/0Z4Pt . ' . Pag. i. CARTA ESCRITA POR UN REGNÍCOLA recién llegado á esta Capital á un Paisano suyo residente en Madrid. ESTIMADO Paisano y Amigo mío: Después de haber descan- sado de la inevitable fatiga de mi largo viage, y después de dar vado á las demostraciones usuales de cariño y de amistad con que se recibe á un Sugeto que, ausente por mucho tiempo de su país, vuelve á él con algún crédito de aprovechamiento, procuré irme imponiendo en los progresos que tanro nos ponderaban en esa algunos Paisanos recien llegados en quanto á la cultura, po- blación y demás circunstancias relativas al lustre de esta Capital, con el fin de desempeñar la promesa que hice á Vm. de darle no- ticias exactas sobre unos objetos que tan justamente llaman su atención: pero hé llegado á conocer que la multitud de observa- ciones que necesitaría hacer para cumplir dicha promesa con la puntualidad correspondiente al genio de Vm. y las ocupaciones que me ofrece la precisa atención á mis intereses, no me permiti- rán satisfacer en mucho tiempo á su deseo y al mió. Tenga Vm. paciencia, Amigo mío, y sirva esta adverten- cia para que no extrañe la involuntaria tardanza que probable- mente experimentará en el recibo de mis cartas: entre tanto quiero divertirle con una idea sucinta de la Gazeta literaria que nuestro paisano el Br. D. Joseph Antonio de Abate comenzó á publicar aqui a principios del año próximo pasado, de la qual han salido diez y seis hasra ahora. Prevenga Vm. la admiración, contenga la risa, y tome un polvo, porque ya empiezo, o ' . En el número i. de esta Gazeta hizo un Prólogo en que ofrece comunicar al Público Memorias y Disertaciones acerca del progreso del comerció y de la navegación: sus ideas sobre el pro- greso cié las artes, y con predilección sobre la Historia natural: noticias de la vida, hechos y producciones útiles de los Hombres que han ilustrado á nuestra nación Hispano-Americana: sobre la Geografía de Nueva España, y Diarios de losViageros: descu- brimientos que se han verificado en la Europa, así en la Física ex- perimental, Matemáticas, Medicina y Química, como en la Agri- cultura: determinaciones de nuestros Sabios Tribunales sobre he- chos dignos de servir dé modelos: descripción de las pocas anti- • guedades que permanecen de la Nación Mexicana; del valor á que se hallan los comestibles y demás géneros que son el objeto de comercio en cada Provincia: noticiar las obras que se impriman en Nueva España: formar una análisis, y exponer una corta crí- tica, para que los Lectores sepan con anticipación el carácter de la obra; y finalmente insertar en dicha Gazeta las producciones que se dirijan á su Autor, mientras no tengan por objeto el satis- facer al amor propio, á la irreligión, á la venganza &c. La grandeza de este proyecto, cuyo exacto desempeño se-' ría no menos honorífico para nuestra patria, que apreciable para los Literatos de Europa, proporcionó sin duda su publicación en el Memorial de esa Corte; pero si sus Autores han llegado á ver las piezas siguientes de dicha Gazeta, ¿nofhabrán conocido que este magnífico ofrecimiento no es otra cosa mas que una carta en blanco con relumbrón sobreescrito? ¿Qué dirían al observar tanta extravagancia en la elección de materias, tanto desorden de ideas, tantas conseqiiencias sacadas á fuerza de brazo, la frialdad y des- aliño del estilo, las faltas de ortografía y de puntuación, con otros defectos de que hormiguean estos papeles, y que hacen fastidiosa su lectura? Vm.se halla en disposición de saber mejor que yo lo. que pasa en este punto, y espero que no dexará de comunicarme-, lo. Entretanto seguiré dando á Vm. un extracto de su contenido, para que pueda formar por sí el juicio que le parezca, sin dexar- se preocupar del mió, cuyo mérito solo consiste en el buen celo por el honor de la Patria; aunque también me parece puedo con- tribuirme alguno por el mucho trabajp que me há costado poner en orden el intrincacfb laberinto que presentan á cada paso las raras ideas de este bendito Escritor. ' En el núm. 2. hace una asperísima 4 inútil declamación contra ciertas expresiones malignas del Viagero Francés, cuya obra y su Autor él Abate Laporte no merece otra impugnación ¿[ue la que se ha hecho á otros muchos del mismo carácter, á quienes se há desmentido mas con las obras que con vanas, excla- maciones. Concluye esta Gazeta con una advertencia sobre ía ne- cesidad de diferir el entierro de los cuerpos hasta asegurarse bien de la realidad de su muerte, á cuyo fin propone un medio publi* Cádo en la Gazeta ide Salud. En el n. 3. participa „ la sabia resolución de este Exmó. é Illmó. Prelado, dirigida á que en el Celegio Seminario Pontificio sé enseñe la Filosofía por las Instituciones del Sabio Jacquier,, ton cuyo motivo sé extiende en una insulsa y fastidiosa invectiva Contra el método escolástico que se há seguido basta ahora. No ignora Vm.que por orden de nuestro Augusto Monar- ca vinieron á este Reyno varios Sugetos instruidos en la Botáni- ca, Farmacia é Historia natural,con el objeto de explorar sus pro- ducciones, y establecer una Cátedra, con Jardin público, para el estudio de la ciencia Botánica, según el Sistema del célebre Lin- ñéó, á imitación del que se cultiva en esa Corte, y otras muchas partes del Mundo, cuya sabia resolución nos obligó mas de una Vez á bendecir justamente la generosa benéfica mano que se dignó proporcionar á este feliz pais un establecimiento capaz de comu- nicarle el mayor lustre: porque desnudos de aquellas ridiculas preocupaciones, y pueriles antipatías con que se corrompe el áni- mo de los Jóvenes en todas las naciones, y especialmente en la nuestra, sabemos que la útil y sana instrucción debe abrazarse con gratitud: y que teniendo estas apreciables calidades, importa muy poco la de que su Autor sea natural de Madrid, de París, de Víe- na ó de Pekín. Por desgracia nuestro buen Compatriota el Señor Álzate, peregrino en todo, piensa de diverso modo; y por lo mismo esta novedad, que debiera llenarle de satisfacción, produio en su tur- bulento ánimo ufi efecto tan contrario, que abandonando los bue- nos materiales qué tendría prevenidos para llenar el magnífico plan de sü~Gazeta, y afectando un imprudente scepticismo, eructó las exquisitas especies que contienen sus des Gazetas números 4 y ;, que remito adjuntas, temeroso de "que'dude Vm. de mi fideli- 4 dad, si me contento con dirigirle solo su extracto, y allá veer^ si puede leerlas ó entenderlas, pues á mi me há costado buen tra- bajo lo uno y. lo ocro. Esta intempestiva y sospechosa erupción dio lugar á ta seria disputa que yá Vm. habrá visto por las Ga* zetas de esta Ciudad, en las que también habrá notado otra con- téxtacion mas pacífica sobre el uso del Vino y Kermes antimonia- les en la práctica de la Medicina, á que dio ocasión la Carta de un Profesor que el referido Señor Abate insertó en la última de dichas dos Gazetas. En el núm. 6. calculó la población de esta Ciudad con respecto al empadronamiento que se hizo en esa Corte en 1787, cuya resulta le produce el número de 207.5'gi habitantes; pera atendiendo á varias circunstancias físicas, políticas y morales que parece deben alterar la exactitud de este cálculo, es muy proba- ble que dicha población no pasa de 170 á 180000, lo qual bas- ta, sin embargo, para el intento del Autor, que piensa proporcio- nar algún mérito á esta Capital, manifestando que su población, es mas numerosa que la de esa. En dicha Gazeta dá también una noticia muy sucinta é incompleta de varias curaciones del mal venéreo, executadas por el Profesor de Medicina y Director del Jardín Botánico en esta Ciudad D. Martin Sesé con una yerba llamada aquí del Zorrilla. En et núm. 7. impugna ciertas expresiones que insertó Ricardo Walter en el Viage d.Q Jorge Ansón, hs qnales merecen el mismo aprecio que las del Abate La porte. Refiere la acción gloriosa de la Tripulación de uno de los Baxeles apresados en la última guerra por la Esquadra del Almirante Rodney, y la de los Huauchinangos, que en la toma de Manila por los Ingleses en la anterior quedaron prisioneros, á los quales, conducidos á Madras, ni con promesas ni amenazas pudieron inclinar á que se alistasen en sus Tropas^ por lo que habiéndolos reconducido á Manila , y encerrado en la Alcayceria de Sao Fernando, hallaron un medio ingenioso de evadirse, dexando algunos de sus compañeros ex- puestos al resentimiento del Vencedor, para pasar al Exército de jos Españoles., Este suceso, inédito basta ahora, le sirve de argu- mento muy obvio para rebatir la aserción del Autor.de las inda- gaciones sobre los Americanos, en quanto al inñuxo de la atmos- 1 íera y tierras de la América en la constitución física y moral de los hombres. Por conclusión de esta Gazeta propone tna regia para conocer si un cadáver que se saca del sgua cayó en ella muerto ó vivo ; la qual no me parece tan segura como las que he leído en la Cirugía forense, ó arte de hacer las relaciones Chi- rúrgico-legales del Lie. D. Domingo Vidal Profesor y Biblioteca- rio del Real Colegio de Barcelona: cuya obra impresa en aquella. Ciudad en 1783. se ha considerado digna, no solo del aprecio de los Médicos y Cirujanos , sino también de aquellas Peí socas que administran justicia. En el núm. 8. hace un elogio histórico de D. Agustín de¡ Rotea, Clérigo Presbítero de este Arzobispado, cuyas prendas eran efectivamente muy estimables: refiere el descubrimiento de ciertas concreciones que se forman en los troncos del Otate ó Mambú, con cuyo motivo se muestra muy ufano, creyendo que todos los Químicos y Farmacéuticos cometen un error pernicioso á la salud pública en llamar Spodio al Marfil calcinado: de que se infiere que no-leyó, ó no reflexionó lo que sobre esta materia se expresa en el Diccionario de Historia natural con estas pala- bras: „ Spode (Spcdium ) nombre aplicado á diferentes subsran- „ cías. El Spodio de los modernos es el Marfil calcinado: el Spo- „ dio en racimo ,( Spode en grappe) de los antiguos Giiegos, es „ la Atutía: el Spodio de los antiguos Árabes era una ceniza de ,, cañas quemadas á que llamaban Antispodio... En el Si pkmento á Id Gazeta política de esta Corte de 1 5 de Julio pasado, habrá Vm. visro lo que se le dixo aqui sobre este pumo. Litimamente convida á formar una Memoria instructiva, que especifique las causas motivas de la irregular abundancia de tercianas,aposttmas en el hígado y disenterias, que de poco tiempo á esta parte se ex- perimentan en esta Ciudad y sus contornos : ofreciendo que si en ei término de dos meses no recibiere pieza que satisfaga á la. du- da propuesta, imprimirá lo que tiene escrito en virtud de obser- vaciones físicas. Sin embargo ya se han pasado mas de siete me- ses, y hasta ahora nada ha vuelto á tratar sobre este asunto. Du- do que lo haga, porque conozco su facilidad en ofrecer; pero si se verifica daré á Vm. puntual aviso de sus felices producciones ep este importante asunto. 6 Con motivo del premio propuesto por h Academia de León de Francia á favor de quien descubriese el modo mas sim- ple, mis pronto y mas exacto para reconocer la mezcla del alum- bre y la cantidad, quando se haya disuelto en el vino, exclama justamente en la Gazeta núm. 9. contra la perniciosa costumbre, que también parece ha observado en esta Ciudad, de adulterar lfcs aguardientes con dicha mezcla, y propone el uso de una disolución alcalina para reconocerla. Este medio es muy obvio para qualquiera que tenga alguna tintura de Química ; pero tam- poco eí necesario internarse mucho en los maravillosos arcanos de esta ciencia para conocer su ambigüedad, pues desde luego se advierte que una disolución alcalina instjjteda en qualquiera li- cor que conrenga alguna sal de base terrosa ó metálica, sea la que fuere, presentará los fenómenos que expresa el Señor Álzate, esto es, „ se observará cierta perturbación, y se verán flotar unos sedimentos. „ Lo mismo sucederá respectivamente por la via sin- tética, pues si á un licor puro, mezclado con un álcali, se agrega qualquiera de los muchos sulfates que, á mas del alumbre, puede formar el ácido sulfúrico combinado con bases terrosas ó metáli- cas; qualquiera de los muchos muriates que en los mismos t'rmi- nds es capaz de formar el ácido muriático &c. &c. siempre se ob- servará la perturbación y el precipitado de Ja base terrosa o me- tálica. En el artículo aluner del Diccionario universal de Agri- cultura se propone la evaporación del licor, y el uso del nitro mercurial para reconocer dicho fraude: y aunque este último me- dio es bastante pronto, sencillo y determinativo, por el asiento ó precipitado amarillo que formará el ácido sulfúrico del alumbre, abandonando su basé terrosa para unirse con el mercurio, todavía suplica el Autor del citado articulo á las personas que sepan otros mas sencillos, se dignen comunicárselos. Esta circunstancia, y la de haberse ofrecido por la referida Academia un premio cu- yo valor puede estimarse aquí en mas de 400 ps. á favor del que resolviese má-jor este problema, manifiestan que dicha resolución no es tan fá ií como ha creído él Señor Álzate. En la misma Gazetaconvida á los Americanos á trabajar sobre la resolución de otro problema propuesto por la citada Acá- demia respecto al descubrimiento r!e la América: propone vn nue- vo arbitrio para fabricar á m-íno* costo, y con mayor simplicidad el papel jaspeado, substituyendo á la disolución de goma Alqui- tira, que se prepara pira que los colores permanezcan en la su- perficie, una ligera mezcla de Azogue; pero no explica el modo de executar esta mezcla : y concluye dando noticia del arte de trabajar las minas, escrito en Alemán por M. Delius, y traducido al Francés por M. Sehreiber, manifestando el deseo que tenia dé conseguir esta obra „ para ver si en ella adelantó algo á la que imprimió Monnet, ,, y lo satisfecho que se hallaba de la imper- tinente crítica que hizo de esta última en sus Observaciones sobre la física números i i, 12 y 13. En la Gazeta núm. 10. finge habérsele remitido por la Estafeta de Valladolid una Carta respuesta del Director del Jar- din Botánico, á la que dirigió contra el Autor de la Gazeta li- teraria uno de sus alistados Discípulos, en la qual queriendo usar del estilo jocoso, incompatible con la sequedad y natural rudeza del suyo , cae en el ridículo, y forma una algaravia muy grosera contra el Autor de Ja Carta publicada en el Suplemento á la Ga- zeta política de esta Ciudad de 6 de Mayo último, que ya Vm, habrá visto. En el núm. 1 t. publica una observación del Profesor de Medicina D. Juan Joseph Bermudez de Castro, sobre una especie particular de pulso, que llama orbicular,el qual parece se Je ha manifestado como signo de muerte. Dá noticia de las Instruccio- nes de Medicina práctica de M. Callen, que ya parece se han tra- ducido á nuestra lengua: de las diligencias que se han hecho en varias parres de Europa con el fin de sacar el álcali de la sosa en crecidas cantidades, descomponiendo Ja sal marina , y de lo mu- cho que abunda por acá esta materia, conocida por el nombre de Tequesquite. En el núm. 12. manifiesta que el Ámbar amarillo, Kara- be ó Succino, es efectivamente una producción propia del Reyno Vegetal, como lo presumen todos los Químicos de la Europa, des- cribiendo el árbol en que se cria, el qual se conoce por el nom- bre de Quapinole en el Pueblo de Petapa, distante diez y seis le^ guas de la Villa de Tehuantepeque. Esta noticia, que sin duda 8 será muy apreciadle para los Naturalistas, pudiera haberse co- municado en términos capaces de darles una idea perfecta de los caracteres propíos de dicho árbol; pero la emulación pueril con que mira á los Botánicos y Naturalistas que actualmente se ha- llan en esta Capital, no le permite el manifestarles las muestras que se le remitieron de la flor y del fruto del Quapinole: cuyo hecho es una prueba nada equívoca de la buena fe y generosidad de nuestro Abate. En el núm. 13. presenta una Memoria acerca de los in- cendios, en la qual siguiendo la idea de los Miloes Hartey y Mahon, que consiste en cortar en el todo la comunicación del viento, asi de las piezas baxas respecto á las altas, como á lis la- terales, alaba el método de cubrir con tierra los techos de los edificios, que generalmente se observa en este Reyno, y reprueba la costumbre de destecharlos, quitando las puertas y ventanas de las piezas que se incendian: proponiendo que en lugar de hacer esto, se procuren cerrar exactamente, de modo que no le quede entrada alguna al ayre, para que asi se sufoque el fuego por sí mismo. El núm. 14 se reduce á otra Memoria sobre la transmi- gración de las Golondrinas, en la que no añade cosa especial á lo que han escrito ya muchos Autores sobre el asunto; y conclu- ye dando noticia del arte del Agrimensor de M. L. A. Didier, pa- ra manifestar la facilidad de instruirse en medir superficies, cuya circunstancia propone como muy interesante para los Curas; 9> porque un Párroco que se instruye en los mas ligeros principios 99 de la Geometría, sufocaría en su origen muchos principios. El número 1 y, que intituló Aceptación al desafio de un Anónimo, se reduce en substancia á exponer el cálculo del Padre Guldin sobre el crecido número de volúmenes que pueden escri- birse con 23 letras; del qual infiere matemáticamente la imposibi- lidad de formar un sistema mineralógico, porque en un Autor que trata de esta Ciencia, halló reducido el número de substan- cias fósiles á 380, aunque en su concepto son 400. y como la combinación de 23 letras le parece „ capaz de aturrullar el genio mas meditativo, ¿con tan aran número de datos, pregunta, quan- tas combinaciones se podrán formar 'i Hágase la experiencia, pro- 9 sigue: estudíese el Arte de las combinaciones, y se vendrá en co- nocimiento de que el intento de formar un sistema mineralógico es empresa de un cerebro preocupado.,, Con estas poderosas armas se presentó ,, en el Arenéo sin padrino, sin temor que obligase á la pluma temerosa y prudente á caerse de la mano, y emplazó á todos los condiscípulos metódi- cos á que desvanezcan su demostración, sobre que no puede for- marse sistema acerca del Reyno njineral. „ Amigo, es preciso las- timarnos privadamente de que un Sugeto cuyo genio laborioso, bien dirigido, pudiera tal vez ser muy útil á nuestra Nación, ex- ponga su crédito á la risa de los bufones, que son muchos; al des- precio de los sensatos, que no son poces, y al odio de los melan- cólicos, que no faltan por estos climas. Ya Vm. sabe que yo no puedo preciarme de Erudito, Matemático, Botánico, Químico, ni Mineralogista; pero no ignoro que Descartes y Newton fueron insignes Matemáticos, y sin embargo formaron sistemas, que aun- que no concuerden perfectamente con el que estableció el Autor de la Naturaleza, han facilitado mucho la observación y conoci- miento de los fenómenos que nos presenta esta en la vasta exten- sión de sus dominios. Tampoco se me esconde, que en quanto á las producciones del Reyno Mineral se han formado también va- rios sistemas por Sugetos á quienes sería temeridad él imputar la nota de haberse ocupado en una empresa tan absolutamente qui- mérica como suponen las aserciones del Señor Abate, quien solo delirando pudo afirmar »que en el Reyno Mineral no asignóla Naturaleza á los fósiles caracteres distintivos; „ que el número de materias que hasta ahora se han manifestado inaccesibles á la des* composick>®,¡;entre las innumerables que se han analizado, tanto del fteyno Mineral,.como del Animal y Vegetal, no pasa de cin- cuenta y cinco, según la Tabla formada por los Sabios Autores de la nueva nomenclatura química, aprobada por la Real Acade- mia de Ciencias de París, y que de este número apenas correspon- de la mitad al¡Reyno Mineral: finalmente sé que los quatrocien- tos fósiles á que hace ascender el Señor Abate los individuos de este Reyno, son por consiguiente últimos compuestos ó productos dé las combinaciones, que sin sujeción á las reglas del cálculo, ha formado la misma Naturaleza: y