos onzas de hojas de sen, y quatro de flores de sauce; se apartará el cocimiento de la lumbre; se dexa.!á enfriar;después se colará, y se pondrá en paraje fres- co, para usarlo de la manera siguiente. Se meterá el enfermo en la cama, dentro de un quar- to bien abrigado, v tomará por cinco días continuos á maña- na y tardevuna buena taza caldera, arropándose hasta la cabeza, manteniéndose en esta postura por dos horas, con la mayor quietud, con lo que sudará, y tendrá "algunas ligeras deposiciones. En estos dias, sin salir de la cama', se ma^eu- drácon carne asada, y pan tostado, ó con un puchero, en que se echará un pedazo de vivora. La bebida ordinaria'se- rá un ligero cocimiento de zarzaparrilla. Después se purga- rá el enfermo con las pildoras del numero ochenta y siete, repitiéndose otra,ú otras dos veces, si el mal fuere rebelde, es' ta misma cura, hasta la perfecta sanacion. Pasados algunos días se conducirá al paciente á los termas, ó baños de aguas sulfúreas. Si este accidente invadiere á sugetos muy débiles, y extenuados.de una lenta calentura, no pudiendo sufrir el tia- lismo, ni ios sudores, se les ministrará algunas mañanas en aviias uoa libra de suero, en que se haya infundido la noche antes, media onza de zarzaparrilla quebrantada.- Siendo las acri- LÚES PENEREA* 2 2y acrimonias alcalinas bien considerables, se dará á mañana, y noche la siguiente Bebida antigalica^ y añílale-aliña. TOMA del cocimiento de leños de arriba, ó frascos sudo- ríferos, y de leche media libra de cada cosa. Endúlcese con azúcar. Después se purgará el enfermo con las pildoras mercuriales del numero ochenta y siete. El gálico en los.niños comunmente se remedia, ha- ciéndoles tomar las poleadas de zarzaparrilla tostada en hor- no, pulverizada, y después cocida en agua, hasta que quede en forma de atole. Últimamente expongo un gran remedio, que es util en los gahoos rebeldes. Chocolate antivenereo. EL esqueleto de una vivora, limpio de todas las partes blandas: piel, carne, entrañas &c, se hará polvos suti- les, los quales se batirán en una taza grande de agua, con dos tablillas de chocolate. Se pondrá el enfermo desnudo al sol, hasta que el cuerpo se haya calentado mucho. Entonces se meterá en la cama, tomará el chocolate bien caliente, y se abrigará quan- to pudiere, conservadose en la mayor quietud por algunas horas, en cuyo tiempo prorrumpirán las babas, y el sudor copiosamente. '""Ir Curado este mal suelen quedar muchas remanencias. En las erupciones se elegirán los tópicos que ftieren conve- nientes del numero ochenta y siete. Las ulceran se curarán con el ungüento antiherpetico: El phimosis con la agua rosa- da, cargada de polvos de alumbre: El paraphimosis con los fomentos constantes,y repetidos, del cocimiento fuerte y ba- boso de raices de malvabisco, alholbas, y linazas. Las bubas si no se extirparen con los remedios que arriba propusimos,. se untarán con la Manteca Mercurial. TOMA de azogue disuelto en espiritus de nitro una onza, de manteca de puerco un$ libra: mézclalos. Agua 22 8 LUMBORUBI DOlvkes. Agua para lo escocido de la loca. N un cascaron de huevo, dexandole el aceyte que despi- de la clara, se echará medio escrúpulo de polvos sutiles de piedra lipis quemada: se llenará de agua, y pondrá al res- coldo. Al primer hervor se apartará de la lumbre, y se de- cantará, esto es, se vaciará por inclinación, sin alborotar los asientos, repitiendo sobre los mismos polvos otras dos aguas. Se tomarán freqüentes buches de esta agua, manteniéndola algún tiempo en la boca. Linimento para las contracciones de los miembros'5 y dolores en las coyunturas. TOMA de los ungüentos de Aragón y marciaton una onza de cada uno, del de mercurio compuesto media onza, de los aceytes de guayacán, y ladrillos una dragma de cada uno: mézclalo todo. LUMBORUM DOLORES. Los Dolores de los lomos comunmente nacen de aparatos del vientre. Los continuos y fixos sueleo terminar en nefríticos. Los periódicos, y erráti- cos paran-en ciática. Los que sin causa externa manifiesta ci- ñen la cintura, y se acompañan con dolor en el costado dere- cho, traen tiricia. Los que invaden de repente sin causa co- nocida, y con alguna pulsación, anuncian sangre de almorra- nas; que enllegandoesta,y permaneciendo el dolor, será abun- dante el fluxo. La pesadez en las preñadas anuncia debili- dad del feto; y el frió, peligro de aborto. En las fiebres agu- das es mala señal el dolor de los lomos, y mucho mas en ha- biendo modorras. La gravedad en los caquécticos, y hipocon- driacos se cura con purgantes. Fomentos en los dolores artríticos de los lomos. TOMA de agua triacal compuesta dos onzas, de balsamo negro dos dragmas: mézclalos. Mira el numero se- senta. LUMBRICI. Las Lombrices son aquellos gusanos que nacen en el estomago, y intestinos de muchas personas, es- pecial- E LUMBRICI. 2 29 pecialmente niños adolescentes. La causa inmediata son los huevesillosdemoscasque vagan por el globo, tomados con los alimentos. La antecedente es la indigestión, ó putrefac- ción de alimentos en los estómagos húmedos y calientes. Las procatarticas son el abuso de los ingestos haimedos, y encru- decentes, particularmente de la agua, dulces, lacticinios, agrios, y frutas inmaduras. Quatro especies comunmente se observan, ú saber: redondas y largas; anchas y grandes;redondas y chicas;y an- chas y cortas. Las dos primeras son comunes al estomago y intestinos. Las redondas y chicas, que se llaman ascárides^ moran freqüenteménte en el ano; y las anchas y pequeñas, entre los excrementos. Las lombrices largas y redondas producen nauseas, vómitos, halientos fétidos, ó agrios, desgano de comer, ó mu- cha hambre, torsones, diarrea, pujos, escalofríos., fiebres, y convulsiones. Las anchas y largas causan ordinariamente la- situdes generales, palidez, y debilidad del cuerpo, despe- rezos después de las comidas, toisones de estomago, dolores en el hipogastrio derecho, y esputos freqüentes, principal- mente en ayunas, Las ascárides se conocen por e! tenesmo, ó pujo, y ingente comezón que se siente en el ano. Las aechas y chi- cas, que también se llaman cucurbitulas, acometen con fre- qüentes dolores de estomago á las madrugadas (los quales se ' extienden á la región deí higado, y á las espaldas) saliva abundante, y intercepción machas veces de la habla. Esta enfermedad suele poner á los enfermos en gran- des sustos de perder la vida. La fiebre que nace de lombri- ces, se aumenta después de las comidas. Muchas veces se es- conden baxo de una extraña calentura. NUMERO NOVENTA T SIETE. Curación de las Lombrices. ES necesario para curar esta enfermedad evitar los exce- sos en el agua, principalmente estancada, y corrompi- da, en el dulce, frutas agrias, y lacticinios, y en todo aquello, que 23O LUMBRICi. que puedeencrudeceré! estomago, debiendo usarse de alimen- tos nobles y de fácil digestión, los .quales han de tomarse con rñucha sobriedad. Les medicamentos que impelen las lombri- ces no han de continuarse sin alguna interrupción, porque su impulso incesante suele arrojarlas á ias glándulas conniventes del-colon;,y entonces, escondidos estosanimalillos en dichos parajes, se dificulta su exr'irminio, y causan gravísimos daños. Son tanpbien.de mucho riesgo en esta enfermedad la inedia, ó el dexar de comer, y los sustos repetidos. La cura ha cié comenzarse con los remedios digesti- vos; luego se ministn.*ráun vomitorio; después un purgante con mercurio dulce; y á lo ultimo se usarán los remedios an- telmintícós, entre los quales el especifico principal es la ce- badilla. En las ascárides, á mas de estro, se introducirá, diaria- mente un supositorio de los que ponemos abaxo, ó se harán labativas con iguales partes de aceyte de comer, y de coci- miento de chichiquagüelt, peguame, contrayerba, ajenjos, ó semejantes yerbas amargas, agregando para las personas adultas una dragma de polvos de cebadilla. Remedios antelminticos, d que destruyen las Lombrices. .1 Aposito. UNA tostada ancha de pan, mojada en aguardiente, y * polvoreafia de cebadilla, y flores de manzanilla, apli- cada al ombligo. Untura. TOMA de ungüento de artanita, hiél de toro, y sumo de zabila dos onzas dé cada cosa, de polvos de cebadilla media onza: mézclalos. Purga al mismo tiempo. .a-V Bebidas suaves. SE tomará en ayunas medio pozillo de las aguas cocidas de hepasote, yerbabuena, flores blancas de caca]czu- chil, cascaras de chichiquaguelt, de tintura hecha de lo amar- go LUX ATI O. 231 go de las naranjas; ó dos cucharadas de agua de azar, mez- clando á qualquiera de ellas la tercera parte de aguardiente. Bebida fuerte. TOMA el peso de medio real de polvos sutiles de cebadi- lla, y mézclalos.con media taza de infusión de flores de manzanilla, para tomarla en ayunas^ Purga especifica contra las Lombrices. TOMA de extracto de cebadilla, y masa de pildoras de ruibarbo un, escrúpulo de cada cosa, de resina de xalapa siete granos, de calomelanos medio escrúpulo. Con xarabe de axenjos háganse pildoras, y tómense en atole, tres horas después de la cena.. Pelot illas. TOMA de cebadilla, acíbar, trosiscos de alhandat, y ras- paduras de jabón, hecho todo polvos un escrúpulo de cada cosa-Con miel espesa de panocha prieta fórmense dos calas. LUXATIO. La Dislocación, ó salida de los huesos es su separación, ó el apartamiento que hacen de las articula- ciones, ó lugares naturales. Divídese en completa, y incom- pleta. La primera es la entera salida de la cabeza del hueso;; y la segunda, la remoción de una parte de él. Las causas efi- cientes son: contusiones,, caídas,, movimientos violentos, y aparato de humores en el cuerpo. Conócese este mal por el hoyo que se percibe en la parte que se llenaba con el hueso, ó por la protuberancia dura, ó elevación preternatural de los miembros, y por la. falta del movimiento,..y extensión, ó acor* tamiento de las partes. Las luxaciones son de mas, ó menos riesgo, según su duración, y los accidentes que las acompañan, Generalmer*- te las antiguas, y las que nacen-de causa interna son difíciles de curar; pero las de las vertebras, en siendo completas, son mortales del todo. Para curar este accidente es preciso antes, desinfla- n ar las partes con los remedios que apuntamos en el nunaer0 ochen- 232 LUXATIO. ochenta y dos. Después, si el hueso de la cadera se hubiere salido por delante: colocado el paciente boca arriba, se le ce- ñirá en lo baxo del muslo, sobre la rodilla, una faxa ancha, y afianzado el cuerpo, ccn ayuda de gente, por todas partes, el operante, metiendo ambas manos en la faxa, tirará con fuerza la pierna, para que durante la extensión, pueda aco- modar ia cabeza del hueso en su lugar. Mas si este protube- rare por un lado, ó hacia atrás: asegurado el enfermo boca abaxo, se hará de la misma suerte la reducción; aunque es- tas operaciones se hacen con mas facilidad mediante los Po- lipastos. Para hacer entraren su lugar los codos, rodillas, mu- ñecas, tobillos, y dedos de los pies y de las manos, tirarán con fuerza, asi el oficial, como el operante, conviene á saber: el primero, desde arriba del hueso dislocado, y el operante de abaxo, haciendo éste los movimientos obíiquos que fueren menester, á fin de poner con la mano el hueso en su lugar. Para procurar reducir el cuello desencajado, se pon- drá al enfermo tendido boca arriba, y afianzadas en sus hom- bros las rodillas del operante, meridas las manos por debaxo de la barba, tirará hacia sí con esfuerzo, dirigiendo suave- mente el movimiento á el lado necesario para introducir el hueso. La quixada inferior, que solo puede dislocarse, se re- duce, poniendo en asiento baxo al enfermo; y estando firme por detras el operante, (apoyada, y afianzada la cabeza del paciente sobre su pecho) meterá sus dos pulgares en la boca, asegurando los demás dedos por debaxo de la barba, y tira- rá con esfuerzo para sí, y para abaxo, hasta conseguir la re- ducción. En las costillas sumidas se colocará al doliente boca abaxo, sobre una ancha y redonda viga, de manera que que- den el dorso y lemos levantados, para que el operante pue- da mover con fruto las partes, haciendo recíprocos sacudi- mientos, á fin de conseguir la reducción. Pero si estuvieren salidas las costillas: colocado boca á baxo el paciente sobre una tabla, extenderá el brazo del lado enfermo, afianzándolo en alto, para que el operante pueda hacer entrar las cabezas dislocadas en sus cavidades. El MAMMARUM MORBI. 23 3 El hueso del hombro desencajado necesita para redu- cirse de oficial, y operante: colocado el doliente en baxo, el oficial debe afianzarlo, abrazándolo de espaldas; y atravesa- do al cuello del enfermo por debaxo de sus arcas un lienzo abultado, el operante tomará el brazo por el lagarto, y tiran- dolo hacia sí con esfuerzo, moviéndolo á un lado ú á otro, hará la reducción. Muchas veces no se excusa en estos males el hacer una, ó dos sangrias,según la gravedad de la luxación;.y tra- tar al enfermo con el régimen de las mas executivas infla- maciones. Dichas operaciones hechas con aliento, caridad, y alguna aplicación, son mas fáciles de practicarse que de es- cribirse. Conseguida la reducción se aplicará el siguiente Tópico para los huesos dislocados. TÓrnense unas planchuelas de algodón escarmenado, y empapadas en claras de huevos, polvoréense de incien- so blanco, rodándolas después con un poco de aguardiente. Pero un miembro simplemente torcido se fomentará al instante con aguardiente, ó se caldeará con una penca de za- bila asada, se abrigará, y se tendrá medianamente compri- mido^ en quietud por algunas horas. Que si hubiere fragu- ra, ó hueso quebrado, curadas la herida, inflamación, y de- más accidentes, se entablará el miembro con unos cartones mojados en la agua vegeto mineral, afianzándolos floxamen- te; ó se le aplicarán los emplastros restrictivos délas hernias, abdicando el doliente quanto pueda, el movimiento propio de esta parte, mientras no se la sienta vigorizada. MAMMARUM MORBI. Los males de las Mamas, ó Pechos de las mugeres son: primeros: inflamaciones, cirros, cancros, ulceras, y grietas. Segundos, coagulación, destem- planza, copia, ó escasez de la leche. Las causas de los pri- meros males son las que apuntamos en sus títulos, y el volu- men, peso, contusión, ó compresión demasiada délos pechos. La coagulación de la leche nace de su abundancia, retención, ó espesura. La leche delgada, que el vulgo de las mugeres llama gatuna se origina de que se asienta, ó no tie- ne salida; ó de debilidades, sustos, y excesos en el agua, y en Gg ' los 234 MAMMARUM MORBI. los agrios. La acre, y delgada tiene su génesis en el predo- minio de acrimonias muriaticas. La escasez viene comunmen- te de pesadumbres, falta de alimentos, mal cocimiento del estomago, obstrucción de los vasos lácleos, y preñez. Final- mente, la copia de este liquido resulta de la laxa disposición de los vasos, y de la abundancia de nutrimento. NUMERO NOVENTA TOCHO. Curación de las enfermedades mas comunes, que acon- tecen a los Pechos de las mugeres. PARA curar los tumores, inflamaciones, cirros, y ulceras de estas partes, es preciso el traerlas sostenidas. Los emplastros inflaman, y los grandes resolutivos atrahen, abul- tan, y endurecen los pechos, En Ja cura de las partes blandas, húmedas, y glandulosas, como son las mamas, los remedios deben ser anodinos, y algo restringentes. Para los primeros accidentes que hemos mencionado, á mas de los medicamen- tos indicados en sus títulos, apuntaremos algunos que son propios á estas partes. Cataplasmas en. las durezas inflamatorias de las mamas. TOMA de hojas tiernas de malvas dos partes, de flores de manzanilla una: cuezanse en leche, á que quede espeso el mixto. Extiéndase en lienzos delgados, y doblados, echán- dole por encima harina de linazas, polvos de jabón, y aceyte rosado, para aplicarlo tibio, teniendo cuidado de removerlo siempre que se enfriare. j ítem: Toma un quartillo de miel virgen, otro tanto de vino blanco, doce yemas de huevos: bátase todo junto, y pón- gase á cocer, sin cesar de menearlo, hasta que despegue de la vasija. Se aplicará en papel de estraza, ó lienzos delgados. ítem: De flor de harina de habas una parte, de agua dos partes, y un poquito de vinagre de saturno: cuezase todo junto, á qie quede una poleada espesa. Apliqúese, renován- dolo á menudo,, Ca, MAMMARUM MORBI. 2 3 ¿ Cataplasma anodino, y resolvente. HPOMA de mígajon de pan blanco quatro onzas, y una li- I bra de leche. Hágase cocimiento, hasta que espese; apartado de la lumbre, se amasará con dos yemas de huevos, dos onzas de aceyte rosado, una dragma de polvos de aza- frán, y dos escrúpulos de láudano liquido. Apliqúese tibio. Cataplasma en las durezas linfáticas. TOMA de las harinas de raiz de brionia, y alholbas cinco onzas de cada una, de flores de saúco dos puñados, de miel virgen quatro onzas, de vinagre una onza: cuezanse en agua, hasta la consistencia espesa; y apliqúese tibio. Ungüento para las ulceras de los pechos. TOMA de los ungüentos de calabaza, litargirio, y atutía una onza de cada uno, de aceyte de escoria de fierro media onza: mézclalo todo. Tópicos para madurar, y rebentar los apostemas me- dianos de las partes glandulosas. APliquense las hojas del güinari, mojadas con saliva ó la flor de el floripundio, renovándolas siempre que se se- caren. Remedios para las grietas. LOS polvos sutiles de alquitira, de mangle, ó de azúcar blanca, polvoreados á menudo, iabando antes las grie- tas con vino blanco. ítem: El aceyte de mirra por deliquio, el de cera, ó el de yemas de huevos, ó el mucilago de la goma mangle, con unto de puerco. ítem: Las películas internas de los ajos, aplicadas con freqüencia. Luego que empiezen los pechos de las paridas á en- durecerse, y calentarse, se les procurará la succión; se minis-, traían muchas bebidas diluentes; se minorarán las comidas; se 236 MAMMARUM MORBI. se tendrá el vientre en corriente; y se les aplicarán lienzos delgados, doblados, mojados en el cocimiento de leche con yerbabuena, repitiéndolos á menudo. Para curar la le- che gatuna es preciso remover ias causas, y usar de buen re- gimen, y comidas secantes. Si la leche estuviere acre y sala- da, es necesario purgar á las nutrices, y hacerles que tomen por algún tiempo los polvos absorventes del numero diez. La escasez de leche, no estando en cinta las mugeres, se cu- ra con alimentos nobles, y jugosos; con los remedios estoma- cales, y aperitivos; y con los siguientes Auxilios para hacer venir la leche d las mugeres. SE usará con freqüencia la horchata de las nueces grandes, hecha en cocimiento de las semillas de hinojo y de car- do santo. ítem: Las poleadas de garvanzos tostados, mezclán- doles en el cocimiento un poquito de manteca; ó las de hari- na de cebada, hechas en leche. Ítem: Se frotarán las mamas, arcas, y espaldas, con ,el ungüento deobstruente de sumos; ó con agua tibia, disol- viéndole un poco de tequesquite. ítem: Una dragma de polvos sutiles de estiércol de ratones, tomado diariamente en atole de maíz prieto. ítem: De cocimiento de las cinco raizes aperitivas, raiz de chicalote blanco, y tres granos de pimienta una libra: endúlcese con xarabe de culantrillo, y tómese la mitad por la mañana, y la otra mitad á la tarde continuando la toma por algunos dias. Para desterrar la leche han de acortarse los alimen- tos, ceñirse los pechos, y excusarse las succiones (menos en el caso de estar muy cargados, pues entonces han de vaciarse de una vez). También se practicarán los siguientes Remedios para secar la leche. TOMA cuatro naranjas agrias, entre verdes y maduras, hechas-m nudos pedazos, de aceyte común un quarti- 11o: cuezanle, hasta que se consuma la humedad; cuélese el aceyte, y úntense á menudo los pechos. ítem: MENSTRUA NIMIA. 2%7 ítem: Se aplicarán lienzos mojados en aguardiente, ó en la agua primera de cal. MENSTRUA NIMIA. Las Reglas de las mugeres abundantes. Esta enfermedad es aquella copiosa evacuación de sangre uterina, acompañada de vaguidos, desmayos, de- bilidad, palidez, frialdad, y hinchazón de los extremos del cuerpo, cachexia, y otros síntomas conseqüentes á la falta de este liquido. Las causas son: primeras: todo lo que abunda y irrita grandemente la sangre, como la plétora, los alimen- tos acres, las bebidas calientes y espirituosas, pasiones vivas., saltos, contradanzas, lucubraciones, pergrecaciones, y las evacuaciones de sangre acostumbradas, suprimidas, ú omiti- das. Segunda: la extraña ubicación de la matriz, llamada de Hipócrates, complicación de los úteros, y por ias mugeres, la Madre desparramada. Originase de los-esfuerzos, y exerci- cios violentos, que no son en costumbre hacer á este sexo. : Las primeras causas se conocen por el régimen de vi- da, ó relación de la enferma. La segunda, por los graves do- lores del vientre, latidos, y crugidos de las caderas, abulta- miento mayor en un lado del hipogastrio, y prolapso del útero. En este accidente es señal funesta quando disvarian las enfermas, ó les acometen convulsiones. Si á las preñadas acontece este mal, abortan. El color del rostro pálido contra- indica la sangría. NUMERO NOVENTA T NUEVE. Curación del fluxo de sangre uterino. DOS tiempos han de distinguirse en esta enfermedad pa- ra su cura, á saber: quando la evacuación acaba de nacer, ó está en su actual fluxo; y quando es antigua, y cor- re por intervalos. En el primero, se hará lo siguiente: se pon- drá en la mas posible quietud á la enferma, acostándola de espaldas, con la cabeza un tanto levantada: se le harán san- grías copiosas en los brazos, mas ó menos repetidas, según la plenitud del pulso, y el estado de las fuerzas: (executa- das con distancia solamente de algunas horas, sin embargo de los desmayos, pues éstos, supuesto el pulso vigoroso, lexos 238 MENSTRUA NIMIA. de causar mayor peligro á las enfermas minoran el ímpetu de la sangre, y por consiguiente, su fluxo; fuera de que las sangrias, repetidas hasta el otro dia, destruyen las fuerzas, y el mal queda en píe). A mas de ésto, se le ministrarán las bebidas diluen- tes, que sean algo restringentes, como el suero cortado con. alumbre, ó con sumo de naranjas; la agua rosada; los coci- mientos de suelda con suelda, blanco, de hojas de lantén &c. Los alimentos han de ser tenues y frescos. Para la agua común puede cocerse una naranja agria, entre verde y madura, hecha pedazos con sus cascaras. El estomago se ten- drá afianzado, ó medianamente apretado. Los remedios de- masiadamente astringentes, y los frescos exteriores comun- mente son dañosos. Pero creciendo el mal, ó no bastando lo dicho á con- tener la sangre, se recurrirá por grados á los restringentes mas eficaces, quales son: los sumos depurados de lantén, ú or- tigas; los cocimientos de capitaneja, raiz de nopalillo, ó el del numero dos, &c. Soletas contra el fluxo de sangre uterino. TOMA de pasta común de soletas lo que baste- Fórmen- se soletas, polvoreando á cada una dos granos de hipe- cacuanha: métanse en el horno después del pan. Tornará la enferma una todos los dias con el chocolate. Pildoras para lo mismo. TOMA de polvos sutiles de alumbre quemado una onza, de goma de Sonora media onza. Háganse pildoras con xarabe de rosa seca; y tómese diariamente el peso de medio real, en atole, ó almendrada. Quando el fluxo es habitual, se procurará la mayor quietud á la enferma; escusará los congresos venéreos, y las comidas, y bebidas acres, calientes, y espiritosas; el alimento será noble y escaso, tomando por algunos dias la leche de ca- bras aurada; y la bebida será un tanto restríngeme, como la termal de alumbre, ó los cocimientos de capitaneja, ó lantén. También se ha de acostumbrar la naturaleza á algunos lige- ros MENSTRUA NIMIA. 2 3§> ros laxantes, para lo qual es muy util la leche de burras, mez- clándole una cucharadita de agua de cal asentada. Que si la cachexia se declarare, se ministrarán los sueros acerados, co- cidos con ajenjos, y se hará la cura que propusimos en su ti- tulo. Pero si la matriz estuviere desparramada, se ocurrirá á la operación, la qual se reduce á explorar con el tacto el paraje en que el útero se halla mas abultado, á manera de carne huida de su sitio. Entonces se procurará deshacer este embarazo, desenvolviendo, y colocando la matriz en su figu- ra, y sitio natural, para lo qual, se sobará con constancia el vientre con ambas manos, sacudiendo algunas veces el cuer-; po; después se aplicará una ventosa de boca ancha á la raiz del empeyne, y el emplastro de tecomahaca á las caderas. Últimamente, se faxará á la enferma, como si estuviera pari- da, manteniéndola en mucha quietud por algunos dias. Que si hubiere prolapso del útero, ó éste, relaxados sus ligamentos, se hubiere embocado en la vagina, manifes- tando por fuera de la vulva la figura de un pichel, se inver- tirá á la enferma, sacudiéndola por los pies, mientras la co- madre la soba de las caderas, ingles, é hipogastrio hacia el ombligo, en cuya situación, sin cesar de operar, se manten- drá el tiempo que fuere menester, hasta conseguirse la reduc- ción, aplicando después al ombligo un pedazo de piedra imán, faxando últimamente á la enferma, y poniéndola en quietud. Finalmente se le harán inyecciones por la vagina con el siguiente Cocimiento en el prolapso del titero. TOMA de cortezas de timbe y granadas, de alumbre, y rosa seca partes iguales de cada cosa. Cuezase todo en la suficiente cantidad de agua, á que consuma la tercera parte. Luego mediante un cañón de papel, se insuflarán los siguientes Pol- 24° MENSTRUA RETENTA» Polvos que mantienen en su sitio a la matriz. TOMA de las drogas antecedentes, y de bellotas lanugi- nosas de encinos partes iguales. Háganse polvos sutiles. Esta cura debe repetirse, sosteniendo la vulva con un braguero. • Gotas contra las procidencias, y hemorragias uterinas. TOMA de espiritus de vino refinado dos onzas, de acey- te de vitriolo cinco dragmas, de el de trementina dos dragmas: bátase todo junto, hasta la perfecta mezcla. Se to- marán veinte ó treinta gotas, tres veces al dia, en qualquiera infusión vulneraria. MENSTRUA RETENTA. La falta de Reglas en las mugeres. Quando este sexo está ya capaz de concebir, ó de dar frutos á la humanidad, brota sus flores rubias, que se lla- man menstruos, los quales no son otra cosa, que aquellas por- ciones de sangre que la naturaleza tiene destinadas para la nutrición del feto. El tiempo en que comienzan no es igual en todas, pues unas veces vienen temprano, y otras tarde. Esto nace de la buena, ó mala disposición de sus órganos; sanidad, ó enfermedad; complexiones robustas, ó débiles; climas Ca- lientes ó fríos; exercicios mas ó menos laboriosos; y comidas lautas, ó de poco nutrimento y sustancia. Comunmente empieza ia erupción á los catorce, ó diez y seis años de la edad. Mas si pasado este tiempo, aun no se asoma, ó ya establecida, se suprime, no habiendo pre- ñez ó lactación, resultan muchos daños, ansias, embaramien- tos, desmayos, dolores de cabeza, esputos cruentos, evacua- ciones de sangre por otras vias, vapores histéricos, cachexlas, y otras mil enfermedades. Las causas de la supresión de los menstruos pue- den reducirse á quatro: primera: Lo que cuaja la sangre, ó comprime las fibras, y vasos uterinos, como son la agua friaf la fruta, los agrios y lacticinios, tí otro qualquier fresco to- MENSTRUA RETENTA* 24I tomado ó recibido, estando los meses en corriente, de todo lo qual resulta comunmente el Pasmo; la abundancia de san- gre, en que los vasos mayores comprimen á los menores, y estos á los mínimos; y los ingestos, y remedios astringentes, y narcóticos. Segunda: lo que se atraviesa en dichos vasos, ó los tapa, como son las obstrucciones, la preñez, la sangre caquéctica &c. Tercera: lo que minora el movimiento de la sangre, de cuya clase son-los sustos, tristezas, y desmayos; ó lo que crispando los vasos, intercepta el circulo, como son las iras violentas, el histérico,^ la convulsión. Quarta: lo que disminuye la cantidad de este liquido, lo qual sucede en las viejas, y lactantes, y en las que padecen inedias, debili- dades, ú otras evacuaciones. NUMERO CIENTO. Curación de la supresión de los Menstruos. LOS remedios emenagogos, ó que facilitan la sangre de las mugeres se dividen en suaves, y irritantes. Los pri- meros convienen en las sanguíneas, calidas, secas, iracundas, histéricas, y en lasque tienen recien suprimidos los meses. Los segundos son útiles en las frías, húmedas, pasmadas, ca- quécticas, y obstruidas. Los errores en la dieta se curan: pri- mero: con la abstinencia, y régimen. Segundo: con los reme- dios digestivos, y evacuantes. Si la detención proviniere de algún frió tornado, ó re- cibido en el aéhial fluxo de los menstruos, beberá la enfer- ma la infusión de flores de manzanilla, ú otro semejante cari- minante, tibio; y se le dará un semicupio bien caliente, de co- cimiento de aluzema, ó de las yerbas de altamisa, poleo, mal? vas, y hojas de sabino. El Pasmóse conoce por el frió exte- rior que se siente en el vientre, y dolores accesionales en el hipogastrio, exacerbándose éstos con las cosas húmedas, y frescas. Originase de las frialdades que han penetrado la ma- triz .por el poco abrigo, baños freqüentes en agua fria, y des- reglos en el agua, agrios, frutas, y vegetales. Se remedia con el uso de alimentos nobles, y secantes; y remedios carminan- Hh tes 242 MENSTRUA RETENTA. tes, diaforéticos, baños del temascal, termas de cal ó azufre, ó con la siguiente Untura para el Pasmo de las Mugeres. TOMA de ungüento marciaton dos onzas, de asi, y sebo de macho media onza de cada uno, de aceyte de al- mendras amargas onza y media, de polvos sutiles de mario- la una dragma: mézclalo todo. Se frotará todo el vientre con esta untura bien caliente. Si la supresión naciere por plétora, ó copia de sangre, se hará una sangría en el brazo, y después en el tobillo. Mas no siendo demasiada la abundancia, se dará solamente una sangría en el tobillo, á el tiempo que acostumbran venir ¡os menstruos; y en uno ú otro caso se menudearán ¡as bebidas diluentes, y emenagogas suaves, y los baños de agua tibia. Si los narcóticos, y restringentes hubiefen suspendido el cur- so de los menstruos, se apelará á los remedios nervinos, f* antiepilepticos resolutivos. La segunda procatarsis tiene sus indicaciones particulares» Si los sustos hubieren causado 13 interrupción de la sangre, se hará pasar á la enferma un vaso de Vino mezcal tibio con infusión de toronjil, ó de vino blanco con un escrú- pulo de sal volátil de cuerno de ciervo, ó las bebidas cefáli- cas antihistericas, y roborantes, repitiendo la toma según ta necesidad. Quando la debilidad originare este accidente, á mas de los aumentos nobles, usados con moderación, convie- ne tomar algunos vasos de vino generoso, con polvos de ca- nela y succino. Que si el histérico retardare el fluxo, se echa- rá mano de las bebidas antihistericas suaves, acompañadas de el láudano; y se establecerá el uso de los baños de agua tibia. Quando la procacidad se vá abatiendo, y las mugeres por la edad pierden sus menstruos, comunmente padecen bo- chornos, y irritaciones de sangre. Es preciso entonces san- grarlas cada tres ó quatro meses, y privarlas del vino, y de la carne abundante y grasosa, haciéndolas tomar de tiempo en tiempo algunos purgantes antihistericos. MORBI* 243 Remedios suaves que mueven los menstruos. LA infusión de las flores de la mercadera, ó de las túni- cas, ó pellejitos de las almendras: los cocimientos de las yerbas de chicalote blanco, celidonia, poleo, altamisa, mejorana, mariola, raices de manzanilla, pegüame, y cinco aperitivas, &c. ítem: La manteca de coco con aceyte de azafrán, un- tada en el vientre, y en las caderas. ítem: Diez ó doce gotas de petróleo, tomadas con vino; ó una dragma de polvos de achote. ítem: Los termas calcíferos. Emenagogos, ó remedios fuertes que arrempujan las Reglas de las mugeres. T^L tepachi de pina: el vino mezcal tibio: los cocimientos J_> de cortezas de taray, con raices de peregil, y corazones de zanahoria: las gotas antihidropicas del numero ochenta y tres: los emenagogos del numero ochenta y cinco: los temaz- cales: los termas sulfúreos: el exercicio constante á caballo: ó las siguientes Pildoras emenagogas. TOMA de azafrán de marte azucarado, trociscos de mir- ra, y ingo quince granos de cada uno, de castor me- dio escrúpulo. Háganse polvos sutiles, y con xarabe de ajen- jos fórmense pildoras, á tomar la mitad en ayunas, y la otra mitad de noche al acostarse, continuándolas por algunos dias. MORBI Las Enfermedades tienen su asiento en los soli- dos, ó en los fluidos. Los males, á que están sujetos los prime- ros son: debilidad, rigidez, irritación, inmobilidad, solución, relajación, y corrupción de las partes. Los padeceres de los flui- dos son: abundas, inflamaciones, crudezas, acrimonias acidas y alcalinas, alteraciones extrañas, y corrupciones. La debilidad ttee caimiento de fuerzas, impotencia para los movimientos y acciones voluntarias, ahilamiento de estomago, inapetencia, latido, sufocación, toz, afectos reu- mati- 244 MORBI. maricos, dolores de cabeza, pulso tardo, y frialdad de los ex- tremos. Se cura con alimentos nobles, y de fácil digestión, ministrados en el principio en muy cortas y repetidas canti- dades; con friegas, y exercicios vector ios; con compresiones ligeras del estomago, y suaves ligaduras; con tópicos restrin- gentes, y robarantes; y con medicamentos espirituoso aus- teros, tomados con grande moderación y prudencia. La rigidez de los cuerpos se conoce por el aspecto se- vero, vida laboriosa, sequedades de la piel, interrupción de los excretos, ansias, concreciones, y sufocaciones. Se cura con sangrias, diluentes, laxantes, baños, quietud, y moderación en los alimentos. La irritación produce afectos convulsivos, contracciones, durezas tópicas, evacuaciones violentas, co- liquaciones, pujos, fiebres irritativas, dolores tensivos, y estre- ñimientos espasticos. Se remedia con sangrías, diluentes, ba- ños tibios, y remedios calmantes, y antiespasmodicos. La inmobilidad y insensibilidad de los nervios, como nacida de concreciones humorosas, inundaciones ycompresio» nes del celebro, ó interrupciones del fluido nérveo, origina so- pores, enagenamientos, letargos, epilepsias, apoplexias, pa- rauses, y semejantes enfermedades, las quales se curan con los remedjos irritantes, atenuantes, fundentes, evacuantes, sudoríferos, nervinos, atragentes, &c. La solución de las. partes infiere las heridas, luxacio- nes, fracturas, hemorragias, contusiones, mutilaciones, y ulce- ras, que piden la reposición, los auxilios roborantes astringen- tes, y los desinflamantes, digestivos, supurantes, y balsámi- cos. La atonía, ó floxedad de los'vasos causa encrudeci- mientos, diarreas, hinchazones edematosas, cacheXias, hidro- pesías, y otras mil enfermedades. Sus femedios son: la absti- nenciaen el agua, el uso de alimentos nobles y secantes, el exercicio, y los remedios digestivos, y roborantes. La corrupción de los solidos resulta de la gangrena, y esfacelo. Reparase con los medicamentos que animan las par- tes, quales son los alexíphar'rrfacos, acres espirituosos, y fuer- tes supurantes, maridados con la quina; ó en no consiguién- dose, con extirpar las partes muertas. MORBI* 245 Los fluidos pecan porque su volumen ?:e aumenta mas de lo que es justo, y entonces resultan atrácamientos, conges- tiones, pletf ras, hidropesías, apoplexias, afectos reumáticos, catarrales &c, que se curan con vomitorios, purgante?, san- grías, fundentes, estimulantes, y e/acua.ntes. Qe la inflama- ción ligera, ó mayor atrición de los fluidos nacen íos calores grandes, bochornos, ansias, incendios, y destemplanzas febri- les. Pero de las grandes inflamaciones resultan pústulas, di- viesos, flemones, abcesos, fístulas, llagas, cirros, cancros, do- lores agudos, y fiebres ardientes y sintomáticas. Estos niales en lo general se curan con sangrías, diluentes, resolventes, relaxantes, y regimeirtenue. '• Las crudezas producen entripamientos, bascas, vó- mitos, lienterias, celiacas, anorexías, obstrucciones, colores pálidos, blanduras délas carnes, hinchazones, cachexías, hi- dropesías, y semejantes enfermedades, Para curar estos ac- cidentes es necesario reducirse al uso de alimentos escasos, secantes, nobles, y de fácil digestión; á el mucho exerci- cio, particularmente á caballo, y en ayres libres; y á tomar regiminalmente los remedios digestivos, aperitivos, eméti- cos, atenuantes, y purgantes en cortas cantidades, y á lo ul- timo los estomacales roborantes. Las acrimonias acidas originan en el estomago y intes- tinos, cardialgías, cólicas, flatos, ahilamientos, erutos agrios &e; en lo restante del cuerpo, comezones, granos, llagas, destemplanzas, color amarillo, obstrucciones ckc. Los auxi- lios son: primero: la mucha abstinencia, principalmente en * las comidas agrias y fermentecibles. Segundo: el uso de los digestivos, estomacales-amargQs, vomitorios &c. De las acri- monias alcalinas pacen erutos nidorosos, amarguras, seque- dad y fetor de la" boca, desgano de comer, diarreas biliosas, calores grandes, fiebres &c. Los medicamentos para estas indisposiciones son abstinencia, diluentes, vomitorios suaves, laxantes, y baños. Las extrañas alteraciones de los líquidos, como ema- nadas de la afluencia de cuerpos exóticos, venenos, miasmas venéreos, ó ayres excesivamente frios, calientes, impetuosos, corrompidos, endémicos, epidémicos, ó pestilenciales, origi- nan 24<5 MORBI. nan todo genero de fiebres, enfermedades venéficas, vene- reas, &c, cuya curación se verá en sus respectivos títulos. La corrupción de los fluidos resulta de la violencia de aquellos males, que destruyen la textura de las paites así firmes, como fluidas. El modo de tratarla es el mismo que el de la gangrena, esfacélo, escorbuto, y petequias malignas. Pero la prudencia medica, y el tino practico para el acierto de las curaciones estriba en saber combinar las indi- caciones para poder satisfacerlas; que quando aun mismo tiempo no puedan cumplirse, se hará succesivamente, co- menzando por las mas executivas. Las enfermedades cróni- cas tienen tres auxilios generales, á saber: vida arreglada, traslación á climas diferentes, y exercicio prolongado. REMEDIOS PARA DISTINTAS enfermedades. Bebida que rompe los apostemas interiores. TOMA de cocimiento de la pulpa de cirial, por otro nom- bre guautecomate una libra, de xarabe de simiente de acocote dos onzas, de polvos sutiles de cebolla albarrana dos escrúpulos: mézclalo todo, y tómese en dos veces; freqüen- tando su uso si fuere menester. Polvos que rebientan los apostemas en la angina. TOMA de.diagridio, y mercurio dulce quince granos de cada uno: mézclense, y suerbanse en una cucharada de atole. Mixtura para las obstrucciones del vientre. MEzcla partes iguales de lexia de xabon, y de arrope de saúco, y minístrese media cucharada todos los dias, vacio el estomago. Xá~ MORBI. 247 Xarabe en los afectos asmáticos y viscosidades del estomago. TOMA quatro onzas de polvos sutiles de azufre, y pon los en una cazuela grande vidriada al fuego, meneándolos continuamente, hasta que se ponga rojo el azufre, y quiera pegarse en la vasija: entonces mézclale poco á poco, dos quartillos de aguardiente, ó de vino mezcal; y después que ha- ya suavemente hervido el mixto, cuélalo por. un lienzo tupi- do, y vuélvelo á la lumbre con una libra de azúcar en pol- vos, á que (lentamente cociéndose) tome la consistencia de xarabe. Enfríese, y guárdese bien tapado, para tomar en ayunas, y al caer de la tarde, un3 cucharada, por algunos dias. Xarabe de flores de duraznos que purga, y es propio en las obstrucciones, y lombrices. MUelanse en metate dos libras de flores frescas de duraz- nos, y pónganse en una olla de barro, con ocho quar- tillos de agua hirviendo. Dexese en digestión un dia entero: hervirá un poco, se colará, y se repetirán otras dos infusiones en la misma agua. Con esta infusión, y la azúcar necesaria hágase xarabe: enfríese, y guárdese. La dosis para perso- nas adultas es de quatro cucharadas. Comida para los que tienen el estomago frió, y encruelecido. Iquese cebolla cruda, y polvoréese de sal. Tómese con pan frió. Bebida en las tiesusas, ó dolores tónicos del vientre. TOMA media onza de xarabe de diacodion, de agua de torongü media libra, de las tinturas de succino, castor, y láudano liquido cinco gotas de cada una: mézclalo todo. Vi- p 248 MORBI.' Vino Mezcal, ó Mingarrote, que es util para las cru** de zas del estomago, desgano de comer, histérico, ac- cesiones asmáticas, y menstruos detenidos. ASense en barbacoa las pencas del maguey cimarrón, y bien machucadas entre unas piedras, échense en tinas, ó cueros grandes abolsados, hasta la mitad, llenando el vacio que queda, de pulque tiachique, fermentado con timbe, ó rai- cilla. Dexese el mixto en fermentación, hasta la decidencia del bagazo, y destílese. Vino de Tunas, ó Malvasia de la America, compa- rable con los mas generosos, suaves, y sanos vi- nos que se sacan de las uvas. SE pondrán á cocer las.tunas mondadas en peroles gran- des, á fuego mediocre, meneándolas continuamente, hasta que se fundan: cuélense por unos canastos, ó chiquigüi- tes grandes, á fin de que salga el sumo depurado. Hágase el arrope bien espeso, de manera que veinte arrobas de sumo queden en el cocimiento reducidas solamente á cinco. Tóme- se el sumo caliente, y en una tina grande hágase la mezcla, regulando por cada dos ollas de sumo, una de arrope: échese este mixto, antes que se enfrie, en barriles, ó pipas, y dexese fermentar basta que aclare la infusión. Colonchi, ó Colorado, que promueve' las purgaciones de la orina, y reglas de las mugeres; y aprovecha en la diarrea, latido, debilidad, y crude- zas del estomago. SE desharán con las manos en bateas las tunas mondadas, "se echarán en ollas grandes, mezclando á la infusión un pedazo de timbe machucado, y una hoja mediana de mazor- ca MORBI* 249 ca tostada: dexese fermentar, y á las veinte y quatro horas cuélese, y úsese. Sobre un poco de este caldo fermentado se repiten las infusiones de tunas machucadas para hacer nuevo colonchi, sin necesitarse ya del timbe, ni de la hoja de mazorca. Tepachi, ó Charape, cuyas virtudes convienen con las de el Colonchi. TOMA de pulque dos libras, de miel espesa, en consisten- cia de arrope, cocida con unos granos de anis, y hecha con panocha de medio color una libra. Póngase todo junto en infusión, con medÍ3 hoja de mazorca tostada. Dexese quatro horas fermentar, y tómese. Chicha, ó Cerveza de maíz, para los mismos fines. TOMA lo que cabe en ambas manos juntas de maíz prie- to, y otra tanta cantidad de cebada, tostadas ambas co- sas en comal, y martajense en un metate. Muélase aparte una pina con sus cascaras: estos simples mézclense con seis, ú ocho quartillos de agua, y póngase todo junto al sol en una olla vidriada, por quatro ó seis dias, ó hasta que se perciba su fortaleza: cuélese la infusión, y añádasele un vaso de agua en que se hayan desleído de canela, clavos de especia, y nuez moscada el peso de dos reales de cada cosa, y enduícese con azúcar. Suero de mostaza, fundente en la chlorosis, reumatismo, parálisis, iSc. TOMA de leche, y agua una libra de cada cosa. Pónganse juntas á la lumbre en una olla grande vidriada; y en co- menzando á hervir, mézclensele dos onzas de mostaza marta- jada: dexese cortar bien la leche, y cuélese por un cedazo. Suero de alumbre, restringe?ite en la diabetes, y en el fluxo inmoderado de los meses. SE hace de la misma suerte, que el de mostaza, mezclan- do á cada libra de leche, y de agua, media onza de polvos de alumbre. Ii Ex- 2 gO MORBI. Extracto vegeto-mineral^ ó vinagre de saturno. npOMA de polvos sutiles de greta de oro quatro libras, de JL vinagre de vino, ocho. Pónganse en una cazuela de bar- ro vidriada, á fuego regular por una hora, meneando conti- nuamente el mixto con una cuchara de palo: apártese, y de- xese asentar por otra hora, para filtrarlo tres, ó quatro veces por un lienzo tupido. Caldo de pollo aperitivo para las durezas renitentes de el vientre, escorbuto, lazarino,y enfermedades habituales del higado, y del pecho. REyenese un pollo mediano, libre de entrañas, pies,- ca- beza, y plumas, con verros, yerba del pollo, y semi- lla de cardo santo: póngase en una olla con diez quartillos de agua, y cuezase, hasta que queden doce tazas de caldo: cué- lese por un cedazo, y tengase en el sereno toda la noche; por la mañana volverá á colarse por una servilleta mojada y do- blada, á que quede un caldo ligero para usarlo por bebida ordinaria. Remedios para las convulsiones, baldamientos apo* plecticos, epilepsias habituales, y antiguos temblores de los miembros. POngase á macerar en medio vaso de agua una tomada de la yerba muitle, que es una especie de las que se saca el añil, y dexese por tres, ó quatro horas, ó hasta que se ponga la agua de un color morado; decántese, y échese nueva agua sobre el residuo, repitiendo las infusiones, hasta que la agua dexede tinturarse, Esta bebida ha de tomarse, sin calentarla, varias veces en el dia, en cantidad de tres ó quatro cuchara- das. En los actuales accesos de epilepsia, alferecía, apople- xia, y semejantes afecciones convulsivas, son provechosos los sahumerios de el comejé. Cou- MORBI* 2 51 Conservilla contra el fluxo blanco de las mugeres, . y gonorreas habituales. TOMA iguales partes de polvos sutiles de la cascara del Perú, goma de Sonora, y alumbre quemado, y amásalo todo con miel de azúcar blanca, á que quede una confección espesa. La dosis es una cucharada á mañana y noche. Bebida para la toz, y sequedades del pecho. TOMA media onza de la goma de tragacanto, y una libra de agua: hágase cocimiento, á que se ponga la agua mucilaginosa, y úsese en sorbiciones tibias. Sinapismos para, las plantas de los pies en las fie- bres, y accidentes graves de cabeza. TOMA quatro onzas de pao seco molido, dos de polvos de mostaza, un puñado grande de hojas de ruda¿ amásalo todo con vinagre, á que quede una poleada espesa. Polvos diuréticos. TÓrnense partes iguales de la goma del nopal, y salitre puro; y háganse polvos sutiles. La dosis es el peso de medio real. Ungüento diurético, que es util para promover la ori- na^ y en la timpanites, gonorrea^ y tiesuras del vientre. TOMA una pella de unto de puerco, y ponía á cocer con dos quartillos de pulque, hasta que esté perfectamente derretida: apártese de la lumbre, cuélese, dexese enfriar, y guárdese. Se untará todo el vientre, empeyne, ingles, y ca- deras. Lini- 2 52 MORBI. Linimento para resolver las secas, y tumores linfáticos. TOMAdeinxundiade vivoras una dragma, de espíritus de sal armoniaco un escrúpulo: mézclalos, y frótense las partes. Linimento para los miembros reventados^ y pasmados de frío. TOMA iguales partes de balsamo de saúco, y aguardien- te, y mézclense á la lumbre, para untar los miembros pasmados. Balsamo de saúco para las convulsiones, miembros frios, gota, y perlesía. TOMA de alucema, ruda, romero, salvia, y manzanilla un puñado de cada cosa, de aceyte de comer, y sumo de saúco una libra de cada uno: cuezase todo hasta la consun- ción de la humedad, y cuélese. Balsamo de Maguey, para las heridas. TOMA de sumo de pencas asadas de maguey quatro li- bras, de flores secas de romero una libra: cuezanse jun- tos, hasta la consistencia espesa, y dexese enfriar el balsamo para colarlo. Balsamo para las herí das, y llagas antiguas cancros as, y gangrenosas. TOMA quatro onzas de aceyte de trementina, y dos de sal de saturno. Pónganse al fuego, meneando la mixtión, á que se vuelva róxa;entonces mézclese media onza de alcan- for, hecho polvos: apártese, y dexese enfriar. Ela- MORBI. 253 Balsamo de G-eneviéve para las heridas, ulceras gan- grenosas, y mordeduras de animales venenosos. TOMA de agua rosada, y de cera amarilla hecha pédazi- tos media libra de cada una, de aceyte fresco de comer tres onzas, de vino tinto tres libras, de polvos de sándalo ru- bio dos onzas: cuezase todo junto en una olla grande vidria- da, por espacio de media hora, meneándolo continuamente con una espátula de palo, y mézclesele al fin una libra de tre- mentina blanca: apartado el mixto de la lumbre, y estando yá casi frió, incorpóresele dos dragmas de alcanfor. Dexese cuajar, y viértase la agua que hubiere en el fondo del vaso; y guárdese el balsamo en un bote de barro bien tapado. Balsamo para las ulceras cancerosas. TOMA seis onzas de aceyte de linazas fresco, y dos de ce- ra blanca derretida, y incorpórense fuera de la lum- bre: en estando frió el mixto, se vertirá sobre una tabla lisa, y mediante la trituración, se le mezclará exactamente una onza de tintura de opio. Emplastro para las durezas glandulosas. TOMA de los sumos de amapola, veleño, y yerba mora quatro onzas de cada uno, de cera blanca media libra, de pez blanca una onza, de aceyte rosado dos onzas. Hágase emplastro según arte. Ungüento ^ontraformicaj/tj en las picaduras de ani- males, sarna, empey-nes, y mezquinos. TOMA de polvos sutiles de sublimado corro'sivo dos drag- mas, de vermellon dos onzas, de manteca de puerco quanto baste: mézclese todo, á que quede en consistencia de ungüento. Un- 254 MORBI. Ungüento chlorotico,para el color pálido de las mugeres, y supresión de sus Reglas. TOMA de cocimiento compuesto de antimonio dos libras, de los sumos de poleo, apio, y raices de calabazilla del cerro tres libras de cada uno, de cera media libra, de aceyte de azafrán quatro onzas. Cuezase todo junto, hasta que se consuma la humedad; apártese de la lumbre, y en estando casi frió, mézclese lo siguiente: de polvos sutiles de goma amoniaco, ingo, trociscos de alhandal, trociscos de mirra, antihectico de Poterio, y sangre de cabrito, una onza de cada cosa, de alcanfor dos dragmas. Ungüento de las Llagas. TOMA de trementina blanca pura, y de aceyte rosado do» libras de cada cosa: incorpórense á la lumbre* y en estan- do el mixto casi frío, se le mezclará lo siguiente, hecho pol- vos sutilísimos: de albayalde media libra, de cendradaquatro onzas, de greta, y capitaneja, dos onzas de cada cosa, de al- canfor, alumbre quemado, antimonio crudo, y azibar, media onza de cada uno. Ungüento de Rábanos, util para las obstrucciones, hidropesías, aparatos del vientre, y mens- truos detenidos. TÓrnense tres libras de cortezas de rábanos, y dos de sus hojas: muélanse en un metate, y con quatro libras de orina de personas sanas mézclese el mixto, y dexese podrir por algunos dias al suave calor de la lumbre: exprimase, y en la coladura revuélvase una libra de sebo, de cabrito, y otra de manteca de puerco, media libra de raspaduras de xabon, tres onzas de aceyte de almendras amargas, y dos de hiél de toro: cuezase todo á fuego manso, á que consuma Ja hume- dad, y apartado de la lumbre, mézclensele quatro onzas de ungüento de agripa. Reme- MUERTE APARENTE. 2 55 Remedio que facilita el régimen del vientre, y convie- ne d las histéricas, obstruidos, hipocondriacos, y reumáticos, y en los enfermos de fibra tiesa', y sangre corriosa. T^OMA de leche de Mechoacán dos onzas. Háganse diez y seis partes iguales, á tomar una cada tercero dia, va- cio el estomago, en un vaso de caldo del pollo aperitivo. . Remedio en el ahoguío. TOMA de ungüento de altea dos onzas, de aceyte de lina-. zas frito con cochinillas una onza, de esperma de ba- llena dos dragmas: mézclese todo; y úntese el pecho con esta untura bien caliente, polvoreando tamo de maiz sobre la un- ción, y extendiendo á manera de lienzo por encima unas te- larañas. Agua para emblanquecer la cara. TOMA dos onzas de azogue, y quatro de agua clara. Há- gase la solución, y añádanse dos libras de sal blanca de colima, y dos dragmas de sal de tártaro, disueltas ambas en a^ua limpia: Dexese asentar el mixto, y decántese muchas veces, para frotar la cara, humedeciendo un lienzo. MUERTE APARENTE, ó Sufocación, es un estado de amortecimiento, en que los cuerpos quedan por algún tiempo privados de las acciones animales, y vitales, quales son los movimientos, y sentidos, pulso, respiración, y excre- tos naturales, teniéndose en el común sennr por muertos. La causa inmediata es la suspensión de la fuerza vital, ó natural contradi ¡idad del corazón y vasos de la sangre. Las antece- dentes son la fáltale resistencia en los solidos para mante- ner su irritabilidad, y en los líquidos su fluxibilidad. Las efi- cientes son las sufocaciones: primero: por las causas de las apoplexias, histéricos, y desmayos. Segundo: por anegacio- nes, v ahog:>mientes en agua. Tercero: por apretamientos externos de la garganta. Quarto: por humos de cosas quema- das. 2 5<> MUERTE APARENfi. das. Quinto: por vapores vinosos. Sexto: por exhalaciones de parajes corrompidos, como minas, sepulturas, pozos, y luga- res subterráneos. Séptimo: por rayos. Odavo: por el frió in- tenso. Noveno: por el nacimiento dificultoso, ó de madres trabajadas. A los anegados se les hincha notablemente el pecho, lo que proviene de el ayre interno enrarecido, faltando la gravitación de el atmosférico. También se Jes pone la cara abultada, y amoretada, y la lengua gruesa, y muchas veces salida de la boca, por la opresión de los pulmones, délo qual resulta la llenura, y dilatación de los vasos superiores. Esto ultimo se observa muy frecuentemente en los ahorcados. En los infantes se vén también la cabeza, y cara amoretadas, por estos mismos principios. La sufocación por humo ó exhalaciones corrompidas nace de la constricción que se induce en los canales espiríta- les, ó respiratorios. Los rayos causan muertes aparentes, asustando, golpeando, sufocando, ó hiriendo. El susto se ori- gina de el improviso y violentísimo ruido: el golpe, de la im- presión que hace el ayre, fuertemente empujado: La sufoca- ción, de las partículas salino-azufrasas de que se carga el ayre que se respira; y las heridas, de la percusión, y pene- tración violenta que hace el rayo en los cuerpos. Final- mente, el frío excesiva, estrechando, y apretando los vasos, y condensando los líquidos causa muchas veces esta enferme- dad. Quando el cuerpo que es tenido por muerto mantiene sus miembros flexibles; los tomates de los ojos están llenos y redondos; y no despide olor cadaveroso (precediendo las cau- sas^ violentas que hemos apuntado ) ha de creerse que no está exánime, ó verdaderamente muerto. Mas en siendo la muerte resulta de una larga, ó poderosa enfermedad, en que se cono- ce haberse destruido, ó corrompido la armonía, enlaze, y na- tural texido de los solidos, y fluidos; si el cuerpo tiene un olor de muerto; si los ojos se aplanan, empañan y hunden; si el vientre adquiere una elevación timpanitica( efedo del ayre que se desprende de los humores, por su mucha y grande pu- tefraccion;)y el cuerpo todo vá adquiriendo una succesiva infle- MUERTE APARENTE. 2$7 inflexibilidad, ó tiesura, poniéndose por grados pálido,ama- rillo, obscuro, cárdeno, y verdioso, no debe dudarse de fá muerte. Medios generales para hacer volver a los cuerpos que son tenidos por muertos. PRimero: háganse friegas generales y constantes por mu- chas horas, con paños calientes sahumados de aluzema, salvia, romero, estoraque &c; y en los pies, con cepillos de cerdas. Segundo: sóplense constantemente, y con esfuerzo, boca con boca^ ó mediante un ancho,canuto, los pulmones del paciente, tapándole primero las narices (habiendo mas- cado antes el artifice ambir salvia, poleo, ú otra droga pican- te y nervina). Tercero: insúflense á las narices los polvos erri- nos cefálicos. Quarto: apliqúense por dentro, y fuera de las narices losespiritus de sal armoniaco urioosos, ó el aguar- diente refino. Quinto: foméntese el cuerpo con las aguas es- pirituosas del numero quarenta y dos; ó háganse los sahume- rios del comejé; pero excúsese el hacer pa>ar al enfermo co- sa alguna bebida. Sexto: eledrizese á el paciente, ó cauterí- censele la nuca, y las plantas de los pies con fierros calientes, ó encendidos. Séptimo: pradiquense las chinanas, aplicando después una cala fuerte. A los desmayados,apopléticos, y his- téricas se hará la cura que propusimos en sus títulos. Los anegados se desnudarán con brevedad, y pondrán en abrigo; se cubrirán con cenizas, arena, ó sal, calientes; se les.introducirá humo de tabaco por el ano, en forma de laba- tivas; se les harán los soplos por la boca; se sangrarán las venas del pescuezo; y se practicarán los demás medios comu- nes. Que en habiendo señales manifiestas de vida se usarán las bebidas de el numero veinte y quatro, y los lamedores discu- cientes de el numero ciento y diez. A los ahogados por lazo. 6 ahorcados se harán fomen- tos emolientes á la garganta; sangrías (sin venda) en las yu- gulares, ó en no pudiéndose, en los brazos, y pies; ( prece- diendo frotaciones con paños ásperos, y calientes al paraje Kk que 25 & N-ARIUM MORRE. que ña de sangrarse) los soplos por la boca;* y los remedios de la apoplexia sanguínea. Los sufocados por humo, 6 exhalaciones venéficas se sacarán del paraje infestado 1 un ayre libre, y sano;, se les fearária insuflación por la boca, y se pradácarán con ellos los- auxilios que propusimos para el encarbonamiento en el titulo Cefalalgia. A los exánimes por vapores vinosos se hará la cura de la embriaguez. Los sufocados por exJoahwiones corrompidas en parajes subterráneos-se curarán como los encarbonados;. Para preservarse de la sufocación en semejantes lugares- ha de purificarse el ayre,. quemando» pólvora, y después se cu- brirán las gentes la cara y la cabeza, con balletas mojadas en \dnagre, para determinarse á entrar á dichos parajes. En lamuerte^ aparente que. causan los rayos- por puro> susto se instituiráel método curativo de elcatalepsis, y mié*- do:, el golpe se cura como las grandes contusiones: la sufoca- ción, como los ahogados por exhalaciones corrompidas: y las heridas como las graves quemaduras. Pero en todos estos ca- sos.no han de faltar los cordiales antipútridos* ni los. reme- dios comunes que hemos apuntado. A los que se hallan yertos por un< sumo; frió • (retiran- dofos primero del ayre frío,.y libre) se íes cubrirá todo el cuerpo de níeve,.hasta que ten señales de revivicencia. En- tonces se les harán friegas con paños levemente calentados; seles-ministrarán algunas cucharadas de vino generoso;.y se procurará suavemente el sudor,, freqüentando en bebida la infusiont.de flores de saúco, con polvos de contrayerba.. Los infantes que nacen sufocados se bañarán con vino- tibio; se envolveránen lienzos doblados; se les harán friegas constantes, y largas por todo el cuerpesito, con paños sahu- mados de salvia;se les untarán por dentro' las narices, y bo- ca con ambir deshecho en aguardiente; y sobre todo se prac- ticarán los soplos por Ja boca. N ARIUM MORBI. Las enfermedades de las Narices Bias comunes y propias á estas partes son: iapazones, infla- maciones, ulceras, pólipos; daños del olfato^, y estornudos; %&taptazm nace: de el encrudecimiento de lariinfayque para. HARIUM MORBI. 5 59 humedecer estas partes separa la túnica pituitaria», io qual sucede en la ¿oriza: de la consunción, escasez, ó tenacidad u ¡encía, ó herpes miliar de lo interior dejos parpados. Epiphoru es un fluxo continuo,.- y involuntario de las lagrimas. Naca de la relaxacion, ú obstrucción del saco, y puntos lacrimales, ■ Er.cantbis es la excrecencia de la carúncula lacri- mal, Mgjdops la ulcera del canto interno del ojo. Fístula la- chrimalis la ulcera honda, que ha penetrado hasta el saco lacrimal, la qual en apretándola, despide muchas puses. An- chylops es el abceso que se forma en la carúncula lacrimal. Anchyloblepbaron, el cerramiento de los parpados. Dimana de ias lagañas, ó lagrimas espesas, que se enredan en las pes- tañas. Hordeolum, la Perr/lla es un tumorsillo inflamatorio en los margenes de las palpebras. Unguis, la Uña es una excrecencia, ó película que nace sobre la adnata por uno, u otro ángulo del ojo, la qual va creciendo poco á poco; que en llegando á cubrir la pupila, se nombra Paño. Sugiiatio, la mancha azul negra, ó encar- nada, que está sobre ia cornea. Tiene el génesis de los car- denales. PhilSlénce^ las pustuliüa%ó vexíguillas sobre los ojos. EST RABÍ S MUS. 2ÓQ oj'o<:. Hipopion, la Supuración. Miocephalon, staphíloma, el Clavo, ó la Procidencia de la uvea es un grano prieto que so- bresale en la cornea, correspondiente á la niña de los ojos. Nace de la excidencia de la uvea por la misma prunela, y ro- tura de la cornea. Resultas comunes de los abcesos, ulceras, golpes, heridas, ó espinas clavadas en los ojos. Estrabismus, la Viscura es aquella enfermedad en que iospacientes no mi- ran redámente, sino por un lado. La causa es la remoción de la pupila de el medio del ojo, por la convulsión, ó perlesía de los músculos que mueven el tomate. Cataraña, Hipochima, Suffusio, la Catarata es uaa nubécula que se observa en la pupila, ó detrás de ella, comunmente blanca, la. qual en llegando á compreheoder todo el iris, adquiere varios colores. La causa inmediata es la densidad, ó disolución del humor cristalino; ó la opa- cidad, y excrecencia de la túnica aragnoides, que le sir- ve de involucro. Leucoma, Albugo, la película plana, 6 -prominente en el fondo, en figura de perla, situada entre las membranas esclerótica y coroidéa, por delante de la pupila. Nace de la cooc.receo.cia del humor aqueo. Glaucoma, la te- la entre verde y blanca que se aparece tras de la uvea. Origi- nase de ia espesura del humor vitreo. Amaurosis, la Gota serena es aquella enfermedad en que estando ciaros los ojos, nada se mira. Resulta de la obs- trucción de los nervios ópticos. El Encandilamiento es la fal- ta de vista que se siente al pasar de un lugar luminoso á otro obscuro. Proviene de la constricción de la prunela, nacida de la impresión fuerte que hicieron en ella los rayos luminosos. Amblijpia,la Vista caliginosa es el empañamiento de los ojos. Procede de la interpos.cíon de algunos cuerpos extiaños sobre la conjuntiva. NiSialopia se llama aquel accidente, en que al entrar de la noche, se obscurece ia vista. La causa es la espesu a de la serosidad que iubriíaca los ojoí. Miopía es quando la vista se minora de suerte, que solameote se vé en acercándose los objetos á los ojos. Esto nace de que los-rayos visuales se reú- nen antes de llegar á la retina, lo qual dimana de hallarse la lente cristalina distante mas de lo que debe ser de su foco. Pres- 2~0 OCÜLÓRUM MORBI. Presbin/nt es la enfermedad contraria, esto es, quando única- mente desde lexos se perciben los objetos. Origínase de que el cono visual termina mas allá de la retina, por estar muy próximo el humor cristalino. Visus hebetudo, la Debilidad de la vista viene de la escasez de los espiritus animales, ó de la opresión de los humores. Opthalmia, Lippitudo, es la inflamación de los ojos. Sus efedos son: calor, rubor, ardor, hinchazón, destemplan- za febril, fluxo abundante de lagrimas, sentimiento de arenas en los ojos, ampliopia, &c Las causas son las que dexamos dichas en el título inftammatio. Quando Iase*osidadque hume- dece el globo llega á espesarse, deteniéndose en ei saco y puntos lacrimales, se impide el curso de la sangre, venosa, y entonces resultan muchas lagañas; las pestañas se pegan, los margenes de los parpados se hinchan, hay comezón en ellos, la adnata se pone rubicunda, y se agravan los dolores al caer de la tarde. A esta especie de inflamación llama el vulgo Pasmo de los ojos, y nosotros le llamaremos Inflamación veno-- sa, la qual es preciso saber distinguir de la optalmia verda- dera, por que pide distinta curación. En las fiebres son malos signos el horror á la luz, y el fluxo de lagrimas involuntario. Los ojos iracundos, y ñxos en Un objeto anuncian el delirio. Los ruburosos manifiestan la inflamación del celebro, ó del vientre. Los blancos, retraí- da la uvea, y la ambliopia, en los males agudos del pecho, pronostican la muerte. NUMERO CIENTO T QUATR.O. Curación de los males de los Ojos. EN ía curación de las enfermedades de los ojos ha de pro- cura rse tener descargado el vientre; usar cíe viandas no- bles, y ligeras; e.scusar la luz desembarazada, y los vapores acres, las grandes cenas, el mucho vino, las vigilias inmode- radas, el leer demasiado, fixar la vista por 'argo rato en tm objeto, (particularmente blanco) el ayre frío, los calores ex- cesivos, y los remedios adualmente frios, ó muy secantes. El OCULORUM MORBI. %7 l El Graudo se cura frotándolo diariamente con la sali- va tomada en ayunas, ó aplicándole los emplastros atenuan- tes. El ESlropion, y la Lagopthalmia, con ios remedios ner- vinos, antisépticos, y restriñientes. LaTrachomates, con los desinflamantes metálicos. La E piphora, con los restringentes, confortantes, y remedios derivantes, quales son las purgas, y las fuentes. La Encantbis, con los astringentes suavemente rodantes. La M%llops, con los abstergentes, y consolidantes. La Fístula con Tos optalmicos que limpian, y embalsaman; ó con la operación de la fístula. El Anchllops, con los que ablandan y deshacen.Ei Anchiloblepbaron,con los emolientes. En ia Perrilla aprovechan al principio los remedios siguientes: las moscas comprimidas, y frotadas por el ano; la°cebada mascada en ayunas; la pulpa de manzanas asadas, y polvoreada de azafrán y alcanfor; y los emplastros atenuan- tes. Que en estando rebelde, se humedecerá con los remedios que desinflaman, y suavisan los dolores; y después se tocará superficialmente con una aguja ardiendo, ó con la piedra in- fernal. Últimamente se reblandecerá y excidirá la escara con los emolientes; aplicando después la mantequilla fresca con los polvos de atutía. La Uña y Paño deben tratarse con los astringentes ro- dentes. Las manchas lívidas, con los desinflamantes metálicos, con los que ablandan y deshacen, ó con Jas-que limpian y secan; igualmente que las Flifóénas, el Hippopion,y el Cla- vo. Sí alguncueroo extraño, ó espina sutil se hubiere entra- do, y fixado en la adnata, ó esclerótica, se harán las siguien- tes diligencias: se soplará el ojo con esfuerzo, fomentándolo de tiempo en tiempo con los remedios optalmicos que des- inflaman, y suavisan los dolores; se frotará con un pedazo de carne d# vaca fresca,ó no consiguiéndose elefedo, con un ro- llo de cabellos; ó finalmente se untará con una pluma suave la siguiente Un- 272 CATAR ACTA. Untura para las espinas clavadas en los ojos, y para las nubéculas en la optalmia. TOMA de ungüento populeón una onza, de azúcar de sa- turno media dragma, de albayalde medio escrúpulo, de alcanfor seis granos, de vinagre de saturno y rosado medio escrúpulo de cada uno. Hágase nutrido. En ei Estrabismo sita do reciente, se acostumbrará el enfermo á mirar por unos cilindros teñidos por dentro de negro, puestos rectamente, á manera de alpargatas, en los ojos. Que siendo el mal convulsivo, se aplicarán á las sienes unos parches de ambir en hojas de naranjo, y se usarán inte- riormente los atenuantes cefálicos. La Catarata, Leucdma,y Glaucóma estando maduras las telas, se curan con la depre- sión, ó con la extracción. Mas en no siendo muy antiguos estos males, se probarán los remedios que descargan la ca- beza tomados por las narices, el babeo, las, fuentes, y Jos atenuantes cefálicos. En la Gota serena se pradicarán las fuentes, los sedales, los atenuantes cefálicos, los remedios que descargan las narices, y los que aguzan la vista. El En- candilamiento se remedia con estarse el paciente por un rato dentro de un quarto obscuro. Tópicos para la vista empañada. SE lamerán ios ojos con la lengua de una persona san3en ayunas. líem: Toma de polvos sutiles de atutía, y de hueso de gibia un escrúpulo de cada uno, de vino blanco una onza: mézclense. Escurrase un poquito en los ojos de tiempo en tiempo. • La Kidíalcpia se tratará con los optalmicos que agu- zan la vista. La Miopía, y Presbiopa se curan con anteojos. En la primera han de ser cóncavos, y en la segunda conve- xos. Los vidrios convexos vuelven los rayos visuales con- vergentes, esto es, los acercan; y los cóncavos los hacen di- veigtntes, ó los siparan. La debilidad de ia vista, siendo era- OCULORUM MORBI. 2^3 gravativa se cura con evacuantes; mas en siendo positiva, ccn los remedios que aguzan la vista. En la Optalmia ó inflamación reciente de los ojos se harán las evacuaciones de sangre que fueren necesarias; se ministrarán las minorativas frescas; se aplicarán cada quar- to de hora los tópicos que desinflaman, y suavisan los dolo- res; y se menudearán los pediluvios, labativas, y bebidas fres- cas. Pero la inflamación venosa se cura con los optalmicos que despasman los ojos. En la antigua optalmia se divertirá el humor con los sedales, y las fuentes; y se ccmbatirá por dentro con atenuantes cefálicos. Los remedios que son pro- pios á los ojos se llaman generalmente optalmicos. Optalmicos nervinos antisépticos restringentes. TOMA de aceyte rosado onfacino una onza, de el de man- zanilla media onza, de polvos sutiles de rosa dos drag- mas, y una clara de huevo: mézclese todo, y úntese con plu- . mas. ítem: De pepitas de membrillo un escrúpulo, de go- ma de tragacanto medio escrúpulo, de las aguas rosada y de toronjil dos onzas de cada una. Hágase infusión mucilagino- sa, y colada, instílese en los ojos. Optalmicos desinflamantes metálicos. LA agua vegeto-mineral: los polvos de albayalde, y atu- tía; ó el Ungüento Santo. TOMA de ungüento rosado una onza, de polvos de atutía una dragma, de alcanfor siete granos: mézclalos. Optalmicos restringentes. TOMA de agua de lantén dos onzas, de polvos sutiles de alumbre una dragma: mézclense. ítem: De vinagre de saturno una onza, de espiritus de vino media onza, de agua rosada quatro onzas: mézclense. . ítem: De rosa seca un puñado, de vino carlon medio quartillo. Hágase infusión. Mm ítem: 274 OCULORUM MORBI. ítem: De polvos de alumbre una dragma, y una cla- ra de huevo. Cuezanse medianamente en una cazuela vidria- da para aplicar la pasta á los ojos. ítem: De polvos sutiles de vitriolo blanco una drag- ma, de alumbre un escrúpulo, de agua rosada media libra: mézclalos.. Oftálmicos astringentes, suavemente rodenies. TOMA de acíbar quatro granos, de cardenillo dos granos, de las aguas de lantén y rosada, y de vino blanco dos cucharaditas de cada cosa: mézclese todo muy bien^ ítem: El sumo de los garambullos verdes: las vainitas. del yondiro asadas: Toma de azúcar candir y vitriolo blanco, un escrúpulo de cada cosa: métanse en una clara, de huevo cocida; y macérese el todo en media taza de agua rosada. Deshágase, y exprimase por un lienzo, p3ra labar los ojos. Ítem: Los polvos sutiles de cascarones de huevos.. Miel optamica rodéate. TOMA de sumo de limas quatro onzas, de azúcar candi dos onzas, de polvos sutiles de romero, y de alumbre media onza.de cada uno. Cuezase todo junto, hasta la consis- tencia de mieL Cuélese, y guárdese, para hechar unas, gotas á mañana y noche en los ojos. ítem: La sal arra.oni.aco en agua rosada,'y los optal- micos restringentes.. ítem: La. Piedra Divina. TOMA de polvos sutiles dé salitre puro, piedra lipis, y alumbre media onza de cada cosa. Pónganse en un cri- sol al fuego de fusión. En estando el mixto derretido, se le mezclará una dragma de alcanfor raspado, y se apartará in- mediatamente de la lumbre. Yá frió, se sacará del crisol, y se guardará entre papeles para usarlo, deshaciendo unos granos en. agua rosada* Optal- OCULORUM MORBI. 2^5 Optalmicos que limpian y secan. LOS astringentes suavemente rodentes: los restringentes: el cocimiento, ó los polvos de capitaneja. Balsamo para las fístulas recientes de los ojos. TOMA de polvos sutiles de incienso, mirra, y acíbar dos dragmas de cada uno, de aceyte de hipericón quatro onzas. Cuezase todo junto, y apartado de la lumbre, mézcle- sele una yema de huevo. Exprimase la fístula dos ó tres ve- ces al dia, y métase una mechita mojada en este balsamo. Siendo la fístula callosa, ó muy profunda, no se excusa la in- cisión. Madurativo en los tumores de los parpados. TOMA de cebolla asada y pistada y de harina de linazas partes iguales. Cuezanse en unto de puerco, á que se ha-. ga cataplasma. Optalmicos emolientes. TOMA el mucilago de simiente de membrillos, hecho en agua de esperma, de ranas, y labense los ojos de tiem- po en tiempo. Lo mismo puede hacerse con el cocimiento baboso de linazas, ó con el tercero de alholbas. Optalmicos que ablandan, y deshacen. LA piedra divina en leche de mugeres, la sal armoniaco deshecha en agua de esperma de ranas, los polvos suti- les de cochinillas, batidos con mantequilla: el sumo de navos con azúcar candi. Optalmicos que desinflaman, y suavisan los dolores. LOS sumos de yerba mora, y siempre viva con agua rosa- da: los tomates frescos: la miel virgen: el cocimiento de linazas con un poquito de vinagre de saturno. ítem: De Cabezas de amapola b)anca con semilla, y de flores de violetas dos tomadas de cada cosa. Cuezanse en leche, 2*¡6 OCULORUM MORBI. leche, á que se espese el mixto, para aplicarlo en forma de cataplasma. ítem: Toma la pifpa de camuesas, cocidas en leche y amásala con un poquito de aceyte y vinagre rosados. Apli- qúese tibia en lienzos delgados. ítem: De leche de pechos dos onzas, de trociscos blancos de Rasis media dragma: mézclalos. ítem: En la optalmia catarral, toma: de trociscos blancos de Rasis sin opio un escrúpulo,-de azúcar de saturno medio eScrupulo, de las aguas de hinojo, y manzanilla una onza de cada una, de espiritus de vino alcanforado media on- za; mézclalo todo. Polvos que descargan la Cabeza, tomados por las Narices. TOMA de azúcar candi un escrúpulo, de turbit mineral dos granos. Para una toma. ítem: De polvos sutiles de alucema tres dragmas, de cebolleja una dragma, de rosilla un escrúpulo, de vinagre ro- sado veinte gotas: mézclalo bien todo. ítem: De polvos sutiles de cebadilla media onza, de aceyte de salvia medio escrúpulo: mézclense. Optalmicos qite limpian la vista. TOMA de polvos sutiles de azúcar candi una dragma, de atutía media dragma, de hueso de xibia un escrúpulo, de vitriolo blanco medio escrúpulo: mézclalo todo. ítem: De polvos sutiles de rosa una dragma, de vitrio- lo blanco media dragma, de alumbre un escrúpulo; méz- clense. Polvoréense los ojos á mañana, y noche con un poqui- to de qualesquiera de estos polvos. ítem: La azúcar candi en sumo de navos. ítem: De polvos sutiles de la piedra divina un escrú- pulo, de agua rosada una onza: mézclense. Optal- OCULORUM MORBI. 277 ' Optalmicos que aguzan la vista TOMA de polvos de incienso, y de succino media onza de cada uno, debenjui dos dragmas: mézclense; y quémense uc poquito de estos polvos, para recibir su humo en los ojos. Ítem: Los polvos de hueso de xibia en vino blanco. ítem: Toma cogollos de ruda, y métanse en una redo- ma, echando encima vino blanco, á que sobrepuje un dedo. Póngase al sol por ocho dias, para instilar á mañana y noche en los ojos. ítem: El Balsamo de romero. TOMA flores de romero, y ponías en una redoma, dentro de estiércol, por muchos dias, hasta que nade el licor. Sepárese por inclinación, y guárdese en un vaso bien tapado, para echar de noche unas gotas en los ojos. Remedios que despasman los ojos. '&'■ TOMA estafiate fresco, y cuezelo en orines, á que se haga cataplasma, para aplicarlo bien caliente, envuelto en un lienzo delgado, rociando por encima un poquito de aguar- diente. ítem: La leche del chicalote, frotada á los parpados. Ítem: Una raja de ocote encendido se derretirá sobre un poquito de unto de puerco, para untar los ojos con plumas suaves: el vino mezcal tibio: la infusión de las flores de San «Juan: el Vdljí. TOMA de cocimiento de cogollos tiernos de el árbol de mezquiteprieto, y de miel virgen partes iguales: cue- zanse, á que se haga conservita espesa, para desleír una po- quita en agua tibia, y escurrir en los ojos. Optalmicos atenuantes cefálicos. JL/A infusión del muitle, que apuntamos en el titulo morbi. Ítem: 2f8 ORIS MORBI. ítem: Un escrúpulo por dosis de los polvos esternuta- torios de rosilla, tomados en infusión de semilla de hinojo, ó de flores de manzanilla. ítem: Las gotas antihidropicas del numero ochenta y tres. Es de advertir que los remedios atenuantes, funden- tes, aperitivos, diluentes, &c, indicados en los males habitua- les, deben continuarse con paciencia, por mucho tiempo. Fal- tando esta, comunmente se abandonan los mas eficaces, y oportunos auxilios, como inútiles. ORIS MORBI. Las enfermedades de ia Boca que no están comprehendidas en otros títulos son varias. Aphonia es la privación de la habla. Su causa inmediata es la convul- sión, ó la parálisis de las cuerdas vocales. Comunmente es resulta de otros accidentes. En las enfermedades agudas, y en los graves dolores, las mas veces es mortal. La que sobre- viene al dolor cólico nace de colera: en los ebrios, siendo ge- neral la convulsión, es mortal. El Tartamudeo es de dos maneras, á saber: blesidad, y balbuciencia. La primera es aquel defedo de loquela, por el qual se sostituye una letra por otra, como quando se dice Ma- lia, por Maria. El origen es la blandura, ó imbecilidad de la lengua, no pudiendo esta competentemente dilatarse. La bal- buciencia es quando alguna letra se excluye, ó se duplica en la voz, como Pedo, en lugar de Pedro; didigo, por digo. Las causas son: movimientos convulsivos, 6 temblores que suce- den comunmente á los que están poseídos de una intensa frialdad, ú ocupados de un gran miedo, á los ebrios, febrici- tantes, y delirantes: la cortedad de la lengua dificultándose con esto, la presión contra los dientes; ó la crasicie, tumoro- sidad, sequedad, ó relaxacion de esta parte, lo qual impide sus evoluciones: el frenillo recogido, ó demasiadamente suel- to; y la división, mutilación, inversión, abultamiento, ó dure- za de los labios. Los balbos freqüentemente son iracundos. , El Fetor de la boca nace de las corrupciones de la sa- liva, y humores bronquial y esophagico: del calor demasia- do en el higado, ó pecho; y de las indigestiones del estoma- go. La Ránula, llamada -asi por parecerse al vientre de la Rana, ORIS MORBI. 279 Rana, es un tumor capsular, situado en las glándulas sublin- guales, y dividido ordinariamente por el frenillo, en parte diestra, y siniestra. Originase de la concreción de la saliva, mezclada con mucha sangre venosa. La lengua negra y áspera resulta de la espesura de los liquides del esófago, y primeras vias: la áspera y seca, del fuego de ios precordios; y la rajada y dolorosa de humeda- des acrimoniosas. La blanca denota sarros, y pegajosidades en el estomago. La lengua manifiesta el estado de las prime- rar viast en las fiebres dice como se halla la sangre. La fria en las enfermedades agudas es mortal. El que duerme con la boca abierta suele, en dispertando, hallarla muy reseca. El labio leporino-, ó pico de liebre es una abertura na- tural, ó provenida, en alguno de los labios, semejante á la di- visión que tiene la liebre en el superior. Las causas son las malas disposiciones, adquiridas en el útero; y heridas, ó con- tusiones. Las grietas, ó fisuras son resultas de inflamaciones que resecan las partes nerviosas,, y glandulosas. NUMERO CIENTO T CINCO. Curación de algunos males de la Roca. I A perdida repentina de la habla viniendo con rechinido _y de dientes, rubor de cara, apretamiento de quixadas, &c, pide sin dilación las sangrias. Hipócrates sangraba en éstos casos de la vena interior del brazo. Ha de inculcarse la causa para saber acomodar los remedios. En todas casos prueba bien el siguiente Linimejito para la lengua en la Aphonia. TOMA de ambir deshecho en licor de cuerno de ciervo dos dragmas, de los aceytes de succino, salvia, y alcan- for una dragma de cada uno, de los espíritus de lombrices tres dragmas: mézclalos. Úntese con unas plumas.. ^ En el tartamudeo, después de los socorros indicados, son útiles los auxilios siguientesr el vino generoso, tomado con moderación: las golondrinas asadas, comidas; la mudanza de climas. 2 00 ORIS MORBI. climas, complexiones, comidas, y bebidas: y las freqüentes conversaciones. Dernostenes, siendo tartamudo, causaba irri- sión á los Atenienses; pero el continuo exercicio en el hablar, y el uso de unas piedresilías, que en lo privado se acomoda- ba sobre la lengua, se la soltaron desuerte, que después fue el Principe de la eloqiiencia. Si el frenillo tuviere atada la lengua, se cortará con unas tixeras romas. Quando el hedor de la boca nace de la in- curia en limpiársela después de las comidas, se mascará fre- qiientemente pelitre con clavos de especia, ó romero fresco con sal. Si el fetor proviniere de crudezas de estomago, á mas de los digestivos, y vomitorios, se hará tragar todos los dias al enfermo un bolo de triaca; ó se mascará continuamente canela, ó nuez moscada. Que si la graveolencia de la boca se originare de el mucho calor del higado, ó del pecho se usarán las ensaladas, y los remedios aperitivos frescos, fo- mentando el higado con orines, ó untando los pulmones con las unturas antihedicas. En la Ránula ha de tentarse la reso- lución, ya con los remedios fundentes, y atenuantes; ó ya con los siguientes Tópicos resolventes en la Ránula. TOM A de raices de lirios, y de ortigas quatro onzas de ca- da una, de pelitre dos onzas, de caparrosa común media onza, de sal marino dos dragmas. Quebrántese todo, y cue- zase con seis libras de agua, hasta la consunción de la mitad. Tómense buches repetidos, y tenganse largo tiempo en la boca. ítem: De polvos sutiles de alumbre quemado, sal ar- moniaco, y pelitre partes iguales: mézclense; y polvoréese continuamente la ránula. ítem: De miel rosada una onza, de aceyte de vitriolo media dragma: mézclense. Úntese con plumas el tumor. Si la ránula no cediere á estos remedios, se le hará una saja larga y profunda en lo mas baxo, evitando tocar el frenillo, y las raninas. La lengua negra y áspera se cura con aperitivos y atenuantes. Lint- ORIS MORBI. 28l Linimentos para la lengua áspera y seca. LA leche de cabras: el sumo de siempreviva: la agüi- ta que producen las claras de huevos, después de batidas con polvos de azúcar: el mucilago de la goma de al- quitira, hecho en agua rosada: la carne de los melones: el ja- món fresco, ó los aceytes de almendras dulces sin fuego, ó de yemas de huevos: ó los munequitos rellenos de las simientes de chía ó de membrillos, macerados en agua, hasta que se reblandescan. Con algún remedio de estos se frotará á menú*- do la boca por dentro. En la lengua rajada es util el siguiente Linimento para las fisuras de la lengua. TOMA de alumbre quemado media dragma, de bolo ar- menico dos dragmas, de miel rosada, y mucilago de goma de tragacanto quanto baste: mézclese todo, á que que- de en forma dg ungüento. En la inflamación son necesarias las sangrias, purgas, bebidas diluentes, y los Tópicos para la lengua inflamada. TOMA de los sumos de yerba mora, lantén, y siemprevi- va partes iguales: mézclense, y tómense buches en la boca. ítem: Las gárgaras de infusión de chía espesa y bien babosa, ó los remedios de los números décimo quarto, y dé- cimo quinto. Si no obstante estos auxilios, apuntare la supuración, se ayudará con alguno de los siguientes Colutorios supurantes. TOMA el cocimiento de higos, pasas deshuesadas, alhol- vas, cebada, malvas, y rosa, y endúlzalo con miel ro- sada. Ttem: De leche, y cocimiento de cebada partes igua- les: endúlcese con xarabe de altea. Nn Mas 2 82 PANARITIUM. Mas si hecho todo esto, el apostema por sí solo no reventare, se abrirá con un bisturí. Gargarismo para la sequedad de la boca. TOMA de agua rosada, de lantén, y de tomates quatro onzas de cada una, y tres claras de huevos, de azúcar rosada dos onzas: mézclalo todo. El labio leporino se cura con operación, la qual es obra de Cirujanos. En las fisuras d grietas se practicarán los remedios del numero noventa y ocho. Labatorios para las ulceras le la boca, y labios. TOMA de adumbre quemado media dragma, de miel rosa- da una onza, de espiritus de verros media onza, de agua rosada quatro onzas: mézclalo todo. ítem: De cocimiento fuerte de bellotas lanuginosas de encinos, cortezas de granadas, y rosa media libra, de polvos de alumbre una dragma, de miel rosada una onza: mézclense. Ítem: El cocimiento de capitaneja; el decalancaparle, y rosa; ó el de las vainas de yondiroy polvoreando después los polvos de esta droga. Linimento paralas ulceras de los labios. TOMA de polvos de atutía una onza, de los sumos de yer- bamora y lantén tres onzas-de cada uno, de aceyte ro- sado quatro onzas. Bátase todo junto, un dia entero, en un al- mirez de plomo, y después mézclesele un poquito de aceyte de cera. Se untarán las llagas, con freqüencia, con unas plumas. ■ Los polvos sutiles dé qualquiera hueso quemado, amasados con aceyte de yemas de huevos, aprovechan en todas las ul- ceras de los labios. P \NARÍTIUM,PARONICHI'A. El Uñero es un dojot - pungitivo en el remate de los dedos, entre la uña y carne, á * los lados, ó en el medio, acompañado de calor, y muchas ve- ces de rubor y hinchazón. La causa inmediata es Ja inflama- ción de estas partes. Las procatarticas soo: primeras: las con- tusiones graves, presiones^ punciones^ y causas externas in- fle- VAtfAKITIUM. 283 flamantes. Segundas: sequedades de las complexiones, acrimo-' nías de la sangre, y humores venéreos escrofulosos artríticos, reumáticos &c. Las diferencias son tres, á saber: panarizos sanguí- neos, nerviosos,y óseos. Esta división compiehendemos en la pradica. Por que en unos se halla inflamada la carne, en otros los nervios, y en no pocos, el periosteo de las falanges. En los primeros se observan losefedos, y terminaciones comu- nes del flemón: dolor pungente, tumor, arccr, rubor, supura- ción &c. En los segundos, que llamamos uñeros nerviosos, se sienten dolores vivísimos, y de comunicación á ios demás dedos, á toda la mano, al brazo, hombro, y arca, que jamas llegan á supurarse. En los panarizos, que nombramos óseos]. el dolor es profundo, la hinchazón en el principio no se ma- nifiesta, hasta que tomando el mal incremento, el dedo se po- ne lívido, la falange protubera, se descubre la caries, y suc- ceden los síntomas de una inflamación violenta, los quales si no se atajan con tiempo, terminan en una perftda necrosis. Él panarizo sanguíneo comunmente no es peligroso, si se trata metódicamente. Pero los otros dos son de mucho riesgo, porque suele peligrar el dedo, siendo muchas veces necesaria la mutilación, por el esfacelo que amenaza* NUMERO CIENTO T SEIS. Curación de los Uñeros. IOS panarizos presentan dos indicaciones, á saber, la de A la causa inmediata, y la de la especie. Por razón de la causa inmediata piden sangrias, anodino diluentes, desinfla- mantes, y todos tos remedios que apuntamos en el titulo in*~ flammatio. Los panarizos por su especie indican distintos re- medios. Porque el sanguíneo secura con resolutivos' frescos; el nervioso, con sedativos roborantes; y el óseo, con supuran- tes, antisépticos, balsámicos, y trena entina dos. Luego que se presentare el uñero, de qualquiera espe- cie que sea, es preciso atender con preferencia á la causa in- mediata. Y asi, se instituirá la cura del numero noventa- Las sangrias no han de hacerse en el. brazo enfermo. Los siguien- tes 284 PARALTSIS. tes remedios aplicados en el principio, comunmente impiden los progresos. Tópicos para los uñeros recientes. TÓMESE pan, panocha, y queso mascados, y amásese eí todo con aceyte rosado, para aplicarlo con freqüencia. ítem: El ungüento simple de dolores^ ó la pomada ó agua vegeto- mineral. Ítem: Se meterá el dedo en un limón asado; bien ca- liente. Si no obstante el uso de estos auxilios, el mal siguiere,. se harán los remedios convenientes á cada especie. En los panarizos sanguíneos quando apuntare la supuración^ se pon- drán los cataplasmas madurativos, que al mismo tiempo sean calmantes. lúasfliSténas-, después de abiertas, se curan con los ungüentos metálicos frescos» Alas ulceras se atenderá con el común método. Pero siendo la supuración profunda, no se excusa la dilatación. En los uñeros nerviosos se han de aplicar con repeti- ción, lienzos mojados en las aguas triacales, en las roboran- tes atiepilepticas opiadas, ó en aguardiente con ..''alcanfor y otriaca. Los panarizos óseas las mas veces son venéreos;, y asi á mas del uso interno de los mercuriales, ó de los remedios indicados por su procatarsis, se curarán con el ungüento de isis, mezclado con polvos de Juanes; con el aceytede tremen- tina, asociándole la tintura de mirra, ó hade acíbar; con el balsamo admirable de Loeches; ó con el de copaiva, PAR ALYS1S, NERVORUM RESO LÜTIO. La Perle- sía es una total ó parcial privación del movimiento, y muchas veces también del sentido délas partes. Divídese en para* plexia, hemiplexia, y parálisis partícula?. La primera ocu- pa todo el cuerpo, desde el pescuezo abaxo. La segunda, un solo lado. Y la tercera, una parte, como la lengua, manos, brazos, piernas &c. La causa inmediata es la interrupción del fluxo nér- veo en las partes. Las antecedentes son la floxedad, la obs- trucción, ó la rotura délos nervios. Las procatarticas son:pri- meras: humedades estrañas en el celebro, las quales se origi- nan de las muchas y intempestivas mojadas, del manejo con- tinuo PAR4LTSIS. 2 85 tinuo de azogue, y del exceso en las bebidas espirituosas. Se- gundas: traslaciones de otros materiales al principio de los nervios; y resultas de aplopexia, epilepsia, cólica, artritis, reumatismo, gálico, &c. Terceras: opresiones délos nervios por contusiones, tumores, luxaciones, fraduras, &c. Quartas: las comunicaciones de los nervios impedidas, por estar estos vulnerados. Algunas veces se enflaquecen los miembros paralíticos. Esto nace de la inmobilidad de Jas arterias ca- pilares, las quales por la inacción de los nervios quedan in- capaces de trasfundir el humor nutriente á las partes. Si el remate de la medula oblongada estuviere obstruido, resulta la paraplexia; si el medio trado de la espinal, (que está divi- dida según su longitud, por un involucro de la pia madre) nace Ja hemiplexia. Que si la obteracion se verificare en las vertebras del cuello y espaldas, las partes superiores se po- ntn paraliticas; y si en las de los lomos, y hueso sacro,' pade- cen las inferiores. La perlesía es de difícil curación quando es antigua, y las partes se han consumido, ó están insensibles, y frias. La que se origina por abundancia de humedades, humores gáli- cos, y repleción de vasos; y origina temblores, no priva de sentimiento á las partes, ó quando mas, las adormece, es cu- rable. La de las piernas, y pies es mas dificultosa de curar, que la de las manos. La paraplexia que antecede á la aplope- xia es mortal. La Celotirbeó Paresis es aquella dificultad que adquie- ren los cuerpos para moverse, nacida de la falta de contradi- lidad en los solidos, por la vida poltrona, voluptuosa, y des- reglada. Es un principio de la parálisis. NUMERO CIENTO T SIETE. Curación de los Paralíticos. SI desterradas las causas procatarticas de esta enfermedad, según sus verdaderas indicaciones, permaneciere la pa- rálisis, reducido el paciente á un régimen de alimentos no- bies y de fácil digestión, se apelará á los termas sulfúreos, bañándose el enfermo constantemente en ellos, ó hechos unos hoyos 2 86 PARALYSIS. hoyos en los bordes de sus veneros, recibirá los vapores que éxlaalaren. La bebida en todo este tiempo será la misma ter- mal, ó el suero de mostaza; y se eledrizarán á menudo los miembros paralíticos, procurándoles el mayor abrigo. Mas si á pesar de estos remedios no se consiguiere el movimiento de las partes, se usarán las gotas antihtdropicas del numero ochenta y tres; se miaistraráun vomitorio; y se darán ias siguientes Pildoras antípar aliñe as purgantes*. TOMA de extrado de xalapa medio escrúpulo, de trocis- cos de alhandal siete granos, de sal volátil de succino nueve granos: con xarabe de peonia fórmense pildoras peque- ñas. Después se establecerá el uso de los remedios para los baldamientos, que propusimos en el titulo morbi; y se frota- rán las partes paraliticas con alguno de los siguientes Linimentos para las partes paraliticas. TOMA de aceyte de castor, y agua cefálica una onza de cada cosa, de aceyte fétido de lombrices med;a onza, de esencia de bailas de enebro una dragma, de polvos sutiles de cantáridas un escrúpulo: mézclese todo. ítem: Da galbanero y aceyte de guayacán media on- za de cada uno, de balsamo de copaiva tres dragmas, de aceyte destilado de salvia una dragma, de polvos de cebadi- lla media dragma: mézclense. ítem: De los aceytes de lombrices, y manzanilla una onza de cada uno, de aguardiente alcanforado, media onza, de aceyte de trementina dos dragmas. de espiritus de sal armo- niaco succinado una dragma, de sal volátil de cuerno de cier- vo un escrúpulo: mézclese todo. ítem: De hormigas bravas vivas, y de sebo partes iguales. Frianse, y en estando coiado el mixto, mézclese con otro tanto de la Tintura antiparalitica. TOMA de polvos sutiles decantaridas dos onzas, de aguar- diente refino una libra. Pónganse juntos en una botella al PAROTIDES. 287 al sol por ocho dias, y cuélese después el licor por unpienzo tupido. ítem: De ungüento marciaton dos onzas, de petróleo, y aceyte de espica tres dragmas de cada uno, de polvos suti- les de euforbio un escrúpulo, de sal volátil de succino una dragma, de aceyte de romero mediadragma:mezclense. ítem: El balsamo magistral de Zuñiga. Antes de frotar las paites con estos linimentos, se fro- tarán con paños sahumados con aluzema, romero, almaciga, incienso, succino y semejantes, teniendo cuidado de procu- rarles el mayor abrigo. O se introducirán los miembros para- líticos en las entrañas de bestias recien muertas. Que si no obstante, durare la parálisis, se pasará al uso de los frascos sudoríferos; ó se usará la siguiente Conserva antiparalitica. TOMA de azafrán de marte azucarado,, extrado de peo- nía, y polvos sutiles de la yerba muitle partes iguales. Con quanto baste de xarabe de salvia hágase conserva,á to- mar en ayunas todas las mañanas la tercera parte de una cu- charada,'© se tomará á las mismas horas media onza del Electuario antiparalitico.. T¡OMA de simiente de mostaza cinco onzas, de la yerba muitle, y de cebadilla una onza de cada cosa. Háganse polvos sutiles, y amásense con xarabe de romero. En los que se han consumido por haber padecido otras enfermedades, aprovecha el uso de la leche de cabras. En la Paresis se instituirá la misma cura. A los infantes que se les ha pasado el tiempo en que deben andar, se les aplica* rán continuamente á las corbas los pellejitos de cascarones de huevos, mojados en agua cefálica. PAROTIDES. Las Parótidas son los tumores que nacen tras de las orejas. Tienen el mismo génesis que los bu- bones, y asi deben tratarse del propio modo que estos. Co- rnil amante son mortales las que resultan después de una lar- ga enfVrm¿dad, en que los hipocondrios se endurezen, los sín- tomas no minoran, lá orina sale cruda* y el esputo malo y for- 288 PARTUS. forzado. Igualmente traen la muerte las parótidas que en las fiebres ardientes no se supuran, en no extirpándolas pronta- mente con fierro, ó con fuego. En las criticas, y sintomáti- cas son perniciosos los resolutivos. En las esenciales, que ne- cesitan resolverse, son útiles las ventosas sajadas 4 los lomos. En las parótidas escrofulosas, ó de espesura linfática, se ha- rán tres, ó quatro tomas de las pildoras mercuriales, y se fro- tarán continuamente con el ungüento de mercurio. PARTUS. El Parto es la exclusión del feto ya madu- ro, por las vias que la naturaleza tiene destinadas. En estan- do bien adulto el feto, habiendo llegado á su ultimo incre- mento, la matriz se irrita por el volumen animado que con- tiene: el diafragma, y los músculos abdominales, y fibras uterinas se contraríen: el feto se exaspera, ó como sufocado, y falto de respiración, recalcitra: la hambre, y la necesidad de alimento suficiente, lo hacen brincar, y mover con Ímpe- tu: la cabeza regularmente se inclina al orificio, ó boca de la matriz, con la cara hacia el redo: las membranas amnion y cborion por esta parte se dilatan: el feto, y el peso del licor en que este nada, las rompen: salen las aguas, siendo precur- sores algunos rasgos sanguíneos de las venas capilares lace- radas: las mismas aguas reblandecen, y ensanchan el cuello, y la vagina; y abierto yá el camino, se verifica el parto. Esta ada ordinariamente empieza al entrar el mes noveno, en cuyo tiempo se siente baxarel preñado al empey- ne, acometen dolores vagos en el vientre, llama la orina con freqüencia, hay algún tenesmo &c. Pero instando el parto, los dolores comienzan en el dorso y lomos, estendiendose al empeyne, y aumentándose de tiempo en tiempo; se arroja al- guna sangre; salen las aguas con Ímpetu; y se corona el infan- te. Salido este, se contrae eí útero; brota la sangre suprimi- da, mediante un copioso fluxo^ que dura por espacio de tres ó quatro dias, caminando en diminución; las parias se dibili- tan, se desprenden y resultan íes lcquios. El tiempo mas con- trario para los partos en estos climas, son los meses de Ma- yo, Junio, Julio, y Agosto. El parto difícil se origina ordinariamente de las si- guientes causas; primera: cqpiade sangre. Segunda: abundan- cia PARTUS. 289 cía de flatos, y humores erciudecidos en el vientre. Terce- ra: estrechez suma de la vulva. Quarta: criatura atravesada, débil, ó muerta. Quinta: sequedades de los vasos, durezas, tensiones, inflamaciones, y temblores convulsivos, (resultas de las complexiones resecas, de hacer pujar sin tiempo á las pre- ñadas, y de los medicamentos cbhenies y impetuosos, que se les prescriben). Las sextas causas son la debilidad, y el temor de las mugeres, no haciendo los esfuerzos competentes para cooperar al parto. Mira los títulos Graviditas y Abortus. NUME RO CIENTO T OCHO. Curación del parto dificultoso. Siendo el parto natural, con pocos adminículos se hace. Pero quandp es preternatural^ ó preceden las causas que "hemos mencionado, son necesarias las operaciones del arte. En la primera causa se hará una sangría en el tobillo; se re- cibirán vapores de agua tibia; y se echarán una ó dos labati- vas emolientes. En las segundas se repetirán las labativas, y ungüentos atenuantes, ministrando de tiempo en tiempo, en medios pozil los, ó repetidas cucharadas, alguna de las si- guientes Bebidas ecbólicas, ó que facilitan el Parto. TOMA de agua de manzanilla una libra, de brionia com- puesta, y torongil de los Padres dos onzas de cada una, lee tintura de castor media onza, de espíritus de cuerno de ciervo succinado una onza, de xarabe de peonia onza y me- dia: mézclese todo. ítem: El cocimiento de pegüame con la tintura de in- go, y unas gotas del vino antihidropico: la agua de embrión: los polvos de didamo real, en agua dé poleo: el estiércol de caballo, desleído en vino blanco, &c. En la causa tercera ha de reblandecerse el puerto^ á menudo, con unto, ó mantequilla fresca. Si la criatura setuibiere atravesado en el vientre (lo Oo qual 29° PARTUS. qual comunmente se origina de los saltos, contradanzas, mo- vimientos desordenados^ y exercicio á caballo, que suelen hacer las preñadas) ya es necesaria la operacioa manuaL Lo mismo se hará quando el feto est£ muerto, aunque primero han de tentárselas medicinas,que prescribimos en el numero setenta y seis* ó la asa fétida en pildoras, ó en vapores toma- dos por la vulva. Si por los leves movimientos del feto, cai- miento de la preñada, y parto laborioso, se creyere estar muerta la criatura, se harán freqüentes. tomas de infusión de canela* ó de las bebidas ecbólicas- En las quintas causas se caldeará el vfentre á menu- do con una pella de unto- de puerco, mojada en cocimiento emoliente, y untada con los aceytes relaxantes, ó con man- teca común, frita con polvos de tequesquite: se echarán algu- nasiabativas emolientes; se hará-una sangría en el tobillo;:y se excusarán los remedios demasiadamente impetuosos, y ca- lientes, como también el. atormentar á las enfermas;, hacién- dolas que pujen muy freqüentemente^ La debilidad, y el miedo se. remedian con los alimenr- tos ligeros, y analépticos; con tas tomas de las bebidas ecbó- licas, y antiepilepticas;,con, procurar elsilencio, y el descan- so;; y con ias suaves y conckiyentes >persuask>nes.. General- mente, en los partos difíciles se experimenta util la piedra quadrada^ atada al-muslo de fesenixas. Los desmayos se so- corren con las bebidas propuestas;, con apretar moderada- mente el estomago; con hacer cosquillas á- los pies;, y cor* echar salen la boca, y tabaco alas narices^ Hay un abuso muy horrible, cuyos progresos mino- ran diariamente lamas bella porcionde la humanidad, cau- sando lastimosas muertes. Este es.el agua fria, que se acos- tambra en muchas partes ministrar á las mugeres, luego que acaban de parir. Porque deteniéndoseles el curso de los hu- mores, y suspendiéndoseles todas las evacuacionesr quedan no pocas pandas instantáneamente sufocadas.. Las bebidas antiepilepticas, y ecbólicas, ó unos tragos de vino generoso son remedios oportunos para antes, y después del parto. En el puerperio, ó tiempo posterior al parto aconte- cen muchas veces desmayos, fluxo uterino de sangre copioso sectm-* PATHEMATA ANIMI* 2$\ secundinas detenidas, diarrea, inflamación del útero, edemas en las piernas, fiebre fafteá, -enfermedades de les memas, y Joquios suprimidos. Los desmayos se corrigen con fajar, y afianzar el vientre; con hacer oler cebolla, ó poleo, mojados en vinagre, ó los espiritus de sal armoniaco; con el lso de las bebidas roborantes, antiepilepticas, ecbólicas; y con el silercio, y la quietud. El fluxo copioso de sángrese minora, terrando el co- cimiento de pepitas de melones, ó con los remedies que pro- pusimos en el numero setenta y nueve, prudentemente minis- trados. Las secundinas,^ espontáneamente ro jalieren, se afianzarán por el cordón al muslo de la parida, mediante un hilo doble; se hará pasar á la enferma la infusicn de esparto, o una taza de aceyte de almendras dulces, se le caldeará él vientre baxo con las pencas de zabila asadas; ó se predicará» los auxilios que propusimos parata criatura muerta en el nu- mero setenta y seis. La diarrea comunmente se cura ccn los diuréticos, y a peritivos. La inflamación del útero se conoce por la dureza, erisipela, y dolores tensivos en el vientre; y por la fiebre, basca, ardor, pujo, y supresión de la orina. En este caso se aplicarán á todo el vientre los cataplasmas emolientes, repi- tiéndolos luego que se enfrien; se echarán labativas igual- mente emolientes; y se ministrarán horchatas de las simientes frias. En losedemas de las piernas se harán los remedios que propusimos en el numero ochenta y tres. Que si fueren ca- lientes, sedarán baños generales con el cocimiento de raices de grama. La calentura de la leche se destierra con hor- chatas, rmilsas, labativas, y dieta tenue. Para los acciden- tes de las mamas, y loquios suprimidos, mira los títulos mam- marum morbi, y loquia. PATHEMATA AN1ML SEUPASSIONES ANIMAS. Las Pasiones de la Alma. Quando las enfermedades se resis- ten á los debidos remedios, con modos desacostumbrados, se ha de pensar que algunapasión ocupa al enfermo. Los afec- tos de la alma algunas veces se denotan por el pulso, según la impresión que hacen en los nervios. Por que eiamcr causa en 29 2 PATHEMATA ANIMI. en los solidos, y fluidos un movimiento undulatorio: el mieda, compresivo: la ira, crispatorio: el odio, impulsivo: y los ze- ¡ós, vorticoso. Las pasiones que se sujetan al auxilio dé la Medicina son el amor venéreo, el miedo, la ira,y la tristeza. El amor venéreo, se difine asi: un deseo de unirse con la cosa a Tilda. E; Poeti lo pinta como un suave incendio de los huesos, ó u^a oculta herida e:i el corazon-est mol lis flam- mamedullas. Interea* & tacitum vivit sub pe&ore vulnus. La causa es el deseo de poseer un bien deleitable. Los que caen en sus redes padecen enagenamientos, inedias, desvelos, y fiebres; creen las sospechas, no los aterran los imposibles, ni las dificultades los contienen, el consejo no los persuade,. ni la mente los sujeta. Son unos ciegos á la razón: quid deceat non videt ullus amans. O vid. 1 El miedo es un conflito de la alma, nacido de un mal que.se teme. Comprime los vasos, como que se pone á cubier- to, retrayendo la sangre á las entrañas; origina frialdades en la piel, temblores en el cuerpo* palpitaciones del corazón, ansias, inquietudes, desmayos,enagenamientos, convulsiones, diarreas, y fiebres malignas. Ladra se dice de iré que significa ir, porque los ira- cundos se van de sí para el que ofende. La causa es la ponde- ración del desprecio que se hace á las cosas redas. Esta pa- sión induce movimientos convulsivos en el diafragma, de que resultan semblante ígneo, ojos centellantes, palpitaciones del corazón, temblor del cuerpo, lengua balbuciente y precipi- tada, ronquera del pecho, clamores, vómitos, y diarreas. La tristeza viene del verbo tero, que significa tri- llar, por que es una aprehensión atormentada de todo lo que, no acomoda al entendimiento, ni á la voluntad. La causa es la avenida de las cosas que repugnan, ó el rapto de las que embonan. Enfria y cuaja la sangre, produce enagenamien- tos, modorras, idericia, torpeza en los miembros^ y los efec- tos del letargo. 2W- PATHEMATA AN1MU 2$$ NUMERO CIENTO T NUEVE. Curación de las Pasiones de la Alma. LOS afedosdel animo alteran el estomago, impiden la traspiración, quitan el verdadero gustor y entretienen las enfermedades; por lo qual se ha de procurar, quanto an- tes, desterrarlos. El amor -venéreo es afedo de almas ociosas, y el luxo, la inacción, y las comidas, y bebidas calientes lo alimentan. Les placeres de esta especie (dice el Autor de la Medicina Domestica) tomados con parcimonia hacen al cuer- po despierto, y atlivo. Lo contrario siempre ha sucedido; pues los Padres, y todos los que han hecho una vida casta, sobria, y arreglada, fueron bien despiertos, y adivos, gozan- do con gusto, y salud una vida prolongada. Para curar esta pasión, se ocupará la mente en cosas arduas: el cuerpo se de- primirá con la sobriedad, y el trabajo, bañándose en agua fria: se retirará del objeto, no haciendo aun mención de él; y se pensará en la constante presencia de Dios al delito, y en su inevitable castigo. El miedo es pasión de un animo afeminado, destruye las buenas ocasiones, y hasta la mas exercitada eloqüencia debilita: nada valen en él las mas delicadas artes: tímidos fortuna non juvat. La prudente audacia, y el exercicio cons- tante á caballo lo destierran. Enel susto se harán pasar al en- fermo unos tragos de agua fria, y se le procurará la quietud. Que si fuere grave, se cubrirá con brevedad al paciente; se le frotará el cuerpo, desde el pescuezo para abaxo, con paños calientes, ó se le harán baños de agua tibia á las piernas; y . se le ministrarán las bebidas roborantes antiepilepticas, las quales se abandonarán luego que entrare el cuerpo en calor, en cuyo caso, muchas veces es presiso el hacer una sangría. La ira trae una vejez temprana. Ninguna diferencia hay entre los iracundos, y los locos. Sócrates á un siervo qué habia delinquido, dixo: te diera de golpes, si no temiera eno- jarme. Es querer castigar un delito, cometiendo otro. La vida deliciosa, el vino, las comidas lautas, y la educación blanda y coudescendeute, contribuyen mucho i esta pasión: las pala- 294 PERIMNEUMONIA. bras ásperas la suscitan: el silencio, las respuestas suaves, la conversación llena de humanidad, y los beneficios la desar- man. Debemos creer, que todo nos es prestado, menos la pa- ciencia, que es propia para merecer. Si la Pasión del Reden- tor y el mérito nuestro por la culpa se traen á la memoria, no habrá desprecios, sinrazones, ni malas palabras que con paciencia no se sufran. El consejo evangélico, que dice: in patientia vestra possidebitis animas vestras es digno de ia mayor reflexa. Los remedios físicos tenemos ya apun- tados én el título Bilis. Jamás se halla utilidad alguna en 1a tristeza, ella es una muerte civil. Por lo qual ha de hacerse el mayor esfuer- zo para abandonarla. Los remedios son: desterrar Ja causa, ó mitigarla: procurar abanzar en el animo cosas de mayor va- lor, para compensar lo perdido: excusar los pensamientos que incomodan: ocuparse en negocios provechosos: entretenerse con músicas, y conversaciones sazonadas; alegrar la vista, huir del frío, exercitarse en el campo,y A cielo descubierto; y usar moderadamente del vino, comidas, y remedios roboran- tes. El vivir con arreglo, y en continuo exercicio es el mas eficaz socorro para no estar triste. PERIMNEUMONIA. La Pulmonía es un dolor den- tro del pecho con calentura, toz, ansias, dificultad eu ia res- piración, y esputos masó menos sanguinolentos. Divídese en verdadera, falsa, y escorbútica. La verdadera es inflamato- ria, 6 acrimoniosa. La inflamatoria se acompaña con largos escalofríos, fuerte calentura, rubor y hinchazón de la cara, dolor de cabeza, pulso blando y desigual, y espu-c muy san- guinolento. La acrimoniosatvae tez freqüente y ceca, inquie • tudes, dolores fugaces, calentura, y calor acre. La pulmonía falsa es propia comunmente de las personas flemáticas, débiles, ancianas, y que tienen Í3s fibras floxas, que hacen exercicios penosos, y en tiempos húmedos. Acomete con pul- so freqüente, pequeño, y oprimido, y jamás tenso, ó duro, po- ca calentura, frios, y calores pasageros, opresión y peso del pecho, desmayos, dolores de cabeza, lengua sucia, conatos al vomito, y la sangre que se extrae por sangría se pone fo- fa, y sin consistencia. Xa PERIMNEUMONIA. 2()$ La pulmonía escorbútica es mas cómun en la gente de Mar, y en los que habitan lugares pantanosos. Se acompaña con una pronta dificultad de respirar, caimiento de fuerzas, horripilaciones, Calores vagos, dolores en todo el cuerpo, fie- bre continua, toz molesta, y seca, peso en los vacíos, ó lados del vientre, pulso freqüente, pequeño, y blando, sudores pega- josos, y desiguales, ansias, esputo tenue fétido sanguinolento ó moreno, erupción de manchas roxas lívidas ó negras, ori- na nigricante, ó-de color baxo de lexia, y comunmente siii sedimento. La causa de-esta pulmonía es la disolución escor- bútica de la parte roxa de k sangre. Las pulmonías verdaderas aunque se originan de las causas generales de la inflamación, y de las acrimonias alca,* lecentes, son mas comunes en las constituciones de el ayre. frías, y secas. Estas disposiciones de los vientos secan y ar- rugan la pielr tapan sus poros, y no dejan smo exhalar la parte mas tenue de la traspiración* de lo qual resulta la gela- tinosidad de la sangre, y su impermeabilidad por las ultimas ramificaciones de los vasos, causa inmediata de todas, las en- fermedades inflamatorias^ Hallándose pues, la piel"constreñida, una gran porción de sangre se conduce á lo interior del cuerpo, principal^ méate á los pulmones(por la disposición fofa, y laxa de esta entraña, y su mayor extensión) de lo qual resultan la tozT y ©presión del pecho, precisándose este á suplir, mediante üi expedoracion, la falta de traspiración; aunque si se respira un ayre frió, se dificulta esta evacuación, y entonces sucede á estas partes lo que acontece en la cara, pies, y manos de los que están expuestos á un excesivo frió, inflamándose, hen* diendose, ulcerándose, y gangrenandose. Enefedo, por las dichas causas, ó por qualquiera otra inflamante, estando viscosa la sangre, se embarazan las vexiguillas, y celdillas pulmonales, y se obstruyen las peque- ñas arterias de la pleura,de quenaceninmtdiatamentela pul- monía, y el dolor de costado inflamatorios. La causa de la pul- monía, acrimoniosa es la exaltación, y detensioa de materiales alcalinos corrosivos en los pequeños vasos dí pulmón; La pulmonía falsa se origina de una congestión linfá- tica 2 9$ PERIMNEUMONIA. tica en Iasvexiguillas, y celdillas del pulmón,que obstruye los vasos pulmonales, y bronquiales. Esta enfermedad se hace mortal quando resultan ansias graves, ronquera trabajosa y continua, opresiones constantes de los hipocondrios, modor- ras, y color del rostro amoretado. La toz se origina de la irritación que infiere á las fi- bras del pulmón la plenitud de sus vasos. Los esputos cruen- tos provienen de la rupcion de los vasos, causada por su dis- tensión, y por los esfuerzos de la sangre detenida. La dificul- tad de respirar es efedo del obstáculo que encuentran en los vasos llenos las vexiguillas del pulmón, para poder libremen- te dilatarse. El dolor dimana de la irritación; por ésta causa, se aumenta en la inspiración. Que si fuere obtuso denota estar el mal en los lóbulos del pulmón, los quales por su texi- do floxo son incapaces dé un vivo sentimiento; mas en siendo agudo, indica quéla pulmonía se halla en los bronquios, cuya elástica textura hace vigorosa la sensación. La fiebre es sín- toma de la inflamación, ó del movimiento intestino de la san- gre. La crispacion, y llenura de los vasos carótidos y verte- brales producen los dolores de cabeza, rubores, y hinchazones de la caray del pescuezo. La pulmonía es accidente agudo, que se estiende á lo sumo, hasta el dia undécimo, terminando "por esputo libre, abunaante, espumoso, y craso; por sudor copioso; por orina (co- menzada antes del séptimo dia) abundante, y espesa, cuyo sedimiento primero es rubio, y después se pone blanco; por , resolución, administrando legítimamente los remedios indica- ^ dos; por gangrena si los dolores fueren graves, brotaren man- chas amoretadas ó negras, y vinieren estertores, convulsio- nes, frialdad de los extremos, lipotimias, vómitos pertinaces, y esputos cenicientos fétidos y icorosos; ó por diarrea biliosa. Finalmente suele terminar en abceso, en faltando las crises mencionadas. El esputo si saliere nigricante, poroso, ralo, y á manera de trozos de baso cocido, es señal de haberse esface- lado alguna parte del pulmón. En este caso seguramente mueren los enfermos. Conócese que se forma el sbceso, si pasado el tiempo de la puimonia, repiten rósescaLofrÍGS,si el pulsóse pone de- ffia- r&ulMNEUMONlA* 2 $7 masíadamente blando, si deliria el enfermo, y si mitigado el dolor, queda la dificultad de. respirar. La vómica ó el apos- tema ya formado, se manifiesta por la toz seca fuerte y con- tinua, particularmente después de haber tomado alimento, respiración anhelosa, decubito solo tolerable del lado del do- lor, sed grande, sudor nodurno, orina espumosa, debilidad y consunción del cuerpo. En Ja gravedad de la pulmonía, el 'pulso intermitente suele ser signo mortal. NUMERO CIENTO T DIEZ. Curación] de las Pulmonías. EN la pulmonía inflamatoria luego ai principio se harán copiosas sangrias, repitiéndolas hasta el tercero, ó quar- to dia. Y quanto el pulso estuviere mas fuerte-y lleno, los es- calofríos constantes, la fiebre fuere violenta, el enfermo escu- piere sangre florida y espumosa, la opresión del pecho y la dificultad de respirar se mantuvieren, y en la sangre extraída apareciere una costra densa y corriosa, tanto mas deben con- tinuarse. Aun en tiempo ya ábanzado, si recrudecieren el do- lor, y los síntomas inflamatorios, han de repetirse las sangrias, aunque en menos cantidad. Siempre que los vasos se hallan sobrecargados por la abundancia de la sangre, dilatados mas allá de su tono natu- ral, pierden la fuerza impulsiva, y se descubre un pulso opri- mido y como sufocado. En este caso son mas necesarias las sangrias, por que restituyendo su tono á los vasos, restable- cen el libre movimiento de los fluidos. De esta especie son muchas pulmonías violentas, en que el enfermo se siente con un abatimiento excesivo, ansias grandes, pulso débil y algo tembloroso, extremos frios, sudores pegajosos y frios, ojos brillantes, fixos y inflamados, rostro entumecido y amoretado &c. Los cadáveres de estos infelices han demostrado, que los pulmones en semejantes casos se hallan tapados, y llenos de una sangre dura^muy pesada, y del color del higado* Las sangrias, pues, executadas en ambos brazos, han hecho be- llos efedos en esta pulinonia. Pp Raras 2 9 8 PERIMNEUMONIA. Raras pulmonías terminan perfedamente sin una li- bre expedoracion; y asi en estando el esputo abundante, cocido, y solo tinturado de tal qual veta de sangre*, se sus- penderán las sangrias, siendo en este caso comunmente peli- grosas, porque debilitados los pulmones, se suprime esta tan favorable evacuación. Que si el enfermo escupiere una mate- ria tenue viscosa y nigricante, es indicio de que la sangre se halla en estado de una disolución pútrida; y entonces con mu- cha cautela han de pradicarse las sangrias. También se ministrarán treqüentemente, aunque no en grandes cantidades, las bebidas diluentes saponáceas; se echarán algunas labativas frescas y emolientes, omitiéndolas quando los esputos salgan libres y cocidos; se harán crurilu- bios, ó baños á las piernas con los cocimientos de yerbas emolientes. Los expedorantes adivos, mientras no hubiere minoradose la inflamación, son perniciosos, igualmente que las purgas, estando en corriente el esputo. Los lamedores se- rán en el principio demulcentes, ( que si el esputo estuviere tenue y acre, se usarán algunos blandos opiados ) mas en el progreso, conforme la materia se hiciere mas tenaz, se ocur- rirá por grados á los discucientes, y atenuantes. En la pulmonía acrimoniosa ha de hacerse luego una sangría del brazo, y aun se repetirá si se hallare necesaria. Después, ri estuvieren sucias las primeras vías, se ministrará un suave vomitorio coa laoximiet simple; mas en no estando- lo, se omitirá, menudeando las labativas frescas y emolientes, las que se suspenderán quando el esputo estuviere libre y co- cido. Por bebidas se usarán las paregoricas, ó los caldos de pollo emulsionados; se chuparán los lamedores demulcentes; á el pecho se frotarán las unturas suaves pedorales, y á las espaldas las antihedicas. En la pulmonía espuria ó falsa no se excusa algunas veces el hacer una sangria; después se dará un vomitorio con la oximiel cilitica; se ministrarán las labativas emolientes, y las bebidas diluentes saponáceas, quesean al mismo tiempo diaforéticas,y algunas veces las paregoricas; se usarán los la- medores discucientes, y atenuantes; se apelará á las ventosas escarificadas en el cuello y en las espaldillas; y á mas de esto se PERIMNEUMONIA. 2$$ se aplicarán 1os vexigatorios. ( uno ancho á la nuca, y dos á las pantorrillas ). La orina tenue y clara en esta pulmonía es bien mala. En las pulmonías escorbúticas las sangrias, y los ve- xigatorios son funestos: se usarán con freqüencia los frescos antiescorbúticos, entre los quales es muy util la bebida que llaman sangría, y los cocimientos de higos, rosa, y flores de amapola rubia agriados, con espiritus de azufre. Los esputos crudos, y amarillos son bien malos; pero de buena señal en todos los accidentes del pecho son las orinas abundantes, tur- bias, sedimentosas, rubias, y amarillas. Las labativas emo- lientes, usadas con moderación, son muy útiles; pero de suma necesidad, los crurikibios, y sinapismos á las piernas. Si la pulmonía comenzare á degenerar en abceso, se ministrarán abundantemente las bebidas que ablandan, y ma- duran. Mas estando ya formado, se inspirará continuamente el vapor de agua caliente, se hará mucho exercicio, y se to- mará cada media hora onza y media de la siguiente Mixtura para romper los Apostemas del pecho* TOMA de polvos sutiles de cebolla albarrana media on- za, de oximiel cilítica quatro onzas, de cocimiento de cebada con infusión de flores de saúco una libra: mézclense» También suele romperse el apostema, mediante el vomito, procurado con una taza de aceyte de linazas, ó con la bebida que rompe los apostemas del pecho. Mira el titulo morbi. Los alimentos en las pulmonías han de ser tenues, y lo que se ministrare por dentro, ó fuera debe ser tibio. Lamedores demulcentes. TOMA de pulpa de zapote prieto quatro onzas, de polvos de azúcar candi una onza: mézclense, y chúpese de quando en quando con una cuchara. ítem: De xarabe de chayóte, ó violado dos onzas, de espiritus de azufre dos escrúpulos: mézclalos. ítem: de miel virgen y aceyte de almendras sin fuego dos 300 PERIMNEUMONIA. dos onzas de cada cosa; incorpórense con una yema de huevo. ítem: De xarabe de.diacodion una onza, de melado dé Ingenio dos onzas, de esperma de ballena una dragma: méz- clense. ítem: De mucilago de linazas quatro onzas, de xarabe de mangle dos onzas, de espiritus de nitro dulce una dragma: mézclense. Bebidas paregoricas. TOMA de xarabe de amapola media onza, de agua destila- da de yerbamora quatro onzas: mézclense. ítem: De la horchata de simiente de adormideras blancas, ydealmendrasdulces un vaso. Endúlcese con azúcar. Ítem: De agua de pimpinela Aj-dia libra, de xarabe violado media onza, de láudano liquido cinco gotas: méz- clense. .»""' Unturas suaves pedorales. LOS ungüentos simples de dolores, ó de altea, el de Za- carías, resuntivo, ó populeón, con esperma de ballena, y con los aceytes de ranas, linazas, violado, almendras dul- ces, ninfas, ó de yemas de huevos. - ■ Unturas antipleuritic as. TOMA de ungüento populeón una onza, de aceyte de siete flores media onza* de espiritus de cuerno de ciervo una dragma, de polvos sutiles de acocote media dragma: méz- clense. ítem: De ungüento compuesto de 'dolores una onza, de aceyte de yemas de huevos media onza; mézclalos. Bálsamos de González. TOMA de los bálsamos de pleura humana, y de calabaza, y de los aceytes de siete flores y de yemas de huevos jttedia onza de cada cosa, de balsamo anodino una dragma, de espiritus de sal armoñiaco anisados media aVagma: méz- clalos. ' Topi- PERIMNEUMONTA. 3 O I Tópicos atenuantes. TOMA de las harinas de las simientes de eneldo y lina- zas, de cebolla cruda picada, y de jabón raspado partes iguales: amásalo todo junto en la lumbre con miel virgen, á que quede cataplasma, para aplicarlo tibio. ítem: Los pichones abiertos por el espinazo, y pues- tos en el dolor. ítem: El aceyte de acocote: el de almendras dulces, en que se hayan apagado unos chinapos, o pedernales prie- tos; ó este mismo aceyte, frito con cochinillas, con chacua- cos, ó con cominos tostados. jBebidas diluentes saponaseas. LOS cocimientos de la boñiga seca de vacas, ó de la si- miente de acocee. ítem: De ofcimrel-cilitica dos onzas, de infusión de flores de saúco media libra: mézclense. ítem: Deorosus dos onzas, de raízde bardana una onza, de flores de saúco media onza, de las de amapolas ru- bias tres puñados: cuezanse según arte con tres libras de agua, á que quede en dos; cuélese, y tómese endulzada con miel vir- gen. ítem: El cocimiento de orosus, raíz de malbavisco, y linazas. ítem: El cocimiento de el palo mulato. ítem: Los cocimientos de orosus, texocotes, pasas deshuesadas, culantrillo, y de hojas de chayóte y aguacate, endulzados con raspaduras de Ingenio; ó el de cebada, con infusión de'flores de amapolas rubias y de saúco, mezclándo- le una poquita de oximiel. Lamedores atenuantes. IA oximiel cilitica: el xarabe de magueyes con polvos su- j tiles de cebolla albarrana: el xarabe de acocote con es- perma de ballena. Ítem: De masa de pildoras antiasmatítas dos drag- f f *"-■ mas. 302 PHLEB0T0MIA. mas, de xarabe de altea dos onzas, de balsamo de copaíba media dragma: mézclense. ítem: De xarabe de orosus dos onzas, de balsamo de azufre anisado media onza, de extrado'de orosus dos drag- mas, de alcanfor medio escrúpulo: mézclalo todo. ítem: De polvos de goma archipln media onza, de xa- rabe de maguey dos onzas: mézclalos. ítem: De polvos de goma de amoniaco una dragma, de kermes mineral tres granos, de miel virgen dos onzas: mézclense. Bolos pectorales inevidentes. TOMA de esperma de ballena una dragma, de polvos svk tiles de cochinillas, cebolla albarrana, y flores de ben- juí medio escrúpulo de cada uno, de balsamo del Perú siete gotas, de kermes mineral un grano. Con quanto baste del mucilago de goma mangle háganse dos bolos, á tomarlos, chupando uno en ayunas, y otro al caer de la tarde. PHLEBOTOMIA, VEW& SECTIO, SANGUINIS MISSIO. La Sangria.En los cuerpos impuros debe sangrarse con cautela: en los sanguíneos, resecos, y calidos, sin cuida- do: con parcimonia en ios melancólicos, y con mucha esca- sez en los flemático». Quando se temen vaguidos, se harán las sangrias teniendo acostado al enfermo. Los gruesos tole- ran menos esta evacuación, igualmente que los muchachos, y los viejos. Comunmente es dañosa la sangría en lasenfermeda- des crónicas, y accesionales; como también en los cuerpos blandos. En las mugeres descoloridas, principalmente en .tiempo de otoño, y en los climas paludosos, y templados, ha de moderarse. Mientras el estomago, y vientre estuvieren en- crudecidos, ó repletos de alimentos, no debe celebrarse. El fin de la sangría es afloxar los vasos de la sangre, y conciliar á los fluidos un libre movimiento. Las sangrias en Ja frente, sienes, ángulos internos de los ojos, y baxo de la lengua, son excusadas, por que siéndolas venas de dichas partes, ramos de las yugulares, que estén situadas en el,cue- llo, éstas pueden abrirse con mas comodidad. Las venas que se PHLEBOTOMIA. 3° 3 se acostumbran romper son las de los brazos, y pies:^ en los brazos se abren en su flexura cubital, y en el dorso, ó espal- da de la mano: en los pies se sangrarán las venas interna, y externa del tobillo. Esto se hace por el firme apollo que go- zan los vasos en dichos parajes. Baxo de las venas se colocan las arterias. La sangría que se"hace en ellas se llama arteriotomia; la qual soló se executa en casos muy urgentes, por la dificultad conque-sue- le restañarse la sangre. Sf por equivoco se rompe una arte- ria, le dicen puntura. Conócese por que sale á saltos la san- gre; y por que comprimido el vaso en la parte inferior de la cisura, se irrita la corriente, lo qual no sucede en apretándolo por arriba, puesluego* cesasu Ímpetu. Quando se sangran inconsideradamente fos enfermo*, se ponen sus humores en peligro de cuaxarse. El hervor dt la sangre en un cuerpo aparatado de flatos, y encrqdecimien- tos de estomago, no indica sangrias, sino remedios carminan- tes, y estomacales; y el que nace en los aparatos hidrópicos pide ias infusiones de lasanguinaria, con tamarindos. La san- gre de la sangría que difícilmente se cuagula, indica maligni- dad,, y contraindica la repetición de la sangría: la membrano- sa, blanquisca* esmaltada de azul, ó que hace un cuagulo cor- rio so enmediodeun suero aquoso,significa inflamaeion,y pide nuevas sangrias, El cuagulo de la sangre, estando fofo, blan- do ó laxó, morado, y acón-panado de un suero turbio, algo rojo y verdioso* manifiesta la poca consistencia de la sangre, que no permite la continuación de las s*ngrias. La sangre amarilla es indicio del humor venéreo: la entera y mantecosa da á conocer la espesura de la linfa: y la espumosa, cuyas bu- lulas en mucho tiempo no se disipan, denota la viscosidad y crudeza de la sangre. NU~ 304 PHRENITIS. NUMERO CIENTO T ONCE. Curación de los accidentes que resultan de la sangría. ~j\N la puntura de la arteria ha de dexarse correr la san- 1/ gre, hasta que el enfermo incurra en un mediano deli- quio. Después se bañará el paraje con agua fria, y se le apli- cará una planchuela de* agárico machucado, afianzándola con las compresas, y el vendaje. Los desmayos se precaven, y curan con poner sustancias confortantes ai estomago; dan- do á oler cosas acres, y espirituosas; y Con hacer pasar al en- fermo unos tragos de agua fria, luego que comienze á salir la sangre, teniéndolo boca arriba, y apretándole la cabeza, y el estomago. El apuerisma es un tumorsillo que sin mudar el color de la piel, se forma en la circunferencia de la cisura; origina- se de el amontonamiento de la gordura que dividió la lance- ta. Se remedia poniendo unos granos de sal armoniaco, ó común, en los pliegues de las compresas. El echimosis es un esmalte amoretado que se aparece después de hecha la sangría en los parajes inmediatos á 13 abertura. Nace de la trascolacion de algunas partículas de sangre por entre las túnicas de la vena sajada. Se cura mo- jando los cabezales en aguardiente alcanforado. El encogi- miento del brazo, y el dolor de extensión indican la sección de algún nervio, ó la picadura de la aponeurosé del músculo bí- ceps. Auxilianse estos accidentes, aplicando los aceytes ner- vinos, mezclados con las aguas cefálicas espirituosas. PHRENITIS. El Frenesí esel delirio furioso con fie- bre. PARAPHREN1TIS. La Locura que acontece alas fie- bres, después de comenzadas. La causa inmediata de estos males esia inflamación del plexo choroides, la qaal irrita las meninges, y consume la linfa, que para humedecer el cele- bro, separa la glándula pineal. Las antecedentes son la vibra- tilidad délos cuerpos, sequedad de los vasos, calentamientos de cabeza, y fácil accensibilidad de los fluidos. Las proca- í tarti- PHRENITIS. 30j tarticas son las calenturas agudas, esenciales, ó sintomáticas; los delirios febriles, conducidos al mas alto grado; el abuso de alimentos, ó medicamentos excesivamente calientes; el uso inmoderado de licores espirituosos, y acres, estando va- cio el estomago; y exercicios violentos, pasiones graves de animo, y causas inflamantes. Los freneticos'habian con furor, dicen improperios, se golpean, y despedazan, el rostro ponen feroz, los ojos se les encarnizan, y la audacia furibunda los anima. Anuncian laparaphrenitis, en las fiebres ardientes y inflamatorias, la falta de sangrias suficientes, remedios iaxántes, y bebidas di- luentes; la omisión en remediar los delirios; la orina del Color y consistencia dé la agua; y el pulso muy freqüente y durOi Son precursores los esputos continuos, vómitos eruginosos, ojos pulverulentos, rechinidos de dientes, temblores, y deli- rios. Laphrenitis siempre es temible: rara vez pasa del dia septeno; y es mortal la convulsión. Las grandes hemor- ragias, las varices, los dolores muy vehementes del pecho y de los pies, la toz, y la diarrea, son signos comunmente fa- vorables. NUMERO CIENTO T DOCE. : Curación de laphrenitis'. EN este accidente, habiendo aparatos de primeras vias, particularmente, naciendo de ingestos calientes, acres ó espirituosos, se procurará suavemente el vomito. Después to- da la curación estriva en sangrar, primero de los tobillos, y jilespues de las venas yugulares, que son las del pescuezo: freqüentar las labativas, ó bebidas frescas antifebriles, los re- medios diluentes, y á la cabeza los tópicos frescos del nume- ro noventa y uno, ventosas de medio cuerpo para abaxo, y sinapismos á las plantas de los pies y palmas de la* manos; y ehdar baños tibios á las piernas. Polvos diluentes. TOMA de polvos de guteta, y de diamargariton frío me- dia dragma de cada cosa: mézclense, y háganse tres Qq partes 306 PHTHISIS PNEUMONICA. partes iguales, para tomarlos en tres veces. En el vigor de esta enfermedad, los medicamentos opiados son seguros mi- nistros de la muerte: en apagándose el pulso, y postrándose el enfermo, es muy util el aplicar un caustico al celebro; pe- ro es sumamente dañoso este auxilio, estando en su aumento la fiebre, y el pulso acelerado. PHTHISIS PNEUMONICA. La Tísica del Pulmón es la consunción del cuerpo, acompañada de los síntomas si- guientes; en empezando,hay toz periódica, molesta, y traba- josa de prorrumpir en esputos, exacerbándose quando el en- fermo se acuesta de un lado, mas que de otro; los esputos son linfáticos, glutinosos, viscosos, y de el color de las claras de huevos; hay sed, sequedad en la boca,anorexia, y revolvi- miento de estomago, después de haber comido: la voz un po- co se enronquece, el pechóse oprime, la respiración se difi- culta principalmente en haciendo algún exercicio, y los hi- pocondrios se gravan- v , Quando ya está confirmada ía tísica, se aumentan di- chos síntomas, se declara la fiebre hedic3, acompañada de cjolor enel pecho;(el qual se. minora al paso que crece el mal, por faltar la tensión de las partes,, habiéndose fundido, Ó desmenuzado muchas en la supuración ) los esputos son mas espesos, vicidós, sanguinolentos, purulentos* cenicientos, y icorosos, que echados en el agua, se van á fondo, y puestos en Va lumbre dan olor de carne asada; la orina sale encendida y espumosa; hay fluxo de vientre coliquativo,.y sudores pega- josos; el enflaquecimiento del cuerpo es grande, y la debili- dad extrema; U voz se.enronquece, los cabellos se caen, loi ojos se hunden, las uñas se encorban, y la cara se pone hipo- cratica. Todos estos efedos fácilmente se comprehenden por las congestiones, presiones, phlogoses, inflamaciones,-supura- ciones, fusiones, rupciones, y corrupciones, que se succeden en esta enfermedad.. La causa inmediata es la ulcera, ó llaga que se forma en los pulmones. Las antecedentes son las constituciones de- licadas,^ secas de los cuerpos; los pulmones estrechos, y dé- biles; las complexiones acrimoniosas, y desregles en comidas y bebidas acres, espirituosas, ó demasiadamente frias, parti- cu- PHTttiSIS PNEUMONICA. 307 cularmente estando el pecho muy caliente. Las procatarticas son: primeras: dolores de costado, pulmonías, anginas, con- tusiones, inflamaciones, ó supuraciones del pecho: Segundas: esfuerzos violentos de Ja respiración, fliaxos de sangre por la boca, inspiraciones acres, tczes continuas y graves, y todo aquello que debilita los pulmones, ó hace estancar la sangre en este laxó, y fofo parenchinaa. La tísica es de Jas enfeimedadesdemas difícil cura, principalmente si poco á' poco se formare, y el enfermo hu- biere vivido desordenadamente, porque en este caso los pul- mones se hallan,corrompidos.El esputo delgado y ceniciento, manifiesta ía gangrena. El hipo^ y la diarrea colíquativa, ó desenfrenada, son precursores déla muerte. » Hay otra phthisis espuria, que nace de haberse supu- rado algunos tubercujos en el pulmón; ee estos hacemos titulo separado. Finalmente la vómica suele traer todos los aparatos de una tísica verdadera. Mira el titulo perimneumonia. NUMERO CIENTO T TRECE. Curación de la Tísica pulmonal. IUEGO que empiece á declararse esta enfermedad, se fía _j de poner el mayor empeño en detener sus progresos. Para lo qual, se tendrá libre el vientre; ¿e harán las san- grías suficientes, á minorar las congestiones ael pecho; se un- tarán las unturas suaves pedorales al pecho, y ias antihedi- cas á ias espaldas, ó se harán fomentos al higado y espaldas, con orina de muchachos; se menudearán las bebidas diluen- tes; se darán muchos baños generales con los cocimientos de rosa, y yerbas frescas; y se procurará un régimen severo en las comidas y bebidas. Creciendo el mal, se acortarán los alimentos, redu- ciéndose el enfermo á una dieta tenue y fresca, usando la me- dia leche con agua de cébada;chuparátres veces en eldia, me- dia cucharadita del mucilago de la goma mangle, ó del acey- te de semilla blanca de amapolas, sacado por expresión, ó , del de almendras dulces sin fuego; ose ministrarán repetidas veces unas tomas cortas de la siguiente Be** 3f>8 >..PHTHISIS PNEUMONICA. Bebida en la Tísica incipiente. TOMA de cocimiento hirviendo de linazas una libra, de flores de amapolas rubias, y de rosas dos puñados de cada una. Hágase infusión según arte, y endúlcese con el xa^ rabe de mangle. En la pthisis confirmada, declaman los Autores con- tra los purgantes. No hay duda que las purgas irritan gene- ralmente, y hacen un millón de daños en los afedos inflama- torios, en componiéndose de las drogas, ó medicamentos, que llaman drásticos; pero los ecoproticos, ó aquellos purgantes que ablandan, laxan, ó docilitan suavemente él vientre, lim- piando las primeras vias, minorando la cantidad de líquidos calientes, y consumiendo el pábulo de las inflamaciones, le- jos de perjudicar á esta enfermedad, son necesarios muchas veces, siendo constante, que en las fiebres lentas no falta sa- burra en las primeras vias. Otros alaban el exercicio á caballo, las aguas mine- rales, cocimientos de leños, y remedios antimoniales y cali- beados. Pero verdaderamente todo esto hace mas deplorable este accidente, crispando los solidos, y aumentando los in- cendios de la sangre. Los auxilios que se experimentan útiles eu la tísi- ca declarada, son tos siguientes: las labativas, y minorati- vas suaves; el régimen de caldos simples de carnero, va- ca, ó volátiles, jalea de cuerno de ciervo, almendradas, y poleadas de maiz, arroz, ó almidón; el uso de lá leche de bur¡ as, ó de la de vacas, primero mediada con agua de cebada, después entera, ó si hubiere diarrea, la de cabras con polvos de la goma de Sonora, coral rubio, bolo armenico, cuerno cíe ciervo quemado, ó semejantes absorventes restrin- gentes; la toma de las drogas traumáticas, ó pedorales me- dianamente restringentes, quales son las infusiones de rosa, amanólas, y lanteo; las soluciones en agua común de las yer- bas del pollo, y capitaneja; los cocimientos de calaguala, lina- zas, y flures de saúco; y las succiones del mucilago de la go- ma mangle; las unfuras antihedicas á las espaldas; y el uso moderado de los remedios pedorales, y balsamico-detergen- tesy PHTHISIS PNEUMONICA. 309 tes, como son ía goma mangle, el xarabe de diacodion, laazü- car candi, los bálsamos de tolú,perú, copaiva, azufre tremen- tinado &c. Lamedor para los tísicos. TOMA de polvos de bofes de coyote dos dragmas, de bal- samo de azufre rrementinado media dragma, de xarabe de goma mangle quanto baste: mézclalos. Chúpese á menudo con un palito de orosus. Conserva anti-tisica TOMA del mucilago de la goma mangle, y extrado de orosus una onza de cada cosa, de flores de azufre media onza, de azúcar rosada dos onzas. Con xarabe de malvabisco hágase eleduario, á chupar dos veces en el día, una cucha- rada. ,; PILI. Los Pelos del cuerpo padecen varias enferme- dades. En la ursuela, ladillas, y piojos se frotará el un- güento de mercurio, 6 se polvorearán las camas con polvos sutiles de cebadilla. En la decidencia, que llaman alopecia es provechoso labarse con el cocimiento dejara y rosa, con el de mirto cimarrón, ó con el de vervena, culantrillo, y sauz, usando interiormente los remedios aperitivos, y fundente* mercuriales. Untura para ennegrecer los pelos. TOMA de cerusa, y litargiriode oro una onza decada uno, de lexia fuerte una libra. Cuezanse, hasta que metiendo un bellon de lana, se ennegresc3. ..*.'•'' Agua para lo mismo. TOMA media dragma de platacopellaen.limaduras,y dos dragmas de aguafuerte: pónganse en digestión á que se disuelva la plata; y mézclensele tres onzas de agua rosa- da. Se mojará una escobetilla en esta agua para peinarse. También es util labarse diariamente la cabeza con el cocimiento fuerte de las pencas del órgano. Un- 310 PLEURITISV Ungüento depilatorio. TOMA de polvos sutiles de cal viva tres onzas, de sandá- raca tres dragmas, y una clara de huevo. Muélase todo^ j«nto en una piedra lisa, con quanto baste de lexia de jabón, á que tome consistencia espesa. Usase untando el parage con linas plumas, y al quarto de hora .se labará con agua tibia, reiterando la operación las veces que fuere menester. ' PLEURITIS. El Dolor de costado es una punzada en qualquiera parte interior del pecho, principalmente en los costado», aumentada en la inspiración, y recubacion del lado sano, que empieza comunmente con escalofríos, y sigue acom- pañada de fiebre aguda, toz dolorosa y continua, esputo li- bre, ó forzado, y pulso duro, y como sufocado del lado del dolor. La causa esencia! es la inflamación de la pleura. Las antecedentes son: complexiones sanguíneas, y fogosas; comi- das, y bebidas calientes, y abundantes; y debilidad, delicade- za, ó estrechez de los vasos del pulmón. Las ocasionales son, primeras: bebidas frías, ó,ayre frío violentamente recibido, en un cuerpo abochornado. Segundas: trasportaciones de ma- terias inflamadas, entre la pleura, y mediastino. Terceras: [constituciones del ayre endémicas, epidémicas, ó austri- nas, volviéndose repentinamente aquilonares, ó constante- mente nordestales. Los efedos de la pleuritis se comprehenden por los de la pulmonía, pues ambas tienen un mismo origen, y unas propias terminaciones. Quanto mas pronto, y copioso fuere el esputo, tanto mas breve se acabará ia enfermedad. La que pasa del dia undécimo, regularmente termina en abceso. Si el dolor de repente se quitare, y aumentándose la fiebre, fal- tando la crisis, el pulsóse pusiere intermitente, anuncia lue- go la muerte. Estando todo malo, también es mortal el pulso convulsivo. Los esputos verdes, negros, y cenicientos son nuncios de gangrena. La pleuritis de recaída es muy peli- grosa, y bien mala la que pasa á pulmonía. Hay otro dolor de costado, que se llama espurio, el qual tiene el mismo génesis que la pulmonía falsa, impide al enfermo reclinarse del lado del doler, y por ratos se exacer- ba. La PLEURITIS. 311 La pleuritis vaga es una avenida de dolores acres en qualquiera parte del pecho, con toz, mas, ó menos fuerte, y esputos, ( algunas veces cruentos) los quales acometen á per- sonas débiles, secas, fogosas, y desregladas Originanse de exhalaciones acres, congestiones de humores acrimoniosos, y disposiciones tuberculosas. Otros dolores vagos insultan al pecho, que aunque fuertes, no se acompañan con toz, sin embargo de que traen algunas veces calentura. Las causas comunes son: ayres co- lados y frios, flatos,, y exhalaciones crudas de las primeras vias. NUMERO CIENTO T CATORCE. Curación del Dolor de Costado. IA pleuritis legitima, como hemos visto, tiene el mismo _j origen que la pulmonía inflamatoria, y asi debe curar- se de la misma suerte y gálicos envejecidos. TOMA de polvos sutiles de zarzaparrilla una dragma, de los de palo santo y hojas de sen media dragma de cada Ss Uno, 32^ PURGANTIA. uno, de mercurio dulce quince granos, de diagridio nueve granos: mézclense, y tómense, continuando su uso por mas ó menos dias seguidos, según la resistencia de el enfermo. Purgas suaves\. ó antiphlogisticas. LAS minorativas de el numero tres,ó la leche de Mechoa- cán, en cantidad de una dragma. Purgas para los cuerpos húmedos y rectos. J_jAS del numero ochenta y tres. Purgas comunes para los Adultos. TOMA de polvos cornaquinos dos escrúpulos, de tártaro vitriolado un escrúpulo; mézclense. ítem: De polvos sutiles de pastillas de Mechoacan tres dragmas. Ítem: Una onza de sal catártica, que llaman vulgar- mente de la higuera, desleída en agua tibia. ítem: De polvos sutiles de xalapa treinta granos, de sal'de tártaro un escrúpulo: mézclense. Estos polvos han de tomarse con una poquita de agua tibia, en ayunas. ítem: De extrado de xalapa diez granos, de xarabe violado una onza; mézclense muy bien. ítem: De agua angélica quatro onzas. Entibíese para usarse. Ítem: La almendra dé una haba mediana de Guate- mala, ó media de las grandes, mascada. Ea ayunas han de tomarse las purgas, y hasta las dos horas se desayunará el erafermo con un pozillo de chocolate, preservándose del ayre, y usando por comida un simple pu- chero. Labativa purgante. TOMA de cocimiento de malvas con raices, manzanilla, y media almendra de mamey asada taza y media; y mez- clen- RAUCEDO. 323 cíense con un pozuelo de miel rosada, media onza de polvos de jabón, y una dragma de sal de colima. RAUCEDO. La Ronquera es la forzada, o sumisa prolacion de la voz. La causa inmediata es la inmobilidad de la glotis. Las antecedentes son la debilidad, ó el demasiado calor de los órganos de la respiración. Las procatarticas sorfs primeras: acrimonias alcalinas. Segundas: inflamación de los músculos de la laringe. Terceras: concreción, ó espe- sura de la linfa que riega las fauces, por ias causas del as- ma, principalmente por el agua, y ayre frios tomados, es- tando calientes el pulmón y la garganta, lo qual se llama pas- mo, ó resfrío de pecho; 6 por el humor gálico, quando llega á depositarse en las fauces. En las enfermedades graves es bien peligroso este mal, ó muy rebelde. NUMERO CIENTO T DTEZ T SIETE. Curación de la Ronquera. EN las acrimonias alcalinas y ardores de la sangre, se mi- nistrarán los remedios aperitivos; se chuparán los lame- dores frescos, que sean un tanto restringentes; y á las espal- das se untarán las unturas antihedicas. En la inflamación de la garganta, se sangrará al enfermo las veces que fuere me- nester; se le frotarán al pecho, y garganta las unturas sua- ves pedorales; tomará las bebidas diluentes; y chupará los la- medores mucilaginosos. Finalmente en las terceras causas son necesarios los remedios discucientes, y atenuantes. Remedios aperitivos para la Ronquera. EL cocimiento de orosus, cebada, pasas deshuesadas, malvas, y flores de amapolas, endulzado con miel vir- gen; ó la infusión de claveles blancos. Se tomarán bien ca- lientes. ítem: De flor de harina de habas, y de polvos de azú- car candi partes iguales de cada cosa: mézclense, y tómense de quando en quando, como chupando. Ítem: Las raspaduras de Ingenio, usadas del mismo modo. La- 324 RESPIRATIO. •Lamedoresfrescos} un tanto restringentes. 1 vQS soconozcles asados, y polvoreados de azúcar candi. ítem: De agua de lantén quatro onzas, de espiritus de x vitriolo dulce una dragma: mézclalos. Lamedores mucilaginosos. I_jL mucilago de linazas, y goma mangle. ítem: El aceyte de cocos. ítem: De xarabe de cnayotes una onza, de polvos de goma de tragacanto, y de esperma de ballena una dragma de cada cosa: mézclalos. Tópicos al pecho para la ronquera de Pasmo. LOS pellejos del unto de puerco, primero mojados en acey- te de azucenas, y después sahumados con estoraque, aplicados de la garganta al pecho. Ítem: El ungüento de estoraque, ó la manteca de azar. Lamedor discuciente para aguzar la voz. TÓrnese un chile ancho grande, y macérese en aguardien- te toda una noche; se le quitará el palo con el botón de las pepitas; se rellenará de polvos de azúcar candi; y se pondrá parado en el rescoldo, hasta que la azúcar se vuelva miel. Entonces se vaciará en una redoma, para chupar de tiempo en tiempo. Si la ronquera naciere de algún principio catarral, se tomarán, en bebidas téformes, la infusión de flores de saúco, ó dé la yerba de hisopo. Mas originándose de humor vene- reo, se hará la cura del numero noventa y seis. Que si esta enfermedad se resistiere á todos los auxilios propuestos, se tratará como el asma. RESPIRATIO. La Respiración se enferma por daño en los canales que exercen esta acción, ó por destemplanza en el ayre que se respira, ó por el vicio de otras partes- Lo pri- mero RHEUMAT1SMUS. 325 mero originan las congestiones, los embarazos de algunos cuerpos extraños, ó las rupciones, y debilidades de estas par- tes. Lo segundo nace del ayre caliente, ó cargado de partí- culas metálicas, pulverulentas, vaporosas, ó acrimoniosas. Y lo tercero producen las llenuras del vientre, dolores vivos, tensiones, convulsiones, ó irritaciones de las entrañas. To- das estas causas deben explorarse, para aplicar los remedios oportunos, según sus legitimas indicaciones. ^ En las enfermedades agudas la respiración freqüente y remisa, indica interna inflamación: la fuerte y rara, pronos- tica el delirio, y la convulsión: y la rara y baxa, anuncia la muerte. En los cuerpos flacos, y secos, la respiración forza- da y anhelosa, nace comunmente de la sequedad del humor del pericardio. La causa de la simple dificultad de respirar, que llaman dispnéa, está ordinariamente en el vientre. El hi- pido ó la respiración fuerte y freqüente, se cura las mas ve- ces con vomitorios, y evacuantes. RHEUIVIATISMUS. El Reumatismo es aquella ave- nida de dolores atrocísimos, como de alesnas, que penetran los huesos, y coyunturas, en qualquiera parte del cuerpo, acompañados de una fiebre aguda, sin resultas de supuración, aunque pone phlogistica la sangre, dexando á veces parali- ticas las partes. La causa inmediata es la inflamación, ó el es- tancamiento de la sangre en lasarterioUsdel periosteo, mem- branas, nervios, y partes tendinosa-. Las antecedentes son la sangre muy batida, y cargada de acrimonias alcalinas; comí • das, y bebidas lautas, y acres; constituciones del tiempo au- tumnales; y complexiones vibrátiles, ó vaporosas. Las proca- tarticas mas comunes son, las irrupciones del frió, estando caliente el cuerpo, evacuaciones suprimidas, y males habi- tuales. 7 Esta enfermedad, en durando mucho tiempo, se mu- da en artritis, ó afloxando, y obstruyendo los nervios, causa Ja parálisis. Las orinas espesas son buenas pero malas, las claras, y aqueas. NU- 325 RHEUMATISMUS. NUMERO CIENTO T DIEZ T OCHO. Curación del Reumatismo. POdemos decir, que el reumatismo es una artritis inflama^ da, y que la gota es un reumatismo frió. En efedo, siendo una la procatarsis de ambas enfermedades, origina en los miembros y coyunturas efedos muy parecidos, á saber: espesura en la sangre de las arterias capilares, y tenacidad en el sudor que sale de estos vasos. El primer efedo constitu- ye el reumatismo, y el segundo la gota. Es preciso llevar es- to asentado, para la cura de uno, y otro accidente, porque fácilmente se transmutan, volviéndose la gota reumatismo, y convirtiéndose este en gota. En el reumatismo de que hablamos, se harán las san- grías suficientes, ó se aplicarán sanguijuelas, ó ventosas sa- jadas en las partes dolorosas: se ministrarán los diluentes an- tifebriles: se darán muchos baños de agua tibia: se aplicarán los tópicos de abaxo: se menudearán las labativas frescas, y emolientes: se usarán los suaves anodinos; y se instituirá el régimen tenue. Mitigada la inflamación, se tomará una minorativa de las del numero tres, y se pasará al uso de la leche de burras. Quedando los nervios débiles, ó impedidos en sus movimien- tos, se les frotarán los linimentos del numero ciento y siete. Diluentes en el Reumatismo. TOMA de polvos de lombrices una dr3gma,.de xarabe violado onza y media, de láudano liquido quatro gotas, desuero una libra:mézclense. ítem: De salitre puro un escrúpulo, dé láudano opia- do grano y medio, de xarabe de borrajas una onza, de coci- miento de palo mulato una libra: mézclense. ítem: Tómese un puñado de tianguispepetia, ó de pim- pinela, y muélase en un metate con un quartillo de agua: Cué- lese, y endúlcese con xarabe de diacodion. Topi* RHEUMATISMUS. 327 Tópicos en el Reumatismo. TOMA de unto sin sal derretido dos onzas, de vino blan- co media onza, de polvos sutiles de la concha de arma- dillo una dragma, de láudano liquido nueve gotas: mézclense. ítem: De aceyte de ranas una onza, de espíritus^ de lombrices un escrúpulo: mézclense. ítem: De ungüento de manzanas dos onzas, de aceyte de yemas de huevos una onza, de tintura balsámica dos ! dragmas, de espiritus de lombrices dragma y media: méz- clalos. ítem: Apliqúese una rana viva, y tengase afianzada en la parte, hasta que se sienta muerta. ítem: el ungüento de dolores simple, ó el compues- to, mezclado con aceyte de coco. Ungüento compuesto de dolores. TOMA de unto colado, y bien labado una libra, de leche diez onzas. Cuezanse, y en el fin mézclensele de hojas tiernas de axenjos un puñado, de flores de romero, y de man- zanilla una onza de cada una. Apártese el mixto de la lum- bre, y cuélese. Este ungüento es util para todas las fluxiones. Tópicos para el Reumatismo con fluxión artrítica. TOMA de pomada de Valencia dos onzas, de aceyte de siete flores una onza, del de lombrices fétido media on- za, de tintura balsámica tres dragmas: mézclalos. ítem: Las raspaduras de jabón de castilla, batidas con agua articular. Ítem: Se frotarán las partes doloridas con el galbane- to, mezclado con unos granos de alcanfor. ítem: De pomada vegeto-mineral una onza, de acey- te de yemas de huevos media onza, de jabón Veneciano, di- suelto en aguardiente dos dragmas, de balsamo anodino una dragma: mézclense. En los dolores rebeldes y antiguos, se ministrarán las gotas antihidropicas en el xarabe de diacodion, ó ios siguien- tes 3 2 8 RIGORES. Polvos sudoríferos en los dolores graves reumáticos. TOaMA de polvos sutiles de salitre puro, y tártaro vitrio- lado media onza de cada uno, de hipecacuanha, y opio una dragma de cada cosa: mézclense, y tómeseon escrúpulo por dosis en alguna bebida diluente. Ose aplicarán cáusti- cos á las mismas partes, teniendo.cuidado de que purgen por mucho tiempo. Quando el cuerpo está muy extenuado, exe- cutando la fiebre, se ministrará por bebida el suero de cabras, infundido con raspaduras de limones. En el reumatismo cró- nico es util el suero de mostaza. RIGORES. Los Escalofríos tienen por causa inme- diata la irritación de las papilas, ó remates de los nervios, de que resulta congestión de sangre en los vasos .capilares. Las procatarticas son: primeras: supuraciones, ó retenciones de humores proscritos, ó superfinos enelcuerpo.Segunda: la san- gre viscosa en las fiebres. Tercera: la sangre que empieza á desenvolverse, y á hacer sus impulsos para las crises. Quar- tas: convulsiones graves, y materiales sumamente acrimonio- sos; debilidades evacuativas; y prosternacion délos resortes, que inhabilitan las crises. Los escalofrios mientras fueren mas largos y fuertes, mas violenta será la fiebre: los que nacen en vísperas de cri- ses, son buenos: los que repiten habiendo mucha debilidad, son malos: los que menudean, indican aparato en las prime- ras vias; que si se sudare mucho, será la enfermedad prolon- gada. Comunmente son mortales los que succeden á la iscu- ria, y los que tienen su principio en la cabeza. Las primeras causas se curan con los remedios des- inflamantes, ó con los evacuantes. La segunda, con las be- bidas antiflogísticas, y suavemente diaforéticas. Las quartas, con ios nervinos, antisépticos, y roborantes. Pero la tercera causa pide una total cesación en los remedios, esperando con prudencia las crises. S/\NGUIS. La Sangre es un mixto compuesto de par- tes rubia, fibrosa, y suerosa, que circulando incesantemente por el cuerpo, es el principio de la vida, y de los humores ex- creticios. Sus vicios, generalmente, se reducen á tres, á sa- ber: SANGUIS* 329 -ber: copia de este liquido, excesos en.el circulo, y torpeza en su movimiento. Aqui no hablamos de los entes extraños, que la corrompen. La abundancia de sangre se llama plétora. Tiene su origen.inmediato en la mayor cantidad ce su parte fibrosa. Las causas que la producen son: el temperamento sanguíneo, las comidas abundantes, el ocio, y la falta de evacuaciones de sangre acostumbradas. Sus efedos son: primeros: pulso lleno, color de la piel encendido, ( particularmente el de la cara) bochornos^opresiones, lasitudes, tensiones, y inflama- ciones. Segundos: color del rostro amoretado, constipacio- nes, concreciones, obstrucciones,, y pulso- duro sufocado y como pequeño. Terceros: escalofríos, y fiebres, malignas, con- gestiones graves, insultos, gangrenas internas, y muertes ar- rebatadas. „ ,¿ Aceleran el movimiento de la sangré el choque violen- to de.las moléculas que componen la parte rubia. Esto pro- viene de las causas que ipflaman, ó que disuelven la sangre. Los signos son: pulso freqüente, calor intolerable, sudor co- pioso, ó detenido, sequedad de la piel,y faltadeotros excre- tas. El movimiento tardo nace de la abundancia de su par- te suerosa, ó de la.diminucion del cuerpo de la sangre. Lo primero procede de las causas de la caquexia, y hidropesia; y Jo segundo, del temperamento débil, inedia, falta de diges- tión, perdidas de sangre, y enfermedades que vienen con ex- pendio considerable de algún humor. Conócese por el pulso raro y pequeño, debilidad y frialdad del cuerpo, palidez, flo- xedaci, y edematosidad de las carnes, y mal cocimiento del estomago. La sangre abundante, rubia, y encendida, que sin causa manifiesta, brota por la boca en las mugeres, nace de ordinario de los menstruos detenidos. La fofa, y negra, en las enfermedades agudas, que se arroja por esputo, indica que están esfácelados los pulmones; y la que no sale batida, sino separada del esputo, arguye rupcion, ó apercion de vasos. Estando duro el higado, la sangre hedionda, y negra por el vientre, anuncia la muerfe. En los males crónico^ las gotas .. ■ '»• Tt que 330 SANGUIS. qir? vienen por las narices, comunmente pronostican la ruina ■de los enfermos. En las enfermedades del pecho, el esputo de sangre suprimido, trae la tísica. La orina sanguínea no ha de contenerse. Siempre que se hallen suaves los hipocondrios, el fluxo hemorroidal es favorable. Los que son castos tienen robusta la sangre. NUMERO CIENTO TDIEZ T NUEVE. Curación de los males comunes de la Sangre. LA plétora ó abundancia de la sangre, se cura con san- grías, sobriedad, diluentes, y laxantes. El movimiento aumentado se corrije con la remoción de las causas irritan- tes, con la quietud, con los baños, y con las sangrias, y reme- dios diluentes y laxantes. La debilidad y torpeza del circulo sé socorren, usando con prudencia, los alimentos nobles, in- gestos roborantes, aromáticos, digestivos, y diuréticos, equi- tación, friegas, y compresiones suaves de los miembros. El herbar simple de la sangre pide las sangrias, y be- bidas diluentes, (la agua de manzanas agrias serenada, y usa- da en ayunas, es muy util.) Pero en naciendo de flatos, y indi- gestiones del estomago, se remedia con las bebidas carminan- tes-, en los cuerpos obesos y relaxados, se darán los baños de tierra: á los resecos, á mas de sangrarlos, se les frotará el cuerpo con atole acedo, ó con ungüento de calabaza; minis- trándoles al mismo tiempo un vaso de agua fria, en que se haya disuelto un pedazo de almagre, ú de adobe: en estando Jos vasos de la sangre obstruidos, (to qual se congetura por los antiguos bochornos, vigilias, calor grande de la cabeza, y frialdad de los pies) se frotará la parte posterior del cuer- po con la siguiente Untura para los hervores de la sangre en lot cuerpos obstruidos. TOMA de unto de puerco labado, y pulque quatro onzas de cada uno, de rosa seca un puñado. Friase todo junto riasu SCIRRHUS. 331 hasta que se consuma lak humedad: cuélese, y úsese. SCÍRRHUS. El Cirro es un tumor duro y indolente, que ocupa las glándulas del cuerpo, sin mudar el color de la piel. La causa inmediata es el deposito de la parte fibrosa de la sangre, linfa gruesa, ú otro humor excreticío, despojados del liquido, que los hacia fluitables,por haberse exhalado, ó exprimido en los canales, y poros excretorios. Las antece- dentes son: primera: falta de resisttncia para reimpeler la parte, en que se hace el decubito, ya por el texido de las glándulas naturalmente floxo, ya por habérselas debilitado su tono, ó ya por faltarlas el apoyo muscular, que anima su> reacción. Segunda: viscosidad, y espesura de les líquidos. Tercera: resorte laxó, y débil de los vasos avehentes, y re- vejientes. Las procatarticas son: primeras: inflamaciones lentas, que acontecen ordinariamente en el higado, bazo, mesenterio, útero, mamas, pulmones, y entrañas glandulosas. Segundas: los males que espesan los fluidos, induciéndoles alguna parti- cular acrimonia, como el gálico, el escorbuto, y las estm- mas. Terceras: aquellos accidentes, que minorando el débil elater de las glándulas, ó aproximando las paredes de los va- sos, hace exsucár los líquidos, como las presiones, y contu- siones fuertes de las mamas. Quartas: el uso demasiado de bebidas espirituosas, alimentos de mala digestión, terrores, tristezas, sumo frió, vida sedentaria, y todo aquello que efe- tando la sangre, ó concretando los humores, los hace mover lentamente. Dividense los cirros en movibles, y adherentes. Los primeros no pasan del texido celular; mas los segundos ex- tienden sus raices hasta los intersticios de las fibras musculares, Estos últimos, exceptuando algunos venéreos, son los mas di- fíciles de curarse; que si nacieren por inflamación lenta dé la sangre, se vuelven del todo incurables. Los cirros son causa muchas veces de los cancros, tísica, y hidropesías irremedia- bles." mi- 332 SCIRRHUS. NUMERO CIENTO T VEINTE. Método con que deben tratarse, y cutarse los Cirros. QUandolos cirros son bien dolorosos, empiezan á for- marse, y tienen su origen de alguna causa inflamato- ria, sin perdida de tiempo, han de tratarse como las mas executivas inflamaciones, con sangrias, diluentes, laxan- tes, tópicos desinflamantes, y dieta tenue y fresca, ayudando, al resorte de los vasos, sosteniéndolos, abrigándolos, y lige- ramente comprimiéndolos. Si á pesar de estas diligencias, el cirro se inclinare á su perfección, ó á un estado de dureza indolente, se ministra- rán por algún tiempo los diuréticos suaves del numero ochen- ta y tres; se aplicarán cataplasmas emolientes; y se estable- cerá con prudencia el uso de ios remedios fundentes, purgan- tes, y atenuantes. Entre estos últimos es muy util el siguiente Emplastro mercurial irino. TOMA de emplastro de diaquiíon gomado dos libras. Derrítase á fuego lento, y apartado de la lumbre, méz- clesele de azogue apagado, ó disuelto en trementina, media libra, de polvos sutiles de raices de lirios quatro onzas. Hága- se emplastro, que se estenderá en badana, para aplicarlo al tumor. Es preciso desde que se emprende la cura de los cir- ros perfedos, tener presente la regla, de que han de abando- narse los remedios fundentes, y atenuantes, en el momento que se experimentare, que causan considerable calor y dolor, echando mano de los diluentes, y desinflamantes, hasta que Cesen estos síntomas, que son precursores del cáncer. El mejor método de tratar los cirros indolentes es, procurar impedí-les los progresos, lo qual se consigne con la dieta fresca,? con el arreglo en las seis cosas no naturales. Los cirros linfáticos de las articulaciones que se llaman gan- glios, en no viniendo por la espesura de la linfa, se despare- cen por sí solos, ó mediante los tópicos restringentes y robo- rantes, ó el emplastro, que pusimos, pata las durezas glande losas, en el titulo morbi. *COR- SCORBÜTUS. 333 SCORBUTUS. El Escorbuto, ó mal de "Loanda fes aquella enfermedad que acomete con pesadez, y muchas ve- ces dolor de las piernas, torpeza en los miembros, color del rostro encendido, pálido ó acardenalado, anhélito oprimido, encias dañadas, maochas rubias, amarillas,amoretadas, ó ne- gras por el cuerpo, y otros muchos síntomas, según elj pre- dominio de la causa, y grados del accidente. La causa inmediata es la solución del texido, ó enlá- zecon que debe estar unida la parte suerosa de la sangre con la rubia, mediante la qual, ésta se alcaliza, y la otra se con- creta, adquiriendo ambas por esto, succesivos grados de acri- monia, á saber: la suerosa, de acrimonia acida, y la rubia, de- alcalina. * , La causa antecedente es la sangre vapida, sucia, y poco trasporada. Las procatarticas son: primeras: las malas nutriciones, por comidas podridas, antiguas, duras, ahuma- da saladas, extrañas; ó bebidas igualmente corrompidas. Segundas: exhalaciones fétidas y sucias, como de minas, fun- diciones, carnicerías,cárceles,establos,albarrádas, hospitales, osarios, &c. Terceras: habitaciones en lugares pantanosos, hú- medos, sombríos, marítimos, excesivauaente frios, subterrá- neos, ó no ventilados. Quartas: disposiciones heredadas, hu- mores escrofulosos, y contagios por el congreso venéreo, ó de los utensilios de los gálicos. Los efedos son: primeros: lasitud, y pesadez del cuer- po, particularmente de las piernas, pulso pequeño, opresio- nes del pecho, desfallecimientos, y vaguidos. Nacen de la inercia, ó falta de vigor enda sangre. Segundos: encias infla- madas, ó supuradas; manchas en los tobillos, en las piernas, ó en todo el cuerpo, redondas, largas, desiguales, roxas, amoretadas, amarillas, negras, escamonas, ó exulceradas; flo^ xedad de los dientes, caries de lasquixidas, y gangrenas in- ternas, y externas. Resultan estos síntomas de la desunión, y acrimonias de las partes de la sangre, desprendiéndose,! y coacervándose en los mas acomodados emuntorios, en donde comunican su corrupción á Jas partes. Terceros: encias duras, y ¿callosas; tumores linfáticos, y renitentes en las ingles* ar«as, ó encias; orinas claras; erup,- cio- 33 4 SCORBUTUS. ~ cionés por las narices, por el útero, de humores linfáticos; colores pálidos del cuerpo, hidropesía leucoflegmatíca, iüe- ricia espesa, parálisis,letargo, y gangrena húmeda, etique las partes se edematizan, y se vuelven como lodo. Originanse estos males de las acrimonias acidas, o del suero de la san- gre espeso, y corrompido. Quartos: comezón en Jas encias, rubor, hinchazón, blandura, y supuración; orina roxa, fétida, y lixiviosa; color del rostro rubicundo; fisuras en las piernas,, brazos, ó cara; letargos, epilepsias, hemorragias de narices,: marasmos, fluxos coliquativos, rumor en los huesos, y gan-. greñas secas, en que faltando humedad á las partes, se re- traen y vuelven pegajosas. Todo esto proviene de la acrimo- nia alcalina, .óexaltación de azufres que componen la par- te roxa de la sangre, causando inflamaciones, disoluciones, ó sequedades en los fluidos, y partes duras. El escorbuto, en no siendo el enfermo indócil, y mal sufrido, estando al principio, y no habiéndose heredado, no es incurable; pero faltando estas circunstancias, ó se hace muy protervo, ó es del todo irremediable. Los desmayos, Ja grande opresión del pecho, las manchas negras grandes y abundantes, la corrupción de las encias, el hedor, y caries de la boca, las calenturas recurrentes, ó accesionales, los edemas de las piernas, y los internos, y graves dolores del vientre, co- munmente son mortales. El escorbútico de ordinario acaba con hidropesía, gangrena, marasmo, ó fluxos coliquativos. NUMERO CIENTO T VEINTE T UNO. Curación del Escorbuto. EL escorbuto es una enfermedad de las mas graves, y di- fíciles de curar, no siendo un material introducido en la sangre, ú otro humor, que mediante algún especifico, pueda arrojarse por los emuntorios del cuerpo, sino una verdadera ¿orrupcion de la sangre. Luego que se declare este mal, sé traspasará al enfermo á un lugar de sol descubierto, templa- do seco limpio, alegre, y ventilado: se reducirá á tomar alimentos nobles, nada salados, pasados, ni acres; usará la le- che de cabras; y tomará,.por nueve P mas días, los apena- scorbutus. . 335 vos suaves del numero ochenta y tres, ministrándosele £ lo ultimo una suave minorativa. Después se pasará al uso de los remedios antiescor-' buticos, quales son: el sururi picante, ó los verros, el chicBi- ¡acastle, o mastuerzo de la agua, los rábanos hortenses, y silvestres, la mostaza, layerbabuena, el hepasoté,y los agrios* Se gastarán en comidas, bebidas, fomentos, gárgaras, ó de qualquiera otra manera, acompañados con los remedios di** luentes, si la corrupción fuere alcalina; ó con los carminan- tes, y roborantes, en siendo deacrimonia acida el escorbutbi Purgas suaves en el escorbuto alcalecente. TOMA de maná tres onzas. Deshágase en Un vaso de sue- ro con infusión de verros: cuélese, y tómese en ayunas.' ítem: De la raíz quebrantada de los ingertos dé las en- cinas onza y media,de pimpinela, y chichilacastle un puna* do de cada uno, de borrajas dos tomadas, de tamarindos tres onzas, de crémor de tártaro media onza, de agua quatro li- bras. Cuezase todo junto, hasta que queden tres libras: cola- do el cocimiento, se endulzará con el xarabe solutivo de ro- sas. Tomará el enfermo dos tazas calderas en el dia. Tintura purgante en el escorbuto frío* TOMA de resina de xalapa media onza, de espíritus ríe verros media libra. Infundanse por dos dias en cenizas calientes. Fíltrese el licor, y guárdese en redoma, para tomar tína cucharada por dosis. Bebida en ia acrimonia alcalina. TOMA de tianguispepetia dos puñados, de verros un pu- ñado, de tamarindos oaza y media. Quebrántese todo, y infundase con tres libras de suero. Estése el mixto en él fuego una hora, sin que llegue á hervir/Después se colará; y endulzará con azúcar, para tomar á mañana y tarde, un vasfc. Remedio en la acrimonia acida. Muélanse en un metate limpio dos ó tres rábanos tiernos, con sus cortezas,^ mézclese azúcar en polvos á esta masa; 33^ SCORBUTUS* masa, que se expondrá ai sereno toda la noche, para tomarla en ayunas, bebiendo encima un vaso del cocimiento de ver- ros, salvia, y yerbabuena. Estos medicamentos han de conti- nuarse por mucho tiempo. ■ ** Remedios para las encías en el principio del •■ ■•■ - escorbuto caliente. TOMA de miel rosaáa, xarabe de limones, y sumo de verros dos onzas dé cada uno, de extrado vegeto-mi- neral media onza: mézclalos. Se tomará en lienzos este mix- to, y se fomentarán repetidas veces las encias. En los mayores grados de corrupción. TOMA de sal armoniaCo, y de espiritus de sai marino una dragma de cada uno, de sumo de limones una on- «a, de agua destilada de chichilacastle seis onzas: mézclalos. Hágase lo mismo que con el anterior. EN EL ESCORBUTO FRIÓ. En los primeros grados. TOMA de aguardiente refino media libra, de verros un puñado. Hágase infusión según arte para tomar bu- ches en la boca. En los altos grados de podredumbre. TOMA de espíritus de verros, y de vino triacal una on- za de cadaruno; de miel de romero dos onzas. Mójense lienzos,.para aplicarlos freqüentemente en las encias. Remedios contra otros efectos del escorbuto. LAS manchas se curan con baños, ó fomentos, hechos con los cocimientos de las yerbas antiescorbúticas. En las encias laxds. SE aplicarán lienzos mojados en el sumo de capitaneja, ó en la, tintura de-laca, O se haráq los labatorios del nume- ro ciento y cinco. ^n SCROPHULM. 337 En la estrangurria. TOMA de agua destilada de la yerba del pollo media li- bra, de espiritus de sal dulce quince gotas: mézclalos. Tómese diariamente esta bebida. En los dolores de las piernas. TOMA de polvos de jabón quanto quieras, de espiritus de vino alcanforado quanto baste. Hágase linimento, para untar las partes. En la atrofia, y en los dolores acres del vientre. SE usará la leche de cabras, mediada con los sumos, ó co- cimientos de las yerbas antiescorbúticas. En los dolores de cabeza. SE ministrarán los espiritus de verros con los de cuerno de ciervo succinado, en qualquiera vehículo apropiado. En el asma. AProvecha la tintura de castor con los remedios atenuan- tes volátiles. En el principio suelen impedirse los progresos al es- corbuto alcalecente, no usando otro alimento en las veinte y quatro horas del dia, que un simple puchero, de carnes no- bles, y frescas, y tomando en ayunas diariamente una cucha- rada de sumo de limones. Sin embargo, el nervio de la cura- ción estriva en combinar las indicaciones, acomodando los remedios, asi á la acrimonia dominante, como á las compli- caciones. SCROPHULiE, STRUM/E, Los Lamparones son unos tumores duros, arracimados, y eséndidos por el pescuezo, que no mudan de ordinario el color de la piel, las mas veces indolentes, y algunas dolorosos. La causa inmediata es la es- pesura de la linfa, conducida a! mas alto grado, en las glán- dulas del cuello; ó un virus heredado, que hace en estas par- tes su recidencia, asi como el humor venéreo en las genita- les, y guturales. Vv La 3 3 8 SCROPHULM. La causa antecedente es la copia de vasos sanguí- neos, de que está adornado el pescuezo de donde nace la abundancia de humor linfático, al mismo tiempo que su fácil condensación, por estar expuestas estas partes á los ba- timientos del ayre frió. Las procatarticas son: primeras: los alimentos glutinosos, y indigestos. Segundas:, climas exce- sivamente frios; y aguas crudas de nieve, tomadas en abun- dancia, ó con desreglo. Terceras: retrocesos de erupciones cutáneas, y otras excreciones detenidas. Quartas: vicios he- redados, ó contraídos por la leche de las nutrices. Las referidas causas espesan, y congruman la linfa, originando varios depósitos de este humor en las glándulas del cuerpo, de donde nacen los tofos, ñudos, ganglios, hin- chazones de los huesos, espina bifida, rakitis, edemas, cirros linfáticos, y las escrófulas. Estas aumentando su volumen, comprimen y estrechan los vasos de la sangré, de que resul- tan inflamaciones, flemones, abcesos, ulceras, fístulas, exós- tosis, espina ventosa, caries, cáncer, y gangrena. Las escró- fulas heredadas son incurables; las demás raras veces se di- sipan. Pero las que llegan á curarse es á fuerza de constante dieta, y prolongado uso de remedios. NUMERO CIENTO T VEINTE. T DOS: Curación de las escrófulas¿ y tumores linfáticas. EN ninguna cosa son tan visibles los yerros de los charla- tanes, que en el intento de destruir estos tumores con remedios solamente externos, porque insolviendolos, ó infla- mándolos, los vuelven peligrosos, y irremediables. La cura de estos males casi toda es interna, debiendo combatirse en su origen la congrumescencia de los fluidos. Para esto ha de arreglarse el régimen, excusando todo lo glutinoso, y indigesto; se evitarán, las bebidas adual- menté frias, y que cuajan, ó restriñen; se trasportará al en- fermo á Regiones calientes, y secas; se ministrarán por algu- nos dias los aperitivos suaves del numero ochenta y tres; lue- go se le dará un purgante; y á lo ultimo se establecerá el uso de los remedios que propusimos en los números ochenta y tres, SINGULTUS. 339 tres, y ochenta y siete, principalmente las gotas antihidro- picas, y los polvos fundentes. Que si se sintieren dolorosos los tumores, se apelará á los diluentes, y desinflamantes, hasta aplacar el incendio, el qual sosegado, se recomenzarán los fundentes, En el discurso de la cura ha de atenderse al estoma- go, y á tener limpias las primeras vias. Si no obstante lo di- cho, apuntare la supuración, es menester dexarla hacer, sin maniobrar, hasta que sea inexcusable la apercion; en cuyo caso se aplicarán los digestivos animados. SINGULTUS. El Hipo es aquella forzada violenta in- termitida y repetida sonora inspiración, en que la glotis, y parte inferior del pecho, se comprimen. La causa inmediata és la convulsión del diafragma. Las antecedentes son las irri- taciones de las fauces, estomago, y entrañas vecinas al dia- fragma, ó de las telas del celebro. Las procarticas son: pri- meras: ingestos acres, atravesados en la laringe; ó irritamen- tos en el esófago, y "boca superior del estomago, quales son el chile, la mostaza, el aguardiente, y semejantes; ó la afluen- cia de materias acrimoniosas, de otras partes del cuerpo. Se- cundas: evacuaciones copiosas artificiales, ó espontaneas, repentinamente suscitadas. Terceras: abundancia de humo- res ácidos, ó alcalinos, en las primeras vias. Quartas: infla- maciones de las membranas que se comunican con el dia- fragma. El Hipo en los males graves es ordinario nuncio de la muerte: el que viene por evacuaciones violentas, inflamacio- nes del higado, ó heridas, y golpes de cabeza, es muy malo: en el delirio es mortal. NUMERO CIENTO TVE INTE TTRES. Curación del Hipo. EN las primeras causas se ministrarán al enfermo muchos vasos de leche aguada, ó se le harán pasar repetidas to- mas de agua fria, haciendo algunas veces que vomite; se procurará que chupe ios lamedores demulcentes del numero cien- 34° STERI LITAS~ ciento y diez, y que huela pan quemado; se le darán baños de agua tibia en los brazos, y en las piernas; y se le pegará una ventosa deboca anchaá el estomago. En las segundas,se pradicarán.los remedios del numero cincuenta y dos. En las terceras, se promoverá el vomito, y se curarán las acrimo- nias, á saber la alcalina con los remedios diluentes, y absor- ventes; y la acida, con la yerbabuena, diascordio, triaca, 6¿c. En las inflamaciones se harán las sangrias necesarias, y se ministrarán las horchatas de las simientes frias, y de adormi-t. deras blancas. A todos los remedios, asi internos, como exr ' ternos, han de mezclarse los calmantes. Tópico a el estomago en el Hipo. TOMA de levadura, y triaca dos onzas de cada una, de tintura de castor dos dragmas, de láudano liquido veinte gotas: mézclense, y hágase emplastro, que se aplicará sobre un lienzo á el estomago. STERIL1TAS, APHORIA. La Infecundidad de las Mugeres es la falta de concepto, sin embargo de la legitima unión de ambos sexos. La causa inmediata es la impermistion del óvulo materno con el semen masculino. Las antecedentes son las malas disposiciones de los instrumentos, y materias que cooperan á la generación. Las procatarticas son primera: defedo de condescen- ciaen el otro sexo, estrechando voluntariamente la parte in- terior de la vagina, ó no efundiéndose, al mismo tiempo que el varón. Segunda: todo lo que cierra la vagina; la crasicie del redaño, cuyo volumen la comprime, ó los tumores que se forman en ella: flemones, ulceras, phimosis, y prolapso del útero; la estrechez natural de las vírgenes, en quienes las ca- rúnculas mirtiformes se hallan enlazadas por unos tenues fi- lamentos; la clausura en las Memas, que propiamente es un phimosis natural, ó adquirido; y la oclusión fadicia, median- te los apositosaglutinantes, y restridivos, que se aplican para emular la virginidad. Tercera lo que hace invibratil el útero para la expresión del óvulo: el descenso de la matriz, la mu- cha gordura, de que suele estar oprimida, ó penetrada, los cirros, la sequedad, el pasmo, las hidropesías, y Ja espesura de StRANGURP.IA. 341 de la linfa. Quarta: lo que infecunda el huevecillo: las flores blancas, las gonorreas, los fluxos uterinos de sangre y los freqüentes, y desordenados congresos. Quinta: vicio del pene por la eyaculacion remisa, ó arrastrada, ó por su corta longi- tud, falta de erección, y parálisis; y por las ulceras, tumores, carnosidades, embarazos, imperforacion, ó rotura de la ure- tra. Sexta: daño en el semen por estar eféto, ó infecundo, lo que es común en los débiles, en los viejos, y en los mucha- chos, como también en los que padecen gonorreas, y ulceras virulentas en las pudendas; ó por su defedo, lo qual acontece á los muy venéreos, y á los Enucos, en quienes la falta de los testículos impide su generación. NUMERO CIENTO T VEINTE T QUATRO. Curación de la Esterilidad. HAbiendo referido las causas que esterilizan el vientre de las mugeres, nó tenemos que buscar secretos, ó reme- dios, que en todo evento las fecunden, debiéndose curar por sus legitimas indicaciones. Solamente diré, que no siendo vi- sibles las indicaciones, es común que la falta de prole se ori- gine de pasmo, ó por sobrada gordura en el útero. Lo pri- mero se remedia con lo que propusimos en el numero ciento, debiendo insistir por mucho tiempo, en los temazcales, y en los termas calcíferos, ó sulfúreos. La crasicie del útero se mi- nora, y se atenúa, con la larga y rigorosa abstinencia, prin- cipalmente en las cosas húmedas, y grasosas, con el exerci- cio, y con los remedios fundentes, entre los quales son muy útiles el constante uso de la oximiel cilitica con el xabon de venecia, las gotas antihidropicas, y la siguiente Agua del Moro. TOMA de acero azufrado, y detonado tres onzas, de vina- gre fuerte destilado tres libras. H3gase tintura según ar- te. Entonces toma de esta tintura media libra, de agua co- mún diez libras: mézclalos. Úsese á todo pasto. STRANGURIA. Angurria es aquel freqüente llama- mien- 342 SUDOR NIMIUS. miento de la orina, en que esta se arroja gota á gota, y con esfuerzos repetidos. La causa inmediata es la irritación, ó la floxedad del esfínter. Las procatarticas son: primeras infla- maciones, cirros, arenas, piedras, carnosidades, tumores, ul- ceras, ó gonorreas suprimidas, las quales cosas embarazan el corriente de la orina. Segundas: los diuréticos fuertes, p-jcs por sus inmoderados impulsos,debi¡itan el esfínter, ó excorian la uretra, y elorifício interno de la vexiga. Terceras: la vejez muy gastada, y los excesos venéreos, que hacen paralitico el esfínter. El pronostico se deduce de las causas. NUMERO CIENTO T VEINTE T CINCO. Curación de la Angurria. ESTA enfermedad las mas veces se complica con la iscu- ria, y la disuria; y asi deben combinarse los remedios. También de ordinario se acompaña con eretismo, por lo qual suelen no excusarse las sangrías, y los remedios di- luentes, laxantes, y desinflamantes. Pero sobretodo, la *.ira que ha de llevarse en la curación de la angurria, es combatir la procatarsis. Los remedios que en lo general'se experi- mentan muchas veces útiles, son las inyecciones de leche de burras con claras de huevos, ó de la de vacas con aceyte de almendras dulces; y las bebidas demulcentes, ó las frescas antifebriles con polvos devexigas de cabras. SUDOR NIMIUS, El Sudor abundante se origina de la fusión de los fluidos, y de la blandura, ó docilidad de las glándulas miliares. Las causas antecedentes* son: temoera- mentos sanguíneos, repleción de alimentos, ayres gruesos, hú- medos y calientes, saburra acrimoniosa en las primeras vias, uso de licores acres y espirituosos, texido esponjoso de li piel, pulmones floxo% llenos ó ulcerados^ remedios sudorífe- ros, y sangres agitadas. Las procatarticas son: primeras: fie- bres lentas, ó agudas, que tienden á disolver las partes de la sangre, principalmente la suerosa, y fibrosa. Segundas: acri- monias extrañas en la sangre, como el escorbuto, lúe vene- rea &c. Terceras: meyímientos críticos, -unesmus. 343 Los trasudores en las enfermedades anuncian la larga duración de estas. Los sudores frios sintomáticos en las fie- bres agudas, son mortales. El mucho sudor, no siendo critico, en todos los males agudos, indica inflamación en la sangre, ó en alguna entraña. En ias ulceras internas, los sudores son de mal anuncio. NUMEPx.0 CIENTO T VEINTE T SEIS. Curación del Sudor copioso. SE curarán las causas procatarticas: se pondrá al enfermo en un ayre templado, excusando, quanto pueda ser, el mayor abrigo; se le establecerá una dieta tenue, noble, y fres- ca; se le darán á todo pasto las bebidas diluentes; se le mi- nistrará un suave purgante, precediendo las sales digestivas; se le harán friegas generales, con poleadas de almidón; ó se envolverá el cuerpo con la simiente de lino; y se pasará al uso de las bebidas suaves aperitivas, entre las quales prefieren los cocimientos del chicalote, y la corteza peruana, maridados con los diluentes. Los sudores críticos es preciso dexarios correr, hasta que por sí solos se suspendan. TENESMUS, á tensione. Los Pujos son aquellos faertes, y continuos conatos á deponer el vientre, con nin- guna, ó muy escasa evacuación de materias mocosas, sub- cruentas, sanguíneas, ó purulentas. La causa inmediata es la convulsión, ó la parálisis del esfínter del ano. Las ante- cedentes son la irritabilidad del intestino redo, ó la debili- dad, procidencia, ó rotura de estas partes. Las procatarticas son: inflamaciones en dicho orificio, excoriaciones, exulceraciones, almorranas, fístulas, ó carnosi- dades; acrimonias alcalinas, lombrices, sequedad de excre- mentos, y purgas impetuosas; tumores del hipogastrio, pre-r ñez, piedra en ia vexigu, y presiones, ó irritaciones de las partes vecinas. Los pujos con hipo de ordinario son peligrosos: en las preñadas suelen ser causa de aborto: los continuos acar- rean ulceras, y prolapsos del ano. NU- 344 TENES MU „„ NUMERO CIENTO T VEINTE T SIETE. Curación de los Pujos. DOS indicaciones presenta esta enfermedad, á saber, la de la causa, y la de la iritacion,ó de los freqüentes estí- mulos á obrar. La' primera se satisface combatiendo las pro- catarses; y la segunda se cumple con la dieta tenue, y con los remedios, primero abstergentes, segundo calmantes, tercero astringentes. Labativa abstergente. TOMA de cocimiento de cebada media libra, de miel ro- sada dos onzas: mézclalos. Bebidas abstergentes. LOS cocimientos de cebada, con tamarindos; ó de la yer- va del pollo, endulzados con azúcar. O 'a tisana aperi- tiva, y los caldos frescos del numero tres. Labativas calmantes. TOMA de leche acerada inedia libra, una yema de huevo, y una onza de aceyte rosado: mézclense. ítem: De caldo de tripas, ó de manitas de carnero ta- za y media, de simiente de adormideras blancas media onza. Cuezanse, y cuélese el cocimiento. TÓPICOS CALMANTES. Al Vientre. IOS redaños de puerco en cocimiento de leche con man- _v zanilla, gordolobo, rosa, y veleño. ítem: Mezcla partes iguales de los acevtes de hiperi- con, de yemas de hueves, y de ranas; ó una onza de aceyte rosado con doce gotas de láudano; ó dos onzas de manteca de coco con una dragma de tintura anodina. Y úntese el vientre. Al :::;::ZCULA PULMONUM. 345 Al ano. LOS sahumerios de azúcar y romero, los vapores de leche cocida con gordolobo, ó de vinagre rosado: apliqúese un vellón de laníi, moj ido en aceyte rosado" onfancino, ó de arrayán: ó úntese el ungüento populeón con unas gotas de láudano. Bebida abstergente, y calmante. JL/A leche acerada, á todo pasto. Remedios astringentes. JL/OS del numero cincuenta y siete, y cincuenta y ocho. TUBEÍJCULA PULMONUM. Los Tubérculos del Pulmón son unas pequeñas cirrosidades, á manera de garvan- zos, mas ó menos abundantes, desparramadas por toda la substancia interior, ó exterior de los pulmones. La causa in- mediata es la concreceocia reseca, y dura de la parte suero- sa, ó fibrosa de la sangre, en los vasos capilares de esta en- traña. Las antecedentes son: pulmones débiles y estrechos, desreglos en la dieta, y temperamentos secos, calientes, y delicados. Las procatarticas son primeras: malas digestiones, cuyo quilo grueso y mal trabajado, se detiene en los pulmo- nes. Segundas: inflamaciones mal curadas. Terceras: supre- sión de los esputos. Los tubérculos tienen los grados, ó aspedos de los cirros, á saber, de indolentes, inflamados, ó supurados. Los primeros se conocen por una toz leve, y habitual; debilidad de los cuerpos; color del rostro apagado; esputos aqueos y crudos, mezclados algunas veces con ciertos cuerpos duros, y iividos, anegamiento, particularmente á el andar, ó hacer exercicio; toz con algunas vetas de sangre, no confundidas con el esputo; y fluxiones reumáticas. Mas si á las disposiciones referidas se siguen seque- dades constantes en la garganta, calor por dentro de los pul- mones, dolores fugaces, y obtusos, ó agudos en el pecho, fie- bre, toz, y esputos píeuriticos, es señal de haberse inflamado Xx los 34^ TUMORES. los tubérculos. Que si se declarare la fiebre lenta, con exacer- baciones después de las comidas; si las eyecciones del pecho salieren purulentas; y el cuerpo poco á poco se fuere consu- miendo, re debe creer, que están ya supurados los tubercvios. Esta enfermedad es muy ominosa, por que ella rr-jj- chas veces es la causa de las muertes repentinas, ó bastante- mente esperadas. NUMERO CIENTO T VEINTE T OCHO. Método con que deben tratarse los Tubér- culos del Puhhttn. N los tubérculos raras veces se consigue una cura radical. Todo lo que puede hacerse es,impedirles, los progresos, desinflamarlos,y en los supurados instituir una cura paliativa. Por lo qual, luego que se adviertan, se arreglará el uso de las seis cosas no naturales, sujetándose el enfermo á los alimen- tos ligeros, nobles,y de fácil digestión, evitando los desvelos, moderando las pasiones, respirando un ayre templa Jo, pro- curando que las excreciones correspondan, y éxercitandose ú caballo, menos en los casos de inflamación, y supuración. Fuera de esto, se establecerá el uso de las bebidas di- luentes, y suavemente aperitivas, entre las quales tiene el primer lugar la leche de burras; combatiendo de tiempo en tiempo las cirrosidades, con los remedios fundentes, eligien- do los menos impetuosos, y excusando los atenuantes pedo- rales. Mas luego que la inflamación se manifestare, por muy ligera que sea, debe tratarse como la pulmonía phlegmonosa, esto es, con sangrias, diluentes, laxantes, baños de piernas, y demás remedios que propusimos en el numero ciento y diez. En los tubérculos supurados se instituirá la cura de la tísica. Que en no estando el mal tan deplorado, puede probarse la injundia de León, tomando una cucharadita en ayunas, por tres dias seguidos, evitando las bebidas adualmente frías. TUMORES. Los Tumores son elevaciones preterna- turales de las partes. Las causas inmediatas son: primeras: depo- E TUMORES. 347 depósitos de los líquidos. Segundas: dislocaciones, excrecen- cias, procidencias, obstrucciones, eretismos, ó atonías de los solidos. Terceras: formaciones, ó irrupciones de cuerpos ex- traños dentro del cuerpo. Las causas que los disponen son orgasmos, acritudes, abundancias, indigestiones, ó espe- suras genérale?, ó particulures de los fluidos; y ataduras dé- biles, pesos, vibratilidades, ó imbecilidades.de los solidos. Las procatarticas son: primeras: errores en el uso de las seis cosas no-naturales. Segundas: vicios de los líquidos, ó de las partes firmes. Terceras: cuerpos extraños en el cuerpo. Los tumores que nacen de los líquidos estancados, son sanguíneos, ó humorosos. Los primeros se originan de la de- tención de la sangre, por haberse aproximado las paredes de sus vasos, como sucede en los chichones, chupetones, carde- nales, ligaduras, presiones, y contusiones: por la congestión de ella en los fines de las arterias, de que resultan: primero, pústulas, y granos inflamatorios, inflamaciones locales, erisi- pelas, 'flemones, y diviesos. Segundo: abcesos, cirros sanguí- neos, y cancros: de el estancamiento de sangre por haberse dilatado las túnicas de las arterias y venas, de cuyo génesis son los aneurismas, varices, y almorranas; y del derrama- miento de dicho fluido, entre los músculos, y texido celular, habiéndose roto algunos pequeños vasos, de lo qual proceden Jos ranúnculos y los echimoses. Tumores humorosos llamamos á aquellos que vienen por concreciones de los demás fluidos del cuerpo. Los que di- manan de la linfa son, ó por sus tenacidades acrimoniosas, ó por la obstrucción, relaxacion, ó apercion délos vasos en que se halla contenida. Las primeras resultas tenemos expuestas en vario? títulos de esta Obra. La obstrucción de los vasos lin- fáticos causa fluxiones artríticas, y falsos anquiloses. La re- luxación freqüente se origina de la abundancia de linfa, de cuyo principio nacen las hidatid.es, las quales son unas vexi- guillas, llenas de este humor, en cualquiera parte interna ó externa del cuerpo, foimadas de las extensiones de la* túnica celulosa- La apircicn causa los depósitos linfáticos, de que vienen les ganglios, lupias, edemas,y empneunfatoses. Les ganglios son unos tumores duros, comunmente indo- 34$ TUMORES. indolentes, que no mudan el color déla piel, situados de or- dinario es el carpo, tarso, rodilla, ó flexura del codo. Nacen de la expansión, ó abolsamiento de las giandulas. De este origen .son también los bocios. La lupia es un apostema linfá- tico encerrado en un kiste Ó bolsa,, que forma la túnica celu- lar. Siéndola materia blanca, se llama el tumor ateróma; si ts sebosa, esteatoma: y si amarilla y delgada, meliccris. Quan- do el suero de la sangre llega á derramarse por el texido ce- lular, resultan los edemas. Mas si en algunas partes de este integumento, desprendido el ayre que contienen los humores, por la suma alcalescencia de estos, se manifestare un tumor elástico, á manera de vexiga llena de ayre, es el empneuma- tosis, ó tumor ventoso. En el vientre se llama timpanitis. El jugo nutricio acre, y reseco, amontonándose en las partes, engendra callos, clavos, y excrecencias carnosas. Estas ultimas, en las heridas, y ulceras, toman el nombre de hipersarcoses, ó fungos. En las pudendas se dicen bubas, ó sindiquas; en las narices, pólipos; condilómas en el ano; sara- mas en los testes; y en las hernias sarcoceles. La gordura aglomerada en las celdillas de la membrana adiposa, forma la lipomia, nata, ó lobanillo. Este es un tumor capsular cir- cunscripto, blanco, blando y indolente, que no fludúa,y crece á una magnitud asombrosa. Los solidos producen también esta enfermedad. Di- vidense, como se sabe, en blandos, y duros. De los blandos descompuesto su tono, ó su debida situación, resultan las du- rezas tónicas, la irritación, y la atonía. Durezas tónicas son aquellas tensiones de las partes nerviosas, que estrechando los vasos, y sufocando el curso de los fluidos, entumecen, y abultan las partes. Provienen de los excesos de las comple- xiones biliosas, calidas, y secas; y de las causas inflamantes, y convulsivas. La irritación es una impresión crispatoria en los nervios, siendo el principio de los movimientos convul- sivos. Atonía es aquella floxedad, ó caimiento de las partes blandas, enque éstas pierden su elater, conexión, ó precisa ubi- cación. Originanse de las debilidades de las partes;de Ja falta de csciiaciones, por estar espesos los fluidos; del afloxamien- to TUMORES. 349 to que inducen las continuas irritaciones, y movimiento? vio- lentos y convulsivos; de la extensión que causan á los vasos el peso, y la fermentación de los humores; de la copia de se- rosidades; y de las causas de las bernias, procidencias, miem- bros torcidos, y dislocaciones de los huesos. En las partes duras nacen las anquiloses falsa, y ver- dadera; la rakitis; la exostosis; la espina ventosa; y la luxa- ción. Anquilosis falsa se llama aquel difícil, y doloroso mo- vimiento de los huesos, que naciendo de la espesura y acri- monia de la linfa, produce hinchazones linfáticas en las co- yunturas. La anquilosis verdadera es la falta de movimiento en los huesos, por estar estrechamente unidos. Eleva, y po- ne tiesas las articulaciones. Rakitis es una enfermedad en los niños, en que la ca- beza, cara, y vientre.se les hinchan, los epificeside los hue- sos protuberan, y las demás partes del cuerpo se enflaquecen. Viene de las causas unidas del escorbuto, y de las escrófulas. La exostosis es la inflamación de los huesos porosos; y la es- pina ventosa, el abceso que resulta de ésta inflamación. Lu- xación es la dislocación de las partes duras. Sus causas son: contusiones, movimientos violentos, debilidades, aparatos de humores, y relaxaciones. Los cuerpos extraños causan tam- bién entumecencia á las partes, como ti feto, las secundinas, las molas, las esquirlas de los huesos; y los tocos, balas, has- tillas, piedras, y semejantes. NUMERO CIENTO T VEINTE T NUEVE. Curación de los Tumores. LOS tumores se curan conforme á la causa que los produ- xere. Las inflamaciones han de tirarse á resolver desde el principio. Pero en-estando circunscripto el tumor, casi no se consigue la resolución. Por loque siendo simple el flemón, después del uso de los remedios desinflamantes, es preciso, quanto antes, procurarle la supuración. Dixe siendo simple el flemón, por que los tumores in- flimatorios que se acompañan con induraciones cirrosas, eri- sipelas, ó edemas, no deben supurarse, hasta tanto no se des- tru- 35° TUMORES. truyan estos accidentes, con los auxilios que propusimos en sus tituios. Son peligrosas también las supuraciones en las in- ternas inflamaciones, debiéndose éstas combatir con los anti- phlogisticos, combinados con los remedios particulares reso- lutivos. La supuración es una conversión de la sangre estan- cada, y de algunos fragmentos de las partes blandas, median- te los continuos batimientos de los vasos, en una materia mas ó menos blanca, sanguinolenta, y aguanosa. El puses una ma- teria blanca y espesa, que resulta de ¡a supuración, y es su me- jor terminación. La sanguasa es un pus imperfedo, en que la parte rubia de la sangre no acaba de perder su configuración. La sanies es el pus crudo, en el qual abundan la serosidades. Finalmente, el Icor es un pus acrimonioso, delgado, amarillo, y comunmente fétido. Quando los síntomas de la inflamación están en su ma- yor aumento, habiéndose pradicado suficientemente los re- xnediosantiphlogisticos, menudean los escalofríos, los tumores se han.rccoxido, y no hay los accidentes arriba mencionados, es el tiempo preciso de aplicar los supurantes. Estos se redu- cen á dos ciases. Los primeros se componen de apositos emo- lientes, calmantes, y resolutivos; y los segundos, de ate- nuantes. Supurantes nrimeros3 ó madurativos suaves. OMA de manzanilla, y malvas des puñados de cada ana, ce leche ocho onzas: cuezanse, hasta la consistencia de cataplasma. Extiéndase el mixto en un lienzo, echan jale par encima de aceyte rasado una onza, una yema de huevo, y un escrúpulo de polvosde azafrán. Ítem: La trementina blanca con yema de huevo, y aceyte rosado. ítem: De ungüento de altea, y aceyte. de manzanilla dos onzas de cada uno, de raspadme de jabón do.» dragm.-s: mézclalos. ítems De ungüento de dolores simple dos onza?, do aceyte de azucenas una onza, de injundia de gallina un es- crúpulo: mézclense. * Su Vil. TUMORES. 351 Supurantes segundos^ ó madurativos fuertes. TOMA de unto sin sal, frito con hojas de calabaza una on- za, de levadura agria dos onzas, de goma de sagapeno, disuelta en yema de huevo media onza: mézclalos. ítem: De levadura dos onzas, de ungüento amarillo, y unto rancio de puerco una onza* de cada uno, de polvos su- tiles de raiz de chichicamóle una dragma: mézclalos. Ítem: De cebolla asada, picada, y pistada media on- za, de ungüento de cuajo de cabrito una onza, de aceyte de lombrices media onza: mézclalos. ítem: Los madurativos del numero treinta y cinco. Formado el abceso (lo qual se conoce por la blandura del tumor, habiéndose mitigado los dolores) se le procurará la salida, haciendo una saja profunda con el bisturí, por la parte mas declive; y se curará después como las ulceras. Los tumores malignos, y los ranúnculos deben abrirse, sin esperar la supuración, y tratarse con los digestivos animados. En los tumores linfáticos, quando es general la espe- sura de este humor, ha de instituirse la cura del numero cien- to y veinte y dos. Mas en siendo puramente locales, la cura- ción debe ser externa, sin embargo de Ja necesidad del buen régimen. Los bocios se curan primero con los atenuantes, asi internos, como externos, hasta reanimarlos, induciéndoles un movimiento tónico. Después se usarán los restridivos robo- rantes, combinados ceñios antiphlogisticos. Tópicos restrictivos roborantes en los ganglios y bocios. npOmese.un pedazo de la penca del órgano, asese, y ma- JL chuquese muy bien, para aplicarla caliente. ítem: El emplastro para las durezas glandulosas, que traemos en el titulo moral. Tópicos atenuantes en los bocios. TOMA de saliva, tomada en ayunas, una onza, de azogue media onza, de sal marino una dragma. Hágase solu- ción 3 5% TUMORES. cien para frotar el tumor, aplicando después al cuello un pe- dazo de piel de coyote. Algunas lupias se resuelven con el sebo común, unta- do bien caliente. Los lobanillos incipientes muchas veces se desvanecen, teniéndoles pegado mucho tiempo, el emplastro marcial de Ribera, renovándolo quando se hubiere gastado. Tópicos resolventes de las lupias3 y tumores capsulare?. TOMA de ungüento compuesto de azogue dos onzas, de aceyte de adormideras por expresión una onza, de el esencial de ladrillos media onza: mézclalos. ítem: El unto de coyote. Tópicos para destruir las carnes fungosas. TOMA de agua de cal, y rosada quatro onzas de cada una, de sublimado corrosivo medio escrúpulo: mézclalos. ítem: De agua de lantén una onza, cíe extrado vegeto- mineral media onza, de vitriolo blanco, mercurio precipitado blanco, y alumbre quemado un escrúpulo de cada uno: méz- clalos. ítem: De aceyte rosado una onza, de cardenillo una dragma: mézclalos. ítem: Los cocimientos, y polvos del cuachalalate, y calancapatle: Jos digestivos animados: el Balsamo de acero. TOMA de agujas de coser quantas quieras, de espiritus de nitro lo que baste, á que sobrepuje á las agujas. Hecha la disolución, toma de este extrado una onza, de acey- le común dosonzas: mézclalos. Póngase en parage frió el mix- to, hasta que se espese, y labese con agua, dos ó tres vece $. Man TUMORES. 353 Mantequilla de conessa, la qual consume las lupias, lobanillos} verrugas, sarcomas, y tumores enlistados. SE mascará constantemente el papel picado que se qui- siere, hasta que se vuelva en la boca mantequilla. Des- pués se exprimirá fuertemente, metiéndolo muy seco en una redoma echándole agua fuerte, á que sobrepuje tres ó qua- tro dedos: Tápese el vaso, y estése en digestión los dias que fuere menester, áque se vea el papel como manteca. Se guar- dará teniendo bien tapada la redoma. El modo de usar este medicamento, es formar un ani- llo de cera, que no exceda el diámetro de un real, en cuyo centro ha de acomodarse la manteca quecupiere,cubriendola con otro parche de cera, y su ligadura retentiva: se manten- drá dos horas, teniendo en mucha quietud la parte. La esca- ra que se eleva, ha de tratarse con los mundificantes. Pero los grandes lobanillos no se extirpan sino con el fierro. En los tumores ventosos, y en la timpanitis convie- nen los atenuantes, asociados con los diluentes antifebriles; los ungüentos diurético, y antihidropico; y las purgas. Las durezas tónicas se curan con sangrias, baños ti- bios, diluentes, emolientes, y calmantes. La irritación se re- media con desterrar las causas; y con los narcóticos, sangrias, baños, diluentes, y laxantes. Los remedios generales de la atonía, ó relaxamiento son el buen cocimiento del estomago; Ja abstinencia en los humedantes, principalmente en el agua tibia; la reposición; y el uso de los restridivos roborantes. La anquilosis verdadera no tiene cura; pero la falsa se tratará con los atenuantes. La rakitis ha de auxiliarse co- mo el escorbuto, y las estrumas. En la exostosis, y espina ventosa se instituirá la curación de los tumores inflamatorios. La luxación necesita de la reposición, y después de los reme- dios restridivos, y roborantes. Yy ro- 354 tus sis. Tópico j>ara las bastillas profundas. TOMA de unto sin sal derretido dos onzas, de polvos de carne de Tlacuachi media onza: mézclalos. Úntese la parte á menudo. TUSSIS. La Toz es una expiración sacudida y esfor- zada, mediante ia qual la laringe, traquea arteria, bronquios, y pulmones tiran á desembarazarse de todo aquello que in- comoda la respiración. La causa inmediata es la irritación de estas partes. Las antecedentes son seqaedad, ó estrechez de los vasos, y aparato de humores acres en el pulmón, gar- ganta, pecho, ó estomago. Las procatarticas son: primeras: inspiraciones acres, y inflamaciones de los canales respirato- rios; como en la cascadura, hedica, tisica, pulmonía, dolores de costado &c;yirritacionestonicas, ó epilépticas. Segundas: supresión de loquios, catarros, reumas, gota retrocedida, tras- piraciones detenidas, 6 defluxo de humores serosos en el pe- cho. Terceras: lombrices, y vicios del estomago. Quartas: cascadura; flemas pegajosas en los condudos de la respiración; y pasmo del pecho. La toz en siendo fuerte, y procrastinada origina her- nias, procidencias, cefalalgias, esputos cruentos, hedica, y ulceras en los pulmones. NUMERO CIENTO T TREINTA. Curación de la Toz. LA toz por sí sola pide los remedios calmantes pedorales; pero por sus procatarses indica los resolutivos, atenuan- tes, y evacuantes. Generalmente el uso de la agua tibia es muy proficuo en este accidente; sin embargo, en ciertos ca- sos convulsivos, unos tragos de agua fria suspenden las mas executivas tozes. En Jas inspiraciones acres se pradicaránlos gargaris- mos de agua tibia, y lo que propusimos en el numero quaren- ta y dos; y en las inflamaciones, las sangrias, diluentes, cal- mantes, tisanas suaves pedorales, lamedores demulcentes, semicupios tibios, unturas frescas á las espaldas, y remedios anti- tussis. 355 antíphlogisticos. Míralos títulos febris lenta, ptbisis, y pe- rimneumonia. Las irritaciones tónicas se curan con las bebi- das diluentes, y calmantes; y las epilépticas, con los remedios nervinos, y narcóticos. En las segundas causas conviene el uso de los reme- dios atenuantes, fundentes, diaforéticos, diuréticos^ vomiti- vos purgantes, derivantes, vexigatorios, lamedores discucien- tes &c, según la fuente de donde dimanaren. La toz por vien- to recibido se cura con los suaves diaforéticos, con el abrigo, y con frotar al espinazo, el aceyte de almendras dulces con vino blanco, ó aplicar á las espaldillas el emplastro diaforéti- co. En los hidrópicos son útiles los espiritus de azufre, ó vi- triolo dulce, en bebidas apropiadas. En las terceras causas se ministrarán los remedios indicados, interpolando los de- mulcentes, y calmantes. En la toz estomacal se sorberá el co- cimiento de yerb¿buena, ó el café con leche; ó se procurará el vomito. En las quartas causas se pradicarán los remedios ate- nuantes, y incindentes del numero ciento y diez, ó Jos de el numero quarenta y dos. En el pasmo del pecho, á mas de los remedios que apuntamos en el numero ciento y diez y siete, se sorberán huevos libios, con flores de azufre ó de benjuí; ó se tomarán en tragos bien calientes, los cocimientos de la simiente de acocote, de la yerba de hepasote, la infusión de flores de saúco, ó la agua" de azar. Al pecho se aplicará el emplastro diaforético, ó una piei de redaño, sahumada con estoraque. También son útiles las siguientes Pildoras para la toz de pasmo. TOMA de polvos sutiles de estoraque quanto quieras. Fór- mense pildoras con el mucilago de goma mangle, del peso de un grano. Se tomará una en atole, de tiempo en tiem- po. Pildoras calmantes. TOMA de masa de pildoras de cinoglosa quanto quieras: con xarabe de goma mangle háganse pildoras de á gra- no* 35^ VARiOLm* no. Tomará el enfermo tres ó quatro, en las execuciones. Bebida diluente, y calmante. TOMA de horchata de almendras, y pepitas de melones media libra, de xarabe de diacodion media onza, de láudano liquido cinco gotas: mézclalos. Bébase tibia. Pozima diluente, y aperitiva. TOMA de cocimiento de pasas sin huesos, y linazas me- dia libra, de esperma de ballena dos dragmas: endúlce- se con xarabe de culantrillo, y úsese caliente en medios po- zuelos. Lamedores demulcentes. TOMA dos soconozcles, ó dos limas agridulces: ásense, y quitadas las cabezas, polvoréense de azúcar candi. Chú- pense de noche al acostarse. ítem: De xarabe de diacodion, y mucilago de goma de tragacanto partes iguales: mézclalos. Chúpese un poquito de quando en quando. ítem: Tráigase en la boca chupando un pedazo de goma mangle. ítem: De azúcar penidiada (son los caramelos) una dragma, de tierra del japón quatro escrúpulos, del mucilago de goma mangle lo que baste. Fórmense pastillas, para traer- las chupando en la boca. ítem: Los troiztos de mantequilla, polvoreados de azúcar fina: los alfeñiques: los lamedores demulcentes del numero ciento y diez: las rajitas resinosas de ocote: las Gotas nervinas, y narcóticas. TOMA de espíritus de cuerno de ciervo succinado, y de láudano liquido partes iguales: mézclalos. Tómen- se quince, ó veinte gotas en vino, siempre que executire la toz. VARIÓLA, quasi parvi vari. Las Viruelas, como sidixeramos pequeños varros, son unos exantemas, ó tu- mor- VARIO LÍE. 3 57 morsillos inflamatorios, mas ó menos abundantes, y eleva- dos, que brotar; por el cuerpo, y algunas veces con eflorescen- cias, los quales siguiendo á una fiebre aguda, con freqüentes exacerbaciones, (acompañada de angina, masó menos gra- ve, toz, esputos, estornudos, hinchazones en los ojos, cara y extremos del cuerpo, nausea, dolor de cabeza, y movimien- tos convulsivos) se van succesivamente apareciendo. La causa inmediata'es una agitación violenta de las partes de la sangre, particularmente de la fibrosa, y suerosa, desprendiéndose algunas veces la rubia, de donde resultan las eflorescencias. La antecedente es cierto texido en dichas partes, de que algunas constituciones se hallan exentas, el qual, llegando á desatarse, liberta á los cuerpos de volver á incurrir en este mal. La procatarcica, en este nuestro conti- nente, es una erupción particular, que de tiempo en tiempo hace el globo terráqueo, á manera de crisis, con que se des- ahoga de sus impunidades, las que propagadas por el ayre, y insinuadas en los cuerpos, mediante la inspiración, y el con- tado, causa los estragos referidos. Dividen los Autores las viruelas en discretas, y con- fluentes. Las primeras que también se llaman distintas, y lo- cas, son aquellas que brotan apartadas unas de otras. Las confluentes son las que salen arracimadas, ó unidas. Quatro tiempos tienen comunmente las viruelas, á saber: invasión, erupción, supuración, y secación. En el primer tiempo, que se estiende de ordinario hasta el tercero ó quarto dia, se apa- recen los síntomas que arriba referimos. Pasado el primer tiempo, empieza la erupción por unas manchas rubias, las quales poco á peco van elevándose, comenzanzo por ia cara, cuello, y pecho, y dura ordinaria- mente hasta el séptimo, odavo, ó noveno dia, minorándose la fiebre al paso que crece laerupcion, y creciendo mas, si ésta es escasa. Sigúese la supuración, que se extiende comunmente á quatro dias, en cuyo tiempo entra nueva fiebre, llamada su- puratoria, la qual es de mucho riesgo, porque en no habien- do acabado de prorrumpir todo el humor, hay el peligro de que por ella se deposite este material en las entrañas, cau- sando 3 S 8 variolie* sando abcesos internos, delirios, convulsiones, y la muerte. Los exantemas en este tiempo se trasmutan en pústulas, lle- nas de pus, que conforme se abanza el tiempo, se van ponien- do amarillas. Concluida la supuración, continúa el quarto, y ulti- timo tiempo, que es el de la secación, el qual es de mayor, ó menor duración, según que la supuración se hubiere retarda- do, ó acelerado. Las pústulas maduras comienzan á secarse, y cayéndose las costras, dexan impresas las señales. Es tiem- po también en que peligran los enfermos, asi por que acon- tece reabsorbérselas eflorescencias, igualmente que los icores malignos, que incapaces, y indóciles á la supuración, se tras- portan á las entrañas, estando yá arrugada, ó deprimida Ja piel. A las viruelas discretas preceden escalofríos, fiebre aguda, dolores de cabeza, modorras, apreturas de garganta, cardialgías, nauseas &c. En las confluentes, á mas de agra- varse dichos síntomas, acometen desmayos, afedos soporo- sos, vómitos violentos, y dolores fuertes, clavados ó en una pierna, ó en la cabeza, ó eu otra parte del cuerpo. Las viruelas son de mayor peligro en las preñadas, y en los cuerpos mal nutridos, gruesos, y exercitados: el mal venéreo las hace malignas: en el invierno, y en las Regiones frías, son peores, que en la primavera, y en los climas tem- plados. Las viruelas que estendidas por la cara, no se elevan, formando una costra aplanada, comunmente son mortales. Las erisipelatosas con algunas manchas negras, por pocas que estas sean, apenas entra la fi?bre supuratoria, acaba con el enfermo. Si en los lugares libres de viruelas aparecieren manchas roxas, en no inflamándose estas, el mal es mortal. Generalmente, quanto los escalofríos fueren mas fuertes, y las viruelas mas numerosas, pequeñas, arracimadas, deprimi- da'., achatadas, eflorescentes, abundantes en la cara, acelera- das, y atrepellas en su erupción, y cuya materia fuere un icor mas ó menos rubio, tanto son mas perniciosas. Qualquie- ra dolor tenaz es de sumo riesgo. La voz ronca, la respira- ción dificil, y la orina sanguinolenta son signos fatales. En el principio, la orina freotiente, aquea, y sin sedimiento, es de maj variolm* 359 mal anuncio. La fiebre violenta, los delirios, las convulsio- nes, y la diarrea constante son perniciosos. Acabados los tiempos de las viruelas, los escalofríos son signos de abcesos. NUMERO CIENTO TTREINTA TUNO. Curación de ias Viruelas. I A cura de las viruelas ha de gobernarse por sus perio- _j dos, ó tiempos en que corre. Desde el principio deben tratarse con el método que propusimos en los números sesen- ta y cinco, y sesenta y ocho. Si la calentura fuere ardiente, el calor excesivo, la sed grande, el pulso lleno &c, se harán una ó dos sangrias, primero en el pie, y desp'uesen el brazo; se mi- nistrará un suave vomitorio; se echarán las ayudas antifebri- les; y se menudearán las bebidas diluentes, que sean un tanto diaforéticas, como el suero con xarabe de amapolas, y las aguas de escorzoneras, ó de flores de amapolas, saúco, bor- rajas, &c. La angina, y demás síntomas han ele curarse como tenemos dicho en sus títulos. Un bello gargarismo es la agua de cebada, con oximiel cilítica, y unos granos de sal armo- niaco. Mas en siendo la fiebre maligna, ó acometiendo con modorras, inquietudes, calor externo poco, pulso oprimi- do, &c. se excusarán las sangrias, se ministrará un vomitorio adivo, y inmediatamente después un diaforético, y se apela- rá á los cáusticos. En todo el curso de estas viruelas, se ha- rán los auxilios propuestos en el nnmero sesenta y ocho. Que si la fiebre corriere entre los dos extremos referidos, se ba- lanzearán los remedios. Desde el principio ha de prevenirse la cabeza, con evitarla el mayor abrigo, y desembarazarla del pelo, y con menudear los pediluvios de media leche, ó de cocimiento de navos, aplicando después los sinapismos. El segundo estado (caminando regular) se abando- nará enteramente á la naturaleza, pues en el tiempo de las erupciones, aun las mas ligeras ayudas suelen ser perjudicia- les. Lo mas que puede hacerse es, promover suavemente el sudor con las infusiones de flores de amapola, saúco, ó bor- rajas 3¿>0 VARIOLIE. rajas. Si al tiempo de la erupción resultan alguna hemorra- gia, ó petequias negras, no llega corroan mente el enfermo al dia noveno. Lo que debe hacerse en este triste caso es apelar á los cáusticos, y menudear el cordial antiséptico, y las bebi- das alexipharmacas del numero sesenta y cinco. Quando las viruelas salen muy arracimadas, enestaa- do maduras, si no rebentaren bien, se ayudarán con la punta de la lanceta. En las linfáticas, después de la erupción, la quina ayuda á madurarlas. Los dolores vivos, y las inflama- ciones de las viruelas, se remedian ministrándolas bebidas diluentes con unas gotas de láudano, y haciendo á las virue- las fomentos emolientes. Las narices y boca se labarán á me- nudo con oximiel, y agua de cebada. En este tiempo suele suscitarse la diarrea, la qual, impidiendo el éxito á las viruelas, ó deprimiendo las que lle- gan á brotar, hace que peligren muchos enfermos (efedo ordinario de el imprudente, é inmoderado uso de las labati- vas, y bebidas frescas, con que indiferentemente las muge- res acostumbran curar las calentaras). En caso semejante han de excusarse, quanto fuere posible, las bebidas, y las que se usaren, serán cordiales, y restringentes. Generalmen- te en las viruelas deprimidas, y en las manchadas han de me- nudearse el cordial antiséptico, y las bebidas alexipha>'ma- cas descoagulantes del numero sesenta y cinco, no excusán- dose las mas veces los vexigatorios. Al tiempo de la supuración si la fiebre se elevare, se hará una sangría en los brazos, y en siendo menester, se re- petirá. En estando casi maduras las viruelas, particularmen- te las confluentes, y malignas, no se excusa ministrar un purgante, mas ó menos vivo, según la mayor ó menor tena- cidad que se advirtiere en los fluidos. Finalmente, si en la de- clinación de este mal, brotaren algunos diviesos por el cuer- po, hubiere toz seca, ose manifestare la hectica, es preciso echar mano de la leche de burras. La inoculación no solo es excusada en nuestra Ame- rica, sino también ha de considerarse perniciosa, porque in- troducido un veneno pestilencial eu los cuerpos (como cree- naos ser por lo común en estas Regiones el humor de las vi- ruelas) debe hacer estragos peligrosos. , VE- VENENUM. 361 VENENUM. El Veneno es aquello que tomado, ins- pirado, aplicado, ó engendrado en el cuerpo, perturba la eco- nomía natural, causando gravísimos daños. La causa inme- diata es la disolución, ó cuagulacion de los humores; ó la vio- lenta corrosión de las partes solidas del cuerpo. Las proca- tarticas son: primeras: las que disuelven la sangre: fiebres ar- dientisimas, mordeduras de animales rabiosos, y causas su- mamente inflamantes. Segundas; las que cuagulan los humo- res; fiebres malignas; picaduras de vivoras, escorpiones, hor- migas, mestizos, alacranes, arañas, abrspas, piojos de puercos, xicotes, y insedos venenosos; y los tóxicos vegetales, como el opio, veleño, yerba mora, simiente de cáñamo, raiz de pe- llote, palo bobo, hongos, cabalonga &c. Terceras: las que cor- roen, como el sublimado corrosivo, arsénico, piedra lipis, cardenillo, albayalde, caparrosa, vitriolo, agua fuerte, cantá- ridas, mercuriales, y semejantes drogas corrosivas, tomadas, ó aplicadas en substancia, sin preparación, ó en cantidad ex- cesiva. De lo qual se deduce, que los veneno? obran en el cuerpo disolviendo, cuajando, ó corroyendo. Los efedos del veneno que disuelve son: fiebre extremamente ardiente, con exacerbaciones, sed implacable, calor urente, temblores, epileps;as, convusiones &c. Los venenos coagulantes produ- cen ansias, inquietudes, modorras, enagenamientos, letargos, peso en el estomago, nauseas, vómitos, hipo, lengua balbu- ciente, seca y negra, pulso tardo y oprimido,comezones, des- mayos, sudores frios, &c. Los venenos corrosivos originan atroces cardialgías, ardores de estomago, vómitos, dolores vehementísimos en los intestinos, sed inextinguible, aspereza y sequedad de la lengua, entumescencia y sequedad estran- gulatoria d elas fauces, hipo, ansias gravísimas, palpitaciones del corazón, lipotimias, gangrenas, y frialdad de los extre- mos. Todos los venenos tiran á matar; y asi son de un riesgo sumo, y executivo. Zz w- 3Í2 VENENUM. NUMERO CIENTO T TREINTA T DOS. Curación de los Venenados. IUego que se verificare la irrupción de algún veneno en el j cuerpo, ha cíe indagarse su calidad, ya por la relación del enfermo, ó ya por los efedos que hemos mencionado, para que sin perdida* de* tiempo se minístrenlos auxilios oportunos. En lasmordeduras de animales rabíosos,siendo recien- tes, con poca hinchazón, y no habiendo perfedamente pene- trado el virus á la sangre, se aplicarán sin intermisión, al pa- raje mordido, compresas mojadas en vinagre salado, y se ha- rá tomar al enfermo ei cocimiento del palo mulato, del arbo- lito de la Rabia, que Maaian i*¿ Flecha, ó ias bebidas frescas antifebriles. Mas si la parte se inflamare, los dolores fueren graves, el cuerpo se travarc, ó conviiiere, y se declarare la fiebre ardiente, se hará una fuerte ligadura sobre el lugar mor- dido; se sajará este profundamente, aplicando una ventosa pa- ra extraer la sangre infe&a; y se tratará el mal como una grande inflamación, con sangrías, cordiales frescos, y demás auxilios que propusimos en el numero -sesenta y siete. Que si la mordedura se acompañare coa erisipela, se combinarán los cordiales con los remedios del numero sesenta y tres, apli- cando también los tópicos del propio numero. Los venenos corrosivos se remedian prontamente, procurando con presteza el que vomite el enfermo, tomando mucha cantidad de leche de vacas, mantequilla, ó manteca de puerco liquadas, caldo con graza, ó aceyte común, sesa- mino, de almendras dulces &c; haciendo muchas labativas de lo mismo; ministrando horchatas, y bebidas mucilaginosas, con polvos de cristal montano, y tintura de castor; mante- niendo largo tiempo al enfermo con caldos simples de carne- ro ó aves, leche, y huevos crudos; y si fuere la inflamación muy violenta, haciendo desde el principio una sangría abun- dante. En VENENUM. 363 En los venenos cuagulantes han de ministrarse vomi- torios adívos, ayudando á la operación con mucha cantidad de infusión de manzanilla, ó de salvia; se usarán las labativas acres, y estimulantes; se hará la cura del numero noventa y tres; y se tomarán las siguientes Bebidas contra los tóxicos, y ponzoñas que traban los cuerpos, y los adormecen. EL aguardientecon pólvora: el cocimiento de labarbudilla, que es la serpentaria virginiana: el de poleo del mon- te: y el de hepasote, con espiritus de cuerno de ciervo, y unos granos de alcanfor. En las picaduras de sabandijas son útiles los siguientes Tópicos para las picaduras de animales ponzoñosos. SE aplicarán lienzos repetidos mojados en aceyte común, bien caliente. ítem: Se hará una saja superficial en la parte, para ponerle un tiesto de barro de Guadalaxara, ó una lamina de cuerno de ciervo, quemada en fuego de pajas, ad nigredinem. ítem:'Se frequentarán vapores repetidos con aguar- diente alcanforado. ítem: Se aplicarán cataplasmas de cebolla cruda, pi- cada, v amasada con triaca; de ajos, y hepasote; ola raíz de la yerba api?;tic, machucada. En la picadura devivoras es muy conveniente untar la hiél de estos reptiles. Generalmente rara las picaduras de animales ponzo- ñosos es util el ungüento contra formicam; y paralas morde- duras de, animales venenosos, el balsamo de Genevieve, y la manteca de coco, con polvos de palo manungal. Las niguas sen unos insedos muy menudos, ama- nera de liendres, cue producen algunas tierras demasia- damente calientes y hemedas, ios quales introduciéndose por entre las uñas, ó en las plantas de los pies, y multiplicándose prodigiosamente en poco tiempo, causan insufribles come- zones, 3 64 VENTRICULI MORBI. zones, ardores, enronchamientos de las partes, tumores, apos- temas, y gangrenas. Luego que se advirtiere este acciden- te ha de procurarse la extirpación, excavando las partes da- ñadas con un fistol, ú otro instrumento semejante, á fin de exi- mir lo dañado, v extraer perfedamente todos los anima lulos, observándose comunmente su regeneración en faltando esta cautela. Concluida la operación se llenará el agujerillo de polvos de cebadilla, ó cenizas de tabaco. Para preservarse de este mal los que tuvieren necesidad de viajar por dichos pa- rages, se lavarán todos los dias los pies con un cocimiento fuerte de cebadilla, ú de hojas de tabaco, y hiél de toro, te- niendo cuidado de traerlos bien cubiertos. VENTRICULI MORBI. Las enfermedades de el es- tomago son-desgano de comer, mal cocimiento, dolor, infla- mación, vómitos, obstrucciones, lombrices, flatos, debilida- des, &c. las quales han de explorarse por sus propios títulos. Los excesos en las cosas dulces, húmedas, y grasosas ener- van la digestión. Los que tienen los dientes sucios, prietos, y pegajosos, y los que exhalan un calor extraño de las manos, comunmente son débiles de.estomago. Los pricoeolos, ó aque- llos cuyos estómagos se hallan cargados de humores super- fluos, deben hacer en el dia una sola comida. Los famélicos, y los que tienen lombrices en el estomago, igualmente que muchos hipocondriacos, y histéricas, es preciso que coman á menudo. En las enfermedades agudas, el aventamiento con otros signos malos, es mortal. En las inflamaciones de el es- tomago el ruibarbo daña, los remedios atenuantes son malos, los opiados perniciosos, y pésimos los vomitorios, y purgan- tes. Generalmente los estómagos débiles piden medica- mentos roborantes, y un poco astringentes. En los estómagos frios son útiles el abrigo, compresión, y abstinencia en el agua, y licores que embriagan; aprovecha igualmente el uso moderado de la triaca, chocolate, cha, café, y chilti- piquin. A los muy extenuados, no teniendo agrios en el estomago, conviene de ordinario la leche de cabras. La in- apetencia se agrava con la repetición de alimentos, mucho mas en habiendo calentura. En los dolores antiguos del esto- mago, VESICANTIA* 365 mago, con inapetencia, debilidad, y aparato de acrimonias alcalinas, es saludable el uso de la agua miel de magueyes. VESICANTIA, VESICATORIA, CAUSTICA. Los Vexigatorios ó Cáusticos son indicados en todas las enferme- dades, y en las fiebres de cuagulacion, y linfáticas. 'Quandose presume que hay convulsión, ó principio de ella, deben ex- cusarse: en los biliosos, hipocondriacos, y de grácil contextu- ra, con mucha cautela han de prescribirse; y en las coliqua- ciones, fiebres ardientes, y acrimonias alcalinas, son del todo perniciosos: dañan de ordinario, en no habiendo precedido alguna evacuación de sangre: regularmente suprimen las de- yecciones del vientre, y inducen ardores en la orina: las ulce- ras que originan en los gálicos, escorbúticos, escrofulosos, y hidrópicos, fácilmente se gangreuan: en habiéndose aplicado, se menudearán las bebidas diluentes: antes de ponerse, prin- cipalmente en estando frios los cuerpos, se frotarán las par- tes, hasta calentarlas, con paños de lana. Los mas comunes vexigatorios apuntamos yá en el numero veinte y quatro. ULCERA. Las Llagas son las supuraciones abiertas de las partes. La causa inmediata es el desmenuzamiento de las partes inflamadas, por los batimientos, ó pulsaciones de las arterias, Las antecedentes son: abundancia de humores superfinos en el cuerpo, acrimonias acidas, ó alcalinas, y to- do lo que inflama. Las procatarticas son ias inflamaciones lo- cales, que no admiten la resolución. Las diferencias se sacan de las causas antecedentes, y de los accidentes que les acompañan. Por razón de las prime- ras, las ulceras son gálicas, impetiginosas, escorbúticas, es- crofulosas, cacoquimicas, de evacuaciones suprimidas, de sim- pies inflamaciones, edomatosas, erisipelatosas, cariosas, cir- rosas, cancrosas,y gangrenosas. Respedo á los accidentes, ellas son comunes, cavernosas, sinuosas, fistulosas,, redon- das, callosas, fungosas, sórdidas, húmedas, secas, icorosas, y verminosas. Las ulceras por sus causas tienen sus signos conocidos. La caries es la erosión, ó abrasión de las laminas coinpadas de los huesos. Nace de todas las acrimonias internas, ó de las graves contusiones. Conócese por la rebeldía de la Haga, por las 3^6 ULCERA. las.carnes superfinas que cria, por los icores que despide, y por que metiendo la tienta se sienten asperezas en el fondo. Las ulceras edematosas se manifiestan por el edema, en que están apoyadas; ó por la blandura, frialdad, disposiciones hi- drópicas, y humedades de los cuerpos. v Las ulceras cavernosas se originan de los grandes y antiguos apostemas, ó de las heridas profundas. Llatnanse ul- ceras sinuosas aquellos acumulamientos de puses, ó icores, formados en la túnica celulosa, que abiertos por una estrecha boca, comprimida la parte inferior que los contiene, despi- den mucho,humor. Las redondas se. forman por la extracción de cirros, clavos, ó kistes, ó por ei humor venéreo. Las fís- tulas son unas ulceras profundas, cuyas bocas son estrechas, y callosas: resultan de un abceso formado entre las partes blandas. Las llagas fungosas, y callosas vienen del jugo nu- tritivo acre y reseco, amontonado en las partes nerviosas, y carnosas ulceradas. Las sórdidas nacen de la fusión, y tena* cidad déla gordura. Las húmedas de la abundancia de sero- sidades. Las secas de lairritacion, ó suma tensionde los vasos. Las icorosas de acrimonias, y las verminosas de un quilo cru- do, y mal trabajado, ó de la'diuturnidad de las ulceras sanio- sas. El pronostico de las ulceras se saca de las causas; y de la mayor ó menor duración, y corrupción de las partes. NUMERO CIENTO T TREINTA T TRES. Curación de las Ulceras. COMO el intento de la naturaleza en la formación de las llagas no sea otro, que el de abrirse unas puertas por donde dar salida á todo aquello que es capaz de turbar su economía,.las miras que han de llevarse en esta cura son, las Siguientes: extirpar las causas; remover los impedimentos lo- cales; moderar las irritacione.s; ayudar á la proscripción per- feda del humor; y dar-apoyo á los vasos para la regenera- clan de las carnes. Lo primero se consigue con aquellos remedios que des- ULCERA. 3^7 destruyen las enfermedades, de cuyo origen han dimanado Jas ulceras: sangrias, purgas, sudoríferos, antigalicós, aperi- tivos, fundentes, antiescorbúticos &c. Las irritaciones hacen muy dolorosas las ulceras, y ordinariamente las inflaman, y resecan; y asi es preciso el suavisarlas con los calmantes, di- luentes, y desinflamantes, y con el uso de~alimentos modera- dos, nobles, frescos, y de fácil digestión. Para dar apoyo á las partes en su nueva nutrición, han de practicarse los re- medios metálicos secantes, y los restridivos. La proscripción entera del humor, ó la legitima .su- puración se consigue, primer©: aplicando aquellos tópicos que desnaturalizan enteramente los líquidos, y solidos, co- menzados á corromperse, conviniéndolos en un pus igual, blanco, y espeso, los quales se llaman digestivos. Segundo: poniendo á las llagas aquellos medicamentos sugentes, ó que atrahen mucho humor, y tienen el nombre de detersivos. Los impedimentos locales, ó los embarazos preternaturales de las ulceras son: inflamaciones, durezas cirrosas, excrecen- cias collosas y carnosas, sinuosidades, fístulas, rotundida- des, sordicies, erisipelas, empeynes, frialdades, gusanos, ca- ries, cancros,y gangrenas. En habiéndolos referidos acci- dentes, ó complicaciones, han de combinarse los auxilios par- ticulares de estas indicaciones. En las inflamaciones se aplicarán los tópicos del nu- mero noventa. Que si el abceso no estuviere bien formado, se echará mano de los suaves supurantes, y madurativos del numero ciento y veinte y nueve. En las durezas cirrosas se usarán los emplastros atenuantes del numero ochenta y tres, pradicando el método que propusimos en el numero ciento y veinte. En las excrecencias callosas, y carnosas handeelegir- se los tópicos para destruir las carnes fungosas del numero ciento veinte y nueve. Para curar las ulceras sinuosas se hará una abertura en la parte inferior del seno, y se tratarán como las comunes. Las fistulosas, y redondas se descubrirán hasta el fondo, haciendo patentes sus cabernas, y dándoles otra figu- ra amplia, y dilatada, por medio de las incisiones, mas ó me- nos profundas, aplicando después los detersivos balsámicos. En las cariosas debe exfoliarse el hueso enfermo, y cauteri- zarse todo lo dañado. • Las 3 68 ULCERA. Las ulceras sórdidas piden los digestivos animados, y detersivos balsámicos. Las frialdades de las llagas se cu- ran con el vulnerario despasmante que pondremos abaxo, y con los termas de cal, y azufre. Para ¡as ulceras verminosas son propios los detersivos balsámicos y los mercuriales. Los empeynes, erupciones corrosivas de la piel, cancros, erisipe- las,y gangrenas tienen sus curaciones particulares, de las quales hemos hablado en sus títulos. En las ulceras cancrosas es muy util el balsamo que pusimos en el titulo morbi pá- gina 253. Digestivos simples. TOMA de trementina, aceyte rosado, y yema de huevo partes iguales: mézclalos. ítem: De balsamo de arcéo una onza, de aceyte de palo una dragma: mézclalos. Ítem: De manteca de vacas una onza, de algodón que- mado adnigredinem una dragma: mézclalos. Dig estivos a nimados. TOMA de unto sin sal, y ungüento amarillo una onza de cada uno, de polvos de Joanes dos dragmas: mézclalos. Ítem: De los ungüentos de apio, y gumi elemi media onza de cada uno, de elixir propietatis una dragma: méz- clalos. Detersivos comunes. TOMA de ungüento isis dos onzas, de aceyte de tre- mentina media onza: mézclalos. ítem: El ungüento mundificativo de apio: el de cina- brio: el emplastro de betónica: la trementina blanca de ocote, cocida en consistencia de emplastro. Detersivos balsámicos. TOMA de ungüento de los Apóstoles dos onzas, de polvos sutiles de cebadilla dos dragmas: mézclalos. ítem: De ungüento isis, y trementina de ocote una onza, VOMITUS. 369 onza de cada uno, de polvos sutiles de asa fétida dos drag- mas, de elixir proprietatis una dragma: mézclalos. Ítem: De polvos de mirra, acíbar, incienso, ingo, y cebolleja una dragma de cada cosa, de miel rosada dos on- zas: mézclalos. ■*•» ítem: El ungüento egipciaco compuesto, el balsamo alcalizado, el emplastro de azufre 8¿c. Tópicos metálicos secantes. EL ungüento secante en las ulceras de los pechos del nu- mero noventa y ocho. ítem: El antiherpetico del numero ochenta y siete. ítem: El ungüento de las llagas, y los emplastros ne- gro, divino, y manus Dei. Estos ukimos hacen primero el oficio de supurantes. Tópico desinflamante, y secante. TÓrnese un puño de hojas de nogal, dos onzas de azúcar, y una libra de leche: cuezase todo junto, y cuélese, pa- ra fomentar las ulceras á menudo. Tópico despasmante. TOMA de sebo, y manteca de vacas una onza de cada uoo, de hojas de capitaneja un puñado. Friase todo jun- to ad nigredinem, y cuélese por expresión. Tópicos en las ulceras erisipelatosas malignas. SE libarán primero con el cocimiento de la yerba del cán- cer; y después se aplicarán unos lienzos delgados, unta- dos de mantequilla con polvos sutiles de la yerva que llaman pata de león. VOMITUS. El Vomito es la excreción por la boca de qualquiera cosa contenida en el estomago. La causa inme- diata es i.1 inversión del movimiento peristáltico de esta en- traña. La antecedente es la docilidad de sus fibras muscu- lares. Las procatarticas son: primeras: cosas extrañas "con- tenidas en el estomago: ingestos indigeribles, crudos, acres, t Aaa v ■'37° VOMITUS. y de mala calidad; saburra; afluxo de sangre, linfa, bilis, ju- gos mesentericos, pus^icor,baba, ú otro humor natural, ó pre- ter natural á dicha entraña; retrocesos de materiales cuta- neos, ó traslación de humores al estomago, que por otros condudos debían arrojarse; venenos, vomitorios, purgas, in- flamaciones, tumores, ulceras, y cancros. Segundas: lo que comprime el diafragma y músculos abdominales: repleción de alimentos, copia de excrementos, preñez, hernias, hidro- pesías, tumores del vientre, menstruos detenidos, dureaas tó- nicas &c. Terceras: vibraciones y contracciones inferidas de lombrices eu los intestinos, piedra en los riñones, coücos, con- vólvulos, dolores nefríticos,'cef¿Jalgias graves, heridas gran- des, contusiones fuertes, vapores histéricoo, y hipocondria- cos, ahilamiento de el estomago, tozes, mareos, olores fuer- tes, horrores áe la imaginación, y introducción violenta de qualquiera cosa en las fauces. Los vomitorios son peligrosos en jos afedos inflama- torios, hemoptises, cefalalgias idiopaticas, lipotimias, enfer- medades del pecho, y de los ojos; en los tábidos, nauseabun- dos, consumidos, y en los duros de estomago, ó que jamás han podido vomitar. Son pésimos los biliosos que en la fuer- za del mal agravan la disenteria, y aquellos á quienes sigue el hipo. Pero del todo son mortales los negros qae resatan en las enfermedades crónicas, y los que se procuran con vomito- riosfuertesen las inflamaciones interiores.Silos vómitos habi- tuales se contienen sin procurarles constantemente la revul- sión, por medio de las ayudas, corren roncho riesgo los en- fermos: los continuos que por qualquiera ingesto se susciten, indican cirro en el estomago. Los vomitorios en los vicios de las primeras vias son mas útiles, que las purgas. El chocola- te enerva la fuerza de los eméticos. NUMERO CIENTO TTREINTA TQUATRO. Curación de los Vómitos. EN esta enfermedad han de llevarse dos miras, á saber: Ja de la excreción, y la de la causa. La excreción por sí sola VOMITUS. 37* sola indica los auxilios que suspenden. Pero para curar el mal en su origen, es necesario extender la vista por todo aque- llo que puede excitar el vomito, y acomodar los remedios, según pidieren las causas. Generalmente en no siendo extraña la materia que se expele, ó siendo pertinaces ó muy impetuosos los vómitos, han de usarse los remedios calmantes, y estomacales. En los simpáticos, ó cuya causa prccatartica existe en otra parte distinta de el estomago, se combinarán las indicaciones, mez- clando los calmantes con Jos remedios que exige la enferme- dad. En la saburra, y flemas del estomago se ministrarán los vomitorios adívos; en los humores delgados y acrimoniosos, los suaves; y los grasosos en los ingestos corrosivos. La in- flamación pide sangrias, labativas antiphlogisticas, y reme- dios diluentes, y calmantes. Las evacuaciones suprimidas-de- ben promoverse por sus lugares convenientes. Para contener los vómitos, no faltando la atención á las procatarses, se procurará aplacar la irritación del esto- mago, excusándose el enfermo de beber agua,quanto le fuere posible ^absteniéndose aun-de los alimentos muy líquidos, y grasosos) agriando la poca que debe usar á pasto, con unas gotas de espiritus de vitriolo, ó cociéndola con unas rebana- das de limones; se frequentarán las labativas emolientes; se ministrarán tostadas en vino tinto, ó carlon; y se pradicarán los remedios opiados, y restridivos roborantes del numero cincuenta y siete, ó las siguientes Bebidas estomacales, para contener los vómitos. DOS cucharadas de sumo de limones, con un escrúpulo de sa! de ajenjos: una cuchatada de tiempo en tiempo, de sumo de agrás: medio pozillo de la agua de yerbabuena compuesta, endulzada con xarabe de diacodion. Tópicos al estomago para suspender los vómitos. r jpOMA una yerna ¿fe huevo, y dos onzas de aguardiente. J_ Pónganse á fuego lento en una vasija de barro, hasta que se endurezca la yema, y amásese con lo siguiente: de polvos de rosa, culantro, y canela media dragma de cada cosa, de aceyte 372 VOMITUS. aceyte rosado onfancino lo que baste. Extiéndase el mixto en un lienzo, y apliqúese al estomago. ítem: De tecomahaca una onza, de almaciga media on- za, de triaca magna dos dragmas: Derrítanse á fuego manso, con lo que bastare de aceyte de membrillos, á que se haga emplastro; y extiéndase en una gamusa y para aplicarlo al estomago. ítem: Un vellón de lana, mojado en los aceytes de castor, almaciga, y esencial de axenjos. Vomitorios para personas adultas. TOMA de polvos sutiles de hipecacuanba un escrúpulo, de agua tibia una onza: mézclalos, ítem: De raíz de hipecacuanba quebrantada una drag- ma, de sal de tártaro un escrúpulo: cuezanse con un vaso de agua, á que consuma la mitad, y cuélele. ítem: De vino emético onza y media, de oximiel cilí- tica una onza: mézclalos. ítem: De sal de axenjos medio escrúpulo, de tártaro emético dos granos y medio, de miel rosada una onza, de aguardiente media onza: mézclalos. ítem: De sal de la mar una dragma, de polvos sutiles de cebolla albarrana medio escrúpulo. Desháganse en una ta- za de agua tibia. ítem: Los vomitorios fuertes del nnmero ochenta y tres. En empezando el vomito, se ayudará la operación, to- mando mucha agua tibia. Vomitorios suaves. TOMA de aceyte común una onza, de sumo de naranjas dos onzas, de sal de colima una dragma: mézclalos. Ítem: De aceyte de almendras dulces dos onzas, de cocimiento de manzanilla quatro onzas: mézclalos. ítem: De caldo común blanco una taza, de oximiel simple dos onzas: mézclalos. ítem: De sal común media onza, de agua tibia una li- bra: mézclalos. URINA. 373 El vomito prieto, (que es común en'muchos cumas ardientes ) nace de la suma alcalescer.cia de la bilis, que tira á gangrenar el estomago, y los intestinos, causando dolores intolerables en estas entrañas, modorras, fiebres agudísimas, estertores, convulsiones &c. Se cura como las calenturas ar- dientes, menudeando las labativas, y bebidas frescas antife- briles, con el cocimiento de palo mulato, maíz prieto, suero nitrado, ó tamariudado, y remedios diluentes. En los vómitos de sangre se pondrá al enfermo en la mas posible quietud, manteniéndolo sentado, para que si tu- viere embarazado el estomago, se procure que vomite, ha- ciéndole pasar algunos jarros de agua tibia; y se le minis- trarán las bebidas diluentes agrias. Que si no obstante, conti- nuare la excreción, se apelará por grados á los restringentes de los números setenta y ocho, y setenta y nueve. Después se purgará el paciente con dos, ó tres onzas de maná, desata- do en suero; y usará por algún tiempo la leche de burras. Polvos en los agrios, y antiguas relaxaciones del estomago. TOMA de coral rubio, y madre de perlas una dragma de cada cosa, de nuez moscada un escrúpulo. Háganse polvos sutiles, y fórmense ocho papeles, á tomar á mañana, y tarde, en agua de yerbabuena destilada. Polvos para los vómitos verdes habituales. TOMA de polvos de ojos de cangrejos, y de raiz de gen- ciana una dragma de cada uno: mézclalos. Háganse seis papeles, que se tomarán en tres dias, á mañana y 'tarde, en agua de rosa. A estos polvos deben preceder los evacuantes. URINA. La Orina que tuviere muchos sábulos está en disposición de hacerse calculosa: en los males de la linfa sale casi natural: la espesa, negra, y fétida es critica muchas veces: la aquosa ( no siendo la orina potus ) siempre denota eretismo, y convu'sion: la que es del color de los ladrillos sig- nifica la fiebre intermitente: si después de un escalofrió se su, primiere en las fiebres, la enfermedad es mortal: la que varia de 374 UTERI MORBI. de colores, en los accidentes agudos, indica que el mal ha de prolongarse; igualmente que laque es constantemente tenue, ó muy encendida: en la delgada, habiendo calentura, son per- niciosas las purgas. La orina que se asemeja á la de los asnos, indica debi- lidad, ó amenaza males de cabeza: ia que se suprime por aba- rato de Jaumores en las primeras via% no se cura con diuré- ticos, sino con digestivos, evacuantes, y atenuantes. La sim- ple incontinencia, y la supresión que resulta después de la in- continencia, se curan con nervinos. Quando sale muy encen- dida la orina, dañan los remedios calientes, y los impetuosos. En la orina cruda son perniciosas las sangrias. En habiendo humores gruesos en las fiebres suele salir la orina cargada de sedimentos. UTERI MORBI. Las Enfermedades de la Matriz tenemos descritas en varios títulos de esta Obra. Esta entra- ría es Autora de muchos padeceres. Se ignora en las mugeres muchas veces el principio de estos males, p.or no saber, ó no querer explicarse. Las mugeres vinosas padecen enfermeda- des dificultosas. Las descoloridas con tiento deben sangrarse. Las que hubieren sido muy fecundas han de purgarse á roe- nudo, en cesando de parir, í-'-n los dolores uterinos aprove- chan comunmente los remedios calmantes, y nervinos. Los diluentes en el delirio sen excelentes. El descenso del útero suele confundirse con la ciática. La matriz desparramada, yá repuesta, debe asegurarse con faxas compresivas. En el pro- lapso, al tiempo de los menstruos, han de removerse los reme- dios restringentes. VULNUS La Herida es la solución, ó violenta des- continuación de las partes blandas del cuerpo, inferida por causas puramente externas, quales son los ioornoientos que cortan, punzan, ó golpean. Las diferencias deducen los Auto- res, primero: por razoa de su di ¿no o si o o. Segundo: por su fi- gura. Tercero: por ias parres que se dañan. Quarto: por los instrumentos con que*so hacen. Quinto: por las enfermeda- des que las acompañan. Y sexto: por los efedos que se sigue-i. ÍMosctro.? generalmente ias dividirémo-sen¿/wp/t?j\ y graves. Llamamos heridas ¿imples á las recientes; á ias que se VULNUS. 375 ' se hacen con instrumentos cuitantes: que no son muy profun- das; en que no hay extravasación de sangre en alguna cavidad interior; y á aquella;, cuyos labios son capaces de reunirse. Por heridas graves entendemos las que se han dexado sin abrigo, ni curación algún tiempo considerable; son profun- das; inferidas por instrumentos envenenados, pungentes, ó sin punta; hechas en cuerpos roa! humorados, ó enfermizos; con derrame de sangre, ó de otros humores por dentro* de las entrañas; y aquellas en que las partes están hinchadas, infla- madas, quemadas, gangrenadas, golpeadas, ó dilaceradas. Son muy peligrosas las heridas del cráneo con efusión de sangre, por que estas se. auxilian con la operación del tre- pano; las de la traquea arteria, estomago, intestinos delgados* y entrañas, en que se necesita de un diestro Cirujano; las que cortan los tendones, que no pueden consolidarse; y las de Jos vasos mayores, y intercostales, quando no se ocurre pronta- mente á los mas generosos restridivos, ó á las prudentes com- presiones, impidiendo en los unos la excreción abundante de Ja sangre, y en los otros el derrame,.ó extravasación de este liquido en el pecho. Pero son del todo mortales las que tocan la medula ob ongada, las de ia parte superior de la espinal, y las profundas del celebro, y cerebelo; las penetrantes de el hueso cribroso, y órbita osea de los ojos; las profundas del corazón; las de las entrañas, cuyos vasos mayores se han abierto, ó por que han infundido sus líquidos en algunas cavidades, en que se dificulta mucho la salida; las de el esó- fago, y las anchas en la parte tendinosa del diafragma. NUMERO CIENTO T TREINTA T CINCO. Curación de las Heridas. LUego que se verifique la herida, sea simple ó grave, se la ha de evitar el ambiente: remover los embarazos, qui- tando los cuerpos extraños que se hubieren pegado: limpiar- la con hilas secas, ó esponjas, mojadas en vino tibio, ó coci- miento de romero, ú otra yerba nervina, sondeando las caver- nas, si fuere menester, con dichos licores, ( aunque la sonda raras veces debe usarse, ó muy de tarde en tarde ) y expri- mien- 37 6 VULNUS* miendo con los dedos los labios de la herida: si esta no estu- viere bien descubierta, ha de ampliarse con las mechas dila- tables, ó con el bisturí (sin embargo, las incisiones en na habiendo mucha necesidad deben excusarse): han de curarse también, sin dilación, los accidentes executivos, quales son las hemorragias, inflamaciones, quemaduras ckc, con los re- medios que las son propios: deben usarse los sedales quando la herida atravieza de parte á parte el miembro, quitándolos pasado algún tiempo de la supuración, ó quando esta va dis- minuyendosevaplicando en su lugar una planchuela de hilas encada boca: se reunirán los labios de la herida, mediante las suturas, y suaves ligaduras: las curaciones han.de hacerse. blandamente, excusando, quanto pueda ser, los dolores a! en- fermo, y no mas de-dos veces en el dia, salvo en tal (¡al ocurrencia indispensable, limpiando muy ligeramente la lla- ga, á fin de no destruir la cicatriz incipiente: en las heridas del vientre es muy común el que se salganJos intestinos, en cuyo caso se fomentarán con brevedad, y sin intermisión con los cocimientos de yerbas emolientes, carminantes, y nervi- nas, previniendo el que se cierre, ó inflame la abertura, para poder meterlos con los dedo1--, y palmas de las manos, por el orden que tuvieren, precediendo ia sutura cruenta, en caso de haberse roto alguna de estas entrañas, siendo lo ultimo que deba introducirse el redaño, y proscribiendo las partes de es- te que se advirtieren dañadas. Que si el foramen de la herida •estuviere angosto, se acomodará el bisturí por debaxo del índice extendido, apoyando su punta con la extremidad del dedo, á fin de no lastimar los intestinos, y se ampliará el agu- jero quanto fuere menester. Las inflamaciones, dolores gra- ves, y tiesuras de! vientre piden sangrias, labativas antiphlo- gisticas, y remedios diluentes y emolientes. Finalmente, des- de el principio de la herida debe prescribirse un régimen te- nue, noble, fresco, y nada irritante; procurando al mismo tiempo la mas posible quietud á la parte enferma, t. Las Suturas son de dos. maneras, .secas, y cruentas. Las primeras consisten en el aparato de hilas, y lienzos sua- ves, secos, y delgados; y en la aplicación de bálsamos tena- ces, aglutinantes, y antisépticos- Las suturas cruentas son las VULNUS. 377 las puntadas que se dañen las heridas, á fin de aproximar los labios que no puedan acercarse mediante las suturas se- cas,© para afianzar las entrañas dilatables. Entendidas bien estas sucintas instrucciones, pocas personas habrá de caridad, y aplicación, que no puedan curar las mas heridas, quecon tanto estragó de la humanidad se ven abandonadas, ó tratadas indistintamente, y sin método, quan- do no puede conseguirse un diestro Cirujano. Por que \&sheri- das símples,curados lo» accidentes, después de la depuración, y aducción, deben cubrirse inmediatamente con unas plan- chuelas de hilas secas, apoyándolas por encima con un lien- zo delgado, mojado en alguno de los bálsamos tenaces, aglu- tinantes, y antisépticos, y afianzándolo todo con una suave ligación, por medio de las faxas anchas y delgadas. Las be*> ridas graves, cumplidas-las indicaciones, se curan por la vía supurativa, aplicando los digestivos suaves del numero cien- to y treinta y tres, ó el balsamo de Genevieve, que traemos enef titulo morbi. Minorada la supuración, y comenzando la ulcera á cicatrizarse, se apelará á los secantes metálicos del mismo numero ciento y treinta y tres, con lo que se con- cluye la cura. Bálsamos tenaces, aglutinantes, y antisépticos. LA cola espesa, y los bálsamos de Maria, Maguey, Pera, Copayva, &c. FIN. * ERRATAS. E#N el índice general, palabra Aborto, en donde dice i lee ' 3. En la palabra Acrimonias en lugar de 247 lee 245. Y en la coluna segunda linea 25, que dice Aposito en la An- gina lee en el ahoguío. En el titulo sterilitas, pagina 34T, en donde dice Agua del Moro, lee Agua de Higmoro. Y en las paginas 269 y 272, en cuyas cabezillas dice CataraSía, y Strabismus, en lugar de ambas palabras lee Oculorum morbi. ADICIONES. LAS sangrías después del uso de los remedios opiados, han de hacerse con cautela. Las hemorragias, ó evacuaciones de sangre esponta- neas eu los que padecen tiricia comunmente son mortales. En la reciente sordera son útiles los vapores, toma- dos por los oídos, del cocimiento de salvia en vinagre. En las fluxiones acres, y dolores de las muelas es muy conveniente provocar la baba, mascando tomates, y tener la cara abrigada. En la perlesía aprovecha bañar las partes enfermas • con el cocimiento de los frutos de texocote. Y en el mal de ojos, con el de las hojas de membrillos. En las indigestiones del estomago se usará por alimen- to el atole, con solución de hepasote, y unos granos de sal común. » c