LA ELECTROLIZACION POR El DOCTOR F. SEMELEDER Sócio de la Academia de Medicina de México y d® otras Sociedades cientíticas. REIMPRESO DEL PERIODICO: "La Escuela de Medicina." MEXICO TIP. "EL CRAN LIBRO," J. F. PARRES Y COMP., Sucb. Primer» de la Independencia número 9. 1887 LA ELECTROLIZACION POR EL DOCTOR F. SEMELEDERi/ Socio de la Academia de Medicina de México y de otras sociedades científicas. REIMPRESO DEL PERIODICO "La Escuela de Medicina." MEXICO. Tip. "El Gran Libro," F. Parres y Comp., Sucesores, Independencia 9. 1887. LA ELECTROLIZACION EN LA MEDICINA Y CIRUJIA. "La Electricidad no hace nada."-"La Electricidad es un pis- aller" Electrolisis ó galvanolisis es la des- composición de un cuerpo compuesto en sus elementos por la acción quí- mica de una corriente eléctrica. Los aparatos más propios para ge- nerar corrientes electrolíticas son las baterías galvánicas, de un número mayor de elementos pequeños. La corriente galvánica descompo- ne todos los líquidos que atraviesa, ya sea el conductor líquido interior de un elemento, ya un líquido inter- calado en el circuito. Hasta aquellos cuerpos que en estado sólido no son conductores de ia electricidad, la con- ducen y sufren una descomposición cuando se hallan en forma líquida. Toda sustancia que contiene agua es buen electrólito, es decir, se des- compone fácilmente por la electrici- dad, y su conductibilidad y capacidad pai a la descomposición eléctrica es- tán en proporción directa con la can- tidad de agua y de sales que contiene. Los elementos de un cuerpo des- compuesto por la electrólisis tienen una tendencia general á acumularse en los dos polos de una batería; los electro-negativos van al polo positivo, y los electro positivos al negativo. Si la corriente galvánica pasa por el agua, el oxígeno va al polo positivo y el hidrógeno al negativo. La teoría de la electrólisis es: En todo cuerpo compuesto uno de los elementos es electro-negativo y el otro electro-positivo. Cuando una mo- lécula cerca del polo positivo es des- compuesta, el elemento electro-nega- tivo de la molécula es atraído por es- te polo; el elemento electro-positivo queda libre y se combina luego con el elemento negativo de la próxima molécula y así adelante, hasta que to- das las moléculas en el camino de la corriente hayan sufrido la misma ac- ción. Esta es la teoría. Pero además de este simple cambio de posición, hay trasporte directo de las partículas flui- das en la dirección de la corriente gal- vánica. Este fenómeno fué llamado por Dubois-Reymond la "acción ca- tafórica" de la corriente. Esta acción puede demostrarse sencillamente, co- locando los electrodos de una batería galvánica en dos compartimentos de un líquido, divididos por un tabique poroso; veráse que las partículas flúi- das pasan en la dirección de la co- rriente galvánica, del polo positivo al negativo, y el líquido en una mitad del vaso aumenta, miéntras en la otra disminuye. Por esta acción las sus- tancias disueltas pueden ser introdu- cidas por el cútis por medio de la elec- tricidad. Considerando que casi dos terceras partes de los tejidos blandos del cuer- po son agua, es obvio, con cuanta efi- cacia la electrólisis puede hacerse en ciertos tejidos. La corriente galváni- ca que pasa por un tejido blando vi- vo no encuentra ciertamente un medio líquido continuo, pero prácticamente sí encuentra un medio líquido repar- tido en innumerables compartimentos divididos por paredes muy delgadas. Al pasar la corriente cada una de las partículas sólidas hace el papel de un electrodo positivo para con el flúido entre ella y la próxima partícula de enfrente y el de electrodo negativo para con el flúido éntre ella y la par- 4 ELECTROLIZACION. tícula sólida detrás de ella. Cada mo- lécula de fluido en el camino de la co- rriente galvánica es electrolizada. Al pasar una corriente galvánica por una porción de tejidos blandos del cuerpo, hay además una tendencia notable á la acción catafórica, que tiene lugar por un trasporte directo de partículas ¡luidas por las divisiones permeables en la dirección al polo negativo de la batería. Así el efecto de la electroli- zación en una porción de tejido blan- do vivo es: Desagregación de los elementos combinados en sus elemen- tos constitutivos y reagregación de los mismos; 2? Un movimiento ge- neral de los elementos en solución há- cia el polo negativo de la batería. Ahora, con un poco de viveza, po- demos explicar cómo la reabsorción se hace por la electrolización aplica- da á los tejidos normales vivos. Una corriente galvánica moderada pasa por alguna parte y los elementos más susceptibles en el camino de la co- rriente son divididos en sus elementos primitivos. 1* Estos elementos á la vez entran en combinaciones con los elementos próximos, formando com- puestos nuevos que obran como par- tículas extrañas y son prontamente eliminados por el absorbente más cer- cano. 2* Otros elementos, á medida que son libertados de sus moléculas originarias, forman combinaciones con otros elementos, que ya están listos para ser eliminados de los tejidos por algunos de sus innumerables canales absorbentes; 3? otros, en forma de gases, escapan á la atmósfera debajo y al rededor de los electrodos; Tl otros descomponen los electrodos y se depositan en su superficie; 5? la corriente por su acción catafórica ha- ce acumular otros elementos en los tejidos en el lado negativo de la par- te sobre que se opera y los absorben- tes en esta porción de los tejidos los llevan y los eliminan por su corrien- te. Esto es lo que tiene lugar cuando una corriente galvánica atraviesa los tejidos normales. En los tejidos patológicos un pro- ceso análogo tiene lugar, sean ellos ó no incorporados en tejidos normales. El efecto postrimero, sin embargo, de electrolizaciónes repetidas en las dos clases de tejidos es diferente, por- que en los tejidos normales existe una tendencia constante á la reparación, y en los tejidos patológicos (con ex- cepciones) no existe tal tendencia. La aplicación ventajosa de la elec- trolización en la Medicina y Cirujía descansa pues sobre el hecho que los tejidos patológicos no se reproducen, como los normales, una vez que se ha logrado su reabsorción, á no ser que Zrt causa siga obrando ó vuelva á obrar de nuevo. Lo que pasa en la electrolización de los líquidos y tejidos orgánicos, es ne- cesariamente mucho más complicado que en los cuerpos anorgánicos. Según los estudios microscópicos de Althaus, emprendidos en 1866 y 67 para conocer las alteraciones que la electrólisis produce en los tejidos ani- males, no hay tejido animal (pie re- sista al efecto desintegrante del polo negativo, y el grado y la rapidez de esta desintegración están en razón directa de la fuerza electrolítica em- pleada, de la vascularización de los tejidos y de la cantidad de líquidos que contienen, es decir: de su conduc- tibilidad. El polo negativo causa en los teji- dos animales un efecto doble, mecáni- co del hidrógeno naciente que se pro- duce en burbujitas innumerables y se- para mecánicamente las fibras y quí- mico, de los íilcalies libertados. No hay desarrollo de calor, cuando todo el cuerpo ó parte de él están in- tercalados en el circuito. (Véase mi Manual de Electroterapia, México, 1878.) En el polo positivo tiene lugar la eliminación de oxígeno y formación de ácidos; la albúmina y la fibrina se juntan y se coagulan, las partes al re- dedor se endurecen y entiesan, y por último se desarrolla la gangrena; al polo negativo van los extractos acuo- sos, las bases alcalinas, el hierro, las materias colorantes, desarróllase el amoniaco y el ácido sulfídrico, las partes se encojen y por fin sobreviene la estácela. Hasta ahora hablamos de la intro- ducción de los dos polos en los teji- dos ó en los líquidos. El mismo efec- to puede obtenerse introduciendo un ELECTROLIZACION. 5 solo polo y cerrando el circuito colo- cando el otro polo en la superficie del cuerpo. Aun aplicando los dos polos en la superficie pueden obtenerse efec- tos electrolíticos, á condición que las partes situadas entre los dos polos sean buenos conductores. La aplica- ción de los dos polos en distintas par- tes, y uno cuando ménos en el cútis, es lo que se llama el método percu- taneo. La introducción de agujas no tiene lugar sino cuando se trata de aplica- ciones sobre tumores con un conte- nido más ó ménos líquido, ó que bus- quemos la destrucción de una parte. Los efectos de la electrólisis, bus- cados ó no, han de producirse hasta cierto gradeen todas las aplicaciones galvánicas, y si ahora se nos pregun- ta ¿cómo obra la electricidad? sobre los nervios, los vasos? debemos y po- demos contestar: que sobre todos los tejidos, y que la acción electrolítica de la corriente es la única que pode- mos demostrar y comprender. Enfrente de los hechos citados, así como de los resultados positivos ob- tenidos y de las experiencias de los numerosos observadores ¿hay todavía quien tuviera el valor de decir, que la electricidad no hace nada y no pue- de hacer nada? Sí los hay, y quererlos convencer es como quien emprende á lavar á un negro hasta que quede blanco. Pero estos mismos puritanos, mientras (pie le niegan á la electricidad todo poder de hacer un bien, la acusan de una multitud de males que hace y puede hacer. Un motivo frecuente de confusión es el sentido (pie comunmente se dá á la palabra "Electrolización." Mu- chos de mis lectores todavía conside- rarán como electrolización solo la apli- cación de la corriente galvánica en los tejidos (tumores) por medio de una ó más agujas, y en este sentido elec- trolización y galvanopuntura vienen á ser sinónimos; miéntras que electroli- zación debería llamarse toda aplica- ción de una corriente capaz de produ- cir de preferencia los efectos electrolí- ticos de la corriente. Comprendí 1 . lo la cosa de esta manera, el campo de la electrolización es mucho más vas- to de lo que se cree comunmente. Pasemos á las aplicaciones prácti- cas en la Medicina y Cirujía de la elec- trolización, y veremos que comprende un número crecido de afecciones; en algunas de ellas la electrolización es el remedio único, infinitamente supe- rior en eficacia á todos los otros reme- dios hasta ahora aplicados. I. ¡Sistema cutáneo: como epilatorio; introducción del polo negativo con una aguja en el folículo, aplicación del polo positivo en cualquiera parte delcútis, p.e. en la mano. G. H. Fox (1) C. Heizmann, A. W. Rockwell (2) S. Lustgarten (3) y por mí con buenos resultados. Triquiasis, por Michel de St. Louis. Lunares, tumores sebáceos; intro- duciendo la aguja con el polo nega- tivo en el tumor, aplicación del polo positivo en alguna parte distante; la curación es el resultado directo y ex- clusivo de la electrolización. Harda- way de St. Louis, G. M. Beard, (4) y otros. Experimentado por mí con bue- nos resultados. Tumores erectiles subcutáneos, han sido tratados con buenos resultados por W. T. Ilutchinson, de Provi- dence. (5) Lobanillos, por David Prince, 111. Epitelioma, Robert Newmau, (G) A. D. Rockwell, (7) W. H. Massey, (8) Neftel. (9) Cauterización electrolítica superfi- cial en el lupus; aplicación del polo negativo, armado con una placa me- tálica en la superficie ulcerosa. La destrucción se hace de dos maneras, 1? decomposicion electrolítica de los mismos tejidos y 2? por el efecto de los productos de ]a decomposicion (Iones), cuya afinidad química, en estado de nacer, es muy enérgica. Debajo de la placa desarróllase el hi- drógeno y los alcalies y los autores consideran el efecto electrolítico del polo negativo como una cauteriza- 1) New York Medical Record. 1879, Marcli. (2) Ibidem, 1883, Oct. (3) Wiener mediz. Wocbenschr, 1886, Sept. (4> Archives of Eleetr. et Neurology, Vol. II. ,5) Ibidem. ( ) Med, Record, 1881 Decemb. (7) Ibidem, 1884, Jan'y. - (8) Trane. Amor. med. Ass. 1872. (9) Virchow's Archiv, Vol. LXX. 6 ELECTROLIZACION. cion con alcalies. Otra ventaja: la cauterización electrolítica no causa dolor si se tiene cuidado de aumen- tar y rebajar muy gradualmente la fuerza de la corriente. Gartner & Lustgarten. (10) Acné rosacea nasal de los alcohóli- cos; aplicación del polo negativo con una aguja para obturar las venas, ó del polo negativo en toda la superfi- cie. Aplicado por mi con buen efec- to. Hardaway, (11) Beard. Infarctos glandulares. Rockwell. El mismo autor recomienda la electro- lizaciou y también la faradizacion para modificar la supuración en los abscesos crónicos fríos. Anestesia local, por el efecto cata- fórico de la corriente. Años hace que se hicieron experimentos, para intro- ducir por medio de la corriente eléc- trica medicamentos en el organismo y al contrario para sacar otras sus- tancias nocivas, como el mercurio y el plomo. Hasta últimamente estos ex- perimentos hanse considerado como otros tantos desengaños. El caso pre- sente y otro que vamos á citar, de- mostrarán lo <pie hay de positivo en la cataforesis eléctrica, que, teórica- mente, siempre se admitía como po- sible. La dirección de la cataforesis es del polo positivo al negativo. Gart- ner (12) demostró que es debido á la cataforesis, si poco á poco disminuye la resistencia (pie el cutis opone á una corriente eléctrica. Munck (13) demostró que por la cataforesis pue- den introducirse medicamentos en el organismo. El medicamento para ese objeto debe llenar dos requisitos: 1? obrar en cantidad pequeña y 2? no necesitar una dosificación muy exac- ta. La cocaina satisface estas condi- ciones. El método indicado porWag- ncr [14] es el siguiente: el polo posi- tivo en forma de placa, cubierto de gamuza ó franela, embebida en solu- ción de cocaina, aplícase al cutis so- bre la parte que se quiere hacer in- sensible; el negativo aplícase en una parte indiferente. Después de algunos minutos de circular la corriente, se quita la placa y se encuentra el cutis insensible al picar con alfileres etc. El grado de anestesia varia según la fuerza y duración de la corriente y puede llegar al grado de permitir, sin causar dolor, una incisión por todo el espesor del cutis. La duración de la anestesia es de 10 á 1.5 minutos. Este mismo método se usa para evitar el dolor en la aplicación de la electricidad. (15) La aplicación de la banda de Es marcb, después de obtener la aneste- sia, podrá prolongarla por mas tiem- po. Corning (16). Mientras es más grande la placa positiva, mientras mas concentrada es ]a solución de cocaína, mientras mas del medica- mento será introducido en el cútis. Aplicaciones más prolongadas y con corrientes mas débiles producen efectos mas duraderos. Herzog (17) Buin, Anestesia local. (18) II. NevralgíasAj. Corning de Nueva York, 1. c., usa el siguiente método para quitar los dolores nevrálgicos: con un instrumento provisto de algu- nas agujas perfora el cútis, luego aplica uno esponja con una solución de cocaina y sobre ella el polo positi- vo de una batería. A los 10 minutos después de cerrar el circuito queda el cútis insensible. Luego se le aplica á la parte un poco de gaza metálica fina y se hace una compresión con una benda elástica, para evitar que la corriente de la sangre se lleve lue- go la cocaina. Una vez (pie el cútis esté insensible, puede aplicarse el cloroformo, el éter etc. El método no es únicamente aplicable-á las nevral- gías. Adamkiewicz, en la sesión del 14 de Abril 1887 del congreso aleman de medicina interna, leyó una comu- nicación acerca de la curación de las nevralgías por cataforesis (difusión de cloroformo). Con un electrodo cons- truido á propósito (electrodo de di- fusión) se puede forzar el cloroformo á través del cútis. El instrumento 10) Wien. Mediz. Presse, 1886- (11) Med. Becord, Scp. 1885. (12) Wien. Mediz. Jahrbüch r. 1882. (13 Arch. de Dub ds-Iteyinond, 1871. (14) Wien. mediz. Blátter, 1886- (15) l.c. (16) New lork medie- Joúrn. Vol. XL1I. (17) Miinch- mediz. Wocheusch. 1886- (18) Wiener Klinik. 1886- ELECTROLIZAOION. 7 tiene una cavidad para recibir el clo- roformo y está cerrado con una capa porosa (carbón). El electrodo se pone en conexión con el polo positivo de una batería y se aplica á la parte adolorida antes de cerrar la corriente que se aumenta después gradualmen- te á siete mili amperes. Mantiénese á esta altura por dos minutos y bájase luego poco á poco hasta cero. No se observan ningunos malos resultados, ni formación de escaras; todos los enfermos de Adamkiewicz salieron aliviados y mas pronto mientras mas recientes las nevralgías. Los nervios superficiales son mas fáciles para cu- rarse. (¡Es claro!) Una aplicación bas- ta para quitar el dolor. En casos cró- nicos la cataforesis corta el ataque, disminuye su intensidad y lo domina por algun tiempo. Cuando la causa de la nevralgía no es accesible á la cataforesis, los resultados definitivos son ménos favorables. (19) III. Trompa de Eustaquio. Estre- chez. Mercier. (20) IV. Pólipos nasales. Bartholow y otros. Pólipos naso-faríngeos. Basta con la destrucción de la parte faríngea, para obtener la atrofia de la parte nasal, evitándose las hemorragas y las operaciones que desfiguran la ca- ra y la boca. Rossi, Congreso de Ci- rujanos italianos, Genoa, 1887 Laringitis menbranacea. El Dr. F. E. Waxham de Chicago (21) refiere un caso con síntomas graves de asfixia. Introducción del polo negativo, 8 elementos. Alivio pronto y completo. Broncocele, de la variedad cística. Amussat (22) Ultzmann, (23) Smith, (24) Althaus. (25) La variedad dura filé tratada con buen resultado por Wahl- tuch, (26» A. W. Rockwell (27), J. T. Everett (28). Morell Mackeuzie refiere nueve curaciones por electrolizacion entre trece casos. Exsudacionespleuríticas, Empiema. Corriente constante para conseguir la reabsorpsion. (29) V. Una ulceración de la lengua de mucha extensión y duración curó por la electrización Dr. Meyer. 190 aplicaciones. El polo positivo en la mano, el negativo en la úlcera. (30) Destrucción de la pulpa dentaria, para poder orificar los dientes. Elec- trodo negativo de alambre de acero, del grueso de una barba, dos miliam- peres; y para desinfectar los dien- tes cariados. Muy doloroso. Dr. Wie- ser, sesión de la Sociedad médica de Viena, Oct. 30 de 1886. Ránula Operada por mí cou muy buen resultado. Estrechamiento del esófago. H jorth. (31) Hernia. Dr. Craft de Cleveland, O. E. U. A. Mayo 7, 1887, escribe al Dr. R. Newman: Electrodo positivo con una aguja aislada hasta la punta, introducida entre los anillos ext. é int. sin tocar el cordon espermático. Produce inflamación adhesiva. Los casos son favorables cuando la her- nia no ha llegado todavía al escroto. Almorranas. El mismo Dr. Craft, I c. dice: aplico de preferencia la aguja con el polo positivo para obtu- rar los vasos por inflamación adhesi- va y el negativo cuando busco la reabsorpcion de la almorrana. (32) VI. Absorpcion de callos oscos dis- formes. Dr. Meyer; (33) Excitación de vitalidad en las pseu- dartrosis, para provocar la osifica- ción. VII. Sistema vascular. Varices y Varicocele. Dr. Rob. Newman. Aneurismas. Introducción del polo negativo por medio de una ó mas agujas. Las primeras curas publica- das son desde 1845,por Petrequin, (34) luego Ciniselli,Bowditch (35) Chause- II e, Dujardin-Beaumetz, Laurent Ro- bín (36), Sands,Sevir, Pepper, Reyes, (19) Med. Record. May 1887. (20) Gazette des Hópitaux, 1884. LVIL 8. (21) Med. Record, I887, pag. 76. (22) Bull. gén. de Thérap. 1872. ¡23) Wien mediz. Presse, 1876. (24) Med. Record. 1875. (25) Brit. Med. Journ. 1875- (26) Med. Times «fc Gazette, 1879. (27) Med. Record, 1884. (28) New York medie. Journal. iS85 (S9) Med. Record, 1885, pág. 476. 30) Journal de médic. deBruxelles, Juin, 1836. (31) Med. Record, 1881. Sep. 6. 32 Progresa of Electrolysis in surgery by Ro- ben Newman, M. D. y December number of Gail- lard's med. Journal. 1885 (331 Deutsche mediz. Wochenschrift, 1886, 34> BuII, general de Thérap. vol. XXX. (35) Boston med. & surg. Journal 1876. 361 De l'éiectroponcture daña la cure de« anév- r smes intrathoraciques, 1880. 8 ELEC'i ROLIZACION. torizan á considerar la electroliza- cion como el método soberano para esas afecciones. Hidrocele-, por Althaus, Frank, (49) Rodolfi, (50) Erhardt, (51) Bartholow, [52] y por mi, con resultados satis- factorios; cuando no hay mucha hi- pertrofia de la túnica vaginal. Ciertos casos de impotencia, de emi- sión precipitada del semen. Voy á entrar ahora en un terreno tan vastó, que amenaza ahogarme la abundancia de materiales: quiero ha- blar de la aplicación de la electróli- sis en la Obstetricia y en la Ginologia. IX. Preñes extrauterina. Acupunc- tura ó simplemente aplicación exte- rior de los polos para destruir la vida del feto y facilitar la reabsorpeion de su cuerpo. A consultar Petch, (53) Geórge J. Engelmann, [54] Aveling, (55) Paul F.Mundé, [56] W. T. Baird, (57) E. G. Lander, [58] T. Gaillard Thomas. [59] Vómitos persistentes de las mugeres embarazadas. W. T. Baird. 1. c. En el mismo artículo el autor discurrre so- bre la utilidad de la electricidad cuando hay peligro de aborto, placen- ta previa ó falta de contracciones por atonía del útero, en los partos difíci- les y prolongados. Parto prematuro, inducción de él, por la corriente constante. 2 casos del Dr. Fleischmann. [60] Baird y Powell recomiendan como galactóforo la galvanización central alternando con la faradizacion gene- ral. Hemorragias. Véanse varios de los artículos citados. Heath, G. M. Beard, (37) Dr. William Anderson, (38) Dr.Francisco Brancac- cio [39] y un caso feliz del Dr. Féné- lon. [40] VIII. Sistema uro-genital del hom- bre. Estrechamientos uretrales. El Dr. RobertNewman [41] saca de 100 obser- vaciones los resultados siguientes: Tiempo de observación: 4 años en un caso, diez años en 12 casos, siete á nueve en veintiséis etc. Operaciones: 1 á 10 y aun mas; término medio 5 á 6 operaciones en 2 ó 3 meses; inter- valos largos de una á otra operación; corrientes débiles. Los estrechamien- tos habían persistido de un año hasta 25 años. El polo negativo en la ure- tra (estrechamiento), sin aceite ú otra grasa, sino mojado con agua. Al fin de uno de sus cuadernos (42) dice: La Electrolizacion no puede salir fa- llida; salen fallidos los operadores por falta de competencia, mal mane- jo del caso, por instrumentos defec- tuosos ó por diagnóstico errado. Otros autores que han escrito sobre esta cuestión son Ciniselli en 1862, Tri- pier y Mallez en 1864, Dr. Bruce Clark, (47) W. E. Steavenson (48). En los pocos casos de estrecha- mientos uretrales, en que he tenido la oportunidad de aplicar la electro- lizacion, la he encontrado superior á todos los demás métodos. En un caso especialmente, muy antiguo y rebel- de, tratado por la dilatación lenta, por la divulsion, por la uretrotomia interna y externa (2 veces), cuando con mucha dificultad y con bastante hemorragia pasaba una bugía núm. 8 de la escala francesa, con una sola aplicación de electrolizacion y sin cloroformo hice pasar una sonda me- tálica del núm. 18 de la escala fran- cesa. Mis propias observaciones me au- [45] 1886, Sept, 11 & 28- [46] New York medie. Journal, Jan'y 3 d. 1885. [47] Brit. med. Assoc. 13 Aug. 1886. [48] Brit. med. Journ; Med. Record. 1887 pág. 411. [49] Arch. Electro!. & Neurology, vol. I. [50] Practitioner, Sept. 1873. [51] Allg. Mediz. Central zeitung, 1874. [52] Medical Electricity, 1881. [53] Brit. med. assoc. Med. Record, Sept. 18, 1886. [54] American gynecolog. Society, Med. he- cord, Oct. 2.1886. [55] Brit. med. assoc., 54 th. meeting.JBrigliton 1886 & Med. Record, Aug. 21st 1886. [56] Med. Record. Sep. 27, 1884. [57] Amer. Journ. of Obstet. 1885, pág. 337. [58] Med. News, 1882. . [59] Amer. Journ. of Obstétrica, Vol. XV 111. [60] Archiv iur Gynaekologie, XXVIII, I; Am. Journal of Obstétrica, Aug, 1886. (37) Med. Record. 1885 pág. 379. (38) Brit. medie, assoc. Aug. 13, 1886. (39) Revista internaz, di Med. é Chir. Napoli, 1884. I. pág. 73. (40) Gaceta médica de México, 1885. (41) One hundred cases of urethral stricture, treated by Electrolysis without relapse. Reprint from New England medical monthly, August 1885. (42) Is Electrolysis a failurein the treatment of urethral strictures; Med. Record, Sept. 1886. pág. 341, véase también: (43) Med. Record 1884 pág, 94, 195, 250. (44) 1882, August 12 &19. ELECTROLIZ ACION, 9 X. Ginecología. Oitaré en primer lugar un artículo comprensivo del Dr. Paul F. Mundé. (61) El establece las proposiciones siguientes: la corriente galvánica es mucho más útil en ginecología, que la farádica. 2? una corriente suave, igual y que no cause dolor, llenará todas las in- dicaciones terapéuticas. No se apli- quen sino electrodos cubiertos. 3? cuando la corriente constante causa dolor, hace daño; rebájese ó discontí- nuese. 4? La dirección de la corrien- te no influye en el efecto intentado. Excepciones: a. El polo negativo me- tálico obra como cáustico; b. tratán- dose de calmar dolores, apliqúese el polo positivo á la parte adolorida. 5? Cuando un electrodohade aplicarse en la vagina, la vejiga ó el intestino, intro- dúzcase primero el instrumento y cié- rrese después el circuito. 6? El efecto del tratamiento eléctrico es lento en producirse. 7? La galvanización de- be usarse con frecuencia, constancia y por mucho tiempo (3 á 6 meses). 8? El galvanismo, aun que á menudo produzca alivio y quite los dolores, no procura sino en casos excepciona- les una restauración completa del ór- gano en casos de hiperplasia, celuli- tis, ooforitis crónica, peritonitis. El mismo autor agrega: Entiéndese que ningún otro método puede restablecer un órgano ya destruido y que ningún otro método alivíalos padecimientos consiguientes tan bien como el galva- nismo . Indicaciones del tratamiento esta- blecidas por el Dr. Mundé: Desarrollo defectuoso del útero y de los ovarios. Amenorrea. Dismenorrea, obstructiva y nevrál- gica. Superinvolucion. Subinvolucion, con ó sin menorra- gia. Hiperplasia del útero. Ooforitis y Salpingitis crónicas. Celulitis y peritonitis crónicas, lin- fangioitis. Nevrálgia pelviana, local y refleja. Dislocaciones del útero. Erosiones del cuello. Estrechamientos del cuello. Fibromas uterinos. Tumores o va ricos. No puedo dar á mis lectores un análisis completo del trabajo notable del distinguido compañero; el que desea informarse de pormenores, ten- drá que ocurrir á la misma memoria del Dr. Mundé. Citaré algunos otros autores, que han tratado de materias relativas: Hiperplasia ar colar, tratada por la acupunctura eléctrica. Meniére [62] Apostoli. [63] Celulitis pelviana crónica', A. O. Rockwell. [64] Metritis y Parametritis, tratadas por la electricidad, Apostoli. [65] Pesar ios galvánicos, en la atonía del cuello uterino y en las hemorra- gias uterinas. Herritt. Véase además Franklin H. Martin, [66] Tripier. (67) Tumores fibrosos del útero, fibromas, fibromiomas, miomas. Conocido es, aunque por su cons- titución anatómica estos tumores no sean malignos, que suelen producir síntomas graves y ponen de va- rias maneras en peligro la vida de las enfermas, según su sitio, su tama- ño, sus síntomas principales, la edad y el estado general de cada enferma. La terapéutica de estas afecciones tiene por principal indicación: la eli- minación del tumor; conseguida ésta el alivio está casi completo. Empleánse dos métodos, el inter- no ó medicamentoso y el quirúrgico. Está reconocido que no hay ningún método seguro para obtener la reab- sorpcion de un fibroma ó mioma por un tratamiento interno. Los resulta- dos de las inyecciones hipodérmicas ó intramusculares de ergotina (68) son inciertos. La castración, la ablación parcial, [62] Gazette de Gynécologie, Févr. 1886. [63] Galvanocautére et galvano-poncture chi- mique. L'Union médicale, Oct. 16, 1886. [64] Med. Record, 1885, December. [651 Med. Record, 1884, Sept. (66) Electrolysis in Gynecology & report of ca- ses of fibroid tumors successfully treated by that method, Chicago; Journ. of Amer. medie, associa- tion, July 1886. (67) Legons cliniques sur les maladies des fem- mes etc., París 1883, y Galvauocaustique et Elec- trolyse, París 1881. i[68] Hildebrand, Berlín. Klin. Wochensch. 1872, y otros. [61] Amer. Journ. of Obst, 1885, December. 10 ELECTROLIZACION. la enucleación, son procedimientos conocidos y eficaces, cuando aplica- bles. La laparotomía es un procedi- miento repugnante á la mayoría de enfermas y nada exento de peligros gravísimos; sobre esto no necesito extenderme más, porque la simple razón y la experiencia de todos los dias nos lo enseñan y demuestran. La Electrólisis ha sido propuesta por Gilman Kimball, (69) J. N. Free- man, (70) A. Martin, (71) Zweifel, [72] W. S. Brown, (73) Franklin H. Mar- tin (74), Mesiére (75), Apostoli [761, J.F. Everett (77).EphraimCutter [78], Yo mismo escribí sobre el método de Cutter. (79) Apostoli 1. c. dice: Le noúveau traitement a substitué aux anciennes inéthodes empiriques, le plus souyent inéfficaces, une thérapeutique nou/velle, rationnélle, précise et tolerable. La mé- thode est simple, inofíensive, facile; bien appliquée et assez longtemps contiuuée (3 á 9 mois) elle est le plus souvent efficace et souveraine, don- nant 95 fois sur 100 les résultats sui- vants: Regression anatomique des fibro- mes, | au des fois méme á la inoi- tié, jamais disparition totale, arrét durable des hémorrhagies, disparition des phénoménes de compression et retablissement de l'état général de la malade. Les insuccés s'adressent á des Abromes ascitiques. La médica- tion perd une partie de son influence dans les tumeurs fibro-kystiques et lorsque la complication d'inflamma- tion périphérique ou d'histérie grave génent et entravent l'emploi de bali- tes intensités. La cauterization-galva- no-chimique intrautérine est compa- tible avec une grossesse ultérieure. El Dr. Apostoli ignora ó quiere ignorar los trabajos anteriores y so- bre todo los del Dr. E. Cutter, que son los más notables hasta ahora. Del "Medical Record" que en su número de 4 de Junio de 1887 dedica un editorial á los trabajos del Dr. Apostoli, copiamos lo que sigue: El Dr, Franklin H. Martin, en un número reciente del "Journal of the Amer. med. Association" da una re- seña del método de Apostoli y de- clara su conformidad con él. El artí- culo no comprende sino los tumores fibrosos, con ó sin hemorragias. La batería se compone de 150 ele- mentos de Daniel ó de zinc y car- bón. La fuerza que se emplea es des- de 50 miliamperes hacia arriba hasta 1,000 miliamperes (Un Ampare). La corriente de 50 miliamperes ya es más fuerte que cualquiera corriente jamás, empleada en la terapéutica. (1) Los efectos son debidos á la electró- lisis y en menor escala á la acción catafórica. El polo positivo tiene un poder cáustico y estíptico, de buen empleo en los fibromas con hemorragias. Es- te poder no se obtiene con corrientes de ménos de 50 miliamperes; el polo negativo ejerce un efecto disolvente y licuante. Los electrodos son sencillos. El que se ha de introducir en el útero está hecho de platino, aislado hasta eerca de la punta. El electrodo exterior compónese de una masa de barro re- mojado y amoldado sobre el vientre, á la que se comunica la batería por una placa metálica. Martin, en lugar del barro, hace uso de un disco metá- lico cóncavo, que contiene una solu- ción caliente de cloruro de sosa y es- tá cerrado con una membrana ani- mal. En los fibromas hemorrágicos el polo positivo debe introducirse en el útero; luego el electrodo grande coló- case en el vientre y ciérrase la corrien- te. Comiénzase por 50 miliamperes, por 5 minutos, luego auméntase la corriente y dura la operación de 10 á 12 minutos. La operación debe re- petirse algunas veces. Su efecto es: (69) Boston med. Journ. 1874. (70) New-York. med. Journ. 1885. (71) Annales de gynécologie, 1879. (72) Centralblatt für Gynaekologie, 1884. (73) Med. & surg. Repórter of Philadelphia, Fe- b'y 1873. (74) Electric treatment of uterine miomata. Destruction of uterine tumours by Electric pune- ture. Med. Record, Sept. 20. 1884. (75) Congreso internacional de Copenhaga. 6 casos. i76) Ibidem, 100 casos & Revue de Chirurgie 1886, pág. 954. (77) New-York medical Journ. 1885. (78) Varias publicaciones, principalmente. A report of first 50 casos of uterine fibromas, treated by Galvanism. Amer. Journ. of Obst. Febr., y 1887 y ss. (79) Wien. mediz. Presse, 1876'y "El galvanis- mo en los tumores fibrosos del útero" Gaceta mé- dica de México 1886.. ELECTROLIZARON 11 disminuir la hemorragia y el tamaño del tumor. Cuando no fuera posible aprovechar del canal del cuello, debe usarse un electrodo puntiagudo de platino é iridio; introducido directamente en el neoplasma por el canal cervical y re- lacionado con el polo negativo. En estos casos puede hacerse uso de una fuerza de 150 miliamperes. En otra clase de casos punciónase el tumor por la vagina ó la pared ab- dominal. Estos casos reclaman la anestesia y todas las precauciones antisépticas. La aguja que se intro- duce por la vagina será aislada hasta la distancia de una pulgada de su punta y será relacionada con el polo negativo. Se empleará de 500 á 1,000 miliamperes. El electrodo intra-uterino debe ser negativo, cada vez que no hubiera hemorragias ó mucha leucorrea. Sin embargo, según las circunstancias, en una misma enferma pueden ofre- cerse indicaciones para usar uno ú otro polo. Empléese la comento más fuerte, conforme al efecto que se busca y á la tolerancia de la paciente. La histeria, la enteritis, la nefritis aguda, la peri-y parametritis impi- den el uso de corrientes fuertes. Los casos más tolerantes son los de fibro- mas profundos y de hemorragias pro- fusas. El número de aplicaciones depende del resultado apetecido. Una hemorra- gia abundante puede contenerse con 4 ó 5 aplicaciones; la reducción general de un tumorreclama muchas aplicacio- nes, según su tamaño y situación.*En muchos casos el operador debe con- formarse, en lugar de una cura com- pleta, con el restablecimiento de la salud general y el alivio de los sínto- mas más molestos. Las operaciones deberían ser 2 ó 3 á la semana é intermenstruales; cuan- do hay hemorragias opérese á pesar de ellas. Las punciones por la vagina deben evitarse en lo posible y las por las pa- redes abdominales quedan reservadas como último recurso. La limpieza más estricta y todas las precauciones antisépticas son re- requisitos absolutos de este método. Del trabajo citado del Dr. Outter, á que referimos al lector curioso de instruirse, extractamos lo que sigue: Su batería, modelo de Stóhrer es de 8 pares de placas de carbón y de zinc, de 9x6 pulgadas de superficie; los carbones son del grueso de|de pul- gada y los zincs de |de pulgada; todos los carbones y todos los zincs reuni- dos, de modo que la batería no forma sino un elemento inmenso. La batería es capaz de dar una corriente de 27 amperes, corriente directa. Solución saturada de bicromato de potasio en agua fría; electrodos en forma de ba- yoneta ó daga, de acero, 8| pulgadas de largo, punta cortante. La enferma será anestesiada y los dos electrodos serán introducidos en el tumor hasta la profundidad de al- gunas pulgadas, en los dos lados del tumor, ó uno por el vientre y el otro por la vagina ó el recto, ó los dos por la vagina ó el recto, ó los dos por la vagina ó el intestino, si el tumor ocu- pa solamente la cavidad pelviana. Sus puntas no deben acercarse mucho una de otra, en la sustancia del tu- mor. Aplicaciones de 3 á 15 minutos. Suspéndase cuando el pulso se ace- lerare, la respiración se hiciere irregu- lar, cuando hubiere colapsus.general ó sudores fríos. Las operaciones se hicieron diariamente por una sema- na ó cada quince di as. Las enfermas deben guardar cama y estarse quie- tas por algunos di as, ó pueden levan- tarse si no hoy síntomas que se lo im- pidan. Cuando hay dolores intensos, se harán inyecciones hipodérmicas de morfina, fomentos de agua y alcohol calientes, áa. Estimulantes si hubiere prostracion. Las enfermas en general resisten bien la operación, que de por sí es severa. Resumen: Ningún efecto, 7 casos. Fatal, 4 casos. El tumor no creció más, 3 casos. Mejoría, 25 casos. Curadas, 11 casos. Total 50 casos. El Dr. Gusserow, de Berlín, en su tratado "Sobre neoplasmas del úte- 12 ELECTROLIZACION ro (80), hablando del método de Cut- ter, dice así, pág. 80: Este método ha sido casi generalmente abandonado por sus grandes peligros. ¿Y la laparotomía, por la que el Sr. Gusserow aboga?, con su mortan- dad de 185 en 533 casos, ó sea 34,8 °/0, sacada del libro del mismo Gusserow. Yo mismo he empleado el método de Cutter en algunos casos, pocos á la verdad para formar un juicio. En ningún caso he tenido resultados ma- los que deplorar: no he conseguido ninguna curación completa, pero si cesación del crecimimiento y de las hemorragias. No puedo dar más por- menores, porque algunas de mis en- fermas se me perdieron de vista y porque estoy preparando un trabajo especial para el próximo congreso mé- dico internacional de Washington en Setiembre de este año. En un caso del hospital de la Dan- za, cuando lo dirigía el Sr. Martínez del Rio, quisimos operar á una enfer- ma que tenía un tumor, duro en apa- riencia, encima de la sínfisis y perte- neciente al útero. Al introducir un electrodo salió un líquido espeso y oscuro, como chocolate. Retiramos luego la aguja, aplicamos un apósito compresivo y no hubo novedad. Varias de mis operaciones han sido presenciadas por algunos compañeros, entre otros el Sr. Dr. Juan M. Rodri- guezjtodos pudieron convencerse délo inofensivas que son. El Sr. J. Rodrí- guez me acompañó entre otras en una operación sobre una enferma á quien un compañero no ménos apre- ciable y distinguido había pronosti- cado, que yo la iba á matar. Feliz- mente salió falso profeta; la enferma vive y está mejorada. Réstame hablar de la aplicación de la electricidad en los tumores abdomi- nales. Kistes ováricos y paraováricos. Plazca al benévolo lector tener pre- sente que he sido víctima de aprecia- ciones erradas, si no malévolas, de par- te de la mayoría de una comisión de la Academia de Medicina, nombrada para dictaminar sobre mi trabajo: Re- lación de 45 casos de quistes abdo- minales, ováricos y paranváricos, tra- tados por la Electrolización. México. 1886. Bibliografía. Semeleder (81) (82) (83), Jobert (84) Fr. Fieber (85), K. Hesse (86) Mundé Paul, F. (87) Ultz- mann, Ehrenstein, Clemens(88) Van derveer (89) Nicolás San Juan (90), J. Féuélon (91). Debo decir, sin exageración, que nadie ha trabajado más que yó sobre esta materia, á lo ménos nadie ha escrito y publicado más. No quiero ni puedo reproducir to- da mi memoria. Me limitaré á tratar de algunos puntos principales, refi- riendo al lector á mi citada memoria. Yo no hablo de "mi método" para reclamar la prioridad del invento, si- no en el sentido del método que yo empleo y conozco. Mi batería es del modelo de Ca- llaud, de 12 elementos de Zinc y Co- bre; la superficie de cada zinc es de 2 x 60 cm. cuadrados; los cobres son unos alambres enroscados. El líquido excitante es agua con cristales de sulfato de cobre; los ele- mentos están dispuestos en cadena. La medida de la fuerza empleada es In impresión que los dos polos pro- ducen en la lengua y la tolerancia de las enfermas; la paciente debe sentir la corriente, pero ningún dolor fuer- te. En lo general no uso más que 6 á 8 elementos. Mis electrodos son agujas de ace- (81) Wien. mediz. Presse, 1875 Nr 52. (82) On the treatment of Ovari m Cystsby Elec- trolysis, reprinted from New-York medie. Jour- nal. June, 1876. [83] Twenty cases of Ovarim Cysts, treated by Electrolysis. Reprinted from Ainer. Journ. of Obst. July 1882 y casuística en la Gaceta méd, de México. [84] Ballet, de l'Académie, XXII- [85] Mediz. Centralblatt, 1876, Wien. mediz. Presse 1871, Allg. Wien. mediz. Zeitung 1876. (86) Amer. Journ. of Ol st.. 1877. (87) The Valué of Electrolysis in the treatment of Ovarían tumors, Vol. II. Gynccological transac- tions. 1878. [88] Deutsche Klinik, 1875- [891 Trans. med. Soc. State of New-York 1878. [96] Dos casos recientes de aplicación de las corrientes continuas á tumores quísticos y fibro- quísticos del ovario con resultado feliz. Gaceta médica, 1886, pág. 526. (91) Apuntes sobre Electrólisis ó Electroliza- ción química atróflfta, Gacet. med- 1887, pág. 14, [8d] Cuaderno 57 de "Den1 «che Chirurgie" por Billroth y Lücke, Stuttgart, 18áü. ELECTROLIZACION. 13 -- 11 11 ..''i H I lili un ■ i-I ■ !■<! ■nm-M1u II.U FU- to, del grueso de las de tejer, no ais- ladas; he empleado 2 y hasta 3; ge- neralmente no introduzco en el quis- te más que una, relacionada con el polo negativo y cierro la corriente en el cutis con un electrodo indiferente de carbón, cubierto con gamuza y mojado en agua salada. Eu algunos casos no he empleado ningunas agu- jas, sino que he empleado el método percutáneo y me propongo cultivar este último con más frecuencia, por- que este no deja ni aun sombra de peligro. Mis operaciones no requieren el uso de anestéticos y todas mis enfer- mas, ménos una, fueron operadas en mi casa. Las aplicaciones son de 10 á 30 minutos; diarias, aun durante el período menstrual. Pongo cuidado en que las enfermas tengan la vejiga vacía cuando se curan y no aplico nunca la electrolización cuando co- nozco que el quiste contiene sangre ó pus. Mis operaciones electrolíticas nun- ca han traído inconvenientes mayo- res. La primera aplicación causa al- guna vez vértigosy nauseas; después de algunas aplicaciones suele haber insomnio é inapetencia. En general aumenta notablemente la diuresis. Algunas de mis enfermas llevan de curadas más de once años. Los casos de llamada "reproducción" pue- den explicarse, porque cuando el tu- mor acababa de curarse, ya había otro quiste pequeño en vía de desa- rrollo, que no fué alcanzado por la acción de la electricidad. Nótese que mi método es conser- vador, que no priva á la mujer en- ferma de uno de sus órganos más in- teresantes. La comisión quiere que le pruebe yo que alguna de las enfer- mas que he curado, ha concebido con el ovario curado por la electroliza- ción. Dígame la comisión como se puede probar esto, mientras que las mugeres tienen dos ovarios y aun á veces tres. Si una enferma no cura por la electrolización, no se encuentra por eso en peores condiciones para sufrir la ovariotomia. Si se encontraren ad- herencias no es lógico que éstas se de- ban necesariamente á la electroliza- ción. Resumen de mis casos: Mi memoria comprende 45 casos; de estos son mono-y oligoquistes 30 dermoides, 5 fibro-quistomas, 3 fibroma, 1 poliquistes, 6 Puesto que aquí no tratamos sino de quistes, dedúzcanse luego los 3 casos de fibroquistes y uno de fibro- ma; además un caso (N9 IX), que no fué tratado. Queda un gran to- tal de 40 casos de quistes, que fue- ron sometidos al tratamiento electro- lítico y de los que todavía una enfer- ma murió de emfisema pulmonar (N9 XII). Esta señora no había su- frido más que 3 aplicaciones de elec- trólisis, que, sin embargo, fueron su- ficientes para hacer desaparecer un ascitis, que complicaba su euferme- cía d. Considerando los resultados mis 40 casos se subdividen como sigue: Curadas, 27 Mejoradas, 3 Mejoría pasajera, 1 Sin efecto perceptible, 2 Pendientes, 2 Muertas, 5 Total: 40 En mi memoria parecen "mejora- das 7," entre ellas están comprendi- dos los 4 casos de fibroma, que debo eliminar aquí, porque no eran casos de quistes y por esto aquí no apare- cen más que 3. En mi memoria aparecen4 muertas; aquí son 5, porque una de las 3 pen- dientes [ahora 2] murió después de peritonitis supurada; esto arroja 5 muertas sobre 40 tratadas ó sea 12.5 °/o y el número de curadas llega á 27 ó sea 67.5 °/o. Desde luego se vé que los resultados no son tan desfa- vorables, Otra estadística señala una mor- tandad de 18 °/0 y la delDr. Mundé, basada sobre unos cuantos casos, sa- ca 45 °/o. La estadística, como se vé, es co- mo la botella maravillosa que arroja á voluntad una docena de licores di- 14 ELECTROLIZACION ferentes; todo consiste en la manera de componerla. La comisión en su dictámen me concedió 16 curas; y pasa en silencio sobre las demás curas de mi memo- ria "no queriendo hacer más difuso este trabajo." El Dr. Franklin H. Martin, 1. c., dice: Creo que los primeros 50 casos de ovariotomia no dieron resultados tan favorables, como la estadística de Mundé los dá por la electroliza- ción. • "La Electricidad no hace nada," se me ha dicho en plena Academia de Medicina; después se modificó la tesis, diciendo que "no hace nada en los quistes de los ovarios" pero sí puede causar muchos males. "La Electricidad es un pis-aller;" con esta frase se nos ha obsequiado más que una vez en la Academia. ¿Necesito yo, al fin de este trabajo, ocuparme en refutar semejantes dis- parates? Los lectores juzgarán. Lá comisión ha llegado hasta la altura de decir que: "es absolutamente imposible que la Electrolización pue- da curar un quiste del ovario." Nos ha quedado á deber el "por qué." El Dr. Olshausen, en cuya autoridad se apoya tanto la comisión, dice: que es posible que por la Electropunctura disminuya el tamaño de un quiste ovárico y que un quiste unilocular puede curarse. [92] La comisión se ha dispensado de experimentar y estudiar la cuestión, y ha fundado todas sus reflexiones en la opinión de autores que tampo- co han experimentado, y así se vá eternizando la cadena de conclusio- nes sin fundamento. Un argumento favorito de mis con- trarios es: "que yo debía haberme valido de ciertos medios más seguros para comprobar mis diagnósticos; que entre mis casos curados no hubo nin- gún quiste ovárico; que todos los ca- sos que figuran como curados eran quistes paraováricos; que estos cu- ran con la simple punción ("siem- pre" dijo la comisión y luego modifi- có su opinión, y dijo "generalmente"); que mi método no vale nada, porque no está recomendado por los autores; como si esto no fuese el caso de to- das las novedades! El poner en duda los diagnósticos de los contrarios es un artificio tri- llado. Voy á ofrecer á mis distinguidos contradictores un ramillete de sen- tencias sacadas de la obra citada del mismo Dr. Olshausen, que es la auto- ridad en que más descansan mis opo- nentes. Con referencia al examen micros- cópico y químico del contenido de los quistes, prévia punción explora- dora, léese en la pág. 205: "La pun- ición exploradora, hecha con todas "las precauciones antisépticas y tra- bándose de tumores ováricos gran- eles, no es más peligrosa que Id incl- usión exploradora; pero tratándose de "quistes dermoides ó de contenido "purulento, la punción puede traer "grandes peligros." Otros autores en- señan que no debe hacerse la pun- ción exploradora, sino cuando todo esté listo para la ovariotomia, diga- mos no para hacer un diagnóstico, si- no para darle su última sanción. En la pág. 204 dice Olshausen: "el "examen de los líquidos da general- emente datos suficientes para esta- blecer el diagnóstico diferencial en- "tre Ascitis, Aquefdloquiste y quistoma eovárico" Luego sigue: "Ni la lapa- rotomía hecha inmediatamente pue- "de siempre remediar las malas con- secuencias de una punción." Para comprobar más los peligros de la punción cita Olshausen las opinio- nes de Schróder, Spiegelberg, Atlee, Sp. Wells, Thornton, Rosenberger, Lawson Tait, etc. Mis contrarios, tan ávidos de apoyarse en autoridades, no despreciarán acaso los nombres referidos. Luego en la página 205: "Yo (Ols- "hausen) soy cada dia ménos parti- dario de la punción exploradora; "pocas veces me ha suministrado da- "tos de importancia." Otro caballo de batalla de mis ad- versarios es: El pedículo; cuya exis- tencia debe probar que se trata de un quiste ovárico, - cuya ausencia (92) Die Krankheiten der Ovarieu. Las enfer- medades de los Ovarios. Entrega 58 de "Deutsche Chirurgie" Editores: Billrotb y Ltlcke, Stuttgait, 1886, pág. 209. ELÉOTROLIZACION. 15 probaría al contrario que se trata de un quiste paraovárico. Olshausen, 1. c. pág. 146, dice: "El " desarrollo extraperitoneal de los " quistes paraováricos en la mayoría " de los casos no impide la formación " de un pedículo. En algunos casos " falta el pedículo y esto sucede más " á menudo en los quistes paraová- " ricos que en los ováricos". Pág. 149: "El tamaño de los quis- " tes paraováricos es generalmente " mediano." Y hablando del modo de tratar los quistes paraováricos leemos, pág. 149: "No se puede negar que la punción "ha curado en uno que otro caso. El "hombre de experiencia prefiere des- "de luego la Extirpación" Repito lo que dije en mi memoria, que la mayor parte de mis enfermas me fueron recomendadas por otros compañeros, que las habían recono- cido, y que las vieron también des- pués de concluido el tratamiento. Entre estos señores se encuentran los corifeos de nuestra academia, el fi- nado Dr. Martínez del Rio, el Dr. Egea, el Dr. D. Francisco Marín de Puebla y otros. En cuanto á la tan exagerada difi- cultad del diagnóstico, citaré lo que dice el Dr. Lee, de Nueva York: "At the present day the diagnosis of Ova- rían cystomata is as accurate as that of pneumonía, and errors which, a generation ago, were of daily occu- rrence, are, in the hands of an ex- pert, now inexcusable." No quiero entrar en más polémi- cas; los que tuvieren interés suficien- te pueden ver en mi memoria y en las actas de la Academia, que éstas y las otras objeciones se encuentran previstas, contestadas y refutadas. El Doctor Horatio R. Bigelow en un artículo: Pain and Insomnia (93), dice: "I know of few tliings more va- luable in gynecological practice than massage and electricity" y luego más adelante dice: "Electricity in some torm or ano- ther is the great medecine of the fu- ture". Con estas palabras doy fin á un estudio, que dedico respetuosamen- te á mis apreciables amigos y compa- ñeros, los Sres. R. Lavista yD. Mejía, que representan la mayoría de la co- misión dictaminadora sobre mi tra- bajo en la Academia, y á quienes quie- ro levantar un monumento Aere perennius. México, Junio de 1887. Dr. F. Semeleder. (93) Am. Journ. Obst. Julv 1887, pág. 711 y 712. Debo siquiera mencionar, ya que no los he podido aprovechar, dos publicaciones relativas: (94) A treatise on Electrolysis etc , By Rob. Amory, W. Wood & Co, New-York, 1886. que no me he podido proporcionar y (95) Treatment of fibroid tumors of Uterus by Electricity. By G. Apostoli. Read befóte the British Medical Assoc. atDublin August 2, 1887. Med. Record. Aug. 13 th. 1887, que fue publica- do después de concluido mi trabajo y además no contiene nada esencialmente nuevo.