APOLOGIA LOS CIRUJANOS DEL PERUj Escrita Josef Pastor de Larrinaga, CIRUJANO MAYOR.DEL REGIMÍEN* to de Dragones de Carabayllo. - QxflEN Tj/L -DEDICA Al lll.™ Sr. DoEL Don Juan Manuel Moscoso y Peralta , Obispo que fué de Tricomi, del Tucuman,y del Cuzco,y al presente Dignísimo Arzobispo de Granada , del Consejo de S. M. &c. Coi* Licencia : En Granada, en la Imprenta de D# Antonio de Zea* AL ILLr SEÑOR Dr. Don Juan Manuel Moscoso y Peralta, Obispo que fué de Tricomi, del Tucumán , y del Cuzco , y al pre- sente Dignísimo Arzobispo de la Santa Metropolitana Iglesia de Granada, del Consejó de S. M. &c. ILL.™ SEÑOR TeNGO'eljtonor de poner en manos deV.S.T. esta breve Apología de los Cirujanos del Pert)9 por qué otro ninguno que V. *S\ J. de#? ¿¿r sti ProteSlor. Ciertamente , tzo asi, ¿¿ i /a pequenez, de la Obra j pero si se exa- minan las circunstancias de su Autor , que tiene la dicha de haver nacido baxo la benéfica sombra de la Ilustre Casa de V. S. I., y de haver de- bido su educación d sus auspicios, y fomentos: ¿ á quién otro , que á V. S. I. ha de implorar para su Mecenas ? ¿Idemás de que no hay, ro» mas jajío tów/o que V. I. acreédor d esta especie de ofrendas ; ni hay Genio Peruano, que antes de complacerse en sus progresos , no deba á V'. S. I. una memoria de reconocimiento y gratitud.. Si ; V. 6*. I. há sido como el Pro- tector nato de las Ciencias , y de todos los que se han dedicado en este dichoso Emisferio d su cultivo. Casi no hay alguno , que pueda contar succeso en ellas , sin que V. S. I. haya tenido en él la mayor parte , ya facilitándole con su pro- firió caudal los medios de adquirirlas , ya dispo- niéndolo con sus influxos , ya animándolo con sus premios y consejos, ¡ Quantos exemplares no po- dría yo ofrecer aquí de- esta verdad , si dejasen dudaY de ella el Colegio de Estudios mayores del Convento dé nuestra Señora de la Merced de la Ciudad de Arequipa , para cuya subsistencia , y adelantamiento , cedió V. S. I. una considerable’ hacienda de su Patrimonio , las Cátedras de aque* lia Universidad , cuyas rentas vinculan la memo— ria de la generosa donación , que hizo V. S. I. de- vo.d pesos fuertes para su dotación 7 y la expatriación de los RR. PP. de^aquelíos rp. . .. _ 1 -n J' Jücmimos , el glorioso establecimiento ae hstuaios de primeras Letras , que en la misma Ciudad de Arequipa 7 proporciona á mas de 700. niños po- bres 7 la enseñanza de la Religión , y de los mas importantes rudimentos de la, educación civil, de- bido á la liberalidad , y franqueza de V. S. I., como en oficio de gracias dirigido por el Exce- lentísimo Señor Conde de Aranda , lo significó el difunto Sr. Rey D. Carlos IIL Tales monumentos , y otros muchos , que omito , y acreditan la sabia aplicación , y afición particular de V. S. I. á las plausibles tareas de Minerva , y al Estudio de los mas sublimes co- no fijan todo el solido mérito de V.S.I. No , no lo han sido solo las Letras-, la Religión5 y la Patria , han sido también los primeros , y mas esenciales objetos de la protección de V. S. I.. • En efetilo , ¿ quién ignora desde que una inspira- ción tan legitima , como libre de sospechas , pués obligó a V, S. L á sacrificar en el siglo los mas decorosos encargos , las mas Usongeras esperanzas, abrió á V. S. I. las terribles puertas del Santua- rio , quantas han sida las fatigas de V.-S.1. en el servicio de la Iglesia ? ¡ Qué ensayo el de su zelo Pastoral en el descargo del Curato de Mo- quegua , en donde la caridad de Vi S. L distri- buyó más de íood. pesos fuertes de su propio Patrimonio en establecimientos de piedad , limos- nas particulares , y dotes para Doncellas , como hasta ahora* es manifiesto á todos en aquella Villa l l Qué laboriosas las+tareas , después de la rigoro- sa Oposición á la Canongta Magistral de la Igle- sia de Arequipa , que fue la primera Silla , que V. S. L ocupó en ella , para el desempeño de las mas importantes comisiones de aquella Curia! ¡ Guantas las de la Visita general de toda aque- lla Diócesis , siendo su Obispo Auxiliar , con el titulo de Tricomi ! j Qué recomendable su Apos- tólica solicitud en la reforma de la disciplina , y las costumbres , después de su promoción d la Silla del Tucúman, cuya Iglesia se enriqueció con una Custodia de oro , en cuyas innumerables pie- dras preciosas , brilla la liberalidad de V. S. L ! ¡ Qué infatigable su atención , y que gloriosos sus efellos en el Concilio Provincial de la Ciudad de la Plata , de que fue V. S. I. el alma , y orna< mentó ! ¡ Quál finalmente en su exaltación á la Silla del Cuzco ! Ah ! y si mi debilidad no sucumbiese á lo arduo de la empresa ! ¡3; con quanta admiración, no recorrería yo el vasto campo de merecimien- tos que ofrece á la grandeza de VS. L este nue- vo honor ! ¡ Qué cuidado tan extenso no acredi-, tan las freqüentes Pastorales , Pidiólos , Cartas enciclycas que expide V\ S. L ! ¡ Qué Apostólica constancia no manifiesta la Visita de las dilata- das Provincias de aquella Diócesis , afrontando las mas insuperables dificultades , riesgos de los Climas , y peligros casi inevitables de los cami* nos! ¡ Qual la que succede á ésta de todo ei de- ro , estableciendo Asambleas para la instrucción de la mas sana Moral, formando Aranceles de derechos Parroquiales , Curia Eclesiástica , y Se- cretaria de Cámara , en que se advertían los mas radicados abusos ! j Qué Heroycidad en fin, ¡ qué elevación ! qué Patriotismo en la sublevación ex- citada en Reyno por la insurgencia del re- belde Cazique Tupac- Amará ! ¿ Pero donde voy ? ¿ Cómo podría yo tocar dignamente esta circuns- tanciada Epoca , que tanto distingue los periodos de la fortuna de V. S. I., de los que sigue la del común de los Ilustres ? ¡ Qué teatro á su zelo ! qué campo á su adlividad ■ qué scenas á su valor! Aquí es donde virtuoso Prelado , (general sabio, é intrepido Patriota , excede V. S. I. los deberes, /e imponen una Cuna tan antigua , como ¿/«í- íre , una Religión tan ferviente , como esclareci- da , exaltación tan brillante, cowo peligrosa. Doce mil pesos fuertes annuales , />ro- Patrimonio ofrece V. *S*. I. Católico Mo- narca , ayuda de la Guerra contra la Na- ción Británica , *20 cipada del considerable donativo , le franquea V- S. I. pafa sostener los derechos de la Corona en estas difíciles circunstancias. Pero esto es nada. Es nada el eficaz estudio con que V\ S. I. ilumi- na a la Junta de (guerra para la$ mas oportu- nas Providencias, Nada son las que V. S. I. to- ma por si mismo 9 acompañando á ellas las fer- vorosas exhortaciones , las tiernas , y eloqúentes Pastorales , y demás arbitrios Evangélicos , que pone en acción su Apostólico empeño , para en- frenar los sediciosos. Es nada el virtuoso esmero con que V. S. I. combinando los generosos impul- sos del patriotismo , y la lealtad , con la cristia- na mansedumbre de su Pastoral Ministerio , arma a los Eclesiásticos Seculares , y Regulares contra la obstinación. Nada , nada es todo esto á vista de la heroica intrepidez , con que seguido de su Religioso Exercito , se presenta V. S. I. delante del Enemigo en la elevación de Pyccho cuyo es- fuerzo decidió la gloria de las Armas Españolas en el instante mismo , que iba a ofrecer una ine- vitable victoria a los Rebeldes. Con tan justos títulos ganó V. S. I. el glo- rioso nombre de Reconquistador del Perú , que le asegura la Historia de este Reyno , ayoyada en unos hechos tan notorios como incontrastables , que confirman los mas auténticos documentos. En vano la moderación de V. S. I. ha querido ocultarlos, pues la fama, zelosa hasta el extremo''de sus de- rechos , ha hecho publicas las dirigidas d V. S. I. por el Excelentísimo Señor D. Agustín de Jauregui, Virrey que era entontes de este Con- tinente , quien á conseqüencia del feliz éxito de la comisión tan honrosa como difícil , y de dispen- dio para V. S. I. pues gastó en ella mas de 20000. pesos , que en concurso del Señor Visitador , £ Inspector general, gz/o íe hallaban entonces en el Cuzco , confio solamente á V, I. por la de 10. ¿fe Agosto fe78i. en que dice : *’ aunque su per- manencia en la Ciudad era muy útil , j wwj íe«- „ sible al Publico su separación , afín á la mas „ corra distancia , pero que siendo las causas de „ la mayor gravedad , í¿fer , lo que no solo „ fe aprobaba , ífeo ¿?fe fe rogaba , j/ encargaba „ concediéndole las mas amplias facultades para „ convocar Caziques , o/rfeí , por í« medio atraer ,, J /oí demás , perdonarlos, designar lugares pa- ,, r¿? /oí congresos , sin que los Corregidores , o ,, algunos otros fiueces pudiesen escusarse de obser- „ w , /o g'&e e/ Señor Obispo determinase , j „ g'z/e í£ fe diesen por el Señor Inspector general, „ quantos auxilios de Tropa fuesen necesarios , „ por p¿zríe ¿fe feí Reales Cajas quanto fuere pre-Perü , cuyo dignísimo Corifeo es el Señor Dr. Don Juanéele Aguirre, Catedrático de Prima de Medicina , que por sus distin- guidas luces , vastos conocimientos, patriotismo , méri- to , y providad, es acreedor, á jtoda la estimación y „eon- fianza que aesfrutanal presente ®a■ iRey-es , jamas d£ la aprobación en Medicina f ó Cirujía , si no manifiestan los Examinandos una sobre- saliente instrucción en Ja Anatomía. Po£seT empieza siempre el examen , y no se pasa á otras ma- terias mientras no quedan satisfechos los Señores Exa- minadores de la idoneidad de los Candidatos. De todos rjpí38