GEORGES ROUMA Doctor en Ciencias Sociales Miembro de las Sociedades de Antropología de París y Bruselas Ex-Director General de Instrucción Pública en Bolivia Asesor Técnico dé la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes Cl ¡Desarrollo Jfísüco bel Cácolar Cubano B>us¡ Curbaá bel Crecimiento (Estudio de Antropometría Pedagógica) 4 4 Cuando usted pueda medir y expresar por nú- meros aquello de que hable, sabe usted algo de eso; pero cuando no pueda hacer ni una ni otra cosa, su conocimiento es ínfimo y no puede sa- tisfacer. Puede ser el principio del conocimien- to, pero no está usted aún en la fase de la CIEN- CIA, cualquiera que sea el objeto de sus estu- dios."-LORD KELVIN. ''Una Pedagogía que no esté basada en la CIENCIA DEL NIÑO, no es más que empiris- mo."-G. R. • HABANA Casa Editorial Jorge Morlón Dragones, frente al Teatro "Martí" 1920 ' EL DESARROLLO FISICO DEL ESCOLAR CUBANO OBRAS DEL MISMO AUTOR LA PAROLE ET LES TROUBLES DE LA PAROLE.-1 volumen, obra coronada por la Real Academia de Bruselas.-París, Nathan.-Traducción española, casa editora Bel- trán, Madrid. PEDAGOGIE SOCIOLOGIQUE.-Les influences des milieux en education.-1 volumen.- Neuchatel, Delachaux y Niestlé, editores.-Traducción española, casa Beltrán, Madrid. NOTRE BEBE.-(Le livre de la maman).-1 volumen.-París Nathan, editor. LE LANGAGE GRAPHIQUE DE L'ENEANT.-1 volumen.-Bruselas,Lamertin.-Traduc- ción española, casa editora, La Propagandista.-La Habana, Calzada del Monte. LES INDIENS QUITCHOUAS ET AYMARAS DES HAUTS-PLATEAUX DE LA BOL! VTE.-1 volumen.-Bruselas. EL DESARROLLO FISICO DEL NIÑO BOLIVIANO.-París. NOTES PEDAGOGIQUES SUR UNE CLASSE D'ENFANTS ANORMAUX.-Bruselas. BRINS DE VTE.-Petits poemes a dire et a mimer par les enfants.-Bruselas, De Boeck. L'ENSEIGNEMENT DU CALCUL PAR L'IMAGE.- Bruselas, De Boeck. LA VIE HEUREUSE AU JARDIN D'ENFANTS.-1 folleto.-Bruselas. L'ECOLE EN FORET.-1 folleto.-Bruselas. LE MOUVEMENT MODERNE EN FAVEUR DE L'ETUDE SCIENTIFIQUE DE L*EN- FANT.-1 folleto.-Bríselas. ENQUETE SUR LES TROUBLES DE LA PAROLE CHEZ LES ÉCOLIERS BELGES.- 1 folleto.-Bruselas. L'ORGANISATION DE C . JRS DE TRAITEMENT POUR ENFANTS TROUBLÉS DE LA PAROLE.-1 folleto-Bruselas. L'ETAT DE L'ENSEIGNEMENT AUX ENFANTS ANORMAUX EN NEERLANDE - 1 folleto.-Bruselas. UN CAS DE MYTHOMANIE.-1 folleto.-Geneve. DE L'ETROITE CONNEXION DES DIVERSES FORMES DE LANGAGE.-1 folleto.- Berlín. L'ECOLE NORMALE DE SUCRE.-1 folleto.-Bruselas. DE BUENOS AIRES A SUCRE.-1 folleto.-Bruselas. LAS BASES CIENTIFICAS DE LA EDUCACION.-1 folleto.-Sucre. ROUMA ET DECROLY.-Varios folletos sobre trastornos de la palabra. GEORGES ROUMA Doctor en Ciencias Sociales Miembro de las Sociedades de Antropología de París y Bruselas Ex-Director General de Instrucción Pública en Bolivia Asesor Técnico de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (Cl desarrollo jpísico bel (¡Escolar (Cubano (Curtías formales bel (Crecimiento (Estudio de Antropometría Pedagógica) ' ' Cuando usted pueda medir y expresar por nú- meros aquello de que hable, sabe usted algo de eso; pero cuando no pueda hacer ni una ni otra cosa, su conocimiento es ínfimo y no puede tisfacer. Puede ser el principio del conocimien- to, pero no está usted aún en la fase de la CIEN- CIA, cualquiera que sea el objeto de sus estu- dios.''-LORD KELVIN. "Una Pedagot , que no esté basada en la CIENCIA DEL NIÑO, no es más que empiris- mo.''-G. R. HABANA a. Editorial Jorge Morlón Dr goi j, frente al Teatro "Martí" 1920 A SU EXCELENCIA EL MAYOR GENERAL MARIO G. MENOCAL Presidente de la República de Cuba bajo cuya Administración fue creado el LABORATORIO PARA EL ESTUDIO DEL NIÑO CUBANO dedico respetuosamente este primer estudio del Laboratorio GEORGES ROUMA. Habana, Junio de 1920. INTRODUCCION El Laboratorio para el Estudio científico del Niño Cubano fue creado en 1919, a propuesta del suscrito, por el Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, doctor Francisco Domínguez Roldán, con el propósito de iniciar el estudio metódico del desenvolvimiento de las aptitudes físicas, intelectuales, morales y sociales del escolar cubano, en las distintas razas que pueblan la Isla. Este propósito no podía ser obtenido sino estableciendo un programa de in- vestigaciones sistemáticas, tendientes todas a conseguir términos medios, normas, para cada edad, raza y modalidad del desarrollo infantil. Estas normas serían entonces, forzosamente, las bases de una pedagogía que pueda ser enteramente adaptada a los niños y al medio. Es un hecho de rigurosa y elemental lógica, que el profesor, deseoso de educar y no simplemente de ins- truir, debe conocer al niño, no como entidad abstracta y general, sino como al sujeto del medio en el que el educador ejercerá su acción. Pero ese conocimien- to aún se halla en todas partes inexistente o empírico, y toda acción educativa queda, por consiguiente, y por la fuerza, reducida a un trabajo de tanteos: el profesor no posee un "metro" para medir el resultado de su acción. Esta base de comparación la deben constituir las curvas formadas por las etapas cronoló- gicas del desarrollo normal correspondiente al medio y a la raza. Las etapas cronológicas normales del desarrollo deben ser establecidas, por consiguiente: ellas son indispensables como fundamentos de una pedagogía cien- tífica, adecuada a un medio dado. Deben constituir la base de los estudios que realicen los futuros educadores en las Escuelas Normales y en la Universidad. Por razones de metodología paidológica el Laboratorio ha iniciado sus labo- res con el estudio del desenvolvimiento físico. El presente trabajo es el resultado de un primer estudio. Se refiere a los escolares de ambos sexos, de 6 a 14 años, de las Escuelas públicas de la ciudad de la Habana, correspondientes a las razas, blanca, negra y mulata. Han sido medidos en conjunto más de cuatro mil niños, lo que representa cerca de 90,000 mediciones tomadas. Esta labor prepara e impone la obligación de otras, siempre dentro del cam- po de la Antropometría. Debe ser completada, para determinar la fisionomía física del niño cubano, de cada raza, por investigaciones sobre el desenvolvimien- to físico de 0 a 6 años y de 14 a 21 años y acerca de la resistencia sportiva me- dia en las distintas edades. Por otra parte, los estudios perseguidos sobre series de niños de cada edad y raza, deben completarse por otros numerosos de carácter individual, sobre niños periódicamente medidos en épocas fijas, cada tres meses, por ejemplo. Estos estudios individuales, comparados con las curvas normales, ponen en evidencia, con toda su significación, el fenómeno del crecimiento y permiten determinar con toda claridad las alternativas de los períodos de crecimiento y de descanso, y también de nacer luz respecto de ciertas modalidades, difíciles de aislar en los términos medios, en que fatalmente se pierden, puesto que tales fenómenos se producen en momentos distintos, según los niños, y no con toda exactitud en una edad determinada. Por lo demás, los estudios individuales resultan los únicos capaces de fijar las relaciones que existen entre los empujes del crecimiento y ciertas manifesta- ciones intelectuales o morales. El conjunto de estos datos permitirá la elaboración de trabajos derivados, para establecer la influencia de ciertas condiciones del medio o de la educación sistemática o del entrenamiento deportivo, etc., sobre el desenvolvimiento físico, o, también, la influencia perniciosa de ciertas actitudes tomadas en la vida es- colar en las deformaciones del esqueleto y la detención en el crecimiento. Resulta, pues, de esta breve enumeración, que el Laboratorio, nada más que en el terreno del estudio del desenvolvimiento físico, tiene ante sí una tarea enorme que realizar. Concluido el estudio sistemático del aspecto físico conviene emprender el estudio sistemático de la acuidad sensorial, poniéndola en relación con la in- ligencia; hacer después el estudio de los distintos aspectos de la actividad in- telectual en las diferentes edades y en cada raza: memoria, asociación, imagi- nación, juicio, razonamiento; de las modalidades del funcionamiento intelectual, tales como la atención, el tiempo de reacción, la resistencia a la fatiga, la suges- tibilidad, el grado de adaptabilidad a ciertas coordinaciones de movimientos, etc. Finalmente, se debe estudiar en el niño cubano el desenvolvimiento de las aptitudes morales y sociales. Resulta de todo esto, que el Laboratorio deberá organizarse en el porvenir, necesariamente, por medio de secciones; cada una tendrá su programa de inves- tigaciones y su campo de acción, a fin de que el estudio de los grandes proble- mas del desarrollo del niño cubano sea perseguido simultáneamente y de una manera constante en las distintas secciones, en vista de la elaboración de las curvas cronológicas del desarrollo, bajo todos sus aspectos. Considero como un deber expresar aquí mi gratitud a mis colaboradores, especialmente a la señora Rita López de Allegue, señorita Ana María Fernán- dez de Villalta y señores José F. Castellanos y Emile Jacobs, por la incansable dedicación, la inteligencia y la actividad sin cuento, que me han prestado duran te todo el curso de este laborioso trabajo. G. R. CAPITULO PRIMERO SUMARIO 1. Los escolares de la Habana.-2. Origen de los blancos en Cuba.-3. Origen de los negros y los mestizos.-4. Condiciones higiénicas del medio.-5. El clima. 1.-Los escolares de la Habana.-En las escuelas públicas primarias de la Habana existe una población escolar que alcanzaba en Diciembre de 1919 el total de 18,137 niños, entre los cuales 5,754 eran varones blancos 2,716eran varones de color (negros y mestizos). 6,669 eran hembras blancas 2,998 eran hembras de color. Estos niños frecuentan 79 escuelas, que comprenden 452 aulas; dichas escuelas se hallan distribuidas en todo el territorio de la ciudad. La pobla- ción escolar se halla esencialmente constituida por niños de las clases popula- res: trabajadores manuales y modestos empleados, así resulta del cuadro de las profesiones de los padres de nuestros sujetos, que aparece seguidamente: N° 1.-PROFESION DE LOS PADRES DE LOS NIÑOS VARONES EXAMINADOS Profesiones manuales Dependientes y empleados Comerciantes Prof liberales Indeterminado Blancos . . 48% 31% 14% 7% Varones - Mestizos . . 72% 16% 4% 8% Negros. . . 80% 11% 2% 7% Los niños blancos, negros y mestizos concurren a las mismas escuelas en las que se hallan sometidos a un régimen de absoluta igualdad. Hemos tomado los niños sin establecer preferencias de barrio o de plantel, agotan- 9 do primero los establecimientos situados en el radio inmediato al Laborato rio, para alejarnos gradualmente y terminar con las escuelas que demandaron el uso del tranvía para transportar los niños. No hemos aceptado, para nues- tras mediciones más que niños nacidos en Cuba, de padres igualmente nacidos en la República y que hubieran permanecido siempre en ella. Se eliminaron los lisiados y enfermos y, entre los mestizos, aquéllos que revelaban por su fisonomía o por los datos obtenidos acerca de sus ascendientes la existencia de sangre amarilla o india (chinos y mexicanos). Las mediciones se reali- zaron por escuelas en conjunto, sin clasificarlas previamente. Después de cada sesión, las fichas recogidas y revisadas, fueron clasificadas en ficheros, poi- orden de edad (por medios años) y por razas. Cuando un grupo se hallaba constituido por cincuenta fichas, pasaba a los ayudantes encargados de los cálculos, y quedaba fijada definitivamente su composición. Sin em- bargo, algunos grupos de fichas alcanzaron un número superior, antes de pasar a los cálculos. En este caso, fueron clasificadas por orden de altitud de la talla y reducido a cincuenta fichas el total, eliminando alternativamente la primera y la última de las fichas extremas. Para la clasificación de los niños blancos, negros y mestizos se tomaron en cuenta, a la vez, los caracteres somáticos y los relativos a la raza de los padres. Se consideraron cuatro caracteres básicos: el pelo crespo, la piel negra o chocolate, los labios belfos, la nariz achatada. Los niños que mos- traban estos cuatro caracteres y cuyos padres aparecían negros se clasificaron bajo la denominación de negros. Los sujetos que presentaban uno cualquiera de ellos o que aparecían de color intermedio entre el blanco y el negro, y, ade- más, uno de los padres o de los abuelos, por lo menos, figuraba como negro o mulato quedaron clasificados como mestizos. Para figurar en la clasificación de blancos era indispensable no mostrar ninguno de los caracteres que reve- lan la sangre negra, así como ser hijo de padres blancos. Los casos dudosos fueron eliminados. Como las escuelas primarias comunes no ofrecían un número suficiente de niños de 13 a 14 años, fué preciso reclutar los complementos de dichos grupos en las escuelas nocturnas, también públicas, limitándolos a 40. Igual dificultad se presentó acerca de los niños negros de todas las edades, por ello nos vimos obligados a tomar estos elementos de las escuelas de Marianao, municipio que puede ser considerado como una extensión de la propia ciudad de la Habana. A pesar de todo esto, fué indispensable limitar a 40, para los negros, el grupo de sujetos de cada media edad, pues resultó imposible alcanzar a 50 individuos de ciertas edades. Por otra parte, hemos tropezado con una difi- cultad mayor aún, en lo que se relaciona con los niños de las tres razas, de 6 a 6 i/2 años; la explicación es esta: los padres no envían a las escuelas sus niños, generalmente, hasta que no alcanzan la edad de 7 años. Nos hemos visto obligados a rogar a los mayores que trajeran a sus hermanos de 6 a 7 años para formar estos grupos. Parece útil recordar ligeramente el origen de los elementos étnicos de las poblaciones a las cuales pertenecen los niños que han servido para nuestro estudio del desarrollo físico, de 6 a 14 años. . 2.-Origen de los blancos. La Isla ele Cuba, la mayor de las Antillas, está situada a la entrada del Golfo de Méjico, en el Mar Caribe, un poco al S. del Trópico de Cáncer, en- tre los 74°, 3, y 86 de longitud Oeste del Meridiano de Greenwich. Su ex- 10 tensión (con la pequeña Isla de Pinos) es de 144,524 kilómetros cuadrados. Esta larga faja de tierra, que sigue la dirección de E. a N. O., tiene un ancho medio que no alcanza a la doce avas partes de su longitud total. Fué descubierta esta Isla por Cristóbal Colón, en el curso de su primer viaje. Los primeros colonos españoles se establecieron en Baracoa. Baya- mo, Santiago de Cuba y Trinidad fueron fundadas en 1514, y, más tarde, en 1519, la ciudad de la Habana. En 1524 había aproximadamente dos mil colonos españoles en Cuba. Después de la toma de Jamaica por los ingleses, en 1656, un gran número de colonos procedentes de ella, todos de origen español, emigraron hacia Cuba, donde se instalaron; su número fué evaluado en unos ocho mil. En esta época, la población total de raza blanca que ocupaba la Isla era de unos veinte mil habitantes. En 1763, después de la cesión de la Florida a Inglaterra, se produjo una nueva corriente de emigración de familias españolas desde la Florida a Cuba. En 1792 el censo oficia] acusa una población blanca de 153,559 habi- tantes, todos de origen español. Hacia 1803, a consecuencia de la cesión de la Louisiana a los Estados Unidos del Norte, se observa un marcado movimiento de emigración de fa- milias francesas y españolas desde la nueva posesión norteamericana hacia Cuba; por otra parte, en la misma época recibió la Isla numerosas familias blancas establecidas en la de Santo Domingo, que huyeron de las continuas y sangrientas sublevaciones de los negros de este último país. Algo más tarde, en 1829, un nuevo y numeroso contingente de familias francesas y españolas, substrayéndose a las persecuciones del gobierno mejicano, vinieron a engro- sar la población cubana de raza blanca. En 1859 alcanzaba dicha población la cifra de 622,797 habitantes. Después de las guerras de Independencia la población blanca del país au- menta rápidamente, debido a la emigración española, de una manera espe- cial. El último censo, de 1907, acusa una población blanca de 1.428,176 ha- bitantes, oriundos de españoles en su gran mayoría. (1) La matrícula de las escuelas públicas de la Isla, en noviembre de 1919, era de 93,310 varones y 89,460 hembras, todos de raza blanca, contra 32,589 varones y 33,781 hembas de color, esto es, el 77 % de niños blancos. Existen además numerosas escuelas privadas, cuya matrícula es casi exclusivamente blanca: las familias acomodadas no envían sus hijos a las escuelas públicas, por lo general. 3.-Origen de los negros y de los mulatos. En la época del descubrimiento, la Isla de Cuba se hallaba poblada por indios. El Padre Las Casas, contemporáneo e historiador de ellos, y cuya vida estudió de cerca, en su Historia de las Indias, evalúa esta población india en un millón de individuos. Los indígenas fueron rápidamente diezma- dos a causa de los procedimientos impuestos por los conquistadores, que me- nospreciaban la vida de seres tan infelices. A pesar de los edictos protecto- res de las autoridades (que nunca fueron cumplidos) la población india des- apareció casi por completo. Cincuenta años después del descubrimiento y (1) En 1899, el 75% de los extranjeros residentes en Cuba eran españoles. El 20% de la población habanera era nacida en España. En 1907 la proporción de españoles residentes en la Isla era de 81% del total de extranjeros 11 colonización de la Isla, apenas quedaban algunos miles de indígenas, reduci- dos todos a la esclavitud, en el trabajo de minas y labores agrícolas. La rápida destrucción de esta raza obligó a los colonos a buscar obreros más resisten- tes para el trabajo y las privaciones, y la introducción de esclavos negros fué solicitada a los soberanos de España. En 1517 el Emperador Carlos V con- cedió la licencia para la introducción en las Antillas de un primer lote de 8,000 esclavos de los cuales 1,000 eran reservados a Cuba. Se calcula que en el período comprendido entre 1521 y 1853 la introducción de negros es- clavos en Cuba ascendió a 644,108 de los cuales una tercera parte pertenecía al sexo femenino; a estos es preciso agregar la introducción clandestina, que de 1853 a 1880, se calcula en unos 200,000 negros, lo que da un total de cerca de un millón de negros, arrebatados de sus hogares en Africa para ser so- metidos a los trabajos forzados de las plantaciones cubanas. La supresión efectiva de la esclavitud negra en Cuba data de 1887; sin embargo, desde 1815 había sido afirmado el principio de la supresión de la esclavitud, a vir- tud del Tratado de Viena, que España firmó como parte contratante. Exis- tían también negros libres, mucho antes de abolirse la esclavitud: esclavos redimidos o descendientes de ellos. Tan es así, que en 1774 había 30,847 ne- gros libres contra 44,333 esclavos; en 1841 habían 152,838 libres y 436,495 esclavos, y en 1877 los libres eran 272,478 mientras los esclavos alcanzaban sólo 199,094 individuos. En las largas luchas sostenidas por los hijos de Cuba, contra la me- trópoli en favor de la libertad del territorio, los negros tomaron una parte activa; el odio común de blancos y negros nativos a la opresión española, produjo un verdadero acercamiento de ambas razas cuya igualdad en de- rechos está proclamada por las leyes de la República. Sin embargo, esta unión es superficial pues, socialmente, el blanco sigue defendiendo la pureza de su sangre. A pesar de esto, en el curso de los siglos pasados se ha formado una raza mestiza: la mulata, que subsiste con los elementos raciales formados en su origen. Los tipos extremos de esta nueva raza tienden a regresar a su punto de partida: cuando predominan tres cuartas partes de raza negra, por ejemplo, la tendencia es volver a la raza negra, e igualmente se observa tal fenómeno cuando el predominio es de sangre blanca. Las estadísticas oficiales no distinguen más que dos razas; la blanca > la de color. En esta última figuran los negros y los mestizos. En 1899 había en Cuba 1.067,354 blancos y 505,443 individuos de color, esto es, 67.9% y 32.1%, respectivamente. Ocho años después, en 1907, las estadísticas oficiales arrojan una pobla- ein de color de 620,804 personas sobre un total de 2.048,980 habitantes o sea el 30%; la progresión de la población de color es por consiguiente mucho más lenta que la de la blanca. . z Este último censo establece igualmente que la proporción de habitan- tes de color de la ciudad de la Habana está constituida por el 25.5% de la totalidad. La formación de la raza mestiza es el resultado, en su origen, de la mezcla de hombres blancos, españoles, y de mujeres negras, africanas. Este pro- ducto, siendo femenino, buscaba el blanco o el mestizo, para ligarse; tratán- dose del masculino, fuera de los casos de violencia, tenía que unirse a la mes- tiza o a la negra. En la actualidad, la gran mayoría de los mestizos se casan entre sí, y se observa, como ya hemos indicado, la tendencia de los extre- mos raciales a buscar el regreso a la raza predominante en la mezcla, bm 12 embargo, se observa más en la mujer que en el hombre la tendencia a elegir el cónyuge en la raza superior. Hay más blancos que se casan con mulatas, que mulatos que se casan con blancas, y si se unen blancos con negras, es muy excepcional el caso en que se halle una blanca ligada a un negro. Hemos querido establecer estas tendencias, mediante cifras, y el cuadro que aparece seguidamente muestra la composición de la familia en los pri- meros mil niños mestizos que han sido examinados en el Laboratorio. N° 2.-RAZA DE LOS PADRES DE MIL NIÑOS MESTIZOS MATRICU- LADOS EN LAS ESCUELAS DE LA HABANA Padre mulato y madre mulata ... 529 Padre blanco y madre mulata ... 217 Padre negro y madre mulata . . . 100 Padre mulato y madre negra ... 79 Padre mulato y madre blanca , . . . 47 Padre blanco y madre negra ... 25 Padre negro y madre blanca . . . . 3 Total .... 1,000 Asimismo existe en Cuba una colonia numerosa de chinos, los que han constituido hogar uniéndose a negras o a mulatas. Los mestizos de estas uniones: "bicolores" (negro y amarillo) o "tricolores" (negro, blanco y amarillo: mulata y chino) constituyen un grupo étnico muy curioso, de fá- cil reconocimiento a primera vista por la coexistencia del color de la madre y de los ojos y pómulos del padre. Finalmente, al mosaico de los elementos étnicos de Cuba hay que agregar los descendientes de la familias indias de Yucatán, que fueron introducidas clandestinamente hacia 1845 y más tarde autorizadas para permanecer en el país (Real Decreto de 1854) y repartidas en distintas explotaciones agrí- colas. Las condiciones de vigor y laboriosidad de estos indios yucatecos fueron bien apreciadas por los colonos cubanos, y se hubiera producido una fuerte inmigración de ellos de no existir la prohibición de las autoridades mejicanas para que abandonaran el país nativo. 4.-Condiciones higiénicas y morales de la población escolar estudiada. La Habana disfruta de excelentes condiciones de salubridad. Desde la primera intervención americana, en 1899, se adoptaron medidas enérgicas para combatir las enfermedades endémicas, especialmente la fiebre amarilla, que ha desaparecido totalmente desde hace años, y la viruela que realizaba enormes estragos en la población cubana durante la dominación colonial. El promedio de mortalidad en la Habana oscilaba, de 1906 a 1914, en- tre 13 y 15 por cada mil habitantes, lo que pone a esta ciudad en una si- tuación higiénica superior a la gran mayoría de las grandes capitales del mundo. El cuadro que aparece más abajo demuestra que el 50% de los falle- cimientos que ocurren en la Habana se produce después de los 40 años, y el 25% después de los 60. 13 N° 3.-MORTALIDAD EN LA HABANA 1917 1916 De 0 a 1 año de edad. . . . 15.89 .... 17.10 „ 1 a 4 años 6.49 .... 6.04 „ 5 a 9 años 1.94 .... 1.58 „ 10 a 14 años 1.40 .... 1.24 „ 15 a 19 años 2.83 .... 2.87 „ 20 a 30 años 22.10 .... 22.53 „ 40 a 59 años . 24.83 .... 24.15 „ 60 y más años . . 24.54 .... 24.59 Las causas más frecuentes de muerte, indicadas en el cuadro siguiente, ponen mucho mejor en evidencia la ausencia de enfermedades endémicas. La tuberculosis pulmonar es la enfermedad que realiza mayores víctimas, de- bido, más que nada, a las condiciones del clima caliente y húmedo. N° 4.-PRINCIPALES CAUSAS DE FALLECIMIENTO POR CADA 10 MIL HABITANTES DE LA CIUDAD DE LA HABANA 1917 1916 Tuberculosis pulmonar 30.44 . . . . 29.20 Afecciones de las arterias. . . . 21.94 . . . . 19.43 Enteritis (menores de 2 años). . . 19.13 . . . . 18.57 Enfermedades orgánicas del corazón 15.91 . . . . 16.28 La mortalidad infantil (niños menores de un año) ha sido de 138 por mil nacimientos, según promedio, de los años 1902 a 1914. La natalidad media ha sido, durante la misma época, de 30.9 por cada mil habitantes, lo que arroja un exceso de más del 50% de niños nacidos sobre los falleci- mientos en general (13 a 15%). La mortinatalidad es mucho más elevada entre los negros y mestizos que entre los blancos, y en igual sentido se manifiesta la fecundidad. Así podrá apreciarse seguidamente: N° 5.-ESTERILIDAD, FECUNDIDAD Y MORTINATALIDAD COMPARA- DAS POR RAZA, EN CUBA: (1) Conceptos Blancos Negros Mulatos Esterilidad aparente . . . 12.51 8.56 15.07 Fecundidad . . . 43.73 37.85 18.41 Un parto Más de un parto . . . 55.56 . . . 31.91 28.89 46.81 15.55 21.28 Mortinatalidad: 1900-02. . . . . . . 21.20 46.35 33.45 Mortinatalidad: 1911-13. . . . . . . 53.17 103.43 79.92 (1) R. J. Folsalba. "La mortinatalidad y la mortalidad infantil en la República de Cuba''. Sanidad y Beneficencia, junio 1914. 14 La gente de color disfruta de mayor longevidad que la de raza blanca. En efecto, según el censo de 1907, por cada cien individuos de 0 a 1 año, 73.1 son blancos y 26.9 de color. Esta proporción se mantiene casi invariable hasta los 40 años; pero después se modifica gradualmente, en favor de los individuos de color: Edades °/o blancos % de color De 40 a 50 años .... 70 30 De 50 a 54 años .... 65.5 34.5 De 60 a 64 años .... 53.5 44.5 De 75 a 79 años .... 52.8 47.2 De 80 o más años .... 34.7 65.3 (1) Desde el punto de vista moral, la raza de color manifiesta una notable inferioridad respecto de la blanca. Bastará como prueba de ello examinar los datos estadísticos referentes al número de nacimientos legítimos e ilegítimos registrados en los años 1916 y 1917. En el curso de ambos años, hubo en la Habana 10,800 nacimientos blancos legítimos y 2,042 ilegítimos lo que da una proporción de 5 y 1, respectivamente. En cuanto a los nacimientos de color, en el mismo período de tiempo, hubo 768 legítimos y 1,486 ile- gítimos; la proporción aquí es de 2 y 1, para cada caso. (2) 5.-El clima. El clima en la Habana es cálido y húmedo. La temperatura varía poco en el curso del año. De noviembre a mediados de abril la temperatura es muy agradable y los días frescos dominan. De junio a septiembre la tempera- tura es en el día uniformemente elevada; solamente por la noche la brisa viene a refrescar la atmósfera. N? 6.-OBSERVACIONES CLIMATOLOGICAS EN LA HABANA (DATOS OFICIALES) TERMOMETRO Baró- Lluvias Afio 1918 Máx. Mín. Media i Oscil. metro Milms. Enero ,.... 24.4 16.3 20.4 8.6 763.4 36 Febrero 27.1 19.3 23.2 7.7 762.2 11 Marzo 27.1 19.8 23.4 7.3 762.2 188 Abril 28.0 20.7 24.4 7.3 760.6 194 Mayo 27.8 21.5 24.6 6.1 759.6 151 Junio 28.4 22.5 25.6 6.1 760.2 164 Julio 29.5 22.9 26.2 6.6 759.9 169 Agosto 30.1 23.7 26.9 6.3 758.8 74 Septiembre 29.3 23.0 26.1 6.3 758.3 162 Octubre 28.7 22.8 25.7 5.8 761.2 129 Noviembre 26.5 20.3 23.4 6.2 760.6 65 Diciembre 25.5 19.5 22.8 5.4 761.6 56 Media anual.... 27.7 21.2 24.3 6.6 760.7 1,399 (1) Anuario Estadístico de la República de Cuba, 1914, pág. 18. (2) Boletín Oficial de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, tomo XXI, número 1, 2 y 3 enero-marzo 1919. 15 Los vientos dominantes, procedentes del N. E., refrescan la temperatura. Llueve de manera especial, desde abril a septiembre, y el cielo se man- tiene despejado, por lo común desde noviembre a marzo. He aquí el núme- ro de días lluviosos anotados en la Habana, en un período de cuatro años conse- cutivos : N° 7.-LLUVIAS EN LA HABANA (1909-1912) AÑOS Días lluviosos Días nublados Nublados parcialmente Despejados Lluvia en mm. 1909 121 152 158 55 1,332.7 1910 81 130 156 79 1,183.1 1911 93 133 145 87 1,059.3 1912 100 134 162 60 1,188.8 Media anual.... 98.7 137 155 70 1,190.9 No ha sido posible obtener datos precisos acerca del grado de humedad de la atmósfera, que es considerable durante los meses del estío. 16 CAPITULO SEGUNDO PLAN DE LAS INVESTIGACIONES Y TECNICA SUMARIO 1. El número de niños medidos y las medidas tomadas.-2. Las listas generales y la ficha individual.-3. La distribución del trabajo.-4. Organización del trabajo práctico.-5. Técnica seguida.-5. Observaciones generales acerca de la exactitud de las medidas. 1.-El número de niños medidos y las mediciones tomadas. Obtenida la conformidad del entonces Secretario de Instrucción Pú- blica y Bellas Artes, Dr. Francisco Domínguez, a fines del curso de 1918-19 se adoptó la resolución de determinar las curvas del crecimiento del niño cubano. Se convino, pues, en que el trabajo habría de prepararse de tal modo que se iniciaran las mediciones poco después de comenzado el curso escolar de 1919-20, en el mes de octubre. Para ello resolví adoptar las normas que me había trazado al hacer la misma investigación en niños bolivianos, limitándolas a los de las escuelas públicas hembras y varones, de 6 a 14 años, pertenecientes a las razas blanca, negra y mulata. El grupo de escolares para cada medio año de edad, en cada raza y sexo, quedó fijado en cincuenta niños; más adelante y por las razones ya explicadas me vi obligado a reducir los grupos de niños negros de cada medio año de edad a 40 y algunos gru- pos a 25. El total de fichas reunidas y utilizadas en el cálculo de los términos me- dios que aparecen en este trabajo es de 3,859, lo que eleva aproximadamente a 4,200 el número de niños medidos, pues un 10% de las fichas ha tenido que ser eliminado antes de realizar los cálculos que fijaron los términos me- dios: en unos casos porque al comprobarse los datos generales hallamos que uno de los padres era extranjero, o bien porque alguno de los abuelos resul- taba chino, o, por último, para reducir al número exacto de cincuenta las fichas correspondientes a cada uno de los 16 grupos formados para cada raza. En los varones se tomaron 27 medidas directas para cada uno: 8 de al- tura, 5 diámetros, 6 circunferencias, 6 presiones dinamométricas, el peso y la 17 Horquilla £sisrqñl . flcrar|io íc$ Xi j.t. £onc|aclo P|C'di hda . F] F\i|or fér C |US- 5 u t j □.' Fig. 1.-Pinitos anatómicos utilizados para las mediciones. 18 braza. Con ellas ha sido posible obtener además, 5 medidas deducidas. Por consiguiente, cada niño ha reclamado 32 mediciones, lo que arroja un total ge- neral de 68.320 mediciones en el conjunto de las 2,135 fichas utilizadas para la investigación relativa a los varones. Consideraciones de orden social han obligado a limitar este programa en lo referente a las niñas. Las mediciones en ellas se han reducido a la talla, el peso, la braza y seis medidas dinamométricas, que hacen 9 mediciones para cada una de las 1,724 niñas y un total de 15.516 mediciones. En resumen, este trabajo, ejecutado con 3,859 niños, ha reclamado 83,836 mediciones. El número de 50 niños para cada medio año de edad, o de 100 para cada año, es suficiente en grado sumo para establecer las curvas del desarrollo fí- sico normal medio. En efecto, una ligera ojeada a los cuadros de ordenación en series permitirá darnos cuenta de que hay concordancia entre el término medio y la cifra que aparece en la "ficha mediana" de cada serie, en cada caso. (1) Quetelet, el padre de las curvas del crecimiento, se limitaba a medir gru- pos de 10 individuos para cada año de edad. Escogía tipos regulares y afir- maba que había podido comprobar por sus observaciones que los términos medios de tres grupos de la misma edad, de 10 individuos cada uno, difieren menos entre sí que tres mediciones sucesivas en un mismo sujeto. Partici- pamos de la misma opinión, pero resulta siempre muy delicada la elección de tipos medianos. Al tomar 50 niños de cada medio año hemos juzgado necesario eliminar los enfermos y los lisiados, así como los casos dudosos res- pecto a la edad, (resulta siempre muy difícil de obtener el dato exacto en cuanto a la fecha del nacimiento), y la raza. Todos nuestros sujetos son nacidos en Cuba, de padres cubanos y pertenecen a una categoría social muy semejante: obreros y modestos empleados. Nuestros' grupos son por con- siguiente homogéneos, lo que es esencial en una investigación como la presente. Hemos limitado a una tasa racional el número de niños medidos, con lo cual obtenemos la base necesaria para los términos medios; esta limitación nos da, además, una serie de ventajas, que no se pueden lograr cuando la in- vestigación se realiza sobre millares de niños: todas las mediciones han sido tomadas por el mismo operador para cada grupo de ellas, en las mismas con- diciones y con el mismo instrumento. Hay, pues, perfecta unidad en la técnica. (1) Los términos medios de los niños blancos, de 6 años, los hemos calculado con solo 40 fichas; más tarde, disponiendo ya de las 50, hemos repetido nuestros cálculos. He aquí los promedios obtenidos en ambos casos, en cuatro de las principales medidas. Talla, 109.1 y 109.2. Pierna, 54.5 y 54.5. Braza, 108.8 y 108.8. Peso 18.290 gr. y 18.310 gr. Esos resultados tienen una correspondencia tal que es imposible obtenerlos en dos mediciones sucesivas en un mismo sujeto, por el mismo operador. 19 Fig. 2.-Toma de la talla de pie 20 2.-Las listas generales y la ficha individual. Disponíamos, en primer término, de cuadros en blanco, divididos en co- lumnas, con los siguientes encabezamientos: número de orden, nombre y ape- llidos, lugar del nacimiento, fecha del nacimiento, raza del padre, lugar del nacimiento del padre, edad del padre, profesión del padre, raza de la madre, lugar del nacimiento de la madre, edad de la madre, profesión de la madre, observaciones.. Cada hoja llevaba, además, en lugar conveniente, estas in- dicaciones relativas a la misma lista: localidad, número del establecimiento escolar, raza, sexo, y grado. Los cuadros fueron remitidos a los directores de todas las escuelas del distrito escolar de la Habana (tanto de varones como de niñas), después 'de la apertura del curso, con el encargo de llenarlas y devolverlas enseguida al Laboratorio. Este primer trabajo debía permitirnos poder señalar con anticipación qué niños de cada escuela serían utilizados en la investigación, lo que tenía que facilitar notablemente la rapidez en las mediciones y la me- jor organización de nuestra labor. Después preparé la ficha individual: consiste en una cartulina de 0.202m. X 0.127 m. (8 pulgadas por 5). Esta ficha es blanca, roja o azul, según se destine a niños blancos, negros o mestizos, respectivamente. El anverso se halla dispuesto de la siguiente manera: REPUBLICA DE CUBA LUGAR: Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes RAZA: INVESTIGACIÓN ANTROPOMÉTRICA SOBRE EL CRECIMIENTO DEL NIÑO CUBANO DR. GEORGES ROUMA, (1919) SEXO: Nombre y apellidos Edad del padre EDAD: Fecha del aacimiento Raza del padre Lugar del >acimiento Edad exacta Profesión del padre Lugar nac. padre (Salud, dentición, enfermedades anteriores, etc.) OBSERVACIONES Color de la piel Edad madre Color cabello Raza de la madre Color ojos Profesión de la madre Forma labios Establecimiento escolar Lugar nac. madre Fuerza muscular al dinamómetro. la Prueba A B c 2? Prueba A B c 39- Prueba B c Peso M. D.i A Fecha: M. I Braza Investigador responsable: Opera- dor 21 Fig. 4.-Posición de la toesa para tomar la altura del acromión. Fig. 3.-Posición de la toesa para tomar la altura del conducto auditivo. 22 Y aquí tenemos, por otra parte, la reproducción del reverso de la ficha: MEDIDAS DE ALTURA CIRCUNFERENCIAS VOLUMENES T. Talla C. de la cabeza V. Encéfalo X X CA. Conducto auditivo C. axilar A. Acromion izquierdo C. altura pezones V. tronco X X M. Dedo medio izquierdo C. xifo-esternal C- máxima del antebrazo derecho V. caja toráxica X X H. Horquilla del esternón AX. Apéndice xifoides (p s.) C- mín. del antebrazo derecho Tr. Trocánter mayor izquierdo Espesor muscular anteb. derecho INDICES Talla sentada, c- a- MEDIDAS DEDUCIDAS 1. Cefálico Altura del asiento Alt. encéfalo (T-CA) 2. Encéfalo-tronco Talla sentada, s. a Largo del brazo (A-M) 3. Vitalidad 4. Capac. toráxica por cen- tímetro de talla D. antero-posterior de la cabeza DIAMETROS Larg- esternón (H-AX) Altura del tronco (H-Tr) 5. Diám biacromial-talla D. transverso cabeza 6. Espesor del músculo-lon- gitud del brazo D. antero-posterior del tórax Operador: 7. Peso por centím. de talla D. transverso del tórax Calculadores: 8 Crucial D. biacromial 9. Pierna-talla Todas estas medidas fijan las proporciones de los principales segmentos del cuerpo: cabeza (parte cerebral), tronco, tórax, pierna, brazo, y permiten establecer el crecimiento relativo de cada uno de los segmentos, para cada edad y cada sexo. La comparación de las medidas entre sí lleva al cálculo relaciones o índices, los que dan una idea mucho más exacta de las características físicas de una raza o de un individuo. En efecto, el índice compara dos medidas, reduciendo la mayor a una can- tidad fija: 100, y considera después el valor de la menor. Para hallar un índice se aplica la fórmula siguiente: GM : PM :: 100 : X PMX100 De ahí resulta: x = GM En esta fórmula GM equivale a la gran medida, esto es, la mayor de las dos, PM a la menor y X al índice. Ilustraremos esa explicación con un ejemplo práctico: La talla y el diámetro biacromial de un niño, comparados con los términos medios correspondientes al mismo medio, raza y edad nos dan indicaciones in- teresantes ; pero sólo estableciendo el índice talla-diametro biacromial podremos darnos cuenta exacta del valor de estas dos medidas. 23 Fig. 6.-Posición de la toesa para tomar la altura del trocánter mayor. Fig. 5.-Posición de la toesa para tomar la altura de la horquilla del esternón. 24 He aquí un niño (A), de seis años, que tiene 1.05m. de talla y 23 centí- metros de diámetro biacromial; otro (B), también de seis años, tiene de talla 1.15m. y de diámetro biacromial 23.5 centímetros. Admitamos que los térmi- nos medios de la raza a que ambos pertenecen sean de 1.06 m. para la talla y de 23 centímetros para el diámetro biacromial; el índice de estas dos medi- das será 21.6. Si hacemos la comparación con los términos medios, el niño B se halla en condiciones de superioridad a los niños de su edad y de su medio, en cuanto a la talla y al diámetro biacromial; parece superior al niño A; pero si compa- ramos los índices encontraremos que no es cierta tal conclusión: el índice de A es de 21.9 y el de B 20.4. El primero a pesar de que es mucho más pequeño, re- sulta mejor equilibrado, mientras el segundo tiene los hombros demasiado es- trechos particularidad revelada con toda claridad por su índice correspondiente. Los principales índices que hemos establecido son los siguientes: la rela- ción entre el largo y el ancho de la cabeza (índice cefálico) ; la relación del volumen del tronco con respecto al del encéfalo (fórmula de Godin); la rela- ción de la circunferencia toráxica y la talla (índice de vitalidad) ; la del volu- men de la caja toráxica y del centímetro de talla; la del diámetro biacromial y la talla; la del espesor del músculo del antebrazo y el largo del brazo (fórmula Godin); la relación existente entre el peso y el centímetro de talla; la talla y la braza (índice crucial); la relación entre el largo de la pierna y la talla, etc. 3.-Distribución del trabajo. Todo el trabajo de preparación, reclutamiento de niños, mediciones, etcé- tera, ha sido repartido entre el autor de estas líneas y sus colaboradores de la manera siguiente: Los señores Emilio Jacobs y José F. Castellanos tienen a su cargo el cui- dado de que las listas sean redactadas convenientemente; examinarlas luego y seleccionar los sujetos útiles a la investigación; escoger estos sujetos en las mis- mas escuelas y adoptar las disposiciones necesarias para que sean transportados al Laboratorio y devueltos más tarde a sus respectivas escuelas. En el trabajo científico toman el peso, la fuerza muscular en el dinamómetro, la braza, la temperatura del cuerpo, las pulsaciones por minuto, etc. Además de ésto, el se- ñor Castellanos interviene en la resolución de todas las necesidades del Labo- ratorio, en su carácter de Secretario del mismo, mientras el señor Jacobs, cuan- do se lo permite el trabajo que le ha sido confiado, atiende a la clasificación de las fichas, colabora en los cálculos, etc. La señora Rita López de Allegue, Ayudante del Laboratorio, toma los da- tos generales de los niños, comprueba si los informes de las relaciones convienen con las declaraciones de los sujetos, mediante un interrogatorio. Asimismo con- signa los datos somáticos, clasifica las fichas terminadas y hace los cálculos in- dividuales y los promedios. La Sra. Dra. Pardo estaba encargada del exámen somático y de tomar al- gunos datos de carácter fisiológico; pero luego se le confió un trabajo especial en el Laboratorio Wood donde dispone del necesario material científico; consis- te en el conteo globular de la sangre de 5 niños de cada raza, correspondientes a las edades de 6, 8, 10, 12, y 14 años. Personalmente he tomado todas las medidas de altura, los diámetros y las circunferencias (para cada niño 19 medidas directas) y he dirigido, controlán- dolo, el trabajo de cada uno, a fin de que la obra se realizara con unidad y el debido espíritu científico. Justo es consignar que, desde los primeros momentos, hemos contado con la colaboración desinteresada y valiosa de la señorita Ana María Fernández de Vi- 25 Fig. 7.-Posición del sujeto y del operador para tomar la talla sentado. 26 llalta, aficionada a estos estudios: su misión ha consistido en anotar los datos que se le dictaban, para cada ficha, calcular las medidas deducidas y auxiliar en los trabajos de cálculo. 4.-Organización del trabajo práctico. El Laboratorio cuenta con tres amplios salones, dispuestos en orden suce- sivo, y una sala de espera a la entrada; además tiene un vestuario, para el uso de los niños concurrentes al establecimiento, dotado de servicios sanitarios. Los niños eran examinados en grupos de 30 o 40 y venían acompañados de un maestro o del conserje de la escuela. Cuando la distancia era superior a una milla, el recorrido se i-ealizaba en tranvías; para ello puso a nuestra disposición 8,000 pasajes la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. Al llegar les niños al Laboratorio cada uno recibía una ficha del color co- rrespondiente a su raza. Inmediatameutee procedíamos a tomar los diámetros de la cabeza. A medida que se obtenían estos datos, pasaban los niños al vestua- rio para despojarse de sus ropas, conservando sólo el pantalón. Luego, en la se- gunda sala y provistos siempre de su ficha correspondiente se les tomaba el peso. Volvían a la sala número 1 para obtener, mediante el antropómetro, las medidas de altura; de aquí nuevamente a la sala número 2, para tomar las me- didas dinamométricas y, finalmente, en la sala número 1 se les tomaban los diá- metros torácicos, las circunferencias y la braza. A la vez eran sometidos al exá- men somático y al interrogatorio de que ya hemos hablado, con el propósito de comprobar la fidelidad de los datos facilitados en las escuelas y consignados en las relaciones generales. El hecho de dividir en series las mediciones, teniendo en cuenta la aplica- ción de un mismo instrumento para varias a la vez, me proporcionaba lograr tres finalidades: economía de tiempo, lo que se explica por ser más perfecta la adaptación en un pequeño número de movimientos; la mayor exactitud de las medidas, por el hecho de reducir a un tiempo muy corto la inmovilidad del ni- ño en una misma actitud; el mantenimiento del orden y disciplina, porque los niños están todo el tiempo pendientes de su turno que a cada momento les lle- ga. Sabemos que la indisciplina y el desorden se producen cuando los niños es- tán desocupados mental o físicamente. Este último aspecto es de gran impor- tancia : el orden y la disciplina son indispensables para evitar errores en la comprensión de los números dictados, así como en la lectura de los instrumen- tos y también para proceder con celeridad en una atmósfera de compostura y de silencio. 5.-Técnica seguida. Primer grupo de medidas: medidas de altura. (1) Instrumentos: Para obtener las medidas de altura hemos utilizado el antro- pómetro metálico, construido por la casa Boulitte, de París. Se halla constituido por un tubo de 21 milímetros de diámetro, cilindrico en sus tres cuartas partes anteriores y plano en su cuarto posterior. Longitudinalmente se encuentra di- vidido en cuatro secciones que se empalman formando así un tubo de 201 cen- tímetros de largo. Una corredera de metal, a la que se ajusta un indicador, co- rre a todo lo largo del tubo. La toesa Topinard (2), que fabricaba la casa Collin, de París, es, en mi (1) La técnica seguida está perfectamente de acuerdo con la recomendada por la Convención Antropométrica de Ginebra, de 1912. (2) En el momento actual es imposible obtener un sólo ejemplar de este instru- mento en el mercado. Su fabricación ha sido suspendida por tiempo indeterminado. 27 Fig. 8,-Manera de sujetar el compás de Broca para tomar los diámetros de la cabeza. 28 concepto, mas práctica para el trabajo con niños. En efecto, en ella se fija el indicador a la toesa en el mismo instante de la toma de medida, pudiendo qui- tarse después o dejarla caer; por el contrario, en el antropómetro Boulitte que- da fijo a la barra, lo que, por la punta en que termina dicho indicador, consti- tuye un peligro constante, tanto para el niño como para el operador, si el ayu- dante sufre alguna distracción. Otra ventaja del instrumento de Topinard con- siste en que el indicador puede colocarse a la altura conveniente, sin que sea preciso hacerlo deslizar a lo largo de la barra, cosa indispensable en el de Bou- litte, que por lo general ofrece alguna resistencia, fatigosa para el operador. Hice construir dos plataformas de madera, cuadradas, de 50 centímetros por cada lado; una tiene 10 centímetros de altura, la otra 45 centímetros. La primera se utilizó para la medición de los niños mayores, la segunda para los menores de 10 años, que no alcanzan a 1.35m. de talla. Un pequeño banco de 30 centímetros de altitud se utilizó para obtener la talla sentada. Práctica de las medidas de altura. No teniendo más traje que el pantalón, el niño se coloca, en posición "fír- me", en el cuarto anterior derecho de la plataforma. El cuerpo erguido, los talones juntos, los brazos cuelgan naturalmente, con las manos abiertas, los de dos juntos y siguiendo ie natural del cuerpo; la mirada en dirección hori- zontal. Para facilitar la comprensión por los niños de esta posición, el operador debe mostrarles un modelo, antes de comenzar: ya por sí mismo, ya tomando a uno de los niños y haciendo fijar la atención de ellos en las condiciones típicas de tal actitud. Para cada niño en particular, antes de proceder a la medición, el operador se colocará exactamente en frente y corregirá la posición con la menor cantidad posible de explicaciones verbales. Por lo general, éstas no dan resultado alguno ; la comprensión visual y "muscular" es mucho más rápida y completa que la auditiva ; este hecho es tanto más evidente cuanto menor sea el niño. Con los de 6 a 7 años he podido hacer observar a mis colaboradores, frecuentemente, e! siguiente fenómeno: al tomar las circunferencias toráxicas el niño tiende a ba- jar la cabeza para seguir con la vista los movimientos de las manos del ope- rador; si se le ordena levantarla, obedece.. . elevando los brazos, y si se repite la orden en un tono más imperativo, los eleva mucho más, pero la cabeza perma- nece siempre hacia abajo: es que el niño sólo entiende la orden de "levantar" y completa la idea por la interpretación de la mirada del operador fija en esos momentos en la cinta métrica que pasa por debajo de sus brazos. En estas condiciones resulta más sencillo y mucho más eficaz no decir una palabra y colocar convenientemente la cabeza del niño. Este principio puede ser generalizado: se debe hablar lo menos posible; pero hacer entender "mus- cularmente" lo que se exige del niño. Cuando no consigue adoptar la posición requerida, el operador no debe reñir al niño ni impacientarse. Lo más conveniente es no insistir y proceder, en presencia de él, a la medición de algunos de sus compañeros, que le servirán de modelos. El mismo plan debe seguirse cuando algún niño manifieste temer a los instrumentos y se pone en tal estado de nervosismo que haga imposible toda medición. Al formarse los grupos conviene colocar en primer término a los mayores y a los más inteligentes, de esta manera se elimina gran parte de las dificulta- des enunciadas anteriormente y se facilita el trabajo de manera notable. Sin embargo, hay niños incapaces de adoptar la posición requerida para la toma de medidas de altura: entre ellos figuran los que mantienen siempre la cabeza inclinada sobre el hombro o el pecho, y que no logran sostenerla er- 29 Figs. 9 y 10.-Toma de los diámetros cefálicos. La figura de la izquierda indica cómo se toma el diámetro antero-posterior. La de la derecha, cómo se toma el transverso. 30 guida; los que tienen el cuerpo torcido o inclinado hacia un lado de manera habitual; se debe eliminar esos sujetos. Otros tienen una gran inestabilidad muscular, que les impide permanecer un momento inmóviles. En este último caso se hace indispensable contar con un ayudante que sostenga el cuerpo del niño en la posición necesaria. Por lo común es bastante el auxilio para lograr nuestros propósitos; pero siempre hay casos en que la eliminación se impone porque la movilidad es tan grande que llega a ser problemática la exactitud de las medidas. No faltan niños en los que la talla disminuye gradualmente mientras el in- dicador descansa sobre el vértice del cráneo: sus músculos se relajan, el cuerpo be "comprime"; son niños asténicos, sin vigor, ni voluntad, ni dominio mus- cular, Hay que tener en cuenta que la actitud normal de los niños no es la erec- ta y que los de seis años, especialmente, hallan dificultades frecuentes para adoptarla y mucho más para mantenerla. El mayor número de niños nerviosos e inestables lo he hallado entre los blancos; es menor el número de mestizos que afecten tales caracteres y rara vez se encuentran en los negros. Estos últimos ofrecen casi siempre menores difi- cultades materiales para ser medidos, es mayor la estabilidad y los puntos an- tropométricos del esqueleto son más fáciles de hallar que en el blanco. Junto a los incapaces de adoptar y mantener la posición correcta, existen otros niños-por lo común, de 9 a 12 años-que, deseosos de "hacerlo muy bien" adoptan posiciones exageradas y difíciles de destruir: levantan los hom- bros y abultan el cuello o adelantan el pecho, mientras la cabeza se inclina ha- cia atrás; o bien encorvan los hombros, hunden el pecho y adelantan el cuerpo. Una vez conseguida la posición adecuada, el operalor se sitúa a la izquier- da del sujeto objeto del exámen y baja sobre la cabeza de éste el indicador del antropómetro, que un ayudante mantiene verticalmente detrás del niño. El operador maneja el instrumento con la mano derecha, mientras con la izquier- da sitúa en posición la cabeza del niño. Después de la lectura de la talla, el antropómetro se aleja un tanto hacia la izquierda, colocando el indicador a la altura del conducto auditivo izquierdo, para obtener esta medida; inmediatamente se baja el propio indicador, detrás del hombro, frente al acromio izquierdo, que O' bien se ha marcado previamente con anilina o bien se reconoce con el dedo índice de la mano izquierda, que precisamente guía al indicador. Este baja en seguida hasta la extremidad del dedo medio de la mano izquierda para señalar su distancia del suelo. El niño gira un cuarto de vuelta hacia la izquierda, sin perder la posición normal, en- tonces el antropómetro queda frente a él: el operador, guiándose con la mano izquierda o habiendo marcado los puntos previamente con lápiz de anilina, toma la altura de la horquilla esternal y la del vértice del apófisis xifo-esternal. Vuelve el niño a la posición anterior, girando hacia la derecha; el operador marca con lápiz de anilina o localiza con la mano izquierda el borde superior del gran trocánter izquierdo y procede a fijar su altura, quedando el antropó- metro detrás del sujeto mientras el operador conserva su misma posición res- pecto del niño. Seguidamente se coloca sobre la plataforma el pequeño banco de que he- mos hablado. El niño toma asiento, con las piernas unidas y colocando los pies debajo del asiento; las manos descansarán sobre los muslos, el tronco y la ca- beza erguidos, de tal modo que la mirada se mantenga horizontalmente. El ope- rador consigue fácilmente el enderezamiento del tronco "apoyando una mam sobre las apófisis espinosas de la tercera y cuarta vértebras lumbares, mientras con la otra hace presión sobre el mentón" (Dr. Godin). El antropómetro se colo- 31 Figs. 11 y 12.-Manera de colocar la cinta métrica para tomar la circunferencia de la cabeza. En el primer grabado la mano izquierda del operador coloca la cinta sobre la parte más saliente del occipu- cio, mientras que la mano derecha sostiene una extremidad de la cinta entre el índice y el pulgar y la otra extremidad entre el mayor y el anular. (Se puede observar aquí una falta en el dibujo). El segundo dibujo indica cómo se hace pasar la cinta sobre la glabela. 32 Fig. 16.-La toma del peso Fig. 17.-Modo de tomar la braza. ca a espaldas del niño, y, bajando el indicador basta el vértice de la cabeza, se obtiene la "talla sentada". Como medida de precaución, par?, evitar accidentes, cada vez que el niño realiza un cambio de posición, hago que el indicador suba hasta el extremo del antropómetro y que allí lo mantenga el ayudante. Todas las medidas son enunciadas en alta voz por el operador, tomando co- mo unidad el centímetro. El "secretario" repite en voz alta también, e inscribe la medida en la ficha. Es indispensable mantener una vigilancia especial para evitar que los niños cambien las fichas. Para obtener la braza hice colocar sobre una de las paredes del Laborato- rio un encerado de dos metros de largo, por uno y medio de ancho, y a una al- tura de 50 centímetros del suelo. Un marco rodea dicho encerado, por tres de sus lados (menos por el inferior). A partir de uno de sus extremos se marcó un metro, señalando luego, de centímetro en centímetro, por medio de líneas ver- ticales, hasta dos metros, en el otro borde, del encerado. Los decímetros y medio decímetros se indicaron en líneas de color más vivo. La numeración, por decí- metros, está anotada en ambos bordes (superior e inferior) del cuadro. Por me- dio de otras líneas, trazadas horizontalmente de veinte en veinte centímetros, se facilita la correcta posición del niño, que consiste en mantener el cuerpo verti- calmente apoyado sobre el cuadro, con los brazos en cruz; el dedo medio de la mano derecha debe tocar el borde del cuadro, mientras el de la mano izquierda, señala la medida; los talones deben estar unidos, separadas las puntas de los pies y ambos brazos deben aproximarse cuanto sea posible a la línea horizontal. Los músculos no deben tener rigidez alguna. Segundo grupo de medidas: diámetros. Instrumento: Los diámetros de la cabeza y del tronco se toman con el compás de espe- sor de Broca. El biacromial se obtiene con el compás de brazos paralelos (calibre), for- mado con el primer segmento del antropómetro de Boulitte, que posee una nu- meración especial para este propósito y dos indicadores, uno de los cuales es fijo. Práctica de las mediciones: Para tomar los diámetros cefálicos se sienta al niño sobre el banquito, y el ayudante, que está a su derecha, le mantiene inmóvil la cabeza, sujetándole la nuca y el mentón. El operador se coloca a la izquierda del sujeto para tomar el diámetro antero-posterior, y delante para medirle el diámetro trans- verso. Se tiene un punto fijo para medir el primero.; es la glabela, donde se apoya una de las puntas del compás; con la otra se busca, en un mismo plano verti- cal, el saliente más pronunciado de la parte posterior del cráneo. En cuanto al diámetro transverso, como para medirlo no se tiene punto fi- jo alguno, se conservan las dos piernas del compás rigurosamente en un mismo plano y se mueven de arriba hacia abajo, por delante y por detrás, sobre los parietales, hasta llegar a obtener la medida máxima en la abertura del compás. Los diámetros del tórax se toman en un plano horizontal, a la altura del apéndice xifo-esternal: detrás se busca la parte saliente de la columna verte bral que corresponde a ese nivel. Para obtener la medida del diámetro trans- 33 Figs. 13 y 14.-Manera de tomar la circunferencia toráxica axilar. La cinta debe pasar en la espalda, de- bajo del reborde de los omoplatos. 34 verso, se colocan las puntas del compás en las costillas. El niño dará la espalda al operador y extenderá los brazos a lo largo del cuerpo, para tomar el diáme- tro biacromial. Tercer grupo de mediciones: las circunferencias. Instrumento: la cinta métrica. Práctica: Para medir la circunferencia de la cabeza, se hace pasar la cinta métrica sobre la glabela y el punto más saliente del occipucio. Las circunferencias toráxicas se toman en tres niveles sucesivos, sin exi- gir del niño expiración ni inspiración profunda. La medida se toma mientras el sujeto se halla en inspiración corriente. Es necesario no llamar la atención del niño, durante las medidas, sobre el ritmo respiratorio, a fin de evitar per- turbaciones en el juego normal y habitual de sus funciones de ese orden. El peso. Este ha sido tomado con la báscula médica de tres correderas, construida por la casa Testut, de París. Los varones fueron pesados sólo con pantalones; a las hembras se les permitió conservar el traje con excepción del calzado. Más tarde se tomó el peso de los trajes de algunas niñas, para estable- cer promedios y hacer las deducciones necesarias. La presión en el dinamómetro. El instrumento adoptado fué el dinamómetro Collin (tipo para niños), y en los casos excepcionales en que este aparato resultó insuficiente, fué utilizado el dinamómetro de Verdín. Antes de proce- der a las mediciones de esta índole se adoptó la práctica de explicar el manejo del aparato y su finalidad a cada grupo de niños. Durante las presiones el operador debió tener especial empeño en excitar al sujeto a fin de lograr el máximum de esfuerzo. Se tomaron tres presiones sucesivas en cada mano, pri- mero con la derecha y luego con la izquierda. 6.-Observaciones generales acerca de la exactitud de las medidas. Para obtener la mayor exactitud posible en las mediciones es indispensable que un mismo grupo de medidas sea tomado por el mismo operador, sin variar de instrumento ni modificar en absoluto la táctica seguida. También es necesa- rio proceder con gran celeridad, pues el niño se fatiga muy rápidamente. Para que el operador pueda adquirir una gran rapidez en la toma de medidas, son necesarios: una larga práctica; el método, que economiza o suprime movimien- tos inútiles; el conocimiento exacto de la sucesión de las medidas que habrán de tomarse y la disposición de éstas en un orden lógico. Un buen operador puede tomar en una hora todas las medidas de altura, los diámetros y las circunferen- cias correspondientes a un grupo de 20 a 25 niños. Tratándose de los pequeños, de 6 a 7 años, resulta difícil medir más de 15 sujetos por hora. He querido apreciar la amplitud de las variaciones que el mismo operador, procediendo en iguales circunstancias, puede hallar en las medidas repetidas en un mismo sujeto: después de medir un grupo de 30 niños, separé al azar tres o cuatro, con los que repetí la toma de mediciones, que fueron anotadas en nuevas fichas; establecí luego las comparaciones necesarias con las fichas pri- 35 Fig. 15.-Manera de turnar el diámetro biacromial. 36 mitivas. He aquí, pues, como casos típicos de las variaciones halladas en mis experiencias, tres ejemplos: N° 8.-VARIACIONES EN LA REPETICION DE LAS MEDIDAS EN LOS MISMOS SUJETOS A. B. O. 1? me- 2a me- Dif. |la me- 2s me- Dif. 1» me- 2a me- - Dif. MEDIDAS dición. dición. en mm I dición. dición en mm dición. dición. en mm Talla 155.5 155.5 2 138.8 138.3 5 142.7 142 6 1 Cond. auditivo 142.1 141.7 4 127.0 126.6 4 129.5 129.5 o Acromion izquierdo 126.0 125.7 3 109.7 109.3 4 113.2 112.9 3 Extrem. dedo, medio izq. 58.4 57.9 5 48.3 47.6 7 47.8 47.2 6 Horquilla del esternón.. 126.4 126.5 1 112.2 111.3 9 115.9 116.3 4 Apénd. xifoides 114.2 114.7 5 100.8 100.3 5 101.1 101.9 8 Trocánter may 87.6 87.5 1 76.7 76.0 7 74.4 74.8 4 Talla sentada 77.5 77.7 2 70.4 69.8 6 75.7 76.0 3 Diám. antero post. cabeza. 18.7 18.7 0 18.6 18.7 1 18.4 18.3 1 Diám. transverso cabeza.. 14.5 14.4 1 13.9 13.9 0 13.9 13.9 0 Diám. antero-post. tórax. 14.2 14.5 3 14.0 14.4 4 15.3 15.0 3 Diám. transv. tórax 20.6 21.0 4 19.5 19.7 2 19.5 20.0 5 Diám. biacromial 29.7 30.4 7 30.5 30.2 3 31.9 30 8 11 Circunf. cabeza 53.5 53.5 0 53.5 53.5 0 53 0 53 0 0 ' ' axilar 65.0 64.0 10 62.0 61 0 10 65.0 65 0 0 " altura pezones. 61.5 61.5 0 60.5 59.0 15 64.0 62.5 15 Circunf. xifo-esternal.... 59.0 59.5 5 58.5 57.5 10 63.0 62.5 5 Circunf. máx. del anteb.. 18.5 19.0 5 18.5 18.5 0 20.5 20.5 0 Circunf mínima del anteb 12.5 12.5 0 11.5 11.5 0 13.5 13.5 0 Alt. encéfalo 13.4 13.6 2 11.8 11.7 1 13.2 13.1 1 Largo brazo j 67.6 67.8| 2 61.4| 61.7 3 65.4 65.7 3 Largo esternón | 12.2| 11.8| 4 11.4| 11.0| 4 I 14.8| 14.4| 4 Altura tronco | 1 38.8| 1 39.0| 2 1 35.5] 1 35.3 2 I 1 41.5| 1 41.5| 1 0 Del examen de este cuadro resulta que las medidas más exactas que se pueden obtener, con un milímetro de diferencia, son los diámetros y circunfe rencias de la cabeza; que las medidas de altura y los diámetros del tórax pue- den variar varios milímetros, y, por último, que las circunferencias del tórax ofrecen datos de menor fijeza, llegando las alteraciones hasta 15 milímetros. Asimismo puede observarse que las diferencias en las medidas de altura mantie- nen cierta relación entre sí, lo que pudiera imputarse a una verticalidad más o menos perfecta del cuerpo. De aquí podemos llegar a la conclusión de que las medidas deducidas referentes a los principales segmentos del cuerpo (cabeza brazo, esternón, tronco) no sufren, por lo común, grandes alteraciones. Por mi parte atribuyo este último resultado a la rapidez con que han sido tomadas las mediciones. 37 CAPITULO TERCERO LA TALLA Y EL PESO SUMARIO 1. Consideraciones preliminares.-2. La talla de los niños de la Habana.- 3. Ordenación de las tallas.-4. Ganancia anual en talla.-5. La talla de los niños nacidos en verano, comparada con la de los nacidos en invierno. -6. Pesos medios de los niños cubanos.-7. Ordenación en serie de los pesos.-8. El índice ponderal.-9. Algunas curvas de peso y de talla de escolares de otros países. I. LA TALLA 1.-Consideraciones preliminares. Cuando se quiere seguir y comprender el desarrollo físico del niño, la talla constituye el elemento fundamental que (fuera de su propia significación) sirve de base para la apreciación del valor de las demás medidas. En toda interpretación acerca de la talla de un niño es indispensable tener en cuenta ciertas leyes esenciales, que vamos a recordar ligeramente. El desarrollo de la talla está influido a la vez por las tendencias heredita- rias, que determinan los límites normales de la evolución del fenómeno, y por las condiciones del medio (alimentación, clima, etc.), que pueden activarlo, de- tenerlo o reforzarlo. Los estudios de Niceforo, Mackenzie, Pagliani, Roberts, Bowditch, Porter, Mac Donald, Key y de otros numerosos investigadores han demostrado que los niños pobres son más pequeños, en una edad dada, que los de familias acomo- dadas de la misma raza. En general, no se trata en estos casos más que de una detención del fenómeno del crecimiento, como así lo han demostrado Pagliani, Key y otros, y parece que el impulso hereditario consigue restablecer el equili- brio en el futuro, poco a poco, de tal modo que en la edad adulta las tallas de los pobres y de los ricos de igual raza alcanzan el mismo nivel. Sin embargo, profundas y persistentes influencias del medio pueden modi- 39 finar el tipo primitivo y manifestarse las variaciones durante toda la vida. Tanto es así, que la espantosa miseria que azotó a Flandes (Bélgica) en los años 1846-49, a consecuencia de una crisis económica, seguida de una epidemia en la papa, dejó una huella tan profunda en el desarrollo de la población nacida du- rante este calamitoso período que 18 años después, los jóvenes llamados al servicio militar fueron exentos en grandes grupos por tener una talla insufi- ciente (1). En la actualidad se observa un fenómeno parecido: el Dr. Demoor, Pro- Rector de la Universidad de Bruselas, en una comunicación presentada a la Real Academia de Medicina de Bélgica, ha demostrado que durante el período de la ocupación alemana, señalado por numerosas privaciones desde el punto de vista de la alimentación, el desarrollo físico de los niños de Bruselas ha sido detenido y modificado. El porvenir se encargará de probarnos si los esfuerzos continuados de las autoridades belgas para reparar los daños causados por la guerra a la niñez resultarán eficaces, y si al fin esas privaciones no causarán más que un retraso o bien si dejarán su marca definitiva como en el caso rela- tado de los años 1846-49, en Flandes. Si es evidente, de una parte, que las malas condiciones del medio pueden producir consecuencias tan lamentables, también ha podido observarse que las condiciones muy favorables, mantenidas durante un largo período de tiempo, pueden dar lugar a una elevación del término medio de la talla. El Dr. Anderson, que dirige la educación física de la Universidad de Yale (Estados Unidos), afirma, en tal sentido, que los jóvenes de hoy de aquel cen- tro docente tienen una estatura mayor en una pulgada a la de los universitarios de hace veinte años; siendo además superior el peso de ellos y la constitución muscular. Mr. Goldie, que ha tenido a su cargo durante 34 años la dirección de la educación física en la Universidad de Princeton, ha comprobado que el estu- diante de esta Institución de hace 30 años tenía 5 pies y 7 pulgadas de talla y 140 libras de peso, mientras que el de hoy alcanza a 5 pies y 8 pulgadas, y el peso llega a 145 libras, por término medio. El Profesor Phillips, de Amherst (EE. UU.), llega a idénticas conclusio- nes en cuanto a las señoritas y jóvenes asistentes a los colegios en que él ha he- cho estudios de esta naturaleza durante diez años. En todos estos casos se trata de jóvenes que se hallan en condiciones espe- cialmente favorables desde el punto de vista de la alimentación, de la higiene y del medio en términos generales, y en los que se ha obtenido un desenvolvimien- to más completo de las posibilidades del desarrollo físico-las cuales, evidente- mente, no son infinitas-latentes en cada individuo. Desde el punto de vista puramente humano hay que felicitarse en presen- cia de comprobaciones semejantes. Demuestran una preocupación de mejora- miento de la raza y convendría que se difundieran en todas partes los méto- dos de cultura racional y completa de los individuos, que no sólo consideran el punto de vista pedagógico y deportivo, sino también el aspecto social con el mejoramiento de los medios: alimentación, alojamiento, higiene, etc. (1) Houzé. Ver bibliografía. 40 Considerado el punto de vista individual, la talla de un niño no puede com- pararse más que con el promedio de su raza, de su medio climatológico y de su ambiente social, y todavía es necesario ser prudente con exceso antes de fijar conclusiones. Se debe medir al niño periódicamente y, contando con una serie de mediciones que dan el proceso general del crecimiento en él, establecer com- paraciones con las normas de su raza. Tomada la talla aisladamente tendremos un dato al que no será posible atribuir un gran valor; pero combinada con otras medidas, nos dará indicios de la más alta significación. Por ejemplo, una talla más elevada que el término medio unida a un desarrollo torácico insuficiente nos darán una noción muy desfavorable en cuanto al estado general de salud del sujeto; ésto lo revela el índice de vitalidad, que resulta de la comparación de la talla con la circunferencia torácica. La talla elevada, en comparación al término medio, no será favorable más que cuando el conjunto de las demás me- didas haya seguido una curva ascendente y todas mantengan el equilibrio en las proporciones correspondientes a la edad del sujeto. El Dr. Demoor (1) no vacila en declarar que "toda desviación en el desa- rrollo (aumentado o disminuido) en rapidez o en duración, corresponde a una alteración de la evolución intelectual y moral." Es necesario, pues, vigilar el desarrollo físico de los niños y someterlos a mediciones periódicas. 2.-La talla de los niños de la Habana. En el cuadro que aparece más adelante figura la talla de los escolares de las tres razas que concurren a los establecimientos primarios oficiales de la ciu- dad de la Habana. Corresponden a los promedios de las tallas de los niños cu- yas edades se diferencian en seis meses, como máximum, en cada grupo. Por consiguiente, la indicación "6 años a 6 años y medio" se refiere a niños de seis años, seis años y un mes, seis años y dos meses.. . hasta seis años, 5 meses y 29 días; en realidad, pues ella fija el término medio correspondiente a la edad de eeis años y tres meses. Lo mismo ocurre en todos los grupos. Junto al promedio aparece el "mediano" en cada grupo. La talla corres- pondiente al "mediano" es la que se encuentra precisamente en la ficha me- dia de la serie de tallas para una edad determinada, dispuestas en un orden sucesivo, de menor a mayor. En nuestros grupos de 50 sujetos, como es par este número, el "mediano" lo constituye el término medio de las cifras que corres- ponden a las fichas vigésima quinta y vigésima sexta de cada grupo. En tres grupos de negros, cuyas fichas sólo alcanzan a 25 el "mediano" lo constituye la ficha 13? Resulta interesante comparar el "mediano" con el promedio; si ambas cifras son aproximadamente iguales significará, a menudo, que las dife- rencias individuales son casi las mismas para toda la serie y que, por consi- guiente, ésta es regular y tiene un número igual de "relativamente pequeños" y "relativamente grandes". Cuando el "mediano" es inferior al promedio ha- llaremos que el número de niños relativamente pequeños es mayor que el de rela- tivamente grandes, o también, que las diferencias individuales son más conside- rables en los sujetos elevados que entre los pequeños del mismo grupo. Esta con- clusión puede indicar que se anuncia para el año siguiente un gran impulso de crecimiento del que disfrutará un mínimum de sujetos. (1) Ver bibliografía. 41 N° 9.-TALLA DE LOS ESCOLARES CUBANOS DE LA HABANA EDADES años Niños blancos Niños mulatos Niños negros Talla med. Mediana Talla med. Mediana Talla med. Mediana 6 109.2 109.7 109.8 109.4 109.7 109.5 6% a 7 111.9 110.8 113.7 114.4 112.1 112.0 7 a 7% 115.7 116.3 117.0 116.7 115.8 115.4 7% a 8 116.1 115.6 118.5 118.5 119.5 119.5 8 a 8% 120.8 120.0 121.7 121.5 122.9 122.4 8% a 9 121.9 122.9 123.0 123.7 124.0 123.3 9 a 9% 124.6 124.9 126.9 126.7 126.8 126.8 9% a 10 125.7 125.8 128.9 128.5 128.0 128.2 10 a 10% 128.3 129 1 131.3 131.3 131.7 131.4 10% a 11 129.8 129.8 132.6 133.1 135.0 135.8 11 a 11% 131.7 131.8 134.3 133.2 136.0 135.3 11% a 12 134.7 134.5 136.1 135.1 137.9 137.2 12 a 12% 136,3 137.5 138.5 137.4 141.3 141.5 12% a 13 137.8 137.3 141.3 141.8 142.1 142.0 13 a 13% 141.6 141.8 142.5 142.8 144.8 144.8 13% a 14 142.5 142.1 144.6 143.9 146.0 146.5 El examen de este cuadro muestra que la talla de los niños cubanos de las tres razas: blanca, mulata y negra, es la misma a la edad de seis años, con dife- rencia de pocos milímetros. Sin embargo, los negros y los mulatos tienen una estatura algo mayor, y este avance de las razas de "color' va acentuándose en los años posteriores hasta alcanzar el máximum a los 10 años, el mulato respecto del blanco, con 30 milímetros; y en el negro con relación al blanco, a los 12 años, con una altitud superior de 50 milímetros. También a los 12 años alcanza el ne- gro su máximum de adelanto respecto del mulato, que es de 28 milímetros. La curva de la talla de los niños negros a los 8 años se aparta rápida- mente de la de los blancos y obtiene nuevos adelantos cada año hasta la edad de 12, que alcanza 50 milímetros; desde este momento el avance se limita brusca- mente a 32 milímetros a los 13 años; y seguirá reduciéndose, sin duda alguna, en los años posteriores, hecho que nos proponemos comprobar prosiguiendo nuestras mediciones en los adolescentes cubanos de 14 a 20 años. La curva de los niños mulatos de 6 a 10 años se aleja de la de los blancos de una manera progresiva, siendo en esta última edad cuando llega al máximum de alejamiento, que es de 30 milímetros. Tal diferencia disminuye gradualmen- te de 10 a 13 años, para acentuarse de nuevo entre los 13 y los 14. Esta curva, hasta los 10 años, comparada con la de los negros, ofrece va rias alternativas; unas veces se manifiesta por encima, como en otra edad apa- rece debajo; pero a partir de entonces su progreso es mucho menos rápido. Des- pués de los 12 años ambas tienden a aproximarse de nuevo (ver gráfica nú- mero 1). Hie aquí un resumen de las diferencias de talla, de las tres razas, en las dis- tintas edades: 42 Entre mulato Entre negro Entre negro y blanco y blanco y negro 6 años + 6 mm. 4- 5 mm. - 1 mm. 7 9 9 + 13 nim. 4- 1 mm. - 12 mm. 8 f 9 4- 11 mm. 4- 21 mm. 4- 10 mm. 9 f f 4- 23 mm. 4- 22 mm. - 1 mm. 10 99 4- 30 mm . 4- 34 mm. 4- 4 mm. 11 9 9 4- 26 mm. 43 mm. + 17 mm. 12 9 9 4- 22 mm. 4- 50 mm. 4- 28\mm. 23 \nm. 13 9 9 4- 9 mm. 4- 32 mm. 4- 13% 9 9 4- 21 mm. + 35 mm. 4- 14 mm. - N" 10.-DIFERENCIA DE TALLAS 3.-Ordenación de las tallas. Los términos medios dan muy valiosas indicaciones; pero no siempre su- ficientes. Deben ser aclarados por el estudio de la amplitud de las variaciones in- dividuales y del movimiento general de la serie de fichas dispuesta siguiendo una ordenación. El examen de los cuadros de ordenación de las tallas de niños de la Habana revela una gran regularidad en la progresión de cada grupo ; las diferencias, hasta en los extremos, son poco considerables. Esta homogeneidad se manifiesta aún mejor, si tomamos el 60 por 100 de las tallas agrupadas al- rededor del "mediano", esto es: el 30 por 100 superior y el otro 30 por 100 inferior a dicho "mediano", o, (empleando la expresión imaginada por Gal- ton, que divide la serie en cien partes, llamando a cada una percentile) si con- sideramos el grupo comprendido entre veinte avos y ochenta avos percentile. En tal grupo del 60 por 100 hallaremos los límites superior e inferior de las tallas de los niños normales. Debemos considerar que el niño que aparece por encima de los veinte avos tiene una talla inferior a la de su grupo, mientras que el que se halla después de los ochenta avos la tiene superior. En las cuadros que figuran más adelante hemos consignado los límites su perior o inferior del referido 60 por 100 de las tallas, para comparándolos, de- terminar la "amplitud de la variación". Puede observarse que esta última ma- nifiesta una marcada tendencia a progresar con la edad, y que es, con poca di- ferencia, la misma entre los mulatos que entre los blancos y los negros; ésto parece demostrar que la raza mulata (formada lentamente) tiene sus caracte- res propios. La talla media del niño mulato, superior a la del blanco pero infe- rior a la del negro, podría hacer pensar que en cada grupo hay unos niños que presentan los caracteres físicos del blanco, mientras otros tienen los del negro; el término medio, pues, de esta composición heterogénea, habría de colocarse en- tre el que corresponde a uno y otro subgrupo. La ordenación en serie haría no- tar esta disociación y la existencia de los dos grupos; pero el examen de las series demuestra que tal hecho no ocurre y que la superioridad en talla de los mulatos es general para todos los sujetos tomados individualmente, siendo igua- les en las demás condiciones En efecto, si comparamos toda la serie de los niños blancos, comprendidos entre el 20 y 80 avos percentile, en cada grupo, con los correspondientes de mulatos, veremos que la progresión de las tallas es paralela en las dos razas; pero que la curva de los mulatos permanece de uno a tres centímetros por encima de la de los blancos. Ocurre lo mismo con la curva de la raza negra. Cada vez que esta última sea superior o inferior a las de las otras dos razas, toda la serie de las tallas medias manifestará consecuentemente su- perioridad o inferioridad. Se trata, pues, de un fenómeno de carácter general y constante, y no del resultado de la influencia de una minoría de individuos que 43 • GRAFICA A 4 • LA-TALLA • Ot LOS • LSOOLAQLSj- COW105 • COWO Dt LOS- bLAHCOe>/AUlAT05'Y/1t.GQ05' 44 se aparta notablemente del promedio. La coincidencia casi absoluta entre los promedios y los medianos, en las tres razas estudiadas, era ya suficiente para establecer este hecho. 1»? 11.-LJMuTES DE LAS TALLAS COMPRENDIDAS ENTRE EL 20 AVOS Y 80 AVOS "PERCENTIL" DE LAS ORDENACIONES EN SERIES EDADES Talla media Límite inferior y superior Amplitud de la variación Talla media Límite inferior y superior Amplitud de la variación Talla media Límite inferior y superior Amplitud de la variación años b a 6% 109.2 105.5-112.2 6.7 ctm. 109.8 106.8-113.4 6.6 ctm. 109.7 106.7-112.8 6.1 ctm 6% a 7 111.9 108.1-116.0 7.9 113.7 109.2-117.6 8.4 99 112.1 109.0-116.6 7.6 7 a 7% 115.7 7.0 ■■ ¡ 117.0 112.4-121.1 8.7 99 115.8 114.4-118.7 4.3 7% a 8 116.1 113.1-119.4 6.3 >> | 118.5 114.3-123.7 9.4 99 119.5 115.1-124.0 8.9 8 a 8% v. 120.8 116.1-127.2 11.1 >> 121.9 118.9-125.3 6.4 99 122.9 119.1-125.5 6.4 8% a 9 121.9 117.0-126.0 9.0 123.0 118.4-127.3 8.9 99 124.0 121.2-127.6 6.4 9 a 9% 124.6 120.7-128.9 8.2 - 126.9 121.8-130.6 8.8 99 126.8 121.6-131.7 10.1 9% a 10 125.7 122.1-129.2 7.1 128.9 125.2-134.8 9.6 99 128.0 124.5-130.7 6.2 10 a 10% 128.3 124.6-131.5 6.9 99 131.3 126.6-136.8 10.2 99 131.7 128.0-134.6 6.6 io% a 11 129.8 124.9-135.1 10.2 99 132.6 127.1-136.3 9.2 99 135.0 132.8-138.2 5.4 n a 11% 131.7 127.8-135.1 7.3 99 134.3 129.5-140.0 10.5 99 136.0 131.5-140.5 9.0 n% a 12 134.7 132.0-137.5 5.5 99 136.1 131.8-140.7 8.9 99 137.9 134.3-141.7 7.4 12 a 12% 136.3 131.1-140.9 9.8 99 138.5 134.0-143.7 9.7 99 141.3 137.2-146.2 9.0 12% a 13 137.8 132.4-143.0 10.6 99 141.3 137.5-145.1 7.6 99 142.1 137.6-146.5 8.9 13 a 13% 141.6 137.6-145.6 8.0 99 142.5 137.5-146.6 9.0 99 144.8 139.1-150.1 11.0 13% a 14 142.5 137.5-146.1 8.6 99 144.6 140.5-149.3 8.8 99 146.2 141.6-150.5 8.9 99 Promedio 8.1 Promedio 8.8 Promedio 7.6 45 4.-Ganancia anual en talla. Los niños blancos que fueron motivo de nuestra investigación, acusan un aumento, de los 6 a los 13 años y medio, de 333 milímetros, que representa el 30.5 por 100 de la talla inical a los 6 años. El aumento de los mulatos durante el mismo período es de 348 milímetros, que equivale al 31.7 por 100 de la talla a los seis años. Los negros, por su parte, tienen un aumento de 363 milímetros, de los 6 a los 131/2 años, que es en la última edad, el 33 por 100 de aumento en la talla que tienen en la primera. Como vemos, pues, el aumento total en los negros es mucho más conside- rable que en los blancos. El crecimiento en talla es más lento en el blanco que en el negro. En otros términos: el negro alcanza más pronto que el blanco el máxi- mum de talla; necesita menos tiempo para llegar a ser hombre. El mulato ocu- pa una posición intermedia: su crecimiento es más rápido que en el blanco; pero más lento que en el negro. Veamos ahora cómo se distribuyen esos aumentos anualmente: N° 12.-AUMENTOS ANUALES EN TALLA, DE LOS ESCOLARES CUBANOS Niños blancos Niños mulatos Niños negros De 6 a 7 años 65 mm. 72 mm. 61 mm . De 7 a 8 ,, 51 49 71 De 8 a 9 ,, 38 50 39 De 9 a 10 ,, 37 44 49 De 10 a 11 ,, 34 30 43 De 11 a 12 46 42 53 De 12 a 13 „ 53 40 35 Observemos cómo de los 6 a los 7 años se manifiesta un empuje notable en el crecimiento de los niños de las tres razas, y que en los negros persiste aún y con mayor vigor de los 7 a los 8 años. Asimismo el aumento anual disminuye gradualmente, para los blancos y los mulatos, hasta los 11 años; pero a partir de entonces se inicia un nuevo impulso, que va aumentando hasta la edad a que hemos tenido necesidad de limitar nuestras investigaciones, éste es el que precede a las grandes modificaciones fisiológicas de la pubertad. En los niños negros no hay detención en el crecimiento más que de 8 a 9 años. De 9 a 12 se acelera de una manera considerable y alcanza el máximum entre los 11 y 12 años; después de esta edad el aumento anual disminuye no- (1) Al hablar de niños de 6 años nos referimos al grupo de 6 a 6 y medio años; tratando de 7 años nos concretamos al grupo de 7 a 7 y medio años, etc. 46 tablemente, y de los 12 a los 13 años se observa el mínimum durante todo el pe- ríodo escolar. El menor aumento anual, anterior al gran empuje de crecimiento que pre- cede a la pubertad, se observa en los niños blancos y mestizos de los 10 a los 11 años; en los negros de los 8 a los 9 años; esto es, dos años anticipados. Tanto en los niños norteamericanos, estudiados en grandes series en Bos- ton (Bowditch), San Luis (Porter) ; como en los ingleses, estudiados por el Comité de la British Association (Galton), y en los rusos, daneses y de la ciu- dad de Breslau, que han sido motivo de estudio, el comienzo de aceleración en el crecimiento pre-pubertad, se sitúa entre 12 a 13 años; como vemos, un año después que nuestros sujetos blancos y mestizos y tres más tarde que los negros, objeto de este trabajo. En realidad, esta diferencia es mayor aún, pues en las mencionadas investigaciones se consideran de 12 años a los niños de 12 a 13, que equivale al término medio de 12 años y medio señalado por nosotros. Es- ta conclusión concuerda con todas las observaciones hechas anteriormente acer- ca de la pubertad: es más precoz en los países cálidos que en los templados y fríos. Una ojeada al cuadro número 13, nos muestra también que la aceleración del crecimiento que se observa de los 6 a los 7 años, es en los niños de la Haba- na mucho más acentuada que en los de las regiones templadas y frías. Esa mis- ma aceleración fué observada ya por Pagliani en Turín, por Pasquale en Ro- ma y por Rouma en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (región tropical). N° 13.-PORCENTAJE DE CRECIMIENTO ANUAL EDADES años Habana Bos- ton San Luis Mos- cou Dina- marca Lon- dres Com. Ing. Bres- lau Blanc. Mest. Negr. 6- 7 5.9 6.5 4.6 4 7 2 7 4 5 4 1 7-8 4.6 4.1 6.1 4.4 4 7 5 2 4 2 2 4 4 5 8-9 3.1 4.1 3.2 4.0 4 4 4 1 4 2 5 5 4 0 9-10 3.0 3.4 3.9 4.0 3 6 6 6 4 1 4 2 3 9 10-11 2.6 2.3 3.3 3.2 3.9 3 7 3 7 3 3 3 7 11-12 3.5 3.1 3.9 3.3 3.3 3 4 2 3 2 8 3 6 12-13 3.9 2.9 2.5 3.8 3.4 3.6 3 7 3 5 3 8 13-14 4.7 4.0 3.3 4 3 4 2 4 0 14-15 4.3 4.2 4.6 4.9 5.0 5.-La talla de los niños nacidos en verano,, comparada con la de los naci- dos en invierno. Según hemos dicho nuestros niños han sido agrupados por medios años de edad; en consecuencia, para cada año tenemos un grupo A, constituido por in- 47 dividuos cuyas edades oscilan entre los 5 meses y 29 días posteriores al cum- pleaños, y otro grupo, B, con sujetos que cuentan más de 6 meses de un núme- ro exacto de años. Como nuestras mediciones en niños varones se realizaron des- de fines de diciembre de 1919 a últimos de abril de 1920, la gran mayoría de los del grupo A había nacido en invierno, época en que la temperatura es muy be- nigna en la ciudad de la Habana y el clima, en general, resulta particularmente favorable para el individuo de raza blanca. Los niños del grupo B corresponden, en gran parte, a individuos nacidos en la primavera y en el verano, esto es, durante el período del año en que el clima es deprimente para el blanco Hemos buscado las proporciones en que se hallan, dentro de cada grupo de edad, los niños nacidos en tales circunstancias: por lo general, del 65 por 100 al 80 por 100 del grupo A, ha nacido de diciembre a marzo, siendo análogo el tanto por ciento de los del grupo B cuyo nacimiento ocurrió entre abril y agosto. Ahora bien, si examinamos detenidamente el cuadro de las tallas (núme- ro 9), observaremos que todos los grupos B son muy débiles y que el aumento que acusan es inferior si se compara con el grupo que le precede. Esta debili- dad excesiva de todos los grupos B se manifiesta con mayor claridad examinan- do las ordenaciones en serie. A los 7 y años el mediano es inferior al promedio de los 7 años; igual fenómeno se advierte entre el mediano de los 12 y medio y el de 12 años. Más adelante tendremos oportunidad de fijar nuestra atención hacia la debilidad general de los niños correspondientes a los grupos B, en lo referente a otras medidas. Esta regularidad persistente en el mismo fenómeno, en todos los gru- pos, desde los 6 y medio años a los 13 y medio años, no permite asegurar que tiene por origen una misma causa. Atribuyo ésto a la influencia de los fuertes calores del verano sobre los primeros meses de la vida del niño. El retraso que experimentan los niños nacidos en verano no lo recuperan hasta el momento de la gran crisis del crecimiento anterior a la pubertad. Tan im- portante hecho se pone más en evidencia examinando una serie de fichas. El grupo de 7 y medio años, particularmente débil, da 36 fichas, sobre un total de 50, de niños nacidos entre abril y agosto. De las diez tallas me- nores de este mismo grupo, 8 corresponden a niños nacidos en los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto. Asimismo de las diez tallas mayores sólo 4 pertenecen a sujetos cuyos nacimientos ocurrieron en la misma época re- ferida. El grupo de 12 y medio años, igualmente débil, ofrece (de los 50) 42 individuos nacidos entre abril y agosto. La desastrosa influencia del calor excesivo sobre la salud física de los niños nacidos en verano, se halla corroborada por el enorme aumento de la mortalidad infantil durante los meses referidos. En el cuadro número 14 te- nemos un resumen de las estadísticas oficiales relativas a la mortalidad de los niños menores de un año, durante el decenio de 1904 a 1913: 48 N° 14.-TOTAL MENSUAL DE LOS NIÑOS MENORES DE UN AÑO, FA- LLECIDOS EN LA REPUBLICA DE CUBA, DESDE 1904 a 1913 (1) Meses 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 Total Enero 493 534 670 625 623 533 669 627 636 666 6,076 Febrero .... 530 440 581 620 549 505 593 605 635 537 5,595 Marzo 575 543 671 783 529 530 685 699 657 674 6,346 Abril 524 620 665 901 678 586 817 739 639 681 6 850 Mayo 675 909 794 1,185 779 740 1,073 1,036 811 801 8,803 Junio 867 1,006 930 1,434 912 920 1,309 1,350 964 958 10,710 Julio 779 844 1,015 1,657 1,004 941 1,454 1,153 1,184 1,213 11,244 Agosto .... 628 723| 765 1,059 842 778 1,097 849 949 1,095 8,785 Septiembre . 527 644 630 716 655 622 807 696 649 724 6,670 Octubre .... 595 613 667 650 599 627 685 640 653 787 6,516 Noviembre . I 552 602 611 567 553 687 668 587 599 668 6,094 Diciembre . | 541 595 652 582 598 707 736 594 640 658 6,303 Totales. .|| 7,286 II 8,073 8,651| 10,779 1 8,321 8,176 1 10,653 9,575 9,016 9,462 89,992 La influencia desfavorable del verano sobre el desarrollo físico de los individuos nacidos en dicha estación, se advierte mucho menos sobre los mestizos que sobre los blancos, lo que demuestra la mejor adaptación de aquéllos al clima de Cuba. La de los niños negros es más perfecta, y en el caso de que fueran igualmente sensibles a la influencia mencionada, durante los primeros meses de la vida, resulta tan poco notable que se pierde en las variaciones individuales. Es interesante recordar en este punto la observación de Combe en Lau- sana, sobre el desarrollo físico de los niños nacidos en invierno: son más pequeños que los que nacen en verano. Es lo contrario de lo que ocurre en Cuba, en cuanto a las estaciones; pero corrobora el mismo principio. Lausa- na se encuentra en la zona templada, el invierno es allí excesivamente frío, mientras la primavera y el comienzo del verano son característicos por lo agradable de la temperatura y la gran actividad biológica que se manifiesta en todos los seres vivos. Del mismo modo que las plantas se desarrollan vigo- rosamente, el hombre experimenta en sí mismo como una renovación y se siente vivir con más intensidad. El calor moderado de la primavera y el ve- rano de los países templados como del invierno en Cuba es favorable al desa- rrollo del hombre blanco mientras el exceso de calor del verano de Cuba, como el exceso de frío del invierno en Suiza le es perjudicial. Las observacio- nes de Combe en Lausana, y las que nos revelan el presente estudio, con- ,-uerdan exactamente, confirmando las ideas que dejamos expuestas. (1) Ferrara: "Anuario Estadístico de la República de Cuba'', Habana, 1914, página 41. 49 Gráfica No. 2.-El peso de los escolares de la Habana. Curvas de los varones Plantos, mulatos y negros. 50 II EL PESO 6.-Pesos medios de los niños cubanos. El peso de un niño, comparado con su talla y edad, ofrece una orienta- ción importante respecto a su salud física. Cuando el infante se encuentra en desequilibrio fisiológico, sus asimilaciones disminuyen o se detienen de ma- nera absoluta, el peso refleja con exactitud estos fenómenos internos: no au- menta primero y luego disminuye. El niño que pierde de su peso está en- fermo; debe ser examinado por un médico. Un peso demasiado elevado, en relación con el promedio señalado para la edad y la talla del sujeto, revela la existencia de capas de grasa, inútiles y perjudiciales siempre; por el contrario, cuando es inferior, induce a consi- derar que existe una insuficiencia del tejido muscular. En aquellos niños que tengan desequilibrio en el peso (ya insuficiente, ya excesivo), en relación con la talla y edad, los ejercicios gimnásticos y un apropiado régimen alimenticio lo devolverán a la normalidad. N 15.-PESOS MEDIOS DE LOS ESCOLARES CUBANOS -HABANA Niños blancos Niños mulatos Niños negros EDADES Peso Por cm. Peso Por cm. Peso Por cm. años medio de talla medio de talla medio de talla 6 - 6% 18.310 166.6 18.160 165 2 18 150 165 4 6%- 7 19.580 174.9 19 910 175 1 20 020 178 5 7 a 7% 20.770 179.7 20.850 178 2 20 220 174 6 7%- 8 20.850 179.5 21.290 179 7 21.250 177 8 7%- s 20.850 179.5 21 290 179 7 21 250 177 8 8 - 8% 22.640 187.4 22 970 188 4 23 690 192 7 s%- 9 22.880 187.6 23 760 193 1 24 300 196 0 9 - 9% 24.010 192.6 25.060 199 2 24 580 193 7 9%-10 24.730 196.6 26 030 201 9 26 180 204 5 io -ioy2 26.800 208 1 27 090 205 5 27 470 208 5 io%-n 27.030 208.2 27 840 209 9 29 530 218 7 n -ny, 28.260 214.5 29 050 216 3 30 390 223 4 n%-12 29.350 217.8 29.890 219 6 31 590 229 0 12 -12% 29.830 218.1 30.600 220 9 32 020 223 7 12%-13 30.840 223.8 1 32.410 229 3 32 100 225 8 13 -13% 33.830 238.9 i 33 050 231 9 35 180 243.0 13%-14 34.000 238.5 34.720 233.1 | 36.000 246.2 El peso medio adquiere su verdadera significación cuando se le estudia en relación con la talla. Esta relación se establece entre la cantidad de gramos que corresponde a cada centímetro de altitud. Estudiando el cuadro que ante- cede (número 15) observaremos que el peso por centímetro de talla, a pesar de que manifiesta algunas fluctuaciones, señala en los tres grupos estudiados un 51 progresivo aumento de los 6 a los 13 años. Tal aumento es casi la mitad del peso, por centímetro de talla, a los 6 años. Asimismo podremos observar que la relación que estudiamos es supe- rior en el niño negro a partir de los 9 y medio años, con respecto a los otros dos grupos, y también existe inferioridad en el mulato con relación al niño blanco, desde los 10% a los 12% años. A partir de esta edad, hasta los 14 años, el peso por centímetro de talla del blanco es superior al del mulato; pero siempre inferior al del negro. Para permitir las comparaciones, he aquí el cuadro número 16, en el que figura el peso por centímetro de talla de niños que viven en otras latitudes; podemos ver que la densidad del cuerpo del niño de Boston, es más considera- ble que la de los otros países, lo que indica una mejor organización de los me- dios de vida. N? 16.-PESO POR CENTIMETRO DE TALLA EDADES 1 Francia Mayet (Lyon) Suiza Hoesch (Zurich) Bolivia Rouma (Sucre) Quetelet Bélgica Est. Un. Bowdich (Bost.) Italia Pagliani (Turín) 6 años 164 167.9 171 5 184.4 161.3 6% 7 * 173.9 171 185 9 178.4 191.5 172.2 7% 8 186.1 180 196 187.0 185.8 201.6 174.9 8% 9 192.6 191 201 198.5 192.9 212.9 180.7 9% 10 205.6 fj 202 206 206.3 197.7 225.5 196.2 10% 11 207.5 ff 216 223 208.3 203.7 235.1 205.5 11% 208.9 12 tj 230 232 224.0 210.9 249.2 219.1 12% 13 ff 226.4 ff 250 250 239.7 232.6 264.2 236.4 13% 14 256.6 w 259 252.5 282.3 251.7 ff En nuestra investigación hemos obtenido los siguientes resultados, en cuanto al aumento absoluto en peso, de 6 a 13 y medio años: 15.690 gramos en los niños blancos o sea el 85.7% del peso a los 6 años 16.560 „ „ „ „ „ 91 % „ „ „ 6 ,; 17.850 „ „ „ „ „ 98 % „ „ „ 6 „ Como vemos, casi han duplicado su peso; mientras la talla sólo ha au- mentado en un tercio aproximadamente. Tanto uno como otro aumento re- 52 sultán más considerables en el mulato que en el blanco, y, consecuentemente, en el negro mayores que en el mulato. En el cuadro número 17 tenemos la distribución de estas adquisiciones en peso, durante los años comprendidos de 6 a 13, así como el valor de ellos, calculados en tantos por ciento. N° 17.-EL PESO.-AUMENTOS MEDIOS ANUALES, ABSOLUTOS Y EN TANTO POR CIENTO Niños blancos Niños mulatos Niños negros Aument absoluto Aument relativo Por 100 Aument absoluto Aument relativo Por 100 Aument absoluto Aument relativo Por 100 6- 7 años 2,460 g. 13.4 1,690 g. 9.3 2,070 g. 11.4 7- 8 1,870 9.0 2,120 10.1 3,470 17.1 8- 9 1,370 6.0 2,090 9.0 890 3.8 9-10 2,790 11.6 2,030 8.1 2,890 11.7 10-11 1,460 5.4 1,960 7.2 2,920 10.6 11-12 1,570 5.(5 1,550 5.3 1,630 5.3 12-18 4,000 13.4 2,450 8.0 3,160 9.9 El aumento relativo en peso, en los niños blancos y mulatos, disminuye gradualmente de los 8 a los 12 años, para manifestarse después una nueva actividad. Mas, de los 9 a los 10 años, se ofrece en los blancos una nota dis- cordante (aumentan de pronto), sin que haya podido explicarme la causa. En los negros es particularmente notable este aumento de 6 a 8 años y de 9 a 11, mientras de 8 a 9 y de 11 a 12 aparece muy débil. El peso y la talla aumentan casi paralelamente hasta la edad de 12 años; de 12 a 13 el cre- cimiento parece obedecer a un ritmo distinto; es de notar asimismo que el alargamiento relativo menos considerable coincide con un aumento notable en el peso. (Véase gráfica 3). 7.-Ordenación en serie de los pesos. En el cuadro número 18 figura la amplitud de las variaciones en peso del 60% de los sujetos de cada medio año de edad, para cada una de las tres razas estudiadas. Desde luego, este 60% se refiere a las fichas comprendidas entre el 20 y 80 avos percentile, conforme a la división empleada por Galton. En este último cuadro puede observarse que la amplitud de las variaciones aumenta gradualmente con la edad, desde 3,000 gramos a los 6 años hasta 6,950 gra- mos a los 13 y medio años, para los blancos; de 3,000 a 8,700 en los negros (13 años), y de 3,000 a 9,650 en los mulatos (13 y medio años). El aumento de la amplitud de las variaciones que hemos notado poco consi- derable en la i alia alcanza en el peso el doble y hasta el triple (en algunos casos) de la variación media a los seis años. 53 •BLAHC05- •AXULATO5- •/itGROS- Gráfica No, 3.-Aumentos anuales en talla y peso, comparados.-Niños de la Habana.. 54 EDADES Niños blancos Niños mulatos | Niños negros Peso medio Límite infer. y superior Amplitud en gr. de la variación Peso medio Límite infer. y superior Amplitud en gr. de la¡ variación Peso medio | Límite infer. y superior Amplitud engr. déla variación 6 - 6% 18.310 16.450-19.900 3.450 18 160 16 5Q0-19.500 3.000 18.150 16.350-20.050 3.700 6%- 7 19.580 17.770-21.450 3 680 19 910 17 85o-21 500 3 650 20.020 18.650-21 .450 2.800 7 - 7% 20.770 19.000-22.220 3.320 20 850 19 150-22.750 3.600 20.220 18.850-21.700 2.850 7%- 8 20.850 19.250-22.400 3.150 21 290 18 900-23.500 4.600 21.250 19.550-23.100 3.550 8 - 8% 22.640 20.600-24.200 3.600 22 970 21.500-24.250 2.750 23.690 21.650-25.200 3.550 8%- 9 22.880 21.250-25.500 4.250 23 760 21 150-25.600 4.450 24.300 21.450-26.750 5.300 9 - 9% 24.010 21.600-26.350 4.750 25.060 23.100-27.250 4.150 24.580 22.900-25.700 2.800 9%_10 24.730 22.400-27.550 5.150 26.030 23.450-28.880 5.350 26.180 23.800-28.100 4.300 10 - io% 26.800 23.500-27.750 4.250 27.090 24.850-29.630 4.780 27.470 24.950-30.300 5.350 ioy¡-11 27.030 24.000-29.850 5 850 27.840 25.500-31.600 6.100 29.530 27.850-31.350 3.500 11 -11% 28.260 25.700-31 .000 5.300 29.050 25.650-31.900 6.250 30.390 27.300-31 .750 4.450 11%- 12 , 29.350 26.650-32.150 5.500 29.890 26.550-33.360 6.810 31.590 28.450-34.600 6.150 12 -12% 29.830 26.500-32.650 6.150 30.600 28.700-33.150 4.450 32.020 29.800-36.200 6 400 12%-13 30.840 27.300-34.200 6.900 132.410 29.500-36.220 6.720 32.100 28.800-34.200 5.400 13%-14 34.000 30.050-37.000 6.950 133.050 30.550-36.150 5.600 35 180 30 700-39 400 8 700 13 -13% 33.830 30.050-35.750 5.700 ¡34.720 29.850-39.500 9.650 36.000 32.100-40.000 1 ~ I 7.900 1 N? 18.-LIMITES DE LOS PESOS COMPRENDIO OS ENTRE EL 20 Y 80 AVOS PERCENTIL DE LA ORDENACION 55 8.-El índice ponderal. El antropólogo italiano, R. Livi, llama índice ponderal al resultado que se obtiene de la siguiente fórmula: Indice ponderal = 100 en la que p es igual al peso y $ a la talla. Livi ha calculado los índices correspondientes a todas las tallas, de 46 centímetros hasta 195 cm., y a los pesos comprendidos entre 2 y 95 kilogra- mos. Utilizando, pues, las tablas de Livi (1) hemos redactado el cuadro nú- mero 19, en el cual podrá apreciarse: 1?-Que el peso específico del cuerpo es el mismo, a los seis años, en los niños de las tres razas estudiadas; más tarde el blanco se halla en situación ventajosa respecto a los de color. 2?-Que dicho peso disminuye gradualmente desde los 6 hasta los 13 y medio años, siendo la pérdida de 1 unidad en el blanco, mientras en los de color se aprecia 1 y fracción (un cuarto aproximadamente). N° 19.-INDICES PONDERALES DE LOS NIÑOS CUBANOS (HABANA) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros 6 a 6% 23.8 23.8 23.8 6 y, a 7 23.2 23.8 24.2 7 a 7% 23.8 23.4 23.4 7y¿ a 8 23.8 23.2 23.0 8 a 8% 23.5 23.3 22.9 8% a 9 23.3 22.9 23.3 9 a 9% 23.1 23.0 23.0 gy2 a 10 23.2 23.0 23.1 10 a 10% 23.9 22.7 22.7 10% a 11 23.4 22.8 23.0 11 a 11% 23.3 22.9 22.8 11% a 12 22.8 22.8 22.8 12 a 12% 22.8 22.6 22.5 12% a 13 22.8 22.5 22.4 13 a 13% 22.8 22.4 22.6 13% a 14 22.8 22.5 22.6 (1) R. Livi. Anthropometría.-Hoepli. Milano.-1900. 56 Por otra parte, hemos preparado el cuadro número 20, en el que figuran los índices ponderales de los niños de Europa y de América, de zonas templa- das, que han sido objeto de investigación. N? 20.-INDICES PONDERALES Bélgica Inglaterra Francia Estados U. Bol! vía EDADES Quetelet British Com. Variot- Chaumet Bowditch Bouma De 6 años 25.1 24.4 23.8 24.7 24.7 7 > 9 24.4 24.2 23.4 24.2 24.6 n 8 99 24.0 24.5 23.0 24.2 23.9 n 9 9 9 23.5 23.9 23.1 23.8 23.8 n 10 9 9 | 23.1 22.8 22.8 23.7 23.3 11 9 9 22.8 23.5 22.7 23.5 23.0 12 9 9 23.1 23.4 22.5 23.4 22.9 ff 13 9 9 23.4 23.2 22.8 23.4 23.1 Una comparación de estos dos últimos cuadros nos permite llegar a la conclusión de que el índice ponderal es más elevado en los niños blancos que en los de color, así como que la influencia tropical se manifiesta por una dis- minución de la densidad del cuerpo. 9.-Algunas curvas de peso y de talla de escolares de otros países. y Se han hecho numerosas investigaciones acerca del peso y de la talla de los escolares, y la cantidad de individuos que ha sido objeto de tales es- tudios varía desde algunos cientos hasta centenas de millar. Los investiga- dores han realizado su obra ya individualmente, ya constituidos en comisio- nes oficiales, compuestas de numerosos colaboradores. Por lo general, tales trabajos se han limitado exclusivamente a la talla y al peso, sin que falten casos en que comprendan un amplio grupo de mediciones diversas, destina- das a establecer de una manera más completa las características físicas del tipo estudiado. En estas ocasiones, ha sido indispensable siempre limitar el número de sujetos sometidos a la investigación, pues no sería posible de otro modo que un mismo operador pudiera acumular tal cantidad de anteceden- tes. El valor, pues, de las investigaciones, no depende del aspecto cuantitati- vo, sino en primer lugar de la exactitud de las mediciones tomadas y de la ca- lidad del análisis que se haga. A Quetelet, sabio belga, corresponde la gloria de haber establecido la» 57 primeras curvas del crecimiento y enunciado algunas de las leyes funda- mentales del desarrollo físico. Tal es el crédito de que disfruta su obra, que, a pesar de haberla realizado hace más de tres cuartos de siglo y con un nú- mero muy limitado de sujetos, continúa sirviendo de base en infinidad de trabajos modernos. Hacia 1880, fecha que señala, como sabemos, el inicio del gran movi- miento en favor de los estudios experimentales acerca de la niñez, apareció toda una serie de importantes trabajos relativos al desarrollo físico de los escolares. Son acreedoras a una mención especial: las mediciones realizadas por Bowditch, en Boston (1877), sobre 24,000 escolares; las de Porter, con 35,000 niños, en San Luis; las de las Comisiones Sanitarias de los Zemstvos, en Rusia, que trabajaron bajo la dirección del Profesor Erismann, de 1879 a 1886, midiendo más de cien mil sujetos; la Comisión sueca, presidida por Axel Key, que en 1885 examinó 18,000 aproximadamente; la danesa, con Hertel de 1886-87, que midió unos 28,000 sujetos, etc. No debemos olvidar, por último, la investigación del Anthropometric Committee of the British Association, que, bajo la dirección de Galton, realizó sus estudios en 30,000 sujetos, desde 1878 a 1882. Por otra parte, no pocos trabajos importantes pudieron realizarse, con- tando o no con el apoyo oficial, por algunos investigadores, pero reduciendo de una manera notable el número de individuos medidos. De éstos pueden mencionarse los interesantes estudios de Roberts, en Londres (10,000 niños) ; los de Pagliani, en Turín (2,000) ; de Thoma, en Heidelberg, de 1879 a 1881: de Boas, en Worcester; los de Mac Donald, en Washington; de Hoesch, en Zurich; de Niceforo, en Lausana; de Variot y Chaumet, en París (con 4,000 niños) ; de Combe, en Lausana, etc., etc. (1). Todos ellos establecen curvas, que fijan las dimensiones o el peso de grupos de niños considerados por edades. Más, algunos investigadores han procedido de manera distinta: han seguido el desarrollo físico de los mismos individuos durante varios años, sometiéndolos a mediciones periódicas. Tales son: Mailing Hansen, Director del Instituto de Sordomudos de Copenhague que observó 130 niños matriculados en el establecimiento; Combe, que siguió el desarrollo de un grupo de niños de las escuelas de Lausana; Wiener y Landsberger, observan- do sus propios niños, y Godin, cuyos trabajos realizados en Francia son suficien- temente conocidos. No entra en nuestros propósitos analizar esos trabajos, nos llevaría de- masiado lejos. Serán suficientes para ilustrar nuestro trabajo los dos cuadros que aparecen seguidamente, uno relativo a la talla, y al peso el otro, forma- dos ambos con los antecedentes obtenidos en las investigaciones citadas: (1) Véase también nuestro trabajo sobre el desarrollo físico del niño boliviano (2,000 niños). 58 N 21.-TALLA MEDIO DE NIÑOS DE OTRAS LATITUDES 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Autores y lugares de cada investigación años años años años años años años años años Bélgica: Quetelet 104.6 110.4 116.2 121.8 127.3 132.5 137.5 142.3 146.9 „ (Amberes): Ley 105.0 109.4 116.6 119.3 124.6 126.4 134.2 142.3 109.9 114.4 119.7 125.0 130.3 133.6 1:,7 „6 145.1 153.8 119.4 126.1 128.4 130.9 134.7 142.2 (Tnrín)* Pagliani 103.5 112.6 118.3 123.9 126.4 129.4 133.7 139.6 145.4 „ (Roma): Pasquale 108.8 116.3 120.3 124.4 128.6 133.3 140.0 144.1 150.9 126.1 126.1 131.2 134.5 138.8 143.7 "Pin A.mATca: TTertel 112.0 115.0 120.0 125.0 130.0 135.0 138.0 143.0 149.0 Suecia: AxpI TCey . 116.0 121.0 126.0 131.0 133.0 136.0 140 .>0 144.0 149.0 Unidos (Rostan) • Rowditch 111.1 116.2 121.3 126.2 131.3 135.4 140.0 145.3 152.1 Alemania. ¿Rroslan): Ca.rstadt 109.8 113.8 118.0 123.7 128.5 133.3 138.1 143.3 149.1 Rusia. (IWíwoiiV Prisma,nn 108.3 112.7 116.7 122.0 125.4 130.1 136.2 139.6 145.3 Bolivia (La Paz): Bouma (región tropical, 3,600 metros) 105.5 113.3 117.0 121.8 127.8 130.0 133.9 139.0 Bolivia (Sucre): Rouma (región tropical, 2,800 m) 106 ..0 111.3 117.6 121.4 127.0 132.0 136.6 139.3 Bolivia (Santa Cruz): Rouma (región tropical, 400 m altit ) 106.3 113.6 119.5 124.0 127.0 131.6 134.4 142.2 59 Los niños de las clases populares de la Habana tienen una talla supe- rior, a la edad de seis años, a la de los de Bélgica, Italia, Rusia y Bolivia; es igual a la de los escolares de Breslau y de París; pero inferior a la de los niños de Boston y de dos países del Norte de Europa: Suecia y Dinamarca. A la edad de 10 años, nuestros escolares de raza blanca se hallan por en- cima, en cuanto a la talla, de los jóvenes de la misma edad belgas, italianos (Turín), alemanes, rusos y bolivianos; pero la altitud de ellos es inferior a la de los niños de los Estados Unidos, de Suiza y de los países situados en la parte septentrional de Europa. A los 13 años no sobrepasan más que a los niños de Turín, de Moscow y de La Paz y Sucre (Bolivia). Ya hemos señalado que el escolar negro de la ciudad de la Habana es algo inferior, en cuanto a la talla, a los 6 años, a sus conciudadanos blancos y mestizos de la misma edad; más tarde los sobrepasa gradualmente, y a los 12 años es tal su desarrollo, que resulta el niño de mayor estatura entre to- aos los europeos y americanos a que nos hemos referido en el cuadro anterior. N' 22.-PESO MEDIO DE NIÑOS QUE VIVEN BAJO OTRAS LATITUDES Lugares y autores de las investigaciones 6 años 7 años 8 años 9 años 10 años 11 años 12 años 13 años 14 años Bélgica: Quetelet.... 17.800 19.700 21.600 23.500 25.200 27.000 29.000 33.100 37.100 Bélgica ( Auvers ) : Ley 17.600 18.900 22.000 22.500 25.200 26.500 29.600 34.900 36.600 Francia (París): Va- riot-Chaumet 17.500 19.100 21.100 23.800 25.700 27.700 30.100 35.700 41.900 Italia (Tarín) :Paglia- ni 16.700 19.400 20.700 22.400 24.800 26.600 29.300 33.000 36.600 Suiza, Zurich: Hoesch Estados Unidos (Bos- ton) : Bowditch.. . 20.490 22.260 24.700 24.460 25.300 26.870 27.300 29.620 30.000 31.840 32.300 34.890 36.200 38.490 37.700 42.950 Bolivia (Sucre): Rou- ma 17.800 20.700 22.000 24.100 26.200 27.500 30.600 33.400 Inglaterra: Anthropo- metric Committee. 20.180 22.589 24.952 27.452 30.679 32.724 34.860 37.542 41.814 60 CAPITULO CUARTO LAS PROPORCIONES DEL CUERPO: MEDIDAS DE ALTURA SUMARIO 1. Consideraciones preliminares.-2. Altura de la cabeza.-3. Longitud del miembro inferior.-4. Largo del miembro superior.-5. Indice "crucial". -6. Altura del tronco.-7. Talla sentado.-8. Altura del cuello.-9. Par- te que corresponde a los distintos segmentos del cuerpo en el aumento de la talla, de 6 a 13% años.-10. Proporciones del cuerpo en las distin- tas edades.-11. Relación entre la altura de la horquilla esternal y la del acromion. 1.-Consideraciones preliminares. Los pintores y escultores de todos los tiempos, en el empeño de lograr lo absoluto en la belleza humana, se han esforzado en descubrir las proporcio- nes ideales del cuerpo, estableciendo cánones de arte. Muchos de éstos han sido el resultado de pacientes investigaciones y de mediciones nume- rosas. Entre los más conocidos figura el egipcio, descubierto en 1852 por Lepsius, y cuya llave la constituye la longitud del dedo medio. La altura total corresponde a 19 veces dicha medida; la del miembro superior equi- vale a 8 veces y la del inferior a 10. Vitruve toma como base la longitud de la cara, que equivale a un décimo de la estatura y, según el mismo autor, al largo de la mano. También durante el Renacimiento los grandes pintores buscaron el canon de las proporciones ideales del cuerpo humano, y cada uno conservó celosamente el resultado de sus investigaciones. Guiaba a los artistas de tal época la idea de que, habiendo Dios creado el hombre a su imagen y semejanza, el primero debió ser excepcionalmente bello, puesto que las pro- porciones de su cuerpo eran las de Dios mismo. Pero el hombre degeneró y muy pronto sus formas sólo conservaron un lejano recuerdo del tipo per- fecto de su antepasado. 61 Se comprende, pues, que los pintores se esforzaran en encontrar las fórmulas de las proporciones divinas y muchos creyeron haberlas hallado. Miguel Angel y Leonardo de Vinci nos han legado célebres cánones. El último, de manera especial, insiste en señalar las diferentes proporcio- nes del cuerpo del hombre, de la mujer y del niño. Estos estudios conservan un gran interés, ya que, desde un punto de vista artístico buscaban la belleza física. Mas las investigaciones moder- nas, esencialmente positivas tienen ese punto común con las antiguas, de buscar la belleza corporal mediante una educación física más científica, que permita la formación de individuos más sólidos, de mejor salud y más har- mónicamente desarrollados. La Antropología moderna ha establecido la existencia de proporciones típicas para cada raza humana, así como en cada edad de la vida. No puede estimarse al niño como un hombre en miniatura, en el que las dimensiones aumentan de igual manera en todos los sentidos desde el nacimiento a la edad adulta. Si así fuera, la cabeza del hombre adulto tendría unas proporciones enormes: representaría la cuarta parte de su estatura, en vez de la octava; las piernas constituirían % de la altura en lugar de tener algo más de la mitad. Desde el nacimiento a la edad adulta, cada segmento del cuerpo hu- mano obedece, en su aumento, a un ritmo de crecimiento que le es propio. Por ejemplo, la pierna se alarga considerablemente durante la edad esco- lar (de 6 a 14 años), mientras el busto aumenta muy poco y sólo acelera su crecimiento después de la pubertad. Se ha observado una harmonía particulai' en cada raza, en cada edad y en cada clima, en las proporciones del cuerpo; y la ausencia o no de ella es mucho más importante que cualquier medida aislada, para formar un juicio acerca del desarrollo físico de un niño. Es mas, un niño que pre- sente proporciones físicas de una edad inferior a la suya, manifiesta muy frecuentemente un paralelismo análogo en cuanto al desarrollo intelectual, esto es, también retrasado. Vamos a examinar sucesivamente el desarrollo de cada uno de los prin- cipales segmentos del cuerpo, y después trataremos de establecer el canon de las proporciones en'cada edad (de 6 a 14 años) y de cada uno de los tres tipos tánicos estudiados. 2.-Altura de la cabeza. La altura de la cabeza corresponde a la distancia que media entre el plano horizontal del vértice y el del borde superior del conducto auditLo. Esta medida no se toma directamente sobre el sujeto; se obtiene deducien- do la altura del conducto auditivo de la total. La altura media de la cabeza de nuestros niños queda resumida en el cuadro siguiente: 62 N' 23.-ALTURA MEDIA DE LA CABEZA DE LOS ESCOLARES DE LA HABANA EDADES Niños blancos | Niños mulatos Niños negros 6 a 6% años 1 121 mm. 121 mm. 119 mm. 6% a 7 ff 122 121 122 7 a 7% ff • • • * 123 123 120 7% a 8 ff ...................... 121 120 120 8 a 8% ff * 120 121 124 8% a 9 ff 120 122 126 9 a 9% ff 123 122 127 9% a 10 ff 125 123 120 10 a 10% ff ....................... 121 122 124 10% a 11 ff 123 124 123 11 a 11% ff 123 122 123 11% a 12 ff 125 125 125 12 a 12% ff ....................... 122 125 124 12% a 13 ff 125 125 126 13 a 13% ff 126 123 126 13% a 14 ff 128 124 126 Término medio 123.0 mm. 1 ¡ 122.7 mm. 123.4 mm. Esta altura varía muy poco entre los 6 y los 13% años; las diferen- cias individuales son de bastante consideración y la curva del diámetro vertical de la cabeza no es ascendente de una manera regular. Sin embargo, se puede observar que dicha curva se mantiene casi estacionada de 6 a 10 años, y más adelante se eleva, parece como obedeciendo al empuje general de crecimiento anterior a la pubertad. En efecto, si establecemos el prome- dio de las edades comprendidas entre 6 y 10 años, así como el correspon- diente al período que media entre 10 y 13 años, veremos aparecer el aumen- to con toda claridad: Blancos Mulatos Negros Promedio de los términos medios de 6 a 10 años 121.8 mm. 121.6 mm. 122.1 mm. Promedio de los términos medios de 10 a 13% años 124.1 mm. 123.7 mm. 124.6 mm. Diferencias.... 2.3 mm. 2.1 mm. 2.5 mm. La ganancia, pues, durante el segundo de estos períodos, es de más de dos milímetros en las tres razas. Binet ha señalado, en sus investigaciones entre los escolares de París, que el diámetro vertical de la cabeza pasa de 121.6 mm., a los 5 años, a 122.8 mm., a los 10 años; el aumento es sólo de un poco más de un milíme- tro. Pero de 10 a 14 años la altura de la cabeza varía de 122.8 mm. a 129.7 mm., lo que representa un aumento de cerca de 7 mm. Quizás pueda 63 atribuirse este considerable aumento que se advierte en los niños de París, no hallado en los de lo Habana, a la diferencia del régimen escolar: en París se exige de ellos una gran actividad intelectual, mientras en la Ha- bana resulta reposado y lento el trabajo de la escuela. Puede ser también que el crecimiento del cerebro, que trae como con- secuencia el del cráneo, encuentre una compensación en el aumento de los diámetros horizontales. Tendremos oportunidad de examinar este asunto en el capítulo V. Quetelet, que estableció curvas semiteóricas sobre la base de un limi- tado número de observaciones, ha fijado en un milímetro por año la ganan- cia media del diámetro vertical de la cabeza, entre los 5 y los 15 años: de 120 milímetros en la primera edad, dicho diámetro asciende gradualmente hasta 130 milímetros a los 15 años. Las cifras indicadas por Quetelet con- cuerdan con las de los niños blancos de la Habana, a los 6 y a los 13% años, respectivamente; mientras los mulatos y los negros ocupan un orden algo inferior a los 13% años. Sin embargo, el término medio de los promedios es el mismo para las tres razas, con un milímetro de aproximación. Tam- bién este mismo término medio de los promedios, concuerda con mis obser- vaciones en los escolares bolivianos de las ciudades de Sucre, Cochabamba, Oruro, Potosí y Santa Cruz. En La Paz, el diámetro vertical medio es supe- rior en 3 mm. De esta variación muy débil de la altura de la cabeza resulta que Ja participación de ella en la altura total del cuerpo disminuye progresivamen- te de 6 a 13% años. Mientras a los 6 años la altura de la cabeza corresponde al 11% de la talla, a los 14 sólo representa de 8 a 9%. Esta transformación progresiva en las proporciones relativas del cuer- po y de la cabeza podemos observarla en el cuadro que sigue: Nü 24.-INDICE ALTURA ENCEFALO.-TALLA DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros 11.0 11.0 10.8 7 „ 10.6 10.5 10.3 8 9.9 9.9 10.0 9 9.8 9.6 10.0 10 9.5 9.3 9.4 11 „ 9.3 9.0 9.0 12 ,, 8.9 9.0 8.8 13 8.9 8.6 8.7 13 y2 „ 8.9 8.5 8.6 3.-Longitud del miembro inferior. El largo de la pierna se toma directamente sobre el sujeto; consiste en la distancia que media entre el borde superior del gran trocánter y el suelo. Más abajo figura un cuadro en el que consignamos, en centímetros, la longitud de la pierna en los niños estudiados. 64 N° 25.-LARGO DEL MIEMBRO INFERIOR DE LOS ESCOLARES DE LA HABANA c EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros 6 a 6% años 54.5 cm. 55.5 cm. 56.2 cm. 6% a 7 56.1 58.3 57.7 7 a 7% „ 59.0 60.1 60.4 7% a 8 „ 59.4 61.0 62.4 S a 8% „ 62.2 63.5 64.9 8% a 9 „ 62.9 64 .¡1 65.7 64.5 66.7 67.5 9% a 10 65.2 68.4 68.7 10 a 10% „ 67.2 69.8 71.3 10% a 11 „ 68.4 70.9 73.5 11 a 11% „ 69.4 72.4 74.0 11% a 12 71.8 73.2 75.1 12 a 12% „ 72.9 74.7 77.5 12% a 13 73.9 76.7 78.3 13 a 13% 76.4 77.2 79.8 13% a 14 " 76.9 78.5 80.7 Ganancia de 6 a 13% años 22.4 23.0 24.5 Tanto por 100 de la longitud de la pierna a los 6 años 41.1% 41.4% 43.6% El valor relativo de estos datos aparecerá claramente estableciendo una comparación entre ellos y la talla. Tal es el objeto del cuadro número 26. N° 26.-INDICE TALLA-MIEMBRO INFERIOR DE LOS ESCOLARES DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros Diferencia Blancos-negros De 6 años 49.9 50.5 51.2 1.3 7 51.0 51.5 52.1 1.1 99 8 99 51.4 52.0 52.8 1.4 99 9 99 * 51.7 52.5 53.0 1.3 99 10 99 52.3 53.2 54.1 1.8 99 11 99 52.6 53.9 54.4 1.9 99 12 99 53.4 53.9 54.8 1.4 99 13 99 * 53.9 54.1 55.1 1.2 99 13% 99 53.9 54.3 55.2 1.3 99 99 Prnmeflin 1.4 • l 65 Gráfica No. 4.-Indice talla-miembro inferior de los niños de la Habana. En proporción a la talla, la longitud de la pierna del niño negro es 1.4% más larga que la del blanco, lo que equivale, por otra parte, a una diferencia de 2.7 a 3% de la longitud del miembro. En el mulato resulta intermedia, la longitud de la pierna, entre la del blanco y la del negro. Es interesante observar que el ritmo del crecimiento de los miembros inferiores es el mismo, aproximadamente, en las tres razas que estudiamos, y si de 10 a 11 años se advierte una diferencia momentánea debida a fuertes impulsos de crecimiento en el negro, el equilibrio se restablece más tarde, de tal modo, que la diferencia proporcional de la longitud a que nos con- traemos se mantiene igual de 6 a 13% años, y la diferencia entre ios índices si aumenta o disminuye a veces, siempre vuelve al promedio tipo. Esto in- dica que la relación que existe entre los ritmos de crecimiento de la pier- na y de la talla obedece a una ley general, a la que está sometido, de igual modo, el crecimiento físico del blanco y del negro. Y desde el punto de vista de la longitud citada, el tipo negro se halla tan diferenciado del tipo blanco a los 6 como a los 13% años. La longitud de la pierna es igual a la mitad de la talla, en los niños de la Habana, a los 6% años en el blanco y a los 6 en el mulato; en cuanto al negro, tal proporción se halla en una edad más temprana, de tal modo que no alcanza a nuestros cuadros. De 6 a 13 años la longitud relativa de la pierna, en relación con la talla, gana 4 unidades; esto varía notablemente el canon de las proporcio- nes en ambas edades El índice talla-miembro inferior es mucho más bajo en los niños de las mesetas de Bolivia que en los de la Habana. En los primeros, resultan un poco superiores a 48, a los 6 años, y varían de 51.8 a 52.8, a los 13% años Más en los niños de las regiones cálidas y bajas de Bolivia (Santa Cruz), el índice talla-miembro inferior, varía de 49.2 a 53.4 entre 6 y 13% años; estas medidas se aproximan notablemente a las obtenidas en los niños blancos de la Habana. En estas semejanzas hallo la confirmación de la ley siguiente, que enuncié después de mis investigaciones en Bolivia; Los niños que viven en grandes alturas tiene más busto y menos piernas que los que viven al nivel del mar. 4.-Largo del miembro superior. En esta medida consideramos la distancia comprendida entre el acro- mion y el dedo medio, y se obtiene deduciendo la distancia vertical que 66 existe desde el suelo a la extremidad del dedo medio, de la altura del aeromion. He aquí la dimensión media del brazo de los niños que fueron objeto d»4 presente estudio: Nr 27.-LARGO DEL MIEMBRO SUPERIOR DE LOS ESCOLARES DE LA HABANA EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros De 6 a 6% años 47.3 cm. 48.0 cm. 48.4 cm. , 6% a 7 49.5 49.6 50.0 50.0 51.3 51.3 ,, 7% a 8 „ 50.0 52.2 52.5 „ 8 a 8% „ 52.4 53.8 54.6 8% a 9 ,, 53.0 54.1 55.2 54.2 56.0 56.6 ,, 9% a 10 „ 54.8 57.1 57.3 10 a 10% 56.0 58.1 59.0 „ 10% a 11 „ 56.1 58.4 60.6 „ 11 a 11% „ 57.7 59.7 61.9 „ 11% a 12 59.3 60.1 62.5 .. 12 a 12% 59.8 61.4 64.0 60.2 62.9 64 5 .. 13 a 13% 62.6 64.2 65.5 „ 13% a 14 „ 63.0 65.0 66.2 Ganancia de 6 a 13% años. ... 15.7 cm. /X Tanto por ciento de la longitud del brazo a los 6 años 33.2% 35.4% 36.7% Comparando la longitud del miembro superior con la talla (dando a esta el valor de cien) obtenemos el índice talla-miembro superior, que motiva el cuadro número 28. N° 28-INDICE TALLA-MIEMBRO SUPERIOR DE LOS ESCOLARES DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros Diferencia blancos-negros 6 años 43.3 43.7 44.1 0.8 7 » • 43.2 43.8 44.3 1.1 8 » 43.3 44.1 44.3 1.0 9 J> 43.4 44.1 44.6 1.2 10 » 43.6 44.2 44.8 1.2 11 ?» 43.8 44.3 44.8 1.0 12 43.8 44.3 45.3 1.5 18 M 44.2 44.9 45.3 1.1 13% n 44.2 45.0 45.3 1.1 - - . Promedio 1.1 67 Gráfica No. 5.-Indice talla-miembro superior de los niños de la Habana. En igualdad de talla, la longitud del miembro superior del niño negro es mayor cerca de 2%% que la del blanco. Si la comparación de esta lon- gitud la hacemos con la talla, en el niño negro resultará que por cada cien unidades de talla el brazo será más largo 1.1 unidad, por término medio, que en el blanco. En cuanto al mulato, el largo del miembro superior ocupa un lugar intermedio entre las cifras anotadas para el blanco y el negro. De 6 a años, el alargamiento del brazo es, proporcionalmente, ma- yor que el de la talla, en las tres razas que estudiamos, y siguen un ritmo paralelo: la diferencia proporcional a la talla, del miembro superior del negro y del blanco, permanece, pues, sensiblemente igual. Es de observar también, que, de manera proporcional a sus longitudes respectivas, el miembro inferior se alarga mucho más que el superior. Sien- do el inferior igual a cien, el superior, a los 6 años, resulta igual a 86.7, 86.5 y 86.1, para los blancos, mulatos y negros, respectivamente. Estas proporciones, a los 13% años, se reducen a 81.9 en el blanco, 82.8 en el mulato y 82.0 en el negro. El cuadro número 29 permite seguir, de año en año, cómo se modifica la relación proporcional que existe entre la pierna y el brazo de los niños que hemos medido. Resulta interesante el paralelismo que existe en esta modificación progresiva de las proporciones de los miembros en los tres tipos que motivaron nuestro estudio. N° 29.-INDICE MIEMBRO SUPERIOR-MTEMBRO INFERIOR DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (El miembro inferior es igual a 100) EDADES Niños blancos | Niños mulatos 1 Niños negros De 6 años 86.7 86.5 86.1 7 99 84.7 85.3 84.9 8 99 84.2 84.7 84.1 99 9 99 • • • • 84.0 83.9 83.8 99 10 99 83.3 83.2 82.7 99 11 „ 1 83.1 82.4 83.6 99 12 82.1 82.1 82.5 99 13 81.9 82.8 82.0 99 13% 99 81.9 ( 82.8 82.0 A pesar del señalado paralelismo a que he hecho referencia y que se aprecia en el cuadro oue antecede, se nota, sin embargo, cierta tendencia en el negro v en el mulato hacia un abarramiento proporcional del brazo más acentuado oue para el blanco. Sería interesante comprobar si este fenó- meno se acentúa con la edad. 68 5.-Indice crucial. La relación que existe entre la braza y la talla nos proporciona el índice crucial. El examen del cuadro número 30 pone de relieve los datos siguientes: El índice crucial aumenta progresivamente en los niños de las tres razas, de 6 a 13% años. Esta conclusión es una consecuencia lógica de lo que he- mos observado respecto al miembro superior: se alarga, de una manera progresiva, más que la talla e interviene dos veces en la braza; mientras el miembro inferior, a pesar de alargarse más que el brazo, progresivamente, su medida interviene sólo una vez en la talla. En el niño blanco de la Habana, la braza es inferior a la talla de 6 a 9 años; igual o algo superior a los 10, y de 11 a los 13% años es superior en la proporción de un poco más de 1 unidad por cada cien de talla. Siempre es superior la braza a la talla, en el niño negro. De 6 a 12 años la proporción es de 2 a 4 unidades por cada cien de talla; a los 13 y 13% años la proporción es de 4 a 5 unidades, por cada cien de talla. También en el niño mulato la braza siempre es superior a la talla, de 6 a 13% años, aunque menor que la del negro y mayor que la del blanco, de una manera proporcional. N°.30.-INDICE CRUCIAL (TALLA-BRAZA) DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros De 6 año» 99.3 100.9 103.0 7 99.3 100.9 102.7 8 » 99.8 101.7 102.1 w 9 99 99.8 101.1 102.5 W 10 99 100.1 101.8 103.4 99 11 99 * 101.4 102.2 103.9 99 12 99 101.1 102.0 103.9 99 13 99 101.1 102.7 104.2 99 13% 101.4 103.1 104.7 99 99 (La talla es igual a 100) Gráfica No. 6.-Indice crucil 6.-Altura del tronco. Consiste esta altura en la distancia vertical que media entre el plano horizontal de la horquilla esternal y el que pasa por el vértice del trocán- ter mayor. 69 A E> c- •D Fig. 18.-Las medidas de altura deducidas.-A. La altura de la cabeza: del vértice al conducto auditivo.-B. El largo del brazo: del acromion a la extremidad del dedo medio.-C. La altura del tronco: de la horquilla esternal al borde del gran trocánter.-D. Largo del esternón: de la horquilla esternal a la parte superior del apéndice xifoides. N' 31.-ALTURA DEL TRONCO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros De 6 a 6% años 31.3 cm. 30.3 cm ., 6 a 7 ,, 31.9 31.5 30.4 32.5 32.6 31 4 ,. 7 fi 8 ,, 32.5 33.2 32.9 ,, 8 a 8% ,, 33.9 33.8 33.3 8% a 9 ,, 34.0 34.1 33.4 34.8 34.8 33.9 9% a 10 35.0 35.0 34.3 10 a 10% 35.4 35.8 35.0 10% a 11 35.6 35.8 36.0 „ 11 a 11% 36.3 36.0 36.3 „ 11% a 12 36.5 36.7 36.5 12 a 12% 37.0 37.3 36.7 .. 12% a 13 37.2 37.7 36.7 13 ft 1314 «« 38.0 38.5 37.7 „ 13% a 14 „ 38.2 38.8 38.0 Ganancia de 6 a 13% años 6.9 cm. 7.8 cm. 7.7 cm. Tanto por ciento de la longitud del tronco a los 6 años 22.0% 25.1% 25.4% Proporción de la ganancia total en talla de 6 a 13% años 20.8% 22.5% 21.2% La relación que se establece entre la talla y el tronco nos da el índice correspondiente (tronco-talla) que nos permitirá la interpretación de los datos que figuran en el cuadro anterior. N' 32.-INDICE TRONCO-TALLA DE LOS ESCOLARES LA HABANA (La talla es igual a 100) Niños Niños Niños Diferencia EDADES blancos mulatos negros blancos-negros De 6 años ' 28.6 28.2 27.6 1.0 7 28.0 27.8 27.5 0.5 w 8 » 28 0 27.7 27.0 1.0 9 27.9 27.4 26.7 1.2 10 27.5 27.2 26.5 1.0 11 27.5 26.8 26.3 1.2 lí 27.1 26 9 26.0 1.1 jj 13 26.9 26. b 26.0 0.9 13% 26.8 26.8 26.1 0.7 Promedio., 0.95 71 Gráfica No. 7.-Indice tronco-talla de loa niños de la Habana. Por cada cien unidades de talla, el tronco del niño blanco tiene cerca de una unidad más que el del niño negro. El del mulato es menor que el del blanco; pero mayor que el del negro. Dentro de las edades que comprenden nuestras escalas, el aumento del tronco, en las tres razas, es proporcionalmente menor que el de la talla total; de esto resulta que la porción ocupada por dicho segmento en la talla disminuye cerca de 1% unidad, por cada cien de estatura, en el curso del período escolar. La diferencia proporcional a la talla, que existe entre las dimensiones del tronco, en el niño blanco y en el negro, permanece casi invariable de los 6 a los años. Godin ha enunciado la siguiente ley: "La talla debe la mayor parte de su altura al miembro inferior, antes de la pubertad, y al busto después". Hemos podido comprobar esta ley en los niños de la Habana, en lo que se refiere al período prepubertad, durante el cual el alargamiento del miem- bro inferior predomina en el aumento de la talla. El período siguiente al que hemos estudiado se caractizará, en consecuencia, por una gran activi- dad en el desarrollo del busto. 7.-Talla sentado. A la talla sentado se le llama frecuentemente talla esencial, y es fácil de comprender la causa de tal denominación. Para considerarla se elimina la mayor parte del miembro inferior y sólo se tiene en cuenta lo "esencial" del cuerpo, que permite de una manera más completa formar juicio acerca del desarrollo físico del sujeto. En el cuadro número 33 encontraremos la talla sentado media de los niños de la Habana. N° 33.-TALLA SENTADO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros 61.0 cm. 60.5 cm. 59.6 «m. 62.8 62.1 60.5 „ 7 a 7U „ 63.5 63.5 61.5 „ 7% a 8 „ 63.8 64.1 63.8 72 EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños- negros 65 5 65 0 64 4 66 2 66 2 65 2 „ 9 a 9% 67 5 67 2 66 2 67.8 68.0 66 9 68.8 69 4 67 8 „ 10% a 11 69.3 69 5 69 1 „ 11 a n% 69 8 70 1 69.4 „ 11% a 12 71.1 70 7 70 7 „ 12 a 12% 71 6 71 3 71 4 „ 12% a 13 71 9 72.7 71 7 73 8 73 0 72 9 „ 13% a 14 „ 74.4 74.4 73.9 Ganancia de 6 a 13% años 14.3 cm. Tanto por ciento de la talla sentado a los 6 años 22.0% 22.9% 23.9% Proporción de la ganancia total en talla, de 6 a 13% años 40.2% 40.1% 39.3% Comparada con la talla total, la talla sentado nos ofrece un índice muy interesante. N° 34.-INDICE TALLA SENTADO-TALLA TOTAL DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (El miembro inferior es igual a 100) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros Diferencia blancos-negros De 6 años 55.8 55.1 54.3 1.5 7 54.8 54.2 52.9 1.9 8 54.2 53.3 52.4 1.8 9 54.1 52.9 52.2 1.9 10 53.6 52.8 51.4 2.2 11 53.0 52.2 51.0 2.0 12 52.5 51.5 50.5 2.0 13 52.2 51.2 50.3 1.9 13% 52.2 51.5 50.6 1.6 1.8 73 Gráfica No. 8.-Indice talla sentada-talla total de los niños de la Habana. En todos las edades que comprende nuestro estudio, la talla sentado del niño blanco es mayor que la del negro. Esta superioridad se manifiesta aún cuando la talla del negro sea mayor que la del blanco, en cinco cen tímetros, a los y a los 12 años. En igualdad de talla total, la sentado es mayor en el blanco de 1.8% sobre la del negro. Desde el punto de vista pedagógico este hecho ofrece un gran interés: So pena de deformaciones corporales, de las que resultará directamente responsable la escuela, el niño blanco reclama un asiento más bajo y una/ mesa más elevada, que el niño negro, siendo ambos de igual talla. El valor relativo de la talla sentado, respecto de la total, disminuye gradualmente, en las tres razas, de 6 a años. En el blanco equivale a 55.8% de la talla, a los 6 años, y a 52.2% a los en el negro esas proporciones son respectivamente 54.3% y 50.6% mientras que en el mulato las proporciones son intermedias entre las de las dos razas citadas ante- riormente. Boas obtiene, de los niños americanos de Worcester, los índices si- guientes : 5 años 55.24 6 " 55.20 7 " 54.68 8 " 54.05 9 " 53.60 10 años 53.52 11 " 52.42 12 " 52.26 13 " 51.87 14 " 51.83 La talla sentado de los niños blancos de la Habana es ligeramente su- perior a la de los niños americanos de Worcester. La de los mulatos y los negros es inferior a ella. 8,-Altura del cuello. Consideramos bajo esa denominación la distancia vertical que separa los planos horizontales que pasan por el borde superior del conducto audi- tivo el uno, y poi* la horquilla esternal el otro. 74 N' 35.-ALTURA DEL CUELLO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros De 6 a 6% años 1 11.3 cm. 11.2 cm. 11.3 cm. 6% a 7 ,, 11.7 11.8 11.8 7 a 7% „ 11.9 12.0 12.2 12.1 12.3 12.2 ,, 8 a 8% ,, 12.7 12.5 12.3 13.0 12.6 12.2 „ 9 a 9% ,, . 13.0 13.2 12.7 13.0 13.2 12.9 13.5 13.5 13.0 a 11 „ 13.5 13.5 13.2 „ 11 a 11% 13.7 13.7 13.5 11% a 12 13.9 13.7 13.8 „ 12 a 12% „ 14.2 14.0 14.5 12% a 13 14.2 14.4 14.7 .. 13 a 13% 14.6 14.6 14.7 „ 13% a 14 „ ................... 14.6 i 14.7 14.7 Ganancia de 6 a 13% años 3.3 cm. 3.5 cm. 3.4 ena Tanto por ciento de la altura del cuello a los 6 años 29.2% 31.2% 30.0% Parte de la ganancia en talla, de 6 a 13% años 9.9% 10.1% 9.3% Puesta en relación con la talla, la altura del cuello nos da el índice talla-cuello, que es el objeto del cuadro número 36. N' 36-INDICE TALLA-CUELLO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDADES Niños blancos Niños mulatos Niños negros 6 años 10.3 10.2 10.3 7 10.3 10.2 10.5 S " 10.5 10.2 10.0 !» " 1 „ ............................. | 10.4 10.4 10.0 10 " I 10.5 10.2 9.9 11 „ i 10.4 10.2 9.9 12 |¡ 10.4 10.2 10.2 13 „ II 10.3 10.3 10.1 13% » 1 | 10.2 i 10.2 10.0 La relación entre la altura del cuello y la talla varía tan poco, de 6 a 13 años, que se puede considerar fija la proporción para los niños de las tres razas. Las oscilaciones de los índices medios no son superiores a algunos 75 décimos y deben, por consiguiente, ser considerados como consecuencia de las variaciones individuales. La altura del cuello (conducto auditivo-horquilla esternal) es igual, en todas las edades de nuestros cuadros, a un décimo de la altura total, en las tres razas. 9.-Parte que corresponde a los distintos segmentos del cuerpo, en jl aumento de la talla, de 6 a isy2 años. La ganancia total en la talla, desde los 6 a los 13í/2 años, se distribuye de una manera irregular entre los cuatro principales segmentos del cuerpo. Este hecho podemos observarlo claramente en el cuadro que aparece más abajo. N° 37.-GANANCIA EN TALLA, DE 6 A 13y2 AÑOS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA Aumento en la altura de la cabeza w „ „ „ del cuello „ » » » >/ tronco „ „ „ „ de la pierna Ganancia total de 6 a 13% años Blancos Mulatos Negros mm. % mm. % mm. 5 7 33 69 224 2.1 9.9 20.8 67.2 3 35 78 230 1.0 10.1 22.5 66.4 7 34 77 245 2.0 9.3 21.2 67.5 333 100% 346 100% 363 100% Corresponde al miembro inferior la porción de mayor aumento en el desarrollo físico del niño, dentro de las edades mencionadas; representa ella sola 2(3 de la ganancia total. Al tronco corresponde un quinto de esta ganancia total, mientras al cuello 1/10 y a la cabeza de 1 a 2 centésimas nada más. Es digno de observar el hecho de que estas proporciones son casi las mismas en las tres razas. 10.-Proporciones del cuerpo en las distintas edades. El crecimiento proporcional de los segmentos del cuerpo no es igual, como hemos visto: mientras unos se alargan en armonía con el aumento general de la talla, otros tienen un crecimiento más rápido o más lento. De la existencia de tales ritmos particulares resulta que proporciones del cuerpo varían constantemente de una a otra edad, de aquí que en cada una exista un canon distinto de proporcionalidad en el desenvolvimiento físico. Estos cánones permiten determinar la edad fisiológica de un niño ▼ establecer si su desarrollo es normal, precoz o retardado. Se concibe, pues, cuál es la importancia del conocimiento de las proporciones tipos de las distintas edades. 76 E>L_ZxAiGO5 * •MOLZ\TO5- •/1t (5005' Fig. 19.-El canon do las proporciones del cuerpo de los niños de la Habana a los 6, 8, 10, 12 y 131/2 años. N° 38.-PROPORCIONES DEL CUERPO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (Parte que corresponde a la cabeza, al cuello, al tronco y a las extremidades inferiores en la altura total.) (La altura total es igual a 100) I Cabeza Cond. auditi- vo-vértice Cuello Cond. auditi- vo-horquilla esternal Tronco Horquilla es- ternal-tro- canter Extremida des inferiores Trocánter- suelo Mifioe blancos. 11.0 10.3 28.6 49.9 8 .. 9.9 10.5 28.0 51.4 10 . 9.5 10.5 27.5 52.3 12 8.9 10.4 27.1 53.4 131X . 8.9 10.2 26.8 53.9 Niños mulatos. 6 años 11.0 10.2 28.2 50.5 g 9.9 10.2 27.7 52.0 10 „ 9.3 10.2 27.2 53.2 12 9.0 10.2 26.9 53.9 13 ix 8.5 10.2 26.8 54.3 Niño» negros. 10.8 10.3 27.6 51.2 8 10.0 10.3 27.0 52.8 10 „ 9.4 9.9 26.5 54.1 12 8.8 10.2 26.0 54.8 131X 8.6 10.0 26.1 55.2 1 - 11. Relación entre la altura de la horquilla esternal y la del acromion. La relación entre la altura de la horquilla esternal y la del acromion de- termina la forma de los hombros. El doctor Godin dice: "La igualdad de nivel de estos dos puntos antropométricos trae como consecuencia una dis- posición de los hombros conocida bajo el nombre de hombros altos o, vul- garmente, en forma de percha.'' Dice también el mismo autor: "Los mani- fiestamente raquíticos parece que pueden ser clasificados con exactitud en tre los "hombros altos'', con igualdad de nivel del acromion y de la horquilla esternal. " Tampoco es signo favorable la situación del acromion muy por debajo del nivel de la horquilla esternal; esto da lugar al tipo de "hombros caídos". En los niños que hemos estudiado aquí (ver cuadro número 39) el acro- mion se halla en las tres razas, por término medio, un centímetro más abajo del nivel de la horquilla esternal; esto constituye la proporción normal. 78 N 39.-DIFERENCIA ENTRE LA ALTURA DEL ACROMION Y LA HORQUILLA ESTERNAL (El acromion está situado más abajo que la horquilla esternal. Es la cantidad indicada en el cuadro). [ Niños blancos Niños mulatos Niños negro» 6 añop 1.3 cm. 1.5 em. 1.3 cm. 7 1.0 1.3 0.7 8 99 0.9 1.4 1.8 9 » 1.2 1.0 0.9 10 1.0 1.5 1.3 11 99 1.2 1.2 0.7 13 ,, 1.3 1.3 0.9 13 99 0.9 1.5 1.2 13% 99 99 1.0 1.5 1.2 Promedio i 1.26 1.1 79 CAPITULO QUINTO PROPORCIONES DEL CUERPO: LOS DIAMETROS Y LOS VOLUMENES SUMABIO 1. Los diámetros de la cabeza.-2. El índice cefálico.-3. Los diámetros to- rácicos.-4. La forma del tórax.-5. El volumen de la caja torácica.- 6. El diámetro biacromial.-7. Relación entre el volumen del tronco y el del encéfalo. 1.-Los diámetros de la cabeza. Hemos tomado solamente la mayor anchura y la longitud mayor de la cabeza, siguiendo la técnica adoptada por el Congreso de Mnónaco de 1906. Con ambas dimensiones se determina el índice cefálico, que tiene un inte- rés notable desde el punto de vista de la clasificación de las razas. En efecto, la relación entre el largo y el ancho de la cabeza se considera como uno de los datos más fijos y característicos. En el cuadro número 40 hemos anotado los diámetros medios de nues- tros niños, en cada edad y en cada una de las tres razas estudiadas. En el cuadro número 41 encontraremos el índice talla-diámetro anteroposterior de la cabeza, y en el 42, el diámetro cefálico de niños de otras nacionalidades. Mediante el examen de los referidos cuadros nos será dable apreciar las si- guientes conclusiones: Ia-El diámetro anteroposterior de la cabeza es menor en el blanco que en el negro, y en el mulato. La longitud de este diámetro proporcional- mente a la talla, es menor en el blanco a los 6 y 7 años; de 8 a 14 años, es igual o superior a los diámetros que aparecen en niños negros y mulatos. 2a-El diámetro transverso de la cabeza es mayor en el blanco y en el mulato que en el negro. 3a-De los 6 a los años, el diámetro anteroposterior de la cabeza aumenta en los niños de las tres razas, 9, 7 y 10 milímetros respectivamente, (blanco, mulato y negro). 4a-En cuanto al diámetro transverso, el aumento es, durante el mismo período de tiempo y para los niños de cada una de las tres razas, de 5 milímetros. 5a-Es mayor la regularidad en el crecimiento de la cabeza, en sen- tido transversal que en el longitudinal, en las tres razas. 6a-El crecimiento de la cabeza no se efectúa de una manera continua- da ; después de un período de aumento sigue otro, más o menos largo, de des- canso ; estos últimos, a menudo, abarcan varios años. 7a-Los períodos de crecimiento en anchura no coinciden con los de longitud. Son más frecuentes los últimos. 8a-De estas diferencias en el ritmo de aumento de los dos diámetros principales de la cabeza, resulta que el índice cefálico debe variar, en un mismo individuo, en todo el curso de su desarrollo. 80 N° 40.-LOS DIAMETROS CEFALICOS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA I 1 Diámetro antero-posterior j máximo Diámetro transverso máximo ■ 1 Blancos 1 Mulatos 1 Negros | Blancos Mulatos Negros 6 a 6% años I 171 mm. 176 mm. 174 mm. 136 mm. 136 mm. 135 mm. 6% a 7 1 „ 1 172 176 175 137 136 137 7 el 7% 8 172 176 175 138 138 137 7% 8 H » 175 176 176 138 138 138 a Él 8% 9 )> .............. 175 176 177 138 138 139 8% 9 ff 175 177 178 138 139 139 a 9% 10 ff 175 177 179 138 139 139 LO a íf 176 177 179 139 139 139 a 10% 11 H 177 180 181 139 140 140 io% ii a J) 178 180 181 139 140 140 a 11% ff 179 180 181 140 140 140 n% 12 a 12 fí 179 180 181 140 140 140 a 12% 13 f9 179 181 182 140 140 140 12% 13 a n 179 [182 182 141 141 140 «a 13% 14 „ • 180 183 184 141 141 140 13% a » 180 183 184 141 141 140 tf Aumento total de 6 a 13% años.. 9 mm. 7 mm. | 10 mm. 5 mm. 5 mm. | 5 mm. N° 41 .-INDICE TALLA-DIAMETRO ANTERO-POSTERIOR DE LA CABEZA (La talla es igual a 100) i Niños de la Habana Niños de otros países Blancos Mulatos Negros E Unid. Worces- ter, Boas y West Bélgica Quetelet Bolivia La Paz Bouma 5 años 15.6 16.0 15.8 | 15.9 17.0 16.2 14.8 15.0 15.1 ¡ 15.3 16.2 15.9 g 14.4 14.4 14.4 | 14.6 15.4 14.7 9 ¡ ' 14.0 13.9 14.1 ! 14.2 14.8 14.2 10 11 h | 13.9 13.7 13.7 | 13.7 14.4 13.6 1 12 5 13.4 13.3 1 13.3 13.8 13.3 12 13 13% h ] 13.1 13.0 12.8 12.8 13.3 13.0 i) I 12.7 12.8 12.7 ! 12.6 13.0 12.5 H | 12.6 12.6 12.6 | 81 N 42.-LOS DIAMETROS CEFALICOS DE NIÑOS DE DIFERENTES PAISES Diámetro máximo 1 antero-posterior Diámetro transverso máximo 1 1 IE. Unid. 1 Francia Bélgica * Solivia 1 |E. Unid. 1 Francia Bélgica Bolivia 1 Worces- Lyon La Paz Worces- Lyon La Paz Iter, Boas Bonni- jter, Boas Bonni- EDADES y West fay Quetelet | Rouma y West fay Quetelet Rouma 6 años | 177 mm. 172.8 mm 178 mm. 171 mm. 142 mm. 141.1 mm 140 mm. 141 mm 7 „ 179 175.2 179 171 142 143.7 142 141 8 180 176.1 180 172 143 144.3 143 142 9 181 176.4 181 173 144 144.2 144 140 10 182 177.1 182 174 145 146.6 145 142 11 183 177.5 183 175 144 145.7 146 142 12 183 180.1 184 175 145 147.8 147 143 13 184 178.1 185 175 147 148.5 147 143 14 „ 187 186 177 147 148 143 2.-El índice cefálico. i El propósito que se persigue, al establecer el índice cefálico, consiste en dar, por medio de una cifra, una idea de la forma de la cabeza. Retzius fué el primero que utilizó el índice cefálico en e'l estudio de los cráneos e ideó los términos, hoy en día tan divulgados, de dolicocéfalo (cabeza larga), (índice inferior a 79) y braquicéfalo (cabeza redonda, cuyo índice es superior a 79). Diversos autores han establecido después distintas clasificaciones de índices cefálicos. Conviene citar, entre las más conocidas, la adoptada por la Comisión Internacional de Francfort, en 1885; las de Broca, Deniker y de Topinard. Damos preferencia a esta última, que comprende tres grandes grupos, subdivididos en otros secundarios. He aquí tales grupos y sus prin- cipales subdivisiones: Dolicocéfalos (cabezas largas): índice inferior a 74; los subdolicocéfa- los comprenden los índices de 70 a 74 y los dolicocéfalos verdaderos los índi- ces de 65 a 69. Mesaticéfalos (1)-cabezas intermedias-: índices de 75 a 79. Braquicéfalos (cabezas redondas): índice de 80 y más. Los subbraquicé- falos comprenden los índices 80 y 84, y los supbraquicéfalos tienen por ín- dices 85 a 89. Existe una diferencia entre el índice calculado con los diámetros toma- da en el sujeto vivo y el obtenido por la medición del cráneo mismo. Esta diferencia, siempre inferior para el índice del cráneo, ha sido evaluada de manera distinta, de 1 a 3 unidades, por Broca, Topinard, Houzé, Man te gazza, etc. Sin embargo, Topinard conisdera que en el estado actual de (1) Término imaginado por Broca. 82 la ciencia resulta conveniente establecer las comparaciones bien entre crá- neos o bien entre sujetos vivos. En el cuadro número 43 presentamos los índices cefálicos medios de los niños de la Habana, y en el 44 la ordenación en serie de los mismos. Un examen de ambos cuadros permite apreciar las siguientes conclusiones: Ia-Los índices cefálicos medios de los niños de la Habana pertenecien- tes a las tres razas, nos obligan a clasificarlos entre los mesaticéfalos. 2a-La clasificación de los índices individuales nos da 50, 60 y 60.6% de mesaticéfalos (índices de 75 a 79) en los blancos, mulatos y negros, res- pectivamente; así como 38.8, 27 y 24% de sub-braquicéfalos (índices de 80 a 84). 3"-Los índices medios de los niños blancos son superiores, aproxima- damente, en 2 unidades y 1 unidad, respectivamente, a los de los negros y mulatos. Por otra parte, el tanto por ciento más elevado de sub-braquieé- falos en la clasificación individual confirma esta afirmación. 4a-El índice cefálico medio de los mulatos, en todas las edades, ocupa una posición intermedia entre los niños blancos y negros. La ordenación de los índices individuales, por unidades (cuadro 44) manifiesta con toda claridad esta posición intermedia del mulato. 5a-El índice cefálico disminuye progresivamente de 6 a años (cerca de una unidad), esto se explica por el crecimiento del diámetro an- tero-posterior de la cabeza, que es mayor que el del transverso. N' 43.-INDICE CEFALICO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (El diámetro antero-posterior es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros 6 años .. 79.3 78.3 77.6 0% „ •• 79.5 78.0 78.2 7 „ . . 80.0 78.8 78.5 7% „ •. 78.6 78.8 78.1 8 79.0 78.9 78.2 8%> „ . . 78.5 78.0 78.0 9 „ .. 91/. „ 79.2 79.3 78.9 78.0 77.2 78.3 10 „ • • 78.7 78.4 77.2 io% „ .. 78.3 78.2 77.5 11 „ 78.6 77.2 77.5 11% „ .. 78.7 78.0 77.4 12 „ .. 78.3 77.1 77.2 12% „ .. 79.0 77.1 76.4 13 „ . . 78.4 76.5 75.7 13% „ . . 78.5 77.8 76.4 Promedio de los términos medios 78.8 77.9 77.4 H M 6 a 9% años 79.1 78.4 78.0 V f9 9% a 13% años 78.6 77.5 76.6 83 N° 44.-ORDENACION EN SERIE POR EDADES Y CATEGORIA DE CINCO UNIDADES DE LOS INDICES CEFALICOS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA 6 años ey2 años 7 años 7y2 años 8 años 8y2 años 9 años 9y2 años 10 años ioy2| 11 años|afios iiy2 años 12 años iay» años 13 años isy2 años Niños blancos Indices de 65 a 69. . „ „ 70 a 74. . „ „ 75 a 79. . „ „ 80 a 84. . „ „ 85 a 89. . 0 2 25 19 4 0 3 22 23 2 0 4 18 23 5 0 1 32 15 2 0 4 25 19 2 1 6 18 24 1 0 2 22 25 1 0 4 19 25 2 0 2 29 19 0 0 5 29 14 2 0 6 26 14 4 0 4 24 22 0 0 4 27 18 1 0 3 26 19 2 0 1 33 15 1 0 4 21 13 2 1 caso en 790, o sea 0.12% 55 casos en 790, o sea 7.00 396 „ „ 790, „ 50.00 307 „ „ 790, „ 38.80 31 „ „ 790, „ 3.90 Totales 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 I 50 40 Niños mulatos Indices de 65 a 69. . „ ,, /O a 74. ,, „ 75 a 79. . „ „ 80 a 84. . „ „ 85 a 89. . 0 6 20 12 2 0 6 29 15 0 0 2 31 15 2 0 6 22 20 2 0 2 29 16 3 0 3 31 16 0 0 3 28 18 1 0 29 14 2 0 8 23 17 2 o 5 28 16 1 0 6 38 6 0 0 2 35 12 1 o 8 34 8 0 0 7 34 8 1 0 9 27 4 0 0 5 24 11 0 0 casos en 770, o sea 0.00% 83 „ „ 770, „ 10.60 462 „ „ 770, „ 60.00 208 „ „ 770, „ 27.00 17 „ „ 770, „ 2.00 Totales II 40 ii 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 50 40 40 Niños Negros Indices de 65 a 69. . » ,, 70 a ¡ 4. „ „ 75 a 79. . „ „ 80 a 84. . „ „ 85 a 89. . 0 2 18 5 0 0 3 16 6 0 0 2 17 11 0 0 8 ! 16 10 1 : 0 6 19 14 1 0 * 1 21 15 0 0 7 25 | 8 1 0 1 0 4 23 12 1 o 1 3 1 31 I 6 1 0 1 0 1 5! 26 ( 9 : 0 1 1 5 ! 23 11 ! 0 1 0 1 51 25 j 10 1 0 1 0 7 24 | 9 1 0 1 0 ¡ 9 1 27 | < i 1 | 13 1 21 1 5 1 0 | 0 4 17 4 0 2 casos en 575, o sea 0.34% 82 „ „ 575, „ 14.00 349 „ „ 575, „ 60.60 139 „ „ 575, „ 24.00 3 „ ,, 575, ,, 0.52 Totales | 25 25 30 30 ¡ 40 | 40 ¡ 40 1 40 I 40 i 40 ! 40 | 40 1 40 1 40 | 40 | 25 | 84 N 45.-ORDENACION EN SERIE, POR UNIDADES, DEL CONJUNTO DE LOS INDICES CEFALICOS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA Indice cefálico i Niños blancos . Niños mulatos Niños negros Número de | casos Tanto por ciento Número de casos Tanto por ciento Número de casos Tanto por ciento 1 68 1 0.12 0 0 0 0 69 0 0 0 0 2 0.34 70 1 0.12 1 0.12 5 0.86 71 4 0.50 7 0.90 11 1.91 72 9 1.13 11 1.43 13 2.26 73 16 2.02 22 2.85 18 3.13 74 25 3.16 42 5.45 35 6.08 75 43 5.44 53 6.88 59 10.26 76 65 8.22 75 9.74 70 12.17 77 98 12.40 118 15.32 77 13.39 78 103 13.03 99 12.85 80 13.91 79 87 11.01 117 15.19 63 10.95 80 105 13.29 92 11.94 48 8.34 81 78 9.87 51 6.62 39 6.78 82 57 7.21 30 3.89 29 5.04 83 39 4.93 25 3.24 17 2.95 84 28 3.54 í 10 1.29 6 1.04 85 1 11 1 1.39 1 6 0.77 0 0 86 1 1 12 1.51 5 0.64 1 0.17 87 6 0.75 5 0.64 1 0.17 88 1 2 0.25 1 0.12 1 0.17 790 100% ' 770 100% _1 575 100% Gráfica No. 9.-Ordenación de los índices cefálicos de los niños de la Habana. 85 3.-Los diámetros torácicos. Los diámetros del tórax ofrecen una importancia considerable y es ne- cesario seguir de cerca el desarrollo de ellos en el niño. De todas las por- ciones del cuerpo resulta el tórax el más directamente influido en su desa- rrollo por los agentes exteriores (clima, altitud). La acción de la educa- ción física, de una manera sistemática, puede de igual modo producir una notable modificación en las dimensiones del tórax. Ahora bien, una mayor capacidad torácica supone congruentemente, una capacidad pulmonar ma- yor o, por lo menos, una dilatación más amplia, lo que trae aparejado la me- jor oxigenación de la sangre y una ventilación completa de los pulmones. Esto disminuye las probabilidades del desarrollo de los bacilos de la tu- berculosis. He aquí en milímetros, el diámetro torácico medio de los niños que han sido objeto de este estudio: N° 46.-DIAMETROS TORACICOS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA Diámetro antero-posterior Diámetro transverso del tórax del tórax F.D Anp.s Xl U ZX xJ JCl O 1 | (por años) Blancos Mulatos Negros 1 Blancos Mulatos Negros De 6 a 6% años 124 ni ni. 122 min. 122 mm. 1 172 mm. 171 mm. 166 mm. 6% a 7 126 126 127 175 175 172 7 a 7% w 127 126 127 176 175 173 7% a 8 130 128 127 179 176 177 8 a 8% >> 130 130 131 182 181 179 9* 8% a 9 131 131 131 182 182 183 n n 9 a 9% „ 133 132 132 183 184 183 9% a 10 n 133 136 133 184 186 187 n 10 a 10% >, 133 136 134 185 187 189 10% a 11 137 138 138 189 189 193 u 11 a 11% „ 139 138 139 189 191 194 11% a 12 M * * 139 139 140 192 192 196 12 a 12% M 140 140 141 192 194 197 ff 12% a 13 V 143 142 141 196 196 198 13 a 13% 145 144 145 200 202 203 ff 13% a 14 „ „ 147 145 146 200 202 203 Aumento de 6 a 13% años 23 mm. 23 mm. 24 mm. 1 28 mm. 31 mm. 37 mm.. Para poder obtener algunas deducciones de esos datos, deben comparar se con la talla, lo que se obtiene calculando los índices talla-diámetro trans verso y talla-diámetro anteroposterior, que son el objeto de los cuadros nú meros 47 y 48. 86 N 47.-INDICE TALLA-DIAMETRO TRANSVERSO DEL TORAX DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros De ti años 15.7 15.5 15.1 7 15.2 14.9 14.9 8 >> 15.0 14.8 14.5 9 14.6 14.5 14.4 AO 14.4 14.2 14.3 11 14.3 14.2 14.2 12 14.0 14.2 14.0 13 14.1 14.1 14.0 13% 14.0 13.9 13.9 - N 48.-INDICE TALLA-DIAMETRO ANTEROPOSTERIOR DEL TORAX DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros De 6 años 11.3 11.1 11.1 7 10.9 10.7 10.9 w 8 >> 10.7 10.6 10.6 9 » 10.6 10.4 10.4 10 V 10.3 10.3 10.1 11 » 10.5 10.2 10.2 12 9f 10.2 10.1 9.9 13 íf 10.2 10.1 10.0 w 13% » 10.3 10.0 10.0 fí - Gráfica No. 10.-Indice talla-diámetro antero-posterior del tórax de los niños de la Habana 87 El examen de esos cuadros nos enseña que los diámetros del tórax son, proporcionalmente a la talla, mayores en el niño blanco que en el negro o mulato. En estos últimos, los diámetros medios ocupan una posición más o menos equidistante de los términos medios correspondientes a blancos y negros. Si comparamos estos índices con los obtenidos por el mismo operador, siguiendo igual técnica en niños bolivianos, comprobamos que los diámetros transversos son casi iguales para los niños blancos de la Habana que para los (blancos también) de Bolivia. En lo que se refiere al diámetro anteropos- terior comprobaremos que ese índice corresponde aproximadamente a los niños blancos y a los de la ciudad de Santa Cruz (Bolivia), que reune con- diciones muy similares de altura y de medio a las de la Habana; pero halla- remos una gran inferioridad con relación a los niños bolivianos de la mese- ta, donde el índice a los años es de 10.6 en los escolares que residen en las alturas de 2,500 a 2,900 metros sobre el nivel del mar, y llega a 11.6 en altitudes superiores a 3,600 metros. Las observaciones realizadas en los niños habaneros viene a confirmar la ley general establecida por el autor de que "la convexidad del tórax es tanto mayor a medida que aumenta la altura del medio en que vive el sujeto." 4.-La forma del tórax. La forma del tórax se determina por el índice torácico. El cuadro nú- mero 55 da tales índices medios correspondientes a las tres razas. N° 49.-INDICE TORACICO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (El diámetro transverso es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros Do 6 años 72 71.3 73.4 7 72.1 72.0 73.4 8 71.4 71.8 73.1 9 72.6 71.7 72.1 10 71.8 72.7 70.8 11 73.6 72.2 71.6 12 72.9 72.1 71.5 13 72.5 71.2 71.4 isy2 73.5 71.7 71.9 de los índices medios 72.37 72.14 72.13 Gráfica No. 11.-Indice torácico de los niños de la Habana. 88 Estos números se deben interpretar del siguiente modo: a mayor índice, mayor convexidad del tórax, y, en consecuencia, a un índice bajo correspon- de un aplastamiento del pecho. Se observará que el índice se mantiene casi estacionario de 6 a 8 años en el negro y luego decrece hasta los 13%; en el blanco crece gradualmente con la edad. Esto indica que en el primero el diámetro anteroposterior del tórax se desarrolla considerablemente de 6 a 8 años y luego se detiene de manera notable, mientras que en el blanco el desarrollo del diámetro anteroposterior del tórax crece con toda regularidad hasta los 10 años y acelera su desarro- de 11 a 14 años. El mulato se halla en una posición intermedia, en todas las edades: su índice es inferior al del negro cuando en éste resulta elevado y viceversa cuando es bajo. Los promedios acusan un índice torácico más elevado en el blanco que en las otras dos razas. 5.-Volumen de la caja torácica. Se obtiene este volumen multiplicando los diámetros anteroposterior y transverso del tórax, entre sí, y este producto por la longitud del esternón. Este volumen es convencional; pero tiene una gran importancia para esta- blecer comparaciones. Sin embargo, no adquiere todo su valor más que cuando lo relacionamos con la talla. Nü 50.-VOLUMEN DE LA CAJA TORACICA DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Volumen mediano absoluto Volumen por centí- metro de talla Niños blancos. 6 años 2047.488 eme. 18.740 eme. 7 V • * 2279.904 19.700 8 V 2531.620 20.950 9 » 2652.951 21.290 10 » • 2731.155 21.280 11 2874.123 21.820 12 99 2983.680 21.890 13 99 3422.000 24.160 13% » 3557.400 24.960 Niños mulatos. 6 años 1940.166 17.670 7 M 2205.000 18.840 8 99 ...................... ..... 2447.120 20.070 9 n 2647.392 20.860 10 n 2822.952 21.500 11 »> 2925.738 21.780 12 99 3150.560 22.740 13 m 3519.648 24.690 13% 99 3573.380 24.750 89 1 EDADES Volumen mediano absoluto Volumen por centí- metro de talla Niños negros. 6 años ..... 1761.924 16.060 7 2043.303 17.640 8 2334.289 18.990 9 2536.380 20.000 10 2709.882 20.570 11 " 3074.124 22.600 12 3222.132 22.800 13 ,, 3414.460 23.580 13% M 3497.284 23.950 9f Gráfica No. 12.-Volumen de la caja torácica por centímetros de talla de los niños de la Habana. El examen comparativo de estos cuadros pone en evidencia: 1?-El volumen de la caja torácica, por centímetro de talla, aumenta regularmente de 6 a 13% años, este aumento equivale al tercio de la capa- cidad, en los blancos, a los 6 años; al cuarto en los negros y a una cantidad intermedia en los mulatos. 2o-La capacidad torácica relativa es superior en todas las edades, en el niño blanco, respecto de las otras dos razas. La del mulato es tam- bién superior a la del negro, en todas las edades. Si comparamos la capacidad torácica de nuestros niños blancos con la de aquellos que viven en grandes alturas, como los bolivianos, comprobare- mos que estos últimos tienen términos medios mucho mis elevados, que osci- lan entre 22 y 23 centímetros cúbicos por centímetro de talla, a los 6 años, a 33 y 36 a los 13V2 años. La altura ejerce una acción considerable sobre el desarrollo de la caja torácica y nada podría ser más favorable a los niños de las regiones cálidas y bajas (como los de la Habana) que las frecuentes 90 temporadas en las montañas. Las autoridades debieran preocuparse de crear colonias de vacaciones en las regiones montañosas de la Isla, a las que con- currirían los niños de las ciudades que presenten insuficiente capacidad to- rácica. De este modo se salvarían numerosas vidas. 6.-El diámetro biacromial. Es una medida de gran importancia, pues nos ofrece el ancho mayor del cuerpo, siendo indispensable, en consecuencia, para establecer las proporcio- nes generales del mismo. Presenta un carácter notable el diámetro biacro- mial : durante el crecimiento, de 6 a 13% años, aumenta en una proporción equivalente en todo a la talla y, por consiguiente, su relación es constante con ella. Sólo se advierte un ligero descenso en el instante del gran empuje de crecimiento que precede a la pubertad. Esa fijeza en la relación que hemos citado se manifiesta, por el índice talla-diámetro biacromial que figu- ra en el cuadro número 52. Examinando el mencionado cuadro podemos notar que el negro es algo más ancho de espaldas que el blanco o el mulato. Sin embargo, a los tres grupos puedo aplicar la ley general que enuncié después de mis estudios del escolar boliviano y que dice así: "el diámetro biacromial de los niños de 6 a 13% años es superior en 2 centímetros, más o menos, al quinto de la talla.'' He aquí una preciosa indicación, fácil de establecer y que permite darse cuenta rápidamente si un niño está o no equilibrado desde el punto de vista de la harmonía de sus proporciones. Si el diámetro biacromial en un niño determinado es igual o menor al quinto de la talla podemos declarar, con toda seguridad, que sus espaldas son demasiado estrechas, que se halla en desequilibrio fisiológico y debe ser examinado por un médico. Ese desequi- librio podrá originarse por un alargamiento excesivo de la talla, o por un estado patológico permanente: raquitismo, debilidad genera], escrofulosis. etc. Al médico corresponde investigar las causas y ordenar el tratamiento N° 51 .-DIAMETRO BIACROMIAL DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDAD Blancos Mulatos Negros De 6 a 6% años 23.5 cm. 23.7 cm. 23.9 cm. n 6% a 7 99 24.2 24.6 24.4 7 a 7% 99 24.9 24.9 25.1 99 6% a 7 M 24.5 24.6 24.4 99 7% a 8 99 25.1 25.3 25.9 J, 8 a 8% 99 26.0 26.1 26.3 n 8% a 9 " 26.2 26.5 26.6 99 9 a 9% n I 26.5 27.1 27.2 99 9% a 10 M 26.8 27.6 27.7 99 10 a 10% 27.4 28.1 28.2 99 10% a 11 9) . . 27.6 28.3 28.7 99 11 a 11% * 28.0 28.5 29.3 99 11% a 12 99 28.7 28.8 29.6 99 12 a 12% 99 28.8 29.0 30.0 99 12% a 13 99 29.0 29.2 30.0 99 13 a 13% 99 29.7 30.2 30.9 99 13% a 14 99 29.7 30.3 31.3 91 N° 52.-INDICE TALLA-DIAMETRO BIACROMIAL DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros 21.5 21.6 21.8 7 „ 21.5 21.3 21.7 8 . 21.5 21.4 21.4 9 „ 21.3 21.3 21.4 10 21.3 21.4 21.4 11 21.3 21.2 21.5 12 „ 21.1 20.9 21.2 13 21.0 21.1 21.3 13% „ 20.8 21.0 21.4 Gráfica No. 13.-Indice talla-diámetro biacromial de los niños de la Habana. 7.-Relación entre el volumen del tronco y el del encéfalo. Los diámetros anteroposterior y tranverso del tronco de una parte, y su al- tura (de la horquilla esternal a los bordes del gran trocánter) de la otra, mul- tiplicados entre sí, dan una cubicación aproximada de este segmento; es de- cir de la masa de los órganos que presiden la vida vegetativa: aparatos di- gestivo, respiratorio, circulatorio, sistema nervioso inferior. Los diámetros cefálicos, multiplicados por la altura del encéfalo (desde el vértice al borde superior del conducto auditivo) nos dan también la cu- bicación aproximada del encéfalo, es decir, del aparato que preside todas las operaciones intelectuales. La relación entre ambos cubos, dando al mayor el valor de cien, es, se- gún el Dr. Godin, de 20 a 23, en el niño medio, bien equilibrado, en el mo- mento de la pubertad. Esa misma relación es de 74 en el recién nacido. En otros términos, el volumen de la parte cerebral de la cabeza es igual, aproxi- madamente, a las tres cuartas partes del volumen del tronco, en el nacimien- to, mientras la relación es sólo de la quinta parte en la edad adulta. El pase de una a otra proporción se hace de manera lenta y progresiva Es importante conocer la curva normal de esa progresión. El niño que no siga en su desarrollo una marcha paralela a la curva normal, revelará una desarmonía entre sus funciones vegetativas e intelectuales, la que en algunos 92 casos habrá de constituir ia causa de dificultades de asimilación, de anomalías intelectuales o morales, etc. Aquellos en que se observe un índice demasiado elevado o inferior al de su edad, deben ser sometidos al examen médico. Estas desarmonías pueden provenir de infantilismo psíquico, de precocidad, o de atraso en el desarrollo físico, etc. En algunos niños precoces de débil constitución física, podrá restablecer el equilibrio funcional indispensable un suficiente descenso intelectual asociado a un plan inteligente de cultura física. En otros casos más complejos, podrá ser necesaria la intervención de un espe- cialista en niños anormales. El cuadro número 53 presenta los volúmenes del encéfalo y del tronco, en las distintas edades, y el índice correspondiente. N 53.-VOLUMEN DEL TRONCO Y DEL ENCEFALO E INDICE EN- CEFALO-TRONCO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES Volumen del encéfalo Volumen del tronco Indice encéfalo-tronco Centímet. cúbicos Centímet. cúbicos Niños blancos. 6 años 2813.976 6675.664 42.1 7 n 2895.792 7264.400 38.8 8 m 2921.150 8020.740 36.4 9 n 2970.450 8469.972 35.1 10 tf 2976.963 8710.170 34.2 11 M 3104.397 9399.159 33.0 12 M 3079.158 9972.480 30.9 13 3197.880 11049.000 28.9 13% ff 3248.640 11230.800 28.9 Niños mulatos. 6 años 2896.256 6488.082 44.6 7 H 2987.424 7188.300 41.5 8 M * 2938.848 7953.140 36.9 9 v 3001.566 8452.224 35.5 10 V 3096.360 1 9104.656 34.0 11 „ 3096.360 9515.238 32.5 12 H 3190.125 10130.680 31.5 13 v 3173.769 | .11140.704 28.5 13% ff 3199.572 I 11364.520 28.1 Niños negros. 6 años 2795.310 6136.356 45.5 7 2900.975 | 6854.952 42.3 8 „ 3050.772 1 7546.779 40.4 9 J» 3159.887 | 8188.884 | 38.6 10 3164.604 | 8889.426 35.6 11 3139.083 j 9788.658 ¡ 32.1 12 3182.088 | 10194.159 31.2 13 3268.944 | .11096.995 29.4 13% H 3268.944 | 11292.078 J 28.9 93 Gráfica No. 14.-Indice encéfalo-tronco de los niños de la Habana. Se observará que a la edad de seis años el índice es más alto en el blan- co y menor en el negro, ocupando el mulato una situación intermedia. A partir de la edad de 8 años resulta más o menos idéntico para el blan- co y el mulato. Esta igualdad no aparece para el negro hasta los 11 años. De 11 a 131/2 años, los índices de las tres razas son semejantes. 94 CAPITULO SEXTO LAS PROPORCIONES DEL CUERPO: LAS CIRCUNFERENCIAS SUMARIO 1. La circunferencia de la cabeza.-2. Las circunferencias torácicas.-3. El índice de vitalidad.-4. Las circunferencias del antebrazo.-5. El índice espesor del músculo-longitud del brazo. 1.-La circunferencia de la cabeza. Mac Donald ha hecho numerosas investigaciones sobre la circunferen- cia de la cabeza de los niños de Washington. Sus conclusiones son muy in- teresantes y me parece útil ofrecei' aquí un resumen antes de comenzar el análisis de las circunferencias cefálicas de los niños habaneros. Los niños norteamericanos de raza blanca tienen una circunferencia ce- fálica media más elevada que las niñas conterráneas de igual raza y de la mis- ma edad. La diferencia mayor entre las dos circunferencias se encuentra en los sujetos de menor edad, y disminuye gradualmente de 6 a 13 años; lle- ga a su punto mínimo de 13 a 14, para luego apartarse nuevamente y de ma- nera gradual con la edad. Los hijos de los trabajadores manuales tienen una circunferencia media inferior, en todas las edades, a los de las nonlaboring class. En general, los hijos de padres extranjeros tienen una circunferencia mayor que los niños de padres norteamericanos. Parece ser desfavorable al crecimiento de esta circunferencia la mezcla de nacionalidades, pues estos ni- ños (mixed nationalities) (1) tienen, en la gran mayoría de las edades, una circunferencia más pequeña que los hijos de norteamericanos. En los de color es más grande la circunferencia de la cabeza en los va- rones que en las hembras de 6 a 11 años; pero inferior de 11 a 18. Los niños norteamericanos de raza blanca, tienen una circunferencia cefálica superior a los de raza negra de 6 a 8 años, a los 12, y de 15 a 17; en las demás edades la circunferencia media del negro es superior. En cuanto a las niñas, las de color tienen mayor esta circunferencia en todas las edades, menos a los 6 años. En los inteligentes la circunferencia media es siempre mayor que en los torpes. Todas estas conclusiones, como vemos, resultan muy interesantes; pero debemos objetar que tales mediciones han sido tomadas sin tener en cuenta el factor talla, que tiene una considerable importancia cuando se comparan niños de razas diferentes. He aquí las circunferencias cefálicas medias de los niños de la Habana; (1) Padres americanos y extranjeros. 95 N? 54.-CIRCUNFERENCIAS DE LA CABEZA DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDAD Blancos Mulatos Negros 6 años 50.3 cm. 7 50.8 51.2 51.0 8 51.0 51.4 51.7 9 51.3 51.8 51.8 10 51.7 52.1 52.2 11 • • 52.1 52.4 52.4 12 52.3 52.5 52.9 13 M 52.6 52.9 53.0 13% » H 52.9 52.9 53.0 Aumento de 6 a 13% años 2.6 cm. 2.6 cm. 2.5 cm. Examinando este cuadro resulta: que los negros y los mulatos tienen una circunferencia cefálica media superior a la del blanco, en casi todas las edades, y sólo en algunos casos igual. La circunferencia cefálica media del negro es superior, o, por lo menos, igual a la del mulato, en todas las edades, menos a los siete años. La ganancia de 6 a años es la misma para los blancos y los mulatos; es inferior en un milímetro para el negro. Ahora bien, conviene tener presente que durante el mismos lapso de tiempo, la talla del negro crece considerablemente más que la del blanco, y, por consiguiente, podemos deducir que el crecimiento cefálico es de mucho menor consideración en el primero que en el segundo. El valor exacto de la circunferencia cefálica no aparece realmente más que cuando la ponemos en relación con la talla. El índice talla-circunferencia cefálica nos lo demuestra. N° 55.-INDICE TALLA-CIRCUNFERENCIA CEFALICA DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) EDAD Blancos Mulatos Negros 46.0 45.8 46.0 7 „ 43.9 43.7 44.0 Q 42.2 42.2 42.0 41.1 40.8 40.8 in 40.3 39.6 39.6 11 39.5 39.0 38.0 -1-1 ff 12 38.3 37.9 37.4 » 1Q 37.1 37.1 36.6 13% „ 37.1 36.6 36.3 96 Gráfica No. 15.-El índice de vitalidad de los niños de la Habana. De este cuadro tenemos: que la circunferencia relativa es, en todas las edades, mayor en el blanco que en el negro, con excepción de los 6 años en que es igual, y a los 7, en que es inferior. La circunferencia cefálica relativa del mulato es igual a la del blanco a los 8 y a los 13 años; pero inferior en las demás edades. Así mismo es in- ferior a la del negro a los 6 y 7 años, igual a los 9 y 10, y superior en todas las demás. Puede observarse también que el valor proporcional de esta circunfe- rencia, con relación a la talla, disminuye de manera gradual de 6 a 13% años, y pierde 10 unidades, aproximadamente, durante ese período de tiempo. Esta pérdida es mayor en el niño negro que en los de las otras dos razas. 2.-Las circunferencias torácicas. Hemos tomado tres circunferencias en tres niveles distintos, estando siem- pre el niño en descanso respiratorio, es decir, sin permitirle una inspiración profunda, o una espiración completa. Tntencionalmente he abandonado la idea de tomar la amplitud respiratoria, pues tengo la experiencia de cuán difícil es hacer inspirar profundamente a un niño, de manera especial cuando se halla en presencia de un experimentador desconocido. Es necesario, ade- más, un entrenamiento para inspirar profundamente o espirar a fondo. Son las razones por las cuales la espirometría debe ser abandonada. El Dr. Hou- zé, profesor de la Universidad de Bruselas, después de numerosos ensayos, no vacila en declarar lo que sigue: "Las investigaciones clínicas, basadas en la espirometría, no pueden conducir más que a errores.'' .(1) (1) Houzé: La taille, la circonférenee thoracique, etc. Communication a la Société <1' Anthropologie de Bruxellcs. Bulletin de la Société. t. VI, 1887-1888, p. 26. 97 En el estudio de las circunferencias torácicas la más importante es la que se refiere a la altura de los pezones, pues permite señalar el índice de vi- talidad, del cual hablaremos más adelante. En aquellos niños que han realizado el entrenamiento a que nos hemos referido anteriormente, se debe considerar como normal una amplitud axi- lar de 3 centímetros antes de los años y de 4 después. La amplitud xifoidea debe ser de 3 a 4 centímetros y de 5 a 6, respectivamente, en las edades mencionadas. En el cuadro número 56 se halla la circunferencia toráxica media de los niños habaneros. N° 56.-CIRCUNFERENCIAS TORACICAS DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (en centímetros) Blancos j Mulatos Negros EDADES (años) Circ. axilar Circ. altura pezón Circ. xifo- estern. Circ. axilar Circ. ' altura pezón Circ. xifo- estem. Circ. axilar Circ. altura pezón Circ. xifo- estern. De 6 a 6% años . . 52.8 52.0 51.1 51.9 50.9 50.1 51.0 50.0 48.9 6% a 7 » • 4 53.6 52.9 51.9 53.5 52.6 51.5 53.5 52.5 51.2 7 a 7% D * * 54.4 53.1 52.2 53.9 53.0 52.1 53.7 52.9 51.5 7% a 8 54.7 53.9 52.9 54.5 53.5 52.4 54.4 53.0 51.9 >» 8 a 8% ,, • • 56.7 55.8 54.3 56.0 54.7 53.6 56.1 55.2 54.0 8% a 9 57.2 | 56.3 55.1 57.7 55.1 54.0 56.6 55.2 54.1 9 a 9% » • • 57.9 57.0 55.7 | 58.3 56.7 55.5 57.2 55.8 54.7 9% a 10 58.2 57.4 56.0 1 58.7 57.5 55 9 58.1 56.7 55.6 10 a 10% „ ..I 58.5 57.7 56.4 I | 59.6 58.0 56.6 59.3 57.7 56.4 10% a 11 59.8 58.4 57.1 1 60.4 58.4 57.2 60.7 59.0 57.5 11 a 11% 60.4 59.1 57.6 60.5 59.3. .57.6 61.2 59.5 58.0 11% a 12 61.4 60.1 58.5 ( 61.1 59.5 57.9 61.7 60.1 58.8 12 a 12% 62.0 60.4 58.9 | 61.9 60.3 58.6 62.7 61.2 59.7 12% a 13 „ --I 62.5. .61.0 59.6 1 1 63.0 61.2 59.6 I 62.7 61.2 59.7 13 a 13% „ •• 64.0 62.3 60.2 | 63.0 61.4 69.7 1 641 62.5 60.6 V 13% a 14 64.0 62.3 60.4 | 64.2 62.4 60.7 | 64.7 62.9 61.0 Aumento 1 de 6 a 1.4 años. . ' 1- ■" |112 ml|103 mi | 93 mi |123 ml|115 ml|106 ml||137 ml|129 mi í 1 1 íl 1 121 m\ De este cuadro podemos obtener lo que sigue: ]? El tórax de los niños cubanos, de las tres razas estudiadas, presenta la forma de un cono truncado, cuya base mayor se encuentra al nivel de las axilas y la menor el del apéndice xifo-esternal. La diferencia entre la pri- mera y la tercera circunferencia aumenta con la edad. 2o-Las circunferencias torácicas son superiores en el blanco, de 6 a 10 años: después corresponde al negro la superioridad. Pero debemos recordar que la talla de este último es mayor a la del primero, después de los 9V2. años, en 3 o más centímetros. 98 3?-Si comparamos las circunferencias torácicas con la cefálica, compro- bamos que en el niño blanco de la Habana esta última es inferioi- a las del tórax, en todas las edades estudiadas. Por lo contrario, a los 6 años, la cir- cunferencia de la cabeza es superior a la xifo-esternal en el mulato, y a la de la altura de los pezones y la xifo-esternal en el negro. 3.-El índice de vitalidad. Tomada la circunferencia torácica, a la altura de los pezones en descan- so respiratorio, es igual o superior a la mitad de la talla en el adulto normal. El índice que se obtiene comparando la talla con la circunferencia torácica (la primera se reduce a cien), ha sido denominado de vitalidad por Golds- tein, porque las observaciones practicadas sobre numerosos sujetos han demos- trado que lo mortalidad es mucho más considerable en los individuos que presentan un índice de vitalidad bajo, que en los que lo tienen elevado. "La cuestión, (dice el Dr. Houzé, a propósito del índice de vitalidad) pue- de ser considerada como resuelta, llegando a la conclusión con Goldstein, que el desarrollo corporal es tanto más considerable y la aptitud militar tanto más intensa cuanto mayor sea la relación de la circunferencia torácica con la talla. Esa relación expresa la vitalidad individul y nos da realmente su medida." El Dr. Sneller, que se ha ocupado especialmente de mediciones para las compañías de seguros, ha establcido estadísticas que demuestran que, para grupos de asegurados que presentan un índice de vitalidad inferior a 50, la duración media de la vida había sido de 38 años; mientras que llegó a 46 para los sujetos que tenían un índice igual o superior a 50. Houzé tomó la talla y la circunferencia torácica de dos grupos de 50 fla- mencos de 20 a 45 años; uno de ellos, constituido por individuos sanos y el otro por tuberculosos. El índice de vitalidad medio que obtuvo para los pri- meros fué de 53.35 y de 48.45 para los segundos. h raebelius ha estudiado la relación de la talla con la circunferencia toráci- ca de 452 recién nacidos y observa: 1? una mortalidad de 21% en los niños que tienen una circunferencia torácica superior (de 9 a 10 centímetros) a la mitad de la talla: 2Ga mortalidad es de 42.9% en los niños cuya circunfe- rencia es 7 centímetros mayor a la media talla: 3° la proporción es de 67.5% en los niños que sólo tienen una superioridad de 4.5 centímetros. Este índice varía con la edad. Según A. Dick, es superior a 50 hasta los 4 años; después disminuye poco a poco, y de 10 a 15 años es inferior a dicha cifra. De los 16 a 17 vuelve a obtener el nivel de 50, para después situarse por encima. En Bélgica ha calculado Houzé el índice de vitalidad en los reclutas de 19 a 20 añoses de 50.32 para los flamencos y de 50.67 para los walones. De 25 a 35 años, ha establecido el mismo autor, en 160 walones, aspirantes a bomberos, (es decir, hombres bien desarrollados físicamente) 54.29 de índice medio de vitalidad y de 53.51 en 940 flamencos. En mi estudio acerca del niño boliviano he podido establecer que ese 99 índice se halla bajo la influencia de la altitud; es mucho más elevado en los niños que residen en las mesetas que en los de las llanuras. En los cuadros 57, 58 y 59, aparecen ordenados en serie los índices de vitalidad de los niños sometidos a nuestras mediciones. Del examen de ellos deducimos lo que sigue: 1?-El índice de vitalidad medio de los niños blancos es superior en todas las edades, a los de los negros y mulatos. Esta superioridad sobre el niño negro es de 2 unidades hasta los 8 años, disminuye luego gradualmente y se reduce a 1 unidad a los 11 años y a % unidad de 13 a 13 y medio años. Debo hacer notar que en la ordenación de los niños negros, el mediano en estos dos últimos grupos es inferior al promedio aritmético. Me parece que la verdadera relación es la siguiente: de 6 a 8 años el índice medio de los blancos es superior en 2 unidades al de los negros; de 8 a 11 años oscila entre 1 y 2 unidades mientras que de 12 a 14 años se reduce a 1 unidad. En los mulatos es inferior este índice, al de los blancos, de 6 a 14 años: en una unidad. 2°-Este índice medio disminuye gradualmente de 6 a 14 años; en 4 unidades, aproximadamente, en el blanco; y 3 y medio y 2 y media unida- des en el mulatto y en el negro, respectivamente. Esta disminución conti- nuará hasta el final del período fuerte de crecimiento anterior a la puber- tad. Entonces se elevará el índice, de una manera progresiva, hasta los 25 o 30 años. La progresiva disminución del índice de vitalidad durante todo el período de los estudios primarios, merece fijar la atención del educador. Es una explicación de la crisis de pereza que se observa, hacia los 12 años, en niños que antes han sido laboriosos e inteligentes. El organismo se detie- ne ; necesita de todas las energías disponibles para las demandas del desa- rrollo físico y de las transformaciones fisiológicas. Todo el consumo de fuerzas, reclamado por un sostenido trabajo intelectual puede conducir al agotamiento. De ahí el movimiento de defensa que se manifiesta por una re- pugnancia hacia las labores intelectuales y la aparición de la pereza. Para evitar esas crisis, fáciles de preveer cuando se toman con toda regularidad las mediciones del niño, un sistema de educación digno de ese nombre debe adoptar todas las disposiciones necesarias a intensificar la re- sistencia vital del niño; esto se obtiene por una serie de medidas de higiene general y de un sistema racional de educación física. Será de gran importancia seguir de cerca los resultados de las disposi- ciones adoptadas, por medio de la constante comprobación y el estableci- miento de la curva del índice de vitalidad de cada niño. Será fácil, además, interesar al mismo niño en el mejoramiento de su salud y vigor físico, ha- ciendo que él mismo lleve al día su ficha sanitaria. 3? -El examen de los límites de los 60% de los casos que se agrupan alrededor del mediano demuestra que la variación media no es superior a unidad, en más o en menos. Por consiguiente, cuando se establece el índice de vitalidad de un niño debe tenerse en cuenta que si es inferior en dos unidades, por lo menos, al término medio correspondiente a su edad, habrá de ser sometido a un tratamiento médico y a un apropiado régimen de educación física. 4'.'-¡Se lia demostrado que los individuos que ofrecen un índice de vita- lidad inferior constituyen una presa fácil a la tuberculosis pulmonar. Aho- 100 ra bien, si comparamos ese índice de los niños habaneros con los de niños de otros países tenemos que admitir que en los pequeños cubanos resulta demasiado bajo, ofreciendo por ello un terreno propicio al desarrollo de la tuberculosis. Si nos trasladamos al cuadro número 4, Capítulo primero, de este trabajo, comprobaremos que es así desgraciadamente; la principal y la más importante causa de muerte en la Habana es la tuberculosis pul- monar. Siendo el índice de vitalidad inferior en los niños negros y mulatos, lógico es pensar que la tuberculosis pulmonar hará mayores estragos en los niños de color, que en los blancos. No he podido hallar datos a este res- pecto en las estadísticas Oficiales ;pero el criterio de médicos amigos míos, establecidos en la Habana, está de acuerdo con la deducción anotada más arriba. Por otra parte, debemos recordar aquí que varios autores han se- ñalado la poca resistencia que ofrecen las poblaciones negras de Africa a la propagación de la tuberculosis pulmonar. N? 57.-INDICE DE VITALIDAD DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) Niños blancos Niños mulatos Niños negros Edades Pro- medio Me- diano Límites del 20 y 80 avos percentile Pro- medio Me- diano Límites del 20 y 80 avos percentile Pro- medio Me- diano Límites del 20 y 80 avos percentile 6 a 6% 47.4 47.4 46.5-48.6 46.4 46.5 44.7-48.2 45.4 45.7 44.3-46.9 6% a 7 47 2 47.2 46.1-48.6 46.3 45.8 44.6-48.0 46.7 46.9 44.7-48 7 7 a 7% 46.9 46.6 45.3-48.8 45.3 45.2 44.0-46.5 45.0 45.7 44.2-47.1 7% a 8 46.4 46.3 44.6-48.1 45.4 45.0 43.6-47.0 44.3 44.4 43.1-45.6 8 a 8% 46.1 46.2 44.6-47.4 44.9 44.9 43.4-46.6 44.9 44.7 43.9-46.0 8% a 9 46.0 46.1 45.4-72.0 44.8 44.7 43.4-46.4 44.5 44.3 43.5-45.7 9 a 9% 45.7 45.9 44.1-46.6 44.7 44.5 43.3-46.2 43.9 44.2 42.8-45.2 9% a 10 45.5 45.6 43.8-47.1 44.5 44.2 43.1-46.3 | 44.4 44.4 42.9-45.5 10 a 10 y2 45.0 45.0 43.4-46.5 44.1 44.0 42.7-45.4 1 43.7 43.9 42.2-45.6 10% a 11 45.0 45.2 43.5-46.4 44.3 44.5 43.1-45.7 | 47.7 43.5 42.7-44.5 11 a 11% 44.9 44.7 43.2-46.1 44.0 43.8 42.7-45.5 | 43.4 43.3 42.0-45.6 11% a 12 44.6 44.7 43.4-45.9 43.7 43.8 42.6-45.1 l 43.6 43.0 42.1-45.8 12 a 12% 44.1 44.2 42.8-45.3 43.5 43.5 41.9-44.7 1 43.5 43.3 142.1-45.6 12% a 13 44.3 44.3 43.0-45.6 43.5 1 43. 8 41.9-44.9 I 42.7 42.7 |41.3-43.8 13 a 13% 43.9 43.9 42.0-45.7 43.1 | 43.1 |41.9-44.8 í 43.0 42.8 ¡41.1-45.2 13% a 14 | 43.5 43.5 41.7-45.1 43.0 42.7 |41.4-44.7 | 43.0 L_ | 42.6 141.6-43.6 4.-Las circunferencias del antebrazo. El cuadro 58 da la circunferencia mínima y máxima del antebrazo dere- cho de los niños que hemos examinado. 101 N° 58.-CIRCUNFERENCIAS DEL ANTEBRAZO DERECHO DE LOS . NIÑOS DE LA HABANA (en centímetros) ' Blancos Mulatos Negros EDADES Máxima Mínima Máxima Mínima Máxima Mínima 6 años 1 15.6 10.4 15.6 10.6 15.8 10.5 7 16.5 11.1 16.5 10.8 16.2 10.8 8 1 17.1 11.2 ! 17.2 11.2 ' 17.5 11.2 9 n 1 17.5 11.2 ¡ 17.7 11.4 | 17.7 11.2 10 17.8 11.4 | 18.4 11.7 18.3 11.6 11 18.5 11 9 18.7 11.9 19.1 11 9 12 18.9 11.9 i 18.9 11.9 19.2 12.0 13 19.5 12.4 1 1 19.3 12.1 20.4 12.6 13% H 19.5 12.4 i 1 19.7 12.3 20.4 12.6 1 Ganancia total de 6 a 13% años. .] 3.» 1 2.0 1 41 1.7 4.6 2.1 5.-Indice espesor del músculo-longitud del brazo. Esa relación establecida por Godin da una idea de la importancia del sis- tema muscular. N° 59.-INDICE ESPESOR DEL MUSCULO-LONGITUD DEL BRAZO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA (La longitud del brazo es igual a 100) 1 EDAD Blancos Mulatos Negros 6 años . . . 10.9 10.4 10.9 7 10.8 11.1 10.9 8 v • • • • 11.2 11.1 11.5 9 » • • • • 11 .6 11 0 11.4 10 11.4 11 5 11 3 11 11.4 11 .4 11.6 12 11.7 11.4 11.2 13 11.3 11.2 11 9 13% 11.2 11.3 11.7 - Se observará que la importancia del tejido muscular del brazo es casi igual para los niños de las tres razas; sin embargo, teniendo en cuenta que el brazo del negro es más largo que el del blanco (lo que disminuye el ín- dice del negro) debemos concederle una superioridad muscular sobre el blan- co y el mulato. La tendencia al mayor crecimiento del tejido muscular con la edad es más acentuada en el negro que en el blanco. 102 CAPITULO SEPTIMO DATOS FISIOLOGICOS SUMARIO 1. La presión en el dinamómetro.-2. La temperatura del cuerpo.-3. El nú- mero de pulsaciones por minuto.-4. Examen de la sangre.-5. Los ca- racteres somáticos de los niños mulatos. 1.-La presión en el dinamómetro. El instrumento que se utilizó para anotar la fuerza de la presión fué el dinamómetro de Collin, tipo especial para niños. En algunas casos, la fuer- za superior a 30 kilogramos fué tomada con el de Verdin. Los resultados que se obtienen en dinamometría dependen en gran par- te del instrumento que se utilice, así como de la técnica adoptada. T.a que seguimos fué rigurosamente aplicada a todos los niños, por los mismos ope- radores, señores J. F. Castellanos y E. Jacobs. En el cuadro 60 hemos establecido los términos medios de la presión máxima de cada niño, en ambas manos. Se tomaron tres presiones sucesi- vas en cada mano, comenzando por la derecha. La demostración la recibía del operador cada uno de los alumnos a presencia de un grupo de compañe- ros, a fin de familiarizarlos con el procedimiento; esto servía, además, para estimular al niño a producir el mayor esfuerzo, aparte de la excitación cons- tante que le hacía el operador. El examen de ese cuadro pone en evidencia: 1?-La fuerza de la presión en el dinamómetro es más elevada, en todas las edades, de 6 a 14 años, en los niños negros y mulatos que en los blancos; así como en el negro respecto al mulato. 2°-La diferencia a favor de los niños de color disminuye notablemen- te a los 13 años. Si recordamos que la talla de estos niños es más elevada a esa edad, debemos advertir que esa diferencia de presión cesa a los 13 años; y son muchas las probabilidades que permiten pensar, que, después de la pubertad, será el blanco quien tenga más considarable presión, puesto que éste es un niño todavía a los 14 años, mientras el negro es ya casi un hombre. 3°-Se observa en ciertas edades un verdadero estacionamiento: la fuer- za no aumenta; mientras en otras se pueden apreciar aumentos muy consi- derables. En los niños blancos y negros se observa un período de estanca- miento, de 18 meses de duración, de 8 a 9y2 años; otro en el blanco de 11% a 13, que se anticipa un año en el negro, de 10% a 12. 4°-La presión media es siempre superior en la mano derecha que en la izquierda, en los términos medios de todos los grupos. 5?-Las variaciones individuales son poco amplias de 6 a 8 o 9 años. En el 60% de los casos que se agrupan alrededor del término medio, no excede de 1,500 a 2 kilogramos, más o menos del referido término medio. Más tarde, estas variaciones aumentan y llegan hasta 3.500 y 4 kilogramos. 103 NIÑOS BLANCOS NIÑOS MULATOS ÑIÑOS NEGROS Mano derecha Mano izquierda Mano derecha Mano izquierda Mano derecha Mano izquierda Pro- Pro- Pro- Pro- Pro- Pro- medio medio medio medio medio medio de la de la de la de la de la de la pre- Límites de pre- Límites de pre- Límites de pre- Límites de pre- Límites de pre- Límites de sión los 20 y 80 sión los 20 y 80 sión os 20 y 80 sión los 20 y 80 sión los 20 y 80 sión los 20 y 80 má- • avos má- avos má- avos má- avos má- avos má- avos xima percentil xima percentil xima percentil xima percentil xima percentil xima percentil De 6 a 6% años 9.7 8 y 11 8.6 7 y 10 10.4 8.5 y 12 9.9 8 y 11 I 10.5 8.5 y 12 1 9.4 8 y 11 n 6y2 a 7 99 10.9 9 13 9.9 9 11 11.8 10 13 10.7 9 11.5 12.0 10 15 10.7 9.5 13 99 7 „ 7% 99 11.5 10 13 10.1 9 11.5 12.0 10 14 11.0 9 12.5 12.2 10 15 11.0 9 12 99 7% a 8 99 12.0 10.5 14 10.7 9 12 13.5 11 16 11.4 10 12.5 13.6 12 15 12.2 10.5 14 99 8 a 8% 99 13.1 11 14 11.0 9 13 14.0 12 16 12.3 10 14.5 15.4 13 19 12.8 10 15 99 8% a 9 99 13.2 11 15 11.8 10 14 14.9 12 17 12.6 11 14 15.4 12 19 12.9 11 15 99 9 a 91/2 99 13.2 11 16 11.9 10 14 15.6 12.5 18 12.8 11 16 15.7 13 19 13.6 11 16 99 9i/o a 10 99 14.2 12 17 12.1 10 14 15.6 12 18 13.4 11 16 5 16.8 14.5 19 14.3 11 17 99 10 a 10% 99 15.0 12 18.5 13.5 10 16 17.1 13 21 14.8 12 17 17.3 15 20 14.8 11 18 99 10 y2 a 11 99 15.9 13 18.5 13.7 10 16 17.5 14 21 15.2 12 19 19.0 16 22 15.3 12 19 99 11 a 111/2 99 | 17.4 14.5 21 14.7 11 18 18.1 15 22 15.4 12 19 19.3 16 22 17.1 14 20 99 11% a 12 99 | 18.0 14 22 15.4 12 18 19.0 16 23 15.8 12 20 19.4 16 24 17.1 15 20 99 12 a 12% 99 1 18.0 15 22.0 16.2 12 19 19.2 17 23.5 17.2 14 21 20.4 17 24 17.3 15 21 99 12 y2 a 13 99 | 18.8 15.0 23.5 17.1 12 19 20.5 18 25 17.4 15 21 20.5 17 24 17.6 16 21 99 13 a 13 y2 99 j 20.3 16 23.5 17.7 15 20 20.6 17 24 | 18.5 15 21 20.7 17 24 18.5 15 23 99 13% a 14 - 1 21.1 17 24 17.7 15 20 21.9 17.5 25 ¡19.2 16 23 21.9 17 25 18.7 15 23.5 N° 60.-FUERZA DE PRESION AL DINAMOMETRO DE LOS NIÑOS DE LA HABANA 104 Gráficas Nos. 16 y 17.-La gráfica superior indica la fuerza muscular de los niños de la Habana (mano derecha).-La gráfica inferior indica la fuerza muscular (mano izquierda) En el cuadro 61 hemos establecido la frecuencia de diestros, zurdos y ambidiestros con relación a la fuerza muscular. Puede observarse que en la totalidad de los casos existe la misma proporción de diestros en los niños de las tres razas: 77.3%, 77.5% y 77.0% es la proporción en los blancos, mulatos y negros, respectivamente. El tanto por ciento de zurdos es de 13.2 en los blancos: 12 en los mu- latos y 13.8 en los negros. Los ambidiestros, que dan una presión máxi- ma igual en ambas manos, se hallan en las siguientes proporciones: 9.5, 10.5 y 9.2 por ciento, en los blancos, mulatos y negros, respectivamente. También se podrá observar en el cuadro 62 que el número de diestros aumen- ta con la edad, lo cual debe atribuirse a la influencia educativa. De 6 a 8 años, en los niños blancos, se aprecia el 72% de diestros, 14.5% de zurdos y 13.5% de ambidiestros; mientras que las proporciones de 12 a 14 años son respectivamente de 80.9%, 9.7% y 9.4%. En los mulatos se obtiene, en las mismas edades: 72.7% contra 80.1% de diestros; 13.1% y 13.5% de zurdos, y 14.1% contra 6 4% de ambidiestros. En fin, en los negros de 6 a 8 años, existe 69% de diestros, 18.2% de zurdos y 12.8% de ambidiestros, contra 76.5%, 17.9% y 5.5%, respectiva- mente, de los 12 a los 14 años. Se observará que el aumento de diestros se hace por la mayoría en perjuicio 105 de los ambidiestros, cuya proporción disminuye notablemente en el período esco- lar. Lógicamente sería de desear un resultado distinto ; la escuela debería favore- cer un desarrollo igual y armónico en fuerza y destreza de los miembros supe- riores. N - 61.-PRESION DINAMOMETRICA: PROPORCION DE DIESTROS, ZURDOS Y AMBIDIESTROS EN LOS ESCOLARES DE LA HABANA 1 1 NIÑOS BLANCOS ÑIÑOS MULATOS i NIÑOS NEGROS EDADES N? de sujetos Diestros Zurdos Ambi- | diestros , N de sujetos Diestros Zurdos Ambi- diestros N? de sujetos | Diestros Zurdos Ambi- diestros 6 a &y2 años .. 50 36 6 8 40 26 5 9 25 15 4 6 6% a 7 ,, 50 35 8 7 50 37 6 7 25 19 4 2 7 a 7% „ ■ • 50 34 10 6 50 32 9 9 30 20 7 3 7% a 8 „ . . 50 39 5 6 50 44 5 1 30 22 5 3 8 a 8% „ 50 39 7 4 50 39. . 6 5 40 35 3 2 8% a 9 „ 50 39 6 5 50 41 3 6 40 32 3 5 9 a 9% „ .. 50 39 7 4 50 41 4 5 40 35 4 1 9% a 10 „ .. 50 39 7 4 50 41 3 6 40 33 2 5 10 a 10% „ .. 50 39 6 5 50 35 5 10 40 30 8 2 10% a 11 „ 50 40 7 3 50 40 6 4 40 34 4 2 11 a 11% „ .. 50 40 6 4 50 38 10 2 40 28 6 6 11% a 12 „ .. 50 39 10 1 50 41 5 4 40 29 3 8 12 a 12% „ .. 50 36 8 6 i 50 36 13 1 40 28 9 3 12% a 13 „ . . 50 43 3 4 1 50 43 4 3 40 34 5 1 13 a 13% „ .. 50 39 6 5 40 30 6 4 40 31 7 2 13% a 14 „ .. 40 35 2 3 40 35 2 3 25 18 5 2 1 Totales I ¡ 790 611 104 75 770 597 1 92 81 575 443 79 53 Tantos por ciento... . | 100% 77.3% 13.2% 9.5% 1100% 1 I 77.5% 1 1 12% 10.5% 100% 77.0% w 00 9.2% 106 2.-La temperatura del cuerpo. Hemos tomado la temperatura axilar en cierto número de niños, de las tres razas. He aquí el resultado de nuestras observaciones: N< 62.-TEMPERATURA AXILAR MEDIA DE LOS NIÑOS DE LA HABANA EDADES BLANCOS MULATOS NEGROS Número de sujetos Tempera- tura media Número de sujetos Tempera- tura media Número de sujetos Tempera tura media De 6 a 10 años ... I 32 36.3 13 36.7 15 36.5 De 10 a 14 „ ... | 36 36.4 • 42 36.6 27 36.5 Es interesante observar que la temperatura más baja se obtiene en el blanco, mientras en el mulato aparece la más alta. Las más bajas temperaturas anotadas en niños blancos han sido: 35.8 en un caso, y 36, en 6 casos; en los mulatos, 36 en seis casos, y en los negros, también 36, en 8 casos. 3.-El número de pulsaciones por minuto. También ha sido tomado el pulso en algunos de los sujetos medidos. Hu el cuadro número 63 encontraremos las pulsaciones medias anotadas. N' 63.-NUMERO DE PULSACIONES POR MINUTO EN LOS NIÑOS DE LA HABANA BLANCOS MULATOS NEGBOS EDADES 11 , 1 'Numero de Promedio de pul- sa jetos | saciones Número de sujetos Promedio de pul- saciones Número de sujetos Promedio de pul- saciones Le 6 a 10 años . ■II 55 90 15 87 15 90 De 10 a 14 „ ■II 45 90 | 49 89 32 87 En todas las edades hemos obtenido el mismo número de pulsaciones por minuto, aproximadamente, y es casi idéntico en las tres razas. El mínimum de pulsaciones observadas en los niños blancos ha sido de 76 (dos casos) en los mulatos 72 y 76 (dos casos en cada una), y en los negros 72 (dos casos) y 76 (un caso). El máximum anotado resulta: en los niños blancos 120 (un caso); en los mulatos también 120 (un caso) y en los negros 108 (un caso). 4.-Examen de la sangre. La señora doctora Luisa Pardo de Castañedo estuvo encargada de ana- lizar la sangre de los escolares, para determinar e] número de glóbulos y la 107 cantidad de hemoglobina, en 5 niños de cada raza y en cada una de las edades siguientes: 6, 8, 10 y 12 años. A la doctora Pardo ha prestado auxilio, en estos análisis, su esposo el doctor Castañedo, en el Laboratorio de Histología de la Universidad de la Habana. Los resultados de esta investigación se hallan consignados en el cua- dro número 64. Como el trabajo no pudo terminarse antes del período de vacaciones, se observará que faltan algunos sujetos: 1 niño blanco de 6 años, 1 de 10; 2 niños negros de 6 años y 2 de 8. N° 64.-CANTIDAD DE GLOBULOS Y DE HEMOGLOBINA DE LA SANGRE DE GRUPOS DE NIÑOS HABANEROS I.-NIÑOS DE RAZA BLANCA DE 6 A 8 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina A. O. 4.235,128 6,378 .. 80% T. T. 4.625,234 6,700 80% J. L. 4.324,218 6,689 80% A. S. 4.836,104 7,010 85% Promedios 4.505,171 6,671 81% II.-NIÑOS DE RAZA MULATA, DE 6 A 8 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina R. A. 4.300,620 8,500 80% P. R. 4.443,218 7,835 85% E. A. 3.228,436 5,670 65% S. P. 4.516,122 6,916 80% J. P. 4.501,102 6,872 80% Promedios 4.197,899 7,338 78% m.-NIÑOS DE RAZA NEGRA, DE 6 A 8 AÑOS. INICIALES ¡Número de glóbu- 1 los rojos por 'centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina I. B. 5.418,354 8,841 90% C. P. 4.418,172 Z,952 80% F. D. 5.022,876 7,904 90% Promedios 4.953,134 8,232 86% 108 IV.NIÑOS DE RAZA BLANCA, DE 8 A 10 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina L. P. 4.935,234 7,930 90% R. G 4.110,024 6,721 80% A. G. 3.425,012 6,215 75% J. V. 5.412,104 8,591 90% A. A. 3.641,377 6,318 75% Promedios ■ 4.304,750 6,755 82% _ V.-NIÑOS DE RAZA MULATA, DE 8 A 10 AÑOS. í 1 INICIALES Número de glóbu-iNúmero de glóbu- Cantidad de hemoglobina los rojos por centímetro cúbico los blancos por centímetro cúbico S. P. 5.932,118 8,670 90% C. G. 3.474,816 6,370 75% M. T. 3.420,117 6,287 70% P. A. 4.235,642 7,896 85% E. M. 4.416,102 7,914 83% Promedios 4.295,755 7,227 80% VI.-NIÑOS DE RAZA NEGRA, DE 8 a 10 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina L. G. 4.965,130 8,010 | 85% S. R. 5.897,146 8,940 90% R. A. 4.860,102 1 8,312 | 80% Promedios | 5.240,792 8,420 85% VII.-NIÑOS DE RAZA BLANCA, DE 10 A 12 AÑOS. INICIALES ¡Número de glóbu- Número de glóbu-j Cantidad de hemoglobina los rojos per centímetro cúbico les blancos por ¡ centímetro cúbico C. F. 4.895,134 8,160 90% R. M. 3.456,201 | 5,204 60% R. P. 4.915,102 | 8,216 90% 0. E. 5.101,034 8,118 | 90% Promedios || 4.591,867 7,424 ! 82% 109 VIII.-NIÑOS DE RAZA MULATA, DE 10 A 12 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina F. A. 5.462,370 9,112 90% N. F. 5.320,210 9,084 90% M. T. 5.560,116 9,410 95% R. H. 5.118,240 9,101 90% J. T. 4.460,110 8,102 85% Promedios 5.184,209 8,961 90% IX-NIÑOS DE RAZA NEGRA, DE 10 A 12 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina H. G. 5.712,230 8,136 90% E. P. 4.200,117 6,817 80% 0. R. 5.612,320 7,980 90% J. T. 5.720,114 9,020 95% R. T. 5.512,104 9,201 90% Promedios 5.321,377 8,230 89% X.-NIÑOS DE RAZA BLANCA, DE 12 A 14 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina M. C. 5.130,000 8,200 90% M. G. 5.220,612 8,127 90% E. P. 4.854,318 7,850 90% L. P 4.432,056 7,460 90% J. M. 5.146,221 8,301 90% Promedios 4.956,642 7,987 90% XI.-ÑIÑOS DE RAZA MULATA. DE 12 A 14 ANOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina A. G. 5.226,118 8,500 90% M. C. 4.224,104 7,650 80% S. R. 4.114,216 7,300 80% F. V. 5.964,128 8,976 95% O. H. 4.916,120 8,563 90% Promedios 4.888,937 8,197 87% 110 XII.-NIÑOS DE RAZA NEGRA, DE 12 A 14 AÑOS. INICIALES Número de glóbu- los rojos por centímetro cúbico Número de glóbu- los blancos por centímetro cúbico Cantidad de hemoglobina E. 0. 3.816,142 7,026 60% S. H. 4.764,118 7,962 85% C. M. 5.016,203 9,102 90% V. F. 5.518,832 9,320 95% M. D. 5.389,632 9,594 90% Promedios 4.900,985 8,594 84% El examen de ese cuadro pone en evidencia: 1?-La sangre de los niños negros es mucho más rica en glóbulos rojos, glóbulos blancos y hemoglobina que la de los blancos y mulatos. 2?-La pobreza relativa de la sangre en los niños de estas dos últimas razas es considerable, de una manera particular, de 6 a 10 años. Parece que hay después una reacción bastante notable, y de 12 a 14 años, casi hay una equivalencia en las tres razas, en lo que se refiere a glóbulos rojos y hemoglobina; en cuanto a los glóbulos blancos, la sangre del negro aparece siempre más rica. 3°-El número de glóbulos, tanto blancos como rojos, por centímetro cúbico y de hemoglobina parece aumentar con la edad. Considero que el número de análisis no es suficiente oara que podamos establecer conclusiones definitivas. 5.-Los caracteres somáticos de los niños mulatos. Con el fin de establecer en los niños mulatos de la Habana la frecuen- cia de los principales caracteres somáticos del negro y del blanco, he pre- parado los cuadros siguientes, relativos al color de la piel, la disposición y el color de los cabellos, el color de los ojos y la forma de los labios. Algunos sujetos de sangre mezclada presentan caracteres somáticos, de tal semejanza con los que se observan en los niños blancos, de origen es- pañol, que es imposible distinguirlos. En estos casos, la condición de mes- tizo se revelaba por modificaciones anatómicas; de manera especial por los índices talla-miembro y talla-braza. N" 65 -COLOR DE LA PIEL EN LOS NIÑOS MULATOS ESTUDIADOS Blanca 6 casos en 770 sujetos examinados, o sea 0.8% Trigueño 228 „ „ 770 „ „ „ 29.6% Canela 332 „ „ 770 „ „ „ 43.1% Pardo obscuro 23 „ „ 770 „ „ „ 3.0% Chocolate 140 „ „ 770 „ „ „ 18.2% Negro 34 „ „ 770 „ „ „ 0.9% Sin indicación 34 „ „ 770 „ „ „ 4.4% El pigmento se halla rara vez repartido con toda regularidad en la piel del mulato. Por lo general, el pecho es más claro que la cara, el cuello o los brazos. A menudo se observa en la región lumbar de ellos una amplia man- 111 cha pigmentada. En algunos sujetos hay oposiciones muy aparentes en el color de distintas partes del cuerpo: en un niño, por ejemplo, los pies eran blancos, rosados y, bruscamente, por encima del tobillo, la piel aparecía pardo obscuro; ese tinte se mantenía igual en el resto del cuerpo. En otro, la cara aparece casi blanca, mientras que el cuello y los brazos son de color chocolate y el resto del cuerpo pardo muy obscuro. En general, las partes del cuerpo expuestas directamente al aire son más obscuras. El color de los cabellos ofrece menor variedad. Se puede llegar a esa convicción fácilmente examinando el cuadro que sigue: N? 66.-COLOR DE LOS CABELLOS DE LOS NIÑOS MULATOS DE LA HABANA Rubio 13 casos en 770 sujetos examinados, esto es 1.7% Castaño149 „ ,', 770 „ „ „ „ 19.3% Negro. . . . • • • • 570 „ „ 770 „ „ „ „ 74.0% Sin indicación. ... 38 „ „ 770 „ „ „ „ 4.9% He aquí, por otra parte, la disposición de los cabellos: N° 67.-DISPOSICION DE LOS CABELLOS DE LOS NIÑOS MULATOS LA HABANA Lisos 77 casos en 770 sujetos examinados, o sea 10.0% Ondulados 210 „ „ 770 „ „ „ 27.3% Rizados 270 „ „ 770 „ „ „ 35.0% Crespo 178 „ „ 770 „ „ „ 23.1% Sin indicación. ... 35 „ ,. 770 „ „ „ 4.5% El color de los ojos no lia sido diferenciado en numerosas categorías, pues no disponíamos de la escala de Broca. Se estableció únicamente las dos grandes categorías: ojos claros y ojos obscuros o pigmentados. Es de advertir que los blancos ae origen español tienen generalmente los ojos pigmentados. N° 68.-COLOR DE LOS OJOS DE LOS NIÑOS MULATOS DE LA HABANA Ojos claros 24 casos en 770 sujetos examinados, esto es 3.1% Ojos pigmentados . 710 „ „ 770 „ „ „ „ 92.2% Sin indicación 36 „ „ 770 „ „ „ „ 4.6% En fin, hemos anotado la forma de los labios. N° 69.-FORMA DE LOS LABIOS DE LOS NIÑOS MULATOS DE LA HABANA Labios gruesos 464 casos en 770 sujetos examinados, o sea 60.2% Labios finos 264 „ „ 770 „ „ „ 34.3% Sin indicación. . . . 42 „ „ 770 „ „ „ 5.4% 112 CAPITULO OCTAVO LAS CURVAS DEL CRECIMIENTO DE LA NIÑA CUBANA SUMARIO 1. La talla.-2. Aumentos anuales en talla.-3. El peso.-4. Aumentos anua- les en peso.-5. El índice ponderal.-6. La braza.-7. La fuerza mus- cular. 1.-La talla. .. No habíamos terminado nuestras mediciones en las niñas cuando fina- lizó el curso escolar. El comienzo de las vacaciones nos impidió llegar a 50 fichas en cada media edad, como eran nuestros propósitos. Teniendo en cuenta, pues, que el número de mediciones por cada sujeto es mucho más reducido en la investigación relativa a las niñas, la cantidad de fichas reunidas en cada grupo es suficiente. Sin embargo, en las niñas negras hemos tenido que abandonar el esta- blecimiento de la curva por medios años, en vista del limitado número de sujetos en algunos grupos. Hemos reunido en un solo grupo las per- tenecientes a un año completo. Los términos medios corresponden, por consiguiente, a los medios años: 6y2 para el grupo de 6 a 7 años, 7y> para el de 7 a 8, etc. El número total de niñas medidas y cuyas fichas han sido utilizadas, es de 1,724, que se descomponen así: 700 blancas, 695 mulatas y 329 negras. El cuadro número 70 da la talla media y el mediano, así como los lími- tes del 20 y 80 avos percentil de las niñas habaneras de las tres razas. Examinando ese cuadro observaremos: 1?-La talla media de 6 a 7 años es la misma para las niñas habaneras de las tres razas; luego es superior en la mulata, respecto de la blanca, de 7 a liy2 y de 13 a 14. La de la negra es superior a la de las otras dos desde los 8 a los 14 años (límite éste de nuestras observaciones). 2o-Si comparamos la talla de ellas con las de los varones de la Habana, hallaremos que de 6 a 8 años los niños blancos de ambos sexos tiene la mis- ma talla aproximadamente, con alternativas de supremacía. De a 14 años la media de las blancas es siempre superior a la de los varones de igual raza y edad. En las mulatas se observa el mismo fenómeno; pero la competencia entre las niñas y los niños se prolonga hasta los 10y2 años. Después y hasta los 14 años, la mulata sobrepasa. En fin en los negros existen alternativas hasta los 8 años. De 9 a 14 años la talla de la niña negra es siempre superior a la del varón de la misma edad. 113 EDADES BLANCAS MULATAS NEGRAS Prome- dio Media- na Límites del 20 ( y 80 ayos 1 percentil Prome- dio Media- na Límites del 20 y 80 avos percentil Prome- dio Media- na Límites del 20 y 80 avos percentil 6 a 6% años 110.4 110.5 110 5 111 0 104 5-H4 6 ey2 a 7 113.0 112.3 107.3-114.71 109.6-116.4Í 113 0 112 0 109 1-114 1 111.2 110.9 108.4-114.8 7 a 7% 114.7 114.3 117 0 117 3 114 0-121 0 7y¡ a 8 117.8 118.2 111.4-117.7| 114 4-121 8 119 5 118 3 115 0-124 5 117 1 117 5 112.8-121.4 8 a 8% 120.2 120.7 121 1 121 4 116 5-126 2 8% a 9 123.1 122.9 117.5-123 7| 123 8 122 8 120.1-127.31 124.0 124 1 121.3-128.3 9 a 9% v t 125.1 124.8 118.3-127 7| 126 2 126 3 120.2-131.91 9y2 a 10 127.4 127.5 121.9-128.3| 123.2-131.1 j 128 3 128 1 122 5-133.6] 128.3 128.1 121.8-134.9 10 a 10% 130.0 128.6 127.0-136.41 132 0 131 3 126.3-137.7| 10% a 11 132.2 131.7 128.9-136.2 134 6 134 5 130 3-138.5] 135.0 134.5 130.7-140.9 íi a 11% 135.6 137.1 130.3-140.5' 135 9 136 6 129.5-141.11 n% a 12 TT • •••••••••••• 138.2 139.5 131.1-143.71 139 4 139 7 134.2-145.5] 140.7 139.6 135.3-146.8 12 a 12% 141.5 140.5 137.1-145.51 140 7 141 0 134.7-146.2] 12% a 13 » 144.1 144.6 139.5-149.21 144 1 144 5 138.0-150.9 145.9 146.7 142.1-150.0 13 a 13% 146.4 146.5 141.4-150.6 146 8 147 6 140.5-152.5 13% a 14 M * 147.2 146.8 147 4 147 7 142.9-152.01 149.4 150.7 142.2-154.5 14 a 14% IT T) 151.2 152.8 142.6-151.5| 145.9-155.4 i 151 .3 150.7 144.9-158.91 1 153.2 154.0 146.7-158.0 N> 70.-TALLA DE LAS NIÑAS DE LA HABANA. 114 Gráfica No. 18.-La talla de las niñas de la Habana. 2.-Aumentos anuales en talla. La ganancia, de los 6 a los 13y2 años es de 368 milímetros, en las niñas o sea 33.3% de la talla de 6 años. En los varones era de 30.5% esa ganancia. En las mulata es de 369 milímetros el aumento, durante el mismo período, o sea 33.4%. La ganancia de los mulatos es, en igual sentido, nada más que de 31.7%. Por último, las negras aumentan 382 milímetros, lo que representa 34.4% de la talla de 6 años, mientras que los varones de la misma raza aumen- tan 33.0%. La talla de las niñas, pues, aumenta más, proporcionalmente, que la de los varones, de 6 a años. La ganancia en talla se reparte de una manera desigual durante el perío- do escolar. En el cuadro 71 hemos establecido la ganancia anual en centí- metros y el valor de ella, en tanto poi' ciento de la talla al comienzo de cada año. N? 71.-AUMENTO ANUAL EN TALLA DE LAS NIÑAS DE LA HABANA i EDADES | BLANCAS MULATAS NEGRAS Aumen- to abso- luto </( de la talla Aumen- | to abso- % de la Aumen - to abso- luto ofo de la talla luto talla 6- 7 años 4.3 cm. 3.8 6.5 cm. 5.8 5.9 cm. 5.3 7-8 5.5 4.7 4.1 3.5 6.9 5.8 8-9 4.9 4.0 5.1 4.2 4.3 3.4 9-10 „ 4.9 3.9 5.8 1 4.5 6.7 5.2 10-11 .................... 5.6 4.3 3.9 2.9 5.7 4.2 11-12 „ 1 5.9 4.3 4.8 3.5 5.2 3.6 12-13 4.9 3.4 6.1 4.3 3.5 2.3 13-14 4.8 3.2 4.5 3.0 3.8 2.5 115 Observaremos en las niñas blancas un fuerte empuje de crecimiento de 7 a 8 años y otro de 10 a 12. En las mulatas hay tres períodos de aceleración del crecimiento: de 6 a 7, de 8 a 10 y de 11 a 13 años. En las negras se manifiestan estos períodos de 6 a 8 años y de 9 a 10. Después (de 10 a 14 años) el aumento disminuye gradualmente cada año. Recordemos que en los varones hemos observado esa aceleración de 6 a 7 u 8 años, y un segundo período en los blancos y mulatos, de 11 a 12 años. Estos períodos coinciden en los niños negros de ambos sexos: de 6 a 8 y de 9 a 10 años, y luego una disminución progresiva del aumento, de los 10 a los 13 años. Por consiguiente, hay correlación en los períodos en que se produce aceleración o detención en el ritmo del crecimiento de los varo- nes y de las niñas de una misma raza. 3.-El peso. Las niñas han sido pesadas sin calzado; pero sí vestidas. El peso de los trajes fué tomado luego en cierto número de sujetos, que equivale aproxima- damente a 700 gramos de 6 a 11 años, y a 1,000 gramos, de esta edad a los 14 años. En el cuadro número 72 tenemos el peso medio, el mediano y la ordena- ción de los 20 y 80 avos percentil. En el número 73, hallaremos los promedios, del peso, después de deducido el de los trajes, y el peso por centímetro de talla. De estos cuadros tenemos: Io-El peso absoluto y el peso por centímetros de talla es mayor en las blancas que en las mulatas, en todas las edades de 6 a 14 años. El peso por centímetro de talla en las negras es igualmente inferior a: de las blancas, menos a los 10i/2 años y de 12y2 a 14 y medio. También es inferior al de las mulatas, de 6 a 9 años; pero superior de 9y2 a 14y2 años. 2?-Si comparamos el peso por centímetro de talla de las niñas con el de los varones, comprobaremos que estos últimos, blancos, tienen un peso mayor de 6 a 8y2 años y de 10 al0y2. En las demás edades es superior el pe- so de las niñas. En los mulatos la superioridad existe en los varones de (' a 10y2 años, luego pasa a las niñas, hasta los 14. En los negros, el peso- de los niños es superior de 6 a 9y2, más o menos igual de 9y2 a 11 y medio, e inferior después de esa edad. 116 1 EDADES (años) NIÑAS BLANCAS (NIÑAS MULATAS NIÑAS NEGRAS Promedio gramos Mediano gramos Límites del 20 y 80 avos percentil Promedio gramos Mediano gramos Límites del 20 y 80 avos percentil Promedio gramos Mediano gramos Límites del 20 y 80 avos percentil 6 a 6% .. 18.821 19.700 17.400-21.400 18.610 19.020 17.000-19.900 6% a 7 19.582 19.150 17.600-21.850 18.850 18.520 17.200-20.000 18.400 18.500 17.550-19.300 7 a 7% .. 19.618 19.150 18.050-20.800 20.410 20.800 18.600-22.200 7% a 8 21.170 21.325 18.800-23.900 21.170 21.300 18.000-22.650 21.000 20.450 19.200-22.200 8 a 8% .. 21.990 20.900 20.000-23.700 22.010 22.100 19.700-24.200 8% a 9 24.010 22.850 21.900-26.650 23.890 23.750 20.900-26.300 23.560 23.300 20.500-26.350 9 a 9% .. 25.150 23.720 22.250-27.400 24.580 24.100 22.000-27.300 a 10 ..I 26.300 24.550 22.100-31.100 24.660 23.950 21.500-28.000 25.990 26.900 23.400-31.500 10 a 10% .. 26.910 26.360 23.500-29.750 27.390 27.630 25.050-29.600 10% a 11 28.670 28.000 24.700-32.100 29.420 28.670 24.450-33.500 30.260 29.450 26.300-33.500 11 a 11% •• 31.010 30.350 25.700-35.000 30.960 30.450 26.350-35.100 11% a 12 31.750 29.850 26.950-37.700 31.860 32.200 27.700-36.600 33.120 32.570 29.900-35.150 12 a 12% .. 35.080 34.300 30.400-39.600 33.070 30.900 28.300-36.400 12% a 13 36.180 35.070 30.650-40.200 36.500 36.870 30.600-41.000 37.550 36.750 33.700-42.370 13 a 13% . .1 í 38.040 37.880 34.000-42 100 j 37.990 37.920 33.000-42.550 13% a 14 1 39.700 38.225 34.500-45.650 38.550 33.550-43.200 39.930 39.700 36.300-43.630 14 a 14% .. i 41.500 1 41.150 37.400-46.400j ¡ 40.140 41.100 36.500-42.550 1 43.800 45.500 41.400-46.100 N* 72.-PESO DE LAS NIÑAS DE LA HABANA (Sin zapatos y con vestidos ligeros) 117 N". 73.-PESO MEDIO POR CENTIMETRO DE TALLA DE LAS NIÑAS DE LA HABANA EDADES (años) BLANCAS MULATAS NEGRAS Peso medio deducida la ropa Peso por centímetro de talla Peso medio i Peso por deducida 1 centímetro Peso medio deducida la ropa Peso por centímetro de talla . la ropa de talla 6 a 6% 18.121 gr. 164 gr. . 17.910 gr. 162 gr. 6% a 7 18.882 167 18.150 161 17.700 gr. 159 gr. 7 a 7% 18.918 165 19.710 168 7% a 8 20.470 174 20.470 171 20.300 173 8 a 8% 21.290 177 21.310 175 8% a 9 23.310 189 23.190 187 22.860 184 9 a 9% 24.450 195 23.880 189 9% a 10 25.600 201 23.960 187 25.290 197 10 a 10% 26.210 202 26.690 202 10% a 11 27.970 212 28.720 213 29.560 219 11 a 11% 30.010 221 29.960 220 11% a 12 30.750 230 30.860 221 32.120 228 12 a 12% 34.080 241 32.070 227 12% a 13 35.180 244 34.900 242 36.550 251 13 a 13% 37.040 253 36.990 252 13% a 14 38.700 263 38.070 258 38.930 265 14 a 14% 40.500 268 39.140 259 42.800 279 4.-Aumento anual en peso. El aumento absoluto en peso, de 6 a años, en las niñas es el siguiente: 20.579 gramos, en las blancas, o sea 113.5% del peso de 6 años 20.160 „ „ „ mulatas, „ 112.5% „ „ „ 6 „ 21.230 „ „ „ negras, „ 119.4% „ „ „ 6 „ El aumento de los varones, durante el mismo período de tiempo, ha sido, como hemos visto, de 85.7% en los blancos, 91% en los mulatos y 98% en los negros. Por consiguiente, la ganancia de las niñas en peso es relativamente superior de manera considerable. En las niñas negras es notable en grado sumo el aumento, lo que se explica por ser más precoz la pubertad en ellas. La ganancia anual así como el tanto por ciento de su valor al comienzo de cada uno de los años que hemos considerado, ha sido objeto del cuadro número 74. Examinándolo, podemos comprobar que el mayor aumento de las niñas blancas se efectúa de 7 a 9 y de 10 a 12, en peso; debo recordar que hemos advertido fuertes aumentos en talla, en las mismas niñas, de 7 a 8 y de 10 a 12 años ; hay coincidencias por lo tanto. El peso de las mulatas aumenta, fuertemente de 6 a 7 y de 8 a 11. Tra- tándose de la talla, los grandes empujes se efectúan de 6 a 7, de 8 a 10 y de 11 a 13 años. Por último, las niñas negras tienen notables aumentos en peso de 6 a 10 años y de 11 a 12. La talla se alarga particularmente de 6 a 8 años y de 9 a 10. , 118 No 74.-AUMENTO ANUAL EN EL PESO DE LAS NIÑAS DE LA HABANA EDADES BLANCAS MULATAS NEGRAS Aumentos absolutos En % Aumentos absolutos En % Aumentos absolutos En ofo 6 a 7 años 797 gr. 4.3 1.800 gr. 10.0 2.600 gr. 14.6 7 a 8 „ 2.372 12.5 1.600 8.1 2.560 12.6 8 a 9 „ 3.160 14.8 2.570 11.5 2.430 10.6 9 a 10 ,, 1.760 7.1 2.790 11.6 4.270 16.8 10 a 11 „ 3.800 14.4 3.270 12.2 2.560 8.6 11 a 12 4.070 13.5 2.110 6.9 4.430 13.7 12 a 13 „ 2.960 8.6 4.920 5.3 2.380 6.5 13 a 14 „ 3.460 9.3 2.150 5.8 3.870 9.9 5.-El índice ponderal. En el cuadro número 75 hallaremos el índice ponderal de las niñas de la Habana. N° 75.-INDICE PONDERAL DE LAS NIÑAS DE LA HABANA. EDADES Blancas Mulatas Negras 23.8 23.8 a 7 „ 23.4 23.3 23.4 7 a 7% „ 23.3 23.1 7% a 8 „ 23.2 22.9 23.4 8 a 8% „ 23.0 22.9 ru, a 9 23.1 22.9 22.8 9 a 9% „ 23.1 22.8 9% a 10 23.0 22.5 22.8 10 a 10% ,, 22.9 22.6 10% a 11 „ 22.8 22.5 22 9 11 a 11% „ 22.9 22.8 11% a 12 22.7 22.6 22.6 12 a 12% 22.8 22.6 12% a 13 22.7 22.7 22.7 13 a 13% „ 22.7 22.7 13% a 14 22.9 22.8 22.8 14 a 14% „ 22.7 22.5 22.8 El índice ponderal es ligeramente superior en las niñas blancas; en los tres grupos disminuye, con la edad, de los 6 a los 14 años. Es casi el mismo para los dos sexos, durante los períodos de tiempo que hemos considerado. 119 Gráfica No. 19.-El peso de las nifias de la Habana. 6.-La braza. El cuadro número 76 nos da el índice talla-braza, o índice crucial de las niñas estudiadas. El examen de ese cuadro demuestra: La braza es menor que la talla en la niña blanca de 6 a 8 años; li- geramente superior después. En la mulata es inferior de 6 a 7 y luego su- perior; pero, mientras en la blanca jamás pasa de algunos milímetros por cien de talla, en la mulata la braza tiene un aumento progresivo, respecto de la talla, hasta alcanzar 2.5 centímetros por cien, proporción que man tiene hasta los 14 años. En la negra, de 6 a 14 años siempre la braza es superior a la talla Esa superioridad es de 3% de talla, a los 6 años y llega muy cerca del 5% de 11 a 14 años. N- 76.-INDICE CRUCIAL DE LAS NIÑAS DE LA HABANA (La talla es igual a 100) - Blancas Mulatas Negras De 0 años 97.7 99.0 103.3 7 M 98.9 99.1 7% 8 ff 103.» ff .................. 100.1 102 4 99 120 Blancas Mulatas Negra* 8% 99 103.7 ,1 9 99 100.8 102.9 9% 99 104.9 10 99 101 i ¡02.5 >, 10% 99 103.7 99 11 " \ 100.7 102.4 99 11% 99 104.8 99 12 99 100.8 102.9 99 12% 99 104.8 99 13 " 100.9 102.7 99 13% „ 1 104.4 99 14 » 100.7 102.6 - 7.-La fuerza muscular. El cuadro número 77 señala los términos medios de la presión al di- namómetro de las niñas de la Habana. Podemos observar que las niñas de color tienen términos medios, en ambas manos, ligeramente superiores a las blancas. Si comparamos las curvas de los dos sexos, la de los varones es siem- pre superior en todas las edades. También podemos observar que la amplitud de las variaciones indi- viduales es más o menos equivalente en los dos sexos. Por otra parte, hemos clasificado las niñas según el predominio en fuer- za de una u otra mano, y encontramos, en las blancas, 67% de diestras, 15% de zurdas y 18% de ambidiestras. Esas proporciones, en las mulatas, son de 70, 14.8 y 15 por ciento, respectivamente. En las negras son uc 64.7, 21 y 14.2 por ciento, en cada caso. Hay por consiguiente, mayor número de diestros y, en consecuencia, menor de zurdos, en los varones, que en las niñas. También existe mayor número de ambidiestros en las niñas El número de diestras aumenta con la edad, en las blancas: de 6 a 8 hay 55.3% de diestras, 17% de zurdas y 27.6 de ambidiestras; de 12 a 14 años, las proporciones son, respectivamente, 75, 13.7 y 11.2 por ciento. Las mulatas ofrecen datos desconcertantes; para las mismas edades que hemos mencionado más arriba, tenemos los siguientes resultados: 73% de diestras, contra 69% ; 12.4% de zurdas contra 17.1% y 17.2 por ciento de ambidiestras contra 13.8%. Por último, en las negras he anotado 62.3% contra 65.4% de diestras; 17.6% contra 22.1% de zurdas, 20% contra 12.5% de ambidiestras. La tendencia al aumento en el predominio (con la mayor edad) de la mano derecha, así como la disminución de ambidiestras y zurdas es muy evidente en las blancas; pero no ocurre lo mismo con las niñas de color. Parece que estas últimas se hallan abandonadas más a sí mismas y que la influencia aducadora del medio familiar, que en las blancas manifiesta un esfuerzo por el predomonio de la mano derecha, no existe en ellas. 121 EDADES 1 NIÑAS BLANCAS ¡.NIÑAS MULATAS NIÑAS NEGRAS Mano derecha Mano izquierda Mano derecha Mano izquierda Mano derecha Mano izquierda Pro- j medio j de pre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil Pro- medio de pre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil Pro . medio de pre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil Pro- medio de pre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil Pro- medio depre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil Pro- medio de pre- sión máxi- ma Kgs. Límites del 20 y 80 avos percentil 6 a 6% años.. 7.5 6- 9 7. 3 4.5- 9.5 7.8 6.0-10.0 7.2 6.0- 8.5 6% a 7 >> • • 7.8 6- 9 7.3 5.0- 9.0 7.8 6.0- 9.0 7.2 6.0- 9.0 8.2 6.0-10.0 7.3 5.0- 9 7 a 7% ff • • 8.8 6-10 7.9 5.0-10.0 9.2 7.0-12.0 8.9 7.0-10.0 7% a 8 H • • 8.9 6-10 8.4 5.0-10.0 9.4 8.0-12.0 9.0 7.0-11.0 8.9 7.0-11.0 7.8 6.0-10 8 a 8% n • • 9.7 7-12 8.5 6.0-12.0 9.8 8.0-12.0 9.1 7.5-11.5 8% a 9 » • • 10.3 8-12 9.5 7.0-12.5 10.8 9.0-13.0 9.8 9.0-12.0 11.6 9.0-13.0 10.3 9.0-11.5 9 a 9% » * • 11.2 9-14 10.3 8.0-13.0 11.3 9.0-14.0 9.9 9.0-13.0 9% a 10 M ' 12.0 9.5-14 10.7 8.0-13.0 12.2 10.0-15.0 11.0 10.0-14.0 12.0 10.0-14.5 11.3 9.0-14.0 10 a 10% » • • 12.8 10.0-15 11.1 9.0-13.5 14.2 12.0-16.5 13.1 10.0-15.0 10% a 11 h • • 13.4 10.0-16 12.0 9.0-15.0 14.7 12.0-17.5 13.5 10.0-16.0 13.4 11.0-16.5 12.7 10.0-15.0 11 a 11% n • • 13.8 10.0-16 12.0 10.0-15.0 14.9 12.0-18.0 13.8 11.0-16.0 11% a 12 » • • 14.6 11.0-17 14.0 10.0-16.0 15.2 12.0-18.0 14.2 11.0-16.0 15.1 12.0-18.5 13.7 11.0-16.5 12 a 12% 77 * * 14.9 12.0-18 14.5 11.0-17.0 16.3 13.0-20.0 14.9 11.0-17.0 12% a 13 77 * • 15.8 13.0-18 14.5 11.0-17.0 16.8 13.0-21.0 15.2 12.0-17.0 17.6 14.0-20.0 15.5 11.5-19.0 13 a 13% 77 * * 19.0 15.0-22 15.7 12.0-18.0 18.7 15.0-22.0 17.2 12.0-19.0 13% a 14 77 * * 19.0 16.0-22 15.9 12.0-18.0 19.3 16.0-24.0 18.0 13.0-<22.0 18.2 16.0-22.0 17.0 14.0-20.0 14 a 14% 77 * * 19.5 17.0-23 17.9 14.0-20.0 19.8 18.0-24.0 18.2 13.0-23.0 20.7 19.0-24.0 18.2 15.0-21.0 N" 77.-FUERZA MUSCULAR EN EL DINAMOMETRO DE LAS NIÑAS DE LA HABANA 122 CAPITULO NOVENO CONCLUSIONES SUMARIO 1. Las características esenciales del desarrollo físico del niño cubano: a) desde el punto de vista del crecimiento en general; b) desde el punto de vista antropológico; c) desde el punto de vista de la influencia del medio.- 2. Consejos a los médicos, maestros y padres para el examen antropométri- co individual y para la interpretación de las medidas. 1.-Las características esenciales del desarrollo físico del niño cubano. Hemos llegado al final de nuestro estudio relativo al desarrollo físico del niño cubano. En el curso de la exposición hemos consignado las conclu- siones que se desprendían del examen de los numerosos cuadros de medidas e índices que preparamos. Recordaremos las principales de esas deducciones y, además, señalaremos algunas otras conclusiones generales, que caracterizan las tres razas estudiadas (blanca, mulata y negra) y fijan las modalidades más interesantes de su desarrollo físico. a) Desde el punto de vista del crecimiento en general: Durante el período escolar la talla del negro y del mulato se desenvuel- ve con mayor rapidez que la del blanco. A los seis años, las tres tallas son aproximadamente iguales. El avance de mayor consideración lo adquiere el negro respecto del blanco, a los 12 años; alcanza 5 centímetros. La pubertad aparece más temprano en el negro. Sin embargo, blanco y negro viven en el mismo clima y provienen de padres nacidos en la misma latitud. Durante la época escolar se observan períodos de retardo y de acelera- ción del crecimiento, que no se presentan a la misma edad en las tres razas; pero que coinciden en hembras y varones de la misma, en los tres grupos. La talla de los niños cubanos, de nuestros tres tipos, a los seis años, es superior a la de los del centro y Sur de Europa; pero inferior a la de los niños de los países del Norte de la misma Europa y de Norte América. A los 13% años la talla del niño blanco de la Habana resulta inferior a la de la mayoría de los niños europeos, lo cual contradice la idea muy generaliza- da de que los niños crecen con mayor rapidez en los países tropicales. La precocidad en el crecimiento, pues, es sobre todo una cuestión de raza; así lo demuestra el niño negro habanero: como hemos visto, a los 6 años tiene una talla igual a la de sus camaradas blancos y mulatos; pero muy pronto los adelanta, al punto de que a los años no sólo tiene una altitud ma- 123 yor a ellos, sino también a la de todos los niños europeos y de América del Norte, de la misma edad. Comparada la curva del crecimiento de las niñas con la de los varones, encontramos alternativas de superioridad e inferioridad: en los blancos y negros de 6 a 8y2 años, y en los mulatos de 6 a 10%. Después, hasta el lí- mite que nos ha sido dado estudiar, se conserva la talla de todas las niñas por encima de la de los varones de la misma edad y raza. El peso por centímetro de talla crece regularmente de 6 a 14 años; pero el específico del cuerpo disminuye también gradualmente, durante ese perío- do de tiempo. El peso específico del cuerpo es el mismo a los 6 años en las tres razas; después se mantiene en el blanco con una ligera superioridad. De 6 a 13% años, el blanco aumenta su peso en un 85.7% y la blanca 113.5% del peso de seis años. Las proporciones de los mulatos y mulatas son de 91% y 112.5% respectivamente. Por último, las de los negros y ne- gras son de 98% para los primeros y 119.4% para las segundas. Son diferentes las proporciones del cuerpo en el blanco y en el negro; este último posee piernas y brazos más largos, mientras el busto es más corto e infeior el desarrollo de su caja torácica. El mulato ocupa una posición intermedia entre ambas razas. La diferencia en las proporciones del cuerpo de los niños blancos y ne- gros es siempre constante, de los 6 a los 14 años. Los miembros se alargan más que el busto, de una manera proporcional, durante el período que comprende las edades estudiadas; el miembro infe rior más que el superior. El aumento de la talla de 6 a 14 años se debe, en 2/3 partes al alarga miento de la pierna; en 1-5 al tronco; en 1-10 al cuello y en algunos centé- simos al diámetro vertical de la cabeza. El niño posee un canon distinto de proporciones en cada edad, que oa racteriza la edad fisiológica. La talla sentado o esencial, en el niño blanco, es superioi* siempre, de 6 a 14 años, a la del negro. Si se quieren evitar deformaciones corporales, de las cuales será responsable la escuela, el niño blanco debe ocupar un asien- to más bajo que el negro y la tabla del pupitre debe ser más elevada, tenien- do ambos la misma talla. La braza es inferior a la talla, de 6 a 9 años, en el niño blanco, e igual o ligeramente superior de 10 a 14. En los niños de color, de 6 a 14 años, es siempre superior la braza a la talla, y en el negro, de 13 a 14 años, esa supe- rioridad llega a ser de 4 a 5 unidades por cien de talla. El índice cefálico disminuye gradualmente de 6 a 14 años, lo que se explica por el mayor desarrollo del diámetro antero-posterior de la cabeza, respecto del transverso. Los diámetros del tórax son, proporcionalmente a la talla, mayores en el niño blanco que en el de color. En el mulato hallamos una posición in- termedia a este respecto. El índice torácico, en consecuencia, es también superior en el blanco que en el negro, lo que indica que el pecho del primero es más convexo. El volumen de la caja torácica, por centímetro de talla, crece con regu- laridad de 6 a 14 años. La capacidad torácica relativa es superior en el blanco (en toda» las edades). En el mulato es superior al negro. El diámetro biacromial de los niños de las tres razas, es superior en dos centímetros, aproximadamente, al quinto de la talla, de 6 a 14 años. Cuan- 124 do la proporción sea igual o inferior al quinto de la talla, indica que trata de un sujeto débil, con espaldas demasiado estrechas. El índice de vitalidad es siempre superior en el niño blanco, en todas las edades de 6 a 14 años. Disminuye gradualmente durante el mismo período. Todo sujeto cuyo índice de vitalidad sea inferior en 2 o más unidades al correspondiente a su edad y raza, reclama un régimen especial. El índice medio de vitalidad resulta demasiado bajo en los niños de la Habana. Es sabido que cuando existe esta inferioridad, el individuo ofrece una débil resistencia al bacilo de la tuberculosis pulmonar; es necesa- rio, pues, reaccionar enérgicamente a fin de que en nuestros niños se mejore tal aspecto. El sistema muscular se halla más desarrollado en el niño negro. La fuerza en el dinamómetro es también más elevada en este y en el mulato, respecto del blanco, hasta el momento de la pubertad. Al acercarse ésta, la diferencia en favor del negro se reduce de manera considerable, y, probablemente, después de ese período fisiológico, el blanco le sobrepasará. La proporción de diestros es la misma para el conjunto de niños de cada una de las tres razas (77%), y aumenta con la escolaridad. La de zurdos no varía de 6 a 14 años en los niños de color, y se reduce en un tercio en los blancos. La de ambidiestros disminuye de manera considerable durante el perío- do de asistencia a la escuela. ¡ Cuánto sería de desear que más bien se aumente! La temperatura axilar es más elevada en el negro que en el blanco. El número medio de pulsaciones por minuto es el mismo en las tres razas. La sangre de los niños negros es más rica en glóbulos rojos y blancos y en hemoglobina que la de los blancos y mulatos, especialmente de 6 a 10 años. Después se aprecia una fuerte reacción en el blanco, en lo que se refiere a glóbulos rojos y cantidad de hemoglobina. Sin embargo, la sangre del negro continúa siendo más rica en glóbulos blancos. b) Desde el punto de vista antropológico. El mulato constituye un tipo con caracteres anatómicos que le son pro- pios, resultado de una completa fusión de los del blanco y del negro. Cada vez que en las proporciones del cuerpo o en cualquier otra modalidad del desarrollo físico se manifiestan diferencias en el blanco y en el negro, el mulato posee los caracteres intermedios, como resultado de la fusión. Me- diante la ordenación en serie hemos demostrado que no hay diferenciación en dos grupos, predominando en uno los caracteres del blanco y en el otro los del negro, pues esto también daría un término medio intermedio. La fusión y la existencia de caracteres mixtos en los mulatos se observa en los cánones de las proporciones del cuerpo y en los principales índices, como el cefálico, torácico, de vitalidad, etc. Los índices talla-miembro inferior, y talla-braza revelan, en los mula- tos, la existencia de sangre negra. En los casos dudosos, como en aquellos que poseen 7-8 de blancos y se declaran de raza blanca, esos índices ayudan a determinar la mezcla de sangre. c) Desde el punto de vista de la influencia del medio. Los grandes calores del verano de Cuba, ejercen una influencia perni- ciosa sobre el desarrollo físico de los niños de raza blanca, nacidos durante 125 ía estación estival. Es menor su intensidad en el mulato y no se manifiesta en el negro. La mortalidad infantil es también más considerable en la Habana, du- rante los meses de mayo a agosto que en el resto del año. Las observaciones que hice sobre la influencia favorable de la altitud en el desarrollo de la caja torácica, las he confirmado en los niños de la Habana: el diámetro antero-posterior del tórax, las circunferencias toráci- cas, y el índice de vitalidad de estos últimos resultan bajos. 2.-Consejos a los médicos, maestros y padres sobre el examen antro- pométrico en general y la interpretación de las medidas. Cuando se practica el examen antropométrico de un niño se debe tener en cuenta, de una manera rigurosa, los principios siguientes: a) Una medida aislada no tiene valor alguno, por sí misma, ni da tampoco indicación de ninguna especie. En todos los casos, se debe tomar un conjunto de mediciones, escogidas entre las más características, y sólo se puede emitir un juicio después de compararlas entre sí y de calcular los índices. Jamás debe perderse de vista que el canon de las proporciones de cada edad, es mucho más importante que el valor absoluto de las medidas. b) Las medidas directas deben compararse con los términos medios de niños de la misma edad, de igual raza y que vivan en un medio equivalente. Entendemos por medio el conjunto de las condiciones climatológicas y so- ciales. Los niños de las clases populares tienen siempre un desarrollo físico infe- rior a los de las clases burguesas de igual raza y edad y que viven en un mismo medio. Por consiguiente, como nuestros términos medios correspon- den a las calses populares, para juzgar ese desarrollo en un niño pertene- ciente a las clases media o rica, debemos considerar como bajos los referi- dos términos medios. c) Toda medida debe relacionarse con la talla u otra esencial para que adquiera su significado. Las comparaciones de las medidas se estable- cen con los índices (véase Capítulo N? 2). d) Periódicamente deben tomarse las mediciones de cada niño (cada seis meses), pues la dirección general de las curvas del desarrollo ayudan a interpretar el valor de las últimas medidas tomadas. e) Es de suma importancia que todas las mediciones sean tomadas por la misma persona, que posea cierta práctica en Antropometría. f) Las medidas más importantes y que permiten juzgar con la mayor exactitud el vigor físico y el desarrollo armónico, son las siguientes: 1: talla; 2: peso; 3: circunferencia torácica, a la altura de los pezones; 4: diámetro antero-posterior del tórax; 5: diámetro biacromial; 6: longitud de la pierna. Con estos datos se deben calcular: 1?, el peso por centímetro de talla; 2°, el índice ponderal; 3?, el índice de vitalidad; 4?, el índice talla-diámetro antero-posterior del tórax; 5?, el índice talla-diámetro biacromial; 6? el ín- dice talla-pierna. La importancia de estas relaciones ha sido expuesta en el curso de los capítulos que anteceden y considero inútil hacer una repetición. Las seis mediciones directas y las seis relaciones que hemos citado se obtienen en un tiempo relativamente corto, y muestran de una manera luminosa la constitución física de un niño. Recordemos que, cuando se establecen las comparaciones con los términos medios, deben considerarse los límites ad- 126 mitidos dentro de la normalidad y que damos en todos aquellos casos que estimamos conveniente. El más completo examen de un niño debe establecer las proporciones relativas de cada segmento del cuerpo;: cabeza, cuello, tronco, pierna, bra- zo. Además, debe considerarse el volumen del tórax por centímetro de talla, los volúmenes del encéfalo y del tronco y el índice encéfalo-tronco, la longitud del brazo en relación con el espesor del músculo, así como ciertos datos de orden fisiológico. Para que resulten más claras estas indicaciones, analizaremos las fi- chas correspondientes a dos niños blancos, habaneros, de 8 años de edad. He aquí las mediciones: A, G. M. F . Normas Edad 8 años 3m 8a2m 8a3m 1. -Talla 114.3 cms. 130.7 . 120.8 2. -Peso 22,800 gms. 25.450 22.650 3. -Circunferencia torácica (a la altura de las tetillas) 54.0 cm. 56.0 55.8 4. -Diámetro antero-posterior del tórax 13.1 cm. 12.5 13.0 5. -Diámetro biacromial 24.2 cm. 25.9 26.0 6. -Longitud de la pierna 57.3 cm. 69.3 62.2 INDICES 1. -Peso por centímetro de talla 199.4 194.7 187.4 2. -Indice ponderal 24.8 22.6 23.5 3. -Indice de vitalidad 47.2 42.0 47.0 4. -Indice talla-diámetro antero-posterior del tórax 11.4 9.6 10.7 5. -Indice talla-diámetro biacromial.... 21.1 19.8 21.5 6. -Indice talla-pierna 50.0 53.0 51.4 DATOS COMPLEMENTARIOS 1. -Capacidad torácica por centímetro de talla 21.138 18.552 20.950 2. -Indice espesor del músculo longitud del brazo 11 10 11.2 3. -Indice encéfalo-tronco 44 41 36.2 4. -Fuerza en el dinamómetro: mano de- recha 15 klgs. 14 13.1 Fuerza en el dinamómetro: mano iz- quierda 13 15 11.0 Estudiando esos datos podemos emitir los juicios siguientes: el niño A. G. es mucho más pequeño que el término medio de su edad y raza, tiene la talla de 7 años; el peso es bastante superior al término medio correspon- diente a su talla y edad, lo que le da un peso específico (índice ponderal) y un peso por centímetro de talla superiores al término medio que le corres- ponde ; sin que halla exageración, esto constituye una indicación favorable. La capacidad torácica por centímetro de talla es también algo superior al término medio que le corresponde; lo mismo ocurre con el índice talla- diámetro antero-posterior del tórax; sus espaldas resultan algo estrechas. El índice de vitalidad equivale a los 8 años; su sistema muscular correspon- 127 de a la misma edad y la fuerza en el dinamómetro es un poco superior, aun- que queda siempre dentro de los límites del 60% percentil. Por otra parte, observaremos que el índice encéfalo-tronco es demasia- do elevado y que corresponde a las proporciones generales de un niño me- nor en dos años. En fin, el índice talla-miembro inferior es demasiado bajo; es de un niño de 6 años y medio. En conclusión, el conjunto de las mediciones de A. G. demuestra que se trata de un sujeto retardado en su desarrollo físico, unos dos años aproxi- madamente; pero conformado de manera armónica. M. F., de 8 años y dos meses, tiene una talla correspondiente a los 11 años; corresponde también a la misma edad su índice talla-miembro infe- rior, lo que indica que M. F. posee las proporciones generales, en sentido vertical, del tipo de 11 años. Por otra parte, los índices talla-diámetro antero-posterior del tórax y ponderal son demasiado bajos. También el peso es inferior en relación con la talla; en efecto, debiera ser de 216 gramos por centímetro de talla, para estar de acuerdo con sus proporciones verticales, pues solo tiene 194. Por lo tanto, es demasiado delgado, esto lo confirma también el índice espesor- longitud del brazo. Por otra parte, el índice talla-diámetro biacromial re- vela una estrechez de espalda verdaderamente inquietante. La desfavorable conclusión a que nos conduce este dato, está reforzada por el índice de vi- talidad de tal niño (42.8) que es pavorosamente bajo. En fin, el índice en- céfalo-tronco señala por su parte el deseqiiilibrio fisiológico del sujeto. En resumen, M. F. es un individuo que ha experimentado un fuerte empuje de crecimiento con excesiva precocidad y que se halla en desequili- brio fisiológico completo. Debe enviarse al campo, durante uno o dos años, sin someterlo a disciplina escolar alguna; sin ello, será una víctima cierta de la tuberculosis pulmonar . La evidencia de estos datos pone de manifiesto la importancia que tiene la Antropometría cuando se emplea de una manera racional y sabia, pose- yendo los elementos indispensables de comparación: las normas que, para la infancia de Cuba, establece el presente trabajo. Las curvas del crecimiento físico del niño cubano no sólo permiten el control del coeficiente individual del desarrollo sino también el estableci- miento de una comprobación eficaz de los resultados de la educación física. Es indispensable que la acción educativa eleve el coeficiente medio de los índices que revelan la vitalidad y el vigor físico; en caso contrario hará quie- bra de una manera lamentable. Para lograr esto debe establecerse la ficha antropométrica: practicar las seis mediciones típicas y calcular los seis índices principales al comienzo y al final de cada año escolar. Es un pequeño trabajo que hará consciente la acción del educador, permitiéndole separar, de lo adquirido a través del año, lo que corresponde a la naturaleza de lo que debe atribuirse legítima- mente al esfuerzo del maestro. El juicio debe hacerse por la comparación de los términos medios de cada grupo y no poi' los individuales. Por otra parte debe redamarse el in- terés del niño en su propio desarrollo físico, explicándole el valor de las mediciones y el significado de los índices, a fin de que se aficione voluntaria- mente a la práctica del scoutismo, los deportes y la higiene. El mens sana in corpore sano, será una verdad eterna y, ahora más que nunca vemos que el mundo pertenecerá, en el porvenir, a los pueblos fuertes. 128 BIBLIOGRAFIA BONNIFAY Etude du développement de la tete du point de vue céphalométrique These de Lyon. 1897. BOWDITCH The Growth of Children X. Aniiua! Report of the State Board of Health of Massachusetts. BOWDITCH The Growth of Children studied by Galton's Percentile.-XXII Annual Report of the State Board of Health of Massachusetts. 1890. BURK-F Growth of Children in height and weight.--The American Journal of Psychology, april 1898. CLAPAREDE. E.... Psychologie de 1'Enfant.-Geneve, Kundig, 1916. 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CUADRO N» 1.-Profesión de los padres de los niños varones examinados 9 CUADRO No 2.-Raza de los padres de mil niños mestizos, matriculados en las es- cuelas de la Habana I3 CUADRO N 3.-Mortalidad en la Habana 14 CUADRO N° 4.-Principales causas de fallecimiento por cada diez mil habitantes de la ciudad de la Habana 14 CUADRO N» 5.-Esterilidad, fecundidad y mortinatalidad comparadas por razas, en Cuba 14 CUADRO N 6.-Observaciones climatológicas en la Habana. Datos oficiales 15 CUADRO N° 7.-Lluvias en la Habana (1909-1912) 16 CUADRO N<? 8.-Variaciones en la repetición de las medidas en los mismos sujetos. 37 CUADRO N? 9.-Tabla de los escolares cubanos de la Habana 42 CUADRO N° 10.-Diferencias de tallas 43 CUADRO No 11.-Límite de las tallas comprendidas entre el 20 avos y 80 aves per- centil de las ordenaciones en series 45 CUADRO N<? 12.-Aumentos anuales en talla, de los escolares cubanos 46 CUADRO N? 13.-Porcentaje de crecimiento anual 47 CUADRO N° 14.-Total mensual de los niños menores de un año fallecidos en la Re- pública de Cuba, desde 1904 a 1913 49 CUADRO N? 15.-Peso medio de los escolares de Cuba 51 CUADRO N<? 16.-Peso por centímetro de talla 52 CUADRO N? 17.-El peso. Aumentos medios anuales, absolutos, y en tanto por 100 53 CUADRO N<? 18.-Límites de los pesos comprendidos entre el 20 y 80 avos percentil de la ordenación 55 CUADRO N? 19.-Indices ponderales de los niños cubanos 56 CUADRO N<? 20.-Indices ponderales de niños que viven en otras latitudes 57 CUADRO N? 21.-Talla media de los niños de otras latitudes 59 CUADRO N? 22.-Peso medio de niños de otras latitudes 60 CUADRO No 23.-Altura media de la cabeza de los escolares de la Habana. ....... 63 CUADRO No 24.-Indice altura encéfalo, talla de los niños de la Habana 64 CUADRO No 25.-Largo del miembro inferior de los escolares de la Habana 65 CUADRO No 26.-Indice-talla-miembro inferior de los escolares de la Habana 65 CUADRO N? 27.-Largo del miembro superior de los escolares de la Habana 67 CUADRO N<? 28.-Indice talla-miembro superior de los escolares de la Habana 67 CUADRO N° 29.-Indice miembro superior, miembros inferior de los escolares de la Habana 68 CUADRO N° 30.-Indice crucial de los escolares de la Habana 69 CUADRO N<? 31.-Altura del tronco de los niños de la Habana 71 CUADRO N? 32.-Indice tronco talla de los niños de la Habana 71 CUADRO N? 33.-Talla sentada de los niños de la Habana 72 CUADRO N» 34.-Indice talla sentada, talla de pie de los niños de la Habana 73 CUADRO N? 35.-Altura del cuello de los niños de la Habana 75 CUADRO N» 36.-Indice talla, cuello de los niños de la Habana 75 CUADRO N» 37.-Ganancia de los distintos segmentos del cuerpo de 6 a 13% años, de los niños de la Habana 76 CUADRO N« 38.-Proporciones del cuerpo de los niños de la Habana 78 131 PW- CUADRO N? 39.-Diferencia entre la altura del acromion y la de la horquilla ester- nal en los niños de la Habana 79 CUADRO N? 40.-Los diámetros cefálicos de los niños de la Habana 81 CUADRO N? 41.-Indice talla diámetro antero-posterior de la cabeza 81 CUADRO N<? 42.-Los diámetros cefálicos de niños de distintos países 82 CUADRO N<? 43.-Indice cefálico de los niños de la Habana 83 CUADRO N° 44.-Ordenación por edades y por categorías de 5 unidades de los ín- dices cefálicos de los niños de la Habana 85 CUADRO No 45.-Ordenación por unidades del conjunto de los índices cefálico» de los niños de la Habana 85 CUADRO N? 46.-Diámetro torácico de los niños de la Habana 86 CUADRO N? 47.-Indice talla-diámetro del tórax de los niños de la Habana 87 CUADRO N° 48.-Indice talla diámetro antero-posterior del tórax de los niños de la Habana 87 CUADRO N° 49.-índice torácico de los niños de la Habana 88 CUADRO N? 50.-Volumen de la caja torácica de los niños de la Habana 89 CUADRO N? 51.-Diámetro biacromial de los niños de la Habana 91 CUADRO N? 52.-Indice talla-diámetro bracomial de los niños de la Habana 92 CUADRO N° 53.-Volumen del tronco y del encéfalo e índice encéfalo-tronco de lo» niños de la Habana 93 CUADRO N? 54.-Circunferencias de la cabeza de los niños de la Habana 96 CUADRO N? 55.-Indice talla circunferencia cefálica de los niños de la Habana.. 96 CUADRO N? 56.-Circunferencia torácica de los niños de la Habana 98 CUADRO N? 57.-Indice de vitalidad de los niños de la Habana 101 CUADRO N? 58.-Circunferencias del antebrazo derecho de los niños de la Habana 102 CUADRO N« 59.-Indice espesor del músculo longitud del brazo de los niños de la Habana 102 CUADRO N» 60.-Fuerza de presión al dinamómetro de los niños de la Habana. . . . 104 CUADRO No 61.-Proporción de diestros, zurdos y ambidiestros de los niños de la Habana 106 CUADRO No 62.-Temperatura axilar media de los niños de la Habana 107 CUADRO N? 63.-Número de pulsaciones por minuto de los niños de la Habana. .. . 107 CUADRO N° 64.-Cantidad de glóbulos y de hemoglobina en la sangre de los gru- pos de los niños de la Habana 108 CUADRO No 65.-Color de la piel de los niños mulatos de la Habana 111 CUADRO N? 66.-Color del cabello de los niños mulatos de la Habana 112 CUADRO N? 67.-Disposición del cabello de los niños mulatos de la Habana 112 CUADRO No 68.-Color de los ojos de los niños mulatos de la Habana 112 CUADRO N? 69.-Forma de los labios de los niños mulatos de la Habana 112 CUADRO No 70.-Talla de las niñas de la Habana 114 CUADRO N? 71.-Aumentos anuales en talla de las niñas de la Habana 115 CUADRO No 72.-Peso de las niñas de la Habana 117 CUADRO No 73.-Peso por centímetro de talla de las niñas de la Habana 118 CUADRO No 74.-Aumentos anuales en peso de las niñas de la Habana 119 CUADRO N<? 75.-Indices ponderales de las niñas de la Habana 119 CUADRO N? 76.-Indice crucial de las niñas de la Habana 120 CUADRO No 77.-Fuerza muscular al dinamómetro de las niñas de la Habana 122 132 TABLA DE MATERIAS Páe INTRODUCCION 7 CAPITULO PRIMERO... 1? Los escolares de la Habana.-2? Origen de los blan eos en Cuba.-3? Origen de ios negros y los mestizos.- 4? Condiciones higiénicas del medio.-5? El clima 9 CAPITULO SEGUNDO .. . Plan de las investigaciones y técnica.-1? El número de niños medidos y las mediciones tomadas.-2? Las listas generales y la ficha individual.-3? La distribución del trabajo.-4? Organización del trabajo práctico.-5? Téc- nica seguida.-6? Observaciones generales acerca de la exactitud de las medidas.-7? Observaciones acerca de la actitud del niño durante las mediciones 17 CAPITULO TERCERO.... La talla y el peso.-1? Consideraciones preliminares.- 2? La talla de los niños de la Habana.-3? Ordenación de las tallas.-4° Ganancia anual en talla.-5? La talla de los niños nacidos en verano, comparada con la de los nacidos en invierno 39 CAPITULO CUARTO Las proporciones del cuerpo, medidas de altura.-1? Con sideraciones preliminares.-2? Altura de la cabeza.- 3? Longitud del miembro inferior.-4? Longitud del miembro superior.-5? Indice crucial.-6? Altura del tronco.-7? Talla sentada.-8° Altura del cuello.- 9? Parte que corresponde a los distintos segmentos del cuerpo en el aumento de la talla de 6 a 13% años.- 10? Proporciones del cuerpo en las distintas edades.- 11? Relación entre la altura de la horquilla esternal y la del acromion 61 CAPITULO QUINTO Las proporciones del cuerpo. Los diámetros y los volú- menes.-1? Los diámetros de la cabeza.-2? El índice cefálico.-3? Los diámetros torácicos.-4? La forma del tórax.-5? El volumen de la caja torácica.-6? El diáme- tro biacromial.-7? Relación entre el volumen del tron- co y el del encéfalo 80 CAPITULO MEATO Las proporciones del cuerpo. La circunferencia.-1° La circunferencia de la cabeza.-2? Las circunferencias to rácicas.-3? El índice de vitalidad.-4? Las circunfe- rencias del antebrazo.-5? El índice espesor del músculo longitud del brazo 95 CAPÍTULO SEPTIMO.... Datos fisiológicos.-1? La presión en el dinamómetro.- 2? La temperatura del cuerpo.-3? El número de pulsa dones por minuto.-4? Examen de la sangre.-5? Los caracteres somáticos de los niños mulatos 103 CAPITULO OCTAVO Las curvas de crecimiento de la niña cubana.-1? La ta- lla.-2? Aumentos anuales en talla.-3? El peso.- 4? Aumentos anuales en peso.-5? El índice ponderal. -6? La braza.-7? La fuerza muscular 113 CAPITULO NOVENO.... Conclusiones.- Sumarlo.-1? Las características esen cíales del desarrollo físico del niño cubano, (a) desde el punto de vista del crecimiento en general, (b) desde el punto de vista antropológico, (c) desde el punto de vis- ta de la influencia del medio.-2? Consejos a los médi- cos, maestros y padres para el examen antropométrico en general y la interpretación de las medidas 123 BIBLIOGRAFIA 129 133 X. Z - ít # X.