FACULTAD DE III DE MÉXICO TESIS INAUGUEAL Estudio comparativo de las Quinas aclimatadas en íórdova, con las extranjeras de la misma especie PRESENTADO AL JUJEADO CALIFICADOR POR EL DE. MANUEL IEIAKTE Y HEEMOSILLA En su examen general de Farmacia. MEXICO IMPRENTA Y FOTOLITOGRAFIA DE LA ESCUELA NACIONAL DE ARTES Y OFICIOS Primera calle de San Lorenzo i8y8 FACULTAD DE MEDICINA DE MÉXICO TESIS TNJl. U GU H AI. Estudio comparativo de las (juinas aclimatadas en Córdova, con las extranjeras de la misma especie PRESENTADO AL JURADO CALIFICADOR POR EL DE. MANUEL IRIAETE Y HERMOSILLA En su examen general de Farmacia. MÉXICO «PRESTA V FOTOLITOGRAFIA DE LA ESCUELA NACIONAL DE ARTES 1 OFICIOS Primera calle de San Lorenzo 1878 A LA MEMORIA DE MI MALOGRADO HERMANO Ricaedo Ieiaete A MIS APRECIABLES MAESTROS líionso jurera, .¡osé JJ, Jazo ¡Ir ía ¡)§a Y jjiitmiiitiu ]]fiitlnzii TESTIMONIO DE GRATITUD. -cfe- ll|^KPAS quinas son plantas que pertenecen á la familia de las rubiáceas, á la tribu de las Cinchonas y al género cinchona. Los caracteres de este género son: cáliz monofilo, campanulado con cinco dientes; corola gamopétala, epigenia, tubulada, de cuatro á cinco lóbu- los, con cinco estambres insertos en el medio del tu- bo, cortos, filiformes y alternos con los pétalos; anteras alargadas, salientes; ovario infero, con un estilo simple y un estigma con tantos lóbulos como lógulos tiene el ovario; cápsula oblonga coronada por el cáliz; semillas numerosas comprimidas y bordeadas de una ala mem- branosa, conteniendo un embrión homótropo en un en- dospermo córneo ó cartilaginoso. Guibourt describe las especies siguientes: Cincho- na calisaya, elíptica, officinalis, lucumsefolia, ’anceola- ta, lancifolia, Pitayencis, scrobiculata, amigdalifolia, ní- tida, peruviana, micrantha, australis, pubescens, ovata, succirubra, grandulífera, Humboldtiana, conglomerata umbellulifera, paludiana, cordifolia, subcordata, de:ur- rentifolia, Mutissi, hirsuta, heterofila y suberosa; las que á su turno las subdivide en cuarenta y siete variedades. Para mi objeto solo me detendré en las especies ca- 8 lisaya, succirubra y condaminea; tanto por ser las de mas importancia en el comercio cuanto por que son las acli- matadas en Córdova y de las que me propongo hacer un estudio comparativo respecto de las extrangeras. I Historia de las quinas del país. La introducción al país de las semillas de quina se debe según los datos que he recojiclo al Sr. M. F. Mau- ry, que en un viaje que hizo á Inglaterra interpuso su in- fluencia cerca del Gobierno de aquel país y logró la remi sion de 120.000 semillas de Cinchona snccirubra, 25.000 de Cinchona ofíícinalis y 90.000 de Cinchona calisaya. Estas semillas fueron colectadas de los árboles Ootaca- mund, llegaron al país en el vapor uTrasmanian y fueron recibidas en Córdova el 14 de de Octubre de 1866. En los dos dias siguientes al de su llegada el Sr. J. A. Nieto verificó la siembra de las dos terceras partes de la semi- lla recibida, en cajas de madera provistas de la mejor tierra de humus mesclada con una tercera parte de are- na y cubiertas con cortinas de lienzo, movibles sobre alambres que permitían medir y conservar con regulari- dad la humedad necesaria para favorecer la germina- ción: el resto de las semillas fué distribuido entre los Sres. HugoFinck, Tomás Grandisson, J. Martínez Sán- chez Bárcena y Cárlos Sartorius; pero por desgracia se perdieron en lo general las semillas distribuidas á estos cuatro señores sin haber logrado obtener una sola planta. En cuanto á las semillas sembradas por el Sr. Nieto fueron el objeto de constantes atenciones, recibiendo los almácigos diariamente la sombra y riego que el estado de la atmósfera exigía y con satisfacción se observó que á exepcion de la cinchona officinalis la mayor parte de la semilla de succirubra y calisaya germinó del 6 al 23 9 de Noviembre de 1866. Tan luego como las plantas produjeron sus cuatro primeras hojas, se trasplantaron en macetas con buena tierra vegetal, y en Marzo del año siguiente todas habían adquirido desde 35 hasta 50 cen- tímetros de altura. Las circunstancias porque en aque- lla época atravesaba el país impidieron que comenza- ran ¿plantarse para continuar definitivamente su cultivo, pero empeñoso el Sr. Nieto en popularizar hasta don- de fuese posible el interés por tan feliz ensayo, distribu- yó la mayor parte de dichas plantas entre varios vecinos de Córdova, Orizaba, Huatusco, Coscomatepec y otros puntos. Estas plantas se han continuado cultivando con interés, y en la actualidad se hallan convertidas en pre- ciosos y elegantes árboles, llenos de vida y de seis ó mas métros de altura. II Cultivo de las quinas. Una atmósfera húmeda y una temperatura elevada, es un clima propio para el desarrollo de las cinchonas. Según el Sr. Finch, su cultivo está comprendido entre los 800 y 950 métros de altura sobre el nivel del mar, aun- que según otros autores la elevación média es de 1.000 á 1.300 métros. Las tierras francas son las mas favorables para su cultivo, aunque puede hacerse la plantación en terrenos arcillosos y arcillo-calcáreos, pero en todo caso, cuando no se encuentra un terreno de consistencia média, es conveniente mejorarlo con la adición sucesiva de los ele- mentos que existieren en menor proporción, á fin de neu- tralizar las propiedades especiales de la arcilla y sílice que por sí solos son impropios para el buen desarrollo de las quinas. La multiplicación de las quinas es una de las ope- raciones mas delicadas de su cultivo y que exije gran- des precauciones, tanto en el establecimiento de los se- 10 milleros, como en el modo de verificar la siembra; la se- milla á su vez debe ser recientemente cosechada, y lo mas fresca y madura posible, pues cuando esta tiene tres meses, pierde completamente su facultad germinativa. La recolección de las semillas presenta sus dificultades por ser sus frutos tan poco densos y pequeños, de ma- nera que son fácilmente arrastrados por el viento; pero el método que sigue el Sr. Finck, es muy espedito, y consiste en colocar debajo de las ramas de los árboles, cuando las cápsulas han llegado á su perfecta madurez, el cielo está sereno y la atmósfera tranquila, una canas- ta de bastante diámetro, cubierta con un lienzo fino, y sacudir suavemente las ramas; toda la semilla cae sobre el lienzo, y puede separarse de las hojas y basuras que se desprenden: el peón que lleva el canasto debe acer- carlo lo mas que sea posible á las ramas, y recojer la se- milla á medida que se deposita, para colocarla en un sa- co ó canasto cubierto que lleva á prevención. Antes de la estación de las aguas se procede á la formación de los semilleros, los cuales no pueden esta- blecerse al aire libre, sino en una casita ligera que se construye con tejamaniles y morillos; la extencion de terreno que comprende es de cuarenta varas cuadradas formadas por un rectángulo, que tiene por lo común diez varas de largo por cuatro de ancho. Antes de hacer la construcción se traza en el suelo, cuidando mucho de orientarla, de manera que el ancho del rectángulo que- de precisamente en la dirección de Oriente á Poniente: en cada uno de los ángulos de la figura se clavan mori- llos de tres á cuatro varas de largo, se techa y cubre con tejamaniles hasta cerca del suelo las paredes compren- didas en el lado mayor del rectángulo, las otras dos se cubren con cortinas, y se van levantando poco á poco á medida que las plantas se desarrollan. En el centro del jacal y dejando para el paso un andador de una vara de ancho, se construye un huacal de vara ó tabla, pero de modo que el agua se escurra con facilidad. La extencion del huacal es de ocho varas de largo, una y media de ancho y media de alto, descansan do sobre estacas de madera, á una vara de distancia del suelo. Construido el cajón se llena de tierra común hasta cerca de la superficie, dejando dos ó tres pulgadas li- bres para llenarlas con un compuesto terroso, que se prepara mezclando dos partes de mantillo con una de are- na caliza bastante fina; estas dos tierras se ponen á se- car por separado, al sol, y cuando están perfectamente secas se pasan por un tamiz antes de mezclarlas. Concluida esta operación, se coloca la semilla en un costalito, y se sumerje durante seis horas en el agua, después de este tiempo se vacia sobre una mesa, se ex- tiende y se le pone una capa delgada de arena hasta casi secar la semilla para hacerla manuable; en este es- tado se esparce con uniformidad en toda la superficie del semillero, teniendo cuidado de separar las diferentes es- pecies de quina; por último, se cubre la semilla ligera- mente con arena cernida, de manera que pueda distin- guirse. Una vez hecha la siembra se corren las cortinas, y durante tres meses no se mueven para nada. Al principio, y mientras las plantas germinan, de- ben regarse todos los dias con una regadera muy fina, cuidando de no poner mucha agua, lo que podriría la se- milla; así se continúa por espacio de 17 ó 21 dias, que es lo que regularmente dilata para nacer. Desde este momento se sustituye la regadera cuyo chorro es dema- ciado fuerte para que las plantas lo soporten, con una ge- ringa de jardinero, y no vuelve á hacerse uso de la rega- dera hasta que las plantas tienen de dos á tres centíme- tros de altura. Cuando las plantas tienen de ocho á diez centíme- tros, se trasplantan á unos camellones de 25 métros de largo por uno de ancho, plantando en cuadro en una dis- tancia de seis á siete pulgadas de mata á mata. El ter- reno que se elija para el almácigo debe estar sombreado por los plátanos ó algún otro árbol, y á la vez debe es- tablecerse en un terreno nuevamente desmontado y cuan- do esto no sea, debe abonarse con estiércol consumido ó 11 12 tierra de hojas, después de haberle dado dos ó tres labo- res hasta dejarlo perfectamente desmenuzado. Después del trasplante se riega y se continúa esta operación siem- pre que el terreno lo necesite Cuando las plantas llegan á una altura de 25 á 30 centímetros, se sacan del plan- tel y se plantan en el lugar en donde definitivamente de- ben quedar. Si el plantío es solo de quina, se pone en cuadro, á cinco varas de distancia; pero si se ha de in- tercalar en un plantío de café,’ se les da de siete á ocho varas. El lugar en donde se plante cada arbolito debe estar con anticipación removido, abonado y mejorado si es preciso, á fin de que tenga poco mas ó menos la mis- composicion y riqueza que el terreno del plantel. Después de este último trasplante, se riegan las plantas y se continúa esta operación por espacio de algu- nas semanas, siempre que sea necesario; en lo sucesivo, los cuidados de conservación se reducen á dirijir los ta- llos que se desvíen de su posición vertical poniéndoles tutores si fuere preciso, á quitarles la mala yerba que se desarrolle cerca de su pié y removerles el terreno de vez en cuando, hasta que sus raíces estén bantante vi- gorosas, lo que sucede cuando sus tallos han llegado á una altura de uno á uno y medio inétros. Desde el 9 P año en adelante puede aprovecharse la quina. La descorticacion se puede practicar haciendo incisiones circulares arriba y abajo del tronco, y entre estas, insiciones verticales, con el objeto de desprender bandas de corteza mas ó menos grandes; pueden hacer- se incisiones longitudinales, separando con cuidado los fragmentos de corteza sin lastimar el árbol, teniendo cui- dado de cubrir con musgo la parte herida. Este proce- dimiento, inventado por M. Mac-Ivor, permite obte- ner, según se dice, cortezas dos y tres veces mas ricas en alcaloides que aquellas que reemplazan; pero lo mas común es cortar el árbol con una sierra á una vara del suelo y descortezar el tronco y las ramas. El tronco re- toña, se dejan los tres retoños mas fuertes y al cabo de algunos años se cortan dos de ellos que se benefician, y se deja el mas vigoroso para que forme el nuevo árbol. 13 De esta manera la explotación puede durar muchos años. Después de separada la corteza, se pone á secar al sol, lo que hace que esta se arrolle sobre sí misma du- rante la desecación, tanto mas, cuanto mas delgada está. Es preferible secar la cáscara á las sombra, y sola- mente antes de empacarla ponerla unas cuantas horas al sol. El rendimiento es muy variable, según las especies y la edad del árbol, pero por término médio se puede valuar en una planta de 9 á 10 años de edad, de 25 á 26 libras de corteza seca. m Caracteres físicos de las quinas. Cinchona calisaya Extranjera.—Hay tres varie- dades: calisaya vera, C. Josephiana y C. Morada; la pri- mera es la que dá la calisaya del comercio. Las cortezas son planas, de distintos espesores, muy densas, casi siem- pre sin peridermis. La superficie exterior presenta nu- merosos surcos longitudinales de fondo fibroso, separa- dos por crestas salientes y semejantes á la impresión que dejan los dedos cuando se comprime con ellos un cuer- po de consistencia blanda, cuya semejanza ha hecho lla- marlas impresiones digitales. Su color es amarillo-leona- do-moreno. La superficie interna es fibrosa; su fractura trasversal fibrosa, y produce un polvo de fibras pruden- tes, sabor francamente amargo. Cinchona calisaya del país. — El ejemplar que tengo á la vista pertenece á un árbol de doce años de edad: se presenta en fragmentos de dos y medio á tres centímetros de largo por otro tanto de ancho y seis mi- límetros de espesor; cubiertas todas de epidermis, des- prendida ésta presenta una cara externa recorrida por anchos y profundos surcos longitudinales, separados por crestas bastantes salientes y que no presentan ninguna 14 semejanza con las impresiones digitales de la calisaya ex- trangera; color rojo-oscuro. La superficie interna fibro- sa, de grano ondulado en unas y en otras no, color roji- zo mas claro que el de la cara externa, fractura longitu- dinal neta y muy fácil, trasversal neta en la parte corti- cal, fibrosa en la parte interna y produce también un polvo de fibras prurientes. Sabor francamente amargo y ligeramente mas intenso que el de la descrita en el pár- rafo anterior, densidad menor que la extrangera. Epi- dermis uniforme en algunas cortezas y rugosa en otras, adherente, pero con algún cuidado puede desprenderse; de un color pardo-gris y cubierto de una materia fun- gosa dispuesta en islotes. ClNCHONA SUCCIRUBRA EXTRANJERA. , Las Cortezas planas tiene de 12 á 15 milímetros de espesor, la epi- dermis es gruesa, hendida en todos sentidos, despren- diéndose con facilidad y de un color blanco plateado ó de naturaleza fungosa. 'Algunas cortezas tienen una epi- dermis tan adherente que forma cuerpo con el dermis, no presenta fisuras y está cubierta de puntos rugosos, prominentes, de color rojo-moreno encendido. La su- perficie interna tiene un color rojo-moreno. La textu- ra es unida, de fibras cortas y finas, que se desprenden con facilidad y penetran en la piel causando comezón. Abajo de la epidermis existe una zona resinosa muy gruesa; es amarga y ligeramente estíptica. Las cortezas enrolladas tienen caracteres muy semejantes á los de las planas, pero su color es mas pálido. Cinchona succirubra de Córdova. — Las que he examinado pertenecen á la variedad enrollada y han si- do ministradas por un árbol de tres años de edad; son tubos de distintos diámetros y longitudes, de 1 á 4 mi- límetros de espesor, epidermis gruesa sumamente adhe- rente á la corteza, con hendeduras anulares y longitudina- les, de color moreno-rojizo con reflejos blanquiscos y con algunas fungosidades. Desprendida la epidermis presenta una cara externa de color rojo-moreno con fisu- ras longitudinales; la cara interna presenta un color ro- jo mas claro que la de Quito: textura neta en la parte 15 interna, y al partir la corteza desprende fibras prurientes. Sabor amargo muy marcado y mucho mas intenso que el de la de Quito. Abajo de la epidermis existe una zo- na resinosa. Cinchona officinalis extranjera. — Cortezas en- rolladas de epidermis blanco ó gris, longitudinalmente estriado, sin surcos trasversos y rayándose con la uña: en algunos puntos se observan verrugas de color de moho, que cuando son numerosas se agrupan en séries regulares. Cinchona officinalis de Córdova. — La que exa- miné es de un árbol de 11 años de edad y presenta los caracteres siguientes: cortezas de 2 á 3 centímetros de largo por 1 á 3 de ancho y 3 á 4 milímetros de espesor, curvas, ligeramente enrolladas en el sentido longitudinal, superficie exterior, en unas desnuda y en otras cubier- ta de un epidermis moreno-plateado, con surcos en to- das direcciones, circunscribiendo figuras geométricas ir- regulares, y conteniendo algunas de ellas manchas amari- llas. Desprovista de epidermis presenta una superficie con surcos en todos sentidos pero menos marcados que en el epidermis, color amarillo-rojizo-pardo de distintas intensidades; superficie interna cóncava, fibrosa con es- trías longitudinales ó ligeramente oblicuas; desigual, co- lor mas rojizo que la externa, también con distintos ma- tices; fractura trasversal difícil, fibrosa y muy desigual, presenta dos capas distintas, la interna de un color rojo claro y la externa mucho mas intenso; en esta capa se observa en algunas cortezas un aspecto resinoso. Sabor muy amargo. IV Caracteres microscópicos. Calisaya del Perú desprovista de peridermis.— Estructura fibrosa en sus dos caras. El corte trasversal presenta una trama perfectamente homogénea, compues- 16 ta de fibras de grosor sensiblemente igual, repartidas uniformemente en medio de un tejido celular cargado de materias resinosas. En el corte longitudinal estas fi- bras son cortas, fusiformes y apenas adherentes por sus extremidades con las fibras vecinas. Calisaya del país desprovista de peridermis.— (árbol de 12 años.) Presenta de fuera á dentro. 1 P Celdi- llas epidérmicas colocadas en varais capas conteniendo una sustancia rojiza resinosa que las hacia truslúcidas; volviéndose trasparentes y de color amarillo claro cuan- do fueron tratadas por el alcohol. 2 ? Una capa de cel- dilla poliédricas conteniendo clorofila. 3 P Una ó dos séries de lagunas. 4 P Fibras en medio del tejido celular conteniendo una sustancia resinosa amarilla. 5 P Multi- tud de cristales cuya forma no puede apreciarse. ClNCHONA SUCCIRUBRA EXTRANJERA. Las fibras corticales recuerdan en su disposición á las de la calisa- ya; contiene muchas celdillas de cristales y algunos va- sos lacticíferos en la corteza média. Howard ha visto al microscópico cristales de Quinovato de quinina que se han precipitado de los jugos de la corteza fuera de las cel- dillas. Cinchona succirubra del país.—(árbol de 3 años.) De fuera adentro presenta: 1 P varias capas de celdillas poliédricas conteniendo algunos granulos pardos de dis- tintas dimensiones y otras no, siendo estas últimas per- fectamente trasparentes: agregando alcohol se disolvió una sustancia resinosa que opacaba á las celdillas mas superficiales, y siendo esta resina muy abundante y de color amarillo rojizo. 2 P Celdillas alargadas que forman capas menos numerosas que las superficiales y que con- tienen también una sustancia resinosa de color rojizo. 3 P Celdillas mas alargadas que las anteriores; despro- vistas de granulos y conteniendo algunas una capa de sustancia verde de mayor espesor hácia la periferie de cada celdilla, y otras enteramente desprovistas de dicha sustancia. 4? Una capa de fibras fusiformes poco adhe- rentes entre sí, envueltas por tejido celular y contenien- do tanto las fibras como la capa celular que las envuel- 17 ve una sustancia de apariencia resinosa. Cinchona condaminea extranjera. — Presenta mucha semejanza con la calisaya. Los rayos medulares son numerosos en las capas del líber, y las fibras corti- cales raras y delgadas; la cubierta celular es ancha, las capas suberosas mas ó menos desarrolladas, llenas en la cascarilla colorada de una materia roja-parda; en la cas- carilla amarilla se ven algunos vasos lacticíferos. Cinchona condaminea del país.—(árbol de n años.) Presenta de fuera á adentro, i P Varias séries de celdillas que forman capas concéntricas, siendo las su- perficiales de un color mas oscuro que las interiores. 2 P Celdillas un poco mas grandes que las anteriores y mas trasparentes. 3 P Una ó dos séries de lagunas que pare- cen corresponder á los vasos lacticíferos. 4 P La capa de fibras muy unidas y conteniendo muy poco tejido celular. La sustancia resinosa que encontré en las otras cortezas se encuentra aquí en mayor abundancia y es soluble en el alcohol. 5 P Cristales de base rectangular, oblicuos y muy abundantes en esta última capa. Y Riqueza en quinina y cinconina. Según Delondre y Bouchardat la riqueza en quini- na y cinconina de la corteza de la cinchona calisaya del Perú será de 30 á 32 gramos de sulfato de quinina y de 6 á 8 gramos de sulfato de cincomina por kilogramo. Según Planchón, la proporción ordinaria es de 20 á 30 gramos de sulfato de quinina y de 6 á 8 gramos de sul- fato de cinconina por kilogramo. Soubeiran dice que la proporción es de 35 á 40 gramos de sulfato de quinina por kilogramo. En la calisaya del país, Viguier obtuvo de las cor- tezas que el Sr. Nieto remitió á. París gramos 11.50 de quinina por kilogramo y gramos 9.50 de cinconina. Los Sres. Lazo de la Vega y Manuel Rio de la Lo- 18 za tomando el promedio de distintas análisis que prac- ticaron en 1874, obtuvieron gramos 18.83 de quinina y gramos 15.54 de l°s otros alcaloides por kilogramo. Los Sres. Manuel Cordero, Segura y Blanco, obtuvieron por el método industrial en una análisis que practicaron en Córdova á fin del año próximo pasado, en una corteza de 12 años de edad, 25 gramos de quinina por kilogra- mo. Estos mismos señores en mas de doce ensayos he- chos por el método de Le-Maitre obtuvieron por tér- mino médio gramos 21.60 de quinina y gramos 21.95 de cinconina por kilogramo. En el ensayo que practiqué, seguí el método que describo á continuación y que es debido á Landry. Se toman 10 gramos de la corteza por ensayar, se reducen á polvo grueso, se ponen en una cápsula de porcelana y se añaden 20 centímetros cúbicos de amoniaco á 22 ? (B) se ajita con una varilla de vidrio por espacio de 5 mi- nutos, con el objeto de facilitar el contacto del amonia- co y desalojarlos alcaloides: en seguida se agregan á es- ta mezcla 15 centímetros cúbicos de éter áó5c (B)se deja en reposo, se asienta, se decanta á una cápsula de porcelana mas pequeña, que ha sido pesada con antici- pación ; al residuo se añade igual cantidad de éter de la misma densidad que el empleado en el primer tratamien- to, se deja en reposo etc., y se repite esta misma opera- ción hasta el agotamiento. Reunidos los líquidos etéreos en la cápsula pequeña que hemos pesado, se provoca la evaporación del éter, bastando para ello la temperatura ordinaria; se calienta ligeramente la cápsula en una lám- para de alcohol para desalojar el agua que haya podido condensarse por el frió producido por la volatilización del éter; se pesa de nuevo la cápsula y la diferencia entre esta pesada y la primera indica la cantidad de quinina. El residuo del tratamiento etéreo se trata por 15 centímetros cúbicos de cloroformo y se procede exac- tamente lo mismo que con el éter; la diferencia entre las dos pesadas de la cápsula indica la cantidad de cinconina contenida en la corteza. 10 gramos de cinchona calisaya de Córdova trata- 19 dos por el procedimiento que acabo de describir, me die- ron después de la evaporación del éter una cierta canti- dad de un polvo blanco mezclado con una sustancia re- sinosa, y cuya mezcla pesaba en su conjunto gramos 0.56; traté esta mezcla por agua débilmente acidulada con ácido sulfúrico, cuyo vehículo disolvió el polvo blan- co dejando como residuo la sustancia resinosa; calenté ligeramente la cápsula en que se hicieron estas opera- ciones, para desalojar toda la agua que contuviera, y una vez desecado el residuo pesé de nuevo la mencionada cápsula y me dio un peso de gramos 0.33 menos que la segunda pesada, lo cual me indicó que la agua acidula- da había disuelto gramos 0.23 de sustancia ó sean gra- mos 2.30 p%, ó lo que es lo mismo, gramos 23.00 por kilogramo. En seguida evaporé en baño de María la solución ácida, y una vez concentrada la puse en un tubo de en- sayo y observé que era incolora por trasparencia y fluo- rescente por refleccion. En seguida la distribuí en varios vidrios de relox colocados sobre un papel blanco y aplicando los reacti- vos obtuve las reacciones siguientes: con el ácido nítri- co formó una solución incolora que viró al amarillo des- pués que lo calenté ligeramente: con el agua clorada dió un precipitado blanco que se disolvió en un exeso de reactivo: con el agua clorada mas un poco de amoniaco, precipitado verde: con el agua clorada y un grano de cyanuro amarillo, color rosado. El resto del líquido lo puse en un tubo de ensayo y le agregué alcohol, la solu- ción quedó incolora aun después de media hora. El residuo fué tratado por el cloroformo de la ma- nera prescrita en el método que adopté y evaporada la solución puse la cápsula en la balanza, y me dió un pe- so de gramos 0.2173 mayor que la cápsula vacía, ó sea gramos 2.173 P%» ó 1° que es 1° mismo, gramos 21.73 por kilogramo; este aumento de peso era debido á la cinconina, puesto que tratado el polvo que se depositó en el fondo de la cápsula, me dió las reacciones siguien- tes: con el ácido nítrico no produjo reacción sensible á 20 la temperatura ordinaria, pero elevándola dio una colo- ración amarilla: con el ácido sulfúrico no produjo reac- ción sensible á la temperatura ordinaria, pero calentán- dola un poco tomó una coloración parda: con el cianuro amarillio dio un precipitado á la temperatura ordinaria que se disolvió calentando el licor en donde se produjo el precipitado, y reapareciendo este por el enfriamiento. Cinchona succirubra Extranjera.—Esta corte- za contiene, según los autores que he consultado, por término medio, de 20 á 25 gramos de sulfato de quini- na, y de 10 á 12 gramos de sulfato de cinchona por ki- logramo. La de Córdova que ensayé también por el método de Landry, es de un árbol de tres años de edad, y me dió gramos 0.98 p%, ó lo que es lo mismo, gramos 9.80 de quinina por kilogramo. De cinconina obtuve gramos 1.12 p%, ó sea gramos 1.20 por kilogramo. Los Sres. Cordero, Segura y Blanco, obtuvieron de esta misma corteza como promedio de varios ensayos, hechos por el método de Le-Maitre, gramos 1.06 p% , de quinina, y gramos 1.30 p% de cinconina. Cinchona cooaminea Extranjera.— Esta corteza es la mas rica en alcaloides, y esta riqueza se encuentra igualmente en la condaminea que se cultiva en Córdova. En efecto, los Sres. Cordero, Segura y Blanco tantas veces mencionados en este trabajo, obtuvieron por tér- mino medio gramos 3.505 p% de quinina, y gramos 2.775 p% de cinconina. En el ensayo que practiqué por el mismo método que los anteriores, obtuve por resultado final gramos 3.40 p% de quinina, y gramos 2.80 p% de cinconina, lo que equivale á 34.00 gramos del primero, y gramos 28.00 del segundo por kilogramo. Hubiera yo deseado practicar mas ensayos en las quinas del país; pero muy á mi pesar me vi en la nece- sidad de conformarme con uno. porque la cantidad de corteza de que pude disponer era apenas la suficiente pa- ra una prueba. 21 IT Estudio químico de las cenizas y de las infusiones. Las infusiones de un gramo de cada una de las cor- tezas en 30 gramos de agua destilada, dieron las reac- ciones siguientes: Calisaya del pais. Amoniaco Coloración amarillo-rojiza. Ferrocianuro de potasio . . . Enturbiamiento. Cromato de potasa. Coloración rojiza y enturbiamiento. Carbonato de amoniaco. . . Coloración rosada. Calisaya Extranjera. Amoniaco Coloración amarillo-rojiza sin en- turbiamiento. Ferrocianuro de potasio. . . Enturbiamiento. Cromato de potasa Precipitado blanco-amarillento abundante. Carbonato de amoniaco . . Precipitado blanco. Succirubra del pais. Amoniaco Coloración amarilla-pálida Ferrocianuro de potasio. . . Precipitado inmediato, abundante, blanco - amarillento. Carbonato de potasa Precipitado rojizo abundante. Carbonato de amoniaco. . . Precipitado blanco sucio. Succirubra Extranjera. Amoniaco Coloración amarilla-naranjada. Ferrocianuro de potasio. . . Enturbiamiento. Cromato de potasa Enturbiamiento. Carbonato de amoniaco. . . No hay reacción. Condaminea del país. Amoniaco Coloración amarillo-naranjada. Ferrocianuro de potasio. . . Enturbiamiento. Cromato de potasa Enturbiamiento. Carbonato de amoniaco. . . Enturbiamiento. 22 Amoniaco Coloración amarilla-naranjada Ferrocianuro de potasio. . . No hay reacción. Cromato de potasa No hay reacción. Carbonato de amoniaco. . . Coloración amarilla rojiza Condaminea Extranjera. Un gramo de cada una de las cortezas calcinadas o en un crisol de platino, produjeron: 1 P La calisaya del país, gramos o. io de corteza insípida, de color blanco sucio, poco soluble en el agua fría ó caliente. La análisis química cualitativa dió: ácidos sulfúrico, fosfórico, muriático y carbónico; potasa, mag- nesia y cal. 2 P La calisaya extranjera, gramos 0.15 de ceniza blanca mas sucia que la del país, insípida, poco soluble en el agua fría ó caliente. Su análisis dió: ácidos sulfú- rico en menor proporción que la del país, fosfórico, car- bónico y muriático; magnesia, potasa y cal. 3 P La quina succirubra del país, gramos 0.08 de ceniza de color gris, insípida, poco soluble. Su compo- sición química es: ácido muriático en mayor proporción que las anteriores, fosfórico, sulfúrico y carbónico; sílice, potasa, magnesia y cal. 4P La succirubra extranjera, gramos 9.12 de ce- niza blanca, súcia, insípida, poco soluble, y compuesta de ácidos carbónico y muriático, potasa, magnesia y cal. 5 P La condaminea del país, gramos o. 11, de ce- niza blanca muy súcia, insípida y poco soluble en el ngua, conteniendo ácidos carbónico y muriático, potasa, magnesia y cal. 6 P La condaminea extranjera, gramos ,0.12 de ce- niza blanca, súcia, insípida, poco soluble; contiene pota- sa, magnesia, cal y ácidos sulfúrico, muriático, fosfórico y carbónico. VII RESUMEN. Del estudio comparativo que he hecho de las qui- 23 ñas que se cultivan en el país, respecto de las extranje- ras de la misma especie, se desprende que por sus propie- dades físicas se pueden distinguir unas de otras de una manera muy notable_y que no queda lugar á la confusión. Si del estudio (físico pasamos al histológico vemos que las diferencias son mas notables puesto que en la ca- lisaya del Perú se nota una trama homogénea fibrosa y con pocas celdillas, mientras que la del país tiene dos capas de celdillas muy abundantes y una infinidad de cristales que en algunos puntos están agrupadas forman- d '> masas que desgarran las celdillas que los contienen. Además esta corteza tiene una ó dos séries de lagunas, que no existen en la del Perú. En las succirubras encontramos como diferencias características que la extranjera tiene pocas celdillas, su trama es homogénea, vasos lacticíferos y cristales de qui- novat'' de quinina, mientras que en la del país las celdi- llas son mas abundantes y distribuidas en tres capas con- teniendo una de estas capas regular cantidad de sustan- cia que.probablemente es clorofila, ausencia de vasos lac- ticíferos así como de cristales aunque á este carácter no le doy grande importancia puesto que puede ser debido á la corta edad de la corteza del país que examiné; ade- mas, en la succirubra del país hay mayor cantidad de materia resinosa En las cinchonas condamineas se encuentra mayor cantidad de celdillas en la del país que en la extranjera, may* >r cantidad de lagunas y sus fibras son mas unidas; la materia resinosa mas abundante que en todas las cor- tezas examinadas y por último cristales que no existen en la del Perú. Como hemos visto de las análisis practicadas por Delondre y Bouchardat, resulta que la quina calisaya del Perú contiene de 30 á 32 de sulfato de quinina por 1000, lo que corresponde por término médio á 31 de di- cha sal; haciendo el cálculo por equivalentes de la can- tidad de alcaloide que contiene el sulfato, resulta gramos 27.06 de quinina por kilógramo. Como de las indagaciones de Planchón resulta que 24 la misma corteza dá de 20 á 30 de sulfato de quinina por 1000, tomando el término médio 25 y haciendo el mismo cálculo de equivalentes, se puede decir que dicha corteza contiene gramos 22.22 de quinina por kilogramo. Soubeiran dice que contiene de 35 á 40 ó sea por término médio 37.50 de sulfato de quinina por 1.000 y haciendo el mismo razonamiento que en las dos anterio- res obtengo un resultado de gramos 33.37 de quinina por kilogramo. Sacando el promedio de los resultados obtenidos por estos autores se puede deducir que la referida cali- saya del Perú contiene gramos 27.68 de quinina por ki- logramo. La calisaya del país ha dado los siguientes resulta- dos: á Viguier 11.50 á los Sres. Lazo de la Vega y Rio de la Loza 18.83 á los Sres. Cordero, Segura y Blanco 25.00 en el primer análisis, y 21.00 en el promedio de los que practicaron después, y á mí 23.00, todas estas cantidades refiriéndose á 1.000 de corteza. Sacando el promedio de estas cinco cantidades obtendremos como resultado, gramos 19.25 de quinina por kilogramo. Si este promedio lo comparácemos de plano con el obtenido de la calisaya del Perú diríamos que esta últi- ma es mucho mas rica en quinina que la del país; pero como según Caries y otros autores los alcaloides residen esencialmente en la capa silbemos?* y esta es tanto mas gruesa cuanto la corteza es mas avanzada en edad debe- mos hacer abstracción de las análisis de Viguier, Lazo de la Vega y Rio de la Loza, no por que dejen de hacer fé sino por que la primera fué practicada hace muchos años, época en que las cortezas estaban mucho menos desarrolladas, y por consiguiente tenían la capa subero- sa de muy poco espesor; la segunda aunque fué practi- cado mucho después sin embargo tuvo lugar cuatro años antes que las de los Sres. Cordero, Segura, Blanco y la mia, y en consecuencia militan las mismas razones que en el anterior. u . ,1 Así pues, debemos atenernos al promedio de los re- sultados obtenidos en las análisis practicadas en el pre- 25 sente año y cuyo promedio es gramos 23.15 por kilogra- mo : este .es todavía inferior al que dá la calisaya del Pe- rú en 4.53 por 1.000 pero si refaccionamos que la cor- za analizada se encontraba en muy mal estado y en que el árbol que la produjo apenas cuenta 12 años de edad, es de esperar que con el tiempo la calisaya del país sea tan rica como la del Perú. En todas las análisis practicadas en la calisaya del Perú por los autores mencionados se ha obtenido de 6 á 8 gramos de sulfato de cinconina por kilogramo ó sea 7 por término medio; calculando por equivalentes la canti- dad de alcaloide contenido en la sal, se saca como resul- tado médio 6.I9 de cinconina por %. En las practicadas en la calisaya del país, debemos desde luego desechar la de Viguier por las razones apuntadas antes y la de los Sres. Lazo de la Vega y Rio de la Loza por no haber especificado la cantidad del alcaloide de que me ocupo: y por tanto solo me atendré á las practicadas por los Sres. Cordero etc., y por el que habla, y de cuyas análi- sis se saca por promedio gramos 21.84 de cinconina por kilogramo, resultado muy superior al que se ha obteni- do con la corteza del Perú. En las cinchonas de la especie succirubra se ha en- contrado diferencia muy grande, respecto de la riqueza de alcaloides puesto que en los análisis practicados en la extranjera se han encontrado de 20 á 25 de sulfato de quinina y de 10 á 12 de sulfato de cinconina por kilógra- mo; tomando el promedio obtendrémos 22.50 del prime- ro y 11.00 del segundo, y calculanno el alcaloide conte- nido en estas cantidades de sales nos resulta gramos 20.02 de quinina y gramos 0.73 de cinconina por 1000. En la del país, tomando el promedio de los resul- tados obtenidas en las análisis practicados tendremos 10.12 de quinina y 11.80 de cinconina por 1.000; como se vé la succirubra extranjera según los cálculos que he practicado contiene 9.72 de quinina por r.000 mas que la mexicana, pero como la corteza del país que hemos analizado apenas cuenta tres años de edad, muy funda- da es la creencia de que con el tiempo sea tanto mas 26 rica en quinina que la extranjera y desde luego podemos asegurar que en cinconina le sobrepuja. Pasemos á las condamineas; en las análisis practi- cadas en la extranjera, se ha obtenido de 35 á 40 de sul- fato de quinina por 1.000, m, especificando la cantidad de cinconina; haciendo las mismas operaciones que en las anteriores, tendremos por término médio 37.50 de sulfato de quinina, ó sea 33.37 de alcaloide por 1.000 de corteza. En la del país, tomando igualmente el pro- medio de las análisis practicadas, obtendremos gramos 34.52 de quinina, y gramos 28.12 de cinconina por kilo- gramo; resulta, pues, que la condaminea del país es un poco mas rica en quinina que la extranjera. En el estudio de las infusiones tenemos también reacciones que permiten distinguir las cortezas del país de las extranjeras, siendo muy propios el cromato de po- tasa y el carbonato de amoniaco para caracterizar las calisayas, puesto que producen fenómenos muy marca- dos y diferentes; el cianuro amarillo, el cromato de po- tasa y el carbonato de amoniaco, permiten distinguir las infusiones de las suceirubras; estos tres mismos reacti- vos establecen también una diferencia muy marcada en- tre las condamineas. Respecto de la análisis de las cenizas, tenemos pocas diferencias, puesto eme como se ha visto en el lugar cor- respondiente se encuentran las mismas sustancias; dicha análisis no ha sido practicado con la minuciosida d que ne- cesita la materia de que me ocupo, por no permitirlo el an- gustiado tiempo de que he podido disponer, y me he limi- tado solo á la indagación de las sustancias mas comunes. He concluido: solo me resta suplicar al respetable Jurado se sirva dispensar las inumerables faltas en que indudablemente he incurrido en este imperfecto trabajo, siquiera sea por la buena voluntad que me ha animado para cumplir con una de las prescripciones reglamenta- rias de nuestra ilustre Escuela, para alcanzar el honroso título de Farmacéutico. México, Noviembre de 1878. Manual %'iarta y fflarmosilla.