TESIS MJtVQOSUUC* FACULTAS 11 XIDICIVA 1S PUEBLA. £a mortalidad ¡y sus causas EN LA Municipalidad de Jzúcar de EiQwiÉ© fi&tjyrt que para su examen profesional de medicina, cirugía y obstetricia, presenta al .Turado calificador mmmm garcía, ii\ alumno de la Escuela de Medicina y Farmacia del Estado L. y S. de Puebla, EXPRACTICANTE DE NÚMERO DEL HOSPITAL “JUÁREZ” Y DE LA PRIMERA DEMARCACIÓN DE POLICÍA EN MÉXICO y de plaza en el Hospital Militar de esta ciudad. PUEBLA. 1889 MISTJII G£L IMPRENTA DE M . CORONA, CHANEQUE NUMERO /. //// co?no t/na c/é£('/'»ianfyeá-¿dctón n/o-/ ¿¿¿''¿¿'na y trí- Ze ¿vwdyyAo- OZ /n¿ éue// . Zr/e y Y'/e'tú/r- Q'/Zaeá/io e/ Z§f¿. 'Mí. ZÉaíÁi tyZ W W * en me/noUa r/e /íf /n;7/evo/é?/cia y arrecio, con yrve -tuno : un o/¿e o/e /a yla¿t/uc/ y edét-mac/ón c¿ yae don acíeec/oi-ed o/e mi^tatáe. INTRODUCCION, ii nUON VENCIDO de mi ineptitud en la actuali- * dad y por consiguiente, desnudo de toda pre- tensión, me atrevo en esta vez á tomar la pluma, obli- gado por el reglamento de nuestra Escuela, confian- do únicamente en la indulgencia que os caracteriza v que es digna de vuestra reconocida ilustración, para tratar como es debido hasta donde mis fuerzas lo per- mitan, el punto enunciado en la carátula de este cua- derno, en el que es por demás advertiros, no encon- traréis otra cosa, que el fruto del trabajo de observa- ción, que me propuse llevar á cabo, desde el momen- to en que por motivos de conveniencia personal, me instalé en esta población, una de las más importantes de nuestro Estado bajo diversos puntos de vista, y que con respecto al de las nociones que interesa ob- 10 tener al médico, yo encuentra desconocida. Por lo tanto, os suplico tengáis en consideración únicamen- te, lo laborioso de mi estudio, para que al juzgar de su fin, me sea dada la satisfacción de oír de vuestros labios, una palabra siquiera, que sin duda será la re- muneración de mis afanes, y que me impulsará infa- liblemente con poderosa mano, á seguir por el espi- noso camino que hoy comienzo con paso vacilante; pero con firme voluntad y resignación suficiente, de- seoso de ser algún día útil á mi patria y á la sociedad. élé f/v/f'io IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS DE ESTADISTICA DE MORTALIDAD Y DE LAS CAUSAS QUE LA PRODUCEN. f jLjOS estudios de estadística de mortalidad, seño- 1 res, son en efecto, uno de los puntos más inte- resantes para el médico; pues atendiendo á las causas que la producen, puede con toda seguridad arreglar su conducta, con respecto al tratamiento de las diver- sas afecciones de que son atacados los individuos, de- bido á las condiciones de clima del lugar en que vi- ven las particularidades de sus costumbres, para que de este modo, el médico haga que disminuya el contingente de casos desastrosos, que con frecuencia se observa, cuando aquellos factores no se conocen, ni se tienen en cuenta á la cabecera del enfermo. Mas estos estudios, para que sean fructuosos, de- ben ser relativos, y hechos con la mayor exactitud, con los más minuciosos detalles, y sobre todo, con un orden de frecuencia inquebrantable, pues es de tener- se en consideración lo que dice en el primer párrafo del Prefacio de la obra de Patología interna de los Sres. Laveran v Teissier. “Que la medicina es una •‘ciencia de observación; que se completa y se trasfor- “ma. sin cesar; pudiendo asegurarse, que no llegará ja- “más á ser una ciencia exacta ni finita como la Quí- “mica por ejemplo, pues que el organismo humano es “un reactivo mucho más complexo y más variable, que “los cuerpos sobre los cuales el químico experimenta “y susceptible de infinidad de modificaciones, que le “hace sufrir el medio cósmico en que el hombre está “destinado á vivir, pues de día en día, nuevas son las “predisposiciones morbosas que engendran en él, el “cambio de habitudes, de clima, de régimen, de in- “fluencias hereditarias, etc. Tal enfermedad muy fre- cuente en una época, llega á ser, al cabo de cierto “tiempo muy rara, y acaba aún por desaparecer, mien- tras que aparecen nuevas entidades morbosas, dan- do lugar esto á que los tratados de Patología enve- jezcan, y á que nunca haga falta material para con- tinuos ó indispensables trabajos, en bien de la hu- •‘inanidad doliente.” DESCRIPC10N GEOCRAFICA Y BREVES APUNTES HISTORICOS DE LA POBLA- CION DE IZUCAR DE MATAMOROS Y LUGARES DE SU VECINDAD. La ciudad de Izúcar de Matamoros (antigua Ttzo- can), cabecera del Distrito del mismo nombre, uno de los veintiuno que forman el Estado de Puebla se ha- lla situada á los 18° 36' latitud N. y 39° 36’ 10” 5 longitud E del meridiano de Tacubaya. Su altura so- bre el nivel del mar, según diferentes datos, es de 1.290 metros. (J y 13 La situación de Matamoros, puede decirse que es importante: su colocación al S. del Estado, en lo que vulgarmente se llama la boca de la tierra caliente ha- rá que, con el tiempo, sea el depósito natural de las producciones del Sur de la República; y la construc- ción de ferrocarriles, facilitando la comunicación, en- tre ésta y las demás poblaciones vecinas, contribuirá poderosamente á su desarrollo. El clima que se goza la mayor parte del año es tem- plado y sólo el de los meses de Abril á Junio, es ca- luroso. La ciudad se encuentra dividida por el río del mis- mo nombre, el cual se conoce antes de entrar á la po- blación con el de “Río de los Molinos.” Atraviesa éste la población de N. á S. y de sus aguas se surten los habitantes, tanto para sus riegos, como para los usos generales de la vida. 1 i a ciudad comprende la parte central, circundada por once barrios, habitados éstos, casi en su totalidad por indios que conservan sus antiguas costumbres, y cuyos lotes que consisten en huertas, son las que les proporcionan medios para su subsistencia. No es posible dar una noticia exacta de la pobla- ción de esta ciudad, por la absoluta carencia de datos, sólo daré una aproximada, tomándola en parte, de los empadronamientos hechos por la Secretaría del Mu- nicipio, y de los registros de los curatos de las parro- quias de Santa María y Santo Domingo. Según estos datos se puede calcular que la pobla- ción de Matamoros, no baja de 9.500 habitantes, de los cuales, las cuatro quintas partes son indígenas. 14 La forma de la ciudad es irregular, lio conservan- do sino una pequeña parte de ella, algo que indique que está habitada por gente civilizada. La área que ocupa es muy extensa, recorriendo ca- si una legua de N. á S. y otro tanto de E. á O. Las casas casi en su totalidad, están construidas de un so- lo piso, pues únicamente hay tres que tienen segundo, usándose en todas materiales malísimos y peores re- glas arquitectónicas para su construcción. Los edi- ficios públicos carecen de interés, tanto por las razo- nes ya expuestas, como porque á excepción de las iglesias no hay ninguno destinado á un objeto parti- cular. Los tres templos que están abiertos al culto cató- lico, no son gran cosa, pues aunque el de Santo Do- mingo es espacioso, no tiene regularidad en su [llan- ta y su ornamentación interior, está absolutamente descuidada y en desorden. Posee la ciudad un Hospital, que lleva el nombre de “Hospital de San Juan de Dios,” y el cual está ex- pensado en parte por el Ayuntamiento, y en parte, por algunos capitales que le dan un exiguo rédito, bastando esto en cuanto cabe, para cubrir las necesi- dades más indispensables de este Establecimiento. El edificio que antiguamente estaba destinado pa- ra casa de corrección, en la actualidad está ocupado por las oficinas del Gobierno; las cuales consisten, en la Jefatura Política, los Juzgados 1. c y 2. c de 1. ~ instancia y el del Registro Civil, la Sala de Cabildos del Patriótico Ayuntamiento, una cárcel con depar- tamentos para hombres y mujeres y un Observatorio Meteorológico, el cual contiene también, una peque- ña Biblioteca y un aparato Telefónico, que hace co- municar la población con las principales haciendas de sus alrededores. Hay dos escuelas principales, una para niños y otra para niñas en las que se da regular instrucción. Tiene dos jardines, los que á pesar de la exuberan- cia de la vegetación están descuidados y casi incultos. Sus calles son tortuosas y sumamente irregulares en su piso. Según todos los datos que se pueden obtener, apa- rece que tanto en la cabecera como en las demás po- blaciones de la municipalidad, es mayor el número de defunciones que el de nacimientos, cosa increíble pues esto daría por resultado el despoblamiento completo al cabo de un cierto número de años; y probablemen- te lo que sucede es, que los padres de familia tal vez mal aconsejados y llenos de infundada preocupación, no registran el nacimiento de sus hijos, conforme á la ley. La historia antigua de esta ciudad, es poco conoci- da. Dependiente en los días de la conquista del Im- perio Mexicano, había un cacique tributario, que do- minaba parte de lo que hoy compone el distrito. Probablemente era casi el límite del Imperio aun- que no se sabe, si ya comenzaba el Reino Zapoteca ó había otras tribus intermediarias. Por el idioma que se habla hasta el Distrito de Za- ragoza (Guerrero), se concibe que aun dominaba la raza mexicana en algunas de sus subdivisiones. Algunos restos indican que estos lugares fueron ha- bitados por razas prehistóricas, así lo muestran las habitaciones trogloditas, cuyas ruinas existen todavía en la margen izquierda del río de Matamoros, desde el pueblo de Tatetla hasta un poco más adelante de la cabecera. Cortés en sus cartas al emperador Carlos V., le ha- bla del Reino de Itzocan, á cuyo jefe tuvo que batir antes de emprender el sitio de la capital, reinaba en- tonces en el dicho Itzocan, un primo de Moctezuma 11. Nada notable se sabe acerca de sucesos que hayan acaecido después de la conquista y estos pueblos si- guieron la marcha lenta que los hizo tomar poco á po- co algo de la civilización española. Es probable que desde la época de la conquista ha- ya comenzado el decrecimiento gradual de la pobla- ción indígena, casi general en toda la República y cuyas causas, aun no bien averiguadas, han dado por resultado el decaimiento y degeneración de los pri- mitivos habitantes de este suelo. Siguiendo la narración histórica del Distrito, poco hay que decir, la falta absoluta de crónicas, así como lo exagerado de todas las tradiciones locales, impide el formar un conjunto que pueda manifestar los acon- tecimientos notables durante la dominación española. Hasta principios de este siglo, parece que no hubo acontecimientos memorables capaces de quedar viva- mente grabados en la crónica del lugar, y sólo cuan- do se dió el primer grito de independencia, tuvo eco en gran parte de entre los habitantes de Itzocan. El célebre Morelos fue quien comprendió lo útil que era el situarse cerca de Puebla y en un punto estratégico, para poder comunicarse con el Sur de la colonia y estar vigilando los movimientos del enemigo. Itzoean fué su cuartel general, y en este lugar or- ganizó su ejército, tomando de entre sus habitantes, las mejores tropas que tuvo después. El ilustre Matamoros formó una división de los hi- jos del país, y excursionaba frecuentemente, ya sea por el rumbo de Atlixco, como por el de Cuautla (Mo- relos) avanzando unas veces hasta las puertas de la capital y otras á las de Oaxaca y Valladolid. La ciudad fué unas veces sitiada por los realistas y otras por los insurgentes. Pasados los primeros años y cuando fueron desor- ganizados los promovedores principales de la inde- pendencia nacional, volvió la provincia á entrar en si- lencio y en quietud, que no se interrumpieron sino cuando D. Nicolás Bravo, de acuerdo con Iturbide, levantó una división en este punto, lugar adonde lo había confinado el gobierno español. Después de la Independencia nada notable se sa- be, y se vuelve á hablar de Izúcar de Matamoros al comenzar la guerra civil contra la reacción. El Distrito ayudó con bastantes refuerzos para com- batir á los sublevados de Puebla y habiéndose triun- fado de ellos, este fué el lugar de destierro de más de cuatrocientos jefes y oficiales de los vencidos en la capital. Muchas veces, en esa época, fué Izúcar sucesiva- mente el cuartel general de reaccionarios v liberales y en una vez, á la derrota de los segundos, siguió el fusilamiento del infortunado patriota D. Miguel Cás- tulo de Alatriste, juzgado por Márquez, Zuloaga y Co- bos, no existiendo aún ni la más ligera huella en la esquina N O del atrio de Santo Domingo, que sirva como recuerdo, á los buenos mexicanos, de tan funes- to y lamentable suceso. No pasó mucho tiempo sin que los liberales se apo- deraran del General Francisco Montano, el que fue igualmente ejecutado en represalias. Concluyeron las guerras de la Reforma y de la se- gunda Independencia, quedando el Distrito en la mis- ma situación que el resto de la República. Han pa- sado veinte años y apenas el país comienza á recupe- rarse. Todavía la revolución última de Tuxtepec, vino á turbar la tranquilidad de los aniquilados habitantes de Izúcar de Matamoros. Por mucho tiempo sus campos y poblaciones se vieron destruidas, y la céle- bre batalla de Epatlán sembró de luto á muchísimas familias. Después se ha gozado de paz, y los pueblos aun- que abandonados, poco tí poco se esforzan por enca- rrila rse en la senda de la prosperidad y del progreso. Los ferrocarriles darán gran impulso á la agricul- tura del 1 ústrito, y más si se lleva á efecto la canali- zación del río Atoyac, indudablemente Izúcar de Ma- tamoros será el más rico Distrito de los que com- ponen el Estado de Puebla. El Distrito de Izúcar de Matamoros está dividido en trece municipalidades y tiene una ciudad, cuaren- ta y dos pueblos, seis haciendas y cuarenta y cinco ranchos. La mayoría absoluta de sus habitantes, son indí- genas, como queda dicho al principio de estos ligeros apuntamientos histórico-geográficos, contándose ape- nas, un diez por ciento de raza mezclada. En el cuerpo de la tesis hablaré de lo mucho que inñuyen en algunas causas en el poco incremento de la masa principal de la población, y ahora sólo apunta- ré, que la principal es, la ignorancia y preocupación de la mayor parte de sus habitantes. La vida en general de todas las clases es muy pe- nosa y falta absoluta de comodidades en lo que corres- ponde á lo privado, teniendo que agregarse á esto, el clima abrasador de la localidad que tanto se hace sen- tir en los meses del año que ya dije, así como la nin- guna cultura de la raza indígena y el arraigamiento en ella, de sus preocupaciones y bizarras costumbres. En general, la población está esparcida en diver- sos agrupamientos, estando más condensada en el cen- tro, donde está la cabecera y haciendas inmediatas. El descenso de la mesa central es poco sensible y á pesar de la gran diferencia de altura entre la cabe- cera del Distrito de que me ocupo y la capital del Es- tado, ésta va bajando sobre llanuras, que poco á poco van declinando hacia el nivel del mar. El centro del Distrito, lo compone un gran valle, que sirve de cuenca al río de los Molinos, el cual fer- tiliza la mayor parte de sus terrenos. Muy rico en minerales todo el Distrito, con el tiem- po serán explotadas sus vetas, y puede decirse con verdad, que es muy posible, que llegue una época en que tenga vida propia. Grandes criaderos de fierro, galena, cobre y sales diversas se encuentran en su seno, y en diferentes ex- ploraciones científicas, se ha averiguado que sus man- tos de carbón de piedra son muy extensos. La mayor parte de los pueblos están edificados á las faldas de las montañas ó cerca de alguno de los añu entes de los ríos del Distrito. En general, el terreno está poco provisto de bos- ques y los que hay, son de plantas y maderas, que no pueden servir para grandes construcciones, pero que en cambio son notables, las primeras, por sus propie- dades medicinales y las segundas, por su muy buena clase. Las llanuras carecen de arboledas, probablemente destruidas, para aprovechar terrenos de sembradío. Esta falta relativa de bosques, es indudable que también influya en el despoblamiento del Distrito. Casi es igual en todas las poblaciones la tempera- tura media en los diversos meses del año; pues todas tienen poco más ó menos la misma diferencia sobre el nivel del mar. Las cinco haciendas que rodean la cabecera, son malsanas y esto se comprende, todas están dedicadas al cultivo de la caña y todas tienen un nivel más bajo que el de Izúcar de Matamoros y hay que tener en cuenta que los riegos constantes de la caña, hacen que el clima sea insalubre, por la constante humedad y el desprendimiento concomitante, de los miasmas telú- ricos que se verifica en los charcos fangosos y panta- nos que se forman. Reasumiendo: al presente la cabecera del Distrito de Izúcar de Matamoros y sus alrededores, están en malas condiciones higiénicas, como lo muestran los “Cuadros estadísticos de mortalidad” que adjunto; pero con el tiempo, la ciencia, el progreso, la higiene pública, el desprendimiento de las preocupaciones, y en una palabra, la cultura en general de sus habitan- tes, hará indefectiblemente que esta ciudad sea una de las más importantes de la República, y el Distri- to de su nombre, el más rico de los que componen el Estado de Puebla. /. v Í0’//252/v/r tá. Áéf efefeemeemi /ee/eefal ,m fafeeffaeem efe (¿fjáeeeí efe CsNpafeiMHC') MÁeee//cJ efe m ef^eeiefemea. Csffe efe /tftfé.. De 0 á 5 añes. Do 5 á 10 años. Do 10 á 20 años. Do 20 á 20 años. Do 30 añ á 40 os. De 40 á 50 años. Do 50 á 60 años De 6C ai á 70 os. De 70 á 80 años. Do 80 á 00 años. d i— ENFERMEDADES ZIMÚTICAS Y CONSTITUCIONALES. H. M. H. ¡vr. H. M. H. M. H. M. H. M. H. M. H M. H. M. H. M. <=> i— Disentería 16 ¡ 9 i 9 ¿j 1 2 2 5 i 1 1 3 2 2 1 i 50 Escorbuto 1 1 2 Erisipela 2 7 i 2 12 Escarlatina 1 1 2 24 24 i 2 6 12 8 8 4 4 1 7 3 4 3 1 i 113 Sarampión 3 6 9 Septicemia\ 1 1 1 1 4 Sífilis 4 o 6 I Tos ferina 2 2 Tuberculosis 3 1 1 1 8 1 1 1 11 Viruelas 13 13 2 3 31 | 59 63 5 9 7 TJ 1T 19 ~T 2^ ÍO Y- 6 ~ 8 2~ 1 2 — 242 ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO. Congestión cerebral 6 13 1 2 4 1 2 1 1 1 34 ' Eclampsia infantil 47 28 1 1 77 Me n i n qo -encefa litis 11 9 20 ¡ 64 52 ~n 2 5 1 3 L 1 1 131 ENFERMEDADES DEL APARATO CIRCULATORIO. r= Aneurisma de la aorta 1 1 Cangrena en. diferentes regiones 1 1 2 Lesiones orgánicas del corazón 2 2 2 3 5 ENFERMEDADES DEL APARATO RESPIRATORIO. • Neumonía 11 13 5 5 2 5 12 21 15 13 11 20 15 10 10 4 1 5 3 4 185 11 13 5 5 2 5 12 21 15 13 11 20 15 10 10 4 1 5 3 4 185 ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO. Amigdalitis 1 1 167 12 Enteritis, Colitis, Entero-colitis y Castro-enteritis. Hepatitis 38 29 1 2 4 3 12 11 9 3 13 8 1 8 7 2 5 4 4 4 2 2 2 3 2 Obstrucción intestinal 1 1 1 3 38 30 1 2 4 3 12 11 13 13 9 “Y 10 6 4 8 2 4 3 2 183 ENFERMEDADES DE LOS ORGANOS CENITO-URINARIOS. —— Metro rragia 2 4 2 8 — ' ~ 2 T ~2~ 8 CAUSAS VARIAS. Nacidos muértos 13 18 31 T3~ IT — 3 1 ACCIDENTES Y VIOLENCIAS. f— Lesiones múltiples 1 - 2 2 12 2 6 2 i 4 32 ' rr — 2 2 12 2 6 2 i 4 82 HERIDAS PONZOÑOSAS. Picaduras de alacrán 13 17 1 31 ; - 13 17 1 31 INTOXICACIONES. Alcoholismo 1 1 * 2 y — i i 2 Total de nacimientos 075 Total de defunciones 850 Diferencia. . . . 175 208 hom bres. 219 mujeres. 213 niños. 210 niñas. 358 niños. 317 niñas. Nacidos el año de 1880 Muertos el año de 1880 = Resumen comparativo entre los nacimientos y defunciones hala- dos en la municipalidad de Ru- car de Matamoros. (Estado de Puebla ). O E tí W ’5* & »S £ £ TOTAL. Enfermedades zimóticas y constitucionales 49 57 64 72 242 Enfermedades del sistema nervioso 5 9 65 52 131 Enfermedades del aparato circulatorio 3 2 5 Enfermedades del aparato respiratorio 69 82 16 18 185 Enfermedades del aparato digestivo 57 55 39 32 183 180 200 186 174 746 Jo g 1 id ú !S 3 E-« ru S5 Enfermedades de los órganos génito-urinarios.. . 8 8 13 18 31 2 G 5 l 32 13 18 31 2 2 28 13 27 36 104 J\fe faJ /a/efaé m té (ffáeai fe CsfpafaMHM y/meMd fe m fe/tenfeneea. Csfñc fe /TTf. ♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦ ♦ ♦4 ♦ ♦♦ ♦ ♦ + + * + + Es 0 á 5 años. 1)2 5 á 10 añc3. Be 10 á 20 años. De 20 á 30 años. Es 30 á40 años. De 10 á 50 años. Do 50 a 60 años. De 60 á 70 años. De 70 á £0 años. De £0 á 00 años. ENFERMEDADES ZIMÓTICAS Y CONSTITUCIONALES. EL M. H. M. H. 1 M. H. M. H. M. H. M. H. M. H M. H M. H. M. CD H— Cáncer . Á j Disentería p 24 i L3 2 1 2 1 1 1 1 i i 1 ] T 3 47 Escorbuto [ 1 1 Eser ofulos is 1 1 Erisipela 3 5 1 1 10 Fiebres palustres 35 38 2 ■ 2 9 5 4 8 12 8 3 8 4 3 2 1 2 1 147 Septicemia 2 1 1 1 1 1 1 8 Sífilis 1 1 2 1 5 Tos ferina 35 37 72 Tuberculosis 1 1 2 3 3 2 1 13 Viruelas 1 ¡ 1 qq qq . 5 3 I 14 q 6 44- 6 15 11 6 8 .1 6 9, 1 2 1 308 ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO. Congestión cerebral 5 8 1 2 1 2 1 2 1 2 1 1 2 1 30 Ecla rnnsia in fardil 37 34 71 'i ¡y Ufe yí111 nn-pii cp fnli ti _3_ _ 2- _2_ 7 i -A-A- i —9- 9 - i —¡4 4— -2- 1 1 _2- 4 -408- A O 1 ENFERMEDADES DEL APARATO CIRCULATORIO. Aneurisma ele la, aorta i 1 1 1 ... . a - -2- ENFERMEDADES DEL APARATO RESPIRATORIO. 47 IV 2- 2- 43- 48- _ 7-- 12 8- 42 4¿4 LO 40- 5 V -424 4_ 1 JJÜL 1_Q _ 1.0 =8= W IQ -L A - 4 0 4- -P 2- - 4-- 1 444- 11 L 4 2 i O -t ■ AEZ ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO. 1 Amigdalitis 1 1 2 Atrofa hepática 1 1 Cólicos hepáticos 1 1 2 Enteritis, Colitis y Entero-colitis 30 36 2 ; 5 2 4 10 10 10 12 3 13 11 8 5 4 2 4 4 1 173 Hepatitis 1 4 5 2 1 3 3 4 1 20 Hernia, e.r.tir/ngulada 1 1 Obstrucción intestinal 1 1 1 3 2- 2. - Q C- O £ (A 1 4_ 1 /!_. 1 K. _ f; C. 1 A i n —4 --2= I 1 94U o I oo Z o o 1 4 -4—i IV7 10-- O- 1 b ENFERMEDADES DE LOS ORCANOS CENITO-URINARIOS. f (hílenlos vesicales 1 1 6 3 9 4_ i n U- i —O- CAUSAS VARIAS. • vi —5- 1 c A ácidos muertos 1 i u ‘~46 ACCIDENTES Y VIOLENCIAS. 1¡esiones nuil t mies 1 6 1 6 5 1 2 2 1 24 7 Asfixia par sumersión en el agua 2 1 1 1 1 -4- -4 9 Q 3 t 7 1 7 6 1 2 —o — HERIDAS PONZOÑOSAS. 10 Picaduras de alacrán 1 1 ~2T 21 1 l 10 i Total de nacimientos o84 Total de defunciones 857 Diferencia. . . . 273 ' 209 hombrea. 208 m ujeres. 227 niños. \ 218 niñas. 321 niños. 203 niñas. Nacidos el año de 1887 Muertos el ario de 1887 Resumen comparativo entre los nacimientos y defunciones habi- dos en la municipalidad, de Izú- car de Matamoros. (Estado de Puebla ). ja a w 2 2 TOTAL. Enfermedades zimóticas y constitucionales 53 52 104 99 308 Enfermedades del sistema nervioso 7 9 46 46 108 Enfermedades del abarato circulatorio 1 1 2 Enfermedades del aparato respiratorio 02 60 19 14 155 Enfermedades del aparato digestivo 60 70 33 41 204 182 192 202 201 777 p g m 0* 5* iS s !9 5zí TOTAL Enfermedades de los órganos génito-urinarios.. . Cansas varias 1 9 1 1 10 1 f) Accidentes y violencias 9 Q 9 qQ Heridas 2wnzoñozas zo 1 1 1 0 2 ] 27 11 25 17 80 T.er Al /a/dfjk m Afe/Aam r/ m 1 pj H. M. H. M- H. M. H. M. H. M. H. M. Heridas simples de los miembros por instrumento cortante y punzante 1 1 1 ,, penetrantes de vejiga por Ídem idem 1 1 1 „ penetrantes de tórax por idem idem 1 1 2 2 ,, penetrantes de abdomen por idem idem • . . 2 3 1 1 3 4 ■7 ,, penetrantes de tórax y abdomen por idem idem 1 1 2 2 „ simples de los miembros por arma de fuego 1 1 1 1 „ de cráneo por arma fuego, con fractura de los huesos del cráneo 1 1 1 „ penetrantes de tórax por arma de fuego 1 2 1 2 1 1 1 7 2 9 „ penetrantes de abdomen por arma de fuego 1 3 1 5' 5 „ penetrantes de tórax y abdomen por arma de fuego 1 1 2 2 „ de cráneo con fractura de los huesos por istrumento contundente 2 1 2 3 2 5 Totales 0 2 12 4 6 1 4 1 1 28 8 36 Accidsntes. |i© determinaron la muerte. Septicemia por mala atención. Fuera del Hospital. Uremia. Derrame sanguíneo, por lesión de vasos importantes. Derrame, sanguíneo y de materias fecales. Las mismas causas que las anteriores, y peritonitis. Septicemia aguda por mala atención. Meningo-encefalitis supurada. Derrame sanguíneo por lesión de los vasos. Derrames, sanguíneo y de materias estercólales. Las mismas causas que en las anteriores. Meningo-encef alitis y Congestión cerebral. H. ¡vi. TOTAL Enero 1 1 Febrero 3 3 Marzo. 1 1 2 Abril 4 4 Mayo 1 1 2 Junio. 6 6 Totales.... 16 2 18 H. M TOTAL Julio Agosto 3 1 4 Septiembre 4 4 Octubre 1 2 3 Noviembre 6 • 6 Diciembre 1 1 Totales.... 15 3 18 • APRECIACIONES ACERCA DE LA INFLUENCIA QUE TIENE SOBRE EL DESARROLLO DE LAS ENFERMEDADES Y EL AUMENTO DE MORTALIDAD, EL CRADO DE CULTURA EN GENERAL DEL PUEBLO Y FORMA PARTICULAR QUE TOMAN LAS AFECCIONES, DEBIDO A LAS CON- DICIONES CLIMATOLOGICAS DEL LUCAR. Mucho es lo que hay que decir y desearía exten- derme tanto cuanto lo demanda el asunto, pero por una parte nada nuevo escribiría mi pluma, pues ago- tado está el caudal en la multitud de tratados que so- bre Higiene pública y privada, Medicina legal, Pa- tología general é Histología Patológica, se han pu- blicado, y por otra, que el estrecho límite de mis fa- cultades, no me permite sino hacer una pequeña re- copilación de las causas á que en mi concepto se debe la génesis de los procesos morbosos. Ningún origen más frecuente tienen las afecciones, que la predisposición individual innata ó adquirida por la poca observancia de los preceptos que marca la Higiene pública y privada. Sabido es también el incremento que toman las en- fermedades en el organismo humano, cuando se des- cuida en éste la atención oportuna y racional por per- sona entendida. En nada nos es desconocido tampoco los accidentes ocurridos en la marcha regular de las afecciones, de- bidas á la preocupación aversiva con respecto al uso de tales ó cuales medicamentos propiamente dichos y al entusiasta de otros que no pueden llamarse así. Nada es tan común como el prestigio que adquie- ren en el ánimo del individuo enfermo, los consejos empíricos y disparatados que reciben sin cesar de las gentes vulgares, así como la elección en algunos casos de los charlatanes, para la atención de sus males. En una palabra, desgraciadamente la falta de cul- tura y carencia de educación médica, reinan por do- quiera en la mayor parte de los círculos sociales que pueblan el Distrito, y este es el punto culminante de donde parto, para hacer mis apreciaciones, no dudan- do se tengan en consideración todos los demás asun- tos que he tratado en el curso de este relato, pues que vienen en apoyo de mis opiniones, y sirven para fijar la atención del gobierno, que es quien puede cooperar de la manera más poderosa y eficaz con su ayuda, para verificar la trasformación, que no dejo de pensar, será muy lenta, pero que en compensación, le dará algún día bastante gloria y renombre, por haber hecho de un pueblo abyecto, otro que debe ser fuer- te, rico, feliz. Innumerables son los hechos que pudiera relatar, referentes á la aserción que antecede, como aquel que puse al tratar de lo extravagante de la criminalidad en el Distrito de Izúcar de Matamoros y que incues- tionablemente vendrían á justificar la veracidad en mis palabras, las que son hijas exclusivamente de los buenos deseos que abrigo por el bienestar en el por- venir de sus habitantes, como por el de todos mis compatriotas, pero hago punto omiso de ellos por evi- tar herir susceptibilidades “que respeto“ concretán- dome tan sólo por ahora, á enunciar mis ideas, que son las que anteceden con respecto á la influencia que tienen sobre el desarrollo de las enfermedades y au* mentó de mortalidad, el grado de cultura en general del pueblo, pues cuando éste es mínimo ó nulo, no es posible que los individuos procuren conservar por to- dos los medios su salud, que como nos dice la Higiene, es el más estimable don de la naturaleza, que recibe el ser humano, porque sin ella está en la ineptitud más completa para llenar sus funciones durante la exis- tencia, con la regularidad que lo exigen la conciencia y el buen sentido, para el engrandecimiento y perfec- ción del espíritu, fin á que es probable, tiendan en sus aspiraciones los seres racionales de la creación. El clima del lugar, en lo que toca á la influencia que ejerce en la forma que toman las afecciones, es otro de los puntos capitales que debemos tener en cuenta, pues rara ó más bien dicho, ninguna de las en- fermedades que aquí se observan, deja de estar acom- pañada de la intermitencia, muestra inequívoca de la infición palustre del medio que se respira y que en- contrándose un terreno favorable para sentar sus rea- les, no desaprovecha las circunstancias para prestar su terrible auxilio á otras entidades morbosas, graves y suficientes por sí solas, para destruir el organismo á la mayor brevedad. En varios casos de Bronquitis catarral, Neumonía, Tuberculosis, de las diversas enfermedades del aparato digestivo y sus anexos de los órganos genito-urina- rios, en la gestación y en el puerperio, en el histeris- mo agudo y crónico, etc., etc., no se consigue cura- ción, ni siquiera aparente alivio, si no se emplea con el tratamiento en particular de cada una de estas afec- ciones, las sales de quinina y el arsénico. ¿Lo insalubre del clima de qué depende? queda ya dicho en las páginas anteriores. La situación topo- gráfica del lugar y su altura sobre el nivel del mar, son los principales elementos, á los cuales debo aña- dir, que el río que atraviesa la ciudad contiene mul- titud de productos vegetales y animales en descom- posición, es á la vez un foco y un vehículo de los mias- mas palustres, así como el aire lo es de los que se desprenden de los charcos fangosos y pantanos de las haciendas vecinas, agregándose á esto, el que los ha- bitantes en general, por las particularidades muy pro- pias de sus costumbres, que he descrito aunque de un modo muy vago, se encuentran en las mejores condi- ciones de receptividad orgánica para los gérmenes morbosos. CONCLUSION ES. 1. c El Distrito de Izúear de Matamoros y su ca- becera, están en malas condiciones higiénicas. 2. El número de nacidos por año, es menor que los muertos, en mi estadística, dependiente probable- mente de la falta de cumplimiento con la ley, que or- dena el registro de los nacimientos. 3. 1:5 El desarrollo de enfermedades y aumento de mortalidad, es mayor relativamente que en ninguno otro Distrito de los veintiuno que forman el Estado de Puebla. 4. 1:5 La raza primitiva de los habitantes tendría que concluir si no se conservara en su estado poco más ó menos, por la causa antes expresada, así como por la inmigración. 5. d La civilización en general y educación módi- ca del país, están muy atrasadas, siendo esta la cau- sa principal del aumento de mortalidad y del desarro- llo de las enfermedades. 6. La falta de cultura en el pueblo, hace que sea considerable la criminalidad en el Distrito y que au- mente la mortalidad por lesiones, contándose casos muy excepcionales en su especie, al tratarse del homi- cidio en concomitancia con el robo. 7. 03 La ciudad de Izúcar de Matamoros, apesar de lo antes expuesto, tendrá que ser grande y rica cual ninguna otra del Estado, por estar situada en la boca de la Tierra caliente. 8. 15 La ilustración del pueblo en todos sentidos, protegiendo la instrucción por medio de Escuelas pa- ra niños y adultos de ambos sexos, haría que se ade- lantara la época del renacimiento en esta porción de tierra, como lo deseo para cada una de las que com- ponen MEXICO. %un-LO de 1Á&9. D I yT R T O Dk J A T L I X C O CARTA DEL DISTRITO DE IZUCARDE MATAMOROS Formada expresamente para servir de guia,en la tesis que presenta al (Í^LIFICRJDOR, ÍX/lj ll VUlvDO fo ÍU + Camino carretero Límites — División de Municipios Camino de caballo Criadero de oro , o Galena Criaderq de Fierro ¿ Id. de Cobre & Id. de Carbón ¿y Id. de Sal q Id de Galenita DISTRITO DE Latitud Norte 18° 36 | Longitud E. del Meridiano de México 39' 36" Población del Distrito 38,260 Id. de la Cabecera 7,857 Kilómetros cuadrados 683 Altura de Matamoros sobre el mar 1,290M“ Ciudades / Municipalidades..... 13 Pueblas- 42 Haciendas .5 Ranchos 46 Veinte kilómetros Lit f^éxico