FACULTAD DE MEDICINA DE MEXICO. BREVES COISlilMClOIlS SOB RE EL II MEXICO POE IGNACIO BERRUECO ALIIMNO DE I.A E8CUELA DE MEDICINA DE MEXICO MIEMBRO DE LA TESIS INAUGURAL MEXICO 1MPRESA POR CA7ETA.NO BERRUECO 1S82. FACULTAD DE MEDICINA DE MEXICO. SBKVXS OTSlDlláOMilS SOBRE EL en México PGR ¡GUACIO BEHEUECO ALUMNO DE LA ESCUELA DE MEDICINA DE MEXICO MIEMBRO DE LA Jiíaiatrica EX-PRACTICANTE DEL HOSPITAL ".JUAREZ Y DE LA SALA DE PARTOS DEL HOSPITAL DE SAN ANDRES. TESIS IIATJGÜEAL. MEXICO IMPRESA POR CAYETANO BERRUECO 1882. dud ddduy y VENEBA.DOS 3P^_I3JRE1S £yn /ed/d/m°der dar la hl8tona (lotallada del caso, pues es una observacion que present a ranchos p„„JOH 14 Pujmenfacian-Estailo de la sutu/re. Los autores comienen en que la coioracion de la piel es debida a una acumulaciou de materia pigmentaria en el tegument©: pero difieren en cuanto al sitio precise en que se hace este deposit© de pigmento; Para Vulpian y Comil, el pdgmento ocupa finicamente la capa mas profunda del cuerpo mticoso de Malpighi; y esta materia pigmen- taria no estd contenida en celdillas pigmentarias; sino que se presenta bajo la forma de ele- mentos granulosos amarillentos, 6 bien bajo la forma de granulaciones riegras rauy bn as. ■ Ohate- Wi y Robin, creen que el pigmento se deposita de preferencia en las celdillas epiderrnicas super- ficial, como se podria asegurar raspando el epitelio. Se ve, segun esto, que el sitio de la colo- racion puedc variar segun los individuos; porque seria aventurado suponer que haya habido error en estos diversos examenes, hechos por personas tan competentes. Asi es que, en Jugar de decir que la coioracion bronceada es debida a una infiltracion pigmen taria de las capas mas inferiores del cuerpo rnucoso de Malpighi, tal vez seria mejor no ser tan absolute sobre el particular, y decir, que la pigmentacion 6 la acumulaciou de materia pigmentaria, se puede verificar en toda la capa epidermiea. El examen de la saugre pocas veces se ha hecho; y las alteraciones observadas han side nulas 6 insignificantes. En algunos enferrnos no ha habido ni aumento, ni diminucion de los globules blancos; en otros, estos corpusculos hau aumentado en ntimero, 6 bien se han on con trade defor- mados: lo mismo ha sucedido con los globules rojos; unas veces han aparecido con sus caracteres normales, otras descoloridos y en algunas otras deformados. Pero hay un hecho perfectamente demostrado por todos los observadores, y que es muy iraportante tener presente para el diagnds- tico; y es, que en ningun case de enfermedad de Addison, se ha podido encontrar materia pig- mentaria, ni cristales de hematoidina en la sangre. Leslanes de los otros drganos abdominales. Las alteraciones que se han observado en estos organos son muy variadas e irregulares. En el tubo digestive), la lesion mas comun ha sido, segun Guermonprez, la tumefaccion con infiltracion grasosa de los foliculos aislados y de las placas de Peyer. Nieszkowski y Jeannin hacen notar que, en muchos casos de enfermedad de Addison, la lesion principal ha consistido en la tumefaccion, 6 en la degeneracion caseosa de los ganglios mesentdricos, sin ninguna alteracion de las capsulas suprarenales. En la generalidad de nuestras autopsias falta el examen del tubo digestivo, y las pocas voces que ha sido estudiado, la nnica alteracion que ha preaentado es la enteritis cronica. Los autores europeos senalan como bastante comun, el reblandecimiento del bazo, 6 bien su congestion, y tarnbien, la degeneracion amiloidea. Nosotros hemos encontrado dos veces reblan- decido el bazo (obs. I y XVI); otras tres con desarrollo exagerado del tejido conjuntivo, lo que aumentaba su consistencia, (obs. V, VIJ y XXI); y en uno, congestionado (obs. XII). Mas comunes han sido en nuestras autopsias las lesiones hepaticas; pues solo una vez hemos visto al higado conservar su apariencia normal. En cuatro casos, hemos encontrado la degene- racion grasosa del higado, (obs. II, V, X y XXI); eu los otros cuatro casos, la degeneracion gi-a- sosa estaba acompanada de un estado congestive, que le daba el aspect© de higado muscado, (obs. I, VII, XII y XXIII). El estado congestive del rinon lo notamos en el enfermo de la observacion II; en los otros cin- co casos en que se examino, aparecieron las lesiones propias del mal de Bright ya en su primer period©, obs. \ II, X \ 1 y XXIII; ya en su segundo period©, obs. I y V. Por ultimo; los autores europeos citan entre las lesiones propias de enfermedad de Addison, las (pie se refieren al sistema nervioso, y sobre todo, al gran simpatico abdominal. Estas lesiones son variadas; porque, d bien, es una hipertrofia de los ganglios semilunares del plexus solar y de los nervios que de el dependen; 6 bien, la atrofia, 6 la degeneracion grasosa de los niisrnos ganglios. Habiendo pasado rapidamente en revista las alteraciones anatomicas raencionadas por los au- tores en la enfermedad de Addison, varaos ahora a proceder al aualisis de otras lesiones consig- nadas en nuestras nueve autopsias. Gavidad craneana. Solo en cinco casos consta el estado de los organos contenidos en la cavi- 15 dad craneana, no habiendose examinado en los otros cuatro. He aqui el resultado de la observacion. La primera lesion que hemos pbservado consiste en la inyeccion general de las meninges, que vemos anotada en las cinco autopsias (obs. I, II, V, VII y XXIII). Las otras alteraciones de las meninges son raenos constantes: en tres casos, (obs. 1, II y V"), habia una pequena cantidad de Hquido citrine en la cavidad aracnoidea; derrame que tal vez file puramente agdnieo, dada sn pe- quena cantidad v sn limpiddz perfecta: en dos casos, (obs. 11 v VII), el espesor y la consisteneia de la dura-niadre estaban aumentados. “* Tin poco mas notables y variadas sou las alteraciones que hemos encontrado en el cerebro. En el enfermo de la observacion II, que murid en un ataqiie de delirium tremens, el cerebro era notable por su gran desarrollo y por su peso, que era de 1.350 gramos. En este enfermo. asf como en el de la observacion V, el cerebro daba, ademas, idea de un cerebro en maceracion. Aqui, como en las meninges, es comun, casi constante, la congestion que hemos visto en sus dos formas: estado cribado, (obs. I, II y XXIII); 6 en el estado de arenillas (obs. VII y XXIII). El estado anemico, que algunos autores dicen ser frecuente en el mal de Addison, solo tuvimos ocacion de observarlo en el enfermo nuraero 5. Eu dos casos, (obs. I y VII), encontramos una alteracion de los vasos. cousistente en que esta- ban obstruidos por un embolo; en el nurnero 1, este embolo ocupaba la arteria silviana derecha; en el enfermo nurnero 7, el embolo, formado por un cuerpo que tenia un aspect© muy semejante al de los cuerpos encontrados en la auricula izquierda del corazon, estaba obstniyendo la arteria silviana izquierda. Las otras alteraciones del cerebro ban side insignificantes; en tresscasos el cerebelo, y en dos el cuerpo calloso, han parecido reblandecidos. La rnedula espinal, solo fue examinada en la observacion VII; y la unica alteracion ostensible que se encontro fue, una coloracion verde oscura, tachonada de puntos negros y limitada a las meninges medulares. Pulmones. Muchas y variadas son las lesiones pulmonares que hemos encontrado. Hay, des- de luego, un estado particular en la coloracion de los pulmones, (pie no es raro encontrar en los enfermos que sucumben al mal de Addison, y que consiste en una acumulacion de materia pig- mentaria sobre la. superficie 6 el interior mismo de la sustancia pulmonar. La distribucion del pigment© no es uniforme; se hace bajo la forma de manchas negras, de figura y dimensiones va- riadas, separadas unas de otras por espacios en ios cuales el pulmon conserva su color normal; dando a la vista la idea de un gran nurnero de moscas que estuvierau posadas sobre la superficie pulmonar; lo que nos ha hecho designar este estado con el nombre de aspecto mosqueado del pal- mo n. Esta acumulacion de la materia pigmentaria en el pulmon, que ya ha sido serialada por los autores europeos, la encontramos en las observaciones I, II y VII. Los tuberculos pulmonares, en el caso de que tratamos, sin tener la frecuencia que en Europa, no son, sin embargo, raros; pues los hemos visto en cuatro casos, (obs- X, XII, XVI y XXI). Y si se tiene en cuenta que la tuberculosis es rara relativamente entre nosotros, se ve que el nurnero de casos en que la hemos observado, nos autoriza para llamarla frecuente en la enfermedad de Addison. En un caso, (obs. XII), hemos encontrado los tuberculos acornpahados de la pleuresia purulenta; per© mas comunmente hemos visto esta pleuresia sin tuberculos, (obs. I, VII y XXIII). En cuatro casos, la rnuerte fue causada probablemente por la pulraonia, (pie llego a su teroer period©, (obs. I, XII, XXI y XXIII). Las otras alteraciones pulmonares que hemos encontrado han sido rnenos frecu cutes: como pue_ de verse por el signiente resximen: enfisema, 3 casos; obstmccion de los pequehos vasos, 2; cirrosis pulmonar, I y bronquitis capilar, 1. Corazon. Para tratar de las lesiones cardiacas (pie hemos encontrado en nuestras observaciones de mal de Addison, creemos convenlente hacer preceder este estudio de algunas consideraciones sobre la manera de proceder al examen del corazon en el cadaver, por ser de grande importancia en la interpretacion de las lesiones anatomo-patoldgicas. 16 Bouillaud, eu su Traite Clinique dr* mala* lien du com e, tom. I ? pag. 97 se expresa asi: “Oreo deber decir algunas palabras sobre la manera de proceder al examen del corazon despues de la muerte, a su autopsia; porque me he convencido de que muchos medicos, ann entre nuestros raejores anatomo-patologistas, la practican de un modo vieioso. Asi, por ejemplo; comienzan por cortar el corazon al traves, y se contentan en seguida con una ojeada mas 6 menos superficial so- bre el espesor de sus paredes y sobre la capacidad de sus cavidades. Hare primero notar, que despues de esta especie de seccion conica, es dificil evaluar bien la capacidad de cada uno de sus ventriculos, y aim anadire; que, es necesario exarninar con el mayor cuidado, no solo el espesor de las paredes y la capacidad de los ventriculos, si no tambien, las valvulas, los orificios, las colum- nas carnosas, los tendones, la membrana interna, los vasos y aim si es posible, los nervios del corazon.” Un poco mas adelante ahade; “ Procediendo segun mi metodo, nose espondra uno, a dejar de observar un estrechamiento de alguu orilicio del corazon; como ha sucedido a una persona, par otra parte, iriiiy versada en las investigaciones anatomo-patologicas.” Estas palabras que ban sido escritas desde el arm de 1841, tienen aiin, mas de una aplicacion entre nosotros. Siguiendo piles, el metodo indicado por Bouillaud, procedemos del modo siguiente: Procuramos, formarnos primero una idea general del drgano: examinamos su forma, el estado de su pericardio, tanto parietal como visceral, y tambien, el de sus vasos: mediums el drgano por medio de dos diametros; uno vertical que, partiendo del nacimiento de la aorta, siga el surco inter- ventricular, para terminal- en la punta del drgano; y otro transversal, que hacemos partir de un borde al otro siguiendo el surco auriculo-ventrieular. Una vez que nos hernos formado una idea del drgano en general; procedemos al estudio de cada una de sus cavidades y orificios. Comen- zamos por ligar las arterias aorta y pulmonar, y por medio de una pequeha incision practicada eu la punta de los ventriculos, vemos si el agua permanece retenida por las valvulas auriculo- ve ntricu lares, d bien se va: y despues, quitamos las ligaduras arteriales para hacer la misma pme- ba con las valvulas sigmoideas. Para el examen de las cavidades y orificios, abrimos el corazon por una incision hecha en la cara anterior y paralela al surco inter-ventricular; incision que prolongamos basta la auricula, poniendo de este modo a descubierto las cavidades auricular y ventricular, asi como, el orificio v la valvula auric ulo-ventricular; pudiendo de esta manera dam os una cuenta exacta del estado que guardan. En seguida, nos basta dividir el tabique que separa las valvulas auriculo-ventri- culares de las arteriales para poner de manifiesto las sigmoideas y sus orificios. Para terminal, medimos el espesor de las paredes y la circunferencia de los orificios. En la interpretacion de los hechos consignados en nuestras autopsias, nos va a servir de norma las mensuraciones medias que consigna Bouillaud en su obra ya citada; advirtiendo que, no ad~ mitirernos la existencia de una lesion sino en caso que la diferencia con la dimencion media sea bastante marcada. He aqui cuales son las dimension es que Bouillaud asigna al corazon en su estado normal. Tamaho del corazon tornado de! nacimiento de la aorta la punta 98 millmetros. Circunferencia en la base 288 Anchura del drgano siguiendo el surco auriculo-ventrieular 98 Espesor del ventriculo izquierdo en la base 15 Espesor del ventriculo derecho en la base fi Circunferencia del orificio auriculo-ventrieular izquierdo 96 „ „ „ „ derecho 104 aort.ico 67 „ „ pulmonar. 72 Una vez anticipadas estas consideraciones, veamos lo que resulta del analisis de nuestras autopsias. 17 Pericardia. En cinco cases, (obs. II, X, XII, XYI y XXIII), al abrir el pericardio, se encon- tro uua pequena cantidad de liquido citrine, que nos inclinamos a calificar come un fenomeno puramente agonico, vista su corta cantidad y su transparencia. En un case, (obs. VII), no bubo liquido ninguno; y en tres, (obs. I, V y XXI), no se supo si lo habia. El pericardio parietal, la unica alteracion que ha presentado es: la inyeccion fina de sus vasos, (obs. V, XII, XVI y XXIII), 6 bien un aumento de su espesor y una opacidad mayor que la normal, (obs. I, X y XXI): en la enferma de la observacionXII, estaba adherido a las dos pleuras, adherencias que parecian antiguas; lo raismo que en la observacion XXIII; solo que, en esta habia, ademas, un gran nurnero de pequenas equimosis. En el pericardio visceral son mas importantes y manifiestas las alteraciones. Desde luego llama la atencion la frecuencia con que se ha presentado la sobre-carga grasosa del corazon que vemos sefialada en seis casos; obs. I, II V, XII, XYI y XXIII. Generalmente, la grasa se acumula de preferencia en los surcos auriculo-ventriculares e inter-ventriculares; asi como, en la punta y en el borde derecho. Esta grasa que, casi siempre ocupa las dos caras, es algunas veces tan considerable, que apenas se puede ver el tejido propio del corazon. Hay otras lesiones que nos indican una alteracion mas manifiesta del pericardio: estas consisten en el desarrollo exagerado de sus vasos que se dibujan algunas veces hasta en sus mas finas rami- ficaciones, (obs. I, II, V X, XII XXI y XXIII): 6 bien, en la existencia de placas lechosas de for- ma y dimensiones variables, que ocupan las caras anterior y posterior del corazon; teniendo algu- nas veces el aspecto de la albumina coagulada, en otras una apariencia fibrosa; separandose a veces con facilidad,y en otras ocasiones adhiriendose fuertemente, (obs. I, II, V, X, XXI y XXIII). Coincidiendo con la existencia de placas lechosas, 6 bien independientemente de ellas, como sucede en las observaciones XII y XYI, el pericardio presenta un aspecto nebuloso, como si le hubieran dado una capa de barniz bianco. Estas nebulosidades ocupan de preferencia el trayecto de los vasos formandoles una especie de vaina. En dos observaciones, I y XYI, vemos serialada la presencia de una equimosis de dos centime- tres de extension; ocupando en el nura I, el surco inter-ventricular por la cara posterior; y en el XVI, esta colocada en la cara anterior del veutriculo izquierdo. En la observacion num. VII, encontraraos descrita una alteracion muy curiosa del pericardio que no heraos visto mencionada en los libros. La descripcion, tal como consta en la observacion, dice asi: “A la simple vista se ven un gran nurnero de rnasas cuya forma se parece a la de los ganglios linfaticos; encontrandose colocadas al derredor de los vasos de la bast* del corazon, de la traquea, etc; pero sobre todo, debajo de una parte que parece ser el pericardio. Estas masas preseutan a la vista un aspecto caseoso; pero al cortarlas, por su aspecto bianco mate y su consis- tencia, recuerdan mas bien, el aspecto de lo que ha sido descrito por Robin bajo el nombre de tamoves embriopldsticos. El pericardio esta sumarnente espeso; forma al nivel del veutriculo derecho una cavidad, y en el resto de su extension esta tan adherido a las masas descritas y a la fibra muscular, que es imposible separarlo. Abriendo la cavidad del ventriculo izquierdo, con el objeto de darse una cuenta mas exacta del estado del pericardio, y de la disposicion de los tumo- res, llama desde luego la atencion el gran espesor de las paredes ventriculares, que tienen 8 cen- timetres en su base, siendo 2 de tibra muscular; en la punta este espesor es de 25 milimetros, de los cuales 5 unicamente son de musculo; el resto esta constitiudo por el pericardio y los cuevpos ya descritos. Esta pared ventricular esta formada de tres capas: una externa 6 perifdrica, cons- tituida por el pericardio adherido, de 4 milimetros de espesor; otra media, formada por los tumo- res mencionados; y por ultimo, la interna constituida por la fibra muscular; esta capa es muy gruesa en la base y apenas marcada en la punta.” Vemos por la exposicion que precede, que en nuestras autopsias de rnal de Addison, son un hecho constante las alteraciones del pericardio; consistiendo estas sea en la existencia de placas jechosas, como restos de antiguas pericarditis; 6 bien en la inyeccion de los vasos y el estado nebu- loso de esta membrana serosa, que nos indican una pericarditis reciente. La existencia simul- tanea de estas dos clases de alteraciones nos esta demostrando que, en la mayor parte de nues- 18 tros enfermos, se han desarrollado varias pericarditis succesivas; 6 de otro mode, pericarditis de repeticion. Veremos al ocuparnos de la sintoraatologia, que los restos de antiguas pericarditis, no solo se han reconocido en todos los enfermos que han sucumbido, sino en todos los que hemos observado. Debemos dejar consignada tambien, la existencia de las equimosis, porque puede tener su im- portancia; como lo veremos al tratar de la causa de la muerte en los enfermos de mal de Addison. Tambien debemos llamar la atencion a la sobre-carga grasosa del corazon que, tal vez sea debi- da sino en todo, en su mayor parte, a) alcoholismo que hemos dejado ya indicado en nuestros enfermos. Para apreciar con mas exactitud las otras alteraciones que haya presentado el corazon en nues- tras observaciones, haremos primero un estudio analitico de cada una de ellas; para despues, rea- sumir los resultados que hayamos obtenido, como lo hemos hecho con el pericardio. Obs. Ip Al examinar el corazon de este enfermo, lo primero que llama la atencion es su for- ma. (pie se acerca a la circular; y cuya alteracion es debida al desarrollo exagerado del ventriculo derecho, que se deprirae ademas, al colocar el organo sobre la mesa. Con estos dos datos ya se puede sospechar la dilatacion del ventriculo derecho, y el adelgazamiento de sus paredes; cuya sospecha adquiere mas valor cuando se practica la mensuracion del corazon que nos did un dia- metro transversal (175 milimetros), mayor que el longitudinal (160 milimetros). En el ventriculo izquierdo se presenta a nuestra vista lo que hemos convenido en llamar, al hacer nuestras autopsias, estado de ereccion muscular; es decir, un estado 'particular de la libra muscular, que presenta el aspeccto de contraccion y que no es, sino una, verdadera condensacion de tejido, como se ve en los casos de muerte violenta y especialmente en los decapitados. Inspeccionando las cavidades y los orificios nos encontramos con las siguientes alteraciones: aumento do la cavidad del ventriculo izquierdo, sin haber aumentado ni disminuido el espesor de la fibra muscular; restos de una anti- gua endocarditis que ha dejado como prueba de su paso el engrosamiento, el recogimiento y es- tado rugoso de la valvula mitral, y las concreciones fibrinosas de que se hace rnencion en la his- toria. A pesar de ese estado de la mitral, no podemos decir que esta valvula sea insuficiente. En cuanto a la aorta, debemos decir lo mismo; porque si bien es cierto, que el aumento considerable de su circunferencia (84 milimetros en lugar de 67) y las desgarraduras de su borde libre nos in- clinarian a admitir la insuficiencia; en cambio, la prueba del agua, que tan decisiva es en los casos de insuficiencia arterial, nos esta diciendo que las sigmoideas aorticas se despliegan bien. Si la determinacion de la suficiencia 6 insuficiencia es dificil, y aim dudosa en la mitral y en la aorta, no sucede lo mismo en la tricuspide, en donde, es evidente la insuficiencia. En efecto, la prueba del agua, el estado de las valvulas, asi como, el aumento considerable de la circunferencia, (127 milimetros en lugar de 104), nos demuestran cpie estas valvulas no podian cerrar bien el ori- ficio durante la vida. La dilatacion del ventriculo derecho y el adelgazamiento de sus paredes, (pie ya habiarnos sos- pechado al examinar el exterior del corazon, se hace indudable luego que se abre la cavidad. En el orificio pulmonar, y aim en una parte de la arteria, se nota una coloracion roja intensa, (pie no desaparece por el lavado; en las valvulas sigmoideas existen ademas, algunas pequehas desgarraduras colocadas cerca de su borde libre. Si se recorre la observation de este enfermo, se vera que durante la vdda, se observe en la base del corazon un soplo diastolico que se propagaba hacia la clavicula izquierda; es decir, un soplo que indicaba la insuficiencia pulmonar. ?Pero este soplo, era en efecto producido por una insufi- ciencia pulmonar, que dejo como prueba de su paso los pequehos orificios encontrados en la au- topsia; 6 era, mas bien, producido por una simple inflamacion de la arteria, como nos lo haria creer el enrojecimiento intenso de sus paredes? No es facil dar una solucion cafegorica a esta cuestion; pero nos inclinamos mas a lo segundo; porque lo unico que en la autopsia pudiera ha- cer creer en la insuficiencia, que son los pequenos agujeros de las valvulas, pierde mucho de su valor cuando se tiene en cuenta su tamano y el punto en que estan colocados. 19 Obs. 2f Lo mismo que en la observacion anterior, el corazon tiene una forma que se acerca mucho a la circular por desarrollo exagerado del ventriculo derecho; ventriculo izquierdo en estado de ereccion muscular; el derecho no se deprime al colocarlo sobre la mesa. Abriendo las cavidades se nota una ligera hipertrofia del ventriculo izquierdo; restos de una antigua endocarditis en la valvula mitral, que, como en la observacion anterior, no produjo la in- suficiencia valvular. En la aorta, podemos admitir la existencia de dos lesiones: la inflamacion reciente de la arteria, que ha dejado como prueba de su paso el enrojecimiento persistente, tanto interne como extemo; y la insuficiencia aortica que se nos manifesto en el cadaver, por las des- garraduras de las sigmoideas, el aumento de la circunferencia del orificio, (70 milimetros) y la prueba del agua. En el ventriculo derecho la dilatacion de la cavidad y el adelgazamiento de sus paredes son indudables. La valvula trictispide presenta los restos de una endocarditis reciente y los de otra antigua: el enrojecimiento persistente apesar del lavado, nos indica la primera; las alteraciones de la valvula, su engrosamiento y recogimiento, nos manifiestan la segunda. No tenemos prueba cierta de la insuficiencia trictispide; pues aun cuando el orificio este aumentado, el hecho de no ser muy considerables las alteraciones valvulares, y la prueba del agua, nos demuestran que las valvulas funcionaban bien durante la vida. La arteria pulmonar se encontro perfectamente normal. Obs En esta observacion carecemos de las dimensiones del corazon, y solo nos dice la historia, que el ventriculo derecho se deprime al colocarlo sobre la mesa; y que al contrario el ventriculo izquierdo, se presenta en estado de ereccion muscular. Si se examina atentamente el estado del endocardio, dos hechos Hainan la atencion; el enroje- cimiento sehalado en el ventriculo derecho, la aorta, y la pulmonar; y el color bianco, la opacidad, y el engrosamiento que se mencionan en todas las valvulas. Si tratamos de apreciar el valor del enrojecimiento, necesitamos distinguir el que esta colocado en el ventriculo derecho y en la aorta, del que existe en la pulmonar: el primero, no tiene un gran valor, por ser un fenomeno causado por la imbibicion como lo prueba el hecho de haber desaparecido por el agua: mas no sucede lo mismo con el segundo, el de la pulmonar; pues nos indica la existencia de una endo- carditis reciente 6, mejor dicho, de una inflamacion de la arteria pulmonar. El otro estado del endocardio, nos manifiesta la existencia de una endocarditis ya antigua, (pie se localize sobre todo, en los orificios auriculo-ventriculares, produciendo la insuficiencia mitral y la insuficiencia trictispide. En la aorta, existen placas calcareas producidas por el ateroma. Ademas de las lesiones mencionadas, debemos ahadir, el color particular de la fibra muscular; que, sin darnos una prueba cierta, si nos da fuertes presunciones en favor de la degeneracion gra- sosa de la fibra muscular del corazon En esta, lo mismo que en la observacion anterior, la dilatacion del corazon derecho y el adelga- zamiento de sus paredes, nos parecen indudables. Obs. 7 En la presente, como en otras muchas de nuestras observaciones, encontramos el endocardio de un color bianco, de un espesor mayor que el normal, separfindose en unos puntos con facilidad y en otros con dificultad. Esta alteracion del endocardio se ha localizado, sobre todo, al nivel de las valvulas auriculo-ventriculares, produciendo, en la mitral un aumento en la consistencia de la valvula, y en su borde libre, los condilomas mencionados en la historia. Estas alteraciones de la valvula, unidas al aumento de la circunferencia del orificio, hacen probable la insuficiencia mitral; en la valvula trictispide, todavia es mas manifiesta la insuficiencia; pues el orificio mide 120 milimetros y la valvula posterior esta reducida a un simple borde. En la aorta y en la pulmonar, las alteraciones son insignificantes, con excepcion del ateroma sehalado en la primera. El ventriculo izquierdo esta hipertrofiado; el derecho conserva su espesor normal, pero su cavi- dad esta muy dilatada; lo mismo sucede con la auricula derecha, en cuyas paredes existen dos pequehos cuerpos semejantes granos de arroz, colocados, a lo que parece, debajo del endocardio 20 y teniendo un aspecto nmy parecido al de los turnores que hemos descrito en el pericardio de esta observacion. Obs. 10 f En este enfermo, el surco inter-ventricular del corazon tenia, en la cara posterior del organo, una direccion particular; porcpie, en lugar de seguir una Knealigeraraente curva, como en el estado normal, seguia una linea quebrada, dando por resultado que, en la parte superior del corazon el ventriculo izquierdo invadia la region del derecho, mientras que, en la parte inferior el derecho era el que invadia al ventriculo izquierdo, redondeando la punta del organo. El ven- triculo izquierdo se presentaba en el estado de ereccion muscular; mientras que el derecho se veia deprimido. Si pasarnos al estudio de las cavidades tropezamos con una dificultad de apreciacion; porque, I Que valor debemos dar a la coloracion roja que existe en casi todas las cavidades? ; Es un fe- nomeno puramente cadavhrico, 6 es el resultado de una inflamacion reciente? Este es uno de aquellos casos en (pie la duda es permitida, dada la existencia de los coagulos negros que se men- cionan en la historia. Sin embargo, si atendemos al punto ocupado por el enrojecimiento, que es, sobre todo el lugar en donde se unen el endocardio auricular con el ventricular y de ninguna manera las partes declives; si a esto agregamos que el enrojecimiento no desaparece por el lavado; y si, por ultimo, tenemos en cuenta el estado nebuloso del endocardio ventricular, asi como el aspecto granuloso de la arteria pulmonar y el despulimento de la superticie interna de la aorta, veremos que nos sobran razones para creer que el enrojecimiento es el resultado de una endocar- ditis reciente. Tanto la auricula como el vetriculo izquierdo estan ligeramente hipertrofiados; mientras que el corazon derecho esta dilatado y sus paredes adelgazadas. En los oriticios, la unica alteracion bien dem'ostrada es la insuficiencia de la valvula tricuspide. La superticie interna de la aorta presenta las lesiones del ateroma. Obs. 12 f De todos los casos de mal de Addison en que hemos practicado inspeccion cada- verica, este es, quiza, el que menos alteraciones ha presentado en el corazon; pues con excepcion de la dilatacion del corazon derecho y de la hipertroha del ventriculo izquierdo, poderaos conside- rarlo como normal. La dilatacion del corazon derecho, que se podia sospechar a la simple vista dada la forma oval del organo, el desarrollo tan considerable del diametro transverse (130 milimetros), y la depresion del ventriculo derecho; se conhrmo al abrir esta cavidad, encontran- dose ademas, un adelgazarniento de las paredes ventriculares: pero apesar del adelgazamiento de las paredes, los trabeculos formados por las columnas camosas estaban muy desarrollados. __ Es bueno tener presente este estado de las columnas carnosas, port pie segun el Sr. Galan, sirve para compensar la debilidad que resulta de la dilatacion; es pues, una especie de hipertroha parcial compensadora. La hipertroha del ventriculo izquierdo se manihesta por el aumeuto de su cavidad y el espesor de sus paredes, que es de 28 milimetros, sin contar la grasa. Obs. 16 r Forma oval por desarrollo del diametro transversal; estado de ereccion muscular en el ventriculo izquierdo, depresion del ventriculo derecho. La cavidad del ventriculo izquierdo parece disminuida de tamano; las paredes conservan su espesor normal. En la valvula mitral los restos de una endocarditis reciente, y los de una anti- gua, si haber insuhciencia pos-mortem. Las alteraciones que presenta la aorta son tres, y todas muy importantes: La insuhciencia que se manihesta por el aumeuto de la circunferencia, por el estado de las valvulas, sobre todo la interna, que estan recojidas, que han perdido su elasticidad y que presen tan desgarraduras en su borde libre; y por ultimo, la prueba del agua: La segunda alteracion aortica es su inflamacion reciente, como lo demuestra el enrojecimiento que no desaparece con el lavado; La tercera lesion consiste en las placas de ateroma. La dilatacion del corazon derecho y el adelgazamiento de sus paredes, asi como la insuhciencia tricuspide nos parecen indudables. 21 Obs. 21 r Lo mismo que en otras muchas de nuestras observaciones, ei ventriculo izquierdo presenta el estado de ereccion muscular, y el derecho se deprime al colocarlo en la plancha. El ventriculo izquierdo presenta un aumento considerable en el espesor de sus paredes, que rniden 27 milimetros, conservando, sin embargo su capacidad normal. Con excepcion del ateroma, que existe en la pared interna de la aorta, las valvulas mitral y aortica no presentan alteracion claramente patologica. En el corazon derecho las alteraciones son mas importantes: porque existe la dilatacion del ventriculo derecho acompahada del adelgazamiento de sus paredes; la insuficiencia tricuspide nos la estan indicando, el aumento de la circunferencia y el estado de las valvulas, que todas estan gruesas, opacas y ademas, la posterior adherida a las paredes ventriculares. Existe una coloracion roja en la valvula pulmonar que no desaparece con el lavado. La fibra muscular de los ventriculos tiene un color amarillento que nos hace sospechar la degeneracion grasosa. Obs. 23? Forma que propende a la circular por desarrollo del ventriculo derecho, el cual no se deprime; estado de ereccion muscular del ventriculo izquierdo. En el corazon izquierdo nos apercibimos de la existencia de las cuatro lesiones siguientes; la hipertroha del ventriculo izquierdo; la insuficiencia mitral demostrada pot el aumento de la cir- cunferencia (100 milimetros), por el engrosamiento de su valvula anterior y la desaparicion de la posterior, que estd reducida a un simple borde; el ateroma aortico; y, por ultimo, una endocarditis reciente que dejo como huella el enrojecimiento persistente y la opacidad del endocardio, obser- vados en la aorta y en las paredes del ventriculo y auricula izquierdos. La insuficiencia de la tricuspide, la dilatacion y adelgazamiento del ventriculo derecho nos pa- recen indudables. En resumen: vernos por el analisis que acabamos de hacer, que las lesiones del corazon en la enfermedad de Addison, son constantes en su existencia pero variables en su naturaleza. Con excepcion de los estrechamientos, hemos observado todas las demfis lesiones; pero en medio de esta gran variedad hay una que predomina notablemente y es la dilatacion del corazon derecho; dila- tacion que ha existido en nuestras nueve autopsias y que se acompana generalmente de la insu- ficiencia tricuspide y del adelgazamiento de las paredes ventriculares. Solo en las observaciones VII y XXIII ha faltado el adelgazamiento, y la insuficiencia no se present© en las observaciones II y XII. En varias observaciones ( II, X, XVI y XXIII), al lado de las lesiones propias de la endocarditis reciente vemos indicadas las de la endocarditis antigua; es pues probable que en estos enfermos, se produzcan endocartitis sucesivas que hemos llamado endocarditis de repeticion. Estas endocarditis de repeticion podrian, segun el Sr. Galan, darnos la explicacion en muchos casos de la dilatacion del corazon derecho: porque si se recuerda la ley de Stokes, a saber, que los pianos musculares subyacentes d una memhrana mucosa 6 hien serosa injlamada, tienen tendencia d paralizarse; y si se hace la aplicacion al corazon, puede admitirse que el primer efecto de una endocarditis sera laparesia del ventriculo derecho; esta paresia producinUa relajacion del musculo, y la relajacion determinate, como ultimo resulted©, la dilatacion del ventriculo derecho causada por la acumulacion de la sangre en su cavidad, y por la perdida de la elasticidad que pudieramos llamai resorte del musculo. Si esto pasa con el ventriculo derecho y no con el izquierdo, es debi- do unicamente a la mayor energia del segundo, que le permite luchar ventajosamente contra los obstaculos que se le presenten. snroicATQLoaiA. Som. comun 6 clasica. Generalmente se acostumbra distinguir tres periodos en la forma ordinaria de la enfermedad bronceada de Addison: periodo inicial, periodo de estado, y periodo caquectico. I. Periodo inicial. En esta forma de la enfermedad el principle es insidioso; generalmente pasa desapercibido del enferrno y aim del medico. En efecto, los principios de la enfermedad se pue- den reasumir en tres tipos que llamaremos con Guermonprez, tipo astenico, tipo gastrico 6 dole- roso y tipo melanodermico. 1 ® Tipo astenico del principle. En este, lo primero <]ue llama la atencion del enferrno, es nna debilidad (pie, al principio ligera y perfectamente compatible con las ocupaciones del indi- viduo, va anmentando progresivamente hasta el punto de que el menor esfuerzo muscular es se- guido de una fatiga insolita, que obliga al enferrno a permanecer en una inaccion completa. Este estado de debilidad fisica contrasta con el estado moral que conserva toda su ensrgia: no hay dis- gusto por el trabajo, sino imposibilidad fisica de trabajar. Lo que caracteriza esta debilidad, lo que le da un gran valor, es (pie no se encuentra la explicacion en ninguna parte del organismo; por mas que se busca, por mas (pie se interroga al enferrno, no se sabe a que referir la astenia que presenta el individuo. Este estado inicial lo observamos nosotros en Pascual Diaz, (obs. XIV). En el, despues de un periodo de embriaguez, hace ocho raeses, se presentaron los sintomas de un catarro gastro-intes- tinal que duro quince dias y que probablemente no tuvo mas relacion con el principio de su en- fermedad actual que el de una causa ocasional. Sea lo que fuere sobre esto, lo cierto es que al cabo de un mes, empezo a sentir que sus fuerzas disminuian poco a poco, llegando la debilidad a un grado que acabd por imnedirle todo trabajo. Junto con esto, aparecio otro sintoma de que apenas se hace mencion en aigunas tie las observaciones europeas que conocemos; y fue un ador- mecimiento (pie al principio limitado a los dedos de la mano izquierda, se extendid poco d poco hasta hacerse general. 2 P Tipo gdstrico 6 doloroso. En este segundo tipo, los fenomenos que abren la ecsena son diversas perturbaciones gastricas 6 gastro-intestinales acompanadas de dolores en distintas par- tes del cuerpo; ya es una basca persistente, ya consiste en vomitos que se parecen a los de los al- coholicos, ya es una diarrea, 6 bien una constipacion tenaz. El sitio del dolor es variable; gene- ralmente ocupa la region lumbar otras veces el epigastric 6 los hipocondrios, y mas raras veces los miembros 6 la cabeza: y todo esto, como en el tipo anterior, sin causa que lo explique. En el enferrno de la observacion XXIV, los primeros sintomas se han presentado simulando un ata- que de hepatitis aguda. 3 P Tipo melanodermico. El primer fenomeno que llama la atencion del enferrno, es una coloracion especial de la piel que, principiando generalmente por la cara, se va extendiendo poco a poco hasta ocupar todo el tegumento extemo y aun el interno, como lo veremos despues. Asi empezo Agustina Moreno, la enferma de nuestra observacion IV, d quien el Sr. Galan 11a- maba la Venus negra, en atencion a la perfeccion de sus facciones, que era un tipo de la raza 23 blanca, y al color negro de su piel. En medio de una salud perfecta, empezo a notar, hace siete raeses, que su cuerpo todo, tomaba un color oscuro que aumentaba rapidamente de intensidad has- ta tomar el color negro de ebano que le observamos nosotros; con excepcion de esta coloracion y de algunos sintomas de anemia, todas sus funciones se ejercian perfectamente hasta hace poco tiempo Para la mayor parte de los autores europeos, el tipo astenico seria el mas frecuente y el mela- nodennico el mas rare. Como ya otras veces lo hemos dicho, carecemos completamente de datos para resolver la cuestion; pues, con excepcion de los tres enfermos que hemos citado, en todos los denies nos ha sido imposible fijar el principio de la enfermedad de Addison. Como se vera por la lectura de las observaciones, casi todos los enfermos han entrado al hospital a curarse de enfer- medades independientes del mal de Addison, que son las que han llamado la atencion del enfer- mo: asi es que, los sintomas que presentaba el enfermo y que se podian referir al mal de Addison se encuentran mezclados con los de la enfermedad que los trajo al hospital. A prirnera vista parece que el tipo mas frecuente entre nosotros es, el gastro-intestinal: y en efecto, en nuestras veinticuatro observaciones encontramos senalado el catarro gastro-intestinal en cinco casos, que atendido el corto ntimero de aquellos en que se pudo recoger antecedentes, forman una cifra res- petable; en dos casos, el principio parece haber sido la diarrea, y en otro los vomitos. Al mismo resultado ha llegado el Sr. Bandera que asienta que, los accidentes gastro-intestinales y, sobre todo la diarrea, nunca faltan. Pero si se reflexiona detenidamente, se ve que los fenomenos gdstricos pierden mucho de su valor como sintomas iniciales del mal de Addison, atendiendo a que la mayor parte de los enfermos que observamos, tanto el Sr. Bandera como nosotros, han sido alcoholicos, y por lo mismo, no se puede decir si los fenomenos observados dependen del mal de Addison 6 del alcoholismo, con tanta mas razon cuanto que, esas alteraciones gastro-intestinales se presentan con los mismos caracteres en las dos enfermedades. Hay otra razon en nuestro concepto que contribuye a hacer desconocer la enfermedad en sus principios y es, el color propio de nuestra gente pobre que hace que a los enfermos no les llame la atencion el atezamiento de color de su piel. II. Periodo de estado. Una vez que hemos terminado con la descripcion del primer periodo, pasemos al segundo, el mas importante de todos, pues es en el cuando se caractdriza la enferme- dad; y por lo mismo, procuraremos dedicarle la atencion que merece. A este periodo es al (pie se pueden aplicar las notables palabras con que Jaccoud empieza la descripcion de la enfermedad, en su articulo del Nuevo Diccionario de Medicina y Cirugia> tom. 5 9 pag. 704. “Una astenia creciente hasta la muerte, una melanodermia de caracteres es- peciales, perturbaciones gastricas, dolores lumbo-abdominales; tales son los cuatro ordenes de fe- nomenos que constituyen esencialmente-la sintomatblogia de la enferi U1 de Addison. Los dos pnmeros son constantes, pueden existir solos durante toda la enfermedad; los otros son bast an- te frecuentes para ser caracterlsticos y venir utilmente en ayuda del diagnostico.” Tales son en efecto los cuatro sintomas capitales de la enfermedad; pero como cada uno de ellos se puede presentar en otras enfermedades, vamos a ocuparnos de cada uno en particular, con el objeto de fijar sus caracteres en la melanodermia astenica, indicando de paso, las particu lari (la- des (pie hayan presentado en nuestras observaciones. Melanodermia. Para que la coloracion de la piel se pueda considerar como caracteristica del mal de Addison, es necesario que tenga ciertas condiciones especiales: pues no debe olvidarse que la melanodermia es un sintoma (pie se observa en muchas enfermedades, como lo veremos al ocu- parnos del diagnostico. Tres formas pudieramos distinguir en la coloracion de la piel; la negra, la cobriza y la mancha- da; pudiendo acontecer que se combinen estas tres formas en el mismo enfermo, de manera de constituir una forma mixta. Forma negra. En esta, la coloracion de la piel es de un tinte sumamente oscuro, y aun ente- ramente negro, de manera de hacer creer al medico que esta en presencia de un individuo de la 24 raza negra; 6, cuando menos, de un mulato. Se diferencia del color del negro en que la distribu- cion de la coloracion no es uniforme; siempre es mas intensa en las partes del cuerpo que estan expuestas al sol, tales son la cara y las manos: se diferencia tambien, en que en el negro nunca se presentan manchas en las mucosas, como sucede en el mal de Addison. Jaccoud dice, que para que la coloracion de la piel pueda referirse a la enfermedad de Addison, necesita la reunion de dos condiciones capitales; el ser general, y el ser uniforme en su distribucion. En cuanto al pri- mer caracter estamos enteramente de acuerdo, y en todos nuestros enfermos ha sido general, con excepcion del numero XXIV en que era parcial. Mas no sucede lo mismo con el segundo carac- ter, cual es, que sea uniforme; pues dl mismo nos dice, que la coloracion es mas intensa en las par- tes que estan mas expuestas a la luz y algunas otras como las ingles, pubis etc.: un poco mas ade- lante agrega, que aim en los casos en que la coloracion es enteramente general y muy oscura, si se tija la atencion, se descubren pequenos puntos de un color mucho mas oscuro que el fondo sobre que estan colocados. Mas bien nos adherimos a la opinion de Martineau que considera esta fait a de uniformidad como uno de los mejores elementos del diagnostic© diferencia!. El Sr. Bandera dice que solo ha observado la forma manchada; nosotros hemos tenido enfermos en los cuales la coloracion, no solo era general, sino tambien enteramente negra: tales son la en- ferma de nuestra observacion IV, a quien conociamos con el nombre de la Venus negra; en el en- *ermo de la observacion II, la coloracion era igualmente negra y general, presentando ademas estos dos enfermos el hecho excepcional en nuestras observaciones de que no existian manchas; sino qu<5 todo el cuerpo era de un color negro, pero sin la uniformidad de que habla Jaccoud. En otros enfermos, como el del numero VII, la coloracion negra solo se ha observado en los pun- tos que estan expuestos a la accion del sol. En la forma bronceada la coloracion se parece al color del bronce, pudiendo ser mas 6 menos claro; algunas veces semeja bastante bien el color de una estatua de bronce con sus claros y oscu- ros. Como forma aislada y general es rara; pero en combinacion con la forma manchada la hemos observado con alguna frecuencia: tales son, los enfermos de las observaciones X, XI, XII, XIII y XIV. La forma manchada es la quo hemos visto con mas frecuencia; pues, con excepcion de los nu- meros ii y iv, en que solo se observe la forma negra, sin manchas, en todos los demas siempre han existido las manchas oscuras. El tinte de ellas es muy variable; a veces son de un color cafe claro, otras veces de un tono muy oscuro y aim completamonte negro; pudiendo existir todos los grades en el mismo enfermo. El tamaho de las manchas varia mucho; desde los simples puntos que dan la idea de una barba recien afeitada, como en las observaciones I y IX; hasta grandes manchas de ocho centimetres y aim mas, como en la observacion numero I. El color de las manchas, generalmente, va disminuyendo de intensidad del centro a la periferia hasta confundirse con el resto de la coloracion del cuerpo; otras veces se termina de un mode brusco: la piel de la superficie de estas manchas no presenta ninguna alteracion; no hay grietas y nunca se produce exfoliacion. El fondo en que descansan las manchas, d tiene su color normal, 6 tiene un ligero tinte amarillento, 6 bien es de un color mas 6 menos oscuro, que es lo comun. Jaccoud considera a la forma manchada como una forma transitoria que se observa solamente cuando el mal de Addison viene acompanado de cancer 6 tuberculos, y dice que, aim en estos casos, acaba por convertirse en una coloracion general y uniforme. Mas otros autores, Martineau, Guermonprez, Demontrond, no son tan absolutes como Jaccoud, y admiten que, si en regia gene- ral, la forma manchada se convierte despues en una coloracion general, hay, sin embargo casos en los cuales persiste hasta el fin de la enfermedad y puede observarse independientemente del cancer y la tuberculosis. Al lado de estos hechos, en los cuales hemos visto ser la forma manchada determinada por la existencia de una sola clase de manchas, y estas oscuras; tenemos algunos casos en los cuales se han presentado las dos clases de ellas que senalo Addison en varias de sus observaciones; es decir, la existencia de manchas negras alternando con otras de un bianco mate. Tales son los casos de 25 la observacion VIII, on la cual las manehas blancas existen solaraeute en el cuello, y parecen ser el resultado de antiguas cicatrices, puesto que estan deprimidas; al lado de ellas existen otras manehas de color cafe. De la observacion XVI, en que las manehas blancas, (pie existen en corto numero, son pequehas, redondas, y de hordes regulares y perfectamente delineados; mieutras que las negras, son en gran numero y de forma irregular, las primeras solo se ven en el vientre. De la observacion XV, en que las manehas blancas, causadas por cicatrices, estan limi tadas a I os miembros inferiores. La coloracion del enfermo de la observacion XVII, merece que nos deten- gamos un instante: porque, en efecto, en la cara, parte anterior del cuello y del torax, el color es de un tinte cobrizo claro; y en la parte posterior del cuello, del torax, miembros superior es, vientre y parte inferior de los miembros inferiores, es de un color casi negro: y, a la par de esto, se ven senaladas tres clases de manehas; unas enteramente blancas, lisas y redondas, que se pare cen a las manehas del viteligo, y que estan colocadas en la parte posterior del torax; otras, que sou pro- ducidas por las cicatrices do antiguas erupciones en los miembros superiores, cuyo centre es bianco y cuyos contornos tienen un color negruzco; y por ultimo, las que existen en el vientre y que tienen los mismos caracteres que las de los miembros superiores; solo que, son mucho mas grandes. En Dolores Montes, (obs. VI), las manehas blancas y negras que existen en el torax, estan colocadas sobre un fondo amarillento; en el vientre, que tiene un color muy oscuro, casi negro, se ve una fa- ja de color bianco mate que abarca toda la circunferencia del abdomen y que esta formada por manehas de forma irregular y de tin gran tamaho; pues algunas tienen hasta seis centime tros de largo por tres de ancho, y (pie no parecen proceder de cicatrices. Quiza tengan alguna influencia los frotamientos y la compresion sobre e! desarrollo de estas manehas blancas; pues es muy comun verlas colocarse en el punto en que se fija la faja 6 la cinta de las enaguas. En un enfermo que hemos tenido ocasion de observar ultimamente,' ’gracias a la arnabilidad del Sr. Carmona, la coloracion de la piel era parcial y limitada a la cara, cuello, parte superior del torax, y miembros superiores. Al acercarse a este enfermo llamaba la atencion, desde luegb’ el contraste notable que existia entre el color oscuro de las partes mencionadas y el resto del cuerpo que conservaba un color enteramente bianco. Esta coloracion de la piel la empezd a ob- servar el enfermo hace seis ahos, y coincidio con algunas perturbaciones del lado del hlgado que simulaban bastante bien un ataque de hepatitis aguda. Decia el enfermo, que habia notado que su cara, sobre todo en la parte media, tomaba un color oscuro como si le saliera pano, y de alii se fue extendiendo el color a toda la cara y miembros superiores, principalmente en el dorso de las manos. Esta coloracion tenia un tinte oscuro, sin ser enteramente negro, y predoininaba, so- bre todo, en la parte inferior de la cara al nivel de la barba, en los carrillos, y un poco mdnos en la frente; en el cuello era aun mas oscuro que en la cara, sobre todo, por las partes laterales, con- servando este tinte en la parte superior y posterior del torax. En las manos era tambien muy in- tenso, pero solo en su cara dorsal, conservando el color normal la palmar; el antebrazo y auu par- te del brazo, eran tambien de un color muy oscuro, dominando siempre en la parte posterior. El resto de la piel, tenia el color bianco propio de la raza caucasica. La mucosa del labio inferior y superior, presentaba un tinte violaceo propio de la cianosis; pero ademas, fijancle la atencion, se veian pequehas manehas, en corto numero, de un color cafe oscuro y aim negro. Aun en los pun- tos de color muy oscuro el tinte no era uniforme, sino que se veian pequehas manehas de un color negro que existian, sobre todo, en la cara y en el dorso de la mano. Las uhas conservaban su color bianco normal, sin manehas de ninguna clase. Vearnos ahora cuales son en la enfennedad de, Addison, los caracteres generales de la melano- dermia, en cuya virtud podarnos distinguirla con precision, de la que en otras enfermedades se nos pueda presentar bajo cualquiera forma. Hay un primer caracter que importa no olvidar, a saber, que la coloracion es Urine; es decir, que resiste a todos los procedimientos mecanicos o quimicos que se puedan emplear para destruirla; tales son los bahos simples? 6 mediqamentosos, las frotaciones, la destruccion de las capas superfi- ciales.dei dermis, lo cual se explica porque coloracion no tiene su, asientoqep las capas superb ciales, sino en las profundas del tejido( de Malpighi. 26 Otro caracter irnportante es la falta de uuiformidad de la coloracion. En efecto, mientras que en el negro y en el mulato el color esth igualmente repartido en toda la piel, exceptuando la pal- ma de las manos y la planta de los pies; en el mal de Addison, al contrario, siempre es mas oscu- ro en todos los puntos que est&n expuestos a la accion de los rayos solares; asi el color de la cara, cuello, parte superior del torax, y posterior de los miembros superiores, es el mas intense. A mas de estos puntos, hay otros que parecen lugares preferidos por el pigmento, tales como el pubis, pared anterior del vientre, axilas, articulaciones, y todas aquellas partes que ban side el sitio de *rritaciones mas 6 menos fuertes; como sucede generalmente con las cicatrices, aim cuando en nuestras observaciones hayan estas conservado su color bianco; y, por ultimo, en todos aquellos puntos que naturalmente estan mas atezados por el pigmento, como sucede con los pezones y con los drganos genitales del hombre. Si la coloracion es general, sea que pertenezea a la forma negra 6 a la bronceada, siempre sub- siste la regia anterior; y en los casos de forma manchada, las manchas son mas numerosas en los puntos que hemos indicado, y lo raismo sucede cuando la coloracion es parcial, como en la obser- vacion XXIY. Hay otras partes en las cuales casi nunca se observa la coloracion normal de la enfermedad; como sucede con los parpados y la cara palmar de las manos y dedos: en las observaciones IX y XXII, como hecho excepcional, hemos notado manchas en la cara palmar de las manos. Los apeudices tegumentarios, pelos, dientes y uhas, no siempre han side respetados: se citan algu- uos casos en que el cabello se ha puesto mas negro, y otros en los cuales de castaho se ha conver- tido en negro; y algunos mas en que se han presentado manchas en los dientes. Nosotros nunca hemos visto tal cosa; pero si hemos encontrado con alguna frecuencia la coloracion de las uhas, como puede verse en las observaciones II, XIV, XV y XIX. En estos apendices, la coloracion se presenta siempre formando rayas que siguen la longitud de la uha, de un color que varia desde el cafe claro hasta el negro intenso. En algunos casos hemos querido destruir la coloracion, ras- pando la uha con una navaja y no lo hemos logrado; lo que prueba que el deposit© de pigmento no se hace en la superficie, sino en las capas profundas. Segun Demontrond, la coloracion de las uhas que acompaha al mal de Addison, se distinguiria de la que existe normalmente en ciertas razas, (que no cita), por la persistencia de la mancha blanca que existe al nivel de la raiz; no he- mos buscado este caracter. Por ultimo: hay otro caracter que distingue la coloracion del mal de Addison de otras muchas; y es, que la coloracion no se limita al tegumento extern©, sino que invade tambien el interne. Es muy comun, en efecto, encontrar manchas de un color mas 6 menos oscuro en diversas membra- nas mucosas; como en los labios, en donde son muy frecuentes; en la lengua, carrillos, velo del pa- ladar, vagina etc., y muchas veces penetra a las cavidades interiores, como lo hemos dicho en la anatomia patologica. La mucosa conjuntival pocas veces se mancha, y su color bianco azulado, contrasta con el color oscuro de la piel. En todas nuestras observaciones, ban existido las man- chas en la mucosa labial, y en algunas en toda la cavidad bocal; pero nunca hemos examinado la mucosa vaginal. La mayor parte de los autores asienta, que no es indispensable la coloracion de la piel para el diagnostic© de la astenia suprarenal; lo que no debe sorprendernos si atendemos a que la melano- derrnia no es mas que un sintoma de una enfermedad cuya patogenia no es conocida todavia; pues las diversas teorias que se han formulado sobre la naturaleza de la enfermedad, mas bien que teo- Has son hipdtesis solamente. Sin embargo, creemos que en los casos en que falte la melanoder- mia, el diagnostico ha de ser muy dificil, y mas bien que un diagnostico, se tendran sospechas y fhhd’d' mas; como lo pmeban las observaciones de mal de Addison sin melanodermia, que existen !e'h 'lbs huiores, en los cuales el diagnostico se vino a hacer en el anfiteatro. ■‘ lAdbhi3Ade la coloracion, se ban sehalado algunas otras alteraciones en la piel; como una dimi- iliidhn de su elasticidad natural, lo que hace que conserve mucho tiernpo las sehales de los plie- gues que se le formen, como sucede en las gentes de edad avanzada. 27 Si se recorren las observaciones que iusertamos ai fin, se vera que en todas ellas, la coloracion tiene los caracteres que acabamos de senalar: es decir, el ser finne, no uniforme, y ocuj)ar las menibranas mucosas. Solo hay una diferencia y es, que las cicatrices que hemos solido encontrar ban conservado su color bianco, a pesar de ser, como lo hemos dicho, lugares en que de preferen- cia se deposita el pigmento. Astenia. Como lo hemos dicho ya, la astenia es otro de los sintomas mas constantes de la en- fermedad, que muchas veces solo se caracteriza por la debilidad y la melanodermia; pero de la misma manera que la coloracion de la piel no es decisiva sino cuando tiene los caracteres que le hemos asignado; asi tambien, la debilidad debe responder a, ciertas condiciones para que se pue- da considerar como un sintoma del mal de Addison. Hemos visto, al ocuparnos del primer periodo, que esta debilidad, ligera ai principio, va aumen- tando progresivamente de intensidad, hasta hacer imposible todo ejercicio muscular. Quien ha descrito mejor esta debilidad ha sido Jaccoud, que se expresa asi: “La debilidad persists sin razon demostrable; el individuo se queja de una fatiga insolita (pie le hace muy penoso el desempeno de sus trabajos ordinaries; no hay torpeza moral 6 apatia nacida de disgusto, de falta de valor; es una laxitud fisica que domina la energia de la voluntad e inspira al enfermo una ansiosa solicitud por el porvenir. Mas tarde, pierde toda energia; apenas puede hacer un poco de ejercicio; bien pronto, todo movimiento se hace fatigoso; todo carabio de lugar es nocivo por (pie es seguido de siucopes. Con todo esto, no hay ninguna lesion, no ha habido hemorragias, el apetito se conserva tal vez hasta el fin a pesar de los vomitos. ” Esta debilidad del enfermo no es aparente; si aplicamos el dinamornetro veremos que la ener- gia muscular esta muy debilitada, y por la palpacion podremos asegurarnos de que las masas mus- culares han disminuido mucho de su volumen, a pesar de no haber adelgazamiento; como suce- did en el numero XIV. Con excepcion de las observaciones IV, XIV, XVIII y XXII, en las cuales encontramos sena- lada la debilidad con los caracteres descritos; es decir, una debilidad creciente sin causa que la explique suficientemente; en todas las otras observaciones se ve que falta este sintoma, 6 que cuando existe pierde su valor, porque se encuentran siempre otras causas bastautes para explicarla; tales como las deposiciones causadas por el alcoholisrao, 6 por la peritonitis cronica, como en la observacion XVI. En el numero V, esta debilidad se acerca un poco mas a la del mal de Addi- son; pues es una debilidad que, habiendo empezado un ano antes por cansancio en las piernas, fue creciendo progresivamente hasta la muerte, a pesar de haber desaparecido las deposiciones. En el numero XIII, aunque no se encuentran las deposiciones, tenemos el estado de asistolia, y ademas, esta debilidad fue puramente transitoria, desaparecio luego que desaparecieron los sinto- mas de la falta de compensacion en el cprazon. En el enfermo numero XAIV, esta debilidad es muy poco marcada, y ademas ha sido pasajera y coincidido tambien, con los fenomenos de asistolia. Perturbaciones gastro-intestinales. Los autores europeos consideran estas perturbaciones co- mo bastante frecuentes, aunque no constantes, y como uno de los sintomas por los cuales puede principiar la enfermedad, como ya hemos dicho. Para el Sr. Bandera, son constantes. El apetito es variable; hay enfermos que lo conservan hasta el fin, a pesar de la astenia creciente y de los vomitos; pero esto es excepcional; generalmente disminuye y acaba por perderse comple- tamente. El enfermo, como sucede en la mayor parte de las anemias, empieza por experimental’ una repugnancia marcada por cierta clase de alimentos, sobre todo de la came; repugnancia que se va haciendo cada dia mas y mas marcada, hasta que por ultimo, el enfermo ve como una ver- dadera tortura el momento en que tiene que tomar algun afimento. Esta anorexia viene acompanada en muchos casos de vomitos que no siempre tienen los mis- mos caracteres: algunas veces se hacen notar por su persistencia y su tenacidad a todo medio te- rapeutico; otras veces solo se manifiestan de tarde en tarde; pero lo mas comun es que vengan bruscamente y sin prodromes por la manana en ayunas, poco tiempo despues de levantado el en- fermo. Las materias arrojadas varian tambien; a veces son los alimentos que el enfermo ha to 28 mado; otras, y es lo general, estan formados por materias mucosas, viscosas, trasparentes 6 bien coloradas por la bills. Otro caracter, tal vez el mas importante, es que el enfermo no siente ningu- na fatiga despues del vomito. Vemos pues, que estos vomitos, en el mayor numero de casos, tienen mucha semejanza con los pituitosos de los alcoholicos, de los cuales no difieren, sino en que son un poco menos penosos. En Europa domina la constipacion y solo en casos excepcionales se observa la diarrea; que al contrario, para el Sr. Bandera es una de las principales causas de la muerte de los enfermos de mal de Addison. Tal vez se pudiera aplicar a la diarrea que ha observado el Sr. Bandera, la misma pregunta que 6\ se dirije respecto de las alteraciones hepaticas; es decir, la diarrea, mas bien que un sintoma de mal de Addison, no seria debida al alcoholismo de que han estado afecta- dos la mayor parte de los enfermos observados por el, como nos lo dice en su primera memoria? A lo menos, esta es la conclusion a la cual nos haria llegar el exarnen del corto numero de nues- tras observaciones. En efecto, es digno de atencion, que precisamente los cuatro casos en que he- mos visto el mal de Addison con todos sus sintomas y sin complicacion de alcoholismo, hayan sido los que menos perturbaciones gastricas, y sobre todo intestinales, han presentado; pues con excep- cion del nhmero IV, que durante algun tiempo tuvo deposiciones que, por otra parte, cedieron ra- pidamente al trataraiento, en ninguna de las otras se han presentado. Los enfermos II, III, V, XI y XIII, en que se ha observado la diarrea, todos han acusado en sus antecedentes el alcoho- lismo bien caracterizado: en el enfermo de la observacion XVI, ha sido causada por la peritonitis cronica, y en el XXIII, acompahaba a una pleuro-neumonia izquierda. Lo mismo sucede con el vomito y las otras perturbaciones digestivas, que han tal tado en muchos enfermos y sobre todo, en el IV, XIV, XVIII y XXIV. Solo en el XIV, se han presentado los vomitos que duraron unos dias; en los otros enfermos, tales como, el II, III, V y XVII, los vomitos han sido causados indu- dablemente por el alcoholismo. Perturbaciones del sistema nervioso Al mismo tiempo que vemos estos sintomas de parte del aparato digestive, se presentan dolores que tienen su sitio en diversas partes del cuerpo. Uno de los mas tfecuentes es el que suele colocarse en la region lumbar 6 en el epigastrio; los dolores en los hipocondrios, en los miembros, asi como la cefalalgia, son menos constantes. Estos dolores presentan caracteres muy variables; ya son continues con exacerbaciones, 6 bien irregulares en su aparicion; ya es un dolor vivo capaz de arrancar gritos a los enfermos, ya es sordo y poco intense; unas veces quedau limitados a un solo punto, y otras presentan irradiaciones en diversos sentidos; se caiman a veces por la presion, que en otros casos los aumenta. Los autores alemanes han insistido sobre los dolores articulares comparandolos a los que se observan en las histericas y que han Ilamado dolores reumatoides. Estos dolores reumatoides, se han presentado algunas veces con tal intensidad, que han podido ser confundidos con los del reumatismo articular agudo, pero ha sido facil distinguirlos, porque no auraeiftan por la presion, ni se acompanan de los sintomas inflamatorios. La cefalalgia fenomeno pasagero, es frecuente, pero como fenomeno constante es raro, segun Jaccoud. Estos dolores, aunque frecuentes, no son un sintoma necesario; hay enfermos que han sucum- bido al mal de Addison, sin haberlos presentado nunca. En nuestros enfermos, estos dolores, dependientes del mal de Addison son raros: generalmente cuando existen, tienen su explicacion en otra causa. Los que mas frecuenteraente se han presen- tado son los dolores en la nuca, (obs, V, XI, XV, XVII) que hemos encontrado semejantes a los dolores causados por el reumatismo; el dolor en los miembros, sobre todo en los inferiores, a ve- ces solo se manifiesta al ejecutar movimientos, y entonces tiene generalmente su sitio en las corbas (obs. V. XIII); ya el dolor es constante pero sordo, como en los numeros 11 y 15; en los numeros 8 y 9, ha habido dolores en las piernas, pero que ni aun siquiera se parecen a los del mal de Addison; pues en el numero 8 son dolores osteocopos, y en el numero 9 son pro- ducidos por una pereostitis sub-aguda de naturaleza sifilitica, Los dolores epigastricos que tan frecuentes son para los autores europeos, solo una vez los hemos visto y eso, en la enferma de la observacion numero 5 que tenia una enteritis alcoholica; lo mismo dirernos del dolor lumbar, que 29 solo en dos casos se ha presentado; en el numero 5 y en el 17, este enfermo atribuye el dolor a que tiene que estar mucho tiempo inclinado. El dolor que tiene su sitio en los hipocondrios se ve senalado en el enfermo numero 13; pero habia en el un ligero grado de atrofia hepatica, acompanando a una lesion del corazon; lo que le quita todo su valor, como smtoma del mal de Addison. For ultimo; tenemos la cefalalgia en dos enfermos de los cuales, en uno, en el numero V, se ma- nifesto bajo la forma de punzadas que venian desde tiempo atras, desde seis meses; en el numero 19, fue pasajera y acompanaba a un catarro generalizado. Algunos otros dolores se ven senalados en nuestras observaciones; pero, que como los anterio- res, ninguno se puede referir al mal de Addison, sino a las enfermedades que lo ban complicado; tales son: el dolor can sad o por la peritonitis en el numero 16; la hiperestesia de la capa mus- cular del vientre, en el numero III; el dolor en el costado derecho, lo mismo que el del hombro que acompano a la pleuroneumonia del numero 23. En el numero 9 existio un dolor en la region precordial, que se extendio a todo el lado izquierdo; cuyo dolor, tal vez fue de naturaleza reumatismal. Al lado de estos fenomenos dolorosos, tenemos que sen alar algunas otras perturbaciones ner- viosas cuya existencia ha sido indicada en algunos casos, pero qne estan muy lejos de ser fre- cuentes; tales son los vertigos, el delirio, las convulsiones generales 6 parciales, el coma, etc., que casi nunca se observan en este periodo y que son mas bien fenomenos terminales de la enfermedad. Nosotros hemos observado en el enfermo de la observacion numero 14, una anestesia, que se manifesto, sobre todo en los miembros inferiores, y que no parecia depender de una lesion de los centres nerviosos; en el numero 22, vemos sehalada la existencia de una atrofia muscular bien caracterizada. En los enfermos de las observaciones XIX y XX, sobre todo en el primero, tenemos perfectamen- te caracterizadas, las perturbaciones nerviosas causadas por la anemia cerebral; tales son los des- vanecimientos, vertigos, zumbidos de oidos, perturbaciones visuales, etc., que se manifiestan princi- palmente al pasar el enfermo de la posicion horizontal a la vertical, y muchas voces por el sim- ple hecho de andar. En el enfermo numero 24, vemos sehalada la existencia de ataques que se parecen mucho a los que empezaron a manifestarse cuando ya la enfermedad esta- ba bastante avanzada, y cuya repeticion se verified tres 6 cuatro veces, para no vol verse a presen- tar. La causa de estos ataques no nos es conocida. Entre las alteraciones del sistema nervioso, tal vez podriamos enumerar, la sensacion de trio de qne se han quejado algunos de nuestros enfermos. Esta sensacion puede ser general, como ha sucedido en Lucio Juarez, (obs. XI), y en Ramon Montes dc Oca (obs. XXIV), que todo el dia se pasaban en el sol, sin lograr calentarse; d bien puede limitarse a los miembros, sobre todo, los inferiores, como en los enfermos de los obs. Ill y IV. En Lucio Juarez, apesar de la sensacion de frio de que se quejaba, no habia diminucion de la temperatura, y en ciertas ocasiones el termdmetro marcaba una temperatura superior a la normal. Respiracion. En la mayor parte de los casos, las funciones respiratorias se hacen con regula- ridad; solo en algunos se ha senalado la existencia de una dispnea independiente de alteraciones cardiacas d pulmonares; y que, tal vez, deba considerarse como producida por la anemia. Las otras alteraciones que han sido observadas, como hemotisis etc, solo se presentan en los casos de otras lesiones pulmonares, que han venido acompanando al mal de Addison. Girculacion Las unicas alteraciones del aparato circulatorio que los autores europeos y el Sr Bandera han marcado en el mal de Addison, son las propias d toda clase de anemia. En muchas de las observaciones europeas encontramos mencionada una frecuencia notable del pulso que, se- gun Jaccoud, seria debida a la existencia de tuberculos en el pulmon; en otras observaciones, por el contrario, se ha notado una lentitud manifiesta, que parece ser lo mas frecuente cuando no existen tuberculos. Pero independientemente de la frecuencia, la unica alteracion del pulso que ha sido constante 30 es, la causada por la anemia; es decir, el pulse es pequeiio, debil y depresible, 6 bien amplio, lle- no, pero siempre depresible. Los ruidos vasculares anemicos ban side marcados en algunas observaciones; pero no con la fre- cuencia que era de esperarse, dada la anemia tan profunda que caracteriza a esta enfermedad. Lo mismo diremos de las palpitaciones, que ban faltado en muchos casos. Jaccoud dice, que solo en los casos de escrofulosis, 6 en aquellos enfermos que ban padecido intermitentes, es donde se ob- servan los soplos anemicos carotideos. Nosotros no los encontramos tan raros como los Europeos; pues, los hemos visto en cuatro casos; (obs. Y, XI, XIV y XX), y solo en el numero 14, vemos mencionados las intermitentes que 1c duraron un mes con el caracter de tercianas. La constancia con que bemos observado las lesiones del corazon en la enfermedad de Addison, nos hace verlas, siguiendo las ideas del Sr. Galan, como una lesion mtimamente unida a la me- lanodermia de que nos ocupamos; pero teniendo en cuenta, que autores que ocupan en el estudio de las enfermedades del corazon un puesto tan eminente como Jaccoud, no la citan en ninguna 6 solamente en algunas de sus bistorias, creemos que pertenecen a la enfermedad de Addison como se presenta entre nosotros; es decir, modificada por la altura regional. Sin embargo, investigacio- nes posteriores demostraran sino sucede lo mismo con el Addison de los paises que pudieramos llamar bajos; es decir, al nivel del mar, y si la lesion del corazon ha pasado desapercivida a todos de un modo que nos parece inexplicable. Para terminar con la sintornatologia del segundo periodo, solo nos resta indicar las alteraciones de las secreciones y de la menstruacion; de las cuales solo diremos algunas palabras, por falta de dates. Las secreciones por lo general son normales; y solo en una que otra observacion, se ha notado el aumento de la secrecion sudoral, y en otras, una albuminuria; pero en los dos casos ban coexisti- do, 6 bien tuberculos pulmonares, 6 alteraciones renales. La secrecion del jugo gastrico no siem- pre ha sido normal; como lo prueba los enfermos que ban presentado vomitos mucosos y pituita- sos y los otros atados de diversas clases de dispepsia. En tres enfermos hemos buscado la albumina en la orina y solo en Matias Solis hemos encontrado una pequena cantidad, que probablemente fue debida a la congestion venal causada por la lesion del corazon, puesto que desaparecio luego que se restablecio la compensacion en el corazon. Entre las observaciones que cita Martinean en su tesis, se encuentran algunos casos en los cuales la menstruacion se ha perturbado: en unos, ha empezado por hacerse irregular, para suspenderse defr nitivamente; en otros, solo ha sido menos abundante. Jaccoud dice, que en la generalidad de los casos de mal de Addison observados en las mujeres, el principle de la enfermedad ha coincidido con una suspension del periodo, causada por una impresion de terror No hemos encontrado en nuestras enfermas esta coincidencia de que habla Jaccoud; pues, aunque es cierto que en cuatro observaciones (III, V, VI, y XIII) se hace mencion de la suspension del periodo menstrual, tam- bien lo es que ha sido en mujeres que habian llegado a la tipoca critica, lo que le quita todo valor. Tal es la sintornatologia del segundo periodo de la enfermedad: pasemos al terccr periodo 6 pe- riodo caqudctico. HI. Durante este tercer periodo, todos 6 la mayor parte de los sintomas, toman un caracter de gra- vedad que indica la aproximacion de la terminacion fatal. La debilidad del enfermo llega a tal grado, que le es imposible ejecutar ningun movimiento; las facultadcs intelectuales pueden conser- varse intactas, 6 bien se ve aparecer el delirio; pero generalmente el enfermo cae en una apatia que le hace indiferente a todo lo que le rodea. El apetito desaparece completamente; existe una repugnancia invencible por toda alimentacion; los vomitos generalmente desaparecen; la constipa- cion persiste, 6 bien es remplazada por una diarrea abundante que precipita el resultado fatal; la lengua se seca, y algunas veces se cubre de fuliginosidades que se encuentran tambien en los dien- tes y labios. La temperatura baja mas y mas; el pulso se hace pequeho, irregular intermitente; y en una palabra, se presentan todos los sintomas que acompahan a la agonia. 1M014 DURACION Y flllliáCIOI. iT~BvO ios formas principales se ban distinguido en la enfermedad de Addison considerada bajo el punto de vista de su marcha; la forma agxxda y la forma cronica. La forma aguda se caracteriza esencialmedte, por la rapidez con que se desarrollan todos los sintomas y que en su espacio de tiempo, que varia de algunos dias d algunos meses, recorren todos sus periodos. La coloracion de la piel es muy intensa, la anemia es llevada a su mas alto grado; y, por ultimo, las nauseas y los vomitos pxxeden venir a acelerar la terminacion fatal. Guermon- prez dice, que en la forma aguda, generalmente la coloracion de la piel apenas se marca, porque no tiene tiempo de desarrollarse. Pudieramos considerar como un caso de forma aguda, nuestra enferraa de la observacion IV, puesto que, en un periodo de siete meses, la piel tomo el color mas oscuro, a saber, negro de dbano, y a los ocho meses la enferma sucumbio, a causa de su lesion organica del corazon. En aquellos casos en que la marcha de la enfermedad es esencialmente cronica, la duracion de ella puede ser de muchos anos, y la muerte venir en medio de una postracion extrema de todas las fuerzas del organismo; pero en estos casos en que la duracion es tan larga, no es raro ver a la en- fermedad presentar al fin una marcha rapida; sin que se pueda explicar la causa, se ven surgir nuevos sintomas, 6 bien se agravan los ya existentes, y el enfermo muere en un plazo de tiempo que varia de algunos dias a varies meses. La enfermedad no solamente ofrece una marcha aguda y otra cronica, sino que puede aun pre- sentarse bajo la forma intermitente; no en el sentido de tipo intermitente periddico, volviendo a epocas fijas, sino en el sentido de presentar periodos de mejoria que pueden hacer creer en una curacion. En efecto, en esta forma, los sintomas disminuyen de intensidad; la debilidad es menos grande, las perturbaciones gastro-intestinales desaparecen, la coloracion de la piel es rndnos oscura y axxn puede desaparecer del todo, y el enfermo se cree enteramente sano. Pero el mddico no debc participar de su confianza; porque, bien pronto los sintomas reaparecen mas intensos; y despues de muchas altemativas de salud aparente y de recrudecencia, la enfermedad acabara por traer la muer- te del enfermo. El conocimiento de esta forma de la enfermedad de Addison es muy importante- porque sin el, puede uno hacerse ilusiones sobre la accion de tal 6 cual medicamento en el trata- miento de la enfermedad. Probablemente esto nos paso a nosotros con la aplicacion de la digita- lina, en una epoca en que no conociamos esta forma intermitente. En los enfermos de las obser- vaciones XIII, XIV, y XXII, que fueron sometidos a la accion de la digitalina, observamos una di- minucion de los sintomas, sobre todo, de la coloracion, quo tomamos por un principio de curacion, y que atribuimos al uso de dicha sustancia: si hubidramos podido seguir la marcha de la enfermedad por mas tiempo, tal vez hubieramos visto la vuelta de los accidentes. Hay algunos autores, de cuyas ideas el Sr. Galan participa, que distinguen ademas de las for- mas indicadas, otras dos; la forma frustra y la latente. Entienden por forma frustra, aquella en la cual siempre faltan alguno 6 algunos de los sintomas caracteristicos de la enfermedad; y por for- ma latente, aquella en la cual durante mucho tiempo, la enfermedad se presenta de una manera insidiosa, larvada, y en que solamente al fin se presentan los fenomenos que permiten hacer el diagnostics, otras veces sucede que, estos fenomenos no se llegan a presentar durante la vida y en este caso, solo el examen del cadaver permite dar el diagnostic© de la enfermedad; como sucedio 32 con la enferma que citamos en la anatomia patologica, en la dial se encontro al hacer la antopsla. un tumor que sustituia a la capsula suprarenal izquierda, sin que durante la vida se hubieran pre- sentado fenomenos que hicieran sospechar dicha lesion. Todavia se ban querido establecer otras formas en la enfermedad de Addison; como la tifoidea de que habla Demontrond, y la colerica de Bell; pero son divisiones inutiles, pues amhas formas quedan comprendidas en la aguda. Los autores europeos asignan a la enfermedad una duracion que varia desde algunos dias hasta nueve anos; el termino medio, segun Jaccoud, seria de dos anos. Enlos pocos casos enque hemos podido averiguar el principio de la enfermedad, su duracion ha variado de ocho meses (obs. IV.) a seis anos (obs. XXIV.) La terminacion de la enfermedad no es mas que una, la muerte; pues aunque se citan algunos casos de curacion, estos se consideran hoy como errores de diagnostic©, 6 cuando menos, errrores de interpretacion; es decir, que se ha tornado como curacion, lo que no era mas que una remision en la enfermedad, semejante a las que hemos observado nosotros. La muerte, dicen los autores europeos, generalmdnte es causada por los accidentes propios de la enfermedad, tales como la astenia 6 las perturbaciones digestivas; y muy pocas veces es el resulta- do de complicaciones. Para nosotros, al contrario, la muerte es casi siempre producida por las complicacion.es de la enfermedad. Como prueba de lo que decimos, veamos cuales han sido las causas de la muerte en los enter- mos de nuestras nueve autopsias. En los enfermos de las observaciones I y VII, fue debida a la embolia cerebral; en el de la observacion II, al delirium tremens; en el de la V, la enteritis alcoho- lica; en el de la XXIII, una pleuro-neumonia, probablemente tuberculosa; en el de la XII, la bron- quitis capilar y la neumonia; en la X, la tuberculosis pulmonar; y en la XVI, la peritonitis cronica. Se ve pues, que en ninguno de nuestros enfermos ha sido producida la muerte por el desarrollo natural de la enfermedad. Para el Sr. Galan, es necesario tener en cuenta tambien las lesiones del corazon derecho, que hemos sehalado como constantes; es decir, la dilatacion del corazon derecho con adelgazamiento de sus paredes, y acompahada 6 no de la insuficiencia tricuspide; porque en muchos casos nos explica- rian la muerte repentina, sobre todo, cuando esta dilatacion se acompana de la hipertrofia del ven- triculo izquierdo. Veamos cual es el mecanisrno por cuyo medio explica el Sr. Galan la muerte en estos casos, para lo cual necesitamos distinguir dos especies; cuando solo existe la dilatacion del ventriculo dere- cho, y cuando esta viene acornpafiada de la hipertrofia del ventriculo izquierdo, En el primer caso, la muerte es el resultado de la paralisis del corazon causada por la acumulacion del acido carbonico en la sangre: en efecto, el primer resultado de la dilatacion del ventriculo derecho es, una tendencia a la extasis y un aumento de tension en toda la sangre venosa; isquemia y diminu- de tenscion, en toda la pequena circulacion, lo cual tiene lugar en virtud de la ley formulada por Jac- coud: “En la ectdsia cardiaca, hay isquemia y diminucion de presion en todos los vasos situados adelante de la dilatacion; hay extasis y aumento de presion en todos los vasos situados atrds.” Ahora bien, esta isquemia pulmonar produce una diminucion en los fenomenos de la hematosis y por lo mismo, la acumulacion del acido carbonico en la sangre: este acido carbonico puede, obran- do sobre el neumo-gastrico, determinar la paralisis del corazon. Cuando con la dilatacion del corazon derecho coincide la hipertrofia del ventriculo izquierdo, entonces la muerte puede ser el resultado del aumento de la presion intravascular. La dilatacion del corazon derecho produce, como en el caso anterior, la extasis y aumento de presion en el siste- ma venoso; pero la hipertrofia del ventriculo izquierdo hace que tambien aumente la presion en el sistema arterial; habra pues, aumento general de la tension sanguinea, que se hara, sobre todo, sentir en los puntos en que se encuentran las dos sangres, la venosa y la arterial; es decir, en los capilares. Si estos capilares son de paredes delicadas, como sucede en el cerebro y en el pulmon. pueden no resistir a este grande aumento de presion y romperse, lo que puede producir la muerte 83 del enfermo. Otras veces sucedera que, el aumento de la presion intravascular no sea bastante pa- ra determinar la ruptura de los vasos; pero entonces se producira, cuando menos, una hiperemia, que se revelar& en el cadaver por el estado de arenillas 6 el estado cribado del cerebro y que basta para la muerte del enfermo. Asi pues, en el caso en que la dilatacion del corazon derecho venga acompanada de la hipertrofia del ventriculo izquierdo, la muerte puede ser el resultado de rupturas vasculares determinadas por el aumento de presion intra-vascular. Tal vez esta fue la cansa de la muerte en Agustina Moreno (obs. IV.) C0MPLICACI01TSS. ocuparnos de la anatomia patologica hemos dejado consignadas las principals com- plicaciones que se pueden presentar en el mal de Addison, y hemos visto que aunque ellas eran sumamente variadas habia, sin embargo, algunas (pie se observaban con una frecuencia nota- ble, pues en las nueve autopsias las encontramos; estas son, las lesiones del corazon. Sin volver a las autopsias que hemos analizado en otro lugar, nos ocuparemos ahora solamente de las com- plicaciones observadas en los enfermos que no ban sucurnbido, o bien en aquellos que han presen- tado durante su vida algo digno de ser notado, y que no consta en la observacion anatdmica por referirse dnicamente a la sintomatologia. Una de las complicaciones mas comunes es el enfiserma pulmonar, que se manifiesta por sus sintomas propios y que hemos observado en ocho enfermos; obs. Ill, VI, XI XIII, XIV, XVII, XVIII y XX. Nada diremos del alcoholismo porque hemos hablado de el al tratar de la etiologia y de la sin- tomatologia, solo agregaremos, que hemos observado el delirium tremens en el numero II; y el de- lirio de persecucion en el numero VI, que referimos al alcoholismo por no tener otra causa a que atribuirlo, aunque no sea esta la forma comun del delirio alcoholico. Las otras afecciones pulmonares que complican la enfermedad, han sido ya indicadas en la ana- tomia patologica, y, por tanto no volveremos sobre ellas. Las intermitentes las hemos visto en dos casos; en el numero IV y en el ndmero XIX. Lasifi- lis tambien en dos casos, VIII y IX. Si por esta parte nada tenemos que agregar a lo que hemos dicho en la sintomatologia, no suce- de mismo con las lesiones del corazon que, como vamos d ver, mas que complicaciones, tal vez de- ban considerarse como un element© que acompana siempre d la enfermedad de Addison, tal como se presenta entre nosotros. Al ocuparnos en este momento de las lesiones del centro circulatorio que tenemos consignadas en nuestras observaciones, nos detendremos unicamente en aquellas que hayan presentado algunas particularidades en su sintomatologia, 6 alguna dificultad en su diagnostic©, y nos limitaremos a solo indicar las demds. En el enfermo numero I nos encontramos desde luego con una dificultad de interpretacion: en el se creyo observar durante la vida un soplo al segundo tiempo, colocado al nivel de la articula- cion de la segunda costilla izquierda, y que se propagaba en la direccion de la clavicula izquierda; cuyo soplo coincidia con un frotaraiento pericardiaco, extendido a toda la region y ocupando todos los tiempos de la revolucion del corazon; asi como con una hipertrofia del ventriculo izquierdo. Con estos datos, se hubiera uno creido autorizado a diagnosticar la existencia de restos de pericarditis y una insuficiencia pulmonar; mas el Sr. Galan no fue afirmativo en su diagnostic© de la insuficien- cia, sino que lo did como probable, fundandose en la rareza extrema de esta afeccion y en el estado agonico de la enferma. La autopsia nos vino a probar la justicia de esta reserva, demostrandonos que no habia insuficiencia, sino una inflamacion reciente de la arteria pulmonar, lo que bastaba para explicarnos el soplo; porque es de creerse que en este caso no teniamos mas que el element© 35 puramente cadave'rico, que nos faltaban ya las lesiones dinamicas que debian producir las lesiones estaticas, (inflamacion) que encontramos; en efecto, es posible admitir que este estado inflama- torio de las valvulas pudo haber detemiinado una insuficiencia de que ya nosotros no encontramos huellas, o mejor dicho, no encontramos otras que los restos de la inflamacion. En el enfermo de la observacion II, se noto la desaparicion del segundo ruido de la base y d la izquierda, que parecia indicarnos el primer grado de una lesion de la pulmonar, y sin embargo, a la autopsia se encontrd a la pulmonar enteramente sana, lo que nos hace creer que bubo un error en la observacion de este enfermo, durante su vida. hi recorremos los autores que tratan de las lesiones del corazon, nada parece mas f&cil que la distincion de los ruidos que pasan en el pericardio, de aquellos que tienen su sitio en los orificios, mismos del corazon; pues los signos diferenciales que nos dan son enteramente diversos en los dos casos. Los ruidos que pasan en el pericardio, es decir, el frotamiento pericardiaco, presenta los caracteres siguientes: es un ruido superficial, extendido en lamina, no presenta maximun de inten- sidad, 6 si lo tiene, este no correspotide d ninguno de los orificios del corazon; no presenta gene- ralraente ningun isocronismo con los tiempos de la revolucion del corazon; el frotamiento es un ruido que no se propaga, sino que muere en el mismo lugar en que nace. Los ruidos intracardiacos, 6 mejor dicho, los soplos valvulares, presentan caracteres enteramente opuestos; son ruidos afilados, mas profundos que el frotamiento, siempre tienen un punto en que se oyen con mas intensidad, punto que Jaccoud ha llamado foco; se propagan segun direcciohes fijas para cada orificio; y, por ultimo, siempre coinciden con algun tiempo de la revolucion del corazon, siempre son sistolicos, diastdlicos 6 presistolicos. Vemos, pues, que la distincion parece muy fficil, y lo es en efecto, cuando se presentan reunidos todos 6 la mayor parte de estos caracteres, como ha sucedido en varias de nuestras observaciones en las cuales la interpretacion se hizo sin dificultad: (obs. IY, YI, VIII, XI, XII, XIII XIV, XYIII, XIX, XXII y XXIII. Pero al lado de estos casos hay otros muchos en los cuales, d virtud de circunstancias especiales, la distincion es sumamente dificil. En efecto; en muchos casos, atm para oidos ejercitados, es muy dificil poder discernir si el ruido es superficial 6 profundo, si es extendido en 1 Amina 6 es afi- lado; tanto mas cuanto que, en muchos casos se presentan los dos ruidos simultaneamente en el mismo enfermo, como ha sucedido en las observaciones V, IX, XV, XVI, XVII y XX. El segundo ca- rActer, el de no presentar maximun de intensidad, 6 que cuando existe no corresponde d ningun orificio, no es constante; puede faltar en el caso en que existan placas lechosas colocadas al nivel de los orificios valvulares, como lo hemos visto varias veces, y entre otras, en la enferma niimero IX, que tenia un frotamiento en toda la region, presentando su maximun de intensidad en el lugar en que latia la punta del corazon, exactamente como en las lesiones mitrales; pero en este caso los demas caracteres nos sirvieron para distinguirlo de un soplo. Tampoco es cierto el tercer carac- ter: a saber que el frotamiento no se propaga y el soplo si; porque el frotamiento puede propagarse y se propaga en efecto muchas veces a una gran distancia, al grado de poderse oir en la parte pos- terior del torax; y los soplos, por otra parte, pueden ser perfectamente circunscritos. Pero si todos estos signos diferenciales no son constantes y caracteristicos, en cambio hay uno (pie si lo es, y que siempre nos permitirA llegar al diagnostico, cualquiera que sea la dificultad del caso; y es, el carActer sacado de la constancia de los soplos y do la variabilidad del frotamiento. En efecto, mientras que el frotamiento es un ruido que de un dia a otro se modifica, no solo en su in- tensidad sino tambien en la extension en que se oye, bastando el simple cambio de posicion del enfermo para que se presenten estas modificaciones; el soplo, por el contrario, es un ruido fijo que no sufre ninguna modificacion por estos cambios de posicion del enfermo. Fundados en este ca_ racter hemos podido llegar al diagnostico en algunas de nuestras observaciones; por ejemplo, en el niimero III. El primer dia que se examino a este enfermo, se sehalo la existencia de un ruido que fiiA tornado por un soplo indicando la insuficiencia tricuspide; pero algunos dias mas tarde los fenomenos estetoscdpicos habian cambiado notablemente; advirtiendose, el dia 13 de Diciembre, la -36 existencia de tres soplos; uno en ia base al primer tiempo, dirigiendose a la mitad de la clavicula izquierda; y los otros dos en la punta, eu el apendice sifoide, ocupando los dos tiempos. Nosllamo desde luego la atencion la existencia de estos tres soplos porque indicaban lesiones sumamente ra- ras, como son el estrechamiento pulmonar, y la doble lesion tricuspide; y por eso nos pregimtamos si no serian mas bien que soplos, ruidos que tubieran su sitio en el pericardio. Auscultando con mas cuidado creimos notar que el segundo soplo de la punta era superficial y extendido en lamina, lo que nos separaba ya la de la idea del estrechamiento tricuspide. Para confirmar mas nuestro juicio y ver si los otros soplos eran tambien frotamientos, hicimos cambiar de posicion al enfermo, y por este medio, nos aseguramos de que no solo el segundo ruido de la punta, sino tambien el de la base, eran producidos por un frotamiento pericardiaco; en tanto que el ruido de la punta al primer tiempo era realmente un soplo. En efecto, auscultando a la enferma acostada, el soplo de la base desaparecio, y el soplo al segundo tiempo de la punta cambio de sitio y de intensidad, rnientras que no sufrio ninguna modificacion el otro soplo de la punta. Las mismas dificultades se nos han presentado en las obs. IX y XV respecto del soplo al se- gundo tiempo de la base, habiendonos servido tambien del cambio de posicion como medio de diagnostic©. Otra de las lesiones que hemos encontrado con alguna frecuencia es la dilatacion del corazon derecho (obs. II, IV, V, XVI, XVII y XXIV). Los sintomas que nos han servido para diagnos- ticarla han sido dos principalmente; aumento del diarnetro transversal demostrado por la percu- sion, y, sobre todo, el hecho de que a la auscultacion los ruidos del lado derecho han sido mas claros y mas ddbiles que los del izquierdo. Los otros sintomas que los autores sehalan, como el pulso venoso, los latidos epigastricos, los edemas etc., solo en el numero 24 los hemos visto, a pe- sar de haberlos buscado en todos los otros casos. Cuando la dilatacion del corazon es muy considerable, generalmente se acompafia de una insu- ficiencia de la tricuspide a la cual, los autores alemanes, sobre todo, han llamado insuficiencia re- lativa y que tambien podria llamarse insuficiencia rnecfinica: porque, en efecto, es causada unica- mente por el aumento de la circunferencia del orificio: este aumento hace que la valvula tricus- pide cuyas dimensiones son suficientes en circunstancias uormales para cerrar un orificio que tiene tambien dimensiones dadas, no lo sean para otro de may ores dimensiones. Esta insuficiencia pudo ser diagnosticada durante la vida en dos casos, en la enferma de la observacion III y en la del numero 20. En el numero 3, solo se manifesto por un soplo sistolico caracteristico, faltando los otros sintomas. En el numero 20, el cuadro fue cornpleto; ademas del aumento de la macicez transversal, y del ruido de tortola ocupando el primer tiempo y dirijiendose hacia la derecha con maximum de intensidad al nivel de la cuarta costilla derecha, cerca del esternon, vemos senalada la existencia del pulso venoso y de los latidos epigastricos, que juntos con el edema, vienen a com- pletar el cuadro clasico de la insuficiencia tricuspide. En otros dos casos la dilatacion del corazon derecho paso desapercibida durante la vida, (obs. I y XII. La insuficiencia triscupide paso igualmente ignorada en los enfexmos I, V, XVI y XXIII, En la enferma ntimero VI tenemos una prueba de la necesidad que hay, para llegar al diag- nostic© de las lesiones del corazon, de atender a todos los sintomas generates y locales, y no limi- tarse d los signos obtenidos por la auscultacion. Si en esta enferma nos hubieramos limitado d la simple auscultacion de la region precordial, habriamos llegado a este diagnostic©, vestas de pe- ricarditis] y se nos habria escapado la lesion principal, es decir, la insuficiencia aortica, que solo se nos revelo por los del pulso que era regular, fuerte, amplio y dicroto, acompanandose ademas de pulsaciones apreciables a la simple vista en las artenas superficiales como la axilar, hu- meral, radical, y cubital. Pero lo que sobre todo vema a hacer indudable la insuficiencia aortica era el trazo esfimografico, que siento no poder intercalar por ser un bello ejernplar. En este tra- zo se ven perfectamente dibujados los caracteres que le han asignado al pulso de Corrigan: la li- nea de ascencion, perfectamente vertical, tiene 16 milimetros de longitud; el vertice presenta el gancho caracteristico, y la linea de descenso ofrece un doble dicrotismo perfectamente marcado; -37 la linea que une todos los vertices es horizontal, lo mismo quo la quo une las bases; ademds, el interval© que separa las pulsaciones es igual en todos, lo cual nos demucstra la regularidad del pulso. Esta observacion ticnc otro punto de ensehanza demostrandonos la utilidad de saear el trazo varias veces; pues el primer dia que observamos a la enferma, el trazo era el que hemos des- crito, sin que hubiera nada en 61 que nos indicara el ateroma, a pesar de sentirse la arteria dura al dedo; pero en el trazo que sacamos d la salida de la enferma, se ven perfectamente marcados los caracteres tanto de la insuficiencia como del ateroma. He aqui los caracteres de este trazo: linea de ascencion enteramente vertical de 1 centimetre, vertice reemplazado por una meseta horizontal, linea de descenso con el dicrotismo caracteristico, aunque sencillo; pulso perfectamente regular e igual. A pesar de que todos los autores consideran el trazo de la insuficiencia aortica como patogno- monico, y nosotros nos hemos servido de el para el diagnostico de la insuficiencia aortica en au- dios casos; tal vez no lo sea en todos. 'Nosotros d lo menos, poseemos una observacion que tlende a destruir esa creencia. He aqui el caso en resumen; en una enferma que tuvo un tumor pelvia- no, ocupando, sobre todo, la fosa iliaca derecha y que eomprimia la arteria iliaca, el trazo esfimo- grdfico sacado en la radial, tenia todos los caracteres del trazo de la insuficiencia aortica: pues bien; d la autopsia de esa mujer, nos encontramos el orificio y las valvulas sigmoideas de la aorta perfectamente normales. Aunque este hecho sea unico, creemos que no seria inutil el que se hi- cieran investigaciones para ver que influencia tienen las perturbaciones de la circulacion abdomi- nal sobre los caracteres del pulso radial. La insuficiencia aortica ha existido tambien en los enfermos XII, XV, XVII y XXII, en Iqs cuales se nos ha manifestado por la existencia de un soplo diastolico en la base del corazon: en el nhmero XV, el trazo esfimografico vino d confirmar ©1 diagnostico; en el numero XVII, aunque no hay trazo, si nos dice la observacion que el pulso era amplio, fuerte y dicroto. En la enferma de la observacion XV, el soplo tenia su maximun de intensidad en la union de la tercera costilla derecha con el estemon; es decir, en el foco aortico de Jaccoud. En los enfermos numeros XVII y XXII, el punto maximo estaba colooado en la union de la tercera costilla izquierda con el cster- non; es decir, casi en el punto en que Jaccoud col oca el foco de la pulmonar, pues, hemos diag- nosticado en los tres casos insuficiencia aortica? lo que nos sirvio de guia para el diagnostico fue el sentido en el cual se propagaban los ruidos, que era hacia la clavicula derecha y no a la izquier- da, sujetandonos en este punto a la practica de Bouillaud. Este autor dice, que para que se pueda llegar al diagnostico de una lesion de los orificios del corazon, por la auscultacion, se necesitan tres condiciones; 1 -03, ver en que tiempo y en qu6 punto se produce el ruido anormal; 2 f8, ver en que sentido se propaga; y, por ultimo, ver el punto donde existen los ruidos normales; sin esta ultima condicion el diagnostico tiene que ser dudeso. Para Jaccoud basta ver el tiempo en que pasa el ruido anormal, y el punto donde tiene su maximun, sin ocuparse de los ruidos normales. Para nosotros .es mas practica y mas exacta la regia de Bouillaud que la de Jaccoud; porque, siguiendo el metodo de Bouillaud, siempre sera posible 11c- gar al diagnostico, puesto que siempre habra un punto donde se oigan los ruidos normales y otro en el cual se produzcan los anormales, cualesquiera que sean las relaciones de los orificios del co- razon con la pared toracica; mientras que con el de Jaccoud esta uno expuesto a equivocarse con mas frecuencia; porque las relaciones del corazon, y sobre todo de sus orificios, con la pared toraci- ca no siempre son las mismas, aun en el estado normal, como lo prueban las investigaciones he- chas por el Sr. Mejia, con el objeto de aclarar este punto, y que sirvieron de materia de tesis d mi compahero el Sr. Estrada. Por otra parte, estando la aorta y la pulmonar tan cerca una de la otra que se cruzan en su nacimiento, es claro que en el mismo punto se deben oir los ruidos de las dos; pues bien, si no se consulta el sentido en que se dirije el ruido anormal y el punto en que aparecen los ruidos normales, no es facil decir si se trata de una lesion aortica 6 pulmonar. Como prueba de esta necesidad de buscar los ruidos normales, tenemos nuestra observacion XXI V, en la 38 cual se oy6 un doble soplo al nivel de la union de la tercera costilla izquierda con el estemon; si a esto hubieramos limitado nuestro examen nos hubieramos inclinado a admitir la doble lesion aortica, dada la rarcza de las lesiones pulmonares; pero buscando el sentido en que se propagaban los soplos y el punto donde aparecian los ruidos normales, nos pudimos convencer de que se trata- ba de una insuficiencia y un estrechamiento pulmonar. En efecto, los soplos se dirigian hacia la mitad de la clavicula izquierda, mientras que a la derecha aparecian los ruidos normales: por otra parte, el trazo esfimografico nos confirm© hasta cierto punto en esta idea, pues no tiene los caracteres que corresponden al estrechamiento 4 insuficiencia aortica, y lo unico anormal que presenta es un dicrotismo mas marcado que el que existe normalmente. En este enfermo teniamos otra razon pa- ra admitir la afeccion pulmonar, y era, la dilatacion exagerada del corazon derecho, la cual pudo haber hecho que la endocarditis se localizara, sobre todo, en la arteria pulmonar. Los autores alemanes, haciendo una ligera modificacion a las ideas de Bouillaud, ademds del foco de las sigmoideas aorticas que colocan al nivel de la articulacion asternal de la tercera costilla de- recha distinguen, como Bouillaud, un foco para la parte ascendente de la aorta que estaria situa- do, segun Niemeyer, entre la extremidad estemal de la tercera costilla izquierda y la extrcmi- dad esternal del segundo espacio intercostal derecho; mientras que Bouillaud, lo coloca en todo el espacio que estd comprendido desde la tercera articulacion condro-esternal izquierda hasta la union de la tercera costilla derecha con el esternon. En apoyo de la opinion de Bouillaud tenemos la observacion Y; en la cual se diagnostic© durante la vida el ateroma aortico, fundandonos en la existencia de un soplo sistolico cuyo ma- ximun de intensidad estaba situado en el foco aortico de Jaccoud; este diagnostico fud comproba- do por la autopsia. El numero XYI por el contrario, parece confirmar las ideas de Jaccoud tocante a los focos; pues el soplo de la insuficiencia aortica estaba al nivel de la tercera costilla derecha con el estemon. Es bueno, sin embargo, advertir que en la autopsia de esta enferma, se encontro el ateroma acom- panado de la insuficiencia aortica. Este solo caso nada prueba en pro ni en contra en la cuestion: y si lo sehalamos es porque creemos que el primer deber cientlfico es la buena fd en toda investigacion; aunque proceder asi sea dar argumentos contra la opinion quo se profesa. HáilOSflOO. cn un cnfcrmo se presenta cl cuadro complete do los sintomas que hemos sena- lado; es decir, la astenia, la melanodermia con los caractdres que le hemos asignado, las perturba- ciones digestivas y los doloves lumbo-epigastricos; y todo esto sin causa que lo explique, el diagnosti- co es de los mas faciles, de los mas caracteristicos y de los mas precisos: se trata de un mal de Addison. Solo en el enfermo de nuestra observacion XIV se ha presentado este cuadro tan com- plete, y desprovisto de toda complicacion; pero aun en este caso faltan las perturbaciones digesti- vas. Mas esta facilidad de diagnostic© desaparece cuando, como sucede generalmente, la enfer- medad de Addison se presenta acompahando a otros estados caquecticos; 6 bien, al principio de la enfermedad, cuando la melanodermia aun no aparece. En el segundo caso, el diagnostic©, como lo hemos dicho ya, pierde toda su exactitud; y mas que un diagnostic©, es una sospecha. Cuando un enfermo se queja de debilidad progresiva, de per- turbaciones digestivas y de dolores lumbo-epigastricos, j que por mas que se busca no se encuen- tra la explicacion cn ninguna parte, en este caso se debe por via de exclusion admitir el mal de Addison; pero es necesario que todos estos sintomas tengan los caracteres que les hemos asignado en la sintoraatologia. Hemos visto, al tratar de la etiologfa, que la enfermedad de Addison des- graciadamente casi nunca es primitiva; sino que en la generalidad de los casos, se presenta acom- panando 6 acompahada de otros estados morbosos. En estos casos, dice Jaccoud, los fenomenos caracteristicos existen, es verdad; pero pierden todo su valor precise por el solo hecho de que se han desarrollado en individuos atacados ya, desde un tiernpo mas 6 menos largo, de una afeccion eminentemente astenica, la escrofula, la tuberculosis, y el cancer; y nosotros, con el Sr. Bandera, agregaremos el alcoholismo: en estos casos el diagnostic© es casi imposible, porque los sintomas ob- servados se atribuyen con razon a la evolucion natural de la enfermedad primera. Se ha aconse- jado hacer una apreciacion comparativa del estado de las fuerzas del individuo, asi como de los desdrdenes causados por la enfermedad primera, y despues, si la astenia esta fuera de proporcion con las lesiones viscerales demostradas, se estaria en el derecho de admitir el desarrollo de la en- fermedad de Addison; pero, como lo dice muy bien Jaccoud, este calculo de probabilidades no pue- de servir de base a un diagnostic© riguroso; se puede, cuando mas, tener presuncioues que solo la muerte 6 la aparicion de la melanodermia pueden disipar. Con la aparicion de la coloracion de la piel se presentan otras dilicultades en el diagnostic©, que son de las que nos vamos d ocupar. Ante todo debemos resolver esta cuestion: la coloracion de la piel, con los caracteres que le hemos asignado, para establecer el diagnostic© de enfermedad de Addison? Todos los autores convienen en que os necesario que se presenten algunos otros fe- nomenos, cuando menos la astenia, para podcr establecer el diagnostic©; dando por razon el (pie la melanodermia es un sintoma que se observa en un gran numero de enfermedades; y, sin em- bargo, a renglon seguido, pasan a hacer el diagnostic© diferencial de estas coloracioncs de la piel, llegando por ultimo a esta conclusion: hay una melanodermia que tiene caracteres particulars y qae solo se presenta en la enfermedad de Addison. Fundados cn esta especie de contradiccion de los autores, nosotros creemos que, si en la gene- ralidad de los casos es necesaria la presencia do algunos otros sintomas para establecer el diag- nostic©, hay, sin embargo, casos en los ciiales la coloracion es tan cqracteristica que puede uno 40 con muchas probabilidades admitir el mal de Addison por solo su presencia; al menos en el estado actual de nuestros conocimientos, mientras se hacen estudios mas completes sobre la coloracion de la piel en las enfermedades. Tal vez al emprender este estudio se llcgue a imputar al alco- holism© muchas de estas coloraciones; pero mientras estos estudios no se hagan, nos creemos au- torizados a referir al mal de Addison los casos de melanodermia que hemos visto en las observa- ciones I, VII, X, XII y XXL En las observaciones VII, X y XXI, no poseemos ningun antecedent©; solo la autopsia existe: y en las otras dos, los antecedentes son de tal modo incompletos que podemos considerarlos como nulos. Pues bien, en estos cinco casos hemos dado el diagnostic© de mal de Addison fundados unicamente en la coloracion de la piel, que presentaba los caracteres que los autores han asig- nado a la enfermedad bronceada. En otras muchas de nuestras observaciones se presentan iguales dificultades; porque, aun cuan- do hayan existido algunos 6 todos los sintomas de la enfermedad de Addison, estos, sin em- bargo, podian encontrar su explicacion en las otras enfermedades de que estaban afectados los pa- cientes. Pero habiendo en todos ellos existido la melanodermia con los caracteres que hemos descrito como propios a la astenia suprarenal; y como las enfermedades por las cuales entraron al hospital no podian darnos la explicacion de la coloracion, hemos admitido la enfermedad bron- ceada de Addison. En la Verms Kegra, (obs. IV), el hecho de haber entrado al hospital con intermitentes, lo mismo que el habcrlas padecido anteriormente en tierra caliente, podrla hacer creer en la exis- tencia de la raelanemia mas bien que en la melanodermia astenica. Haremos notar en primer lugar que la existencia de fiebres intermitentes en un enfermo, no tiene valor para el diagnostic© differencial; porque se pueden presentar en las dos enfermedades: debemos pues buscar los elemen- tos del diagnostico en otra parte. Hay desde luego un caracter que por si solo basta para establecer el diagnostico: cuando en un enfermo que tiene melanemia se safea una gota de sangre para examinarla en el microscopic, se ven los corpusculos pigmentarios mezclados con los elementos propios a la sangre. Estos cor- pusculos se presentan al observador bajo tres formas principals: bajo la forma de celdillas, de masas 6 de cilindros; son ordinariamente negros, algunas veces morenos 6 de un tinte oscuro, y una que otra vez tienen un color amarillo rojizo. Estos tintes representan las diversas faces de las trasformaciones de la hematina. En la enfermedad de Addison nunca se observa el pig- ment© en la sangre. Pero puesto que ho hicimos en nuestra enferma el examen de la sangre es necesario que busquemos en otra parte los elementos para llegar al diagnostico. Aunque en las dos enfermedades se presenta la melanodermia, tiene, sin embargo, caracteres diferentes en ca- da una de ellas. En la melanemia la coloracion de la piel est& igualmente repartida por toda la superficie, es uniforme en sti distribucion, el tinte de la coloracion casi nunca llega a negro; gene- ralmente es un color ceniciento 6 cuando mas toma un tinte moreno amarilloso mas 6 menos os- curo: y, por ultimo, nunca se presentan manchas en las mucosas visibles. La coloracion del mal de Addison tiene caracteres enteramente opuestos; como lo hemos dicho ya en la sintomatologia. Pues bien, si hacemos la aplicacion de eStos caracteres a AgUstina Moreno, veremos que la colo- racion llena las condiciohes do la melanodermia de Addison, y se aleja mucho de la melanemia, al grade de no ser posible la confusion en presencia de la enferma; y jamas hubiera sido posible con- fundir el caso de nuestra enferma & quien hemos llamado la Venus Negra, con un caso de melano- dermia palustre. Careciendo de observaciones personales que nos sirvan de base para establecer el diagnostico diferencial entre la melanodermia del mal de Addison y las otras enfermedades susceptibles de dar nacimiento & coloraciones anormales de la piel, para hacer este estudio, nos serviremos prin- cipalmente de la tesis del Hr. Fabre sobre las melanodermias, por ser la obra en que hemos visto rnejor tratada la cuestion. Giertos estados caquecticos son susceptibles de dar nacimiento a coloraciones anormales de la piel, que, a primera vishg pudieran confundirse con la melanodermia del mal de Addison: tales son, las caquexias tuberculosa, cancerosa, senil y, sobre todo, la caqucxia de la pelagra. 41 Las melanodermias que se pueden observar en la tuberculosis son de dos clases: una, que se dcsarrolla cuando los tube'rculos ban invadido las cdpsulas suprarenales; 6 mejor dicho, los orga- nos cuya lesion provoca los sintomas de la astenia suprarenal; y otra, que es independiente de la alteracion de las cdpsulas y que se desarrolla unicamente bajo la influencia de la caquexia. Esta ultima es la unica que pudiera inducir d error; porque la primera, no es mas que una enferme- dad de Addison secundaria. Los caracteres que sirven para diferenciar estas dos coloraciones, son los siguientes: la coloracion de los tisicos nunca es general, casi siempre queda limitada d la cara, 6 cuando mas, invade la parte superior del toratf; tiene un tinte terroso, sin presentar nun- ca manohas on la piel, ni en las mucosas: generalmente es tardia en su aparicion; pues tiene lu- gar cuando la caquexia esta plenamente desarrollada. En el mal de Addison los caracteres son opuestos: la coloracion, casi siempre, es general; no es uniforme en su distribucion; el tinte es co- brizo 6 mas 6 menos negro, generalmente viene acompafiada de manchas en la piel y en las mu- cosas; y, por ultimo, se desarrolla antes de que aparezoan los sintomas caquecticos de la enfermedad. En el cdnccr, lo mismo que en la tuberculosis, se puede segun Fabre, producir la melanodermia de dos maneras: indirectamente, en los casos en que la alteracion cancerosa ha invadido pri- mitiva 6 consecutivamente las capsulas suprarenales 6 el gran simpatico abdominal, y en este ca- so se trata de una enfermedad de Addison secundaria; 6 bien directamente, cuando sin invadir las cdpsulas suprarenales, la caquexia cancerosa esta bastante desarrollada para producir una alteracion considerable en la composicion de la sangre y en la nutricion de los tejidos; 6 tambien, cuando la didtesis cancerosa se complica de melanosis. Estas dos formas de melanodermia cancerosa se pue- den distinguir: 1 -0 , por los sintomas, que en el primer case son los del mal dc Addison, mientras que en el segundo son unicamente los del estado caquectico especial; 2 -°, por la coloracion oscura de las membranas mucosas, quo se observara en el primero y no en el segundo caso; y 3 -°, por la epoca en que aparezca la melanodermia, que sera precoz en la enfermedad bronceada, y solo apare- cera en el otro caso cuando ya la caquexia esta muy avanzada. De todas las melanodermias la que prescnta mas semejanzas y al mismo tiempo mas diferencias con la astenich, es la de la pelagra. En efecto, en la pelagra la piel toma un color caffi oscuro 6 negro que puede generalizarse; y que es, sobre todo, intense en los puntos del cuer- po que estan expuestos a los rayos solares, como sucede con la cara y con el dorso de las manos: si se agregan los vfirtigos, la debilidad y los dolores abdominales se ve que el cuadro es muy se- mejante al de la enfermedad de Addison: pero a esto se limitan las semejanzas; todos los otros sintomas, asi como la marcha de la enfermedad, son completamente diferentes. Si se estudia con mas cuidado la melanodermia en las dos enfermedades se nota que, aun en este sintoma existen diferencias que por si solas permiten hacer el diagnostico diferencial. La melanodermia de la pela- gra, casi siempre viene precedida de la erisipela pelagrosa, que se acompaha de mucha comezon; la piel toma una consistencia dura y un aspecto rugoso; la coloracion se acompaha de una desca- macion furfuracea que deja a la piel una coloracion roja que se ha comparado a la cicatriz produ- cida por una quernadura superficial. Nada de esto pasa con la melanodermia del mal de Ad- dison. La caquexia senil suele venir acompafiada de una coloracion difusa y generalizada a todo el te- gumento, que a primera vista podria inducir a error; pero puede distinguirse siempre de la mcla- nodennia del mal dc Addison, porque el tinte es uniforme, sin ser mas oscuro on las partes que hemes indicado; y porque nunca se observa coloracion en las mucosas: ademas, si todavia hubiera duda se la podria disipar atendiendo a la ausencia de los otros sintomas quo hemos dado como propies de la astenia suprarenal. Debemos detenernos un instante sobre una forma de melanodermia poco conocida entre noso- tros, descrita por Fabre con el nombre de melanodermia phithiriasica. En la generalidad de casos esta enfermedad se caracteriza unicamente por la existencia de un gran numero de piojos y pcrturbaciones do parte de la piel; pero hay casos excepcionales en que viene acompafiada -de sin- tomas que se parecen mucho a los del mal de Addison, hasta el punto do que algunos an tores han 6 42 confundido las dos enfermedades. Esta forma excepcional ha sido observada cn los individuos que han estado sometidos a grandes privaciones, a consecuencia de las cuales han caido en un es- tado de inanicion que Simula perfectamente un estado caquectico. El Dr. Fabre cita algunas observaciones que han sido publicadas como casos de mal de Addi- son sin alteracion de las capsulas suprarenales y que, segun el, fundandose en los caracteres de la coloracion, y cn la gran cantidad de piojos que se citan en la observacion, no son mas que casos de melanodermia phithi ridsica. Copiaremos de su obra el resumen de los sintomas do la melanodermia phithiridsica, y los medios de establecer el diagnostico diferencial con la melanodermia del mal de Addison. “Adc- mfis de una capa de mugre que los bahos hacen desaparecer rapidamente, puede existir en las personas que estan cubiertas de piojos, una coloracion exagerada de las celdillas epidermicas; esta coloracion es morena sepia. Es mucho mas intensa en las partes que estan cubiertas por los ves- tidos y que estan mas al abrigo de los frotaraientos; la cabeza, las manos, los pids, el cuello son lo mas A menudo libres de esta pigmentacion, 6 cuando menos tienen un tinte menos oscuro quo el resto del cuerpo. = Los pliegues articulares no son mas oscuros que el resto del cuerpo. Las mu- cosas, al menos las accesibles A la vista, no participan de este aumento en la coloracion, Gene- ralmente las manchas son coloridas uniforrnemente, y a medida que se aproximan a las partes que tienen un tinte normal van borrandose gradualmente, sin estar limitadas por un contorno mas 6 menos regular. = La pigmentacion pocas veces se presenta bajo forma de placas circunscritas. La piel estd algunas veces rugosa; siempre nos ha parecido seca; la funcion sudoral parece suprimida; la epidermis estd, habitualmente espesa, en ciertos lugares es lisa y luciente, = Las diversas capas epidermicas cst;ln provistas de pigmento; la accion de rascarse quita un gran numero de celdillas pigmentarias, dejando una coloracion mas clara que en los puntos cercanos. = Esta melanodermia coincide, casi siempre, con comezones atroces; casi constantemente existe prurrigo. = Puede sobre- vcnir, tanto en las personas robustas como en las que estan debilitadas por la edad, los excesos, las privaciones 6 las enfermedades. = Los insomnios debidos a la coraezon pueden tracr una debi- lidad considerable y las diversas perturbaciones nerviosas que Alibert ha observado y descrito en los phithiriasicos. Ademas: las condiciones higienicas, goneralmente malas, que favorecen la re- pululacion de los piojos contribuyen a traer este estado de debilidad. = Esta melanodermia tiende a desaparecer desde que se quita la causa.” A esta melanodermia phithiriasica reuniremos nosotros, con Fabre, las enfermedades que han sido descritas con los nombres de melanodermia por privacion; la enfermedad pseudo-bronceada de Krankheit; la enfermedad de los vagamundos; porque en todas ellas se presentan los mismos sintomas; la distribucion de la coloracion es la misma, en todas se encuentran los parasites y todas son suceptibles de terminarse por la curacion. Por la descripcion de Fabre se ve, que estas melanodermias se distinguen de la del mal de Ad- dison por el sitio superficial de la coloracion, que esta limitada A las celdillas superficiales del dermis; por la ausencia de placas pigmentarias en las mucosas; la ausencia de pigmentacion mas oscura en las partes descubiertas del cuerpo; por la comezon; por el estado rugoso de la piel y su mayor espesor. La coloracion icterica puede semejarse algo a la de la melanodermia astenica cuando se reproduce un gran numero de veces; pero la distincion es muy facil, si atendemos a las otras manifestaciones do la enfermedad y, sobre todo, por la coloracion de las escleroticas, por el color gris de las deposi- ciones y, por ultimo, por la presencia en la orina de las materias colorantes de la bills. Para terminar, nos queda que establecer el diagnostico diferencial entre la melanodermia aste- nica y la pseudo melanodermia producida por la absorcion de las sales de plata y de las sales de anilina. La coloracion de la piel producida por la absorcion de las sales de plata es general, siempre, mas intensa en la cara y en las manos; pero todas las partes de la cara lo mismo que las manos, estan coloridas uniforrnemente. Ademas; el tinte de la coloracion os un azul apizarrado. En fin, 43 la lista meUlica que rodea el borde de los dientes, asi como los conmcmorativos no puedcn dcjar dudas sobre el diagnostic©. La anilina produce en la piel un color violeta que es debido, segun Bergeron, d, que se oxida en la sangre el sulfato de anilina colorando el suero en rojo violeta, y esta coloracion es visible a tra- ves del poco espesor de los tegumentos.” For ultimo; solo mencionaremos otras muchas enfermedades, en las cuales se pueden observar coloraciones, pero que son de tal modo distintas de la del mal de Addison que es imposible la con- fusion. Tales son las coloraciones producidas por la ictiosis negra, la esclerodermia; las que resul- tan de la sifilis, del embarazo y de diversas afecciones parasitarias como la pitiriasis vesicolor y negra. Svf 0 conocidndose, como no se conoce, la naturaleza de la enfermedad, el tratamiento tiene que ser puramente sintomatico. Hemos indicado que los sintomas principales de la enfermedad eran cuatro: la melanodermia, la astenia, las perturbaciones digestivas y los dolores reumatoides. Asi, pues, combatir estos cuatro sintomas es el objeto que se debe proponer el medico, aunquc desgraciadamente con muy poca esperanza de obtener un buen exito. Ninguno de los autores que hemos consultado se ocupa de combatir la coloracion, lo cual se ex- plica muy bien, .porque, aunque la melanodermia sea uno de los sintomas mas caracteristicos de la enfermedad, no se acompana de ningun fonomeno molesto para el enfermo. En la enferma de la observacion XXII, se administro la digitalina con motive de algunas per- turbaciones en el corazon: entonces nos llamo la atencion la diminucion de la coloracion de la piel. Quericndo ver si esto era debido a la accion de la digitalina, administramos esta sustancia en otros enfermos, y aunque no en todos, en algunos pudimos observar el mismo efecto. No queremos decir por esto, que la digitalina sea un medio de curar el mal de Addison; quere- mos solamente indicar el hecho, para que otras personas, haciendo estudios cuidadosos, puedan de- cidir si en efecto tiene alguna accion y como obra. La -astenia serd combatida por la quina, el aceite de higado de bacalao, la peptona, el vino, una buena alimentacion y el ejercicio, mientras el enfermo estd en estado de poderlo hacer, etc. Creo que tambien se podria emplear con ventaja la hidroterapia admin istrada, sobre todo, bajo la forma de duchas de chorro y de regadera; pero este ultimo medio solo puede convenir al principle de la enfermedad, cuando todavia es posiblle la reaccion. (Laveran). Los vomitos son otro de los sintomas que debe combatir el medico, y contra el que debe dispo- ner de mas medios; pues muchas veces son sumamente tenaces y habra necesidad de recurrir a todos los medios recomendados contra ellos. Para la diarrea, sera necesario emplear sucesivamente los astringentes, los absorbentes, los amar- gos, el opio y como ultimo recurso, la alimentacion con la came cruda, bien tamizada. Es nece- sario ser muy sobrio en el empleo de los purgantes, porque producen fdcilmente diarreas profusas que debilitan mas a los enfermos, y que d veces son dificiles de detener. Por ultimo; contra los dolores tenemos a nuestra disposicion las sustancias exitantes e irritan- tes; como el amoniaco, la mostaza etc.; si no ceden con esto, los vejigatorios volantes repetidos va- rias veces, y sobre todo el opio bajo todas sus formas; pero principalmente, en inyecciones subcu- taneas de morfina. Los otros sintomas seran combatidos segun las reglas que nos da la terapeutica. las observaciones que voy á consignar, han sido recogidas por mí en los Hospita- les, bajo la dirección del Sr. Dr. Galan; quien tuvo, además, la bondad do examinar el corazón de todos los enfermos, y de acompañarme en las autopsias, resolviendo las dificultades con que yo tro- pezaba en mi estudio á cada momento. El enfermo de la observación 24 fue observado por el Sr. Dr. Carmona y Yalle, quien, también, se dignó revisar la observación. Aprovecho esta oportuni- dad para dar públicamente las gracias á dichos Sres. por los útiles consejos con que me han ilus- trado, y las consideraciones inmerecidas que me han dispensado. OBSERVACION PRIMERA. "Hospital Juarez,it Sala Sor Juana Ines, numero 3 4. Jacinta Marquez, de 2G anos de edad, na- tural de Mexico, de oficio lavandera; entro al hospital el dia 25 de Noviembre de 3880. No fue posible recoger ningun antecedente por el estado grave on quo entro la enferraa. Al examinarla se encontro una hemiplegia del lado izquierdo con conservacion de la sensibilidad, pe- ro sin afasia. Pulso pequeno, blando, dicroto, regular y dando 128 pulsaciones por minuto. Respiracion 32 por minuto. Examen del corazon el dia que entro la enferma. Nada digno de llamar la atencion en la ins- peccion: se ve latir la punta en el 5 ? espacio intercostal izquierdo, un poco dentro de la linea ma- milar. = Por la palpacion, se siente latir fucrtemente la punta; impulsion fuerte, ocupando toda la region, pero mas marcada en la punta. = Macicez, 10 centlmentros cuadrados. = Por la auscultacion se percibe un frotamiento ocupando todos los tiempos y toda la area del corazon; ademas, en la base del corazon parece pcrcibirse un soplo ocupando el 2 -° tiempo y dirigiendose hacia la clavi- cula izquierda. Los ruidos propios del corazon tienen una resonancia mctalica muy marcada que se aprecia muchas veces sin oir el ruido: por ultimo, se observa lo que Bouiliaud llama el traspies del corazon. El trazo esfimografico nada presenta digno de scr mencionado. Muerte el dia 28 a las 10 de la mahana. Autopsia 24 horas despues de la muerte. A.specto exterior. Solo en los miembros inferiores hay rigidez cadaverica. Goloracion. La cara, parte superior del torax, y los miembros supcriores, tienen un color bron- ceado que se marca, sobre todo, en la posterior del tronco y del antebrazo. Existe un gran nu- mero de manchas de un color mucho mas oscuro, que estan colocadas en la cara, en donde son muy pequenas, imitando perfectamente el puntilleo de una barba recien rasurada; en la cara dorsal de las manos, en la parte interna del tercio inferior de la pierna derecha hay una de color negro de 7 centimetres de extension en el sentido vertical y de 3 en el trasversal; cerca de esta existe otra dc 10 centimetres; en el dorso del pid derccho se ve otra de forma circular y de 2 centimetres de didmetro. El vientre ticnc un color muy oscuro, sobre todo arriba del ombligo en la zona ocupada 46 por la faja de las enaguas. El muslo conserva el color propio de la raza; mientras que las piernas son casi negras. Cortando algunas de las grandes manchas descritas, se vé que no son equimosis. En las mucosas de los labios se vé un gran número de manchas de un color muy oscuro, y que son mas numerosas en la mucosa del labio inferior. Una gran ulceración ocupa la parte interna de los muslos y la vulva. Cavidad craneana. Pequeña cantidad de líquido citrino en la cavidad aracnoidea, ocupando sobre todo, el vértice del encéfalo y el surco medio. Todos los vasos de las meninges están inyec- tados, lo qué permite seguirlos hasta sus mas finas ramificaciones. Esta inyección ocupa también los vasos del cerebro. Al corte del hemisferio izquierdo se presenta el estado cribado; el cuerpo calloso está reblande- cido, sobre todo, en su parte anterior. En la parte media y superior del hemisferio derecho la sustancia cerebral está reblandecida hasta tal punto, que es arrastrada por el chorro del agua, dejando una cavidad que tendrá el ta- maño de una pequeña nuez; y aun las paredes que circunscriben esta cavidad se encuentran algo reblandecidas. Este aspecto constituye, en su mayor parte, lo que ha sido llamado el reblandeci- miento blanco; y en el límite de este, existe el llamado reblandecimiento rojo, el cual alcanza de una manera evidente la tercera circunvolución frontal derecha, y penetra aun en el ventrículo. A toda esta parte reblandecida vienen á terminar las ramas de la arteria silviana, y en el punto en que esta arteria se divide para penetrar en la sustancia cerebral, se encuentra un coágulo que está colocado á caballo sobre esta bifurcación. Este coágulo está formado de dos partes: una periférica negra, de un centímetro de extensión, y adherida á las paredes de la arteria; y otra que es blanca, dura, que tiene la figura de una cabeza de serpiente á la cual formara cuello la parte negra. La base del cerebro, la protuberancia y el 4 -° ventrículo están reblandecidos. Corazón. No se supo si había líquido en el pericardio. La hoja parietal del pericardio, está espesa, opaca y de un color blanco. En la hoja visceral, existe una gran cantidad de grasa que es, sobre todo, abundante en el bor- de derecho y en el surco interventricular, por la cara anterior; los vasos se dibujan perfectamente en toda esta cara, y de preferencia en la grasa que la cubre. En la parte media del ventrículo izquierdo se vé una placa lechosa de 3 centímetros de largo por 15 milímetros de ancho; un poco mas abajo se encuentra otra mas pequeña; y cerca del borde superior del ventrículo existe otra mas espesa que las anteriores, y teniendo el aspecto de la clara de huevo cocida. Cerca del borde izquierdo se encuentra una vena que se bifurca muy pronto y que casi presenta el volumen de la ar- teria radial; este desarrollo exagerado de los vasos tanto venosos como arteriales, es muy marcado en toda esta cara. Por la cara posterior del corazón, el pericardio, al nivel de la aurícula, está ne- boluso; hácia el surco interventricular existe una equimosis que ocupa, longitudinalmente, casi to- do el surco y que tiene una anchura de tres centímetros. En el ventrículo izquierdo se vé una gran cantidad de grasa que afecta la forma de estalactitas y estalacrnitas; estas prolongaciones gra- sosas están surcadas por un gran número de vasos, los cuales se dibujan perfectamente, apesar de estar envueltos por una nebulosidad blanca. El corazón en su conjunto presenta una forma que se acerca mucho á la circular y que es pro- ducida por el desarrollo exagerado del ventrículo derecho; de manera que, el izquierdo parece un apéndice agregado al órgano, y representando únicamente el tercio del derecho. El ventrículo izquierdo se presenta en el estado que hemos llamado de erección muscular; el derecho, por el contrario, se deprime al colocar el órgano sobre la mesa. Tamaño del corazón tomado del nacimiento de la aorta á la punta, siguiendo el surco interven- tricular por la cara anterior, 160 milímetros; anchura del órgano, siguiendo el surco aurículo- ventricular, 175 milímetros. Haciendo una pequeña incisión en la punta del órgano y echando agua por allí, después de ha- ber ligado la aorta, el agua permanece retenida en la cavidad del ventrículo izquierdo. La cavidad de este ventrículo, que está ocupada por un gran coágulo negro, tiene una capaci- 47 dad mucho mayor que la normal; las paredes ventricularcs, ticnen un color rojo intense y un espe- sor de 33 milimetros en la parte media, de los cuales, 22 milimetros son de grasa. La valvula mitral esta completamente deformada; las dos valvas estan espesas, recogidas y rugosas; la anterior tiene varias concreciones fibrinosas, una de las cuales mide 1 centimetre Circunferencia del orificio auriculo-ventricular izquierdo, 98 milimetros. Las v&lvulas aorticas estan snficientes al agua; un coagulo negro ocupa el orificio. La vdlvula sigmoidea media presenta una gran desgarradura; en las sigmoideas interna y externa hay otras desgarraduras de ccrca de un centimetre de extension; todas estas desgarraduras estan colocadas cerca del horde libre de la vdlvula. Circunferencia del orificio aortico, 84 milimetros. Haciendo en el ventnculo derecho la misma prueba que hicimos en el izquierdo, el agua no queda retenida en el ventnculo, sino que pasa rapidamente a la auricula. La cavidad del ven- triculo derecho esta sumamente aumentada de tamaiio y ocupada por un codgulo negro. Las pa- redes de la cavidad tienen en la parte superior un espesor de 7 milimetros y 2 en la parte infe- rior cerca de la punta. La valvula interna de la tricuspide esta muy espesa y como recogida; la externa estfi, deformada, delgada, rota, presentando, entre otros, un agujero de 2 centimetros; la tercera valvula estfi muy espesa y como cartilaginosa. Circunferencia del orificio auriculo-ventricular derecho, 127 mili- metros. La cavidad de la auricula derecha esta sumamente dilatada y sus paredes son trasparentes. La vdlvula pulmonar estd suficiente al agua. Tanto las valvulas como la superficie interna de la arteria tienen un color rojo muy intense que no desaparece absolutamente por el lavado, y ni aun por el frotamiento. Las sigmoideas pulmonares estan muy delgadas, presentan desgarraduras, de las cuales la ma- yor tiene 4 milimetros y 2 la menor; todas estas desgarraduras esUn colocadas cerca del horde li- bre. Circunferencia del orificio pulmonar, 78 milimetros. Pulmones. Existen adherencias pleurales en los 'dos lados, que parecen ser recientes; la pleura derecha esta cubierta de natas purulentas. Toda la parte posterior del pulmon derecho cstd llena de manchas negras formadas por materia pigmentaria. Haciendo cortes en este pulmon se en- cuentra en el lobulo superior, un foco de hepatizacion gris; en el lobulo medio, estado congestivo, algunas arterias abiertas y las venas muy desarrolladas; lo que rclativamente se vd menos, son los bronquios. El pulmon izquierdo, por el exterior, presenta las mismas manchas negras que el derecho. Cor- tando el vdrtice, se ven las mismas manchas que en la superficie, dando un aspecto que pudidra- mos llamar mosqueado, que se vd tambien en todo el pulmon derecho; sale una gran cantidad de mucosidad espumosa. En una do las venas pulmonares se encuentra un coagulo bianco y du- ro que, siguiendo la direccion del corazon, se hace negro y blando; este coagulo se separa con fa- cilidad, y no parece haber altoracion en las paredes venosas que estan en contacto con dl. En to- do este pulmon, lo mismo que en cl derecho, las arterias y las venas estdn perfectamente marca- das, quedan abiertas al corte y presentan muchas de ellas codgulos obturadores, El Idbulo infe- rior presenta el aspecto carnidcado. Higado, Longitud 33 centimetres; anchura, 23 centimetros. Muscado en todas sus partes. La vesicula biliar esta llena de bilis de un color amarillo. Rinon izquierdo. Estado marmdreo de la capa cortical, en la dial se ven luchar la coloracion roja oscura con la amarillenta que en algunos puntos forma una verdadera placa. Al corte pre- senta los caractdres propios del 2 -° periodo del mal de Bright. Rinon derecho. Aspecto amarillento mucho mas marcado que en el izquierdo: presenta en sus caras y en sus hordes el estado mamelonado. Al corte el mismo aspecto que cl izquierdo. Cdpsula suprarenal izquierda. Longitud 4 centimetros, anchura 5 centimetros. Al corte se vd una cavidad llena de un liquido color de sepia muy marcado. Razo, reblandccido; al sacarlo sc hace pedazos. 48 OBSERVACION SEGUNDA. Pascual Perez, natural de Tenango, de 55 anos de edad, oncio cargador, constitucion ddbil y do raza mestiza; entro a ocupar la cama numero 18 do la 2 & Sala Juarez en el Hospital del mismo nombre, el dia 11 de Enero de 1881. Euero 15. Cuenta el enfermo que hace dos meses sc embriago, y que al dia siguiente amane- cio con mucha basca, vomitando flemas amarillas y con un dolor muy fuerte colocado en el epi- gastric; este dolor era continue, pero le aumentaba al apretarse el vientre. A la vez le vinieron deposiciones muy sueltas y abundantes, pero sin dolor; dice el enfermo, que eran de un color ama- rillo. En la tarde de ese dia, tuvo mucha calentura, sin calosfrio, y con sudor. Asi permanecio por espacio de dos dias, al cabo de los cualcs se le quitd la basca, los vdmitos, la calentura y el dolor, y solo le quedo una gran debilidad en bis piemas y las deposiciones, que es lo unico que tiene actualmente. Desde hace varies dias, dice que no puede dormir, y que cuando logra con- ciliar el sueno este es intranquilo, interrumpido por pesadillas y visiones en las cuales ve, sobre todo, animales de varios colores. El unico dato relative a la herencia que se pudo recoger del enfermo fue: la existencia del alco- holismo en los padres y las reumas poliarticulares en un hermano. Entre las enfermedades que pudo haber padecido anteriormente el enfermo, encontramos el sa- rampion, que le did de nino, y el tifo que lo tuvo a los 15 ahos. No se encuentra ningun antece- dente que pueda hacer creer en la existencia de alguna diatesis. Confiesa el enfermo haber abusado de las bebidas alcohdlicas, sobre todo del pulque y del refmo? d las cuales se acostumbro cuando era aun muy joven. Exdmen fisico. Pulso fuerte, amplio, dicroto, intermitente (dos intermitencias en un minu- to) 104 por minuto. El trazo esfimografico lo unico digno de mencion que presenta, es la meseta caracteristica del ateroma, que se marca perfectamente. Respiracion, 24 por minuto. Llama desde luego la atencion el aspect© particular de la fisonomia, que tiene una expresion de asombro (etonnernent de Trousseau). Los ojos estan sumamente inyectados, salientes y brillantes; pupilas dilatadas 4 iguales de los dos lados; conjuntiva ocular, roja con terigiones muy marca- das y de un color amarillo sucio; labio inferior, tembloroso. Lengua humeda, ancha, tembloro- sa, descamada en la punta y en los hordes, sobre todo, el izquierdo; en el restode su extension estd cubierta de una capa blanca, amarillenta poco espesa. Coloradan. La cara tiene un color que se asemeja mucho, por su intensidad, al de un mulato> siendo mas subido en la frente y en los pomulos. En el cuello el color tiene la misma intensidad que en la cara. En cl resto del cucrpo el color se asemeja mucho al de un negro: este color es, sobre todo oscuro, en la parte superior y posterior del torax; en la axila, en el vientre, al nivel del punto en que se ve la cintura forraada por la faja, y en los miembros tanto superiores como infe- riores; pero sobre todo, en los antebrazos, por la cara posterior y en la cara dorsal de las manos. Las unas de los dos pulgares, asi como la del medio de la mano derecha y la del anular de la izquierda, presentan varias lineas de un color cafe claro que ocupan toda la longitud de la una. La mucosa del labio inferior tiene una coloracion roja sobre la cual se ve una faja que ocupa casi toda la extension del labio, cerca del borde libre; esta faja, de un color casi negro, esta formada por un gran nume- yo de manchas que se tocan por sus hordes. En el labio superior existen las mismas manchas pero de un color mas claro y en menor numero. No hay ninguna coloracion en las mucosas pa- latina y faringea. No se ve ninguna otra mancha sobre el fondo oscuro de la coloracion general del cuerpo. Nada digno de atencion en el cuello. Auscultando las cardtidas se oyen las intermitencias del pulso. Region precordial Nada de particular a la inspeccion: no se ve latir la punta del corazon 49 = Aplicando la mano sobre la region, no se percibe absoiutamente nada, ni anormal ni normal. = No se puede limitar la area del corazon por la sonoridad exagerada del tdrax. = Por la auscultacion, lo primero que se nota son las intermitencias en la contraccion cardiaca, que coinciden con las inter- mitencias del pulso: desaparicion del 2 -° ruido en la base y a la izquierda; prolongacion del pri- mer ruido en la base y a la derecha. En la punta los ruidos son muy debiles, pareciendo tener, sin embargo, sus caracteres normales; los del lado dereebo son mucho mas claros que los del iz- quierda A la inspeccion de la region del tdrax, se ve' la globulosa; los huecos supra-claviculares apenas son perceptibles; los infra-claviculares y los espacios enteropstales casi no se ven. = Percusion. Sono- ridad exagerada en toda la pared toraxica. = Auscultacion. Respiracion debil en los dos lados; espiracion prolongada en el vertice derecho; algunos estertores mucosos diseminados en todo el pulmon. Por la percusion de la parte posterior del tdrax, sc obtiene una sonoridad que es muy exagera- da en las bases de los dos pulmones. = Por la auscultacion solo se nota, debilidad del murmullo vesicular en el lado izquierdo y rudeza de la respiracion en el vertice derecho. El vientre tieneuna forma globulosa, y en su pared se dibujan algunas asas intestinales. No pasa el borde de la mano bajo el arco cortal derecho, Sonoridad timpauica en todo el vientre; en ningun punto es dolorosa la percusion. Macicez hepatica; Unea epigastrica, 5 centimetros; ma- rnilar y axiiar, 12 centimetros. El limite superior de la macicez hepatica parece liaber bajado. Ligero edema en los miembros inferiorcs, Umitado a los maleolos, Prescripcion. Vino de quina, 120 gramos al dia. Diascordio y subnitrato de bizmuto cic! 3 gramos en YI bolos al dia. Leche y costilla por alimento. Enero 16. Pulso 104, respiracion 32. Dice el enfermero que anoche empezd a delirar mucho; que se levantaba a cada momento dando gritos, con lo cual no dejd dormir d los otros enfermos. Al exa- minarlo hoy, se le encuentra aun bajo la influencia del delirium tremens. Semblante muy ani- mado; ojos brillantes d inyectados; temblor marcado de las manos y ligeros estremecimientos en todo el cuerpo. Lengua ancha, humeda, temblorosa y descaraada del lado derecho. Se queja de calosfrio y dolor de cabeza = Prescripcion. Extracto de opio 20 centigramos en X pildoras; una cada 2 horas hasta que se duenna; 120 gramos de vino de quina, on tres tomas; 4 millgramos de digitalina de Homolle y Quevenne. Enero 17. Pulso 80, sin intermitencias; respiracion 20. Sigue en el mismo estado de ayer. Extracto de opio 50 centigramos en XII pildoras, 1 cada hora hasta que se duenna: se encarga al practicante vigile el efecto del opio, El resto del tratamiento el mismo de ayer. Enero 18. Pulso 88, dicroto, lleno y fuerte; respiracion 20. Desde las 5 de la manana se calmo el delirio. Mucho mejor aspectro de la fisonomia; la voz es menos apagada y meqos temblorosa; todo indica que el delirio ha pasado, El enfermo dice que durmio muy bien, sin vor visiones: que antenoche vela muchos animales amarillos y negros que salian de la pared de enfrente a su cama y, que se le subian por todo el cuerpo. Extracto de opio, 20 centigramos en X pildoras, 1 cada 2 horas. Vino de quina y digitalina. Enero 19. Pulso 92, una intermitencia en medio minuto; respiracion 28, A las 6 de la tarde le volvid el delirio, que le duro hasta las 8 de la noche, en que se quedodor- mido, mediante las cucharadas de cloral que le mando el practicante de guardia. Tratamiento. Extracto de opio 20 centigramos, en XII pildoras, 1 cada 2 horas. Vino de quina y digitalina. Enero 20. Pulso 96, dos intermitencias en dos minutes; respiracion 28. No ha vuelto el delirio; al recordar el enfermo las visiones que tuvo se muestra complacido. Vino de quina y racion. Enero 23. Hoy ha vuelto cl delirio con todos los sintomas senalados el dia 16. El color ne- gro de la mucosa labial parece mas intenso. Pulso 84; respiracion 24. Extracto de opio 20 cen- tigramos. Vino de quina 120 gramos. Radon- 50 Enero 24. Durmio todo el dia de aycr, y hoy todavia estd, amodorrado. Pulso 80, rcspira- cion 28. Vino de quina 120 gramos, Enero 25. Pulso sumamente pequeho e imposiblc de contar por lo frecuente. Bice el enfer- mero que desde anoche no puede pasar nada; que ha estado muy inquieto y con mucha ansia. Esta acostado medio dosnudo, y casi atravezado en la caraa. Perdida completa de la inteligencia; estertor traqueal perceptible a distancia. = Amoniaco, escncia do trementina y alcohol alcanforado "c 18 37 „ 38.2 „ 5 22 „ „ „ „ „ 19 37.4 „ . . .. ..... 6 24 „ „ 20 38.4 5 21 „ „ „ „ 21 37.4 „ 6 19 „ ,, 22... „ 37.3 „ 4 23 „ 23 38.2 „ 6 18 24 38.8 37.4 „ 8 20 „ » 25 „ 5 20 „ „ „ El trazo esfimografico sacado el 8 de Febrero, nopresenta nada de particular. OBSERVACION QUINTA. Ursula Castro do 5G afios, viuda, natural de Queretaro, planchadora, constitucion debil; cntro al “Hospital Juarez” el dia 17 de Febrero de 1881, y ocupo la cama numero 3 de la sala Josefa Ortiz. Febrero 23, Hace dos meses que esta enferma. Sin causa conocida, para la enferma, le em- pezo en la noche un calosfrio muy fuertc seguido de mucha calentura, y durante toda la noche estuvo delirando, segun le dijeron despues. Al dia siguiente amanecio con mucha basca y em- pezo a vomitar flemas amarillas muy amargas; ese mismo dia tuvo varias deposiciones de color amarillo, muy sueltas y sin aconvpanarse de retortijones. Desde entonces le ha seguido la basca y los vdmitos; luego que toma algun alimento lo depone; las deposiciones no se le han quitado, ni han cambiado de caractcr; solo la calentura se le quitd a las dos semanas. No ha llegado a tener dolores cn ninguna parte, ni tos. A consecuencia de las muchas deposiciones, dice, que esta muy debil, y siente al erguirse que se le va la cabeza. Enfennedades anteriores. Tuvo viruelas y sarampion cuando era niha; no hay antecedentes de escrofulosis; minca ha tenido reumas ni erupciones en la piel; hace mucho tienpo que padecio de tifo, durando enferma cuarenta dias; desde entonces padece palpitaciones en el corazon que le dan, sobre todo, cuando anda mucho, 6 cuando hace alguna colera; no se le han hinchado los pids, ni ha arrojado sangre por la boca, ni ha padecido de tos. Desde hace aho y medio siente can- 57 sancio y dolor en las picrnas cuamlo anda mucho; de seis meses aca ha vcnido padccicndo punza- das de cabeza con mucha frecuencia. No sabe la edad en que tuvo su primer periodo; solo re- cnerda que A, los veinte ahos se le suspendio, y fue remplazado por un flujo bianco que se euro con inyecciones de alumbre; desde hace dieziseis anos no le ha vuelto. Confiesa la enferma que desde muy joven ha acostumbrado tomar mucho pulque y aguardiente; desde hace muchos anos padece de basca en la mahana; luego que despierta vomita una gran cantidad de flemas que, unas veces son blancas y otras amarillas. Es la primera vez que padece deposiciones. Su sueho casi siempre es tranquilo; solo una que otra vez no duerme por las visio- nes que ve No conocio a su padre: la madre, segun los datos que da la enferma, murio a consccuencia de una enteritis alcoholica. Examen, fCsico. Mujer de raza mezclada, predominando la indlgena; acostada sobre el lado izquierdo; cabeza con muchas canas y piojos; cara abotagada, sin edema; conjuntivas de un color bianco mate; en las oculares, terigiones internos de un color amarillento; pupilas dilatadas e igua- les de los dos lados, sensibles a la luz; lengua temblorosa, ancha, humeda, cubierta en toda su ex- tencion de una espesa capa blanca, menos en el borde derecho, en donde se ve nna mancha negra de tres centimetres. Coloration. La cara tiene un color amarillo cobrizo, sobre el cual se ven un gran numero de puntos oscuros, de los que algunos tienen un color negro y otros cafe; la mayor parte de estas manchas se acercan a la forma circular, siendo el centra la parte mas clara; toda la piel del cuello es de un color muy oscuro; en la pared anterior del torax se ven pequeiias manchas de un color enteramente negro y algunas de un color cafe claro, que existen, sobre todo, en la parte inferior. Por la parte posterior y superior el tdrax tiene un color cobrizo muy oscuro. Arriba del ombligo se ve una faja de un color casi negro que abarca toda la circunferencia del vientre. En la cara posterior del antebrazo y en la cara dorsal de la mano, la piel es casi negra; lo mismo en las pier- nas, en donde existen ademas, muchas manchas semejantes A las descritas en la parte anterior del torax. En las mucosas de los labios, tanto superior como inferior, asi como en la de los Car- rillos, existen manchas de color negro, que en la del labio inferior son en numero de 5, de forma irregular y alargadas en el sentido trasversal. En la carotida derecha se percibe por la auscultacion un soplo continue con reforzamientos, soplo anemico. A la inspeccion del pecho se ven los huecos supra e infraclaviculares, asi como los espacios intercostales bastante marcados. Los movimientos, tanto de elevacion como de expansion parecen normales. = Por la percusion se obtiene una sonoridad exagerada de los dos lados. = Respiracion debil de los dos pulmones; en la parte superior del derecho se perciben con bastante claridad los ruidos del corazon. Region precordial. Acostada. No hay abovedamiento; apenas se ve latir la punta del cora- razon en el 5 -0 espacio intercostal, abajo de la mamila que esta atrofiada. = Palpacion: impulsion ddbil, no se sienten los chasquidos valvulares; A la derecha, cerca del esternon, existe un frotamiento que cuesta trabajo apreciar bien. = Macicez precordial; 7 centimetres en el sentido vertical y 8 en el trasversal. = Auscultacion: Soplo rudo ocupando el primer tiempo de la punta, teniendo su maximun de intensidad al nivel de la cuarta costilla izquierda, en el punto en que la encuentra la linea mamilar, dcsapareciendo hacia la derecha, propagandose hacia la linea axilar; a la derecha este soplo es reemplazado por un frotamiento, que casi es ruido de escofina, que ocupa los dos tiem- pos del corazon, y que se propaga A, la base del drgano; en ningun punto se perciben los ruidos normales. Sentada. No se vd latir la punta del corazon. = Silencio complete a la palpacion. = Macicez 8 centimetres cuadrados. = Auscultacion: el soplo de la punta persiste con sus mismos caracteres; el frotamiento se hace muy suave y es posible oir debajo de el los ruidos normales del corazon; en el lado derecho, los ruidos del corazon son mas debiles, pero mucho mas dares que los del lado izquierdo. 58 Parte posterior del tornx. Nada notable a la inspeccion. = Por la percusion, sonoridad exage- rada, sobre todo, en el lado derecho. = Respiracion debil en los dos lados; en el izquierdo, se perci- ben muy bien los ruidos del corazon. Vientre. Aplastado, blando y depresible; no es dolorosa la palpacion. Macicez hepatica; linea epigdstrica, 3 centimetres; mamilar, 10; axiiar, 14 centimetres; la region hepatica no es dolorosa d la presion, ni se puede percibir fluctuacion. Apenas existe macicez esplenica. Pulso pequeno, regular, uretral, 24 por \ de minuto; respiracion 5. El trazo esfimografico presenta la meseta caracteristica del ateroma, y la falta del dicrotismo normal. Tratamiento. Polvos de Dower 3 gramos en 6 pp. repartidos en el dia. Digitalina de Homo- lie y Quevenne 2 miligramos, uno bis. Leche con polvo de came. Febrero 24. Pulso 23, respiracion 5. Siguen las deposiciones. La enferma se queja de que la leche le provoca basca. Diascordio y subnitrato de bismuto cTF 2 gramos en IV bolos, repar- tidos en el dia. Digitalina, un granule bis. El rnismo alimento. Febrero 25. Pulso 22, pequeno, regular y dicroto; respiracion 5, Movimientos oscilatorios acompanados de temblor al extender los brazos y dedos. Las deposiciones siguen siendo muy frecuentes, aunque poco abundantes. Febrero 28. Pulso 24, respiracion 4. Se queja de un dolor en el epigastric. Diascordio y bismuto cTci 3 gramos en VI bolos; bicarboiiato de sosa 1 gramo en VI papeles alternando con los bolos. Marzo 7. Todos estos dias ban continuado las deposiciones con la misma abundancia; la en- ferma esta muy debil, al grado de no poder levantarse sola de la cama. Digitalina 4 miligra- mos al dia. Sus papeles. Marzo 8. Pulso 20, pequeno, blando, regular. Hoy se le notan dos escaras en los trocanteres. Continual! las deposiciones. Marzo 9. Se le han contenido las deposiciones; pero la enferma se queja de mucha debilidad y de dolor en las piernas. Pulso 19, pequeno, debil y depresible, Marzo 17. No han vuelto las deposiciones; la debilidad ha aumentado: se suspende la digita- lina, Pulso 17, dicroto, fuerte y pequeno. Marzo 18. Se queja de mucho dolor en la espalda, que le impide sentarse. Marzo 19. Pulso 20, pequeno, regular, uretral. Ducle la nuca; han vuelto las deposiciones con mucho pujo. Marzo 21. Pulso 21, pequeno, debil, regular; respiracion 5. Sigue lo mismo; solo que cl dolor de la nuca se le pas6 a la region lumbar. Tratamiento. Vino 'de quina, y elixir de coca, partes iguales, cucharada cada 2 horas. Diacor- dio y subnitrato de bismuto c. c. 4 gramos en VI bolos, repartidos en el dia. Marzo 24. Pulso 18, pequeno, uretral; respiracion 4. Han continuado lo mismo las deposicio- nes. Se esta produciendo una dcscamacion en la epidermis de la palma de las manos. Marzo 27. Pulso 18, respiracion 5. No ha sentido ningun alivio. Corazon. Impulsion mediana, estremeciraiento vibratorio marcandose sobre todo, en le parte interna; apenas se siente latir la punta en el cuarto espacio intercostal. = Macicez en la linea ver- tical, 3 centimetres; trasversalmente, 45 milimetros. = Auscultacion: ruido de fuelle, ocupando el primer ruido de la base, teniendo su maximun de intensidad al nivcl de la tercera articulacion condro-esternal derecha, extendiendose a toda la parte trasversal del esternon, y desapareciendo en la tercera articulacion condro-esternal izquierda; es suave, y sin embargo, no tiene nada de mu- sical ni de los otros caracteres de los ruidos anemicos, es un verdadero fuelle. El resto de la re- gion esta ocupado por un frotamiento, que coincide con los dos tiempos del corazon; y aim invade algo el pequeno silencio. Este frotamiento deja sin embargo percibir los ruidos del corazon; de manera que, hacia el epigdstrio los ruidos parecen normales, mientras que A la izquierda, el prime- ro esta reemplazado por un soplo rudo y pequeno; partiendo de este panto e) soplo desaparece ha- cia arriba, en donde se perciben los ruidos normales. Los ruidos del corazon derecho son, indu- dablomcnte, mas dares y mas debiles que los del izquierdo. 59 Bolos dc diascordio y bismuto. Bicarbonate de sosa 1 gramo en 6 papeles al dia. Marzo 30. Desde ayer se le suspendieron las deposiciones; se siente tan debil que ni aim pne- de sentarse. El pulso esta sumamente debil; sin embargo, ni el aspect© de la fisonomia; ni la len- gua que esta humeda y ancha, ni los movimientos de la enferma, ni el brillo de sus ojos, hacen ad- mitir que haya relacion entre el estado general y este pulso que apenas se puede contar. Mayo 3. Desde el dia 30 de Marzo a la fecha no ban reaparecido las deposiciones; pero en cambio la debilidad ha ido en aumento, al grado de casi no permitir ningun movimiento d la en- ferma; pues apenas quiere enderezarse en su cama cuando siente que le faltan las fuerzas, y que se le va la cabeza. Mayo 4. Ayer le volvieron las deposiciopes acompahadas de pujo, tuvo 3 on la noche. Bolos de diascordio y bismuto. Leche con polvo de came. Mayo 5. Pulso 18, muy pequelio, muy blando, depresible e irregular. Se contradice en sus respuestas y muchas veces no comprende lo quo se le pregunta. No han vuelto las deposiciones, Mayo 6. Pulso 28, respiracion 8. Deliro toda la noche, su delirio fue tranquilo. La enferma se queja de un dolor en el epigastric: no hay deposiciones. Mayo 8. Pulso 10, muy pequeho, muy debil y depresible; respiracion 10, Dice la enfermera que anoche tuvo un vomito de sangre negra, y que desde cntonces no puede pasar nada, ni ali- mentos ni medicinas; voz notablemente apagada, han vuelto las deposiciones. Mayo 9. Muerte a las ocho de la manana. Autopsia el dia 10 a las 10 de la manana. No hay rigidez cadaverica; adelgazamiento bastante considerable; vientre voluminoso; la colo- racion no ha sufrido ninguna modificacion; ligero edema en los pies. Al abrir la cavidad toracica se encuentran ligeras adhercncias pleurales, sobro todo, al nivel del diafragma. Pulmones. Muy chicos, pero con abolladuras marcadas, indicando el enfisema; crepitantes en todos sus puntos rnenos en la base. El pulmon izquierdo en su lobulo superior es menos crepitantc que el derccho; en el lobulo in- ferior mas que el derecho. En general este pulmon presenta mas abolladuras y mas aspect© dc pulmon que el derecho; adhercncias con el pericardio facilcs de separar y completamcnte celulo- sas. Al corte del lobulo superior sale una gran cantidad dc serosidad, y se nota algo del aspecto car- nifleado; el mismo estado en el lobulo inferior. El pulmon derecho tiene el aspecto de la camifi- cacion, y al corte da la idea de un pedazo de musculo; este aspecto se observa en todo el pulmon. Corazon. El pericardio parietal estd grueso, opaco, sus vasos se dibujan perfectarnente, lo mismo que el nervio frenico. El pericardio visceral, por la cara anterior, estd cubierto de grasa, menos en la parte media y cerca del surco interventricular. En este punto existe una placa muy espesa que se separa con dificul- tad, tiene un centimetre de ancho por dos de largo, y sus extremidades superior e inferior estan much© mas delgadas que el centre; un poco mas a la derecha y abajo, existe otra placa poco es- pesa, estrecha, alargada y de liraites poco distintos. En el ventriculo izquierdo apenas se ve la fibra muscular, pues esta cubierta por la grasa y por nebulosidades y pinceladas blancas, que sir- ven como de vaina a los vasos. Por la cara posterior, el pericardio presenta la misma apariencia que en la anterior, con la diferencia de que no existen placas lechosas, y de que los vasos tienen un aspecto varicoso que se raarca hasta en sus mas finas rarnificaciones. Colocando el drgano sobre la mesa, el ventriculo derecho se deprime y el izquierdo se presenta en el estado de ereccion muscular; la depresion del ventriculo derecho, es mas aparente todavia por la cara posterior. Se olvido tomar las dimensiones del corazon. Ventriculo derecho y valvula tricuspide. Haciendo una pequena incision en el vertice del ventriculo y echando agua despucs dc haber ligado la pulmonar, el agua no es retenida por la tricuspide sino que pasa rapidamente a la auricula. Abriendo la cavidad se ve que esta muy agrandada y sus paredes adelgazadas. Espesor dc las paredes ventriculares en la parte media* 60 que es dondc es mayor, 11 milimetros, de los cuales 6 son dc grasa; on la punta 1 milimetro. Las valvulas que forman la tricuspide estan muy deformadas, espesas en algunos puntos, con nucleos duros; existe una coloracion roja muy subida en todas las valvulas; lo qud, unido al espcsor que presentan, les da un aspecto de camificacion. Estc color rojo, que existe tambien en la pa- red ventricular y en la auricular, desaparece en gran parte por el agua. Circunferencia del orificio aurieulo ventricular derecho, 123 milimetros. Las paredes de la auricula derecha estan sumamente adelgazadas; d tal punto, que se ve el dedo por trasparencia; pero hay que notar, que este adelgazamiento no es de la fibra muscular dc las anfractuosidades, sino de la pared. La cavidad de la auricula es muy grande, Pulmonar. Suficiente al agua. Las valvulas sigmoideas tienen un color rojo de sangre, y este enrojecimiento se extiende hasta la pared de la arteria, en donde forma placas de un color car- min; esta coloracion no desaparece absolutamente por el agua. Hay una opacidad muy marcada en el endocardio que se prolonga al ventriculo, y cerca de las valvulas algunas plaquitas blancas. Las valvulas sigmoideas estan perfectamente elasticas, y trasparentes, sin la menor desgarradura. Circunferencia del orificio pulmonar, 74 milimetros. Ventriculo izquierdo y vdlvula mitral. La valvula aurieulo-ventricular, insuficiente al agua; la fibra muscular del ventriculo tiene un color amarillento; las paredes tienen un espesor de 15 milimetros en la base, de los cuales 5 son de grasa; y 7 milimetros en la punta, siendo 4 de grasa. El endocardio ventricular esta sumamente espeso, separamlose con suma facilidad y dividiendose en hojas. Las valvulas de la mitral estan muy espesas, teniendo algo del aspecto del pergamino: la an- terior e interna ha conservado sus dimensiones normales, sus tubtirculos terminales estan muy desarrollados; la otra esta muy recojida y muy dura, con eminencias muy marcadas que le dan un aspecto montanoso. Circunferencia del orificio auriculo-ventricular izquierdo, 94 milimetros. Aorta. Diametro exterior 43 milimetros. Suficiente al agua. Las valvulas sigmoideas estan rojas muy rojas, lo mismo que la pared interna de la arteria; este enrojecimiento desaparece casi completamente por el agua. Sobre esta coloracion de la arteria, se ven placas de ateroma de las cuales algunas son hasta calcareas; la ampula aortica es muy desarrollada, de manera de formar una verdadera cavidad en donde se podria poner un huevo de paloma; las valvulas sigmoideas es- tan duras, espesas, opacas, habiendo perdido cQmpletamente su elasticidad; no presentan ninguna desgarradura. Circunferencia del orificio aortico, 61 milimetros. Vientre. Al abrir la cavidad sale una gran cantidad de liquido citrino con algunos copos blancos. Higado. Adherencias con diferentes organos. Longitud 27 centimetros. Anchura 17 cen- timetres. En la parte media del lobulo derecho el organo sobresale de un modo notable, forman- do una eminencia; la capsula de Glisson esta gruesa, opaca, adherida de tal modo al higado que no se puede separar sin arrastrar consigo pedazos del tejido hepatico. El higado tiene un color amarillo pajizo, la sustancia roja casi ha desaparecido; sin embargo, a la simple vista no se ve el aumento del tejido conjuntivo. Al desgarrar el organo, lo cual se hace con mucha facilidad, se ve que el aspecto granuloso ha desaparecido completamente; no se vd tejido celular. Bazo. No parece aumentado, mas bien estfi pequeno. A la simple vista la superficie tiene un color bianco lechoso dispuesto en forma de arborizaciones. Al corte se parece a la fibra mus- cular; es una superficie roja, en la cual hay un gran numero de estrias blancas, delgadas forma- das por tejido conjuntivo; la consistencia parece aumentada. Rinon izquierdo. Longitud 85 milimetros. Anchura 45 milimetros. Su forma es como si se hubiera exagerado su curvatura normal. La superficie tiene un color amarillo, apenas se ven una que otra arborizacion en su borde libre; la cara anterior, esta dividida en un gran numero dc lobulos que se dibujan muy bien en el borde libre; la cara posterior tiene el mismo aspecto que la anterior, solo que son raenos marcados y menos numerosos los lobulos. Al corte sc ven' perfec- tamente marcados los caracteres del segundo periodo del mal de Bright. 61 Rifbon derecho. Longitud 90 railimetros. Anchura 51 milimetros. El mismo aspecto que el izquierdo; siendo, sin embargo, mas marcada la division en Idbulos. Cavidad craneana. Adherencias de la dura-madre a las partes profundas, faciles de separar. Abajo de la aracnoides se nota un derrame de liquido citrino, trasparente y en corta cantidad; la piamadre esta muy gruesa, se separa con facilidad de la sustancia cerebral; todas las meninges estan inyectadas. El cerebro tiene el aspecto de un cerebro en maceracion; las circunvoluciones estan muy desar- rolladas. Al corte del hemisferio derecho se encuentra la anemia muy bien marcada; se distin- guen muy bien las dos sustancias; lo mismo el izquierdo. Nada de particular en los ventriculos, protuberancia y cuerpo calloso. Cerebelo reblandecido, Estomago. Mucosa muy espesa, con mucho moco; puntos rojos muy pequehos y en gran nu- mero, sobre todo en el cardia, donde existen las varicosidados que se han sehalado en la cirrosis. Intestinos. Congestionados; mucosa muy espesa, con algunas equimosis. Se perdieron las capsulas suprarenales. OBSERVACION SEXTA. Dolores Montes, de 57 afios, de San Pedro Tollman, costurera, raza indigena pura; entro al Hospital Juarez el dia 14 de Abril de 1881, y ocupd la caraa numero 28 de la Sala Josefa Ortiz. Dice que desde muy niha ha padecido de dolores en el corazon, y que los mddicos le dijeron que tenia una enfermedad en el corazon. Hace ocho dias, & consecuencia de una afeccion moral de- sagradable, empezo k sentir una ansia y una sofocacion, que es de lo que se viene a curar: afxade que la ansia le parte del estomago, siente que se le sube algo a la garganta y le impide el resuello por un rato; otras veces, en lugar de ir k la garganta, le sube al corazon, el cual se le para y en- tonces siente una cosa muy fea: ha tenido tambien una tos muy fuerte que le da, sobre todo, des- pues de comer y en la noche; con la tos arroja un esputo bianco espumoso; nunca ha escupido sangre ni ha tenido calentura, ni dolores; pero si palpitaciones que le dan al andar, 6 cuando tie- ne algun disgusto; no se le han hinchado los pies, ni ha tenido deposiciones: el apetito se ha con- servado. Enfermedades anterior es. No hay antecedentes de escrofulosis; no ha padecido ninguna fie- bre eruptiva. Las unicas enfermedades que ha padecido, segun dice, han sido catarros que le caen al pecho, palpitaciones y dolor en el corazon: no ha tenido tifo, ni pulmonias, ni reumas, ni erupciones en la piel: no hay antecedentes sifiliticos. Su primera menstruacion la tuvo k la edad de 13 ahos; siempre fue regular, aunque muy abundante: desde hace 12 afios no le ha vuelto. Ha adolecido desde hace 2 ahos de basca en la mahana; al despertar vomita todos los dias una gran cantidad de flemas verdes que le cuesta mucho trabajo deponer; dos veces ha tenido deposi- ciones que le han durado ocho dias; siempre ha acostumbrado tomar mucho alcohol: hace muchos ahos que no puede dormir bien; su sueho es muy ligero y de cuando en cuando tiene pesadillas que la hacen despertar asustada. El padre murid de pulmonia, padecid reumas con frecuencia: la madre, segun los datos que su- ministra la enferma, murid de cancer del utero. El padre acostumbraba tomar mucho refino. Exdmen fisico. Mujer de unos 60 ahos, de constitucion regular; acostada sobre el lado dere- cho, muy sorda. Pulso fuerte, amplio, regular, dicroto e igual, 30 por | de minuto; respiracion 8. (Para la des cripcion de los trazos esfimogrhficos, vdanse las pags. 36 y 37.) La cabeza estd, llena de canas, hay algunos piojos aunque pocos, Cara. Hay dos cosas que llaman la atencion en el facies de esta enferma: la primera es lo que 62 se ha llamado el facies cardiaco; el cual esta constituido per una coloracion amarilla de cera, y por una hipertrofia del tejido sub-dermico; la segunda es la expresion de sorpresa 6 el etonriement, que tan bien ha descrito Trousseau. Si se examina con atencion a esta enferma, en el momento en que habla se nota otra cosa, y es, que el lado izquierdo de la cara se contrae menos que el de- rccho; los pdrpados.se cierran igualmente bien en los dos lados; las arrugas de la frente no son mas marcadas en un lado que en otro; en la lengua no se aprecia ninguna desviacion. Conjuntivag andmicas, sin coloracion icterica; pupilas norrnales d iguales en los dos lados; terigiones internes de un cqlor amarillo sucio; clrculo semi en las corneas, Lengua ancha, humeda, temblorosa, casi enteramente descamada, cubierta solamente de una capa blanquizca en su centre; en la punta y en el borde derecho, se ve una cinta 6 faja de un color casi negro, de 4 centimetres de extension por uno de anchura, y formada por muchas pequenas manchas; en la parte inferior de la lengua no hay ninguna coloracion, solamente sc ven las venas raninas muy desarrolladas, y llenas de una sangre muy negra. Coloracion. Ademas de la coloracion amarillenta de cera que hemos senalado en la cara, exis- ten un gran numero de puntos oscuros cuyo color varia del cafe claro al negro intense y que son, sobre todo, numerosos en la frente; el cuello tiene un color muy oscuro. En la pared anterior del torax la coloracion tiene algo de particular; esta constituida por tres colores: un fondo amarillo, unas pequenas manchas oscuras que en algunos puntos son enteramente negras, confluentes y muy numerosas; otras manchas poco numerosas, blancas, que parecen efelides 6 mejor dicho, pequenas cicatrices como las que dejan las erupciones de la piel y en particular la acnea; sin embargo, si se examina con cuidado, se ve que hay algunas que hacen una ligera saliente; otras por el contrario, estdn deprimidas; y otras que no son ni salientes ni deprimidas (la enferma dice, que no sabe cuando le salieron esas manchas pues no recuerda haber tenido granos). En la parte posterior del torax, la coloracion es la misma que en la anterior. Como a tres centimetres arriba del ombligo, se observa una faja formada por grandes manchas de un color bianco mate y de forma irregular; algunas de estas manchas tienen 6 centimetres de longitud por 3 de anchura: esta faja abarca to- da la circunferencia del vidntre. El resto de la pared abdominal tiene un color muy oscuro, sobre todo en la linea alba, que es enteramente negra. En la cara posterior del antebrazo y en el dor- so de las manos, hay un gran numero de manchas negras colocadas sobre un fondo oscuro; esta co- loracion hace contraste con el color amarillento del resto del miembro; unas perfectamente blancas; color oscuro en las piernas. La mucosa del labio inferior tiene un color rosado, sobre el cual se ven muchas pequenas manchas de un color oscuro; unas perfectamente negras, y otras de un color semejante al que produce el nitrato de plata sobre la piel. *En el labio superior existen las mis- mas manchas mas numerosas, formando casi una linea continua de un color cafd. La mucosa pa. latina es de un bianco mate; la del carrillo izquierdo tiene un gran numero de manchas iguales a las del labio inferior; en el carrillo derecho apenas existe una que otra. En el hueco supra-estemal se ven latidos muy fuertes que levantan la pared; no se sienten gan- glios en ningun punto. Auscultando las carotidas, el primer ruido arterial esta cubierto por un ruido muy dspero que probablemente espropagado del .corazon. Parte anterior del tdrax. Hay en este pecho una deformacion bastante caracteristica, que es- ta constituida por un abultamiento general del pecho, que es cilindrico; y por una depresion en circulo 6 en anillo, que acupa la region sub-clavicular, la primera costilla, parte de la segunda y aun algo de la primera pieza del esternon. Los movimientos respiratorios, tanto de ampliacion como de elevacion, parecen norrnales; tal vez un poco exagerados. = Sonoridad exagerada a laper- cusion de todo el pecho. = Auscultacion: respiracion aspera en el pulmon derecho, no hay espi- racion prolongada, y si algunos estertores mucosos; lo mismo en el lado izquierdo. Region precordial. Depresion de toda la region desde la tercera 4 la quinta costilla en cl sen- tido vertical, y desde el borde izquierdo del esternon hasta 7 u 8 centimetors afuera. No se vd latir la punta del corazon. = Silencio complete & la palpacion de to.da la region; solo en el epigds- trio se. siente algo de impulsion. = Macicez precordial: linea vertical 95 milimetros, trasversal 90 63 milimetros. = Auscultacion: frotamiento rudo y scco, ocupando todo el Indo derecho desde la punta a la base del drgano; nn poco menos marcado li la izquierda; cubriendo los dos ticmpos y el pequeho silencio del corazon; teniendo algo de apergaminado eh el primer tiempo; de manera> que no es posible percibir ningun mido de los propios del corazon. Este exameii se hizo estando acostada la enferma. Sentada. La misma depresion que acostada; no se ve latir la punta, pero si se ven latidos epigastricos. = A la palpacion, se siente latir la punta en el 6 -° espacio intercostal y fuera de la linea mamilar; se sienten los latidos epigastricos con la mano. = Macicez: linea vertical 70 milime- tros, teniendo su limite inferior un poco arriba del punto en que se siente latir la punta; linea trasversal 75 milimetros. = Auscultacion; frotamiento muy poco marcado en la base; aun pare- cen percibirse los ruidos normales a la izquierda, pero estdn muy profundos; en la punta, el frota- miento es un poco mas intense a la derecha. Parte posterior del torax. A la inspeccion se la ve algo globulosa. = Sonoridad exagerada & la percusion en la base de los dos pulmones; normal en los vertices. = Auscultacion; respiracion d6- bil en la parte superior; suplementaria en las bases; no hay espiracion prolongada. Vientre. Deprimido; jjaredes muy flaccidas, muy depresibles. Pasa el horde de la mano ba- jo el arco costal derecho. Macicez hepatica; linea epigastrica 6 centimetres; mamilar 7; axilar 8 centimetres. Macicez esplenica: linea vertical 5 centimetros, trasversal 4 centimetres, (dificil de limitar bien). Miembros superiores. Algo adelgazados. A la simple vista se ven latir las artcrias radial, cubital, humeral y axilar. Haciendo extender el miembro, se ven movimientos oscilatorios ge- nerales en el, y un temblor muy caracteristico en los dedos. Nada de particular en los miembros inferiores. No hay edema. Tratamiento. Pocion anticatarral, leche y pan, 8 pastillas de pino maritime. Abril 29. Pulso 26, los mismos caractdres; respiracion 4. A1 tomar el pulso se nota la arte- ria como un cordon duro, rigido, sin desigualdades. La enferma se asusta porque no siente latir su corazon. Sigue molestando la tos. Mayo 3. Pulso 25, respiracion 6. Anoche le volvio la ansia con mucha fuerza, al grado de querer ahogarse. Tratamiento. Pocion anticatarral, polvos de Dower 3 gramos en 6 papeles, 1 cada 2 horas. Leche y costilla. Mayo 5. Pulso 23, respiracion 5; se sienten desigualdades en la arteria radial. Ayer delird toda la noche, cada rate se queria salir, diciendo que le dieran su ropa para irse, porque se iba d morir. Hoy esta calmada; su fisonomia tiene un aspcCto como de asombro, los ojos estan brillan- tes. La enferma dice que esta buena, no recuerda nada de lo que paso anoche. Mayo 7. Pulso 25, respiracion 6. Anoche volvio a delirar, y aun hoy, al pasar visita, se le eh- cuentra con el delirio, aunque quieta. Dice la enferma que la estan envenenando, que las enfer- meras y las enfermas la quieren ahogar, y pide la dejen salir d su casa. Ha tenido 3 deposiciones, Diascordio y bismuto rici 3 gramos en YI bolos. Mayo 8. Pulso 23, respiracion 7. Dice la enfermera que ayer estuvo furiosa, porque creia que la iban a envenenar; no quiere tomar ni aliraentos ni medicinas, porque dice que son venenos con los cuales la quieren matar. Mayo 9 y 10. Pulso 24, respiracion 6. Ha continuado con su mismo delirio, ha sido necesario ha- cerla comer por la fuerza. Mayo 11. Pulso 22, respiracion 5. Sigue con su mismo delirio, solo que cambio do objeto, aho- ra cree que la van ahorcar. Mayo 12, 13 y 14. Ha continuado con el delirio, creyendo unas veces que las enfermas son es- pias de su familia y otras que la van a matar. Mayo 15. Desde anoche desaparecio el delirio. Hoy dice que esta buena, Mayo 16. Pulso 25, respiracion 5. Se queja de mucha tos. Mayo 20. Pulso 22, respiracion 4. Se queja de un dolor en el costado izquierdo. 64 Nada notable á la auscultación del pulmón. Mayo 26. Pulso 26, fuerte, amplio, dicroto, intermitente, una intermitencia en un minuto; res- piración 5. Ha vuelto con la idea de que la han envenenado, y que por eso no puede obrar. Así continuo con el mismo delirio, hasta el 31 de Mayo en que se le dio su alta voluntaria; ha- biendo salido en la creencia de que no le habian hecho ninguna medicina para su enfermedad. OBSERVACION SETIMA. Autopsia de un enfermo que sucumbió en la Sala 2 f* Juárez del Hospital del mismo nombre, en donde ocupó la cama número 30. La víspera de su muerte, entró este enfermo en un estado comatoso. No se pudo recojer ningún antecedente de su enfermedad. Robustez conservada. No hay rigidez cadavérica. Llama la atención la coloración oscura, casi negra, que ocupa la cara, brazos, antebrazos dorso de la mano y miembros inferiores hasta la rodilla; en el escroto el color es enteramente negro. Hay un gran número de manchas negras y blancas en la cara, brazos y piernas; las blancas pare- cen ser cicatrices; en el dorso de las manos las manchas negras existen solas. La mucosa del labio inferior, sumamente pálida, tiene algunas manchas de un color café claro. Un gran número de canas en la cabeza. Cavidad craneana. Inyección de la dura-madre, que está espesa y muy gruesa; inyección muy fina de la pía-madre. La arteria silviana izquierda presenta, en el punto en que dá nacimiento á la rama anastomó- tica con la basilar y á la rama que sigue la parte anterior del surco medio, un coágulo que obstru- ye completamente el vaso. Este coágulo, perfectamente libre en la cavidad del vaso, está forma- do de dos partes: una central de un color rosado amarillento, muy consistente; y otra mucho mas considerable, negra y blanda. Esta disposición se vé mejor en una rama que se desprende de la arteria silviana, y en la cual la parte periférica del coágulo es negra y blanda, y la parte central dura y amarilla. En el trayecto que sigue esta ramita, la sustancia cerebral blanca está reblandecida, con arborizaciones rojas, y en ciertos puntos la materia cerebral está completamente destruida; en una palabra, se vé allí lo que los antiguos describen con el nombre de reblandecimiento rojo. En la arteria silviana derecha no se vé nada semejante; y en el trayecto que sigue la arteria, la sustancia cerebral ha conservado su consistencia normal. Al corte del hemisferio izquierdo se vé perfectamente lo que ha sido descrito con los nombres de reblandecimiento rojo y reblandecimiento amarillo. Queriendo descubrir el ventrículo la- teral, es imposible conseguirlo porque todo este centro está convertido en una papilla de un color rojo amarillento. En el hemisferio derecho se encuentran muy bien separadas las dos sustancias, aunque algo re- blandecidas, (es bueno hacer notar que el exámen del cerebro, hígado, riñones y bazo se hizo 48 horas después de la muerte). Existe también en este hemisferio, el estado de arenillas perfecta- mente característico. Protuberancia, 3 ° y 4 -° ventrículo, nada de particular. Cerebelo, algo estado de arenillas. En la médula espinal se vé un color verde oscuro tachonado de puntos negros: este color ocupa únicamente las meninges, sin penetrar en la sustancia medular. Corazón. A la simple vista se ven un gran número de masas cuya forma se parece á la de los ganglios linfáticos; encontrándose colocados al rededor de los vasos de la base del corazón, de la tráquea, etc.; pero sobre todo, debajo de una parte que parece ser el pericardio. Estas masas presentan á la vista un aspecto caseoso; pero alicortarlas, por su aspecto blanco mate y su consis- tencia, recuerdan, mas bien, lo que ha sido descrito por Robin con el nombre de tumores embiro- 65 pldisticos. El pcricardio esta sumamente espeso; forma al nivel del ventricuio derecho una cavidad, en el resto de su extension estd tan adherido & las masas descritas y a la fibra muscular que es imposible separarlo. Yisto el estado informe de todas las partes del corazon, se hace abstraccion del examen acostumbrado y se precede a abrir el ventricuio izquierdo, penetrando por la aorta. Llama, desde luego, la atencion el gran espesor de las paredes ventriculares, que tienen 3 cen- timetres en su base, siendo 2 de fibra muscular: en la punta, este espesor es de 25 milimetros, de los cuales 5 unicamente son de musculo; el resto esta constituido por el pericardio y los cuer- pos ya descritos. Esta pared ventricular esta formada de tres capas; una externa 6 periferica constituida por el pericardio adherido, de cuatro milimetros de espesor; otra media, formada por los tumores mencionados; y, por ultimo, la interna constituida por la fibra muscular que es muy gruesa en la base y apenas marcada en la punta. La fibra muscular ha perdido su color rojo caracteristico, para tomar un color claro de tierra de Sienna. La cavidad ventricular parece aumentada; y decimos parece, porque el desarrollo muy considerable de las columnas carnosas, que le dan un aspecto reticulado caracteristico, disminuye la mencionada cavidad. El endocardio, est& opaco, de un color lechoso; en algunos puntos muy espeso, ha perdido su trasparencia, despegandose en unos puntos con facilidad y en otros con di- ficultad. Cortadas las columnas carnosas presentan como notable, la coloracion, que es aun mas clara que la senalada en la pared. Vdlvula mitral. Un coagulo ocupa el orificio; en sus partes declives tiene un color entera- mente negro. Las valvulas estan espesas, muy opacas, muy duras sin llegar, sin embargo, a car- tilaginosas; blancas, presentando en su horde excrecencias de forma vegetante, 6 mejor de condi- lomas. Circunferencia del orificio auriculo ventricular izquierdo, 99 milimetros. Aorta. Las sigmoideas parecen desplegarse bien; una de ellas, la posterior, presenta en una de sus extremidades, cerca del horde superior, un agujero de 4 milimetros; todas estan delgadas en la parte inferior, en el resto de su extension estan gruesas pero no duras y ni aun opacas, el endotelio se despega con facilidad. El aspecto de la pared interna de la arteria, desde la insercion de las sig- moideas hasta la aorta ventral, es de un color amarillo canario, vidndose adem£s pinceladas claras formadas por el ateroma. Circunferencia del orificio aortico al nivel de la insercion superior de las sigmoideas, 65 milimetros; en la insercion inferior, 72 milimetros. El endocardio de la auricula izquierda es de un color bianco mate completamente opaco y se- parandose con facilidad; la cavidad de la auricula parece aumentada. Ventricuio derecho y vdlvula tricuspide. La cavidad del ventricuio indudablemente est& agrandada; se le vd llena de un coagulo, negro en su parte inferior y amarillento en la superior; las columnas carnosas que tienen un aspecto reticulado, parecen haber aumentado de numero. Espesor de las paredes ventriculares en su base, 1 centimetre; en la punta, 5 milimetros; espesor del tabique, 3 milimetros en el punto maximo. Llama la atencion lo saliente que esta el orificio tricuspide, formando una verdadera arista; lo que parece debido al estado de tension de los tendones y columnas carnosas. La valvula poste- rior est& reducida a un simple horde muy espeso; las otras dos, estan muy delgadas y trasparen- tes. Circunferencia del orificio auriculo ventricular derecho, 120 milimetros. Las paredes de la auricula derecha estan tan delgadas que en algunos puntos son trasparentes- El endocardio esta bianco, opaco, aunque menos que el de la auricula izquierda, y se separa con mucha facilidad. En la superficie del endocardio se ven dos cuerpos como granos de arroz, que parecen tomar raiz abajo del endorcardio y hacer hernia, empujando esta membrana hacia la ca- vidad auricular. Pulmonar. Las sigmoideas apesar de estar muy delgadas, presentan un color bianco opaco que no es el normal; pequehas desgarraduras en su horde libre. Circunferencia del orificio pul- monar, 72 milimetros. Adherencias bastante fuertes entre las dos hojas de la pleura izquierda. Natas purulentas cu- bren toda la pleura la cual esta convertida en una membrana muy gruesa y opaca; en esta mem- 9 66 brana se ven un gran numero de arborizaciones que le dan nn aspecto muscular. En la pleura de- recha existe un tumor quo parece ser un ganglio, con la misma alteracion ya descrita, aunque es mas blando. Pulmones. Bodeando el pediculo del pulmon y los gruesos vasos del corazon, hay un gran nu- mero de gangiios de un color negro y muy grandes. El apice del pulmon izquierdo se encuentra infiltrado; mejor dicho, sembrado de un gran numero de pequehos tumores, de los cuales el mayor tendra el tamaho de un garbanzo y constituidos por una sustancia semejante a la de los tumores descritos en el corazon. Se dibujan muy bien las costi- llas en la parte lateral. En la cara superior del diafragrna, se encuentra un ganglio que encierra una sustancia amarillenta y que se puede comparar a un frijol crudo. A1 corte, el apice del pul- mon izquierdo presenta una sdrie de pequenas masas duras, estando una de ellas colocada inme- diatamente abajo de la pleura. Por la superficie de seccion se ve salir una gran cantidad de moco espumoso, y el pulmon pre- senta el estado carnificado, aunque se desgarra con facilidad. Mas abajo, en un punto que da al tacto la sensacion de dureza, se ve muy bien el aspecto cirrdtico del pulmon: mas abajo toda- via, se observa una especie de cavidad quistica formada por la pleura engruesada, y conteniendo una sustancia gelatiniforme, que parece formar un tejido adherido al pulmon por un lado y la pleura por otro; en todos estos puntos el pulmon esta menos crepitante y duro. En un punto del lobulo inferior se encuentra un cofigulo bianco, y duro en su mayor parte, montado a caballo sobre una bifurcacion arterial, y al cual sigue otro coagulo blando y negro: este coagulo parece ser el resultado de una embolia; cerca de este punto el pulmon esta mas crepitante, pero infil- trado de algo que le da un color gris. El pulmon derecho, en su superficie presenta el estado mosqueado. Al tacto se siente un gran numero de puntos duros diseminados en todo el pulmon, que apenas es crepitante. Al corte, el mismo estado mosqueado, y ademas se ve una gran cantidad de tejido conjuntivo. En el lo- bulo inferior hay algo del estado carnificado del pulmon, y un foco apopletico perfectamente mar- cado que se prolonga en una extension de 7 u 8 centimetres cuando menos, y donde se notan va- sos, que parecen venosos, llenos de coagulos negros y duros: las arterias se ven vacias. En el lobu- lo medio solo se presenta el enfisema perfectamente caracterizado. Higado. No parece aumentado de volumen. La capsula de Glisson se despega facilmente; no estd espesa, y presenta algunas placas y pinceladas blancas. Quitada la capsula, se vd al higado constituido por dos sustancias: una amarilla, cuyo color varia del amarillo verdoso al ama- rillo claro; y otra, formada por manchas violaceas y algunas arborizaciones rojas. Al corte, as- pecto mosqueado. Rinon derecho. Longitud, 16 centimetres: anchura; 6 centimetres. Forma en arco muy exa- gerada; aspecto polilobulado en sus dos caras: en la posterior, se ven partir del pediculo cinco divisiones que se subdividen despues; en la anterior, solo se ven partir dos divisiones del pediculo, pero despues se subdividen en un gran numero, de modo de hacer mas marcado el aspecto poli- lobulado, sobre todo, en el borde libre, en donde las divisiones son muy profundas. Al separar la capsula arrastra consigo pedazos de la sustancia renal. La superficie del drgano tiene un color amarillento, con arborizaciones rojas; en la cara anterior se ven, ademas, cuatro manchas de un color verdoso muy oscuro. Al corte, solo en la sustancia medular se nota el as- pecto lobulado; la superficie de seccion tiene los caracteres del primer periodo del mal de Bright- Rinon izquierdo. Longitud, 90 milimetros; anchura, 45 milimetros. La capsula esta espesa, blanca, opaca. separandose con facilidad; y se presenta debajo de ella, y en la parte inferior del rinon, un tumor del tamano de un frijol, que tiene un aspecto semejante al de los tumores que hemos mencionado en otros organos; este tumor estfi enclavado en la sustancia propia del rinon; al corte se le vd constituido por una sustancia blanca semejante d un frijol crudo. La superficie del rinon presenta una sdrie de eminencias y depresiones; de xnanera que, todo el drgano estd dividido en un gran nfimero de lobulos. Per lo dernas, el aspecto del rinon iz- quierdo es cl mismo que el del derecho. 67 Bazo. Longitud, 12 centimetres; anchura 9. Al corte se nota que tiene una consistencia que no es la normal; sobre todo, si se atiende al tiempo que lleva de muerto el enfermo; pero que se explica, por que se ve en la superficie del corte un gran numero de puntos formados por tejido conjuntivo. Se guardan las cdpsulas suprarenales despues de medirlas y de abrir la izquierda, que presenta una cavidad llena de un liquido color de sepia con puntos amarillos. Capsula izquierda: longitud, 40 milimetros; anchura, 50‘ milimetros. Capsula derecha; longi- tud, 30 milimetros; anchura, 40 milimetros. OBSERVACION OCTAVA. N abividad Olivo, de 40 ahos de edad, natutal de Irapuato, soldadera y de raza mdigena; entro al “Hospital Juarez” el dia 24 de Febrero de 1881 y ocupo la cama numero 22 de la sala Josefa Ortiz de Dominguez. Febrero 28. Hace tres meses que empezo a padecer en la pierna izquierda de un dolor con- tinue, que aumenta luego que cae la tarde; este dolor lo tiene tambien en los muslos, pero sobre todo en la parte interna y anterior de la pierna izquierda. Atribuye su enfermedad a haberse mojado los pies estando sudando; no ha tenido calentura ni niuguna otra cosa. Antes de que le apareciera el dolor de la pierna, tuvo unos granos en los miembros inferiores, que primero eran rojos, despues se le ponian blancos, le reventaban y se le formaban costras muy grandes; no la daban comezon, y le duraron dos meses. Entonces tambien le vino escorbuto en la hoca\ le dolia mucho y se le hincho toda la boca, acabando por comersele toda la encia; no tuvo nada en la garganta. Enfermedades anteriores. Desde hace tres ahos padece palpitaciones, que le dan en cada efecto de luna, 6 bien cuando se fatiga mucho; no puede subir escaleras, porque luego le da una ansia, una opresion muy fuerte en el pecho y le salta el corazon. Nunca ha padecido reumas. En Morelia tuvo pulmonia hace dos anos, de la cual quedo enteramente buena, segun dice ella; tuvo tambien una fiebre que, segun los antecedentes que ministra ella misma, fue un tifo. De las fiebres eruptivas, solo viruelas ha tenido. No hay antecedentes escrofulosos. A los trece ahos tuvo su primer periodo, el cual siempre ha sido regular. El padre era muy borracho, siempre tomaba su copa de refino en las mahanas; murid de tifo, y la madre de resultas de un parto. Ha acostumbrado desde muy jdven beber refino, con frecuencia se embriaga: padece bascas en ayunas arrojando flemas blancas; de cuando en cuando le dan deposiciones, sin que sepa ella el motivo; hace tiempo no puede dormir bien por las pesadillas que le dan. Exdmen fisico. Mujer de una constitucion debil. Gabeza con pelo negro muy escaso. Ar- rugas trasversales en la frente, muy marcadas; conjuntivas de un color palido con terigiones inter- nos y exteraos muy desarrollados, sabre todo, los internos; pupilas dilatadas d iguales en arabos lados; conjuntivas palpebrales de un color rojo » muy intense. En el angulo extemo del ojo iz- quierdo existe un tumorcillo como del tamaho de un chicharo, indolente, de consistencia blanda y que. rueda bajo la piel; (la enferma dice que de cuando en cuando se le revienta y sale materia): labios delgados; lengua ancha, humeda, temblorosa, descamada en sus dos tercios anteriores; en el centro esta cubierta de una capa blanca poco espesa. Un gran numero de cicatrices de virue- las. Nada en la garganta Un gran numero de ganglios, tanto carotideos como submaxilares; algunos suboccipitales, que son pequehos, duros y que ruedan bajo el dedo. Coldracion. La cara tiene el color propio de la raza indigena; ademas, hay manchas negras, de forma irregular, pequehas que se ven, sobre todo, en la frente y en la barba. El cuello tiene un color muy oscuro, sobre todo, en las partes laterales. En la pared anterior del tdrax se ve una serie de pequehas rnanclias de un color cafd oscuro alternando con otras de un color bianco; 68 estas ultimas parecen ser cicatrices, pnes estan deprimidas. El tercio superior del torax, por su parte posterior, tiene un color muy oscuro; lo mismo que la parte superior del vientre, arriba del ombligo: miembros inferiores de un color amarillo terroso con muchas cicatrices de un color negro, de forma irregular, algunas pequenas y otras grandes: en los miembros superiores las manchas negras solo existen en la cara dorsal de las manos; no son cicatrices. En las mucosas del labio inferior, de los carrillos y en la boveda palatina hay muchas manchas negras; en la del labio superior, que tiene un color rojo vivo, existe una faja negra que ocupa toda la extension del labio, y que tendra una anchura de 8 milimetros. Nada anormal en los pulmones por la parte anterior. Corazon. No hay abovedamiento; se ve latir la punta con fuerza en el 5 ° espacio intercostal inmediatamente abajo del pezon; las mamilas estan atrofiadas. = Palpacion: impulsion fuerte; se siente latir la punta en el sitio en que se veia; frotamiento ocupando los dos tiempos, mas mar- cado en la punta y a la derecha; en la base casi no se siente. = Macicez: linea vertical, 7 centi- metres; trasversal, 5 centimetres, = Auscultacion: frotamiento ocupando los dos tiempos, exten- dido a toda la region, siendo mas intense en la punta y a la derecha; en ningun punto se perci- ben los ruidos normales. Parie posterior del torax. Nada de particular a la inspeccion, palpacion y percusion. = Res- piracion debil de los dos lados; los ruidos del corazon se perciben muy bien en el apice del pul- mon derecho. Vientre aplastado, duro; pasa el borde de la mano bajo el arco costal derecho. Macicez hepa- tica: linea epigastrica, 3 centimetros; mamilar, 10; axilar, 11 centimetres. Macicez esplenica: li- nea vertical, 6 centimetros; trasversal, 5 centimetros; ambas dudosas. Miembros inferiores. Pleyade ganglionar en las ingles. La presion es dolorosa en el muslo derecho, sobre todo, en los musculos extemos; lo mismo que en la parte anterior e interna de la tibia derecha; en donde se siente ademas cl periostio engruc- sado y con desigualdades manifiestas. No hay edema. Tratamiento. Agua 120 gramos, yoduro de potasio, 3 gramos, bromuro de potasio, 1 gramo, j. s. c. b. Cucharada cada hora, Una pildora del “Hospital Juarez” las cuales estan compuestas de gluten 12 centigramos, bicloruro de mercuric 1 centigramo, para 1 pildora. Racion. Marzo 1 -° Pulso 25, regular y dicroto. El trazo esfimografico presenta, una tendencia al gancho de la insuficiencia aortica, un dicrotismo exagerado, linea de ascencion vertical de 5 cen- timetros. Salio de alta, por haberlo pedido, el dia 4 de Marzo. OBSERVACION NOVENA. Juana Cortez, natural de Toluca, soltera, de 23 anos, de oficio molendera, de raza mezclada y de constitucion debil; entro al “Hospital Juarez” el dia 21 de Enero de 1881 y ocupo la cama nu- mero 25 de la sala Josefa Ortiz, Hace quince dias que le empezo su enfermedad: segun dice, le salio una grieta en el talon de- recho, que desatendio al principio; como a los cuatro dias le did calosfrio y calentura en la tarde, y unas punzadas muy agudas en toda la pierna, sentia como si le taladraran el hueso; desde en- tonces se le comenzo a hinchar toda la pierna y le salieron unas secas en la ingle. Se euro con cataplasmas de raalva, y como la erisipela no desaparecla se vino al Hospital. La calentura solo le duro dos dias, pero le ban seguido las punzadas que ahora le dan, sobre todo, en la noche luego que se mete en la cama, y le impiden dormir; la hinchazon le ha seguido lo mismo, Hace unos seis meses le salieron unos tubones que se le secaron sin supurar, y unos granos en las dos piemas, que al principio eran muy rojos; luego le aparecia un puntito bianco y por ultimo, 69 le reventaban saliendo materia y dejando despues unas costras que se le caian y le volvian d salir; no le daban ninguna comezon. Ya antes le habian salido unas manchitas rojas en el pecho y en los brazos que le duraron unos cuantos dias: dice que nunca ha padecido de la garganta, ni se le ha caido el pelo. De chica tuvo viruelas y sarampion y padecio mucho de los ojos, que se le ponian rojos, le Ho- raban mucho y le daban punzadas muy fuertes; se le quitaba con defensives de agua fria; pero al poco tiempo le volvia; nunca ha padecido de las narices ni se le han reventado los oidos, ni ha tenido reumas, tifo, pulmonias ni palpitaciones, ni le han dado ataques. Tuvo su primer periodo d los 18 anos; hace un aho le aparecio un flujo bianco muy abundante, sin saber por que; desde entonces le duele mucho la cintura, sobre todo, cuando esta mala de sus reglas. Dice la enferma que no acostumbra desayunarse; desde hace muchos anos, luego que se levanta toma una copa de refino, y no vuelve d tomar nada hasta que come; entonces toma un poquito de pulque (medio): suele embriagarse con alguna frecuencia; no ha padecido bascas en la mahana ni deposiciones; su sueho siempre ha sido muy bueno, Et padre, que era pulquero, padecio varias veces de reumas que le daban de las rodillas para abajo, duraba como quince dias en la cama con mucha calentura y se le hinchaban mucho las ro dillas; segun los dates suministrados por la enferma, murid hace cuatro anos de resultas de una cirrosis hepatica, producida por el mucho pulque que tomaba. La madre vive y es de buena salud. Exdmen fisico. Esta acostada del lado derecho. Pulso 24, pequeho, regular y dicroto: res- piracion 6; temperatura en la mahana 87°, en la tarde 39° 2. Coloracion. Sobre el color propio de la raza indigena, se ven en la cara un gran numero de pequehos puntos de un color cafd oscuro, diseminados por toda su extension, y abundando, sobre todo, en la barba, donde por su pequehez y gran m'imero simulan perfectamente los restos de una barba recien rasurada. El cuello y miembros inferiores, asi como la parte anterior del torax y de los miembros superiores, conservan el color propio de la raza sin manchas de ningun genero; en la parte postero-superior del torax y en la posterior del antebrazo, el color es oscuro con manchas negras, aunque en corto numero; la cara dorsal de las manos es casi negra, con algunas pequehas manchas mas oscuras, que existen tambien en la cara palmar. El vientre tiene un color muy oscuro en el punto en que se atan las ©naguas; el resto tiene el color propio de la raza. En la mucosa del labio inferior existe un gran numero de pequehas manchas, de un color oafd oscuro; entre estas hay una, colocada en la parte media del labio, que es de un color entera- mente negro, y que tiene una extension como de 4 milimetros; en el labio superior existen las mis- mas manchas, aunque mas claras; el resto de la mucosa bocal tiene un color palido sin manchas, Ligera coloracion roja en los pomulos; conjuntivas oculares ligeramente inyectadas; pupilas normales 4 iguales de los dos lados; lengua ancha, humeda, temblorosa, descamada en la punta y a la izquierda, en el resto de su extension esta cubierta por una ligera capa blanca. Nada d la inspeccion del cuello; ganglios carotideos y submaxilares apenas apreciables; algunos sub-occipitales pequehos, duros, rodando bajo el dedo. Nada a la auscultacion de las carotidas. En la parte anterior del torax, lo unico que llama la atencion son algunos estertores mucosos diseminados en los dos lados. Region'precordial. Nada d la inspeccion; no se latir la punta. = Palpacion: impulsion ddbil; se siente latir la punta en su lugar normal; frotamiento suave, extendido d toda la region. Macicez: linea vertical, 6 centimetros; trasversal, 3. = Auscultacion: ligero frotamiento exten- dido d toda la region, ocupando los dos tiempos y el pequeho silencio; mas fuerte en la base y d la derecha. Acostada. Nada a la inspeccion. = Palpacion: el frotamiento se siente mas intense, Ilegando casi al segundo grado en la punta y a la derecha. = Macicez; linea vertical, 5 centimetros; trasversal, 3 centimetros.=Auscultacion: el frotamiento aumenta de un modo notable en la punta y d la derecha y disminuye en los demas puntos, Nada de particular en la parte posterior del torax. 70 Vientre. Muy blando; pasa el borde de la mano bajo el arco costal derecho. Macicez hepa- tica: linea epigastrica, 3 centimetres; mamilar 7 y axilar 9. Macicez esplenica; vertical 3 centi- metres, trasversal 4. Miembro inferior derecho. La piema derecha esta muy aumentada de volumen, de un color rojo violaceo; muy dolorosa d la presion, que conserva ademas la impresion del dedo; esta hincha- zon se extiende hasta el dorso del pid Prescripcion. Empaque agoldonado d la pierna derecha; pocion anticatarral. Media racion. Enero 23. Pulso 23, muy blando, muy depresible, uretral y dicroto; respiracion 6; tempera- tura por la mahana 37°.2, por la tarde 37°.4. Dice que sigue lo mismo. En la eminencia hipo- tenar de la mano izquierda existe una mancha negra, de un centimetro de extension y de forma irregular. Examen del corazon. Nada a la inspecoion. = Palpacion: impulsion debil; chasquidos cubier- tos por un frotamiento muy marcado en la punta y a la derecha; en la parte media lo es monos, y apenas se le siente en la base. = Macicez; linea vertical 55 milimetros; trasversal 45. = Auscul- tacion: frotamiento suave en la punta ocupando los dos tiempos, siendo mas aspero a la tlere- cha; en la base del organo es mucho mas suave permitiendo oir los ruidos propios del corazon. Sentada. Nada d la inspeccion. = Palpacion: se siente latir la punta, aunque dcbilmente, en su lugar normal; impulsion debil; el frotamiento se hace mas suave. = Macicez: linea vertical, 7 centimetros; trasversal, 55 milimetros. = Auscultacion: frotamiento extendido d toda la region ocupando los dos tiempos; en el sitio en que late la punta, se percibe durante el primer tiempo, un ruido que tiene una intensidad notable y perfectarncnte limitado: a medida que se dirige a la derecha 6 a la izquierda pierde mucho de su intensidad; en ningun punto se perciben los ruidos normales. Tratamiento el mismo, mas 2 pildoras de Dupuytren, Enero 24. Pulso 18, con los mismos caractdres que ayer; respiracion 6; temperatura en la maiiana 36°.8, en la tarde 37°.6. Las punzadas de la pierna son menos fuertes; ya la han dejado dormir; pero todavia le duele mucho la pierna cada vez que la mueve. Ha tenido calosfrio muy ligero que le da cada vez que se mueve en la cama; no ha estomudado ni tosido. Auscultacion del corazon. Sentada: frotamiento ocupando los dos tiempos y extendido a toda la region; se acerca al ruido de escofina al nivel de la aorta y en el primer tiempo; en la pulmonar es durante el segundo cuando se parece al ruido de escofina; en la punta y d la derecha apenas se percibe durante el primer tiempo, mientras que en el segundo es muy rudo; d la izquierda es Aspero durante los dos tiempos, aunque siempre mas en el segundo; en una palabra, cambia segun los puntos en que se ausculta; unas veces es el tiempo, otras la intensidad y otras el timbre lo que se modifica. = Acostada. Al nivel de la tercera costilla derecha y cerca del esternon, se percibe un soplo que ocupa el segundo tiempo; del lado izquierdo del esternon y en el primer tiempo, ruido de pergamino; mas d la izquierda y siempre en la base frotamiento muy suave ocupando los dos tiempos: en la punta, durante el primer tiempo se oye un ruido perfectamente afilado y exten- dido d toda la parte inferior del corazon; dirigiendose h&cia arriba, este ruido se modifica hasta confundirse con el frotamiento que hemos seiialado en la base; en el apendice sifoide se oye el ruido afilado, siendo sin embargo mucho mas seco que a la izquierda. Enero 25. Pulso 18, respiracion 4. Temperatura en la maiiana 37°.8, en la tarde 38 4. Enero 26. Pulso 21, pequeno y dicroto; respiracion 6. Temperatura en la maiiana 38.2 en la tarde 37.8. Dice que esta mejor; solo que anoche tuvo mucha calentura y calosfrio. Auscultacion del corazon. feentada. frotamiento ocupando toda la region, siendo muy rudo en la punta, a la izquierda y en el primer tiempo; a la derecha (apendice sifoide) se oye la reso- nancia metalica; no se percibe ningun soplo en la base del organo. Acostada. El frotamiento se hace mas suave y parece oirse un soplo al segundo tiempo de la base. Enero 27. Pulso 20, respiracion 5. Temperatura en la maiiana 37.4, en la tarde 38.4. 71 Enero 28. Pulso 21, respiracion 4. Temperatura en la mauana 37, en la tarde 87.4. Enero 29. Pulso 21, respiracion 6. Temperatura en la manana 36.9, on la tarde 37,2. Dice la enferma que esta mejor; el dolor de la pierna es menos fuerte; no ha vuelto el calosfrio, Auscultacion del corazon. Sentada. En la punta y hacia la izquierda frotamiento ocupando el primer ruido y el pequeno silencio; dirigiendose a la base, el frotamiento se hace muy suave y muy debil; en la punta y a la derecha desaparece y se oven los ruidos normales. Acostada: fro- tamiento muy ligero en la punta y d la izquierda; dirigiendose a la derecha aparece el segundo ruido que se acerca algo al ruido de cuero nuevo; ruidos muy lejanos en la base. Febrero 1 ® Pulso 25, pequeno, regular, duro, no dicroto; respiracion 5. Dice que estd muy aliviada; la piema solo le duele cuando la mueve; no ha tenido calosfrio ni calentura; tiene gana de comer. En la pierna derecha la hinchazon esta limitada a una extension de 6 centimetres colocada en la parte media de la cara anterior e interna de la tibia, y en este punto la presion es muy dolorosa; al rededor de esa placa de inflamacion se siente el periostio engrosado, Auscultacion del corazon. Frotamiento perfectamente caracteristico aunque muy suave, ex- tendido d toda la region y ocupando, sobre todo, el primer tiempo. Prescripcion. Lo mismo que los dias anteriores y ademas; Agua 120 gramos, yoduro de potasio 1 gramo, jarabe de opio 30 gramos; cucharada cada hora. Racion. Febrero 3. Pulso 25, respiracion 5; ayer tuvo muchas deposiciones sin retortijon. Prescripcion, Lo mismo y Dower 2 gramos, en VI papeles; papel cada dos horas, Febrero 13. Pulso 20 pequeno, regular y blando; respiracion 5. Dice que esta muy aliviada; hace seis dias que desaparecieron las deposiciones. Auscultacion del corazon. En el epigastric, prolongacion del primer ruido; dirigiendose hdcia la izquierda, esta prolongacion se trasforma en un frotamiento que ocupa el primer ruido y el pe- queno silencio; frotamiento seco ocupando los dos ruidos de la base, sobre todo el segundo, Febrero 17. Pulso 20, respiracion 6. A la auscultacion del corazon, el frotamiento casi ha desaparecido, solo se le percibe un poco en el lado izquierdo del esternon. Esta enferma permanecio en el Hospital hasta el dia 29 de Abril en que se le did su alta, sa- liendo enteramente buena. Durante su larga permanencia en el Hospital, fue sometida como se ha dicho, al uso del yoduro de potasio y de las pildoras de Dupuytren; llegando d tomar 4 gramos de yoduro y 3 pildoras al dia. La coloracion de la piel no sufrio ninguna modificacion. Auscul- tando el corazon el dia 29 de Abril se noto un frotamiento pericardiaco muy suave, limitado al borde izquierdo del esternon; en todos los demas puntos, los ruidos, aunque debiles, eran normales. OBSERVACION DECIMA. Junio 29 de 1881. Hospital de San Andres, servicio del Sr. Dr. Olvera numero 21. Este enfer- mo, del cual se nos olvido tomar las generales, entro al hospital con una tuberculosis pulmonar que fud diagnosticada por el Sr. Dr. Olvera, a quien tengo que agradecer haberme cedido el ca- daver. Autopsia 12 horas despues de la muerte. Coloracion. En la cara, los pomulos y toda la parte inferior tienen un color negro; la parte superior, comprendiendo el dorso de la nariz y la frente, es de un color bronceado oscuro; en una palabra, la cara semeja bien los colores claros sobre fondo oscuro, que se ven en una estatua de bronce. En la parte anterior del torax domina el color bronceado con un puntilleo muy fino de color enteramente negro; en la parte posterior color negro casi uniforme. Desde el epigastric, forman- do una cintura que abarca toda la parte inferior del pecho, la piel tiene un color negro que es mas atezado en la parte posterior; lo mismo en la parte posterior de los miembros superiores. En la cara dorsal de las manos, se ven manchas enteramente negras de las qud algunas tienen 5 mi- 72 limetros de longitud; todas son de forma irregular. En cuanto & los miembros inferiores, se ob- serva el mismo color en las piernas; pero en el hueco popliteo y musio es un color bronceado. No se examino la mucosa bocal. Ligero edema en los maleolos. Puhnones y pleuras. Adherencias pleurales en todo el pulmon derecho, siendo muy resistentes en el &pice; lo mismo en el izquierdo, donde existe ademds una pequena cantidad de liquido cla- ro. La pleura derecha esta muy espesa, blanca, simulando bastaute bien la aponeurosis de inser- cion de un musculo. La pleura izquierda es todavia mas gruesa que la derecha, aunque mdnos adherente. La superficie del lobulo superior del pulmon derecho presenta, en su cara anterior, un aspecto de granito, formado por un fondo negro sobre el cual se ven un gran numero de granulaciones blancas y rosadas, que parecen ser tuberculos miliares; en los otros dos lobulos son mdnos nume- rosas las granulaciones. En el apice existe una caverna cuya parte superior esta formada por la pleura engrosada; mas abajo existe otra mayor, como del tamano de un huevo de palomaj y por ultimo, en lo restante del organo existen otras muchas de dimensiones mas pequehas. En ningun punto esta crepitante el pulmon. El lobulo superior del pulmon izquierdo presenta el mismo aspecto que el derecho; existe un tubdrculo que tiene casi el tamano de una avellana, y que al corte est& bianco y duro. La parte inferior del 16bulo inferior es la unica que crepita y que conserva su apariencia normal, Al redodor de los gruesos vasos que parten 6 van al corazon, se nota un gran numero de gran- des ganglios, que son duros al corte, y que contienen una sustancia blanca con manchas oscuras y rojizas. Corazon. Al abrir el pericardio sale una pequena cantidad de liquido. La hoja parietal del pericardio esta gruesa, opaca, de un color bianco mate. La visceral, por la cara anterior del cora- zon, tiene un aspecto nebuloso generalizado, que se acompana de pinceladas blancas que siguen la direccion de los vasos a los cuales forma una especie de vaina. Los vasos estan varicosos. HA- cia la parte superior del ventriculo derecho existe una placa lechosa, alargada longitudinalmente, de 5 centimetros de largo por 2 de ancho; tiene un aspecto fibroso y se separa con facilidad del corazon. Lo restante de este ventriculo estd nebuloso. Por la cara posterior se observa el mis- mo aspecto nebuloso, las mismas pinceladas, la misma vaina cubriendo los vasos y el mismo estado varicoso de estos; y todo ello mas marcado que en la cara anterior y aun mas en el ven- triculo izquierdo que en el derecho. Yisto el corazon por la cara anterior presenta una forma oval algo irregular; en la parte supe- rior apenas alteran esta forma las auriculas, que parecen conservar sus dimensiones normales; el ventriculo izquierdo es al derecho como 1 £ 4; la punta del corazon estd, muy arredondada. Lon- gitud del corazon, siguiendo el surco interventricular al partir del nacimiento de la aorta, por la cara anterior, 13 centimetros. Mayor anchura del corazon por la cara anterior siguiendo el surco auriculo ventricular, 13 centimetros; y de estos 10 corresponden al ventriculo derecho y solo 3 al ventriculo izquierdo. El ventriculo derecho se deprime al colocar el drgano sobre la plancha; el ventriculo izquierdo por el contrario, presenta el estado de ereccion muscular. Examinando el corazon por la cara posterior presenta la misma forma general, pero la relacion entre el ventriculo izquierdo y el de- recho no es la misma; parece mas grande el ventriculo izquierdo. El surco longitudinal tiene una direccion particular; al partir de la base del corazon es casi vertical; como <£ un tercio de su lon- gitud, se le vd formar una convexidad hacia la derecha; luego se dirige rectamente hacia abajo; y> por ultimo, vuelve a cambiar de direccion y se dirige a la izquierda: adenAs, este surco tiene una profundidad notable Esta forma del surco da por resultado que, en la parte superior, el ven- triculo izquierdo parece invadir el sitio del derecho; raientras que en la inferior, es el derecho el que invade el sitio del izquierdo. Ventriculo izquierdo y valvula mitral. La vdlvula mitral esta suficiente al agua, Abierta 73 la cavidad del ventriculo se le vd llena por un coagulo gelatiniforme, que se parece perfectamente por la consistencia y el color al zapote prieto. El endocardio ventricular esta algo opaco y ne- buloso; pero lo que domina en dl es el color rojo que no desaparece absolutamente por el lavado, y que es sobre todo, marcado en el punto en que se tocan el endocardio auricular con el ventricu- lar; es decir, en el borde adherente de las valvulas. La cavidad del ventriculo esta aumentada, y el aspecto de red que presentan sus columnas carnosas es muy caracteristico, Espesor de la pa- red ventricular en la parte superior, 20 milimetros; en la punta 4 milimetros. La vdlvula antero-externa de la mitral esta muy deformada, recogida, presenta engruesamientos en su borde libre que forman verdaderos tubdrculos duros, que sobresalen de una manera marca- da. Como 6 milimetros arriba del borde adherente de esta valvula, se presentan dos agujeros del endocardio, de los cuales el mayor podra tener 5 milimetros, de forma oval, con los hordes ar- redondados y sin nada que pueda indicar que son el resultado deuna cortada post-mortem; en el espacio que dejan libre los agujeros se vd perfectamente la fibra muscular. La vdlvula postero-interna presenta bastante bien conservada su forma; sus hordes libres estan rojos, duros, y en general la valvula presenta un aspecto de pergamino si se atiende a su consis- tencia. Circunferencia del orificio auriculo ventricular, 100 milimetros. Aorta. Suficiente al agua. La superficie interna de la arteria presenta un color rojo al tra- vds del cual se trasparenta el color amarillo de la aorta. Cerca de la parte superior de los nidos de paloma, existe un estado particular de la pared en la cual se ven placas de ateroma pero, sobre todo, un despulimento de la arteria que le da un aspecto rugoso. Las valvulas simoiddas estan rojas, gruesas, rigidas, han perdido completamente su elasticidad. Circunferencia del orificio aortico en la insercion superior de las sigmoideas, 78 milimetros; en la inferior 88 milimetros. Auricula izquierda. La cavidad, que parece conservar sus dimensiones normales, estd llena por un codgulo que tiene el mismo aspecto que hemos senalado en el ventriculo, solo que es mas pequeno y mas consistente. El endocardio auricular estd muy espeso, bianco, opaco, cubierto de un bamiz rosado, y presenta arrugas muy marcadas como si fuera mas ancho que la fibra muscular; en una palabra, su espesor y su trasparencia se han modificado, aumentando aquel, y disminuyen- do esta hasta casi desaparecer. Ventriculo derecho y valvula tricuspide. La tricuspide insuficiente al agua. La cavidad del ventriculo derecho, notablemente dilatada, tiene un coagulo que presenta el mismo aspecto que el del ventriculo izquierdo. Las columnas carnosas no parecen mas gruesas que en el estado normal; pero las paredes tienen un aspecto reticulado muy caracteristico. Espesor maximo de la pared cerca de la base, 8 milimetros; minimo en la punta, 4 milimetros. Las valvulas que componen la tricuspide estan muy deformadas, muy recogidas, espesas de un modo irregular, con algunos tubdrculos repartidos en todo el borde y presentando un color rojo que no desaparece por el agua. Circunferencia del orificio auriculo ventricular derecho, 120 milime- tros. ? ulmonar. Suficiente al agua. La superficie interna tiene un color rosado muy marcado y un aspecto granuloso. Las vdlvulas estan rojas, perfectamente trasparentes y elasticas, sinlame- nor desgarradura. Circunferencia del orificio pulmonar, 80 milimetros. La cavidad de la auricula derecha, muy aumentada de volfimen, tiene un coagulo igual al del ventriculo. Sus paredes tienen un color rosado que, como las otras coloraciones que hemos des- crito, resiste el lavado, y que parece cubrir una superficie de un color bianco. Higado. Longitud 85 centimetres, de los cuales 25 son del Idbulo derecho; anchura, 21 cen- timetres, La cdpsula de Glisson estd opaca con verdaderas placas blancas, Las costillas se se- nalan muy bien sobre la superficie del organo, que presenta un color amarillo claro. Al corte se ven perfectamente marcados los caractdres del higado graso. Bazo. Pequeno. La cdpsula esta espesa, blanca y se separa con facilidad; por lo demds el ba- zo parece normal. No se examino el cerebro por falta de luz. Se guardan las capsulas suprarenales. 74 OBSERVACION UNDECIMA Lucio Juarez, de 40 anos do edad, natural de Santa Anita, de oficio canoero y de raza indigena pura; entrd al Hospital Juarez y ocupo la cama numero 3 de la 2 & sala del mismo nombre, el dia 10 de Diciembre de 1880. Dice estar enfermo desde hace un ano, y atribuye su enfermedad al mucho aguardiente que to- maba. Estando un dia bebiendo pulque le did un aire, inmediatamente sintid una punzada en el ojo derecho; al dia siguiente se le cmpezaron a hinchar los pids y le aparecieron deposiciones acompanadas de pujo, asi como una tos muy fuerte que no lo dejd dormir. En los dias siguientes la hinchazon le fud subiendo hasta que, por ultimo, se hinchd todo el cuerpo; como a los cuatro meses se le quite la hinchazon, pero siguieron la tos y las deposiciones, y empezd d sentir mucha debilidad. Asi estuvo hasta hace un mes, dpoca en que le volvid la hinchazon que le obligd d venir al Hospital. Actualmente la hinchazon solo le queda en las piernas, segun dice; siguen las deposiciones, la tos y la debilidad. No ha llegado d tener calentura ni sentido palpitaciones, ni dolores en ningun punto. Enfermedades anteriores. A los 18 anos tuvo viruelas locas, a los 20 sarampion; despues solo ha tenido una purgacion que le durd 4 meses. No se encuentra ningun antecedente sifilitico d es- crofuloso. Siempre ha acostumbrado tomar mucho aguardiente; diariamente se tomaba un cuar- tillo de refino. Ha mucho que todas las mahanas despierta con mucha sed, y como bebe agua le da basca y arroja unas veces flemas blancas y otras una cosa amarilla; le cuesta mucho trabajo vomitar, y despues del vdmito queda muy inedmodo. No duerme bien: unas veces porque no tiene sueho, y otras porque le dan pesadillas, en las cuales casi siempre le parece que anda volan- do por el aire; otras veces vd animales pardos muy chiquitos. No sabe de que murieron sus padres; solo se acuerda que su padre padecia mucho del higado d causa del mucho pulque que tomaba. Exdmen fisico. Tose varias veces durante el examen y arroja un esputo bianco espumoso. Coloracion. La piel de la cara tiene un color cobrizo sobre cuyo fondo se ven un gran ntime- ro de pequenas manchas de forma irregular, de contornos perfectamente definidos, de un color muy oscuro y aun negras. Estas manchas son, sobre todo, abundantes en la frente.. La parte anterior del torax conserva el color propio de la raza indigena; pero la de la parte posterior y su- perior es de un bronceado muy oscuro. Esta misma coloracion oscura se observa en la parte su- perior del vientre y en el escroto. Todo el miembro superior tiene un color bronceado muy os- curo, sobre todo intense en la cara posterior del antebrazo y cara dorsal de la mano. Los miem- bros inferiores tienen la misma coloracion que los superiores; solo que en el tercio medio de la pierna derecha existe una placa de forma alargada, de cinco centimetres de extension y que tiene un color enteramente negro; esta placa no sobresale del nivel de la piel y el color es mas intenso en el centre que en los hordes, donde se va desvaneciendo hasta confundirse con el resto de la coloracion del miembro. Tanto las conjuntivas oculares como las palpebrales tienen un tinte pa- lido y aun bianco mate. La mucosa del labio inferior tiene un color rosado palido, y sobre el se ven algunas manchas de un color cafe oscuro muy semejante a las que produce el nitrato de pla- ta sobre la piel: lo mismo en el labio superior. En la mucosa palatina y en la de los carrillos no hay ninguna mancha. Pelo conservado y algo cano; terigiones amarillentos en el lado intemo de los dos ojos: pupila derecha dilatada; izquierda normal; pero ambas sensibles a la luz; lengua ancha, humeda, temblo- rosa, descamada en la punta y en los hordes, sobre todo en el izquierdo; en el resto de su exten- sion cubierta de una capa blanca espesa. En cl cuello se ven los latidos de las carotidas. No hay reflu jo ni pulso venoso. Auscultando 75 la carotida derecha se oye un soplo continue con reforzamientos y suave, que no existe cn la iz- quierda. Torax, parte anterior. Nada notable a la inspeccion. = Sonoridad exagerada, sobre todo del lado derecho; las vibraciones vocales apreciables por la palpacion parecen exageradas en el lado iz- quierdo. = Respiracion aspera en el lado derecho y debil en el izquierdo; no se percibe ningun ruido anormal. Corazon. Nada a la inspeccion. = Palpacion; impulsion debil, primer chasquido rudo en la punta que se siente latir, aunque debilmente, en el 5 -° espacio intercostal, y como a 2h centime- tres dentro del esternon. = Macicez; linea vertical 6 centimetres, correspondiendo su limite infe- rior con el sitio que en late la punta; linea trasversal 45 milimetros. = Auscultacion; frotamiento ocu- pando los dos tiempos y el pequeho silencio, y percibiendose en toda la region; en ningun punto es posible oir los ruidos normales. Acostado. Nada d la inspeccion. = Palpacion: en la region epigastrica se siente perfectamen- te el frotamiento, ocupando los dos tiempos; y alii, con la extremidad de los dedos, no se siente latir la punta, apesar de haberla sentido cuando se aplico toda la mano; dirigidndose a la izquierda, el frotamieuto va disminuyendo rapidamente hasta desaparecer. = Macicez; linea vertical, 8 centi- metros; trasversal 6 centimetres. = Auscultacion; frotamiento suave, aunque bien marcado, en la punta y a la izquierda; en el epigastric, por el contrario, el frotamiento es muy rudo, acercdndose al ruido de escofina; dirigiendose hacia arriba va debilitandose rapidamente para desaparecer al ni- vel de la tercera costilla. Los ruidos de la base son muy debiles; parece haber una ligera prolon- gacion del segundo ruido aortico; los ruidos de la pulmonar son todavia mas debiles que los de la aorta. Torax, parte posterior. Nada notable a la inspeccion. == Percusion; oscuridad del sonido en los dos tercios superiores del lado izquierdo; normal en el resto de este pulmon y en todo el lado dc- recho. = Respiracion ddbil de los dos lados. No hay estertores de ningun genero. Vientre. Globuloso: no pasa la mano bajo el arco costal derecho. Yientre resistente d la palpacion; no se siente lluctuacion. = Sonoridad casi timphnica en toda la pared. = Macicez hephti- ca: linea epigastrica 5 centimetres; mamilar, 12; axilar 14 centimetres. Temblor caracteristico en los dedos. Ligero edema al nivel de las maleolos. No hay albumina en la orina. Tratamiento. Diascordio y subnitrato de bismuto 29 26 „ „ „ „ 5 » 80 2o ,, „ „ ,, 6 „ 31 23 „ „ 5 Febrero 1 25 ,, „ 6 „ 2 26 » ,, ii • ,, 5 ,, 3 24 „ 8 „ 5 30 muy dicroto Se suspende la digitalina 8 » » » 6 7 27 pequeno, blando, dicroto )t 5 „ 3 28.... „ „ 9 ,, 9 28... • 8 „ 11 27 pequeno, dicroto „ 6 83 „ 12 27 ... „ „ Digitalina 4 miligramos 8 „ 13 26 ... „ „ „ 7 „ 14 26 mas fuerte, masdicroto y mas blando. „ „ „ 6 » 1** 24 ,, ,, 6 „ 16 28 uretral „ „ , „ 6 „ 17 24 regular, blando, uretral, dicroto „ „ „ 4 >» 18 27 .... .... „ » „ „ 7 i q oq « » *«*..••„ ,, .... ,, ,, ,, » ■ u 9A 92 » „ .... ,, „ 21 20 .... „ „....„ Se suspende la digitalina 5 » 22 21 .... » „ 6 „ 23 25 pequeno, regular „ 6 „ 24 25 regular, muy dicroto, lleno, blando, algo uretral. „ 5 » 25 24 ... ,, .... .... „ ... „ 5 >i 26 24 •.• ,, .... ,, .... „....,, .... ,,...„ 6 „ 27 27 ... „ „ .... „ .... „....,, .... 6 » 28 29 ... „ ,, .... „ .... .... 5 Marzo 1 25 ... .... ,, .... .... 5 9 9fi n » " ••• » )) •••••• )) •••• ,, I) M OBSERVACION DECIMACUARTA “Hospital Juarez,” sala Ydrtiz numero 9. Pascual ])iaz, de 51 anos, viudo, natural de San Mi- guel Nonoalco, raza mestiza, predominando la indigena; de oficio ladrillero y de una constitucion fuerte; entro el dia 3 de Febrero de 1881. Febrero 8. Dice el enfermo que su enfermedad le empezd hace 8 meses: dcspues de haberse embriagado, cosa que no acostumbra hacer; al dia siguiente, lunes, tuvo mucha basca y muchas deposiciones y empezo a notar que se le hinchaban las piernas: al principio lo que arrojo con la basca fud la comida que habia tornado el dia anterior; despues, siguio deponiendo puras flemas verdes y muy amargas; le costaba mucho trabajo vomitar, y despues de haber ari’ojado las flemas quedaba sin fuerzas. Las deposiciones que tuvo el primer dia vinieron acompanadas de mucho pujo; eran amarillas y muy sueltas y abundantes. La basca solo el lunes le duro; pero las depo- siciones le siguieron como unos quince dias, y un mes la hinchazon de las piernas. Desde hace 7 meses empezo d, notar que todo su cuerpo se le adormecia, y que sus fuerzas iban disminuyendo poco d, poco: el adormecimiento le empezo por los dedos de la mano izquierda, despues la paso a. la mano derecha, y por ultimo, d, los miembros inferiores. No ha tenido calambres ni dolores en ninguna parte del cuerpo; solo, de vez en cuando, siente como si le anduvieran hormiguitas por todo el cuerpo; pero sobre todo en el tronco. Hace quince dias tuvo necesidadde dejar detrabajar porque ya no tenia fuerzas absolutamente; a, la vez que por unos desvanecimientos que le daban y que le impedian estar mucho tiempo parado, teniendo necesidad de permanecer acostado, pues solo as! estaba bien; luego que se queria sentar le venian los desvanecimientos. Ese fue el motive que le obligd d, venir al Hospital. Actualmente lo unico que le molesta es la debilidad y lo adormecido del cuerpo, ademds, se queja de que no puede estar mucho tiempo parado, porque luego se le va la cabeza; empieza d, ver estrellitas, so le nubia la vista; le zumban los oidos y tiene quo apoyarse en algo para no caer. No le han vuelto las deposiciones ni la basca; tiene gana de comer; no se le indigesta la comida; no tiene dolores en ningun punto. 84 Enfermedades anteriores. Dice que hace muchos anos tuvo una fiebre que le duro dos me- ses, sin poder dar mas pormenores. Hace 3 anos tuvo frios, los cuales le duraron un mes y le da- ban cada tercer dia. No ha padecido reumas, ni erupciones en la piel. No se encuentran ante- cedentes escrofulosos ni sihliticos, ni aun alcoholicos; pues aunque tomaba pulque al mediodia, era en cantidad moderada, (cuartilla) y solo una que otra vez se embriagaba; ademas no se encuentra en sus antecedentes ninguna de las manifestaciones del alcoholismo. No sabe de que murieron sus padres; solo recuerda que el papd se embriagaba con mucha fre- cuencia y que le pegaba mucho d la madre cuando estaba borracho. Exdmen fisico. Esta sentado en su cama recargado en la almohada. Pulso 18, pequeno, re- gular, blando; respiracion 5. Pelo abuudante y enteramente cano. Robustez conservada. Coloradan Color cobrizo de toda la cara con manchas de un tinte mas oscuro. Mucosa del labio inferior con 5 manchas de un color enteramente negro; las mismas manchas en el labio su- perior y en la boveda palatina. El cuello tiene el niismo color cobrizo que la cara, aunque mas intense en la parte anterior. Color cobrizo general del tdrax, pero mas oscuro por la parte poste- rior y en la axila. Existen un gran numero de manchas de forma irregular, acercandose sin em- bargo d la circular; de un color negro en el centro y que va disminuyendo de intensidad hdcia la perifdria, hasta coiifundirse con el resto de la coloracion; estas manchas son, sobre todo, numero- sas en la parte superior del tdrax. En el vientre la coloracion es la rhisma, solo que las manchas negras son rnucho mas grandes; una de ellas tiene 8 centimetres, 3 estan colocadas en la fosa ilia- ca derecha y una en la izquierda. A mas de estas grandes manchas existen un gran ndmero de otras pequehas diseminadas en todo el vientre. El antebrazo y las man os son de un color ne- gro sobre cuyo fondo existen pequenas manchas blancas; ademas, en el dorso de las manos, hay las mismas manchas negras que hemos sehalado en otras partes del cuerpo. Unas acanala- das con un gran numero de lineas longitudinales de un color negro que forman contraste con la blancura del resto de la uiia. De los miembros inferiores, solo en las piernas existe la coloracion oscura. Conjuntivas oculares de un bianco mate sin que se dibuje ningun vaso; pupilas normales 6 iguales en los dos lados. Lengua ancha, humeda, no temblorosa, ligeramente descamada en la punta y en los hordes. En el cuello no se siente ningun ganglio. Auscultado las carotidas se percibe un soplo con- tinue muy intenso, suave, con reforzamientos; en una palabra, es un verdadero ruido del diablo; este soplo es mas intenso en la carotida derecha que en la izquierda. Parte anterior del tdrax. Forma globulosa del torax; los huecos supra 4 infra-claviculares casi han desaparecido, Los movimientos de elevacion y de expansion parecen normales. = Sonoridad exagerada en los dos lados. = Respiracion debil, sobre todo, en los vertices; espiracion prolongada en todo el apice derecho. Region precordial. Acostado. Depresion al partir de la 3 -03 costilla que se prolonga hasta ,1a 5 es y qUe se extiende hasta el borde izquierdo del.esternon. No se ve latir la punta. = Palpacion: primer grado del frotamiento pericardiaco ocupando el primer ruido, el pequeno silencio y algo el segundo ruido, aunque menos marcado; impulsion ddbil; no se siente latir la punta. = Macicez; linea vertical 6 centimetros, trasversal 45 milimetros. = Auscultacion; frotamiento rudo en la pun- ta y a la derecha ocupando el primer ruido; el segundo ruido, apergaminado; dirigiendose a la iz- quierda, el frotamiento se debilita sin aparecer los ruidos normales. Ruidos muy claros y muy debiles en la base. Sentado. La depresion de la region es muy marcada. La impulsion aumenta, sobre todo, al nivel del esternon; al contrario, el frotamiento se hace mas debil y solo se siente en el borde iz- quierdo del esternon; la punta se siente latir detras de la quinta costilla. Macicez; linea vertical 85 50 milimetros, el limite inferior coincide con el cheque de la punta; linea trasversal 40 milime- tros. = Auscultacion: frotamiento perfectamente perceptible en la punta y a la derecha; sin em- bargo, parece lejano y mas debil que acostado: a la izquierda parecen percibirse los ruidos nor- males, aunque muy lejanos; frotamiento marcado en la base del organo, sobre todo a la izquierda. Torax, parte posterior. Sonoridad exagerada a la percusion. = Auscultacion: respiracion dd- bil en los dos lados; espiracion prolongada en el vertice derecho; un gran numero de estertores mucosos en los dos lados. Vientre. Globuloso; pasa el borde de la mano bajo el arco costal derecho. = Sonoridad timpd,- nica en todo el vientre. = Macicez hepatica; linea epigastrica 3 centimetres; mamilar 6 y axilar 8. Se explora el estado de la sensibilidad, y se encuentra lo siguiente: La sensibilidad al dolor esta disminuida en las piernas y antebrazos, pero conservada en los muslos y brazos; la termica, se necesita acercar mucho el calor para que el enfermo acuse la sensacion. La fuerza muscular esth notablemente disminuida en los miembros superiores. La marcha nada presenta de particular. No hay atrofia muscular en ningun punto, ni aim en las eminencias tenar d hipotenar. Tratamiento. Digitalina de Homolle y Quevenne 4 miligramos. Racion. Friega cxitante. Durante todo el tiempo que este enfermo permanecio en el Hospital, que fud del dia 3 de Fe- brero al 25 de Marzo de 1881; no hubo fendmeno nuevo que viniera a interrumpir el curso de la enfermedad; asi es que, por evitarnos repeticiones inutiles, suprimimos la historia de los dias que permanecio en el Hospital. Haremos notar, sin embargo, que en este enfermo, corno en el ante- rior, observamos una diminucion de la coloracion que atribuimos al uso de la digitalina; este cam- bio de la coloracion de la piel fud confirmado por el Sr. Segura. Marzo 23. Pulso 23, fuerte, regular, dicroto; respiracion 4. El trazo esfimografico no presenta cosa digna de ser mencionada. El enfermo pide su alta porque no encuentra ningun alivio. Gorazon. Depresion de la region precordial. = Se siente latir la punta en el quinto espacio in- tercostal y un poco dentro de la linea mamilar; impulsion aumentada, sobre todo, en el lado de- recho. = Macicez; linea vertical 7 centimetres, trasversal 5. Auscultacion: frotamiento rudo en toda la region, mas marcado hacia la parte superior y a la derecha. Ruido del diablo en la ca- rd tida izquierda, suave; mas intense en la derecha. Alta Marzo 25 de 1881. OBSERVACION DECIMAQTJINTA. {Apunte.) Gabino Flores de 48 afios, casado, natural de Chaleo, carretonero, de raza mezclada dominando la indigena y de una constitucion regular; entro al “Hospital Juarez” y ocupd la cama nhmero 20 de la sala Ydrtiz,- el dia 8 do Marzo de 1881. Entrd con una contusion en las paredes abdominales causada por las ruedas de un carro. El padre murid del cdlera en 1857. La madre, segun los datos suministrados por el enfermo, murid de una cirrosis hepatica producida por el abuso del alcohol. Hace tres meses que el enfermo padece dolores en el cercbro, (nuca) que le dan sobre todo en la noche; cuando tiene el dolor no puede doblar la cabeza porque le aumenta mucho y siente co- mo si le estiraran; hace poco tiempo que estuvo malo de reumas en los brazos y en las panto- rrillas; este dolor se le calmaba con solo frotarse con un trapo caliente; no se le hincharon los bra- zos, el dolor no estaba limitado a las articulaciones, sino que se le extendia d todo el miembro. No se ha sentido ddbil, ni ha tenido basca ni deposiciones. De cuando en cuando se le va la ca- beza, le dan vahidos y un dia que le did se cayo del carro en que venia. Ha padecido de tos que segun el enfermo, cada vez que le da le dura mucho tiempo; la ultima vez no se le quitd sino fud hasta que lo sangraron, y desdc entonces no le ha vuelto. No ha padecido de ninguna otra enfer- medad; no so encuentra ningun antecedente que nos autorice a admitir la cxistcncia de la escro- 86 fulosis, 6 de la sifilis. No ha padecido palpitaciones ni se sofoca ai andar mucho 6 subir escaleras. no se le han hinchado los pids. El enfermo dice haber abusado de las bebidas aicohdlicas desde muy joven, y en sus antece- dentes se encuentran las manifestaciones claras del alcoholismo. Exdrnen fisico. Esta sentado en su cama. Pulso 24, regular, de mediana fuerza, dicroto; res- piracion 6. Coloracion. Color cobrizo uniforme de la cara; lo mismo en la parte anterior del tor ax; en la posterior es un color mas oscuro, acercdndose en la parte superior al color negro. Existen en to- da la caja tor&cica un gran numero de manchas de un color oscuro, deprimidas y pareciendo ser cicatrices antiguas. En el dorso de la mano la coloracion es casi negra, uniforme, sin manchas de ninguna clase. En las unas se ven un gran numero de rayas longitudinales que ocupan toda la extension de la uha, de un color cafe muy oscuro, sefncj&ndose d las que produce el nitrato de plata en la piel. Raspando con una navaja algunas de esas rayas, se ve que no son superficiales, y que para que desaparezcan seria necesario destruir mas de la mitad del espesor de la una. Las piernas, de un color mas oscuro que el resto del cUerpo, tienen muchas manchas negras que alter- nan con cicatricez blancas; estas ultimas parecen ser el resultado de antiguas erupciones. En la mucosa labial inferior, lo mismo que en la superior, existen manchas de un color oscuro, irregu- lares en su forma. Conjuntivas oculares de un color bianco mate, con dos terigiones de color amarillento colocados del lado interno. Lengua ancha, humeda, temblorosa, descamada on la punta y en los hordes. Se sienten algunos ganglios submaxilares. Nada de particular al auscultar las cardtidas; sin em- bargo, el segundo ruido parece muy rudo. Tdrax, parte anterior. Nada anormal a la inspeccion, palpacion y percusion; d la auscultacion solo se nota debilidad del murmullo vesicular. Region precordial. Sentado. Ligero abovedamionto limitado d la region; se vd latir la pun- ta en su lugar normal, = Impulsion mediana; frotamiento, segundo grado, extendido en toda la region, pero mas intense en la punta que se siente latir en el mismo lugar en que se veia. = Ma- cicez; linea vertical 65 milimetros, trasversal 70. = Auscultacion; frotamiento rudo ocupando los dos tiempos y aun el pequeno silencio; mas marcado en la punta y a la derecha cerca del ester- non; disminuye a medida que se acerca a la base, y al nivel de la tercera articulacion condro-es- temal derecha, es reemplazado por un soplo explosive, perfectamcnte limitado y que ocupa el se- gundo tiempo. Al nivel de la pulmonar se perciben los ruidos normales, aunque de un modo confuso. = Acostado. No cambian los fendmenos de la inspeccion. = La palpacion hace percibir el mismo frotamiento, aunque siendo mas intense y acercandose mucho al ruido de escofina en el horde izquierdo del esternon. = Macicez: linea vertical 50 milimetros, trasversal 68. = Auscul- tacion; el frotamiento se percibe mucho mas intense en la punta y a la derecha, en donde se acer- ca al ruido de escofina; ocupa los dos tiempos y toda la region. El soplo de la base persiste con sus mismos caracteres; no sufre ninguna modificacion. Nada anormal en la parte posterior del tdrax. Yientre globuloso, blando. Macicez hepatica: linea epigastrica 5 centimetres; mamilar 10 y axilar 11. El trazo esfimografico presenta: una linea de ascension de 7 milimetros; vertice con tendencia al gancho de la insuficiencia; linea de descenso con un dicrotismo doble muy marcado. OBSERVACION DECIMASEXTA. Hilaria Lira, de 45 años de edad, natural de San Luis Potosí, de oficio molendera y de raza in- dígena pura; entró al “Hospital Juárez” el dia 24 de Febrero de 1881 y ocupó la cama número 7 de la 2 f3 sala de San Miguel. 87 Marzo 1 «° Dice la enferma que, hace cinco dias tuvo un dolor muy fuerte en el lado izquierdo del vientre, que al dia siguiente se le extendid d todo el abdomen; este dolor era punzantc, exce- civamente intense, al grado de que todo el dia estaba gritando; le aumentaba cada vez que se mo- via en la cama, lo mismo que cuando se apretaba, no aguantaba ni las sabanas. A la vez que le vino el dolor tuvo un calosfrio muy fuerte, con mucha calentura y un sudor muy frio. Tuvo tam- bien mucha basca, deponiendo el primer dia los alimentos que habia tornado; en los dias siguien- tes, solo deponia una cosa blanca y muy espesa. Al dia siguiente del en que empezd con el dolor le venieron unas deposiciones muy fetidas y acompahadas do mucho pujo. En todos estos dias que lleva de estar enferma, le ha seguido el calosfrio que le dd, sobre todo, luego que despierta; la basca le sigue lo mismo; el dolor le aumenta luego que toma algun alimento, que depone al poco rato. No sabe d que atribuir su enfermedad; dice que ya desde hace dos meses le daba el mismo do- lor y la basca; pero, que como era muy ligero, no le habia hecho caso. Las tinicas enfermedades que dice la enferma haber padccido, ban sido; el sarampion que le did de chica, y del estdmago; hace mucho tiempo que casi todos los dias, a media noche, le dd basca y depone flemas blancas y amarillas; con mucha frecuencia le dan deposiciones sin saber ella por qud. Su periodo, que siempre habia sido regular, se le suspendid hace cuatro ahos, y desde en- tonces no le ha vuelto. No se encuentran antecedentes que nos hagan sospechar la existencia do alguna diatesis, Nunca ha acostumbrado tomar aguardiente ni licores; solo el pulque lo ha tornado en la comi- da, desde hace 6 ahos. Segun los dates que ministra la enferma, el padre murid de resulta de una enfermedad del co- razon. La madre no sabe de que murid; solo nos dice que padecia ataques que, segun la dcscrip- cion que nos hace la enferma, fueron ataques epilepticos. Exdinen fisico. Esta sentada en su cama quejandose continuamente. Pulso 26, pequeho, re- gular, blando; respiracion 10. Adelgazamiento considerable; cabeza con algunas canas; cara ex- presando el dolor, grippe; conjuntivas oculares ligeramente inyectadas; ojos hundidos, rodeados de un circulo violado; pupilas normales d iguales de los dos lados; nariz afilada; pulverulencia en las ventanas de la nariz; lengua estrecha, con tendencia a secarse, ligeramente descamada en la punta y en los hordes. Coloracion. La cara tiene un color terroso sobre el cual se ven pequehas manchas negras en gran numero, sobre todo en la frente. La piel de la parte posterior del tdrax tiene un color muy oscuro que forma un verdadero contraste con el color amarillento de la parte anterior; ni en esta ni en la posterior existen manchas negras. El vientre tiene un color aun mas oscuro que el de la parte posterior del torax, y existen dos clases de manchas; unas completamente negras, numero- sas, pequehas y de forma irregular; otras en corto numero, blancas, redondas y de contomos muy netos. En los miernbros superiores, asi como en los inferiores, la coloracion es muy semejante d la del vientre, menos las manchas blancas que no existen; este tinte negro de la coloracion sc marca, sobre todo, en la parte posterior del antebrazo y en el dorso de la mano. La mucosa del labio inferior tiene un color rosado sobre el cual se ven manchas semej antes a las que produce el nitrato de plata sobre la piel. Nada de particular en el cuello, sino el adelgazamiento, que hace se dibujen perfectamente to- dos los musculos. Parte anterior del torax. Se dibujan perfectamente las costillas y los espacios intercostales. Sonoridad normal. = Auscultacion: debilidad del murmullo vesicular, sobre todo, en el lado de- recho. Region precordial. Nada a la inspeccion; no se ve latir la punta. = Por la palpacion se la siento latir en su lugar normal (glandulas mamarias atrofiadas); impulsion ddbil. = Macicez: linea ver- tical 6 centimetros; trasversal 8 centimetres. == Auscultacion; frotarniento suave, limitado al pri- mer tiempo y a la punta del organo, siendo mas perceptible en cl lado izquierdo; en el derecho pare- 88 cen percibirse los ruidos normales, aunque mas claros y m£s debiles que los del lado izquierdo. A1 nivel de la tercera articulacion condro-estemal derecha, soplo rudo, muy corto, ocupando el se- gundo tiempo, dirigiendose hacia la derecha y un poco a la izquierda; al nivel de la pulmonar se perciben los dos ruidos normales, aunque debiles. Parte posterior del tdrax. Nada notable a la inspeccion, fuera del adelgazamiento. = Sonori- dad exagerada en las bases; ligeramente oscura en los vertices, sobre todo el derecho. = Respira- cion ddbil; no hay espiracion prolongada; ligero reforzamiento de las vibraciones vocales en el vdrtice derecho, adonde se trasmiten bien los ruidos del corazon. Vientre. Retraido en batea, duro. = Sonido oscuro en toda su extension; la percusion es muy dolorosa, lo mismo que la mas ligera presion. No se siente ninguna desigualdad. = Macicez he- patica; linea epigastrica 5 centimetros; marnilar 9, axilar 10 centimetros (de dificil limitacion.) Nada de particular en los miembros, si no es el adelgazamiento que hace que se dibujen per- fectamente todas las salientes huesosas. Tratamiento. Calomel y extracto de belladona cTci 10 centigramos, extracto de opio 5 centi- gramos, on 5 pildoras, 1 cada 3 horas. Leche. Marzo 2 y 3. Pulso 29, respiracion 8. Se sigue quejando de la basca, de las deposiciones, de la debilidad y del dolor en el vientre. Lengua seca, ligeramente descamada en el borde derecho. No se puede hacer el mcnor tacto en la pared del vientre por lo muy sensible que estA Marzo 4. Sigue, segun dice, en el mismo estado. Pulso 26, respiracion 6. Cara grippe ca- racteristica. Lengua seca, tendiendo a cubrirse en los hordes, en la punta y en la parte media; dejando de cada lado un espacio rombo de un color rojo muy intense. Vientre deprimido, duro, sonoro, muy doloroso a la percusion, d pesar de hacerse muy superficial. Marzo 5. Sigue en el mismo estado. Fuliginosidades en los dientes. Continua la basca, las de- posiciones muy abundantes y fdtidas, de un color amarillo claro. Pulso 24, respiracion 6. Marzo 6. Pulso 24, respiracion 5. Sigue en el mismo estado; no puede retener ningun ali- mento, porque luego le viene la basca. Marzo 7. Pulso 25, muy blando, muy pequeno, muy ddbil; respiracion 6. Dice la enferma que estd un poquito mejor; pero le sigue la basca y las deposiciones; se queja de mucha sed. Voz apa- gada; descomposicion muy marcada de la fisonomla; lengua seca aunque mas ancha. Marzo 8. Pulso 22, respiracion 4. La descomposicion de la fisonomia es un poco mdnos gran- de que ayer; el vientre un poco mdnos doloroso. Marzo 9. Pulso 21, muy blando, aunque m&ios pequeno; respiracion 4. Lo grippe de la fiso- nomia desaparece, pero queda aun lo sardonico. La lengua se humedece. El vientre ya no es doloroso d la presion; pero la basca persiste asi como las deposiciones. Marzo 10. Pulso 18, respiracion 6. Dice la enferma que se siente muy aliviada. Estd sorda de una manera muy marcada, como quedan los enfermos de tifo. No ha tenido deposiciones, pero la basca persiste. Marzo 11. Murid d las 9 de la manana. Marzo 12. Autopsla d las 10 de la manana. Adelgazamiento sumamente considerable; rigidez cadavdrica general; la coloracion observada durante la vida no ha sufrido ninguna modificacion. Gavidad abdominal. Adherencias entre las dos hojas del peritoneo. En la cavidad perito- neal se encuentra como media libra de pus muy espeso, y muy fetido. Abceso en el Banco izqnier- do limitado por el peritoneo engruesado. El epiplon se desgarra con mucha facilidad; esta adhe- rido en las dos fosas iliacas y en el hipogastrio. Los intestines tienen un color verde olivo en unos puntos, y una inyeccion venosa muy marca- da en otros. Las asas del intestine delgado estan adheridas entre si; estas adherencias son fa- ciles de separar y al separarlas se ven interpuestas natas purulentas; los intestines estan tambien adheridos al promontorio por bridas resistentes que tienen un aspecto fibroso, y que cuesta mucho trabajo separar. En la fosa iliaca izquierda hay una adherencia muy solida. Encima del estre- 89 cho superior de la pelvis, los intestines estan de tal modo adheridos entre si cpie ocultan comple- tamente la cavidad pelviana; no se ven ni la vejiga, ni el utero y sus anexos. Levantando, aunque con trabajo, la masa intestinal, se ve que, tanto el fondo de saco vesico-utcrino, como el reto-ute- rino, estan ocupados por una gran cantidad de pus fetido, semejante al que hemos descrito en la cavidad del peritondo. Extrayendo el utero con sus anexos se ve que aquel, las trompas, los ova- ries y los ligamentos anchos, forman una sola masa resistente y muy gruesa de un color amarillento. Cortando los ligamentos anchos hay un gran numero de foquitos purulentos que todos comunican con el gran foco colocado en el saco reto-uterino. Las arterias de estos ligamentos se ven perfec- tamente en la superficie de seccion, con un calibre como el de la radial; en el ligamento derecho se encuentran 4 bocas arteriales. En los ovarios, se encuentran pequeiios quistes llenos de un liquido trasparente. El hocico de tcnca esta solidamente cerrado y la cavidad cervical del utero esta llena de una mucosidad que tiene todo el aspecto de la cola huera; en la cavidad del cuerpo hay una pequeha equimosis colocada en la cara posterior y hacia la derecha. La serosa del intestine delgado se despega con mucha facilidad; se la encuentra gruesa y muy fdcil de desgarrar. Yisto el intestine por el exterior presenta muchos puntos estrechados seguidos de otros en los cuales esta dilatado. Abriendo el intestino no se encuentra ninguna perforacion; la mucosa esta sumarnente espesa y congestionada; existen algunas equimosis. No se vio el estomago. Bazo. Longitud 75 milimetros: anchura 40 milimetros. Forma triangular, color verde apizar- rado. Al apretarlo entre los dedos se convierte en una papilla rojiza. Higado. Su tamaho parece normal. La capsula de Glisson presenta arborizaciones de un co- lor bianco mate; se separa con facilidad y se vd que esta gruesa y opaca. El higado presenta d la vista dos colores: uno amarillo claro, y otro verde muy oscuro. Se desgarra con mucha facilidad. Rinon izquierdo. Longitud 12 centimetres; anchura 65 milimetros. Color amarillento con arborizaciones rojizas, que son mas marcadas en su horde exteroo y parte inferior. Cerca de la extremidad superior de la cara anterior, hay una cicatriz pequeha y hundida; y en la extremidad inferior una mancha rojiza oscura que parece ser una equimosis. Al corte lo unico que llama la atencion es el color amarillo claro del organo. Rinon derecho. Longitud 12 centimetres, anchura 75 milimetros, El mismo aspecto que el izquierdo. Pulmon derecho. Congestion hipostatica bastante marcada. En el vdrtice y el lobulo supe- rior se encuentran algunos tuberculos duros y de un color bianco. En el lobulo medio y en el in- ferior, solo se nota la congestion hipostatica. Pulmon izquierdo. Congestion hipostatica. Corazon. Al abrir el pericardio sale una pequeha cantidad de liquido citrino. La hoja parietal del pericardio tiene un color rojo muy intenso que no dcsaparece por el lava- do. La visceral, se presenta con un color bianco opaco, que es, sobre todo, notable en los vasos, d los cuales forma una especie de vaina; en el ventriculo izquierdo, cerca del surco interventricu- lar, se vd una equimosis que tiene como 2 centimetres de extension; por ultimo, toda la cara an- terior del corazon tiene una gran cantidad de grasa que se ha acumulado, sobre todo, en el horde del ventriculo derecho. La cara posterior, con excepcion de la equimosis, que no existe, tiene el mismo aspecto que la anterior, siendo sin embargo mas considerable la grasa, pues ocupa mas de los dos tercios de esta cara. El corazon tiene una forma que se acerca mucho d la oval. El ventriculo derecho se deprime al colocar el organo sobre la mesa; mientras que el izquierdo se presenta en lo que el Sr. Galan ha llamado estado de ereccion muscular. Tamaho del corazon, siguiendo el surco interventricular, 13 centimetres; anchura del organo, siguiendo el surco auriculo-ventricular, 16 centimetres. Ventriculo izquierdo y vdlvula mitral. La valvula auriculo-ventricular izquierda esta sufi- ciente al agua. La cavidad del ventriculo esta ocupada por un coagulo que se prolonga hasta la auricula, fibrinoso en su mayor parte. El endocardio no parece aumentado de espesor. Espe- 90 sor de las paredos ventriculares en su parte superior, 1 centimetro siendo 5 milimetros de grasa; en la punta 2 centimetres do los cuales uno es de grasa. La capacidad do la cavidad parece dis- minuida. Las vfil villas que forman la mitral estfin muy rojas; este enrojecimiento, que se extiende hasta la pared ventricular, no desaparece por el lavado; ademfis, las valvulas se ven deformadas, gruesas en unos puntos y muy delgadas en otros: la antero-extema esta recogida en su parte media, lo cual hace que parezcan dos; y esto dfi, al conjunto de la mitral un aspecto muy semejantc al de la tricuspide. Circunferencia del orificio mitral, 93 milimetros. Aorta. Insuficiente al agua. El orificio esta ocupado por un coagulo duro, que tiene un co- lor amarillo rojizo y que se prolonga al ventriculo. La superficie interna de la arteria tiene un color rojo intense que no desaparece por el lavado. Las valvulas sigmoideas estan muy espesas, muy rlgidas, han perdido completamente su elasticidad, y presentan en su horde libre, desgarra- duras de las cuales la mayor esta colocada en la valvula media y tiene mas de medio centimetro de longitud. La vdlvula interna esta muy recogida. En toda la pared arterial se ven pequenas placas de ateroma de un color amarillo. Circunferencia del orificio aortico en la insercion su- perior de las valvulas 78 milimetros; al nivel de la insercion inferior 76 milimetros. La cavidad de la auricula izquierda esta muy dilatada; el endocardio auricular estd espeso y se separa con facilidad. Ventriculo derecho y vdlvula tricuspide. La valvula auriculo-ventricular derecha, esta in- suficiente al agua. La cavidad del ventriculo esta muy agrandada y ocupada por un cofigulo casi enteramente negro y blando. La fibra muscular que forma la pared del ventriculo, esta muy adelgazada; las paredes tienen su espesor maximo en la punta, donde miden 1 centimetro, pero 6 milimetros son de grasa; en la parte media, que es la mas delgada, miden 5 milimetros de los cuales 3 son constituidos por grasa. El endocardio ventricular tiene un color rojo que no de- saparece por el lavado; por lo demas es delgado y trasparente. Las vfilvulas de la tricuspide estan deformadas, recogidas, delgadas en unos puntos y gruesas en otros y con sus tubdrculos terminales muy salientes. Circunferencia del orificio auriculo-ven- tricular derecho, 120 milimetros. Pulmonar. Suficiente al agua. Las sigmoideas estan rojas sin que el enrojecimiento dis- minuya por el agua; pero son perfectamente elasticas y no tienen la menor desgarradura. Tanto la superficie exterior como la interior de la arteria, tienen un color rojo muy subido y fijo. Cir- cunferencia del orificio pulmonar, 80 milimetros. Auricula derecha. Muy dilatada; sus paredes tienen el mismo color rojo que hemos seiialado en otros puntos y estan muy delgadas. Se guardan las capsulas suprarenales. No se examine la cavidad craneana. OBSERVACION DECIMASETIMA. (Apunte.) “Hospital Juarez.” Sala Yertiz numero 23. Vicente Franco, de 88 anos, jornalero; entrd el dia 11 de Junio de 1881. Junio 15. Este enfermo entro al Hospital a curarse de varias contusiones al primer grado si- tuadas en la region lumbar. Antecedents. Desde muy niiio, dice el enfermo, ha padecido del corazon; pues le dan dolores fuertes, tiene muchas palpitacioncs y nunca ha podido correr porque luego le da el ansia; tres 6 cuatro veces se ha visto muy malo; se le ha hinchado todo el cuerpo, y ha arrojado sangre por la boca d causa de la fnucha tos que le da. Nunca ha tenido reumas ni tifo; hace unos seis anos le salieron 91 unos granos en los brazos y en las piernas, que le daban mucha comczon; se le rebentaban y le salia mucho pus; no se le formaban costras despues, siuo unas yaguitas que al poco tiempo cicatrizaban. Con frecuencia le salen ronchas en los brazos, las cuales primero son muy rojas y despues se le ponen negras; le duran dos dias cuando mas, y le dan mucha comezon. Preguntado sobre si siem- pre ha sido del color que tiene ahora, dice que no se ha fijado. Ha tenido dolores en el cerebro (nuca) que le inpiden voltear la cabeza, porque le duele mucho; tambien le han dado dolores en los rihones que se le quitan pronto, y que el enfermo atribuye a que tiene que estar mucho tiempo inclinado. Siempre ha acostumbrado tomar mucho pulque y aguardiente; padece de bas- cas que le dan casi todos los dias; como a las tres de la mahana, arroja flernas blancas con mu- cho trabajo. Hace dos meses, despues de haberse embriagado, tuvo deposiciones que le duraron quince dias. Su sueho siempre ha sido bueno. Ahora, dice que esta bueno, que nada le molcsta y que solo vino al hospital por los golpes que recibio. El padre, dice el enfermo que murid del higado a consecuencia del mucho vino que tomaba: no sabe si padecia antes de alguna enfermedad, asi como tampoco sabe de que murid la madre. Exdvien fisico. Pulso 16, fuerte, amplio, dicroto, regular; respiracion 5. Robustcz conservada'j pelo abundante y muy negro. Coloracion. La cara tiene un color cobrizo claro muy caracteristico, que se raarca, sobre todo, en la parte media; al partir del labio superior para abajo el color es mucho mas oscuro, tira a ne- gro; el mismo color cobrizo existe en el cuello y parte anterior del tdrax; la parte posterior del cuello, asi como los pezones y los huecos axilares son de un color negro. El tdrax, en su parte posterior, tiene un color cobrizo oscuro on la parte media, y tirando a negro en los laterales. Al nivel del omdplato izquierdo existe un gran numero de manchas de un centimetro de diametro cada una de ellas, lisas y redondas; de un color enteramente bianco en casi toda su extension, solo en sus hordes tienen un ligero tinte oscuro; la piel al nivel de estas manchas no presenta ningu- na alteracion; no parecen ser el resultado de antiguas cicatrices, sino que se asemejan mas a las manchas de viteligo. En la parte media del tdrax existen tambien algunas de estas manchas, lo mismo que en el lado derecho. Al nivel del ombligo la coloracion es casi negra; en el resto de la pared abdominal el color es amarillento, asemejandose algo al de las razas asiaticas. En la parte media del vientre se ven algunas manchas cuyo centro, muy pequeho, tiene un color bianco mate; la periferia tiene, por el contrario, un color enteramente negro: esta parte periferica raide en algunas dos centimetres. En el miembro superior derecho se ven los restos de una erupcion d sean cicatrices que se han localizado, sobre todo, en la parte posterior del antebrazo cerca del codo; no estdn deprimidas; el centro tiene un color bianco, mientras que el resto de la cicatriz tie- ne un color casi negro. (El enfermo dice que esas manchas fueron producidas por los granos que le salioron hace seis ahos). La parte anterior del miembro superior derecho tiene un color bianco rosado, que forma un verdadero contraste con el color oscuro de la parte posterior. El miembro superior izquierdo, tiene la misma coloracion y las mismas manchas d cicatrices que el derecho: ademds, en este lado existen otras manchas de medio centimetro de extension y de un color enteramente negro, asi como pequehas papulas cubiertas de una costra negra. Los muslos conservan su color normal; mientras que las piernas tienen un color casi negro. La mucosa del labio inferior tiene tres coloraciones distintas: una cobriza correspondientc a la parte libre de la mucosa; una linea negra muy marcada, cuyo color se va desvaneciendo poco a poco hasta llegar d la superficie roja de la mucosa; y sobre esta superficie roja se ven, sin embargo, nebulosidades negras y trasparentes. En la mucosa del labio superior, aunque presenta las mismas coloracio- nes que la del inferior, es mas marcada la disposicion eu forma de manchas negras. En el resto de la mucosa bocal no hay ninguna coloracion anormal. Conjuntivas oculares, de un color bianco azulado; las palpebrales tienen un color rojo muy su- bido. En el ojo derecho existen tcrigiones muy marcados, sobre todo en el lado interno, y que tienen un color amarillo. En cl cuello se ven pulsaciones que levantan el esterno-cleido-mastoiddo inarcdndosc mas en 92 el hacecillo esternal. Estremecimicnto andmico del lado derecho, que no existe en el izquierdo. Auscultando las carotidas se oye una prolongacion del primer ruido y un soplo rudo y corto que ocupa el segundo ruido arterial. Parte anterior del torax, El torax tiene una forma globulosa muy marcada; parece que ha sufrido una dilatacion en su parte media, la cual se marca mas del lado izquierdo que del dere- cho. Se dibujan bien todas las superficies huesosas. Los movimientos, tanto de elevacion como de expansion parecen normales. Sonoridad exagerada en toda la pared, sobre todo del lado de- recho. Respiracion ddbil; en el vdrtice del lado derecho se percibe bien la cspiracion prolongada; algunos estertores mucosos de los dos lados. Region precordial. Acostado. Nada notable fi la inspeccion; apdnas se v6 latir la punta in- mediatamente abajo de la 4 costilla y un poco dentro del pezon. = Palpacion: impulsion debil; no se sienten los chasquidos valvulares por estar cubiertos por un frotamiento que ocupa los dos tiempos, y mas rudo en el lado derecho; se siente latir la punta en el lugar en que se la ve; al chocar la punta no parece desprenderse de la pared. = Macicez (dudosa y vaga, dada la sonoridad exagerada del torax): llnea vertical 45 milimetros; trasversal 65. — Auscultacion: frotamiento ocu- pando los dos tiempos e invadiendo aun el pequefio silencio; extendido a toda la region. En la base, al nivel de la articulacion de la tercera costilla izquierda con el esternon, se oye un soplo rudo que ocupa el segundo tiempo de la base y que se dirije hdcia la clavxcula derecha. No es posible percibir en ningun punto los ruidos normales por que, adernas de estar cubiertos por el frotamiento, presentan una falta de ixxtensidad muy marcada. Sentado. No cambian los fenomenos de la inspeccion. = Palpacion: lo mismo que acostado, solamente se siente el primer chasquido rudo en la base. = Macicez: linea vertical, 60 milimetros; trasversal, 75 milimetros. = Auscultacion; soplo rudo al segundo tiempo de la base, perfectamente caractcristico teniendo su maximun de intensidad al nivel de la tercera articulacion condro-ester- nal izquierda; disminuyendo de intensidad medida que uno se dirije hficia la izquierda y au- mentando en la direccion de la clavicula derecha; dirigiendose hacia abajo el soplo es reemplaza- do por un frotamiento que ocupa los dos tiempos y el pequeno silencio; este frotamiento pre- senta una rudeza muy marcada en el borde izquierdo del esternon y en el epigastric En ningun punto se pueden percibir los ruidos normales. Parte posterior del tdrax. A la inspeccion lo unico anormal que se nota es la forma globulo- sa del torax, que aqui es mas considerable en el lado derecho. = Sonoridad exagerada, sobre todo, en el ilpice, con diminucion de la elasticidad en el lado izquierdo; lo mismo del lado dere- cho. Diminucion del murmullo vesicular en los dos lados; en el derecho se perciben, aunque confuses, los ruidos del corazon; en el izquierdo se perciben con tal claridad, que parece que se ausculta la region precordial. En el vdrtice derecho se percibe la espiracion prolongada. Vientre. No se ven latidos epigastricos: los movimientos de la respiracion se perciben muy bien. El vientre es suave a la palpacion arriba del ombligo esta doloroso. Pasa perfectamente el borde de la mano bajo el arco costal derecho. = Macicez hepatica: linea epigastrica, 3 centime- tres; mamilar 8; axilar 10 centimetres. = Macicez esplenica, 3 centimetres cuadrados. No hay edema en los miembros inferiores. OBSERVACION DECIMAOOTAYA. (Apunte) “Hospital Juarez” 2 sala de San Miguel numero 3; Maria Ortiz, de 60 anos, viuda, natural de Mexico, constitucion debil, de raza rnezclada. Marzo de 1881. Mai de Addison, sin mas sintomas que una debilidad muy grande, una ane- mia profunda y una coloracxon de forma mancha rcpartida en todo el cuerpo. Esta enferma 93 entrd al hospital d curarse do un reumatismo muscular generalizado. No se hizo historia: hnica- mente el dia de su salida del hospital se le examind el corazon, encontrdndose lo siguiente. Li- gera depresion limitada d la region, gldndulas marnarias atroiiadas; no fee ve latir la punta del corazon; se la siente latir en su lugar normal; no se sienten los chasquidos valvulares, en su lu- gar se siente un frotamiento rudo extendido on toda la region. = Macicez; (dudosa por lo muy so- noro del tdrax), linea vertical, 6 centimetres; trasversal, 4 centimetros. = Auscultacion sentada- frotamiento extendido d toda la region del corazon, siendo mas intenso en la base en donde ocu- pa los dos tiempos y el pequeho silencio; en la punta es mucho mas suave d la derecha, pero d la izquierda es mucho mds rudo. No so perciben los ruidos normales en ningun punto. Ausculta- cion acostada; el frotamiento se hace mas suave, sobre todo, durante el segundo tiempo. En los pulmones se encontraron los signos del enfisema pulmonar. Esta enferma fud sometida durante su larga perrnancncia en el Hospital, al uso del vino de qui- na, de la digitalina y a una buena aiimentacion; consiguiendo con esto, que d su salida la anemia fuese mucho menos intensa; pues desaparecio el soplo anemico de las carotidas que existia al entrar la enferma; tambien se creyo notar que las manchas de los labios eran menos intensas d su sa- lida. OBSERVACION DECIMANONA. Juana Mosquedo, de Salamanca, viuda, de 26 anos de edad; ocupd la cama numero 14 de la sa- ia Josefa Ortiz del Hospital Juarez, el dia 10 de Febrero de 1881. Hace quince dias le empezo su enfermedad: despues de haberse banado en un temascal sintid en la tarde mucho calosfrio seguido de calentura y de mucho dolor de cabeza; tuvo basca y depo- siciones, que se le quitaron al dia siguiente; en la noche empezo a estornudar mucho y a sentir muchos ardores en todo el cuerpo y calambres en las piemas. Asi siguid hasta que se vino al Hospital. Ahora lo que le molesta mucho es la punzada en la cabeza y el calosfrio que le da cada vez que se mueve, asi como la tos que le empezo antier. Las unicas enfermedades que ha padecido han sido ataques que, segun la dcscripcion que de ellos da, han sido de histeria. El padre murid de una postema en el estdmago; durante mucho tiempo estuvo padeciendo do- lores muy fuertes en todo el vientre, asi como de una basca que no le permitia tomar alimentos pues loa arrojaba como a las dos boras de haber comido; algunas veces arrojaba tambien mucha sangre, que tenia un color rojo muy claro. No sabe de la madre ni de sus hermanos. Exdmen fisico. Coloradan. Color cobrizo muy marcado de la cara, con algunas pequenas manchas negras; color cobrizo cuello y parte anterior del tdrax; casi negro en la parte postero-su- perior; color amarillento de las paredes abdominales con manchas oscuras arriba del ombligo. El brazo tiene un color cobrizo claro por la parte posterior y amarillento por la anterior; el antebra- zo y dorso de la mano, de un color mmy oscuro con pequenas manchas casi negras: en las piernas, el color es normal, solo existe una que otra manchita negra. En las uhas hay muchas ray as de un color cafe oscuro, que siguen la direccion de la una. En la mucosa del labio, tanto inferior como superior, muchas pequenas manchas de un color cafe oscuro. Lengua descamada en la puu- ta y en los hordes que estan rojos; en el resto de su extension cubierta de una espesa capa amarillo- verdosa. Nada notable en la parte anterior del tdrax, sino es que la percusion es dolorosa en el lado izquierdo. Region precordial. Nada a la inspeccion. = Palpacion: impulsion ddbil; extremecirniento ca- tario ocupando los dos tiempos y el pequeho silencio, marcandose sobre todo en la punta, que se siente latir detras de la cuarta costilla, un poco dentro del pezon. = Macicez: linea vertical 5 cen- timetres; trasversal 45 milimetros. = Auscultacion: frotamionto pericardiaco, segundo grade como 94 intensidad, pero suave, percibidndose en toda la region, aunque mas intense en el lado izquierdo. En ningun punto se pueden percibir los ruidos normales. Parte posterior del tdrax. Percusion; sonido oscuro en el apice derecho con conservacion de la elasticidad; puntos oscuros diseminados en todo el pulmon izquierdo. = Auscultacion: respiracion dspera en los dos lados; No se examine el vientre. Tratamiento. Pocion anticatarral del Dr. Galan. Febrero 13. Dice la enferma que esta mejor; solo que no se le quita el dolor de cabeza, y la calentura que le did muy fuerte ayer a las tres de la tarde y le siguio toda la noche. Corazon. Nada a la inspeccion. = Palpacion; impulsion aumentada; extremecimiento catario extendido a toda la region; siendo mas intenso en la punta que se siente latir en su lugar normal. = Macicez; linea vertical 6 centimetres; trasversal 4 centimetres. = Auscultacion; frota- miento rudo ocupando los dos tiempos y el pequeno silencio, marcandose sobre todo, cerca del borde izquierdo del esternon; en la base es mucho mas suave. En ningun punto se perciben los ruidos normales. = Continua la descamacion de la lengua en el lado derecho. Febrero 14. Dice la enferma que esta lo misrao que ayer. La descamacion de la lengua in- vade la parte central; el borde se pone muy rojo. Febrero 15. Dice la enferma que esta mejor. Lengua descamada en la punta y enlos hordes, en donde tiene un color rojo oscuro; en la parte posterior se vd el epitelio adelgazado con puntos rojos, constituyendo en su conjunto lo que hernos oido designar al Sr. Galan, con el nombre de lengua manchada. Corazon. Acostada. Nada h la inspeccion. = Palpacion: extremecimiento vibratorio ocupando los dos tiempos y el pequeno silencio; marcandose, sobre todo, en la base y hacia la derecha; la punta se siente latir en su lugar normal. = Macicez; 4 centimetres cuadrados. = Auscultacion; fro- tamiento suave, superficial, extendido a toda la region, siendo m&s intenso en unos puntos que en otros, pero teniendo su maximun en la punta y hdcia la derecha, cerca del apendice sifoide. En ningun punto se perciben los ruidos norma]es. = Sentada. Nada a la inspeccion. = Palpacion; im- pulsion aumentada; extremecimiento vibratorio, aprecihndose sobre todo, en la parte superior y derecha del organo; se siente latir la punta en su lugar normal. = Macicez; linea vertical, 5 centi- metros; trasversal 45 milimetros. = Auscultacion: el frotamiento aumenta de rudeza en la base y d la derecha; en los demhs puntos es dudoso que haya aumentado. Febrero 16. Se le quite el dolor de cabeza. Febrero 18. Dice que estd. mejor. Auscultacion del corazon; frotamiento que se parece algo al ruido de fuelle; sin embargo es mas superficial, no es afilado, pero sobre todo, no corresponde con ninguno de los orificios del corazon; no tiene punto maximo sino que se percibe en toda la region. Febrero 19. Dice que anoche le did la calentura como a las once, que fue muy fuerte. Sulfato de quinina 2 gramos en XX pildoras, 3 cada 2 horas, Alta sana, el dia 23 de Febrero. Temp, por la mafiana Temp, por la tarde Respiracion Pulso Febrero 11 39 grades 18 uretral y dicroto 6 „ 12 37 grades 37.6 „ 15 „ „ 4 „ 13 87.8 „ 38.2 16 pequeno dicroto regular. 5 „ 14 » 16 „ blando „ ... 7 „ 15 39.2 „ 39.5 „ 19 „ „ „ ... 5 „ 16 39 „ 37.2 15 ,. „ ,,...5 17 87.1 37 15 „ „ „...5 „ 18 36.8,, 37 „ 18 „ „ ,,...5 19 37 „ 39.1 „ 22 „ „ ' ,,...5 „ 20 ...... 37 „ 37.8 „ 18 pequeno y dicroto 6 „ 21 36.7 „ 87 „ 19 „ „ 5 » 22 17 „ 5 95 OBSERVACION VIGECIMA. Carmen Rodriguez, natural de Zacapoaxtla, de oficio molendera, y de raza indigena pura; entr<5 al “Hospital Juarez.” el dia 1 -° de Agosto de 1880, yocupo la cama nurnero 5 de la sala Sor Jua- na Lies de la Cruz, Agosto 17. Hace tres afios le empezd su enfermedad; estando en Veracruz, a donde fud por el mes de Setiembre a ver a una hija que estaba enfcrma, comenzo a sentirse sofocada, y d notar que se le hinchaban los pies; a los pocos dias, dice la enferma, le cayo inflamacion en el vientre, pues este le dolia y se le hincbd nmcbo, por cuyo motive ya no pudo andar y le aumcnto sofocacion, teniendo que pasar las noches sentada en su cama sin poderse acostar, pues sentia que se ahogaba; no tuvo tos fuerte, solamente al despertar en la manana tocia un poco y arrojaba esputos blancos en gran cantidad; en el resto del dia se le calmaba la tos, que no le volvia hasta el dia siguiente; nunca ha arrojado sangre, pero si le saltaba mucho el corazon; dormia bicn, pero perdid completamente la gana de comer. Con excepcion del dolor en el vientre, no le dolid nin- guna otra parte; ni el corazon, ni el pulmon, ni la cabeza. Esta vez se curd tomando mucha le- che y medicinas caseras, quedando buena al mes de estar de vuelta en Mexico. Al ano siguiente, en el mes de Octubre, tuvo que volver a Veracruz y a los tres dias de estar alii se volvid a poner muy mala; teniendo los mismos sintomas que la primera vez; se vino, y al poco tiempo de estar en Mdxico quedd enteramente buena. Actualmente, dice la enferma, que se siente como se sin- tid la primera vez que estuvo en Veracruz; es decir, muy sofocada, sin gana de comer, con un sa- bor amargo en la boca; luego que le cae algun alimento en el estdmago se siente muy sofocada, no ha tenido basca ni deposiciones; no puede andar porque luego que se para siente que se le va la cabeza y le salta el corazon; se le han hinchado mucho los pies y la cara, el vientre lo siente muy envarado y le duele mucho, sobre todo, despues de comer; no ha tenido tos, ni ha perdido el sueno, solo que no puede estar mucho tiempo acostada porque se sofoca. Enfermedades anteriores. Dice la enferma que siempre ha sido de buena salud; las hnicas enfermedades de que ha padecido han sido de unas calenturas, aqui en Mdxico, las cuales le du- raron ocho dias. Nunca ha tenido reumas, ni le han salido granos en el cuerpo, ni ninguna otra erupcion; no ha tenido pulmonias, ni catarros, ni tifo. No se encuentra ningun antecedente que haga sospechar la escrofula 6 la sifilis. Siendo muy joven se acostumbro a tomar aguardiente, y hasta hace poco tiempo lo dejo. Hace muchos afios le daban bascas d media noche y arrojaba flemas amarillas; solo dos veces le han dado deposiciones, que la enferma atribuye a indigestiones; siempre ha dormido bien, nunca ha tenido pesadillas, ni ha visto en suenos animales u otras cosas. El padre, dice la enferma murio de Sr. grande; no sabe si padecia de alguna enfermedad, ni si acostumbraba tomar licores; en cuanto a la madre solo sabe que murio de parto. Exdmen fisico. Pulso 19, regular, blando, pequeho; no hay diferencia en el pulso de las dos radiales; respiracion 9. Esta sentada en su cama. Lo primero que llama la atencion son los mo- vimientos exagerados de la respiracion, que hacen que se dibujen perfectamente todos los muscu- los del cuello y del torax. Coloracion. El color general de la cara es muy oscuro, sobre todo, en la parte inferior; sobre este color se ven pequehas manchas negras. Con excepcion de los pezones, que son de un color negro, la piel de la parte anterior del torax tiene un color amarillento; la de la parte posterior por el contrario, es de un tinte muy oscuro, casi negro; tanto en la parte anterior como en la pos- terior hay un gran nurnero de pequehas manchas enteramente negras y de forma irregular. La piel del vientre conserva el color propio de la raza, con excepcion de una faja ncgra al nivel del ombligo y de algunas manchas iguales a las del torax. En la parte posterior de los miembros superiores, existe la coloracion oscura, muy oscura, con pequehas manchas redondas, enteramente 96 negras; lo mismo succde on los micmbros inferiores. En la mucosa, tanto del labio superior como del inferior, que estan palidas, se vcn muchas manchas oscuras, redondas y pequenas; en la mu- cosa de los carrillos, de la boveda palatina, asi como en la lengua, en sus caras superior 4 inferior, existen las mismas manchas aunque mas claras. Pelo con algunas canas. Tanto en la frente como en el resto de la cara se ven cuarteaduras de la epidermis, como sucede en los individuos que han estado expuestos mucho tiempo a la ac- cion de los rayos solares. Conjuntivas oculares con ligeros terigiones internos; pupilas normales e iguales de los dos lados; no se dilatan las alas de la nariz; lengua ancha, humeda, ligeramente temblorosa, con adelgazamiento del epitelio en la punta. Cuello. Latidos en las partes laterales que se yen hasta muy cerca do la clavicula, y en los cuales se pueden distinguir dos cosas; unos movimientos que coinciden con los respiratorios, y otros que indudablemento son circulatorios: hay pulso venoso, pero no reflujo venoso. Los gan- glios carotideos se sienten muy desarrollados; no se sienten pulsaciones. Auscultando la region carotidea sin comprimir, se oyen los ruidos arteriales normales; pero comprimiendo ligeramente se percibe un soplo suave, fuerte 4 intermitente. Parte anterior del torax. El pecho tiene una forma cilindrica; los huecos infra-claviculares han desaparecido; de cada lado del esternon existe un abultamiento que, en el lado izquierdo se extiende hasta la parte superior de la region precordial. = Sonoridad muy exagerada en toda la pared, apesar de hacerse la percusion muy superficial. = Auscultacion: respiracion exagerada en el lado derecho; un poco rndnos en el izquierdo; no hay espiracion prolongada, ni ninguna close de estertores. Parte posterior del tdrax. La misma forma que la parte anterior. = Percusion dolorosa y dan- do un sonido casi timpanico por todos lados. = Auscultacion: respiracion exagerada en toda la ex- tension del pulmon; estertores crepitantes gruesos en la base de los dos lados; espiracion prolon- gada en la parte media del pulmon izquierdo. Region precordial. A la inspeccion lo unico que llama la atencion, es la deformacion (abul- tamiento) que hemos sehalado ya: no sc ve latir la punta del corazon, pero si latidos epigastricos. Palpacion: primer grade del frotamiento hacia la parte superior de la region; se sicnte latir la punta de un modo dudoso en cl 5 P espacio intercostal izquierdo, como a, cuatro centimetres fuera del esternon. = Macicez; linea vertical 85 milimetros; coincidiendo el limite inferior con el sitio en que late la punta; trasversal 80 milimetros. = Auscultacion: en la base, al nivel de la tercera costilla dorecha, frotamiento rudo, superficial, extendido en lamina, ocupando el primer tiempo y el pequeno silencio; el segundo tiempo esta ocupado por un soplo suave, musical que parece diri- girse mas al lado derecho que al izquierdo. Dirigiendose hacia abajo, se oye un ruido de tortola que se modifica bajo la oreja, aumentando 6 disminuyendo de intensidad; no se oye cuando se se- para la oreja algunos milimetros de la pared; tiene su maximum de intensidad en la parte media del esternon, a la altura de la cuarta costilla; ocupa el primer tiempo; se propaga hacia el apdn- dice sifoide, en donde se percibe con mucha claridad; disminuye de intensidad y desaparece muy pronto, atm antes de llegar a la linea rnamilar, cuando uno se dirige hacia la izquierda; mientras que en este punto el ruido de frotamiento adquiere una gran rudeza. Vientre. Globuloso, con vergeturas muy desarrolladas y de un color rosado; hiperestesia mar- cada de las paredes del vientre, limitada d la piel. Pasa el horde de la mano bajo el arco costal derecho. Macicez hepatica: linea epigastrica inapreciable; rnamilar 6 y axilar 8 centimetres. No parece haber liquido. Edema doloroso en las piernas. Prescripcion: vino de quina 120 gramos, en 3 tomas; 8 pasti-. Has de pino maritime; agua vinosa a pasto; pocion anticatarral del Dr. Galan en la noche; leche. Agosto 20. Pulso 20, respiracion 7. Ha seguido en el mismo estado, con solo la diferencia que, desde hace dos dias no puede dormir por falta de sueno. = Auscultacion del corazon: el ruido de tortola se oye muy profundo, se acerca al ruido de pio pio\ el ruido de frotamiento es hoy un verdadero ruido de escofina. La misma prescripcion y una cucharada de j. de cloral en la noche. 97 Agosto 22. Pulso 24, respiracion 6. Dice la enferma que la hinchazon de la cara y de las piernas le molesta much© en las tardes; no pucde dormir aun, apesar de la cucharada. Agosto 29. Pulso 14, respiracion 8. Dice la enferma que a veces siente on el corazon una ©specie de choque muy fuerte. = Auscultacion: el ruido de escofina cs muy rudo; el de tortola es- ta iimitado a un pequoho espacio de 4 centimetros, a partir del horde derecho del esfcernon y d la altura de la cuarta costilla, Agosto 31. Pulso 21, respiracion 8. Dice la enferma que ie arden mucho los pic's y que los siente muy frios, Setiembre 4. Pulso 20, perfectamente dicroto; respiracion 8. No se puede notar soplo en la base del corazon, en donde el frotamiento es muy fuerte; cl ruido de tortola sigue lo mismo. Setiembre 5. Pulso 18, respiracion 7. Dice la enferma que esta muy aliviada, que le duelen mdnos las piernas, que ya no se le hincha la cara y que ya se puede acostar sin sofocarse. El ruido de frotamiento persist© sin ninguna modihcacion; el de tortola se oye un poco mas bajo que la ultima vez, propagandose abajo y a la derecha, y desapareeiendo rapidamente a la izquierda. Setiembre 6. Pulso 19, respiracion G. Dice que estabien. Tinte icterico en las conjuntivas. Setiembre 7. Pulso 18, respiracion 8. Se queja de dolor en la mica; como fcnomeno nuevo, observado en la auscultacion del corazon, debemos sehalar la existencia de un ruido de fuelle en la base y ocupando el segundo ruido. Setiembre 9. Pide su alta, pues dice que esta muy aliviada. El edema de las piernas casi ha desaparecido. Pulso 20, respiracion 5. Auscultacion del corazon; el ruido de escofina es muy intense; el de tortola desaparece para reaparecer al poco rato, coincidiondo su desaparicion con el ejercicio, y reapareciendo despues de un rato de tener acostada a la enferma. OBSERVACION VIGESIMAPRIMERA. Soledad Hernandez, vinda, molcndera, natural de Guanajuato; entrd al “Hospital Juarez” el dia 29 de Agosto de 1879, y ocupo la cama mimcro 20 de la sala Josefa Ortiz. Autopsia el dia 3 de Setiembre de 1879, 22 horas despues de la muerte. Aspecto exterior. Higidez cadaverica complcta; no se ve ningun otro signo aparente de des- conposicion. Adelgazamiento muy considerable. Coloracion. La piel, de un modo general, conserva el color propio de la raza indigena, sobre la cual se vcn un gran numero de manchas negras, pequefias y de forma irregular; que son muy nu- merosas en la parte inferior de la cara, parte posterior del tdrax, parte inferior del vicntre y en cara posterior de ios miembros superiores. Los codos, rodillas, dorso do la mono y pubis tienen un color negro sobre el cual existen algunas manchas de color aun mas subido. En la mucosa del labio inferior, todavia se ven manchas de un color cafe clarco No se abrid por olvido la cavidad craneana. Tor ax. No hay liquid© en las pleuras. Congestion hipostatica de los dos pulmones. En el vdrtice del pulmon derecho existen algunos tuberculos en el estado cretaceo, y uno que otro con el aspecto caseoso; en el Idbulo medio, hepatizacion gris caracteristica. Nada digno de ser anota- do eu el pulmon izquierdo, si no es la congestion que ocupa las partes declives. Corazon. No se supo si habia liquido. En la hoja parietal del pericardio lo unico que llama la atencion son algunas nebulosidades; en la hoja visceral se vd un estado nebuloso generalizado con dos placas lechosas colocadas en la parte superior del ventriculo derecho; los vasos, que estan muy desarroilados, presentan un sombreado nebuloso, que sigue sus principales ramificaciones; no hay aumento en la cantidad de grasa. A la simple vista cl corazon paroce mas grande que en el estado normal (no se medio). El ventriculo derecho se deprime al colocar el organ© sobre la plancha; el izquierdo so presenta en lo que cl Sr. Galan ha llamado estado de ereccion muscular. Ventriculo izquierdo y vdlvula mitral La cavidad del ventriculo esta disminuida; sus pa- 98 redes tienen un color amarillo manifiesto, y miden un espesor de 27 milimetros; un codgulo negro en las partes inferiores, y fibrinoso en las superiores ocupa la cavidad. La mitral esta suficiente al agua; las valvulas que la forman estan espesas y opacas. Circunferencia del orificio auriculo- ventricular izquierdo, 83 milimetros. Aorta. Suficiente al agua. Las sigmoideas adrticas estdn traslucidas y presentan desgarra- duras pequenas, colocadas cerca del borde libre. La pared interna de la arteria, sobre todo arri- ba de las valvulas, presenta placas ateromatosas. Circunferencia adrtica, 63 milimetros. Ventriculo derecho y vdlvula tricuspide. Insuficiente al agua la tricuspide. La cavidad ven- tricular esta aumentada; sus paredes tienen un color amarillo muy marcado, y un espesor de 3 milimetros en el punto mas grueso; cerca de la punta del corazon casi no hay fibra muscular. La valvula posterior de la tricuspide esta completamente adherida a las paredes; las otras dos estan opacas y espesas presentando placas duras en su borde libre. Circunferencia del orificio tricuspide, 110 milimetros. Pulmonar. Las valvulas de un color rojo, que no desaparece por el lavado, presentan ade- mas las mismas desgarraduras que tiene la aorta en su borde libre. Suficientes al agua. Vicntre. Al abrir la cavidad se escapa una gran cantidad de serocidad citrina y trasparente; el peritondo tiene un color bianco opalino, y forma un verdadero contraste con la coloracion des- crita en la piel. Mucosa intestinal, espesa, inyectada, con algunas ulceraciones superficiales. Higado. Disminuido de tamano (no se midio). Degeneracion grasosa caracteristica. Bazo. Su tamano parece normal; mas consistent© al tacto; al corte parece un pedazo de came. Cdpsulas suprarenales. A la simple vista tienen un aspecto gelatiniforme de un color bianco, presentando en su parte central un cuerpo irregularmente oval, de un color amarillo canario al exterior, y cobrizo alcorte. Capsula suprarenal izquierda; longitud 4 centimetres, anchura 5"centimetros; derecha,longitud 6 centimetres; anchura 3 centimetres. Nada de particular en los rihones. OBSEP.VACTON VTCBCIMARECTJNDA. Eduarda Negrete, de 46 anos, natural de Xochimilco, planchadora; entro al “Hospital Juarez” el dia 2 de Agosto de 1879, y ocupo la cama numero 8 de la Sala Josefa Ortiz. Dice la enfemia, que a consecuencia de lo muy hfunedo del cuarto en que vivia, hace tres me- ses empezo a sentir palpitaciones muy fuertes en su corazon, mucha ansia y se le comenzaron ft hinchar los pids; desde entonces se siente sin gana de trabajar y con mucha debilidad; por las no- ches no puede dormir y se le enfrian mucho los pies. No ha tenido ninguna otra cosa; no ha te- nido tos, ni ha arrojado sangre, no le dan dolores en ningun punto; no ha perdido el apetito. Dice que siempre ha sido de muy buena salud; no ha padecido reumas, ni sarampion, ni virue- las, ni tifo; en suma, no ha tenido ninguna enfermedad. No ha acostumbrado tomar licores, solo se toma cuartilla de pulque al mediodia porque el agua le hace mal. El padre murid de un golpe que le dieron en la cabeza; en el acto murid: la rnadre de pulmo- nia, no sabe que padecieran alguna enfermedad. Exdmen fisico. Cara abotagada, en la cual se ven, sin embargo, las arrugas propias de la edad. Eacies cardiaco tipico, excepto la coloracion que tenia la distribucion que vamos a indicar. Coloracion. La cara tiene un color muy oscuro; en la frente se le vd formado por un gran nu- mero de manchas muy pequenas, como la cabeza de un alfiler, y muy confluentes; en el dorso de la nariz el color es cafe claro; en el angulo interno del ojo derecho existe una mancha de un color cafd oscuro y que la enferma atribuye d una caida que se did cuando chica (no tiene el aspect© de cicatriz); en el resto de la cara hay un gran nfimero de pequenas manchas que semejan mucho d 99 los piquetes de pulga. La parte superior del pecho cerca de la glandula mamaria, tiene un color muy oscuro, casi negro; de la glandula para abajo, el color va disminuyendo liasta ser casi normal en el vientre; toda la parte posterior del torax tiene un color que es aun m&s oscuro que el de la parte anterior. Los miembros superiores tienen un color bronceado muy subido; en la cara pal- mar de las manos y dedos se ve una gran cantidad de manchas muy semejantes a las que produ- ce el nitrato de plata; en la cara dorsal son toda via mas numerosas: una de ellas tiene 6 centime- tres de largo por 4 de ancho y ocupa la cara dorsal de la mano derecha. Los miembros inferio- res tienen el mismo color que los superiores. En la mucosa del labio inferior, cerca de borde libre, se encuentran muchas manchas redondas de un color cafd claro; algunas de estas manchas tienen 1 centimetro de extension; existen las mismas en el labio superior. Conjuntivas de un color palido; pupilas normales 4 iguales; lengua ancha, humeda ligeramente descamada en la punta. No se encuentra nada anormal en los dos pulmones. Corazon. Depresion precordial marcada; no se ve latir la punta. = Palpacion: primer chasqui- do muy rudo en toda la region, viniendo L constituir el primer grado del estremecimiento vibra- torio. = Macicez; 4 centimetros cuadrados. = Auscultacion: soplo rudo al segundo tiempo, teniendo su maximun de intensidad al nivel de la union de la tercera costilla izquierda con el esternon; propagdndosa hficia la derecha y desapareciendo luego que se le va a buscar a la izquierda. En todo el resto de la region se oye un frotamiento que ocupa los dos tiempos, superficial y extendido en Iclmina; en ningun punto se perciben los ruidos normales. Los dedos, al nivel de la segunda y tercera falange, estfin deformados y afectan una especie de borde; al dedo anular de la mano derecha le falta la falangeta, teniendo la una insertada en la fa- langina (como sucede en muchos de los enfennos de mal de San Lazaro.) La eminencia tdnar 4 hipotdnar casi han desaparecido. Vientre. Plano, suave, pasa el borde de la mano bajo el arco costal derecho = Macicez hepdtica; linea epigastrica, 5 centimetros; mamilar 9; axilar 10 centimetros. Ligero edema en los maldolos. Tanto los pies como las manos de esta enferma se sienten muy frios. La sensibilidad tdrmica, dolorosa, eldctrica y tactil, cstfin perfectamente conservadas. No se queja de sequedad do narices, ni de suspension en la secrecion sudoral; las cejas estan muy pobla- das. Tratamiento. Vino de quina 120 gramos, en 3 tomas; digitalina de Homolle y Quevenne 4 miligramos al dia. Racion, Setiembre 14. Las manchas de los labios casi han desaparecido; el color oscurojdel cuerpo ha disminuido notablemente; la mancha grande que existia en la mano derecha se ha reducido a una longitud de 3 centimetros y una anchura de 2 centimetros; siendo lo notable que el tamaho ha disminuido, pero no el tinte de la coloracion, pues la parte que aun existe tiene siempre el mismo color negro. OBSERVACION VIGECIMATERCIA. ‘ Hospital Juarez,” Sala Josefa Ortiz numero 19. Maria de Jesus entro el dia 12 de Enero de 1881. Enero 15. Los antecedentes que se pudieron recoger de esta enferma fueron muy incompletos, por kaber presentado desde el momento de su entrada, perturbaciones de la inteligencia: lo unico digno de fe que se pudo obtener de ella fud; que, desde hace cuatro dias le empezo su enfermedad con un fuerte calosfrio que le duro una bora, y un dolor en el hombro derecho quo despues se le paso al costado del mismo lado, impidiendolc la respiracion; este dolor era muy intenso y le au- 100 mentaba cada vez quo se mo via en la coma; tuvo tambien mucha tos con la quo arrojaba unos esputos blancos mezclados de sangre; la, tos aunque le daba todo cl dia, era mncho mas fuertc en la nocbe y no la dejaba dormir. La enfcrma cree que le vino sn enfermedad por haberse mojado despues de haber molido 10 cuartillos de maiz; no ha tenido basca ni deposiciones. Eccdmen fisico. Major de unos 40 afios; acostada del lado derecho. Movimiontos exagera- dos de la respiracion; alas de la nariz dilatandose a cada movimiento. Pumulo derecho de un color rojo muy subido, simulando una placa de erisipela, men os el borde limitante; ojos inyecta- dos; terigioncs ligoros en el lado interno; pupilas normales 6 iguales de los dos lados. Lengua li- geramente desviada d la izquierda; en la punta y en el borde izquierdo, prescnta el aspecto do lo que el Sr. Galan llama la lengua fresa; -ancha y humeda, no temblorosa. Coloracion. La cara conserva el color propio de la raza indigena, sobre el cual se ve un gran numero de manchas de un color oscuro; una de ellas que tiene un color enteramente negro y una extension de 8 centimetres, estd colocada cerca del parpado inferior del lado derecho, (no es una equlmosis). En la cara posterior del brazo y del antebrazo, asi como en la dorsal de la rnano, existen un gran nfirnero de manchas semejantes d las mencionadas en la cara y que estan coloca- das sobre un fondo oscuro; la parte anterior del miembro superior, asi como el t6rax y miembros inferiores, conservan el color propio sin manchas de ninguna clase. En la mucosa labial y palati- na existen manchas de un color muy oscuro en su centre y cuyo borde se confunde insensible- mente con el color violaceo que ocupa el resto de la mucosa; en el borde derecho de la lengua, cerca de su raiz, existe una mancha de un color violaceo que tiene 2 centimetres de extension. Parte anterior del torax. Auscultacion; estertores crepitantes finos en el vdrtice del lado de- recho; estertoros sub-crepitantes en el resto de su extension; respiracion pueril en el pulmon iz- quierdo. Parte ‘posterior del tdrax. Nada notable d la inspeccion. — Macicez en el vdrtice del pulmon derecho con conservacion de la elasticidad y extendiendose en un espacio de 4 centimetros; sono- ridad exagerada en el resto, alternando sin embargo, con pantos oscuros. Sonoridad exagerada en el vdrtice izquierdo; sonoridad alternando con puntos oscures en el resto del pulmon izquierdo. Auscultacion: estertores crepitantes gruesos en el punto dondo existe la macicez derecha; respi- racion suplementaria en el resto. Region precordial. Nada a la inspeccion; nose vd latir la punta; se la siento, aunque mal, en su iugar normal. = Macicez: linea vertical 7 centimetros; trasversal 5. = Palpacion; primer gra- de del frotamiento extendido a toda la region.=Auscultacion: frotamiento suave oenpando toda la region y todos los tiempos, siendo un poco mas seco en la punta. Macicez hepatica; linea epigastrica 45 milimetros; mamilar 95, y axilar 75 milimetros. Tratamiento. Pocion anticatarral del Dr. Galan. Leche. Pulso 30, respiracion 9. No fue posible obtener el cuadro de las temperaturas. Enero 16. Pulso 26, blando, regular, intefmitente; respiracion 6. La enferma sigue quejan- dose del dolor de costado y de la tos, que no la ha dejado dormir en toda la noche; tuvo cuatro deposiciones. No cambian los fenomenos de la inspeccion toracica; siempre parece mas desarro- llado el lado derecho.=Palpacion; exageracion de las vibraciones vocales en la parte inferior del pulmon derecho; normales en el izquierdo. = Macicez eldstica en el tercio inferior y posterior del lado derecho; sonoridad exagerada alternando con puntos oscuros en el resto del derecho y en to- do el lado izquierdo. = Estertores crepitantes finos, soplo tubario y broncofonia, en el lugar>de la macicez derecha; algunos estertores sub-crepitantes gruesos, y respiracion pueril en el pulmon iz- quierdo. Nada nuevo en la region precordial. Enero 17. Pulso 27, respiracion 8. Sigue lo misrno, segun dice ella. No se le examina por los muchos piojos que tiene. Enero 18. Pulso 25, respiracion 6. Enero 19. Pulso intermitente (dos intermitcncias en medio minuto), respiracion 6. Sigue 101 molestando mucho la tos; ayer, a las 6 de la tarde, le volvid el dolor de costado con nm dia fucrza y ahora todavia lo tiene. = Oscuridad a la percusion en el vertice del pulmon izquierdo, pur la par- te anterior; sonoridad exagerada en el resto. = Estertores sub-crepitantes gmesos diseminados en los dos lados. , / Parte posterior. Macicez en los dos tercios inferiores del pulmon derecho; sonoridad exagera- da en el izquierdo, y en la parte superior del derecho. = Soplo tubario y broncofonia en el lugar de la macicez; respiracion en el vertice del lado derecho; respiracion suplemantaria en todo ei lado izquierdo, con algunos estertores sub-crepitantes en la parte inferior. Corazon. No se ve latir lapunta; se la siente en su lugar normal; frotamiento muy marcado en toda la region, llegando a constituir un verdadero estremecimiento catario. = Auscultacion: en la mitad superior de la region y, sobre todo, al nivel de la aorta, frotamiento muy intense aunque suave; en la mitad inferior es menos fuerte. = Sentada. No cambian los fenomenos de la inspec- cion y palpacion. = Macicez: linea vertical 7 centimetres; trasversal 6 centimetres. = Auscultacion: frotamiento rudo y fuerte en la punta y a la derecha; en la izquierda es mas suave; en la parte media del corazon se percibe un ruido que es un tdrmino medio entre el ruido de escofina y el de lima. Pocion anticatarral. Enero 20. 21 y 22. No ha tenido ninguna mejoria; han continuado las deposiciones, que tienen un olor de huevos podridos; la tos le ha seguido lo mismo, solo que es un poco mas seca; el es- puto es poco espumoso, muy espeso, escaso, tiene la consistencia de unajalea, y un color amarillo- verdoso con algunas estrias rojas; la lengua tiene tendencia a secarse, descamada, en casi toda su extension, de un color rojo muy oscuro. No han cambiado los signos fisicos; desde el dia 21 se empieza a notar un ligero estertor traqueal; en las noches la enferma tiene delirio, que es tranquilo, y en las tardes tiene calosfrios que pronto le pasan. Se queja de que no puede respirar, y de que luego que toma algun alimento lo depone Enero 23. Pulso 30, respiracion 8, Sigue en el mismo estado: el estertor traqueal es mas marcado; la descomposicion de la fisonomia y la sequedad de la lengua son may ores. No se pu- do examinar el pecho por los muchos piojos. Enero 24. Murid d las ocho de la mahana, Enero 25. Autopsia a las diez de la manana. Rigidez cadaverica general. Adelgazamiento bastante considerable; la coloracion persiste en el mismo estado que el dia 15. Oavidad tordcica. Adherencias pleurales en los dos lados, siendo muy resistentes en el lado derecho, Natas purulentas en la pleura parietal derecha; inyeccion muy fina en el resto de la superficie; adherencias entre los lobulos medio y superior del pulmon derecho; al corte infiltra- cion gris en el lobulo medio y en el inferior; en el lobulo superior, solo en su parte interna se vd la infiltracion gris; el resto del drgano esta congestionado. Pulmon izquierdo. Algo espesa la pleura en el lobulo superior; en la parte inferior el pul- mon se desgarra con facilidad, y al corte se le ve de un color rojo muy subido y se desgarra con mucha facilidad; en el lobulo superior, que esta duro al tacto, se observa una superficie de sec- cion que no es normal, pero que tampoco es propiamente la hepatizacion. Corazon. El pericardio esta unido al pulmon izquierdo por adherencias muy resistentes y perfectamente organizadas. Pequena cantidad de Kquido citrino en la cavidad del pericardio La hoja parietal esta espesa, de color bianco amarillento, opaca, con arborizaciones en muchos puntos, y con un grab numero de equimosis pequenas en otros. La hoja visceral presenta, en la parte media del ventriculo derecho, una placa de una forma que se acerca a la romboidal, y que mide 65 milimetros de longitud y 55 de anchura; un poco mas arriba, cerca de la arteria pulmo- nar, existen otras placas pequenas y delgadas. Toda esta cara anterior esta muy cargada de gra- sa; los unices puntos en donde se ve la libra muscular son: un pequeno punto cerca de la punta, en el ventriculo izquierdo; en la base del mismo ventriculo; en la parte media y cerca de la pun- ta del ventriculo derecho. Por la cara posterior el pericardio tiene un color azulado debido a la inyeccion venosa; existen varias placas lechosas, de las cuales las principals son; una colocada en 102 la parte media del ventrlculo izquierdo, de forma triangular, alargada verticalmente y midiendo 3 centimetres de longitud; otra en la parte media del ventriculo derecho, mas larga y mas estre- cha que la anterior; "y por ultimo, una tercera colocada en la base del ventriculo derecho, tan grande como la primera. Las arterias aorta y pulmonar se ven muy anchas y con una inyeccion mny fina que les da un color rojo subido, que no desaparece por el lavado. El corazon tiene una forma que se acerca mucho d la circular, lo cual es debido al aumento del diametro trasyersal. El ventriculo derecho no se deprime cuando se coloca el corazon sobre la mesa; el ventriculo iz- quierdo se ve en estado de ereccion muscular. Tamano del corazon, del nacimiento de la aorta d la punta siguiendo el surco interventricular, 135 milimetros; anchura, siguiendo el surco au- riculo-ventricular 180, milimetros. Ventriculo izquierdo y vdlvula mitral. La valvula esta suficiente al agua. La cavidad del ventriculo contiene un coagulo negro en su parte inferior, bianco y fibrinoso en la superior; las columnas carnosas son enormes, tienen el grueso del dedo pequeno; las paredes tienen en la pun- ta un espesor de 30 milimetros, de los que 3 son de grasa. Las valvulas que forman la mitral estan muy alteradas: la-anterior esta roja, muy espesa y algo deformada; la otra presenta el mis- mo enrojecimiento, pero la deformacion es mucho mayor, pues esta sumamente recogida, y mas bien que una mitad de valvula, forma una simple franja con una prolongacion en el centro. Cir- cunferencia del orificio, 100 milimetros. Aorta. Suficiente al agua. Estado ateromatoso de toda la pared interna de la arteria, que se observa hasta la aorta descendente; las placas del ateroma llegan a constituir en algunos puntos verdaderas ulceraciones que han destruido la parte epitelial; el ateroma no se propaga a los vasos que nacen de la arteria; solo en el tronco braquio-cefalico se ve una que otra plaquita. Las val- vulas sigmoideas estan muy delgadas en unos puntos y gruesas en otros; todas presentan desgar- raduras cerca de su borde libre; en la valvula posterior se separa el endotelio con suma facilidad. Circunferencia del orificio aortico 72 milimetros. Tanto las valvulas aorticas como la mitral, tie- nen un color rojo intenso que no desaparece ni por el lavado, ni por las frotaciones; en general, to- do el endocardio tiene un color rosado que resiste al lavado; en unos puntos esta grueso, opaco, blanquizco, y no se separa de la fibra muscular sin desgarrarse. Ventriculo derecho y vdlvula tricuspide. La tricuspide insuficiente al agua. La cavidad del ventriculo esta muy aumentada y ocupada por un coagulo casi completamente fibrinoso, que se prolonga hasta la pulmonar: este coagulo esta muy adherido d la pared ventricular, y despues de quitarlo con mucha dificultad, se v6 que el endocardio no ha perdido su pulimento. El endo- cardio esta muy delgado y parece muy inyectado; pero se separa con mucha facilidad, y al levan- tarlo se nota que la inyeccion no es del endocardio, sino de la fibra muscular. Llama a primera vista la atencion la diferencia enorme que existe entre las columnas carnosas del ventriculo iz- quierdo y las del derecho; pues las primeras son muy gruesas, mientras que las segundas apenas tendran su espesor normal. En algunos puntos la pared tiene un espesor de 13 milimetros (maximum), mientras que en otros casi no existe fibra muscular Las valvulas que forman la tri- cuspide estan muy alteradas: espesas,opacas, cubiertas de un color rosado, sobre todo la derecha, en donde se ven muchos vasos muy finos formando arborizaciones; la izquierda esta sumamente gruesa y muy recogida; la de enmedio muy adelgazada y deformada. Circunferencia del orificio triefispide, 132 milimetros, Pulmonar. Suficiente al agua. La pared interna de la arteria tiene un color amarillo cana- rio sobre el cual se ve una especie de barniz rosado. Las valvulas sigmoideas estan muy delga- das, de un color bianco rosado, presentando pequenas desgarraduras cerca de su borde libre. Cir- cunferencia del orificio pulmonar, 90 milimetros. La cavidad de la auricula derecha, que estd muy dilatada, tiene un coagulo negro y blando que llena toda la cavidad; las paredes tienen un color rosado que desaparece en gran parte por el agua. 103 Cavidad craneana. Inyeccion muy considerable de la pia-madre. Al corte de los dos hemis- ferios se observa el estado cribado y el estado de arenillas; nada en los ventriculos laterales. Cavidad abdominal. No hay liquid© en el peritoneo. Higado. Su tamaho parece normal; se desgarra con mucha facilidad y al corte tiene todo el aspecto del higado muscado, menos la consistencia. Bazo. Muy chico, muy deformado y consistente. Rinon derecho. Longitud 14 centimetros, anchura 9. Color amarillento con una inyeccion venosa muy marcada; en la cara posterior se ven tres cicatrices bastante grandes. Al corte primer grado del mal de Bright. Rinon izquierdo. El mismo aspecto que el derecho, solo que es mas grande. Gdpsula suprarenal derecha. Su tamano parece normal; forma oval; cavidad llena de un li- quid© color de sepia con puntos amarillos en las paredes de la cavidad. Se guarda la izquierda. OBSERVACION VIGECIMACTJARTA. Ramon Montesdeoca, de 48 anos, natural de Guanajuato, sobrestante de minas y de buena cons- titution; vino a curarse de una enfermedad que, segun dice, le empezo hace 6 anos. Lo primero que tuvo fud un dolor en el higado bastante fuerte, y que vino acompanado de calenturas y ca- losfrios por la tarde. Este dolor era continue; pero de cuando en cuando le daban unas punzadas muy fuertes que, partiendo del higado se le extendian a todo el vientre; al mismo tiempo que el dolor, tuvo basca y deposiciones y un dolor en el hombro derecho que le impedia los movimientos del miembro. Los vomitos y las deposiciones le duraron unos cuantos dias, al cabo de los cuales, solo le quedo un envaramiento del vientre que le ha seguido hasta hoy, y que le molesta, sobre todo, luego que toma algun alimento. Desde el principio noto el enfermo, que en la parte media de la cara le salieron unas manchas oscuras, como si fueran de pano y que poco d poco se le fueron extendiendo a toda la cara, asi como a las manos. A los tres meses, gracias al tratamiento que le mando un mddico de Guanajuato, se sintio muy aliviado, pues desaparecieron todos los sintomas mencionados, menos el envaramiento del vientre, las manchas de la cara y de las manos. Al aho, empezo a notar que su vista se nublaba, y que veia los objetos con fajas de varies co- lores, sobre todo, amarillos y rojos; pero estas perturbaciones visuales le duraron poco, gracias a las medicinas que le mando el medico. Hace dos anos, que comenzo a tener unos ataques que fueron considerados por un mddico, como ataques congestivos, y por otro, como causados por la anemia cerebral, segun le dijeron. El pri- mer ataque le did estando escribiendo, y, dice, que sin sentir nada nuevo, de repente perdio el co- nocimiento. Un su hermano dice, que did un grito y cayd al suelo sin conocimiento, se le puso la cara negra, empezando a arrojar mucha espuma por la boca y d torcersele todo el cuerpo; d poco rato, se quedd quieto y entdnees empezo a roncar mucho. Este primer ataque le durd poco, y al volver en si, dice el enfermo, que quedd como loco sin recordar lo que le habia pasado y con mu- chas ganas de dormir. Estos ataques le ban repetido como unas 5 veces, hasta hace siete meses en que, en un dia, le dieron cinco; desde entdnees no le han vuelto. Hace 6 meses tuvo un dolor muy fuerte en los rinones que le durd un mes, y entonces creyd notar que aumentaba el color oscuro de la cara y de las manos. Desde hace tres semanas se sien- te muy sofocado y con una ansia que le molesta mucho, sobre todo, en la noche, hora en que le viene una tos que no le deja dormir; junto con la sofocacion y la tos, se empezo a hinchar; hincha- zon que comenzo por los pies, y de alii se le ha extendido a todo el cuerpo, lo que unido a la mo- lestia que siente en el vientre luego que come lo asustaron, y vino a Mexico a curarse. El entermo atribuye su enfermedad a que ha dejado de bajar a la mina, a que le hace falta el calor subterraneo a que esta acostumbrado. En Mdxico, el unico alivio que ha sentido ha sido que ha disminuido mucho la tos dejandolo 104 ya aormir; pero que de lo demas sigue lo mismo, y aim peor; pues, dice el, que hace dos dias se le hincharon los testiculos, lo que lo ha alarmado mucho y que luego que oscurece pierde la vista, no pudiendo distinguir a las personas, solo la vela ve y eso confusa; a las diez de la noche gene- ralmente ya puede volver a ver bien. Tambien se queja el enfermo de que todo el dia tiene mucho trio, que solo estando en el sol se siente bien; le molesta asi mismo el que no puede andar mucho y sobre todo, subir escaleras sin sentirse, no cansado, sino sofocado; hecho que le ha llamado la atencion, pues todavia pocos dias antes de venirse para Mexico bajaba a la mina y subia sin sentir ninguna fatiga. Enfermedades anteriores. No ha padecido antes de ninguna enfermedad; siempre ha sido de muy buena salud y muy fuerte. No ha padecido reumas, ni se encuentra ningun antecedente que haga sospechar la sifilis, la escrofula 6 el alcoholismo. No ha sentido vertigos ni desvanecimientos, ni debilidad: dice que tiene tantas fuerzas como cuando estaba bueno; al andar no tee siente debil sino sofocado. Exdmen fisico. Pulso 25, regular,de mediana fuerza y amplitud, igual y dicroto a la mano; respiracion 10. Al llegar d la casa, (Hotel de la Gran Sociedad, cuarto numero 4) nos encontramos al enfermo sentado en un sofa, en camiza, con los calzones desabrochados y sin calzado. Dos cosas llaman la atencion, desde luego, en el enfermo: la dispnea intensa y la coloracion par- ticular de la cara: a pesar de la frecuencia de los movimientos respiratorios el enfermo se fatiga mucho al hablar; frecuentemente tiene que detenerse para tomar aliento; se ven los movimientos de las alas de la nariz, y las venas yugulares se hinchan a cada movimiento respiratorio. Forma un contraste notable la coloracion oscura de la parte superior del cuerpo con el color bianco de la parte inferior: la cara, cuello, parte superior del torax, y los mienbros superiores tie- nen un color oscuro, que en la cara y el cuello es casi negro. Fijandose bien en la distribucion de la coloracion se vd, que no es uniforme; es mas oscura en la parte inferior de la cara, partes la- terales del cuello, y posterior del torax, antebrazos y manos, Sobre este fondo oscuro, se ven pe- quenos puntos aun mas oscuros, algunos de un negro intense, que son, sobre todo, numerosos en la barba y cara dorsal de las manos. En el resto del cuerpo el color es, como lo hemos dicho ya, bianco, aun en el vientre y en el escroto. Ligero tinte icterfco de las conjuntivas oculares; color bianco mate de las palpebrales. Pupi- las normales d iguales de los dos lados; lengua humeda, ancha, no temblorosa. La mucosa de los labios tiene el color violaceo propio de la cianocis; sobre este fondo existe un corto numero de manchas negras, pequeiias, acercandose a la forma circular. Nada de particular en el resto de la mucosa bocal. En el cuello, fuera de la coloracion ya mencionada, se ven las venas muy desarrolladas y ani- madas de dos clases de pulsaciones; un movimiento de expansion coincidiendo con la respiracion y un verdadero pulso venoso. Auscultando las cardtidas parece percibirse un soplo rudo que ocupa el primer ruido arterial. Torax, parte anterior, A la inspeccion llaman la atencion los movimientos exagerados de la respiracion, que parecen hacerse sobre todo por un movimiento de elevacion en masa, siendo poco marcado el movimiento de expansion. Los huecos supra d infra-claviculares, lo mismo que los espacios intercostales aun que poco marcados, se aprecian bien. = No se hizo palpacion. = A la percusion, la sonoridad estd ligerarnente exagerada, sobre todo hacia la parte inferior. = A la aus- cultacion, la respiracion esta exagerada en la parte izquierda, donde ademas tiene una rudeza marcada; en el lado derecho es menos ruda; existen algunos estertores gruesos en los dos lados. Region precordial. No se vd deformacion marcada en la region; el cheque de la punta se ve en el 5 ? espacio intercostal, un poco adentro de la : mamila; no se ven latidos epigdstricos. = La impulsion parece exagerada a la mano, y se la siente en una extension como de 4 centimetres y cerca del borde izquierdo del estemon. = Por la percusion se obtiene una macicez de 6 centi- metres en el sentido vertical y 8 en el trasversal, coincidiendo el limite inferior con el cheque de- 105 la punta. = Aplicando el estetoscopio al nivel de la 3 costilla izquierda cerca del esternon, se percibe con toda claridad im soplo rudo, que ocupa los dos tiempos de la revolucion del corazon, propagandose en la direccion de la clavicula izquierda; a la derecha de este punto, se oyen los rui- dos uormales del corazon, solo que, parecen mas profundos: en la punta no se percibe ruido anor- mal ninguno, solo se nota que los ruidos do la derecha son mas claros y mas debiles que los do la izquierda. He uendo cambiar de posicion al enfermo y auscultandolo en la posicion supina, lo que se tiene que hader rapidamente porque el enfermo se fatiga mucho, no cambian los fenomenos de aus- cultacion. Solo se hizo la auscultacion de la parte posterior del torax y se note, la misma exageracion en la respiracion, que en la parte anterior, oyendose en el vertice izquierdo la espiracion prolongada y un gran numero do estertores sub-crepitantes en las dos bases. La auscultacion de la voz solo nos did una diminucion • de las vibraciones de la parte inferior de los pulmones y, sobre todo del derecho. Vientre. Forma globulosa, continuandose con el torax sin linea de demarcacion, ligeramente aplastado en los lados; se v6 al nivel del hlgado un pequcno numero do veuas que se dibujan con un color azulado. A la palpacion, se siente duro y pennanece la impresion del dedo: parece sen- tirse fluctuacion. Percutiendo el vientre se obtiene un sonido intestinal en la parte media y superior, y un sonido que se va oscureciendo, hasta llegar a ser mate, a medida que se baja a los fiancos y al pubis. Haciendo cambiar al enfermo de posicion, el sonido mate de los fiancos se hace sonoro. Maci- cez hepatica: linea epigastrica 4 centimetres, marnilar u, y axilar 8, (estas dos filtimas son dudosas). En los miembros inferiores y en el escroto lo unico digno de nieneion es el edema considerable. La orina no presenta nada particular: su cantidad en 24 boras, no es mas que un cuartillo, que es arrojada en 10 6 12 veces, segun el enfermo; su color normal, tal vez un poco oscuro; su reac- cion ligeramente acida; no se encuentra albumina. ni por cl calor ni por acido nitrico, que le da un color rojo do saugre; ni por el sulfato do sosa y acido acdtico. Tratandola por el acido sulfuri- co toma un color rojo de sangre. FIN. ERRATAS NOTABLES PAG. LIN. DICE. DEBE DECIR. 8 18 memeria memoria. 25 1 cuello torax 28 20 izquierda derecha, 29 13 En el n timer o 9 . En el ndmero 4. 29 24 obs. XIX y XX obs. XIV y V. 30 27 atados * atacados. 30 29 venal renal. 30 37 obs. (Ill, V, VI y VIII) obs. (Ill, V, VI y XVI). 34 9 enfiserma enfisema. o. In M j obs. Ill, VI, XI, XIII, i obs. II, III, VI, XIV, XVII u v X XIV, XVII, XVIII y XX. | XVIII, XX y XXIV. 36 5 tubieran tuvieran. ,;7 ( en los enfermos XII, < en los enfermos XV, XVTI, 6i IXV, XVIII y XXII t XVII y XXII. 37 25 En la enferma En el enfermo. 38 13 asternal esternal. 51 22 mitad mitral. 68 32 y 33 centimetros milimetros. 68 46 tubones bubones. 87 29 grippe grippee. 88 19 grippe grippee. 88 32 grippe grippee. 91 2 yaguitas llaguitas.