ir-A ■ | MEDICINA DE MEXICO APUNTES PAnÁEii ESTUDIO DE LA RAIZ DE ESCORZONERA DEL PAÍS TESTS 11ST Al TT Gr TT R A L ■Que para el examen general de Farmacia presenta al Jurado calificador ANDRÉS M. DELGADO Alumno de la Esquela Nacional de Medicina y Aspirante de¡ Cuerpo Médico de Sanidad del Ejército. México OFICINA TIP. DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO Calle de San AndrCs núm. 15. 1889 FACULTAD DE MEDICINA DE MEXICO APUNTES PARA EL ESTUDIO DE LA RAIZ DE ESCORZONERA DEL PAÍS TESIS INAUGURAL Que para el examen general de Farmacia presenta al Jurado calificador ANDRÉS M. DELGADO Alumno de la Escuela Nacional de Medicina y Aspirante del Cuerpo Médico de Sanidad del Ejército. MÉXICO OFICINA TIP. DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO Calle de San Andrés núm. 15. 1889 A MIS PADRES A MIS MAESTROS ESTUDIO SOBRE LA ESCORZONERA PARTE I. Descripción de la planta y clasificación botánica. EN la magnífica obra del Barón de Humboldt, titulada “Nova genera et species plantarum,” t. V, pág. 23, se lee la descripción siguiente rela- tiva al eryngium comosum: “Eringio de tallo dicotomo policéfalo; hojas ra- dicales bipinatifidas, espinosas; capítulos elípticos, comosos; foliólos del involucro 5 o 6 trífidos ape- nas iguales á los capítulos; ovarios escamosos.” ‘ ‘Eryngium comosum. ”—Delaroche.—Erygiorum Mst., t. YII, pág. 30. Yerba de 4 á 5 pulgadas. Tallo recto* superior- mente dicotomo, rollizo o cilindrico comprimido, surcado, lampiño. Hojas radicales pecioladas, bi- pinapartidas, rígidas, lampiñas, adheridas al pe- ciolode dos pulgadas de largo; lacinias, lanceolado- subuladas, uninervadas, de margen cartilaginoso, ápice punzante, extendidas; peciolo interiormente vaginado, estriado, lampiño. Hojas caulinares sentadas, flores alternas seme- jantes á las radicales, menos divididas. Capítulos terminales 6 axilares, solitarios, pedunculares, elíp- ticos, involucrados, ápice comoso, de 4 á 5 líneas de largo. Involucro de 5 á 6 escamas extendidas; foliólos lanceolado-subulados; trífidos, rígidos, punzantes, apenas iguales á los capítulos, y casi iguales entre sí. Coma de dos foliólos semejantes á los del in- volucro. Pedúnculos de 4 á 6 líneas de largo, es- triados, lampiños. Flores pequeñas, sentadas, brac- teadas; bracteas lineales-subuladas, rígidas pun- zantes, superando un poco á las flores. Cáliz supero, quinquepartido, persistente, laci- nias ovado-oblongas, de ápice subulado, punzantes uninervadas, aquilladas, rígidas, lampiñas, iguales, erguidas, superando á la corola. Corola pentapétala, epiginia, blanca, lampiña; petalos oblongo-lanceolados, angostos en el ápice, semidoblados, uninervados. membranosos, iguales. Estambres, no vistos. Ovario infero, subcunei- forme, comprimido; escamitas ovado-acuminadas, blanquizcas, escariosas, imbricadas, cubriendo el ovario por todas partes. Dos estilos filiformes, ex- 6 7 tendidos, largamente exertos, lampiños. Estigma subcapitado. Fruto, no observado. Lugares en que yegeta y sinonimia vulgar.—Yerba del Sapo. Escorzonera del país. Bajo esta denominación se confunden diversas especies del género Eryngium de la familia de las Umbelíferas; entre otras el E. amethystinum L.; el E. comosum, Laroche, que abunda en los alrede- dores de México y Toluca; el E. Cervcintesii, Laro- che; el E. subacaide, Car., que vegeta en Chalina; el E. gracile, del Talle de México, etc. (Nueva Far- macopea mexicana, 2* edición, pág. 108.) Descripción de la droga. Esta raíz se encuentra en las farmacias bajo la forma de fragmentos irregulares de dimensiones variables, desde el grueso de( m. pulgar liasta el de una pluma de ganso, de cinco d diez centímetros de largo. Su superficie es de un color moreno os- curo, casi negro, recorrida longitudinal y oblicua- mente por surcos profundos; además, está sembrada de verrugas 6 tuberosidades que no siguen un or- den determinado. Tiene el olor peculiar de las umbelíferas, algo atenuado, sabor ligeramente acre y un tanto dulce; la corteza se separa con suma 8 facilidad del meditulio leñoso, y este carácter, entre otros, la distingue de las otras raíces de la misma familia. Es poco densa, debido á la estructura bas- tante floja de sus tejidos. Haciendo un corte transversal, se observa con una lente de corto aumento una corteza bastante gruesa, pues ocupa la tercera parte del radio to- tal. La parte media de esta corteza 6 celular está formada por celdillas tabulares, ligeramente com- primidas. El líber contiene en su seno gran nú- mero de glándulas oleo-resinosas, las cuales están limitadas en toda su extensión por celdillas alar- gadas llenas de una sustancia colorable en azul por el iodo; los haces fibro-vasculares son bastan- te aparentes y atravesados por rayos medulares que van á perderse en la corteza. La madera está formada por vasos puntuados, reforzados por tejido fibroso. Tales son (si mis ob- servaciones lian sido exactas) los principales ca- racteres que se veri con el microscopio. Algunos reactivos comunican á la madera colo- raciones especiales. El ácido nítrico concentrado la colora en rojo; el sulfúrico, en moreno oscuro; y el amoniaco en solución diluida, en amarillo vivo. PARTE II. Análisis mineral. REDUCIDA la raiz á polvo grueso, incineré vein- te gramos en un crisol de barro refractario, basta que el residuo llego á un peso constante de un gramo cincuenta centigramos; sometido al aná- lisis, observé que era soluble, en parte, en el agua destilada, y completamente en este líquido acidu- lado con ácido clorhídrico, comunicándole una co- loración amarillenta. Para investigar después qué cuerpos se encontraban disueltos, dividí la solu- ción en dos partes, analizando una de ellas por vía seca y la otra por vía húmeda. Vía seca.—Tratada en un carbón, por el sople- te, se fundió la sustancia y se absorbió en parte, comunicando á la flama cierto brillo: indicios segu- ros de la presencia de las bases alcalinas y alcali- no-terrosas. Vía húmeda.—Sometida la sustancia al método E scorzonera.—2. general de análisis en todas sus partes, encontré que contenia las sustancias siguientes: Bases: potasa, sosa, cal, magnesia y fierro al má- ximo. Acidos: carbónico, clorhídrico, fosfórico y sulfú- rico. 10 Análisis orgánico. En este análisis seguí el método de Dragendorff, poniendo los disolventes en el orden siguiente: Eter de petróleo, éter sulfúrico, alcoliol absolu- to, alcohol á 80°, agua destilada, agua alcaliniza- da y acidulada con ácido sulfúrico. El peso del vehículo fué de diez veces el de la raiz, y el tratamiento duro ocho días para los tres primeros disolventes, y cuatro para los demás, cambiando cada tercer día, hasta agotar la sus- sustancia, en un aparato de desalojamiento. Tratamiento por el éter de petróleo. Agotado por este vehículo el polvo de la raiz, obtuve una solución de color rojo vinoso, aromá- tica y de reacción neutra: evaporada al aire libre, hasta perder el olor de petróleo, deja un residuo constituido por un extracto de consistencia blan- da de color rojizo, y cuyo olor recuerda algo el del meliloto: de sabor ligeramente acre, es insoluble 11 en el agua destilada, aun á la temperatura de ebu- llición y acidulada con los ácidos minerales enér- gicos: se disuelve muy bien en el alcohol absoluto, cloroformo, benzina, sulfuro de carbono y aceites esenciales. A todos estos vehículos les comunica una coloración rosada. El éter sulfúrico disuelve este extracto, colorán- dose de rojo; si be le agrega agua, se observan dos capas, de las que la superior conserva su color propio, y la inferior la forma un precipitado blan- co muy fino. Otra parte del extracto fué tratada por agua alcalinizada con potasa, lo que dio lugar á la for- mación de una espuma persistente. Neutralizan- do la alcalinidad de la solución y vertiendo unas gotas en un papel, deja una mancha transparente, de contornos perfectamente definidos, que no des- aparece por el calor; hecho que me induce á creer que existe en el extracto una sustancia grasa. La parte disuelta en el alcohol absoluto era neu- tra al papel reactivo: evaporada en B. M., deja un residuo constituido por una sustancia de color ro- jo carmín, que pasa al verde al contacto de los ál- calis diluidos, no siendo atacada por los ácidos minerales. El agua la precipita de la solución al- cohólica bajo la forma de un polvo rojo amorfo, el cual, separado por filtración y tratado por el éter sulfúrico, se disuelve completamente; circunstan- cias todas que colocan á esta sustancia en el gru- po de las resinas. Resumiendo: el éter de petróleo disolvió una re- sina neutra y una sustancia grasa. 12 Tratamiento por el éter sulfúrico. Habiendo agotado la raiz por el éter de petró- leo, lo qne se conoció evaporando unas gotas de la esencia (que no dejaron residuo) en nn vidrio de re- loj, se extrajo el polvo del aparato de desaloja- miento, se dejo evaporar al aire libre liasta perder el olor de petróleo y se sometió á la acción disol- vente del éter ordinario por espacio de ocho días, cambiando el disolvente cada dos. El éter tomo una coloración roja oscura de reac- ción acida, ligeramente aromática: evaporada á la temperatura ambiente, se obtuvo un extracto ro- jo oscuro, graso al tacto, de sabor acre, olor agra- dable, insoluble en el agua y el éter de petróleo, y soluble en el alcohol absoluto, cloroformo, ben- zina, sulfuro de carbono y alcohol ordinario. Si se añade agua destilada á la parte disuelta por el cloroformo, se precipita un cuerpo pulveru- lento de color moreno. Decantando y evaporando unas gotas de la solución cloroformica en un papel, se observa una mancha transparente que no des- aparece por el calor: esto es debido á una sustan- 13 cia grasa de un olor sui generis muy desagradable; y aproximándole una llama, arde, produciendo hu- mos abundantes. El extracto etéreo, tratado directamente por el alcohol á 80°, se disolvió incompletamente. Esta solución, evaporada en B. M., deja en el fondo de la cápsula una sustancia morena de la consisten- cia de miel espesa y de reacción ligeramente ácida. Diluida con alcohol absoluto, la traté por carbón animal lavado y la filtré al cabo de veinticuatro horas de contacto, obteniendo, por evaporación, una resina cuyos caracteres son los siguientes: co- lor amarillo sucio, olor particular, sabor acre y li- geramente cáustico, reacción ácida; arde chispo- rroteando, y deja un carbón sumamente esponjoso y ligero; es soluble en los álcalis, y neutralizada con el ácido sulfúrico diluido, se precipita bajo la forma de polvo amorfo. La parte insoluble en el alcohol á 80° la traté por el cloroformo y la benzina, disolviéndose en estos vehículos: estaba constituida por pequeñas cantidades de grasa y aceite esencial. Lo encontrado, pues, por este tratamiento fué: una resina ácida, sustancia grasa y huellas de acei- te esencial. 14 Tratamiento por el alcohol absoluto. Agotado el polvo por el éter sulfúrico, lo extra- je del aparato de desalojamiento, lo puse al aire libre liasta disiparse el olor etéreo, y lo sometí á la acción disolvente del alcohol absoluto, agotan- do los principios solubles en este vehículo. La solución obtenida resulto de un color amari- llo verdoso, con el olor propio del alcohol y de reac- ción neutra. La evaporación espontánea de una pequeña cantidad dejo un residuo moreno oscuro, que, observado con el microscopio, se vio que era amorfo. El líquido restante lo evaporé á sequedad en B. M. y obtuve un extracto moreno negruzco, lige- ramente aromatizado y de sabor acre y amargo; soluble en el alcohol ordinario; muy poco en el éter, cloroformo, benzinay sulfuro de carbono; to- talmente en el agua destilada, y que comunicaba una coloración violada á este líquido acidulado por el ácido clorhídrico, pasando al rojo al cabo de veinticuatro horas. La solución acuosa, suficientemente concentra- da, la hice obrar sobre el licor cupro-potásico de Barreswill con intermedio del calor: la reducción rápida de este reactivo me indicaba la existencia probable de la glucosa. Para cerciorarme de ello, traté en caliente una pequeña cantidad del líquido 15 por el ácido pícrico en presencia de la potasa, y obtuve el ácido picrámico con su coloración roja característica. Sospechando que tal vez el alcohol absoluto hu- biese disuelto el principio activo, y que este pudie- ra ser algún alcaloide, evaporé, á la temperatura ambiente, cierta cantidad de la solución alcohóli- ca y la disolví en agua destilada, haciendo obrar sobre ella los reactivos generales de los alcaloides (ioduro iodurado de potasio, ioduro doble de pota- sio y mercurio, ácido tánico, bicloruro de platino); pero, ya por no obtener precipitado alguno, como por otras razones que expondré más adelante, no creo que la raíz de la escorzonera deba sns propie- dades á ningún alcaloide. En resumen, el alcohol absoluto disolvió gluco- sa, un principio que puede considerarse como lo que vagamente se designa con el nombre de extrac- tivo, y una sustancia amarga que no pude definir. Tratamiento por el alcohol á 80.° La solución obtenida con este líquido fue de co- lor ambarino, de sabor ligeramente dulce, olor dé- bil y reacción neutra. Evaporada en B, M., dejo un extracto amarillento, de consistencia blanda, muy elástica é hilante, sobre todo la parte que ocupa- ba el fondo de la cápsula, que era mucho más os- cura que el resto; soluble en parte en el alcohol ab- soluto, insoluble en el éter, cloroformo, benzina y sulfuro de carbono. La parte insoluble en el alcohol absoluto la disolví en agua destilada y la dividí en dos partes: en una hice obrar el licor de Barreswill, (pie fue reducido completa y rápidamente. Hice también la reacción del ácido picrámico, y de esta manera caractericé la glucosa que existía en can- tidad mucho mayor que en el tratamiento por el al- cohol anhidro. La otra parte la traté por las per- sales de fierro, y obtuve un precipitado verdoso; cre- yendo que esta reacción fuera debida al tanino, agre- gué al líquido una solución de albúmina, que filé precipitada; con los ácidos sulfúrico, nítrico, clor- hídrico y fosfórico, dio precipitado blanco. Con una solución de emético no obtuve precipitado. Con to- das estas reacciones quedo caracterizado el tanino. La parte oscura del fondo de la cápsula tenía un aspecto gomoso y sabor parecido á la goma del mez- quite ; con el acetato de plomo dio un precipitado amarillo sucio; con el ácido nítrico, una coloración rojo-naranjada, y con los álcalis diluidos, un com- puesto soluble, de color amarillo gomaguta; el res- to del extracto parece formado por materia extrac- tiva. Por lo expuesto se ve que el alcohol á 80 ° disol- vió glucosa, un tanino particular y materia extrac- tiva, 16 17 Tratamiento por el agua destilada. El agotamiento por el agua destilada dio una so- lución ambarina, de consistencia mucilaginosa que hacía muy difícil la filtración, sabor menos amar- go y más dulce que en los tratamientos obtenidos con el alcohol. Al evaporarla, noté que se oscurecía á medida de su concentración y tomaba el aspecto peculiar de las gomas. Terminada la evaporación, traté una parte del extracto por el alcohol absoluto, lo que dio lugar á la formación de un precipitado. Separado éste por filtración, evaporé la parte disuelta por el alcohol, la cual, sometida á la acción de los reactivos corres- pondientes, acusó perfectamente la existencia de la glucosa en gran cantidad. Tratamiento por el agua alcalinizada y acidulada. Con estos vehículos no obtuve nada especial: el resultado fue muy análogo al del tratamiento an- terior. La solución obtenida con el agua acidulada con el ácido sulfúrico, neutralizada por la potasa y tra- tada por el alcohol absoluto, dio un precipitado idéntico al que se produjo con el agua destilada simple en las mismas condiciones. 18 El agua alcalinizada con potasa solo tomo un co- lor rojo oscuro y disolvió mayor cantidad de mucí- lago. Tratamientos complementarios. El bagazo de la planta perfectamente agotada lo puse en ebullición con agua destilada; filtrada la so- lución, la decoloré con carbón animal bien lavado y noté una ligerísima coloración azul haciendo obrar la tintura de iodo. Destilación. Como es sabido, los aceites esenciales son muy comunes en las plantas de la familia de las umbe- líferas ; así es que, teniendo en cuenta esto, some- tí á la destilación, en una retorta de vidrio, cin- cuenta gramos de la raiz dividida en pequeños frag- mentos, y observé que el agua condensada en el recipiente contenía huellas de una esencia de olor agradable en cantidad insignificante, pues segura- mente la raiz que analicé tenía mucho tiempo de cosechada, y esto hubo de influir para (pie la esen- cia, que debe ser muy abundante en la planta fres- ca, se volatilizara y resinificara en su mayor parte. Método de Stas. Sometido el polvo de la raiz al método de Stas con toda escrupulosidad, evaporando varias veces 19 el líquido obtenido en vidrios de reloj, no observé ningún residuo cristalino. Por último, probé á ver, experimentalmente, si la raiz tenía propiedades toxicas, administrando inyecciones por la vía hipodérmica á tres gatos: á uno de ellos le inyecté 6 gramos de tintura alco- hólica sin observar en él ningún síntoma de intoxi- cación ú otro que indicara un estado anormal; á los otros dos les inyecté 8 gramos de cocimiento concentrado sin éxito alguno. Repetí los mismos tratamientos á los ocho días, pero no obtuve nin- gún resultado. En conclusión, los principios que encontré por el método descrito fueron los que á continuación se expresan: Sustancias minerales. Bases: potasa, sosa, cal, magnesia y fierro al máximo. Acidos: sulfúrico, clorhídrico, fosfórico y carbó- nico. Sustancias orgánicas: materia grasa, aceite esen- cial, resina ácida, resina neutra roja, 1 principio ex- tractivo amargo, glucosa, mucílago, un tanino par- ticular y goma. 1 Esta resina pudiera emplearse para teñir algunas pomadas, pues tiene gran poder colorante y está desprovista de propiedades epispás- ticas. PARTE III Usos. EL jugo que secreta esta raiz, asi como el coci- miento concentrado, son empleados por los in- dígenas como diuréticos, afrodisiacos y para provo- car las contracciones uterinas. Sería muy conve- niente que personas más competentes que yo se dedicaran á estudiar con minuciosidad esta raiz, determinando con exactitud sus propiedades me- dicinales. Mi insuficiencia notoria y la falta de co- nocimientos especiales para un estudio de esta ín- dole, me obligan á omitir mi humilde opinión res- pecto á este interesante punto. Antes de terminar este imperfecto trabajo, creo de mi deber manifestar mi gratitud á los entendi- dos Profesores Sres. Alfonso Herrera y Alejandro Uribe, por la bondad con que me ilustraron algu- nas cuestiones referentes á la presente tesis. México, Agosto de 1889. Andrés M. Delgado.