UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES BUENOS AIRES 19 2 3 INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL MEMORIA INFORMATIVA CON MOTIVO DE LA INAUGURACION DEL PABELLON DE INVESTIGACIONES "EMILIO J. COSTA" EL DIA 27 DE DICIEMBRE DE 1923 POR EL Dr. a, h. roffo BUENOS AIRES Imprenta MONTI - tucuma n 3002 1923 Comisión de Superintendencia PRESIDENTE: Dr. Julio Iribarne (DECaNO de la facultad de ciencias medicas) Miembros: Prof. Dr. Maximiliano aberastury Prof. Dr. Alois Bachmann Dr. Luis Costa Secretario: Prof. Dr. A. H. Roffo INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL PERSONAL DEL INSTITUTO Director: Prof. Dr. A. H. ROFFO. Médicos de sala: Prof. Dr. J. LEYRO DIAZ (Cirugía). Dr. OSVALDO MEABE (Clínica). Médicos internos : Dr. ANTONIO GANDOLFO (Consultorio externo). Dr. JUAN A. ORFILA (Radioterapia). Ayudante : J. B. RIVAROLA. Jefe de Fisioterapia : Dr. GABRIEL MONER. Ayudante: HECTOR BATES. Jefe de Química biológica : Prof. JUAN A. SANCHEZ (interino). Ayudante: LUIS M. CORREA. Ayudante: AGUSTIN LASSERRE. Jefe de Patología Experimental : Dr. SIMON NEUSCHLOZ (interino). Ayudante: CARLOS GRIOT. Ayudante: J. J. VILLANUEVA. Encargado de Análisis Clínicos : Dr. FRANCISCO PILAR. * Especialista de OtorinolaringoliOgía : Dr. JORGE BASAVILBASO. * Especialista de Vías Urinarias: Dr. JUAN A. ASTRALDI. * Especialista de Oftalmología-. Dr. E. DE LA VEGA. Dentista : * E. GOLDSTEIN. * Este personal es adscripto honorariamente al Instituto. Hace un año que el Instituto de Medicina Experimental fué en- tregado a mi dirección por el Vice-Rector do la Universidad, en ejercicio del Rectorado, Dr. Francisco F. Oliver, y el Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Julio Iribarne, a fin de su organi- zación y funcionamiento, en virtud de la ordenanza sancionada por el Consejo Superior Universitario, en fecha . 16 de Junio de 1922. La inauguración del Pabellón de investigaciones, e infor- mar de la organización y de los trabajos efectuados, es el objeto de esta memoria. Origen El 8 de Octubre de 1912, el Profesor Daniel J. Cranwell leyó en la Academia de Medicina una comunicación del Dr. A. II. Roffo sobre Cáncer Experimental. En ella se establecía los re- sultados obtenidos en la transmisión de tumores de rata blanca, la primera de su índole que se efectuaba en el país. En esa misma sesión otro de los miembros de la Academia, el Prof. doctor Domingo Cabred, propuso y obtuvo, por sanción unánime de sus colegas, la fundación de un Instituto para el estudio y tratamiento del cáncer. Es al hacer el comentario de esta proposición que ti Prof. Cabred dice: (1) "Convencido desde el primer instante, como mis demás cole- " gas, de la trascendente importancia que tenían esos resultados "y de la necesidad de facilitar la prosecución de tales trabajos, " tuve la satisfacción de proponer en la misma sesión, se creara, " para el estudio y tratamiento del cáncer, un Instituto espe- 11 cial, dotado de todos los elementos de investigación experimen- " tal y clínica." Designándose la Comisión que había de arbitrar los medios para 11 realización del proyecto, formada por los doctores Domingo Cabred, J. A. Boeri y D. J. Cranwell, la Universidad de Buenos Aires apoyó desde el primer momento la obra que se iniciaba. El (1) Discurso pronunciado en el acto de la colocación de la piedra fun damental del Instituto el 15 de Noviembre de 1914. I Consejo Superior Universitario, bajo la Presidencia del Rector Dr. Eufemio Uballcs, en quien siempre el Instituto encontró un decidido partidario, sancionó la cesión de una fracción de terreno en Villa del Parque, perteneciente a la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Fué ésta una resolución de la mayor importancia, que daba al proyecto una sólida base, para los trabajos a iniciarse. Al mencionar esta sesión del Consejo Superior Universitario, debe recordarse la destacada actuación, del Decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, doctor R. Schatz, y del Prof. Pedro Benedit, quiénes siendo delegados de la referida Facultad, y con- secuentes con su espíritu progresista, no trepidaron en dar su voto, en mérito a la obra de humanidad que se iniciaba, pidiendo la cesión de una parte del terreno que pertenecía a la Institu- ción de la cual eran miembros. A pesar de la favorable acogida que este proyecto mereciera desde el primer momento, en atención a la índole de las funciones a que estaba destinado, ha pasado por una larga gestación antes de que una parte de su obra material pudiera rendir los resulta- dos que recién hoy se empiezan a comprobar. Desde el momento en que la Academia de Medicina colocara la piedra fundamental de uno de los pabellones a construirse, - 15 de Noviembre de 1914, - han/pasado nueve años, durante los cuales muchas vicisitudes pusieron a prueba la realización de una obra de tan señalado carácter social y científico^ y que por su especialización se hacía necesaria en el país, particularmente castigado por el flagelo a cuyo estudio se consagra. Pabellón de servicios clínicos El pabellón habilitado ha sido el de "Servicios clínicos y dis- pensarios", constituyendo una constante preocupación de esta Dirección el dotarlo de todos los elementos indispensables para la buena asistencia de los enfermos en él internados, y aún para la de los enfermos ambulantes, cuya concurrencia, a pesar de la larga distancia del centro, a la ubicación del Instituto, ha supe- rado a toda previsión. Todo esto se ha hecho sin descuidar la in- vestigación científica, que ha debido desarrollarse en escasa me- dida, a causa de lo reducido del personal y de la falta de espacio para la tarea, esperándose poder intensificar los trabajos con la habilitación del Pabellón "Emilio J. Costa", que ha sido ya ter- minado y entregado por los donantes. El "Pabellón de servicios clínicos", cuya hermosa arquitectura, que fué proyectada por el ingeniero Gino Aloise, en un vasto plan ue instalaciones y dependencias presentado a la Academia de II Medicina, consta: de un piso bajo con dos salas para veinte camas, con sus dependencias: baños, servicios, sala de lectura, comedor para enfermos levantados y salita para nurses. En este piso se encuentra también el local del Consultorio Externo, que ha de- bido ensancharse por la concurrencia ascendente de enfermos, que es término medio, de 60 por día. Consta el Consultorio de cua- 1ro salas, una para exámenes de hombres, otra para mujeres, la ter- cera para tratamiento y la cuarta - sala obscura - para el ocu- lista y para efectuar endoscopías. En este mismo piso están la Sala del médico de guardia y dos departamentos para enfermos graves o agónicos. En el piso alto hay dos salas semejantes a las anteriores, la sala de operaciones, sala de esterilizaciones, otra para curaciones y cuatro salitas para enfermos graves. En el subsuelo están ampliamente instalados los dormitorios para el servicio, la cocina y sus dependencias, en el ala derecha; en la parte central, la ropería, y en el ala izquierda, la farmacia y el departamento de enfermeras, confortablemente instalado, con todas las dependencias necesarias, para que este personal pueda compensarse de las impresiones a que ha estado sometido durante todo el día, en la sala de cancerosos. Organización La organización y funcionamiento del Instituto se inició en con- diciones económicas deficientes para el amplio desarrollo exigido por el plan de su creación, debido a la falta de presupuesto. Sin embargo, la labor realizada es satisfactoria y a este resultado han Contribuido los esfuerzos de todo el personal, tanto técnico como administrativo, deseosos siempre de colaborar en la obra iniciada. Para los trabajos de investigación, se adquirió el material in- dispensable y se efectuaron instalaciones de laboratorio en una sala habilitada provisoriamente. Esas instalaciones han pasado al nuevo pabellón, especialmente destinado a ellas pudiéndose dis- poner en consecuencia, de 30 camas más. En cuanto a la sección de Radiología, ésta ha llenado amplia- mente su cometido, como se desprende de las cifras estadísticas que se detallan más adelante, habiéndose podido inaugurar este servicio con la instalación de un aparato de rayos ultrapenetran- tes, debido a la generosidad de la señora María Jáuregui de Pradere. En estas condiciones, se habilitó en un principio sólo una sala, pero la demanda creciente de camas, hizo necesario habilitar dos salas más, insuficientes por completo en la actualidad para satis- facer la demanda del público. Esta concurrencia de enfermos, III que aumenta día a día, hace que todos los esfuerzos deban tender a la construcción de nuevos pabellones, para poder* internar a todos los que llegan del país entero y no pueden ser internados. El movimiento de enfermos del Consultorio Externo, tratamien to ambulatorio, internados, etc., ha sido como sigue: Enfermos Consultorio Externo 6.767 Internados 669 Fallecidos 97 Servicio de Radiología- Número de aplicaciones 3.780 Radioscopias 160 Radiografías 148 Horas de radioterapia profunda 2.497 Servicio de Cirugía- Operaciones practicadas 132 Movimiento del laboratorio de análisis clínicos- Análisis de orina 921 ,, „ sangre' (Wa'ss. Sachs Georgi) .... 711 „ ,, ,, citológicos 815 ,, ,, „ reacciones de neoplasias malignos 620 ,, ,, „ dosaje de colesterina .... 150 Examen histológicos (biopsias) 685 Pabellón de investi- gaciones El "Pabellón Emilio C. Costa" donación de la señora Fran- cisca B. de Costa, quién acaba de entregarlo con la edificación terminada, ha sido destinado para las investigaciones científicas. Inmediatamente y con los fondos votados a este efecto por el IT. Congreso se ha iniciado la instalación de laboratorios en este amplio edificio, que se distribuye así: en su planta baja, un local para los trabajos de medicina experimental, una sala para química biológica, otra para cultivo de tejidos, otra de terapia ex- perimental. En la parte central, existe el aula, con capacidad para cien asientos y un gran aparato de proyección, último mo- delo de Leitz, que está dando los mejores resultados, y en el que la técnica, tanto para las proyecciones microscópicas, y diaposi- tivos y epidiascopía, se halla muy perfeccionada. Este aparato es donación del Dr. Leopoldo Costa, la señora Manuela Romero de Lezica y la Liga Argentina de lucha contra el Cáncer. En ei IV otro cuerpo de este piso, se encuentran las Oficinas de Adminis- tración y Dirección, y la Sección de Radiología, que adquiere con esta dotación, mucha importancia pues figura en ella el gran apa- rato Multivolt para radioterapia profunda y otro para radiosco- pia, independientemente de la instalación de rayos ultravioletas, y Diatermia, que a decir de la Casa Siemens, será la más com- pieta. Esta valiosa instalación, donación también del doctor Luis Costa, hará posible la descongestión del número de enfermos que .concurren actualmente para recibir los beneficios de este trata- miento, el que, a pesar de la labor realizada por el aparato existen- Te, que trabaja once horas diarias, no alcanza a satisfacer todos los pedidos. Con la inauguración de este pabellón, que ha sido posible gra- cias al apoyo del Honorable Congreso, que votó $ 50.000 para la instalación de los laboratorios, aula, biblioteca, paredes de plo- mo de las salas de radiología, instalación de estos aparatos, etc., este Instituto podrá cumplir recién debidamente el programa, y responder al motivo de su creación, pues si bien uno de sus fines es la acción social, con la asistencia de los enfermos, la otra, la más importante, es la que se refiere a la investigación sobre esta enfermedad y los medios para combatirla. El complemento indispensable de los trabajos a realizarse, es el Pabellón de animales y morgue, cuyos planos, confeccionados por el ingeniero Simón Espil, que han merecido la aprobación de la Comisión de Superintendencia, reúne en un cuerpo de edificio un conjunto de dependencias necesarias, no sólo para los trabajos de laboratorio, sino también para la buena marcha de los servicios (líricos, como ser la desinfección y lavado de las ropas, la morgue, y el vivero técnicamente distribuidos. Esta construcción ha sido ya iniciada por el Ministerio de Obras Públicas, bajo la dirección del Ingeniero Sebastián Ghigliazza, quién espera entregarla al servicio dentro de unos meses. El ingeniero Simón Espil, conse- cuente con el espíritu altruista que lo distingue, y dada la fina- lidad de la obra que se realiza, ha confeccionado dichos planos gratuitamente y puesto a disposición del Instituto, con el mismo carácter, sus servicios profesionales. Funciona- nnento El personal técnico concurre a las 8, hora en que se inicia el consultorio y demás actividades, existiendo para los trabajos de laboratorio un segundo turno a la tarde, de 14 a 19 horas. Al ingresar un enfermo, es inmediatamente fichado, y en esta forma V se facilita la tarea, no sólo para el personal, sino también para los profesionales extraños a la casa que se interesan por conocer el archivo, la marcha de determinados enfermos o la evolución del proceso en grupos de tumores. Mejor que toda descripción, in- dicará como están organizados los trabajos, el reglamento, pro- yectado por esta Dirección, y aprobado por la Comisión de Super- intendencia, el C. D. de la Facultad de acuerdo con la ordenanza sancionada por el C. S. Universitario. Reglamento El Instituto de Medicina Experimental, tendrá a su cargo las siguientes funciones: a) La investigación científica. b) Asistencia social. c) Cultura profesional. a) Teniendo presente que el motivo de creación del Instituto ha sido el estudio y tratamiento del cáncer, sus investigaciones cien- tíficas deberán orientarse, especialmente, hacia el estudio de los tumores malignos, sin que por ello se descuide el de las demás en- fermedades de etiología obscura, que existen en el país, siempre que los recursos, personal y demás elementos lo permitan. De acuerdo con esto, el Instituto controlará las nuevas adqui- siciones sobre la etiología y terapéutica de esta enfermedad, siem- pre que provengan de instituciones científicas acreditadas. El Instituto deberá propender a que las investigaciones' sobre esta enfermedad se intensifiquen, para lo cual, sus laboratorios y demás servicios, estarán abiertos a todos los estudiosos que deseen trabajar en ese sentido, siempre (pie se atengan a las disposiciones del reglamento. b) Las funciones de asistencia médica, se limitará por ahora, sólo a enfermos de cáncer. Esta se hará en enfermos interna- dos en las cuatro salas con que cuenta el actual pabellón, y en los enfermos que concurran a los consultorios externos. Los enfermos serán tratados de acuerdo con la evolución del proceso, para lo cual se tendrá presente todos los tratamientos conocidos: quirúrgicos, físicos, rayos Roentgen, radium, y otros, que las investigaciones científicas realizadas permitan ensayar con alguna posibilidad de éxito. Para contribuir a que el diagnóstico se haga precozmente, el Instituto pondrá al servicio del público y de los profesionales, un dispensario con todos los elementos de diagnóstico. c) Tratándose de una institución de estudios muy especializa- dos, tendrá a su cargo la difusión de los trabajos que en él se VI efectúen, de extensión y divulgación científica, para el mejor co- nocimiento de esta enfermedad, tarea esta que estará a cargo de los distintos jefes de sección Los trabajos científicos que se realicen en el Instituto, tendrán una orientación definida, hacia el estudio de los tumores cuyo programa será indicado por la Dirección. El Consultorio Externo funcionará tres veces por semana y será atendido por el Director acompañado de los médicos del estable- cimiento, podiendo asistir también, médicos y estudiantes extra- ños al mismo. Efectuado el diagnóstico, e indicado el tratamiento, el enfermo será examinado cada quince días, en presencia de todo el perso- nal del Instituto, para que este pueda seguir así, la marcha del proceso. Todos los meses se efectuará una reunión a la que es obligatoria la asistencia de todo el personal. En ésta, los jefes de sección, los médicos y ayudantes, informarán de la marcha de sus traba- jos, los que serán objeto de los comentarios y de las observaciones que cada uno de los presentes creyera oportuno hacer. En estas reuniones, además de las comunicaciones originales, los encargados de sección harán conocer la bibliografía de su es- pecialización, publicada en el mes correspondiente. En estas sesiones, a las que podrán concurrir profesionales ex- traños al Instituto, se presentarán enfermos en tratamiento, para que sean observados por todos los que lo deseen. Ningún trabajo podrá publicarse, sin antes haber sido presen- tado y comentado en la reunión quincenal y por último en la mensual. El personal técnico del laboratorio y médicos de sala, serán nombrados dentro del personal que haya prestado servicios en el Instituto y previo concurso de competencia, para lo cual se tendrá presente la asistencia, dedicación y los trabajos realizados en el mismo. Estas designaciones, se harán por un año y podrán ser renovables si la Dirección lo creyera conveniente. Ningún miembro del personal del Instituto, podrá ser propie- tario ni pertenecer a Sanatorios, Institutos o Laboratorios Indus- triales, así como tampoco podrá utilizar las designaciones de su cargo con fines de propaganda o reclame. Los laboratorios estarán divididos en las tres secciones siguien- tes, que funcionarán en el "Pabellón Costa". Patología experimental. VII Química biológica y física-química. Anatomía patológica. Estas secciones estarán a cargo de un jefe y habrá en ellas una coordinación de orientación de los trabajos en vista de la finali- dad que persigue el Instituto, para lo cual el personal celebrará reuniones periódicas en la forma que se establece anteriormente. La concurrencia de todo el personal, es obligatoria diariamente, durante 5 horas, por lo menos, de acuerdo con el horario estable- cido poi* la Dirección, llevándose un libro de asistencia a los efec- tos de poder controlar la. dedicación del personal para los con- cursos de ascenso. Actualmente, el horario para el personal técnico, es de 8 a 13 y para el personal de administración, de 8 a 12 y de 14 a 18. El personal de servicio de 5.30 a 19. Las nurses de 7 a 19 horas. La Dirección del Instituto, presentará anualmente a la Comi- sión de Superintendencia la memoria de los trabajos efectuados. Todos los años, el personal del Instituto, gozará de veinte dias de vacaciones, las que se harán efectivas en conjunto, desde el uno al veinte de Enero de cada año, suspendiéndose por consi- guiente todas las actividades y permaneciendo solamente en sus puestos, el personal que a juicio de la Dirección considere indis- pensable para atender las exigencias de los servicios médicos. Necesitando el Instituto, enfermeras especializadas, dada la na- turaleza de los enfermos que en él se asisten, se darán cursos para la preparación de las mismas, los que estarán a cargo del personal técnico del establecimiento, de acuerdo con un programa que deberá presentar el Director. Liga Argen- tina de lucha contra el cáncer La asistencia de estos pobres enfermos ha sido completada con La acción desarrollada por la "Liga Argentina de lucha contra el Cáncer", que en todo momento ha prestado el concurso de sus elementos morales y materiales para el bienestar de los pacientes, ya con la concurrencia de damas visitadoras o ya aportando re- cursos. Es así que ella ha contribuido a que el servicio de ra- diología contara con los elementos indispensables para un buen funcionamiento, desde el día de la inauguración del Instituto, con la valiosa donación de la señora María Jáuregui de Pradére, de un aparato para radioterapia profunda, otro para diatermia, y demás accesarios. Ha contribuido también a la adquisición de un aparato para proyecciones, y ha donado artículos para enfer- mos y enfermeras por un valor de $ 13.000. La importancia de la cooperación de esta Liga, es tanto más VIII eficaz si se tiene presente que cuenta actualmente con un capital de $ 67.000, que ha puesto a disposición de este Instituto, cuya Dirección ha aconsejado que sea esa suma la base de un fondo para la construcción de un nuevo pabellón, (pie ha de internar a numerosos enfermos (pie solicitan camas sin poder ser compla- cidos por la insuficiencia del momento. Esta acción de la Liga ha sido completada con la divulgación de conocimientos, a efectos de difundir ciertas nociones, tendientes a dis- minuir el enorme porcentaje de enfermos que concurren a los con- sultorios médicos, muchos meses después de haber notado sus prime- ros síntomas, perdiendo el tiempo en consultar a profanos, la mayor parte de las veces por ignorancia. Para combatir esta cau-a de mortalidad, la Liga ha redactado folleto-; y repartido volantes.- más de 40.()()() - en las escuelas, comisarías, estaciones de ferro- carriles, etc., con resultados (pie ha habido ya ocasión de apreciar en el Consultorio del Instituto. Enfermeras lía sido una preocupación constante, la que ha tenido esta Di- rección por la buena asistencia del canceroso y en tal sentido ha debido dedicar preferente atención al servicio de enfermeras. Da- da la índole de la enfermedad a (pie se aplica, es indispensable (pie este personal reuna a la idoneidad necesaria, condiciones es- peciales de carácter y dedicación constante. A tales fines, el ser- vicio de que hablo se ha organizado con nurses provenientes de hospitales británicos, (pie han rendido exámenes de competencia. La Comisión de Superintendencia ha aprobado el plan de estu- dios y reglamentación para los cursos que se han de inaurar el año próximo, contando para el mejor éxito con el personal existente y numerosas aspirantes. Después de un año de ensayos, esta Dirección manifiesta su complacencia por el resultado obtenido, y asegura haber encon- trado en el personal de nurses la mayor dedicación, tanto para los cuidados técnicos como para los morales, contribuyendo así a hacer más llevadera la vida de los atacados por este mal, que en sus formas brutales parece que provocara como ninguno la repul- ■ ión, y a colocarlos al menos, a los que han de morir, en condiciones do no inspirar ni lástima, ni miedo, ni repugnancia. No puedo dejar pasar en silencio el desagrado con que fue re- cibida por el vecindario de las villas que rodean al Instituto la inauguración de sus servicios, provocado por el miedo a la pro- pagación del cáncer. En el deseo de combatir este pánico, fuá menester iniciar una obra de cultura, organizando reuniones y conciertos en los jardines, con la cooperación de las bandas mu- IX nicipal y del ejército, etc. De tal manera, el puente de hielo tendido se fué fundiendo y el Instituto llegó a hacer el centro de reunión preferido por el citado vecindario. Como continuación de esta campaña, en una reunión celebrada en casa de uno de los vecinos más caracterizados de estas villas, el coronel don Juan F. Moscarda, surgió la idea de fundar una Asociación Cultural, que desposeída de toda acción política y re- ligiosa, tuviera como programa, propender al desarrollo de la cul- tura científica, literaria, musical y cívica. Esta Institución, que tiene actualmente su sede en el instituto, y cuyo presidente es el doctor Lorenzo E. Lucena, ha iniciado ya su programa, con resultados que responden ampliamente a los fines que motivaran su fundación. La inauguración del Instituto hizo sentir de inmediaato las consecuencias de la falta de algunos servicios indispensables, co- mo ser lavadero y desinfección, viéndose obligada esta Dirección a solicitar la ayuda de algunas reparticiones municipales. Feliz- mente, encontró siempre la mejor acogida de parte de esas auto- ridades, las que, al prestar su eficaz cooperación, determinaron que la ausencia de los expresados servicios no fuera, nunca una causa que perjudicara la buena marcha de la Institución. Me es muy grato dejar constancia de mi agradecimiento al Señor Intendente Municipal, Dr. Carlos M. Noel, quién fué siem- pre un decidido propulsor de esta obra, pues además de haber au- torizado los servicios señalados, ordenó la provisión de algunos elementes y dió a la Dirección de Paseos Públicos el apoyo ne- cesario, para que por su intermedio se continuara la obra iniciada por el malogrado Intendente Municipal señor Barnctche, y se construyera un hermoso parque, para distracción e higiene de los enfermes internados y para el embellecimiento de las villas de Del Parque y Talar, que no contaban hasta ahora con un paseo público. En la formación de este parque, ha coadyuvado eficientemente, la citada Dirección de Paseos que no ha descuidado un sólo mo- mento el ornato y conservación del mismo. No menos importante ha sido la contribución de Obras Públi- cas y de los talleres municipales, que han aportado el concurso de sus elementos y de su personal. Esta obra es de las que requieren el concurso de todos para ser eficaces en la completa extensión de sus fines, que no permiten ex- X eíusivismos ni sentimiento alguno extraño a la pasión de bien pú- blico y al interés científico que nos mueve. Instituciones como la nuestra, han de ser abiertas y generosas, como el espíritu que las anima y como la misión que les da vida. Deben contar, por lo mismo, con el amor, el cuidado y la ayuda de cuantos sean capaces de interesarse por el éxito de toda acción humanitaria, claramente definida. Con esa convicción es que se ha pasado una circular, que tiende a establecer la naturaleza de esta casa de estudios, ex- perimentaciones y tratamiento del cáncer, señalando su camino a los médicos y estudiantes que quieran compartir nuestras preo- cupaciones, aportar su concurso o trabajar por sí mismos en los laboratorios o con los aparatos e instrumentos del Instituto, que igualmente pondría a su disposición todo el caudal de sus ob- servaciones y comprobaciones propias. La Dirección del Instituto ha encontrado en todo momento, do parte de las autoridades universitarias de que depende, no sólo el apoyo moral indispensable para conservar el espíritu libre de preocupaciones extrañas a las tareas de su consagración y para disponer de la serenidad que ellas al propio tiempo reclaman, sino también una libertad de acción que a la vez honra y obliga, por ser el resultado de una confianza que procede de funcionarios y profesionales de autoridad y prestigio. Tanto el Rector de la Uni- versidad, Dr. José Arce, como el Decano de la Facultad de Medi- cina, Dr. Julio Iribarne, comprenden y aprecian el valor de la con- sideración a que aspiran y del estímulo que necesitan los que es- tudian y trabajan en este género de instituciones científicas y hos- pitalarias. El Instituto se siente, así, igualmente amparado e im- pulsado por la Universidad en cuyo seno funciona. Dejar de ello constancia importa llenar un grato deber. Tiene muy presentes la Dirección del Instituto a todos los maes- tros, funcionarios y particulares que ayudaron a la iniciación, formación y consolidación de esta casa, o señalaron, como el inol- vidable profesor Penna, el rumbo hacia el cual marchamos, estu- diando la enfermedad y luchando con su difusión y sus estragos. Fué el doctor Penna, en efecto, quien instituyó en el Departamento Nacional de Higiene, una sección especial orientada a los mismos propósitos. Al recordarlo, corresponde que yo exprese la gra- titud que le conservo y que es no sólo, la de un hombre apasionado por estos estudios sino también la del mismo, a quien el doctor Penna, llamara a dirigir aquella sección. Al principio de este trabajo, he señalado la acción de una corpo- ración de una autoridad científica y profesional, la Academia de Medicina, y la acción de uno de sus miembros, me refiero al doc- XI tor Domingo Cabred, que igualmente me alentó en su hora y pá- trocinó mi obra. Del mismo modo me es grato recordar en este momento a otro de sus miembros distinguidos, el Prof. Daniel T. Cranwell, quien me dispensó el honor de presentar el trabajo a que me refiero en otro párrafo, y me apoyó en todo momento. He nombrado del propio modo a otras personas que contribu- yeron en mayor o menor medida a los adelantos alcanzados, y he citado especialmente a la noble familia de Costa, que donó los í'ondos con que se ha construido el nuevo pabellón del Instituto, destinado a estudies sobre el cáncer por inspiración de uno de sus hijos y a la vez distinguido colega el Dr. Julio Costa. El doctor Helvio Fernández me adelantó las disposiciones generosas en que se hallaba la familia de Costa, a la que había indica- do el mejor medio de hacer efectivas esas disposiciones, y él fué ouién me puso en contacto con los donantes, a fin de dar for- malidad y carácter práctico a sus propósitos humanitarios, que se han cumplido ampliamente. Debo hacer mención especial, en este cuadro de justicia distri- butiva, del digno presidente de la Comisión de Presupuesto, doctor Mora y Araujo, y de sus colegas y compañeros de comisión (loc- iones Santiago E. Corvalán y Diógenes Taboada, a quiénes se debe que el Honorable Congreso acordara las sumas necesarias para el crecimiento, desarrollo y aplicación más eficaz de la Institución, así como de los miembros del Concejo Deliberante doctores Car- los A. Ray, Angel G. Gallo,, J. Rotta. Roberto Giusti, Remigio Irion- do, Angel Giménez, Miguel Briuolo, autores de las ordenanzas a que debemos, en nuestras relaciones con el Municipio, que la .cons- trucción del Pabellón Municipal esté en vías de ser una realidad. Se comprenderá que habrá de ser muy desagradable para mi. que he entregado a esta campaña todas mis aptitudes y toda mi consagreión, el omitir los nombres de otras personas que hubiesen prestado igualmente su concurso, en una u otra forma, a la obra en marcha. Dentro de ese propósito, quiero referime de manera muy seña- lada a los Poderes públicos (pie, reconociendo la trascendencia y utilidad social de estos estudios y trabajos, han puesto a favor de ellos todo el apoyo de su autoridad oficial. El Instituto es obra científica y popular, a un tiempo, en su con- dición de casa hospitalaria y está abierto, como centro de estudios y expei ¡mentaciones, a tocios los profesionales o estudiosos que deseen XII । olaborar en la tarea, o realizar esfuerzos propios de cualquiera, índole compatible con nuestros ideales científicos. Todo tendería a un mismo alto fin y todos estamos obligados a no pensar y a no proceder sino de acuerdo con la preocupación cientí- fica y el móvil humanitaria que constituyen las fuerzas impulsoras y sostenedoras al propio tiempo del Instituto de Medicina Experi- mental, cuya reputación científica, dentro y fuera, del país, habrá, de atrae) nos, así lo espero, la consideración de los estudiosos dedi- cados, en los Centros de más autoridad en el mundo, al examen constante de estos horribles flagelos sociales. XIII NOTAS GRAFICAS DEL INSTITUTO Pabellón de servicios clínicos Enfermos que concurren para trat. miento. Hall de espera para Ccnsulíoiio externo. Una sala de mujeres. Galería de las salas de enfermos. Sala de cirujia. Salita de recreo de una sala de enfermos. Pabellón de investigaciones, "Emilio J. Costa". INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL PARA Ek ESTUDIO DEL CANCER PABELLON PARA INVESTIGACIONES FLAUTA BAJA INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL PARR EL ESTUDIO £>EL CANCER PASELLON PARA INVESTIGACIONES n ALTA ALTA Tabiques de plomo que separan al enfermo del operador Aplicaciones radioterápicas ultraprofundas Aparato para radioscopia Negatoscopio Aula Tipo de mesa de laboratorio de cemento armado Consultorio externo Aparatos de rayos ultra violeta Las máquinas están en un departamento. Laboratorio de química biológica. Laboratorio de patología experimental Pabellón de animales lavadero y morgue (en construcción) PABELLON de ANIMALES de EXPERIMENTACION 'f LAVADERO INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL PARA EL ESTUDIO DEL CANCER INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL Buenos Aires, Noxiembre y de 1922. .di señor Director del Hospital Tengo el agrado de dirigirme al señor Director comuni- cándole que, en el día^dc la fecha, ha quedado habilitado el1 instituto de Medicina Experimental, por lo que me com- plazco en ponerlo a la diposición de esa Dirección. Con la habilitación de referencia, queda establecido un con- sultorio externo y dos salas para enfermos de ambos sexos, y un servicio de radioterapia para el tratamiento de tumores malignos, respectivamente. Con tal motivo, me es grato saludar al Señor Director con toda consideración. (Fdo.) : //. H. ROl^O. Nota pasada a los Directo- res de los Hospitales Muñí cipales y Nacionales. INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL Buenos Aires, Agosto 21 de 1923. Señor Profesor: Me es grato dirigirme a Pd., para poner en su conoci- miento que este Instituto ha iniciado las funciones para las que fue creado', el estudio y tratamiento del Cáncer. Conocedor del espíritu científico c investigador que dis- tingue al señor Profesor, me honro cu poner a su disposi- ción las distintas dependencias de este Instituto, para los estudios que descare efectuar, en ¡a seguridad de que ha de aportar una eficaz colaboración en las investigaciones que se hacen sobre esta enfermedad. Las distintas secciones con que cuenta actualmente este Instituto son: Consultorio Externo para tumores en general, que fun- ciona los Lunes, Miércoles y Ciernes, de 8 a [3. Consultorio para neoplasias de vías urinarias, los Mar- tes, de 8 a 12. Consultorio para neoplasias de ojos, los Jueves, de 9 a 12. Laboratorios para análisis clínicos, todos los días, de 8 a 12 y de 14 a 18. Laboratorios para investigaciones de. química biológica, biológica, físico-química y scrología. Servicio de radiología, que cuenta con un aparato para aplicaciones de rayos ultrapenetrantes, que funciona todos los días, de S a 12 y de 14 a 18. Para radioscopias y radiografías, los Martes, Jueves y Sábados, de io a 12. Un servicio de cirugía. Todas las indicaciones y datos estadísticos, clínicos, etio- lógicos, etc., derivados de la experiencia profesional del señor Profesor, que quisiera comunicarnos, serán recibidos con agrado, enriqueciendo a la vez el archivo que se está formando en esta establecimiento. Siendo Ud. Jefe de un importante servicio hospitalario, y dedicado a una especialidad en la que tan frecuentes son los enfermos atacados de esta enfermedad, es motivo por el cual me dirijo a Ud., especialmente, en la seguridad de que su colaboración será particularmente eficaz. Aprovecho esta oportunidad para saludar a Ud. con mi consideración más distinguida. (Bdo.) : A. H. ROPPO. Circulares pasadas a los Profesores Titulares y Suplentes de la Facultad de Ciencias Mé- dicas, poniendo el .Instituto de Medicina Ex- perimental a su disposición para los trata- mientos e investigaciones científicas que desearen efectuar. INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL Buenos Aires, Agosto 21 de 1923. Señor Profesor: Me es grato dirigirme a Pd., para poner en su conoci- miento que este Instituto ha iniciado Jas funciones para las que fue creado: el estudio y tratamiento del Cáncer. Conocedor del espíritu científico e investigador que dis- tingue al señor Profesor, me honro en poner a su disposi- ción las distintas dependencias de este Instituto, para los estudios que descare efectuar, en la seguridad de que ha cic aportar una eficaz colaboración en las investigaciones que se hacen sobre esta enfermedad. Las distintas secciones con que cuenta actualmente este Instituto son: Consultorio Externo para tumores en general, que fun- ciona ios Lunes, Miércoles y Viernes, de 8 a 13. Consultorio para neoplasias de vías urinarias, los Mar- tes, de 8 a 12. Consultorio para neoplasias de ojos, los Jueves, de 9 a 12. Laboratorios para análisis clínicos, todos los días, de 8 a 12 y de 14 a 18. Laboratorios para investigaciones de: química biológica, biológica, físico-química y serología. Servicio de radiología, que cuenta con un aparato para aplicaciones de rayos ultrapcnetrantes, que funciona todos los días, de 8 a 12 y de 14 a 18. Para radioscopias y radiografías, los Martes, Jueves y Sábados, de 10 a 12. Un servicio de cirugía. Todas las indicaciones y datos estadísticos, clínicos, eco- lógicos, etc., derivados de la experiencia profesional del señor Profesor, que quisiera comunicarnos, serán recibidos con agrado, enriqueciendo a la vez el archivo que se está formando en esta establecimiento. Aprovecho esta oportunidad para saludar a Vd. con mi consideración más distinguida. (Edo.): A. H. ROTEO. TRABAJOS DEL INSTITUTO LA OSMOSIS ELECTRICA EN LAS CELULAS NEOPLASICAS por el Dr. A, H. ROFFO Y P. G1RARD PROF. DE QUIMICA FISICA EN LA SORBONA Las investigaciones que forman el objeto de esta comu- nicación, se relacionan con las modificaciones profundas que es posible producir en las células por medio de un proce- dimiento físico, en el dominio biológico. Se trata de la osmosis eléctrica. La descripción más simple que se pueda dar del fenóme- no, es la siguiente: si se divide una solución acuosa en dos porciones separadas por un diafragma poroso, y si se pro- duce una diferencia de potencial entre estas dos regiones, el liquido se pone a filtrar en seguida a través del diafragma. No se trata de un proceso minúsculo, pues es fácil realizar- lo en condiciones tales que too gramos de agua atraviesen una pared que deja en libertad un miligramo de hidrógeno. । El mecanismo del fenómeno fué imaginado por Quincke y la teoría fué perfeccionada por Helmholtz. imagine- mos con Quincke el diafragma reducido a un solo tubo ca- pilar y sea una capa eléctrica constituida por un cierto Signo, adherente a la pared del tubo; una segunda capa consti- tuida por un número de cargas de signo inverso, y separa- da la primera capa por un pequeño espesor, situada en la 5 zona molecular del líquido que baña la pared, tal es la famosa hipótesis de la capa doble, que fue tan fecunda en electrotécnica. La vena líquida que llena el tubo capilar, tendrá por lo tanto un revestimiento de cargas eléctricas, cuyo signo es el inverso de aquel cuya carga está fijada a la pared del tubo. En estas condiciones y bajo la acción de un campo para- lelo al tubo, las venas líquidas deslizarán y el sentido de este deslizamiento dependerá de la orientación del campo y de los signos de las cargas de que están revestidas las ve- nas líquidas. Si por ejemplo, el signo de la carga que re- viste la vena líquida es negativo (Fig. 1) y que la orienta- Figura 1 Figura 2 ción del campo es la que se encuentra anotada (+), se ve que el sentido del deslizamiento de la vena será aquel que indica la flecha, es decir, de abajo hacia arriba, si nos- otros no cambiamos nada la orientación del campo ( + ), pero si en cambio el signo de la carga que reviste la vena liquida es positivo, el sentido del deslizamiento de la vena liquida será contrario al que indica la flecha (Fig. 2), es decir, de arriba abajo. Es importante notar que dicha osmosis no tiene ninguna relación con las osmosis clásicas que rigen las leyes de Pfef- fer, y las relaciones de concentraciones moleculares de los líquidos, que separa un septum; aquí solamente el signo de las cargas que revisten la vena líquida y la orientación del campo, dan el sentido del deslizamiento de la vena, es de- cir, de la endósmosis o de la exósmosis. 6 La ley cuantitativa del fenómeno fué anunciada por Helm- holtz, y se la pueda resumir como sigue: El intercambio por osmosis eléctrica es proporcional al campo, independiente del espesor del diafragma y proporcional a la superficie de sec- ción ; es igualmente proporcional a la diferencia de potencial de la capa doble (o lo que viene a ser lo mismo, a la densi- dad de la carga que constituye esta capa), e inversamente proporcional a la viscosidad del fluido. Tales son, bajo una forma condensada, las característi- cas físicas esenciales del fenómeno. Un interés muy grande existía bajo el punto de vista del estudio experimental del intercambio, en saber si los tejidos vivos y normalmente irri- gados, podían ser terreno propicio para tales osmosis eléc- tricas. Hasta estos últimos años, los procesos de electrólisis, FIGURA 3 Hígado normal osmosado sin relación ninguna con el que venimos de describir, y don- de entran en juego como se sabe en la vecindad inmediata de los electrodos metálicos, la modificación química del medio que está ligada al transporte de iones, eran los únicos que habían despertado la atención de los biologistas y de los electroterapeutas y que sacaron de ellos mucho beneficio. Sin embargo, debemos agregar, que la teoría de los iones, lo que se empezaba a entrever de su rol biológico, inspira- ron especialmente a Leduc, interesantes investigaciones so- bre su penetración a través de la piel. Notemos que los electroterapeutas emplean el término de cataforesis para 7 designar el fenómeno, que consiste en un simple desplaza- miento de los iones bajo la acción de un campo, y su pene- tración, donde estos iones recogidos por la circulación lin- fática, son pronto lanzados al torrente circulatorio. Lo mismo que la electrólisis, no encontramos en este fe- nómeno y las aplicaciones terapéuticas derivadas de él, la característica fundamental de la osmosis eléctrica, en el sentido que la hemos definido. Los primeros ensayos de osmosis eléctrica a través de los tejidos, son debidos a Fierre Girard y V. Morax (C.R.A.S. 29 de Marzo de 1920), quienes realizaron sus trabajos sobre el ojo en el animal vivo, estando separado el humor acuoso de las. soluciones electrolíticas que bañan el epitelio externo FIGURA 4 Células hepáticas osmosadas por la córnea, consiguiendo endósmosis en el curso de las cuales, estas soluciones electrolíticas, filtrando en la cáma- ra anterior, venían a aumentar el volumen del humor acuo- so, elevando considerablemente la tensión intra-ocular, y también exósmosis que se traducían por una filtración del humor acuoso a través de la córnea, fuera del organismo y un descenso correlativo de la tensión infraocular. El punto de vista esencial que sirvió de guía a Girard y Morax en sus investigaciones, pueden resumirse así: Estos autores pensaron que un tejido vivo, cualquiera que 8 fuera, podría, por la estructura lacunar que crean los inters- ticios celulares, ser asimilados a los diafragmas porosos uti- lizados por Quincke y Helmholtz en sus experiencias. De esté modo debería encontrarse reproducido en dichos tejidos, una de las condiciones fundamentales de la osmosis eléctrica: la existencia de poros, lagunas o meatos que lle- nen los tubos líquidos. En cuanto a la diferencia de poten- cial que determina el deslizamiento de estos tubos, se puede concebir del modo siguiente su realización al nivel de las masas celulares, las más externas del tejido, bañadas por la solución electrolítica. Supongamos que un eléctrodo metá- MICROFOTOGEAFIA N. 1 Hígado osmosado por Cl2 Ba. 5e ve observado a pequeño aumento el aspecto lagunar. La mayor parte de las células hepáticas están invadidas por el liquide. lico unido al polo, de un signo dado, de una pila eléctri- ca se aplique sobre un punto cualquiera del cuerpo de un animal vivo. En estas condiciones, el electrodo fisiológico correspondiente será el cuerpo entero del animal y en par- ticular el tejido que se propone someter a la osmosis eléc- trica; el potencial de este tejido queda también en sus dife- rentes puntos indeterminado. Por otra parte, la solución electrolítica que baña las masas celulares, las más externas, y donde se sumerge otro electrodo metálico, unido al otro 9 polo de la pila, funciona como un electrodo líquido de poten- cial igualmente indeterminado; de modo que al nivel de las masas celulares las más externas del tejido se diferenciará una zona, donde se encuentra una diferencia de potencial, cuyo campo corresponde al deslizamiento de las venas líqui- das que llenan, a este nivel, los intersticios celulares. Pero para que estas venas líquidas, se deslicen sin la ac- ción de este campo, es necesario, conforme a la concep- MICROFOTOGRAFIA N. 2 Hígado osmosado observado con más aumento ción de Helmholtz, que exista a lo largo de estos intersti- cios celulares, cuyas paredes están constituidas por las pa- redes de células vivas que los bordean, una doble capa eléc- trica. Si nosotros pudiéramos examinar una célula cualquiera aisladamente, sacándola del tejido que forma parte, de manera que llegara a independizarse, vertamos entonces que suspendida en un líquido conductor, y sometida a la acción de un campo, ella se desplazaría hacia uno de los polos; todo pasaría como si su pared estuviera revestida de cargas eléctricas, de signo y densidades determinadas, figu- 10 raudo una de las hojas de la capa doble, estando constitui- da la otra hoja por un mismo número de cargas (de un signo contrario), situadas en la zona molecular del líquido que baña la pared celular. Esto nos lleva a imaginar, en el espesor del tejido vivo, a lo largo de las paredes de los intersticios celulares, capas dobles de Helmholtz; una de las hojas de la capa doble se adherirá a estas paredes, la otra hoja revestirá los tubos MICROFOTOGRAFIA N. 3 Tumor osmosado con SeO4K2 acidulado (10 minutos, 2 miliamp.), observado a pequeño aumento Líquidos que llenan los intersticios celulares: en estas condi- ciones se puede considerar como posible la existencia de una osmosis eléctrica; el volumen perdido a través de los inters- ticios celulares, deberá ser proporcional al campo realizado y a la densidad de las cargas que componen las dos hojas de la capa doble y la dirección del deslizamiento, para una orientación dada del campo, dependerá de los signos de las cargas que revisten los tubos líquidos. Se ve por esto, el gran interés que hay en conocer las leyes que nos permitan modificar a voluntad, este signo y esta densidad. Estas leyes existen: ellas han sido formuladas, es cierto, 11 para las paredes inertes, en gelatina, sílice, cloruro de cro- mo, etc., por jean Perrin. Son las reglas de la electrización de contacto, que son en conclusión las leyes de absorción de los iones, y son en este dominio, confuso de la absorción, los únicos datos precisos que nosotros poseemos. Estas reglas dependen, como se sabe (ver J. Perrin, Jour- nal de Chimie Physique 1904-1905), del signo y la densidad de las cargas absorbidas por las paredes, de la constitución y de la concentración iónicas del líquido que las baña. Nada prueba a priori, que ellas sean extrapolabas de las paredes MICROFOTOGRAFIA N. 4 Preparado del tumor osmosado anterior, de la porción periférica, observado con mayor aumento de las células vivas, pero de este modo, ellas pueden servir de guia en el curso de investigaciones sistemáticas. En el esquema experimental que idearon Girard y Morax, en sus investigaciones sobre la osmosis a través de la cór- nea, la orientación y el tamaño del campo, asegurando el des- lizamiento de los tubos líquidos, han sido fijadas una vez por todas. El electrodo metálico aplicado sobre el cuerpo del animal, está, por ejemplo, unido al polo negativo de una 12 pila, y el electrodo sumergido en la solución que baña el epitelio externo de la córnea está unido al polo positivo. En estas condiciones, se hace variar sistemáticamente, de acuer- do con datos suministrados por las reglas de electrización de contacto, la constitución iónica de la solución que baña el epitelio. Los resultados fueron, para la orientación del campo anteriormente definida, que todas las soluciones que contienen iones OH- o iones polivalentes negativos (iones: sulfato, carbonato, citrato, ferrocianuro), darían endósmo- sis, mientras que las soluciones que contienen los iones H + ó iones polivalentes positivos (Ba++, Ca++, Mg++, La+++, Ce+ ++, etc.), darían las exósmosis. La conclusión legíti- MICROFOTOURAFIA N. 5 Tumor osmosado con Se 0* K2 62 ma que se puede sacar de estos resultados, es que induda- blemente en la configuración de la capa doble a lo largo de las paredes de los intersticios celulares, depende de la com- posición iónica del líquido que baña estas paredes y que los mismos iones (iones H+, OH-, y iones polivalentes de. los dos signos), electivamente eficaces en la electrización de los diafragmas porosos, son también ellos los que fijan electiva- mente las paredes de las células vivas. En las osmosis que Girard y Morax practicaron a través 13 de la córnea, es únicamente a lo largo de los intersticios ce- lulares que se efectúa el deslizamiento de las venas liquidas. Por otra parte, las células muy achatadas y poco globulo- sas, que recubren estos intresticios, no participan en este pro- ceso. Pero se produce en otra forma cuando se trabaja con otros tejidos (Girard; Fauré Fremiet, Roffo), como el hígado, y particularmente los que han de interesarnos más, los tejidos neoplásicos (tumores epiteliales o sarcomas), injertados so- bre ratas receptivas. MICBOFOTOGRAFIA N. 6 Del mismo tumor anterior visto con mayor aumento Sobre las células globulosas y de forma geométrica, como son las células del hígado, el fenómeno es de una observa- ción relativamente fácil; es aquí donde las endósmosis celu- lares son dignas de observarse. Ellas se realizan fácilmen- te, cuando el electrodo metálico aplicado sobre el cuerpo del animal está unido al polo negativo de una pila, y el otro electrodo sumergido en la solución electrolítica al polo po- sitivo. En una nota presentada en la Academia de Cien- 14 cias de París, A. H. Roffo y P. Girard han descripto los diversos aspectos de las células hepáticas y neoplásicas, ''in- vadidas" por el flujo endosmótico. Se trata de verdaderas inundaciones celulares que, hecho notable, se circunscriben, al principio a lo menos en especies de lagos, encastrados en e! protoplasma celular, que en las zonas que no son inunda- das, conserva su aspecto normal. (V. Fig. i) (i). En las células neoplásicas, el proceso de vacuolización no es menos notable. MICBOFOTOGKAFIA N. 7 Carcinoma de rata inyectado con el SeO4K2 acidulado. Lesiones celulares poco pronunciadas todavía, no hay inundación. Hemos efectuado estas experiencias sobre los tumores de ratas blancas aplicando los procedimientos descriptos ante- riormente y disponiendo el electrodo metálico por ejemplo, e! negativo aplicado al cuerpo del animal, y el positivo su- mergido en la solución que se encuentra cubriendo el pequeño tumor. Los primeros ensayos han dado resultados muy alentado- res, habiendo podido obtener endósmosis celulares inundan- do totalmente el protoplasma. De acuerdo con los traba- (1) Preparaciones histológicas efectuada por el Prof. Fauré Fremiet, ¿el College de France. 15 jos anteriores, hemos empleado un cuerpo cuya afinidad con el elemento neoplásico es conocido: el selenium. Se pueden constatar los resultados obtenidos por el examen de las mi- crofotografias tomadas de los preparados histológicos. El tumor osmosado era un carcinoma del volumen de una nuez. Se fija el polo negativo al cuerpo del animal, el tubo fué llenado con una solución seleniato de potasa y se le aplica una corriente de 10 milliamperes, durante 10 minutos. Se observa en las preparaciones histológicas, un proceso de vacuolización sobre todo el espesor del tumor, como lo demuestran las microfotografías tomadas en diferentes zo- nas, que permiten establecer la comparación con la micro- fotografía N.° / que representa un tumor que ha sido so- lamente inyectado. En los primeros, las células están hinchadas, el protoplasma es rechazado por las vacuolas, el núcleo ofrece una reacción cromática poco sensible o nula y se nota en el centro una zona de tejido disgregado en medio de una masa líquida, en la cual se bañan las célu- las desprendidas, que han sufrido el proceso de vacuoli- zación. Está de más decir que los tumores tratados han sido jó- venes, para evitar los procesos de autolisis que podrían dar lugar a interpretaciones erróneas. No creemos que sea necesario llamar la atención sobre el profundo, interés que hay en poseer un medio que, sobre los tejidos vivos y normalmente irrigados, nos permita forzar a nuestra voluntad, esta puerta herméticamente cerrada que es la pared celular. Sin duda nos es ya posible, - pero in vitro, - sobre células autónomas o en fragmentos de tejido desprendidos del organismo, y sumergidos en los medios artificiales hipertónicos o hipotónicos, provocar inundacio- nes endo-celulares que hinchen las células, o de "plasmoli- zarlas" poniéndolas en presencia de relación de las concen- traciones moleculares de dos medios líquidos. Sin duda, es- tos procesos osmóticos-endosmóticos o exosmóticos-, pue- den igualmente acompañarse de cambios de iones entre los dos medios; pero estos cambios de iones apenas si nosotros comenzamos a entreverlo, se hace sobre las células auto nomas, como son las células de la sangre; así como los fac- tores físico-químicos, y especialmente, la composición iónica del medio y el estado eléctrico de 1a pared celular, que las gobierna (ver P. Girard, Journal de Chimie Physique 1919). En suma, si exceptuamos posibilidades muy limitadas, la 16 pared celular se nos presenta como una puerta que no sa - bemos abrir. Es por esto que en presencia de estas vacuolizaciones ce- lulares que pueden tener como nosotros pensamos, el as- pecto de verdadera "inundación" la primera cuestión que viene al espíritu es la de ver qué es lo que entra. ¿Qué es lo que penetra en el citoplasma? ¿Es agua solamente; es ésta con las moléculas y los iones que ellas contienen, o bien, entre estos iones, se efectúa una selección al nivel de la pared? Es esta última hipótesis, que después de los datos adqui- ridos sobre otras células, las más semejantes, y que sólo una investigación físico-química sistemática podrá revelar- nos en detalle cuáles son los iones que penetran con el flujo endosmótico, en la célula inundada. Pero, aquello que sa- bemos de la desigual permeabilidad que tienen estos iones en las paredes de otras células (experiencias de Koepper, Gurber, Hamburger, etc., sobre los cambios entre los ele- mentos de la sangre y diferentes medios), hace muy proba- ble que al nivel de la pared de la célula hepática o de la célula neoplásica un intercambio debe efectuarse entre los iones que vehiculan las venas líquidas en movimiento, y las investigaciones físico-químicas de P. Girare!, que mues- tran la posibilidad de comunicar a paredes inertes, en gela- tina o membranosas, esta misma permeabilidad electiva vis a vis de los iones de un medio, hacen extremadamente pro- bable que este intercambio debe estar sujeto, como en las experiencias de este autor al signo y a la densidad de las cargas eléctricas que revisten las paredes celulares. 17 ESTUDIO FISICO QUIMICO DEL SUERO DE LOS CANCEROSOS SOMETIDOS A LA RADIOTERAPIA ULTRAPENETRANTE (*) POR EL Dr. A. H. ROFFO y J. CORREA (AYUDANTE DEL INSTITUTO) En el proceso neoplásico, predominan de tal modo, los fe- nómenos bioquímicos, que éstos tienden a orientar, actual- mente, las investigaciones sobre esta enfermedad. Es indu- dable que si bien en los resultados obtenidos hasta ahora, la investigación química no haya traído ningún elemento que pueda considerarse como específico de las neoplasias, se han encontrado variaciones en la composición y en el metabolismo, tanto de los tumores mismos, como en los humores donde éstos arrojan sus secreciones. Entre éstos, hay especialmente aumento de ciertos cuerpos orgánicos, resultado que se encuentra de acuerdo con la enorme acti- vidad de estos tejidos, y por lo tanto del metabolismo alte- rado en relación al de los tejidos normales. Tanto la composición química de la célula, como los ca- racteres físico-químicos del medio, demuestran que la cé- (1) Presentado en ila sesión mensual del Instituto del mes de Junio. 19 lula neoplásica no solo presenta fermentos que son propios de la célula normal, sino que según las investigaciones de Russel, Waterman, Drew y Gye, presentan un consumo de oxigeno mucho mayor que las células normales, posible- mente en razón de su actividad mitósica y por lo tanto de su funcionalismo más exagerado. Las investigaciones físico-químicas señalan alteraciones concordantes con el desarrollo y evolución de la neoplasia- modificación de la tensión superficial, la viscosidad, etc., y que pueden apreciarse como exponente de las modifica- ciones cuantitativas de ciertos lipoides, entre los cuales la colesterina y la lecitina, a veces muy aumentada, parecen jugar el rol más importante. En este orden de ideas, hemos efectuado algunas inves- tigaciones en enfermos con tumores malignos y tratados por irradiaciones penetrantes, especialmente en aquellos con neo- plasias internas, sometidos a un tratamiento de larga dura- ción, y que producen por lo tanto, alteraciones profundas en el organismo, señaladas por los autores, registrándose ya, como modificaciones morfológicas de la sangre-destruc- ción abundante de glóbulos blancos y rojos,-o ya por la reabsorción de los productos de destrucción celular. En nuestros ensayos, encontramos también variaciones fí- sico-químicas en el suero dq los enfermos, que pueden inter- pretarse como producto de reacciones secundarias del or- ganismo. En una primera serie hemos agrupado algunos enfermos de procesos no neoplásicos cuyos sueros han dado las si- guientes cifras: (i) (1) La cifra de la tensión superficial es absoluta y ha sido tomada con el estalagmómetro de Traube y calculada de acuerdo con la fórmula: n mgs [v] D 7.4-- . a 19°; en la cual, n es el número de gotas del N m. m agua, N el número de gotas del suero investigado, D la densidad del mismo y 7.4 la tensión superficial del agua a 19°. A La conductibilidad ha sido obtenida según la fórmula K = = X en la que el factoi- A representa la constante de capacidad del vaso. 20 SUEROS DE ENFERMOS NO NEOPLASICOS Tensión Concen- D Enfermedad Densidad superf. Viscosidad Conduct. es- trac, de - Dynas pecif. ion H. V Granuloma del p.n. brazo. Evolu- ción 6 años .. 1 1.0301 68.604 1.905 K = 0.0093 7.8 36.012 Ciática. 8 años evolución .... 1.0293 68.943 1.823 K = 0.0091 7.9 37.792 Impétigo. 5 días evolución . . ;. Quiste sinovial. 3 1.0292 67.497 2.4534 K = 0.0089 7.9 27.511 años evolución. 1.0316 68.8273 1.9954 K = 0.0078 7.9 34.492 Litiasis biliar. 1 1.0324 año evolución. Neuralgia del tó- 1.0294 68.5316 1.8241 K = 0.0079 7.9 38.107 rax. 2 meses evolución .... 66.4947 1.7389 K = 0.0091 7.8 38.245 Foliculitis Neuralgia pier- 1.02839 69.1672 1.9345 K = 0.0081 7.9 35.75 na 1.02696 69.2312 1.6318 K = 0.0083 7.9 42.42 En una segunda serie hemos agrupado enfermos con neo- plasias malignas. SUEROS DE ENFERMOS NEOPLASICOS NO TRATADOS Tensión Concen- trac. de D Enfermedad Densidad superf Viscosidad Conduct. es- ion H. -. Carcinoma exó- fago. Evol. 4 meses 1.0309 Dynas 67.885 2.112 pecíf. K = 0.0081 P. H. 7.9 V 32.142 Carcinoma recto. Evol. 1 año .. 1.0272 66.791 1.997 K = 0.0092 8. 33.445 Carcinoma cara. Evol. 3 años. 1.0277 67.345 1.926 K = 0.0096 8. 34.912 Carcinoma cara. Evol. 11 años. 1.0278 61.361 1.971 K = 0.0087 8. 31.099 Sarcoma ojo ... 1.0362 66.485 2.4321 K = 0.0088 8. 27.341 Metástasis gang. Evol. 10 me- ses 1.0291 67.014 2.1229 K = 0.0086 7. 31.586 Carcinoma próst. Evol. 3 años . 1.0289 66.991 2.245 K = 0.0084 8. 29.840 Carcinoma amíg- dala. Evol. 1 año 1.0265 67.5996 2.2021 K = 0.0085 8. 30.697 Carcinoma exófa- go. Evol. 4 meses 1 0309 66.885 2.112 K = 0.0081 7 9 31.669 21 Én la comparación de los cuadros precedentes se observa que la tensión superficial absoluta en el suero de los enfer- mos neoplásicos, está disminuida en i a 2 dynas y la vis- cosidad está en general aumentada en estos últimos, de modo que la relación Lr se encuentra también disminuida. La investigación se ha efectuado en 27 enfermos, hacien- do la extracción de sangre en ayunas, antes de la radiación, media hora y veinte y cuatro horas después, con los resul- tados que se indican a continuación: ENFERMOS NEOPLASICOS TRATADOS Enfermo 826.-(Carcinoma de amígdala. Evolución 1 año. Radiación.-100 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-Auricular derecha e izquierda.-50 cm2.-Total 100 cm2. Conduct. Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. D V Antes. . , (1) 1.0265 67.599 2.2021 0.0083 8. 30.697 % h. desp. (2) 1.0251 68.122 2.2401 0.0086 8. 30.410 24 hs. „ 1.0253 68.452 2.3441 0.0084 8. 29.201 Enfermo 680.-Carcinoma de cuello de matriz. Evolución de 2 años. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. +2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Matriz. Ovario derecho e izquierdo. Sacro ilíaca derecha e iz- quierda.-50 cm2.-Total 250 cm2. Conduct. . D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0219 66.0121 2.0412 0.0081 7.9 32.339 % h. desp. . 1.0258 66.0402 2.0935 0.0084 7.8 31.545 24 hs. „ 1.0263 67.5916 2.6355 0.0083 8. 25.646 Enfermo 955.-Carcinoma de mama. Evolución de 2 años. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-Eupraclavicular. Mama y axila.-50 cm2.-Total 150 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V 24 hs. desp. . 1.0308 65.1911 2.3225 0.0083 7.9 28.077 72 hs. „ 1.0307 68.1920 2.4262 0.0080 8. 28.102 96 hs. „ 1.0310 68.0107 2.1181 0.0085 7.9 32.104 Enfermo 632.-Epitelioma reg. palpebral izq. Evolución 8 años. Radiación.--118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 45 minutos Aplicación.-Cuello izq. y derecho.-50 cm2. e|u.-Total 100 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0325 66.1881 2.6512 0.0082 8. 24.965 % h. desp. . 1.0324 67.9212 2.4652 0.0084 7.8 27.551 24 hs. „ . 1.0315 67.1121 2.5311 0.0083 7.9 26.526 (1) se entiende antes de la radiación y (2) después. 22 Eenfermo 847.-Carcinoma recidivado de mama. Evolución 5 anoá. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Supraclavicular. Mama y axila.-50 cm2. Conduct. D liesidtados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0318 67.3325 2.2534 0.0085 7.9 29.436 % h. desp. . 1.0360 66.1614 1.9842 0.0081 7.9 33.344 48 hs. „ 1.0291 66.2314 2.4652 0.0082 7.9 26.868 Enfermo 678.-Epitelioma de la nariz. Radiación.-90 mil volts.-2 M.A.-2 Al. 20 minutos. Aplicación.-Angulo nariz.-2 cm2. Muy pequeña localización. 1 a 2 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0223 65.4311 2.1542 0.0083 7.9 30.378 % h. desp. . 1.0289 66.1241 2.0512 0.0081 7.8 32.236 72 hs. . 1.0314 66.9542 1.9972 0.0084 8. 33.676 Enfermo 873.-Carcinoma de mama operado. Evolución 1 año. Radiación.-118 mil voltios.-2 M.A.-Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-Supraclavicular. Mama y axila.-50 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. ■ V Antes. . . . 1.0202 66.213 2.4302 0.0083 7.9 27.245 % h. desp. . 1.0308 67.3142 2.1016 0.0083 7.9 32.029 48 hs. „ 1.0342 67.2402 2.4218 0.0084 7.9 27.764 Enfermo 1046.-Carcinoma de matriz y vagina. Evolución 8 meses. Radiación.-110 mil voltios.-2 M.A.-% Zn. + Al. 50 minutos. Aplicación.-Matriz. 2 ovarios. 2 sacro-ilíacos. 50 cm2. e|u. Conduct. D Resultados Densidad- Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0311 67.8271 2.1423 0.0084 8. 31. 664 % h. desp. . 1.0343 68.1421 2.3546 0.0082 7.9 28. 910 24 hs. „ 1.0214 68.1316 2.5476 0.0084 7.8 26. 745 Enferme 616.-'Carcinoma de pared posterior de faringe. Evolución 1 año. Radiación.-118 mil voltios.-2 M.A.-% Zn. + Al. 40 minutos. Aplicación.-Nuca y dos regiones carotídeas. 50 cm2. Radiación.-100 mil voltios.-2 M.A.-3 Al. 25 minutos. Aplicación.-Boca abierta. 6 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes 1.0340 67.3325 2.8531 0.0082 7.8 29.884 V2h. desp. . 1.0318 67.3547 ].9327 0.0084 7.9 35.000 -18 hs. 5, 1.0283 67.1852 1.8214 0.0079 8. 36.885 72 hs. 1.0316 67.4241 2.1451 0.0084 8. 31.431 23 Enfermo 185.-Epitelioma de cara. Evolución 6 anos. Radiación.--90 mil voltios.-2 M.A.-2 Al. 20 minutos. Aplicación.-2 en cara. 20 cm2. Conduct. D Resxdtados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0223 66.4521 2.3245 0.0083 7.9 28.585 24 hs. ¿lesp. . 1.0311 63.1154 1.9234 0.0084 7.9 32.814 72 hs. „ 1.0317 68.7115 2.5316 0.0083 8. 27.144 Enfermo 663.-Epitelioma ulcerado de cara. Evolución 8 años. Radiación.-100 mil voltios.-2 M.A. + 2 Al. 30 minutos. Aplicación.-Angulo del ojo. 2 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Ténsión sup. Viscosidad especif. PH. V Antes. . . . . 1.0318 66.321 2.246 0.0083 7.9 26.96 % h. desp. . 1.0216 68.3429 1.9985 0.0081 8. 34.196 24 hs. „ 1 .0200 68.0211 1.8521 0.0083 7.9 36.76 Enfermo 1063.--Sarcoma de muslo. Evolución 1 año. Radiación.-110 mil voltios.-2 M.A.-% Zn. + 1 Al. 50 minutos. Aplicación.-Hipocondrio 70 cm2. Condiict. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PR. V Antes. . . . 1.0272 68.3563 2.1354 0.0083 1.9 32.011 Vá h. desp. . 1.0324 69.321 2.321 0.0079 7.9 29.86 24 hs. „ . 1.0295 69.561 2.233 0.0081 7.8 31.15 Enfermo 881.-Carcinoma recidivado de ingle, consecutivo a epitelioma de pene. Evolución 18 meses. Radiación.-118 mil voltios.-2 M.A.--Zn. + 1 Al. 45 minutos. Aplicación.-Ingle 1.-60 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0306 65.1518 2.8354 0.0079 7.9 22.987 % h. desp. . 1.0296 67.1621 1.8624 ■0.0087 8. 36.061 24 hs. „ . 1.0215 67.025 1.6231 0.0083 8. 41.29 Enfermo 836.-Carcinoma de amígdala. Evolución 1 año. Radiación.-100 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-Auricular der. e izq.-50 cm2. c|u. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0265 67.5996 2.2021 0.0083 8. 38.77 % h. desp. . 1.0251 68.Í22 2.2401 0.0086 8. 30.41 24 hs. „ . 1.0253 68.4527 2.3441 0.0084 8. 29.29 24 Enfermo 270.-Ááeno-careinoma de mama reeid. Evolución 14 anos Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-Mama, supraclavicular y axila.-50 em2. c|u. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad especif. PH. V Antes. . . . 1.0264 68.3582 2.6421 0.0087 7.9 25.17 % h. desp. . 1.0266 68.751 2.7314 0.0083 7.8 25.87 24 hs. „ 1.0273 69.232 2.9121 0.0084 8. 23.77 Enfermo 1013.-Carcinoma consecutivo a un bocio quístico. Evol. 10 meses. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 40 minutos. Aplicación.-En el bocio. 60 em2. D V Antes. . . . 1.0219 67.3021 2.4232 0.0086 7.9 27.77 % h. desp. . 1.0235 69.4321 2.451 0.0085 8. 28.33 24 hs. „ 1.0222 68.1311 2.634 0.0085 7.9 25.87 Enfermo 748.-Carcinoma de matriz. Evolución 18 meses. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Matriz, ovario izq. y der., sacro ilíaco der. e izq. 50 em2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0248 64.1759 2.1857 0.0085 7.9 29.54 24 hs. „ 1.0253 66.1901 2.3221 0.0083 8. 27.32 % h. desp. . 1.0261 66.2811 2.4111 0.0083 7.9 28.50 Enfermo 196.-Carcinoma del labio. Recidiva en ganglios del cuello. Evolu- ción 3 años y 4 meses. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + Al. 40 minutos. Aplicación.-Submaxilar y supraclavicular. 40 cm2. c|u. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0271 67.570 Dynas i 1.923 0.0083 7.9 35.142 % h. desp. . 1.0276 67.919 „ 2.013 0.0083 7.9 33.739 24 hs. „ 1.0274 68.424 „ 2.134 0.0084 7.9 32.063 Enfermo 894.-Carcinoma de escroto. Evolución 2 años. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 50 minutos. Aplicación.-Ingle. 60 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. 1 'iscosidad específ. PH. V Antes 1.0271 66.114Dynas 1.856 0.0084 7.9 35.621 y2 h. desp. . 1.0293 68.550 „ 1.981 0.0087 7.9 34.603 24 hs. 1.0314 68.927 „ 1.990 0.0093 7.8 34.037 25 Ünférmo 918.-Carcinoma de maxilar superiir. Evolución 4 mesés. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-y Zn. + 2 Al. 50 minutos. Aplicación.-Maxilar superior. 40 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0287 67.750 Dynas 1.964 0.0086 7.9 34.547 % h. desp. . 1.0275 69.671 „ 1.928 0.0085 7.8 36.141 24 hs. „ 1.0274 68.434 „ 1.994 0.0084 7.9 34.319 Enfermo 921.--Carcinoma de mama recidivado. Evolución 1 año. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 50 minutos. Aplicación.-Supraclavicular. Mama y axila. 50 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. 7 iscosidad específ. PH. V Antes.... 1.0304 69.428 Dynas 2:234 0.0081 7.8 31.078 % h. desp. . 1.0272 69.171 „ 2.357 0.0084 7.9 29.347 24 hs. „ 1.0283 68.968 „ 2.362 0.0083 7.8 29.199 Enfermo 919.-'Carcinoma de faringe. Evolución 3 meses. Radiación.-110 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 1 Al. 45 minutos. Aplicación.-En las dos carótidas. 30 em2. Conduct. 1) Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0287 66.227 2.031 0.0094 7.9 32.608 % h. desp. . 1.0281 68.471 2.129 0.0084 7.9 32.161 24 hs. „ . 1.0301 68.561 2.131 0.0086 8. 32.34 Enfermo 857.-Carcinoma de labio y cuello. Evolución 11 meses. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 1 Al. 45 minutos. 3 Al. 100 mil volts.-2 M.A.-40 minutos. Aplicación.-'Dos en el cuello del primero, 50 em2. y dos en el labio del segundo, 6 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0240 67.131 1.700 0.0085 7.8 32.48 % h. desp. . 1.0249 68.257 1.729 0.0083 7.9 39.477 24 hs. „ 1.0203 68.964 1.642 0.0081 8. 41.967 Enfermo 763.-Carcinoma de pequeña pelvis y vagina. Evolución 10 meses. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Matriz, ovario izq., ovario der. Sacro ilíaca der. e izq. 50 em2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad especif. PH. V Antes. . . . 1.0254 66.835 2.342 0.0083 8. 28.54 % h. desp. . 1.0270 68.398 2.135 0.0085 7.8 32.036 24 hs. „ 1.0278 68.675 2.023 0.0084 7.9 33.947 26 Enfermo 854.-Carcinoma redicivado de mama. Evolución de 3 años Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% Zn. + 2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Supraclavicular y axila. 50 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. V Antes. . . . 1.0215 67.111 2.101 0.0081 7.8 31. 94 % h. des. . 1.0225 68.501 2.201 0.0083 8. 31. 12 24 hs. „ 1.0259 68.601 2.506 0.0081 8. 27. 37 Enfermo 680.-Carcinoma de cuello de matriz. Evolución 2 años. Radiación.-118 mil volts.-2 M.A.-% 2n- 2 Al. 45 minutos. Aplicación.-Matriz, ovario der. e. izq. Sacro ilíaco der. e izq. 50 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. Viscosidad específ. PH. - Antes.... 1.0219 66.0121 2.0412 0.0081 7.9 32.34 % h. desp. . 1.0258 66.0402 2.0935 0.0084 7.8 31.56 48 hs. „ 1.0268 67.5915 2.6355 0.0083 8. 25.65 Enfermo 897.-Carcinoma del labio inferior. Evolución 2 años. Radiación.-118 mil volts.-2 M A. 3 Al. 20 minutos. 118 mil volts.- % Zn.-2 M.A.-40 minutos. Aplicación.-Las dos en el labio. Campo pequeño 3x2. 6 cm2. Conduct. D Resultados Densidad Tensión sup. F iscosidad específ. PH. V 1.0275 68.011 2.101 0.0081 7.8 31.67 1.0270 67.899 2.201 0.0084 7. 37.78 1.0263 67.591 2.134 0.0083 7.8 32.37 27 Á1 examinar los resultados obtenidos en los diferentes casos in- vestigados, creo oportuno agruparlos por regiones, con el fin de observar los efectos según los probables órganos afectados por la irradiación. S . N n es o cT Os AVA^WaXvAVAVVAA|| A b s & a wX aAv^vavXvXaX aav b o> Co oC s vvaaXvvvvavvvvvva V s Co Cb O Co Si a VV 11 A0VAVII AAAVII VVVV V o Cb 2. § Cb Co VV || llXvVAVVVII II II VA 11. A AAV A VAHA |V | Ü Si se comparan las cifras obtenidas, resulta que la simi- litud de los resultados obtenidos son más marcados cuando los casos irradiados, fueron en cuello o cabeza y matriz; en lodos ellos se observa que la tensión y viscosidad aumen- taron como efecto de la irradiación; estas son las dos va- riantes más constantes, observadas. En cambio la densi- dad, conductibilidad específica, PH., sufren variaciones que no parecen obedecer a una norma general; unas veces aumenta, otras disminuye. En los casos investigados - que fueron cuatro - en que el campo de irradiación era tan insignificante que no podía ejercer una acción sobre el torrente circulatorio, se en- cuentra que las oscilaciones anotadas resultan sin norma alguna. Algo análogo pasa en los casos de muslo e ingle, aunque son solamente tres los examinados, se ve que es va- riable el efecto producido. En los de mama sucede lo mismo. Las dosis usadas, en la mayoría de los casos han sido las mismas siempre, dado que llevamos el aparato al má- ximo de rendimiento de penetración y no podemos usar las dosis máximas por las condiciones especiales del aparato y 28 distribución del trabajo, de modo que si obtenemos resultados tan diferentes en los casos de cuello y matriz por un lado y los de muslo y mama por otro, bien puede pensarse que ello esté en relación con la región irradiada y por lo tanto con los órganos afectados por ella, a más de los vasos. Es decir, que hay una acción general sobre los elementos sanguíneos cir- culantes y otra acción especial orgánica local, determinada por la región y que ésta a su vez actuará sobre la sangre, -acción sobre secreciones internas.-Así se explicaría la uniformidad de resultados en cuello y matriz (cuerpo ti- roides, ovario, hipófosis). Creo conveniente apuntar estos datos, no en el sentido definitivo y como resultado de las experiencias, sino como punto de partida para investigar la acción que los rayos ejercen en cada caso y qué parte de ésta corresponde a la general, y cuál otra es determinada por la especial propia de la región sometida a la irradiación. 29 QUISTES HIDATICOS EXPERIMENTALES EN EL CEREBRO (l) EL Dr. A. H. ROFFO La localización cerebral del quiste hidático, se observa, en relación con la de los demás órganos, con menos frecuen- cia. Lo demuestran así, las cifras que arrojan las esta- dísticas que como las de Cranwell y Herrera Vegas, (2) señalan 2.37 por ciento de quistes localizados en el cerebro sobre un total de 1587 casos observados y la de Thomas que arroja 4 o|o sobre un total de 2100 casos. Esta particularidad debe atribuirse a las dificultades que el embrión ha de encontrar, por su volumen, para franquear la red capilar del pulmón, siendo por otra parte muy rara la cquinocococis.secundaria en este órgano. "Los quistes hidá- ticos del cerebro son esencialmente primitivos" (Devé) . Tal fenómeno no puede interpretarse como formas de re- sistencias especiales del órgano que, por su estructura ó nutrición, sea capaz de presentar un terreno poco propicio para el desarrollo del parásito, ya que en mis experien- cias he obtenido fácilmente quistes hidáticos bien desarro- llados. (1) Presentado en la sesión mensual del Instituto del mes de Abril. (2) Cranwell y Herrera Vegas.-Quistes Hi'dáticos en la República Ar- gentina. 1904.--Cranwell y Herrera Vegas.-Segundo Congreso de Medicina Sud América. 1904.-Cranwell.-Quistes hidáticos del cerebro. Arch. de Psy. v Crim. 1908. 31 Los numerosos trabajos experimentales que se han efec- tuado en estos últimos años sobre esta enfermedad, han contribuido al mejor conocimiento de su patogenia, histo- génesis y evolución. Las conocidas y clásicas experiencias de Leuckart sobre la evolución del parásito en la equinococis primitiva, han sido completadas con las investigaciones ulteriores de Á1e- xinsky, (2) Rieman, (4) Gourine, Millan, quienes han ten- tado con todo éxito, a excepción del segundo, la reproduc- MICROFOTOGBAFIA N.° 1 Scolex implantado en plena masa cerebral; distendido y evaginado ción del quiste hidático en el conejo con la inoculación de vesículas prolígeras y scolex. Pero es Devé (5) quien con- firma y completa ampliamente con sus múltiples trabajos que aclaran muchos de los conceptos obscuros que se tenía tanto en la equinocococis primitiva, como de la secundaria. 3) Von Alexeinsky.-Arch. f. Klin. Chirurgie, 1908. Pág. 796. (4) Riemann.-Beitr. zur Klin Chir. 1899. XXIV. (5) F. Devé.-Equinococose primitive experiméntale. Compt. Rend. Soc. Biol. 1907, pág. 303.-Histogenese du Kyste hid.-C. R. £oe. B. 1911, pág. 338. C. R. S. B. 1911, pág. 536.-Inoculation equineociques au cobaye.-C. R. S. B. 1903, pág. 122.-Equinococose primitive exp.-C. R. S. B. 1910, pág. 538-C. R. S. B. 1910, pág. 41. 32 MICROFOTOGRAFIA N.° 2 Scolex evaginado, implantado en plena masa cerebral MWROFOTOGRAFIA N.° 3 Scolex implantado en el tejido cerebral], en transformación vesicular 33 Si bien es cierto que estos resultados han sido satisfac- torios para la reproducción de los quistes hidáticos en los distintos órganos, en lo que se refiere al cerebro no ha sucedido lo mismo. De las experiencias realizadas con esta finalidad, encontramos que Beaudin (6) describe en su in- teresante tesis los resultados negativos que ha obtenido en sus investigacicnes efectuadas en el cobayo y conejo,, in- yectando dilectamente, en dos grupos de animales líquido hidático con escasos o abundantes scolex. En el primer MICROFOTOGRAFIA N.° 4 Scolex en evolución vedcu.ar, en estado de evolución más avanzado que la anterior. £ i upo-con pocos scolex-observa que la acción tóxica es débil: accidentes, convulsiones, parálisis; en el secundo,- con muchos scolex - los animales mueren todos, sucesiva- men e, con muy poco tiempo de intervalo, los unos de los otros, por lo cual no ha habido el tiempo necesario para que el scolex se desai rolle, actuando solo éste, como un cuerpo extraño o ccmo proceso embólico. Este autor describe también en su tésis dos expeiiencias inéditas de Devé, en las que este autor pretendía producir quistes hidáticos en el celebro. . Paia ello introdujo en 1a fosa nasal huevos (6)Beaudin Fierre.-Etude sur les Kystes hydatiques du cerveau. These París, 1901. 34 de tenia equinococus adulta, suspendidos en solución fisio- lógica, los cuales deberían atravesar la lámina cribosa del etmoides, ya por los linfáticos, o ya por migraciones activas. Como era de esperarse los resultados fueron negativos, puesto que el conejo, es para este caso un mal.sujeto de ex- periencia, ya que si bien es un huésped excelente para el desarrollo de los quistes secundarios, no lo es cuando éstos MICROFOTOGRAFIA N.u 5 Scolex en evolución vehicular, rodeado de llinfocitos. Su tejido granuloso se aclara notablemente son primitivos. Esta receptividad del conejo ha sido bien demostrada por el mismo autor, quien en las inoculaciones efectuadas con escolex en este animal obtiene resultados positivos en 23 casos de 32 tentativas. A estos resultados se deben agregar otros obtenidos más tarde con inocula- ciones efectuadas en las siguientes regiones: 4 perifonéales, 35 i pleural, 2 subcutáneas, obteniendo en todas ellas desarro- llo de quistes hidáticos. Examinando la literatura encontramos en un trabajo re- ciente de Devé, sobre quiste hidático experimental intra- ocular (7) obtenido inyectando en el cabo central de la carótida izquierda, 1I4 de c.c. de liquido hidático caro-ado de escolex y en el cual el autor encuentra en la autopsia del animal además del quiste ocular, otro quiste del tamaño MICROFOTOGBAFIA N.° 6 Scolex en evolución vesicular, tejido granuloso en regresión ele una avellana, que ocupa el lóbulo posterior del hemis- ferio cerebral derecho, y sobre el cual no da mayores datos. Es hoy un hecho confirmado, que los escolex de un quiste pueden producir otros nuevos sin pasar por su evolución (7) Devé F.-Kyste hydatique intraoculaire experimental obtenu par voie arterielle.-Annales d'oculistique. T, C. LVIII. N. 10. 36 MICROFOTOGRAFIA N.° 7 Quiste en pleno tejido cerebral. Se observa aun ligeros restos de tejido granuloso y algunos ganchos MICROFOTOGRAFIA N.° 8 Formación quística con membrana quitinosa muy neta. Ln un bor le (a) se observan restos de tejido granuloso y ganchos 37 de tenia, fenómeno que señalaba ya en 1862 Ñaunyn, y que Devé, con sus numerosos trabajos experimentales de- muestra ampliamente, que no sólo los escolex por sí solos pueden, producir quistes hidáticos, sino que éstos pueden ser fértiles. En el país este asunto ha ocupado preferentemente y son numerosos los trabajos experimentales producidos por los doctores Viñas, Cranwell y Herrera Vegas, Abel Ayer- za y Lagos García, quien en su bien documentada tesis describe numerosas experiencias, para reproducir quis- tes hidáticos en diversos tejidos y aún en el ojo por in- oculación de arenilla hidática en la cámara anterior. El MICROFOTOGRAFIA N. 9 Quiste en pleno tejido cerebral. Ancha membrana quitinosa con germinativa Profesor Demasría (i), en un reciente y detallado tra- bajo, se ocupa preferentemente de esta localización, tra- tando de reproducir quistes hidáticos en el ojo por in- oculación de membrana germinativa y de arenilla hidática, señalando los excelentes resultados obtenidos en leste oré- gano, en el que encuentra un terreno propicio para el fácil desarrollo de los quistes, en contra de lo que esperaba en un principio. (8) Demaría E. Hidatidosis experimental en el ojo del conejo.-Arch. de Oftalmología, 1919. 38 Las experiencias que he efectuado, si bien pueden estar sujetas a ciertas observaciones, admisibles en cuanto se com- pare el proceso de equinococis obtenida, con el que se des- arrolla en el quiste hidático cerebral espontáneo, dejan de serlo en lo que se refiere a la evolución histopatológica en si, la que tanto en uno como en otro caso, tienen caracteres se- mejantes con las ligeras reservas, inherentes al traumatis- MICROFOTOGRAFIA N. 10 Del quiste del preparado anterior observado con más aumento.' Membrana quitinosa, germinativa y en la periferia ganchos mo, que se producen en las primeras faces del proceso. En los quistes hidáticos del cerebro que he obtenido, si bien pro- vienen del desarrollo de un escolex y no de un embrión hexa- canto, las lesiones histológicas obtenidas son comparables por cuanto pensamos, con los autores que han estudiado pre- 39 ferentemente este asunto y especialmente con Devé, "que la vesícula equinocócica que resulta de la evolución quística del escolex, puede ser considerada como prácticamente equi- valente a la que' representa la evolución vesicular del em- brión exacanto, teniendo la misma estructura histológica, 1 amaño aproximativo, vitalidad, fuerza, expansiva, toxici- dad, etc. En resumen: que poseen los mismos caracteres bio- lógicos". La vía experimental elegida, no es por cierto la que si- gue naturalmente el embrión en el desarrollo del proceso equinocócico. En lugar de ser llevados los elementos por MICROFOTOGRAFIA N. 11 Quiste en tejido cerebral. Membrana quitinosa y germinativa. Infiltración periquístiea la vía sanguínea, éstos han sido introducidos directamente en la masa cerebral, agrupados, en vez de ser un solo em- brión, y acompañado todo esto por el traumatismo, con su cortejo de lesiones inflamatorias y tóxicas, que no tiene ra- zón de existir cuando el embrión o el scolex son introduci- dos directamente por vía sanguínea, vía poco practicable, 40 sobre todo cuando se trata de tener un quiste en una locali- zación determinada. Por esta causa es que, después de al- gunas tentativas hechas sin resultado alguno, introducien- do en la carótida del conejo líquido hidático con scolex, y dado que los animales morían rápidamente por embolias, hemos preferido la vía directa. En mis experiencias he elegido el conejo porque como hemos visto anteriormente, presenta éste un terreno muy favorable para el desarrollo del scolex, pudiéndose compro- bar que el quiste hidático desarrollado ha evolucionado de acuerdo con el proceso conocido, salvo pequeñas modifica- ciones en su estructura. El material que he obtenido así, sa- crificando los animales en distintas épocas, ha permitido MICROFOTOGRAFIA N.° 12 Del preparado anterior, observado con mayor aumento, aparecen las zonas germinativa, quitinosa y tejido cerebral seguir las diversas etapas por que pasa el scolex, desde su contacto con el órgano hasta su transformación quística, constatándose que la membrana fibrosa de envoltura peri- quística si no se presenta siempre, no es por la acción pro- pia del parásito, sino debido a una modalidad propia del órgano en que se desarrolla, como sucede también en el c jo (Devé, Demaría). Algunos de los quistes asi desarrolla- dos, y especialmente aquellos que se encuentran en las pri- meras etapas de su evolución, presentan una infiltración pe- 41 riquística, leucocitaria, a base de linfocitos, pero que en lu- gar de evolucionar y formar la membrana fibrosa, desapa- rece. No sucede lo mismo, si el quiste se ha desarrollado fuera de la masa encefálica-en las meníngeas-en cuyo caso la infiltración es abundante, llegando a formar alre- dedor de él una zona fibrosa. MICROFOTOGRAFIA N.° 13 Otro quiste en pleno tejido cerebral He aquí resumidas las experiencias efectuadas: El material utilizado fué siempre sacado de quistes hidá- ticos de ovejas, sacrificadas recientemente, inyectándose en todos los casos liquido con 8 a 10 escolex-Eq. veterinorum. -La introducción en el hemisferio cerebral se hizo por medio de una pequeña trepanación con punta de bisturí, de 42 MICROFOTOGRAFIA N. 14 Dos quistes hidáticos desarrollados en la superficie ¿el hemisferio. MICROFOTOGRAFIA N." 15 Quiste hidático de la preparación anterior observado con más aumento; se observa la membrana quitinosa y en el centro restos del tejido granuloso y ganchos 43 tul tamaño suficiente para poder introducir la aguja inyec- tora. Los animales soportaban en general muy bien esta operación y de 6 asi tratados, 2 murieron al día siguiente con convulsiones. Los cuatro restantes presentaron las si- guientes particularidades: Conejo núm. 1.-Inoculado en el hemisferio derecho el 5 de Septiembre de 1921. Sacrificado el 25 de Diciembre del mismo año, es decir a los 3 meses y veinte días. En los cor- tes seriados del hemisferio derecho, se encuentran varios MICROFOTOGRAFIA N. 16 Dos quistes hidáticos -desarrollados en la pared ventricular. En el superior se encuentran en su centro restos de ganchos quistes hidáticos, situados en la pared ventricular, dos de un lado y otro del lado opuesto. (V. lámina i y microfoto- grafía 15). Además se observan dos, en plena sustancia cerebral. Estos quistes están formados por una membrana interna con caracteres de germinativa, recubierta por una hilera de células granulosas, aplanadas y de tamaño varia- ble. Esta membrana recubre a otra de aspecto quitinoso, refringente y con estriaciones concéntricas, las que rodean una cavidad quística. Por fuera de esta membrana hay una infiltración linfocitaria más o menos intensa según el quis- 44 te, pero en ninguno hemos visto la formación conjuntiva fibrosa propia de la periquística. En otras zonas de los preparados se pueden ver algunos nodulos formados por escolex disgregados, en involución, de MICROFOTOGRAFIA N. 18 MICROFOTOGRAFIA N. 17 Quiste desarrollado en el ventrículo. En da mierof. 18 observada con mayor aumento, se aprecia la membrana quitinosa muy gruesa los que no queda, de algunos, sino los ganchos, rodeados de una zona de infiltración, con células epiteliodes, linfocitos y a veces células gigantes: vale decir, tejido de acción gra- nulomatosa dispuesto alrededor de los escolex muertos, Los quistes que se encuentran en plena sustancia cerebral res- ponden a la misma estructura, como pueden apreciarse en la lámina 273, donde está representado uno de ellos. 45 MICROFOTOG-RAFIA N.° 19 Dos quistes desarrollados en el cerebro en el recorrido de la inyección MICROFOTOGRAFIA N.° 20 Dos quistes hidátieos desarrollados en el hemisferio 46 Conejo núm. 2.-Los cortes del hemisferio inoculado de este conejo, sacrificado a los treinta días, presentan las al- teraciones siguientes: en plena sustancia blanca se encuen- tran algunos escolex que están evolucionando hacia la for- mación quística. Estos están rodeados de una zona de célu- las linfocitarias, adquiriendo una forma vesicular, mien- tras el contenido de tejido granuloso se aclara - microfo- tografías 1 a 3 - quedando poco a poco una cavidad con un grupo de ganchos adheridos a la membrana de envol- tura, que se hace estriada. Las microfotografias números MICROFOTOGKAFIA N.° 21 Célula gigante e infiltración ilinfocitaria en el sitio de inoculación, englobando ganchos de scolex destruidos 6 a 8 muestran una imagen clara de esta evolución. En la lámina núm. 6 se ve en el sitio de implantación de los esco- lex, entre el tejido cerebral desgarrado, numerosos escolex en distintas fases de desarrollo. En la lámina núm. 7 estos escolex observados con gran aumento y que han sido to- mados de la zona anterior, aparecen: en (a) un escolex en reposo e invaginado, en (b) un escolex distendido, en (c) con su membrana dilatada e iniciación del proceso de lique- facción del contenido granuloso, con evaginación, en (d) 47 formación quística con restos ele la zona granulosa y gan- chos. Conejo núm. 3.-Este animal fué sacrificado a los 50 dias, y en los preparados del hemisferio cerebral inocu- lado se ha podido observar, en un estado de desarrollo más avanzado, el proceso descripto anteriormente (láminas 6 y 7). En la número 6 se encuentra un escolex rodeado de lin- focitos y en plena transformación vesicular, conservando aún en su interior restos de su contenido granuloso, y re- chazado en uno de sus extremos los restos de su cabeza, con la corona de ganchos. Un estado más avanzado del ante- rior se halla representado en la lámina 7, que corresponde a uno de los dos quistes de la número 12, visto con mayor au- mento y donde se puede observar la cavidad quística rodea- da por la membrana quitinosa, recubierta de otra germina- tiva. Rechazadas sobre estas membranas se encuentran res- tos de la cabeza y ventosas, con sus ganchos. Entre estos escolex, se encuentran otros cuyo contenido está formado por un tejido laxo, de red fibrilar muy deli- cada, con granulaciones, las cine en algunos de ellos se enra- recen hasta desaparecer. La cutícula se espesa, se hace es- triada, mientras que las granulaciones se adosan a esta membrana, formando una zona granulosa. Se tiene así for- mado el quiste, con todos sus elementos, membrana quitino- sa estriada, revestida de una membrana interna con células embrionarias aplanadas, bien teñidas y que pueden consi- derarse como la germinal interna. Microfotografía N.° 8. Conejo núm. 4.-Sacrificado a los 83 días. Las paredes óseas presentan en la zona de punción, un adelgazamiento muy pronunciado, por compresión de dos pequeños quistes desarrollados en la superficie del hemisferio. En los cortes transversales del hemisferio cerebral efectuados a este ni- vel, se encuentran 4 quistes superpuestos (ver láminas 8 y 9). Uno de ellos, haciendo saliencia a la superficie cerebral, y 1os dos restantes por debajo de éste, en el recorrido de la punción inoculadora. (Microfotografía N.° 9). En este mis- mo preparado se encuentra una zona calcificada y un grupo de ganchos, restos de escolex no desarrollados. De los quis- tes así producidos, el superior, que hace saliencia sobre la superficie del cerebro y que está en relación con las me- ningeas, se encuentra rodeado por una ancha zona de infil- tración celular, entre las que predominan los leucocitos y células conjuntivas; los tres restantes presentan su mem- brana quitinosa estriada y la germina!. Recorriendo la su- 48 LAMINA N.° 1 Quistes desarrollados en la pared ventricular. LAMINA N.» 2 Quiste desarrollado en las meníngeas Quiste cerebral con ancha banda quitinosa. LAMINA N.° 3 LAMINA N.o 4 Quiste desarrollado en las meníngeas rodeado de tegido de gra- nulación. En A observado con mayor aumento. LAMINA N.° 5 Quiste desarrollado en la meníngeas con su membrana germi- nativa, observada en 'B' con más aumento. LAMINA N.° 6 A. Escolex en evolución quístiea. B. Ventrículo cerebral con Eseolex en transformación vesicular con restos de su cabeza y ganchos. C. Quiste bien desarrollado. LAMINA N.° 7 Diversos estados- de evolución de los escolex implantados en la masa cerebral LAMINA N.° 9 Tres quistes desarrollados en el trayecto de la inyección LAMINA N.° 8 A, quiste con membrana germinativa. B, zona calcificada y restos de ganchos LAMINA N.° 10 Dos quistes meníngeos, rodeados de abundante tejido de granulación. LAMINA N.° 11 Transformación quística del escolex, con restos A' de su cabeza. perficie de este hemisferio en su superficie superior (lá- minas números 10 y u) se encuentran otros quistes des- arrollados en las meníngeas, formaciones éstas que difieren algo de las anteriores en cuanto se refiere a las envolturas externas. Por fuera de la cutícula quitinosa se ha produci- do en todos ellos una fuerte infiltración de células entre las que predominan linfocitos, células conjuntivas, y epiteliodes. Uno de estos quistes, que estaba fuertemente adherido a la pared ósea, se ha desgarrado al desprenderlo, hallándose en- vuelto por una membrana conjuntiva con muchos elementos fibrosos. En la lámina 11 se observa un quiste próximo al an- terior y desarrollado también en las meníngeas, presentando los mismos caracteres, con su membrana germinativa bien manifiesta. En estas observaciones no se han'encontrado lesiones ex- ternas del encéfalo, salvo en los casos referidos de desarro- llo meníngeo. Las lesiones celulares han sido poco pronun- ciadas y propias de un proceso prolongado. Las células pi- ramidales próximas a los quistes, presentaban lesiones me- cánicas, por compresión, en aquellos casos en que el quiste había alcanzado un cierto volumen: atrofia del cuerpo y de los prolongamientos, con la coloración difusa de las granu- laciones. De los resultados anotados anteriormente, se desprende que el cerebro, al igual que los demás tejidos del organis- mo, es terreno propicio para el desarrollo del scolex, con las variantes que emanan de la naturaleza del mismo. 49 LA COLESTERINA EN LOS TUMORES MALIGNOS el Dr. A. H. RQFFO Los estudios modernos sobre los tumores malignos han entrado de lleno en el dominio de la investigación química y mucho se espera del mejor conocimiento del metabolismo de ciertas substancias en la explicación del fenómeno del cre- cimiento anormal de la célula. La experimentación con el cáncer de los animales, no sólo ha facilitado estas investi- gaciones, sino que ha permitido estudiar las relaciones que guarda la dietética con los neoplasmas. Es así, que ya Haaland señala 1a influencia de la alimentación sobre el desarrollo del tumor transplantado, haciendo sufrir a los animales dietas variadas, lanovics observa igualmente la importancia que la alimentación desempeña sobre el creci- miento de los tumores, no sólo proporcionalmente a la can- tidad de materias nutritivas que se incorporan, sino que las distintas especies crecen también con distinta rapidez, bajo una misma alimentación. La alteración morfológica de la célula es indicio de tras- torno funciona!, como consecuencia de un trastorno nutriti- vo capaz de producir substancias que favorezcan el mayor crecimiento de la célula y por lo tanto el desarrollo de una neoplasia. Es indudable, que en este sentido, han de traer un importante elemento de estudio, las investigaciones con- temporáneas sobre el metabolismo de las grasas, y en es- pecial con el mejor conocimiento de los lipoides, entre los cuales la colesterina se halla siempre como formando parte integrante de todo tejido, aún en los casos en que toda in- gestión ha sido suprimida, como lo ha observado Morazzi en los animales hibernantes y en la inanición provocada, lo que da enorme valor al origen endógeno de la misma. 51 Dados los caracteres biológicos que caracterizan al tejido neoplásico, tanto en lo que a crecimiento, como a su biología se refiere, he creído que una investigación bien llevada de estas substancias, en los tumores experimentales, vale de- cir, producidos siempre en los animales de la misma especie y aún de la misma familia, con la misma alimentación y género de vida, siempre en igualdad de condiciones, habría de proporcionar datos interesantes, para el mejor conoci- miento de su metabolismo. En el estudio de los lipoides, si bien es cierto que al lado de hechos fundamentales, se encuentran otros contradicto- rios y que aún no han dejado de ser hipotéticos, la impor- tancia que juega la colesterina en ciertos procesos patoló- gicos, (infecciones, embarazo, etc.), comprende también a los neoplasmas. La colesterina se encuentra en toda célula en actividad vital y si bien su tenor en la sangre es constante en el estado normal, éste varía en ciertos procesos, existiendo fijación en determinados tejidos, que están actualmente en estudio como trastornos del metabolismo de estos cuerpos, que pro- ducen estados patológicos especiales. La existencia de la colesterina en el protoplasma de la célula normal demues- tra la importancia que tiene, como cuerpo graso, en la vida y nutrición de la célula, y como consecuencia del metabolis- mo orgánico, que debe estar muy aumentado en las célu- las neoplásicas, por la activa i eprcducción que las carac- teriza. Entre los lipoides, la colesterina merece ser estudiada más detenidamente, bajo el punto de vista biológico, no sólo por su poder anti-infeccioso, sino también por las relaciones que guarda con el desarrollo de la célula y por lo tanto con las neoplasias. Que la colesterina es un elemento que contribuye a la neoformación de las células, es un fenómeno que ya lo de- mostraron Ellis y Gardner, dete:minando el contenido de colesterina de la yema de huevo, el que disminuye a me- dida que el embrión aumenta de tamaño (i). Esta acción (1) G. Ellis a. J. A. Garidner.-The origin and destiny of Cholesterol in the animal organism. Journ op. the Chemical Soc. P. 958. 1912. (Para la dieta. G. Ellis a. J. A. Gardner.-Origin and destiny of Cholesterol in the animal organism. Jour , of the Chem. Soc. P. 275. 1912. Ch. Dorée and J. A. Gardner.-Alsorption of Cholesterol. G. W. Ellis and J. Gardner.-Cholesterol of Eggs and Chicks. Journ. of the Chem. Soc. P. 498. 1912. 52 ay-x-1923 Tamaño al "terminar ta experiencia Serie I Desarrollo de los tumores '/z del tamaño natural. Tamaño al empezar ía experiencia Tamaño al "terminar la experiencia Serie I Desarrollo de los tumores '/2 del tamaño natural. Tamaño al empezar la experiencia Dib66/a 53 de la colesterina sobre 1a proliferación celular no ha sido bien establecida aún, aunque de las experiencias de los auto- res anteriormente mencionados pareciera desprenderse que su acción es más bien de material nutritivo, tan necesario en la neoformación de las células, como es el caso de los neo- plasmas. Ya en un trabajo anterior (2) nos hemos ocupado de la Serie II Serie IV Desarrollo de los tumores del tamaño natural. Desarrollo délos tumores '/2del tamaño natural Tamaño ¿I terminar la experiencia 'amaño ai'terminar la experiencia composición química de los tumores, habiendo continuado esta investigación especialmente en lo (pie a la colesterina se refiere, y forman estos ¡estibados el objeto de esta primera comunicación. (2) A. H. Roffo y X. Gallo. Contribución al quimisnio do los tumores. " Prensa Méd. Arg. ", 1914. A. H. Roffo y N. Gallo.-Composición química del carcinoma trasplantable. 'Prensa Méd. Arg.", 1914. 54 SFR'F. ' La primera es el control SERIE íll La primera es el coiUro! 55 El contenido en colesterina total en el sarcoma y carci- noma de rata, fué variable, aunque siempre muy aumenta- do. En estos dosajes, efectuados por el método Grigaut, las cifras están reducidas a materia seca, para evitar los datos muy inconstantes, debido a la presencia del agua que en al- gunos tumores llega a 85 o lo. Tipo de tumor Evolución Peso Colesterina % de ext. soco. Carcinoma . . . 42 días 58 grs. 3.10 grs Sarcoma. . . . 25 „ 28 „ 4.50 » 45 „ 61 „ 3-95 » • 30 „ 5i „ 5 •10 » Carcinoma . . . 40 „ 25 „ 2-55 » 55 • • • 19 - 10 „ 2-59 » Sarcoma. . . . 28 ,, 19.11 „ 2.6° 15 „ 20 01 „ 3-3° " • • • • 62 „ 65 „ 4O-23 ,, 48.- „ 4-:5 28 ,, 27-55 „ 3 • 80 n • • • • 3i „ 28 05 „ 3-95 J J * * * * 20 „ 25.12 ,, 4-331 5J • • • • 19 „ 28.11 „ 5 • 568 J J • • • * 20 „ 3°-I5 „ 4-73 14 „ T5- „ 9.306 M • • • • 19 „ 18 25 „ 7.284 » • • • • 20 „ 20.12 „ 6.362 » • • • • 25 „ 22.11 ,, 6.014 » 25 • • • • 19 » 20.50 „ 10 309 » Carcinoma . . . 40 „ 32.70 „ 3-i9 » 2 5 • * * 3i „ 35-- - 2 • 50 » 36 „ 40.- „ 2 ■ 85 » J J • • • 30 „ 27-35 „ 3-18 » 22 „ 22.50 „ 2-69 » * * * 25 - 30.- „ 3.18 0 » Sarcoma.... 18 ,, 19-75 „ 3'5° " • 1 - X ,, 30.25 „ 3-7° 22 ,, 30.- „ 3.18 n • • • 20 „ 27 - 45 „ 3-C3 20 „ 25-10 „ 3 • 239 20 „ 20.- „ 2.69 ? ? • • • 20 „ 22.51 „ 3-0i 20 „ 42•70 „ 2.10 1 J * * * 20 „ 52.20 ,, 3.80 » 20 „ 42.- „ 3 • 65 56 Se ve en los resultados anteriores, que el porcentaje de colesterina en la materia seca tiene pocas variaciones v las cifras más altas las tienen los tumores jóvenes, vale decir, en pleno crecimiento, sin zonas de necrosis. Esta fi- jación de la colestearina en relación con el tejido en creci- miento, se observa netamente en los siguientes dosages, e fectuados en dos tumores: sarcoma y carcinoma, de gran desarrollo (35 días), tomando para la investigación de la porción periférica, compacta y en plena vegetación y de la porción central necrosada. Sarcoma Carcinoma P. 42.531 grs. p- 39-511 Porción periférica . . . . 4-30 % 5.80 % » „ necrosada . . . 3-8o „ 4.11 „ » Alas interesantes creemos aún los resultados obtenidos en el dosaje de la; colesterina total de los animales y su re- lación con el contenido del tumor. Colesterina de' la rata blanca, total por 100 de materia seca : Rata normal: Peso 180 grs. Colesterina i. 105 % „ 82.25 „ „ 0.6324 „ ,, 116 „ „ 0.6584 ,, , t. m = o. 76 Ratas con tumor : Peso 205 grs. Colesterina 1.255 % (1) „ 195 „ „ „ „ 202 „ „ 1.441 „ «1/2 ,, « t . I// ,, „ 120 „ „ I.515 „ t. m = 1.304 (1) Dosage de la colesterina total del animal completo; sin el tumor. 57 C olesterina en el suero de rata blanca normal en ayunas Peso de la rata Colesterina por 1000 3°3 grs. 0.420 169 „ 0-495 / 81 „ °-37° 160 „ 0-355 61 „ 0-375 167 „ 0-73 136 „ 0.78 145 „ 0.72 186 „ 0.22 87 „ 0-55 97 „ 0.65 106 „ 0.615 90 „ 0 • 549 t.m = 0. -2 Peso de' la rata Colesterina por tooo 180 grs. 0-645 200 „ 0.701 150 „ 0-79 201 „ 2.41 211 „ 0.98 258 „ i-33 150 „ 0.90 160 „ 0.85 171 „ 0.90 180 „ 0.83 t. m = 1.03 Colesterina total en la cápsula suprarenal de la rata blanca, por 100 de materia seca Cantidad absoluta de colesterina Por 100 Peso del animal Ratas normales: 0.00049 grs. 0.71 grs. 167 grs. 0.00065 » 0-95 * 86 ,, 0.00037 0-83 107 „ 0.00032 ' 0.69 ' 99 „ 0.00028 0.36 ' 152 „ 0.00031 * 0-72 , 167 „ 0.00025 °-63 , 108 „ Ratas embarazadas: 0.00091 1.42 108 grs. 0.00076 » 1-23 » 15° „ 0.00075 » 1.2 » 176 „ Ratas enfermas : 0.00095 * 1.2 145 M 0.001 » í . 3 » RS1 » 58 Colesterina total en la cápsula supra-renal de la rata blanca con tumor Cantidad absoluta de colesterina Por too Sarcoma peritoneal: 0.00057 I . I grs Carcinoma: 0.00069 I. [ 1 Sarcoma: 0.00060 0.92 ' Sarcoma 0.0007 1.08 »• t. m = 1.07 Reacción entre el contenido de colesterina del animal porta- dor de tumor y el tumor del mismo por 100 de materia seca ANIMAL COMPLETO TUMOR Colesterina Variedad Peso toral p. 100 de tumor 120 grs 1.150 Sarcoma 210 „ 1-125 Carcinoma 205 „ 1-255 200 „ 1.151 195 . „ 1-134 55 160 „ 1.20T Sarcoma 202 „ 1.441 200 „ 1 • 393 ?? 1/2 ' „ 1.177 211 „ 1.181 116 „ 0.6584 106 ,, 0-835 140 „ 0.683 t. m =1.106 Colesterina Peso total p. 100 30 grs. 3.15 =2.74^ 50-12 „ 3.80-3.37 18.51 „ 4.II =3-28 1 21.17 „ 3.3I = 2 . /O í 8.10 „ 3.91 = 3.44^ 3°-12 „ 3.18 = 2.64' S 29.I5 „ 3.05 = 2.11 J 32-7O „ 3.19 = 2.29 : 40 3.11 = 2.641 & 35 2.50 = 2 . T I i 'g 39-7 „ 2.056= 3.11 ' « 17 1.914=2.92 42 2.132=3.4 ■ t. m = / 3 .O! I es decir, que el tumor contiene cerca de tres veces más Co- lesterina por ico de m.s. que el animal entero. En presencia de estos resultados, que evidencian no solo una fijación muy grande de la colesterina en el tejido neoplá- sico, sino que también se aprecia que en estos estados, su me- tabolismo se halla regularizado por la mayor actividad de de- terminados órganos, especialmente de las cápsulas suprare- 59 nales, cuyo contenido en los animales con tumor se halla ad- mentado, hemos sometido diversas series de animales a una alimentación sin colesterina. Para ello se ha extraído por alcohol y éter la colesterina SERIE IV La primera rata corresponde a la 4 de la experiencia del maíz, el que previa comprobación ha servido para la die- ta a que fueron sometidos según las indicaciones y resul- tados señalados en 1os siguientes cuadros: Serie I.-Comida sin colesterina en ratas con sarcoma f. celular de 8 días d-e desarrollo. Ilatas Peso al ini- ciar la dieta . Peso del ant- Tamaño tumor al iniciar dieta. Tamaño tumor al terminar experiencia. Días mal al térmi- de no de la vida. exper. Peso del tumor. 1 140 22 120 12 grs. 0.5 x 0.5 3 x 3 9 170 15 120 10 „ 1.5 x 2 2x2.5 o 150 24 100 7 „ 10.5 x 0.5 3 x 1.5 60 Serie II.-Comida total en ratas con el mismo tumor y tiempo de desairollo que las anteriores, para control. Peso al ini- Peso del ani- Ratas ciar la Días mal al térmi- Peso Tamaño tumor Tamaño tumor exper. de no de la del al iniciar al terminar rida. exper. tumcr. dieta. experiencia. 1 200 19 120 35 grs. 1x2 6x3 2 200 15 120 22 „ 2x1.5 5x3 3 120 30 100 25 „ 1x1 5 x 3 y2 Serie III.-Dieta sin colesterina, 8 días antes de injerto del sarcoma f. celular. Peso al ini- Peso del animal Ratas ciar la Días al término de Peso del Tamaño tumor exper. de vida la experiencia. tumor. al término exper. 1 100 36 61 grs. 6 2x2 2 105 41 75 „ 12 2x2.5 3 100 34 82 „ 8 2x2 Serie IV.-¡Dieta sin colesterina 3 días antes del injerto del sarcoma f. celular. Ratas Peso al ini- ciar la dieta. Días de vida. Peso del animal al término de la exper. Peso del tumor desarrollado. Tamaño tumor al terminar experiencia. 1 150 grs. 30 140 grs. 3.5x2 2 ioo „ 50 86 „ 9 grs. 2.5 x 2.5 3 100 „ 60 116 „ 26 „ 5.5x4 (1) Esta rata, a los veinte días tenía un tumor del tamaño 1.5x2 y desde entonces se la alimenta con dieta íntegra y el tumor se desarrolla en comparación con los demás, en la forma que queda señalada, alcanzando a duplicar el volumen en relación con las anteriores. Del examen de los resultados anotados, se desprende que en el organismo, la colesterina se halla aumentada a raíz del desarrollo del tumor, no sólo en los órganos sindicados como fuentes endógenas-cápsula suprarenal, y otros, co- mo se desprende de los dosajes del organismo total, sino tam- bién en la sangre,-hipercolesterinemia-que puede inter- pretarse como un estado intermediario entre la producción y fijación. Se observa también, que la supresión de una de las fuen- tes efe colesterina (la exógena) influye notablemente sobre el crecimiento de los tejidos del animal y muy especialmen- 61 Media del contenido de colesterina en las ratas blancas. I Suero Ratas normales . 0.52%™ Ratas con tumor _ _ . . 1.03%^» H Ratas dosage de todo organismo Normales .... - 0.76% de M.S. Portadoras de tumor (dosage Vi. 30*t% de) animal entero sin el tumor/ de M.S II Capsulas supra renales de ratas normales _ . . 0.69%™s de ratas con tumor - . . 1.07 H Ratas portadoras de tumor Rata entera sin el tumor 1.106%™^ Tumor de las mismas 3.01 62 te del tumor, fenómeno que puede vincularse con los tras- tornos producidos por las vitaminas. Si el tumor al comenzar la dieta sin la colesterina, ya había iniciado su crecimiento, su desarrollo se hace raquítico, y en igualdad de tiempo no alcanza la mitad de volumen de los controles (v. series I y II). Estos efectos son más acentua- dos si la dieta se ha iniciado algunos días antes del trasplan- te del tumor (v. III y IV). En esta última serie, es intere- sante la comparación del tercer animal con los otros, pues sometido después de 20 días a la alimentación íntegra, el tumor se desarrolló rápidamente. Estos primeros ensayos, que continuaremos en mayor es- cala, dan a la colesterina una importancia muy especial como constituyente de los tejidos de la sangre y que parece jugar un rol muy grande en la proliferación de las células. En la espera de mayores comprobaciones, se desprenden fácil- mente los beneficios que se podrán alcanzar sometiendo al organismo, y por lo tanto al tumor, a una dieta que disminu- yendo la entrada de la colesterina, haga el terreno poco fa- vorable al desarrollo del tumor. 63 LA REACCION DE FLOCULACION EN LOS TUMORES MALIGNOS (1) POR EL Dr. a. h. roffo y H. L. DE ROFFO El éxito del tratamiento de los tumores malignos y en es- pecial el quirúrgico, guarda una estrecha relación con la pre- cocidad del diagnóstico. Con ello se explica el interés de los investigadores para hallar reacciones serológicas que sean capaces de señalar la presencia de un tumor maligno no ac- cesible a la biopsia. Son, en este sentido, numerosos los trabajos que se han efectuado en estos últimos años, aplicán- dose en general los métodos conocidos para el diagnóstico de las demás enfermedades. En el desarrollo de los tumo- res malignos intervienen factores de orden patogénico que los alejan del proceso de las demás enfermedades, especial- mente las infecciosas. Los nuevos estudios sobre los tumo- res malignos se encuentran orientados en el sentido de ver en este proceso alteraciones funcionales de los tejidos y es en el conocimiento de la química y preferentemente de la físico-química que ha de proporcionar los fundamentos deri- vados de las modificaciones que experimenta la célula neo- plásica, para obtener los elementos del diagnóstico, y que los trabajos efectuados en este sentido, ya numerosos, dan fe de ello. Siendo las causas que llevan a la célula neoplásica al crecimiento desordenado, distintas a las de las enferme- dades infecciosas, se comprende que en la aplicación de los métodos serológicos a este proceso, no se hayan obtenido resultados que presenten la especificidad indispensable para un buen diagnóstico. (1) Presentado en la sesión mensual del Instituto del mes de Marzo. 65 Son numerosos los trabajos de investigación sobre las iso- hemolisinas en los tumores malignos-Agazzi, Weil, Weim- berg y Mello, Kelly, Yaneway, Krile, Mioni, etc.-; sobre las heterolisinas-Kelly, Weimberg y Mello, Rosembaum, Wideroe-; las precipitinas y aglutininas-Schenk, Kelly, Martens, Weil y Braum, Pérez-; la reacción anafiláctica; la reacción antitríptica, la producción de la hemolisis por el veneno de Cobra, obteniéndose en todas ellas resultados con- tradictorios y por lo tanto de poco valor para el clínico, ya que si bien es cierto que dan un porcentaje, la mayoría de ellas de resultados positivos en los enfermos con tumores malignos, reaccionan en la misma forma, muchas veces, en otras enfermedades. Otro tanto se ha observado en el es- tudio de la reacción lítica de los sueros sobre las células cancerosas, y que algunos autorse han designado como reac- ción celular-Freund y Kaminer, Neiberg, Kraus y Graff, Monakow,-y de la cual nos hemos ocupado con detención en un trabajo anterior. (i) La reacción de Abderhalden, la de meiostagmina, son las que hasta el presente han dado re- sultados mejores. Estudiando la tensión superficial de los sueros de cancerosos, se han encontrado variaciones que se ponen más de manifiesto, si a éstos se agrega un antígeno específico. De los trabajos efectuados por numerosos auto- res siguiendo la técnica de Ascoli e Izar, se desprende que el suero de los enfermos con tumores malignos, presentan diferencias muy apreciables con el estalagmómetro-Ascoli e Izar, Micheli y Catorretti, Ranzi, Kellin, Kraus, Kohler y Luguer, Stammler, Susini, etc. Por nuestra parte esta reacción nos ha interesado, en vista de los resultados que con ella se obtienen. Ya en 1916, co- municamos los primeros resultados obtenidos en 350 enfer- mos con la particularidad no solo de que el 85.72 por ciento de los carcinomas eran positivos, sino que fué negativa siem- pre en las otras enfermedades. (2) Sin embargo, es ésta una reacción que por su delicada técnica, en la que hay tantos factores de error, hace que no sea de aplicación ordinaria en la clínica. (1) A. H. Roffo.-«La reacción celular en el cáncer». «Prensa Médica Argentina», 1914. (2) A. H. Roffo y C. Miguez.-«La reacción meiostágmica en el cáncer». «Prensa Médica Argentina», Febrero 1917. A. H. Roffo.-«El antigeno en la reacción de meiostagmina en los tumores malignos». «Revista del Instituto de Bacteriología», N.° 1, 1917. A. H. Roffo.-«La reacción de meiostagmina en las ratas con tumores ma- lignos». «Prensa Médica Argentina», Mayo 1917. 66 Algo semejante sucede con los procedimientos químicos, basados en el estudio del contenido y variación de las albú- minas, de los lipoides, de los aminoácidos, etc., y cuyos re- sultados no han sido lo suficientemente constantes como para poder tomar de ellos elementos de valor diagnóstico. Otro tanto se observa con las reacciones precipitantes de Úreund y Kaminer, la de Kottmann que modifica la ante- rior con mejores resultados, agregando a la albúmina can- cerosa una suspensión de hierro coloidal; la de Botelho, que utiliza la gelatina; la de Think y Loeper, que emplea la lici- tina y nucleinato de soda; y la introdermo-reacción de Cla- ret y de Gy; de Achard y Flandin, quienes efectúan reaccio- nes de albúmina y extracto de tumores, respectivamente. La desviación del complemento desde los estudios de Bor- det y de su aplicación al diagnóstico de sífilis por Wasserm- mann, y a la tuberculosis por Widal, ha sido el objeto de nu- merosos trabajos en su aplicación al diagnóstico de los tumo- res, empleándose como antígeno, neoplasmas de distintos ti- pos histológicos. Los resultados que arrojan los trabajos de los autores que se han ocupado del asunto - Rosemberg, Weimberg y Mello, Bunguer, Petridi, Ravenna, Engel, Si- món, son sin duda de mucho valor como elemento diagnósti- co,-V. Dungern, 93 positivos y 7 negativos en 100 casos es- tudiados.-Wolfsohn, 80 positivos y 19 negativos en 26 ca- sos-valor que, sin embargo, ha sido pueáto en duda por Schenk.-De esta reacción también me ha ocupado y de ella nos ocupamos en otra comunicación. Los estudios ser ológicos con las nuevas adquisiciones fí- sico-químicas, combinaciones lipoideas, reacciones coloideas, etcétera, tienden en la actualidad a modificar el concepto teórico de las reacciones biológicas. Las constantes fisico- químicas no solo varían bajo la acción de las combinaciones lipoideas, de alteración de las albúminas, sino que el medio también las modifica bajo la acción de un antígeno y anti- cuerpo (Weichhardt). En este orden se ideas, Meinicke es de opinión que la reacción de Wassermann, no es sino e! resultado de la presencia de los coloides lábiles del suero y de los coloides del extracto. Igualmente Wassermann, no ve en esta reacción sino el resultado de 1a presencia de dos substancias lipoides, una oue se encuentra en el suero de los enfermos y otro lipoi- de, antígeno que se halla en los extractos de órganos, for- mándose un conglomerado reversible. La reacción de Sachs Georgí, método de precipitación, ba- 67 sada en estos principios, y de aplicación ya corriente en el diagnóstico de la sífilis, la hemos estudiado en los cancero- sos, utilizando como antigeno distintos tejidos, habiendo ob- tenido los resultados que se detallan a continuación. La técnica seguida es la de Sachs Georgí, a excepción de la preparación del antígeno, que como en todas estas reac- ciones, es de la mayor importancia. En el método de Sachs Georgí, la precipitación se pro- duce por el contacto del suero de enfermos y los extractos de colesterinados que exagera el fenómeno precipitante y lo hace insoluble. Los antígenos utilizados han sido extractos alcohólicos de tumores, humanos (carcinoma de mama, ganglio metastá- sico), de tumores de rata,-carcinoma y sarcoma,-y tam- bién tejido embrionario. En la preparación del antígeno se ha procedido del si- guiente modo: mezcla del tejido con alcohol en la propor- ción de uno por cinco, dejando la mezcla en la estufa a 37 i ¡2, pero teniendo cuidado de agitarlo varias veces. Des- pués de 24 horas se deja sedimentar. Nosotros hemos agre- gado la colesterina recién en el momento de utilizarse el antígeno en las siguientes proporciones: 1 cc. de alcohol ab- soluto, o. 5 de antígeno y 0.7 de colesterina 1 0'0. Luego se titula con un suero de enfermo positivo y ne- gativo conocido ,efectuando para su titulación las difreen- tes diluciones con suero fisiológico al 9 por 1000, operación ésta que tiene mucha importancia porque las dilusiones del antígeno pueden variar mucho. Hasta ahora la mejor titu- lación ha sido la dilución de 1 x 6 a 1x9. 68 1 1 1 1 i 1 | Tiempo de- en-1 Confirmación 1 1 1 1 RESULTADOS CON ANT1GENO DE Ficha ! DIAGNOSTICO 1 fermedad hasta 1 del diagnóstico 1 1 1 | | Carc. Sarcoma Bazo i Embrión | Mama | Ganglio 1 • - ■ ■ 1 la reacción 1 por 1 de rata 1 1 de rata de ídem de ídem | humana metastá^ 278 i | Epitelioma nariz y angioma de lengua. 1 1 1 año. | Biopsia y oper. I + + 1 723 I Histerectomizada y recidiva. 7 años. |¡ I + 727 | Carcinom'a mama oper. 2 .. 1 1 T + 718 „ esófago. 1 año. II Radioscopia. I + 1 - 1 + ' + 1 + 712 ,, cuello. 8 meses. 1 4- 1 1 1 981 „ matriz y vagina. 15 1 Biopsia. 1 + 1 4- 1 4- 1 + 975 - ,, faringe. 3 1 ,> 1 + + 1 4- 1 + 993 | „ hígado. 3 , | Laparat. expl. I + 1 1 + 1 T 1 + 996 Epitelioma velo paladar. 6 ,, 1 Biopsia. 1 ; + 1 + 1 + 979 Carcinoma parótida. 2 „ 1 1 + 1 1 + + + 988 ,, amígdala. 6 „ 1 1 + + 4-- 982 „ páncreas estrechez duodenal. | Radioscopia. I + + • -A- + 980 Epitelioma lengua. 7 años. 1 1 + + 1 + - - 4- 978 Carcinoma vejiga. .: 1 Cistoscopía. | + + 1 + + 969 Epitelioma cara. 3 | Biopsia. । + + 4- 919 Carcinoma faringe. 3 meses. I ! + + + 4- 813 Osteosarcoma axila. i 1 + - p + + -1- 918 Carcinoma maxilar superior. 4 I 1 + + + 4- 986 ,, matriz. 1 año. 1 Biopsia. 1 + + 4- 940 ,, laringe. 3 meses. 1 >, - + + - - 941 „ esófago. 20 días. 1 Radioscopia. 1 + - 1 - ¡ 707 ,, lengua. 5 meses. 1 Biopsia. + 1 1 700 ,, recto. 1 año. I ,, I + _L 699 ,, lengua. 1 „ i i + 1 1 698 ,, maxilar inferior. 1 - । 1 + 1 1 688 ,, mama. 2 años. ! I + + 685 ,, Epitelioma comisura labio. 6 meses. 1 1 + + 682 Carcinoma lengua. 10 añes. I 677 ,, boca. 6 meses. 1 ,, ■ 680 ,, cuello matriz. 2 años. | ., I + ■ 1 676 ,, recto. 2 „ 1 I + 1 675 ,, cuello. 6 meses. 1 I + • ■ + ■ 1 672 ,, lengua. 1 1 + I + 1 664 | ,, laringe. 9 ! Exam. laríngeo. I + 1 1 1962 | ,, manía. 2 años. 1 i + + + + 4- 948 | ,, recto. 1 año. | Biopsia. 1 + + + 4- 947 | Epitelioma nariz. 8 años. 1 ,, ! + + + 4- 971 | „ cara. j1 ,, Í >» i "I- + 1 ■ + 1 4- 968 | Sarcoma cabeza. 6 .. 1 J.iiorme histoi. 1 + . + + ■ -4- 925 | Epitelioma nariz. 1 año. | I 4- ■ + - T" 69 Ficha DIAGNOSTICO Tiempo de en- fermedad hasta la reacción ' 1 1 Confirmación | 1 1 1 del diagnóstico | 1 1 1 por I 1 1 RESULTADOS CON ANTÍGENO DE: Ganglio metastá. Carc. I de rata Sarcoma de rata Bazo de ídem 1 Embrión | Mama de ídem I humana r 183 Carcinoma parametr. der. (hister. sub.) 24 meses. 1 1 1 Operación. + 4- 1 334 ,, de lengua. 1 Biopsia. 302 „ „ esófago. I Radioscopia. + + 059 ,, ,, mama. 3 | Biopsia. / | + 1 280 ,, ,, esófogo. 6 | Radioscopia. | + I 167 ,, „ cardias. 1 + 328 | ,, „ estómago. 1 Biopsia. + 638 Sífilis y carcinoma de la matriz. + 1 243 Carcinoma ano. 24 1 „ 1 + + 1 - 540 ,, mama (recidiva). 42 „ 1 4- 1 551 Sarcomatosis abdominal. 1 + 4- 1 539 Carcinoma mama (recidiva). 1 1 + 4- 1 573 ,, laringe. 12 „ | Exam. laríngeo. | + - 1 544 48 1 1 4- 4- 1 281 „ vejiga. 1 1 4- -4- 1 i ■ 568 matriz. 1 1 4- 1 204 14 1 Necropsia. 4- -J- 1 579 ,, mama. 1 ! + 4- 1 583 „ laringe. 7 „ | Exam. laríngeo. | + + 1 590 | Sarcoma melánico. 1 I 1 4- + 1 568 Carcinoma matriz. 1 ! + 4- 1 146 ,, boca. 12 „ | Biopsia. 4- + 1 087 ,, lengua. 12 „ 1 - 1 4- + 1 763 ,, vagina. £ 1 4- + + 1 4- 196 ,, labio. 12 años. 1 - 1 4- + 4- 1 + 559 i ,, 1 - 1 1 ■ 563 „ mama. 4 meses. 1 ! 4- + 4- 1 + 772 Fibroadenoma. 3 años. | Operación. 4- 1 + 4- 771 Carcinoma próstata. 10 „ 1 1 4- 4- + 1 + 4- 770 ,, labio. 4 ¥2 „ | Biopsia. 4- + 1 + + 765 Epitelioma labio (recidiva). 7 „ ! 4- ■ + 1 + + 764 Carcinoma mama y región temporal. 1 1 | Radioscopia. | 4- + 1 4- 4- 752 ,, estóm. propagado a hígado. 4 4- + + 1 4- 4- 746 ,, cuello. 4 meses. 1 Biopsia. 4- 1 745 ,, mama (recidiva). 5 años. 1 1 4- 1 741 Epitelioma labio y sífilis. 9 1 >■ 1 + 1 738 „ cara. 1 1 4- '737 Carcinoma lengua. 6 1 » 1 4- 733 Sarcoma melánico pie. 1 1 4- 1 "731 Epitelioma ángulo interno de ojo. 3 meses. 1 1 + 4- I I Tiempo de en- 1 I Confirmación | 1 RESUDTADOS CON ANTÍGENO DE: Ficha DIAGNOSTICO fcrmedad hasta la reacción del diagnóstico | 1 por 1 Carc. de rata 1 Sarcoma de rata Bazo de ídem Embrión de ídem 1 Mama | humana Ganglio metastá. 048 541 Carcinoma de lengua. ,, laringe. 36 7 meses. 1 Biopsia. 1 Radiografía. Operación. Biopsia. + + - + + 192 348 569 Epitelioma cuerpo estómago, cuello matriz. pequeño labio. 36 2 4 + -L 4. i + 1 1 + - + 599 607 616 625 617 624 621 '629 637 633 050 •041 635 207 634 631 270 018 600 287 045 584 568 284 274 650 ■646 645 '644 ,, cara. Carcinoma pared posterior faringe. ,, matriz. ,, estómago. Epitelioma cara. Carcinoma abdomen. ,, m'axilar superior. Epitelioma cara. ,, palpebral izquierdo. „ cara curado. Carcinoma mama. „ reborde alvéolomaxilar inf. Linfosarcoma. Carcinoma estómago. Epitelioma comisura labio. Adenocarcinoma m'ama. Carcinoma mama. ,, maxilar superior. Epitelioma nariz. Carcinoma laringe. Epitelioma cara. Carcinoma matriz. ,, laringe y epiglotis. ,, esófago. Epitelioma cara. Sarcoma muslo. Carcinoma base lengua. Papilomas vulvares. 60 48 12 9 5 3'' 24 6 60 1 72 3 5 24 4 9 2 3 16 8 6 3 ,, ,, >> ,, - anos. meses. años, meses, años. 1 1 1 1 Radiografía. 1 Biopsia. Inf. médico. I Biopsia. 1 ,, 1 1 Operación. Bicpsia. 1 Radioc. y lapar. I Biopsia. f 1 1 ! 1 1 1 Exant. laríngeo | Radioscopia. i Biopsia. •• 1 4- + + + + + + 4- + 4- + + + 4- + + ■ + 4- 4- 4- 4- 4- 4- + + + 1 1 1 + - - + - - - + - - - + - - - - - + + + + - + - i - - 4- - - - - + + + - - + - - + + + - - 643 Epitelioma labio inferior. 4 meses. .. - - - 640 Carcinoma esófago. 10 Radioscopia. + + 4- 4- + 532 425 Epitelioma laringe, nariz. 8 20 años. I 1 +- 4- 1 4- 4- 064 Carcinoma mama. 4 1 4- + + 4- ■047 .. de lengua. 15 meses. 1 +- 4- + 4- 71 Ficha • DIAGNOSTICO . . .. '. . ' 1 Tiempo de en- I Confirmación 1 fermedad hasta 1 del diagnóstico RESULTADOS CON ANTÍGENO DE: Carc. de rata 1 Sarcoma | Bazo de rata | de ídem 1 Embrión de ídem Mama humana Ganglio metastá. la reacción 1 por 1 704 673 666 665 659 950 Mal de Pott lumbar. Oóforosalpingectomizada. Sífilis. Nefritis crónica Pólipo nasal. Lupus de cara. 8 años. | í 1 1 1 1 IIHII 1 I - 1 ■ 1 - - - 946 964 973 Gastritis. Insuficiencia aórtica. Cardiorrenal. 14 „ | Radioscopia. 1 1 - - 1 - - - - - - '928 884 885 895 888 890 896 Ulcera de estómago. Anexitis tuberculosa. Tuberculosis pulmonar. Pólipo de. recto. Quiste salivar. Mastitis. Adenitis cuello. 22 5 >, 2 meses. I Radioscopia1 1 1 1 1 i 1 1 1 1 1 1 1 1 - 1 1 1 11 1 1 1 11 11 - 786 773 1081 1077 1074 1072 1015 1012 1006 956 997 Ulcera del estómago. Tabes. Nefritis. Gastrosucorrea. Sífilis. Faringitis. Hemorroides. Tuberculosis pulmonar. Acné queloide cuello. Retroflexión anex. Ciática. Impétigo. 27 años. 20 años. | Operación. 1 1 i . 1 . 1 1 1 1 1 1 1 i 1 1 1 1+ 1 1 1 1 1 1 1 1 - - - - - - + - - - 111111l + l 1 1 11l + l111111 936 977 911 1061 21106 Tuberculosis comisura labio. Hipoovaria. Cervicitis. Absceso de margen ano. Litiasis biliar. 6 meses. 'I | 1 1 + 1 1 1 1 - 1 - - - - 1111 + + 1111 742 Ulcera duodenal. 1 año. | Radioscopia. - 1 - 957 656 Granuloma brazo. Linf oadenoma. Sífilis. Cirrosis atrófica del hígado. Tuberculosis pulmonar. Aneurisma de la aorta. Diabetes. 6 años. 1 año. ] Biopsia. | Operación. 1 1 1 - - i 1 1 1 1 111 11 11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 i 1 11 72 DIAGNOSTICO Tiempo de en- Confirmación RESULTADOS CON ANTÍGENO DE: Ficha fermedad hasta del diagnóstico l | Carc. | Sarcoma Bazo Embrión Mama Ganglio la reacción por de rata ¡ de rata 1 de ídem de ídem humana metastá. 983 Metást. ganglionar consecut. seminoma. i 1 + 1 + + + 287 Carcinoma nariz. 10 meses. 1 + 1 + + + 835 + 1 + + + 832 ,, cuello matriz. + + + + 634 ,, estómago. + 1 + + + 625 ,, abdomen. A ' i + + . + 839 ,, ángulo interno del ojo. • + 1 + - 840 ,, mama. + I + + + 841 Linfosarcoma cuello. + 1 + + + 941 Carcinoma estómago. + I + - + 1128 ,, del recto. + | | + + - 1126 „ lengua. + ' 1 + - 1129 ,, estómago. + 1 + + + 1119 ,, lengua. + । + + + 1118 ,, cara. + I - + + ' 794 Apendicitis. - . - - 471 Psicosis. ■ - | - - - 580 Neuralgia pierna. - 1 ■ - - 580 tórax. Biopsia. - 1 - - - 300 Sífilis. • 1 - 1 - 623 Lupus. 8 años. - 1 - - 606 Várices. 26 ,, - 1 - - 603 Radioscopia. - 1 - - 542 Aneurisma aorta. - 1 . - - 544 Mastitis crónica. 4 „ - 1 - - 312 Sífilis. ■ ' ■ - 1 + - ' + 567 Dispepsia. - 1 i - - - 574 Ulcera del estómago. . 1 - 1 - 566 Osteítis. - - .. 1 + - 587 Fístula del ano. - 1 - - - 655 Contusión de la pelvis. - 1 - 654 Reumatismo crónico. -' 1 + - 648 Neuralgia del dorso. ' - I - - 558 M'etritis. - 1 - - 767 Mastitis crónica. - 1 - -. • - 545 Mareos por lesión de vista. 2 años. 1 - 1 830 Psicosis. - I - - 766 Nefritis. - 1 - - 744 Gastritis alcohólica. 1 año. - 1 ' - - - 743 Insuficiencia aórtica. 3 años. - 1 - 73 1 1 1 '1 lempo de en- 1 Confirmación 1 1 | ¿Ficha | DIAGNOSTICO | fermedad hasta I del diagnóstico | | la reacción 1 por । 1 f Carc. de rata RESULTADOS CON ANTÍGENO DE: lili Sarcoma | Bazo | Embrión [ Mama | de rata | de ídem I de ídem ¡ humana | lili Ganglio metastá 1 1 1 900 | Epitelioma labio. 1 9 años. t 854 | Carcinoma mama recidiva. j 1 14 ,, 894 | „ escroto. 1 2 „ | Biopsia. 857 ( ,, labio y cuello. | 1 año. | 873 | ,, mama operado. | 1 | 874 | ,, vagina. | 2 años. | 849 | ,, lengua con adenopatía. | 4 meses. ¡ 779 1 Adenocarcinoma mama. 843 | Carcinoma lengua. i 8 ,, | '881 | „ ingle consecut. a oper. pene. | 1 año 9 meses. I " '886 | ,, laringe. | 10 meses. I • 887 | Epitelioma labio inferior. 1 £ ,, 811 | Carcinoma trama. 1 2 años. I 797 ¡ ,, hígado. | 30 meses. | Radiografía. 787 | ,, laringe. i 5 años. ! Eiopsia. 775 I 1 6 „ । „ 1082 | ,, vejiga. | 3 meses. | „ 1079 | ,, mama oper. rec. 18,, | ,, 1078 | ,, epiglotis. I (> | 1073 | Epitelioma nariz. 1 3 1070 | Carcinoma laringe. ¡ 14 | ,, 1076 | ,, esófago. 1 6 | Radiografía. 1063 | Sarcoma muslo. | 4 1018 | Carcinoma mama. | 8 | Operación. ■1008 | ,, cara. I 8 „ | Biopsia. 1000 | Sarcona cuerpo ciliar ojo izquierdo. | | .1104 | Carcinoma labio recidiva. 1128 | ,, de recto. | | 1126 i ,, lengua y adenopatía. 1129 ! ,, estómago. ) 1119 | ,, lengua y adenopatía. 1118 ¡ „ cara. | | 878 | ,, próstata y vejiga. 986 | ,, matriz. 857 | ,, labio y cuello. 763 | ,, pelvis y vagina. 1066 | ,, esófago. 1105 | ,, mejilla. 638 ] ,, vagina y cuello. 1 346 | ,, matriz. | ++++++++++++++++++++++++++Í-+++++++++++++ 1 1 'l + 1 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + • 1 + 1 + i + 1 4- I + 1 + 1 + 1 + 4- + + + + + + + - + - + + + - + 4- + + + + - i 1 + + +++++++++1++++++++++++++++1+++++++++++ + + + + 4- + + + 4- 4- + 4- 4- + + + 4- + + 4- + + + 4- + + - + 4- + 1 4- i t + 4- 4- 74 Total de reacciones efectuadas .... ¿56 En enfermos con tumores malignos. . 161 En enfermos con otros procesos ... 95 Enferm os neoplásieos Con antígeno carcinoma de rata .... 161 Resultado: Positiva franca 125 76.6390)0 Positiva débil 29 18.012 „ Negativa 7 4.333 „ Con antigeno sarcoma de rata 23 Resultado: Positiva franca 1 4-34 ojo Positiva débil 5 22.74 " Negativa 17 73-91 " ( on antigeno de bazo de rata con tu- mor .i ..................... 73 Resultado: Positiva 34 46.55 o)o Positiva débil 20 27.44 " Negativa 19 26.01 " Con antigeno de embrión de rata. ... 88 Resultado: Positiva 66 76.- o)o Positiva débil 15 16.- " Negativa 7 8.- " Con antigeno de carcinoma de mama humano 85 Resultado: Positiva 64 79.29 o|o Positiva débil 15 17.60 " Negativa 6 7.11 " 75 Con antigeno de carcinoma de gan- glio metastásico 80 Resultado: Positiva 59 73-75 olo Positiva débil 14 17.50 Negativa 7 8.75 " Otras enfermedades 95 Con antigeno de: Positiva Positiva débil Negativa Carcinoma de rata o o.- 0 O i 1.05 0 0 94 98.94 o|o Embrión de rata. . Carcinoma de ma- I I.OÓ „ 8 8.51 „ 85 9O.O4 „ ma humano . . . Carcinoma de gan- o o.- ,, 2 2.10 „ 93 97-89 „ glio metastásico 1 T-O5 „ 3 3-i5 „ 8l 85.78 „ De los datos anteriormente anotados se desprende que el tejido que ha dado mejores resultados como antígeno ha sido el carcinoma de rata, no sólo por el porcentaje de reacciones positivas (94.65 o|o) en los enfermos con tumores malig- nos, sino también por su porcentaje de negativos en los otros enfermos (98.94 o|o) con solo 1.05 o|o de positivos débiles. Creemos que es ésta una reacción que por su técnica, que se domina fácilmente, los resultados anotados pueden ser de utilidad práctica al clínico, y cuyo estudio merece, por lo tanto, continuarse. 76 SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS CELULAS NEOPLASICAS in vitro por el Dk. a. h. roffo H. L. DE ROFFO Los resultados obtenidos en los ensayos efectuados, uti- lizando rubidio bajo el punto de vista biológico y de su acción terapéutica, nos han inducido a efectuar algunas investigaciones con e! objeto de conocer mejor esta acción, muy poco conocida aún. Tanto esto, como las propiedades físico-químicas tan especiales que posee este metal, han sido causa para que le dedicáramos particular atención desde mucho tiempo atrás, estudiando principalmente su acción en los tumores malignos, aprovechando de su doble propiedad: la de ser metal radio-activo y de su escasa toxicidad. Es bien sabido que el rubidio, entre los metales alcalinos del grupo monovalente, posee con el potasio, y en un grado más elevado que éste, la propiedad de emitir corpúsculos B: es una fuente de emisión de electrones, y bajo este punto de vista ha sido muy bien estudiado por Campbell y Wood, y más recientemente por Henriot en el laboratorio de Mme. Curie (i). En trabajos efectuados con Fierre Girard, hemos obser- vado (2), que haciendo actuar una fuente eléctrica externa al cuerpo de un animal, era fácil de realizar con soluciones (1) Benriot.-'Rayonnement leles metaux ¡alealins. Tírese. Faculté des Sciences de París 1912,, (2) Roffo y P. Girare!.-Effets de l'osniose electrique sur les tuuieurs cancereuses des rats.-Com. As. ides. Se. Julio 1920. 77 electrolíticas endósmosis celulares en cuyo fenómeno las células mismas toman parte, traduciéndose su efecto por una vacuolización y penetración con el flujo endosmótico de los iones que son retenidos y fijados en las células, condi- ción indispensable para que la acción electrónica produzca los efectos Uticos. Sin embargo, investigaciones anteriores, y especialmente Gráfico 1 Resumen de los 8 ensayos efectuados con sales de Rb. sobre células neoplástcas. Gráfico 2 Resumen de los ensayos efectuados de compuestos de Se sobre células neoplásicas. las efectuadas por el mismo Girard (3) sobre los glóbulos de la sangre, demuestran que no es necesario, para realizar so- bre las células aisladas, tales endósmosis eléctricas, tener que recurrir a una fuente eléctrica exterior. Las células sanguíneas, y la mayor parte de las células del organismo, si se pueden aislar de los tejidos de que for- man parte, sumergidas en un líquido conductor, son despla- (3) P. Girard.-Journ. Phys. Ghimie. 1919 78 zadas hacia el polo positivo, si se las somete a la acción de un campo. Este fenómeno parece depender de las cargas eléctricas negativas de que estarían revestidas las paredes de las células. El principio de la conservación de la electri- cidad exige que haya en algún sitio, ya sea en la zona mo- lecular del líquido que baña las células, o ya en la cara inter- na de su pared, un número igual de cargas eléctricas positi- vas, de modo que habrá al nivel de la pared celular, una es- pecie de hojuela eléctrica que se desempeñará como un campo. Por otra parte, el proceso de osmosis que se produce por ejemplo en los hematíes, cuando se les coloca en un medio hipotónico o hipertónico al líquido endocelular, implica que estas paredes deben presentar conductos capilares, para po- derse explicar los cambios líquidos entre las células y el lí- quido que las baña, través de los cuales se deslizan las molé- culas de agua del líquido de suspensión. Se puede suponer que se realizaría así a través de la pared celular, las condi- ciones suficientes para la entrada en juego de un proceso de osmosis eléctrica. En estas condiciones, y si nos fuese posible modificar el estado eléctrico de la pared celular, in- virtiendo la orientación del campo que constituye la hojuela eléctrica mencionada, se vería que esta inversión, debería acompañarse de un proceso osmótico, con hinchazón de la célula, o al contrario, por su contracción. Las leyes de electrización de contacto (leyes de Perrin), han permitido a Girard realizar estas modificaciones del estado eléctrico de la pared de la célula. En un medio con- teniendo iones H + , La+ + + ó de Ce+ ++, las cargas que re- visten una pared celular de negativas, se hacen positivas, habiéndose observado sobre las células de la sangre, que una inversión del signo de las cargas que revisten sus pare- des, es acompañada de una considerable hinchazón de las células. Se trata de una verdadera órmosis eléctrica, que depende del estado eléctrico de la pared celular; fenómeno que es por otra parte reversible si se restaura, - agregando al medio iones OH", o iones negativos polivalentes, - el signo y la densidad de las cargas eléctricas primitivamente exis- tentes; la hinchazón osmótica retrograda adquiriendo las cé- lulas su volumen primitivo. Así, pues, sin fuente eléctrica exterior, y haciendo inter- venir solamente la constitución iónica del medio, es posible provocar en la célula, flujos endosmóticos con penetración 79 ficción sobre las células normales del Anion Se 04media de 22 ensayos. ficción sobre las células normales del Catión Rb media de 22 ensayos (1) No se puede hacer numeración por la aglutinación que se produce. Influencia de diversos iones sobre las células neoplasicas. Acción sobre las células neoplasicas por el finion SeO4 media de 22 ensayos. Acción sobre las células neoplasicas por el Catión media de 22 ensayos. 80 de las moléculas y los iones disueltos en los medios de sus- pensión. De acuerdo con estas observaciones, que he seguido de cerca en el Laboratorio del Profesor Girard, he efectuado algunas investigaciones de este orden, principiando por co- nocer la acción que ejercen sobre las células neoplásicas ais- ladas, las diversas sales de rubidio. Los primeros resulta- dos obtenidos, son los que motivan esta comunicación. Las células han sido preparadas tomando tejidos frescos, de tumor o de órganos finamente seccionados y reducidos a papilla, se lavan repetidas veces hasta que la solución que sobrenada esté transparente, y después se filtra por gasa; todo debe hacerse con una asepsia rigurosa. Se obtiene asi una suspensión de células, bien aisladas, en solución fisiológica. Para hacer la investigación, hemos procedido según la técnica seguida por Preund y Kaminer, para estudiar la acción citolitica de los sueros. Se colocan en tubos de ensayo, diez gotas de emulsión celular, cantidad que puede variar según la concentración cine da una numeración previa, más veinte gotas del liquido a investigar. Se cuentas las células con el cuenta glóbulos de Thoma Zeiss, se colocan en la estufa a 37,-° durante un tiempo determinado y después se cuentan de nuevo: de la diferencia obtenida se saca el porcentaje. He aquí, los resultados obtenidos: LIEIS DE CELULAS NEOPLASICAS p. 100. RESULTADO A LAS 24 HORAS Experiencia 1. Cl.Na 16 Cl.K 21 01.Rb Yo.Rb Fl.Rb Se04K2 SeO3K2 SeO4Rb2 53 43 50 16 16 45 9 V ' 16 17 47 40 45 15 22 55 „ 3. 9 1 59 26 50 16 25 62 » 4. 16 15 67 36 40 20 27 49 5. 4.16 7.16 42 28 28 13 15 66 (5. 10 6.75 39.5 30 32 18 23 51 „ 7- 7 14.2 55 32 41.3 21 25 49.8 „ 8. 9.2 12 54.8 35 40 19.6 24 55 % T. . M. 10.04 11.76 52.16 33.75 40.78 17.25 22.12 54.10 81 Experiencia 9. -■ A las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ „ neoplásicas „ . . . Cl.Na. 5 . 6 Cl.K Cl.Rb 7 1 14 45 Yo.Rb C03Rb2 Rl^Rb SeO4K2 SeO3K2geO3Li2 SeO4Rb2 S03>Na2 SeO3Ba N0)2Ce 14 0 23 9 11 1 9 -<1) 1 16.1 15 28.5 26 25 62 34.3 10.5 - 16 Experiencia 10.- A las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ neoplásicas „ . . . 11 13 14 15 2 63 2 33 2 10 - 15 13 - 2 27 1 38 4 ■ 13 6 5 1 12 Experiencia 11.- A las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ „ neoplásicas „ . . . 0 4.7 0 5 12 40 -. 0 9 10 33 8 9.5 - 3 30 15 77 4 9 9 3 2 15 Experiencia 12.- Resultado a las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ „ neoplásicas „ . . . 0 0 0 16.6 0 33 8 15.3 0 9 - 0 16 - 2 12 1 4 0 16 -(1) 3 2 17 Experiencia 13.- Resultado a las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ „ neoplásicas „ . . . 0 4.7 1 3 ' 2 42 - 1 -(2) 3 13 - 5 11.7 -(1) 23.8 0 47.6 -(1) 34 0 9 -(1) -(1) Experiencia 14.- ■Resultado a las 24 horas Lisis de células normales p. 100. . . „ „ „ neoplásicas „ . . . 2 9 10 7 42 1 13 5.8 -'(2) - 9 3 6 10 6.2 15 6 33 5.2 10 4 22 -(1) -(1) (1) No se pueden numerar por haberse aglutinado. (2) Destrucción total. 82 Experiencia 15. Células neoplásieas y Cl.RB al 1 %. 1.a Numeración a las 25.45. 2.a » 2 horas después 16.2 lisis p. 100. 3.a » 4 » » 34.8 »»' » 4.a » 6 » » 41.8 » » » 5.a » 24 » » 45 » » » 1.a Numeración a las 15.40. 2.a » 2 horas después 2.6 p. lisis p. 100. 3.a » 4 » » 5 » $ » 4.a » 6 » » '5 » » » 5.a » 24 » » 12 » » > Células Neoplásticas y Cl.Rb a 1 p. 500. Experiencia 16. Células Neoplásieas y Se 0<K2 al 1 % 1.a Numeración a las 15. 2.a » 2 horas después 19.2 lissi p. 100. 3.a » 4 »' » 35.4 » » » 4.a » 6 » » 35 » » » 5.a » 24 » » 35.4 » » » Células Neoplásieas y Se 04R2, al 1 p. 500. 1.a Numeración a las 16. 2.a » 2 horas después 0 lisis p. 100. 3.a » 4 » » 4 » » » 4.a » 6 » » 6 » » » 5.a » 24 » » 8 » '» » Experiencia 17. Células Neoplásieas más Se 03K2 al 1 %. 1.a Numeración a Jas 16. ' 2.a » 2 horas después 7.6 lisis p. 100. 3.a » 4 » » 19.2 » » » 4 a » 6 » » 19.2 » » » 5 a » 24 » » 23 » » » Células Neoplásieas más Se 03K2 al 1 p. 500. 1." Numeración a las 16.30. 2.a » 2 horas después lisis p. 100. 3.a » 4 » » 2.7 »» » 4.a » 6 » » 8.1 »» » 5 a » 24 » » 18.8 »» » 83 De las experiencias anteriores efectuadas haciendo ac- tuar los iones Rb-, SeO4 y SeO3, se observa que estos tie- nen una acción lítica destructiva más acentuada sobre las células neoplásicas que sobre las normales (experiencia 9 a 14). Tal acción es más intensa, cuando la solución utiliza- da era una combinación de los dos elementos: el rubidio y el selenio, cuya acción tóxica sobre la célula neoplásica es bien conocida, elevándose en este caso la lisis producida del 40 al 70 o|o (Exp. 11). Haciendo un término medio del porcentaje obtenido, en un primer grupo de 8 ensayos, empleando el Cl. Na. como control, y al mismo tiempo diversas sales de rubidio, se ve que la relación del porcentaje de destrucción de células, que en la solución de Cl. No. es de 10,04 °l°, aumenta a 33,65 o|o en el Yo.Rb., a 40,78 o|o en el El.Rb., para alcanzar a 52.16 o|o en el Cl.Rb., y 54,10 o|o en el SeO4Rb. Con res- pecto al seleniato, el porcentaje varia de 17,25 o|o en el Se.O4K2 a 54,10 o|o en el Se.O4Rb. Las experiencias 15 a 17, muestran que este fenómeno de lisis, comienza a las pocas horas, encontrándose ya bastante acentuada a las 4 horas, produciéndose su máxima a las 24 horas. Con estos resultados se puede considerar que el flujo osmótico que necesariamente debe producirse entre las cé- lulas y el medio que las baña, con penetración de iones ru- bidio, son los que producirían los efectos Uticos que se ob- servan, y en cuyo fenómeno no debe ser extraña la propie- dad de emisión corpuscular que este metal posee, retenido y fijado por la célula, funcionando como una fuente perma- nente de emisión electrónica, en la medida que los iones ru- bidio la hayan penetrado. Los importantes trabajos de Zwardemaker comunicados en el Congreso de Fisiología de París en 1920, han demos- trado el rol esencial que los corpúsculos B juegan en el pro- ceso biológico, especialmente, en lo que se refiere a las pro- piedades del K, encontrando que esta misma fuente de ra- yos podía ser substituida por una sal de rubidio. Es sabido que las sales de rubidio son bien toleradas por el organismo cuando se las introduce por vía endovenosa en la circulación general, siendo rápidamente eliminada, y para que los efec- tos tóxicos aparezcan, es necesario que las células estén su- mergidas un tiempo más o menos largo. De nuestras observaciones, deducimos que este modo de acción comparado con el de las sustancias tóxicas, de los 84 antisépticos comunes, fijadores y coagulantes del protopías- ma, - sales de mercurio, cobre, compuestos clorados, for- mol, alcohol, etc. - es masivo y de realización rápida en una concentración conveniente, y que en el caso que nos ocu- pa ésto se hace progresivamente. En resumen, y hasta que experiencias ulteriores nos trai- gan un mayor contingente para el mejor conocimiento, tan- to de las propiedades bioquímicas de este metal, así como para la explicación del fenómeno íntimo, se ve que las sales de rubidio ejercen una acción lítica in vitro, que atribuimos por ahora, a la propiedad notable que tiene este metal de emi- tir corpúsculos. 85 SOBRE LA RESPIRACION DE CELULAS NORMALES Y TUMORALES Y LA INFLUENCIA DE CIERTOS VENENOS SOBRE DICHOS PROCESOS el dr. s. neuschlosz Parece cada vez más probable que los tumores malignos deben su evolución a una alteración fundamental de cier- tas células. No conocemos todavía las causas de este cam- bio en el estado trófico de las células pero, sin embargo, po- dría considerarse un adelanto considerable en este campo, el conocimiento de las diferencias existentes entre el me- tabolismo celular normal y el del tejido canceroso. No obs- tante la importancia de estos problemas, los trabajos expe- rimentales que se ocupan de ellos, son muy escasos. De unos trabajos que han aparecido hace tiempo, del laboratorio del "Imperial Cáncer Research Pund" (i), pare- ce poder deducirse que la intensidad de las oxidaciones en las células cancerosas se presenta algo menor que la de las cé- lulas normales. Por el contrario, las células cancerosas com- paradas entre sí, respiran tanto más fuertemente cuanto más rápida se encuentra la evolución del tumor correspon- diente. Con la intensidad del crecimiento del tumor, se aumenta también el cuociente respiratorio. Según experi- mentos hechos por medio del aparato de Barcroft por Rus- sell y Wooglom (2), se presenta éste siempre entre 0.(37 y 0.95. Dichos autores concluyen de sus experimentos, que los tumores con crecimiento rápido se alimentan por carbohidra- tos, los tumores con crecimiento lento por grasas. Hasta hace pocos meses eran estos experimentos los úni- cos que se ocuparon con el metabolismo respiratorio de las células inmorales. Nos praeció entonces un trabajo útil realizar nuevos experimentos de esta índole, tanto más 87 que el nuevo método de Lipschitz (3) nos permite inves- tigar las oxidaciones de tejidos aislados de una manera fácil y exacta. La base teórica de este método es el hecho ([lie el m-dinitro-bencene-insoluble en agua,-se reduce por la acción de los tejidos vivos, formándose m-nitrofenilhidro- xilamina que se disuelve fácilmente en agua, dando un color amarillo. La ecuación que corresponde a esta reacción es la siguiente Como se ve, esta reacción no representa una oxidación en el sentido general de la palabra, no figurando en ella un transporte de oxigeno de una molécula a otra, pero como sabemos por las investigaciones de Wieland (4), el hecho que caracteriza las llamadas oxidaciones biológicas, no es la mi- gración del oxigeno, sino la del hidrógeno. Como oxidan- te biológico puede funcionar cualquier sustancia que tenga la capacidad de ligar a su molécula átomos de hidrógeno. Elámanse los cuerpos de esta clase, aceptares de hidrógeno, y el oxigeno molecular no se distingue entre ellos sino por su difusibilidad. El m-dinitrobencene reemplaza entonces en el metabolismo celular al oxigeno, con la única diferen- cia que en lugar de agua se forma por esta reacción m-nitro- fenilhidroxilamina. El otro producto terminal de la respi- ración celular, o sea el anhídrido carbónico, se forma tam- bién en este caso lo mismo que por la respiración de oxí- geno molecular. También en otros aspectos se comporta esta reacción de igual manera como la oxidación celular co- mún. Lipschitz ha podido demostrar que los narcóticos y los otros venenos típicos de las oxidaciones vitales, influ- yen esta reacción también de una manera característica. Por la perfusión de los tejidos por oxígeno, puede inhibirse con- siderablemente la reducción vital del m-dinitrobencene, ocu- pando en este caso el oxígeno libre el lugar que de otro modo tendría dicho cuerpo orgánico. También desde el punto de vista energético puede ser reemplazado el oxígeno por el m-dinitrobencene, y células que han perdido ya su movili- dad por asfixia, la recuperan nuevamente por el agregado de aquél. Para el estudio de procesos patológicos el método de Lip- 88 schitz fué empleado primero por Hess (5), quien ha conse- guido adelantar considerablemente los conocimientos con res- pecto al beri-beri experimental de las palomas, aprovechándo- se de la reducción vital de m-dinitrobencene. Pocas semanas después del trabajo de Hess, apareció una comunicación de Abderhalden y Wertheimer (6), en la cual dichos autores lie- Tumor Hígado Figura 1. Hidrato de clorat. gan a conclusiones idénticas que las obtenidas por aquél. Ab- derhalden y Wertheimer usaron en sus experimentos, en lu- gar de m-dinitrobencene, oxigeno molecular. La concordan- cia de sus resultados con los de Hess, demuestra entonces nuevamente que el oxigeno molecular puede ser substituido en el metabolismo celular por el m-dinitrobencene. En este trabajo he empleado el método de Lipschitz. La técnica ha sido la siguiente: los tejidos fueron cortados en pedazos pequeños, formando una pasta más o menos homo- génea. De éste se ha pesado porciones de 0.5 gms. y se las colocó en un tubo de ensayo, agregándoles siempre 5 c.c. de liquido más 0.2 gms. de m-dinitrobencene en polvo. Lue- go después de 20 horas se sacudió la mezcla fuertemente, se filtró y agregó a 3 c.c. del filtrado la misma cantidad de alcohol de 95 o|o. Después de filtrar la solución nueva- 89 mente se determinó la cantidad del m-nitrofenilhidroxilami- na formada por colorimetría. El colorímetro usado era el de Authenrieth, llenándose la cuña del aparato con una so- lución arbitraria de la m-nitrofenilhidroxilamina. Usándo- se una cuña arbitraria es claro que las determinaciones nada nos dicen sobre la velocidad absoluta de la respiración de los tejidos, teniendo los resultados exclusivamente un valor relativo. Para poder comparar los resultados obtenidos en varios días, se realizó cada vez un experimento con tejido de hígado normal. El grado de la reducción causada por este tejido se ha señalado en 100 en cada experimento, cal- culándose el poder reductivo de los otros tejidos en p.c. de aquél. Los primeros experimentos los he realizado ponien- do las mezclas en la estufa. Este modo de trabajar exigía naturalmente el empleo de un medio aséptico. Pero hemos visto que la reducción relativa de los tejidos era la misma en la estufa y en el ambiente del laboratorio. En los expe- rimentos posteriores trabajé entonces exclusivamente de- jando los tubos a la temperatura del laboratorio. Como animales de experimentación se utilizaron ratas blancas normales y con tumores. Estas últimas con un sar- coma de la colección de tumores transplantables del doctor Roffo. En la primera serie de experimentos ha sido comparada la velocidad de respiración de los varios tejidos de ratas nor- males y de las con sarcoma. Presentando los distintos ex- perimentos siempre la misma relación entre la velocidad de respiración de los varios tejidos es suficiente exponer aquí las cifras obtenidas en un solo experimento (Tabla I.) . Se ve por estas cifras, que existe una diferencia considera- ble entre la intensidad de respiración de los varios tejidos normales. La respiración más intensa presentan las célu- las del riñón, la más lenta las del bazo. Un interés mucho mayor corresponde desde nuestro punto de vista a las alte- raciones que sufre la respiración de los varios órganos bajo la influencia del tumor que se encontraba en el organismo. Para poder interpretar correctamente estas diferencias, es preciso saber que dentro de un solo experimento hemos com- parado siempre a la vez los órganos de un animal anormal y de uno con tumor. Las diferencias observadas han de- mostrado pequeñas variaciones en los diversos experimen- tos, pero en su esencia los resultados fueron siempre se- mejantes. De las cifras expuestas puede deducirse entonces que la 90 intensidad de la respiración de los tejidos de animales con tumores, se presentan, salvo una sola excepción, siempre menor que la de animales normales. Esta disminución del poder respiratorio es la más marcada en los órganos muscu- lares y en el higado, la menor en el cerebro y en el riñón. Parece entonces que el "veneno canceroso" disminuye la respiración de los órganos y que la sensibilidad de los dis- tintos tejidos enfrente de este efecto, se presenta muy dis- tinta. Muy interesante es el hecho que la diminución de la respiración causada por el veneno canceroso es la mayor en los órganos cuyo poder reductor se presenta la más pe- Tumor Hilado Figura 2. CNK. quena ya en condiciones normales mientras que los tejidos con la respiración más intensa no se alteran considerable- mente por el tumor. En contraste completo a todos los demás órganos, la ve- locidad de la respiración de las células del bazo se presenta aumentada en los animales cancerosos. Este comportamien- to extraño de las células del bazo tiene sus causas propias. Se ha podido demostrar que el bazo tiene un papel sobresa- 91 líente en las reacciones defensivas del organismo, en contra de tumores malignos (Roffo). El desarrollo del tumor se presenta mucho más rápido en animales cuyo bazo fué ex- tirpado anteriormente. Por lo contrario, puede retardar- se considerablemente la evolución de los tumores por la in- yección de extractos de bazo. En el mismo sentido puede interpretarse también el tumor enorme que se encuentra casi sin excepción en todos los casos de tumores experimen- tales de la rata. El bazo presenta entonces una actividad aumentada en animales con tumores y ésta es la causa del aumento del metabolismo respiratorio de sus células. En una serie de experimentos investigué el efecto de unos venenos sobre la respiración de células normales y cance- rosas. Con respecto a la posibilidad futura de una aplica- ción práctica de algunos de estos venenos, en la terapia de tumores comparé siempre células normales y cancerosas del mismo animal. Como tejido normal me sirvió en estos expe- rimentos el hígado de los animales con tumores. Los ex- perimentos se realizaron de la manera que se preparó, siem- pre dos series de mezclas con el tejido canceroso y el de hígado, respectivamente. En cada una de las series era hecha una de las mezclas con agua destilada; las otras con distintas concentraciones de un veneno. Los venenos em- pleados eran: narcóticos, ácido cianhídrico, sales metálicas, adrenalina y un extracto de la glándula tiroidea. Tratare- mos estos experimentos en lo siguiente, cada uno por sí. De los narcóticos indiferentes he empleado el hidrato de doral, cuyo efecto puede verse en la Tabla II y en la Eig. i. De acuerdo con el carácter no específico de la nárcosis, el efecto del hidrato de doral se presenta análogo sobre las dos clases de tejido. Los dos gráficos tienen un curso pa- ralelo. En ambos casos se presenta el hidrato de doral eficaz ya en una concentración de i| 16.000, aumentándose con el aumento de la concentración del veneno y reduciendo la velocidad de la respiración a la mitad de su valor origi- nal en la concentración de 111000. Se comporta de manera enteramente distinta el ácido cianhídrico que fué empleado en una solución exactamente neutralizada de CNK. Véase en la Tabla III y en la Eig. 2 el resultado de uno de los experimentos correspondientes, de los cuales hemos ejecutado un número considerable con éxito invariable. Las cifras expuestas comprueban el hecho sorprendente que sufre una disminución notable de su meta- bolismo respiratorio, exclusivamente el tejido normal, mien- 92 •ras que la reducción del m-dinitrobencene por las células tu- morales se presenta por el contrario, aumentada en presen- cia de cianuro. Este hecho parece tener una importancia con- siderable y nos permite hacer algunas conclusiones sobre la esencia del metabolismo del tejido tumoraL El comportamiento de células normales en respecto a su poder reductivo en presencia de ácido cianhídrico, filé inves- tigado detenidamente por Lipschitz (7). Los experimentos de este autor demostraron que el efecto del CNK no se au- menta sencillamente con la concentración del veneno. El grá- Hígado Tumor Figura 3. SO y Fe. f ico, que presenta la dependencia de la inhibición de la res- piración de la concentración de CNH. tiene dos fases. Pe- queñas contracciones de veneno inhiben la reducción del m-dinitrobencene fuertemente, pero el efecto del veneno se disminuye considerablemente en concentraciones más altas, llegando alrededor de 2.5 o|oo la reducción a un máximo nuevo para luego caer otra vez. En un trabajo posterior ha podido comprobar después Lipschitz, que bajo la influen- cia de CNK la respiración normal de las células se trans- forma en una fermentación semejante a la de las células 93 anaerobias. Fermentaciones de esta clase como por ejem- plo las de las células de áscaris, se presentan muy poco sen- sibles en frente de cianuro y no sufren sino una disminu- ción muy pequeña de su poder reductivo en presencia de CNH. El hecho que las células tumorales tampoco sufren una disminución de su poder reductivo por cianuro, puede interpretarse en el sentido que se trata también aquí de fer- mentaciones anaerobias. Estos experimentos fueron ya completos cuando he co- nocido un trabajo de Warburg y Minami (8), que demues- tra también que las células cancerosas sacan la energía nece- saria para mantener su vida de fermentaciones anaerobias. Estos autores observaron que las células de un carcinoma producen mucho más ácido láctico de glucosa que células normales, y que esta reacción se presenta relativamente poco sensible en frente de ácido cianhídrico. La cantidad de la energía librada por esta descomposición de glucosa, se encuentra alrededor de 42 o|o de la energía que pudiera haber sido ganada por la oxidación completa de la misma cantidad de glucosa. De acuerdo con este hecho, compro- baron Warburg y Minami, que las células cancerosas deben descomponer una cantidad muy grande de azúcar para ob- tener lo que necesitan. El tejido canceroso gasta entonces mucho alimento y lo disipa de una manera poco económica. Parece por lo tanto probable que la caquexia causada por los tumores malignos tiene su origen por lo menos parcial- mente en este malgastar de las substancias alimenticias. Dada la naturaleza enteramente distinta del metabolis- mo fundamental de las células normales y cancerosas, pare- cía probable que estas células se comportan enfrente de ve- nenos también de manera distinta. Para comprobar esta hipótesis comparé el poder reductor de las células cancerosas y de las normales en la presencia de varios venenos cuyo efecto sobre el metabolismo celular puede considerarse ya bien conocido: de las sales metálicas empleé las de hierro, de la plata y del mercurio. Muy interesante es el efecto de hierro que tiene en las oxidaciones celulares según las in- vestigaciones de Warburg (9), un papel muy importante. Como es sabido ha podido este autor aumentar la respi- ración de las' células aisladas muy considerablemente por el agregado de sales ferrosas a la mezcla. La tabla IV y la correspondiente Fig. 3, demuestran el efecto de hierro sobre el poder reductivo de células nor- males y cancerosas enfrente de m-dinitrobencene. En estos 94 experimentos se presentó la respiración de células normales aumentada por la presencia de hierro hasta el triple de su valor original. Un cierto aumento de su poder reductivo demostraron en presencia de hierro también las células can- cerosas, pero este aumento alcanzó solamente 40 o ¡o. Pue- de interpretarse entonces también este hecho, en el sentido de que en el metabolismo de las células cancerosas no corres- ponde al hierro ese papel decisivo como lo tiene en la respi- ración del tejido normal. Esta diferencia merece notarse pues según Warburg, la respiración y la fermentación anaerobia se distinguen principalmente que la primera de estos procesos se basa sobre una catálisis por hierro, la se- gunda no. Hígado Tumor Figura 4. Adrenalina. En su comportamiento enfrente de las otras sales metá- licas, no se ha podido apreciar una diferencia notable entre células normales y cancerosas. En ambos casos causan las sales metálicas una inhibición de la reacción que se aumen- ta con la concentración de las sales. Esta inhibición parece tener un carácter no especifico (Tabla V.). Por el contrario, ha podido comprobarse una diferencia bien marcada entre células normales y cancerosas con res- pecto a su sensibilidad enfrente a adrenalina y tiroidina. Las preparaciones usadas fueron las del Instituto Biológico Ar- 95 gemino. La adrenalina de este Instituto está preparada de supra-renales animales y aparecen en el comercio en for- ma de una solución en 1 ¡ 1000 en solución fisiológica. La tiroidina tiene una concentración de 10 olo calculado sobre el peso original del tejido glandular. También ésta es di- suelta en solución fisiológica. Con respecto a este hecho, habría que usar en estos experimentos para preparar las di- luciones en lugar de agua destilada también solución fisio- lógica. Las concentraciones mencionadas de la tiroidina, se comprenden como diluciones de la solución madre arriba dicha. Los resultados de los experimentos con adrenalina. Tumor Hígado Figura 5. Tiroidina. se encuentran en la tabla VI y en la Fig. 4; las con tiroidi- na en la tabla VII y en la Fig. 5. Se ve que la adrenalina aumenta la reducción de tejidos normales, hecho que se encuentra de acuerdo con las obser- vaciones de Adler y Lipschitz (10). Por el contrario, el poder reductivo de las células cancerosas sufre una diminución considerable por adrenalina. La tiroidina aumenta el meta- bolismo de ambos tejidos, pero el de las células tumorales mucho más que el de las células normales. El aumento de 96 1a respiración clel tejido de hígado por tiroidina, se presenta alrededor de 40 ojo. El del tejido tumor al en el mismo ex- perimento 145 ojo. Sobre la causa de la sensibilidad distin- ta de células normales y cancerosas enfrente de dichas sus- tancias, no puede decirse nada hasta ahora, pero parece indicar también esta diferencia que la naturaleza del meta- bolismo se distingue fundamentalmente en las dos clases de células. Esta diferencia en la sensibilidad del metabolismo de te- jido normal y canceroso enfrente de los venenos, nos hace esperar que pueda aprovechársela más adelante también por la terapia de los tumores. Los hechos observados nos hacen pensar en la posibilidad que también dentro del organismo entero pueden reaccionar las células normales y cancero- sas de una manera distinta al efecto de venenos. Será po- sible tal vez por este método encontrar sustancias que ata- can las células de los tumores sin alterar el metabolismo de los tejidos normales. Por medio de los experimentos con tejidos aislados, podrá determinarse el "cuociente terapéu- tico" de las varias sustancias con respecto a los tumores ma- lignos, lo mismo como Ehrlich lo efectuó con respecto a las enfermedades parasitarias. Las experiencias continuarán en esta dirección. TABLA I TABLA 11 Reducción por órganos de males y inmorales. •atas nor- El efecto de hidrato de la reducción por tejido canceroso. doral sobre normal y Organo Batas normales Ratas con í Concentración umor de hidrato de doral Hígado Tumor Hígado. . . . . 100 55 0 100 114 Bazo. . . . . . 80 125 1|16.000 98 108 Riñón . . . . . 210 195 1| 8.000 78 96 Cerebro. . . . . 155 135 1| 4.000 62 88 Testículo . ... 140 104 1| 2.000 54 78 Pulmón . . . 121 87 1| 1.000 50 60 Corazón . . . . 109 59 Músculos . . . . 110 60 Tumor . . - 80 97 TABLA III TABLA IV El efecto de CNK sobre la reducción por tejido normal y canceroso El efecto de SO4Fe sobre la reducción por tejido normal y canceroso Concentración Hígado Tumor 0 100 81 1 32.000 89 81 1 16.000 67 82 1 8.000 51 84 1 4.000 35 87 1 2.000 21 91 1 1.000 27 88 Concentración Hígado Tumor 0 100 100 1| 64.000 110 100 1 32.000 125 105 1| 16.000 150 107 1 | 8.000 180 110 1| 4.000 240 125 1 [ 2.000 320 180 1 [ 1.000 365 140 TABLA V TABLA VI El efecto de Cl^Hg y NO^Ag sobre la reducción por tejido normal y canceroso El efecto de adrenalina sobre la reduc- ción por tejido normal y canceroso Concen- El efecto de Cl Hg. El efecto de NO Ag. ción sobre sobre sobre sobre 0 100 128 100 142 1 64.000 86 121 97 138 1 32.000 75 114 92 132 1 16.000 55 106 88 126 1 8.000 41 96 82 105 1 4.000 36 69 76 100 1 2.000 14 50 69 94 1 1.000 - - 61 87 Concentra- Hígado Tumor ción 0 100 105 11160.000 105 90 11 80.000 119 83 1| 40.000 129 73 11 20.000 141 58 1| 10.000 150 56 H 5.000 132 53 TABLA VII El efecto de direoidina sobre la reducción por tejido normal y canceroso Concentración Hígado Tumor 0 100 76 1 32 106 98 1 16 112 122 1 8 119 140 1 4 130 151 1 2 135 175 1 1 140 186 Resumen T. bn^re los órganos de rahas normales, los riñones v oí cerebro nre^en+an el mavor poder rechichivo enfrente de m-dinitrobencene. los órganos musculares el menor. TT.Fn ra^as con un sarcoma aparece en general dismi- miído el poder reductivo de los varios órganos. La dismi- 98 nución se presenta tanto más considerable cuanto menor se encuentra el poder reductivo original del tejido respectivo. III. Una excepción de esta regla presenta el bazo cuyo poder reductor se aumenta por la presencia de un tumor. La causa evidente de este aumento es el papel sobresaliente que corresponde al bazo en las reacciones defensivas del or- ganismo contra el tumor. IV. Los narcóticos indiferentes y las sales de Ag y Hg, disminuyen el poder reductor del tejido normal y canceroso de igual manera. V. Acido cianhídrico disminuye el poder reductor del te- jido normal, pero aumenta el del tejido canceroso. Puede deducirse de este hecho, que el metabolismo de las célu- las cancerosas se basa sobre un proceso semejante a las fermentaciones anaerobias. VI. En el mismo sentido puede interpretarse la obser- vación que el agregado de hierro aumenta la reducción de células normales muchísimo más considerablemente que la de las células inmorales. VIL Las dos clases de tejidos se comportan también de manera distinta enfrente de adrenalina y de tiroidina. La adrenalina aumenta la reducción de células normales y dis- minuye la de células cancerosas. La tiroidina aumenta la i educción por ambas células, pero la del tejido canceroso mucho más fuertemente. BIBLIOGRAFIA 1. Russsl y Wogloom: The Imperial Cáncer R. F. 1921. 2. „ „ The Imperial Cáncer R. F. 1921. 3. Lipschitz: Pflügers Archiv 191. 1921. 4. Wieland: Ergebnisse der Physiologie, T. 21. 1921. 5. Hess: Zeitsehrift für physiologische Chemie. 6. Abderhalden y Wertheimer: Pflügers Archiv 196. 1922. 7. Lipschitz: Pflügers Archiv. T. 196. 1922. 8. Warburg y Minami: Klinische Woehenshrif t. 1923. 9. Warburg: Biochemische Zeitsehrift. T. 115. 1922. 10. Adler y Lipschitz: Archiv f. exp. Path. und Pharm. T. 95. 1923. 99 SOBRE UN CASO DE TUBERCULOSIS ESCLERAL O EPISCLERAL TRATADO CON EXITO POR LOS RAYOS X (1) por el Dr. e. de la vega OCULISTA DEL INSTITUTO ADSCRIPTO A LA CATEDRA DE OFTALMOLOGIA Hace diez meses, más o menos, tuve ocasión de examinar por primera vez en Tucumán, a la enferma que motiva es- ta publicación, y habiendo establecido el diagnóstico de tu- berculosis de la esclerótica o de la episclera, le aconsejé que se trasladara a Buenos Aires para su tratamiento. Vista aqui por algunos colegas, se hicieron diagnósticos diferentes, sobre todo de tumores de distinta naturaleza, diagnósticos que no quise aceptar pues me parecía induda- ble la naturaleza inflamatoria del proceso. El examen anatomo-patológico hecho por el Prof. Roffo confirmó plenamente mi primera impresión y el tratamien- to por los Rayos X, que se insinuara y que se aplicó bajo la- dirección del Dr. Moner, radiólogo del Instituto, nos ha permitido obtener un éxito terapéutico completo. Estas circunstancias hacen interesante el caso y justifi- can su publicación, no queriendo entrar en materia sin de- jar constancia de mi agradecimiento hacia el Prof. Roffo y el Dr.- Moner por su importante colaboración. La historia de la enferma es la siguiente: (1) Presentado en la sesión mensual del Instituto, del mes de Junio 101 N. N., italiana, de 65 años, casada. Se ocupa sólo de que- haceres domésticos y procede de Tucumán. Antecedentes hereditarios.-Nada hay que merezca re- tenerse. Antecedentes personales.-Nació a término, parto nor- mal. Menstruo a los 16 años, menstruaciones regulares que algunas veces se acompañaban de cefaleas. Se casó en Ita- lia a la edad de 26 años, embarcándose para este país seis meses más tarde. Ha tenido 6 hijos de los cuales viven 5. que son sanos, habiendo muerto uno de difteria en la épo- ca presérica. Su segundo embarazo terminó por un aborto en el curso del primer trimestre. La enferma no recuerda en su pasado otra enfermedad que paludismo, a consecuen- cia del cual sufrió mucho durante sus dos primeros años de residencia en Tucumán. Del lado de sus ojos sólo recuerda dos ataques diagnos- ticados de conjuntivitis por los médicos (no especialistas) que la examinaron. Recuerda que en ambos ataques la in- yección fué más intensa en el ojo actualmente enfermo y, para probar su benignidad, dice que el primero curó en 8 días simplemente con lavajes boricados, y que el segundo duró un poco más, habiendo tenido que recurrir a 1a insti- lación de unas gotas para curarse. Desde el último ataque, que fué hace 8 años, o tal vez des- de el primero, es decir, desde hace 30, sufre de lagrimeo, más intenso en el ojo enfermo, pero existiendo también en el otro, lagrimeo que se exajera cuando está un poco res- friada o se expone a la acción del viento, etc. Algún tiem- po antes de empezar su enfermedad se pinchó el ojo con una aguja de tejer. El marido ha sido también muy sano hasta hace 10 años, que empezó a sufrir de cálculos renales. Actualmente tiene albúmina en la orina y está a régimen declorurado. Enfermedad actual.-Octubre 6 de 1922. Empezó hace cuatro meses y medio y se inició a raíz de una serie de ma- jas- no,ches que le impuso el mal estado de su esposo y du- rante las cuales se exponía con frecuencia a la intemperie. La enferma hace notar que el día antes de sentirse mal de sus ojos pasó varias horas junto al fuego. Se inició con tan fuerte inyección conjuntival, que un mé- dico y un especialista que la vieron en el primer momento, diagnosticaron conjuntivitis, aconsejando el último la apli- cación de sanguijuelas, ventosas y baños de pies con mos- taza. Cuando la inyección se atenuó, fué posible apreciar la 102 existencia de un pequeño tumor localizado al nivel de la hendidura palpebral, parte externa, a un centímetro del limbo de la córnea y del tamaño de una lenteja. Le practica- ron, al nivel del tumorcito, primero un raspado y luego una cauterización. La enferma sufría de dolores bastante inten- sos que se irradiaban hacia la frente y región temporal y que se exageraban con frecuencia en la noche, impidiéndo- le conciliar el sueño. Los párpados se aglutinaban durante la noche y el lagrimeo, ya existente, se exageró bastante. Microfotografía N.° 1 Obj. Leitz. 6 m. o. p. I. Zona periférica. Por debajo de la conjuntiva se observan varios folículos con células gigantes. Estados actual. O. D.-El párpado inferior hace la im- presión de ser más espeso que normalmente. El punto la- grimal correspondiente es muy estrecho, siendo negativa la expresión del saco. La enferma da el antecedente de ha- ber empleado colirios coloreados que no ha visto pasar a la nariz. La conjuntiva está totalmente inyectada y edemato- sa. La córnea, transparente en sus 3 ¡4 internos se muestra opacificada en su 1 ¡4 extremo y se observa, en el centro de la porción opacificada, una ulcerita espejeante del tamaño de una cabeza de alfiler. Sobre la parte más externa de esta misma porción reptan una multitud de vasitos superficiales muy finos que avanzan desde la conjuntiva y cuya situación, 103 así como los límites internos de la opacidad, que son bas- tante netos, se aprecian muy bien con el microscopio cor- así como los límites internos de la opacidad, que son bas- néaL El iris muestra, en la porción en que es visible, seña- les de atrofia moderada, la pupila, que está muy pequeña, (se ha instilado repetidamente pilocarpina) parece irregu- lar, no se observa que se contraiga bajo la acción de la luz y se descubren sinequias posteriores cuya extensión, así co- mo el estado del cristalino, no es posible precisar a causa de que el aumento de tensión me hace temer la intilación de midriáticos. En tales condiciones el examen del fondo del ojo es difí- cil, no siendo posible precisar detalles, V. alcanza a 0.15 di- fícilmente. Microfotografía N.° 2 Zona central del nodulo con los mismos caracteres que el anterior Del laclo externo de la córnea la inyección conjuntival es más intensa, más profunda y de un color rojo con ligero tin- te violáceo que la diferencian de la del resto. A este nivel la episclera parece indudablemente comprometida. El tumor alcanza ahora hasta medio centímetro del limbo corneano, tiene el tamaño de medio garbanzo y se prolonga hacia atlas, en forma tal, que su limite posterior sólo pue- de apreciarse levantando el ángulo palpebral externo y obli- gándo a la enferma a mirar fuertemente hacia la izquierda. 104 Su consistencia, apreciada a través de los párpados, es bas- tante firme, no puedo decir si la conjuntiva hace cuerpo o desliza sobre el tumor el cual es bastante doloroso a la pre- sión. Su color es blanco amarillento y se encuentra formado como por la reunión de pequeños lóbulos que están ocupando las mallas de una red de vasos muy finos. Es sólidamente fijo a las partes profundas. Por los antecedentes que he podido recoger de uno de los médicos que examine) primero a la enferma, el tumor apa- Microfotografía N.° 3 Folículos de la zona central. reció primero y fue sólo más tarde que la córnea empezó a opacificarse. Tensión bastante aumentada. No hago tonometría por no instilar cocaína. Wassermann negativo. Mantoux positiva sin reacción focal o general. Octubre 20. Se ha hecho en estos días instilaciones de dionina y aplicaciones de pomada de óxido amarillo y ven- daje. La ulcerita de la córnea ha cicatrizado, pero el tumor- cito ha aumentado de tamaño, habiendo aparecido además, 105 una serie de nodulitos aislados en número de 6, alrededor de la córnea y a un milímetro del limbo. Tres de estos noduli- tos están ubicados abajo y muy próximos unos de otros; los otros tres están del lado nasal superior. La opacificación de la córnea se ha completado, en las partes que hasta ahora habían quedado libres, por un anillo de medio milímetro de ancho que ocupa exactamente la periferia y hacia el cual van también vasitos superficiales que vienen de la conjun- tiva. Cada uno de los nodulitos nuevos está rodeado, al ni- vel de su base, de un círculo vascular, siendo bastante apre- ciable el hecho de que ningún vaso trepe sobre el nodulo mis- mo. Los dolores continúan y la hipertensión se mantiene. Los nuevos nodulos parecen también fijos a las partes pro- fundas. Noviembre 15. Se practica la extirpación de uno de los nodulitos que se encuentran situados hacia abajo y se en- vía un fragmento al Prof. Dr. Roffo para el examen aná- tomo patológico. El otro fragmento se inocula en la cámara anterior de un conejo. El resultado de esta inoculación fué negativo. El examen histológico dió el siguiente resultado: En los preparados histológicos del nodulo extirpado se obseiva que hay una porción de tejidos que corresponde a la conjuntiva implantada sobre la esclerótica, y por debajo de aquélla uia porción de tejido mucho más ancha que está formada por tejido de granulación con formaciones con los caracteres del folículo tuberculoso del tipo clásico de Koster y Fried- lander. En efecto, se observa las tres zonas características: una central con las células gigantes, con sus numerosos nú- cleos periféricos-microfotografías núm. 1, 2 y 3,-una me- dia con las células epitelioides, y una zona periférica de cé- lulas embrionarias, redondas, con numerosos linfocitos, todo ello separado del resto por un retículo conjuntivo. La investigación de gérmenes en estos preparados ha si- do dificultosa dado el poco material de que se disponía; pero, sin embargo, en uno de ellos se ha encontrado unos bacilos con los caracteres tintoreales del bacilo de Koch. Esta es- tructura histológica no puede ser confundible con otros pro- cesos. Evolución y tratamiento.-El plan de tratamiento pre- establecido fué el siguiente: I campo, filtraje 2 mm. de alu- minio, voltaje cjo.oco volts., miliamperes 2, distancia focal 23 cms., tiempo 10 minutos, pausa 21 días, dosis F., o sea, 30 o|o de la H. E. D. 106 Es natural que se estaba dispuesto a variar cualquiera de los factores ,según fueran las reacciones obtenidas. Las únicas variaciones que se establecieron fueron en lo que se refiere al tiempo, por lo que sólo anotaremos este factor en el detalle, al lado de la fecha de cada aplicación, lo que permitirá apreciar también que la pausa entre la primera y la segunda aplicación fué bastante más breve que 1o que se había preestablecido. Diciembre 4 de 1922. 15 minutos. Desde el día mismo de esta aplicación los dolores se atenuaron en tal forma que la enferma pudo reposar sin sentir molestia alguna. Microfotografía N.° 4 Del preparado anterior observado con mayor aumento. Diciembre 12 ele 1922. 10 minutos. Examinada por mi tres días más tarde, no se constata modificación objetiva apreciable. Se hace una inyección de tuberculina, inyección que se repite cada cinco días hasta completar el número de diez. Enero 4 de 1923. 25 minutos. Dos días después de esta aplicación los nodulos pequeños que se encontraban cerca 107 cíel limbo ele la córnea y que fueron los últimos en apare- cer, se borraron completamente. El nódul oprincipal ha disminuido algo de volumen, la córnea parece más clara y la capacidad visual se ha elevado de i|6 a 1)4. Solamente la conjuntiva se muestra un poco más inyectada y el lagrimeo ha aumentado sin llegar a ser excesivo. Enero 25 de 1923. 20 minutos. El 27 del mismo mes el nodulo principal había casi desaparecido. Febrero 20 de 1923. 20 minutos. El día en que se hizo esta aplicación la enferma estaba completamente curada de su afección. El grueso nodulo había desaparecido sin dejar rastros y la córnea se había aclarado casi completamente. A pesar de todo se hizo todavía una última aplicación de 15 minutos el 12 de Marzo. La enferma, que deseaba regresar a su provincia, fue exa- minada por última vez el 20 de Abril. La curación se man- tenía íntegramente, persistiendo tan sólo alguna inyección conjuntiva! con secreción escasa y el lagrimeo consecutivo a esa misma irritación de la conjuntiva y a la defectuosa permeabilidad de las vías lagrimales. La irritación conjuntiva! representa, seguramente, una consecuencia de las aplicaciones de rayos. El examen de ese día revelaba además: O. D. Visión 1I2. Oftalmómetro: 42 en no y 45 en 20. Esquiascopia, lo mismo que examen de fondo de ojo im- posibles. Con Cil.-1.50 en no. Visión 2I3. Para cerca con Esf. 1.50 Cil. 1.50 en 20 N 2J. O. I. Visión 2)3. Oftalmómetro: 44 en 95 y 45 en 5. Esquiascopia: Hipermeropía 1.50 en el meridiano verti- cal y 0.50 en el horizontal. Con Esf. 0.50 Cil. 1 en 5. Visión 1. Para cerca, con Esf. 3.50 Cil. T en 5 N. I. J. Examinando O. D. a la lámpara de hendidura se apre- cia una opacidad marginal superficial de la córnea con re- ducción de espesor a ese nivel. Se ven también algunos va- sos superficiales muy finos escasos y breves. F!ay extensas sinequias posteriores y abundante depósito de pigmento so- bre cristaloides anterior. El iris apenas muestra señales de atrofia, se contrae bien en los pocos puntos libres de la pu- 108 pila y su aspecto atigrado no es consecuencia de atrofia, sino de acumulaciones de pigmento. La tensión infraocular baja desde la tercera aplicación. Los casos de esta naturaleza son. sin duda, poco frecuen- tes y es indudable que sólo el examen anátomo-patológico, reforzado todavia por la presencia del bacilo de Koch, pudo permitirnos un diagnóstico preciso. La forma brusca de su iniciación y el aspecto del comien- zo que hicieron diagnosticar una conjuntivitis intensa al primer oculista que la examinara, permitieron sospechar la naturaleza inflamatoria del proceso y sólo el olvido de esos antecedentes podia llevarnos a pensar que se tratara de una neoplasia, máxime si se tiene en cuenta que al nivel del iris quedaban restos de procesos inflamatorios anteriores que tentaban a vincularlos a los actuales. Fuchs dice que las inflamaciones profundas del ojo (del iris y de la coroides, por ejemplo) pueden trasmitirse a las partes superficiales por los orificios del canal de Schlem, por los vasos ciliares anteriores y hasta por las venas vorti- cosas. La integridad aparente de la conjuntiva, a pesar de su escasa movilidad sobre el tumor, así como el carácter pro- fundo de la inyección que lo acompañaba en el momento de nuestro primer examen y, sobre todo, su fijación a los planos profundos, nos llevaron a localizar el proceso al ni- vel de la episclera o de la esclorótica, localización que crei- mos ver confirmada cuando aparecieron los demás noduli- tos, los cuales se mostraron fijos desde el día mismo de su aparición. Como decía anteriormente, desaparecidos los fenómenos iniciales inflamatorios y no queriendo establecer relaciones con el proceso de iris preexistente, se podía pensar en la po- sibilidad de que se tratara de una neoplasia, y entre éstas, aparecía el linfoma como más probable a causa del aspecto de la lesión. Sin embargo, un linfoma con semejante locali- zación, sin que participaran otros nodulos linfáticos y sin alteraciones de la sangre, no existe en la literatura que he podido consultar. Si a esto se agrega que los tumores de esta naturaleza son casi siempre simétricos (linfomas simétricos de la órbita, linforma simétrico aislado del fondo de saco superior, publicado por Meyer y el caso referido también por este autor y perteneciente a Wessely de infiltración iin- focitaria de la conjuntiva bulbar en ambos ojos), se tendrá 109 que convenir en que semejante diagnóstico era difícilmente sostenible. El que se tratara de un fibroma podía también descar- tarse. Los tumores de esta naturaleza con asiento en la parte anterior del bulbo son muy raros, su consistencia es firma y presentan de característico, como dicen Maisson- nier y Gallinga, refiriéndose a los casos por ellos observa- dos, la movilidad de los tejidos que los cubren, la falta de fenómenos inflamatorios que los acompañen o la fugacidad de los mismos cuando existen. Microfotografía N.° 5 Célula gigante con bacilo de Koch. Los tumores malignos de la esclerótica, dice Lagrange en la "Enciclopedia Francesa de Oftalmología", son más ra- ros todavía que los benignos. El sarcoma de la esclerótica, es decir, el sarcoma originado al nivel de esta mebrana, puede decirse que no existe. Sin embargo, desde el pumo de vista práctico, no hay inconveniente en considerar como de la esclerótica los tumores que tienen con ella relaciones muy íntimas. Así y todo, sólo ha podido encontrar dos ca- sos, de los cuales uno pertenece a Hirschberg y el otro a 110 Neumann. En ambos casos se trataba de personas relativa- mente jóvenes. El aspecto de las lesiones que presenta nuestra enferma no nos recuerda para nada el de las epíscleritis ordinarias, Quedándonos tan sólo por resolver si se trata de un goma sifilítico no ulcerado o de un nodulo de naturaleza tuber- culosa. El modo de aparición del goma sifilítico concuerda con ios síntomas iniciales que presentaba nuestra enferma. Lo aproximan también la inyección moderada y la poca movi- lidad de la conjuntiva que lo cubre, pero el nodulo no tiene el aspecto de masa carnosa y el color rojo-vinoso propio del goma, en el cual es también característica la traslucidez y su marcada tendencia a ulcerarse. En contra de la natu- raleza sifilítica de la afección tenemos también la edad, los antecedentes de la enferma y la reacción de Wasserman negativa. La tuberculosis de la esclerótica se pie enta en general en individuos jóvenes: 24 años en la enferma de Jocqs: ;. 12 y 17 en las de Calderaro; 22 en la de Monthus y Des- comps; 37 en el de Aurand; 12 en el de Lerperger y 10 en el de Lawford. Según la opinión de Calderaro, existe una localización primitiva de la tuberculosis sobre la esclerótica. A e<te grupo de las formas primitivas parece corresponder el ceso de Bell, en el que desgraciadamente faltan las pruebas bac- teriológica y anátomo-patológica. El autor hizo el diag- nóstico fundándose solamente en el aspecto de las lesiones (escleritis nodular), en la prueba positiva de la tuberculiza y en la ausencia completa de toda otra lesión de natura- leza tuberculosa. Para Calderaro esta afección es segura- mente de origen exógeno, a pesar de que existan en el en- fermo otras localizaciones tuberculosas; pero, debo har er ■«otar que sólo en el caso de Bell, el más inseguro de los que he encontrado en la literatura y en el mío, se registra el antecedente de un traumatismo anterior. Tal vez podría aceptarse también el origen exógeno en el caso de Mon- thus y Descomps, en el que, según los autores, la lesión ini- cial estaba representada por una ulceración tuberculosa en un dedo de la mano. Según Puchs, las neoformaciones inflamatorias o tumo- rales provienen de la vecindad (uvea. conjuntiva), siendo excepcionalísimo que ellas tengan en la esclerótica su asien- to primitivo. El origen endógeno parece más probable en el caso de 111 l'errien, en el cual se hizo el diagnóstico por los anteceden- tes, por la presencia de una osteítis malar recientemente operada y por la existencia de artritis del puño y de la ro- dilla, y en el de Lawford. en el que se trataba de un niño de 10 años con tuberculosis pulmonar. La preexistencia de lesiones del iris o de la coroides ha sido también señalada. En el caso de Aurand se trataba de una tuberculosis diseminada en la esclerótica sobrevenida largo tiempo después de una esclerocoroiditis anterior; el de Terrien presentaba numerosas sinequias posteriores, lo mismo que mi enferma. Es claro que el origen exógeno es, en muchos casos, muy difícil de establecer, pues bastan traumatismos mínimos, que pasan desapercibidos para el enfermo y que el médico no llega a descubrir. Así pasa en lo que se refiere a la tu- berculosis de la conjuntiva, cuya literatura es mucho más abundante. En el caso de Lerperger coincidía el nodulo tuberculoso escleral localizado en O. D. al nivel del ecuador, parte ex- terna, con un tumor azul blanquizco situado del lado tem- poral de la papila, limitado por un doble anillo pigmenta- rio y de una prominencia de tres diopti ias, por encima del cual pasaban los vasos de la retina. La tuberculosis escleral o episcleral evoluciona forman- do nodulos, a veces únicos, a veces múltiples y de tamaños variables entre el de una lenteja y aun menos en su ini- ciación, y el de un garbanzo. Mothus y Descomps v Te- rrien hablan de gomas de la esclerótica o de masas neoplá- sicas, pero sin indicar el tamaño. El color d-e los nodulos es también variable: rojo con tendencia al gris ya, en el centro o en puntos diseminados, como en los casos de Calderaro, azul rojizo como en el en- fermo de Lerperger o blanco amarillento como en el mío. La superficie del nodulo grande de mi enferma era irre- gular, como si resultara de la confluencia de muchos no- dulos pequeños. Esta tendencia a confluir de nodulos pe- queños es señalada por Kruckmann. Este última autor se expresa así en el libro de Axenfeld: "No debe quedar sin mencionarse que también en 1a parte anterior de la escle- rótica puede tener lugar una erupción de tubérculos miba- i es. Estos asientan en o en la vecindad de los vasos cilia- res- anteriores y quedan como nodulos pequeños o conflu- yen en gruesos nodulos." "Ellos tienden extraordinaria- mente a la caseificación y a la ulceración.'' 112 He copiado al pie de la letra esta opinión porque ella con- tradice el criterio que me había formado estudiando los ca- sos que me ofrece la literatura. De ellos parece resultar más bien la poca tendencia al reblandecimiento y a la ul- ceración, al revés de lo que ocurre con los localizaciones conjuntivales de la tuberculosis. La ulceración es señalada únicamente en uno de los ca- sos de Calderaro y en el Lerperger. En mi enferma el no- dulo mayor persistió alrededor de 8 meses, sin que mos- trara el menor signo de reblandecimiento. Los nodulos son de consistencia firme y sensibles a la presión. La conjuntiva que los cubre no es absolutamente libre. Una alteración que presentaba mi enferma y que no he visto señalada en ninguno de los casos que he encontrado en la literatura, es el enturbamiento de la córnea, al parecer consecutivo a infiltración que compromete las capas super- ficiales del par enquima y se acompaña de lesiones destruc- tivas superficiales que pueden llegar hasta la ulceración. Estas alteraciones corneales parecen directamente vincu- ladas a la evolución de los nodulos. En la historia consta como ese enturbamiento, limitado a la parte externa mien- tras existió solo el grueso nodulo se transformó en un ani- llo, cuando aparecieron los últimos seis en las vecindades del limbo. **-! 3 h' El diagnóstico ha sido siempre difícil y es la sífilis la afección con la cual se ha confundido más a menudo. En todos los casos ha sido necesario, para asegurar el diag- nóstico, llegar al examen anátomo-patológico, a la investi- gación del bacilo y a la inoculación en la cámara anterior del ojo del conejo. La prueba de la tuberculina es también útil. Según Calderaro, el pronóstico es relativamente be- nigno y la curación espontánea, la regla. Rochon Duvig- neaud dice haber observado la curación espontánea de una afección semejante. El enfermo de Mothus y Descomps fué tratado por la escisión de la masa neoplásica y cauterización de su base. La curación fué definitiva. En el de Lerperger. después de abertura espontánea, se cureteó la cavidad, se tocó con yo- doformo y se suturó la conjuntiva por encima. Se hicieron también algunas inyecciones de tuberculina. La curación se •produjo, pero recidivó un año más tarde, curando otra vez por el mismo tratamiento. El enfermo de Woll fué tam- bién tratado quirúrgicamente. 113 La tuberculina ha sido empleada con éxito relativo por Aurand, y Jessop recuerda un caso que curó con ese tra- 1 amiento, pero que recidivó más tarde. La acción de los rayos X, ya estudiada en las tubercu- losis experimentales del ojo y aplicada en otras localiza- ciones de esta afección nos ha parecido de eficacia indu- dable. BIBLIOGRAFIA En Th.-Axenfeld Lehrbueh und Atlas der Augenheilkunde. Kru.ckm.ann.-Erkrankungen der Uvea, des Glaskorpers und der Eklera. Fuchs.-Angenheilkunde 13 Auflage. Rohmer.-Maladies de la sclerotique. En Encyclopedie Frangaise d'Ophtalmo- logie. Tomo V. Pág. 1051. Jacqs M.-Sociedad de oftalmología de París. 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Pág. 565. 115 Pages 117-122 missing EFECTOS DEL RUBIDIO SOBRE EL MUSCULO AISLADO (1) por el Dr. A. H. ROFFO y Dr. S 1*1. NEUSCHLOSZ Habiendo utilizado sales de rubidio en ensayos con fi- nes terapéuticos, hemos creído oportuno investigar los efec- tos de este catión sobre el funcionamiento de ciertos órga- nos, lo que hasta ahora no se le ha prestado la atención de- bida. Se sabe bien que el rubidio tiene con el potasio propieda- des generales muy semejantes. De acuerdo con lo ya cono- cido, de que substancias de propiedades físico-químicas se- mejantes ,también se relacionan entre sí, en sus efectos bio- lógicos, era de esperar entonces qué los efectos bioquímicos del rubidio tuvieran semejanzas con los del potasio. Sin em- bargo, en los efectos que el rubidio tiene, es indudable que hay algunos que el potasio no los posee, razón que ha indu- cido a introducirlo en la materia médica. Tiene mucho in- terés por consecuencia, investigar si el rubidio es capaz de provocar otros efectos en el organismo que se destingan de los del potasio. Para tratar este problema, es necesario ha- cer la investigación sobre cada una de las funciones funda- mentales del organismo, habiéndose efectuado los primeros ensayos sobre los músculos estriados, cuyos resultados son los que motivan esta comunicación. (1) Presentado en la sesión mensual del Instituto, del mes de Octubre. 123 En las experiencias efectuadas, hemos tomado en esté caso como base de comparación, el efecto correspondiente al potasio. La importancia que la presencia de potasio tiene en la función normal del músculo, es bien conocida, habiéndo- se encontrado también, (Neuschlosz) que es en primer lu- gar la función tónica del músculo, la que depende del pota- d Contracción en sol. de Ringer b Contracción en Ringer+O.s^%CIRb Fíq. 1 sio. Con estos antecedentes, hemos creído de interés inves- tigar si el rubidio podría reemplazar a! potasio dentro de la función muscular. Las experiencias han sido ejecutadas en gastrocnemios Figura 2 Contractura por solución isofónica de CIRb (1.44%) aislados del sapo. Después de sacar estos músculos del ani- mal, son colocados en una solución de Ringer que luego se cambia por otra con rubidio. Los músculos han sido irrita- 124 dos directamente por una bobina Dubois-Reymond, aprove- chándose solamente los golpes producidos al romper la co- rriente primaria. La sal de rubidio utilizada fué el cloruro, trabajándose con tres soluciones de rubidio de concentra- ciones distintas. La primera de estas soluciones contenía las sales componentes del liquido de Ringer a excepción del cío- Figura 3. Contractura por solución isotónica de Cl K (0 B5%) ruro de rubidio (0.034 o|o). La segunda solución contenía una cantidad de rubidio diez veces mayor, también en Rin- ger sin potasio. La tercera solución fue una isotónica de CIRb (1,44 o|o). La solución en la cual el potasio fué reemplazado por una Figura 4. a) Corrí rac+u na por Cl Rb (OA*t%) b) Otro gasfrocnemio del mismo sapo -El músculo quedó por 20' en novocaína 1 %• en Ringer Luego CIRb (1-4!+%) cantidad equivalente de rubidio, no presentó efecto caracte- rístico alguno (Fig. i a). Los músculos se comportaron en dicha solución de igual manera que en líquido de Ringer. Para obtener diferencias bien marcadas, ha sido necesario aumentar la concentración del rubidio en el líquido. Puede 125 observarse ya itn efecto del rubidio en una solución con 0.3.4 o o de CIRb. En esta solución el músculo ejecuta ya en po- cos minutos contracciones dobles, o en otras palabras, pre- Figura 5. a) Contractura por Cl Rb (lOV/o) "M Otro gastrocnemio del mismo sapo -El músculo quedó por 20'en Atropina - Luego Cl Rb(1 *»*»%) sonta una contractura de Tie2el (Fig. i b). Al mismo tiempo parece aumentado considerablemente el apoyo interno de! músculo. Comparando este efecto del rubidio con e! que tie- ne el potasio en una concentración equivalente, puede de- cirse que el rubidio aníllenla la tonicidad del músculo, mucho más que cl potasio. Figura 6 a Contractura por Cl Rb (l.'t'tX ) Mientras que el aumento del apoyo interno del músculo es un efecto común del potasio y del rubidio, el primero de nin- guna manera causa contracturas de Tiegel. Como hemos de- mostrado en trabajos anteriores, son ambos fenómenos sín- tomas de un aumento de la función tónica del músculo y la aparición de contracturas de Tiegel, parece señalar un au- mento todavía mayor, que la sola presencia del apoyo inter- no del músculo excitado rítmicamente. Por eso debemos concluir que la tonicidad del músculo es mayor en la presen- cia del rubidio, que en la de potasio. 126 La diferencia mencionada entre el efecto del rubidio y del potasio se mantiene también en soluciones puras, isotó- mcas de ambos iones. La contractura inicial causada por las dos sales, es más o menos igual, pero mientras las contrac- ciones ejecutadas por el músculo a la altura de la contrac- tura del potasio, se presentan simples, Fig. 2; las observadas en presencia de rubidio tienen siempre una elevación secun- daria o sea una contractura de Tiegel, Fig. 3. También este hecho demuestra que el rubidio aumenta la tonicidad del músculo todavía en mayor grado que el potasio. Por fin liemos investigado si el efecto del rubidio se com- porta también ante venenos antagonistas, de igual manera como el potasio. Como hemos demostrado anteriormente, la contractura por potasio es inhibida por novocaína, mientras que la atropina no tiene efecto alguno sobre ella. Encontra- mos que desde este punto de vista, no hay diferencia alguna entre rubidio y potasio. La novocaína inhibe la contractura por rubidio (Fig. 4), lo mismo que lo hace la de potasio y la de atropina careciendo también en este caso de efecto al- guno (Fig. 5). El antagonista clásico del potasio es, como se sabe, el cal- Figura 6 "b. Otro gastroenemio del mismo sapo. El músculo quedó por 1 hora en una solución ( Cl Na 0.6%, _CI K 0.02%, ClaCa 0.2%, C0s HNaO.02%) Luego £1 Rb (14»»%). ció. Había interés entonces, en ver si este ion anulaba el efec- to del rubidio, ele la misma manera que el del potasio. El re- sultado de nuestros experimentos nos hace posible contestar a esta pregunta en sentido positivo. En presencia de una con- centración mayor de calcio, la contractura por rubidio pare- ce muy disminuida (Fig. 6 b), solución de CbRb (solución previa con C1 Ca.). 127 CONSIDERACIONES SOBRE LARINGECTOMIA Y APARATO DE FONACION EN LOS LARINGECTOMIZADOS POR EL DR. JORGE LEYRO DIAZ PROFESOR SUPLENTE DE CLINICA QUIRURGICA CIRUJANO DEL INSTITUTO DE MEDICINA EXPERIMENTAL Dos factores adversos a 1a laringectomía han perdurado durante mucho tiempo, haciendo a los cirujanos remisos para proponer con fe esta intervención, tanto en la clientela pri- vada como en la hospitalaria • estos factores, son por un lado la pérdida de la palabra y por el otro las sombrías es- tadísticas referentes a los accidentes operatorios, a sus com- plicaciones inmediatas y a las precoces recidivas, todo ello, a pesar de los casos felices reconocidos y mentados. El perfeccionamiento de la técnica y el hecho sin duda de operar los enfermos más precozmente, ha mejorado sen- siblemente el pronóstico operatorio en lo que se refiere a sus accidentes y complicaciones así como a las recidivas. Son de todos conocidas las estadísticas recientes al respecto, des- tacándose entre todas por el hecho de referirse a un solo cirujano y por lo halagador de sus conclusiones la estadísti- ca de Gluck. La pérdida de la palabra o la torpeza de la fonación, es el otro escollo, ellas limitan a los capaces, hasta cierto punto anulan los analfabetos, en el ambiente familiar son motivo de angustias, y en el ambiente social una remora, inhabili- 129 tados como quedan para el trabajo regular y remunerado, quienes no hablan o hablan mal. El esfuerzo de los cirujanos ha tratado muchas veces de salvar este escollo; los muchos ejemplares de prótesis larín- gea designadas con el nombre de laringes artificiales, son su mejor comprobante; ahora bien, esa variedad de larin- ges artificiales significan también por su número, que nin- guna ha sustituido a satisfacción la laringe extirpada. Los enfermos mismos se apartan de su uso y tratan en lo posible de que órganos que en épocas normales prestan en la fonación un concurso complementario aunque impor- tante, se eduquen en vías de una fonación, designada con frecuencia con el nombre de fonación, faríngea. Esta fonación la adquieren los enfermos con lentitud, a veces venciendo grandes dificultades, en muchos es siem- pre una fonación absurda, comprensible tan sólo para los que lo rodean, otros se dejan oir aún en un vasto salón. Todos recordamos sin duda, una de las sesiones del Con- greso Médico de nuestro centenario, en que un colega, el doctor Laferriére, laringectomizado 10 años antes, con una voz que pudo oirse dentro del amplio salón, inició la lectura de su trabajo más o menos en estos términos: "Vengo con mi presencia a justificar esta intervención y a rendir home- naje al cirujano profesor Gandolfo que la ejecutó". Sin embargo, en este caso tan feliz, pasó más de un año antes que el referido colega pudiese ser fácilmente entendi- do, es que en este caso como en todos, se impone aunque sea transitoriamente, el uso de una laringe artificial. En general, los aparatos y mecanismos se hacen más sim- ples mientras más perfectos, así la laringe artificial de Gluck, que acumula en la actualidad los mayores sufragios, con- trasta con su sencillez de un simple tubo, interrumpido en la vecindad de la cánula traqueal por una válvula, y en la mitad de su recorrido con una lengüeta, con el complicado aparato de Declair. Como la fonación faríngea se realiza más perfectamente mientras mayor es la cantidad de aire que el sujeto acumula en su faringe, y como en todas las prótesis laríngeas, aparte las lengüetas vibrátiles y válvulas interpuestas, lo que tra- tan también, es de enviar una columna de aire hacia la fa- ringe, he creído y este caso abona en su favor, que enviando hacia la faringe una columna de aire por un simple tubo, la fonación podría realizarse. Este aparato que llamaremos Tubo de Fonación, y del 130 cual informa la figura número 1, es esencialmente un sim- ple tubo con dos orificios terminales y uno lateral; los ter- minales: uno aplicado al orificio de la cánula de Krishaber y otro, estando el tubo introducido en 1a fosa nasal, llega hasta el retrofárinx, el orificio lateral que está próximo a la cánula, sirve de entrada del aire y el dedo del enfermo Fig. 1 lo ocluye para evitar la salida, obligando asi a la columna de aire expelido a llegar hasta el naso fárinx. Este tubo podría construirse de una sola, pieza, pero nuestro fin ha sido poner en manos de cualquiera, en cualquier parte y a un precio vil, una cosa útil, es así que lo hemos construido nosotros mismos y enseñado a los enfermos a construirlos según indica la figura X." 2. Hace falta para construirlo, 131 una sonda Nelaton del N.° 18 al 22, dos pequeños trozos de tubo de vidrio de 3 cmt. de largo cada uno que uno mismo puede limarlo, un trozo de tubo de goma de paredes rígidas como el que se usa para drenaje, en el cual y en la parte media se le hace un orificio como de medio cmt. de diámetro con el termo-cauterio o un hierro candente y otro pequeño trocito de tubo de goma de paredes flácidas. Ver para este detalle la figura 2. Se introduce el tubo según indica la figura 1, de tal ma- nera que el orificio 4 mire hacia arriba para comodidad del dedo del enfermo que hace de válvula y el orificio 7 de la sonda Nelaton esté en la parte opuesta del orificio 4 para que al ser introducido no se aplique a las mucosas obstacu- lizando la fácil salida del aire, este orificio según lo indica Fig. 2 el esquema, no debe descender mucho porque en ese caso la vocabulización es difícil. Hay enfermos reclutados entre esos seres, que son en sumo grado de supina condición, con imposibilidad, dejadez, limitación, abandono y negligencia en inquirir, estudiar o practicar aún lo que más les convenga o beneficie, después de la más afanosa, paciente y prolija explicación y demostra- ción que se les haga, se revelan con una nesciencia desespe- rante, y tratándose del uso de aparatos protésicos, para re- ferirme tan solo a la tesis que nos ocupa, se obtiene tan solo lo que el aparato puede proporcionar, pero lo que puede dar y dan comúnmente por la contribución personal de hábil manejo, fracasa en absoluto. Es así que habiendo notado en algunos enfermos de la 132 categoría a que se refiere el artículo anterior, que todo les resultaba difícil en el uso del tubo de fonación y complicado hasta la inocente maniobra de regular la entrada del aire por el orificio lateral del tubo de fonación, he tratado de suprimir el concurso personal del enfermo por una válvula que automáticamente permita la entrada del aire por un ori- ficio próximo a la tráquea, obligándolo a salir por el naso- fárinx mediante una sonda Nelaton que como el tubo de fonación se introduce por una de las fosas nasales. Una válvula automática para los fines premencionados, puede construirse en variadas formas, la hemos hecho cons- truir según los detalles de que informan las figuras nú- mero 2 y 3. La figura 2, acusa su construcción: es una pieza princi- pal 2, con un orificio adelgazado en un extremo para intro- Fig. 3 ducirlo dentro de la cánula de Krishaber, cuyo contacto se hace más íntimo, evitando las intempestivas salidas de aire que produce ruidos adventicios molestos, por medio del tro- zo de tubo de caoutchout i; de un orificio anterior más gran- de obturado por la tapa 4, a rosca; esta tapa tiene un ori- ficio central, cuyo diámetro es igual al del orificio que se adapta a la cánula traqueal y al del tubo 5, por donde sale el aire al naso-fárinx. Dentro de esta tapa juega una vál- vula 3, que es un disco de espesor ínfimo; al entrar el aire exterior, el disco se afirma sobre dos alambres en cruz y al salir el aire expirado se afirma sobre el orificio de la tapa 4, debiendo seguir por el tubo 5, en donde se adapta al pabe- llón de la sonda Nelaton. La pieza principal presenta además, dos argollas latera- les donde se fijan unos resortes elásticos, por medio de los 133 cuales se afirma el aparato en las dos abrazaderas que pre- senta el mandrín permanente de la cánula traqueal. Para colocar esta válvula conviene sacar el mandrin y co- locarlo separado del enfermo para no molestarlo, introdu- ciéndolo después, salvo el caso que no se quieran poner los resortes elásticos laterales, (lo cual es mejor cuando el enfermo se habitúa), en cuyo caso se limita a mantenerlo con sus dedos adaptado al orificio de la cánula. La figura 3 representa el aparato armado, este aparato es construido de plata. En las sesiones del Instituto de Medicina Experimental, se han exhibido laringectomizados (pie mediante el uso de los aparatos descriptos, han mejorado gradualmente su fo- nación desde los 150 20 dias de su operación (época en que la cicatriz operatoria está totalmente cerrada), hasta los 30 o 40 días, en que se les ha dado de alta. Fig. 4 M. B. fot. 51 1 ficha 664 En la Sociedad de Cirugía de Buenos Aires, sesión del g de Mayo y 27 de Junio del corriente año, he presentado dos enfermos con las historias clínicas que más adelante se transcriben: el primero, a los 40 días de operado y me- diante el tubo de fonación, fué escuchado perfectamente en el vasto salón; el segundo, persona de pocas aptitudes, a los 134 46 días de operado, mediante la válvula metálica, fué oído hasta los 506 metros con una vocabulización correcta. La enseñanza que el cirujano debe trasmitir a sus opera- dos para el uso de estos aparatos, es esencialmente la si- guiente : El orificio de la sonda Nelaton, al introducirlo dentro de la nariz, debe mirar hacia arriba para colocarse según el esquema 3, sin aplicarse sobre la mucosa, lo que obstaculiza la fácil salida del aire. Introducirlo hasta que se coloque un poco más arriba de lá úvula. En la práctica, el enfermo procede por tanteo y llega mejor que ninguno a saber cuánto de sonda debe in- troducir dentro de la nariz. Es fundamental indicarle que no intente hablar hasta no Fig. 5 S. de M. fot. 514 ficha 45 sentir en el retrofárinx que comienza a llegar desde la trá- quea la columna de aire, con el ejercicio y a buen plazo (40 días), como en el enfermo que se presente) primero a la Sociedad de Cirugía, se pueden hablar extensos períodos como en la conversación normal. S. de M., italiano 27 años, casado, chauffeur. No hay antecedentes de tumores en su familia. En sus antecedentes personales, refiere la pneumonía a los 7 años y grippe hace 4 años. No ha tenido enfermedades venéreas, fuma desde 5os 15 años más de un paquete de cigarrillos diarios. Escasa cantidad de vino en cada comida; no toma licores; se casó a los 25 años, esposa de buena salud, que vive, así como una hija; ha habido un aborto. 135 En Noviembre del año pasado, época en la cual lo exami- namos por primera vez, hacia 6 meses que habían comen- zado los trastornos laríngeos, consistentes en sensación de cuerpo extraño permanente; a los 3 meses se acentúa la afonía, hay disfagia y algo de dificultad respiratoria. En aquella época concurre al servicio de la especialidad del Hos- pital de Clínicas, donde se le practica una biopsia, cuyo in- forme del examen anátomo-patológico dice: epitelioma per- lado con gran anaplasia. La enfermedad evoluciona, acentuándose la afonía 1a dis- fagia y la disnea, los dolores al cuello, irradiados a la nuca y el mal estado general. Fig. 6 M. B. fof. 310 Ficha 664 Con una dificultad respiratoria extrema ingresa al Insti- tuto de Medicina Experimental y el 13 de Enero del corrien- te año (1923), se le practica una traqueotomía, 10 dias des- pués se le aplica radio-terapia profunda, que se repite 8 dias más adelante. Sale de alta el 3 de Febrero, reingresa el 10 de Marzo, y el 17 de Marzo, es decir, a los 2 meses y 4 días, se le extirpa la laringe según la técnica de Gluck. La alimentación se efectúa por medio de una sonda colocada en la nariz, permanente las primeras 24 horas y cada vez que va a alimentarse en lo1 sucesivo. En los 3 primeros días hay un poco de temperatura, llegando hasta 38o y un poco 136 i ' « ¿ ' de perdida de líquido faríngeo por la parte de la herida drenada con gasa; el día 21 se expulsan algunos fragmentos de tejidos esfacelados, iniciándose desde ese momento una rápida cicatrización, que es completa a los 11 días de ope- rado, momentos en que recién se le permite alimentarse por la boca. Hasta eAe instante el enfermo se ha dado a entender por medio de señas o de escritura; se le coloca entonces el tubo que, partiendo de la cánula traqueal va a 1a faringe, pasan- do por las fosas nasales. Sale de alta el 16 de Abril, al mes justo de haber sido intervenido. Fig. 7 fot. 107 M. I. ficha 556 Enfermo presentado en la sesión del 20 de Junio. M. B., español, 60 años, agricultor, casado. Concurre al Instituto de Medicina Experimental el 11 de Abril de 1923. Antecedentes hereditarios: Sin importancia ; no hay ante- cedentes de tumores. Antecedentes personales: Blenorragia en su juventud. Euna desde su adolescencia, cerca de un paquete de cigarri- llos al día. Es poco bebedor. Su enfermedad actual comienza hace 9 meses, atribuyen- do la ronquera inicial de su padecimiento, a una mojadura 137 i^g. 8 M. B. - Epifelioma pavimeníoso Fig. 9 5. de M. - Epifelioma perlado 138 tomada durante el desempeño cíe tareas de lechero qué desempeñó en ese tiempo; esta ronquera no le abandonó un instante y fue al contrario aumentando paulatinamente. Un médico a quien consultó, le recetó inyecciones, admi- nistrándoselas en número de 28: no conoce su composición, pero sí sabe que no lo mejoraron en lo más mínimo. Ha enflaquecido mucho, conserva el apetito. Viene a Buenos Aires y del Hospital de Clínicas lo envían al Ins- tituto con el diagnóstico de neo de laringe. Estado actual: Regular estado general, escaso panículo adiposo. Fig. 10 J. 1?. Epitelioma cilindrico Ficha 196 Boca: Dientes en mal estado de conservación. Cuello: En la cadena carotidea y a ambos lados se tocan dos ganglios no muy duros, indoloros y movibles. Examen laringoscópico: Tumor intralaríngeo que llega hasta la vecindad de la epiglotis, obtura la luz de la glotis, on permitiendo ver las cuerdas vocales. El 14 de Abril se le practica una traqueotomía de primero 139 y segundo cartílago, como primer tiempo de una larmgec- tomia. Una laring^scopía, realizada después de la traqueotomía, demuestra el avance del tumor, el cual es mayor, observán- dose edema del espacio interaritenoideo. Este enfermo traía de un servicio hospitalario una nota con el diagnóstico del mal en esta forma: neoplasma de la mitad izquierda de la laringe, no operable. Fig. 11 Epitelioma pavimentólo M. I. En el laboratorio del Instituto se le practicó una reacción de Wassermann que resultó negativa y dos exámenes de orina con búsqueda negativa de elementos patológicos. El 5 de Mayo (1923) lo opero, con anestesia de novo- caína, ayudado por el Dr. A. Gandolfo, ajustándome a la técnica de Gluck. A los 18 días de la operación, la herida estaba casi total- mente cerrada, quedando una pequeña abertura, por la que salía escasa secreción en algunas ocasiones, razón por la cual lo sigo alimentando por sonda nasal hasta su completo cierre, que tuvo lugar a los 28 días de operado; a los 20 140 días de la intervención, es que por primera vez le aplico el tubo de fonación para c[ue hable. Antes de ser operado, este enfermo sufría, como la ge- neralidad de estos pacientes, de atroces dolores irradiados hacia el occipital y los temporales y de un insomnio pertinaz. Los dolores han desaparecido en absoluto y duerme muy bien. Al ingresar al Instituto pesaba 55 kilos; hoy, a los 46 días de la operación, pesa 74 kilos 100 gramos, vale decir una aumento de 19 kilos 100 gramos. Además de estos enfermos presentados a la Sociedad de Cirugía, en el curso de este primer año de funcionamiento del Instituto, se han operado los enfermos cuyas historias van a continuación, ellos han sido presentados en las reunio- nes mensuales del Instituto. José Rillafker.-Ruso,. 64 años, casado. Antecedentes hereditarios.-Sin importancia. Antecedentes personales.-Siempre sano; no ha tenido enfermedades venéreas; fuma muy poco; escasos hábitos al- cohólicos. Ingresa al Instituto de Medicina Experimental el 11 de Julio de 1923. Enfermedad actual.-Hace 3 meses comienza con una ronquera poco pronunciada que ha ido acentuándose paula- tinamente. En estos últimos 15 días la existencia le es casi intolerable por haberse instalado estos tres síntomas: afo- nía casi completa, dificultad respiratoria que llega casi has- ta la sofocación sobre todo nocturna y dolores intensos que tomando los flancos del cuello llegan irradiándose hasta las apófisis mastoideas y nuca. El tratamiento seguido hasta la fecha, sin éxito alguno, ha consistido en inhalaciones, tónicos y tratamiento mercu- rial, consistente en inyecciones intravenosas de bicianuro. Duerme mal, apetito disminuido, disminución de 2 kilos de peso en los 2 últimos meses. Estado actual. - Regular estado general, poco panículo adiposo ; pesa 62 kilos. Corazón.-Tonos y silencios, bien. Pulmones.-Algunos rales gruesos diseminados de bron- quitis crónica senil. Otros órganos.-Nada de particular. Cuello.-2 ó 3 pequeños ganglios de cadena carótidea a 141 la altura clel tiroides, no confluentes, tamaño menor que una avellana. Boca y faringe.-Nada de particular. Examen laringoscópico.-Lengua, epiglotis, aritenoideos, repliegues gloso epiglóticos y ariteno epiglóticos sanos; en el espacio interglótico aparece un tumor del tamaño de una avellana de diámetro mayor antero posterior, superficie en pequeños mamelones, oculta las cuerdas, pudiendo, sin em- bargo, en las grandes inspiraciones notar que se fija en la cuerda vocal derecha, habiendo edema del espacio inter- glótico, se aprecia asimismo una parte ulcerada de este tumor. Se hace una biopsia que informa tratarse de un epitelioma cilindrico. Fig. to. Exámenes de sangre y orina.-Nada anormal. Tratamiento.-Operación, ti de agosto; cirujano, doctor Leyro Díaz; ayudante, practicante Rivarola; anestesia, ple- xo cervical c infiltración perilaríngea con novocaína al T¡2 o lo. Se practica una laringectomia total método de Gluck, con drénage lateral. El enfermo se levanta el se- gundo día, indócil a las prescripciones médicas, para tomar agua de una canilla del jardín; esto trastorna mucho las su- turas, poniéndodosele una sonda exofágica por la brecha faríngea. La herida sigue 1a marcha habitual, perdiendo pequeños trozos de tejido celular esfacelado, cuando se es- trecha la brecha faríngea se alimenta nuevamente por la nariz. El 15 de Septiembre (un mes y 4 días) está cerrada la fístula del cuello, saliendo de alta el 25 de Septiembre, completamente curado. Se le entrega un tubo de fonación para que ejercite sus medios vocales, lo que facilita singularmente la adquisición de la fonación faríngea. Alberto Romairone.- Argentino, 40 años, viudo, ficha número 1478. Ingresa al Instituto el día 8 de Noviembre de 1923. Antecedentes hereditarios.-Padre murió por afección cardíaca, madre vive y es sana, 6 hermanos que viven y son sanos. Antecedentes personales. - No ha tenido enfermedades infecciosas ni venéreas. Se casó a los 25 años, habiendo fa- llecido la esposa a consecuencia de un parto. No ha tenido abortos; 4 hijos, 2 viven sanos, uno muerto de meningitis, otro de gastro enteritis. Muy fumador, de 1 ib a 2 atados al día. Tomaba poco vino, exclusivamente en las comidas. Enfermedad actual.-Sus padecimientos laríngeos co- 142 mienzan hace 10 años, fecha en que lo operan ele un pólipo laríngeo, encontrando alivio durante 3 años; se le opera en- tonces nuevamente a los 3 años v una tercera vez a los 3 años subsiguientes. Desde la última intervención, hace un año, no queda bien y desde hace 2 meses la ronquera que lo aqueja hace su voz casi ininteligible; comienza a respirar con bastante dificul- tad; la deglución de los líquidos es dolorosa, siendo más to- lerable la de los sóildos; hay dolor permanente del cuello a la altura del hioides, e irradiaciones hacia la nuca. Apetito conservado, limitado por los dolores al deglutir; duerme bien. Estado actual.-Hombre bien constituido, escaso panículo adiposo, pesa 62 kilos. Corazón.-Tonos normales en todos los focos, ritmo nor- mal. Pulso.-Igual, regular, buena tensión. Abdomen normal. Pulmones.-Algunos rales húmedos diseminados. Examen laringoscópico.-Faringe normal; base de epi- glotis y región supraglótica anterior y derecha ocupada por un tumor saliente que obstruye la luz de 1a glotis; es un tu- mor de superficie irregular, en parte ulcerado y excavado y en parte con franjas grapilornatosas. Se hace biopsia. Examen de sangre y orina.-Nada anormal. Operación.-Noviembre 10 de 1923; cirujano, Dr. J. Leyro Díaz; ayudantes, Dr. Zambrini y practicante Rivaro- la. Anestesia de plexo cervical e infiltraciión perilaríngea con novocaína al 1'2 0'0. Laringectomia total según mé- todo de Gluck. A este enfermó no se le suturaron los mús- culos infrahioideos, salvo el escáptúo hioideo, que fué con- servado, aplicándose así el colgajo cutáneo sobre la faringe suturada. Se extirparon dos pequeños gánglios laterales. Al octavo día se eliminan por la región del drenage tro- zos de tejido celular esfacelado, comenzando una rápida ci- catrización. Está en 1a actualidad con un estado genera! y local excelente y en vías de cerrarse la fístula faríngea del cuello. El examen histopatológico acusa un epitelioma. . . Martiniano Irigoycn.-47 años, español, casado; ficha de orden, núm. 107. Ingresa al Instituto el 2 de Diciembre de 1922. 143 Antecedentes hereditarios.-No hay antecedentes de tu- mores; otros, sin importancia. Antecedentes personales. - Enfermedades infecciosas y venéreas no ha tenido. Tabaco.-Desde niño, 2 paquetes al día. Alcohol.-Bastante bebedor hasta hace 6 años, en que dejó el alcohol. Casado hace 14 años; la esposa vive y es sana; ha habido del matrimonio 2 abortos de poco tiempo y 3 hijos sanos que viven. A los 26 años recibe un tratamiento de cura que le ha dejado una cicatriz. Enfermedad actual.-La nota desde Marzo de este año, en que comienza, sin molestias previas, a ponerse afónico. Esta afonía aparece y desaparece en diversas ocasiones, hasta hace 4 meses, en que se instala definitivamente y en forma progresiva. Concurre a un Hospital del Rosario, donde le diagnosti- can epitelioma, practicándosele una biopsia que confirma el diagnóstico clínico, según informe que adjunta. Apetito disminuido; duerme mal; ha enflaquecido 6 ki- los; pesaba el año pasado 74 kilos. Estado actual. - Hombre bien constituido; regular pa- nículo adiposo. Presenta a nivel del maxilar inferior, lado derecho, parte media, una cicatriz adherente consecutiva a un flemón de cara, y en la región geniana del mismo lado otra cicatriz de 8 cm. de largo consecutiva a traumatismo. Pulmones.-Normal. Corazón.-Tonos y silencios bien. Abdomen.-Nada de particular. No presenta ganglios de cuello ni de ninguna otra región, excepción hecha de uno del tamaño de un grano de maíz en 1a región suprahioidea del lado izquierdo vecino a la región carotídea. Es blando, no doloroso, no se adhiere. El examen laringoscópico practicado en el consultorio de la especialidad del Hospital Español del Rosario informa de la existencia de un tumor situado por detrás de la epi- glotis. El examen laringoscópico practicado en el Instituto se aprecia un tumor supraglótico de base de epíglotis, exten- diéndose simétricamente a las paredes laterales de laringe. Dientes.-Mal estado de conservación. Lengua.-Suburral. Examen de sangre, orina y esputos.-Nada de particular. 144 Se le practican 2 series de eosin selenio de 3 c.c. via en- dovenosa, dós series de 10 inyec. cada una. El enfermo continúa empeorando hasta el 28 de Abril; próximamente 5 meses - después de su ingreso, debiendo practicársele ese día una traqueotomía. Mayo 22.-Operación, cirujano Dr. J. Leyro Díaz; ayu- dante, J. B. Rivarola; anestesia, plexo cervical e infiltración perilaríngea con novocaína al 1 2 o|o, incisión de Glück; drenage amplio lateral. La herida hace la evolución común de estos operados: primero, expulsión de tejidos esfacelados; después, fístula faríngea de cuello; alimentándosele siempre por sonda na- sal, estando en vías de curación, y, habiéndose levantado, este enfermo fué pasado de su cuarto aislado y caliente a la sala general que estaba sin calefacción, enfermándose de bronquitis, de la que mejora a los 8 días, reagravándose más tarde con aparición de focos de bronco neumonía, fn lleciendo el 7 de Julio, al mes y medio de operado, cuando su herida operatoria estaba casi totalmente cicatrizada. La pieza extirpada figura en la fotografía núm. 9. El examen histopatológico acusa un epitelioma pavimen- toso (ver microfotografía núm. 12). A manera de conclusiones, podemos decir que estos casos contribuyen a afianzar el entusiasmo con que el tratamien- ' Quirúrgico a base de una lanugertromia total debe indi- carse para el neo laríngeo, coincidiendo con el concepto de autores que han tratado este tema con sobrada anteriori- dad, especialmente Th. Glück y J. Soerensen. La anestesia local permite realisar perfectamente esta operación. La técnica de anestesia de plexo cervical e infil- tración perilaríngea que seguimos, nos ha permitido siem- pre realizar la laringectomía total, y aún, si la extensión del mal lo exigía, faringect omías parciales y extirpación dé gánglios con la más absoluta tolerancia de parte del en- fermo. La anestesia local con una observación y preparación pre- via de enfermos ha obviado los inconvenientes de la edad, y con ella o sin ella las fallas de lesiones compensables o de posibles modificaciones favorables del corazón, hígado o ri- ñones. El grave problema de la pérdida de la palabra, lo hemos subsanado con verdadera satisfacción con el tubo de fona- ción, al cual consideramos malo si se le pretendiera indicar para un uso permanente, pero excelente para que el enfer- 145 mo ejercite su nueva fonación, la fonación faríngea, en cu- yo secreto de producción se inicia eficazmente con el men- cionado aparato. La índole de esta publicación, y el hecho de referir tan sólo en ella los enfermos que han sido operados en el Insti- tuto de Medicina Experimental, en su primer año de fun- cionamiento, nos detiene para emitir apreciaciones sobre otras fases del tratamiento de este mal, y sobre detalles de técnica quirúrgica. 146 NEUROSIS NEOPLASICA por JUAN B. RIVAROLA AYUDANTE DEL INSTITUTO Al consultorio externo del Instituto de Medicina Experi- mental, han concurrido, estas dos enfermas cuyas historias nos proponemos analizar, a indicación del Director, Profe- sor doctor Angel H. Roffo. . . Actualmente, en clínica no se concibe una enfermedad sin el substractum anatómico que la justifique; no obstante en Psicopatología, son frecuentes las afecciones de esa na- turaleza. Dentro de estas últimas se clasifican como enti. dades mórbidas perfectamente conocidas, los casos que nos proponemos comentar, a título de raros, dentro de la espe- cialidad que de preferencia se estudian en este Instituto. Nadie ignora, las influencias, que en todo sentido ejer- cen sobre el sujeto las enfermedades neoplásicas. Estas se arraigan con tal predominio en los enfermos que llegan a modificar su estado mental, dando lugar a variados síndro- mes neuróticos. No obstante el cortejo de sufrimientos morales que a n- pañan a estos estados, no conocíamos ningún caso en a -4 no existiendo la enfermedad, el solo temor provocara SiP tomas clínicos reveladores de lesiones de orden puramente neoplásicos. (1) Presentado a la reunión mensual de Abril 1923. 147 Antes de hablar de los datos que nos suministran ambas enfermas, consideramos oportuno recordar las simula- ciones como fuentes de errores. Al simular se finge una enfermedad que no se padece. Las causas de estas simulaciones son siempre las mismas, la pasión, si no el interés, ambas con propósitos de subs- traerse de una obligación o de un deber. Boisseau, ha clasificado las enfermedades simuladas en la forma siguiente: alegadas imitadas exageradas Enfermedades simuladas propiamente dichas. Enfermedades provocadas agravadas entretenidas provocadas o también: i.° Simulación completa Enfer. alegadas „ imitadas Enfer. provocadas „ exageradas „ agravadas ,, entretenidas 2.0 Simulación parcial Rohmer las clasifica en: i.° La simulación de los males subjetivos. 2.0 La simulación de los males objetivos. 3.0 La simulación de la relación entre una enfermedad cualquiera y un accidente del trabajo. Hemos enumerado estas dos clasificaciones, con el pro- pósito de sustraernos de mayores detalles respecto a simu- laciones, capitulo interesante, en la práctica diaria, ya que en estos casos se compromete la reputación del médico lla- mado a emitir juicio. En el extenso capítulo de las simulaciones, ningunas tan difíciles de descubrir, como las que se relacionan con las afecciones nerviosas. E natural que ante enfermos de esa naturaleza, el ex- pk j, ha de recoger el mayor caudal de síntomas, sin olvi- dar la consiguiente discusión de valores que ellos han de reportar para el diagnóstico, ya que en Medicina nada es rigurosamente establecido. Es muy oportuna en este sentido las frases de Ollive y Le Meignen: "En las funciones del experto, él no tiene 148 solamente necesidad de ciencia, sino que necesita mucha in- geniosidad". Ante los casos clínicos que presentamos, surge la pregunta: ¿Se trata de casos de simulación? Nosotros creemos justi- ficada descartarla, teniendo en cuenta las circunstancias que han intervenido, así como la concordancia de sínto- mas, evidentemente lógicos que las enfermas refieren y que dan en cierto modo un carácter definido a la afección que pretenden. ¿En otro sentido, es posible simular una neoplasia? Sin negarlo en absoluto, creemos que cuando se está familiari- zado con las diferentes formas clínicas de afecciones de esta naturaleza, es muy difícil ser engañado, sin descontar desde luego la lesión esencial como causa de los trastornos ulte- riores. Descartada la simulación, ¿hacia dónde hemos de enca- minarnos para el diagnóstico del caso que analizamos? Por la historia (N.° 471), vemos que se trata de una mu- jer de ói años, sin antecedentes de importancia. Consecu- tivamente a una emoción, comienza a sentir síntomas re- veladores de una neoplasia de la lengua, ¿Existe lesión capaz de provocar ese estado? Desde lue- go, la lesión anatómica - la más importante - no existe, no obstante su constatación clínica, esto es: dolor, ardor, sia- lorrea, dificultad para la masticación, salivación mal olien- te, anorexia, insomnio, y como síntoma importante, su en- flaquecimiento: ha disminuido 30 kilos. En el transcurso de su enfermedad ha existido ganglios infartados de cuello (?). La naturaleza de estos infartos, es lógico suponerlos contemporáneos a alguna otra afección de su aparato lárigo-exofágico. Al examen que hemos prac- ticado, no lo hemos comprobado. No existiendo la lesión tumoral, ¿qué causas han contri- buido para que la enferma, en tan breve tiempo haya dis- minuido tanto de peso? La anorexia pertinaz y la dificul- tad alimenticia, han jugado en ese sentido un rol muy im- portante, sin descontar el estado moral, como efecto de todos sus trastornos funcionales. Digámoslo de una vez: estamos en presencia de una en- ferma que sufre un mal psíquico en su esencia. Veamos: Encuéntrase un día conversando con un miem- bro de su familia cuando sufre éste un síncope del que fa- llece instantáneamente. Lo insólito del golpe - relatado re- fleja aún la intensidad de la emoción, - provoca en ella una 149 fuerte crisis nerviosa, a ¡a que sigue un estado de ansiedad. A la atmósfera de inquietud que la rodea constantemente, se asocian nuevas angustias y nuevas dudas que exacerban su temperamento sensible desde niña. En poco tiempo va- rios síndromes neuróticos fueron sucediéndose, contemporá- neamente con la evolución de su pretendida lesión neoplásica. Nada tendría de particular que su imaginación concibie- ra la posibilidad de enfermedad tan grave, si intervinieran circunstancias lógicas; pero la paciente no ha estado nunca en presencia de personas que hayan sufrido de la afección que nuestra impresionable enferma, aún sin interrogación expresa, se detiene a describírnosla con todo el cortejo de sufrimientos físicos y morales. Hecho este breve examen, poco trabajo nos cuesta cons- tatar una exageración de sensibilidad que en estos casos circunstanciales, son suficientes, para ejercer en los indivi- duos, influencias perniciosas, dando origen a los más va- riados síndromes neuróticos. La historia de la enferma define su pasado psíquico y su fondo intelectual: una emoción inesperada, acentúa su.habi- tual nervosismo. Hemos de recordar que accidentes sin im- portancia, generalmente provocados por nimias contrarie- dades, han sido suficientes para determinar cambios de esta naturaleza, tornándola ulteriormente de carácter sumamente irrascible, fenómenos éstos de significación. ¿A qué causas responden en estos sujetos, el desequili- brio entre la facultad de sentir y de pensar? Enfermos afectos de una impresionabilidad tan grande, les bastará la más pequeña emoción, que la ansiedad inten- sifica-,-. para provocar tal desequilibrio, originando un es- tado especial que contribuye a acrecentar la flaqueza y de- bilidad irritable de su sistema nervioso. Si la emoción constituye un aspecto de la sensibilidad, su exageración corresponde a estados patológicos, estados co- nocidos desde Dubois con el nombre de Psiconeurosis, psico- patología en el que entran por igual la neurastenia, la his- tero-neurastenia, la melancolía, y ciertas formas de hipo- condría. En esta enferma la Psicoterapia nos ha prestado innega- bles beneficios. La persuación lógica primero, seguida de unas sesiones de sugestión, han bastado para que en poco tiempo desaparecieran todos sus síntomas, tanto los de orden neoclásico, como los de orden nervioso. 150 Ésta otra enferma (historia 727), cuya psicopatía es mas avanzada, presenta de interesante su lesión neoplásica an- terior. Operada de un tumor de mama (se le practicó una recepción total, con vaciamiento de ganglios axilares), re- fiere su enfermedad actual como una consecuencia de aquella. Está de más decir que al examen practicádole, no se ha comprobado ningún tumor. La radioscopia ha aportado como dato interesante, que la enferma sufre de una Periduo- denitis por colelitíasis. No obstante, lae nferma refiere con una verborragia, los síntomas de su tumor, "necrosado actualmente y ,.expulsado por las vías naturales", opinión que comparten los miem- bros de la familia. 151 SOBRE UNA PROPIEDAD NUEVA DEL SUERO SANGUINEO DE LOS CANCEROSOS el Dr. S m. NEUSCHLOSZ En los estudios que he efectuado en los dos últimos años, sobre la viscosidad de los sueros humanos en varias enfer- medades, tuve ocasión de examinar también sueros de can- cerosos, comprobando en todos ellos, que el factor de la vis- cosidad, o sea su viscosidad específica, se presenta con re- gularidad más alta que lo que corresponde a la normal. Como lo expuse ya en una publicación anterior (i), la significa- ción de este fenómeno es la siguiente: la viscosidad de los sueros, normales depende exclusivamente de la concentra- ción de las proteínas. Comparando varios sueros de hom- bres normales, puede observarse que a cada concentración proteínica corresponde una cierta viscosidad y que subiendo la primera, sube en el mismo grado también la última. La relación entre las dos propiedades del suero, es tan íntima en el estado fisiológico del organismo, que las viscosidades de los sueros de varios individuos con la misma concentra- ción proteica, no varían entre sí más que de 3 a 4 o|o. En la publicación mencionada, he dado una tabla que demues- tra la viscosidad correspondiente a las varias concentracio- nes proteicas que pueden encontrarse en el suero humano normal. Dichas cifras, representan el término medio de más de 100 determinaciones que se han encuadrado siempre entre 153 los límites arriba mencionados. Para saber si un süérd puede considerarse como normal bajo el punto de vista ex- puesto, hay que determinar, su viscosidad y su concentración proteica. Después, búsquese en la tabla mencionada la ci- fra de viscosidad que corresponde a la concentración pro- teica del suero y se la divide por la cifra de la viscosidad actualmente encontrada. Según lo que expuse arriba, en los sueros normales este cuociente - llamado el factor de la viscosidad, - se presenta de 0.97-1.03, pudiendo consi- derarse en caso contrario, como un suero patológico. Los sueros de cancerosos demuestran casi siempre un fac- tor de viscosidad elevado, encontrándose éste en general en- tre 1.06 y 1.13. Después de haber terminado nuestras investigaciones so- bre este punto, Bircher, del Laboratorio de la Mayo - Foun- dation (2), ha publicado un trabajo confirmando esta ob- servación, aunque por medio de un cálculo diferente del nuestro. Piensa Bircher, que. la causa de dicha diferencia, - entre sueros normales y cancerosos, - puede ser debida a un aumento relativo de la globulina en el suero de estos enfermos. Esta hipótesis, tiene su origen en las investigaciones de Rohrer (3), quien pretendió demostrar que la viscosidad, además de su concentración proteica, depende exclusivamen- te de la relación de la albúmina y globulina dél suero. Esta teoría, es contraria a las observaciones hechas por Ellinger y yo (4), que hemos podido comprobar que varias sustan- cias de importancia fisiológica y'patológica, como por ejem- plo hormones y toxinas, alteran la viscosidad del suero si se las agrega a éste en vitro. No pudiendo suponer que cantidades mínimas de estas sustancias pudiesen alterar la relación entre la albúmina y las globulinas del suero, hay que pensar que por lo menos, además de los factores ex- puestos por Rohrer, existen todavía Otros que influyen tam- bién en la viscosidad. Sabemos por la físico-química de las proteínas,1 de que su viscosidad depende, en primer lugar, del grado de hidratación. Por lo tanto, en nuestro trabajo •con Ellinger, sostuvimos que dichas sustancias alteran la viscosidad del suero a causa de la hidratación en que se en- cuentran las proteínas disueltas. Como comprobación de esta teoría, hemos podido demostrar directamente, que la fuerza que une las proteínas del suero al agua, sube para- lelamente con la viscosidad del suero. En investigaciones recientemente publicadas (5), he observado además, que la 154 teoría de Rohrer y la de Bírcher, es errónea porque no lié encontrado ningún paralelismo entre la cantidad de globu- linas en el. suero y la viscosidad. Mis investigaciones sobre la causa de la viscosidad relati- vamente alta de los sueros cancerosos, están basadas en la observación de la influencia que las toxinas y venenos ejer- cen sobre los sueros. Como se sabe, son varias las causas que hacen suponer, que en el organismo de los cancerosos se encuentra un veneno específico. Es cierto que hasta ahora no se ha conseguido identificar dicho veneno, pero no cabe duda que el metabo- lismo enteramente alterado y sobre todo la caquexia que pre- sentan dichos enfermos, debe ser causada por un veneno circulante en el organismo; y podría ser entonces que la al- teración que presenta el suero de los cancerosos fuese cau- sada también por dicho veneno. Había también otra causa que me hizo pensar en esta posibilidad: investigaciones no publicadas aún de Ellinger, demostraron que las sustancias que aumentan la viscosidad de soluciones proteicas, se ca- racterizan también por un efecto intensificante sobre el me- tabolismo y el crecimiento de las células, bastando por ejem- plo, muy, pequeñas cantidades de mercurio para aumentar considerablemente la rapidez de los cultivos de levadura. Al mismo tiempo, el mercurio causa también un aumento gran- de de la viscosidad del suero. Fué entonces posible suponer que el veneno canceroso que se caracteriza por un efecto evidente sobre el crecimiento de las células y su metabolismo, actuara igualmente sobre la viscosidad del suero. Si el aumento del factor de la vis- cosidad fuera causado por dicho veneno, habría que encon- trarlo en el suero de los cancerosos. En este caso, un suero que demuestra una viscosidad específica aumentada, tendría que tener un efecto correspondiente también sobre un suero normal. Las investigaciones siguientes han sido hechas con el objeto de comprobar esta hipótesis. Como suero normal he usado suero de caballo inactivado que he recibido en ampollas estériles del Instituto bacterio- lógico del Departamento Nacional de Higiene. Tengo que agradecer al Dr. A. Sordelli, por su gentileza de proporcionar me el suero. Mi manera de proceder fué la siguiente: co- loqué en el primer tubo 5 c.c. de suero de caballo puro, en el segundo tubo 4.5 c.c. de éste, 0.5 c.c. de suero fresco de enfermo; en un tercer tubo 4.5 c.c. de suero de caballo y 0.5 c.c. de suero de enfermo inactivado a 56o 155 durante 112 hora. Las viscosimetrías fueron efectuadas con el aparato de Ostwald. He examinado sueros de 34 enfermos con varios tipos de tumores malignos y 11 enfer- mos sin tumores. Las tablas 1 y 11 presentan el resultado de todos estos experimentos. En la primera columna de las tablas se encuentra el diagnóstico clínico, o si se lo han hecho, el diagnóstico patológico del enfermo. En la colum- na siguiente el aumento por ciento después de haber agre- gado el suero humano al suero de caballo. Estas cifras se refieren a suero fresco de los enfermos. Por una casua- lidad pude hacer la observación de que, en general, los sue- ros cancerosos inactivados tienen un efecto más fuerte so- bre la viscosidad del suero de caballo, como puede verse por las cifras contenidas en la última columna de la tabla I. En el estado actual de las investigaciones, no se puede definir con seguridad la causa de este fenómeno, pero la explicación más probable parece ser la siguiente: compro- bada la existéncia de un veneno canceroso que circula en la sangre de los enfermos, puede suponerse también que el organismo reacciona al efecto de dicho veneno con la pro- ducción de anticuerpos. Es posible además, que estos anti- cuerpos se encuentran en el suero paralizando aquí por lo menos parcialmente el efecto de la toxina. Suponiendo en- tonces, que la labilidad de los anticuerpos es mayor que la del veneno mismo, es claro que por la inactivación del suero la eficacia de éste se aumenta.. En todos los casos y sin considerar la certitud de la hi • pótesis expuesta, existen los hechos siguientes: de los 34 sueros cancerosos examinados no se encontraron sino dos que no aumentasen la viscosidad del suero de caballo consi- derablemente - por lo menos en el caso de usar suero in- activado. - Los dos sueros (Nos. 4 y 21), pertenecen a in- dividuos cuyo cáncer se demostró ya curado desde el punto de vista clínico. Puede interpretarse entonces la reacción negativa del suero en estos casos como la consecuencia de 1a cesación de la enfermedad y la desaparición consiguiente del veneno canceroso del suero. Ep, todos los demás casos investigados, demuestra por lo menos el suero inactivado un efecto bien marcado sobre el suero de caballo. El suero inactivado se mostró en todos estos casos más eficaz que el suero fresco, presentándose este último en varios casos sin efecto alguno. Según lo que expusimos arriba, hay que con- cluir, que en los sueros últimamente mencionados el efecto del veneno canceroso se encuentra enteramente neutralizado 156 por el anticuerpo y que habiendo sido destruido éste por la inactivación, apareció el efecto de aquel sin reducción. En la tabla II, se encuentra el sumario de nuestras inves- tigaciones sobre sueros no cancerosos. Como se ve por la columna primera, se trata aquí de individuos con una varie- dad de enfermedades. Sin embargo, de los n sueros exa- minados no exhibieron casi ningún efecto 10, dando un re- sultado positivo solamente el suero N.° 39, de un sifilítico en el estado segundo de dicha enfermedad. Para explicar la causa del resultado de esta reacción, hay que saber que la concentración proteica de dicho suero presentó el valor excepcionalmente alto de 9 o lo. Es posible por lo tanto, que el aumento de la viscosidad del suero de caballo, causa- do por dicho suero, no corresponde a un efecto específico, sino al aumento de la concentración proteica que causó la añadidura de éste al suero de caballo. Parece hablar en este sentido también, el hecho que la diferencia entre el efec- to causado por el suero inactivado y el por el suero fresco se demostró en este caso muy pequeña. Resumiendo el total de los resultados obtenidos por nues- tras investigaciones, encontramos que el 100 por 100 de los sueros de enfermos con tumores malignos, dieron resultado positivo, exhibiendo resultado negativo 91 o|o de los sueros pertenecientes a individuos no cancerosos y además 2 sue- ros de hombres con tumores curados. En la tabla III, se encuentra el efecto de la dilución sobre la eficacia de sueros inactivados, demostrando unos sueros un efecto bien marcado ya en una concentración 1:8o. Se ejecutó las diluciones como es natural, siempre por medio de suero de caballo. Para comprobar que la sustancia activa cuya existencia demostraron los experimentos expuestos, tiene su origen verdaderamente en el tumor, he probado varias veces pre- parar extractos de tejido canceroso para investigar su efec- to sobre la viscosidad del suero de caballo. He trabajado con extractos acuosos, alcohólicos, etéreos y glicerinados, pero no conseguí en ningún caso, un exactracto cuya activi- dad pudiese compararse con los de los sueros. Es claro que este resultado negativo 110 comprueba todavía lo falso de dicha teoría. Es por lo contrario, muy posible que con otros métodos de extracción pueden obtenerse extractos eficaces. Existe además, la posibilidad que para presentar una acti- vidad necesitan los venenos cancerosos algún estimulante específico que no se encontró en mis extractos. En este 157 sentido puede interpretarse tal vez la observación de que el líquido articular de un individuo con un osteo-sarcoma de la rodilla (N.° 27), demostró ser más fuerte que el suero inactivado correspondiente, aumentando la viscosidad del suero de caballo ya en una concentración de 1 :ioo por 9 o|o. Pudiendo considerarse este líquido articular como un ex- tracto natural del tejido canceroso, hay que esperar que con- seguiremos preparar extractos artificiales de una'actividad semejante. TABLA I. El efecto del suero de individuos con tumores malignos sobre la viscosidad del suero inactivado de caballo: Aumento de la viscosidad N* Diagnóstico Por I. Cáncer de la amígdala 2. „ „ cuello de la matriz . . 3. „ „ la mama .. 4. „ „ „ „ curado 5» >> » „ » ■ • 6. „ „ „ cara suero fresco % 2 2 2 2 2 3 Por suero inactiv % 3 5 3 2 5 5 7. „ „ „ matriz 0 . 5 .2 8. „ „ „ mama • 0 .5 4 9. „ „ „ nariz 10. Linfosarcoma dél cuello 11. Cáncer de la cara 12. Neo del párpado inferior 13. Epitelioma del labio inferior 14. Cáncer de la mama 15. „ del labio 16. „ del exófago 17. „ de la mama ... 18. „ del labio 19. Epitelioma de la cara 20. Cáncer del cuello ■ 21. „ . del labio curado 22. „ del cuello 23. de la marica 24. „ de amígdala y velo de paladar 25. „ 'de píloro 26. „ ' de amígdala y velo de paladar 27. Osteorsarcoma de la rodilla 28. Cáncer del estómago , 29. Cancerización abdominal 30. Cáncer de estómago 31. Linfosarcoma 32. Cáncer de la lengua 33. Tumor del cuello 34. Sarcoma del pulmón 0 .5 3 3 2 1 3 2 3 0 2 1 2 2 0 1 1 1 6 2 2 0 0 3 3 3 9 3 5 6 8 3 6 - 5 7 3 4 5 4 2 10 5 5 5 11 7 5 4 6 5 10 6 4 158 TABLA II. El efecto del suero de individuos sin tumores malignos sobre la viscosidad del suero inactivado del caballo: Aumento de la viscosidad N.° Diagnóstico Por suero frescoPor suero inactiv % % 35. Sífilis III 0 0 36. Sífilis III 0 0 37. Sífilis III 0 0 38. Nefroesclerosis 1 1 39. Sífilis II 3 4 40. Bocio exoftálmico 0 0 41. Eczema 1 1 42. Nefritis 0 0 43. Meningitis tuberculosa 0 1 44. Ulcera del estómago 0.5 0.5 45. Leucemia mieloidea I 1 TABLA III. El efecto de la dilución sobre la eficacia del suero can- ceroso inactivado: Número del suero: 27. Aumento 16. Aumento 22. Aumento 32. Aumento Dilución % Dilución % Dilución % Dilución % 1:80 2 1:80 2 1:80 3 1:80 2 1:40 5 1:40 4 1 :40 5 1:40 5 1:20 6 1 :20 6 1 :20 7 1:20 7 1:10 7 1 :10 7 1:10 10 1:10 10 Resumen: El suero de los individuos con tumores malignos, aumen- tan considerablemente la viscosidad del suero de caballo in- activado. Inactivando el suero de los cancerosos, puede con- seguirse una elevación de dicho efecto sobre la viscosidad. Los sueros de cancerosos ya curados y de individuos no can- cerosos, no presentan dicho fenómeno. BIBLIOGRAFIA 1) Neuschlosz: La semana médica. 1923. 2) Bircher: Journal of Laboratory and Clinicae Medecine. J. 7. 1922. 3) Rohrer: Deutsches Arohiv J. Klin Medicin. J. 115. 1917. 4) Ellinger y Neusehloz: Birehenusihe Zeitsclox. J. 118. 1922. 5) Neusechlosz y Trelles: Revista de la Asociación Química Argentina. 1923. 159 SARCOMA DE PESCADO EL Dr. A. H. RQFFO Desde los trabajos de Buignon, Plehn y Pick, se han des- cripto en los peces numerosos tumores de todas las varieda- des histológicas : ya benignos, - osteomas, papilomas; - co- mo malignos, - sarcomas,'odontomas, carcinomas. Los peces en que más frecuentemente se han observado estas neoplasias, son. el gobio, la solía, la carpa, el arenque, etcétera. Entre los pescados, la observación de tumores, es muy fre- cuente, existiendo numerosas descripciones histológicas bien estudiadas, desde hace ya varios años. En 1902, Plehn en un trabajo rico en detalles, describió una adeno-carcinoma del tiroides en un salmonidio (estu- dios que son completados más tarde por Pick). En 1903, aparece en los grandes lagos del Norte de los Estados Uni- dos, una epizootia que dió motivo al nombramiento de una comisión formada por Gaylor, Clawes y Harwei, para es- tudiar los tumores desarrollados en estos peces, llegan- do a la conclusión de que se trataba de un epitelioma del cuerpo tiroides, que producía metástasis en los órganos. Entre estos autores, Pick, Jaboulay, Freund, Fiebiger, Kaisselitz; se han estudiado numerosos casos, no sólo en (1) Presentado en la sesión mensual de Octubre de 1923i 161 esta misma especie, sino también en otras: brochet, salmón, - un sarcoma quístico del músculo-; trucha, carpa, etc. En 1908, Fiebiger, en un interesante trabajo de conjun- to, presenta varias observaciones entre las cuales se encuen- tran papilomas múltiples de un anabus scandens, en el cual, la cabeza y parte del dorso se encontraba sembrada de tu- MICROFOTOGRAFIA 1 Obj. Leitz. 6 111. o. p. 1. Preparado del tumor: células fusiformes y capilares dilatados. morcitos epiteliales ; además un epitelioma del labio superior de una tenca y otro en una carpa. Agrega a estos, otros tu- mores benignos de tipos distintos, fibromas, etc. Basta para dar una idea de la enorme frecuencia de estos tumores en Inglaterra, el dato de Murray, que dice haber observado más de 2.coo casos en diversas clases de peces. Es un dato bien interesante, y que más de un autor parti- dario de la teoría parasitaria, lo ha tomado con interés en 162 MICROFOTOGRAFIA 2 Obj. Leitz. 6 m. m. o. p. 2. Porción de la preparación anterior observada con mayor aumento. MICROFOTOGRAFIA 3 Obj. Leitz. 8 o. p. 2. Células fusiformes y polimorfas. 163 defensa de ella, y entre ellos, Behla, que cree que este pa- rásito vive en el agua y en los terrenos húmedos. Entre nosotros estos tumores son también muy frecuen- tes, en sólo tres meses hemos recibido de Mar del Plata 12 corbinas con tumores de diversos tipos histológicos. Beatti ha hecho la descripción histológica de algunos tumores de peces. MICROFOTOGRAFIA 4 Obj. Leitz. 8 o. p. 2. Células polimorfas, plurinucleadas El tumor que paso a describir, desarrollado en un pez, y que he considerado de interés comunicar, no sólo por la especie del pez en que se ha desarrollado: (Carassiiis aura- tus. L.), sino también por ciertas particularidades, observa- das en la evolución y transmisión. La aparición de la neoplasia, se manifiesta por una pe- queña prominencia de la piel del animal, la que va acen- tuándose hasta ulcerarse (v. lámina N.° i). 164 LAMINA N.° 1 Sarcoma ele pesealdo. En A' se observa con más aumento el poli- morfismo de sus células. Dr. E. de la Vega. Tuberculosis escleral, (v. pág. 101) Antes del tratamiento Curado Dr. A. H. Roffo. Sarcoma de pescado (Carassius auratus. L.) (v. pág. 161 La histología de esta neoplasia, es propia de los tumores conjuntivos, con exclusión de todo elemento inflamatorio, y con predominio de la estructura fusocelular. Estos elemen- tos se agrupan en hacesillos, entre los cuales se encuen- tran células polimorfas, con atipia muy marcada, muchas de ellas con dos o tres núcleos. En la evolución de este tumor, se ha observado que de veinte peces que contenía la piscina, han ido desarrollando tumor uno después de otro, siete animales, con los mismos caracteres que presentaba el descripto. Esta propagación, sólo se detuvo cuando se retiraron de la piscina los peces enfermos y se hizo una prolija desinfección. Es indudable que esta observación inclinaría en favor del carácter infeccioso de esta neoplasia, en cuyo caso el pa- rásito o virus se transmitiría por el agua, desde el mo- mento en que los animales de la piscina han ido desarrollan- do sucesivamente sus tumores. En averiguación de este hecho, tenemos actualmente en una nueva piscina animales en observación cuyo resultado comunicaremos oportunamente. 165 DOS CASOS DE LINFO GRANULOMAS TRATADOS CON RADIOTERAPIA PROFUNDA (1) por el Dr. Juan a, Orfila (del servicio de radiología) Entre los numerosos casos tratados en este Instituto, me- recen citarse estos dos enfermos en los cuales la radiotera- pia profunda ha obtenido un marcado éxito inmediato. Se trata de dos linfo-granulomas comprobados por biop- sia que después de las primeras- aplicaciones de Rayos X, mejoraron sensiblemente y que en la actualidad son da- dos de alta habiendo desaparecido totalmente sus localiza- ciones ganglionares. Y estos éxitos los hemos obtenido irra- diando estos enfermos con la dosis eritematosa, que en la profundidad del tumor alcanzaba a la del 70 o|o de la su- perficial o sea la considerada por Wintz como letal para los sarcomas y hemos visto, debido a la sensibilidad de los linfo- granulomas, mayor que la del sarcoma, disminuir de volu- men a los tumores en pocas semanas, transformarse su es- tado general, aumentar su peso y desaparecer sus signos de compresión, después de la i.a aplicación de Rayos X, y todo esto sin haber obtenido reacciones inmediatas, sin haberse producido trastornos generales más o menos intensos. En (1) Presentado en la sesión mensual del personal técnico del mes de Abril de 1923. 167 ótrós enfermos, cuantío después de las irradiaciones se ob- serva una rápida disminución de tamaño del tumor y por consiguiente se ha producido una intensa destrucción celular y reabsorción de elementos neoplásicos, se producen diver- sos trastornos que varían desde el estado general grave, con fiebre elevada ( trastornos digestivos, estado tifoideo hasta la pequeña reacción febril con estado nauseoso que desaparece a las pocas horas. La técnica antigua aconse- jaba las pequeñas dosis exploradoras que pulsaban la sensi- bilidad del tumor a irradiarse para evitar la reabsorción de- masiado rápida de grandes masas neoplásicas que produ- cen esos impresionantes estados post-Roentgen. Hoy no nos detendremos a pulsar la radio-sensibilidad de un linfo-gra- nuloma sino que trataremos de obtener el máximo rendi- miento de las primeras irradiaciones y no necesitaremos lle- gar a las dosis máximas para obtener buenos resultados ya que el linfo-granuloma es un tumor radio-sensible por exce- lencia, como lo demuestran el buen éxito obtenido en estos dos enfermos cuyas historias clínicas van a continuación. En la segunda observación se procedió a irradiar a dosis pequeñas el tumor de velo de paladar por temor a la reac- ción inmediata que forzosamente traería lg asfixia del en- fermo dado su localización y tamaño, se efectuó aflicacio- nes diarias hasta dar la total y se observó una ligera reac- ción febril acompañada de trastornos gástricos. i.a Observación.-Agustín Sancho. 46 años. Español. Ca- sado. Jornalero. Antecedentes hereditarios.-No hay antecedentes de tu- mores benignos ni malignos. Antecedentes personales.-Buen fumador; lo demás sin importancia. Enfermedad actual.-Comienza hace 4 meses, en que el enfermo nota un pequeño tumor en la región inguinal de- recha, del tamaño de un huevo de paloma, duro, no dolo- roso, que fué aumentando de tamaño poco a poco, a la vez que aparecían otros pequeños tumores en ambas ingles. Se le receta Iodo, no experimenta ninguna mejoría. Poco a poco su estado general decae, aparece una anorexia persis- tente, disminuye de peso, aumentan sus ganglios, lo que le obliga a internarse. Estado actual.-Presenta a la inspección un tumor que ocu- pa el triángulo de Scarpa derecho, haciendo relieve de 4 a 5 centímetros, en el pliegue de la ingle, una pequeña cicatriz 168 Operatoria reciente; la pierna de ese lado está aumentada de volumen por un edema blanco. En el triángulo de Scarpa izquierdo se observa un pe- queño tumor del tamaño de un huevo de paloma; a la pal- pación, un aumento de calor local. , No se provoca dolor su- perficial, pero sí a la palpación profunda. Es un tumor que ocupa todo el triángulo de Scarpa y que se extiende por arriba hasta ocupar toda la fosa ilíaca del mismo lado, es duro, sin zonas fluctuantes, irregular y como formado por un conglomerado de nodulos de diferentes tamaños. La piel ha perdido su movilidad, parece infiltrada y adhe- rente. El tumor parece fijarse a los planos profundos. La arteria femoral se aprecia englobada por los nodulos men- cionados. En el triángulo de Scarpa izquierdo se tocan dos tumor- citos de desigual tamaño, separados por un surco,Jndolo- 169 rós a ía presión superficial, pero no a la profunda. En la fosa ilíaca hay dolor a la presión profunda y defensa sin poderse tocar ganglios. En axila izquierda, una poliademia marcada. No se observan en otros territorios gangliona- res. Peso 53 Kks. Se le extirpa un ganglio para-biopsia y se comprueba un linfo-granuloma. El 27 de Diciembre de 1922, se inicia su tratamiento con radioterapia profunda; se le irradian ambos triángulos de Scarpa bajo filtro de 0.5 Zn. + 1 Al., dándosele una do- sis de 120 Furstenau. El 30 de Enero, fecha de la 2.a aplicación, presenta una sensible mejoría, sus ganglios han disminuido de tamaño, su estado general es bueno, aumenta 5 Kgs. de peso. Am- bas fosas ilíacas parecen estar libres, persiste un ligero edema del miembro inf. derecho. 21 de Febrero de 1923. 3.a irradiación. Sus ganglios pequeños y duros se delimitan perfectamente a la palpación. Su edema ha desaparecido; buen apetito, sueño normal. Junio 4, de 1923. Nueva irradiación. El enfermo es dado de alta; sus ganglios han desaparecido. El 26 de Junio vuelve el enfermo con una metástasis en fosa supraclavicular izquierda; masa ganglionar de los mis- mos caracteres que sus primitivas localizaciones en ambas ingles. Se procede a irradiarle con la misma técnica anterior. Treinta días después, su metástasis ha desaparecido. El 14 de Agosto se le da de alta nuevamente después de otra apli- cación profiláctica. Actualmente el enfermo se encuentra en observación por haberse comprobado la existencia de un ulcus duodenal. Exámenes practicados.-Sangre. Noviembre 29 de 1922. Coagulación 4' 30" Retículo fibrinoso normal Hemoglobina 780(0 Leucocitos 7,600 Erotrocitos 4.200,000 Fórmula Hemo-leucocitaria Polinucleares neutrófilos tipo II - 18.5 „ m-38.5 „ . „ „ IV - 8.5 Metamielocitos 0.5 ojo 99 Polinucleares eosinófilos tipo II - 1.5 olo Linfocitos 20 o|o 170 lanero 8.-Wasserlnáil. Negativa. 2.a Observación.-Joaquín Fernández. Argentino. 30 años. Soltero, empleado. Ingresa el 23 de Enero. N.° 227. Antecedentes hereditarios-'y personales.-Sin importancia. Enfermedad actual.-Desde su niñez ha tenido infartos ganglionares pequeños. Hace 1 año nota que un ganglio del cuello lado izquierdo comienza a aumentar de tamaño paulatinamente, produciéndole dolores de oído y cabeza. Des- de hace 6 meses padece de fiebres vesperales hasta 39o. Hace un mes nota ganglios en el lado derecho del cuello que aumentan hasta llegar al tamaño actual de un huevo de gallina. Empieza a perder peso, sin poder precisar el nú- mero de kilos perdidos. Anorexia. Insomnio. Estado actual.-Pesa 56 Kgs., ligera anemia de mucosas. Cuello.-Lado izquierdo se observa un tumor que ocupa el espacio comprendido entre ángulo del maxilar y esterno- cleido mastoideo. A la palpación se aprecia un tumor si- tuado en el borde anterior del esterno-cleido-mastoide . duro, independiente de la piel, se mueve al ritmo de la ca- rótida; limita por dentro con la laringe, hacia arriba, án- gulo del maxilar. Por detrás del esterno-deido-mastoideo existen unos ganglios pequeños que son más dolorosos. En la fosa supraclavicular de este lado existe una micropo- liadenia. Lado derecho: Por debajo y detrás del esterno- cleido-mastoideo se palpa un tumor del tamaño de un hue- vo de gallina que se sigue hacia abajo por una cadena gan- glionar que va de mayor a menor hasta terminar en una micropoliadenia extendida en la fosa supra-clavicular. En ambas axilas y en ambas ingles, existe un infarto ganglio- nar, no pasando el mayor el tamaño de un poroto. Cavidad bucal.-Todo el paladar membranoso se encuen- tra proyectado hacia adelante, de tal manera que la úvula descansa sobre la base de la lengua a la altura de la 2.a molar. Esta proyección del paladar membranoso es sobre todo a expensas de la mitad izquierda y por eso la úvula está des- viada hacia la derecha. Detrás del paladar membranoso hay un tumor esférico duro al tacto, de la consistencia de los otros tumores mencionados, salvo hacia la línea media, que parece presentar una renitencia líquida. Posteriormen- te llega hasta la columna vertebral, por arriba hasta la base del cráneo y hacia abajo, se va acuminando hasta perderse 171 en la pared lateral del pharinx. Este tumor ío nota el en- fermo desde hace mes y medio. Exámenes de sangre: e I- 24 Enero • 23 Febrero 1 Eritrocitos 1923 3.950,000 1923 3.400,000 Leucocitos 1 5,000 9,200 Polinucleares Neutrófilos tipo II 15 0 0 18 0 0 „ „ „ ni 55 0 0 25 0 0 „ iv 7-5 0 0 1 0 0 Polinucleares Eosinófilos tipo II 3 0 0 6 0 0 „ ni o-5 0 0 3 0 0 Linfocitos pequeños 13-5 0 0 30 0 0 Se extirpa un ganglio para biopsia. Resultado del exa- men: linfo-granuloma. (V. microfotografia i). El 25 de Enero comienza su tratamiento con radiotera- Microfotografía N.° 1 Obj. Leitz. 6 ni. m. d. f. I pia profunda. Se irradian tres campos, doc en cuello lado derecho e izquierdo y velo de paladar, bajo filtro de 172 G-5 Zn. + i Al., dándosele 120 F, por campo. La irra- diación de velo de paladar se efectuó a pequeñas dosis por temor a la reacción post-Roentgen, que podría ocasionar la asfixia del enfermo dado la colocación de su tumor en el naso-pharinx, tanto que se pensó en una traqueotomía pre- via que el enfermo rechazó. A los 30 días se observa una reacción favorable habiéndose localizado sus ganglios a lí- mites netos, su tumor del velo del paladar se vió reducido a la mitad de su tamaño, el enfermo ingiere alimentos sin nin- guna molestia, su voz gangosa se ha hecho clara. Estado general mejorado. El 20 de Marzo, nueva irradiación en los tres campos. El 26 de Mayo, 3.a irradiación. Sus tumores han des- aparecido, dejando en su lugar pequeños ganglios duros, fibrosos, sus dolores, han desaparecido; buen apetito, au- menta 4 Kgs. de peso. El 7 de Agosto se le practica una última irradiación y se le da de alta en perfecto estado. 173 LA GLICEMIA EN EL CANCER (1) POR EL Dr. A. H. ROFFO y Juan B. Rivarola • ayudante del instituto» El estudio del movimiento glicémico en los casos de neo- plasmas, ha venido adquiriendo mucha importancia después de los trabajos de Friedenwal y Growe (t). Los trabajos experimentales efectuados, ya sean en ani- males injertados con tumor, o en hombres portadores de neoplasmas, han permitido llegar a conclusiones de mucho interés, tanto clínico como patogénico. Muchas son las teorías que tienden a dar una explica- ción racional a las hiperglicemias cancerosas. Nuremberger la atribuye a la destrucción de los núcleos celulares; Loeper, Forestier y Tonnet (2), a la destrucción más o menos brutal del glicógeno contenido en el protoplasma neoplásico. Para Achard, Weil, Ramond y Parturier, la glicemia del cáncer seguiría paralelamente a la insuficiencia glicolítica consta- tada en los cancerosos. Ultimamente Rhodembourg, Krehbiel y Bernahdt, han constatado interesantes variaciones de la glucosa en anima- les injertados experimentalmente. Estos autores han com- probado que la inyección de proteínas homologas extraídas de tumores, aumentan el coeficiente glicémico de una ma- nera notable, cuando el injerto es negativo y de una manera mínima cuando por el contrario es positivo. (1) Presentado en la reunión mensual del Instituto del 29 de Octubre de 1923. 175 Algunos autores, han observado también, que la glucosa sufre transformaciones en los enfermos cancerosos expues- tos a la acción de los Rayos X, habiéndose encontrado hi- perglicemias de dos gramos y más, después de una aplica- ción de dichos rayos. Es sabido que en los tumores irradiados con rayos ultra- penetrantes, se produce una destrucción celular, al mismo tiempo que una reabsorción de elementos neoplásicos, los que transportados por la circulación produciría un estado hiperglicémico. Este fenómeno, explicable, por el conteni- do siempre grande de glucosa en los tumores-constatado por nosotros en animales injertados y en neoplasmas humanos- nos permitiría nuevas orientaciones en el estudio de estas modificaciones, al mismo tiempo que la explicación de fenó- meno de tanto interés clínico y patogénico. El contenido grande de glucosa en los tumores, está encua- drada dentro de la avidez nutritiva de la célula neoplásica, (¡ue en este caso, parecería absorber en su provecho, una parte de los hidratos de carbono de la economía. En algu- nos casos frecuentes de cáncer y diabetes, la asociación neo- plásica ha modificado la glicosuria, lo que nos permite in- sistir sobre esa avidez nutritiva a que nos hemos referido. Nosotros, por otra parte, nunca hemos encontrado glicosu- ria en los casos constatados de hiperglicemia cancerosa. Es, pues, muy interesante no descuidar - como bien lo dice Loeper, Forestier y Tonnet,- la transformación del glicógeno de los tumores, cuyas células parecerían jugar un rol muy importante en las variaciones que sufre 1a glucosa en los casos de neoplasmas. Le Noir, Mathieu de Fossey y Ch. Richet (3), en el cur- so de investigaciones llevadas a cabo en enfermos con úl- ceras gástricas y principalmente en casos de neoplasmas del tubo digestivo, han llegado a conclusiones que llevan a estos autores a dar al movimiento glicémico, no solo valor pronós- tico, sino también diagnóstico, sin olvidar desde luego, que hiperglicemias existen a menudo en Jas úlceras gástricas y duodenales. Constatada - dicen estos autores - en casos de neoplasmas (excepción hecha de una úlcera cancerosa), se puede deducir que el tumor está en pleno desarrollo y que hay repercusión humoral; por el contrario, una glicemia •normal en un canceroso cuyo estado general es bueno, pa- rece indicar que la afección está poco avanzada. ¿Existe realmente una relación directa entre el grado de una lesión neoplásica y el contenido de glucosa en la sangre? 176 Se conoce que el coeficiente glicémico da generalmente la medida de la función hepática, es decir que está siempre en relación con el funcionalismo hepático. Es sabido, también, que en los cancerosos existe insuficiencia glicolitica y que la hiploglicemia es signo de caquexia general, sin relación especial con el hígado. Nosotros, en ratas injertadas con tumor, hemos consta lado siempre, una cierta relación entre el contenido de glu- cosa en los órganos y la cantidad de glucosa en el tumor. Es decir, mientras disminuye, principalmente en el hígado, encontramos en gran cantidad en el tumor, lo mismo que en la sangre, la que acusa generalmente una verdadera hiper- glicemia. Conocida que las substancias ingeridas tienen en sí los ele- mentos de la glucosa y que ésta y 1a que es capaz de pro- porcionar las reservas, no van directamente a los tejidos, sino que sufren previamente en el hígado su transformación en glicógeno, que en forma de glucosa ha de ser quemada a nivel de los capilares generales, es indudable que la célu- la neoplásica en su avidez nutritiva, ha de consumir en su provecho gran parte de estos elementos, circunstancia que nos explicaría su presencia en gran cantidad en los tu- mores . Las hiperglicemias observadas en los casos de neoplas- mas, estarían, pues, encuadradas dentro de estas modalida- des: caquexia e insuficiencia glicolitica y la destrucción ce- lular, que como bien lo dicen Loeper, Forestier, Tonnet, Nu- remberger y otros, es fatal en un tejido en vías de reab- sorción. Técnica.-Al efectuar nosotros nuestras investigaciones del movimiento glicémico en la sangre de enfermos con neo- plasias diversas, nos propusimos constatar las variaciones de la glicemia en las diferentes formas de cáncer. La técnica para la determinación cuantitativa de 1a glu- cosa empleada por nosotros, ha sido la de Folin y Wu, que está basada en el poder reductor del óxido cuproso. Como hemos tenido que realizar las mismas investigaciones en ra- tas injertadas con tumor y siendo imposible obtener tanta cantidad de sangre como se utiliza en la técnica original, nos vimos obligados a operar en 1a siguiente forma: A i c.c. de sangre sin coagular, se agregan 7 c.c. de agua, más 1 c.c. de solución de Tungstato de soda al 10 o¡o, más t c.c de ácido sulfúrico al tercio. Se filtra y del fil- trado se toman 2 c.c. al que se agregan 2 c.c. de una so- 177 Ilición de sulfato de cobre (para Eolin). Se hace hervir al baño maría y luego de enfriar se le agregan 2 c.c. del reactivo de Eolin. Con la técnica que hemos empleado, se ha obtenido como cifra normal de glucosa 1 c.c. Esta cifra expresa el tér- mino medio, pues como es sabido la glicemia varía en las distintas partes del sistema sanguíneo. NEOPLASMAS DEL TUBO DIGESTIVO Fich a ■ Tiemp. de enf. ! Gomprob. del Glucosa Glico- Diagnostico Est. actual surta diagnóstico oloo 001 Car. estómago Año y medio Bueno Radiografía 2.24 - 261 Car. estómago Diez años Regular Radiografía 2.40 - 268 Car. estómago Cuatro años Regular Radiografía 2.20 -• 617 Car. estómago Cinco meses Bueno Radiografía 1.20 - 759 Car. estómago Tres meses Caquéctico Radiografía 0.60 - 922 Car. píloro Cinco meses Bueno Radiografía 1.12 -• 700 Car. de recto Cuatro años Bueno Biopsia 1.16 782 Car. de recto Biopsia 2.20 - 760 Car. píloro Cinco meses Caquéctico Radiografía 0.65 - 980 Papil. lengua Siete años Bueno Biopsia 1.16 ■- 982 Car. páncreas Tres meses Caquéctico Diag. clínico 0.80 - 1128 Car. de recto Cuatro años Regular Biopsia 1 .65 - 1129 Car. estómago Dos años Caquéctico Operado 1.25 - En los epiteliomas de cara y carcinomas de cuello, la gü- cemia ha estado siempre alrededor de la normal, sin que in- tervenga la duración de la enfermedad, ni el estado gene- ral del enfermo. NEOPLASMAS DE CARA Y CUELLO Ficha Diagnóstico Tiemp. de enf. Est. actual Comprob. del diagnóstico Glucosa 0^00 Qli co- saria 979 Car. parotidea Dos meses Bueno Biopsia 0.75 .- 971 Epit. de cara Once años Bueno Biopsia 0.25 - 984 Epit. de cara Car. de cuello Año y medio Bueno Biopsia 0.60 - 949 Seis meses Regular Biopsia 0.55 - (550 Epit. de cara Dos años Bueno Biopsia 0.60 - 1047 Epit. de cara Un año Bueno Biopsia 0.50 - 1073 Epit. de uariz Tres meses Regular Biopsia 1.00 - En los casos de carcinomas de los órganos genitales de la mujer, principalmente de matriz, la glicemia se mantiene más o menos normal. 178 NEOPLASMAS DE ORGANOS GENITALES DE LA MUJER Ficha Diagnóstico Tiemp. de enf Est. actual Comprob. del diagnóstico Glucosa Gluco- o/oo sucia 846 Anexitis Cuatro años Regular Ex. clínico 0.60 779 Car. de mama Un año Regular Operación 1.76 - 792 Car. de matriz Cinco meses Regular Biopsia 1.50 - 986 Car. d-e matriz Un año Malo Biopsia 0.75 - 281 Car. de vejiga Tres años Malo Biopsia 1.10 - 981 Car. de matriz Un año Regular Biopsia 0.70 - 1018 Car. de mama Un año Bueno Operación 0.85 - 1024 Car. de matriz Seis meses Regular Biopsia 1.25 - De estos resultados anotados anteriormente, se despren- de: Que 1a cifra de glicemia es indicio de un profundo tras- torno del metabolismo, manifestándose en las neoplasias glandulares, especialmente en las del tubo digestivo y que por lo tanto está más en relación con la función hepática. En los tumores de origen epitelial, epidérmico o mucoso, y por lo tanto de función de revestimiento, las cifras están dentro de la normal. Estas cifras pueden ser utilizadas con provecho, como ele- mento de diagnóstico y pronóstico, en los casos de neoplas- mas del tubo digestivo, por la relación que parece existir con la evolución de la enfermedad: i.° Cuando la enfermedad es de evolución antigua, se acompaña de hiperglicemia; 2.° Cuando el proceso está en su comienzo, la glicemia está al- rededor de la normal, y 3." Cuando el estado general del en- fermo es malo (caquético), desciende por debajo de la nor- mal. 179 CARCINOMA DEL CONEJO, PRODUCIDO POR EL ALQUITRAN el Dr, A. H. ROFFO Desde los trabajos experimentales de Fischer, emplean- da ciertas substancias químicas para provocar proliferacio- nes epiteliales, la patogenia irritativa de los tumores malig- nos ha encontrado numerosos cultores que han utilizado las substancias más diversas, de acuerdo con la observación de los carcinomas profesionales. (Fischer, el escarlata R. Stahr, Jores, Schmieden, Reinke; Askanazi, el éter; Hanan, Leiteh, la parafina; Brochs y Ritti, Haag, con escarlata y sudan; Borst, la nicotina; Leiteh y Kennaway, el arsénico, etc. Es en esta orientación, que se ha empleado el alquitrán de hulla y después de las experiencias fundamentales de Ichikawa y Yamagiwa, la producción del cáncer por irri- tación continuada, ha llegado a ser un procedimiento fá- cil de estudio experimental, trayendo una contribución de la mayor importancia para el mejor conocimiento de la pa- togenia e histogénesis de los tumores epiteliales. Se ha podido apreciar así, la estrecha vinculación de los procesos irritativos inflamatorios crónicos, que como estados precan- cerosos son las avanzadas de los procesos neoplásicos, que en un principio se manifiestan por una hiperplasia epitelial, hasta formación de verdaderos papilomas, los que no tardan en adquirir un crecimiento infiltrativo y en profundidad. Esta forma de investigación, ha sido tomada con entu- siasmo por todos los investigadores y ya se han comunicado resultados confirmatorios, por Murray, Fibiger, Delman, Bayet, Roussy, Menetrier, Kazama, Herrenschmidt, etc., algunos de los cuales han presentado interesantes comuni- caciones sobre este asunto, en él Congreso Internacional 181 de Cáncer celebrado últimamente en Strasburgo (Julio de 1923). Experiencias de este orden hemos efectuado en el Insti- tuto y son los primeros resultados obtenidos en el conejo, los que motivan esta comunicación. Las experiencias lle- vadas a cabo en las lauchas y las ratas blancas, no nos per- FOTOGRAFIA N." 1 Conejo 1. En la base de la oreja se ven varios pequeños papilomas. miten aún presentar resultados categórigos; son animales que necesitan para su cancerización de mayor tiempo, en general de más de seis meses de acción continuada del agen- te irritante. Los primeros ensayos los hice con el alquitrán ordinario del comercio, y a pesar de haberlo empleado en la forma aconsejada por los autores,-continuidad y escarifi- cación -de las aplicaciones-, no se obtuvo ningún resultado apreciable, aún después de haberse pasado un período de 182 tiempo de más de siete meses. El éxito depende más de 1a calidad de 1a substancia irritante que del terreno histológico, pues es sabido que no hay sensibilidad específica de los ani- males. Así Deelman lo hace notar ya. Y este autor que ha obtenido carcinomas a los cuatro meses y medio, cree que la reducción del tiempo de irritación, y por lo tanto el período precanceroso, se debe a la calidad del alquitrán empleado. FOTOGRAFIA N.° 2 Conejo 1. Los papilomas aparecen más desarrollados. 85 días Bajo este punto ele vista, se ha tratado de retirar del al- quitrán la substancia cancerógena, asunto que se ha tra- tado en la reciente Conferencia Internacional del Cán- cer Experimental del Alquitrán, de Amsterdam, y en la que se han presentado trabajos que demuestran que ¡as fracciones que destilan por debajo de la brea, no con- tienen material cancerógeno. Es así, que es de 1a ma- 183 yor importancia la obtención del alquitrán, pues su com- posición química parece jugar el rol preponderante en la producción de este proceso. Se sabe que el alquitrán de Oreja del conejo 1 . Tratado con alquitrán de rama horizontal. los tubos horizontales contiene mayor cantidad de hidrocar- buros de punto de ebullición elevado. Estudiando compara- tivamente los alquitranes de los tubos horizontales y verti- Oreja del conejo 2. Tratado con alquitrán de rama horizontal, en la actualidad. cales, sometidos a la destilación fraccionada, Deelman M. ha observado las siguientes fracciones para el vertical: A, hasta 180o; B, de 180o a 250o; C, de 250o a 285o; D, de 184 FOTOGRAFIA N.° 4 Conejo N.° 3 Conejo 1. Los papilomas se han ulcerado FOTOGRAFIA 3 185 285o a 345, y E, brea. Para el horizontal A, hasta 180o; B, de 180o a 250o; C, de 250o a° 265o, y D, la brea. Con estos datos, este autor ha hecho distintas mezclas, asocian- do a las distintas fracciones con la esperanza de encontrar aquella de cualidades cancerógenas, obteniendo por lo pron- MICROFOTOGRAFIA N.» 1 Corte de oreja de conejo tomada en total, observada a pequeño aumento Micros. 32.-Lesión papilomatosa. No hay ulceración, ni ruptura dé la basal. El epitelio malpighiano con abundante queratinisación. to que las substancias activas se encuentran en las fraccio- nes de la brea, en tanto que, aquellas que tienen punto de destilación a temperatura baja, carecen de valor ne la pro- ducción del cáncer. Por otra parte, señala que el toluol, benzol y la acetona, extraen del alquitrán los principios can- cerosos. En mis experiencias, siguiendo* un procedimiento semejante, hemos obtenido un alquitrán sometido a la des- tilación fraccionada hasta la brea, tanto para el de los tu- bos verticales como el de los horizontales, esto con la eficaz colaboración del profesor J. Sánchez, quien ha tenido a su cuidado la preparación de las substancias empleadas. Los resultados de mi experimentación son concordantes; los car- 186 MICROFOTOGRAFIA N.° 2 Corte de oreja de conejo preparado anterior, observado con más aumento. Este preparado muestra la fuerte descamación córnea, hay hiperplasia, con estado papilomatoso que puede considerarse como estado precanceroso (2 meses de aplicaciones). 187 MICROFOTOGRAFIA N.» 3 Corte transversal total de oreja de rata blanca observado a los 2 meses 15 días de aplicaciones. Hiperplasia, 'papilomatososis y fuerte descamación córnea. 188 cinomas desarrollados en los conejos han tenido por irri- tante tanto el alquitrán de los tubos verticales, como el de los horizontales, encontrando sólo diferencias de intensi- rama horizontal se ha mostrado mucho más activa que la vertical, no sólo en lo que a precocidad de la aparición de la lesión se refiere, sino también a los fenómenos de irritación local y general, al punto que hemos tenido que abandonar la aplicación de este producto en las lauchas. MICROFOTOGRAFIA N.° 4 Del preparado anterior con más aumento y papilomatosis y cornifieación Los conejos que he tratado, se han agrupado en dos series de tres cada una, recibiendo aplicaciones en la superficie externa de la oreja, los del primer grupo con alquitrán del tubo vertical y los del segundo del tubo horizontal. Las aplicaciones han sido en forma de pinceladas, previas esca- rificaciones : diariamente durante una semana, continuán- dose después día por medio, sin escarificaciones durante dos meses. 189 MICROFOTOGRAFIA N." 5 Del preparado N.° 3. Abundante cornificación. MICROFOTOG-RAFIA N.» 6 Del preparado N.° 3. En esta zona.se observan la fuerte descamación cór- nea y grupos epiteliales, con las cavidades que delimitan llenas de detritus epiteliales. 190 MICROFOTOGRAFIA N.» 7 Hiperplasia y cornificación. La continuidad de la basal está interrumpida. MICROFOTOGRAFIA N.» 8 Corresponde a la porción externa del preparado 3. Descamación epitelial y cornifieación concéntrica a los pelos. 191 En los conejos tratados con el alquitrán de la vama hori- zontal, aparece a los 15 días de reposo un pequeño nodulo del tamaño de una lenteja de aspecto verrucoide, notándose a su alrededor, dos mucho más pequeños. Se practica una biopsia de este nodulo y en el examen histológico se observa al lado de una hipérplasia epitelial, en forma papilomatosa con notable descamación córnea, una vegetación epitelial, MICROFOTOGRAFIA N.° 9 Conejo N.° 1. Biopsia. Preparado del papiloma a los 60 días. Abundante hipérplasia y cornificación, como globos córneos. en numerosas hileras que penetran en la profundidad del te- jido conjuntivo. Hay ya en este período un comienzo del carcinoma. La membrana basa! ha desaparecido y los ele- mentos epiteliales infiltran el dermis. A los 30 días, este lóbulo papilomatoso se ha ulcerado, apareciendo con bordes irregulares y de un fondo rojo ma- melonado. En una biopsia practicada en esta época, las lesiones cancerosas son más intensas, induvitables como se pueden apreciar en las microfotografías núm. 10-11-12-13. La transformación neoclásica del epitelio, es intensa y no 192 LAMINA N.° 1 Conejo N.° 1--.Crecimiento atípieo del epitelio de la oreja. En B. se observa con mayor aumento. LAMINA N.° 2 Conejo 2.-Crecimiento hiperplásieo del epitelio, con iniciación del pioceso canceroso. Conejo 2 Ulceración epiteliomatosa LAMINA N.° 3 Conejo 1 El mismo ulcerado Conejo 1 Papiloma MICROFOTOGRAFIA N.° 10 Conejo 1. Biopsia efectuada a los 75 días. Crecimiento en profundidad. Ruptura de la basal con discontinuidad. Estado canceroso. MICROFOTOGRAFIA N.° 11 Conejo 1. Biopsia a los 75 días. Estado netamente canceroso. Proliferación epitelial infiltrativa. 193 MICROFOTOGRAFIA N.u 12 Conejo 1. Otra zona del preparado anterior. MICROFOTOGRAFIA NA 13 conejo i. Biopsia tomada a los 95 cTías en el fondo de lai ulceración. Estado canceroso. Abundante crecimiento epitelial, atípico y discontinuo. 194 MICROFOTOGRAFIA N." 14 Conejo 2. Biopsia a los 65 días de vegetación papilomatosa. Crecimiento epitelial hiperplásico, ruptura de la basal y crecimiento atípico de células cilindricas. MICROFOTOGRAFIA N» 15 Conejo 3. Biopsia a los 88 días. Proliferación epitelial netamente atípica. 195 microfotografia i& Conejo 3. Del preparado anterior. Mismo aspecto con alg'unas formaciones perladas. MICROFOTOGRAFIA 17 Conejo 2. Biopsia a los 80 días. Por debajo del epitelio malpighiano hiperplásico, hay abundante proliferación atípica. 196 MICROFOTOGRAFIA N.° 18 Conejo 2. Biopsia. Zona ¿e crecimiento epitelial infiltrativo. (Del preparado anterior). MICROFOTOGRAFIA N.° 19 Conejo 3. Intensa proliferación infiltrativa. 197 solamente esta transformación se efectúa por continuidad, sino a distancia, apareciendo las células con diferencias mor- fológicas notables; más delgadas y alargadas (Microfoto- grafía núm. 17-18). Estos resultados con hrdl U2aoihwyp awy paupnuap uap sido particularmente favorables ya que el Profesor Ytchi- kawa, según su última comunicación al Congreso de Stras- burgo, el porcentaje que ha obtenido es débil, pues de 178 conejos utilizados que el autor los eleva a 275 experiencias, por hober utilizado muchos de ellos las dos orejas, obtiene MICROFOTOGRAFIA N.° 20 Conejo 3. Crecimiento atípico con modificación profunda del tipo celular sólo 16 casos de carcinomas bien desarrollados-5,82 olo- porcentaje que en mis experiencias en mucho más elevado, desde el momento que en esta primera serie de 6 conejos, se obtienen 3 carcinomas bien desarrollados, 2: en los animales tratados con el alquitrán de rama horizontal y uno en los de rama vertical, animales que aún se conservan vivos en el Instituto. A este porcentaje no le damos un valor defini- tivo en estas primeras experiencias dada la escasez de animales empleados, esperando que las que se continúan en mayor escala actualmente, podrán fijar mejor los resultados. 198 MICROFOTOGRAFIA N.° 21 Conejo 3. Proliferación epitelial, con modificación del tipo celular. MICROFOTOGRAFIA N.° 22 Conejo 3. Se observa el epitelio epidérmico hiperplasiado y la proliferación abundante atípica, con modificación del tipo celular. 199 En resumen, la irritación química repetida y continuada por el alquitrán, transforma la célula epitelial normal sin que intervengan factores de herencia o predisposición can- MICROFOTOGRAFIA N.° 23 (enejo 3. Porción del preparado observado con mayor aumento, donde se encuentran los elementos epiteliales, infiltran el dermis. cerosa. Esta transformación se hace siguiendo una serie de modificaciones del epitelio que pasa por el estado hiper- plásico, papilomatoso y por último proliferación atípica. 200 SARCOMA DE GALLINA A CELULAS REDONDAS TRANSMISIBLE EL Dr. A ROFFO He tenido oportunidad de autopsia, una gallina Ply- mouth Rock, que me fuera remitida por la Dra. Lanteri, a quien agradezco debidamente tan interesante obsequio. Este animal presentaba un tumor en el estómago, del ta- maño de una nuez, formando cuerpo con el del hígado, fuertemente adherido a los órganos vecinos, y que había producido numerosas metástasis en el hígado, una de ellas de gran tamaño, sobre la cara superior. -Lámina i. - La estructura histológica de este blastema, es la de un sarcoma a células redondas, que formando una masa com- pacta, sin estroma - Microfotografía N.° i, - con nume- rosos capilares sanguíneos, presenta en algunas regiones, zonas hemorrágicas. Estas células que tienen un núcleo muy cromático, - Microfotografía N.° 2 - tienen también, en determinados sitios, procesos picnóticos, propios de las zonas de regresión de estos tumores.-Microfotografía N." 3. En preparados de las metástasis hepáticas, se observa la misma estructura celular - Microfotografía N.° 4,- pu- diéndose apreciar en la Microfotografía N.° 5, el crecimien- to infiltrativo de las células neoplásicas por entre las células hepáticas. He efectuado con este tumor ensayos de trasmisión de acuerdo con la práctica del sarcoma de Peyton Rous. 201 FOTOGRAFIA N.° 1 Tumor del pectoral. 202 LAMINA 1 Tumor de estámago y metti?tasls én ¿1 hígado. 203 Microfotografía N.° 2 Tumor del pectoral 204 LAMINA 2 Tumor del estómago. 205 MICROFOTOGRAFIA N.» 1 Preparado del tumor pectoral. Hacesillos de células fusiformes, entre los que hay numerosas células polimorfas. MICROFOTOGRAFIA N.° 2 Del preparado anterior observado con mayor aumento 206 MICROFOTOGRAFIA N.u 3 Zona del tumor con muchas células en regresión. MICROFOTOGRAFIA N.° 4 Preparado de hígado, observado con pequeño aumento. 207 MICROFOTOGRAFIA N.° 5 Del preparado anterior, observado con mayor aumento. Infiltración de células neoplásicas entre las células hepáticas. MICROFOTOGRAFIA N.° 6 Desarrollo del tumor por transplante subcutáneo. Aparece en primer término la piel. 208 LAMINA N." 1 A. Tumor primitivo a células redondas en B. observado con más- aumento LAMINA N.» 2 A. Metástasis hepática. Infiltración neoplásiea (A) entre las cé- lulas hepáticas. LAMINA N.°3 Tumor transmitido en B con mayor aumento LAMINA N.° 4 Capilar sanguíneo con invasión neoplásica LAMINA N.° 5 Infiltración sarcomafosa por fransplante subcutáneo En primer término, hemos transplantado en el músculo pectoral, trozos de tejido fresco de i mm. de espesor ; inocu- lando además polvo seco, y filtrado en bujía Bekerfeld, pa- pilla de tumor fresco disuelto en líquido de Ringer. Los animales utilizados, han sido de la especie Gallus y de la mis- ma raza: Plymouth Rock. El costo de estos animales pu- ros, no ha permitido experimentar en gran escala, habién- donos limitado a inocular dos para cada clase de transmi- sión. Los resultados obtenidos han sido positivos sólo para el MIC30F0T0GRAFIA N.ü 8 Del preparado anterior eon mayor aumento primer grupo, en el que un gallo desarrolló un tumor volu- minoso, en el pectoral, - fotografía N.° i,- y otro en el peritoneo, de acuerdo con el sitio de transmisión. La histología de estos tumores, repite la estructura del tumor de origen.-Microfotografías N.° 5 y 6. Este tumor se diferencia del sarcoma de Rous y Fujinami, no sólo en cuanto a su estructura histológica, sino también 209 a la forma de transmisión, la que ha sido positiva con el transplante de la célula viva. Este hecho que está de acuer- do con los factores de transmisibilidad que conocemos para los tumores de los demás animales, lo coloca entre ellos, si bien el fracaso de las experiencias hechas en el sentido del sarcoma de Rous, no han sido lo suficientemente numerosas, por ahora, para darles un valor definitivo. 210 SOBRE EL SARCOMA INFECCIOSO DE LAS GALLINAS el Dr. A H. ROFFO Cuando Peyton Rous halló un sarcoma de gallina trans- misible no sólo en la forma que se hace ordinariamente en los animales, por injerto, sino también inoculando polvo de- secado, así como el filtrado por bujía-Bekerfeld, de papillas disueltas en líquido fisiológico, dió motivo para que se ini- ciaran interesantes investigaciones, ya que este hecho traía en sí una modificación dei concepto que sobre la etiología y transmisibilidad de los tumores se poseía. Casi al mismo tiempo, que el investigador americano, Fujinami encontraba en el Japón un sarcoma fusocelular en la gallina, con los mismos caracteres que el descripto por Rous. Posteriormente, Murphy y Tytler, consiguen también transmitir un osteo-sarcoma de gallina, inoculando material filtrado y, últimamente Teutschlaender de Heidelberg, ha encontrado en Europa un sarcoma fusocelular en un gallo que ha trasmitido, llegando a resultados semejantes a los de los autores americanos y japoneses. Con material que he recibido del Instituto Rockfeller, he trabajado con este tumor, inoculando primero el polvo de- 211 FOTOGRAFIA N.° 1 Tumor desarrollado por inyección en el pectoral. 212 secado en suspensión de solución fisiológica, y posterior- mente con los tumores así obtenidos, utilizando el filtrado de papillas disueltas en líquido de Ringer, a través de una bujía Bekerfeld. Los tumores se desarrollan rápidamente, alcanzando el FOTOGRAFIA N.° 2 Tumor desarrollado por inyección en el pectoral. máximo de evolución a las 4 semanas, especialmente cuando se inoculan gallinas Plymouth Rock, siendo el sitio de me- jor elección para la buena transmisión, el músculo pectoral. El tumor así desarrollado, es de consistencia muy blanda, 213 FOTOGRAFIA N." 3 Tumor desarrollado en el peritoneo 214 ele aspecto mixomatoso, con zonas hemorrágicas y a veces formaciones quísticas. Las metástasis son muy frecuentes, en el hígado, y muy especialmente en el pulmón (Microfotografía N.° 9). Él animal, cuando el tumor ya ha invadido todo el pectoral (véase fotografía N.° 1), enflaquece rápidamente, con ane- mia profunda y muere en coma. Histológicamente, el aspecto que presenta el tumor es muy variable, según el momento de la evolución y la zona que se observe. En los primeros días de evolución, que generalmente no pasa de 15, se encuentra un tejido de estructura inflamato- LAMINA 4 De la gallina anterior. Masa neoclásica englobando al ovario. ría con abundante neoformacin de vasos sanguíneos, infil- tración de polinucleares, linfocitos, fibroblastos y células conjuntivas, que poco a poco van predominando, para lle- gar a formar un tejido de neoplasia conjuntiva, netamente sarcomatosa, en el cual se puede ver entre los hacesillos fu- socelulares (Microfotografía N.° i), células en activa di- visión amitósica y cuya atipia está en relación con su poli- morfismo, encontrándose zonas en que se ven células re- dondeadas y a veces verdaderas células gigantes. (Microfo- 215 MICROFOTOGRAFIA N.° 1 Preparado del tumor, observado a pecpieño aumento, formado por células redondas. MICROFOTOGRAFIA N.° 2 Del preparado 1, observado con mayor aumento. 216 MIÓROFÓTOGRAFIA N.o 3 Desarrollo infiltrativo del tumor entre las fibras musculares, que aparecen en su mayor parte destruidas. MICROFOTOGRAFIA N.° 4 Desarrollo del tumor entre las fibras musculares, cuyos restos seccionados transversalmente, aparecen destruidos. 217 MICROFOTOGRAFIA N.» 5 Zona del tumor mixomatosa. MICRO!OTOGRAFIA N.» 6 Zona en que predomina substancia mucosa. 218 tografía N." 2). Estos elementos se pueden ver entre las fibras musculares, en su mayor parte destruidas. (Micro- fotografías N.° 3 y 4). Unida a esta estructura histológica, se observan zonas de transformación mixomatosa, en la cual se ven las células aisladas en una abundante masa de mucus. (Microfotogra- fía N.° 5). Además, es frecuente ver células, tanto con al- teraciones regresivas, - células redondeadas, con núcleo MICROFOTOGRAFIA N.° 7 Zona, del tumor en que predominan las formas redondeadas, unas con protoplasma vacuolado y otras plurinucleadas. picnótico,- o con procesos que muestran una mayor acti- vidad celular: células bi y pluri nucleadas. (Microfoto- grafía N.° 7). El desarrollo de metástasis que siempre son numerosas, ha sido explicado por la penetración de células en la circula- ción, (Microfotografía N.° 8), o por difusión del virus (Pentimalli). Los resultados en la transmisin exige para el mejor éxito no sólo la especie Gallus, sino también debe tenerse muy en 219 MICROFOTOGRAFIA N.o 8 Embolia neoplásica en una rama porta, en el higa lo. MICROFOTOGR71 FIA N.» 9 Metástasis pulmonar alrededor de un bronquio (a), que aparece a lo largo. En este nodulo predominan los elementos redondos. 220 MICROFOTOGRAFIA N.u 10 Otra me a;ta2Í'«pulmonar, con predominio fusiforme. MICROFOTOGRAFIA N.° 11 Del preparado N.° 1, visto con mayor aumento. 221 MICROFOTOGRAFIA N." 12 Del preparado 5, visto con mayor aumento. MICROFOTOGRAFIA N.° 13 Infiltración sarcómatosa del ovario. 222 cuenta, el parentesco dentro de la misma raza, y así lo ha observado también Petimalli; después de numerosas genera- ciones de pasajes, es posible tener desarrollo de tumores en gallinas de otras razas. Además de estas condiciones, de- ben elegirse animales jóvenes y vigorosos, los enfermos y viejos no desarrollan tumor. El sitio de inoculación es muy importante para obtener desarrollo de tumor, a pesar de que hay autores (como Pe- limalli), que creen en la poca importancia que éste tiene, puesto que siendo siempre el tejido conjuntivo el que reac- MICROFOTOGRAFIA N.° 14 Del preparado anterior, observado con mayor aumento. ciona y produce el tumor, éste se debe desarrollar en todo el organismo. Por otra parte, Peyrón ve en esta neoplasia un tumor muscular, (Rabdomioma). Para ésto se basa, en que después de la inoculación del filtrado del tumor en el músculo pectoral, ve como elemento predominante, células que tendrían los caracteres del mioblasto, que denomina miocito. Esta proliferación de células sería provocada por la exis- tencia de un virus, puesto en duda por unos (Itchikawa) y aceptado por otros, algunos de los cuales llegan a conside- 223 raido polivalente, desde que en los tumores perifonéales se lia observado proliferación de las células de la serosa, pero que tendría la propiedad de ser fuertemente miotropo (Peyron). Es indudable que por lo que al factor etiológico se refie- re, y a su histogénesis, este sarcoma, si se lo compara a los tumores malignos conocidos, aún entre los espontáneos de los animales, es un tipo muy especial, derivado de su modo de transmisión, que se aleja por completo de la experimen- tación con los demás tumores. Si bien la estructura histológica, su evolución, su desarro- llo infiltrativo y metastásico caracteriza bien al sarcoma, 1a poca participación que el elemento celular vivo toma en la transmisión, así como la reacción de tejidos con elementos inflamatorios en el sitio de la inoculación, ha sido causa para que algunos autores hayan querido ver en esta neoforma- ción un pseudo tumor inflamatorio, modo de ver que no com- parto, en presencia del cuadro de una evolución e histopa- tologia tan característica, que si bien no permite, ya que se alejan tanto de la patogenia de los tumores conocidos, for- marse un juicio definitivo, pensamos con Roussy, que hasta nuevas adquisiciones, debe considerarse a este sarcoma como un tipo aparte. 224 LAMINA N.° 1 • Sarcoma trasmitido con predominio de elementos tuso celulares en A' con mayor aumento LAMINA N.° 2 Otra zona del mismo tumor con abundante substancia intercelular mucosa. En esta zona predominan los elementos redondos, ob- servados en B ' con mayor aumento. LAMINA N.° 3 Trombosis neoplásica en el hígado. En, B' infiltración neoplásica entre las trabéculas hepáticas. LAMINA N." 4 Zona ele tumor a células redondas LAMINA N.° 5 Ovario con infiltración sarcomaíosa. En A, un nodulo sarcomatoso BREVES CONSIDERACIONES RESPECTO A LOS TRABAJOS EFECTUADOS EN EL SERVICIO RADIOLOGICO por el Dr. GABRIEL MoNER JEFE DE RADIOLOGIA Las condiciones técnicas de instrumental han sido hasta la fecha provisorias; hemos contado únicamente con un apa- rato universal Siemens, y con ello la radioterapia puesta en práctica, no ha podido estar en las condiciones de alta pe- netración necesarias para considerarlas como las más mo- dernas y en la eficacia indispensable para juzgar los resul- tados obtenidos como definitivos, hasta tanto no funciona- ra el gran aparato Multivolt, cuya demora es debido a in- convenientes de su instalación, que ha estado a cargo de la casa Siemens. Han abundado los enfermos de tumores malignos, v con toda clase de localizaciones, superficiales unas y profundas otras, fácil o difícilmente accesibles a la acción de los ra- yos. Los resultados obtenidos no es el objeto de esta breve consideración, pues no hay elementos de juicio suficientes para poderlo hacer en forma científica. Unicamente, uno de los aspectos de los efectos obtenidos, puede merecer una consideración algo importante y una pequeña meditación al respecto. Nos referimos al punto tan debatido en estos úl- timos tiempos, respecto a los efectos de la dosis irritativa de Leitz y Wintz. 225 Analizar este punto es el objeto de estas breves conside- raciones, creyendo que es un punto esencialísimo en radiote- rapia el concepto definitivo que se tenga sobre tal cuestión. Es en el único punto en el que podemos aportar una abun- dante cantidad de material de observación, impuesto por las circunstancias especiales en que hemos tenido que desen- volver nuestras actividades. Podemos llegar a conclusiones casi categóricas y que coinciden en un todo con la tendencia actual, al apreciar este asunto por diferentes radiólogos y biólogos. Las leyes fundamentales de Krónig, asi como la de Seitz v Wintz, me parecieron siempre excesivamente esquemáti- cas para poder ser verdaderas en la biología. Siempre me ha parecido sumamente complejo todo lo biológico para po- der ajustarse en forma simple y categórica a una ley fí- sica. Sabido es cómo en terapéutica, la posología es el ca- pítulo más elástico; sus límites son muy anchos en ciertos casos, y en otros parecen más estrechos, pero no es así, sino relativamente a la acción de la unidad en cada caso. Como es sabido, Seitz y Wintz, por un lado, Eriedrich por otro, establecieron una escala de dosificaciones radioló- gicas. Las primeras dificultades estaban en definir las do- sis; se llegó a ello aunque no en forma tan fácil como con otra clase de medicamentos. Se pudo llegar a determi- nar un cuantum de energía radiógena en un punto dado del cuerpo y luego se pasó, en forma para mí excesivamente sim- plista, a definir la dosis para cada uno de los tejidos. Es decir, se llegó a establecer el coeficiente de sensibilidad de cada uno de los tejidos a la acción de los rayos, aceptando la ley fundamental de Krónig que admite que ella sea siem- pre la misma, sea cual fuere la cualidad de los rayos emplea- dos. Y así como se estableció el coeficiente de sensibili- dad de los principales tejidos y órganos normales, se esta- bleció el de los patológicos. Se dijo dosis carcinomatosas, do- sis sarcomatosa, etc., y Wintz estableció también el cuantum de la dosis irritativa carcinomatosa. ¿Puede aceptarse ca- tegóricamente y sin restricciones este concepto? Creo que no; la experiencia obtenida en un año de radioterapia en el Instituto de Medicina Experimental, me obliga a no admitir como verdadero tal concepto; por lo menos en universalidad. Podrían existir casos en que efectivamente se note que una aplicación de rayos active el proceso neoplásico, pero esta actuación, cuando se presenta, no es en forma tan manifies- ta como para asegurar categóricamente que ha sido debida 226 exclusivamente a la dosis usada y menos, que siempre y por ley general tenga que suceder asi. El instrumental provisorio usado durante este primer año de trabajos en el Instituto, forzaba a que siempre, en los tumores profundos, y en algunos superficiales, pero de mu- cho espesor, como en la mama, no llegáramos nunca a poder dar la dosis homogénea del 130 0)0 de la eritematosa preco- nizada por Wintz, como la necesaria para la destrucción ce- lular del carcinoma. Y si nos quedábamos por debajo de di- cha dosis, y muy frecuentemente en los límites de la dosis irritativa, porque no se han visto estos efectos de latigazo en el crecimiento, como se sostenía que ocurría en los carcino- mas? Seguramente que los éxitos hubieran sido más nu- merosos a haber podido disponer de irradiaciones más pene- trantes; eso es indudable, pero en cambio 110 hemos visto los fracasos que tanto se temían y que deberían ser forzo- sos, en el sentido de rápido crecimiento de la neoplasia irra- diada con dosis irritativas. Y esto es lo que no he podido comprobar. En cambio, en ciertas neoplasias fácilmente accesibles, superficiales, he visto fracasos que no podía'n en absoluto atribuirse a defectos de dosis, pues se había in- tentado toda clase de posología y no obstante ofrecían una total rebeldía a la acción de los rayos. El problema creo que es sumamente complejo; una parte de él será físico, induda- blemente, pues primero se tiene que saber cuánto se admi- nistra de un medicamento, para poder juzgar de los efec- tos. Esto se consigue hoy relativamente bien, con los apa- ratos de medición. Pero esto es solamente una parte del problema. La otra es el tumor mismo, en un individuo dado. Es decir, que considero que cada portador de tumor, es un caso que tendrá su posología y reacción especial a ésta. Pero así como en general se puede admitir que los carcinomas, necesitan dosis superiores a 1a eritematosa para obtener su curación o mejoría, creo no puede decirse lo mismo de las dosis irritativas. Precisamente éstas son las que en gene- ral no producen el efecto indicado por Seitz y Wintz. La observación que sirve como fundamento de esta corta comunicación, se refiere a irradiaciones practicadas en los siguientes enfermos: Cáncer de matriz 79 ,, ,, mama 76 Epiteliomas cutáneos 109 Cáncer de lengua 32 Epiteliomas de labio 31 227 Carcinomas de recto 10 Cáncer de faringe 22 ,, ,, laringe 7 ,, „ parótida 6 Epiteliomas del pene 5 Sarcomas : 25 Linfosarcomas 11 Osteosarcomas 11 Son 155 casos de carcinomas de matriz y mama, irradia- dos insuficientemente, según el tipo de dosis establecida por Seitz y Wintz, no han ofrecido, en ningún caso, la demostración de los efectos de tal dosis irritativa. Esta- bleciendo estos autores como tal dosis la del 40 o|o de la eritematosa, podemos asegurar, que, obligados por las cir- cunstancias especiales del instrumental, en la mayoría de los casos, hemos quedado reducidos a tal dosis, especialmen- te en los tumores de matriz y mama, y no obstante los re- sultados obtenidos, pueden considerarse en conjunto como •más beneficiosos que en los carcinomas de faringe, lengua, algunos epiteliomas cutáneos y pene, en que la dosis ad- ministrada fué siempre más aproximada a la carcinomatosa de Seitz y Wintz y, no obstante, como decía, los fracasos fueron más manifiestos que en los de mama y matriz. Es decir, que no sólo es una cuestión de dosis para conseguir la curación o modificación favorable de la neoplasia, sino que depende de esta misma en cada caso aislado, de su lo- calización y naturaleza, así como de una serie enorme de factores que todos juntos constituyen los caracteres biológi- cos de un tumor. Indudablemente que la acción de los rayos será tanto más eficaz cuanta mayor elasticidad tengamos en el modo de poder aplicar la dosis que se crea necesaria en cada caso, y que la mayoría necesitan de dosis altas, tipo Seitz-Wintz. Es innegable, pero de esto a decir que, cuan- do no se llega a estas dosis se excita, se ir 1 ita el crecimiento de la neoplasia, creo hay una enorme diferencia y mis obser- vaciones me obligan a negar tal afirmación. La conclusión a que puedo llegar en un año de radiotera- pia, con elementos insuficientes, en el sentido de penetra- ción, es de que, así como fracasan muchos casos tratados por rayos y no por defectos de dosis (epiteliomas cutáneos), otros mejoran y curan en las mismas condiciones, otros no se modifican y ninguno ha ofrecido manifestaciones claras de que los rayos hubieran ocasionado un crecimiento rápido bajo la acción de las dosis insuficientes. Creo más en los de- 228 sastres ocasionados por la super-dosificación que en el fan- tasma de la Reiz-dosis. En cuanto se disponga del multivolt, que nos permita el uso de la dosis que se quiera- a la profundidad deseada, en- caminaremos nuestros estudios y observaciones, hacia el uso de amplias modalidades de irradiación, no sólo diri- gidas, contra la neoplasia misma, sino sobre órganos cuya función sospechamos tienen un papel muy importante en la biología de los tumores. Nos anima la convicción de que tendremos en nuestra mano un elemento de acción efi- caz, ya demostrada, sobre muchos órganos (especialmen- te los de secreción interna), y que sólo es cuestión de tra- bajo y observación para poder ir contribuyendo al mejor conocimiento de la vida y por tanto de la etiología de las neoplasias. En el sentido experimental, nos hemos trazado el siguien- te plan: ¿Qué influencia tienen los órganos de secreción interna en el desarrollo de las neoplasias? ¿Cómo se hacen radio-refractarias ciertas neoplasias? Son los fracasos simples ejemplos de maneras de hacerse resistentes las neoplasias? o expuesto de otro modo - siendo toda neoplaia radio sensible, pero variable su coeficiente de sensibilidad, 'puede ser éste el punto esencial que explique su modo peculiar de reaccionar a la acción de los rayos y no se- ría, por tanto, lo peor el uso de una dosis única, tipo uni- versal? ¿Cómo determinar el coeficiente de sensibilidad en cada caso? He aquí bosquejado a grandes rasgos el plan de investi- gación que nos atrae para los próximos tiempos en eme po- damos contar con aquellos elementos necesarios para po- nerlo en práctica. Aún fracasando en nuestro empeño, se- guramente que alguna buena y útil observación, nos será dada en premio a nuestra labor. 229 RADIOTERAPIA Sobre dos casos de epiteliomas de larga evolución, curados por radioterapia (1) POR EL Dr. JUAN ANTONIO ORFILA DEL SERVICIO DE RADIOLOGIA La radioterapia superficial ha sido empleada con éxito en dos enfermos con epiteliomas de vieja evolución que han llegado al Instituto en el más completo abandono terapéu- tico y que en la actualidad son dados de alta, habiéndose conseguido no solo detener y curar la lesión sino efectos estéticos como son prueba concluyentes el estado actual de dichos enfermos, cuyas historias clínicas son las siguientes: i.er caso.-Ficha N.° C03.- Ingresa el 6 de Noviembre. 63 años. Italiano. Obrero. Antecedentes hereditarios.-No tiene antecedentes de tu- mores. Antecedentes personales.-A la edad de dos años sufre una grave quemadura en mano y brazo derecho, habiendo quedado desde esa fecha con una retracción cicatricial de sus dedos anular y meñique que persiste en la actualidad. Enfermedad actual.-Hace 8 años sufre un traumatismo en la mano derecha que le produce una herida en la cara dorsal del anular, que da lugar a una pequeña ulceración (1) Enfermos presentados en la sesión mensual del Instituto del mes de Mavo. 231 qUe persiste sin causar mayores molestias al enfermo, hasta que a los cuatro años le obliga a solicitar los servicios de un colega, quien le practica una cauterización con termo, sin resultado alguno. Su lesión se extiende y gana la cara dor- sal de la mano; se torna dolorosa hasta el punto de impe- dir el sueño del enfermo. Es atendido en los hospitales San Roque e Italiano, don- Fot. N.° 1 de se le cauteriza nuevamente y se le ofrece un tratamiento quirúrgico que el enfermo rechaza. Desde esa fecha hasta la actualidad, se ha aplicado pomadas a base de analgési- cos, sin haber logrado ninguna curación, lo que le decide in- gresar a este Instituto con el siguiente estado actual. Pre- sentaba una ulceración que se extendía desde el borde cubi- 232 tal hasta el radial y desde la muñeca hasta la raíz de ¡os dedos y parte de la cara dorsal de los dedos anular y me- ñique, ulceración rodeada de un borde endurecido, cubierta de pequeñas costras que se desprendían fácilmente dejando al descubierto una superficie ulcerada que sangraba. En partes existían pequeñas superficies ulceradas que contri- buían al mal aspecto de la lesión. Se practica una biopsia, haciéndole el diagnóstico de epi- Fot. n.° 2 Idioma pavimentóse y se inicia el 18 de Noviembre su tra- tamiento radioterápico. Se le practican 7 aplicaciones con rayos semi-duros bajo filtraje 3 m.m. de AL con 15 días de pausa. A los 45 días se nota una notable mejoría. Des- pués de su 7.a aplicación, se le da de alta completamente cu- 233 rado. Su epitelioma ha desaparecido, dejando en su tugar una cicatriz blanda y elástica, que le permite al enfermo 1a f lexión de su índice y del dedo grande, persistiendo sus dedos meñique y anular en garra. Foto. N.° 2. 2." caso.-Ficha N." 154.- Ingresa al Instituto el día 27 de Diciembre. Italiano, 62 años de edad. Jornalero. Antecedentes hereditarios y personales.-Sin importancia. Fot. N.° 3 Enfermedad actual.-Hace 6 años se le forma una peque- ña ulceración en el dorso de la nariz a consecuencia de un pequeño traumatismo, ulceración que se hace tórpida, in- dolora y que aumenta de tamaño hasta llegar al de una mo- neda de 20 centavos. En el hospital Italiano se le practica un curetaje y le ha- cen un injerto con piel de la región frontal. 234 Se le da de alta curado. A los dos años vuelve el enfer- mo con una recidiva en su cicatriz. Se le propone una nue- va intervención que el enfermo rechaza y desde esa fecha su lesión aumenta de tamaño, invade toda la nariz, se torna dolorosa, se ulcera hasta llegar al siguiente estado actual. Estado actual.-En la región nasal existe un tumor que invade parte del frontal y ambas regiones naso-genianas, tumor del tamaño de un puño, ulcerado, sanioso, que sólo Fot. N.° 4 ha respetado los orificios nasales que se encuentran recha- zados hacia la izquierda; tumor que desfigura enormemente al enfermo y que sólo pueden dar una idea las Fotos. 3 y 4. Las partes ulceradas sangran fácilmente, exudan un liquido sero-sanguinolento de un olor fétido. Las partes de piel que recubren el tumor, están surcadas de una marcada red venosa. La hendidura palpebral derecha se encuentra re- 235 chazada y disminuida cíe tamaño. En ambos ojos la visión está conservada. No hay ganglios. Se le practica una biopsia y se comprueba el diagnóstico de epitelioma de tipo baso-celular. (Ver microfotografia N.° 1). El día 3 de Enero recibe su primera aplicación, rayos semi-duros, filtrados con 3 m.m. AL. Se le ha- cen en total 4 aplicaciones con una pausa de 20 días. Des- Fot. N.° 5 pues de la primera, se redujo notablemente de tamaño, ha- biéndose vaciado la parte central del tumor. En la ac- tualidad ha desaparecido su lesión epiteliomatosa, persis- tiendo sólo un foco de supuración. (Fot. 5 y 6) . Exami- nado radiográficamente, se comprueba una destrucción de los huesos propios de la nariz y parte de las apófisis ascen- dente del maxilar superior y del malar, encontrándose en las 236 partes óseas destruidas un foco de osteítis cuyo tratamiento escapa a la acción de los rayos X para caer en los domi- nios de la cirugía. En estos dos enfermos la radioterapia ha dado óptimo re- sultado, que nos comprueba la eficacia de este tratamiento en los epiteliomas baso-celulares que son los más favorables. Esta clase de epiteliomas que son formas a desarrollo lento Fot. N.° 6 que no clan jamás ganglios ni metástasis a distancia, pero que son capaces por una extensión progresiva de invadir gran parte de la cara y de producir enormes destrucciones en superficie y profundidad que interesan los cartílagos de la nariz y el esqueleto óseo, son formas a los cuales la ra- dioterapia debe sus más bellos éxitos. Son los casos de evo- 237 MICROFOTOGRAFIA N." 1 Brotes epiteliales conatipía del ep. cilindrico. En la microfotografía se observa con más aumento. MICROFOTOGRAFIA N.° 2 238 Ilición más corta de 3 a 6 meses, donde la acción de los rayos es más eficaz, haciéndose más radio-resistentes mientras su evolución es más antigua. Pero para obtener éxitos in- mediatos hay que irradiar con la dosis máxima en las pri- meras aplicaciones, ya que existen casos desfavorables en los cuales después de una notable mejoría se tornan radio- resistentes y las dosis siguientes son menos eficaces. 239 LA INFLUENCIA DE IONES RbSeO3SeO4 Sobre la respiración de las células normales y neoplásicas (1) Por el Dr. d. H. F^offo Dr, S. M Neuschlosz En la evolución de los tumores malignos, se observan, en relación con los tejidos normales, alteraciones profundas en el metabolismo. Esto es especialmente interesante, en cuanto a las oxidaciones se refiere. En trabajos anteriores, y especialmente los de Russel y Wooglom, del Instituto del Cáncer (2) de Londres, se han señalado datos muy impor- tantes, en que la intensidad respiratoria de las células cance- rosas es menor que el de las células normales. Comparadas ias primeras entre sí. la intensidad es tanto más fuerte cuan- to más rápida es la evolución del tumor de que se trata. Estos resultados controlados en la seccón de química de este Instituto por el Dr. Neuschlosz, con la acción de m-dinitro- bencene sobre las cédulas normales y neoplásicas y la acción de varias substancias tóxicas sobre los mismos, hemos creído de interés, aplicar este procedimiento en otras investigacio- nes relacionadas con la patología y terapia de los tumores malignos. En esta comunicación sól onos vamos a ocupar de (1) Presentado en la sesión mensual del personal técnico del 27 de octu- bre de 1923. (2) Russel y Wolgron: The Imperial Cáncer, R. F. 1921. 241 los resultados de las investigaciones efectuadas con el sé- lenio y el rubidio, sobre las células normales y neoplásicas, por una parte, y por otra, de la analogía de función del te- jido embrionario y neoplásico. La técnica seguida en estas experiencias, ha sido la de Hígado de rata adulta n. Hígado de rata joven n. Hígado de rata c. tumor Tumor de rata Hígado de rata adulta n. Hígado de rata joven n. Hígado de rata c.tumor Tumor de rata Hígado de rata adulta n. Hígado de rata joven n Hígado de rata c. tumor Tumor de rata Hígado de rata adulta n Hígado de rata joven ri Hígado de rata c.tumor Tumor de rata Hígado de rata adulta n. Hígado de rata joven n. Hígado de rata c. tumor Tumor de rata 242 Lipschitz, empleando el m-dinitrobencene, polvo insoluble en el agua y que se reduce por la acción de los tejidos vi- vos, formándose el m-nitrofenilhidroxilamina, que es so- luble en agua, la que toma entonces una coloración amari- llenta. Según Wieland, las oxidaciones biológicas estarían subor- dinadas, no a la migración del oxígeno, pero sí a la del hidrógeno (cuerpos aceptóles de hidrógeno). En el me- Hiqsdo da rata normal Sarcoma de rata tabolismo celular el m-dinitrobencene reemplazaría al oxí- geno, formándose en esta reacción, en lugar de agua, m-ni- trofenilhidroxilamina. 243 Los tejidos son seccionados en trozos pequeños en forma de pasta homogénea, se hacen porciones de 0,5 grs. que se co- locan en tubos, agregándoles siempre 5 c.c. de liquido más 0.2 mgs. de m-dinitrobencene en polvo. Después de veinte horas se sacude bien la mezcla, se filtra y se agrega a 3 c.c. del filtrado, la misma cantidad de alcohol a 95o. Después de filtrar nuevamente, se determina la cantidad de m-nitro- íenilhidroxilamina por colorimetría, habiéndose empleado el colorímetro de Authenrieth. Para poder comparar los re- sultados obtenidos, cada experiencia fué efectuada en pre- sencia del hígado normal como control, habiéndose señalado en 100 el grado de reducción causada por este tejido, cal- culándose el poder reductivo de los otros tejidos en p.c. de aquél. Como animales de experimentación hemos empleado a la rata blanca normales y con tumores trasplantabas de la co- lección del Dr. Roffo. En la primera serie de experiencias, hemos comparado los efectos de sales de rubidio y de se- lenio sobre el hígado y el bazo de ratas adultas normales, de ratas recién nacidas o fetos y de ratas con tumores, con sus efectos sobre el tejido neoplásico de animales de esta especie. Las cifras indicadas en las tablas significan el aumento o disminución causada por la substancia en el caso correspondiente. Las sales ensayadas han sido: CIRb al ijiooo. SeO3.Na2 al i|iooo. SeOLRb2 al iliooo y además para hacer posible unabuena comparación, dos sales sin efecto especial sobre los tumores: C1K al 111000. (NO3)2.Ba al 1I5000. Los cuadros que van a continuación y donde han sido resu- midas las experiencias, demuestran que las dos sales C1K y (NO3)2.Ba se comportan de igual modo en presencia de todos los tejidos: normales y neoplásicos, mientras que las sales de rubidio y de selenio presentan efectos enteramente distintos según la especie de tejido de que se trate. Se des- prende de esta observación que las diversas sales de Rb y de Se no presentan entre sí, sino diferencias cuantitativas, ac- tuando todas las sales empleadas, tanto de rubidio como de selenio, de un modo semejante. Como resultado de la mayor importancia tenemos: que el selenio y el rubidio aumentan la respiración de las células 244 normales de animales adultos (v. cuadro I-III), mientras que la disminuyen, cuando se trata de células normales de animales recién nacidos, embrionarios o de células neoplá- sicas. (V. cuadro II-IV-VII). Estos ensayos efectuados con tejidos de rata, han sido i épetidos con células de un carcinoma de mama humano, 1 Hígado de rata normal adulta Exp, N o 34 35 36 40 ic'r./oo medio 0 4-25 + 20 + 19 15 C1K. . . CIRh. . SeO^Na^ ScOÍRb2 (NO )2Ba + 29 4-21 + 33 -2 + 16 +6 -14 + 31 + 24 -15 1 ||^ L II (gado de rata joven Exp. N o ' 34 35 36 40 lérmino medio cwik. . . - -0 -2 - - 1 CIRb. . -33 -16 - 16 - -22 SeO3Na2 -24 -24-25 -24 SeO4Rb2 -29 -7 - 18 (N03)2Ba ■- - 12 -18 - 1 1 -15 III Hígado de rata con tumor - - _ - - - -i tixp. N.° 32 34 34p 35 36 lérmi- medio C1K -6 -4 -5 CIRb ¿-57 + 12 + 17 4-22 b 29 + 27 SeO Na b43 +25 + 9 - + 24 + 25 SeO4Rb 1-2 + 2 + 7 - + 4 (N03)2Ba - - - -12 -12 -12 IV Sarcoma de rata Exp. N.° 32 34^ 34í> 35 37 érmi- no medio 5- -38 -51 -18 -40 -17 C1K CIRb ScO3Na2 SeO'K SeO Rb2 1 NO ) Ba 1 3 7 2 1 2S2 1 1 1 1 1 -37 -34 -22 -64 -62 -62 -37 -37 -17 -33 -44 VI Bazo de rata normal adulta Exp. N ° 35 35 C1K -5 _____ ,ClRb -8 - SeO^Na, - + 20 (NO^/a - - 8 Bazo de rata joven. Exp. N.° 36 SeO. Na^ - 12 VIH Bazo de rata con tumor. Exp. N.° 35 36 C1K ClRb SeO Na (Nü^Ba + 2 + 13 - 11 -14 -9 IX Tumores humanos Exp. N.° 33 33 de mama ganglio WRb + 16 -38 SeO K 4 2 + 31 -31 SeO Na -41 - 56 SeO Nb 4 2 -25 -51 Ratas tratadas en vivo con Rb Exp. ,N.° 39 44 Tumor 89 80 Bazo 74 87 Hígado 100 100 XI Ratas sin tratamiento Exp, N.° 32 35 Tumor 119 119 Bazo 150 129 Hígado 100 10C 245 XII Sin tratamiento Exp. 38 Hígado de la madre 100 XIII CHANCHITAS PREÑADAS Con inyecciones de Rl). Exp. 42 Hígado de la madre 100 XIV Ex.p. 43 Hígado de la madre 100 comprobándose en este caso los resultados anotados más arriba. (V. cuadro IX). El efecto reductor estudiado in vitro, ha sido comple- tado con investigaciones in vivo; al efecto se ha inyectado en las venas de las ratas con tumor y chanchitas de India preñadas, CIRb, comprobándose en este caso los hechos ob- servados anteriormente: disminución de la respiración del tejido neoplásico y embrionario en relación con el tejido nor- mal adulto (v. cuadro X-XI-XII-XTII-XIV) 246 FE DE ERRATAS Pag. 46-Microfotografía N. 20 dice: dos quistes hidáticos etc; debe de- cir: quiste hidático muerto. Pág. 48-Dice láminas 6 y7, debe leerse láminas 6 y 10: dice lámina 7 debe leerse lámina 11, dice lámina número 12, debe leerse 1. Pág. 51-Presentado en la sesión mensual del Instituto del mes de Mar- zo de 1923. Pág. 77-Presentado en la sesión mensual del Instituto del mes de Octu- bre de 1923. Pág. 84--Línea 16 dice Se o 4 R b, debe decir Se o 4 Rb 2 Pág. 84-Línea 17 dice Se o 4 R b, debe decir Se o 4 Rb 2 Pág. 87-Presentado en la sesión mensual del Instituto del mes de Octu- bre de 1923. Pág. 129-Presentando en la sesión del Instituto del mes de Setiembre de 1923. Pág. 153-Presentado en la sesión del Instituto del mes de Marzo de 1923 Pág. 179- Falta bibliografía. Friedenwal et Growe.-Le Taux de la toierance glycosee du sang dans le diagnostic du cáncer de la appareil digestif.-The American Journal ofthe medical Sciences. Pag: 313 1921. M. Loeper, J Forestier et J. Tonnet.-Les modifications humorales des cancereux.-París Medical. Numero 7.-Febrero de 1923 Le Noir, Richet fil et Mathieu de Fossey.- Etude de la glycemie dans les cancers du tube digestif. Soc. Med. des Hopitaux. Abril 1923 Le Noir, Richet fil et Matieu de Fossey.- Etude de la glycemie dans l'ulcere et dans le cancers de le estomac. XV Congrés Francris de Medici- ne. Strasbourg.- A. Baudouin.- Etude sur Quelques glycemies. These. París. 1908. Otto Folin and Hsien Wu.-A system of blood analysis.-The Journal of Biological Chemistry XXX111. Página 81. 1919. Pág. 181. Presentado en la sesión del Instituto del mes de Octubre de 1923. Pág. 201-Presentado en la sesión del Instituto del mes de Marzo de 1923. Pág. 241-Línea 12 dice del m-dimitro debe leerse de m-dimitro. Pág. 241-Línea 13 dice cédulas, debe leerse células.