''r^^VH^-^'i^* t# *** NATIONAL LIBRARY OF MEDICINE Washington TRATADO SOBRE LJL FIEBRE BILIOSA Y OTRAS ENFERMEDADES :< POR DON MARCOS SÁNCHEZ RUBIO , catedrático que fué de la del método* de curar Sfc. en la universidad de¡ esta riadad , doctor en las facultades de medicina ij cirugía y socio numerario del real cuerpo Patriótico de la misma Sfc. ^ora C •-',>;., , '1^ ■'*- "i* CON PERMISO SUPERIOR: " »," HABANA. En la imprenta del Comercio* Año 1814. Non inteílecti nulla morbi curatio est. Quien no conoce bien el mal y sn causa, jamas sabrá remediarle. hvpuc. Al Excmo. S? •D. JUJVV RUIZ DE APODACA Y ELIZA Lttpez de Letona y Lasqueti, eomefidmíur de Ballaga y Algerga en el orden mili- tar de Caiatrava, teuiente general de la, real Armada, vocal del Almirantazgo, gobernador militar y político de la plaza de la Habana, capitán general de la isla de Cuba y de las do-s Floridas, presidente de la real AudiéncM que i . ide en- la propia isla, juez de Alzadas «reí tribunal del real Consulado de ella, y presidente de la junta económica y de gobierno del mismo, subdelegada.de íá superintenden- cia general de Correos, postas y estafe- tas, juez protector de la real compañía de la Habana y de la real factoría da Tabaeos, comandante general de la úja- rina de este puerto é isla de Cuba, de las de barlovento é Indias occidentales y de los correos marítimos &c. Excmo. S.11 uando los escritores eligen un personage ilustre para que sirva de Mecenas á sus obras, convinan el crédito de ellas con sus intere- ses personales. Otras veces son c efecto de la gratitud y, otras de una adulación muy provechosa qui- na para los autores, Todos eso* motivos que pueden impulsar seme- jantes demostraciones son honestos, á excepción del ultimo , a pesar de que la envidia los desfigure , como acontece generalmente. Pero al determinarme yo á poner al frente de mis pcires observaciones médicas el respetable nombre de V. E., sin- ceramente confieso que 110 he tenido otro objeto sino el que la autoridad del Mecenas haga recomendables mis ideas, no con relación á mi fersona , sino en solo el bien de la umanidad. De la humanidad, excelentísimo señor, es todo el interés. Por ella he sacrificado toda mi existencia á $u alivio desde mis tiernos años. Por ella han sido mis tareas literarias , mi infatigable estudio y mis observa- ciones. ¿ Y se atreverán los Zoy- los á atribuirme miras de conve- niencia alguna en dedicar a V. E. éste tratado 9 cuando fue V% E. á quien encomendó él gobierno rece» ger las noticias concernientes á l& terrible enfermedad del vomito ne* gro, que ha privado de tantos i?i- divjbduos a nuestra esclarecida nación. en estos climas? Yo prescindo, señor excelentí* simo, de mi indiferencia a otra, cualesquiera utilidad que la del bien de mis compatriotas, como también. de la obligación, en que parece estaba de presentar á V. E. mis, opiniones y mis observaciones sobre el vómito negro, para que las diri- giese al gobierno que deseaba las de todos los facultativos; pero no podía prescindir de presentar mis, trabajos baxer los auspicios del pri- mer gefe de la ida, que tantas y tan repetidas pruebas ha dado á ella de su eficaz interés por el mejoramiento y por el adelanto de su ilustración , después que de antemano había marcado V. E, en la Península su acendrado patriotismo, sus talentos y todas las demás cualidades que le. hicié- Ton acreedor desde los principio» • de su carrera a la predilección vdel rey, de los gefes y del pública por el exacto y buen desempeño de "iodos los encargos y comisiones , que desde 7 de noviembre de 1767 7 pusieron á su cuidado* ¿ Pero yo me detendría en individualizar los importantes servicios de V. E. y recordarlos en este lugar? «¿Vo^y excelentísimo señor; ni hay pata- que mortificar la modestia de V. E., ni para que irritar la enmdia, que desde el tiempo de Jlristides no ha> cesado de clavar su diente en la fama de los buenos. La posteridad individualizará los servicios de V. E. y esto me sirve de consuelo para reprimir mis deseos de publicarlos. Ellos elevaron á V. E. al distin- guido mando de esta isla y ello» han determinado al justo y bené- fico Fernando Séptimo á nombrar u V. E. jwr uno de los miembros- del consejo del almirantazgo, elec- ción, que acredita cuanto yo me abs- tengo de referir de las apreciabUs? zircunstancias que st reúnen en V. E Si un personage tan digno existe por fortuna entre nosotros , yo no puedo menos que tributarle mis respetos é implorar su indul- gencia , para que admita baxo su poderosa protección los frutos de* mis limitadas tareas. Reciba, pues, V. E. esta demostración de mi sincero conven- cimiento a que V. E. debe ser el Mecenas de mi obra ; y si ella puede producir algún alivio á las dolencias de los hombres , como lo deseo, sea en hora buena el nom- bre de V. E. el que se lea pri- meramente al principio de sué páginas. Excmo. Sr. B. L. M. de V. E. su respetuoso apasio- nado. Marcos Sánchez Rubia. 5. INTERROGATORIO. i... Habiéndose padecido e% varios pueblos de las provincias ultramarinas la enfermedad, que se conoce vulgarmente con el nom- bre de vómito negro en estos últi- mos tiempos. se expresará su orí- gen y causas ; su carácter y sín- tomas en el principio , progreso y estado y terminación. 2... Se describirá el sitio y época en que se manifestó ; tiempo de su duración, y si en otras oca* siones se ha padecido la misma ó semejante enfermedad. 3... (¿ue estado tuvo la atmós- fera respecto de los vientos, seque-, dad , humedad , calor , frío 8£c : cuando se desenvolvió , progresó y cesó dicha enfermedad , y el que se observó dos meses antes , y que circunstancias y calidades tiene el local en que se ha manifestado. 4... Que influxo pudo tener en el mal este estado anterior y poste- rior de la atmósfera y el local mismo- 5... Se dirá si la enfermedad se manifestó espontáneamente en virtud de las causas atmosféricas ó locales, ó si vino de otra parte en que se padecía ó padeció reciente- mente , ó en épocas pasadas : si se desenvolvió al propio tiempo ó poco después en otros par ages inme- diatos ó remotos , que tuvieron ó no tuvieron comunicación con aquel punto de donde se presuma origi- nada ó de otros puntos semejantes. 6... Se advertirá si el mal era ó no contagioso en el principio; como se propagó y fue propagando en el lugar en que se descubrió primero , y en los próximos ó leja- nos ; bien sean de temperamento, cálido, templado ó frió (que se ex- presará) añadiendo en cual de los temperamentos, supuesta la rela- ción de población, ha hecho mas estrago, y en quienes la enferme- dad era benigna, y en quienes fu* nesta; y que especie de gentes te- nían facilidad para contagiarse , y las que no tenian esta facilidad* ' *}... Se dará rdzbn del numera ¡Le individuos que enfermaron^ $. sm edad, estado y calidad; los qué sanaron de cada una de las clases, y los que perecieron; si la convales - cencía fue fácil o peligrosa ¿ si hu- bo recaídas sin causa conocida, f si resultaron a los pacientes algu- nos males crónicos. .8... Que métodos curativos se han usado general y particular- mente por ¡os profesores j y cual ha producido mejor suceso^ 9... Si en épocas anteriores sé hubiese padecido este mal se pro- curará la Ve% primera en que su- cedió y sucesivamente las poste- riores sin omitir ninguna; especu ficando las circunstancias de cada una de ellas en cuanto al modo dé desenvolverse y propagarse , y dé si hubo contagio, y si se transmitió á punios cercanos ó remotos ¿ y eii que términos .* si el carácter de la enfermedad fué el mismo en todas- sus partes y lo mismo el método curativo* Sí hubiesen variado en *. algo, tanto del carácter como et método , se dirán las razones cier- tas ó probables. 10. Si se conoce alguna ma- teria de cualquiera de los tres rey- nos que se considere , por opinión o experiencia, específico contra este mal, ó para no contraerle o evi- tar su propagación y si los empíricos hacen uso ó mención de algunos, expresando si los profesores han experimentado cualquiera de ellos y los resultados que han observado. 1 1. Dirán los profesores si este mal es fácil de que se reproduzca, en lo sucesivo , y que causas de- ten concurrir para ello : al mismo tiempo los medios de precaución que han de tornarse , á fin de evi- tar esta reproducción , \, en caso de no poderse conseguir, lo que debe practicarse para disminuir los malos efectos y evitar su propaga^ cion en el lugar donde se mani- fieste la enfermedad, y en los pró- ximos ó lejanos. 12. Se formará en tos lugares Aortdejiaya rey nado la enfermedad , una junta de los profesores~de^níedi- cina que haya, presidida poli* el gobernador político, para acordar y convenir después de haber oido á las personas ilustradas y observa- doras en las respuestas , que deben darse á estas preguntas , y exten- der un informe circunstanciado y satisfactorio sobre el conjunto de ellas, añadiendo las demás observa- ciones que tengan por oportunas, con especialidad sobre si esta en- fermedad fué en su origen conta- giosa , ó si ha ido adquiriendo por grados este carácter; y cuales son los conductores averiguados ó sospe- chosos que las transmiten: y este informe ó exposición pasará des- pués á informe de otra junta de los profesores mas acreditados de la capital del gobierno ó vireynato , para que en atención a ella exprese lo que contemple del caso , y todo se remitirá después al ministerio de la gubernacion para Ultramar¡ informando el gobernador político» *0, ADVERTENCIA. M^Jl observador que lleva su« Teflexiones hacia los tiempos pasa- dos y examina todas aquellas co- rsas que tienen relación con la vida del hombre, puede hallar la ver- dad , ó por lo menos aproximarse á ella , si sus resultados están desnudos de error y preocupación. Pero los limitados alcances de noso- tros hacen creer muchas veces por cierto lo que es dudoso ; y al con- trario , tener dudas en lo que es .Realmente verdadero. Lis alteraciones que desd* que nacemos van aconteciendo en toda nuestra máquina, ya por un efecto necesario de la vida ó ya ppr los agentes que la rodean, son las que mas importa al pro- fesor conocer para con propiedad llamarse médico. Es notprio que ha sido afli- gida la humana naturaleza en to- do tiempo, por tantos y tan gra- 41. ves males , que no han bastado los entendimientos mas cultos en el examen de su economía animal, para prestar armas superiores á los enemigos que la invaden, y con- servar al hombre en perfecta salud. Sentado ese principio, se com- prehende lo espinoso que es satis- facer al interrogatorio , que hizo nuestro interino y superior go- bierno y que acabo de copiar. Empero sujetándose a una ra- cional análisis, se puede decir que entre todas las dolencias es la calentura biliosa una de las más regias : ora llámenla enfermedad de Siam , Typhus icteródes, fie- bre amarilla ó vulgarmente vómi- to negro. Demostrando las causas, que en mi experiencia y sentir la pro- ducen , se verá mas satisfecho aquello que hasta ahora tanto se lia deseado. Daré nueva defini- ción á esa enfermedad , por los fundamentos que expresaré. 1T jpara llenar el objeto, cuanto sea 18. dable á mis cortas luces , he de- terminado allanar el camino, apar- tando la vista por un instante de lo espinoso de él y de lo arduo de la empresa , fixándola sola- mente en la benevolencia de quien me escucha y en el bien público, al que debemos todos contribuir, según lo permitan nuestras fuerzas. Así la definición como las causas que motivan la enfermedad, descansarán sobre la experiencia de veinte años, sobre el raciocinio y sobre la autoridad de los sabios mas respetables de la facultad médica y de las otras ciencia» accesorias. Y siendo necesario á ese in- tento proponer los medios de cono- cer el origen , distinguir, preca- ver y curar la calentura biliosa, desciendo al tratado en el qu» eonservo mas bien analogía con el interrogatorio, que las hermosas flo- res de la elocuencia en esta cías* de escritos. En él se verán con claridad los fundamentos de la 43. •áefintcion y también el que otras muchas enfermedades traen por causa la misma que el vómito ne- gro. Aunque sean impropias del método del tratado, las historias , experimentos y raciocinios que in- serto desde el párrafo IV al XLII, seré disculpable si se considera que mi anhelo es hacerlo con datos mas conclnyentes; y de ningún modo el atractivo de singularidad en el knruage, ni la colocación de la materia para solo los rigu- rosos metodistas. Procuraré preferir las voces Vulgares á las técnicas de la misma facultad, para que todos compre- hendan la verdad de lo que ex- prese : algunas autoridades irán en el mismo idioma que guardan en los libros de donde las he copia- do ; pero en todo aparecerá el gran deseo de que los moradores de los pueblos del mejor de los reyes, ten- gan alguna clave con que conser- var la salud mas completa en estos elimas de América ó en otro punto 14?. *del globo; ya que por su distin- ■íguido y admirable patriotismo y -heroycidad se han hecho tan acree- dores á mi gratitud. J)r. Marcos Sánchez Rubia* -45. JLJA CALENTURA BILIOSA, fiebre amarilla , enfermedad ds •Siam, Typhus icteródes, ó vulgar- mente vómito negro , es un desar* rollo preternatural del calor nati- vo (*) causado por un agente ex- traño, que hace subir la tempera- ttura calorífica como el agua común á la del aguardiente: es decir , que en la misma forma que se de- sarrolla el calor que estaba recon- centrado en el aguardiente, echán- dole al espíritu agua común, se desarrolla el del cuerpo humano cuando entra en el estómago al- guna substancia pervertidora de la temperatura salubre ó necesaria para las digestiones : y adquirien- do los humores y sólidos un des- C*J El calor nativo 6 latente es aquella substancia , que concurre en el acto de la genera- ción como elemento á constituir la temperatura del cuerpo humano en la proporción necesaria para ■que acrezca, nutra y sienta... Hiphócrateb liJj.de Carnibus, seu Principiís, capite primo.j 16. temple que antes no tenian (*), se- sigue sensación de frió, de calor, con dolor en una ó varias partes , modorra ó vigilia, náusea ó vómito, desvanecimiento de cabeza, dificul- tad en la respiración, laxitud de miembros, desconsuelo en la boca del estómago y algunas veces en el lado izquierdo del ombligo , hin- chazón de las venitas y demás vasos del blanco del ojo, delirio ó alguna perturbación en la mente, aridez ó humedad en la cutis con mas ó menos de estos y otros síntomas (**). II. Si buscamos el orísen del vomito negro , respecto al tiempo que invadió la primera vez al gé- nero humano, ó ya al lugar donde se notó , ó ya a la causa que lo C*J Quum bilis , aut pituita incahierit, ab his reliqunm totum corpus calescit, et h»c vccatur febris. Cap. 10. de Febris rigoris, horroris , ac sudoris frigidi, ac calidi, ortu et causis. üb. 1. de morb. Hip. C**J JMacbride : Síntomas generales totn. 1. fot 41.— Gonmlrz : Epidemia de Cádiz del año 1300, párrafo 67...— Gorter. Conient. aphor. 11» 15. et2l üb. 3. et 43. üb. 4. Hip. ir. produxo, diremos que encontramos obras de muchos siglos, que demues- tran lo padecieron infinitos indivi- duos racionales antes de la era cristiana , en la isla de Coó per- teneciente al Asia , Pérgamo en la Troade , Bochara en el Z.igatai, en Roma y oíros pueblos de Euro- pa : y que las causas que lo moti- varon son las mismas que hoy lo causan en América. De que se infiere hay calentura biliosa ó dí- gase vómito negro , desde que hay hombres y que su origen se halló donde hubo los primeros : que desnudos de la gracia quedaron sujetos á todo aquello á que esta^ mos expuestos : es decir, al mis- mo desarrollo preternatural del ca- lor nativo, á consecuencia de abu- sar de aquellas cosas de que ahora abusamos y manifestaré. III. La analítica observación físico-médica, que yo veo en todos los escritos del inmortal y venera- ble Hipócrates le hizo afirmar que ;; muchas calenturas son causadaj i** pror la bilis-, con dolores internos^ á saber, la continua é intermi- tentes (*) „ Que toda enfermedad aguda que afecta al hígado ó á la» cabeza nace de la bilis : y que toda dolencia proviene ó de la- bilis ó de la pituita/'7 (-**) IV. Como de muchos resul- tados uniformes nace la experien¿ cía, y ésta vale mas en las cien- cias naturales que los esfuerzos de la pura razón, y la razón mas que la autoridad aislada , respe- tando á los que han hablado hasta hoy de la calentura amarilla, ex- plicaré los fenómenos que he ob- servado en varias epizootias, del modo que los concibo , para des. cender a manifestar que ella trae so origen de causa conocida asi en logí racionales como en los irracionales^ aunque en éstos conserve otro nom- bre y constituya otra dolencia. (~*J Cap. 7, lid. de Locis, aerib , aouei» £fol. 293 " de Bcgliv., ni Bónells y Lacaba tomo 4. anatoiv. ni Mi.cbride tomo^ 2 tratado d-A pasma y otros hombres recomendables les hubieran negado esta gloria , qué tengo el honor de manifestar ¡ De todo esto tengo experiencia en mi propia persone. , He sentido varias veces después de haber orinado.. ...un fuerte dolor de cabeia , que antes no tenia , i • y erizárspme todos los velos, presentando la cutis aquellos granitos que las aves demuestran acaba- das de pelar ¡ vértigo sobre vértigo , y nausea sobre náusea , sin poder sostener el cuerpo en su _ natural actitud; pero tomando un poco de vino todo ha cesado .' y he aquí las sensaciones que confirmaron mis ideas sobre el movimiento vibra- torio de la dura madre, las que he ratificado 4 la cabezera de todos los dolientes en cualquiera enfermedad t y lo mismo la expansiotí y contrae- 23. berse unido si se evapora el gas del vegetal se queda la cígua... sin la cubierta córnea que cubre su boca y nula la generación y si ei de la matriz nadante, ni forman el gas carbónico ni la tierra la concha del testáceo...y queda tam- bién sin efecto la generación. La base de la concha de la cígua... es la membrana de la holoturia y la base de la almeja...es el Theo- phastrus. Pero baste cuanto dice Mr. Trembley del reproducimien- to de los pulpos; la animación de la lenteja de agua y de la misma almeja para que no dude de mi verdad el que no pueda ir á satis- facerse del fenómeno ala ribera. (*). IX. En los dias de corrup- ción , condensación y generación cayendo aguaceros en las lagunas , estanques ó lugares húmedos -se verifica nueva vida , si en ellos cion de la fibra que mas adelante explicaré. f*J Diccionario de Balmont de Bomare, De historia natural. Tom. 5. fol. 513 y tom. 7. fol. 260. J «4. hay calor y las demás circunstan- cias necesarias : ora sea ponién- dose en desarrollo los huevos ó cuerpecitos-semoventes , de varitíi insectos , según dice Buifon desde el folio 89 al 388 de su 3 tomo é historia natural, ó que el calor existente en las aguas detenidas chocando con la frialdad de las aguas que descienden (*) de las nubes alcen la temperatura y los anime hasta el grado necesario á verificar la nueva vida (**). Y he aquí animarse los que no son animales , acullá animarse los ani- males y animarse las partes de los mismos animales (***). X. Y como á consecuencia de caer el agua llobediza en la C*J Estando la bola del Termómetro me- ttda en ana muy caliente en el intenso invierno y anadiándole un poco de agua fria asciende mas grados el mercurio , y cuando está v. ?. á 180. grados en la superficie, igual numero se nota en el fondo y uno ó dos grados mas en el centro. £*A T?er° Urdversal- Tom. X. páff. 238. C**V Ammantur qvte non mnt £ ¿ J? . •mmintur animada ,■ animantur „»,w- umman"' ' Hip. cap. 2. de prwpSJT ammahum *artet- 25. estancada , vemos que inmediata- mente resultan infinidad de gusara- pos , ranas , lombrices, mosquitos y otros insectos : y que sólo en esta época , por lo general, daíia el agua á los que la beben : y particularmente la que no tiene corriente , á los cerdos , gallinas, perros y otros irracionales ; ata- cándoles por su crudeza... a las. pocas horas de haberla bebido crueles enfermedades : á saber , verdadera pulmonía en los cerdos ó mejor dicho inflamación de to- das las partes del pecho , hígado, estómago y tripas: conocido el conjunto inflamatorio con el nom- bre vulgar de ahogo, que termina con la muerte de estos cuadrúpe- dos á los 3,5ó7 dias irreme- diablemente : (*) de aquí es que C*_) Los hacendado? de esta isla r,ue tie- nen sví posesiones pobladas con cerdos , notan luego que principian los aguaceros , después de los grandes calotes , una mortandad, con el ahogo, que suelen quedar despobladas y ellos con inmen- sas pérdidas. Para hacer estas mas tolerables los mafan al princpio. y sufriendo la carne la So- viendo millares de veces que á consecuencia de beber el hombre estas mismas aguas y aquella que tenemos por sana y del uso común, si se verifican iguales efectos, co- mo por desgracia sucede, ya por no estar hecha la digestión, ya por bebería acalorado , ya por es- tar débil el estómago... es conse- cuente que esencialmente debe ser la enfermedad de la misma índole , aun cuando se le dé otro nombre o se haya considerado de diferente naturaleza : porque la anatomía de los cerdos ofrece cuantas luces ne- cesitan las leyes del analogismo acción del fuego , convertida en tasajo , á los que la comen no daña : expelen el bofe ó pulmón y todas las demás entrañas : separan á los enfer- mos de los sanos, porque juzgan hay contagio y de él no se acuerdan para comer la carne, ni para buscar la causa en donde realmente existe ¿ set-á el gas azootico ? Este apaga la luz y mata los animales .- es el principio constitutivo mas abundante del ayre atmosférico , de las substan- cias animales y algunos vegetales , se distingue del acido carbónico en que este enturbia el agua de cal y vuelve roxa la tintura de tornasol, lo asofia farmaceuta. M ^ t0m° L * to am- para mirará aquellos efectos identi- ficados con los de la calentura biliosa ó llámase vómito negro : á, saber : flictenas ó ampollas en el estómago, tramo intestinal, hígado y otras partes, con ulceraciones &c. Ahderencias de los músculos in- tercostales con la pleura, bofe y el diafragma: tubérculos ó tumc. res en el pulmón y otras partes, desde la magnitud de abellanas á la de grandes nueces : lombrices, ó mejor dicho gelatina animal con nueva vida dentro de los tumores ó tubérculos , en los vasos aéreos y sanguíneos : y que esta gelatina era la mucosidad de las partes que desnudas presentan ulceraciones...:., la magnitud de las lombrices es igual á la de la cabidad y figura de los vasos glandulosos, aéreos, sanguíneos &c ; (*) el color de lo (~*J Egrum sedere velle in Acutis, malura : Pessimum in pulmonicis , pulmone inftammatú. Bagliv. fol. 40. Animantur animalia: animantur ánimalium partes : et' animantur quct, non eunt ani- í.?aAa.IIip. loe. cife. 28. contenido en el estómago y tripas... de un verdoso-cetrino, semejante á aquel verdín de las aguas pútridas ó á la bilis eruginosa de los ra- cionales que adolecen de la ca» lentura amarilla..... XI. Estas aperciones anató- micas que he practicado en diver- sas veces desde el aiio de 1800 hasta el presente, siempre me han dado uniformes consecuencias : es decir, lombrices en el pulmón, ulce- raciones en el estómago &c. XII. Teniendo detras de los barracones , que hay extramuros de esta ciudad en el año de 1800, una piara de cerdos en ceba , advertí que habiendo hecho consi- derable calor de las 12 á las 3 de la tarde, que en una gran bana- dera que tenían hecha en la pie- dra viva , se le acababa de echar mas de una pipa de agua crista- lina de la que la zanja conduce, habiendo limpiado á mi vista per- fectamente la banadera; Hueve á las tres y minutos copiosamente SfJ. por un poco tiempo y Veo aparecer en el mismo instante del aguacero millones de insectos en agua tan limpia y recien traída de la que corre todo el año ; que dos cer- dos que estaban retozando la be- bieron y antes de la oración de 1-f misma tarde estaban yá afectos del ahogo y los veinte y dos restantes que sufrieron el aguacero nada padecieron: me ocurre el pensa- miento que á todos les iba á su- ceder igual enfermedad por la pu- trefacción, que instantáneamente se habia manifestado en la banadera: le hago arrojar el agua, limpiarla de nuevo y ponerle otra cantidad de la misma zanja: y bebiéndola los 23 restantes aquella tarde y no- che , nada tienen de quebranto en la salud : el dia siguiente ó mejor dicho antes de las 30 horas de haberla bebido , los hago matar á mi vista y les encuentro el estó- mago , los intestinos , el hígado y todas las partes del pecho como yá he referido : en términos que 60. parecía imposible que en tan corto espacio de tiempo se hubiese pro- pagado la putrefacción á tantas partes con tan enorme daño y que pudiesen aun exstir: á los cinco ó seis dias sucede igual mutación atmosférica, igual acontecimiento y otros tres que la bebieron son atacados lo mismo que los dos primeros , sin que los 19 restantes tuviesen novedad: esta 3a observa- ción me hace se les mudase tres veces al dia el agua de la banade- ra y que ésta se limpiase muy bien: y no obstante esta precaución en todo lo restante del mes de junio que llovió en la misma forma que las dos anteriores y sobre un calor como el de aquellas, aconteció otras veces el mismo fenómeno: trato de seguir mis aperciones anatómicas y veo que á las cuatro, ocho, doce, diez y ocho , veinte y cuatro y cuarenta y ocho horas de princi- piar la enfermedad, la parte mucosa de lo interior del estómago, se iba desprendiendo y los vasos veno. sos, en el hígado y linfáticos del pulmón y partes contenidas del pecho , tenían mas crasitud de la natural con esa parte mucosa ó sea con la gelatina : que en las glándulas del pulmón tomaba una figura como hebras de hilo de oían: que al paso que la enfermedad tomaba cuerpo, se animaban esos hilitos blancos y aun notando en ellos los movimientos de vida entre la espumosidad en que estaban envueltos en las mismas glándulas, venitas, pleura, músculos que á ella tocan , diafragma , hígado y en otras partes, y si se anatomizaban antes de las ocho horas de princi- piar la dolencia, aun no estaba animada la gelatina. XIII. Las aguas de cuales- quier modo que se hallen estanca* das en lagunas , pozos, cisternas, charcos , playas &c. necesaria- mente fermentan ya en estío ó dia caluroso, ya al sol, ya á la som- bra, ó en lugar donde no puedan emanar aquel gas, carbónico, ó 8& _ azoótico ó pútrido, si asi -debe- llamarse , que pueden expeler las que corren por despeñaderos ó lu- gares de que sean bien batidas. Tales aguas fermentadas , poco ó nmcho , producen dolores , son biliosas , hacen pravos humores , pervierten las digestiones, y final- mente son la fuente y origen de muchísimas enfermedades, que has- ta ahora se han atribuido ó al con- tagio , ó á el abuso de los es- pirituosos ú otros agentes , que ni remotísimamente han tenido parte en seinej antes dolencias (*). XIV. Dice el Dr. D. Gre- gorio Bañares (■**)„ tiene el agua tan grande afinidad con todos los cuerpos , que disuelve el ayre y otros gases...y esta grande afinidad C*J Quaci'mquj igitur palustres sunt , et stabiles et lacustres , eas necease est asíate esse , ot crasas, et f". ti das ; qu.úm enim non perfiuant, et mqua pluvia neva semper accedat , et sol cas txura , necesse est, dolores, et pravas, et bilio- sas esse... Jlif>. Hb. 1. de locis , aeribus , aquis... tom 1. ab f/aller fol. 9- f**J Filosofía farmacéutica tom. 1. fol. 42. imp' en Madrid ano 1804. del agua es la causa que siempre este impura ó combinada con subs- tancias extrangeras. " Foderé ha- bla no menos extensamente (*) Fur- croy, Chactal, Compannoni, Fó- ronda , Brison y otros. XV. Soy del mismo modo de pensar que esos hábiles inda- gadores y aun mas me extiendo en esas propiedades , esto es, qite aun cuando el agua esté purísima, causa las mismas enfermedades bebiéndola antes de estar hecha la digestión cualquier hombre dé- bil ó aquel cuyo poro sea muy com- pacto ó se halle desabrigado. ¿Y quien dudará de esas perniciosas propiedades luego que observe la corrupción que tan repetidas veces yo he observado ? ¿ No sufre el ayre atmosférico y todos los seres del globo terráqueo esa misma al- teración? Luego la sufre el hombre. Luego si el agua pura causa los mismos efectos como efectivamente los produee, es prava, es biliosa... C*J Medicina legal tom.8 desde el fol. 5 al 20. 34. XVI. El agua de la pipería de las embarcaciones sufre esa putrefacción a que apellidan ma- reo ; la ventosidad de la de los charcos de las calles , playas , lagunas, algibes y aun de los mismos manantiales ¿que otra cosa es que una verdadera corrupción? ¿que es lo que llamamos crudeza en el agua, sino mas ó menos putrefacción ? ¿ Dexa el agua mas pura de sufrir esa misma fermen- tación ? ¿ Porque nuestro olfato ó paladar no lo perciban , se dirá por eso que no la sufre, cuando el estómago con la indisplicencia, dolores , peso y aumento en las acedías... lo demuestra ? XVII. El hombre tiene ab- soluta necesidad de bebería ! Y así es que comiendo debemos be- ber bastante, para conservar los alimentos blandos y que puedan disolverse suficientemente en el tiempo de la digestión ; pues de lo contrario pereceríamos. , Pero bébase ^on mas discernimiento que 3íf. lo que se ha observado hasta ahora en las otras horas que no sean de la comida ! ¿ Por qué han parado tan poco la consideración los mé- dicos ? ; Sepan pues , que entre diez enfermedades, las nueve ú ocho por lo menos vienen por esa falta de precaución ! (*) ¿No pide la humanidad imperiosamente , que en la fiebre biliosa, en los tabar- dillos (que no vienen solamente por la insolación como han creído, sino también porque estando un pobre segador... abrasado de los rayos del sol, bebe y mas bebe agua, sin atender á como se la recibe el estómago) y en otras diversas enfermedades se prohiba el agua fria ? [Cuantos exemplos pudiera presentar de esa verdad con los herreros, cocineros y pana- deros de este pais ! ¿ No se han pasmado muchísimos por beber el C*J Morbi omnes homimbus á Ule et pituita. oriuntur.. Hi morbi ex solis calore, et aatía ■potioneoriuntur...Hip. Ub. de afectiónibus can * ét in cap. 49.... 86. agua estando exerciendo s"u oficio? ¿ j Cuando está el calor atmosférico á 80 grados v. g. el agua del mar -está á 82, y la común de los jar- ros á 78 y con tan poca rebaxa hace tanto daño ! XVIII. Las aguas que por el hielo, nieve, ó por la frialdad que ellas tienen respecto a la tem- peratura del estómago, engendran mucha pituita......., fluxiones de . cabeza, de pecho , vientre y de - otras partes : (# ) causan obs- truciones de la membrana pitui- taria , ya sea oxidándose la misma C*J El -hielo que algunas veces hemos te- nido desde el año de 1807 que principiaron d traer del norte de América , es un admirable re- curso si tomamos los helados o cosas que con el se infrian estando ya hecha la digestión o en el acto de estar comiendo , hallándose bueno el esfo- . mago , tomando acabado de comer el cefé de C0Sm tumbre y no haciendo el mal uso de él como en Verocruz .-' allí mixturan la nieve con el agua 6 cosa que van á beber .- esta mortífera práctica fué la causa de padecer yo el vomito en aquella ciudad. A las cinco de la tarde del 20 de julio de 1795 estaba muy bueno ; y con tres horas de haber concluido la comida .- bebo un vaso de limo- nada, con nieve dentro y á las ocho de la misma noche me abrasaba la calentura. 87. pituita, como dice Furcroy, ya dirigiéndose al hígado, bazo ú otras entrañas (*). Esta misma perversión de las aguas influyó tan- to para los Scitas que fueron hom- bres de corta vida , de fuerzas débiles, de color pálido, de esta- tura pigmea y pueriles para exer- cer todas las funciones propias de los hombres regularmente robus- tos ; v **) á los que respiraban y respiran los ayres de las costas del Mediterráneo; (***') al exér- cito romano de Sicilia según dice Tito Lwio: á Italia y á Roma su capital , descrito por Dionisio de Jlalicarnaso, con otros muchísimos C*J Hyeme vero glaciatas , et frígidas, et túrbalas ; tum á nive , tum á glacie ,. adeoque máxime pituitam gignere, et raucedines excitare: bibentibus autem splenes semper esse magnos, plenos et compresos; et ventres duros et tenues, et calidos... Hip. hb. 1. de loe. aeribus , aquig{...... (~**J Ñeque enim viri multa coeundi' cupi- ditate tenentur ob corporis humiditatem, ventris- gue molliciem , et frigiditatem... Hip. cap. X. de Europa, ac natura moribus, victu, et forma ¿Scytharum*.. (~***J Cels. Ki. 2. cap. 1. p. 4A 4, 38. pueblos (*) el escorbuto á la Ar- mada de César Alemán : (**) la peste de Grecia que refiere el abate Bartelemy en su intro- ducción al viage por la Grecia de Anacársis el joven, folio 323...á los habitantes de la inmortal Zara- goza y demás pueblos de la vale- rosa provincia de Aragón : (**■*) á los exércitos ingleses; (**#*) k los de Cartagena de Levante antes de desecar el almajar; á los moradores de Calasparra por las aguas de los arroces : á los residentes en las costas de Gui- nea , Abisinia (*****) Hondu- ras, Holanda y finalmente á la mayor parte de los pueblos del globo que vivimos , con mas ó C*J Foderé .- Medicina legal, tom 7 Jtaghv.¿,a< de fibra motrize et terremot. román. n¿«}¿ r 7-, yabuso del ™° , n»ceúdad y uti- ndadpiaguaf.mporelDr. Gerónimo de Vardier. tastrí, pí TT. Z/ll^t^- ? Bar' Zaragoza año 1784. M foL 21 ' ™P™a en ^SZ*íé£. ^^ P' 77' t0m- l~ afirme., f •« ..»j yiajerQ Univer¡¡ul (Qm^ ^ foLyU. Sá- menos vigor según la calidad del terreno, su contenido y la parti- cular idiosincrasia ó sea disposi- ción de cada individuo. XIX. Al folio 26 en nota del 3 tomo de Elementos de me- dicina práctica de Cullen y al 197 del tomo xii del Viajero Universal, se hace relación del vómito negro de la ciudad de Cartagena de In- dias cuando allí estuvieron las em- barcaciones, que mandaban Pintado y Justiniani, esto es, en 1729 y 30 en Cartagena de Indias ; antes del año de 1718 en la Barbada: (*) en Panzacola en 1765: en Cata- luña en 1764: enFiladelfia en 1795: en Baltimore en 1794 : en New- York y Norfolk en 1796 y 97; en Cádiz y las Andalucías en 1764 y en 1800 : en cuasi todos losj pueblos de los Estados-Unidos en 1798 y en el exército francés des- de el 18 de abril de su primer f*J Disertación sobre la fiebre bitiosü por el Dr. Romay f. 3. 40. año republicano hasta que todo él pereció ya del vómito ó por los Etiopes en la isla española de Santo Domingo ( * ) en la que también se padeció el año de 1733, en Guantánamo de esta isla en 1741; 62, 94, (**) y finalmente todos los años posteriores hasta hoy en este puerto , en donde actualmente estoy asistiendo varios dolientes. XX. Los testimonios irrefra- _gables que acabo de exponer de los pueblos, que han padecido la calentura biliosa y sobre el influxo de los gases pútridos , que ema- nan las aguas fermentadas, son bastantes para probar que en el cuerpo humano producen esos gases efectos idénticos á los que referí en el de los irracionales ; pero para no dexar duda , ni dar motivo á in- certidumbres, respecto á esas cuali- dades y á las que produce el agua aun cuando esté buena, las frutas año í*ri¿Zonitor Vni?er:2l *^8 *™¡dor da i; fl6 de agosto de 1803. ) f*J Romay fol. 2. ^ 41. y otras cosas, citaré varias histo- rias y reflexiones ; porque es la materia demasiado transcendental á la sociedad , y para que los verdaderos sabios penetrados de mi ingenuidad , despleguen sus talentos , y ratificando los fenó- menos que he detallado y los que detallaré, disfrute con ellos la humanidad lo que tanto le con- viene. Lo haré asi después de colocar la descripción de esta ciudad. XXL La ciudad de la Ha- bana, de la isla de Cuba, se halla á los confines de la zona tórrida, á los 23 grados y 9 minutos, con- tada la latitud setentrional desde el castillo del Morro, que está á la entrada de su puerto y como á tiro y medio de fusil de sus murallas, al oeste del meridiano de París 85 grados, 14 minutos de longitud. 2.° Sus calles tienen una di- rección de E. á O. y la otra N. S: siendo rara la que está recta: su anchura es de 8 varas poco mas o 48. menos : la de Cuba con 2038 varaa y la de Riela con 1094 son las dos de mayor longitud: en sus pla- zas , calles y recinto de intramuros hay un espacio de trescientas mil varas cuadradas, según los presu- puestos mas aproximados y cada cuadra tiene seiscientas varas pla- nas de vacio: hay en ella 320 casas altas, 550 baxas de zaguán, 2t>50 baxas sin zaguán y 1720 accesorias. 3. Está la Habana entre la zona tórrida : el sol se advierte demasiado ardiente la mayor parte del año : el dia no pasa de 13 floras y minutos , ni dexa de te- ner menos de diez horas. 4. En general el ayre de esta ciudad es mal sano : en tiempo de seca por el polvo que arrastra, y la gran detención del calor en sus calles por las partes que tiene mal empedrado , en que reverberando el sol , y des- cuidándose los vecinos en regarlas se ofende la vista y el pecho, y causa molestias k los transeúntes 48. aunque anden en carruages : y en tiempo de lluvias por el fermento pos y alameda. 29-72-78-71—N: chuvascos : cuerpos le. ves y expeditos. 30-70-72-72—N: brisote claro : nubes rojas al ponerse Febo. 31-70-80 -76—N. cumulo estrato ó llá- mense nubes densas unidas, V como paradas. . 1--70.-78-70—S .• está floxo : dia de di- solución de unos entes pa- ra la generación de otros; según lo denota la nube cirrosa ó sea como una tela de araña. Le Humo dia de disolución porque gene- ralmente cuando se obser- va el celage cual si fuera tela de araná ¿ lo denotan las hembras de muchísimos animales...: fermenta visi- blemente el agua de los m. ♦**hárcd9... las embarazadas de tiempo sienten dolores de parto : hay abortos : en el agua de las cisternas ó algibes se ven partículas semoventes que el dia an- terior no se miraban : y estas pasan á ser gusara- pos y los gusarapos mos- quitos ó lombrices ú otros insectos j se animan algu- nos vegetales y partes de las substancias animales en la playa y otros lugares, aunque lo nieguen los mo- dernos. 2 -70 -81-70—Calma : parece que está destinada para la conden- sación de la materia : dia claro , varios partos de di- ferentes especies de anima- les ; muertes por enferme- dades conocidas é ignoradas. 3-70-78-74—S. humedad ; densos vapo- res ; cuerpos pesados. 4 74 -77-76—E. chuvasquitos ; densidad y mucha elasticidad aérea, denotada por dar el cañón el estallido mas fuerte con igual cantidad de pólvora... 5-74-76 74-E. S. 6-73-73 -73—S ; se observan en las cene. fas nuevas de las casas resumirse ó que trae el ayre atmosférico nuevaq gotas de agua ; mayores en el color negro que en el Color de chocolate; mayo- res en este que en el color varde obscuro; menos en «1 verde claro ; menos en el color amarillo y ningu- na humedad visible en el color blanco ; todos estos fenómenos se advierten en lugar donde no entró agua ni ayre húmedo directo...: se han observado muchas veces. 7-74-78-77 8-74-82-77 9-76-82-79 10-78-82-79—Claro; cuerpos leves y pla- centeros. 11-78-80-79—ídem como ayer. 12-78-90-79 13-74- 79-75 . 14--73-77--74—A las 8 de esta mañana pulsé en la playa 500 ne- gros; todos teman 80 gra- dos de calor: no fueron disminuidos por el baño ; observé también qie los enfermos de activas eva- cuaciones tenían de ocho á once latidos de la mano al codo , ínterin di la arte- ria uro sólo del codo á la mano; al contrario á los apopléticos, que no tienen evacuaciones; esto es , que dá la arteria do- ocho á once latidos del codo á la mano: de que se infiere y lo he compro- bado , que cuanto mas la- tidos dé la arteria de la mano al codo, mas copio- sa» serán las tv. cuaciones; y que cuanto mas sean los 63. latidos del codo á la m*. no, mayor será la lesión del celebro*, y asi es, que cuando dá la arteria dos pulsaciones de la mano a] codo , Ínterin una sola del codo á la mano, hay ac- tual evacuación de cáma- ra , útero, cutis &c.; y si dá dos pulsaciones del codo á la mano, ínterin una de la mano al codo, hay dolor de cabeza , al- guna perturbación en ella 6 sueño. Estos dos últi- mos fenómenos suelen es- tar exceptuados cuando, en general, todos los hombres en'erament s¿mos los tienen; porque si v- g- por la ma- ñana está el ayre muy/ condensado y á la tarde muy rarefacto , tendrán los sanos dos pulsaciones de la mano al codo , ínterin una sola del codo á la mano y á la turde vicé versa. 15-72 79-74- 16-73-79--75—Temple hermoso ; seque- dad ; observé que en los colores de las cenefas nue- vas de las casas habia es- cupidas , de la misma cal y pintura, mas partícula» salinas en el color negro; menos en el color de cho- colate ; menos que en estft en el color verde obscuro; menos en el verde claro; menos en el amarillo y ningunas en el color blan. co. En tiempo de humedad hay mas de ésta en el color negro y sucesivamente dis- minuye al paso , que los colores se apartan del ne- gro , según lo referí el día 6 de este mes. 17-73-75-74—Serenoj brisa moderada. 18-J70-70-70 19-70-83-77—Brisa , hermoso temple ; 20—76—81-77—ídem ; idem j Celages co- mo las telas de arana ó sea nare cirrosa; es el momen- to de la disolución de unos cuerpos, para la genera- ción de otros. 21-72-81--74—Brisa floxa; celages como parados ; compactacion de la materia ; calma. 22—70-72-70—Muchos seres ; muchos gusarapos convertidos en mosquitos, han nacido mu- chos individuos de Ja es- pecie humana; mariposas, aves, cuadrúpedos, &c. 23-73-82-79 24-73-82-77 35-72-80-76—LesUeste, densidad , cuer. pos pesados é iracundos ; al O. aurora. 26-76-80-76—He observado hoy los 7 colores de Newton, toman- do un lente y dirigiéndolo (desde un geme distante del ojo) ít la luz artificial A Una estrella, ó al sol al salir y ponerse; y las» 67.J mancha» que, dan los astró- nomos por positivas tam- bién iguales veo en la luz artificial y es visión óptica ; pero de aquel punto tienen 27-73 77 74 SU ^^ l°S r^os de luz* 28-70l>0]>0 29 66..77-70—Nordeste húmedo. 3Ü-64..70-64—Claró ¡ fresco ; humedad í hay mas densidad- ahora en las casas altas que en las baxas ; "porque "subien- do se contrae la fibra y baxando se expanse; y he la causa de estar el mer* curio mas elevado ahora abaxo que •'arriba y otras veces,vice versa. ¿Será esta la causa de que algunas freces no dé la altura po- sitiva de la cima de un rt. • * 1 ™ t» »* monte ^ otras veces la dé ? JDiriemb* 1-70-73-70 2-76-75-76-Densidad ó llámese cúmu- lo ; suma humedad • cuer- 3.74-76-74 P0S Pesados-? torP?*. 4-?i>-74:-70-En este dia he observado que cada grano de maiz tiene un pelito ó cabello: i Servirá para que tranfc pire ? 5-70 -71-70 6-69-74-70—Lloviznó un poco. 7-68--71-69 r 8-70"71 '69—Sequedad ; norte, 11:73.-74-74. l 12-74-78-78 13-77--79--78 14-78-80-78 15-76-82v78 16-70-70-70 17..77..77..8O 18-77-80-74—Sequedad; norte. 19-70-78-74—ídem; Norte. 20-71 -78-74 21-73-80-77—E. hermoso dia. 22-72-80-78—E- idem. 33-76-82-78—Al tirar el cañonazo de esta noche habia calma y al punto parece rompió la columna de los torvelli- nos y se levantó viento; asi cómo otras Veces pue- de quedar en calma, aun que sea un buen viento, si hay un formidable tiro- teo de cañonazos; porque también la rompa e impi- da siga su rumbo. 24-76-78-76—Varios chuvascos; brisa por alto y otros vientos por abaxo. 25-v76-76»76—ídem ; idem ; corrupción atmosférica. 26„76-76-76—ídem , idem , idem. " 27-76-80-76—Brisa moderada; nacieron varios seres. 28-72-80-77—Calma; á las 5 y media de esta tarde se formó por el sur una formidable turbonada; llovió. 29-73-80-76—Humedad. •30-71-79-76—Dia nebuloso ; llovió esta noche hasta su ma- drugada. 51-70-72-70—Norte; chuvascos. Ano lMl. #»« Enero.. 1-70-72- 70—NorU 5 sereno.; dia he'r- moso. 2- 66- 72- 70-Norte floxo ; idem, idem. 3- 70- 73- 70—Lesnordes'te ; chuvascos. 4- 70- 76- 71—lie ratificado en la playa el desarrolla de las cígua» y almejas, con lá holoturia y el theophastrus, arriman- dbse la una á el otro ó vice versa comunicándose el ayre fixo que ambos poseen en gran cantidad* 6- 70- 78- 73—Dia hermoso. 7- 71- 78- 76—Brisa ; dia hermoso, aun- que húmido. 8- 68- 78- 76—E. 9- 71- 76- 73—Viento variable ; lloviz- nando. 10-Vi-79- 73—Viento idem; lloviendo. 11- 72- 74- 72—ídem » densidad. 12- 71- 74- 72—Norte; celages claros; cuerpos leves. 13- 72- 74- 72—Norte fioxo ¡ nublado • aproximado á la playa ratifiqué que los líquidos se rarefacen allí, estando en el fluxo, porque se expanse la fibra ; que en Cste estado tiene el agua marina dos grados mas de calor que el ayre atmos- férico y éste dos mas que el agua común de los jar- ros de beber ; con que se prueba ser el ayre atmos. féríco el medio de la tem- peratura entre el sgua de la mar y la común (le los jarros de caj¿ 14- 64-v77. 71 70. 15- 64- 77- 71 16- 64-76- 71 17- 64- 78- 74—Hoy ha tenido el mercurio infinitas variaciones. 18- 72- 76- 70— Ytos. variables» dia pesado. 19- 71- 76- 73—Varios chuvascos,- á cuan- tas personas les he pre- f untado, me han dicho que oy les sentó muy mal el agua á cualesquiera hora que la bebieron. 20- 72- 72- 72—Ha estado inalterable el mercurio; varios chuvascos. 21- 73- 77- 75—Brisa ; dia hermoso ; va- pores por la tarde. 22- 71- 75- 72—Calma ; cuerpos graves. 23- 71- 73- 71—Norte ; cuerpos leves ale- gres y expeditos. 24- 71- 68- 71—Lesnordestc ; chuvascos. 25- 63- 74- 67—Cielo resplandeciente , co- mo un cristal verdoso: nacieron varios seres... 26- 71- 74- 72-Chuvascos. 27- 67- 74- 73—Chuvascos. 28- 67- 79- 77—Celages densos , negros y como parados. 29- 70- 74<- 70—Calma ; Uovisnas; cuerpos pesados. 30- 69- 80- 75—Humedad; cuerpos graves 31- 69- 79- 77—Keqrelad; dia hermoso. Febrero. 1- 74- 82- 76—Hoy les ha dado á mu- chos evacuaciones el agua * bebida antes de estar he- cha la digestión , dolores de estómago, pecho, ca- beza y en los callos y par- tes gotosas. 2- 74- 80- 75—Noroeste frescachón ; ce- „ la.?es densos. «i- 71- 77- 73—Ratifiqué k observación ín la luz artificial, con un lente, retirándolo como un jeme del ojo , de unas manchas parecidas á las que los astrónomos le dan al sol.. ¿ serán las de ese... ilusión óptica como las de la luz artificial ? Re- tirando mas el lente se percibe que de las man- chas tienen su origen los rayos de luz. 4- 70- 74- 70 5- 63- 74- 70—Suma sequedad ; dia hermoso 6- 65- 80. 72—Sur sin celages hasta las 3 de la tarde que hubo pocos. 7- 70- 79- 76—S: cuerpos pesados; densi- dad; calma y á ios 3 minut. que principió mas graves. 8- 74- 84- 78—S: humedad: ctierpos pe- sados ; un chuvasco. 9- 75- 82- 78—S: cuerpos algo ligeros. 10- 74- 85- 78—De resultas de no haber tomado nada hoy una se- ñora después de haber parido, se quedó sorda por la contracción de la fibra hacia el centro; y se ha pasmado un negro por haberle dado una un- tura sm haberle hecho be- ber algún líquido caliente. 11- 76- 84- 79 12- 78- 84- 78—Dia de corrupción; á las 9 de esta noche principó á llover y toda ella ha seguido lloviendo. 13- 70- 73- 70—Norte ; mucha humedad • cuerpos pesados. 14-68-71-70—Norte ; cuerpos leves; hoy ha producido el agua al momento de bebería dolores de costado, cíe muelas y de otras partes... 15-66-76-76—S. Fluxiones de garganta... 16-74-81-77—S: diversos dolores. 17-76-79-76—S: y calma ; cuerpos pesa- dísimos, cólicos y evacua- ciones ventrales... 18- 72- 73. 71—Oesnorueste ; cuerpos li- geros. 19- 68.- 80- 66—Viento muy variable y tem-> peratura idem ; pero aun- que mas cargado el hori- zonte, cuerpos leves. 20-63-70-66—Norte. 21-64-68-68—Nordeste ; después brisa; murió almorzando una mon- ja de santa Clara repen- tinamente ; pero de edad de 80 años., 22*- 66- 69- 68—Muchos han muerto hoy ; evacuaciones y otros mor- bos de falta de transpira- ción han invadido este dia. 23-_67- 73- 67'—Brisa; cuerpos placenteros; alivio en las eniérmedaden, 24-67-74-70—ídem ; idem, varios partos, 25-67-68—68—A las 9 de esta mañana estaba el aguardiente de caña á 68; atmósfera 68( agua común 66; la marina en su vaso natural á 70; v agregándole mitad de agua á el aguardiente de ca- ña subió el mercurio á 74. 26-67-80-75—S: cuerpo* torpea, y pesa. dos ; dolores do cabezo. 27-73-78-76-Brisa galena. ^ 7$; 28-74"78"76*-S: cuerpos cual plomo; llovió al ponerse Febo. Jfarzo.. 1--68-76-76—Pesada temperatura ; cal- ma; llovió. 2-74-82-78—Humedad. 3-74-76-73-Calma; turbonada; llovió fuerte ; cambió el S. al N. 4-69-73-74—Viento , temperatura y mercurio variables; llovió, 5-70--77-74—ídem , idem , idem. 6-72-83-78—S; y calma. 7-76-.81-7/ 8-75-86-80 9-74- 86-79 ■ 10-77-86-79 11-77-82-78 12-74-83-75 13-73-84-74 • 14-73-83-74 l.T-72-82-174 16-72-84-74 17-72-82-76 18-72-81-76■ 19-72-80-76 20-72-78-74 • 21-72-79-74 22-72-82-76-Troná y JWó copión mente. 2.3-v2-86-79 24-75-81-78 25-74-82-78 26-74-83-77 27-74-83-75 28-72,-84-76 29-76-84-78 30-76-84-78 31-74-84-78 Aéri¿.-. 1-78-86,79 2-78-86-81 3"73.-ft5-80 4; 78-85-80 5- 78- 89- 79 6- 78- 86- 81 7- 79- 78- 82 8- 79- 88- 82 9- 80- 89- 82—Ha sido tal la rarefacción alternada de la condensa- ción atmosférica, que ha producido muchos fluxos de varios humores , y en particular de sangre ; de este ha muerto hoy el Sr. comandante de marina D. Juan de Herrera Dávila. 10- 82- 89- 84 11- 82- 81- 78—Ha variado muchas veces el mercurio; truenos y llovió á ríos desde las 11 de la mañana á las 2 dj¡ la tarde. 12- 76- 82- 79 13- 78- 82- 76—Norte. 14- 76- 83- 76—ídem. 15- 76- 79- 74 16- 72- 80- 74 17- 72- 82- 74 18-72-83-74 19-72-82-74 20- 72- 80- 75 21. 74. 86. 80—Cayó un chuvasquito. 22. 76. 82. 80 23- 76. 82 80 24. 74. 82. 80 25. 74. 83. 76 26. 74. 85. 78 27. 74. 84. 76 28. 75. 84. 77 29. 75. 84. 76 Sü. 76. 85. 77 Mayo.. 1. 75. 85. 79 2.75. 85.79 3.76. 84. 81—Lloviznando. 4. 77. 85. 81 5- 79.83. 80—Densidad y Uovisnas. 7 78. 88 80 8. 78. 88 80 9. 79. 88. 81 10. 79. 88. 80 11. 78 88. 80 12. 78. 89. 80 13* 78. 89 80 14. 78. 89. 80 15. 79. 89. 80 16. 78. 89. 80—Llovisnando. 17. 77 87. 80 18. 77 86. 80 19. 74. 84. 80 20. 76. 85 78 21. 76. 85. 76 22- 76. 85. 76 23. 76. 85. 80 24. 76. 85. 81 26 78 S ^-Truenos y llovisnas. 27:76:886:78-Iclemychuvascos- 28. 77. 86. 78 II'. 78.86.880rL1OVÍdalmedÍOdÍa mUch0< 31. 78. 86. 81 Junio. . 1. 79. 84. 81 3'8?'si1'Q811~Todo el dIa "«viendo. ^-oí. oí. 81—ídem , con algunas intefc a *~ ™ misiones. 7.llT7.8rldQm>iá™ 8- 80. 89. 82 9. 80. 89. 82 76. , 10. 80. 89. 82 11.80.89.82 12. 80. 89. 82—Llov'ió media hora. 13. 80.89. 80_Truenos. 14. 80. 85.81—Llovió á las 7 y 1, cuarto de la noche. 15-79-85-81 16- 79- 86- 81—Llovió a las 8 de la noche. 17- 79- 86- 80— Llovisnó á las 11. 18- 78- 88- 80 19-80-84-80 20- 89- 83- 82 21- 80- 84- 81 22- 79- 83- 81 23- 79- 83- 80 24- 77- 83- 80 25- 78- 83- 80 26-78-83-80—Llovió dos horas, bien- 27- 78- 89- 83 28- 81- 90- 83 29- 82- 90- 84 30-82-90-83 Julio. . . 1- 80- 90- 82 2- 80- 90- 82 3- 80- 87^ 84 4- 82- 89- 84 5- 82- 82- 78—Llovió toda la tarde y ---aparte de la noche. 6. 77.178. 78— De las 12^ á las 5 de la ' tarde llovió mucho. 7. 77. 82. 80—Llovió de las 2 á las 3 de la tarde. 8-78-89-82 9- 80- 89- 82 10-80-89-82 11-80-89-82 ' 12- 82-89- 84 13-82-93-82—Llovió de las 4 á las & de la tarde. 14- 80- 90- 87 15- 84- 91- 84 ( 16- 82- 89- 84 17- 82- 90- 80—Llovió un teoee. 18- 78- 89- 84 19- 82- 89- 83—Tronó horrorosamente « las cuatro y media de la tarde y llovió hasta el dia venidero. 20- 81- 86- 81—Tronó y llovió de las 2 á las 4 de la tarde. 21^*9*86- 81—Tronó y llovió "un poco. 32- 80- 86- 82—Tronó y llovió de las 3 á las cuatro y media de la tarde. 23- 80- 88- 82—Llovió á las 6 de la tarde. 24- 80- 85- 81—ídem, á las 6 y media de idem. 25- 79- 85- 81—ídem, 4 las 7 de idem. 26- 79- 88- 83 27- 81v89- 82 28- 80- 86- 82—Llovió á las 2 de la tardé 29- 80- 89- 83-Idem , á las 4 de idera. > 30- 81- 89- 83 31- 81- 89- 83 Agosto.. 1- 81- 91- 82 2- 80- 89- 82 3- 80- 89- 84 4- 82- 89- 84-Llovió á las 12 del dia. 5- 82- 93- 82—ídem mucho á las 4 de la tarde. 6- 80- 89- 82 7- 80- 91- 84 8- 82- 91- 84 9- 82- 91- 83 10- 81- 92- 84—Llovió á las 11 de esta noche. 11-81-90-85 13- 83- 90- 84 14- 82- 90- 84 15- 82- 89- 82—Llovió mucho de las 4 y 3 cuartos de la tarde á las 6. 7 16- 80--86- 82 17-80-55-83 18- 81-*85- 83 19-81-85-83 20- 81- 91- 84 21- 82- 92- 84—Llovió á las 4 de la tardeí 22- 82- 90- 84 23- 82- 92- 86 24- 82- 90- 80—Llovió á las cuatro y cuarto de la tarde. 25- 80- 89- 80—Lloviznó á las 2 de idem, 26- 80- 90- 83 27- 81- 90- 83 28- 81- 88- 84 29- 82- 89- 82—Toda la tarde lloviznando, 30- 78- 89, 82—ídem, idem. 31- 80- 88- 80—A las 4 de la tarde llovió. b. 1- 78- 86- 80—Llovió toda la tarde mucha y parte de la noche. 2- 79- 88- 82 3- 80- 89- 86 4- 82- 89- 84 5- 82- 84- 81 6- 79- 80- 80—Estuvo lloviendo tod9 el dia. 7- 79- 86- 84 8- 82- 86- S3— Llovió toda la tarde y parte de la noche. 9- 82- 88-82 10- 82- 88- 82 11- 80- 80- 80—Llovió desde las 10 de la mañana á las 2 de la tarde. 12-78- 84- 80—Llovió de 12 á 2 de la tarde. 13- 78- 8.1- 80 14- 80- 81- 82 15- 80- 88- 82 16-80-88-82 17- 80- 85- 82 18- 78. 85- bl'r 79. 19- 78- 85- 84—Llovió». "- 20-81-86-83 21- 81- 86- 83-Lloviznó á las 5 de la tarde. 22- 81- 86- 81-Lloviznó á las 7 de la noche. 23- 79- 87- 81 24- 79- 81- 80 25- 79- 84- 80 26- 78- 86- 81 27- 79- 88- 83 28- 80- 88- 81—Varios chuvascos ,por la mañana. ■ 29- 79- 88- 81 30- 78- 86- 81 Año 1814. Mayo. Dias. Grados de calor, á las loras de las 6J, 3- 7. de la mna. tarde y noche. Meteoros y experim. 15- 76- 80- 77—Viento semi-calmoso y va- i* ve oo -™ r'a,ble5 ™be cirrosa. 16- 76- 82- 79-Idem E , nube idem : lio. ir- 78 8* 7R_^? \ ks 4 (}e la mañana; 17- 78- 86- 78—Nordeste ; llovió modera- damente de cinco y cuarto á , seis .V media de la tarde. io- 77- 77- 77—Llovió mucho de seis y cu- arto á 8 de la mañana; todo el dia nubes densas y ,„„,„ cuerpos indisplicentes. 19- 76. 82- 79-E. floxo ; cuerpos idem. 20- 76. 84- 82-Llovió de cinco y media ú ^ 6 de la mañana. 21- 79- 82- 80-E. y dia hermoso. 22- 79- 83- 80—Variable viento ; sereno. 23-79. 83-80—S; cuerpos pesados; áni- mos iracundos ¡ tubo v& 80. ríos heridos. 24- 80- 84- 80—S. dia claro. 25- 78- 84- 82—E: dia hermoso; ante ayer, ayer y hoy han caído mu- chos con dolores de eos- tado, pulmonías , y emi. plexias: la mayor parte por haber bebido agua an- tes de estar hecha la di. gestión, y guardar poco abrigo. 26- 78- 83- 80—E. dia de disolución ; nube cirrosa; cuerpos leves. 27- 80- 83- 82—E : dia hermoso ; ánimos placenteros. 28- 79- 86 83—Dia hermoso ; calma; cuerpos graves. 29- 82' 86 83—Dia hermoso ; cuerpos alegres. 30- 82- 87- 83—Día y noche lindos ; áni- mos placenteros. 31- 82- 86- 82—E. floxo ; idem,, idem ¿orno ayer. J\Tota ■• En el mes que concluye hoy se ha padecido el vómito negro , anginas, escarlata ó colorado, sarampión, cólicos biliosos y ester- coráceos, diarreas , disenterías y algunas otras dolencias. Otra .- Rato : — Sus extragos y curso ob- servados, el 28 del mes próximo pasado. Sostiene Boerhave que todos los cuerpos tienen fuego .- que se desarrolla en virtud de un movimiento rápido y violenta frotación de unos con otros. Que la propiedad característica de este mismo fuego, es la de atraer los cuer- pos ligeros, presentados á aquellos de donde sale .• se llaman estos cuerpos eléctricos de la Jpalabra electrón, que significa en griego ámbar: en latin electro.- de donde, se ha sacado lavo? electricidad. 81. Us evidente que. las causas del trueno, terremoto , fuerza activa del imán , fluxo y re- fluxo del mar y la del retorno de los ríos á su origen , no fueron ignoradas por los antiguos. Dice Aristóteles , que el trueno es causado por una exhalación seca, la cual precipitándose so- bre una nube húmeda , se abre paso con vio- lencia y produce un estruendo espantoso...... Esta sabia difinicion estaba reservada para que la miremos idénticamente verificada en la historia que voy á describir. A las 2 y 15 minutos de la tarde del 28 de abril de este año estando llovisnando; la atmósfera con nubes claras por el E. y viento del mismo cuadrante: algo cargado el horizonte del poniente, se aparece un globo de fuego res- plandeciente sobre el techo de la iglesia del Santo Ángel custodio, como 10 varas en alto: su magnitud semejante á la columna de liquido que despide la bomba cuando aplaca el ferviente fuego bullicioso ; despidiendo lengüetas ó ráfagas de si » á su circunferencia : rápidamente vuela á la cúpula de la torre y aquí hace millares de pedazos la cruz que sobre ella estaba, con el estampido mas horroroso ; de modo, que las gentes de los cuartos y de algunas cocinas ca- yeron en tierra; pero sin leson considerable. Acto continuo sienten el trueno y el ruido del destrozo: este fué deshacer la cúpula de la torre por la parte del O.: de suerte , que es- tando antes ilesa , escupia los ladrillos de mas de tercia ; entresacándolos de otros dé mas abaxo, colocados en la repisa.- salió un gran canto la- brado, como si con garfios lo extraxeran, de- xando los otros de los lados intactos: de la parte media inferior del hueco, que dexó el canto , abrió una grieta de 4 pulgadas de ancho, hasta baxar al segundo cuerpo de la torre: por la banda del S. sacó tres sillares como con la mano y los puso sobre el techo del coro, 82. que está á la entrada de la parte de adentro V .< de la puerta de la iglesia y por poco hunden el techo : baxa el rayo á dicho coro y le de- ■ sencaja y rompe la vigueta principal, desha- ciendo la que sostenia el techo : desciende al bautisterio , que se halla baxo del coro y lado derecho de la entrada de la puerta de la calle, rompe la puerta de la alacena , saca cuanto ésta contiene; pone comorá distancia de cinco varas las ampolletas del crisma ( cerca del medio de la iglesia) y no parece la pajuela, siendo de plata, como las ampollas; estas huelen á azufre algo : lo mismo las casas é individuos de la ve- cindad; destroza el altar de San Antonio, que está junto al bautisterio y también raxa la pared de éste: rompe las vidrieras del altar de San Antonio y algunos vidrios se encuentran en el altar de Jesús Nazareno : á esta efigie le quita tina potencia, y licuándole todo el oro, pasa á otro altar de nuestra señora de Dolores y la quita un brazo á un crucifixo chiquito, que en el altar existe : el bracito no parece. Por todo lo que fué preciso, no demorar un momento en echar abaxo los dos cuerpos de la torre, que horrorizaba ver la ruina amenazadora en un tem- plo que jamas se oyó decir cayese exálacion, ni sufriese quebranto de terremoto. Junio... 1-81-89-85—S : dia intolerable, por la gravedad y calor. 2- 83- 90- 82—Dia hermoso hasta las 3 de la tarde que principia- ron á congelarse los tor- bellinos ; á las 4 de la tarde se levantó formidable nordeste que duro 9 minu- tos y concluido estuvo llo- viendo hasta las 6 de la misma. 3- 80- 86- 80—E. floxo hasta las 3 de la 83. larde ; lloviznó á las 4 dé la misma; á las 5 y 5 mi- nutos rompió por el S. un uracan que duró 6 minu- tos y acto continuo llo- vió formidablemente hasta las seis y media ; tronó es- pantosamente ; noche clara y placentera. ft- 80- 86- 82—Viento variable í lloviznó á las 12, 2 y tres y media de la tarde. 5- 80- 86- 82—Claro dia hasta las cinco y medi.i de la tarde que se formó una turbonada hor- rorosa que fué á desaho- gar á otra paríe. 6- 79- 85- 81—E: dia bueno. 7- 79- 86- 83—Dia claro , pero caloroso. 8- 81- 87- 83—Dia hermoso , pero mucha indisplicencia por la calma. 9- 80- 90- 83—Norte; sumo calor ; llovió de las tres y media á las cuatro y inedia moderada- mente ¡ aclaró y continuó la indisplicencia • y pesadez de los cuerpos. 10- 78- 80- 81—Llovió de las 3 á las 6 de la madrugada y de la una á las 3 de la tarde. 11- 77. 77' 77—Llovió desde las dos y tres cuartos á las 6 de la ma- ñana y varias veces en el resto del dia. 12-76-76-76—Llovió de las 8 de la mañana á las tres y media de la tarde con algún intervalo. 13- 77' 79- 79—Llovió varias veces; cuer» pos iracundos. 14-77- 82- 81—Dia hermoso. 15-80-82-81—Dia idem. 16- 79- 82- 80—ídem como ayer. 17- 78- 84- 80—Dia bueno , pero mucho calor por el poco viento. 18- 78- 85- 80—Dia hermoso. 19- 78- 84- 80—Llovió y tronó desde la una y media á las dos y cuarto de la tarde. 20-77-84-80—Buen dia. 21- 78- 84- 78—Densas nubes; lloviznó por la tarde. 22- 77- 85- 80—Dia bueno. 23- 77- 86- 80—Calma ; cuerpos graves c indisplicentes. 24- 77. 85- 80 25- 77- 80- 77—De la una y media á las tres y media de la tarde tronó y llovió. 26-76-84-82—Truenos y llovisnas. 27- 80- 84- 82—Truenos. 28- 80- 84- 79—Llovió y tronó mucho des- de las 3 de la tarde. 29- 79- 80- 78—Ha lloviznado mchás veces. 30- 77- 82- 80—Llovió de 4 a_ 5 de la mañana; se quejaban los hombres de mucho mas calor que estos pasados dias y no es porque real- mente lo hubiese y si por la calma. Nota: que en este mes ha habi- do muchos enfermos de vomito, de anginas malig- nas, escarlata idem, saram- pión , pulmonías , reuma- tismos y toda clase de en- fermedades : un evacuante, los líquidos calientes y la quina han surtido prodigio». $5. Julio... 1- 78- 80- 80-Toda la noche pasada i este dia ha estado lloviend* con algún intervalo. 2- 78- 82- 81—De las 12 á las 2 de la tarde baxó 4 grados el therrnómetro y llovió mucho desde las dos á las tres y cuarto. 3- 80- 82- 80—A la 1 y 5 minutos prin- cipió á llover y siguió con fuerza hasta las tres y cuarto de la tarde : baxó 4 grados el mercurio : estaba á 86 á las 12 del dia. 4- 78- 84- 81 5- 80- 85- 81—Lloviznó. 6- 79- 84- 81 7- 80. 86- 81 8- 80- 86- 81 9- 80- 86- 83 10- 82- 87- 82—Cayó en esta última hora «, ~n „„ mi aguacero. 11- 79- 86- 82 12-81-87-84-Llovió y tronó desde las dos y tres cuartos de la tarde. 13- 81- 87- 82-A las dos y tres cuartos empezó á tronar y á llo- ver á las tres y media: es decir, tres cuartos de 14- 81- 87 89 hAraT dTU6S que ^er- A* Ol- V7- 82—A las dos y tres cuartos empezó á tronar y á lio- ver tres cuartos de hora después que aver. 17-82-85-83—Lloviznó á las 8 de la . mañana: todo el dia estu. oo aiorrado: fué eclipse de sol y para los cuerpos pesado é indisplicente. To- dos ellos estuvieron graves; 18- 81- 81- 80—Tuvo alteraciones el mer- curio : llovió de las 9 de la mañana á las 4 de la tarde, con algún intervalo: tronó mucho. 19- 78- 83- 80—Cayeron dos aguaceros de la una y media á las 5 de la tarde : tronó y el saludo y contestación de un buque, que (Mitró deshizo la nube y cesaron los truenos; por- que estos y aquella empe- zaron á ceder en el mo- mento de los cañonazos. 20- 78- 84- 82 21- 80- 86- 82 22- 80- 80- 79—Llovió de las II y 5 mi- nutos de la mañana á las 3 de la tarde: tronó : baxó 4 grados el mercurio. - 23- 78- 80- 79—Principiaron los truenos á las 11 y 6 minutos yá llover tres cuartos de hora después que ayer. 24- 78- 85- 81—Dia hermoso. 25- 80- 83- 81—Brisote : cuerpos leves : suv.ó 2 lineas el barómetro: lloviznó varias veces. 26- 78-78- 77—Sigue el brisote y todo hoy lloviendo • baxó" el ba- rómetro 2 y media lineas. 27- 76- 76- 77—Continuó lloviendo toda la noche pasada y hoy hasta ponerse el sol, tronando y con recio viento por el mismo cuadrante : subió de 3 á 4 de la tarde un '87. * erado mas el mercurio. 28-78-81-80—S : cúmulo todo el dia: lloviznó al ponerse el sol. 29- 78- 81- 80—S : idem ,- idem : cayeron dos chuvasquitos la noche pasada y hoy algunas 11o- visnas. 30-78-84-80—E = hermoso dia: subió el mercurio del barómetro dos y media líneas que ha- bía baxado el dia 26. 31- 79- 83- 80—Lloviznó al ponerse el sol y salir la luna. Agosto... 1- 78- 82- 79—Dia bueno: lloviznó muy poco. 2- 78- 82- 79—Llovió á las 10 y 10 mi- ñutos de la mañana : dia bueno. 3- 78- 84- 80—Llovió á las 2 y 20 minu- tos de la tarde , cinco mi- nutos ; á las 4 y 3 cuar- tos basta las 6 regular- mente; y de las 8 á las 11 de la noche : tronó mucho. 4- 79- 84- 81—Dia bueno. 5- 80- 83- 80—Llovió de las once y cus.rto á las 12 del dia; se man- tuvo densísima la atmós- fera por la tarde; calma; era intolerable la sensación del calor comparada con lo baxo que estaba el mer- curio y respecto de otros di as; en esta tarde ha producido toda clase de enfermedades el abuso en el agua común. 6- 78- 83- 79—Llovió poco á las dos y tres cuartos de la tarde; está hermosa y fresca.. 80—Dia hernioso ; subió el mercurio del barómetro 3 lineas. 82—Dia hermoso. 84—Dia idem ; la sensación del calor comparada con la del dia 5 de este mes se ha sentido como uno á tres. Si Mallebranche hu- biera hecho esta observa- ción , en que señalando 3 grados mas de calor el termómetro á las 3 de la tarde y á las 7 de la no- che, que los denotados el dia 5, confesaría lo contra- rio de lo que afirmó di- ciendo „ cuando se siente „ calor no hay engaño en „ creer que realmente se „ siente calor..., pero ha- „ brá engaño si se juzga, „ que el calor y olores, que „ se perciben están fiera „ del que los siente" esto es, que si hay 8'J grados sa sientan 90 ó vice versa; pues habiendo hoy 3 gra- dos mas de calor atmos- férico que el dia 5 perci- bieron los racionales hoy el calor como uno y el dia cinco como tres , y véase en esa sensación semejante equivocación á la que se dice de un remo ó vara derechas metidas en el agua ó m:rada de lejos una tor- re cuadrada, que el remo 6 la vara parecen torcida» 89. y la torre redonda ¡ quien produce esa sensación de calor sino la compactacion 6 sea la disminución de las dimensiones de la fibra contrayéndose ella hacia el centro......por las razones que yá he explicado y un amplificaré ? 10. 80. 86. 84—Dia hermoso. 11. 81. 87. 84—ídem. 12. 81. 87. 84—ídem. 13. 82. 87. 83—ídem. 14. 81. 863.84—ídem ; muchas fluxiones de muelas, calentura bilio- sa , y otros infinitos acha- ques por el abuso del agua común. 15. 80. 87. 84—Dia bueno. 16. 82. 86. 84—ídem. 17. 81. 82. 84—Empezó á tronar á las 11 y 55 minutos del dia ; a llover á las doce y cuarto hasta las doe y media, en cuyo espacio de tiempo baxó el mercurio del ther- mómet ro 4 grados y á las 5 de la tarde estaba á los 86 ; mucha rarefacción atmosférica , denotada por la tenuidad y espuma de la saliba , floxo estallido del cañonazo , levedad de los cuerpos y haber nube c irrosa. 18. 80. 86. 84—Dia hermoso; el abuso del agua común produxo hayer tarde en muchos individuos pulmonías , coleramorbo , Jfcbre biliosa, dolores de costado , fluxiones de ca. beza -&.c. 19. 81. 87£. 84—S; brisa y otros vientos ha habido hoy. 20. 81. 84. 83 SI. 81. 83. 84—Empezó á tronar á las 12 y 22 mmutos de la tarde y á la una en punto c:;yó un chu vasco; a ver huvo varias muertes de resulta de enfermedades. 22. 80. 87. 83—Empezó á tronar á la una y_ 7 minutos y ha llover bien de las 5 hasta las 5 y 3 cuartos de la tarde. 23. 81. 86. 83—Empezó á tronar á la una y 50 minutos. 24. 81. 88. 84—Dia hermoso ; pero va bri- sa , ya sueste, nordeste &c. hoy han estado los ánimos iracundos y las enfermeda- des se han agravado ; va- rios individuos sanos tam- bién han enfermado de do- lores cólicos, fluxiones de cabeza &c. 25. 81. 88. 24—Dia hermoso. 26. 81. 87. 84—Amaneció la atmósfera cu- bierta de la nube c irrosa 6 dígase neblina trans- parente. 27. 81. 86. 82—Llovió á las 12 menos 4 minutos, por mas de me- dia hora y tronó. 28. 81. 86. 84—Buen dia. 29. 81. 88. 84-Cayó un chuvasquito á las 5 de la mañana, otro á las 6 y 4 las once y media; de las siete y cuarto á las 12 de ♦U noche otros cuatro re- 91. guiares; día hermoso. 30. 82. 87. 84*—Han caydp varios chuvascos en la noche anterior ; otro de siete y media á 8 de esta mañana ; dia hermoso. 31. 81. 88. 84—Dia hermoso ; norueste ; pero de ayer á hoy muchas enfermedades diferentes. Cantidad de agua que ha llovido en el mea que hoy concleye......; Pulgadas. Dia 2...........0, 05. 3...........0, 67. 5........... 0, 15. 6..........: 0, 02. 21.......• ... 0, 08. 22...........0, 30. 27............0, 35. 29........... 0, 02. 30...........0, 08. Total de pulgadas según---------—.' se dixo en el folio 57. . . . 1, 75. Nota .- En el mes que hoy concluye se ha padecido el vomito negro,- calenturas continuase intermitentes en los naturales, cólicos, diarreas, disenterías y algunas anginas y escarlatas. Geticmb. 1. 82. 86. 84—Densas nubes. 2. 82. 86. 84—Densísimas nubes por todo el horizonte; lloviznó á las diez y tres cuartos de la mi nana y á prima noche. 3. 82. 85. 81—Llovió, de las tres y.tres cu- , artos á las 6 de'la tarde. 4. 78. 86. 79—Llovió copioslsimamentede las^ 4 á las 6 de la tarde. Baso' dos lineas desde au« fe ayer el mercurio del bar&. metro y continúan baxas. 5. 77. 81. 79—Llovió poco varias veces desde las 12 á las tres y media de la tarde ; volvió á llover al momento de po- nerse el sol hasta las 8 de1 la noche. 6- 77- 84. 80—Empezó á llover á la una y tres cuartos de la tarde hasta media hora después; volvió á llover al ponerse el sol. 7. 78. 81. 79—Empezó á llover á la una y media hasta las dos y media en punto de la tar- de ; continuó lloviendo po- co desde las 4 hasta po- nerse el soL 8. 78. 81. 79—Empezó á llover á la una y media hasta las 2 de la tarde; estuvo la mañana pesada y la tarde hermosa. 9. 78. 83. 79—Mañana pesada y linda tarde. 10. 78. 84. 79—Dia hermoso. 11. 78. 84. 79—Dia idem. 12. 78. 83. 79—ídem. 13. 78. 83. 79—Dia variable; llovió á las doce y media del dia; si- guió tronando por la tarde y lloviznó al ponerse el sol. 14. 78. 81. 78—Empezó á llover bien á las 12 y 20 minutos hasta la una y tres cuartas de la tarde. 15. 78. 84. 83.—Llovió á la una de la tar- de ; tronó después de ho- raciones y á las 8 menos 10 minutos tubo tan ios- 93. midable trueno que tem- blaron las puertas y ven- tanas de las casas y llo- viznando cayó el rayo que voy ha describir. RAYO—-i5ws extragos y curso observados & las ocho menos diez minutos en esta noche del 15 de setiembre de 1814. El trueno es causado por una exhalación seca, la cual precipitándose sobre una nube húmeda, se abre paso y produce un estruendo espantoso.....tal fué el que sintió toda esta ciudad en el momento que se ha referido. En este día señaló el thermómetro78 grados de calor á las 6 de su mañana; 84 á las 3 de la tardé y 83 á las 7 de la noche; lloviznó i la una de la tarde; ésta quedó calmosa, aunque des- pejado el horizonte; después de oraciones se congelaron los torbellinos por el sur-sudoeste, y empezó á tronar moderadamente hasta el ins- tante del fenómeno. En la calle de O-íteylli casa número 7A del subteniente del batallón de pardos Casimiro Casas , cuadra inmediata á la plazuela de Mon- serrate; estaban sentadas en la sala nueve per- sonas; á saber, en su testera el mencionado Casimiro y sus h.jos Pedro José y José Antonio, y en el lado derecho su muger y otros cinco hnosV El José á distancia de una vara y á la izquierda de su padre; Pedro José al lado derecho: sobre los dos últimos colocado un cuadro en Ja pared de mas de tres varas de alto y como dos dé ancho. La sala tendrá de seis i siete varas en cuadro y otro tanto de alto ; y la puerta de la calle de tres á cuatro varas de alto y como dos de anchó. Esta abierta, dá paso á una formidable cphimna de ruego, que se subdivide en otras tres dife- rentes columnas en la forma siguiente. Desde la puerta pasa la primera columna á la parte inferior izquierda del cuadro, d unméntóste Si 8 ángulo ; gira.por todo el marco inferior robando el dorado é imprimiendo una faja encarnada en la pared del ancho de cuatro travesea de dedo» Lo mismo hace con el marco del lado izquierdo y pared que á él corresponde j elevándose hasta el techo, hace en éste, un agiigero que cabe un huevo ; por ese agügero pasa á la casa del lado dé D. Francisco Cerecio, donde quita en diversas •«tillas vara y media de la vigueta pegada á la pa- red divisoria ¡ como á distancia de media vara debaxo de la vigueta hace dos ogügeros en la pared, del tamaño de un puño y otro en el extremo del mismo caballete arrancando dos texas. Esa misma columna antes de llegar al cuadro, quita una porción de cal y canto de la {ared, dexando una cavidad de ligur^ de una . otija ó como la de una calabaza cónica. La segunda columna se dirige como k una vara del suelo y lado derecho del mismo cuadro , y forma varios hoyos, por la cal y canto que desprendió. •.• t La tercera columna, afectando á Casimiro, José Antonio y Pedro José , causa gran dolor en la rodilla derecha del segundo, y lo mismo en la del primero, en la espalda de éáte y su Cabeza, sin pérdida de sentido en un uno , ni en otro. I\o asi á Pedro José; éste queda privado por quince minutos, y con un cardenal de dos pulgadas de anclio, desde la parte inferior y media de ám* £as espaldillas hasta el hipocondrio derecho, o sea el vacio, con varias ampollas, despren- diéndole la cutis como lo hace el agua hir- viendo ; los bellos de la parte postei ior del cuello chasmucados; y otro cardenal del mismo ancho y naturaleza desde la ingle derecha hasta el tobillo externo del pie del mismo lado; en el tobillo externo una contusión, como un huevo de gallina, y chamuscados los bellos de toda la parte interior del muslo y pantorrilla, indu- Sisndo al mismo tiempo acervos dolores en catas 95* partes, j en las denyi9 mi"m*br43.. A el relox que tenia en el bolsillo, le hizo menudos pedazos el vidrio : á la caxa nada le toca. La cadena, que era de China, y de tres ramales, en una parte la deshace, en otra ennegrece y en la otra aviva el color rosado que tenia. Dos son los ramales deshechos , como si se hubieran liqüado con aguafuerte. La mayor parte de la llave se despareció y lo mismo e| zapato del pie derecho. En éste roto el pantalón de coquillo con un ag-ügero del tamaño de la con- tusión que se refirió. Todo el muslo del pan- talón , y el tapa-balazo del mismo lado tiene en parte impresión semejante á la que dexa el incendio de la pólvora y en parte con el color de rosa de la pared. La casaca sufre también una grande tronera junto al talle. Los quí- micos contarán asunto con este color encarnado de la pared, de la ropa de algodón y del que avivó al de la cadena, para conocer la natu- raleza de la materia que compone al rayo; y Supuesto que el gas carbónico vuelve roxa la tintura de tornasol y enturbia el agua de cal, nos podrán dar razón de este fenómeno, como yo la doy en esta obra de lo que acaba de suce- der , finalizando en que las personas restantes no han tenido menoscavo en su salud , quizás por tener libre la comunicación de todas las; puertas con las ventanas, lo que debe servir de gobierno para el momento de haber turbonada. 28. Y concluidas yá. la des* cripcion geográfica y las observa- ciones meteorológico-médieas, que acabo de expresar, haré otras dos observaciones muy interesantes: una general y la otra para el bello sexo 96". á quien poi* muchos títulos deseó la mayor felicidad y hermosura. Después de ellas continuaremos el asunto del presente tratado. 29: 1.a Al paso que es muy adap- table k la naturaleza tributar in- ciensos al dios Morfeo en el peso del dia, tengo observado- ser muy pernicioso dormir la siesta después de comer : yo me remito a. mi propia experiencia, á la de otros hombres observadores y k la de aquellos que gusten tocar palpa- blemente esta verdad. Yo tenia en Europa la costumbre de dormir acabado de comer : esta costumbre la seguí en América los cuatro ó seis anos primeros : no había tar- de que dexase de levantarme in- displicente, con el cuerpo pesado, debilidad y cierta sequedad en las fauces.....qne son producto de la evaporación que sufrimos con él sueno , de la parte mas espirituosa de los humores...: esto me obliga a beber agua antes del tiempo que debe usarse : -de aquí continuas acedías 5 indigestiones , inapeten. cia y otros achaques : dexo tan perniciosa costumbre y en el tér- mino de cuatro a seis* meses me acomodo á dormir antes de la comi- da del medio dia : y aunque el sueiio no haya sido mas que de sólo aiguuos minutos, me ha satis- fecho lo necesario para tener la meute y cuerpo expeditos después de comer y gozar de la mas com- pleta salud hay mas de catorce años y desconocer las acedías y todos aquellos achaques con que antes estaba mortificado. 30: 2.a No hay cosa mas común en este pais , que es ver jóvenes hermosas y discretas , precisadas á pintarse por haber perdido sus buenos colores con el abuso en el agua y en las frutas sin sazón , estando éstas ó demasiado agrias 6 demasiado indigestas. ¿ Qué ha. de sucede*? Vida sedentaria, fruta continuamente,, mucho beber agua y lavarse lo menos dos veces al dia el .rostro... y un total aborraci- miento a la carne, pan y vino: ¡ He aquí la directa causa de tan- tos éticosl Enlaparte curativa •daremos reglas para que el bello sexo pueda evitar esas funestai resultas sin dexar la costumbre del aseo. XXII. DESDE QUE LOS sabios han tomado á su cargo, fcon empeño el camino seguro de la observación , todos los dias se Van enriqueciendo las ciencias na. turales con nuevos hallazgos, qué las hacen mas apreciables. Mas no obstante eso, si ignora el mé- dico en punto á enfermedades que mas vale un dia de estudio en las Verdaderas obras de Hipócrates, ípie diez en las de otro cualesquier esculapio, ni conocerá á la natura* leza en cuanto sea suceptible el humano entendimiento , ni cuando ¿os da a entender con ciertas se- ñales lo que quiere , lo que busca, lo que apetece y lo que necesita í ju se lo sabrá conceder cuando es bueno, ni prohibir cuando es mal^ 99. , lli cuando ella está, en el estado preternatural ó llámese enfermo $ lo solicita é usa el individuo para destruirla. XXIII. Nunca alabará el sensato , ni aprobará el laborioso observador la fanática persecución que sufrió Campanela por no se- guir con ciega obediencia á Galeno^ Aristóteles , Avicena y a otros ; empero será un gran criminal con- tra el género humano aquel proj fesor que no escuche las verdades, deducidas ó adquiridas de la ex- periencia y las aplauda y corro- borre dó quiera que las encuentren sin atender á la impugnación dé un moderno , porque la demostró Un autor antiguo ó sostenerlas que ésts estableció si el moderno halla lo contrario practicadas las bebi- das indagaciones. XXIV. Cabalmente se halfa en ambos casos el Hustrísirao Fey. joo. Este sabio gallego hizo ad- mirables reflexiones en el discurso» del Médico de sí misma al tomo fol. 42. 114. en las diarreas inveteradas...!. XXXI. Fueron invadidos dé la fiebre biliosa con los síntomas mas alarmantes D. Pascual Nebot distinguido de brigadas , Juan Sastre condestable y Bartolomé Gilabert marinero, embarcados en el San Ildefonso, José Valdes carpintero y Da. María de la Con- cepción Montañés : naturales estos dos últimos de esta ciudad y los otros europeos. Todos tuvieron idéntica causa que D. José Zulueta, t). Pedro Baldos , Rodríguez y García. Tomaron todos los auxi- lios calientes en acto, y que han sido nombrados temperantes; al- ternados con enemas , purgantes y algunas pocas porciones de quina $ y todos restablecieron á su prís- tino estado. XXXII. En esta misma épo- ca asistí las tripulaciones de tres •buques que vinieron con tasajo de Buenos-ayres y Montevideo : el hospital de estos cincuenta ó se- tenta individuos fué la casa de Da. Ana María de Silva al lado dé- la puerta cochera de la parroquial del Espíritu-Santo, calle de Jesús María. Curaron todos; porque desde los primeros momentos da sentirse enfermos hacian los capi- tanes que viniesen á medicinarse. Murieron seis recidivados ; porque después de estar á bordo bebían agua cruda, vinagre y otras co-, sas sin diseeruiimiento y á las ho- ras que aun estando yá robustos, les habia de dañar: todos tuvié-i ron síntomas, causa y circunstan- cias que Zulueta , Baldos , Ro-, driguez, García , Millan, Nebot, Sastre , Gilabert, Valdes y Mon- tañés. Tuvieron la Crisis al 4y! 5, 7 ó 11 dia. Raro fué el que en los principios dexó de deponer los verdosos materiales. Los mas- se quejaban de no tener otra cosa que fiebre catarral. Pero en aquellos que enferman solamente por ha- berse mojado con algún chuvasco,; baño ó dormir al sereno por lo general, no dura la fiebre m*& lié. de 36 horas, si son socorridos eon abrigo y cosas calientes y tienen el estómago bueno. Los de estas tres embarcaciones sufrieron unas emorragias ya de narices, boca y otras partes, el íctero ó amari- llez y lo demás que he referido. En dicho tiempo estuvo la atmós- fera calurosa, densa, húmeda y muy variable. XXXIII. Las disecciones anatómicas practicadas en este año de 1800 en varios cadáveres de los que fueron de la tripulación del navio San Ildefonso ó del San I*cdro Alcántara, nos demuestran los mismos fenómenos que vi en los cerdos de la epizoótica ó dígase ahogo de que yá hablé en los pár- rafos x, xi y xij: ellas se hi- cieron en el hospital de San Am- brosio de esta ciudad destinado para los militares del exército y armada. He aquí un extracto de algunas de ellas. XXXIV. En 1. de mayo da 1800 años entró en este real lift hospital de San Ambrosio en ftf sala de San Baltasar número 24, Tomas Fales grumete del navía San Ildefonso : sus síntomas eran dolor de cabeza, fiebre y turgen- cia considerable en el hypocon- drio derecho : el 4. del mismo mes vomitó atra-bilis y murió el 5. Se disecó y halló una flictena de la magnitud de una abellana en la parte convexa del hígado : conte- nia bilis amarilla y de color de. cardenillo: el estómago, esófago ó tragadero é intestino duodeno ó dígase la tripa que sigue inme- diatamente al estómago, llenos de humor atrabiliario : 'la vexiga de la hiél con humor muy espeso y negro y la túnica felposa del estó- mago corroída..... XXXV. En 30 de abril del mismo año entró y se colocó en la misma sala al número 2. Vi-. centc Caballero, soldado de ma- rina y de la dotación diel San Ildefonso : tenia fiebre y dolores lumbares hasta el 5 de mayo, que 118. se le presentó una hemorragia de narices, encías y lengua durándolei hasta su fallecimiento : se encon- tró en la disección manchas gan- grenosas en casi toda la substancia del hígado y todo el canal alimen-i tario y estómago Henos de humor atrabiliario..... XXXVI. En 5 del propio mayo entró en la misma sala al numero 3 , Sebastian Tomas, ma-; rinero del mencionado buque y se le observó fiebre, dolor intenso da cabeza, turgencia en toda la re-, gkm hepigástrica (*) hasta el dia 6. de enfermedad , en que trans- formándose en un color amarillo .(~*J Se gubdivide toda la cavidad del vien* iré en tres regiones ó llámense cavidades: supe-, rior , media é inferior : ta 'superior ¿ epigástrica empieza debtixo de la ternilla xifoides ("que los gpüegos apellidan paletil'aj en el hueca llamado, vulgarmente boca del estomago, y se extiende como hasta dos tr ave íes de dedo encima del hombli' go .• .¡a parte media se llama epigastrio , y las^ laterales hipocondrios: la región inedia ó umbili- cal coge desde dos travesea de dedo 'Itácia arriba ,» otros dos hacia abo.ro del homiliqo y la inferior o. h'po.^rastríca desde dos trovases de dedo ma4 ebuxo itl'jipmbUigo harta concluir tel tdentrt. 119. universal, ni tuvo vómitos, ni el Bia.m. La disección demostró estar amarillas todas las ternillas y hue-, sos: el hígado desecho por varías partes: el conducto colídoco, por donde ss comunica la vexiga de la hiél con el intestino duodeno, tan lleno de atrabilis que parecía formar otra vexiga de la hiél; contenia un licor negro como tinta y tan corrosivo que á la túnica feU posa del estómago habia robado parte de su substancia..... XXXVII. Dice el Dr. Cor, doba en el folio 51 de su tratado de vómito prieto, ó como el llama Typhus á calórico, que pocos pro fesorés , habrán tenido tanta opor- tunidad para recoger observaciones anatómicas, sobre esta enfermedad „ en que por razón del empleo „ ( sus palabras ) que exerzor he „ podido dirigir á mi vista mas „ de dos cientos cadáveres ( * ), f*J Fué cirujano mayor de! real hospital di San Ambrosio. - ig& >? en todos los eualas he notad* „ el colof dfe toda su cutis era „ amarillo obscuro y cuasi lívido, ,, siendo mas obscuro hacia los „ lomos , precordios y cuello ; y ,, su vientre bastante tumefacto , „ el que abierto presentaba el „ omento ó redaño , muy engur- „ gitado con una sangre muy di- „ suelta y cuasi negra; el hígado „ siempre mas ó menos túrgido y ,, con varias flictenas gangrenosas , ,,, especialmente en su parte cón- „ cava y en las inmediaciones de „ la vexiga de la hiél, como igual- „ mente en lo interior de esta w viscera. v „ La vexiga de la hiél se en- cuentra-también muy distensa y „ llena de atra-bilis, igual á la que „se^ha dicho arrojaban los enfer- „ mo9 en lo mas fuerte y grave „ de lá fiebre , por vómitos y de- cocciones , con sola la diferencia . „dé estar mucho mas espesa y en „ algunos muy cuaxada y de eon- „ sistencia tenaz. En dos cada- isn £ veres expone Córdoba , en- 9, contré la vexiga de la hiél de* „ primida y la bilis que contenia j, era dé un amarillo pálido... Eá „ las superficies internas del ven- „ trículo é intestino duodeno (eon- „ tinúa Córdoba ) se han observa- „ do constantemente, en unos man- chas y en otros pequeñas úlce- „ ras gangrenosas , y en todos los „ cadáveres considerable colección ,j de bilis-atra ó negra reluciente é „ igual á los asientos del café;.... ,, Todas las visceras ( entrañas ) „ del baxo vientre se encuentran „ infartadas, con mas especialidad „ el mesenterio, (entresijo) exten- „ diéndose su tumefacción hasta el „ riñon derecho y vexiga ...urina» „ria..... „ Las disecciones se hU „ ciéron á poco de haber fallecido „ los enfermos." XXXVIII. Foderé en el to- mo S. Medicina legal, obra tradu- cida al español desde el año de 1803 hace relación fól. 177,183 y 185 de ciertas aperciones que en mi opi. níbn no tuvieron los individuos otra causa para su muerte que la mis^ ma del vómito negro: en esos ca- dáveres se receló envenenamiento y nada se encontró de las subs. tancias consideradas como veneno- san; empero realmente puede der éirse que en las circunstancias re- feridas por Foderó el agua produ- xo los mismos efectos que causan muchas veces el arsénico, diferen- tes preparaciones de antimonio..... como se verá mas adelante cuando refiera la historia de una tenia de 18 varas y de otras lombrices : y así es que deben creer todos loe hombres que beben agua fría es: tándose haciendo la digestión..... que toman un verdadero veneno , aun cuando esa misma agua fria en el acto de la comida sea, como es, una triaca. Hablando el mis- mo Foderó folio 181 tomo 6. sobre la peste de Aviñon „ volvió, dice, 4 manifestarse esta enfermedad di- ez anos después, habiendo sido precedida de grandes inuundacio» n&s , á las qm se siguió el haim bre y un frió tan intenso que no se hahia experimentado jamas otro semejante" lo mismo afirma en el folio 183 de la Provenza : en el 186 de la ciudad de Digne: en el 214 de Marsella: en el (6 del to. mo 8. hablando de la epidemia de Saxonia. ... de 1716..... 1717 y de otros infinitos años y pueblos. ¿No se habrán levantado esas pestes por el desarrollo preternatural del ca- lor nativo á consecuencia de haber bebido esa inmensidad de hombres el agua fria estando haciéndoseles la digestión.....? Aunque es cierto que los vapores pútridos de una gran» de inundación, el hambre y el frió son potencias sedativas y amortú guadoras y que estos agentes com- pactan la fibra , porque débiles , se llama hacia el centro y nos hace sentir mas calor que el que real- mente existe en el ayre que nos rodea.....y que esa sensación no9 impulsa á buscar lo fresco y beber y mas beber agua,.... ¿No pgdraA 424. disminuirse aquellos perniciosos efectos, cuando del todo no se eviten , como espero , procurando no beber agua fría sino á las ho- ras de comer , y en el infalible caso de tomarla á las otras horas bebiendo encima un poco de aguar- diente ó de la misma agua caliente al fuego artificial ? ■ *• ■' XXXIX. Baglivio, Casal, Pompeyo , Pringle , D. Andrés Piquer, Solano de Luque , Sawa- ges , Rowley , Pinel , Riverio , Cullen , Tisot, Macbride y otros muchos autores afirman lo mismo que Foderé y Córdoba en cuanto á las demostraciones anatómicas, dexando todos ellos el vacío de la causa mas palpable que ahora re- fiere este tratado y que los veni- deros tocarán muy de cerca , sino se preocupan usando su minis- terio con interés y constancia rati- ficando esas observaciones. Conti- nuando estas voy á dar la historia siguiente de Una Tenia de 18 va- ras y ha referir otros fenómenos; las.; para después continuar..... En l.o de agosto de 1807 Ni- colás Lucumí esclavo de D. Bal- tasar Campuzano, oficial í. del mi- nisterio de marina, arrojó una tenia de diez y ocho varas de largo en dos pedalzos : el uno de once va- ras y media y el otro hasta com- pletar aquel número 4e varas : ese siervo de edad de 16 años, con, el motivo de estar orinando algu- nas gotas de sangre con molesto dolor de cintura junto á los ríño- nes, la lengua cargada y amarga, se le dio un purgante de manteca. de coco el último dia de julio, en el que evacuó regularmente; pero al otro dia al ir á descomer sólo depuso la lombriz relacionada; sin que hubiesen antecedido sínto- mas que denotasen la enfermedad de la tenia: ni tenia nauseas, ven- tosedad , hastío, ni demasiado apetito á los alimentos, dolores de vientre , cardialgía &c. que son los que la caracterizan: continuó echan- do pedazos de Ia, ¿j, 3 y maj 4S6. varas por seis ú ocho meses , siem- pre qtíe tomaba cuatro ovwas de aquella manteca , atrojándolos áí Otro dia y con las mismas circuns- tancias que los dos primeros pe- dazos : estos y aquellos son pare- cidos á la pepita de calabaza: es- to es, que aquel insecto forma arti- culaciones como si estuvieran uni- das muchas pepitas de calabaza una tras otra. Permanece él vicio ver- minoso hasta que Nicolás Campu- zano tomó diez y ocho granos de sublimado corrosivo, con treinta y seis de sal anmoniaco disueltos en seis libras de agua destilada, (*•) bebiendo una cucharada de la mix- tura mañana y tarde en un vaso de cocimiento caliente de yerba buena: también cesó la evacuación de san- gre y dolores que no cedían á los evacuantes. Ese mismo bene- ficio han logrado muchas otras per- sonas de igual enfermedad con el C*J La libra medicinal tiene doce onza» {castellanas y es el grano agüeita pffrcion <¡14 Í>eea tahto "conio uno regular de'cedáda '6 -trtg%' m. nyopio método 6 can medio ¿rano ¡de calomelano y otro medio de ker* mes mineral mañana y noche y no bebiendo agua fría ínterin nan es- pido enfermas. Aun conservo la #e- nia de Nicolás Lucumi j otra de cin- co varas que arrojó el 30 (te jnlio de este año en el ingenio la Ninfa el negro Mundo dé la propiedad de X). José Ignacio Echegoyen. Á éste dice el profesor de aquel in- genio D. Mauricio Palla „ el ne- gro Mundp se pasmó el 27 y el 30 arrojó varios pedazos de tenia en- 4re los caíales uno de cinco varas qué remito á V." Yo estoy cierto que así la tenia como el pasmo, son efecto del abusp en el agita.fría en la forma que yá ]he referido artículo X- y esto me hace no de- tenerme en detallar las causas ante- cedentes de la tenia del negro Ni- colás Lucumí, ni las de la de Munr •do Echegoyen. Las aguas crisiaíi* ;ias de los despeñaderos del Cuzco y San Salvador Jio han causado Í2#. el género humano.,... hidropesías 5 lombrices &c : en el último partido y en otras muchas haciendas de es- ta isla hay bastantes testimonios de sus perniciosos efectos. D. Pedro Drion cafetalista en San Salvador, llegó á quedarse cuasi sin negros en 1810 y 1811, por la mortandad que produxéron las lombrices, acom- jpañadas de hydropesía en el peri* cardio ó bolsa que cubre al cora- zon, hinchazón universal y todos aquellos síntomas que describe del envenenamiento el Dr. D. Bartolo- mé Pinera y Siles en el folio 23 párrafo 3. tomo 3. de Elementos de medicina práctica de Cullen cita B. P. v que por no hacerme mo- lesto difiero con otros de igual cau- sa y naturaleza mortífera tenidos hasta hoy como producto de otras diferentes potencias, que priva- tivamente pertenecen al agua fría bebida en inoportuno tiempo. Mas yá que dice el facultativo del inge- nio la Ninfa que el negro Mundo sé pasmó, haremos un discurso del 129. tétano y de su mas cierta cura- ción por las razones que en sus dos últimos párrafos expresaré, -•— <£—- PASMO. !-° Jld pasmo ó sea el tétano es una,involuntaria rigidez tónica, sin relaxacion, de pocos ó muchos músculos del cuerpo animal. Si el cuerpo está encornado y tirado hacia atrás la enfermedad se llama opistotono; si hacia delante, em- prostotono ; si hacia un lado, fleu- ro-totono , y trismo cuando tra- bada está solamente la quixada inferior con la mandíbula supe- rior.....Es cuasi endémica esa do- lencia en los climas calientes. 2. Los síntomas con que re- gularmente vemos al pasmo son*. rostro de los enfermos pálido y luego rubicundo; ojos yá como clavados, yá como movibles y lle- nos de.lágrimas; saliba abundante, 130. crasa , espumosa y adherida á la* fauces y partes de ía boca; está contrayendo stis labios hacia la* orejas , llama los lados de la cara para atrás ; y aparece una risa que llamamos sardónica. Suele haber hipo , respiración con sil- yido y. aun con aquel ronquido de los moribundos ; tumor en la gar- ganta (padecido al globo hisfé¿ ñco^ aunque con mas vehemencia (poca ^értiirbación de la mente ^ abstiición pertinaz de Vientre; los •músculos ácdominales (ó barriga}) con suma tirantez y cómo com- primidos los vacíos (hipocondriosJ; fas punzadas ó sean los "dolores agudos y excesivos en los mús- culos afectos , tienen semejan- za con los qué sentimos en til calambre : el pulsó yia inalterable, ya con mas ó menos frecuencia, tardo ó intermitente; calor ó frial- dad cutánea con 'oíros mas h me- nos síntomas. : &. Las causas 'del pasmo "tiéküiíM y -siirWmálico son deH%- 131. rías especies. Mas se puede afir- mar , generalmente, que después que un calor insufrible (respecto k la disposición individual) hace, evaporar la parte mas espirituosa de los humores, que tenían ex-t pansa la fibra..... ó robando el ayre atmosférico dicha parte espirituosa, se contraen una ó muchas partes , desde la circunferencia ljasia oí centro, ó desde el centro hasta Ja circunferencia, presentándose los efectos que denotan los sínto- mas descriptos en el párrafo an- terior. 4. Y siendo, á mi juicio , esa teoría la mas conforme á la experiencia . razón y autoridad de los sabios , tanto que puede tocarla palpablemente aquel qu§ considere, conmigo, que si á con- secuencia de punzar un jioquüo... las heces resecas en lo interior .del intestino recto , se propaga inmediatamente aquel hormigueo á toda la máquina y ésta se contrae jr^cjia el centro; (vs,egun Ip man¿ in. fiesta el erizamiento de todos los vellos cutáneos) quedará convencido de que con mas razón se verifi- cará y se verifica la convulsión , de que hablamos. Es decir, que siendo una la sensación , uno el consentimiento , una la comunica- ción y una la conspiración, uno es el efecto, esto es , la propa- gación y la tirantez desde una parte al todo ó desde el todo á una parte y he aqui el pasmo ó llámenlo tétano. 5. Y siendo incuestionable por lo relacionado que el tétano es una involuntaria rigidez tónica, sin relaxacion, de una á muchas partes ó de muchas partes á una, y que se propaga ó se propagó desde una parte al todo ó desde el todo á una parte y que los contrarios se curan por sus con- trarios , como v. g. la rigidez con la laxitud 8¡c, visto es, que cuando el pasmo proviene por haber que- dado sin cortar del todo una fibrilla nerviosa ó carnosa de aquella fartz 133. que recibió herida, rasguño, con- tusión , fractura ó dislocación 8£c. quedará tersa por no estar total- mente separada y precisamente ha de comunicar y comunica la tiran- tez ; de que deduzco la siguiente Conclusión. 6. La curación del pasmo es in- falible quitando la tirantez de la fibra que lo produce. Eso se con- sigue antes qué se radique el sín- toma y se constituya en enferme- dad. Esta es la herida de la fi- brilla y el pasmo es el síntoma. 7- De tal modo pensó Hipó- crates en el capítulo cincuenta y cuatro del libro de los Afectos.... donde trae admirables reglas para curar el pasmo. Ese también es el de Cullen y sus traductores (*). Bosquillon dice „ el tétanos sobre- viene casi siempre de resultas de picadurillas ó desgarros de los nervios. Hyllary encarga en este caso hacer incisiones por entre el (~*J Elementos de Medicina ¡práctico de Cullen tom. 3. fol. 96. al 123. 13*. nervio / k fin de restablecer la sensación (*)." Pinel indica 1q jrnismo ( ** ). Weicar dice lo pro, #»o ^ ***). Rowley lo comprue- ba j ****), Sawages lo testifl. ¡ca (*****J. y todos los indaga.. dores prácticos, que han estado en les climas calientes son del mismo parecer. Empero cuando fuesen de .contraria, opinión ¿todos no teñe» nios facultad de discurrir? ¿No debe la racional experiencia sobre- salir en lo fisico á todo raciocinio y autoridad ? ¡ Ella da los conoci- mientos mas seguros y provecho- sos para la humanidad.....! Ella es quien ahora me induce á maní» /estar tres casos prácticos que se» xkn expuestas en las tres obser* vaciones siguientes. (~*J Lugar citado fol. 111. en la cita (b). C*9* J Nosografía Filosofea tom. 2. fol. 31. y 82, (~***J Jffedicina práctica fundada sobre el sistemó, de Broten tom. 3. fol. 175. al 192. (~****J jyv. Ro-vley. Práctica racio/ial ap medicina tom. 3. fol. 331. al 356. C*****_) JVosologia methodica tom. prini Tol. 283. usque ad 282,- 'i.* Observación.' > Cirilo eaiabatí esclavo de Da. Catalina Nuñez Diaz habiéndose herido la planta del pie izqui¡erd<* con un vidrio , k la media hora yá estaba con el pasmo mas fiero que puede imaginarse. No pueda tragar sólido, ni líquido, abrir absolutamente la boca, ni sujetarle Cuatro hombres al momento de darle el dolor ó punzada del pasmo. Juzgo que no podía haberse esta- v tdecido rigidez tan fuerte y hor* rible , sin que aun permaneciese en la parte ofendida alguna parv ticula del vidrio, ó alguna fibrilla ptínzada y no cortada del todo : que ó ya por la permanencia dál cuerpo extraño ó ya por disfrutare 'la fibrilla de continuidad con lo rastante del sistema nervioso ó ^muscular , producían tamaños ex- 'tra'gos. Éstos se ponían en acción á cualesquier movimiento de 1», -inspiración ó expiración....: que l»g vibraciones ya desde los nervios ** lofe inúsculos ó desde las iaú*- 136. culos á los nervios, era imposible* las soportase por algunas horas el paciente, y que era necesario tomar imperiosamente una delibera- ción con la cual minorasen las contracciones y rigidez. Presiento su muerte muy cercana, si se dexa á la naturaleza en semejante con- flicto: le aplico una gran porción de manteca de Carapa y de otros oleosos con miga de pan á todo el pie y pierna ; le propino veinte gotas de láudano y otros auxilios eada cuarto de hora, sin conse- guir el menor alivio. La natura- leza del mal me impulsa á la amputación del pie : esta se me hace cruel por no estar cierto de su buen éxito. Quiero hacer escarificaciones á la parte y temo ó no dar con el vidrio ú no lle- gar á separar la fibrilla tirante causadora de la escena, y en caso de cortarla dexar otra en el mis- mo estado ofendida nuevamente con el viturí. Reflexiones tan es- pinosas afligían mi corazón; mas al fin J no obstante la repugnancia de su señora y de otras perso- nas , le di un botón de fuego has- ta quemar mas allá de donde ha¿ bia herido el vidrio, consiguien- do poner término feliz á aquella per- turbación. Seis hombres no eran bas-¿ tantes para sujetar al membrudo V robusto negro en el acto del cau* terio; mas lo sufre : yo bien sea por el acervo dolor,. y concusión universal que induxo ó por la extinción de la fibrilla motora de las convulsiones ó que todo junto concurrió su consecuencia fué un éxito felicísimo. Por la callosidad de la plan* ta de ambos pies sudaba á rios: esto es, cuatro tantos mas, que aquel copioso sudor que siempre tienen los pasmados , por la ex- presión que sufre toda la fibra,..,. Concluir la operación y quedar Cirilo Carabalí con las quixadas destrabadas , poder tragar , ..sin la convulsión y en estado de »o\» ■atender a la ulcera inducida edr* el fuego, todo fué uno. A los dos meses yá había cicatrizado la llaga de ese individuo: quedé sujeto k algunos vértigos y de dos en dos meses á ligeros insultos de alferecía : conservando la ca- "beza inclinada á él lado y con crerta estolidez, que aunque no ♦capaz de privarle absolutamente •de Su raaon ; no hacia las fucú Piones mentales con aquel tino y perfección que antes del ttiano. '+ks\ permaneció once años, hasta 'que en este de 481* le quitaron la *vlda por robarle el dinero de las velas, que iba vendiendo al pun-r •fo de las oraciones por la calle >del sol. ■2.a Observación. Antonio Mandinga , vivía en *tm cuarto de alquiler de la casa de D. 'Rosalía Díaz calle de la Xamparilla. Se le advierte estar •pasmado y llaman para bu asis». **©»cia-al D* ¿D. P-edip P«ig. Ese» Ife aplica todos los •medicamentos encargados en los libros y por el uso de la práctica rutinaria. El mal progresa hasta el extremo dé arrojar á libras la sangre corrom- pida por la boca y otras partesV Se despide Puig por la mañana di- ciendo duraría pocas horas. Ala? % de la noche de ese dia le visito y hallo yerto, con el rostro mas des- figurado que el de muchos cádá- veres. El singulto á sea hypo sa sentía á distancia de 20 á 30 varas. Mas al llegarme á la ca- bezera advertí que al levantaran foco la pierna derecha le dá lai punzada. Pregunto á los que la' rodeaban ( por estar él fuera dé sentido , si tenia herida ó llaga en aquella extremidad. Despertan- do así la reminiscencia de la se- ñora de casa , de su ama y otros,' recuerdan éstos que ocho dias ánJ tes se había quejado de haber sido lastimado por la rueda de una volante, que le pisó el deda' gordo del pie. Averiguo que hast* i40^ este momento había permanecida con un trapo en la contusión,' que el mismo doliente se había* puesto en la calle. Que ninguno; de los de casa ni de fuera habia pa- rado la atención en el dedo pulgar contuso; Destapo este y al mo-: mentó de estar inspeccionando la putrefacción, que existia donde ha» bia estado la uña, advierto un pequeño temblor en el centro de las carnes pútrido—verdosas y que acto continuo vuelve maquinalmente á encoger el pie , pierna y mus- lo, y se presenta de nuevo la punzada. Trato de amputarle la primera coyuntura lastimada, por que me acuerdo haber visto mo- rir, en casa de D. Rafael de la Torre frente á la parroquia del, Espiritu-Santo, á un pardo , que tenia en el ala de la nariz izqui- erda, la úlcera del tamaño de Un grano de lino ó alpiste ; y que de ese pequeño rasguño empe- zaba la convulsión. Para todo pso se me representaba el caso i4i: i)e Cirilo parobali; que la convul- sión del pasmo tiene analogía con otros afectos nerviosos y en par- ticular' con la que llaman alferecía; á ésta que la dá por cuíáblfe Hipócrates cuantío su aura tfráé óri» gen del pie ó de la mano¡ (•* }„■ Que dice Bosqüillon (**)."# que se debe recurrir al cauterio actu- al para curar la epilepsia ó sea alferecía; que se ha visto |ior la caries ó gangrena del hueso del Sedo gordo del pie y; que se ven- ció. Venciendo la caries. "Quiero echar mano al Visturí para amputar S* arte de\ dedo de Antonio Man- ihga y el facultativo de cabe- cera no aprueba mi deliberación por la suma gravedad y poca esperan* za de la enfermedad. íero ha- biendo confesado que la amputa- ción no le inducía' daño , la exe- , cuto y en el mismo instante de (~*'J Qui Vero á manibus, ac ptdüms sanari possunt....... Hip. Lib. de- praenotionjbus cap. 7. de Epilepsia..... C**J Elementos Medie, pract. Cuiten tom. 3. fol. 153., cita (a). separada la caí/untura cesa eí pasmo. Antonio Mandinga recu- pera la salud pasados 5 á 6 meses de convalescencia; que- dando con mucha escasez de vista ^ pero volvió á su oficio. 8. Y pues qué yá están de- mostradas las dos observaciones anteriores, es indispensable hacer notorio la tercera y la causa de ía publicación de unas y otra. Es él caso, que hallándose en las mis- mas circunstancias que Antonio ¡Mandinga una mulatica de casa del doctor don José Agustín Pa- lomino y Sanabria y habiéndose» "me llamado para verla y oir mí jparecer respecto á su enfermedad¡, dictaminé la amputación. No sólo no la adaptaron los otros facultar "tivos de su asistencia, sino que uno rde,ellos, se exaltó..... asegurando "á los dueños de la casa que en cuarenta años de práctica jamas Jiábia oído, ni leido tan extranp - é. infundado pensamiento y- bitas expresiones que no son del'cajo "feférir, y por lo mismo pasemos a su observación histórica. 8.° Observación. María Sabina de edad, como de seis años, adoleció en los pri- meros meses de su vida de cierta, rigidez muscular, causada de la humedad de su habitación. Res* tablece y sigue gozando en casa del Dr. Sanabria de buena salud hasta la tarde del 33 de agosto de este año 1814, en que recibien- do un golpe con el filo de un taburete en la yema del dedo ín- dice de la mano izquierda, cuasi se deshace la primera coyuntura. Se socorre esa herida contusa por los de casa y continúa así hasta la noche del 31 , que atravesando el patio á sazón de estar llovien- do , algo se debió mojar. Amane- ce el primero de este mes de se. tiembre con anuncios de pasmo, como algún impedimento al abrir la boca y al tragar &c. El cua*. tro ya el tétano estaba en María l#t. Sabina con lá mayor parte de lbs" síntomas detallados en el párrafos. El mismo dia le veo á las 11 de su mañana. Pronostico la muerte para eldia venidero , sino se am- putaba la primera coyuntura. Los amos que la han criado y aman, ocurren á buscar en los otros fa- cultativos el dictamen que yo di y encuentran la negativa. La mulatica espira á las nueve de la mañana del venidero dia. Es de advertir , permaneció con tan limitado y trivial aposito , que este solo comprehendia la pri* mera articulación. Aconsejo que en tales circunstancias usen los pacientes , ademas del vendage y medicina convenientes en la parte, de cataplasmas con mucho aceyte 6 manteca en las vecinas , para laxarlas y evitar las resultas de la . rigidez de la afecta, no obs- tante de lo que voy á referir. 9 Ni el uso externo del agua fria en los pasmados robus- ta recomendado ejji e^ e&tío por * lía Hipócrates en las otras clases dé tétano, ni con camisa, pantalón y sá* bañas de lana empapadas en acey- te, ni las enormes cantidades de uiío, dos y aun mas granos de opio por hora, almizcle , alcahfofrj ni los demás remedios alabados , me han sacado á los infelices pas- mados del peligro y angustias á que los conduce tan gigante en- fermedad , cuando el tétano yá estaba radicado. Es decir, cuan- do quitada la causa primera de la punzada, esta permanecía. Son mas los enfermos que se me han muerto , que los que he curado. Estos últimos deben en mi' con- cepto la curación al extractó de* tabaco y al tártaro emético. Por^ que el tabaco es anodino como el opio y no es abstringente como lo es el 2-.° ..... Formaré la receta del modo que la he usado para que la aprovechen los que se ha> Hen donde no haya médicos celo- sos por el bien de sus semejantes y los que lo sean que puedan ampl^- Í40. ficarla ó modificarla según los in- dividuos y las indicaciones. RECETA. Tómese considerable cantidad de tabaco seco y póngase á hervir hasta tanto que haya extraído el agua común toda la goma de la nicociana. Se cuela el cocimiento Jr vuelto al fuego se dexará to- mar la consistencia de almíbar : puesto después á infriar debe quedar como xalea: y he aquí cV extracto de tabaco. USO. Tómense doce granos de ex- tracto de tabaco y tres de tártaro emético: se disolverán en una botella de cocimiento de malambo ( es la cúrbana de esta isla ó cor- teza winteriana) de la flor de bar- nica (que* el vulgo llama mirasol) Valeriana, flor de tila, raiz de peo- nía, aguedita , quina ú otro equi- valente: ya sea de cada uno de t?or sí ó de todos esos «imple* JPe esa disolución ó mixtuía to- mará el pasmado (y aun el que tiene evacuaciones por frialdad 6 humedades) cada dos horas. Em- pezará por una cucharada é irá aumentando otra, á cada' toma, íiasta hacer algunos vómitos y eval cuaciohes. En tal época volverá á ir disminuyendo cucharada á. cucharada, en la forma que fué aumentando, hasta quedar en dos cucharadas ó en una por toma, Jara mantener la transpiración. que se ayudará con el moderado abrigo. La cucharada o cuchara^ das siempre irán unidas a medio vaso de cocimiento caliente de» cualquiera de los simples ó de to- dos ellos juntos, en que se disolvió el extractó y tártaro emético. El propio cocimieuto usará por agua común. Es un error creer que el extracto ó cocimiento del tabaco 6 cosas equivalentes dañarán á los pasmados ó á los de evacuaciones de humedades.....por la cualidad «aliente, narcótica y embriagante» 148. I£s también indispensable (pata no contraer mas la Abra) que b6- ban alguna cosa caliente después de el momento de darles alguna untura , después de orinar ó hacer alguna evacuación, ya expontanea ó por las ayudas de las mismas cosas, que también son útilísimas. 10. Concluyo, pues, dicien- do que es sabido que adquiere el celebro humano con las primeras ¡deas que le adaptan ó venera , cierta impresión ó hábito difícil de •desterrar. Toda otra ulterior idea que se aparte algo de aquellas que le adaptaron ó venera (cuando no se le represente como falsa) la retibe con la mas despreciable indiferencia. Por esa razón han progresado menos los adelantos en las ciencias naturales. Por la misma repugnancia tocamos á ca- da momento en muchos médicos .el pecado de cobardía en aplicar los medicamentos titiles, ínterin por otro lado muestran mas espíritu &u© el que era necesario para pro- "pinar los ageis-tes nocivos ó aque- llas cosas inertes, que solo pro- ducen merma al bolsillo de los enfermos. Verdad que, aunque amargue á algunos, dexo probada con las historias de los tres su- getos pasmados , que acabo de describir, las que he detallado para beneficio de la humanidad , tñ\ como ellas han acontecido. He llevado dos objetos en esa de- claratoria, ademas del beneficio de mis semejantes : el uno es el de animar á los profesores que tengan que curar tales enfermos (como por desgracia acontece á cada pa- so en esta isla ) y el otro por ha- cerlos mas circunspectos é inte- resados en la honra dé su facul- tad y en la conservación del cré- "dito de los facultativos aplicados, que por pensar metódicamente les eritican sus operaciones los igno- rantes ó aquellos que apartándo- se de esa vía, creen ganarse el aura popular con la impug. 'nación. -—*-<•& ■ ■■ 150. XL. En el año de 1804, e$ )a casa que titulan del ñato calis del sol, cuadra 3.a que va de la muralla de la Machina para laji Ursulinas, que viven Da. María Josefa y su hermana Da. Josefa de Acha asistí de setenta á ochenta. enfermos de la calentura amarilla^ en los mases de mayo, junio, julio y agosto, sin contar otros muchos én otras diferentes casas, eran ca~ pitanes , maestres , pilotos, mari- neros é individuos de embarcacio- nes y provincias de la península y de qtros reynos. Todos tuvieron causas iguales para la invasión y enfermedad que padeció Zulueta, Baldos , Rodríguez-, García, Mi- li an...... y curaron yá al día 5,7., Ó undécimo. Siete recidivaron y murieron: estos siete fallecieron a los pocos momentos de haber abu- sado de los líquidos fríos. Re- cuerdo que un capitán, natural de Vizcaya, después de llevar sei,s á ocho dias, ( come los seis indi-, viduos resianteaj de conva^esceij- Jifa, y con- el mejofc ^etito , pq*f haber bebido un vaso de agua friát con azúcar y tamarindo á las 4* de la tarde { que comió á la ona y media de la misma) le asalté tan vehemente dolor de costado y síntomas atrabiliarios, que nada bastó, aunque se agotaron cuan- tos auxilios son imaginables en un hombre de conveniencias: la prime* ra enfermedad fué atroz: siete dias estuvo en cama con la calentura amarilla : ésta terminó al 7. por una emorrágia de narices : en la. recaída estuvo de 40 á 50 horas: las diez ó doce últimas de su vida Sudaba un humor semejante á la tinta de escribir, abundante y fétido , que las sábanas y camisas las tenia: la úlcera del vexigatorio del costado derecho daba la su- puración tan brillante ó reluciente como el pufído azabache : se man- tuvo deponiendo la atrabilis por todas partes ■(*) y con sano juicio # médico?. £ XLIH. Es cierto y dice Aristóteles que la medicina no ha- lla en los huertos medicamentos contraía fuerza de la muerte, ni medios de reponer miembros pe, dridos y reemplazar resortes gas. tados, ni impedir en todas sus ímrtes un influxo tan poderoso co. fao.es el imperio del ayre atmos- férico, que las mas veces conduce, J.0-,»010,A; producir unas mismas enfermedades, sino á la salud ó a la muerte, si es estable en sus malas ó buenas cualidades , como por lo general así suele suceder por cuarenta y ocho á setenta y dos horas en cualquiera de sute Variaciones, según expuse hablan-. «O de la permanencia del thermc* metro folio 47, artículo 10. ¿Perd qué mas se puede exigir de un -profesor que es conocer esos mi** mos míluxos y minorarlos cuanto Sea dable y el establecer el pro- nóstico y hasta la hora en qné Iha de terminar la enfermedad■% la salud cuando es curable y 4 }» muertev.cuando, no -hay rema» dio......'.? }' H. XLIV. Han afirmado algu? nos profesores que la causa esert-' cial del vómito negro es el fof.. tísimo estímulo jdel sobre abunV dante calórico de la atmósfera de los países calientes, que introdu- cido en el cuerpo de los que no están acostumbrados á él , y no evacuándose por los emutoríos ha- ce qna impresión activa en los ¡Ruanísimos intersticios de los solidos y fluidos humanos, dé la que resulta una rarefacción y.di- solución.....Empero me hallo, muy (listante de asentir á tal proposi- ción fundado en que una de Tas facultades admirables de la má- quina humana es la de .expeler y aun repeler infinidad de grados de calor, que se le apliquen sobre aquellos que la componen : ya sea porque el mismo ealor busqué su equilibrio ó porque los cuerpos .circunvecinos se lo roben ó ñor otro desconocido agente. La causa 4$ que 'muchas véees tomando. una pina, un melón 6 un vaso da a$üa fría se levante el calor na- tivo hasta ciento diez y aun mas grados por la escala de Farenheit,' en la forma que: dixe folio .15 , 19, 94, 31 y 40 es porqué influyen^ k desarrollar esas cosas loaíga** ses consopitados en las substancias contenidas en el estómago, así co- mo: desarrolla el agua común el ca- lor consopitado en el aguardiente.*' y sino se radican ese número de grados sobrantes es por la emana- ción que exerce la fuerza conserva-, dora ó medicatrix. ^aben los físi- cos experimentales que no se aui menta el calor por el contacto ex- terior ó interior de las cosas ca* lientes á punto de subir y radicarse en nuestra máquina, más allá dé lo que estaba en ella en el instante dé la generación; ora sea en los abrasadores desiertos de la Ara- bia , ora á disminuirse en los hela- dos campos de Moscoiv'a'aunque. en ellos empezasen- á terminar \&s •198. maldades y glorias de Bonaparte ^ por haber perecido-" con el frió parte de su infantería y caballería). 1F si generalmente no fuese así, ni habría transitantes por el dé. sierto , ni moradores en Rusia y tomando v. g. una escudilla de ealdo con ciento ó mas grados de. calor ó' sea en aquel punto que se dice a soplo y sorbo, pere*. ce riamos en un instante : porqué unidos esos ciento ó mas grados k los noventa que tiene el cuerpo humano subiría k una temperatura de que no hay exemplo : ademas de que en cada sorbo hay igual número de grados y lo mismo po- día decirse abrigándonos dema- siado. Pero lo contrarió enseña la racional experiencia, y es ¿ que nos fortifica su uso interno : ora sea cuando la debilidad ó el calor ha agitado el movimiento vibratorio de la fibra y ésta el dé |os líquidos ó vice versa ó pof transtorno de las digestiones ú otra causa &c. Porque regularizando 139. aegun d&e en el fo\. 34 JP. XVII.á. volvemos á nuestra primitiva cons¿ titucion, ó digamos temperatura. Aunque sea el calor un agente que penetrando toda clase , de cuerpos divida en A. B. C, lo que estaba y. g< en A. cuando por el sumo abrigo.6 por el que nos rodea se laxen los sólidos ó se rare- fagan los humores, nos fortifican los líquidos calientes reemplazan* do la parte mas espirituosa que se había evaporado.... Aristóteles dico en el libro 2.° de Generatione , que un semejante en cualidad y grado, no obra en él otro semejante con vicio..... que antes mas bien 1« conserva y ayuda á bien obrar. Luego por lo expuesto y lo que experiencia enseña y aun expondrá no daña el calórica de los climas ealientes como han supuesto y lo mismo si se aplica interiormente en una forma racional. Es cierto , 91, que el calor atmosférico cxce* aivo nos debilita, pero no es.J-- punto de producir aquel ofocjo: é}¿ 46tt «»¿ nos impulsa á que estemos he. hiendo líquidos para Henar el vacio o reemplazar la humedad perdida (que en este caso piensan machísí- jtoos que es lo mas urgente y yo ,-.«ra de la misma opinión hasta qué la bienhechora experiencia me ha demostrado como los he de usar). Así lo vemos en los herreros , can- teros y rozadores de piedra de este pais: permanecen los primeros k cuasi la temperatura de los hornos de fundición y los segundos todo el día á los ardientes rayos del sol y reverbero de las mismas canteras, donde parece que debían derretirse como la manteca ó como la cera: pero la munífica experiencia les ha ensenado que no es el calor quien los enferma, sino las perni- . ciosas resultas del abuso en el íagua común...-. Es cierto pierden mucho húmedo con el calor déla» fraguas y en las canteras, y sino lo reemplazaran no habria el «quilibrio que es preciso entre los líquidos y salidos. Sin. el eguiii- . vi- brio los vasos y cavidades se es- trechan y aplastan. Con mixturar al agua Un poco de aguardiente, se éonsérvan sanos. Hacen 1¿ mixtura en and o se sienten con ace; días ó con algún desconsuelo o. peso en el estomagó. Y véase, con que iribfalidad permanecen robus- tos y exerciendo sus oficios en los .*.•'. ' climas que un gran éabio creyó no serian habitables. XLV. Los químicos deben indagar la causa y manifestarnos porque se levanta la temperatura calorífica del cuerpo humano á mas allá de los noventa grados en que estamos constituidos á consecu- encia de tomar agua común ir otra. Cosa que pervierta la digestión. Y porque expelemos gases fétidos á acto continuo de usar esas mis- mas cosas, lo que antes de ellas no sucedía. Y porque el aguar- diente ó las mismas cosas calien- tes en acto por medio del fuego artificial, impiden la emanación y desarrollo preternatural. Y porgtt-o 16$¿ aun cuando sólo se tome medí*. onza de aguardiente ó de agua'* «aliente antes y otro.tanto después dé beber el agua fria..... se evitan los perniciosos efectos que mani- festé fol. 15... Y porque tomada la misma agua sobre el mismo aguar- diente, impide esa combustión y emanación de gases ó sea del idró- geno sulfurado...: Esa experiencia de que es bastante un poco de espíritu para impedir enfermarse, debía servir de regla k los muy dados al vino y otros licores es- pirituosos, para contentarse con cor- tas porciones y no acarrearse la ruina d& su salud.....y véase tam- bién explicada la causa de las congestiones de las glándulas del cuello é inmediatas en aquellos Alemanes, que padecen los bocio» y la de los qué habitan en terre- nos húmedos 4 de malas aguas, aun cuando beban abundante can- tidad de espirituosos. Evitarán tales congestiones bebiendo siem- bre sobre el agua de .su uso M-. gun líquido caliente ó im poco de' espíritu de vino, sin necesidad de tomar tantos licores que le» prive del juicio, potencia preciosa del alma racional. XLVI. El fenómeno y he* dios que acabo de describir son tan palpables, que no busco otra^ cosa para probarlos sino él remi- tirme á la experiencia propia y a la de todo aquel que por sí quiera ratificar lo expuesto. Siete meses continuados estuve padeciendo, entre los años de 1793 y 96 recién- llegado á la Habana , de calentu- ras intermitentes , no obstante de haber tenido el vómito en Vera- cruz : la quina y bebistrajos de botica me las cohibían por un lado; y las purgas, orchatas y agua común fría me ponía en «1 senid y permanencia de las intermitentes, hasta que depauperado empezé á usar del vino, como estaba acos- tumbrado en España y no beber . agua sino k las horas de almuerzo temida y cena coucluyendo siem« v •16Í pre con café > té ó Cosa equival lente : cuya conducta deben seguir hasta el total restablecimiento é ;in\itárla las tripulaciones de los Iniques que de la península ven- gan, ínterin permanezcan en Amé- rica. Porque con esos y otros millares de datos, que la experien- cia me ha ministrado, no hay que temer el desarrollo preternatural del calor nativo: y que es el mo- do de que haya una buena chlmi- -ficacion, será buena la chílifica- cion, lograrán perfecta sanguínea- eacion y la nutrición ó reposición de las pérdidas que incesantemente sufrimos será completa: porque es- tando sano el estómago lo estará él vientre y todas las partes do nuestro cuerpo que necesariamente concurren á esas funciones. JXLVII. Con el desarrollo preternatural del calor nativo se desprende ^e la parte A. la subs* tancia mucosa que la barnizaba, y tiendo -conducida á la parte B .. obs- «fwQré loa, meatos de e-rtas y dislacte- Í8$L «ando la superficie desaquella, to- camos que viene la fermentación «n la misma mucosidad y en lo» otros humores- como pervertirse su textura y primeras cualidades y lo mismo de los sólidos. - Por eso en A. disolución, y en B... coa- gulación : es decir, úlceras ó lla- gas en el estómago y tripas , obs- trucion en el hígado ó digamos congestiones en las glándulas in^* ternas y aun á veces en las ex* ternas, con muerte en unas y vida en otras : esto es , úlceras , flic- tenas , descompaginacion &c. ínte- rin en las otras se anima la ge- latina y resultan lombrices , gusa- nos ú otros insectos. Y véase de- mostrado el fundamento que tuve para insertar lo contenido desde el párrafo IV. al XLII. XLVIII. Los materiales yer- »dosos que deponen por arriba- y por abaxo los enfermos del,- vo- mito negro no se si deban conser- var, como hasta ahora , eL nom- 1>re- dehílis «ruginosa,, -Porque ¿as 166: grandes porciones coaguladas que* expelen puestas en un papel con" varios dobleces (después de la- vadas y enjutas ó sin lavar, ni enjugar} se derriten y dexan en el papel la misma impresión que dexa el aceyte ó manteca y ex- tinguido el color verdoso. Este se aumenta y aun creo que se pro- mueve eu los sanos por los pur- gantes oleosos y el agua común y lo propio en los enfermos del vó« mito. ¿Será por el gas ácido-car- bónico impregnado en el agua 5 en'los oleosos ó en una y otros? Dice Hipócrates en el libro de Locis.... capítulo quinto „ que la leche insalubre engendra piedra en los niños y las mas veces mucho calor y bilis,,, Y siendo el ceru- men de los oídos ^ según Plenk y otros , de naturaleza biliosa no se derrite on el papel , ni dexá la impresión qué el aceyte animal ó vegetal , sea^ el cerumen ó no acuoso. Por lo que me persaa-r do, que eja» porcjofios de la qutf 107.* llamamos bilis eruginosa (del ta-•/> mano de almendras, uueces y otra6 magnitudes) es el mismo moco des*. prendido y el aceyte animal. El insigne y joven romano Jorge B.a* glivio (cuya inmatura muerte llo- rará siempre la egrotaute humani- dad) dice al folio 220, que mix- turada la bilis con los ácidos mine- rales presenta alguna efervecenci* y varía de color. Este que se ma- nifiesta mas ó menos verde cuan- do se le une el espíritu de vi- triolo, nitro ó de azufre , haeien-; do ebulición y dexando sedimento acre y que disminuye en su amar-: gura, t^ue mixturada con las subs- tancias alkalino-volátiles se pone mas tenue, clara y resulta mas incrementado su color amarillo- cetrino.. ... Pero como vemos que por la oxigenación atmosférica (enranciarse) ó con el contacto del ácido nítrico se vuelven ama- cillas las substancias butirosas ó sean las mantecosas y que la bilis tomjt . i i j : C* J Ifyeme vero glaeiatea; et frigidds* ti túrbalas, tum á nive, tum d glacie , adeo. que mc.xtmé pituitam gignere, • et raucedines eoá, citare i bibentibus autent eplenes semper esse mag."'~ no», plenos et coinpresos ¡ et vmtres duros, et tenues , et calidos..... Hip. lib. de Loéis—. •C**J Sitcitas enivi, et aquíe frigid¡tcl& Qa&erum rupturv» cjjícere solent. lee. cit. ; . $■' ..- . i-y«* dislacerar- los sóUdo^-que1 los con* tienen? *■■■<". LÍIÍ. Millares de ejemplo* pudiera demostrar de enfermedadee accedidas por beber agua común áiv tes de completar-la digestión, yá en¿ friada con nieve ó hielo, yá re- fréseos ó cosa equivalente. ¡ Abor- tos, fluxos de.humores, cólicos,. reumatismos, retornos gotosos, pul- monías ó mejor dicho ocho enferme- dades , de las diez que padece el tuerpo humano, se producen por el desarrollo preternatural del ca- lor nativo....! De ahi nace la justí- sima voz vulgar de que los mas de los enfermos están empachados, están resfriados del estómago: ¡y tan poco admitida por los médicos! ¡ Estaba empachada y lo sangráronl lEstaba empachado y le -dieron, la quina l Estaba empachado y lo metieren en baña ! El vulgo dice ., ¿tío lo habían de raptar? ¡Mas vidas han dado las viejas por creer en aquella verdad ,. que muertes le han fttribuido-l Hablo de A-gueUii ♦fáe ^rdenaníío-para' h»^emp&choji p resfriados de estómago eosa& éMiehtes ■;• en acto ó en í>oéencia * sacó mejor partido la humanidad que con muchos borlados escula*: píos, los que no hacen la meno¿ novedad aun que sus enfermos leev pidan ó beban el agua fría cuantaf quieran y cuando se les antojé -1 en prueba de esa verdad veamos?. el caso siguiente. # . --'*■*' LIV. D. F. C. joven de ley años natural de Guanajay docefe leguas al O. de estaeiudad, tempe¿ ramento sánguineo-MUoso , exer-f cicio labrador, hábito de cuerpo/ magroso , y gozando de buena sa^ lud, acostumbrado á permane-' Cer en aquellos ayres puros don- de se crio , se casa en ésta d& \ la Habana en junio de 1810 coa ttná niña de su edad y apreeia-;- ble por, sus recomendables circuna* tan cías, siendo á gusto de ambas familias el enlace: á los pocos dia» del matrimonio fueron aquí los ca-. lpa#s íiüa^ntajtdo: estaba- is tfcrado $ vejeiift tfjpoé* t|e listad^ de hilo ligeras : variando el ór*> den en qtté> antes vivía se viste al» ttso de la ciudad : acabado de; al-». morzar« va regularmente? al muelle •pfara* instruirse en la compra yt vienta» de' géneros, porque tratan tía comerciar : lai una de la tarde: Ife' daba muchos dias en elr, reverá lloro de aquel lugar. Estando llo- viznando la madrugada de 23 da* tfétiembré, se levanta e*i camisa y «in zapatos y sale al patio po*f que ladraba* el perro que guarda*- ba la ca9a : él estaba sudando al-; gana'cosa; se vuelve al momento1 k- la cama y al levantarse á )m hora dé- costumbre yá no tiene: gana de almorzar Vase al muelle» ée contaduría y á' las diez de la) misma mañana tiene que retirarse» porque los calofríos^ la sed , do-* lor dé'cabeza y»" de* miembros* amargura- de boca y demás sínto*. mas dé próxima fitbre , lé acora- panana Al ir* para su casa- bebe» •*i*,vaso-(kk ütnoja**^ eo>e¿* <*fé ée Tato*fnn#: Én ei fcefo ¿Nsbebeiíf ío , dice „ me lo recibe el esto* mago tan mal que vomité.,, Llaman al médico que lo halla con mucha* calentura y aunque le imponen de lo antecedido, atiende al causón y no á la causa eficiente de la en- fermedad. El agua fermentada dej borrajas , ojos de cangrejos , nitro* Cocimiento blanco y un purgante de maná, sal de Glaubero y ta# mar indos con tártaro emético, son» los primeros auxilios, que le or* denó. El desarrollo del calor na- tivo ó dígase la calentura, en el dia 24, es mas alta. Quina con re*» frescos es el método que signo Üasta el 4* de octubre , que cfli nada domándose, le propina otro purgante. Lo veo el 16 de octu. ore é instruido de lo relacionado, observo qué esta a las 7 de es* mañana lo mismo que la de hoy 82 del mismo mes 5 esto es, b\ eiento oeho grados d& calor pof él thermórñétro de Faíenheit, con; oi&&to veíalo $ailwei6nís8fQrmÍ7u> t tp, sudor bilioso-cóíicuatwo, , 3 digase pegajoso , ictero , rostro co- . davérico, delirio, deyecciones atra- biliarias principia á deponer por . ano , esputos abundantes del mismo orden , inflaccion de vien- tre , se¿ insaciable , lengua bitio- isa ó sea amarilla , por . partes y de color de grana en la circun- ferencia y centro (*):. el veinte y uno se le presenta sordera (**): va- ticino la muerte para el dia veinte y tres , fundado en los síntomas an- teriores } en que en semejante si- tuación la experiencia me lo ha enseñado y cu la infalible senten- cia del aforismo 23 del libro 4.° de Hipócrates y fallece á las 12 de la iarde del mismo , . (~*J JBona Ungua , ser.per bonum indi- cat .■ mala , zenper malum indicat : mala , oe:. • Per suspecta, semper timenda; multo magis *i Itiscida fuerit', acida, spurca, rr.aliqvj saporis..... Bag. .iaf. 218. C**J Surditas cl-jum sisiií , et /■>'•:•'' pro- ■fhiviiim utrd;.:-ctem solvit ,• sblvit eliam vanq-u/s é, nu.ribus.-i.- .inris dolor acutus cum acuta fe. bre ftorrendus est.- raori's , c\i d~':'H r ?*:'"'* *fc.,.. li-ifi-Uf. isl £ nares de individuos ! ¡ Sería un nunea acabar si me detuviese a referir casos de iguales resultados;, por esa misma ó semejante causal LV. Y si no hay duda quó ese precioso liquido del agua fria, Sorbetes y €osa*J equivalente! nej cesitamos muchas veces hecha yfc la digestión ó al tiempo de ce, mer, según dixe folio 34 y 99 par, tafos VIII. y XXJ.V. Silos liquí. áos calientes (en acto o en po* tencia ) prestan efectos anodinos , feguladores del destemple febril', ablandan el pulso y hacen que todas las funciones se exerzati mejor, también es pernicioso su «buso, porque afemina, entorpece los nervios y la mente, causa des* mayos y otras enfermedades (*); J)e lo dicho se Infiere que pro* ¿luciendo muchas veces el abuse •de las cosas calientes y el agua fría esas mencionadas dolencias y las. que mas adelante demos, iraré, se hace indispensable de jducir las consecuencias siguiente*. Ia Habría mucho menor nú» jnero de enfermedades, si tuvie» ,**;. . , _ | ..... ■ "' '"' '■ i>i i ■ .....m j. C**J CaUdum, eo frequenter utentibus, #V» afjfert noxas.- cartas ejfeminationom , ñervo* s srunt infpgtentiam, nentis torforem. tanguini% *ruptiones, animi deliqui*: kmc+ quüru* wr*. *lty 1*. £ «pb. **. *^ * * .J *7íh ten Tos hombres la -preoaueiori dfc concluir el almuerzo , Comida -y cena con uno ó dos buches de agua caliente: bebiendo antes?cuan* áa cantidad de fría quisieran. • 2.a.No volver á beber el agua fria hasta el momento de estar •verificada la digestión ó en el caso de que por la pérdida d» humedad, que ¡nfieren los recia* jfcrabajos, orinar ú otra causa so *rean precisados á bebería antes do aquella época , se tomen eitcim* jde la ffria medio dedo de aguar- diente ó un par de buches d» agua caliente al fuego artificial. . 3.a Si ha existido el doctor* üjangredo (y como dicen seguía la cruel y bárbara práctica de san- grar copiosís imamen te a todos ¿ lo* enfermos y á cada rato engullirlo* de grandes -porciones de agua ca* líente) (**) hubiera usado menos cantidad de agua, ordenando dieta ¿ñas nutritiva y concedido >algnh« < f*J Aventuras de Gil JJim da ¿luái. 180. líquidos espirituosos estaría su mfc todo, al presente, aplaudido y .canonizado de tan seguro como lo está Hipócrates de ocupar el pri- mer lugar entre todos los médicots que hasta ahora hemos cónocide > en el universo. . ¡ LVI. Cuando dixo Boerhaave, que „el. calor de los animales ca- lientes como uniforme ó como que *ra uno mismo en todos,- le creía Comunmente capaz de hacer subir el mercurio del thermómetro de lo* 02 k los 94? grados,, si hubiera observado el desarrollo preternatu- ral de que yá he dado muchate pruebas, hubiera hecho mas ex- tensa su proposición: esto es, qu¡e sube el calor á ciento diez y aub mas grados con la perversión de lo contenido en el estómago, por las substancias frías ó sedativas; como sucedió á el joven de (rúa. áajay, k quien se le radicaron los ciento ochó grados y las ciento tointo pulsaciones por minuto, é&Üsando la muerte y los, fem*» -tóenos qué deitt»siírér en su Tiistoría. LVII. En otros individneV producen las mismas substancial* sedativas (sin levantar la temperas tura á aquel número de grados 'de calor) un transtorno con él cual perecen : pues la sensación de es- cozor denotada en las cicatrices y callos de los que se hallan bue- nos , aunque débiles , cuando echan mano de semejantes agentes éin necesitarlos , hace inferir direé- támente., que aumentándose mas y mas en los enfermos, causa aquella uréncia -'6-calor picante de la cutis á el que se ha teñido y■ üene por efecto de la misma ca- lentura ■,**■).■ Asi lo siente Boer- •tiaave y otros sabios cuya explica- ción se subentiende en muchas partes de la obra del-priiaero'■(****). C*J Jlquae potum damnat in .acuita., le* *>aí autem ptisanoe usum. Lib. de victu acútoruna .«norborum Hip. ">'•■»' C**J' Irnmobililas canalium, g«a.. sqa dita. tationi valde resistunt, cognoscitur omni signo ^rigidarum fürarum , vasorum , viscérum...... Aph. $84, 53., 52, 51, 50, 34, 33, et 32j[$cgMiuü •'Boerhaani. Párs lá,' Ptolégoména'..^...'*' ""* * IíVlll. Esh+eenstante --qoe 1* sequedad de} ayre, la .frialdad de ¿as aguas y la abstinencia de los Alimentos y «de otras cosas enar* ídecen el cuerpo por la fermenta. •filen de los humores.... y prodtu * jeett la solución del continuo; asj .como esas mismas cosas lo con* jducen al estado de sanidad cuan* ido está demasiado húmedo ó déme? ¿riado caliente por el abuso de alimentos nutritivos y fuertes ó teosas semejantes usándolas meto* ¿ticamente : y véase aqnl también «el como llenando -se calienta y waeiando se refresca .(*). LIX. Desde el folio «27 e» «delante del S.8 tomo del Diccio* jiario de Física de Brison y desi #le el 2^ al 24 del primer tomo ■'¿le la filosofía .Farmacéutica det ** C*J) fft se Aábet térra m arboribitfy 'dta. in anmantibus "venter, dtit, calefactt, ae rrfrigeraf ¡ refrigcrat autem dum. re, yá en el perro, gato, cer* do, gallina , paloma y demás vu luientes puede elevarse su calor i consecuencia del abrigo y cosa* •eraejantes. Empero para que se levante es preciso que no se sude, «i esté abundante la transpiración insensible ó vaporosa: porque si frudan mucho ó transpiran , no se Verifica aquella elevación ó aumen- to de grados ¿e calor: Y he aquí la causa que en dos individuo* de un mismo temperamento , si el juno suda y el otre no suda, sa levantará en este último y en el f trímero quedará sin efecto la ele- vación 6 aumento de grados do ealor : y véase como debo enten- tterie lo que dixe de que m se aumentarían estando en loa desierí tos de la Arabia , ni en los he- lados campos de Moseowia dis- minuirían. El uso y abuso del ta* foaco nos dá bastantes pruebas do nuestras sensaciones ; esto es, do la repugnancia, indiferencia ó pía». eer, que recibe la misma natura- leza. Humando v. g. F. advertirá flua' hay tres tienipos ó épocas en fes cuáles varían los efectos del humo, d.e la nicociana.......en 1» máquina humana. Es la primera indiferente : la segunda medicinal y la tercera nociva. La indifei rente, cuando el frió, escesiva hu- medad ó aplicación mental debí-* Ijtan la naturaleza ; por lo que se -contrae la fibra....; en cuyo ca- so lo humamos sin percibir la me-. inor-novedad.. La medicinal, cuan. comandante del navíéi S. Ildefonso D. José Zulueta, la del cirujano-médico D. Pedro Bal-. dos, su segundo profesor D. José* •Rodríguez , su maestre B. Fian* cisco García y la de los otros individuos, cuanto por lo demás ,• que dexo escrito, pasaré a des- cribir el carácter general de lo misma enfermedad» " •lachos por idénticas causas so# •Mempre tan se me j antes , que díü quiera tiempo, clima, edad r sexé 4 naturaleza...,, se encuentran uni«r "termes^ concurriendo tedas to'ciri Constancias necesarias ¿ pódeme* afirmar que así, como, no se verá* lacer hijos calvos der padres coii falo, hi^os con vista de padres sin •íjosf, sordos y mudos de padres dé> aguzado oído y lengua espedita, & minos qtfe liaya defecto de materia/ porque la disposición del mold*ár itttériot eoh el moldé exterior es; ¿orno una especie, que produce efeev tos idénticos á su naturaleza:' {*}' te.mí)¡en unas mismas causas pfoV< ducen unas mismas enfefittédadeSi. con que deduzca qué si la causa del desarrollo preternatural del e-iV-r liyi ni >i i - i !/*>' ni 'no} y mmumimmw<»«<^ V C*LJ ¿faitén ^gcnif/íle éSt cfiAníbus córpoi rj> par tibies pn-gv^t,. «x smis- qjádem $a?inm ¿, et en nurrbosis mvawtrn. 8iigiturf.rculvis.cal~, vT gi^nvrt'¡ur>; c.*.' t:*.*$s' c*S¿i j 'et é% disiortis m■ ptHA-inÜnü di»to?&., fáú'¿ñique &"jtaterís" m4rh;ruip formia vi.'et rath. Hip. Jfb., de cx.lcris regionik. "W Aúx czp; 8. et K&'t &T tflt* ■($?. ~t ¿ 4W áativtr,-- érel -fermento true* 9» pro* duee en la misma agua potable 6 que esa misma agua sin sufrió fermentación transtorna la tempera-** tara del estómago y pervierte la# digestiones en razón de bebería* en tiempo inoportuno 6 en- los mo- mentos de sufrir alteración la* naturaleza en general , de cuy al alteración todos participamos maw •oí menos infloxos, sera y es visto¿ r^pie jamas variará eni la esencia» y sólo se modi^cará en razón den !»■' deposición del sugeto'á quien* invadan. Y véanse demostrados loei efectos y el- carácter de la, calen-f tura biliosa. Es decir, que' si 1» causa es pútrida, la enfermedad** será pútrida, y si maligna,; malig¿i tía &c. Así como dada una partí-. aula v. g. •Vacunal, por' pequeña» que sea, y dado también' un eapa#* crio proporcionado para fermentar r evidentemente fce percibe ,, que esos *ít»is!narpartícula aumentada y divi,i¡ tíida,t cidülo en¡ efecto ste aumenta •^ eo> diñdo?* jior- to4r> olteípackr que tenemos *- r*predüciendo, efc; efe lugar de su inserción un grano va* cuno, -y el fluido de este grano centenares de su especie hasta que esos centenares se reproduzcaiueri miles , y los miles en infinito). Y asi como la vacuna dexa aque-> Ha impresión cu la. parte , en . el iodo del cuerpo y se desarrolla; mas pronto en América . que en j^jünopa, en un robusto antes qué; e» un débil, en un gordo.antes, qae en un flaco, sucede lo mis- mo coa la causa y la misma ca- lentura amarilla , baxo del res» pecto y modo que expliqué folio 4.5 &c. Pues aunque es cierto qas el vómito negro no se comu-. nica por contagio y sí la vacuua (.por la inoculación ) el racional que se halle herido por las mismas causas eficientes del desarrollo pre--» tprnatural del calor nativo , sentir** los mismos efectos que yá he mani- festado..... lo mismo que quedar; Ubre de la viruela natural, con ¿vacuna eá el¿»diyi-4ttft¿g^..l*>: contrae y quien no tiene • qae re- celar siendo el antídoto legitimo y perfecto. LXII. Y supuesto que lla- mamos baxo del nombre vulgar de vómito negro á la calentura, que se engendra de esos materiales que toman ó tienen naturaleza acre, pútrida y mordaz, acompañada de los síntomas generales á toda fiebre y los particulares referi- dos párrafo I. y que tengo aun que referir, podremos dividir la calen-, tura biliosa en los tres periodos con que sé observa á la cabezera de los enfermos. El primero le titulan , muchos médicos , infla-, matorio : el segundo , por mi, eV engañador, y el tercero pútrido. Pero no obstante que se dé in-, flamaeion en el primero, como ella es producto de las causas y forma yá dichas , ó sean aquéllos agentes debilitativos, enervadorés. del calor nativo, de ningún mo- do* se aumenta la fuerza física, ni*&e ve aquel estado de activa inflamación ; f per Consiguiente aun cuando se dé en cuanto á los efectos no lo es en cuanto á la causa. Es decir, que parece cierto lo que es dudoso ó mejor dicho que han tenido dúdalos médicos co lo que es realmente positivo. Esto es , qué produciendo los agentes debilitativos aquel periodo np puede ser legítima inflamación .. LXIU. Antes de describir los tres periodos que he insinuado en el párrafo anterior , subdividiré la calentura amarilla en tres es- pecies particulares. Asi creo de- bemos titularlas en razón al orden > de malignidad , levedad y medio que tocamos entre aquellas dos. LXIV. LA PRIMERA especie ó sea la mas grave cor- responde al orden de las enferme- dades agudísimas ( *). Empieza en unos individuos con el calor, (~*J Morbus extreme peracutus est, qui tam vehementer , et voheiter movet-ur , ut tertio , ■vet quarto- die ad sahitem vel ad mortem termine- tur Raerías; cap. %. d$ Differeotii* accident*. libus znorborúm. 101* a ciento o mas grados por la escala* del thermómetro de Farenheit, General postración, pesadez de to- do el cuerpo, bostezos , náuseas z festidio, sed insaciable, boca amar- ga , lengua crapulosa ó sea car* gada, seca ó húmeda, cólica y palidez de rostro ó de color car- deno-obscuro (vómitos en unos, y! evacuaciones con vómito en otros, ó sea cólera morbo ) ojos tristes^ eon plenitud de sangre y otros* humores en las venitas y vasos ¡de la córnea opaca (blanco de^ ©jo) dolor gravativo en las cuen- cas y en su hueco, y desde la frente y sienes á la nuca; sensi- bilísimo en esta parte cuando sen- tados inclinan hacia el pecho la cabeza los enfermos : igual intensi- dad en la cintura , boca superior del estómago , lado izquierdo del hombligo y en la región del hí- gado (al lado derecho del esto. mago) y con ciento veinte á ciento treinta pulsaciones por minuto, $u4or por expresión ó aridez de la cutis. Los ciento ó mas gra» dos de calor y las ciento veinte a ciento treinta pulsaciones por mí- ñuto son un signo positivo de que se verificará la muerte entre el tercero al quinto dia, si en las primeras veinte y cuatro limas permanecieron sin disminución. Lo mismo puede pronosticarse de otra cualesquiera enfermedad; aunque no en ese espacio de tiempo. Y así es, que tienen lugar todos los ensayos en esa especie de fie bre biliosa ó en otra dolencia si conservan en las primeras veinte y cuatro horas aquellos grados de calor y número de pulsaciones. Porque se burlan esas enfermeda- des de los ácidos. No se doman con los anti-sépticos. No obe- decen á los antiflogísticos. No pueden sojuzgarlas los espirituo- sos , ni vencerlas los remedios conocidos , ni tampoco los planes curativos mejor convinados (*). (*} Experimentis itaque, et ratiombiu **&Jicos' ad bine" sperañdtím et nunquam in -qvo* 193. En esa elase de enfermedades se puede usar la pildora del cabañ- il ero Ugarte, sea compuesta de la goma-gotta y el turvit mineral ó de otros simples , que en llegando el caso que la pildora cure una sola vez á uno de aquellos en- fermos se la podrá dar el nom- bre de divina ; y de lo contrario conservará el de especifico entre aquellos hombres que desconozcan el modo de obrar los eméticos y los purgantes drásticos, las untu- ras , los baños y demás tópicos..... Lo propio puede decirse de los polvos de jalapa, manteca de coco y cocimiento de verdolaga , que usa el capitán natural de una de las islas Canarias , vendiendo esos bebistrajos como antídoto conse- guido de mano de los indios. En la nota (a) folio 482 tomo 3. de Elementos de medicina práctica de Cullen, se encuentran remedios, libet, vel lethaU morbo desperandum, sed novas .semper vias ad bene medendunt invéstigandae Aor- tabimur. Bugliv. fol. 149. iU. tjue produéén los mismos efectos ■que la pildora del caballero Ugarte y el específico del capitán isleño. LXV. LA SEGUNDA especie de fiebre biliosa tiene los síntomas mas remisos : el rostro tle los enfermos encendido, el pul- so duro y no tan frecuente, conti- guos suspiros , repetidos vértigos, extreñimiento por lo regular, vómi- 'tos, dolor en ojos , boca de estó- mago, cintura y miembros , alguna tos y tupimiento en las narices co- mo á los que están eon catarro : y efectivamente creen y dicen los do- lientes que sólo tienen una fluxión: calor urente, ó un cierto escozor al tacto del médico: es la termina- ción á la salud ó á la muerte del 5. al 7- dia por lo regular. LXVI. LA TERCERA especié de calentura biliosa se presenta con síntomas mas benig- nos , que los de la segunda es- pecie : es decir , rostro yá encen- dido, ^*á pálido moderadamente, pulso cuasi en el estado natural, 495. ¿calor moderado y algo picante al tacto del médico, algunos suspiros, pocos ó ningunos vértigos , poca molestia al estómago, vientre é hígado, dolor de cabeza y de todos los miembros y en particular de la cintura : la lengua, que en los principios estaba húmeda, algo blanquecina ó limpia enteramente : también se suele presentar con crápula biliosa ó aquella señal de cocción: esto es , cierta costra como la que le dexa el chocolate, aunque no tan obscura y como que quiere desprenderse: y en efecto, se va desprendiendo gra- dualmente y dexando encarnada la lengua : desapareciendo los síntomas al paso que se dismi- nuye la crápula. La terminación se verifica por lo regular saluda- blemente del 5 al 11 dia, si no se dexan largos intervalos de un au- xilio á otro. LXV II. Sin embargo que el orden regular cou que suceden las tres especies de calentura biliosa ■'y sus síntomas es el que acabo de describir, dividiré el paroxismo de cada una de las tres especies en tres estados diferentes, mas ó menos notables, según lo mas ó menos duradero de ellos , en ra- zón de sus diversas circunstancias. Esos tres estados son el del frió, el del calor y el del sudor. LXVIII. Es necesario ad- vertir (siguiendo el lenguaga que hasta hoy se sigue en la medicina) que ninguna de las tres especies de calentura biliosa , que lie refe- rido , es la fiebre ardiente ; ni es la peste, ni tampoco es espeeirt particularmente nueva , ni desco- nocida. No es tampoco la calen- tura hospitalaria, ni la de las cár- celes y si el maxlmun de US re- mitentes. Porque cuando ataca á los advenedizos alguna de las trei especies, atacan las tercianas do- bles y perniciosas á los naturales y forastéi os aclimatados. Las ter- cianas dobles y perniciosas dege- neran facilí si mámente en la amarí- 19?- ¿Ha, yá en, los blaneos, yá en ios pardos como en los morenos. Y véase ahí la causa porque muchos la han negado en los etiopes. Es -decir, que principiando la enferme- dad por una intermitente...terminó en el vómito negro. Este lo pade- cieron y perecieron de él los etio- pes que ayudaron á descargar la pimienta podrida dé la bodega del Indio oriental, buque anclado en 'Filadelfia en el ano 1794, ségua dice el í>r. Romay. La misma suerte han corrido en este año quinientos esclavos, que traia la ■fragata mercante españólala Amis- tad . capitán 11. Miguel Moran, én la navegación que hizo desde África á este puerto, desde me- diado de enero al 15 de marzo. Sólo desembarcó ciento ochenta y tantos de setecientos que sacó dé Guinea y hasta el completo de los doscientos restantes murieron en el lazareto de esta bahía. LXIX. LA PRIMERA especie de fiebre biliosa, que cor- •ré». responde á la que tuvo el enfer. mo cuarto del libro 3.° de enferme- dades populares de Hipócrates, la describiré tal como la he obser- vado, después que manifieste la historia del enfermo de Hipócrates. Filistes , enfermo cuarto , principio con mucho dolor de ca- beza y coma vigil: del abuso en los líquidos le sobrevino la fiebre continua, con acervos dolores: la noche la tuvo muy Calurosa y mo- lesta : vomitó el primer día poca bilis: primero vitelinea ( de color de yemk de huevo ) y luego eru- ginosa : ( color de cardenillo) el segundo dia sordera, fiebre aguda, espansion y dolor en el hipocon- drio derecho, que se le propagaba á lo interior del vientre: tenues •orinas, rubicundas ( * ) con mu- C*J La rubicundez de la orina y él color amarillo de esos enfermos proviene, en mi Concepto, de la disolución de. la parte roía de 'la masa sanguinaria, por la crudeza 6 frialdad del agua, 6 mejor dicho por el ácido carbónica iU)->-e,rnado en ella, mas bien que por mixtu- rarse la bilis con los otros humores contenidos en ios vasos de la circulación. Frmg-le hablando 199. r?osidadex en el centro: cerca del mediodía deliró: tuvo molesto el tercer dia y el cuarto convulsio- nes: todos los síntomas exacervados y la mañana del quinto murió." Y pues que ya describí la histo- ria del enfermo de Hipócrates, voy á dar la descripción de lo que yo he notado. En esa primera especie de calentura biliosa si no se dan muy enérgicos y oportunos auxilios, -es la vigéxíma, trigéxima y has- ta la septuagéxima segunda hora de la invasión de la enfermedad del color amarillo de los del vómito negro dice ,,mas bien proviene de la lir.fa que de la bilis „ -TLa rnzon en que me fundo para ajuiciar que la bilis no dá ese color, la dexo estampada en el fe- "lio 167 en los experimentos de Baglivio': y en que habiendo tenido, una tarde, que vacunar mil y trescientos negros con el fluido de un solo grano á cite continué picándolo hasta concluir la operación en aquellos individuos : advertí -que el globulito de. la parte roxa de la masa sanguinaria que se unia al humor linfático-vacu- nal, le daba á este el color como el de la yema del huevo. Este mismo color presentan les gra- nos vacunos en su declinación. El propio ma- nifiestan la3 subtancias mantecosas cuando 6e unen con el agua fuerte......ó sea el ácido nitricó de que hablamos á continuación de los ezperi* mentos de Baglivio. . 800. lo mismo que es la primera, coa- cortísima diferencia : es decir, ca- lor á cieuto ó mas grados, por el thermometro de Farenheit: ciento veinte k ciento treinta pulsaciones por minuto : pesadez de todo el cuerpo , rostro cadavérico, vómi- tos continuos y aun diarrea de materiales primero verdosos , des- pués de color de puerros ó amora- tados y aun de color de café ó de tinta de escribrir ( * ) abso- luta adversión á medicamentos y alimentos : y aun cuando los infelices enfermos se esfuerzen á tomarlos nada les para en el es- tómago : sed intolerable é insacia- «le : aunque el agua tria la apetecen y dicen que les place, en el mismo momento de tomarla se les exacervao los síntomas: el C*J. Ita exigua vomiUnnes bilhst , ma. be ,. potissimum si vigilitt supervenerint .■ et si ñarium hoemar^hagia v?nerit, perniciosium... Funes- tum , quibus. usto hepaie prodit veluti amurca..*. Horrenda est tensio hypochondrii, ubi nulla est opemheemorrhaghe., vel a&scesue ad crurft.... fiag« hy.: §>!. 45* 41, et 33..,.. 201- pulso mas frecuente se vuelve y desordena. ( * ) El desfiguro sé aumenta. (■'**.) Emanan muchas mas ventosedades y eruptos que hieden mas que antes de bebería; el vientre mas se infla : la lengua mas se emblanquece , como en afelios que mueren desangra- dos , que sin tener crápula está transparente-blanquecina; por la ausencia de la parte roxa de la masa sanguinaria : acervos do- lores de estómago , hígado , re- gión humbilical, hipo, tremor, suntos tendinosos , mas encharque en el blanco del ojo y finalmente con-^ vulsiones, delirio y un desasosiego intolerable,:(.**-*) abre la puerta (*J Cum pulso parvo , et frequenti mo- tiuntur in aculis qúamplurimi. Lib. cit. fol. 37. C**_) In magnis morbis óptima facies t optimum : in parvis pessima, pessimum. Lib. cit. fol. 30- C***J Singnltns hepatldi svperveniens, let. hnlis. JYiger vomitvs mortein . brevi denuncíate fitqw ab exolutione, et resolutione viscerum... t. OculorUm rubor in ftbre nains, ventris moles- tiam denotat..... Capitis dolares contato/ti convnlsió- nem minantur , et parotides .... /n mortijatnñre- ximis, parvi tremores, et vomitut arugin<,gus, letho* á» el infalible edificio de la muer* te : con lo que se subentiende que el periodo del frió, del calor y del sudor no guardan uniformi- dad en la primera especie de ca- lentura biliosa. LXX. La segunda especie de fiebre biliosa coresponde al typlius primero que establece Hipócrates en el capitulo 41. Dice que „ acon- tece en el estío , porque la bilis se agita por el cuerpo : esto es , que al punto atacan calenturas vehementes, ardor gravísimo , pos- tración general, perturbación do vientre (y que lo que éste de^ pone , por arriba ó por abaxo) es muy fétido , y hay acervos dolo- res de todas las entrañas : y que esta enfermedad se juzga á los catorce dias" (*). LXXI. Ella tiene las remi- siones mas notables, que en la pri- tes.... Bagliv. fol. 45, 41, 40, et39:etcoac. pro;. notion. Hipo. C*J Hic morbus ex solis calore, et dqvct potione oritur. De..... et crassa ventria mole expltvitw et bilis colkctimc..... cap- 49. Uif* mera especie y lo mismo acontece con las exácervaciones. Cuando el sol está sobre nuestro horizon- te se incrementan los síntomas y ausente él, principian á re mi. tír gradualmente, hasta las tres k cinco de la madrugada del dia venidero, en que, muchas veces, pa- rece ésta segunda especie, una ver- dadera intermitente cotidiana (*). Si á las diez, once, ó doce del dia está la atmósfera fresca, húmeda ó cubierta de nubes y debaxo de donde demora el sol y sobre la habitación del enfer- mo , es mas moderado el calor fe» foril : las sensaciones internas y los síntomas restantes también son mas moderados. No así cuando la atmósfera está caliente, seca y despejada entre el sol y la ha* bitacion del paciente. En las remi- siones está el rostro menos encendi- do , el pulso mas baxo y maa C* ) Se le titula intermitente cotidiana 6 aquella calentura que diariamente ataca alfa dzviduc y doriamente este queda limpio..., ' ■'r* 80*;; blando: mas regularizadas sus ]*Mty saciones: menor el número de és* tas : menos suspiros: los desvanes cimientos ó vértigos disminuyen >*■ los vómitos y la ansiedad sernos. deran ; aunque permanece el do.* lor en los ojos , cintura, (*) ca- beza y miembros : y si sudan los enfermos también disminuyen los síntomas , esté como estuviere la atmósfera: el tupimiento de las nariees se alivia y la opresión d* los hipocondrios hasta que del ter-- cero al sexto dia, se presenta la calma engañadora, para el enfermo y páralos médicos poco observado- res, quienes con los asistentes, el paciente y conocidos cantan vic- toria , que les dura poco tiempo. El enfermo pide que comer: la ropa para vestirse y levantarse y todos quedan burlados si los au- - f*J Lumiorum dolores sitie cansa in acantis, tsrrifici... , Quee ex dolore dorsi prin- cipia morborum ducuntur, difficilia sunt..... Lum- aorum dolor nulla ex causa manifestó, creéro re- &r(étuf signum 4st morbi tcrrifici... Bafjlir. fol. 48/ j^ios oportunos no han seguido com tesón desde el principio de la en* &rmedad. Porque á las 24? 6 36 horas manifiesta su sana el feroz enemigo.. El rostro cuasi do éolor natural se desfigura, el pul* so de blando y cuasi como el de los del estado natural, se vuel- ve duro , frecuente y en mu dios hasta intermite la arteriade la muñe- ca derecha. La orina se detiene (*}¿ Los vómitos de vitelíncos ó cru-: ginosos pasan á tomar el color de chocolate, café y tinta, é igual aspecto las evacuaciones del vien* tre : suma sensación y aun dure- za en el lado derecho del esto-. mago é hypocóndrio de aquel. El vientre se entumece, endurece y< se hace doloroso al tacto. Aila- miento en el lado izquierdo del hombligo, como sucede k los onanf- ticos ó dados á la venus. Viene (~*J Totum caput dolor obsidet, et bi- lem vomit, dificúltate urina premítur, et delirat. i - Hipoc.. eec. 1/de opitis. intemp. v 13 elMpof*). La s^n^re se^ •enta por la nariz' derecha ó *¡k aumenta si anteriormente salfiL nHay desasosiego y otros mdcKOT mas síntomas, si el estado del cÍ£ lo está igual á cuando invadióla enfermedad ó mas cargad a! y noi "civa estala atmósfera"'(**)*; esto es, que el cúmulo estrato' ó sean Jjqs celages densos y comb, para- dos, el viento caliente, calmoso ó 'calma chicha y seiqúédá'o" atmos- férica. Si aparecen esos metéoros \ "las pocas horas, antes ó despueB^ completar ó aparecer la'calma en- gañadora, hacen que concluya el enfermo sus dias , del 6.° al 11.° de la dolencia. "No así cuan, do mejora el estado del cielo." Llamémosle cualidades atmosfé- ricas. Tan di laciamente influyen, como se ñoló en los individuos (*J ' Cwjuhh ft aut d repletione, avt «luejíGwciioMi!.. SícquideM enu.¡:i singíülus...- In ictericis hipa- duñim fieri, vuilvn. Hip. lib. &. aph. 29' et 4.? .,fc Y***J' Pessi-w.rr. agro est crtlum, qiloé mgrwn fiícit. Ceje- Lib» 2> .cap. l»-pv 43. de la escuadra del excelentísimo señor don Gabriel de AristizábaL Ellos padecían la calentura ama* imilla en ¡ los hospitales de esta ciudad y de su recinto el año pasado,^ de 1794. Pero estando bien graves y sobrevenido, del 8J£ alS8.de agosto, un,furioso hura* «•jan. por,.el cuadrante, setentrional, se vieron libres cuasi todos y como, milagrosamente conducido» á su estado de sanidad■(*■).. - : LXXII. , La tercera especie de fiebre, biliosa se hallará en la his- toria del enfermo duodécimo de /^ Hipócrates. Voy á describirla y verificaré la relación de lo que yo he observado, después de la his* toria del enfermo hipocrático. El enfermo i%.° de la sección C*J Está inserta la historia del huracán , del 27" y 28 de agosto de 1794 en el papel pe. \ riodico de la Habana del jwves 4 de setiembre del mismo año -y la de sus afectos saludables en el de 12 de octubre , que anuncié ful- 55. y tam* ; bien en el fol 5 de ba Disertación sofrre la ,fi«- , iré biliosa por el dolor Jtomay impresa el» la *W"t> ma ciudad en el año de 1797. ^eréera del libro i* de MovbU fbpularibus del sapiente ídolo dé Goó „ cenó cosas calientes y be* -vbio mucho: (debía ser agua Id ¿ ültiiño) vomitó por la noche to- ,',,dó y le dio fiebre aguda: dolor ,, del hypocóndrio derecho : in- ¿ flamacion de la parte interna del ,, mismo lado'y la noche la tuvo y, molesta: la orina rubicunda en el ,, principio, crasa y sin sedímentoj ¿ lengua seca y con poca sed (*)•'' „ aun existia al cuarto dia fiebre ,J aguda y todo el cuerpo adolo. ,¿rido: el 5.° dia orina tenue,' „ oleosa y abundante y permahe-, ,,' ciendo lá agudeza de la calentura: „ poí* la tarde del sexto deliró mu- „ cho y no durmió esa noche : el „ 7'° todas las cosas se exácerváron: „ las orinas semejantes, el delirio y ,¿el desasosiego i el día 6.° : de- ,t puso por el ano excrementos lí- C*J Ciando se hbusa de los espirituosos Resulta mucha sed y no 'teniéndola ese enfermo *th ratifico qué del aji;a frió habla tfipócrateo lúúndo: dice hebié mucho. ■■•'" ./-..*;-.^V ¿,-■:"■• -. --c ■ ' .^'i équidos, turbados ,: lombrices y1 ,', sintió irritación (*)•:■■. la noche „ laboriosa, sudor caliente..... pocd „ después un poco de bilis negra: „ el día 9 estaba frió y deliraba „ mucho: no dormía: el 1Q le „ dolían las rodillas*: todo se agra¿ ,, vó y el 11 falleció ". í ¿ r LXXIII. Debo decir, cum- pliendo con lo que ofrecí en el \ principio del §. LXXlI , que Cn la tercera especie de fiebre Biliosa, todo camina con nías benig* nidad y buen éxito 9 sino se pier- . den los primeros momentos, apli- cando los auxilios oportunos. El - rostro pasa de colorado ó pálido C*J En semejantes circunstancias ,. los excrementos turbados, lombrices ó irritación....... son las mas veces una consecuencia del abusa, en el agua, con lo cual mas ratifico que ese en. ferino de Hipócrates, aun cuando bebiese Jico* res habiendo concluido la cena con agua fria, le sucedió que enfermó, como, los habitantes dá JMoscow, que queriendo libertarse de la peste bebían un vaso de aguardiente en ayunas y "dé nada les servia por beber (~ según mi 'opinión A después del espirituoso agua común," sin ej £ ce'rnimiénto que en' semejantes 'casos se necesj¡iüt^ , 5.° ó el 7-° Con- tinúan sudando bastante los enfer- mos hasta muchos dias después de que han salido de lo agudo, particularmente al tomar alimento é cosa caliente. Se observa día- riamente algo de orripilacion, aumento de calor y síntomas, estan- do, el f¡ol de fuera, y ausente disuu^ i-. .. , ....**$: ímetoh. De* ordinario, efe pres ntaf el mador por la tarde es la süa.3 vidad de la cutis ) y el sudor que leí acompaña inducen á que tos enfer.. níos pasen buena noche , cómpa*: rada con el dia. De lo cual se* manifiesta, que por la mañana prin- cipian los esperezos, ú orripilación, en el peso del dia el calor febril( y: á la caída de la tarde el sudor: con lo que están demostrados los referidos tres periodos. LXXIV. Lo deseripto por*1 Hipócrates y colocado antes de m% relación, perteneciente á las tre¿ especies de calentura biliosa que establecí, con las historias de Chae* rionem enfermo 5.° , e\ enfermo 8° y el décimo sp.vto de la sección segunda del libro de los Morbos populares del mismo príncipe, soOf' el testimonio confirmativo i de mis? proposiciones. LXXV. LA MISMA CA-; lehtura amarilla, los propios sínto-' mas y la misma terminación vid'* Hipócrates, que yo be notado eñ mj*r Uares de individuos! Esos misraíiff* spn los que afligieron en mucboe jgueblos del globo terráqueo, como Í% dixe al folio 39 i- XIX....*- [Vs decir, antes del año 1718 en la Barbada; en 1719 y 1730 e» ♦Cartagena de Indias : en 1764 y d|8*Q0 en la inexpugnable Cádiz : en 1765 en Panzacola: en 1764 en Cataluña: en 1699.. en Filadelfia : én 1794 en Baltimore : en 1795 y 1797 en New-York y Norfolk; én cuasi todos los Estados-Unidos de América en 1798 : en la isla Española ó sea la de Sto. Domingo1 en 1733 y en la misma en 1798, que invadiendo el 18 de abril los etíopes, por un lado y la calentura amarilla por el otro , al exército francés republicano, todo éste se disipó como el humo (*): y final-;. iríente ' én 17-M ,-176»-, 1780 /' 1794 (**) y erk los años postev -" C* J "MJfttitór liniv-rsál..: de 28 Tcrmidor, deLaño 1.=y (~\&de agosto He 180*3 J • í C**J ' ifis&rtaclon sobve. la fiebre biliosa JP4- d doctor Jtt^a.ioi- S. -,., . .■ £ores á los- m'orá8óíes ede diver-J sos pueblos y puertos de esta isla de Cuba , hasta hoy 13 de octuorO1 de 1814. én que exiáten diferente» enfermos á mi cuidado encasa» particulares. '■ - '\ LXXVI. Ramón Martínez", Da. Petra 'del Muro y Salazar, fray José Ortiz y otros individuos, que* voy á mencionar padecieron la misma calentura biliosa ó enferme- dades que traxéron la misma cau- sa- que trae el vómito negro. •Ramón Martínez, natural do santa Marta de Ortiguen-a de Gali- cia , embarcado en la goleta mer* cante española Guadalupe, que trafica en el seno mexicano, so encuentra con quince meses de Amenca, 30 años de edad, teiu-: péramento bilioso, color cetrino y' Ss2rel ,? ^ del mes ^ ™iV\áí 18í° P^^doáestar en- la - bodega cargando de - cera éV buque. La bodega muy empa.J «tfdaba mueto Acabada lafaai» el;:-dia-,'!$>., se sube 1 eahierta a$ ponerse el sol, hallándose en la) mis completa «alud. Bebe agutí cj[$l almacén ó pipa y en el acto le asalta dolor de cabeza, de-; vientre y miembros. Se, le quita lagaña de cenar. Duerme poco abrigado al sereno. Amanece et; dia 14 yá postrado y con una ca-- lentura abrasadora. Pero así per*, muneeé bebiendo agua fria. Se- mantiene con una sola escudilla de café hasta el 17, habiendo hecho mas de doscientas evacuaciones y. muchos vómitos. Entra en el hos* pital de san Juan, de Dios el mis- mo dia 17 con los, 15 síntomas que describe Macbride. Lo ponen al numero 9 de la saja donde yo* estaba haciendo mis ensayos y He- v vando una rigurosa clínica, sin - apartarme de lá cabecera. , Kamon j\£arünez hab}a pade. * cído el' vómito negro , *cecle-n He- ' gi'ló dé jÉíiropa , y estuvo coa* cáusticos->^ á la muerte.- Xra« Martmel él 1? él rostro/* 4J^% colot vde plome., J51 nulso coiJ£ 1$0 latidos por minuto (*). Len*.--. gua árida y áspera,9 pomo.la del gato. Delirio pasagero. Vómito§ y deyecciones verdosas. Tumo* rosidad y dolor en la regioa^ del hígado Él mismo 18 y 19 perma* tiece aliviado, a beneficio de loe- auxilios que dia y noche tomaba; por mi orden de hora á hora. Hu* ina y pasea por la sala varias. veces el 19. Pide que comer j diciendo „nada me.duele yá este^ dia". Le prometo que comería el dia SO. Este dia es lloviznoso, de. densas nubes y mucha hume^.. dad en la atmósfera. Lo mismo- C*J Se pueden cantar el numero defivl-, 9aeiones fácilmente, con un relox de segundos. Ef minuto está :,df.alado coji 60 puntitos. Estos divi. didos en 10 partes , por otro puntito mayor '.- «&*; tal forma, qu: contando las pulsaciones que hoye»,, la décimn parte del minuta, se pueden multipli- car y así saber las que dá en el espacio ■ deltfr tmpd que se quiera calcular, tinque pueda equ¿-rY vocqrse, la repetición y frecuento, de los ttor&wV' Mayormente si se dexdn pasar dos 'minutos; pites' ii ¿&* ando W incorporó, abrigó6 desabrigó el. eít/f;m% 2 tus pulsaciones varían por el tiempo y caujtat *•<(*»x,: ► donadas ¡ esto es, por dos mtiuto*..,.* ; Áréfoñ t\%8 noches '3el 19 'f 1#? Sé levanta á*las seis de la má-í iSana del 20, Sale del hospital f se ya*a*la goleta á tomar .omero* $. su regreso bebe á boca de cubo* én el algibe del mismo' hospital jtorcion considerable de agua 9 qu# estaba mixturada con la que llovió, fe noche anterior y la del día ts! ño. acuesta en cama,ocultando todtf ló pasado. (Había de 8 k 9 horas s\ie yó me, habiá ausentado). Y¡ Riendo un trastorno inesperado con deyecciones, orina y sudor de co- lor de café, practico la mas* escru- gulosa indagación y halló que ade- las del agua' del algibe .tomó' cho-. eolaiey'bebio vintí tinto, sobré 10 caliente del chocolate, antes de* i&> á; bordo , habiéndose mojado mucho los .pies. Y así és , que' los cuatro ó mas venenos que usó en el espacio de u na hora, le; oonduxéron á la muerte el misma. <£a .^0 dé sétiernlíre de 1810. Esta historie está .en-el diario que remita 4 la corte al supremo ministerio 'j¡&. feaV-hacienda;.;..|gnajíes histo* jrks de semejantes resultados hay •¿n la medicina legal de Foder#,¿ Bbgiíii diximos, en el folio 121..., ¿tribuidas al arsénico..... y fué, ej| á^gua , bebida después de muchos licores..... '.**■' , • Dona Petra del Muro y S«r lazar, hija del excelentísimo ,sei ñor marques, de Someruélqs , d$ edad de, 13 años , corrió la rinis^' ma suerte, que ftamon Martinez* én cuanto á la causa. Esta de^ licada niña bebió un vaso, de or* chata el veinte y siete del mi% mo mes de setiembre antes de.■.estaij liecha lá digestión del almuerzo« él dia subsecuente comió manza* ñas, hallándose yá enferma jj¡ ocultando su anterior rndisposi* clon':1 permanece sin auxilios iua$ de 40 horas. Después fo estas y$, no hay remedio en la 1.a y>. &\ especie de la fiebre hilios^ .-Vienen los Médicos . de nota de estaca dad y a] caÚQ nada le aproy| £ muere el^ &.wtyx%^$ ';'\ Fray "jóse ^Órtiis 'sTgué' tfl| isismos pasos" y cofre '. la pro^ fuerte. Este religioso nato ral dá »• ciudad dé Míirciá ,V dén iifc ífden de la Merced {'camelia* $ #&f " itttstrísiüio' s'é'ñórl don. fra$ ificolas García'Xeréz de santa Columba*,' dignísimo obispo de IíeOrt de Nicaragua)' de edad con- •d'S'tente, de temperamento''sanguí- neo y do hábito* de cuerpo mas bien obeso que mas-roso y de vida¿ írrégladá , enfermó á las doce'de la tarde del S9,dé abril de ÍSIÓ,; Habiendo estado la mañana, muy' ealurosá, el revestido cuasi tó*da «líla con ornamentos de primera; •ílase (qué son mas pesados>que' lea otros) cantando misa solcnne.' Hl" calor de centenares de luces' que habíafen lá iglesia del con*' vento de su' orden y la distan-' caá' dé catdrceo mas cuadras *^e' anduvo * para* llegar a su ha- KrtaéíOWy en el momento de acabar Itr misa, estando empapada en stf- #fr tod-T su "ropa, la uqite dtespui-í* m, £e habérsela quitado al ayre libre f puesto otra mucho menos pesa* a , se bebe aii gran vaso é^ togua fría, por reemplazar H numedájl , que en sudor hábul perdido^ Después de ím una de aquella misma tarde yá^ba perdida el npetito. Me llama a las 4 de eéi tarde.. Le digo la causa de; su ení fermedad,y que se corregiría con abrigo , pediluvios , calientes .jl cocimientos de la misma temperad fura. El abraza en parte el método íhtenio ; pero se mantiene to$a \¿ tarde y noche del £p, de fabril e# cuerpo de camisa y con sola sai bañas. La enfermedad progresa, ta¿ to, qué a las, 5 de k ~marjan& del 30 del mismo mes tiene :>msuk. cho tupimiento en las narices , cíé*íf grados de calor, ciento dieí pulsa*1 clones por minuto, mucho desaso* siego y todos los síntomas del remito negro. Llanto á consulta # en ella resulta no conformarse etí otro facultativo con mi diagnóstico! y coa jeetomotivo $..... ms^e$90 f #e * su -asiftt¿t3a* eonro -médic^ jiero no pierdo la hora de se* gjhir visitándole como paysano f ¿amigo. La noche.primera de su enfermedad estuvo fresca. Se si- egue la mayor crítica en contra < inia, porque cada vez que vol? . via k verle mas y mas me radi- .jsaba en,que padecía el vómito; .39el dia primero al dos de mayo principia la calma engañadora, presentando el aspecto mas alha- güerto. fPero á todo eso cargan* dose de encarnado y mas y mas $1 blanco, del ojo. La tarde del jos yá tiene el ictero confirmado 4 sea amarillez del blanco id el ojo. JU verle a las 6 de esta mañana me dice que está bueno bueno y Íue dentro de dos dias á tres sal- . ría para Nicaragua... Yo que ha- fcía guardado el mayor cuidado en. Ito decirle eu gravedad (y sí im-r fK>ner á sus compañeros de mu epiuion y signos confirmativos) •por importar & mi honor......Les^ §jiu#c¿e debia^ morir el día «UA-r? *jg> del mismo mesv "El pronóstico lo iloy en la misma tarde que e{ enfermo se contaba cual sano; es recibido por sus compañeros, sus amigos y conocidos con el mayor; desprecio. Se conspiran contra mi^ por esa profecía. Me critican... |f entre once y doce de la npchp Aet cuatro al cinco de mayo espiró. El fundamento que tuve para pronos^ ticar la muerte.en él día c^e se verificó está fundado en cente\are¡f A$ experimentos: es decir , \que si el ictero; se presenta antes de concluir el dia 2." , mueren los ¿ni fermos entre el 4.-° y 6^° : si entra el 4.° y 5.° entre* el dia 6.? y 7.o , y si entre el 5.° y 6> entre e( 9o y 10° ,(*) sino perturban la carrera de la enfermedad. • LXXVII. D. José Hernán- dez oficial 3 o de la secretaría de lat intendencia , D. Claudio de la 0 m ■ — ■ — ■ _______ / * ■ C*J In febribus ardentibus, si accedan mrbiis regius , ét singultus, quinto die , letha.. *. Icterici multum foedati peretint. Hip. de iudá 0.-**, et Ko*c.~38.~." -;:" v-- f-.^ ;<" $3$ Una, k ftéfiora condesa de fy •Reilly y otros muchísimos haa ¿corrido igual suerte y han falle» acido este año de k calentura es. earlatina, de la angina gangrenosa y del sarampión; porque la misma "feausa les ha amalignado la en* fermedad , y que sin ella hubiera pido él exantema de fácil curación. LXXVIlI. D. José Hernán- dez dallándose mal constituido por un yicio sifilítico y habiendo leído en ífa. Alion que el oxígeno del limón curaba la , blecnorrágia se bebió una gran porción de limo» nada fria á las 11* del dia 2o de mayo de este año. En el acto se le cohibió aquella, evacuación. Se mantuvo desabrigado. Pasó mala tarde y noche. En esta hizo como cien evacuaciones y mas de cin- cuenta vómitos. A las 5 de la mañana del dia venidero , que le visité, lo hallo con todas las seña- les que he descripto en Ramón Martínez después que salió del hospital de S. Juan de Dios, la m$< kana der20 de setiembre de 1810Í Hernández adolecía de la angina epidémica y Martínez de la fiebre que describí §. LXXVI Her* nandez permaneció sin abrigo , ni obediencia para tomar lo que se le ordenaba hasta las 6± de la mañana del dia 29 que falleció* Era hijo de la Habana. El desa< brigo en tales circunstancias es lo mismo que un baño frió.....(*) LXXIX. D. Claudio de la Rúa, natural de la misma ciudad, de edad do veinte á treinta años,, temperamento bilioso-sanguineo , hábito de cuerpo débil, color pá- lido por la vida religiosa que ób^ servaba , mortificándose con mu- chos ayunos , comidas de cua^ resma, no de la mejor nutrición y nada de vino. Tomó un melón de agua acabado de comer el domingo de Ramos de esta última C*J Ssnum aqua conciliat capiti adfusa\ ci ális partibus.... Jt frígida videtur , (¡na calida est, velut potabihs aqua cezrotanti.... J,i*v. <$g Hquidormn u»u> C*p., J. Hip. £ua'résma; :A ks\ 5 " dé la mismár tarde yá tenia calentura. Cenó uti f>ar de huevos y la noche la pasó Con mucho desasosiego. Vómito» y evacuaciones copiosísimas estuvo haciendo toda la madrugada del lunes santo. En éste no podia yá tragar con libertad por la angina epidémica que le atacó... Se man- tuvo eruptando el melón y huevo domingo en la noche, lunes y mar- tes. Continuaron las evacuaciones; y espiró á las 8 de la noche del domin- go de pascua de resurrección; mas silencio sus ocurrencias*..... LXXX. Pasan de mil y quinientos hombres los que han fallecido en ésta ciudad por ese mismo desarrollo preternatural del calor nativo desde mediado de oc- tubre hasta fines de julio de este año 1814 : unos de la escarlata $ otros de angina, pulmonía &c. ~" LXXXI. Y si todos esos enfermos y la octava enferma de Hipócrates perecieron por la pérf- ida del equilibrio., entrejos.liquit ■} *•■. dea y sólidos, á causa-de ks mU3> ©has evacuaciones y el no haber rei» gularizado el desarrollo... del calo» nativo ¿ qué médico no pondrá,* atención, en adelante , para bus- car los medios reguladores de tal desorden , en los primeros momen- tos , si con los que proponga yo no está satisfecho ó no fuesen bas# tantos? ¿Porqué tanto abandono de parte de los; enfermos y deu^ dos para acudir tan tarde á socoro rer la infeliz naturaleza? ¡He ahí el motivo de perecer tantos. individuos y mas pronto si se les Une la morosidad de los asistentes en ministrarles los auxilios que ordena el médico! . > LXXXII. El arte es largo,* decia Hipócrates , la vida corta , el momento urgente y en este deZ, ^arrollo yo opino que el juicio 'no es difícil ■ (*). Y supuesto que dice "( V Medicina témpóris filiad sapientiti dicenda est... Est enim prospere succedere .•'. recik jiicerc quod fuciunt, qui sciunt : at-veto-su^¡ éessií fiíntttdri-cet >qwm-%uia.,,, qufid&inme, ecjfa' SSÍC Celso, que quien cura las enferma dades son los remedios y no la elocuencia, es visto, que en el mé- todo que establezco si no hallan ahí unos elocuentes y rigurosos meto- istas insertada mas materia do la que el asunto de la calentura biliosa exige, deben disculparme; pues que me dirijo también k hacer la obra mas útil para o\ fisico, la humanidad y la patria; deseándole á esta robustos hijos , que puedan defenderla y ensal- zarla cuando lo necesite. Disfru- tarán , sí, de completa salud guardando las sencillas reglas de precaución que demuestra este des- cubrimiento: haciéndose con ella» tan adaptable y útil como con el que hizo el inmortal .Ingles Eduardo Jenner de la preciosa vacuna. LXXXIII. Parece, pues, ea vista de lo expuesto, que la causa remota Ó mejor dicho la eficiente* de la calentura biliosa, enfertne~ •d non recte faciat..... Bagliv. fol. J243. e* «ip. o*j>. vt *ob. de Máíéodi arte certa.:- dad de Siam , typhüs iclerodes ¿. vulgarmente vómito negro, es ua agente perturbador de las diges- tiones, desarrollando preternatural- mente el calor nativo; y que por tanto resulta desprenderse la subs- tancia mucosa , que debiendo per- manecer varneciendo la parte A, pasa á la parte B. ó vice versa: resultando allá licuar, y acullá con- densar ó coagular : pervirtiéndose aquel- nexüs ó textura saludable de los humores y de los sóli* dos. Y véase ahi estampada la razón del porque en una misma enfermedad se observa al mismo tiempo la disolución y la coa- gulación (■* ): con que es visto también, el conocimiento de la en- fermedad y por consiguiente el fundamento para el pronóstico, (~*J Morborum quamplvrium nulla alia causa est, quam mutatio quadam debitar, ac na. turalis texturee, sive configurationis parttum com.' ponentium alicujus humoris , produrta vel externa de causa, vel ai interna agitationepartium ejusdeia fhtidi, aut solidi in se invicem agentium, cujus ra. tione npvum acquir entes motum, figuran,et »itii/¡n# tnoróoram causa evadunt..... Bagüv. fól. l'Ú. la .curación precautoria , y ,H euratoria, como extensamente ex- plicaré. LXXXIV. Supuesto que la ,},-verdadera indicación, no es otra cosa que un conocimiento de lo que,daña y de lo. que aprove-' cha .(*■): ó mejor dicho , el funda- mento esencial de la ciencia mé- dica; con la que se abre la puerta' para, conseguir el fin de esa- divina .facultad; es decir, la sanidad del hombre$ se hace preciso aun decir, que manifiesta^ la historia romana, la ; práctica diaria:, la epizootia (que he manifestado de los cer-< dos | el general consentimiento do- los sabios y los escritos de cuasi todas ksrpartes del universo, cuan mortífera es la influencia de los f agentes, que he detallado , la de un ayre corrupto, la insana comida v ó aun cuando sea buen alimento, su exceso ó defecto; lo mismo en; <*—r.-----~: ■'* ■ -■------—-—'-------_;-------—-— ' Q*J Indicatio est comprehensio jvvanlis» *ma camprehensione noce'ntia, qua simul cum re> *K#*imto*dv*mat.....' Éüalen. de opt. sect. can ,11-' ■*•>■ ■-• '■■ j .....-■••*■• ., la bebida, movimiento, quietud, sueño, vigilia,lo retenido, lo ex-¡ pelido y las pasiones del ánimo. Porque todo lo nimio es enemigos de la naturaleza ; yá sea pasando de lo mUclro á lo poco, de lo- poco alo-mucho, de lo bueno á1 lo malo ó de lo malo á lo bueno;*' Todo eso debe usarse gradualmente,» para que no sea perjudicial -(*).' LXXXV. No, dudan au-l tores sabios , que el frió es de po-; tencia sedativa ó amortiguadora , capaz de causar una constipación, cerrando ios poros y condensaudo los luí mores. (**). Esos efectos reüni- *- dos, en una naturaleza débil...... • ("*) Multum et derepente, aut evacuare, re. . plere , calefacere, frig(faciere, aut aliter qi/a&Ui-Z. que modo corpus moveré , periculosum est.r Mam •' etlam omne nimium natura est inimicum. Quod vero paulatim fit lutum- est... tum aUas, ~ium si quis ex altero ad aiterum transeát. Hoc est • ex- melioribui ad pejora, vel ex pejoribus ádmetiorá....' Lih. 2. ° aph. 51. Hip. C**J Principium magnum in ul/imam par. tem pervenit; ex ultima parte ud principium mag- nvm pewenit. Quia confiuxio 'i«- •■ ■■'.*■: .•*-■• ^ — - ■ ¿ £80? causan una calentura de mas o; menos gravedad, según la mayor ó menor ausencia del calor y el mayor ó menor concurso de las; otras circunstancias con la disposi- ción del individuo* Y de ahí es, que debilitada la naturaleza por cualesquiera causa, se percibe el temblor, impedimento en el libre uso de las funciones necesarias á todas ó á qualesquiera de ks par-' tes, y hasta la misma muerte : que no es otra cosa que la cesa. clon total de las mismas fun- ciones. Cuanto mas sedativa sea* la causa: tanto mayor será la de- bilidad, el abatimiento; y menor la acción de la naturaleza para verificar. la solución de la en- fermedad. LXXXVI. Sydenham dice, que observó, que la debilidad del estómago , que produce el vómito en el principio délas calenturas , depende de 4a atonía de los vasos oapikres de la superficie del cuer- do. Pero tanto,el vómito en .el* •principio de las calenturas , como» en otros casos , ú otra cuales»? quiera evacuación traen por causa, las mas veces, la contracción,: que sufre la fibra de todo el cuerpo:* yá sea llamándose del centro hasta la circunferencia ó desde la misma circunferencia propagándose hasta el centro.... i. LXXXVIL Generalmente hablando, la nominada contracción, §. LX.XXVI. ,. es causada por,*' cualesquiera agente sedativo , éb que operando desde el todo á una» parte ó desde una parte al todo :• yá desde lo interior al exterior óJ desde el exterior al interior .( * ) y debilita mas ó menos; de que re- sulta el vómito , evacuación...... sudor &c. Y véase explicado el; porque si en Pedro v. g. es la causa mas sedativa que en Juan, ó su debilidad es mayor, le será sensible y dañosa y en Juan poco (*J Si recte noverie, ceqmUirhem inter* tolida et liquida, et fanspirationia ^tegtóum. recto «uafetow..... Bagiir. íoJ. 84$.- ó; nada sensible, ni mayormente* perjudicial. ^ LXXXV1II. He notado en mí mismo sin efecto lo que en oirás veces percibía que me da- naba. Hallándome debilitado por k fatiga de cuerpo y de espíritu advierto., diferentes sensaciones ; que son nulas en el estado de robustez, que hoy existo. Estan- do débil observo que se expanse. toda la fibra de mi cuerpo, pa- sando de un lugar obseuro á don->. •lie está, la luz artificial ó natural; de el de la calma al del viento li- bre ., y cuanto mas recio mas ex- j*»ansa; de distancia de.mil pasos de la playa, aproximándome á ella, cuando está la marca en el fluxo: lo. mismo á la luz de la luna: des-; nudo ó con poca ropa , vistiéndome Ó poniendo ropas mas gruesas; y la .circulación se hace en ese. caso mas libre y. agitada y el cuerpo está; mas leve, expedito y placentero : y vice-versa; siento contraerse {ofa Ja fi.pra, detdeU, íjir- conferencia* al centro ,'" y ven-, tosedades.....pasando de la luz deí sol, de la de la luna ó de la de la vela á un lugar obscuro: de éi de un viento franco y fuerte al de la calma: de el de la misma ribera ó playa al de la misma distancia de mil pasos cuando crece la marea : despojándome de ropas* tupidas ó después de orinar..... To- do eso confirman, la expulsión dé ventosédades , eruptos , pesadez y torpeza al movimiento: menos' número de pulsaciones, temblor ,--" dolor en alguna parte é indispli^" cencía ó disgusto : todo eso sin su- dar, pues sudando no es fácil qué i aun los débiles perciban esos fenó- menos. Es tan útil este conoci- miento á la medicina, como venta- joso para explicar el modo deohral* la. naturaleza por sí ó á conse.- cuencia de ciertos agentes curado- res ó mortíferos..... - LXXXIX. Cuando hay calma... y por ella se nos contrae la fibra como sucede generalmente, sen,^ timos mas eaíor qué el *que leafc mente hay en el ayre que nos rot dea : porque dismíUuitlas las di« mensiones de la fibra, de los tegu* Ittentos a Cubierta del cuerpo y de otras partes ; los vasos se aplastan y comprimen y é aquí la causa de la pérdida del equilibrio; de la lorpe circulación, del mas calor j dolor, pesadez, indispliccncia....*. los humores se condensan ó se de* ponen cuando contraída la fibra y se rarefacen... cuando expansa...(**) XC. Esas sensaciones de expansión. , fueron en mi sentir, la4» que abrieron el caminó al sabio Descartes, Aristóteles y á Ysaac Jfewton para establecer las leye9 de la atracción y las de la repul- sión de los cuerpos.....Ellas1 son las qne me impulsan á rechazar la pro; posición de que los cuerpos de los animales no se hinchan por la f*^J Enim v?ro qvxcuiique ego ftaminem ¿sne dixero, ea et lege , et natura ,- tum in ju- •***«?, cita in sene, tempere-frígido es decir , que la fibra no sé en- sancha ó expanse mas allá de lo que le permiten sus dimensiones. Cuando tomamos líquidos ca- lientes viene la -expansión de la- fibra, por el impulso que recibe desde el centro, con el ealor que aquellos lleban y «u misma raje? ■ facción.....'■...;....-... .. ,,:=*■• ..-. .¿-¿..-: Í7 2S& v- XCIV. Demuestran los pár- rafos anteriores una teoría, por ln, cual es visto el modo de produ- cirse muchas enfermedades y el de conservar la salud. Pues si guarda el sólido su coherencia ó unión serán las funciones enérgi- cas y buenas, y serán defectuosas Ó enfermas si la misma unión ó coherencia se aumenta ó disminuye. Por ese aumento ó disminución viene la rubicundez ó color pálido, el rigor, la dureza ó blandura , la fuerza ó la debilidad , la acti* tud ó imbecilidad, la absorción ó expulsión de los humores, las ex- travasaciones , los encharques &c. XCV. Es necesario que el profesor que quiera aliviar las dolencias de sus semejantes , com- parando sus propias sensaciones ? con lo expuesto por los autores imparciales, deduzca las que se- rán favorables ó adversas , para los individuos que estén baxo de su dirección. Porque de ese modo usará-bien las primeras y no de- 2S& bilitará á stis enfermos*.... con las segundas , ni les inducirá mas achaques. Con la diferencia de que así como unos lugares difieren de otros lugares, unas naturale- zas difieren de otras (*). Pero eso entendiéndolo en un sentido individual y de ningún modo en el genérico (*); porque si v. g. Pedro es apasionado á los refres- cos, y porque le placen ó sien* tan bien , quiere curar todas las enfermedades con refrescos , no será digno del nombre de médico. Porque en unos enfermos hará bien y en otros mucho mal. Mas si ese mismo médico lee autores que ala- ban los refrescos, observando él en sus semejantes, que en el acto de tomarlos ó poco después , se enferman ó se agravan las dolen- C*J Sicvt natura d natür\s difjferunt t loca ú /ocís.Hip.lib. 1. cap. 16. Alexandri t.... C** J Enim vero quacunqne ego hominem esse dixero , ea et lege , et natura,- tum in ju. vene, cum in sene, tempore frígido «qua ac calido eemper similia in^sse demostrabo. Cap. 1. de \X0e 'minia, elemsn.....Hip. cías, induciendo bástala misma inuerte, será un criminal ; porque no advirtió al que los tomaba tuviese particular cuidado de como se los recibía el estómago (si él no puede conocer las partes que fueron ofendidas ó agravadas pos- teriormente....) Ese es el modo de establecer un método racional y que conozca el público que la, medicina tiene reglas ciertas. XCVI. Tengo comprobado,, que en todas las enfermedades se contrae la fibra de todo el cuerpo desde la circunferencia al centro 6 desde el centro á la circun- ferencia (mas de lo que antes de enfermar estaba). Eso sucede a consecuencia de cualesquier baño general ó particular, de untura j. de cataplasma, de evacuación de cutis , de vientre , de orina , de saugre ó de otro humor. Y aunr que sea cierto, que causa placer y conserva la salud (en razón á las leyes de la naturaleza) la con* tracción de la fibra, para expeler v!g. el feto ü otra cosa que era sobran-" te; por desgracia del género huma- no , son mas las veces que se ex- ele mas cantidad que la que de- iamos expeler, ó mejor dicho, esi necesario reemplazar el Vacío de- aquellas mismas cosas que á cada paso causan la contracción....... La contracción demasiada, por la debilidad, un baño, una untura, un fomento &c. esla causa de que! muchísimas veces se verifiquen las transmutaciones de los humo- res. Las congestiones externas ó de las partes medias (v. g. los' humores que causan los afeetoS' de la garganta , las parótidas &c.) pasan á las partes interiores é inducen estragos , que conducen hasta la sepultura. Esos estra-; gos se evitan tomando en.el acto de concluir el baño general, la untura &c. un poco de cuales- quiera líquido caliente ó espiri- tuoso. Estos ensanchan óexpansen la fibra desde el centro hacia la •circunferencia ¡ usándolos interior*' S4é.; . mente y la contraen cuando m\ aplican á lo exterior. Y asi como la expansión alivia y quita dolores, causa placer, levedad y vida; la contracción induce dolor , disgusto, pesadez y muerte. Ni el sistema del estricto y laxó de Temison me dirige, ni me gobiernan el del espasmo de Cu- llen, ni el de su conti*íy>ka observaciones exactas que han ;? hecho loa mas de los médicos de „:los trópicos y de otros parages „ sobre el estado de la temperatura, „ no se deduce que influya en la- ., producción de esta enfermedad, „ ni la diferencia de las estaciones, „ ni ningún estado particular del „ tiempo..." de lo que infiero que, siendo esta última observación del Dr. Isaac.. contraria ó lo que Hipócrates establece (*), á lo que la diaria experiencia enseña y á, el alivio que se observó en esta, ciudad enr 29 de agosto de 1794», según se dixo folio 207, me es- forzoso demostrar que se halla equivocado ese miembro del co- legio de Filad elfia y todo aque¿ que sij;a su opinión. Deseaba que ni aun la menor impugnación se viese en mi tra-. tailo. Pero siendo forzoso lo con- trario , en vista de que no hacién- dolo así, no podría manifestar el C*J Mutationes anni temporum máxime' pariunt morbos .• et in ipsis temporibus magnae m*i ■ tai ones , aut frigoris , c.ut caloris-, ét alia,iré* ratione codem modo. Aph. 1. 6ecW t(Wrt, flfib. <■ fundamento en que se estriba, m< descubrir la verdad donde quiera ¿ que la encuentre , procuraré y he procurado impugnar sólo las opi- niones. El Dr. Isaac en el fol. 44 párrafo 2.° dice „ Cuando aparecía „ un tinte amarillo en los ojos y g la cutis, era una mera circuns* ,j tanda accidental; y aunque se' ,y ha considerado por algunos es-* yi critores de los trópicos como un¡ v síntoma poco favorable, y por1 „ otros como característico de la „ crisis de la enfermedad, no con- ,f firma mi experiencia ni lo uno ni „ lo otro; pero me inclino á consl»> „• derarlo mas bien como favorable „ que adverso. Pero si se au- \y mentan mucho las ansias de ,,- vomitar, la ansiedad y el vómi- „ to de los materiales obscuros ó >f de color de café , sobreviene ,,, comunmente la muerte" y en la1 línea trece hasta la diez y oche on el t folio 45 todo lo contrario; esto es „ se puede formar un pro-- ■<•» nósüco-,favorable en este periodo: „ de la enfermedad, en vista dé „ la mayor moderación de los sin. ,,. tomas febriles , juntamente con „ la desaparición de algunos que „ se han referido, particularmente „ el derrame amarillo en los ojos...,, Descansa el celoso magistra- do , en punto á salud pública, en el dictamen de los profesores que. Ja restauran cuando está perdida. ¡^Nada es tan interesante á la iociedad como el declarar el con- tagio cuando realmente existe ; y es el mayor crimen ocultarlo! Pero ¿como se reemplazan los quebrantos del comercio , agricul- tura, artes, industria y aun lo que es mas (los de la misma salud del pueblo ) declarando por con- tegiosa una enfermedad que ni remotamente lo es ? Declarado el contagio, se abate el hombre de mas valor; de ese abatimiento viene el desgano : del desgano la indis- posición de estómago : de la in- disposición de estómago el aniar& gor.de. boca, dolor de cabeza, -índisplicencia general y de ése concurso ó sucesión de agentes debiiitativos, una enfermedad. Esta por lo regular, es una indigestión en el principio. Esa indigestión es causada por un vaso de agua -cristalina y hermosa, un vaso fie horchata, una limonada , una fruta en sazón ú otra cosa equivalente* que antes de tener el individuo noticia del contagio las hubiera usado sin el menor quebranto de «u salud. Esa indigestión tan poco conocida por los médicos, que se hubiera vencido abrigándose veinte y cuatro ó. cuarenta y ocho horas y tomando én cada dos una escudilla de cocimiento de man». zanilla, yerba buena ó de otro cualesquier liquido, estando ca; líente, se hace una dolencia, que muchas veces conduce á la sepul* tura á quien la padece.; porque -los ojos de cangrejo, la madre de -perlas, la magnesia, ó cosas equi- valentes , con nitro .. son los prime- Eos auxilios que se encuentran ios 25*. adoloridos pacientes , en los libros y en las primeras recetas de mu- chos borlados esculapios. Como en la ilación que guar- dan mis proposiciones en este tra- tado se prueba el origen, causa y naturaleza de la calentura ama- rilla, no es necesario que me est fuerce mas, para probar que no es contagiosa. Siendo en mi coiu. cepto bastante lo que llevo dicho en contraposición de todos aque^ líos que han declarado contagio en la fiebre biliosa. Y así es, que aquellos honn. bres mas debilitados por los men- cionados agentes, son las primeras víctimas de la calentura biliosa. A saber, los bodegueros ó cuidado- res de la pipería de las embar- caciones, pierden el color y la vida, si no tienen las debidas precau>- ciones : no así los mozos de la despensa y repostería tributando á Baco moderados y racionales per- fumes: si los bodegueros desnudos, para sufrir el calor del entrepuetf. M3&. ies usan" del agua necesaria jr & las horas que no les perturbe la digestión.,' no perderán sus colo- re» y aun la vida ( aunque'-exis- tan entre los vapores pútridos, que emana el agua déla pipería),*. las tripulaciones se conservarán sanas con la misma precaución: esto es , que al tiempo de ir á comer orinen y beban cuanta agua les pida el estómago ó en el acto de la comida , y con dicerni- •miento: que concluyan sus comi- das con algo caliente (mas que sea un solo buche de café, de té <> de algún espirituoso): que se bañen el dia que esté seco, la at- mósfera clara y el cuerpo bueno; lo que verificarán al mumento de ir á almorzar ó á comer: que si es posible no trabajen desde las 10 de la mañana á las 4 de la tarde : no duerman al sereno : no anden desnudos: y en el caso de mo- jarse con agua del cielo &c., se les liaga mudar de ropa limpia y tomar algo caliente después 4¡t 8S8^ haberse vestido: y vean ahí los esclarecidos españoles unas reglas, tan sencillas , que con ellas pue. den lograr vivir sanos y volver al seno de sus familias : ó que éstas disfruten del alivio que puedan proporcionarles residiendo en esta parte del mundo; y á mí la dulce satisfacción de contribuir á eso9 dos objetos tan útiles como aprc* ciableg. XCIX. De los ciento Cin- cuenta y seis individuos que pu- siéron en el calabozo de Bengala^ no hubieran muerto los ciento tre- inta á las dos horas de encerra- dos en la mansión {*) si en ella po hubiera existido la Calma, y ellos no hubieran bebido tanta agua: porque así como en el ayre libre está amortiguada ó digamos agonizante la luz de la vela (cuan. do está aquel gas sin agitación ó sea en calma chicha) y que pe- rece la misma luz, lo mismo que f*J Cita (a) del afor. 81 del. 1." tom, de JB^méntoa'd^me'dicinh firác:'dé" taciones en el modo y forma que mas adelante se verá. Si el desar- rollo preternatural del calor nativo íio se refrenaba , disponía la mixr- tura antimonial de Masdevall, con la sal de Glaubero , para dismi> Huir los materiales pervertidos que en el tramo del estómago y tripas existían. Esto es , á media libra de la mixtura unía una ó dos onzas de esa sal admirable. Esa porción se distribuía desde dos a cuair® cucharadas , de dos á dos horas, hasta producir de 8 á 12 evacua*. eiones y algún vómito (*). Para (*) Cuando se toman cosas desagrada- bles y permanece parte de ellas en la boca 6 en el tragadero 6 cuaudo se hacen buches $ gárgaras de cualesquier liquido, acontecen náu- seas muchas veces , y aun vómitos. Se evita» las náuseas ó los vómitos, sino son necesarias* tomando encima de las cosas desagradables » después de haber hecho los buches a gárgara* taedio pocillode caldo caliente. 6 dje o.tcft Umj4f S7S; que á los enfermos no se les hL cíese tan molesta al paladar, ha- cia que tuviesen las cucharadas ea «na mano y en la otra agua ca- liente azucarada, y en el acto de ¡tomarlas se enjuagasen la boca, por dos ó mas veces y tragasen «1 agua con azúcar; que así es el modo de que ni aun en el esófago quede la impresión desagradable del emético-purgante ( si no se quiere que allí permanezca para incitar al vómito). i, Si los enfermos estaban ex- treñidos, les propinaba, antes, ó ^agradable y también caliente. Aquellas náuseas y vómitos vienen porque se contrae el estómago y esófago con la contracción que sufren las fibras de la boca, quienes la comunican a las partes internas. El que dude de esa verdad, lo remito í -Su propia experiencia ; particularmente, estando débil ó con algún afecto de garganta ó muelas. En la indisposición de estas últimas solo estara aliviado teniendo llena la boca del liquido análogo ú la naturaleza de su odontalgia ó dolor de mudas; {>ero en el acto de arrojar *■ 1 buche le volverá el do- or gradualmente ; porque de nuevo se presenta ia contracción del nervio correspondiente á la muela ó muelas .:f'c*:idas. Mas no le sucederá asi tomando después del último buche ei-Tfifo" ridb pocilio de caldo caliente &c simultáneamente , una ó mas ayu- das de agua tibia , sal, azúcar y aceyte ó manteca: porque así se acelera el efecto del evacuante; y mas pronto se precipitan los ma- teriales gredosos de las tripas. También les ordenaba, de dos á cuatro horas una untura al vien- tre y estómago, de aceyte, tintura anodina y álkali-fluido ó sal de tártaro ; echando la sexta parte da los dos últimos para una de aceyte. En los intermedios de una á la otra toma, de la mixtura y sal de Gkubero, bebían los enfermos caldo ó cocimiento de café sin tos* tar , de té , borrajas , m«lbas , manzanilla, cardo-santo ó de cosa semejante azucarándolo. Verificadas las evacuaciones, que estimaba convenientes , les disponía una libra de cocimiento blanco de Sydenham, con un es- crúpulo de nitro purificado ó sea la sal prunela (llamada también cristal mineral) una onza de almi. bar y de 16 á 20 gotas de k tift* tura tebayca. Esa cantidad erfc dividida en cuatro partes , de dos i dos horas y tomada caliente : en los intermedios les ordenaba caldo; y concluidas las cuatro tomas les propinaba el electuario de la quina blanca en la forma siguiente. Una onza de quina blanca , tan sutilmente pulverizada, como lo está la harina de flor, con una dragma del cristal mineral (son dos adarmes) y el suficiente xa. rabe de canela, añadiendo veinte y Cuatro gotas de la tintura tebayca para seis ú ocho tomas , de dos á dos horas, y en los intermedios ealdo: teniendo cuidado de dar sobre el electuario dos buches del cocimiento azucarado caliente, que sirve de agua común. Este mé- todo sígase con particular interés, eficacia y tesón, dia y noche hasta que tenga el enfermo tomadas de dos á cuatro onzas de quina, coa los otros auxilios agregados. Si los síntomas y gravedad •mi lugar de disminuir aumentaban; yái^por la presencia del sol ú orra causa, en lugar de la quina, volvía al blanco nitrado ; pero sin per- der de vista la oportunidad de Volver á la administración de ella, ausente el sol ó la causa que la Jiizo suspender; de tal forma, que si hoy de mañana dando, v. g., una ó dos tomas de quina observaba exácervacion de síntomas , volvía esta noche ó mañana á hacer la misma tentativa; y con esa cons- tancia, si el primero , segundo ó tercero dia no lograba siguiesen los enfermos tomándola, lo conse- guía el cuarto ó el quintó dia. El extracto de la corteza peru- hiana perfectamente hecho , jamas me ha surtido tan seguros efectos como la misma corteza en subs- tancia , aun cuando llegasen á to- mar igual cantidad á la de los polvos. Luego que desaparecían los síntomas y cesaba la calentura, iba disminuyendo hasta solo admi- nistrar los cocimientos de la misma (juina y restaurar con sopa y de- ,*^o\ mas alimentos al enfermo En aquellos cuyo estómago soportaba absolutamente los polvos de quina, les daba los del malambo (que es la corteza de Winter ó como dixe hablando en la curación del pasmo, la canela curbana de jesta isla). Pulverizada la corteza de la cürbana tan sutilmente co- mo lo está la arina de flor, se dá medio escrúpulo (Í2 granos) :de dos á dos horas , hasta tomar ;dos, cuatro, seis ó mas dragmas. Esos polvos deben tomarse en pil- doras de á cuatro granos cada una. Esta se hace con menos de media gota de almíbar Porque tornados los polvos en forma de jelectuario ó con algún cocimiento, estimulan demasiado el paladar .y fauces....... En donde el vómito era tenaz, t disponía un parche hecho con em- . |>lasto de estomaticon que tapase . todo el estómago y vientre, que así . se disipa ó refrena: y si no obs- tante él estomaticon, continuaba •;-.•■• • -■ - .IW* éV vrmito , usaba el nnti-eméticó de Riverio, que lo hago ó yá de la cascarilla de huevo (*j y limou; ó con la sal de axenjos ó de tár- taro con el mismo zumo de'limón, vinagre ó de tamarindos. teniendo la cautela de tener ambas cosas separadas y disueltas en el coci- miento , que sirve para agua to- mun y unirlas al mismo instante de tomarlo el paciente. Desde una dragma hasta una onza de cual- quiera de los referidos ácidos y desde doce hasta setenta granos de cualesquier absorvente ó desde seis á diez y ocho de la sal alka- lina, hay suficiente para cada porción. Para minorar el excesivo ca- lor cutáneo , alegrar á los enfer- mos y refrenar la celeridad del pulso, usaba y uso, con admirables (*) Se muelen sutilmente las cascaras de huevo y mezclándolas agua se forman porciones ■piramidales, de la magnitud de Jieílotas ó de - abellanas y secas al sol ocupan un lugar entrp los buenos absorventes ; como también para her« •niOücar la cutij y rostro de Ja» señara»piugere*. 873, efectos, del baño frío ó tibio, general, semicupio ó pediluvio, ya por una, dos ó m is veces al dia hasta que yá no es necesario; ó con los espirituosos Estos usó el Dr. Rafael Cunniug, cirujano del hos- pital de marina en la Antigua, para la curación de la calentura amarilla. ¡- Que placer sintió mi corazón cuando llegó á mis manos este escrito de Cunning, viendo yo experimentados los benéficos efec- tos , en centenares de enfermos , con el vino blanco y el aguar- diente de caña, que Cunning ha- bía tocado con el rum! Cunning dirigió á los comerciantes del café de Lody," una carta, fecha en 24¡ de octubre de 1787? en la que comunicó su nuevo método de curar la calentura amarilla. „ Yo he descubierto. dice Cunning, que el remedio mas efi- caz consiste en esponjear con una esponja bien empapada en romo ó en otro espíritu ardiente la ca- beza y todo el cuerpo del enfermo: %7& esta Operación' debe hacerse al primer acceso de la calentura. El principio de la acción de este remedio es la evaporación , y el grado de frío , que sentirá el en- fermo , será á proporción de la fuerza ó volatilidad del espíritu, con que se frotare. Se logran dos efectos aun tiempo , refrigerar el cuerpo, que se halla entonces casi ardiendo, y estimulando el cutis excitar los órganos de la transpiración, la que produce pron- tamente (*)." (*) Ya dixe <|ue todo baño , untura &c. tenia la '"¡cuitad de contraer la fibra, desde la circunferencia, al centro...,: fundado en esa infa- lible verdad , ( descubierta por mi , y confir- üv.'ido cuanto dice Cunnirg, porque aun en el hombre mas robusto se le quita el impulso á su. circulación de la sangre , entrando en un baño fr'.o > como lo denota el menor número de pul- saciones arteriales) me opuse á que le dierah un bino de agita fria d D- Cosme Mougaro•'t q-r-. estaba enfermo de la calentura amurilla, hnbia diez dias y en casa de D Fernando Sierra. A la esposa de este comerciante no adaptándole el que tomara el baño frió el joven Nbugaro, no solo por los dias de enfermedad que llevaba sino también por la debilidad en que le consi- deraba , me llama en 11 de abril de 1812 , para que le diese mi opinión, respecto al baño i la página 371 de la obra del t)v. "Roberto Jackson, dice, qné Jackson ha empleado alternativa* mente el baño caliente y frió con, mucho éxito en la curación de la fiebre biliosa..... „ El citado cirujano Cunnig, dice el editor de Londres, pres- cribió que cuando en los países de entre los trópicos se viere al- guno atacado de dolor de cabeza^ calor en la cutis &c. se le des- nude y expuesto á la acción del ayre se le esponjee el cuerpo coi|l espíritus, hasta que se enfrie la cutis (*), cuidando mucho de que no decaiga el pulso á menos de sesenta pulsaciones (**): después (*) Es muy útilísimo este baño baxo dje las reglas que estableceré y las del folio 277, y pernicioso haciéndolo como dice Cunning : esto es , teniendo á los enfermos al ayre mas tieftip.o que de uno á tres minutos y no dándoles encima algo caliente y abrigándolos. (**) Ésta observación de disminuir el número de pulsaciones la arteria con el bañó y los espirituosos, es cierta: la he notado mr.chás veces , pero sin los tópicos suele acontecer, por el estado de malignidad y abatimiento de los •enfermos de la calentura amarilla y por las ra, sones expuestas en la nota inserta"al folie 279,y «iguieates. Las cantándas-y los estímulos dífui»? «é le pondrá >e& la camar se I»-: ■'• '■ ~ ■ * _: vos han sacado de este peligro á muchos de mis enfermos; el 18 de agosto último estaba asistien- do desde, el dia anterior, de una cotidiana inter- mitente, á D. José Villegas, empleado en los alma- cenes de la intervención de ésta plaza: la-en? ¡férmedad le provino £>or el abuso del agua.- le ordené en la primera visita el extracto de qui- Jia, con la emulsión de Ban-Swietem y cocimiento de manzanilla.- todo estaba en completa remisión el', 18 -• pero permaneciendo la boca amarga , "Crapulosa la lengua , vértigos y dolor de cabeza Je dispuse un moderado emético que pnxb xo cinco deposiciones y dos vómitos; mas al medio dia se le presentan la frialdad universal , el su- ¡flor, de la misma índole, acervos dolores de eabeza y miembros > adormecimiento ó dígase calambre del brazo , mano, muslo, pierna y pie derechos. El pulso le daba de dos á seis latidos y desaparecía por igual espacio de tiempo, que el necesario para dar esas dos á seis pulsacioneg. Al medio dia lleva yá tomadas tres porciones del evacuante sin efecto. Temo se le radiqué esa .malignidad denotada por los síntomas; y ordenándole la opiata de Masdevall, tiene toma. '«as dos onzas á la urta de la tarde del 19, hechos los dos vómitos y las cinco evacuaciones moderadas, remisión total de síntomas o sea una verdadera apirexia y recibida la divina Magestad. Llega un individuo á su presencia á las cmco de la tarde. Este le pulsa, observa y le dice que está bueno, y aun creyó exagerado el informe que los asistentes y enfermo le hacian de lo pasado. El enfermo que oye al que le complace (con- cediéndole lo que solicita) ocupa mejor lugar en su corazón, que aquel que le ordena lo que le conviene^ Se entera el literato de que yo le babia mandado de que no tomase líquidos fríos *8¡K: áará un purgante y se le aplicara ; - - _ ■ ■ de especie alguna ; pero él que trata;de agradar «ti enfermo, le dá un vaso de cocimiento frío " de manzanilla; que ee decir, un vaso de agua fría. En el acto de tomarlo le asalta aquel grande desconsuelo , peso ^ indisplicencia, quip tenia antes del evacuante y desterrado á beneficio del mismo cocimiento caliente, extracto de quina J orchata de Ban-Swietem. Vuelven" á poco rata la frialdad universal , los demás síntomas refe- : Tides v el desfiguro de la horrible muerte- A la lora y media de haber tomado el cocimiento frío le visito. Me sorprehendo considerando cual er* su situación á las tres y media de la tarde', que le habia visto, y cual la infeliz suerte , que ícr amenaza' la presente- Los asistentes trata* de negarme el acontecimiento del cocimiento frío que"_ le había dado el literato. Pero yo que estoy eierto de la igualdad de su pulso y demás 'signÓ3 saludables, que tenia á las tres y medí» ie la tarde y de la seguridad del descubrimiento» les manifiesto, á sus hijas, que me retiro y que su padre moriría al dia subsecuente, porque si ?io me decian que cosa Tria había tomado, ño podía, ni debia ordenarle cosa con que sé refrenaáe ; aquel desorden. Se deliberan y me confiesan el acontecimiento referido. Le dispongo el uso do ' los líquidos cuan calientes los pudiera sufrir* «Je hora en hora ; la continuación de la opiata, de dos en dos horas , cáusticos activísimos '¿ las piernas y que haga testamento. Principia'á aliviarse con una escudilla de caldo muy caliente, que por mi misma mano tomó (siendo el primer auxilio de este orden después del vaso del cocimiento frió); y pasa buena noche. Dexa el testamento para otorgarlo la mañana venidera ; - por el alivio que sintió con los auxilios que lo ordene- A las siete y media de la mañana d¿J . 20 tina lavativa (*). 81 le vuelve la eai lentura, vuélvasele a esponjear (**)?* dia 20 se hallaba cual convaleciente , otorgando' su testamento y persuadidos los testigos de ese instrumento , el escribano y demás circunstantes, que no "tenia ni el mas remoto peligro. Llevaba tomadas mas de tres onzas de quina; pero bien fuese por una grande incomodidad que tomo, en' el acto de firmar el testamento ó que la intermitencia del pulso fuera efecto Az la malig. nidad y no del cónnato de la naturaleza, para .efectuar los dos vóm itos y las cinco evacuaciones moderadas, como yo ajuicio, el murió á la§ cuatro de la tarde del mismo veinte de agosto de este año de 1814. (*) Hipócrates dice, que los cuerpos que ae quieran purgar conviene humedecerlos pri- mero. El baño de los espirituosos contrae, la fibra, como la contrae otro cualesquiera baño y no conforta, en mi modo -de pensar , como hasta ahora se cree; porque quien enfria debilita , y quien debilita no conforta, como el mismo Hi- pócrates lo afirma en el capítulo 4. del libro de humores.....: y yo aco;>:.ejo, fundado en experien- cía, que en caso de necesitarse el purgante y lavativa, comí) dice Cunning, se administren al mismo tiempo con algún líquido caliente , como yá expliqué .• sin embargo , que estoy cierto que los evacuantes acompañados con los líquidos calientes ó dados en el espacio que media des- de el cuarto creciente al plenilunio, hacen menor efecto, si no llueve ó no se bañan • y quizá esta observación les obligaría á los autores & Í>rescribirlos en .menguante, que por lo general tay mas contracción de la fibra que en otra cualesquiera época, y operan mas. (**)■ Se dio el papel de Cunning en el avasa de to Habana del martes 14 de agosto 181& jtifft- La diarrea , la disentería, el tetero y la hydropesía..... no tienen las mas veces otra causa que la perversión de las aguas, como tes- tifica la experiencia y el venera- ble Hipócrates en el aforismo 43 del libro 6.° y en otros muclioa lugares (*); quien hablando de la curación del ictero, en el capítulo décimo primo, del libro primero d» loria , dice ,, no propinad medica- mentos que expelan la bilis , no turbéis el cuerpo mas de lo que está turbado. Pero si hubiese per- dido mucha humedad por lo que se perturbó, nutridlo; dadle vino1 generoso y aquellas cosas que ro- bustecen al hombre : y no dispo- ned ni purgantes, ni diuréticos...:'* eon que se prueba que los funes- C*_) Alius íleus uuriginosus : hic máxime astatls tempore , in palustribus lods , invadit •. «x aqn ■----■ -.'"'-'- /'. Esa ohra,, del $r. flores MoV reno , que ha llegado á mis manos- ayer. S4.de-octubre estando la im- presión de la mia en el presente pliego, me ha servido de senti- miento por no poder estampar mu- chas de sus máximas , estando el tratado para concluirse ; por cu* ya, razón, me contentaré con cri- ticarle algunas de las proposición nes con que creo corroborar maf y mas mi descubrimiento. Dice en el folio 16 ó sea 1a primera de sus deducciones „ qué una misma causa es capaz de dar margen á la producción de toda» las calenturas , que se reconocen baxo tan diversos nr.mhres." Quie- ro decir , que el Sr¿ Flores ob- servó que la calentura biliosa &c. traian su origen de la perversiosi de las< digestiones ; causada por algún agente extraño , que obran- do en el estómago producía la perversión.... y ésta causaba el de- sarrollo preternatural del calor rao* Mvo. El considera que-es elct/^1 t&gio ; y yo afirmo de propia expé* íjencia, razón y autoridad (expues- tas en muchos lugares de esta obra) que es el agua común ó cosas semejantes, tomadas en el acto de estarse haciendo la digestión..... }, Y no 'podrá quedar duda (con- tinúa el -Sr. Flores á la página 24) de que las alteraciones induci- das en todos los sistemas deben ser Tfíiradas únicamente como conse- cuencias inmediatas de la afec- ción, del canal intestinal"; de que jo infiero, que cuando las afecciones de los demás sistemas traen por origen la lesión del es- tómago ó intestinos , es porque ert «se tramo tuvieron primero su asien- to y de él se propagó á los res- tantes sistemas; esto es, que cuan- do es v. g., por efecto de la re- tropulsion de un vicio cutáneo, yá en este caso, la afección intestinal es sintomática, porque habia ofen> dido primero al sistema malpigiano*: conque se prueba el modo de dis- cutir, qué. dexé estampado al jo* ***** .. \\Q 186 §. LXI. Sigue diciendo, el Sr. Flores en la página .25' nJlsí vemos que la náusea , el \ vomito, el ardor del epigastrio , el dolor y la ansiedad son las pri- meras señales que nos anuncian la introducción de una substancia Venenosa corrosiva en primeras: vias , dándonos de este modo a conocer ser ellas las que se hallan principalmente afectas»; y final- mente, respecto á la caus'a pro- ductiva de la calentura biliosa que he admitido , veamos como se es- plica el Sr. Flores Moreno en la página 38 „ vemos pues , dice , en unas ocasiones que.varse los pacientes desde algunos dias antes, de cierta flatulencia y pesadez doloroso, de vientre , con especiali- dad hacia el hígado: lengua sucia y amargor de boca, acompañado de ardor de Isl región epigástrica.... " Luego cuando aquellos individuos, que dice el Sr. Flores, tenían esas últimas señales no eran efecto del qgntagio / porque perteneceu ogcjo* Ana sivamente á la.',perversión de TaV digestiones , causada por un vaso de agua fria ó cosa equivalente, jen el acto de estar el estómago ¿débil ó haciendo la digestión..... Nadie debe ignorar que los mias- jnas contagiosos siendo unos cuer- pos ó substancias gasosas, maso menos rarefactas ó densas, como lo es el ayre , deben obrar prk ¿nero en el pulmón y celebro., que en el estómago. Porque có- mo gases impregnados en el ayre atmosférico deben introducirse por la traehca-arteria y narices á el pulmón y celebro • mas bien, que p»r el esófago al estómago é in- testinos. Pues así como sintiéron- los habitantes de las Andalucías:, ,atgunos dias antes de declarársele» la epidemia , cierta flatulencia y pesadez dolorosa de vientre, con .especialidad hacia el hígado &e.^ .debian sentir y hubieran sentido primero el dolor de cabeza, como afecto primeramente el celebro 6 lesión en la respiración- f como -üfecto primeramente el pulmón* Es así, que según los historia- dores^ de la epidemia de las An- dalucías, sintieron los individuo-* afeetos de ella , algunos dia$ antes de manifestarse, cierta fia. tulencia y pesadez dolorosa de vientre 8¡c: luego fué afecto pri- meramente el estómago é intesti- nos, por el desarrollo preternatu- ral del calor nativo , cómo se dixo folio 15.* f. 1. y no por el contagio ; (á menos que se ad- mita qiie los miasmas siempré- estan unidos solo á las substan- cias que tomamos por alimento ) en cuyo caso deben dexar de ser gases y de llamarse mias- mas. ¡Es de la mayor impor- tancia fixar la atención en mis observaciones, en aquellos países y enfermedades! ¿Será la congestión .de las glándulas de los apestado» por la misma causa qué son la» congestiones pletirítieas y pulmo- niacas de los cerdos que sufre» *&i ahogo, según lo explicamos «x- tensamente en los folios 84 al 31 (*)J- El Dr. D. José Celestino Mutis que distinguió las cuatro especies de quina, anaranjada r roxa, amarilla y blanca (**), pa- rece que trató de hacer un servía ció á la humanidad con esa dis- tinción • pero los médicos poco se han interesado en ratificar log. ensayos de Mutis. Hoy es rara Ja botica que en la Habana tiene, ie la quina blanca ( siendo así f gue sus virtudes en el vómito, negro son mas seguras que las de otra cualesquiera especie, sin cceptuar la anaranjada). Al far- macéutico D. Antonio de Palma le consumí como dos zurrones, de la que traxo la familia del Excmó. Sr. D. José de Kspe-leta, «uando vino de su vireynato* (*) Si en el momento de sentir á estos •Uadrúpedos retocados del ahogo, se les pro- b)be el agua fría, y se les di la caliente por los cuatro o mas dias primeros , poca comida y algunas porciones de aguardiente de caña* <8UWn muchos. , £•*) Materia médica de Cullen. t. % f. $QÉ*-| 2|5r iNn hubo enfermo cuyo estómag» no recibiese mejor la quina blan- ca , que otra cualesquiera de las nueve especies de chinchona. Al- gunos de los boticarios no tie* nen el esmero que debían tenet en la pulverización de ese pre- cioso remedio. Ellos se discul* pan con que no les pagan bien el trabajo y jornales que gastan para moler bien la quina. Y sí supieran , como yo he tocad» millares de veces , que una quiñi mala , pulverizada al grado de la! harina de flor, hace efectos de fniena, ó por lo menos cuando no aproveche no causa aquellas obs~ truciones y males irreparables, que* la mal molida, no la administra* rian al publico tan gruesa como la despachan; y harían un gran servicio , aunque debido á la humanidad, supuesto que todos 1» tienen las mas veces de buena calidad en este pueblo. El público enterado de esa •fcerdad; que dó ó permita que to« men sus enferino9'Un medícaraént» tan mal preparado, como he dicho? de la quina, se hará aun mas criminal? que el mismo boticario. que se lo venda ; cuando está ea su arbitrio de ir á buscarlo, por. su dinero, donde lo den mejor.» Mas la culpa está en los faculta- tivos, que permiten, que en su» enfermos- se administren los auxl.f Üo§ de mas importancia sin ius-, {►eccionarlos en cada vez que se* Os recetan. Esos facultativos der feen colocarse en la clase que dice eL Viajero universal en la página 13£ del tomo 6-.° de su obra. „ Teñe-. moa, dice el Viajero, dos es- pecies de médico»; I09 unos ad-- «juiriendo habilidades agenas d© su profesión, cuidan mas de agra- dar que de curar ; como afectan- S'u* graciosos ó bufones, solo tra- tan de decir chistes y, de contato nn cuento para eada materia dis- tinta ; su ciencia se reduce á urfc- eorto numero de remedios comu- nes j. á ciertas frases que no siiy ten mas qxfe para haeerTeir. Su fisonomía anuncia su grande indi- ferencia hacia á los enfermos y sil grande ansia de adquirir riquezas, Métase dentro de. la misma agua, la punta de uno de los tubos ó cañutos. Uñase la otra punta del tubo que está fuera del agua , á uri extremo de uno de los otros dos tubos d cañu- tos , por medio de un pedazo de tripa, y el tubo i-estante se unirá por la otra punta de este ul- timo en los mismos términos que el antecedente. dexando el extremo opuesto dentro del agujero del tapón de botella, como una pulgsda entré punta y punta de tubo ocupada por el pedazo de tripa, y ésta bien amarrada por el hilo cor- respondiente con el extremo del tubo que lé pertenezca: de tal forma, que todos tres tubo» hagan un hueco continuo, de figura de horca i habiendo quedado un extremo de un tubo dentre» del agua y el del otro metido dentro del tapón de botella oradado. Este tapón servirá para qu¿ por él y el tubo salga el gas earbónico , sin evaporarse por sus junturas ; el cual se obtendrá del modo siguiente. > Échese en una botella limpia una ó do» cucharadas de los polvos, y sobre ellos come* medio vaso regular del aceyte de vitriolo diluido con la mitad de agua y en el instante táñese Ja botella con el tapón oradado, que tiene el extremo de el tubo y al momento se verán ir ardiendo del a£ua 'del garrafón ü orza-&c. "uní» • en este tratado de cuanto he ftrac- ampollas, despedidas del agua que se'esta aci- dulando. Cuando dexan de salir esas ampollas,» mente, baxo de esas mismas reglas, son útilísimas para curar el gálico, la obstrucción del hígado y «temas entraña» coptenidas en la cavidad natürai;, Si impugnar' todas sus páginas , tOv piaremos muy pocos renglones de los mas selectos que tiene su obra, impresa en Toledo en el ano í?52. Explicando sin fatiga (sus pala- bras ) los prodigios del agua el l)r. D. Vicente Pérez, dice al folio 45" que la de la fuente Zánia , en África, hace canoras las voces ; en Arcadia, la dé Clitorio, aborrecer el vino ; dos' de Voecia, una causa olvido ¿ otra memoria; los dos ríos de Thesalia , que la de uno hace, á las bbejas blancas, la de otro ne- gras, y que bebiendo las aguas de los dos, salen de uno y otro color....., que el que bebe de noche de la de los raudales de el Pheneo, en Arcadia, queda enfermo y be- biendola de dia queda sano...... s CVIIL LÁZARO ALFON- SO , natural de la aldea de Batanes en la isla de Tenerife , de edad de SI años, temperamento bilioso- sanguíneo , hábito de cuerpo ma- groso f fibra compacta y de genio 308. vivísimo, enfermó en la madru^ gada del 5 de setiembre de 1811, habiendo llegado de su tierra doce dias antes. Dice el paciente „ ha- biéndome acostado donde entraba viento y sereno desperté con fuerte dolor de cabeza y cintura, sin poderme volver en la cama, yertos los pies , calor extraordinario en todo el vientre, seco el paladar¿ Sin poder escupir , ni conseguid* calmar la sed, ni humedecerme por mas agua que he bebido.» Le veo á las diez de la misma mañana y le encuentro con ciento y veinte pulsaciones por minuto, noventa y ocho grados de calor , por el thérmómétró de Farenheit, rostro de color de grana , calor- urente , continua ansiedad , algún vómito eruginoso, muy encarnado el blanco del ojo, repletos sus vasos y los restantes síntomas correspondientes á la primera es- pecie de fiebre biliosa. A el enfermo lo hallo muy afligido y desesperanzado en con- 304. seguir la curación, por lo grave •que se sentía. Le pregunto si habia estado bueno el dia anterior y con buen apetito : si tomaba vino a la comi¿ da y k que atribuía su indisposi. cion, ademas de el sereno y viento, que le entraban a su dormitorio. Que nada le molestaba el dia an* terior, me responde ; pero que si era poca la gana de comer , que tenia los tres ó cuatro dias ante. inores á su caida; deseando sola- mente beber agua; aunque a ésta el estómago se la recibía mal : que sudaba mucho y sentía el vientre perezoso : que en su pais usaba de vino á las comidas ; pero des- tile que llegó al trópico, en su viage á esta isla, se prohibió de beberlo, porque asi se lo aconse- jaron para preservarse del vómito negro. Procuré entonces animarlo, diciéndole que para estar bueno al otro dia era necesario se ale- grase y tomara todo lo que le iva é ordenar. V en efecto* se reanima 36¡1 con solo mi promesa; y consigue la salud baxo del método que his- tóricamente voyva detallar. Medio través de dedo de aguardiente de canas , de las que se hace la azúcar, puesto en un vaso regular, fué el primer auxilio que le ordené (*). En el acto de beberlo se le regulariza el pulso ; se, alivian todos los dolores ; se modera el calor y la cardialgía ó sea aquel incendio de la boca del estómago (**). Pasados 15 minutos vuelven á rehacerse los síntomas , la desconfianza y la aflicción. Un baño de agua fria de dos minutos, abrigarlo en el acto de salir, darle otro medio través de dedo de aguardiente; encima de ese aguardiente dos escudillas de (*Jj Le recete el aguardiente á la botica con grana y espíritu de anís, para que com» auxího casero no desconfiara. (**) ¿Será ese destemple y el desarrollo preternatural del calor nativo , causados por la combustión química ? Los profesores sobresalien- tes de química afirman que la respiración en los animales se verifica por medio de una ver* dadora combustión......' •cocimiento caliente de manzanilla y sobre el cocimiento otro través de dedo de aguardiente, le alivia» eon una celeridad como la que lleva el rayo, Al concluir esta iiltima porción , dice , ¡ yá estoy bueno; porque no me duelen, ni la cabeza, ni la cintura, ni los huesos, ni el incendio que sentía siento! Y en verdad , el pulso se le reduce á 96 latidos y el calor a 90. grados , según la bola del thermómetro de faltriquera, que la cogió con los dedos en ambas manos , antes y ahora. Le hago permanecer abrigado en la cania; y le dexo dispuesto que á las once y media toma caldo eilíente; á las doce medio través de dedo de aguardiente, entre en olio bario de a dos minutos , se abrigue al salir, beba una escudilla de coci- miento caliente de manzanilla y encima de él otro medio través de dedo de aguardiente ; y que siga de ese modo hasta las cuatro de la tarde que volvería a verlo* sor Llego a las cuatro y encuern- tro execiitado todo lo que ordené con la mas exacta puntualidad: el enfermo esta aliviado : el calor febril desaparecido cuasi del todo: el pulso con 93 pulsaciones : los síntomas muy minorados ; la len- gua con crápula biliosa : el vien- tre con murmullo: y con esos signos de materiales hilioso-gástri- cos , le propino media libra de la mixtura antimonial de Masdevall y dos onzas de sd admirable de Glaubcro , para que tome cuatro cucharadas de dos a dos horas y encima uno ó dos buches del mis- ino cocimiento caliente azucarado, hasta que haya hecho de ocho a doce evacuaciones; antecediendo una ó dos ayudas del mismo co- cimiento y agua salada. Vuelvo á las 9 de la noche y todo lo hallo en remisión: las ayudas y dos partes de la bebida le hicieron deponer diez copiosas evacuaciones de unos materiales idénticos en el color a. las aguas 308. yerdes, detenidas en los charcos. Que a las nueve y media de esta noche tome caldo caliente y encima un través de dedo de vino isleño ; k las diez y media medio través de dedo de la bebida colo- rada (aguardiente de cañas con grana) encima una escudilla de co- cimiento de manzanilla azucarado caliente, y sobre él, otro medio través de dedo de aguardiente : á. las once y media caldo: á las doce y media aguardiente, coci- miento, y sobre este, otro medio través de dedo de aguardiente: continuando de ese modo todo el resto de la madrugada , k menos de quedarse dormido , que en tal caso se le dexará descansar. En efecto, á las dos de la madrugada del 6 de setiembre, ó digamos del segundo día de su enfermedad se quedó dormido.. A las seis de esa misma mañana lo hallo sudando á rios y con pulso ordenado, calor natural , rostro de igual índole , remisión de todos los síntomas j 509. roncando por el envidiable sueño que tenia. Vuelvo á las diez de la propia mañana y lo encuentro en los mismos términos, que á las seis de ella; es decir, sudando a ríos ; en completa remisión y durmiendo tranquilamente ; en tér- minos que lo pulsé de ambas mu- ñecas sin despertarse entonces , ni ahora. Le visito á las cuatro de la tarde ; y me informan que a la una de la misma se habia despertado y pidiendo que le diesen de co. mer , porque nada le molestaba. Desde la una de la tarde le con- tinuaron con el método últimamente prescripto í esto es , una hora de caldo y la otra con cocimiento de manzanilla y aguardiente antes y después del cocimiento caliente. A las nueve de la noche todo si- gue en remisión y esos mismos auxilios de caldo, cocimiento y aguardiente usados con doble es. pació de tiempo en sus intermedios. A las seis déla mañana dú 810. dia 7 de setiembre habia dormido diez y seis horas Lázaro Alfonso. A saber, once horas en la noclie y mañana anterior y cinco horas en la madrugada del 7 de setiem- bre. Todo sigue en perfecta re- misión , aunque se le nota un po- co de calor febril. Este se le aumentó algo desde las seis á las diez de la mañana, no obstante de haber seguido los auxilios de dos en dos horas. Dice , nada mo duele y quiero comer. Mas notándole mayor frecuencia en el pulso , calor en la cutis y ésta algo reseca, le doy un fomento de vino blanco frió , en la cabeza, pecho, vientre, brazos y manos; y á beber un buche del mismo vino: sobre el vino , una escudilla del misino cocimiento caliente ; sobre el cocimiento otro buche de vino, y desaparecen cual relámpago, la irregularidad del pulso , el calor febril y la aridez cutánea. Con- tinúan de dos á dos horas los au- xilios de caldo, vino bebido sobre el caldo ya las otras dos'horas fomento , el -aguardiente , el co-, cimiento y otro medio dedo del aguardiente hasta las cuatro de la tarde. V ¡ Le veo como en el estado de convaleciente, y que había arro- jado sangre por la nariz izquierda, poco después de haberme sepa- rado, porque se les olvidó dar el aguardiente y cocimiento mandado, sobre el último fomento de vino. Le ^ doy nuevo bañ-p de vino frió diciendo que era para confortarlo , siendo p«ra esperar nueva emor- rágia, con la contracción que cau- sa el fomento , como todo tópico , no dando en e] acto cosa que ex- pansa la libra estando debilitado el individuo. Y en efecto , es- tando derramando con mi mano izquierda el líquido de la botella sobre su pecho y vientre, y la de- recha distribuyendo el vino, vuel- ve la emorragia por ambas nari- ces ( * ): y se cohibe , dándole (*)' Meionem arrojó, sangre , cerno Lázaro 31£ una escudilla del cocimiento de manzanilla caliente. (Este usan las mligerea para aumentar la menstruación, ó cuando se les de- tiene; y no consiguen su fin estando plectóricas y robustas ; y al con- trario cuando están débiles........ JEsa observación comprueba la veri dad que dixo Bróvvn hablandt* de los tónicos , y en particular de las preparaciones de hierro ; que an- tes de Brown estaban recomenda- das exclusivamente para la este-. rilidad y afectos que produce la detención menstrual). Sigue sin novedad hasta las 9' de esta noche 7 de setiembre: no ha vuelto la emorrágia: tiene ga- na de comer : lengua buena y to- do en remisión : y ordeno conti- nué en los mismos términos en las horas que no duerma. AI011-.0 y ü.ro-i enfermos que yo be tenido, después de haberle dado Hipócrates unos locio- nes (lavaciones) en la cabeza. Metonem euf'rmd por haber bebido mucha agua , lo mismo qui Lázaro A'fonso. E-i'.á la historia de tyetonem entre la de Cien ¡actiden y U de Erasinum ea laa obras dé aquel respetable anciano. • • 313. i'1 A las seis de la mañana del 8 de setiembre encuentro la turgen- cia de los ojos desaparecida ,. el vientre y todo lo demás cual sano y que habia hecho tres evacuacio- nes expontaneas (únicas desde las que produxéron las ayudas, mix- tura y sal de Glaubero;. Le ordené entonces una sopa tres veces al dia , dos traveses de vino a cada vez que la tomara, bebiéndolo en muchas veces: esto -es, á las dos cu» charadas de sopa humedeciéndose la boca con el vino y que así continúe hasta concluir los doa dedos del licor. Siguió el dia ocho y nueve de setiembre sin novedad. El diez aumentó á la.sopaun poco de galli- na , y así fué restableciendo hasta el áia 13, que tomó un purgante de los cornaqüinos , compuestos segna la farmacopea española ; esto" es, can treinta granos de polvos de jalapa, treinta idem de crémor de tártaro y treinta de magnesia cok un pocilio de cocimiento d© &f4; yervabuena y una cucharada de azúcar (*). El alférez de navio D. José Hoca fué curado de la misma en- fermedad en el invierno de 1810 baxo del mismo plan y remití la noticia al supremo ministerio de real hacienda..... Cuantos enfermos sé socor- ran tan á tiempo y en los mis- iños términos que Lázaro Alfonso, obtendrán igual buena suerte ,* por- que en esta misma, disposición he socorrido á muchos , y en todos con igual éxito , sea en primavera, estío, otoño ó invierno, con tiem- po' regular ó irregular, haciendo (*) Dos granos de la resina de jalapa, dos de mercurio dulce ó de calomelano de Rivertcí y dos de tártaro vitriolado rae lian sur» tido millares de vecesigual efecto al mas activo purgan *.e', sin' necesidad de Ocho á doce granos, como r>rrular;nente disponen los médicos. Echan- do .imdio eácrupíllo de cada cosa y con una sola gota de agua se formaran seis pildoras/ y tomada una par la noche , se pilóle dar otra por la mañana si el individuo que se purga no hizo el competente número de evacuaciones. Estas pildoras también son útilísimas para pur- gar al fin de la calentura biliosa, en las obs- truciones de vientre , y en los vicios-de la cútisV 315. tjúe en sus habitaciones se pro» porcionase la temperatura con- veniente.... i CIX. DON ANTONIO Fernandez Burla , natural del concejo de Pravia ert Asturias ¿ temperamento sanguíneo, color pá- lido desde niño , hábito de cuer- jpo demagrado, fibra floxa', do edad de lO años y recien llegado a esta ciudad, cavó con todos los síntomas de la calentura biliosa; correspondientes a la segunda es- pecie , el dia 28 de mayo de 1812 por haberse agitado corriendo á varías diligencias y antes de des- cansar haber bebido lá tarde del 27 una considerable porción de agua¿ antes de tener hecha la digestión y habiéndole visitado la primera vez a las cinco de la mañana del dia 29, le observé , que habia tres días que no obraba, que la abs- tinencia del vino era desde su llegada á la América, su calor quemante , ojo como el dé un perro rabioso, rostro pálido y muf desfigurado^ sequedad universal f lengua blanca y con una lista piramidal encarnada en el centro, continuos vómitos erugiuosos, sed insaciable , dolor universal, pulso frecuentísimo y nada de dureza, calor a 90 grados , continuo desa- sosiego, y continuos suspiros y vértigos : presentando la mas ca- lamitosa situación ; y aunque te- nia frente de su casa la botica, (y del café de Taberna) le di en el acto medio través de dedo de aguardiente de islas, una escudilla de agua caliente azucarada y otro medio través de dedo del mismo aguardiente y en el acto todo» los •síntomas minoraron. Pasada media hora , se exá- ecrvan los síntomas , como antes, y le doy un baño de aguardiente delicadas , que solo se confian V los muy acreditados individuos de la facultad. Como una prueba, pues, de mi laboriosidad, y como una mani- festación de la timidez con que miro siempre mis producciones, presento- á V V. S S el tratado sobre la fiebre biliosa y otras enfermedades, que he escrito; y aunque su impresión está con- cluida , su publicación no la veri- ficaré , si el juicio respetable de este tribunal, no e§ favorabU a mis ideas. Si en el todo de él, VV. SS. no miran nuevas luces , sí encon- trarán los mas ardientes deseos de hacer mas llevaderas la penali- dad y fatiga a que ésta expuesta la humana especie, por las do- lencias que la invaden. Y si en su teoría y práctica he llenado parte de los -deberes de buen «o ni patriota y de estudioso profe- sor , me congratularé con aquel amo? propio que,tienen, los hpnv, 3&§. bles cuándo se inirah aprYéiaAat sus ideas. Dios guarde á VV. SS. muchos años. Habana 5 de noviembre de 1814, JDr. Marcos Sánchez Rubio, Sr. Protoraédico regente y demás SS. del real tribunal del Prutomedicato de la Habana é isla de Cuba &e. Eabaiía y noviembre 7 de i&L*t cúsese sil recibo y «pase el tratado que acompaña esta parta a la consulta de nuestro fiscal* í**. Valle. =*■ Dr. Hecuaadaz» S3& Señores IProtomédico-regénte.y ettgkndo.=* El fiscal ha visto con la mayor aplicación y complacencia et tratado, que sobre la fiebre biliosa*1 y otras enfermedades ha escrito el doctor don Marcos Sánchez Rubio, y no sólo gradúa por el mayor documento calificativo de la doctitud é ímprobas tareas de su autor , sino por el mayor recurso que ha podido facilitarse á la humanidad; de suerte que el fiscal no encuentra voces y términos adecuados para expresar el altó. concepto que le .merece la obra, cuya descripción analítica ha visto impresa en el Diario del gobierno de este dia , ni podiendo en tan corto margen epilogar sus enco- mios , dignos á la verdad de ma¿ yox* anchura, cree que llena todo su deber con hacer al tribunal estas manifestaciones hijas de su sinceridad , consecuente a. las cua- les "podrá juzgar que su opinión es conforme á ellas y á lo mismo que pava publico provecho aspira £40. digna y Justamente el autor : satv# lo que VV. SS. partiendo de otros principios mas acertados determi- nen. Habana y noviembre 23 de 1814.=Dr. Juan Pérez Delgado. Revisado en este Protoraedi-. cato el tratado de la fiebre biliosa y demás afectos, que V. ha es- crito con tanto trabajo y delica- deza como afán eu su impresión, oído igualmente el anterior dicta- men fiscal en que expresa su opi- nión conforme á que el juicio del tribunal sea favorable á la publica- ción á que digna y justameute aspira V. con solo el piadoso objeto en beneficio de la salud pnblica , resolvimos y consentimos de común acuerdo, como parece á nuestro fiscal, la supra dicha pu- blicación de la obra ; de la cual aunque se sigan disputas y con- troversias entre los demás faculta- tivos médicos , tanto en lo teórLa* como en lo práctico, será este resul- tado forzosamente favorable a la publica salud; pues se descubrirán ead* ves mas las verdades de la medicina, por medio de las redara gñciones: al paso que será mas lá gloria y satisfacción de V. de haber sido, por medio de sü obra, él cau- sante de tanto beneficio, como consigue la humanidad, cuando queden así sancionadas y asenta- das aquellas verdades : dándole á V. las debidas gracias el tri- bunal por su trabajo , estudios f tareas ; lo que participamos á V. en contestación á su oficio de S del corriente. Dios guarde á Y. muchos años. Habana %5 de noviembre de 1814, Dr. Nicolás del Valle. *= Dr. Lorenzo Hernández = Sr. D. Marcos SanchezL Rubio. HE LAS MATERIAS COJSmTEmi)A$ EN ESTE TRATADOK \¥H* Uedieatoria al excelentísimo fenor capitán geneml ¿je.* Interrogatorio del interino go- tierno, sobre que se exprese él origen del vomito negro, causas, carácter y síntomas en ei principio, progreso, estado y terminación §c.; Uesde el filb 5. hasta el 9, Advertencia del aniur sobre él fundamento que le asiste para colo- var la materia de la obra del modo que la coloca ; folio 10 al 14. ' Nueva. definición de la calen* tura, y sus síntomas. folio i o y 16. Origen y tiempo que hace se padece el cdmito ne'gro: folio 16 y *7- §• &• y IU. '< . Inducción que hizo el autor et alto dé ÍSOQ para hallar la causa del vómito negro; folio 18* §. IV:- ' '• - .-■".*■. . — De la corrupción d& uno» Cuerpos viene la generación *¿« otros ; folio 19. §. V. Descubierto por el autor cuan* do se verifica la corrupción y ge*. iteración; idem. '$. VI. jtteglas establecidas por el au- tor para que cualquiera individua racional pueda conocer palpable* diente esa corrupción y generación; folio %0 al 24. fr." VIL al IX. Causa del movimiento del cuer* po de los animales, descubierta por Baglivio y confirmada por el a»* tor ; folio 22. £> * •■: Acontecimiento casual por don» de el autor vino en conocimiento de la causa del vómito negro y (as pruebas qué ha hecho en lo» animales irracionales para ratifi*. xarse: cuando acontecen esas altera- ciones que expresa: que agente» las causan : que influxo tienen pam ■froduci? el támüo negro y htfft» enfermedades; folio 29 .al 34. §. XR *¿ XVI. Sencillez y seguridad con qu& se precaven esos perniciosos efectos y machas otras enfermedades, qua hasta ahora han creído los midióos tenían por origen otras causas; % el ayre atmosférico es el mediu 'entre las temperaturas, pie gozan el agua del mar y la común en los jarros de beber; fuUo 34 al 36„ §. XVII. Lis lugares y puntos del globo terráqueo donde se ha padecido el vómito negro y otras enfermedades por la misma causa y en que épocas lían acontecida : folio 36. al 40. \% XVIII. y XIX. tfonfirmacion de lo expuesto; folio 40. y 41. -§; XX. Altura de la Habana, tomando »u latitud y longitud desde el can- tillo del Morro : dirección de sus calles, anchura y longitud de las dos mus largas; espacio de todas eUas , de sua plazas y recittto; nfcrmrv d* las casa» alta», rte-wfe ■Séíft. de maguan, s?ti xagv^n y acceso), rías : lo mas largo y mas corto d» Is dias : su ayre : las cualidades de ese ?as , va en tiempo de las tigva». c rro en la seca: las las tiendas de víveres y otras habita- ciones: el número de sus habitan» tes: sus fuentes , zatija, origen y terminación de esta., dirección , su insalubridad, por el comercio que tienen con ella los irraciona- les 8£c: número de vecinos deis barrios . extramuros: división del din en cuatro estaciones semejan- tes á las del año; la duración dé la seca y la de las lluvias: el modo como las ultimas se pre* serdan : los meteoros, que en su época acontecen y como denota el thermometro de íarhenhei su per- manencia ademas del calor ty.frwp grado máximo é- ínfimo del calor, observado por tres diferentes per* eonas , en que años , meses, dias, causas y efectos, así en la ciudad como en un dia en los campos porque baxó mucho: y en los animales cuando el ayre de la Habana se altera por aquellos infiuxos: efccto$ del agua llovediza : los diferentes tstados de la atmosfera: cuando estos ponen el cuerpo leve, grave, alegre ó indisplicente 8£c: porque y como eso suceda : observaciones meted rologico-médicas de varios años ¿y meses con otras nuevas y útilí- simas para el físico, el médico y ■cualquiera curioso ; como por exem- plo conocer por los celages y estado del cielo cuando está el ayre en disolución , Condensación o puro.: que efectos producen en el cuerpo sano y enfermo esos estados , yá en el pulso yá en los sentidos 8£c. y como puede- conocer, aun el qit& no sea físico, ni médico , cuando esas sensaciones son ciertas b que aparentando ®. g. mas salar el ayvé 347. hoy qué ayer, hayalioy menos que el que hubo aysr: causa porque muchas niñas jóvenes y hermosas se etiquen y pierdan sus colores, y las reglas ciertas para que no tengan esa suerte infeliz, las que> pueden observar sin mortificarse^ y reglas también para los que duermen la siesta ; folio 41 al 98. 4. XXI. Justa alabanza del ilustrisimo Feijoo por el discurso del médico de sí mi-^mo, y recta crítica porque criticó injustamente ese sabio ga- llego el aforismo 52 del libro 2. dé& divino Hipócrates ; folio 98 al 101. 4. XXIL al XXIV . Histeria observada por el autor del primer enfermo del vómito ne<- gro y causa que le precedió : le .misma al 2 , 3 , 4, 5, 6, 7,8 ■y 9 : y de los individuos que com~ fponian la tripulación de tres em- 'harcaciones; folio 101 al 116. $, XXV. al XXXII. Fenómenos observados en? las disecciones anatómicas. de los-^Mg. murieron de vomito'negro;, folio 116" al 131. $. XXXIII. al XXXVIL Subdivisión de la cavidad del vi- entre en tres cavidades; folio 118. * Fenómenos observados en otras nperciones anatómicas, en sag.tos. que se creia estaban envenenados ir/ eran los mismos agentes causa- dores del vómito negro ; folio 121 al 124. §. XXXVIII. al XXXIX. Historia de una lombriz de 18 varas: otra de 5 , trayendo ambas por causa la misma que el vómito negro , y los medicamentos que con seguridad las cura ; folio 124 al 129- $. XXXIX. Pasmo: sus diferencias y su -mas cierta y moderna curación, observada por el autor ; folio 129 al 149. *. XXXIX. Sigue la historia , en resumen, de otros setenta á ochenta enfer- mos de vómito negro, curados por el autor y ensayos públicos, que hizo , para la curación de esa en- fermedad ; Jblio 150 al 152. §. XI& 9 XLL mi Modo de estableced realas c¡er* tas en la medicina ; folio 153 al 156. .*). XL1I. y XLIÍI. Impugnación á la doctrina dét tps que han afirmado gue la causa del vómito negro es el demasiado calor atmosférico de los climas ca- lientes : cual es la legítima causa y como se precabe ; folio 156 al 161. §. XLIV. Invita el autor á los químicos (después de m¡nif¿star la causas del vómito negroj a que analicen y den razón de tales fenómenos 8£c; folio 161 al i 68. §. XL V. al XLVllí. Naturaleza de la bilis ó llá- mese hiél; folio 168. §. XLtX. Como debe entenderse en la medicina la palabra contrario ; fo- lio 169. §. L. Vuélvese á hablar de la Causa del vómito negro y de varias en- fermedades producidas por la misr ma; folio 170 al 17& $. LI. y LIL Confirmación de lo antecedente y el del justísimo fundamento qm tiem el público para haber criti-; 2k m. cado mucho á los médicos que no creen'en los empacitts: molo de evitar esas faltas, aun Cuando el pédieo de hoy en adelante las ol- ííide ó desprecie ; folio 172 al Í72* i Lili, y LIV. Causa y modo de subir el ca- lor én el cuerpo humano, hasta ciento diez y aun á mas grados.; folio 180. $. LV1. Porque no asciende el calor ítn el cuerpo humano á ciento y pías grados , aun cuando concur- ran las mismas causas que refiers ti §. LV1; folio 181 al 185. §. JLVII. al LIX. Confirmación del porque ss levanta el calor en el cuerpo hu- mano á aquel 'número de grados linas veces y otras no se levanta; folio 182. §. LVIIL y LIX. Épocas de humar él tabaco 6 mejor dicho cuando es su humo in- diferente , medicinal ó dañoso, en un mismo individuo ; folio 183. Inducción profesores puedan con se? guridad alviar las dolét>cias.de. sus sem: jantes , no deslanibrajiáose con la doctrina establecida en los libros; y cuando asi no sea no agravar mas sus dolencias ,* folio 23S al 240. «J. XCV. Como está la fibra en el es- tado enfermo y en el estado sano9 ó mrjor dicho que la contracción de una ó muchas partes es la causg, de la indisplicencia, pesadez, en- fermeJad y muerte y ta expansión rs la causa del plicer, levedad , sanidad y vida. Quien producé los unos y los otros fenómenos': como se conocen y pueden aumen- tar ó disminuir todo útilísimo y capaz de conducir á cualquiera para hacerse médico d* sí mismo; folio 340 al 244. &. XGVly XCVJ[L 856. Como puede el hombre conser- varse sano en los climas calientes y en los terrenos húmedos ó pan- tanosos , sin mayor mortificación; folio 244 al 245. §. XCVIIL Impugnación del autor contra la doctrina de los que admiten CDitagio en la calentura amarilla: modo de precaverse de esa enferme-, dad y de otras muchas, yá sea en l.'S lugares s^cos ó pantanosos ; folio 245 al 27>7. §. XCVIIL al CU. Pronóstico de la calentura biliosa y de otras dolencias ; folio 257 al 2¿>8. §. CI1I. In?j.¡erio sal: dable del ayre at- mosférico; folio 258 al 260. §. CIV. Imperio del calor febril, de el de las evacuaciones y de el do el ter-w ; folio 300 al 262. §. CV. Solución á las dud.is que pue- dan tener algunos médicos ó per- sonas civilizadas con el descubri- miento del autor ; folio 262 al 261. §. CVL Introducción á in curación de la calentura- biliosa ; folio 265 al 266* Opinión del autor sobre el orí- fen del sistema establecido por1 «rown , su irregularidad á la cabe- . xera de los enfermos y quien ha llenado el vacio que dexó Brown,** folio 266 al 267. Causa de que haya tenido hasta hoy tanto séquito, el método que llaman los médicos refrigerante d sea antiflogístico, en las mismas enfermedades en que otros usaron del que nombran estimulante ; fo+ lio 267 al 269. \. CVII. lieglas para que con el mis-' mo remedio que tuvo por inerme Samoelowite se precaban de la pes- te los habita; tes de Moscowt y los demás de los puellos de Levante; ó por lo menos que sean sus es- tragos un punto comparados con los que hasta hora experimentan; folio 260 y 270. Método general de la cura- ción de la fiebre biliosa : sus reme- dios é indispensables reglas para Voarlos ; y para u.:nr las gárgaras, Suches } baho frió, baño caliente 9 8¿í&r unturas, -fomentos §V. y su demos- tración con hechos prácticos y con* eludientes; asi como su* funestas resultas y buenos efectos; fo« Uo 270 al 288, Enfermedades que traen por causa ia misma que trae el vómito negro ; y preceptos del príncipe ie la medicina para la curación, que se le atribuye á Brown, por todos sus corifeos ; é impugnación con- c'uyente á la doctrina de los his- toriadores de la epidemia padecida &n las Andalucías los años 1800 al 1813 , probando de que no fué Contagiosa; folio 287 al 294. Virtud de la quina blanca pa: ra curar la fiebre biliosa; crítica á los boticarios que no despachay. la quina tan molida como lo está la harina de fior , instrucción al público de ese defecto ó crimen y de otras faltas y la disculpa que dan para cometer el primero y que especies de médicos tenemos; folio 394 al 297- fuerms remedio es el gas car? 359C bonico para la curación del vómito y las otras enfermedades pútridas aunque alavado para ellas ; pero ésquisito para la expulsión de la piedra, arenas y purificación dé los ríñones: su modo de hacerlo, usarlo y corregirlo, y su substitu- ción con las aguas de S. Diego, Madruga y Guamvacoa ; folio 297 al 301 y * Opinión sobre la obra del mé- dico del agua ; folio 301 y 302. Historia del primer enfermo de la primera especie de las tres que se describen para la curacioú particular. y los fenómenos obser- vados por Hipócrates en iguales circunstancias ; folio 302 al 315. §; CVIII. Historia del segundo enfermo de una de las tres especies, que se describen , para la curación par- ticular ; folio 315 al 323. -j. CIX. Historia del tercer enfermo de una de las tres especies, que se describen, para la curación parti- cular ; folio 323 al 331 &. CX Especies de fiebre' biliosa admu tidas por el Dr. Jackson ; folio 331 al 333. %. CXI. Conclusión ; folio 333 al 334. $. CXH. Oficio del autor al real Pro* tomedicato ; folio 335 al 338, Cntestación del real Frotóme* dicato ; folio 333 al 341. En lu^r.r de la cita ** del folio 229 deba leerse frigus homares condenaat, et meatus cons. Hpat. River. fol, 130. Cap. 4. La que esti en el expresado folio 229 debe estar en el lugar de la * del folio 231 y esta en lugvtr de la * del folio 234 , que equivocadamente colocó la imprenta ai arreciar ¿s piañas ea la prensa. ERRATA». "Donde folio. 10. . ir. . 19. , 20. 31. 22. 38. 49. 66. dice..........léase linea 11. de nosotros. . . . nuestros 7. Troade......Troade, 26. cinosa.......cirrosa 3. ciño........cirro 24. tocarla......tocarlo 3. 4. vegetal Theo- ¡vegetal descitbie*~ phastrus to pr.Theopfiaatra 6. 7. Theophastrus de Theophastro 19. Theophastrus Theophasiroritít 21. motrize.....inotrice 21. motriie.....motrice 1. burgolesas. . . . burgalesa» 16. nure. ...... nube 27. la vacuna en el.. la vacuna. e¿ / .Se halla' de s»enta -esta ,